+ All Categories
Home > Documents > Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de...

Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de...

Date post: 08-Apr-2020
Category:
Upload: others
View: 3 times
Download: 1 times
Share this document with a friend
10
Livio Rossetti El "drama filosófico", invención del s. V a. C. (Zenón y de los Sofistas) Abstract. Most short, paradoxical, unilateral texts, authored by Zeno and the Sophists show, I claim, an important common denominator. They do not single out a cognitive content or doctrine, but rather try to make audience and readers aware of a complexity suitable to be analysed in various ways, none of them being able to reach afinal truth. Nor do they do show eagerness to reach a definite conclusion. They form a sort of dramatic agon no more plunged into a drama tic action. In comparison with the traditional offer ofdoxai (in books entitled Peri Physeos), all that seems strongly revolutionary. So, I try to answer the question, what makes the peculiar identity of their writings in comparison with the Attic tragedy as well as with the already traditional offer of doxai? Key words: Zeno, Sophists, agon, doxai. Resumen. Muchos textos breves, intensos, paradójicos, unilaterales que son obras de Zenón y de los Sofistas parecen tener un denominador común importante. Esos no nos presentan un contenido cognitivo u doctrina, sino intentan hacer el público consciente de cierta compleji- dad que se puede analizar en varias maneras, pero sin llegar a una verdad final. Esos forman algo parecido del agon dramático, solo que esto no está enraizado en una acción dramática. Si comparamos estos textos con la tradicional ofer- ta de doxai (por medio de libros llamados Peri Physeos), tenemos la impresión de que esos son del todo revolucionarios y, por consecuencia, aquí se intenta buscar una respuesta a la pre- gunta sobre lo que hace su identidad particular frente a la tragedia ática, así como a la oferta de doxai que, en la época de estos autores, ya era tradicional. Palabras clave: Zenón, sofistas, agon, doxai. La bellezza di Moby Dick dovette aspettare una grammatica mentale che sapesse decifrarla A. Baricco, Tre scene da Moby Dick (Roma 2009), p. 10 PRIMERA PARTE El punto de partida Voy a suponer que sobre Zenón y los Sofistas hay cosas importantes de las cuales normalmente uno no se da cuenta de ninguna manera porque la tradición exegética nos ha acostumbrado a no reconocer su importancia. Se sabe que Zenón ha sido tratado casi siempre como un lógico y los Sofistas como intelectuales de calidad bastante dudosa pero, en el mismo tiempo, como autores de teorías filosóficas de cierto valor. Esta manera de representarse el uno y los otros tiene como consecuencia olvidar completamente varios ras- gos de su potencialidad filosófica (algo que no se limita a ciertas doctrinas y teorías), y de la creatividad de sus obras literarias. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118), 29-38, Enero-Agosto 2008
Transcript
Page 1: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

Livio Rossetti

El "drama filosófico", invención del s. V a. C.(Zenón y de los Sofistas)

Abstract. Most short, paradoxical, unilateraltexts, authored by Zeno and the Sophists show, Iclaim, an important common denominator. Theydo not single out a cognitive content or doctrine,but rather try to make audience and readersaware of a complexity suitable to be analysed invarious ways, none of them being able to reacha final truth. Nor do they do show eagerness toreach a definite conclusion. They form a sort ofdramatic agon no more plunged into a drama ticaction. In comparison with the traditional offerofdoxai (in books entitled Peri Physeos), all thatseems strongly revolutionary. So, I try to answerthe question, what makes the peculiar identityof their writings in comparison with the Attictragedy as well as with the already traditionaloffer of doxai?

Key words: Zeno, Sophists, agon, doxai.

Resumen. Muchos textos breves, intensos,paradójicos, unilaterales que son obras de Zenóny de los Sofistas parecen tener un denominadorcomún importante. Esos no nos presentan uncontenido cognitivo u doctrina, sino intentanhacer el público consciente de cierta compleji-dad que se puede analizar en varias maneras,pero sin llegar a una verdad final. Esos formanalgo parecido del agon dramático, solo que estono está enraizado en una acción dramática. Sicomparamos estos textos con la tradicional ofer-ta de doxai (por medio de libros llamados PeriPhyseos), tenemos la impresión de que esos sondel todo revolucionarios y, por consecuencia,

aquí se intenta buscar una respuesta a la pre-gunta sobre lo que hace su identidad particularfrente a la tragedia ática, así como a la ofertade doxai que, en la época de estos autores, yaera tradicional.

Palabras clave: Zenón, sofistas, agon,doxai.

La bellezza di Moby Dick dovette aspettareuna grammatica mentale che sapesse decifrarla

A. Baricco, Tre scene da Moby Dick(Roma 2009), p. 10

PRIMERA PARTEEl punto de partida

Voy a suponer que sobre Zenón y los Sofistashay cosas importantes de las cuales normalmenteuno no se da cuenta de ninguna manera porquela tradición exegética nos ha acostumbrado a noreconocer su importancia. Se sabe que Zenón hasido tratado casi siempre como un lógico y losSofistas como intelectuales de calidad bastantedudosa pero, en el mismo tiempo, como autoresde teorías filosóficas de cierto valor. Esta manerade representarse el uno y los otros tiene comoconsecuencia olvidar completamente varios ras-gos de su potencialidad filosófica (algo que nose limita a ciertas doctrinas y teorías), y de lacreatividad de sus obras literarias.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118), 29-38, Enero-Agosto 2008

Page 2: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

30 LlVIO ROSSETTI

Una palabra para empezar sobre su valorfilosófico: me parece que el uno y los otrosidearon una manera muy radical de repensarla filosofia (nótese: repensarla ¡un día antes deidentificarla como filosofía!) por el hecho deponer de lado toda idea de enseñanza o de sabercomo algo ya que está cerca de ser aprendido. Enefecto en estos libros era normal no encontrarninguna enseñanza bien definida (lo que nuncahabía ocurrido, al menos en los textos en prosa),esos pretendían ser obras de sabiduría no inferio-res sino posiblemente superiores a las otras quepresentaban doctrinas inequivocablemente acre-ditadas como verdaderas o cuantos menos muyverosímiles. Me parece que esta sería la punta deun gran iceberg cuya existencia casi no se sospe-cha, y mi tarea sería ir a explorar la parte subte-rránea de esta familia o archipiélago, digámosloasí, de icebergs. Como se ve, voy a presentar unatesis bastante audaz, solo parcialmente anticipadaen dos artículos anteriores(l).

