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m12 tmTi L MUNDO DEPOTi!b resueitao dek esieo d, Ab que y del Toumal, icliiso, &iao inagei al revés. qt Peulidor ha klo retfr la da: de Jimte y tmtciti dhia mes la verciad Uo Poulid s despaeha a at ivsa trarkciacies qu 1a ecrsira e’ la jorda ro la ciudad COXciL l, siIcir as eirnia la ra, el avoriUsno qu te lete, outaid* itIso la de Ji*ez. Además, el Reloje rito» ha tenido la mala suerte de pinchar a doscientos metros de la nieta, cuando se disponía a es- printar para ganar la etapa... •—Pare que la tuaçión se aclare... le digo a Poulidor, a voz en grito, parque el entusias rn e1 pb1i.o es indescriptible. —Aha esgeo a creer en mi triunfo.... me contesta arrinián dQe a mj klo para evitar el es- de li4ai la voz. Qké l ha esta Jimánez? . —attipeio. Po:r l ençs LU la hecho transen- la €aa un poco más dis -=QQi tabióa su compañía t h sv para conservar la ventaa qu laWis temado a Gi Caxpentras. (Por telex. De nuestro enviado, Juan ?LANS.) Vengo de un mundo nuevo, des- conocido. Tras mi regreso a Caz-- pentras, después de atravesar sus campos ubérrimos y sus viñedos exuberantes, tengo la sensación mondi al pie de la montaña ro cosa. —-Nodigo que no. Y, sobre todo como no representa ningún peti giro para la clasificación final, en pre8encia tiene un poco de atrae- tiiio. Sólo me hubiese molestado no poder ganar la etapa y la be- nffcación. —Pues la culpa fue de un pi chazo, porque de otra manera le tenias Uft POCO difíciL.. * * * Hay que reconocer que el «Teur» tiene una «maffia» espe cial que hace rodar las cosas a sus gusto y ccovenieneia. Porque salió hecho trizas de Colonia y ha tenido tiempo más que sufí- ciente para serenar su espíritu y rehacerse para apuntar directa- mente a la diana del «Tour». de que estuve durante varias ho ras en otro planeta, que no fi- gura en ninguna parte de la es- Lera celeste... Porque allá arriba del Mont Ventoux, no crece la hierba, ni existe ningún rastro de vida bu- Carpentras. (Por telex. De nuestro enviado, Carlos PARDO.) Los 103 corredores que quedan en carrera han salido de Mont-. pellier donde el reposo de la no- che no ha sido mucho, por el calor y el gran ruido nocturno la gran ciudad del «Midi», aun- que seguro que algunos enviados especiales fraiceses, que han re. saltado ésto de Barcelona no lo dirán de Montpellier. La etapa de hoy tiene unas ca- racteristicas especiales. Es llana casi hasta Carpertras, a metros del final de etapa donde se alza la desolada cima del Mont Ventoux, en donde se aita sa pancarta de flegada. Esta e1rcuns tanda hace que se pedalee sin novedad alguna durante los pi meros 110 kilómetros de carrera. Hace bastante calor, y los se- guidores aprovechan la o e a s 1ó u para hacer algunas degustaciones de los vinos de esta región tan reputada en este aspecto, espe cialmente en Chateauneuf du Pape donde hay el avituallanilentQ. Por esta ciudad pasa ligeramente des- tacado con 15» de ventaja, Mile si, que pronto es cazada. Hasta Bedoin en donde empieza real- mente el Mont Ventoux, una vez se atraviesa Garpentras, hay a gimas escaramuzas que tienden a distanciar a los escaladores. on tI’, Molenaers, F o r n o ii 1, Ginés G a r e í a, Mazzaeurattl, Rostollan, Echevarría, De Roaso, C a a a 1a, Gainche y Uriona, que salen en dos grupos, consiguen formar un pelotón de doce que es cazado en las mismas calles de Carpentras. El Mont Ventoux tiene 18 kiló metros de largo y su cima est a una altura de 1.895 metros. Es ms fuerte en sus prineras rara- pus, de gran porcentaje, que en su tramo final, cuando la vega’ tación termina y la desnuda mon taña de piedras parece un paisa mana como no sea la alucinante carretera que conduce hasta la cima. Desde diez kilómetros an tes la Naturaleza cambia de fr sonomía a cada paso, descubrien do ante los