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Informe Pa s

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I UNIVERSIDAD DE CHILE CENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS ÁREA DE DESARROLLO SUSTENTABLE Informe País Estado del Medio Ambiente en Chile - 1999 Colección Sociedad Estado y Políticas Públicas PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL MEDIO AMBIENTE OFICINA REGIONAL PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE
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I

UNIVERSIDAD DE CHILECENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS

ÁREA DE DESARROLLO SUSTENTABLE

Informe PaísEstado delMedio Ambienteen Chile - 1999

Colección Sociedad Estado y Políticas Públicas

PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDASPARA EL MEDIO AMBIENTE

OFICINA REGIONAL PARA AMERICA LATINAY EL CARIBE

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II

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

© Centro de Análisis de Políticas Públicas Universidad de Chile

© LOM Ediciones

Primera edición en 1.500 ejemplares

I.S.B.N. 956-282-294-XRegistro Propiedad Intelectual Nº 114.693

Impresión: LOM EdicionesConcha y Toro 23,Tel.: 688 52 73 Fax: 696 63 88

Impreso en Chilejunio de 2000

Page 3: Informe Pa s

III

Santiago, junio 2 de 2000

SeñoraAdriana HoffmannDirectora EjecutivaComisión Nacional de Medio Ambiente

Estimada Sra. Directora:

Tengo el agrado de hacerle entrega del documento “Informe País: Estado del Medio Ambiente enChile 1999” de acuerdo con lo establecido en el convenio que para tal efecto suscribiéramos el 3 demayo de 1999 el entonces Director Ejecutivo de CONAMA, Sr. Rodrigo Egaña Barahona y esta Rectoría,en cumplimiento de lo acordado por el Consejo Directivo de CONAMA.

Constituye para nuestra Universidad un señalado honor y una gran responsabilidad haber sidoelegida para elaborar un informe que, como señala el convenio en una de sus partes, “servirá comodocumento de análisis para la labor del Consejo de Desarrollo Sustentable, foro ciudadano medioambientalasesor del Presidente de la República, cuya función es el estudio y proposición de acciones de impulso yresguardo del desarrollo sustentable”. Confío en que hayamos respondido satisfactoriamente a tan altaresponsabilidad.

Como es de su conocimiento, la realización de este proyecto fue encomendada por esta Rectoría alCentro de Análisis de Políticas Públicas de nuestra universidad. En su diseño general y revisión el CAPPcontó con la valiosa cooperación del Comité de Expertos en Medio Ambiente, integrado por 13 desta-cadas personalidades vinculadas al tema. En la elaboración de las diversas áreas temáticas colaboraronestrechamente con el grupo coordinador responsable del proyecto un conjunto de especialistas de reco-nocida trayectoria profesional, con sus respectivos equipos de trabajo. Además, los borradores finalesdel informe fueron sometidos a una amplia consulta. De esta manera, se procuró recoger en este informeel conocimiento y la experiencia de académicos de nuestra propia universidad y de la comunidaduniversitaria nacional, así como de los funcionarios públicos, los organismos no gubernamentales y losconsultores privados especializados en el tema.

Por otra parte, el CAPP incorporó en la preparación de este informe la experiencia internacionaladquirida como Centro Colaborador en los Panoramas del Medio Ambiente Global del Programa de lasNaciones Unidas para el Medio Ambiente, conocidos como GEO I y GEO 2000, en cuyo contexto recibióademás un generoso apoyo de la Oficina Regional del PNUMA para América Latina y el Caribe (ORPALC).

Me es muy grato expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos los que nos ayudaron en estaimportante tarea.

Atentamente,

Profesor Luis RiverosRectorUniversidad de Chile

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IV

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

Guillermo GeisseCIPMA

Adriana Hoffmann*Defensores del Bosque

Guillermo JulioUniversidad de Chile

Manfred Max NeefUniversidad Austral de Chile

EQUIPO COORDINADOR:

Area de DesarrolloSustentableCentro de Análisisde Políticas PúblicasUniversidad de ChileDirecciónOsvaldo Sunkel

CONTRIBUCIONES

CAPÍTULO I :

Panorama GeneralAutorOsvaldo Sunkel

AsistenteSebastián Miller

CAPITULO I I :

Situación del Medio Ambientey del Patrimonio Natural

1. AireAutorHugo SandovalUniversidad de Chile

2. Recursos HídricosAutorRoberto Pizarro TapiaUniversidad de Talca

CoautoresCarlos Salazar MéndezCésar Bravo CáceresJorge Caro Dumas

ColaboradoresPedro Bravo CarrascoPatricio Carrasco Tapia

COMITÉ ASESOR

Ximena AbogabirCasa de la Paz

Fernando AllendeConsultor privado

Guillermo DonosoP. Universidad Católica de Chile

Humberto FuenzalidaUniversidad de Chile

Juan GastóP. Universidad Católica de Chile

3. BosquesAutoresAntonio LaraMarco CortésCristián EcheverríaUniversidad Austral de Chile

4. Diversidad BiológicaAutorJavier SimonettiUniversidad de Chile

AsistenteJorge Mella

5. SuelosAutorFernando Santibáñez Q.Universidad de Chile

CoautorAlejandro García

Colaboraciones especialesJuan Manuel Uribe MenesesAndrés de la Fuente de la FuenteRodrigo Fuster

6. Áreas Marinas y BordeCosteroAutorCarlos MorenoUniversidad Austral de Chile

* Con fecha 11 de marzo del 2000, renunció al ComitéAsesor y a Defensores del Bosque, al asumir la Direc-ción Ejecutiva de CONAMA.

Participación especialAldo Fedele

7. Recursos MinerosAutoresGustavo Lagos Cruz-CokeMarcelo AndiaPontificia Universidad Católica de Chile

8. Asentamientos HumanosAutorHernán Durán de la Fuente

AsistentesAlejandra MedinaValentina Orrego

Participación especialFederico Arenas

CAPÍTULO I I I :

Políticas e Instrumentos parala Gestión AmbientalAutorFrancisco Brzovic Parilo

Francisco OrregoAcademia Chilena de Ciencias Sociales,Políticas y Morales

Oscar ParraUniversidad de Concepción

Carlos PeñaUniversidad Diego Portales

Hernán SandovalCorporación Chile Ambiente

Coordinación y ediciónFrancisco Brzovic PariloMarisabel Romaggi

Asesor EspecialCoodinador Áreas TemáticasNicolo GligoPrograma de las Naciones Unidas parael Medio Ambiente (ORPALC / PNUMA)

AsistentesBernardita EcheverríaAna María Tomassini

Diseño y producciónCorporate Design

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V

ÍNDICE

Contribuciones IVPresentación VII

CAPÍTULO I :

Panorama General 1

1.1 La Dinámica socioeconómica en los 90 21.2 Síntesis de la situación de los recursos naturales y ambientales y perspectivas para las próximas décadas 161.3 La gestión ambiental durante los años 90 22 Referencias bibliográficas 25 Anexo Estadístico 27

CAPÍTULO II:

Situación del Medio Ambiente y del Patrimonio Natural 33

1. Aire 351.1 Calidad del Aire 371.2 Condicionantes de la contaminación atmosférica 571.3 Acciones del Estado para descontaminar Santiago 621.4 Perspectivas y conclusiones 67

Anexo 69Referencias bibliográficas 72

2. Recursos Hídricos 752.1 Estado de los recursos hídricos 772.2 Presión generada por los usos del agua 892.3 Marco jurídico institucional 942.4 Perspectivas 108

Referencias bibliográficas 114Anexos 117

3. Bosques 1313.1 Situación de los recursos forestales 1333.2 Causas socioeconómicas determinantes del estado del bosque nativo 1413.3 La estructura jurídica e institucional 1513.4 Perspectivas y recomendaciones 160

Anexos 167Referencias bibliográficas 171

4. Diversidad Biológica 1754.1 Situación de la diversidad biológica de Chile 1774.2 Factores condicionantes del estado de conservación de la diversidad biológica 1884.3 Acciones nacionales para la protección de la diversidad biológica 1914.4 Perspectivas 193

Referencias bibliográficas 194

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VI

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

5. Suelos 2035.1 Patrimonio y estado de los suelos. 2065.2 Causas socioeconómicas explicativas de la situación de los suelos 2195.3 Aspectos jurídicos institucionales, programas y compromisos internacionales 2245.4 Perspectivas 237

Referencias bibliográficas 243

6. Recursos del Mar y del Borde Costero 2456.1 Características y situación de los recursos marinos y costeros 2476.2 Crecimiento del sector pesquero acuícola, industrial y artesanal 2716.3 La regulación, las instituciones y la investigación científica 2766.4 Conclusiones y Recomendaciones 284

Referencias bibliográficas 286

7. Recursos Mineros e Hidrocarburos 2897.1 Situación de los recursos mineros e impacto de la minería 2917.2 Factores socioeconómicos básicos condicionantes de la producción y

del impacto de la minería 3077.3 Las acciones para la regulación y el fomento productivo y para

la minimización del impacto ambiental 3097.4 Perspectivas 317

Referencias bibliográficas 319Anexos 320

8. Asentamientos Humanos 3258.1 Sistema de asentamientos 3278.2 Clasificación por categoría de asentamientos 3308.3 Crecimiento diferenciado por rango de ciudad 3358.4 Dinámica de la población 3358.5 Calidad de vida en los asentamientos humanos 3398.6 Factores que influyen en el estado ambiental de los acentamientos humanos 3548.7 Perspectivas 363

Referencias bibliográficas 365

CAPÍTULO III:

Políticas e Instrumentos para la Gestión Ambiental 3693.1 Contexto de la gestión ambiental 3693.2 Marco jurídico e institucional 3713.3 Instrumentos de regulación y económicos 3863.4 Participación ciudadana 3943.5 Iniciativas de los sectores productivos 3963.6 Contexto internacional y compromisos 3983.7 Algunas conclusiones 400

Referencias bibliográficas 403

Siglas 405

Anexo Cartográfico 411

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VII

In t roducc ión

PRESENTACIÓN

URANTE EL DECENIO de los noventa,con la promulgación de la Ley de Basesdel Medio Ambiente se crea en Chile la

Comisión Nacional del Medio Ambiente (1994),cuya función principal es la coordinación de lagestión ambiental desarrollada por los organis-mos del Estado. A partir de ese momento secomienza a implementar una política ambientalnacional y se establecen criterios institucionalesy de regulación que comprometen las accionescorrespondientes, tanto del sector público comode la sociedad civil.

Después de una década de gestión ambientalbajo el régimen democrático, el país ha consta-tado tanto avances como deficiencias en estecampo, con una creciente preocupación e insatis-facción ciudadana por el estado del medio am-biente y sus efectos sobre la calidad de vida dela población.

En este contexto, el Consejo Directivo de laCONAMA consideró necesario informar al paísrespecto de lo realizado y sobre el estado actualy las perspectivas de la situación ambiental enChile, presentando un informe de carácter inde-pendiente, que pueda servir como documento deanálisis para la labor del Consejo de DesarrolloSustentable.

Para asegurar la objetividad del análisis, laCONAMA entregó la responsabilidad de la elabo-ración de este informe a la Rectoría de la Univer-sidad de Chile, la que encargó su ejecución alArea de Desarrollo Sustentable del Centro deAnálisis de Políticas Públicas (CAPP). Esta unidadacadémica convocó a destacados especialistas del

D país a formar parte del Comité de Expertos enMedio Ambiente, instancia que orientó el procesogeneral para la elaboración del informe, contri-buyendo especialmente en la definición de laestructura de contenidos y a la revisión de lasversiones preliminares de este documento. Porotra parte, coordinó el trabajo de un conjunto dedestacados investigadores y expertos pertenecien-tes a diversas universidades, que desarrollaron loscontenidos de los ocho temas específicos selec-cionados.

Con el objetivo de generar una discusiónparticipativa en torno a este informe, el CAPPrealizó un proceso de consulta, invitando a lasinstituciones públicas, organizaciones no guber-namentales, asociaciones gremiales y profesio-nales, a los miembros del Consejo Consultivo deCONAMA y del Consejo de Desarrollo Sustenta-ble, a revisar las versiones preliminares de lasdistintas secciones y a enviar sus comentarios,observaciones y sugerencias, las que fueron de-bidamente consideradas por el equipo responsa-ble del estudio y por los respectivos especialistastemáticos.

El Centro de Análisis de Políticas Públicas dela Universidad de Chile agradece a todas aquellaspersonas e instituciones que respondieron a laconsulta realizada y expresa su reconocimiento ala dedicación y valiosa contribución de los miem-bros del Comité de Expertos y a los especialistasy asistentes de investigación que participaron enla elaboración de las distintas secciones del infor-me. También expresa su agradecimiento al apoyobrindado por la Oficina Regional para AméricaLatina y el Caribe del Programa de las naciones

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VIII

cantidad de los recursos y servicios ambientales(estado) y la sociedad en su conjunto responde aestos cambios a través de la acción de la gestiónpública (cambios institucionales, formulación depolíticas), del comportamiento de la sociedad civily también como resultado de la influencia de lasrelaciones internacionales.

Los procesos socioeconómicos, los componen-tes del medio ambiente y los elementos de respues-ta considerados en el presente informe se exponenen el siguiente esquema:

Para cada uno de los componentes del medioambiente se describe la evolución de los indicadoresde estado hasta el año 1990 y la situación actualal año 1999 (o en las fechas más cercanas deacuerdo a la información disponible). En segundo

Unidas para el Medio Ambiente, entidad con lacual el CAPP ha venido cooperando en los estu-dios sobre el estado del medio ambiente global yregional, más conocidos internacionalmente porsu sigla en inglés, GEO.

ENFOQUE CONCEPTUAL,ESTRUCTURA YCONTENIDOS DEL INFORME

El marco analítico utilizado corresponde almodelo de la Organización para la CooperaciónEconómica y el Desarrollo (OCED) de presión-estado-respuesta, basado en el concepto de causa-lidad: las actividades humanas (procesos socioeco-nómicos) ejercen presiones en el medio ambienteque se traducen en cambios en la calidad y

INFORMACIÓN

PRESIÓN ESTADO RESPUESTAActividades humanas Condición del medio ambiente Agentes económicos,

Y de los recursos naturales sociales y ambientales

Agricultura Aire Políticas globales yEnergía presiones Recursos hídricos información sectoriales

Industrialización Bosques LegislaciónMinería Diversidad biológica Institucionalidad

Transporte recursos Suelos decisiones InstrumentosPesquería y Acuicultura Recursos marinos acciones Participación

Urbanización Recursos mineros Información Asentamientos humanos Educación

Acuerdos internacionales

decisiones - acciones

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IX

In t roducc ión

lugar, se analizan los procesos socioeconómicosespecíficos (presiones) que se consideran relevantespara cada uno de los temas que se abordan.Finalmente se analizan las principales respuestasinstitucionales e instrumentos de políticas específi-cas y se identifican las principales tendencias parala próxima década. Cabe destacar que toda lainformación utilizada está referida a fuentes esta-dísticas y bibliográficas publicadas y accesibles, lasque están debidamente indicadas en el informe.

El informe se divide en tres partes: en laprimera se presenta un panorama general de losprocesos relevantes ocurridos en el país durantelas últimas décadas en el ámbito económico,político, social, cultural y ambiental; en la segun-da se entrega una descripción de la situaciónambiental respecto de las ocho áreas temáticasseleccionadas. La tercera parte se refiere a lasiniciativas de políticas e instrumentos de la ges-tión ambiental desarrolladas, identificando en tér-minos generales el impacto (o posible impacto) enel estado del medio ambiente y los factores quehan contribuido a su éxito o fracaso. En el análisisde estos temas se incorporan tanto acciones porparte del Estado, de la sociedad civil y de losacuerdos internacionales y, en algunos casos, seidentifican las principales perspectivas, recomen-daciones y desafíos de la gestión ambiental parala próxima década.

Es importante mencionar que esta es la prime-ra vez que se realiza un informe que persigueentregar un panorama global del estado delmedio ambiente en Chile junto con explorar las

principales presiones y medidas de respuestasinstitucionales, tanto del sector público comoprivado y de la sociedad en general. Esta inicia-tiva debería constituirse en la primera fase de unproceso permanente de evaluación del patrimonionatural, considerando que la metodología, lainformación y los conocimientos empleados eneste documento deben ser perfeccionados enfuturos informes.

De igual manera, se debe tener presente que laedición final de los contenidos de los distintoscapítulos fue realizada por el Area de DesarrolloSustentable del Centro de Análisis de PolíticasPúblicas de la Universidad de Chile, a partir de losdocumentos elaborados por los autores de lasdistintas secciones temáticas y, por lo tanto, puedeno incluir y/o reflejar en su totalidad y detalle losanálisis originales elaborados por cada uno de losespecialistas. Por otro lado, parte de estos análisis yconclusiones pueden estar sujetos a ulterioresperfeccionamientos, debido a las insuficienciasconstatadas en la información disponible,particularmente en lo que se refiere a la existenciade series de datos históricas y a la gran dispersiónde investigaciones específicas de difícil acceso ycomparación. A lo anterior se debe agregar lalimitación del tiempo disponible para la elaboraciónde este informe, situación que en esta oportunidadrestringió las posibilidades de establecer un procesoaun más amplio de consultas y de retroalimentación,mecanismo que se reconoce fundamental para laelaboración de un informe de estas características.

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Panorama Genera l

I

L A CRECIENTE PREOCUPACIÓN por el esta-do del medio ambiente en Chile es parte deun fenómeno universal de deterioro ambien-

tal derivado de la utilización cada vez más intensay extendida de los recursos naturales y el medioambiente. Se manifiesta explícitamente por primeravez a nivel gubernamental internacional en laConferencia de las Naciones Unidas sobre el MedioAmbiente Humano realizada en Estocolmo en 1972.

Estas conferencias contribuyeron de maneradecisiva a que se tomara conciencia de que lahumanidad ha experimentado durante el últimosiglo, y en especial desde mediados del mismo, unextraordinario crecimiento demográfico y de lasactividades socioeconómicas, así como una granconcentración geográfica en áreas urbanas. Ade-más, que se ha producido una espectacular acele-ración de la innovación tecnológica, especialmen-te con relación al transporte automotriz y laindustria petroquímica, con la consiguiente ex-pansión de la generación de energía de fuentesfósiles, sobre todo el petróleo, redundando todoello en un aumento preocupante de la contamina-ción por emisiones que son particularmente noci-vas para el medio ambiente y la salud humana.

Esto es la consecuencia de que se han idoocupando progresivamente proporciones crecien-tes de la superficie del planeta en un proceso detransformación del medio ambiente natural enmedio ambiente artificializado y construido por elhombre. Con el aumento de la dimensión absolutade este último en relación al primero, se hanintensificado las presiones y exigencias sobre losecosistemas. Este proceso elevó considerablemente

el ingreso per cápita y los niveles de vida medios,aunque con grandes desigualdades dentro y entrelos países. También se produjeron una serie deefectos ambientales nocivos que atentan contra lacalidad de vida y la salud humana y de las demásespecies, a la vez que aumentan los costos am-bientales y económicos del crecimiento e inclusose ponen en peligro los equilibrios ecosistémicosglobales. Un ejemplo de la conciencia que se hagenerado en torno a estos problemas es la presen-cia de todos los gobiernos del mundo negociandoreducciones en las emisiones causantes del calen-tamiento global, a fines del año 1998 en Kyoto yun año después en Buenos Aires.

Este proceso de impactos acumulativos sobre elpatrimonio natural común, especialmente cuandose cruzan ciertos umbrales críticos para la capa-cidad de regeneración de los ecosistemas, tieneconsecuencias para la sustentabilidad ambientalde las economías, para la convivencia social y lagobernabilidad, y por tanto, para el desarrollosocioeconómico. Esto afecta y modifica tanto larealidad ambiental objetiva como también la per-cepción social subjetiva y la acción política. Loanterior es válido en mayor o menor medida paratodas y cada una de las naciones, y para lasrelaciones entre ellas, dados los crecientes condi-cionamientos ambientales internacionales. En unaperspectiva global o planetaria, esto significa quepodrían estar en juego los ecosistemas que susten-tan las dinámicas sociales y económicas de media-no y largo plazo, y en definitiva, la vida.

Esta problemática está siendo internalizada cadavez con mayor fuerza por los actores sociales y

I. PANORAMA GENERAL

C a p í t u l o

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

2

económicos de todo el mundo, especialmente apartir del informe de la Comisión Mundial sobre elMedio Ambiente y el Desarrollo de las NacionesUnidas, titulado “Nuestro Futuro Común”, publica-do en 1987 y conocido ampliamente como elInforme Bruntland, y la segunda conferencia mun-dial de las Naciones Unidas sobre esta materia,realizada en Rio de Janeiro en 1992, denominadala Cumbre de la Tierra. El concepto de desarrollosustentable –satisfacer las necesidades del presentesin comprometer la posibilidad de las generacionesfuturas para satisfacer las suyas– ha pasado a serdesde entonces un objetivo obligado de política.Sin embargo, cerca de una década después deaquella conferencia los países aún se encuentranmuy lejos de enfrentar decididamente la oportuni-dad histórica de conciliar crecimiento económicocon equidad y sustentabilidad ambiental, de manerade mantener el desarrollo dentro de la capacidad desustentación del ecosistema terrestre.

La evolución de la humanidad ha generado así,la nueva realidad contemporánea de crecienteescasez de bienes y servicios naturales. De unasituación en que resultaban gratuitos o “libres”, seha pasado a otra en que hay que economizarlosy priorizarlos, dando lugar a su incorporación ala problemática económica. Además, el aumentode la población, la creciente ocupación del espa-cio, la mayor escala de las actividades socioeco-nómicas y la congestión urbana, han acentuadoel fenómeno de las externalidades, es decir, losefectos sociales negativos sobre terceros queoriginan ciertas actividades económicas y socia-les. Esto ha representado un desafío para laspolíticas de desarrollo económico, dando lugar aque la teoría económica vigente trate de asimilaren su análisis y desarrollos elementos que antesno parecían relevantes. Así, ha dado aún másrelevancia al estudio de las externalidades posi-tivas y negativas y ha incorporado la práctica dela valorización de los elementos naturales y elestudio de la contaminación y el agotamiento delos recursos. Esto se realiza a través de lasespecialidades microeconómicas de la EconomíaAmbiental y la Economía de los Recursos Natu-rales, proponiendo políticas públicas destinadas acorregir las deficiencias que presentan los mer-cados en estos casos o a suplir su inexistencia.

Estos son avances significativos pero insufi-cientes, sobre todo al nivel macroeconómico, loque ha dado lugar a una nueva disciplina, laeconomía ecológica, que intenta desarrollar unenfoque transdisciplinario y de mediano y largoplazo. El esquema económico convencional está-tico del flujo circular de producción, consumo,

precios, mercados y valores de cambio entre em-presas y hogares, hace abstracción de su entornobiogeofísico o capital natural, porque, como se haobservado, hasta hace poco no parecía especial-mente relevante. Pero la escala de la actividadsocioeconómica ha aumentado extraordinariamentecomo consecuencia de un proceso histórico acu-mulativo de transformación de naturaleza en in-fraestructura, capacidad productiva y hábitat o seacapital natural en capital físico.

En estas circunstancias ya no se puede ignorar queel sistema socioeconómico está inmerso en un ecosis-tema natural del que obtiene crecientes cantidades demateria y energía y sobre el que descarga magnitudessimilares en forma de emisiones, residuos y desechos.Tanto la extracción como la descarga afectan el estadodel ecosistema, la calidad de vida y la salud. Por ello,el manejo ambiental y las políticas económicas han deconsiderar dichos efectos y sus consecuencias acumu-lativas en el tiempo, teniendo en cuenta procesossocioecológicos, y analizando consecuencias y res-puestas a estos problemas desde una perspectiva delmediano y largo plazo.

1.1 LA DINÁMICA SOCIO-ECONÓMICA EN LOS 90

La década de 1990 ha sido para Chile un períodode gran dinamismo y profundas transformaciones enlas dimensiones culturales, políticas, económicas,ambientales e internacionales, consecuencia de unaetapa de acelerada evolución histórica interna y deuna creciente integración en el proceso de globali-zación internacional contemporáneo.

Ello ha redundado en una significativa acentua-ción de la influencia y las presiones del desarrollosocioeconómico sobre el entorno biogeofísico nacio-nal en que se encuentra inserto y del que formaparte. Esto se ha expresado en una creciente ocupa-ción e intensificación en el uso del territorio nacio-nal, un mayor uso de materia y energía procedentesde los recursos naturales, un aumento progresivo enla utilización de los servicios ecosistémicos queproporciona, así como de las correspondientes ma-yores emisiones y descargas de desechos y residuosgaseosos, líquidos y sólidos en la biosfera.

Una primera fuente de presiones sobre el medioambiente deriva de la dinámica demográfica. Lapoblación del país creció desde más de 13 millonesen 1990 a más de 15 millones de habitantes en1999 (INE 1999a), a una tasa promedio decrecientede 1.7 por ciento entre 1985-1990 a otra que se

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Panorama Genera l

I

estima en 1.4 para el período 1995-2000 (CEPAL1999). Esta tasa relativamente baja y declinante esconsecuencia de persistentes reducciones tanto dela tasa de natalidad como de mortalidad, de 23.4 a18.7 por mil en el primer caso, y de 5.8 a 5.4 pormil en el segundo, entre 1989 y 1997 respectiva-mente (Cuadro 1-1).

Por otra parte, la población chilena se distri-buye muy desigualmente en el territorio nacional.La zona central, que comprende las regiones V aVII, incluyendo la Región Metropolitana, y dondehabitan casi dos tercios de la población, ha au-mentado ligeramente su participación, como puedeobservarse en el Cuadro 1-2.

La zona sur que comprende las regiones VIII,IX y X, representa alrededor de un cuarto de la

población, con una tendencia descendente. Lasregiones norte y austral mantienen sus proporcio-nes bajas, con escasa variación. La densidad de-mográfica y sus variaciones se observan en elCuadro 1-3, donde se aprecia que hay un mayoraumento en las zonas de mayor densidad, o sea,continúa el proceso de concentración demográfica.

Estas tendencias coinciden con las que serefieren a la distribución de la población entreurbana y rural, puesto que la primera continúacreciendo hasta alcanzar un porcentaje estimadode 85,7 por ciento en el año 2000 (CEPAL, 1999).Se ha configurado así una sociedad con un gradoelevado y todavía creciente de urbanización. Estacaracterística se acentúa si se considera que fueacompañada de un fuerte proceso de concentra-ción geográfica de la población urbana en las dos

ZONA REGIONES 1982 1992 1999

Norte I-II 5,4% 5,6% 5,7%

Centro-Norte III-IV 5,3% 5,5% 5,6%

Centro V-RM-VI-VII 60,4% 61,2% 61,5%

Sur VIII-IX-X 27,1% 26,0% 25,5%

Austral XI-XII 1,8% 1,7% 1,7%

Cuadro 1-2Concentración de la

Población en porcentaje

por zonas 1982-1999

Fuente: Elaboración propiaa partir de INE (1999a).

AÑO TASA DE NATALIDAD TASA DE MORTALIDAD

(por 1.000 habitantes) (por 1.000 habitantes)

1989 23,4 5,8

1990 23,3 6,0

1991 22,4 5,6

1992 21,7 5,5

1993 21,1 5,5

1994 20,6 5,4

1995 19,7 5,5

1996 19,3 5,5

1997 18,7 5,4

Cuadro 1-1

Tasa de natalidad y

mortalidad

en Chile.

Fuente: INE (1995, 1998,

1999a)

DENSIDAD POBLACIONAL

ZONA REGIONES 1982 1992 1999 VAR. 92-99

Norte I-II 3,3 4,1 4,6 13,9%

Centro-Norte III-IV 5,2 6,4 7,2 14,1%

Centro V-RM-VI-VII 87,2 104,2 117,8 13,1%

Sur VIII-IX-X 22,6 25,5 28,2 10,6%

Austral XI-XII 0,8 0,9 1,0 11,8%

Cuadro 1-3

Densidad Poblacional por

zonas 1982-1999

Fuente: Elaboración propia a

partir de INE (1999a).

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

4

En virtud de las tendencias descendentes de lastasas de fecundidad, natalidad y mortalidad y delconsiguiente incremento de la esperanza de vida,otro cambio significativo ha sido la modificaciónde la estructura por edades de la población (Cua-dro 1-6). La pirámide demográfica muestra cómola población chilena, si bien mantiene una eleva-da proporción de jóvenes, está experimentandouna ampliación de la población de edades avan-zadas. En el caso de los amplios contingentes dejóvenes, especialmente receptivos a las influen-cias culturales de la globalización, ha surgidouna nueva e incipiente conciencia y activismoambiental. En el caso de los grupos de edadesmás avanzadas estos cambios también tienenimportantes consecuencias pues anticipan la ne-cesidad de modificaciones en las políticas deeducación, salud y seguridad social que acojanestas nuevas situaciones, con importantes reper-cusiones en la política macroeconómica.

Otro fenómeno sociodemográfico de la mayorimportancia es el cambio experimentado en lasrelaciones de género, con la acelerada incorpora-ción de la mujer en los mundos del trabajo

1970 1982 1992

% de Población en ciudades de más de 20.000 habs 62,5 68,6 72,2

% de Población en ciudades de más de 100.000 habs 46,0 56,0 60,7

% de Población en dos áreas metropolitanas centrales 38,3 41,1 40,7

(Santiago y Valparaíso)

Cuadro 1-4

Porcentaje de población en

ciudades de más de 20.000

hab., 100.000 hab y ciudades

metropolitanas principales

1970-1992

Fuente: CEPAL (1999).

Cuadro 1-5

Tasa de Crecimiento media

anual de la población en

ciudades

1970-1992.

Fuente: Elaboración Propia a

partir de INE (1995), CEPAL

(1999).

1970-1982 1982-1992

Crecimiento de la Población en ciudades de más de 20.000 habs 2,8 % 2,2 %

Crecimiento de la Población en ciudades de más de 100.000 habs 3,7 % 2,5 %

Crecimiento de la Población en dos áreas metropolitanas centrales 2,6 % 1,7 %

(Santiago y Valparaíso)

principales áreas metropolitanas del país (Santiago yValparaíso), pero cuyo crecimiento tiende a estabili-zarse, como en las ciudades intermedias, cuyo tama-ño continúa aumentando a mayor ritmo, pero tam-bién con tendencia decreciente (Cuadro 1-5).

En todas las ciudades, especialmente en lasmayores, se observan procesos de intensifica-ción del uso del suelo y del subsuelo conedificación en altura en algunas zonas antiguasy otras de reciente formación, así como fuertespresiones privadas y públicas hacia un creci-miento incontrolado de áreas periurbanas. Tam-bién es notorio el proceso de ocupación delterritorio generado por las actividades de recrea-ción de fin de semana y vacaciones asociadas ala fuerte expansión del uso del automóvil priva-do, la tenencia de segundas residencias, el de-sarrollo del turismo y el establecimiento de“resorts” en los bordes costeros, de ríos, lagos,represas y otros lugares de belleza natural. Asípor ejemplo, el número de visitantes a losparques, monumentos y reservas nacionalesaumentó de alrededor de 745.000 en 1993 a másde 900.000 en 1998 (INE 1999a).

GRUPO DE EDAD (AÑOS) 1960 1990 2000

0 - 14 39 30 29

15 - 59 53 61 61

60 y + 8 9 10

Cuadro 1-6

Distribución de Población

en Chile según grupo de edad

1960-2000 (en %)

Fuente: INE (1999b)

Page 15: Informe Pa s

5

Panorama Genera l

Iremunerado, la empresa, la administración públi-ca, las organizaciones ciudadanas, la educación, lacultura y la política. La tasa de participaciónfemenina en la fuerza de trabajo pasó del 25.4 porciento en 1990 a 31.4 por ciento para el 2000(estimado CEPAL 1999). Es interesante señalar quevarias mujeres han adquirido un destacado rol deliderazgo en materias relacionadas con el desarro-llo de una conciencia y una cultura ambiental asícomo en la política y acción ambiental propia-mente tal.

En el plano político, los hechos más trascen-dentales de comienzos de la década de los añosnoventa fueron: a) el fin del gobierno militar, encuya agenda política el tema ambiental carecía deprioridad, b) la recuperación del régimen democrá-tico, que posibilitaba la expresión pública de lascrecientes preocupaciones ambientales de la po-blación, y c) la elección de una coalición degobierno que tenía un mayor grado de sensibilidady compromiso en relación con la problemáticaambiental.

El carácter agudo que habían adquirido losproblemas de contaminación y congestión enSantiago, ilustrada por la caótica condición deltransporte público, hacía prever que el nuevogobierno democrático tendría que enfrentarlos alcabo de los primeros meses de asumir el mando.Por otra parte, se acentuó la relevancia públicaque venían adquirieron las diversas manifestacio-nes organizadas de la preocupación ambiental dela sociedad civil. Ello llevó al gobierno en primerlugar a la creación de la Comisión de Desconta-minación de la Región Metropolitana y pocodespués a proponer la elaboración de una propues-ta legislativa para la creación de una ComisiónNacional del Medio Ambiente. Además comienzaa tener una creciente relevancia de la participaciónciudadana organizada, junto a una creciente con-ciencia ambiental generalizada en la población.

En el capítulo III de este Informe se reseña larespuesta política gubernamental a la situacióncomentada y se reseña el contenido de la Ley quecrea la Comisión Nacional del Medio Ambiente,sus características institucionales y funciones, supuesta en marcha y su funcionamiento durante susprimeros años de existencia.

En el plano cultural se destacan el desarrollo yla creciente importancia del movimiento ambien-talista, las ONG´s, y la educación ambiental que seacentúa con la reforma educacional. Lo anteriorse refleja a su vez en el aumento de informaciónsobre temas del medio ambiente en los medios de

comunicación. Como ejemplo, entre 1989 y 1990se publicaron 479 artículos en El Mercurio rela-cionados con temas ambientales mientras en elmismo medio sólo en el año 1998 aparecieronmás de 1550 artículos (El Mercurio 1999). A suvez, es destacable la gran cantidad de carrerastécnicas y profesionales orientadas específica-mente al área ambiental que han aparecido en losúltimos años.

El contexto internacional está marcado por ElInforme Bruntland de 1987, la Cumbre de la Tierraen Río en 1992, la Agenda 21 de 1992 y losnumerosos tratados, protocolos y convencionesinternacionales dentro de los cuales se destaca enlos últimos años el compromiso de reducción delos gases de efecto invernadero. Las catástrofes derepercusión mundial (El Fenómeno del Niño, de-rrames de buques petroleros en Alaska, el Mar delNorte y el Mediterráneo, la tala indiscriminada delAmazonas, etc.) colocan el tema medioambiental asu vez en un lugar destacado de la agendainternacional.

En el plano económico el nuevo gobiernodemocrático consolida una política de Estadoque, con algunas restricciones y modificacionessignificativas especialmente en los planos tri-butario, laboral y social, otorga al mercado lafunción principal en la asignación de los recur-sos productivos y al sector privado la propie-dad de la mayoría de las empresas y serviciospúblicos a la vez que propende a la plenaintegración de la economía nacional en elsistema internacional.

De este modo, se acentúa el desarrollo expor-tador basado en recursos naturales y crece simul-táneamente la importancia del tema ambiental enlos medios responsables de la política económicadebido a su estrecha relación con el comerciointernacional y su potencial utilización con finesproteccionistas tales como: condiciones ambien-tales de acceso de los productos a los mercadosinternacionales (ISO´s, fitosanitarias, y otras);requerimientos de los países importadores respec-to de ciertas características de los productos y delas condiciones tecnológicas y laborales de losprocesos de producción locales, y sus efectossobre la salud de los trabajadores, la población yel medio ambiente locales. Asimismo, aparecenconsideraciones de sustentabilidad de recursosnaturales críticos en el caso de ciertos productosexportables.

Se hace necesario entonces incorporar la varia-ble ambiental en la producción debido a las

Page 16: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

6

exigencias previsibles y exigibles en las negocia-ciones económicas de acuerdos comerciales inter-nacionales como con el NAFTA, Canadá y laUnión Europea y eventualmente en los procesos deintegración regional, sobre todo el MERCOSUR.

En el plano económico nacional, la década de1990 ha sido seguramente la más exitosa de toda lahistoria del país en términos de intensidad del creci-miento económico y del aumento del nivel de viday de los ingresos, las inversiones, la producción, elempleo, las exportaciones, y el consumo, así como en

cuanto a los equilibrios macroeconómicos, la reduc-ción de la pobreza y de la inflación.

Como puede apreciarse en el Cuadro 1-7 elProducto Interno Bruto aumenta casi dos veces ymedia entre 1986 y 1998. Aunque las tasas deincremento anual varían considerablemente, estorepresenta para todo el período una tasa promediodel 7,5 por ciento, lo que es excepcionalmenteelevado, tanto en comparación con la experienciahistórica como con la de otros países, pues implicauna duplicación cada 10 años.

AÑO VALOR INDICE (1)

1986 3.419.209 100,0

1987 3.644.681 106,6

1988 3.911.154 114,4

1989 4.324.181 126,5

1990 4.484.071 131,2

1991 4.841.447 141,7

1992 5.435.881 159,1

1993 5.815.646 170,2

1994 6.147.610 180,0

1995 6.800.952 199,0

1996 7.305.141 213,8

1997 (2) 7.858.481 230,0

1998 (2) 8.126.506 237,8

Cuadro 1-7

Producto interno bruto.

(Millones de pesos de 1986)

(1) Base 100=1986

(2) Cifras provisionales

Fuente: Banco Central (1999a)

1990 1994 1998

REGIÓN POBRES INDIGENTES POBRES INDIGENTES POBRES INDIGENTES

I 28,3 6,4 22,3 5,5 16,1 4,1

II 34,2 9,7 25,6 5,4 13,2 2,9

II 34,2 8,6 32,4 9,5 28,5 5,5

IV 45,5 15,8 32,2 9,0 25,1 6,2

V 43,0 15,6 26,5 6,6 18,8 4,2

VI 41,0 14,8 32,5 8,4 22,7 5,2

VII 42,7 15,0 39,6 12,8 29,3 7,0

VIII 48,2 17,8 39,6 13,2 32,3 10,0

IX 45,1 20,2 33,5 10,5 34,3 11,7

X 40,1 13,4 32,4 9,0 29,4 8,7

XI 31,0 8,6 28,1 7,7 14,8 1,7

XII 30,0 8,7 14,0 2,5 11,8 1,1

RM 33,0 9,6 19,8 4,6 15,4 3,5

Total 38,6 12,9 27,5 7,6 21,7 5,6

Cuadro 1-8

Incidencia de la pobreza y de

la indigencia en la población

según región 1990-1998

(Porcentaje sobre la población

respectiva)

Fuente: MIDEPLAN (1998)

Page 17: Informe Pa s

7

Panorama Genera l

I

Uno de los logros importantes de la década esla reducción de la pobreza. Esta ha diminuidosustancialmente en esta década, de cerca del 40%de la población a poco más del 20 por ciento entre1990 y 1998 (Cuadro 1-8). Aún así la distribucióndel ingreso no ha variado significativamente segúnse aprecia en el Cuadro 1-9.

El consumo, por otra parte, ha aumentado enforma considerable (ver Figura 1-1). Entre 1989 y1996 el consumo privado creció en más de 76 porciento real (Banco Central, 1999a). Además ha habidoun cambio en los patrones de consumo, que se reflejapor ejemplo en los índices de ventas de supermerca-dos, que prácticamente se cuadruplican en menos deuna década (Figura1-1). El parque automotor a su veztambién crece en forma elevada para pasar de pocomás de 1,1 millones de unidades en 1990 a más de

2 millones en 1998, con un aumento del 78 por cientoen los vehículos particulares y de un 91 por ciento enel transporte colectivo (Cuadro 1-10).

Una consecuencia directa de la notable amplia-ción del consumo y de los cambios en su compo-sición se observa en el aumento de la generaciónde residuos domiciliarios en Santiago. Reflejadatambién en su diferenciación por estrato socioeconómico (Figura 1-2).

Las exportaciones totales crecieron marcada-mente en la década (Figura 1-3) pero se siguenconcentrando en los recursos naturales o derivadosdirectos de ellos según se aprecia en el Cuadro 1-11. En efecto, se tiene que menos del 15 porciento del total corresponde a productosindustriales elaborados propiamente tales.

1990 1994 1998

DECIL INGRESO INGRESO INGRESO INGRESO INGRESO INGRESO

AUTÓNOMO MONETARIO AUTÓNOMO MONETARIO AUTÓNOMO MONETARIO

1 1,4 1,6 1,3 1,5 1,2 1,5

2 2,7 2,8 2,7 2,8 2,5 2,6

3 3,6 3,7 3,5 3,6 3,5 3,6

4 4,5 4,5 4,6 4,6 4,5 4,6

5 5,4 5,4 5,5 5,6 5,3 5,4

6 6,9 6,9 6,4 6,4 6,4 6,4

7 7,8 7,8 8,1 8,1 8,3 8,2

8 10,3 10,3 10,6 10,5 11,0 10,9

9 15,2 15,1 15,4 15,3 16,0 15,9

10 42,2 41,8 41,9 41,6 41,3 41,0

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Figura 1.1

Indicadores de Consumo

1991-1999 (1991=100)

Fuente: INE (1995, 1999) y

Banco Central (1999b)

Cuadro 1-9

Distribución del ingreso

autónomo y monetario de los

hogares, por decil de ingreso

autónomo per cápita del hogar

1990-1998 (Porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN (1998)

400

350

300

250

200

150

100

50

0

Indi

ce 1

991

= 10

0

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Ventas Supermercado

Consumo Privado

Total Vehículos

Page 18: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

8

AÑO TOTAL DE VEHÍCULOS TIPO DE VEHÍCULO

PARTICULAR COLECTIVO CARGA

1990 1.143.631 942.938 87.988 112.705

1991 1.250.415 1.033.115 94.117 123.183

1992 1.356.503 1.125.638 99.502 131.363

1993 1.476.128 1.223.360 110.232 142.536

1994 1.508.957 1.251.376 116.496 141.085

1995 1.678.675 1.386.818 139.751 152.106

1996 1.826.137 1.518.479 151.342 156.316

1997 1.926.037 1.594.407 163.946 167.684

1998 2.024.510 1.682.082 168.695 173.733

Cuadro 1-10

Parque de Vehículos en

Circulación, por Tipo, 1990-

1998

Fuente: INE (1995, 1999a)

Figura 1-2

Generación de residuos

sólidos domiciliarios por

estrato

Fuente: El Mercurio 12/03/

2000

Figura 1-3

Exportaciones de Bienes FOB

(Millones de US$)

Fuente: Banco Central (1999b)

Page 19: Informe Pa s

9

Panorama Genera l

I

Figura I-4

Inversión sectorial (FBKF)

Moguillansky, (1999)

El Cuadro 1-12 confirma que los principalesproductos de exportación en 1998 son materiasprimas o bienes derivados directamente de laexplotación de recursos naturales.

El fuerte incremento de las exportaciones hasignificado una fuerte intensificación en el uso delos recursos naturales. (ver sección 1.2)

El crecimiento económico descrito anteriormen-te ha sido, en medida muy importante, el resultadode un incremento especialmente vigoroso de lainversión, que entre los años 1990 y 1997 creció encerca de 2.5 veces (Cuadro 1-13 y figura 1-4). A suvez su proporción en relación al PIB aumentó en elmismo período del 24 al 31 por ciento, nivel similara las excepcionalmente altas tasas prevalecientes enlos países del sudeste asiático.

Cuadro 1-11

Exportaciones de Bienes FOB

(Millones de US$)

Fuente: Banco Central (1999b)

ESPECIFICACIÓN 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998

Mineras 4.639,5 4.412,0 4.723,5 3.976,0 5.191,5 7.850,1 7.324,0 8.131,5 6.504,4

Agropecuarios, Silvícolas 994,5 1.213,9 1.252,8 1.166,6 1.298,1 1.566,3 1.594,1 1.629,0 1.576,1

y Pesqueros

Industriales 2.738,7 3.315,6 4.031,1 4.056,1 5.114,5 6.607,8 6.486,7 6.902,7 6.749,1

Alimentos 1.158,3 1.465,9 1.757,9 1.651,2 1.988,2 2.617,9 2.729,8 2.679,5 2.512,3

Bebidas y tabaco 83,1 118,9 162,5 166,5 182,5 219,4 342,0 466,2 583,2

Forestal y muebles 370,3 427,5 419,7 487,4 582,1 734,8 729,3 837,3 731,9

de madera

Celulosa, papel, 423,2 445,6 684,4 617,1 923,6 1542,2 1.008,9 967,9 972,0

cartones y otros

Otros productos 703,8 857,7 1.006,6 1.133,9 1.438,1 1493,5 1.676,7 1.951,8 1949,7

industriales

Total 8.372,7 8.941,6 10.007,4 9.198,7 11.604,1 16.024,2 15.404,8 16.663,2 14.829,6

Page 20: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

10

PRODUCTO VALOR (EN MILLONES DE US$)

Cátodos de Cobre 3.453,0

Minerales de Cobre 1. 083,7

Uvas 611,9

Salmones 522,9

Pasta química de coníferas 453,5

Vino embotellado 369,8

Harina de Pescado 345,6

Oro 268,3

Manzanas 265,3

Cobre para el afino 245,0

Maderas aserradas de pino radiata 231,9

Truchas 203,2

Yodo 183,8

Cuadro I-14

Formación Bruta de Capital

Fijo (FBKF) en Porcentaje del

PIB (1990-1997)

Cuadro I-13

Formación Bruta de Capital

Fijo Sectorial 1990-1997

(Millones de pesos)

Fuente: Moguillanski 1999

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Minería 189.116 129.802 163.644 260.121 374.991 325.088 344.263 385.280

Manufactura 123.143 287.617 224.021 194.961 180.985 269.177 265.200 293.328

Construcción Habitacional 181.846 194.677 253.214 312.746 273.216 322.945 337.473 361.096

Infraestructura Total 243.272 203.845 231.870 225.387 350.767 356.075 552.955 659.871

- Sector Eléctrico 94.674 45.024 49.776 49.203 111.832 93.428 145.809 166.977

- Telecomunicaciones 78.608 63.536 79.098 47.486 88.699 75.810 161.531 150.727

- Sanidad, vialidad y portuario 46.786 65.949 75.820 85.645 101.841 125.709 147.350 226.882

- Resto Infraestructura 23.204 29.336 271.176 43.052 48.394 61.128 98.266 115.285

Otros Sectores 347.718 267.228 470.656 591.412 502.695 804.788 778.242 879.163

Total formación Bruta 1.085.096 1.083.169 1.343.405 1.584.627 1.682.653 2078.072 2.278.132 2.578.739

de Capital fijo (FBKF)

Cuadro I-12

Principales Exportaciones

de Chile 1998

Fuente: INE (1999c)

Fuente: Moguillansky 1999

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Total FBKF 24,20 22,37 24,71 27,25 27,37 30,56 31,20 32,99

Page 21: Informe Pa s

11

Panorama Genera l

ILa legislación favorable a las inversiones ex-tranjeras en general y a la minería en particular,la aceptación del modelo exportador y las priva-tizaciones han promovido un extraordinario augede las inversiones extranjeras, que aumentaron de661 millones de US$ en 1990 a 5.417 en 1997(CEPAL 1998). Entre 1990 y 1997 el 49 por cientode la inversión extranjera directa fue en el sectorminero, lo cual muestra la preferencia por laexplotación de recursos naturales en virtud de lasventajas comparativas del país (Moguillansky, 1999).

La creciente presencia de las empresas transna-cionales ha traído consigo la introducción de tecno-logías y prácticas respetuosas del medio ambiente enalgunos casos, y actividades ambientalmente depre-dadoras en otros. Lo último genera conflictividad enalgunos grandes proyectos como los proyectos fores-tales Trillium y Cascada. Otras inversiones generanpor su parte impactos sociales y culturales significa-tivos, como por ejemplo la Central HidroeléctricaRalco. En cuanto a los conflictos, las negociacionesy los problemas de gobernabilidad derivados de ellos,estos se analizan en detalle en cada una de los ochotemáticas. A su vez, el marco legal e institucional seexpone en el capítulo “Políticas e Instrumentos parala Gestión Ambiental”.

Cabe señalar la importancia de la implementa-ción primero voluntaria y luego obligatoria delsistema de evaluación de impacto ambiental jus-tamente cuando se acentúa el auge de las inver-siones a mediados de la década de los años 90. Deesta forma se ha exigido a los nuevos proyectosuna evaluación ambiental, primero incentivándolay luego exigiéndola, justamente en los momentosen que se ampliaban considerablemente.

En relación a la distribución geográfica delcrecimiento económico, las Tablas 1-3 y 1-4(Anexo) permiten apreciar que a lo largo de esteperíodo se ha seguido concentrando la actividadproductiva en la región metropolitana con unaumento de la participación en el PIB nacional de42 a 47 por ciento entre los años 1985 y 1997.Esto en desmedro de las regiones V, VI, VIII y XII,que han disminuido su participación, en contrastecon las regiones II y III que han aumentadolevemente, mientras las regiones I, IV, VII, IX y XIla han mantenido.

La agricultura tradicional ha experimentadouna disminución a lo largo de la década en lo quese refiere a superficie sembrada. De 1.138.390 hasembradas en el período 1987/88 se han reducido

CULTIVO AÑO AÑO PROMEDIO AÑO AÑO PROMEDIO VARIACIÓN AÑOS

87/88 88/89 AÑOS 87-89 96/97 97/98 AÑOS 96-98 87-89 / 96-98

Trigo 30,1 32,7 31,4 40,2 43,8 42,0 33,8 %

Centeno 17,5 31,1 24,3 25,1 27,5 26,3 8,2 %

Arroz 41,7 43,1 42,4 36,3 39,1 37,7 -11,1 %

Maíz 73,2 75,3 74,25 82,4 94,0 88,2 18,8 %

Cebada 33,9 34,6 34,25 36,8 43,3 40,05 16,9 %

Avena 25,8 24,0 24,9 31,3 33,4 32,35 29,9 %

Poroto 13,2 11,5 12,35 12,0 14,3 13,15 6,5 %

Lenteja 6,1 5,3 5,7 7,1 7,5 7,3 28,1 %

Garbanzo 5,4 5,3 5,35 7,9 9,0 8,45 57,9 %

Arveja 7,8 8,9 8,35 8,8 10,1 9,45 13,2 %

Chícharo 7,1 5,3 6,2 8,3 8,6 8,45 36,3 %

Papa 149,8 140,6 145,2 164,4 140,5 152,45 5,0 %

Remolacha 511,6 544,5 528,05 640,3 560,1 600,2 13,7 %

Maravilla 21,0 21,2 21,1 20,7 13,4 17,05 -19,2 %

Raps 20,3 18,5 19,4 27,4 25,7 26,55 36,9 %

Tabaco 32,8 30,5 31,65 31,8 27,8 29,8 -5,8 %

Lupino 18,6 18,1 18,35 24,5 21,9 23,2 26,4 %

Cultiv

os In

dustr

iales

Legu

mino

sas y

Tubé

rculos

Cere

ales

Cuadro 1-15

Rendimiento de Cultivos 87-

89 y 96-98 por Tipo de

Cultivo (en qqm/ha)

Fuente: INE (1998b)

Page 22: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

12

Cuadro 1-16

Beneficio de Ganado y Producción de Carne en Vara por Especie

1990-1998

Fuente: INE (1999c)

AÑO VACUNOS OVINOS PORCINOS EQUINOS CAPRINOS

Número Producción Número Producción Número Producción Número Producción Número Producciónde Carne de Carne de Carne de Carne de Carneen Vara en Vara en Vara en Vara en Vara(tons) (tons) (tons) (tons) (tons)

1990 1.010.741 242.452 955.345 14.880 1.666.679 123.171 50.367 10.807 13.739 227

1995 1.054.361 257.792 655.766 10.229 2.196.089 172.410 48.399 10.831 6.238 74

1998 1.050.370 256.343 745.268 11.335 2.839.274 235.014 58.106 11.213 4.303 71

AÑO ÍNDICE TOTAL MADERA ASERRADA PULPA PAPEL PERIÓDICO TABLEROS

1993 109,3 103,5 111,3 115,8 109,0

1994 115,2 110,7 118,1 120,2 110,0

1995 126,0 127,2 129,1 126,2 111,6

1996 128,3 140,5 129,6 107,2 108,1

Cuadro 1-17

Índice de Producción Forestal

Primaria 1993-1996

(Base Promedio 1992= 100)

Fuente: INFOR (1998)

La ganadería a su vez muestra un aumentode la producción de carne de porcinos, junto auna notable disminución en los caprinos yovinos, mientras que tanto los equinos como losbovinos aumentan pero en menor medida (Cua-dro 1-16).

En el caso de la silvicultura en cambio, elcrecimiento del sector es notable. Entre 1992 y1996 el sector crece en cerca del 30 por ciento ensu producción física (Cuadro 1-17). El grupo quemás crece es la madera aserrada y la pulpa con un40 y 29 por ciento respectivamente en el período.El crecimiento de la producción forestal se hagenerado tanto de la explotación industrial deplantaciones como de la explotación industrial debosque nativo. En este último caso el costo ha sidoalto tal como puede apreciarse en la sección quetrata el tema de los Bosques.

La pesca también creció de forma significati-va. El valor del PIB del sector pesquero más quese duplica entre 1990 y 1998. A su vez la capturade pescados aumenta sustancialmente entre 1988y 1997 como lo muestra el Cuadro 1-18. Uno delos factores que más incide en este aumento sonlas exportaciones de salmón y truchas las que

a 836.534 en 1997/98 (INE 1998b). Esto se debea una caída generalizada en todos los tipos decultivos, pero principalmente en las chacrasque caen en cerca de un 50 por ciento. Lasuperficie de cultivos industriales a su vezdisminuye en cerca del 30 por ciento, mientrasque los cereales se reducen cerca del 20 porciento. En cambio los rendimientos de loscultivos han aumentado en la mayoría de loscasos (ver Cuadro 1-15), lo cual genera mayo-res presiones sobre el medio ambiente debido aluso de fertilizantes y pesticidas químicos utili-zados para lograr este mayor rendimiento. Porotra parte, los cultivos no tradicionales comolos frutales experimentan un alza de un 21 porciento en la superficie plantada en el mismoperíodo pasando de 160 mil a 195 mil hectáreas(INE 1998b). La actividad agrícola en su con-junto ha generado procesos de deterioro de losrecursos naturales, como se detalla en la sec-ción 5, referidos a suelos, específicamente en elpunto 5.1.4 se analizan los procesos de deterio-ro del suelo silvoagropecuario, en especial laerosión, la desertificación, la contaminaciónpor agroquímicos (fertilizantes y pesticidas), lapérdida de suelos por expansión urbana y lasalinización de los suelos.

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Panorama Genera l

IAÑO TOTAL PESCADOS MARISCOS ALGAS

1988 5290 4949 175 166

1989 6557 6221 158 178

1990 5351 4975 147 229

1991 6111 5774 177 160

1992 6546 6230 189 127

1993 6191 5864 171 156

1994 7969 7611 175 183

1995 4582 4190 142 250

1996 7233 6726 185 322

1997 6366 5905 179 282

Cuadro 1-18

Captura y Extracción de

Pescados, Mariscos y Algas

(Total País) 1988-1997 (en

miles de toneladas)

Fuente: INE (1999a)

pasan de 115 a 668 millones de US$ entre 1990y 1997, desde poco menos de 24.000 a más de135.000 toneladas en el período en cuestión(Beltrand 1999).

En cuanto a las reservas de ecosistemas terres-tres cabe destacar un leve aumento de áreassilvestres protegidas. Así se puede observar en elCuadro 1-19 que muestra las áreas silvestresprotegidas en Chile. Los esfuerzos de creación ymantención de estas áreas protegidas no han sidosuficientes en relación a la conservación de labiodiversidad.

Las actividades de la industria de transforma-ción (manufactura, construcción, energía, trans-portes y comunicaciones) también han crecido,como se observa en la Tabla 1-1 que presenta elcrecimiento del PIB de cada sector. En el caso derubros seleccionados por ser ambientalmente rele-vantes se aprecia a su vez un crecimiento impor-tante en su producción física, a excepción de laindustria de la madera, lo cual se aprecia en elsiguiente Cuadro 1-20. En este sentido el creci-miento de estos sectores en particular generamayores presiones sobre el medio ambiente.

SNASPE a NO SNASPE b

AÑO Superficie Parques Reservas Monumentos Áreas Santuarios de Lugares de

Total Nacionales Nacionales Naturales de protección la naturaleza interés científico

1995 13.979 8.495 5.469 14 1.506 27 2.638

1999 14.124 8.759 5.347 17 1.506 27 2.638

Cuadro 1-19

Superficie de Áreas Silvestres

Protegidas

(Miles de Hectáreas)

Fuente: INE (1995,1999a)

a SNASPE: Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas por el Estadob NO SNASPE: Áreas Silvestres Protegidas no pertenecientes al SNASPE

A su vez, como se aprecia en los Cuadros 1-21, 1-22 y 1-23, tanto el cobre como el sector dela construcción y el sector energético crecenenormemente, no solo en el PIB sectorial sino quetambién en términos físicos.

A su vez dentro de los energéticos hay varia-ciones interesantes como se ve en el caso de losCuadros 1-24 y 1-25, que muestran el fuerteincremento de la producción de energía secunda-ria, así como la importación de energía primaría,secundaria y los derivados del petróleo crudo yel gas natural.

En concordancia con el fuerte crecimiento ydiversificación de la producción, el consumo, lainversión y el comercio exterior, así como de laconcentración urbana, también se ampliaron con-siderablemente las actividades de distribución y deservicios, como los reflejan la ya mencionadanotable expansión de las ventas de supermercadosy el fuerte crecimiento del PIB del sector deservicios (Tabla 1-1 Anexos).

En este capítulo se han presentado en apretadasíntesis algunos de los rasgos más relevantes,

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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AÑO TOTAL TÉRMICA HIDRAÚLICA

1990 18 321 9 321 9 000

1991 19 807 6 733 13 073

1992 22 167 5 388 16 778

1993 23 332 6 293 17 039

1994 25 267 7 965 17 302

1995 26 742 8 074 18 668

1996 30 261 13 417 16 844

1997 32 332 13 506 18 826

1998 34 886 19 031 15 855

Cuadro 1-23

Generación de Energía Eléctrica,

1990-1998 (GWH)

Fuente: INE (1995, 1999a)

AÑO TOTAL (TON)

1990 1 616 261

1991 1 855 126

1992 1 966 921

1993 2 078 522

1994 2 233 937

1995 2 509 644

1996 3 141 152

1997 3 436 092

1998 3 706 149

AÑO EDIFICACIÓN TOTAL

1990 6 247 437

1991 7 637 163

1992 9 454 052

1993 10 481 472

1994 10 477 514

1995 12 771 934

1996 13 278 772

1997 12 956 380

1998 11 246 548

Cuadro I- 20

Índice de Producción física de Industrias Manufactureras, 1990-1998

(Base: Promedio año 1989=100)

Fuente: INE (1995, 1999a)

AÑO ÍNDICE INDUSTRIA INDUSTRIA DE FABRICACIÓN REFINERÍAS PRODUCTOS FABRICACIÓN FABRICACIÓNGENERAL DEL TABACO LA MADERA, DE MUEBLES, DE PETRÓLEO DERIVADOS SUSTANCIAS DE PAPEL

EXCEPTO EXCEPTO DEL PETRÓLEO QUÍMICAS Y SUSMUEBLES METÁLICOS Y CARBÓN INDUSTRIALES PRODUCTOS

1990 101,3 104,9 118,0 86,9 102,8 110,8 97,0 104,7

1991 105,7 105,6 117,3 98,4 105,1 130,9 101,9 115,6

1992 118,4 114,9 112,9 112,3 108,9 164,6 115,66 144,0

1993 120,3 111,1 113,8 127,6 115,1 158,3 119,2 144,1

1994 127,9 111,1 116,8 134,1 122,4 227,4 126,1 153,3

1995 135,8 112,1 113,2 135,8 134,3 190,7 132,0 162,7

1996 139,0 119,0 117,4 129,6 139,8 224,1 137,7 165,6

1997 144,6 128,8 118,4 128,6 141,1 226,5 163,7 160,8

1998 143,0 132,8 110,0 119,5 155,5 252,8 175,0 164,5

Cuadro 1-22

Construcción:

Edificación Aprobada e Iniciada, Total

País (en M2)

Fuente: INE (1995, 1999a)

Cuadro 1-21

Producción de Cobre fino

(1990-1998)

Fuente: INE (1995, 1998a, 1999a)

Page 25: Informe Pa s

15

Panorama Genera l

ICuadro 1-24

Producción de Energía Primaria y Secundaria, 1990-1997

(en Teracalorías)

Fuente: INE (1995, 1998, 1999a)

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Total Energía Primaria 81 532 84 136 87 060 82 338 84 482 83 999 84 518 79 626

Petróleo Crudo 9 297 8 320 6 818 6 432 6 527 4 589 3 923 2 976

Gas Natural 22 027 18 644 20 720 20 443 22 500 21 471 21 731 16 086

Carbón 15 281 15 459 11 381 9 487 8 273 72 666 7 029 7 307

Hidroelectricidad 7 804 11 772 14 927 15 157 14 840 16 032 14 681 16 402

Leña y otros 26 947 29 751 32 998 30 588 32 080 34 302 36 775 36 609

Biogás 176 190 216 231 262 339 309 246

Total Energía Secundaria 160 555 158 508 166 598 171 088 181 713 192 982 210 241 238 960

Electricidad 15 800 17 167 19 232 20 643 21 738 224 103 26 480 28 635

Carbón 26 047 21 398 18 502 18 667 22 017 23 736 32 891 42 818

Coque 2 422 3 295 3 385 3 566 35 548 3 273 3 472 3 311

Alquitrán 125 150 143 177 181 189 192 191

Gas Corriente 1 396 1 631 1 726 1 928 2 040 19 668 2 027 1 955

Gas de Altos Hornos 1 041 1 323 1 443 1 645 1 513 1 404 1 523 1 371

Gas Natural 15 786 13 667 15 658 15 099 15 758 15 347 15 458 24 063

Metanol 4 623 3 751 4 547 43 668 4 731 4 552 4 617 8 850

Leña y Otros 26 947 29 751 32 998 30 588 32 080 34 302 36 775 36 609

Biogás 176 190 216 231 262 339 309 246

Derivados del Petróleo Crudo 66 187 66 185 68 748 74 176 77 845 83 769 86 497 90 911

y Gas Natural

Petróleos Combustibles 16 401 15 235 16 601 16 311 16 813 18 239 17 379 17 461

Petróleo Diesel 21 901 22 245 22 049 24 274 26 708 29 410 30 771 32 018

Gasolina 93 octanos s/p 2 396 1 476 823 515 3 421 5 720 7 796 11 626

Gasolina 93 octanos c/p 13 719 14 765 15 757 18 354 16 139 14 990 12 886 10 365

Kerosene 2 356 1 951 2 946 2 958 2 957 3 027 3 495 3 013

Gas Licuado 5 687 5 227 5 342 5 698 5 276 5 514 5 635 5 677

Gasolina Aviación 168 160 149 110 181 120 105 94

Kerosene Aviación 2 706 2 751 3 084 3 434 3 999 3 986 4 145 6 024

Nafta 435 467 526 903 589 629 1 528 2 262

Gas de Refinería 1 120 1 214 1 471 1 619 1 762 2 134 2 757 2 371

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

16

desde la perspectiva de este informe, del procesoexcepcionalmente dinámico de crecimiento ytransformación socioeconómica que ha experi-mentado Chile en la última década. No cabe dudaque de ello se han derivado grandes beneficiospara la población en casi todos los ámbitos:ingresos, empleo, nivel de vida, servicios sociales,etc. Pero no puede tampoco ignorarse que dichoproceso se ha traducido en presiones crecientes,y en muchos casos agudas, respecto de la calidadde vida y salud de la población y sobre losrecursos naturales, el medio ambiente natural yconstruido y los ecosistemas del país, lo que espreocupante desde el punto de vista de la susten-tabilidad futura de aquellos beneficios para lasgeneraciones venideras.

En efecto, no pueden ignorarse los efectosnegativos sobre el propio proceso de desarrollosocioeconómico y de elevación generalizada delos niveles de vida de la población. Esto se hamanifestado por medio de mayores niveles decontaminación, congestión y riesgos ecosistémi-cos que afectan la calidad de vida y la salud,determinan paralizaciones y limitaciones de ac-tividades productivas y restricciones a la circu-lación vehicular así como conflictos sociales ypolíticos, e incluso catástrofes sociales derivadasde fenómenos naturales. Se han generado asícostos adicionales tanto privados como públi-cos, requiriendo nuevos gastos e inversionespara reparar, mitigar y prevenir dichos efectos,para incorporar innovaciones tecnológicas y degestión, y para implementar procesos de preven-ción, negociación, compensación y solución deconflictos.

Todo lo anterior, conjuntamente con la rele-vancia que fenómenos similares han adquirido alnivel internacional y global, han tenido durante

la última década consecuencias culturales y so-ciopolíticas sin precedentes, que se han traducidoen un cambio sustancial en la percepción públicade la problemática ambiental, promoviendo lacreación y el fortalecimiento de movimientos einstituciones ambientales en la sociedad civil,cambiando la actitud y comportamiento de algu-nos sectores empresariales en la materia y dandolugar a un cambio cualitativo en la legislación,la institucionalidad y las políticas del Estado. Noobstante haberse logrado avances en algunos deestos aspectos, como se apreciará a lo largo deeste Informe, las insuficiencias y tareas pendien-tes constituyen desafíos considerables, como tam-bién se podrá constatar. Estos y otros aspectosse examinan en profundidad en lo que sigue.

1.2. SÍNTESIS DE LA SITUACIÓNDE LOS RECURSOSNATURALES Y AMBIENTALESY PERSPECTIVAS PARA LASPRÓXIMAS DÉCADAS

1.2.1 Calidad del aire

La calidad del aire constituye un serio proble-ma en varios centros urbanos del país, pero muyen especial en el Gran Santiago, donde la magni-tud y tamaño de población afectada deja en lapenumbra la situación de otras ciudades, como esel caso de Temuco, por ejemplo, que en inviernotiene altos niveles de contaminación por CO2,mayores incluso que varias comunas de Santiago.

Los factores que originan los problemas de lacalidad del aire del Gran Santiago no han variado

Cuadro 1-25

Importación de Energía Primaria y Secundaria,

1990-1997

(en Teracalorías)

Fuente: INE (1995, 1998, 1999a)

PRODUCTO 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Total Energía Primaria 68 741 69 156 69 971 74 218 87 697 95 483 107 670 128 258

Total Energía Secundaria 6 076 7 314 10 471 10 070 15 822 17 979 26 959 25 554

Derivados del Petróleo 5 754 7 314 10 036 9 931 15 620 17 605 26 365 25 107

crudo y Gas Natural

Page 27: Informe Pa s

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Panorama Genera l

Isignificativamente en las dos últimas décadas.Antes de la década de 1980, las acciones fueronmuy limitadas. Sin embargo, una serie de estu-dios realizados durante los años 80 permitierontener un diagnóstico bastante elaborado sobre lascausas y las fuentes de contaminación atmosfé-rica. Después de los 90, se intensificaron lasmedidas, en particular con las fuentes móviles,incorporándose el catalizador de tres tiempos enlos nuevos automóviles, licitándose vías de loco-moción colectiva, eliminando el plomo de lagasolina, etc. Hace un quinquenio se confeccio-nó el Plan de Descontaminación de la RegiónMetropolitana y en los últimos años distintossectores de la ciudadanía ha insistido en lanecesidad de una revisión profunda de dichoplan. No obstante, la población ha seguido cre-ciendo, el parque automotriz particular y detransporte colectivo han aumentado enormemen-te, el parque industrial ha crecido en formasignificativa y la ciudad se ha expandido nota-blemente. En la década del noventa comenzarona implementarse una serie de medidas de mitiga-ción en relación tanto a las fuentes móviles comoa las fijas, lográndose reducir la contaminaciónpor nitrógeno y azufre. Sin embargo, las medidasaún están muy distantes de la aplicación globaldel Plan de Descontaminación de la RegiónMetropolitana y más lejos aún de las inversionesrequeridas para hacerlo eficiente. En los últimosaños el ozono se ha incrementado significativa-mente constituyendo una seria amenaza para lasalud de la población.