Hacia mediados del siglo V a. de C; mientraslos tratados Peri Physeos estaban en su apogeo,hizo su aparición en la escena cultural griega otrainvención comunicativa de primerísimo rango pormérito, se presume, de Zenón y de Protágoras. Lacoexistencia de esta innovadora forma de comu-nicación con el máximo periodo de proliferaciónde los Peri Physeos se explica precisamente porla ambición de disputar enérgicamente el pri-mado a los prestigiosos intelectuales empeñadosen el estudio de la naturaleza (cosmos y mundode la vida) desarrollando un tipo completamentediferente de sabiduría, y conquistando así espa-cios de indudable relevancia. Se trata, como vere-mos, de la invención de textos, en general brevesy con un grado de creatividad alto o muy alto que,aún conservando algunos de los rasgos del trata-do, alteraron radicalmente su estructura y dieronvida a un tipo de escritura no sólo completamentediferente, sino incluso alternativa a la otra.

Con el fin de pasar de lo genérico a lo concre-to, haré un rápido recorrido (2) sobre algunos deestos escritos paradójicos, empezando por Zenón.Un merecidamente famoso pasaje del Parméni-des de Platón (128b7-d2) nos obliga a imaginarque Zenón, una vez presentada una paradoja, másque abundar en explicaciones, inferencias y otroselementos metacognitivos, pasaba de inmediato

a proponer una segunda paradoja, después unatercera, una enésima, sin dar cuenta de su óptica,sin detenerse sobre su manera de entender suspropias paradojas, sin explicitar el sentido dedichas provocaciones. Era importante por él noexplicarlas, si es que su objetivo era provocar unchoque. Una vez argumentado que Aquiles nollega anular la distancia de la tortuga, que la fle-cha realmente no se mueve o no parte, que cadadistancia es al mismo tiempo finita e infinita,etcétera, él podría pretender que su tarea estabacumplida y que el problema era un problema nopara él, sino para los que no pudieran aceptarconclusiones tan extrañas. En efecto, parece quesu tarea sería sorprender y instalar en los otrosuna fuerte perplejidad, no explicar. Por otro lado,¿explicar qué? El sentido de sus paradojas noestaba ni en la solución (por ej. en decir que "no,la flecha sigue adelantando hacia su blanco", "no,Aquiles es capaz de llegar a cerrar toda distanciade la tortuga" etc.) ni en la opción a favor de Par-ménides, ni siquiera en la tesis - demasiado tran-quilizante - según la cual la tarea de Zenón fuesimplemente dramatizar el descubrimiento de loinfinitesimal, porque de esta manera muchísimohabría quedado inexplicado, quizás, lo esencialde sus invenciones y, particularmente, la parálisisintelectual generada por sus paradojas, la lógicade un libro cuyo autor no pretendía enseñamos"nada en serio" y donde, en efecto, ni enseñabani explicaba el sentido de sus paradojas. Estosignifica que estamos en presencia de un libro yde una manera de hacer filosofia increíblementenovedosos, lo que implica la dificultad de indicaren qué exactamente consiste su novedad y quépudo significar.

Tomemos ahora la famosa disputa entreProtágoras y Evatlo (o, según otras fuentes, entreCórax y Tisias) a propósito de los honorarios.Alguno, quizás Protágoras (pero no se le puedeafirmar con certidumbre), relató esta historia(3). El alumno es pobre y pide ser admitido a laslecciones del gran sofista con el único compro-miso de pagar los honorarios después, es decircuando, convertido a su vez en un hábil rétor ylogógrafo, el alumno tendrá la satisfacción deganar su primera causa en el tribunal. El maestroaccede, el curso se realiza, el alumno estudia conun provecho verosímil, pero luego no emprende la

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118),29-38, Enero-Agosto 2008

Page 3: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS SOFISTAS)

profesión de logógrafo y, con base en el acuerdo,pretende aplazar indefinidamente el pago de loshonorarios. Después de algún tiempo el maestro,sintiéndose burlado, amenaza con llevar a juicioal alumno y le advierte: toma en cuenta que esta-rás obligado a pagarme los honorarios en cual-quier caso. En efecto, si te condenan, me tendrásque pagar en razón de la condena; si, por el con-trario,fueras absuelto, entonces habrías ganadotu primera causa y, por consiguiente, estaríasobligado a pagarme en razón de nuestro pacto.

Pero el sagaz alumno habría replicado: alcontrario, no pagaría en ningún caso, pues dehecho si fuera condenado tendría derecho a nopagar en razón de nuestro pacto; en cambio, sifuera absuelto, ¡no pagaría en razón de la abso-lución! Tampoco en este caso se tiene noticiade ningún comentario o metadiscurso (y muchomenos del veredicto). Es verdad que algunosestudiosos modernos intentaron producir un cri-terio con el cual dar razón a uno u otro de losdisputantes (4), pero este esfuerzo me parece casiridículo, porque el interés del autor era, sin duda,provocar en el público una perplejidad tenaz,mientras que daba una idea de cómo se puede vol-car una situación difícil sin rendirse. En efecto,independientemente de la eventualidad de que lahistoria de Evatlo formaba parte de las Antilogíasde Protágoras, estamos seguros de que esta obraoponía tesis y antítesis sin ningún esfuerzo paradesbloquear el conflicto en una dirección u otra,y que esto fue el patrón de todas las Antilogías.Como se ve, llegamos a individuar un punto decontacto importante con Zenón, debido al efectoque se quisiera provocar en el auditorio y en loslectores.

