Primera parte: Lenguaje
Segunda parte: Deducc ión
Tercera parte: Inducción
LÓGICA I r v i ng Ai. Copt
U n i v er si d a d de H aw a i i
Carl Cohen U n i v er s i dad de M i ch i gan
I L U M I N A NORIEGA EDITORES
MÉXICO · España * Venezuela · Colombia
Copi. - Mexico : Limusa. 2007
700 p. : il. ; 15.5 x 23 cm. ISBN-13: 978-968-18-4882-8
Rústica 1. Lógica I. Cohen, Carl, coaut. II. González Ruiz, Edgar
Antonio, tr.
LC: BC108 Dewey: 160 - dc21
V e r s ió n a u t o r iz a d a e n e s p a ñ o l
d e l a o b r a p u b l i c a d a e
n
INGLÉS CON EL TÍTULO:
INTRODUCTION TO LOGIC © M a c m i ll a n P u b l is h i n g C o m p
a ny , a d iv is ió n o f
M a c m i ll a n , I n c . , U.S.A.
C o l a b o r a d o r e n l a t r a d u
c c ió n :
EDGAR ANTONIO GONZÁLEZ RUIZ M a e s t r o e n c i e n c
ia s , l ó g i c a y f i l o s o f í a e n
l a U n iv e r s id a d
A u t ó n o m a M e t r o p o l i t a n a .
R e v i s i ó n :
PEDRO CHÁVEZ CALDERÓN D o c t o r e n f i l o s
o f ía . P r o f e s o r e mé r i t o e n
l a U n i v e r s id a d
N a c i o n a l A u t ó n o m a d e M é x i c o
.
L a p r e s e n t a c ió n y d i s p o s i c i
ó n e n c o n j u n t o d e
INTRODUCC IÓN A LA LÓGICA
SON PROPIEDAD DEL EDITOR. NINGUNA PARTE DE ESTA OBRA
PUEDE SER REPRODUCIDA O TRANSMITIDA, MEDIANTE NINGÚN
SISTEMA O MÉTODO, ELECTRÓNICO O MECÁNICO (INCLU
YENDO EL FOTOCOPIADO, LA GRABACIÓN O CUALQUIER SISTEMA
DE RECUPERACIÓN Y ALMACENAMIENTO DE INFORMACIÓN),
SIN CONSENTIMIENTO POR ESCRITO DEL EDITOR.
D e r e c h o s r e s e r v a d o s :
© 20 07 , EDITORIAL LIMUSA, S.A. de C.V. GRUPO NORIEGA EDITORES B a
l d e r a s 95, M é x i c o , D.F. C.P. 06040 :»V 5130 0700 .-.
5512 2903 ...; Ilmusa®noriega.com.mx
T www.norlega.com.mx
CANIEM Nú m. 121
H e c h o e n M é x i c o
ISBN-13: 978-968-18-4882-8
L a neces idad d e l a r t e d e l
r a z o n a mi en t o
Cuando uno de sus oyentes dijo, "Convénceme de que la lógica
es útil", él respondió:
"¿Debo demostrarlo?" "Sí". "Entonces, ¿no debo usar un argumento
demostrativo?" Y cuando el otro se mostró de acuerdo, él dijo,
"¿Cómo sabrás
que no te impongo simplemente la conclusión?" Y, puesto que
su interlocutor no tuvo respuesta, le dijo: "¿Ves como tú
mismo aceptas que la lógica es necesaria?, sin ella no
podrías aprender siquiera si es o no necesaria".
— DISCURSOS DE EPICTETO
PRÓLOGO
En una nación republicana, cuyos ciudadanos deben ser dirigidos
por m edio de la razón y de la persuasión y no de la f
u erza , el arte del razonamiento llega a ser de primera
importancia.
— TH OM AS JEFFERSON
La vida civilizada depende del éxito de la razón en el intercambio
social, del predominio de la lógica sobre la violencia en
los conflictos interpersonales.
— J U LIA N A G E R A N P I L O N
Se pueden obtener beneficios obvios del estudio de la lógica:
desarrollar habilidades para expresar ideas de manera clara y
concisa, incrementar la capacidad de definir los términos que
utilizamos y aumentar la capacidad de elaborar argumentos en forma
rigurosa y de analizarlos críticamente. Pero quizás el mayor
beneficio es el reconocimiento de que la razón se puede aplicar en
todos los aspectos de las relaciones humanas.
Las instituciones democráticas requieren que los ciudadanos piensen
por sí mismos, que discutan libremente los problemas y que tomen
decisiones con base en la deliberación y la evaluación de
evidencias. A través del estudio de la lógica podemos adquirir no
solamente práctica en el arte de razonar sino también respeto por
la razón, reforzando así y asegurando los valores de nuestra
sociedad.
Para contribuir a alcanzar esas metas, un libro de texto de lógica
debe contener una amplia selección de ejemplos y de ejercicios de
interés político, científico y filosófico. Ejemplos reales,
presentados por escritores serios, en un esfuerzo para resolver
problemas auténticos. Idealmente, dichos ejemplos deben incluir
tanto falacias como paradigmas de demos- tración. La octava
edición de Introducción a la Lógica contiene un número
sustancial de nuevos ejemplos de estos tipos.
Frecuentemente, el único curso de lógica que toman los estudiantes
universitarios y preuniversitarios es un curso de naturaleza
introductoria. Por tanto, es deseable incluir algunos temas y
argumentos filosóficos en el curso de lógica, los cuales aun si no
logran interesar a los estudiantes para tomar cursos posteriores de
filosofía, los pueden motivar a reflexionar y leer acerca de esta
disciplina.
El ritmo de crecimiento del conocimiento humano, especialmente de
la información científica, se ha acelerado tan rápidamente en los
últimos
7
8 Prólogo
años que existe un peligro cada vez mayor de que cuando los
estudiantes se gradúen gran parte de los conocimientos que han
adquirido en la escuela hayan quedado obsoletos. No es totalmente
una broma el letrero que algunos laboratorios colocan y que dice:
"Si funciona, es obsoleto". Hay también una tendencia mayor de las
personas a cambiar de carrera por lo menos una vez a lo largo de su
vida. Así, lo más valioso que un estudiante puede aprender en las
aulas es cómo pensar: cómo estudiar, aprender, adquirir y procesar
nueva información. Idealmente, cada curso que se imparte debería
contribuir a esos fines. De hecho, en muchos casos no sucede así.
Pero corresponde al dominio de la lógica centrarse en esa labor de
suprema importancia. El estudio de la lógica puede constituir una
contribución permanente y satisfactoria a la vida intelectual de
cada uno de los estudiantes. Los autores han tratado de convertir
esta nueva edi- ción en un instrumento más eficaz para lograr esas
metas.
Algunos de los cambios que se han hecho son los siguientes: En la
primera parte, gracias al excelente consejo de los lectores de
es-
ta obra, se resaltó parte del material sobre deducción e inducción
y so- bre verdad y validez, que antes aparecía en los
apéndices al capítulo 1. Es verdad aun que no se utiliza demasiado
este material sino hasta varios capítulos posteriores del libro,
pero en la visión sumaria de la lógica, que se presenta en el
capítulo 1, estas distinciones resultan esenciales. En el capítulo
3, el tema de las falacias se ha reorganizado: se discuten conjun-
tamente varias falacias relacionadas entre sí, algunas sutilezas se
explican más detalladamente y todos los ejercicios del capítulo se
toman de escritos reales. El capítulo 4 se ha reorganizado
ampliamente para eliminar la aparente repetición al clasificar las
definiciones de diversas maneras.
En la parte dos, el capítulo 8 también se ha revisado completamente
para proponer nuevas ideas y disminuir el tiempo de lectura
requerido. La lógica de las relaciones, que hace su primera
aparición en la séptima edición como capítulo 11, ha sido
eliminada. Aparentemente, es un tema que profundiza en la lógica
formal más de lo que los lectores de este libro están interesados
en profundizar.
En la parte tres, se ha modificado el capítulo 14, para ampliar el
análisis del valor esperado, o esperanza, y reemplazar la discusión
del jugador por las de la ruleta y la lotería. Se ha añadido el
capítulo 15, sobre la Lógica y el Derecho, en el cual se muestra
cómo aplicar los conceptos introducidos a lo largo del libro a la
presentación de argumentos legales y a la resolución de disputas
jurídicas.
Prólogo 9
Denny Barret de la Youngstown State University en Ohio; profesor
Robert W. Beard de la Florida State University; Amelia Bischoff del
Residential College en Ann Arbor, de la University of Michigan;
profesor Frans Van der Bogert de la Appalachian State University en
Carolina del Norte; profesor Charles D. Brown de la Auburn
University en Alabama; profe- sor Ludlow Brown del Mercyhurst
College de Pennsylvania; profesor D. F,. Bushnell, de la Tulane
University en Nueva Orleans; profesor Claro R. Ceniza de De La
Salle University en Manila, Filipinas; profesor John W. Copeland de
la Drew University en Nueva Jersey; profesor William Cox del Macomb
Community College, en Michigan; profesor Theodore Dran- ge de la
West Virginia University en Morgantown; profesor Daniel Flage de la
University of Texas en Austin; profesor Richard H. Gatchel del Craf
ton Hills College, en Yucaipa, California; profesor Louis R.
Geiselman del Hibbing Community College, en Minnesota; profesor
Eugenio Carpuccio Gonzáles de Caracas, Venezuela; profesor James A.
Gould de la University of South Florida; profesor Joseph G. Grassi,
de la Fairfield University de Connecticut; profesor Thomas R.
Grimes de la State Uni- versity de Arkansas; profesora Barbara
Hannan de la University of Idaho en Moscow; profesor David Hein del
Hood College, en Frederich, Maryland; profesor Fred Johnson de la
Colorado State University en Fort Collins; profesor Theodore J.
