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ANTOLOGÍA Intro a la med trad mex.

Date post: 28-Oct-2015
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ANTOLOGA:INTRODUCCIN A LA MEDICINATRADICIONAL MEXICANA

AGUIRRE MONTES DE OCA MARTHA DE LOS ANGELESARCE VILLA LILIA THELMACRUZ DE ECHEVERRA CONTRERAS MARA NATALIACRUZ DE ECHEVERRA ROBLES ROBERTO DAVIDMONTALVO AGUILAR ORALIAPARROQUN AGUIRRE NORARAMIREZ CRUZ GERARDOREBOLLEDO GARCA MARA EUGENIARODRIGUEZ CID TERESASALDAA VELAZQUEZ VERNICA GUADALUPESALOMN VENTURA ARELYSUAREZ LIMA JAVIER

MAESTRO: TOMAS BENDIMEZ GODOSFECHA DE ENTREGA: AGOSTO, 2013NDICECONCEPTO PGINA 1. Introduccin 31.1 Prlogo 31.2 Definiciones3

2. Contenido: 52.1 Antecedentes histricos reales (no de los invasores sino de los propios indgenas) 52.2 La medicina tradicional de los pueblos indgenas de Mxico92.3 Concepto antiguo de la dualidad Frio-Caliente182.4 Sistemas teraputicos nativos 282.5 El sistema de prcticas mgicas34

3. La herbolaria en Mxico403.1 La Herbolaria en el Estado de Veracruz603.2 Enfermedad y magia en los Tuxtlas Veracruz1033.3 Uso y conocimiento de Plantas medicinales en la comunidad de Agua Caliente Mpio. Apazapan ver.1204. Clasificacin de los Terapeutas Tradicionales136

5. Enfermedades de filiacin cultural1426. Conclusiones155

4. Bibliografa156

1. Introduccin

1.1 Prlogo

Cuando hablamos de medicina tradicional mexicana, en realidad hablamos de un intento por entender y homologar (sin mucha fortuna) una serie de tradiciones y costumbres diseminadas en el territorio mexicano que incluyen las ideas, las prcticas y los recursos puestos en juego para enfrentar las amenazas o los efectos de la enfermedad, el accidente, el desequilibrio o la muerte, en los 56 grupos distinguidos lingsticamente que habitan hoy en el territorio nacional.

Por lo anterior, algunos conceptos, varan de un grupo a otro y podemos encontrarnos con alrededor de 56 medicinas tradicionales mexicanas dependientdo de la regin. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena para conocer un pequeo esboso de la grandeza y sabidura de nuestros antepasados.

1.2 Definiciones

Medicina tradicional la suma de todos los conocimientos tericos y prcticos, explicables o no, utilizados para el diagnstico, prevencin y, supresin de trastornos fsicos, mentales o sociales, basados exclusivamente en la experiencia y la observacin y, transmitidos verbalmente o por escrito de una generacin a otra . Considerados adems como una firme amalgama de prctica mdica activa y experiencia ancestral OMS: Promocin y desarrollo de la medicina tradicional . en Organizacin Mundial de la salud. Atencin primaria a la salud; Informe de la conferencia internacional sobre atencin primaria a la salud. Alma Ata URSS,1978. WHO Press, Genve, 1978.

La Medicina Tradicional Mexicana es un conjunto de sistemas mdicos que se ha nutrido, cambiado y perdurado con las vacilaciones y las contingencias de todo saber mdico Carlos Zolla y Xavier Lozoya: La Medicina Invisible Folios, Mxico, 1986.

Una comprensin del universo como totalidad interconectada . Un entendimiento del cuerpo humano, que incluye a la mente y el espritu, en interaccin estrecha y dinmica con el universo. Una concepcin de la salud y enfermedad como estados de equilibrio y desequilibrio entre distintos factores, entre los que sobresalen los elementos fros y calientes, as como del comportamiento individual y de las relaciones sociales, ambientales y espirituales. Una concepcin y clasificacin (nosologa) de las diferentes patologas, coherente con la cosmovisin y concepcin de la salud y enfermedad. Caractersticas de la medicina tradicional mexicana.

Un conjunto amplio de procedimientos preventivos enfocado a la exclusin y control de los factores desequilibradores. Una serie de estrategias para diagnosticar las enfermedades y los desequilibrios. Y un conjunto de procedimientos teraputicos que incluyen la herbolaria, el uso de productos animales y minerales; diferentes tipos de masajes, punciones y aplicacin de calor y humedad; adems de la utilizacin de limpias y ensalmos. Fortalecimiento y desarrollo de la medicina tradicional mexicana y su relacin intercultural con la medicina institucional

Concepto de salud y enfermedad (Terapeutas tradicionales de Chiapas) Salud es cuando uno est contento, tranquilo, con respecto a los dems , come bien, regresa a su casa y platica con la familia, no siente dolores. Esta sano por que se porta bien en la tierra, entonces sus ancestros y Dios cuidan su espritu. Segn el comportamiento de cada persona lo recompensan en el cuerpo y en el espritu . Se entiende que hay enfermedad cuando no hay fuerzas, para trabajar, ni para comer, ni para platicar: hay dolores, ya no estn tranquilos, la persona quiere dormir y estar en la sombra. R.M. Lara y Mateos: Medicina y cultura Plaza y Valds, Mxico,1994.

2. Contenido

2.1 Antecedentes histricos reales (no de los invasores sino de los propios indgenas)

La medicina Tradicional Mexicana, tiene sus races en conocimientos sobre la salud y la enfermedad que los distintos grupos indgenas y mestizos de nuestro pas han acumulado a travs del tiempo.

Se fundamenta en una cosmovisin de origen indgena, que a lo largo de la historia ha funcionado como cultura madre, incorporando y ordenando elementos de otras culturas a su propio sistema.

Hay en este sentido, varios conceptos que arrojan luces y sombras del trmino medicina tradicional Concepcin de lo tradicional como esttico, cuando hay elementos dinmicos permanentes en juego Sesgo de estudios folcloristas, en el sentido de idealizacin y exotizacin de los saberes mdicos tradicionales y populares Descalificacin de la medicina tradicional como supersticin o charlatanera Falta de problematizacin de temas folclricos: eficacia pragmtica, eficacia simblica, eficacia grupal de la medicina tradicional.

El estudio de la medicina tradicional ilumina reas de malestar y sufrimiento que no forman parte del perfil de salud reconocido por la biomedicina

La entidad nosolgica (sndromes de filiacin cultural) funciona como marcador mltiple sanitario y asistencial histrico cultural epidemiolgico social y econmico Fuente: Paul Hersch

Consideramos que el uso del trmino medicina tradicional tiende, conscientemente o no, a la exclusin de prcticas, representaciones o de sujetos sociales, tanto desde una perspectiva emprica como terico-ideolgica (por esto) preferimos hablar de saber popular o de saber mdico popular que de medicina tradicional. E.L. Menndez: La enfermedad y la curacin. Qu es medicina tradicional? ALTERIDADES, 1994, 4 (7): 71-83. medicina tradicional o saber popular?

De acuerdo con Tulio Seppilli (1983) la medicina popular que constituye el ncleo del autocuidado/autoatencin, es un sedimento de formas culturales comportamentales y organizativas para la defensa de la salud . Para Eduardo Menndez, representa una apropiacin sinttica de saberes de diferente origen y extraccin, que reformula sus prcticas de atencin a la enfermedad a travs de relaciones directas e indirectas establecidas con la prctica mdica . (Menndez, 1984).

Constituye un ncleo de conocimientos ancestrales, de origen autctono y estrechamente ligado a la identidad indgena Se fundamenta en personal especializado, capacitado y reconocido socialmente Mantiene interacciones dinmicas con otros sistemas mdicos E integra, junto con otros sistemas mdicos, los variados saberes que constituyen el autocuidado de la salud No obstante, el trmino medicina tradicional alude a un campo distinto al de los saberes populares, en tanto:

Qu sentido tiene hablar hoy de la medicina tradicional? El estudio de la medicina tradicional es importante porqu: Permite conocer las modalidades que integran el sistema real de atencin. Es parte relevante de las prcticas de salud, incluyendo el autocuidado . Recupera conocimientos y prcticas que ofrecen recursos para la atencin a la salud. Eficacia pragmtica y simblica. Ofrece elementos etnoepidemiolgicos que son relevantes para la prctica clnica y de salud pblica. Constituye un acervo de saberes de importancia cultural e histrica , con connotaciones identitarias y de eficacia grupal.

Otros antecedentes de Medicina tradicional y saberes populares mdicos en Mxico son: Medicina prehispnica Medicina humoral Prcticas bantes (africanas) (esclavos, siglos XVI-XVII) Biomedicina, temprana y actual Otras influencias.

Las medicinas tradicionales coexisten con los sistemas mdicos occidentales en la mayora de los pases que poseen manifestaciones importantes de cultura mdica tradicional o popular.

Una historia alternativa de la medicina 2000 AC Come esta planta para curarte. 1000 DC Esta raz es demonaca mejor, reza para curarte. 1850 DC Rezar es solo supersticin. Mejor, bbete esta pocin. 1920 DC Esta pocin es veneno puro, mejor trgate esta pldora. 1985 DC Esta pildora no sirve, Tmate este antibitico. 2000 DC El antibitico te har dao, mejor come esta planta para curarte.

La investigacin sobre la medicina tradicional mexicana se basa en la versin impresa de 4 obras monumentales en 11 volumenes publicadas entre 1990-94 por el -en aqul entonces- Instituto Nacional Indigenista (hoy CDI). La edicin digital permite la consulta de: Diccionario Enciclopdico de la Medicina Tradicional Mexicana Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana La Medicina Tradicional de los Pueblos Indgenas de Mxico Flora Medicinal Indgena de Mxico.

Los estudios formales de la Medicina Tradicional Mexicana incluyen:

Causas de demandas de atencin recursos humanos recursos materiales Procedimientos mtodos diagnsticos y teraputicos conceptos de la medicina tradicional mexicana Es un trabajo realizado por un grupo interdisciplinario de investigadores (mdicos, etnlogos, antroplogos y bilogos) y cuya fuente central proviene de la literatura especializada.

Otro antecedente es el Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana Contiene 1,045 monografas de las plantas medicinales ms frecuentemente usadas en la medicina tradicional mexicana. Incluye datos taxonmicos, descripcin botnica, informacin etnobotnica y antropolgica, aspectos histricos e informacin experimental (qumica, principios activos, farmacologa, toxicidad). Fuentes: literatura especializada, informacin en herbarios y trabajo de campo aportada p(48 equipos regionales y ms de 350 mdicos tradicionales).

Los estudios de La Medicina Tradicional de los Pueblos Indgenas de Mxico incluyen 47 monografas sobre aspectos relevantes de la medicina tradicional de 56 pueblos indgenas de Mxico: datos generales de las regiones indgenas descripcin de los terapeutas tradicionales y causas de demanda de atencin ms frecuentes. La fuente de esta obra es producto del trabajo de campo de un equipo de investigadores, fundamentalmente antroplogos y etnlogos quienes aplicaron cuestionarios y encuestas a los terapeutas tradicionales y personas conocedoras del tema.

