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In for Me Colombia Am Co

Date post: 24-Nov-2015
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Género y remesas Migración colombiana del AMCO hacia España
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  • Gnero y remesas Migracin colombiana del AMCO hacia Espaa

  • INSTRAW

    Responsable institucional:Carolina TaborgaInvestigadora principal: Mar Garca DomnguezInvestigadoras colaboradoras:Diana Lpez - CastaedaAmaia Prez Orozco Denise PaiewonskyElisabeth RobertDiagramacin:Rodrigo Zabala

    Trabajo de campo en Espaa: Silvina Monteros

    Agradecimientos:

    Por sus aportes al revisar el documento final:Departamento Administrativo Nacional de Estadstica- DANERed de Universidades Pblicas del Eje Cafetero- ALMA MATERColombia Nos Une- Ministerio de Relaciones ExterioresOrganizacin Internacional para las Migraciones- OIM

    El documento final de este estudio es resultado de un esfuerzo conjunto entre el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitacin para la Promocin de la Mujer INSTRAW- y la Organizacin Internacional para las Migraciones OIM-. Conside-rando que las dos entidades tienen una lnea de estudios en el tema de migracin internacional y remesas, y que el presente documento resulta pertinente para ambas series, INSTRAW y OIM acordaron realizar la publicacin en las dos versiones. Es por esto que este documento lo encontrar disponible dentro de la serie Gnero, Remesas y Desarrollo del INSTRAW y como el cuadernillo nmero cuatro de la serie Estudio sobre Migracin Internacional y Remesas en Colombia de la OIM.

    Las opiniones expresadas en esta publicacin son las de los autores, y no expresan necesariamente los puntos de vista de la Organizacin Internacional para las Migraciones (OIM).

    Este documento fue publicado gracias al apoyo financiero del grupo de trabajo de gnero de la OIM Ginebra.

    ISBN 978-958-98371-2-2Reservados todos los derechos 2007

    Impreso en ColombiaImprenta Nuevas Ediciones

    OIM

    Responsable institucional:Linda ErikssonJorge Baca

    Coordinadora del Proyecto: Carolina Lpez Laverde

    Trabajo de Campo en el AMCO: Grupo de Investigacin en Movilidad Humana de la Red de Universidades Pblicas del Eje Cafetero, ALMA MATER: Director: William MejaEstadista: Irina ArtamonovaInvestigadoras: Carmen Elena SalasYohana Cifuentes rika Bedoya Maribel Restrepo Rosalba BecerraAna Milena Vargas Angela Mara Gmez.

    Correccin de estilo: Sonia Crdenas Salazar

  • 3Indice

    Prefacio

    Objetivos del estudio y metodologa

    1. La migracin colombiana a Espaa 1.1 Contexto histrico y dinmicas del proceso migratorio colombiano 1.2 Evolucin de la migracin colombiana a Espaa 1.3 Perfil socio-demogrfico de la poblacin colombiana residente en Espaa

    2. Caracterizacin del proceso migratorio entre el rea Metropolitana Centro Occidente y Espaa 2.1 Contexto econmico y social del rea Metropolitana Centro Occidente 2.2 Caracterizacin del proceso migratorio entre el AMCO y Espaa 2.3 La feminizacin del flujo migratorio entre el AMCO y Espaa: las desigualdades de gnero como motor de la migracin de las mujeres 2.4 Insercin de las personas migrantes de AMCO en Espaa: condiciones de vida y trabajo 2.5 Recomposicin de los hogares tras la migracin y divisin sexual del trabajo en los hogares transnacionales 2.6 Reagrupacin, asentamiento y retorno: la plasticidad de los proyectos migratorios

    3. Remesas familiares desde Espaa al rea Metropolitana Centro Occidente 3.1 Remesas familiares 3.2 Gasto de los hogares receptores de remesas y uso de las remesas 3.3 Inversiones con remesas

    4. Iniciativas de vinculacin entre migracin y desarrollo en Colombia y en Espaa 4.1 Iniciativas gubernamentales desde Colombia 4.2 Iniciativas del sector empresarial 4.3 Iniciativas de la sociedad civil 4.4 Asentamiento definitivo, migracin temporal o retorno

    5. Conclusiones

    6. Anexo metodolgico

    Bibliografa

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  • 4 Prefacio

    La migracin est jugando un papel importante para el desarrollo de algunos pases, en tanto se ha convertido en va para el intercambio de conocimientos y de pro-duccin en un mundo globalizado.

    El mandato de la Organizacin Internacional para las Migraciones (OIM) responde a lo anterior, en tanto tiene est comprometida con el principio de que una migracin ordenada y humanitaria, beneficia tanto a los migrantes como a la sociedad.

    El Instituto Internacional de Investigaciones y Capaci-tacin de las Naciones Unidas para la Promocin de la Mujer (UN-INSTRAW) a travs de su lnea de investi-gacin en migraciones, gnero y desarrollo busca lograr una mejor compresin de cmo los factores de gnero (feminizacin de las migraciones, desigualdades de gnero en el acceso a los recursos productivos, divi-sin sexual del trabajo, roles de gnero, etc.) afectan y determinan los vnculos entre migracin y desarrollo, tomando las remesas como un eslabn de ese vncu-lo. Se trata de incrementar, mediante la incorporacin de este anlisis centrado en los aspectos de gnero, la efectividad y sostenibilidad de las iniciativas que buscan potenciar el papel de las remesas para el desarrollo y lograr que dichas iniciativas tengan la capacidad de generar modelos de desarrollo dentro de los cuales la igualdad de gnero sea un objetivo central.

    En las ltimas dcadas la proporcin de mujeres que migra para trabajar ha aumentado de forma progresiva y su presencia, en algunos flujos especficos, supera a la de los hombres. Como sujetos activos de las mi-graciones las mujeres contribuyen al mantenimiento de sus hogares y al desarrollo de sus comunidades de origen mediante el envo de remesas. Sin embargo, las desigualdades de gnero hacen que la experiencia migratoria sea muy diferente para hombres y mujeres. Los motivos que impulsan la migracin, las redes em-pleadas o la insercin laboral en el pas de destino, por nombrar slo unos pocos, son hechos que no escapan a las divisiones de gnero

    El estudio de los fenmenos migratorios desde una p-tica que pone en el centro del anlisis las diferencias

    y desigualdades de gnero, se convierte entonces en una necesidad primordial para la comprensin de los mismos (no slo de sus causas y efectos, sino tam-bin de las posibilidades para que sean beneficiosos para los pases de origen en trminos de desarrollo), compresin necesaria para el diseo de estrategias que permitan potenciar el vnculo entre migracin y desa-rrollo teniendo en cuenta las implicaciones especficas que los fenmenos migratorios tienen para las mujeres. El conocimiento preciso de las caractersticas y la forma en que el fenmeno migratorio tiene lugar para estas mujeres es una necesidad.

    Con esta publicacin, la OIM y el UN-INSTRAW se han unido en un esfuerzo que busca responder algunas de las preguntas anteriores. El punto de partida del pre-sente estudio ha sido el trabajo conjunto que ya haba realizado la Alianza Pas en la cual participan acti-vamente OIM en Colombia, el Ministerio de Relaciones Exteriores a travs de su programa Colombia Nos Une, el Departamento Nacional de Estadstica (DANE), la Red de Universidades Pblicas del Eje Cafetero (Alma Mater)-, y cuyos resultados estn publicados en una lnea de cuadernillos de investigacin sobre el tema de la migracin internacional y las remesas. A partir de la base de datos que la Alianza tena elaborada para una de las zonas del pas que mayor nmero de migrantes enva hacia Espaa (el rea Metropolitana Centro Occi-dente, AMCO), el UN-INSTRAW y la OIM Colombia, con apoyo financiero de la OIM Ginebra y del UN-INSTRAW, decidieron, de manera conjunta con la Alianza Pas, profundizar en el anlisis de cmo el gnero influye en los procesos migratorios, y especficamente, en el envo y uso de las remesas.

    El UN- INSTRAW y la OIM, presentan este trabajo de-sarrollado de manera conjunta en un documento que analiza este fenmeno. Esperamos que este esfuerzo represente para las mujeres y para la igualdad de g-nero un avance y que sirva de insumo no slo para las discusiones en torno a la temtica, sino tambin para la elaboracin de polticas pblicas y estrategias de trabajo que favorezcan el desarrollo de los pases de origen de las personas migrantes y sus familias.

    Brunson McKinleyDirector General OIM

    Carmen MorenoDirectora UN-INSTRAW

  • 51. Mayor informacin http://200.21.49.233/Website/Recuento/Principal.html 2. Mayor informacin metodolgica disponible en el primer cuaderno de Alianza Pas Estudio sobre Migracin Internacional y Remesas en Colombia Metodologa Encuesta sobre Emigrantes Internacionales y Remesas en el rea Metropolitana Centro Occidente - AMCO. Anlisis de los primeros resultados, Garay y Rodrguez (2005c)3. Incluye los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindo. Mayor informacin metodolgica disponible en el primer cuaderno de Alianza Pas Metodologa Encuesta a Beneficiarios de Remesas de Trabajadores en Instituciones Cambiarias de Colombia. Anlisis de los primeros resultados Garay y Rodrguez (2005b)

    Objetivos del estudio y metodologa

    En este complejo mapa de interacciones, los pases en vas de desarrollo envan mano de obra a los pases de-sarrollados, que a su vez tienen una fuerte demanda de ella por los procesos de desregulacin de los mercados de trabajo, la incorporacin de las mujeres al mercado laboral, el envejecimiento de la poblacin, etc. Se intro-duce adems el sistema sexo/gnero como vector que atraviesa todos estos acontecimientos, pues ninguno de los procesos que acontecen tanto en origen como en acogida, ni tampoco los hogares ni las redes sociales pueden ser analizados al margen de la relacin social de desigualdad que significa el gnero. Y todo ello mi-graciones internacionales, feminizacin de las mismas, transnacionalizacin de los hogares y las redes, as como el fenmeno de las remesas se producen a la luz del desarrollo del capitalismo global. (INSTRAW, 2006:27)

    La presente investigacin es el resultado del inters de diferentes organizaciones e instituciones en profundizar en el conocimiento sobre las dinmicas migratorias, los flujos de remesas y sus impactos en el desarrollo desde una perspectiva de gnero. Este trabajo combina el anlisis de fuentes cuantitativas y cualitativas, a la luz del marco terico y conceptual elaborado por UN-INSTRAW para el evaluar el potencial de las remesas para el desarrollo desde una perspectiva de gnero.

    Antecedentes

    En el ao 2004 la Organizacin Internacional para las Migraciones (OIM) convoc a diversos actores para iniciar un amplio programa de investigacin y accin sobre el proceso migratorio colombiano y la afluencia de remesas familiares al rea Metropolitana Centro Occidente (AMCO). A esta convocatoria se sumaron el Ministerio de Relaciones Exteriores a travs del programa Colombia Nos Une, el Departamento Admi-nistrativo Nacional de Estadstica (DANE), el Banco de la Repblica, la Asociacin de Instituciones Cambiarias de Colombia (ASOCAMBIARIA), la Asociacin Amrica - Espaa Solidaridad y Cooperacin (AESCO), la Red de Universidades Pblicas del Eje Cafetero (ALMA MATER), que en la actualidad aglutina a 14 universidades p-blicas, y el Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas (UNFPA), conformando de este modo una Alianza Pas.