Kondoleon de la Villanova University; profesor Charles Lambros de
la State University of Nueva York, en Búfalo; profesor Larry Laudan
de la University of Hawaii, en Manoa; profesor Gerald W. Lilje de
la Washington State University; profesor Eugene Lockwood, del
Oakton Community College en Illinois; profesor Leemon McHenry de la
Central Michigan University; profesor Bob Mesle del Graceland
College, en Lamoni, Iowa; profesor Brendan Minogue, de la
Youngstown State University en Ohio; profesor John Mize, del Long
Beach City College en California; profesor Harold Morich, de la
State University of Nueva York en Albany; profesor Nicholas
Moutafakis, de la Cleveland State Univer- sity; profesor S.
O'Connell del Bermuda College, Devonshire, Bermuda; Cassandra
Pinnick, de la University of Hawaii en Manoa; profesor R.
Puligandla, de la Universidad de Toledo; profesor Ronald Roblin de
la State University of Nueva York en Búfalo; profesor George
Sefler, de la Purdue University en Calumet, Indiana; profesor
Albert Shaw, del Glass boro State College, en Nueva Jersey;
profesor Robert Shoemaker del Hendrix College, en Arkansas;
profesor Burke Townsend de la University of Montana en Missoula; y
profesor John P. Zawadsky de la University of Wisconsin en Stevens
Point.
10 Prólogo
Un agradecimiento especial merece Helen Mclnnis, editora ejecutiva
de la División Universitaria (College División) de la editorial
Macmillan, por su experto consejo editorial y su incansable ayuda
en la preparación de esta nueva edición. Expresamos nuestra
gratitud igualmente a Elaine W. Wetterau, supervisora ejecutiva de
producción, por su invaluable conocimiento y la generosa ayuda en
la impresión de este volumen.
Sobre todo, damos las gracias a nuestras esposas por su ayuda y
motivación en la preparación de esta nueva edición.
I.M.C. C.C.
4.4 Definiciones extensionales y denotativas 188 4.5 Intensión y
definición connotativa 190 4.6 Reglas para la definición por género
y diferencia 196
Se gu nd a parte Deducción 207
CAPÍTULO 5 Proposiciones categóricas 209
5.1 Proposiciones categóricas y clases 209 5.2 Cualidad, cantidad y
distribución 213 5.3 El cuadrado de oposición tradicional 217 5.4
Otras inferencias inmediatas 222 5.5 Importación existencial 232
5.6 Simbolismo y diagramas para las proposiciones
categóricas 236
CAPÍTULO 6 Silogismos categóricos 245
6.1 Silogismos categóricos de forma estándar 245 6.2 La naturaleza
formal del argumento silogístico 6.3 Técnica de los diagramas de
Venn para
verificar silogismos 252 6.4 Reglas y falacias 262
CAPÍTULO 7 Argumentos en el lenguaje ordinario 273
7.1 Reducción del número de términos en un argumento silogístico
273
7.2 Traducción de proposiciones categóricas a forma estándar
277
7.3 Traducción uniforme 286 7.4 Entimemas 294 7.5 Sorites 299 7.6
Silogismos disyuntivo e hipotético 303 7.7 El dilema 311
CAPÍTULO 8 Lógica simbólica 321
8.1 El valor de los símbolos especiales 321 8.2 Los símbolos para
la conjunción, la negación
y la disyunción 322 8.3 Enunciados condicionales e implicación
material 8.4 Formas arguméntales y argumentos 346
249
336
8.5 Formas arguméntales, equivalencia material y equivalencia
lógica 359
8.6 Las paradojas de la implicación material 366 8.7 Las tres
"leyes del pensamiento" 367
CAPÍTULO 9 El método de la deducción 371
9.1 Prueba formal de validez 371 9.2 La regla de reemplazo 381 9.3
Prueba de invalidez 395 9.4 Inconsistencia 398
CAPÍTULO 10 Teoría de la cuantificación 407
10.1 Proposiciones singulares 407 10.2 Cuantificación 410 10.3
Proposiciones tradicionales tipo sujetopredicado 10.4 Pruebas de
validez 420 10.5 Pruebas de invalidez 427 10.6 Inferencia
asilogística 432
Te rce ra parte Inducción 441
CAPÍTULO 11 Analogía e in ferencia probable 443
11.1 Argumento por analogía 443 11.2 Evaluación de los argumentos
analógicos 450 11.3 Refutación por medio de una analogía lógica
461
CAPÍTULO 12 Conexiones causales: los métodos de Mili de
investigación experimental 469
12.1 El significado de "causa" 469 12.2 Los métodos de Mili 476
12.3 Críticas a los métodos de Mili 498 12.4 Defensa de los métodos
de Mili 505
CAPÍTULO 13 Ciencia e hipótesis 521
13.1 Los valores de la ciencia 521 13.2 Las explicaciones
científicas y las explicaciones
no científicas 524 13.3 Evaluación de las explicaciones científicas
530
413
14 Contenido
13.4 El detective como científico 535 13.5 Los científicos en
acción: el patrón de la
investigación científica 545 13.6 Experimentos cruciales e
hipótesis ad hoc 550 13.7 La clasificación como hipótesis
556
CAPÍTULO 14 Probabilidad 571
14.1 Concepciones alternativas de la probabilidad 571 14.2 El
cálculo de probabilidades 574 14.3 Esperanza o valor esperado
585
CAPÍTULO 15 La lógica y el Derecho 595
15.1 Leyes, tribunales y argumentos 595 15.2 El lenguaje en el
Derecho 598 15.3 Razonamiento inductivo en Derecho 603 15.4
Razonamiento deductivo en Derecho 614 15.5 La lógica como
razonamiento correcto 619
Soluciones a ejercicios selectos 621
Símbolos especiales 677
P R I M E R A P A R T E
Lenguaje
1
Introducción
. . .esto afirmamos: que si ha de buscarse la verdad en cada
división de la filos ofía , debem os, antes que nada, contar
con principios confiables y métodos para el hallazgo de la
verdad. La lógica es ¡a rama que incluye la teoría de los
criterios y de las demostraciones; por lo ta nto, es
con ella con la que debem os com enzar.
— SEXTO EM PÍR IC O
. . .tanto el mal razonamiento como el bueno son posibles; y este
hecho es el fund am ento del aspecto práctico de la
lógica.
— CHARLES SANDERS PEIRCE
1.1 ¿Q uées la l ógi ca?
La lógica es el estudio de los métodos y principios que se usan
para dis- tinguir el razonamiento bueno (correcto) del malo
(incorrecto). Esta defi- nición no implica que sólo el estudiante
de lógica pueda razonar bien o correctamente. Pensar así es tan
erróneo como creer que para correr bien se requiere estudiar la
física y la fisiología asociadas con esa actividad. Algunos atletas
excelentes ignoran por completo los procesos complejos que tienen
lugar en el interior de su cuerpo cuando están compitiendo. Sobra
decir que los viejos profesores que saben mucho al respecto no se
atreverían a incursionar en el terreno atlético. Aun con el mismo
aparato nervioso y muscular básico, la persona que posee tales
conocimientos no puede sobrepasar al "atleta natural".
Pero dada la misma inteligencia nata, es más probable que una
persona que ha estudiado lógica razone correctamente y menos
probable que así razone una persona que nunca ha reflexionado
acerca de los principios generales involucrados en esa actividad.
Hay varias razones que explican esto. Primera, el estudio apropiado
de la lógica la entenderá lo mismo como un arte que como una
ciencia, y el estudiante se ejercitará en cada una de las partes de
la teoría que está aprendiendo. En este como en cualquier otro
caso, la práctica llevará al perfeccionamiento. Segunda, una parte
tradicional del estudio de la lógica ha sido el examen y el
análisis de las
17
18 Introducción
falacias, que son errores muy frecuentes y "naturales" del
razonamiento. Esta parte del tema proporciona una visión más cabal
acerca de los principios del razonamiento en general y de que la
familiaridad con esas trampas nos ayuda a evitar caer en ellas. Por
último, el estudio de la lógica proporcionará a los estudiantes
técnicas y métodos para verificar la corrección de muchos tipos
diferentes de razonamiento, incluyendo el suyo propio; y cuando los
errores se pueden detectar fácilmente, es menos probable que
perduren.
En ocasiones, la apelación a las emociones es un recurso eficaz.
Pero la apelación a la razón es más efectiva a la larga y se puede
verificar y evaluar mediante criterios que definen la corrección de
un argumento. Si estos criterios no se conocen, entonces no se
pueden aplicar. El estudio de la lógica ayuda a descubrir y
utilizar estos criterios de corrección de argu- mentos que pueden
usarse.
Frecuentemente, se ha definido a la lógica como la ciencia de las
leyes del pensamiento. Pero esta definición, aunque proporciona una
clave para com- prender la naturaleza de la lógica, no es
apropiada. En primer lugar, el pen- samiento es estudiado por los
psicólogos. La lógica no puede ser "la" ciencia de las leyes del
pensamiento porque la psicología también es una ciencia que trata
de las leyes del pensamiento (entre otras cosas). Y la lógica no es
una rama de la psicología; es un campo de estudio diferente e
independiente.
Premisas y conclusiones 19
psicológicas, no lógicas. La definición de la "lógica" como la
ciencia de las leyes del pensamiento, la presenta como incluyendo
demasiado.
A veces se define a la lógica como la ciencia del razonamiento.
Esta definición es mucho mejor, pero también resulta inapropiada.
El razona- miento es una forma especial de pensamiento en la cual
se resuelven problemas, se realizan inferencias, esto es, se
extraen conclusiones a partir de premisas. Es un tipo de
pensamiento, sin embargo, y por lo tanto, forma parte de los temas
que interesan al psicólogo. Tal como los psicólogos examinan el
proceso de razonamiento, encuentran que es extremadamente complejo,
altamente emotivo, consistente de procedimientos de ensayo y error
ilumina- dos por momentos súbitos, y en ocasiones en apariencia
irrelevantes, de com- prensión o intuición. Estos destellos son muy
importantes para la psicología.
