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Defensa y Seguridad, El Fin de Una Era

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Defensa y seguridad: El fin de una era Author(s): Manuel Correa Source: Política Exterior, Vol. 19, No. 107 (Sep. - Oct., 2005), pp. 125-136 Published by: Estudios de Política Exterior S. A Stable URL: http://www.jstor.org/stable/20645844 . Accessed: 27/06/2013 12:50 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp . JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. . Estudios de Política Exterior S. A is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Política Exterior. http://www.jstor.org This content downloaded from 200.14.85.85 on Thu, 27 Jun 2013 12:50:44 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions
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Defensa y seguridad: El fin de una eraAuthor(s): Manuel CorreaSource: Política Exterior, Vol. 19, No. 107 (Sep. - Oct., 2005), pp. 125-136Published by: Estudios de Política Exterior S. AStable URL: http://www.jstor.org/stable/20645844 .

Accessed: 27/06/2013 12:50

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at .http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp

.JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range ofcontent in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new formsof scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

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Estudios de Política Exterior S. A is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access toPolítica Exterior.

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Defensa y seguridad: el fin de una era

Manuel Correa

La delincuencia en un mundo globalizado demanda un alto grado de centrallzaci?n de

la informaci?n y de las declslones de seguridad para articularse con los mecanismos

de defensa. Las amenazas en el Horizonte son visibles, y no s?lo las del terrorismo.

Las palabras se cargan a veces de contenidos imprecisos. Asi ocurre

desde hace anos, especialmente en el marco de la Union Europea, con

los conceptos de seguridad y defensa Pocas veces se ha hecho el es

fiierzo por descifrar que significan las siglas que definen la politica eu

ropea de seguridad y defensa (PESD). Intentamos aproximarnos al concepto de defensa como aquello que produ

cen los ejercitos, sus agentes y sistemas asociados. La defensa contribuye a

sustentar la politica exterior, o al menos parte de ella, mientras que por seguri dad entendemos, por un lado, un sentimiento y, por otro, el producta que pro

porcionan las policias y sus sistemas asociados a las personas, a las sociedades

y a los Estados. No sustenta la politica exterior ni tampoco la interior, aunque forma parte importante de esta ultima.

Nos encontramos al final de un proceso, en el que la sem?ntica ha ve

nido suavizando con las palabras ciertos contenidos: primero fue el minis

terio de la Guerra, luego el de Defensa, ahora tenemos organismos de de

fensa y seguridad, pero tal vez la evoluci?n de los significados se hace sobre un mismo contenido: la maquinaria y la funci?n militar. Paises, co

mo por ejemplo Estados Unidos, disponen de recursos suficientes para poder garantizar su defensa efectiva y, sin embargo, no por ello tienen ga rantizada su seguridad. Pueden abortar algunas amenazas, aun cuando es

tas se produzcan en un lugar lejano a sus fronteras, pero no por eso elimi

nan los riesgos de sufrir atentados graves en sus Calles y en sus bienes; no

por ello eliminan los danos que producen el terrorismo, el crimen organi

Manuel Correa es analista de seguridad. Ha realizado diversas investigaciones en

materia de seguridad interior y ha sido director del Instituto de Estudios de Policia.

PoLfncA Exterior, 107. Septiembre / Octubre 2005

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zado y la delincuencia com?n. No por ello los ciudadanos se sienten segu

ros, est?n seguros.

Algunas organizaciones criminales han alcanzado la masa critica suficiente

para permitirse relaciones politicas con Estados corruptos. Si Afganistan culti va y suministra buena parte de la droga que se consume en el mundo es porque las organizaciones criminales disponen de una estructura que les permite inter

cambiar armas a traves de su propio mercado. La connivencia poUtica-delictiva lo es tambien financiera-logistica en las sociedades desarrolladas, sin la cual, ni

los talibanes, ni los senores de la guerra, ni las guerrillas podrian subsistir. Europa esta lejos de conseguir niveles de defensa equivalentes a los de EE

UU. Es m?s, cuando se argumenta a favor del desarrollo de la PESD, se insiste en que sus mecanismos sostengan la politica exterior de la Union, en la mayor

parte de las ocasiones senalando que, sin ejercitos poderosos, sin logisticas agi les, sin fuerza para imponerse, las decisiones europeas no ser?n atendidas, sus

intereses se ver?n peor defendidos, su capacidad de influencia menospreciada y su alianza menos buscada.

