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Boletin APAR Vol 3. No. 9. Agosto 2011

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    boletn aparHecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per No - 2009-10570 ISSN - 2076-2658

    M FN INNN ONZNS A RUPS (IFRAO)HP://SS../S/PPU/

    Volumen 3, Nmero 9 Agosto 2011 3/9

    Contenido / Index

    La escritura ideogrfica en el antiguo Per / The ideographic wri t ing in t he ancient Peru(Sp)Toribio Meja Xesspe. 264Sitios arqueolgicos con quilcas del Per Inventario (I) / Archaeological sit es wi th quilcas, Inventory (I) (Sp)Gori Tumi Echevarra Lpez & Jess Gordillo Begazo. 267Aplicacin de la filosofa de la ciencia en la investigacin del arte rupestre/ Appli cati on of phil osophy of sciencein rock art research(Sp/En)Robert Bednarik. 272Macrofunciones de las quilcas o el arte rupestre en el Per / Macrofunt ions in peruvian quilcas or r ock art (Sp)Enrique Ruiz Alba. 277Teora del aprendizaje y arte rupestre en el Per / Learning theory and peruvian rock art (Sp)Enrique Ruiz Alba. 280La creacin artstica /The art istic creat ion(Sp)Alberto Bueno Mendoza. 283Reflexiones sobre la utilidad del arte rupestre / Reflect ions on t he rock art uti li t y(Sp)

    Edgar Barrn Trujillo. 289La Mesa de Arte Rupestre Andino y Amaznico del XVII Congreso Peruano del Hombre y la Cultura Andina / TheRock Ar t Symposium in t he XVII Peruv ian Congress of t he Man and t he Andean and Amazonian Cult ure. UNFSC2011 (Sp)Gori Tumi Echevarra Lpez. 290

    BOLETNOFICIAL DE LAASOCIACIN PERUANA DEARTERUPESTRE (APAR)

    Monolito mayor del Templo de Cerro Sechn, Casma, una figura humana con adornos ideogrficos.

    (ver arculo de Toribio Meja Xesspe en esta edicin, pp. 129-136).

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    La escritura ideogrfica en el antiguo Per*TORIBIO MEJA XESSPE

    El pas de los Inkas, o sea el Imperio del TawantinSuyo, que en el siglo XV comprenda el vasto territoriode los Andes Occidentales del Continente Sudamericano,desde el Macizo Colombiano al Norte hasta los AndesPatagnicos al Sur, y desde las Islas del Pacifico hasta lasaltas hoyas de la cuenca amaznica, fue el escenario deuna de las ms intensas actividades humanas en Amricapre-colombina.

    Gracias al impulso religioso, social y culturalde los pueblos aborgenes del Antiguo Per se logr eldominio de la naturaleza en sus diversos aspectos y laformacin de una de las civilizaciones ms adelantadasdel Nuevo Mundo, cuyas pruebas son palpables a travsde la arqueologa y etnologa.

    Entre los productos del genio aborigen peruanofiguran muchas obras monumentales y artsticas quepueden ser comparables con las mejores de CentroAmrica, Mxico y Europa. Si no fuera la ausencia de laescritura fontica entre las civilizaciones americanas,podra considerarse a stas como iguales o superiores delas europeas y asiticas.

    De ah que las culturas del Antiguo Per, a pesarde su excelencia artstica y simblica, son objeto deacuciosas investigaciones en el campo de la "escritura"propiamente dicha, cuyos resultados apenas alcanzanhasta el nivel de la etapa mnemnica o de simplerecordacin, a base de los Kipus inkaicos. Sin embargo,muchos estudiosos de la prehistoria peruana atribuyengran importancia a los kipus y a los signos simblicos

    del arte aborigen, en la creencia de que en ellos hayrevelaciones ideogrficas.Si tenemos en cuenta el desarrollo de la escritura,

    a travs de las edades y de sus representaciones, vemosque existen cuatro principales etapas: I, mnemnica o derecordacin; II. pictrica u ornamental; III, simblica oideogrfica: y IV, fontica. Segn esto, las tres primerasetapas fueron conocidas por los primitivos peruanos, ajuzgar por las mltiples y variadas representaciones defiguras o signos que aparecen en sus obras de arte, oraescultricas o pictricas.

    Con el propsito de ampliar los conocimientosacerca de este interesante problema, ofrecemosa continuacin, algunas nuevas enseanzas que la

    arqueologa ha puesto al servicio de la ciencia y de lahistoria.Las investigaciones arqueolgicas de los ltimos

    treinta aos revela que entre las Civilizaciones pre-histricas Andinas hubo unidad geogrfica, unidad tnicay unidad cultural; que la Cultura Chavn, de origenflorestal e interandino, fu la ms antigua y de expansinpan-andina; que la Cultura Inka, con sede en la Hoya delAlto Ucayali, fu la ms reciente o ltima con expansin,igualmente, pan-andina, cuyas memorias fueron recogidas

    __________

    * Tomado de El Comercio, edicin del jueves, 1ro de Enero de1953, Lima. Este artculo se presenta aqui con correccionesortogrficas mnimas. Para las figuras 1, 2 y 6 se han usado lasilustraciones del libro de Julio C. Tello (Toribio Meja Xesspe, Ed.)Arqueologia del valle de Casma, publicado por la UniversidadNacional Mayor de San Marcos en 1956, manteniendose la mismareferencia e ilustracin.

    por los cronistas del siglo XVI. Entre estas dos culturasse levantan otras dos intermedias con caractersticasregionales que corresponden a las llamadas "clsicas" dela edad Pre-inkaica.

    Es la Cultura Chavn, cuya edad se calculaen ms de mil aos antes de la Era Cristiana, la queofrece evidentes pruebas del desarrollo de la escrituraideogrfica, segn los descubrimientos arqueolgicos delDr. Julio C. Tello en el Templo de Cerro Sechn, valle deCasma, que dio a conocer en su trabajo titulado "Sobreel descubrimiento de la Cultura Chavn en el Per"publicado en la Revista "Letras" No 26, pp. 326- 373,de la Universidad Mayor de San Marcos, Lima, 1943.Por consiguiente, la prioridad del elemento escriturarioen Amrica Meridional correspondera a la Civilizacin

    Peruana.Hace aqu algunas novedades sobre la escritura

    ideogrfica descubiertas en los monolitos del Templo deCerro Sechn, Casma.

    Figuras grabadas del templo de Cerro Sechn, valle deCasma, Per

    El descubrimiento de las ruinas del Templo pre-inkaico de Cerro Sechn, valle de Casma, Litoral Nortedel Per, realizado por el arquelogo Prof. Julio C.Tello, a mediados de 1937, arroja muchas y nuevas lucessobre la existencia de una probable escritura ideogrficao simblica, a juzgar por el tipo y cantidad de figuras

    grabadas que aparecen en las piedras que adornan dichotemplo.En los noventisis monolitos grabados descubiertos

    en Cerro Sechn existen tres tipos de representaciones,segn la clasificacin de Tello, a saber: I: Figuras humanascompletas, desnudas o provistas de un sencillo tocado,un cinturn y una herramienta o arma ceremonial; (Fig.1). II: Figuras humanas seccionadas a travs de la cintura;(Fig. 2) y III: Figuras de piezas anatmicas humanas: a)cabezas; b) ojos: c) vrtebras; y (d) extremidades (1).Adems hay otro tipo de figuras complejas y eskeumorfasde marcada significacin ideogrfica.

    Acerca de la tcnica empleada en la representacinde las figuras grabadas, el autor mencionado escribe:

    "todas parecen haber sido trabajadas por un mismo artistao por artistas entrenados en las normas tecnolgicas deuna misma escuela. Los surcos, hendiduras y rebajos noofrecen huellas de herramientas contundentes. Los surcosson escasos. Las hendiduras anchas han sido producidas poruna herramienta que acta por frotacin, desgastando lasuperficie hasta ahondarla; el fondo y los bordes de estashendiduras revelan el delicado trabajo de frotacin pormedio de una herramienta que desgasta la piedra suave ylentamente. La operacin de desgaste lento de la piedradebi estar precedida por el dibujo incindido de la siluetade la figura" (2).

    __________

    1

    Julio C. Tello. "Sobre el descubrimiento de la Cultura Chavn delPer".Actas del XXVII Congreso Internacional de Americanistas,1ra sesin celebrada en la ciudad de Mxico, 1939p. 245.2 Julio C. Tello. "Discovery of the Chavin Culture in Peru", enAmerican Antiquity, Vol. 9, No 1 Nueva York, 1943.

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    su Identificacin llevan las letras maysculas del alfabetolatino.

    I. Cabezas humanas. (Fig. 3)

    La figura A representa una cabeza humana,de frente, con los ojos y la boca cerrados, haciendo laImpresin de un cadver; carece de pelo y cuello. Apareceen nmero de doce, dispuestas en doble hilera (MonolitosMayores VII y XVII).

    La figura B es otra cabeza humana, de perfil,con el ojo cerrado y tres lagrimones, labios descarnadosy frente adornada con tres haces de pelos que caengraciosamente hacia atrs (Monolito LXX).

    La figura C es una cabeza humana decapitada, ajuzgar por el corte de la vrtebra cervical; mira de perfilcon el ojo semiabierto, de cuyo prpado nacen tres hacesde cabellera ondulante que cae hacia la nuca; los labiosdescarnados muestran una hilera de dientes inferiores

    (Monolito LXXVII).La figura D es otra cabeza humana decapitada

    y de perfil; el ojo cerrado con los ngulos rasgados haciaabajo; la boca, semiabierta y con labios descarnados,de la que emergen tres haces de plumas o cordonesondulantes hacia arriba, cuyos extremos terminan enborlas ligeramente redondeadas (Monolito LXXX).

    La figura E corresponde a una cabeza humana,de perfil, con el ojo cerrado y de aspecto cadavrico; laboca cerrada presenta labios descarnados y una hilera dedientes inferiores; de la raz de stos, nacen tres haces depelos o plumas que se prolongan hacia abajo rematandoen borlas, como en la figura D. Adems presenta un adornode tres haces ondulantes que surgen de la frente y caen

    hacia atrs.

    Figura 1. Monolitos del Templo de Cerro Sechn, Casma,descubiertos por el doctor Julio C. Tello, durante la Expedicinarqueolgica al Maran, 1937.

    Figura 2. Monolitos mayores y menores del Templo de CerroSechn, Casma, descubiertos en 1937, por el doctor Julio C. Tello.