El lógico, empero, está interesado esencialmente en la corrección
del proceso completo de razonamiento. El lógico pregunta: ¿Tiene
solución el problema?, ¿se sigue la conclusión de las premisas que
se han afirmado o supuesto?, ¿las premisas proporcionan buenas
razones para aceptar la conclusión? Si el problema queda resuelto,
si las premisas proporcionan las bases adecuadas para afirmar la
conclusión, si afirmar las premisas constituye una verdadera
garantía para afirmar la verdad de la conclusión, entonces el
razonamiento es correcto. De lo contrario, es incorrecto.
Esta distinción entre el razonamiento correcto e incorrecto es el
proble- ma central con el que trata la lógica. Los métodos y
técnicas del lógico se han desarrollado con el propósito
fundamental de aclarar esta distinción. Todo razonamiento
(independientemente de su objeto) es de interés para el lógico,
pero fijando su atención especialmente en la corrección como punto
central de la lógica.
1.2 Prem i sas y concl usi ones
Para aclarar la explicación de la lógica que se ofreció en la
sección anterior, será útil enunciar y discutir algunos de los
términos especiales que usan los lógicos en su trabajo.
Inferencia es el proceso por el cual se llega a una
proposición y se afirma sobre la base de una o más proposiciones
acepta- das como punto inicial del proceso. Para determinar si una
inferencia es correcta, el lógico examina las proposiciones que
constituyen los puntos inicial y final de este proceso, así como
las relaciones que existen entre ellos. Las proposic io
nes son o verdaderas o falsas, y en esto difieren de las
preguntas, órdenes y exclamaciones. Solamente las proposiciones se
pue- den afirmar o negar; las preguntas se pueden responder, las
órdenes se pueden dar y las exclamaciones pueden pronunciarse, pero
ninguna de ellas se puede afirmar, negar o juzgarse como verdadera
o falsa.
20 Introducción
contexto tener el mismo significado y emplearse para afirmar la
misma proposición. Por ejemplo,
Juan ama a María. María es amada por Juan.
son dos oraciones diferentes, porque la primera contiene cuatro
palabras mientras que la segunda contiene cinco; la primera
comienza con la palabra "Juan", la segunda con "María", y así
sucesivamente. Pero las dos oraciones tienen exactamente el mismo
significado. Usamos el término proposición para referimos al
contenido que ambas oraciones afirman.
La diferencia entre oraciones y proposiciones puede entenderse
mejor si se hace notar que una oración es siempre oración de un
lenguaje particular, del lenguaje en el cual se emite, mientras que
las proposiciones no son propias de ningún lenguaje. Las cuatro
oraciones:
It is raining. Está lloviendo. II pleut.
Es regnet.
ciertamente son diferentes, porque están escritas en lenguajes
diferentes: inglés, español, francés y alemán, pero tienen el mismo
significado, y en un contexto apropiado se pueden usar para afirmar
la proposición de la cual cada una es una formulación
distinta.
En diferentes contextos puede emitirse exactamente la misma
proposi- ción para establecer diferentes enunciados. Por
ejemplo, uno puede emitir la oración:
El actual presidente de Estados Unidos es un ex congresista.
que en 1990 corresponde a un enunciado verdadero acerca de George
Bush, mientras que en 1987 corresponde a un enunciado falso sobre
Ronald Reagan. En esos contextos temporales diferentes, se puede
emitir dicha oración para afirmar diferentes proposiciones o
establecer diferen- tes enunciados. Los términos "proposición" y
"enunciado" no son exacta- mente sinónimos, pero en el contexto de
la investigación lógica se usan en un sentido muy parecido. Algunos
autores prefieren el término "enuncia- do" al de "proposición", si
bien este último ha sido más común en la historia de la lógica. En
esta obra se usarán ambos términos.
Premisas y conclusiones 21
fundamentar su verdad. Por supuesto, la palabra "argumento" se usa
frecuentemente en otros sentidos, pero en lógica tiene el sentido
que se ha explicado.
Un argumento, en el sentido lógico, no es una mera colección de
proposiciones, sino que tiene una estructura. Al describir esta
estructura, suelen usarse los términos "premisa" y "conclusión". La
conclusión de un argumento es la proposición que se afirma
con base en las otras proposi- ciones del argumento, y estas otras
proposiciones, que son afirmadas (o supuestas) como apoyo o razones
para aceptar la conclusión, son las premisas de ese
argumento.
El tipo más simple de argumento consiste sólo de una premisa y una
conclusión, que se dice está implicada por, o se sigue de, la
primera. Un ejemplo en el que cada una de ellas se enuncia en una
oración independien- te es el siguiente:
Estados Unidos es en lo fundamental un importador de energéticos.
Por tanto, hay una certeza matemática de que la nación en su
totalidad mejora, no empeora, con la baja de los precios del
petróleo.'
Aquí se enuncia primero la premisa y luego la conclusión. Pero el
orden en el que son enunciadas no es importante desde el punto de
vista lógico. Un argumento en el que la conclusión se enuncia en la
primera oración y la premisa en la segunda es:
Los casos que provocan escándalos, así como los difíciles,
perjudican la aplicación de la ley. Los casos escandalosos se
llaman así a causa de algún accidente de interés inmediato o
sobresaliente que apela a los sentimientos y distorsiona la
capacidad de apreciación de los jueces.2
En algunos argumentos, la premisa y la conclusión se enuncian en la
misma oración. El siguiente es un argumento de una sola oración
cuya premisa precede a su conclusión:
Como las sensaciones son esencialmente privadas, no podemos saber
cómo es el mundo para otras personas.3
En ocasiones, la conclusión precede a la premisa en un argumento de
una sola oración, como en el siguiente ejemplo:
Enfriar los átomos equivale a retardar su movimiento, puesto que la
temperatura es una medida de qué tan rápido se están moviendo los
átomos o las moléculas (el cero absoluto es la inmovilidad
total).4
' "Oil Drip", T h e N ew R e p ub l i c , abril 28, 1986, p.
7.
'Min istro Félix Frankfurter, D e n n i s v . U n i t ed St a t es
, 341 U.S. 494 (1951).
’Richard L.Gregory,"Sensations",T/ieOx/ord C o m p an i o n t o I h
e M i n d ,OxfordUniversity
Press, Oxford, 1987, p. 700.
22 Introducción
Cuando se ofrecen razones en un esfuerzo por persuadirnos a
realizar una acción determinada, se nos presenta algo, que es, en
efecto, un argu- mento aun cuando la "conclusión" se pueda expresar
como una orden o un imperativo. Consideremos, por ejemplo, los
siguientes dos pasajes:
La sabiduría es lo principal; por tanto, hay que buscar la
sabiduría.5
y
No hay que prestar ni pedir prestado; porque al hacerlo pierde uno
mismo y pierde también a su amigo.6
Aquí la orden puede igualmente preceder o seguir a la razón o
razones ofrecidas para persuadir al oyente o lector de hacer lo que
se ordena. Por razones de uniformidad y simplicidad, es útil
considerar las órdenes, en estos contextos, de forma indistinguible
de las proposiciones en las que los oyentes (o lectores) reciben el
mensaje de que deben o deberían actuar de determinada forma.
La diferencia exacta que existe, si es que realmente la hay, entre
una orden de hacer tal o cual cosa y el enunciado de que se de-
be hacer tal o cual cosa es un intrincado problema que no
necesita- mos explorar aquí. Ignorando la diferencia (si es que
existe realmente) somos capaces de reconocer ambos tipos de
argumentos como grupos estructurados de proposiciones.
Algunos argumentos ofrecen varias premisas en apoyo a sus
conclusio- nes . Ocasionalmente, estas premisas se enumeran como
primera, segunda, tercera, o a), b), c), como en el siguiente
argumento en el cual el enunciado de la conclusión precede a los
enunciados de las premisas:
Decir que los enunciados acerca de la conciencia son enunciados
sobre procesos cerebrales es una falsedad manifiesta. Esto se
muestra a) por el hecho de que uno puede describir las propias
sensaciones e imágenes mentales sin saber nada acerca de los
procesos cerebrales, ni siquiera de que existen, b) por el hecho de
que los enunciados acerca de la propia conciencia y los enunciados
acerca de los propios procesos cerebrales se verifican de maneras
completa- mente distintas, y c) por el hecho de que no hay nada
contradictorio en el enunciado "X siente un dolor pero no tiene
ningún problema en el cerebro "7
En el siguiente argumento la conclusión se enuncia al final,
precedida por tres premisas:
Puesto que la felicidad consiste en la paz de la mente y puesto que
la paz mental perdurable depende de la confianza que tengamos en el
futuro y la
5P r o v e r b i o s , 4: 7 .
‘W illiam Shakespeare, H a m l e t , I, iii.
TJ. T. Place, "Is consciousness a Brain Process?", T h e B r i t i
s h Jo u r n a l o f P sy c h o l o g y ,
febrero, 1956.
Premisas y conclusiones 23
confianza se basa en el conocimiento que tenemos de la naturaleza
de Dios y del alma, se sigue que la ciencia es necesaria para la
verdadera felicidad.8
Saber contar las premisas de un argumento no es tan importante en
esta etapa de nuestro estudio, pero adquirirá importancia más
adelante a medida que avancemos en el análisis y la diagramación de
argumentos más complicados. Para listar las premisas del argumento
precedente, no podemos apelar simplemente al número de
oraciones en las que están escritas. Si estuvieran todas
ellas en una misma oración, no por ello deberíamos negar su
multiplicidad.
Debemos notar que "premisa" y "conclusión" son términos relativos:
una y la misma proposición puede ser una premisa en un argumento y
una conclusión en otro. Consideremos, por ejemplo, el
argumento:
Las leyes humanas son apropiadas para la gran mayoría de los seres
humanos. La mayoría de las personas no son perfectamente virtuosas.