incrédulos ojos del viajero un panorama que se apar ta de todo lo conocido. De lejos parece nieve, pero a medida que el coche va encaramándose con ronquidos entrecortados por sus laderas, uno se da cuenta de que es un bmenso pedregal que bu- biese llovido del cielo. Un espec táculo que tardará mucho tiem po en borrarse de nuestra memo- ría por sus características extra ñas e insospechadas. Sólo nos dé. bamos cuenta de que perteneçia mo» a un mundo oxigenado y vital, porque a lo lejos, donde casi no acanzaba la vista, se par- cibia un leve color verdoso que denotaba la presencia de una Ve- getación que no tiene entrada en el Infierno rocoso del Ventou. ja kniar, Hay miles de personas qe han venido de toda la región, y el espect,cuio es fantastico bajo un brillante sol y un horizonte despejado. En el Id1ÓnetrQ i8, Rostouan Inicia el primer ataque que tiene çorao consecuencia descolgar a va- nos hombres por atrás, e n t r e ellos al «maillt» verde Reybroeck que pasa dificultades. A 13 kilÓ metros de la cima se produce el ataque serlo que haro. explotar al pelotón. Se fuga, caracoleando so- bre si máquina, el andaluz Ga lera, y solamente pueden seguir- lo Julio Jiménez, Ponlidor que se psp a su rueda y el «mal. ilot» amarillo, Gimondi. El ita- llano Motta, de quien tanto se es- pera, no sube bien y queda atrás. DOS kilómetros más arriba for midablemente, a 10 kilómetros del alto, Poulidor y Julio Jimé nez tienen 31» sobre Anglade y Galera y 45» sobre un pequeño grupo en el que se han reunido Gimondi, Gabica, De Rosso, Le- baube, Janssen y Péres Francés. A 1’ sube Simpson y a l’15»Motta. En realidad, ya no eaiste gran grupo, y todos los corredores es- tan esparcidos por el terrible as- oeaso. A 5 kilómetros de la pan- carta, las posiciones son : Pou Udar y Jiméne5 en cabeza; a 1’2» Anglade, Galera y Gimondi ; a Y en este terreno, francamente inhospitalario, dos hombres a ca- bailo de una inquietud deportiva, luchaban e n t r e sí, Intentando d e s trosarse mutuamente, parsi- guiendo la gloria y la fortuna. Su esfuerzo era como un alarido de vigor, un desafio humano al ini- presionante mausoleo de piedra y desolación. Una especie de lo- cura, con sentidos, lanzada con- tra otra locura pétrea e insensi ble, ¿Cual es el estado de ánimo de un deportista que viene de los rientes y coloreados ambien tas marineros, al llegar a esta especie de desierto, que cierra el ánimo a toda fantaSía...? Jimé ne estaba como alucinado, así como Foulidor, por lo que le em puja por llegar vencedor a Pa- ríe, También se habían contami nado de la dureza de la mole gra ziitica qte preside los viñedos más 1’50)) Lebaube, De Rosso y Jans sen; a 2’lO» Simpson; a 2’30» rez Francés ; a 2’40» Gabica ; a 3’ÜS» Motta, G. De»met 1 y Fon cher ; a 3’lO» Soler. La lucha es formidable en el último kilóme tro, en el que hay una multitud enorme que llega a dificultar el ascenso de los coches e incluso de los corredores, que no pueden ni ver la carretera. Hay tres vira jes en rampa, durisimos, hasta la misma cima donde se encuen tra la instalación de Radio y TV del Mont Ventoux. Julio Jiménez e s t á subiendo muy fácil, aunque también Pouli dor cía una gran sensación de li gereza y potencia. El español tic- ne la desgracia de pinchar en los últimos cien metros, y aunque no baja de la máquina, este lastre fe será fatal para ganar la etapa. También un espectador, que e tira un cubo de agiia, diticulta su acción final, y todo ello da ocasión a Poulidor a despegarle ligeramente, ganando por 6». Las diferencias en la meta son : Pou lidor; a 6» Jiménez; a 124» Aa- glacie; a l’38)) Gimontli; a 1’43» Galera; a l’50 De Roseo; a 1’55» Lebaube ; a 2’18» Simpson y Jans sen ; a 3’13» Pérez Francés ; a 3’36» Gabica; a 4’ll» G. Desmet 1; a 4’13» Foucher; a 4’lé» Motta; a 4’18» Soler, llegando más atrasa dos