    A guisa de Informacin preliminar, ofrecemos eneste trabajo nicamente trece figuras de las noventa y seis

    que fueron descubiertas en el Templo de Cerro Sechn;una de Punkur, en el valle de Nepea, y otra de Chavnde Huantar. Para su descripcin, han sido clasificadas entres grupos: I) cabezas humanas; II) miembros humanossuperiores e inferiores; y III) figuras eskeumorfas; y para

    Figura 3. Cabezas humanas con diversos elementos ideogrficos.Cerro Sechn, Casma.

    II. Miembros humanos superiores e Inferiores. (Fig. 4).

    La figura F representa dos brazos humanosentrecruzados en toda su extensin, con las manosabiertas y marcado realismo de las uas.

    La figura G es de un pie humano, el izquierdo,con seis dedos y el maleolo externo adornado con treshaces en espiral.

    Lafi

    gura H representa los miembros inferioresseccionados intencionalmente, desde la cintura hastalos pies, con las rodillas semiflexionadas hacia el ladoizquierdo (Monolito LXXII).

    La figura I es la planta del pi izquierdo humano

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    que se halla impresa e incindida en el primer escaln delaltar dedicado a la divinidad Wira Kocha del Templo dePunkur, en el valle de Nepea, como puede apreciarseen la lmina V de "La Cultura Chavn, por Rebeca CarrinCachot, en Revista del Museo Nacional de Antropologa

    y Arqueologa, Vol. II, No 1, Lima, 1948, pg. 109. Dichotemplo fue descubierto por el Prof. Tello en setiembrede 1933. Al pie del signo ideogrfico se hall la primeratumba del periodo correspondiente a Chavn Clsico dela costa (3).

    indicar nmero o cantidad.

    La figura N se encuentra dispuesta en serieshorizontales y superpuestas en nmero de diez y once.Cada serie consta de cuatro a seis ojuelos. La estilizacinde esta figura se encuentra en la cola del monstruo felnicodel Lanzn de Chavn de Huantar y en el Monolito MayorVIII de Cerro Sechn.

    La figura O ilustra dos diseos de carctersimblico o ideogrfico que existen en el cuerpo de laDivinidad Jaguar, a manera de manchas bi-oculares, quepueden significar la simiente o la fertilidad de plantasy animales. Una de tales figuras aparece en el cuerpodel felino escultrico de piedra procedente de Chavnde Huantar, que en la actualidad se halla en el Museode la Universidad de Pennsylvania; y la otra, en cuerpodel mismo animal, en una estela grabada del Templo deChavn.

    Las figuras grabadas restantes que ostentan losmonolitos de Cerro Sechn quedan para el estudio defuturas investigaciones (Fig. 6, ver tapa del Boletn).

    Lo expuesto aqu revela la existencia de signoso figuras que pueden considerarse como ideogramas osmbolos de una etapa grfica del pensamiento humanoentre los habitantes del Antiguo Per.

    Si las futuras investigaciones llegaran acomprobar las relaciones culturales entre los primitivoshabitantes del Per y Mxico, como sugiere Emilia Romerode Valle en su interesante artculo "Existe alguna relacinentre los danzantes de Monte Albn en Mxico y losmonolitos de Cerro Sechn en el Per?", publicado en las

    Actas del XXIX Congreso Internacional de Americanistasde Nueva York, la pre-historia del Per ocupara siempreel primer plano de las Civilizaciones Americanas.

    Toribio Meja Xesspe

    Figura 4. Miembros humanos superiores e Inferiores. La fig.I representa el pie izquierdo impreso en la grada Inferior delTemplo de Punkuri, Nepea.

    III. Figuras eskeumorfas. (Fig. 5).

    La figura J muestra un cuadrante con dosdivisiones trapezoidales y un crculo o anillo en el eje;por su extraa forma revela corresponder a un verdaderosigno ideogrfico.

    Lafigura K es un complejo diseo que, mirado porun lado, parece una cara estilizada; y, por otro, hace laimpresin de dos figuras superpuestas que simbolizan lossexos masculino y femenino, a juzgar por representacionessimilares que existen en las pictografas Muchik.

    La figura L es un diseo Igualmente raro, quetiene tres secciones redondeadas a manera de festn,cuyo significado es difcil de precisar.

    La figura M por su forma y posicin, revelacorresponder, como ya identificara el descubridor, avrtebras humanas o de peces. En los monolitos mayoresLXVII y XLII de Cerro Sechn aparecen en series verticales

    de cuatro y cinco piezas superpuestas, lo cual puede__________

    3 Julio C. Tello: "Discovery of the Chavin Culture in Peru", enAmerican Antiquity, Vol. 9. No 1 Nueva York, 1943.

    Figura 5. Representaciones esketimorfas de complejosignificado. Cerro Sechn y Chavn de Huantar.

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    Sitios arqueolgicos con quilcas del Per Inventario (I)GORI TUMI ECHEVARRA LPEZ & JESS GORDILLO BEGAZO

    Introduccin y justificacin

    Llamamos Centro de Quilcas a todo lugar en el cual existauna piedra aislada, grande o pequea; un grupo de piedras,un roquedal, un acantilado, un desfiladero, una marmitaelica, una semi-caverna, una caverna pequea o una grancaverna, en cuyas superficies, planas, cncavas o convexas,se haya inscrito, por medio de pintura o incisin, una grafacualquiera o un conjunto de ellas.Quilca es el nombre actual de antiguos y an suprstitessistemas grficos muy bien representados en el Per y enAmrica y tambin fuera de nuestro continente(UNMSM. 1962-1963. Primera Exposicin Nacional deQuilcas).

    El concepto y conocimiento de las quilcas enel Per, por los peruanos, ha tenido siempre contenidostericos sobresalientes y las definiciones que antecedenestas lneas estn vigentes en prcticamente todosu contenido definitorio. Al margen de la separacintemporal y la precisin tcnica sabemos ahora con mayorclaridad que un Centro de Quilcas es un Sitio Arqueolgicoy una quilca es una marca antrpica observable ejecutadasobre una piedra. Quilca es la nomenclatura y definicintcnica nacional ms apropiada para identificar estefenmeno material, que tambin se conoce vulgarmentecomo arte rupestre. Pero ms all de las definiciones,algo que no podemos olvidar nunca cuando tratamos conlas quilcas del Per o con cualquier otro sitio arqueolgiconacional, es que estos sitios son lugares sagrados dondelos hombres que nos han precedido han dejado evidenciade su existencia social. Son el testimonio inmemorialdel ms brillante progreso cognitivo de nuestra historiaautnoma, que an pueden ver y sentir los aires de estostiempos.

    Desde una perspectiva histrica, el estudio de lossitios arqueolgicos con quilcas en el Per constituye uncaptulo bien definido de las investigaciones arqueolgicasnacionales, y son varios los sitios que han jugado un papelrelevante en esta relacin, entre otros Checta, Nazca,Quilla Rumi, Toro Muerto, o Miculla, cuyas trayectoriasde investigacin han contribuido a perfilar un interspermanente hacia este material arqueolgico aunquesu importancia acadmica haya tenido un peso relativo

    en la reconstruccin del pasado antiguo del Per. Enla actualidad es necesario ponderar que muchas de lasaproximaciones acadmicas y metodolgicas pioneras alos estudios de este material, y que ahora cobran granvigencia, han sido realizadas desde estos sitios por variosde los ms renombrados arquelogos e investigadoresperuanos, entre los que podemos mencionar a Pedro E.Villar Crdova (1935), Toribio Meja Xesspe (1929), JavierPulgar Vidal (1946), y Eloy Linares Mlaga (1960), entreotros.

    A travs de los aos en el Per se ha venidoincrementando el reconocimiento y la investigacin delos sitios con quilcas, existiendo una cantidad relevantede informacin tangible, documental y bibliogrfica

    que es necesario compilar para poder establecer unavisin historicista de la existencia de estos sitios y desu investigacin. De esta forma podremos reconocer yevaluar a cabalidad el estado de los yacimientos y las

    contribuciones acadmicas hechas sobre ellos. Para estalabor es necesario establecer en primera instancia elreconocimiento explcito de los sitios, ya que stos son,como todos los materiales culturales, bienes perecederosy su propia naturaleza fsica es en perspectiva muchomenos duradera que la documentacin que ha dehacerse de ellos mismos; de all que una documentacinarqueolgica constituya en primer lugar un testimoniotcnico de los sitios arqueolgicos y no una compilacinpuntual de lo que se ha escrito de ellos.

    Se desprende de lo anterior que esta tarea noes una simple acumulacin de bibliografa y el listado desus temas o referencias; sino, una constatacin arregladade los sitios arqueolgicos con quilcas y de las principalesreferencias bibliogrficas asociadas. Este ser un trabajo

    preliminar porque estamos seguros que los sitios conquilcas del Per an no estn registrados en su totalidady es necesario expandir constantemente las referencias.En este sentido, se debe advertir que ninguna relacin oinventario reemplaza el conocimiento de los sitios ni losantecedentes referenciales provenientes de ellos, porlo que es necesario que los investigadores verifiquen suexistencia en el campo y recurran siempre a la fuentebibliogrfica directa que la refiere, la misma que seencuentra a disposicin principalmente en la BibliotecaNacional, o en las bibliotecas universitarias como las de laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos, la UniversidadSan Agustn, o la Universidad Santa Mara de Arequipa,entre otras.

    Este trabajo no pretende ser un inventarioregular de sitios arqueolgicos con quilcas del Per,aunque el ttulo parezca pretender eso, es por elcontrario un intento particular de inventariar estossitios arqueolgicos desde una perspectiva geogrficacircunscrita, siguiendo una progresin regular y arregladaa determinados parmetros de registro. Dado que notenemos falsas pretensiones, ya que es prcticamenteimposible inventariar regularmente todos los sitios conquilcas del pas, esta ser una tarea regular y progresivaque necesariamente va a involucrar la participacin devarios investigadores.

    Como se ver ms adelante, se establecernalgunas definiciones como categoras discretas para la

    descripcin y referencia de los sitios con quilcas; adems,se implementarn parmetros espaciales mnimos parala inclusin de los sitios dentro de sus conjuntos derelacin y la elaboracin de la lista de gua que va aincluir este inventario. Adicionalmente, en la medida delo posible, se crear una pgina web por sitio registrado,dependiente de un sitio web general, que va a agrupar lossitios siguiendo el mismo arreglo del registro documental.

    Visto lo anterior, consideramos necesario fijaralgunas precisiones tcnicas.

