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Copia de Facultad de Ciencias en Un Pais Sudamericano

Date post: 05-Sep-2015
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filosofia de la ciencia
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Biografía Oscar Varsavsky nació en Buenos Aires el 18 de enero de 1920.Cu rsó sus estudios universitarios en la Universidad de Buenos Air es donde obtuvo el grado de doctor en Química de la Facultad de Ciencias Exactas. Su vida científica se inició en 1943, en el L aboratorio de Investigaciones Radiotécnicas que Philips organizó en Buenos Aires cuando su sede holandesa fue ocupada por los alemanes y el que desorganizó desmantelándolo cuando terminó la guerra. De la ciencia aplicada pasó a actividades teóricas -primero en física cuántica, luego trabajó en diversas ramas de la matemática pura, como topología, lógica algebraica y análisis funcional hasta 1961. En la mencionada facultad se desempeñó en forma suc esiva como auxiliar de laboratorio de fisicoquímica, jefe de tr abajos prácticos de Análisis Matemático, profesor adjunto de Al gebra y Topología y profesor con dedicación exclusiva del Depar tamento de Matemática. Además dio clases de matemáticas, con in terrupciones, en las Universidades del Sur, de Cuyo y de Caraca s.En 1961 comenzó a usar su base científica en matemática para tratar problemas de la realidad social, dando nacimiento al gru po de Economía Matemática del Instituto de Cálculo de la Facult ad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Fue uno de los primeros y más destacados especialistas m undiales en la elaboración de modelos matemáticos aplicados a l as ciencias sociales. Muy pronto advirtió que los métodos de mo da no eran “eficientes” para tratar las cuestiones más importan tes, y comenzó a estudiar y desarrollar con sus colaboradores un instrumento computacional relativamente novedoso denominado Experimentación Numérica. Entre otras cosas, fue miembro desde 1958 hasta su muerte del C ONICET. A partir de sus tratados (y de los primeros en lengua c astellana) sobre la enseñanza de la Matemática Elemental
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BiografaOscarVarsavskynacienBuenosAiresel18deenerode1920.CurssusestudiosuniversitariosenlaUniversidaddeBuenosAiresdondeobtuvoelgradodedoctorenQumicadelaFacultaddeCienciasExactas.Suvidacientficaseinicien1943,enelLaboratorio deInvestigaciones RadiotcnicasquePhilips organiz enBuenosAirescuando su sede holandesa fue ocupada por los alemanes y el que desorganizdesmantelndolocuandoterminlaguerra. Delacienciaaplicadapasaactividades tericas-primero enfsica cuntica, luegotrabaj en diversas ramas de lamatemtica pura, comotopologa,lgicaalgebraica yanlisisfuncional hasta1961.Enlamencionadafacultadsedesempeenformasucesivacomoauxiliardelaboratoriodefisicoqumica,jefedetrabajosprcticosdeAnlisisMatemtico,profesoradjuntodeAlgebrayTopologayprofesorcondedicacinexclusivadelDepartamentodeMatemtica.Ademsdioclasesdematemticas,coninterrupciones,enlasUniversidadesdelSur,deCuyoydeCaracas.En1961comenzausarsubasecientficaenmatemticaparatratarproblemasdelarealidadsocial,dandonacimientoalgrupodeEconomaMatemticadelInstitutodeClculodelaFacultaddeCienciasExactasyNaturalesdelaUniversidaddeBuenosAires.Fueunodelosprimerosymsdestacadosespecialistasmundialesenlaelaboracindemodelosmatemticosaplicadosalascienciassociales.Muyprontoadvirtiquelosmtodosdemodanoeraneficientesparatratarlascuestionesmsimportantes,ycomenzaestudiarydesarrollarconsuscolaboradores un instrumento computacional relativamente novedoso denominadoExperimentacinNumrica. Entreotrascosas,fuemiembrodesde1958hastasumuertedelCONICET.Apartirdesustratados(ydelosprimerosenlenguacastellana)sobrelaenseanzadelaMatemtica Elemental mostr sus preocupaciones por la enseanza de las ciencias a niveles no estrictamenteacadmicos.

Enlosltimostiemposdesufructferavida,laepistemologatantocomolasociopolticacientficafueobjetodesusestudios.Entrelosconsiderandosepistmicosmsrelevantes por l abordados se encuentra el hecho de sostener que los aspectos esenciales del conocimiento detodapoca no son lo suficientemente difciles como para escapar a la comprensin de las grandes mayoras. Crea en la necesidad de pensar las actividades humanas en funcin de su aporte a la construccin efectiva de una sociedad cuyas caractersticassehubierendefinidopreviamente(planodelapoltica).Elloexigiraunintenso trabajopreviodestinadoaplantearunsistemasociopolticoquereemplacealactual.Frenteala falsa conciencia tcnico econmica de que tales alternativas no existan, destacaba Varsavsky la importancia que para los grupos sociales tiene la visin previa de susposibilidades.Susobras,frutodeuntrabajoimpresionante,demuestransucoherenciaentre palabrayaccin. Realizunafuertecrticaalasnormasquerigeneldesarrollodelasciencias.Opinabaque laobsesinporlosmtodoscuantitativosencubre,enlailusindelalibertaddeinvestigacin, unmecanismoquegarantizalasujecindelcientficoalasestrategiasdeexpansindelcapital ylasleyesdelmercado.Estasideasfueronsupuntodepartidaparaaspiraraunaciencia realmente ms libre de los condicionamientos econmicos. Publicaciones como Ciencia, Poltica y Cientificismo;Hacia una Poltica CientficaNacionaly Marco HistricoConstructivoparaEstilosSociales,ProyectosNacionalesysusEstrategiasreflejanlavigorosidaddesusideas.

