+ All Categories
Home > Documents > De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a...

De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a...

Date post: 08-Apr-2021
Category:
Upload: others
View: 5 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
10
De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas desde el reconocimiento de la diferencia. From the struggle for citizenship to collective activist transformation of social movements. Perspectives from the recognition of the difference. Kelly Giovanna Muñoz Balcázar * Rev. ConCiencia. Vol.8. diciembre de 2018, págs. 20-29 Recibido: enero 20 de 2018; Aprobado: marzo 15 de 2018. * Comunicadora Social, Doctora en Ciencias Sociales, Universidad Iberoamericana de México, Maestra en Desarrollo Rural, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, Docente-investigadora y Directora Grupo de Investigación CONVOCA del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Fundación Universitaria de Popayán, investigadora Junior y par evaluadora de Colciencias. Correo: [email protected]
Transcript
Page 1: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas

De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas desde el reconocimiento de la diferencia.

From the struggle for citizenship to collective activist transformation of social movements. Perspectives from the recognition of the difference.

Kelly Giovanna Muñoz Balcázar *

Rev. ConCiencia. Vol.8. diciembre de 2018, págs. 20-29

Recibido: enero 20 de 2018; Aprobado: marzo 15 de 2018.

* Comunicadora Social, Doctora en Ciencias Sociales, Universidad Iberoamericana de México, Maestra en Desarrollo Rural, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, Docente-investigadora y Directora Grupo de Investigación CONVOCA del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Fundación Universitaria de Popayán, investigadora Junior y par evaluadora de Colciencias. Correo: [email protected]

Page 2: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas
Page 3: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas

Resumen:

En este artículo se pretende explicar en prime-ra instancia a los movimientos sociales como estructuras de cambio que tienen su origen en las crisis de las organizaciones de izquierda y del socialismo, tanto socialdemócrata como marxis-tas, principalmente los partidos políticos y los sindicatos. Por otra parte, se presenta, desde un análisis de los mismos, como surgen a partir de modos de organización de colectivos, funda-mentalmente marginales, que luchan dentro de un campo político concreto.

Y finalmente se expone en el texto el contexto de su acción proveniente de la historia de la - clase obrera −que emprendía una lucha de resistencia al desarrollo industrial capitalista y combinaba demandas de acceso al Estado y de expansión de la ciudadanía−, lo que sirvió como modelo para el estudio de los movimientos sociales.

Palabras clave: Movimientos sociales, ciudadanía, transformaciones sociales

Abstract:

This article aims to explain social movements as structures of change that originate in the crises of leftist organizations and socialism, both social democratic and Marxist, mainly political parties and trade unions. On the other hand, it is presented from an analysis of the same as arise from modes of organization of collecti-ves, fundamentally marginal, struggling within a specific political field.

And finally, the context of its action coming from the history of the - working class - which started a struggle of resistance to capitalist industrial development and combined demands of access to the State and expansion of citizenship

- is exposed in the text, which served as a model for the study of social movements.

Keywords:Social movements, citizenship, social transformations

Introducción

Desde un sistema de desigualdades, que es la punta de lanza en la eclosión de inconformidades para la gestación de una idea política de movi-miento social, se relaciona que parte de estas incongruencias de la idealizada forma del con-cepto de ciudadanía no es más que una propuesta inconclusa que se ha debilitado desde el centro del planteamiento inicial que llevó a los antiguos filósofos como Aristóteles a considerarla una virtud entre el equilibrio moral, la justicia y la mejora de los ciudadanos.

Por el contrario, ha sido subvertida en el mismo seno de donde surgió, ya que las clases burguesas precursoras de este concepto se han beneficiado de los derechos que promulga desde una perspectiva de clases que excluye a las mayorías, centralizando la toma de decisiones en las esferas de poder, acrecentando la asimetría de clases y generando una falsa igualdad que como Marshall (1949) indica:

Los derechos que igualaban a los ciudadanos no eran sino derechos, es decir, no se tradu-cían en hechos literales: el derecho a la pro-piedad no otorga propiedad, sino el derecho a tenerla y mantenerla cuando se dispongan de los medios para ello. La ciudadanía favorecía al capitalismo porque otorgaba igualdad a relaciones claramente desiguales. (p. )

La propuesta teórica de Marshall inculcó en la Inglaterra de los cuarentas un ideal de ciuda-danía plena donde se ejercen todos los tipos de derechos, tanto civiles como políticos y sociales

De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales.