    1. Los sitios arqueolgicos con quilcas son sitios endonde han quedado remanentes un cmulo de evidenciasdel comportamiento, actividades y conductas humanas

    del pasado, y no simples motivos figurados. Si no sepueden reconocer estas evidencias culturales, ya seaindependientemente o en su contexto asociado, a vecescomplejo y crucial, es preferible no intervenirlas de manera

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    alguna. Cualquier accin sobre esta evidencia arqueolgica,sin la instrumentalizacin profesional, legal y tcnica, espotencialmente peligrosa y destructiva al sitio y todossus componentes.

    2. En el Per, los profesionales llamados a reconocerevidencias complejas del comportamiento humano de lassociedades pretritas, son los investigadores formadosen arqueologa; en este sentido, solo un arquelogopreparado profesionalmente puede comprender y evaluarel estado y situacin de un sitio arqueolgico con quilcas.De all que cualquier emprendimiento que involucreun sitio arqueolgico de este tipo deber contar en suequipo de investigacin con un profesional en arqueologaque dirija las tareas de intervencin o registro de estosyacimientos, siempre sujeto a la normatividad existente.Toda visita a estos sitios arqueolgicos debe ser siempreacompaada por un arquelogo profesional.

    3. Los sitios arqueolgicos no son parques pblicos dediversiones. Para un libre acceso a los sitios con quilcasse requiere de una habilitacin adecuada luego deuna investigacin especfica, sino se cuenta con estosrequisitos es preferible no acceder indiscriminadamentea estos lugares, ya que se corre el riesgo de generarun impacto negativo irreversible al sitio, incluyendo ladestruccin de su contenido arqueolgico.

    4. Los sitios arqueolgicos son protegidos por la nacin, loque se sustenta en un marco legal establecido. Cualquierintervencin no autorizada, exploracin (survey), daoo destruccin del sitio arqueolgico constituye un delitopenado por las leyes peruanas.

    Aunque la intervencin o exploracin de los sitioses especficamente regulada, el conocimiento de los sitioses, no obstante, una prioridad social, siendo necesarioy requerido especialmente en condiciones de peligroinminente que es el caso actual de la mayora de los sitiosarqueolgicos con quilcas del pas. Los arquelogos sonlos llamados a ponderar este material estableciendo suestatus y reconocimiento, al considerarlo como una delos testimonios nacionales ms sagrados, incluyndolosadems en sus registros e inventarios regulares. Este esel espritu que gua el presente trabajo.

    Debemos mencionar que el Captulo III, Artculo14, de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nacin

    (Ley 28296) establece que El Instituto Nacional deCultura - ahora Ministerio de Cultura - es responsable deelaborar y mantener actualizado el inventario de los bienesmuebles e inmuebles integrantes del Patrimonio Culturalde la Nacin. Ante esta prerrogativa, es necesarioreforzar su realizacin mediante esfuerzos independientesespecialmente considerando la falta de presupuesto einters estatal en las quilcas, cuya estimacin secundariaan se puede sentir en el ambiente acadmico oficial.Desde aqu la exposicin controlada de los sitios, a partirde la verificacin de su estatus cultural, va a ayudara vincular estos mismos componentes a la arqueologaregular del pas, que por muchos aos ha mantenidorelegada esta evidencia; coadyuvando sin ninguna duda

    en la mejora de su proteccin y conservacin efectiva.El conocimiento de los sitios arqueolgicos conquilcas, o de cualquier otra clase, constituye tambin unargumento en su defensa. Hubo una vez un alcalde deLima que comprendi esto a cabalidad cuando escribi:

    "Para conservar tan valioso patrimonio arqueolgico esmenester alentar la investigacin, dictar las medidas queaseguren su mantenimiento y conservacin, teniendo comoobjeto ponerlo al servicio de la comunidad. El cumplimientode esta finalidad precisa la creacin de una conciencia

    cvica gracias a la cual advirtamos su importancia y lanecesidad de su conocimiento" (Alfonso Barrantes. 1986.Palabras Iniciales. En R. Ravines, Inventario de MonumentosArqueolgicos del Per, Lima Metropolitana. PrimeraAproximacin, INC/MLM. pag. 9.)

    Este inventario es un esfuerzo para la comprensintcnica y el estudio sistemtico de las quilcas del Per.

    Sobre el concepto de inventario

    Segn el arquelogo Daniel Morales Chocano1, elinventario arqueolgico es el registro y la catalogacinsistemtica del patrimonio monumental arqueolgico

    que incluye los bienes muebles e inmuebles de suobjetivo material selectivo. El registro y catalogacin,es un procedimiento requerido y este no puede hacersemediante intermediarios, referencias o historias. Losniveles de aprehensin del hecho fsico por el registropueden variar pero no obviarse y el que inventaranecesariamente debe conocer el sitio o de lo contrariono podra inventariar y menos catalogar esta evidencia.La catalogacin a partir de esta premisa, implica lacompresin objetiva del material dentro de una categoraartefactual clara y definida, as como su inclusin en laficha testimonial respectiva.

    Un inventario arqueolgico, por tanto, es unarelacin documentada de la existencia real de materiales,objetos o fenmenos fsicos, y este es el fundamentoobjetivo de la obra. Un inventario no debe confundirsecon el concepto de lista, que conforma una relacin literalde la presunta existencia de un conjunto de materialesobjetos u otros elementos cuya existencia puede o noser verificada. Un inventario constituye, por tanto, unarelacin corroborada hasta el da de su publicacin, dela existencia de estos mismos materiales. Un inventarioadems debe ser hecho por un personal tcnico ad hoc,que conoce las caractersticas del material que inventara,y cuya naturaleza arqueolgica, debe poder establecerde manera incontrovertible.

    Hay que precisar, no obstante, que losinventarios de sitios arqueolgicos en el Per tienen una

    vigencia limitada y no estn defi

    nidos por el hecho delconocimiento absoluto de la existencia de los sitios, que esimposible de alcanzar, sino por la existencia condicionadade los sitios al momento de su registro. En otras palabras,los inventarios no se basan en un conocimiento factualcompleto de los materiales arqueolgicos, mucho de loscuales todava no han sido descubiertos, se desconocesu existencia, o de los cuales ya no queda evidencia queregistrar debido a su desaparicin o destruccin, la queest condicionada invariablemente por su naturalezatafonmica (Bednarik 2009). Este hecho obliga a realizarinventarios constantes con el objetivo de monitorear elestado de los sitios e incrementar o reducir la cuenta desus entradas materiales.

    __________1 Concepto tomado de las notas del curso: ProspeccinArqueolgica que dirigiera el profesor Daniel Morales Chocanoen la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2009.

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    En el Per, solo en muy contados casos seha realizado un inventario de sitios arqueolgicos conquilcas, e irnicamente en los casos conocidos estasrelaciones no han sido llamadas as por sus autoresdebido a su consideracin acadmica o la intensin de

    su registro; ejemplos relevantes de inventarios objetivoslo constituyen las relaciones de Pedro E. Villar Crdovapara el valle de Yangas (1935), de la Universidad NacionalMayor de San Marcos para varias regiones del Per (1962-1963), de Vctor Pimentel para el valle de Jequetepeque(1986), de Antonio Nez Jimnez para muchos de lossitios con petroglifos del Per (1986), de Eloy LinaresMlaga para Arequipa (1987), de Jess Gordillo para elvalle de Caplina (1993), de Gori Tumi Echevarra Lpez yJhon Valencia Crdova para la llacta del Cusco (2007), deAna Nieves en el valle de Nasca (2010) y recientementede Ismael Prez, Noem Cruz y Freddy Len para los sitiosdel valle de Huamanga Ayacucho (2010); entre otros.

    El nico inventario de quilcas hecho en el

    Per, deliveradamente llevado a cabo como un registrosistemtico en el marco de la legislacin peruana, lodirigi la arqueloga cusquea Patricia Vega Centeno enla zona de Macusani Corani, Puno el ao 2008, y hasta lafecha ste debe considerarse el ejercicio de investigacinms grande de la arqueologa peruana en este material.En oposicin, las dos nicas publicaciones conocidas conel nombre de inventario (Inventario General segnRavines, 1986; e Inventario Nacional segn Hostnig,2003) constituyen solamente una lista de sitios basadas enreferencias secundarias, muchas de ellas no corroboradas,incluyendo listas de sitios inexistentes en el segundo delos casos, y no conforman de ninguna manera un registroo inventario fidedigno de material alguno, ms all de su

    puro valor referencial.El inventario de un bien arqueolgico esun esfuerzo acadmico bastante serio, y las quilcasson un material cultural especial que requiere untratamiento acorde a su estatus, de all que se requieranecesariamente una explcita exposicin de las categorasy criterios tcnicos usados en su registro, como veremosa continuacin.

    Plan de la obra

    Como hemos dicho en las lneas precedentes, ellector debe asumir que los autores conocen de facto lossitios arqueolgicos con quilcas que se estn incluyendo en

    la relacin. Esto implica que todos los sitios son existenteshasta la fecha de la publicacin de este inventario. Todala informacin vertida a partir de esta premisa, constituyeinformacin complementaria obtenida por medio deobservaciones controladas, un ejercicio hermenuticoy compulsa bibliogrfica. Los acpites de las entradasen el inventario incluyen la clave, la nomenclatura, laclasificacin, los antecedentes, la ubicacin, la descripcindel sitio, el estado de conservacin, el contexto cultural, yuna bibliografa tcnica complementaria. Una experienciareferencial de esta labor es el catastro e inventario desitios arqueolgicos desarrollado por el Lic. Jess GordilloBegazo (1993), para el valle medio de la cuenca del roCaplina, Tacna.

    Debemos advertir que este es un inventariobasado en un parmetro geogrfico, hecho por reascircunscritas, y los sitios se van a revisar siguiendo estearreglo en una cuenta lineal (ver captulo siguiente). Laclave asignada por tanto va a seguir esta cuenta de forma

    simple: nombre de la cuenca o rea geogrfica circunscritay nmero correlativo por sitio (p.e. Rmac - 03), todaslas cuentas numricas o claves anteriores conocidas sevan a adjuntar entre parntesis inmediatamente a laclave asignada por nosotros. La cuenta no obstante no es

    definitiva y debe ajustarse segn aparezcan nuevos sitios,lo que estamos seguros va a pasar en poco tiempo. Lanomenclatura se har siguiendo la terminologa nacionalnativa y usando prioritariamente la toponimia originalasociada ms cercana; cuando dos sitios se encuentranasociados o en evidente cercana van a ser distinguidosusando letras simples, como Quivi A y Quivi B, salvomejor criterio.

