MANCHAS DE SANGRE
Índice
Introducción Pág. 3Desarrollo Pág. 4Definición de manchas Pág. 4Concepto de sangre Pág. 4Inspección ocular Pág. 4Identificación de sangre Pág. 7¿De qué parte del cuerpo proviene la sangre? Pág. 8Color de las manchas de sangre Pág. 9Formas y posiciones de las manchas Pág. 9Morfología de las manchas Pág. 12 Velocidad Pág. 12Clasificación de los patrones de sangre Pág. 14Edad de las manchas Pág. 15Interpretación geométrica de las manchas Pág. 16Leyes de la física respecto de los fluidos Pág. 16Análisis de las muestras remitidas Pág. 16Recolección y envío al laboratorio Pág. 17Análisis en el laboratorio Pág. 18Ensayos confirmativos Pág. 22Tipificación de las manchas de sangre Pág. 26
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Conclusión Pág. 34Bibliografía Pág. 35
Introducción
Hasta ahora el papel del Médico Forense en la inspección ocular y
levantamiento del cadáver era un simple asesor del juez, actualmente este se
encuentra obligado por el precepto legal de la Ley de enjuiciamiento criminal,
en los casos en que acude por delegación del juez, a elaborar un informe para
el juzgado en el que constará el estado del cadáver, su identidad y
circunstancias.
Cuando se está en presencia de un hecho de sangre, el criminalista y
sus técnicos ayudantes, deben saber que en ese lugar puntual, deben realizar
una búsqueda minuciosa de “Testigos mudos” del delito, para luego aplicar
los métodos correspondientes para cada prueba indiciaria, y de esta manera
establecer la identidad de las personas intervinientes en el hecho y adjudicar la
autoría del mismo a quien corresponda.
Para esto intervienen la medicina legal y todas las especialidades de la
criminalística. Al cometerse un hecho delictuoso, encontraremos una escena
con una gran cantidad de testigos mudos (impresiones digitales, manchas de
sangre, de secreción, etc.), que estos nos suministraran información del
número de protagonistas intervinientes, de sus desplazamientos, de las
circunstancias que causaron la muerte o heridas, y de la relación entre diversos
objetos y el hecho criminal, para identificar claramente al homicida.
La sangre es la evidencia más frecuente e importante encontrada en la
investigación criminal.
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En este trabajo desarrollaremos en profundidad las manchas de sangre para la
investigación criminal, la inspección ocular, el levantamiento de las pruebas y
su verificación con los métodos y técnicas que correspondan en el laboratorio y
así poder comprobar lo anteriormente expuesto.
Acá se detalla la importancia de este fluido para la investigación del delito y lo
que ayuda para identificar al culpable del acto criminal.
Desarrollo
En la investigación de manchas de sangre lo que se plantea es lo siguiente:
A. Búsqueda de las posibles manchas de sangre.
B. Recolección y traslado de las muestras al laboratorio.
C. Análisis de las muestras remitidas.
D. Redactar el informe pericial.
1.1) Definición de mancha: Es toda modificación de una superficie, ya sea por
una alteración del color o el depósito de una sustancia extraña a la misma.
Pueden ser de sangre, semen, saliva y de la más variada naturaleza.
Concepto de sangre: La sangre del ser humano contiene
principalmente líquido sanguíneo (plasma) y glóbulos rojos y blancos. La
sangre de un hombre sano tiene aproximadamente 1/13 de su peso total. De
ello se deduce que un cuerpo de adulto contiene más de cinco litros de sangre.
Los glóbulos rojos dan a la sangre su color característico, conteniendo el
pigmento hemoglobina.
En los pulmones la hemoglobina se satura de oxígeno, pasa a los vasos que la
distribuyen por todo el cuerpo y cuando esta, finalmente, regresa al corazón es
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pobre en oxígeno. Por esta razón su color es más brillante en las arterias que
en las venas.
1.2) Inspección Ocular
La búsqueda debe hacerse en el escenario del delito, revisando todas las
superficies y los objetos que en él se encuentren. Las manchas pueden
hallarse en la víctima, en el piso, en los huecos,
entre las tablas, en las paredes, sobre alfombras o debajo de ellas, en
cortinados, en los muebles, detrás de estos, en armas, herramientas, etc.
A veces se encuentran fácilmente estas manchas o no, puede resultar difícil su
ubicación, debido a que no son claramente visibles, ya que se pudieron haber
removido o lavado, o por el color de superficie sobre la cual se hallan (manchas
sobre paredes empapeladas o pintadas de colores oscuros). La iluminación con
diferentes luces y a distintos ángulos puede ayudar a la ubicación.
El empleo de la luz ultravioleta es útil, porque puede aparecer la sangre oscura,
mientras que el soporte sobre el cual se encuentra puede tener un color
distinto, de contraste permitiendo localizar y delinear la mancha.
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Cuando se ubica una posible mancha de sangre, se debe efectuar una
descripción de su color, forma, posición, dirección de la salpicadura, altura
estimada de caída, cantidad encontrada, etc.
Para conservar la mancha se sigue un ordenamiento, evitando de esta manera
alterar los resultados, y tener una clara evidencia de lo encontrado.
El primer oficial que llegue a la escena protege la misma en su totalidad. Se
incluyen los fluidos para evitar su contaminación, posible pérdida o destrucción.
Si están expuestos a las inclemencias del tiempo se deben cubrir con un
recipiente de metal.
El mejor método de conservar las manchas es la toma de posesión del objeto
sobre el cual fueron hallados. La sangre se sostiene firmemente sobre las telas,
papel y madera; pero no sobre superficies barnizadas o pintadas, metales
pulimentados, etc. En este último caso llega a perderse cuando se seca, y
puede caerse al más ligero roce. Si esto sucede, para conservarla se coloca
encima un trozo de papel transparente humedecido con una solución de goma
acacia, antes de mover el objeto.
El segundo en ingresar es el fotógrafo, para registrar la escena del delito y sus
adyacencias en el estado en que se encuentra y antes de que se toque o
remueva algo.
El tercero que debe ingresar es el planista, para poder planimetrar la escena,
plasmando de esta manera los objetos en el lugar del hecho antes de que los
mismos se han tocados.
El cuarto en ingresar es el dactiloscopo, para la revelación de los rastros
papilares latentes y el aprovechamiento de los visibles, con registros
fotográficos de todos ellos.
El scopométrico es el quinto en ingresar a la escena, para la recolección de
todo aquello que conduzca a la identificación de cosas, escritos relativos a
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expresiones de última voluntad, al cumplimiento de venganza o a diatribas1
contra la autoridad, evidentes en papeles, paredes, etc., huellas de efracción
en puertas, ventanas, muebles para la individualización del elemento
empleado.
Perforaciones producidas por proyectiles de armas de fuego, estableciendo la
dirección y distancia del disparo, así también como huellas de impactos para
determinación de trayectorias, el calibre, marca y modelo de las armas
empleadas.