En cuanto a la Flora Medicinal Indgena de Mxico: 33 monografas de diferentes comunidades o regiones indgenas del pas. Versin en lenguas indgenas y en espaol. Generalidades culturales y/o ecolgicas de la comunidad o regin Fichas sobre su flora medicinal: ilustracin, descripcin botnica, localizacin geogrfica, datos sobre el uso medicinal y sobre las causas y sintomatologa de la enfermedad que curan. Las monografas fueron realizadas por ms de 230 terapeutas tradicionales indgenas (textos e ilustraciones)

Estos antecedentes se ven cada vez ms amenazados por la modernidad, por lo que terminamos este apartado con esta importante frase:

Por cada anciano sabio que muere, en las comunidades indgenas, es como si una biblioteca de libros incunables terminara en llamas.

2.2 La medicina tradicional de los pueblos indgenas de Mxico

Los captulos 17 y 26 del cuestionario de las Relaciones geogrficas del siglo XVI (Instruccin y Memoria de las relaciones que se han de hacer para la descripcin de las Indias, que su majestad manda hacer, para el buen gobierno y ennoblecimiento dellas) , que la corona espaola imprimi en 1577 y distribuy poco despus entre gobernadores, corregidores o alcaldes mayores, contienen las bases de lo que hoy podra considerarse el primer estudio a gran escala de la medicina tradicional mexicana; tambin, el primer intento de recoger informacin epidemiolgica en la totalidad del suelo novohispano. Expresadas as, ambas afirmaciones constituyen una exageracin y un anacronismo: para el siglo XVI no existe lo que hoy denominamos la "medicina tradicional mexicana" ni, mucho menos, la epidemiologa. Pero, aceptado esto, es preciso reconocer que una obra como La medicina tradicional de los pueblos indgenas de Mxico encuentra en las Relaciones geogrficas su antecedente metodolgico ms directo. Recordemos el contenido de lo que esos captulos piden que se interrogue:

"17. Y si es tierra o puesto sano o enfermo, y, si enfermo, porqu causa (si se entendiere), y las enfermedades que comnmente suceden, y los remedios que se suelen hacer para ellas". (...)

"26. Las yerbas o plantas aromticas con que se curan los indios, y las virtudes medicinales o venenosas de ellas."

Un repaso a la bibliografa sobre la medicina de los pueblos indgenas de Mxico nos convence de que la nada despreciable cantidad de trabajos producidos en lo que va del siglo XX obra, en buena medida, de la etnografa no contemplaba el propsito de obtener un panorama, a la vez general y razonablemente exhaustivo, de las ideas, las prcticas y los recursos puestos en juego para enfrentar las amenazas o los efectos de la enfermedad, el accidente, el desequilibrio o la muerte, en los 56 grupos distinguidos lingsticamente que habitan hoy en el territorio nacional.

La gran labor de los etngrafos estuvo en general referida a grupos o comunidades especficas, y la disparidad de los mtodos aplicados y de los productos obtenidos hara imposible que una antologa de esos trabajos nos ofreciera ese cuadro de conjunto que es uno de los objetivos pretendidos por nuestra obra.

En este sentido, nuestro trabajo recoge una de las lneas fundamentales establecidas en el siglo XVI (la otra, como afirmamos en la Introduccin del Diccionario enciclopdico de la medicina tradicional mexicana, que forma parte de esta misma biblioteca, es la desarrollada por fray Bernardino de Sahagn), muy pocas veces retomada despus, salvo en casos como el del Ensayo de geografa mdica y climatologa de la Repblica Mexicana de Domingo de Orvaanos, publicada por la Secretara de Fomento en 1889. Se trata, en buena medida, del mtodo de la encuesta directa que recoge opiniones de informantes clave, en nuestro caso alrededor de 2 000 mdicos tradicionales indgenas.

En el caso del Ensayo de geografa mdica... sta se origin en una iniciativa del general Carlos Pacheco, entonces secretario de Fomento de Porfirio Daz.

Pacheco orden que se efectuara en toda el rea nacional una encuesta que respondiera a los siguientes puntos:

1) condiciones climatolgicas en cada lugar de la Repblica; 2) estadstica y distribucin geogrfica de las enfermedades; 3) flora peculiar de cada enfermedad.

El cuestionario redactado por Gustavo Ruiz y Sandoval y Ramn Rodrguez Rivera fue enviado por el gobierno a las 2 863 municipalidades del territorio. Importa destacar el tipo de informante escogido, pues se trat de una consulta a las autoridades polticas, a las municipalidades, a las corporaciones cientficas, a los mdicos, a las personas de instruccin y de buena voluntad de todos los lugares del pas, lo que saban de climatologa, as como de geografa mdica (y de) aspectos relativos a razas.

Por alguno de los aspectos temticos y, sobre todo, por el carcter abierto de la consulta, la obra escrita por Orvaanos un texto y 43 cartas geogrficas recupera el procedimiento bsico desarrollado en la Instruccin y Memoria de las relaciones.

Es moneda corriente entre los estudiosos de la historia y de la literatura (independientemente de gneros y temas), afirmar que todo texto establece relaciones con otros que lo precedieron y que lo sucedern. Habra que aadir que las obras suelen emparentarse tambin con proyectos exitosos o frustrados, con escritos que nunca se publicarn, con itinerarios de investigacin rectificados, llenos de accidentes, contramarchas o destinatarios invisibles. Entre ambos niveles hasta donde nos es posible percibir se ha desarrollado este proyecto que ahora toma cuerpo bajo el nombre de La medicina tradicional de los pueblos indgenas de Mxico.

Si este texto se asocia de manera estrecha a los otros ttulos que conforman la Biblioteca de la medicina tradicional mexicana, no es menos directa su vinculacin con un libro recientemente aparecido el Herbario medicinal del Instituto Mexicano del Seguro Social. Informacin etnobotnica de Abigail Aguilar Contreras y colaboradores y con otras obras a las que aludiremos enseguida.

Quizs no resulte aventurado afirmar que, en ltima instancia, su gnesis puede ubicarse en las preocupaciones de un grupo de investigadores que trabajaron juntos o colaboraron frecuentemente a partir de los ltimos aos de la dcada de los setenta.

Los escenarios fueron el Instituto Mexicano para el Estudio de las Plantas Medicinales (IMEPLAM, convertido ms tarde en Unidad de Investigacin en Medicina Tradicional y Herbolaria, y, ms tarde an, en Unidad de Investigacin en Medicina Tradicional y Desarrollo de Medicamentos, ambas del IMSS), la Direccin General de Culturas Populares, diversas dependencias de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, el Departamento de Antropologa Social del INAH y el Instituto Nacional para la Investigacin de los Recursos Biticos (INIREB), principalmente.

El propsito de producir obras que sentaran las bases generales de la informacin sobre la medicina tradicional y sus recursos exiga, por una parte, la organizacin de equipos de investigacin y, por otra, una comunidad de intereses convergentes que hiciera posible el desarrollo de los proyectos.

Las obras producidas resultaron, casi siempre, colectivas, independientemente del hecho de que sean citadas bajo el nombre de su coordinador, director o autor principal. Esta lista incluye: Indice y sinonimia de las plantas medicinales y Usos de las plantas medicinales de Jos Luis Daz, Bibliografa comentada de la medicina tradicional mexicana (1900-1978) de Axel Ramrez, Plantas txicas de Mxico de Abigail Aguilar Contreras y Carlos Zolla, Flora medicinal mexicana. I. Plantas indgenas de Xavier Lozoya y Mariana Lozoya, los textos de Silvia del Amo y, sobre todo, el pequeo volumen titulado La medicina tradicional en Mxico. Experiencia del Programa IMSS-COPLAMAR 1982-1987.

Como se puede apreciar, todas estas obras recuperan la idea del inventario extenso (el texto de Lozoya y Lozoya, que slo estudia 14 plantas, formaba parte, en realidad, de un programa de investigaciones ms amplio), si bien es visible en ellas el predominio de los trabajos etnobotnicos y, en menor medida, de la bibliografa antropolgica.

En general, muchas de las obras etnogrficas han recogido datos sobre la medicina tradicional indgena sin que su estudio concreto constituyera el eje de los proyectos: as, es posible encontrar informacin relativa a ella dentro de apartados dedicados al ciclo de vida, a los sistemas de creencias, a los ritos y ceremonias o al uso de los recursos naturales.

La antropologa mdica, por su parte, aun interesndose en el proceso salud-enfermedad, en los mecanismos de la eficacia simblica o en los sndromes de filiacin cultural como los diversos estudios dedicados al susto, no ha producido una obra que d cuenta de la labor histrica de los pueblos indgenas para generar una respuesta sistemtica ante las amenazas o los efectos de la enfermedad, el accidente, el desequilibrio y la muerte, o, en otras palabras, un sistema mdico.

El cuestionario empleado para elaborar La medicina tradicional de los pueblos indgenas de Mxico distingua claramente cuatro secciones, dedicadas a interrogar sobre:

a) Los recursos humanos de la medicina tradicional indgena.b) Los procedimientos y mtodos diagnsticos y teraputicos.c) Las causas de demanda de atencin.d) Los recursos teraputicos (materiales y simblicos).

En cuanto al procedimiento expositivo, nos pareci pertinente distinguir dos grupos de datos y elaborar, en consecuencia, dos secciones, en lugar de cuatro: es decir, conservar separada la informacin sobre los recursos humanos (edad y sexo, formas de aprendizaje y tipos y denominaciones de los terapeutas, motivos de consulta o causas de demanda de atencin segn las distintas profesiones mdicas, etctera) de aquella otra relativa a las causas de demanda de atencin, a propsito de la cual se articulan diagnsticos y terapias, y se emplean determinados recursos materiales y simblicos. En otras palabras, las causas de demanda de atencin son el eje conceptual y expositivo de toda la obra.

Por qu ahora se elabora este estudio? La razn, nos parece, hay que buscarla no slo en la maduracin de tendencias acadmicas manifestadas desde hace casi dos dcadas, sino tambin en la importancia que en nuestros das han adquirido tanto la medicina tradicional como los pueblos indgenas.

Las investigaciones mencionadas anteriormente y los programas de extensin de cobertura hacia las zonas rurales e indgenas han puesto en evidencia tanto las difciles condiciones de vida de estos grupos como la rica y compleja cultura mdica existente.

Nuestro trabajo ha tratado, ms all de la aplicacin de ciertos instrumentos metodolgicos, de recuperar la voz de los informantes, de compendiar la palabra de los terapeutas cuando expresan los motivos por los que las poblaciones recurren a demandar sus servicios.

El estudio no pretendi determinar si esta medicina era efectiva o no, no verific experimentalmente las propiedades curativas atribuidas a los recursos teraputicos tradicionales ni, menos an, elabor una epidemiologa sociocultural. Pero, incluso cuando los propsitos hubieran sido stos, cremos necesario contar con una base informativa previa que diera cuenta de la visin de los propios mdicos tradicionales sobre los padecimientos y las terapias, que fuera un instrumento para los propios terapeutas indgenas, para quienes trabajan en salud con poblacin indgena y para los estudiosos del fenmeno de la medicina tradicional.