Por lo tanto, las leyes humanas no prohíben todos los
vicios.9
Aquí, la proposición de que las leyes humanas no prohíben todos los
vicios es la conclusión y las dos proposiciones anteriores
son sus premisas. Pero la conclusión de este argumento es una
premisa en el siguiente argumento (diferente):
...los actos viciosos son contrarios a los actos virtuosos. Pero
las leyes humanas no prohíben todos los vicios,... Por lo tanto,
tampoco prescriben todos los actos virtuosos.10
Ninguna proposición por sí misma, considerada en forma aislada, es
una premisa ni una conclusión. Es una premisa solamente cuando
aparece como supuesto de un argumento. Es una conclusión solamente
cuando aparece en un argumento y pretende fundamentarse en otras
proposicio- nes del argumento. Así, "premisa" y "conclusión" son
términos relativos, como "empleador" y "empleado". Una persona en
sí misma no es empleador ni empleado, pero puede ser cualquiera de
las dos cosas en diferentes contextos: empleador de nuestro
jardinero, empleado de la firma para la que uno trabaja. .
Los argumentos precedentes o bien tienen sus premisas seguidas de
su conclusión, o a la inversa. Pero la conclusión de un argumento
no necesita enunciarse como su parte final o al principio del
mismo. Puede suceder, y frecuentemente sucede, que se halle en
medio de diferentes premisas que se ofrecen en su apoyo. Este
arreglo se ilustra como sigue:
8Gottfried Leibniz, P r ef a c i o a l a ci e n c i a g e n er a l
.
’Tomás de Aquino, S u mm a T h eo l o g i c a I-II,
Cuestión 96, Artícu lo 2.
10rb íd ., Artículo 3.
24 Introducción
Puesto que la libertad y el bienestar son las condiciones
necesarias de la acción y en general de la acción exitosa, cada
agente debe reconocer estas condiciones como bienes necesarios para
sí mismo, puesto que sin ellas no sería capaz de actuar para
conseguir un propósito determinado, sea en absoluto o con las
oportunidades generales de lograr el éxito."
Aquí la conclusión de que cada agente debe reconocer estas
condiciones como bienes necesarios para sí mismo se
afirma sobre la base de las proposiciones que la preceden y de las
que la siguen.
Para cumplir la meta del lógico de distinguir los argumentos buenos
de los malos, uno debe ser capaz de reconocer los argumentos cuando
ocurren y de identificar sus premisas y conclusiones. Dado un
pasaje que contiene un argumento, ¿cómo puede uno decir cuál es su
conclusión y cuáles sus premisas? Hemos visto ya que un argumento
se puede enunciar poniendo primero su conclusión, colocándola al
final o en medio de varias premisas. Por tanto, la conclusión de un
argumento no se puede identificar en términos de su posición en la
formulación del argumento. Entonces, ¿cómo se puede reconocer? A
veces, por ia presencia de palabras especiales que aparecen en
diferentes partes de un argumento. Algunas palabras o frases sirven
de manera característica para introducir la conclusión de un
argumento.
Llamaremos "indicadores de la conclusión" a tales expresiones. La
presencia de cualquiera de ellas señala frecuentemente, pero no
siempre, que lo que sigue es la conclusión de un argumento. Esta es
una lista parcial de indicadores de conclusión:
por lo tanto de ahí que así correspondientemente en consecuencia
consecuentemente lo cual prueba que como resultado por esta
razón
por estas razones se sigue que podemos inferir que concluyo que lo
cual muestra que lo cual significa que lo cual implica que lo cual
nos permite inferir que lo cual apunta hacia la conclusión de
que
Otras palabras o frases sirven de manera característica para
señalar premisas de un argumento. Llamaremos a tales expresiones
"indicadores de premisas". La presencia de cualquiera de ellas
señala frecuentemente, pero no siempre, que lo que sigue es la
premisa de un argumento. Esta es una lista parcial de indicadores
de premisas:
"Alan Gewirth, "Human Rights and Conceptions of the Self", P h i l
o s o p h i a , Vol. 18,
Núm s. 2-3, jul io 1988, p. 136.
puesto que dado que a causa de porque
como es indicado por la razón es que por las siguientes razones se
puede inferir de se puede derivar de se puede deducir de en vista
de que
Una vez que se ha reconocido un argumento, estas palabras y frases
nos ayudan a identificar las premisas y la conclusión. Pero no
cualquier pasaje que contiene un argumento necesita contener estos
términos lógicos especiales. Consideremos, por ejemplo:
Dentro de 20 años, la única hoja de maple que quede en Canadá
podría ser la del emblema nacional. La lluvia ácida está
destruyendo los árboles de maple de la zona central y oriental de
Canadá, lo mismo que de Nueva Inglaterra.12
Si bien no aparecen en el pasaje anterior los indicadores de
premisas o de conclusión, se trata claramente de un argumento cuya
conclusión está enunciada primero y se sigue de una premisa que se
ofrece en su apoyo. La misma estructura aparece en el siguiente
ejemplo:
Un pequeño descuido puede ocasionar un gran problema... por falta
de un clavo se perdió la herradura; por falta de herradura se
perdió el caballo y por no haber caballo se perdió el
jinete.13
Aunque lo anterior se podría considerar como la enunciación
de una bien conocida verdad popular que se ilustra con
la pérdida de la herradura y la consecuente pérdida del jinete,
puede igualmente entenderse como un argumento cuya conclusión está
enunciada primero y seguida por tres premisas que se dicen para
apoyarla. Un ejemplo algo más complicado de un argumento en cuya
formulación no aparecen indicadores de premisas ni de conclusión es
el siguiente:
Muestra de razonamiento obtuso es introducir el tema del "libre
ejercicio" de la religión en el presente caso. Nadie está forzado a
ir a las clases de religión y ninguna institución religiosa
va a llevar su culto y su credo a los salones de clase de las
escuelas públicas. Un estudiante no está obligado a tomar
instrucción religiosa. En sus propios deseos están la forma o el
momento de expresar su devoción religiosa, si la hay.14
' '"M ap le Syrup", T h e E c o no m i s t , abril 4,1987, p.
63.
''Benjamín Franklin, P o or R i c h ar d ' s A l m a n a c ,
1758.
26 Introducción
Aquí la conclusión, que se puede parafrasear como "el caso presente
no tiene nada que ver con el libre ejercicio de la religión", está
enunciada en la primera oración. Las últimas tres oraciones ofrecen
bases o razones en apoyo a esa conclusión. ¿Cómo podemos saber que
la primera oración enuncia la conclusión y las restantes expresan
las premisas? El contexto es de enorme ayuda aquí, como siempre
suele serlo. También resultan útiles algunas de las frases usadas
para expresar las diferentes proposiciones. La frase "muestra de
razonamiento obtuso es introducir..." sugiere que la cuestión de si
el "libre ejercicio" de la religión está involucrado en este caso
es precisamente el punto de desacuerdo. Sugiere que alguien ha
reclamado que hay un problema de libertad religiosa en el caso y
que la Corte rechaza el reclamo y, por tanto, arguye contra él. Las
otras proposiciones se enuncian en términos de cuestiones de hecho,
sugiriendo que no hay discusión acerca de ellos y, por tanto, no se
cuestiona su aceptabilidad como premisas.
No todo lo que se dice en el curso de un argumento es una premisa o
la conclusión del mismo. Un pasaje que contiene un argumento puede
también contener otros materiales que a veces pueden carecer de
impor- tancia, pero frecuentemente proporcionan importante
información contextual que permite al lector o al oyente entender
de qué trata el argumento. Por ejemplo, consideremos el argumento
contenido en el siguiente pasaje:
El glaucoma no tratado es causa principal de una ceguera progresiva
sin dolor. Se dispone de métodos para la detección oportuna y el
tratamiento efectivo. Por esta razón, la ceguera por glaucoma es
especialmente trágica.15
La tercera proposición contenida en este pasaje es la conclusión,
como se muestra por la presencia del indicador de conclusión "por
esta razón". La segunda proposición es la premisa. La primera
proposición no es parte del argumento, estrictamente hablando. Pero
su presencia nos permite enten- der que los métodos
disponibles a los que se refiere en la premisa son métodos
para la detección oportuna y el tratamiento efectivo del glaucom
a crónico.
Si quisiéramos proporcionar un análisis completo del argumento
ante- rior, podríamos reformular las proposiciones que lo
constituyen como sigue:
pr e m is a : Existen métodos para la detección oportuna y el
tratamiento eficaz del glaucoma crónico
c o n c l u s ió n : La ceguera por glaucoma crónico es
especialmente trágica.
Premisas y conclusiones 27
Otro ejemplo de este punto se encuentra en uno de los ensayos de
Schopenhauer:
Si el derecho penal prohíbe el suicidio, esto no es un argumento
válido para la Iglesia; y, además, la prohibición es ridicula, pues
¿qué pena puede atemorizar a una persona que no tiene miedo ni
siquiera a la muerte?16
Aquí, el material de la frase que precede al punto y coma no es una
premisa ni una conclusión. Pero sin esa información, no podríamos
saber a qué prohibición se refiere la conclusión. En este caso la
conclusión es que la ley criminal que prohíbe el suicidio es
ridicula. La premisa ofrecida en apoyo de ella es que ninguna
pena puede atemorizar a una persona que no tiene miedo a la
muerte. Este ejemplo muestra también que las proposiciones se
pueden afirmar en forma de preguntas retóricas, que se ,usan para
hacer afirmaciones más bien que para plantear preguntas, aun cuando
se expre- san en forma interrogativa.