    En los acpites del registro, los antecedentesvan a exponer una revisin de las principales referenciase investigaciones asociadas al sitio, mientras que ladescripcin se va a realizar siguiendo una observacingeneral centrada en cuatro categoras materiales, las queconstituyen variables discretas para el reconocimiento

    y anlisis tcnico de las quilcas, estas son: motivos ocorpus figurado, soporte, entorno inmediato y paisaje(Echevarra 2009). Se van a incluir adems observacionesrelevantes adicionales. El estado de conservacin se vaa exponer en los trminos simples y objetivos de bueno,malo y muy malo, comentado explcitamente cada valor.Tambin se incluye un tem sobre el contexto cultural delsitio, que va a consistir de una explicacin acadmicade su historia arqueolgica, en forma de proposicioneslgicas e hiptesis.

    La clasificacin de los sitios con quilcas se vaa realizar de acuerdo a los tipos establecidos por EloyLinares Mlaga (1973), distinguindose tcnicamentepetroglifos, pictogramas, geoglifos y arte rupestre

    mobiliar con tradicin rupestre. Aunque estas definicionesson casi normativas adjuntamos a pie de pgina lasdefiniciones regulares de los tres primeros trminostal como se estiman internacionalmente (RobertBednarik 2007), incluyendo la definicin del trminocompuesto arte mobiliar con tradicin rupestre, cuyafenomenologa, tal como ha sido observado por el Dr. EloyLinares Mlaga (2011)2 , an es exclusiva del los andes.Todas estas definiciones se han incluido en el glosario encastellano publicado por APAR en la revista Quellca Rumi(2011) y que est disponible en lnea en https://sites.google.com/site/aparperu/home/glosario-glossary

    Todas las entradas van a estar acompaadas porfotografas y grficos de formato y tcnica adecuada, en lo

    posible con escalas uniformes como la Escala Estndar deIFRAO o la Escala de APAR. En ningn caso se va a incluir__________

    2Petroglifo un motivo de arte rupestre que implica un procesode reduccin en su produccin, tal como la percusin o abrasin.Pictograma un motivo de arte rupestre que implica un procesoaditivo en su produccin, tal como la aplicacin de pintura,pigmentos secos, cera de abeja, etc.Geoglifo un motivo amplio (usualmente mayor de 4 m),o un diseo realizado en el suelo ya sea por el arreglo declastos (geoglifo positivo, alineamiento o arreglo de piedras,petroformas, montculo de tierra), o por la remocin de clastospatinados para exponer la superficie no patinada del suelo(geoglifo negativo).

    Arte mobiliar con tradicin rupestre forma de paleoartetransportable hecha sobre objetos muebles cuyos motivos,grabados o pintados en los mismos objetos, se asemejan al arterupestre de los abrigos rocosos y cavernas. Trmino aplicado parael paleoarte mobiliar del sur del Per principalmente.

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    fotos con motivos resaltados mediante agentes externoscomo tiza, talco, tierra, o mojando el soporte, lavndolo,o interviniendo el material mediante limpieza u otrosprocedimientos. Uno de los objetivos es poder presentarla quilca en su estado original al momento del registro.

    Cualquier intervencin en las quilcas est absolutamentevetada salvo que medie una investigacin arqueolgicacon un explcito conocimiento tcnico de la evidencia.

    Como ya mencionamos, la bibliografa incluidaen las entradas del inventario va a estar necesariamenteorientada a la investigacin tcnica de los sitiosarqueolgicos con quilcas, ya sea desde la perspectivaarqueolgica, histrica, de la historia del arte, etc., sinpretender ser exhaustiva, no siendo ese el propsito delinventario.

    Debemos recalcar que en todo el texto se vaa utilizar el trmino de quilca, que es la nomenclaturams apropiada para este material cultural en el Percomo ya hemos examinado en otros trabajos y se ha

    corroborado histricamente (Echevarra 2009); sinembargo, la palabra compuesta arte rupestre va a serusada tangencialmente para no desagregar la terminologaperuana de la internacional.

    Parmetros geogrficos

    El inventario se ha diseado para seguirun parmetro geogrfico regular, que est definidonaturalmente por la cuenca hidrogrfica o un reacon lmites geogrficos definidos, sea una hoyada,una ensenada, un interfluvio o cualquier espacionatural cerrado que es continente de la evidencia.Independientemente de la escala del inventario, todos

    los registros que se van a incluir van a circunscribirsea este parmetro. El reconocimiento circunscritode esta evidencia es clave para poder comprendercontextualmente el material con un valor tcnico yadministrativo relevante.

    La cuenta lineal ser a partir de un puntoprincipal (sitio arqueolgico) que debe ser el sitioms alto o extremo en la cuenca o rea geogrfica.Independientemente del lugar de inicio del inventario lacuenta que se va a establecer no inhabilita o dificulta lacontinuacin progresiva del registro de sitios. Hasta quese haya logrado un nmero de entradas considerablesen el registro geogrfico, la cuenta en la relacin puedecambiarse ya sea porque aumentaron los sitios o porque

    disminuyeron. Es importante destacar que para uninventario del tipo que tratamos de realizar aqu, lo queimporta es la fecha en el que se marca la existencia,la ubicacin y la nomenclatura natural de los sitios conquilcas, y no su nmero en la relacin, que slo implicael lugar en la entrada al inventario.

    Todo el inventario estar geogrficamentesubdividido, y se va a mantener una independencia enel registro a este nivel durante todo el tiempo en queste se produzca, y si estimamos bien el inventario serhistricamente permanente.

    Por ltimo, la adicin de mapas o referenciascartogrficas va a estar sujeta a la compilacin regularde una serie de entradas que tengan un valor relevante

    para un rea circunscrita. En este inventario hay portanto una preeminencia del dato sobre su ubicacinespacial o su uso en un sistema de informacin grficade datos georeferenciados. No ignoramos el valor de estainformacin, por el contrario, lo que queremos priorizar es la

    incorporacin de data real que pueda usarse en combinacincon otros sistemas de manejo de datos y proyeccionesgeogrficas, tal como se ha sugerido al proponer laincorporacin de los sistemas GIS a los registros regularesdel Instituto Nacional de Cultura (Moulet y Sacsa 2006).

    Este inventario no obstante se hace no para alentar unsistema de gestin de data sino de comprensin materialde un bien arqueolgico. De aqu que la propuesta es lade constituir un sistema de acumulacin y definicin dedata emprica, enfocada en la supervaloracin del hechofenomnico, la quilca, y la observacin y descripcinde sus propiedades intrnsecas. Por lo tanto nuestrapremisa cartogrfica es totalmente convencional.

    Recomendaciones

    La principal recomendacin que debemos haceres que, vista la evidencia, el Ministerio de Cultura deberealizar la declaracin patrimonial sistemtica de todos los

    sitios arqueolgicos con quilcas que se encuentran en larelacin, siempre sobre la base de la verificacin explicitade lo que se presenta. Se requiere la delimitacin efectivade los sitios mediante poligonal y el establecimientode muros de sealizacin e hitos de delimitacinfsica definitivos con el fin de consolidar su estatuspatrimonial efectivo y garantizar as su conservacin, paracontemplacin y orgullo de los peruanos.

    Tambin debemos relacionar la utilidad deeste inventario en la verificacin y monitoreo de sitios,especialmente confirmando y asegurando su existencia; lainformacin de los investigadores al respecto y estimandoel proceso de afectacin (tafonoma) de los sitios.

    Si podemos hacer que este esfuerzo acadmico

    llegue a los investigadores y estudiosos, estudiantes ymaestros, creemos que se habr hecho una contribucina la proteccin y defensa de nuestro patrimonioarqueolgico y de las quilcas del Per.

    Gori Tumi Echevarra LpezAsociacin Peruana de Arte RupestreUniversidad Nacional Mayor de San MarcosE-mail: [email protected]

    Jess Paul Gordillo BegazoAsociacin Peruana de Arte RupestreUniversidad Privada de TacnaE-mail: [email protected]

    Bibliografa

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    Aplicacin de la filosofa de la ciencia en la investigacindel arte rupestre

    ROBERT BEDNARIKTraducido por Gori Tumi Echevar ra Lpez

    Anthropos metron hapanton El hombre es la medida detodas las cosas

    Introduccin

    Es imposible tratar efectivamente con cualquierpesquisa acadmica sin el recurso de la epistemologa, elrubro de la filosofa concerniente con el origen, naturalezay lmites del conocimiento humano, y los mtodos desu adquisicin. Esto es evidente en relacin a cualquiertpico acadmico, pero en la investigacin de los orgenesdel modelo humano de realidad, el cual sostengo es el

    propsito ltimo de los estudios en paleoarte o arterupestre, esto es absolutamente indispensable.El ser humano es un organismo inteligente,

    el producto de un largo proceso evolutivo, su continuaexistencia est condicionada sobre la posesin dediferentes facultades sensoriales. Es sobre la base deestas facultades que nosotros, como especie, mapeamosy comprendemos la realidad fsica, como si ese fuera surol. Este es el ms grande mal entendido en la ciencia oen la comprensin de la realidad, y en la instancia humanaes la base del antropocentrismo (la interpretacin de larealidad puramente en trminos de valores o experienciashumanas, lo cual es totalmente no cientfico).

    Para ver antropocentrismo incluso con algunaapariencia de objetividad, lo cual no es de algn modofcil, es til considerar el rol de las facultades sensorialeshumanas. Ciertamente estas no fueron seleccionadasen base a ser la mejor posible combinacin de taleshabilidades con el propsito de determinar la realidadobjetiva (en aras del argumento vamos a asumir quetal situacin puede existir, pero no estoy sugiriendo queeste sea el caso). El principal criterio en su seleccinevolutiva fue que las facultades sensoriales de todoorganismo, en cualquier biotipo global del planeta, debenrelacionarse a la misma realidad fsica como el resto dela biomasa del planeta, frecuentemente an a las mismasformas de manifestaciones percibidas de tal realidad.La dinmica evolutiva no permitira excepciones dentrode tal sistema, y un organismo no relacionado a ste no

    sobrevivira an si las condiciones medioambientalesfueran perfectamente dadas para l. Las habilidadesperceptivas de cualquier especie en el universo son quizmejor descritas como un compromiso entre la necesidadde igualar aquellas dominantes en el resto de su biotipoparticular y poseer suficientes variaciones relativas a suscompetidores para tener una ventaja evolutiva sobreellos.