CIENCIA POLITIZADA

La ciencia al igual que todo es parte del conocimiento del hombre que ha adquirido con el pasar de los aos y la vida en sociedad, y le ha servido como herramienta para poder desarrollarse y obtener sus recursos ms fcilmente ayudndolo as a sobrevivir de la mejor manera posible, con el avance de las ciencias esta ha ido evolucionando hasta guiarse por un mtodo riguroso que carece de sentimentalismos o ideologas, la ciencia moderna se jacta de decir ser una ciencia alejada de la poltica, y de los partidismos, pero como todo acto del ser humano como ser poltico y social, esta no puede escapar de ser un acto poltico, y la ciencia como herramienta de desarrollo y gran potencial del ser humano, tambin es una gran herramienta para mantener o cambiar los sistemas polticos.Hay cientficos cuya sensibilidad poltica los lleva a rechazar el sistema social reinante en nuestro pas y en toda Latinoamrica. Lo consideran irracional, suicida e injusto de forma y fondo; nocreenque simplesreformaso desarrollo puedan curar susmales, sino slo disimular sus sntomasms visibles. No aceptan sus normas y valores, no aceptan el papel que el sistema les asigna, de ciegos proveedores de instrumentos para uso de cualquiera que pueda pagarles, y hasta sospechan de la pureza y neutralidad de la ciencia pura y de la infalibilidad y apoliticismo de las elites cientficas internacionales al imponer temas, mtodos y criterios de evaluacin. La mayora de los cientficos o casi todos creen, en la neutralidad poltica de las ciencias, que les hace pensar que las hace pensar que la ciencia lo es y que esta no es manejan por nadie ni segn ningn inters aparte que si necesita cambios solo son coyunturales y no en toda su estructura, pero ah es donde surgen los que no lo ven as y creen que la ciencia tiene un compromiso y una deuda con lo social y por lo tanto con la poltica, estas dos caras de la ciencia seria lo que el autor llama cientificista y cientfico rebelde que son aquellos que buscan un cambio en la forma de hacer ciencia, A estos cientficos rebeldes o revolucionarios se les presenta un dilema clsico: seguir funcionando como engranaje del sistema o abandonar su oficio y dedicarse a preparar el cambio de sistema social como cualquier militante poltico. Esta posicin est emparentada con el constante llamamiento a ocuparse de los y a hacer ciencia aplicada o funcional. Al lograr hacer tal esfuerzo para crear un nuevo modelo de ciencia no solo se lograra una ciencia revolucionaria sino revolucionada, que no solo llame a nuevas formas de actuar social y cree un cambio social sino que tambin reinvente la forma de ver las ciencias. Pero para esto el cientfico que desee el cambio debe hacer una ciencia politizada, La misin del cientfico rebelde es estudiar con toda seriedad y usando todas las armas de la ciencia, los problemas del cambio de sistema social, en todas sus etapas y en todos sus aspectos, tericos y prcticos esto es, hacer . Pero esto demanda un salto en el vaco que requera una gran autonoma de pensamiento y el rechazo de casi todos los esquemas tericos ortodoxos.El Cientificismo.Los cientficos del mundo no dudan de su institucin: ellos estn mucho ms unidos que los proletarios o los empresarios; forman un grupo social homogneo y casi monoltico, con estrictos rituales de ingreso y de ascenso, y una lealtad completa como en el ejrcito o la iglesia pero basada en una fuerza ms poderosa que la militar o la religiosa: la verdad, la razn.

Este grupo es realmente internacional; atraviesa cortinas de cualquier material, pero acepta incondicionalmente el liderazgo del hemisferio Norte: los Estados Unidos, Europa, la URSS. All es donde se decide o mejor dicho se sanciona, porque no hay decisiones muy explcitas cuales son los temas de mayor inters, los mtodos ms prometedores, las orientaciones generales ms convenientes para cada ciencia, y all se evala en ltima instancia la obra de cada cientfico, culminando con premios Nobel y otros reconocimientos menos aparatosos pero igualmente efectivos para otorgar status. All est la lite de poder del grupo.

Es natural, pues, que todo aspirante a cientfico mire con reverencia a esa Meca del Norte, crea que cualquier direccin que all se indique es progresista y nica, acuda a sus templos a perfeccionarse, y una vez recibido su espaldarazo mantenga a su regreso si regresa un vnculo ms fuerte con ella que con su medio social. Elige alguno de los temas all en boga y cree que eso es libertad de investigacin, como algunos creen que poder elegir entre media docena de diarios es libertad de prensa. Es un tipo de dependencia cultural que la mayora acepta con orgullo, creyendo incluso que as est por encima de mezquinos nacionalismos y que adems a la larga eso beneficia al pas.

Este liderazgo es aceptado por dos motivos contundentes: all se cre y desarroll la ciencia ms exitosa, y el grupo no constituye una casta cerrada ya que cualquier estudiante puede aspirar a fama cientfica. La ciencia del Norte es la que cre las precondiciones tecnolgicas para una sociedad opulenta, la que oblig a los militares a pedir ayuda y tiene a la religin a la defensiva. Y por si fuera poco, es la que gener las ideas, conceptos y teoras que son obras cumbres de la humanidad, capaces de producir emociones tan profundas como la revelacin mstica, el goce esttico o el uso del poder, para decirlo de la manera ms modesta posible

En pocos campos es nuestra dependencia cultural ms notable que en ste, y menos percibida. Eso ocurre en buena parte porque el prestigio de la Ciencia sobre todo de la ciencia fsica, mximo exponente de este sistema sociales tan aplastante, que parece hereja tratar de analizarla en su conjunto con espritu crtico, dudar de su carcter universal, absoluto y objetivo, pretender juzgar a las tendencias actuales, sus criterios de valoracin, su capacidad para ayudarnos a nosotros, en este pas, a salir de nuestro subdesarrollo.

Qu necesidad hay de otro tipo de Ciencia cuando esta ha tenido tantos xitos?

Y sin embargo observacin trivial que ha perdido fuerza por demasiado repetida entre sus xitos no figura la supresin de la injusticia, la irracionalidad y dems lacras del sistema social.

En particular no ha suprimido sino aumentado el peligro de suicidio de la especie por guerra total, explosin demogrfica o, en el mejor de los casos, cristalizacin en un mundo feliz' estilo

Huxley. Esta observacin autoriza a cualquiera a intentar la crtica global de nuestra Ciencia. Algo debe andar mal en ella. La clsica respuesta es que esos no son problemas cientficos: la ciencia da instrumentos neutros, y son la fuerzas polticas quienes deben usarlos justicieramente. Si no lo hacen, no es culpa de la ciencia. Esta respuesta es falsa: la ciencia actual no crea toda clase de instrumentos, sino slo aquellos que el sistema le estimula a crear. Para bienestar individual de algunos o muchos, heladeras y corazones artificiales, y para asegurar el orden, o sea la permanencia del sistema, propaganda, la readaptacin del individuo alienado o del grupo disconforme. No se ha ocupado tanto, en cambio, de crear instrumentos para eliminar esos problemas de fondo del sistema: mtodos de educacin, de participacin, de distribucin, que sean tan eficientes, prcticos y atrayentes como un automvil. Aun los instrumentos de uso ms flexible, como las computadoras, estn hechos pensando ms en otros fines que en otros. Aunque el poder poltico pasara de pronto a manos bien inspiradas, ellas careceran de la tecnologa adecuada para transformar socialmente, culturalmente no slo industrialmente al pueblo, sin sacrificios incalculables e intiles.