El modelo antilógico y la misma historia deEvatlo tienen bastante que ver con las famosasTetralogías de Antifonte (5). En cada una de estastres obras similares el gran rétor nos presenta,como se sabe, primero el discurso del deman-dante en el tribunal, en seguida el discurso delacusado, luego una breve réplica del demandantey finalmente una breve réplica del acusado. Enlos tres casos es tanta la maestría del autor queel lector se ve tentado a dar razón primero aldemandante, después al acusado, luego de nuevoal demandante y finalmente de nuevo al acusado.Pero, ¿quién tiene verdaderamente razón? O bien:

31

¿cuál es el sentido de este simulacro de típicacontroversia judicial? Exactamente como Zenóny Protágoras, Antifonte no nos lo dice. El no gastani una sola palabra en sugerimos algún criterioque pueda servir como base para salir del callejóny para tomar posición en uno u otro sentido, y eneste caso la ausencia de comentarios por parte deAntifonte no tiene nada de conjetural. El cuidadoque el autor pone para evitar dar indicio alguno aescuchas y lectores (los jueces virtuales de cadaproceso) nos da testimonio de que él no tuvointención alguna de abrir la puerta a una soluciónunívoca o a argumentos en favor de una u otraparte. Esta postura no es solo un facto, sino unproblema, algo sobre lo cual preguntarse.

Como muchos saben, el mismo Antifontetuvo el mérito adicional de haber hecho unainvención muy sonada: se atrevió a abrir enCorinto una especie de locutorio en el que recibíaa las personas tristes o deprimidas con la finali-dad de vencer su humor gris (6). ¿Cómo le hacía?Les narraba historias de desgracias y sufrimien-tos atroces, de forma que el hombre o la mujerque sufría entendiera que no estaba viviendo unasituación propiamente extrema (pues hay situa-ciones todavía más dramáticas) y que siemprehay la posibilidad, diríamos nosotros hoy en día,de asimilar el sufrimiento de una u otra manera.Preguntémonos ahora: cuando un tratamientocomo este terminaba porque el o la paciente sehabía sosegado, ¿acaso Antifonte habrá realizadoun elogio del arte oratoria o propuesto otro tipode metadiscurso? ¡Por supuesto que no! Una vezmás, el resultado no fue de carácter cognitivo, nohay una enseñanza que se pudiera identificar ytratar como una doxa 'normal'.

Tomemos ahora el "discurso débil" de lasNubes de Aristófanes. Los dos logoi entablanuna competencia verbal, hay un ganador (es el"discurso débil") y, además del público, parecehaber un espectador sui generis, Estrepsiades.Pero también en este caso la competencia ter-mina sin mayor explicación. ¿Cuál es la lecciónque Estrepsiades tendría que aprender de dichacompetencia? Aristófanes no deja de proponeruna solución inspirada en el sentido común (y queactualmente sí calificaría como "conciliadora"),pero no todo se resuelve tan sólo desaprobandola conducta de Fidípides exactamente como no

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118),29-38, Enero-Agosto 2008

Page 4: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

32 L1VIO ROSSETTI

se resuelve la paradoja de Zenón pretendiendoque Aquiles llegue a cerrar su atraso por res-pecto de la tortuga. Una vez más, el resultado noes de carácter cognitivo, no hay una enseñanzaque se pueda identificar y tratar como una doxa'normal'. Es más, la historia no nos habla ni demodelo geométrico con puntos sobre una recta yvelocidad constante de cada móvil, ni de infini-tesimales, pero nos lleva a producir ideas de estetipo (y no qualquiera otra), aunque se trate deideas que no se encuentran en la paradoja.

Análoga a esta se presume que haya sido lasituación representada por Pródico en el Heraclesen la encrucijada (del cual tenemos un cuidadoepítome en los Memorables de Jenofonte, cap. 111). Ante el joven Heracles se presentan dos her-mosas mujeres, personificaciones de la Virtud ydel Vicio, que compiten por presentarle los atrac-tivos de una y otro. La lógica del discurso implicaque, aún en la hipótesis de una ligera superioridadde las razones de la Virtud frente a las del Vicio,la situación quedaría sustancial mente empatada yque la elección de Heracles no sería representadaformal mente.

Hay varios otros textos con característicasanálogas, como el diálogo de los Melios en Tucí-dides, el Ajax y el Odiseo de Antístenes, y sobretodo las obras maestras de Gorgias: la Helena,el Palamedes, el Peri physeos he peri tou meontos.

