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Ciencia, tecnología cultura. Bases para un desarrollo ...de llevar a la práctica dichos modelos....

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Manuel Castillo y JOlge A. Ocampo ,d communities. 3a. ed. Oxfard, Blackwell i. Pub. 1996,808 pp. ;vell, A. Ecology In the 20th centwy, a His- y. Gran Bretaña, Yale University Press. 1989, 2 pp. L. C Sketches of general and comparativa 'l1ography. Cold Spring Harbar Symposia Quantitative Biology, 1957,22,1-15. s, T. Malthus, Dmwin, and Bagehot: A dy in the transference of a concepto Isis, 36,26,341-348. In, F. N. A bibliographical guide to the his- V of general ecology and population eco- y. Hist. Sci.,1977, 15,189215. CAnimal ecology. Londres, Sidgwick and :kson. 1927, 207 pp. (Reimpresión par :thuen & Co. LTD en 1971) G. F.The struggle for existen ce. Baltimo- Williams & Wilkins. 1934. (Reimpresión .Hafner Pub. Co. en 1964). md, R. HistoJY of ecology. Science, 1975, :,313. :, G.The competitive exclusion princi- Science, 1960, 131,1292-1297. g, W. Thoreau and "Ecology": Con·ec- . Science, 1965, 149,707. , J. L. A Danvinian approach toplan! eco- , Journal ofEcology, 1967,55,242-270. .; R. Lbther y K Senglaub. Historia de la Qgía. Teorías, métodos, instituciones y rafias breves. España, labor, 1990. (Tra- :ión al español de la obra Geschichte der ogie, 1985) ldy, E. J. (ed.).Readings in ecology. Nue- Prentice-Hall, 1965,219 pp. Karmondy, E. J. Concepts of ecology. 2a. Nueva Jersey, PrenticeHall, 1976,238 pp. Krebs, C J. Ecology. The experimental of distribution and abundance. 4a. ed. HarperCollins CollegePublishers, 1994,801 pp. Le Bras, H. L 'arithmétique des hommes. La cherche, 26, 1995, (278):790-795. Mayr, E. Evolution. Scientific American, 1978, 239(3):38-47. McIntosh, R. P. "Ecology": A clarification. Science, 1975, 188,1258 Mclntosh, R. P.The backgroud of ecology. Con- cept and theOJY. EVA, Cambridge University Press. 1985,383 pp. Odum, E. P. Fundamentals OF ecology. 3a. ed. Filadelfia, Saunders, 1971,574 pp. Oehser, P. H. The word ecology. Science, 1959, 129,992. Pearl, R. y L. J. Reed. On the rate of growth of the population ofthe United States since 1790 and is mathemathical representation. Pro- ceedings of the national academy of sciences, 6,275-288. Pianka, E. R. Evolutionmy ecology. 4a. ed. EVA,Harper Collins Pub. 1988,468 pp. Stiling, T. Ecology. Theories and applications. 2a. ed. Nueva Jersey, Prentice Hall, 539 pp. Worster, D. Nature's economy. The Roots of Ecology. San Francisco, Sierra Club Books, 1977,400 pp. IZTAPALAPA 40 JULIO-DICIEMBRE DE 1996 pp. 107-122 Ciencia, tecnología y cultura. Bases para un desarrollo compatible Manuel Medina* Introducción U n tema fundamental de las controversias acerca de los procesos de desarrollo es, sin duda, la relación entre innovaciones científicas y tecnológicas ydesarrollo. En especial, se plantean las cuestiones acerca de: a) cómo dichas innovaciones configuran el desarrollo tanto económico como ambiental, cultural y político, y b) cómo debería regularse dicho proceso de cambio, si es que se considera posible y conveniente hacerlo. Sobre estas cuestiones se dan posiciones muy enfren- tadas y extremas. Para algunos, la aplicación generalizada y acelerada de las innovaciones científicas y tecnológicas nos ha abocado a una situación insostenible. Para otros, son precisamente esas mismas innovaciones las que nos han de ayudar a salir de los problemas actuales en la dirección de un progreso continuado. Tanto los que pro- pugnan una revisión del modo de desarrollo dominante como los que lo defienden, presuponen, más o menos explícitamente, ciertos modelos que deberían guiar la configuración del futuro. En lo que sigue, se van a confrontar los dos modelos de desarrollo posiblemente más discutidos, los de desa- !Tollo sostenido y desan-ollo sostenible, haciendo explícitos Profesor de Filosofía en la Universidad de Barcelona, España.
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Page 1: Ciencia, tecnología cultura. Bases para un desarrollo ...de llevar a la práctica dichos modelos. tos técnicos ni los entornos materiales y ambientales producidos por una de terminada

Manuel Castillo y JOlge A. Ocampo

,d communities. 3a. ed. Oxfard, Blackwelli. Pub. 1996,808 pp.

;vell, A. Ecology In the 20th centwy, a His­y. Gran Bretaña, Yale University Press. 1989,2 pp.

L. C Sketches ofgeneral and comparativa'l1ography. Cold Spring Harbar SymposiaQuantitative Biology, 1957,22,1-15.

s, T. Malthus, Dmwin, and Bagehot: Ady in the transference of a concepto Isis,36,26,341-348.