Los químicos legales y toxicológicos son los sextos en ingresar e intervienen en
el levantamiento y aprovechamiento de toda clase de manchas, pelos, residuos
líquidos, et. Para luego efectuar el análisis, aplicar reactivos, establecer
calidades, extraer elementos identificatorios y por último informar sobre la
existencia de sustancias tóxicas, etc.
El odontólogo legal es el último en entrar a la escena. Interviene en el estudio,
análisis y documentación de huellas de mordidas y su posterior adjudicación.
También analiza el examen de la implantación dentaria en los cadáveres de
identidad desconocida, para extraer elementos que conduzcan a su posterior
identificación.
Finalizando el tema de inspección ocular, decimos que la existencia de sangre
nos permitirá:
Ubicar la escena del crimen
Determinar la posible comisión de un crimen
Identificar el arma empleada
Probar o refutar la coartada de un sospechoso
1 Diatriba: Discurso o escrito violento e injurioso contra personas o cosas.
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Eliminar sospechosos
1.3)Para la identificación de sangre surgen los siguientes interrogantes:
¿Dónde deben buscarse las manchas?
Pueden verse a primera vista o debe realizarse una búsqueda minuciosa y
profunda.
La primera observación se realiza en el cuerpo de la víctima, en sus ropas,
sobre el piso, papeles, paredes, muebles, en armas, etc.
También pueden aparecer en bordes de mesas, sillas, en el lavatorio del baño,
en la pileta de la cocina o que se hallan secado con papeles o trapos y estos
arrojados a la basura o en otro lugar.
Hay que tener en cuenta telas o paños, o cualquier otro objeto que pueda llegar
a pasar por desapercibida la sangre.
¿Las manchas son de sangre?
En casi todos los casos se puede responder con certeza, pero no se debe
confiar, y para ello es esencial disponer de una cantidad no demasiado
pequeña para pode realizar el examen en un microscopio micro químicamente
y espectográficamente.
La sangre: ¿Es humana?
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Esto puede ser determinado por la reacción de precipitación producida por la
precipitina2, si existe la suficiente cantidad de sangre. Esta prueba puede fallar
si dicha sangre se encuentra putrefacta o ha sido calentada o alterada por la
acción del agua oxigenada, jabón, betún de zapatos3 y otros agentes
perturbadores.
¿De qué persona proviene?
Esto puede responderse parcialmente por el grupo de la sangre examinada,
pero es esencial disponer de una cantidad determinada.
Cuando se establece el grupo sanguíneo no da garantía de que dicha sangre
proceda de cierta persona, aunque los grupos sanguíneos sean idénticos.
¿De qué parte del cuerpo proviene la sangre?
Esto puede determinarse en raros casos cuando por ejemplo, contiene típicas
impurezas. Puede provenir de una hemorragia interna y exteriorizada por un
orificio natural del cuerpo, o de una herida externa que se produjo en forma
accidental.
Hay lugares característicos de los cuales se puede saber la región de
procedencia:
Sangre nasal (epistaxis): La forma de la mancha corresponde al goteo, y
el sitio de distribución predominante es la parte anterior del cuerpo. Hay
mucus, células epiteliales ciliadas y vibrisas (pelo nasal).
Sangre proveniente del aparato respiratorio (hemoptisis): Adopta la forma
de salpicaduras, golpes de tos. Se pueden ver células prismáticas con
2 Precipitina: sustancia anticuerpo análoga a la aglutinina. Su acción característica es la agrupación y precipitación.3 Betún: Mezcla de varios ingredientes, líquido o en pasta, que se usa para poner negro y lustroso el calzado.
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cilias vibrátiles provenientes de la tráquea y de los bronquios, células
elásticas, cristales de Charcot-Leyden, piocitos y gérmenes.
Sangre procedente del aparato digestivo emitida por la boca
(hematemesis): La sangre se exterioriza por vómitos, la imagen hemática
suele ser vasta y corresponde al tipo de mancha por impregnación.
También se puede encontrar restos de alimentos ingeridos, hematina
ácida, que es cuando la hemoglobina tomó contacto con el jugo gástrico.
Sangre proveniente del aparato digestivo emitida por el ano (melena): Se
encuentra hematina ácida, también se puede encontrar parásitos
intestinales con sus huevos. También se encuentra materia fecal
Sangre menstrual: Se ven células uterinas, células vaginales
pavimentosas, ricas en glucógeno, protozoarios (tricomonas), hongos,
moco y bacterias.
Sangre procedente de una violación sexual: La ubicación de la mancha es
importante. Puede acompañarse por esperma, pelo púbico y células
vulvares.
Sangre procedente de un parto o su interrupción: Proviene de los casos de
aborto criminal o infanticidio4. Lo que se halla son restos placentarios y
fetales, corpúsculos de meconio, pelos de lanugo y unto sebáceo.
2.1) Color de las manchas de sangre
Una mancha de sangre seca, pero relativamente fresca, tiene un color rojizo y
brillo. En capas muy finas el color puede ser verde grisáceo.
4 Infanticidio: Muerte dada violentamente a un niño, sobre todo si es recién nacido o está próximo a nacer.
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El brillo desaparece bajo la acción de la luz solar, calor y diferentes condiciones
atmosféricas, o si se ha tenido la intención de lavar la mancha. Sobre tejidos, el
brillo es menos visible. Al final, el color se vuelve gris.
Sin embargo las manchas de sangre pueden tener otros colores, desde el rojo
al castaño o negro, o pueden aparecer verdes, azules o blanco-grisáceas.
El color y también el tiempo que requiere para el cambio, depende del material
en que se encuentre. El cambio es más rápido en superficies de metal y más
lento sobre tejidos.
En unos tipos de telas la sangre penetra en las fibras, y en otros queda encima
de la trama.
El brillo superficial es con frecuencia menos marcado sobre telas.
Las manchas de sangre sobre el papel de pared pueden aparecer con colores
sorprendentes, por tomar la sangre color del papel. Otras manchas compuestas
de pigmento, oxidaciones metálicas, tabaco, rapé, orines, heces, café, etc. Se
confunden con facilidad con manchas de sangre.
Las manchas no deben clasificarse por su color y aspecto, ya que una mancha
cualquiera puede componerse de sangre, y otra mancha que parece de sangre
no lo es.
2.2) Formas y posiciones de las manchas
La superficie de choque, ya sea piso de madera, linóleo, piso de piedra, etc. en
la cual caen las gotas influye, pero no del todo como para que determinen la
forma de las mismas.
La forma de las manchas producidas por goteo permite estimar el ángulo de
impacto y la distancia de caída desde el punto de origen, hasta la superficie
sobre el cual se encuentran las mismas.
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Cuando más burda y áspera es la superficie, mayor es la posibilidad de
que la gota se rompa y desparrame.
Cuando las gotas caen verticalmente sobre una superficie lisa, a
una altura menor de 50 cm., su forma es circular con los bordes, lisos y
bien definidos.
