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Inespectatus Occursus

Date post: 03-Oct-2015
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Novela católica juvenil.
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PAULA AGUIRRE MOLTEDO INEXSPECTATUS OCCURSUS
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  • PAULA AGUIRRE MOLTEDO

    INEXSPECTATUS OCCURSUS

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    INEXSPECTATUS OCCURSUS

    2009

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    PAULA AGUIRRE MOLTEDO

    INEXSPECTATUS OCCURSUS

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    INEXSPECTATUS OCCURSUS.

    Por Paula Aguirre Moltedo

    REGISTRO DE PROPIEDAD INTELECTUAL N 181.906.

    AGOSTO 2009

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    Aqu les entrego, hijos mos, esta historia para que en ella encuentren un ejemplo vida y sepan rescatar lo mejor. Esto es para ustedes, con cario, su mam.

    Y para ti, esposo, fiel compaero de tantas batallas, de tantas conversaciones, te entrego a este hijo espiritual que es de los dos.

    Paula Aguirre Moltedo

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    Oh! profundidad de los tesoros de la sabidura y de la ciencia divina, Cun incomprensibles son tus juicios, e impenetrables tus caminos! Porque, Quin ha

    conocido los designios del Seor? O, quin es el que le dio a El primero alguna cosa, para que pretenda ser por ello recompensado? Todas las cosas son de l, y

    todas son por El, y todas existen en El. A l sea la gloria en todos los siglos. Amn.

    Romanos, 36, 11-33

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    INDICE

    PROLOGOPG. 12

    CAPTULO 1..PAG. 15

    CAPITUL0 2..PG. 48

    CAPTULO 3..PG. 100

    CAPITULO 4..PG 169

    CAPITULO 5..PG 208

    CAPITULO 6..PG 258

    CAPITULO 7..PG 335

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    Prlogo

    En un domingo de Marzo haciendo hora para ir a misa, sin buscar nada en particular en una repisa de lo que fue mi pieza de soltera en la casa de mi madre, me encuentro con el bosquejo de un cuento breve que haba escrito por el ao 1992. Lo reencontr despus de 17 aos de tenerlo guardado, completamente olvidado en una carpeta. Me produjo una gran conmocin encontrrmelo y no me lo he podido quitar de la cabeza, por eso he decidido volver a retomarlo, ya no como un cuento muy breve, sino como algo ms largo y ms profundo.

    Por qu Encuentro Inesperado? Porque a partir de un re-encuentro todo se precipita como una cascada en un momento determinado en la vida de Matthew, mi protagonista. Los acontecimientos se van hilando de tal manera que nuestro protagonista se ve de un da para otro envuelto en cambios radicales en su vida, pues ya haba llegado su momento. El nio iba quedando atrs y sin perder su inocencia, su carcter bonachn y su personalidad poco a poco va convirtindose en un adulto. En definitiva, es la historia de una vida, de cualquier vida de un tmido y complicado muchacho, de un buen muchacho, de un virtuoso y amable chiquillo que no logra comprenderse ni aceptarse hasta que descubre el amor. Es una historia acerca de los mejores aos de la juventud con sus alegras y sus tristezas, con sus angustias y sus esperanzas.

    Esta historia transcurre al principio de los noventa, por lo que hay que olvidarse de la internet, el celular y los dems artilugios tecnolgicos de ahora.

    Debo agradecer a mi esposo, a mi Christian, que me ha apoyado en toda esta locura. Sin duda, si no hubiese estado tras mo motivndome a escribir, no lo habra hecho. Ha aportado a esta novela ideas y prrafos transformndose hasta cierto punto en un verdadero coautor de esta historia.

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    Captulo 1

    Quera tan slo intentar vivir lo que tenda a brotar espontneamente de m, por qu haba de serme tan difcil? H.Hesse

    Despus de una agotadora jornada de clases al fin Matthew pudo volver a su casa. El da haba sido para l de veras extenuante y su nimo se consumi al haberse enfrascado en una serie de discusiones intelectuales que la mayora de las personas encontrara intiles y anacrnicas. Por su carcter retrado y tmido le resultaba agobiante tener que batirse en debates, porque tena plena conciencia que terminada la discusin su temple anmico sufrira de un modo similar al de un boxeador que se sienta agotado en su banquillo al final de una pelea, independiente de su derrota o de su triunfo. Sin embargo, l siempre haba pensado que no poda ni deba quedarse callado cuando tena que defender su postura. Le era imposible permanecer en silencio cuando escuchaba que se atacaba o se vilipendiaba lo que l amaba y sobre lo cual tena puesta su vida.

    La cercana que tena su casa con el campus de la universidad donde estaba su facultad, le daba la ocasin de ir y volver caminando y siempre lo haca llevando un pesado maletn de cuero lleno de trabajos para corregir, de libros para estudiar y su acostumbrado cuaderno de pensamientos y poemas que lo acompaaba a todos lados. Su alta y esbelta figura caminaba lento, absorto en pensamientos que le desgarraban el alma. A sus veintids aos viva abrumado por persistentes contradicciones, por recuerdos que se agolpaban a cada instante en su mente. Caminaba por esa aosa calle que conduca a su casa y que era parte inseparable de su vida diaria. Para l no era una simple calle por donde transitaba a diario, sino un lugar que evocaba fuertes emociones. Esta calle, que a la hora del regreso estaba casi en penumbras, le traa aoranzas y recuerdos que le compriman el alma y no poda dejar de sentir ese cosquilleo en el estmago cada da cuando circulaba por all. Todo est tan vaco y slo me acompaa el recuerdo..s, el recuerdo. Se pueden decir muchas cosas acerca de ste, pero todo se reduce a dos puntos: el recuerdo te duele o te alegra. Duele cuando comienzas a rememorar aquellos acontecimientos o a aquellas personas que un da estuvieron contigo y que ya no lo estn. Cuntos rostros he visto que ya no volver a ver en esta vida! Buenos y malos amigos; profesores, compaeros de clase, parientesquedan en el pasado y ya no vuelven

  • 14

    ms. Duele la impotencia de no poder volver a revivir las experiencias a la realidad, slo es posible hacerlo de modo imperfecto en la mente y eso es insuficiente. Recordar un abrazo, una caricia no es lo mismo que sentirla, y por ms que trate de escarbar en mi mente, no puedo volver percibir en mi carne aquello que ya pas. Me tumbo en mi cabeza tratando de revivir lo vivido y no lo logro. Paso por aquellos lugares que han significado algo importante para m y por dentro mi alma comienza temblar por la angustia de no poder hacer nada, absolutamente nada, ms que soar e imaginar.

    Por otro lado junto al dolor, como si fuera una inexplicable contradiccin, viene el recuerdo que tambin alegra. Cuando por ejemplo pienso: aqu estuve con ella, con mis amigos, aqu jugu de nio corriendo detrs de una pelota. Entonces la calle, o lo que sea, toma un nuevo significado que jams podr ser borrado. El lugar que antes para m no constitua ms que un punto rutinario, se vuelve ahora un lugar con un significado especial, se convierte en un espacio importante. Y a pesar del dolor de la prdida, mi rostro esboza una tmida sonrisa y un escalofro corre por mi cuerpo haciendo vibrar con estrpito mi corazn, sintiendo en mi estmago un cosquilleo que me hace soar. Vienen a mi mente esas palabras de Kierkegaard, cuando deca que: La gran ventaja del recuerdo es que comienza con una prdida, por eso est tan seguro, pues ya desde el principio no tiene nada que perder. Genial, no? De la cabeza nadie me puede arrebatar los recuerdos y todo lo que pas, pas: nada se quita, nada se agrega, no hay nuevas sorpresas.

    Oh Dios! Me siento tan abandonado, tan solitario, me tortura pasar cada da por esta calle tan llena de vivencias sin que nadie me acompae en este caminoy en mi vida. Tengo que seguir avanzando porque en casa me estn esperando, a pesar de que no tengo ganas de llegar. No debiera sentirme tan triste, pero qu le voy a hacer?, ser mi anhelo de amar lo que me tiene vuelto loco?

    Matthew resopl un ltimo suspiro y atraves la calle, abri la vieja puerta de fierro que conduca a un pasillo lleno de rosas y flores hasta un porche donde est la entrada de su casa donde vive desde que naci. Es una aosa casa de madera con muchas habitaciones que acogen a su relativa numerosa familia, siendo l, el mayor de cinco hermanos y una hermana. Su acogedora habitacin la encontramos ubicada en el segundo piso y da hacia la calle desde donde tambin pueden verse los techos y los jardines de los vecinos. All tiene su mundo: su violn, su msica, sus libros, sus hobbies y sus escritos. Pasa gran parte del tiempo escribiendo o tocando hermosas y melanclicas piezas con su violn cuando no est en la universidad o entrenando en la pista atltica. Junto a la ventana est largas horas tan slo mirando el horizonte, en

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    especial a la hora del ocaso cuando el sol comienza a ponerse y se puede sentir esa penosa y al mismo tiempo placentera aoranza. Es una pieza agradable y tiene todo lo indispensable para estar cmodo tanto a la hora del estudio como en la del descanso. No puede pedir ms ni tampoco le interesa, a pesar de sus angustias y de sentirse incompleto est tranquilo en su mundo y nada ni nadie puede, segn l cree, arrebatarle la paz, la paz que tanto le ha costado conquistar.

    Sac las llaves de su abrigo y en silencio entr a la casa donde se top con su nana que cabeceaba en el sof del living mientras intentaba tejer uno de los clsicos chalecos que teja para sus niitos como llamaba a los hermanos de Matthew. Pero a l ella le estimaba muchsimo, pues lo conoca desde que naci y siempre haba sido su regaln. Matthew a pesar de su timidez y de ser de pocas palabras siempre ha sido muy carioso y respetuoso con las personas que le rodean buscando siempre molestar lo mnimo.

    _ Hola Nanita, llegu.

    _Me tena preocupada mijito, ya est oscuro y la calle se pone peligrosa a esta hora.

    _ S, es verdad, se ven sombras extraas en la calle al atardecer, pero siempre voy atento por si sale alguien detrs de un rbol a acuchillarmeclaro que lo nico que podran robarme es un maletn viejo con libros que no le interesan a nadie. Gracias por esperarme nanita - deca mientras se sacaba el abrigo y un gorro de lana del cual nunca se despegaba en invierno-. Tuve un da fatal, dnde estn todos?

    _ Su pap tiene turno en el hospital y su mam tuvo que salir con su hermano chico a comprarle un material para el colegio. Sus otros hermanos tambin salieron y arriba slo est Christiancito en su pieza estudiando. Su mam estaba bien enojada con Sean, porque siempre espera hasta ltima hora para hacer sus tareas.

    _ Tpico en l. Bueno, no se preocupe por m que no voy a comer, no tengo nada de hambre. Voy a subir a acostarme al tiro, estoy muy cansado. Lo nico que quiero es tirarme en la cama. Hoy da llegu a las 7 de la maana a la universidad yya son las 7 y mediallevo doce horas fuera de la casa. Estoy muy cansado, no s por qu hoy estoy tan cansado.

    _ Oiga Mateito, a qu no sabe mi nio quin lo vino a ver hoy da?

    _ A m?

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    _ S pues, su amigo, Manuel Etcharren ah! Pero como usted no estaba le dej una notita.