Hasta ahora, el desarrollo de la PESD ha prestado mayor atencion a la de fensa que a la seguridad. Parece como si, con el establecimiento de unos meca

nismos de defensa, la seguridad interior se instalaria por si sola Tal pretension es ilusoria. La herramienta militar es acertada para la defensa, pero Europa no

cuenta con un mando unico policial, ni tampoco con una doctrina que permita actuaciones coordinadas entre 25 c?digos o cuerpos legales distintos, imo por cada pais de la UE. Eurojust no esta suficientemente desarrollado y Europol no se ha creado para eso, ni existe una tradition de alianzas internacionales entre los cuerpos de policia Sin embargo, las amenazas en el horizonte son visibles a

todas luces, y no solo las del terrorismo.

Seguridad interior

El delito interact?a con la sociedad, con los individuos, con la vida cotidiana y la actividad politica No es la primera vez que la criminalidad interact?a con los Estados: las coyunturas politicas habrian hecho "necesarias" con anterioridad ciertas relaciones ilicitas, no siempre buscadas pero en ocasiones consentidas. En los primeros lustros del siglo XX, la mafia cl?sica -arrastrada por movi mientos migratorios- se habia establecido y dado el salto a EE UU. Es alii don de se prodiyo la puesta de largo de una organization hasta entonces recluida en zonas muy localizadas de Italia, donde habian encontrado razones para sur

gir y condiciones para enquistarse en el tejido social y politico. La posibilidad de alcanzar niveles financieros relevantes y posteriormente

influencia politica, result? posible por las medidas del gobierno americano en

materia de prohibition del alcohol. La "ley seca", vigente en EE UU entre 1920 y 1933, caus? el fortalecimiento de lo que se denomino "sindicato del crimen".

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Manuel Correa 127

Los enormes beneficios que el alcohol prodiyo para la mafia es lo que le permi ti? salir de un submundo marginal y entrar en la vida civil, encontrar asesores fiscales y juridicos, y penetrar en negocios tambien licitos. Su influencia en la vida publica va desde alguna colaboraci?n en operaciones militares y de infor

mation en la Segunda Guerra mundial, a su capacidad de intervenir en algunos procesos electorales estadounidenses en los anos sesenta.

Una nueva transici?n se produce como consecuencia de la globalization: las mafias se benefician de sus eficientes estructuras transnacionales. Hoy, la

delincuencia se extiende del carterista al traficante de armas, con una dimen

sion tal que pueden atacar paises libres, desafiar a los Estados con el terroris

mo, pervertir el libre comercio y, quiz? en poco tiempo, extorsionar con armas

nucleares a gobiernos y grandes corporaciones. Parte de este desarrollo criminal ha sido posible

gratias a la estructura piramidal del delito. AI com

prar hachis se puede estar fomentando la corrupci?n

politica en Marruecos -la base de la pir?mide es el Hasta ahora, el n?mero de individuos que compran dicho hachis-; al deSOLTTOllO de ld comprar cocaina se esta contribuyendo a sostener la PFQJ1 hn rwoQtnrin guerrilla colombiana; al adquirir un diamante fuera

"

del circuito comercial ordinario se hace posible la in- YYl&yOV dtenClOfl CL

surgencia en ciertos paises afticanos; al comprar un la defeflSCL QUe OL CD en la acera de cualquier ciudad se atent? contra

^ seauvid?d el comercio, la creation intelectual se empobrece y

^

desincentiva la cultura, etcetera.

Del mismo modo que en el pasado la criminali dad ascendi? a la alta sociedad como consecuencia de las lagunas y las ocasio

nes generadas por una torpe legislaci?n, hoy se esta produciendo un incremen

to cualitativo en las amenazas del crimen en virtud de los avances

tecnol?gicos. La investigation biol?gica y genetica pone a disposition de quien pueda comprarlo, piagas capaces de desertificar un enorme territorio y conta

minar extensas areas del planeta. La nanotecnologia ha facilitado que ciertos

ingeni?s con capacidad destructiva en el campo de la inform?tica, las teleco

municaciones, la rob?tica y la energia nuclear puedan visgar y cruzar fronteras

sin ser detectados por los filtros al uso.