los otros corredores. suculentos de Francia. Tanto l francés COmO el español tenían el aspecto de hombres sorprendí- dos por la ingratitud del deco redo... Menos mal que el público le pu_so un aire cíe fiesta, o peregri nación hacia un santuario desco nocido, porque de o t r o modo, permaneciendo en la itnageri dei desencanto, el «Tours pocha tras- poner la senda de la tierra y de- saparecer en el Cosmos. Y na che sabría por dónde se había / / esfumado. Si el mundo de las /! dos ruedas no está loco, le falta / poco. Pero esta fantasmagórica visión del Mont Ventoux, nos ser- viré. para agradecer a Dios, que en la Tierra hayan campos, pb- yas, flores, frutos y árboles, para satisfacción y placer de los hu manos. Tengo la sensación de que vengo de un mundo ignoto. . . des- conocido.. Ingrato como una pe sadilla. He vuelto a la vida... :. RAYM PQULIDR ft/,i#iP/;t.. /,‘»iáf ‘r” vencedor de la etapa, Mo»ntpeIfterMnt Ventoix aLtA, AUasM17Ce.OAUO1I IST NA Carentras, 6. (Por telex, de nuestro eiviado especial JUAN FLANS.) Raymod Poulidor ya está mu- cha más cerca de ese liderato inagioario que se le atribuye cies- de que la c4rrera arrancó de Co- Jonia. Y lo cierto es, que el «hom bre cie Limeges» ha efectuado une acens,ión al Kant Ventoux pare- cida a la que realizó en Pajares, vuad*: la Vuelta a Espalia. Fuer- Le macizo, animoso, sóo ha po- dido resistirle el breve y liviano Jimes, qu hasta hoy no ha LAS MIL IMAGENES DE UNA PELICULA;1] Sfr içL4s i t.ataiuna SAN AtU Ø Teé4*I 41tÇ 1$*? MOTAS Y *iO[TA$ PlEZAS DE e as meQrØ1 RECAM8O AUTOrtL cIclorcÁrAtú$A tHtl CAtOAI;0] ertoj AernMAT,ce-eAnuoa4 STI NA ,, ,, iEncuentre ******** eI puro sabor d !::I * * * *** * * ‘—.--—------.-u LG.l AUTgNAT1Cø-øALfbAR1b [STIA ‘(‘o Kas de limón... Kas cte limón... 1 Fruta fresca. jugosa... deIicio 1 Qué cantidaddesabor! GIMONDI SIGUE LIDER, PEROS.. POULII)OR SE ALZO DE NUEVO COMO FAVORITO l Meat Ventou.x dio su veredicto. y el resutdo quit4 w. gran peso de encima de los tranceses, Ra’mond clid ayer, ilegando a la terrorífica meta con seis segundos de vta sobre nuestro Julio Jiménez, y 1’29” sobre el líder Gimçndi, l joven italiano salvé el jersey amarillo por los peles —4’ —e depu4s de la demostración de ayer de Pcblidr. es miy inslg nifieante esta ventaja para que pueda sostenerla en las etapas de montaña que faltan. Hoy, Carpentras-Gap, con el «col* de la Sentinclie, de segunda categoría, situado a seis ktldmetros la la e izoaz’, los doe primera categoría. Del alto del Isoard a la eta mata, y mañana, Gap-Briançcu, con los grandes co1s de Vars de Briançon distcn 24 kilómetros, en rápido descenso. Poulido e el que ahora hcbrá ganado moral, y esto cuenta mucho.. Si Gimondi resiste estas dos etapas alpinas (es posible, pues tendrá el aliento de miles de italianos casi conveneinos> le quedara asti’ cemente este «capitalito» de 34” para afrontar la escalada contra roIti del «col» Reverd. Vista la recuperación de ?oulidec de ayer, después de su mal momento del Tourmaiet, es de suponer que el francés logrará por fin apartar la amenaza de que desde Bagneres le producía insomnios y pesadillas. Este es el pronóstico digamos teórico. Ayer se esperaban muchas sorpresas y no las hubo, pues los ocho o dier primeros hombres de la general, en Montpellier fueron los que mejor resistieron la escalada del Mont Ventoux (con la excepción del «retrasado» Julio Jiménez, que coronó como gran segundo y debía ser primero de no pinchar en lo alto). PonEdor tiene de tanto en tanta desfallecimientos, y nada está escrito sobre la segu ridad absohta de que no le sobrevenga otro mal momento como el d los Pirineos. Su papel de favorito subió mucho ayer. pero en este «Toer» los hombres se desploman cuando menos se espera (el Favorito de ayer era el otro italiano Motta, y deeep cionó), y por lo tanto no