    _ Etcharren vino a la casa?

    El rostro de Mansfield se puso blanco de la impresin. Se acerc a la chimenea y tom el sobre mirndolo con expresin de perplejidad. Su nana al ponerse de pie para arreglar el fuego de la chimenea, lo mir de reojo, pues haba notado que la inesperada aparicin de Manuel haba hecho cambiar la actitud de Matthew.

    _ Qu le pasa mi nio? Tiene una carita. Pareciera como si se le hubiera aparecido un fantasma. Yo pens que se iba a alegrar de que Manolito lo viniera a ver despus de tanto tiempo.

    Pero el muchacho - que se haba acercado al fuego y haba apoyado su frente en la chimenea- apenas haba puesto atencin a lo que ella le deca. Su mente se hallaba lejos de all y senta como si el pasado le hubiese hecho una visita para la cual l no estaba preparado. Haba tardado mucho tiempo en recuperarse de las heridas que le caus la pelea con su mejor amigo. Haba tenido que luchar contra un montn de pensamientos de soledad, de abandono, de haber perdido la fe en la amistad y de haber tenido que encerrarse ms en su mundo. Y ahora sin ms aviso Manuel se apareca de la nada dejndole ms encima una carta.

    _ Matthew le estoy hablando!

    _ Disculpe nanita, slo estoy sorprendido. No esperaba esta visita. Hace tres aos que no veo a Manuel. No he sabido nada de l, pens que le haba pasado algo incluso.Me voy arriba, gracias por esperarme y buenas noches.

    Tom su maletn y subi las escaleras con lentitud mirando el sobre. Abri la puerta de su pieza, sac de su estuche los anteojos para leer y tirando el maletn a la cama se acerc al escritorio y abri el sobre. La hoja tena el membrete de la universidad de Manuel y en ella con una letra y un contenido algo confuso poda leerse:

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    Valparaso, Junio de 1993.-

    Querido y entraable amigo:

    No s si empezar esta carta preguntndote cmo ests o pidindote disculpas por lo que pas hace aos. Supongo que en este momento estars experimentando sentimientos encontrados con respecto a mi persona y que tal vez ni siquiera tengas ganas de seguir leyendo esta nota. En fin, necesito poder hablar contigo, a pesar de lo que pas y de que s que ests dolido conmigo. Por favor, slo necesito que un viejo amigo como t me escuche y si puedes decirme algo. Te lo agradecera eternamente. Eres la nica persona en este mundo que puede escucharme y darme un buen consejo. Perdname Rucio, s que te hice sufrir con mis tonteras, pero no me he olvidado de lo que me dijiste la ltima vez que nos vimos, cuando nos peleamos, eso de que poda acudir a ti, y espero que t tampoco hayas olvidado tus promesas.

    Me siento perdido en el vaco de la existencia. No s dnde estirar la mano, y caigo a lo ilimitado bajo el peso de sentirme traicionado por mi propia vida. Intento soportar como un desesperado los embates de lo cotidiano y los sueos de la noche. Y no teniendo el valor de acabarlo todo de una vez con un revolver en mi cabeza, sigo con la cobarda de vivir engandome a m mismo y a los que me rodean. Quin tiene la culpa de todo esto? No lo s, slo s que no ped la existencia y aun as aqu me tienes, amigo, exponindome a un continuo sufrimiento que ya no soy capaz de tolerar. Crees que habr alguien afuera que quiera salvarme de mi desesperacin? Crees, hermano, que haya alguien a quien yo quiera que me quiera como yo le quiero?

    Viejo, pareciera que la realidad con todo su contenido se burlara de mi miseria, de mi forma de ser, de la porquera que he sido y con razn! Por ms que algunos intenten engaarme con sus palabras de compasin, no les creo, porque hasta dnde llega la sinceridad de su testimonio? Todo me parece ser una asquerosa carrera sangrienta donde no es posible escapar.

    Quisiera pedirte que maana nos juntemos a las 6 p.m en el Muelle Vergara para conversar. Confo en que vendrs, te estar esperando.

    Un abrazo,

    Manuel Etcharren U.

  • 18

    A Mansfield se le haba encendido el rostro, no saba si de rabia o de pena. Tena sentimientos encontrados y contradictorios. Ahora que estaba en paz consigo mismo de un momento a otro se apareca Manuel con esta carta tan extraa y tan lejos de ser el Manuel que conoca. No poda creer que Etcharren volviera a buscarlo y no saba qu pensar de semejante pedido. Acaso crea que era como si nada llegar despus de tanto tiempo para dejarle una carta que pareca un grito desesperado? Y todas esas cosas se las deca a l, s a l, que tambin tena sus problemas y confusiones. Qu poda decirle?

    Ley la carta nuevamente y algo ms calmado pens que tal vez la Providencia lo estaba llamando a realizar una obra de caridad, y que mejor que hacerlo con quien haba compartido su infancia y adolescencia. Era la oportunidad de hacer algo por quien l haba tenido (y que tena en el fondo de su corazn) un gran aprecio. Era la ocasin de poder devolverle la mano a aquel amigo que le haba aconsejado cuando muchas veces cuando lo haba necesitado. A fin de cuentas Etcharren haba sido su nico confidente durante toda su vida. Un hermano ms que saba de sus miedos, de su angustia.

    Pareca entonces que los papeles se haban invertido. Si le peda ayuda en una forma tan desesperada, tena que socorrerlo a pesar suyo. Muy a pesar suyo porque por sobre todo tena miedo de verlo y de enfrentarse con l. Qu iba a hacer cuando lo viera? Le temblara la mano al estirrsela para saludarlo o no se resistira a abrazarlo y a rerse a carcajadas por lo estpidos que haban sido los dos al pelearse? Pensaba que hasta podra llegar a emocionarse y a l no le gustaba que lo vieran en esas circunstancias.

    Dej la carta dentro del sobre encima del escritorio y sac el violn de su estuche. Busc en el mar de partituras que tena en el suelo alguna cancin que le acompaara en ese momento y se puso a tocar esa cancin que amaba tanto. Y mientras tocaba, cerr los ojos y comenzaron los recuerdos. Volvieron a pasar por su mente las imgenes de la adolescencia que aunque no tan lejana, estaba acallada en el silencio de un pasado que se negaba a aflorar. Surgieron as las remembranzas de los das en que junto a Etcharren pasaban las vacaciones en el campo de ste. Y en especial le vino el recuerdo de aquella vez en que ambos subidos en el techo de la casa para comerse a escondidas unas uvas que haban sacado sin permiso del huerto, Manuel tras haberlo repensado por un largo tiempo, le confes que estaba enamorado de su hermana Isabel.

  • 19

    _ Pero hombre, Por qu no te le juegas y le pides pololeo? A m no me importa, de hecho prefiero tener un cuado conocido que un diablo desconocido.

    _ Tena pensado pedirle pololeo cuando volvamos a Via, pero tengo miedo. A lo mejor debiera poner los pros y los contras en una balanza. Una decisin as para mi es sper importante, no es un juego y no quiero herirla. Yo amo a tu hermana y no quiero hacerle dao. Debo examinar bien las consecuencias de lo que me dispongo a hacer. Para m esto es como lanzarme al ro sin saber su profundidad ni su torrente. De solo pensarlo me duele el estmago, nunca me haba sentido as. Oye Mansfield no te ras. T crees que no me ha costado contarte esto a ti payaso?

    _No me rio de que t quieras pololear con la Isa, lo que me da risa es que eres de lo ms sitico para decir las cosas. Podras dedicarte a hacer guiones para teleseries cebollas. Te lo pasas todo el da leyendo leseras y cada da ests ms grave para hablar. Mucho Lord Byron, mucho Woodsworth y la cabeza trastornada con romanticismo no hila bien.

    A Matthew a veces le molestaba la manera en que Manuel se expresaba. No le molestaba porque fuese rebuscaba, sino porque siempre se haba sentido en una posicin menoscabada con respecto a Manuel en el plano de la expresin oral. Matthew sola ponerse tartamudo cuando estaba muy nervioso y las palabras no salan, cosa que le llenaba de impotencia, por eso le gustaba ms escuchar y sola guardar silencio en muchas ocasiones. No saba expresarse bien, no saba cmo lanzar lo que llevaba dentro sin sentirse avergonzado.

    _ En fin viejo, qu tanto te puede pasar? A lo ms que te diga que no. Lo cual va a significar que no podrs volver a poner un pie en mi casa sin que se te caiga la cara de vergenza. Pero si no haces algo nunca sabrs si te equivocaste o no.

    _ O sea que haga lo que haga estoy fregado. Lo dices de una manera tan alentadora que mejor no te lo hubiera contado. Te insisto que para m es algo sper serio, no voy a jugar con tu hermana. Pero para qu te cuento esto!...Ms encima eres su hermanoy su hermano mayor para colmo.

    _ No le pongas tanto! Yo no lo pensara ms. Adems t siempre le has gustado a la Isabel. Yo que t me la juego y punto, y si no te resulta, te olvidas de ella.

    Nunca olvidara la cara con la cual Manuel lo mir cuando le dijo eso. Pareca como si un hombre mayor lo estuviese reprendiendo por su superficial manera de hablar y por su atolondrado pensamiento.

  • 20

    _ Matthew Mansfield Bradley eres un nio. Todava te falta mucho que aprender de la vida, te falta madurar hermano, te falta vivir la vida fuera de tu burbujita.

    Este tipo de observaciones eran las que enfurecan a Matthew, pero guardaba silencio porque reconoca que su amigo en el fondo tena razn.

    Sin embargo, no pas mucho tiempo para que esta amistad comenzara a enfriarse. Manuel no se atrevi a pedirle pololeo a Isabel Mansfield y junto con entrar a la universidad a estudiar ingeniera fue cayendo en un peligroso juego de funestas amistades e ideologas que le llevaron a perder la cordura, las convicciones, la fe e incluso a sus viejos amigos.

    Matthew no pudo hacer nada para volverlo a la senda correcta. Sus palabras no lograron expresar lo que quera darle a entender a su amigo. Las ideas se le agolpaban en su mente como una maraa enredosa que haca que lograra el efecto contrario. A nadie le gusta que le sermoneen y Matthew tena la costumbre de sermonear a la gente muchas veces a destiempo e imprudentemente.

    Las discusiones se haban hecho tan insoportables que hasta los ensayos del conjunto musical en que ambos tocaban - Manuel el piano y l el violn- se tornaron inaguantables a causa del nuevo modo de ser de Manuel. Un tiempo antes de pelearse para siempre, la discusin sobre la pobre interpretacin de un tema favorito de ambos por parte de Matthew, haba sacado a Manuel de sus casillas terminando de una vez por todas con el tro de msicos.

    _ Escchame bien Mansfield para que te quede bien clara la cosa: yo soy el director de este conjunto, y si t no eres capaz de tocar tu violn como yo quiero hasta aqu ni ms llegamos con el ensayo y con el grupo. Lo siento por ti Carlitos (que era el cellista), pero este pelmazo no hace las cosas como debe.

    _ Qu te pasa Manuel? Estoy tocando igual que siempre, pero si a ti no te gusta, problema tuyo. Si no quieres que siga, no tengo ningn problema en retirarme y dejarlos tranquilos. Bscate otro violinista, a ver si va a querer tocar la cebolla que elegiste de repertorio.