Algunos diran que estos fen?menos son ensonaciones alarmistas, pero se

equivocan. Los avances tecnol?gicos y sus aplicationes se producen con una

velocidad inusitada, y casi con la misma velocidad se abaratan los precios de

mercado de los productos que contienen ciertas tecnologias especialmente las inform?ticas. ̂Alguien podria pensar hace solo 15 anos que copiar bandas mag neticas aplicadas a tarjetas de creditos y a soportes codificados estaria hoy al alcance de un ratero de poca monta?

Los avances tecnol?gicos no solo afectan a la seguridad del Estado, sino

que en poco tiempo llegan a estar al alcance de todas las fortunas econ?micas

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128 Pol?ica Exterior

e intelectuales. Un esc?ner para abrir accesos con c?digos alfanumericos vehi

culados en ondas radioelectricas (los que se utilizan en los bancos, en los acce

sos a edificios gubernamentales y a las entradas de residencias comunitarias) est? disponible en el mercado, con m?s o menos sofisticaci?n, y el grado de di

ficultad de manejo es el de un mando a distancia

Los ciudadanos no son a?n conscientes del todo de estas amenazas, por

que son m?s bien "invisibles", como por ejemplo las que afectan a la seguridad alimentaria los ciudadanos no pueden detectar por si mismos que alimentos

contienen clembuterol u otras hormonas que favorecen la rentabilidad del co

mercio; que tipos de radiaciones les afectan en las ciudades o en las f?bricas; como es la calidad del medio ambiente. Estos riesgos solo pueden detectarse

por especialistas dedicados a ello con equipos adecuados.

El origen de los riesgos y la imposibilidad de control por los individuos agrava las amenazas. Un individuo solo, actuando de forma aislada, no puede controlar o corregir los riesgos que se derivan de las nuevas tecnologias: en In

ternet, por ejemplo, han de acudir en su defensa y prevenci?n los sistemas o

las organizaciones complejas. Que un individuo solo no pueda suministrarse su propia seguridad hace que se incremente el sentimiento de impotencia

Los riesgos y las amenazas tecnol?gicas en sociedades complejas deman

dan hoy una nueva metodologia policial, una policia especializada en la ges ti?n de los riesgos ocultos y su prevenci?n, adem?s de una action politica re

suelta que preserve la libertad individual.

El fin de los modelos vigentes En paises como Espana, la policia estaba orientada a un enemigo -delincuen te- interior, que cometia delitos "comunes". Hoy, la orientaci?n, el estilo y la

b?squeda de datos en la investigation policial tienen que realizarse de forma diferente. El espacio de la investigation es ahora casi ilimitado. AI mismo tiem

po, la formation de los policias debe adecuarse al nuevo campo en el que tie nen que trabqjar. El proceso es considerable: piensese en las demandas resul tantes de los cambios sociales.

Si se trata de Espana, los servicios policiales est?n pensados para una po blaci?n de 38 millones de habitantes: la que habia en 1986, fecha de la ultima Organization que determin? el actual modelo espanol. Aquella pir?mide demo gr?fica contema una poblaci?n que ya caminaba hacia el envejecimiento, unas

160 personas mayores de 60 anos por cada 1.000 habitantes; hoy sobrepasan las 200. Como es sabido, la demanda de seguridad de la poblaci?n mayor edad supera a la de una poblaci?n m?s joven.

