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Date post: 06-Jul-2018
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    L EDUC CiÓN FíSIC YL INTEGR CiÓNSOCI LMercedes Ríos Hernández Lda en Educación Física

    Con el presente artículo se intentaráhacer una reflexión que sirva comoelemento de discusión y relativizacióndel tópico (hoy bastante en vigor) queotorga a la Educación Física un papelrelevante, per se , sobre la socialización del individuo .En general, todos reconocen la importancia de la actividad física en el desarrollo integral del individuo, ya sea anivel físico, psíquico o sociológico.Pero, si nos trasladamos a contextosmarginales o a grupos difíciles , es

    este último aspecto el que se deberíacuestionar. El considerar la actividadfísica como un excelente canal de comunicación social, que permite y/o fa-cilita la interrelación entre los sujetos,ha llegado a ser una idea muy manida.Mis observaciones realizadas en los es-tablecimientos penitenciarios de mujeres y hombres de Barcelona, en gruposde deshabituación a la droga ,o gruposque reuniesen a individuos con algúntipo de deficiencia física o psíquica o,simplemente, a sujetos consideradosde trato difícil , me han hecho plantear una serie de cuestiones al respecto,entre las cuales podría citar:- Potenciando el hábito físico, ¿estamos creando una necesidad de compartir con los temas vivencias y experiencias?- ¿La formación de grupos deportivoscontribuye a la creación de canales de

    comunicación que faciliten la socialización de los sujetos?Al intentar contestarlas me he idocuestionando la verdadera repercusiónde la actividad física en los distintosambientes sociales y en los programasde integración, inserCión y reinserción.

    roblemas conceptualesEn un principio cabría clarificar el sig-nificado de tres conceptos que a menudo se confunden o, simplemente ., en losque se da una traslación de contenidos:Reinserción inserción e integración .• Reinserción. Reincorporación deindividuos temporalmente marginadosque 10 están por distintos motivos (internados en prisiones, psiquiátricos,etc.).• Inserción. Incorporación a la sociedad de individuos que han vividosiempre marginados por motivos, ge-neralmente, de índole social el ejemplo más claro podría encontrarse dentro de los que habitan en el denominado cuar to mundo ).• Integración. Asimilación y aceptación de las normativas sociales, hábitos y conocimientos, en el caso de sujetos que han vivido previamente lamarginación. Y, en el caso de sujetoscon deficiencias psíquicas y/o físicas,un nivel ' aceptable de relación con elentorno social y calidad de vida.

    En un marco puramente teórico, sonconceptos absolutamente claros. Encambio , cuando afrontamos un problema práctico y directo, es difícil establecer fronteras entre estos conceptos yaque, a menudo, son evidentes los solapamientos entre ellos.Podríamos citar, como ejemplo, el deldelincuente multireincidente . En estecaso es frecuente la utilización del término reinserción cuando el individuo ha dejado de delinquir. Pero, dehecho, ¿podría afirmarse que ese individuo ha estado inser tado en algúnmomento? En el caso de que este sujetopueda encontrar un trabajo y cumplircon la normativa social cotidiana, se lesuele citar como individuo integrado . ¿Hasta qué punto puede estarlo sisu aspecto (tatuajes, escala de valores ,forma de expresarse, etc.) o su propiopasado (antecedentes penales) puedenprovocar en su entorno un rechazo?Teniendo en cuenta, por añadidura,que ese rechazo puede desintegrar alpropio sujeto y devolverlo a pautas decomportamiento que , según la teoríaya estaban superadas.

    ¡Como todo el mundoSi la pretensión principal del sistemaeducativo actual es lograr la integración del individuo con su entorno, laEducación Física, como parte de ese

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    sistema, debe colaborar en ese sentido.Teóricamente,se transmiten valoresque tienden haciala libertad e independencia del individuo, enel que éstecree su propia identidad y autonomíapersonal y que incluso, sea capaz detransformar creativamente su entornocotidiano. Pero, comose suele decir,como todoel mundo .

