Formacion cristiana

ESTUDIOS BIBLICOS DE FORMACION CRISTIANA 2011

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ESTUDIOS BIBLICOS DE FORMACION

CRISTIANA Por: Prof Pablo Fernández Colón,

(B.A., M.A., ED.D En Progreso)

QUINTO LIBRO DE PABLO

FERNÁNDEZ-COLÓN

(Fifth Book of Pablo Fernández-Colón)

COPYRIGHT © MARCH 31, 2011

Derechos reservados © 2011

Copyright 2011. All rights reserved

Escrito por:

(Written by:)

PABLO FERNÁNDEZ COLÓN Finalizado en: abril 1, 2011: 3:14 A.M.

en Guayama, Puerto Rico.

Derechos reservados © 2011.


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Primera Edición

Copyright © 21st Century Network Enterprises

International

EIN: 11-3197358

Todos los derechos reservados Prohibida la reproducción o transferencia por

cualquier medio electrónico o impreso sin

autorización escrita del autor.

Impreso en Puerto Rico, USA, 2011, por

Guayama Digital Press

Una división de Guayama Digital

Communications Network Inc

EIN: 66-0575690

Escriba a: (Write to):

21st Century Network Enterprises

International / Guayama Digital

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Urb. Blondet H-168, Guayama, PR 00784

e-mail: [email protected]

http://[email protected]/


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CRISTIANA Por: Prof Pablo Fernández Colón,


DEDICATORIA

El dedicar un libro no es sólo un formalismo

literario. Es el deseo genuino y sincero de

que a aquellos a quienes se le dedica, sientan

la misma y profunda satisfacción de aquel

que lo dedica. Este es ya mi estilo personal

de presentar mis libros, y éste, en forma más

especial aún.

Dedico este libro a las siguientes personas y

organizaciones, gracias a las cuales hoy estoy

vivo y a quienes estaré el resto de mis días,

que espero que sean muchos, profundamente

agradecido.

Primero a Dios, quien me ha permitido

regresar a la vida.

A mis pastores metodistas, Reverendos


6

Bienvenido Güisao (QEPD) y Pedro

Valentín Peláez; no sólo por sus

oraciones, sino por su apoyo espiritual

y solidaridad en el dolor y la crisis.

A mis amigos y hermanos en Cristo de

la 1ra. Iglesia Pentecostal de Jesucristo

Inc., en la Barriada Marín de Guayama,

Reverendo Francisco Berberena,

(QEPD), Revda. Rosa Rodíguez de

Berberena, a su familia y al Concilio

IPJ tanto en Puerto Rico, República

Dominicana y Estados Unidos

continentales.

Al Reverendo Dr. Quitín Silva y a su

esposa Rosa Silva, del Concilio IPJ en

Queens, Nueva York.

A mis hermanos y amigos de la Iglesia

Metodista “Community” de Jackson

Heights en Queens, Nueva York.

A mi hermano, compañero en

educación y sostén espiritual de la

Iglesia Metodista de Coamo, ahora,


7

Reverendo, Miguel Ramos Lozada.

A mi hermano, compañero educador y

amigo: Aurelio Díaz, “Chiringo” y a

Catherine; sé que lloraste mi muerte en

vida, pero hoy disfrutas que yo siga

“vivito y coleando”.

Al Reverendo Carlos Rosa, ex Obispo

de la Iglesia de Dios No-Sectaria, Inc.

y Presidente de la Iglesia Cristiana

Misionera Mundial Inc., mi ex-director

escolar en la Escuela Ramona Mendoza

Santos, (ahora Adela Brenes Texidor)

de la comunidad Puente de Jobos de

Guayama y a su esposa Elizabeth

Lynn.

Al Obispo Presidente del Concilio

Iglesia Pentecostal de Jesucristo Inc.,

en Puerto Rico, Rev. Elías Sostre.

Al Rev. Ricci Ruiz Ríos, pastor de la

Iglesia La Familia, en Las Marías, PR,

su amada esposa, Rosita Martínez y su

querida familia.


8

En fin, a todos aquellos que son parte

de la Iglesia de Cristo en todo el

mundo, Amén.

Si dejé de mencionar a alguien, por

favor, anote su nombre aquí:

A:

______________________________

Por:

_____________________________

Ahora les invito a que compartan conmigo el

contenido de este libro de Estudios Bíblicos y

Formación Cristiana, y espero, que mis

esfuerzos por levantar la valiosa información

aquí provista, le sean de estímulo, motivos de

superación y de éxito en sus vidas espirituales

así como en todas las manifestaciones de sus

vidas.


9


CRISTIANA

Por: Prof Pablo Fernández Colón,


INTRODUCCION

La formación cristiana es indispensable para

ser un buen y eficiente siervo de Cristo (1Tim

4) en todos los tiempos, en especial en los

tiempos finales de apostasía y falsos

maestros.

En esta serie de estudios progresaremos en el

conocimiento bíblico, necesario para la

formación cristiana, desde lo más básico

hasta lo más escencial y fundamental para ser

no sólo un buen cristiano sino para formar un

ministro de Dios aprobado, según el mensaje

dado por el apostol Pablo a su hijo en la fe y

joven pastor, Timoteo.


10

La Biblia o Palabra de Dios nos será la

herramienta indispensable del conocimiento

bíblico y sobre todo, le pedimos al Espíritu

Santo que nos ilumine y guíe en todo este

proceso de enseñanza-aprendizaje; para así

ser fundamentados en la fe que una vez ha

sido dada a los santos (Epístola de San Judas

3).

Les invito a que sean edificados y

fortalecidos en su fe mediante esta serie de

estudios bíblicos de formación cristiana.


11


CRISTIANA



CONTENIDO

DEDICATORIA 5-8

INTRODUCCION 9-10

ESTUDIO UNO.

LOS LIBROS DE LA BIBLIA 12-22

ESTUDIO DOS.

LA RESURECCION DE CRISTO:

FUNDAMENTO PRINCIPAL DE LA

IGLESIA 23-24

ESTUDIO TRES.

LOS SIETE PACTOS DE DIOS Y LAS 7

DISPENSACIONES 25-34


12

CAPÍTULO CUATRO.

PRIMEROS PASOS EN LA FE

CRISTIANA 35-46

CAPÍTULO CINCO.

LA SANTA CENA O EUKARISTIA

47-54

CAPITULO SEIS.

RESPONSABILIDADES DEL

CREYENTE: DIEZMOS Y OFRENDAS

55-66

CAPÍTULO SIETE.

DE LLAMADO A ENVIADO

67-72

DATOS BIOGRAFICOS DEL AUTOR

73-82


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CRISTIANA



ESTUDIO UNO: LOS LIBROS DE LA

BIBLIA




tiempos finales de apostasía y falsos

maestros.

En este primer estudio bíblico presentaremos

los Libros de la Biblia y una breve

descripción de su razón de ser así como sus

propósitos al escribirse.

La Biblia o Palabra de Dios nos será la

herramienta indispensable del conocimiento

bíblico y sobre todo, le pedimos al Espíritu

Santo que nos ilumine y guíe en todo este


14

proceso de enseñanza-aprendizaje; para así

ser fundamentados en la fe que una vez ha

sido dada a los santos (Epístola de San

Judas), como ya cite en la introducción.

Les invito a que sean edificados y

fortalecidos en su fe mediante esta serie de

estudios bíblicos de formación cristiana.

La Biblia

La Biblia (biblios) o colección de libros

sagrados se compone de dos divisiones

mayores. Éstas son: El Antiguo Testamento,

mejor conocido como La Ley y Los Profetas

o Antiguo Pacto,también llamada Las

Sagradas Escrituras por los creyentes de

inicios del cristianismo.

Cabe señalar que la Biblia Católica incluye

libros adicionales no en contrados en las

biblias evangélicas o protestantes. Estos

libros son llamados apócrifos o no-canónicos.

Una vez aclarado este aspecto siferencial,

procedo a señalar los libros de la Biblia.


15

Antiguo Testamento o Antiguo Pacto.

Pentatéuco: (5)

Los primeros cinco libros o pentatéuco

(palabra derivada de penta o cinco, de aquí

también se desprende el término pentecostés

o 50 días después de la Pascua).

Estos son: (1): Génesis o inicio, origen o

comienzo. (2): Éxodo o salida, emigración o

despido. (3): Números, o libro del censo, (4):

Levítico o Pacto Levítico, libro de las

ceremonias religiosas judías y finalmente, (5):

Deuteronomio o recapitulación, repetición.

