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8/18/2019 1dia en el H Benson
http://slidepdf.com/reader/full/1dia-en-el-h-benson 1/2
Situado a unos diez kilómetros del centro de Monrovia,
Paynesville es uno de los barrios más densamente poblados
y más pobres de la ciudad. La zona de Red Light District, donde
se encuentra el mercado de Paynesville, se considera una de
las más peligrosas. La violencia y la inseguridad forman parte
de la vida cotidiana de sus habitantes. Todavía hoy, es frecuente
que estallen enfrentamientos, a menudo entre excombatientes.
Al borde de la calle principal que se extiende fuera de la capital
en dirección al norte del país, hay un panel que indica «Hospital
Benson». Creado por un acaudalado médico nigeriano, Mister
Benson, este hospital privado es hoy un centro médico para
mujeres y niños. Durante la guerra, el personal sanitario
continuó trabajando sin tregua prestando asistencia a los
heridos mientras su fundador y el propietario del hospital serefugiaron en el extranjero. A pesar de la distancia, Mister
Benson nunca dejó de prestar apoyo a sus empleados tanto
aconsejándoles y animándoles por vía telefónica como pagando
sus salarios.
En octubre de 2003, cuando los combates hicieron mella en la
capital, MSF pasó a hacerse cargo del hospital Benson, que
desde entonces hasta el final de la guerra hizo las funciones
de hospital general. Cuando llegó la paz, los equipos sanitarios
decidieron especializar la estructura, dedicándola a la atención
materno-infantil y al tratamiento a las victimas de la violencia
sexual.
Atención materno-infantil y tratamiento
de las victimas de violencia sexual.
En el recinto reina una especie de agitación tranquila. Cuando
llegas eres invitado a registrarte y a llevar una identificación.
Una vez dentro, hay que atravesar un pasillo, cruzándote con
atareadas enfermeras o con una parturienta a punto de dar aluz. De repente se escuchan unos gritos: a la izquierda se
encuentra el paritorio. Una hilera de mujeres, sentadas en el
suelo en el pasillo o en sillas, esperan a que lleguen sus hijos.
Aquí, no hay epidurales que valgan, ni nada para apaciguar
los dolores de parto, solamente la espera, una espera a veces
angustiosa. En una de las habitaciones, una mujer a gatas
gime. “Su bebé está colocado al revés, con la columna vertebral
contra la de su madre, es muy doloroso”, explica
Marie, la comadrona inglesa que se apremia por
asistirla «en esta posición, con la gravedad, quizás
el bebe se dé la vuelta». Media hora más tarde, lamujer da a luz a una niña. Es la recién estrenada
mamá quien grita «I’m free!» riendo reconfortada.
Apenas acaba de nacer el bebé, Marie se dirige a
asistir a otra paciente…
Fuera, el contraste con la agitación del paritorio es
sobrecogedor. Las mujeres que esperan hablan entre
sí. Una de ellas tiene un vientre enorme. Gracias a
una ecografía la ginecóloga indonesa ha podido ver
que espera trillizos, que nacerán sin problemas por
medio de una cesárea unos días después.
Es un día especial para el personal de la unidad de
cuidados intensivos: todo el mundo se ha trasladado
a una sala más grande y renovada, con una mejor
ventilación. Una serie de temblores sacuden el
pequeño cuerpo de un recién nacido que ha sido
aislado detrás de una cortina: padece tétanos. «Su
madre no estaba vacunada contra el tétanos, y el
bebé lo ha contraído durante el parto» explica Javier,
enfermero y responsable del proyecto, «por este
motivo velamos para que sistemáticamente seefectúen vacunaciones durante las consultas
prenatales ».
El servicio de consultas externas se encuentra a unos
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Un día en el Benson Hospital de Monrovia
Información:
| [email protected] | www.msf.es
© K
a d i r v a n l o h
u i z e n / V V
8/18/2019 1dia en el H Benson
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µ
Información:
| [email protected] | www.msf.es
cien metros del hospital.
Ya de buena mañana, niños
y mujeres hacen cola en la
entrada. Cada día se realizan
las consultas normales,
vacunaciones y controlesprenatales. Los casos más
graves son derivados de
inmediato al hospital.
En el primer piso está situada
la unidad de pediatría, donde
nos recibe Christopher. Con
7 años, lleva ya algunos
meses ingresado en Benson,
donde fue admitido tras sufrir
graves quemaduras en lamano. Sus padres viven lejos,
en el condado de Nimba, al
norte del país, donde MSF
gestiona un hospital en un
campo de refugiados.
Christopher vivía con su hermanastra en Monrovia, pero fue
abandonado. «Ha encontrado una familia en el hospital, le
resultará muy duro regresar a su casa» explica Nuria, la
enfermera expatriada, «pediremos a otra organización que se
asegure de que la reunión con su familia vaya lo mejor posible».
Sala de consultas para mujeres victimas de la
violencia sexual.
En el segundo piso se encuentra la farmacia y las oficinas del
personal. También hay una pequeña sala de consultas para
mujeres victimas de la violencia sexual. En Liberia, se estima
que el 60% de las mujeres fueron violadas durante la guerra.
A pesar de la paz, los abusos sexuales son muy frecuentes, en
particular a menores. «En la mayoría de casos, las mujeres
conocen al agresor, que suele ser un pariente» explica Ann,una comadrona de Kenya, responsable del proyecto de atención
a las victimas de la violencia sexual. «En más de la cuarta parte
de los casos, se trata de niñas menores de 16 años», exclama
indignada.
Las mujeres que acuden a la consulta reciben tratamiento de
inmediato. Si la mujer se presenta dentro de las primeras 72
horas después de la agresión, recibe profilaxis de urgencia
para reducir el riesgo de exposición al VIH/SIDA. También se
tratan otras eventuales infecciones de transmisión sexual que
hayan podido contraerse. Sin embargo la consulta no se limita
a administrar medicamentos: Ann y su colega liberiana también
aportan un apoyo emocional fundamental. Un certificado
médico constatando la violación se emite de forma sistemática
y si las mujeres lo desean pueden poner una demanda contra
el agresor por medio de la asociación de mujeres abogadas
liberianas. Asimismo, una vez regresan a sus casas reciben la
visita de trabajadoras psicosociales, entre otras cosas para
asegurar su adherencia al tratamiento.
Sensibilización e información.
«Hemos hecho un gran trabajo de sensibilización e información,
sobre todo para recordar que para limitar los riesgos de
infecciones por el VIH es esencial acudir al hospital Benson
dentro de las primeras 72 horas después de la agresión». Ann
explica también que «primero hay que sensibilizar acerca de
la violencia sexual al personal del hospital para después pasar
a la zona, las escuelas… Y la información parece haber llegadoa oídos de las víctimas: las consultas han aumentado y otras
organizaciones nos refieren a pacientes».
En un país donde muchos hombres han nacido y crecido durante
la guerra, donde hay numerosos niños soldados que se han
dedicado toda su vida a matar, violar y robar, las mujeres y las
jóvenes a menudo se convierten en presas de esta violencia
de la que los equipos de MSF son testigos día tras día.
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