    _ Oigan amigos, no se peleen. Partamos de nuevo, total an tenemos tiempo para ensayar hasta antes del recital. Tendramos que ser muy tontos como para deshacer el grupo ahora que nos estn llamando por todos lados.

    _ No s poh Carlos! Manuel sabr, l es el director de la media sinfnica. Yo por mi parte me voy. Ests mal Manuel, lo siento por ti, pero ests inaguantable.

  • 21

    Ese fue el fin del conjunto y el principio del quiebre. Con el paso del tiempo sus intereses se fueron poniendo absolutamente opuestos. En efecto, lleg la ocasin que cort como una afilada navaja el vnculo fraternal que haban compartido durante tantos aos. Era doloroso para Mansfield observar como su mejor amigo se perda poco a poco y este pensamiento no poda sacrselo de la cabeza, pues saba que su actitud no era ms que una falsa alucinacin por cosas que Manuel no haba conocido y que estaba comenzado a experimentar.

    Lleg la triste ocasin en que todo revent y ocurri al poco tiempo de haber terminado con el conjunto de msica. Se haba organizado una fiesta universitaria entre las dos universidades ms grandes de la zona, donde cada uno estudiaba ya el segundo ao. Pero no era una fiestecita muy proba, sino que ms bien pareca una bacanal dionisaca donde se poda esperar que sucediera cualquier cosa. Matthew bastante reacio a asistir a este tipo de eventos haba llegado casi al final en gran parte preocupado por Manuel. Con el fin de llevarlo de vuelta a su casa sano y salvo le pidi prestado a su pap el auto. Se estacion frente a la facultad y baj hasta la sala que la universidad les haba facilitado para hacer la fiesta. Ah tras echar un vistazo al lugar divis en un rincn apoyado contra el muro a su amigote, medio borracho y semidormido con un cigarro encendido que estaba a punto de carsele de los labios. Avanz a travs de una nube de humo, hacindole el quite a las parejas que bailaban en medio del saln. Se par frente a Manuel mirndolo con lstima. Se inclin y sin saber qu decirle, slo atin a tomarlo del brazo para levantarlo e intentar sacarlo de ah. Pero Etcharren que estaba completamente borracho, con descontrol y con una fuerza descomunal lo empuj hacia atrs, haciendo que por poco Matthew se cayera al suelo.

    _ Te conozco para que te atrevas a tomarme del brazo? Qu te crees que eres, mi pap acaso? ndate por donde mismo te viniste Mansfield, cobarde de mierda, maldito atormentado, beato santurrn intil. Ya poh, se consecuente alguna vez en tu perra vida. Te llenas la boca con Dios y todo eso y te la pasas todo el da deprimido. Djame tranquilito a m con mis amigos, porque stos s son amigos de verdad, no como vos que eres un mal amigo.

    Matthew estaba perplejo, no podra creer lo que oa y la humillacin a la que estaba siendo sometido. Mirndolo a los ojos, enfurecido por lo injusto de esas palabras le dirigi, casi llorando, unas palabras que nacieron de lo ms profundo de su ser y que pondra trmino a casi quince aos de fecunda amistad.

  • 22

    _ Pens que me estimabas Manuel. Me has herido, pero yo ya hice todo lo que pude contigo, eres libre y has elegido esto. Slo te digo una cosa: en honor a nuestra amistad de toda la vida y porque te aprecio como a un hermano si me buscas alguna vez no tengas dudas que voy a estar ah, esperndote para ayudarte a salir a flote. Tengo la nobleza suficiente como para saber perdonarte, pero yo no me voy a molestar como ahora en sacarte del hoyo donde te encuentras. T mismo me dijiste que no soy tu pap, t sabrs. En todo caso, lo siento, lo lamento mucho por ti, me da pena que esto te est pasando, no te imaginas lo que me duele verte as.

    Desde esta lamentable fecha hasta que lleg la carta, Matthew no haba sabido nada de Manuel y tampoco haba querido saber porque le haca mal pensar en eso.

    Dej el violn en su estuche, se desvisti y se meti fatigado en la cama, pero no pudo conciliar el sueo pensando cmo sera su encuentro con su viejo amigo. Sin poder dormir se levant a media noche, se sent en su escritorio y trat de comenzar a corregir los trabajos de sus alumnos. En esto estaba cuando Isabel, su hermana que le segua en edad, toc a su puerta extraada de que a esa hora su hermano mayor hubiese encendido la luz.

    _ Matthew ests bien?

    _ Pasa Isabel, estoy bien.

    _ Hola hermanito, mira la hora qu es. Por qu te levantaste?

    _ No poda dormir. Para variar estoy desvelado. No te vi en la facultad hoy, estuve esperndote harto rato en la portera para venirnos juntos a la casa. T sabes que no me gusta que te vengas sola tan tarde.

    _ No te pude avisar, trat de ubicarte, pero no te encontr. Pero no estaba sola, me vine antes con unas amigas. Oye Matthew, Nanita me cont que vino Manuel a buscarte.

    Matthew dio un suspiro y echando su cabeza para atrs pensaba en que a esa hora ya toda su familia se haba enterado de la aparicin de Etcharren.

    _ S, s, claroManuel Etcharren. Parece que vino justo un poco antes que yo llegara. T sabes Isa que para m Manuel era tema cerrado y enterrado. Haba superado mi duelo al perderlo como amigo y no te puedes imaginar lo que me ha costado hacerlo. Yo converso mucho contigo y te cuento muchas de mis cosas, pero hay otras que no te digo, porquebueno comprenders que son cosas dehumm, no quiero decir de

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    hombres, pero no es lo mismo conversar con tu hermana, o con tus hermanos ms chicos que con tu mejor amigo. Entonces, de un da para otro Manuel me manda a frer monos mientras lo veo hundirse y yo me quedo solo, aunque no lo creas, me qued completamente solo a pesar de tener muchos compaeros y amigos, porque l era mi confidente. T me conoces bien, no soy una persona que sobresalga, soy de bajo perfil y hasta era la sombra de Etcharren en todo lo que hacamos. De pronto no tuve a quien acudir para confesar mis penas y me qued a la deriva. Fue como si se hubiera muerto un hermano del alma y recin ahora que lo estaba superando, este verdadero luto, me sale con esta visita y una carta que me deja consternado. No te voy a decir que soy un hombre feliz, eso no lo creo posible en m. Tal vez Dios no quiera que me conforme nunca con la felicidad en este mundo, pero al menos estaba tranquilo y mis pensamientos, mis dudas y todo lo que pude haberle dicho a mi amigo lo escribo. Aunque no es lo mismo, al menos me sirve de consuelo, porque me desahoga. No s qu hacer. Me pidi que nos juntramos maana y claro, una vez yo le di mi palabra, que si l me necesitaba iba a estar ah, pero tengo miedo, tengo miedo de volver a verlo. Es chistoso, no te parece? Estas cosas me ponen muy nervioso y preferira quedarme encerrado en esta pieza leyendo o tocando violn. Por eso no puedo dormir.

    Isabel que tena un amor enorme por su hermano slo atin a abrazarlo y a decirle.

    _ Pucha peladito, qu te puedo decir! Si Manuel te est pidiendo que lo ayudes creo que tiene que ser algo muy serio. Es un tipo sper orgulloso y no iba a recurrir a ti por slo querer verte. Y a propsito, hay una cosa que no te lo haba contadocomo t no queras que te hablramos de Manuel. Hace como tres semanas, cuando yo volva de vuelta de la casa central para la casa, la micro en la que vena par en el paradero de la Santa Mara, y all estaba l, subindose a esta misma micro. No lo poda creer. Mi corazn comenz a latir a mil por hora y creo que me sonroj hasta el pelo. Me hice la tonta dejndole un puesto al lado de mi asiento con la idea de que se sentara conmigo. Pero cuando se dio vuelta hacia el pasillo despus de haberle pagado al chofer, y como haca tanto tiempo que no lo vea, me choc su aspecto. No era el Manuel alegre, el caballero impecable, bien arreglado, pareca un botado, un bohemio, para que te voy a decir una cosa por la otra: un reventado, as tal cual. Creo que se avergonz de s mismo cuando me vio sentada all. Apenas me salud y se fue a sentar atrs acurrucado contra la ventada. Estuve a punto de pararme para ir a preguntarle qu le pasaba. Quera abrazarlo, consolarlo, pero no me atrev. Adems yo no soy t, es tu amigo, el amigo de mi hermano y a lo mejor lo iba a incomodar ms. T sabes que siempre me he sentido atrada por Manuel. No s si ser que

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    siempre lo he amado quizs con un amor ms bien platnico te lo he dicho muchas veces y lo he echado de menos tanto como t. Cuando lo vi as, tan menesteroso, tan distinto a como l era, me dio una pena tremenda y me gustara volver a verlo como antes, cuando vena a la casa y yo me sentaba a su lado en el piano a escucharlos tocar y a darle vueltas las partituras, o cuando jugbamos cartas, al monopolio, te recuerdas Matthew lo encantador que era Manuel?

    Isabel que se haba sentado al borde de la cama de Matthew se dej caer hacia atrs con las manos en la nuca.

    _ Ay Isa! si yo te contara (Se refera a que Manuel siempre haba estado enamorado de su hermana y no iba a ser l quien le contara). Yo no lo he visto desde que me ech de la fiesta, ni siquiera me lo he topado en la calle, ni en la micro. Quizs el subconsciente me ha obligado a tomar caminos por donde s que no lo voy a encontrar. En todo caso, te creo lo que me dices porque la ltima vez que lo vi ya andaba medio botadito, pasado a copete y leyendo pura basura, estaba rayado con Nietszche, con Schopenhauer y lea a todos esos poetas romnticos ingleses. Qu hago Isa? Qu ser lo ms prudente?

    _ Anda Matthew, no pierdes nada. Total ya ests peleado con l y a lo mejor puede ser la oportunidad para traerlo de vuelta. Puedo ver la carta?

    _ No creo que sea conveniente que la leas, es muy personal. Anda a acostarte no ms que yo voy a apagar luego la luz. Gracias por la compaa, me has ayudado mucho. Buenas noches.

    _ Chao, y confa en Dios que te ilumine a dar un buen consejo.

    Despus de un rato Matthew se acost y muy cansado por todas las emociones del da, se qued dormido. Al da siguiente fue el primero en levantarse y sentado en su cama lea una y otra vez la carta sin dejar de pensar en qu le dira a Manuel cuando lo viera. Rumiando miles de ideas estaba cuando su mam toc a la puerta.

    _ Matthew, hola hijo, ayer no te vi en todo el da. Tienes una carita hijito lindo, estas plido y ojeroso no dormiste bien?

    _ Hola mamita. La verdad es que dorm psimo. Me di vueltas y vueltas de un lado para otro. Como ya en la madrugada no pude dormir ms, prefer levantarme ms temprano para salir antes a la universidad y aprovechar de ir a la biblioteca de la facultad a revisar estos trabajos que me siguen penando.

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    _ Bueno hijo, cualquier cosa que necesites me llamas. Voy a ir a dejar a tus hermanos al colegio. Puedes irte con Thomas a la universidad? Parece que hoy tiene una clase optativa en tu facultad. Matthewno te veo bien, ests enfermo? Por favor toma desayuno antes de irte. Nanita me dijo que ayer no comiste nada. - Su mam se le acerc, le acarici la cabeza y lo bes en la frente.

