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ADRIANO Y LA REGULACIÓN DE LOS MERCADOS …institucional.us.es/revistas/habis/46/Art_13.pdf ·...

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HABIS 46 (2015) 239-261 - © Universidad de Sevilla - ISSN 0210-7694 239 ADRIANO Y LA REGULACIÓN DE LOS MERCADOS CÍVICOS: UNA NUEVA LECTURA DE IG II 2 1103 Juan Manuel Cortés Copete Universidad Pablo de Olavide [email protected] HADRIAN’S REGULATION OF THE CITIES’ MARKETS: A NEW READING FOR IG II 2 1103 RESUMEN: La carta del emperador Adriano reco- gida en IG II 2 1103 se ha interpretado como el in- tento de frenar la subida de precios del pescado en Atenas. Graindor propuso que la carta de Adriano estaba relacionada con el alza del precio del pes- cado en Atenas cuando la ciudad se llenaba de vi- sitantes para los Misterios Eleusinos. Todos los estudiosos posteriores han seguido unánimemente esta opinión. Sin embargo, Kirchner ya había pro- puesto otra posible interpretación, aceptada única- mente por Abbott y Johnson. Para Kirchner, la carta habría sido un interesante ensayo imperial para re- ducir el alto coste de la vida en Atenas por medio de la supresión de intermediarios. En este artículo argumento en favor de esta hipótesis, proponiendo una nueva lectura de la inscripción. Esta propuesta se fundamenta no sólo en la estructura compositiva de las cartas imperiales sino también en TAM IV 1.3, un decreto imperial contra los intermediarios. PALABRAS CLAVE: Adriano, Atenas romana, constituciones imperiales, mercados locales, intermediarios. ABSTRACT: The imperial letter preserved in IG II2 1103 has been interpreted as Hadri- an’s attempt to control the high price of fish at Athens. Graindor suggested that Hadrian’s epis- tle was concerned with shortages of fish when the city was crowded with visitors to the Eleusi- nian Mysteries. Subsequent scholars have una- nimously followed this interpretation. However, Kirchner had conceived another possible ex- planation for this letter, followed only by Ab- bott and Johnson. In Kirchner’s view, the letter might be read as an interesting attempt on the part of the Emperor to reduce the high cost of living in Athens by suppressing the middle- men. In this paper, I will support this hypo- thesis proposing a new reading based not only on the general structure of imperial letters, but also in TAM IV 1.3, an imperial decree against the middlemen. KEYWORDS: Hadrian, Roman Athens, constitu- tions of emperors, cities’ markets, middlemen. RECIBIDO: 19.02.2015. ACEPTADO: 09.03.2015 * Este estudio se ha realizado dentro del proyecto HAR2011-26381, “Adriano, imágenes de un im- perio”. Agradezco a los profesores J. Remesal, E. Muñiz y F. Lozano sus sugerencias. Ninguno de ellos es responsable de los errores que mi trabajo pudiera contener.
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  • HABIS 46 (2015) 239-261 - Universidad de Sevilla - ISSN 0210-7694 239

    ADRIANO Y LA REGULACIN DE LOS MERCADOS CVICOS: UNA NUEVA LECTURA DE IG II2 1103

    Juan Manuel Corts CopeteUniversidad Pablo de Olavide

    [email protected]

    HADRIANS REGULATION OF THE CITIES MARKETS: A NEW READING FOR IG II2 1103

    RESUMEN: La carta del emperador Adriano reco-gida en IG II2 1103 se ha interpretado como el in-tento de frenar la subida de precios del pescado en Atenas. Graindor propuso que la carta de Adriano estaba relacionada con el alza del precio del pes-cado en Atenas cuando la ciudad se llenaba de vi-sitantes para los Misterios Eleusinos. Todos los estudiosos posteriores han seguido unnimemente esta opinin. Sin embargo, Kirchner ya haba pro-puesto otra posible interpretacin, aceptada nica-mente por Abbott y Johnson. Para Kirchner, la carta habra sido un interesante ensayo imperial para re-ducir el alto coste de la vida en Atenas por medio de la supresin de intermediarios. En este artculo argumento en favor de esta hiptesis, proponiendo una nueva lectura de la inscripcin. Esta propuesta se fundamenta no slo en la estructura compositiva de las cartas imperiales sino tambin en TAM IV 1.3, un decreto imperial contra los intermediarios.PALABRAS CLAVE: Adriano, Atenas romana, constituciones imperiales, mercados locales, intermediarios.

    ABSTRACT: The imperial letter preserved in IG II2 1103 has been interpreted as Hadri-ans attempt to control the high price of fish at Athens. Graindor suggested that Hadrians epis-tle was concerned with shortages of fish when the city was crowded with visitors to the Eleusi-nian Mysteries. Subsequent scholars have una-nimously followed this interpretation. However, Kirchner had conceived another possible ex-planation for this letter, followed only by Ab-bott and Johnson. In Kirchners view, the letter might be read as an interesting attempt on the part of the Emperor to reduce the high cost of living in Athens by suppressing the middle-men. In this paper, I will support this hypo-thesis proposing a new reading based not only on the general structure of imperial letters, but also in TAM IV 1.3, an imperial decree against the middlemen.KEYWORDS: Hadrian, Roman Athens, constitu-tions of emperors, cities markets, middlemen.

    RECIBIDO: 19.02.2015. ACEPTADO: 09.03.2015

    * Este estudio se ha realizado dentro del proyecto HAR2011-26381, Adriano, imgenes de un im-perio. Agradezco a los profesores J. Remesal, E. Muiz y F. Lozano sus sugerencias. Ninguno de ellos es responsable de los errores que mi trabajo pudiera contener.

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    En 1909 A. Wilhelm public, reunidos, dos fragmentos de una misma ins-cripcin ateniense que ya haban sido editados por separado1. Hallados en pobla-ciones distintas, los fragmentos haban sido dados a conocer en diversas revistas sin que se hubiese establecido conexin entre ellos. La parte ms extensa de la inscripcin, el fragmento izquierdo, fue encontrada en la ciudad de Atenas y pu-blicada por Curtius en 18702. Trece aos despus Latischew editaba un pequeo epgrafe hallado entre los muros de la iglesia de Stayroudce en la isla de Tinos, la antigua Tenos3. Dudaba entonces el editor de si se trataba realmente de una carta dirigida a los habitantes de la isla. Wilhelm, atento a las semejanzas en la tipologa de las letras, estableci que ambos fragmentos formaban parte de un mismo documento ateniense. Adems, concluy que, por la misma razn, deba fecharse en tiempos del emperador Adriano. Las similitudes con otros dos ep-grafes atenienses4, vinculados con el emperador, as le invitaban a pensarlo. La ubicacin en el reinado de Adriano la confirm gracias al nombre del Epimeleta de la ciudad que apareca al final del texto. Otro epgrafe ateniense atestigua que este Julio Herodiano, como as se llamaba, junto a un cierto Julio Herodes, levan-taron una estatua a Adriano Olimpio5. Este es un epteto que el emperador asu-mi en Grecia a partir del ao 128/9 d. C6.

    Y aunque el comienzo del texto, con el encabezamiento, est perdido, lo que impide establecer la dimensin total del mismo, la reunin de ambos epgrafes permiti la lectura completa de sus ltimas ocho lneas. Quedaron por encima de ellas todava otra seis, cuyos finales no se conservan y siguen presentando incer-tidumbres en las propuestas de restitucin.