Como todos saben, en esta última obra Gor-gias tuvo la pretensión de demostrar, primero,que nada existe; segundo, que si algo existiera,no se le podría conocer; y, tercero, que si algoexistiera y se pudiera conocer, al menos esteconocimiento no se podría comunicar de maneraeficaz. Empezaré con detenerme un poco sobreel tercer argumento. Gorgias pretende comunicarexitosamente que cualquier intento de comuni-car algo ha de fracasar de manera inexorable.Es más, él pretende hacer de esta demostraciónel pilar de su discurso, puesto que declara estardispuesto a admitir que quizá no logrará conven-cemos ni de que nada existe, ni siquiera de quees imposible conocer cosa alguna, pero esperaobtener nuestro asentimiento, por lo menos, parael tercer demonstrandum (7). Solo que se tratade un demonstrandum que, en el momento enque viene apuntalado con buenos argumentos,

por esa misma razón no puede sino desplomar-se miserablemente ("te comunico exitosamenteque ninguna comunicación puede ser exitosa"),El argumento esconde apenas un dilema: si lademostración hecha por Gorgias es eficaz, enton-ces su tesis debería considerarse no demostrada,sino refutada. Por otro lado, si su tesis se la consi-dera como demostrada, ¿qué pensar de la demos-tración de su validez? ¿Es válida o inválida?¿Acaso sería suficiente decir que se trata de unademostración autorreferencial? Por otro lado, nin-guno podría tratar tal argumento como evidenciade una tesis filosófica que unos pueden aceptar yotros rechazar, por ej. profesando un optimismoepistemológico igualmente radical. Sin duda latesis tiene que hacemos cuidar de un optimismoepisternológico un poco superficial, pero no llegaa ganar el estatus de teoría contrapuesta a teoría.Sería mejor decir que se trata de una máquinapara suscitar problemas, y cierto no de una llavepara solucionar problemas. Hemos visto la puntadel iceberg, pero ¿quién no llega a sospechar quedetrás hay otro?

Pasemos entonces a la demonstración prin-cipal. Las fuentes nos permiten entender clara-mente que Gorgias, con mano feliz, presentabauna larga serie de argumentos para demostrarque nada existe. Su argumentación tenía una tesisexplícita, un demonstrandum comprobado conmuchos argumentos, mediamente bien estruc-turados: que nada existe. Pero eso no significaque tengamos una teoría de Gorgias de la mismamanera con que el atomismo es una teoría deDemócrito. En efecto, no podemos imaginar quealgún contemporáneo pudiera tomar en serio taldemostración, ni que Gorgias se convenció, aun-que solo por unos dos minutos, de que verdadera-mente nada existe (o que ninguna comunicacionpuede tener éxito).

Además, a nivel explícito suele tomar formaun discurso aparentemente impecable o inclusoirresistible, pero extraño, paradójico, por lo cual esinconcebible tomarlo en serio, dar fe a lo que aunasí se afirma y se asevera con toda determinacióny con aparente éxito. Esto es suficiente para queel auditorio o el lector entiendan inmediatamenteque el sentido más auténtico de ese discurso noestá ahí. No sé donde, pero no ahí. En consecuen-cia, hay que preguntarse cuál era exactamente el

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118), 29-38, Enero-Agosto 2008

Page 5: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS SOFISTAS)

demonstrandum de estas páginas. ¿Acaso es algoque se conoce? Yo diría que no, aunque se puedaafirmar, y con fundamento, que aquí se realizauna muy pesada parodia del Eleatismo. En efec-to, la tesis que nada existe ¿genera una teoría? y¿cuál? Por supuesto no se trata solamente de per-plejidades frente a la ontología eleática, porque eneste esquema teórico hay más, mucho más. Porejemplo, nos lleva a representamos el universo delos argumentos falsamente atendibles, la facilidadcon la cual se cae víctimas de alguna confusión,los mecanismos de la persuasión que se encuen-tran activos aquí, su capacidad de sugestionamos.Además, en cuanto a la nada y al ser, al menosllegamos a sospechar de que no se trata solo deaceptar o rechazar el Eleatismo, porque entre sery nada se establece una relación muy polivalente,y muy difícil de analizar. Desde este punto devista se ve que la primera tesis del Peri tou meontos, por un lado, no nos enseña nada particular(no nos transmite una teoría, no nos hace relajarfrente al descubrimiento de que ahora hemosllegado a entender algo que antes no se enten-día), y, por otro lado, nos abre los ojos sobre unaserie casi infinita de interrogaciones, dejándonosun poco menos inconscientes y un poco menosniños, en una palabra haciéndonos acrecentar,y todo eso sin dejamos vislumbrar cuál sería ocuáles serían los enunciados contrarios, y proba-blemente verdaderos, que se deberían oponer ala tesis según la cual nada existe. Sigue que en elcaso de estas otras invenciones comunicativas deGorgias, el provecho no es cognitivo. Y si no escognitivo, ¿cómo calificarlo?

He hablado de archipiélago. En efecto tene-mos una larga lista de obras bastante homogé-neas, mediamente pequeñas, pero intensas yparadójicas, todas concentradas en la segundamitad del siglo V a. c., obras con poco contenidocognitivo y tantas provocaciones intelectuales,solo que sobre estas obras la literatura especia-lizada, sea de filosofía antigua sea de literaturagriega, pese a ser copiosa, no parece decir casinada. Desafortunadamente los especialistas degriego dejan la tarea de dar cuenta de estos escri-tos a los filósofos, y los filósofos están acostum-brados a buscar doctrinas, y aquí no se ve aflorarninguna doctrina ... Hay que añadir que de losSofistas se estudian con gran cuidado las teorías

33

y muchas veces se les extrae a toda costa (y coninvestigaciones muy refinadas) de textos que nopretenden exponer o defender doctrinas; mientrasque no se suele manifestar interés por lo que nodeja individuar un punto de doctrina, ni siquierapor lo que todos estos escritos indudablementetienen en común. Pero, ¿cómo negar que desin-teresarse de estas provocaciones intelectualessignificaría desinteresarse de algunas de las ideasmás fecundas y de algunos de las cumbres deagudeza y profundidad del siglo? No se puede.Dejar aparte esta producción tan particular seríaabsurdo para un historiador de la literatura, dadasu calidad mediamente alta; y sería absurdísimopara un historiador de la filosofía griega no solopor la misma razón, sino además porque todoeso esconde algo significativo en el ámbito dela sabiduría de tipo filosófico del siglo V y, mepermito añadir, algo esencial para entender eldesarrollo sucesivo de la filosofía griega hastaAristóteles (8).