In, F. N. A bibliographical guide to the his­V of general ecology and population eco­y. Hist. Sci.,1977, 15,189215.

CAnimal ecology. Londres, Sidgwick and:kson. 1927, 207 pp. (Reimpresión par:thuen & Co. LTD en 1971)

G. F.The struggle for existence. Baltimo­Williams & Wilkins. 1934. (Reimpresión.Hafner Pub. Co. en 1964).

md, R. HistoJY ofecology. Science, 1975,:,313.

:, G.The competitive exclusion princi­Science, 1960, 131,1292-1297.

g, W. Thoreau and "Ecology": Con·ec­. Science, 1965, 149,707.

, J. L. A Danvinian approach toplan! eco­, Journal ofEcology, 1967,55,242-270.

.; R. Lbther y K Senglaub. Historia de laQgía. Teorías, métodos, instituciones yrafias breves. España, labor, 1990. (Tra­:ión al español de la obra Geschichte derogie, 1985)

ldy, E. J. (ed.).Readings in ecology. Nue­~rsey. Prentice-Hall, 1965,219 pp.

Karmondy, E. J. Concepts of ecology. 2a.Nueva Jersey, PrenticeHall, 1976,238 pp.

Krebs, C J. Ecology. The experimentalof distribution and abundance. 4a. ed.HarperCollins CollegePublishers, 1994,801pp.

Le Bras, H. L 'arithmétique des hommes. Lacherche, 26, 1995, (278):790-795.

Mayr, E. Evolution. Scientific American, 1978,239(3):38-47.

McIntosh, R. P. "Ecology": A clarification.Science, 1975, 188,1258

Mclntosh, R. P.The backgroud ofecology. Con­cept and theOJY. EVA, Cambridge UniversityPress. 1985,383 pp.

Odum, E. P. Fundamentals OF ecology. 3a. ed.Filadelfia, Saunders, 1971,574 pp.

Oehser, P. H. The word ecology. Science, 1959,129,992.

Pearl, R. y L. J. Reed. On the rate ofgrowth ofthe population ofthe United States since 1790and is mathemathical representation. Pro­ceedings of the national academy of sciences,6,275-288.

Pianka, E. R. Evolutionmy ecology. 4a. ed.EVA,Harper Collins Pub. 1988,468 pp.

Stiling, T. Ecology. Theories and applications. 2a.ed. Nueva Jersey, Prentice Hall, 539 pp.

Worster, D. Nature's economy. The Roots ofEcology. San Francisco, Sierra Club Books,1977,400 pp.

IZTAPALAPA 40JULIO-DICIEMBRE DE 1996pp. 107-122

Ciencia, tecnología y cultura.Bases para un desarrollocompatible

Manuel Medina*

Introducción

U n tema fundamental de las controversias acerca delos procesos de desarrollo es, sin duda, la relación

entre innovaciones científicas y tecnológicas ydesarrollo.En especial, se plantean las cuestiones acerca de:a) cómo dichas innovaciones configuran el desarrollo tanto

económico como ambiental, cultural y político, yb) cómo debería regularse dicho proceso de cambio, si es

que se considera posible y conveniente hacerlo.Sobre estas cuestiones se dan posiciones muy enfren­

tadas y extremas. Para algunos, la aplicación generalizaday acelerada de las innovaciones científicas y tecnológicasnos ha abocado a una situación insostenible. Para otros,son precisamente esas mismas innovaciones las que noshan de ayudar a salir de los problemas actuales en ladirección de un progreso continuado. Tanto los que pro­pugnan una revisión del modo de desarrollo dominantecomo los que lo defienden, presuponen, más o menosexplícitamente, ciertos modelos que deberían guiar laconfiguración del futuro.

En lo que sigue, se van a confrontar los dos modelosde desarrollo posiblemente más discutidos, los de desa­!Tollo sostenido ydesan-ollo sostenible, haciendo explícitos

Profesor de Filosofía en la Universidad de Barcelona, España.

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Manuel MedinaCiencia, tecnología y cultura. Bases para un desarrollo compatible

echan mano a valores humanos (e in­cluso, a veces, sobrehumanos) y recu­rren a la autoridad de la ética teórica(más o menos tradicional o actualizadacomo enel caso de la ética ambienta!) para'avalar los modelos en cuestión. La salidaa los problemas planteados por el desa­rrollo actual habría que buscarla, segúnestas doctrinas, en una regulación éticaconforme a normas y principios de tipofilosófico con validez universal.

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Ausencia deintervención

estatal

Teorías delliberalismoeconómico

se basa en

Desarrollosocial,

económico ypolítico

DESARROLLOSOSTENIDO

propugna

I

conformea las

Crecimientoeconómico

Desarrollo I motor delcientífico ytecnológico

diversas corrientes críticas con plantea­mientos económicos y polítcos alternati­vos y/o con reivindicaciones ecologistas,sociales, humanistas... Como caracterís­tica común, comparten una actitud crí~

tica frente a las formas de desarrollopredominantes hasta el momento.

En un intento de cartografiar a gran­des rasgos dicha nebulosa, se podría dis­tinguir entre versiones "humanísticas" y"científicas" del modelo. Las primeras

que el pastel crezca de modo continuoantes de pensar en repartirlo.