Cuando su altura se comprende entre los 50cm y 100cmlas gotas son
redondas y su periferia está rodeada de picos (bordes festoneados). Las
proyecciones son al principio densas y distantes, pero cuando aumenta la
altura de caída se afirman y aproximan unas a otras.
Cuando la altura va desde los 100cm hasta los 150cm son más aguzados,
produciéndose proyecciones radiales a una mayor altura.
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Cuando la altura de caída supera los 150cm las proyecciones son finas y
tienen salpicaduras radiales que se extienden hasta unos 30cm del centro
de la gota. Pequeñas gotitas pueden aparecer rodeando la gota principal
o separada de ella.
Una gota de sangre al chocar con una superficie en ángulo recto, produce un
aspecto casi circular.
Si el ángulo decrece, la mancha adquiere una forma más ovoidal, y es más
alargada cuando más chico es el ángulo de impacto.
La forma que adopte la gota de sangre y las salpicaduras, varían de acuerdo a
la velocidad con que caigan.
Si el ángulo en que cae la gota es muy pequeño y se desprende una pequeña
gotita, la forma de la mancha es similar a la del signo de exclamación.
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Una pequeña gota puede proyectarse libremente a una gran distancia,
formando como una raya bajo un signo de admiración. Esta raya o el extremo
puntiagudo de la salpicadura señalan la dirección del camino recorrido por las
gotas.
2.3) Morfología de las manchas
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La imagen hemática puede aportar datos importantes, relacionados con las
circunstancias del hecho que se investiga.
I. Manchas de proyección: Gotas y salpicaduras.
II. Manchas de escurrimiento: Charcos, regueros y rebabas.
III. Manchas por contacto: Impresiones sangrantes de manos, pies, etc.
IV. Manchas por impregnación: Producida por la imbibición5 de la sangre en
tejidos textiles.
V. Manchas de limpieza: Quedan sobre telas en que se limpió un arma, de
las manos de un puño, etc.
VI. Manchas recientes: De color roja, luego parduscas y por último,
negruzcas.
2.4) Velocidad:
El impacto de baja velocidad es afectado por la fuerza de gravedad. Su caída
es de forma horizontal y puede producir goteo sobre sangre.
5 Imbibición: Acción y efecto de embeber.
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El impacto a velocidad moderada puede ser producido por un objeto contuso o
punzante. Pueden producir flujo o charco arterial.
Cuando la arteria es lesionada la sangre sale disparada hacia la pared o
cualquier objeto que se encuentre cerca. Eventualmente baja debido a la fuerza
de gravedad. El impacto de alta velocidad puede ser producido por un arma de
fuego o explosivos.
Cuando la arteria venosa es lesionada, la sangre es de color oscuro y casi no
tiene potencia, y sólo se produce cuando la hemorragia es leve.
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Una característica que debemos tener en cuenta es que la sangre ante morten
se coagula entre 5 y 8 minutos posterior a su salida del cuerpo, lo que nos
indica que la víctima no murió inmediatamente.
La post morten no se coagula, y su forma, dirección y estado de las manchas
puede indicar los movimientos posteriores de la víctima, si existió lucha o
forcejeo, si estaba con vida, si fue encontrada en su posición original o movida.
2.5) Clasificación de los patrones de sangre
Para clasificarlos, hay que tener en cuenta:
1. El grado de salpicadura lo determina la textura de la superficie y no la
distancia de caída.
2. Las manchas en forma de lágrima (extremos puntiagudos) indican la
dirección del recorrido. Las gotitas más pequeñas y más largas exhiben
sus extremos puntiagudos apuntando a las manchas más grandes de
donde provienen.
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3. Cuanto más pequeñas las gotas, mayor la energía de impacto.
4. El ángulo de impacto de una mancha de sangre puede ser estimado por
la geometría de la mancha.
Se clasifican en tres grupos
Pasiva: Se crea cuando la fuerza que la produce actúa sobre su gravedad.
Puede ser patrón producido por goteo o flujo.
Proyectadas: son aquellas que son creadas cuando sale la sangre expuesta
por un objeto en acción o una fuerza mayor que la de gravedad. El tamaño, la
figura y el número que resultan de la mancha van a depender del tipo de fuerza
que se utilice para hacer brotar la sangre.
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Transferidas: Se produce cuando un objeto con sangre entra en contacto con
la superficie de otro que no tiene sangre
2.6) Edad de las manchas de sangre
Determinar si una mancha de sangre es antigua o reciente es muy difícil,
depende de la alteración sufrida por los pigmentos de la sangre. Por ejemplo si
la hemoglobina se ha cambiado en hematina, la mancha no es reciente.
Sin embargo la rapidez del cambio depende de muchos factores, el carácter
del material en el cual se ha depositado la sangre, la consistencia y color de la
luz, grado de humedad, etc.
Para saber la edad aproximada, las pruebas deben realizarse química y
espectro-gráficamente. Se fundan en una comparación
efectuada con sangre de la misma o similar capa subyacente en semejantes
condiciones, de este modo se sabe el tiempo con bastante aproximación. Es
necesario disponer de una cantidad abundante.
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En este diagrama podemos observar lo que sucede cuando un reactivo
produce una reacción positiva. El oxígeno combinado en el reactivo queda libre
en contacto con una peroxidasa, y actúa sobre el reactivo para producir una
coloración.
2.7) Interpretación geométrica de las manchas de sangre
Cuando se comete un delito en el que surgen huellas o manchas de sangre, se
debe tener suma atención en el registro de la ubicación, forma, dirección,
medida y superficie del área de impacto de tal elemento.
Cuando esta información se aplica a las características físicas de la sangre, el
investigador podrá:
a. Saber el origen de la sangre
b. La distancia entre el área de impacto y el origen al momento de
ocurrencia.
c. El tipo y la dirección del impacto
d. Posición de la víctima durante el ataque
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e. El movimiento y dirección del sospechoso y de la víctima durante y
después de la efusión de sangre.
Leyes de la física respecto de los fluidos
Gracias a la llamada fuerza de cohesión, una gota de sangre conserva su
forma como si tuviera una cobertura similar a la de un globo. Dicha cobertura
está dada por la tensión superficial.
Estos elementos son los que originan la forma circular de la gota de sangre en
su caída libre y evitan además la ruptura en el momento del impacto sobre el
piso o cualquier otra superficie.
Si una gota cae en una superficie lisa, limpia y suave no se romperá, caso
contrario es cuando cae en una superficie rugosa o actúa alguna otra fuerza o
energía.
3.1) Análisis de las muestras remitidas
Los ensayos de sangre nos pueden brindar la siguiente información:
a) Identificación de manchas como correspondientes a sangre: los análisis
que se hacen es para identificar positivamente la sangre.
b) Determinación de sangre humana o animal.
c) Determinación del grupo de sangre.