El autor de estos primeros cinco libros lo fue

el caudillo israelita Moisés, conocido como el

padre de la Ley judía, o el hijo de la hija del

Faraón. Su nombre se deriva del vocablo

sacado del agua.

Libros Históricos: (11)

Posterior al Pentatéuco, aparecen los libros

históricos. Ellos son: (6): Josué, (7): Jueces,


16

(8): Ruth, (9): 1ra Samuel, (10): 2da Samuel,

(11): 1ra de los Reyes, (12): 2da de los Reyes,

(13): 1ra de Crónicas de los Reyes, (14): 2da

de Crónicas de los Reyes, (15): Esdras, (16):

Nehemías, y (17): Esther.

Libros Poéticos: (5)

Posterior a los libros históricos, se encuentran

los Poéticos. Estos son: (18): Job, (19):

Salmos, (20): Proverbios, (21): Eclesiastés y

(22): Cantar de los Cantares.

Los Profetas Mayores (5)

Los Profetas Mayores son (23): Isaías, (24):

Jeremías, (25): Lamentaciones de Jeremías,

(26): Ezequiel y (27): Daniel.

Los Profetas Menores (12)

Los Profetas Menores son: (28): Oseas, (29):

Joel, (30): Amós, (31): Abdías, (32): Jonás,

(33): Miqueas, (34): Nahum, (35): Habacuc,

(36): Sofonías, (37): Haggeo, (38): Zacarías y

(39): Malaqías.


17

En total, el Antiguo Testamento se compone

de 39 libros.

Nuevo Testamento o Nuevo Pacto.

El Nuevo Testamento o Nuevo Pacto, surge a

partir de Jesucristo, cuatrocientos años

después del último profeta del A.T.,

Malaquías.

Como sugiere el nombre, es un nuevo

testamento o pacto que se establece con la

cruxificción, muerte, resurrección y

glorificación o ascención del Hijo de Dios,

Jesucristo, el Cordero de Dios, tipificado en

el A.T. y en los sacrificios celebrados por los

sacerdotes y levitas del viejo pacto.

De aquí que se consideran sus enseñanzas

partes de la vida de fe y conducta del Nuevo

pueblo de Dios, ya no sólo el judío, sino todo

aquél que cree en Jesucristo como Salvador

personal y de la humanidad; es decir, de todo

aquél que cree en él (Jn. 3:15-17).


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Se divide en libros históricos (Los Hechos),

Cartas pastorales o dirigidas a pastores y

Cartas generales. Finaliza el Nuevo

Testamento con el libro de la Revelación o el

Apocalípsis.

Los Cuatro Evangelios:

Son los libros escritos por los seguidores o

discípulos directos y cercanos a Cristo, ellos

son:

(1): Mateo: escrito a los judíos o a la nación

de Israel. (2): Marcos: escrito a los Romanos,

(3): Lucas, a los Griegos y a Teófilo, y (4):

Juan: escrito a la iglesia.

Hechos de los Apóstoles: (1)

Es el libro de los comienzos de la iglesia

cristiana en su primer siglo o periodo

apostólico. Se le llama también como el libro

de los Hechos del Espíritu Santo. Es escrito

por Lucas, el mismo escritor del Evangelio

según San Lucas. Dirigido a Teófilo (Hc.

1:1). Es el quinto libro del N.T. (5).


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Epístolas Paulinas (14)

Son las Cartas escritas por el Apóstol de los

Gentiles, el Apostol Pablo. Las primeras

nueve (9) son escritas a iglesias y las últimas

cinco (5) escritas a pastores.

Éstas son: (6): Romanos, (7): 1ra de

Corintios, (8): 2da de Corintios, (9): Gálatas,

(10): Efesios, (11): Filipenses, (12):

Colosenses, (13): 1ra Tesalonicenses y (14):

2da Tesalonicenses. Éstas son las cartas

pastorales del apostol Pablo.

Le siguen cinco más del apostol Pablo, esta

vez escrita las mismas a pastores,

mayormente jóvenes. Las mismas son: (15):

1ra Timoteo, (16): 2da Timoteo, (17): Tito,

(18): Filemón, y finalmente, (19): Hebreos.

Epístolas Generales (7):

Las cartas apostólicas generales fueron

escritas por varios apóstoles a diversas

iglesias o grupos de creyentes en general.


20

Ellas son, (20): Carta o Epístola de Santiago,

(21): 1ra de Pedro, (22): 2da de Pedro, (23):

1ra Juan, (24): (25): 2da Juan, (6): 3ra Juan y

(26): Judas. Son generales ya que no se

expecifica a una iglesia o persona en

particular, a diferencia de las Paulinas.

Revelación o El Apocalípsis.

Es el libro veinticiete (27) y último del N.T.

su escritor es el Apostol del amor, el

discípulo amado, o el anciano, como se le

conocía al último de los Doce Apóstoles

padres del cristianismo, Juan.

Con este libro se cierra la profecía y el

periodo o dispensación de la Gracia, como

veremos en un próximo capítulo.

En resumen, el Nuevo Testamento se

compone de veinticiete (27) libros, y junto a

los treinta y nueve (39) del Antiguo

Testamento, suman sesenta y séis (66) libros

en total.


21

Libros apócrifos o no-canónicos:

Como señalé al inicio, la biblia católica

además de los sesentiséis (66) libros de la

biblia protestante, incluye los siguientes:

En el A.T., encontramos primero que los

cinco (5) primeros libros, Pentatéuco, son los

mismos. Pero en los próximos libros del A.T.

veremos algunos en substitución y otros

adicionales.

Históricos: (4 substitutos) y (+4):

Ellos son:Libros 1 y 2 de Reyes, en

substitución de 1ra y 2da Samuel Libros 3 y

4 de los Reyes, en substitución de 1ra y 2da

de Crónicas de los Reyes, encontramos a 1er

y 2do Libro de los Paralipómenos, Tobías y

Judith.

Poéticos: (+2):

Estos son: Sabiduría y Eclesiástico.

Profetas Mayores: (+1): este es Baruc.


22

Y finalmente, en los los Profetas Menores dos

más.

Profetas Menores: (2): estos son 1er libro

de los Macabeos y 2do libro de los

Macabeos, escritos éstos con posterioridad a

Malaquías.

Así que en total encontramos nueve (9) libros

más que en la biblia protestante, sumando así

a un total de cuarenta y ocho (48) libros de la

biblia católica.

En el N.T. no se observa diferencia en

número de libros en ambas biblias, es decir,

veintisiete (27) libros en el N.T.

En resumen, la biblia católica consta de un

total de setenta y cinco (75) libros a

diferencia de la biblia protestante que suman

sesenta y séis (66), una diferencia de (+9).


23


CRISTIANA



ESTUDIO DOS: LA RESURRECCION DE

CRISTO - FUNDAMENTO PRINCIPAL

DE LA IGLESIA

La Resurrección de Cristo es el fundamento

principal de la Iglesia. Sin la misma, no tiene

sentido la existencia de la iglesia; de nada nos

sirviría nuestra fe ni nuestras enseñanzas,

como postula el apostol Pablo en su epístola a

los Corintios (1 Cor 15:4, 13,

14,15,16,20,35,42).

¿Cuando Cristo Resucitó?

La palabra de Dios establece claramente que

la resurrección de Jesucristo se dió el primer

día de la semana, muy de madrugada; al

tercer día de haber sido crucificado.

(Oseas 6:2; 1 Cor 15:4, Heb 13:20).


24

Lo vemos claramente en: Mt 28: 1-10, 16-20;

Mar 16:1, 2-7, 9-12, 13, 14; Lc 24:1-10, 13-

21, 22-32, 33-43; Jn 20:1, 9 11-18, 19-23,

24-30; 21:1-15.

La resurreción de Cristo es el fundamento

esencial y base del cristianismo (1 Cor 15:4,

13, 14,15,16,20,35,42).

Está sostenido por los siguientes versículos,

entre otros tantos: Mt 16:21, 17:9, 23, 20:19,

27:63-64, 28:6; Mar 8:31, 9:9-10, 31, 10:34,

12:18, 14:28; Luc 9:22, 18:33, 24:6-7, 34, 46;

Jn 11:25, 20:9, Hch 1:22, 2:31-32, 3:15,

4:10, 33, 17:3, 26:23; Rom 1:4, 4:25, 6:5, 4:9;

1 Cor 15:4-42; Ef 1:20, 2:6; Fil 3:10-11; Col

2:12, 3:1; 2 Ti 2:8; Heb 13:20; 1 Ped 1:3,

3:21; Apoc 1:18, 14:13.