SEGUNDA PARTE¿Qué es lo que todos estos icebergs

nos esconden?

De lo dicho anteriormente se debería con-cluir que lo que resulta problemático es la "clave"de estos logoi, una clave que nos falta porque, atodas luces, no radica en aquello que se declara ysería inútil buscarla entre los pliegues del mensajedeclarado. No se trata de un mensaje implícito,de un objeto de ciertas alusiones, de un subtextoescondido, sino de algo que en dichos textos sim-ple y sencillamente no se encuentra. En efecto,no se descubre ninguna forma de codificaciónencubierta y parecería que dicha clave radica enotra parte, en lo no dicho, es decir fuera del texto,a tal grado que se revela como algo estrictamentevirtual.

Estamos hablando, en efecto, de discursossabiamente realizados con la intención de excluirtoda hipótesis de solución o respuesta o enseñan-za unívoca, todo resultado o éxito fácil de identi-ficar. Se sigue de ello que el criterio para zanjarla controversia o la paradoja no está incluido ensu representación, es distinto de ella y en cierto

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (I 17/118),29-38, Enero-Agosto 2008

Page 6: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

34 Ll VIO ROSSETTl

sentido está fuera de ella. Se podría imaginar quese trata de algo parecido a la metáfora, al sentidoescondido, a la alusión, a la antífrasis, al sub-tex-to, pero no creo que sea así, porque en todas estashipótesis se llega fácilmente a identificar lo queel hablante quiere significar, y se le identifica demanera no equívoca. Igualmente se podrían bus-car antecedentes, por ejemplo en el fragmento deJenófanes, anterior por aproximadamente mediosiglo, en el que el poeta-filósofo observa:

si los bueyes, <caballos> y leones tuvieranmanoso pudieran dibujar con ellas y realizar obrascomo los hombres,dibujarían los aspectos de los dioses y haríansus cuerpos,los caballos semejantes a caballos, los bue-yes a bueyes,tal como si tuvieran la figura correspondien-te <a cada uno>

o en la historia de Outis contada por Home-ro, cuando el Cíclope se explicó tan mal que suscompañeros no llegaron a entender correcta-mente su mensaje y nosotros detectamos la raízdel malentendido, nos imaginamos la situacióny después, reflexivamente, la geniaiidad de laidea de Ulises, es decir, la genialidad de la ideadel poeta. Una vez más, la analogía no es buenaporque al final sabemos qué es lo que Jenófanesy Homero quieren enseñamos. En este sentidoel texto de Jenófanes y la historia de Outis soncomparables a los enigmas, donde la clave existey se puede llegar a identificarla con certidumbre.En efecto, la ideación de un enigma consiste,como se sabe, en la alteración de un entero grupode indicadores y después en el desafío de llevar acabo la decodificación correcta a pesar de las dis-torsiones introducidas intencional mente al hablar- tomaré como ejemplo el enigma propuesto porla Esfinge - de animal en lugar de hombre, dealba en lugar de infancia, de ocaso en lugar devejez. En esta clase de situaciones, la clave estásolo escondida y la impresión de extravaganciadel discurso depende únicamente de las distorsio-nes introducidas. Por lo demás, todo está en reglay el objeto del enigma podría ser, por sí mismo,trivial. Y en cuanto al enunciado hipotético

"Si bueyes, caballos y leones tuvieran manoso pudieran dibujar etc.", se trata de un simplerecurso analógico que amplifica las diferenciasentre varios modos de representar a los dioses.Igualmente la historia de Outis implica la inven-ción de un apellido capaz de hacer confundir alos otros aprovechando del uso de dicha palabracomo indicador de un enunciado negativo. Yopuedo no llegar inmediatamente a descubrir laclave en este caso, así como frente la pregunta dela Esfinge, pero es claro que hay una clave inequí-voca. Igualmente ciertas preguntas socráticasque sin duda implican una y una sola respuesta,como cuando él pregunta a Agatón: "el padre ¿espadre de alguien? Y ¿la madre? Y ¿el hermano?y ¿el amante?" Siempre hay un segundo términode la relación, y Agatón no puede negar que paraser padre necesitas tener hijos (así como paraser abuelo necesitas tener nietos, etcétera: Symp.199de). Una vez más, el sentido implícito se leesconde con el fin de hacerlo descubrir, por elplacer de dar el placer de descubrir o el placer dever que alguno no llega tan fácilmente a descu-brir. Pero eso es todo: cuál sea el sentido implí-cito se le sabe porque cada vez la respuesta estáinequivocablemente inscrita en la pregunta.

Bueno, eso es exactamente lo que no ocurrecon las paradojas o las antilogías. En la mayoríao totalidad de las antilogías ni los escuchas olectores ni el autor tienen un argumento peren-torio para establecer quién es el que tiene razón,si el acusador o el acusado: una buena antilogíapretende dejamos perplejos. La tipología esdiferente, su lógica peculiar es diferente, la claveestá mucho más seriamente escondida y quizásel autor mismo no sabe dónde se encuentre, o nole interesa buscar exactamente la clave, porquele interesa algo diferente. Igualmente Zenónpodría no tener un argumento perentorio sobrela paradoja de Aquiles, ni por argumentar que enrealidad el héroe sabe perfectamente cumplir sutarea, ni por enunciar lo que esta paradoja preten-de enseñamos.