Los principales desafíos para mejorar la calidaddel aire del país están en el diseño y aplicacióntanto de medidas correctivas como preventivas.Con relación a las primeras, la mayor prioridad laconstituye la Región Metropolitana, tratando dereforzar y darle efectiva aplicación al Plan deDescontaminación; al igual que las medidas parala reducción de emisiones de CO2 en variasciudades del sur del país, originadas en el intensouso de calefacción domiciliaria. Con relación a lasmedidas preventivas, el desafío es hacer planespreventivos para las ciudades intermedias, y ade-más encarar con tiempo problemas emergentes,como la contaminación por ozono.

1.2.2. Recursos hídricos

El país posee la información suficiente depluviometría, caudales de cursos de aguas y dis-tribución como para poder planificar su uso racio-nal. Sin embargo, la privatización de los derechosde aguas y de la generación eléctrica ha generado

conflictos que influyen en la optimización del usode este recurso, situación que se ve afectadaademás, por los procesos de sequías, recurrentes enel país, derivados del fenómeno de La Niña y laintensificación de lluvias, derivados del fenómenodel Niño. A estos problemas de disponibilidad,tanto de uso no consuntivo, como consuntivo, sehan sumado los problemas de deterioro de lacalidad del recurso, generados por la contamina-ción producida por la disposición inadecuada delos residuos domiciliarios, industriales y mineros.

Es relevante, por lo tanto, que las institucio-nes públicas y algunas privadas hayan comen-zado a percibir que la gestión del agua, en unescenario sustentable, se basa en una participa-ción organizada de los usuarios y otros actoressociales. La situación actual de las redes paraobtención de información básica es notoriamen-te más eficiente que lo que se observaba en elpasado, con un cambio sustancial a partir de ladécada del 90; y que se haya incorporado ladimensión ambiental a la gestión del agua,aspecto que se ha visto facilitado por la Ley deBases del Medio Ambiente y las normativas yactuaciones que de ésta se derivan. La actuaciónsanitaria del Estado ha permitido que en laactualidad se detente un excelente nivel decobertura de agua potable a la población, y unaproyección de tratamiento de aguas servidas,muy auspicioso, y se ha revertido la tendenciade la década del 80, en términos de inversión enobras de infraestructura hídrica. A pesar de susfalencias, cabe destacar que se ha generado unimportante cúmulo de investigaciones y de equi-pos de trabajo en el país en torno al tema de losrecursos hídricos.

No obstante los avances realizados durante losúltimos años, persisten algunos aspectos preocu-pantes, como el crecimiento previsto en la deman-da de agua en el futuro cercano, situación que deno manejarse sustentablemente, generará una gra-ve crisis, en especial en la zona comprendida desdeSantiago al norte. La carencia de una visiónintegrada y participativa, que permita adoptarenfoques de gestión integrada de cuencas hidro-gráficas y la contaminación creciente que seadvierte en importantes cursos y cuerpos de agua.Desde una perspectiva legal se hace necesariorevisar las restricciones que plantea, para unagestión moderna, el actual código de aguas; pro-mover en la población una conciencia acerca de lavulnerabilidad de los recursos hídricos y mayoresesfuerzos en investigación, dado el aún insuficien-te conocimiento acerca del ciclo hidrológico enamplias áreas del país.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

18

1.2.3. Bosques

Chile es un país con un importante patrimonioforestal y con un porcentaje significativo de suelosde aptitud forestal y un acervo de bosque nativode valiosas y exclusivas características. El estadoactual de los recursos forestales de Chile ha sidomateria de gran preocupación por parte de losdiversos sectores de la sociedad. Las mayoresextensiones forestales del país se encuentran desdela IX a la XII Región. En estas mismas zonas, lasuperficie de bosque nativo es notoriamente supe-rior con relación a las de plantaciones forestales.Contrario a esto, en la VII y VIII regiones lasplantaciones ocupan una proporción mayor de lasuperficie regional que la que cubren los bosquesnativos.

Los estudios revelan que las principales accionessobre el bosque nativo chileno corresponden aaquellas que implican su destrucción o deterioro,siendo minoritaria la superficie que corresponde amanejo. Estos estudios muestran a la sustitucióncomo la principal causa de reducción de la superficiede bosque nativo y al floreo como la que representala principal acción de deterioro del bosque nativo.

La actual legislación forestal posee debilidadesimportantes en su aplicación y requiere de urgen-tes modificaciones que permitan su cumplimiento.Además, el país no cuenta con una política forestalexplícita declarada, la cual ha estado determinadaal menos en parte por la falta de acuerdo que haexistido entre los diferentes actores respecto al usode los recursos forestales. Sin embargo, un pasoimportante para la definición y promoción delmanejo sustentable fue la participación activa deChile en el proceso de Montreal y la firma de laDeclaración de Santiago. CONAMA, por su parte,ha definido una política ambiental la cual tienediversos contenidos directa o indirectamente rela-cionados con el sector forestal.

Desde 1997 se ha estado desarrollando en Chileel Grupo de Trabajo por el Manejo Forestal Sus-tentable presidido por CONAF, donde, además,participan otras instituciones de diferentes secto-res. El objetivo que persigue este grupo es buscarconsensos en torno al manejo forestal sustentabley lograr la definición de criterios e indicadores quea futuro se pongan en práctica.

Por otra parte, las empresas chilenas se han vistoenfrentadas a la necesidad de considerar la certifica-ción forestal, debido al interés de los mercados porproductos procedentes de bosques bien manejados yel cumplimiento de un sistema de gestión ambiental

adecuado. Esto también ha facilitado su permanenciaen los mercados que están presentes y acceder anuevos mercados más exigentes.

Finalmente, cabe destacar que el uso actual delbosque nativo está afectando seriamente su con-servación y las oportunidades de desarrollo de lascomunidades rurales, así como de distintas activi-dades económicas. En el corto plazo, esta situaciónafectará la competitividad de las empresas fores-tales basadas en las exportaciones provenientes deplantaciones ante un mundo cada vez más globa-lizado y con crecientes exigencias ambientales. ElEstado debe promover los mecanismos de partici-pación y negociación que permitan lograr losacuerdos necesarios entre los diversos actoresinvolucrados a fin de poder avanzar en la defini-ción de una visión estratégica común, plasmada enuna política forestal que permita promulgar unalegislación adecuada que hasta hoy ha estadoempantanada. El desafío para la nueva políticaforestal es que ésta deberá no solo evitar lacompetitividad del bosque nativo con las planta-ciones, sino establecer una articulación armónicade ambos evitando la sustitución, fomentando lareforestación y recuperando áreas degradadas.

1.2.4. Diversidad biológica

No obstante reconocerse que la diversidad bioló-gica del país se ha ido reduciendo, es muy difícil tenermediciones directas de este fenómeno. Donde más sedetectan pérdidas de la biodiversidad es precisamentedonde más se han hecho investigaciones.

El país presenta un marcado endemismo degéneros y especies derivado de las condicionesgeográficas determinadas por la geomorfologíaandina y la barrera del Pacífico. Pocos ecosistemasdel país se han mantenido sin intervencionesantrópicas, incluso varios de los que están inclui-dos en el SNASPE han sufrido cambios significa-tivos. Los ecosistemas de mayor modificación sonlos que han derivado a agrosistemas. Ellos obvia-mente se encuentran en el valle central, en lacordillera de la Costa y en la precordillera de losAndes, desde la quinta hasta la décima región; yen los valles transversales de la tercera y cuartaregión. Las modificaciones de los ecosistemas hanproducido cambios estructurales de éstos, modifi-caciones de hábitat, rompimiento de tramas trófi-cas, alteraciones hídricas, pérdidas de suelos, etc.

Las presiones sobre la diversidad biológica, víareducción y transformación de habitats naturalesy por explotación persisten como factores signifi-

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Icativos en el estado de conservación de la biotalocal. No obstante los esfuerzos para la conserva-ción ex-situ, mediante la creación de centros ylaboratorios especializados, tanto la diversidadgenética de géneros y especies como los pools degenes, se han venido reduciendo en función de ladisminución de las áreas silvestres del país y enrelación directa con el grado de artificializaciónecosistémica. Hasta la fecha la conservación in-situ vía SNASPE no parece garantizar la diversi-dad genética en la medida que no cubren todos losecosistemas del país.

Esfuerzos puntuales se han realizado para es-tablecer el estado de conservación de la biotanacional, sin embargo la mayor parte de ésta noha sido catalogada aún; si bien se han vistoavances por sistematizar el conocimiento de ladiversidad biológica, estos no han sido suficientespara entrenar recursos humanos en taxonomía ysistemática, aumentar las colecciones sistemáticasy estudiar taxa o regiones del país poco conocidas.A pesar de los distintos esfuerzos realizados du-rante el decenio de los 90, Chile aún no cuenta conuna estrategia nacional, compromiso adquirido alsuscribir la Convención de la Diversidad Biológica.

1.2.5. Suelos

La diversidad de geoformas, climas y disponibi-lidad hídrica, entre otras características, ha influidoen la gran variabilidad de suelos que posee el país.A grandes rasgos, el país posee un porcentaje muysignificativo de suelos de zonas áridas y semiáridas,tiene áreas agrícolas limitadas y los suelos arablesalcanzan sólo a 5,5 millones de hectáreas. Granparte de los terrenos de uso agrícola insertos enecosistemas frágiles se han destinado a la satisfac-ción de necesidades básicas y económicas de cortoplazo, como la extracción de leña y madera parauso doméstico e industrial y el pastoreo de laspraderas a tasas mayores a la capacidad de recupe-ración del ecosistema, generando así la aceleraciónde los procesos degradativos de los suelos, situaciónque avanza tan rápidamente que resulta difícilpronosticar la práctica de una agricultura sustenta-ble en un futuro próximo.

La degradación por procesos de erosión, tantohídrica como eólica, se deriva fundamentalmentepor cultivos por sobre la aptitud natural, por usode tecnologías inapropiadas y por la expansiónganadera y el sobrepastoreo. Sin embargo, lainformación disponible respecto a la magnitudreal de este problema es aún escasa y remota. Elúnico estudio a nivel nacional se realizó en el

año 1979, que identificó una superficie totalafectada de 34.5 millones de ha. Un aporte másreciente ha sido el Mapa Preliminar de Desertifi-cación, el que sin embargo excluye vastas zonasdel norte y sur del país.

Merece especial mención la pérdida de suelosagrícolas por la expansión urbana y por efecto deactividades productivas de otros sectores. Casos desta-cables son los entornos de la ciudad de Santiago yRancagua y también otras ciudades del valle central delpaís, que están emplazadas en los suelos de mayorespotencialidades productivas. A pesar de la importanciade este proceso, la información más actualizada es unestudio del SAG que data del año 1991.

La intensificación agrícola ha generado proce-sos de contaminación de suelos por pesticidas,originada en las estrategias tradicionales de mane-jo de huertos frutales, donde existe una tendenciaal uso indiscriminado de elevados volúmenes deplaguicidas y aplicaciones frecuentes, muchas ve-ces más allá de las necesarias. La magnitudpotencial de este problema es difícil de dimensio-nar, dado el desconocimiento del consumo deplaguicidas en regiones o comunas, sólo se cono-cen los volúmenes totales de importación de estosproductos y las evaluaciones derivadas del análisisde los efectos secundarios en la salud de laspersonas, especialmente en las zonas frutícolas.Cabe mencionar que sólo recientemente se estándesarrollando investigaciones de producción inte-grada de frutas que, entre otras técnicas, incorpo-ran un menor uso de pesticidas.

Otro proceso degradativo que en la última décadapasó de ser inexistente a muy severo, es la saliniza-ción de los suelos, que ha traído graves perjuicios ala agricultura de exportación. Se estima que en elnorte del país existen 34.000 ha afectadas por esteproblema, destacando el caso de la III Región, dondeel riego por goteo ha salinizado el 65 por ciento delas tierras arables del valle de Copiapó, incluyendo3300 ha de parronales de exportación.

Las acciones frente al problema de la pérdidade suelos han sido escasas y difusas. No se haapuntado a modificar los factores condicionantesy es muy poco lo que se ha hecho en introducciónde tecnologías de manejo sustentables. El progra-ma de recuperación de suelos degradados queimpulsa el Servicio Agrícola y Ganadero del Mi-nisterio de Agricultura es todavía limitado yrequiere ser reforzado y expandido.

La adscripción de Chile al Secretariado de lasNaciones Unidas de Lucha contra la Desertifica-

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ción se ha traducido en esfuerzos para dar unenfoque más integrado al tema de la pérdida desuelos, pero evidentemente, las acciones aún no seconcretan. Sobre este tema, cabe destacar que adiferencia de otras regiones del mundo, el procesode desertificación en Chile es de naturaleza esen-cialmente agrícola y ganadera.

Entre los desafíos más urgentes aparece lanecesidad de mejorar y actualizar la informacióndisponible acerca de los tipos, grados, causas yseveridad de los problemas de degradación de lossuelos, puesto que la existente es aún insuficiente,lo que dificulta la investigación y la puesta enpráctica de estrategias efectivas de conservación yrehabilitación de tierras. De igual manera se hacenecesario que el país cuente con elementos deplanificación de uso del suelo y planes de expan-sión urbana que consideren el costo derivado dela pérdida de suelos de aptitud agrícola.

1.2.6. Recursos marinos y delborde costero

La situación de recursos señala que se está enpresencia de sistemas de explotación de bajo gradode sustentabilidad y de procesos de contaminaciónmarina, en especial, del borde costero.

La sobre-explotación ha influido en la dismi-nución de la biomasa de varias especies. De 28recursos de los 135 explotados, sólo uno, lamerluza común, se encuentra en un nivel debiomasa similar a las biomasas de pre explotación.Todo el resto está en estado de sobre-explotacióno muy cercano a ese punto, tal como lo define laLey de pesca y Acuicultura, con la única excepciónde especies de profundidad que recién comienzana explotarse en Chile bajo regímenes de nuevaspesquerías. Durante los últimos años de la décadadel noventa, se ha observado una marcada tenden-cia a la caída de los desembarques claramenteligada a la crisis del jurel, cuyo desembarquedisminuyó casi en un 60 por ciento en 1998.

Lo anterior pone de manifiesto que la Ley dePesca y Acuicultura necesita una revisión que re-defina los actuales regímenes de manejo, incorporarel principio precautorio y la visión del ecosistema,además incorporar nuevas alternativas de medidas deconservación y control del esfuerzo pesquero, que enChile se encuentra sobredimensionado. Por otro lado,la estructura de uso de recursos marinos ha cambiado,teniendo cada vez más importancia los cultivosmarinos. Cifras correspondientes a los últimos añosmuestran el crecimiento espectacular de la

salmonicultura, con un enorme valor respecto alresto del sistema pesquero chileno. Este crecimientole permite a Chile mantenerse en un lugar deprivilegio en el ámbito mundial, a pesar que sureglamento ambiental aún no se promulga.

Los recursos del borde costero han sido afec-tados por las varias formas de contaminación,como resultado de una mayor ocupación de estasáreas. Las actividades portuarias, las recreaciona-les y turísticas, las pesqueras y acuícolas, lascaletas pesqueras y los asentamientos poblaciona-les, son entre otros, usos que deben tener cabidaen el litoral de acuerdo a las políticas y normasgeneradas en los últimos 10 años. Sin embargo,requieren, al igual que la Ley General de Pesca yAcuicultura, de un enfoque precautorio en lasacciones que deben ser coordinadas a través deuna mayor colaboración transversal entre las or-ganizaciones del Estado, particularmente en laconservación de los recursos naturales de la zonacostera, tanto vivos como no-renovables.

Se ha hecho un notorio esfuerzo para producirun ordenamiento y hacer transparente los procedi-mientos facilitando la participación ciudadana. Sondestacables la Política Nacional de Uso del BordeCostero del Litoral de la República, promulgadacomo Decreto Supremo, y la aprobación de la LeyGeneral de Pesca y Acuicultura de 1991. Los esfuer-zos de la Dirección General del Territorio Marítimoy Marina Mercante y de la Subsecretaría de Pescadel Ministerio de Economía se han multiplicado. Laprivatización de las sanitarias en este periodo estáteniendo un enorme impacto en todo Chile endisminuir la contaminación de origen doméstico, yaque se han instalado o están en proceso y/o se handiseñado plantas de decantación y/o tratamiento deaguas servidas. Sin embargo, los niveles de descar-gas se han prácticamente duplicado simplementepor el aumento de la población y por las mejorasen los sistemas de agua potable y extensión desistemas de alcantarillado.

Se ha creado un amplio cuerpo legal nacionaly convenios internacionales para enfrentar el pro-blema de la contaminación marina. Asimismo seha comenzado su aplicación en casi todas lasfuentes puntuales de contaminación marina yexisten planes concretos para enfrentar los even-tos de contaminación por hidrocarburos. Los futu-ros avances deben realizarse especialmente enmejorar la situación de riles de industrias tradicio-nales en Chile. No obstante estos avances, elcrecimiento de las actividades acuáticas en Chiley la complejidad de su legislación requiere detribunales (y/o Juzgados) especiales para enfrentar

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Ilas demandas y resolver conflictos, con jueces másespecializados en estos temas.

Finalmente, es urgente la creación de una basede datos adecuada que permita analizar y evaluaren forma sistemática la situación de los recursosmarinos del país, tal como se plantea en la Ley deBases sobre el Medio Ambiente.

1.2.7. Recursos mineros ehidrocarburos

La alta vocación minera del país y, en particularla gran actividad económica que se genera de lasexplotaciones mineras determina la prioridad de estetema en la agenda de discusión sobre el patrimonionatural y el medio ambiente. El país posee relevantesreservas minerales, sin embargo, las reservas dehidrocarburos están prácticamente agotadas y conmuy poca posibilidad de nuevos descubrimientos.

Las explotaciones de minerales en Chile hastahace una década, al no tener restricciones legales,han contaminado el entorno de las minas y hanafectado los cursos de agua. El manejo de losrelaves ha sido históricamente deficitario.

Es necesario destacar que la investigación en tornoal efecto de las explotaciones mineras ha sido muylimitada. Es muy poco lo que se conoce del impactode la contaminación de la gran minería y es casi nuloel conocimiento sobre la pequeña y mediana.

A diferencia de la década del 80, durante los añosnoventa, los proyectos mineros han estado sometidosa estudios de impacto ambiental y a distintas nor-mativas de regulación ambiental. Se ha producido enconsecuencia, un cambio drástico en materia degestión pública y privada, con el objetivo de mini-mizar los impactos ambientales y en el estableci-miento de compromisos frente a cierres o abandonosy el cumplimiento de los distintos planes de descon-taminación atmosférica a los que fueron sometidoslas principales fundiciones del país. Las acciones paradescontaminar las explotaciones mineras se hanreorientado a todo el proceso con el objeto de llegara certificaciones ISO 14000, quedando pendiente aúnel desafío frente al uso de los recursos hídricos y delmanejo integral de la cuenca en donde están insertaslas diversas explotaciones.

1.2.8. Asentamientos humanos

Las características del sistema de asentamientopoblacional constituyen probablemente la mejor

síntesis de los logros alcanzados por la sociedadchilena en materia de desarrollo, pero tambiénreflejan los principales problemas ambientalesgenerados por el ritmo y modalidad que adquieresu crecimiento. Durante las últimas décadas, latendencia a la urbanización se ha mantenido, aligual que la histórica estructuración de un sistemaurbano altamente concentrado y dependiente de laciudad de Santiago, que ofrece la mayor cantidady variedad de bienes y servicios en todo el sistema.Sin embargo, ya no es sólo el tamaño y crecimien-to de la ciudad de Santiago donde se concentranlos problemas ambientales, sino que otras ciudadesdel país que han experimentado un rápido creci-miento comienzan a generar externalidades nega-tivas, tanto económicas, sociales como ambienta-les, como son la pérdida de suelos por expansiónurbana; la generación de nuevas conurbacionesque complejizan los sistemas de recolección ydisposición de los desechos sólidos; asentamien-tos satélites, que tienen dificultades ambientalesen sus áreas de expansión recientes, ligadas a laescasa cobertura de servicios urbanos y a lasdificultades de conexión (por congestión), alcentro principal. La contaminación por aguasservidas y la falta de vegetación son tambiénimportantes en algunos casos. Los problemas decongestión urbana y de contaminación parecenser característicos actualmente de ciertas ciuda-des que muestran vigor demográfico y económi-co. Avances se han observado en la reducción decontaminación atmosférica producto de planesde descontaminación aplicados en distintas ciu-dades y fuentes de emisión; la extracción de losresiduos domiciliarios se ha ido perfeccionando,pero aún muchas ciudades carecen de rellenossanitarios y varios que los poseen, no los ma-nejan en forma ambientalmente adecuada; lasconexiones a los sistemas de alcantarillado hanprogresado pero no al ritmo deseado, faltandotodavía cumplir la meta del 100 por ciento deabastecimiento de agua potable rural y de inten-sificar la construcción de alcantarillados paralos centros urbanos.

El principal desafío consiste en el mejoramien-to de las condiciones de vida en la mayoría de losprincipales asentamientos, con énfasis en la vi-vienda, la infraestructura social y física y losservicios; mientras que el mantenimiento y desa-rrollo de los asentamientos rurales exige activida-des agrícolas y forestales sostenibles, así comotambién diversificación económica y aumento delas oportunidades de empleo, mediante el estímuloa la inversión ambientalmente sostenible, tanto enla industria como en las actividades conexas deproducción económica y servicios.

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1.3 LA GESTIÓN AMBIENTALDURANTE LOS AÑOS 90

En los últimos años, la conciencia sobre losaspectos ambientales del desarrollo y el conceptoasociado de desarrollo sustentable han penetradogradualmente en las políticas públicas y en lasprácticas económicas y sociales. No obstante, losprincipios de protección ambiental y de desarrollosustentable siguen siendo visualizados por granparte de los sectores productivos, y por personerosclave del área económica del gobierno central,como una imposición externa que frena el desa-rrollo. Esta situación, en la práctica de la econo-mía política nacional, se traduce en que los temasde sustentabilidad ambiental ocupen todavía unpapel relativamente secundario. El concepto dedesarrollo sustentable tiende a ser consideradocomo propio de los sectores ambientalistas y de lagestión ambiental, sin repercusiones en la institu-cionalidad económica y financiera.

Sin embargo, la Constitución de 1980, através de sus disposiciones ambientales, estableceque el tema ambiental, a diferencia de otrosaspectos de la gestión de los gobiernos como lapolítica económica, por ejemplo, debe ser abor-dado como un deber del Estado y, en consecuen-cia, es posible imponer restricciones legales espe-cíficas al ejercicio de determinados derechos olibertades.

La gestión ambiental, en su concepción mo-derna, comenzó a darse a comienzos de la décadade los 90. No obstante, se encuentran algunosantecedentes en materia de estructura institucio-nal ambiental a comienzos de la década de los80, no registrándose con anterioridad ningúnespacio que tuviera relevancia específicamenteambiental sino, mas bien, instituciones de rele-vancia ambiental sectorial, como los Ministeriosde Bienes Nacionales, de Salud o el ServicioAgrícola y Ganadero.

Un estudio sobre el universo de normasambientales, o con relevancia ambiental, vigen-tes en Chile, anterior a la Ley General de Basesdel Medio Ambiente, permitió detectar la disper-sión sectorial y el carácter inorgánico del con-junto total de las normas de relevancia ambien-tal existentes y sus sucesivas modificaciones. Elnúmero de textos jurídicos con relevancia am-biental identificados alcanza a un número cer-cano a los mil, de diversa jerarquía, demostran-do una preocupación por la gestión de losrecursos naturales anterior a 1990.

Por otra parte, se constató que las competen-cias públicas ambientales se encontraban repar-tidas y dispersas en una multiplicidad de orga-nismos de diferente rango que operaban demanera inorgánica, descoordinada, con duplica-ciones o ambigüedad de funciones y de respon-sabilidades.

Ante el creciente peso de las cuestiones am-bientales en la agenda social y política, y laimposibilidad de dar respuestas a los problemasambientales con la reglamentación jurídica e ins-titucionalidad vigentes a comienzos de la década–caracterizada, como se dijo, por la dispersión ydescoordinación de múltiples textos legales—, sur-ge la necesidad de crear un nuevo cuerpo norma-tivo que recogiera en forma integrada y global losprincipios que deberían dar sustento a la regla-mentación ambiental, y dar un contenido concretoy un desarrollo jurídico adecuado a los derechosconstitucionales relacionados con el medio am-biente. De este modo nace la Ley Nº 19.300 sobreBases Generales del Medio Ambiente que fuerapublicada en el Diario Oficial del 9 de marzo de1994 y que el Congreso había aprobado en enerode ese año, justificada, básicamente, en la necesi-dad de que sean establecidos, en una normativalegal y única, las definiciones, principios, criteriosy procedimientos regulares básicos sobre los quepudiese descansar toda la legislación en materia demedio ambiente, hasta ese momento disímil ydispersa.

En lo institucional, la Ley de Bases Generalesdel Medio Ambiente (LBGMA), al crear la CONA-MA sin derogar las competencias de los ministe-rios y servicios públicos, sienta las bases para elSistema Nacional de Gestión Ambiental: una ins-titucionalidad de tipo transversal y de caráctercoordinador, en un marco de descentralizaciónterritorial y de simplicidad administrativa. El Sis-tema Nacional de Gestión Ambiental está com-puesto por todos los ministerios, organismos sec-toriales de la administración central y los organis-mos descentralizados a los que el conjunto deleyes vigentes asigna responsabilidades y potesta-des ambientales. El eje coordinador de este sistemaes la CONAMA en interrelación directa con otrosorganismos del Estado, los sectores productivos yla ciudadanía. La Ley de Bases y sus reglamentosproporcionan el marco a partir del cual se debenejercer las competencias sectoriales.

La LBGMA, con sus seis títulos, noventa y dosartículos permanentes y siete transitorios, no

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Ipretendía cubrir todas las materias que se relacio-nan con el medio ambiente, para lo cual serequieren leyes especiales que regulen en detalleaquellas áreas que presenten complejidades par-ticulares. Se trataba, como lo indica su nombre,de una ley de bases generales que estableció elmarco dentro del cual se posibilitaba un procesoordenador de la normativa ambiental, existente yfutura.

La ley ambiental es un cuerpo legal básica-mente instrumental pero con alcances operacio-nales, en cuanto a las herramientas que crea ypone a disposición de la comunidad, e institucio-nales por la estructura de gestión que establecey desarrolla. El carácter operacional se manifies-ta, entre otros contenidos, en las definiciones yprocedimientos que establece en torno a la dic-tación de normas primarias y secundarias decalidad, a la educación ambiental, y a los planesde manejo, prevención y descontaminación. Elprincipal instrumento de gestión ambiental quecrea es el Sistema de Evaluación de ImpactoAmbiental (SEIA).

La importancia, por otra parte, de las defini-ciones legales que entrega la Ley radica en queobliga a ciudadanos, autoridades y jueces aentender los términos tal como el legislador losdeterminó. Así, se definen conceptos claves paraconocer y atribuir correctamente las obligacionesy responsabilidades jurídicas de las personas.Entre tales definiciones cabe destacar las debiodiversidad, contaminación, medio ambiente,conservación del patrimonio ambiental, preserva-ción de la naturaleza, impacto ambiental y dañoambiental.

Los instrumentos de gestión creados por laLBGMA son de diversos orígenes y naturaleza.Algunos de ellos corresponden a la adecuación deinstrumentos previamente existentes que han sidotradicionalmente utilizados en la gestión sectorial–normas, sistema nacional de áreas silvestres pro-tegidas—; otros, en cambio, son absolutamentenuevos en el país, como es el caso del sistema deevaluación de impacto ambiental y el sistemanacional de información ambiental.

La LBGMA también establece que es deber delEstado facilitar la participación ciudadana en ma-terias vinculadas a la protección del medio ambien-te. De esta manera, la participación ciudadanaadquiere relevancia en la medida en que permitegestionar y validar las decisiones que se adopten entemas relacionados con el medio ambiente. En este

sentido, es también un instrumento de gestiónambiental. La LBGMA asegura mecanismos míni-mos de participación ciudadana en tres áreas: en elproceso de generación de normas, planes y regula-ciones de carácter ambiental; en el procedimientode evaluación de impacto ambiental; y en el uso delderecho para efectuar denuncias por eventualesinfracciones ambientales.

La preocupación por la temática ambientalestá creciendo en la sociedad chilena. Existe in-quietud por los problemas relacionados con laactividad productiva —como la contaminaciónatmosférica, la deforestación y la erosión de sue-los— y así también por aquellos asociados aldesarrollo como la deficiente infraestructura sani-taria y la disposición inadecuada de basuras.

Estas preocupaciones ambientales se han ma-nifestado en las instancias informales de partici-pación ciudadana y en forma creciente en aquellasformas de participación que contempla la Ley,especialmente en la evaluación de algunos proyec-tos de inversión, llegando, en ciertos casos, asituaciones de conflicto. Los espacios formales departicipación de la ciudadanía no han sido sufi-cientes y son necesarios esfuerzos adicionales parainvolucrar a todo el país en las iniciativas derestauración y conservación ambiental.

Existe, además, una opinión extendida en cuantoa la necesidad de consolidar y fortalecer la insti-tucionalidad actual y a la revisión de la legislaciónambiental, para que el sistema pueda ser mejoradoen los aspectos de recursos humanos, financierosy capacidad de gestión, entre otros.

Por otra parte, en cuanto a las disposicioneslegales sectoriales, el desafío de los próximos añosserá continuar adecuando las regulaciones am-bientales a un sistema legislativo coherente, apli-cable, moderno y eficiente. Se plantea la necesidadde desarrollar cuerpos legales sectoriales coheren-tes que acogiendo las disposiciones que ya existen,generen textos ordenados y renovados que incor-poren disposiciones complementarias. En este con-texto, está pendiente la dictación de leyes sobrebosque nativo aguas, conservación de suelos ybiodiversidad.

La regulación en materia ambiental deberácontinuar perfeccionándose e incorporando losinstrumentos y regulaciones necesarias para avan-zar hacia el logro de una gestión ambiental eficazen cuanto al cumplimiento de sus objetivos yeficiente en cuanto a sus costos.

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En este contexto es relevante tener presente quela política ambiental para el desarrollo sustentable,oficializada por el Consejo de Ministros en enero de1998, descansa en un conjunto de fundamentos yprincipios, plantea objetivos específicos de políticay define una agenda ambiental que establece, paracada uno de los objetivos, cuáles son los compro-misos y las tareas prioritarias, y enuncia, además,cuáles son los grandes temas ambientales que elpaís debe abordar en el futuro. El desafío inmediatodel actual gobierno es, precisamente, revisar com-promisos y tareas –a la luz de los planteamientosformulados a la ciudadanía por el conglomerado departidos del gobierno en sus documentos programá-ticos— y oficializar una agenda ambiental actuali-zada que sirva de orientación y mandato a todas lasinstancias de gobierno, y de marco de referencia alresto de la ciudadanía.

Con relación al ámbito internacional, más alláde Río y de los compromisos que surgen de lasconvenciones y foros internacionales sobre medioambiente, continuúa siendo la conciencia ambiental–más fuerte en las sociedades del mundo desarro-llado pero en franca expansión en las sociedadesde los países en desarrollo— el gran motor decambios que se expresa a través de las conductasindividuales y de grupo que, en último término,determinan el comportamiento de los mercados ylas decisiones de política. El contexto internacio-nal, así definido, ha ido comprometiendo interna-cionalmente al país cada vez en mayor medida ydefiniendo los desafíos que la sociedad nacionaldebe asumir en el futuro próximo.

El país ha asumido un conjunto importante decompromisos ambientales al suscribir todas las gran-des convenciones ambientales que, luego de serratificadas por el poder legislativo, han adquirido elrango de leyes de la República. Por otro lado, el paísy los exportadores nacionales se enfrentan a consu-midores y a gobiernos cada vez más exigentes enmaterias ambientales, dando lugar a condicionalida-des y/o restricciones que, en ocasiones, se confundencon intereses proteccionistas. Finalmente, la asocia-ción comercial y la integración con otras naciones,y grupos de naciones, ha conducido al imperativo derelacionar la actividad económica con lo ambiental,más allá del sector exportador, como ha sido en loscasos del tratado de libre comercio con Canadá, dela asociación con APEC y del acuerdo marco con laUnión Europea donde se contempla explícitamente ladimensión ambiental.

Algunos de los desafíos más importantes conrelación al ámbito internacional ya fueron recono-cidos explícitamente por el gobierno pasado en eldocumento citado sobre política ambiental cuandoincluye, entre los compromisos específicos delgobierno al año 2000, la implementación de loscomponentes ambientales de los acuerdos comer-ciales y foros económicos, y la implementación dela Agenda 21, del Protocolo de Montreal, delConvenio de Basilea y de las convenciones sobrecambio climático, diversidad biológica y desertifi-cación. No está de más recordar que estos compro-misos tienen no sólo importantes implicaciones enel sistema nacional de gestión ambiental sino,también, en las políticas económica y comercial.

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Anexo Estadístico

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1985

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5.40

215.

33

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81

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35

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71

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9.86

210.

0422

5.61

242.

7025

0.97

Page 40: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

30

Espe

cifica

ción

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

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1998

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Tabl

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2

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8

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1999

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Page 41: Informe Pa s

31

Panorama Genera l

I

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8519

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8819

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97(1

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7.0

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1.7

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5.9

259.

1

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132

8.6

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Regió

n Me

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1

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8

VIII

Del B

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7.8

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La

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100

100.

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7.1

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8

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4

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0

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2

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7.2

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2.6

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1

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cto In

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010

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5.6

242.

7

Tabl

a 1-

3

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1986

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985)

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1999

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Page 42: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

32

REGI

ÓN19

8519

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8719

8819

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9019

9119

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97(1

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2.5%

VDe

Valp

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RMS

Regió

n Me

tropo

litana

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Santi

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42.1

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l Libe

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VIIDe

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3%4.

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2%

VIII

Del B

iobío

11.7

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2.5%

2.5%

2.4%

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XDe

Los

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Page 43: Informe Pa s

Aire

33

1

C a p í t u l o I I

II. SITUACIÓN DEL MEDIOAMBIENTE Y DELPATRIMONIO NATURAL

1. Aire

2. Recursos Hídricos3. Bosques

4. Diversidad Biológica5. Suelos

6. Recursos del Mar y del Borde Costero7. Recursos Mineros e Hidrocarburos

8. Asentamientos Humanos

Page 44: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

34

Page 45: Informe Pa s

1. AIRE

Page 46: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

36

Page 47: Informe Pa s

Aire

37

1

L PRESENTE CAPÍTULO entrega un análisisresumido de los principales antecedentesdisponibles sobre la calidad del aire en el

país hasta septiembre de 1999, en especial para laRegión Metropolitana (RM).

La calidad del aire se deteriora por la conjunciónde varios factores, algunos de origen natural y otrosantrópicos, que participan en los grandes complejosurbanos o industriales. Dentro de los factores natu-rales destaca la capacidad de ventilación que presen-ta la atmósfera, lo que redunda en una mayor omenor dispersión de los contaminantes; en cambio,en los factores antrópicos figuran las emisionesgeneradas en la operación de procesos productivos olas de origen natural, como el caso de la contami-nación por material particulado en el valle central.

En la mayoría de los casos analizados no esposible comparar los resultados obtenidos de losdiversos estudios considerados. Las razones sonvarias, dentro de las que destacan el hecho de habersido realizados en épocas y años diversos, enciudades con características naturales muy diversas,haber usado tecnologías muy distintas y aplicadometodologías de monitoreo que actualmente estánobsoletas, pero que en su época eran válidas.

Como la calidad del aire de algunas ciudadeso zonas del país se ha ido deteriorando con eltiempo, se han desarrollado planes y proyectosque apuntan a lograr una prevención y dismi-nución en la cuantía del problema. Sin embargo,la percepción de la ciudadanía es que las accio-nes implementadas son insuficientes y ello con-duce a que la calidad del aire se vea deteriorada.

1. AIRE

C a p í t u l o I I

E El tema se presenta mediante un análisis de losantecedentes acopiados para las regiones que dis-ponen de información, partiendo por la Metropo-litana, con una recopilación sobre los prolegóme-nos de la calidad del aire en el país en la décadade los sesenta e incluye hasta el año 1999. Especialatención se da a la década de los noventa,poniendo énfasis en las tendencias y seguimientodel comportamiento de las concentraciones decontaminantes realizado por el Estado, para eva-luar la calidad del aire y la implementación depolíticas y regulaciones orientadas a reducir laemisión de contaminantes en el tiempo. Para ello,se consideran estudios y mediciones ejecutadospor el Estado o particulares con financiamientoestatal, externo o mixto.

1 . 1 . CALIDAD DEL AIRE

1.1.1 Análisis de la RegiónMetropolitana

Para el caso del área Metropolitana de Santiagolos antecedentes se presentan en orden cronológi-co, ello porque ha sido la zona con mayor infor-mación técnica obtenida de Estudios y Proyectosrealizados por el Estado.

Inventarios de emisiones

Uno de los insumos más relevantes para lagestión de la calidad del aire lo componen losinventarios de emisiones. Ello, por una parte,

Page 48: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

38

TIPO DE FUENTE CO HCT Nox SOx PTS FUENTES

Calderas 516 384 2.292 11.244 2.136 937

Procesos Industriales 240 840 144 6.384 4.656 1.330

Transporte Vehicular 193.740 35.196 11.076 1.536 208.100

Incineradores 984 336 12 12 144 312

Estaciones de Servicio — 2.916 — — — 194

Aeropuertos 120 36 96 — — 2

TOTAL 195.600 39.708 13.620 19.176 13.851 220.875

TIPO DE FUENTE NÚMERO PTS SOx NOx HCT CO

Calderas 1.062 13,0 37,0 9,2 0,6 0,2

Industrias 319 74,6 41,2 — 5,2 1,1

Terminales de transporte 8 0,1 0,2 1,2 1,7 0,4

Vehículos (1) 300.000 10,9 19,2 83,0 77,8 98,2

Distribución de Combustibles 163 — — — 14,4 —-

Residencias aproximadas 1.000.000 1,4 2,4 6,6 0,3 0,1

Emisiones Totales 10.560 12.360 14.040 20.400 182.760

porque son determinantes en la interpretación delos datos obtenidos en el monitoreo de la calidaddel aire y, por otra, para la aplicación de políticasy acciones sobre las fuentes emisoras de conta-minantes atmosféricos. En esta sección se entre-gan los inventarios de emisiones de la RM y enel punto 1.1.2. los correspondientes a las regionespara las cuales se dispone de información.

Santiago cuenta con tres inventarios de emisio-nes realizados en proyectos específicos de los cualesel primero lo ejecutó INTEC-Chile en 1977, elsegundo IASA (Instituto de Análisis de SistemasAplicados para el Desarrollo) y la Facultad deCiencias Físicas y Matemáticas de la Universidad deChile en 1980; y el tercero Cade-Idepe en 1988.

Hay otras estimaciones de emisiones, mal lla-madas inventarios, que han dado origen a variaspublicaciones o Planes de Descontaminación, comoel incluido en el Plan de Prevención y Desconta-minación Atmosférica de la Región Metropolitana1997, elaborado por CONAMA. Estas estimacionesdifieren de los inventarios por el hecho de nodisponer de información de terreno y de primeramano, entre otras.

En los Cuadros 1.1; 1.2 y 1.3 se presentan losinventarios realizados en Santiago entre 1976 y1990. El Cuadro 1.4 muestra la estimación deemisiones publicada por CONAMA para 1997.

Cuadro 1.1

Inventario de emisiones de

contaminantes atmosféricos de

Santiago, año 1977 (Ton/Año)

Fuente: CORFO - INTEC -1978

Chile.

Cuadro 1.2

Emisión global decontaminantes atmosféricosde la Región Metropolitana1980 (Ton/Año)Porcentajes sobre el totalde emisiones.

(1) Estimada a partir devehículos / km.Fuente: IASA 1981.

Calidad del aire en el Gran Santiago

El análisis sobre la calidad del aire del GranSantiago debe considerar otros antecedentes queinfluyen en la concentración de contaminantes,entre los que destacan, por nombrar algunos, elrelieve, las condiciones meteorológicas y el agualluvia anual caída en la ciudad.

La posición geográfica de la ciudad de Santiago(entre los 32° 55' y 34° 19' Latitud Sur y 69° 46'y 71° 39' Longitud Oeste), bajo el predominioanticiclonal subtropical, es una de las característicasatmosféricas que explican los altos niveles decontaminación, situación que diferencia a Santiagode otras metrópolis latinoamericanas.

La cuenca de Santiago está limitada al orientepor los faldeos cordilleranos de la cordillera de losAndes, con cerros que superan los 3.200 m (CerroSan Ramón). Por el oeste, la cordillera de la Costaalcanza alturas sobre los 1.500 m, siendo interrum-pida por el valle del río Maipo, que abre la cuencahacia el sector suroeste. Más al sur, el macizo Alhué(Cerro Cantillana) supera los 2.000 m de altitud.

Por el norte, el cordón de los cerros deChacabuco cierra la cuenca. Por el sur, el cordónde los cerros de Angostura de Paine separa lacuenca de la depresión central que se desarrollahacia el sur.

Page 49: Informe Pa s

Aire

39

1

C O N T A M I N A N T E S (TONELADAS / AÑO)

FUENTE MP10 SO2 NOx CO COV

Procesos de Combustión

Calderas 1.676 9.162 5.493 3.032 174

Panaderías 33 49 75 49 1

Combustión Residencial 1.359 975 1.567 5.134 3.543

Incendios Forestales 1.467 140 9.083 873

Quemas registradas e ilícitas 65 1 410 74

Vehículos 2.731 3-157 30.943 225.992 28.416

Procesos Industriales 1.1467 7.827 5.391 1.222 65

Emisiones evaporativas 20.531

Emisiones biogénicas 218 8.722

Calles pavimentadas 28.524

Calles sin pavimentar 4.462

TOTAL 41.784 21.170 43.828 244.922 62.219

La cuenca tiene una extensión relativamenteplana de 70 a 80 km en la dirección norte-sur y de30 a 40 km en sentido este-oeste. Varios cerros detipo isla se elevan sobre la llanura, como Lonquén(1.028 m), Chena (950 m) y Renca (903 m). Por elsector nororiente de la ciudad, penetra una cadenade cerros formada por los cerros Manquehue (1.650m) y San Cristóbal (880 m). Por el sur, el cordón decerros de los Ratones (Morro El Cardo, 1.468 m),enmarca la sub-cuenca de Pirque.

Cuadro 1.4

Estimación de emisiones

para la Región

Metropolitana,

año 1997.

Fuente: Elaboración propiacon datos de CONAMA1998.

Emisión global de

contaminantes

atmosféricos en Santiago,

año 1988.

(1) El área considerada no

corresponde a la R.M. ni a

la del Gran Santiago.

(*) Representan valores no

sumables para los totales.

Fuente: Elaboración propia

con información de IRM -

Cade-Idepe - 1989.

Cuadro 1.3

Por el sector nororiente de la ciudad, el ríoMapocho y el estero del Arrayán dan origen avalles cordilleranos que ayudan a la ventilación dela ciudad. Por el sector sur, el río Maipo fluyedesde un valle cordillerano encajonado.

A causa del predominio de las condicionesanticiclónicas en la región, el forzamiento del flujode aire por los sistemas meteorológicos de granescala es débil. La ventilación de la cuenca es

C O N T A M I N A N T E S (T O N E L A D A S / A Ñ O)

FUENTES PARTÍCULAS SOX NOX CO COV NÚMERO

Calderas y hornos 3.650 5.140 810 19.750 480 3.850

Procesos industriales 4.510 13.885 64 1.650 7.980 1.780

Combustión residencial 1.660 380 240 20.110 420

Quema de basuras,

incendios de edificios,

bosques y pastizales 440 26 60 2.380 850

Pérdidas por evaporación 5.350 415

Polvo de calles de tierra y

pavimentadas 33.950

Fuentes móviles 2.660 3.000 11.530 183.000 14.000 334.000

Autos (830)* (950)* (6.710)* (159.560)* (11.760)*

Taxis (701)* (110)* (860)* (18.030)* (1.190)*

Buses (1.760)* (1.940)* (3.960)* (5.410)* (1.050)*

Total anual 46.870 22.431 12.804 226.890 28.990

Page 50: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

40

producida principalmente por un sistema de brisasque se genera localmente.

La precipitación media anual para un añonormal es de 312 mm y está distribuida enalrededor de treinta días por año.

En los meses de invierno, el flujo de aire dentrode la cuenca es mucho más débil que en verano,debido a la menor disponibilidad de radiación solar.Durante el invierno, en las tardes las velocidadesmedias en el centro de Santiago son del orden de2 m/s, mientras que en verano alcanzan valores delorden de 5 m/s, entre las 16 y 19 horas.

La brisa nocturna es mucho más débil; entre 00y 07 horas las velocidades medias están compren-didas entre 1,0 y 1,5 m/s.

El territorio geográfico de la región, de 15.479km2, está formado en un 86 por ciento pormontañas y la urbanización ocupa alrededor del 4por ciento del valle.

Las concentraciones de contaminantes medidasen el aire de Santiago muestran un aumentogeneralizado durante la época otoño-invierno,período con ventilación muy reducida. Durante elinvierno, el fenómeno está modulado por la ocu-rrencia de días de episodios con valores de con-centración de contaminantes elevados y por díasde baja contaminación, correspondientes al pasode sistemas de mal tiempo sobre la región.

La calidad del aire de Santiago ha sido medidaa través del tiempo por la Red de Vigilancia desde1976 hasta 1986, por la Red Macam a partir de1987 hasta 1996 y en la actualidad por la RedMACAM 2, que opera desde 1997.

Los contaminantes medidos en las estacionesde las Redes son PTS, SO2 y NO2 en la deVigilancia; PM10 y PM2,5, CO, SO2, NOx (NO yNO2), O3 y HCT (hidrocarburos totales gaseosos)o HCNM (hidrocarburos no metánicos) en laMACAM y en la MACAM 2 los mismos de laanterior con la diferencia que las MP10 sonmonitoreadas con equipo TEOM, que entregaresultados en tiempo real y todos los equiposcuentan con la más reciente tecnología de de-tección, y son calibrados y mantenidos paraentregar información confiable y válida.

Según Martínez et al. (1990) y Sandoval et al.(1990), en la contaminación atmosférica de San-tiago el transporte vehicular tiene una fuerteincidencia sobre el CO; en cambio, para el SO2

son las fuentes fijas las que hacen el mayoraporte. Ambos contaminantes presentan marca-dos ciclos diarios, semanal y estacional, pero elCO tiene igual comportamiento en invierno queen verano; en cambio, los ciclos diarios ysemanales del SO2 son semejantes pero las con-centraciones de invierno son 6 veces superioresa las de verano. Por otra parte, el materialparticulado presenta las mayores concentracionesen la zona céntrica de Santiago y son un factor2 a 3 veces superior a las del sector residencialy rural; las tendencias indican que en el sectorcentral y residencial el comportamiento de lasPTS y MP10 es el mismo en invierno que enverano, en cambio, en el rural durante el períodode invierno ambas concentraciones son iguales,cambiando en verano con concentraciones dePTS dos veces superiores a las de MP10.

Las concentraciones de hidrocarburos aromáti-cos policíclicos demuestran la gran incidenciasobre ellas del transporte vehicular diesel y deprocesos de combustión asociados al consumo deleña y petróleos pesados.

Otro estudio que proporciona informaciónsobre composición de sustancias gaseosas presen-tes en el aire de Santiago es el de Oyola et al.(1992), que entrega la concentración de algunoshidrocarburos gaseosos especiados en el aire deSantiago, dentro de los que destacan etano,etileno, propano, propileno, n-butano e i-butano;con las concentraciones más altas en ordendecreciente, entre otros.

Se expone a continuación el estado de laatmósfera de Santiago, en función de la informa-ción recopilada para la década. Los estudios sebasan en la información generada en las cuatroestaciones originales de monitoreo ambiental y enlas cuatro estaciones adicionales que se instalaroncon posterioridad a 1996.

En el país se han establecido nueve normas decalidad del aire primarias, las que se detallan encuadro 1.5.

Material particulado

El problema del material particulado aparececomo el más relevante en la contaminación deSantiago. A continuación se expone en el cuadro1.5 y 1.6 los días de excedencia de la norma y lospromedios trienales de contaminación, medidos enµg/m3. La norma de calidad del aire primariavigente en el país de Material Particulado Respi-rable (PM10) es de 150 µg/m3 medida como mediaaritmética diaria.

Page 51: Informe Pa s

Aire

41

1

Contaminante Norma Unidad (1) Tipo de Norma

Partículas en suspensión 75 µg/m3 Media geométrica anual

(PTS) 260 µg/m3 Promedio aritmético de

24 horas consecutivas. (*)

Material Particulado respirable (PM10) 150 µg/m3 Media aritmética diaria

Dióxido de azufre (SO2) 80 µg/m3 Media aritmética anual.

365 µg/m3 Media aritmética diaria.

Oxidantes Fotoquímicos (O3) 160 µg/m3 Media aritmética horaria. (*)

Monóxido de Carbono (CO) 40 mg/m3 Media aritmética horaria. (*)

10 mg/m3 Promedio aritmético móvil de 8

horas consecutivas. (*)

Dióxido de Nitrógeno (NO2) 100 µg/m3 Media aritmética anual.

(1) Un µg. corresponde a una milésima de milígramo.

(*) Valor que no puede ser sobrepasado más de una vez por año.

Normas de calidad del aire

primarias vigentes en Chile.

Fuente: Res. 1.215/78 del

Ministerio de Salud, D.S.

185/91 del Ministerio de

Minería.

Cuadro 1.5

Cuadro 1.6

Días de excedencia a lanorma y promediostrienales 1989-91 y1996-99 de PM10 en laregión de Santiago.

Providencia Independencia Parque O’Higgins Las Condes

Días de Promedio Trienal Días de Promedio Trienal Días de Promedio Trienal Días de Promedio Trienal

Excedencia (µg/m3) Excedencia (µg/m3) Excedencia (µg/m3) Excedencia (µg/m3)

1989-1991 139 109 158 109 202 121 49 85

1996-1999* 57 84 102 93 138 103 22 76

(*) La información disponible para el año 1999 llega hasta el mes de abril de 1999.El análisis de 1999 sólo incluye información correspondiente al período 5 de enero - 30 de abril de 1999.

Fuente: CONAMA, 1999,Auditoría PPDA, Cap IIIEstado de la Atmósferaen Santiago.

Providencia Independencia Parque O’Higgins Las Condes

Días de Promedio Trienal Días de Promedio Trienal Días de Promedio Trienal Días de Promedio Trienal

Excedencia** (µg/m3) Excedencia (µg/m3) Excedencia (µg/m3) Excedencia (µg/m3)

1989-1991 331 70 279 63 326 75 146 53

1996-1999* 159 43 184 46 244 52 105 37

Cuadro 1.7

Días de excedencia a lanorma y promediostrienales 1989-91 y1996-99 de PM2.5 en laregión de Santiago**

Fuente: CONAMA, 1999,Auditoría PPDA, Cap IIIEstado de la Atmósferaen Santiago.

La información disponible para el año 1999 llega hasta el mes de abril de 1999.El análisis de 1999 sólo incluye información correspondiente al período 5 de enero - 30 de abril de 1999.

Page 52: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

42

Tendencia histórica deMP 10. Años 1989 1999Santiago de Chile - RegiónMetropolitana

Fuente: SESMA, 1999

Figura 1.1

Meses desde enero 1989 hasta septiembre 1999

12 24 36 48 60 72 84 96 108 120 132Co

ncen

tració

n me

dia m

ensu

alMP

10, e

n µg

/m3 N

Tendencia histórica deMP 2.5. Años 1989 1999Santiago de Chile - RegiónMetropolitana

Fuente: SESMA, 1999

Figura 1.2

210

190

170

150

130

110

90

70

50

30

Meses desde enero 1989 hasta septiembre 1999

12 24 36 48 60 72 84 96 108 120 132

Conc

entra

ción

media

men

sual

MP2.

5 en

µg/

m3 N

150

130

110

90

70

50

30

10

Se aprecia una clara disminución tanto de losdías de excedencia como de los niveles de conta-minación.

Con relación al PM 2,5 no está normalizado enChile. Para efectos del Cuadro 1.6 se ha definidocomo superación de norma, el nivel de 65 µg/m3.

Con el PM 2,5 se produjo una situación similarque con el PN10 en cuanto a la disminuciónsignificativa de los días de excedencia y de losniveles de contaminación.

La tendencia histórica del MP10 y del MP2,5 de1989 a 1999 se puede apreciar en las figuras 1.1.y 1.2

Las concentraciones de PM10 han descendido enun 24,1% entre los promedios móviles de 12 mesesde 1989 y el último promedio reflejado al 31 de

octubre de 1999. La pendiente de la curva, ajustadaa los datos de concentración media mensual dePM10, estima una disminución de 0.40µgr/m3 porcada año del período monitoreado. Se aprecia unadisminución del 47,4% de la concentración dePM2.5 entre 1989 y 1999 (promedios móviles de 12meses). La pendiente de la curva, ajustada a losdatos de concentración media mensual de PM2.5,permite estimar una disminución de 3,90µgr/m3 porcada año de monitoreo (CONAMA).

El PM2,5 constituye una parte muy significa-tiva del PM10 (según la Auditoría PPDA de CONA-MA en los dos últimos años fue del 64%). Ello esmuy significativo para las políticas futuras decontrol del particulado emitido por la combustióny el material particulado secundario. Algunosestudios parciales arrojan los resultados indicadosen el cuadro 1.8 con relación al tipo de materialoriginario de las partículas en suspensión.

Page 53: Informe Pa s

Aire

43

1

TIPO DE MATERIAL FRACCION DE LA MASA TOTAL

Nitritos 28%

Sulfatos 19%

Carbono orgánico 17%

Amoníaco (combinado principalmente con nitritos y sulfatos) 17%

Carbono elemental 12%

Partículas resuspendidas 5%

Otros materiales 2%

Cuadro 1.8

Composición porcentual delPM2.5 según origen,correspondiente a dossemanas de agosto de1998, promediado portodas las estaciones(promedio PM2.5 =36µg/m3)

Fuente: CONAMA; 1999,Auditoría PPDA

Distribución de PM10 pormeses promedios 1989-1998 y meses de 1999.

Fuente: CONAMA, Auditoría

PPDA

Figura 1.3150

130

110

90

70

50

30

101 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Conc

entr

ació

n m

edia

men

sual

MP2

.5 e

n ug

/m3 N

Tipo de episodios Providencia Independencia Parque O’Higgins Las Condes

Días sobre nivel Días sobre nivel Días sobre nivel Días sobre nivel

89-91* 96-99** 89-91* 96-99** 89-91* 96-99** 89-91* 96-99**

Alerta 39 6 52 24 50 46 6 1

Preemergencia 14 4 29 7 63 32 7 0

Emergencia 4 0 8 0 14 0 0 0

*Período trienal 1/1/89 al 31/12/91. **Período trienal 1/5/96 al 31/4/99.

Cuadro 1.9

Días de superación denormas de episodios

Fuente: CONAMA,Auditoría PPDA

Partículas) 100, 300 y 500 (Alerta, Preemergenciay Emergencia).

Como se observa en el cuadro 1.9, los episodioshan tendido a disminuir.

Monóxido de Carbono (CO)

En Santiago se supera la norma de medidas deocho horas del Monóxido de Carbono. La normahoraria no se supera.

La mayor parte del material particulado secun-dario y carbono orgánico e inorgánico ocurre enla fracción tamaño PM2.5. Gran parte del materialparticulado resuspendido es mayor que 2.5 µg, porlo que no aparece reflejado en este análisis.

La mayor concentración de material particula-do se produce entre mayo y septiembre, tal comose aprecia en la figura 1.3

La situación descrita incide en la superación delos índices ICAP (Índice de Calidad Atmosférica de

Page 54: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

44

Cuadro 1.10Excedencias a la normade 8 horas y niveles decontaminación demonóxido de carbonosegún estaciones demonitoreo.

La Florida El Bosque Cerrillos Pudahuel

Excedencias Máximo Excedencias Máximo Excedencias Máximo Excedencias Máximo

1997* 1 9 9 11 13 13 25 19

1998 0 8 0 8 3 11 11 18

1999** 0 7 1 9 0 8 7 16

Providencia Independencia Parque O’Higgins Las Condes

Excedencias Máximo Excedencias Máximo Excedencias Máximo Excedencias Máximo

1997* 9 11 3 10 41 11 0 7

1998 1 9 1 9 20 14 0 4

1999** 0 7 0 8 7 11 0 4

Fuente: CONAMA, 1999,Auditoría PPDA.

*Las estaciones no estuvieron en funcionamiento sino hasta abril de 1999.**Información disponible hasta el 31 de julio de 1999.

1816141210

86420

1989 1990 1991 1992

Años

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

Total mes Estaciones

(µg/m3) Figura 1.4

Santiago: concentraciones

máximas mensuales

promedio de CO para las

estaciones Red MACAM

años 1989 - 1992.

Fuente: Universidad de

Chile, 1993.

Page 55: Informe Pa s

Aire

45

1

Las estaciones Parque O’Higgins y Pudahuelexcedieron el nivel de alerta ambiental chileno de15 ppm (17 mg/m3) en 1997 y 1998.

Una contribución importante para las políti-cas de descontaminación ha sido el estudio delas concentraciones máximas mensuales prome-dio de CO, originadas de la Red Macam, lo quese expone a continuación para los añoscomprendidos entre 1989 y 1992, que ilustranuna distribución que se ha mantenido casi sinvariaciones.

Superación anual de los índices decalidad del aire

Cada vez que en una o más estaciones de laRed MACAM se superan los índices de calidad delaire con valor 300 y 500 la autoridad ambientaldeclara emergencia ambiental por calidad del aire.Es así como entre 1990 y 1999 se superan losÍndices de Calidad del Aire 300 (preemergencias)y 500 (emergencias), de acuerdo a los números queentrega el Cuadro 1.12. En estos casos la autori-dad ambiental aplica medidas precautorias que

Cuadro 1.11Excedencias a la normahoraria y niveles (ppm)de ozono según estacionesde monitoreo.

La Florida El Bosque Cerrillos Pudahuel

Infracciones Máximo Infracciones Máximo Infracciones Máximo Infracciones Máximo

1997* 45 0,146 21 0,121 26 0,127 7 0,102

1998 86 0,156 32 0,130 33 0,119 14 0,105

1999** 34 0,118 8 0,099 11 0,111 2 0,085

Providencia Independencia Parque O’Higgins Las Condes

Excedencias Máximo Excedencias Máximo Excedencias Máximo Excedencias Máximo

1995 5 0,093 43 0,140 33 0,107 170 0,224

1996 5 0,104 34 0,124 27 0,119 165 0,156

1997* 8 0,095 39 0,135 36 0,121 111 0,175

1998 17 0,140 43 0,146 56 0,145 167 0,208

1999** 0 0,077 10 0,103 16 0,108 86 0,133

*Las estaciones no estuvieron en funcionamiento sino hasta abril de 1999, y posiblemente muchas excedencias se pasaron por alto.**Información disponible hasta el 31 de julio de 1999.

Fuente: CONAMA, 1999,Auditoría PPDA.

AÑO VECES QUE SE SUPERA ÍNDICE 300 VECES QUE SE SUPERA ÍNDICE 500

1990 11 22

1991 9 2

1992 14 2

1993 9 0

1994 3 0

1995 2 0

1996 6 0

1997 13 0

1998 12 1

1999 14 1

Resumen de superación deíndices de calidad del aire300 y 500 en Santiago.

Nota: A partir de 1997 seimplementa el sistema dealerta ambiental cuando elICAP supera el valor 200. Elnúmero de ellas es de 7, 22y 11 para 1997, 1998 y1999, respectivamente.

Fuente: SESMA, 1999.

Cuadro 1.12

Page 56: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

46

Cuadro 1.13

Concentración de

material particulado y

sustancias en Arica

PTS MP10 PLOMO ARSÉNICO SULFATO FUENTEµg/m3 µg/m3 mg/m3 mg/m3 mg/m3

88 - 0,266 b.l.d 24 Hrepic et.al 1983

90 - 0,082 — — H.Sandoval L. 1999

- 49 0,031 — — H. Sandoval L. 1999

b.l.d : bajo el límite de detección de técnica de análisis.

Primera Región

Arica

La única información disponible para el aná-lisis de la calidad del aire en esta ciudad fueextraída de estudios realizados en 1982 y 1999,en que se monitoreó material particulado yposteriormente se realizó una especiación quí-mica de algunas sustancias presentes en losaerosoles colectados; los resultados están en elCuadro 1.13

Se observa que el promedio de concentraciónde PTS supera el valor 75 µg/m3, correspondienteal de la norma anual vigente en el país, noobstante que ellos fueron realizados en distintasépocas y con una diferencia de 16 años. En lasmediciones realizadas durante diciembre de 1998y enero de 1999 no se superan las normas para 24horas de PTS ni de MP10.

Por otra parte, la concentración media de plomoes un orden de magnitud superior en el períodomayo de 1982 que en el de diciembre 1998 - enero1999 y no muestra valores de riesgo para la saludhumana. No obstante, el manejo y disposición delos concentrados de minerales en el centro deacopio no es eficiente y debiera producir problemastemporales. Además, la composición de los concen-trados por lo general no es conocida y sí lo es lacantidad manejada en los sitios de embarque.

La concentración media de sulfatos presente en elmaterial particulado muestreado en 1982 es muy próxi-ma a la norma de calidad de aire existente en CaliforniaUSA, (25 µg/m3 para 24 horas), lo cual indica con certezaque en algunos días debe ser ampliamente superada. Supresencia no es atribuible sólo a origen antrópico, sinofundamentalmente natural, por aporte de aerosoles marinos(Sandoval, H. 1998).

Iquique

Ciudad capital de la Primera Región con unapoblación de 152.000 habitantes y un área de2.876 km2. La posición geográfica está en latitud

afectan la actividad de fuentes fijas, móviles ygrupales, correspondientes a cada caso (CONAMA1998).

La información que entrega el Cuadro 1.12debe ser tratada con algunas consideraciones,como el hecho de que a partir de 1997 inicia susmediciones la Red MACAM 2, la que opera con 8estaciones de monitoreo en vez de las cinco de laantigua red. Dentro de las estaciones agregadasestán las de Pudahuel, Cerrillos, La Florida y ElBosque, manteniéndose cuatro de las cinco de lared anterior, por haber sido eliminada la loca-lizada en el centro de la ciudad que operaba enla Plaza Gotuzzo.

Por lo tanto, a partir de 1997 aumenta lacobertura de la medición de contaminantes atmos-féricos en Santiago y ello conduce a que seincrementen las pre-emergencias y emergenciasambientales, por disponer de más antecedentesreales sobre la calidad del aire y no por que éstahaya sufrido un deterioro.

Para una mejor comprensión de las preemer-gencias y emergencias ambientales se sugiere verCuadro 1.43 sobre índices de calidad del aire degases y partículas aplicables sólo a la calidad delaire de Santiago.

1.1.2 Análisis de la calidad del aireen regiones

Los antecedentes disponibles para las diferentesregiones del país provienen sólo de proyectosrealizados por los Servicios de Salud (caso deAntofagasta y San Felipe), por CONAMA, Proyecto«Estudio de la calidad del aire en regiones urbano-industriales de Chile» (casos de Iquique, Valparaíso,Viña del Mar, Rancagua y Temuco) y otros deciudades o complejos industriales de regiones comolos casos de los Planes de Descontaminación pre ypost Ley 19.300, aplicados en las Divisiones deCODELCO-Chile que operan fundiciones de cobre yen la Empresa Nacional de Minería (Enami).

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Aire

47

1

Parque de vehículos

motorizados en

circulación de Arica

FUENTE MP10 SO2 NOx CO COV

Fuentes Móviles 99 149 1.045 19.392 2,4

Fuentes Fijas 229 2.849 864 16.110 5,6

Total 328 2.998 1.909 35.502 8

Fuente: CONAMA 1999

Estimación de emisión

de contaminantes

atmosféricos de Iquique

para 1997 (Ton/año)

Cuadro 1.14

Cuadro 1.15

AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 25.942 413 1.907 28.262 78.451

1998 26.548 490 1.865 28.903 83.724

Fuente: Elaboración propia con antecedentes INE 1997 y 1998

20° 13' 15" S y longitud 70° 10' 15" O. El límiteoriente está definido por los cerros de la cordillerade la Costa, constituido por los cordones deEsmeralda, Huantajaya, Santa Rosa y Morro Tara-pacá, con la mayor altura de 800 m.

La costa es pareja, sin grandes accidentes y conuna distancia máxima entre el mar y la cordillerade 4 km. El relieve de la ciudad corresponde asuaves lomas en una planicie de 15 km de largo.

El clima es desértico costero con una reducidaoscilación térmica.

La morfología del área indica que la ciudadse encuentra en la planicie superior constituyen-do una meseta separada de la Terraza Costera,donde está emplazada Iquique, por una abruptaruptura de pendiente. Este acantilado, que sepa-ra la Planicie Superior de la Terraza Costera,presenta en este sector una altura de 500 a 600m, siguiendo un rumbo sinuoso norte-sur.

La capital de la Región presenta un climadesértico, con un 61 por ciento de los días delaño, con abundante nubosidad y temperaturasque oscilan entre 13 y 20,9 °C, con una hume-dad relativa promedio de 73,66 por ciento yvientos dominantes del sur-oeste.

En general la ciudad presenta en las mañanassituaciones de calma, sin viento y para el restodel día predominan los vientos del sur-oeste,con una velocidad promedio del viento quefluctúa entre 1,5 y 2,6 m/s.

Es una de las cinco ciudades incluidas en el«Estudio de la calidad del aire en regiones urbano-industriales de Chile», realizado por CONAMAcon financiamiento de la Agencia Suiza para laCooperación y el Desarrollo, COSUDE.

El primer producto de este proyecto es laentrega de una estimación de emisiones decontaminantes atmosféricos, el cual se presentaen el Cuadro 1.15.

Las emisiones del cuadro anterior merecenalgunos comentarios generales basados en an-tecedentes nacionales e internacionales. Enprimer lugar, por la proximidad de los valoresque presentan las emisiones de NOx, CO y COV,los que por lo general son muy superiores paralas fuentes móviles que para las fijas. Comosegundo punto está el hecho de que las emisio-nes de COV de las fuentes fijas sean superioresa las de las móviles, situación que podría serreal pero, sin embargo, no es frecuente.