Recolección y envío al laboratorio
El mejor método para preservar manchas de sangre es enviarla al laboratorio
para su análisis, sobre el objeto en el cual, se encuentran. Si hay riesgo de que
la sangre no se adhiera fuertemente a superficies pintadas o lustradas, metales
pulidos, etc. Se puede humedecer un trozo de papel transparente delgado y
colocarlo sobre la mancha antes de mover el objeto. Si las manchas están
secas, sobre objetos que no pueden ser trasladados, la forma de preservarla es
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enumerando cada una de las manchas, después de haber tomado nota de su
posición y forma.
La sangre será raspada con una hoja de afeitar, escalpelo o bisturí, sobre un
trozo de papel blanco limpio. Este papel se pliega de forma tal de minimizar la
pérdida de sangre. Si una mancha se encuentra en un material, parcialmente
absorbente, y esta no puede ser raspada, se coloca sobre la mancha un trozo
de algodón humedecido con agua destilada o solución fisiológica; también se
puede usar papel de filtro humedecido comprimiéndolo sobre la zona
manchada.
Sangre líquida: Se colectan 2 ml en pipeta limpia y se colocan en un tubo de
ensayo con solución salina al 0.9%. Se tapa el tubo y se invierte dos o tres
veces para mezclar. También se puede usar para su recolección papel de filtro,
hisopos o trozos de algodón.
Sangre seca: Raspado con una hojilla de afeitar o de bisturí, y el polvillo se
recoge en una hoja de papel.
Ropas manchadas: Se secan a temperatura ambiente o por corriente de aire
frío y lejos de la luz directa del sol. Lo ideal es mandar la ropa u objeto
completo. Se evitarán doblar para que la sangre no se transfiera de un sector a
otro.
Especificar lugar de procedencia, dimensiones y características de la mancha.
En ningún caso se agregarán agentes preservadores sobre las manchas.
Todas las muestras remitidas al laboratorio deben llevar en su embalaje,
etiquetas con los siguientes datos:
Contenido
Nombre de la víctima
Fecha del hecho
Calificación del hecho
Comisaría actuante
Juzgado y secretaría que corresponde actuar
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3.2) Análisis en el laboratorio
El análisis en el laboratorio puede dividirse en cinco etapas:
I. Observación de las muestras
II. Ensayos preliminares
III. Ensayos confirmativos
IV. Investigación de la especie
V. Tipificación de la mancha de sangre humana
Observación de las muestras
El material recibido, será sacado de su envoltorio con sumo cuidado y
esparcido sobre una amplia superficie, utilizando guantes de látex.
Si se llegara a encontrar insectos se coloca la muestra en una bolsa plástica,
se adicionan unas gotas de formiato de etilo y se cierra
herméticamente. Luego de una hora, tiempo considerable para exterminar los
insectos, se retira el material de la bolsa y se somete al examen.
Se observan detenidamente, se describen y dibujan los objetos recibidos; por
ejemplo: una camisa, un cuchillo, etc. Indicando las manchas que contienen
con el mayor detalle posible. Durante el examen se tomará nota del daño
causado por proyectiles, cortes con arme blanca, etc. Se señalará la posición
de los mismos en un esquema correspondiente.
Todos aquellos elementos extraños se separan, pueden ser fibras, pelos,
fragmentos de vidrio, astillas de madera, partículas vegetales, etc. La
extracción de este material se realiza con pinzas o un micro-aspirador y se
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coloca en bolsitas, pequeños tubos o cajas de Petra, debidamente
etiquetados.
Si la mancha no es tan evidente, se marcará el contorne de la misma,
aprovechando el contraste con la luz ultravioleta. La marcación puede hacerse
con tiras de papel adhesivo de color, lápiz o tiza de sastre.
Por último se procede a numerar las manchas.
Ensayos preliminares
Los ensayos preliminares son pruebas rápidas basadas en la actividad de
peroxidasa que posee el grupo HEMO de la hemoglobina de la sangre y que,
en presencia de agua oxigenada y de ciertos reactivos orgánicos, dan lugar a la
aparición de coloraciones o luminiscencia que orientan sobre la posible
existencia de sangre en las muestras analizadas.
Estos ensayos tienen valor como ensayos de orientación, pero no aseguran la
presencia de sangre en la mancha que se está estudiando.
Todos los ensayos que se describirán, sufren en mayor o menor grado la
interferencia de las peroxidasas de secreciones biológicas y peroxidasas
vegetales. También interfieren agentes fuertemente oxidantes, algunos metales
y sales metálicas.
El reactivo de Van Denn (1861): consiste en tintura de resina de
guayaco disuelta en alcohol etílico. En presencia de sangre y agua
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oxigenada desarrolla un color azul. Se disuelven 0,05 g de resina en 10
ml de alcohol de 80º, debe prepararse en el momento.
El reactivo de Adler (1904): Ofreció grandes ventajas por su gran
sensibilidad. Consiste en solución acética de bencidina disuelta en ácido
acético glacial o en mezclas de alcohol etílico y ácido acético. Da color
azul verdoso en presencia de sangre y agua oxigenada. Se disuelven
0,01-0,05 g de bencidina en 10 ml de ácido cético. No se recomienda su
uso por sus propiedades carcinogénicas6
El reactivo de Medeinger: Consiste en solución acética de la
leucobase del Verde de malaquita disuelta en solución de ácido acético.
Se observa color verde en presencia de sangre y agua oxigenada. Se
disuelven 0.05 g de la leucobase en 2,5 ml de ácido acético y luego se
agregan 7,5 ml de agua destilada, debe prepararse en el momento del
uso.
El reactivo de Kastle Meyer: Consiste en el empleo de fenolftaleina
reducida con cinc en medio alcalino y luminol (3-aminooftalhidrazida). La
alta sensibilidad en medio líquido de la reacción con fenolftaleina
reducida (1 en 1.000.000), se puede observar en la localización de
sangre en soluciones muy diluidas, como son las muestras recogidas en
lavabos, cañerías, etc. Se disuelve en un matraz, 20 g de hidróxido de
potasio en 100 ml de agua destilada. Se agregan 2 ml de fenolftaleina y
unos 10-30 de polvo de cinc. Se coloca en un
refrigerante a reflujo y se calienta a ebullición hasta la decoloración de la
mezcla, una vez fría se decanta y se incorporan 20 ml de alcohol etílico
absoluto.
Al agregar gotas del reactivo y agua oxigenada en la sangre, va a
presentar una coloración rosada intensa.
La reacción con luminol: Es muy sensible (1 en 5.000.000). Esta
prueba es ideal para aplicarla en grandes superficies, como pisos o
6 Carcinogénicas: carcinoma, es un tipo de cáncer o tumor maligno de naturaleza epitelial.
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escaleras que hayan sido lavados con la intención de remover la sangre.
La reacción positiva se manifiesta por la aparición de luminiscencia, por
lo que debe ser observado en la oscuridad.
En el momento del uso, se disuelven 10 ml en agua destilada, 0,5 g de
carbonato de sodio y 0,01 g de luminol.