Page 4: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas

que garantizan a su vez un Estado de bienestar, no obstante, a pesar de un avance socio-histó-rico en la concesión y ampliación de todo tipo de derechos y políticas igualitarias.

En este artículo se quiere hacer un plantea-miento de cómo en la actualidad la ciudadanía sigue siendo cuestionada por el mismo carácter cambiante de la sociedad y, a su vez, enfatizar en su heterogeneidad como elementos diferenciales de análisis en cuanto a categorías y demandas que dependen de variables como la cultura, género, las sociedades rurales, los movimientos sociales y elementos como la diversidad de identidades.

Así la ciudanía, en tanto concepto con una tendencia tradicional eurocéntrica, entra en la arena variopinta de lo que es América Latina con sus diferentes pueblos y culturas que amplían las pugnas por los derechos ciudadanos. De esta manera, la sociedad moderna se ha emancipado combinando aspectos de lucha social, del conflic-to en la esfera de producción, de su inclusión en la esfera de la ciudadanía en los ámbitos individual y colectivo a través de la posibilidad de controlar sus productos y su formación cultural y social.

En este sentido, los movimientos indígenas en México, por ejemplo, han evidenciado la construcción histórica de la nación en cimien-tos de raza y etnia como formas de opresión y exclusión. Demandan ser reconocidos y tratados como ciudadanos mexicanos sin renunciar a su identidad indígena, abogando por un nuevo para-digma social en el ámbito cultural, por formas organizativas y sistemas legal/jurídicos en donde el Estado reconozca sus derechos colectivos, ampliando así el ejercicio de la ciudadanía.

Y como lo argumenta Ralf Dahrendorf (1990), la tendencia a la homogenización ha desvirtuado “el ser ciudadano” con derechos, para imponer un “deber ser” sin tener en cuenta las otredades, así pues, las culturas dominantes tradicionales se ven amenazadas ante nuevas demandas de nuevos actores sociales que quieren generar cambios en los procesos tanto jurídicos como sociales.

La ciudadanía y la nacionalidad, se relacio-na entonces con la exclusión y la inclusión, afecta la identidad de las personas porque define a donde pertenecen, implica el trazado de fronteras invisibles y visibles en los mapas por el color de piel y otros signos. (p. 2)

En estas luchas con reivindicaciones identita-rias y étnicas, el reconocimiento a la tradición y autonomía indígena como prácticas dinámicas, ha sido una constante entre los pueblos, así como un instrumento de resistencia contra un sistema político, económico y cultural dominante y ante el abandono del gobierno, desde el ámbito de lo cotidiano luchan por transformaciones inmedia-tas. Sin embargo, no existe una definición única sobre autonomía y tradición, éstas son construc-ciones que necesitan ser contextualizadas en un tiempo y espacio determinados que han tenido impacto en la transformación y reconfiguración de usos y costumbres, desplegando así propues-tas de nación alternativas.

En este punto estas concepciones alternativas de ciudadanía, como lo proponen Álvarez, Dagni-no y Escobar (2011), implican una redefinición del sistema tanto político como económico y de las prácticas sociales y culturales para lograr lo que los autores llaman “un reordenamiento demo-crático de la sociedad”, ya que según analizan no es homogéneo, sino discontinúo y desigual:

Las luchas políticas en la América Latina actual se libran justamente en torno a posi-bles planes democráticos alternativos. Los movimientos sociales juegan un papel deci-sivo en dichas luchas. Se están debatiendo los parámetros de la democracia, o al menos, las fronteras de lo que debe definirse como el escenario político: los participantes, las instituciones, los procesos, los programas y alcances. Los programas de ajuste social y económico inspirados por el neoliberalismo han entrado en la disputa como formidables y

Kelly Giovanna Muñoz Balcázar

Page 5: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas

penetrantes competidores; las políticas neoli-berales han introducido un nuevo tipo de rela-ción entre el Estado y la sociedad civil y han provocado el surgimiento de una definición del ámbito de lo político y sus participantes que se basa en una concepción minimalista tanto del Estado como de la democracia. El potencial de la sociedad civil como espacio político para el ejercicio de la ciudadanía recibe cada vez menos importancia; los ciu-dadanos tienen que seguir avanzando con sus propios recursos privados y la ciudadanía se equipara cada vez más con la integración individual al mercado. (p.3).

