+ All Categories
Home > Documents > Corona de Adviento 2015

Corona de Adviento 2015

Date post: 01-Jan-2017
Category:
Upload: lecong
View: 262 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
2
SIGNIFICADO DE LAS VELAS: Primer Domingo : La vela nos invita a despertar , a iniciar el ca mino por el lugar correcto, a abandonar lo que nos impide prepa- rarnos para la venida de Jesús. Segundo Domingo : La vela nos lanza a ponernos en camino , como Juan el Bautista, limpiando y arreglando tantos obstáculos e impe- dimentos que nos posibilitan la llegada a Belén. Tercer Domingo: La vela nos hace buscadores; queremos saber cómo debe- mos vivir. Para ello hemos de orientarnos con la brújula de la Palabra de Dios. Cuarto Domingo: La vela introduce en el Corazón de María, que es un que corazón acoge y que, por ser propiedad absoluta de Jesús, ama ayudando. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, alla- nen sus senderos. Y todos verán la salvación de Dios. (Lc 3, 4.6) PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO Para comenzar (Se entona algún canto) VAMOS CANTANDO AL SEÑOR, ÉL ES NUESTRA ALEGRÍA. La luz del nuevo día venció la oscuridad, que brille en nuestras almas la luz de tu verdad. Guía: Donde dos o tres se reúnen en su nombre, el Señor está en medio de ellos. La Trinidad acoge nuestra oración, por eso, co- menzamos En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu San- to. Guía: No siempre vivimos como Jescristo nos enseñó, por eso, con humildad rezamos. Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... Guía: El Señor ahora nos habla al corazón, escuchemos con atención. Lector: Lee Lc 21, 25-38. 34-36 (breve pausa para meditar) Este domingo Jesús nos interpela; sus palabras no quieren asustarnos sino abrirnos a la esperanza: ¡Levántense! ¡Se acerca su liberación! Hemos de estar despiertos y decir sí al cambio, creyendo con todo nuestro corazón que el Señor puede y quiere transformar nuestra vida, sólo necesita nuestra disponibilidad. ¿Queremos abandonar lo que nos im- pide ser como Jesús? (Se enciende la vela) Guía: Esta primera vela es signo de la luz que alumbra nuestra esperanza. Queremos hacer de ella señal de nuestro permanecer despiertos y con los ojos del corazón abiertos para leer todos los signos de tu presencia entre nosotros. Que no se nos escape, Señor, nada de lo que nos habla de ti para que seas Tú mismo quien nos transformes y prepares para recibirte. Guía: Somos hermanos, hijos del buen Padre Dios, por ello, decimos con fe. Todos: Padre nuestro.... Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Todos: Y seremos salvos. Guía: Dios Todopoderoso, aviva en nosotros, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo que viene, acompañados por las buenas obras, para que, coloca- dos un día su derecha, merezcamos poseer el Reino eterno. Por Jesucristo, Nuestro Se- ñor. Todos: Amén SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO Para comenzar (Se entona algún canto) VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES, VEN QUE TE ESPERAMOS. VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES, VEN PRONTO, SEÑOR. El mundo muere de frío, el alma perdió el calor, los hombre nos son hermanos, el mundo no tiene amor.
Transcript
Page 1: Corona de Adviento 2015

SIGN I FI C ADO D E L AS VEL AS:

P r i m er D o mi n g o : L a v e la n os i n v i t a a d e s pe r t ar , a i n i c ia r e l ca mi n o p or e l lu ga r c orrecto, a abandonar lo que nos impide prepa-rarnos para la venida de Jesús.

Segundo Domingo: La vela nos lanza a ponernos en camino, como Juan el Bautista, limpiando y arreglando tantos obstáculos e impe-dimentos que nos posibilitan la llegada a Belén.

Tercer Domingo: La vela nos hace buscadores; queremos saber cómo debe-mos vivir. Para ello hemos de orientarnos con la brújula de la Palabra de Dios.

Cuarto Domingo: La vela introduce en el Corazón de María, que es un que corazón acoge y que, por ser propiedad absoluta de Jesús, ama ayudando.

Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, alla-nen sus senderos. Y todos verán la salvación de Dios.

(Lc 3, 4.6)

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

Para comenzar (Se entona algún canto) VAMOS CANTANDO AL SEÑOR, ÉL ES NUESTRA ALEGRÍA. La luz del nuevo día venció la oscuridad, que brille en nuestras almas la luz de tu verdad. Guía: Donde dos o tres se reúnen en su nombre, el Señor está en medio de ellos. La Trinidad acoge nuestra oración, por eso, co-menzamos “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu San-to”. Guía: No siempre vivimos como Jescristo nos enseñó, por eso, con humildad rezamos. Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... Guía: El Señor ahora nos habla al corazón, escuchemos con atención. Lector: Lee Lc 21, 25-38. 34-36 (breve pausa para meditar) Este domingo Jesús nos interpela; sus palabras no quieren asustarnos sino abrirnos a la esperanza: ¡Levántense! ¡Se acerca su liberación! Hemos de estar despiertos y decir sí al cambio, creyendo con todo nuestro corazón que el Señor puede y quiere transformar nuestra vida, sólo necesita nuestra disponibilidad. ¿Queremos abandonar lo que nos im-pide ser como Jesús? (Se enciende la vela) Guía: Esta primera vela es signo de la luz que alumbra nuestra esperanza. Queremos hacer de ella señal de nuestro permanecer despiertos y con los ojos del corazón abiertos para leer todos los signos de tu presencia entre nosotros. Que no se nos escape, Señor, nada de lo que nos habla de ti para que seas Tú mismo quien nos transformes y prepares para recibirte. Guía: Somos hermanos, hijos del buen Padre Dios, por ello, decimos con fe. Todos: Padre nuestro.... Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Todos: Y seremos salvos. Guía: Dios Todopoderoso, aviva en nosotros, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo que viene, acompañados por las buenas obras, para que, coloca-dos un día su derecha, merezcamos poseer el Reino eterno. Por Jesucristo, Nuestro Se-ñor. Todos: Amén

