+ All Categories
Home > Documents > danzine 7

danzine 7

Date post: 23-Mar-2016
Category:
Upload: isc-sonora
View: 212 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
Description:
Un Desierto para la Danza
Popular Tags:
2
Vol 7 Hermosillo, Sonora, México 25 de abril de 2012 Publicación de Un Desierto para la Danza danzine www.undesiertoparaladanza.gob.mx Foto: Edith Cota Para ver video: www.streamingdance.net El cordero es el peón en la historia de la reli- gión. Es la masa domesticada que se mantie- ne unida como una gran nube que, en mana- da, repite el absurdo rito para salvación. Decía Freud que el origen del com- portamiento de masas tenía que ver con la imitación de las jaurías de animales que el hombre arcaico cazaba, aquí uno se imagina un hombre violento imitando llenas, lobos, bisontes, pero, ¿en qué momento el hombre comenzaría a emular a los borregos? Con esta pregunta en la mente subo a las gradas, sin preguntar nada, dirigida por personas que desconozco, así precisamente, soy parte de la masa expectante, amotinada en el espacio escenográfico, esperando a que comience LAMB, coreografía presentada por la compañía Lux Boreal, bajo la dirección de Phillip Adams. Phillip Adams explora las posibilidades de la danza contemporánea tocando los lindes de otras disciplinas escénicas, para ejecutar esta dura crítica a la historia de las religiones, otorgando además a la audiencia la experiencia lúdica de habitar por unos momentos el escenario. En el centro del escenario hay un volu- minoso cuerpo desmayado. Cuerpo que se impondrá a lo largo de la coreografía, como monumento de poder, contando por medio de sus acciones sobre los fieles la historia del éxodo, del sometimiento, de la culpa, de la fe. Un personaje en ropa interior y con los hombros envueltos en algo que pareciera lana, comienza a saltar y gritar. En la esqui- na contraria comienza a saltar y gritar otro personaje vestido igual, y así las resonancias de la imitación son una metáfora irrisoria de la propagación de la fe. A partir de ahí todos los movimientos de los bailarines en escena serán en masa, empáticos, se revelarán en un desdoblamiento del cuerpo deseoso incluso de sufrir, de entregar su carne a la ocurrencia en turno de su lunático mesías. Al que por cierto adoran y le siguen en el trance irra- cional del rito. Los espectadores, sobre las gradas so- mos la audiencia del espectáculo de la reli- gión, que bien pudiera ser el espectáculo de un cruel jeopardi, donde la fortuna implica el sacrificio, la sangre. Frente a nosotros hay unos pequeños pianos rojos que suenan re- petidas veces tocados por algunos miem- bros del público, en un cacofónico y visceral ejercicio de interacción con la audiencia que de alguna manera, en los momentos álgidos, nos involucra más con la pieza en escena. En el centro del escenario hay un lángui- do cuerpo desmayado. Es el desnudo como terror, el desvestimiento del cuerpo para el final de una travesía. Una travesía del absur- do hacia la muerte. La esperanza que bus- caban las ovejas repitiendo el movimiento y el susurro de un rezo, y mirando más allá del cielo raso del teatro, se materializó en cadá- ver, queda la nube de lana, la masa más pura sobre la duela, pidiendo perdón. ¿Danza? Sí, ¿coreografía? Sí, ¿un discurso? Sí, ¿un reto al público? También. “Lamb” es una pieza que tuve la oportunidad de reseñar en junio de 2011 y la experiencia fue completamente diferente. Ayer, no fue un es- cenario a la italiana, subieron graderías al foro para que la experiencia fuese mas íntima y por lo tanto, más confrontadora. “Lamb” es una obra en la que la presencia del público es parte del hecho escénico. A conti- nuación me autocitaré: “... aunque la interpre- tación de esta obra es completamente personal para cada observador, lo que se deja ver clara- mente es la historia humana de la espirituali- dad, un grupo de ovejas siguen a un líder empo- derado por ellos mismos, buscan el vellocino de oro que les dará la vida eterna; así continúan su viaje por el paganismo, el cristianismo, las reve- laciones místicas, la desesperación por la sal- vación y el sacrificio. “Lamb” es para creyentes y ateos, todos se encontrarán ahí, los que veneran y los que cuestionan, los nihilistas y los llenos de esperanza, como también quienes afirman haber encontrado a Dios en ellos mismos...”. Pero resulta que no es lo mismo ver Lamb hoy, que verlo mañana; para los bailarines es una experiencia distinta en cada presentación, por lo tanto hay improvisación que depende de la energía del público. Esta noche recibieron el reto directo de una espectadora que abusó de la situación, pero es algo a lo que están expuestos y la misión es manejarlo. Es necesario que nuestros jóvenes tengan más cultura del respeto y los límites, desgraciadamente para la que escribe, la ma- nera que fue intervenida la función por esta persona, le hizo perder mucho a la coreografía, se perdió el excelente trabajo sonoro de Saúl Cisneros; el público se concentró más en las provocaciones hacia los artistas, nunca percibí la comunión emocional del público con el acto escénico, como sucedió en la Sala Miguel Co- varrubias. Lux Boreal es una compañía de artistas jóvenes que dieron un salto en su temática y forma de abordar la danza contemporánea, bai- larines de muy buen nivel, que llegan a sus diez años de estar agrupados. Son diez años de una trayectoria que los ha llevado a rechazar la su- perficialidad y responsabilizarse de su existen- cia como artistas. La coreografía es de Phillip Adams, artista australiano, que evidentemente, vive de una for- ma personal el subconsciente universal. Lux Boreal + Phillip Adams LAMB “Lamb”, se encuentra con una oveja descarriada Por Alejandra Monroy Por Venecia López DOMESTICADA LA GRAN NUBE www.streamingdance.net
Transcript