Técnicas
Van a variar según el tipo de muestra que se analice:
1) Telas blancas con supuestas manchas de sangre: Se corta una
mínima porción de cada mancha y se macera con unas gotas de
solución fisiológica en un pequeño tubo de ensayo rotulado. Para ayudar
a la disolución de la mancha se usa una varilla de vidrio. Se hacen
toques con la solución obtenida, sobre el papel de filtro.
En cada uno de ellos se agrega primero una gota de los
reactivos que se desean ensayar, se espera unos segundos –por si
hubiera oxidantes presentes- y si no hay reacción, se agrega una gota
de agua oxigenada. La aparición del color característico en los ensayos
utilizados, indica la posible presencia de sangre.
2) Telas de color con supuestas manchas de sangre: Se puede realizar
de varias maneras los ensayos. Se repite el mismo ensayo que se utilizó
para telas blancas, pero acá de color son dichas telas.
También se puede raspar la mancha suavemente con el vértice de un
cuadrado de papel de filtro doblado en cuatro. Se despliega el papel y en
el centro de este quedó parte del material raspado, se agrega una gota
de etanol y luego se incorpora una gota de la reacción de Kastle Meyer.
Luego de unos segundos, si no hay desarrollo de color se añade una
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gota de agua oxigenada. La coloración característica indicará un
resultado positivo.
Otra forma es humedeciendo un trozo de papel de filtro con solución
fisiológica y se oprime fuertemente sobre la mancha. Se hacen luego los
ensayos preliminares sobre el papel.
Esta variante se hará en una pequeña zona de la mancha y siempre que
la misma sea extensa.
Si todos los ensayos anteriores dieron negativo, se corta una pequeña
hebra de hilo de la mancha y se coloca en el centro de un papel de filtro.
Se aplica el reactivo de Kastle Meyer sobre la hebra, se espera unos
segundos y se agrega una gota de agua oxigenada. Se observará el
cambio de color.
3)Aguas de lavado, vertederos, cañerías, etc.: Si se sospecha que el
agua puede estar contaminada con una pequeña cantidad de sangre, se
colocan 5-10 ml de la misma en un tubo de ensayo y se agrega una gota
del reactivo de Kastle Meyer; se espera unos segundos y se adiciona una
gota de
3) agua oxigenada. Al agitar la solución suavemente aparecerá el color
característico que nos indica un resultado positivo.
4) Objetos varios (maderas, baldosas, hojas de cuchillos, etc.) con supuestas manchas de sangre: Se raspan con cuidado pequeños
fragmentos de cada una de las manchas, sobre vidrios de reloj.
Se agregan sobre los trocitos reunidos en la concavidad del vidrio, 2-3
gotas de solución fisiológica y con una varilla se ayuda a la disolución de
estos fragmentos. Con la solución obtenida se hacen toques sobre el
papel de filtro. Se agrega sobre los mismos una gota de los reactivos
elegidos, se espera unos segundos y si no hay aparición del color, se
agrega una gota de agua oxigenada en cada vaso.
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5) Superficies amplias como pisos, escaleras, etc.: Se pulveriza la
superficie a investigar con la solución de luminol y carbonato de sodio.
Se espera unos instantes y se rocía con agua oxigenada. La aparición
de luminiscencia azul, nos dirá sobre la posible existencia de sangre en
la muestra.
3.3) Ensayos confirmativos
Son ensayos específicos que certifican la existencia de sangre en la mancha
investigada.
Se dividen en 4 métodos:
I. Método microscópico
II. Método micro-cristalográfico
III. Método cromatográfico
IV. Método microespectroscópico
Método microscópico
Es la observación de los elementos figurados de la sangre.
La observación de glóbulos rojos (eritrocitos) y glóbulos blancos (leucocitos) en
manchas de sangre puede verse afectada por diferentes circunstancias, la
naturaleza del sustrato sobre el cual se encuentra la mancha, la antigüedad, el
daño originado por el manipuleo y la putrefacción que causará la destrucción
de los elementos figurados.
Cuando la sangre se deposita sobre un objeto en una capa fina y se deseca
rápidamente, es cuando mejor se conservan los glóbulos rojos y blancos.
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Observación de leucocitos (glóbulos blancos)
La técnica que se emplee dependerá si la mancha se encuentra sobre un
material absorbente: tela, o un soporte no absorbente: hoja metálica.
Soporte absorbente (tela): Se coloca un pequeño trozo de la tela manchada
sobre un portaobjeto, se agregan unas gotas de alcohol etílico absoluto y se
deja en reposo por 20 minutos. Este procedimiento asegura la adhesión de la
sangre, de lo contrario se disolvería en las siguientes operaciones. Se colorea
con Giemsa, por 30 minutos y se enjuaga con agua destilada. Se deja secar al
aire.
Se coloca el portaobjeto en el microscopio y se observa la presencia o no de
glóbulos blancos.
Soporte no absorbente (hoja metálica): Se deposita sobre un portaobjeto
una capa de albúmina de Mayer, a continuación se raspa una parte de la
mancha y el polvo que se obtiene se deja caer en forma de lluvia fina sobre la
capa de albúmina. Se fija el preparado con solución de metanol-formol por 3
minutos. Se lava con agua destilada y se colorea con el colorante Giemsa.
Se lava el preparado, se seca al aire y se observa en el microscopio.
Si la tela es traslúcida, pueden verse los mismos sin desintegrar el tejido. Si se
trata de una tela oscura o gruesa, puede requerir luego del teñido, el
deshilachado de dicho material sobre el portaobjetos, mediante el empleo de
agujas adecuadas.
Observación de los eritrocitos (glóbulos rojos)
Manchas sobre soportes opacos no absorbentes:Las manchas de sangre sobre hojas metálicas (armas blancas u otros objetos
no absorbentes) pueden ser examinadas directamente al microscopio por el
método de epimicroscopía.
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Esta realiza las observaciones iluminando con luz incidente, mientras que la
microscopía convencional utiliza luz por transparencia.
Los mejores resultados se han logrado cuando la capa de sangre que se
asienta sobre la hoja metálica es muy delgada.
Al secarse rápidamente la mancha, es probable que la sangre no sufra
alteraciones y entonces los glóbulos rojos se distinguirán bien.
Cuando la capa sangre es gruesa, la observación es más difícil y, en
ocasiones, imposible, pues los eritrocitos decantan por su mayor peso
específico, formándose por encime de los mismos una costra de albúmina. Por
otra parte, el secado es más lento y se incrementa el riesgo de putrefacción de
la sangre.
Método micro-cristalográfico
Consiste en la preparación y observación microscópica de cristales obtenidos
por acción de ciertos reactivos sobre la hemoglobina de la sangre.
Los dos métodos más utilizados son el de Teichmann y el de Takayama.
Método de Teichman (1853): Consiste en la cristalización característica del
clorhidrato de hematina (hemina), bajo la forma de cristales romboédricos de
color café, utilizando ácido acético glacial con vestigios de cloruro de sodio.