    El problema aparece cuando los sujetos presentan algún tipo de discriminación, fisica o mental, o cuando los individuos transgreden esas normas comúnmente aceptadas. Entonces eselmomento en queel sistema educativocrea los mecanismos para que esa persona desocializada deje de serlo ypase ala categoría de socializada .,.En según que casosse ha creído conveniente, incluso, organizar a los individuos por grupos conel fin de adaptarlos aprendizajes a sus deficiencias, sinolvidar queel objetivo es integrarlos enel medio social.Lo que cabría preguntarse, por los resultados que se obtienen, essi se facilita realmente la inte

    gración o la desocialización.Tómese, por ejemplo,el caso de losCentros de Educación Especial.Losniños que presentan unas necesidadeseducativas muy especiales o una disminución de sus capacidades sonorientados hacia un centro de tales características. Al separarlos de entrada,se les conduce a un estado latente deprivación de oportunidades de aprendizaje y a una infravaloración que desemboca en un retraso más grave a nivel funcional y en una imagen de símismo más negativa. A medida que

    van creciendose dan cuenta de su incompetencia en comparación y en lamedida en que van evolucionando losde su misma edad.Y sin pretenderloinicialmente,se favorece asíla creación de un nuevo ghetto al potenciarese sentimiento de distintos con respecto a los otros .Los establecimientos penitenciariosson un ejemplo de centros cerradosque habría que cuestionar asimismo.

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    ¿Cómo puede ser que pretendanla re-inserciónsi lo que potencian esla desocialización de los individuos que entran en prisión? Dificilmenteel aislamiento en cotos cerrados será útil parapersonas con dificultades de integración social.En definitiva, tantoel sistema educativo como las diversas acciones de política social dirigen esfuerzos en convertir al disminuido y alinadaptado socialmente en individuos comolosdemás . Éstos son evaluados y valorados en relación a los bien socializa

    dos, los otros , los normales. Así,el éxito de los programas de integración, inserción o reinserción consistenen alcanzar talfin.Por tanto,la Educación Física, por sucarácter marcadamente socializadorno escapará a todo esto.

    La clase de ducación Físicano s una isla

    Debido a las experiencias directas y al

    vacío experimental existente, cabríaponer en duda este carácter socializador de la Educación Física.En situaciones que lindan con la anormalidad, o bienya consideradas marginales , la actividad motora evidencialos problemas de convivencia del grupo y su eficacia para disminuirlos, porsí misma, debería ser cuestionada.Para ilustrar esta idea, expondré enprimer lugar los problemas de convivencia quese dan en un ámbito normal para, más tarde, describir la experiencia concreta en los centros peniten

    ciarios de hombres y de mujeres deBarcelona.Se vera así, corno los problemasse pueden llegar a acentuar, amedida quelos sujetos viven una situa-·ción de marginación social.Empecemos analizando situacionesnormales, como pueda ser una sesiónde Educación Física enel ámbito escolar. Es frecuente observar que los individuos se reúnen por afinidades, homogeneidad de cualidades fisicas, o

    sencillamente por amistad.En el momento en queel educador fisico seplantea variar estas formas de interrelación grupal,es cuando, a veces, empiezan los problemas.Si se organizanlos grupos osi se reparten por parejases bastante común·que los niños (vayan) con los niños y las niñas(vayan) con las niñas , aunque nosiempre ocurra así. Muchos alumnosevidencian su descontento con las posibles modificaciones quese les proponen, e incluso llegan a negarse a realizar actividad con los compañeros asignados. ¿Por qué ocurre esto?Para responder a esta pregunta podemos constatar dos hechos, que de alguna manerahe confirmado en conversaciones en cursos de reciclaje a maestrosde EGB (organizados porel Ayuntamiento de Barcelona yla Generalitatde Catalunya) en Educación Física, yen diversas visitas efectuadas alos centros docentes en que éstos impartíansus sesiones.En primer lugar,cabe destacar la evi

    dente influencia del modelo sociocultural que otorga roles distintos a cadasexo, acentuada ésta por la propia actitud infantil.En segundo lugar,el agrupar por parejas o de otra forma a los niños, suponeque en esa acción, los sujetos queyaestán marcados dentro de cada grupo queden sueltos y obligados porlasituación a relacionarse.Cabría añadir quese observan aptitudes similares hacia los niños que, porser patosos (debido a su bajo nivelde dominio corporal), gozan, a menu

    do, de una especial atención por partedel educador. Este mayor nivel de protección provoca falsas integraciones , evidenciadas en una toleranciadurante las sesiones y enel posteriorrechazo, cuando éstas finalizan.Estas situaciones, en un ambiente normalizado, aportan datos para una relativización de los aspectos socializadores, a los que nos referíamos al principio del texto. A continuación el análi-