    El objetivo inicial de la Alianza Pas fue reunir a diversos actores institucionales involucrados en la te-mtica migratoria y de remesas para llevar a cabo un estudio interdisciplinario encaminado a determinar las caractersticas, tendencias e impactos de la migracin internacional desde AMCO. Este primer estudio que llev a cabo la Alianza Pas se divida en cuatro compo-nentes complementarios que combinaban informacin cuantitativa y cualitativa:

    1. Recuento de Viviendas, Hogares y Unidades Econ-micas del Area Metropolitana Centro Occidente (AMCO) llevada a cabo por el DANE. Mediante la introduccin de dos preguntas clave sobre migracin y remesas se determin la georeferenciacin de los hogares con experiencia migratoria y recepcin de remesas, datos necesarios para la definicin del marco muestral del estudio1.

    2. Encuesta sobre Emigrantes Internacionales y Re-mesas en el AMCO (EERI): Encuesta aplicada a 2.400 unidades domsticas, dnde el 30% de los encuestados eran hogares con experiencia migratoria receptores de remesas, 20% hogares con experiencia migratoria no receptores de remesas y 50% a hogares sin expe-riencia migratoria, con el fin de disponer de un marco comparativo que permitiera identificar el potencial uso productivo de las remesas en los hogares receptores. A travs de 147 preguntas distribuidas en 11 mdulos se buscaba caracterizar socio-demogrficamente los hogares con experiencia migratoria y establecer sus patrones de gasto2.

    3. Encuesta a Beneficiarios de Remesas de Trabajadores en Instituciones Cambiarias (EBRIC) con cobertura a nivel nacional urbano. La muestra inicial fue de 25.000 cuestionarios distribuidos entre beneficiarios de re-mesas en 483 oficinas de 13 instituciones cambiarias afiliadas a Asocambiaria. Dentro de este universo se recolectaron las impresiones de 582 beneficiarios y beneficiarias de remesas en el Eje Cafetero3.

  • 64. Los tres cuadernillos pueden consultarse en:http://www.oim.org.co/anexos/documentos/publicaciones/libro87.pdf; http://www.oim.org.co/anexos/documentos/publicaciones/libro88.pdf; http://www.oim.org.co/anexos/documentos/publicaciones/libro89.pdf5. Documento completo en http://www.un-instraw.org/en/downloads/gender-remittances-and-development/index.php

    4. Estudio Cualitativo de Grupos Focales Aproximacin cualitativa sobre las percepciones de la migracin y las remesas en el AMCO, llevado a cabo por AESCO y ALMA MATER.

    El anlisis de los datos resultantes de los cuatro com-ponentes descritos fue publicado en una serie de tres cuadernillos tcnicos bajo el ttulo general Estudio sobre Migracin Internacional y Remesas en Colombia4. Tras la conclusin de la primera etapa de anlisis y difusin de resultados, resultaba claro que el material estadsti-co disponible poda ser explotado de forma exhaustiva desde mltiples perspectivas. Si bien en los primeros resultados se realizaron algunos anlisis desagregados por sexo, la riqueza y cantidad de datos disponibles permita y mereca una profundizacin mayor destinada a elucidar las posibles diferencias de gnero existentes en los patrones de emigracin internacional y de las remesas en Colombia. Para los miembros de la Alianza Pas resultaba importante esta profundizacin desde la conviccin de que el establecimiento y potenciacin de un vnculo positivo entre migracin y desarrollo a travs del eslabn de las remesas debe necesariamente partir de una nocin de desarrollo humano que site la igual-dad de gnero como un eje central. En este sentido, la Alianza Pas comparta la preocupacin del Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitacin de las Naciones Unidas para la Promocin de la Mujer (INSTRAW) por la ausencia del enfoque de gnero en la mayor parte de los estudios sobre remesas y desa-rrollo, a pesar de la evidencia de que la integracin de la perspectiva de gnero en las polticas, programas y proyectos de desarrollo contribuye a su eficacia y sostenibilidad.

    UN-INSTRAW inici en el ao 2005 de manera pionera una lnea de investigacin centrada en el potencial de las remesas para el desarrollo desde una perspectiva de gnero. A lo largo de 2006 llev a cabo un primer estudio titulado Gnero, Remesas y Desarrollo: el caso de Vicente Noble, Repblica Dominicana, que busca-ba analizar los factores de gnero ligados al proceso migratorio de esta comunidad, los patrones de gnero derivados del envo, recepcin y uso de remesas; as como los impactos y cambios en los roles de gnero

    relacionados con este fenmeno. Esta investigacin se realiz partiendo del marco terico elaborado previa-mente y publicado en forma de cuaderno de trabajo bajo el ttulo Cruzando Fronteras: remesas, gnero y desarrollo5, donde se pone de relieve la importancia del gnero como variable que atraviesa y determina los procesos migratorios actuales, as como su influencia en las dinmicas de envo y uso de las remesas. De forma complementaria, y con el fin de integrar la perspectiva de gnero en el estudio de los flujos de remesas, sus usos e impactos sociales y econmicos en los hogares y comunidades receptoras, UN-INSTRAW dise tambin una Metodologa de investigacin cualitativa para el anlisis del potencial de las remesas para el desarro-llo desde una perspectiva de gnero (UN-INSTRAW; 2006). Esta propuesta metodolgica est centrada en la aplicacin de tcnicas cualitativas, particularmen-te entrevistas semiestructuradas, de tipo individual y grupal, con un muestreo que no corresponde a un proceso estadstico, ni en tamao ni en seleccin, sino buscando representatividad estructural.

    Dado el inters compartido de la Alianza Pas e UN- INSTRAW por introducir el enfoque de gnero en el estudio de los patrones migratorios y de las remesas se plante la idea de, por un lado, realizar una nueva ex-plotacin de los datos cuantitativos pertenecientes a las encuestas EEIR y Encuesta a Beneficiarios de Remesas de Trabajadores en Instituciones Cambiarias ya dispo-nibles, a la luz del marco terico de UN-INSTRAW; y, por otro, producir nuevo material cualitativo siguiendo la metodologa elaborada por UN-INSTRAW. Todo ello con la finalidad de obtener una mejor compresin de los aspectos de gnero subyacentes al proceso migra-torio entre el AMCO y Espaa y a los patrones de envo y uso de remesas.

    Al mismo tiempo, y en la medida en que tanto para la Alianza Pas como para UN-INSTRAW el objetivo a medio plazo de la obtencin de informacin sobre los procesos migratorios y el envo y uso de remesas es contribuir al diseo de iniciativas destinadas a lograr un vnculo positivo entre migracin y desarrollo con enfoque de gnero, se decidi llevar a cabo tambin una recoleccin de las diversas iniciativas que en este

  • 76. Cuadros de salida producidos por la investigadora Irina Artamonova, del Grupo de Investigaciones en Movilidad Humana de Alma Mater.

    sentido que estn siendo llevadas a cabo actualmente por diversos actores, y realizar un anlisis de su per-tinencia a la luz de las caractersticas que presenta el flujo colombiano desde el AMCO a Espaa, obtenidas a travs de la investigacin.

    Desarrollo del presente estudio: aspectos metodolgicos

    Aceptados, en lneas generales y fundamentales, el marco terico y la propuesta metodolgica de UN-INSTRAW, se entr a definir la delimitacin que tendra el nuevo estudio propuesto. Se decidi centrar el an-lisis de la emigracin desde la regin del Eje Cafetero, dada su importancia y dentro de ella se escogi, la corriente migratoria originada en el Area Metropolitana Centro Occidente (AMCO, conurbacin con algo ms de 600.000 habitantes) con destino a Espaa.

    Definido lo anterior se procedi, de cara a la produccin de datos cualitativos nuevos, a la revisin y adapta-cin de las cuatro guas de entrevista propuestas por INSTRAW, lo que dio como resultado las seis que se presentan en Anexo 1 y dirigidas a: 1) hogares; 2) personas migrantes retornadas; 3) organizaciones re-lacionadas con la migracin; 4) autoridades y lderes (informantes clave); 5) personas que envan remesas; y 6) grupos focales con diversos actores. Las entrevis-tas se distribuyeron as:

    Cuadro 1: entrevistas realizadas por tipo y rea geogrficaTipo de entrevista AMCO Madrid TotalHogares receptores 30 30Personas retornadas 6 6Organizaciones 1 3 4Informantes claves 8 8Mujeres que remesan 11 11Hombres que remesan 10 10Grupos focales (varios) 13 13Total 58 24 82

    En el primer semestre de 2006 se llev a cabo la pri-mera fase del trabajo de campo en AMCO, destinada a

    realizar entrevistas a hogares receptores de remesas y a informantes clave, as como grupos focales con diversos actores (jvenes hijos de migrantes, mujeres receptoras de remesas, docentes). Para la seleccin de los hogares a entrevistar, una vez definidos los perfiles buscados, generalmente se emplearon como contactos iniciales algunos localizados en trabajos previos y a partir de ellos se lleg a los dems, mediante la tcnica de bola de nieve. Para el trabajo de campo en Espaa se seleccion la ciudad de Madrid, por ser una de las ciudades donde hay mayor concentracin de personas de origen colombiano. El diseo de la muestra se llev a cabo sobre la base de la informacin sociodemogrfica del colectivo colombiano en Espaa disponible, ase-gurando la diversidad en cuanto a estado civil, edad, tipo de trabajo desempeado, nmero de aos como residente en Espaa y situacin administrativa regular o irregular. El procedimiento de seleccin de la muestra fue muy similar al descrito para el trabajo de campo en AMCO.

    A travs de las entrevistas con informantes clave en AMCO se logr capturar interpretaciones sobre las causas, caractersticas e impactos de la migracin y el uso de remesas, dentro del contexto regional y a travs del tiempo; pero sobre todo, recoger sus percepcio-nes acerca de la constitucin de redes migratorias y del potencial de las remesas para el desarrollo local. Las entrevistas llevadas a cabo con organizaciones de colombianos en Espaa permitieron ampliar la visin sobre la insercin laboral y social del colectivo colombiano en Espaa, as como de las posibilidades de organizacin colectiva de los colombianos de cara al desarrollo local de sus lugares de origen.

    Para la explotacin de los datos estadsticos ya exis-tentes, sobre la propuesta de anlisis hecha por Alma Mater6 y la OIM, se obtuvieron cuadros de salida de desagregados por sexo de la encuesta EBRIC. A nivel nacional, la muestra utilizada fue de 25.000 registros, de los cuales 582 correspondan al Eje Cafetero. Estos ltimos fueron expandidos a un total de 22.113 regis-tros poblacionales. Los datos de la encuesta permiten establecer patrones de envo, montos, canales, perio-dicidad y uso de las remesas familiares, provenientes

  • 8desde Espaa y recibidas en el Eje Cafetero. De manera complementaria, se extrajo informacin especfica sobre patrones de gasto y uso productivo de remesas especficamente en AMCO, extrados de la EERI. La in-formacin estadstica fue actualizada y complementada con otros estudios realizados por el Banco Interame-ricano de Desarrollo (2004 y 2007) y El Banco de la Repblica (Colombia) recientemente.