Vol 7 Hermosillo, Sonora, México 25 de abril de 2012Publicación de Un Desierto para la Danza

danzinewww.undesiertoparaladanza.gob.mx

Foto

: Edi

th C

ota

Para ver video: www.streamingdance.net

El cordero es el peón en la historia de la reli-gión. Es la masa domesticada que se mantie-ne unida como una gran nube que, en mana-da, repite el absurdo rito para salvación.

Decía Freud que el origen del com-portamiento de masas tenía que ver con la imitación de las jaurías de animales que el hombre arcaico cazaba, aquí uno se imagina un hombre violento imitando llenas, lobos, bisontes, pero, ¿en qué momento el hombre comenzaría a emular a los borregos?

Con esta pregunta en la mente subo a las gradas, sin preguntar nada, dirigida por personas que desconozco, así precisamente, soy parte de la masa expectante, amotinada en el espacio escenográfico, esperando a que comience LAMB, coreografía presentada por la compañía Lux Boreal, bajo la dirección de Phillip Adams.

Phillip Adams explora las posibilidades de la danza contemporánea tocando los lindes de otras disciplinas escénicas, para ejecutar esta dura crítica a la historia de las religiones, otorgando además a la audiencia la experiencia lúdica de habitar por unos momentos el escenario.

En el centro del escenario hay un volu-minoso cuerpo desmayado. Cuerpo que se impondrá a lo largo de la coreografía, como monumento de poder, contando por medio de sus acciones sobre los fieles la historia del éxodo, del sometimiento, de la culpa, de la fe.

Un personaje en ropa interior y con los hombros envueltos en algo que pareciera lana, comienza a saltar y gritar. En la esqui-na contraria comienza a saltar y gritar otro personaje vestido igual, y así las resonancias de la imitación son una metáfora irrisoria de la propagación de la fe. A partir de ahí todos los movimientos de los bailarines en escena serán en masa, empáticos, se revelarán en un desdoblamiento del cuerpo deseoso incluso de sufrir, de entregar su carne a la ocurrencia en turno de su lunático mesías. Al que por cierto adoran y le siguen en el trance irra-cional del rito.

Los espectadores, sobre las gradas so-mos la audiencia del espectáculo de la reli-gión, que bien pudiera ser el espectáculo de un cruel jeopardi, donde la fortuna implica el sacrificio, la sangre. Frente a nosotros hay unos pequeños pianos rojos que suenan re-petidas veces tocados por algunos miem-bros del público, en un cacofónico y visceral ejercicio de interacción con la audiencia que de alguna manera, en los momentos álgidos, nos involucra más con la pieza en escena.

En el centro del escenario hay un lángui-do cuerpo desmayado. Es el desnudo como terror, el desvestimiento del cuerpo para el final de una travesía. Una travesía del absur-do hacia la muerte. La esperanza que bus-caban las ovejas repitiendo el movimiento y el susurro de un rezo, y mirando más allá del cielo raso del teatro, se materializó en cadá-ver, queda la nube de lana, la masa más pura sobre la duela, pidiendo perdón.

