+ All Categories
Home > Documents > Entrevista a voluntarias do programa Vagalume · encuentra el centro psicoeducativo y familiar del...

Entrevista a voluntarias do programa Vagalume · encuentra el centro psicoeducativo y familiar del...

Date post: 01-Oct-2018
Category:
Upload: ngokiet
View: 215 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
5
Entrevista a voluntarias do programa Vagalume Calle abajo, escondido tras dos estrechos portones, se encuentra el centro psicoeducativo y familiar del programa Vagalume, dependiente de Cáritas y las Religiosas Oblatas. Nos acercamos hasta San Roque para charlar con Ana y Lucía, psicóloga y educadora del centro respectivamente, sobre voluntariado, religión y dinámicas comunicativas. Aquí os dejamos un pequeño testimonio de la entrevista. ¿Qué es Vagalume? Ana.- Vagalume es un programa que concentra distintos proyectos de forma coordinada. Trabajamos la primera fase, que son las mujeres que están en la prostitución; después hay otro proyecto, el centro de día, al que la mujer acude por si misma, en el que se les presta desde asesoramiento jurídico hasta atención psicológica. Además, están los pisos de acogida para aquellas mujeres que no tengan apoyo familiar o social y quieran dejar ese mundo. Y, por último, está nuestro proyecto, que es el psicofamiliar, donde las mujeres que tienen dificultades con su familia reciben apoyo. Atendemos tanto a la propia mujer como a sus hijos. La parte educativa la lleva Lucía, y la parte emocional, yo. Lucía.- A diferencia de los otros tres proyectos, aquí pueden venir mujeres sin necesidad de estar o haber estado en procesos de prostitución. Vienen muchas familias cuya problemática está más vinculada a la emigración. ¿Cuál es vuestra forma de actuar? Ana.- Hay tres formas de intervención: familiar, donde se trabaja con la unidad familiar del menor; el área emocional,
Transcript

Entrevista a voluntarias do programa Vagalume

Calle abajo, escondido tras dos estrechos portones, se encuentra el centro psicoeducativo y familiar del programa Vagalume, dependiente de Cáritas y las Religiosas Oblatas. Nos acercamos hasta San Roque para charlar con Ana y Lucía, psicóloga y educadora del centro respectivamente, sobre voluntariado, religión y dinámicas comunicativas. Aquí os dejamos un pequeño testimonio de la entrevista. ¿Qué es Vagalume? Ana.- Vagalume es un programa que concentra distintos proyectos de forma coordinada. Trabajamos la primera fase, que son las mujeres que están en la prostitución; después hay otro proyecto, el centro de día, al que la mujer acude por si misma, en el que se les presta desde asesoramiento jurídico hasta atención psicológica. Además, están los pisos de acogida para aquellas mujeres que no tengan apoyo familiar o social y quieran dejar ese mundo. Y, por último, está nuestro proyecto, que es el psicofamiliar, donde las mujeres que tienen dificultades con su familia reciben apoyo. Atendemos tanto a la propia mujer como a sus hijos. La parte educativa la lleva Lucía, y la parte emocional, yo. Lucía.- A diferencia de los otros tres proyectos, aquí pueden venir mujeres sin necesidad de estar o haber estado en procesos de prostitución. Vienen muchas familias cuya problemática está más vinculada a la emigración. ¿Cuál es vuestra forma de actuar? Ana.- Hay tres formas de intervención: familiar, donde se trabaja con la unidad familiar del menor; el área emocional,

que es individual, y el área educativa, más grupal. Lucía.- Por las tardes organizamos talleres, divididos en tres bloques por grupos de edad, donde les ofrecemos a los niños algo más que un espacio de apoyo escolar. Pero, además, dividimos las tardes en tres momentos: el primero es un tiempo de comunicación, donde les preguntamos cómo están y nos interesamos por ellos, algo a lo que no siempre están habituados en sus casas; después tenemos la parte escolar, donde les ayudamos a hacer los deberes; después hay merienda y, dentro de la segunda hora, tenemos talleres enfocados a distintos valores sociales en función de los niños y las necesidades concretas que tienen. Los talleres suelen ser muy variados: trabajamos la autoestima, tolerancia a la frustración, resolución de conflictos...Al margen de casos puntuales en los que el niño necesite una atención individual, la organización de los talleres es en grupo. Y ahí contamos con los voluntarios. Dentro de este programa, ellos trabajan principalmente en la parte educativa. Vosotras no sois voluntarias, pero me figuro que empezásteis siéndolo. ¿Han cambiado vuestras motivaciones con el paso del tiempo? Lucía.- Eso es muy personal...Yo empecé a hacer voluntariado después de terminar la carrera de Trabajo social, mientras no encontraba trabajo, porque era una forma de enriquecimiento propio y de poner en práctica cosas que había aprendido en la carrera. De la teoría a la práctica pueden cambiar muchas cosas, por eso vi en el voluntariado una manera de saber dónde me veía realmente. Ana.- Mi experiencia fue un poco parecida. Acabé la carrera, llegué aquí como prácticas de un máster y me enganchó tanto que me quedé. Porque lo social o te quema o te engancha. Ayudar al otro y que ese otro te responda