Otro producto, corresponde a los resultadosdel monitoreo de contaminantes atmosféricoscon norma de calidad de aire en el país, poralrededor de un año. Para cumplir este objetivo,se emplea la técnica de tubos pasivos instaladosen 15 lugares y se miden los contaminantesgaseosos CO, NO2, SO2 y O3, en períodos de 6 y30 días, los que son diferentes a los correspon-dientes a las normas de calidad de aire vigentesen el país (ver Cuadro 3.3, documento originalde N.G). En cambio, para MP10 y MP2,5 seutilizaron muestreadores de impactación de bajovolumen que funcionaron durante 24 horas cadacuatro días.

En el Cuadro 1.16 se entrega el parque devehículos motorizados en circulación en Iquiquepara 1997 y 1998.

Como el monitoreo no fue realizado conequipos que tengan la calificación de métodos dereferencia de la EPA, sus resultados son útilescomo diagnóstico y no es recomendable sacarconclusiones que conduzcan a decisiones de aplicar

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

48

Parque de Vehículos

Motorizados en

Circulación de Iquique

Cuadro 1.16

Resumen de monitoreo de calidad

del aire en Iquique, año 1998.

Concentración en µg/m3.

n.m: la técnica no mide para ese

período; s.m: sin medición.

Ozono: valores para 6 meses

Fuente: Elaboración propia con datos

de CONAMA 1999

SITUACIÓN MP10 MP2,5 CO NO2 SO2 O3

Supera norma Sí (8 veces) no s.m. No No No

Concentración máxima 24 h. 267 44 s.m. n.m n.m n.m

Concentración mínima 24 h. 18 3 s.m. n.m n.m n.m

Concentración media anual 77 24 s.m 21 8 41

Concentración máxima 32

media anual s.m 11 51

Concentración mínima s.m.

media anual s.m 6 35

Cuadro 1.17

AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 41.649 373 2.317 44.339 78.451

1998 44.054 394 2.431 46.879 83.724

Fuente: Elaboración propia con antecedentes INE 1997 y 1998

medidas de alto costo para disminuir la contamina-ción atmosférica en las ciudades del estudio.

En la interpretación de los resultados secomparan los valores de concentración de con-taminantes obtenidos con normas de calidad deaire internacionales y se consideran períodosde tiempo muy distintos a los de las normas decalidad de aire vigentes en el país. Esto esválido como estudio pero no sirve para sacarconclusiones ni para implementar acciones quecon posterioridad podrían ser cuestionadas,sobre todo cuando se comparan las concentra-ciones que entregan las mediciones con lasnormas de calidad del aire de países desarrolla-dos, los que han resuelto hace mucho tiempolos problemas que en el país y, en especial, enregiones recién se están empezando a conocery a solucionar.

No obstante ello, en el Cuadro 1.17 se pre-senta un resumen de los resultados en cuantoa concentraciones medias, máximas y mínimasy superación de las normas chilenas de calidadde aire, de acuerdo a los resultados de lasmediciones efectuadas.

Segunda Región

Antofagasta

Los antecedentes sobre mediciones de calidaddel aire de esta ciudad han sido extraídos de losproyectos realizados por el Servicio de Salud deAntofagasta en 1998 y por Conama en 1999. El

primero de ellos, para evaluar los problemas asocia-dos a los sitios de acopio y embarque de concen-trado de minerales en el puerto y el segundo, paraobtener información sobre concentración de plomoen el material particulado.

En el Cuadro 1.18 se entrega el parque devehículos motorizados en circulación en Antofa-gasta para 1997 y 1998.

En los Cuadros 1.19 y 1.20 se presenta unresumen de los resultados del monitoreo de mate-rial particulado en Antofagasta y la concentraciónde algunas sustancias determinadas en él. Cuandocorresponde se analiza la superación de la norma-tiva de calidad del aire vigente.

Los resultados presentados en los cuadros anterio-res no reflejan los problemas que ha tenido la ciudadpor disponer de sitios de embarque y acopio deconcentrados de diferentes minerales. En medicionesrealizadas en otros períodos se han determinadoconcentraciones máximas de aproximadamente 5 y 4mg/m3 de plomo en PTS medidas en noviembre de1996 y MP10 de diciembre de 1997, respectivamente.

Chuquicamata

La División Chuquicamata de CODELCO Chile haimplementado un Plan de Descontaminación adesarrollar entre 1993 y 1998, el que indica que laDivisión debe cumplir con las normas de calidad deaire vigentes para SO2 y MP10, a más tardar el 31de diciembre de 1999. Para un análisis complemen-tario ver el punto 712 para el período 1994 y 19991.

Page 59: Informe Pa s

Aire

49

1

Cuadro 1.18

Parque de Vehículos Motorizados en

Circulación de Antofagasta.

Concentración de material

particulado y de sustancias en

Antofagasta (µg/m3).

Fuente: Elaboración propia con

datos del Servicio de Salud de

Antofagasta (1998).

Cuadro 1.19 SITUACIÓN PTS MP10 ARSÉNICO PLOMO

PTS MP10 PTS MP10

Supera norma 20 veces 2 --- --- --- ----

Concentración 193 57 0,081 --- 0,912 0,173

Media anual

Concentración

Máxima 24 h. 775 187 0,568 --- 3,39 3,70

Concentración

Mínima --- --- 0,03 --- 0,07 0,05

AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 32.922 728 2.979 36.629 69.569

1998 36.182 721 3.081 39.984 72.411

Fuente: Elaboración propia con antecedentes INE 1997 y 1998

SITUACIÓN PTS MP10 PLOMO

PTS MP10

Supera norma No No --- ---

Concentración Media 81 43 0,256 0,061

Concentración

Máxima 24 h. 97 54 0,691 0,668

Concentración

Mínima 24 h 63 33 0,020 0,002

Concentración de PTS, MP10 y

Plomo en Antofagasta. Año 1999.

(µg/m3).

Fuente: Sandoval, H. (1999)

Cuadro 1.20

Tercera Región

Copiapó

Los antecedentes para esta ciudad han sidoextraídos del Plan de Descontaminación de laFundición Hernán Videla Lira de Enami, endesarrollo desde 1995 hasta 1999. Esta fundi-ción debe empezar a cumplir las normas decalidad del aire para SO2 y MP10 a partir del 1°de enero del 2000.

El Cuadro 1.22 entrega el parque de vehículosmotorizados que circula en Copiapó para 1997 y1998.

El Cuadro 1.23 muestra como han disminuidodrásticamente los episodios críticos.

Quinta Región

Para esta región se presentan antecedentespara las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar,obtenidos de CONAMA 1999. Además, se entre-gan antecedentes extraídos del Plan de Descon-taminación de la Fundición Las Ventanas deENAMI y de CHILGENER con la Central Termo-eléctrica Ventanas.

Valparaíso y Viña del Mar

Valparaíso tiene una superficie de 400 km2 yuna población de 282.840 habitantes. Tiene unrelieve bastante montañoso (94 por ciento delterritorio urbano), con 45 cerros con alturas dehasta 400 m.s.n.m.

Page 60: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

50

AÑO EPISODIOS

1994 221

1995 116

1996 125

1997 95

1998 (hasta noviembre) 82

Número de episodios críticos en

Chuquicamata.

Fuente: CONAMA - Departamento de

Planes y Normas 1999

Cuadro 1.21

Parque de Vehículos Motorizados

en Circulación de Copiapó

Cuadro 1.22AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 13.996 222 1.262 15.48 32.974

1998 15.122 267 1.427 16.816 34.608

Fuente: Elaboración propia con antecedentes INE 1997 y 1998

AÑO NÚMERO DE EPISODIOS

1993 445

1994 323

1995 143

1996 43

1997 20

1998 14

1999(a) 7

Episodios críticos durante desarrollo

del plan de descontaminación de la

fundición de ENAMI (Copiapó).

(a): con promedio hasta agosto de

1999.

Fuente: CONAMA - Departamento

Planes y Normas 1999

Cuadro 1.23

FUENTE MP10 SO2 NOx CO COV

Fuentes Móviles 1.641 1.897 12.669 93.237 11.8

Fuentes Fijas 25 99 217 144 0.4

Total 1.666 1.996 12.886 93.381 12

Cuadro 1.24Estimación de emisión de contaminantesatmosféricos de Valparaíso- Viña del Mar

para 1997 (Ton/año)

Fuente: CONAMA, 1999.

Estas son otras de las cinco ciudades incluidasen el «Estudio de la calidad del aire en regionesurbano-industriales de Chile», realizado porCONAMA con financiamiento de la Agencia Suizapara la Cooperación y el Desarrollo (COSUDE).

El Cuadro 1.24 presenta las emisiones de con-taminantes atmosféricos para la zona comprendidaentre las comunas de Valparaíso y Viña del Mar.

En los Cuadros 1.25 y 1.26 se entrega el parquede vehículos motorizados que circula en Valparaísoy Viña del Mar para 1997 y 1998, respectivamente.

El monitoreo de contaminantes realizado duran-te el desarrollo del proyecto con monitores similaresa los usados en Iquique, entrega como resultadoslos que se adjuntan en los Cuadros 1.27 y 1.28, paraValparaíso y Viña del Mar, respectivamente.

El clima es templado cálido, con estación secaprolongada y una precipitación del orden de 300 mm.

Es la capital de la provincia y de la Región yel principal puerto del país. Está localizada a 120km al oeste de Santiago.

Por otra parte, Viña del Mar tiene una superficiede 135 km2, con una población de 285.464 habitan-tes. El relieve está compuesto de colinas suaves conalturas máximas de 300 m. La zona urbana de laciudad se ha construido sobre sedimentos marino-fluviales que constituyen la desembocadura delestero Marga-Marga formando un manto de arenassueltas.

El clima de Viña del Mar es similar al deValparaíso y su localización es el límite norte deesta última.

Page 61: Informe Pa s

Aire

51

1

Plan de Descontaminación del ComplejoIndustrial de Ventanas

El Plan de Descontaminación en desarrollodesde 1995 para el Complejo Industrial Venta-nas, incluye a la Fundición Las Ventanas deENAMI y a la Central Termoeléctrica Ventanasde CHILGENER, proporciona los antecedentesque se muestran en los Cuadros 1.29 y 1.30. ElCuadro 1.31 muestra el éxito de las medidasimplementadas.

Sexta Región

Rancagua

Esta es la cuarta ciudad incluida en el Proyecto:«Estudio de la calidad del aire en regiones urbano-industriales de Chile», (CONAMA COSUDE).

La ciudad se encuentra a una altura de 506m.s.n.m. Su ubicación geográfica en el ValleCentral, es al lado oriental de la Serranía Interme-dia, y al poniente de la zona preandina con latitud34° 10' S y longitud 70° 45' O. Está ubicada entreel borde preandino y la Cordillera de la Costa, lastemperaturas medias anuales oscilan entre los 12y 14 °C y los promedios anuales de precipitaciónson de 600 a 850 mm. Su población asciende a los209.137 habitantes.

Los vientos predominantes son del sur oeste ysur-sur-oeste.

Las emisiones para esta ciudad se presentan enel Cuadro 1.32, las que debieran tener algunasdiscrepancias con estimaciones reales, ello a causade la gran diferencia que muestran las emisionesde las fuentes móviles con las fijas para CO y lacercanía entre las de NOx.

Parque de Vehículos Motorizados

en Circulación de Valparaíso

Cuadro 1.25 AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 30.212 1.239 1.758 33.209 186.308

1998 30.759 1.231 1.821 33.911 202.041

Fuente: Elaboración propia con antecedentes INE 1997 y 1998

Parque de Vehículos Motorizados

en Circulación de Viña del Mar

Cuadro 1.26 AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 42.202 703 1.483 44.388 186.308

1998 42.912 771 1.308 44.991 202.041

Fuente: Elaboración propia con antecedentes INE 1997 y 1998

SITUACIÓN MP10 MP2,5 CO NO2 SO2 O3

Supera norma Sí (3 veces) No s.m No No No

Concentración

máxima 24 h. 161 65 s.m n.m n.m n.m

Concentración

mínima 24 h. 16 16 s.m n.m n.m n.m

Concentración

media anual 75 36 s.m 46 26 36

Concentración

máxima media anual --- --- s.m 82 40 53

Concentración

mínima media anual --- --- s.m 19 8 21

Resumen de monitoreo de

calidad del aire en Valparaíso,

año 1998. Concentración en µg/

m3..

n.m: la técnica no mide para ese

período; s.m: sin medición.

Ozono: valores para 6 meses.

Fuente: Elaboración propia con

datos de CONAMA 1999.

Cuadro 1.27

Page 62: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

52

EMISIÓN DE MATERIAL PARTICULADO

AÑO MTONELADAS/AÑO

Meta Real

1993 26

1994 26 12,4

1995 3

1996 3

1997 3 0,45

1998 3 1,3

1999

AÑO NÚMERO DE EPISODIOS

1993 112

1994 190

1995 384

1996 481

1997 132

1998 48

Episodios críticos sucedidos durante desarrollo del

plan de descontaminación del complejo industrial de

Ventanas.

Fuente: CONAMA - Departamento de Planes y Normas

1999.

Cuadro 1.31

AÑO EMISIÓN DE AZUFRE EMISIÓN DE MATERIAL PARTICULADO

M TONELADAS/AÑO M TONELADAS/AÑO

Meta Real Meta Real

1993 62 3.4

1994 62 61,5 3,4 3,3

1995 62 59,2 3,4 2,7

1996 62 54,5 3,4 3,3

1997 62 42,6 3,4 1,8

1998 45 22,4 2,0 1,2

1999 9,9

Emisión anual de azufre y

material particulado Fundición

Ventanas (ENAMI).

M toneladas: miles de toneladas

Fuente: CONAMA - DepartamentoPlanes y Normas 1999

Cuadro 1.29

Emisiones de material particulado

de Central Termoeléctrica

Ventanas (CHILGENER).M toneladas: miles de toneladas

Fuente: CONAMA - DepartamentoPlanes y Normas 1999.

Cuadro 1.30

Resumen de monitoreo de calidad

del aire en Viña del Mar, año

1998. Concentración en µg/m3.

n.m: la técnica no mide para ese

período; s.m: sin medición.

Ozono: valores para 6 meses.

Fuente: Elaboración propia con

datos de CONAMA, 1999.

Cuadro 1.28SITUACIÓN MP10 MP2,5 CO NO2 SO2 O3

Supera norma Sí (2 veces) No s.m No No No

Concentración máxima 24 h. 156 78 s.m n.m n.m n.m

Concentración mínima 24 h. 17 7 s.m n.m n.m n.m

Concentración media anual 61 23 s.m 35 33 40

Concentración máxima

media Anual --- --- s.m 79 45 62

Concentración mínima

media anual --- --- s.m 79 45 62

Page 63: Informe Pa s

1

53

Aire

En el Cuadro 1.33 se entrega el parque de vehí-culos motorizados que circula por Rancagua du-rante 1997 y 1998.

Por otra parte, en el Cuadro 1.34 se presenta unresumen de los resultados del monitoreo de lacalidad del aire en Rancagua, el que fue realizadocon equipos del mismo tipo que los empleados enIquique.

AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 27.383 599 1.857 29.839 100.662

1998 28.984 672 1.803 31.459 104.902

Fuente: Elaboración propia con antecedentes INE 1997 y 1998

SITUACIÓN MP10 MP2,5 CO NO2 SO2 O3

Supera norma Sí (11 veces) No s.m No No No

Concentración máxima 24 h. 220 105 s.m n.m n.m n.m

Concentración mínima 24 h. 15 12 s.m n.m n.m n.m

Concentración media anual 81 43 s.m 38 24 43

Concentración máxima media anual --- --- s.m 57 40 50

Concentración mínima media anual --- --- s.m 18 12 34

Cuadro 1.34Resumen de monitoreode calidad del aire enRancagua, año 1998.Concentración en µg/m3

n.m: la técnica no mide paraese períodos.m: sin medición.Ozono: valores para 6 meses

Fuente: Elaboración propia

con datos de CONAMA 1999

AÑO EMISIÓN DE AZUFRE EMISIÓN DE MATERIAL PARTICULADO

M TONELADAS/AÑO M TONELADAS/AÑO

Meta Real Meta Real

1998 750 710 3 0.7(b)

1999(a) 370 357 2 1.4

deberá cumplir con las normas de calidad deaire para SO2 y MP10. Ello debido a que la zonaha sido declarada saturada por dióxido deazufre.

Plan de Descontaminaciónde Fundición Caletones

La ejecución del plan, en la División ElTeniente de CODELCO Chile, está contempladapara el período comprendido entre los años1998 y 2003, terminado este año la fundición

Cuadro 1.35

Emisión Anual de Azufre yMaterial ParticuladoFundición Caletones(a): incluye valores hasta septiembre de1999.(b): Incluye sólo septiembre a diciembre.M toneladas: miles de toneladas

Fuente: CONAMA - Departamento Planesy Normas 1999

Cuadro 1.33Parque de VehículosMotorizados enCirculación de Rancagua

FUENTE MP10 SO2 NOx CO COV

Fuentes Móviles 122 178 123 18.814 1.4

Fuentes Fijas 37 529 116 185 0.6

Total 159 707 1.348 18.998 2.0

Estimación de emisión de contaminantesatmosféricos de Rancagua para 1997 (Ton/año)

Fuente: CONAMA 1999

Cuadro 1.32

Page 64: Informe Pa s

54

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

En los Cuadros 1.35 y 1.36 se presentan lasemisiones, las concentraciones medias anuales, lasuperación de normas y los episodios críticos produ-cidos en los años que lleva el plan en ejecución.

a): información hasta septiembre de 1999.Fuente: CONAMA - Departamento de Planes y Normas 1999.

AÑO NÚMERO DE EPISODIOS

1998 305

1999(a) 157

Cuadro 1.36

Episodios críticossucedidos durantedesarrollo del plan dedescontaminac iónFundición Caletones.

Octava Región

Concepción

Caso Intercomuna Concepción-Talcahuano. Esteproyecto, el único realizado en regiones, fueejecutado por CORFO entre 1979 y 1980 a través deINTEC-Chile, encargado por la Intendencia de laVIII Región, los resultados obtenidos indican loque se detalla a continuación:

- El sector de Concepción presenta problemas decontaminación causados por CO y PTS, en ordencorrelativo. El CO supera 58 veces el límite reco-mendado por la norma para 8 horas.

- Para PTS los niveles presentan promedios geomé-tricos 50 por ciento más altos que los recomendadospor la norma anual de calidad de aire.

FUENTES

EMISORAS UNIVERSO PARTÍCULAS SOx NOx HCT CO

Calderas y 69 1.173 5.338 2.331 462 609

Hornos 53 49 – – 128 395

Incineradores 63 10.879 3.110 2.414 6.673 823

Industrias 19.084 161 252 1.195 1.196 9.069

Vehículos

Terminal de Ferrocarril 1 86 288 36 85 884

TOTAL 12.348 8.988 5.976 8.544 11.280

C O N T A M I N A N T E S (1) (Toneladas /Año)Cuadro 1.37

Inventario deemisionesIntercomunaConcepciónTalcahuano.

(1): No incluye lasemisiones desulfuro dehidrógeno 0,3,trimetilamina 9.3 ymercurio 0.6 Ton/año, provenientesde procesosindustriales.

Fuente: INTEC-Chile - Intendencia VIII Región (1980)

- El sector Hualpencillo-Talcahuano presentaproblemas para PTS y CO.

En el Cuadro 1.37 se puede apreciar el inventariode emisiones obtenido de la ejecución delproyecto.

En el Cuadro 1.38 se entrega el parque devehículos motorizados en circulación en Concep-ción para 1997 y 1998.

Los antecedentes nuevos para esta ciudad hansido tomados del proyecto CONAMA (1999): Ante-cedentes científicos y técnicos para la proposiciónde norma primaria de plomo, realizado por Gredis.

Page 65: Informe Pa s

1

55

Aire

En el Cuadro 1.39 se adjunta un extracto delos resultados obtenidos durante la campaña demonitoreo ejecutada entre marzo y abril en laciudad.

AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 36.645 652 2.455 39.752 168.587

1998 39.124 602 2.499 42.225 178.360

Fuente: Elaboración propia con antecedentes INE 1997 y 1998

Novena Región

Temuco

Esta es la quinta ciudad y la más al sur de lasincluidas en el Proyecto: «Estudio de la calidad delaire en regiones urbano-industriales de Chile»,(CONAMA /COSUDE).

Su población es de 243.561 habitantes y abarcauna superficie de 858 km2, está localizada a 38°46' latitud sur y 72° 38' longitud oeste, a unadistancia de 670 km al sur de Santiago.

La ciudad está ubicada a los pies de los CerrosÑielol (por el norponiente) y Conunhueno (por eleste), con alturas de 338 y 350 m, respectivamente.La topografía de la ciudad indica que ésta se puededividir en tres áreas, según su altitud:

- De mayor altura, con una altura de 107m.s.n.m.

- Planicie o Valle Central, con altura promediode 100 m.s.n.m.

- Terraza inferior del río Cautín, con altura pro-medio de 90 m.s.n.m.

Estas características topográficas de la ciudadpermiten que en épocas invernales, a causa de lasbajas temperaturas, los niveles de contaminaciónse concentren en las áreas de planicie y terrazainferior del río Cautín, en las que la presencia deneblina es frecuente por su condición de ribera.

Los vientos predominantes en invierno son delnorte y noroeste; en cambio, en verano son del sury suroeste. Alrededor del 18 por ciento de los díasdel año el viento se presenta calmo (ausencia deviento), lo que causa una difícil dispersión de loscontaminantes. La velocidad promedio del vientofluctúa entre los 2,5 y 3,9 m/s. En los mesesinvernales se pueden encontrar vientos de hasta27,8 m/s.

El promedio anual de precipitación es de 1.162mm distribuidos en un 80 por ciento en los mesesde abril a octubre.

La temperatura media es de 11°C, con unamínima de 4,2 y una máxima de 16,9 °C.

Los Cuadros 1.40 y 1.41 entregan las emisionesde contaminantes atmosféricos en la ciudad y unresumen de los resultados obtenidos en las estacionesmonitoras, respectivamente. El monitoreo empleóequipos similares a los usados en Iquique.

Sobre las emisiones llama la atención laproximidad de los valores para CO y NOx en lasfuentes móviles y fijas, situación que en princi-pio no tendría justificación, así como el hecho deque las fuentes fijas participen con más COV que lasmóviles.

En el Cuadro 1.42 se entrega el parque devehículos motorizados que circula en Temucodurante 1997 y 1998.

Cuadro 1.38

Parque de

Vehículos

Motorizados

en Circulación de

Concepción.

SITUACIÓN MP10 PLOMO

Supera norma No –

Concentración Media 54 0,015

Concentración Máxima 24 h. 83 0,048

Concentración Mínima 24 h 17 0.003

Cuadro 1.39

Concentración de

MP10 y Plomo en

Concepción. Año 1999.

(µg/m3)

Fuente: Sandoval, H. (1999)

Page 66: Informe Pa s

56

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

Cuadro 1.42

Parque de vehículos motorizados

en circulación de Temuco.

Fuente: Elaboración propia con

antecedentes INE 1997 y 1998

SITUACIÓN MP10 MP2,5 CO NO2 SO2 O3

Supera norma Sí (9 veces) s.m No No

Concentración máxima 24 h. 213 92 s.m n.m n.m n.m

Concentración mínima 24 h. 17 16 s.m n.m n.m n.m

Concentración media anual 65 56 s.m 27 8 35

Concentración máxima media Anual s.m 52 22 46

Concentración mínima media anual s.m 9 5 23

Cuadro 1.41

Resumen de monitoreo de la

calidad del aire en Temuco, año

1999. concentración en µg/m3

n.m: la técnica no mide para ese

período.

s.m: sin medición.

Ozono: valores para 6 meses

Fuente: Elaboración propia con

datos de CONAMA 1999

Cuadro 1.40

Estimación de emisión de

contaminantes atmosféricos de

Temuco, año 1997 (Ton/año)

Fuente: CONAMA, 1999.

FUENTE MP10 SO2 NOx CO COV

Fuentes Móviles 137 148 894 14.127 2

Fuentes Fijas 917 64 354 13.048 4

Total 1.054 212 1.248 27.175 6

varían entre los 220 y 250 metros. Cabe destacar,que la curva de 250 metros dibuja el contorno dela ciudad, siguiendo el curso de los ríos Simpson yCoyhaique que la enmarcan.

En el Cuadro 1.43 se entrega el parque devehículos motorizados que circula en Coyhai-que durante 1997 y 1998.

La campaña de monitoreo realizada, en dosestaciones, entre diciembre de 1997 y enero de1998 comprendió la medición de los contaminan-tes CO, SO2, NOx (NO y NO2) y MP10, con moni-tores clasificados como métodos de referencia porla USEPA. Los resultados de las mediciones sepresentan en el Cuadro 1.44.

Los resultados para MP2,5 no se incluyen yaque éstas no son monitoreadas con método gravi-métrico o de referencia de la USEPA.

El informe no entrega datos para el monitoreode gases en la Estación Escuela Guillermo Willies.

En resumen, la calidad del aire presenta valoresde concentración bajos, que concuerdan con el

Décima Primera Región

Coyhaique

Los antecedentes para esta región han sidoextraídos del proyecto realizado por el Gobier-no Regional de Aysén y CONAMA de la XIRegión (1998) a través de CESMEC.

La Ciudad se encuentra enclavada entre re-lieves montañosos dentro de los que destacan:por el Norte el Cerro Cinchao con 1.361 metrosde altitud, el lado Oeste se encuentra cerrado poruna cadena montañosa, cuyo frente Este seencuentra constituido por el Cerro Cordilleranode 1.663 m al sur y por el Cerro Negro de 1.594m al norte. Por el sur se encuentran los CerrosMac Kay de 1.208 m y Divisadero de 1.532 msituado al este del Mac Kay. Los últimos son losmás importantes porque constituyen el límiteSur natural y sus pendientes controlan la ex-pansión urbana.

El espacio intramontano corresponde a unasuperficie baja y acolinada, de pendientes suaves,con altitudes que en los alrededores de la ciudad

AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 25.302 859 2.563 28.724 71.406

1998 26.945 895 2.540 30.380 80.529

Page 67: Informe Pa s

1

57

Aire

AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN

1997 7.737 79 851 8.667 11.475

1998 8.148 83 854 9.085 12.035

Cuadro 1.43

Parque de vehículos motorizados

en circulación de Coyhaique

Fuente: Elaboración propia con

antecedentes INE 1997 y 1998

Cuadro 1.44

Concentración de contaminantes

en Coyhaique

(en µg/m3 excepto CO en mg/m3)

s.i: sin información.

Fuente: Elaboración propia con datos

ESTACIÓN MONITORA CO SO2 NO2 MP10

Supera Norma No No No No

Colegio Mater Dei

Concentración Media del período 240 40 1 16

Concentración Máxima 24 h. 350 171 3 25

Concentración Mínima 24 h. 233 3 0,4 10

Escuela Guillermo Willies

Concentración Media del período s.i s.i s.i 24

Concentración Máxima 24 h. s.i s.i s.i 52

Concentración Mínima 24 h. s.i s.i s.i 18

reducido número de fuentes emisoras, con lascondiciones meteorológicas naturales que permi-ten una buena dispersión de los contaminantesatmosféricos y con la alta tasa anual de agualluvia en la zona, que asegura muchos días conlluvia y, por lo tanto, un barrido del materialparticulado.

1.1.3 Diagnóstico de Plomoen el país

A continuación se entrega un análisis generalsobre el plomo medido en el país durante lasúltimas décadas. El Cuadro 1.38 presenta losvalores de concentración promedio de plomo de-terminados en PTS o MP10, para todas las ciudadescon mediciones.

Cabe destacar que el análisis tiene algunaslimitaciones debido a diferencias en las técnicasde monitoreo, sustrato colector y de determina-ción analítica, que salvo contadas excepcionesson iguales. Esto limita cualquier conclusiónque se pueda extraer del Cuadro 1.38.

Sin embargo, los antecedentes que se entreganno sólo tienen un valor histórico, sino que sonindicadores de tendencias cuando están cubriendoun período de varios años.

Otro aspecto que también limita la compara-ción de los datos de una misma ciudad es el

hecho de que no se disponga de valores para losmismos días en los diferentes sitios de monitoreo.Es fundamental realizar campañas de medicionesen paralelo en distintos lugares pero duranteigual período de tiempo.

Un análisis muy general de las concentracionesde plomo en las ciudades y lugares con informaciónindica que la contaminación atmosférica por plomoen el país no es de riesgo, al considerar comoreferente los antecedentes sobre éstas que entrega laliteratura internacional. Sin embargo, los datos aco-piados muestran que en algunos períodos la situa-ción pudo ser distinta.

De los datos del Cuadro 1.45 se infiere que lasciudades que debieran realizar monitoreo de plomoen el material particulado mayoritariamente a nivelde MP10 son Santiago, Valparaíso, Temuco, Ranca-gua y, en forma especial, Arica y Antofagasta enPTS y MP10 por ser ciudades que disponen de sitiospara el acopio y embarque de concentrados deplomo y de otros minerales.

1.2 CONDICIONANTES DE LACONTAMINACIÓN

ATMOSFÉRICA

La contaminación atmosférica está fuertementeinfluenciada por las condiciones naturales, por elcrecimiento demográfico y por la presencia defuentes emisoras fijas y móviles.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

CIUDAD MEDIA MÁXIMA MÍNIMA N FUENTE

Arica - PTS 0,266 S.I. S.I. S.I. Hrepic 1983

Arica - MP10 0,031 0,099 0,004 31 Gredis 1999

Iquique - MP10 0,106 0,755 0,002 78 Conama 1999

Antofagasta PTS 1,125 3,840 0,070 102 S.Salud A.96-98

Antofagasta MP10 0,264 3,700 0,050 65 S. Salud A.96-98

Antofagasta MP10 0,091 0,668 0,002 34 Gredis 1999

Con Con MP10 0,530 1,200 0,100 16 Min. Min 1994

Viña del Mar MP10 0,390 0,790 0,160 18 Min. Min 1994

Viña del Mar MP10 0,189 0,862 0,032 83 Conama 1999

Valparaíso MP10 1,020 2,700 0,280 17 Min. Min 1994

Valparaíso MP10 0,272 0,661 0,018 80 Conama 1999

Santiago PTS 0,164 4,349 0,020 301 SESMA 1985

Santiago MP10 0,251 1,410 0,046 179 Artaxo 1999

Rancagua MP10 0,294 1,437 0,051 81 Conama 1999

Concepción PTS 0,059 S.I. S.I. 81 H.Sandoval L.1982

Concepción MP10 0,015 0,048 0,004 46 Gredis 1999

Talcahuano PTS 0,042 S.I S.I 478 H.Sandoval L.1982

Temuco MP10 0,224 0,593 0,024 83 Conama 1999

Cuadro 1.45

Concentración deplomo determinadaen PTS y MP10 enciudades del país.(µg/m3)

S.I.: SinInformación.

Fuente: CONAMA -Gredis, 1999

A continuación se entrega una detallada des-cripción de cada uno de estos puntos que afectana la contaminación atmosférica del Gran Santiago.

1 .2 . 1 Variables naturales

Las variables naturales más determinantes queafectan a la contaminación atmosférica de Santia-go son las que se describen a continuación.

- El relieve de la zona en que está inmersa laciudad, que en el caso de Santiago por estarrodeado por las Cordilleras de la Costa y de LosAndes, además de diferentes cerros que estre-chan el valle, limitando la capacidad de venti-lación de la cuenca.

- Variables meteorológicas como dirección yvelocidad del viento son de gran importancia enla capacidad de dispersión de los contaminantesatmosféricos. Desafortunadamente, durante elperíodo otoño-invierno los vientos presentanuna baja velocidad, pero en el de primavera-verano ésta aumenta. Como la dirección predo-minante es del SO en el día y en la noche desdelos faldeos cordilleranos hacia el valle, elloconduce al transporte de los contaminantesdentro de la cuenca de Santiago, no permitien-do una adecuada dispersión de ellos.

- Inversión de temperatura. El valle central estáafectado por inversiones de temperatura desuperficie y de altura. Por lo tanto, en los díasen que la inversión radiativa o de superficie

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1

59

Aire

no se rompe (período otoño-invierno) laconcentración de los contaminantes se elevaa niveles peligrosos para la salud humana.Ello a causa de la reducida ventilación quepresenta la cuenca de Santiago, lo que evitala dispersión de los contaminantes.

- El agua lluvia sobre el valle es del orden de312 mm para un año normal y está distribuidaen aproximadamente 30 días del año, concen-trándose en los meses de mayo a agosto. Comolos días con lluvia son reducidos estos no sonuna forma natural de barrido del materialparticulado presente en el aire de Santiago,llegando a concluir que no tienen una marcadainfluencia sobre la contaminación de la ciu-dad. Además, después de 48 horas posterioresa la lluvia la condición del aire es similar a lade los días previos a ésta.

1.2.2 Crecimiento demográfico

El crecimiento demográfico de Santiago secompone de una masa migratoria proveniente deregiones y del crecimiento vegetativo. La ciudadpor ser la capital y debido al excesivo centralismoque presenta el país recibe anualmente una pobla-ción migratoria de regiones que viene en busca demejores horizontes. Por otra parte, el crecimientono armónico de Santiago causado por una falta deplanificación, ha conducido a un fuerte incremen-to en la extensión periférica de los recorridos demovilización colectiva, la que en algunos casoscircula por calles de tierra o pavimentadas pero enun estado de mantención deplorable. Ello incidedirectamente en la emisión de material particula-do, el cual es el contaminante que más supera losíndices de calidad del aire de Santiago.

Asociado al crecimiento poblacional se haproducido una extrema expansión horizontal dela ciudad de Santiago, principalmente hacia laperiferia sur y sudoeste. El área de la ciudadconformada por el casco urbano (zonas consoli-dadas y zonas parcialmente construidas), aumen-tó de 55 mil hectáreas en 1990 a 65 mil hectáreasen 1995.

La ciudad de Santiago, que se caracteriza poruna extremada segregación socio-espacial y fun-cional, presenta problemas estructurales que di-ficultan su funcionamiento. Desde el punto devista del aumento de las emisiones, la expansiónhorizontal y la segregación funcional de la ciu-dad generan efectos negativos sobre el sistema de

transporte, lo que incide fuertemente en el nivelde contaminación atmosférica, como se verá másadelante.

Existen otros efectos ambientales negativosasociados a la expansión de la ciudad tales comodisminución de la cubierta vegetal, impermeabi-lización del suelo y cambios en las tasas dereposición de las napas freáticas, pérdida debosque nativo y erosión. (CONAMA, Auditoría,PPDA, 1999)

1.2.3 Fuentes emisoras fijas

Santiago no es una ciudad con un universo deindustrias importante o de gran magnitud. Sinembargo, son estas fuentes las que sufren lasmedidas restrictivas de operación en los períodos dealerta, preemergencia y emergencia ambiental porcontaminación atmosférica. Son las condicionesnaturales las que influyen en el hecho de que laciudad tenga concentraciones elevadas de contami-nantes en algunos períodos del año.

Por otra parte, hay que considerar que el airede la ciudad está afectado por emisiones decontaminantes de origen natural y ello no estáclaramente evaluado.

El crecimiento de la actividad industrial en laRegión Metropolitana ha significado un aumentoen el consumo de combustibles, tal como seaprecia en el cuadro 1.46, donde se muestran losconsumos en los años 1990 y 1994 de loscombustibles más utilizados por el sector indus-trial.

Cuadro 1.46

Variación en consumo de

combustibles del sector

industrial 1990 - 1994

COMBUSTIBLE 1990 1994 % AUMENTO

Petróleo Nº 5 (m3) 64.407 79.581 23,6

Petróleo Nº 6 (m3) 75.582 105.922 40,1

GLP (m3) 7.042 23.561 234

Fuente: Estadísticas del Programa de Control de Emisiones deFuentes Fijas (PROCEFF1) del Servicio de Salud del Ambiente dela Región Metropolitana

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60

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

AÑO AUTOMÓVILES BUSES OTROS TOTAL TOTAL REGIÓN1992 576.660 17.100 27.900 621.000 621.000

1997 675.509 10.414 35.916 721.839 856.050

1998 697.566 11.309 39.660 748.535 884.897

Cuadro 1.46

Parque de vehículos motorizados

en circulación en la Región

Metropolitana.

Fuente: Elaboración propia con antecedentes de Universidad de Chile, 1993 e INE, 1997 y 1998.

CONTAMINANTE PRINCIPIO DE MEDICIÓN

Red de Vigilancia:

Partículas totales en suspensión (PTS) Gravimétrico (Alto volumen)

Dióxido de azufre (SO2) Colorimétrico (Pararosanilina)

Dióxido de nitrógeno (NO2) Colorimétrico (NEDA)

Estación monitora automática:

Monóxido de carbono (CO) Electroquímico

Dióxido de azufre (SO2) Coulometría

Hidrocarburos totales gaseosos (HCT) Ionización de llama

Cuadro 1.47

Metodología y contami-

nantes medidos en la Red

de Vigilancia de Santiago

Fuente: CORFO, 1978

1.2.4 Fuentes móviles

El parque automotriz de la Región Metropoli-tana se presenta en el Cuadro 1.46 y ha experi-mentado una tasa de crecimiento anual, para losautomóviles, del orden del 3 por ciento. Hasta1999 alrededor del 50 por ciento de los automó-viles son catalíticos.

En el Gran Santiago se realizan 8,4 millones deviajes diarios, de acuerdo a la última encuestaOrigen-Destino de viajes, 2 los que muestran unafuerte dependencia de modos de transporte moto-rizados. Del total de viajes, un 17 % se efectúa entransporte privado (automóviles y taxis), el 53%en transporte público, el 20% corresponde a cami-nata y el resto (10%) a otros modos, tales comobicicleta y motos.

Los estudios desarrollados por SECTRA2 ,muestran que una gran parte de estos viajes segeneran por motivo de estudio, concentrándosefuertemente entre las 7:30 y las 8:00 horas, y enmenor cantidad entre las 13:00 y las 14:30horas. A su vez, otra parte importante de losviajes generados tienen como motivo el trabajo,los que se concentran entre las 6:30 y las 9:30horas y entre las 17:30 y las 21:00 horas. Ambospropósitos constituyen, en todas las comunas,más del 60% de los viajes generados, llegandopor ejemplo, a un 86,9% en la comuna de LaPintana. La concentración horaria de ellos pro-duce uno de los principales problemas de laciudad, la congestión.

Con relación a los aspectos socioeconómicos, laszonas de la ciudad con mayores recursos (oriente ysur oriente) concentran la mayor posesión de auto-móviles y, en consecuencia, generan la mayoría delos viajes en este medio de transporte. Sólo la zonaoriente genera el 48% de los viajes en transporteprivado, con una tasa de motorización de 260 veh/1000 hab., la más alta de la región. En el resto delas zonas, sin embargo, los viajes en transportepúblico (bus, taxibús, taxi colectivo y metro) cons-tituyen el modo más importante. A pesar de ello yde los esfuerzos por mejorar el servicio en los últimos5 años (gracias a la licitación de recorridos), sucalidad en términos de seguridad, comodidad yconfiabilidad sigue siendo insuficiente para sostenerlas necesidades actuales y futuras de la demanda.

En consecuencia, los principales problemas deltransporte en la ciudad lo constituyen la concentra-ción horaria y espacial de los viajes, y la malacalidad del servicio de transporte público, lo quefomenta la posesión y uso del automóvil particular.Esta situación se ve claramente reflejada en los altosniveles de congestión, con sus correspondientesexternalidades: contaminación del aire, ruido y ac-cidentes.

De estas externalidades, la contaminación delaire es la de mayor impacto en la Región Metro-politana. En efecto, la participación del transportemotorizado de superficie en las emisiones decontaminantes, alcanza niveles del 92% en CO, 7%en PM10 y 71% en NOx y 46% de COV, según elinventario de emisiones de 1997 (ver capítulo 3).

Page 71: Informe Pa s

1

61

Aire

Figura 1.5

Distribución de la Red de

Estaciones de Monitoreo

de calidad del aire de la

Región Metropolitana.

Fuente: CONAMA, 1998,

PPDA

Page 72: Informe Pa s

62

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

Del análisis de la participación del transportepúblico y privado en la emisión de contaminantesmedidos en gramos por pasajero por kilómetro(gr./pasajero-km) se concluye que el transporteprivado genera una mayor contaminación porviaje realizado que el transporte público, tal comose muestra en el Cuadro 1.48

CONTAMINANTE T PRIVADO T PUBLICO

PM103 0,73 0,55

CO 8,52 0,22

Nox 0,98 0,24

COV 0,81 0,06

SO2 0,08 0,04

Cuadro 1.48

gr./pasajero-kilómetro

transportado

2 Secretaría Ejecutiva de la Comisión de Planificación en Infraestructura de Transporte.

3 Considera sólo las emisiones provenientes de los tubos de escape de los vehículos.

El parque vehicular en la Región Metropolitanaha tenido un sostenido incremento en el período1990-1994, constituyendo ésta otra causa impor-tante del aumento en las emisiones de contami-nantes atmosféricos

El parque de vehículos particulares creció un3% en el período 1990-1994 (de 419.888 a 553.597).Esto ha provocado un fuerte aumento de lasemisiones de contaminantes por pasajero trans-portado. El parque de buses y taxibuses, en cam-bio, ha disminuido en un 8% en el mismo período(de 15.037 a 13.770).

Cabe destacar dentro del crecimiento del parquevehicular, el aumento del número de taxis queasciende a un 60% (de 21.425 a 34.065). Estosvehículos circulan en promedio 4 a 6 veces másque los automóviles particulares, en términos dekm por vehículo/año.

El parque privado, en análisis del período1985-1986, muestra un incremento del 64%(383.187 vehículos en 1985 y 627.452 en 1996.Suponiendo una tendencia similar, se estima queel parque tendría un incremento equivalente en elperíodo 1997-2010.

1 .3 ACCIONES DEL ESTADOPARA DESCONTAMINARSANTIAGO

El Estado ha tenido como respuesta a losrequerimientos de la comunidad sobre la malacalidad del aire la ejecución de Estudios, Proyec-tos y Planes de Descontaminación, orientados aevaluar, medir y disminuir la concentración decontaminantes atmosféricos presentes en el airede Santiago.

A partir de 1964 se inicia el monitoreo de lacalidad del aire en Santiago a través de 2 estacio-nes monitoras simples que componían la RedPanair, con medición de los parámetros Índice deSuciedad para partículas totales en suspensión,(PTS), mediante reflectometría e Índice de Acidezpara SO2 (dióxido de azufre), por oxidación víahúmeda con H2O2 (agua oxigenada). Esta redoperada por el Ministerio de Salud entregaantecedentes cualitativos sobre la calidad del airede la ciudad, con metodología de medición válidapara la época.

Por otra parte, durante 1976 la Corporaciónde Fomento (CORFO), y el Ministerio de Salud(MINSAL), inician el proyecto que da origen a laprimera Red de Monitoreo de Calidad del Aireen Santiago que opera con métodos de medi-ción de Referencia de la USEPA, los que son deaplicación internacional. Metodología aceptadacomo válida para la medición de contaminan-tes siempre que sea operada como lo indica elmétodo.

La Figura 1.5 muestra la distribución deestaciones que componen la Red de Vigilancia deCalidad del Aire de Santiago. Esta Red se originóde la que se puso en marcha en 1976 con 10estaciones EPA, alguna de las cuales están enoperación.

El Cuadro 1.49 indica los contaminantes mo-nitoreados y la metodología empleada en la me-dición de cada uno.

Otro producto destacable del proyecto es laentrega del primer catastro de fuentes emisorasde contaminantes atmosféricos y el respectivoinventario de emisiones, para cada fuenteemisora por zonas; la proposición de normas decalidad de aire incluida posteriormente en laResolución 1215 del MINSAL, de junio de 1978,que ha sido complementada con el D.S. N° 185del Ministerio de Minería de 1992 y la imple-

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Aire

mentación de una metodología para controlaruna vez al año las emisiones vehiculares,asociada a la mantención de los vehículos quecirculan en Santiago, la que posteriormente fueampliada en su aplicación a todas las plantasde revisión técnica del país.

Entre 1980 y 1981, IASA realiza el estudio deimpuestos a la emisión de contaminantes de airey agua en la Región Metropolitana. Proyectoadjudicado por la Oficina de Planificación Nacio-nal (ODEPLAN), que estuvo orientado a evaluar lacalidad del aire de Santiago, mediante un análisisde la distribución espacial y temporal de laconcentración de contaminantes atmosféricos. Esteestudio influyó en la distribución de la Red deVigilancia de la Calidad del Aire de Santiago, talcomo se muestra en la Figura 1.15.

Adicionalmente, el proyecto entregó un in-ventario de fuentes emisoras y de emisiones dePTS, NOx, SOx, HCT y CO para la Región Metro-politana, el que se presentó en el Cuadro 1.1.También proporciona una evaluación económicade dispositivos de abatimiento de emisiones, unajerarquización de los rubros emisores más im-portantes y políticas de acción a implementarpara reducir la concentración de contaminantesatmosféricos.

Otro estudio realizado en Santiago, corres-ponde al ejecutado por la Universidad de Chileentre 1983 y 1985, que entrega informaciónsobre caracterización física y química delmaterial particulado medido en la Red deVigilancia.

Los objetivos básicos de este proyecto fueron,en primer lugar, determinar la concentración desustancias peligrosas para la salud humana y sudistribución espacial y temporal. En segundolugar, realizar la determinación experimental dela fracción respirable presente en las partículastotales en suspensión (PTS). Un tercer punto deinterés, corresponde a la caracterización de emi-siones de las fuentes emisoras más relevantes,determinando para cada una de ellas el trazadorque la caracteriza o representa en el aire, con elfin de hacer una jerarquización del aporte deéstas a las PTS medidas en Santiago. Esto últimoa través de la aplicación de un modelo receptorque entrega una zonificación de las áreas conmayor concentración de material particulado y desustancias peligrosas.

El proyecto proporciona la concentración de sustan-cias como plomo; aerosoles; ácido sulfúrico; iones

sulfato, nitrato, amonio y halogenuros; hidrocarburosaromáticos policíclicos; carbono y azufre total y dealgunos elementos traza medidos por activación neu-trónica y absorción atómica, entre otras.

A partir de 1986 la Intendencia de la RegiónMetropolitana, (IRM), y el Banco Interamericanode Desarrollo, (BID), inician una serie de proyectosque serán la base de sustentación de la implemen-tación de políticas, normas de calidad de aire yregulaciones sobre fuentes emisoras.

Durante el primer trimestre de 1987, COASIN iniciael proyecto licitado por la IRM orientado al diseño ymontaje de una red de monitoreo automático decontaminantes atmosféricos y parámetros meteoroló-gicos de Santiago, denominada Red MACAM.

Esta red, compuesta de 5 estaciones monitoras,es la primera que entrega información en tiemporeal sobre la variación diaria y horaria de laconcentración de contaminantes gaseosos. Ello pordisponer de un sistema de transmisión de datos víateléfono y de un computador central que recibe yprocesa la información.

Adicionalmente, la red dispone de monitoresgravimétricos (muestreadores dicotómicos) de ma-terial particulado respirable, MP10, que colectanuna fracción gruesa de diámetro entre 2,5 y 10µg y una fina de diámetro inferior a 2,5 mm.Ellos permiten evaluar el contenido de partículascon 100 por ciento de respirabilidad, correspon-dientes a las partículas con diámetro aerodinámi-co menor o igual a 2,5 µg.

En el Cuadro 1.49 se presenta la designación delas estaciones que componen la red, su localiza-ción, los contaminantes que miden y el principiode operación de los monitores.

Otro proyecto, el realizado por ENSR (Con-sultora americana), INTEC-Chile y Universidadde Chile (1990), y licitado por IRM, es el modelode dispersión de contaminantes atmosféricospara la RM. Este proyecto arrojó como resultadoque las concentraciones de gases medidas conmonitores portátiles muestran un claro ciclo dia-rio y semanal igual para todos. En cambio, lasconcentraciones de SO2 son 6 veces superiores eninvierno que en verano y los máximos aparecenentre 8 y 19 horas.

El monitoreo de material particulado suspendidoy respirable indica que en los meses de otoño einvierno las tendencias son las mismas en toda elárea considerada en el estudio; en cambio, en

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

Cuadro 1.49

Estaciones y contaminantes

monitoreados por Red MACAM.

Fuente: Elaboración propia con

antecedentes de Curso

Contaminación Atmosférica.

Carrera de Química Ambiental.

Universidad de Chile

ESTACION DIRECCION CONTAMINANTE PRINCIPIO

A Plaza Almirante L. Gotuzzo CO Infrarrojo no Dispersivo

SO2 Fluorescencia

NO2 Luminiscencia Química

O3 Luminiscencia Química

HCT Ionización de Llama

MP Gravimétrico

B Parque Gran Bretaña Idem. A Idem. A

C Av. La Paz 1003 Idem. A Idem. A

D Parque O’Higgins Idem A Idem A

M Av. Las Condes 11755 Idem. A Idem. A

1990 y septiembre de 1999. Por una parte,entrega el manejo y gestión de la calidad de airerealizado entre 1990 y 1994 por la ComisiónEspecial de Descontaminación de la Región Me-tropolitana, CEDRM, creada el 11.04.1990 duran-te el mandato del presidente Patricio Aylwin A.)y, por otra, incorpora la labor ambiental referidaa calidad del aire realizada por CONAMA y susrespectivas oficinas regionales, entre 1995 y 1999,desde su creación a través de la ley 19.300 demarzo de 1994.

Con el fin de mejorar la calidad del aire enSantiago, la CEDRM hizo un acopio de la mayoríade las recomendaciones y sugerencias entregadaspor los estudios y proyectos realizados hasta 1990y elabora el primer Plan de DescontaminaciónAtmosférica para la Región Metropolitana,(PDARM).

El plan se compone de tres niveles que sedescriben a continuación:

• Plan Maestro

Este plan define las políticas y acciones globalesdel PDARM que inicia su aplicación a partir de 1990.

• Acciones inmediatas

Estas acciones se desarrollaron en los primerosaños de funcionamiento de la CEDRM y motivarona los rubros emisores de contaminantes a imple-mentar medidas de reducción. Las recomendacionesa la ciudadanía para que colabore con la campañade descontaminación son de aplicación permanente.

Por otra parte, el plan maestro contiene variaslíneas claves que se describen a continuación:

primavera verano se observan diferencias que sonatribuibles a diferentes orígenes del mismo.

Proyecto realizado entre 1988 y 1990

El proyecto ejecutado por CADE-IDEPE para laIRM, entre 1988 y 1989 sobre inventario deemisiones de contaminantes atmosféricos para elGran Santiago, entrega como productos:

- El último catastro de fuentes emisoras e inven- tario real de emisiones incluido en el cuadro 1.3.

- Una unidad de medición de emisiones vehi-culares que fue la que permitió determinarlas emisiones reales de los vehículosgasolineros al aire de Santiago.

- El estudio recomienda hacer una actualiza-ción del catastro de fuentes y de las emisio-nes de éstas.

Otro proyecto corresponde al «Estudio sistemade derechos de emisión» realizado por INTEC-Chile y Universidad de Chile, entre 1989 y 1990,para la IRM el que entrega una metodología pararealizar una gestión y manejo de las emisiones decontaminantes atmosféricos en Santiago, que in-dica el camino a seguir y las metas de reducciónde emisiones que deben ser logradas en un plazode 10 años para disponer de una adecuada calidaddel aire. Además, recomienda una serie de medidasque debe aplicar la autoridad encargada del medioambiente en la RM.

Proyectos del período 1990 - 1999

El siguiente análisis incluye la situación am-biental en términos de proyectos de contamina-ción atmosférica realizados por el Estado entre

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Aire

INDICE CO SO2 NO2 O3 PARTÍCULAS CLASIFICACIÓNRESPIRABLES

- 100 0 0 0 0 0 Bueno

101 - 200 9 365 470 160 150 Regular

201 - 300 19 929 1.290 470 195 Malo

301 - 400 30 1.493 2.110 780 240 Crítico

401 - 500 40 2.056 2.930 1.090 285 Peligroso

501 ó > 50 2.620 3.750 1.400 330

Los valores indicados son el inicio de cada tramo de calidad del aire. Todos los valores son en µg/m3, salvo para CO que están en ppm.Las concentraciones de CO son para periodos de 8 h., para SO2 y partículas de 24 h. y de 1 h. para NO2 y O3

Cuadro 1.50

RegiónMetropolitana:Índice de gases ymaterial particuladorespirable

Fuente: ResoluciónExenta Nº 369,MINSAL, (1988)

- Ampliación de la red de monitoreo de conta-minantes atmosféricos

La gran extensión de la ciudad de Santiagorequirió de una ampliación de la red MACAM,permitiendo, por una parte, una medición másrepresentativa de la calidad del aire en la RM y,por otra, detectar oportunamente los períodos dealta contaminación y aplicar las medidas de con-trol restrictivo en puntos locales.

- Regulaciones a fuente fijas

El programa consideró la elaboración, dicta-ción y control de normas por decretos supremos delos ministerios competentes, que establezcan lími-tes máximos a las emisiones de contaminantesatmosféricos gaseosos y de material particulado,provenientes de fuentes fijas. Es así como a partirde enero de 1993, rige el D.S. N° 4 del Ministeriode Salud, que establece una norma de emisiónpara fuentes fijas de la RM, cuyo cumplimiento escontrolado por un grupo de fiscalizadores delEstado. A contar de esa fecha el país cuenta conla capacidad técnica de infraestructura física yhumana necesaria para controlar y certificar lasemisiones de fuentes fijas. Tarea que es asumidapor el Programa de Control de Emisiones deFuentes Fijas, (PROCEFF), dependiente del Serviciode Salud Metropolitano del Ambiente, (SESMA).

- Control de emisiones en fuentes móviles yregulación del sistema de transporte

El objetivo de esta línea fue completar lasnormas de emisión y regulación para fuentesmóviles (vehículos de transporte público y priva-do), desarrollar la capacidad estatal para controlary apoyar al Estado en su capacidad técnica einstitucional para evaluar, fiscalizar y certificaremisiones provenientes de fuentes móviles.

Para modernizar el sistema de transporte públicoel Estado asumio el rol de ente regulador del sector

al implementar criterios de mecanismos de mercadoen la gestión y en el uso de las vías más conges-tionadas de Santiago. Para este objetivo fue funda-mental la licitación de recorridos de locomocióncolectiva.

Junto a la modernización del transporte públicoestán acciones para:

- Implementar en forma permanente la restricciónvehicular entre marzo y diciembre, ampliando elradio de acción de la medida a toda la RM, acciónque es discutida en cuanto a su eficiencia porespecialistas, profesionales y por los afectados.

- Restricción en el uso de vehículos contaminan-tes e implementación de programas de mejora-miento de calidad en los combustibles como lagasolina sin plomo desde 1992 y a partir de 1993diesel con menor contenido de azufre para el usoen vehículos pesados.

- Regulaciones de emisiones residenciales:La meta de esta línea fue regular los equipos decalefacción institucional pública, privada y resi-dencial, a través de normas de emisión. Para ello,se desarrolla en el país la metodología paracertificar equipos de calefacción que utilizan leñay controlar las normas de emisión.

- Regulaciones de emisiones fugitivas:El objetivo principal está orientado a disminuiry controlar las emisiones de polvo en suspen-sión producidas por el tránsito vehicular encalles de tierra y pavimentadas sucias con polvosuperficial.

Otra meta fue reglamentar y controlar las emisio-nes evaporativas provenientes de distribución yventa de combustibles derivados del petróleo.Además, se creó un sistema de control de emisio-nes de fuentes fugitivas asociadas a actividadagrícola.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

tar la red de monitoreo y mejorar el control deemisiones; la materialización de inversiones parareducir emisiones de grandes fuentes fijas.

Plan de Prevención y DescontaminaciónAtmosférica de la Región Metropolitana

Sobre la base de la experiencia anterior, enmarzo de 1998 la CONAMA publicó el Plan dePrevención y Descontaminación Atmosférica de laRegión Metropolitana, 1997, (PPPDA), como pro-ducto del proyecto financiado por la CONAMA yel BIRF. En la introducción del documento, ex-puesta a continuación, se resumen los principalesobjetivos y secciones.

La Ley 19.300 de Bases del Medio Ambienteestablece que la autoridad debe desarrollar planesde descontaminación en áreas donde los niveles decontaminantes excedan sistemáticamente las nor-mas ambientales, y planes de prevención dondedichas normas se encuentren en peligro de sersuperadas. Para este objeto, la Región Metropoli-tana fue declarada como “Zona Saturada” paracuatro contaminantes atmosféricos (material par-ticulado respirable, partículas totales en suspen-sión, monóxido de carbono y ozono) y como“Zona Latente” para dióxido de nitrógeno, el 1 deagosto de 1996. Desde entonces, la ComisiónNacional del Medio Ambiente (CONAMA) inició laelaboración del Plan de Prevención y Descontami-nación Atmosférica (PPDA) para la Región Metro-politana que aquí se presenta.

El PPDA tiene por objetivo cumplir con lasnormas de calidad de aire cuyo propósito principales la protección de la salud de la población. Éstase encuentra habitualmente expuesta a concen-traciones de contaminantes que afectan subienestar físico y su calidad de vida en general.Sin perjuicio de lo anterior, existen otrosimportantes beneficios asociados con la descon-taminación de Santiago.

El PPDA, en primer lugar, presenta los antece-dentes necesarios para comprender las distintascausas del problema de contaminación atmosféricay un marco general en el cual deberán desarrollar-se los esfuerzos de descontaminación de la región.Este marco está dado por el establecimiento demetas de reducción de emisiones para las distintasactividades y fuentes contaminantes, como tam-bién por la definición de los plazos en los cualesse alcanzarán estas metas.

El Ministerio de Vivienda y Urbanismo, (MINVU),y la Corporación Nacional Forestal, (CONAF), fueronlos organismos encargados, desde 1990, de lapavimentación de calles y del control de quemasagrícolas en la periferia de Santiago, respectiva-mente.

- Energía

En este campo el objetivo fue mejorar la calidad delos combustibles derivados del petróleo para ade-cuarlos a la normativa de emisiones vehiculares, defuentes fijas y de equipos de calefacción.

- Medio ambiente urbano

Esta línea tuvo como objetivos principales contener laexpansión urbana de Santiago, mejorar la calidad dela infraestructura vial para reducir las emisiones depolvo en suspensión, dotar a la ciudad de áreasforestadas que contribuyan a oxigenar la ciudad yestablecer controles y ordenanzas municipales queregulen las actividades comunales que inciden en lacontaminación atmosférica

- Educación e información ambientalEl objetivo central fue inducir un cambio conduc-tual en la población de Santiago, elevando elgrado de conocimiento de la contaminación at-mosférica que vive la ciudad y promover accionespara superarla.

• Programa de emergencia

El programa de emergencia se aplica desde 1990cuando el índice de calidad del aire de gases omaterial particulado respirable supera el nivel300 y se declara pre-emergencia, y sobre el nivel500 con emergencia (Resolución exenta N° 369del MINSAL). Cada una de estas emergencias estáasociada a restricciones sobre el funcionamientode algunas actividades productivas, circulaciónde automóviles sin convertidor catalítico y debuses de locomoción colectiva.

El Cuadro 1.50 muestra los valores que tienenlos índices de calidad del aire de gases y partículasrespirables de la RM para diferentes concentracio-nes. (de mayo y el 30 de agosto).

Dentro del Plan en la descontaminación deSantiago se destacan: la dictación de normas,reglamentos, decretos, proyectos de ley e instru-mentos para el control de emisiones en variasfuentes emisoras; el aumento de la fiscalización ycontrol de emisiones por el Estado; la canalizaciónde programas de ayuda extranjera para suplemen-

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Aire

En segundo lugar, el PPDA propone un conjuntode estrategias, líneas de acción y medidas quepermitirán alcanzar las metas de reducción deemisiones en los plazos dados. Como parte impor-tante del PPDA se incluye un Plan Operacional paraenfrentar Episodios Críticos de Contaminación. Esteplan operacional permite que durante el plazonecesario para que se alcancen los niveles señala-dos en las normas ambientales, la población estéprotegida de los eventos de alta contaminación.

Por otra parte, el PPDA incorpora criterios quepermiten asegurar la sustentabilidad del creci-miento económico de la región, una vez alcanza-das las metas de reducción de emisiones. Para ellose pretende dar, a través de instrumentos degestión ambiental como el Sistema de Evaluaciónde Impacto Ambiental (SEIA), condiciones para eldesarrollo de nuevas actividades y fuentes en laRegión Metropolitana considerando la implemen-tación de planes de compensación entre otrosinstrumentos.

Además, se incluye una serie de programas deeducación y difusión ambiental cuyo objetivo esorientar las decisiones de los habitantes entregán-doles herramientas para un adecuado conocimien-to del problema de la contaminación y de lasmedidas tendientes a su solución. Es necesariodestacar que estos programas consideran comoprioritario la continuidad de la participación ciu-dadana durante todo el período de implementa-ción del Plan, y la incorporación del tema ambien-tal en la educación escolar.

Como complemento de los contenidos antesmencionados, el PPDA incluye los requisitos nece-sarios de fiscalización y seguimiento, así como lasindicaciones para su actualización. Además, seincluye una estimación de los costos y beneficiosque el cumplimiento de las metas significa.

Los resultados concretos del citado plan esobvio que sólo podrán ser percibidos en los próxi-mos años. Se puede señalar importantes adelantosen cuanto a la revisión de normas, los que seexponen a continuación. Sin embargo, ya en 1999,el plan había sido sometido a severas críticas, enparticular, por su escaso financiamiento.

La revisión de normas sobre calidad del airederivadas del PPDA

Para aplicar en forma efectiva el plan, seha tenido que realizar exámenes y revisiones de

normas relativas a la calidad del aire y, por otraparte, se han elaborado normas nuevas. En lasTablas Anexos 1 y 2 se detalla el estado de larevisión de normas producida como contribuciónal PPDA.

1 .4 PERSPECTIVAS Y CONCLUSIONES

1.4.1 Normativa y Regulaciones

Sobre esto es necesario destacar que el Estadoha tomado como camino el de implementarnormas o regulaciones de emisión desde proce-sos. Como medida es adecuada siempre y cuandose esté seguro de la real factibilidad técnica yeconómica de lograr su cumplimiento y que elEstado disponga de la capacidad técnica paracumplir su rol contralor.

En lo referente a normas de calidad del aire quees otra de las medidas en aplicación, cabe destacarque hay algunas vigentes que no se cumplen, comola anual y diaria de PTS. Si una norma no secumple, debe ser reconsiderada su vigencia talcomo lo ha realizado la USEPA. Por otra parte, unavez logrado el cumplimiento de las normas existen-tes se puede evaluar la posibilidad de agregarnuevos estándares de calidad del aire; ejemplo deesto es el caso de MP10 que no se cumple en variasciudades del país, pero aun así se piensa implemen-tar la norma de MP2,5. Tomar este camino es dealto riesgo y puede tornar inmanejable la gestióndel sistema de calidad del aire en el país.

Por otra parte, el valor numérico de la normao concentración del contaminante en cuestión nodebiera ser más bajo que el aplicado por la USEPA.Ello se avala en el hecho que USA es uno de lospaíses que ha realizado esfuerzos y cuantiosasinversiones para lograr el cumplimiento de ellas,en consecuencia el país no puede tener valoresinferiores; ejemplo de esto es el caso del ozono.

Además, es recomendable conocer el estado dela situación sobre la calidad del aire en las zonasurbanas o industriales con mayor concentraciónde contaminantes, antes de aprobar una norma decalidad del aire.

1 .4 .2 Monitoreo de Contaminantes

Si bien la RM dispone de una larga y nutridadata sobre monitoreo de contaminantes, no acon-

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

tece lo mismo en regiones y cuando se han reali-zado trabajos de medición, a veces no se usanmétodos que permiten evaluar el cumplimiento delas normas y comparar resultados. Sobre esto elEstado debe velar para que, en lo posible, seapliquen métodos de referencia cada vez que seaefectuado un estudio de calidad del aire y lograrque el período de mediciones sea representativo dela realidad. El SESMA podría ser el organismoencargado de traspasar información a los posiblesusuarios del sistema.

La red de monitoreo de Santiago debiera estarcompuesta de 15 estaciones de acuerdo al últimoestudio encargado por el Estado, sin embargoactualmente dispone sólo de 8. Además hay tiposde estaciones que el estudio recomienda y que aúnno están en operación.

Es necesario que el Estado emprenda accio-nes orientadas a determinar las característicasdel aire de renovación de la cuenca de Santia-go. Esto permite disponer de una verdaderalínea base y define la holgura que tienen loslímites impuestos por las normas de calidad delaire hoy en día.

1.4.3 Aplicación de restricciones

El tema es de larga data en Santiago, enespecial con la restricción vehicular que se co-menzó a aplicar en forma muy esporádica en unárea determinada en 1988 y a partir de 1990inicia su vigencia entre marzo y diciembre entoda la RM.

Si bien la medida es válida cuando hay conta-minación, especialmente por material particulado,(como acontece entre los meses de abril y agosto),su aplicación carece de soporte técnico fuera deeste período y su uso puede conducir a que pierdacredibilidad el sistema de manejo ambiental.

Sobre este punto cabe destacar que hay es-taciones monitoras que tienen un entorno com-plejo y adverso al monitoreo de MP, afectandocon emisiones fugitivas los resultados de lasmediciones, lo que produce datos sesgados; ejem-plo de esto es la Estación Pudahuel que a sualrededor tiene del orden de 30 terminales debuses que son de tierra.

El ámbito territorial de aplicación de unarestricción debe ser replanteado y de esa forma,entre otras, aumentaría su aceptación.

1 .4 .4 Cumplimiento de metas y planes

Es de público conocimiento el hecho de que elEstado y el Sector Privado tiene un comportamientodiferente en el cumplimiento de las metas impuestaspor un plan; ejemplo de ello es lo acontecido con elPlan vigente para la RM, en que el sector productivoha alcanzado sus metas con antelación y el Estadono, en especial en la pavimentación de calles.

Algo parecido sucede con los planes de descon-taminación en curso en regiones, los cuales debieranestar cumpliendo las normas de calidad de aire de loscontaminantes involucrados pero ello aún no sucede.

La evaluación de un plan debe considerar elpeor de los escenarios y de ahí tomar unresguardo adecuado para definir las metas y losplazos.

1.4.5 Efectos en salud

Durante el período otoño invierno se escu-cha recurrentemente que los problemas de sa-lud se agravan por la presencia de contaminan-tes en el aire de Santiago, especialmente porMP. Que la contaminación afecta a la saludhumana no es discutido, pero que los proble-mas observados en este período son causadossólo por ésta es dudoso, pues hay antecedentesque demuestran que la temperatura, calidad dela vivienda, hábitos de los residentes, formasde calefacción si es que la hay y presencia devirus, entre otros, tienen marcada influencia enlas enfermedades respiratorias (Universidad deChile, 1998).

1.4.6 Uso y Aplicación de Estudios y Proyectos

Los proyectos y estudios realizados por el Es-tado en el tema contaminación atmosférica hastala fecha, no son de uso y conocimiento público.

Cada ciudad o región que desea realizar algúntrabajo en calidad del aire debe, en primer lugar,revisar los estudios y proyectos ejecutados por elEstado, con seguridad encontrará en ellos antece-dentes útiles que podrían evitar el encargar traba-jos y así implementar medidas que están descritascon detalle en los realizados en la RM. Estoimplica que el Estado debe disponer de un medioexpedito para acceder a la información.