29
Se prepara un extracto de la mancha, si se encuentra impregnado un tejido, se
macera un trocito del material manchado en la menor cantidad de agua posible.
Si el soporte no es absorbente, el extracto se prepara por disolución en agua
de unas escamitas de la mancha. Luego se calienta un portaobjeto durante un
minuto sobre la tapa de un baño de agua a 60ºC.
Con una micro-pipeta se coloca una gota del extracto del portaobjeto, y se
evapora hasta sequedad. Si es necesario se evaporan más gotas hasta
obtener una mancha visible de color pardo.
Se coloca sobre la mancha un cubreobjetos, interponiendo entre el
portaobjetos y el cubreobjetos, un pequeño rectángulo de papel de filtro, con el
fin de dejar una hendija suficiente para el paso de una gota del reactivo de
Teichmann. Por último se apoya el portaobjetos sobre la placa del baño de
agua y se deja hasta la evaporación total del ácido acético. Se vuelve a agregar
una gota de reactivo y se evapora de nuevo.
Se repite el procedimiento una tercera y cuarta vez, se deja enfriar el
portaobjeto y se observa al microscopio.
La aparición de los cristales característicos de Teichmann, indicarán un
resultado positivo.
Método de Takayama: Es específico y está basado en la obtención de los
cristales de piridina-hemocromógeno como consecuencia de la acción del
reactivo sobre la hemoglobina de la sangre, presente en la muestra.
El reactivo consiste en una mezcla de piridina, solución saturada de glucosa y
solución de hidróxido de sodio. Los cristales obtenidos son de color rosado
intenso.
Método cromatográfico
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Se basa en la obtención del mismo Rh característico para un extracto de la
muestra y un testigo de sangre; ambos sembrados sobre papel para uso
cromatográfico o sobre placa delgada.
Se disuelven las manchas con solución fisiológica. Se hace una prueba
preliminar, sembrando sobre una placa delgada diferentes cantidades del
extracto de muestra (1,2 ó 5 microgotas), luego se pulveriza con el reactivo
leucobase del verde de malaquita y agua oxigenada.
Para el desarrollo cromatográfico se elige la cantidad que dé una reacción neta,
pero no demasiado intensa, y se siembra en la línea recta.
Luego se siembran 5 microgotas de sangre testigo diluida, después de unos
minutos se coloca la placa en la cuba cromatográfica, previamente saturada
con el solvente mencionado.
Se retira la placa de la cuba y se seca en una estufa a 100ºC durante 5
minutos, para evitar la interferencia de las peroxidasas de origen vegetal.
Luego se rocía con el reactivo verde de malaquita, se esperan unos minutos, y
si no aparece coloración, le agrego agua oxigenada.
Método microespectroscópico
Su uso ha sido desplazado por los métodos cristalográficos.
Consiste en observar el espectro de absorción de la oxihemoglobina, con un
microscopio provisto de un ocular micro-espectroscópico, en lugar del ocular
corriente. El espectro de absorción de la oxihemoglobina está caracterizado por
dos bandas de absorción, cuyas longitudes de onda correspondientes son 576-
578 nm y 540-542 nm, situadas entre las líneas D y E del espectro visible.
Cuando la muestra de sangre es fresca, el método no ofrece problemas,
siempre que se disponga de la cantidad suficiente: pero si la mancha es
antigua, la hemoglobina se habrá transformado parcialmente en
metahemoglobina, hematina y hemocromógeno.
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La carboxihemoglobina da un espectro similar al de la oxihemoglobina, pero
con un ligero desplazamiento de las bandas hacia el violeta.
Si se agrega un agente reductor, la oxihemoglobina se transforma en
hemoglobina reducida, y presentará una única banda ubicada entre las dos
correspondientes a la oxihemoglobina y que se llama banda de Stokes.
La carboxihemoglobina mantiene la doble banda aun luego del agregado de un
reductor.
3.4) Tipificación de las manchas
Si en el análisis de una mancha se comprueba que es de sangre y que
pertenece a la especie humana, por último queda el examen de la tipificación
de la misma.
Tipificar una mancha de sangre es encontrar su tipo o grupo dentro de la mayor
cantidad posible de sistemas, y es fundamental para llegar a la
individualización.
Si en la escena del crimen quedan manchas, que son de sangre humana, y se
comprueba que las mismas no pertenecen a la víctima, su estudio es muy
importante para localizar al criminal.
La posibilidad de coincidencia entre los grupos sanguíneos de dos individuos
se hace cada vez más difícil, al ser mayor el número de sistemas utilizados en
la tipificación de la sangre. Los avances producidos en este campo de la
ciencia han incrementado la probabilidad de asignar a un individuo en
particular, una mancha de sangre.
Para la tipificación de las mismas se usan técnicas inmunológicas y
bioquímicas.
Técnicas inmunológicas
Estas serán aplicadas al estudio de los sistemas ABO, MN y Rh.
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Se basan en la existencia sobre la superficie de los glóbulos rojos de la sangre,
de ciertas estructuras químicas llamadas antígenos. Estos son los que
confieren a la sangre, el tipo dentro de cada sistema sanguíneo.
En sangre fresca, la presencia o ausencia de un antígeno, se determina por la
aglutinación o no de los glóbulos rojos puestos en contacto con un antisuero
específico, con ciertas condiciones.
En manchas de sangre seca, los glóbulos rojos se encuentran destruidos, por
lo general, y por lo tanto las técnicas de aglutinación directa no son aplicables.
Sin embargo, los antígenos no se desnaturalizan inmediatamente y retienen la
capacidad de combinarse con anticuerpos específicos.
Sistema ABO
Hubo muchos científicos que realizaron estudios científicos respecto de la
circulación de la sangre, la inyectación de la misma en los humanos para
curarlos, transfusiones de sangre animal a humanos, etc.
Landsteiner en el año 1900 señaló que el suero humano normal no solo
aglutina los glóbulos rojos de animales, sino que en algunos casos, los
provenientes de otros individuos.
Luego de realizar varios experimentos con humanos para ver como se
aglutinaban los glóbulos, llegó a la conclusión que existen dos factores en los
glóbulos rojos, a los que designó como aglutinógenos A y B, (conocidos como
antígenos) y que el suero contenía anticuerpos normales o aglutininas.
Este científico dijo que cada persona podía poseer en los glóbulos rojos uno de
los antígenos, ambos o ninguno. Cuando uno de estos aglutinógenos está
ausente en los glóbulos rojos de una persona, su correspondiente aglutinina
está presente en el suero.
Por otra parte, cualquiera sea el antígeno que una persona tenga en la
superficie de sus glóbulos rojos, los correspondientes anticuerpos faltan en su
suero.
33
El lema de Landsteiner era: “Nunca existe en la sangre de un mismo individuoEl lema de Landsteiner era: “Nunca existe en la sangre de un mismo individuo
un dado aglutinógeno y la aglutinina correspondiente”un dado aglutinógeno y la aglutinina correspondiente”
Antígenos y anticuerpos en el sistema ABO
Un individuo del grupo A tiene el antígeno A en sus glóbulos rojos y el
anticuerpo anti B en su suero.