El modelo de desarrollo sostenidova ligado a la idea del desarrollofico-tecnológico como un proceso regidopor una lógica inmanente de carácterdeterminista. Según este determinismotecnológico, las innovaciones tecnoló­gicas se imponen por sí mismas de unaforma imparable, porque representanla realización de tareas o la satisfacciónde necesidades y deseos de una formamás eficaz, más económica, más sencillao más cómoda. A su vez, el desarrollotecnológico sería el que determina, engran manera, el desarrollo económico,social y político. Por todo ello, allaissezfaire económico tendría que acompa­ñarle ellaissez innover tecnológico.

La ciencia y la tecnología modernaaparecen, en este contexto, como lasformas superiores de conocimiento yacción racional sobre las que quiereasentarse el autocalificado "pragmatis­mo" económico del modelo, una vezproclamado solemnemente el fin de lasideologías. Por esta vía se pretende le­gitimar tanto el modelo como la auto­ridad de sus ejecutores tecnócratas.

Modelo de desarrollo sostenible

Propiamente no puede hablarse de unmodelo definido de desarrollo sosteni­ble. En la nebulosa de este concepto,hasta cierto punto de moda, navegan

iricamente, el modelo se derivadoctrinas del liberalismo econó­ue defienden el sistema de mer­bre de intervenciones estatales.estas doctrinas, las leyes del mer­In inexorables. Cualquier intentorvenir en el mismo es contrapro­e ysólo puede empeorar la situa­)e ahí que hay que minimizar la;nción del estado. Por otra parte,ma de mercado lo resuelve prác­[lte todo. Además, es inútil in­uprimir las desigualdades, porquedadas por la naturaleza humana.) caso hay que conseguir primero

lo de desarrollo sostenido

jelo estándar de desarrollo soste­e basa en un crecimiento econó­permanente, impulsado por laslas leyes del mercado competiti­cho crecimiento posibilitaría unolla general (económico, social,J, etcétera) satisfactorio ycapaz der problemas tales como el desem­1 inestabilidad social o el subdesa-

:uestionando al mismo tiempo suspuestos conceptuales y valorati­~inalmente se esbozará, muy es­áticamente, una tercera vía, la deolIo compatible basada en la diver­{la autonomía culturales, frente al~salismo y la heteronomía laten­los modelos anteriores.

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Manuel Medina

DESARROLLO SOSTENIBLE

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que, según esta visión del desarrollo, "laetructura básica del proceso económi­co es entrópica y (...) la ley de la entro­pía rige de forma suprema sobre esteproceso y su evo1ución".3 Así pues, lasleyes de la naturaleza por las que debe­ría guiarse el desarrollo no serían otrasque las inexorables leyes de la física ter­modinámica.

Al igual que en el caso del desarrollosostenido, la autoridad que se presentaaquí como aval del modelo no es otraque la de las teorías científicas. En estecaso se recurre, en último término, a lasciencias naturales, por 10 que se podríahablar de un modelo de desarrollo na­turalizado. El intento de naturalizaciónconsiste en conceptualizary fundamen­tar teorías económicas o sociales en tér­minos de teorías de la física (aquí de latermodinámica) y, al mismo tiempo, darpor sentado que las ciencias físicas re­presentan ciencias de la naturaleza. 4

Aceptados los anteriores supuestos,la tarea de configurar un desarrollo sos­tenible competiría, fundamentalmente,a los entendidos con competencia cien­tífica en las disciplinas ecológicas cien­tíficas. 5 Así pues, se pretende derivar,más o menos explícitamente, la legiti­mación de una política de regulaciónecocrática del desarrollo a partir de laecología y la economía basadas en fun­damentos teóricos de termodinámica.

Por su lado, los modelos más elabo­rados de las versiones "científicas" (enlos que se recurre a la autoridad de laciencia para avalar el modelo y se pro­pugna una regulación científica del de­sarrollo) provienen de círculos acadé­micos en el campo de la economía y laecología. La crítica fundamental al mo­delo de desarrollo actual insiste en queel desarrollo real que se produce con­forme a las leyes del mercado va encontra de la naturaleza y no es viable deforma indefinida, al existir determina­dos límites naturales. Para alcanzar undesarrollo durable y sostenible, éstemás que conformarse a las leyes delmercado, necesitaría tener en cuentadeterminadas leyes de la naturaleza.