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Aire

Anexo

Análisis de la revisión de normas

sobre calidad del aire

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

Fecha Tema Características de la revisión Observaciones

Res. 369/88, Ministerio de Establece índice de calidad del Es parte del 2º PPN (97/98), En lo que respecta al PM 10.Salud, 24.04.88 aire para determinar el nivel de DS 59/98 Ministerio Secr.

contaminación atmosférica en Gen. De la Pres. de la Rep.la Región Metropolitana. y Ministerio de Salud 25.05.98

D.S. 185/91, Ministerio de Establecimiento de emisores de Es parte del 2º PPN (97/98), En lo que respecta a la normaMinería, 16.01.92 anhídrido sulfuroso, material DS 59/98 Ministerio Secr. primaria para PM 10

particulado y arsénico Gen. De la Pres. de la Rep. yMinisterio de Salud, 25.05.98

D.S. 32/90, Ministerio de Reglamento de funcionamiento Incluído en el 2º PPN (97/98), Norma de calidad primaria paraSalud, 24.05.90 de fuentes emisores de DS 59/98 Ministerio Secr. PM10 en especial de

contaminantes atmosféricos en Gen. De la Pres. de la Rep. y los valores que definensituaciones de emergencia. Ministerio de Salud , 25.05.98 situaciones de emergencia.

Plan de descontaminación de Santiago Se complementa el método de(Decreto Nº 16/98), M3FFJ 3, medición de material particuladoefectivo a partir del 09.98. para fuentes puntuales.

D.S. 4/92, Ministerio de Norma de emisión de material Incluído en el 3º PPN (98/99), Redefinir estrategias de control deSalud, 02.03.92 particulado a fuentes Plan de descontaminación de emisiones de MP para el grupo

estacionarias puntuales y Santiago (Decreto Nº 16/98), de fuentes fijas categorizadasgrupales de la Región M3FF4, efectivo a partir del 09.98 como procesos.Metropolitana

Plan de descontaminación de Los hornos de panadería ySantiago (Decreto Nº 16/98), calderas grupales que utilicen petróleoM3FF2, efectivo a partir del 09.98 diesel (grados A1 Y A2) o kerosene

deberán acreditar sus emisiones dematerial particulado mediante muestreoisocinético o el método CH-A

Plan de descontaminación de Santiago Se aumenta la proporción que deben(Decreto Nº 16/98), M3FFJ 17 y compensar las fuentes estacionariasM3FFJ 18, efectivo a partir del 09.98 puntuales nuevas, a un 120%

(M3FFJ 17) y se elimina el registro delas emisiones de material particulado aaquellas fuentes estacionarias puntualesque han dejado de existir,una veztranscurridos tres años.

Plan de descontaminación de Santiago Se complementa el método de(Decreto Nº 16/98). M3FFJ3, medición de material particulado paraefectivo a partir del 09.98. fuentes puntuales.

D.S. 1905/93, Ministerio Norma de emisión de material Plan de descontaminación de Santiago Los hornos de panadería y calderasde Salud, 18.11.93 particulado a calderas de (Decreto Nº 16/98), M3FFJ 8, grupales que utilicen petróleo diesel

calefacción grupales en la efectivo a partir del 09.98 (grados A1 y A2) o kerosene deberánRegión Metropolitana. acreditar sus emisiones de material

particulado mediante muestreoisocinético o el método CH-A

Nº 156/90, Ministerio de Sobre las revisiones técnicas Plan de descontaminación de Santiago Incorpora a la exigencia de revisiónTransporte y Telecomunicaciones (Decreto Nº 16/98), M3FMV 7, técnica cada seis meses a los vehículos

efectivo a partir del 09.98 que se indican.

Tabla Anexo 1 ANALISIS DE LA REVISION DE NORMAS SOBRE CALIDAD DEL AIRERevisión de normas al 31-12-99 anteriores a 1995

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Aire

Fecha Tema Características de la revisión Observaciones

D.S. 211/91, Ministerio de Normas de emisión aplicables a Plan de descontaminación de Santiago Aumento de las exigencias en la emisiónTransporte y Telecomunicaciones, vehículos motorizados livianos (Decreto Nº 16/98), M3FMV 19, Nox para vehículos comerciales livianos11.12.91 efectivo a partir del 09.98 en la Región Met. A 0.75 gr/km.

Plan de descontaminación de Santiago Los vehículos incluídos en el Registro(Decreto Nº 16/98), M3TTE 1, efectivo Nacional de Servicios de Transporte dea partir del 09.98 Pasajeros, que hayan sido rechazadosen cuatro oportunidades consecutivas en su revisión técnica, se les cancelará

su inscripción en dicho registro.

Res. 369/88, Ministerio de Establece índice de calidad del aire Es parte del 2º PPN (97/98), En lo que respecta al PM 10.Salud, 24.04.88 para determinar el nivel de DS 59/98 Ministerio Secr. Gen.

contaminación atmosférica en la De la Pres. de la Rep y Ministerio deRegión Metropolitana. Salud 25.05.98

D.S. 185/91, Ministerio de Establecimiento de emisores de Es parte del 2º PPN (97/98), En lo que respecta a la norma primariaMinería, 16.01.92 anhídrido sulfuroso, material DS 59/98 Ministerio Secr. Gen. para PM 10

particulado y arsénico De la Pres. de la Rep. Y Ministerio deSalud, 25.05.98

D.S. 32/90, Ministerio de Reglamento de funcionamiento Incluído en el 2º PPN (97/98), Norma de calidad primaria paraSalud, 24.05.90 de fuentes emisores de DS 59/98 Ministerio Secr. Gen. PM10 en especial de los valores que

contaminantes atmosféricos en De la Pres. de la Rep. Y Ministerio de definen situaciones de emergencia.situaciones de emergencia. Salud , 25.05.98

Plan de descontaminación de Santiago Se complementa el método de(Decreto Nº 16/98), M3FFJ 3, medición de material particulado paraefectivo a partir del 09.98. fuentes puntuales.

Fuente: CONAMA

NORMA ESTADO ACTUAL DEL PROCEDIMIENTO GESTIONES PENDIENTES

Norma de Emisión de Material Particulado para Proyecto Definitivo aprobado por el Consejo Directivo. Para consideración del Presidente de laLa Cuenca del Río Huasco. República y dictación del D.S. respectivo

Revisión de Norma de Calidad Primaria para Proyecto definitivo para presentación al Para aprobación del Consejo Directivo.Material Particulado Respirable MP10 Consejo Directivo.

Revisión de Norma de Emisión de Monóxido Decreto Supremo elaborado. Para consideración del Presidente de lade Carbono (CO), Hidrocarburos Totales (HC), República y dictación del D.S. respectivoOxido de Nitrógeno (NOX) y Material Particuladopara Buses con Motores Diesel y Vehículos Pesadosen la Región Metropolitana.

Revisión de la Norma de Emisión para la Proyecto Definitivo aprobado por el Consejo Directivo. Para consideración del Presidente de laRegulación de Contaminantes Asociados a las República y dictación del D.S. respectivoDescargas de Residuos Industriales Líquidos aSistemas de Alcantarillado

Región Metropolitana. Normas sobre Decreto Supremo elaborado. Para consideración del Presidente dematerial particulado la República y dictación del D.S. respectivo

Norma de Emisión para Hidrocarburos no metánicos Decreto Supremo elaborado. Para consideración del Presidente de la(HCNM) para vehículos livianos y medianos. República y dictación del D.S. respectivo

Tabla Anexo 2 ANALISIS DE LA REVISION DE NORMASRevisión de normas al 20-3-2000 de últimos años

(continuación Tabla Anexo 1)

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72

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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Page 84: Informe Pa s

74

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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2. RECURSOS HIDRICOS

Page 86: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

76

Page 87: Informe Pa s

Recursos H ídr i cos

77

2

E

2. RECURSOS HÍDRICOS

STE INFORME sobre los recursos hídricospretende contribuir a una visión global delagua en Chile con las limitaciones propias

de un trabajo que debió ser restringido enprofundidad y cobertura por consideraciones deplazo. De este modo, incorpora aspectos relevantesvisualizados desde el punto de vista del estado delos recursos, de la presión ejercida sobre losmismos, de ciertos componentes del sistemainstitucional, y de las perspectivas en cuanto a laoferta y la demanda por agua, y de la gestión.

2.1 ESTADO DE LOS RECURSOSHÍDRICOS

2.1.1. Disponibilidad de agua

Chile, al igual que otros países, posee unaoferta estable de agua en términos generales. Apesar de las sequías y las inundaciones, el elemen-to central de planificación hídrica es el módulopluviométrico, es decir, un valor medio de apor-taciones de las precipitaciones. Es muy difícil quela oferta supere la media en dos o tres veces suvalor, no obstante que ese hecho se haya verifica-do, dado que al año siguiente, lo más probable esque la oferta, o vuelva a su rango normal, o estépor bajo ese mismo valor.

En Chile la disponibilidad promedio alcanzabapara el año 1992 a los 5.475 m3/hab/año, noobstante que de Santiago al norte, la disponibilidades menor a 1.000 m3/hab/año, lo que se traduce enque, en esas zonas, la disponibilidad de agua es un

freno al proceso de desarrollo. A lo largo del paísse observa una gran variabilidad en la distribucióndel recurso, tanto en términos espaciales comotemporales y sectoriales, lo cual es más evidente enlas regiones áridas y semiáridas. En este marco, unbalance hídrico del país a nivel de regiones, desarro-llado en 1987 por la Dirección General de Aguas(DGA), arroja las cifras que presenta el Cuadro 2.1;de ellas se desprende que la distribución del recursoes altamente variable en términos espaciales. Sepuede observar, a modo de ejemplo, que la regiónque recibe el mayor aporte en precipitaciones superaen más de 60 veces a la que recibe el menor aporte.

En términos temporales, la variabilidad semanifiesta en base a los valores mensuales deprecipitación que se obtienen para un conjunto deestaciones pluviométricas repartidas en el territorionacional.

La distribución mensual de precipitaciones seilustra en los gráficos de la figura 2.1 construidossobre la base de la tabla 1.1 del anexo 1 de estesubcapítulo.

En el mismo contexto, es posible realizar unanálisis de la distribución espacial de las precipita-ciones en Chile estableciendo una gráfica de laprecipitación media anual para un conjunto de 24estaciones con referencia a su latitud geográficacomo la que se presenta en la Figura 2.2. Así, esposible observar nuevamente la gran variabilidadde las cantidades precipitadas a lo largo del país, ycomo se incrementan al moverse de norte a sur enel territorio nacional.

I IC a p í t u l o

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

78

Cuadro 2.1

Balance Hídrico Nacional

(año promedio)

Fuente: Balance Hídrico

de Chile.

DGA.1987

Figura 2.1

Distribución mensual

de las precipitaciones

a lo largo del

territorioi

Fuente: tabla 1.1

del anexo 1gura Nº 2.3

(1) Considera solamente el aumento de evaporación que experimenta una superficie natural cuando se incorpora riego(2) No se incluyen consumos netos de uso doméstico, industriales y/o mineros estimados en 0, 65 m3/s.(3) No se incluyen consumos netos de uso doméstico, industriales y/o mineros estimados en 2,07 m3/s.(4) No se incluyen consumos netos de uso doméstico, industriales y/o mineros estimados en 0,50 m3/s.(5) No se incluyen consumos netos de uso doméstico, industriales y/o mineros estimados en 1,14 m3/s.(6) No se incluyen consumos netos de uso doméstico, industriales y/o mineros estimados en 0, 60 m3/s, ni trasvases

netos a otras cuencas de 0,8 m3/s.(7) No se incluyen consumos netos de uso doméstico, industriales y/o mineros estimados en 3,00 m3/s, ni aportes netos

desde otras cuencas de 4,7 m3/s.(8) No se incluyen aportes netos a otras cuencas de 1,3 m3/s.(9) No se incluyen aportes netos a otras cuencas de 4,7 m3/s.

Fuente: Balance hídrico de Chile 1987, Dirección General de Aguas, MOP.

REGIÓN PRECIPITACIONES ESCORRENTÍA EVAPOTRANSPIRACIÓN REAL EVAPORACIÓN

SUPERFICIE SUPERFICIE DESDE LAGOS Y

NATURAL REGADA (1) SALARES

m3/s mm m3/s mm m3/s mm m3/s mm m3/s mm

I(2) 157 93,6 11,9 7,09 136 81,1 3,64 2,17 4,73 2,82

II(3) 182 44,5 0,93 0,23 156 38,2 1,62 0,40 21,8 5,34

III(4) 205 82,4 1,88 0,76 194 78,0 3,31 1,33 5,17 2,08

IV(5) 281 222 22,2 17,5 237 187 21,6 17,1 1,67 1,32

V(6) 211 434 40,7 83,7 149 306 20,1 41,3

RM(7) 335 650 103 200 186 361 30,5 59,2 1,01 1,96

VI(8) 508 898 205 32 281 497 15,4 27,2 3,04 5,37

VII(9) 1347 1377 767 784 536 548 38,4 39,2

VIII 2467 1766 1638 1173 811 581 26,9 19,3

IX 1451 2058 1041 1476 406 576 6,00 8,51

X 6319 2970 5155 2423 1124 528 44,9 21,1

XI 11763 3263 10134 2818 1537 427 64,6 18,0

XII 11748 2713 10124 2338 1604 370 24,7 5,71

Chile 36947 1522 29244 1204 7357 303 178 7,33

Page 89: Informe Pa s

Recursos H ídr i cos

79

2

Figura 2.2

Distribución espacial de

las precipitaciones en

función de la latitud

Fuente: Balance Hídrico

de Chile.

DGA.1987

cada región del país que se presentan en la tabla1.2 del anexo 1. A partir de esta tabla seconstruyó la gráfica de la figura 2.3. En ella, eleje de las abscisas representa con números

Otra forma de analizar la variabilidad de lasprecipitaciones es estudiar los principalesecosistemas dulceacuícolas, es decir, lasprincipales cuencas o conjuntos de cuencas para

Figura 2.3

Precipitaciones medias

de los principales

ecosistemas

dulceacuícolas

(mm/año)

Fuente: tabla 1.2 del

anexo 1

Page 90: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

80

Figura 2.4

Disponibilidad de agua por

habitante I a X región

Fuente: Dirección General de

Aguas, 1999

Figura 2.5

Consumo de agua

por habitante

(litros/habitante/día)

Fuente: Dirección General de

Aguas, 1992

romanos las regiones del país y, con númerosarábigos, el ecosistema seleccionado para cadaregión, cuya definición puede constatarse en latabla Nº 1.2 del anexo 1.1.

Con respecto a la disponibilidad de agua porhabitante, es manifiesta la diferencia que existe entrelas regiones de Santiago al norte, y las que se ubicande Santiago al sur, donde las diferencias en ladisponibilidad de agua per cápita, superan las 800veces, como lo muestran el cuadro 2.2 y la Figura 2.4.

2.1.2. Usos del agua

Los volúmenes correspondientes a los diversostipos de aprovechamiento del agua en Chile sonlos más altos de América Latina, con un valorpromedio para 1992, según la Dirección Generalde Aguas, de 15.000 l/hab/día. Se desglosan en10.200 para uso hidroeléctrico, 4.060 para agricul-tura, 310 para uso industrial, 220 para uso minero

Cuadro Nº 2.2

Disponibilidad de agua por

habitante regiones I a X.

Fuente: Dirección General de

Aguas, 1999.

y 210 para uso doméstico. Asimismo, cabe señalarque la distribución de la demanda hídrica esvariable a lo largo del año, dependiendo el con-

REGIÓN DISPONIBILIDAD

(m3/ HABITANTE)

I 750

II 250

III 300

IV 1.600

V 1.000

RM 600

VI 9.000

VII 29.000

VIII 29.500

IX 41.000

X 169.500

10.000

8000

6000

4000

2000

0I II III IV V RM VI

m3/

Habi

tant

e

Page 91: Informe Pa s

Recursos H ídr i cos

81

2

Figura 2.6

Disponibilidad y demanda

de agua a nivel regional.

1993

Fuente: Dirección General de

Aguas, 1999

Cuadro 2.3

Consumo de agua

potable urbana

según fuentes,

por empresa

Fuente: Revista Vertiente,

Capítulo Chileno de

la Asociación Latinoamericana de

Hidrología Subterránea para

el Desarrollo (1997, Nº 2).

REGIÓN EMPRESA VOLUMEN SEGÚN FUENTES

SUBTERRÁNEA (L/S) SUPERFICIAL (L/S)

I ESSAT 1.238 -

II ESSAN 30 1.410

III EMSSAT 668 -

IV ESSCO 793 692

V ESVAL 3.535 2.860

VI ESSEL 1.218 798

VII ESSAM 2.315 203

VIII ESSBIO 1.471 3.353

IX ESSAR 817 892

X ESSAL 1.007 1.191

XI EMSSA 3 342

XII ESMAG - 636

R.M. EMOS 7.223 21.319

SUBTOT. EMPRESAS CORFO 20.318 33.696

X AGUAS DÉCIMA - 850

R.M. LO CASTILLO 1.660 1.700

R.M. MANQUEHUE 181 -

R.M. LOS DOMINICOS - 350

R.M. MUNIC. MAIPÚ 1.640 -

R.M. SERVICOMUNAL 269 -

R.M. COSSBO 100 -

SUBTOT. OTRAS EMPRESAS 3.750 2.900

TOTAL URBANO 24.068 36.596

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

82

sumo de la estación, del lugar y del uso al que serádestinado el recurso. La Figura 2.5 ilustra conrelación a la usos del agua en el país.

Relación oferta-demanda

De la Región Metropolitana al norte, se advier-te que las demandas superan al caudal disponible.Los caudales que llegan al mar son prácticamentenulos, hecho que se verifica hasta la hoya hidro-gráfica del Río Rapel.

Por otra parte, desde la Región Metropolitanaal sur, las demandas son en general satisfechas porla oferta, situación que se hace más favorable enlas regiones con alta pluviometría, como es el casode las regiones IX, X y XI.

La Figura 2.6 establece las disponibilidades y lasdemandas de agua para cada Región del país, condatos estimados al año 1993. En esta figura sepresentan las demandas consuntivas y no consuntivas,y las disponibilidades de agua expresadas con unnivel de garantía del 50 y 85 por ciento, lo cualdenota que la situación de Santiago al norte seenmarca en lo que se puede calificar como problemahídrico, es decir las demandas superan a las ofertas.

Fuentes de agua potable

Otro aspecto importante de analizar es el de lasfuentes de agua que utilizan las empresas sanitarias

del país. El Cuadro 2.3 ilustra al respecto, segúnregiones y empresas. Así, se observa que la extrac-ción de aguas subterráneas para agua potableurbana representa un porcentaje significativo de lasextracciones totales, casi 40 por ciento en 1995.

Por otra parte, se realizó el mismo análisis parael ámbito rural donde es posible observar que, parael año 1995, los recursos subterráneos constituíanla fuente principal de abastecimiento de aguapotable rural del país. Véase el Cuadro 2.4.

2.1.3. Calidad del agua

Efluentes y contaminación

Sólo a partir de 1968 se inician monitoreosrutinarios en algunos ríos del país, destinados aconocer la calidad del recurso, principalmente parasu uso en riego. Cabe mencionar que en uncomienzo la operación de esta red fue irregular, yasea por el número de estaciones, como por elnúmero de parámetros medidos. (DGA, 1998)

En 1982, se desarrolla el estudio “Análisis críticode la red de calidad de aguas”, cuyo objetivo final fueel de diseñar una red para la generación de informacióngeneral. A partir de este estudio se establecenclaramente los puntos de muestreo, frecuencia yparámetros que serán estudiados. (DGA, 1998)

En este contexto, un aspecto importante delproceso de deterioro de la calidad de las aguas,

REGIÓN VOLUMEN SEGÚN FUENTES

SUBTERRÁNEA (L/S) SUPERFICIAL (L/S)

I 1 5

II - 1

III 3 2

IV 53 7

V 44 10

VI 67 14

VII 92 12

VIII 46 23

IX 21 19

X 28 21

XI 1 7

XII - 1

R.M. 55 4

TOTAL 410 127

Cuadro 2.4

Consumo de agua

potable rural

según fuentes,

por región, 1995

Fuente: Revista

Vertiente, Capítulo

Chileno de la

Asociación Latinoameri-

cana de Hidrología

Subterránea para el

Desarrollo (1997,

Nº2).

Page 93: Informe Pa s

Recursos H ídr i cos

83

2

Figura 2.7

Evolución del Fósforo

total, en los principales

lagos del país.

Figura 2.8

Evolución del Oxígeno

disuelto, en los

principales lagos del

país.

Figura 2.9

Evolución del Nitrógeno

total, en los principales

lagos del país

Salazar y Soto, 1999

Salazar y Soto, 1999

Salazar y Soto, 1999

está determinado por la descarga de efluentesdiversos en los cuerpos continentales de agua,principalmente lagos naturales y artificiales.Así, las Figuras 2.7 a 2.9 muestran, respec-tivamente, la evolución de la cantidad de fósforototal, de oxígeno disuelto y de nitrógeno totalen los principales lagos del país. Según datosde la DGA, la descarga de contaminantes en loscuerpos de agua, en general, ha sido creciente.(DGA, 1998)

Adicionalmente, se puede señalar que, en 1990, deun total de 395 servicios de agua potable, entre lasregiones I y XII, se detectaron sustancias contaminantesen el agua subterránea de 102 localidades. De ellas, 45presentaron compuestos nitrogenados (nitrato, nitrito).Asimismo, se encontró un total de 37 localidades quemostraron presencia de fierro, en la mayoría de loscasos en conjunto con manganeso. Por último, 17localidades presentaron sustancias diversas, porlo general sólidos disueltos, cloruro y magnesio,de todo lo cual da cuenta el Cuadro 2.5.

RAPELPALOMA

ACULEO

VILLARRRICA

RIÑIHUE

LLANQUIHUE

RANCO

1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000

16

14

12

10

8

6

4

2

RAPEL

PALOMAACULEO

VILLARRRICA

RIÑIHUE

LLANQUIHUERANCO

1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000

10.000

10

EVOLUCION N total

1000

100

10

1

RAPELPALOMA

ACULEO

VILLARRRICA

RIÑIHUE LLANQUIHUE

RANCO

1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000

P tota

l

100

10

Page 94: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

84

REGIÓN LOCALIDADES CON PROBLEMAS (Nº) SUSTANCIA CONTAMINANTE PROBLEMA

I 1 Sólidos disueltos

III 4 / 1 Sólidos disueltos, Cl, Mg. / Nitrógeno amoniacal

IV 4 / 4 / 3 Nitrato, nitrito / Fierro / Sólidos disueltos, Cl, Mg.

V 1 / 2 Nitrato / Fe

R.M. 7 / 9 / 3 Nitritos / Sólidos disueltos, SO4, Mg / Fe, Mn.

VI 8 / 7 / 1 Nitrito / Fe, Mn / Hg

VII 15 / 6 Nitrito / Fe, Mn

VIII 7 / 8 Nitrito / Fe

IX 4 / 1 Fe, Mn / Nitrato

X 1 / 3 Nitrito / Fe, Mn

REGIÓN POBLACIÓN URBANA COBERTURA POBLACIÓN SERVIDA DBO5 (ton/año)

II RegiónRío Loa 100.533 67% 67.601 1.332

III RegiónRío Copiapó 104.912 85% 88.663 1.747Río Salado 10.086 32% 3.227 63Río Huasco 46.104 87% 39.877 786

IV RegiónRío Elqui 8.046 80% 6.437 127Río Limarí 61.848 92% 56.911 1.121Río Choapa 28.302 74% 20.992 414

V RegiónRío La Ligua 27.639 69% 19.116 377Río Aconcagua 285.897 79% 226.502 4.463Est. Marga Marga 177.955 83% 147.219 2.900Est. Casablanca 9.801 71% 6.949 137

VI RegiónRío Rapel 407.609 78% 316.164 6.229Est. Nilahue 1.677 48% 800 16

VII RegiónRío Mataquito 125.681 88% 110.201 2.171Río Maule 326.688 89% 289.306 5.698Río Lanco 2.254 19% 437 9

VIII RegiónRío Itata 218.853 78% 171.160 3.372Río Andalién 3.203 8% 256 5Río Biobío 558.936 74% 413.249 8.142Río Lebu 53.083 44% 23.161 456Río Paicaví 16.714 45% 7.493 148

IX RegiónRío Imperial 303.504 79% 240.854 4.744Río Toltén 56.208 52% 28.964 571

X RegiónRío Calle Calle 153.919 2% 28.938 570Río Bueno 175.601 85% 149.405 2.943Río Maullín 27.890 83% 23.126 455

XI RegiónRío Aisén 49.463 71% 35.137 692

Total sin R.M. 3.339.815 76% 2.521.688 49.678R. Metropolitana

Río Maipo (EMOS) 4.986.782 95% 4.072.341 80.225E.de Agua Potable 4.986.782 95% 4.734.076 93.261

Cuadro Nº 2.5

Sustancias contaminantes

en captaciones

subterráneas para agua

potable. 1990.

Fuente: Superintendencia

de Servicios Sanitarios

citada por la Sociedad

Chilena de Ingeniería

Hidráulica, 1999.

Fuente: Perfil Ambiental de

Chile 1994, CONAMA.

Cuadro 2.6

Estimación de materia

orgánica en ríos

del país

Page 95: Informe Pa s

Recursos H ídr i cos

85

2

Por otra parte, Nora Cabrera, en un trabajocitado en el Perfil Ambiental de Chile (CONAMA,1994), estableció, para 1992, la descarga de mate-ria orgánica en 28 ríos y esteros del país, corres-pondientes a 10 regiones y al área metropolitana(no incluyó las regiones I y XII), estimándola apartir de la población servida por diversas empre-sas sanitarias. El Cuadro 2.6, para cada río oestero, entrega la población urbana total, la pobla-ción servida por las sanitarias y la descarga demateria orgánica en términos de demanda bioló-gica de oxígeno (DBO).

Contaminación esperada en regiones

Dos estudios exploratorios fueron realizadospara la DGA, en 1989 y 1991, que concluyen en un

diagnóstico, básicamente de carácter cualitativo,sobre el nivel y tipo de contaminación esperada porcuenca o segmentos de cuenca, para todo el país.

La metodología utilizada para determinar elgrado de contaminación de cada cuenca considerólos antecedentes físicos y de emisiones con que secontaba para cada unidad hidrográfica sobre labase de estudios previos, así como las observacio-nes de los expertos que realizaron el estudio en susvisitas en terreno. Además, se verificaron hipótesisy supuestos a través de entrevistas con personasconocedoras de la situación local con relación altema en estudio. Por otro lado, la evaluación serealizó tomando en cuenta la relación existenteentre las fuentes de contaminación y los afectadospor ésta; para ello, se consideró la ubicación de la

Cuadro 2.7

Evaluación del grado y

tipo de contaminación en

regiones

Fuente: Dirección General de

aguas, 1989 y 1991

Page 96: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

86

fuente contaminante, el tipo de contaminante quegenera y el recurso que afecta, asociando todo ellocon la ubicación relativa de los afectados conrespecto a cada fuente de contaminación.

Los resultados, que se resumen en el Cuadro2.7, representan una primera aproximación a laidentificación de las amenazas de contaminacióndel agua, actual y potencial, a lo largo del terri-torio nacional.

Se observa que, para el caso de la cuenca delRío San José, destacan dos factores como principalcausa de contaminación, a saber, el riego y laactividad minera. En Pampa del Tamarugal-Que-brada Cahuisa existen 5 fuentes de contaminan-tes, 3 de ellas se corresponden con las descargasde aguas servidas de los alcantarillados deHuaica, Pica y Pozo Almonte. Por otro lado,existen 2 plantas mineras cuyas descargas sonvertidas a estanques de relave desde donde seevaporan e infiltran, aunque estos procesos noinfluirían notablemente en la calidad de lasaguas. Otro factor a considerar es el hecho delalto grado de salinidad y la presencia de arsé-nico en el agua cuya acumulación se origina enprocesos naturales.

En Río Loa-San Salvador existen 8 fuentes decontaminación; entre las más importantes estánlas descargas de aguas servidas del alcantarilladode Calama y el tranque de relave del mineral deChuquicamata. La descarga de aguas servidasalcanza un volumen de 134 l/s lo que da lugara problemas de contaminación química, física ybacteriológica afectando superficies importantesde riego; a la fecha del estudio, no existíatratamiento alguno de las descargas. Otro aspectoimportante de ser considerado es la agriculturaque, con sus prácticas, incorpora al suelo y alagua residuos químicos de pesticidas y fertilizan-tes.

Con respecto al segmento Río Copiapó-Que-brada de Paipote se destaca que la calidad de lasaguas del río Copiapó se ve afectada por lasdescargas de aguas servidas que dan lugar acontaminación bacteriológica, problema que seacentúa cuando los caudales del río son bajos. Porotro lado, la calidad química de las aguas se veafectada por escurrimientos de productos químicosutilizados por la agricultura local.

En Río Huasco-Río Carmen el impacto de lasdescargas depende del lugar donde se realizan; porejemplo, la contaminación por las descargas en HuascoBajo es de 10 l/s, que no son despreciables en

magnitud pero, como son realizadas cerca de ladesembocadura, el impacto ocurre en el medio marino.Por otro lado, las descargas de Vallenar y Freirinaalcanzan a 58 y 4,8 l/s. respectivamente, dando lugara contaminación bacteriológica aguas abajo.

La actividad agrícola por su parte, aporta a lasaguas productos químicos como pesticidas y abonosmientras, en el sector minero, destacan múltiplescompañías mineras que dan origen a una diversidadde efluentes con potencial contaminante.

Las fuentes principales de contaminación en elsegmento Río Limarí-Río Cogotí corresponden alas descargas de aguas servidas de los alcantarilla-dos de Combarbalá y Ovalle, con un flujo de 6,8l/s. Hay que destacar el hecho que, a la fecha delestudio, las aguas servidas de Combarbalá estabansiendo tratadas por lo que su efecto sobre el mediose supone mínimo. Por el contrario, las aguasservidas de Ovalle no reciben tratamiento dandolugar a la consiguiente alteración química, físicay bacteriológica de los ríos de esta zona.

Por otro lado, existen alrededor de 16 plantasmineras de pequeño tamaño cuya contaminaciónno es significativa, puesto que sus residuos sondepositados en tranques de relave. Al igual queen otras cuencas, la agricultura incorporaproductos químicos utilizados en sus procesosproductivos.

En Río Aconcagua-Chacabuquito existen 51fuentes de contaminación que corresponden aplantas mineras, plantas industriales, áreas deriego y sistemas de alcantarillados. Entre lasindustrias que generan contaminación destacan 6plantas mineras, alguna de ellas de gran enverga-dura, 6 mataderos, 2 fábricas de cecinas, 3 indus-trias de conservas, 1 curtiembre, 1 fundición, y 2industrias embotelladoras. Otro aspecto importanteson las descargas de aguas servidas que, en estacuenca, por la cantidad de población asociada, esbastante considerable.

Las principales fuentes de contaminación de cuen-cas en Río Maipo-Estero Arrayán en la Montosa son ladescarga de aguas servidas, de riles de las industrias dela celulosa y textil, de las diversas actividades asociadasa la minería, y las de las industrias química, electrome-talúrgica y de la curtiembre.

Las principales fuentes de contaminación de cuencasen Río Rapel-Estero Alhué en Quilamuta son loscriaderos de cerdo, la industria de jugos, lasagroindustrias en diversos rubros, la industriavitivinícola, la gran minería del cobre y la descargade aguas servidas. En el caso de Río Mataquito-Estero

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Recursos H ídr i cos

87

2

Upeo, son las descargas de aguas servidas y lasdescargas industriales. En el caso del segmento RíoItata-Nueva Aldea la principal fuente de contaminanteses la representada por las descargas de aguas servidas.

En las cuencas Río Bío Bío-Río Malleco enCollipulli, las principales fuentes de contaminaciónson las descargas de aguas servidas, los derrames einfiltración de pesticidas y otros compuestosutilizados en la agricultura, la industria cecinera, laindustria de la celulosa, las agroindustrias, laindustria textil, las refinerías de petróleo y laindustria de la construcción.

En Río Imperial-Río Cholchol las principalesfuentes de contaminantes son las descargas deaguas servidas, el escurrimiento e infiltración deproductos químicos usados en la agricultura, laindustria de cosméticos y detergentes, los matade-ros, la industria cecinera y la industria de mueblesy útiles para el hogar.

En Río Valdivia-Río San Pedro los efluentescontaminantes provienen de fuentes domésticas, delas industria de la celulosa y de la madera, de lasagroindustrias y las industrias cárnicas y de cecinas.En el caso de Río Bueno-Río Pilmaiquén, son lasdescargas de aguas servidas, la gran industria dealimentos, las fábricas de cecinas, la industria de lacurtiembre, los mataderos, la industria química y laindustria de los lácteos y derivados.

Finalmente, en las cuencas de las regiones XI yXII, si bien existen algunas amenazas como las deciertas actividades mineras y petroleras, y de laindustria petroquímica, además del problema de lasaguas servidas, estas amenazas son menores que enotras cuencas del país.

Calidad del agua en los lagos

Los estudios financiados por el Fondo de Inves-tigación Pesquera (FIP) (véase Tabla 2 del Anexo 2),más los aportes de otros fondos estatales, handemostrado que el nivel trófico de estos lagos estáaumentando a niveles acelerados. Diversos cuerposde agua, entre los que se cuentan los lagos Villarrica,Calafquén, Riñihue y Llanquihue, presentan ya estadosmesotróficos. Las actividades económicas que aportannutrientes a estos lagos presentan gravesexternalidades negativas entre las que se puededestacar la degradación del hábitat con la consecuentepérdida de diversidad biológica, la imposibilidad deseguir siendo usados como fuentes superficiales deagua potable, pérdida de la belleza escénica ydisminución del turismo (Brown, A. 1998).

Sin embargo, con respecto a los métodos dedeterminación del estado trófico de los lagos, unestudio desarrollado para Chile (Rojas, 1999) seña-la que la aplicabilidad de los sistemas de clasifi-cación es función de la metodología utilizada, lascuales van desde modelos cualitativos hasta mo-delos cuantitativos, que incorporan aspectos esta-dísticos. Así por ejemplo, está la clasificación deVollenweider, la clasificación de la Organizaciónpara la Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE), la clasificación propuesta por Dobson, laclasificación propuesta por Parra, etc., y en gene-ral se puede decir que no todas son coincidentesen sus resultados.

La Tabla 3 del Anexo 2 identifica los lagos conestudios de capacidad de carga y balance defósforo y de nitrógeno realizados entre 1993 y1997 en el sur de Chile.

Descargas de efluentes

Antecedentes muy generales indicaban que enChile, al año 1998, según el Marco GeneralNormativo del Departamento de Descontaminación,Planes y Normas de la CONAMA (CONAMA, 1998),sólo el 9,3 por ciento de las aguas servidas deorigen doméstico eran sometidas a tratamiento. Laszonas más afectadas son las Bahías de Valparaísoy Concepción y, entre otros, los ríos Maipo y Maule.Asimismo, el 65% de las aguas de origen industriales vertido al alcantarillado (a fines de 1999 seencontraba en su fase final un catastro de industriascon sistema de tratamiento de las aguas de laSuperintendencia de Servicios Sanitarios, SISS). Elresto es vertido a aguas superficiales y al litoral. Deeste modo, las zonas más afectadas son la Bahía deValparaíso y Concepción, y los ríos Maipo,Aconcagua, Maule, Andalién y Bío-Bío, ensituaciones que, a la fecha, han comenzado amejorar, debido en parte, a la entrada en vigenciade algunos de los instrumentos de gestión ambientalestablecidos en la Ley de Bases del Medio Ambiente,como son el Sistema de Evaluación de ImpactoAmbiental (que ha sensibilizado a los titulares deaquellos proyectos que fueron evaluadosambientalmente en la necesidad de tratar las aguasresiduales resultantes de sus operaciones); elprocedimiento para la Dictación de Normas deCalidad Ambiental y de Emisión; y losprocedimientos para Establecer Planes de Prevencióny de Descontaminación.

El Cuadro 2.8 entrega una visión sobre lasdescargas de residuos industriales líquidos (RILES)en términos del número de industrias autorizadas,según destino de las descargas, por región.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

88

Cuadro 2.8:

RILES: Descargas en

regiones según destino al

30/12/1999

(número de industrias

autorizadas)

Fuente: Superintendencia de

Servicios Sanitarios, 1999.

REGIÓN DESTINO DE DESCARGA

ALCANTARILLADO CANAL ESTERO INFILTRACIÓN MAR RIEGO RÍO

II 2 0 0 0 0 0 0

III 0 0 0 0 0 0 0

IV 1 1 0 0 0 0 0

V 5 1 2 1 0 4 3

VI 1 2 3 0 0 3 1

VII 4 3 1 0 0 0 3

VIII 6 1 1 0 0 0 6

IX 1 0 1 0 1 0 2

X 9 3 1 2 1 2 6

XI 0 0 0 0 0 0 0

XII 1 0 0 0 0 0 0

R. M. 92 10 3 6 0 11 10

2.1.4. Caudales ecológicosSegún la Dirección General de Aguas (1999), se

conoce como caudal ecológico al caudal mínimo deagua que se requiere conservar en el cauce natural deforma de asegurar la supervivencia de los diversoscomponentes y funciones de los ecosistemas acuáticos.

Si bien en los últimos años se ha planteado lanecesidad de conservar caudales ecológicos, hansurgido problemas importantes en la aplicaciónpráctica de este concepto. En Chile se ha argumen-tado que, al no existir una recopilación sistemáticade antecedentes, por ahora sólo es factible lautilización de metodologías con base hidrológica yno metodologías más completas para su determina-ción como las que actualmente son comunes enEstados Unidos y Europa. En estos países se comenzópor destinar, para la preservación de los ecosistemasdulceacuícolas, un caudal que fluctúa alrededor del10 por ciento del caudal medio original del río. Noobstante esta fórmula se dificulta en zonas áridas,semiáridas y subhúmedas, los caudales presentanuna alta variabilidad de nivel anual e interanual.

En Chile, según lo informa la Dirección Generalde Aguas, se estaría intentando asegurar caudalesecológicos por la vía de reservar el 10 por ciento delos caudales en el proceso de constitución denuevos derechos de aprovechamiento pero sólo enel caso de los cauces de la IX Región al sur. Parala VIII Región se considera una fracción menor que10 por ciento como reserva de caudal ecológicopara el caso de ríos donde los derechos de aprove-chamiento aún no han sido totalmente asignados,

o cuando se trata de derechos no consuntivos. Entanto, en la zona central, este criterio se aplica sólopara los cursos inferiores de los principales ríos. Dela VIII Región al norte, los derechos de agua yaconcedidos no dan lugar a asegurar un caudalmínimo por razones ecológicas; los usuarios delagua muy bien podrían secar los cauces si utilizasena plenitud sus derechos. Se trata de derechos deaprovechamiento concedidos cuando aún no setomaban en cuenta consideraciones ecológicas.

La determinación de caudales ecológicos, adi-cionalmente a lo ya expresado, presenta el proble-ma de que su evaluación resulta sumamente com-pleja, particularmente si se tiene en cuenta que labiota acuática presenta distintos requerimientos ensus diferentes etapas de desarrollo. Aun más, endeterminados períodos del año coexisten sólo algunosestados de vida y, en otros, todos ellos se hallanpresentes, manifestándose interacciones que no sonconocidas en su totalidad.

Por otra parte, es previsible que los conflictospor consideraciones de conservación ecológica seacentúen en el mediano y largo plazo cuando losbeneficiarios de derechos de aprovechamiento, comoconsecuencia de una mayor demanda por el recursohídrico producto del crecimiento económico ydemográfico, pretendan la utilización plena de susderechos. Se ha planteado que, para el caso deciertos cauces, el volumen de agua que representanlos derechos concedidos excedería los caudalesdisponibles. En todo caso, este es un tema querequiere un estudio más cuidadoso.

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89

2

Figura 2.10

Relación entre usos

consuntivos y

no consuntivos

del agua

(estimación a 1999)

Dirección de Aguas, 1999

Figura 2.11

Usos consuntivos

del agua

(estimación 1999)

Dirección de Aguas, 1999

2.2. PRESIÓN GENERADA PORLOS USOS DEL AGUA

El uso del agua en el país alcanza a un valoraproximado a los 2.000 m3/s de caudal continuo,de los cuales el 67,8 por ciento corresponde a usoshidroeléctricos, es decir a usos no consuntivos, yel 32,2 por ciento corresponde a usos consuntivos.El gráfico de la Figura 2.10 ilustra la relación entreusos consuntivos y no consuntivos.

2.2.1. Usos consuntivos

Entre los usos consuntivos, el riego representael 84,5 por ciento a nivel nacional con un caudalmedio de 546 m3/s aplicado al riego de unos 2millones de hectáreas. El uso doméstico equivaleal 4,4 por ciento de los usos consuntivos, con unos35 m3/s, y es utilizado para abastecer al 98 porciento de la población urbana y, aproximadamen-te, al 80 por ciento de la población rural concen-trada. Los usos mineros e industriales representanel 11 por ciento del uso consuntivo total. La Figura2.11 ilustra esta distribución. Por otro lado, lamayor parte de los usos no consuntivos, que

representan el 68 por ciento de los destinos delagua, corresponden a energía.

La demanda por agua ha crecido significativa-mente como producto del incremento de la pobla-ción, del crecimiento económico y del mejora-miento de la calidad de vida. Las gráficas de laFigura 2.12 muestran la evolución del consumo deagua por sectores productivos para cada región delpaís en los años 1990, 1993 y 1999, estimadasobre la base de proyecciones de la DGA. Esimportante advertir que la proyección de lademanda por agua para generación de energía noconsidera los cambios a que podría dar lugar laentrada del gas natural como nueva fuente para lageneración. La Figura 2.13 corresponde a laevolución del consumo sectorial para el país.

El uso consuntivo del agua, en los distintossectores productivos, es variable según el tipo deecosistema de que se trate, dado que en algunasregiones del país es la minería la demandantecasi absoluta de agua, en tanto que en otras loes el riego. Esta situación se ve reflejada en lagráfica de la Figura 2.14.

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90

I REGIÓN II REGIÓN

III REGIÓN IV REGIÓN

V REGIÓN VI REGIÓN

VII REGIÓN VIII REGIÓN

IX REGIÓN X REGIÓN

Figura 2.12

Evolución consumo sectorial de

agua por regiones. 1990-1999*

(en m3/seg)

Fuente: Tabla 1.3 anexo 1

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91

2

Como se aprecia en la Figura 2.14, el riego esel destino consuntivo del agua más importanteentre las regiones IV y IX. En las zonas extremas,las regiones II, III, XI y XII, la minería adquiereespecial relevancia como consumidora de agua.

El consumo de agua por los distintos sectoresproductivos ha experimentado un crecimientoimportante, del orden del 100 por ciento, entre losaños 1990 y 1999, lo cual habla por sí solo delnivel de presión a que ha estado sometido elrecurso (véase el Cuadro 2.9). De igual forma, nocabe duda que el desarrollo socioeconómico que se

prevé para Chile se traducirá en aún mayoresdemandas por agua, para los distintos usos y enlas diferentes regiones del país, lo que sólo podráser compensado por mejoramientos en la gestióny uso del recurso, y por la aplicación de instru-mentos orientados a mejorar la asignación delrecurso entre sus diferentes usos; por otra parte,las consideraciones ambientales en torno al uso yconservación del recurso introducirán una restric-ción adicional al sistema. De este modo, resultadifícil predecir cuál será la evolución del consumode agua por sectores. La perspectiva ambiental

Las demandas proyectadas para el sector energético se estimaron sin ponderar la entrada del gas natural como alternativa para

la generación termoeléctrica.

XI REGIÓN

REGIÓN METROPOLITANA

XII REGIÓN

Figura 2.13

Consumo de agua por

sectores, total país, años

1990,1993,1999

Fuente:

Tabla 1.3 anexo1

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

92

influirá de manera determinante, en el corto plazo,en el modo de gestión de los recursos naturales,particularmente de los recursos hídricos.

En función de lo expuesto en el párrafo anterior,es interesante realizar un análisis somero acerca delnivel de presión que se ejerce sobre el agua, en losdistintos sectores productivos. Así por ejemplo, ysegún lo planteado por Brown (1997), si se considerauna proyección de la población total del país parael año 2010, de 16,7 millones de habitantes, seobtiene una necesidad anual de agua de 1.524millones de m3 que equivalen a un caudal continuode 48,3 m3/s. Este valor no es significativo frentea la disponibilidad actual y futura de agua a nivelde país. Sin embargo, en el ámbito local, lasituación puede tornarse crítica.

En relación a la industria, se han realizadoalgunas estimaciones que indican que, en la actua-lidad, en Chile se usan cerca de 30 m3/s (caudalmedio anual) en usos industriales y mineros, lo queimplica un caudal de captación del orden de 67 m3/hab/año. En Estados Unidos y en términoscomparativos, los requerimientos para estos fines sonde 153 m3/hab/año (Brown, 1997). Las expectativasson, en consecuencia, de un fuerte crecimiento de lademanda por agua por el sector industrial.

Según Figueroa, citado por Brown (1997),existen unos 2,5 millones de hectáreas económi-camente regables hasta la IX Región. De estacifra sólo 1,2 millones de hectáreas cuentan conriego permanente, mientras que 600 mil hectá-reas tendrían riego eventual. La habilitación dealgunos embalses, canales de regadío y otrasobras destinadas a favorecer el riego, han per-

mitido aumentar estas superficies e incorporarotras que no contaban con esta posibilidad. Noobstante, aunque se ha construido una grancantidad de obras, éstas todavía no son suficien-tes para cubrir las demandas del sector agrícolapor agua para riego.

No existen estadísticas adecuadas que permitanrelacionar población (su proporción) con el tipo deuso que se hace de los recursos hídricos. En estemarco, se puede afirmar que el sector riego hatenido en la última década un crecimiento que harevertido la tendencia histórica de los años 70 ylos años 80, asegurando una mayor disponibilidadde agua para la agricultura, incorporando nuevashectáreas a la producción y permitiendo unamayor generación y calidad del empleo agrícola.El Cuadro 2.10 presenta la inversión histórica dela Dirección de Obras Hidráulicas (originalmenteDirección de Riego) para el sector riego. La Figura2.15, por otra parte presenta las gráficas de dichaevolución para las décadas del 70, 80 y 90,respectivamente, donde se observa que sólo en ladécada del 90 la inversión en riego ha experimen-tado crecimiento.

No obstante la inversión en obras de riego asícomo el riego propiamente tal, pueden dar origena impactos ambientales negativos de significación;constituyen una presión sobre la calidad ydisponibilidad del agua como también una presiónsobre otros recursos naturales, principalmente elsuelo. Efectivamente, el riego, además de ser unode los usos que demanda una gran cantidad deagua, produce aumentos en las concentraciones desales en las capas superficiales del suelo e incorporauna serie de elementos químicos al ciclo hidrológico,derivado de la incorporación masiva de fertilizantes

RIEGO AGUA POTABLE INDUSTRIA MINERIA

I II III IV V RM VI VII VIII IX X XI XII

100 %

90%

80%

70%

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%

Figura 2.14

Distribución del agua

en regiones según

usos consuntivos.

1999.

Fuente: Tabla 1.4

del anexo 1

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93

2

Cuadro 2.9

Crecimiento esperado del

consumo por sectores.

1990 y 1999

Fuente: Elaboración propia, a

partir de información

proporcionada por la DGA.

SECTOR CONSUMO (en m3) % DE CRECIMIENTO

1990 1999

AGRÍCOLA 6189,8 7336,8 18,5

AGUA POTABLE 329,2 409,5 24,4

INDUSTRIAL 565,4 818,6 44,8

MINERÍA 518,4 605,8 16,9

ENERGÍA* 14267,4 34970,0 145,1

TOTAL 21870,3 44140,7 101,8

y pesticidas, tanto a las aguas superficiales comoa las aguas subterráneas. Prácticas no adecuadasde riego producen, además de salinización,encharcamiento y erosión, mientras que las obrasde riego dan lugar a alteraciones geomorfológicassignificativas.

Otro punto importante, relacionado con lapresión que se ejerce sobre el agua, lo constituyela degradación de la calidad del recurso hídrico.Hasta recientemente, lo determinante en laplanificación, asignación y gestión de los recursoshídricos era la disponibilidad y demandacuantitativa del recurso. Ahora, junto con laconsideración de una demanda ecológica por agua,pesan los aspectos cualitativos; estos factorestendrán un peso creciente en las decisiones futurasrelativas al recurso.

No cabe duda que la actividad minera es unade las más importantes en el desarrollo económicoy social del país; sin embargo, las técnicas de

extracción y procesamiento de los mineralesgeneranuna gran cantidad de residuos cuyotratamiento y/o disposición es un problema nomenor.

2.2.2. Usos no consuntivos

Como se establece más arriba, la generación deelectricidad constituye el principal uso noconsuntivo del agua y a él se referirá esta sección.

Chile tiene hoy día un parque generador de3917 MW de potencia instalada, del que 3080 MWcorresponden a centrales hidroeléctricas (cerca deun 80 por ciento), en lo que es el sistema inter-conectado central, que abarca desde Taltal por elnorte, hasta la Isla Grande de Chiloé por el Sur. Enel sistema interconectado del Norte Grande, lageneración de energía eléctrica se haceprincipalmente a través de centrales térmicas quequeman combustibles fósiles. Por otro lado, enChiloé Continental y hacia el sur, no existe un

(*) Las demandas

correspondientes al

sector energético se

calcularon sin considerar

la entrada del gas

natural.

Cuadro 2.10Inversión Histórica Direcciónde Obras Hidráulicas,Sector Riego(Miles de $ de 1998) Fuente: Dirección de Obras Hidráulicas, 1999.

Año Inversión Año Inversión Año Inversión1970 35.416.910 1980 9.370.602 1990 958.0791971 32.970.499 1981 7.460.028 1991 5.624.3641972 7.499.172 1982 1.884.562 1992 13.100.9601973 37.050.494 1983 1.713.108 1993 15.588.9221974 31.061.350 1984 2.643.580 1994 19.446.5781975 7.631.093 1985 3.720.670 1995 17.543.2041976 8.662.376 1986 2.459.787 1996 20.490.9241977 6.923.277 1987 1.950.612 1997 29.075.4661978 7.889.528 1988 1.547.176 1998 33.029.2221979 12.378.196 1989 1.419.509 1999 33.829.572

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

94

Figura 2.15

Evolución de la Inversión del MOP

en obras de riego. Décadas 1970-

1980, 1980-1990 y 1990-1999

(miles de pesos de 1998)

sistema interconectado y los abastecimientos localesse alimentan a través de generaciones tambiénlocales, en algunos casos por medio de pequeñascentrales hidroeléctricas. En el Cuadro 2.11 sepresenta un listado de las principales centraleshidroeléctricas del país con su gasto anual ypotencia instalada.

Dos hechos relevantes ocurridos en el pasadopróximo deben tenerse en cuenta hoy día paraefectuar proyecciones sobre la forma en que elpaís buscará satisfacer sus demandas de energíaeléctrica en el futuro: el primero, es el represen-tado por la ocurrencia de sequías que pusieron enjaque al parque generador con su capacidad degeneración relativamente copada y vulnerablefrente a la ocurrencia del fenómeno; el segundo,ha sido el desarrollo de proyectos de importaciónde gas natural que viabilizan la posibilidad decentrales termoeléctricas en el futuro inmediatousando un combustible de menor costo y menoscontaminante que otros combustibles fósiles.

El sector hidroeléctrico es el más importanteusuario de agua en términos de caudales aprove-chados. En muchos de los casos, el uso del aguase hace por medio de centrales de pasada sinregulación, por lo que los caudales disponibles enel río, aguas abajo de la planta generadora, nosufren grandes alteraciones y quedan disponiblespara otros usos (véase el Cuadro 2.11 citado).

2.3. MARCO JURÍDICOINSTITUCIONAL

2.3.1. Sistemas de informaciónhidrometeorológica

Una primera respuesta de la sociedad orientada ala gestión del recurso con miras a minimizar conflic-tos y racionalizar su utilización es la relacionada conla ampliación del conocimiento sobre el comporta-miento de los sistemas hidrológicos a través de lacaptura de datos hidrometeorológicos. El conoci-

1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

40.000.000

30.000.000

20.000.000

10.000.000

0

40.000.000

30.000.000

20.000.000

10.000.000

0

40.000.000

30.000.000

20.000.000

10.000.000

0

inversionestendencias

inversionestendencias

inversionestendencias

Fuente: Dirección de obras

hidráulicas. 1999

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Recursos H ídr i cos

95

2

miento del ciclo hidrológico demanda informaciónclimatológica (precipitación, evaporación, tempera-tura, etc.), fluviométrica (secciones de aforo, alturadel nivel de agua, caudal, etc.), y de calidad de aguas(oxígeno disuelto, demandas bioquímicas de oxíge-no, nitrógeno presente en el agua, etc.).

La captura de la información es realizadaprincipalmente por la Dirección General de Aguas,organismo dependiente del Ministerio de ObrasPúblicas, y la Dirección Meteorológica de Chile(DMC), dependiente del Ministerio de Defensa,

organismos que poseen las redes más importantesdel país en términos de tipos de instrumentos y decobertura geográfica.

Existen otras instituciones del Estado que reco-gen información relacionada con los recursoshídricos como es el caso del Servicio Meteoroló-gico de la Armada y varios organismos dependien-tes del Ministerio de Agricultura como el ServicioAgrícola y Ganadero (SAG), la Corporación Nacio-nal Forestal (CONAF), y el Instituto Nacional deInvestigaciones Agropecuarias (INIA). Hay otros

NOMBRE PROPIETARIO AÑO PUESTA TIPO N° GASTO EN GENE- POTENCIA

CENTRAL EN SERVICIO CENTRAL UNID. RACIÓN (m3/s) Kw TOTAL

Alfalfa GENER S.A. 1991 Pasada 2 30 160.000

Maitenes GENER S.A. 1923-89 Pasada 5 11,3 30.800

Queltehues GENER S.A. 1928 Pasada 3 28,1 41.070

Volcán GENER S.A. 1944 Pasada 1 9,1 13.000

Colbún COLBÚN S.A. 1985 Embalse 2 280 400.000

Machicura COLBÚN S.A. 1985 Embalse 2 280 90.000

San Ignacio COLBÚN S.A. 1996 Pasada 1 194 37.000

Rucúe COLBÚN S.A. 1998 Pasada 2 65 170.000

Los Molles ENDESA 1952 Pasada 2 1,9 16.000

Rapel ENDESA 1968 Embalse 5 535,1 350.000

Sauzal ENDESA 1948 Pasada 3 73,5 76.800

Sauzalito ENDESA 1959 Pasada 1 45 9.500

Cipreses ENDESA 1955 Embalse 3 36,4 101.400

Isla ENDESA 1963-64 Pasada 2 84 68.000

Antuco ENDESA 1981 Embalse 2 190 300.000

El Toro ENDESA 1973 Embalse 4 97,3 400.000

Abanico ENDESA 1948-59 Pasada 6 106,8 136.000

Canutillar ENDESA 1990 Embalse 2 75,5 145.000

Pangue PANGUE S.A. 1996 Embalse 2 500 467.000

Pehuenche PEHUENCHE S.A. 1991 Embalse 2 300 500.000

Curillingue PEHUENCHE S.A. 1993 Pasada 1 84 85.000

Loma Alta PEHUENCHE S.A. 1997 Pasada 1 84 38.000

Pilmaiquén PILMAIQUÉN S.A. 1944-59 Pasada 5 150 39.000

Pullinque PILMAIQUÉ N S.A. 1962 Pasada 3 120 48.600

Aconcagua ACONCAGUA S.A. 1993-94 Pasada 2 20,2 72.900

Florida S.C. del MAIPO 1909-93 Pasada 5 30 28.000

Los Quilos H.G. VIEJA y M.VALP. 1943-89 Pasada 3 22 39.300

Capullo E.E. CAPULLO 1995 Pasada 1 8 10.700

S. Andes GEN. S. ANDES 1909 Pasada 4 20 1.104

Carbomet CARBOMET 1944-86 Pasada 4 10.896

Cuadro 2.11

Principales centrales

hidroeléctricas.

Fuente: Dirección General de

Aguas, 1999

Page 106: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

96

organismos y empresas privadas que recolectaninformación puntual, principalmente pluvio-métrica, aunque sus objetivos son específicosal accionar de cada institución. Las redes parala captura de datos varían en el número,calidad, tecnología y tipo de las estacionesque manejan.

Hay variaciones en la década que han sig-nificado mejoras en las tecnologías aplicadasasí como en la habilidad del personal dedicadoa la captura de datos. La disminución deestaciones que se observa para algunascategorías de instrumentos y de estaciones seha visto compensada, precisamente por dichasmejoras.

La DGA, siendo el organismo encargado porley de evaluar cuantitativa y cualitativamente elrecurso hídrico, posee una red más extensa y másamplias en los servicios que ofrece. El nivel decalidad y automatización que ha alcanzado le ha

permitido mejorar significativamente el nivel dela información básica que está capturando, lo quehace una gran diferencia respecto a las capacida-des de la institución a comienzos de la década.Gran número de sus estaciones cuentan conregistro automático y se contempla implementarestaciones digitales de soporte automático. Entodo caso, ya comenzó a ser utilizado el sistemade estaciones de captura de datos y su transmisiónautomática, por medio de señales satelitales, auna estación receptora. La DGA cuenta con 40estaciones de este tipo en el país, esperándosecontar con 50 estaciones en el año 2000 y 70estaciones en los años siguientes.

No obstante, aún persisten algunas deficienciasen el número de estaciones. El Cuadro 2.12, y laFigura 2.16 que de él se deriva, ilustran respectoa la dotación actual de estaciones fluviométricas,por región, en comparación con el mínimo reque-rido para alcanzar un nivel aceptable de informa-ción hidrológica. En la Figura 2.17 se puede

Figura 2.16

Estaciones fluviométricas: existentes

y mínimo requerido por región.

1996

Fuente: Dirección General de Aguas

60

50

40

30

20

10

0

Nº E

STAC

IONE

S

E S TAC IONES ACTUALES E S TAC IONES M IN IMO

I II III IV V RM VI VII VIII IX X XI XII

I 33 40

II 32 35III 36 38IV 40 42V 20 23VI 10 13VII 33 38VIII 44 59IX 36 43X 20 34XI 26 32XII 22 34

R.M. 22 25

Cuadro 2.12

Estaciones fluviométricas: existentes

y mínimo requerido por región.

1996

Fuente: Dirección General de Aguas

REGION ESTACIONES NUMERO MINIMOACTUALES DE ESTACIONES

REQUERIDAS

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Recursos H ídr i cos

97

2

en la obtención y procesamiento de la informa-ción, mejorando la accesibilidad a ella, y lageneración de economías presupuestarias en elfuncionamiento de las estaciones de control (esta-ciones de medición).

Las tablas 1.5 a 1.8 del anexo 1 ofrecen algunainformación adicional sobre la red hidrometereológicanacional.

2.3.2. Servicios de saneamiento

La población atendida por servicios de alcanta-rillado alcanza a una cobertura promedio del 91,6por ciento de la población urbana. Para 1998, segúnla Superintendencia de Servicios Sanitarios, la co-bertura de los servicios de alcantarillado en elámbito regional variaba del 78,5 por ciento en laVI Región –única región por debajo del 80 porciento de cobertura— al 97,5 por ciento en la IRegión, seguida muy de cerca por la Región Metro-politana donde los servicios cubrían el 97,4 porciento de la población urbana.

observar cómo evolucionó el número de estacio-nes fluviométricas, que comenzaron a ser insta-ladas recién a partir de la segunda década delsiglo XX, hasta completar las 374 unidadesexistentes hoy día.

La DGA ha instaurado un sistema de mediciónde la calidad de aguas para un conjunto de lagosy embalses, a partir del año 1985, integrado porun número variable de puntos de monitoreo. En elCuadro 2.13 se identifican los cuerpos de aguascontinentales que operan bajo la Red NacionalMínima de Control de Lagos, y en el Cuadro 2.14se especifican las variables que están siendo mo-nitoreadas.

Finalmente, corresponde destacar que la DGAha formulado un programa de modernización de lared hidrométrica nacional que se plantea la obten-ción de datos en tiempo real, la mejora en lacalidad y continuidad de los datos hidrométricos,la optimización de los procedimientos de trata-miento de dicha información, una mayor agilidad

Figura 2.17

Evolución del número de estaciones

fluviométricas. 1910 - 1990.

Fuente: Dirección General de Aguas

Cuadro 2.13

Estaciones de control de calidad del

agua. Red Nacional Mínima de Control

de Lagos

Fuente: Dirección general de Aguas, 1999

REGIÓN LAGO O EMBALSE FECHA DE ENTRADA A LA RED Nº DE ESTACIONES

IV Embalse La Paloma 1987 3 estaciones

R.M. Laguna Aculeo 1987 2 estaciones

VI Embalse Rapel 1987 3 estaciones

VIII Laguna San Pedro 1985 3 estaciones

VIII Lago Lanalhue 1985 4 estaciones

IX Lago Calafquén 1985 3 estaciones

IX Lago Villarrica 1987 4 estaciones

X Lago Panguipulli 1995 3 estaciones

X Lago Riñihue 1988 3 estaciones

X Lago Ranco 1988 3 estaciones

X Lago Llanquihue 1988 3 estaciones

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

98

En el Cuadro 2.15 se ilustra respecto a larelación entre la población servida y la poblaciónurbana total, por regiones, mientras el Cuadro 2.16y la Figura 2.18 muestran cómo ha evolucionado,

a nivel nacional, la proporción de la poblaciónservida. El Cuadro 2.16 muestra, además, cómo haevolucionado la tasa de crecimiento anual de cober-tura de los servicios de alcantarillado; se observa

Fuente:

Dirección General de Aguas,

1999

Cuadro 2.14

Parámetros controlados

por la Red Nacional

Mínima de Control de

Lagos

PARÁMETROS MEDIDOS EN TERRENO Temperatura

PH

Conductividad

Oxígeno disuelto

Transparencia

Turbiedad

Temperatura ambiental

Humedad relativa

Presión atmosférica

Velocidad del viento

Estado del tiempo

PARÁMETROS MEDIDOS EN LABORATORIO AMBIENTAL D.G.A. N/NO3

N/NO2

N/NH3

P/PO4

SiO2

DQO

PARÁMETROS MEDIDOS EN LABORATORIO DE UNIVERSIDADES N Kjerdahl

P total

Clorofila a

Coliformes fecales (Calafquén-Panguipulli)

Coliformes totales (Calafquén-Panguipulli)

REGIÓN POB. URBANA POB. SERVIDA % COBERTURA

I 354.557 345.866 97,5

II 418.701 398.378 95,1

II 225.871 197.892 87,6

IV 429.235 385.648 89,8

V 1.360.273 1.171.568 86,1

VI 527.843 414.354 78,5

VII 564.786 519.430 92,0

VIII 1.470.228 1.215.676 82,7

IX 533.575 461.110 86,4

X 630.316 518.118 82,2

XI 67.360 57.516 85,4

XII 141.091 136.733 96,9

R.M. 5.896.412 5.744.117 97,4

Cuadro 2.15

Cobertura del servicio de

alcantarillado urbano.

1998

Fuente: Superintendencia de

Servicios Sanitarios, 1998.

Page 109: Informe Pa s

Recursos H ídr i cos

99

2

tras otras lo hacen en ríos y esteros, como lomuestra la Figura 2.19.

La misma fuente estimaba que, a 1990, lapoblación servida por sistemas que descargaban enríos y esteros llegaba a poco más de 6,6 millonesde habitantes, y a 1,7 millones la población servidapor sistemas que descargaban al mar. La tabla 1.9del anexo 1 ilustra respecto a esta distribución enel ámbito regional.

una tendencia creciente de dicha tasa llegando,a fines de 1998, a superar en más de 6,3 porciento la proporción observada a inicios de ladécada.

Según datos del Instituto de Ingenieros deChile, para el año 1990, la descarga en alcantari-llados en las distintas regiones del país no erauniforme en el punto de destino ya que algunaszonas drenan mayoritariamente en el mar mien-

Figura 2.18

Evolución de la cobertura

de alcantarillado en la

década.

Cuadro 2.16

Evolución de la cobertura

de alcantarillado en la

década (%).

Fuente: Superintendencia de Servicios Sanitarios, 1999.

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998

86,2 84,7 86,4 87,9 89,4 90,4 91 91,6

-1,7 0,2 2,0 3,7 4,9 5,6 6,3

Fuente: Tabla 1.11 del

anexo 1

Figura 2.19

Destino de descarga

de los alcantarillados

por regiones (%).

Fuente: Elaboración propia a

partir de información

entregada por el Instituto de

Ingenieros de Chile (1990).

100 %

90%

80%

70%

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%

RIOS Y ESTEROS MAR

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

VariaciónRespecto 1991

Page 110: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

100

REGION SISTEMAS DE TRATAMIENTO (1) EMISARIOS (2)

I 3 3

II 1 1

III 6 0

IV 10 3

V 11 4

VI 18 0

VII 5 0

VIII 8 3

IX 7 0

X 9 0

XI 4 0

R.M. 12 0

94 14

Cuadro 2.17

Sistemas de tratamiento de

aguas servidas y emisarios

en operación (al 30.12.99)

Fuente: Superintendencia de

Servicios Sanitarios, 1999.

Figura 2.20

Evolución del número de

plantas de tratamiento de

aguas servidas.

1990 - 1998.

Fuente: Superintendencia de

Servicios Sanitarios, 1999.

(1) Los sistemas de tratamiento incluyen

plantas de tratamiento, lagunas de

estabilización, lagunas aireadas, fosas sépticas,

zanjas de oxidación, lodos activados y centro

experimental de aguas servidas.

(2) Los emisarios incluyen emisarios

submarinos y emisarios costeros

2.3.3. Investigación y desarrolloEn relación a las actuaciones de investigación

y desarrollo llevadas a cabo en el país, las haynumerosas y en diversos ámbitos, desde laingeniería civil, la ingeniería forestal y laagronomía, hasta la hidrobiología y los estudiosambientales. Desgraciadamente, no existe unasistematización de los trabajos desarrollados locual determina que no se cuente con grandeslíneas referenciales acerca de las investigacionesejecutadas. Así mismo, esta situación se reproducedesde proyectos de gran envergadura, hastainvestigaciones puntuales, como suelen ser lastesis de pregrado.

En el Cuadro 2.17 se presenta el número desistemas de tratamiento de aguas servidas enoperación a nivel regional, así como el número deemisarios tanto submarinos como costeros. Lossistemas de tratamiento varían en sus componentesde caso a caso y pueden incluir plantas detratamiento, lagunas de estabilización, lagunasaireadas, fosas sépticas, zanjas de oxidación, lodosactivados y hasta un centro experimental de aguasservidas. La Figura 2.20, por otra parte, representa laevolución del número de plantas de tratamiento en elperíodo 1990-1998, la tabla 1.10 del anexo 1 ilustrarespecto al numero de nuevas plantas de tratamiento(que sirven a más de 1000 habitantes) que entraronen servicio por año entre 1990 y 1998.

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Recursos H ídr i cos

101

2

En función de lo anterior, habiéndose detectadoeste problema ya hace algunos años, existepreocupación en el ámbito de las institucionesvinculadas con los recursos hídricos por intentarsistematizar la información diseminada, por lo menosen lo que respecta a la última década. Es así comoel Comité Nacional para el Programa HidrológicoInternacional de UNESCO, CONAPHI-Chile, estádesarrollando un trabajo que pretende, por una parte,sistematizar información sobre investigación y, porotra, identificar a los grupos de investigadores másimportantes del país en distintas áreas. Este trabajosólo se ha iniciado en el año 1999.