Esta integración “individualista” (porque ya no tiene un matiz comunitario), de incorporación al mercado tiene consecuencias, dado que la transformación ciudadana, deja entrever que el estatus cívico es un arma de doble filo, por una parte, incluyente, pero por otra excluyen-te. Posee un contrato libre que, en palabras de Dahrendorf (1990), “los derechos y obligaciones tienen sus trampas” (p.56), muchas sociedades son sometidas a sus deberes con un supuesto contrato social, sin embargo, la realidad del modelo económico actual ha desregularizado el mercado, dominando las economías de los países subdesarrollados e influyendo sobre sus políticas como Estado Nación.

Es así como los programas sociales que bene-ficiaban a los ciudadanos han desaparecido y su manejo se ha dejado en manos de las instituciones privadas, así que derechos fundamentales como el trabajo, la salud, la educación, dependen del con-trato con monopolios económicos transnacionales.

A su vez, no puede haber queja, ya que ámbitos como los de la participación ciudadana, han sido limitados muchas veces porque se coarta la liber-tad de expresión como un derecho democrático y constitucional, y se ha llegado a un estado de violencia y represión en donde el espacio de las reivindicaciones ciudadanas como las marchas y

las diferentes formas de protesta social en contra de estas economías y políticas hegemónicas en tiempos de conflictos políticos, es criminalizado.

“Las nuevas definiciones de conceptos como democracia y ciudadanía apuntan hacia direccio-nes que enfrentan la cultura autoritaria a través de una nueva significación de nociones como derechos, espacios públicos y privados, formas de sociabilidad, ética, igualdad y diferencia, etc.” (Álvarez, Dagnino y Escobar, 2011, p. 12).

Aquí se apela a una participación política que permita la transformación de las agendas en políticas públicas y los movimientos son nuevas formas de incidencia hacia cambios de tipo estruc-tural para la democratización de una sociedad.

Movimientos sociales y ciudadanos

Los comportamientos colectivos, constituyen intentos fundados en un conjunto de valores com-partidos para redefinir las formas de la acción social e influir en sus consecuencias. Estos difieren según el grado y el tipo de cambio que intentan provocar en el sistema de un Estado y según los valores y el nivel de integración interna.

Para autores como Alain Touraine (1995), el análisis de las clases sociales (dominantes y sub-alternas), es importante para el conocimiento de los movimientos sociales cuando las relaciones de poder se imponen a los actores. Es de esta manera que las conductas sociales responden a situaciones coyunturales, por lo tanto, son acciones de clase. Para esto se debe partir de unidades de análisis como las relaciones socia-les, el sistema de acción histórica, el campo de actores sociales y el objeto de su conflicto.

Las modalidades del conflicto de clases pueden generarse desde la clase dirigente orien-tada hacia el modelo cultural con la intención de no sólo mantener el orden, sino una herencia en la que retoma su cargo. Por su parte, las clases populares, son contestatarias, buscan un con-

De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales.

Page 6: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas

tramodelo de sociedad que parece un programa o previsión del futuro; ésta también recurre al pasado, con el interés de defender la cultura de clases popular tradicional.

De esta forma la clase dominante defiende un orden global, se apoya en barreras institucionales y organizativas dirigidas por ella misma; mientras que la clase popular o movimiento de oposición, apela a una acción de conjunto para la transfor-mación de la sociedad que la vuelva más capaz de desarrollar las fuerzas de producción que la lleven a una propuesta de ciudadanía menos excluida.

Es de esta forma que, durante determinado período, el enfoque predominante vio en los acto-res marginales, en los enajenados del sistema, en quienes están excluidos de la participación a los potenciales innovadores, a los más inclinados a hacer detonar el conflicto y a cebar el proceso de creación de un movimiento.

A diferencia de esta idea de los oprimidos Meluc-ci (1999), subraya que, por el contrario, los actores que lanzan el movimiento social no son los mar-ginados.1 Señala que quienes se rebelan primero no son los grupos más oprimidos y disgregados, sino aquellos que experimentan una contradicción intolerable entre una identidad colectiva existente y las nuevas relaciones sociales impuestas por el cambio; estos actores pueden movilizarse más fácilmente porque tienen experiencia en la parti-cipación y conocen el procedimiento y los métodos de lucha; cuentan con un líder propio y un mínimo de recursos organizativos que provienen de los vínculos comunitarios o asociativos preexisten-tes; pueden utilizar redes de comunicación ya existentes para hacer circular nuevos mensajes y por tanto, pueden reconocer más fácilmente los intereses comunes. El grado de implicación o compromiso individual dependerá de la capacidad de los actores para su acción colectiva.

1. Los marginados podrán constituir en determinadas circuns-tancias y en ciertas condiciones una base importante para la expansión y consolidación del movimiento, pero el liderazgo está constituido por individuos no periféricos, sino centrales (Bobbio, et. al., 1997).