En muchos casos, los modelos ecoló­gicos y económicos de desarrollo sosteni­ble y, en general, de desarrollo alternativotienden a basarse en una interpretaciónenergicista de dichas disciplinas. Segúnesta interpretación, la ecología se ocupa­ría del flujo de energía y los ciclos mate­riales en los ecosistemas, mientas que losanálisis económicos se centrarían en elflujo de energía en la sociedad humana.La tarea de la economía consistiría en­tonces, en determinar los rendimientosy la velocidad con que aumenta la en­tropía en la sociedad capitalista, parapasar luego a plantear el desarrolloconforme a una pauta aceptable e in­cluso óptima de gestión de energía con­forme a las leyes termodináimcas.2 Ya

Propugna la regulaciónética

Modelo humanizado

Recurre a la autoridadde la ética teórica

Basada en valoreshumanos einterpretacionesnormativas

1 ...como pnnclplOs

universales de necesidadfilosófica

Versión humanista

protagonismo que, de una forma más omenos explícita, se atribuyen a sí nlÍsmoslos expertos en "humanidades", a la horade llevar a la práctica dichos modelos.

tos técnicos ni los entornos materialesy ambientales producidos por una de­terminada cultura, cuando, de hecho,son los que median y estabilizan inte­ractivamente la práctica humana y lasformas de desarrollo propias de dichacultura. 1 Por otra parte, es destacable el

Recurre a la autoridadde la ciencia

Modelo naturalizado

Versión científica

Propugna la regulacióncientífica

Basada en leyescientíficas de la

naturaleza

liento de determinados principiosas éticas. Estos modelos no cuentan; agentes materiales del desarrollo.amente no cuentan ni los artefac-

como principioslÍversa1es de necesidas

científica

:ta clase de planteamientos puedenterizarse como modelos humaniza­~ desarrollo. Por una parte, se cen­e forma casi exclusiva en los agentesnos e inisten en su concienciaciónrme a determinadas interpretacio­:osmovisiones, yen el consecuente

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, Manuel Medina

cia, tecnología y modelos de desa­o

:currir a las teorías científicas comode su autoridad teórica y su legiti­ón tecnocrática o ecocrática, res­vamente, los modelos de desarrollonido y los modelos naturalizados deTollo sostenible se levantan teóri­~nte sobre los mismos pies de ba­) sea, sobre concepciones, cuando)s ingenuas, de la ciencia y la tec-

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de política científica y tecnológica, et­cétera) han ido poniendo de manifiestolas simplificaciones y limitaciones de lasimágenes tradicionales de la ciencia y latecnología para comprender los com­plejos procesos del desarrollo científicoy tecnológico y, aún más, paratratar losproblemas derivados del mismo.

Ni la ciencia puede considerarse co­mo la empresa desinteresada del descu­brimiento teórico de las leyes de la na­turaleza o del mercado, ni las modernastecnologías son el producto de la apli­cación de teorías científicas. De hecho,la ciencia -como cualquier otra reali­zación cultural- viene dada por uncomplejo, prácticamente inseparableen la realidad, de prácticas y artefactos,teorías y tecnologías, organizacionessociales e interpretaciones.6 Por su par­te, la física hace muchísimo tiempo quedejó de ser realmente una ciencia de lanaturaleza para constituirse, en la mo­dernidad, como ciencia de los artefac­tos de laboratorio, o sea, como la mo­dalidad teórica de la producción detecnologías y su legitimación cosmoló­gica. 7 Es decir,como un ~roductode lacultura técnica europea.

Tanto el desarrollo sostenido comoel desarrollo sostenible se presentan,por lo general, como modelos universa­listas de desarrollo, con la pretensiónde ser, básicamente, válidos para todoslos países y culturas. Esta pretensión deglobalidad, más o menos explícita, se

Ciencia, tecnología y cultura. Bases para un desarrollo compatible

como un saber derivado de la aplicaciónde las teorías científicas, considerándo­las muy por encima de las capacidadescognoscitivas y técnicas propias de lasculturas precientíficas. En la segundaversión se identifica la tecnología fun­damentalmente con las técnicas y losartefactos materiales, para acabar con­traponiéndola a las actividades y valo­res humanos superiores.

Como hemos visto, los modelos dedesarrollo asociados a dichas concep­ciones oscilan correspondientemente.Por un lado, encontramos los modelosincondicionalmente protecnológicos yde carácter tecnocrático. En éstos sepresenta el desarrollo científico y tec­nológico como un proceso neesario eimparable (determinismo tecnológico)al que han de adaptarse, si no quierenser arrollados, todos los demás contex­tos sociales y culturales. En el otro ex­tremo están las posiciones con más omenos tendencias antitecnológicas,que ven en el desarrollo tecnológico unfatal peligro para la cultura humana y elorigen de las calamidades de la época.De existir, la única salida sería someterdicho desarrollo al primado de los valo­res desarrollados por las humanidades.

Sin embargo, desde hace algunas dé­cadas los estudios de ciencia y tecnología(en los que se integran interdisciplina­riamente estudios de filosofía, historiay sociología de la ciencia y la tecnología,de economía del cambio tecnológico,

Intervenciónecológica

Desarrolloambiental

nología y de sus relaciones con la natura­leza y la sociedad, que han sido comple­tamente desautorizadas por los estudiosde ciencia y tecnología de los últimosquince años.