    Entendi Wilhelm que la carta de Adriano regulaba la venta de pescado en Atenas y Eleusis, sobre cuyas dificultades de abastecimiento Ateneo, en sus Deipnosofistas, aportaba alguna noticia7. Por eso, adems de las restituciones de las letras necesarias para establecer la conexin entre ambos fragmentos, cuya oportunidad no puede discutirse, se atrevi a incluir algunas sugerencias para completar los finales de las lneas tercera a sexta. Puntu tambin el texto conser-vado, estableciendo la relacin entre las distintas oraciones del epgrafe. Sus pro-puestas no han conseguido la unanimidad de los estudiosos posteriores, aunque s han marcado poderosamente todas las interpretaciones del epgrafe.

    1 A. Wilhelm, Inschirften aus Erythrai und Chios, JAI 12 (1909) 146-148.2 C. Curtius, Griechische inschriften. Mittheilungen aus Athen und dem Piraeus, Philologus 29

    (1870) 693.3 V. V. Latyschev, Inscriptions de Tnos, BCH 7 (1883) 250-251.4 IG II2 1099, IG II2 1100.5 IG II2 3316: | | |

    | | .6 L. Perret, La titulature impriale dHadrien (Paris 1929) 30-33.7 Ath. 6.224c-228c.

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    En la historia del documento sobresalen dos revisiones tan profundas de las lecturas de Wilhelm que constituyen, de hecho, nuevas ediciones. Quien ms se distanci de las propuestas del editor inicial fue Kirchner cuando prepar la nueva edicin de las Inscriptiones Graecae. Con el apoyo de Wilamowitz, y mo-vido por su extrema prudencia, no slo rechaz la mayora de las conjeturas de Wilhelm sino que tambin impugn su interpretacin sobre el sentido general de la carta. Esta, segn el editor del corpus, tratara de la regulacin de la venta de mercancas en Atenas y no del suministro de pescado8. En 1934 Graindor volvi a estudiar el texto en su obra dedicada a la Atenas de Adriano9. All se aline con, y profundiz en, la interpretacin de Wilhelm, proponiendo nuevas restituciones para esas lneas discutidas, con el fin de salvar las dificultades que los alemanes haban planteado. De esta forma, el epgrafe pas a ser una carta destinada a re-gular la venta de pescado en Eleusis con la intencin de mejorar el abastecimiento del santuario, especialmente durante sus fiestas. Graindor encontraba la causa de aquella regulacin en el favor constante que el emperador haba mostrado hacia el santuario durante todo su reinado.

    Las posteriores reediciones de Pleket10, Martn11, Oliver12 y, en tiempos ms recientes, de Lytle13 se alinearon, no sin algunas variantes menores, con la tesis de Wilhelm que hace de la carta imperial una regulacin de la venta de pescado y aceptaron, en mayor o menor medida, las propuestas de Graindor. Slo Abbott y Johnson recuperaron, en su estudio de la administracin local en el Imperio, la idea de Kirchner y sostuvieron que la carta imperial abordaba el problema de los intermediarios comerciales14. Por su parte, J. Day tambin se inclin por conside-rar que con esta carta se intentaba regular la actuacin de los intermediarios co-merciales15. No obstante, el mal estado de las primeras lneas del texto, hizo que, atendiendo a las opiniones de de Wilhelm y Graindor, dejara abierta la puerta a que en el documento se regulara la venta de pescado.

    El estado fragmentario del texto y la profunda discrepancia entre las dos in-terpretaciones posibles una medida contra los especuladores o la regulacin de la venta de pescado aconsejan una nueva revisin de la forma y del contenido

    8 IG II2 1103. Se le asign el siguiente ttulo: Epistula Hadriani imperatoris qua cavetur, ne mer-ces revendantur.

    9 P. Graindor, Athnes sous Hadrien (El Cairo 1934) 127-129.10 H. W. Pleket, Epigraphica 1: Texts on Economic History of the Greek World (Leiden 1964) 16.11 F. Martn, La documentacin griega de la cancillera del Emperador Adriano (Pamplona 1982)

    82-85, n 14. (De ahora en adelante su catlogo se citar como Martn n *).12 J. H. Oliver, Greek Constitutions of Early Roman Emperors from Inscriptions and Papyri (Phila-

    delphia 1989) 193-195, n 77. (De ahora en adelante su catlogo se citar como Oliver n *).13 E. Lytle, Fishless mysteries or high prices at Athens? Re-examining IG II 1103, MH 64 (2007)

    100-111.14 F. F. Abbott, A. Ch. Johnson, Municipal Administration in the Roman Empire (Princeton 1926)

    413-4, n 93.15 J. Day, An Economic History of Athens under Roman Domination (New York 1942) 192-3.

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    JUAN MANUEL CORTS COPETE

    de la carta imperial. El mejor punto de partida ser, sin duda, la aceptacin de un texto en el que todas las versiones ofrecidas coinciden, dejando para la discusin las diversas propuestas hechas para completar algunos de los huecos de la piedra. Este texto mnimo coincide, casi por completo, con la versin impresa en IG II2 1103, que a continuacin se recoge con alguna variante menor. Ofrezco una tra-duccin de las lneas finales (ll. 6-15), que pueden leerse sin mayores problemas. Posteriormente, a modo de resea crtica, se analizarn las diversas propuestas de reconstruccin hechas hasta ahora para las lneas 1-7.

    .... [ ------------ [..... c. 11.....] [ ....... c. 14 ......] [ ] [...c.9..... ]5 [ ....c. 10.....] [ ...... c . 18 ............] [ ] [] [ ] [] 10 [] [] . [] . uacat . uacat15 . [] .

    ... quiero que los [...] y quienes de nuevo lo venden pongan fin a [.....] o haya una denuncia contra ellos ante el heraldo del Consejo del Arepago. Este presentar el caso ante los areopagitas y estos estimarn la pena que se debe sufrir o la multa que se debe pagar. Que vendan toda la mercanca o los mismos que la han trado o quienes primero la compraron de sus manos. Pues el hecho de que las vuelvan a vender quienes fueron los terceros com-pradores de esas mismas mercancas acrecienta los precios. Y tras copiar esta carta en una lpida, colocadla en el Pireo, enfrente del Deigma. Salud. Cuando era epimeleta de la ciudad Tito Julio Herodiano Colito.

    LNEAS 1-4:

    La primera frase que puede leerse completa (ll. 3-4) gracias a las propuestas de Wilhelm, no parece ofrecer dudas. La necesidad de completar con un genitivo plural la palabra [.., para que se convierta en complemento de , fa-cilita el desarrollo del texto perdido. Puesto que esta ltima palabra va en acu-sativo, puede pensarse que se trata de una oracin completiva de infinitivo, que inmediatamente se restituye (). El resto de la palabra con la que empieza la cuarta lnea se completa, al final de la lnea anterior, con el nombre de la sagrada

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    localidad de Eleusis, que aparece tambin un poco antes. Y por fin, como el l-timo verbo es una forma personal en modo subjuntivo, , se requiere una conjuncin que establezca su subordinacin del infinitivo (). Qued, por lo tanto, restituido as el texto, que ha sido aceptado por todos los editores posteriores.

    No obstante, dos cuestiones importantes, y posiblemente relacionadas entre s, quedaron abiertas con esta propuesta de lectura, aunque han pasado desaper-cibidas: la relacin de esta oracin con el texto que le precede, en un triste estado de conservacin, y la determinacin del verbo principal del que depende el infi-nitivo . Aunque el mal estado de la piedra impide dar una contestacin se-gura a la primera cuestin, la aparicin reiterada de la partcula (l. 2: ; l. 3: ) invitara a pensar que exista otra clusula ante-rior con un , hoy perdida.