En el Anexo 2 se entrega una apretada presen-tación de los estudios realizados en diversos ámbi-tos institucionales y académicos nacionales.

Una forma de aproximarse al amplio abanico deinvestigaciones que se llevan a cabo en el país esa través de las actas de congresos científicos ligadosa estas materias dado que las principales institucionese investigadores acuden a éstos con el fin depresentar y discutir sus trabajos. En el Anexo 2 seextraen antecedentes relevantes de las actas del XIVCongreso Chileno de Ingeniería Hidráulica, que serealizó en Santiago de Chile en Octubre de 1999,donde los estudios presentados se clasificaron en lassiguientes áreas temáticas: hidrología subterránea ysuperficial, análisis de sistemas ambientales, obrashidráulicas, e hidráulica fluvial y marítima.

Otro agente importante en la promoción deinvestigaciones relativas al recurso hídrico es elPrograma Hidrológico Internacional (PHI), básica-mente a través de las jornadas que realiza elComité Chileno. Así, se pueden destacar los traba-jos presentados en las VI Jornadas de Trabajocorrespondientes al año 1999. Los trabajos presen-tados fueron agrupados en cuatro grandes áreas:evaluación y monitoreo de recursos hídricos, aguay medio ambiente, aspectos legales y económicosde la gestión de los recursos hídricos, y educacióny recursos hídricos.

En el país existen variados centros de investi-gación y grupos de trabajo que, constantemente,están desarrollando investigaciones ligadas a losrecursos hídricos. Por ejemplo, el Centro EULA-Chile, dependiente de la Universidad de Concep-ción, ha desempeñado un rol destacado en lainvestigación en temas relativos a los recursoshídricos. Otros grupos de estudio que mantieneninvestigadores en algunas de las especialidadesasociadas al tema de los recursos hídricos son losde las universidades de Chile, de Talca, Católica deChile y Austral de Chile.

El organismo público que ha desarrollado másestudios e investigaciones en el plano de losrecursos hídricos ha sido la DGA, sin perjuicio deproyectos de inversión de importancia que hanpermitido la realización de investigaciones especí-ficas, como ha sido el caso de las centraleshidroeléctricas, o de proyectos de investigaciónencargados por otros organismos del Estado. Asi-mismo, la principal fuente de financiamiento deinvestigación científica, el Fondo Nacional deDesarrollo Científico y Tecnológico, sólo en el año1999 incorporó como área de financiamiento a ladisciplina de hidrología, lo que demuestra quehistóricamente no ha existido una política deinvestigación sobre recursos hídricos.

Aparte de los organismos citados, existen otrasinstancias de nivel público que realizan tareas deinvestigación y desarrollo, como es por ejemplo, laSubsecretaría de Pesca. En este contexto, la unidadencargada de medio ambiente de la Subsecretaríaha establecido, dentro de su ámbito de acciónsectorial, lineamientos de acción en cinco áreasorientados a disminuir, prevenir y/o remediar efectosindeseables y atentatorios para la conservación delos recursos naturales: procesos eutroficantes de loscuerpos de aguas continentales de la IX a la XIRegión; efecto ambiental de la acuicultura, la pescadeportiva y sus siembras de repoblamiento;introducción y transporte transzonal de especieshidrobiológicas; y establecimiento de parques yreservas marinas. De forma coherente con lo anterior,se han establecido objetivos de investigación losque, en calidad de proyectos, han sido propuestosal FIP y al Banco Integrado de Proyectos.

Por último en el campo de la hidrogeología,cabe destacar que, durante los últimos años, elServicio Nacional de Geología y Minas(SERNAGEOMIN) ha fortalecido su línea de trabajocon el fin de incrementar el conocimiento de losfactores que rigen o condicionan la presencia delagua subterránea en determinados ambientesgeológicos, sus características en términos de losvolúmenes almacenados, propiedades fisicoquímicasde las aguas, rendimiento de las obras de captación,comportamiento frente a las extracciones,vulnerabilidad a la contaminación.

2.3.4 Contexto jurídico institucional

Marco institucional

El marco jurídico relevante para la gestión delos recursos hídricos está definido básicamente porel Código de Aguas, vigente desde 1981, y por un

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

102

b) Independencia de las tareas de regulación,tanto en lo que respecta al recurso hídricocomo desde un punto de vista ambiental. Estafunción se ejerce de forma independiente de losorganismos de Gobierno que atienden a unsector usuario específico.

c) La clara separación institucional de las distin-tas funciones que desarrolla el Estado.

Sin embargo, una de las limitaciones másimportantes que es posible identificar a nivelinstitucional, es la ausencia de instancias de coor-dinación intersectorial, de carácter público y pri-vada, exceptuando el tema ambiental donde laComisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA)juega un rol fundamental de coordinación y arti-culación de las instituciones, para dar cumpli-miento a la legislación ambiental vigente.

Institucionalidad Estatal.

En Chile existen distintas instituciones ligadasa la gestión y uso del recurso hídrico. Así, cabedestacar el papel que desempeñan, entre otras,instituciones como la Dirección General de Aguas(DGA) y la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH),ambos organismos dependientes del Ministerio deObras Públicas; la Corporación Nacional Forestal(CONAF) y el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG,ambos dependientes del Ministerio de Agricultura;la Dirección General del Territorio Marítimo y dela Marina Mercante (DIRECTEMAR) y el ServicioHidrográfico y Oceanográfico de la Armada, SHOA,ambos dependientes de la Armada de Chile; laDirección Meteorológica de Chile, DMC, depen-diente de la Fuerza Aérea de Chile; la Superinten-dencia de Servicios Sanitarios, SISS, y la ComisiónNacional de Riego, CNR.

Las funciones que posee la Dirección Generalde Aguas, DGA, las confiere el Código de Aguas,D.F.L. Nº 1122 de 1981, y entre éstas destacan:

- Planificar el desarrollo del recurso en lasfuentes naturales, con el fin de formularrecomendaciones para su aprovechamiento.

- Investigar y medir el recurso agua y mantenery operar el Servicio Hidrométrico Nacional yel Banco Nacional de Aguas.

- Ejercer la policía y vigilancia de las aguas enlos cauces naturales de uso público, impidien-do que éstos se intervengan sin la autoriza-ción correspondiente.

- Ocuparse de la constitución de derechos deaprovechamiento de aguas.

conjunto de otros textos legales entre los que sedestacan la ley sobre vertidos, la ley de fomentoal riego, el conjunto de instrumentos asociados alsector energía, etc. La dimensión ambiental seincorpora explícitamente a partir de la promulga-ción de la Ley de Bases del Medio Ambiente en1994. Los roles de los órganos del Estado y lasobligaciones y derechos de los individuos se des-prenden de ese conjunto de textos legales.

Las siguientes son algunas de las premisasbásicas que se derivan del código de aguas y queson determinantes de la forma como se manejanlos recursos hídricos del país:

a) El agua es un bien nacional de uso público,es decir, su dominio pertenece a la nacióntoda.

b) Por otra parte, el marco legal establece que esposible conceder derechos de aprovechamientode agua a los particulares; el titular de underecho de aprovechamiento puede usar, gozary disponer de él y, así como con cualquier otrobien susceptible de apropiación privada, tieneprotección jurídica similar, es decir, desde elpunto de vista legal, el derecho de aprovecha-miento de agua es un derecho real.

c) Además, dicho derecho de aprovechamiento esun bien principal, es decir, no es accesorio a latierra o industria para los cuales pudiese haberestado destinado. En consecuencia, se puedetransferir o transar libremente, situación queenfatiza la dimensión económica del recursohídrico y que responde, consecuentemente, a sucondición de bien escaso en la mayor parte delterritorio.

d) El Estado desempeña un rol subsidiario en elsentido que no realiza aquellas tareas quepuede desarrollar el sector privado. En esteámbito, el Estado orienta su acción a las tareasnormativas y reguladoras, cumple una funciónde promoción de la equidad social, y tambiénde fomento y desarrollo en aquellas áreas quelos privados no pueden asumir.

Las siguientes son las características principalesde la institucionalidad estatal vigente, en cuanto ala gestión de los recursos hídricos, que se desprendendel marco regulatorio general y sectorial:

a) Concentración en una sola institución de lasfunciones de medición, investigación y deadministración de recursos hídricos que com-peten al Estado. Ello tiene la enorme ventaja deorientar la evaluación de los recursos hídricoshacia las necesidades más urgentes de la tomade decisiones, por parte de la autoridad y de losusuarios.

Page 113: Informe Pa s

Recursos H ídr i cos

103

2

- Supervigilar el funcionamiento de las juntas devigilancia y organizaciones de usuarios de acuer-do con lo dispuesto en el Código de Aguas.La Dirección de Obras Hidráulicas, DOH, porsu parte, posee como principales funciones lasde:

- Estudiar, proyectar, construir, reparar y explo-tar las obras de riego que se realicen confondos fiscales.

- Supervisar las obras de saneamiento y recupe-ración de terrenos que se ejecuten con fondosfiscales.

- Estudiar, proyectar, construir y reparar elabovedamiento de los canales de regadío quecorren por los sectores urbanos de las pobla-ciones.

- Proponer la condonación total o parcial de lasdeudas por saneamiento o recuperación deterrenos indígenas, la que deberá concedersepor decreto supremo fundado.

- Desarrollar para las ciudades y centros pobla-dos, planes maestros de sistemas de evacua-ción y drenajes de aguas lluvias, teniendopresente la situación de las cuencas hidrográ-ficas y tomando las acciones necesarias paraevitar la erosión y deforestación.

- Incentivar en los agricultores y campesinos larealización de proyectos de riego y drenajeintraprediales, que optimicen la utilización derecursos hídricos y suelos, para que postulena subsidios hasta de un 75 por ciento del costototal del proyecto.

Así mismo, la Corporación Nacional Forestal,CONAF, presenta una propuesta de Política insti-tucional para la ordenación de Cuencas Hidrográ-ficas y Conservación de Suelos. Dicha propuesta,centra sus lineamientos generales en el objetivo develar por la conservación y protección del recursohídrico, teniendo en cuenta que en el manejointegral de cuencas, la relación suelo–agua–vegetación, constituye un elemento fundamentalen el accionar de todo ecosistema. En este marco,la Corporación tiene como una de sus misionescentrales “garantizar a la sociedad el uso sosteni-ble de los ecosistemas forestales”, contribuyendoal incremento y uso de tales recursos, y a laconservación y protección de los mismos.

Algunos estudios que realiza la Corporación entorno al agua, versan sobre flujos hídricos y decaudales, monitoreo hidrológico-forestal automa-tizado de cuencas experimentales, y calibración yvalidación de modelos hidrológicos de simulación.

El papel del SAG, Servicio Agrícola y Ganade-ro, en cuanto a su vinculación con el recurso

hídrico, tiene relación con la fiscalización de laejecución de obras. Además, realiza monitoreos decalidad de aguas, lo cual tiene relación con elvalor que posee el agua como insumo, para laagricultura y la ganadería. Asimismo, el Servicioactualmente postula una política de reutilizaciónde las aguas residuales en la agricultura, en elmarco de ciertos cultivos en que es posible llevara cabo esta estrategia.

Algunos estudios que lleva a cabo el Servicio,están ligados a la detección de metales pesados enlas aguas, evaluaciones del incremento de la salinidade implicancias de la actividad minera en laagricultura.

La DIRECTEMAR es responsable de velar ypromover los intereses marítimos de Chile, yentre otros roles, cumple el de la evaluación delimpacto ambiental, la observación del ambientelitoral, y la educación y difusión de medidas parala protección del medio ambiente acuático, ademásestá ejecutando el Plan Nacional de Investigación,Vigilancia y Control de la Contaminación Acuática,cuyos objetivos específicos son evaluar en formapermanente el estado y la calidad del medioambiente acuático; apoyar el desarrollo deinstrumentos jurídicos nacionales que, basadosen la normativa ambiental vigente, permitan larealización de una efectiva labor de fiscalizacióny de protección de los cuerpos y cursos de aguacontinentales; elaborar estrategias adecuadas dedifusión y formación de la conciencia ciudadanarespecto de la preservación del medio ambienteacuático.

Por otra parte, existe el POAL, Programa deObservación del Medio Ambiente Litoral, el cualposee por objetivo determinar los niveles de con-centración de los principales agentes contaminan-tes presentes en el agua, en los organismos y enlos sedimentos de 25 cuerpos de agua distribuidosa lo largo del territorio nacional.

El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de laArmada, posee como funciones, entre otras, pla-near, preparar, ejecutar y controlar los trabajoshidrográficos que se realizan en las zonas dejurisdicción nacional, mantener actualizado unPlan Hidrográfico que considere las necesidadesnacionales, mantener un archivo de datos ocea-nográficos, controlar la investigación científicamarina que se realice en aguas jurisdiccionales.

La Dirección Meteorológica de Chile, se ocupade capturar y procesar información meteorológi-

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

104

Fuente: Dirección General de

Aguas, 1999.

ca, con el fin de apoyar a la aeronáutica; moni-torear corrientes marinas, ligadas por ejemplo alfenómeno del Niño y la Niña; monitorear losregímenes de precipitación, y entregar cuadrossinópticos y pronósticos climáticos a nivel detodo el país.

Por otra parte, la Superintendencia de ServiciosSanitarios posee como misión garantizar a lapoblación abastecida de los servicios ligados alagua, y a aquella que desea ser abastecida porempresas concesionarias de servicios de agua pota-ble y saneamiento, que el suministro del recurso, asícomo la cantidad, la calidad y el precio correspondenal ofrecido, de tal forma que éste sea justo y seaposible de sostener en el largo plazo. Además debevelar porque el agua, una vez utilizada, sea tratadapara ser devuelta a la naturaleza de forma compatiblecon un desarrollo sustentable en el largo plazo.

Otra institución vinculada fuertemente a lagestión y aprovechamiento del recurso hídrico es laComisión Nacional de Riego; para esta institución,el recurso hídrico es el elemento base de suaccionar, definido en su misión, a saber, coordinarla formulación y la materialización de la políticanacional de riego para el óptimo aprovechamientode los recursos hídricos del país, con énfasis en elriego y el drenaje.

En este marco, dos de los objetivos de laComisión Nacional de Riego, dicen relación con lamejora de la eficiencia del riego a través deproyectos de desarrollo y transformación producti-va, así como con la evaluación del potencial deinversiones en obras de regadío para las distintascuencas hidrográficas del país.

En la Figura 2.20 se grafica el esquema institu-cional relacionado con el recurso hídrico.

Rol del sector público

El marco que definen las políticas económicas yde gestión de los recursos naturales, explícitas eimplícitas, así como la institucionalidad vigente,particularmente con relación con la gestión yaprovechamiento de los recursos hídricos, determi-nan el rol del Estado nacional que se manifiesta enlas siguientes funciones:

a) Investigar y medir los recursos hídricos y generarlas bases de datos que permitan la gestióninformada del agua.

b) Regular el uso del recurso hídrico, evitando elmenoscabo de los derechos de terceros y susobreexplotación. Para ese propósito debe ana-lizar la concesión de los nuevos derechos deaprovechamiento y el otorgamiento de variadas

* La presente es una visión limitada del sistema por lo que omite ciertas funciones y entidades, entre

éstas, la CONAMA y la DIRECTEMAR que cumplen roles importantes en la gestión del agua.

CNRDR

Minagri(Apoyo)

Recursos Hídricos(Cauces Naturales)

SectorHidroeléctrico

DGA(Extracciones)

SectorMinero

Industrial

SectorRiego

SISS(DGA,EIA)Vertidos)

Sistema E.I.A.(Aprovechamiento)

CNE(Regulación)

Sectores Usuarios (Privados)

Instituciones Reguladoras del Recurso Hídrico

Instituciones Reguladoras de Servicios

Instituciones de Apoyo al Riego

SISS(Regulación)

Figura 2.21

El sistema institucional para la gestión

del agua *

▼▼ ▼

SectorV. Doméstico

▼ ▼

S I S TEMA INST I TUC IONAL

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Recursos H ídr i cos

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2

autorizaciones (vertidos, construcción de obras,cambios en los puntos de extracción de lasaguas, etc.).

c) Regular los servicios asociados a los recursoshídricos, (agua potable, hidroelectricidad), ypromover las condiciones para su desarrolloeconómicamente eficiente. Considerando elcarácter de monopolio natural de los serviciossanitarios y del abastecimiento eléctrico, el rolestatal se orienta en estos casos principalmentea garantizar la calidad de los servicios y adefinir su tarifa.

d) Conservar y proteger los recursos hídricos,mediante el sistema de evaluación de impactoambiental y la normativa relativa al tema.

e) Apoyar la satisfacción de los requerimientosbásicos de los sectores más pobres de la pobla-ción, para lo cual se ha implementado el subsidiodirecto al consumo de esos grupos.

f) Promover, gestionar y, en la medida que existenbeneficios sociales, apoyar el financiamiento deobras de riego y de las grandes obras hidráulicasque, debido a su complejidad, no existeposibilidad de que sean asumidas por los privados.

En este contexto, es importante destacar que ladistribución de los recursos hídricos, de acuerdo alos derechos de cada cual, al igual que la conser-vación de las obras de aprovechamiento, es respon-sabilidad del sector privado a través de las organi-zaciones de usuarios, básicamente, las juntas devigilancia, las asociaciones de canalistas, las comu-nidades de aguas y otras formas de organización.

Medio ambiente y calidad del agua

El cuerpo legal que actualmente está regulando,desde el punto de vista ambiental, toda actividad enChile es la Ley 19.300, o Ley Marco del MedioAmbiente, promulgada en 1994. La Ley 19.300 creaun conjunto de instrumentos para la protección,prevención y control del medio ambiente, entre loscuales los más destacados son las normasambientales, los planes de descontaminación yprevención, y el sistema de evaluación de impactosambientales.

No obstante, a la fecha, todavía no se cuentacon las normas de calidad del agua primarias ysecundarias, aun cuando ya existen algunas rela-cionadas con la emisión de residuos industrialeslíquidos y el proceso de la norma de calidadambiental para proteger los cuerpos de agua

continentales registra avance importantes y, a finesde 1999, ya se había iniciado el proceso de normade calidad ambiental para aguas marinas.

Se ha planteado, por otra parte, que el hecho dehaber comenzado por normar las emisiones antesque la calidad en los cauces y cuerpos superficialespodría, eventualmente, producir ciertas dificultadespara establecer los límites de los tratamientosrequeridos.

Un instrumento preventivo de gran importan-cia presente en esta ley, es el mencionado Sistemade Evaluación de Impacto Ambiental cuya puestaen vigencia ha sido un gran avance en la proteccióndel recurso, sea previniendo, mitigando, restauran-do y/o compensando los impactos provocados porlos proyectos de inversión. El Cuadro 2.18 muestrala evolución de los estudios y declaraciones deimpacto ambiental ingresados al sistema de evalua-ción de impactos ambientales bajo la responsabili-dad de la CONAMA y que han debido ser revisadospor la DGA desde 1992, ilustrando respecto a laimportancia que estos instrumentos han ido adqui-riendo en las decisiones de inversión en el país

En este marco, la ley establece que los organis-mos competentes del Estado desarrollarán programasde medición y control de la calidad ambiental delagua y otros recursos, para efectos de velar por unmedio ambiente libre de contaminación.

Por otra parte, la ley establece que, en cuantoal proceso normativo de emisiones, las entidades

Estudios y Declaraciones de ImpactoAmbiental ingresados al Sistema Nacionalde Evaluación de Impacto Ambiental ysometidos a la DGA. 1992-1998

Fuente: Dirección General de Aguas, 1999.

AÑO DIAs EIAs

1992 2 0

1993 4 0

1994 11 0

1995 35 0

1996 48 0

1997 46 137

1998 39 359

Cuadro 2.18

DIA: declaración de impacto ambientalEIA: Estudio de impacto ambiental

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gubernamentales ligadas al tema, entre las cualesestá la DGA, deberán fijar los valores de lasconcentraciones y períodos máximos o mínimospermisibles de elementos, compuestos, sustancias,derivados químicos o biológicos, energías, radiacio-nes, vibraciones, ruidos o combinación de ellos,cuya presencia o carencia en el ambiente puedanconstituir un riesgo para la vida o salud de lapoblación, o la protección o la conservación delmedio ambiente, o la preservación de la naturaleza,y ello con el objetivo de colaborar en el proceso dedeterminación de las normas primarias y secunda-rias de calidad ambiental.

Un aspecto importante de destacar, es el dete-rioro que presentan algunos cuerpos y cursos deagua, en términos de la diversidad biológica y/o elvalor escénico y turístico asociado. Esto ha tenidosus causas en el hecho que la sustentabilidadambiental asociada al recurso, no se ha abordadocabalmente, aun cuando la asignación de losderechos de agua siempre se ha efectuado consi-derando su capacidad de renovación, excepto enaquellos derechos asignados sin ningún criterioambiental en el pasado.

La norma de emisión de residuos líquidosdescargados en aguas superficiales cuyo trámitese encuentra en una fase final establece que serála Dirección General de Aguas quien defina lacapacidad de dilución del cuerpo receptor de losresiduos líquidos, como también deberá definirsu calidad natural o basal, en atención a no sermás restrictivo que la calidad natural de dichocuerpo.

En lo que se refiere a las herramientas norma-tivas en la gestión ambiental de los recursos hídricos,las necesidades básicas están constituidas por lageneración de normas de calidad para aguascontinentales (superficiales y subterráneas) y paraaguas marinas, y normas de emisión para residuoslíquidos. Las normas primarias de calidad ambien-tal, y que son en sí, un objetivo específico de lapolítica ambiental a alcanzar, son aquellas queestablecen los valores de las concentraciones yperíodos, máximos o mínimos permisibles de ele-mentos, compuestos, sustancias, derivados químicoso biológicos, energías, radiaciones, vibraciones,ruidos, o combinación de ellos, cuya presencia ocarencia en el ambiente pueda constituir un riesgopara la vida o salud de la población, definiendo losniveles que originan situaciones de emergencia.Ellas tienen aplicación en todo el territorio de laRepública. A su vez, las normas secundarias decalidad ambiental, son aquellas que establecen losvalores de las concentraciones y períodos, máximos

o mínimos permisibles de sustancias, elementos,energía o combinación de ellos, cuya presencia ocarencia en el ambiente pueda constituir un riesgopara la protección o conservación del medioambiente, o la preservación de la naturaleza. Eldecreto supremo que establece las normas debeseñalar el ámbito territorial de su aplicación. Lacobertura de la norma podrá abarcar la totalidad delterritorio de la República si es que así quedaestablecido o una parte de él.

Las Normas Primarias y Secundarias de CalidadAmbiental deben representar un acuerdo socialrespecto de la calidad de los medios que esténdeterminando. En otras palabras, las normas debenindicar el nivel de contaminantes ambientales quela sociedad está dispuesta a aceptar en el medio deque se trate. Por otra parte, las normas de emisión,que son los instrumentos que permiten laconsecución de los objetivos de la políticaambiental, son aquellas que establecen la cantidadmáxima permitida para un contaminante medidaen el efluente de la fuente emisora.

Las normas se establecen mediante decretosupremo que señala su ámbito territorial deaplicación. En este sentido, a la fecha, ya estávigente la “Norma de Emisión para la Regulaciónde Contaminantes Asociados a Descargas de Resi-duos Industriales Líquidos a Sistemas de Alcanta-rillado" (D.S 609 del 20.07.98) y se encuentra paratoma de razón por parte de la Contraloría Generalde la República la “Norma de Emisión para laRegulación de Contaminantes Asociados a lasDescargas de Residuos Líquidos a Aguas Superfi-ciales". También se encuentra en la etapa deconsulta a la comunidad el “Anteproyecto deNorma de Calidad Primaria para la Protección delas Aguas Continentales Superficiales” y pronto secomenzará a trabajar en Normas primarias ysecundarias de Calidad para Aguas Marinas yAguas Subterráneas.

El objetivo de la "Norma de Emisión para laRegulación de Contaminantes Asociados aDescargas de Residuos Industriales Líquidos aSistemas de Alcantarillado", es regular las can-tidades máximas de contaminantes que las in-dustrias pueden descargar a las redes de alcan-tarillado y con ello propender a la recuperaciónde las aguas terrestres superficiales y marinas.Las industrias nuevas deben cumplir con losrequisitos a partir de la entrada en vigencia dela norma. En tanto, las industrias existentes quedepositan sus residuos líquidos en redes dealcantarillado que cuentan con planta de trata-miento de aguas servidas así como aquellas que

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2

descargan en alcantarillas tratamiento previodeben atenerse a los plazos máximos que seestablecen en la norma revisada que fuerasancionada por el Consejo Directivo de la CONAMAel 3 de septiembre de 1999.

En relación a la "Norma de Emisión para laRegulación de Contaminantes Asociados a lasDescargas de Residuos Líquidos a Aguas Super-ficiales", pronta a promulgarse y que afectará alas medianas y grandes industrias, su objetivoserá prevenir la contaminación de los cuerpos deaguas superficiales, continentales, insulares ymarinos, mediante el control de los residuoslíquidos que se descargan a estos cuerpos recep-tores, y establecerá la cantidad máxima decontaminante permitida para los residuos líqui-dos, descargados por los establecimientos emiso-res a los cuerpos de aguas superficiales. Lasindustrias nuevas deberán cumplir con los requi-sitos a partir de la entrada en vigencia de lanorma. En tanto, las industrias existentes quedepositan sus residuos líquidos en las aguassuperficiales tendrán un plazo de cinco años paracumplir con la norma.

Los desafíos que se asocian a la entrada envigencia de las normas de emisión y, en el futuro,a las normas de calidad, son los siguientes:

- Establecer un sistema de fiscalización integradapara así poder ajustar las deficiencias de personalen los servicios fiscalizadores y, por otra parte,será necesario mejorar sustancialmente elmanejo de los datos que serán generados através de los autocontroles que se imponen através de las propias normas de emisión.

- Hacer efectivos los principios de “gradualidad”,“eficiencia” y “el que contamina paga”, entreotros, todos establecidos en la Ley de Bases delMedio Ambiente.

- Lograr grandes acuerdos nacionales entre Esta-do, Comunidad y Sectores Productivos, sobre el“cómo queremos que sea la calidad de nuestrosrecursos hídricos”; teniendo presente que ellosignificará internalizar y hacerse cargo de loscostos, por parte de todos los involucrados.

- Incorporar en los procesos productivos, tecno-logías menos contaminantes y mejores equiposde control, situación que significará un aumen-to de los costos, lo que inexorablemente puedeser traspasado parcial o totalmente a los usua-rios. Esta situación puede ejemplificarse por elhecho de que los costos por descontaminar lasaguas servidas de la Región Metropolitana,

significarán un incremento en los pagos quelos usuarios deberán hacer por derecho dealcantarillado, que variará entre un 20 y un 50por ciento en un lapso de cinco años.

- Una mayor preocupación de los sectoresproductivos, con el fin de mantener precioscompetitivos, de mejorar (creatividad) y evitarfallas (eficiencia) en las distintas etapas delas líneas de producción. Esto se traducirá enuna mayor capacitación de los entes produc-tivos, como también en los mecanismosinternos de control.

- Entrega de nuevas herramientas legales a losfiscalizadores, para así cumplir cabalmentecon sus funciones, además de la incorporaciónde nuevos elementos y equipos de control,con la consiguiente capacitación para suadecuado uso.

- Conformación de un nuevo mercado para aque-llas empresas que prestan servicios de segui-miento y control de parámetros ambientales (lasque son autorizadas por un Servicio con com-petencias fiscalizadoras, y que además, seencargará de controlar a estas Empresas), ya seaa petición de los servicios fiscalizadores o delsector productivo.

- Mayores requerimientos humanos y presupues-tarios por parte de los Servicios Fiscalizadores,debido a las nuevas funciones, situación quepuede traducirse en recursos nuevos, o en unareestructuración y/o en un uso más eficiente delo que a la fecha se tiene.

- Que el sector productivo asuma el autocontrol,ya sea a través de equipos propios y/o empresasexternas debidamente certificadas por laautoridad fiscalizadora para ello.

- Que en un lapso de cinco años a contar de lapromulgación de la norma de descarga a lasaguas superficiales, todas las medianas y gran-des empresas deberán estarla cumpliendo.

Lo anterior significará que a lo menos un 70por ciento de las descargas estarán ajustadas ala norma. Sin embargo, aún quedará un sectorque no estará sujeto a regulación y correspondeal sector productivo artesanal y pequeño, paralo cual será necesario implementar otros meca-nismos, debido a la poca información que sobreese sector se posee, las dificultades prácticas quetiene para incorporar nuevas tecnologías, lasdificultades para autoevaluarse y por último, lasdificultades propias de los servicios fiscalizadorespara poder controlar estos sectores.

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Deficiencias del sistema institucionaly propuestas

En relación con el marco jurídico-institucional,cabe mencionar que, en los últimos años, ha habidoun amplio debate en relación a la necesidad derevisar las normas regulatorias vigentes. Así, laestructura institucional actual que regula la gestióndel agua en Chile, posee aspectos que no permitenun uso eficiente del recurso, aunque se ha mostradoeficiente para el fomento de la inversión en proyectosproductivos demandantes de agua.

El problema estriba en que se están produciendosituaciones de conflicto y un ineficiente aprovecha-miento del agua, dado por ejemplo, porque la actuallegislación permite que se constituyan derechos deaguas por caudales bastante mayores a los querealmente son requeridos. Asimismo, los particularespueden conservar estos derechos como parte de supatrimonio, sin utilizarlos y sin realizar ningúnpago por su tenencia.

Se debaten todavía en el congreso iniciativaslegislativas orientadas a modificar el actual Códi-go de Aguas, para corregir vacíos que distorsionanel proceso de constitución de los derechos deaprovechamiento originales y que permiten suacumulación en algunos peticionarios con finesespeculativos. Del mismo modo, se están revisandoalgunas disposiciones que obligan a concederderechos de aprovechamiento al particular, auncuando ello afecte al interés público.

La iniciativa se orienta a establecer la obligaciónde justificar la cantidad de agua que se solicita, de talforma que exista concordancia entre los caudalessolicitados y los fines invocados por el propiopeticionario, cosa que sería regulada por un reglamento;no se trata, en todo caso, que el solicitante debajustificar el destino que desea darle al agua.

Lo anterior se basa en la premisa fundamentalde que es necesario velar por que el traspaso a unente privado del derecho de aprovechamiento deun bien nacional de uso público, como lo es elagua, se realice con la razonable convicción deque ello no va a significar la imposibilidad de darabastecimiento de agua potable a la población, oque no va a transformarse en un factor restrictivodel desarrollo regional por no existir otras fuentesalternativas, o que no va a quedar amenazada laconservación del propio recurso.

Se apunta además a complementar las atribu-ciones actuales de la Dirección General de Aguas,con relación a la planificación del recurso hídricoen las fuentes naturales, incluyendo la posibilidad

de limitar o denegar una solicitud de derecho deaprovechamiento, cuando existen las razones fun-dadas ya indicadas.

En relación con el tema ambiental cabe señalarque su institucionalidad se ha puesto en marchamuy recientemente y aún presenta áreas que estánsiendo implementadas.

Otro elemento considerado en la iniciativamodificatoria del Código de Aguas es la conside-ración de una patente a los derechos de aguaconstituidos y cuyos dueños no los utilizan. Elvalor de la patente se establecería con relación alperjuicio que significa, para la sociedad, la noutilización de esos recursos hídricos. Se consideraque, de existir esta patente, se activará el mercadode derechos de aprovechamiento por el interés quedespertará la posibilidad de venderlos, en aquellaspersonas u organizaciones que detentan derechospara los cuales no han definido un destino.

En materia ambiental, la proposición de modi-ficación al Código de Aguas prácticamente repro-duce los artículos 41 y 42 de la Ley Sobre BasesGenerales del Medio Ambiente (Ley 19.300), com-plementándolos en el sentido de precisar, en el casodel agua, cuál es el organismo encargado por ley deregular el uso del recurso natural (Dirección Generalde Aguas) y la instancia de su aplicación (consti-tución de nuevos derechos de aprovechamiento). Deese modo, sólo se busca dar una mayor coherenciaal Código de Aguas, en lo relativo al proceso deconstitución de nuevos derechos.

2.4. PERSPECTIVAS

2.4.1. Variabilidad climática

Los cambios climáticos, que comenzaron a seranunciados con preocupación por sectores am-bientalistas y del ámbito académico-científico enlas últimas décadas del siglo XX, han provocadoalarma por los impactos ambientales a que podríandar lugar. Los recursos hídricos también seríanafectados, particularmente su disponibilidad paradiferentes usos en el largo plazo. Chile seríaparticularmente sensible frente a un cambio globaltoda vez que gran parte del país está ubicado enuna zona de transición climática.

Se ha observado en el país, específicamente enel norte chico y zona central, donde existen serieshistóricas de más de cien años de precipitacionespromedio, una disminución sostenida del aguacaída que comienza a principios del siglo XX según

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2

de los usos. Sin cambios en los patrones de uso yconsumo, puede esperarse un incremento conside-rable de la demanda. El conjunto de gráficas quese incorporan en la Figura 2.24, ilustran sobre elconsumo sectorial observado en 1993 y su proyec-ción al 2015, por regiones. Es fácil concluir que,si no se dan cambios significativos en los estilosde gestión de recursos hídricos y de las cuencashidrográficas, asegurando la sustentabilidad delrecurso, se evolucionará a situaciones de crisisimportantes.

2.4.3. Tendencias y perspectivas

Asociado a lo expuesto gráficamente en elpunto anterior, a nivel mundial, la preocupaciónpor el agua y su gestión es un aspecto que inquietacrecientemente a la comunidad internacional. LaUNESCO, a través de su División de Ciencias delAgua, está desarrollando los talleres World WaterVision (Visión mundial del agua) que tienen porobjetivo analizar los escenarios futuros de acuerdocon las tendencias actuales en el uso del agua, y susproyecciones para un escenario de crisis y para unescenario sustentable. En mayo de 1999,aprovechando la realización de las VI Jornadas deTrabajo del Comité Chileno para el ProgramaHidrológico Internacional de la UNESCO y I Reuniónde Trabajo de los Comités de América Latina y elCaribe, que se llevaron a cabo en Santiago de Chile,se desarrolló un taller World Water Visión.

El taller arrojó algunos resultados de relevanciadesde la perspectiva de América Latina y el Caribe.

se ilustra en la Figura 2.21 que representa los casosde La Serena y de Santiago para el período 1897-1996. Asimismo, se prevé que, de producirse talcambio global de clima, consecuencia de la acumu-lación de gases de efecto invernadero en la altaatmósfera, las ofertas de agua se verían afectadasprincipalmente en la zona que va desde Santiago aCopiapó (DGA, 1999), hecho que agudizaría losconflictos hídricos y demandaría, con aún mayorfuerza, una adecuada gestión del agua.

Otro efecto esperable de un cambio climáticoglobal es el aumento en la temperatura del airedando lugar al ascenso de la línea de nieve y asu derretimiento más acelerado lo que, a su vez,provocaría el aumento de los caudales en elperíodo invierno-primavera y su disminución en elperíodo verano-otoño. De ello da cuenta la simu-lación hecha por la Dirección General de Aguas,que se muestra en la Figura 2.23 aunque, como sedesprende de la gráfica, los volúmenes de aporta-ción anual no serían significativamente distintos.

Estas alteraciones serían más importantes en lascuencas donde existe una mayor presión por elrecurso hídrico, aunque no hay una certeza cientí-fica en relación a la magnitud y ritmo de loseventuales cambios.

2.4.2. Demanda futura por agua

La demanda futura por agua será, básicamente,función del crecimiento económico del país, delcrecimiento de la población y de la intensificación

450

425

400

375

350

325

300

275

250

225

200

175

150

125

100

75

50

Año189

7190

0190

3190

6190

9191

2191

5191

8192

1192

4192

7193

0193

3193

6193

9194

2194

5194

8195

1195

4195

7196

0196

3106

6196

9197

2197

5197

8198

1198

4198

7199

0199

3199

6

Años

La Serena

Santiago

Figura 2.22

Precipitación en La Serena y

Santiago (promedios

móviles). 1897-1996.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

110

NACIONALXII REGIÓNXI REGION

X REGIÓNIX REGIÓNVIII REGION

VII REGIÓNVI REGIÓNREGION METROPOLITANA

V REGIÓNIV REGIÓN

II REGIÓNI REGIÓNm3/s

III REGION m3/s

m3/s

m3/s

m3/s m3/s

m3/sm3/s

m3/sm3/sm3/s

m3/s

m3/s

m3/s

Figura 2.24

Demandas sectoriales de agua

por región y nacional.

1993 y 2015.

Fuente: Tabla 1.13 del anexo 1

Figura 2.23

Efectos del calentamiento global

sobre el régimen hidrológico

medio del río Maipo (supone

incremento de 3°C)

(ex figura 2.28)

Fuente: Dirección General de

Aguas, 1999.

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Recursos H ídr i cos

111

2

Así por ejemplo, y en cuanto a la gestión delrecurso hídrico, las tendencias permiten verificar unavance en la integración público-privada, para elmanejo de externalidades, así como, también, difi-cultades importantes para constituir autoridades decuenca en el ámbito de grandes unidades hidrográ-ficas. Mientras tanto, un posible escenario de crisislo constituye una eventual carencia de visiónintegrada y participativa, con las consecuenciasentrópicas que posee un proceso de estas caracte-rísticas. Por otro lado, un escenario sustentableestaría dado por una gestión con participación deusuarios y otros actores de la sociedad civil, en losdiferentes niveles físicos de integración Agua-Suelo-Vegetación, y una descentralización de la gestión anivel regional, provincial y local.

La tendencia actual conduce al uso indiscrimi-nado de los recursos naturales, a un aumento dela impermeabilidad de los suelos, y a un deteriorode la calidad y cantidad del recurso. En tanto, unescenario de crisis supone niveles importantes deextinción de flora y fauna; conflictos por el agua,desertificación y un desarrollo urbano inadecuadoe insostenible. En cambio, un escenario sustenta-ble conlleva una modificación de modelos dedesarrollo, la modificación de los procesos indus-triales con tecnologías más amigables, alianzaspara la protección del recurso y el llevar a caboun ordenamiento territorial considerando a lacuenca como la unidad de gestión.

Por otro lado, al examinar el tema de ladisponibilidad-oferta de recursos hídricos, se puedeplantear, entre otros temas, que la tendencia actualdeterminará que el calentamiento global no modi-ficará significativamente el régimen de precipitacio-nes, escorrentías y recursos subterráneos; hay unaumento del conflicto hídrico y de la competenciaentre usuarios, Estados y naciones; además de unamodificación evidente de la disponibilidad del aguapor la acción del hombre sobre el medio. Uneventual escenario de crisis estaría dado por cam-bios climáticos globales que producen cambiossignificativos en las temperaturas, en el régimen yen el volumen de las precipitaciones y el derreti-miento de las nieves; alteración de la disponibilidadde agua dulce y una intensificación de los proble-mas y conflictos ambientales, ligados a la deseca-ción de humedales, el agotamiento de los recursossubterráneos y la contaminación de ríos y lagos. Unescenario sustentable en cambio, supone un res-guardo del recurso para una gestión integral, laconservación de caudales mínimos, el aumento dela disponibilidad por acceso a nuevas fuentes comoel agua de mar, el reciclaje de aguas servidas o lamayor oferta y aplicación de tecnologías que redu-

cen el uso del agua; asimismo, se asocia a esteescenario el control de la oferta excesiva, es decirinundaciones, y la protección de las zonas ribereñasde Inundación, previo conocimiento y evaluacióncientífica y técnica del fenómeno.

Desde el punto de vista de la demanda hídrica,algunos aspectos dignos de destacar señalan que demantenerse la tendencia actual, las demandas cre-cerán a tasas similares a las de expansión de lasdiferentes actividades que utilizan el recurso. En unescenario de crisis se vislumbra que las demandasdomésticas y antrópicas crecen al doble de su valoractual, mientras la contaminación hídrica se cua-druplica y, en definitiva, el agua pasa a ser el factorlimitante del desarrollo. Un escenario sustentable,por otra parte, supone un uso eficiente del recursoen los diferentes sectores y un abordaje a la gestióndel recurso sustentado en un enfoque de cuenca, asícomo cambios en los patrones de consumo vía laeducación y concientización de la población, par-ticularmente de los grupos de actores relevantes.

En términos generales, en lo que se refiere altema del monitoreo de variables hidrológicas yambientales, se advierte que de seguir la tendenciaactual, la situación de las redes de control presen-tará un desarrollo igual o peor al actual en relacióna la cobertura; un sistema de monitoreo ambiental,no obstante su importancia, no es suficiente. Pesa,también, la existencia de fenómenos adversos aso-ciados a ciclos de sequías e inundaciones, difícilesde predecir. En tanto, en un eventual escenario decrisis se observaría una disminución variable en elcontrol de variables hidrometeorológicas y ambien-tales, y la falta de financiamiento permanente parala operación y mantenimiento de las redes. Unescenario de sustentabilidad, en cambio, estaríadado por la introducción de nuevos sistemas decontrol, una optimización-densificación de las redesde control, la implementación de técnicas y méto-dos de predicción para el óptimo aprovechamientodel recurso, la utilización de modelos en la planifi-cación y toma de decisiones, y el incorporar unagestión integral del recurso en base a la unidadcuenca hidrográfica.

En cuanto al tema del monitoreo y seguimientodel uso del recurso, de persistir la actual tendencia,el escenario sería uno donde el seguimiento tendríalimitados alcances y donde no se iría más allá desatisfacer algunos intereses de corto plazo. Unescenario de crisis el sistema de seguimiento selimitaría a generar información sobre demandas porel recurso imprecisa, poco confiable y difícil devalidar, discontinua e insatisfactoria desde el puntode vista de la toma de decisiones, en un contexto

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donde los distintos sectores presionan poraumentar sus demandas, sin fundamentos sólidos,afectando a usuarios más eficientes. Finalmente,un escenario sustentable se caracterizaría por laexistencia de programas de monitoreo queentreguen información confiable y representativa,y por la disponibilidad de información actualizadade demandas y de proyecciones confiables demediano-largo plazo.

Todos los planteamientos anteriores son asimila-bles al caso chileno por lo que deberían serconsiderados adecuadamente al momento de trazarestrategias y realizar proyecciones.

2.4.4. El desafío de la gestión

Gestión integrada de recursos hídricos

Un aspecto que, recurrentemente, es citado comouna carencia de la gestión actual de los recursoshídricos en Chile es la inexistencia de una políticanacional de cuencas hidrográficas que permita abordarsistémicamente la problemática del recurso hídrico, sinabandonar aquellos aspectos específicos y analíticosque permiten la resolución concreta de problemastécnicos de todo tipo. Ello porque las solucionestécnicas, por sí mismas, no han sido capaces desolucionar las actuales demandas y, lo que es másgrave, porque tienen aún menos posibilidades dehacerlo en un escenario futuro de crisis.

El concepto de Gestión o Manejo de cuencases un concepto relativamente moderno. Se puededefinir como «el proceso de formular y aplicar enuna cuenca hidrográfica un conjunto integradode acciones tendentes a orientar su sistema social,económico y natural para lograr unos objetivosespecíficos» (Hufschmidt, 1986, citado por Lópezet al 1995).

El tema de la gestión de cuencas hidrográficasha sido abordado extensamente en la literatura porlo que sus alcances y contenidos no serán tratadosen este contexto.

Instrumentos para la gestión integrada

Considerando la extensión de las debilidadesdel sistema institucional para la gestión del aguay la urgencia de avanzar en la solución de losproblemas que se han identificado, resulta conve-niente y necesario diferenciar entre dos niveles deacción: a) Acciones de corto plazo que no requie-ren de una modificación del marco jurídico-insti-tucional vigente y b) Acciones de mediano y largo

plazo que suponen modificaciones significativasde dicho marco.

Entre las acciones del primer nivel, el cortoplazo, la DGA está promoviendo la formulación dePlanes Directores para la Gestión Integrada de losRecursos Hídricos en cuyo contexto se buscacoordinar las funciones normativas y fiscalizadorasdel sector público, con sus funciones como promotordel desarrollo sectorial e inversionista, así comoemitir las señales adecuadas para que el sectorprivado internalice los efectos y externalidades quese derivan del uso de los recursos hídricos,particularmente en áreas críticas, y es convenientey necesario considerar el desarrollo de iniciativasmultipropósito.

Dentro de esta visión global, el Plan Directorpara la Gestión de los Recursos Hídricos seconstituye en un instrumento de planificaciónindicativa que, considerando los efectos agregadosy las diversas intervenciones individuales, lasdemandas futuras y los conflictos potencialesentre los diferentes demandantes, debe contribuira orientar y coordinar las decisiones públicas yprivadas con el fin último de garantizar lasfunciones económica, ambiental y social de unbien escaso como es el agua.

Entre las acciones a desarrollar en el medianoplazo se ha propuesto la creación de Corporacio-nes Administradoras de Cuencas como una al-ternativa descentralizada, participativa yautónoma desde el punto de vista financiero,para la adecuada gestión de las externalidadesa que dan lugar las diferentes actividades que sedesarrollan en el ámbito de las cuencashidrográficas y para el desarrollo de iniciativasde interés común. Estos entes, en la perspectivade la DGA, la principal promotora de estainiciativa, no reemplazarían la estructura insti-tucional vigente pero se constituirían en unaexpresión concreta de los procesos deregionalización y de democratización de lasdecisiones, y en un instrumento para el desarrollolocal y regional.

Será necesario incentivar a los actores localespara que estén dispuestos a transformar su realidadfísica, social y económica, en un plano democrático,representativo y equitativo, todo lo cual permitiráotorgarle sustentabilidad ambiental al proceso degestión de los recursos hídricos.

Finalmente, es preciso señalar el importantepapel del Estado en un esquema de este tipo,básicamente como un regulador del mercado del

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recurso hídrico en aras de la conservación de loscapitales financieros, biogenéticos y geofísicos.El dejar que las leyes de mercado actúen sólo porsu cuenta, puede producir efectos desastrosos; sinembargo, una correcta conducción del impulsodinamizador que lleva consigo el mercado y lasfuerzas creadoras que lo sustentan, puede deter-minar que el objetivo de desarrollo sustentableno sólo sea alcanzable, sino también perdurableen tiempo y espacio.

Síntesis

Se destaca, a continuación, un conjunto deaspectos relevantes para la gestión, determinantesde los desafíos que el país deberá enfrentar en unhorizonte de corto-mediano plazo.

En primer lugar, es necesario enfatizar que lasituación actual de las redes para la obtención deinformación básica, es notoriamente más eficien-te que la situación que se observaba en el pasado,con un cambio que ha sido sustancial a partir dela década del 90. Así por ejemplo, la capacitaciónde los operadores de estaciones de todo tipo, laincorporación de estaciones automáticas y de altaconfiabilidad en la obtención de datos, la dispo-sición de un banco nacional de aguas que permi-te la obtención de información confiable y cen-tralizada, etc., son aspectos que hablan por sísolos del nivel que posee la gestión del recursohídrico en Chile, en comparación con otros paísesde América Latina.

Un segundo aspecto importante de destacar esel constituido por la incorporación explícita de ladimensión ambiental a la gestión del agua lo quepuede ser atribuido, básicamente, a la políticaambiental que comienza a delinearse al inicio dela década de los noventa y que culmina con lapromulgación de la Ley de Bases del MedioAmbiente y las normativas y actuaciones que deésta se derivan. Las instancias asociadas a laCONAMA obligan y/o favorecen la convergenciade los diversos organismos que desempeñan algúnrol en la gestión del agua como, entre otrasentidades, la DGA, la DOH, la DIRECTEMAR, laSISS y la propia CONAMA, lo que permite estable-cer enfoques interinstitucionales de trabajo.

Un tercer aspecto relevante, se establece en elmarco de actuación sanitaria del Estado, lo cual hapermitido un excelente nivel de cobertura de losservicios de agua potable y alcantarillado. De igualforma se observa el gran potencial, en el cortoplazo, para la expansión de servicios de tratamientode aguas servidas como lo demuestran las cifrasentregadas en este mismo documento.

Otro aspecto fundamental que se debe destacar,el cuarto en este listado, es el cúmulo de investi-gaciones y de grupos de trabajo que se hanestablecido en el país en torno al agua; de estemodo, a pesar de que aún no se alcanzan nivelessatisfactorios en cantidad y orientación de lainvestigación básica y aplicada, el país presentalíneas de trabajo en diversos ámbitos como lo sonla hidráulica, la hidrología de superficie, la limno-logía, la meteorología, etc. Todo lo anterior permitepercibir que, de mantenerse la actual política deinvestigación, incorporando a ella rectificacionesque permitan la obtención de marcos sinérgicos detrabajo, la investigación se debería convertir en unelemento que entregue mayores fortalezas que lasque ya aporta a la acción del Estado.

Un quinto aspecto, fundamental al evaluar lasituación actual del recurso, tiene que ver con losvariados procesos de contaminación de los cuer-pos de agua continentales y costeros que sonmotivo de preocupación creciente en el ámbito delas instituciones del Estado y organismos de inves-tigación. Cabe reiterar aquí lo ya expuesto antesen este informe en cuanto a la importancia, parala gestión adecuada de los recursos hídricos, de lainvestigación y de las redes de monitoreamientode la calidad de aguas.

Como sexto elemento que se debe mencionarestá el problema de una demanda creciente poragua frente a una oferta fija o, por lo menos,bastante inelástica. La proyección de la demandapor agua, para sus distintos usos en los próximos15 años, demuestra que las situaciones de desba-lance observadas se van a agudizar en el futuro,particularmente al norte de la Región Metropoli-tana. Esta situación plantea un desafío de propor-ciones respecto al cual no se han delineadoestrategias de largo alcance que comprometan atodos los sectores.

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Agua

Anexo 1: Cuadros Estadísticos

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Distribución de lasPrecipitacionesMensuales a lo largodel país (mm)

Tabla 1.1

Región Estaciones Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Total

I Visviri 102,0 74,0 47,0 13,0 3,0 0,4 0,0 4,0 1,0 4,0 13,0 41 302,4

Putre 82,0 74,0 36,0 5,0 0,6 0,0 0,1 0,9 0,8 0,2 8,0 28 235,6

II Inacaliri 47,0 33,0 14,0 2,0 3,0 1,0 0,4 0,3 2,0 0,7 1,0 3 107,4

San Pedro 7,0 10,0 4,0 0,3 1,0 1,0 0,0 0,1 1,0 1,0 0,0 0,2 25,6

III Vallenar 0,0 0,0 0,0 1,0 4,0 5,0 7,0 8,0 3,0 1,0 0,0 0,0 29,0

Potrerillos 0,0 1,0 0,7 0,9 0,7 5,0 3,0 1,0 0,1 0,0 0,0 0,0 12,4

IV La Serena 0,1 0,0 1,0 1,0 15,0 21,0 16,0 16,0 7,0 2,0 0,3 0,5 79,9

Los Nichos 0,3 0,1 0,3 5,0 14,0 31,0 29,0 21,0 5,0 1,0 0,1 1,0 107,8

V y RM Santiago 0,6 1,0 3,0 13,0 45,0 71,0 69,0 48,0 24,0 11,0 8,0 2,0 295,6

Valparaíso 1,0 0,0 3,0 16,0 57,0 113,0 89,0 65,0 25,0 9,0 4,0 3,0 385,0

VI Coya 3,0 1,0 9,0 37,0 114,0 156,0 157,0 93,0 55,0 28,0 17,0 11,0 681,0

Rapel 2,0 0,4 10,0 26,0 99,0 155,0 137,0 111,0 47,0 29,0 11,0 6,0 633,4

VII Nirivilo 4,4 4,1 12,3 52,1 153,0 194,5 184,7 104,3 68,5 37,9 19,9 9,9 845,6

Armerillo 22,0 13,0 36,0 132,0 366,0 515,0 523,0 341,0 207,0 134,0 75,0 57,0 2.421,0

VIII Concepción 23,0 15,0 26,0 62,0 183,0 226,0 231,0 166,0 91,0 67,0 38,0 30,0 1.158,0

Ctral.Abanico 52,0 52,0 64,0 142,0 358,0 369,0 362,0 281,0 184,0 129,0 104,0 86,0 2.183,0

IX Temuco 48,0 37,0 46,0 90,0 171,0 196,0 214,0 158,0 108,0 75,0 62,0 60,0 1.265,0

Villarica 80,0 62,0 61,0 139,0 323,0 327,0 344,0 300,0 164,0 142,0 120,0 91,0 2.153,0

X Valdivia 78,0 53,0 79,0 157,0 379,0 340,0 406,0 312,0 204,0 115,0 103,0 76,0 2.302,0

Huahum frnt. 82,0 67,0 86,0 138,0 385,0 378,0 362,0 300,0 202,0 112,0 133,0 114,0 2.359,0

XI Puyuhuapi 240,0 189,0 212,0 278,0 413,0 408,0 443,0 417,0 325,0 246,0 215,0 229,0 3.615,0

Puerto Aisén 204,0 170,0 191,0 232,0 327,0 260,0 300,0 314,0 222,0 181,0 187,0 210,0 2.798,0

XII Puerto Edén 244,0 265,0 256,0 276,0 368,0 209,0 201,0 232,0 213,0 164,0 228,0 251,0 2.907,0

Oazy Harb. 28,0 18,0 24,0 22,0 22,0 17,0 16,0 15,0 12,0 14,0 20,0 30,0 238,0

Fuente: Balance Hídrico de Chile, Dirección General de Aguas, MOP. 1987

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Agua

Tabla 1.3Consumos sectorialespor región (m3/s)

I Región II RegiónSECTOR 1990 1993 1999 SECTOR 1990 1993 1999AGRÍCOLA 39,5 40,1 41,5 AGRÍCOLA 6,4 6,4 6,4AGUA POTABLE 12,6 13,4 15,4 AGUA POTABLE 9,5 9,9 10,8INDUSTRIAL 13,4 14,4 16,8 INDUSTRIAL 8,8 10,3 14,0MINERÍA 12,6 14,0 17,4 MINERÍA 52,5 56,6 65,7ENERGÍA 6,8 9,7 19,7 ENERGÍA 0,0 0,0 0,0

III Región IV RegiónSECTOR 1990 1993 1999 SECTOR 1990 1993 1999AGRÍCOLA 62,7 65,9 72,8 AGRÍCOLA 508,0 499,2 481,9AGUA POTABLE 7,3 7,7 8,6 AGUA POTABLE 9,7 10,5 12,4INDUSTRIAL 3,7 4,6 6,9 INDUSTRIAL 1,5 1,8 2,7MINERÍA 109,8 114,8 125,5 MINERÍA 13,2 13,8 15,0ENERGÍA 16,8 19,5 26,3 ENERGÍA 10,5 14,4 27,3

Tabla 1.2Principalesecosistemasdulceacuícolas

Fuente: BalanceHídrico de Chile, DGA1987.

Región Cuenca Superficie (km2) Precipitación media

m3/s mm/añoI Río San José antes B.T. Azapa 3.070 5,8 156,0

Entre Pampa del Tamarugal y Quebrada de Cahuisa 18.005 27,3 47,9II Río Loa – Río Loa Después Juntar San Salvador 33.865 42,6 39,6III Entre Río Copiapo y Quebrada Paipote 18.800 56,1 94,1

Entre Río Huasco y Río Carmen Enramadilla 9.857 54,8 175,0IV Entre Río Limarí y Río Cogotí en

entrada emb. Cogotí 11.760 102,0 274,0Entre Río Choapa y Estero la Canela 7.600 78,6 326,0

V Entre Río Aconcagua y RíoAconcagua en Chacabuquito 7.575 127,0 529,0Entre Río Maipo y Estero Arrayán en la Montosa 15.157 319,0 663,0

VI Entre Río Rapel y Est. Alhue en Quilamuta 13.710 417,0 960,0Costera entre Río Rapel y límite regional, y costeraentre límite regional y Río Mataquito 4.130 90,5 691,0

VII Entre Río Mataquito y Est. Upeo en Upeo 6.312 283,0 1.413,0Costera entre Río Mataquito y Río Maule – RíoPutagan en Yerbas Buenas 20.865 973,0 1.471,0

VIII Entre Río Itata y Río Itata en Nueva Aldea 11.385 568,0 1.550,0Entre Río Bio Bio y Río Malleco en Collipilli 27.782 1.486,0 1.891,0

IX Entre Río Imperial y Río Cholchol en Cholchol 12.085 628,0 1.638,0Entre Río Tolten y Río Donguil en Gorbea 8.040 732,0 2.870,0

X Entre Río Valdivia y Río San Pedroen desagüe lago Riñigue 11.320 960,0 2.674,0Entre Río Bueno y Río Pilmaiquen en San Pablo 15.297 1.137,0 2.344,0

XI Entre Río Aysén y Río Blancodespués juntar Río Riesco 11.427 813,0 2.244,0Entre Río Baker y Río Baker Bajo junta Río Colonia 26.726 1.491,0 1.759,0

XII Entre Río Serrano y Río Serrano antes junta con Grey 8.511 293,0 1.086,0Islas entre limite regional Canal Ancho y Estrechode la Concepción e islas entre estrechode la Concepción Canal Sarmiento yEstrecho de Magallanes 21.663 2.895,0 4.214,0

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Fuente: Dirección Generalde Aguas.

V Región Región MetropolitanaSECTOR 1990 1993 1999 SECTOR 1990 1993 1999AGRÍCOLA 508,0 499,2 481,9 AGRÍCOLA 1273,3 1292,7 1332,3AGUA POTABLE 9,7 10,5 12,4 AGUA POTABLE 166,1 178,6 206,7INDUSTRIAL 1,5 1,8 2,7 INDUSTRIAL 76,3 86,7 112,0MINERÍA 13,2 13,8 15,0 MINERÍA 3,8 3,9 4,2ENERGÍA 10,5 14,4 27,3 ENERGÍA 1183,1 1362,1 1805,6

VI Región VII RegiónSECTOR 1990 1993 1999 SECTOR 1990 1993 1999AGRÍCOLA 1542,9 1599,0 1717,2 AGRÍCOLA 1527,3 1654,9 1942,9AGUA POTABLE 15,6 16,8 19,7 AGUA POTABLE 15,9 17,0 19,5INDUSTRIAL 6,7 8,2 12,2 INDUSTRIAL 19,9 22,8 29,9MINERÍA 83,9 86,5 92,0 MINERÍA 0,0 0,0 0,0ENERGÍA 3059,9 3270,7 3736,9 ENERGÍA 8338,6 8860,0 10002,7

VIII Región IX RegiónSECTOR 1990 1993 1999 SECTOR 1990 1993 1999AGRÍCOLA 819,2 855,7 933,6 AGRÍCOLA 51,3 74,2 155,3AGUA POTABLE 26,5 28,8 34,0 AGUA POTABLE 9,0 9,6 10,9INDUSTRIAL 349,1 392,5 496,1 INDUSTRIAL 1,6 2,0 3,0MINERÍA 13,0 13,2 13,7 MINERÍA 0 0 0ENERGÍA 1808,0 2472,1 4621,6 ENERGÍA 0 0 0

X Región XI RegiónSECTOR 1990 1993 1999 SECTOR 1990 1993 1999AGRÍCOLA 0 0 0 AGRÍCOLA 0 0 0AGUA POTABLE 14,1 15,2 17,7 AGUA POTABLE 2,5 2,5 2,5INDUSTRIAL 17,8 22,3 34,9 INDUSTRIAL 0,4 0,5 0,6MINERÍA 17,2 18,0 19,6 MINERÍA 201,8 213,4 238,5ENERGÍA 1876,2 2860,5 6649,0 ENERGÍA 70,1 156,1 774,7

XII Región NacionalSECTOR 1990 1993 1999 SECTOR 1990 1993 1999AGRÍCOLA 0,7 0,8 1,2 AGRÍCOLA 6189,8 6550,7 7336,8AGUA POTABLE 4,6 4,8 5,3 AGUA POTABLE 329,2 354,0 409,5INDUSTRIAL 31,3 32,7 35,7 INDUSTRIAL 565,4 639,6 818,6MINERÍA 2,0 2,2 2,6 MINERÍA 518,4 546,0 605,8ENERGÍA 0 0 0 ENERGÍA 14267,4 19236,6 34970,0

Los valores de los años 1990 y 1999 fueron extrapolados e interpolados, respectivamente, suponiendo tasas de decremento e incrementoconstantes a partir de los datos de la DGA estimados para 1993 y 2015. Las demandas proyectadas para el sector energético seestimaron sin ponderar la entrada del gas natural como alternativa para la generación termoeléctrica.

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2

Agua

REGIÓN Uso consuntivo (%)Riego Agua Potable Industria Minería

I 49 16 18 17II 11 18 19 52III 34 4 2 60IV 95 2 1 2V 84 6 6 4

RM 82 10 6 2VI 92 2 1 5VII 98 2 2 0VIII 75 2 23 0IX 85 13 2 0X 0 24 56 20XI 0 2 1 97XII 1 4 54 41

Fuente: DirecciónGeneral deAguas, 1999.

Tabla 1.4Distribución deluso consuntivoen el ámbitonivel regional.

Tipo de Estación Número de estaciones1989 1999

Pluviométrica 179 140Termopluviométrica 32 36Sinópticas 11 6Aeronáuticas 4 3Sinópticas/ Aeronáuticas 35 32Climatológicas 22 *15Agrometeorológicas 6 54TOTAL 289 271* Incluye 3 estaciones automáticas.

Tabla 1.5Estaciones de mediciónde la DirecciónMeteorológica de Chile.1989 y 1999.

Fuente: DirecciónMeteorológica deChile, 1999.

Tabla 1.6Estacionesfluviométricas de laDGA, por región. 1990y 1999.

TIPO DEESTACIÓN Con Limnímetro Con Limnígrafo Con Data-logger* Con Plataforma Colectora Con Control de

de Datos Vía Satelital SedimentosREGION 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99

I 26 33 24 28 - 1 - 1 - 1II 20 33 15 19 - 1 - - 3 3III 25 28 25 25 - - - 2 3 3IV 39 46 33 35 - 24 - 3 7 8V 20 21 14 14 - 7 - 3 6 6VI 10 10 9 9 - 8 - 3 2 1VII 32 34 32 27 - 19 - 11 5 5VIII 36 43 22 37 - 4 - 2 9 10IX 31 35 24 28 - 24 - 2 9 9X 16 21 10 15 - 21 - - - 1XI 20 29 18 27 - 15 - - - -XII 21 21 20 19 - 21 - 2 3 7

R.M. 19 20 19 19 - 11 - 2 6 6

* Data-logger: instrumento electrónico que acumula datos en forma digital. La información que almacena depende del o de los sensoresque se conecten al instrumento. En la primera fase sólo se han conectado sensores de presión, lo que lo transforma en un limnígrafodigital o registrador de alturas de nivel de aguas.

Fuente:Elaboraciónpropia, a partirde informaciónproporcionadapor la DGA,1999.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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Tabla 1.7Estaciones meteorológi-cas DFA, por región.1990 y 1999.

Fuente: Elaboraciónpropia, a partir deinformaciónproporcionada por laDGA, 1999.

TIPO EST. Meteorológica Termopluvio- Pluvio- Nivométrica1er. Orden evaporimétrica evaporimétrica Pluviográfica Pluviométrica Nivométrica con DCP** Ruta de Nieve

REG. 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99

I 4 6 5 5 1 1 1 1 29 30 - - - - - -II 5 4 17 11 3 - 2 - 9 18 - - - - - -III 3 8 3 3 1 - 1 - 11 13 2 3 - - - -IV 4 4 10 10 - - 3 3 30 32 7 6 2 3 4 4V 2 2 4 4 - - 2 2 25 35 1 1 - 1 1 1VI 2 2 - - 4 4 2 3 9 9 3 3 - 1 1 1VII 5 5 2 2 4 4 2 3 14 29 2 1 - 1 2 2VIII 1 1 5 5 5 5 1 1 20 32 1 1 - - 6 6IX 2 2 10 12 - - 3 3 23 30 - - - - - -X 1 2 - 1 6 10 - 6 1 20 - - - - - -XI - 7 - 4 - 6 - - 12 8 - - - - - -XII* 3 4 1 14 - - - - 16 12 - - - - 1 1R.M. 5 5 4 4 - - 3 3 23 23 4 3 - 1 7 4

* 2 estaciones del tipo termopluviométricas c/DCP al 27/08/99 incorporadas recientemente.** Con DCP: con plataforma colectora de datos vía satelital

Tabla 1.8Estaciones de calidad deaguas DGA, por región.1990 y 1999.

TIPO DE ESTACIÓN Calidad de Agua Calidad de Agua Agua-Calc** Pozos c/C.A.*** Pozosc/Sonda Solomat*

Región 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99 31/12/90 27/08/99

I - - - 35 - 2 85 82 - 1II 18 - - 20 - 2 8 15 - 1III 15 - - 17 - 2 83 81 16 10IV 39 - - 48 - 3 123 122 - 10V 24 - - 32 - 1 103 127 - 7VI 4 1 - - - 1 80 72 1 5VII 18 - - 22 - 2 - - - 5VIII 20 38 - 19 - 3 - 5 - 5IX 22 - - 21 - 2 - - - -X - - - 25 - 2 - - - 5XI 20 - - 20 - 2 - - - -XII 20 - - 25 - 2 - - - -

R.M. 25 - - 25 - 1 94 94 15 15* Sonda Solomat: instrumento electrónico de última generación que sirve para medir en terreno diversos parámetros de calidad de agua, entre ellos Ph, temperatura,oxígeno disuelto, conductividad, etc.** Aqua Calc: instrumento electrónico que conectado con molinetes tradicionales, permite almacenar y calcular en forma digital las mediciones de caudal o aforos.***c/C.A. : Con calidad de agua

Fuente: Elaboración propia, apartir de información proporciona-da por la D.G.A.

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Agua

Tabla 1.9Poblaciónservida segúndestinodescargas delsistema dealcantarillado.1990.

Fuente: Institutode Ingenieros deChile.

Tabla1.10Nuevas plantas detratamiento de aguasservidas y año entrada1990-1998. (Númeroplantas que sirven másde 1000 habitantes)

Año entrada Plantas (nº)

1990 0

1991 10

1992 13

1993 2

1994 3

1995 10

1996 14

1997 8

1998 30

Fuente:Superintendencia deServicios Sanitarios,1999.

Tabla 1.11 PresupuestoInversión DGA.(Miles $ año 1999)

Fuente: DirecciónGeneral de Aguas,1999.