Se hacen estudios de todos los temas imaginables, pero la intensidad no est distribuida como le interesara al nuevo sistema, sino al actual. Basta comparar el esfuerzo intelectual que se dedica a mejorar la enseanza primaria con el que se dedica al anlisis de mercados y la propaganda comercial, para comprender que no slo hace falta una revolucin poltica sino a una cientfica, y que es poco eficiente esperar la primera para iniciar la segunda; hasta ahora sta no parece haber comenzado en ningn pas del mundo.

Esta distribucin del esfuerzo cientfico est determinada por las necesidades del sistema. La sociedad actual, dirigida por el hemisferio Norte, tiene un estilo propio que hoy se est llamando consumismo. Confiesa tener como meta un bienestar definido por la posibilidad de que una parte cada vez ms grande de la poblacin consuma muchos bienes y servicios siempre novedosos y variados.

Produccin masiva y cambiante en la medida estrictamente necesaria para hacer anticuado lo que se vendi y crear una nueva necesidad de comprar, es ley de la sociedad. Que al hacerlo eleva poco a poco el nivel de vida material de la gente es su aspecto positivo, que tantos defensores le proporciona entre los que no sufren sus injusticias. Al mismo tiempo est obligada a imponer gustos, costumbres y valores homogneos a toda su clientela potencial: la humanidad; cosa no tan bien vista ni siquiera por sus defensores.

Se perfeccionan entonces ciertos mtodos: estandarizacin, normas precisas, control de calidad, eficiencia y racionalizacin de las operaciones, estimacin de riesgos y ganancias, que su vez implican entronizar los mtodos cuantitativos, la medicin, la estadstica, la experimentacin en condiciones muy controladas, los problemas bien definidos, la sper especializacin, mtodos que no tienen por qu ser los mejores para otros problemas.

La investigacin y sus aplicaciones dejan de ser aventuras creativas para transformarse en una inversin rentable que figura en la cuenta de capital de las empresas con su etiqueta masificadora R&D: Research and Developmenty se hace con empleados, con subsidios a universidades o con institutos y hasta universidades propias. No se ha demostrado que esto sea lo ms eficiente para toda la ciencia.

La productividad del hombre que fabrica, disea o descubre, se estimula mediante la tica de la competitividad, empresarial o stajovanista. El hombre tiene slo dos facetas importantes: producir y consumir en el mercado (capitalista o socialista). Sea artista, cientfico, campesino o militar, lo que produzca ser puesto en venta en algn mercado, si es que satisface las normas del sistema, y su xito depender, tanto o ms, de la propaganda o de las relaciones pblicas que de su valor intrnseco. Y como consumidor est sujeto a las mismas presiones Muchos cientficos son sirvientes directos de estos mercados y dedican sus esfuerzos a inventar objetos.

Esto se acepta como trivialidad: nadie espera que las empresas paguen a sus cientficos para trabajar contra los intereses. Es cierto pues que la ciencia aplicada no es libre sino dirigida, y que por lo tanto podra ser de otro tipo si se la dirigiera hacia otros fines, como por ejemplo los que hemos mencionado inicialmente.

Pero no se acepta lo mismo para la ciencia pura o bsica, para la investigacin acadmica. Es sta, se afirma, la que tiene ese carcter universal, absoluto, independiente del sistema.

Por qu la teora Cuntica, o la de la Evolucin, deberan estar ms ligadas a la sociedad de consumo que a cualquier otra? Y quin se atreve a proponer otro tipo de ciencia, donde tal vez no se habra desarrollado la teora de la medida o la de los reflejos condicionados?

No es novedad que el sistema influye sobre la ciencia pura de diversas maneras. Un nuevo sistema social formado en oposicin a ste, tendr concebiblemente menos inters por el psicoanlisis, la topologa algebraica y la electrodinmica cuntica que por las teoras de la educacin, del equilibrio ecolgico general del planeta, de la imaginacin creadora o de la tica. Esto produce una reasignacin de recursos, y por lo tanto un tipo distinto de ciencia. La objecin a esto proviene de la falacia triangular: la reasignacin de recursos se interpreta como un acto totalitario mediante el cual se fuerza despiadadamente a los cientficos a abandonar los temas de investigacin a los que dedicaron todas sus vidas o se les imponen mtodos, directivas o teoras ideadas por un dspota para consolidar su rgimen. Se presupone que dejado en libertad, el investigador escoge espontneamente porque la misma Ciencia, se lo sugiere los temas actualmente de moda; y si no puede hacerlo, pierde creatividad. El resultado de la reasignacin forzosa no es entonces un nuevo tipo de ciencia, sino la desaparicin o decadencia de la ciencia.

El valor de un cientfico debera medirse por la calidad de su trabajo, la originalidad de sus ideas y la influencia que ellas tienen sobre sus colegas, por su capacidad de formar y estimular a otros ms jvenes, de crear escuela, por la intensidad y continuidad de su esfuerzo.

Todo esto es muy difcil de medir, de contabilizar, y hay que hacerlo no para centenares de casos, sino para millones de jvenes aspirantes a ingresar en este grupo y para los centenares de miles que ya han ingresado pero cuidan celosamente que no se les postergue el reconocimiento de sus mritos.

Hoy se exige que todo trabajo tenga una motivacin, es decir, alguna vinculacin con otros trabajos o con aplicaciones prcticas. Gracias a eso, el sistema actual influye activamente sobre su ciencia y fija sus prioridades, aunque por supuesto con guante de terciopelo, pues no es Totalitario.El sistema ha resuelto este problema de una manera muy acorde con su ideologa, usando como instrumento principal el paper, artculo publicado en una revista cientfica. El paper tiene una cantidad de ventajas, aparte de exponer los resultados del trabajo en forma concreta e intelegible. Se puede contar cuntos publica cada cientfico por ao, de qutamao son y en qu categora de revistas ha aparecido. El nmero de veces que un paper es

citado por otros mide su influencia; la lista de coautores ya da un principio de jerarquizacin;

permite mencionar la institucin que provey los fondos para el trabajo, etctera.