es muy potente. ¿Cómo valoraríais la situación del voluntariado en Santiago de Compostela? Ana.- Yo creo que Santiago es una ciudad privilegiada en cuanto a voluntariado. En este momento hay otro perfil de voluntario pero puedo decir que siempre hubo mucho voluntariado aquí por la alfluencia de universitarios. Algo pasa en concreto en la USC para que muevan tanto voluntariado. Lucía.- El tamaño que tiene Santiago no es proporcional al número de voluntarios. Estamos en una ciudad pequeña y, sin embargo, hay mucha demanda de voluntariado. ¿Cómo llega a incorporarse un voluntario a Vagalume? Lucía.- Los voluntarios llegan aquí por diferentes vías: de la universidad, por nuestra relación con la oficina, por iniciativa personal y a través de Cáritas. Después nosotros hacemos una valoración de si esa persona cumple el perfil que buscamos. ¿Cuáles son los requisitos para ser voluntario en Vagalume? Ana.- Mayor de 20 años, si está en la universidad que sea a partir del segundo año y después valoramos mucho las aptitudes de esa persona: dinamismo, flexibilidad, experiencia con infancia y compromiso. La persona que viene aquí se compromete a quedarse un mínimo de 3 meses y a aceptar una formación específica. Lucía.- Además, tiene que estar abierto a nuestro método de trabajo. Aquí todos tenemos que hacer lo mismo para garantizar una estabilidad a los niños. No cuenta tanto la experiencia como el grado de apertura de esa persona.

Vagalume es un proyecto vinculado a la Iglesia y, como tal, a la religión. ¿Qué papel juega esa relación a la hora de escoger a un voluntario? Ana.- De valores, simplemente. Es independiente que un voluntario de Cáritas sea religioso o no. Para nosotros es más importante que tenga unos valores fundamentales y no su vida personal. Lucía.- Lógicamente, quiero suponer que cuando alguien viene aquí sabe a dónde viene. Estás entrando en un proyecto relacionado con la Iglesia, con lo cual luego no pueden sorprenderte ciertas cosas o tener una postura totalmente contraria a determinadas cosas. Es cuestión de saber dónde estás. Nunca ha surgido un conflicto por este tema porque no es algo que se pregunte ni se cuestione. ¿Y a la hora de trabajar con los niños? Ana.- Trabajamos con ellos desde el respeto, entonces respetamos que tengan otras religiones. Claro, nosotros celebramos la Navidad pero lo informamos y si quieren participar participan y sino no. Hay que diferenciar la labor de Cáritas, que es acción, de la de la Iglesia, que es más evangelizadora. Aquí somos personas normales, que hablamos de sexualidad y afectividad con normalidad. Lucía.- Nosotros aquí no hacemos adoctrinamiento ni convertimos a la gente. No rezamos ni hacemos manifestaciones religiosas abiertamente. No basamos nuestras explicaciones en nada religioso. Entonces, ¿la idea preconcebida que todos podemos tener del voluntariado en Cáritas es simplemente un prejuicio? Ana.- Totalmente. Esa clase de ideas nacen del

desconocimiento, de que hablamos y teorizamos de lo que no conocemos. Lucía.- En general, el tema de la Iglesia crea prejuicios. Si tú ya estás en contra de la Iglesia todo lo que esté relacionado con eso te va a parecer mal, aunque no lo conozcas. Eso ya depende de que la gente quiera cambiar su opinión. ¿Tenéis algún tipo de estrategia comunicativa con los voluntarios? Ana.- Nosotros creemos que la comunicación es muy importante, sobre todo la escucha. La mayor parte de las dificultades que puede tener un voluntario es saber escuchar realmente. Para poder hablar hay que saber escuchar. Diría que escuchar es nuestra estrategia comunicativa, comprender y aceptar lo que los niños te dicen. La comunicación lo es casi todo. Además, facilitamos a los voluntarios una especie de diario profesional en el que ellos van valorando sus experiencias y después comparten con nosotras sus inquietudes. Lucía.- Yo diría que creer en lo que los niños te dicen también es fundamental, porque crea un vínculo de confianza a la hora de comunicarse que no existe si uno desconfía constantemente. No hay que hacerse los tontos, pero tampoco dar cosas por sentado sin darle el beneficio de la duda. ¿Tenéis alguna estrategia de captación de voluntarios? Ana.- No tenemos porque no nos hace falta. Cuando necesitamos gente en el pasado recurrimos a la campaña "Juntos podemos" que mueve mucha gente. Pero, en general, siempre tuvimos voluntariado.  


Recommended