Nuestra fe es ser resucitados (si morimos en

él) y la misma se sustenta en la resurrección

de Cristo (Jn 5:21, 25, 6:40; 1 Cor 15:52, Ef.

2:6; Col 2:12, 3:1; 1 Ts 4:16).


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CRISTIANA



ESTUDIO TRES: LOS SIETE PACTOS DE

DIOS Y LAS 7 DISPENSACIONES

La Biblia nos enseña claramente el hecho de

que Dios ha tratado con la humanidad de

varias formas y en diferentes tiempos (1 Juan

1: 2-6). Su propósito siempre ha sido el

mismo: la redención del hombre.

Pero a lo largo de la historia humana, desde el

comienzo de la creación hasta el final de los

tiempos, vemos que ha establecido diversos

pactos o tratados con la humanidad. A estos

tratados o acuerdos les llamamos “Pactos”. A

los tiempos que los enmarcamos o en los

cuales surgen se desarrollan y terminan los

mismos lo conocemos como

“Dispensaciones”.


26

En este estudio veremos que han habido siete

Pactos o tratados entre Dios y el hombre y

que los mismos se han dado en siete periodos

o tiempos, los que conocemos como las siete

Dispensaciones.

Varios escritores o estudiosos bíblicos,

también llamados eruditos bíblicos coinciden

en este tema. Uno de los más conocidos ha

sido el Rev. Scofield, y su Biblia de Estudio

anotada por Scofield en 1960.

Hacemos mención también del Predicador

Miguel Sánchez Avila y de su aportación al

tema según presentado en su programa en el

ministerio televisivo fundado por el

reconocido evangelista puertorriqueño Yiye

Avila; la Cadena del Milagro Internacional

(CDM).

A continuación veremos los mismos.

Los Siete Pactos de Dios:

Cada pacto o tratado de Dios con el hombre

(o la humanidad) incluye una promesa, o


27

señal que lo identifica. Así también, al final

del mismo, se señala un juicio o castigo por

no cumplirse plenamente por el hombre.

Primer Pacto: El Pacto Adámico o Edénico – dado al primer hombre y mujer en el

Génesis. (Gen 1: 26-31). Su mandato

consistió en : enchid la tierra y multipicaos,

sojuzgad la tierra y los animales.

La consecuencia o castigo al quebrantar este

primer pacto fue la expulsión del Huerto del

Edén de la primera pareja humana, creada por

Dios: Adam y Eva. (Gen 3) en especial el

verso 23; se maldijo a la tierra y a la serpiente

como resultado de la desobediencia.

Segundo Pacto: el Pacto Noémico – o dado

a Noé y su familia (Gen 6 – 9). Su señal fue

el arcoiris, su promesa: que jamás la tierra

sería destruida por agua o lluvia; (Gen 9:11;

16-17). Su castigo – el diluvio universal.

Tercer Pacto: Pacto Abrahámico – o Pacto

de la Promesa dado a Abraham, el padre de la

fe (Gen 15 – 18); Gen 15:18 en especial. Su


28

señal lo es la circuncisión (Gen 17:11-13) y

su castigo era ser expulsado de la comunidad

todo aquél que no fuera circuncidado (Gen

17:14).

Cuarto Pacto: Pacto Sinaínico – dado por

Moisés al pueblo israelita en el monte Sinaí.

(Exodo 20). Su señal lo es la observancia de

los diez mandamientos y en especial la

observancia del Sábado (Ex 31:16). Se le

conoce como Ley Mosaica o Torah. Su

incumplimiento era castigado con la muerte

en la mayoría de los casos; en otros, ser

expulsado de la comunidad.

Quinto Pacto: Pacto Levítico – o dado a la

tribu de Leví. Su señal consiste en el pacto

sacerdotal a esta tribu. (Num 25: 1-13). Se

incluye en el mismo la selección del sucesor

de Aarón, como sumo sacerdote y el

establecimiento del ministerio de los levitas.

Muchos eruditos lo diferencian del Pacto

Sinaítico, llamando al primero Ley (Moral o

ética) y al Segundo Leyes ceremoniales o

Ritos del culto levítico). El sacrificio

consistía en la muerte de animales y el


29

derramamiento de sangre de los mismos. Su

castigo es semejante al pacto sinaítico.

Sexto Pacto: Pacto Davídico – o dado al Rey

David. En el mismo se distingue como señal

el reinado universal del futuro mesías,

decendiente del linaje de David: Cristo (2

Samuel 23: 2-5). Posterior al reinado de

David y Salomón el pueblo de Israel se

dividió en dos reinados: el sur y el norte; el

pueblo de Judá en Jerusalem, fiel a David y

su descendencia (Roboam y la tribu de Judá)

y el reino del norte o Samaria, fiel a

Jeroboam; Reino de Israel (1 Reyes 12 y 13).

Su castigo se vio en los exilios tanto de Judá

como de Israel por diversos imperios

(Babilónico, Medos- Persa, Griego y

Romano).

Septimo Pacto: Nuevo Pacto – el Pacto de la

Gracia dado a la Iglesia, tras la muerte

cruxificción y resurrección de Cristo. Su

señal es la Sangre de Cristo tipificada en el

antiguo pacto levítico y su símbolo o

recordatorio lo es La Santa Cena o Eukaristía.


30

A partir de este pacto la iglesia conmemora la

resurrección de Cristo el Primer Día de la

Semana o Domingo a diferencia del Pacto

Sinaítico de Moisés dado a los Israelitas

(judíos); quienes observan el sabath o sábado.

Los acontecimientos del derramamiento del

Espíritu Santo el día de Pentecostés (primer

día de la semana, a los 50 días de la pascua)

refuerzan la importancia del primer día o Día

del Señor como también se le llama a partir

de entonces (Apoc 1:10).

Las Siete Dispensaciones: - Las siete

dispensaciones corren a la par con los siete

pactos; al igual que los pactos, las

dispensaciones tienen sus juicios al final de

las mismas.

1ra Dispensación: La Inocencia – se

relaciona al pacto edémico a Adámico en

Génesis (Gen 1: 26-31). Su culminación o

juicio consistió en la expulsion de Adam y

Eva del Huerto del Edén y sus sabidas

consecuencias descritas en Génesis capítulo

tres.


31

Segunda Dispensación: La Conciencia – o

determinación humana de acuerdo a su

conciencia y conocimiento humano; basada

en los sentidos (Gen 3:6). Su juicio consistió

en el diluvio Universal.

Tercera Dispensación: Gobierno Humano – se desarrolla en suelos de lo que se conoció

como Babilonia (actual Irak) con la creación

de la torre de Babél (Gen 11). Su castigo o

juicio fue la confusion de lenguas o idiomas

(ya que sólo existía un mismo idioma antes) y

su inevitable exparcimiento por todo el

mundo, creandose así las diversas naciones

mundiales.

Cuarta Dispensación: Promesa a Abraham

– la bendición a todas las naciones por la

descendiencia de Abrahan en su hijo Isaac

(Gen 15:18). Finaliza con la esclavitud por

cuatrocientos años (430) de los hijos y

descendientes de Jacob o Israel en Egipto.

Quinta Dispensación: La Ley – coincide

con el Pacto Sinaítico o Ley de Moisés a los

Hijos de Israel, liberados por este caudillo de


32

la opresión y esclavitud egipcia (430 años

antes de Cristo). Finaliza la misma con la

muerte y cruxificción de Cristo “el Cordero

de Dios que quita el pecado del mundo”

cuando expresó “Consumado es” en sus

últimas palabras en la cruz. Este día se

cumplen más de 30 profecías del antiguo

testamento durante la pasión y muerte del

crucificado. Da por terminado el simbolismo

sacerdotal levítico, sus sacrificios y rituals al

ser establecido como el eterno y perfecto

sacerdote según lo describe el Libro a los

Hebreos.

Sexta Dispensación: La Gracia – como ya

vimos inicia en la pasión, cruxificción,

muerte y resurrección del Hijo de Dios:

Jesucristo. Se desarrolla en todo el Nuevo

testamento o Nuevo Pacto en su sangre y se

cierra o termina con el gran Juicio o

Tribulación Final durante siete años, a partir

del levantamiento de la iglesia en las nubes

(Mat 24; 1 Tes 4:13-16).