La lista de papers publicados es el argumento ms directo y palpable para demostrar el

xito de un subsidio o la importancia de un currculum vitae. Gracias a ellos la investigacin

cientfica puede contabilizarse.

Sin exagerar demasiado, podemos decir que lo que el investigador produce para el mercado

cientfico es el paper. Importantes, pero no tanto, son la asistencia y comunicaciones a

reuniones y congresos, las invitaciones a dar cursos en instituciones prestigiosas, y sobre todo

el reconocimiento personal de los que ya pertenecen a la lite. Pero lo fundamental es el paper.

De ah la ansiedad por publicar, sobre todo al comienzo de la carrera cientfica. El nmero

de artculos publicados es tan importante como su contenido, y a veces ms, pues dado los

miles de especialidades existentes es imposible hacer una evaluacin seria de todo lo que se

publica. Se admite que la aceptacin por una revista especializada es garanta suficiente de

calidad, y as aumenta el poder de los editores y de los referees de esas revistas.

En base a eso se ha creado un mecanismo (criterio universalista, objetivo) de ingreso y

movilidad interna en este grupo social de cientficos, controlado por una lite cuya autoridad le

deriva en parte de sus antecedentes cientficos y en parte cada vez mayor de su influencia

sobre fundaciones y otros proveedores de fondos.

As, pues, insisto: a pesar de la frentica actividad, el superejrcito de los cientficos de esta

generacin ha producido en el estilo consumista, gran cantidad de bienes para su mercado, de

calidad buena pero nada extraordinaria. Son los tecnlogos los que han brillado, creando

extraordinarios bienes materiales para consumo de las masas, los ejrcitos, las empresas y los

cientficos: computadoras, televisin, esapcionaves, bevatrones, y cada ao, modelos de

automviles. Ramas de la ciencia vegetan sin desarrollarse, y entre stas la que ms nos

interesa: la ciencia del cambio de la estructura social.La tarea de investigar al sistema en su totalidad es, por ahora, dominio casi exclusivo de los

idelogos de partido, rpidamente detectados y etiquetados por los cientficos, que con ese

slo juicio descartan todos sus argumentos, entre los cuales siempre hay algunos muy vlidos.

La mayora de las veces encuentran justificacin en el carcter dogmtico y poco realista de

estos idelogos. Estos a su vez achacan justificadamente a los cientficos indiferencia ante los

problemas sociales, y el resultado es una separacin muy neta entre ambos, que no estimula

por cierto el estudio serio del cambio.Todo este conjunto de caractersticas de la investigacin cientfica actual es lo que

podramos llamar cientificismo. Resumiendo, cientificista es el investigador que se ha

adaptado a este mercado cientfico, que renuncia a preocuparse por el significado social de su

actividad, desvinculndola de los problemas polticos, y se entrega de lleno a su carrera,

aceptando para ella las normas y los valores de los grandes centros internacionales,

concentrados en un escalafn.

El cientificismo es un factor importante en el proceso de desnacionalizacin que estamos

sufriendo; refuerza nuestra dependencia cultural y econmica, y nos hace satlites de ciertos

polos mundiales de desarrollo.

El cientificista en un pas subdesarrollado es un frustrado perpetuo. Para ser aceptado en

los altos crculos de la ciencia debe dedicarse a temas ms o menos de moda, pero como las

modas se implantan en el Norte, siempre comienza con desventaja de tiempo.

Y ya que estamos clasificando, completamos el panorama con los fsiles o

seudocientficos, que todava constituyen una parte apreciable de nuestro profesorado

universitario. Estos son simplemente ignorantes: interpretaran a esta crtica a la ciencia actual

como un llamamiento a no estudiarla y una justificacin a su incapacidad. Es un grupo en

retroceso, acosado por los cientificistas, en vas de extincin, pero todava fuerte,

especialmente en las ciencias biolgicas y sociales. No tienen otro objeto que aferrarse a sus

cargos y durar.Autonoma Cientfica.

La ciencia actual, en resumen, est adaptada a las necesidades de un sistema social cuyo

factor dinmico es la produccin industrial masificada, diversificada, de rpida obsolescencia;

cuyo principal problema es vender crear consumidores, ampliar mercados, crear nuevas

necesidades o como quiera decirsey

cuya institucin tpica es el gran consorcio, modelo de

organizacin y filosofa para las fuerzas armadas, el gobierno y las universidades.

Es lgico que este sistema estimule la especializacin, la productividad, la competitividad

individual, la invensin ingeniosa, el uso de aparatos, y adopte criterios cuantitativos, de

rentabilidad de inversiones para evaluar de todo tipo de actividad.

Esto se refleja, hemos visto, en la ciencia actual de todo el mundo: en los pases

desarrollados por adaptacin, y en los dems por seguidismo, por colonialismo cientfico.

El que aspire a una sociedad diferente no tendr inconvenientes en imaginar una manera de

hacer ciencia muy distinta de la actual. Ms an, no tendr ms remedio que desarrollar una

ciencia diferente. En efecto, la que hay no le alcanza como instrumento para el cambio y la

construccin de un nuevo sistema.

Si no se

quiere proceder a puro empirismo e intuicin, no hay otro camino que hacer ciencia por cuenta

propia, para alcanzar los objetivos propios.

Esto significa inscribirse en el movimiento pro autonoma cultural, que es la etapa ms

decisiva y difcil de la lucha contra el colonialismo.

Lo que significa la autonoma cultural est en general claro, salvo justamente en lo que

respecta a la ciencia, y eso por las razones que hemos dado. No es mucha la autonoma

cientfica que podamos conseguir sin cambiar el sistema social o sin que ese sea nuestro

objetivo. Y no cambiaremos gran cosa el sistema si logramos independizarnos cientficamente

aunque sea en parte.

Esto no es tan fcil de conseguir, no slo por sus dificultades intrnsecas, sino porque

debemos enfrentarnos a toda una campaa organizada para la integracin cientfica de

Amrica Latina, que se opone a la autonoma.