Tales concepciones de la ciencia y latecnología oscilan entre dos imágenesfilosóficas, la imagen "epistemológica"y la imagen "humanística". En la prime­ra se tiende a interpretar la ciencia co­mo conocimiento teórico y la tecnología

se basa en

Versiónenergicista dela ecología y la

economía

DESARROLLOSOSTENIDO

en razon e sucompetencia respecto

de lasLeyes

termodinámicasde la naturaleza

deteriora

conformea las

Desarrolloduradero

propugna

Desarrollocientífico ytecnológico

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Manuel Medina Ciencia, tecnología y cultura. Bases para un desarrollo compatible

por un lado, en la presunta supe­ad y validez universal del conoci­o y las tecnologías científicas. Porado, está relacionada con el su­) de una naturaleza universal, su­ltural y suprahistórica.1 embargo, la idea de la validez'sal y suprahistórica de las teorías'icas es la versión moderna de uno prejuicio construido por la tra­epistemológica occidenta1.9 y el,to de una naturaleza universal y:ultural es una ficción naturalista.turaleza como entorno y como:etación de las interacciones conno, viene mediada técnicamentelativa a cada cultura y su histo-

pues, ni las leyes de la naturalezael mercado existen como instan­ietivas o principios heterónomos~berían regular supracultural­el desarrollo. Naturaleza, mer­valores son variables culturales.pasar cultura por natura consti­la vieja trampa de legitimaciónadora.

'ra bien, si se cancela la validezal de tales representaciones teó­una naturaleza unitaria ysupra­

1, tanto cósmica como social, en­lay que contemplar, entre otras,;entes consecuencias referentes)delos de desarrollo:legitimación de la heteronomía.:!esvanece la legitimidad de los

modelos de desarrollo basados eninstancias heterónomas supracul­turales, como determinismos tec­nológicos, leyes de la naturaleza,principios de necesidad científica ofilosófica, etcétera, de los que losrespectivos expertos actuarían co­mo mediadores.

• De.slegitimación de la universalidad.Todo modelo de desarrollo implicauna serie de principios, criterios onormas acerca de cómo debe regu­larse dicho proceso, sus objetivos,su legitimación, los agentes deciso­rios, etcétera. Estas cuestiones noson decidibles de antemano de unaforma homogénea y con validezuniversal y supracultural, por me­dio de teorías científicas, éticas ofilosóficas, ni mediante otros recur­sos de expertos.

Cultura y desarrollo

El modelo de desarrollo compatible vaprecisamente en la dirección que apun­tan estas conclusiones críticas. Su ca­racterización, aunque sea muy esque­mática, requiere algunas precisionessobre "desarrollo" en un marcó culturalintegral.

El modo característico de un desa­rrollo viene dado, básicamente, por laforma cómo se realiza la estabilizaciónde innovaciones (es decir, la produc­ción, aceptación y difusión de las mis-

mas) yla desestabilización de tradiciones.En este sentido, el desalTOllo consiste enel consiguiente proceso conforme al quese producen y regulan dichos cambiosen los diferentes dominios de una de­terminada cultura.

Entendida de una forma no restric­tiva, 11 la cultura abarca no sólo lasactividades y elaboraciones de caráctersimbólico (como las representaciones einterpretaciones discursivas, artísticas,teóricas, cosmovisivas, etcétera, es de­cir, la "cultura" en su acepción más co­rriente), sino también las técnicas y ar­tefactos materiales (con los que seacostumbra a identificar la "técnica"tout court), las formas organizativas deinteracción social, económica y política(lo que se entiende usualmente por"sociedad") y las prácticas y realizacio­nes biotécnicas, relacionadas con los se­res vivos y el entorno biótico (o "natu­raleza").

Integrando los anteriores dominiosculturales,12 se puede caracterizar unacultura como el entramado global de lasdiversas prácticas y entornos que hansido construidos o asimilados por uncolectivo humano a lo largo de su histo­ria y que perduran más allá de la acciónde los individuos. Las prácticas repre­sentan la actividad cultural, es decir, elconjunto de las actividades desarrolla­das por determinados colectivos con­forme a procedimientos y formas de ac­ción e interacción reproducibles y

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susceptibles de ser enseñados y/o apren­didos. Es decir, conforme a técnicastrasmisibles y generalizables y, por tan­to, generadoras de cultura. Los entor­nos vienen dados por el legado culturalque configura estructuralmente lasprácticas en cuestión. están constitui­dos por el conjunto de las técnicas, losartefactos, los agentes, las institucionesy las construcciones (tanto materiales ysimbólicas como de carácter organizati­va y biotécnico) implicadas en dichasprácticas. 13

Prácticas y entornos constituyen en­tramados, en cuanto que las diversasprácticas y entornos de una cultura for­man parte de una compleja red de in­terrelaciones, inseparables en la reali­dad. Al estar toda práctica humanamediada técnicamente14 y articuladasocialmente15 (en cuanto que caracte­rísticamente intervienen en la misma,de una forma más o menos inmediata,artefactos materiales y otros agenteshumanos), la ejecución de cualquier ac­tividad particular moviliza conjunta­mente el entramado de las diferentesprácticas y entornos correspondientes ala totalidad de las técnicas, los artefactosy los colectivos implicados en la misma.