En trminos generales, la obra consta de tantos captulos como grupos indgenas existen hoy. Para elaborarla se tuvo en cuenta que en las fuentes oficiales (INEGI, INI, SEP) se reconocen 56 etnias determinadas conforme a criterios lingsticos. Algunas de ellas (nahuas, mayas, mixtecos, zapotecos) son numerosas y habitan en extensas regiones del pas; ms an, por efectos de la migracin, los lugares de residencia de muchos de estos grupos se han multiplicado. Otras, en cambio, constituyen pequeas poblaciones en las que la suma total de sus miembros llega a ser inferior a los 500 habitantes. Para dar cuenta de manera general del estado de la medicina tradicional en cada uno de los pueblos indgenas y, al mismo tiempo, recoger datos que permitieran apreciar las particularidades de su cultura mdica, era necesario disponer de una infraestructura significativa, detectar a los grupos de informantes, organizar y entrenar a los encuestadores y contar con la capacidad para el almacenamiento, procesamiento y anlisis de la informacin recogida.

En esto result fundamental la colaboracin de una gran cantidad de Centros Coordinadores Indigenistas (CCI) del INI, distribuidos en regiones indgenas clave del pas, y los contactos con los mdicos tradicionales de los diferentes pueblos indios, muchos de ellos animadores de los procesos organizativos que se viven actualmente. Tambin, por supuesto, la constitucin de un equipo central que deba no slo organizar la aplicacin de la encuesta, dar seguimiento a las tareas, recoger, procesar, analizar y redactar la informacin, sino tambin cubrir de manera directa aquellas zonas o pueblos en los cuales se careci del equipo institucional de los CCI.

Como el lector podr apreciar, la extensin de los captulos difiere (a veces, sensiblemente). Las razones son varias: en algunos casos, este hecho refleja la mayor o menor riqueza y complejidad de las medicinas indgenas locales; en otros, la cantidad y calidad de la informacin recogida por los encuestadores.

Si el lector compara esta obra con el Diccionario enciclopdico de la medicina tradicional mexicana, notar inmediatamente que una est hecha exclusivamente con material de campo, prescinde de bibliografa y omite las interpretaciones en beneficio de una exposicin llana; el Diccionario, en cambio, se elabor exclusivamente con material bibliogrfico, las interpretaciones son abundantes y los cruces de los datos que asocian trminos, prcticas y conceptos de diversa procedencia es un elemento estructural de la obra. Hemos resistido a la tentacin de completar un dato dbil, una informacin escueta pero de primera mano, con una fuente bibliogrfica confiable y mucho ms exhaustiva, salvo en casos excepcionales donde la informacin de campo reclamaba una precisin o aclaracin especfica.

Confiamos que al haber distinguido ntidamente estos dos procedimientos contribuyamos al trabajo de futuros estudiosos del tema, ofrecindoles un material original, desnudo de referencias secundarias, aunque importantes. Decida el lector si esto constituy un defecto o un acierto metodolgico.

Un comentario final: en el periodo 1989-1994 se desarroll un intenso proceso organizativo de los mdicos indgenas; muchos de ellos se encuentran hoy nucleados en las casi 60 agrupaciones que integran el Consejo Nacional de Mdicos Indgenas Tradicionales (CONAMYT); muchos permanecen al margen de las organizaciones. Pero, en casi todos, es constante una preocupacin que se expresa ms o menos as: cul ser el destino histrico de esta medicina (y de esta informacin), cul el inters de los jvenes por perpetuar las profesiones y las tradiciones mdicas de sus grupos de origen, cul, en fin, la posibilidad de uso de estos materiales para alimentar la memoria de los mdicos tradicionales (especialmente los analfabetas).

Estas cuestiones surgieron no pocas veces en el curso de reuniones y entrevistas de trabajo. Se nos deca con frecuencia: "Les pedimos que hagan libros sencillos para que los podamos leer nosotros". Y, con frecuencia tambin, contestbamos que nos pareca difcil escribir libros sencillos a propsito de una medicina compleja, como es la indgena. Naturalmente, no nos referamos a los procedimientos expositivos, y preferamos subrayar algo que nos parece sustancial: son contados los buenos trabajos que den cuenta de los mecanismos de aprendizaje de la medicina tradicional. Apelar a la frmula de que "esto se aprende por tradicional oral" puede resultar tranquilizador lo hemos hecho no pocas veces pero es demasiado vago y genrico. Insistir, en cambio, en que es necesario estudiar (y discutir) una "estrategia informativa" con los propios mdicos indgenas resulta, nos parece, crucial.

Quizs la conclusin de este trabajo sea que hay mltiples vas de acceso al conocimiento mdico y al del mundo real, en general y que hay que reforzar tanto los mecanismos de la transmisin oral, como los de la comunicacin escrita o audiovisual. Ello, conscientes de que hay otras vas que nuestra pedagoga ni siquiera vislumbra discutir: la adquisicin del saber en los escenarios del sueo y en el dilogo con los dioses.

2.3 Concepto antiguo de la dualidad Frio-Caliente

Categoras opuestas y complementarias que regulan estados del cuerpo humano y de sus componentes, as como diversos aspectos del hbitat y de la vida cotidiana del hombre. Dichos aspectos son: la alimentacin, las enfermedades y sus remedios, el ciclo de vida y la reproduccin, los fenmenos naturales, los colores de los objetos, los das de la semana y los meses del ao. Las categoras no se refieren necesariamente a la temperatura real de las cosas. En la mayora de los estudios hechos sobre la medicina popular mexicana, se identifica a este binomio como una herramienta terica usada por los curanderos para caracterizar a las enfermedades y prescribir remedios, la mayora de los cuales son plantas; sin embargo, existen estudios que cuestionan tal aseveracin.

El origen de la taxonoma fro-calor en Mxico es motivo de discusin entre los investigadores. Foster (1) propone que dicho binomio proviene de la teora humoral europea, y fue trado por los mdicos espaoles. Con el transcurso del tiempo, la dada segn el mismo autor se incorpor a la cultura popular de la Nueva Espaa. Sin embargo, la asimilacin popular de la teora europea de los cuatro humores no fue completa. sta contemplaba las siguientes categoras: fro, caliente, hmedo y seco. Las combinaciones posibles para determinar un estado patolgico, un recurso teraputico o un rgano del cuerpo eran: fro-seco, fro-hmedo, caliente-seco y caliente-hmedo. Adems, la teora mdica espaola presentaba las cualidades trmicas en cuatro grados de intensidad. Foster argumenta que los conceptos de seco y de hmedo, as como la estricta graduacin en cuatro intensidades, se perdieron cuando la doctrina humoral se incorpor a las prcticas mdicas populares. Este autor niega el origen americano de dicha taxonoma.

En oposicin a Foster, Lpez Austin, si bien reconoce la indudable influencia espaola en el actual sistema de fro-calor, sostiene su origen americano. La disertacin que hace parte de la cosmovisin prehispnica, donde el cosmos se encontraba dividido por un plano horizontal que separaba al gran padre, el cielo y el Sol, de la gran madre, la tierra; el primero abarcaba todo lo caliente, y la segunda (que inclua las lluvias y los aires) era concebida como fra (2 y 3). Los datos de la literatura etnogrfica actual sealan que esta dicotoma en el entorno natural del hombre sigue vigente. Adems, Lpez Austin retoma la argumentacin de Foster y plantea una interrogante, la cual constituye un poderoso argumento a favor del origen americano de lo fro y lo caliente: si el binomio fue introducido, y despus degener, perdindose las nociones de lo seco y lo hmedo, cmo es posible que tal degeneracin fuera tan perfecta y tan uniforme en todo el territorio de la Nueva Espaa?

Es necesario aclarar que actualmente la dicotoma fro-calor, si bien est ampliamente difundida a nivel nacional, no es usada por todos los grupos tnicos del pas. Por ejemplo, Felger (4) hace explcito que los seris no la reconocen.

Aparte de la no universalidad del sistema fro-calor en Mxico, aparece una serie de inconsistencias en su aplicacin. En la literatura se menciona con frecuencia la caracterizacin de la dada como una herramienta terica usada por los curanderos para determinar la prescripcin de plantas medicinales y otros remedios (5 a 10). Esta afirmacin presupone una uniformidad de criterios en la asignacin de la cualidad fra o caliente de los recursos teraputicos, por lo menos a nivel de comunidad, e indiscutiblemente a nivel individual. Sin embargo, esto no corresponde a la realidad. Foster (11) ha encontrado en Tzintzuntzan, Michoacn, una gran variabilidad, tanto entre los curanderos de dicho lugar, como a nivel individual, en cuanto a la asignacin de la cualidad de un remedio determinado. Es decir, no hay acuerdo en la naturaleza de un grupo de plantas entre los terapeutas tradicionales de Tzintzuntzan, y adems, un mismo curandero a veces designa una planta como fra, y otras como caliente. Basndose en sus observaciones, Foster ha agrupado los remedios vegetales de Tzintzuntzan en tres grupos: el primero consiste en aquellas especies sobre cuya calidad caliente hay consenso; el segundo grupo est formado por las plantas calificadas como fras por unanimidad; y el tercero se compone de todos aquellos remedios para los cuales no hay acuerdo. Es menester mencionar que este ltimo grupo concentra el mayor nmero de especies vegetales. Resultados similares obtuvieron Mathews (12) quien analiz las propiedades asignadas a ciento dos alimentos en una comunidad oaxaquea, y Alcorn (13) que realiz un estudio etnobotnico entre los huastecos. Otro trabajo relacionado es el de Rommney et al. (14), realizado en la ciudad de Guatemala, y en el cual se pretenda poner a prueba una tcnica estadstica para determinar el grado de uniformidad de las creencias mdicas de un conjunto de veinticuatro informantes. Los resultados de dicho estudio fueron los siguientes: los informantes dieron respuestas muy similares respecto delcontagio de veintisiete enfermedades; sin embargo, en lo referente a su naturaleza fra o caliente, hubo poca uniformidad.

Foster explica las contradicciones mencionadas de la manera siguiente: el binomio fro-calor juega un mnimo papel en la prescripcin; ms bien se recetan remedios de comprobada eficacia emprica, independientemente de sus supuestas cualidades fras o calientes. Es decir, la teora del fro-calor valida el tratamiento a posteriori, no a priori. Este argumento parece reforzarse por los reportes de otros autores, aparte de los ya mencionados, en investigaciones realizadas en Morelos, el Estado de Mxico, el Distrito Federal y la sierra mazateca, donde sale a luz que una enfermedad fra se cura con remedios calientes, y en ocasiones con remedios fros; lo mismo sucede, pero a la inversa, con enfermedades calientes (15 a 18). Adems, el lxico mdico popular tambin acua los trminos de cordial y templado, con igual referencia: una sustancia que no es ni fra ni caliente, o bien, que a veces acta como fra, y otras veces como caliente (19 y 20). La existencia de dichos trminos seguramente posibilita una gran versatilidad en la prescripcin de remedios.