Con eso nos atan ms fuertemente, an a la sociedad de consumo, que es aceptada sin

discusin como nico estilo concebible del desarrollo. Y lo ms ridculo es que todas estas

actitudes son aplaudidas o vistas con buenos ojos hasta por aquellos que luchan sinceramente

contra la dependencia econmica. Aceptar la tecnologa del Norte significa producir lo mismo

que ellos, competir con ellos en el terreno que ellos conocen mejor, y por lo tanto, en definitiva

perder la batalla contra sus grandes corporaciones, suponiendo que se desee darla. Y digo

esto ltimo porque si aceptamos su tecnologa a sea si aceptamos que nos ensean a penar,

haremos lo mismo que ellos, seremos como ellos, y entonces pierde sentido toda lucha por la independencia econmica o incluso poltica

Esta nueva poltica norteamericana de fomentar nuestra ciencia ha desorientado a nuestros

cientficos politizados.

Por qu entonces tanto inters norteamericano, reflejado por los gobiernos tteres de

nuestros pases, en elevar nuestro nivel cientfico? No se trata de una contradiccin del

capitalismo; por el contrario, es una estrategia correcta para ellos, y si alguna contradiccin

hay es que la guerra de Vietnam y sus dems problemas no permiten a los Estados Unidos

llevar adelante esta poltica con la intensidad deseada.

El hecho crucial es que el gran consorcio el personaje ms importante de la nueva

sociedad industrialnecesita

expandirse sea como sea; implantar fbricas en todas partes del

mundo, crear all consumidores como los de la metrpoli (para que demanden los mismos

bienes) y reclutar personal ejecutivo, administrativo y tcnicocientfico

para seguir creciendo.

Como ya no es propiedad de una o dos familias, se ha despersonalizado y racionalizado al

extremo, perdiendo el prejuicio de emplear slo compatriotas en puestos de responsabilidad.

No les molesta ya poner en cargos de importancia a nativos, con tal que sean ms fieles a la

empresa que al pas. Pero eso es fcil si el ideal de vida aceptado por el pas es el consumista,

y ms an so se agita la simptica bandera de la integracin de los pases hermanos contra el

poco nacionalismo que an queda.

Esta poltica ya dio buenos dividendosSu

objetivo final es homogeneizar culturalmente al mundo: todos seguiremos las mismas modas

en el vestido, la comida, la lectura, los entretenimientos, la investigacin cientfica. La libertad

consistir en poder elegir entre diferentes marcas de cigarrillos, automviles, colas,

espectrofotmetros, estaciones de televisin o cadenas de hoteles de turismo. Todos podemos

servir como engranajes del mismo sistema, a nivel de consumidores, obreros o tcnicos.

Contra lo que nos decan los ingenuos anlisis izquierdistas, el imperialismo trata de unirnos

con nuestros vecinos, porque ya estamos en una etapa que esta unin no nos refuerza contra

l, sino que nos quita la libertad de accin y permite dominar a los dscolos a travs de la

mayora sumisa. Es la unidad del rebao, no la del ejrcito. As, en el caso de la integracin

cientfica, todo intento de autonoma quedar sofocado, pues el comn denominador de todos

los pases latinoamericanos es la ciencia standard del hemisferio Norte que hemos descrito, y

al aceptar unirnos tenemos que acatar el criterio de la mayora.Debemos pues aclarar en qu consiste esta autonoma cientfica, y cmo se relaciona con

nuestro problema central: el cambio de sistema.

En primer lugar sostengo que aun desde el limitado punto de vista desarrollista es necesaria

la autonoma cientfica. Y adems, que ella es al mismo tiempo ms beneficiosa para el

adelanto de la Ciencia con maysculaque

el seguidismo cientificista.

Pero debemos insistir, a riesgo de repetirnos, sobre el significado de esta autonoma

Lo que ocurre es que la verdad no es la nica dimensin que cuenta: hay verdades que son

triviales, hay verdades que son tontas, hay verdades que slo interesan a ciertos individuos.

Una proposicin significa algo si y slo si puede ser declarada verdadera o falsa, afirma una

escuela filosfica muy en boga entre los cientficos norteamericanos. Yo no lo creo: hay otra

dimensin del significado que no puede ignorarse: la importancia.

Es cierto que un teorema demostrado en cualquier parte del mundo es vlido en todas las

dems, pero a lo mejor a nadie le importa

La respuesta habitual a eso es: no se sabe nunca; tal vez dentro de diez aos este teorema

va a ser la piedra fundamental de una teora importantsima, y se dan algunos ejemplos

histricos (pocos, y casi todos dudosos). S, como posibilidad lgica no se puede descartar,

pero cul es su probabilidad? Porque si es muy cercana a cero no vale la pena para

molestarse. Adems seamos realistas: si un teorema que yo descubro hoy resulta importante

dentro de diez aos, es seguro que el cientfico que lo necesite para su teora lo va a

redescubrir por su cuenta, y recin mucho despus algn historiador de la ciencia diga: ya diez

aos antes ese teorema haba sido demostrado en Argentina. No interesa. Ese valor potencial

de cualquier descubrimiento cientfico es el que tendra un ladrillo arrojado al azar en cualquier

sitio, si a alguien se le ocurriera construir all una casa. Es posible, pero no se puede organizar

una sociedad, ni la ciencia de un pas, con este tipo de criterio. No todas las investigaciones

tienen la misma importancia, y por lo tanto la misma prioridad; ellas no pueden elegirse al azar.

Y la importancia es algo esencialmente local; una teora sobre el petrleo no tiene el mismo

inters en Suiza que en Venezuela. Nosotros no debemos usar los criterios de importancia en

el hemisferio Norte. Y si usamos nuestros propios criterios ya habremos comenzado a hacer

ciencia argentina.

La otra caracterstica local, nacional, de la ciencia es la gran complejidad propia y de

interaccin con el medio, que presentan todos los sistemas y fenmenos en escala humana.

Han fracasado hasta ahora los esfuerzos de la Economa y la Sociologa por establecer

leyes generales que sirvan para algo interesante a nuestra escalalas que sirven para guiar la

poltica econmica de un pas europeo no tienen casi nunca validez aqu. La insistencia en

querer aplicarnos leyes empricas, criterios o instrumentos que han probado alguna eficiencia

en el Norte, es un concepto errneo de la ciencia por parte de los que desde all lo proponen, y

es mero seguidismo por parte de los que los aceptamos. Los ejemplos que pueden darse al

respecto son infinitos.