Por otro lado, la situation de Espana en el mundo en 1986 era muy dife rente a la actual. Piensese solamente en el hecho de que nuestro pais contaba entonces con controles fronterizos que conocian los fliyos, uno a uno, de per

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REUTERS/CORDONPRESS

Vlgllancla en el metro de Londres tras los atentados frustrados del 21 de Julio

sonas, servicios, bienes o capital; que debia y en que medida podia entrar o no

en el pals. Tampoco existlan entonces flujos migratorios importantes. En el te rreno de la politica exterior, Espana se incorporo el 1 de enero de 1986 a la Co

munidad Europea, en marzo se celebro el referendum sobre la permanencia en

la Alianza Ati?ntica y, dos anos despues, se produjo la adhesion a la Union Eu

ropea Occidental. Fue tambien en 1986 cuando el gobierno inicio las negocia ciones para renovar el convenio defensivo con EE UU, firmado en 1988.

En aquel momento se decidi? dotar de una nueva filosofia y orientacio nes polfticas tanto a las fuerzas armadas como a la policfa. Para acometer la

reforma de los ejercitos se puso en marcha el Plan Estrategico Coryunto de

la Defensa, aprobado en 1985, en el que se defiman las posibles amenazas

sobre nuestro pals y la forma de afrontarlas, y en 1986 se adopt? la Directi va National de Defensa. Las resistencias internas se sortearon con gran ha

bi?dad y depararon unos efectivos humanos equivalentes a los cuerpos de

otras naciones vecinas.

Por lo que se refiere a las fuerzas y cuerpos de seguridad, hasta entonces

subsistia la policfa armada, de estatuto militar y con mandos militares (entre 80.000 y 90.000 efectivos); el cuerpo superior de policfa, conocido popularmen te como ''policia secreta" (unos 10.000 funcionarios); la guardia civil, tambien

de estatuto militar; y m?s de 9.000 cuerpos de policfas locales. Subsistia algun

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130 Politico, Exterior

cuerpo m?s, como los "minones" de Navarra. Completaba el panorama una

profusion de servicios de informaci?n, en su mayoria correspondientes al ?m

bito militar o muy penetrados por miembros de las fuerzas armadas, que de

mandaban control y una nueva forma de organizarse. Veinte anos despues, los cambios son innegables. El n?mero de habitantes

se ha incrementado en m?s de seis millones de habitantes, con una particulari dad relevante: el mayor incremento se debe a poblaci?n inmigrante. En Espa na la homogeneidad etnica y religiosa habia sido una constante desde 1609, fe cha en que fueron expulsados los moriscos (antes, en 1492 los reyes cat?licos

lo habfan hecho con los judios). Otro factor que atane a la seguridad y que ha venido extendiendose en el

modo de vida urbano es el de ciertos espacios priva dos que, sin embargo, albergan formas de vida p?bli

H^^^^H^MBi ca: son los centros de ocio y comerciales, los espa cios para espectaculos deportivos y urbanizaciones

Grandes delitos, privadas. Aunque existian cuando se diseno el actual

dijIClleS de modelo de seguridad publica no presentaban la di

investiaar V mensi?n <lue lue?? han alcanzado. En estos lugares,

y y la seguridad la prestan las "policias privadas" -vigi deUUflcidTj hatl lantes de seguridad-, lo que ha contribuido a fomen

pevtUVbddo el tar el desarrollo vertiginoso de las empresas priva

OVdetl eCOn?THiCO ^ ^e este sector> Ueg^bidose a superar el n?mero de 100.000 vigilantes.

Han aparecido nuevos delitos y otros han evolu cionado hasta casi desaparecer, pero el volumen de

la criminalidad se ha multiplicado en estos ?ltimos 20 anos, factor que por sf solo demandaria un nuevo planteamiento de la polftica de seguridad. Frente a los cerca de 350.000 delitos comunes registrados anualmente entre 1976 y 1984, hoy sumamos m?s de un mill?n de delitos al ano. Los contenidos tam bien han cambiado: entonces el delito m?s destacado por los medios de comu nicaci?n era el arobo a mano armada contra bancos y entidades de credito y

ahorrow, hoy superado gracias a las medidas tecnol?gicas y precautorias. Califica tambien el cambio producido en la criminalidad el incremento

de la violencia: se pasa de 3.600 atracos en 1976 a 22.000 en 1982, registr?n dose en la actualidad 63.166 al ano. Frente a los 450 homicidios de prome dio anual en el primer lustro de los anos ochenta, est?n los 826 registrados como media en el primer lustro de esta decada, casi el doble en 20 anos y en progresi?n acelerada.