En varias regiones del pas se reporta el siguiente proceso que conduce a un malestar: estar caliente y exponerse a lo fro (es interesante observar que casi no se reporta lo contrario: estar fro y exponerse a lo caliente) (10) (13) (21). El resultado de aquel proceso conduce a enfermedades de diversa ndole: por ejemplo, para los purpechas, deviene una dolencia fra, generalmente relacionada con problemas respiratorios (21), y para los huastecos, dicho proceso internaliza el calor, lo que provoca una fiebre muy caliente (13). Independientemente de las derivaciones del cambio de estado mencionado, es menester sealar que este mismo cambio es el que, en teora, devuelve la salud al individuo: es decir, para curar una enfermedad caliente la literatura reporta el tratamiento basado en elementos fros.

Algunos autores intentan traducir lo fro y lo caliente a conceptos usados por las ciencias naturales (biologa y qumica). As, Rojas Alba relaciona las plantas calientes con el ph bsico, un alto nivel de carbohidratos y la abundancia de vitamina C; mientras que las plantas fras presentan un ph cido, bajo contenido de carbohidratos y altos niveles de vitamina A, D, K y E (22). Este tipo de determinismo qumico est en contradiccin con los resultados obtenidos por Foster, Mathews, Alcorn y otros autores.

La coherencia de la taxonoma fro-calor no estriba en las asignaciones especficas, sino en la forma global en que opera sta. No obstante, es justo reconocer que existen ciertos sujetos con una asignacin invariante. Tal es el caso de las embarazadas, consideradas de naturaleza caliente en todos los grupos donde se reconoce la dicotoma (9 y 10) (15) (19).

Mathews, en su estudio sobre la clasificacin de alimentos, encontr que dichas categoras se mueven en varias dimensiones o contextos (12). Esta observacin no slo es vlida para la comunidad oaxaquea donde l trabaj, sino tambin para todos los lugares en donde opera tal sistema.

Al analizar la bibliografa sobre el tema, se detectaron siete contextos fundamentales vinculados entre s, que inciden en el mbito de la salud, a saber: a) la dieta, b) la causalidad de enfermedades y sus tratamientos, c) el entorno natural, d) las partes del cuerpo, e) el ciclo de vida, f) la representacin simblica y g) el calendario. Existe una octava dimensin, menos vinculada al problema de la salud, referida a ciertas prcticas agrcolas. Sin embargo, hay algunos sujetos de clasificacin que operan en ms de un contexto, y al pasar de uno a otro, pueden cambiar de cualidad. Una planta usada en la dieta presenta una cierta propiedad trmica, pero si se usa para tratar una determinada enfermedad, a esta planta se le puede asignar la "temperatura" contraria a la que tena en el marco de la dieta. Esta movilidad entre contextos posiblemente sea una de las causas de la antes mencionada variabilidad nter e intra informante, en cuanto a la asignacin fra o caliente.

En lo referente a la dieta, existe la idea en casi toda la repblica de que sta debe ser neutra; es decir, compuesta por elementos fros y calientes, de tal manera que el resultado final no se incline hacia una de las dos categoras (7 y 8) (10) (15 y 16) (23 a 25). Es en el tema de la dieta donde mejor se aprecia el concepto de equilibrio, en el cual la suma de los contrarios conduce a la anulacin del predominio de lo fro o de lo caliente. Ingham ilustra este principio con el siguiente ejemplo de Tlayacapan, Morelos, en donde una tpica comida de tres platillos consiste en arroz (fro), seguido de un segundo platillo que combina tanto elementos fros como calientes, y termina con frijoles negros (caliente). Todos los segundos platillos consisten en un alimento central inmerso en un medio de cualidad opuesta. Por ejemplo, la carne de res (caliente) se sirve en una salsa de tomate (fra), o bien en mole verde (fro); la carne de barbacoa (fra) se sirve en hojas de elote (caliente) (23). Adems de las combinaciones de alimentos, stos pueden cambiar de naturaleza segn el procedimiento empleado para cocinarlos. As, en Yucatn, aquellos alimentos preparados en el horno de tierra son fros, en cambio, lo que se cuece en una olla es caliente (2) (15).En cuanto a las enfermedades y sus remedios, la frmula de neutralidad, equilibrio o efecto de contrarios deja de operar con la misma fuerza que respecto de la dieta. Si bien predomina la idea de que un padecimiento fro debe curarse con un remedio caliente, y viceversa, aparece tambin el fenmeno de la semejanza o la afinidad; es decir, una enfermedad de cierta cualidad se cura con una planta de cualidades anlogas (15 a 17). Adems, se hace patente que los remedios de un cierto tipo presentan distintas intensidades; en este sentido se habla de lo fresco y lo tibio, es decir, elementos fros y calientes pero de menor intensidad. Como ya se ha dicho antes, este sistema de clasificacin no funciona en forma determinista. Sin embargo, si bien no hay asignaciones absolutas, s aparecen ciertas tendencias predominantes y regularidades en los datos etnogrficos. Los morbos que presentan erupciones en la piel, como el sarampin, la erisipela y los granos, son generalmente concebidos como una acumulacin de calor (10). Las enfermedades fras se refieren a distintos problemas respiratorios, como los catarros (21) (V. gripa), adems de algunos trastornos digestivos como ladisentera blanca y la flatulencia (estar "aventado") (16) (24). No obstante, a nivel digestivo, tambin se dan los males calientes, como la disentera con sangre (17) (25). Los sndromes de filiacin cultural ofrecen un patrn interesante, en donde una marcada tendencia es la relacin del mal aire con el fro, y del mal de ojo con el calor (ms adelante, al analizar los contextos de entorno natural y de ciclo de vida, se explicarn las causas de estas relaciones) (10) (26 y 27). En el caso del espanto, sucede un fenmeno diferente, puesto que algunos son fros y otros calientes (9 y 10) (24) (28) (V. susto). Esto no necesariamente se debe a sintomatologas distintas, sino ms bien a la causalidad; es decir, en qu lugar se asust el sujeto, y qu tipo de entidad provoc el espanto. El agua y las deidades asociadas a este lquido, como es el caso de algunos chaneques, provocan un espanto fro (V. espanto de chaneque). Lo anterior manifiesta componentes del contexto que se refiere al entorno natural. Cuando las categoras fro-calor se aplican a las fuerzas de la naturaleza, hay menos discrepancias entre las distintas etnias, as como entre sus integrantes. La luz solar est asociada con el calor (5) (7) (16) (19) (25) (29), mientras que el aire y el agua tienen relacin con el fro (5) (7) (24 a 26) (29 a 31). Estas nociones explican por qu el espanto de chaneque y el mal aire son enfermedades fras. Como ya se ha dicho, Alcorn encontr que los huastecos no le prestaban mucha atencin a la dicotoma fro-calor para la clasificacin de los vegetales. No obstante, insisti en preguntarle a sus informantes cmo llegaban a determinar la cualidad de una planta cuando no disponan de antecedentes previos. Ellos respondieron que si creca en la cima de un cerro, o bien en una zona talada o descampada, donde reciba sol, seguramente sera caliente; en cambio si la planta creca junto a un arroyo, seguramente sera fra (13). Esto ilustra la manera en que los mdicos populares pueden resolver un problema por ejemplo, el tratamiento de una enfermedad, encuadrado en un contexto recurriendo a la informacin con que se cuenta en otro medio. Tambin ilustra la forma en que los mdicos "tradicionales" recurren a la experimentacin, y por ende a la generacin de conocimientos nuevos, lo cual deja en entredicho su alegado tradicionalismo, entendido como la permanencia de creencias invariables que se transmiten de una generacin a otra.

Aquellos grupos que usan el sistema fro-calor para referirse a la constitucin del cuerpo humano, hacen hincapi en sealar que ambos elementos se encuentran alojados en distintos rganos. As, los mazatecosconsideran al hgado como un rgano caliente, y al estmago como un rgano fro (20). Investigaciones realizadas en el Distrito Federal sealan que tanto el hgado, como los riones y los pulmones son considerados calientes (15).

La concepcin acerca de la totalidad del cuerpo humano constituye un problema interesante. Si se parte de la idea de que dicho binomio opera fundamentalmente mediante el concepto de equilibrio neutro, entonces la totalidad del cuerpo debe ser templada (o cordial) por el efecto de los contrarios. Sin embargo, la literatura revisada muestra un panorama ms complejo. Al parecer, los seres humanos saludables no se encuentran necesariamente en un estado neutro. Para los zapotecos, la gente nace ya sea fra o caliente, cualidades preponderantes en sus vidas, ms all de los cambios de estado momentneos producidos por un trance morboso. Se dice que la gente caliente resiste mejor las enfermedades, pero esto no significa que la gente fra sea enclenque, o que tenga una baja esperanza de vida (32 y 33). Algo similar reportan Mellado et al. para Morelos, donde se cree que la gente nace con una naturaleza dbil o fuerte (33). La naturaleza dbil est asociada al fro, y la fuerte al calor. El caso ms ilustrativo de una predestinacin fra es la de los gemelos, quienes, por compartir una misma fuente de calor en la matriz, nacen descompensados y sus almas quedan siempre vidas de dicho calor (33). Por lo tanto, la curacin de una enfermedad fra, en un individuo de por s fro, no requiere, como comnmente lo reporta la literatura sobre medicina tradicional, un remedio tan caliente que regrese al paciente a un estado neutro, sino a un estado donde el equilibrio est cargado hacia lo fro. Este argumento, invertido, vale tambin para un individuo caliente.

La discusin anterior sirve para introducir el tema del ciclo de vida mencionado antes. Ms all de la predestinacin fra o caliente referida por algunos grupos, la cualidad de una persona puede cambiar, aunque sea por un periodo determinado. Aparte de los episodios de enfermedad que implican un cambio de estado, hay un evento fundamental en la vida de las mujeres que conlleva a un cambio de aproximadamente nueve meses de duracin: el embarazo. Como ya se ha dicho, una de las grandes constantes de tal clasificacin es sealar a las embarazadas como calientes (las mujeres que nacen excesivamente fras, son estriles). Una vez pasado elparto, la purpera no regresa a su estado "trmico" normal; en varias regiones del pas se dice que la purpera est fra, y para que recupere un cierto equilibrio ad hoc con su persona, debe baarse en el temazcal.

Entre los tzeltales y tzotziles se manifiesta claramente la idea del cambio de estado a lo largo de la vida. En estos grupos, la persona va acumulando calor mientras madura y asume ms responsabilidades. Debido a ello, el adulto es el mayor agente causal de mal de ojo (27) (34 y 35). Seguramente, la causalidad de este padecimiento en todo el pas est relacionada con una concepcin que los tzotziles y tzeltales hacen explcita, pero que slo subyace al discurso mdico de otros pueblos de Mxico: el calor aumenta con la edad. Pareciera haber una relacin metafrica entre la vida del individuo y el aumento perceptible del calor solar en el transcurso del da. Adems, el incremento calrico con la edad puede vincularse con otra concepcin difundida en el pas, la cual considera que el trabajo en la milpa calienta a la persona. Ser responsable de una milpa es un trabajo propio de adultos, adems de considerarse la actividad productiva vital en el medio rural mexicano.