Si alguna afirmacin cientfica nos permite hacer la experiencia, es que conviene plantear el

estudio de cada problema social y de otros de anloga complejidad en su marco de referencia

local, buscando factores importantes y las leyes adecuadas al caso particular, sin despreciar la

experiencia universal, pero sin aceptarla a priori. Hacer eso en Argentina es hacer ciencia

argentina. Y sus adelantos contribuirn a construir esa ciencia social universal, hoy tan

endeble, ms que el seguidismo a las ideas del hemisferio Norte. Para evitar confusiones,

insistir en que la autonoma cientfica es independencia de criterio, actitud crtica, pero de

ninguna manera rechazo indiscriminado de todo lo que provenga de otro pas: ideas, aparatos,

informacin. Basta recordar que la ciencia del Norte ha producido una fuerza fsica irrebatible,

las armas, a las cuales sera suicida renunciar por mucho afn de independencia cultural que

se tenga.

hay un mtodo de trabajo que prcticamente obliga a hacer ciencia

autnoma razonable. Es el estudio interdisciplinario de problemas grandes del pas, incluyendo

una adaptacin a ste de la enseanza superior.

El inter indica un grado de organizacin y

amplitud mayor: los distintos aspectos discutidos en comn por especialistas de igual nivel en

las disciplinas, para descubrir las interconexiones e influencias mutuas de esos aspectos, y

para que cada especialista aproveche no slo los conocimientos, sino la manera de pensar y

encarar los problemas habituales en los dems. Esta interaccin de disciplinas, que exige

discusin, crtica y estmulo constante entre los investigadores, y permite que ideas y enfoques

tpicos de una rama de la ciencia se propaguen de manera natural a las dems, me parece una

garanta de xito.

Tomemos como ejemplo el estudio de una regin como el Chaco o la Patagonia. Es

costumbre en estos casos hacer investigaciones separadas de los aspectos geogrficos,

ecolgicos (cuando no simplemente descripcin de especies), econmicos y sociales, aunque

cada uno de esos equipos incluye colaboradores de diversas disciplinas auxiliares. Al no ser

integrados esos equipos, no pueden poner de acuerdo sus evaluaciones de la importancia

relativa local de los diferentes subproblemas de que se compone la investigacin, y entonces

cada equipo hace un estudio neutro, siguiendo criterios universalistas y se recoge una

cantidad de informacin que dice un poco de cada cosa y no es suficiente para ninguna. As, el

eclogo puede estudiar infinitas cosas interesantes, pero en un equipo interdisciplinario elegir

aquellas que sean ms tiles segn los criterios comunes a todos (que en el caso ideal estarn

guiados por un plan, estrategia poltica u objetivos nacionales). Lo mismo puede decirse del

antroplogo, del economista y hasta del cartgrafo. Si trabajan cada uno por su cuenta, caen

indefectiblemente en los criterios ortodoxos de sus ciencias, por falta de otra orientacin. Si se

integran, no pueden perder de vista que el estudio se hace en este pas, con estos objetivos y

estos recursos, que deben asignarse eficientemente. Es muy distinto estudiar la fauna general

que estudiarlo en funcin de ciertos usos especficos posibles. Es muy distinto estudiar la cultura entera de una tribu que preocuparse

especialmente por sus probables actitudes si se la tiene que desplazar de su territorio usual

porque all se har un embalse.

Es de notarse que estas cuestiones parecen superficialmente ser de ciencia aplicada pero,

como siempre, en cuanto se quieren tratar en serio conducen a la investigacin terica original.

Huelga decir que la solucin de cualquier problema social requiere un planteo terico, casi

siempre con alguna dosis de originalidad, antes y despus de la recoleccin de datos. Que la

observacin activa de la naturaleza conduce a cuestiones tericas tampoco es novedad: no es

por simple aplicacin de lo que ya se sabe que se resuelven problemas como la desulfuracin

de un petrleo o la contaminacin de ciertas aguas o suelos. Pero an en el campo de la

Matemtica abstracta pueden surgir problemas tericos nuevos en cuanto uno se propone

utilizarla sin preconceptos, como me ha tocado verificar.

En efecto, por el solo hecho de intentar la sistematizacin global y razonablemente detallada

de sistemas econmicosociales, pero buscando hacerlo de modo que resulte til para tomar

decisiones y comparar distintas estrategias no slo para publicar papersse

ve uno llevado

poco a poco a descartar las herramientas clsicas del Anlisis y el lgebra. Eso no debera

sorprender a nadie, a posteriori, pues casi todas las motivaciones externas para el desarrollo

de esas herramientas provinieron de la Fsica, cuyos problemas son de otro tipo.

Ese intento, hecho ya sin prejuicios, lleva a modelos matemticos de tal complejidad que

resulta imposible extraer de ellos conclusiones generales, mediante el examen ortodoxo de cada una de sus frmulas o ecuaciones.No se trata pues de hacer ciencia aplicada, sino de no romper la cadena completa de la

actividad cientfica: descripcin, explicacin, prediccin, decisin.

El acadmico desprecia el ltimo eslabn; el emprico se queda slo con l. Aqu se

propone empezar por l, pues decidir implica haber definido los objetivos y por lo tanto da el

verdadero planteo del problema. Y luego ir hacia atrs funcionalmente:

Predecir, no para tener la satisfaccin de acertar, sino para poder decidir, o sea elegir entre

varias posibilidades la que mejor lograr los objetivos. Explicar no por el placer de construir

teoras, sino para poder predecir. Describir no para llenar enciclopedias, sino en funcin de la

teora, usando las categoras necesarias para explicar.

Observamos por ltimo, que esta forma integrada de trabajo en equipo se ve rara vez en el

hemisferio Norte. Es una modalidad poco compatible con la descripcin que hemos hecho de la

ciencia actual, y se recurre a ella slo en caso de guerra o de compromisos similares como la

carrera hacia la lunay

con grandes dificultades. La competitividad se opone a la participacin

en un equipo de iguales, donde ser luego difcil discernir la paternidad de las ideas, y donde

hay que renunciar a la comodidad de ignorar todo salvo una especialidad limitada.