se pueden anticipar juicios definitivos, mucho menos con las escasas diferencias de tiempo que existen. Pérez Francés. segundo español de la etapa, se clasificá el décimo, a 3’14” de PouIior. Sube del séptimo al cuarto puesto, pasando a adversarios de categoría como el italiano Motta, el holandés F-iaast y el francés Foucher. Ha alejado además a Van Looy, y su balance de la temida etapa de ayer, después del brutal esfuerzo que hizo desde Ax a Barcelona, es altamente satisfactorio. Perticul»rmente, me ha complacido su brava de- fensa de ayer, pues demuestra que no «lo quemé todo» el viernes pasado, y en un «Tuve» como el que se está disputando, la faci lidad de recuperarse cuenta enormemente. * 4, * «Julio Jiménez es el mejor hombre de los «Kas». Esta escribí hace des años en ocasión de la Vuelta a España. Quería reite rano vista su nueva y brillante etapa de ayer, pero veo que en a etapa del lunes perdió 12” o 13”. Acentuando le creencia de que Julito sólo persigue el gran premio de la montaña. Sus fluctuaciones en carrera me llenan de dudas. ¿No tiene fondo en el llano? ¿Es impotente para resistir batallas a diario? ¿O se da por satisfecho haciendo su número montañero y retiran dose seguidemerde a su «camerino» en espera de otro cei»? Sigo firme en mi creencia de que el abulense se empeñe en desconocer su propio valor. Lo inés difícil en ciclismo es trepar —pasar bien las grandes montañas—, y no recuerdo ningún nombre famoso en la escalada —Silvere Maes, Bartali, Coppi, Vietto, Erquerra, Berreridero, Bahamontes y Loroño— que no haya sido capaz de resistir los altos promedios impuestos por los lianistas en un rncrnento dado. No asimilo en una paahra que un Julio Jiménez sunorior en la etapa reina de los Pirineos y superior de nuevo ayer en el Mont Ventoux, déspués de l7 ki lórnetros, pierda 12 o 13 minutos en la fácil etapa del lunes: Perpignan-Mcntpelli-er. Sería el suyo el primer caso en la histo ria, y por ello atribuyo sus retrasos a un conformismo bien poco gallardo de contentarse con el premio de la montaña, que, repito, si diez años atrás podía entusiasmarnos —porque EspalSa apenas era nadie internacionamente—, hoy, después de los éxitos de Loroflo, Ruiz, Bahemontes, no puede colmarnos ni mucho menos. Creo que .luito ya es virtuazmente vencedor de dicha clasifica ción, pero el correder español, que en estos momentos hace palpitar fuortemente el sentir español es José Pérez Francés, porque se ha lanzado valientemente a disputar la victoria del «Tour» y no una elasificzicén secundaria. No creo que el de «Las Banderas» lcgre desbancar a los tres hombres que tiene delante ---Gimrndí, Pçuiidor y Lebaube—. Trabajo tendrá en de- fenderse de los De Hosso, Foucher, Motta, Simpson. Jausgen y Anglade, que le talcn’en, pero él l intenta, y esto nos basta y sobra. que Julio ,Tmónez no haya imitado cii ejemplo, pues por clase y por facultades ya estaría también entre los cinco primeros. R. TORRES ,; 1 y para su momento de egrra ¡ GIN KAS! Su ginebra preferida, hiel.o y KAS de limón... Esto e GINt KAS. ¡ Pruébelo ahora!. Julio Jiménez, líder de la montaña MS,U M QN YNA RA NJ A, DE FR U TA ATU RAL (‘) Óp’,#,ç# ‘4. ‘___ ,qftCJ AUYøIAflCQ.-CUlDANI ST$A ,, taj S*;Q ‘T Un llamado Mont Ventoux... EMBRAGUE AUTOMAfiCO SP» para e: SE INSTALA SIN NECESIDAD DE NINGUNA PIEZA ORIGINAL DEL VSFUCULO JUAN RAMIREZ Talleres: Calle Cáceres, N.° 30. BARCELONA *tLOJ WTCMATICO-CALZRDA$4G F3TI NA ——— - r . :.., - j .. . —n F 1 “FES11A”PRESENTASUSMODELOSSUMERGIBLES “CA11BBEAN700”iut&sieit&xCABAL ——.—, .-—-.--.--—- . ..
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Page 1: ft/,i#iP/;t.. /,‘»iáfhemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/EMD01/HEM/1965/07/...se alza la desolada cima del Mont Ventoux, en donde se aita sa pancarta de flegada. Esta e1rcuns