    A partir de Wilhelm, a la segunda cuestin se ha dado una respuesta un-nime, aunque nunca explcita: el infinitivo estara subordinado a un verbo voli-tivo que tendra como sujeto al emperador Adriano. Todas las interpretaciones del texto consideran que el emperador quiso u orden que los pescadores de Eleu-sis estuvieran exentos del pago del impuesto sobre los pescados cuando los ven-dieran en el mercado de aquella localidad sagrada. El texto debera interpretarse, de acuerdo con estas premisas, de la siguiente forma:

    ] [ ] ... ()

    [quiero] que los pescadores de Eleusis estn exentos del impuesto sobre los pescados cuando lo vendan en el mercado de Eleusis

    Pero, si se mantiene la disposicin sintctica que Wilhelm crey reconocer, y que ha sido aceptada por todos, este verbo principal nunca podra ser el que aparece en la lnea 7 y del que, en realidad, siempre se ha hecho depender el infinitivo: el punto alto de la lnea 5 lo impide.

    Esta pequea incongruencia es de gran importancia para la correcta com-prensin del texto pues obliga, en primer lugar, a revisar la puntuacin propuesta por Wilhelm, y, en segundo lugar, a buscar un nuevo verbo principal para la frase que habla de la inmunidad de los pescadores eleusinos, puesto que no podra ser ya el imperial.

    LNEAS 4-5:

    Ms complicada es la restitucin de la frase siguiente, a caballo entre el final de la cuarta y comienzos de la quinta lnea. Wilhelm, lleno de dudas, intent

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    completarlas as (ofrezco una posible traduccin castellana, aunque l no dio una traduccin alemana de su propuesta):

    [? ? ]

    [... que los pescadores eleusinos estn exentos del impuesto sobre los pes-cados cuando lo vendan en el mercado de Eleusis] para que se mantenga abundante en pescados, pero no en otro lugar, para que las ganancias fis-cales relacionadas con las importaciones se acrecienten.

    La frase quedaba organizada como dos oraciones finales ( ms subjuntivo), dependientes del infinitivo de la oracin anterior. Se pretenda aportar as una clarificacin de los objetivos de esa concesin de inmunidad fiscal a favor de los pescadores eleusinos. es un adjetivo que significa abundante en pesca-do16 y que puede ser tanto masculino como femenino, sin que se entienda bien a qu realidad podra vincularse este trmino. Debera ser abundante en pescados el gora, Eleusis, o quizs Atenas? La ausencia de un sujeto claro para esta ora-cin apunta, evidentemente, a que la propuesta de restitucin est mal formulada.

    Pero la mayor dificultad para aceptar la restitucin de Wilhelm est en el sen-tido contradictorio o, al menos paradjico, de su propuesta, que haca que la pre-tensin de aclarar los objetivos de la exencin fiscal se viera frustrada. Las dos oraciones finales que pens, y que comenzaban ambas por , tienen en realidad significados opuestos, ya que, aunque la concesin de inmunidad fiscal puede fa-vorecer la abundancia de productos en el mercado, nunca provocar un aumento de los ingresos fiscales. Y mucho menos podra hacerlo a travs de la importacin ( 17), o llegada a puerto, de esos mismos productos exentos de tributa-cin, pescados en este caso. Gramaticalmente se da otra incongruencia aadida, puesto que no puede establecerse una vinculacin entre y , que aparecen simplemente yuxtapuestos.

    Es evidente que al excelente helenista y epigrafista que fue Wilhelm ninguna de estas dificultades se le escapaba. Para remediarlas en parte, propuso la introduc-cin, entre ambas oraciones finales, de una restriccin geogrfica ( , pero no en otro lugar): la exencin de impuestos slo se aplicara en Eleusis y no en otros lugares del tica. Pero con ello slo consigui hacer ms evidentes las de-bilidades de su propuesta, que se fundamentaba en disposiciones contradictorias.

    Kirchner, siguiendo el consejo de Wilamowitz, rechaz la restitucin de Wil-helm por antigramatical. No se atrevi a ofrecer una alternativa clara, aunque s

    16 LSD s. u. : abounding in , esp. fish.17 como impuesto sobre los bienes importados y no como los bienes importados propia-

    mente dichos: E. Lytle, Fishless mysteries or high prices at Athens? Re-examining IG II 1103, MH 64 (2007) 102-3.

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    salv el valor final de la ltima frase con una construccin ms propia de la len-gua griega ( ms subjuntivo). Por otra parte, la introduccin de la preposicin resolva la ubicacin sintctica de , que ahora claramente se con-vierte en complemento de , enclavado entre el artculo y el nombre:

    [.c.6.. ]

    ... para que los ingresos por medio del impuesto sobre la importacin de bienes se acrecienten.

    Graindor en su obra de 1934 se aline claramente con la interpretacin de Wilhelm e hizo una propuesta de restitucin que consegua superar todas las di-ficultades gramaticales y semnticas ya reseadas. Sus nuevas propuestas fue-ron las siguientes:

    Al igual que Wilhelm, entendi que se trata de dos oraciones finales depen-dientes del de la frase anterior, con quien se vinculan a travs de un nico . Elimin as el propuesto por Kirchner, lo que tambin liber algo de espacio para su nueva propuesta restitucin. Las dos oraciones fina-les se unen entre s a travs de la correlacin - , que permitira marcar una cierta oposicin en sus sentidos.

    Para poder establecer la correlacin - , dej de leer las ltimas cinco le-tras visibles de la lnea 4 como una sola palabra, , tal y como Wilhelm y Kirchner haban interpretado, y la descompuso en dos .

    El subjuntivo , que no lo consider copulativo, necesitaba un sujeto, para lo que ofreci el trmino , abundancia.

    El texto qued as (de nuevo acompaado por su traduccin):

    [ ]

    ... para que haya abundancia (de mercancas) mientras que los ingresos por medio del impuesto sobre la importacin de bienes se acrecientan.

    Sin duda, la restitucin propuesta por Graindor es un gran acierto, tanto desde el punto de vista gramatical como de interpretacin histrica. No slo se solucionan todas las dificultades sintcticas anteriores, sino que el hallazgo del trmino encaja a la perfeccin con el sentido general del texto18. As lo

    18 Es interesante notar la existencia en algunos lugares, por ejemplo en Alejandra (IGUR II 1060), del eutheniarcha, del magistrado encargado de la abundancia.

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    entendi de alguna forma Pleket, como tambin claramente Oliver y Lytle, quie-nes mantuvieron esta lectura sin discusin alguna.

    La nica dificultad para aceptar limpiamente esta propuesta es que acenta el sentido contradictorio de ambas clusulas finales puesto que, y a diferencia de la propuesta de Wilhelm, se elimina cualquier posibilidad de aplicacin en luga-res diferentes. Evidentemente, la exencin de impuestos puede provocar que los mercados estn mejor abastecidos pero no pueden causar, a la vez, el aumento de los ingresos fiscales.

    LNEAS 5-7:

    [ ....c. 10.....] [ ...... c . 18 ............]

    Desde la laguna final de la lnea quinta es evidente que nos encontramos con la oracin en la que se recoge la orden explcita del emperador, expresada a travs del verbo () y su oracin completiva de infinitivo ([). Esta es una forma directa y comn de las disposiciones del emperador. Adriano, en sus cartas a diversas ciudades, con cierta frecuencia emple tanto como para dar rdenes precisas19. Pero aunque se pueda reconocer con claridad la sintaxis y el estilo imperial, los problemas que genera la destruccin de la es-tela al final de esas dos lneas no son fciles de resolver.