La red de los entramados de prácti­cas/entornos que integran una culturaconstituye un espacio material-simbóli­co-organizativo-biotécnico (EMSOB). Larealiiación de cualquier práctica en es­te espacio cuadrimensional implica, de

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Manuel Medína Ciencia, tecnología JI cultura. Bases para un desarrollo compatible

rma más o menos directa, técnicas yctos materiales, discurso, interpre­es y legitimaciones, organización exión social y ambiental, etcétera.dicho espacio se produce cons­

nente una interacción recursivaprácticas y entornos. La gran di­ad de prácticas humanas constru­ransforma sus propios entornos,Ilugar a nuevas técnicas, artefac­Irmas de organización, dicurs'os...1 parte, todos éstos constituyen,~z estabilizados, los entornos que:uran esas mismas prácticas, posi­ldo y constriñiendo, al mismoJ, sus potencialidades. Las capa­:s y limitaciones de una prácticaninada vienen dadas por las téc­:¡ue las conforman y por los arte­y realizaciones tanto materialessimbólicas, organizativas y bio­as, que, como entornos, repre­Ilos recursos y las restricciones de~ntes que la llevan a cabo.los entramados de prácticas/ en­

" los entornos, como productos3.1es que son, constituyen el resul­le construcciones de las diversas:as humanas. Pero, tanto si estánldos por agentes humanos comolanas, nunca son puramente pasi­Iproceso de desarrollo viene con­fa, precisamente, por la interac­~ansformadora entre humanos ylanas en esos entramados de prá­ntornos.

Ninguna cultura es completamenteestable en su EMSOB. En mayor o me­nor grado, toda cultura produce inno­vaciones, es decir, nuevas técnicas y ar­tefactos en sentido amplio, que puedenser el resultado de prácticas culturalespropias o de transferencias delos entor­nos de otras culturas.16 P~ro, para quetales innovaciones se conviertan en parteintegrante de la propia cultura, han deestabilizarse como prácticas y entornospropios. Es decir, han de aceptarse, gene­ralizarse e institucionalizarse como tales.

Este proceso de estabilización escaracterístico del modo de desarrollode cada tipo de cultura. En el mismo,prácticas y entornos se establizan inte­ractivamente. Esto es, nuevas técnicasse estabilizan como prácticas aceptadasy generalizadas en conjunción interac­tiva con la aceptación y generalizaciónde los nuevos artefactos que conformansu entorno particular. Ya la inversa.

Al mismo tiempo, dicho proceso deestabilización implica el EMSOB delconjunto de la cultura. Todo cambio ydesarrollo cultural implican un comple­jo entramado interactivo en el que seentrelazan técnicas, artefactos materia­les grupos y organizaciones sociales, ins­tituciones, bioentornos..., junto con di­versas interpretaciones, valoraciones,legitimaciones ycosmovisiones. Es pre­cisamente en esta complejidad culturaldonde se deben analizar y evaluar losdiversos modelos de desarrollo.

Desarrollo compatible

El proceso de desarrollo implica, pues,tanto innovación o producción de nue­vas técnicas y artefactos, como estabili­zación de los mismos como prácticas yentornos en el EMSOB de la cultura glo­bal. 17Allora bien, cada cultura crea consus innovaciones la posibilidad de nue­vas capacidades, pero también de limi­taciones. Así, la producción de nuevastécnicas y artefactos,18 genera la posibi­lidad de estabilizar nuevas prácticas,pero conjuntamente se estabilizan nue­vos entornos que actúan como constre­ñimientos de otras prácticas y entornosculturales. Con la estabilización de nue­vas prácticas y entornos se introducenen una cultura transformaciones quepueden dar lugar a incompatibilidadescon otros entramados de prácticas/en­tornos preexistentes.

En la relación entre prácticas yen­tornos hemos considerado la interac­ción positiva cuando se estabilizan con­juntamente. Nuevas prácticas produceny afianzan entornos específicos que, a

su vez, consolidan las capacidades de lasmismas. Sin embargo, el entorno globalde una determinada práctica es muchomás amplio que su entorno específico.En el mismo se integran un complejo deentramados de prácticas/entornos per­tenecientes a los diversos dominios cul­turales. Con la estabilización de inno­vaciones se establecen en el conjunto

117

del EMSOB nuevos prácticas/entornosque eventualmente transforman el en­torno global de prácticas preestableci­das. Entre esos nuevos entornos y lasprácticas existentes pueden generarseinteracciones negativas de desestabili­zación.

La estabilización de nuevos prácti­cas/entornos 19 pueden conducir a ladesestabilización de prácticas dadas encuanto que pueden llegar a desplazarsus entornos tradicionales, cancelandolos recursos y las condiciones de posibi­lidad de las mismas. Así, nuevas prácti­cas pueden establecer de manera gene­ralizada nuevos entornos ynuevas formasde vida, de acción e interacción en la quelas prácticas según los procedimientostradicionales resultan disfuncionales yquedan excluidas de una integración.Nuevos entornos que se imponen conlas nuevas prácticas dominantes pue­den llegar a desestabilizar los entornostradicionales en cada uno de los diver­sos dominios culturales. La desestabili­zación puede darse de múltiples formasconexionadas entre sí: desplazando arte­factos, anulando recursos, imposibili­tando la permanencia de determinadosentornos, socavando la autoridad y legi­timidad de determinadas prácticas y sis­temas valorativos, cuestionando la vali­dez de interpretaciones y cosmovisiones,consolidando colectivos y formas de or­ganización que operan el desmantela­miento social ynormativo de los sistemas

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1ÍZativos tradicionales, etcétera. En:ontexto, se dice que entramados delicas/desarrollos son incompatiblesdo se desestabilizan entre sí. Uneso de desarrollo es compatible