Otros ejemplos de argumentos que contienen enunciados formulados
como preguntas retóricas son los siguientes:
...si nadie desea ser miserable, nadie, Menón, desea el mal, pues
¿qué es la miseria sino el deseo y la posesión del mal?17
y
Si una persona dice, amo a Dios y odio a mi hermano, está
mintiendo: porque si no ama a su hermano, a quien ha visto, ¿cómo
puede amar a Dios, a quien no ha visto?18
Al analizar el argumento de Schopenhauer, y el anterior que se
refiere al libre ejercicio de la religión, fue útil reformular
algunas de sus proposicio- nes constituyentes. El propósito en cada
caso fue el de minimizar nuestra dependencia de sus contextos para
comprender el argumento y los papeles que en él desempeñan sus
partes constituyentes. Este interés estará presen- te a lo largo de
este libro. Frecuentemente, queremos centrar nuestra atención en
una proposición en particular, queremos saber si es verdadera o
falsa, lo que ella implica, si es implicada por otras
proposiciones, o si es la premisa o la conclusión de un determinado
argumento. En tales casos, será útil contar con una formulación de
la proposición que nos permita entenderla en forma tan
independiente del contexto como sea posible.
A veces, la naturaleza proposicional de un elemento constitutivo de
un argumento se oculta bajo su expresión como frase nominal en
lugar de como oración declarativa. Esto ocurre en el siguiente
caso.
‘A rth ur Schopenhauer, "Sobre el Suicidio" en E n sa y o s c o m p
l et o s d e Sc h o p en h a u e r ,
Libro V, Estudios sobre el pesimismo, tr. Bailey Saunder, Nue va
York, W iley Book C om
pany, 1942, p. 26.
' ‘ S a n Ju a n , 4:20.
28 Introducción
Ethan Nadelmann, profesor asistente en la Escuela de relaciones
públicas e internacionales Woodrow Wilson, de la Universidad de
Princeton, argu- menta que la prohibición (de las drogas fuertes)
ha sido un error. Cita las oleadas de asesinatos por motivos de
narcotráfico en ciudades como Was- hington y Nueva York, el
congestionamiento de los tribunales y prisiones federales y
estatales con prisioneros acusados de narcotráfico, los disturbios
políticos en Colombia provocados por traficantes de drogas y la
corrupción relacionada con el narcotráfico en todo el
mundo.'9
El hecho de que este pasaje contiene un argumento está parcialmente
obscurecido por la forma gramatical de sus premisas, que son
precedidas por la conclusión. Estas premisas pueden reformularse
como oraciones declarativas, y entonces quedarían como sigue:
Se ha incrementado el número de asesinatos por narcotráfico en
ciudades como Nueva York y Washington;
los tribunales y prisiones federales y estatales están atestados de
prisioneros acusados de narcotráfico;
Colombia ha sido políticamente desestabilizada por los traficantes
de drogas;
y en todo el mundo hay corrupción relacionada con el
narcotráfico.
Resulta así evidente que la proposición que precede a estas
premisas es la conclusión del argumento:
La prohibición (de las drogas fuertes) ha sido un error.
Aunque todo argumento tiene una conclusión, las formulaciones de
algunos argumentos no contienen enunciados explícitos de sus
conclusio- nes. ¿Cómo se puede entender y analizar un argumento de
este tipo? La conclusión no enunciada de un argumento de este
género frecuentemente está indicada por el contexto en el cual el
argumento ocurre. Algunas veces las premisas enunciadas sugieren
inequívocamente cuál debe ser la con- clusión no enunciada, como en
el siguiente caso:
Si él es una persona lista, no va a ir por ahí disparando sobre una
de esas personas, y él es una persona lista.20
Aquí necesitaríamos conocer el contexto para saber quién es "una de
esas personas". Pero no necesitamos del contexto para saber que la
conclusión es:
Él no va a ir disparando por ahí sobre una de esas personas.
' “‘ T h e N e w Y o r k T i m e s, mayo 15, 1988, Sección 1,
p. 12.
“ George V. Higgins, T h e F r i en d s o f Ed d i e C o y l e,
Ballantine Books, Nueva York, 1981,
p. 121.
Premisas y conclusiones 29
Otro ejemplo de un argumento con una conclusión no enunciada
es:
La belleza espectacular de las costas de Mendocino y Humboldt del
norte de California provoca cada año enormes flujos turísticos
hacia esos lugares, provenientes de otras partes de Estados Unidos
y de todo el mundo... La región abunda en diversa flora y fauna
marina, incluyendo las amenazadas ballenas, focas, morsas y pájaros
marinos, y las riquezas pesqueras de esa región son de las más
importantes de la costa occidental. El servicio de pesca y
fauna ha dicho que el desarrollo petrolero tendría "efectos
potencialmente devastadores" sobre estos recursos.21
A partir de las cuatro premisas enunciadas de este argumento, puede
inferirse su conclusión no enunciada:
El desarrollo petrolero no se debe permitir en las aguas de las
costas Mendocino y Humboldt del norte de California.
Algunos lectores habrán quedado muy sorprendidos al leer que para
analizar un argumento con una conclusión no enunciada, uno debe
saber de antemano qué es lo que se seguiría lógicamente de las
premisas enunciadas. Después de todo, ¡se supone que en este libro
se está apren- diendo lógica! ¿Cómo se puede presuponer entonces
que el lector ya sabe lógica? Si es así, ¿cuál es el objeto de leer
este libro? Esta objeción no es difícil de responder. Se presupone
alguna habilidad lógica para el estudio de cualquier tema,
incluyendo la lógica misma. El estudio de la lógica puede ensa
nchar o agudizar la habilidad del lector para analizar
argumen- tos y proporcionar técnicas efectivas para evaluar
argumentos como buenos o malos, como mejores o peores. Pero
debe existir alguna capaci- dad lógica que se pueda agudizar o
ensanchar. Como escribió C. I. Lewis, un importante lógico del
siglo XX:
El estudio de la lógica no apela a criterios que no están presentes
de antemano en la mente del estudiante... porque la tarea misma de
aprender mediante la reflexión o la discusión supone ya que nuestro
sentido lógico es una buena guía.22
En resumen: un argumento es un grupo de proposiciones de las cuales
una, la conclusión, pretende derivarse o seguirse de las otras, que
son las premisas. Las proposiciones son típicamente enunciadas en
oraciones declarativas, pero en ocasiones aparecen como órdenes,
preguntas retóri- cas o frases nominales. Un argumento completo se
puede enunciar en una
21Lisa Speer y Sara Chasis, "Don 't Pull the Plug of Offshore W
aters", T h e N ew Y o r k
T i m e s , junio 25, p. 15.
30 Introducción
sola oración, pero frecuentemente varias oraciones se utilizan en
su formulación. En la presentación de un argumento, su conclusión
puede ir antes o después de las premisas, o en medio de ellas. O la
conclusión puede no enunciarse explícitamente, pero puede aclararse
por el contexto, o quedar implicada por las premisas enunciadas
explícitamente. La presen- cia de términos especiales que funcionan
como indicadores de premisas o de conclusión a menudo ayudan a
identificar y distinguir las premisas y la conclusión de un
argumento. Un pasaje que contiene un argumento puede también
contener proposiciones que no son premisas ni conclusión de ese
argumento, pero que contienen información que ayuda al lector o al
oyente a entender de qué tratan las premisas y la conclusión del
argumento. Al analizar un argumento, a menudo es útil distinguir
por separado las premisas que se pueden conjuntar en una oración
simple. Y al reportar el resultado de nuestro análisis de un
argumento en su premisa (o premisas) y conclusión, es frecuente y
útil formular cada premisa independiente y la conclusión en una
oración declarativa que se pueda entender sin importar el
contexto.
EJERCICIOS
Identificar las premisas y conclusiones en los siguientes pasajes,
cada uno de los cuales sólo contiene un argumento.23
1. Pero el precio de los combustibles fósiles y nucleares es sólo
una pequeña fracción de su costo total. La sociedad paga el otro
costo del deterioro a la salud y a la propiedad, de los
contaminantes esparcidos en los océanos y en los ríos y playas, de
la lluvia ácida, de los peces muertos o envenenados y de la miseria
humana.
— MOSES CAMMER, "La energía solar resultaría más barata", The
New York Times, 12 de julio de 1988, p. 28
2. Es difícil sostener que la astrología occidental debe ser
verdadera debido a que cuenta con una larga tradición tras de sí,
porque las astrolo gías china e hindú cuentan también con largas
tradiciones. Si una es correcta, las otras están equivocadas.
— MARTIN GARDNER, "Viendo las estrellas", The New York Review
o f Books, 30 de junio de 1988, p. 4
3. La prueba de presencia de prejuicios mostró que otro examen, la
prueba de aptitud escolar, que la mayoría de los colegios usan como
medida para ver a cuáles estudiantes de secundaria admiten, se
basaba en
Premisas y conclusiones 31
un prejuicio contra las mujeres, mostrando además que ellas
obtenían un promedio más bajo en esta prueba como grupo, aun cuando
obtuviesen mejores calificaciones que los hombres.
— LEE A. DANIE LS , "Acusación de prejuicio de grupo en
las pruebas de desempeño escolar", The New York Times,
29 de junio de 1988, p. 25
4. Mentir es parte del desarrollo normal, lo mismo que decir la
verdad. La habilidad para mentir es un logro humano, una de esas
habilidades que nos colocan aparte de las demás especies.
— ARNOLD GOLDBERG, "Mentiras: ¿desórdenes mentales o parte
del crecimiento normal?" The New York Times,
17 de mayo de 1988, p. 19
5. La luz que vemos proveniente de las galaxias distantes salió de
ellas hace millones de años, y en el caso del objeto más distante
que hemos visto, la luz surgió desde hace ocho mil millones de
años. Así pues, cuando observamos el universo, lo estamos viendo
como fue en el pasado.
— STEPHEN H. HAWK1NG, Breve historia del tiempo: del big
bang a los hoyos negros, Bantam Books, Toronto, 1988, p.