En lo tocante a la representacin simblica de las categoras, se considera que lo caliente representa la masculinidad, mientras que lo fro est asociado con lo femenino. Adems, el calor se vincula con colores oscuros, como el rojo y el negro; lo fro se representa mediante el color blanco. Algunos autores reportan que tanto el azul como el verde claro son colores cordiales (16).

Aunque el contexto referente al calendario es el que presenta los datos ms incompletos, su anlisis resulta importante. Entre los nahuas de Tecospa, Estado de Mxico, los martes y viernes son das calientes; asimismo, se considera que tambin lo son los meses de noviembre, diciembre, enero, marzo, abril y mayo; los primeros tres porque coinciden con las heladas, un elemento caliente ya que quema las plantas, y los ltimos tres porque es cuando se siente ms calor. Los meses de febrero y junio son templados, y la cancula, del 16 de julio al 29 de septiembre, se considera una poca fra, con abundancia de enfermedades (16).

Finalmente, existe un contexto en el cual se usa la dicotoma fro-calor, pero tiene relacin indirecta con la salud y es referido esencialmente a la preparacin del suelo para uso agrcola. A juicio de los campesinos tlaxcaltecas, los fertilizantes qumicos son fros, mientras que el estircol es caliente. Para aplicar correctamente el abono, los agricultores mezclan los fertilizantes con el estircol, para no alterar la cualidad del suelo hacia uno de los dos polos. En este caso, al igual que en el de la dieta, opera el equilibrio neutro basado en la eliminacin de contrarios, posiblemente porque el enriquecimiento del suelo es visto como una alimentacin proporcionada a la tierra (36).

2.4 Sistemas teraputicos nativos

La realidad etnogrfica en las regiones nahua de Mxico nos obliga a anclar este .. mdico-teraputico en la prctica cotidiana contempornea. Es decir, reconocer la relevancia moderna de la antropologa como menciona Franz Boas:durante todo el tiempo se crey que la antropologa no poda hacer ms que informar sobre las curiosas costumbres y creencias de gentes extraas: o a lo ms, trazar sus relaciones y as aclarar las primeras migraciones de las razas del hombre y las afinidades de la gente

En lneas anteriores se indic que los nahuas atribuan la enfermedad a cuatro diferentes causas: al castigo divino; la influencia de los signos calendricos, presididos siempre por una deidad; a los poderes de brujos y hechiceros, y a las patologas orgnicas naturales.

Correlativamente, los sistemas curativos indgenas abarcan esa cudruple etiologa, aunque no necesariamente se den cuatro teraputicas. De hecho hemos encontrado tres sistemas: el natural, el psicorreligioso, y el mixto. Son pocos los datos que conocemos acerca de la investigacin y experimentacin mdica y acerca de los mtodos nativos para diagnosticar la enfermedad; pero, como afirma Lpez Austin acerca de la teora mdica de los nahuas, se puede hablar de un cuerpo doctrinal de estos conocimientos.

Cuando un hombre nhuatl caa enfermo, la primera medida que haba que tomar era distinguir la causa de su enfermedad: diagnstico que descansaba noen la observacin de los sntomas, sino en la adivinacin. Para hacer esto, el curandero arrojaba algunos granos de maz sobre un trozo de tela, o en un recipiente lleno de agua, y segn el modo como caan los granos, en grupo o dispersos, o la manera como flotaban sobre el agua, o por el contrario se iban alfondo, sacaba sus conclusiones.

Segn Jacques Soustelle, el nahualismo en el sentido actual de la palabra, sea probablemente un fenmeno relativamente reciente, en aquel tiempo se engloba bajo el nombre de tonalli, tanto el genio (carcter) particular de cada uno cuanto su buena fortuna y su estrella en el sentido de suerte determinada de antemano.

La enfermedad reciba el nombre de nitic mocomalta in atonahuiztli, que literalmente significa la fiebre acutica se hace bazo en mi interior. Exista en la antigedad una planta llamada tlacopatli, usada en contra de las enfermedades para fortalecer y reanimar al individuo. Hacan collares de cuentas con esta planta, las ponan a los nios para debilitar la enfermedad y los especialistas para devolver el tonalli, aplicaban la raz a la mollera (fontanela) de los menores. Es extrao que una planta maloliente alojara o trajera a la entidad anmica que apeteca objetos aromticos.

Tambin se recurra al cactus sagrado, peyote, como una planta que conduca a revelar la causa de la enfermedad, es decir, la magia que la haba originado y la identidad del hechicero. La denuncia que estos orculos lanzaban contra un individuo se tena por indiscutible: de ah arrancaban los rencores y los odios inextinguibles entre los familiares del enfermo y los supuestos hechiceros.

La capacidad del tonalli no poda ser puesta en duda, puesto que una parte de la fuerza vital de los hijos de los nobles era dejada como prenda en el calmcac(escuela), en tanto los nios cumplan la edad suficiente para ingresar al temploescuela.

Una de las caractersticas ms del tonalli era que poda ser introducido en un ser vivo que no fuese su anterior poseedor, as se revitalizaba al nuevo dueo, quien vea incrementada su fuerza.

El cabello era considerado un recipiente de fuerza, que formaba una capa protectora en la cabeza, impidiendo que se saliera el tonalli; se usaba como materia mdica, y dandolo se daaba a la persona de la que el cabello se haba cortado o desprendido. Como cobertor de la cabeza que impeda la salida del tonalli el cabello se dejaba crecer; a los nios enfermos o se les hacan cortes en forma de serpientes, cuyo significado mgico no es del todo claro.

Correlativamente, una de las penas ms severas era cortar totalmente el cabello de los delincuentes, con lo que se les exponan a la prdida del tonalli.

Lpez Austin menciona que las ausencias normales del tonalli sera el estado de inconsciencia, la ebriedad, la enfermedad y el sueo. Es muy peligroso despertar sbitamente a quien duerme, porque se puede provocar un espanto,esto es la prdida de la sombra.

El espanto, segn Fernando Bentez, es una enfermedad endmica que hace estragos entre los indios mexicanos. Este mal se contrae fcilmente, basta Ibdem, que una mujer o un hombre se caiga en el ro, resbale en un grieta, afronte el peligro de una rama desgajada o el ruido de la cada de un rayo. Los nios son los que con mayor frecuencia pierden el alma o tonalli. Durante sus juegos se caen y sin darse cuenta se les sale el alma y lo dejan tirado en el suelo, porque el alma es un objeto perdidizo, como las monedas, las canicas que guardan en su bolsa.

Para saber si un nio enfermo haba perdido su tonalli, la curandera lo sostena por encima de un recipiente lleno de agua y miraba en l como un espejo mientras invocaba a la diosa del agua.

Cuando la madre del nio o el hombre que han dejado tirado el alma advierten su prdida y saben el lugar donde se les extravi, y pueden recobrarlo mediante un conjuro, pero si el conjuro se les olvidara o ms tarde la aparicin de la enfermedad les hace ver que tienen como causa la prdida del alma, deben llamar al curandero porque es el nico capaz de recobrarla y de devolverla al almario vaco.

Se dice que la sombra alejada de los sueos visita sitios habitados por los muertos y los Dioses, lugares a los que el hombre no puede llegar normalmente, y que en los viajes es posible que la sombra sea capturada. Esto puede ser interpretado como el peligro del viaje del tonalli por el exterior del cuerpo en el momento en que las fuerzas de la oscuridad han dominado transitoriamente el mundo; la entidad anmica queda totalmente desprotegida y no puede regresar al cuerpo.

En cuanto a la prdida del tonalli, que supone enfermedad o muerte en el individuo, deben distinguirse la salida que causa la enfermedad, a la postre la muerte y la salida de la entidad anmica como consecuencia de la muerte. Estopoda deberse a una violencia fsica, como la de cortar los cabellos protectores de la mollera, o a la sbita impresin del miedo. La forma ms comn era el susto lo que significaba el espanto.

Ruy Prez Tamayo seala: la forma muy generalizada de la prdida del alma es la enfermedad llamada susto, espanto, pasmo y otras maneras ms de referir a sntomas parecidos llamarlas en diferentes localidades. El susto afectaa miembros de distintas comunidades, tanto indgenas como mestizos, rurales ourbanas, ricas y pobres, y lo pueden presentar nios o adultos y aunque afecta a ambos sexos, parece ser ms frecuente en mujeres. Los sujetos afectados por susto muestran muy diversas formas de la prdida del alma, pero en general, todos exhiben insomnio, debilidad, apata, falta de apetito, desinters en el vestido y en la higiene personal, depresin y no pocas veces, tendencia a la autodestruccin. En muchos casos el episodio que desencadena la enfermedad es un verdadero susto, o sea un miedo repentino ocasionado por alguna fuerte impresin, como un accidente que pone en peligro la vida del sujeto mismo o de algn miembro cercano de la familia.

En ciertas sociedades, el sndrome del susto aparecer como consecuencia de un episodio en que el individuo es incapaz de cumplir con las expectativas de su propia sociedad para el papel con que se ha integrado a ella.

Aunque todas las personas de una sociedad crean en el concepto de la prdidadel alma y su consecuencia patolgica, no todos los miembros de esa sociedadsern vctimas de este tipo de enfermedad. Se supone, entonces, que las personalidades individuales actan como variables contingentes. Es decir, si dos miembros de la sociedad, apareados en relacin con edad y sexo, no son capaces de cumplir adecuadamente con las expectativas de la sociedad, uno puede responder ante la percepcin de su incapacidad adoptando el papel de enfermo, o sea sufriendo susto, mientras que el otro puede adaptarse de manera distinta; por ejemplo, expresando enojo generalizado o desplazando su hostilidad. Adems, entre los que se enferman de susto, la gravedad, la cronicidad y la frecuencia de los episodios variarn sistemticamente con respecto a circunstancias sociales y de personalidad.

Independientemente de que la religin, la magia y la observacin de la naturaleza proporcionaran ms o menos caudal de medios para combatir la enfermedad, la muerte y el dolor, el conjunto de conocimientos adquiere una sistematizacin que deriva de principios tericos, en ocasiones de naturaleza religiosa, o surgidos de la cosmovisin, o tambin de procesos naturales observados, reales o de falsa apreciacin, que otorgan a las ideas, procedimientos y nociones la calidad de cuerpo. Estos principios permanecen en la cultura mdica popular, pues no fueron registrados despus de la conquista.

2.5 El sistema de prcticas mgicas

La teraputica psicorreligiosa

Consiste en una amalgama de invocaciones, oraciones, conjuros, etctera, a los espritus y divinidades, o a las plantas, animales o minerales, junto con una serie de gestos y prescripciones rituales, pero sin ingestin de medicamento alguno. Es un tratamiento curativo psicolgico y religioso, que algunos llaman mgico.