Un ejemplo de ello, la lucha del movimiento de los sobrevivientes del Naya, quienes después del despojo de la guerra deben migrar y reconstruir su hogar en Tierra Floresciente, (Kite Kiwe), ubicado en el municipio de Timbío, Cauca, en Colombia, allí logran generar un proceso amplio de organi-zación social que les implica mantener fuertes sus lazos sociales, mantener su identidad e ideales políticos para la sobrevivencia:

“Ejercer la gobernabilidad cultural en la etnia indígena es poseer el control territorial pues la construcción política y social del entor-no está ligada a la autonomía y estructura jerárquica de liderazgo a través figuras de gobierno tales como: cabildos, juntas de acción comunal y consejos comunitarios. Esta relación dialéctica constituye la base para mantener la organización social de acuerdo a sus reglas, normas y prácticas económicas productivas, ambientales y jurídicas” (Muñoz, 2017, p. 157).

Es así que, desde la perspectiva de la política cultural, los movimientos sociales adquieren su especificidad desde los significados y las prácti-cas culturales diferenciadas, que irrumpen para generar cambios en la forma del poder dominante.

Ante esto que plantea la filosofía política cuál es el horizonte de compresión y la propuesta ente la diversidad cultural de estos movimientos, ante las relaciones de dominio de una clase que se legítima en lo económico, en lo cultural y políticamente; marcando tiempos, formas, prácticas, reglas, etc.

Chantal Mouffe (1999), ante este contexto, señala que uno de los puntos en disputa es la demo-cracia, como espacio político de reconfiguración de las relaciones de poder en la lucha por la identidad en la diferencia. Esto pone en duda la existencia del pacto universal e individual de la democracia liberal o bien del capitalismo democrático.

La democracia liberal es en sí contradictoria: por un lado, la democracia está en asociación

Kelly Giovanna Muñoz Balcázar

Page 7: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas
Page 8: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas

directa con la igualdad y, por el otro, la filosofía liberal está en correlación directa con la libertad del individuo como persona. Esta combinación trae en su seno el conflicto insuperable entre la igualdad de todos y la libertad individual.

Esta libertad, como menciona Noberto Bobbio (2006), consiste en el goce privado por encima del interés colectivo, primero el individuo y luego la sociedad, por medio de la forma de ciudadano se hace exigible estos derechos individuales. Es así que esta democracia se reduce al Estado de derecho, es decir, a leyes y normas que plantean una visión de igualdad- libertad única, totalitaria, independientemente de las distintas formas de vivir de los grupos en la sociedad.

Es importante distinguir la igualad de la demo-cracia como forma de gobierno a la igualdad del Estado liberal o como ahora lo denominan, neo-liberal. Para el autor, “Un Estado liberal no es por fuerza democrático. Un gobierno democrático no genera forzosamente un Estado liberal” (Bobbio, 2006, p.7), tanto el liberalismo como la democracia parten del individuo como centro, no del órgano colectivo. En el primero, el individuo es un prota-gonista económico y espiritual que desarrolla sus propias facultades para sus fines fuera del Estado y sólo cuando requiere de la ley lo utiliza. En la segunda, la igualdad consiste en la integración de los individuos por medio de acuerdos que con-curren en una forma de Estado en donde las deci-siones colectivas llevan a elegir a representantes.

La democracia en el liberalismo toma relevancia en el sufragio universal, el derecho a elegir a los gobernantes en elecciones y sólo en ese momento el ciudadano tiene un poder político parcial.

Para Chantal Mouffe (1999), la democracia liberal asume el ideal de una sociedad igualitaria sin contradicciones, en una supuesta armonía, sin lo político, pero en la entraña está la exclu-sión, pues el planteamiento se postuló desde una manera de concebir el bien para la sociedad. ¿Y quién determina esta visión de bien? En Améri-ca Latina el colonialismo impuso una filosofía

eurocéntrica sobre otras racionalidades y por tal una visión de lo bueno, de lo justo y de lo moral.