28
6. ...las tecnologías avanzadas aplicadas en las supercomputado ras
tienden a penetrar rápidamente en toda la industria de la
computación. De modo que la nación que lleva la delantera en el
desarrollo de super computadoras tiende a tener una gran ventaja
sobre otros países en la producción de computadoras más poderosas y
más lucrativas.
— DWIGHT B. DA VIS, "Supercomputadoras: un imperativo
estratégico", High Technology, mayo de 1984, p. 44
7. Prohibido juzgar, porque todos somos pecadores. — WILLIAM
SHAKESPEARE, Enrique IV, Parte III, iii
8. Los hombres nacidos en la pobreza son más proclives a cometer
crímenes en su madurez y adolescencia que los más privilegiados.
Así, un gran crecimiento repentino en los nacimientos en las
familias pobres puede previsiblemente producir una elevación de la
tasa de criminalidad 15 ó 20 años después.
— DAVID E. BLOOM y NEIL G. BENNETT, "El shock del futuro", The New
Republic, 19 de junio de 1989, p. 18
9. El que ama no desconoce a Dios, porque Dios es amor. — Evangelio
según San Juan, 4:8
10. Thomas Moore, director de estudios nacionales de la Hoover
Institution de la Universidad de Stanford, argumenta que las
estadísticas de la pobreza sobrepasan el número de personas pobres,
porque los investigadores no añaden los beneficios no monetarios,
como los vales de comida y la ayuda médica, cuando calculan el
ingreso de las familias.
— VICTOR F. ZONANA, "El ace rt ijo d em og rá f i c o " ,
32 Introducción
11. Puesto que no hay enfermedades mentales, no puede haber trata-
miento para ellas.
— DR. T H O M A S S. SZASZ, en Tomando partido:
controversias sobre temas bioéticos, Carol Levine, ed.,
The Dushkin
Publishing Group, Inc., Guilford, Conn, 1984, p. 179
12. Aunque es un juego de origen escocés, el golf se ha convertido
en un pasatiempo innegablemente americano. Se calcula que 21.7
millones de americanos son golfistas y, de acuerdo con la National
Golf Foundation, 8 millones más estarán jugando golf hacia el año
2000.
— "Leonardo of the Links", New York Times Magazine, 13 de noviembre
de 1988, p. 50
13. Puesto que los ingresos individuales siguen naturalmente una
pauta oscilante a lo largo de la vida —bajos durante la juventud,
para llegar a su punto máximo exactamente antes del retiro, y luego
volver a reducir- se — siempre habrá un "nivel natural" de
desigualdad de ingresos en cualquier momento, así sea solamente por
la distribución de acuerdo con las edades.
— M AR K LIL LA , "¿Por qué es tan engañosa la 'distribución
del ingreso'?", The Public Interest, Núm. 77, otoño de 1984,
p. 63
14. Los proyectiles son más fáciles de defender que las ciudades
por dos razones: primero, las plataformas de lanzamiento de
proyectiles son pequeñas y fuertes mientras que las ciudades son
grandes y vulnerables; segundo, una defensa de una plataforma de
lanzamiento se considera exitosa si logra salvar la mitad de los
proyectiles, mientras que en la defensa de las ciudades hay que
tratar de salvarlas todas.
— FREEMAN DYSON "Reflexiones: armas y esperanza", The New
Yorker, 13 de febrero de 1984, p. 103
* 15. El perjuicio peculiar que se causa al silenciar la expresión
de una opinión es el de un robo contra la raza humana; contra la
posteridad al igual que contra la generación existente; contra los
que disienten de la opinión, aun más contra los que la aceptan. Si
la opinión es correcta, se les priva de la oportunidad de cambiar
el error por la verdad; si es erró- nea, pierden un beneficio casi
igual, la percepción más clara y viva de la verdad, producida por
su contraste con el error.
— JOHN STUART MILL, "Sobre la libertad" (1859), en Essential
Works of John Stuart Mili, Max Lerner, ed.
Bantam Books, Inc., Nueva York, 1961, p. 269
16. Es difícil saber medir el dolor que sienten los animales,
porque el dolor es subjetivo y los animales no pueden hablar.
Premisas y conclusiones 33
17. Cualquier intento de basar los principios lógicos en algo más
básico, ya sea nuestro sistema de reglas contingentes para usar el
lenguaje o en cualquier otra cosa, es contraproducente. Porque el
intento consiste en deducir conclusiones de premisas y para que la
deducción sea posible, se presupone la validez de las leyes
lógicas.
— DAVID MITCHELL, Introducción a la lógica, Hutchinson
University Library, Londres, 1962, p. 134
18. (Los miembros de un comité de doce miembros de la Escuela de
Minería de Colorado) ...dicen que los ingenieros del futuro deberán
trabajar cada vez más en equipos interdisciplinarios y enfrentarán
las mayores regulaciones gubernamentales y escrutinios
públicos.
En consecuencia, dice el reporte, la escuela deberá ayudar a los
estu- diantes a desarrollar un "punto de vista más amplio acerca de
las implicaciones sociales y políticas de sus acciones, así como
mejores habi- lidades comunicativas, más movilidad intelectual,
mejores capacidades administrativas y un mayor compromiso con el
cuidado del medio am- biente".
— ROBERT L. fACOBSON, en The Chronicle o f Higher Education,
9 de julio de 1979
19. El pensamiento es una función del alma inmortal del hombre.
Dios ha dado un alma inmortal a cada hombre y mujer, pero no a
otros animales o a las máquinas. Por lo tanto, ninguna máquina o
animal puede pensar.
— A. M. TURING, "Computing Machinery and Intelligence",
Mind, Vol. 59,1950
* 20. Una superficie gris se ve roja si antes hemos estado viendo
una azul verdosa; una hoja de papel se siente muy suave si hemos
tocado antes una lija, o rugosa si antes hemos tocado una suave
superficie de cristal; el agua de la llave sabe dulce si hemos
comido antes alcachofas. Por tanto, una parte de lo que llamamos
rojo, suave o dulce debe estar en los ojos, los dedos o la lengua
del que ve, toca o prueba.
— B. F. SKINNER, Más allá de la libertad y de la
dignidad.
21. De entre todas las cosas del mundo, la sensatez es la que se
halla distribuida más equitativamente, porque cualquiera cree que
la tiene en abundancia y aun aquellos que resultan más difíciles de
complacer en cualquier otra cosa, comúnmente no desean más de la
que ya tienen.
— RENÉ DESCARTES, Discurso del método.
22. Sus contemporáneos entendían el amor cortesano como amor
sin con- diciones, amor romántico, amor verdadero, amor físico, no
asociado con la propiedad o la familia y consecuentemente centrado
en la mujer de otro, pues solamente ese vínculo ilegítimo podría
tener el amor como único motivo.
34 Introducción
23. Los ciudadanos que tanto valoran su "independencia" no deberían
enrolarse en un partido político, pues esto menoscaba su
independencia, ya que han de compartir con otros la decisión
fundamental de la elección del candidato.
— BRUCE L. f e l k n o r , Política sucia
24. ...para que un productor pueda convencer a las instituciones
que financian películas que la suya es redituable, tiene que contar
con una estrella "taquillera", y si tiene el proyecto de filmar una
película con contenido político, la estrella difícilmente aceptará
firmar el contrato si no está de acuerdo con ese contenido
político. Esto significa que, con mucho, las películas de corte
político que se hacen en Hollywood hoy día represen- tan el
pensamiento político de los actores.
— RICH AR D GRENIE R, "Jane Fonda & other political
thinkers", Commentary, junio de 1979
* 25. A sus treinta y tantos años, Boswell dijo de sí mismo: "Estoy
consciente de que tengo limitaciones en mi sentido común y mi
capacidad de juicio. Debo, por tanto, ser desconfiado y
cauteloso".
— IR VIN EHRENPREIS , reseña de Frank Brady, James
Boswell: The Later Years, 17691795, en The New York
Review of
Books, 28 de marzo de 1985, p. 3
26. La investigación de los fenómenos sobrenaturales está más allá
del alcance de la ciencia. Por tanto, la ciencia no puede probar ni
refutar la existencia de Dios.
— JAMES A . H O P SO N , carta a los editores de The New
Republic, septiembre 12 de 1983, p. 4
27. No podemos pensar que el conocimiento ha llegado a su meta
final o que la sociedad actual es perfecta. Debemos, por tanto,
recibir con beneplá- cito la iniciativa de nuestros profesores de
llevar a cabo discusiones que nos sugieran los medios y preparar el
camino por el cual se pueda extender el conocimiento, se eviten los
males presentes y se prevengan otros.
— The University of Wisconsin Board of Regents, 1894, citado por
Richard Hofstadter y Walter P. Metzger en
The Development o f Academic Freedom in United States
28. En una sociedad primitiva en la cual cada familia sólo puede
obtener comida suficiente para ella misma, todas las personas viven
de la tierra. Cuando la productividad agrícola se duplica, cada
familia rural puede producir lo suficiente para dos, y la mitad de
la población puede trabajar en la industria. Cuando cada familia
puede producir para tres, solamente una tercera parte de la
población requiere estar en el campo y así sucesiva- mente. Se
sigue que casi es una cuestión de simple aritmética que el
porcentaje de la población total en el campo debe ser inversamente
proporcional a la productividad agrícola.
29. La doctrina de la disuasión afirma que un agresor nuclear no
actuará si se enfrenta a la amenaza de represalia del mismo tipo.
Descansa, por tanto, en la disposición para usar estas armas para
responder a un ataque.
— CHARLES K R A UTH A M M E R , "On nuclear morality",
Commentary, Vol. 76, Núm. 4, octubre de 1983, p. 48
* 30. Probablemente es cierto que las armas nucleares menos
destruc- tivas son las más peligrosas, porque facilitan el
desencadenamiento de una guerra nuclear.