Su vigencia o duración inicia en Hechos de

los Apóstoles con el surgimiento de la iglesia


33

y finaliza con el mensaje a las Siete Iglesias

del Asia Menor (Apoc 2 y 3). El Espíritu

Santo es el Consolador que Cristo envió para

que esté con su iglesia hasta el fin del mundo

durante esta dispensación, llamada también

Dispensación del Espíritu Santo.

Séptima Dispensación: El Reinado Milenial

de Cristo – finalizados los siete años de la

Gran Tribulación (Apoc 6:18) sobre todos los

habitantes de la tierra según descrita en el

libro de Revelación o Apocalipsis desde los

capíitulos 4 al 20. posterior al reinado

milenial de Cristo en la tierra se menciona la

creación de Nuevos Cielos y Nueva Tierra,

además de “la Nueva Jerusalén” (Apoc 21y

22).


34


35


CRISTIANA



ESTUDIO CUATRO: PRIMEROS PASOS

EN LA FE CRISTIANA

La Biblia nos enseña cuales son los

primeros pasos en nuestra fe cristiana.

En este estudio veremos que los pasos que

debe seguir el Nuevo creyente en Cristo para

crecer y ser fortalecido en la fe redentora y

salvífica provista por Jesucristo mediante su

vituperio, crucifixión, muerte, resurrección y

posterior glorificación mediante al ascención

al Padre según nos lo describe tanto los

evangelios sinópticos Mateo, Marcos, Lucas

y Juan además del libro de los Hechos de los

Apóstoles.


36

Ya discutimos anteriormente en el capítulo

anterior los siete pactos de Dios con el

Hombre y las siete dispensaciones a través de

las cuales se dan los mismos.

Es en la Sexta dispensación, La Gracia –

donde se desarrolla en todo el Nuevo

testamento o Nuevo Pacto la teología de la

redención en su sangre y la misma se cierra o

termina con el gran Juicio o Tribulación Final

durante siete años, a partir del levantamiento

de la iglesia en las nubes (Mat 24; 1 Tes 4:13-

16).

Ya también vimos que su vigencia o duración

inicia en Hechos de los Apóstoles con el

surgimiento de la iglesia y finaliza con el

mensaje a las Siete Iglesias del Asia Menor

(Apoc 2 y 3).

El Espíritu Santo es el Consolador que Cristo

envió para que esté con su iglesia hasta el fin

del mundo durante esta dispensación, llamada

también Dispensación del Espíritu Santo.


37

A inicios de los evangelios vemos a Juan el

Bautista bautizando y llamando a los hombres

al encuentro con su salvador, confesando sus

pecados y siendo bautizados por el mediante

el bautismo del arrepentimiento.

Inclusive Cristo mismo fue bautizado por

Juan en cumplimiento de “toda justicia”,

según Cristo le indicó al bautista (Mt. 3:15).

Es de ahí que parte la enseñanza del “Nuevo

Nacimiento”, según Cristo le explicaba a

Nicodemo, maestro de la Ley (Jn. 3:3).

La Biblia declara claramente que “por medio

de un hombre, el primer hombe, Adán, el

pecado entró al mundo y por medio de un

segundo hombre, Jesucristo, llegó la

redención e sus pecados a todos los hombres.

(1 Cor. 15: 21-22).

La Biblia establece que “está establecido a

los hombres que mueran una vez, y después

de su muerte, viene el juicio” (He. 9:27).


38

Juan 14:6 nos enseña el camino de salvación,

Jesucristo. Juan 3: 15-16 nos muestran el

gran amor de Dios al darnos a su Hijo para

salvarnos, siendo redimidos por su sangre

vertida en la cruz, “y la sangre de Jesucristo,

su hijo, nos limpia de todo pecado” (He. 9:

12, 22; 1 P. 1:19; 1 Jn. 1:7; Col. 1:20; Ef. 1:7;

Ap. 1:5, 5:9).

En sus últimas directrices, vemos a Jesús

dirijirse a sus apóstoles y discípulos y darles

la encomienda o Gran Comisión (Jn. 25; Mr.

16:15): “Id por todo el mundo y predicad este

evangelio a toda criatura; el que creyere y

fuera bautizado será salvo, mas el que no

creyere, será condenado”. Y dice además:

“enseñándoles todas las cosas que os he

dicho, bautizándoles en el nombre del Padre,

del Hijo y del Espíritu Santo, para remisión

de sus pecados” (Mt. 28:19).

Es de este modo que vemos los pasos que

debe seguir el nuevo creyente en Jesucristo:

Arrepentíos y convertíos, y bautizaos en el

nombre del Señor, confesando vuestros


39

pecados, para ser salvos, según el apostol

Pedro predica en Hechos 2 y 3.

De esta manera vemos los primeros pasos a

seguir por el nuevo creyente: Estos son:

Arrepentimiento, Conversión, Confesión y

Bautismo.

El arrepentimiento es señal de dolor,

vergüenza y renuncia a la antigua vida de

pecado; la que heredamos del viejo hombre o

Adán al éste pecar en el Edén y traernos a

todos los seres humanos la condenación del

pecado o conocido también como “pecado

original”. Al arrepentirnos y aceptar a Cristo

como nuestro salvador, renunciamos a esa

antigua naturaleza pecaminosa y nos

“convertimos” en nueva criatura (2 Cor.

5:17).

La Conversión es ese segundo paso de

regeneración, el nuevo nacimiento, en el agua

y en el espíritu que Cristo le decía a

Nicodemos como requisito para entrar al

reino de los cielos. Es el abandonar la

antigua vida y comenzar una vida nueva en el


40

espíritu. “De modo que si alguno está en

Cristo Jesús, nueva criatura es; las cosas

viejas pasaron y he aquí que todas son hechas

nuevas” (2 Cor. 5:17). Y la sangre de Cristo

nos limpia de todo pecado (1 Jn. 1:7 ; Ap.

1:5).

La Confesión: La confesión pública de

aceptación del sacrificio de Cristo, renuncia a

nuestros pecados “Porque con el corazón se

cree para justicia y con la boca se confiesa

para salvación” (Rom. 10: 9-10). “Que si

confesares con tu boca que Jesucristo es el

Hijo de Dios y que Dios le levantó (o

resucitó) de entre los muertos, serás salvo”.

La confesión que la Biblia enseña para ser

salvos no es la que le damos o hacemos ante

los hombres por nuestras faltas (Sant. 5:16)

sino que es la aceptación del sacrificio

perfecto y completo de Jesucristo por

nosotros; la aceptación de su sacrificio de

redención, el ser lavados en su sangre y

aceptación de que Dios lo envió en forma

humana, en sangre y carne, para morir por la

humanidad y que Dios lo resucitó de entre los


41

muertos y ascendió al cielo donde intercede

por nosotros delante del Padre continuamente

(Rom. 8:34).

El aceptar que Dios nos ha enviado su

Espíritu Santo, nuestro Consolador para estar

con nosotros todos los días de nuestras vidas

y su promesa de guiarnos a “toda verdad y a

toda justicia”, enseñándonos todas las cosas

que Cristo dijo, en el mismo momento en que

creemos en él y lo acetamos (Jn. 14:26,

15:26, 16:7), ayudándonos a vencer las obras

de la carne (Gal. 5:19), las malas costumbres

del viejo hombre y andar en novedad de vida

en el espíritu (Rom. 6:6, 2 Cor. 5:17, Ef. 4:22,

Col. 3:9, He. 8:13;).

Finalmente, El Bautismo. El bautismo en las

aguas, como confirmación que hemos muerto

en Cristo (muerto a nuestros pecados pasados,

presentes y futuros) al ser sumergidos en las

aguas bautismales y subir de las aguas en

nueva vida, en el nuevo hombre espiritual;

nacidos del agua y del espíritu (Jn. 3:5, Rom.

6:3-4).


42

Nótece que el bautismo en las aguas o

bautismo de arrepentimiento es posterior al

arrepentimiento y conversión mediante

nuestra decisión individual y personal de

confesar nuestros pecados y aceptación del

sacrificio pascual del “cordero de Dios que

quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29, 36).

Aún cuando es práctica común en algunas

congregaciones o iglesias otras dos formas de

bautismos (rociamiento y aspersión) la Biblia

nos habla claramente del sumergimiento total

como modelo bíblico del bautismo de

arrepentimiento. La razón de ministrar las

otras dos formas o modelos de bautismos;

rociamiento (mayormente colectivo o

masivo) y la aspersión o mojamiento parcial

de la frente del creyente) surgen como

métodos alternos y por razones justificadas

que lo ameriten, en ausencia del modo bíblico

(Ej: en enfermos o personas que no se pueden

sumergir en cuerpos de agua como ríos,

lagos, playas o bautisterios).