    La complementariedad entre los datos cuantitativos y cualitativos permite visualizar de una forma ms com-pleta y compleja la forma en que el gnero opera sobre los proyectos y procesos migratorios, y el envo y uso de las remesas, as como dilucidar qu otras variables estructurales, ms all del gnero, afectan a los patro-nes de migracin y remesas.

  • 91. La migracin colombiana a Espaa

    1. Existe una disparidad en los datos disponibles sobre el nmero de colombianos que residen fuera del pas, asociada a la dificultad que siempre aparece para hacer este tipo de estimaciones. Los datos globales aportados por el Programa Colombia Nos Une del Ministerio de Relaciones Exte-riores de Colombia afirman, sobre la base de estimaciones consulares, que 4.243.208 colombianos residen en el extranjero. Luis Guarnizo (2006), por su parte, aumenta esta cifra a ms de cinco millones de colombianos, basndose en datos procedentes de Ministerio de Relaciones Exteriores de noviembre de 2003.2. Saskia Sassen-Koob, Economic Growth and Immingration in Venezuela, en IMR Vol. 13, No.3, Autumn 1970, pp. 455-474.

    1.1 Contexto histrico y dinmicas del pro-ceso migratorio colombiano

    Colombia es uno de los pases latinoamericanos con mayor flujo de emigrantes. Las estimaciones realizadas por el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadstica de Colombia), arrojan para el ao 2005 un total de 3.331.0001 colombianos residentes fuera del pas, equivalente a un 7,3% de la poblacin, lo cual supone una duplicacin del nmero de quienes vivan fuera segn los datos censales de 1985, que fijaban esta cifra en 1.500.000 personas. Si bien a partir del ao 1985 la emigracin muestra una tasa alta de cre-cimiento (de 13% en el periodo 1985-1990 y de 8,6% en el periodo 1990-1995), es a partir de 1995 cuando se produce un fuerte aceleramiento que hace que en el breve lapso de tiempo comprendido entre 2000 y 2005 la emigracin colombiana crezca en casi un milln de personas.

    El primer periodo de migracin masiva comienza en la dcada de los sesenta, coincidiendo con el surgimiento de las guerrillas campesinas, y tuvo a Estados Unidos y Venezuela como destinos principales. La migracin a Estados Unidos se produjo en un contexto en el que las leyes estadounidenses al resoecto se hicieron ms favo-rables mediante la asignacin de cuotas de inmigracin a todos los pases del mundo y la autorizacin de la reagrupacin familiar (Guarnizo, 2006). En ese perio-do la migracin colombiana era predominantemente de profesionales urbanos de clase media en busca de movilidad social, que se asentaron principalmente en la zona tri-estatal de Nueva York, Connecticut y Nue-va Jersey, y en Florida. Este flujo a Estados Unidos ha mantenido un crecimiento constante, pero su composi-cin social ms reciente est mucho ms diversificada e incluye obreros, campesinos medios, comerciantes, profesionales, empresarios y perseguidos, tanto por los paramilitares como por la guerrilla (Bidegan, 2005; Guarnizo, 2006).

    La migracin colombiana hacia Venezuela se inici en los aos sesenta, si bien tuvo su punto ms alto durante la dcada de los setenta, cuando el sector agroindustrial de Venezuela y la creciente industria

    petrolera produjeron una elevada demanda de mano de obra en el pas vecino. El cierre temporal de las fronte-ras entre Colombia y Venezuela hizo que buena parte de esta migracin de baja cualificacin se produjera de manera irregular. Para la dcada comprendida en-tre 1963 y 1973, el DANE calcul que ms de 441.800 colombianos residan en Venezuela, de los cuales slo 70.000 haban ingresado al pas por cauces regulares (Sassen 1979)2. Este periodo sienta las bases de una continua migracin fronteriza que flucta acorde con la prosperidad econmica y la estabilidad poltica en ambos lados de la frontera. No obstante, la poblacin de origen colombiano en Venezuela constituye hoy da cerca del 60% de los migrantes netos de ese pas (INE, censo 2001).

    Un segundo periodo de migracin internacional co-lombiana ocurre durante los aos ochenta, cuando Colombia se convierte en un actor clave dentro de las cadenas globales de trfico ilcito de estupefacientes. Como consecuencia, los ndices de criminalidad inter-na aumentan, provocando desplazamientos internos y migraciones al extranjero. De manera complementaria, el negocio demanda mano de obra para las operaciones comerciales y logsticas que es principalmente ocupada por colombianos, que si bien en nmeros absolutos constituyen una minora del total de colombianos en el exterior, resultan determinantes en la construccin social de los imaginarios desde los que es percibida la poblacin colombiana en el exterior. Como seala Guar-nizo (2003) este fenmeno permiti la salida de gente que de otra forma no hubiese podido salir, y la perma-nencia en el exterior de gente que hubiese tenido que regresar por sus condiciones de precariedad econmica en el exterior.

    La oleada migratoria ms reciente comienza a gestarse en los inicios de los aos noventa, alcanzando su punto ms alto en el ao 2000. Las principales razones que ocasionan la salida del pas son de corte econmico, seguidas por motivos referidos a la inseguridad. La crisis econmica de los noventa tuvo como preludio la ruptura en 1989 del Pacto Internacional del Caf entre pases productores y consumidores, que condujo a la liberalizacin del comercio mundial de este producto y,

  • 10

    3. ndice que pone en relacin el porcentaje de hogares con experiencia migratoria en un departamento, con el porcentaje que supone el total de hogares de ese departamento sobre el total de hogares a nivel nacional.4. rea Metropolitana Centro Occidente, que cubre los municipios de Pereira, Dosquebradas y La Virginia en el departamento de Risaralda.

    en consecuencia, a una fuerte fluctuacin de los precios con tendencia descendente durante largos periodos. A ello se une la crisis vivida por el conjunto de la econo-ma nacional a mediados de los noventa, todo lo cual da lugar a un proceso de reajuste estructural basado en medidas de corte neoliberal promovidas por los or-ganismos financieros internacionales. En consecuencia, el perodo 1992-2003 se caracteriz por fuertes des-equilibrios en el mercado laboral -con incrementos en el desempleo y el subempleo, reduccin de los salarios reales y aumento de la actividad informal-, as como por importantes impactos sobre la calidad y el acceso a la educacin y otros servicios sociales.

    A este periodo tambin corresponde una escalada de violencia generalizada con fuerte impacto en los n-cleos urbanos, caracterizada por no estar limitada al conflicto armado, por su extensin hacia zonas sin presencia insurgente y por estar protagonizada por una compleja multiplicidad de agentes. El aumento inusi-tado de secuestros con fines de extorsin, los asaltos a poblaciones y otros actos de violencia, trajo consigo una creciente percepcin de inseguridad y la victimi-zacin de grandes sectores de la poblacin por parte de actores armados, grupos al margen de la ley y de-lincuencia no organizada. Asimismo, la expansin del narcotrfico se vio favorecida por el empobrecimiento rural, que convierte en una tentadora opcin el inter-calar el negocio de cultivos ilcitos con el caf, adems de permitir a los narcotraficantes comprar tierras a muy bajo precio. El incremento de la violencia afect severamente la capacidad productiva, ya diezmada por la recesin, y contribuy a aumentar el nmero de per-sonas y familias que buscaban seguridad en el exterior y que optaron por migrar.

    Esta etapa se caracteriza por la diversificacin de la procedencia socioeconmica de las personas migran-tes y de los lugares de destino. Europa, que en las dcadas anteriores haba sido escogida por un pequeo flujo de refugiados polticos de izquierda, lites so-cioeconmicas y estudiantes de postgrado (Guarnizo, 2006), se configura como destino alternativo a Estados Unidos debido al aumento de las restricciones legales para inmigrar a ese pas. Dentro de Europa, el destino

    con ms peso es Espaa donde, como veremos ms adelante, el colectivo colombiano es ya el quinto co-lectivo de extranjeros en importancia numrica. Otro lugar importante es el Reino Unido, donde ya haba un asentamiento de colombianos que viajaron en los aos setenta a trabajar en puestos de baja cualificacin den-tro del sector servicios.

    Con base en la explotacin de los datos del Censo de 2005 la mayor parte de los colombianos en el exte-rior residen en Estados Unidos, Espaa y Venezuela, pases que agrupan al 77,6% del total. Otros lugares con porcentajes mucho menores son Ecuador, Canad y Panam. Si consideramos los destinos en cada perio-do migratorio, se puede observar que con anterioridad a 1986 Estados Unidos era el principal, seguido de Espaa y Venezuela. Durante el perodo 1996-2000 Estados Unidos sigui manteniendo la primera posicin como destino preferente y Espaa pas a ocupar el segundo lugar. Por ltimo, a partir del ao 2001 Es-paa comenz a ocupar el primer lugar como destino. En lo referente al origen departamental de los hogares que declaran tener experiencia migratoria destacan la zona del Valle del Cauca (23,1%), Bogot (17,6%), Antioquia (13,7%) y Risaralda (7%). Cuando se toma el indicador de intensidad de la emigracin3, Risaralda (donde se ubica el AMCO4, zona objeto de nuestro es-tudio) pasa a ser el departamento donde la intensidad de la migracin es mayor, seguido del Valle del Cauca, Quindo y Putumayo.

    1.2 Evolucin de la migracin colombiana a Espaa

    El rpido incremento de la migracin colombiana a Es-paa a partir del ao 2000 se produce en un contexto de crecimiento general de la migracin latinoamericana a ese pas en ese mismo periodo, lo que evidencia la importancia de los vnculos coloniales e histricos entre Espaa y Amrica Latina y la configuracin de Espaa como destino alternativo a Estados Unidos (Gil Ara-jo, 2006). Mientras que a principios de los noventa los migrantes latinoamericanos documentados no pasaban de 61 mil, en el ao 2006 ya son casi un milln y repre-sentan un 36% del total de inmigrantes con permiso de

  • 11

    5. Extranjeros con permiso de residencia a 31 de diciembre de 2005. Fuente: Boletn Estadstico de Extranjera e Inmigracin No. 7.6. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales: Anuario Estadstico de Inmigracin de 2005.

    residencia en Espaa5, siendo los ecuatorianos los ms numerosos, seguidos por los colombianos.

    Si bien ya en la dcada de los ochenta se detecta un fortalecimiento de la presencia colombiana, es a finales de la dcada de los noventa cuando su nmero comien-za a cobrar relevancia en relacin al resto de colectivos de extranjeros. Como vemos en la Tabla 1, en 1994 haba 6.614 personas de origen colombiano en Espaa con permiso de residencia. Desde 1998 su crecimiento comienza a acelerarse y en el ao 2000 se duplica el nmero de colombianos con residencia legal respecto al ao anterior. A partir de este ao su nmero comien-za casi a duplicarse ao a ao, a pesar de que en enero de 2002 entr en vigor el requerimiento de visado para los colombianos que deseen entrar en Espaa y, desde entonces, ha mostrado un crecimiento sostenido. Dicho de una manera ms grfica: entre 1995 y 2005, el n-mero de colombianos con residencia legal en Espaa se multiplic por veinte.