Otro aspecto que explica el cambio producido desde 1986 es el derivado de la nueva concepci?n en la etica ciudadana En smtesis, puede decirse que el valor del dinero se ha elevado sobre cualquier otro para grandes masas de ciu

dadanos, en la misma medida que la honorabilidad y la honradez parecen ha ber dejado de ser virtudes sociales. Los ladrones de "cuello bianco" han proli

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Manuel Correa 131

ferado produciendo estafas mi?timillonarias, quiebras fraudulentas y operatio nes conocidas popularmente como "pelotazos", cuya finalidad no es otra que el enriquecimiento rapido y fraudulento. Ese tipo de delincuente se completa con el perfil de j?venes universitarios que, sin tener carencias ni proceder ne

cesariamente de familias desestructuradas, se "enganchan" a la pornografia in

fantil, la pederastia o la prostitution m?s o menos ocasional.

La delincuencia globalizada Grandes delitos, dificiles de investigar y casi siempre sin denunciar, han per turbado el orden econ?mico. A finales de 2003 y principios de 2004 se puso de

manifiesto que la blancura de una compaiua como Parmalat era solo aparente. Calixto Tanzi, su fundador, habia sobornado durante anos a politicos y banque ros para que estos "engrasaran" el funcionamiento de la empresa a traves de

subvenciones y tratos de favor. Con una deuda de 14.000 millones de euros, la

empresa quebrant? la vida de m?s de 36.000 empleados en distintos paises. Se

investig? a notables politicos en ejercicio, incluido un primer ministro italiano. Pocos meses despues un ex primer ministro frances, Alain Juppe, era con

denado por desviati?n de fondos. Por aquellas fechas, febrero de 2004, se sen taba en el banquillo el presidente del primer banco alem?n, Josef Ackermann, acusado en el caso Mannesmann, y acompanado del ex presidente de uno de

los sindicatos m?s poderosos de Europa (IG Metall). Ambos habian pagado cantidades desorbitadas a intermediarios en la venta de la brit?nica Vodafone, con lo que enganaron a los accionistas hurt?ndoles una cantidad estimada en

56 millones de euros.

Los negocios se han convertido en algunos casos en fuentes de dinero ne

gro que se utilizan para actividades inconfesables, corrupci?n y soborno en las

relaciones nationales e internacionales y, en ocasiones, para hacer politica. En

2001, el departamento del Tesoro estadounidense investig? las actividades de la empresa Halliburton (en la que trabay? el vicepresidente Dick Cheney) por contrabando de petr?leo; dicha investigaci?n volvi? a abrirse en 2004. Pero el caso de fraude empresarial planificado m?s arquetipico fue el de la estadouni

dense Enron Corporation, que lleg? a ser la sexta compafua m?s importante de

EE UU, con m?s de 21.000 empleados, y que arrastr? en su estela a otros gi gantes como WorldCom.

Estos nuevos delincuentes obligan a cambiar el concepto que tenemos

del viejo policia, del patrullero o del coche celular y la comisaria. Debe

adoptarse una nueva vision de lo policial, y adaptar la formation de los poli cias y los jueces a la nueva realidad, ensen?ndoles a mirar en otros lugares donde el delito anida.

Hay delitos "transversales", que atanen a todos los servicios y fuerzas poli

ciales, lo que conduce a la cuesti?n de la coordinaci?n national e internatio

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132 Pol?ica Exterior

nal. La evaluation de los fallos en torno a los atentados del 11-M en Madrid,

podria -si existieran- informarnos de que dicha catastrofe se habria evitado si

los policias hubieran detectado a tiempo a los "duimientes", o si los servicios

de inteligencia hubieran interceptado las ?rdenes que poiuan en marcha el

atentado, o mejor a?n, si los servicios espanoles hubieran conocido los planes que los Estados mayores del integrismo isl?mico tenian sobre Espana

^,Que policia era la competente? Sin duda, todas, o cualquiera, incluidos los servicios de informaci?n, civiles, militares o la cooperation internacional entre aliados. Incluso en los grandes delitos transnacionales, cada servicio po licial tiene una funci?n, y la formation de los agentes de la seguridad publica ha de revisarse al alza en lo personal, pero tambien en los ?rganos de apoyo. Lo mismo ocurre en cuanto a los recursos que han de destinarse a estas tareas, ante la evidencia de que no existen a priori zonas neutras en el panorama de la

seguridad. Nada de lo que ocurre fuera o dentro de nuestro pals nos es ajeno para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos.