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resueitao dek esieo d, Abque y del Toumal,

icliiso, &iao inagei al revés. qt Peulidor ha klo retfr lada: de Jimte y tmtciti dhiames la verciad Uo Poulid sdespaeha a at ivsa trarkciacies qu 1a ecrsirae’ la jorda ro laciudad COXciL l,siIcir as eirnia lara, el avoriUsno qu telete, outaid* itIso la

de Ji*ez. Además, el Relojerito» ha tenido la mala suerte depinchar a doscientos metros dela nieta, cuando se disponía a es-printar para ganar la etapa...

•—Pare que la tuaçión seaclare... — le digo a Poulidor, avoz en grito, parque el entusiasrn e1 pb1i.o es indescriptible.

—Aha esgeo a creer en mitriunfo.... — me contesta arriniándQe a mj klo para evitar el es-

de li4ai la voz.Qké l ha esta Jimánez?. —attipeio. Po:r l ençs LU la hecho transen-

la €aa un poco más dis

-=QQi tabióa su compañíat h sv para conservar laventaa qu laWis temado a Gi

Caxpentras. — (Por telex. Denuestro enviado, Juan ?LANS.)

Vengo de un mundo nuevo, des-conocido. Tras mi regreso a Caz--pentras, después de atravesar suscampos ubérrimos y sus viñedosexuberantes, tengo la sensación

mondi al pie de la montaña rocosa.

—-No digo que no. Y, sobre todocomo no representa ningún petigiro para la clasificación final, enpre8encia tiene un poco de atrae-tiiio. Sólo me hubiese molestadono poder ganar la etapa y la be-nffcación.

—Pues la culpa fue de un pichazo, porque de otra manera letenias Uft POCO difíciL..

* * *

Hay que reconocer que el«Teur» tiene una «maffia» especial que hace rodar las cosas asus gusto y ccovenieneia. Porquesalió hecho trizas de Colonia yha tenido tiempo más que sufí-ciente para serenar su espíritu yrehacerse para apuntar directa-mente a la diana del «Tour».

de que estuve durante varias horas en otro planeta, que no fi-gura en ninguna parte de la es-Lera celeste...

Porque allá arriba del MontVentoux, no crece la hierba, niexiste ningún rastro de vida bu-

Carpentras. — (Por telex. Denuestro enviado, Carlos PARDO.)

Los 103 corredores que quedanen carrera han salido de Mont-.pellier donde el reposo de la no-che no ha sido mucho, por elcalor y el gran ruido nocturno la gran ciudad del «Midi», aun-que seguro que algunos enviadosespeciales fraiceses, que han re.saltado ésto de Barcelona no lodirán de Montpellier.

La etapa de hoy tiene unas ca-racteristicas especiales. Es llanacasi hasta Carpertras, a metros del final de etapa dondese alza la desolada cima del MontVentoux, en donde se aita sapancarta de flegada. Esta e1rcunstanda hace que se pedalee sinnovedad alguna durante los pimeros 110 kilómetros de carrera.