    Es evidente que al final de la lnea 5 debe restituirse un acusativo plural que va coordinado con y que acta como sujeto del infinitivo de per-fecto de la voz media, [, que a su vez exige un suplemento en genitivo. Si la estructura sintctica aclara las exigencias morfolgicas, la dificultad estriba en identificar los dos sustantivos perdidos.

    Wilhelm, manteniendo su hiptesis de que la carta imperial regulaba la venta de pescado en Eleusis y apoyndose en las noticias que Ateneo proporciona sobre los abusos de los pescaderos y los altos precios de aquella mercanca, propuso sendos trminos con distintos grados de certidumbre:

    [ ] [ ?]

    Quiero que los pescaderos y quienes de nuevo vuelvan a vender el pes-cado cesen en sus vergonzosas ganancias.

    19 Algunos ejemplos: Martn n 17, 18, 46, 49, que se corresponden con Oliver n 56, 75, 86, 122.

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    Empezar por la propuesta de la lnea 6, ms incierta pero ms difcil de re-emplazar por alguna alternativa. Si el sentido general del texto en las lneas que restan refleja el deseo del emperador de reducir el nmero de intermediarios para contener el abuso en los precios de venta al pblico, el trmino , ganancia vergonzosa, encaja a la perfeccin20. La dificultad para aceptarlo, claro es, est en su carcter puramente literario. A lo que puedo conocer, de acep-tarse su lectura en este epgrafe estaramos ante la nica aparicin de esta pala-bra en un texto epigrfico. En cambio, es una palabra frecuente en los autores de los siglos V y IV a. C., y se mantuvo viva en poca imperial. No slo aparece en aquellos autores gustosos de recuperar el estilo clasicista de otras pocas sino incluso en otros textos, evanglicos, que reflejan un registro lingstico menos culto21. Sin duda han sido estas razones las que llevaron a Wilhelm a considerarlo como una propuesta dudosa y tambin a la mayora de los editores posteriores a conservarlo mostrando, siempre, el carcter hipottico de la solucin. En cual-quier caso, y a la espera de una mejor propuesta, parece sensato seguir aceptn-dolo con cierta prudencia.

    Si Wilhelm pareca estar convencido de la correcta interpretacin del sen-tido de aquella frase pero dudoso sobre la palabra justa, se mostr absoluta-mente seguro de la restitucin que deba hacerse a final de la lnea 5: [ ], los pescaderos. Es Ateneo quien informa detalladamente de la actitud avariciosa, mezquina y, en ocasiones, tramposa de los pescaderos atenien-ses, deseosos de obtener el mximo beneficio de sus mercancas22. La restitucin es concorde con la pretensin de Wilhelm de que la carta imperial estaba desti-nada a regular la venta de pescado.

    El problema de esta interpretacin restrictiva es que no se compadece, salvo forzando de nuevo la sintaxis y la semntica, con lo que se afirma algunas lneas ms adelante, donde ya no existe ninguna incertidumbre sobre el texto conser-vado. El emperador continuaba ordenando:

    [] []

    Que vendan toda la mercanca o los mismos que la han trado o quienes primero la compraron de sus manos.

    Debe observarse algunos detalles que invitan a pensar que el emperador no se estaba refiriendo en exclusiva a los pescadores y los pescaderos de Atenas. En primer lugar el complemento directo de [] es acusativo plural neutro (). Es evidente que no concuerda con el gnero de (masculino)

    20 El trmino aparece en: Ath. 6.60; 7.10, 11.17.21 La palabra se usa en Demstenes, los cmicos ticos, Plutarco y textos evanglicos.22 Ath. 6.224c-228c.

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    haciendo imposible que se est refiriendo exclusivamente a la venta de pescado. Adems, ms arriba en la carta se ha hecho mencin a los pescadores como ] , usando el verbo especfico, mientras que ahora, para referirse a quienes llevan la mercanca a puerto utiliza un trmino genrico ( ). La conclusin parece evidente: ni el sujeto ni el complemento de la orden imperial son exclusivamente los pescadores o el pescado, sino que ambos conceptos estn englobados en categoras ms amplias y de sentido genrico.

    La explicacin que a continuacin introduce el emperador aclara definitiva-mente que su propsito era regular la venta de cualquier mercanca y no slo de pescado:

    [] .

    Pues el hecho de que lo vuelvan a vender quienes fueron los terceros compradores de las mismas mercancas acrecienta los precios.

    es el trmino que se utiliza, en plural, para referirse a los productos a la venta en los mercados y especficamente para los productos alimenticios23. Un ejemplo coetneo de la carta imperial ayudar, creo, a aclarar su valor gene-ral. Plutarco recordaba algunas de las sentencias de Jerjes, ejemplo de soberbia. Segn el polgrafo, el rey persa hablaba as de Atenas24:

    .

    Deca que no comera los higos ticos como mercancas importadas sino cuando se apoderase de la tierra que los produca.

    Los ejemplos podran multiplicarse pero ser suficiente con destacar dos as-pectos de este texto: los higos ticos como parte de las mercancas en venta y la relacin entre la importacin () y las mercancas ( ).

    Aunque nunca lo dijera, es posible que estos argumentos, u otros parecidos, estuvieran en la mente de Kirchner cuando rechaz ambas conjeturas de Wil-helm, as como tambin en la de Graindor cuando hizo una nueva propuesta para completar la lnea 5. Apoyndose en el texto de la lnea 6, Graindor dobl el tr-mino que constituye el sujeto de la oracin completiva, que sale as expresiva-mente reforzada:

    23 LSD s. u. : goods for sale, market-wares.24 Plut. 173C.

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    ADRIANO Y LA REGULACIN DE LOS MERCADOS CVICOS: UNA NUEVA...

    [ ] [ ?]

    Quiero que los vendedores y quienes de nuevo vuelvan a vender ( ?) cesen en sus vergonzosas ganancias.

    Las ventajas de esta restitucin son muchas. Se eliminan con ella las incon-gruencias que, como se ha visto, exista entre la propuesta de Wilhelm y las si-guientes lneas de la inscripcin, aunque presenta la debilidad de la reiteracin. No obstante, Graindor no fue capaz de extraer las conclusiones a las que le deba haber llevado su propuesta de restitucin del texto del epgrafe. Este, as ledo, no se refiere, evidentemente, al problema de la venta de pescado en Atenas sino al encarecimiento artificial de las mercancas como consecuencia de una extensa red de intermediarios. Muy al contrario, Graindor, en la explicacin que desarro-lla en las dos pginas siguientes a su nueva lectura, no slo refuerza el lazo entre la venta de pescado, Eleusis y el epgrafe, sino que propone una nueva explica-cin para esta triple conexin: facilitar el abastecimiento de la villa sagrada du-rante la celebracin de las fiestas de Demter y Cor25.

    Una pequea dificultad debe sealarse en la propuesta de Graindor: el es-pacio epigrfico. Como ya indic Kirchner, el espacio disponible al final de la quinta lnea debe rondar los diez caracteres, una vez que se ha restituido el art-culo y la partcula . En cambio el trmino propuesto por Graindor, , slo alcanza los ocho caracteres, quedando algo ms breve de lo que podra es-perarse. Por lo tanto, aunque gramaticalmente es aceptable y el trmino no entra en contradiccin con lo que a continuacin se sigue diciendo en la carta impe-rial, la restitucin de Graindor no debera asumirse como definitiva; y ms si se tiene en cuenta el relativo inconveniente que supone la reiteracin del trmino en la misma frase.