    No obstante, el hecho que en un particularbiotipo, cualquier organismo participativo desde unmicrobio a un humano, se relacione en alguna manera aun particular set de variables (p.e. variables espaciales otemporales) no prueba que estos sean los nicos posibles,o que ellos definan alguna realidad finita. No obstante es

    de aqu que el antropocentrismo (en el caso de humanos)deriva su confidencia. La explicacin obvia para nuestraconfidencia en equiparar la realidad que experimentamoscon realidad objetiva es que, siempre que continuemos

    experimentndolo nicamente dentro del marco cognitivoque tradicionalmente usamos, no es probable ser rebatida.Mucho de lo que llamamos ciencia es actualmente unejercicio de aumentar una estructura antropocntrica atravs de la mala aplicacin del empirismo. Empirismovlido es el principio por el que la experiencia sensorialhumana es la fuente de conocimiento, si esta visin escorrompida al estimar la experiencia sensorial humanacomo la nica medida de cmo las cosas son realmenteen el mundo, esta se vuelve una falsificacin mayor.Empero mucho de lo que es estimado como cienciacae en la ltima categora, la cual debo llamar ciencia

    de bajo nivel aqu. La ciencia de alto nivel pareceampliamente restringida a aspectos de filosofa y fsicaterica.

    Percepcin y cognicin

    Un significante dilema al que nos enfrentamosen el rea de investigar cmo los humanos desarrollaronsus modelos de realidad, es que toda la informacinantecedente que nosotros podemos posiblemente tenerproviene de la arqueologa y la paleoantropologa,esfuerzos acadmicos que ciertamente pertenecen alfondo ms bajo del espectro cientfico. Estos avanzan sindecir que, en consideracin a los orgenes de la ontologahumana en s misma -seguramente el ms ambiciosoesfuerzo cientfico posible para nosotros- tal estado de lacuestin es enteramente inadecuado. Una aproximacinalternativa no es solo preferible, es un prerrequisito.

    Veamos algunas proposiciones bsicas acercade percepcin en general. La posibilidad de percepcines atribuible a procesos fsicos extendindose defocos y reteniendo ciertos caracteres. Sin ellos seraimposible para diferentes perceptores percibir el mismoobjeto o fenmeno desde diferentes puntos de vista, yningn organismo inteligente, humanos u hombrecitosverdes del espacio exterior por igual, habra sidocapaz de descubrir que estos individuos existieron enun mundo comn. Un factor significante en nuestraconfidencia perceptual (por la que quiero decir, nuestraconfidencia que nuestras percepciones son validas enla determinacin de sus causales) es la similaridad entrelas percepciones de diferentes organismos en similaressituaciones. La Inteligencia por si misma habra sidoimposible sin el descubrimiento de una realidad comn,por consiguiente la reflexin inteligente no habraocurrido.

    Toma de conciencia, como intencionalidad,es un concepto muy elstico, y enfatizo que lo usar solocon el ms ambiguo de los significados. Ahora, esta tomade conciencia de una realidad comn experimentada por lamayora, pero no todos los humanos (y lo mismo, presumo,se aplica a todos los seres inteligentes en el universo,cualquier otro que existiera, existi, o va a existir alguna

    vez) es claramente atribuible a la percepcin. Percepcionesson patrones de respuestas a sensaciones causadas porobjetos fsicos y sus propiedades. Por ejemplo, un objetopodra reflejar radiacin de luz en una forma particular,

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    si ciertas longitudes de onda dominan. Un sistema visualsensitivo a esta reflexin selectiva de luz percibira unasensacin que llamamos visin de color, y el organismoprocesando tal sistema va a inferir la propiedad fsicadel color. Si bien el objeto percibido en cuestin posee

    sin duda un largo nmero de propiedades alternativas,solo muy pocas de las cuales un humano puede percibir(incluso con la ayuda de extensiones tecnolgicas denuestras habilidades sensoriales, como instrumentos demedida), hay buenas razones de por qu la seleccinnatural promovi ciertas facultades sensoriales y no otras.

    La ciencia de bajo nivel como la he definidoaqu, ignora nuestra inhabilidad de explorar el nomenode Platn o Kant (ver ms abajo), lo cual deja asta, tan distante de la ciencia de alto nivel comocualquier otro sistema metafsico inventado para proveerlas preferencias de creencias humanas (tales comoreligin). A este punto es necesario enfatizar que estadiferenciacin, aunque parezca lo inverso, no alude a

    algn programa elitista, lo contrario: la ciencia de altonivel envuelve la ms profunda humildad, porque stademanda un reconocimiento de la inadecuacin humana,que contrasta marcadamente con el confidente empirismoingenuo o la ciencia positivista lgica. En cienciaepistemolgicamente rigurosa, nuestra falta de accesoprincipal a la verdad es siempre aceptada.

    Por qu podemos estar tan certeros de lainadecuacin de nuestra cognicin en cuestiones deacceso a la realidad?

    Las percepciones sensoriales de cualquierorganismo, incluyendo uno poseyendo algn nivelde inteligencia auto reflectiva como la hemosdefinido, fueron presumiblemente adquiridas a travs

    de su evolucin. Ellas son entonces una algo descuidadacoleccin de habilidades neurales en relacin a algnparticular proceso fsico en el mundo fuera de nuestroscuerpos. El cerebro sabe suficiente para llevar acabo su funcin de fabricar realidad individual, y desdeall construimos consensos de realidad a travs de lainteraccin social.

    Dos aspectos cruciales emergen de esto: primero,nuestro conocimiento de cualquier cosa ocurriendo fuerade nuestras cabezas debe ser bastante precario. Segundo,las dinmicas gobernando la evolucin determinadaadquisicin de habilidades sensoriales- no puede asumirseestn relacionadas a algn diseo con el objetivode equiparnos con la habilidad de definir realidad

    objetiva; no hubo ningn beneficio de sobrevivencia ental habilidad, como he enfatizado en muchas ocasiones.Por el contrario, uno supondra que esas dinmicasresultaron de una oportunidad de variacin en la lucha porla existencia, por lo que ellas habran sido seleccionadaspor su utilidad en sobrevivencia. Sobrevivencia, porsupuesto, no est relacionada a realidad objetiva deninguna manera, esta meramente refleja una habilidadpara responder al medioambiente.

    Toda nuestra percepcin se relaciona a eventos,a cambios en el mundo fsico; un estado estable derealidad no sera perceptible a nosotros o a cualquierotro ser. Para percibir un evento que no est tomandolugar en el cuerpo del perceptor, debe haber un proceso

    fsico en el mundo, fuera del alcance de su fuertementeconectado sistema neural, el que produce un estmulosobre la superficie de nuestro cuerpo (o de un receptortal como una retina) que es neuralmente detectable. Esmuy razonable postular que este algo tenue lazo entre

    nuestro sistema nervioso y el mundo real no proveeabsolutamente ninguna justificacin para el intensodelirio de los humanos de que tengan acceso a algunarealidad significativa. Por supuesto no tienen y es buenorecordar que esto fue conocido por algunos acadmicos

    griegos milenios atrs. Particularmente, el principiode la percepcin antropocntrica de la realidad fueadmirablemente captado en el Alegora de la Cavernade Platn, provocando a algunos comentaristas actualesa decir que la disciplina de la filosofa se ha arregladopara producir no ms que meros pies de pgina de lospensamientos de Platn. No obstante, colectivamenteestos pies de pgina son todava tiles, y vamos aconsiderar algunos de ellos aqu.

    Alguna filosofa elemental

    Emmanuel Kant, en su seminal Crtica de laRazn Pura (1781), desarroll el concepto de Platn

    de una dicotoma entre lo conocible y lo no conocible,y acu los conceptos de una construccin de realidadperceptual (consistente de un fenmeno) y una realidadobjetiva consistente de nomeno. Mientras esta distincinpermanece incrustada en la epistemologa contempornea,existen importantes problemas con ella. Bsico delconcepto Kantiano del mundo es la suposicin que larealidad fenomnica es experimentada uniformementepor todos los humanos, independientemente de sucondicionamiento cultural. En el siglo XVIII esta fueciertamente la expectacin del pensamiento europeo,el cual en ese momento fue incapaz de percibir supropio etnocentrismo. Incluso Ludwig Wittgensteininicialmente reafirm su validez bsica con el aforismo

    de su Tractatus Logico-Philosophicus (1921). Pero lcontribuy significantemente a cuestionar el positivismolgico desarrollado sobre el pensamiento kantiano,cuando examin el rol del lenguaje en la formacin yel mantenimiento de conceptos. En su fase temprana,Wittgenstein asever que el pensamiento (y l se referaal pensamiento humano sin duda) es la pintura lgica delos hechos, los que a su vez estn elaborados de hechosatmicos (en realidad un trmino de Bertrand Russell;la traduccin al ingles de 1922 es una versin corruptadel texto alemn). El pensamiento es la proposicinsignificante, y proposiciones son funciones verdaderasde proposiciones elementales. El propsito del lenguajees establecer hechos, lo que se hace mediante grficos

    [picturing]. As el lenguaje parece tener una similaridadestructural con lo que se describe. Aseveraciones ticas ometafsicas solo pueden ser violaciones no sensoriales dela legtima aplicacin del lenguaje, y en esto Wittgensteinincluye sus propios enunciados sobre teora del lenguaje.l considera su propia metafsica como un disparate tilo importante, y filosofa, como es tradicionalmenteentendida, enraizada en confusin lingstica. Susopiniones fueron posteriormente expresadas de maneradiferente por Richard Rorty en su The Linguistic Turn(1967) cuando pidi deponer el relato de conocimientode un espectador: los filsofos nunca han sido capacesde decir que ellos estuvieron haciendo nada ms queeternizar prejuicios contingentes.

    En la fase tarda de Wittgenstein (empezandoalrededor de 1918), en la cual contradice su propioTractatus, l correctamente se enfoca en la influenciadel lenguaje. Sin embargo, esto parece no haber tenidoningn efecto en el positivismo lgico un punto que vale

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    la pena examinar en detalle-. Los hechos sobre loscuales la realidad positivista est elaborada correspondena smbolos lingsticos o grficos. Estos hechos sonhechos fenomenolgicos, en otras palabras, se relacionana la construccin interna o relativista del mundo.