Tiene pues sentido hablar de autonoma cientfica. A muchos les parece conveniente de

prevenir posibles deformaciones de la ciencia debida a un monopolio que tiende a hacerse

cada vez mayor. Y como hemos dicho, ser meros satlites cientficos es serlo tambin en

tecnologa y por lo tanto en economa. Si en algo apreciamos nuestra nacionalidad debemos

cuidar nuestra independencia tambin en el campo cientfico.FACULTAD DE CIENCIAS EN UN PAIS SUDAMERICANOPodemos ver como en las facultades El papel que cumple una Facultad de Ciencias en un pas subdesarrollado, es seguro que para desempear bien su papel debe formal buenos profesionales y cientficos capaces de usar los instrumentos que la ciencia y la tcnica coloca a su disposicin y crear los que necesiten y los que aun no existen. Sin embargo deberamos rechazar el concepto de Facultad que solo se limita a otorgar ttulos acadmicos como recompensa a los alumnos que han aprobado todos sus exmenes.Uno de los enemigos de la renovacin acadmica es claramente; el profesor anticuado, incapaz o desinteresado, que abundan en las universidades y no cumplen su misin formadora por no querer, o no saber. Una manera concreta de referirme a la misin de la Facultad de Ciencias, y ha ese enemigo es relatarles una experiencia anloga; la gran Renovacin de la Facultad de Ciencias de Buenos Aires, a partir de 1955 en julio del 66, en esa Facultad tuvimos condiciones favorables para hacer la Renovacin, pues durante el peronismo todos los profesores jvenes fueron despedidos, expulsados por motivos polticos, con la cada de Pern todos los cargos universitarios fueron declarados vacantes, y se les encargo a los jvenes controlar el nombramiento de todo el cuerpo nuevo de profesores. De esta forma el primer enemigo los profesores fsiles, sufrieron una gran derrota y mientras consolidbamos esa victoria nos encontramos con nuestro segundo enemigo nombrado por los estudiantes Otros fsiles injertados en la universidad son los partidos polticos de todo color cuyos viejos sectarismos y intereses les hacen enemigo de toda renovacin, aun a poyndola de palabra.

El mayor de los problemas era como se seleccionaran los nuevos profesores, que fijaran el rumbo de la Universidad durante una generacin entera, se tomo como medida que todos los nombramientos serian por siete aos al cabo se volvera a llamar a concurso. La ciencia, por su gran prestigio, se ha convertido en una profesin codiciada y en ella hay que hacer carrera de cierta manera, ya estandarizada por normas internacionales. El xito consiste en publicar papers, asistir a congresos y simposios, recibir visitas de profesores extranjeros, ser invitado a otras universidades como profesor visitante.No todos los que tienen xito en esta carrera cientfica son simples buscadores de prestigios; si no, la ciencia estara estancada y no lo est. No est claro que el actual diluvio de papers ayude mucho al progreso de la ciencia, y por lo tanto no es vlido en general el argumento de los que se niegan a perder tiempo enseando porque dicen que sus investigaciones son ms importantes.

El cientificismo es la actitud del que, por progresar en esa carrera cientfica, olvida sus deberes sociales hacia su pas y hacia los que saben menos que el.

Todava no somos capaces de explicar cmo podemos cometer el error de incluir cientficos extranjeros en los jurados. Si estn bien elegidos de juzgar entre un papers moderno, y uno anticuado, y siempre votaron en contra de los fsiles. Pero cuando se trataba de elegir entre dos candidatos cientficamente aceptables, usaban sus propias normas validas en sus pases y votaban por el que haba publicado mas, o se ocupaba de temas ms a la moda, no tomaban en cuenta dos cuestiones esenciales, que es ms importante formar las nuevas generaciones de cientficos que hacer investigacin ya, y que la investigacin que este haga debe servir al pas a corto o mediano plazo, nos obligaron a nombrar profesor aun cientificista dejando de lado a jvenes tambin capaces de investigar, pero ms conscientes de sus deberes sociales.Lo que conseguimos fue estimular el cientificismo, lanzar a los jvenes a esa olimpiada que es la ciencia segn los criterios del Hemisferio Norte, donde hay que estar compitiendo constantemente contra los dems cientficos, que ms que colegas son rivales. A cambio de ese nfimo aporte a la ciencia universal, encontramos que estos cientificistas no atendan a los alumnos, sino que implantaban un sistema aristocrtico en la Facultad: elegan algunos buenos alumnos por que los necesitaban como asistentes para sus trabajos, los dems eran considerados de casta inferior y dejaban que se las arreglaran como pudieran.Poco a poco la Facultad se fue transformando en una sucursal de las universidades del Hemisferio Norte. En nuestros laboratorios trabajaba gente joven muy capaz becada, del Hemisferio Norte apenas graduados, de regreso a su pas, mantenan un contacto ms estrecho con las universidades del exterior que con las nuestras: todos sus canales de informacin estaban conectados hacia afuera. Lo que obtuvimos, pues, fue una alienacin, un extraamiento de todos esos jvenes que habamos preparado con tanto cuidado, toda esa gente quedndose en el pas, cortaba sus lazos con l y se vinculaba cada vez ms al extranjero. Algunos terminaban yndose al Hemisferio Norte definitivamente, y era mayor el problema cuando solo los que se quedaban se ocupaban de temas que interesaban a Estados Unidos o a Europa. Cuestiones o problemas de ciencia que interesaban al pas no se molestaban a investigarlos. Siempre hablbamos de los problemas nacionales, del papel de la Facultad frente al pas, y hasta creamos comisiones que trataban de estimular en cada departamento las investigaciones aplicadas. Al comienzo, en el ao 1955, ramos todos considerados comunistas por la embajada norteamericana, pero esa actitud fue cambiando y comenzaron a darnos apoyo, pero porque ahora y llegamos a la conclusin de que nuestra produccin cientfica era tan parecida a la de ellos que les convena apoyarnos. Pero tal vez el mximo beneficio que el Hemisferio Norte saca de este apoyo al cientificismo es que nos hace depender culturalmente de ellos.

Si un pas sudamericano quiere ser realmente libre, y no un Estado libre asociado tiene que tener su propia poltica educativa, dirigida mal o bien por sus ciudadanos. Si son inteligentes tendrn grandes xitos y sern admirados por el resto del mundo; si no, sern al menos lo que ellos han querido ser.