    Una propuesta alternativa podra resolver estas dificultades favoreciendo la interpretacin del texto. Como se ha visto, en las lneas 10 y 11 el emperador esta-blece tres protagonistas del proceso de importacin de bienes: el comprador final, no citado explcitamente; los importadores, , y los comerciantes mi-noristas, que compran a estos y venden al consumidor final, []. Estos ltimos podran identificarse con aquellos que aparecen ci-tados en la lnea 7 como , es decir, los que compran las mercancas a los mayoristas para venderlas al por menor. Por lo tanto, po-dramos concluir que el trmino perdido en la lnea 6 es, precisamente, [

    25 P. Graindor, Athnes sous Hadrien (El Cairo 1934) 129: Le ravitaillement dune bourgade, de pue dimportance, en temps ordinaire, devenait malais lorsque les Mystres faisaient dAthnes, au dire de Philostrate, la ville la plus peuple du monde grec.

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    , los importadores. No slo se mejora as la coherencia entre las di-versas partes del texto sino que nos acercaramos ms al nmero de caracteres necesarios para cubrir el campo epigrfico. Adems se elimina la dificultad de la repeticin de las palabras. Quedaran as estas lneas:

    [ ] [ ?]

    Quiero que los importadores y quienes de nuevo vuelvan a vender (las mercancas) cesen en sus vergonzosas ganancias.

    Las dificultades que, a pesar de los esfuerzos de clarificacin, sigue ofre-ciendo la lectura de la carta imperial, aconsejan intentar un acercamiento desde una perspectiva diferente. Antes de sugerir nuevas propuestas de restitucin de las lneas daadas, me gustara ofrecer un acercamiento global al texto. Es cierto que la prdida material nos impide conocer el contenido de las lneas que faltan pero, para nuestra fortuna, el corpus epistolar de Adriano es lo suficientemente importante como para, tras haber analizado la estructura discursiva de sus cartas, ofrecer una propuesta nueva de interpretacin de IG II2 1103.

    La cancillera de Adriano y la estructrua de las cartas

    Como se ha visto, los esfuerzos por desvelar el sentido de la carta imperial han dado buenos resultados parciales y han contribuido a la mejor comprensin del texto. No obstante, todos han chocado con lo que parece un obstculo in-franqueable, la contradiccin que supone conjugar dos acciones aparentemente opuestas: la exencin fiscal para los pescadores eleusinos y la mejora de las finan-zas pblicas. Creo que la razn de la persistencia de esta dificultad radica en el mtodo utilizado para aproximarse a la inscripcin. Todos los editores han inten-tado encontrar un modo en el que las frases supervivientes de la carta tuvieran un cierto encaje entre s. De esta forma han convertido al de la lnea 7 en el verbo principal del que habra de depender todo el texto anterior. El resultado es la incongruencia. Deseo intentar un acercamiento distinto.

    La voluntad de gobierno de Adriano no slo se manifest en una inusitada ac-tividad poltica durante sus veinte aos de reinado, sino que se expres a travs un amplio testimonio escrito. La coleccin de cartas y otros documentos emiti-dos por la cancillera imperial supera con creces la de cualquier otro emperador. Los epgrafes griegos repartidos por toda la cuenca oriental del Mediterrneo descubren a un emperador incansable, capaz de atender multitud de asuntos di-versos en relacin con muchas ciudades y asociaciones religiosas, culturales y ar-tsticas griegas. Esta multitud de cartas permite reconocer rasgos singulares de la personalidad del emperador y de su forma de gobierno; pero tambin permite

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    ADRIANO Y LA REGULACIN DE LOS MERCADOS CVICOS: UNA NUEVA...

    comprender los mtodos de decisin poltica y las tareas de la administracin que soporta dicha decisin26. Se puede comprobar que las cartas imperiales se adap-taban no slo al asunto y al destinatario, sino a un mtodo de relacin entre el poder imperial y los agentes locales. Este mtodo las dota de unas estructuras y frmulas preestablecidas para la expresin de esa relacin. Por eso, y ante un ep-grafe fragmentario que recoge una carta imperial mutilada, se hace imprescin-dible un acercamiento desde las formas regulares de expresin de las decisiones del gobierno.

    Las cartas de Adriano ofrecen, de manera sistemtica, una estructura tri-partita27: inscriptio, texto y, por ltimo, disposiciones finales y salutacin. En la inscriptio se incluan tanto el nombre del emperador con la frmula imperial (fi-liacin, magistraturas y ttulos), as como el saludo al destinatario. De todas las cartas de Adriano vinculadas con Atenas, slo en dos de las dirigidas a la ciudad se ha conservado la inscriptio28. Ambas cartas ofrecen una peculiaridad que las separa de la manera en la que se construye el destinatario en las cartas dirigidas a las otras poleis. En el caso de Atenas, el genitivo plural con el que se designa a la ciudad aparece despus de la mencin de las magistraturas, del consejo y del pue-blo. En el caso de las otras poleis, el nombre de la ciudad precede a la mencin de las instituciones. Y as, tomando el ejemplo de IG II2 1102, nica con la inscriptio intacta, y tras eliminar el nmero de la potestad tribunicia y dejar en suspenso la mencin al ttulo de Padre de la Patria, recibido en el ao 128, podramos supo-ner que la carta debera comenzar as:

    * , ?

    Por fortuna nuestro epgrafe ha conservado la disposicin relativa a la publi-cacin y la frmula de salutacin, 29. Fue precisamente la identificacin del fragmento del Tinos como parte de este documento ateniense el que ofreci la seguridad de que se trataba de una carta del emperador Adriano y no de otra suerte de documento administrativo, emanado del propio emperador o de alguna otra autoridad romana.

    Entre la inscriptio y la salutacin final se encierra el cuerpo del texto de la carta, en la que se contienen las decisiones de gobierno. La relacin entre los

    26 P. J. Alexander, Letters and Speeches of the Emperor Hadrian, HSCPh 49 (1938) 141-177. W. Williams, Individuality in the Imperial Constitutions: Hadrian and the Antonines, JRS 66 (1976) 67-83.

    27 F. Martn, La documentacin griega, 309-322.28 IG II2 1101 y 1102.29 El valor de esta salutacin como criterio de identificacin de la autora de Adriano: J. H. Oliver,

    Greek Constitutions, 149.

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    sbditos y el emperador se haca realidad a travs de un mecanismo de peticin y respuesta. Como argument F. Millar, esta frmula de relacin constitua el n-cleo de la accin de gobierno del emperador hacia los provinciales30. El empe-rador, as, no se presenta como un poder fundamentalmente programtico sino reactivo. Su intervencin en la vida de las ciudades no dependa tanto de su vo-luntad e idea del Imperio como de la capacidad de los provinciales de hacer que se aceptaran sus perspectivas y peticiones. Aunque el principio enunciado por Millar pudiera someterse a discusin31, lo cierto es que las cartas conservadas del emperador Adriano reflejan, en buena medida, esta forma de ejercer el gobierno.

    Un grupo significativo de las cartas de la cancillera imperial conserva una estructura que es reflejo directo y fiel de una relacin de peticin y respuesta. En el texto de la carta imperial pueden distinguirse, generalmente, dos grandes secciones, el prembulo y la disposicin32. Cada una de estas secciones puede subdividirse, dependiendo de la complejidad del asunto abordado. Dentro del prembulo pueden encontrase hasta tres subsecciones distintas, dispuestas no siempre en el mismo orden. En primer lugar, es comn que el emperador d cuenta de los motivos concretos de su escrito. All se incluyen unas lneas en las que el emperador asegura haber sido informado de la peticin, del problema o del honor que se le quiere plantear u otorgar. Es frecuente, en esta primera parte, que el emperador d a conocer el origen de su informacin (el envo de una carta, la recepcin de un decreto, el encuentro con unos embajadores) y que a continua-cin indique explcitamente que conoce el problema. En una de sus primeras car-tas ya se reconoce la estructura con claridad33:

    [ ] [] | [] [ ] | [] [ ] | [ ] [ ] | [ ] [ ]|[ -----

    Tanto por vuestro embajador Petronio Heraconte como por vuestro decreto he llegado a conocer cmo os complacisteis cuando yo recib en herencia el imperio paterno; aprobando vuestra determinacin verdade-ramente os confirmo la libertad...