Para la mayor parte de los cronistas tempranos, sobre todo los frailes, esta teraputica era mal vista por considerarla de alguna manera idoltrica o supersticiosa. Por estas mismas razones, algunos de ellos ni siquiera la mencionan, o bien la entremezclan y prejuzgan. Con todo hemos encontrado algunos datos vlidos que comprueban la existencia de este mtodo curativo, en el que lo ms importante es la creencia en los poderes divinos y en los gestos de sus mediadores.

Para ilustrar la variedad de procedimientos que caben dentro de esta teraputica, indicamos los siguientes casos de: invocaciones, conjuros, mandas, limpias, soplos, extracciones y tactos.

Invocacin.

Hay un ejemplo claro: los nahuas sufran de la peste y acuden a Tezcatlipoca para que se la quite:Gran destruccin y grande estrago hace ya la pestilencia en toda la genteEs posible que vuestra ira y vuestro castigoha de proceder hasta llegar al cabo de nuestra destruccin?...Ya los nios chiquitos perecen de hambre..., padecen por los pecados de sus padresSeor nuestro humansimo, piadossimo, nobilsimo, preciossimo, baste ya el castigo pasado

Hernando Ruiz de Alarcn, nacido en la segunda mitad del siglo XVI, cita el texto nhuatl y la traduccin de un conjuro para acabar con el dolor de cabeza: Llamados para el dolor de cabeza, lo que hacen [los ticita] es apretar con las manos la cabeza doliente, y esto hacen a todo gnero de dolor, y apretndola dicen este conjuro: Ea ya, acudid los de los cinco hados, que todos miris hacia un lado, y vosotras diosas Quato y Caxoch: quin es el poderoso y digno de veneracin que ya destruye a nuestro vasallo? Yo soy el que hablo, el sacerdote, el prncipe de encantos. Por tanto hemos de dar con l [el dolor] en la orilla del mar y hemos de arrojallo en ella.

Diciendo este conjuro, siempre le est apretando las sienes, y en acabado el conjuro le da con su aliento en la cabeza a modo de saludar, y con esto dice queda hecha la cura.

A continuacin el mismo autor seala otro conjuro, al que se aade una aspersin o, en su lugar, una sahumada en la cabeza con la yerba yautli, que en castellano llaman yerba aniz (sic).

Mandas:

Es significativo un ejemplo que cita fray Diego Durn. Cuando los nios enfermaban, sus madres los ofrecan a Tezcatlipoca, a quien prometan que sushijos vestiran las insignias de este dios para obtener as la salud de sus criaturas.

Describe Durn a Tezcatlipoca en su templo, y prosigue con lo que viene al caso: de donde suceda que todas las mujeres que tenan nios enfermos luegoacudan a este templo ofreciendo estos nios a este dios. Traanlos ante los sacerdotes, los cuales tomaban los nios y poninlos el traje y insignias del dolo, que era enbijallos con el betn del dios y emplumarles la cabeza con plumas de codornices o de gallinas, conforme a lo que usa la devocin de los cristianos de ofrecer los nios a los santos de las rdenes echndoles el hbito de santo Domingo o de san Francisco o de san Agustn. De lo cual queda avisado el celoso de la honra del dios que todas las veces que viere a los nios destos indios emplumadas las cabezas, sepa que estn ofrecidos a este dolo y cumplen el voto que su madre hizo de traello enbijado y emplumado.

Sahagn proporciona otro ejemplo:Oh Dios que os llamis Titlacauan, hacedme merced de me relevar y quitar esta enfermedad que me mata, que yo no har otra cosa sino enmendarme; si yo fuese sano de esta enfermedad, hgoos un voto de os servir y buscar la vida, y si yo ganare algo por mi trabajo yo no lo comer ni gastar en otra cosa, sino que por os honrar har una fiesta y banquete para bailar en esta pobre casa.

Ya se ha mencionado, al tratar de los conjuros, el soplo que hace el ticitl a quien sufre dolores de cabeza, lo mismo que el tacto cuando le aprieta la cabeza, y esto hacen a todo gnero de dolor.Extraccin.

En este tipo de teraputica es de pensarse que prevalece el efecto psicolgico sobre el religioso propiamente dicho. Es una metodologa muy generalizada, an en nuestros das, en las regiones campesinas. Se citan al respecto estos textos de Sahagn: El que est enfermo llama a la sacadora de cosas para que le saque lo que tiene. Ella primero mastica ajenjo [estafiate] y con este roca y restriega al paciente. En seguida lo va sobando con la mano. De los lugares que va sobando va sacando cosas, ya un pedernal, ya un pedazo de obsidiana, ya un papel, ya un fragmento de pino [ocote], o cualquiera otra cosa. Cuando ha sacado esto, algunos sanan con ello, pero otros no sanan.

La chupadora es aquella que cuando un niito enferma del pecho, luego le chupa con ajenjo. Le chupa ya sea sangre, ya sea podre, con la cual unos sanan y otros no sanan.

Las limpias.

Es una teraputica prehispnica muy poco estudiada en los documentos antiguos. Las limpias con hierbas para extraer a estos seres (los malos aires) estn abundantemente registradas en las fuentes que se refieren al Mxico prehispnico.

Algunos indicios de las limpias con hierbas ofrece Sahagn cuando escribe que la parturienta va al temazcalli a donde est y donde cura y ayuda la abuela, que es diosa del temazcalli, que se llama Yoaltcitl. Y contina Sahagn: Y porque es costumbre que los que se baan, los hieran las espaldas con hojas de maz cocidas en la misma agua del bao, esto mandaba algunas veces la partera que no se hiciese, cuando se baaba la preada

De este texto se infiere que ordinariamente todos aquellos que entraban a baarse en el temazcalli, se azotaban el cuerpo con hierbas, pero no siempre hacan esto las parturientas.

Ahora bien, la diosa de los temazcales se llamaba Temazcalteci, o Yoalticitl, o simplemente Toci, o Tzapotlatenan, y era la diosa de los temazcales y de las medicinas, la madre de los dioses y la diosa de los mdicos, cirujanos, sangradores, parteras, adivinos, etctera. Esta diosa se festejaba en el undcimo mes, llamado Ochpaniztli, que era la fiesta del barrido y limpieza general de la casa, de los caminos, de las acequias, de todo. Y la insignia de esta diosa era una escoba. Es de notar que esta doble limpieza la del cuerpo en el temazcal y la del barrido no solamente tenan un sentido higinico, sino tambin teraputico y ritual.

De todo lo dicho se concluye que se trataba de una fiesta de purificacin general de las casas, de las calles, del pueblo, de las mismas personas, y que era cuestin de un rito antiguo. Por consiguiente, es posible inferir que aqu embonaban perfectamente las limpias no slo de enfermedades materiales, como expresamente se apunta, sino tambin de la conducta humana en general.

Es el simbolismo de las escobas para el aseo total, y el de las yerbas curativas y rituales con que se estregaban el cuerpo en los temazcales.

La teraputica mixta

Este sistema emplea y conjuga las dos teraputicas mencionadas antes; es decir, utiliza los medicamentos naturales a base de substancias vegetales, animales o minerales, y adems elementos de tipo psicorreligioso. Se trata, pues, de un sistema sincretista en el que influyen eficazmente substancias naturales, creencias religiosas y factores psicolgicos.

El siguiente relato de Durn ejemplifica bien esta teraputica mixta. Para honrar a Tezcatlipoca los sacerdotes preparaban una pasta en la que entraban yerbas como el picietl y el ololiuhqui que son anestesiantes y substancias animales sabandijas, escorpiones, cienpis, araas. Con esto se embijaban el cuerpo dichos sacerdotes, y esto mismo servia de ofrenda alimenticia al dios.

Durn contina: Tambin servia esta medicina o betn para curar los enfermos y los nios, para lo cual le llamaban medicina divina. Y as acudan de todas partes a las dignidades de este templo como a saludadores para que les aplicasen la medicina divina, y as los embijaban con ella la parte enferma y donde sentan dolor, y sentan notable alivio. La causa es, a lo que a m me parece y como lo he persuadido a muchos destos naturales, que con extraa fe y confianza lo han usado en sus enfermedades, que como el picietl y el ololiuhqui tienen extraa virtud de desvanecer y almadiar, que aplicado por va de emplasto amortigua las carnes, y esto slo por s, cuanto mas-curando estos sacerdotes con este betn o ungento y untndoles el cuerpo...pareciales efecto de improviso y cosa celestial. . .

Otro ejemplo lo proporciona Ruiz de Alarcn, utilizado en la segunda mitad del siglo XVI, aunque su libro lo escribi en 1629. En el ejemplo que se cita intervienen dos plantas y un conjuro: Cuando la cabeza est hinchada le aplican el piciete con la raz del chalalatli, acompandole este conjuro: Yo el sacerdote, prncipe de los encantos, pregunto en qu lugar est lo que ya quiere destruir mi cabeza encantada. Ea, ven, t, nueve veces golpeado, nueve veces estrujado, que hemos de aplacar mi cabeza conjurada, que la ha de sanar la colorada medicina la raz chalalatli. Para ello aclamo, invoco al viento fresco para que aplaque mi encantada cabeza. A vosotros digo, vientos: habis trado lo que ha de sanar mi cabeza encantada? Dnde se habr ido, dnde estar escondido? Dicho este conjuro concluye Alarcn le sopla con el aliento la cabeza cuatro veces, como suelen hacer los saludadores en Castilla.

Aqu podra situarse, quizs, el sentido profundo de las festividades religiosas, en las que intervenan las invocaciones, los sacrificios, los augurios, las comidas rituales, tanto con fines propiciatorios, como con intereses teraputicospsicosomticos.

No pocos autores, en efecto, han considerado la teraputica mixta y la psicorreligiosa, como las ms importantes en las culturas indgenas, en general, y en el mundo nhuatl en particular.

3.La herbolaria en Mxico

Antecedentes La Zoofarmacia: con frecuencia se dice que el saber que un pueblo posee sobre plantas medicinales es ancestral y emprico, y que se ha transmitido de generacin en generacin desde hace muchos siglos ; sin embargo, esta definicin elude discutir el origen de tal conocimiento.

La especie humana corresponde al Homo sapiens (el homnido que sabe que sabe).

La nuestra es una especie animal que ha aprendido durante un largo y complejo proceso evolutivo. Descendiente de otras especies de mamferos, el hombre ha adquirido conocimiento al igual que sus antecesores en su interaccin con el medio circundante. De ah que el estudio del comportamiento de otras especies animales ayude a descubrir los mecanismos y las formas en que se construye el saber sobre la utilidad curativa de las plantas que nos rodea.