Ciencia, tecnología y cultura. Bases para un desarrollo compatible

Desarrollo

sostenido y

sostenible

Universalista

globalizador

Homogeneización

cultural y económica

Heteronomía universal

Necesario predeterminado

por determinismos y

principios teóricos

Legitimación teórica

científica o ética

Evaluación y decisión de

expertos científicos o

humanistas

-Manuel Medina

Desarrollo

compatible

Relativista

regionalizador

Máxima diversidad y

compatibilidad

Autonomía cultural

Contingente

abierto a los

desarrollos creativos

Práctica legitimada

democráticamente

Evaluación y decisión de

los implicados

cuando se realiza sin que se consolidenincompatibilidades, es decir, sin que seestablezcan prácticas/entornos incom­patibles entre sí.

Es obvio cómo los procesos de desa-

rrollo de cualquier cultura generan, enmayor o menor grado, incompatibilida­des y desestabilizaciones, que, de unmodo u otro, representan situaciones

Un fragmento de pasaje inve17lal, acuarela

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de conflicto y consecuencias no desea­das, difíciles de anticipar y, más aún, deexcluir de antemano. En realidad, cadamodelo de desarrollo representa y legi-

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Manuel Medina Ciencia, tecnología y cultura. Bases para un desarrollo compatible

e una forma más o menos encu­una práctica particular de regu­proceSDs de estabilización de in­iones y desestabilización de)nes conforme a determinadoslS y agentes decisorios.el modelo de desarrollo compa­)S procesos de desarrollo no hanlIarse siguiendo presuntas leyes;ales, sean éstas del mercado o deraleza, ni conformánaose a de­ados valores o principios de éticacon pretensiones supracultura-

implemente aceptando el vere­~ expertos, sean éstos científicos,)S o filósofos. El modelo tieneeto, más bien, selVir de baseparaíctica de estabilizar compatible­a diversidad de formas de vida y1J7·ollos.trariamente a la homogeneiza­tltural y económica promovidaformas de desarrollo dominante,de un modelo de diversificación,asado en la máxima diversidad yibilidad intra e interculturales.lementación del modelo es rela­as diversas peculiaridades pro­cada cultura particular. Frenteogramas de desarrollo universa­os planteamientos de globaliza­, pues, un modelo relativista y de.lización. Y, ante todo, no se tra­1 modelo universal heterónomo~n el caso del desarrollo sosteni­stenible), sino de un modelo de

autonomía cultural. En el modelo dedesarrollo compatible, la compatibili­dad se define primariamente con rela­ción al EMSOB de las prácticas y entor­nos, grupos y organizaciones sociales,interpretaciones, legitimaciones y cos­movisiones, que constituye cada culturaen su sentido más amplio. Dicho entra­mado produce sus desarrollos propiosjunto éan sus propias posibilidades cons­treñimientos y eventuales incompatibili­dades.

Sería equivocado interpretar el de­sarrollo compatible como un modeloconservador de estancamiento cultu­ral, en el sentido de que cerraría el pasoal cambio y las innovaciones como for­ma de asegurar la compatibilidad. Porel contrario, más que un desarrollo pre­fijado por supuestos determinismos ex­ternos, se promueven procesos abiertosa la diversidad y la creatividad.

La compatibilidad del desarrollo co­mo propiedad central del modelo norepresenta, sin embargo, ningún princi­pio general positivo. Simplemente equi­vale a intentar maximizar la diversidad yla autonomía culturales en los procesosde desarrollo. A su vez, las característi­cas de máxima diversidad cultural y au­tonomía equivaldrían, en todo caso, aantiprincipios operativos que se derivande la deslegitimación y negación de losprincipios universalistas y sus imposi­ciones heterónomas.

La legitimidad del modelo no plan-

tea una cuestión acerca de principios determodinámica o de ética teórica, sinode la práctica de agentes conscientes dela complejidad de los procesos de esta­bilización y desestabilización cultural yde las posibilidades de intervenir en supropio desarrollo con libertad y auto­nomía. Evidentemente, ningún modeloproduce, por sí mismo, las condicionespara su aplicabilidad efectiva enla prác­tica, ni se pude esperar, por lo general,que éstas vengan dadas por su propiodesarrollo. Más bien, una parte impor­tante de esa práctica de la estabilizaciónde desarrollos compatibles consiste endesestabilizar previamente los entor­nos dados que son incompatibles con lamisma. Entre dichos entornos se en­cuentran, sin duda, las construccionesteóricas que intentan articular y legiti­mar las formas de desarrollo dominan­tes, a sus ejecutores y beneficiarios. Elpresente trabajo sólo ha querido ofre­cer un pequeño ejercicio en dicha prác­tica de desestabilización constructiva.

NOTAS

Se podría decir que estos modelos humanis­tas son muy poco humanos, en cuanto queignoran la mediación técnica característicade la práctica humana. Véase más adelante.

2 Cf Joan MartínezAlieryKlaus Schlüpman,Laecolog(a y la econoinía, México, FCE, 1991.

3 Nicholas Georgescu-Roegen, The EntTOpyLaw and the Economic Process, Cambrid­ge, Mass., Harvard University Press, 1971,p.283.