    30 F. Millar, The Emperor in the Roman World (London 1992) 203-272. Un estudio sobre este meca-nismo de gobierno: T. Hauken, Petition and Response: An Epigraphic Study of Petitions to Roman Em-perors (Bergen 1998) 181-249.

    31 Son especialmente significativas las aportaciones crticas de J. Bleicken, Zum Regierungsstil des rmischen Kaisers: Eine Antwort auf Fergus Millar (Wiesbaden 1982) y K. Hopkins, Rules of Evi-dence, JRS 68 (1978) 178-186.

    32 F. Martn, La documentacin griega, 336-356.33 Martn n 2 = Oliver n 64.

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    Cuando el asunto abordado es extremadamente complejo o importante, esta exposicin de los motivos concretos puede desarrollarse hasta constituir una sec-cin propia dentro del prembulo34: la narratio. Entonces el emperador alarga la exposicin de los detalles que conoce sobre la cuestin informando, en ocasio-nes, de la historia misma del problema. (s, he sido informado) es un verbo comn para dar comienzo al relato pormenorizado de la cuestin, al que siguen una o varias oraciones completivas de infinitivo. En una de las car-tas dirigidas a Cirene, Adriano afirma35: ..., he sido informado de que vuestro gimnasio.... En este otro ejemplo, que proviene de Afrodisias, Adriano utiliza el participio para indicar que conoce el asunto36:

    | | | | | | | .

    Habiendo recibido vuestra peticin por medio de vuestra embajada sobre el uso del hierro y el impuesto de los clavos, y aunque se trata de una cuestin discutida puesto que no es la primer vez que los recaudado-res han intentado cobrarlo de vosotros, sin embargo, visto que la ciudad en los dems aspectos es digna de reconocimiento y ha sido apartada de la forma de la provincia, la libero del pago.

    La exposicin de las razones concretas de la decisin imperial puede ir acom-paada de la explicacin de ciertos principios generales, que sirven de fundamento de la decisin37. Estos pueden ser tanto ticos como religiosos, polticos, e incluso interpretaciones jurdicas. Un buen ejemplo de esta serie de principios lo ofrece la carta en la que el emperador otorga a los jvenes de Atenas un nuevo gimnasio. Antes de anunciar su nueva evergesa Adriano escribi38: Sabed que utilizo cual-quier motivo para beneficiaros tanto pblicamente a la ciudad como en privado a al-gunos ciudadanos de Atenas. Su proclamado amor a la ciudad era el fundamento de todos los beneficios concedidos. En los ltimos aos de su reinado quiso mos-trar su amor por feso y, aunque el estado deteriorado de la piedra nos impide saber

    34 En este punto me distancio ligeramente de la explicacin que ofreci F. Martn. Este sostena que la narratio constituye una tercera seccin, distinta del prembulo y de la disposicin. A mi modo de ver, no es sino un desarrollo de la enunciacin de los motivos concretos.

    35 Oliver n 122.36 J. Reynolds, Aphrodisias and Rome (London 1982) 115-118. Oliver n 69.37 La implicacin personal de Adriano en sus cartas oficiales es un aspecto que ya seal J. M.

    Andr, Hadrien littrateur et protecteur des lettres ANRW II 34.1 (1993) 597-8.38 IG II2 1102 (Martn n 45 = Oliver n 85):

    | .

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    cmo favoreci a la ciudad, s podemos conocer las razones de la accin imperial39: Tanto por la piedad que le tengo a vuestro dios como con la intencin de honraros, puesto que es mi costumbre mostrar mi benevolencia a las ciudades afamadas con los convenientes favores.... El mejor ejemplo de invocacin de principios polticos y jurdicos se encuentra en la fragmentaria inscripcin espartana en la que se re-gula el procedimiento de apelacin. El emperador comienza diciendo40:

    | | |

    No creo que sea correcto privar a las vctimas de una injusticia del auxilio de la apelacin ni que este se convierta tampoco en un instru-mento para los falsos acusadores de tal manera que ni los asuntos pbli-cos ni los privados se desarrollen conforme a las leyes.

    A este prembulo, con la exposicin de los motivos de carcter general y de aquellos otros concretos, ampliados, o no, bajo la forma de narratio, que fun-damentan la decisin imperial, siguen las disposiciones imperiales. Martn dis-tingue dos formas de expresar la disposicin: por medio de verbos en primera persona o por medio de imperativos41. Los verbos que Adriano utiliza para ex-presarse personalmente son varios: confirmo, doy, otorgo, concedo, , ordeno y, por ltimo, , quiero, em-pleado con la intencin de indicar los deseos del emperador que han de cum-plirse42. Las formas imperativas son ms frecuentes, sin duda, por su carcter preceptivo y conminatorio. En aquellas cartas que se tratan diversos asuntos o abordan temas complicados pueden combinarse ambas formas43.

    La estructura de IG II 1103

    Un solucin a la incongruencia que provoca la actual interpretacin de la carta ateniense se puede encontrar procediendo al anlisis estructural de su cuerpo central. En este debera figurar no slo las disposiones imperiales concre-tas sino tambin su justificacin, bajo la forma de prembulo y narratio.

    39 Martn n 52 = Oliver n 87: [] [ ] | [] [ ] []| [] [ ] []|[] [ ].

    40 Martn n 13 = Oliver n 91. J. H. Oliver, Hadrians Reform of the Appeal Procedure in Greece, Hesperia 39 (1970) 332-336. Una nueva interpretacin: J. Fournier, Sparte et la justice romaine sous le Haut-Empire. propos de IG V 1, 21, REG 118 (2005), 117-137.

    41 F. Martn, La documentacin griega, 349-356.42 Un ejemplo del uso de cada verbo: Martn n 3 = Oliver n 62. Martn n 22 = Oliver 79. Martn

    n 9 = Oliver 89. Martn n 18 = Oliver n 75; en esta carta aparecen los dos ltimos verbos.43 Un ejemplo de la complejidad de algunas cartas y del empleo de muchas de las frmulas enun-

    ciadas: FD 3.4 n 302 = Martn n 18 = Oliver n 75.

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    La importancia de las medidas adoptadas en el cuerpo de la disposicin nos autoriza a pensar en una carta imperial compleja, que incluyese un desarrollo ex-tenso de su parte justificativa. Como en tantas otras ocasiones es probable que Adriano hubiese asegurado conocer el problema planteado gracias a la recep-cin de una carta de la ciudad. Los tres asuntos que parece que se citan en las cuatro primeras lneas del texto conservado (uno relacionado con las medidas, [, imposible de reconstruir, otro con la diobela y, por ltimo, la inmu-nidad de los pescadores eleusinos) se entenderan mejor si se consideraran parte de la narratio que el emperador hace de las cuestiones planteadas.