Los movimientos que surgen desde la década de los 80s, a los cuales algunos autores denomina-ron emergentes, se vislumbraron en lo político, es decir, en la disputa del poder en el espacio público, dejando ver que no existe ningún punto neutral y armonioso en el Estado liberal. Chantal Mouffe parte de una identificación y reconocimiento del “nosotros y ellos”, la disputa en lo político revindi-ca a la democracia como el espacio de la política.1

Las reconfiguraciones sociales de los movi-mientos en América Latina vinculan la lucha con la diferencia, marcan una posible tendencia a la pluralidad, sin embargo, puede ser engaño-so que esta supuesta “diferencia”, más bien lo que logre es extremar posturas rígidas que no lleguen a ningún consenso, sino más bien a la discriminación y el racismo. Este es un punto de debate, sobre los límites de la democracia y el papel del Estado como comunidad política.

Es cuestionable el asunto de cómo establecer bajo la línea de una democracia radical valores ético-políticos de consenso, bajo la presencia de una serie de contradicciones en los movimientos sociales actuales; en su estructura interna -dispu-tas de poder entre líderes, líderes-base, ejercicio del mando-, entre colectividades distintas (modo de vivir la cultura) y en los proyectos políticos. Otro de los problemas que se presenta es el des-doble de múltiples identidades que coinciden en espacios distintos; migrante, mujer, campesino, indígena, niño, etc. Una constante en regiones y organizaciones ha sido la dificultad de llegar a acuerdos de unidad y esto ha representado uno de los principales obstáculos. Ante esta complejidad, cómo plantear algo más amplio, la democracia pluralista puede llegar a un caos

1. La política se da entre los hombres en un espacio de convivencia común, como un espacio en donde se desarrolla la discusión y el actuar, que le concierne a lo público y no a lo privado. “Lo público indica, un mundo en común, entendido como una comunidad de cosas, que nos une, agrupa y separa, a través de relaciones que no supongan la fusión”. Véase en Arendt, H. (2001) ¿Qué es la política?, España, Paidós.

Kelly Giovanna Muñoz Balcázar

Page 9: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas

es preciso negociar otras formas de apropiación de esta noción de Estado para lograr un cambio.

Esta vez como un sujeto de poder y como objeto de la lucha se hace necesaria la trans-formación del Estado, ahora ya no sólo en el campo de la visión de clases, sino de todo tipo de demandas que tienen que ver con derechos, identidades, cuestiones ambientales, en lo priva-do, las autonomías, la ciudadanía y otras formas de opresión, exclusión, estas nuevas formas del conflicto que dejan de lado lo político en su aná-lisis clásico, para insertarse en la cultura como medio para movilizar la política cultural e incidir sobre la cultura política tradicional.

Pero una de las contradicciones de los movi-mientos contemporáneas se ve a la luz de las particularidades, precisamente, en el enfrenta-miento entre grupos, etnias y géneros, en donde se hace difícil identificar a los actores del conflic-to dada su multiplicidad, razón por la que la lucha puede caer en la dispersión y la fragmentación. Es, entonces, como aparecen y desaparecen en el escenario actual movimientos de vanguardia, que deben su razón de ser a causas momentá-neas, así el campo de lucha se realiza en el ámbito cotidiano, inmediato, aquí y ahora.

Por otro lado, la lucha no sólo es frente al Estado sino al interior de la sociedad civil: la característica de la emancipación es ahora o no es. Desde esta visión no es posible pensar en una perspectiva teórica única capaz de explicar la diversidad de movimientos sociales en América Latina, pero igualmente es necesario situarse histórica y culturalmente.

Así que se suma otra lucha, la de la sobre-vivencia y la vigencia que los movimientos de larga data deben asumir, aunque muchos no se desconfiguran, sin dejar de lado su historia estos se renuevan constantemente, porque en cada generación salen a flote coyunturas que obedecen a la época, cambian las demandas y otros actores se suman, mientras que algunos han quedado como un recuerdo de sus triunfos,

De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales.

sin salida o a una apariencia como lo ha manejado el multiculturalismo liberal que es parte de la democracia liberal.

Conclusiones

Ante una realidad social tan compleja, es preciso reconocer que las formas de lucha y de resistencia histórica de los movimientos socia-les plantean varios problemas epistemológicos que tienen que ver con la identidad, la acción social, el actor social y el concepto de clase. En este sentido, los niveles de relaciones sociales juegan un papel importante en tanto que entre ellos se ven abocados a las fuerzas de poder tanto al interior de los mismos, como en el exterior, medidos por elementos como la participación en los sistemas de toma decisiones y de dominación.

Aquí se hace una inflexión para analizar cuáles son las formas de resistencia frente al modelo hegemónico y las demandas en el campo del conflicto, cuáles son los intereses en común, su ideología frente al contradiscurso y qué justifica sus estrategias para combatir al adversario.