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    sis de estos mismos aspectos en gruposcon un alto índice de marginalidad nossituarán plenamente en el problema.Llegados a este punto de marginaciónlímite parece ser que disminuye la capacidad socializadora de la EducaciónFísica. Las observaciones que realicéen el establecimiento penitenciario demujeres de Barcelona (Wad-Ras), tienden a confirmarlo. En un primer período de la experiencia se constató que laactividad fisica tenía limitaciones so

    cializadoras:l. Por las dificultades que entrañabaintegrar en las sesiones a las internasrechazadas por la población:• No se elegían como compañeraspara la ejecución de ejercicios por parejas.• En deportes colectivos eran ignoradas durante los partidos.2 Por abandono a las sesiones acusando al grupo de personas que fre-cuentaban asiduamente el gimnasio oel patio. Por lo que se constataban losproblemas de convivencia: clanes ybandas que emanan de la subculturacarcelaria

    De este período se concluyó que notenía fundamento alguno considerarque la actividad fisica transfería mejoras en la conducta habitual de la internas, pero sí, en cambio, contribuía amejorar su calidad de vida.En la segunda etapa de la experiencia,len la que la acción educativa se conjugaba con una de las educadoras delcentro (Merce Mitjans), se constatóque se intensificaban sus valores socializantes . Se observó un cambio de valores progresivo de las internas participantes, resaltando entre ellos una mayor solidaridad entre las internas querompía momentáne mente con el individualismo, la desconfianza, la faltade respeto, fruto todo ello de los efectos negativos de la privación de libertad .Sin embargo, se concluyó --entre otrosaspectos a considerar- que no debíandesestimarse los problemas de convi-

    vencia inherentes a la subcultura carcelaria y que después de la actividad

    los conflictos continuaban .Otra observación análoga la efectué enel establecimiento penitenciario dehombres de Barcelona (Modelo).3 Enun principio destacó el predominio dela individualidad, percibiéndose comouna ausencia de sentimiento de grupo ,con los individuos constantemente dispersos y dificilmente agrupables . Después de un año de aplicación del pro

    grama establecid0 4 se observó una mejora de las relaciones de grupo, reduciéndose notablemente los niveles dedispersión e incomunicación en los internos. Pero, a pesar de ello, el nivel decomunicación no era equivalente aúnal de cualquier grupo del exterior; larazón de esto parece clara: sería debidoa la situación de privación de libertady todo lo que ello conlleva.Anecdóticamente podría comentarque en uno de los grupos más conflictivos de la prisión, el de la 2 a galería s,el primer día de aplicación de juegosde alto componente cooperativo, enlos cuales cabía la posibilidad de salvar a otros jugadores, ninguno de losparticipantes optó por ello. Al habérseles comentado el hecho y en una segunda aplicación, la respuesta mejorósensiblemente siendo la reacción de losjugadores más positiva.Se evidencia, pues, que la práctica eneste tipo de establecimientos no puedeser examinada al margen del contextoen la que se desenvuelve. No debenignorarse los problemas de convivencia inherentes a la subcultura carcelaria, dado que incidirán en la conductade los sujetos durante la sesión; esto seproducirá de tal forma que la actividadfisica llegará a poner de manifiesto tales problemas.Por tanto, cuanto mayor sea el nivel deintervención de educadores y de lasotras disciplinas en el objetivo de integración , mayores serán los efectosde la acción educativa de la actividadfisica. Cuando nos planteemos la inte-

    graclOn no podremos aislarla de untrabajo interdisciplinar. De lo contrario, nuestra incidencia será leve y superficial en el comportamiento del individuo o grupo considerados.