    Gramaticalmente esta propuesta significara que las primeras lneas del epgrafe no estaran vinculadas, como supuestas oraciones completivas, con el verbo de la sptima lnea. En realidad, y como ya se seal ms arriba, no existe ena relacin sintctica entre estas diversas partes del texto, puesto que el punto alto de la lnea 5, que marc Wilhelm, lo impide. No obstante, esto no ha sido obstculo para que, de una manera ligera, se sobreentediera esa relacin. Habra que suponer, as pues, algn verbo (?, ?) o locucin inicial (?) con la que Adriano dejara constancia de que conoce el objeto de la reclamacin ateniense. Y as, el infinitivo que se restituye en la lnea 3, , pasara a ser una de las oraciones completivas dependientes de ese verbo, perdido, que el emperador utilizaba para dar cuenta del proceso de recepcin de la peticin.

    La clave que permite esta reinterpretacin gobal de la carta la ofrecen las ora-ciones que, comenzando con un en la lnea 4, han dificultado radicalmente la intelegencia de la decisin imperial. Estas frases deberan ser consideradas, si-guiendo mi argumentacin, como los principios generales, de carcter poltico, econmico y fiscal, en este caso, en los que el emperador fundament su deci-sin. Estas frases no pueden seguir siendo interpretadas como la finalidad de una supuesta concesin de inmunidad fiscal a los pescadores eleusinos. Es ah donde est el origen de la profunda incongruencia que, como ya se ha visto, ofreca el texto a partir de la edicin de Wilhelm. Para permitir esta nueva lectura slo ha-bra que hacer un pequeo cambio en la puntuacin del texto que generalmente se ha admitido. Este quedara as:

    [---------] [...][.] [ ------------ [----------------] [------ ] [ ] . [ ] , [ ] [ ?] [ ] []

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    Tras haber conocido por vuestras cartas y por vuestro embajador..., s? que la diobela... pero que para los pescadores de Eleusis hay una exen-cin de los impuestos del pescado cuando lo venden en el mercado de Eleusis. Para que haya abundancia y para que, gracias a los productos que se importen, el beneficio para la hacienda pblica (de Atenas) sea mayor, quiero que los importadores y quienes de nuevo proceden a su venta pon-gan fin a sus vergonzosas ganancias o haya una denuncia contra ellos ante el heraldo del Consejo del Arepago....

    La hiptesis que aqu ofrezco, que las muy deterioradas primeras lneas del epgrafe conformaran parte de la narratio que el propio emperador hizo del pro-blema que la ciudad de Atenas le plante y que la oraciones que se introducen por el de la lnea quinta contribuyen a expresar la finalidad de las decisiones que el emperador va a anunciar, permite tambin entender mejor la variatio que ofrecen las propias rdenes imperiales. Estas empiezan con el verbo , la frmula menos imperativa de las usadas por Adriano en sus cartas, con la intencin de ex-presar su deseo de poner fin a lo que considera unas prcticas abusivas de impor-tadores y comerciantes. Contina el emperador dando rdenes precisas sobre el nmero de escalones que el proceso comercializador debera tener. Y para esto utiliza ya el resolutivo imperativo ([]). Leda as la carta, en ella podramos reconocer la maestra retrica que encierra un discurso que se va in-tensificando paulatinamente hasta alcanzar la contundencia final de la disposi-cin sobre su publicacin ().

    La lucha contra los intermediarios y especuladores

    Al deshacer, con la nueva propuesta de estructura de la carta, los artificiales lazos creados entre las distintas partes del texto conservado, mejoran las posibili-dades de comprender el objeto del documento. El emperador habra recibido una peticin ateniense que habra hecho referencia a algn problema vinculado con las medidas, la diobela y la inmunidad fiscal de la que gozaban los pescadores eleu-sinos cuando vendan su pescado en Eleusis. La decisin del emperador no fue la extensin de estos privilegios a todas las actividades de importacin de bienes en Atenas. Esa, quizs, podra haber sido la peticin de las autoridades atenienses: que los productos desembarcados en los distintos puertos de la polis no pagaran impuestos, como ocurra con el pescado en Eleusis. Si esta fue la propuesta ate-niense, el objetivo habra estado claro: la reduccin de los precios de venta al p-blico, libres entonces de imposicin fiscal. Es fcil comprender cul podra ser la autntica intencin del gobierno ateniense: mantener el nivel de precios a costa de sacrificar la hacienda pblica, cuando la transformacin de la ciudad en el cen-tro de la vida poltica, religiosa y cultural de la Hlade habra de provocar una mayor afluencia de visitantes que, naturalmente, con su mayor demanda haran que los precios de mercado subieran. De no tomarse alguna medida correctora, la

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    poblacin de Atenas se habra de convertir en la principal perjudicada de la nueva funcin que el emperador le haba otorgado a la ciudad en el Imperio.

    Pero la respuesta de Adriano no fue la extensin de la inmunidad fiscal sino la regulacin de las posibilidades de intermediacin comercial. Adriano consider que los intermediarios, al comprar los productos desembarcados en el puerto de la ciudad para venderlos de nuevo a comerciantes minoristas, slo producan un aumento artificial de los precios:

    [] [] [] .

    Que vendan toda la mercanca o los mismos que la han trado o quienes primero la compraron de sus manos. Pues el hecho de que las vuelvan a vender quienes fueron los terceros compradores de las mismas mercan-cas acrecienta los precios.

    Una medida como la prevista en la carta de Adriano, la eliminacin de inter-mediarios comerciales con el objeto de controlar las subidas de precios, no es una disposicin extraa en el mundo de las ciudades griegas44. El ejemplo mejor co-nocido es el reglamento dlico, del s. III a. C., por el que se impide la reventa del carbn y la madera de importacin45. En razn de los mltiples sacrificios que de-ban realizarse y de la concentracin de poblacin con motivo de las fiestas, las autoridades dlicas prohibieron la actividad de los intermediarios en el proceso de comercializacin de estos dos productos esenciales. De esta forma, aunque se mantenan los ingresos fiscales generados por el portorium, explcitamente prote-gidos en el reglamento de la isla, se aseguraba a los consumidores los precios ms bajos posibles. Y es interesante resear, como ya hizo Ph. Gauthier, que en este caso los consumidores de estos productos eran los mismos legisladores, es decir, el pueblo de Delos. De la misma forma, el emperador Adriano se habra alineado con los intereses del pueblo de Atenas, que deba conocer por la peticin que le hicieron llegar sus autoridades.

    La restriccin de la libertad de accin de los intermediarios que el empe-rador orden para Atenas no parece haber sido un mandato extraordinario. De Nicomedia proviene un importante texto desgraciadamente mutilado46. Aunque

    44 Sobre los procedimientos que utilizaron las ciudades griegas para controlar los precios: L. Mi-geotte, Le contrle des prix dans les cits grecques en J. Andreau, P. Briant, R. Descat (eds.), co-nomie antique: Prix et formation des prix dans les conomies antiques, (Sain-Bertrand-de-Commiges 1997) 33-53.

    45 I. Dlos 509. Ph. Gauthier, Les ventes publiques de bois et de charbon Delos, BCH 101 (1977) 203-208.

    46 TAM IV I 3. Oliver n 94.

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    ninguno de los editores del mismo se ha atrevido a establecer con total certi-dumbre el autor del documento, todos han sealado al emperador Adriano como el candidato ms probable47. La cercana en las formas y el contenido invitan a pensarlo as. En este documento se cita un edicto () que legislaba sobre diversos asuntos. Es necesario recalcar que los edictos eran prescripciones de ca-rcter general, que se dictaban por iniciativa del propio emperador y se aplicaban en todo el Imperio48. Entre los asuntos tratados figura el siguiente: [. La reconstruccin es de Drner49 y parece ser la correcta, si se tiene en cuenta que la primera H del trmino estara sustituyendo a la doble grafa EI, ms propia del lenguaje literario. El significado del participio no es otro que el de los que suben el precio de una cosa50. As se define en el lxico de Hesiquio51: , especulador: los que venden a mayor precio lo que han comprado. As, este diatagma de Adriano deba de contener una orden contra los especula-dores y por ello podra tratarse del fundamento legal romano en el que se apoya la carta ateniense.