La nueva delincuencia com?n debe tenerse en cuenta, ya que en su seno y en ciertos focos de marginalidad puede albergarse la presencia de individuos siyetos a obediencias hyenas al orden com?n, a los principios eticos y polfticos que forman nuestro modo de vida Esta es la cantera de donde se extraen los materiales que hacen posible que el terrorismo internacional act?e en el inte rior de las naciones democraticas y, mientras tanto, parasitando y cometiendo delitos comunes o ude bsya intensidad".

El encuentro de la delincuencia interna con la criminalidad internacional ha conducido a una nueva situation en la que la amenaza sobrepasa con fre cuencia los recursos propios para combatirla de forma preventiva, por lo que el saldo de delitos se dispara y la gravedad tambien. Esta situation que busca el lucro ilicito nutrida por la criminalidad y por los crimenes de raiz ideol?gica, supone la existencia de un autentico sistema delictivo en el escenario interna cional. Es asf como tenemos unas sociedades con altas tasas de criminalidad y con amenazas reales que pueden poner en cuesti?n al Estado de Derecho, las libertades p?blicas y la vida y hacienda de los ciudadanos. Con todo ello, la no ta m?s destacada es que las amenazas son globales y deben, en consecuencia, afrontarse con medios globalizados.

Hacia un nuevo modelo

En este contexto, policia y ejercito son organizaciones complementarias. En realidad lo fueron siempre, axmque de otra manera y con distintas aplicacio nes. En algunos paises esta establecido que cuando el grado o tipo de emer

gencia sobrepasa las posibilidades de las organizaciones policiales, han de in tervenir unidades que cuentan con estructura y recursos militares, como la Guardia Nacional en EE UU. En otros lugares act?a directamente el ejercito, cuando la ocasion asi lo demanda.

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Manuel Correa 133

En la UE, ante delitos como la trata de personas, el tr?fico de drogas, el te

rrorismo y otros de gran dimension y gravedad, la OTAN y los ejercitos natio nales pueden realizar determinados tramos de trab?jo, aquellos que se produ cen con los medios de que est?n dotados: seguimiento por rastreo via satelite, informaci?n en su caso, actuaciones en alta mar, utilization de cierto arma

mento, procesos de vigilancia y disuasi?n, refuerzo NBQ (nuclear, biologico, qmmico), etcetera.

Por otro lado, cuando en un conflicto grave los ejercitos dan por termina

da su labor de confrontation y comienzan lo que en algunos casos se denomi nan tareas de interposition y pacification, se hace necesaria la intervenci?n de fuerzas policiales, efectivos cuyos procedimientos, medios y entrenamiento les

permiten actuar en el tejido social de forma coercitiva, con los que se suelen

culminar los procesos de pacificaci?n y normaliza

tion. Asi pues, unas instituciones se complementan ^^^^^^^^^m con las otras.

Un modelo de seguridad en una sociedad en Las TftCLteVICIS cambio ha de ser un modelo din?mico, cuya es- Ttlds ITYipOTtCMteS tructura interna organizativa y marco legal no es-

rnnr\onrnM nm ten concebidos de manera rigida sino que permi-

"

tan adaptarse con flexibilidad a las nuevas reforzada son la amenazas. Las organizaciones militares ya traba-

infoVYtlClci?n y 1(1 jan desde hace tiempo con esa perspectiva, pero jwtpliapwcia las policiales son m?s lentas. Las diferencias vie- ^

nen del marco legal a que se sujeta el ejercicio de sus funciones, y seguramente tambien del menor

impulso interno que tienen las organizaciones de seguridad, m?s dependien tes de las orientaciones cambiantes de los gobiernos, una doctrina profesio nal menos formada y escasas relaciones internationales que les ayuden a

entender su funci?n comparativamente. Parece que, hoy por hoy, el alcance de la regulation del sector no puede

ser m?s que national. Pero <ypuede organizarse un modelo de seguridad publi ca en Espana sin tener en cuenta el contexto europeo? ^Sin coordination con

Portugal o con Marruecos? ^Ignorando las relaciones bilaterales que deseamos

tener con otros paises amigos de fuera de la UE?