La iglesia primitiva en un momento dado

practicaba el bautismo de una persona en


43

nombre o representación de alguien muerto (1

Cor. 15:29), pero no parece ser esta práctica

del todo bíblica o apostólica.

Otra práctica de la iglesia (mayormente

Católica, Metodista, y algunas Bautistas entre

otras) lo es el bautismo de niños o infantes;

aún cuando se tengan diversos motivos para

el bautismo de niños, no es del todo bíblico

ya que carecen del fundamento principal para

el mismo: el arrepentimiento o conocimiento

y aceptación de que somos pecadores; los

niños son sanos en su naturaleza, inocentes y

por ende carentes de conciencia pecaminosa.

Suposiciones como que si no los bautizamos

son poseidos por demonios o espíritus del

mal, que si no son bautizados y mueren

pueden quedar vagando “en el limbo” y no

llegar al cielo y otras tantas razones no son

del todo compartidas por las doctrinas

bíblicas que Cristo señaló cuando dijo”

“Dejad a los niños venid a mí y no se los

impidáis; porque de los tales es el reino de

los cielos” (Mt. 19:14; Mr. 10:14; Lc. 18:16)

y cuando le mencionó a Nicodemo que “si no


44

te haces como un niño no puedes entrar al

reino de los cielos” (Mt. 18:3; Mr. 10:15;

Lc.18:17).

Lo que más bien parece ser implantado tanto

por el Antiguo Testamento como por el

Nuevo Testamento y en especial por Cristo,

es lo que conocemos como presentación de

niños al Señor lo que sí vemos repetidamente

en las Sagradas Escrituras. (Mt. 19:14; Mr.

10:14; Lc. 18:16); pero esta práctica o

ceremonia no es lo mismo que el bautismo;

de ahí que el bautismo de niños sea una

práctica no aceptada por gran parte de las

congregaciones cristianas.

Una vez el creyente pasa por estos primeros

pasos en la fe cristiana, se acepta como

miembro activo o en plena comunión en la

congregación, siendo apto para participar en

la “comunión de los santos”, Santa Cena o

Eukaristía. Además es considerado candidato

a ocupar puestos o ministerios varios en la

iglesia; según va evidenciando frutos dignos

de arrepentimientos; el fruto del espíritu o un

buen testimonio como son algunas de las


45

frases utilizadas para designarlos como

“miembros acivos y en plena comunión”;

posterior al bautismo y habiendo sido

“recibido” como miembro de la iglesia y

poder así participar en el Sacramento de la

Santa Cena, Comunión o Eukaristía.

En un próximo estudio discutiremos la

importancia, solemnidad y santidad de la

Cena del Señor o Eukaristía.


46


47


CRISTIANA



ESTUDIO CINCO:

LA SANTA CENA O EUKARISTIA

En la Biblia se nos enseña cuales son los

primeros pasos en nuestra fe cristiana, como

discutimos en el capítulo anterior, y a la vez

nos indica cuales son nuestras

responsabilidades una vez somos constituidos

en miembros activos o en plena comunión.

En este estudio veremos las la importancia de

la Santa Cena, La Eukaristía o Comunión,

como parte de nuestro crecimiento y

desarrollo de la vida del creyente tanto laico

como de los participantes de los ministerios

de la iglesia en general.


48

La Santa Cena, Comunión o Eucaristía

(Eukaristía) es el símbolo que representa para

el creyente el aceptar la muerte y cruxificción

de Cristo como el sacrificio perfecto.

En el Antiguo Testamento los sacrificios de

animales y aves representaban el concepto de

redención y de cómo ser redimidos, al punto

que vemos que “sin derramamiento de sangre

no hay remisión de pecados” (He. 10:4,

12:24, 13:20).

La práctica antigua de derramamiento de

sangre, tipificaba la sangre del Nuevo Pacto,

derramada por Cristo en la cruz (He. 13:20),

como “Cordero que quita el pecado del

mundo” (Gn. 22:8, Lv. 4:32, Is. 53:7, Jn.

1:29, 36; Ap. 5:11, 12:11; 13:8). Cristo era el

Cordero Pascual.

Su cuerpo era martirizado y abatido por los

pecados del la humanidad (Is. 53:7). Su carne

fue inmolada, como se inmolaba al cordero

pascual.


49

Es de esta manera que se instituye el

sacramento o mandamiento de la Santa Cena

por Jesús la noche en que fue tomado,

apresado y posteriormente, entregado a morir

en la cruz (Lc 2:20).

Vemos a Pablo instituir la Cena o Eucaristía,

al citar esa noche, y cito: “Porque yo recibí

del Señor lo que también os he enseñado:

Que el Señor Jesús, la noche en que fue

entregado, tomó pan; y habiendo dado

gracias lo partió y dijo: Tomad, comed, esto

es mi cuerpo que por vosotros es partido:

haced esto en memoria de mí. Así también

tomó la copa, después de haber cenado,

diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi

sangre, haced esto todas las veces que

bebiereis, en memoria de mí. Poruqe todas

las veces que comiereis este pan y bebiereis

esta copa, la muerte del Señor anunciás hasta

que venga.” (1 Co 11: 23-26).

Es de esta manera que se instituye el

sacramento de la eucaristía, santa cena o santa

comunión en la iglesia.


50

No está claramente establecido si la tomaban

sólo los bautizados previamente o

simplemente los que habían aceptado el

sacrificio de la muerte de Cristo; ni siquiera

está claro en los escritos bíblicos si sólo la

daban a los adultos y no a los niños.

Pero lo que sí está claramente expresado es

que al tomarla, había que “discernir el cuerpo

(y la sangre) del Señor” al tomarla; de lo

contrario se “comía y bebía juicio para sí, al

no discernir el cuerpo del Señor” (1 Co 11:

26-29).

Las consecuencias al no saber discernir o

comprender el significado de tal ceremonia

sagrada o sacramento, se acarreaba

enfermedad y en algunos casos, hasta la

muerte (1 Co 11: 29-20).

El auto examen o examen de conciencia antes

de tomarla era la recomendación apostólica

dada por Pablo (1 Co 11: 31-34) a los

creyentes para no caer en juicio al tomarla

“indignamente” (1 Co 11: 29). Una vez

realizado esta introspección, evitaban ser


51

“condenados” bajo juicio, y procedían

entonces a “esperarse los unos a los otros” (1

Co 11: 31-33). Se resume su advertencia al

señalar “Por tanto, pruébese cada uno a sí

mismo, y coma así de aquél pan y beba de

aquella copa” (1 Co 11: 28). Es decir, el

llamado es a tomarla concientemente,

reconociendo al cuerpo y la sangre de Cristo

en estos elementos: el pan, cuerpo de Cristo,

y el vino: la sangre de Cristo.

Conceptos encontrados entre diversas iglesias

parecen opacar el carácter y seriedad de la

Cena del Señor; se enfocan en el simbolismo,

trasubstanciacion, transformación, presencia

del Cristo vivo en el creyente, el cuerpo y la

sangre de Cristo presente en el pan y el vino,

etcétera. Pero esto no es lo relevante; lo

relevante es “discernir” el cuerpo y la sangre

de Cristo al tomarlos.

En palabras simples, no es el pan o el vino

como elementos alimenticios comunes; es la

trasformación de los mismos en el momento

de tomar la eucaristía. Es ese momento, y la

concienciación del creyente al tomarlos;


52

Cristo dijo: “Porque este es mi cuerpo

(refiriédose al pan partido en sus manos) y

esta es mi sangre del nuevo pacto,

(refiriéndose al jugo de la vid o vino en la

copa o cálix), la cual es derramada para

remision o perdón de los pecados de muchos”

(Mt. 26:26; Mr. 14:22; Lc.22:19; 1 Co 11:

24). Y concluye: “Tomadla en memoria de

mí, ...recordáis así mi muerte hasta que yo

venga...y la tome nuevamente con vosotros en

el reino de mi Padre”(Mt. 26:26-29).

La frecuencia o cantidad de veces que se

puede ministrar la cena o comunión es

criterio de cada organización eclesiástica. Va

desde semanalmente los domingos, (Iglesia

católica, Iglesia Discípulos de Cristo, por

ejemplo), una vez al mes (la mayoría de las

iglesias evangélicas o protestantes), así como

la noche antes de la muerte de Cristo, o sea, el

jueves o miércoles santo en iglesias

mayormente evangélicas, históricas o

apostólicas.