    Las coincidencias entre la carta ateniense y el documento de Nicomedia no se limitan a su afn por combatir a los especuladores. Aunque las siguientes l-neas del texto bitinio estn muy deterioradas, parece claro que en l se atribua la competencia para, en primera instancia, juzgar estos asuntos a los consejos lo-cales. As puede deducirse del hecho de que se admitiera la posibilidad de que el Consejo hubiese sentenciado injustamente (l. 5): [---. En Atenas Adriano atribuy al Heraldo del Consejo del Arepago la responsabi-lidad y la competencia de abrir investigacin ante una denuncia por estas prcti-cas comerciales abusivas. Era el pleno del Arepago quien debera establecer la pena52 (ll. 8-10).

    [ ] [] [ ]

    (quiero) o que haya una denuncia contra ellos ante el heraldo del Consejo del Arepago. Este presentar el caso ante los areopagitas y estos estima-rn la pena que se debe sufrir o la multa que se debe pagar.

    47 J. H. Oliver, Greek Constitutions, 239-240, sin indicar explcitamente que fuese un documento de Adriano, ubica su edicin del edicto entre las cartas del emperador.

    48 J.-P. Coriat, Le prince lgislateur (Roma 1997) 73-77.49 F. K. Drner, Inschriften und Denkmler aus Bithynien (Berlin 1941) 52.50 LSD s. u. : raise the price of a thing.51 Hsch. s. u. Otros lxicos: Poll. 7.14. Harp. 250.8 D. Phot. s. u. Lugares literarios en los que se fun-

    dan los lxicos: Pl.Com. fr. 18. Lys fr. 7.52 Las competencias judiciales del Arepago sobre asuntos comerciales son anteriores al Imperio

    (IG II2 1013). D. J. Geagan, The Athenian Constitution after Sulla. Hesperia Supp. 12 (Philadelphia 1967) 48-9 y 59-60 para las responsabilidades del Heraldo del Arepago.

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    El edicto de Nicomedia estableca, adems la apelacin ante las autoridades de la provincia: . Y aunque la carta ateniense nada dice de esto, quizs porque el derecho de apelacin se contena en una norma de carc-ter general, en la ley del aceite de Atenas, el emperador tambin estableci el de-recho de apelacin ante el propio emperador o ante el procnsul de la provincia53.

    Si el texto de Nicomedia ofrece, efectivamente, el testimonio de un edicto im-perial contrario a las prcticas de los intermediarios comerciales, podramos apo-yarnos en l para intentar mejorar la lectura de la carta ateniense. Al fin y al cabo, el edicto de Nicomedia permite conocer el vocabulario que emple la cancillera imperial para referirse a estos problemas. La propuesta que Wilhelm hizo para re-construir el final de la lnea 7, el trmino , ganancia vergonzosa, encaja a la perfeccin con el sentido de la carta imperial y podra seguir mante-nindose a pesar de su inslita condicin y su carcter puramente literario. Pero la conjetura de Wilhelm podra ser sustituida por un trmino relacionado con el verbo que, de hecho, s fue empleado por el emperador. Segn el lxico de Hesiquio el sustantivo derivado de este verbo es y su significado, , subida de precios54. Encajara a la perfeccin, por el nmero de letras de la palabra, por el sentido y por su adecuacin lexicogrfica, en la lnea 7, que quedara de la siguiente manera:

    [ ] [ ]

    Quiero que los importadores y quienes de nuevo vuelvan a vender (las mercancas) cesen en su alza de precios.

    Conclusin

    La conclusin de este largo recorrido slo puede ser una nueva versin del texto de la carta, integrando ya todas las propuestas de nuevas lecturas. A un en-cabezamiento hipottico seguirn las lneas conservadas de las cartas completa-das segn las conclusiones parciales del presente estudio:

    [ * ,

    53 IG II2 1100, ll. 55-56: ... K. Harter-Uibopuu, Ha-drian and the Athenian Oil Law, en R. Alston, O. van Nijf, Feeding the Ancient Greek City (Leuven 2008) 137-139.

    54 Hsch. s. u. .

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    JUAN MANUEL CORTS COPETE

    ---- ?, ?] .... [ ------------ [..... c. 11.....] [ ....... c. 14 ......] [ ] . [ ] , [ ] [ ] [ ] [] [ ] [] [] [] . [] . uacat . uacat . [] .

    El emperador Csar Trajano Adriano Augusto, hijo del dios Trajano Pr-tico, nieto del dios Nerva, Pontfice Mximo, en su * potestad tribunicia, cnsul tres veces, Padre de la Patria (?), saluda al Consejo del Arepago, al Consejo de los Quinientos, a los magistrados de los Atenienses:]

    [S?, he sido informado?] ...que la diobela... y que los pescadores de Eleusis gozan de inmunidad fiscal cuando venden sus pescados en el gora de Eleusis. Para que haya abundancia y para que, gracias a los pro-ductos que se importen, el beneficio para la hacienda pblica (de Atenas) sea mayor, quiero que los importadores y quienes de nuevo vuelvan a ven-der (las mercancas) cesen en su alza de precios o que se presente una de-nuncia contra ellos ante el heraldo del Consejo del Arepago. Este llevar el caso ante los areopagitas y estos estimarn la pena que se debe sufrir o la multa que se debe pagar. Que vendan toda la mercanca o los mismos que lo han trado o quienes primero lo compraron de sus manos. Pues el hecho de que las vuelvan a vender quienes fueron los terceros comprado-res de esas mismas mercancas acrecienta los precios. Y tras copiar esta carta en una lpida, colocadla en el Pireo, en frente del Deigma. Salud. Cuando era epimeleta de la ciudad Tito Julio Herodiano Colito.

    Adriano se muestra como un gobernante preocupado por los efectos econ-micos perversos que la nueva funcin que otorgaba a Atenas en el Imperio podra tener sobre la poblacin de la ciudad. Y as, para frenar el encarecimiento de los precios, habra regulado el modo en que su edicto contra los intermediarios deba aplicarse en Atenas. Evit conceder o extender la inmunidad fiscal de la que se beneficiaban los pescadores eleusinos porque, sin duda, habra perjudicado a las finanzas de la ciudad. En cambio, prefiri evitar la especulacin en los mercados.

  • HABIS 46 (2015) 239-261 - Universidad de Sevilla - ISSN 0210-7694 261

    ADRIANO Y LA REGULACIN DE LOS MERCADOS CVICOS: UNA NUEVA...

    Una ltima consideracin al hilo de la reinterpretacin de la carta imperial que planteo. Las rdenes que en ella se contienen implican que el emperador es-taba interviniendo sobe el funcionamiento general del mercado de importacin en Atenas y del sistema impositivo de la ciudad. Ledo el epgrafe como una dis-posicin sobre la venta de pescado en Eleusis resultaba difcil de explicar que el emperador hubiese ordenado la publicacin de su carta en el Deigma del Pireo. El Deigma eran las instalaciones comerciales del puerto ateniense55. Estas servan de lonja para la compra de los productos llegados a puerto y para el cobro de los impuestos que se derivaran de tales operaciones. En cambio, entendida la carta como una regulacin general de las prcticas mercantiles y fiscales, su lugar de publicacin deba ser, evidentemente, el mercado de entradores, aquel al que lle-gaban las mercancas descargadas de los barcos: el Deigma del Pireo.

    55 Szanto s. u. , RE 4 (1901) 2383-4.


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