En el origen de la experiencia humana, la seleccin y el uso de vegetales curativos y alimenticios debieron de producirse mediante un mecanismo espontneo de ensayo y erros, tambin propio de los primates y de muchos otros mamferos: lo que no mata alimenta, si es que sobrevive alguno para recordarlo e informarlo a los dems. Los antecesores de los seres humanos, en las ms diversas latitudes del planeta, aprendieron, hace millones de aos, que las yerbas agrias provocan el vmito, que las ortigas irritan la piel, que el jugo de los rboles lechosos cauterizan las heridas, que los muclagos pegajosos de las plantas suculentas refrescan el cuerpo golpeado , que los aromas de las flores tranquilizan y provocan el sueo. Recientemente, algunos cientficos se han dedicado a estudiar el comportamiento de los primates y han descubierto que los chimpancs salvajes de algunas regiones de frica, cuando se sienten enfermos del estmago, mastican hojas de una planta especfica, la Aspilina mossambicensis.

Al despertarse, una o dos horas antes de ingerir sus alimentos habituales, si se sienten enfermos, estos animales seleccionan cuidadosamente las hojas maduras de dicho arbusto y mastican un puado, lentamente, antes de tragarlas, durante un par de das no comen otra cosa que estas hojas; despus al sentirse recuperados, reanudan su alimentacin habitual con frutos, semillas y otros productos de su ambiente ecolgico.Estos estudios han dado origen a una nueva disciplina la zoofarmacia ; es decir el estudio de las formas en que los animales eligen los recursos para curarse cuando se hallan enfermos.

habr sido sta la forma como aprendi tambin el hombre a identificar las plantas curativas, en el origen de su desarrollo como especie?

Fuera por imitacin de otros animales o mediante ensayos ms complejos, el hecho es que el ser humano ha hecho uso de las plantas medicinales prcticamente desde el origen mismo de su historia.

Hay evidencia arqueolgica segn la cual los primeros habitantes del actual territorio mexicano, hace muchos aos miles de aos, ya cultivaban y seleccionaban plantas medicinales.

La Arqueobotnica

Tambin la arqueologa sirve para conocer la forma en que los seres humanos han adquirido y preservado el conocimiento sobre las plantas medicinales en el pasado.

En la parte de Mesoamrica que hoy denominamos Mxico, el hombre lleg hace unos 2 000 aos, segn lo prueban restos arqueolgicos. Decimos lleg porque hasta la fecha los estudiosos del tema, opinan que el hombre primitivo se desplaz desde Asia a travs del estrecho de Bering y pobl el continente americano de norte a sur.

Ese hombre nmada, recolector de plantas y alimentos, cazador de animales, recorri durante milenios el territorio americano y estableci grupos de sedentarios que se desarrollaron en diversos lugares, hasta dar origen mucho despus a lo que llamaramos culturas americanas.

La ciencia que estudia el uso que aquellos seres humanos les dieron a las plantas, la arqueobotnica, ha descubierto en territorio mexicano restos de plantas medicinales y alimenticias en asentamientos humanos de casi 5000 aos de antigedad.

En el sitio llamado Loma de Teremote, en Cuauhtitln,el actual Estado de Mxico vivieron hace miles de aos grupos de agricultores en aldeas de cuyas casas, patios y huertas se han encontrado ruinas. En algunos edificios se han encontrado fogones, patios, y unos curiosos hoyos cavados en el piso que cumplan la funcin de graneros subterrneos . cuando estos graneros se infestaban se rellenaban con desechos domsticos, lo cual los convierte en verdades basureros de la prehistoria.

En esas cavidades se ha podido identificar semillas de diversas plantas, lo que ha permitido datar la antigedad del uso de algunas especies botnicas que an hoy son perfectamente conocidas y usadas: tomate, de bolsa, amaranto, y la cha; los campos de cultivo como epazote y papita comestible se identificaron en medio de malezas. De las plantas obtenidas por recoleccin han sido reconocidas el tejocote, el nopal, el girasol y la verdolaga.

Algunas semillas de las plantas antes mencionadas han quedado preservadas en coprolitos, materia fecal humana petrificada que demuestra sin duda que esos vegetales eran comidos por el hombre, hace muchos miles de aos.

Estos hallazgos han permitido conocer la dieta alimenticia de los ms antiguos pobladores de Mxico, y sobre todo, saber cules son las especies botnicas que ellos seleccionaron poco a poco y heredaron a los pueblos de la posterior civilizaciones mesoamericanas.

LAS MEDICINAS MESOAMERICANAS En la regin mesoamericana florecieron grandes civilizaciones que compartieron elementos comunes en su desarrollo y organizacin social y configuran, en muchos sentidos, una unidad histrica y cultural.

El trmino Mesoamrica se refiere al territorio comprendido entre la mayor parte del actual Mxico y el que integran Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador. En esta regin hubo una vertiente de pueblos autctonos que puede ser analizada como un mismo conjunto ideolgico.

La medicina de Mesoamrica tuvo su propia raz y evolucin, pues se basa en conceptos especficos sobre la estructura del mundo y el origen de la vida, es decir, en una cosmovisin particular.

Los antiguos habitantes de este territorio imaginaron que el mundo era un enorme cubo; a la mitad de ese cubo imaginario estaba una plataforma rectangular habitable por el hombre, donde ubicaban la tierra propiamente dicha con sus montaas, plantas, animales, ros y lagunas, rodeada por el mar. Esa agua de mar se elevaba en el lejano horizonte hasta formar cuatro inmensas paredes azules que llegaban al cielo, concebido ste como la tapadera del cubo. El techo celeste era sostenido por cuatro enormes rboles, uno en cada esquina del cuadrado terrestre. Haba un mundo subterrneo, la regin por debajo de la plataforma de tierra habitable, ue tena nueve pisos o niveles fros, donde se formaban las nubes, naca el agua y habitaban seres acuticos en la oscuridad; por encima de la plataforma habitable imaginaron trece niveles celestes o cielos donde nacan la luz, y el calor, y por donde viajaban las estrellas, el sol, la luna y muchos otros seres de la mitologa mesoamericana.

En el mundo la enfermedad se conceba como el resultado de la accin de seres que habitaban los pisos celestes y el inframundo y que a travs de los elementos de la plataforma terrestre, (vientos, agua, sol, polvo, alimento, animales, etc) provocaban un desequilibrio en el cuerpo del hombre, la enfermedad era el resultado de la prdida del equilibrio corporal, que se mantena gracias a la dualidad de los elementos vitales: el color y el fro, la luz y la oscuridad, lo seco y lo hmedo, arriba y abajo etc. La medicina se ocupaba, en esa cosmovisin, de ayudar al enfermo a recuperar el equilibrio perdido,. Las plantas medicinales eran los recursos ms socorridos para lograr el efecto buscado. Esas plantas se utilizaban de muy diversas formas a manera de emplastos, para aliviar trastornos a travs de la piel; como pcimas elaboradas, para ser bebidas con variados ingredientes animales y vegetales; como sahumerios y vaporizaciones en los baos, como ungentos y parches.

Los habitantes de Mesoamrica contaron con una medicina notablemente organizada , con mdicos que dominaban diversas especialidades, ya fueran cirujanos, parteros, hueseros yerberos, y muchas otras, haba escuelas donde los jvenes aprendan el arte de curar y mercados de plantas medicinales donde el pueblo poda consultar a los mdicos y adquirir los remedios.

Son muy pocos los vestigios conocidos respecto a la forma en que guardaban su informacin sobre las plantas curativas. Hacan dibujos en cdices y pintaban murales con las plantas ms importantes, sealando sus nombres y efectos curativos. Unas cuantas plantas medicinales pueden an ser reconocidas en algunos murales de las ruinas arqueolgicas propias de las culturas mesoamericanas.

EL MURAL DE TEOTIHUACAN Los arquelogos mexicanos Pedro Armillas y Jos R. Prez descubrieron en 940, el mural en los lmites de la antigua ciudad de Teotihuacan.

Segn el mito, el agua existe all en eterna abundancia, lo que permite exuberante proliferacin de plantas alimenticias y medicinales crecidas a las orillas de un gran canal de agua dulce, que se origina en un manantial alimentado desde el interior de la tierra por los Tlaloques, pequeos ayudantes del dios acutico habitan en lagunas y esteros. En el Tlalocan viven tambin ranas, tortugas, y peces, todos ellos animales servidores del dios acutico que alegran el lugar.

Al Tlalocan llegan los hombres despus de la muerte, los muertos por motivos relacionados con la deidad del agua (por ejemplo ahogados en los ros y lagunas o tocados por el rayo durante la tormenta) o por enfermedades provocadas por el mismo dios, como la hidropesa, el reumatismo, las pstulas y las tumoraciones lquidas. Estos difuntos encuentran en el Tlalocan la curacin a sus males, adquieren la inmortalidad y se quedan ah rodeados de flores y de rboles, dedicados a la dulce ocupacin de jugar, baarse rer y hacer poesa.

Para llegar all, las manos y los pies del muerto se pintaban con un pigmento vegetal de color azul y al enterrase el cuerpo se colocaba a su lado una rama tierna de algn rbol, que al llegar al Tlalocan, reverdeca y se cubra de hojas y flores como signo inequvoco de que el viajero en camino a la eternidad haba arribado al paraso del agua. En Teplantla, zona arqueolgica dela cultura teotihuacana, se descubri un mural que fue pintado hacia el ao 550 de nuestra era por los enigmticos habitantes herederos del saber tolteca: en un fondo de color rojizo se pueden ver numerosas figuras notablemente estilizadas de individuos que juegan, ren, se baan en el canal y declaman poesas o cantan floridas melodas en un jardn rodeados de mariposas, liblulas, ranas y tortugas; en ese mural es posible observarlas ms antiguas representaciones de las que se tenga hoy noticia de plantas medicinales de Mxico.

Ah estn las imgenes de vegetales que despus sern reconocidos en cdices y pinturas de pueblos muy posteriores, seleccionados por las ms antiguas culturas autctonas por sus propiedades curativas.

Los dibujos de las plantas estn estilizados y forman parte de un lenguaje jeroglfico en proceso. Tambin conservaron sus plantas al natural, en cultivos, en una especie de jardines botnicos y zoolgicos cuya construccin dispusieron los gobernantes para preservar el conocimiento.

EL JARDIN DE OAXTEPECMoctezuma orden que usaran las aguas del manantial de Oaxtepec para formar un sistema de riego que permitiera el cultivo y la conservacin de las ms importantes especies vegetales del imperio azteca en un gran predio que formaban la colina y el bosque del cerro del mismo nombre. Seleccionadas por su belleza, fragancia y utilidad medicinal, las plantas se cultivaron en parcelas cuidadosamente diseadas para configurar el primer jardn medicinal en amrica vario siglos antes de que en Europa se concibiera una idea semejante.

En el siguiente siglo los espaoles quedaron maravillados de la belleza del lugar, al cual dedicaron grandes elogios en sus crnicas y relatos que dan cuenta de la conquista del pas azteca.

Segn esos relatos, las hierbas y rboles se hallaban agrupados en terrazas y parcelas coloridas, donde se cultivaban segn sus propiedades y beneficios. El agua canalizada por apantli se distribua por gravedad de arriba abajo del cerro en donde se ubic el jardn que a decir de los cronistas contaba con edificaciones donde se hospedaba la corte imperial.