Año Presupuesto

1990 811.517

1991 909.936

1992 1.088.060

1993 1.359.497

1994 1.977.257

1995 2.168.852

1996 2.506.830

1997 2.676.691

1998 2.569.3521999 1.486.416

V Región Región MetropolitanaSECTOR 1993 2015 SECTOR 1993 2015AGRÍCOLA 461,9 535,8 AGRÍCOLA 1292,7 1444,0AGUA POTABLE 39,5 70,7 AGUA POTABLE 178,6 304,7INDUSTRIAL 40,4 76,8 INDUSTRIAL 86,7 222,0MINERÍA 9,6 14,5 MINERÍA 3,9 5,1ENERGÍA 211,4 367,1 ENERGÍA 1362,1 3828,2

Tabla 1.12Demandas sectorialesde agua por región ynacional. 1993 y2015. (m3/s)

I Región II RegiónSECTOR 1993 2015 SECTOR 1993 2015AGRÍCOLA 40,1 45,3 AGRÍCOLA 6,4 6,4AGUA POTABLE 13,4 22,1 AGUA POTABLE 9,9 13,6INDUSTRIAL 14,4 25,2 INDUSTRIAL 10,3 32,0MINERÍA 14,0 31,3 MINERÍA 56,6 97,9ENERGÍA 9,7 129,4 ENERGÍA 0,0 0,4

III Región IV RegiónSECTOR 1993 2015 SECTOR 1993 2015AGRÍCOLA 65,9 94,8 AGRÍCOLA 499,2 438,7AGUA POTABLE 7,7 11,7 AGUA POTABLE 10,5 19,4INDUSTRIAL 4,6 20,7 INDUSTRIAL 1,8 7,7MINERÍA 114,8 159,0 MINERÍA 13,8 18,6ENERGÍA 19,5 58,5 ENERGÍA 14,4 150,0

Región Población servida según

destino descargas

Ríos y Esteros Mar

I 4.212 271.260

II 73.157 179.632

III 1.664.492 15.832

IV 73.932 177.464

V 356.531 5.858.888

VI 249.328 0

VII 321.119 14.388

VIII 428.892 251.926

IX 261.448 0

X 194.577 65.768

XI 25.826 3.786

XII 0 129.411

R.M. 4.483.520 0

Total 6.639.034 1.695.355

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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VI Región VII RegiónSECTOR 1993 2015 SECTOR 1993 2015AGRÍCOLA 1599,0 2076,9 AGRÍCOLA 1654,9 2980,4AGUA POTABLE 16,8 29,7 AGUA POTABLE 17,0 28,1INDUSTRIAL 8,2 35,5 INDUSTRIAL 22,8 62,1MINERÍA 86,5 108,1 MINERÍA 0,0 0,0ENERGÍA 3270,7 5331,3 ENERGÍA 8860,0 13823,1

XII Región NacionalSECTOR 1993 2015 SECTOR 1993 2015AGRÍCOLA 0,8 3,4 AGRÍCOLA 6550,7 9925,4AGUA POTABLE 4,8 6,8 AGUA POTABLE 354 603,6INDUSTRIAL 32,7 45,3 INDUSTRIAL 639,6 1580,4MINERÍA 2,2 3,9 MINERÍA 546 799,2ENERGÍA 0,0 0,0 ENERGÍA 19236,6 172138

X Región XI RegiónSECTOR 1993 2015 SECTOR 1993 2015AGRÍCOLA 0,0 0,0 AGRÍCOLA 0,0 7,2AGUA POTABLE 15,2 26,3 AGUA POTABLE 2,5 2,4INDUSTRIAL 22,3 115,6 INDUSTRIAL 0,5 1,0MINERÍA 18,0 24,7 MINERÍA 213,4 321,0ENERGÍA 2860,5 63040,1 ENERGÍA 156,1 55502,2

VIII Región IX RegiónSECTOR 1993 2015 SECTOR 1993 2015AGRÍCOLA 855,7 1177,7 AGRÍCOLA 74,2 1113,2AGUA POTABLE 28,8 52,9 AGUA POTABLE 9,6 15,3INDUSTRIAL 392,5 926,8 INDUSTRIAL 2,0 9,5MINERÍA 13,2 15,1 MINERÍA 0,0 0,0ENERGÍA 2472,1 24512,8 ENERGÍA 0,0 5395,2

Fuente: DirecciónGeneral de Aguas,1999.

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Agua

Anexo 2: Investigación en RecursosHídricos realizada en Chile

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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Este anexo ofrece una rápida síntesis sobre lainvestigación que se realiza en Chile con relación alos recursos hídricos.

De un análisis de las actas del XIV CongresoChileno de Ingeniería Hidráulica, que se realizó enSantiago de Chile en octubre de 1999, se puede ex-traer el conjunto de estudios relevantes que se es-pecifica a continuación.

En el área de la Hidrología Subterránea exis-ten múltiples investigaciones, entre las cuales sepueden mencionar: “Atenuación natural de conta-minantes en aguas subterráneas”, de C. Espinoza;“Análisis comparativo del flujo unidimensional ybidimensional en un medio poroso no saturado”,de C. Espinoza y P. Herrera (Investigadores de laUniversidad de Chile); “Evaluación de cinco fun-ciones de relaciones hídricas”, de C. Bonilla; “Aná-lisis experimental y modelación numérica de lalixiviación ácida de aglomerados de relave”, de P.Rodríguez y J. Muñoz (Académicos de la PontificiaUniversidad Católica de Chile).

Por otro lado, en el área de la Hidrología Super-ficial, algunos de los estudios realizados son: “In-corporación de la incertidumbre en la determina-ción del riesgo hidrológico de falla de obras hidráu-licas”, de F. Harambour y X. Vargas; “Pronóstico delas precipitaciones invernales sobre la cordillera dela zona centro-sur de Chile”, de J. Vergara; “Uso deredes neuronales para la simulación de caudales encuencas pluviales”, de X. Vargas y P. Anguita (Aca-démicos de la Universidad de Chile); “Lluvias dediseño de sistemas de aguas lluvias en Chile”, de C.Stappung; y “Períodos de retorno de diseño de sis-temas de aguas lluvias en Chile”, de C. Stappung.(Investigadores de la Dirección de Obras Hidráuli-cas, del Ministerio de Obras Públicas); “Propuestade un modelo matemático para la generación deleyes regionales precipitación-escorrentía”, de R.Pizarro e I. López (Académicos de la Universidad deTalca, Chile y Universidad Politécnica de Madrid,España, respectivamente).

En el área de Análisis de Sistemas Ambientalesse pueden destacar “Simulación Monte Carlo yecuaciones estocásticas en la modelación de la cali-dad de agua”, de A. López; “Simulación de calidadde aguas del lago Villarrica”, de J. Vargas y C. Pérez;“Estimación del coeficiente de reaireación y disper-sión longitudinal”, de O. Link, J. Vargas y C. Alarcón.(Académicos de la Universidad de Concepción).

En tanto, en las áreas de Obras Hidráulicas, comoHidráulica Fluvial y Marítima, algunos de los estu-dios realizados son: “Análisis hidrodinámico de ladesembocadura del río Mataquito mediante el mo-delo Mike-21”, de F. Collado y J. Hernández; “Ca-

racterización mecánica fluvial del río Mapocho ru-ral”, de L. Estellé (Investigador del Instituto Nacio-nal de Hidráulica); “Metodología para el análisis deriesgo en estructuras hidráulicas”, de J. Arumí.(Académico de la Universidad de Concepción); y“Estimación del caudal útil de extracción debocatomas de cauces de régimen pluvial”, de L.Stowhas y J. Hormaechea (Académicos de la Uni-versidad Técnica Federico Santa María).

Otro agente importante que promueve la pre-sentación de investigaciones relativas al agua, es elPrograma Hidrológico Internacional (PHI), a travésde las jornadas que realiza el Comité Chileno. Así,se pueden destacar los trabajos presentados en lasVI Jornadas de Trabajo correspondientes al año 1999.Los trabajos presentados fueron agrupados en cua-tro grandes áreas, a saber, Evaluación y monitoreode recursos hídricos; Agua y medio ambiente; Ges-tión de los recursos hídricos: Aspectos legales y eco-nómicos, y Educación y recursos hídricos.

En el área de Evaluación y monitoreo de los re-cursos hídricos, se pueden destacar, entre otras, lassiguientes investigaciones: ”Clasificaciónhidrogeoquímica de las aguas fluviales y subterrá-neas de la cuenca hidrográfica del Río Claro, delcuadrángulo Yumbel, VIII Región del Bío Bío, Chi-le”, de L. González y A. Silva. (Universidad de Con-cepción); “Macroinvertebrados Bentónicos comoindicadores de Calidad de Agua”, de R. Figueroa, E.Araya, O. Parra y C. Valdovinos. (EULA y Universi-dad de Concepción); “Calidad de aguas en tresmicrocuencas de la IX Región de Chile”, de M. Diez.(Universidad de la Frontera); “Monitoreo ycuantificación de los procesos hídricos en una cuencaandina de la IX Región de Chile”, de A. Iroumé, A.Huber, C. Salazar y A. Arriagada. (Universidad Aus-tral y DGA); “Indicadores biológicos de ecosistemasmarinos en los programas de monitoreo ambien-tal”, de E. Soto y G. Leighton (Universidad deValparaíso); “Caracterización multielemental y si-multánea del material particulado suspendido encolumnas de agua de ríos con la técnica PIXE”, deM. Sobarzo, X. Molina e I. Vila. (Universidad deChile); e “Intercepción de lluvias por cubierta debosques y su efecto en los caudales de crecida”, deA. Iroumé, A. Huber, C. Salazar y A. Arriagada (Uni-versidad Austral y DGA).

Del mismo modo, en el área Agua y Medio Am-biente, se pueden destacar los siguientes artículos:“Consecuencias de las plantaciones forestales sobrela disponibilidad del recurso hídrico en suelos rojosarcillosos de la zona de Collipulli, IX Región, Chile”,de A. Huber y R. Trecaman (Universidad Austral deChile); “Evaluación cuantitativa de la erosión hídricasuperficial en los suelos desnudos de la precordillera

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2

Agua

andina y valle Central de la VII Región”, de R. Pizarroy H. Cuitiño (Universidad de Talca); “Recuperaciónde aguas servidas mediante el tratamiento Suelo-Acuífero”, de E. Brown, M. Pía Mena, C. Espinoza yG. Castillo (Universidad de Chile); “Metodologíaincremental para la asignación de caudales míni-mos aconsejables, IFIM”, de C. Espinoza, X. Vargasy M. Pardo (Universidad de Chile y DGA); “Conta-minación de los recursos hídricos en la zona Cen-tral de Chile”, de J. Cancino, C. Bonilla y G. Donoso(Pontificia Universidad Católica de Chile); y “Tra-mas tróficas y su importancia en estudioshidrológicos integrales. Aplicación al río Polcura”,de M. López, A. Vargas y G. Lobos (Universidad deChile).

Por otro lado, en el área de Gestión de los Re-cursos Hídricos, Aspectos legales y económicos, sepueden destacar los siguientes títulos: “Bases parael análisis del Mercado y Derechos de Aprovecha-miento de Aguas en la Cuenca del río Maipo”, de M.Alicera, E. Brown y J. Doña (Universidad de Chile);“Mercado de Derechos de Aprovechamiento deAguas y Producción de Agua Potable para Santia-go”, de A. Grilli (Empresa Metropolitana de ObrasSanitarias S.A.); “Cuentas Ambientales del RecursoAgua: Una Aplicación Piloto”, de A. Zúñiga(Pontificia Universidad Católica de Chile); y “Con-servación de la Biodiversidad Acuática por el Servi-cio Nacional de Pesca”, de D. Garland, B. Ramírez yC. Orrego (Servicio Nacional de Pesca).

En tanto, en la línea de Educación y RecursosHídricos, entre los principales estudios llevados acabo destacan: “Inicio de la Asignatura de Hidrologíaen el Aula Virtual”, de O. Link, J. Vargas y V. Cerón(Universidad de Concepción); y “Educación enInternet, Implementación Básica de un Sitio”, de M.Contreras y X. Vargas (Universidad de Chile).

Por otra parte, en el ámbito nacional existen va-riados centros de investigación y grupos de trabajo,que constantemente están desarrollando investiga-ciones ligadas a los recursos hídricos. Así y a modode ejemplo, el Centro EULA-Chile, dependiente dela Universidad de Concepción, ha realizado una se-rie de estudios relacionados principalmente con laVIII Región del país, entre los cuales destacan “ElRío Bío Bío”, en el cual se describe la importanciaque juega dicho río en el desarrollo económico ysocial de la Región; “Significado ambiental de loscanales de riego sobre la fauna de peces de sistemasfluviales”, en el que se describen los efectosecológicos de la construcción y operación de cana-les de riego y se formulan propuestas tendientes adisminuir los impactos negativos; “Biodiversidadfitoplanctónica en el sistema de lagos Araucanos

en el sur de Chile”, en el cual identifica los princi-pales factores que influyen en el desarrollo de lascomunidades fitoplanctónicas de este sistema delagos; “Clasificación de la calidad del agua de cin-co sistemas lacustres de Chile central sometidos adistintos grados de intervención humana”, en el cualse realiza una evaluación cuantitativa del grado decontaminación de los cuerpos de agua; “Diagnósti-co de la calidad del agua del río Damas, aplicacióndel modelo de calidad de agua QUAL2E, uso delsuelo y producción hídrica”; y “Una aproximaciónpara la evaluación de la contaminación difusa enel río Damas, X Región, Chile”.

Otros grupos de estudio que deben destacarseson los conformados por investigadores de la U. deChile en materias referidas a agricultura y cambioclimático, climatología y física de nubes, y cauda-les ecológicos. En la Universidad de Talca destacanestudios en hidrología de superficie, hidrología fo-restal y regadíos. En la Universidad Católica de Chile,destacan grupos de investigadores ligados a la hi-dráulica fluvial y la hidrología estadística yestocástica. En la Universidad Austral de Chile, seposee una importante experiencia en limnología,constituyendo un centro de investigación de pri-mer nivel en el país en estas materias.

La tabla 1 y la figura 1, ambas insertas en esteanexo, muestran cómo han ido evolucionando al-gunos indicadores indirectos del peso relativo de lainvestigación aplicada en Chile bajo el alero de laDirección General de Aguas (DGA). La tabla 1 indi-ca el número de publicaciones por año, entre 1960y 1999, ligadas a proyectos de investigación apli-cada que ha llevado a cabo la DGA.

Si se acepta el supuesto de que el presupuestode inversión del servicio –que incluye la inversiónen la red hidrometeorológica de la DGA— es un in-dicador razonable del gasto en investigación y de-sarrollo, se podría concluir que el esfuerzo en estaspartidas ha crecido sostenidamente entre 1990 y1997 para disminuir levemente en 1998 ydrásticamente en 1999 según se puede observar enel gráfico de la figura 1. Hasta 1997, el presupuestode inversión ha permitido la implementación de grancantidad de estaciones, con tecnologías cada vezmejores, para la recolección de datos estadísticosademás de hacer más eficiente la gestión de los re-cursos humanos de la institución cuya dotación es,prácticamente, la misma para todo el período.

La unidad encargada de medio ambiente de laSubsecretaría de Pesca define cinco áreas de inves-tigación para la disminución, prevención y/oremediación de efectos indeseables y atentatorios

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128

para la conservación de los recursos naturales: pro-cesos eutroficantes de los cuerpos de aguas conti-nentales de la IX a la XI Región, efecto ambientalde la acuicultura, pesca deportiva y siembras derepoblamiento, introducción y transporte transzonalde especies hidrobiológicas, y establecimiento deparques y reservas marinas. Proyectos coherentescon la definición anterior han sido sometidos al Fon-do de Investigación Pesquera (FIP) y al Banco Inte-grado de Proyectos (BIP).

La tabla 2 identifica algunos de los proyectos deinvestigación en acuicultura de importancia que hansido realizados entre 1994 y 1997 confinanciamiento del FIP. La tabla 3 presenta un lista-do de los lagos araucanos y norpatagónicos estu-diados entre 1993 y 1997 con relación a capacidadde carga y balance de fósforo y nitrógeno.

Por último, cabe destacar que durante los últi-mos años, el Servicio Nacional de Geología y Mine-ría (SERNAGEOMIN) ha fortalecido su línea de tra-bajo en el campo de la hidrogeología, con el fin deincrementar el conocimiento de los factores que ri-gen o condicionan la presencia del agua subterrá-nea en determinados ambientes geológicos, sus ca-

Período Publicaciones

1960-1969 2

1970-1979 68

1980-1989 43

1990-1999 166

Tabla 1Investigación yDesarrollo –Publicaciones1960-1999

Fuente: DirecciónGeneral de Aguas,1999.

Figura 1Presupuesto deinversión D.G.A.1990-1999.

racterísticas en términos de los volúmenes almace-nados, propiedades fisicoquímicas de las aguas, ren-dimiento de las obras de captación, comportamien-to frente a las extracciones, vulnerabilidad a la con-taminación. Los primeros trabajos hidrogeológicosfueron la Hoja Rancagua (Hauser, 1990) y la HojaTalca (Hauser, 1995). Durante los últimos cinco añosse han ejecutado y finalizado varios trabajos, talescomo: "Hidrogeología de la Cuenca Laguna del Ne-gro Francisco" (Iriarte et al., 1998), "MapaGeoambiental preliminar del área de Puerto Montt.Recursos Hidrogeológicos" (SERNAGEOMIN, 1998),"Hidrogeología del valle del río Copiapó segmentoEmbalse Lautaro-Piedra Colgada" (Aguirre, et al.,1999) e "Hidrogeología de la Cuenca del Salar deMaricunga" (Iriarte, 1999).-

Fuente: Tabla 1.11anexo 1

Todos estos trabajos cuentan con mapas temáti-cos que describen las potencialidades hidrogeológicastanto de las unidades de relleno sedimentario como delas rocas, incluyendo una acabada representación delas características fisicoquímicas de las aguas que con-forman las diferentes cuencas y/o subcuencas en es-tudio, información que sin duda resulta determinanteen el establecimiento de oportunas y necesarias políti-cas de gestión del recurso hídrico subterráneo.

Interesa destacar que este Servicio en la últimadécada ha conformado un activo cuerpo de profesio-nales, geólogos y geofísicos, con dedicación exclusivaa las investigaciones hidrogeológicas. Un porcentajeimportante de los estudios ya realizados se sitúan enzonas áridas de nuestro país, por tanto se enmarcanmuy bien en el ámbito de estudios e investigacionesque se realizarán en el Centro. Por lo demásSernageomin cuenta con un Laboratorio Químico, contecnología de punta, en el cual se ejecutan todos losanálisis fisicoquímicos requeridos. Además se cuentacon sedes regionales a lo largo de todo Chile que faci-litan el desarrollo de los trabajos de campo al contarcon choferes y camionetas todo terreno. Por último,Sernageomin posee instrumentación geofísica desti-nada a caracterizar y/o ayudar al conocimiento de al-gunos parámetros hidrogeológicos básicos, junto a ladeterminación de la morfología del basamento im-permeable de las cuencas en estudio. Estos elementos,entendemos estarían disponibles para ser utilizados du-rante nuestras actividades en eventuales proyectos delCentro. Todo ello sin desatender la disponibilidad deprocedimientos computaciones para la produccióncartográfica de mapas temáticos.

Page 139: Informe Pa s

129

2

Agua

Tabla 2Proyectos deinvestigación enacuicultura financiadospor el Fondo deInvestigación Pesquera.1994-1997.

Fuente: Subsecretaría dePesca, 1998.

CUERPO DE AGUA AÑOLago Rupanco 1993Lago Riñihue 1996Lago Natri 1996Lago Huillinco 1996Lago Tarahuín 1996Lago Tepuhueico 1996Lago Cucao 1997Lago Riesco 1997Lago Los Palos 1997Laguna Escondida 1997Lago Calafquén 1997Laguna San Antonio 1997Lago Chapo 1997Lago Popetán 1997Lago Yelcho 1997

Tabla 3Lagos araucanos ynorpatagónicosestiudiados encuanto acapacidad decarga y balance defósforo ynitrógeno.1993-1997

Fuente:Subsecretaría dePesca, 1998.

Nombre del proyecto AñoEvaluación de los sistemas de tratamiento de agua en cultivos de ambiente controlado 1994Evaluación del efecto de mitigación del aporte de nutrientes al medio al desarrollarpolicultivos de especies salmonídeas, moluscos y algas 1994Evaluación de impacto ambiental del fósforo proveniente de los alimentos utilizados en salmonicultura 1994Evaluación de filtros para tratamiento de efluentes de pisciculturas 1994Normas para el diseño y manejo de una unidad de cuarentena 1995Evaluación de salmónidos de vida libre existentes en las aguas interiores de las regiones X y XI 1995Caracterización de la reproducción de salmónidos y de los principales impactosecosistémicos en cuatro cuencas hidrológicas del sur 1997

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

130

Page 141: Informe Pa s

3. BOSQUES

Page 142: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

132

Page 143: Informe Pa s

Bosques

133

3

3. BOSQUES

L ESTADO DE CONSERVACIÓN de losbosques nativos en Chile ha sido un temasobre el cual ha existido una preocupación

creciente por parte de diversos sectores de laSociedad. Las evaluaciones efectuadas respecto altema coinciden en mostrar que del total de bosquesintervenidos actualmente en nuestro país, sólo unaproporción baja se maneja adecuadamente, mien-tras que la mayoría se destruye o se deteriora porvariadas causas. La conciencia internacional res-pecto a la importancia ecológica de los bosquesnativos chilenos también ha crecido. Es así comola Eco-región de los Bosques Valdivianos queincluye varios tipos forestales en Chile entre los36º y 48º de latitud Sur y las áreas adyacentes enArgentina, ha sido considerada entre las eco-regiones prioritarias a nivel mundial debido a sudiversidad biológica y amenazas, incluyéndosedentro de la iniciativa Global 200 lanzada porWWF y el Banco Mundial en 1998.

La importancia directa de los bosques nativospara la economía, en la actualidad es baja compa-rada con la de las plantaciones forestales, aportandomenos de un 20 por ciento del valor de la produc-ción industrial y exportaciones, siendo sus principa-les productos la leña y las astillas. No obstante,estos bosques nativos proveen servicios ecosistémi-cos muy relevantes que son la base de importantesactividades económicas, tales como la producciónde agua de calidad, generación de energía hidro-eléctrica, salmonicultura, turismo y pesca deportiva.

La contradicción entre el valor ecosistémico y larentabilidad de la explotación maderera, ha condicionadoel estado de conservación de los bosques nativos del país.

E 3.1 SITUACIÓN DE LOSRECURSOS FORESTALES

La información y los indicadores utilizados parael análisis del estado y evolución de los recursosforestales del país se detalla en el anexo 1.

3.1.1 Bosque nativo

En 1990 el Instituto Forestal (INFOR) estimó lasuperficie de bosque nativo en 7,5 millones de ha,correspondiente a todos aquellos bosques poten-cialmente productivos con existencias volumétri-cas superiores a 30 m3/ha. Por su parte, el Catastroy Evaluación de los Recursos Vegetacionales na-tivos de Chile realizado por CONAF en 1997considera bosque nativo a aquellas formacionesvegetacionales con estrato arbóreo constituido porespecies nativas que tienen una altura igual omayor a 2 m y una cobertura de copas mayor oigual a 25 por ciento. La superficie estimada deacuerdo a esta definición es de 13,4 millones deha (CONAF et al., 1999b)

En el Cuadro 3.1 se compara la superficie totalde bosque nativo estimada en 1990 por INFOR(INFOR, 1992) y CONAF en 1997 (CONAF et al.,1999b), se observa que existe una diferencia de5,9 millones de ha. Esta diferencia se explicaríapor los distintos criterios utilizados para definir elconcepto de bosque: INFOR emplea una definicióndesde un punto de vista productivo (maderero), encambio, CONAF et al. (1999b) considera unadefinición más amplia que incluye todas las for-maciones que corresponden a bosque nativo.

C a p í t u l o I I

Page 144: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

134

Con el fin de entender las diferencias entre losresultados obtenidos por los estudios antes men-cionados, en el Cuadro 3.1 se puede apreciar quea medida que se restringe el criterio de clasifica-ción de bosque a una condición más productiva,la superficie total de bosque nativo estimada porCONAF et al. (1999b) disminuye notablemente. Deeste modo, el primer escenario considera las es-tructuras de bosque adulto, adulto-renoval y reno-val mayores a 12 m, los que alcanzan a 5,7

CATEGORIA AÑO DE FUENTE millones de ha porcentaje del total

ESTIMACION (%)

Bosque nativo productivo (1) 1990 “INFOR-CORFO, 1992” 7,5 -

Total bosque nativo (2) 1997 “CONAF, 1999” 13,4 100%

Bosque adulto, adulto-renoval y 1997 “CONAF, 1999” 5,7 43%

Renoval > 12 m

Bosque adulto y adulto-renoval 1997 “CONAF, 1999” 2,1 16%

> 20 m y Renoval > 12 m

(1): Corresponde a la superficie de bosque potencialmente productivo con existencias volumétricas superiores a 30 m3/ha.(2): Corresponde a formaciones vegetales con estrato arbóreo constituido por especies nativas que tienen una altura mayor o igual a2 m y una cobertura de copas mayor o igual a 25%.

Superficie de bosque

nativo según

categorías de

clasificación.

Años 1990 y 1997

Cuadro 3.1

Cuadro 3.2

Superficie de bosque nativo

por región.

Años 1990 y 1997

(miles de ha)

(1): INFOR-CORFO, 1992.Corresponde a la superficie debosque potencialmente productivocon existencias volumétricassuperiores a 30 m3/ha.(2): CONAF et al., 1999.Corresponde a formacionesvegetales con estrato arbóreoconstituido por especies nativasque tienen una altura mayor oigual a 2 m y una cobertura decopas mayor o igual a 25%.

millones de ha, lo que representa un 43 por cientode la superficie total. Ahora, si se considera elsegundo criterio productivo maderero más exigen-te, que incluya solamente a los renovales mayoresde 12 metros y los bosques adultos y adulto-renoval mayores de 20 metros, la superficie sereduce a sólo 2,1 millones de ha, lo que representaun 16 por ciento de la superficie total de bosquenativo.

REGION 1990 (1) 1997 (2) (miles de ha) bosque adulto,

bosque adulto, adulto-renoval y

(miles de ha) adulto-renoval > 20 m Renoval > 12 m TOTAL

y Renoval > 12 m

I 4 - - 7

II - - - -

III - - - -

IV - - - 2

V - - - 95

RM 3 - - 93

VI 41 6 8 118

VII 196 97 121 370

VIII 402 267 350 786

IX 510 359 541 909

X 3.593 1.037 2.077 3.609

XI 1.686 265 1.948 4.816

XII 1.059 28 651 2.625

TOTAL 7.493 2.060 5.697 13.431

Page 145: Informe Pa s

Bosques

135

3

En cuanto a la distribución regional de losbosques nativos (Cuadro 3.2), la superficie de bos-ques potencialmente productivos en 1992 se distri-buía casi en un 100 por ciento entre la RegiónMetropolitana y la XII Región del país. Desde la Xhasta la XII Región se concentraba el 84,6 por cientode la superficie boscosa total nacional, siendo la XRegión la más importante al poseer un 47,9 porciento del total de ella (INFOR-CORFO, 1992).

La superficie total de bosques naturales esti-mada en 1997 alcanzó a 13,4 millones de ha, laque se concentra en un 82,3 por ciento entre laX y XII regiones del país (Cuadro 3.2). Del totalnacional, un 35,9 por ciento se concentra sólo enla XI Región, lo que la convierte en la zona más

importante del país en ese contexto. En exten-sión, le siguen la X Región, con un 26,9 porciento y, finalmente, con un 19,5 por ciento, laXII Región (CONAF et al., 1999b). En general, lamayor concentración de bosque nativo se en-cuentra entre las VIII y XII regiones de Chile, lasque poseen aproximadamente el 95 por ciento dela extensión total.

Con relación a las características estructuralesdel bosque nativo (Figura 3.1) estimado para1997 por CONAF et al. (1999b), se estableció quela superficie de bosque adulto es la más impor-tante, debido a que representa un 45 por cientode la superficie boscosa nacional. Le siguen enimportancia los renovales con el 27 por ciento,

Figura 3.1

Distribución

porcentual de bosque

nativo total según

estructura.

Año 1997.

Fuente: CONAF et al., 1999

Figura 3.2

Distribución regional

de bosque nativo por

estructura.

Año 1997.

Fuente: Elaboración propia

a partir de CONAF et. al.

(1999)REGIONESM

iles

de h

a

V RM VIIVI VIII IX X XI XII

2.500

2.000

1.500

1.000

500

0

BOSQUE

RENOVAL

BOSQUE ADULTORENOVAL

BOSQUEACHAPARRADO

Page 146: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

136

Cuadro 3.4Distribución

porcentual de la

superficie de bosque

nativo según

estructura, por

región. Año 1997.

Fuente: CONAF et al. (1999).

Cuadro 3.3

Superficie de

bosque nativo según

estructura por región.

Año 1999.

luego con un 22 por ciento los bosques achapa-rrados y, finalmente, con un 6 por ciento elbosque adulto-renoval.

En los Cuadros 3.3 y 3.4 se puede observar ladistribución de bosque nativo por estructura y porregión administrativa. La XI Región se destaca porconcentrar el 40 por ciento del bosque adulto (2,4millones de ha) y el 42,7 por ciento de los bosquesachaparrados (1,3 millones de ha) del país. Por otra

parte, la X Región posee el 26,2 por ciento de losrenovales del país (0,9 millones de ha) y el 34,0por ciento del bosque adulto-renoval total (0,3millones de ha). De la Figura 3.2 se desprende queentre la V y la IX Región la estructura predomi-nante es el renoval; entre la X y XI Región lasestructuras más importantes son bosque adulto yrenoval. En la XII la estructura bosque adulto yachaparrado son las más relevantes.

REGIÓN BOSQUE RENOVAL BOSQUE ADULTO BOSQUE

ADULTO RENOVAL ACHAPARRADO

(%) (%) (%) (%)

I - 0,2 - -

II - - - -

III - - - -

IV 0,0 0,0 - -

V 0,0 2,6 - 0,0

RM - 2,6 - -

VI 0,0 3,1 0,5 -

VII 0,2 9,0 2,9 0,4

VIII 1,9 15,0 8,1 2,2

IX 4,8 12,5 10,5 2,7

X 31,1 26,2 34,0 17,2

XI 40,0 25,4 26,8 42,7

XII 22,0 3,3 17,2 34,7

TOTAL 100,0 100,0 100,0 100,0Fuente: CONAF et al.,1999.

REGIÓN (miles de ha)

BOSQUE RENOVAL BOSQUE ADULTO BOSQUE TOTAL

ADULTO RENOVAL ACHAPARRADO

II - - - - -

III - - - - -

IV 0 2 - - 2

V 1 94 - 1 95

RM - 93 - - 93

VI 2 111 4 - 118

VII 14 321 25 11 370

VIII 111 538 70 67 786

IX 286 449 91 82 909

X 1.859 938 293 518 3.609

XI 2.390 911 231 1.283 4.816

XII 1.314 120 148 1.044 2.625

TOTAL 5.978 3.578 862 3.005 13.423

Page 147: Informe Pa s

Bosques

137

3

Los tipos forestales predominantes a nivelnacional son el tipo Siempreverde, con un 30,9por ciento y Lenga con un 25,3 por ciento, losque en conjunto ocupan más de la mitad de lasuperficie total de bosque nativo del país (Cuadro3.5). A diferencia de estos, los tipos forestalesCiprés de la Cordillera, Roble-Hualo, Araucaria yAlerce en conjunto abarcan sólo el 5,6 por cientode la superficie total de los bosques nativos deChile.

El Cuadro 3.6 muestra sólo la superficie regio-nal de bosque nativo visitada en terreno con y

sin intervención para las estructuras de bosqueadulto, adulto-renoval y renoval estimados porCONAF et al. (1999b). Los bosques intervenidosincluyen rodales afectados principalmente porincendios y floreos. Del total visitado en terreno,un 51,2 por ciento de estas estructuras de bosquenativo tienen algún grado de intervención antró-pica, siendo en general la tendencia a disminuirde norte a sur (Figura 3.3). Es así como en la VRegión un 98,1 por ciento se encuentra interve-nido; en la VIII, un 58,1 por ciento y en la XII,un 33,3 por ciento de la superficie regional(CONAF et al., 1999b).

REGIÓN CON INTERVENCIÓN * SIN INTERVENCIÓN TOTAL

miles de ha % de la Región miles de ha % de la Región

V 82,2 98,1 1,6 1,9 83,8

RM 70,6 89,3 8,5 10,7 79,1

VI 84,7 82,6 17,8 17,4 102,5

VII 235,0 76,5 72,3 23,5 307,3

VIII 343,2 58,1 247,8 41,9 591,0

IX 424,7 63,6 243,4 36,4 668,1

X 1.181,9 52,0 1.093,1 48,0 2.275,1

XI 1.358,0 47,3 1.513,5 52,7 2.871,5

XII 391,3 33,3 782,3 66,7 1.173,6

TOTAL 4.171,6 51,2 3.980,3 48,8 8.151,9

TIPO FORESTAL SUPERFICIE PORCENTAJE

(miles de ha) DEL TOTAL (%)

Alerce 263 2.0

Ciprés de las Guaitecas 970 7.2

Araucaria 261 1.9

Ciprés de la Cordillera 45 0.3

Lenga 3.392 25.3

Coihue de Magallanes 1.793 13.4

Roble - Hualo 188 1.4

Roble - Raulí - Coihue 1.461 10.9

Coihue - Raulí - Tepa 564 4.2

Esclerófilo 345 2.6

Siempreverde 4.149 30.9

TOTAL 13.431 100.0

Cuadro 3.5

Superficie de

bosque nativo por

tipo forestal.

Año 1997.

Fuente: Elaboración propia a partir de CONAF et al. (1999)

Nota: No aparece el tipo forestal

Palma Chilena, ya que el pequeño

tamaño de los rodales que

lo constituyen no permitió su

cartografía a escala 1: 50.000.

Fuente: CONAF et al., 1999.

Cuadro 3.6

Superficie de bosque nativo(Bosque Adulto, Adulto-Renovaly Renoval) descrita en terrenocon y sin intervención.Año 1997.

Nota: La superficie descritaen terreno corresponde aun 60,7 por cientode la superficie total debosque nativo del país(13,4 millones de ha)* incluye bosques nativosafectados en diferentesintensidades, principalmentepor incendios y floreos.

miles de ha

Page 148: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

138

REGIONESSup

erfic

ie (

Mile

s de

ha)

V RM VIIVI VIII IX X XI XII

1.500

1.400

1.200

1.000

600

0

400

200

800

CONINTERVENCION

SININTERVENCION

gón, Álamo, etc.). La región que concentra la mayorsuperficie de plantaciones es la VIII Región con un39,7 por ciento del total. En esta misma región, sereunían las mayores extensiones de plantaciones dePino radiata y Eucalipto del país.

Esta diferencia se puede deber a las distintasmetodologías utilizadas para la determinación de lassuperficies plantadas. CONAF et al. (1999b) se basaen información cartográfica con unidades mínimascartografiables de 6,25 ha, en cambio, INFOR (1997)utiliza información proveniente de consultas reali-zadas a organismos públicos y privados e informa-ción de inventarios regionales de plantaciones quese actualizan en períodos variables de tiempo.

De acuerdo a los criterios utilizados, parecemás adecuado considerar la superficie total deplantaciones determinadas por CONAF et al (1995).Sin embargo, dada la información publicada dis-ponible sobre plantaciones por especie, es nece-sario referirse a las cifras de superficie de plan-taciones por especie estimadas para las distintasregiones del país por INFOR-CORFO (1998) en elCuadro 3.9.

Al comparar la cifras estimadas por INFORentre 1990 y 1997 (Cuadros 3.7 y 3.9), se observaque en el tiempo Pino radiata se ha mantenidocomo la especie que posee la mayor extensiónplantada, al representar un 75,5 por ciento de lasuperficie total de las plantaciones del país en1997. Le sigue en importancia Eucalipto con un16,8 por ciento de la superficie total de lasplantaciones nacionales.

Figura 3.3

Distribución regionalde bosque adulto,adulto-renoval y renovaldescrito en terrenocon y sin intervención (1)

3.1.2 Plantaciones

Superficies de plantaciones(1990 y 1997)

En 1990 se estimaba una superficie de 1.344.993ha plantadas con las especies Pino radiata (Pinusradiata) y varias especies de Eucalipto (Eucalyptusspp.) (Cuadro 3.7) y 115 mil ha de otras especies noidentificadas por región (INFOR-CORFO 1991). Pinoradiata era la especie que representaba la mayorextensión de las plantaciones del país, con 1,2millones de ha, lo que equivale a un 92,4 por cientode la superficie de plantaciones con estas especies. Laregión que concentraba la mayor superficie plantadacon Pino radiata y Eucalipto era la VIII Región, conun 45,9 y 41 por ciento respectivamente de lasuperficie total del país (INFOR-CORFO, 1991).

En el Cuadro 3.8 se indican las superficiesestimadas de plantaciones forestales a 1997 se-gún dos fuentes:

Según CONAF et al. (1996) la superficie deplantaciones alcanza a 2,15 millones de ha, concen-trándose la mayor superficie en la VIII región(939.420 ha) y la VII (413.336 ha), que representanun 43,6 y 19,2 por ciento respectivamente.

Según INFOR-CORFO (1998), la superficie totalde plantaciones se estimaba en 1.881.925 ha(Cuadro 3.9), compuesta principalmente por Pinoradiata en un 75 por ciento, Eucalipto en un 17por ciento y un 7,7 por ciento por plantacionescon otras especies (Atriplex, Tamarugo, Pino Ore-

(1) La superficie total de bosqueadulto, adulto-renoval y visitadaen terreno corresponde a 8,2millones de ha.Con intervención incluye bosquesnativos afectados en diferentesintensidades por incendios yfloreos principalmente.

Fuente: CONAF et. al., 1999

Page 149: Informe Pa s

Bosques

139

3

REGIÓN PINUS RADIATA EUCALYPTUS TOTAL

ha % ha % ha

I - - 36 0,0 36

II - - 1 0,0 1

III - - 323 0,3 323

IV - - 1.244 1,2 1.244

V 23.025 1,9 24.036 23,6 47.061

RM 966 0,1 3.972 3,9 4.938

VI 57.617 4,6 6.920 6,8 64.537

VII 280.467 22,6 8.751 8,6 289.218

VIII 570.735 45,9 41.716 41,0 612.451

IX 220.731 17,8 7.020 6,9 227.751

X 89.752 7,2 7.679 7,6 97.431

XI - - 2 0,0 2

XII - - - - -

TOTAL 1.243.293 100,0 101,700 100,0 1.344.993

REGIÓN SUPERFICIE DE PLANTACIONES (ha)

CONAF et al., 1999 INFOR, 1998

I 26.975 24.535

II 3.411 655

III - 1.765

IV 35.774* 56.274

V 65.013 55.798

RM 4.884 13.093

VI 100.744 87.802

VII 413.336 363.837

VIII 939.420 747.443

IX 359.906 327.820

X 196.357 178.471

XI 7.109 24.363

XII 10 69

TOTAL 2.152.938 1.881.925

Fuente: Elaboración propia a partir de CONAF et al. (1999) e INFOR (1998)

Cuadro 3.8Tasas de plantaciónentre 1980 y 1997

El Cuadro 3.10 y la Figura 3.4 presentan la tasade plantación promedio en los periodos 1980-1984,1985-1989, 1990-1994 y 1995-1997. De ellos sedesprende que en el período de 1990 a 1994, seregistra la tasa promedio más alta de plantaciones anivel nacional, con una superficie promedio de115.318 ha plantadas al año. Para Pino radiata la tasade plantación entre 1990 y 1994, coincide aproxima-damente con la tasa plantada entre 1980 y 1984.

Uno de los aspectos más relevantes para elperiodo 1990-1994, es el fuerte incremento que seprodujo en la superficie plantada con otras especies,el cual podría explicarse en gran parte por elaumento de las plantaciones de Eucalipto duranteesos años (Figura 3.4).

Históricamente, los años que presentan las ma-yores tasas de plantación con Pino radiata son:1981 (88.529 ha),1992 (81.868 ha) y 1985 (80.630ha). A su vez, con una superficie total plantadade 53.293 ha, el año 1993 ostenta la más altatasa de plantaciones con otras especies. En elperíodo 1994-1997 se produce una disminución de latasa de plantación, la cual se puede atribuir al términode las bonificaciones a las plantaciones en 1994 por

Superficie de plantaciones forestales por región. Año 1997* (Incluye plantación de arbustos)

Cuadro 3.7

Superficie de

plantaciones de

Pinus radiata y

Eucalyptus por

región.

Año 1990.

(No incluye 115.537 hade otras especies paralas cuales no existeinformación de ladistribución por región).

Fuente: Elaboración propiaa partir de INFOR - CORFO(1991).

Page 150: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

140

Fuente: Elaboracionpropia a partir deINFOR-CORFO, (1998)..

REGIÓN PINUS RADIATA EUCALYPTUS OTRAS ESPECIES TOTAL

ha % ha % ha % ha %

I - - 196 0,1 24.339 16,8 24.535 1,3

II - - 1 0,0 654 0,5 655 0,0

III 1 0,0 849 0,3 915 0,6 1.765 0,1

IV (1) 655 0,0 2.169 0,7 53.450 36,9 56.274 3,0

V 14.829 1,0 35.963 11,3 5.006 3,5 55.798 3,0

RM 1.001 0,1 10.360 3,3 1.732 1,2 13.093 0,7

VI 62.281 4,4 23.118 7,3 2.403 1,7 87.802 4,7

VII 342.696 24,1 16.614 5,2 4.527 3,1 363.837 19,3

VIII 626.567 44,1 112.851 35,6 8.025 5,5 747.443 39,7

IX 247.362 17,4 70.274 22,2 10.183 7,0 327.819 17,4

X 124.623 8,8 44.816 14,1 9.033 6,2 178.472 9,5

XI - - - - 24.363 16,8 24.363 1,3

XII - - - - 69 0,0 69 0,0

TOTAL 1.420.015 100 317.212 100 144.698 100 1.881.925 100,0

Cuadro 3.10

Superficie promedio de

la tasa de plantación

por período y por

especie a 1997.

AÑO PINO RADIATA (ha/año) OTRAS ESPECIES (ha/año) TOTAL (ha/año)

1980-1984 70.224 10.859 81.083

1985-1989 63.700 13.812 77.513

1990-1994 70.613 44.705 115.318

1995-1997 57.345 28.633 85.978

el Decreto Ley 701, al cumplirse el plazo de 20 añosde vigencia de dicho decreto, sin que se hubieranrenovado tales incentivos.

Tasas de forestación y reforestación(1990 y 1998)

El Cuadro 3.11 presenta las tasas de forestacióny reforestación para el período 1994-1998 a nivelnacional (la fuente consultada no cuenta coninformación detallada antes de 1994). Se observaque la tasa de forestación ha ido en descenso, adiferencia de la tasa de reforestación, la que hamostrado oscilación durante esos años. Desde1994 a 1998 la tasa de forestación disminuyó amenos de la mitad; es decir, de 77,5 mil hectáreasque se plantaban anualmente en 1994 en el paísla cifra bajó a 35,6 mil hectáreas en 1998. Respec-

to a la tasa de reforestación, durante 1994-1997no mostró grandes diferencias, sin embargo, en elúltimo año se registró un ascenso de aproximada-mente un 57 por ciento respecto a 1994.

Comparación de las superficies de bosquesnativos y plantaciones

El Cuadro 3.12 presenta la superficie de plan-tación y bosque nativo estimada para los distintasregiones del país con el fin de analizar la impor-tancia relativa de estos recursos forestales respectode la superficie total de cada región. En dichocuadro se aprecia que en la VII y VIII regiones, lasplantaciones ocupan una proporción mayor de lasuperficie regional que la que cubren los bosquesnaturales. Al contrario de estas regiones, desde laIX a la XII la superficie de bosque nativo es notoria-

Cuadro 3.9Superficie deplantacionessegún especiepor región.Año 1997.

(1)Incluye plantaciónde arbustos

Fuente: Elaboración propia a partir de INFOR-CORFO (1998).Incluye forestación y reforestación de plantaciones cosechadas.

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Bosques

141

3

Cuadro 3.11T

Tasa anual de forestación

y reforestación nacional.

Años 1994 a 1998.(1): Corresponde a plantacionesde Pino radiata,Eucalipto y otras especies.Fuente: Elaboración propia a partirde INFOR-CORFO (1995; 1996;1997; 1998; 1999).

mente superior con relación a las de plantaciones.En una situación intermedia se encuentra la VIRegión, donde ambos tipos de cubierta forestalabarcan extensiones similares (CONAF et al., 1999b).

3.2 CAUSAS SOCIOECONÓMICASDETERMINANTES DEL ESTADODEL BOSQUE NATIVO

3.2.1Consumo de madera para leña,astillas y otros productos(períodos 1985-1990 y 1991-1995)

La Figura 3.5 representa la evolución del con-sumo industrial de maderas de especies nativaspara el período 1985 a 1995. En un informeelaborado por la Universidad Austral de Chile alBanco Central (Lara et al., 1995) se estimó elconsumo de leña e industrial (astillas y otros

productos) de madera nativa por Región y por añoentre 1985-1995. Esta estimación se basó en lasestadísticas entregadas por el Instituto Forestal ala Unidad de Cuentas Ambientales del BancoCentral, para algunos de los años dentro delperíodo. Además, se hicieron modificaciones aalgunas de las cifras entregadas por INFOR-COR-FO, puesto que se consideraron sobrestimadas osubestimadas. Cabe también mencionar, que lasestadísticas del INFOR no contaban con informa-ción sobre el consumo de astillas de especiesnativas, puesto que éstas no lo distinguen entreespecies exóticas y nativas.

En la Figura 3.5 se aprecia un crecimientosostenido del consumo industrial mayoritariamen-te para la producción de astillas (en 1997, un 67,7por ciento del consumo de madera en pie deespecies nativas correspondió a astillas) (INFOR-CORFO 1998). Dicho crecimiento ocurre especial-mente a partir de 1988, cuando el consumo queera casi 0,9 millones alcanza a más de 4 millones

Figura 3.4

Variación de la tasa

promedio periódica de

plantación de Pino

radiata y otras especies

entre 1980 y 1997.

Fuente: Elaboración propia

a partir de

INFOR-CORFO (1998).

AÑO FORESTACIÓN (1) REFORESTACIÓN (1) TOTAL

(ha) (ha) (ha)

1994 77.503 32.383 109.885

1995 60.266 39.591 99.857

1996 42.460 36.133 78.593

1997 44.337 35.148 79.484

1998 35.600 50.979 86.579

PROMEDIO 52.033 38.847 90.880

Page 152: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

142

Fuente: Elaboración propia apartir de CONAF et al. (1999)..

Cuadro 3.12

Participación regional

de la superficie de

bosque nativo y

plantación.

Año 1997(1): Incluye plantaciónde arbustos

Región BOSQUE NATIVO PLANTACIÓN SUPERFICIE TOTAL

superficie (ha) % de la Región superficie (ha) % de la Región DE LA REGION (ha)

I 7.300 0,1 26.975 0,5 5.966.776

II - - 3.411 0,0 12.722.188

III - - - - 7.614.924

IV (1) 1.610 0,0 35.774 0,9 4.068.730

V 95.313 5,9 65.013 4,1 1.603.145

RM 93.454 6,0 4.884 0,3 1.550.658

VI 118.013 7,2 100.744 6,2 1.633.625

VII 370.330 12,2 413.336 13,6 3.035.593

VIII 786.208 21,2 939.420 25,3 3.708.665

IX 908.501 28,5 359.906 11,3 3.182.732

X 3.608.873 54,0 196.357 2,9 6.680.893

XI 4.815.532 45,0 7.109 0,1 10.698.183

XII 2.625.469 19,9 10 0,0 13.196.449

TOTAL 13.430.602 17,8 2.152.938 2,8 75.662.561

de metros cúbicos en 1995, debido al aumento dela producción de astillas para la exportación.

De una manera similar, en la Figura 3.6 semuestra que el consumo de leña de especiesnativas también ha experimentado un incrementoconstante entre 1985 y 1995, al aumentar desde4,9 millones hasta casi 8 millones de metroscúbicos aproximadamente (Lara et al., 1995).

Entre 1992 y 1996 el INFOR estimó un consumototal (nativas y exóticas) de leña que varió desde 9a 10,4 millones de metros cúbicos anuales (INFOR-CORFO, 1998). En dicho período, el incremento

medio anual del consumo fue de 1,94 millones demetros cúbicos, el cual es superior a lo estimado porLara et al. (1995) para un período similar desde 1992a 1995 con 1,5 millones de metros cúbicos. Si a lolargo del período mencionado, a la cifra total esti-mada por INFOR se le calcula el porcentaje corres-pondiente a sólo especies nativas (61 por ciento deltotal según INFOR-CORFO, 1998), se obtienen valo-res inferiores a los determinados por Lara et al.(1995) durante el mencionado período. Lo importan-te de destacar, es que ambas fuentes muestran unatendencia de un aumento sostenido del consumo deleña proveniente de maderas nativas, siendo dichoincremento mayor en el caso de las estimaciones delINFOR.

Figura 3.5

Evolución del consumo

industrial de madera de

especies nativas entre

1985 y 1995.

Fuente: Lara et. al. (1995)

Page 153: Informe Pa s

Bosques

143

3

Cuadro 3.13

Fuente: Lara et. al. (1995)

Consumo Industrial y

de leña de especies nativas

por año para el período 1985 - 1995

Fuente: Elaborado a partir de información obtenida por Lara et al. (1995).

Figura 3.6

Evolución del consumo

de leña de especies

nativas entre 1985 y

1995

En el Cuadro 3.13 también se resumen elconsumo anual de madera de especies nativas deuso industrial y de leña entre 1985 y 1995, donde,además, se presentan los porcentajes de participa-ción de cada uno de estos consumos por año.Durante el período indicado, se puede notar unmayor aumento en la participación del consumoindustrial respecto al consumo por leña, con 14 y86 por ciento en 1985 y con 36 y 65 por cientoen 1995, respectivamente. Este aumento de laimportancia relativa del consumo industrial demadera se debe a la incorporación del bosquenativo a la producción a partir de 1988. Sinembargo, en todo el período estudiado el consumode leña es superior al consumo industrial.

3.2.2 Evolución de lasexportaciones de productosde bosque nativo, períodos1985-1990 y 1991-1997

La Figura 3.7 muestra la evolución de lasexportaciones de astillas sin corteza de especiesnativas durante el período 1988-1997. Entre1985-1990 se produce un incremento sostenidode las exportaciones de astillas proveniente debosque nativo, producto de la creciente deman-da por astillas de fibra corta, que comenzó enesa época. En los primeros años del período1991-1997, continúa el incremento sostenido de

AÑO Consumo industrial Consumo leña Consumo total

miles de m3 % del consumo total miles de m3 % del consumo total miles de m3

1985 789.380 13,9 4.880.735 86,1 5.670.115

1986 735.319 12,6 5.086.936 87,4 5.822.255

1987 972.081 15,5 5.311.205 84,5 6.283.286

1988 865.423 13,6 5.500.222 86,4 6.365.645

1989 1.762.099 24,1 5.535.691 75,9 7.297.790

1990 2.280.688 27,8 5.937.894 72,2 8.218.582

1991 2.848.540 30,3 6.555.761 69,7 9.404.301

1992 2.572.349 26,2 7.231.927 73,8 9.804.276

1993 3.419.878 31,5 7.445.898 68,5 10.865.776

1994 3.992.922 34,2 7.689.888 65,8 11.682.810

1995 4.381.049 35,5 7.956.197 64,5 12.337.246

Page 154: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

144

Figura 3.7

Evolución de las

exportaciones de astillas

sin corteza de especies

nativas.

las exportaciones hasta el año 1992, luego del cual lademanda por astillas se estabilizó en un monto entre1,5 y 2 millones, con un máximo de 2,5 millones detoneladas aproximadamente en 1995. En el primerperíodo descrito, la exportación promedio alcanzó a659 mil toneladas anuales; sin embargo, en elsegundo período la demanda aumentó en promedioa 2,1 millones de toneladas anuales. Por consiguien-te, ocurrió un aumento de un 200 por ciento aproxi-madamente en la demanda promedio en el períodode 1991–1997 comparado con 1985–1990.

3.2.3. Los bosques nativos de áreasprotegidas del Estado.

En la actualidad no existe un registro exacto dela propiedad de los bosques pertenecientes alEstado, lo que impide conocer en forma precisa lasuperficie de bosque nativo en áreas fiscales. Porlo tanto, este análisis se referirá sólo a la superficiede bosque nativo estatal, la que está representadapor el área boscosa perteneciente al Sistema Na-cional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado(SNASPE) determinada por CONAF et al. (1999b).Esta superficie (3,9 millones de ha) se presenta enel Cuadro 3.14 y se observa que sólo el 29 porciento de la superficie total de bosque nativo seencuentra protegida en el SNASPE, ya sea enParques Nacionales, Reservas Nacionales y Monu-mentos Naturales.

A nivel nacional, entre la X y XII Región seconcentra el 93,4 por ciento de la superficie debosque nativo dentro del SNASPE (Cuadro 3.14 yFigura 3.8), donde destaca la XI Región al poseermás de la mitad de los bosques protegidos del país.Cada una de las regiones comprendidas entre la Iy la VIII (incluida la Región Metropolitana) con-tienen menos del 1 por ciento de la superficie totaldel Estado.

Por otra parte, la Región de Aysén y Magalla-nes son las que presentan la mayor parte de sus

superficies regionales de bosque nativo dentro delSNASPE, con un 43 por ciento cada una de ellas.A diferencia de estas regiones, la VI, VII y VIIIregiones poseen áreas fiscales protegidas extrema-damente bajas con 0,7; 1,5 y 3,2 por cientorespectivamente (Cuadro 3.14).

Con relación a los tipos forestales en áreasprotegidas de propiedad del Estado, en el Cuadro3.15 y la Figura 3.9 se indican estas superficiespertenecientes al SNASPE. Llama la atención el tipoforestal Ciprés de las Guaitecas donde un 69,9 porciento de su superficie nacional está protegida. Enel caso de Coihue de Magallanes y Araucaria un50,5 por ciento y un 47 por ciento de la superficietotal pertenece al Estado respectivamente. Los tiposforestales con menor área protegida corresponden aRoble-Hualo, con 0,5 por ciento; Esclerófilo, con 2por ciento; Roble-Raulí-Coihue con 2,8 por cientoy Ciprés de la Cordillera, con 6,4 por ciento.

3.2.4. Tasa de destrucción ydeterioro del bosque nativopara 1985-1990 y 1991-1994

Para analizar las tasas de destrucción y dete-rioro del bosque nativo se usó el informe elabo-rado por la Universidad Austral de Chile para elBanco Central en 1995 (Lara et al., 1995) y elestudio realizado por CONAF (Emanuelli, 1996).

Causas de destrucción y deterioro delbosque nativo entre los períodos1985-1990 y 1991-1994

La Figura 3.10 muestra la importancia relativade las diferentes acciones que implican la destruc-ción del bosque nativo y por lo tanto la reducciónde su superficie (sustitución por plantaciones,habilitación agropecuaria e incendios) para elperíodo 1991-1994, estimada según un estudiorealizado por la Universidad Austral de Chile (Lara

Fuente: INFOR-CORFO

(1998)

Page 155: Informe Pa s

Bosques

145

3

et al., 1995) y otro efectuado por CONAF (Ema-nuelli, 1996). Dicha Figura también muestra laimportancia de las acciones que no implican unareducción de la superficie del bosque nativo, sinoque su deterioro o degradación mediante floreo o,por el contrario, la mantención o mejoramiento desu calidad mediante manejo.

Al comparar la importancia relativa asignada alas diferentes acciones, ambos estudios coinciden enque las principales acciones sobre el bosque nativocorresponden a aquellas que implican su destruccióno deterioro (entre un 77 y un 97 por ciento del total),

REGIÓN SUPERFICIE BOSQUE NATIVO (miles de ha) BOSQUES PROTEGIDOS BOSQUES PROTEGIDOSTOTAL PAÍS DENTRO DEL SNASPE DEL PAÍS (%) EN LA REGIÓN (%)

V 95,3 3,5 0,1 3,7

RM 93,5 3,3 0,1 3,6

VI 118,0 0,8 0,0 0,7

VII 370,3 5,5 0,1 1,5

VIII 786,2 25,4 0,7 3,2

IX 908,5 216,8 5,6 23,9

X 3.608,9 417,6 10,7 11,6

XI 4.815,5 2.091,4 53,6 43,4

TOTAL 13.421,7 3.900,8 100 29,1

Nota: En la Región del Maule aumentó la superficie en SNASPE, debido a la creación de áreas protegidas con posterioridad a la ejecución del Proyecto Catastro y, por lo tanto,no registrado por CONAF et al. (1999) Srs. Alexis Villa y Patricio Olivares, CONAF VII Región. Comunicación personal.Fuente: CONAF et al.(1999).

Cuadro 3.14

siendo minoritaria la superficie que corresponde amanejo (Figura 3.10). Sin embargo, la estimación dela superficie intervenida anualmente en promediodifiere en forma importante entre ambas fuentes.Lara et al. (1995) estimaron dicha superficie en133.314 ha anuales, mientras que Emanuelli (1996)la estimó en 46.063 ha anuales. Estas diferencias seproducen principalmente debido a que en el primerestudio se estimó menores volúmenes promedio deextracción por hectárea, de tal manera que el abas-tecimiento de un determinado volumen total parauso industrial o leña, requería de una mayor super-ficie intervenida.

(1) Srs. Alexis Villa y Patricio Olivares, CONAF VII Región. Comunicación personal. En la Región del Maule aumentó la superficie en SNASPE, debido a la creaciónde áreas protegidas con posterioridad a la ejecución del Proyecto Catastro y, por lo tanto, no registrado por CONAF et. al. (1999).Fuente: CONAF et.al. (1999)

Figura 3.8

Distribución regional de

bosque nativo total y

protegido en SNASPE

Superficie y porcentaje de bosque nativoprotegido en SNASPE Regiones V a la XI.Año 1997

Page 156: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

146

Figura 3.9

Superficie de bosque nativo

por tipo forestal protegido en

SNASPE y total, año 1997.

Fuente: CONAF et al (1999)

Al analizar cada una de las acciones sobre elbosque nativo, vemos que ambos estudios coinci-den en señalar a la sustitución como la principalcausa de destrucción y disminución de la superfi-cie del bosque nativo. Lara et al. (1995) estimaronque ésta representa un 19 por ciento de la super-ficie total intervenida en promedio anualmente,mientras que Emanuelli (1996) estimó este porcen-taje en un 30 por ciento (Figura 3.10). Las otrascausas de destrucción del bosque nativo son lahabilitación agropecuaria y los incendios, los querepresentan un 15 y un 3 por ciento respectiva-mente de la superficie intervenida (Lara et al.,1995). Emanuelli (1996) estima que la importanciarelativa de estas intervenciones es de un 10 y un3 por ciento cada una. Sumadas las tres accionesque implican reducción de superficie de bosquenativo, en el caso del estudio de Emanuelli (1996),estas representan el mayor porcentaje de la super-

ficie intervenida anualmente con un 43 por cientodel total. El estudio de Lara et al. (1995) estimaeste porcentaje de superficie destruida respecto deltotal en un 37 por ciento.

En cuanto a las acciones que no involucranvariación en la superficie, la Figura 3.10 muestraque según el estudio de Lara et al. (1995), el floreorepresenta la principal acción sobre el bosquenativo, con un 60 por ciento de la superficie totalintervenida en promedio entre 1991 y 1994, cifraque es estimada por Emanuelli (1996) en un 34 porciento. Respecto a la superficie de manejo debosque nativo, el estudio de Emanuelli estima enun 23 por ciento, lo que difiere del estudio de Laraet al. (1995) que estima en solamente un 3 porciento. Estas diferencias se pueden explicar debidoa una definición más amplia en el primer estudioque consideró aquella superficie en que las inter-

Figura 3.10

Superficie promediode bosque nativointervenida anualmenteentre 1991-1994,según Lara et. al (1995)y Emanuelli (1996).

Sup

erfic

ie (

Mile

s de

ha)

CIPRES DE LA CORDILLERA

TOTAL BOSQUE NATIVOBOSQUE NATIVO PROTEGIDO

4.5004.0003.5003.000

2.000

0

1.000500

2.500

ALERCE

CIPRES DE LAS GUAITECAS

ARAUCARIA

LENGA

COIGUE DE M

AGALLANES

ROBLE-HUALO

ROBLE-RAULI-C

OIHUE

COIHUE-RAULI-T

EPA

1.500

ESCLEROFILA

SIEMPRE VERDE

Page 157: Informe Pa s

Bosques

147

3

Fuente: Elaboración propiaa partir de informepresentado por UACH alBanco Central en 1995 yestimaciones realizadas porE. Emanuelli (CONAF) en 1996.

TIPO FORESTAL SUPERFICIE (Miles Ha) SUPERFICIETOTAL BOSQUE NATIVO B. NATIVO PROTEGIDO PROTEGIDA (%)

Alerce 263 46,2 17,6

Ciprés de las Guaitecas 970 678,4 69,9

Araucaria 261 122,7 47,0Ciprés de la Cordillera 45 2,9 6,4

Lenga 3.392 561,1 16,5

Coihue de Magallanes 1.793 906,1 50,5Roble - Hualo 188 0,9 0,5

Roble - Raulí - Coihue 1.461 40,8 2,8

Coihue - Raulí - Tepa 564 95,1 16,9Esclerófilo 345 6,8 2,0

Siempreverde 4.149 1.425,0 34,3

TOTAL 13.430,6 3.885,9 28,9

Cuadro 3.15

Superficie de bosque nativo

protegida por tipo forestal.

Año 1997.

Fuente: CONAF et al.(1999).

venciones se efectuaban de acuerdo al plan demanejo aprobado por CONAF. En la segunda fuente,se usó una definición de acuerdo a estándarestécnicos más exigentes, que incluye solamente lassuperficies intervenidas en las cuales se ejecutanadecuadamente ciertos tratamientos silvícolas.

No obstante estas diferencias, ambos estudiosmuestran a la sustitución como la principal causade reducción de la superficie de bosque nativo.Ante esta realidad, vale la pena mencionar que laley de fomento a la forestación (Decreto-ley 701)promulgada en 1974, si bien tiene un efectopositivo sobre el establecimiento de las plantacio-nes, también actúa negativamente frente a losbosques nativos al fomentar la sustitución. Estedoble estándar de la ley ha generado confusionesde interpretación, lo que ha se traducido en laeliminación de grandes extensiones de bosquesnaturales por plantaciones de especies exóticas.

Variación de las tasas de destrucción ydeterioro del bosque nativo entre los pe-ríodos 1985-1990 y 1991-1994

En el Cuadro 3.16 se presentan los promediosde las superficies intervenidas anualmente en losperíodos 1985-1990 y 1991-1994 según las fuentesreferidas. Para el primer período, Lara et al. (1995)estimaron una tasa de intervención de 93.948 haanuales, que aumentaron a 133.314 ha anuales enel segundo período, lo que equivale a un incrementode un 41,9 por ciento. El estudio de Emanuelli(1996) determina superficies menores deintervención de 33.332 y 46.063 ha anuales paralos períodos indicados, lo que, sin embargo, otorgaun incremento de un 38,2 por ciento, similar alestimado por la otra fuente.

La acción sobre el bosque nativo que presentaun mayor incremento es el manejo, con una

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variación de 124,6 y 67 por ciento entre períodos,según ambas fuentes, respectivamente (Cuadro3.16). La única acción que ha disminuido susuperficie son los incendios, lo que se debe prin-cipalmente a la variabilidad interanual de lascondiciones climáticas que favorecen la ocurrenciade incendios. Según el estudio de Lara et al.(1995), la tasa de aumento del floreo, sustitucióny habilitación ha sido similar oscilando entre un55,9 y un 56,7 por ciento entre ambos períodos.De acuerdo con el estudio de Emanuelli (1996), elprincipal aumento de las acciones destructivas delbosque ha correspondido a la habilitación deterrenos con un 117,4 por ciento.

A manera de referencia y a fin de aclarar lasdiferencias respecto a la evaluación de la superficie

de bosque nativo intervenida anualmente, es con-veniente citar el estudio ambiental efectuado porOrmazábal (1992) dentro del Plan de Acción Fores-tal (PAF-Chile). Dicho estudio estimó, a partir deencuestas a expertos y a estadísticas de incendiosde CONAF, una disminución de superficie de bosquenativo de 13.202 ha anuales por sustitución porplantaciones y habilitación agropecuaria, 108.647ha anuales de disminución de calidad y capacidadproductiva de bosques (principalmente floreo) yentre 2.000 a 5.700 ha anuales de manejo silvícolaadecuado. Esto da un total desde 123.849 a 127.549ha intervenidas anualmente por tales acciones. Lasestimaciones de bosques nativos intervenidos ysuperficie de manejo silvícola adecuado efectuadaspor Ormazábal (1992) son similares a aquellasefectuadas por Lara et al. (1995). Estos últimos

UACH (Lara et al.,1995) CONAF(Emanuelli, 1996)

tipo de 1985-1990 1991-1994 Variación 1985-1990 1991-1994 Variaciónintervención (ha/año) (ha/año) entre periodos (%) (ha/año) (ha/año) entre periodos (%)

Sustitución 16.724 26.134 56,3 11.470 17.797 55,2

Habilitación 13.540 21.105 55,9 2.757 5.992 117,4

Incendio 11.071 3.633 - 67,2 4.618 1.718 - 62,8

Floreo 52.613 82.441 56,7 14.487 20.556 41,9

Manejo 1.649 3.703 124,6 8.405 14.105 67,8

Total 93.948 133.314 41,9 33.332 46.063 38,2

Fuente: Elaboración propia a partir del informe presentado por UACH al Banco Central (Lara et al., 1995)y estimaciones realizadas por CONAF (Emanuelli,1996).

Cuadro 3.16 Superficie promedio de bosque nativo intervenida anualmente por periodo según tipo de intervención y estudio.

Figura 3.11

Distribuciónporcentual deformacionesvegetales afectadaspor incendio.

Fuente: Elaboración propiaa partir del Sistema deestadíasticas de CONAF.

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3

PERIODO SUPERFICIE (ha)

80 - 81 3.098

81 - 82 5.241

82 - 83 13.166

83 - 84 16.092

84 - 85 8.684

85 - 86 12.409

86 - 87 29.142

87 - 88 19.516

88 - 89 24.160

89 - 90 4.907

90 - 91 7.677

91 - 92 1.941

92 - 93 5.913

93 - 94 11.520

94 - 95 2.351

95 - 96 12.583

96 - 97 5.555

97 - 98 61.181

98 - 99 14.413

TOTAL 259.549

PROMEDIO 13.660

Cuadro 3.17.

Superficie de bosque

nativo afectada por

incendio durante

1980-1999.

Fuente: Sistema deestadísticas de CONAF.

autores estimaron para el período 1991-1994, unaintervención de 133.314 ha anuales, de las cuales3.703 ha correspondían a manejo adecuado.

Existe otro estudio que registra estimacionesmás bajas de sustitución con 131.787,4 ha entre1960 y 1990 (Unda y Ravera, 1994). Si se deter-mina la superficie promedio anual destruida, seobtendría una cifra muy pequeña que no reflejaríala tendencia real del período, ya que hasta 1974-1975, antes de la aplicación del D. L. 701, las tasasde sustitución fueron muy bajas. Así también, elnivel de detalle de este estudio a partir de mapasa escala 1:500.000 y 1:250.000, dificulta la detec-ción de rodales de menor tamaño.

Incendios forestales

Uno de los agentes ambientales que produce unalto impacto negativo en los ecosistemas forestalesson los incendios. En Chile, es muy significativala destrucción y pérdida de recursos por esteagente y afectan fundamentalmente a formacionesmatorrales (30 por ciento), bosque nativo (26 porciento) y pastizales (26 por ciento) (Figura 3.11).Las plantaciones forestales presentan un porcenta-je de participación menor (13 por ciento).

El Cuadro 3.17 muestra que 13.660 ha/año es lasuperficie promedio anual de bosque nativo destruidaen las dos últimas décadas por incendios; losvalores anuales son muy variables y presentan uncomportamiento muy irregular. Es así como, en lastemporadas 1986-1987, 1988-1989, la superficie dedestrucción de bosque nativo por incendios superó

las 20.000 ha anuales, alcanzando el máximo enla temporada 1997–1998 con 61.181 (Cuadro 3.17y Figura 3.12).

