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le traigan prematuramente elsuyo. Este concurso es un primer paso modesto; pero es,también, un memorable acontecimiento." Esta ósmosis indispensable entre la capital yla provincia es una de las bases obligadas de todo desar.ro110 cultural. Frente a ella yante el estímulo del público tannutrido y el acicate de los premios, ¿ qué importa ese notorio aldeanismo de que dieranpruebas la mayoría de lasobras, no sólo en el concursoforáneo, sino en el distrital?Cierto que contra la opiniónde un conocido crítico y comediógrafo, que fuera jurado enel concurso de provincia, se
debe buscar la expresión deproblemas vivos y auténticosmás que la sustitución mecánica de los sainetistas españoles por unos mu'y dudosamente mexicanos. Esperamos queentre las cláusulas de futurosconcursos figure una -la, másimportante- sobre el carácter de las obras. En efecto,¿ cómo aceptar en concursosnacionales piezas insulsas ybobas, carentes de fantasía yrtalidad, de forma y contenido? Exíjase más y se obtendrárr.ejor resultado, incluso paranormar el crit~rio de los jurados, inconsistente y excesivamente vulnerable, si lo juzgamos por los premios otorgados.
Por FOSFORO II
o Cangaceiro, cine ejemplar
Sacrificio de la profecía al melodrama
quedado en el milagro de !.moscuadernos de infancia en quelos ciclos de la epopeya, las sagas, la fantasía más pura, setejen en la comunidad diminuta de los cuatro hermanosBronte. De la conjunción delárido mundo de los "moorlands" con el brillante de lavisión infantil, del aprisionadoen el curato de Haworih conel liberto en la sangre de Emily, habría de nacer el relámpago de Cumbres Borra!cosas..
Lo apuntado permite percIbir el terror que una "adaptación" de la gran novela al cinedebe inspirar en todo mort~ldotado así· sea en forma mlnima, 'de la noble verect-tndiaciceroniana. En 1939, Hollywood lo intentó, logrando el
. director William Wyler un excelente melodrama, y nada más.Sólo en los actores -notablemente, Lawrence Olivierpudo distinguirse algo de· lapasión dislocada de la novela.Por lo demás, desapareció elambiente preñado de la novelapara dar lugar al clásico "~~bstory". En la nueva verswnmexicana, basada en la novela,ha sucedido lo contrario: el director Buñuel, supo recrear laatmósfera de la obra, pero sevió irredimiblemente traicionado por un conjunto pésimode actores, ajenos por completo a aquellas pasiones -citonuevamente a Forster- queenvuelven a los personajes, envez de habilitarlos, como nubes generadoras de estallido yfuria. Donde 'debemos sentirel horror de un fuerte sentimiento que, al ser rechazado,se pervierte hasta ser sa.lvadopor la misericordia, sólo vemos desfilar al eterno Curritode la Cruz, sumamente mal encarado: Jorge Mistral. Dondedebe obrar la soberbia de Cathy, elemento que al torcer lapasión de Haethcliff la envilece, nos' topamos con los berrinches de la Niña Minú:Irasema Dilian. Y la profundaintuición creadora de Luis Buñuel, que en ciertos momentos
Piedad universal y salvaciónpor la culpa, filtradas lentamente, en Dostoievsky; comunión en la carne y en las esencias negras de la naturaleza yel espíritu, comunicadas al lector mediante un puñetazo en elplexo solar, en Lawrence;energía pasional, fuente común de mal y bien, arrastrados en un viento sórdido, enEmily Bronte. WutheringH eights, islote aislado de lanovela inglesa, sigue viviendosu existencia de volcán oscuroal lado de los campos cultivados por la urbaqidad de Thackeray, cerca de los recibos provincianos de Jane Austen, rodeado de los curatos parsimoniosos de Mr. Trollope. En elfondo de su cráter, la granderecluída abre las ventanas dela niñez al paisaje de roca ybruma, a la sombra del puritanismo, a las tumbas grisesde Yorkshire. Pero también,a un universo literario que ha
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evsky; el segundo a M obv Dickde Melville; el otro a El arcoiris de Lawrence; y el últimofué escrito por Emily Bronteen Cumbres borrascosas. Sonprecisamente estos cuatro novelistas, los escog-idos porForster como "proféticos" enel sentido ya señalado: coloquemos, frente a frente, lasvidas ficticias del PríncipeMishkin, el Capitán Ahab, Kate Leslie y Heathcliff, por unaparte, y de Elizabeth Bennett,el viejo Goriot, Lucy Tantamount y Mr. Dodsworth, .porla otra, y observaremos quemientras la primera línea sedesploma y yergue en un climade tormenta y explosiones queacaba por lograr un abrazo,penoso y tierno, entre nuestroscuatro personajes, lo segundaseguirá, cargada de bon sens,rutas aisladas de perspicaciafemenina, amor paterno, frustración y éxito industrial.