Al lugar lo cuidaban numerosos jardines encargados de mantener el sitio y aclimatar las especies vegetales tradas de lugares diferentes. La zona del jardn de Oaxtepec era conocida adems por la presencia de famosos mdicos indgenas que estudiaban y aplicaban las plantas curativas a la poblacin india que acuda al lugar en busca de alivio y descanso. All se reuni la flora medicinal de la cultura nhuatl y se cultivaron las diversas especies que llegaban a los mercados de la capital del imperio, acarreadas en trajineras por los canales de Xochimilco, que comunicaban con los lagos de Chalco y Texcoco. Mucho tiempo despus, en el siglo XVI, ya conquistada por los espaoles la regin, tanto agrad a los europeos el lugar y eran tan numerosas las plantas medicinales que los aztecas haban conservado, que en el mismo cerro de Oaxtepec los espaoles construyeron un hospital.

El hospital de la Santa Cruz en Oaxtepec fue fundado por Bernardino lvarez en I569 y confiado a los Hermanos de la Caridad, quienes lo administraban durante ms de 200 aos. En ese lugar se utiliz la flora medicinal de la zona para curar a los viajeros que se desplazaban entre el puerto de Acapulco y la ciudad de Mxico. Fue en ese mismo hospital en donde, durante el siglo XVI, se escribiran algunas de las obras sobre herbolaria medicinal del pas ms importantes de la poca.

EL CODICE BADIANOEn I552, se elabor en el Colegio de la Santa Cruz de Tletelolco de la ciudad de Mxico un pequeo libro manuscrito, que con el Ttulo de Libellus de medicinalibus indorum herbis (librito de las yerbas medicinales de los indios) se conocera cuatro siglos despus como Cdice badiano.

Este librito fue preparado por los alumnos del mencionado bajo la direccin de los frailes franciscanos que deseaban enviar al rey Carlos V de Espaa, una prueba tangible de la capacidad intelectual y artstica de los indios mexicanos. Para ello llamaron a un viejo mdico indio del barrio de Tlatelolco, de nombre Martn de la Cruz, conocedor de las plantas de la regin, quien dict en nhuatl los usos y virtudes. El indio juan BAdiano, tradujo al latn la informacin, mientras los dems alumnos realizaron los dibujos en acuarelas, siendo un total de I50 plantas que se utilizaban en la medicina prehispnica.

EL CODICE FLORENTINOEscrito y recopilado por Fray Bernandino de Sahagn quien durante 40 aos, estudiara la vida y costumbres de los indios, escribi la informacin obtenida de ancianos los sabios de cada poblado relacionado con el uso y conocimiento de plantas medicinales , el libro presenta la informacin en dos columnas una en nhuatl y otra en espaol, y est acompaada de ilustraciones que realizaron varios tlacuilos (dibujantes indios), a solicitud del franciscano. El libro XI posee abundante informacin sobre los usos medicinales de las plantas, las propiedades y caractersticas de los medicamentos, y por ello es una prueba notable de la riqueza del cuerpo terico y prctico de la medicina azteca.

Sahagn descubri el uso del cihuapatli (medicina de la mujer; Montanoa tormentosa), empleada desde hace ms de quinientos aos para inducir el parto. El principio activo lo constituye un grupo de kaurenos que estimulan la fibra muscular uterina.

LAHISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAA En I570, el rey hispano Felipe II decidi enviar a la Nueva Espaa a su mdico de cabecera, Francisco Hernndez , uno de los intelectuales ms avanzados en la ciencia mdica de su poca, el uso de los vegetales se adapt a la teora humoral de la medicina de esa poca y se interpret el conocimiento indio adaptndolo a los conceptos europeos.

Segn los espaoles, el cuerpo humano estaba formado por cuatro lquidos (sangre, orina, bilis y moco) que , a su vez, dependan de 4 elementos bsicos y sus cualidades tierra (sequedad), agua (humedad) fuego (calor), y aire (fro), fundado en ellos, Hernndez clasific las plantas indgenas de Mxico en calientes y secas, fras y hmedas amargas y cidas y las agrup de acuerdo a la nomenclatura de su tiempo: seca en primer grado y caliente en segundo, fra en tercer grado y hmeda en cuarto.

As, la herbolaria indgena empez a ser usada para derrame de bilis, calor de la madre, socorrer las cmaras, expulsar la flema laxar, purgar, sangrar etc, trminos mdicos espaoles que la poblacin indgena fue asimilando poco a poco.

LOS NOMBRES DE LAS PLANTASDurante los primeros cien aos de la Colonia, el uso que hacan los indios de algunas plantas medicinales se asoci con actos de idolatra, ya que las curaciones autctonas conservaban los rituales y prcticas de la religin anterior, por lo que el clero prohibi su uso, durante el proceso de cristianismo.

Con el fin de evadir la represin, los indios cambiaron los nombres de muchas de sus plantas para confundir a frailes y sacerdotes que los acusaban ante el Tribunal del Santo Oficio, por considerarlos herejes y practicantes de la brujera, la nomenclatura botnica se llen de trminos cristianos, as surgieron nuevos nombres de plantas: codo de fraile antes yoyoth, purga de las animas (antes mecapathli), lgrimas de San Diego (antes tlachichinoa), palo santo (antes matlalcuahuitl), y muchas otras.

Los antiguos mdicos indios (titici), fueron perseguidos, condenados a muerte o desterrados, por lo que se vieron obligados a esconderse en los remotos lugares donde se refugiaron las comunidades indias despojadas de sus tierras y fuera del alcance de las autoridades espaolas. As la Colonia reconocera slo a la medicina espaola como oficial, las plantas medicinales autctonas que los europeos empezaron a utilizar para el alivio de padecimientos para los cuales no tenan remedios propios se incorporaron a las prcticas de los facultativos espaoles, pero sin aceptar el conocimiento indgena y adaptando su uso al concepto europeo de la enfermedad.

El toloatzin (datura stramonium), despus llamado toloache. Su uso qued prohibido por las autoridades cristianas, pues se consideraba instrumento de idolatra. El toloache contiene en sus hojas altas concentraciones del alcaloide escopolamina, cuyo efecto txico sobre el cerebro provoca alucinaciones. En la antigedad se utilizaba aplicado en la piel como cataplasma para aliviar el dolor reumtico.

LAS PLANTAS DE LA COCINA CRIOLLAEl encuentro de los dos mundos modific la dieta universal en menos de un siglo; el intercambio de especies medicinales, productos alimenticios, y textiles fue el oro verde de Amrica.

De las cocinas espaolas salieron el perejil, el tomillo, la albahaca, la manzanilla, la yerbabuena, el clavo, el tomillo, la mejorana, el laurel, el eneldo.

De la rabe, la sbila, la ruda, el ajenjo, la nuez, el olivo, el azafrn, el diente de len.

De Mxico el estafiate, la flor de manita, la zarzaparrilla, el zapote blanco, la flor del corazn, y muchas otras plantas medicinales aztecas, para aliviar padecimientos comunes.

En todos los conventos, monasterios, y misiones religiosas sobre terreno mexicano, contaban con huertos, al igual que en las comunidades cristianizadas, las cosas contaban con su huerto familiar,.

LAS PLANTAS EN LOS LIBROS DE MEDICINA DELA COLONIAEl uso de plantas medicinales se convirti en una costumbre muy arraigada en la poblacin de la Nueva Espaa, criollos, peninsulares, mestizos e indios recurran al uso de plantas medicinales para aliviar sus ms comunes padecimientos y enfermedades.

Los herbarios domsticos, se basaban en plantas medicinales, proliferaron a partir de algunas obras bsicas de medicina publicadas en Mxico y de donde se obtena la informacin prctica. Las publicaciones mdicas mas conocidas fueron: El Tratado Breve de medicina, anatoma y ciruga de Agustn Farfn (I579), La Verdadera medicina, ciruga y astrologa de Juan de Barrios (I607),Los Cuatro libros de la naturaleza y virtudes de las plantas de fray Francisco Ximenes (I6I5), el Tesoro de medicinas de Medicina Domstica del judo Ricardo Osado, quien reuniera I620 recetas mayas del siglo XVI.

LA ILUSTRACION Durante el siglo XVIII se produjo en Europa, especficamente en Francia, desde donde se difundi por todo el continente, un movimiento intelectual denominado ilustracin, ue modific sustancialmente el estudio de la naturaleza. Con la ilustracin, se abri un nuevo campo de estudio, la investigacin de la naturaleza misma es decir el estudio de las plantas como seres vivos para conocer su estructura, y su funcionamiento como organismo. Esto dio paso al nacimiento de la biologa, que siglos ,ms tarde explicara la organizacin y estructura de los seres vivos.

LA REAL EXPEDICION BOTANICA Durante el reinado de Carlos III la corona espaola modific radicalmente su poltica respecto a las colonias americanas. Era necesario reactivar la economa del imperio espaol mediante una mejor explotacin de los recursos naturales de sus territorios en Amrica.

LA INFLUENCIA DEL POSITIVISMON EN EL ESTUDIO DE LA HERBOLARIAEn el postulado de la ciencia, en este caso el positivismo, el que determina y limita el quehacer cientfico, esta perspectiva se centr en el estudio qumico de la herbolaria e ignor otras facetas para dar origen a la industria qumico-farmacutica para producir formas medicamentosas a base de plantas que nunca se haba conocido, esto gracias a la creacin del Instituto Mdico Nacional de Mxico. La produccin bibliogrfica de esta institucin fue sorprendente: se public la Farmacopea nacional, la Materia mdica mexicana y, de manera ininterrumpida, de I894 a I9I4, las colecciones cientficas Anales del Instituto Mdico Nacional y las Monografas mdicas.

A principios del siglo XX, el herbario del instituto contaba con:I7000 ejemplares, de los cuales 6000 estaban clasificados por gnero y especie. Haba 200 dibujos y 700 fotografas de plantas medicinales y se haba analizado qumicamente unas I22 plantas y 700 extractos. En las salas del hospital san Andrs se haban realizado ms de 200 observaciones en pacientes, sobre los efectos de los productos generados por el instituto.

LOS NUEVOS LIBROS DE HERBOLARIALeonardo Oliva en I853, en Guadalajara, su famoso tratado Lecciones de Farmacologa.

Eleuterio Gonzlez en I88I, en Monterrey, su Discurso y catlogo de plantas clasificadas.

El peridico cientfico La Naturaleza divulg los informes de la Sociedad Mexicana de Historia Natural y El Estudio seminario de ciencias mdicas sobre plantas nativas de Mxico como el: axopaue, el sincuiche, la tullidora, la yerba del chicle, el yoloxochitl, el mataue, el tlacopatle y otras de origen extrajero como: la digital, la uina, el cornezuelo del centeno, el blsamo del per.

El siglo XX vio nacer a la farmacologa, ciencia dedicada al estudio de los medicamentos y, con ella, la produccin industrial de extractos, pldoras, pomadas y pastillas para el consumo de los habitantes de las ciudades.

LOS MEDICAMENTOS GALENICOSSe denomina medicamentos galnicos a los productos curativos elaborados a base de plantas sometidas previamente a un procesamiento parcial de transformacin industrial a diferencia de los qumico-farmacuticos que ,


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