La fluctuación anual de la superficie de bosquenativo destruida por incendios está dada por la

Figura 3.12

Variación de superficie

afectada por incendio.

Período 1980 - 1998.

Fuente: Elaboración propiaa partir del Sistema deestadísticas de CONAF.

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Fuente: Elaboración propiaa partir del Sistema deestadísticas de CONAF.

Figura 3.13

Superficie nacional de

bosque nativo afectada por

incendio forestales durante

1980-1999

variabilidad climática, que corresponde a veranossecos originados por eventos de “El Niño” (Laraet al., en revisión).

La destrucción de bosque nativo por incen-dios muestra una tendencia a incrementarse en eltiempo (Figura 3.13). Esta situación es muy crí-tica si consideramos que casi la totalidad de losincendios en Chile son originados por el hombre.Entre las principales causas de incendios foresta-les pueden mencionarse los incendios intencio-nales (28 por ciento), transporte (29 por ciento)y causas no identificadas (13 por ciento), las queen conjunto alcanzan a un 70 por ciento. Esimportante reiterar que lo antes planteado deter-mina que en los veranos secos existe la potencia-lidad para que se destruyan extensas superficiesde bosques nativos, que según se ha señaladomuestra una tendencia al aumento.

Un factor adicional que aumenta la grave-dad del problema de destrucción del bosque

Figura 3.14

Distribución porcentualde formacionesvegetales afectadaspor incendio en laX Región.

Fuente: Elaboración propiaa partir del Sistemade estadísticas de CONAF.

nativo por incendios, es su gran variabilidadgeográfica en las diferentes regiones. Así porejemplo, un análisis efectuado en la X Regiónmuestra que las comunas perdieron 86.532 hade sus bosques nativos debido a incendios parael periodo 1978–1998.

En esta Región, se mantiene la tendencia nacio-nal de la distribución porcentual que tienen losincendios sobre la superficie del recurso vegetacio-nal (Figura 3.14). A diferencia de los porcentajesnacionales, la participación relativa de los agentescausales de la X Región, se distribuye en losincendios intencionales con un 29 por ciento,seguido de las actividades forestales con un 26 porciento y finalmente la agricultura con un 16 porciento (Figura 3.15).

Otro aspecto que agrava el problema es lagran incidencia de los incendios en determinadosTipos Forestales. Por ejemplo, en la temporada1987–1988, en la comuna de Fresia, un 81,6 por

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Figura 3.15

Causas de origen deincendios forestalesen la X Región

Fuente: Elaboración propiaa partir del Sistema deestadísticas de CONAF.

ciento de la superficie total de bosque nativodestruido por incendios corresponde a bosques dealerce, con 8.160 ha quemadas de este tipoforestal (CONAF, 1998).

3.2.5. Comparación de la situaciónde bosque nativo a 1994 y a1998 según el Monitoreodel Catastro para las regionesVIII y X

Durante el año 1999, CONAF ha entregado losresultados del Monitoreo de cambios de los recur-sos vegetacionales en la Región del Bío-Bío y áreanorte de la Región de Los Lagos (CONAF et al.,1999b).

En el caso de la VIII Región, se usaronfotografías aéreas a color a escala 1: 115.000tomadas el año 1998, las que se compararon conlos mapas elaborados por el proyecto Catastro,sobre la base de fotografías tomadasmayoritariamente en 1994. Los resultados de esteestudio estiman que el bosque nativo tuvo unadisminución neta de 9.353 en cuatro años, siendola estructura de renoval denso la más afectada.Una extensión de 7.571 ha de bosque nativo fueronsustituidas por plantaciones y la superficie restantefue reemplazada por praderas, matorrales y usoagrícola.

Respecto a la X Región, se emplearon imágenessatelitales Landsat TM de marzo 1997 y febrero 1998,que cubrieron las Provincias de Valdivia, Osorno ycasi la totalidad de la Provincia de Llanquihue. Elbosque nativo tuvo una disminución neta de 18.100

ha, que afectaron fundamentalmente la estructura debosque adulto en 4.819 ha y renoval con 11.433 ha.La principal causa de destrucción detectada es lasustitución por plantaciones con una superficie de6.678 ha que equivale al 37 por ciento de la superficietotal destruida. Otras causas de destrucción son latransformación en praderas y matorrales con 5.975 ha(33 por ciento de la superficie total destruida) eincendios (clasificado como desiertos) con 3.375 ha(18,7 por ciento de la superficie total destruida).

Finalmente, cabe señalar que la metodologíautilizada en este estudio no permitió detectarcambios referidos al deterioro y degradación delbosque por floreo, que requieren de un mayornivel de detalle y según se ha mostrado es una delas principales alteraciones del bosque nativo. Lasuperficie afectada por incendios estimada por esteestudio (3.375 ha), corresponde solamente a un 7,5por ciento de las 44.972 ha de bosque nativoincendiadas en la X Región en el período 1994-1998 registradas en las estadísticas de CONAF. Sibien el Monitoreo se efectuó sólo en la parte nortede la X Región, esta diferencia indicaría probable-mente una fuerte subestimación de los resultadosobtenidos por este estudio.

3.3 LA ESTRUCTURA JURÍDICAE INSTITUCIONAL

3.3.1 Política Forestal

Durante el gobierno militar, a partir de 1974 seimplementó una política forestal en la cual sedisminuyó progresivamente hasta eliminar la inje-rencia del Estado en la producción forestal. Su

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accionar se fue restringiendo al control de lalegislación, fomento de las actividades desarrolla-das por el sector privado y la administración de losparques nacionales, reservas nacionales y otrosterrenos pertenecientes al Sistema Nacional de ÁreasSilvestres Protegidas del Estado (SNASPE) (Lara yVeblen, 1993). Así, las actividades productivas talescomo el establecimiento y manejo de plantaciones,la producción industrial en aserraderos, plantas decelulosa y las exportaciones forestales que desarro-llaba el Estado hasta 1974, fueron transferidas adistinto ritmo al sector privado.

Uno de los instrumentos más significativos paraimplementar la política de expansión de las plan-taciones en este período fue el Decreto Ley 701promulgado en 1974 y modificado en 1979 comoel D.L. 2565. Dicho Decreto Ley bonificaba en un75 por ciento los costos de plantación, cifra queaumentó a un 90 por ciento en algunos períodos.Además, se establecieron subsidios a las podas,gastos de administración, y en algunos años raleode las plantaciones, así como exenciones tributariaspara las plantaciones acogidas al D.L. 701. Entre1974 y 1978 el Estado a través de CONAF participóactivamente en el establecimiento de plantaciones,aportando desde un 62,6 por ciento a un 31,6 porciento del total en dicho período (INFOR-CORFO,1991). En 1979 CONAF plantó menos de un 1 porciento, participación que aumentó nuevamente aentre un 40,0 y 33,5 por ciento entre 1983 a 1985como parte de un programa de reducción de lacesantía (INFOR-CORFO, 1991).

Otras formas en las cuales el gobierno apoyó laactividad privada en el sector forestal fueron lassiguientes: autorización desde 1975 a exportarproductos en cualquier estado de elaboración, cam-bios en la legislación forestal que permitieron elestablecimiento del sistema de contratistas y lareducción de los costos del empleo, transferencia delos grandes complejos industriales (por ejemploCelulosa Arauco y Celulosa Constitución), plantaciónde CONAF en terrenos privados, apoyo a la promociónde exportaciones y financiamiento de la investiga-ción y capacitación (Lara, 1985; Contreras, 1989).

Otros logros importantes durante este períodofueron los siguientes: el aumento de la inversión enel sector forestal, la promulgación del D.S. 259 queestablecía los sistemas silviculturales y restriccionesde uso para los diferentes tipos forestales nativos,el desarrollo de un programa bien organizado decontrol de incendios, desarrollo de un sistema deáreas silvestres protegidas del Estado (SNASPE) bienestablecido. Este desarrollo incluyó la implementa-ción del manejo de diversos parques nacionales y

la recuperación de poblaciones de especies de faunaen peligro (por ejemplo: vicuña (Vicugna vicugna),chinchilla (Chinchilla lanigera, C. brevicaudata)) yel establecimiento de la prohibición de corta alalerce y la araucaria.

En resumen, durante este período las políticaseconómicas y forestales basadas en una filosofía delibre mercado, contradictoriamente proporcionaronun fuerte apoyo estatal a las grandes empresasforestales. Esto ocurrió a través de subsidios a laforestación, exenciones tributarias, transferencia deindustrias, bosques y tierras, leyes laborales favo-rables a la empresa, y liberalización de las expor-taciones. Esta política fue efectiva en la expansiónde las plantaciones forestales, en el aumentosignificativo de la producción y las exportacionesy en hacer de la actividad forestal un negociorentable para las grandes empresas forestales. Losrecursos desarrollados durante décadas con unaparticipación mayoritariamente estatal (por ejemploindustrias, plantaciones, experiencia, conocimien-to, etc.) fueron una base fundamental e imprescin-dible para el crecimiento del sector forestalprivado a partir de 1974.

En contraste con estos logros, la política forestalimplementada desde 1974 ha sido limitada en sucapacidad para incrementar el empleo, el que sóloaumentó en un 30 por ciento entre 1966-68 y 1988,mientras que las exportaciones aumentaron en casitreinta veces en igual período. Esta política produjouna fuerte concentración económica en el sectorforestal, limitando la competencia y una distribu-ción más equitativa de los recursos. Por ejemplo en1989 se estimaba que cuatro grupos económicoseran dueños del 40 por ciento de las plantacionesy concentraban el 70 por ciento de las exportacio-nes forestales (Contreras,1989).

Entre las medidas importantes implementadaspor el Primer Gobierno de la Concertación en elSector Forestal pueden citarse la puesta en marchadel programa de forestación campesina, la formula-ción del Proyecto de Ley sobre Recuperación delBosque Nativo y Fomento Forestal en abril de 1992y la restitución de la protección legal a la araucaria(ver recuadro). Otras medidas implementadas fueronel aumento de los esfuerzos destinados al control dela legislación forestal, incluyendo el establecimientode procedimientos tales como la exigencia de guíasde libre tránsito para el movimiento de productosforestales, destinados a asegurar que estos proveníande predios con planes de manejo aprobados, y eldesarrollo de estadísticas de control. Además, seestablecieron normas de manejo para los bosques

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de Lenga, Renovales del tipo Roble-Raulí-Coihue ySiempreverde, a las cuales podían acogerse lospropietarios. Dichas normas estimularon el manejoadecuado de estos bosques concentrando los esfuer-zos de control en las intervenciones efectuadas enterreno más que en el análisis de documentos.

En el siguiente gobierno de la Concertación nose define una política forestal en forma explícita,aunque el Gobierno ha centrado sus esfuerzos en laaprobación de tres cuerpos legales: la ley 19.651 decontinuidad del D.L. 701 (Ministerio de Agricultura,1998), orientado a promover las plantaciones, pu-blicado en el Diario Oficial en septiembre de 1998;el Proyecto de Ley de Recuperación del BosqueNativo y Fomento Forestal y el Proyecto de Ley deInstitucionalidad Forestal que aún se discute en elSenado. Estos cuerpos legales serán analizados enel punto 3.3.3.

A pesar de no haberse formulado una políticaforestal, la política ambiental definida por CONA-MA y dada a conocer en enero de 1998, hacealgunos aportes interesantes a la definición de unmarco de acción para el sector forestal. Dentro desu diagnóstico, señala las “amenazas al bosquenativo por sobreexplotación y carencia de medidasadecuadas de protección. El crecimiento sin consi-deraciones ambientales de la actividad forestal, laextracción de leña y la fabricación de carbónamenazan la sustentabilidad del recurso y la diver-sidad biológica” (CONAMA, 1998). En la secciónrelativa a la definición y establecimiento de están-dares y medidas de conservación, señala en cuantoal bosque nativo: “El Gobierno pone énfasis en ladictación de un marco normativo que regule laconservación, uso y manejo sustentable del recursobosque nativo, el fomento de prácticas adecuadasde manejo, y el desarrollo de programas de segui-miento del estado del recurso” CONAMA (1998).Además, incorpora el reforzamiento de la institucio-nalidad forestal, a través de un proyecto de ley cuyosentido sea “fortalecer la capacidad del Gobierno enmaterias como la promoción y fiscalización de unuso sustentable de los recursos forestales”. Dentrode la agenda ambiental del Gobierno, CONAMA(1998) considera el avanzar en la consolidación delSNASPE, y en la definición de la normativa queregirá las Áreas Silvestres Protegidas de PropiedadPrivada. También se incluye dentro de esta agendael establecimiento de “políticas y marcos legalespara el uso sustentable de los recursos naturalesrenovables, en particular el bosque nativo y lapesca”. Otro aspecto de la agenda relevante para elsector forestal, es el considerar la implementaciónde “una política de fomento de certificación

ambiental del sector productivo, en particular aquelorientado a la exportación (CONAMA, 1998).

Ante un diagnóstico que muestra graves proble-mas de destrucción y deterioro de los bosquesnativos, si bien existen serias limitaciones en lasolución de estos problemas debido a la ausencia deuna adecuada política forestal, el Gobierno hadesarrollado una serie de acciones favorables a laconservación de estos recursos. Entre ellas cabedestacar el proyecto “Catastro y Evaluación de losRecursos Vegetacionales Nativos de Chile”, en con-junto con un consorcio de universidades; imple-mentación de un Plan de Manejo en la ReservaForestal Malleco en conjunto con la ONF de Fran-cia; establecimiento del Proyecto Conservación yManejo Sustentable del Bosque Nativo dirigido aCampesinos Forestales con la participación de CO-NAF y con el apoyo del KfW, DED y GTZ deAlemania (ver punto 3.3.4).

Otra iniciativa destacable ha sido el Grupo deTrabajo sobre Manejo Forestal Sustentable, que esuna mesa de diálogo cuya organización está a cargode CONAF y en la que participan los diversosactores vinculados al sector forestal (organizacionesconservacionistas, académicas, empresarios, etc.) yque está orientada a definir los criterios para unmanejo forestal sustentable en el país.

3.3.2 La legislación forestal vigente

Decreto Ley No 701, sobre FomentoForestal

El Decreto Ley No 701, fue promulgado el 15 deoctubre de 1974, modificado. Su objetivo principalera establecer una normativa muy general acerca delas actividades forestales y sobre todo del incentivode la forestación y otras actividades. Este cuerpolegal fue posteriormente modificado por el D.L.2.565 de 1980.

La clasificación de los bosques nativos en docetipos forestales y los métodos de corta o explota-ción aplicables a cada uno de ellos está reguladopor el Decreto Supremo Nº 259 de 1980 quecorresponde al Reglamento del Decreto Ley No 701(Ministerio de Agricultura, 1980). Este Reglamentoen su Artículo 16, obliga a todo propietario queexplote o corte un bosque natural o plantación, areforestar una superficie a lo menos del mismotamaño. La reforestación puede ser mediante rege-neración natural o plantación durante los tres

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años siguientes a la explotación. Además, la leypermite la posibilidad que la reforestación se cum-pla en un terreno distinto al explotado.

Un segundo aspecto negativo del reglamento delD. L. 701 es el Artículo 21, que autoriza la explo-tación a tala rasa de los Tipo Forestales Roble-Raulí-Coigüe y Roble-Hualo, siendo este último elsegundo tipo con menor extensión de bosques y elde más baja representación en el SNASPE.

Un tercer elemento cuestionable del Reglamen-to del Decreto 701, es el Artículo 5o en su letra b,que autoriza al propietario a elaborar por sí mismoel plan de manejo de explotación para superficiesinferiores a 10 ha.

En el mes de septiembre del año 1998 se publicaen el Diario Oficial la ley que permite la continui-dad al Decreto Ley No 701, el cual había expiradoen 1994. Una de las modificaciones más importantesque posee el decreto es la restricción de la bonifi-cación por forestación a suelos de aptitud preferen-temente forestal de propiedad de pequeños propie-tarios forestales, o bien, a suelos de baja producti-vidad, ya sea por limitantes naturales de los sueloso por un estado de degradación avanzado de éstos(Ministerio de Agricultura, 1998).

El actual decreto mantiene los aspectos negati-vos del anterior para la conservación de los bosquesnativos. Uno de los aspectos preocupantes delactual Decreto, es el Artículo 42º, que admite lasustitución de bosques nativos por medio de lareforestación con especies distintas a las originalesy donde no se afecten aquellas en peligro deextinción, vulnerables, raras o insuficientementeconocidas.

Decretos Supremos No 490 y No 43

Teniendo como referencia el contexto antesseñalado, el 9 de febrero de 1976 por medio delDecreto Supremo No 29, publicado en el DiarioOficial del 26 de abril de 1976, el Gobierno de Chiledeclaró como Monumento Natural a la especiearaucaria (Araucaria araucana). Luego de transcu-rridos 17 meses, se dicta el Decreto Supremo No 490,mediante el cual se incorpora en la misma categoríaa la especie Alerce (Fitzroya cupressoides) (Minis-terio de Agricultura, 1976a y 1976b).

Ambos decretos, se basaron en la Convenciónpara la Protección de la Flora, Fauna y BellezasEscénicas Naturales de América, suscrito y ratifica-do por Chile, e incorporado como ley de la Repú-

blica mediante el decreto promulgatorio No 531 delMinisterio de Agricultura del año 1967.

Una debilidad importante de los decretos deprotección de araucaria y alerce ha sido que éstosestablecieron excepciones, que permiten el aprove-chamiento de los individuos muertos o cortadosantes de la fecha en que ellos fueron promulgados(1976 y 1977 respectivamente). Estas excepcioneshan dificultado el control de las cortas ilegales, puesen muchos casos estas han sido declaradas comoefectuadas antes de las fechas de promulgación delos decretos de protección. (ver recuadro).

3.3.3 Los Proyectos de Leyen discusión

Ley de Recuperación del BosqueNativo y Fomento Forestal

El proyecto de ley de Recuperación del BosqueNativo y Fomento Forestal, propuesto originalmen-te por el Presidente Aylwin en abril de 1992, y queaún se discute en el Senado, ha sido una de lasiniciativas legales de más difícil tramitación duran-te los dos gobiernos de la Concertación. En diciem-bre de 1993, la Cámara de Diputados aprobó ydespachó al Senado una versión de la ley, en la cualse establecía bonificaciones al manejo del bosquenativo y la posibilidad de sustituir los bosquesnativos hasta un 25 por ciento de la superficie decada predio. Sin embargo, al asumir el gobierno delPresidente Frei en marzo de 1994, éste decidióretirar el proyecto del Senado para hacerle indica-ciones. En diciembre de 1995 el ejecutivo presentóindicaciones al proyecto que lo modificaban sus-tancialmente. Esta versión se originó principalmen-te al interior del Ministerio de Hacienda con laayuda de asesores externos y consagraba por pri-mera vez el derecho a eliminar o sustituir el bosquenativo previo pago de un impuesto. A la vez,estipulaba el pago por adelantado de un impuestoa quienes quisieran manejar el bosque nativo, locual imponía serios obstáculos a esta opción de uso(AIFBN, 1996). Por sus diversos defectos, estaversión fue rechazada desde diferentes puntos devista por los diversos actores (grupos conservacio-nistas, académicos, empresarios) y finalmente porlos senadores de la Comisión de Agricultura enmayo de 1996. El Gobierno se abocó a prepararnuevas indicaciones, e ingresó un nuevo texto conindicaciones en enero de 1998. Este fue aprobadopor la Comisión de Medio Ambiente y Bienes

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Nacionales en junio de 1998, ingresando a laComisión de Agricultura, donde aún se discute. Elnuevo texto mantuvo y exacerbó las característicasde la versión anterior, incorporando la vía legalpara la destrucción o sustitución de bosques me-diante el pago de un impuesto (desde $125.000/ha,según la calidad del bosque), manteniendo losimpuestos al manejo del bosque, y con fuerteslimitaciones a los incentivos económicos a dichomanejo (Lara, 1998). Se repitió la situación plantea-da en 1996, y estas nuevas indicaciones fueronrechazadas sobre todo por organizaciones conser-vacionistas y académicas, quienes consideraron queel proyecto estaba orientado a crear una vía legal,rápida y barata para facilitar la sustitución delbosque nativo, lo cual se considera totalmentecontrario al espíritu del proyecto original planteadodurante el Gobierno del Presidente Aylwin en 1992,el cual se orientaba a “la recuperación del bosquenativo y el fomento forestal” (Lara, 1998). Losempresarios criticaron los impuestos y no apoyaronel proyecto. Producto de estas críticas, el Ejecutivopreparó nuevas indicaciones en mayo de 1999, queeliminaron los impuestos al manejo, pero al man-tener la posibilidad de sustitución, esta era aún másfácil, por lo cual no logró el apoyo de importantessectores ni de la Comisión de Agricultura delSenado. Por otra parte, en los últimos meses se hadado mayor énfasis a la discusión del Proyecto deley de Institucionalidad Forestal. Sin embargo,ambos proyectos están vinculados y la Comisión deAgricultura ha visto la necesidad de que ambossean consistentes, para que ambos puedan seraprobados.

Ley de Institucionalidad

El 20 de julio del presente año, a través deloficio No 2449, la Cámara de Diputados aprobóel Proyecto de Ley que propone una nuevaorganización política y administrativa del sectorforestal, siendo actualmente discutido en el Se-nado. El Proyecto de Ley propone los siguientestres estamentos: la Subsecretaría Forestal, elServicio Nacional Forestal y la CorporaciónNacional.

La Subsecretaría tiene como misión funda-mental proponer al Ministro de Agricultura lapolítica forestal nacional y asesorarlo en suimplementación, incluyendo la protección de laflora y fauna, la preservación, conservación yrecuperación de los ecosistemas forestales y deaquellos ecosistemas adscritos al Sistema de ÁreasSilvestres Protegidas. Esta Subsecretaría depen-derá del Ministerio de Agricultura y tendrá asien-to en la capital de la Chile.

3.3.4 Rol actual de las institucionesgubernamentales

Corporación Nacional Forestal(CONAF)

Es una entidad de derecho privado creada en1972 por el Ministerio de Agricultura, que admi-nistra y fomenta el desarrollo del sector forestal.Sus principales objetivos son: contribuir al incre-mento y uso sostenido de los recursos naturales,conservar los ecosistemas naturales representandola máxima diversidad biológica, proteger los eco-sistemas forestales de los agentes dañinos y con-tribuir a mejorar la calidad de vida preferente-mente de las poblaciones rurales, a través de lasactividades forestales. Entre sus principales fun-ciones están la fiscalización de la legislaciónforestal, así como la administración del SNASPE,del programa de control de incendios forestales ymanejo del fuego y las bonificaciones a la fores-tación.

Una iniciativa importante que se ha estadodesarrollando en Chile desde 1997, es el Grupo deTrabajo por el Manejo Forestal Sustentable pre-sidido por CONAF, donde, además, participa IN-FOR, la Corporación Chilena de la Madera (COR-MA), la Comisión Nacional del Medio Ambiente(CONAMA), el Ministerio de Relaciones Exterio-res, organizaciones conservacionistas, académi-cas y campesinas. El objetivo que persigue estegrupo es buscar consensos en torno al manejoforestal sustentable y lograr la definición decriterios e indicadores que a futuro se pongan enpráctica.

Comisión Nacional del MedioAmbiente (CONAMA)

De acuerdo con la Ley No 19.300 sobre LasBases Generales del Medio Ambiente, publicada el9 de marzo de 1994, y al Reglamento del Sistemade Evaluación de Impacto Ambiental publicado enmarzo de 1997, CONAMA en el ámbito forestaldebe salvaguardar que todos los proyectos delsector susceptibles de causar impactos ambientalesen cualesquiera de sus etapas, deben someterse alSistema de Evaluación de Impacto Ambiental(S.E.I.A.) (Ministerio Secretaría General de la Pre-sidencia de la República, 1994 y 1997). Entre lostipos de proyectos considerados para acatar alS.E.I.A. se incluyen aquellos de desarrollo o explo-taciones forestales en suelos frágiles, en terreno debosque nativo, industrias de celulosa, papel ypasta de papel, plantas astilladoras, elaboradoras

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Recuadro 3.1

El control del cumplimiento de la legislación forestaly de los planes de manejo es efectuado por funcionariosde CONAF. Estos aplican los artículos 45o y 46o delactual Decreto Ley 701 (Ministerio de Agricultura, 1998),que establecen normas burocráticas de acceso a lospredios. Si en esta etapa se determina que existe incum-plimiento en la ejecución de un plan de manejo o cortasin plan de manejo, CONAF presenta la denuncia ante elJuzgado de Policía Local de la Comuna donde se ubicael predio.

Para investigar las sanciones aplicadas a las infrac-ciones de incumplimiento a los planes de manejo ocortas sin plan de manejo de bosques nativos denun-ciadas por CONAF, se examinaron 339 expedientes dejuicios en contra de particulares por infringir el Decre-to Ley 701 entre 1989 y 1993 (Fernández, 1993). Elestudio se realizó sólo en la IX Región donde seexaminaron 166 expedientes y en la X Región, anali-zándose un total de 172 casos. La mayor causa deinfracción es la corta y explotación de bosque nativosin existir un plan de manejo previamente aprobadopor CONAF. La IX Región presenta los peores resulta-dos con un 88 por ciento de los juicios que terminaronsin sanción y/o fueron sobreseídos por el juez. En elcaso de la X Región, dicho resultado es un 38 porciento.

La actual legislación forestal considera que lascortas ilegales no constituyen delito, lo que faculta alJuez de Policía Local para resolver en conciencia. Porotra parte las denuncias de cortas ilegales expiran a losseis meses de ocurridas, lo cual constituye una serialimitación a la aplicación de sanciones. En el caso queun juez decida castigar a un infractor con el pago deuna multa, este último tiene la posibilidad de pagar lamulta en dinero, o bien, con un presidio no mayor a30 días. Esta debilidad de la ley ha sido utilizadaúltimamente por los responsables de estas actividadesilegales. Recientemente, la prensa ha informado delcaso del alcalde de Calbuco en la provincia de Llan-quihue, quien ha reincidido en la corta ilegal debosque nativo, siendo castigado con una multa de 80millones de pesos aproximadamente. Dicha multa lefue permutada por un periodo de detención menor a20 días, la cual fue cumplida sólo en forma parcial enun recinto de Carabineros de Chile. El otro casoconocido es el de una propietaria en el área del LagoChapo, quien fuera denunciada en 1997 por explota-ción ilegal de alerce. El Juzgado de policía Local dePuerto Montt determinó una multa de aproximada-mente 40 millones de pesos más el decomiso de losproductos. A solicitud de la infractora y aduciendorazones de salud, dicha multa no fue pagada y fuepermutada por un mes de permanencia en el hospitalde Puerto Montt (Díaz et. al., 1998).

Las situaciones descritas demuestran las debilida-des para aplicar la legislación forestal, y la necesidad dehacer urgentes modificaciones que permitan su cumpli-miento. Estas debilidades están dadas por los recursoslimitados que tiene CONAF para cumplir una adecuadalabor de fiscalización, la poca efectividad de los Juzga-dos de Policía Local para aplicar sanciones, y finalmentela posibilidad de no pagar las multas, permutándolaspor reclusión nocturna en condiciones de privilegio.

Las dificultades para proteger los monumentos nacionalesAlerce y Araucaria

La protección del alerce se ha visto dificultadoporque nunca fue implementado un sistema cartográfi-co y de inventario, que permitiera conocer en formaexacta la ubicación geográfica y los volúmenes respec-tivos de árboles cortados o muertos antes del decreto.Además se han quemado intencionalmente bosques dealerce y, posteriormente, se ha solicitado y obtenidopermiso de CONAF para la explotación de la maderamuerta (Díaz et al., 1998, Aravena y Lobos 1999). Porotra parte, ha habido limitaciones de personal y derecursos de CONAF para el control de las cortas ilegalesde alerce, las cuales ocurren comúnmente en áreasapartadas y de difícil acceso. Por último los Juzgadosde Policía Local, no han aplicado sanciones o multas oéstas han sido mínimas en la mayoría de los casosdenunciados por CONAF. Un análisis sobre el temaindica que en la provincia de Llanquihue, CONAF cursó18 denuncias por corta ilegal de alerce entre enero de1996 y marzo de 1999. De estas denuncias, a junio de1998 sólo en tres casos se habían dictado sentenciascorrespondientes al decomiso de los productos. Las 15denuncias pendientes eran por un total de 42.111pulgadas madereras y 54.200 tejuelas (Díaz et al., 1998).

Con relación a la araucaria, 11 años después dedictado el decreto que la protegía, el 9 de octubre de1987, el Gobierno dictó el D.S.141, autorizando suexplotación, mediante un sistema de selección o entre-saca con ciclos de corta (Ministerio de Agricultura,1987). Ello reinició el rápido deterioro de los bosquesde araucaria por su explotación sin técnicas silvícolasadecuadas. A su vez, la reapertura de la corta de estaespecie generó fuertes presiones sobre bosques y tierrasen manos de comunidades indígenas, siendo el casomás extremo el de la Comunidad Pehuenche en Quin-quén, cuya expulsión fue requerida por un particularpor la vía judicial. Como una forma de solucionar losproblemas sociales y de conservación originados por elD.S. 141, en marzo de 1990 el Gobierno, reinstauró laprohibición de corta mediante la dictación del D.S. 43(Lara et al., 1997; Ministerio de Agricultura, 1990).

Cumplimiento de la legislación forestal en Chile

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3

Recuadro 3.2

Proyecto Conservación y Manejo Sustentable del Bosque Nativo (CMSBN) (CONAF- KfW – DED – GTZ).

El objetivo central del proyecto es la conservacióndel bosque nativo de Chile y contribuir a su desarrollosustentable. Está orientado a fortalecer la asistenciatécnica que presta CONAF a los pequeños propietariosforestales en el manejo sustentable de su bosquenativo, con el objeto de mejorar las condicionessocioeconómicas de los campesinos forestales, a travésde la actividad forestal. El proyecto se concentra en7 provincias del país, desde la Provincia de Ñuble (VIIIRegión) hasta la provincia de Chiloé (X Región). Estainiciativa plantea alcanzar para el año 2001 unasuperficie de 35.000 ha manejadas de bosque nativo,favoreciendo aproximadamente a 1.750 familias decampesinos forestales.

El proyecto en cuestión destaca entre las iniciativasgubernamentales concretas para promover el manejosustentable del bosque nativo, siendo una experienciapionera en la entrega de subsidios para esta actividad,razón por la cual se entrega una descripción detallada deeste. El proyecto comenzó a desarrollarse en el año 1997,por el Ministerio de Agricultura de Chile, a través deCONAF, con el apoyo de las siguientes tres institucionesalemanas: el Instituto de Crédito para la Reconstrucción(KfW), el Servicio Alemán de Cooperación Social Técnica(DED) y la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica(GTZ). Se contempla su operación hasta el año 2001, conun financiamiento total de 15 millones de marcos, de loscuales un 67 por ciento son aportados por Alemania y un33 por ciento por Chile (CONAF, 1998).

de madera y aserraderos, todos de dimensionesindustriales.

El concepto de dimensión industrial de losproyectos en el cual se utilice bosque nativo, sedefine en base a la región del país donde sedesarrollará el proyecto y a la superficie a utilizaren forma anual de bosque. Esta superficie secontabiliza como una superficie única o agregadade las superficies parciales explotadas anualmen-te. Así es como todos los proyectos que involu-cren la extracción de bosque nativo en unasuperficie mayor o igual a 20 ha/año, entre laI y IV regiones deben someterse al Sistema deEvaluación de Impacto Ambiental. Esta superficiemínima aumenta a 200 ha/año entre la V y VIIRegiones y a 500 ha/año entre la VIII y XIIRegiones.

Con el fin de estimular el manejo del bosquenativo por parte de los campesinos forestales, seincentiva a través de subsidios todas las inter-venciones que propendan a la recuperación debosques nativos degradados, la mantención de sucapacidad productiva y/o el incremento de sucalidad. Las intervenciones silvícolas que sonbonificadas por los subsidios corresponden a lassiguientes 4 modalidades de manejo: regenera-ción natural, regeneración y enriquecimiento,reforestación de bosques degradados y manejo derenovales.

Hasta el momento en todo el país el proyectoha cubierto un total de 18.000 ha, realizando una

caracterización general del recurso. De ellas sólopodrán ser consideradas para actividades silvícolas12.600 ha, correspondiendo las restantes ha abosques de protección. De la superficie totalconsiderada para intervención, se ha subsidiado untotal de 5.700 ha.

Finalmente, es importante destacar que estetipo de proyectos son muy valiosos puesto quepermiten desarrollar experiencias con relación a laasistencia técnica y el pago de subsidios paraincentivar el manejo de los bosques. Ello esparticularmente importante para la formulación dela Ley de Recuperación del Bosque Nativo yFomento Forestal.

3.3.5 Rol de las organizacionesempresariales, ONG yorganizaciones académicas

En la polémica sobre el uso de los bosquesnativos que ha prevalecido durante la última década,los diversos actores involucrados han jugado unpapel importante en la discusión de los proyectos deley al interior del Congreso, y en el debate público.Estos grupos también han jugado un papel importan-te en los procesos de Evaluación de Impacto Am-biental de diversos proyectos forestales (Ej. CelulosaValdivia, Proyecto Río Cóndor de Forestal Trillium,Proyecto Ilque de Cascada): Durante este período losactores más relevantes además del Gobierno han sidolos empresarios forestales y su organización gremial

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CORMA, diversas organizaciones conservacionistasy defensoras del medio ambiente, organizacionesacadémicas y profesionales. Las organizaciones nogubernamentales han participado activamente en eldebate forestal, más de 300 organizaciones hanadherido a los postulados de la Alianza por losBosques de Chile, coordinación que tiene un ComitéEjecutivo integrado por nueve organizaciones de lasmás importantes del país.

Es importante mencionar que en los últimos doso tres años han surgido conflictos por la propiedadde la tierra y los bosques entre organizacionesma-puches y empresas forestales en la IX y VIII. Debidoa este problema, las poblaciones indígenas se hanconvertido en actores muy importantes en el sector,debiendo intervenir el Gobierno para buscarsoluciones a problemas que se arrastraban aúndesde hacía décadas, y que aun se encuentranlatentes.

Otros actores que se han incorporado a partir dela discusión del Proyecto Ilque de Cascada son losempresarios vinculados a la salmonicultura y aque-llos relacionados al turismo en la X Región, quienesperciben que el futuro y la proyección de su activi-dad depende de la conservación del bosque nativo.

3.3.6 Los compromisosinternacionales

El Proceso de Montreal y laDeclaración de Santiago

La Conferencia de Las Naciones Unidas sobre elMedio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) desa-rrollada en Río de Janeiro en 1992, adoptó laDeclaración de Principios Forestales y el Programa21, las cuales establecieron un compromiso parabuscar formas de promover el manejo sustentablede los bosques a nivel internacional. Este compro-miso se materializó más tarde en el Grupo deTrabajo sobre Criterios e Indicadores para la Con-servación y el Manejo Sustentable de los BosquesTemplados y Boreales y que es conocido como el“Proceso de Montreal”, constituido en Ginebra enJunio de 1994. Los miembros del Grupo de Trabajofueron Australia, Canadá, Chile, China, EstadosUnidos de América, la Federación Rusa, Japón,México, Nueva Zelanda y la República de Corea,países que poseen una parte significativa de losbosques templados y boreales del mundo. Dichoproceso culminó en febrero de 1995 con la“Declaración de Santiago”, firmada por los Go-biernos de los Países nombrados, en la cualproponen y manifiestan su respaldo a una serie

de criterios e indicadores para la conservación ymanejo sustentable de los bosques templados yboreales. Con esta Declaración, que si bien notiene fuerza jurídica de carácter obligatorio, losgobiernos firmantes manifiestan su respaldo aque dichos criterios e indicadores sean usadoscomo lineamiento por sus respectivas autoridadesencargadas de formular las políticas. Esta declara-ción tiene presente la naturaleza dinámica deldebate sobre estos criterios e indicadores y lanecesidad de actualizarlos “según la disponibilidadde nuevo conocimiento e información científica ytécnica, y en la medida que la capacidad deevaluación aumente” (Anónimo, 1995).

La participación de Chile en el proceso deMontreal, y la firma de la Declaración de Santiagofue un paso muy importante para la definición ypromoción del manejo sustentable en nuestro país.(ver Anexo 4).

La Corporación Nacional Forestal CONAF hasido la encargada de promover la aplicación de laDeclaración de Santiago en Chile y con estepropósito ha desarrollado una serie de talleres yactividades dirigidos a los diferentes actores socia-les relevantes. Estos talleres han permitido avanzaren la definición de indicadores específicos a uti-lizar, así como respecto a los mecanismos paraponerlos en práctica. La Declaración de Santiagotambién ha sido de gran utilidad como un marcode referencia para el trabajo del Grupo de Trabajosobre Manejo Forestal Sustentable liderado porCONAF y en la discusión general sobre el uso delos bosques en Chile.

Los objetivos específicos de la política ambien-tal definida por CONAMA relativos a “fortalecer lainstitucionalidad ambiental a nivel nacional yregional” en el cual se incluye la puesta en marchadel Sistema Nacional de Información Ambiental(SINIA) y se define una línea de acción hacia eldesarrollo de cuentas ambientales (CONAMA, 1998)son relevantes para avanzar en la aplicación delos criterios e indicadores definidos por la Decla-ración de Santiago.

Convención sobre la Diversidad Biológica

La Convención sobre Diversidad Biológica (CDB)resultante de la CNUMAD celebrada en Río deJaneiro en 1992 fue ratificada y promulgada comoley en Chile, publicada en el Diario Oficial el 6 demayo de 1995. La Convención tiene tres objetivos:“la conservación de la diversidad biológica, lautilización sostenible de sus componentes y laparticipación justa y equitativa en los beneficios

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3

Recuadro 3.3

El Grupo de Trabajo Forestal del Quinto En-cuentro Científico sobre el Medio Ambiente, orga-nizado por CIPMA en Temuco en 1995, contó conla amplia participación de los diversos grupos yactores sociales, quienes trabajaron durante nuevemeses. Este Grupo identificó que la falta deacuerdo entre los diversos actores relevantes esta-ba dificultando seriamente el avanzar en la mate-rialización de soluciones a los problemas del sectorforestal, y en último término estaba comprome-tiendo su competitividad a futuro (Lara y Sepúl-veda, 1996). Esta situación básicamente se mantie-ne hasta hoy, y explica el escaso avance que se halogrado en las materias legislativas, así como enla puesta en operación de proyectos e inversionesen el sector.

Entre los factores que explican la polémica yfalta de acuerdo entre los actores vinculados alsector forestal pueden citarse tres (Lara et al.,1997). Uno es la información insuficiente y amenudo contradictoria respecto a la tasa dedestrucción del bosque nativo. Si bien el Catastrode la Vegetación Nativa resolvió en gran medidael tema de la disponibilidad y ubicación de losbosques, subsisten diferencias importantes en laestimación de la tasa de destrucción y deteriorodel bosque nativo (ver punto 3.3). En segundolugar, los diferentes grupos sociales le asignanuna importancia diferente a las distintas funcio-nes, bienes y servicios que cumplen los bosques.Así, a las empresas forestales les interesa princi-palmente la producción de madera para finesindustriales, mientras que para los campesinospuede representar una fuente de leña y terrenosde pastoreo. Por su parte, los grupos conservacio-nistas valoran especialmente las funciones demantención de la biodiversidad, regulación de laproducción de agua, oportunidades de recreación,etc. Un tercer factor que explica la polémica, esel aumento de la preocupación ciudadana entorno a los problemas de conservación de losbosques, así como sus expectativas y demandasrespecto de los servicios ambientales que prestanestos recursos.

Producto de la discusión desarrollada en elGrupo de Trabajo Forestal, se identificarón lossiguientes puntos de desacuerdo (Lara y Sepúl-veda,1996):

a) Diagnóstico y percepción respecto al estado deconservación de los bosques, y gravedad de losprocesos de sustitución.

b) Potencialidad productiva de los bosques nati-vos y las oportunidades comerciales para losproductos provenientes de estos recursos.

c) Grado de riesgo de que un desarrollo forestalbasado en plantaciones forestales en desmedro delbosque nativo, pueda afectar la imagen ambientalde Chile en los mercados internacionales, afectan-do la competitividad del sector forestal.

d) Grado de convicción respecto a la importanciaque los subsidios al manejo de los bosques nativospueden tener para promover el manejo adecuadoy la conservación de estos recursos.

e) Alcance del derecho de propiedad y base legalpara establecer restricciones sin el pago de indem-nizaciones.

Ante todos los puntos anteriores, los represen-tantes de los empresarios y sus organizacionesgremiales argumentaron a favor de los derechos depropiedad dando poca importancia a los puntosanteriores. Por el contrario, los representantes delas organizaciones conservacionistas y académicasplantearon que la legislación forestal existente enChile desde 1873 señalaba claras restricciones aluso de los bosques en terrenos privados en funcióndel bien común, las cuales no requieren del pagode indemnizaciones, aspecto que está vigente se-gún la actual Constitución (Lara y Sepúlveda,1996).

La persistente falta de acuerdo en torno a lospuntos señalados, y en forma importante respecto alpunto e) ha dificultado la materialización desoluciones durante la última década. En el sistemademocrático vigente, es razonable que cada grupo uactor social luche por lo que considera sus legítimosderechos. Por lo tanto, es labor del Estado el facilitarlos mecanismos de negociación, así como la adop-ción de decisiones que ponderen justamente losdistintos intereses en la búsqueda de solucionesjustas que velen por garantizar los derechos de losciudadanos y el bienestar de la sociedad en suconjunto (Lara et al., 1997). La búsqueda de acuerdosen el sector forestal es ciertamente una de lasprincipales tareas y desafíos pendientes.

Necesidad de concertar una política

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que se deriven de la utilización de los recursosgenéticos” (Artículo 1). En la sección II.4 relativaa diversidad biológica se analiza en forma globaldicha convención. En el presente capítulo la ana-lizaremos en cuanto a sus implicancias para elsector forestal chileno.

La Convención sobre Diversidad Biológica, porser Ley de la República debiera fijar el marco parala promulgación de la ley de bosque nativo, la deinstitucionalidad forestal y las que se planteen afuturo. Dichas leyes debieran ser consistentes yfavorecer el logro de los objetivos señalados en laCDB, y en ningún caso ser contradictorias con ésta.Al respecto, el actual proyecto de ley de bosquenativo al permitir la sustitución del bosque nativoy no considerar suficientes estímulos para su ma-nejo y conservación, se contradice con la CDB.

En este punto es interesante indicar que lapolítica ambiental de CONAMA señala entre susfundamentos la “responsabilidad ante la comuni-dad internacional”, referida al “compromiso decumplir con los acuerdos internacionales, en ma-teria de medio ambiente, que Chile ha suscrito”.Este planteamiento muestra la decisión de avanzarhacia el cumplimiento de la CDB en nuestro país.

Finalmente, es importante señalar que tanto laCDB y la Declaración de Santiago han sido útilespara estimular y orientar la discusión respecto alos estándares de manejo forestal sustentable enChile entre los diferentes actores sociales. Tambiénhan servido como marco de referencia y respaldoa iniciativas de CONAF y otros organismos deGobierno para promover el manejo sustentable delos bosques y otros recursos.

La Convención CITES

Chile es signatario de la Convención sobrecomercio Internacional de Especies Amenaza-das de Flora y Fauna (CITES) desde 1975. EstaConvención prohíbe el comercio de las especiesincluidas en el Apéndice I, por considerarlo quees negativo para su conservación y regula elcomercio de especies cuya conservación seconsidera menos crítica y que están incluidasen el Apéndice II. En el caso de Chile, alerce(Fitzroya cupressoides), araucaria (Araucariaaraucana) y Ciprés de las Guaytecas (Pilgero-dendron uviferum) están incluidos en el Apén-dice I. Entre estas especies, alerce es la que hasido más relevante en el comercio internacionalregulado por CITES. Es importante señalar quea pesar de su inclusión en el Apéndice I, la

exportación de madera de alerce ha continuadocon montos exportaciones de 200.000 a 2millones de dólares anuales para el perío-do1986-1996, en virtud de debilidades o excep-ciones consideradas en la Convención (Díaz etal., 1997). No obstante, CITES ha sido impor-tante para limitar estas exportaciones, parareducir la presión sobre los bosques de alerceque hasta hoy son explotados ilegalmente, paraaumentar la preocupación internacional res-pecto a la conservación de esta especie y paradar mayor respaldo a la acción fiscalizadoraque realiza CONAF respecto al DS 490 queprohíbe la corta de alerce (ver punto 3.3.2). Esinteresante señalar que cada dos o tres años enlas conferencias de las partes de CITES, dondeasisten representantes de los diferentes paísesmiembros, se revisan los Apéndices, pudiéndoseagregar o trasladar de Apéndices las diferentesespecies protegidas, en virtud de la informaciónactualizada respecto a su estado de conservacióny de cómo este se está viendo afectado oamenazado por el comercio internacional. Esteconstituye un buen ejemplo de la flexibilidad yadaptabilidad contenidas en una de las conven-ciones internacionales más relevantes para laconservación de las especies amenazadas.

Por otra parte, vale la pena mencionar queen la actualidad Chile se encuentra participandoactivamente en el proceso negociador que sedesarrolla en el Foro Intergubernamental sobreBosques. El principal objetivo que persigue dichoproceso es decidir la adopción de una convenciónen torno a los recursos forestales.

3.4 PERSPECTIVAS YRECOMENDACIONES

3.4.1 Tendencias en la reducción ydeterioro del bosque nativo

Tal como se plantea en los estudios del punto3.2.4. las principales acciones ejercidas sobre elbosque nativo a nivel nacional entre 1985 y1994 corresponden a la destrucción y deteriorode este recurso, siendo minoritario su manejo.Con el fin de conocer más detalladamente lastendencias de estas acciones en el bosque nativo,es importante conocer sus comportamientos anivel regional, ya que como se ha indicado enpuntos anteriores, las extensiones y característicasde los recursos forestales son heterogéneas entrelas distintas regiones del país (Cuadros 3.4, 3.6y 3.12 y Figura 3.8).

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En el Cuadro 3.18 se muestra la superficiepromedio de bosque nativo destruida y deterioradaanualmente para los períodos de estudio 1985-1990y 1991-1994, por región y según las dos fuentes yamencionadas. Deterioro incluye floreo y cortasilegales, y destrucción considera habilitación agro-pecuaria, incendio y sustitución.

En general, se puede observar diferentes nive-les de destrucción y deterioro del bosque nativoentre la VI y XII Región. Ambos estudios revelanque las mayores acciones negativas se concen-tran desde la VIII a la X Región, siendo la Regiónde Los Lagos la que muestra las mayores super-ficies promedio de destrucción y deterioro duran-te 1991 a 1994.

La continuación de este proceso de degradacióny destrucción de los bosques nativos de Chile podríasignificar una fuerte disminución de las poblacionesde diferentes especies animales y vegetales asocia-dos a los ecosistemas forestales. En este mismoproceso, se pone en evidencia una homogeneiza-ción del paisaje que en algunas regiones del país hareducido seriamente ciertos tipos forestales, talescomo Roble-Hualo y Roble-Raulí-Coihue (Armestoet al., 1995).

3.4.2 Disponibilidad de terrenos parala expansión de lasplantaciones

Para evaluar la disponibilidad de terrenos parala expansión de las plantaciones, primero se definióla superficie disponible a ser forestada entre lasregiones que concentran el 93 por ciento de lasplantaciones del país. Esta se determinó como lasuperficie cubierta por praderas y matorrales a 1997(CONAF et al.,1999a) ubicada bajo los 800 m dealtitud entre las regiones VI y VIII regiones, y desdela IX a la X Región, aquellos terrenos ubicados bajolos 600 m s. n. m. El Cuadro 3.19 muestra elporcentaje de terrenos cubiertos por praderas ymatorrales existentes a 1997 que se ocuparían pornuevas plantaciones en los próximos 20 años si semantuviera la tasa de forestación (plantación enterrenos no cubiertos anteriormente por plantacio-nes) de 1997.

Según este análisis, a 1997 existía un total de2,9 millones de ha de praderas y matorrales entrelas Regiones VI y X susceptibles de ser forestadasy una tasa anual promedio de forestación (entre1994 y 1998) de 46.648 ha.

Al estudiar la disponibilidad de terrenos para laforestación en las diferentes regiones, se puede ver queen la X Región es donde se encuentra la mayor superficiedisponible y que la actual tasa de forestación ocuparíasolamente un 12 por ciento de la superficie de praderasy matorrales en los próximos 20 años. En la VIII y VIIregiones, donde se concentra la mayor superficie deplantaciones, se observa que en 20 años se ocuparía un92 y 54 por ciento respectivamente de los terrenosdesprovistos de bosques, si es que todas las nuevasplantaciones se orientaran a ellos. La VI y IX regiónpresentan una situación intermedia con un 24 y 49ciento respectivamente.

El anterior análisis demuestra que en todas lasregiones existe una superficie suficiente de terrenosdesprovistos de bosques para expandir las planta-ciones durante los próximos 20 años sin necesidadde continuar la sustitución del bosque nativo. Estasnuevas plantaciones ocuparían en promedio un 32por ciento de las praderas y matorrales disponiblesentre la VI y X regiones en dicho plazo.

Por otra parte, la cosecha sostenible provenientede las 2 millones de ha de plantaciones entre la VIy X regiones, una vez que alcancen la madurez,será de al menos 40 millones de metros cúbicos,considerando un incremento promedio de 20 m3/ hay por año. La cosecha de madera proveniente deplantaciones para uso industrial se estima en totalen 20,6 millones de metros cúbicos (INFOR-CORFO,1998).

3.4.3 Perspectivas de la certificaciónforestal

En los últimos años han surgido diversasiniciativas nacionales e internacionales, para ladefinición de estándares de certificación para elsector forestal. En Chile también se desarrolla elProyecto de Certificación para el Manejo Forestala cargo del Instituto Forestal (INFOR), con apoyode consultores externos de la Unión Europea. Lasactividades del proyecto se agrupan en torno aldesarrollo de Normas de MFS aprobadas y amplia-mente aceptadas para las regiones VIII, X y XII.También pretende crear un Procedimiento de Cer-tificación Forestal operacional que incluya aspec-tos de acreditación, certificación, actualización denormas, y otros.

Actualmente, en el país existen dos sistemas decertificación forestal, reconocidos internacionalmen-te: el Forest Stewardship Council (FSC) y las normasISO 14001, que se describen en el Anexo 3.

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En general, la certificación forestal debería serla herramienta que asegure que las necesidades delmanejo silvícola y de conservación de áreas bos-cosas sean bien dirigidas. De esta manera, lacertificación puede funcionar efectivamente comoun incentivo para promover actividades acordescon un manejo forestal sustentable.

3.4.4 Perspectivas para una políticaforestal adecuada

Se ha señalado que no existe una políticaforestal explícita o declarada. Sin embargo, existeuna política ambiental definida por CONAMA lacual tiene diversos contenidos directa o indirecta-mente relacionados con el sector forestal. Estaausencia de política en el sector forestal ha estadodeterminada al menos en parte por la falta deacuerdo que ha existido entre los diferentes acto-res respecto al uso de los recursos forestales.Según lo señalado anteriormente, la falta de unavisión estratégica compartida entre los diferentesactores, expresada en una política forestal, tam-

Lara et al. (1995) Emanuelli (1996)

Región Tipo de 1985-1990 1991-1994 Variación entre 1985-1990 1991-1994 Variación entrealteración (ha/año) (ha/año) períodos (%) (ha/año) (ha/año) períodos (%)

VI destrucción 2.012 2.893 43,8 795 1.260 58,6

deterioro 1.190 1.594 34,0 2.361 1.580 - 33,1

VII destrucción 3.829 4.167 8,8 2.495 2.612 4,7

deterioro 5.537 7.450 34,5 2.107 2.575 22,2

VIII destrucción 6.564 10.090 53,7 4.467 4.838 8,3

deterioro 14.034 23.504 67,5 1.717 2.167 26,2

IX destrucción 7.432 6.990 - 5,9 4.407 4.482 1,7

deterioro 8.684 14.864 71,2 3.247 4.001 23,2

X destrucción 19.351 24.861 28,5 5.750 11.752 104,4

deterioro 21.103 31.902 51,2 3.447 6.342 84,0

XI destrucción 1.210 904 - 25,3 476 482 1,3

deterioro 1.912 2.654 38,8 565 984 74,2

XII destrucción 938 967 3,1 457 81 - 82,3

deterioro 154 473 207,1 998 2.909 191,5

bién ha dificultado e incluso impedido hasta lafecha la promulgación de la ley relativa al bosquenativo y la de institucionalidad forestal.

Dentro de este contexto de ausencia de unapolítica forestal explícita, diversos actores socialesy personas han formulado sus propuestas. Estas, sibien están organizadas de manera diferente, otor-gando diferentes énfasis a los temas abordados,tienden a coincidir en varios aspectos, no manifes-tándose grandes contradicciones entre ellas. ElCuadro 3.20 muestra los objetivos y accionesestratégicas de diversas propuestas.

Se puede observar que las propuestas coinci-den en forma absoluta respecto a la funciónsocial que cumplen los bosques, como asimismola necesidad de mantener y mejorar el SistemaNacional de Áreas Silvestres Protegidas del Es-tado. Se observa que existe un acuerdo en unochenta por ciento en las propuestas en cuantoa la mantención de la diversidad biológica yecosistemas forestales; la formación y capacita-ción permanente del personal que trabaja con los

Cuadro 3.18

Superficie promedio de bosque nativodestruida y deteriorada según estudio.Regiones VI a la XII, períodos 1985 - 1990y 1991 - 1994.

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propuesta responde a distintos contextos históricosde la última década y además, que cada uno de losautores, ante la inexistencia de un patrón común detrabajo, ha otorgado mayor énfasis a los objetivosde su especialidad o interés. Una prueba evidente delo antes señalado, es la ausencia de una mencióndirecta a la promoción del desarrollo y solución delos problemas de pobreza de las comunidadesindígenas que viven en terrenos forestales. Esto esuna evidencia que el tema ha surgido en forma muyreciente a raíz de los conflictos originados entre lasregiones VIII y X.

No obstante lo antes señalado resulta alenta-dor observar que entre los actores antes citados,existe una alta coincidencia de objetivos y accio-nes para formular una política forestal nacional.En este contexto, la mayoría de las fuentes com-parten que la política forestal debe considerar lossiguientes aspectos:

• El bosque tiene una función productiva debienes y servicios.

• El manejo del bosque debe realizarse enforma sustentable, que considere en el tiempo lamantención de su potencial productivo de bienes

Región Tasa de forestación (1) Superficie de Superficie ocupada por Porcentaje de la superficiepromedio entre plantaciones a 1997 (2) praderas y matorrales de praderas y matorrales1994 - 1998 (ha) a 1997(3) (ha) disponibles para plantaciones

(ha/año) en los próximos 20 años (4)

VI 2.556 100.744 210.528 24%

VII 10.779 413.336 402.698 54%

VIII 13.983 939.420 303.342 92%

IX 9.768 359.906 402.390 49%

X 9.561 196.357 1.590.824 12%

TOTAL 46.648 2.009.762 2.909.782 32%

Cuadro 3.19

Estimación de la superficie de matorral y praderas a ser ocupadas en 20 añossegún tasa promedio de forestación del período 1994-1998. Regiones VI a X

(1) Estadísticas de INFOR - CORFO (1995, 1996, 1997, 1998, 1999). La tasa de forestación considera sólo la plantación en áreas que no tenían plantación.(2) CONAF et al. (1999a)(3) Superficie según los siguientes rangos de altitud:

VI - VIII : < 800 mIX - XII : < 600 mElaborado a partir de CONAF et al. (1999a)

(4) Corresponde a la multiplicación de la tasa de forestación de 1997 por 20, dividida por la superficie disponible de praderas y matorrales de la respectiva región.

ecosistemas forestales; la transferencia de informa-ción y tecnología, el fomento de la industria yel comercio y, finalmente, la necesidad de lainvestigación forestal.

Por otra parte, se ubican aquellos objetivos enlos que hay una coincidencia de un sesenta porciento de las fuentes consultadas. Estos son laparticipación, recreación, desarrollo rural y pe-queños propietarios, producción permanente debienes y servicios, utilización y recuperación desuelos forestales, monitoreo ambiental y controlde impactos negativos y el mejoramiento de lainfraestructura.

Existe una baja coincidencia en temas como elaporte a la diversidad biológica global, las relacionesinternacionales, la prevención de plagas e incendios,el valor agregado a los productos forestales y otros.La baja prioridad de estos objetivos se puedeexplicar en parte porque responden a necesidadesparticulares e inmediatas de cada una de las fuentescitadas. Por ejemplo, el único estudio que priorizael uso el tema de la institucionalidad es CONAF, quecorresponde a un problema coyuntural muy anti-guo que enfrenta este organismo. Otros posiblesaspectos que han influido en la clasificación deobjetivos con baja prioridad es el hecho de que cada

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directos e indirectos, como así mismo, su diversi-dad biológica.

• Mantener y mejorar el Sistema Nacional deÁreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) ypromover un sistema particular con objetivossimilares.

• Fomentar la capacitación y la transferenciade información y tecnología a los usuarios de losbosques con el objetivo de asegurar su manejo.

• Crear un sistema de monitoreo ambiental ycontrol de impactos negativos para mantener yasegurar el potencial productivo de los bosques.

• Crear instrumentos que permitan fomentar laindustria y el comercio con productos provenien-tes del bosque.

• Fomento del desarrollo rural de los pequeñospropietarios con terrenos forestales e incorporarlosal sistema productivo forestal.

• Promover la investigación forestal.

Como conclusión final, la actual destrucción ydeterioro del bosque nativo está afectando seria-mente su conservación, y las oportunidades dedesarrollo de las comunidades rurales, así comoa otras actividades económicas tales como elturismo y la salmonicultura. En el corto plazo,esta situación afectará la competitividad de lasempresas forestales basadas en las exportacionesprovenientes de plantaciones ante un mundocada vez más globalizado y con crecientes exi-gencias ambientales. Una demostración de esta

realidad es que varias empresas forestales basa-das en la exportación de productos provenientesde plantaciones han empezado a acogerse a lacertificación, a pesar que hasta 1995 el sectorempresarial estimaba que el mal desempeñoambiental en el sector forestal chileno no cons-tituía un riesgo para su competitividad (verpuntos 3.5.3 y 3.4.5, Lara y Sepúlveda, 1995).

El desarrollo del sector forestal chileno requie-re tomar una serie de acciones urgentes quepromuevan el uso sustentable de los bosquesnativos y de las plantaciones forestales, que ga-ranticen el bienestar de las generaciones actualesy futuras y la competitividad de los propietarios debosques, las empresas y sector forestal, estosúltimos fuertemente orientados a las exportacio-nes. Estas acciones también deben velar por lasustentabilidad de otras actividades económicasvinculadas a los bosques como son el turismo y lasalmonicultura.

El Estado debe promover los mecanismos departicipación y negociación que permitan lograrlos acuerdos necesarios entre los diversos actoresinvolucrados a fin de poder avanzar en la defini-ción de una visión estratégica común, plasmadaen una política forestal que permita promulgaruna legislación adecuada que hasta hoy ha estadoempantanada. Esta política y legislación deberánproveer el marco necesario para avanzar hacia laconservación y manejo de nuestros bosques. Sinellas las posibilidades de solucionar los problemasdel sector forestal se tornan muy efímeras.

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3

Anexo 1

Indicadores para el Análisis de los Recursos ForestalesLa disponibilidad de información respecto a los

recursos forestales en Chile ha sido tradicionalmenteincompleta o inexacta, especialmente en el caso delbosque nativo y en menor medida para las plantacio-nes forestales. Esto ha dificultado la toma de decisio-nes acertadas en el sector forestal, así como el llegara acuerdo entre diferentes actores sociales respecto alestado de conservación de los bosques nativos y a lasposibles soluciones.

A continuación se expone una clasificación de losindicadores relevantes de los recursos forestales parala toma de decisiones en el sector forestal y se discutela disponibilidad de información para cada uno deellos. En la sección 3.3.6 relativa a acuerdos interna-cionales, se discuten una serie de criterios e indica-dores considerados para la conservación y manejo debosques en la Declaración de Santiago, de la cual elGobierno de Chile es signatario, pero cuya puesta enoperación es muy incompleta.

Indicadores estáticos del tamaño físico de los recursos enun momento en el tiempo

Hasta hace poco tiempo no se tenía informaciónconfiable respecto a la extensión, localización ycalidad de los recursos forestales nativos. El Catas-tro y Evaluación de los Recursos VegetacionalesNativos (en adelante Catastro), terminado en 1997,hizo un aporte significativo creando un Sistema deInformación Geográfico que solucionó este proble-ma de falta de información. El Catastro entregófinalmente una imagen de los recursos forestales alaño 1997, así como de la estimación de la superficiede los bosques nativos, clasificados según estructura(bosques adultos, renovales, etc.), clase de densidad,altura y tipos forestales.

Indicadores dinámicos que reflejan el cambio de laextensión y calidad de los recursos en el tiempo

La información respecto a la tasa de uso de losbosques nativos (por ejemplo la superficie sustituidaanualmente), el aumento de su volumen por creci-miento o su reducción por extracción parcial (porejemplo mediante floreo) es escasa y proviene dediferentes estimaciones aproximadas que varíanampliamente entre una fuente y otra. Estas diferen-cias se deben generalmente a diferencias metodoló-gicas. Estas metodologías han considerado general-mente la combinación de estimaciones a partir delvolumen total cosechado y volumen cosechado porhectárea, al cual se le aplican diferentes coeficientestécnicos, como por ejemplo el informe elaborado

por la Universidad Austral para el Banco Central(Lara et al., 1995). Una variación de la metodologíaanterior es agregar registros parciales de estadísticasde manejo de CONAF (por ejemplo el estudio rea-lizado por Emanuelli, 1996). Es importante destacarque el único registro relativamente confiable desuperficies intervenidas o afectadas anualmente poracciones antrópicas son los incendios forestales,para los cuales CONAF mantiene estadísticas desde1978 y en algunos casos desde antes.

La falta de estimaciones más precisas y exactas dela tasa de destrucción y deterioro del bosque nativo,señala la importancia de realizar un monitoreo de lacobertura forestal estimada por el Catastro. Un avan-ce en este sentido ha sido el programa piloto demonitoreo basado en fotografías aéreas o imágenesLandsat TM que está siendo llevado a cabo porCONAF y otras instituciones y cuyos resultados paralas Regiones VIII y X Norte fueron dados a conocerrecientemente (CONAF et al., 1999a).

Indicadores de la producción industrial y exportaciones entérminos de volumen y monto en pesos o dólares de losdiferentes productos y otros indicadores socio-económicostales como empleo y su productividad.

Este tipo de indicadores se encuentran disponiblesy se actualizan anualmente. El Instituto Forestal tieneentre sus funciones generar boletines con las estadísti-cas del sector forestal en forma anual. Gran parte deestas estadísticas se basan en la información recopiladade las empresas y de diversas instituciones estatales, asícomo de estudios específicos de carácter regional y quese actualicen cada cierto número de años.

Indicadores de los servicios ecosistémicosde los bosques

Estos incluyen aspectos tales como toneladas deCO2 por ha fijadas anualmente, producción de agua,turismo directamente vinculado a los bosques, paradiferentes tipos forestales, regiones geográficas, con-diciones del sitio e intervenciones de manejo. Otrosindicadores en esta categoría serían aquellos relativosa los servicios ecosistémicos que se deterioran odestruyen por mal manejo, como por ejemplo losnutrientes en kg/ha año o suelo en toneladas por haque se pierden anualmente. Si bien existen algunosproyectos que están trabajando en desarrollar meto-dologías para la estimación de estos indicadores y suimplementación, en términos generales no estándisponibles, y debería ponerse en marcha mecanis-mos para su estimación y actualización. Otros an-

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tecedentes como la pérdida de diversidad biológicaante intervenciones reiteradas y fragmentación en ellargo plazo, también están lejos de estar disponibles.Estos indicadores serían de gran utilidad para elestablecimiento de los umbrales de intervención y eldiseño de sistemas de manejo de los recursos foresta-les, compatibilizando su aprovechamiento económicocon la optimización de sus servicios ecosistémicos y suconservación de largo plazo.

Indicadores económicos de los servicios ecosistémicos delos bosques

Aquí se incluye la determinación del valor agre-gado de la producción forestal (bienes y servicios),valoración de los servicios ecosistémicos del bosquey valor total del bosque (valor de existencia, valor deopción, y valor de uso) y su variación en el tiempopara diferentes tipos de bosque, regiones geográficas,etc, y evaluación económica de los impactos ambien-tales negativos. Estos indicadores se han empezado adesarrollar únicamente para estudios de casos y enforma muy preliminar para el caso de Chile.

Indicadores UtilizadosSobre la base de la clasificación de los indica-

dores presentada, y según su disponibilidad, este

Anexo 2

Metodología de la Universidad Austral para el informe del Banco Central

informe contiene antecedentes de las siguientescategorías:

1) Indicadores estáticos del recurso físico.- Superficie de bosques nativos de diferentes

estructuras y calidades,- Superficie de plantaciones, y- Superficie de bosques nativos dentro del

Sistema Nacional de Áreas SilvestresProtegidas del Estado

2) Indicadores dinámicos de los recursos físicos- Tasa de destrucción y deterioro del bosque

nativo según diferentes causas- Tasa de plantación anual

3) Indicadores de producción Industrial, Exporta- ciones, etc.- Volumen de consumo de madera de bosque

nativo para diferentes usos- Exportaciones de astillas

En el caso de los indicadores agrupados en lascategorías (2) y (3) se consideran los períodos 1980-1990 y 1991-1997, promedios para una serie de añosdentro de estos períodos o valores anuales, según ladisponibilidad de información y su pertinencia paralos objetivos de este informe.

presente documento sólo se ha utilizado el escenariooptimista, ya que este considera la disminución de lasuperficie de bosque nativo más baja comparada conlos otros escenarios, situación que parece ajustarse mása la realidad.

Por su parte, el estudio de CONAF estimó lasuperficie final de floreo a través de incumplimientosde planes de manejo, cifra que fue amplificada en un50 por ciento debido a que existen acciones de floreofrecuentemente realizadas fuera de la ley. Las superfi-cies de incendio fueron determinadas a través de lasestadísticas obtenidas de la Unidad de Gestión deManejo del Fuego, a las que se les aplicó una tasa dedescuento. A partir de la información extraída delsistema técnico-administrativo del Decreto Ley 701, lascifras totales de habilitación de terrenos fueron divi-didas en 40 por ciento de sustitución y el restante 60por ciento fueron asumidas como habilitación propia-mente tal. Además, la sustitución también fue obtenidade i) planes de manejo de explotación de bosque nativocuya reforestación fue realizada con especies exóticas,ii) parte de los planes de manejo del programa dereforestación sin el respaldo de programas de corta; yiii) parte de la superficie incluida en los planes demanejo de forestación con tipo de roce fuerte y muyfuerte.