    Tabla 1

    Evolucin de la inmigracin colombiana a Espaa, 1994-2006

    ExtranjerosTotal Total %

    1994 461,364 6,614 1.43%1995 499,773 6,992 1.40%1996 538,984 7,865 1.46%1997 609,813 8,412 1.38%1998 719,647 10,412 1.45%1999 801,329 13,627 1.70%2000 895,720 24,702 2.76%2001 1,109,060 48,710 4.39%2002 1,324,001 71,238 5.38%2003 1,647,011 107,459 6.52%2004 1,977,291 137,369 6.95%2005 2,738,932 204,348 7.46%2006 3,021,808 225,504 7.46%

    Colombianos

    Fuente: Elaboracin propia. Datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (Extranjeros con tarjeta o permiso de residencia en vigor a 31 de diciembre de 2006)

    Grfico 1

    Evolucin de la inmigracin colombiana aEspaa, 1994-2006

    0

    50,000

    100,000

    150,000

    200,000

    250,000

    Ao

    Nm

    ero

    1994

    1995

    1996

    1997

    1998

    1999

    2000

    2001

    2002

    2003

    2004

    2005

    2006

    Nmero decolombianos

    Fuente: Elaboracin propia. Datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (Extranjeros con tarjeta o permiso de residencia en vigor a 31 de diciembre de 2006)

    Tipo de rgimen de residencia

    En Espaa hay dos tipos de regmenes por los que se puede tener un permiso de residencia siendo extran-jero: rgimen general o rgimen comunitario. En el primero entran las personas extranjeras de pases no pertenecientes a la Unin Europea, mientras que en el segundo se encuentran aquellas que poseen la nacio-nalidad de uno de los pases de la Unin Europea o que son familiares directos (esposo/a, hijo/a) de una per-sona con nacionalidad de un pas de la Unin Europea. En el caso de las personas colombianas, los datos del ao 2005 muestran que la mayor parte de ellas estn en el rgimen general (84,43%), aunque un porcentaje significativo (15,57%) se encuentra en el rgimen co-munitario. De las 31.824 personas colombianas que en el ao 2005 posean permiso de residencia en Espaa por rgimen comunitario, el 73% eran mujeres6, con-centradas en su mayor parte (68,94%) en el tramo de edad comprendido entre los 25 y los 54 aos, lo que indica que quienes se encuentran en el rgimen comu-nitario son en su mayora mujeres que han contrado matrimonio con un hombre espaol o perteneciente a un pas de la Unin Europea.

  • 12

    7.El Padrn Municipal es un registro administrativo donde constan los vecinos de cada uno de los municipios del estado espaol. Su formacin, man-tenimiento, revisin y custodia corresponde a los respectivos ayuntamientos y de su actualizacin se obtiene la Revisin del Padrn Municipal con referencia al 1 de enero de cada ao. La inscripcin en el Padrn es obligatoria y la manera en que se fomenta es exigiendo la misma para ser ads-crito al centro de salud que a cada ciudadano le corresponde, para la inscripcin escolar de los nios, ejercicio del derecho al voto, etc. Para el caso de las personas extranjeras, la inscripcin se fomenta al ser sta necesaria para obtener la tarjeta que garantiza la atencin sanitaria gratuita.8. El ao anterior el Padrn tena registradas a 268.144 personas de nacionalidad colombiana, es decir, casi 30.000 ms que las que aparecen inscritas un ao ms tarde. El INE explic en el momento de la publicacin de las cifras del ao 2006 que no se haba contabilizado a todos aquellos extranjeros que no haban renovado su inscripcin padronal, lo cual puede haber ocurrido por alguna de las siguientes causas: pueden haber salido de Espaa durante los ltimos aos, puede que no hayan renovado por falta de informacin sobre la obligacin legal de hacerlo, e incluso pudieran haberse inscrito indebidamente sin estar en el pas. Esta decisin no ha estado exenta de polmica, pues en total se contabilizan casi medio milln de extranjeros menos. 9. Para una reflexin ms detallada sobre los problemas que presentan las medidas estadsticas de la inmigracin en Espaa, especialmente las procedentes del Padrn Continuo y el Censo de Poblacin, ver Recao, J. y Domingo, A. (2005): Factores sociodemogrficos y territoriales de la inmigracin irregular en Espaa, ponencia presentada a la XXV International Population Conference, Tours, Francia, 18-23 de julio de 2005.10. La tasa de irregularidad se calcula restando la diferencia entre el nmero de empadronados y el nmero de personas con residencia legal y dividiendo el resultado por el nmero de personas con residencia legal. La interpretacin del dato es como sigue: una tasa de irregularidad del 100% significa que la poblacin con residencia legal es la mitad que la de hecho, es decir, hay un inmigrante irregular por cada inmigrante regular. En una tasa del 200%, la poblacin de hecho se triplica respecto a la que cuenta con residencia legal. Una tasa del 500% significara que por cada migrante regular hay seis irregulares (Aparicio y Gimnez, 2003).

    A las cifras oficiales de personas colombianas con tar-jeta de residencia en vigor hay que sumar un nmero indeterminado de colombianos en situacin irregular. Los datos procedentes del Padrn Municipal7 permiten una aproximacin a este nmero, en la medida en que su inscripcin en el mismo, para la que no es necesario disponer de permiso de residencia, es requisito impres-cindible para obtener la tarjeta sanitaria que garantiza atencin mdica gratuita al margen de la situacin legal de la persona inmigrante. Por lo tanto, las cifras apor-tadas por el Padrn pueden considerarse como las ms aproximadas al nmero total de residentes extranjeros, sea cual sea su situacin legal.

    Tabla 2

    Comparacin entre poblacin empadronada y poblacin con Tarjeta de Residencia

    ExtranjerosTotal Total %

    Poblacin Empadronada 1 de enero 2006 (1) 3,884,600 238,600 6.1%

    Poblacin con Tarjeta de Residencia 31 de diciembre de 2005 (2) 2,738,932 204,348 7.5%

    Colombianos

    Fuente: Elaboracin propia a partir de: (1) INE. Avance del Padrn mu-nicipal a 1 de enero de 2006 (datos provisionales) (2) Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales

    Como es previsible, las cifras de residentes colombianos que nos aporta el Padrn8 son mayores que las de los colombianos con permiso de residencia en vigor, siendo la diferencia entre ambas cifras de 34.252 personas, de las que podemos presumir que se encuentran en situacin irregular. Es preciso, sin embargo, matizar esta afirmacin, pues el nmero de empadronados

    puede estar tanto sobreestimando la cifra real de re-sidentes (duplicaciones por cambios de domicilio, por errores en la grafa de los nombres, personas que se han marchado del pas y no se han dado de baja) como subestimndolo (inmigrantes que no llegan a empadro-narse debido a dificultades como falta de documentos que les identifiquen, ausencia de vivienda, etc. o que no se inscriben por temor)9. De manera que la cifra es slo una aproximacin.

    Hay que destacar que el nmero de personas colombia-nas en situacin irregular ha descendido notablemente. En el ao 2001 fue el segundo colectivo ms beneficiado, despus del ecuatoriano, del Proceso de Documenta-cin por Arraigo que llev a cabo el gobierno espaol para tratar de normalizar la bolsa de inmigrantes irre-gulares. En este proceso 37.252 colombianos lograron ordenar su situacin. Y en el Proceso de Normalizacin de Trabajadores Inmigrantes en Situacin Irregular de 2005 lograron regularizar su situacin otros 48.355 co-lombianos. En esta ltima regularizacin el 54,3% eran mujeres y la edad media era de 35 aos.

    Mediante la comparacin entre los colombianos inscritos en el Padrn y el nmero de colombianos con tarjeta de residencia en vigor, Aparicio y Gimnez (2003) es-timaron en el ao 2003 una tasa de irregularidad del 228,6%10, lo que en ese momento supona que de cada tres personas colombianas que vivan en Espaa dos se encontraban en situacin irregular. La misma com-paracin, efectuada con los datos correspondientes al 2006, muestra que en ese ao la tasa de irregularidad era del 16,76%, una disminucin notable fruto de la regularizacin del 2005.

  • 13

    1.3 Perfil socio-demogrfico de la poblacin colombiana residente en Espaa

    Distribucin espacial

    A diferencia de otros colectivos de inmigrantes, que se encuentran muy concentrados en una o dos reas geo-grficas, la migracin colombiana est ms dispersa por toda la geografa espaola. Sin embargo, existen concentraciones importantes en tres de las principales reas de atraccin de poblacin inmigrante en Espaa: algo menos de una cuarta parte del colectivo colombia-no se asienta en la Comunidad de Madrid (22,6%), un 16,7% en Catalua, fundamentalmente en Barcelona, y un 16,1% en la Comunidad Valenciana. Hay tambin algunos asentamientos ya menos significativos (en tor-no al 7%) en Canarias y Andaluca. El resto, un 29,6%, est disperso por el resto del pas.

    Distribucin por sexo: feminizacin del colectivo colombiano

    El flujo colombiano se caracteriza por su feminizacin, que en los primeros aos de la migracin era bastante

    alta. En el 2000, ao en el que la poblacin colombiana se duplica respecto al ao anterior, el 69,79% de los colombianos con residencia legal en Espaa eran mu-jeres. Este grado de feminizacin ha ido descendiendo paulatinamente, pero sigue siendo significativo. Segn los datos correspondientes a septiembre de 2005, de los colombianos con tarjeta de residencia en vigor el 57,53% son mujeres y de los empadronados ese mis-mo ao, el 56,3% son mujeres. La evolucin de las autorizaciones para trabajar concedidas a colombianos refleja tambin este descenso en la feminizacin del colectivo. Mientras que en el ao 2000 del total de au-torizaciones para trabajar concedidas a colombianos el 66,3% fueron para mujeres, en el 2005 este porcentaje descendi al 53,9%. La disminucin de la feminizacin parece indicar una progresiva incorporacin de los hombres a un flujo migratorio que en sus inicios fue emprendido por mujeres quienes, posteriormente, han ido reunificando a esposos, hermanos y otros familia-res varones. Ms adelante, en el anlisis del proceso migratorio entre el AMCO y Espaa, profundizaremos ms en los factores que subyacen a la feminizacin del colectivo en sus orgenes y a la incorporacin posterior de un mayor nmero de hombres.