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4 Se trata de un recurso bastante corrienteentre las disciplinas sociales, en las que setiende a fundamentar las propias teorías enlas teorías de la física, consideradas comoparadigmas de la cientificidad.

5 Al igual que en el caso de las versiones delmodelo de desarrollo sostenible, cabe distin­guir aquí entre la ecolog(a científica y la eco­logra humanista. Los representantes de laprimera se refieren ocasionalmente con uncierto menosprecio a los activistas de la se­gunda como "ecologistas".

6 Cf. Andrew Pickering, (ed.), Science as Prac­tice and Culture. Chicago, The University ofChicago Press, 1992.

7 Peter Janich, "Physics - Natural Science ofTechnology?" en Krohn, W., E. Layton y P.Weingart (eds.), The Dynamics of Scienceand Technology. Dordrecht: Reidel, 1978,pp. 3-27.

8 Manuel Medina, "The PhiJosophy of Te­chnology Assesment", en Gonzalo Munévar(ed.), Spanish Studies in the Philosophy o[Science, Dordrecht, Kluwer Academic Pu­blishers, 1996, pp. 201-226.

9 Manuel Medina, "Tecnología yfilosofía: másallá de los prejuicios epistemológicos y hu­manistas",Isegoría, núm. 12, pp. 180-197.

10 Bruno Latour, "On Technical Mediation ­Philosophy, Sociology, Genealogy", Com­mon Knowledge, vol. 3, núm. 2, 1994, pp..29-63.

11 El uso del término "cultura" en un sentidorestrictivo, que podría llamarse humanístico,predomina en el lenguaje corriente y tambiénen el literario y periodístico. Sin embargo, en elámbito de la antropología, la arqueología o lasociología es usual entender la cultura en susentido integral. En este contexto se puededistinguir, además de la cultura simbólica, lacultura material, la cultura social y la culturaambiental.

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Manuel Medina

jecir, el dominio cultural material, el sim­co, el organizativo y el biotécnico.

Tespondientemente, se puede distinguir:e el entorno material, el entorno simbó­, el entorno organizativo o socioentornobioentorno. Las prácticas desaparecen

oda desaparece la totalidad de los agen­jepositarios de una determinada cultura.J los entornos materiales pueden perdu­I con ellos permanecen testimonios de loslás entornos culturales. La tarea de laleología es, precisamente, reconstruir las:ticas y los entornos operativos a partir deestos de los artefactos y Is construccioneseriales.

lur "On technical mediation". La prácti­umana se realiza en un entorno de arte­os materiales, formando parte de unamado de humanos y nohumanos.

aony Giddens, La constitución de la so­~d. Buenos Aires, Amorrortu, 1995.

otensidad y el carácter de las innovacio­Dueden diferir muy notablemente segúnate de culturas tradicionales o de moder­culturas tecnocientíficas, en las que el

imperativo de la constante innovación tecno­científica se ha convertido en la primordialcaracterística cultural. Cf. M. Medina, "Tec­nografía de la ciencia", Historia Crítica,núm. 10, 1995, pp. 15-27.

17 No hay que entender innovación yestabiliza­ción como dos etapas separadas y sucesivasen un proceso lineal de desarrollo. En reali­dad se trata de prácticas entrelazadas en unproceso interactivo.

18 Entendiendo, de nuevo, técnicas y artefactosno en el sentido restringido al dominio cultu­ral material, sino incluyendo también los domi­nios biotécnicos, simbólicos y organizativos.

19 Recordemos que por prácticas entendemoscolectivos de agentes que las realizan confor­me a determinadas técnicas. Como entornosespecíficos se entiende el complejo integradopor las técnicas que los conforman, los arte­factos, las instituciones y las construcciones(tanto materiales y simbólicas como de ca­rácter organizativo y biotécnico), los otroscolectivos y agentes, etcétera directamenteimplicados en dichas prácticas.

IZTAPALAPA 40JULIO-DICIEMBRE DE 1996pp. 123·140

Una crítica del concepto dedesarrollo sostenible

JoséA. López *JoséA. Méndez **

Cuestiones preliminares

E s bien conocido que la publicación en 1987 del In­forme de la Comisión Mundial del Medio Ambiente

y Desarrollo (el popularmente conocido como informeBrundtlandi lanzó al estrellato político, académico ysocial la candidatura del concepto "desarrollo sostenible"como fórmula para reconciliar crecimiento económico yconservación ambiental. 2

La expresión es hoy día utilizada ampliamente porexpertos de la administración, activistas de organizacio­nes ecologistas, investigadores del ámbito académico,políticos y empresarios, etcétera. Aunque se han dadodiversas definiciones de lo que puede entenderse por"desarrollo sostenible",3 parece haber un cierto núcleode significado común: se trata de revitalizar el crecimien­to económico reorientándolo de forma que las cuestionesambientales sean incluidas en los cálculos económicos.Se considera, por tanto, que podemos seguir pensando yactuando de forma desarrollista mientras no convirtamos

Profesor del Departamento de Filosofía de la Ciencia en la Universidadde Oviedo, España.Profesor titular de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Oviedo,España.


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