Para la reforma de su modelo de seguridad, Espana debe partir de lo que tiene y avanzar en un modelo que tienda a apoyarse en un cuerpo de policia ci

vil, cuyo ?mbito de competencias le Oriente a gestionar la seguridad de car?c ter national y supranational, participe en la seguridad del Estado y gestione los grandes delitos.

Los cuerpos de policias locales habr?n de ocuparse de gestionar los deli tos de su territorio, cuando no sobrepasen por su gravedad, autoria o compleji dad ciertas caracteristicas. Dado que casi todas las administraciones auton?

micas desean gestionar su ?mbito de seguridad, acabar?n con el tiempo

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134 Politico, Exterior

desarrollando su propia policia limitada al territorio propio y que seguramente atendera a la coordination y apoyo de las policias locales, especialmente en

los municipios pequenos. Desempenar?n funciones centralizadas, laboratorios

de policia cientifica, unidades de helic?pteros, antidisturbios, coordinaci?n de servicios de emergencias, servicios admiiustrativos, tareas de an?lisis de situa

tion, prediction, etcetera, que coordinaran con las policias locales de las gran des ciudades de su demarcation y con la policia national.

Tal vez deban perfeccionarse figuras ya existentes como la "cooperation

reforzada", en distintas materias judiciales y penales en general. Las materias

m?s importantes en este ambito son, sin duda, la information y la inteligencia,

que por su alto coste y su complejidad requieren el concurso de aiiados y pai ses amigos. Su desarrollo operativo no ser? f?cil, ya que se parte de una reali

dad muy desigual en el seno de la UE: algunos Estados destinan grandes recur sos a sostener organizations de inteligencia con implantation global; otros, en cambio, apenas destinan recursos a su contraespiomge.

Cuando la econonua centralizada ha desaparecido del control juridico de

los paises, resulta preciso establecer nuevas estrategias de seguridad capaces de imponer la ley en ?mbitos territoriales dispersos, donde el Derecho propio no tiene vigencia Hasta tal punto que hablar de un modelo nacional es obvia

mente necesario, pero insuficiente si se quieren aportar soluciones actuates y de fiituro.

Sea cual sea el modelo futuro en Espana, el presidente del gobierno ya ha anunciado la revision de la Ley Org?nica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. El sentido del cambio en el nuevo modelo no puede ser otro que admitir que se va a producir un deslizamiento competencial de las policias hacia arriba. Es

decir, los cuerpos, o el cuerpo nacional futuro, se ocuparan de los delitos que se produzcan o tengan su origen en el ambito supranational, nacional y supra

rregionai, adem?s de una relation de delitos considerados "federates" o extra

territoriales, sea cual sea el lugar donde se manifieste. Las policias regionales se limitaran a su ambito territorial, dando servicios de seguridad integrales o li

mitados y ejerciendo la coordinaci?n, generando infraestructuras de apoyo a

los cuerpos, y de formation a los agentes. Las policias locales, en un plazo ra

zonable de tiempo, iran asumiendo nuevas competencias seg?n sus capacida

des, pero en los grandes ?mbitos urbanos de forma progresiva, de manera que en una decada se pueda finalizar la implantaci?n del nuevo modelo.

El necesario impulso politico El nuevo modelo policia! en Espana y Europa ha de obedecer a un impulso po litico que perfile sus grandes lfneas y su orientation, para despues concretarlo en reformas e innovaciones de car?cter normativo, seguidas por una serie de

metodos y protocolos ejecutivos.

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Manuel Correa 135

Hasta ahora, al hablar de seguridad, especialmente si se hacfa en periodos electorates, todos coincidfan y pugnaban por ofrecer un incremento de los

efectivos de seguridad: m?s policfa. Est? simplificaci?n puede ser una desme sura que en ocasiones no respeta los principios de la buena administration.