EM. Forster, en. su céle
bre Aspects of theN ovel, propone deslindar un terreno es-
pecial: el de la novela profética -entendiéndolo, no comojuego de augures, sino co~o
un tono de voz, un acento, masmúsica que palabra, más cantoque lógica, y en cuyas páginasoperan la compasión, la humildad en su justo lugar, y la suspensión del humor. Cuatroejemplos servirán para aclarar la intención del eminentecrítico y novelista británico:
1) "Oh, perdonaremos, perdonaremos, antes que nadaperdonaremos todo y siempre . .. Tendremos esperanzaen ser, nosotros también, perdonados. Sí, pues todos, cadauno de nosotros, nos hemoshecho mal los unos a los otros,todos somos culpables".
2) " ... y ofreció una oración tan hondamente devotaque parecía hincado y orandoen el fondo del mar".
3) "La Resurrección es a lavida, no a la muerte. ¿ No habré de vera los nuevamentelevantados caminar entre hom-.bres perfectos de cuerpo y espíritu, enteros y contentos en lacarne, viviendo en la carne,amando en la carne, procreando hijos en la carne ... perfectos sin cicatriz o mácula ?...¿ No es éste el período de lahombría y del goce y la plenitud, después de la Resurrección? ¿ Quién será oscurecidopor la muerte y la cruz, resurrecto, y quién sentirá miedode la mística, carne perfecta,que pertenece al cielo".
4) "Y 10 que más me irritaes esta prisión destrozada ...Estoy cansada de vivir encerrada en ella. Ansío escapar hacia aquel mundo glorioso, ypermanecer siempre allí: noviéndolo, opaco, al través de laslágrimas, y anhelándolo enlas paredes de un corazón doloroso; sino realmente con él,yen él".
El primer fragmento corresponde a Demonios de Dostoi-
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brilla como un látigo, a la postre cae sofocada por la ineptitud de los actores, depositariosde la operación humana que dasu significado último a Wutthcring H eights.
Buñuel es un director queno admite vedettes. Allí dondehay una personalidad prefabrícada por las usinas de la industria que pese a todo tambiénes un arte, las peculiares dotesdel director encuentran unabarrera de cemento. Buñuel-como otro gran artista delcine Pabst- necesita alternarla r'luidez y la concentraciónde sus obras sin el tabú de lasmarquesinas: recoger, ~abri
cal', tirar y torcer los objetos,naturales y humanos, que sucámara observe, sin más dictado que el de las extrañas iluminaciones que siguen siendosu aportación poética al cine.Mucho de lo que la ley deGresham cinematográfica exige se respete, Buñuel tiene quesacrificarlo, y en esta ocasión,sus Abismos de Pasión no admitieron que se pasara por lasarmas la especial configuración en que descansa y subsiste la "popularidad" de una estrella de cine. Esta nada tieneque hacer en una película deBuñuel; y mucho, en cambio,
las caras de mineral malditode Las H urdes, los dedos de lasestatuas de La edad de o'ro, labasura enjoyada de Los olvidados, las escaleras de El.