    Presentar en lenguaje (filosfico) cualquier cosa quecontradiga la lgica es imposible, porque el pensamientoen si mismo significa ser lgico. Por lo tanto el nicomodo de forzar la actividad mental (la cual el positivistallama pensamiento), inteligible a la mente humana, esel pensamiento lgico tal como lo hemos definido. Perodesde que ste se encuentra enteramente elaborado entautologas, no puede expresar nada de significancia.Entonces mientras el positivismo lgico tiene que aceptarabsolutamente que nada puede ser dicho de la realidad,pretende sin embargo que su conocimiento acercadel mundo, derivado enteramente de formulacioneslingsticas de constructos empiristas, es vlido. Esta es lams grande contradiccin en lo que ha venido llamndose

    filosofa de la ciencia, indicando que esta filosofa, y laciencia basada en ella, es esencialmente una farsa. Latirana del empirismo la cual se ha vuelto un hito delcientifismo del siglo XX (como opuesto a la ciencia) carecede la integridad de un Wittgenstein, quien denunci supropio trabajo como un error y una contradiccin.

    Por lo tanto es necesario examinar la influenciaque el lenguaje tiene en nuestro preferido conceptode realidad. Las unidades comunicativas de cualquierlenguaje, verbal o de otro tipo, son por supuesto smbolos.As un smbolo es una herramienta intermediaria que lamente usa para representar el mundo. Un conocimientode una especie inteligente es mediatizado por smboloslos cuales representan abstracciones componentes

    de realidad especie-centrista (o, preferiramos decir,cultura-especfica), excavadas de nuestras percepcionesdel mundo objetivo en el proceso analtico de la mentemientras construye su imagen del mundo. La estructuralingstica de la realidad antropocntrica, incluyendoaquella creada por la ciencia, es difcil de apreciar porla mente humana, precisamente porque todo lo questa puede saber es predicado en su propio simbolismo.Todos los seres conceptuales buscan validacin de supropio estndar conceptual en referencia a un estndarexterno, de otros. Sin embargo, la necesidad de validacinexterna se comporta inversamente al nmero deinducciones exitosas que el organismo ha experimentadoontognicamente. All yace la razn, y la nica razn, para

    el etnocentrismo, y ultimadamente antropocentrismo.

    Ciencia y verdad

    Para expresar esta situacin ms brevemente:los humanos son incapaces de determinar que es verdad.La ciencia no est satisfecha con este estado de lacuestin, por lo que ha encontrado una manera de obviareste gran problema. En los treinta Karl Popper ideo elfalseamiento como un medio de separar la ciencia dela no ciencia: las proposiciones deben ser presentadasde tal manera que ellas pueden ser desaprobadas poralgn evento concebible y espacio-temporal localizado,ejemplificando una posibilidad por la cual la proposicin

    podra descartarse. En la segunda mitad del sigloXX, el peso del falseamiento fue de alguna maneramodificado: ahora hablamos de refutacin. Esto esporque el falseamiento de evidencia puede en si mismoser mal interpretado, y una proposicin refutada no es

    necesariamente falsa, La refutacin de evidencia puedeser sujeta a examen posterior, y si se halla problemticaen si misma (como es generalmente el caso en la ciencia)una proposicin refutada puede ser repuesta.

    Esencialmente este sistema de evaluacin

    cientfica a travs de la refutacin se ha vueltotan universalmente aceptado en las ciencias que larefutabilidad es hoy considerada la principal caractersticade la proposicin cientfica, hiptesis o teora. Parailustrar con un ejemplo: la proposicin que el Homoerectus estuvo en las Amricas no es cientfica. Ningunacantidad en la ausencia de tales hallazgos puedeconclusivamente probar que l no estuvo presente enaquellos continentes. No obstante, la proposicin que elHomo erectus NO estuvo en las Amricas es refutable, esverificable, por lo tanto es cientfica. Algn da podremosdescubrir evidencia de la presencia del homnido en lasAmricas, por lo tanto la posibilidad de refutacin siempreest dada. La presuncin de un cientfico es que, si la

    proposicin ha sido ampliamente examinada, y si hemosfallado en refutarla, tal idea o modelo se considerareforzado y contina siendo reforzado por cada intentode refutacin al que sobrevive. No obstante, en ningunaetapa el cientfico la considera ser verdad. l nuncapuede saber que, ese conocimiento, o mejor la faltade conocimiento, es lo que lo hace de l un cientfico.Entonces un cientfico no es alguien que sabe que algo vaa ser verdad, sino alguien que sabe que nada puede serverdad. La verdad puede hallarse en la religin, nuncaen la ciencia. Ningn cientfico real ha surgido jams atravs de una finita, absoluta verdad.

    Estos simples principios aplican en toda laciencia. O quiz deberamos decir: reas del conocimiento

    humano. Aseveraciones de que este principio derefutabilidad no puede ser aplicado no son cientficas.Esto no sugiere en ninguna forma que stas deben serinvalidadas, o que debemos ignorarlas; simplemente nopertenecen al territorio de la ciencia.

    Ciencia y arte rupestre

    Hemos arribado as a los estudios del arterupestre, y ahora podemos considerar el rol de la cienciaen este campo de investigacin, o preguntarnos msespecficamente: qu comprende la ciencia del arterupestre? En observancia con el criterio que hemosconsiderado, la ciencia del arte rupestre tiene que

    consistir en la busca de tratar de aprender sobre arterupestre presentando y poniendo a prueba proposicionesrefutables sobre el mismo, y reteniendo aquellas queparecen sobrevivir los intentos de refutacin para laconstruccin de hiptesis. Tpicas proposiciones refutablessobre arte rupestre seran los siguientes ejemplos:

    1. Un residuo de pintura contiene componentesorgnicos, y se propone que ellos son fibras vegetales enbase a un examen microscpico. La proposicin puedeser puesta a prueba por varios mtodos alternativos,por ejemplo oxidacin, combustin, espectroscopa, omicroanlisis por sondeo electrnico; una continuacin defallas en refutar la proposicin resultara en el incrementode confidencia.

    2. Una cpula A se afi

    rma es ms profunda queuna cpula B. Hay muchos mtodos disponibles a nosotrospara medir la respectiva profundidad, por ejemplo uncalibrador, fotogrametra, o el uso de un instrumento delaser. Por lo tanto podemos poner a prueba la proposicin.

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    3. Un grabado fue hecho con una herramienta de metal.Experimentos de replicacin, estudio microscpicoy deteccin de trazas de metal seran algunas de lastcnicas que uno podra usar en el intento de refutaresta proposicin.

    No obstante, la vasta mayora de proposicionessobre arte rupestre que hemos escuchado de entusiastasdel arte rupestre no son verificables. De lejos lasaseveraciones ms comunes conciernen a los objetossupuestamente descritos en el arte rupestre. Esta es lams primitiva forma de comentario en arte rupestre:el observador moderno nos dice que es lo que el arterupestre est intentando describir. l o ella podran inclusoargir con otros, igualmente subjetivos observadores,sobre el significado de las figuras. De esta manera sonidentificados con confidencia animales, armas, utensilios,instrumentos musicales, o actividades en que las figurasestn enlazadas. Obviamente estas afirmaciones no sonrefutables (a menos que el mismo artista pueda decidir

    el problema), y dependen totalmente en la cognicin,percepcin y acondicionamiento (cultural, acadmico,religioso, ideolgico, etc.) de los observadores externos:no tenemos manera de invalidar estas aseveraciones, otrams que usar el mismo criterio, en otras palabras nuestrapropia manera de detectar aspectos iconogrficamentediagnsticos de una imagen. Estas afirmaciones no sonverificables, por lo tanto no son cientficas. Bien puedenser verdad, esta no es la cuestin aqu la ciencia tal comola hemos visto no concierne a la verdad-, la cuestin es sipueden o no formar parte de la ciencia del arte rupestre;claramente no pueden, pertenecen a otro campo.

    Para hacer las cosas peores, estos idiosincrticospronunciamientos sobre lo que el arte rupestre describe

    estn casi siempre empleados en la formulacin deteoras complejas y de largo alcance. Por ejemplo, unentusiasta podra determinar los tipos de objetosque se muestran juntos a las figuras antropomorfas (p.e. artefactos percibidos), y de all construir un marcocronolgico para el arte en cuestin. O podra identificarespecies animales en las pinturas, y de ellos deducir eltipo de medio ambiente o clima del tiempo en que elarte ha sido producido. Muy aparte del obvio problema deque estas deducciones han derivado de aseveraciones nocientficas (no refutables), tenemos todas las razones deestar preocupados cuando consideramos cuan equivocadasse ha mostrado que estn algunas veces. Por ejemplo,sabemos de casos donde corpus de arte rupestre han sido

    atribuidos a sociedades de cazadores recolectores sobrela base de los animales o de las actividades supuestamentedescritas, solo para descubrir despus que han sido hechaspor sociedades de pastores (p e. en el este de Espaa yen el Sahara). O como el estilo, tal como es percibidopor observadores modernos, fue usado para atribuir elarte a sociedades que vivieron miles de aos atrs, solopara descubrir que ese arte es mucho ms reciente (p.e.en el valle de Coa de Portugal). Las afirmaciones sobrela edad del arte, al menos, son cientficas porque sonrefutables, pero la evidencia en que se basaron no lofue, y es usualmente ms difcil refutar aseveracionessubjetivas fervientemente sostenidas en este campo,que aquellas presentadas para refutacin. Mientras la

    refutacin de afi

    rmaciones cientfi

    cas es una actividadrutinaria, la refutacin de afirmaciones no cientficasfrecuentemente envuelve teoras que son defendidasfuerte y persistentemente, y esto aplica particularmenteen arqueologa.

    Esta sola es ya una buena razn por la cualdeberamos evitar proposiciones no cientficas sobre arterupestre, y todava ms del noventa por ciento de todo loque se ha publicado jams sobre este tema no tiene ningntipo de justificacin cientfica. Consiste principalmente y

    casi siempre por completo, de afirmaciones no refutablesde investigadores externos, sobre sistemas grficos degente cuyos conceptos iconogrficos no conocemos enabsoluto porque jams hemos hecho un determinadoesfuerzo para aprender acerca de ellos. En vez de esonosotros, los ignorantes outsiders, nos hemos dicho unosa otros lo que pensamos acerca del arte!!

    Conclusin

    Por qu debera importar muchsimo si lasinterpretaciones que creamos sobre el arte rupestre,y sobre el paleoarte en general, son vlidas? Si muchosentendidos del arte rupestre parecen disfrutar inventando

    significados para el arte, y por qu la investigacindel arte rupestre no puede constituir una bsquedaesencialmente basada en fantasas inofensivas?