Lo importante es discernir, comprender,

entender, reconocer el cuerpo y sangre de


53

Cristo en los elementos ofrecidos en el

momento que se ministra el sacramento. No

sea que lleguemos al desorden que Pablo

observó en la Iglesia de Corinto (1 Co 11:

34).

El llamado a tomar la Cena del Señor

“dignamente” es uno individual, de

conciencia propia; y, colectivamente, de

regocijo para todos los participantes. (Sal.

25:14; Pr. 3:32; Hc. 2:42; 1 Co. 1:9, 10:3, 16;

2 Co. 13:14; 1 Jn. 1:3, 6). Ésto, en

preparación a la gran cena que tendrá lugar en

el reino de Dios, o del Padre Celestial (Ap.

3:20, 19:9, 22:14, 16-17).


54


55


CRISTIANA



ESTUDIO SEIS:

RESPONSABILIDADES DEL

CREYENTE: DIEZMOS Y

OFRENDAS

En la Biblia se nos enseña cuales son los

primeros pasos en nuestra fe cristiana, como

discutimos en el capítulo anterior, y a la vez

nos indica cuales son nuestras

responsabilidades una vez somos constituidos

en miembros activos o en plena comunión.

En este estudio veremos las RESPONSABILIDADES DEL CREYENTE:

DIEZMOS Y OFRENDAS como parte de nuestras

colaboraciones para el mantenimiento y


56

desarrollo de los ministerios de la iglesia en

general.

En los evangelios sinópticos Mateo, Marcos,

Lucas y Juan además del libro de los Hechos

de los Apóstoles y posteriormente en las

epístolas o cartas apostólicas vemos la forma

de administración de bienes gananciales o

riquezas, propiedades y aportaciones de los

primeros miembros de la naciente

congregación de cristianos, llamada iglesia o

eklesia.

Veremos en este capítulo como el concepto

de aportaciones tanto de bienes como

riquezas o posesiones se transforma de una

imposición u obligación que se daba en la

Antigua ley o antiguo pacto a una

minifestación de amor, justicia y

desprendimiento de parte del creyente en

beneficio de los demás.

La forma de imposición y obligatoriedad de

ofrecer al Señor tanto las ofrendas como

diezmos en el Antiguo Pacto o La Ley, sujeto

a maldición y condenación, pudiendo


57

conllevar hasta la muerte en la desobediencia

o incumplimiento de las mismas, como

vemos en el libro del Profeta Malaquías

especialmente, nos indica la severidad de la

Ley contra el que desobedecía o incumplía

dichas responsabilidades.

Trasfondo Histórico de las

ofrendas y Diezmos:

Tan reciente como lo fue en la creación de la

humanidad, donde por vez primera vemos la

presentación de ofrendas a Dios por los

primeros hijos de Adán y Eva: Caín y Abel,

vemos que el ofrecimiento de ofrendas a Dios

por estos dos hermanos, no fue vista de la

misma forma ante los ojos de Dios ni ante las

intenciones de los ofrendantes.

Tanto Caín como Abel presentaron sus

ofrendas ante Yahvé, Caín presentó “ofrenda

de los frutos de la tierra” y Abel “ofreció de

los primogénitos (lo mejor) de su rebaño y la

grasa de los mismos” para Dios (Gen 4: 1-4).

La preferencia de Dios de agrado por la

ofrenda de Abel sobre la de Caín señalaba la


58

diferencia entre ambas ofrendas; la

disposición del corazón de Abel a hacer el

bien a diferencia de la de Caín de hacer el mal

marcó la diferencia.

Las consecuencias trágicas a partir de este

momento del primer sacrificio presentado por

Abel a Dios ya lo conocemos: Caín lleno de

odio hacia su hermano Abel, lo mató;

convirtiéndose Caín en el primer homicida,

fraticida (Gen 4:8).

La próxima referencia de presentar ofrendas a

Dios la vemos en Noé en Gen. 8:20-22 tras

ser librados de la muerte debido al diluvio

mundial.

Vemos a Abraham dar diezmos “de todo” lo

conquistado en su rescate de su hermano Lot

de los reyes invasores de Oriente (Gen.

14:17) a Melquisedec, rey y sacerdote de

Salem o Jerusalem (Gen. 14:18-20). Este

sacerdote, tipo del sacerdocio eterno de

Cristo, (He. 7: 1-5), lo bendijo y presentó pan

y vino (tipo de la Santa Cena instituida por

Jesucristo) según vemos en Sal. 109:4; Heb


59

7:1. Es aquí donde se relata el ofrecimiento

de diezmos por primera vez en la Biblia.

En Génesis 28:10-22, vemos a Jacob quien

promete ofrecer diezmos a Dios “de todo lo

que le diere”, y en el capítulo 35 lo vemos (a

Jacob) nuevamente levantar altar a Jehová en

Betel, lugar donde Dios se le apareció

“cuando huía de su hermano” Esaú.

La institucionalización de las ofrendas y

diezmos en la Ley Mosaica al pueblo Israelita

en Exodo y Levítico surge posterior a estos

relatos bíblicos (Ex. 25:2, 35:29, 36:3; Dt.

14:22, 26:12; Lev. 1:2, 6:14, 7:38, 27:30).

Habían distintos tipos de ofrendas:

voluntarias (Ex. 35:29, 36:3; Dt. 16:17), por

la expiación de los pecados (Ex. 30:15; He.

5:1, 10:18, 11:4), ofrendas para holocaustos

(Gen. 22:2, Lev. 6:24-30), ofrendas por

presentación de niños o de una casa (Esd.

6:17; Lc. 2:21-22), ofrendas de primicias (Ex.

20:40), purificación o limpieza de

enfermedades como la lepra (Mar, 1:44; Lc.

5:14) etc.


60

En tiempos de Cristo aún se observaban

prácticas de ofrecer diezmos y ofrendas (Mt.

5:23, 8:4, 15:5, 23:18, 23; Mr. 12:41; Lc.

18:12, 11:42, 21:1,4; Jn. 8:20; Hch. 21:6; He.

7:5).

El Nuevo Testamento:

Mas sin embargo, en la historia de la iglesia

cristiana del primer siglo, al parecer las

prácticas del ofrecimiento de las ofrendas ya

no tenían relación alguna con las practicadas

en el A.T., las cuales eran forma de

sacrificios y ceremonias.

El libro a los Hebreos nos relata el

establecimiento del sacerdocio perfecto,

eterno, completo y único de Cristo (He. 5:1-

10); Sacerdote tipificado por Melquisedec a

quien Abraham le entregó sus diezmos como

ya vimos en Gen. 14:18-20 y He. 7:2, 5, 9.

Al comparar la doctrina apostólica del N.T.

con la Ley del A.T., no se habla del diezmo

en la doctrina apostólica. Esto se debe a que

la Ley era solo un ayo, una intitutriz o


61

maestra que nos conduciría a Cristo, el

sacerdote perfecto y eterno (He. Caps. 9 y 10)

El simbolismo y requerimientos de la Antigua

Ley terminaron una vez Cristo es ofrecido

como “cordero de Dios que quita el pecado

del mundo” (Mt. 3; Mr.1; Lc. 3:21; Jn. 1:15-

28, 29, 36; Ap. 5:6, 21:9, 14, 22, 27),

quebrando el velo que separaba el lugar santo

del lugar santísimo en el antiguo tabernáculo,

el “modelo” dado a Moisés del tabernáculo

espiritual y eterno, abrogando la ley de los

sacrificios y ofrendas dadas por el pecado

(He. 10: 9-10).

La expresión del amor, justicia y solidaridad

que vemos en el N.T. en el libro de los

Hechos cap 2:42-47, sustituye las antiguas

prácticas de obligación bajo amenazas y

maldición que conllevaba la Ley (Mal. 3:7-

12) en cuanto a las ofrendas y diezmos.

La “Ley del Amor” del Nuevo Pacto en la

sangre de Cristo (Gal. Caps. 3 y 4; He. 9),

sustituye toda aquella ley de castigos,

maldiciones y muerte (Mt. 26:26-29; Mr. 12:


62

28-34, 14: 12-26, Lc. 22: 17-23; Jn, 13: 31-

34; 1ra de Jn. 2; He. 10).