Ahora intentemos pasar a la pars construens.Primero, estamos hablando de algo como unteatro filosófico. Estos intelectuales nos presen-tan con historias, situaciones, o competicionesque tienen algo de agónico o agonístico y quenos recuerdan el agón trágico y cómico. Hay

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118),29-38, Enero-Agosto 2008

Page 7: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS SOFISTAS) 35

diferencias. Por ejemplo, aquí no ocurre nada,no hay eventos inesperados que modifican lascondiciones de partida de la situacion inicial ydan lugar a un cualquier desarrollo. La situaciónes la que es, solo que encierra un problema, y laatención no se pone en la situación y su posibledesarrollo, sino en el problema. Ademas, siendoque no hay ni desarrollo ni hexodos, todo se resu-me en el problema, sus complicaciones irresuel-tas, sus trampas casi inextricables y de las cualeses tan dificil liberamos.

Por eso sigue que lo de Zenón y de los Sofis-tas es teatro, y teatro eminentemente filosófico.y ya se delinea una sorpresa, algo inesperado, asaber, la falta de dicha categoría en nuestra cul-tura (9). En efecto el sintagma "teatro filosófico"me parece capturar algo esencial en esta historiade historias, porque estamos hablando de relatosricos en theoresis, relatos que nos hacen pensarcosas impensadas, caer en trampas y quizás gus-tar de sentimos perdidos en complicaciones casiinfinitas y en deudas insolubles. Teatro filosóficoque es una verdadera fábrica de dificultades, desituaciones aporéticas.

En efecto, si los Peri Physeos tienen el pri-vilegio de la invención de una idea de filosofia,pero ¿como no pensar que Zenón y los Sofistastienen el privilegio de ser inventores de unasegunda idea de filosofia?

Pasamos ahora a otro aspecto. Ya se ha dichoque estamos hablando de historias sin clave, sinenseñanza positiva, sin conclusión doxástica: elautor no nos transmite una enseñanza particulary nosotros no podríamos decir que con una uotra pequeña historia el autor pretende afirmaresta cosa particular (afirmar que p). Diría MichelMeyer en su tratado de problematología (la): aquíel diferencial problematológico no está solo afir-mado, sino enfatizado, porque llegamos al excesode preguntas sin respuestas, mientras que todasu batalla fue contra las respuestas que tantasveces quedan sin pregunta correspondiente. DiceMeyer que ya la ciencia platónica de las ideaspretende ser independiente de nuestro mundoterrestre, anterior, arquetipo, paradigma. Igual-mente las categorías de Kant subsisten de maneraindependiente antes de cualquier experiencia.Igualmente el saber, lo que se puede enseñar,lo que se aprende a través GoogLe o Wikipedia

tiende a presentarse como la simple constataciónde un hecho (como "Kant nació en Koenigsberg,es decir Kaliningrad") del cual se da exposicion.Igualmente los antiguos Peri Physeos tendíana lanzar mensajes tranquilizadores: "gracias aestos sophoi hemos entendido la dinámica de loseclipses, la forma del cosmos, el ciclo del agua,la dinámica de la respiración, etcétera". PretendeMeyer que en eso haya algo que no marcha bien,porque toda respuesta surge como respuesta a unapregunta. Bueno, pero ¿qué cabe pensar de estashistorias - o preguntas - pensadas con el fin dedejamos sin respuesta? Me repito: la diferenciaes tipológica y el esquema de Meyer nos ayuda amarcar la diferencia.

Adelantamos. Estas historias sin clave ysin respuesta tienen la ulterior característica dellevamos a pensar mucho y, a veces, a entendercosas que nunca habían sido objeto de atención.La historia de Protágoras y Evatlo, por ej., nospermite concentramos sobre las equivocacionesque se pueden esconder en los acuerdos y contra-tos y la unilateralidad con la cual se llega a vecesa afirmar o negar la misma cosa según el interésdel momento. Igualmente la primera tetralogía deAntifonte nos permite entender un poco la lógicano fácil de los logoi hamarturoi y de reflexionarsobre la fuerza probatoria de argumentos fun-dados sobre la contradicción (del adversario), elalibi y el testimonio de los esclavos. Si tomamosla HeLena de Gorgias, descubrimos el universode los vicios de la voluntad, como si hubieraun determinismo total, solo se descubre quevarios de estos vicios del querer dependen de lainiciativa, de la voluntad y de la inteligencia depersonas como nosotros, de manera que seríamosa veces víctimas y responsables de varios tiposde violencia. Si tomamos la paradoja zenonianade la flecha inmóvil en el espacio, llegamos rápi-damente a entender que el problema no es lo quese indica (el presunto hecho de que la flecha sequeda inmóvil en cierto punto del espacio) sinoque la flecha estaría inmóvil en todo instante desu trayectoria y mientras fuera en vuelo, lo que esmucho más complicado.

Como se ve, cada uno de estos escritos nosenfrenta con situaciones problemáticas extrañas,cosas casi impensables como el fracaso de Aqui-les, la flecha que se mueve pero no se mueve,

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118),29-38, Enero-Agosto 2008

Page 8: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

36 LlVIO ROSSETTI

una suerte de filosofía de la nada, una suerte dedeterminismo que surge no del atomismo sino,de manera inesperada, de la historia de Helena deTroya, la imposibilidad de zanjar una controversiay otros contextos que nos "obligan" a empeñamosen ejercicios intelectuales totalmente nuevos,nos conducen en territorios inexplorados (dondedespués se nos deja), nos fuerzan a abrimos haciahorizontes más o menos inusitados, y todo esosin convertirse en una enseñanza. Si intentamoscomparar la Helena de Gorgias con el determi-nismo atomístico, vemos que este determinismoes una teoría objetivada, algo que un cierto inte-lectual pretende tratar como verdad comprobada,algo de lo cual deberíamos discutir a partir delatomismo en cuanto asunción previa, pues en uncontexto muy enrarecido. También la Helena nospresenta algo parecido a una teoría (otra versióndel determinismo), pero el contexto nos invitaa tomar en cuenta los varios detallamientos denuestra cotidiana vida de relación, mientras queel todo no puede no resultar sutilmente con-tradictorio, porque se habla, como ya decía, decondicionamientos inducidos por personas nor-males, lo que implica que cada uno de nosotrossomos tanto responsables cuanto víctimas devarios vicios de la voluntad. Por consiguiente,no se delinea un esquema teórico unívoco; todolo contrario, se delinea una duda, una perpleji-dad, y una gran dificultad de llegar a un criteriocon el cual distinguir entre aspectos voluntariosy aspectos involuntarios del comportamiento,entre libertad y vicios de la voluntad. Mejor, elconjunto funciona como un impedimento contratoda hipótesis de esquema teórico unívoco. Porconsiguiente, nos hace más prudentes en el tratarun tema como esto o quizás nos enseña a guar-damos de enunciados sin modulación, como si sepudiera afirmar o negar sencillamente la libertaddel agente.