La identidad colectiva es uno de los medios para la acción, el nivel de motivación implica un beneficio individual y social, y de allí la movi-lización es sugerente cuando existen factores de insatisfacción, frustración y descontento en términos de necesidades básicas, de injusticia e inequidad, lo que define también el movimiento y su capacidad de movilización de recursos.

Desde esta perspectiva en un contexto de des-igualdades sociales, económicas y políticas, es importante analizar la función que cumple el Estado como instrumento para la voluntad ¿de quiénes o de quién?, si su papel frente a los movi-mientos sociales tiene que ver con una forma de ejercer un control para la no emancipación de las clases oprimidas a favor de la clase gobernante o si obedece a los vaivenes de las políticas estruc-turales globalizantes y al mercado capitalista. Sin embargo, no sólo se puede creer en esta posición;

Page 10: De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva ......De la lucha por la ciudadanía a la transformación colectiva activista de los movimientos sociales. Perspectivas

pero en este devenir las solidaridades o se fractu-ran y se rompen o definitivamente se consolidan, lo que garantiza la continuación del movimiento.

Una de las estrategias de cambio para la per-manencia se debe a la institucionalización que, aunque no puede ser analizada como el destino fatal de los movimientos, y por otro lado, tampoco significa la aniquilación del mismo, para algunos autores implica una transformación estructural que corre con el riesgo de politizarse partida-riamente o subvertir la ideología y los objetivos iniciales, lo que puede convertirlos en pedagó-gicos o demagógicos.

La dinámica de los movimientos entonces varía, si se torna como una lucha análoga de movimien-tos similares con adversario en común, o si buscan su esencia en su herencia histórica, o si por otra parte son discontinuos, remplazados por otros, o si existen choques entre ellos. A veces coexisten y no interfieren en los propósitos de otros, o por el contrario suman a más mediante políticas de arrastre para la unificación de ideas y acciones.

El uso de un conjunto de mecanismos y de dife-rentes procesos difiere, pero lo que si se hace necesario es que lejos de la diferencia, de la competencia y del juego de intereses, sea viable buscar elementos en común de los diferentes movimientos para un proceso de construcción de esperanza completa, para la unificación, ¿bastaría sólo con apostarle a un proyecto de nación en donde no sólo se reconozca la otredad?, sino que facilite su comprensión, consiste en una verdadera transformación de los pueblos, que permita la convivencia entre afrodescendientes, blancos, mestizos, mulatos, zambos, indígenas y en general.

En pocas palabras, cabe algún día la posibi-lidad de eliminar relaciones de dominación que niegan el diálogo. Son entonces necesarias las negociaciones sociopolíticas, socioculturales y étnicas entre individuos y/o sectores diferenciados estructuralmente entre sí; un ejercicio de enten-dimiento y de ciudadanía para dejar ser al otro.

Bibliografía

Bobbio, N. (2006). Liberalismo y Democracia, FCE, México.

Dahrendorf, R. (1990). Incorporarse a la ciuda-danía, en El conflicto Social Moderno, ensayos sobre la política de la libertad, Mondadori, Madrid.

Souza Santos, B.d. (2001). Nuevos movimientos sociales, Revista OSAL, México. Escobar, A., et. al. (2001). Introducción. Lo cul-tural y lo político en los movimientos sociales latinoamericanos. En Política cultural & Cultura política. Taurus, México.

Marshall, T. (1949). Ciudadanía y Clase Social, Conferencia A. Marshall, Cambridge.

Mattiace, S. (2000). Una nueva idea de nación: autonomía indígena en México (Introducción a la segunda parte). En Shannan L. Mattiace (eds.) Tierra, libertad y autonomía: impactos regionales del zapatismo en Chiapas, CIESAS-IWGIA, México.

Melucci, A. (1999). Acción colectiva, vida cotidia-na y democracia, El Colegio de México. México.

Mouffe, C. (1999). El retorno de lo político. Comu-nidad, pluralismo y democracia radical, Paidós.Barcelona.

Muñoz, K. (2017b). Reconfiguraciones espaciales de la violencia en el Cauca y hegemonías sim-bólicas de la territorialidad en el posconflicto. In R. Eduardo, S. Alvarado, & G. Orozco (Eds.), Las ciencias sociales en sus desplazamientos: nuevas epistemes y nuevos desafíos (pp. 147–168). Buenos Aires, Argentina: CLACSO.

Touraine, A. (1995). Las clases sociales como actores históricos. En La producción de la sociedad, UNAM-IIS, México.

Kelly Giovanna Muñoz Balcázar


Recommended