    _ No te preocupes, estoy un poco cansado nada ms. He tenido mucho trabajo y ayer casi no com en todo el da, pero estoy bien mam, gracias. Yo le digo al Tommy que nos vayamos juntos. Chao mami.

    Matthew tom su maletn, el estuche con el violn y parti a buscar a su hermano para ir a clases. Siempre que estaba nervioso o muy preocupado agarraba el violn y se lo llevaba casi por inercia porque ni siquiera lo sacaba del estuche. No tena ganas de conversar y por ms que Thomas tratara de levantarle el nimo su mente no poda obviar el encuentro de la tarde y, por consiguiente, sus nervios estaban tomados y ajenos a cualquier distraccin. En la entrada de la facultad se despidi de Thomas y se encamin a la biblioteca.

    Pareciera como si todo el mundo hubiese querido interrumpirle sus pensamientos ese da. Las horas pasaban lentamente, las clases se hacan eternas, sus alumnos le buscaban pidindole la correccin de los famosos trabajos, sus compaeros le recriminaban por los libros que deba, en fin, todo era parte de su ajetreo normal, pero ese da le pareci insoportable. Por fin dieron las cinco y media y con una ansiedad que se le notaba en el rostro se dirigi presuroso hacia la orilla del mar donde estaba la gra.

    El da no poda estar ms melanclico. Las nubes que viajaban raudas cruzaban amenazantes. El viento norte mova las palmeras que rodeaban la Avenida San Martn y la playa estaba vaca. Ya casi haba oscurecido y slo algunas parejas caminaban mirando el mar. Con la mirada recorri el lugar y no haba sombra de Etcharren. Faltaban unos minutos para las seis y en vista de que no vea a su amigo por ninguna parte, baj a caminar un rato por la orilla de la playa. Haca tiempo que no se daba el tiempo de caminar por la arena y haba olvidado lo relajante que era sentir el sonido del mar. Absorto mirando el mar, se dio cuenta de que haba pasado bastante tiempo y mir hacia arriba donde estaban las gradas que conducen a la playa y ah vio sentado en la escalinata a la inconfundible figura de Manuel, quien vestido con un enorme abrigo negro y su acostumbrada boina lo miraba lacnico. Se vea triste, apagado, o tal vez su serio semblante en ese momento lo haca parecer as. Ya

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    no estaba con la apariencia sucia y descuidada, sino que estaba limpio, con el pelo corto y sin esa barba que se haba dejado desde la ltima vez que lo haba visto.

    Ambos estaban plantados en sus lugares mirndose a la distancia sin saber qu hacer. El momento era tenso y ninguno de los dos atinaba a acercarse al otro, hasta que Mansfield con decisin y paso firme se dirigi hacia aquel que tambin se haba puesto en marcha para a aproximarse a l y abrazarlo con fuerza.

    _ Matthew! Matthew! Oh amigo! Gracias por venir, no te imaginas cunto te lo agradezco.

    _ Ya, ya hombre, nos van a confundir con otra cosa. La gente nos est mirando. - Le deca mientras le golpeaba la espalda tratando de contener la emocin-. Me da gusto verte Manuel, qu bueno que te acordaste de m! Las promesas son promesas y a pesar de todo vine. El pasado, pasado est y estoy dispuesto a escucharte. Te he extraado mucho viejo amigo.

    Matthew haba preparado las palabras para la ocasin, porque saba que si llegaba sin pensar nada que decir se hubiera quedado mudo. Cargando el maletn y el violn se dej caer en la escalinata y sentado junto a Manuel, no dejaba de mirarlo de reojo.

    _ Bueno continu- Entonces, qu es lo que te pasa? Por qu quieres hablar conmigo? La carta que me dejaste es espeluznante e incoherente y parece la carta de un suicida atormentado por el peso de la existencia.

    _ Yo tambin te he extraado Matthew, ms de lo que pens que poda extraarte. Nuevamente te doy las gracias por haber venido y creo que antes de cualquier otra cosa es necesario que te pida perdn. Me port mal contigo, te her y te trat como no lo merecas. Me perdonas?

    _ Por supuesto que te perdono. Dejemos eso en el olvido y espero que nunca ms volvamos a enojarnos as. Jams en todo este tiempo dej de rezar por ti Manuel, por tu salud fsica y por tu conversin.

    - Graciasgracias Mansfield, vas a tener que seguir rezando porque mi camino de regreso recin comienza. Yoyo la verdad es que me siento asqueado, asqueado por todo lo que he pasado. Djame invitarte a comer algo al pub y te cuento todo. Psame el violn, yo te lo llevo.

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    Ambos se encaminaron lentamente. Era raro para Matthew volver a caminar junto a su amigo despus de tanto tiempo. No saba cmo iniciar la conversacin, aunque tena mucho que preguntarle. Sin embargo Manuel comenz a interrogarlo primero.

    _ Veo que andas con el violn, ests tocando en algn conjunto o lo sacaste a pasear como tu osito regaln?

    _ No, no estoy tocando con nadie, salvo de repente con Carlos. Nos juntamos de vez en cuando a tocar algo del barroco, para no perder la prctica, y por supuesto esas canciones que tocbamos juntos. Parece que me sigues conociendo bien, en realidad no s por qu tengo la maa de agarrar el violn y llevrmelo cuando estoy nervioso o preocupado.

    _ Preocupado por este encuentro?

    _ Exacto. Tena miedo de hablar contigo. Te tena sepultado a decir verdad. No me lo tomes a mal, pero pensar en quien te ha hecho sufrir te acarrea ms dolor y por eso intent sacarte de mis recuerdos. Adems me afecta mucho tener que discutir y pelear, especialmente si es contigo.

    _ T ests igual de flaco, es ms, creo que ms delgado que antes. Supongo que sigues en la seleccin de atletismo de la universidad.

    _ S, pero no tengo mucho tiempo para entrenar ahora. Soy ayudante de dos ctedras y mi profesor gua me saca el jugo. Me est preparando para irme a Inglaterra, con una beca de unos profesionales catlicos ingleses. Aunque no estoy titulado mi profesor ha conversado mucho con la gente de Oxford y esperan a que termine para confirmarme la beca y adaptarme como alumno. Como tengo buenos antecedentes quizs me resulte. Por telfono tuve una entrevista con un reclutador de Oxford, algo loca y extravagante por decir lo menos. Adems present un trabajo, una especie de tesis en ingls. Pero basta de hablar de m. T ests cambiado, no luces como antes, y te cuento que mi hermana me dijo que te haba encontrado en la micro y que tuvo la percepcin de que te avergonzaste de ti mismo.

    _ Vaya parece que me he perdido de hartas cosas. S, me acuerdo y me acuerdo muy bien porque ese encuentro me abri los ojos. Me acord de cunto la haba querido y de que nunca se lo haba dicho; me acord de ti, de lo leal que fuiste al irme a buscar a esa estpida fiesta; me acord de todo lo que perd por querer experimentar y conocer cosas nuevas. Estaba fascinado con todo el ambiente de la U y me hice de amistades que me hicieron probar de todo, te digo de todo.

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    Haban llegado ya al pub irlands en el centro de Via y a esa hora estaba lleno de universitarios. Pidieron algo de comer y comenz el dilogo.

    _ Una pregunta ms Mansfield, est pololeando? Supongo que a la nia de la facultad le pediste que pololeara contigo. Bien recuerdo que estabas absolutamente decidido a eso.

    _ Golpe bajo amigo, muy bajo. Cre que bamos a hablar de tus dramas y me sales con esta preguntita.

    La cara de Matthew se torn grave . Esa era la otra pena que lo tena tan ensimismado y volcado sobre pensamientos apesadumbrados. Pero sacudiendo la cabeza se dijo as mismo: mantn la vista despejada de la nubosidad de pensamientos absurdos y sin contenido en los cuales te hayas sumergido, y no te lamentes ms de tu condicin. Pero poco le dur esta intencin.

    _ Para que sepas C. nunca me pesc, a pesar de todos mis esfuerzos. La invit a salir, a mi casa, fuimos a conciertos juntos, pero yo notaba que me quera como un buen amigo. En el fondo somos distintos, muy diferentes yo lo s y nunca resultara algo bueno si estuviramos juntos. No me atrev a pedirle pololeo porque adems de mis dudas, present que me iba a rechazar y no quera perderla como amiga. A pesar de que s que no es para m, yo todava no me la he podido sacar de la cabeza. Creo que es como una obsesin, entiendes? Imagnate que la veo todos los das, me saluda, hasta me toma de la mano y yo me quedo cortado como un tonto.

    Soy un tonto rematado, no tengo vuelta. Hay momentos de la vida que gozo, que los vivo con una alegra intensa; momentos en que todo parece sonrerme y al segundo como de la nada, as como un click, la melancola con sus garras me toma y me hunde hasta el fondo de mi soledad. Soledad que es, en mi caso, un martirio, una espina que atraviesa todo mi ser. Sabes lo que deca Kierkegaard a propsito de esto?, es exactamente lo que me pasa a m: Su melancola lo dominaba cada da con ms intensidad y sus fuerzas fsicas se iban agotando a causa de la terrible lucha que sostena su alma. As me siento, tal cual, agotado de luchar contra m mismo.

    _ Amigo, no te sientas mal, por favor. No te ped que vinieras para hacerte sentir mal y disculpa por haber preguntado. No saba qu te iba a molestar.

    _ No te preocupes. Ya me conoces, no he cambiado y es ms, creo que estoy peor que antes. Ahora olvdate de mis rollos y cuntame por qu queras que te escuchara.

  • 29

    Manuel tom la jarra de cerveza y le dio un gran sordo. Corri el plato vaco de comida que tena a su lado y cruz sus brazos sobre la mesa, mirando fijamente a los ojos a Matthew que segua comiendo como si no lo hubiera hecho en aos.

    _ No s cmo empezar a contarte mis desaventuras. Algn da iba a tener que tocar fondo y aprender. Esto slo lo he logrado en la medida que me he cado una y otra vez, hasta que ya no me fue posible continuar cayendo ms bajo. Me he propuesto volver a ser el de antes. Quizs ya no sea del todo igual, porque las cosas han cambiado especialmente yo mismo, pero no he perdido mi esencia. Tengo como propsito no volver a meterme con cualquier tipo de gente y retomar mi amistad contigo y con Isabel. Para esto necesito tu ayuda, y si estn dispuestos a recibirme de vuelta. Me siento miserable y desesperanzado, y esto es lo peor. Si pierdo la esperanza lo pierdo todo, porque entonces la vida no tiene sentido. Qu va a pasar ahora conmigo? No lo s. Slo s que me siento muy mal por todo lo que ocurre a mi alrededor; mal por lo que ocurre dentro de m, pues ya no me soporto ms y desconozco hasta qu punto voy a ser capaz de resistir cada embate de mi vida. Lo cierto es que no estoy seguro con nada ni con nadie. No s cmo hacerme cargo de m mismo, me entiendes?