    Evolucin de la migracin colombiana a Espaa por sexo, 1997 - 2006

    Total

    Hombres

    Mujeres No

    consta Ao Nmero % Nmero % 1997 8.412 2.265 28.32% 5.734 71.68% 413 1998 10.412 2.718 27.16% 7.289 72.84% 405 1999 13.627 3.755 28.08% 9.619 71.92% 253 2000 24.702 7.409 30.21% 17.114 69.79% 179 2001 48.710 18.667 38.44% 29.893 61.56% 150 2002 71.238 28.359 39.81% 42.800 60.19% 0 2003 107.459 44.216 41.16% 63.202 58.84% 41 2004 137.369 56.363 41.04% 80.981 58.96% 25 2005 204.348 86.302 42.30% 118.046 57.70% 0 2006 225.504 95.540 42.54% 129.564 57.46% 0

    Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (Extranjeros con tarjetas de residencia en vigor a 31 de diciembre de 2006)

    Tabla 3

  • 14

    11. INE, Avance del Padrn a enero de 2006, datos provisionales.12. El uso del matrimonio por parte de las mujeres migrantes como estrategia migratoria o como va para obtener la regularizacin de la situacin legal est en relacin con las restricciones que el pas receptor ponga a las personas extranjeras para otras vas de acceso y permanencia en el pas. En el caso de Suiza, Petree y Vargas (2005) encontraron que el 78% de las mujeres dominicanas a las que entrevistaron haban optado por la va del matrimonio con un suizo para regularizar su situacin, tras haber entrado con visado de turista o con un permiso para trabajar unos meses en un cabaret. La estrategia del matrimonio entre mujer extranjera y nacional europeo tiene fuertes vnculos tambin con el segundo gran nicho laboral

    Tabla 4

    Total Hombres Mujeres % mujeres2000 15,685 5,282 10,403 66.32%2001 21,348 9,550 11,798 55.27%2002 36,562 17,401 19,161 52.41%2003 37,426 17,357 20,069 53.62%2004 52,884 24,302 28,582 54.05%2005 96,424 44,409 52,015 53.94%

    Autorizaciones de trabajo concedidas entre 2000 y 2005 a colombianos, por sexo

    Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Anuario de Estadsti-cas Laborales

    Donde la feminizacin sigue siendo mayor y no des-ciende es en cuanto a las personas colombianas que obtienen un permiso de residencia a travs del matri-monio con una persona de nacionalidad espaola. El anlisis de los datos desagregados por sexo de los ma-trimonios entre personas de nacionalidad colombiana y espaola proporcionados por el INE11, muestra clara-mente que el matrimonio como estrategia migratoria o de regularizacin de la situacin administrativa una vez que se est en Espaa, es llevada a cabo mayormente por mujeres. El nmero de matrimonios entre personas colombianas y espaolas comenz a crecer de forma significativa en el ao 2001. En el ao 2004 algo ms de tres mil mujeres colombianas adquirieron permiso de residencia por esta va y 2.047 lo hicieron en el ao 2005, cuadriplicando el nmero de hombres colombia-nos que contrajeron ese mismo ao matrimonio con una mujer de nacionalidad espaola. Como veremos ms adelante, la importancia del matrimonio con un europeo como estrategia migratoria o de regularizacin de la situacin administrativa en el caso de las mujeres procedentes de Amrica Latina y el Caribe ha sido pues-ta de manifiesto en varios estudios (IOE, 2001; Petree y Vargas, 2005; Sorensen, 2005) y el flujo colombiano no sera una excepcin en esto12.

    Distribucin por edad

    La poblacin migrante colombiana se caracteriza por

    ser joven, concentrndose la mayor parte de las perso-nas en los tramos de edad econmicamente activa. El 65% de la poblacin colombiana empadronada se sita entre los 20 y los 44 aos de edad. Sin embargo, la comparacin entre la distribucin por edad del colecti-vo colombiano con la del resto de extranjeros muestra que la poblacin colombiana tiene ms personas en los tramos entre 35 y 45 aos. En la caracterizacin cuali-tativa veremos que esto se debe a que en el momento en que se produjo la crisis econmica en el AMCO un gran porcentaje de las migrantes eran personas entre 30 y 40 aos que sufrieron con mayor intensidad los efectos del desempleo.

    Cabe destacar tambin que la poblacin en edad escolar (entre los 5 y los 15 aos) supone un signifi-cativo 12,5% del total. Esto indica la importancia de los procesos de reunificacin familiar (que en el caso colombiano, dado lo reciente de su asentamiento en Espaa, se habra producido con una gran celeridad) y de la existencia de un patrn migratorio con tenden-cia al asentamiento, donde habra ya una presencia destacable de la denominada segunda generacin. El nmero de personas en edad escolar adquiere mayor relevancia si tenemos en cuenta que en el curso escolar 2003-2004 las personas de origen colombiano eran el tercer colectivo de inmigrantes matriculados en ense-anzas no universitarias.

    Tabla 5

    Nios de origen extranjero escolarizados en Espaa

    Cursos Acadmicos COLECTIVOS MS

    NUMEROSOS 1999-2000

    2000-2001

    2001-2002

    2002-2003

    2003-2004

    Ecuatorianos 3.660 10.088 26.722 56.608 85.136 Marroques 25.199 30.465 38.233 47.099 56.411 Colombianos 4.649 10.717 23.540 35.679 36.134 Argentinos 3.167 2.639 7.415 16.933 22.384 Rumanos 1.302 4.084 5.388 13.588 19.205 Chinos 3.356 4.018 5.003 6.501 8.845

    Fuente: Fundacin Encuentro (eds.): Informe Espaa 2005. Madrid, Fundacin Encuentro, 2005

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    de las mujeres migrantes en Europa, que es el trabajo sexual. Muchas mujeres migrantes que trabajan en la industria del sexo en Europa logran regularizar su situacin mediante el matrimonio con un cliente.13. En el sistema espaol la contratacin laboral va ligada a la afiliacin al sistema de Seguridad Social, que garantiza al trabajador una serie de beneficios y prestaciones (seguro de enfermedad, seguro de desempleo, seguro por incapacidad laboral temporal o permanente, jubilacin, etc.).

    Los porcentajes de empadronados disminuyen signifi-cativamente a partir de los 50 aos, lo que indica que hay poca poblacin de edad a cargo de los residentes colombianos (v.g., abuelas que van a Espaa a ayudar con el cuidado de los nietos), y que los procesos de reunificacin familiar han estado centrados en la re-agrupacin de esposos/as e hijos/as, pero no de padres y madres.

    Estado civil

    Los resultados de una encuesta realizada por Aparicio y Gimnez (2003) a una muestra de cerca de 1.000 co-lombianos en las cuatro provincias con mayor presencia de colombianos en Espaa, revelan que se trata de una migracin con un porcentaje muy elevado de personas solteras, especialmente entre las mujeres. Destaca tambin el porcentaje de mujeres viudas (3.1%), que en el caso de los hombres es prcticamente irrelevante, as como el de mujeres separadas y divorciadas, cuyos porcentajes (9.2% y 2.2% respectivamente), son muy superiores a los de los varones en esas mismas situa-ciones (4,9% y 1,1% respectivamente). En esa misma encuesta el 60% de las mujeres declar tener algn hijo, porcentaje que desciende al 55% en el caso de los varones. El anlisis conjunto de las cifras relativas al estado civil y al nmero de hijos muestra que hay una proporcin no desdeable de mujeres solas con cargas familiares, ya que slo el 39% de las encuestadas se declara casada o en unin libre.

    Tabla 6

    Estado civil de los colombianos en Espaa

    Estado civil Hombre Mujer TotalSoltero/a 41.1% 45.9% 43.8% Casado/a 34.4% 23.4% 28.3% Unin Libre 17.5% 16.0% 16.7% Viudo/a 0.4% 3.1% 1.9% Divorciado/a 1.1% 2.2% 1.7% Separado/a 4.9% 9.2% 7.3% Otros - 0.2% 0.1%

    Fuente: Aparicio, R. y Gimnez, C. (2003)

    Nivel educativo

    El colectivo colombiano en Espaa se caracteriza por sus altos niveles educativos, en comparacin con otros colectivos numerosos, como el ecuatoriano y el marroqu. Como veremos ms adelante, estos niveles educativos reflejan la particular composicin de clase de la migracin colombiana, que presenta una pro-porcin considerable de personas de clase media con formacin universitaria.

    De acuerdo a un estudio del BID (2002), el 38.8% de las personas colombianas en Espaa haba completado estudios universitarios y slo el 3.8% tena estudios bsicos o no tena formacin escolar. Estos porcentajes contrastan significativamente con los de otros colectivos latinoamericanos, como el ecuatoriano y el dominicano, cuyos niveles educativos muestran una tendencia in-versa, como se observa en el siguiente cuadro.

    Tabla 7

    Nivel educativo de diversos colectivoslatinoamericanos residentes en Espaa

    Pas de origenEstudios

    universitarios concluidos

    Estudios universitariossin concluir

    Colombia 38.8% 14.8% 3.8%Ecuador 8.7% 20.3% 25.6%Repblica Dominicana 8.6% 2.1% 44.4%

    Solo estudios

    bsicos o sin ningn tipo de estudios

    Fuente: BID (2002), Las remesas de emigrantes entre Espaa y Latinoamrica

    Insercin laboral

    La principal fuente disponible para conocer dnde se insertan laboralmente los inmigrantes colombianos son las cifras de Afiliados a la Seguridad Social13. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que estas cifras slo ofrecen informacin sobre aquellas personas que disponen de permiso de residencia y trabajo y que, adems, tienen un contrato laboral en regla. Quedan

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    14. En la Seguridad Social Espaola existen un Rgimen General y varios Regmenes Especiales (Rgimen Especial de Trabajadores Autnomos, Rgimen Especial Agrario, Rgimen Especial de Empleados de Hogar, Rgimen especial de Trabajadores de Mar y Rgimen Especial de Minera del Carbn). El agrario y el de empleados de hogar son dos de los regmenes donde hay una presencia importante de extranjeros. El de empleados de hogar es un rgimen cuyas condiciones laborales son discriminatorias con relacin al resto de actividades: otorga libertad al empleador para fijar el tiempo de trabajo, el despido puede ser inmediato y slo supone una indemnizacin de siete das por ao trabajado (frente a los 45 para los trabajadores fijos del rgimen general); el empleador no est obligado a pagar la Seguridad Social y no se reconoce el concepto de enfermedad profesional ni el derecho al cobro de prestaciones por desempleo.

    por ello fuera de este anlisis quienes se encuentran en situacin irregular y/o estn trabajando en la economa sumergida. Esta distorsin es mayor en el caso del ser-vicio domstico, donde la norma es la informalidad (la ley permite el contrato verbal) y donde trabaja un buen nmero de mujeres migrantes en situacin irregular.

    A partir del ao 2000 el nmero de personas colombia-nas afiliadas a la seguridad social se ha incrementado progresivamente, alcanzando un porcentaje promedio del 7.7% del total de las afiliaciones de trabajadores extranjeros en el ao 2005.

    Tabla 8

    Trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social

    ColombiaAos (media anual)

    Total Extranjeros Total %

    1999 334.976 5.348 1,60 2000 402.711 8.399 2,09 2001 557.074 19.717 3,54 2002 766.470 50.160 6,54 2003 924.805 65.865 7,12 2004 1.076.744 77.673 7,21 2005 1.688.598 130.173 7,70

    Fuente: Elaboracin propia. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Boletn de Estadsticas Laborales (Diciembre 2005)

    El gran incremento de afiliaciones de colombianos que se produce en el ao 2005 respecto al 2004 es resul-tado del Proceso de Normalizacin de Trabajadores Extranjeros en Situacin Irregular emprendido por el gobierno espaol, mediante el cual se afiliaron a la seguridad social 48.355 personas colombianas, lo que supone casi un 9% del total de las afiliaciones que se produjeron bajo ese proceso, que regulariz a ms de medio milln de extranjeros.