^De que policfa se necesita m?s? <j,M?s cuerpos locales? Tenemos ya casi 9.000, pr?cticamente uno por ayuntamiento. ^M?s policfa nacional? ^Acaso m?s guar dia civil? Parece necesario decidir antes que servicios van a desempenar a par tir de las amenazas que se han identificado, reforzar lo que ya existe, servicios

administrativos, en el exterior, etcetera. Que Espana sea, junto con Italia, el pa fs con mayor ntimero de policfas por habitante, con tasas de criminalidad pare cidas a las de otros pafses europeos, debe hacer reflexionar sobre el ntimero

de efectivos que tendr? al final el sistema ptiblico que se pretende establecer y reformar.

Los datos m?s recientes con que contamos suman 218.170, si se incluyen los 16.800 funcionarios de prisiones. Tenemos 69.300 guardias civiles, 48.600

miembros del cuerpo nacional de policfa, 67.000 policfas locales, 7.500 en la

policfa aut?noma vasca, 7.600 en la catalana, 610 en la policfa foral de Navarra

y 1.700 en el servicio de vigilancia aduanera, y un ntimero indeterminado de

agentes en el Centro Nacional de Inteligencia. Contamos adem?s, con m?s de

105.000 vigilantes en las empresas privadas de seguridad, lo que hace un ntime ro de m?s de 320.000 efectivos que prestan servicio en la sociedad espanola

Esta cifra crecer? en el futuro si no se toman medidas, ya que las comuni

dades aut?nomas desean generar sus propios cuerpos de seguridad y la con

trataci?n de los servicios de seguridad privada contintia creciendo a buen rit

mo. Los espanoles no son conscientes de cu?nto ha ascendido el gasto que destinan a seguridad en los tiltimos 20 anos, ya que tal vez nadie ha estado in teresado en mostrar este importante incremento. Sin embargo, seria interesan

te responder a la pregunta de por que en Espana el sector ptiblico es el prime ro de Europa en comprar seguridad al sector privado. ^C?mo es posible que siendo uno de los pafses que m?s policfas tiene, compre m?s seguridad privada que ningtin otro pafs de su entorno? Todo apunta a que esta situation va a con

tinuar.

Una de las claves de la seguridad en nuestros dfas es la cooperation efi

ciente. No hemos considerado los gastos de defensa como costes de la seguri

dad, aunque en ocasiones existan transferencias invisibles. La precisa articula

tion de la cooperation es la que dar? eficiencia al sistema de seguridad, en lo econ?mico y en lo funcional. Es conocido que no existen mecanismos de coo

peration en el sistema ptiblico de seguridad: en Espana, el ministerio del Inte rior coordina a duras penas los dos grandes cuerpos nationales, pero no alcan

za a los 67.000 policfas locales ni a los 15.000 auton?micos, ni tampoco a los 1.700 agentes de vigilancia aduanera. Grave es tambien que la posible informa

tion que poseen los 105.000 vigilantes jurados se pierda por no existir un siste

ma de gesti?n del conocimiento en materia de seguridad.

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136 Pol?ica Exterior

Asi pues, no se trata solo de coordinar y gestionar una Corporation Publi

ca de Seguridad o Consejo Nacional de Seguridad, en el que se sienten para de cidir objetivos comunes todas las policfas del territorio. Los problemas de co

ordination en Espana no son sino una sintesis de los problemas de

coordination en Europa Parte de los problemas de seguridad en la UE pueden reducirse a la confusa asignaci?n de competencias a distintos niveles: local, re

gional, nacional y europeo. Es necesario comprender que las caracteristicas de

la delincuencia en un mundo globalizado demandan un alto grado de centrali

zaci?n de la informaci?n y de las decisiones en seguridad, al menos en las re

soluciones importantes, y im complejo aparato de coordination jerarquizada

para las cuestiones cotidianas, hasta conseguir la convergencia en los meca

nismos, doctrina y equipamientos en materia de seguridad, para que pueda ar

ticularse con los de la defensa.

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