    _ Te sientes abandonado? Te sientes solo? No pudiste haber buscado a alguien ms incapaz de dar un buen consejo. Lo nico que puedo decirte es que si yo no tuviera la esperanza en Dios y en su Providencia ya me habra pegado un tiro. Slo puedo decirte que mi melancola y mis penas las llevo como una cruz, una gran cruz, pero con una lucecita de esperanza. Paso por momentos, pero te insisto, esto es por mi modo de ser, mi carcter. Parezco un inconsecuente, s, a lo mejor lo soy, es mi persistente pecado y debo confesarlo muchas veces. Los cristianos debemos vivir alegres en la voluntad de Dios, me lo digo una y otra vez, pero me cuesta aceptarme tal como soy. Entiende por favor: hace lo que digo y no lo que yo hago. Te recibo con los brazos abiertos, me alegra que hayas confiado en m nuevamente. T me conoces, volvamos a foja cero, partiendo por el conjunto. Eres un muy buen director y no he parado de tocar el ltimo repertorio que habas elegido. Parezco un loco atolondrado porque tengo tantas cosas que decirte que todas mis ideas se agolpan y al final hablo demasiadas cosas a la vez. En serio que se me parte el alma cuando me dices que te sientes solo y botado por tus amigos.

    Mientras Matthew hablaba Manuel buscaba afanosamente dentro de su abrigo una libretita de bolsillo. Comenz a ojearla buscando una cita, ante la atenta mirada de Matthew que conoca muy bien aquella libreta llena de los poemas y escritos de Manuel que traa consigo donde quiera que fuera.

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    Soledad, soledad, soledad ma

    Te busqu por tanto tiempo,

    Y ahora que te he encontrado

    Slo quiero dejarte.

    Mis manos se extienden hacia algo desconocido

    Y no encuentro quien las guie.

    Estoy aqu, escuchando llover

    Acompaado con esta soledad que tanto busqu

    Y que ahora me tiene preso de mi angustia.

    Contemplo as que mi destino es ste para siempre.

    No puedo llorar, mis ojos estn secos

    Cmo poder salir de esto!

    No creo encontrar una salida,

    es un estado permanente tristeza

    Estamos condenados a morir solos,

    A nacer solos, a vivir solos.

    Puedo ignorarla, pero hasta qu punto?,

    Ignorarla no significa superarla,

    Ella ha de estar siempre ah,

    Siempre con sus brazos abiertos para tragarlo todo,

    Y para hundirnos hasta el abismo profundo

    Donde se encuentra.

    Y ella no est sola, qu paradoja! ,

    La soledad no est sola

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    Vive rodeada de todos los solitarios de este mundo.

    _ Sigues escribiendo mala poesa Manuel! Lo siento amigo, pero no puedo creer que en realidad pienses eso y lo expreses de esa forma. Es triste que pienses que estamos como abandonados a nuestra suerte. Sigo insistiendo: si yo no soportara con paciencia mi ansiedad, mi melancola, mi depresin, tal vez ya me habra vuelto un cadver. Enfrntate a ti mismo, olvdate del pasado. Tienes al menos conciencia de tu error y que quieres salir adelante. Hay gente que nunca llega a reconocer que se equivoc y se pierden ms y ms y terminan muy mal. Es un gran logro el que ests aqu reconociendo que te equivocaste. Ests llamado para algo bueno. No sientas ms lstima de ti mismo.

    _ Te has sentido alguna vez terriblemente infeliz? Sabes que tienes mucho que hacer, tienes ganas de ir a escalar montaas, tienes ganas de ir a caminar por los bosques, pero eres incapaz de hacerlo por ti solo, necesitas de una mano amiga que te ayude. Quieres, con toda tu alma quieres y no puedes y te vas muriendo poco a poco, apagndote, apagndote, convirtindote en una vida amargada. Porque ya no dispones de nadie que est dispuesto a ofrecer esa mano acogedora y desinteresada.

    _ Pero en el fondo t no crees eso, de lo contrario no me habras buscado. Qu ms quieres que te diga? No te entiendo, te contradices a cada instante. Para qu te das vueltas y vueltas sobre lo mismo. Ya te dije que te iba a ayudar quieres que me arrodille? que te tome en brazos? S que no soy un buen consejero, s que sufro igual que t, lo sabes t tambin. Muchas veces siento un dolor fsico en mi pecho, es horrible, se me aprieta el corazn y es la pura sensacin de angustia. Te entiendo, te comprendo perfectamente, pero a esta altura ya no s qu ms decirte. No es bueno para ambos seguir con este dilogo sin sentido, sin concretar algo. Qu esperas hacer con tu vida a partir de ahora?

    _ Primero, me sorprende que no me preguntaras que significa para m haberlo probado todo.

    _ Drogas? Mujeres? Prostbulos? Orgas desenfrenadas? Crees que no lo s acaso? Simplemente prefiero no saber los detalles porque me los imagino. He visto a otros perderse al igual que t cuando entran sin ideas claras acerca de bien y del mal a la universidad y se dejan llevar por la novedad. Que viva casi como un monje no significa que no sepa que pasa a mi alrededor.

    _ Ni te imaginas lo bajo que ca, te sorprendera. Haba das que ni siquiera coma y me la pasaba curado en un prostbulo. Cul fue el resultado? Que me asque. Me

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    recuerda a los romanos que salan tristes y desesperanzados del circo despus de ver tanta sangre. Me pas lo mismo y ya no lo aguant ms. Cada vez que me emborrachaba y amaneca tirado en la calle afuera de unos de esos bares de Valparaso, o cuando me despertaba en un burdel, me senta tan asqueado, tan msero, y me largaba a llorar compadecindome de m mismo, prometindome que nunca ms volvera a caer en lo mismo. Pero el propsito duraba lo que dura una burbuja y en la noche, despus de pasar todo el da en la universidad, casi vegetando en las clases, me volva al puerto, a buscar consuelo. Saba que me estaba auto engaando al querer ser otra persona de la que siempre haba sido. Y entonces me acordaba de ti, qu estar haciendo el santurrn de Mansfield a esta hora mientras yo descanso en un bar, con una botella como compaa? Y sacudiendo la cabeza me sumerga en el traguito de la noche. Pero para m lo ms doloroso y terrible ha sido tener que reconocer mis culpas, mis errores. Quiero reconvertirme en el hombre que fui antes de perder mi inocencia.

    _ El camino fcil al final se torna el ms difcil. Cuando te arrojas al placer, al pasarlo bien a concho terminas por sentirte repugnante, porque no es nuestro camino. El hombre moderno tiene hambre y sed de vida espiritual, pero como no se da cuenta de esto, de lo que realmente quiere, pues slo lo presiente, se lanza como un ciego en busca de aquello que pueda apaciguar su vaco. Dnde lo busca? Dnde lo encuentra? Ya no en Dios, sino en el culto al hedonismo. No te juzgo por nada de lo pudiste haber hecho, todos pasamos por malos ratos. Ahora bien, qu fue lo que te llev a eso, slo t lo sabes. Por ahora creo que esta charla se agot, hay que ir a la accin. Te invito a mi casa, quiero que saludes a la Isa, a mis paps, a mis hermanos, que vean que ha vuelto a casa el hijo prdigo. Porque mis paps siempre te han considerado como un hijo y creo que es una buena ocasin para poder tocar algo en el piano junto con mi violn. Qu te parece?

    _ Mansfield, eres un melanclico atormentado de buen corazn. Bueno, me encantara ver a tu familia sobre todo a Isabel. Te agradezco lo que haces por m y te pido una vez ms que me perdones por lo que te hice.

    Manuel le estir la mano y ambos se dieron un fuerte apretn. Despus de haber terminado de comer y de haber tomado sus cervezas ambos amigos se encaminaron hacia la casa de los Mansfield. Matthew se senta dichoso y su corazn iba a reventar de jbilo, estaba muy emocionado. Haca tiempo que no se senta tan bien consigo mismo. En aquel momento fue capaz de ordenar su mente y lanzar para fuera de s todos esos pensamientos que a veces le carcoman la cabeza y que no le dejaban pensar con claridad.

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    Por su parte, Manuel se haba librado de un gran peso y ahora su conciencia estaba ms aliviada, y los fantasmas del remordimiento poco a poco comenzaban a acallarse en su alma. Faltaba mucho camino por recorrer para rehabilitarse y finalmente reconciliarse con Aquel que le llamaba con insistencia, pero saba que con la ayuda de su amigo iba a poder lograrlo. Conoca a Matthew muy bien, no era un santo, pero era muy noble y leal, cosa que en nuestros das es bastante difcil de encontrar. Confiaba plenamente en l y en que lo ayudara a reformarse. Saba que si volva a caer Matthew estara all para ponerlo de pie nuevamente.

    Caminaban en silencio por las calles de su querida Via del Mar, cuando pasaron frente a su antiguo colegio y paralizado ante el recuerdo de haber vivido tantos momentos alegres y tambin agrios all, Mansfield se qued mirando el edificio y la capilla donde iba a misa los das de semana cuando poda.

    Comenz a comentarle a Manuel si se acordaba de las travesuras que hacan y de lo sorprendido que estaban que los curas no los hubieran echado. Seguramente las buenas calificaciones de ambos los haban salvado y adems eran chicos sanos haciendo algunas payasadas inocentes. Ambos recordaron la vez en que Matthew tuvo que pelearse con el matn del curso, un tal Jorge Quiroga por defender a otro de sus compaeros, Marcos Antnez, un muchacho tmido y silencioso de aspecto enfermizo que siempre andaba solo. El chico haba tenido problemas de convivencia en otros colegios con sus compaeros que solan burlarse de su aspecto fsico. El da de la pelea Matthew tuvo que quedase en la sala durante el recreo porque no haba alcanzado a terminar una gua de qumica. En la sala de clases tambin se haba quedado Jorge con su infaltable grupito de los tres matones, y el chico Antnez en unos pupitres ms adelante, mirando por la ventana. De pronto Matthew vio que esos matones que se crean los dueos el mundo se aproximaron al pobre Marcos y lo empezaron a molestar, a empujarlo y a tirarle las cosas al suelo, mientras le pegaban en la espalda. Ante tal abuso y falta de caridad Matthew no se aguant. Y aunque no es peleador, no pudo resistir que abusaran cobardemente de alguien que no les haba hecho nada.

    Oye Jorge- dijo Matthew - djalo tranquilo, l no te ha hecho nada y no veo que tengas ninguna razn para molestarlo.

    El pobre Marcos se puso rojo y le hizo seas para que Matthew se fuera. Jorge comenz a molestarse con Matthew y le dijo:

    - Nadie te ha pedido tu opinin gringo, y te sugiero que te largues de aqu, adems ests solo, no tienes a ninguno de tu apestoso grupito de intelectuales. No tengo nada

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    contra ti gringo Mansfield, esto no es problema tuyo y te sugiero que mejor no te metas si no quieres lamentarlo despus.

    A esa altura tena Mansfield tena la adrenalina a full y considerando que ya se la haba jugado, saba a lo que iba y le dijo:

    - No hace falta que alguien me pida mi opinin para meterme en algo que me parece injusto y abusivo. Adems Antnez es mi amigo y t y tu grupito no tienen razn para molestarlo ah! y por lo dems yo puedo defenderme solito sin necesidad inmediata de mis amigos.

    Matthew se haba puesto de pie y se haba colocado al frente de Jorge, quien continu dicindole que no se metiera ante lo cual respondi:

    - Me meto donde quiero y donde se me da la gana.