    Yo percibo tres razones para oponerse a esteargumento y a la ideologa que lleva implcita. El primeroes que los entusiastas del arte rupestre estn entre lasms serias amenazas para la continua supervivencia delarte rupestre. Visitas a los sitios as como la mal dirigidaatencin del pblico en general, creada por nuestrasactividades, contribuyen a acortar la expectativa devida del arte rupestre, mucho del cual es altamentesusceptible a amenazas de preservacin de varios tipos.Los entusiastas del arte rupestre tienen la tendencia aregistrar el arte, generalmente por mtodos inapropiados,

    independientemente del hecho que el mismo arte puedeya haber sido previamente registrado por docenas de otros(la mayora de los mtodos de registro usados en estasempresas envuelven grados de interpretacin, entonceslos registros producidos frecuentemente difieren dealguna manera). Todo esto resta a la supervivencia delarte rupestre en cuestin.

    La segunda razn para oponerse a la aplicacinde mtodos no cientficos en la investigacin rupestrees la ms importante para m. Yo creo que el paleoartees el nico recurso principal a disposicin de la cienciaque puede decirnos algo sobre el proceso por el cual loshomnidos formaron sus constructos de realidad. Ms atrsen este artculo hemos visto que estas construcciones

    de todos los humanos, incluyendo las nuestras, sonprobablemente falsas. Si la evolucin cultural humanaes un intento por manipular el medioambiente, entoncesla ms importante contribucin fue crear constructos derealidad. Antes que los humanos estuvieran listos paraalterar las condiciones fsicas de su mundo para crearms favorables condiciones de supervivencia para ellos,ellos crearon un artefacto cognitivo, un constructo dela realidad. Si alguna vez vamos a entender nuestropropio constructo de realidad actual debemos aprenderen primer lugar como ste fue desarrollado. Para estonecesitamos informacin factual sobre el paleoarte,no fantasas. Y ya que esta es la tarea ms difcil quela ciencia puede asignarse a s misma, no me parece

    irrazonable demandar los ms altos estndares posiblesde rigor en la ciencia del arte rupestre. Este debe serigual a los que venimos exigiendo de las ciencias duras,las cuales estn inevitablemente regidas en los principiosde refutabilidad. Si la investigacin del arte rupestre no

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    puede al menos equiparar estos estndares entonces novale la pena hacerlo. Sera una prdida de recursos yentusiasmo, sin mencionar la amenaza al arte rupestreque cualquier investigacin envuelve.

    Finalmente, la tercera razn para demandar que

    los estudios rupestres sean conducidos de una manerarigurosamente cientfica es que el pblico tiene unarazonable expectativa de que los pronunciamientos quehacemos sobre el arte rupestre sean confiables y crebles.Dentro de un sistema de conocimiento-aseveracin norefutable es fcil inventar interpretaciones y defenderlasmediante recursos de influencia acadmica. Debido aque no son refutables no pueden ser objeto de examencientfico. An pretendiendo que estas interpretacionesson el resultado de investigacin cientfica no solo estamosusando falsos pretextos para reforzar la credibilidad denuestras aseveraciones, tambin estamos desacreditandola ciencia. Nuestras afirmaciones de saber qu es loque fue descrito en el arte rupestre son totalmente

    anticientficas, por lo tanto es hipcrita presentarlas enel nombre de la ciencia.

    Quiz muchos entendidos del arte rupestre nohan advertido en el pasado qu es la ciencia y cmo estossimples principios se relacionan a nuestros estudios.He intentado clarificar aqu lo que parece son losprincipales problemas. En la ciencia rupestre examinamosarte rupestre en orden de producir datos que puedanllevarnos a hacer ciertas proposiciones sobre el arte:

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    cmo fue creado, cundo, en qu contexto, y as. Estasproposiciones deben ser formuladas de tal manera quepuedan ser refutadas; si no hay forma de hacerlo entoncesno son de inters para la ciencia. Otro rol del cientficodel arte rupestre es poner a prueba (en otras palabras

    intentar refutar) tales proposiciones, e inventar mejoresmtodos para lograr esto. Aquellas proposiciones queconsistentemente resisten intentos de refutacin puedenser usadas para construir tentativos modelos acerca dems complejas interpretaciones, lo cual a su turno puedeguiar la adquisicin de datos, estrategias y prioridadesde investigacin. Pero debe enfatizarse que, como unadisciplina cientfica, no hemos progresado lo suficientecomo para permitir la formulacin de mayores sntesisen al menos alguna rea de nuestro campo. Nuestradisciplina tiene solo unos pocos aos (habiendo sidofundada en 1988), todava encontrando sus pasos, y lacantidad de datos que han sido sujetos de sostenidosintentos de refutacin permanece del todo minscula.

    En esta etapa, la disciplina requiere de nuestra pacienciay moderacin respecto a la interpretacin especulativa,el posicionamiento de solidas hiptesis verificables y lacolaboracin de cientficos entusiastas con una inclinacinpor convertirse en verdaderos pioneros en uno de los msambiciosos esfuerzos de la ciencia.

    Robert BednarikFebrero 2003

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    Macrofunciones de las quilcas o el arte rupestre en el PerENRIQUE RUIZ ALBA

    El anlisis macro funcional del lenguaje sevuelve necesario para el entendimiento de las quilcaso arte rupestre en el Per. Michael Halliday (1973)menciona la funcionalidad del lenguaje estableciendo ymanteniendo relaciones interpersonales y a travs de lasmismas el intercambio de informacin, ideas, opinionesy sentimientos.

    Es discutible que a travs de un diseo o grabadoen roca se pudiera enviar tal informacin pero es seguroque cierto tipo de informacin fue pensada, plasmaday recibida en su momento. Entonces la primera macrofuncin es netamente social.

    Otra macro funcin es la de servicio por ser unava de adquisicin de informacin es decir que se convierteen punto de referencia y difusin a todo aquel que desee

    saber ms de cualquier tpico. En el plano netamentearqueolgico local podemos suponer que fue utilizadopara actividades de produccin, advertencia sobreenfermedades y reas endmicas y ms posiblementedemarcacin territorial.

    Algo que an no se ha mencionado es el objetivoesttico de los diseos en roca. Este pone al descubiertouna nueva dimensin del arte rupestre en el Per porel cual el diseo intento generar una respuesta en elobservador.

    La funcin esttica es la relacin entre el observadory diseo que genera una respuesta en el observadorconvirtindose en artista en un momento posterior.

    Es necesario ver al diseo en roca como el

    vehculo del lenguaje, o target language. Es comoresponder una poesa con otra o una narrativa utilizandoel mismo gnero literario. En el arte rupestre peruanolas respuestas se dan usando los mismos diseos omismo conjunto de diseos e inclusive partes aisladas ysegregadas de algunos motivos en roca.

    El observador inicial de una figura o diseoen roca se convierte en artista a su vez al plasmar lasmismas figuras en respuesta a esa motivacin primaria.Por supuesto que algunas figuras llevaran ahora ciertas

    modificaciones, alteraciones, omisiones y nuevascreaciones propias del artista.

    Un ejemplo recurrente es el de diseos decamlidos en diferentes tamaos y dimensiones, elmensaje posiblemente refiere a cantidades de ganado, oreas de pastoreo y estacionalidad de verdes durante elao para valles y punas. La funcin social es netamentecomunicativa, la funcin de servicio sera de alertar oguiar a puneros ganaderos para mantenerse alejadoso llegar a zonas de intercambio. Estos diseos generanuna reaccin interna en los observadores que al llegar asu destino o en el camino van dejando su propia versinesttica. Es este proceso el que conocemos comouniversalizacin del lenguaje.

    El por qu de las variaciones en diseo y

    disposicin de estos motivos en la roca es en base alprincipio de language teaching o de enseanza delidioma. Hasta determinados momentos de desarrollocultural es lgico suponer que la universalizacin de losmotivos o diseos estuvo antecedida (o superpuesta sea elcaso de su desarrollo) por corpus de imgenes netamenteregionales o locales basadas en la filosofa de vida quecada grupo tuviera. Cada rea de concentracin de arterupestre en el Per debe ser vista como una escuela delenguaje con fines comunicativos, a partir de los cualesse pretendi homogeneizar y universalizar el lenguaje.

    Lo opuesto a formas universales son las formasde adquisicin natural local. As tenemos:

    Formas universales vs formas de adquisicin localnatural

    En Sojabaya departamento de Moqueguaencontramos motivos figurados (Fig. 1) muy similaresal Dios de las Serpientes de Miculla (Fig. 2) Cmo unpersonaje que puede estimarse netamente local, comoel Dios de las serpientes de Miculla, viaja hasta otrosvalles en Moquegua?

    Esto puede ser explicado en base al proceso

    Figura 1. Sojabaya en Moquegua, Representacin abstracta de un personajealado, similar al Dios de las serpientes de Miculla.

    Figura 2. El "Dios o personaje de manos deserpiente", supuesta deidad local. Aqu ya tomouna personalidad clara y propia de la zona queconecta generaciones de artistas a travs de unatradicin cultural.

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    de universalizacin del lenguaje. En Sojabaya encontramosal personaje en proceso de universalizacin mientras queen Miculla ya esta universalizado.

    La cronologa por consiguiente es ms tardaen Sojabaya bajo el principio de universalizacin. Pero

    tambin existe la variable esttica de la cual hablamoslneas arriba, por la cual los puneros o viajeros comerciantesrepresentaron las formas vistas en estas escuelas de idiomao centros rupestres y luego las reprodujeron en otras reas.

    Siendo Sojabaya un rea de acceso al valle deMoquegua desde el altiplano, nos inclinamos a creer quelos puneros que conocan tambin la ruta hacia el vallede Palca fueron los artistas de estos petroglifos en unaetapa posterior.

    La sola existencia de reas aisladas que poseanformas universales nos lleva a deducir la existencia deun complejo mayor.

    Prabhu (1987) el gran lingista Hind noshabla de vacios y diferencias del idioma que deben ser

    superadas para que la comunicacin sea exitosa. El usodel arte rupestre y la enseanza del mismo se da cuandoel observador y el artista hacen el esfuerzo de superaresos vacios, el menciona tres vacios; el de informacin,razonamiento y opinin (Prabhu 1987).

    El primer vacio es el de informacin, este se daen la transferencia de informacin entre dos partes o deun lugar a otro y que a su vez trae informacin codificadao decodificada al observador. Esto se da en cualquiermbito del arte rupestre en el Per donde la sola imagengenera ciertas respuestas en el observador.

    El segundo es el vacio de razonamiento donde lanecesidad inherente del hombre por deducir y descifrarinformacin codificada toma lugar, el observador infiere

    acerca de relaciones y patrones sociales pre establecidos.El vacio de razonamiento se da en el arte rupestre peruanoantes de la universalizacin del diseo, es decir antes quela forma sea universalmente conocida e interpretada enun rea de dimensiones considerables.