Un individuo del grupo B posee el antígeno B en los glóbulos rojos y el
anticuerpo anti A en su suero.
Los individuos del grupo AB tienen los dos antígenos A Y B en sus
glóbulos y su suero carece de los anticuerpos correspondientes.
34
Los individuos que poseen grupo 0 no tienen los antígenos A Y B en la
superficie de sus glóbulos, pero poseen los anticuerpos anti A y anti B en el suero.
Para que se produzca aglutinación, es necesario combinar un aglutinógeno
(antígeno) con su correspondiente anticuerpo.
Aplicación del sistema ABO en la tipificación de manchas de sangre
Generalmente no se presentan problemas en la investigación del grupo
sanguíneo en sangre fresca, pero puede presentarse inconvenientes en el
agrupamiento de manchas de sangre secas.
Para tal fin se requiere reconstruir el grupo ABO de la mancha en estudio, o
sea, encontrar los aglutinógenos y aglutininas presentes.
Factores que pueden afectar los resultados:
1. La antigüedad de la mancha
2. La naturaleza del sustrato sobre el cual se encuentra
3. Las condiciones a las que estuvo expuesta
4. Cantidad de muestra, etc.
La antigüedad de la mancha es fundamental, porque las aglutininas son muy
poco estables, se debe realizar la investigación en el laboratorio lo más rápido
posible.
Los aglutinógenos en manchas de sangre seca y bien conservada, son en
cambio muy persistentes.
No se deben manipular las muestras con las manos sin guantes, ya que los
antígenos ABO se encuentran en las secreciones (sudor, semen, saliva,
35
lágrimas, etc.) en los individuos secretores. Los que no manifiestan esta
propiedad son los individuos no secretores.
Otro factor es la contaminación bacteriana de la muestra.
Investigación de aglutininas (anticuerpos anti A y anti B) en manchas de
sangre seca
Existen dos técnicas para examinar en este tipo de mancha la presencia de
anticuerpos anti A y anti B.
Técnica de Lattes:Técnica de Lattes:
Si se cuenta con una costra7 delgada de sangre, es mejor utilizar este método.
Tales costras están usualmente disponibles cuando la sangre está concentrada
en un área reducida y sobre un material no absorbente.
Consiste en colocar una costra muy pequeña de sangre sobre un portaobjetos,
y ponerla en contacto con una suspensión de glóbulos rojos conocidos (A, B,
0), en solución fisiológica.
Se cubre la preparación con un cubreobjetos, y luego de un tiempo, se examina
al microscopio la presencia o ausencia de aglutinación.
La costra a utilizar debe tener un grosor tal, que no levante el cubreobjeto,
produciéndose una acumulación de glóbulos, en algunas zonas, produciendo
una falsa apariencia de aglutinación.
Si la costra es demasiado delgada, la aglutinación puede ser ínfima (dos o tres
glóbulos aglutinados) dificultando una lectura certera.
Método extractivo a tubo:Método extractivo a tubo:
Se aplica cuando no se dispone de costras de sangre. Si la mancha se
encuentra sobre madera, se aplica unas gotas de solución
fisiológica sobre la misma, para poder extraerla. La solución restante se recoge
con una pipeta.
7 Costra: Cubierta o corteza exterior que se endurece o seca sobre una cosa húmeda o blanda.
36
Si la mancha se encuentra sobre un tejido, se corta un trozo y se coloca en un
tubo de ensayo. Se agregan unas gotas de solución fisiológica para que se
disuelva, utilizando una varilla de vidrio.
El extracto obtenido se somete a una centrifugación breve. El sobrenadante se
separa en tres pequeños tubos de ensayo. Al primer tubo se agrega una gota
de suspensión de glóbulos A, al segundo una gota de glóbulos rojos B, y al
tercero una gota de glóbulos rojos 0.
Se colocan los tubos en la heladera por 10 minutos aproximadamente, luego se
centrifugan a 1000-1500 rpm durante dos minutos. Se extrae el líquido
sobrenadante y sobre los glóbulos rojos sedimentados, se agrega una gota de
solución fisiológica. Se agitan ligeramente los tubos y se observa si hay
aglutinación.
Si los glóbulos rojos se resuspenden, la prueba es negativa. En cambio, si los
glóbulos se han aglutinado, la prueba es positiva.
Investigación de aglutinógenos del sistema AB0 en manchas de sangre
secas
Una vez hecha la investigación de anticuerpos anti A y anti B, se realiza la
determinación de aglutinógenos A y B.
Debe recurrirse a pruebas indirectas para la búsqueda de los antigenos, ya que
la mayoría de las veces, en manchas secas los glóbulos se deterioran o se
destruyen, perdiendo así la capacidad de aglutinación. Los aglutinógenos A Y B
retienen durante mucho tiempo, su capacidad de absorber o fijar los
correspondientes anticuerpos anti A y anti B.
Los métodos que se emplean para la investigación son:
Método de absorción-inhibición: Este estudio también puede aplicarse en forma
similar, para detectar antígeno en otras manchas biológicas (semen, saliva,
sudor, etc.) de individuos secretores.
37
Si un antisuero de título conocido, se l agrega a una mancha de sangre y luego
de un tiempo determinado se titula nuevamente, podremos observar si su título
disminuyó o se mantuvo.
En el primer caso, la disminución del título indicará la presencia en la mancha
de sangre del aglutinógeno respectivo. Si el título del anti A disminuyó
netamente, se comprobará la existencia del antígeno A en la muestra. Si
disminuyó el título del anti B, se encuentra presente el antígeno B. Si e título de
los antisueros se mantuvo, no existen en la mancha los antígenos respectivos
(ni A ni B).
Método de absorción-elución: Este método es altamente sensible y confiable
aún en manchas antiguas.
Por esta técnica, pequeñas muestras del material machado con sangre, se
ponen en contacto con antisueros específicos (anti A, anti B y anti H), durante
un tiempo para que se forme el complejo antígeno-anticuerpo.
En una segunda etapa, el material manchado se lava cuidadosamente con
solución fisiológica, para eliminar todos los anticuerpos no fijados a la mancha.
Luego se realiza la disociación del complejo antígeno-anticuerpo, por
calentamiento a 50º C, durante 15 minutos, Este proceso es conocido como
elución, se rompe el complejo formado inicialmente y se liberan los anticuerpos.
Por último, se agregan glóbulos rojos del grupo conocido. Si se produjo elución
de anti A, se aglutinarán los glóbulos rojos A. De la misma manera, se
aglutinarán los glóbulos rojos B o glóbulos rojos 0, si se eluyeron anti B o anti
H, respectivamente.
Sistema MN
38
En este sistema se distinguen tres grupos sanguíneos. Los mismos son el MN,
el M y el N.
Este sistema es independiente del ABO y del Rh.
En general los antígenos8 M y N no son detectables después de 4 a 6 semanas
de antigüedad de la mancha. El N es el menos estable.