    Por sectores de produccin encontramos que la gran mayora de los colombianos, un 75,4%, trabaja en

    el sector servicios, lo que supera en trece puntos el porcentaje del total de extranjeros que trabaja en ese sector (62%). A gran distancia se encuentra el si-guiente sector con ms colombianos afiliados, el de la construccin, con un 15% de colombianos trabajando. Aqu, a diferencia del anterior, el porcentaje de colom-bianos se sita por debajo de la media de extranjeros, que est en un 18%. El resto de sectores (agricultura e industria) renen porcentajes inferiores al 10%. Cabe destacar que mientras un 10,7% de los extranjeros cotizan dentro del sector agrario, slo un 3% de los colombianos se encuentran en este sector.

    Tabla 9

    Sector Colombianos Extranjeros Servicios 75,4% 62,0%Construccin 15,0% 18,0%Industria 6,4% 7,0%Agrario 3,0% 10,7%

    Distribucin por sectores de los trabajadores colombianos y resto de extranjeros afiliados a la

    Seguridad Social

    Fuente: Elaboracin propia. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales: Anuario de Estadsticas Laborales (Diciembre, 2005).

    En cuanto al tipo de rgimen14 por el que cotizan hay que destacar que un 23,5 % de los colombianos afilia-dos a la Seguridad Social (31.895 personas) cotizan en el Rgimen Especial de Empleados de Hogar. De ellos, el 89,5% son mujeres.

    Los datos del ltimo Censo de Poblacin disponible, correspondiente al ao 2001, nos dan una idea de las principales ramas de actividad de la poblacin colom-biana por sexo. Vemos en ellos que el sector donde se emplea un mayor nmero de las mujeres es el servi-cio domstico, pero que tambin tienen una presencia significativa en los sectores de hostelera (camareras, ayudantes de cocina, etc.), en el cuidado de personas dependientes (nios y ancianos), y como dependientas de comercio. Asimismo, hay un pequeo porcentaje

  • 17

    15. Guardia Civil: Informe Trfico de Seres Humanos con Fines de Explotacin Sexual. Aos 2003 y 2004. En el propio informe se explicita que las cifras que se ofrecen no pueden ser tomadas como el censo de personas que ejercen prostitucin en clubes de carretera, sino nicamente como una estimacin del mismo, ya que hay que tener en cuenta que no se inspeccionan todos los clubes de cada provincia a la vez, que las mujeres cambian de establecimiento con cierta frecuencia y que la Guardia Civil no administra ninguna base de datos con datos identificativos de las mujeres. An con todas esas limitaciones, se considera que estas cifras estiman de una forma fiable el fenmeno.

    con trabajos de tipo administrativo. Los hombres se encuentran ms repartidos en varias ramas, donde destacan la construccin, ya sea como peones o como trabajadores de obras estructurales y acabados dentro de la misma, el trabajo como operadores de maquinaria y la hostelera. Tienen tambin presencia, pero ya mu-cho menor, en actividades agropecuarias y en trabajos de tipo administrativo.

    Por ltimo, hay que hablar de un sector de actividad que no consta en las estadsticas oficiales debido a su carcter alegal en Espaa, pero que emplea a un buen nmero de mujeres extranjeras y, dentro de ellas, a muchas colombianas. Se trata del sector de los servicios sexuales, que incluye una variada gama de actividades que van desde la prostitucin en sus diversas modalidades (prostitucin de calle, en clubes, pisos, etc.) hasta casas de relax, de masaje, servicios de acompaantes, etc. (Agustn, 2000).

    No existen datos cuantitativos fiables acerca de cuntas mujeres se dedican a este tipo de servicios en Espaa ni cul es el porcentaje de mujeres inmigrantes dentro de los mismos. Los datos cuantitativos ms fiables y recientes de los que se dispone son los ofrecidos por la Guardia Civil en su informe sobre trfico de seres hu-manos con fines de explotacin sexual de los aos 2003 y 2004, datos que comprenden exclusivamente el n-mero de mujeres que trabajan en clubes de carretera15. En el ao 2004 este informe identific a 19.029 muje-res que ejercan la prostitucin en clubes de carretera, de las cuales el 96% eran extranjeras. De ellas, 2.876 (un 15%) eran colombianas y slo 7 denunciaron estar coaccionadas por sus empleadores. Estos datos, al es-tar circunscritos al mbito de los clubes de carretera, representan slo una pequea proporcin del nmero de mujeres que se emplean en trabajos relacionados con los servicios sexuales.

    Distribucin ocupacional poblacin colombiana en Espaa, por sexo (2001)

    0 2,000 4,000 6,000 8,000 10,000 12,000 14,000 16,000

    1 - Direccin de las empresas y de las administraciones pblicas

    2 - Tcnicos y profesionales cientficos e intelectuales

    3 - Tcnicos y profesionales de apoyo

    4 - Empleados de tipo administrativo

    50- Trabajadores de los servicios de restauracin

    51- Trabajadores de los servicios personales

    53- Dependientes de comercio y asimilados

    6- Trabajadores cualificados en la agricultura y en la pesca

    71- Trabajadores en obras estructurales de construccin y asimilados

    72- Trabajadores acabados de construcciones, pintores y asimilados

    8 - Operadores de instalaciones y maquinaria, y montadores

    911 - Empleados del hogar

    94- Peones agropecuarios y de la pesca

    960 - Peones de la construccin

    mujer varn

    Fuente: Elaboracin propia a partir de los datos proporcionados por el INE. Censo de poblacin de 2001

    Grafica 2

  • 18

    Conclusin

    Como se aprecia en este captulo, los procesos migrato-rios colombianos comparten numerosas caractersticas con los de otros pases latinoamericanos, incluyendo el periodo de inicio de los flujos; su concentracin inicial hacia Estados Unidos y su posterior diversificacin ha-cia Europa, particularmente Espaa; el rol de las crisis econmicas y de los procesos de ajuste estructural como precipitantes de los incrementos migratorios; la feminizacin de los flujos hacia Espaa y el predominio del servicio domstico como rengln de insercin labo-ral de las mujeres, entre otros.

    Al mismo tiempo, el caso colombiano presenta parti-cularidades importantes cuyas implicaciones sern consideradas en mayor detalle en los prximos ca-ptulos, entre las que se destacan la influencia de la violencia armada y del narcotrfico en la configuracin de las dinmicas migratorias; la mayor celeridad en la consolidacin de los flujos hacia Espaa y en los proce-sos de reunificacin familiar en ese pas; los sectores de insercin laboral y las actividades desempeadas

    dentro de stos; y la composicin socio-econmica de los flujos, sobre todo en lo que respecta a sus orgenes de clase y niveles educativos. En este ltimo sentido, el flujo colombiano a Espaa guarda cierta semejanza con el argentino, que tambin presenta una proporcin notable de personas procedentes de las clases medias y con ttulos universitarios, pero difiere significativa-mente de los de los dems pases de la regin.

    La mayor heterogeneidad socio-econmica de los flujos colombianos a Espaa complejiza considerablemente el anlisis de los datos de investigacin, al introducir un mayor grado de diversidad en las caractersticas, mo-tivaciones, circunstancias y comportamientos de esta poblacin migrante. Al mismo tiempo, y por las mismas razones, estas particularidades abren nuevas oportuni-dades de anlisis en temas tales como la articulacin de los factores de gnero y clase en la experiencia mi-gratoria, los determinantes de la reunificacin familiar y el retorno, y las caractersticas de la actividad reme-sadora, todos ellos asuntos que sern abordados en los captulos siguientes.

  • 19

    2. Caracterizacin del proceso migratorio entre el rea Metropolitana Centro Occidente y Espaa

    1. Sin embargo, Toro Zuluaga (2004) seala que estaban ya en proceso de incubacin o en pleno, pero silencioso, despliegue (2004: 129) diver-sas dinmicas que, posteriormente, van a caracterizar la crisis socioeconmica. Entre ellas el empobrecimiento de amplios segmentos de poblacin, la presencia del narcotrfico y los desplazamientos hacia y desde la regin a causa del conflicto armado o la violencia econmica.2. La revolucin verde instala un modelo de intercambio desequilibrado en el que la exportacin de materias primas con poco valor agregado y precios fluctuantes y/o en descenso depende, a su vez, de la importacin de agroqumicos de alto valor agregado y precios en aumento.

    2.1 Contexto econmico y social del rea Metropolitana Centro Occidente

    El rea Metropolitana Centro Occidente (AMCO) per-tenece al departamento de Risaralda y comprende el rea urbana de tres municipios (Pereira, La Virginia y Dosquebradas). A su vez, el departamento de Risaralda forma parte, junto con otros dos departamentos (Quin-do y Caldas) de la Regin del Eje Cafetero.

    La constitucin de esta regin como centro de la pro-duccin cafetera se inici con el proceso de colonizacin de las hasta entonces consideradas tierras baldas a mediados del siglo XIX. Lo que inicialmente se confi-gur como una economa de subsistencia de pequeas propiedades fue dando paso a un cultivo para la comer-cializacin y la exportacin. Tras la II Guerra Mundial, una conjuncin de factores estabilidad de los precios del caf, poltica econmica de corte keynesiano, lide-razgo cvico a travs de los Comits Cafeteros-, abri un periodo de bonanza en el que parte de las ganancias del caf se tradujeron en bienestar social para la regin (PNUD, 2004)1.

    Pero la regin hasta entonces considerada como modelo en trminos de patrn de desarrollo se en-frent, desde principios de los noventa, a una profunda crisis desencadenada por diversos factores. La ruptura del Pacto Internacional del Caf entre pases producto-res y consumidores en 1989 conlleva la liberalizacin del comercio mundial de este producto y, en consecuencia, una fuerte fluctuacin de los precios y una tendencia descendente durante largos periodos. A ello se une la crisis que vive el conjunto de la economa nacional a mediados de los noventa, todo lo cual da lugar a un proceso de reajuste de las estructuras econmicas en el que tiende a adoptarse el paquete de medidas de corte liberalizador promovidas por los organismos financieros internacionales. Entre ellas la apertura de los mercados externos, o la transformacin de los mtodos de cul-tivo acorde a los parmetros de la revolucin verde2. Mientras que la crisis cafetera tuvo un gran impacto en las reas rurales y gener un proceso migratorio hacia las ciudades, la recesin generalizada afect de forma especialmente dura a las cabeceras urbanas y tuvo

    Localizacin de los Municipios de Pereira, Dosquebradas y La Virginia en el contexto departamental y nacional

    Departamento de Risaralda

    Municipios de Pereira, Dosquebras y la Virginia

    Area Urbana

    Area Rural

    RISARALDA

    Repblica de ColombiaRepblica de Colombia

  • 20

    3. Se pas de un sistema de financiamiento calculado con base en la inflacin (ms o menos 24% anual), a uno fijo basado en el promedio de las tasas de inters a corto plazo (74%) debido a que se traslad al usuario final el riesgo del mercado. Ms informacin Crdenas y Badel (2003).4. Entre principios de los noventa y el 2000 las acciones armadas en el Eje Cafetero se triplicaron (PNUD, 2004).5. El ndice de Desarrollo Humano mide el grado en que estn logradas las tres capacidades que promueve el desarrollo humano: tener una vida larga y saludable, poseer conocimientos y poder acceder a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente. 6. Hay estudios que consideran que la poblacin rural est subestimada en las estadsticas oficiales. Al contabilizar como rural a la poblacin activa en tareas agropecuarias que vive en cabeceras de municipios, y a quienes viven en municipios menores de 10.000 habitantes, se incrementa la poblacin rural entre un 22,6% y un 47,6% (Daz Susa, 2002). 7. En el que se concentran los fenmenos de la recesin a nivel nacional y por el terremoto.

    un impacto especfico en el alza de las hipotecas3, lo cual supuso, en algunos casos, la reagrupacin de los hogares de quienes perdieron su vivienda por no poder afrontar los pagos y, en general, un aumento inusitado del coste de la vivienda. En 1999 tuvo lugar un fuerte terremoto con epicentro en el Eje Cafetero, que caus cuantiosas prdidas, no slo de vidas humanas, sino de infraestructuras, fuentes de empleo y el colapso de la economa. En conjunto, esta situacin desencaden una reubicacin intrarregional e intraurbana de la poblacin, as como un aumento de la concentracin de ocupacin por vivienda, durante el periodo de reconstruccin.