De esta manera llegamos a damos cuentade que, cada vez que nos enfrentamos con unau otra historia paradójica, nuestra mente resul-ta obligada a abrirse a horizontes desconoci-dos, quizás sin conseguir resultados particulares,pero tomando conciencia de tipos diferentesde complejidad. Haciendo las proporciones, deuna paradoja de este género, ¿no se podría decirque cumplió con funciones comparables a las

de tantas nuevas tecnologías en nuestro tiempo,cuando cada tecnología nos obliga a tomar con-fianza con una nueva forma de complejidad y conreglas nuevas? Igualmente aquí estos autores nosconducen a explorar territorios nuevos, cada vezcon problemas y niveles de complejidad que nose imaginaban.

Por eso pienso que no sería suficiente hablarde un desplazamiento de la "clave" del discursofuera del perímetro del discurso mismo, o delopúsculo sofístico como un cofre bien cerrado,bien protegido, casi inaccesible, como si el autorhubiese cerrado su logos con llave, arrojándoladespués a un río. O como si el autor estuviesededicando todas sus mejores energías para con-ducir a los escuchas y a los lectores a perderse, aya no entender nada, a perder el hilo de la made-ja o, para usar otra imagen, a descarrilarse. Elgriego tiene un término para indicar este tipo desituaciones, apoda, pero evidentemente la evoca-ción del término no es de gran ayuda para enten-der la especificidad de la aporía en la que muchossofistas sabían encerrar tan bien a los escuchas ylectores. Esta manera de explicar el fenómeno,aunque correcta, no me parece satisfactoria, por-que no nos dice nada sobre la complejidad que sedescubre, ni sobre la fecundacion intelectual quecasi siempre se sigue de estos textos paradójicos.Pero, ¿hay una manera mejor de dar cuenta deeste pequeño universo tan complicado?

La sugerencia que me parece más o menosadecuada sería hablar de procesos metacognitivos(\ 1). No es un concepto tan fácil, porque normal-mente con este término se entiende el conoci-miento de segundo grado, el saber de saber, comopor ejemplo cuando la diosa de Parménides afir-ma: "ahora termino el discurso verídico. Después,hay que escuchar opiniones humanas, precarias".Aquí la diosa enuncia una diferencia de valor (de"cociente epistémico", diríamos) entre el logossobre lo ser y el logos sobre el mundo, y por lotanto presenta un saber sobre dos saberes, unmeta-saber. Igualmente, cuando un niño conocelas multiplicaciones y ahora ya no necesita hacerun esfuerzo memorístico para establecer cuántoes 6 veces 7, hay control metacognitivo sobre lasmultiplicaciones que se aprenden en la escuelaprimaria. Bueno, este es un tipo de metacogniti-vidad, pero quizás que no existe solo este tipo. En

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118),29-38, Enero-Agosto 2008

Page 9: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS SOFISTAS)

efecto, si reflexionamos sobre la competencia deldoctor o del abogado, vemos que, al comienzo,esos admiten no saber cómo tratar nuestro caso(sanitario o legal), aunque sabemos que esos tie-nen una gran competencia y tenemos confianzaen ellos. Pero no pretendemos que sepan de inme-diato cómo tratar nuestro caso; solo les pedimosque vayan a estudiarlo para ver qué sería mejorhacer. Entonces, su competencia no se manifiestaen lo que pueden afirmar de inmediato, sino enuna competencia global, en un rico repertoriode medios conocidos entre los cuales piensabuscar lo que es apropiado y adecuado. Este tipode competencia es igualmente metacognitiva(en general, metacognitividad = competencia,dominio de un entero sistema de conocimientos),pero diferente de la otra, porque, en un caso, lacompetencia metacognitiva permite la emisión deafirmaciones particulares (por ejemplo, soy capazde establecer cuánto es 6 veces 7 y, igualmente,el resultado de muchas otras multiplicaciones),mientras que, en el otro caso, se acepta que esteno se pueda lograr.

En cierto sentido, el doctor y el abogadono saben y saben del no saber, pero están máso menos a la altura del problema y presumenestarlo, mientras que el niño sabe y es conscientede saber, e igualmente la diosa de Parménides.No es un detalle lo que marca esta diferencia.Ahora bien, muchas de las paradojas de las cualesestamos hablando tienen una actitud propedéuticapara la formación de una competencia, porquenos abren los ojos frente a algo complejo, mejor,frente a una compleja red de relaciones que no sepodría describir en detalle. Ergo, una analogía debase subsiste. Y podemos preguntamos si solomuchas paradojas tienen esta característica otodas. Yo diría todas, porque también en el casode las paradojas de Zenón ocurre algo similar.Como dije, en el caso del Aquiles, la historia nonos habla ni de modelo geométrico con puntossobre una recta y velocidad constante de cadamóvil, ni de cálculos infinitesimales. Estas ideasno se encuentran en la historia, pero la historia estal que nos lleva a producir ideas de este tipo, yno cualquiera otra. Esta como otras historias deZenón nos constriñen a buscar un poco de com-petencia en analizarla. Igualmente el caso clínico

37

o judicial llega el médico y respectivamente elabogado a estudiarse ciertos textos pertinentes, aexplorar ciertas hipótesis de intervención, etc.