    Fue en ese instante en que sinti que le iban a pegar, pues el grupo lo rode amenazante. Mientras tanto Marcos haba salido por entremedio de todos y haba corrido a buscar a Juan Pablo, a Vicente y a Manuel, el famoso grupo de los intelectuales. Jorge sigui dicindole que se fuera, pero l no me movi. Con esta actitud agot la paciencia de su adversario y de improviso le mand un golpe en el estmago lo que le tumb al suelo revolcndose de dolor. Los otros miembros del grupo comenzaron a darle patadas por todos lados en el suelo. Matthew trat de defenderse, pero era intil. Uno de ellos le peg en la nuca hacindole un corte en el cuero cabelludo y comenz a sangrar mucho. A pesar de estar sangrando le siguieron pegando hasta que al final llegaron sus amigos para defenderlo. Fue as como Manuel agarr a Quiroga, y los otros se pusieron a pelar con Juan Pablo y Vicente. Marcos tambin haba llegado, y ayud a Matthew a levantarse sentndolo en una silla. Estaba muy mal por lo del golpe en la cabeza y perdi por un rato el conocimiento. Matthew no recordaba lo sucedido despus que se desvaneci, pero por lo que le contaron cuando vieron que se haba desmayado la pelea se detuvo, los del grupo de Jorge trataron de arrancarse, pero justo cuando intentaron arrancar de la sala el inspector ya se haba enterado de la pelea y haba concurrido escoltado por dos alumnos de cuarto medio. Al entrar todos los que haban ido a mirar a apoyar a sus favoritos salieron arrancando, excepto los involucrados.

    - Tamaa peleta que nos mandamos en tercero medio. Pero no me arrepiento, siempre me acuerdo de Antnez. Te acuerdas que a los dos das de la pelea se desapareci? Creo que ya no soportaba el ambiente en su contra. Me sent culpable

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    de su partida, deba haber sido ms amistoso con l. Tal vez si lo hubiese integrado al menos a nuestro grupo, quizs no se habra ido.

    _ Yo hubiera hecho lo mismo que t hiciste en ese momento. Pero t no debes andar sintindote culpable por todo y menos por lo que se escapa a tu control. En todo caso a m tambin me carga la gente abusiva. Nosotros nos portbamos bien Matthew. Piensa que a m me eligieron tambor mayor de la banda y a ti porta estandarte. Eran tonteras inocentes al lado de las cosas que hacen ahora los cabros en los colegio. Volviste despus a visitar el colegio?

    _ No Etcharren, no volv. Voy a misa los das de semana a la capilla del colegio de vez en cuando, pero nada ms. Hay ciertas cosas que no me gustan de estos curas del colegio. Los encuentro muy liberales, muy modernistas, muy telogos de la liberacin y toda esa cosa medio marxistoide y yo soy tengo otro formacin y doctrina.

    _ Veo que no has cambiado, por eso ests solo. Es raro encontrar gente joven como t que piense de esa manera, tan tradicionalista? Gente como t est en extincin. Yo por mi parte no me cuestiono ese tipo de cosas. Adems con todo lo que he ledo tengo el medio enredo en mi cabeza y ya no s a quin creerle.

    _ Quin te dijo a ti que la verdad es una cosa de cantidad? Aunque me quedara solo en el mundo creyendo lo que siempre ha credo la Iglesia, no por eso esa verdad va a cambiar. La verdad es inmutable, como tus queridas matemticas: dos ms dos siempre van a ser cuatro aunque yo quiera pensar otra cosa. Es cierto que mi vida sentimental, emocional o como quiera que se llame es un fiasco y le pido a Dios que me d ms fe y ms fortaleza para no desfallecer, pero en lo que se refiere a la verdad de la doctrina yo no tengo dudas, por ms que me venga la tentacin de cuestionarme ciertas cosas.

    Siguieron caminando hasta que por fin llegaron a la casa de Matthew. Todas las luces estaban encendidas y para variar los hijos menores estaban haciendo sus tareas a ltima hora en el comedor. Estaban reunidos all, unos comiendo y otros leyendo. Para los Mansfield juntarse por las tardes a hacer juntos los quehaceres individuales en familia era una de las cosas ms importantes de la vida.

    Cuando los dos amigos ingresaron juntos al living todos quedaron perplejos. Haca ya tres largos aos que no se vea a Manuel en la casa y por peticin expresa de Matthew a su familia, tampoco se hablaba de l. Verlos llegar juntos con los rostros alegres y sonrientes como antao los sorprendi. Isabel no poda creer lo que vea. Se

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    conmovi por completo al ver a Manuel de vuelta en su casa tal como en los viejos tiempos y un cosquilleo de conmocin le hizo saltar el corazn de gozo.

    _ Miren a quien me traje de vuelta. Al viejo Manuel Etcharren con su desteida boina vasca. Saluda poh hombre!, o te da vergenza acaso?

    Matthew le dio una tremenda palmada en la espalda a Manuel empujndolo hasta la mesa del comedor donde estaban los paps de Matthew.

    _ To Matthew cmo est? Ta Annie, tanto tiempo. Thomas, Christian, Peter, Sean, estn sper grandes. IsabelIsa, ahora s que te saludo como corresponde. Lamento haber sido tan osco contigo el otro da en la micro.

    _ Nos alegra mucho volver a verte por tu segunda casa Manuel. Qu les pas a ustedes dos que de un da para otro prcticamente se odiaban?

    _ Cosas de la vida pues pap. Mi compadre se ray con las novedades y ahora vuelve con la colita entre las piernas a buscar a su alma gemela para que lo rescate del abismo. En todo caso les digo a todos y a ti amigo que estoy muy contento de tenerte de nuevo por estos lados. Yo s que a ti te encanta venir a mi casa, porque siendo hijo nico no debe ser muy agradable llegar a tu casa y no tener hermanos con quien conversar o con quien pelear porque te sacan las cosas sin permiso, o no Christian? Mam, nosotros ya comimos. Mi compadre me invit a comer para ponerse en la buena conmigo, as que para celebrar la vuelta del hijo prdigo los vamos a deleitar con msica. Qu te gustara escuchar pap?

    _ A ver si Manuel se anima a cantar alguna cosita. No s puede ser ese trozo de la cantata de Bach que arreglaron ustedes, Jesu, joy of mans desiring.

    _ Y despus hijo, podran tocar What is youth? de Nino Rota, que es tan linda.

    A Matthew esa cancin lo emocionaba y su mam lo saba, le encantaba ver a su hijo tocndola porque le sala del alma. Sobre el piano estaba un gran archivador con todas las partituras del conjunto de los muchachos y despus de examinarlo un par de veces completo, por fin Matthew encontr las partituras.

    Manuel era de un talento tal que poda cantar y tocar el piano maravillosamente al mismo tiempo, mientras Matthew lo acompaaba con el violn. Era emocionante escucharlos tocar despus de tanto tiempo. La voz de bartono de Manuel llen toda la casa y todos estaban extasiados escuchando este hermoso arreglo que juntos con Matthew haban hecho para piano, violn y cello. De todos los

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    hermanos Mansfield, Matthew era el que ms inters haba demostrado por la msica, y el piano permaneca casi sin uso desde que Manuel dej de ir a la casa.

    Una vez finalizada la cantata y la cancin que les haba pedido la Sra. Mansfield todos aplaudieron y se preguntaban cmo no haban grabado un disco o algo.

    _ Es que nos gusta tocar por amor a la msica. El que quiera escucharnos, que venga a vernos. No hacemos lucro por algo que nos relaja.claro que a veces nos agarramos bastante. El arte por el arte, la fruicin por la fruicin.

    _ Eso es verdad, bien dicho. Matthew voy a llamar a mi mam para avisarle que llegar tarde. Prstame el telfono por favor.

    Despus de llamar a su casa ambos se fueron a la pieza de Matthew para seguir ponindose al da con sus vidas. Mientras suban las escaleras Matthew se top con la mirada de su hermana que vena bajando. Ella los mir a ambos enternecida, sintiendo que los amaba a los dos de un modo muy especial. Matthew se dio cuenta de lo conmovida que estaba. Le tom las manos y se las bes, agradecindole una vez ms por haberle escuchado la noche anterior y le haberle consolado en su afliccin.

    Entraron a la pieza de Matthew, y ste coloc su msica favorita en una pequea radio - cassette que tena. Manuel se sent al borde de la cama, mientras que su amigo, sentado en la silla de su escritorio, comenz a sacar los libros de su maletn dejndolos ordenados sobre la mesa hasta que de pronto comenz a sentirse enfermo. De un momento a otro comenz a sentirse como si le faltara fuerza para respirar y con ese desagradable dolor en el pecho que l atribua a la angustia. Coloc sus manos sobre las rodillas y empez a respirar con mucha dificultad.

    _ Te pasa algo Matthew? Ests sper plido.

    _ No es nada. Como te contaba hace un rato es la angustia la que hace que me duela un poco el pecho. Yo s cundo me va a venir, siento venir el dolor, y despus de un rato se me quita. No es la primera vez que me pasa.

    _ No es normal que sientas tanto dolor. Ests sudando. Si quieres llamo a tu pap para que te examine. No te veo bien.no ests como en la tarde.

    _ No me hagas caso, hombre si estoy bien, slo es cansancio, ya se me va a pasar. Oye mi hermana est loquita por ti, le viste la cara cuando llegamos.

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    _ Prefiero no pensar en eso todava. No quiero empezar algo serio si recin estoy saliendo del hoyo. Oye Matthew en serio, no te veo bien. Mira cmo ests, ests doblado de dolor, qu te pasa?

    Manuel se inclin hacia l al verlo agarrarse el pecho con ambas manos justo a la altura del corazn. El sudor le corra por la frente y tosa como si quisiera vomitar.

    _ Aydame Manuelme duele mucho.

    Te duele el estmago? Qu sientes Mateo?

    Manuel le ayud a levantarse y lo sent con cuidado en la cama.

    _ No s qu me pasaestoy muy mareado.Me estoy ahogando.Manuel..me duele mucho el pecho por favor amigo llama a mi pap... dile que no me estoy sintiendo muy bien.

    Manuel corri raudo hacia el comedor donde segua el pap de Matthew estudiando. Casi sin aliento le avis que su hijo estaba sintindose muy mal y que fuera corriendo a verlo. Mientras tanto Matthew se haba levantado de la cama y se haba arrastrado a duras penas desde su pieza al bao porque senta unas nuseas insoportables. El Dr. Mansfield tom su maletn, subi corriendo la escala y encontr a Matthew tirado en el suelo del bao, afirmado al inodoro intentando vomitar. Manuel y el Dr. Mansfield lo tomaron de los brazos y lo llevaron de vuelta a su dormitorio, donde su pap comenz a examinarlo. Al escuchar su corazn not que no estaba nada bien. Manuel no poda creer que Matthew estuviera enfermo as como de la nada. Hace unas horas le haba dicho que se vea tan bien y de un momento a otro estaba plido y a punto de desfallecer.

    _ Matthew, hijito tu corazn est sufriendo un infarto, voy a medicarte para desacelerar tus latidos. Ests con taquicardia. Qudate tranquilito que todo va a salir bien, pero te tengo que llevar a la clnica.