Prácticas de ofertorios en la

iglesia cristiana:

En la iglesia de Cristo ya vimos en Hechos 2

que “todo era común entre los creyentes”,

nadie decía ser dueño de nada, sino que todo

lo traían a “los pies de los apóstoles” para ser

distribuido entre los necesitados (Hc. 2: 42-

47).

Esta práctica de “entregar todo” se debía en

parte a la creencia que Cristo regresaría en

ese primer siglo; es decir su parusía o venida

era inminente. Pero no fue así; Cristo no vino

en ese primer siglo, lo que llevó a la iglesia

apostólica en Jerusalén a “pasar por una gran

necesidad”.

En Hechos 11:27-30 vemos que hubo una

gran hambre en tiempos del emperador

romano Claudio (años 41-54 D.C.)

La necesidad de “suplicarle” a las iglesias

de la diáspora o exilio a no olvidarse de los

“santos” hermanos en Jerusalén movió el


63

corazón de los hermanos no judíos a enviar

ofrendas de auxilio a los hermanos judíos

en Jerusalén; “a los santos”.

Las ofrendas voluntarias fueron enviadas a

través de Bernabé y Saulo (Hc. 11, versos 29

– 30; 1 Co. 16:1-4; 2 Co: 8:4, 9: 1-15).

En Hechos 15 vemos a los apóstoles

determinar que la iglesia Greco-romana no

tenía la obligación de cumplir los requisitos

de la Ley como era la circuncisión, guardar

dias de reposo, fiestas anuales, ceremonias,

etc. Se les dan las instrucciones que debían

guardar o seguir (Hc. 15: 22-29 y 21: 17-26).

Es de esta manera que la práctica de ofrendar

toma un carácter voluntario, de regocijo (2da.

Co. 8:8, 9: 7). No se habla de obligación,

sino de “solicitud en favor de otros” (Hc.

8:8). Era un ministerio (He. 9: 12-15).

Las “colectas” u ofrendas eran recaudadas los

domingos “el primer día de la semana” (1

Co.16:2) a diferencia del Sábado del A.T.


64

No hay evidencia que se levantaran diezmos

en la iglesia del N.T.; ya que los diezmos eran

ofrecidos a los sacerdotes levitas en la

Antigua Ley o Pacto Levítico (He. 7: 5, 9). El

sacerdocio de Cristo era bajo un Nuevo Pacto,

y de igual forma era necesario el “cambio de

ley” (He. 7: 11-19).

En resumen: la iglesia actual tiene la libertad

de administrar sus ingresos según su

disposición de corazón, como una gracia y no

como una obligación; Cristo parace refutar la

actitud hipócrita y falsa de los escribas y

fariseos que se “gloriaban” en sus ofrendas y

diezmos (Mt. 5:23, 23:23, Lc. 11:42, 18:12,

21:4). Los profetas del A.T. parece también

reprender la falsedad de los judíos al ofrecer

sus diezmos y ofrendas “impuras” (Is. 1:13;

Mal. 1:10, 3:8).

1ra de Co. 9:13 nos indican que “los que

trabajan en el altar, del altar viven”, en

alusión al evangelio. Aún cuando el Apostol

Pablo vivía de sus propios ingresos como

elavorador de carpas o casas de campaña, lo

hacía para no ser de agravio o carga


65

económica las iglesias (1 Co. 9: 11-18; 1 Ts.

2:9, Fil. 4: 12, 18).

Sin embargo, la Biblia nos exhorta a tener

cuidado de los que os pastorean y dirigen

(He. 13:7). Así mismo nos llama a una

actitud de acción de gracias por su amor y por

los santos (1 Ts. 3: 12-13), de modo que no

haya necesidad en ninguno (1 Ts. 4:12; Hc.

4:34, 20:35, Ef. 4:28; 1 Jn. 3:17) y a ser

Buenos administradores o mayordomos de

nuestros bienes que Dios nos ha confiado

(Hc. 19:25; Ef. 3:16; Fl. 4:19; 1 Co. 9:17; Mt.

20:8; Lc. 16:1; 1Ti. 6:17).


66


67


CRISTIANA



ESTUDIO SIETE: DE LLAMADO A

ENVIADO




tiempos finales de apostasía y falsos maestros

(2 P. 2:1; Jud. 12-16).

En esta serie de estudios hemos progresado

en el conocimiento bíblico, necesario para la

formación cristiana, desde lo más básico

hasta lo más esencial y fundamental para ser

no sólo un buen cristiano sino para formar un

ministro de Dios aprobado, según el mensaje

dado por el apostol Pablo a su hijo en la fe y

joven pastor, Timoteo (1Tim 4: 12-16. 6:20-

21).


68

Como en todos los procesos de enseñanza y

aprendizaje, primero se es alumno, discípulo,

y cuando ya tienes la preparación, dominio

del conocimiento y capacitación debida

(discipulado), estás preparado a convertirte de

alumno, a maestro; de llamado, a enviado.

No se puede ser maestro sin primero ser

estudiante. Ya te adiestraste como discípulo;

ya conoces los “rudimentos” de la fe. Ahora

te toca, capacitarte, consagrarte y estar

dispuesto a salir del banco de los

expectadores y convertirte en actor,

ejecutante, líder.

En algún momento en tu vida cristiana de

seguro kas sentido el llamado a servir en la

obra del Señor. Has comprendido que “la

mies estó lista para la cosecha” y se necesitan

trabajadores en la “viña del Señor”; personas,

obreros, enviados, que trabajen la miés.

En esta etapa de seguro ya sientes ese

llamado y deseo de “salir a la viña” y

responder a la gran comisión según narra

Marcos 16: 15-18.


69

Mientras más preparado estés, en mejor

instrumento te haz de convertir. Pablo fue

llamado por revelación en Hechos 9: 4-6 y

luego sabemos que Dios lo llama:

instrumento útil (escogido) me es éste” (Hc.

9: 15-16).

Tu vida entera, tus conocimientos, tus

talentos o capacidades, en las manos del

Señor harán la diferencia.

Pedro, sin la unción del Espíritu Santo, era

una combinación de “boca y pata” como

decimos; era impulsivo, indisciplinado, y

hasta “gallina” o cobarde en los momentos

difíciles. Pero ese mismo Pedro, después de

ser revestido de poder y unción en

Pentecostés, se convirtió en el pastor de la

Iglesia Primitiva o apostólica. Sus palabras

se convirtieron en salvación a miles de almas;

(Hc. 2:41, 4:4), hasta su sombra sanaba a los

enfermos como vemos en el libro de los

Hechos 5:15.

In conocimiento sólido de la palabra,

acompañado de la unción del Espíritu Santo


70

transformó las vidas de los hermanos Juan y

José Wesley a finales del siglo diecinueve.

Hombres y mujeres a diario los vemos

“mover multitudes y transformar miles de

vidas” trayéndolos a los pies de Cristo.

Tú también puedes ser uno de los llamados en

este tiempo que te ha tocado vivir. Tú

también puedes pasar de llamado a enviado.

“Id por todo el mundo y predicad este

evangelio a toda criatura. Por que estas

señales seguirán a los que creen en mi

nombre… en mi Nombre echarán fuera

demonios,… sanarán enfermos…” (Mt. 28:

17-19; Marcos 16: 15-18).

Hoy más que nunca necesitamos ser

enviados; “Porque la mies es mucha y los

obreros son pocos, por tanto pedid al señor

de la mies que envíe obreros a su mies…”

(Mt. 9:37; Lc. 10:2).

Este libro de estudios bíblicos de formación

cristiana es sólo un primer paso para pasar de

llamado a enviado; pero está en ti seguir tu


71

formación cristiana y convertirte en ministro

o servidor de Jesucristo; la semilla ha sido

sembrada en ti; de ti depende si das fruto o

no. No se trata de “querer volar o correr

sobre ruedas”. Es una carrera sabia, larga

muchas veces y de resistencia (Ec. 9:11; Hc.

20:24; 1 Co. 9:24; 2 P. 1:3, 5, 18; He. 12:1).

Es una pelea inteligente, por eso necesitas el

conocimiento y el poder del Espíritu Santo

plenamente en tu vida (1 Co. 9:26; 1 Ti. 6:12,

2 Ti. 4:7).

Termino deseándote: “Que la gracia del

Seños Jesucristo sea contigo”, como decía

Pablo al despedirce en casi todas sus cartas

(Ro. 16:24; 2 Co. 13:14; Ef. 6:24; 2 Ti. 2:1) y

“que crezcas en la gracia y el conocimiento

de nuestro Señor y Salvador Jesucristo…”

(2 P. 3:18).