    Finalmente, vale sealar la escalada de violencia ge-neralizada4, que produjo un fuerte impacto en los ncleos urbanos y desencaden un aumento progresivo del desplazamiento interno de la poblacin rural. Al igual que en otras regiones del pas, el aumento de la violencia no se relacionaba de manera exclusiva con el conflicto armado, sino con una amplia y comple-ja multiplicidad de agentes tanto organizados, como comunes. La regin cafetera, que hasta entonces era considerada como una de las regiones ms seguras de Colombia, empez a adolecer de serios problemas de orden pblico como tomas de poblaciones, secuestros (polticos y econmicos), e inseguridad en general. De manera adicional, el impacto econmico y social de la produccin y comercializacin de drogas de uso ilci-to afect especialmente esta zona, dada su ubicacin geogrfica estratgica en la interseccin del cartel de Medelln y el cartel de Cali y la ampliacin de las redes de distribucin local e internacional (Guizado y Lpez Restrepo, 2000).

    Todos estos factores dieron lugar a lo que se ha denominado la dcada perdida en trminos de desa-rrollo humano (PNUD, 2004). Se trata de una dcada (1993-2002) en la que el ndice de Desarrollo Humano5 para el conjunto del Eje Cafetero no muestra mejora a la par que se produce un fuerte incremento de las diferencias regionales, lo que ha dado lugar a una concentracin de oportunidades en las capitales de los

    departamentos y las reas metropolitanas. Este fen-meno se interrelaciona con el proceso de migracin y/o desplazamientos internos del mbito rural al urbano. Esto es especialmente evidente al analizar el AMCO, que genera hoy da el 87% del PIB de Risaralda y con-centra en los centros urbanos de los tres municipios el 74% de su poblacin6.

    El anlisis desagregado de los tres componentes del ndice de Desarrollo Humano (logro educativo, lon-gevidad y PIB per cpita) muestra que, en trminos generales, este estancamiento del desarrollo humano en el periodo 1997-20007 se debe a un descenso gene-ralizado del PIB per cpita y de la cobertura escolar, as como, en ocasiones, a una prdida en trminos de es-peranza de vida. Los siguientes grficos muestran esta evolucin y las marcadas diferencias intermunicipales.

    En los municipios con mayor dependencia de la in-dustria cafetera, el estancamiento o cada del IDH ha estado fuertemente asociado al mal comportamien-to de este mercado y, de ah, a la cada del PIB. Sin embargo, en el AMCO, donde el caf no es columna vertebral de su estructura econmica (aunque s acti-vidad impulsora de otras), la cada del IDH ha estado ms asociada al decremento de la cobertura escolar. Las ventajas en trminos educativos que presentaba anteriormente respecto al resto del pas se han ido perdiendo. El deterioro ha afectado especialmente a la educacin secundaria (con la retirada de gran parte de la poblacin joven durante la crisis de 1997-2000, buscando fuentes adicionales de ingresos), y la univer-sitaria (donde a los problemas cuantitativos de tasa de cobertura se unen problemas adicionales de equidad en el acceso y calidad diferencial). Asimismo, se ha produ-cido un ligero aumento del analfabetismo adulto. Sobre el comportamiento de la componente de salud, cabe decir que la cobertura sanitaria presenta un importante deterioro en Risaralda, lo cual implica una igualacin a la baja con el resto del pas. La Virginia, en particular, presenta una alarmante cada de la esperanza de vida, fundamentalmente motivada por la sobremortalidad

  • 21

    8. Igualmente, las mujeres han puesto en marcha iniciativas propias para responder a la violencia, como la Ruta Pacfi ca de Mujeres por la Paz, surgida en 1996, y en la que participan mujeres de Risaralda, entre otras regiones de Colombia.9. En todo caso, en enero de 2000 se introdujeron cambios en la defi nicin de la ocupacin, la desocupacin y la inactividad que implican proble-mas de comparabilidad entre las tasas previas a 2000 y las posteriores (Sierra Sierra y Buchelli Lozano, 2006). Es decir, las variaciones en las tasas de empleo y desempleo pueden deberse no a cambios reales, sino a cambios en las formas de medicin. Especialmente, puede afectar al freno en la tendencia ascendente del desempleo.

    masculina a causa de la violencia generalizada, siendo sta la principal causa de muerte en los varones entre 10 y 55 aos.

    La violencia afecta de forma particular a las mujeres8 que, si bien son de manera menos frecuente vctimas de homicidios, sufren otras formas de violencia, entre ellas la sexual, y viven altas tasas de maltrato intra-familiar (siendo Risaralda uno de los departamentos con mayor incidencia de esta forma de violencia, segn OPS, 2001). El Eje Cafetero presenta tambin serias defi ciencias en materia de salud sexual y reproductiva (el 19,3% de las adolescentes ya son madres o han estado embarazadas, ENDS, 2005). Finalmente, cabe sealar que, en esta dcada y para el conjunto del Eje Cafetero, se da tambin un aumento de la desnutricin infantil, sobre todo en las zonas rurales.

    La degradacin de la cobertura de educacin y vivienda est tambin relacionada con el debilitamiento de la institucionalidad cafetera en la regin. Durante aos, los Comits Departamentales de Cafeteros fueron claves en la provisin de servicios pblicos. La ruptura del Pacto del Caf y la crisis implicaron el abandono de gran parte de sus actividades, especialmente en Risa-ralda. Este vaco no ha sido sufi cientemente suplido por las instancias pblicas municipales.

    Durante este periodo, el mercado laboral ha presentado un panorama crtico (ver grfi co 2)9. Los procesos de apertura y transformacin del modelo econmico han estado ligados a un incremento de los desequilibrios en el mercado laboral.

    Por un lado, diversos fenmenos han contribuido a que se diera un aumento generalizado de la tasa de

    IDH

    ndice de logro educativo

    0,7

    0,75

    0,8

    0,85

    0,9

    0,95

    1993 1997 2000 2002

    ndice de longevidad

    0,5

    0,55

    0,6

    0,65

    0,7

    0,75

    0,8

    0,85

    1993 1997 2000 2002

    0,5

    0,55

    0,6

    0,65

    0,7

    0,75

    0,8

    0,85

    0,9

    1993 1997 2000 2002

    PIB per cpita

    0,4

    0,45

    0,5

    0,55

    0,6

    0,65

    0,7

    0,75

    1993 1997 2000 2002

    Evolucin IDH y componentes 1993 - 2002, AMCO

    PereiraDosquebradasLa Virginia

    Fuente : PNUD (2004)

    Grfi co 1

  • 22

    10. El incremento de la tasa de actividad mercantil es preocupante cuando no se produce un proceso similar de creacin de empleo, con lo cual, deriva en un incremento de las tasas de desempleo, de empleo informal o en condiciones de alta precariedad, etc.11. Cabe sealar que las mujeres entre 12 y 17 aos tendieron a permanecer en el sistema educativo, lo cual ha derivado en que el nivel educativo femenino sea mayor que el masculino, pero que esto no se ha traducido en mayores facilidades de empleo.12. La vinculacin directa de las tasas de actividad mercantil de los varones entre 12 y 17 aos con la crisis se ve en que, recientemente, y debido a la ligera mejora de la situacin socioeconmica, su presencia en el mercado laboral ha vuelto a descender. Sin embargo, la insercin de las mujeres en el mercado, que no presenta un movimiento de salida acorde con el ciclo, parece ser un fenmeno ms complejo, en el que se entrecruzan las condiciones del mercado con las expectativas personales, las transformaciones en las responsabilidades y estructuras familiares, etc.

    actividad mercantil10. Entre ellos: las tasas netas de migracin que presenta el AMCO; el envejecimiento de la poblacin (que ha incrementado el porcentaje de la poblacin en edad de trabajar) y, de forma clave, la bsqueda de nuevas fuentes de ingresos a que obliga la crisis, que se ha traducido en un incremento de la presencia en el mercado laboral tanto de los varones entre 12 y 17 aos como de las mujeres en su conjun-to11. Por otro lado, la crisis ha derivado en destruccin de empleo, tanto pblico, en el marco de la reestruc-turacin de la funcin pblica y el papel del estado, como privado. Con lo cual las tasas de desempleo han vivido un aumento sostenido (situndose en el AMCO por encima del promedio de las siete principales reas metropolitanas del pas), desigualmente repartido entre mujeres y hombres. Sin embargo, siendo su-mamente importantes los problemas de cantidad de empleo, ms an lo son los de calidad del mismo. As, el subempleo (directamente ligado a las condicio-nes marginales de remuneracin) se ha cuadruplicado entre 1992 y 2002, pasando de una tasa del 8% a una tasa del 35%.

    Grfi co 2

    41,3

    8

    75,7

    1

    35,9

    1

    72,0

    9

    13,2

    2

    4,78

    48,2

    8

    76,6

    8

    38,0

    6

    67,4

    7

    21,1

    5

    12

    51,0

    1 74,

    03

    39,5

    9 62,

    67

    22,4

    15,3

    4

    Actividad mercantil Empleo Desempleo

    tasa

    s

    1992 1998 2003

    Indicadores mercado laboral AMCO, por sexo

    mujeres hombres mujeres hombres mujeres hombres

    Aunque no disponemos de datos sobre la evolucin de las diferencias salariales entre mujeres y hombres en el AMCO, cabe sealar que, a nivel nacional, se ha pro-ducido cierto cierre de la brecha de gnero, pero esta aparente mejora esconde una nivelacin a la baja, es decir, una convergencia en los salarios ms bajos. Todo lo cual sucede en un contexto en el que los salarios reales en la dcada perdida no han aumentado, mientras s lo ha hecho la vulnerabilidad de gran parte de la poblacin. As, en 2001 el 72% de las mujeres y el 61% de los hombres con empleo cobraban menos de dos veces el salario mnimo, y el 43% y 32% respec-tivamente menos del salario mnimo (Uribe Mallarino, 2002).