    ¡Hemos ganadoParalelamente, cabría decir que losmismos componentes socializadoresde la Educación Física pueden, precisamente por involucrar al grupo, con

    vertirse en obstáculos para esa deseable socialización. Respecto a este punto son inherentes las ideas de r a n ~ o i sCourtine:

    Cómo puede ser que la competiciónsea educativa, que pretenda la socialización y la no agresividad si fomenta elindividualismo, la lucha, el egocentrismo , la jerarquía, la exclusión de losmás débiles. 6Por entrevistas semi-estructuradas realizadas a varios profesores de Educación Física parece confirmarse estacuestión. Por otra parte, muchos sonlos educadores que confirman que laactividad fisica puede incrementar larivalidad en un sentido negativo. Aunque no sea a través de la competición,los niños buscan en las actividadesconfirmar algún tipo de superioridad,

    . recurriendo para ello, si es necesario, a·Ias trampas o incluso a la agresividad verbal y fisica . Cuántas son lasveces que hemos escuchado en el escuela gritos celebrando la victoria yridiculizando al perdedor, a pesar de laactitud del educador fisico en contra deeste tipo de manifestaciones .Tal vez se trate simplemente de evidenciar un conflicto de tipo cognitivo.¿Cómo vamos a proyectar con éxitounas ideas de tipo no-competitivo auna población infantil que toma delexterior influencias contrarias totalmente a estos planteamientos idealistas ? Desde cualquier medio de comunicación se emanan ideas de :'ser elmejor , ir de primero , ser é campeón .. Y, desde un plano familiar,

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    ¿no se está exigiendo acaso un nivelaceptable de notas o, simplemente,dando con muestras de alegría evidentes un refuerzo claro hacia el buen rendimiento académico?Dado todo esto cabría plantear la posibilidad de un cambio, enfocado haciados tipos de actitudes, l del educadory la de l naturaleza misma de l acti-vidad.Por un lado, el educador debe cuestionarse el tipo de valores que transmite asus alumnos en el proceso de enseñanza. Por otro, elaborar estrategias parareconvertir las situaciones (evitandoeliminaciones, cambios en el sistemade tanteos, nueva distribución del es-pacio, etc.).Como consecuencia de ello, el enseñante deberá analizar la estructura interna de las .actividades propuestas,evitando en lo que pueda la competencia y el campeoni smo como unabúsqueda exclusiva de resultados. Paraello deberá elegir un tipo de activida

    des en el que predominen valorescomo solidaridad, cooperación, cola-. boración, etc. .

    a otra cara de la moneda

    Si la globalidad de lo expuesto anteriormente tiende a cuestionar los aspectos socializantes de la actividad física, otra lectura del texto nos llevaría adestacar que, dado que la EducaciónFísica integra la totalidad del ser en elmedio social, no deja de ser un mediopara educar al individuo.Así, el profesor debería asumir un papel predominante en la resolución delos conflictos de índole social que surgen en la práctica de cualquier actividad de este tipo. Las pautas de acciónque emanen de su intervención en elconflicto reafirmarán su papel de educador al transmitir valores que ayudenal individuo a mejor desenvolverse enel medio social donde se halla ubicado.Teniendo en cuenta que todo mediosocial comporta una educación, el pro-

    fesor de Educación Física no puededesligar su intervención del contextosocial en el que el sujeto está llevandoa cabo su proceso de socialización. Enotras palabras, adecuando su instrumento la materia- al marco social enque se halle, puede lograr que su fin laeducación del individuo o su integración en el medio- se lleve a cabo.Si de lo que se trata es de incorporar unindividuo a la sociedad, haciendo quese adapte a algunos de sus comportamientos y normas, muchos ya son losautores que afirman que la Educación.Física tiende a normaliza r . Razonesno faltan; ya sea por la adquisición dehábitos, por la transferencia en el cumplimiento de las normas de juego o porlas relaciones inter-personales. Perono hay estudios científicos que lo confirmen.Pese a ello, mi experiencia personal endiferentes ámbitos tiende a hacerlo:

    En un programa de deshabituaciónde toxicómanos (realizado en el Centrode Asistencia Sanitaria del Ayuntamiento de I'Hospitalet de L1obregat,Barcelona), los participantes en uncuestionario- valoraron positivamenteel buen clima de relación en las sesiones. Después de seis meses de experiencia, debo señalar que jamás ha habido ningún tipo de agresividad verbalo física, y que predomina un ambientecordial y relajado, incrementándose alo largo de las sesiones el buen nivel derelación interpersonal.