Finalizado en: abril 1, 2011: 3:14 A.M.

en Guayama, Puerto Rico.

Derechos reservados © 2011.


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CRISTIANA



DATOS BIOGRAFICOS DEL AUTOR

Pablo Fernández Colón,

cuarto y último hijo de quien en vida fueron

Pablo Fernández Burgos y María Luisa Colón

Navarro, Mrs. Colón, ambos naturales de

Maunabo, Puerto Rico. Nace un 19 de

noviembre del 1956 en la misma cuidad de

Maunabo, al igual que todos sus hermanos,

Jesús David, Carmen Leticia (QEPD) y Ruth

(QEPD).


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Pablo Fernández Colón es estudiante de nivel

doctoral en la Universidad de Puerto Rico,

Recinto de Rio Piedras, Facultad de

Educación, especializado en Currículo y

Enseñanza del Inglés como Segundo Idioma

(Ed.D. TESL) al 2010.

Además posee una Maestría en Artes,

especializado en la Enseñanza del Inglés

como Segundo Idioma (M.A. TESL) en 1985;

egresado de la misma universidad, al igual

que un Bachillerato o Licenciatura en Artes

con un Minor o sub-especialización en la

Enseñanza del Inglés como Segundo Idioma

(B.A. TESL) en 1980 de la misma

Universidad de Puerto Rico, UPR, pero del

Colegio Universitario de Humacao de la

Universidad de Puerto Rico (CUH) conocido

actualmente como Recinto de la UPR en

Humacao (UPRH).

Graduado en Teología del Instituto Bíblico

“Peña de Horeb” (ahora Colegio Bíblico

“Peña de Horeb”) del Concilio Iglesia

Pentecostal de Jesucristo Inc, Misión


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Internacional (ahora conocido por sus siglas

IPJMI) en Yauco Puerto Rico al 1983.

Su conversión y ministerios:

Convertido al cristianismo en la ciudad de

Nueva York el 11 de julio de 1971, en la

Asamblea de Iglesias Pentecostales de

Jesucristo Inc., en la Westfarm Road del

Bronx, gracias a la grabación del Evangelista

internacional Yiye Avila “Terremoto”, lo que

lo tocó y movió a aceptar a Cristo como su

salvador personal.

En 1973 regresa de Nueva York a su ciudad

natal de Maunabo Puerto Rico junto a sus

padres el ministro también de Jesucristo,

Pablo Fernández Burgos (QEPD). En el

verano del 1973 se hace miembro de la

Iglesia Pentecostal de Jesucristo Inc (IPJ) de

la Barriada Marín de Guayama Puerto Rico,

iglesia pastoreada para entonces por el Rev.

Francisco Berberena Sánchez, uno de tres

fundadores del Concilio IPJ (The Last

Warrior) (QEPD).


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Fue líder juvenil cristiano desde 1974 al 1981

del Concilio IPJ, ocupando las posiciones de

presidente local de Jóvenes, Vice-Presidente

del Distrito o Sección Este de Puerto Rico

(1974) y Presidente Insular (1975-1976, y

1980).

Perteneció a la Directiva de Jóvenes IPJ

desde 1975 al 1981). Ministro del Evangelio

de Jesucristo desde 1980.

Dirigió el Periódico “Sol de Justicia” como

órgano oficial del Departamento de la

Juventud IPJ desde 1980-1987.

Se desempeñó como maestro de Teología

Bíblica del Concilio IPJ desde 1976 al 1988,

cuando sale del Concilio IPJ y forma parte de

la 1ra Iglesia Metodista Charles W. Drees en

Guayama Puerto Rico.

En la Iglesia Metodista se desempeña como

ministro de la música, llegando a ser Director

del Ministerio Musicál de la I M de Guayama

y participante de la Agrupación “Salterio y


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Arpa”, originalmente metodista, luego

interdenominacional, dirijida por José de

Jesús, miembro también de la I M de

Guayama.

Fueron sus pastores metodistas el fenecido

Rev. Bienvenido Güisao, posteriormente, su

sucesor pastoral de la IM de Guayama, el

Rev. Pedro Valentín Peláez Sepúlveda hasta

el 2005.

Para el 2005, se traslada con el Rev. Miguel

Ramos Lozada de la Iglesia Metodista de

Guayama, a la ciudad de Coamo, Barrio Los

Llanos para ayudarlo en el ministerio de la

música. Ejerció allí funciones de Director de

Adoración y Ministerio Musical. Se

desempeñó como Presidente de Relaciones

Pastorales de la IM en Coamo durante 2007-

2009.

A diciembre del 2010, se desempeñó como

Ministro y Pastor Asistente de la Iglesia

Cristiana Misionera Mundial Inc., junto al

Rev. Carlos Rosa, en la ciudad de Guayama,

Puerto Rico. Al 2011 funge como misionero


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interdenominacional apoyando diversos

ministerios en varios pueblos de Puerto Rico.

Ejerce además, ministerios por internet o

cybernéticos (Cyber Predicador) desde el año

2008 al presente, dirigiendo las emisoras

cybernéticas “Puerto Rico Digital Radio” y

“Radio Salvación PR”, proveyendoles acceso

a la red mundial a distintos ministerios como

lo son la Iglesia Pentecostal Uncion y

Avivamiento de Guayama PR, pastor Rev.

Pablo Sánchez Ortiz, Iglesia Adventista del

7mo Día de Guayama, Iglesia Cristiana

Misionera Mundial y La Iglesia La Familia de

Las Marías, Puerto Rico, pastoreada por el

Rev. Ricci Ruiz Ríos.

Profesión secular:

En su fase secular, se desempeñó como

profesor de inglés como segundo idioma del

sistema de Educación Pública de Puerto Rico

desde 1980 al 2009. También ejerció como

maestro de Destrezas básicas en el antiguo

Campamento Penal de Guavate en Cayey, PR

durante un semestre en 1982.


79

Durante sus estudios de maestría en la UPR

en Rio Piedras PR, fungió como Especialista

en Destrezas de Aprendizaje en Español e

Inglés en el Colegio Universitario

Tecnológico de la UPR en Bayamón (CUTB),

ahora llamado por sus siglas UPRB por año y

medio (1985-1986).

Se desempeñó tambien como educador en la

Universidad Interamericana de Puerto Rico,

Recinto de Guayama desde 1985 al 2001.

Ejerció su profesión como educador en la

enseñanza del inglés como segundo idioma

(TESL) también en la James Monroe HS en el

Bronx, NY durante dos años: 1992-1994;

precisamente la escuela donde estudió sus

grados 10 y 11 en 1971 al 1973, veinte años

antes.

Su salud tomó un jiro sorpresivo para

mediados del 1995, llevandolo casi a la

muerte en el 1998, siendo hospitalizado por

casi siete meses en el Hospital Episcopal

Cristo Redentor de Guayama, PR debido a


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Colitis Ulcerosa, una condición muy poco

conocida para entonces.

Como resultado de la Colitis Ulcerosa, se le

extirpó su intestino grueso o colon, siendo

sometido a una colostomía y, como él mismo

señala “como si no fuera suficiente perder su

intestino, la vesícula también, perder a mi

padre en el mismo año (1998) y ver a su

madre postrada en una silla de ruedas por un

infarto y luego innumerables derrames

cerebrales, en el mismo año, como gracia

perdi mi ojo derecho, como resultado de la

Colitis Ulcerosa en una probabilidad de uno

en diez millones de probabilidades; siendo el

primer caso de esta índole en todo Puerto

Rico”.

Al día de hoy Pablo Fernández Colón, “el

profe”, es un ejemplo vivo de la gracia y

poder milagroso de Dios.

Entre sus metas están, en adición a la

publicación de este libro, y además de

publicar su autobiografía “De Regreso a la

Vida” (2003), “Transformación de Hombre a


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Angel”, (2004), “Poemas Nacidos del Alma”

(2007) y “Mi Amigo Pinto” al 2007, e

Historia del Cristianismo en Puerto Rico, sus

Fundamentos Teológicos e Históricos al

2010, está el fundar una universidad teológica

académica para conferir títulos universitarios

en Divinidad, y si el Señor no ha venido antes

y se lo permite, otorgar grados Post-

Graduados en Divinidad de Maestría y

Doctorados.

Le deseamos éxito en todo sus ministerios y

empresas al servicio de Jesucristo.


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Date post:	23-Jun-2015
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