En la práctica es esencial seleccionar cuidadosamente los antisueros
adecuados. En ensayos realizados con sueros9 anti M, en un 50% dieron
resultados correctos. En cambio, de los sueros anti N ensayados, sólo
resultaron eficaces un 10%.
Los riesgos son mucho más serios al tratar de detectar el antígeno N en una
mancha MN, dada la mayor efectividad como antisuero del anti M con respecto
al anti N, en una mancha, podría ocurrir que se detectase M pero no N.
Además se presentan problemas de reacciones cruzadas y es posible
encontrar en individuos pertenecientes al grupo M, una cierta actividad residual
N.
Algunos sueros son más específicos cuando se absorben a temperatura
ambiente y otros requieren 4ºC.
Es necesario incluir controles con manchas de los tres grupos. En algunas
ocasiones, aun cuando el grupo de la mancha no pueda ser establecido en
forma definitiva, se puede excluir la posibilidad de que provenga de un cierto
individuo.
El método empleado para determinar el grupo dentro del sistema MN, es el de
absorción-elución, similar en sus diferentes etapas al utilizado para investigar
los antígenos del sistema AB0. También es semejante la cantidad de muestra
requerida.
Sistema Rh
Para este tipo de sistema se realizaron varias investigaciones.
8 Antígenos: Es cualquier sustancia que pueda inducir una respuesta inmune específica.9 Suero: Está formado por plasma sanguíneo sin fibrinógeno, y se obtiene al coagular la sangre.
39
En 1939 Levine, fue un discípulo de Landsteiner, publicó su hallazgo respecto
al comportamiento del suero de un paciente del grupo 0, que recibió una
transfusión de sangre de su esposo, también del grupo 0.
Descubrió que en el suero de la mujer se había producido un anticuerpo10
específico contra un antígeno presente en los glóbulos rojos de su esposo. Se
preguntaban como había ocurrido la inmunización de la mujer, y llegaron a la
conclusión de que el antígeno presente en los glóbulos rojos del esposo, había
sido transmitido genéticamente al hijo; y que los glóbulos rojos fetales,
portadores de dicho antígeno, al introducirse en la circulación materna, fueron
los causantes de la formación del anticuerpo específico.
Esto se confirmaría con el descubrimiento del factor Rh. La mujer era Rh
negativa y su esposo Rh positivo. El niño que nació muerto era Rh positivo y su
antígeno Rh provocó la inmunización de la madre que elaboró anticuerpos anti
Rh.
En 1940 Landsteiner y Wiener estudiaron los anticuerpos producidos en
conejos inmunizados con glóbulos rojos de monos Macaccus rhesus.
Luego informaron que el suero de los conejos aglutinaba no sólo los glóbulos
del mono rhesus, sino también, los glóbulos rojos de casi todos los humanos de
raza blanca.
En ese año Wiener y Peters vieron una similitud entre la especificidad del
anticuerpo animal y el anticuerpo hallado en el suero de tres pacientes con
transfusiones. Ambos anticuerpos reaccionaron con los mismos glóbulos rojos.
Como consecuencia de esa similitud, se llamó Rh al antígeno presente en la
superficie de los glóbulos rojos, y anti Rh al anticuerpo, siendo Rh el símbolo
formado con las dos primeras letras de Rhesus.
10 Anticuerpo: Es una proteína reducida por ciertos leucocitos que se une a la sustancia extraña que estimuló su producción.
40
Los individuos que tienen el antígeno Rh se denominan Rh positivos y los que
no lo tienen Rh negativos (también llamado anti D).
Luego fueron hallados otros anticuerpos que daban reacciones similares pero
no iguales a anti D. En 1945 habían sido descriptos 5 anticuerpos relacionados:
anti D, anti C, anti E, anti c y anti e. Estos constituyen el sistema sanguíneo Rh,
se hallan sobre la superficie de los glóbulos rojos, siendo todos ellos
hereditarios.
Aplicación del sistema Rh a la tipificación de manchas de sangre seca
En el caso de sangre fresca la determinación del grupo dentro del sistema Rh
no ofrece problemas. En cambio, con sangre seca, el análisis es mucho más
complicado.
Se requiere disponer de suficiente cantidad de sangre, y es fundamental que la
antigüedad de la muestra no exceda de un mes. Cuanto más reciente es la
mancha y mejor conservada se encuentre, es más probable que se pueda
hallar el fenotipo de la misma dentro del sistema Rh. En este sistema son cinco
los aglutinógenos que se ponen en evidencia, empleando antisueros
específicos.
De las múltiples combinaciones posibles de estos antígenos para constituir el
genotipo, sólo nueve de ellas se presentan con frecuencias significativas.
Esto hace que una mancha pueda corresponder a una de las nueve
combinaciones y aumenta la probabilidad de discriminación. Es decir, dos
manchas de diferente procedencia, cuyos grupos coinciden dentro del sistema
AB0 y quizá también dentro del sistema MN, es manos probable que coincidan
dentro del sistema Rh; dadas las nueve combinaciones diferentes del mismo.
41
La determinación de los antígenos del sistema Rh en manchas secas, puede
realizarse con el mismo método de absorción-elución, que se utiliza para el
sistema AB0 y MN, pero con algunas variantes.
La cantidad de muestra de sangre requerida es mayor, dada la menor
concentración de sitios antigénicos en la membrana de los glóbulos. La
temperatura óptima para la absorción del antisuero es 37ºC.
Por otra parte, el lavado para eliminar el antisuero no absorbido, debe ser aun
más cuidadoso y exhaustivo.
La elución debe hacerse en ausencia de los glóbulos rojos, porque requiere
una temperatura alta durante un tiempo prolongado. En esta exposición a 60ºC,
los glóbulos rojos pierden su capacidad de aglutinación frente a antisueros
específicos.
Como se utilizan anticuerpos incompletos, es necesario un tratamiento
enzimático previo de los mismos con papaína. Esta modifica la superficie de los
glóbulos rojos y contribuye a disminuir su carga eléctrica, favoreciendo la
aglutinación.
Factores como el calor, luz solar directa, humedad, embalaje inadecuado y la
antigüedad, pueden disminuir la posibilidad de llegar a un resultado correcto en
la investigación de este sistema.
Conclusión
En toda investigación, contar con pruebas que permitan la reconstrucción
de los hechos y la identificación del/los sospechoso/s, es muy importante.
42
Entre los distintos elementos que se pueden encontrar como prueba,
están los fluidos corporales, especialmente la sangre que, gracias a los
avances tecnológicos, se puede convertir en prueba irrefutable a la hora de
esclarecer hechos criminales.
Bibliografía
43
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www.scielo.isciii.es/scielo.php
Artículos consultados
Santiago L. Wanda, “Fluidos corporales en la investigación criminal”
Leonardo Saúl Lino Silva: “Identificación de sangre”, médico interno
de postrado. Hospital general Dr. Manuel G. González, México d.f.
45