¿Danza? Sí, ¿coreografía? Sí, ¿un discurso? Sí, ¿un reto al público? También. “Lamb” es una pieza que tuve la oportunidad de reseñar en junio de 2011 y la experiencia fue completamente diferente. Ayer, no fue un es-cenario a la italiana, subieron graderías al foro para que la experiencia fuese mas íntima y por lo tanto, más confrontadora.“Lamb” es una obra en la que la presencia del público es parte del hecho escénico. A conti-nuación me autocitaré: “... aunque la interpre-tación de esta obra es completamente personal para cada observador, lo que se deja ver clara-mente es la historia humana de la espirituali-dad, un grupo de ovejas siguen a un líder empo-derado por ellos mismos, buscan el vellocino de oro que les dará la vida eterna; así continúan su viaje por el paganismo, el cristianismo, las reve-laciones místicas, la desesperación por la sal-vación y el sacrificio. “Lamb” es para creyentes y ateos, todos se encontrarán ahí, los que veneran y los que cuestionan, los nihilistas y los llenos de esperanza, como también quienes afirman haber encontrado a Dios en ellos mismos...”.

Pero resulta que no es lo mismo ver Lamb hoy, que verlo mañana; para los bailarines es una experiencia distinta en cada presentación, por lo tanto hay improvisación que depende de la energía del público.

Esta noche recibieron el reto directo de una espectadora que abusó de la situación, pero es algo a lo que están expuestos y la misión es manejarlo. Es necesario que nuestros jóvenes tengan más cultura del respeto y los límites, desgraciadamente para la que escribe, la ma-nera que fue intervenida la función por esta persona, le hizo perder mucho a la coreografía, se perdió el excelente trabajo sonoro de Saúl Cisneros; el público se concentró más en las provocaciones hacia los artistas, nunca percibí la comunión emocional del público con el acto escénico, como sucedió en la Sala Miguel Co-varrubias.

Lux Boreal es una compañía de artistas jóvenes que dieron un salto en su temática y forma de abordar la danza contemporánea, bai-larines de muy buen nivel, que llegan a sus diez años de estar agrupados. Son diez años de una trayectoria que los ha llevado a rechazar la su-perficialidad y responsabilizarse de su existen-cia como artistas.

La coreografía es de Phillip Adams, artista australiano, que evidentemente, vive de una for-ma personal el subconsciente universal.

Lux Boreal + Phillip AdamsLAMB

“Lamb”, se encuentra con una oveja descarriada

Por Alejandra MonroyPor Venecia López

DOMESTICADALA GRAN NUBE

www.streamingdance.net

danzineVol 1. Hermosillo, Sonora, MéxicoCoordinación: Doris Arenas / Edición: Edith Cota / Colaboraciones: [email protected] Diseño: Argelia Juárez / Corrección: Rosy Orozco

25 de abril de 2012

UN DESIERTO PARA LA DANZA 2012

Mañana en el Desierto

Foto

: Jor

ge A

ngul

o

El inicio fue con la pieza “Cayetano”, el movimiento corporal, la expresión acompañando un tono norteño a rit-

mo de tololoche chicoteado, cuya interpre-tación fue del grupo musical Los gallitos.

Manuel Ballesteros explorando una nueva manera de bailar lo norteño. La pri-mera vez lo miré en el foro de la Licencia-tura en Letras Hispánicas de la Universidad de Sonora. Con el torso desnudo, descalzo y con sombrero. Nos iluminó la destreza y la persecución de las notas, con su cuerpo.

La constancia le ha dado ya doscientas presentaciones, en el mismo tono, en la ex-ploración de diferentes temas. En su andar he visto la provocación de los niños sobre un parque, las señoras en las plazas, los se-ñores para emocionarse mientras sujetan en sus manos un bote de cerveza. E inevita-ble la identificación con las propuestas de Manuel.–¿En qué año bailaste por primera vez en Un Desierto?

En el 99, con Producciones La lágrima y de ahí consecutivamente hasta el 2007, y ahora bailaré de nuevo.–¿Qué significa para tu carrera Un Desier-to?

Es la fiesta de la danza en Sonora, y si eres parte del gremio, del movimiento, si eres parte de las personas que están traba-jando para que esto siga creciendo, es estar en la celebración, es estar en la fiesta de la que, valga la redundancia, tienes que formar parte.–Habrá develación.

Eso me tiene emocionado, porque ten-go ocho años con Nortearte, y hasta hoy voy a presentarlo en Un Desierto, y es muy sig-nificativo que sea en esta ocasión y donde develaremos placa de doscientas presen-taciones, que yo creo que si hacemos una encuesta a nivel nacional nos enteraríamos que es poca la gente que en danza contem-poránea llega a esa cantidad de presenta-ciones.