Hace bastante calor, y los se-guidores aprovechan la o e a s 1 ó upara hacer algunas degustacionesde los vinos de esta región tanreputada en este aspecto, especialmente en Chateauneuf du Papedonde hay el avituallanilentQ. Poresta ciudad pasa ligeramente des-tacado con 15» de ventaja, Milesi, que pronto es cazada. HastaBedoin en donde empieza real-mente el Mont Ventoux, una vezse atraviesa Garpentras, hay agimas escaramuzas que tienden adistanciar a los escaladores. ontI’, Molenaers, F o r n o ii 1, GinésG a r e í a, Mazzaeurattl, Rostollan,Echevarría, De Roaso, C a a a 1 a,Gainche y Uriona, que salen endos grupos, consiguen formar unpelotón de doce que es cazado enlas mismas calles de Carpentras.

El Mont Ventoux tiene 18 kilómetros de largo y su cima est auna altura de 1.895 metros. Esms fuerte en sus prineras rara-pus, de gran porcentaje, que ensu tramo final, cuando la vega’tación termina y la desnuda montaña de piedras parece un paisa

mana como no sea la alucinantecarretera que conduce hasta lacima. Desde diez kilómetros antes la Naturaleza cambia de frsonomía a cada paso, descubriendo ante los incrédulos ojos delviajero un panorama que se aparta de todo lo conocido. De lejosparece nieve, pero a medida queel coche va encaramándose conronquidos entrecortados por susladeras, uno se da cuenta de quees un bmenso pedregal que bu-biese llovido del cielo. Un espectáculo que tardará mucho tiempo en borrarse de nuestra memo-ría por sus características extrañas e insospechadas. Sólo nos dé.bamos cuenta de que perteneçiamo» a un mundo oxigenado yvital, porque a lo lejos, dondecasi no acanzaba la vista, se par-cibia un leve color verdoso quedenotaba la presencia de una Ve-getación que no tiene entrada enel Infierno rocoso del Ventou.

ja kniar, Hay miles de personasqe han venido de toda la región,y el espect,cuio es fantastico bajoun brillante sol y un horizontedespejado.

En el Id1ÓnetrQ i8, RostouanInicia el primer ataque que tieneçorao consecuencia descolgar a va-nos hombres por atrás, e n t r eellos al «maillt» verde Reybroeckque pasa dificultades. A 13 kilÓmetros de la cima se produce elataque serlo que haro. explotar alpelotón. Se fuga, caracoleando so-bre si máquina, el andaluz Galera, y solamente pueden seguir-lo Julio Jiménez, Ponlidor — quese psp a su rueda — y el «mal.ilot» amarillo, Gimondi. El ita-llano Motta, de quien tanto se es-pera, no sube bien y queda atrás.DOS kilómetros más arriba formidablemente, a 10 kilómetrosdel alto, Poulidor y Julio Jiménez tienen 31» sobre Anglade yGalera y 45» sobre un pequeñogrupo en el que se han reunidoGimondi, Gabica, De Rosso, Le-baube, Janssen y Péres Francés.A 1’ sube Simpson y a l’15» Motta.

En realidad, ya no eaiste grangrupo, y todos los corredores es-tan esparcidos por el terrible as-oeaso. A 5 kilómetros de la pan-carta, las posiciones son : PouUdar y Jiméne5 en cabeza; a 1’2»Anglade, Galera y Gimondi ; a

Y en este terreno, francamenteinhospitalario, dos hombres a ca-bailo de una inquietud deportiva,luchaban e n t r e sí, Intentandod e s trosarse mutuamente, parsi-guiendo la gloria y la fortuna. Suesfuerzo era como un alarido devigor, un desafio humano al ini-presionante mausoleo de piedray desolación. Una especie de lo-cura, con sentidos, lanzada con-tra otra locura pétrea e insensible, ¿Cual es el estado de ánimode un deportista que viene delos rientes y coloreados ambientas marineros, al llegar a estaespecie de desierto, que cierra elánimo a toda fantaSía...? Jiméne estaba como alucinado, asícomo Foulidor, por lo que le empuja por llegar vencedor a Pa-ríe, También se habían contaminado de la dureza de la mole graziitica qte preside los viñedos más

1’50)) Lebaube, De Rosso y Janssen; a 2’lO» Simpson; a 2’30» Pérez Francés ; a 2’40» Gabica ; a3’ÜS» Motta, G. De»met 1 y Foncher ; a 3’lO» Soler. La lucha esformidable en el último kilómetro, en el que hay una multitudenorme que llega a dificultar elascenso de los coches e inclusode los corredores, que no puedenni ver la carretera. Hay tres virajes en rampa, durisimos, hastala misma cima donde se encuentra la instalación de Radio y TVdel Mont Ventoux.