    _ Siento que me muero pappap, me estoy muriendo...no puedo ms.

    Y sin poder decir otra palabra, Matthew se desmay sobre los brazos de su hermana.

    Manuel estaba aturdido. Matthew sufriendo un infarto? Despus de tres aos sin verlo se iba a morir ahora que ms lo necesitaba? Pensaba que era como un castigo o una prueba demasiado grande de Dios. Si algo le ocurra a Matthew su fe simplemente quedara sepultada para siempre.

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    Ante el alboroto causado por los gritos de Manuel toda la familia haba llegado a la pieza del hermano mayor. Ninguno de sus hermanos poda creer lo que estaba pasando. Su mam estaba paralizada y no atinaba a nada parada en el umbral de la puerta viendo como su hijito luca como muerto. Isabel se haba puesto a llorar. Era una escena horrible.

    El Dr. Mansfield con la ayuda de Manuel y de Thomas bajaron a Matthew con cuidado al living y lo condujeron al auto para llevarlo de urgencia a la clnica donde su pap trabaja paradjicamente como cardilogo. Manuel insisti en ir con l en el auto, y recostando a Matthew en el asiento trasero del auto coloc sobre su regazo la cabeza de su amigo que estaba semiinconsciente. El corazn de Matthew lata con una increble rapidez. Manuel tena terror a que Matthew pudiera morirse en sus brazos y de solo pensarlo se le erizaron los pelos de miedo.

    Manuel llevaba aos sin rezar. Pens cmo le iba a pedir algo a Dios en ese momento despus de todo el tiempo que llevaba sin dirigirle la palabra. Se haba portado mal con sus amigos, con el mismo. Cmo poda tener el descaro de pedirle a Dios por la vida de Matthew? Qu broma de mal gusto le estaba jugando la vida y su mejor amigo! Entonces dejando de lado los escrpulos y slo pensando en el bien de Matthew comenz a rezar por su amigo, hasta que la pena inund su alma y comenz a llorar como un nio mientras le rogaba en silencio a Dios para que no lo probara de esta forma, pues l quera e iba a cambiar y hara cualquier cosa por Matthew. Le peda tan slo que no se lo llevara todava. Rezaba y lloraba, al mismo tiempo que trataba de cantarle esa cancin favorita de ambos al odo a su querido amigo que segua aguantando, luchando por vivir. Le conversaba con impotencia al no poder despertarlo, dndole suaves palmadas en el rostro.

    _ Matthew por la pucha no me hagas esto viejo, por favor amigo. No se te ocurra morirte! S que te dej solo, pero por favor perdname. Trata de recordar cuando ramos chicos y lo pasbamos tan bien, no te acuerdes de las cosas malas amigo. Ya pues Mansfield reacciona hombre por Dios Santo! Cuando el mundo me deja caer, t eres el nico que siempre me levanta. Necesito que me ayudes a salir adelante. Qu te pasa Matthew? Por qu ests respirando as viejo? Me ests asustando, no te mueras hermano, por favor no te mueras. Mateo, Mateo, tuviste que infartarte justo ahora. Amigo, abre los ojos, Matthew..

    Su corazn lata un poco ms calmado gracias a la pronta medicacin a la cual lo haba sometido su padre, pero an le lata como si le estuviera a punto de estallar y su respiracin estaba agitada y entrecortada. Manuel estaba desesperado por no poder

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    hacer nada: le tomaba las manos, lo abrazaba contra s, le acariciaba la cabeza, lo nico que quera era que despertara, hasta que finalmente llegaron a la clnica.

    _ Matthew no s si me escuchas, pero ya llegamos a la clnica. Voy a tomarte con cuidado de las axilas para poder ponerte en la camilla.

    Matthew abri sorpresivamente sus ojos, y mir a su amigo con una mirada suplicante y apretndole fuertemente la mano a Manuel volvi a cerrarlos.

    - Clmate amigo, s que ests asustado, pero trata de relajarte, te voy a sacar del auto.

    Con un entraable cuidado Manuel lo tom por debajo de los brazos y junto con un enfermero y el pap de Matthew lo acomodaron en una camilla, colocndole de inmediato una mascarilla de oxgeno. Lo ingresaron a urgencias. Manuel tuvo que quedarse afuera mientras que el Dr. Mansfield se qued con su hijo en el box de reanimacin para someterlo a un sin nmero de exmenes. Pasaron varios minutos que se hicieron eternos hasta que sali el pap de Matthew para avisarle a su esposa la cual haba llegado junto con todos sus hijos que Matthew se encontraba estable y que no era algo tan grave como pareca al principio. Sin embargo iba a tener que quedarse por unos das en la clnica y esa noche la pasara en la unidad de cuidados intermedios.

    Isabel estaba all, plida, con los ojos rojos de tanto llorar. Su hermano adorado, acaso se iba a morir as tan de repente, dejndola con un vaco enorme? Manuel que no sala del espanto cruz repentinamente su mirada con ella y acercndose la abraz y as se quedaron por un largo rato.

    Todos queran ver a Matthew. Su mam entr unos instantes con sus hijos. Manuel con Isabel tomados de las manos esperaban su turno sentados en el suelo acurrucados contra la pared. Lamentablemente para los visitantes, no podan permanecer con l por mucho rato, ya que Matthew estaba adormilado, agotado y dolorido.

    Por fin le toc entrar a la pareja. Isabel corri al lado de su hermano. Le bes la frente y le acarici la cabeza. Manuel se qued paralizado en la puerta sin poder avanzar mirando a Matthew al que tenan semisentado en una cama, con la mascarilla de oxgeno, conectado a un monitor que sonaba fuerte y con el torso desnudo donde le haban colocado unos electrodos. Matthew al ver a su amigo con cara de pnico haciendo un gran esfuerzo se sac la mascarilla, le esboz una sonrisa y con un gesto de su mano lo llam para que se aproximara. Lento y tiritando como una hoja soplada por el viento, se acerc a la camilla y le tom la mano. Matthew

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    cerr los ojos, estaba rendido y no poda hablar. Isabel con una mano le acarici la frente y con su otra mano tom la mano de Manuel y la puso cobre la suya y sobre la de Matthew quedando los tres unidos.

    _ Matthew, nosotros nos vamos a quedar aqu contigo un ratito. Mi pap nos autoriz a estar aqu para que te sientas acompaado. Vas a estar bien, peladito, yo s que vas a estar bien, pero tienes que descansar. Supongo que te puedes quedar conmigo ac Manuel unos instantes.

    Manuel estaba mudo, plido y segua asustado. Ni siquiera se atreva a levantar la vista para mirar a Matthew. Le tena un miedo irracional a la muerte y nunca le haba tocado vivir una experiencia tan cercana a ella. A duras penas logr sacar la voz.

    _ Yo... yo... meme puedo quedar toda la noche si t quieres. Perdname, estoy choqueado en realidad nunca me haba pasado algo semejante. Estoy paralizadoy sabes

    Al cabo de una pausa y no pudiendo terminar la frase Manuel comenz a llorar compulsivamente.

    - Isa, esto que le pas a Matthew es culpa ma. Si yo no me hubiera aparecido tal vez no se habra sobreexcitado tanto y.es una pesadilla. Esto no puede estar pasando! Por qu justo ahora? Verlo as me da una pena tremenda, sabiendo como es l de sano, de inocente.

    _ Lo que pasa Manuel es que mi hermano mayor nunca le dio importancia a esos dolores, que segn l eran de angustia. La verdad es que yo tambin me siento culpable por no haberle dicho a mi pap hace semanas que Matthew se vena quejando de dolores en el pecho cuando estaba nervioso o preocupado. Nunca, en mi ignorancia, se me pas por la mente que podra venirle algo as. Te repito Manuel para que te quedes tranquilo que no es culpa tuya: hace das que me haba dicho que andaba con dolor en el pecho y que senta como si su corazn se estuviera yendo por un embudo, pero me dijo que le vena eso cuando se acordaba de algunas cosas que lo ponan triste y se angustiaba por ello. No te eches la culpa Manuel, adems si t no hubieras estado con l en su pieza en ese momento quizs se habra desmayado solo, le hubiera dado un infarto fulminante y tal vez ahora estara muerto. Y te aseguro que no se nos va a morir todava. Mralo, es fuerte, es sano, es un hombre grandote. Es deportista. Estas cosas le dan a la gente que no se cuida y t sabes lo ordenado que es con su vida. Mralo Manuel, no tengas miedo, est vivo:

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    has visto, has conocido en tu vida a alguien con un rostro y un carcter ms dulce que mi hermano? Le queda mucho por vivir, yo s. Dios simplemente nos est probando, o a lo mejor lo est probando a l mismo. Tiene planes para todos nosotros que no conocemos. No te niego que me duele y me da una pena terrible verlo enfermo, pero tenemos que ser fuertes y sacarlo adelante. He conocido gente a la que le han venido estas especies de preinfartos y se han recuperado bien, slo tiene que cuidarse y no trabajar tanto en la U. Est vuelto loco con el asunto de ir a Inglaterra y si no se cuida y frena un poco el ritmo, no va a poder irse

    Matthew haba abierto los ojos de nuevo. Les apret las manos suavemente, como queriendo agradecerles por estar all. Estaba confundido y se senta muy dbil, pero estaba al mismo tiempo sereno, se vea apacible a pesar de su estado. Les hubiese gritado que los quera, que iba a recuperarse, que no lloraran ms por l y que slo necesitaba que lo acompaaran.

    Al cabo de unos minutos regres el Dr. Mansfield y ya ms tranquilo se acerc a ver a su hijo besndole la frente.

    _ Vas a estar bien hijito, te trajimos a tiempo. Los exmenes estn relativamente buenos. Slo se le obstruy levemente un vaso, esto que le pas a Matthew se llama, para que sepan, ateroma de la capa fina. Es como una herida que se produce en un vaso sanguneo. A la gente joven le da por el stress, o por mala alimentacin, o por stress, y no creo que sea el caso de Matthew, por consumo de drogas. Puede ser tambin hereditario, pero hasta donde s en nuestra familia nadie ha sufrido del corazn. Va a tener que cuidarse no ms, tocar ms el violn y menos idas y venidas a la universidad por un tiempo. Creo que sera bueno que congelase el semestre y postergara el viaje para el ao sub siguiente. Por ahora chiquillos los voy a ir a dejar a la casa. Matthew tiene que dormir y ustedes tambin. Yo los dejo y me vuelvo para pasar la noche con l. Manuel, si quieres puedes dormir en la pieza de Matthew para que maana lo vengas a ver temprano con Annie. Matthew estar feliz que te quedes con nosotros esta noche. Por hoy lo dejar en la UCI Intermedia segn como siga en la noche, maana temprano lo llevamos a una pieza individual. No s cmo lo va a tomar, pero lamentablemente y por su bien, va a tener que quedarse unos das.