– Además en una amplia diversidad de es-pacios.

Desde la cancha de Oquitoa, a la esqui-na de Navojoa, el templete de Huatabampo, un teatro en Shangai, en el Festival Inter-nacional de San Luis Potosí. Este trabajo lo hice pensando en recorrer Sonora, incluido San Luis Río Colorado, que batallé mucho para ir, y la primera parte a la que fui, para mi sorpresa, fue al Festival de San Luis Po-tosí, allí recorrí seis municipios, después al Festival Internacional de Chihuahua, donde recorrí diez municipios, y en Coahuila estu-ve en nueve municipios, y hasta después de cuatro años de tener Nortearte, empecé a ir a los pueblos de Sonora.– El origen de Nortearte es a partir de aquella frase que dijera tu padre, don Caye-tano: “¿Por qué no bailas algo que se baile?”.

Todo viene de ahí, ese fue el parteaguas, la bendición, el estigma, y creo que ha sido un buen hallazgo.– Qué determinante la frase.

Sí, y de alguien que me quiere, y creo que como hijos siempre estamos queriendo agradar a los padres, ser aceptados por los padres, y tengo un padre muy difícil, no es fácil de convencer pero gracias a la imagen de mi padre quien es la inspiración de todo esto. – La propuesta de tus coreografías son for-mativas, nos permiten, a quienes no tene-mos bagaje, un acceso a la danza contem-poránea.

Habrá gente que diga que lo que hago no es danza contemporánea, y qué bueno, pero es danza, un acto escénico y capaz de presentarse en la esquina, en la banqueta, en el teatro, en un foro abierto, en un foro alternativo, y en este caso será en una can-tina, en el Club Obregón, lo cual me tiene bastante contento, y sí mucha gente que nunca había ido al teatro, que nunca había visto danza, con Nortearte se le ha abierto una ventana, una vereda, para que esa gente se acerque.

Manuel BallesterosNortearte: una ventana, una vereda

Carlos Sánchez

Definitivamente se aventuraron y los felicito por el riesgo que están tomando en escena, por el formato, por encontrarse con otro creador que los puso en un reto, una propuesta muy distinta a lo que ellos hacen. Isaac ChauBailarín

Me gustó, no hay inhibiciones y uno como espectador lo ve bien.Francisco OrtegaComerciante

La temática no es muy común y se me hizo muy buena.Claudia GamezEmpleada

En lo personal no me gustó, hay cosas que no me gustan y siento que eso es parte de la obra, quise involucrarme desde el principio y no me llamó la atención, ya casi al final ya me quería salir. Joel DurazoEstudiante de danza

Demasiado extraña, diferente, me agradó, es algo distinto, pero necesito digerirlo.Selene FloresActriz

Es algo muy diferente a lo que estoy acostumbrada a ver de ellos, fue muy teatral.Rosa RuizEstudiante de danza

AcercaDE

LAMBde Lux Boreal

Con saltos coreográficos y alabanzas, una congre-gación celebra un ritual cubierto el rostro; habrán de descubrirse al recibir la luz que guiará su pere-grinar en búsqueda del vellocino de oro que quita el pecado del mundo, en un largo camino de purifi-cación sacrificando su cuerpo con flagelaciones de sus gluteos, para lograr la redención de sus almas, lo cual conquistan con la inmolación total del gru-po a manos de su pastor y maestro.

La danza son reminiscencias tribales y la mú-sica, cantos clericales y gregorianos que fueron acompañados con pianos de juguete, logrando un efecto musical muy interesante y sobre todo no-vedoso.

El vestuario bien planeado, destacando el guía que lució una capa roja que cubría su cuerpo y por-taba un corsé blanco, con el que se desplazó sobre el escenario e incluso bailó con toda la compañía, logrando el impacto visual que pretendía el direc-tor del espectáculo.

Este performance suplica salvación, pero no deben de tener temor ya que su fe los ha salvado.

Por Rafael Gándara

Vellocino de oro

21:30 horas“Eterno Boogaloo (incontables momentos de pérdida y desafío)” / Parámetro Ciego / HERMOSILLO, MÉXICO / Del 26 al 28, Centro de la ciudad

JUEVES 26 / 20:00 horas / Teatro del la Ciudad“Que no descubran tu nombre” / Antares Danza Contemporánea / HERMOSILLO, MÉXICO


Recommended