Abismos de pasión logra,gracias a Buñuel, cierto atisbodel ambiente "profético" de lanovela. La significación concreta de W uthering H eights,por causa de la adaptación, seencuentra ausente. Esa significación la construye EmilyBronte en cinco períodos: elprimero, el fluir de la pasiónde Heathcliff y la identificación de Cathy en él: ¡"SoyHeathcliff! Siempre, siempre,está él en mi pensamiento: nocomo un placer -del mismomodo que yo misma no siempre soy un placer para mísinó como mi propio ser"; elsegundo, la soberbia de Cathyque, al rechazar a Heathcliffpara casarse -voluntariamente- con Linton, envenena lasana energía de aquél; el tercero, el regreso de Heathcliff yel tema de la frustración queengloba la tortura y la fuerzadel amor; el cuarto la muertede Cathy, y, aquí, la venganzaoe Heathcliff ejercida sobretodo lo que a Cathy rodeó; elquinto, la reconciliación, lacontrición y el aniquilamiento
del odio mediante el amor dela joven Catherine -hija deCathy y Linton- y Hareton,vástago de Heathcliff e Isabel.Esta última gran solución, sinla cual todo el devenir de laobra yace mutilado, ha sido escatimado por la adaptación,que, en su aspecto estrictamente anecdótico, se ha situado dentro de los estrechos límites del melodrama. Tal parece ser el destino cinematográfico de Wuthcring Heights.En sus páginas, la palabra sigue regalando una visión deprofundidad poética que, i hélas 1, la imagen móvil quizánunca llegue a alcanzar, pesea Buñuel y los fondos musicales de \iVagner.
• O Cangaceiro, es una granpelícula latinoamericana, queen su honradez y hermosura,delata una riqueza de intencióngeneralmente ajena a la colosalingenuidad que caracteriza alas películas fabricadas en España, México y Argentina.Malicia y ternura van integrando la inteligencia visual de OCangaceiro, donde las nubesno brillan para asombrar a losFestivales, sino para integr:1fplenamente un paisaje humano, de brutalidad, calor escondido, música que es la única
voz del hombre cercado poruna naturaleza que, imprevistapor Pascal, es más fuerte quelos hombres, y además lo sabe.i Cuántas cadencias propias re"ela, en su correr de imágeneselocuentes, el film de Lima Barreto! La presencia del ferozcapitán Caldino Ferreiro es lade todos los caciques tropicalesde este Continente, la altivez,la bárbara vanidad, el humorladino, la tremenda energíamalgastada de los "cabras depeste" que forman la bandade Galdino Ferreiro, nos identi fican en la base.
N uestros productores de cine deben concurrir en masa aver O Cangace'iro: allí encontrarán el ejemplo de cómo hacer cine, ele fuerte savia nacional, sin miedo al contacto conlo propio, pero que, al recrearlo con arte y sinceridad,lo hace patrimonio de toelos:allí encontrarán el caso concreto de una película en qua labe!leza visual jamás se apartadel contenido humano de laobra; allí encontrarán una veta que se nutre de la imaginación' de la crítica, e1el darsecuenta de los hombres y la naturaleza propias: es decir, detodo lo que aún no hace actoele presencia en el cine mexicano.
LOS
CONCIERTOS
Stravinsky
• LA ORQUESTA SINFÓNICA
N ACIONAL comenzó su cortatemporaela dedicando su primer concierto a la memoriadel profesor Luis Moctezuma,recién desaparecido. Las obras,principalmente para piano yorquesta, estuvieron a cargode algunos de los discípulosmás conocidos de este maestro,bajo la dirección de Pablo
(hadas, la Obertura "Manfredo" ele Schumann sobre el famoso poema ele 13yron y la eleliciosa "Sonata pian e forte"del veneciano elel siglo XVIGiovanni Gabrieli. El famoso director alemán Erik Kleiber continuó la serie de estos conciertos con programas"Festivales", lo que dió a latemporrtdrt solidez y seriedad,
A ~ OMEDIO
reiterados en el concierto siguiente en el que sobresalieron, quizás por lo poco escu-
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Esmlt1u'o colonial mexicana. México, D. F.
Por Salvador MORENO
BALANCE
aplausos recibió De Bavier porsu interpretación seria y respetuosa, aplausos que le fueronMozart
" LA FILARMÓNICA DE LACIUDAD DE MÉXICO inició sutemporada con un magnífico"Programa Mozart" bajo ladi rección elel Iilúsico suizo Antonio De Brtvier. La pianistaAngélica Morales interpretó elConcierto en do mayor (K-l67) Y Salomons, Kraus, VanDen Berg y Anastasia Floresparticiparon en la "SinfoníaConcertante" tocando fagot,corno, oboe y clarinete. Unconcierto con obras de Mozart es siempre mucho másque un concierto; quiero decirque, escuchando la música deMozart, experimentamos nosolamente el llamado placerele la música sino algo muchomás desinteresado y más limpio: la intuición en nosotrosde una inocencia de la que nonos avergonzamos. Merecidos