— FREEM AN D YSO N , "Reflexiones: armas y esperanza", The
New Yorker, 6 de febrero de 1984, p. 60
1 .3 .D i agramas para argument os uni t ar i os
Los pasajes argumentativos contienen frecuentemente más de un argu-
mento. Pero para analizar pasajes argumentativos complejos (como se
hará en la sección 1.5) es útil establecer primero un método para
analizar argumentos unitarios. Un método poderoso y simple a
la vez para realizar esta labor y para exhibir diagramáticamente la
estructura de los argumen- tos fue desarrollado hace algunos años
por el profesor Monroe Beardsley y posteriormente fue perfeccionado
por los profesores Stephen N. Tho- mas y Michael Scriven.24En este
capítulo el autor seguirá ese método sólo con algunos cambios
menores.
Un diagrama de algo es una representación espacial de ello,
como un plano de edificio o el diseño de una máquina, una gráfica
de la población o de la distribución del ingreso, o un diagrama de
flujo para una instalación eléctrica. Adoptaremos aquí la
convención de colocar la conclusión del argumento debajo de las
premisas y usaremos una flecha como indica- dor diagramático de la
conclusión. Como primera aproximación a nues- tros diagramas,
consideraremos el argumento:
Dado que cada portador de la enfermedad es un difusor potencial de
la misma,debemos proteger a las entidades no contaminadas de
las ya contami- nadas.2·
que podemos expresar como:
Cada portador de la enfermedad es un difusor potencial de la
misma.
i Debemos proteger a los no contaminados de los
contaminados.
24M on ro eC . Beardsley, P r a c t i c a l L o g i c
, Prentice-Hall, Inc., Englewood Cliffs, N.J.,
1950;
Stephen N .Thom as, Practica/ Re a so n i n g i n N a t u r a l
Languagc, Prentice-Hall, Inc., Englew ood
Cliffs, N.J., 1973; Michael Scriven, R e a s o n i n g , M
cGraw -Hill Book Company, Nue va York,
1976.
“ KarelCapek, T h e W h i t e P l a g u e, citado por
SusanSontagen "A ID S an d its Metaph ors",
T h e N ew Y o r k R ev i ew o f B oo k s, Vol. 35, Nú m .
16, octubre 27,1988, p. 92.
_______________________________ Diagramas para
argumentos unitarios 35
Y el argumento:
La predicción más segura es la de uniformidad, porque la inercia es
una fuerza poderosa.26
cuya conclusión se enuncia primero que su premisa única, las que
es- cribiremos como:
La inercia es una fuerza poderosa.
i La predicción más segura es la de uniformidad.
Cuando analizamos argumentos que tienen dos o más premisas, se hace
tedioso reordenarlos; en tal caso, resulta más conveniente numerar
las proposiciones que los constituyen en el orden en el que
aparecen en el pasaje y poner los números asignados a ellas
encerrados en círculos en nuestros diagramas en lugar de las
oraciones que representan. Cuando se construye de esta forma, el
diagrama muestra la estructura de un argu- mento con máxima
claridad. Al numerar las premisas y las conclusiones de los
argumentos resulta útil colocar paréntesis en tomo a cada uno de
los elementos, y escribir el número encerrado en un círculo sobre o
antes de cada uno, como sucede en el siguiente pasaje:
© [Es tiempo de instrumentar un sistema férreo de transporte de
alta velocidad.] @ [Las aerolíneas no pueden satisfacer la demanda
y, en su intento de hacerlo, proporcionan muy mal servicio a los
pasajeros, así como condicio- nes inseguras que ponen en peligro su
vida.] ® [Los costos de mantener carreteras con una densidad de
tráfico mucho mayor a aquella para la que fueron concebidas es cada
vez más alto.l27
Ahora, podemos usar los números encerrados en círculos para repre-
sentar las proposiciones correspondientes y diagramar el argumento
de la siguiente manera:
“ Robert J. Samuelson, N ew s w eek , enero 11,1988, p.
41.
27Leo D. Marks, "Time to Start on High -Speed Nationa l Rail", T h
e N ew Y o r k T i m es ,
octubre 15,1988.
En este argumento, cada una de las dos premisas apoya a la
conclusión de manera independiente. Cada una proporciona una
garantía para aceptar la conclusión y lo seguiría haciendo aun en
ausencia de la otra premisa.
En este punto debe tomarse una decisión respecto a la "aritmética"
de tales argumentos. ¿Debemos considerar a éste como un argumento
con dos premisas y una conclusión, o como dos argumentos diferentes
con la misma conclusión? La práctica cada vez más frecuente
consiste en decir que se trata de un argumento con dos
premisas independientes. El princi- pio subyacente parece ser el de
que el número de conclusiones determina el número de argumentos.
Así, por "argumento unitario" se entiende un argumento con una
conclusión, independientemente de cuántas premisas se usen para
apoyarla.
No todas las premisas de un argumento proporcionan el tipo de apoyo
independiente que se ejemplificó en el argumento anterior. Algunas
premisas deben trabajar conjuntamente con otras para apoyar la
conclu- sión. Cuando esto sucede, la cooperación que tienen se
puede exhibir en el diagrama del argumento. Esta situación se
ilustra por medio del siguiente argumento. Dicho sea de paso, puede
ser útil encerrar en un círculo cada indicador de premisas o de
conclusión que aparecen al analizar el argu- mento en
cuestión.
© [Si una acción promueve los mejores intereses de cada una de las
partes
involucradas y no viola los derechos de alguna de ellas, entonces
la acción es
moralmente aceptable.] ® Por lo menos en algunos casos, la
eutanasia activa
promueve los mejores intereses de todas las partes involucradas y
no viola
los derechos de ninguna de ellas.] (Por lo tanto,)® [por lo menos
en algunos
casos, la eutanasia activa es moralmente aceptable.]28
Aquí, ninguna de las dos premisas apoya la conclusión de manera
independiente. Si el principio expresado en la primera premisa
fuese verdadero, pero no existiesen casos en los cuales la
eutanasia promoviera el interés de todas las partes, entonces la
conclusión carecería de todo apoyo. Así, cada premisa en este caso
apoya la conclusión por mediación de las otras premisas. Ambas son
necesarias, en contraste con el ejemplo anterior acerca de la
necesidad de un sistema férreo de transporte rápido. El hecho de
que las dos premisas del argumento trabajen conjuntamente, y no en
forma independiente, se representa en el diagrama conectando sus
números con una llave, como se muestra, y dibujando una flecha que
las conduce a la conclusión.
_________________________ Diagramas para argumentos
unitarios 37
29James Rachels, citado en T. A . Mappe s y J. S. Zembaty, comps.,
So c i a l E t h i c s, 3a. ed.,
38 Introducción
En un argumento que contiene tres o más premisas, una (o más)
podrían proporcionar apoyo independiente a la conclusión, mientras
que dos (o más) de las premisas pueden proporcionar apoyo solamente
en combinación. Esta situación se ilustra por medio del siguiente
argumento:
® [Las cimas áridas de las montañas de regiones desérticas son
lugares apropiados para instalar observatorios astronómicos.] @
[Siendo sitios altos, se sitúan por encima de una parte de la
atmósfera, permitiendo así que la luz estelar llegue hasta el
telescopio sin tener que cruzar toda la profundidad de la
atmósfera.] ® [Siendo secos, los desiertos son lugares
relativamente libres de nubes.] © [La más leve presencia de nubes o
de brumas puede hacer que la atmósfera se torne inútil para muchas
mediciones astronómicas.]29
Aquí, las proposiciones® , ® y ® proporcionan apoyo a la
proposición ©, que es la conclusión. Pero ofrecen su apoyo de
diferentes maneras. El enunciado @ apoya por sí mismo el reclamo de
que las localidades montañosas son buenos sitios para instalar
telescopios. Pero los enuncia- dos ® y ©deben trabajar
conjuntamente para apoyar el reclamo de que las localidades
desérticas son buenos lugares para instalar telescopios. El
diagrama muestra cuál es la diferencia:
Un argumento en cuya formulación la conclusión está entre dos
premi- sas es el siguiente:
(Puesto que)© [las costumbres... ejercen su influencia sobre las
acciones y afectos] (se sigue que) ® [las costumbres no se
pueden derivar de la razón;]...
“ Blanchard Hiatt, U n i v er s i t y o f M i c h i g a n R esea r
ch N e w s , Vol. 30, Nú m s., 8-9, agosto-
septiembre, 1979, p. 5.
Diagramas para argumentos unitarios 39
(porqué)© [la razón por sí sola, como hemos demostrado, no puede
ejercer tal influencia.]30
El diagrama para el argumento de Hume es:
Finalmente, un argumento cuya conclusión no está enunciada explíci-
tamente puede tener esa conclusión representada en el diagrama del
ar- gumento mediante un número encerrado en un círculo punteado,
como se muestra en el siguiente ejemplo:
Resulta sorprendente que © [todos los políticos o periodistas con
los que he hablado, incluyendo los jóvenes intelectuales que apoyan
a la OLP, afir- men que los jóvenes egipcios no quieren combatir de
nuevo...] @ [Además, la ampliación del Canal de Suez está en marcha
y se están reconstruyendo las ciudades de las orillas.] ® [Es poco
probable que una nación que pla- nea entrar en guerra bloquee su
ruta de acceso de esta manera.]31
^ ~ \
{ 4 [Egipto no atacará (a Israel) a través del Canal de
Suez de nuevo.]
Teniendo todas sus proposiciones indicadas y marcadas, podemos
representar el argumento por medio del siguiente diagrama:
“ David Hume, A T r ea t i se o f H u m a n N a t u r e .
’’Arthur Hertzberg, "The View from Cairo", T h e N ew Y or k R ev i
e w o f B oo k s, junio 26,
1980, p. 45. '
EJERCICIOS
Diagrame los argumentos de los siguientes pasajes, cada uno de los
cuales contiene un solo argumento.