Julio Jiménez e s t á subiendomuy fácil, aunque también Poulidor cía una gran sensación de ligereza y potencia. El español tic-ne la desgracia de pinchar en losúltimos cien metros, y aunque nobaja de la máquina, este lastre feserá fatal para ganar la etapa.También un espectador, que etira un cubo de agiia, diticultasu acción final, y todo ello daocasión a Poulidor a despegarleligeramente, ganando por 6». Lasdiferencias en la meta son : Poulidor; a 6» Jiménez; a 124» Aa-glacie; a l’38)) Gimontli; a 1’43»Galera; a l’50 De Roseo; a 1’55»Lebaube ; a 2’18» Simpson y Janssen ; a 3’13» Pérez Francés ; a 3’36»Gabica; a 4’ll» G. Desmet 1; a4’13» Foucher; a 4’lé» Motta; a4’18» Soler, llegando más atrasados los otros corredores.

suculentos de Francia. Tanto lfrancés COmO el español teníanel aspecto de hombres sorprendí-dos por la ingratitud del decoredo...

Menos mal que el público lepu_so un aire cíe fiesta, o peregrinación hacia un santuario desconocido, porque de o t r o modo,permaneciendo en la itnageri deidesencanto, el «Tours pocha tras-poner la senda de la tierra y de-saparecer en el Cosmos. Y nache sabría por dónde se había / /esfumado. Si el mundo de las /! dos ruedas no está loco, le falta / poco. Pero esta fantasmagóricavisión del Mont Ventoux, nos ser-viré. para agradecer a Dios, queen la Tierra hayan campos, pb-yas, flores, frutos y árboles, parasatisfacción y placer de los humanos. Tengo la sensación de quevengo de un mundo ignoto. . . des-conocido.. Ingrato como una pesadilla. He vuelto a la vida...

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RAYM PQULIDR

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vencedor de la etapa, Mo»ntpeIfterMnt Ventoix

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Carentras, 6. (Por telex, denuestro eiviado especial JUANFLANS.)

Raymod Poulidor ya está mu-cha más cerca de ese lideratoinagioario que se le atribuye cies-de que la c4rrera arrancó de Co-Jonia. Y lo cierto es, que el «hombre cie Limeges» ha efectuado uneacens,ión al Kant Ventoux pare-cida a la que realizó en Pajares,vuad*: la Vuelta a Espalia. Fuer-Le macizo, animoso, sóo ha po-dido resistirle el breve y livianoJimes, qu hasta hoy no ha

LAS MIL IMAGENESDE UNA PELICULA;1]

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Kas de limón...Kas cte limón...

1 Fruta fresca. jugosa... deIicio 1Qué cantidad desabor!

GIMONDI SIGUE LIDER, PEROS..POULII)OR SE ALZO DE NUEVO

COMO FAVORITOl Meat Ventou.x dio su veredicto. y el resutdo quit4 w.

gran peso de encima de los tranceses, Ra’mond clidayer, ilegando a la terrorífica meta con seis segundos de vtasobre nuestro Julio Jiménez, y 1’29” sobre el líder Gimçndi, ljoven italiano salvé el jersey amarillo por los peles —4’ —e depu4s de la demostración de ayer de Pcblidr. es miy inslgnifieante esta ventaja para que pueda sostenerla en las etapasde montaña que faltan. Hoy, Carpentras-Gap, con el «col* de laSentinclie, de segunda categoría, situado a seis ktldmetros la lae izoaz’, los doe primera categoría. Del alto del Isoard a la etamata, y mañana, Gap-Briançcu, con los grandes co1s de Varsde Briançon distcn 24 kilómetros, en rápido descenso. Poulidoe el que ahora hcbrá ganado moral, y esto cuenta mucho.. SiGimondi resiste estas dos etapas alpinas (es posible, pues tendráel aliento de miles de italianos casi conveneinos> le quedara asti’cemente este «capitalito» de 34” para afrontar la escalada contraroIti del «col» Reverd. Vista la recuperación de ?oulidec deayer, después de su mal momento del Tourmaiet, es de suponerque el francés logrará por fin apartar la amenaza deque desde Bagneres le producía insomnios y pesadillas.