    En conjunto, los diversos fenmenos que, de forma interrelacionada, han desembocado en la crisis so-cioeconmica de fi nales de los noventa, han implicado igualmente el desarrollo de nuevas estrategias de su-pervivencia. Los hogares han tendido a buscar nuevas fuentes de ingresos. As, por una parte, vale indicar la mencionada mayor presencia de hombres jvenes y mujeres en el mercado laboral12. Por otra, se ha pro-ducido un proceso de terciarizacin de la economa. El sector primario presenta una tendencia descendente desde principios de los noventa (lo cual supone un serio riesgo en la medida en que este sector es clave para la seguridad alimentaria, CIR, 2005), a pesar de haberse convertido el AMCO en la principal regin citrcola del pas. El sector secundario, tras un ligero ascenso a prin-cipios de esa dcada, ha tendido a permanecer estable, y est dominado por la pequea empresa. Frente a estos dos sectores, es el terciario el que abarca las principales actividades que facilitan la autogeneracin de empleo urbano para segmentos de la poblacin que permane-cen excluidos del mercado laboral. Esta terciarizacin no se asemeja a la de los pases industrializados, que se concentra en el sector moderno, sino que responde en gran medida al aumento del empleo de poca pro-ductividad y bajas remuneraciones, lo que en opinin de Gaviria y Sierra (2006) refl ejara una terciarizacin espuria, muy ligada a la expansin de la economa in-formal. Ello hace que el sector terciario sea muy voltil. Fuente : Sierra Sierra y Buchelli Lozano (2006)

  • 23

    13. La migracin en bsqueda de empleo no se limita a la poblacin adulta. As, por ejemplo, el 16,4% del empleo domstico en Cali en 1999 estaba en manos de nias de entre 15 y 17 aos, de las que una parte significativa proceda de Risaralda (Ruiz, 2001).

    Por tanto, lo que se ha producido es un fuerte aumento de la economa informal, en bsqueda de ingresos que el mercado regulado no ofreca. Un buen ejemplo lo constituyen las denominadas viviendas de uso mixto (VUM), en las que el uso residencial del espacio se conjuga con la instalacin de un pequeo negocio. En el AMCO, el 30% de los negocios radican en VUM, estando la mayora en hogares de bajo nivel socioeco-nmico y siendo, en el 85% de los casos, actividades del sector terciario. Como principales debilidades, las VUM presentan altos grados de inestabilidad, bajos niveles de ingresos y alta dependencia de la mano de obra familiar. Sin embargo, hay visiones ms optimis-tas de esta economa que afirman que sus nexos con el sector formal y moderno son fuertes. En todo caso, son una estrategia clave en trminos de supervivencia, ya que generan el 60% de los ingresos de los hogares en los que estn emplazadas (en Dosquebradas este porcentaje llega al 92%).

    Esta bsqueda de nuevas fuentes de ingresos probable-mente haya ido acompaada de una reestructuracin global de los trabajos en el mbito intra-familiar y una intensificacin de los trabajos no remunerados realiza-dos por mujeres de cara a poder seguir garantizando la satisfaccin de necesidades. Aunque no hay datos dis-ponibles para el AMCO, cabe mencionar que, segn el estudio de Loaiza Orozco et al. (2004) para Manizales, otro de los principales municipios del Eje Cafetero, la produccin domstica (es decir, la produccin de bienes y servicios de forma gratuita en el seno de los hogares) representa el 45% del PIB de Caldas.

    Vale decir, los trabajos no remunerados son un ele-mento clave en el reajuste econmico, siendo la falta de datos un importante bice para determinar cmo la poblacin ha respondido a la crisis. En todo caso, los estudios de las experiencias de otros procesos de crisis y reajuste nos permiten suponer que gran parte de los choques han sido absorbidos gracias a la intensificacin del trabajo domstico y comunitario de las mujeres. Durante las crisis, el trabajo no remunerado tiende a sustituir los bienes y servicios previamente adquiridos

    en el mercado (que se vuelven inasequibles dada la prdida de ingresos y los frecuentes procesos inflacio-narios, siendo claro ejemplo la sustitucin de alimentos procesados por alimentos que requieren un tiempo mucho mayor de preparacin) y los servicios pblicos que se reducen o privatizan (como, por ejemplo, los de salud).

    Otra estrategia clave para afrontar la crisis han sido las migraciones internas y hacia el exterior del pas. Mientras Risaralda debi gran parte de su aumento de poblacin al saldo migratorio positivo entre 1985 y 1993, desde entonces la tendencia se ha revertido. La emigracin hoy da es mayoritariamente interna (este es el caso del 60% de hogares urbanos migrados y del 81% de los rurales)13. Tambin se ha producido un fuerte incremento de la poblacin que se ha visto obli-gada a movilizarse a causa de la violencia. Las mujeres son protagonistas de los desplazamientos: el 49,6% de los hogares en situacin de desplazamiento estn compuestos por mujeres solas con hijas e hijos frente al 30% del promedio nacional. Sin embargo, el des-pliegue de todas estas estrategias no es suficiente para resolver la situacin de crisis. El 42% de los hogares urbanos migrantes y el 58% de los rurales declaraban no haber mejorado su calidad de vida con la migracin. El 63% de los hogares en Pereira el municipio ms rico del AMCO- viven en situacin de pobreza (segn datos del SISBEN recogidos en Gaviria Ros y Sierra Sierra, 2006). De ellos, dos tercios consideran que, en el futuro, sus condiciones de vida en trminos de educacin, salud, trabajo y vivienda sern iguales o peores.

    Por ltimo, otra de las grandes estrategias ha sido la de la emigracin internacional. Actualmente, y segn la explotacin de los datos de la Encuesta sobre emi-grantes internacionales y remesas en el AMCO llevada a cabo por la Alianza Pas (2005) un 14,5% de los ho-gares del AMCO tiene al menos un miembro residiendo en el exterior. El destino mayoritario de esta emigracin es Espaa, seguido de Estados Unidos.

  • 24

    2.2 Caracterizacin del proceso migratorio desde el rea Metropolitana Centro Oc-cidente a Espaa

    Quines estn migrando? La respuesta resulta tajante, gente de todo tipo: obreros y profesionales en busca de mejores ingresos; empresarios en busca de seguridad y estabilidad; personas acosadas por su posicin de clase o por sus ideas polticas; refugiados de izquierda y de-recha; perseguidos y perseguidores () En resumen, se puede decir sin temor a exagerar, que dado su volumen y diversidad sociodemogrfica y regional, la poblacin colombiana residente en el exterior es un fiel reflejo del pas, en tanto su complejidad social, poltica y militar. (Guarnizo, 2006:89)

    Esta cita de Luis Guarnizo sintetiza la principal ca-racterstica de la migracin colombiana a Espaa (y por extensin, de la procedente del AMCO), esto es, su heterogeneidad y diversidad en cuanto a la posi-cin econmica y social previa al hecho migratorio y la diversidad, por ello, de los desencadenantes de la migracin y de las trayectorias migratorias posteriores. Pese a las dificultades que esta heterogeneidad implica a la hora de realizar una radiografa del proceso mi-gratorio entre AMCO y Espaa, el anlisis del material cualitativo producido a travs de las entrevistas permite extraer algunos patrones que se repiten en funcin de las variables de gnero y de clase social en origen.

    Aunque de forma diferencial, la crisis econmica, polti-ca y social de finales de los noventa afect a todos los estratos sociales del AMCO y provoc la generalizacin de una visin situacional en la que las expectativas de futuro se vean seriamente limitadas. En unos casos, el temor al desclasamiento y la imposibilidad de acceder a determinados bienes de consumo y, en otros, la estricta lucha por lograr una vida digna, van a hacer confluir modos de vida diversos en un mismo proyecto migratorio. Por ello, en nuestra muestra hay una gran heterogeneidad en cuanto a la clase social de procedencia y las condiciones econmicas previas a la migracin. A pesar de esta diversidad, pueden reconocerse dos grandes sectores en el flujo colombia-no procedente del AMCO. Por un lado, a diferencia de otros colectivos de inmigrantes asentados en Espaa, compuestos por personas con bajos niveles educativos

    provenientes de las clases bajas urbanas o de las reas rurales pobres, hay una presencia importante de clases medias urbanas con buenos niveles formativos, cuyos motivos para migrar guardan relacin con la crisis econmica de finales de los noventa y la agudizacin de la inseguridad. Todas las personas encuadradas en este grupo disponan de dinero ahorrado y no tuvieron por ello que pedir un prstamo para migrar. Para stas el proceso migratorio se construye como posibilidad de una proyeccin en la formacin y en la trayectoria profesional a corto plazo, y su migracin constituye una huda a los lmites impuestos para la promocin social de unas clases medias que han accedido o tienen como objetivo el acceso- a la educacin media o superior. Por ello, la lgica que gua los proyectos mi-gratorios de quienes se encuadran en este grupo es la de la promocin individual a corto plazo y la migracin va a constituir una ruptura muy brusca en su estatus respecto al que posean en origen.

    El otro gran sector lo constituyen personas de clase trabajadora y media-baja, con niveles ms bajos de educacin, que se vieron fuertemente empobrecidas por la crisis econmica debido al aumento del des-empleo y la expansin del subempleo. Casi todas las personas pertenecientes a este grupo tuvieron que pedir dinero prestado para poder migrar, aunque en el caso de quienes fueron despedidos de sus trabajos lo habitual es que hayan empleado para ello el dinero re-cibido en concepto de indemnizacin por despido. Para este grupo el proyecto migratorio no va a constituir una ruptura brusca en su estatus, sino la continuacin de un esfuerzo. Encuadrados en una lgica del sacrificio ms que en la de la promocin individual, despliegan proyectos migratorios que establecen sus perspectivas a medio y a largo plazo, donde, en el caso de quienes tiene hijos, el sacrificio de una generacin busca abrir oportunidades de progreso para las siguientes.

    Otra variable donde existe gran diversidad es el estado civil y el tipo de proyecto migratorio asociado a l. As como en otros colectivos de migrantes asentados en Espaa -por ejemplo el dominicano o el marroqu- encontramos un patrn predominante definido en funcin del sexo de la persona migrante y el objetivo

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    14. En los resultados de dicha encuesta, los motivos de tipo econmico eran sealados por el 40,4% de las personas, un 20% de las respuestas sealaban motivos referentes a la situacin de inseguridad y violencia, y un 13,6% motivos de tipo socioeconmico, que nosotras hemos preferido denominar motivos relacionados con la huda del desclasamiento.

    de la migracin (migracin de mujeres u hombres para proveer al hogar en origen; migracin autnoma de mujeres u hombres no ligada al papel del proveedor/a principal; y migracin de mujeres como dependientes de sus esposos), en la colombiana encontramos repre-sentacin de todas estas posiciones, excepto de la de esposas que migran como dependientes de sus espo-sos. Encontramos tres grandes tipologas, sin que eso signifique que no existan otras situaciones:

    Migracin autnoma: personas solteras (hombres y mujeres) cuya migracin no est vinculada al soste-nimiento de sus hogares en origen. Envan remesas,


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