    Manuel haba pasado del susto a la negacin y ahora a la rabia. Estaba enfurecido con la vida, con Dios. Ni siquiera haba escuchado el ofrecimiento del Dr. Mansfield. Su rostro reflejaba molestia, cansancio e impotencia porque no poda explicarse cmo a alguien tan joven y lleno de vida, le pasa algo tan terrible, y para colmo frente a sus ojos. Pobre Matthew - pensaba- va a tener que postergar

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    muchas cosas. Para colmo de males, l iba a tener que apoyarlo ahora y no al revs. Slo una cosa pasaba por su mente. Por qu? Por qu y para qu? Qu sentido poda tener esto? Qu pretenda Dios castigando a su mejor amigo si era l el que haba desperdiciado tantos aos? Ser que Dios quera que ayudando a Matthew a recuperarse del cuerpo l se recuperara del alma? En compaa de estos pensamientos estaba cuando Isabel, que haba notado su molestia, le tom de la mano y le pidi que se calmara y que se fuera con ellos a la casa. Manuel agradeci el ofrecimiento y se fue con ellos sin antes darle un fuerte apretn de manos a su mejor amigo que se haba dormido profundamente gracias a los medicamentos.

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    Captulo 2 Dichoso el rbol que es apenas sensitivo, y ms la piedra dura porque sa ya no siente, pues no hay dolor ms grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente

    Rubn Daro.

    Llegados a la casa de los Mansfield, ya un poco tarde por la noche, Isabel y Manuel entraron a la pieza de Matthew. Es tan propio de la naturaleza humana darle un significado especial a los objetos personales, a la ropa, a los libros, en fin, a las cosas de las personas que han sufrido un accidente o hasta la misma muerte y ya no estn con nosotros. Ah estaban todos los tesoros de Matthew: su violn, sus libros, sus anteojos para leer, su cuaderno de escritos, los famosos trabajos por corregir y las fotos de su familia, una foto suya con Manuel cuando salieron del colegio, otra junto con sus compaeros de la universidad. Todo estaba tal como el muchacho lo haba dejado, sin embargo ahora la habitacin se senta vaca. A esa misma hora todos los das Matthew se sentaba en el escritorio a escuchar msica, a leer y a estudiar, y era costumbre que Isabel entrara a conversarle un rato antes de dormir.

    _ No s si ser capaz de dormir en la cama de Matthew. Es como dormir en la cama de un muerto.

    _ Qu ests diciendo, por Dios! Matthew no est muerto! Qu te pasa Manuel? Por favor no digas esas cosas! Mi pap hizo un gran gesto hacia ti invitndote a dormir aqu, pens que.no lo s. No vuelvas a decir una cosa como esa.

    _ Disculpa, no quise herirte. No soy consciente de lo que digo. Es que estoy choqueado, enfurecido, cansado y digo tonteras. Espero que Matthew no se moleste por quedarme en su pieza. Tiene todas sus cosas y no creo que le guste saber que estuve aqu sin l. T sabes lo reservado que es y que no le gusta que se metan en su mundo.

    - Slo duerme y no pienses ms. Qudate tranquilo, estoy segura que mi hermano no quiere que estemos tan afligidos por l.

    - Puedes darme una respuesta a todo lo que est pasando? Pareciera ser una maldicin, no me convenzo de lo que ha ocurrido. Estoy tan enrabiado que siento que me va reventar la cabeza. Estaba yo ahah sentado, como antes que nos

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    peleramos, al borde de la cama, y l, que es tan controlado para todo, me dice cuando ya casi reventaba de dolor, que fuera a buscar a tu pap porque no se senta muy bien, qu temple tiene este hombre! Yo me hubiera tirado al suelo y me habra mandado al demonio. Me fui todo el camino hablndole, hasta le cant al odo. No s si me habr escuchado porque iba realmente muy mal, pens que iba a morirse en el auto. Nunca haba sentido un corazn latir tan rpido, tena puesto mis dedos en su cuello para tomarle el pulso y estaba espantado de lo fuerte que le lata su corazn. Todava me tiritan las manos, y an siento sus latidos en mis dedos. Qued con una sensacin muy desagradable no s si de pnico, de impotencia, de desesperacin al no poder hacer nada por l. l trataba de respirar con normalidad, yo saba que estaba luchando por controlar su respiracin, como al correr, pero se le escuchaba espantoso. Habamos estado comiendo y tomndonos unas cervezas juntos en el pub de la calle Valparaso, caminamos harto, se vea bien. Lleg tan contento a esta casa, estuvimos cantando, escuchaste como toc el violn? Haca tiempo que no lo escuchaba ni lo vea tocar, es muy bueno, podra haberse dedicado a la msica, y de un momento a otro, en un abrir y cerrar los ojos, frente a m, como si fuera una venganza, comienza a sentirse mal y cae desfallecido. As es como te pilla la muerte Isabel? Cuando menos lo piensas. No me puedo sacar de la cabeza la imagen cuando se desmaypobre Mateo.

    - Manuel, no llores ms, ha sido terrible, lo s, estoy sufriendo igual que t, pero Matthew est bien cuidado ahora. Mi pap lo va a acompaar y estaba durmiendo tranquilo cuando nos vinimos. Yo no te puedo explicar nada porque no soy nadie para hacerlo. Las cosas son por algo nada ms. Descansa, maana a primera hora nos vamos a la clnica. No pienses ms, reza por l, se va a recuperar. Ah! Me alegr mucho de volver a verte, estoy feliz de que te quedes en mi casa esta noche en la pieza de mi hermanito. Es como si l mismo estuviera aqu y el vaco no se siente tan grande. Buenas noches.

    Manuel se recost sobre la cama de Matthew y se qued dormido de inmediato. Al da siguiente muy temprano Thomas fue a despertarlo para ir a visitar a su hermano a la clnica. Pero Thomas no estaba igual que siempre, chacoteando y haciendo bromas, es ms, pareca mirar a Manuel con recelo. Pensaba que el infarto era su culpa por haberle abandonado en esos aos en que cierta muchacha le haba roto el corazn y lo haba visto a la deriva encerrndose en su mundo y volcndose de lleno a estudiar y a trabajar como loco en la universidad.

    _ Parece que tienes un problema conmigo Thomas, lrgala, por qu me ests mirando con esa cara? Yo tambin me siento muy mal con lo de Matthew, y no te

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    niego que me siento culpable, pero creo que tu hermano nos necesita ver unidos y no peleando.

    _ Y quin eres t para venir a hablarme de unidad? Eres un cara de palo Etcharren! Despus de todo lo que te busc para alejarte de tus nuevas amistades; que te busc para contarte lo triste que se senta por lo de la C. y t no estabas. Se volvi ms melanclico y cada da estaba ms para adentro con sus rollos internos. Mi hermano nunca ha sido muy bueno para abrirse conmigo, pero por lo menos algo conversbamos, ahora ms parece vivir encerrado, con la cabeza llena de problemas, se lo pasa tocando ese maldito violn, escribiendo, leyendo, y trabajando en la universidad todos los das hasta tarde. Hasta haba dejado de acompaarme a la pista a correr y de un da para otro te apareces y queda la escoba. Casi matas a mi hermano y eso no te lo voy a perdonar nunca Etcharren, y reza para que no le pase nada ms.

    Mi mam ya se fue, as que tengo que irme contigo para mi desgracia y con la Isa. Supongo que no estars pololeando con ella? A m no me cuentan nada, pero yo vengo de vuelta y escucho cosas y los gestos hablan por s solos. Ayer estaban muy acarameladoste pasaste Etcharren, aprovechndote del momento. Voy a llevarle su rosario y unos libros a Matthew, aprate.

    Etcharren se qued con la boca abierta. No se haba dado cuenta de que en realidad haba estado abrazado y de la mano con Isabel todo el rato que estuvieron en la clnica, qu vergenza! Tena que disculparse con Isabel y decirle que la quera, pero que no era el momento an para comenzar algo juntos. De todas formas saba que Thomas hablaba de pura rabia y pena, y que en parte tena razn. No se imagin que Matthew se hubiera vuelto tan para dentro y que estaba llevando una vida tan sola. No pens que el rechazo de C. le hubiere afectado tanto.

    Mientras se vesta, decidi no acompaar a los hermanos Mansfield e ir primero a su casa a cambiarse, a baarse y comprarle algo a Matthew para llevarle a la clnica. Por lo dems quera conversar con su amigo a solas y en la maana iban a estar todos los hermanos, su mam y no quera seguir importunndolos ms.

    La maana de Matthew en la clnica transcurri con un gran bullicio en la unidad de cuidados intermedios. La noticia de la enfermedad de Matthew se haba corrido por la facultad y varios compaeros y su profesor gua lo haban ido a visitar aunque sin poder estar con l ms de un minuto, porque an se senta muy cansado y no le sala la voz. Tambin su mam lo haba acompaado en silencio hasta el almuerzo y sus hermanos iban y venan entre sus quehaceres de estudio.

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    Cuando dieron las cuatro de la tarde Manuel lleg a verlo. Un poco antes a Matthew lo haban trasladado a una habitacin en el pensionado de la clnica y poda tener mayor privacidad y tranquilidad. En la puerta haban colocado un cartel diciendo que tena prohibida las visitas. Al llegar Manuel y encontrase con el cartel, dud en entrar y se las arregl buscando al Dr. Mansfield por toda la clnica para que le permitieran entrar a saludarlo. Senta una necesidad enorme de poder verlo y de escucharlo, pues su conciencia segua acusndolo de haber sido el causante de sus desgracias.

    Tras lograr la venia para entrar, al pasar dentro vio a su amigo durmiendo y en silencio se par frente a su cama. Matthew estaba an con unos tubitos de oxgeno en las narices, tena colocado en su brazo izquierdo una va venosa hasta donde llegada el suero con los medicamentos para el corazn, y en dedo pulgar derecho tena puesto el monitor digital. Gracias a Dios haban apagado el exasperante ruido de la maquinita que le controlaba la presin y el pulso. Estaba ms plido de lo normal, pero dorma apaciblemente como si estuviese descansando de una trgica experiencia. Manuel se sent en una silla al lado de su cama esperando a que despertara y a los pocos minutos cuando ya haba comenzado a cabecear por el sueo atrasado de la noche anterior, Matthew lo llam.

    - Oye Etcharren! Manuel! ya estoy despierto.

    - Matthew, viejo, qu alivio poder escucharte de nuevo! Cmo te sientes? Me hiciste pasar un gran susto ayer, pens que te moras. No quise venir en la maana para no incomodar a tu familia. Thomas cree que yo te hice esto y en verdad yo tambin lo estoy sintiendo as.

    - Estoy agotado, estoy muy cansado. Siento como si me hubiera pasado un camin por encima, estoy apaleado, pero ya no tengo dolor. No le hagas caso al Tommy, siempre ha sentido celos de que seas tan amigo mo y no le cuente todas mis cosas. Vas a tener que sentarte a mi lado porque no puedo hablar fuerte, me cuesta sacar la voz, tiendo a ahogarme. An siento mi corazn latir un poco fuerte, es muy molesto, pero estoy bien. Cuando sienta que no doy ms, te aviso, no para que te vayas, sino para que me dejes dormir un poquito. Gracias por haber venido a verme y disculpa el susto que te hice pasar. Escuch lo que me dijiste en el auto, te escuch cantar, pero estaba como ido, como en un sueo, estaba tan dbil que ni siquiera poda abrir los ojos, fue todo muy chocante. Me acobard cuando me dijiste que ya habamos llegado a la clnica y que ibas a bajarme, Sabes lo que pens? Cre que iban meterme a un quirfano y me iban a abrir el pecho para arreglarme el corazn, qu locura!,

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    pens lo peor. No te m