    Finalmente tenemos el vacio de opinin, elcual en el caso cultural se da en base a diferenciasinterpretativas personales, regionales, y sociales.Sabemos que cierta recurrencia de diseos con pequeasalteraciones u omisiones obedecen a este principio.

    Este proceso de universalizacin del lenguaje esposterior al proceso de adquisicin del lenguaje. StephenKrashen (1977), nos da un alcance real y sustanciosoacerca de la enseanza del lenguaje comunicativo

    y la enseanza del lenguaje a travs de un objetivodeterminado o Task based teaching.En otras palabras para ciertas reas tendramos

    ciertas actividades culturales y en base a ellas ciertosdiseos que seran plasmados en roca para cumplir conlas tres macro funciones del lenguaje ya descritas conanterioridad. Tambin Oller (1994), menciona ciertonivel de coherencia lgica entre las reas a ser llenadaso descritas en base a interpretacin del idioma sobre lossoportes.

    Es adems obvio que la geografa y climatologacoadyuvan a definir el lugar y tema a ser plasmados enroca, tambin la ruta geogrfica seria determinante aligual que el acceso a recursos naturales. El objeto de este

    proceso de adquisicin de lenguaje era defi

    nido acordeal desarrollo cognitivo y la actividad productiva que esepoblador realizara. Se puede plantear entonces que elcontexto arqueolgico del arte rupestre en el Per esentonces geogrfico determinista en su mayor extensin

    y las reas de mayor concentracin de arte rupestre eranescuelas del idioma.

    Krashen (1977) nos habla de dos factoresen este proceso de adquisicin del lenguaje: elaprendizaje consciente y el proceso de adquisicin

    subconsciente. Krashen afirma que al memorizar ciertasformas lo hacemos desde el consciente mientras que alcomunicarnos los hacemos desde el subconsciente.

    En el Per la parte consciente se da en el artistaque al plasmar la imagen en roca tiene y posee una ideaclara del objetivo final, mientras que el observador lo hacedesde un punto de vista intuitivo e inexacto pero a la vezms amplio y con mayor espacio a la interpretacin. Yuna vez ms este observador que se convierte en artistatransfiere todo este conocimiento en un proceso estticoal final.

    Escuelas del lenguaje

    Richards, Platt and Weber (1986) mencionan dosfactores ms en el desarrollo del estudio del lenguaje.En este caso es aplicable al estudio del arte rupestre enel Per estas son la graduacin y secuencialidad.

    La graduacin es el arreglo del contenido que espresentado de una forma coherente. Es definido en basea la complejidad del diseo, la recurrencia e importanciasocial que posea.

    Esta definicin nos sigue dando la razn en basea nuestra premisa de que estos centros rupestres eranescuelas de lenguaje. Entendemos as la graduacincomo el arreglo de diseos que van de lo ms simple alo ms complejo acorde a las nociones de dificultad ocomplejidad.

    La secuencialidad es el orden en cual los diseosson presentados al observador. Un contexto graduado noes lo mismo que un contexto secuencializado, razn porla cual el artista preferira introducir o plasmar en la rocaun diseo complejo en una fase temprana por ser de vitalimportancia. Un ejemplo de este caso son las cpulasque son mencionadas en diferentes fases del anlisiscultural (Echevarra 2011). Otro ejemplo clsico son lasrepresentaciones geomtricas de cuadrados y las formasrepresentativas de animales locales vistos de planta. Ensi todos estos diseos estn universalizados o en procesode universalizarse de all su introduccin en contextossecuencializados.

    En otras palabras el artista o conjunto de artistas

    decidi sobre la introduccin de ciertos diseos y formasen base al nivel de dificultad o en base a la necesidad decomunicacin inmediata.

    Brown and Yule (1983) nos hablan de algunosfactores que influencian este proceso de representacin yaprendizaje, esos pueden ser transferidos al arte rupestrede la forma que se ve en la Tabla 1.

    Los factores de aprendizaje en los observadoresse dan en base al estmulo mental originado por el diseo,la cantidad y calidad de conocimiento del observador, loque los lingistas conocen como schemata. Schemataes el conocimiento retenido en nuestro cerebro a travsde experiencias y procesos sociales que almacenamos ennuestro subconsciente. Todos estos datos e informacin

    son almacenados y permanecern all hasta que unestmulo externo lo exponga nuevamente.La nica forma por la cual estos observadores

    habran accedido a este conocimiento durmiente seraa travs de una larga y variada exposicin a los diseos

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    desde su niez, de esa forma reconoceran formas yfiguras a los cuales etiquetaran un significado claro yespecifico. El proceso de decodificacin del mensaje sedio en base a este conocimiento histrico y fueron ellosquienes entendieron y extendieron este conocimientolocal hasta convertirlo en universal.

    Brindley (1987) sugiere otros factores deaprendizaje como la facilidad y rapidez de procesamiento,motivacin, nivel cultural y habilidad artstica. Todos estosfactores estn sujetos a procesos sociales y culturales. Entiempo de guerra o de conflicto la motivacin y rapidez enel aprendizaje se dara de forma distinta que en tiempode paz por ejemplo.

    Nuestra humilde conclusin es que la quilca oel diseo rupestre obedece a una filosofa de lenguaje ynecesidad comunicativa, y es precisamente como lenguajeque debe ser visto y analizado.

    Enrique Manuel Ruiz AlbaAsociacin Peruana de Arte RupestreE-mail: [email protected]

    Bibliografa

    BRINDLEY, G. 1987. Factors affecting task difficulty. In D.NUNAN (ed.) Guidelines for the Development of Curriculum

    Resources. National Curriculum Resource Centre, Adelaide.BROWN, G. and G. YUL E. 1983. Teaching The Spoken

    Language. Cambridge University Press, CambridgeECHEVARRA LOPEZ, Gori Tumi. 2011. A tentative sequence and

    chronology for Checta. Rock Art Research (28)2: 211-224.HALLIDAY, M.A.K. 1973. Explorations in the functions of

    language. Edward Arnold, London.KRASHEN, S.D. 1977. The monitor model for an adult second

    language performance. In M.K Burt, H.C. Dulay and MFinicchiaro (eds.), View points on english as a secondlanguage. New York

    OLLER, J. W. & JONZ, J. 1994. Cloze and coherence. BucknellUniversity Press. Cranbury, NJ.

    PR A B H U , N.S. 1987. Second language pedagogy: Aperspective. Oxford University Press. RIE (1980) Newsletter

    4 (special series) Bangalore. South India.RICHARDS, J., J. PLATT and H. WEBER. 1986. The Longman

    Dictionary of Applied Linguistics. Longman, London.

    Factores que influencian el arte rupestre en el Per

    Lo extenso del diseo o grupo de diseos

    La densidad de informacin presentada siendo esta la cantdad de diseos, motvos, marcas o conjunto de diseos

    en un contexto rupestre

    La cantdad de diseos simples o complejos

    La velocidad a la cual se presentan nuevas formas

    La audiencia a quien estos mensajes son dirigidos

    Lo explcito de la informacin

    Lo simple o complejo del mensaje por ejemplo una forma de redireccionar viajeros ser ms simple y clara de

    representar que un calendario estacional de cosechas.

    Tabla 1. Factores que influencian el arte rupestre

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    Teora del aprendizaje y arte rupestre en el PerENRIQUE RUIZ ALBA

    Una visin constructivista-social del proceso de

    codificacin y decodificacin del mensaje

    Segn Lev Semionovich Vygotsky (1985) elprincipio de todo conocimiento no es la mente humanasino la sociedad dentro de una cultura en una poca ofase histrica y el lenguaje es la herramienta culturalde aprendizaje, por lo que sin lenguaje no hay mayoraprendizaje. Si el diseo rupestre, o ms propiamentela quilca para los andes, es la fuente de aprendizaje,entonces sin l mismo no hay construccin de relacionessociales y desarrollo; por lo tanto los centros de quilcas,o rupestres, son escuelas de aprendizaje.

    Constructivismo social y teora del aprendizaje

    Tomemos todos los principios Vigotskianos yanalicemos su aplicabilidad al mundo rupestre, en sumayora tomados de su libro Pensamiento y Lenguajede 1985.

    El aprendizaje y el desarrollo son una actividadsocial y colaborativa que no puede ser enseada a nadie.Depende del estudiante construir su propia comprensinen su propia mente. (Vygotsky, 1985)

    El proceso de aprendizaje es una actividadsocial, en el arte rupestre tenemos esta relacin artista-observador de la cual deducimos que es un proceso detransferencia del conocimiento directo. La comprensindel diseo y decodificacin del mensaje se da en base al

    grado de exposicin del observador a estos diseos, lollamamos enseanza cognitiva.La Zona de Desarrollo Prximo puede ser usada

    para disear situaciones apropiadas durante las cuales elestudiante podr ser provisto del apoyo apropiado parael aprendizaje ptimo. (Vygotsky, ob. cit)

    El grado de exposicin define el grado depreparacin y entendimiento. Slo es en base a lafrecuencia y cantidad de sitios visitados y observados queel observador se encontrara en un lugar privilegiado deinterpretacin en el arte rupestre.

    El docente debe tomar en consideracin queel aprendizaje tiene lugar en contextos significativos,preferiblemente el contexto en el cual el conocimiento

    va a ser aplicado. (idem.)Esta es una fascinante referencia contextual yen esto no tenemos la menor duda que el contexto queestimul al artista y creo estas escuelas de aprendizajees el mismo que influencia y prepara al observador adecodificar el mensaje.

    El conocimiento se basa en relaciones sociales yadems en la relacin que existe entre el medio ambientey el sujeto.

    Existe tambin una comparacin tcita entre lossujetos y su realidad con las realidades de otros sujetos.

    Grennon y Brooks (1999) mencionan que elconstructivismo internaliza, reacomoda y transformainformacin que ocurre a travs de nuevos aprendizajes.

    El aprendizaje es entonces una actividad individualenmarcada en contextos funcionales, autnticos y degran nivel en significancia.

    El proceso de internalizacin del aprendizaje esnetamente personal, es una lucha entre los parmetros

    inductivos y deductivos en el cerebro humano. Perola motivacin y estmulo es el proceso natural de lasestructuras que van quedando de lado y dando paso aotras.

    Algunas consideraciones lgicas derivadas delproceso de interpretacin lingstico de los diseos enroca son los siguientes:

    El mensaje es la variable que permite distinguirsi el artista est adquiriendo o aprendiendo el lenguaje.Esta nueva dimensin del diseo nos permite ahondar enlos procesos de transformacin social y sab


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