    En prisión (tanto de hombres comode mujeres) he constatado una mejorade la conducta deportiva en el terrenode juego: disminución progresiva delas faltas y aceptación paulatina de lasreglas de juego, llegándose a acatar lasdecisiones arbitrales.Concretamente, en la S8 galería de laprisión de hombres de Barcelona (don-

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    de se encuentran los individuos de inadaptación extrema), se dio el caso siguiente:Después de cuatro meses de introducirel voleibol (como final de las dos horasde sesión de Preparación Física) tansólo una vez un sujeto abandonó lasesión con una actitud de rabieta alestar perdiendo por un tanteo exagerado. Curiosamente, teniendo en cuentael prototipo de individuos allí recluidos, el clima de las sesiones era muydistendido y en caso de producirse algún pequeño conflicto, principalmentese producía entre miembros de un mismo equipo, no tanto dirigiéndose alequipo contrario.En general, ha habido una ruptura conel individualismo y un mayor nivel decomunicación, aunque es difícil queesas mejoras trasciendan del terrenomeramente deportivo. En esta extra-·polación de actitudes al margen delámbito de la Educación Física, se basael objetivo de mi actual investigación

    en el medio penitenciario.- En el ámbito escolar, señalar que ensituaciones de normalidad, se ha facilitado la relación interpersonal. Esto seha visto, además, confirmado en lamayor cohesión del grupo en actividades donde la convivencia y la actividadfísica tienen un papel predominante(colonia de verano, excursiones, convivencias escolares, etc.)- En sesiones de mantenimiento fisicopara adultos. se observa que muchoshombres y mujeres acuden a ellas

    como un medio para conocer nuevosindividuos, dado que facilitan la comunicación interpersonal y grupal (unclaro ejemplo de ello son los clubs sociales y deportivos).- en el ámbito universitario cabe destacar una anécdota que hace referenciadirecta a estos valores socializadoresde la actividad, aunque ayudando aello la predisposición del educador:ésta se refiere a la creación de la COJJAFUN

    (Comisión Organizadora deJuergas y Jaranas de Actividades Físicas Universitarias Nocturnas), formada por integrantes de las sesiones deJuegos y Condición física que se impartieron en la Universitat Politecnicade Catalunya durante el curso de1986-87.

    Reflexiones finalesPara concluir, decir que para que laEducación Física asuma un papel positivo en el fenómeno de la integraciónsocial, debemos tener en cuenta:l. Que su acción forme parte de unsistema de intervención más amplio(acción interdisciplinar).2. Que la actividad sea flexible y tengaen cuenta su adaptación a:- diferencias individuales- diferencias grupales- necesidades e intereses de los indivi-duos.3. Que la actitud del profesor ayude ala transmisión de valores positivospara la deseada socialización.

    4. Que en los objetivos predominantesdel educador debe figurar la mejoraglobal de la calidad de vida de los individuos.5. Que la actuación de éste no tienda ala segregación, creando más déficits delos que ya caracterizan al sujeto; a lavez, sin embargo, no debe descartarseuna acción concreta y puntual dirigidaa un grupo en concreto, en función desus necesidades.

    6. Que el fin último es conseguir queel individuo llegue a identificarse conel colectivo social al que pertnece y sesienta partícipe e integrante del mismo.

    Notas

    t. Rfos. M.: La actividad físico-esponiva en una presóde dones' en Apunts. n° 4, 1986, pp 57-58.

    2. Rfos M.: La práctica físico-deponiva de la mujer enlos sectores marginados de la sociedad. Establecimientos preventivos y penitenciarios . en ociología deldeporte, Servicio Editorial del País Vasco. 1987.

    3. Rfos M. : a actividad física dirigida en la Modelo.Memoria curso 87-88, trabajo mecanografiado.

    4. Desarrollo de sesión de Preparación Física dirigidas amejorar la forma física de los internos (panicipación delos mísmos de carácter voluntario).

    S. Acoge internos catalogados como emisores de conductas asociales; suelen ser delincuentes reincidentes

    6. COURTlNE, F.: Actividades físico-deportivas} handicaps: ¿Educación. terapia o disciplina? Ponencia presentad.¡ en el Congreso La Educación Física Hoy ,celebrado en Barcelona, 20-22 de marzo 1986, en elmarco del X Aniversario del INEF de Catalunya, pág. 18.

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