Este es el pronóstico digamos teórico. Ayer se esperabanmuchas sorpresas y no las hubo, pues los ocho o dier primeroshombres de la general, en Montpellier fueron los que mejorresistieron la escalada del Mont Ventoux (con la excepción del«retrasado» Julio Jiménez, que coronó como gran segundo y debíaser primero de no pinchar en lo alto). PonEdor tiene de tantoen tanta desfallecimientos, y nada está escrito sobre la seguridad absohta de que no le sobrevenga otro mal momentocomo el d los Pirineos. Su papel de favorito subió mucho ayer.pero en este «Toer» los hombres se desploman cuando menos seespera (el Favorito de ayer era el otro italiano Motta, y deeepcionó), y por lo tanto no se pueden anticipar juicios definitivos,mucho menos con las escasas diferencias de tiempo que existen.

Pérez Francés. segundo español de la etapa, se clasificá eldécimo, a 3’14” de PouIior. Sube del séptimo al cuarto puesto,pasando a adversarios de categoría como el italiano Motta, elholandés F-iaast y el francés Foucher. Ha alejado además a VanLooy, y su balance de la temida etapa de ayer, después delbrutal esfuerzo que hizo desde Ax a Barcelona, es altamentesatisfactorio. Perticul»rmente, me ha complacido su brava de-fensa de ayer, pues demuestra que no «lo quemé todo» el viernespasado, y en un «Tuve» como el que se está disputando, la facilidad de recuperarse cuenta enormemente.

* 4, *

«Julio Jiménez es el mejor hombre de los «Kas». Esta escribíhace des años en ocasión de la Vuelta a España. Quería reiterano vista su nueva y brillante etapa de ayer, pero veo que ena etapa del lunes perdió 12” o 13”. Acentuando le creenciade que Julito sólo persigue el gran premio de la montaña. Susfluctuaciones en carrera me llenan de dudas. ¿No tiene fondoen el llano? ¿Es impotente para resistir batallas a diario? ¿Ose da por satisfecho haciendo su número montañero y retirandose seguidemerde a su «camerino» en espera de otro cei»?Sigo firme en mi creencia de que el abulense se empeñe endesconocer su propio valor. Lo inés difícil en ciclismo es trepar—pasar bien las grandes montañas—, y no recuerdo ningúnnombre famoso en la escalada —Silvere Maes, Bartali, Coppi,Vietto, Erquerra, Berreridero, Bahamontes y Loroño— que nohaya sido capaz de resistir los altos promedios impuestos porlos lianistas en un rncrnento dado. No asimilo en una paahraque un Julio Jiménez sunorior en la etapa reina de los Pirineosy superior de nuevo ayer en el Mont Ventoux, déspués de l7 kilórnetros, pierda 12 o 13 minutos en la fácil etapa del lunes:Perpignan-Mcntpelli-er. Sería el suyo el primer caso en la historia, y por ello atribuyo sus retrasos a un conformismo bien pocogallardo de contentarse con el premio de la montaña, que, repito,si diez años atrás podía entusiasmarnos —porque EspalSa apenasera nadie internacionamente—, hoy, después de los éxitos deLoroflo, Ruiz, Bahemontes, no puede colmarnos ni mucho menos.Creo que .luito ya es virtuazmente vencedor de dicha clasificación, pero el correder español, que en estos momentos hacepalpitar fuortemente el sentir español es José Pérez Francés,porque se ha lanzado valientemente a disputar la victoria del«Tour» y no una elasificzicén secundaria. No creo que el de«Las Banderas» lcgre desbancar a los tres hombres que tienedelante ---Gimrndí, Pçuiidor y Lebaube—. Trabajo tendrá en de-fenderse de los De Hosso, Foucher, Motta, Simpson. Jausgeny Anglade, que le talcn’en, pero él l intenta, y esto nos bastay sobra. que Julio ,Tmónez no haya imitado cii ejemplo,pues por clase y por facultades ya estaría también entre loscinco primeros.

R. TORRES

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1y para su momento de egrra ¡ GIN KAS!Su ginebra preferida, hiel.o y KAS de limón... Esto eGINt KAS. ¡ Pruébelo ahora!.

Julio Jiménez, líder de la montaña

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