En resumen, la independencia cultural debe ser nuestro objetivo permanente, en todos los campos de la cultura, desde las series de TV hasta la ciencia pura.Pero para las ciencias que se estudian en esta Facultad, la cosa no esta tan clara y debemos analizarla aunque sea superficialmente, porque el otro camino, el de la imitacin, el seguidismo a eso que se llama sin mucho derecho, ese si est perfectamente claro y es sencillo de seguir. Si nos ponemos a pensar que podramos hacer en vez de eso, se van a dar cuenta de que es muy difcil elegir temas y mtodos, otros prefieren liberarse porque no sabran que hacer con esa libertad.

No se trata de rechazar la ciencia de moda por el hecho de que no nos sea inmediatamente til, o sea extranjera. Se trata de enterarse de todo, pero profundizar solo en lo que nos interesa por motivos nacionales.

Hay verdades que son triviales, ha verdades que son tontas, hay verdades que no interesan a nadie.

Cuando un cientfico esta tan convencido de la importancia de su tema que no hay manera de convencerlo de que tiene prioridad baja, hay que dejarlo, incluso hay que ayudarlo un poco. Porque esa conviccin aumenta la probabilidad de que el tema sirva para algo. Pero esos casos son muy raros. Lo que afirmamos es que no hay que irse al otro extremo; aceptar cualquier cosa simplemente porque viene del Hemisferio Norte, Independencia cultural significa dos cosas: obligacin de crear, y derecho a elegir. De lo que se hace en el Norte vamos a elegir lo que nos parezca conveniente; vamos a tomarnos esa gran responsabilidad. Y vamos a tratar de crear lo que falta.Elegir en vez de aceptar no es fcil. Crear, mucho menos. La ciencia parece a primera vista un cuerpo tan completo y perfecto que uno se descorazona fcilmente ante la tarea de innovar. Sin embargo, todos estn de acuerdo en que dentro de un siglo la ciencia habr descubierto campos, teoras y mtodos totalmente nuevos. Eso significa que la ciencia de hoy no est cubriendo todos los campos posibles. Hay un horizonte inmenso de nuevas posibilidades.

En la Facultad de Ciencias el deseo de crear, de ser originales, tropieza con dificultades cada vez mayores a medida que se trata de una ciencia ms bsica.Pero la originalidad no puede ser el nico criterio. Eso corresponde a la ideologa de que la ciencia es un juego y que el cientfico puede elegir el tema que le divierta mas, porque su recompensa es el placer que experimenta al dedicarse a ese juego. Esa ideologa se lava las manos de los problemas sociales y por eso debemos rechazarla.

Lo que tiene que hacer un pas subdesarrollado es integrar la actividad cientfica alrededor de algunos grandes problemas del pas. Y la Facultad de Ciencias tiene que orientar su enseanza para que eso sea posible. Afirmo que con ese mtodo de trabajo se conseguir que la Universidad contribuya mejor al desarrollo del pas y que no se haga seguidismo cientfico.Cmo se hace para lograr una renovacin acadmica en esta direccin; para que los hbitos de investigacin se orienten hacia estos grandes proyectos interdisciplinarios? Tal respuesta concretamente no es posible, pero existen algunas propuestas, por el profesor Domingo, y s que llegaran a compartirlas tambin:

Aumentar la interaccin profesor-alumno en ambas direcciones reducir la importancia de las clases magistrales ante aulas repletas y aumentar la enseanza en grupos pequeos, pasando rpidamente a seminarios y luego a grupos de trabajo antes de graduarse.Modificar el rgimen de calificaciones de modo que premie no solo el conocimiento individual sino la capacidad de trabajo en equipo, de colaboracin, la dedicacin a transmitir conocimientos y la imaginacin creadora.

Los mismos criterios pero con mayor nfasis aun, deben usarse para la seleccin de becarios al exterior. No debe becarse a nadie que no est formando parte de un grupo de trabajo y no sepa lo que va a hacer a su regreso. El pedido de beca debe ser aprobado por el grupo de trabajo.

Modificaciones del pensum para introducir temas que vinculen la ciencia con la sociedad. En particular debe darse una descripcin del pas con sus problemas actuales y previsibles, con un criterio muy concreto y dinmico.La tesis de grado debe hacerse preferentemente colaborando como asistente en un equipo que ya est funcionando interdisciplinariamente.

Estimular reuniones de profesores de distintas escuelas y de distintas facultades para sugerir vinculaciones de cada materia y de cada investigacin con otras disciplinas.

Utilizar los criterios enunciados en 2 para los ascensos, subsidios y aos sabticos a profesores.

Dar mayor responsabilidad en la enseanza a los asistentes e instructores.

-Esta Venezuela capacitada para tener una poltica cientfica?

La actividad revolucionaria conduce a un nuevo tipo de ciencia que no es a la ciencia actual, y en que no es obligatorio aceptar los criterios valorativos de esta, ni conveniente para la misma Ciencia. Otros preferiran pasar por alto toda esta discusin meta cientfica y ver si hay algo positivo en la propuesta en s, con las especificaciones que aqu se dan.Por el contrario, se notara que falta una justificacin seria del rechazo del sistema social actual y una descripcin aunque sea somera del que lo reemplazara.

Dado el carcter francamente ideolgico del contenido, es oportuno puntualizar que toda discusin de este tipo la mxima simplificacin que puede hacerse es considerar cuatro posiciones bsicas:

Fsiles versus totalitarios es la alternativa maniquea con que ms nos sugestiona. Es irreal porque ninguna de ambas puede ya tener vigencia prctica en gran escala, aunque la tuvieron en ejemplos histricos muy publicitados, y se ven todava algunas malas imitaciones. La oposicin real es entre reformistas y rebeldes.Los reformistas se atribuyen como merito combatir a los fsiles y totalitarios, lo cual es muchas veces cierto. Capitalizan ese merito en forma de una que consiste en presuponer que no son cuatro sino tres las posiciones posibles.Los rebeldes tienen que luchar contra esa magia del numero tres. Les cuesta poco demostrar que no son fsiles, pero como enemigos del reformismo se les acusa de totalitarios.

En esta cuarta posicin nos ubicamos al exponer aqu de manera sin duda muy esquemtica y superficial algunas opiniones personales sobre la influencia de nuestro sistema social sobre la ciencia, las caractersticas actuales de esta y el papel del cientfico que ideolgicamente se identifica con aquella cuarta posicin.


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