Por lo tanto, decir que estos textos, por elhecho de llevar a pensar algo complejo que nose podría traducir en enunciados simples, generauna competencia incoativa de tipo metacognitivo,me parece pertinente y ayuda a comprender loque pasa. En efecto su valor reside, en mi sentido,en su función provocativa, en lo que de creativose activa en la cabeza de oyentes y lectores, anti-guos y modernos, no tanto diversamente de loque pasa con los diálogos aporéticos de Platón,donde no es importante concluir de algún modo,sino empezar a analizar de manera no superficialuna u otra noción. En conclusión, diría que estaliteratura paradojal esconde su gran virtualidadmetacognitiva, así como su actitud de privilegiarla pregunta sobre la respuesta.

TERCERA PARTEPreguntas y corolarios

El paso sucesivo -y final- sería abrir lapuerta a algunas preguntas, como por ejemplo lasque siguen:

1. Todo eso ¿nació y se terminó sin contexto,sin consecuencias, sin efectos, y también sinmaestros y sin anticipaciones, sin nada denada de prodrórnico, como una metéora?

2. ¿Cómo colocar esta producción tan particularen el contexto de la Sofística? ¿Acaso debe-ríamos re-escribir completamente el capítulosobre los Sofistas? Y, si acaso, ¿cómo?

3. Paradojas de Zenón y paradojas sofísticas,¿son verdaderamente comparables?

4. ¿Acaso Sócrates tiene algo que ver con estetipo de provocación intelectual?

5. ¿Acaso la metacognitividad tiene unaconexión especial con la filosofía en tantoque tal?

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (I 17/118), 29-38, Enero-Agosto 2008

Page 10: Eldrama filosófico, invención dels.Va.C. (Zenón y ...inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía... · EL "DRAMA FILOSÓFICO", INVENCIÓN DEL s. V. a. C. (ZENÓN y DE LOS

38 LIVIO ROSSETTI

No voy a tratar ahora de estos temas ulte-riores porque me parece necesario detenernos,primeramente, sobre la calificación de lo quees lo específico de la literatura paradojal delsiglo V a. C. En efecto, cada una de estas pre-guntas abren perspectivas ulteriores de ciertaimportancia, pero su discusión está totalmentecondicionada por la respuesta a la preguntabásica formulada en el segundo párrafo de esteartículo, que no se puede abordar su discusiónsin antes llegar a cierto consenso sobre la mane-ra de calificar a la literatura paradojal de la cualse hablo en estas páginas. Por consecuencia, sehará, pero no ahora.

Notas

l. Se trata de Rossetti 2006a y Rossetti 2008c.2. En este recorrido utilizaré, de vez en cuando,

pasajes de Rossetti 2008c.3. Las fuentes - basicamente Apuleio y Gelio - no

se encuentran en el Diels-Kranz, sino sobre todoen Capizzi 1955, 164-168.

4. De algunas de estas interpretaciones doy cuentaen Rossetti 2006a, p. 130 (nota 5).

5. Las tetralogias fueron editadas, traducidas ycomentadas por Decleva Caizzi en 1968.

6. Lo refieren el pseudo-Plutarco y Filóstrato (= 87A 6 D.-K.). La autenticidad de lo que se narra estaasegurada por la excepcionalidad de la noticiaademas que por la convergencias de los dos auto-res antiguos.

7. Traté de este esquema concesivo en Rossetti1985.

8. Intenté esbozar estas ideas en Rossetti 2006b ydespués en Rossetti 2008b.

9. De acuerdo que de "teatro filosofico" se hablopor un grupo de existencialistas franceses pero, almeno que yo sepa, nunca referiendose a la antiguaGrecia y particularmente al siglo V.

10. Meyer 1986.11. Ya lo hizo en Rossetti 2006a y 2008a.

Bibliografla

Capizzi, A. Pro/agora: testimonianze e frammenti.Firenze, 1955.

Decleva Caizzi, F.. Antiphontis Tetralogiae. Milano,1968.

Meyer, M. De la problématologie. Bruxelles, 1986,32008.

Rossetti, L. (1985) "Lo scambio simpliciter/secundumquid nel Peri tou me ontos" in Gorgia e la Sofis-tica. Atti del convegno internarionale (Lentini-Catania 1985) a cura di F. Romano e L. Montoneri= Siculorum Gymnasium n.s. 38 (1985), 107-118.

Rossetti, L. (2006a), "Oltre il demonstrandum. Ladimensione metacognitiva dei testi paradossalinell'etá dei Sofisti", Méthexis 19 (2006), 125-138.

Rossetti, L. (2006b), "O diálogo socrático 'aberto' esua temporada mágica". Hypnos 16 (2006), 1-16.

Rossetti, L.2008a, "La componente metacognitivadella filosofia e del filosofare". Giornale di Meta-fisica n.s. 30 (2008), 3-30.

Rossetti, L.2008b, "1 Socratici della prima genera-zione: fare filosofia con i dialoghi anziché contrattati o testi paradossali", in SOCRATlCA 2005.Studi sulla letteratura socratica antica presentatialle Giornate di studio di Senigallia, a cura di L.Rossetti e A. Stavru (Bari 2008), 39-75.

Rossetti, L. (2008c), "El panfleto sofístico, o la comuni-cación en dos niveles" in O. D. Alvarez Salas (ed.),Cultura clásica y su tradición. Balance y perspec-tivas actuales (México DF 2008), 293-309.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118),29-38, Enero-Agosto 2008


Recommended