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

Para comenzar (Se entona algún canto) VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES, VEN QUE TE ESPERAMOS. VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES, VEN PRONTO, SEÑOR. El mundo muere de frío, el alma perdió el calor, los hombre nos son hermanos, el mundo no tiene amor.

Page 2: Corona de Adviento 2015

Guía: Donde dos o tres se reúnen en su nombre, el Señor está en medio de ellos. La Trinidad acoge nuestra oración, por eso, co-menzamos “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu San-to”. Guía: No siempre vivimos como Jescristo nos enseñó, por eso, con humildad rezamos. Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... Guía: El Señor ahora nos habla al corazón, escuchemos con atención Lector: Lee Lc 3, 1-6 (breve pausa para meditar)

Juan proclama el mensaje de profeta Isaías porque las profecías están a punto de cum-plirse: Llega la salvación. Es urgente preparar el corazón. No podemos permanecer indi-ferentes: ¿Qué hay en nuestra vida que nos impide acoger al Señor? ¿Los cerros de nuestro orgullo o lo torcido de nuestra falta de verdad? Todo puede ser allanado por el amor del Señor si nos abrimos a Él. (Se enciende la vela) Guía: Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un sím-bolo, encendemos la segunda vela. Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que tú nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. Guía: Somos hermanos, hijos del buen Padre Dios, por ello, decimos con fe. Todos: Padre nuestro.... Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Todos: Y seremos salvos. Guía: Dios Todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta Él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Todos: Amén.

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

Para comenzar (Se entona algún canto) JUNTOS COMO HERMANOS, MIEMBROS DE UNA IGLESIA VAMOS CAMINANDO AL ENCUENTRO DEL SEÑOR. Unidos al rezar, unidos en una oración, viviremos nuestra fe con la ayuda del Señor. Guía: Donde dos o tres se reúnen en su nombre, el Señor está en medio de ellos. La Trinidad acoge nuestra oración, por eso, co-menzamos “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu San-to”.

Guía: No siempre vivimos como Jescristo nos enseñó, por eso, con humildad rezamos. Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... Guía: El Señor ahora nos habla al corazón, escuchemos con atención. Lector: Lee Lc 3, 10-18 (breve pausa para meditar)

Guía: Cada uno de los oyentes del Bautista se sintió intperpelado por su palabra y deci-dió cambiar su modo de vida. ¿Nos sentimos también nosotros a buscar el nuevo camino que hemos de recorrer para recibir al Mesías? Seguro que sí y nuestros pasos nos lleva-rán por los senderos de la delicadeza, de la comprensión, de la generosidad... Y nacerá en nuestro corazón la alegría del Señor, el gran signo de este momento del Adviento. (Se enciende la vela) Guía: Cuando encendemos la tercera vela, cada uno de nosotros quiere ser una antorcha tuya para que brilles, una llama para que calientes. ¡Ven, Señor, Jesús, a salvarnos, en-vuélvenos con tu luz! Guía: Somos hermanos, hijos del buen Padre Dios, por ello, decimos con fe. Todos: Padre nuestro.... Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Todos: Y seremos salvos. Guía: Ayúdanos, Señor, a escoger caminos de solidaridad, justicia, paz y amor. Que nuestras vidas sean anuncio de tu Reino. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Todos: Amén.

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

Para comenzar (Se entona algún canto) VEN, SALVADOR, VEN SIN TARDAR, DANOS TU GRACIA Y TU PAZ. VEN, SALVADOR, VEN SIN TARDAR DANOS TU FUERZA Y VERDAD. Nos diste tu palabra, es firme nuestra espera. Iremos tras tus huellas sabemos que vendrás. Ven, ven, Señor Jesús. Guía: Donde dos o tres se reúnen en su nombre, el Señor está en medio de ellos. La Trinidad acoge nuestra oración, por eso, co-menzamos “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu San-to”. Guía: No siempre vivimos como Jescristo nos enseñó, por eso, con humildad rezamos. Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... Guía: El Señor ahora nos habla al corazón, escuchemos con atención. Lector: Lee Lc 3, 39 – 45 (breve pausa para meditar) Guía: María visita a su prima Isabel. Un acontecimiento familiar toma relevancia univer-sal. Ha llegado el tiempo. Estamos en presencia del Acontecimiento esperado durante siglos. Estos días, como María e Isabel, cree, adora, recoge tu corazón para prepararlo a la inminente venida del Señor. (Se enciende la vela) Guía: Al encender la cuarta vela pensamos en María, la que te esperó con más ternura y amor. Nosotros queremos prepararnos como ella: en el amor y trabajo de cada día. Guía: Somos hermanos, por ello, decimos con fe. Todos: Padre nuestro.... Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Todos: Y seremos salvos. Guía: Isabel creyó y se alegró con María. Aumenta nuestra fe para que podamos dar vida a los demás y se cumplan las promesas. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Todos: Amén.


Recommended