1. Los granjeros americanos producen más comida y fibra de la que
podrían vender con provecho en un mercado libre. En términos
económi- cos fríos esto significa que tenemos más granjeros de los
que necesitamos.
— The New Republic, agosto 11 y 18 de 1986, p. 5
2. Aun cuando la heroína resultaba ser idéntica a la morfina en
términos de los efectos que tiene sobre los pacientes, tiene la
ventaja de ser mucho más fácil de inyectar... La droga es 50 veces
más soluble que la morfina y cuando uno tiene un paciente muy
enflaquecido con poca masa muscular y poca grasa, una inyección es
extremadamente dolorosa. Cinco cm3 de morfina es una cucharada y ya
no hay dónde ponerla. El equivalente de heroína es tan pequeño que
se puede administrar a cualquier persona.
— D A V ID H O L Z M A N , "Heroin for Patients a Painful
Issue" Insight, octubre 3 de 1988
3. Sólo en una sociedad razonablemente tolerante puede florecer la
desobediencia civil. Esto significa que debemos esperar más de ella
en una sociedad más justa, especialmente porque una sociedad más
justa es más susceptible de tolerar los puntos de vista
radicales.
— BARRY R. GROSS, reseña del libro Conflicts of Law and
Morality, en Ethics,
Vol. 89, Núm. 1, octubre de 1988, p. 170
4. Yo creo que debemos recurrir a un poderío nuclear limpio y
seguro... Mientras más dependamos del petróleo extranjero, menor
será nuestra seguridad nacional.
— VIC EPRESID ENTE GEORGE BUSH,
en el debate presidencial BushDukakis, Los Ángeles, 15 de octubre
de 1988
* 5. Me he opuesto a la pena de muerte durante toda mi vida. No veo
evidencias de su valor disuasivo y pienso que hay formas mejores y
más eficaces para enfrentar los crímenes violentos.
— G O BE R NAD O R M IC H A E L D UK A K IS
en el debate presidencial BushDukakis, Los Ángeles, 15 de octubre
1988
problema de salud pública, un grave problema de corrupción y un
gra- ve problema de política exterior.
— GEORGETTE BENNETT, Newsweek, 30 de mayo de 1988, p.
37
7. Debe haber sustancias simples puesto que existen sustancias com-
puestas, ya que lo compuesto sólo es una colección a aggregatum
de sustancias simples.
— G . w . LEIB NI2 , la monadologia (1714), Núm. 2; en
Leibniz Selections (Nueva York: Charles
Scribner's Sons, 1971), p. 533
8. Calentar una pieza de material es equivalente a incrementar la
ener- gía de movimiento de las partes constituyentes de esa pieza,
sean áto- mos, electrones o cualesquiera otras partículas. En un
material caliente, los átomos o electrones realizan todo tipo de
movimientos, oscilaciones, trayec- torias rectas, etc. Mientras
mayor es la temperatura, más alta es la energía de los movimientos.
Así, la temperatura es equivalente a la energía.
— V IC TOR WEIS SKOPF, "El origen del universo" en The New
York Review of Books,
Vol. 36, Núm. 2,16 de febrero de 1989, p. 10
9. El Dr. Oliver Wendell Holmes dijo una vez que la clave de la
longevidad era tener una enfermedad crónica incurable y cuidarse de
ella. Aun ahora, 150 años después, esto funciona. Si uno tiene una
artritis crónica, probablemente uno tomará cierto número de
aspirinas la mayoría de los días de su vida, lo cual reduce el
riesgo de morir de una trombosis coronaria. Cuando uno está
crónicamente enfermo también es menos probable que maneje un
automóvil, o escale montañas, o se caiga de las escaleras por
cargar una pila de libros que deben ser acomodados, o que fume
demasiado o beba en exceso.
— LEWIS TH O M A S , The Youngest Science, The Viking
Press, Inc., Nueva York, 1983, p. 149
* 10. En una sociedad justa no puede pagarse lo mismo a todas las
personas, puesto que las aptitudes y esfuerzos individuales varían
nota- blemente, y porque el bien común resulta mejor servido
con las desigual- dades sistemáticas de recompensa.
— M ICHAEL N O V A K , Commentary, Vol. 76, Núm. 6,
diciembre de 1983, p. 30
11. Decir que yo creo en los niños reprimidos equivale a decir que
las tundas son esenciales de alguna manera a su adecuada educación.
Yo no soy de esta opinión, por tanto, no creo en los niños
reprimidqs.
— JOHN R OSEM O ND , "Parent Power", columna de una agencia
de prensa, 30 de agosto de 1983
_________________________ Diagramas para argumentos
unitarios 41
42 Introducción
12. ...puesto que la reducción de sodio puede evitar el desarrollo
de la hipertensión en algunas personas, y dado que una dieta alta
en sales casi con certeza no es benéfica, reducir la sal en las
comidas y reducir el consumo de bocadillos salados es probablemente
una buena idea.
— "Science and the Citizen", Scientific American, Vol. 249,
Núm. 2, agosto de 1983, p. 60
13. Los individuos competentes están en libertad de tomar sus
decisio- nes en cuanto a tratamiento médico; no así los
incompetentes. Por tanto, la capacidad y la libertad están
inextricablemente unidas.
— GEORGE J. A NNAS y JOAN E. DENSBERGER,
"Competence to Refuse Medical Treatment: Autonomy vs. Paternalism",
Toledo Law Reviezv,
Vol. 15, invierno de 1984, p. 561
14. ¿Amas la vida? Entonces, no malgastes el tiempo, porque es el
elemento del que está hecha la vida.
— BENJAMIN FRANKLIN ,
Poor Richard's Almanac, 1746
15. Pregunta: Dr Koop, ¿por qué el gobierno necesita intervenir en
el tratamiento de los infantes minusválidos?
Respuesta: El Acta de Rehabilitación de 1973 afirma que es ilegal
que cualquier institución que recibe ayuda federal discrimine a
cualquier persona debido a su raza, credo, color, religión, origen
étnico o incapaci- dad física. Nosotros tenemos evidencias
suficientes de que muchos niños son privados de sus derechos
civiles al ser tratados de manera diferente a la forma en que son
tratados los niños que no son minusválidos.
— Entrevista con el General C. Everett Koop, en U.S.
News <& World Report,
16 de febrero de 1984, p. 63
16. Además, si uno examina la historia de la pena de muerte en este
país, encontrará que su aplicación ha sido arbitraria, caprichosa y
discriminatoria.
Pregunta: ¿En qué sentido? Respuesta: Los pobres y las minorías
tienden a estar sobrerrepresenta
dos en las estadísticas de condenados a la pena de muerte. Los
negros que matan blancos figuran mucho más que los negros que matan
negros. Esto nos indica la forma en que funciona el sistema.
Las personas que pueden pagar abogados que cobran honorarios muy
costosos pueden burlar al sistema en lo que concierne a la pena de
muerte al igual que con cualquier otro tipo de castigo.
— PATRICK V. MURPHY, en trev is ta en
17. En su análisis de la pena de muerte en Estados Unidos, David
Bruck argumenta que la pena capital es inválida debido a su efecto
de discrimi- nación racial. Sugiero que ese razonamiento va
demasiado lejos. Si, como sospecho, es verdadero, los jueces y los
jurados imponen todas las penas más duramente a los negros que
a los blancos (o más duramente cuando la víctima es blanca), el
análisis del señor Bruck conduciría a la conclusión de que toda
sanción criminal es inválida.
— C. E D W A R D FLETCHER III, carta al editor, The New
Republic, 23 de enero de 1984, p. 4
18. Para el señor Bruck, la distribución de la pena de muerte a
unos pocos criminales, caprichosamente seleccionados, es una razón
para su abolición. Pero si algo está mal distribuido, seguramente
la distribución es un defecto, no lo distribuido. ¿O querrá decir
el señor Bruck que la mala distribución es inherente a la pena de
muerte? No puedo ver cómo sería posible esto... el señor Bruck
argumenta... ilógicamente...
— ERNEST V A N DER H A A G , carta al editor, The New
Republic, 23 de enero de 1984, p. 2
19. Las prisiones son... necesarias. La existencia de prisiones y
la posibilidad de encarcelamiento levantan una barrera de
contención que evita que se eleve la tasa de criminalidad. Las
prisiones sirven también a la triste tarea social de consumir la
juventud de los criminales violentos y regresarlos a la comunidad
ya sin la vitalidad que se necesita para delinquir. Finalmente, las
sentencias de prisión sirven al propósito moral- mente unificador y
emocionalmente liberador de expresar la reprobación comunitaria por
medio de ceremonias de degradación que confabula a la gente en el
propósito de separarse de los criminales.
— G R A H A M H UG H E S, "American Terror", The New York
Review of Books, 25 de enero de 1979
* 20. La cacería... particularmente la cacería de animales grandes,
es tan complicada, difícil y peligrosa que requiere de la
cooperación de muchos individuos. Por tanto, se puede inferir con
mucha probabilidad que el hombre de Pekín vivía más en grupo que
aisladamente cuando comenzó a cazar venados.
— W U R U K A N G y L IN S H E N G L O N G , "Peking Man",
Scientific American, Vol. 248,
Núm. 6, junio de 1983, p. 94
21. Hay más personas aprendiendo el inglés como segunda lengua que
las que de hecho lo hablan como lengua materna. Por tanto, es
descortés dirigirse a un extranjero en su propia lengua porque se
le priva de la oportunidad de mejorar su inglés.
— De una carta del conde de St. Germans a The
Independent, citado por David Broder del
Washington Post Service, 2 de julio de 1989
_________________________ Diagramas para argumentos
unitarios 43
44 Introducción
22. El señor Kondracke pregunta, "¿Qué justificación puede
existir para gravar los intereses con una tasa más baja que otras
formas de ingreso?" Qué tal las siguientes:
La exención de impuestos en el caso de los intereses estimula el
ahorro, lo cual baja las tasas de interés, esto a su vez disminuye
el d&eacut