La metodología utilizada por la Universidad Aus-tral consideró la estimación de la superficie quedisminuye por sustitución, habilitación e incendios yasí como aquella que se deteriora o degrada mediantefloreo. Este estudio estimó que la superficie totalintervenida anualmente por tipo de acción y por regióncorrespondía al volumen de consumo anual (industrialy leña en metros cúbicos al año) dividido por elvolumen neto a extraer por hectárea y multiplicadopor la tasa de participación por tipo de acción. Debidoa que parte de la superficie habilitada o sustituida noprovee volumen de consumo industrial o leña porproblemas de accesibilidad y distancia a los mercados,se dividió la superficie intervenida por cada tipo deacción por la razón de superficie que proporcionavolumen (por ejemplo, entre 0,8 y 0,9 para el caso desustitución en la VI y VII Región). Así se estimó enforma definitiva la superficie anual de disminución pordiversas acciones para cada una de las regiones. Laestimación de la superficie de bosque nativo involucra-da en incendios se obtuvo de las estadísticas de laUnidad de Gestión de Manejo del Fuego de la CONAF.

Debido a la incertidumbre en la estimación de losparámetros obtenidos, para el cálculo de los balancesde superficie anual se consideraron tres escenarios:pesimista, medio y optimista. Para el análisis del

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3

Anexo 3

FSC- Consejo de Manejo Forestal (Forest Stewardship Council)

El FSC es un organismo no gubernamental sinfines de lucro con base en Oaxaca, México, en el cualsus miembros están preocupados de promover unbuen manejo forestal y cuyo funcionamiento estáorganizado en tres cámaras: económica, social yambiental. El énfasis de esta iniciativa es minimizarlos impactos negativos de todas las operacionesforestales en el ambiente, maximizar los beneficiossociales y económicos y mantener áreas en un estadolo más cercano a un ecosistema natural como seaposible (Higman et al., 1999).

Los principios desarrollados por el FSC corres-ponden al cumplimiento de las leyes y principiosdel FSC; derechos y responsabilidades de tenenciay uso de la tierra; derechos de los pueblos indíge-nas; relaciones comunales y derechos de los traba-jadores; beneficios del bosque; impacto ambiental;plan de manejo; monitoreo y evaluación; mante-nimiento de bosques naturales y plantaciones. Elcumplimiento de estos principios por parte de lospropietarios de bosques e industrias es verificadopor certificadores acreditados ante el FSC, con locual se otorga un sello a los productos finales. Deesta manera los consumidores finales pueden ve-rificar que los productos que están adquiriendoprovienen de bosques manejados según criterios desustentabilidad ambiental, social y económica de-finidos en los principios FSC.

De acuerdo con Roxo (1999), actualmente exis-ten más de 16 millones de ha en el mundo quehan sido certificadas por FSC, involucrando a167 compañías y propietarios forestales en 30países. Suecia es el país que más bosques hacertificado con 7,5 millones de ha, seguido dePolonia, Estados Unidos y Brasil.

En 1997 CODEFF (Comité para Defensa de Floray Fauna) elaboró una propuesta para promover eldesarrollo de una iniciativa nacional de Certifica-ción según los principios del FSC, que fue aprobadapor la Secretaría del FSC a fines del mismo año. Lainiciativa FSC-Chile tiene como objetivo disponerde un marco referencial de estándares nacionales decertificación. En junio de 1998, CODEFF coordinó laconsolidación del Grupo de Trabajo FSC-Chile conel fin de desarrollar el proceso nacional para elestablecimiento de estándares de certificación demanejo sustentable. Actualmente, el grupo de traba-jo cuenta con un directorio de 12 personas (4 para

Sistemas de Certicación Forestal

cada una de las tres cámaras definidas por FSC) ycon el funcionamiento de 3 comités técnicos (bos-que nativo, plantaciones y comunicación y promo-ción) cada uno con su respectivo facilitador. Ade-más, el grupo de trabajo cuenta con un reglamentode funcionamiento del directorio y otro para elgrupo de trabajo, así como también con una guíametodológica para la elaboración de estándares.Entre las actividades futuras está considerada laobtención de la personalidad jurídica del grupo detrabajo.

La iniciativa nacional FSC incluye la participa-ción de todos los sectores involucrados en la temá-tica forestal que representen intereses ambientales,sociales o económicos. Algunos de los miembrosque componen estas tres cámaras son académicos delas Universidades de Chile y Austral de Chile,Greenpeace-Chile, Agrupación de Ingenieros Fores-tales por el bosque nativo en la Cámara ambiental;Instituto de Ecología Política, Forestal Trillium Ltda.y Agrícola y Forestal Taquilhue Ltda. en la cámaraeconómica y, en la cámara social, se encuentran laFederación Nacional de Trabajadores Forestales deCONAF, Centro de Educación y Tecnología (CET) yRENACE entre otras.

ISO - Organización Internacional de Estandarización(International Organization for Standardization)

Específicamente, ISO 14001 es un sistema demanejo ambiental que puede ser aplicado a cual-quier país y no es específico del manejo forestal.ISO 14001 asegura el cumplimiento de la legisla-ción vigente y el compromiso de un mejoramientocontinuo de los sistemas de gestión ambiental,según normas y procedimientos definidos porcada empresa. Las normas de ISO no otorgan unsello ambiental para los productos, sino queacreditan que la empresa en su conjunto estácumpliendo las normas de gestión ambiental porella definidas.

En Chile, existen actualmente cuatro empresasque están acogidas al sistema de certificación ISO14001. Estas son Forestal e Industrial Santa Fe S. A.,Forestal y Agrícola Monteáguila S. A., ForestalMillalemu S. A. y, recientemente, Licancel S. A. Lastres primeras empresas cubren un área de 138.000ha de plantaciones (Roxo, 1999). Otras tres empresasdel rubro se encuentran desarrollando el proceso decertificación por ISO 14001.

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Anexo 4

Declaración de Santiago

La Declaración define criterio como “una categoríade condiciones o procesos por medio de los cualespuede evaluarse el manejo sustentable de bosques” eindicador “una medida de un aspecto del criterio”. Sedefinieron los siguientes 7 criterios aplicables tanto abosques naturales como a plantaciones forestales (Anó-nimo, 1995).

Criterio 1: Conservación de la diversidad bioló-gica, incluyendo diversidad de ecosistemas, diversi-dad interespecífica y diversidad genética intraespecí-fica. Ejemplos de indicadores: superficie por tipoforestal, fragmentación de los tipos forestales, estadode conservación de las especies dependientes delbosque.

Criterio 2: Mantenimiento de la capacidad pro-ductiva de los ecosistemas forestales. Ejemplos deindicadores tales como: superficie de terrenos fores-tales y superficie neta de terrenos forestales disponi-bles para la producción de madera, extracción anualde productos maderereos y no madereros en com-paración al volumen o nivel determinado comosustentable.

Criterio 3: Mantenimiento de la sanidad y vita-lidad de los ecosistemas forestales.

Ejemplos de indicadores: superficie o porcentajeafectados por procesos o agentes más allá del rangode variación histórica, superficie y porcentaje deterrenos forestales con componentes biológicos me-noscabados (tales como reciclaje de nutrientes, dis-persión de semillas).

Criterio 4: Conservación y mantenimiento de losrecursos suelo y agua.

Ejemplos de indicadores: superficie y porcentajede terrenos forestales con erosión significativa al

suelo, porcentaje de kilómetros de cursos de aguasen cuencas forestadas, en los cuales el caudal y laperiodicidad del flujo se ha desviado significativa-mente del rango histórico de variación.

Criterio 5: Mantenimiento de la contribución delos bosques al ciclo global del carbono.

Ejemplos de indicadores: biomasa total de losecosistemas forestales y acumulación de carbono portipo forestal, clase de edad y etapa sucesional.

Criterio 6: Mantenimiento y mejoramiento de losmúltiples beneficios socieconómicos de largo plazopara cubrir las necesidades de las sociedades.

Ejemplos de indicadores: relativos a produccióny consumo de madera, productos de la madera, yproductos forestales no madereros; recreación y tu-rismo, inversión en el sector forestal, incluido elgasto en investigación, desarrollo e investigaciónforestal; necesidades y valores culturales, sociales yespirituales; empleo y necesidades de la comunidad.

Criterio 7: Marco legal, institucional y económicopara la conservación y el manejo sustentable debosques.

Ejemplos de indicadores: grado en el cual el marcolegal apoya la conservación y el manejo sustentable delos bosques, incluyendo la forma en que: a) se clarificanlos derechos de propiedad, b) se proveen revisionesperiódicas de la planificación, evaluación y políticasrelativas a los bosques, c) proveen oportunidades departicipación del público en la toma de decisiones; d)impulsan la aplicación de recomendaciones sobreprácticas adecuadas para el manejo forestal. Otroindicador es la capacidad para medir y evaluar enforma periódica y sistemática los cambios en laconservación y manejo sustentable de los bosques.

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Bosques

171

3

AIFBN. 1996. Posición de laAgrupación de IngenierosForestales por el BosqueNativo ante los proyectos deley sobre bosque nativo ycontinuidad del DL 701 sobrefomento forestal. Trabajopresentado al Seminario “Análi-sis del bosque nativo” organiza-do por el Senado de la Repú-blica, Valdivia 9-11 de mayo de1996.

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4. D IVERS IDAD B IOLOGICA

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Divers idad B io lóg i ca

177

4

A DIVERSIDAD BIOLÓGICA es la variedady variabilidad entre los organismos vivos ylos complejos ecológicos en los cuales estos

organismos viven (OTA, 1987). La diversidad bio-lógica comprende tres atributos: composición, es-tructura y funcionamiento, los que se expresanen cuatro niveles jerárquicos de organizaciónbiológica: genético, poblacional-específico, co-munitario-ecosistémico y biomas. Cada uno deestos atributos en los diferentes niveles deorganización pueden ser caracterizados porindicadores relevantes (Noss, 1990). La identi-dad y riqueza de alelos, especies y ecosistemasson indicadores adecuados de la composición.El grado de polimorfismo, distribución geográ-fica de especies y configuración de paisajesson indicadores adecuados de la estructura dela biodiversidad, en tanto las tasas de flujogénico, procesos demográficos, interaccionescomunitarias y ciclaje de nutrientes lo sonpara el componente funcional de la diversidadbiológica, entre otros posibles indicadores (Noss,1990: 359).

La Ley de Bases del Medio Ambiente (TítuloI, Artículo 2º) entiende por Diversidad Biológicasolamente a “la variabilidad entre los organis-mos vivos, que forman parte de todos losecosistemas terrestres y acuáticos. Incluye ladiversidad dentro de una misma especie, entreespecies y entre ecosistemas”. En esta sección,sin embargo, se presenta el estado de la diver-sidad biológica de Chile sensu OTA (1987) en elámbito genético, específico y de biomas, encuanto sus atributos, su estado de conservacióny esfuerzos por conservarla.

4. D IVERS IDAD B IOLÓGICA

4.1 SITUACIÓN DE LADIVERSIDAD BIOLÓGICA

DE CHILE

4.1.1 Composición y cuantificaciónEn la última década ha existido un esfuerzo por

sistematizar el disponible sobre la diversidad deChile, llevado a cabo fundamentalmente por laComisión Nacional de Diversidad Biológica, orga-nismo asesor de la Comisión Nacional de Investi-gación Científica y Tecnológica (Feinsinger, 1996).Dicha instancia elaboró un estudio cuya síntesis,publicada en “Diversidad biológica de Chile” (Si-monetti et al., 1995), destaca la necesidad deinvertir fuertemente en entrenar recursos humanosen taxonomía y sistemática, mantener y aumentarlas colecciones sistemáticas, y financiar inventariostaxonómicos de grupos y regiones poco estudiadas.Estas tareas permitirían asegurar los recursoshumanos y materiales requeridos para conocercabalmente la magnitud y atributos de la diversi-dad biológica de Chile (Feinsinger, 1996). Además,es indispensable avanzar en confeccionar y actua-lizar inventarios de las especies de flora y faunasilvestre, especialmente aquellas con problemas deconservación, según ordena el Artículo 38, Título II,Párrafo 4º de la Ley de Bases del Medio Ambiente.

Diversidad específica

En términos de composición, la diversidadbiológica de Chile alcanza, al menos, unas 29.000especies (Cuadro 4.1). Esta estimación es conser-

L

C a p í t u l o I IC a p í t u l o I I

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vadora, pues numerosos taxa no han sido aúninventariados, tales como las bacterias, la mayoríade los protistas, y grupos como ctenóforos, nemá-todos, rotíferos, arácnidos, quilópodos y diplópo-dos, entre otros (Simonetti et al., 1995).

En términos de estructura, basado en el númeroconocido de especies, los insectos (35 por ciento),las plantas superiores (mono y dicotiledóneas, 16por ciento), y los hongos (11 por ciento) son lostaxa de mayor riqueza, agrupando sobre el 62 por

Endemismo de laBiota Chilena(véase Simonetti etal., 1995 para lasreferencias).

GRUPO TOTAL ESPECIES TOTAL ENDÉMICAS ENDEMISMO (%)

Himenópteros 1.368 457 33,4

Lepidópteros 1.327 585 44,1

Tricópteros 203 971 481

Dípteros 3.000 1.590 (1) 531

Sifonápteros 91 27 29,7

Coleópteros 3.730 1.6791 451

Heterópteros 272 250 92

Crustáceos 606 1211 201

Bryozoos 470 384 81,7

Musgos (2) 668 401 61

Hongos 3.300 792 24

Helechos 150 44 29,3

Gimnospermas 18 6 33,3

Anfibios 43 33 76,7

Reptiles 94 55 58,5

Aves 456 10 2,2

Mamíferos 147 18 12,2

(1) cifras aproximadas;

(2) valores para Chile continental solamente.

Diversidad Biológicade Chile.

Las cifras indican elnúmero de especiesconocidas en Chile.Para las referencias,véase Simonetti et al.(1995), salvo Larraínpara equinodermos;Marticorena y Rodríguez(1995), para helechosy gimnospermas; yPequeño (1998),para peces.

GRUPO ESPECIES GRUPO ESPECIES

Diatomeas 563 Poliquetos 700

Dinoflagelados 295 Moluscos 1.187

Silicoflagelados 5 Forónidos 1

Hongos 3.300 Braquiópodos 18

Líquenes 1.074 Briozoos 504

Algas bentónicas 813 Quetognatos 22

Hepáticas 350 Hemicordados 12

Musgos 875 Arañas 617

Helechos 150 Crustáceos 606

Gimnospermas 18 Parainsectos 121

Monocotiledóneas 1.102 Insectos 10.133

Dicotiledóneas 3.514 Equinodermos 350

Poríferos 200 Peces 1.179

Cnidarios 317 Anfibios 43

Helmintos 89 Reptiles 94

Sipuncúlidos 15 Aves 456

Echiúridos 3 Mamíferos 147

Priapúlidos 2 TOTAL 28.875

Cuadro 4.1

Cuadro 4.2

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Divers idad B io lóg i ca

179

4

ciento de las especies conocidas (Cuadro 4.1).Dentro de los insectos, los coleópteros (3.730especies; Elgueta, 1995) y los dípteros (3.000especies, González, 1995) son los grupos másnumerosos, abarcando cerca del 66 por ciento deltotal de insectos conocidos en Chile. Los vertebra-dos constituyen solamente un 7 por ciento de labiota chilena, siendo los peces el grupo másnumeroso, con 1.179 especies (Pequeño, 1998).

Pese a que la biota chilena no se caracterizapor su alta riqueza de especies, un atributo desta-cado es su grado de endemismo. En la flora, un 55por ciento de las dicotiledóneas, un 33 por cientode las gimnospermas y un 29 por ciento de lospteridófitos son exclusivas del territorio nacional(Cuadro 4.2). En la fauna, dentro de los insectos,el endemismo alcanza el 44 por ciento en lepidóp-teros, 45 por ciento en coleópteros, 53 por cientoen los dípteros y 92 por ciento en los heterópteros,mientras que otros invertebrados, como briozoos,alcanzan valores cercanos al 82 por ciento.

Entre los vertebrados, (Cuadro 4.2) los anfibios,exhiben el mayor grado de endemismo, alcanzan-do un 77 por ciento. Los reptiles también presen-tan alto endemismo, llegando al 59 por ciento. Encontraste, en las aves, el grupo más numeroso devertebrados, el endemismo alcanza solamente un2 por ciento de las especies.

Tanto la riqueza de especies como el grado deendemismo se encuentra heterogéneamente distri-buido en el territorio nacional. En helechos porejemplo, la mayor cantidad de especies se encuentraen Chile continental, pero la mayor cantidad deespecies endémicas se encuentra en la Isla de JuanFernández (Marticorena y Rodríguez, 1995; Rodrí-guez, 1995). Para plantas superiores, la zona declima mediterráneo en Chile central, entre los 32ºy 40º S se encuentran sobre 2.500 especies, repre-

sentando sobre un 50 por ciento de la floranacional. De estas 2.500 especies, 46 por ciento sonendémicas de Chile, y un 23 por ciento estánrestringidas solamente a la región de clima medi-terráneo (Arroyo y Cavieres, 1997).

En los vertebrados (Cuadro 4.3), la mayorriqueza de especies de anfibios se concentra en lazona sur, entre la VIII a la XI Regiones,concordando con los valores más altos deendemismo (VIII a X Regiones; Formas, 1995).Para el caso de los reptiles, la mayor riqueza deespecies se encuentra en la zona centro-norte (Ia VII regiones), pero el endemismo se concentraen el extremo norte del país (II a IV Región;Veloso et al., 1995). Para las aves, ocurre unpatrón contrastante entre riqueza y endemismo:la mayor riqueza se encuentra en el extremonorte (I Región) y en el sur del país (de la VII ala X regiones), mientras que el endemismo secircunscribe a la zona central e insular (IV a VIIIRegiones; Araya y Bernal, 1995). Algo similarocurre con los mamíferos terrestres, cuya mayorriqueza de especies se ubica en los extremosnorte y sur (I y XII regiones), mientras que lamayor cantidad de especies endémicas se encuentraen la zona central (IV a VIII Región; Contreras yYáñez, 1995).

El panorama sobre riqueza, endemismo y dis-tribución de la diversidad biológica de Chile estábasado en un conocimiento incompleto y hetero-géneo de la biota. Por una parte, las diferentesregiones de Chile han sido estudiadas de maneramuy desigual, lo cual podría generar patronesespurios de la distribución de la diversidad deespecies. Por ejemplo, la región de Magallanes yTierra del Fuego concentra la mayor riqueza deespecies y endemismos de algas bentónicas, peroes al mismo tiempo una de las zonas más explo-radas para estas algas (Ramírez, 1995). De igual

CLASE DE VERTEBRADO REGIÓN ADMINISTRATIVA

I II III IV V RM VI VII VIII IX X XI XII

Total anfibios 6 4 3 5 6 8 6 9 10 15 18 11 3

Anfibios endémicos 2 2 1 3 3 5 3 4 5 6 8 1 1

Total Reptiles 18 23 17 20 17 18 15 20 10 8 7 2? 6

Reptiles endémicos 8 14 16 15 12 14 10 13 6 4 5 1 0

Total Aves 239 184 208 212 239 173 212 210 209 211 211 182 197

Aves endémicas 0 2 3 4 6 6 7 5 5 3 2 1 0

Total Mamíferos (1) 45 25 20 32 32 35 29 35 35 37 33 34 41

Mamíferos endémicos 1 1 4 6 6 6 6 5 5 4 4 1 2

Riqueza y endemismode vertebradosterrestres por RegiónAdministrativa deChile.

Cuadro 4.3

(1) incluye sólo a losmamíferos terrestres.

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forma, la variación en la riqueza geográfica depoliquetos bentónicos está asociada a la intensi-dad de la investigación en diferentes porciones dela costa chilena. Chile central sería una zona dealta riqueza, con un 62 por ciento de las especiesde poliquetos chilenas. Es precisamente en estazona donde se han realizado sobre el 60 por cientode las investigaciones sobre los poliquetos chile-nos. En contraste, la región norte del país seríauna zona de menor riqueza, con sólo el 11 porciento de la fauna poliquetológica, pero donde seha realizado un 16 por ciento de las investigacio-nes. La relación entre riqueza de especies, ende-mismos e intensidad de estudio sugiere fuertemen-te que la interpretación y decisiones de conserva-ción basada en este tipo de patrones biogeográfi-cos deben ser muy cautelosas (Rozbaczylo y Simo-netti, en prensa).

Por otra parte, no todos los taxa presentes enChile han sido inventariados, y aquellos estudia-dos han recibido atenciones diferentes, dondealgunos grupos están mejor conocidos que otros(Simonetti et al., 1995). En este sentido, la tasa dedescripción de especies es un indicador del gradode conocimiento de la fauna. Con esta métrica, losvertebrados chilenos estarían mejor conocidos quelos invertebrados, pues en promedio el 50 porciento de las especies conocidas fue descrita casi60 años antes que en los invertebrados (Simonettiy Rivera, en prensa).

Por otra parte, no todos los taxa presentes enChile han sido inventariados, y aquellos estudia-dos han recibido atenciones diferentes, dondealgunos grupos están mejor conocidos que otros(Simonetti et al., 1995). En este sentido, la tasa dedescripción de especies es un indicador del gradode conocimiento de la fauna. Con esta métrica, losvertebrados chilenos estarían mejor conocidos quelos invertebrados, pues en promedio el 50 porciento de las especies conocidas fue descrita casi60 años después que en los invertebrados (Simo-netti & Rivera, en prensa).

Entre los vertebrados, las aves son el grupomejor estudiado, mientras que los peces son elmenos conocido. De hecho, desde 1975, en que seconocían 612 especies de peces, se han registradoy descrito otras 567 especies, el 48 por ciento delas especies actualmente conocidas (Pequeño, 1998).Entre los invertebrados, los equinodermos son elgrupo mejor conocido, con una tasa de descripciónde nuevas especies decreciente, mientras que parataxa como plecópteros y efemerópteros, faltaríanmuchas especies por describir (Simonetti y Rivera,en prensa).

En efecto, la descripción de nuevas especies ynuevos registros para la biota chilena es constante.Por ejemplo, solamente en el período 1997-1998,once nuevas especies de plantas superiores fueronregistradas por primera vez en Chile, en la IIRegión (Matthei et al., 1997; Marticorena et al.,1998). Asimismo, se han descrito nuevas especiespara la ciencia, como las tres nuevas especies deCristaria descritas en 1995 (Muñoz-Schick, 1995).Un panorama similar se observa en invertebrados,donde se describen permanentemente nuevas es-pecies para la fauna chilena, tales como nuevasespecies de coleópteros y lepidópteros (e.g., Moore,1998; M. Rodríguez, 1998). Aun en vertebrados, elgrupo mejor conocido de la fauna chilena, secontinúan describiendo nuevos y confirmandohallazgos de especies previamente descritas enotros países y nuevas especies para la ciencia. Tales el caso de la confirmación de la presencia delPimpollo tobiano (Podiceps gallardoi) en el país(St. Pierre y Davies, 1998) y la posible presenciade una especie de becasina migratoria (Limnodro-mus griseus; Vuilleumier, 1997). En mamíferos,además de nuevos registros como el hallazgo delmurciélago de nariz larga (Platalina genovensium,Galaz et al., 1999), se han descrito en tiemposrecientes desde nuevas especies, como un cetáceo(Mesoplodon bahamondi; Reyes et al., 1996) y unroedor (Loxodontomys pikunche; Spotorno et al.,1998), hasta un nuevo género de roedor, Pearso-nomys (Patterson, 1992) Estos ejemplos sugierenque la verdadera dimensión y características de labiota chilena a nivel de composición taxonómicaestán aún por determinarse.

Diversidad genética

En términos de diversidad intraespecífica, elconocimiento sobre la biota chilena es escaso yno se dispone de una síntesis de la información,como en el caso de la diversidad específica (Simo-netti et al., 1995). Además, se carece de un catastrode las actividades de prospección de recursosgenéticos realizados en el país (León y Cubillos,1997).

El número de subespecies puede ser considera-do como primer indicador de la variabilidad gené-tica de las especies. En el caso de las subespeciesde flora vascular en Chile continental, las dicoti-ledóneas presentan 508 taxa infraespecíficos de untotal de 3.906 especies, mientras que las monoco-tiledóneas presentan 116 taxa infraespecíficos de1.069 especies (Marticorena, 1990). De las 150especies de helechos presentes en Chile, 17 (11 porciento) tienen subespecies (Marticorena y Rodrí-

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4

guez, 1995). En aves, un 15 por ciento de las 466especies conocidas tiene dos o más subespecies(Araya y Millie, 1998).

La diversidad genética de la biota chilena espoco conocida, pese a que la variación intra-específica tiene directa relación con analizar pro-cesos de especiación y establecer estrategias deconservación. Por ejemplo, Liolaemus monticolamuestra gran variabilidad cariotípica intra e inter-poblacional, con razas cromosómicas separadaspor una barrera física, como el Río Maipo (Lam-borot y Alvarez-Sarret, 1993). Esta labilidad, deser común a Liolaemus, podría explicar, al menosen parte, su radiación y diversidad en Chile (e.g.,Fuentes y Jaksic, 1979; Veloso et al., 1995). Noobstante, con excepción de unas pocas especies deinterés comercial, como Nothofagus alpina y As-trocedrus chilensis (Carrasco, 1998; Allnutt et al.,1999), o de interés biogeográfico y de conserva-ción, como Lactoris fernandeziana (Brauner et al.,1992 Crawford et al., 1994a), Wahlenbergia(Crawford et al., 1994b; Ricci y Eaton, 1994) ySophora toromiro (Ricci y Eaton, 1997), la infor-

Regiones ySubregionesvegetacionalesde Chile (segúnGajardo, 1994). Seindica el porcentaje desuperficie nacionalcubierta por cadaregión. Para el caso delas subregiones, seseñala el número deFormacionesvegetacionales (FV)que contiene. En elcálculo de coberturaterritorial, se excluyenáreas sin vegetaciónnatural, como zonas deagricultura intensiva (5por ciento), altascumbres (3 por ciento)y campos de hielo (2por ciento; Gajardo,1994).

Cuadro 4.4REGIONES % Chile SUBREGIONES FV

Desierto 22 Desierto Absoluto 6

Desierto Andino 6

Desierto Costero 3

Desierto Florido 2

Estepa Alto-andina 17 Altiplano y Puna 7

Andes Mediterráneos 5

Matorral y Bosque Esclerófilo 10 Matorral Estepario 4

Matorral y Bosque Espinoso 5

Bosque Esclerófilo 5

Bosque Caducifolio 8 Bosque Caducifolio Montano 4

Bosque Caducifolio del Llano 4

Bosque Caducifolio Andino 2

Bosque Laurifolio 3 Bosque Laurifolio de Valdivia 4

Bosque Laurifolio del Arch. de

Juan Fernández 2

Bosque Andino-Patagónico 7 Cordilleras de la Araucanía 5

Cordilleras Patagónicas 5

Bosque Siempreverde y Turberas 18 Bosque Siempreverde con Coníferas 5

Bosque Siempreverde Micrófilo 4

Turberas, Matorral y Estepa Pantanosa 5

Estepa Patagónica 4 Matorral y Estepa Patagónica

de Aysén 1

Estepa Patagónica de Magalllanes 1

mación disponible es escasa. Este panorama dis-perso de información contrasta con la crecientedemanda y búsqueda de productos naturales yrecursos fitogenéticos (e.g., Moraga-Rojel, 1992),tales como compuestos antimicrobianos en losexudados resinosos de plantas astereráceas (Urzúaet al., 1995; Mendoza et al., 1997), o de microor-ganismos del suelo capaces de degradar compues-tos clorados (e.g., Fulthorpe et al., 1996). Dehecho, en la flora vascular, al menos un 15 porciento de las especies tiene, a lo menos, un usoconocido (Cubillos, 1994), y la importancia de estaflora se ejemplifica en el hecho que las especieschilenas de Lycopersicon son fuente de genesempleados en el mejoramiento genético del tomatecultivado (Rick y Chetelat, 1995).

Diversidad de ecosistemas

La diversidad de ecosistemas presentes enChile se reconoce principalmente en base a cla-sificaciones de la fisionomía de la vegetación yatributos climáticos, y con menor frecuencia, en

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182

ECOSISTEMA HÁBITAT ECO-REGIÓN

Bosques de coníferas y Bosque Templado Bosques de lluvia invernal de Chile (Ch)

bosques templados de Bosques templados de Valdivia (Ch y A)

hoja ancha Bosques Subpolares de Nothofagus (Ch y A)

Pastizales, sabanas, Pastizales montanos Puna de los Andes centrales (Ch, A, B, P)

matorrales Puna húmeda de los Andes centrales (Ch, P, B)

Puna árida de los Andes centrales (Ch, A, B)

Estepa del Sur de los Andes (Ch y A)

Estepa de la Patagonia (Ch y A)

Pastizales de la Patagonia (Ch y A)

Formaciones xéricas Matorrales Matorral de Chile (Ch)

mediterráneos

Desiertos y Desierto de Sechura (Ch y P)

matorrales xéricos Desierto de Atacama (Ch)

base a las distribuciones de la fauna. No obstante,no existe un sistema de clasificación consensualde los ecosistemas chilenos. Por el contrario, sedispone de variados sistemas de clasificación dela biota, tanto regionales como nacionales, loscuales en su mayoría no son coincidentes, talescomo Oberdorfer (1960), Di Castri (1968) y Arti-gas (1975) entre otros (Fuentes et al., 1995).

Pese a no estar definida a nivel ecosistémico,la clasificación de la vegetación de Gajardo (1994)es ampliamente utilizada. Esta clasificación reco-noce y ordena agrupaciones vegetales que consti-tuyen paisajes vegetacionales en un sistema jerár-quico de tres niveles principales: regional, sub-regional y de formación vegetacional. A menorescala, las formaciones vegetacionales se recono-cen constituidas por comunidades-tipo o asocia-ciones vegetales, definidas a su vez por especiesrepresentativas, comunes, acompañantes y ocasio-nales. Sobre la base de características vegeta-cionales como formas de vida, adaptaciones, es-tructura espacial y composición florística, conside-rando también el origen fitogeográfico, la geolo-gía, geomorfología, clima y suelo regional, laclasificación de Gajardo (1994) reconoce ochoregiones, 21 sub-regiones y 85 formaciones vege-tales (Cuadro 4.4). Ver mapa.

La región desértica cubre la mayor superficiedel país, seguido por las regiones de bosquessiempre verdes y tuberas, y la estepa alto-andina.La región de bosque laurifolio y de estepa patagó-nica son las menos extensas (Cuadro 4.4). Laregión del desierto es también la región másheterogénea, conteniendo cuatro subregiones y 17formaciones, esto es, un 20 por ciento de las

subregiones y formaciones reconocidas en el país.De igual forma, la región más pequeña, la estepapatagónica, contiene solamente dos subregiones(10 por ciento) y dos formaciones vegetacionales(dos por ciento; Gajardo, 1994).

La región de Los Lagos es la más diversa, alcontener cuatro regiones vegetacionales con sietesub-regiones y 17 formaciones. La zona central,desde Valparaíso al Maule contiene tres formacio-nes vegetacionales, con cinco sub-regiones y 17formaciones. En términos de regiones vegetacio-nales, el sector norte del país es la zona más pobre,mientras que la región de Magallanes tiene lamenor diversidad de formaciones vegetacionales(Gajardo, 1994).

Una evaluación de la diversidad a escala deecosistemas o paisajes requiere una comparacióncon la riqueza de ecosistemas en el mundo, lo cualno es posible con una clasificación de las regionesvegetacionales (e.g., Gajardo, 1994), pues estánreferidas solamente a la vegetacional nacional. Aun nivel global, existe una variedad de clasificacio-nes de la biota, tales como aquellos basados engeografía, variables climáticas, vegetación potencialy usos de la tierra (e.g., Holdridge, 1967; Udvardy,1975; Bailey, 1983). Una clasificación reciente,basada en los trabajos previos para América Latinay el Caribe, distingue tres niveles jerárquicos deorganización: cinco grandes tipos de ecosistema(bosques tropicales de hoja ancha, bosques deconíferas y bosques templados de hoja ancha,pastizales/sabanas/matorrales, formaciones xéricasy manglares), 12 tipos principales de hábitat y 178eco-regiones (Dinerstein et al., 1995). Los tiposprincipales de hábitat son hábitat similares en

Cuadro 4.5

Tipos de ecosistemas,principales hábitat yeco-regiones presentesen Chile.

Para las eco-regiones, seindican los países dondeéstas ocurren (Ch = Chile;A = Argentina;B = Bolivia;P = Perú;)Fuente: Dinerstein et al.,1995.

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términos de estructura de flora y fauna, clima,procesos ecológicos, diversidad beta, mientras laseco-regiones son unidades geográficas discretas deestos tipos de hábitat (Dinerstein et al., 1995:14-15).

En el contexto de América Latina y el Caribe,Chile posee una escasa representatividad de macro-ambientes terrestres, presentando tres de los cincograndes tipos de grandes ecosistemas, cuatro de los12 principales tipos de hábitat (33 por ciento), y 12de las 178 eco-regiones (7 por ciento; Cuadro 4.5).Sin embargo, al igual que a nivel de especies, ladiversidad a nivel de eco-regiones muestra un altoendemismo, ya que algunas son propias del país,tales como los bosques lluviosos invernales, elmatorral de Chile central y el Desierto de Atacama,mientras otras son compartidas solamente con unpaís limítrofe, como Argentina y Perú (Dinerstein etal., 1995). De las eco-regiones presentes en Chile,dos de ellas, los bosques templados de Valdivia y elmatorral de Chile, son consideradas globalmentesobresalientes por su distintividad biológica. Anivel regional, son considerados sobresalientes, losbosques de lluvia invernal, los bosques subpolaresde Nothofagus, puna de los Andes centrales, punahúmeda de los Andes centrales, puna árida de losAndes centrales, y la estepa y pastizales de laPatagonia. A nivel local, se considera sobresalientela estepa del sur de los Andes (Dinerstein et al.,1995). De esta forma, existiría una coincidenciaparcial entre las regiones con mayor diversidadespecífica como a nivel de paisaje, destacando lazona de clima mediterráneo, con su alta riqueza deespecies de flora y fauna, endemismos, formacionesvegetacionales y eco-regiones (Arroyo et al., enprensa; Simonetti, en prensa).

En ambientes dulceacuícolas de América Latinay el Caribe, se distinguen 117 eco-regiones segúnel tipo de hábitat, incluyendo desde grandes ríos

a cuencas cerradas en ambientes desérticos, asícomo su distintividad biológica. Estas eco-regionesse agrupan en 42 complejos de eco-regiones(Olson et al., 1998). Chile presenta 10 de esaseco-regiones (9 por ciento), de las cuales seisson propias del país (Cuadro 4.6). Por sudistintividad biológica, son consideradas comoregionalmente sobresalientes las eco-regiones dela Puna árida, mediterráneas, Valdiviana e Islade Chiloé (Olson et al., 1998).

En ambientes costeros, basado en atributosfísicos, se distinguen en la costa de Chile tresdominios de los ocho dominios reconocidos enAmérica. De éstos, el dominio templado es exclu-sivo del país, en tanto el dominio subpolar escompartido con Argentina y el dominio subtro-pical es compartido con Perú (Ray et al., 1984).En términos biológicos, destacan la biota de lasislas oceánicas debido a su alto endemismo(Castilla, 1987).

Finalmente, el funcionamiento ecosistémicoha sido escasamente estudiado en Chile, por loque no es factible analizar la diversidad y varia-bilidad ecosistémica a este nivel. Salvo contadosanálisis de descomposición de materia orgánica(e.g., Guzmán et al., 1990), el papel de diferentesespecies en la fijación y ciclos de nutrientes comonitrógeno (e.g., Rundel y Neel, 1978; Hedin et al.,1995), existen pocos intentos por asociar ladiversidad específica y atributos abióticos regio-nales para evaluar la naturaleza y diversidad delfuncionamiento ecosistémico en Chile (e.g., Fuen-tes et al., 1995; Carpenter et al., 1996). De igualforma, es escasa la información que analiza lapotencial respuesta a nivel específico y ecosisté-mico de la biota chilena frente a eventualescambios globales en patrones climáticos (e.g.,Arroyo et al., 1993).

Cuadro 4.6Tipos de complejos yeco-regionesdulceacuícolas presentesen Chile.

Para las eco-regiones, seindican los países dondeéstas ocurren (Ch = Chile;A = Argentina;B = Bolivia;P = Perú; )Fuente: Olson et al.,1998).

COMPLEJO ECO-REGION

Alto andino Puna árida (Ch, B, A y P)

Atacama / Sechura Desierto Atacama/Sechura (Ch y P)

Desierto Costero del Pacífico Desierto costero del Pacífico (Ch y P)

Chile mediterráneo Chile mediterráneo norte (Ch)

Chile mediterráneo sur (Ch)

Islas Juan Fernández Islas Juan Fernández (Ch)

Chile Sur Valdiviana (Ch)

Isla de Chiloé (Ch)

Archipiélago de Chonos (Ch)

Magallanes / Última Esperanza (Ch)

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4.1.2 Estado de la biota

Las amenazas a la diversidad biológica sonreconocidas como un problema ambiental en Chile(Hajek et al., 1990; Espinoza et al., 1994). Lapérdida de especies y modificaciones de paisajeshan sido destacadas desde tiempos coloniales (e.g.,Miller, 1980). De hecho, una fracción significativade la biota nacional tendría problemas de conser-vación (Glade, 1988; Benoit, 1989), y estas ame-nazas se expresarían a lo largo de todo el país(Hajek et al., 1990; Espinoza et al., 1994). Pese atal reconocimiento, actualmente sin embargo, lasevaluaciones que realizan biólogos de vida silves-tre, reflejadas en los “Libros Rojos” (Glade, 1988;Benoit, 1989) difieren marcadamente de la evalua-ción que hacen profesionales del ámbito ambiental(Hajek et al., 1990). De hecho, a nivel regionalpueden llegar a tener visiones opuestas. En aque-llas regiones donde los ambientalistas considerana las amenazas a la diversidad biológica comopoco importantes, los biólogos de vida silvestredetectan la mayor cantidad de especies con pro-blemas de conservación y viceversa (Simonetti,1994).

El estado de la biota chilena ha sido evaluadomediante talleres de expertos. Tres talleres pione-ros fueron organizados por la Corporación Nacio-nal Forestal. En estos talleres, se clasificaron a lasespecies de árboles y arbustos (en 1985), vertebra-dos terrestres (en 1987) y hierbas y plantas sucu-lentas (en 1988; véase Ormazábal, 1993). En lostres talleres, mediante el consenso de investigado-res de centros académicos, reparticiones públicas yorganizaciones no-gubernamentales, se clasifica-ron a las especies en cada una de las categoríasempleadas a la fecha por la UICN, según el estadode sus poblaciones (Ormazábal, 1993). De estaforma, se elaboraron listados de especies, a modode los “libros rojos” de la UICN, uno para los

vertebrados terrestres (Glade, 1988) y otro paraflora terrestre (Benoit, 1989). Recientemente, entre1996 y 1997, la Comisión Nacional del MedioAmbiente en conjunto con el Museo Nacional deHistoria Natural, han organizado o auspiciadoreuniones de trabajo donde se han vuelto a revisarlos estados de conservación de los helechos, hier-bas y plantas suculentas, herpetozoos, peces dul-ceacuícolas, elaborándose listados para tres grupospreviamente no tratados: líquenes, decápodos deaguas continentales y mamíferos marinos (Baezaet al., 1998; Bahamonde et al., 1998; Belmonte etal., 1998; Campos et al., 1998; Núñez et al., 1998,Quilhot et al., 1998; Ravenna et al., 1998; Yáñez,1998).

Las reuniones organizadas por la ComisiónNacional del Medio Ambiente en conjunto conel Museo Nacional de Historia Natural generaronlistados equivalentes a los “libros rojos” reali-zados por los talleres de Conaf. Para aquellostaxa re-evaluados existen varias y marcadasdiferencias en el número total de especies conproblemas y en número de especies por cadacategoría. Por ejemplo, mientras seis especiesde helechos de Chile continental eranconsideradas vulnerables en 1989, en 1997fueron treinta y cuatro las especies incluidasen esta categoría (Rodríguez, 1989; Baeza etal., 1998). Sin embargo, no se explicita elorigen de la diferencia, que puede ser metodo-lógica, si han empleado criterios diferentes, obien biológicas, si los helechos están aún másamenazados hoy que hace una década. Estodebería clarificarse y se deberían unificar loscriterios empleados para clasificar especies se-gún su estado de conservación.

Las categorías empleadas para clasificar lasespecies según su estado (extinta, en peligro,vulnerable, rara, indeterminada, inadecuadamente

Estado deconservación delos vertebradosterrestres de Chile

Fuente:Glade, 1988:59-60.

Cuadro 4.7 MAMÍFEROS AVES REPTILES ANFIBIOS PECES TOTAL

En peligro 15 10 1 6 18 50

vulnerable 15 32 13 9 23 92

rara 12 12 18 10 1 53

Amenaza indet. 2 0 0 0 0 2

Inadec. conocida 7 18 13 6 2 46

total con prob. 51 72 45 31 44 243

% clase con prob. 51 17 58 79 100 35

Extinta 1 1 0 0 0 2

Fuera de peligro 6 0 0 0 0 6

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conocida) han sido ampliamente utilizadas, con-virtiéndose en una herramienta valiosa para elabo-rar programas de conservación a nivel nacional einternacional (Mace, 1995). Sin embargo, se hacuestionado este procedimiento por eventualessubjetividades y disparidad de criterios al clasificara las especies en las diferentes categorías deconservación. Las diferencias de criterios podríanentonces enmascarar los verdaderos riesgos deextinción de las especies (Mace y Lande, 1991). Noobstante, un análisis basado en información bio-lógica independiente a los criterios empleados enlos talleres reforzaría la actual clasificación deaves y mamíferos de Chile central. En estas espe-cies, el estado de conservación determinado en eltaller de expertos (Glade, 1988), se correlacionapositivamente con estimaciones sobre el grado desensibilidad de las especies frente a cambios dehábitat, basado en atributos de historia de vida. Talconcordancia apoya las clasificaciones realizadaspor consenso en el taller respectivo (Vásquez ySimonetti, en prensa).

Las categorías empleadas actualmente en Chilehan sido reemplazadas internacionalmente por unsistema de clasificación que considera las dosvariables que más influyen en la probabilidad desobrevivencia de una especie: la amplitud de surango geográfico y sus abundancia local y regio-nal. Las categorías propuestas se basan en laprobabilidad que una especie (o sus poblacioneslocales) se extinga dentro de un período de tiempoespecífico en base a criterios cuantificables (Maceet al., 1992). La Ley de Bases del Medio Ambiente,en su Artículo 37, Título II, Párrafo 4º indica quemediante un reglamento se fijarán los criteriospara clasificar las especies de flora y fauna en las

categorías de conservación. Sin embargo, la Leyhace referencia explícita a las categorías deroga-das y no a las actuales, por lo que deberíamodificarse. Además, dicho reglamento (por ana-crónicas que sean las categorías a usar) aún no hasido promulgado. Una reevaluación de este aspec-to es mandatoria para satisfacer los estándaresinternacionales para evaluar el estado de la biota.Sin embargo, en las reuniones organizadas porConama y el Museo Nacional de Historia Naturalse ha insistido en mantener las categorías anti-guas, aun cuando pueda marginar estas evaluacio-nes de aquellas hechas en el resto del mundo. Elargumento empleado para no adoptar las nuevascategorías ha sido la falta de información paraclasificar a las especies (e.g., Yáñez, 1998). Noobstante, ello no ha impedido evaluar gruposcomo los decápodos, donde once de las veinteespecies de agua dulce evaluadas (55 por ciento)son consideradas como inadecuadamente conoci-das (Bahamonde et al., 1998). Además, en lasnuevas categorías existe una categoría precisa-mente para aquellas especies con falta de informa-ción (“Data deficient”), categoría que permite eva-luar no sólo a las especies sino a la calidad ycantidad de la información disponible para reali-zar tales diagnósticos. El mantener las categoríasantiguas disponiendo de categorías más objetivasno parece justificado.

Estado de conservaciónal nivel de especies

Los talleres de expertos realizados por Conafpermitieron clasificar unas 2.000 especies de labiota chilena (Ormazábal, 1993). De un total de684 especies de vertebrados terrestres analizadas,

Distribución regionalde especies conproblemas deconservación

Fuente:Glade, 1988;Benoit,1989;Marticorena etal.,1995.

Cuadro 4.8REGIÓN PLANTAS MAMÍFEROS AVES REPTILES ANFIBIOS PECES TOTAL

I 9 24 30 7 2 11 83

II 14 18 27 15 4 6 84

III 13 15 33 3 1 7 72

IV 22 17 33 11 4 10 97

V 26 20 48 14 4 16 128

RM 19 15 25 11 8 0 78

VI 16 17 37 10 6 17 103

VII 38 19 36 8 8 19 128

VIII 28 19 36 6 10 23 122

IX 22 18 36 3 10 22 111

X 13 20 37 2 11 22 107

XI 2 22 24 1 5 8 62

XII 15 26 24 4 1 6 76

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un 35 por ciento mostró problemas de conserva-ción (Glade, 1988; Cuadro 4.7). El grupo másafectado son los peces de agua dulce, donde sus 44especies (100 por ciento), presentan problemas.Solamente dos taxa se habrían extinto en Chile, unasubespecie del roedor fosorial Ctenomys mage-llanicus, y el zarapito boreal Numenius borealis(Glade, 1988). Las aves son el grupo que tiene másespecies con problemas (véase además Rottman yLópez-Callejas, 1992), seguido por mamíferos (véasetambién Cofré y Marquet, 1999).

De los vertebrados, sólo los peces marinos nohan sido clasificados en términos de su estado deconservación. Con ello, un 40 por ciento de lasespecies de vertebrados chilenos han sidoclasificadas, cifra que contrasta marcadamente conla evaluación de los invertebrados. Solamente un0,1 por ciento ha sido evaluado. El único grupo deinvertebrados evaluados a la fecha son los decápo-

dos de aguas continentales. De un total de veinteespecies, tres son consideradas en peligro deextinción y otras seis serían vulnerables (Baha-monde et al., 1998).

El número de especies con problemas de con-servación varía regionalmente. En general, lasregiones centrales (V, VI, VII) y X contienen lamayor cantidad de especies con problemas (Cua-dro 4.7). Sin embargo, no todos los grupos tienenla mayor cantidad de especies con problemas enestas regiones. En mamíferos, las regiones I y XII,en aves las regiones V, VI y X, en reptiles lasregiones II y V, en tanto en anfibios y pecesdulceacuícolas, la mayor cantidad de especies conproblemas está en la VIII, IX y X regiones (Glade,1988; Cuadro 4.7).

Un cinco por ciento de los líquenes tienenproblemas de conservación, donde tres especies

Estado deconservación de laseco-regionespresentes en Chile.

Se indica su estadoy prioridad deacciones paraconservarlas.Fuente:Dinerstein et al.,1995.

Cuadro 4.9 ECOSISTEMA HABITAT ECO REGION ESTADO PRIORIDAD

Bosques de coníferas y Bosque Templado Bosques de lluvia en peligro máxima prioridad

bosques templados invernal de Chile regional

hoja ancha

Bosques templados vulnerable máxima prioridad

de Valdivia regional

Bosques vulnerable prioridad regional

Sub-polares moderada

Nothofagus

Pastizales, sabanas, Pastizales montanos Puna de los Andes vulnerable máxima prioridad

matorrales centrales regional

Puna húmeda vulnerable máxima prioridad

Andes centrales regional

Puna árida vulnerable máxima prioridad

Andes centrales regional

Estepa del Sur estable importante a

de los Andes escala nacional

Estepa de en peligro máxima prioridad

Patagonia regional

Pastizales de la vulnerable prioridad regional

Patagonia moderada

Formaciones xéricas Matorrales Matorral de Chile en peligro máxima prioridad

mediterráneos regional

Desiertos y Desierto de vulnerable prioridad regional

matorrales xéricos Sechura moderada

Desierto de vulnerable prioridad regional

Atacama moderada

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están en peligro de extinción, treinta son con-sideradas vulnerables, otras dieciséis son raras yocho estarían insuficientemente conocidas(Quilhot et al., 1998). En los helechos de Chilecontinental, un 33 por ciento de las especiestienen problemas de conservación. De estas, seisespecies son consideradas en peligro de extinción,seis vulnerables y 29 raras. Un 40 por ciento delas especies con problemas de conservación sonendémicas a Chile (Rodríguez, 1989). En lasislas de Juan Fernández por su parte, de las 23especies de helechos endémicas (de un total de53 especies conocidas a la fecha), 10 (43 porciento) son consideradas en peligro de extin-ción, cuatro (17 por ciento) son vulnerables ynueve (40 por ciento) no tienen problemas deconservación (Ricci, 1996).

Para las dicotiledóneas arbóreas y arbustivas deChile continental, un 6 por ciento (62 de cerca de 900especies) presenta problemas de conservación. Deestas, 11 son calificadas en peligro de extinción, 20como vulnerables y 31 como raras (Benoit, 1989). Deestas 62 especies, 76 por ciento (47 especies) sonendémicas (Marticorena et al., 1995). La zona central,desde la IV a la IX Regiones, es donde se encuentrael mayor número de especies con problemas,probablemente asociado a la mayor concentración depoblación humana y actividades agroindustriales(Marticorena et al., 1995; Cuadro 4.8).

En Chile continental no se ha detectado laextinción de ninguna especie arbórea o arbustiva.En las Islas de Juan Fernández sin embargo, dosespecies se han extinguido, así como una especieen Rapa Nui. Además, de 88 especies de dicotile-dóneas endémicas en Juan Fernández, 77 tienen

problemas de conservación, debido a la corta,ramoneo por ganado caprino y conejos (Stuessy etal., 1992).

En cactáceas, de 167 taxa estudiados (especiesy variedades tratadas simultáneamente), una varie-dad de Neoporteria horrida estaría extinta, en tantoel 21 por ciento (36 taxa) estaría en peligro deextinción, 53 por ciento (88 taxa) serían vulnerables,10 por ciento serían raros (16 taxa), 3 por ciento (5taxa) estaría inadecuadamente conocido, y 13 porciento (21 taxa) no tendría problemas deconservación (Hoffmann y Flores, 1989).

En plantas monocotiledóneas de Chile con-tiental, de 136 especies de geófitas, una estaríaextinta, seis (4 por ciento) estaría en peligro deextinción, 40 (9 por ciento) serían vulnerables, 31serían raras, otras 34 especies estarían insuficien-temente conocidas y solamente 24 (18 por ciento)no tendrían problemas (Hoffmann, 1989). Noconsiderada en ese análisis, pero consideradaextinta, es otra herbácea, Bromus mango.Asimismo, de 30 taxa de bromeliáceas estudiadas,17 (57 por ciento) estarían en peligro de extinción,tres serían raras, ocho serían insuficientementeconocidas y dos no tendrían problemas de con-servación (Hoffmann y Flores, 1989).

El estado de conservación de la mayoría de labiota chilena no ha sido evaluado. Sin embargo,en casi todos ellos se reconoce que algunas, si notodas, las especies de diferentes grupos taxonómi-cos tienen problemas de conservación. No obstante,la falta de información o la ausencia de talleres deanálisis específicos, ha impedido clasificar a estasespecies (cf., Simonetti et al., 1995).

COMPLEJO ECO-REGION ESTADO PRIORIDAD

Alto andino Puna árida vulnerable 2

Atacama / Sechura Desierto Atacama/Sechura crítico 3

Desierto Costero del Pacífico Desierto costero del Pacífico en peligro 3

Chile mediterráneo Chile mediterráneo norte crítico 3

Chile mediterráneo sur en peligro 2

Islas Juan Fernández Islas Juan Fernández en peligro 3

Chile Sur Valdiviana vulnerable 2

Isla de Chiloé en peligro 2

Archipiélogo de Chonos estable 3

Magallanes / Última Esperanza intacto 4

Estado de conservación de laseco-regiones dulceacuícolaspresentes en Chile.Se indica su estado deconservación y la prioridadde acción para suconservación, donde 1: lamás alta prioridad deconservación a nivelregional; 2: alta prioridad deconservación a nivelregional; 3: prioridad deconservación a escalaregional, y 4: importante aescalas subregional y local.Fuente: Olson et al., 1998.

Cuadro 4.10

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Estado de conservaciónal nivel de ecosistemas

Las amenazas a la mantención de la diversi-dad biológica se expresa también a nivel depaisaje y ecosistemas. Por ejemplo, la deforesta-ción y sustitución de bosques nativos en Chilecentral, conlleva la desaparición no solamentede especies restringidas a esta región, sino queademás implica la desaparición del bosque mau-lino, una formación vegetacional propia delpaís, la cual está disminuyendo a una tasa de 8por ciento anual (Grez et al., 1997; Bustamantey Castor, 1998).

En términos de eco-regiones, once de las 12(92 por ciento) eco-regiones terrestres tiene pro-blemas de conservación. De estas, tres (25 porciento) son consideradas en peligro, y dos deellas, el bosque de lluvias invernales y el matorralson eco-regiones endémicas (Dinerstein et al.,1995). Ocho eco-regiones (67 por ciento) sonconsideradas vulnerables, de las cuales una eco-región, el Desierto de Atacama, es endémica(Cuadro 4.9). De las 10 eco-regiones dulceacuíco-las presente en Chile, solamente dos no tienenproblemas de conservación (Olson et al., 1998;Cuadro 4.10). Dos son consideradas en estadocrítico, esto es, que el hábitat y biota originalestán restringidos a fragmentos pequeños y ais-lados, con bajas probabilidades de sobrevivir lapróxima década sin recibir protección y restaura-ción inmediata (Olson et al., 1998). Estas son dosde las nueve (22 por ciento) consideradas enestado crítico en América Latina y el Caribe,siendo una de ellas, Chile mediterráneo norte,endémica del país. Cuatro eco-regiones son con-sideradas en peligro, esto es, que su biota yhábitat remanente está restringido a fragmentosaislados de diferentes tamaños con probabilida-des medianas a bajas de persistir la próximadécada de no recibir protección y restauracióninmediata (Olson et al., 1998). Estas cuatro eco-regiones representan el 9 por ciento de las 43ecoregiones consideradas en peligro en AméricaLatina y el Caribe. Dos eco-regiones son conside-radas vulnerables, con su biota y hábitat rema-nente existiendo en porciones grandes de territo-rio, y con expectativas de persistir la próximadécada y reciben protección adecuada y restau-ración moderada. Estas dos regiones representanel 4 por ciento de las eco-regiones consideradasvulnerables en América Latina y el Caribe. Final-mente, la eco-región Archipiélago de Chonos esconsiderada como relativamente estable, esto es,con alteraciones en partes pero no en todo suámbito de distribución (Olson et al., 1998). Esta

eco-región es una de las 13 consideradas relati-vamente estables en América Latina y el Caribe,mientras que la eco-región Magallanes/ÚltimaEsperanza está considerada como relativamenteintacta y es una de las tres en esta categoría anivel continental (Olson et al., 1998; Cuadro4.10).

Pese a que la mayoría de las especies de labiota chilena no han sido clasificadas en suestado de conservación, según dispone la Ley deBases del Medio Ambiente, la información dispo-nible claramente indica que una fracción impor-tante de la diversidad biológica de Chile está enriesgo de desaparecer local o globalmente. Ello,por cuanto una fracción alta de sus especies estáamenazada o en peligro de extinción, donde unnúmero alto de ellas son especies endémicas.Asimismo, los ecosistemas –analizados a modo deeco-regiones- también se encuentran en estadocrítico o vulnerable. De esta forma, la diversidadbiológica de Chile podría empobrecerse comoresultado de diversas acciones antrópicas.

4.2 FACTORESCONDICIONANTES DELESTADO DE CONSERVACIÓNDE LA DIVERSIDAD

BIOLÓGICA

La biota chilena ha estado sometida a diferen-tes presiones desde tiempos precolombinos. Estaspresiones, expresadas inicialmente como extrac-ción para consumo y modificaciones de hábitat, seincrementaron en tipos e intensidad desde tiem-pos coloniales (Miller, 1980). Actualmente, lascausas principales de amenaza a la biota nativason la modificación del hábitat, sea por destruc-ción o reemplazo de la vegetación nativa o cam-bios en los patrones de uso de suelo, comercio yexplotación ilegal, contaminación e introducciónde organismos, entre otros (Espinoza et al., 1994;Simonetti et al., 1995).

4.2.1 Pérdida y modificacionesde hábitat

La pérdida y modificación de hábitat es unaamenaza para organismos tan diferentes comohongos, helechos, mamíferos y aves (Simonetti etal., 1995). Por ejemplo, para 28 especies de mamí-feros con problemas de conservación, la destruc-

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ción de hábitat es una causa principal, secundariao probable en 18 casos (64 por ciento; Miller et al.,1983). De igual forma, rapaces especialistas debosque y humedales son afectadas negativamentepor la destrucción de hábitat, en tanto otras quehabitan hábitat más abiertos, han sido favoreci-das por la reducción de cobertura arbórea (Jaksicy Jiménez, 1986). En áreas como Rapa Nui, latransformación de hábitat y su fauna asociada hasido tan severa, que el valor heurístico de la biotade coleópteros para estudios de biogeografía yevolución ha sido drásticamente reducido (Desen-der y Baert, 1996). En Chile central, la modifica-ción de hábitat por expansión agrícola y urbanapodría haber causado la extinción de Lepiotalocaniensis (Simonetti y Lazo, 1994). Por otraparte, la explotación de algunas especies repre-senta asimismo una disminución del hábitat paraotras. Por ejemplo, la pérdida de árboles madurospodría implicar la reducción de poblaciones deMyrmelachista hoffmani, hormiga especialista envivir bajo cortezas de árboles (Hunt, 1973). Deigual forma, la deforestación conlleva pérdida dehábitat para numerosas especies de líquenes. Dehecho, 25 de las 30 especies de líquenes consi-deradas vulnerables estarían afectadas por pérdi-da o modificación de su hábitat (Quilhot et al.,1998). Entre organismos marinos, la explotacióny reducción de las poblaciones de moluscosconlleva también una pérdida de hábitat parapoblaciones de forónidos y braquiópodos, queviven horadando o fijos a las conchas de molus-cos explotados comercialmente, como Conchole-pas concholepas y Aulacomya ater (Moyano,1995 a, b).

La desertificación afecta a una fracción im-portante de la superficie del país. Producto deldesmonte de vegetación, sobrepastoreo y otrasactividades, ha afectado negativamente vastasáreas del territorio nacional, con pérdida local deespecies y suelos productivos, como lo ejempli-fica la zona del Norte chico (Gobierno de Chile,1980; véase II.5 sobre suelos para más detalle).Por su parte, la deforestación y el reemplazo debosques por plantaciones de especies exóticas esotra modificación del hábitat que afecta laspoblaciones nativas (véase capítulo II.3 sobrebosques para un análisis detallado). Solamenteentre 1978 y 1987 se reemplazaron 48.600 ha debosque nativo en las regiones VII y VIII, lo queequivale al 9 por ciento de la superficie debosques nativos en dichas regiones. De igualforma, este reemplazo implicó la desaparición del31 por ciento (Lara et al., 1996). La sustituciónde bosques nativos conlleva la pérdida de nume-rosas especies nativas, así como efectos colatera-

les como la aplicación de insecticidas y rodenti-cidas, potenciando el efecto de la pérdida dehábitat (Lara et al., 1996). Por ejemplo, compa-rado con bosques nativos, las plantaciones dePinus radiata soportan significativamente menosespecies de aves (Estades, 1994). La fragmenta-ción del bosque nativo por otra parte, tieneefectos negativos sobre numerosas especies deaves, la cual es modulada en parte, por la matrizque rodea los fragmentos (Wilson et al., 1994;Estades y Temple, 1999).

Para organismos dulceacuícolas, la extracciónde agua dulce desde ríos y lagos, así como lacontaminación de los mismos, pueden considerar-se como modificaciones en la disponibilidad ycalidad del hábitat. De hecho, estos factores sonpercibidos como problemas ambientales en nu-merosas regiones del país (Espinoza et al., 1994)y se sindican como factores primordiales enafectar la sobrevivencia de peces y decápodosdulceacuícolas (Bahamonde et al., 1998; Camposet al., 1998).

La contaminación también es frecuentementecitada como un problema ambiental para losorganismos marinos. La presencia de metalespesados y compuestos organoclorados ha sidodetectada en organismos como moluscos, crustá-ceos, aves y cetáceos (e.g., Pantoja et al., 1984;Ober et al., 1987; Veermer y Castilla, 1991;González et al., 1998). Existe evidencia de latoxicidad de la contaminación sobre lo organis-mos marinos, no obstante se carece de un análisispara evaluar los efectos de la contamicaciónsobre la mayor parte de la biota chilena (e.g.,Larraín et al., 1998).

4.2.2 Explotación

La explotación es otra amenaza a la sobre-vivencia de la diversidad biológica. La exportaciónlegal de flora y fauna silvestre muestra que laexplotación de la biota ha sido y podría continuarsiendo un factor de reducción de las poblacionesnativas. En términos de exportaciones autorizadas,entre 1985 y 1993, se exportaron 86 millones deejemplares de invertebrados y vertebrados terrestresnativos (Iriarte et al., 1997; Cuadro 4.7). Un 97 porciento corresponde a insectos, particularmente larvasde lepidópteros. No obstante, se carece de informa-ción respecto del efecto de esta extracción sobre elestado de sus poblaciones (cf., Parra, 1995).

Los reptiles son el grupo más explotado, con-tituyendo el 86 por ciento de los vertebrados

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exportados en ese período (Iriarte et al., 1997;Cuadro 4.7). Destaca que el volumen de reptileslegalmente exportados en el período 1985-1993equivale al total de especímenes de mamíferosnativos exportados (pieles y vivos) entre 1910 y1993 (Iriarte y Jaksic, 1986; Iriarte et al., 1997).A las cifras de ejemplares legalmente exportadosdeberían agregarse los especímenes capturadosilegalmente. Por ejemplo, en la región austral sehabrían explotado unos 8.800 delfines entre1976 y 1979 (Cárdenas et al., 1986). Sin embar-go, pese a que se reconoce la existencia decacería furtiva y explotación ilegal, se carece deantecedentes sólidos que permitan cuantificarlay estimar su impacto sobre la fauna nativa(Iriarte et al. 1997).

La exportación de plantas, sean enteras o suspartes (incluyendo semillas y frutos) hacia paísescomo Alemania y los Estados Unidos de Norteamé-rica es creciente. Bajo el acápite de plantas queposean “propiedades anestésicas, profilácticas oterapéuticas y usadas principalmente como medica-mentos o como ingredientes de medicamentos (Com-modity Code N° 1211908090)”, entre 1991 y 1994se exportaron a Alemania un promedio de 2.000toneladas anuales, mientras que hacia EEUU seexportaron cerca de 0,8 toneladas por un valor deUS$ 1,4 millones (Lange, 1997; Robbins, 1997).Asimismo, existe fuerte demanda por productoscomo ”palos de agua”, realizados con los tallos delos cactos Echinopsis y Eulychnia. Solamente du-rante 1994, se exportaron 116.000 unidades a losEstados Unidos de Norteamérica, y el comercio seconsidera creciente. Estos tallos se obtienen deplantas silvestres, y la oferta natural de cactosmuertos parece ser inferior a la demanda de tallospara realizar esta artesanía. El efecto de la extrac-ción de estos cactos es desconocido (Sandison,1995).

Los organismos marinos también han sidoexplotados comercialmente. Los invertebradosbentónicos por ejemplo, alcanzan volúmenes dedesembarco cercanos a las 150.000 toneladasmétricas anuales, correspondientes a unas 60especies y un valor de exportación cercano a losUS$ 100 millones. En numerosas de las especiesexplotadas se han detectado claras señales dereducción de sus tamaños poblacionales (Cas-tilla, 1994). De igual forma, algas, como lasproductoras de alginatos, han sido explotadasintensamente, afectando su abundancia comotambién aquella de la fauna asociada (e.g.,Vásquez y Santelices, 1990; véase capítulo II.6sobre recursos marinos y costeros para másinformación).

4.2.3. Introducción de especies

Las especies introducidas también son consi-deradas un factor de amenaza a la biota local. Un4 por ciento de los vertebrados chilenos corres-ponde a especies introducidas al país, tales comoXenopus laevis, Oryctolagus cuniculus y Callipe-pla california, entre las 24 especies invasoras(Jaksic, 1998). De estas, existe escasa informa-ción sobre sus posibles efectos sobre la diversidadbiológica nativa. Solamente para seis especiesexiste evidencia convincente sobre sus efectosnegativos y positivos sobre la biota local (Jaksic,1998). De igual forma, se han introducido al paísnumerosas especies vegetales, las cuales repre-sentan un 11 por ciento de la flora vascular deChile continental, 40 por ciento en el Archipié-lago Juan Fernández y un 75 por ciento en laflora de Rapa Nui (Marticorena, 1990). De estas,cerca de 600 especies son consideradas malezas,cuyos efectos sobre la diversidad biológica na-tiva y los cultivos son variados, aun cuando nose han cuantificado (Matthei, 1995). De igualforma, pese a la existencia de organismos trans-génicos en el país, se carece de estudios sobrelos posibles efectos sobre la diversidad local yla población humana (e.g., ODI, 1999).

Los factores mencionados, actuando por sepa-rado o en conjunto, afectan negativamente lasobrevivencia de las especies silvestres. El caso dela región de clima mediterráneo en Chile centrales un ejemplo de ello. Aquí, el patrón de uso dela tierra para agricultura y ganadería generamúltiples modificaciones del hábitat que afectanla sobrevivencia de las especies. La corta deárboles y arbustos para construcción y carbón, eluso de arbustos y hierbas nativas como forraje deganado caprino, generan una disminución de lacobertura vegetal, incrementan la erosión, modifi-cándose el paisaje, como la degradación del bos-que esclerófilo y sabana de Chile central (Fuentes,1990). La apertura de la vegetación arbustiva porcorta y ramoneo facilita el ingreso de lepópidosintroducidos, los cuales en conjunto con el ganadocaprino, impiden la regeneración natural de lavegetación, generándose efectos sinérgicos en ladegradación de la vegetación (Simonetti, 1983;Fuentes et al., 1983). Además, la fauna ha sidocazada o perseguida. Actualmente, la región declima mediterráneo puede considerarse un “puntocaliente” en cuanto a diversidad biológica y suconservación (Arroyo et al., en prensa; Simonetti,en prensa). Para los vertebrados, esta región alber-ga más del 50 por ciento de las especies chilenas,el 50 por ciento de las especies endémicas y

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asimismo, el 50 por ciento de las especies amena-zadas (Simonetti, en prensa). De las especies ame-nazadas, la destrucción del hábitat es consideradaun factor causal para un 70 por ciento de lasespecies de mamíferos y un 85 por ciento de lasespecies de aves. La cacería es factor causal paraun 85 por ciento de los mamíferos y un 60 porciento de las aves con problemas de conservación(Simonetti, en prensa). Este escenario muestra lascomplejas interacciones entre los factores queamenazan la conservación de especies y paisajesen Chile (e.g, Fuentes, 1990).

La abundancia poblacional y el rango geográfi-co de distribución de numerosas especies se hamodificado, generalmente disminuyendo, debido alefecto directo o indirecto de la alteración del hábitaty explotación, los que son considerados, en general,como las causas más comunes que afectan lasespecies silvestres.

4.3 ACCIONES NACIONALESPARA LA PROTECCIÓNDE LA DIVERSIDADBIOLÓGICA

La protección de la biodiversidad ha sido pre-ocupación desde tiempos coloniales. Desde la dis-posición que prohibía la corta de los “montes delRey” en las “tierras de los pinos en el Reino deChile” durante el siglo XVIII hasta las actualesdisposiciones legales, Chile ha dispuesto variosmecanismos para proteger su biodiversidad (Webery Gutiérrez, 1985; Ormazábal, 1993; Jaksic yOjeda, 1993). Actualmente, los organismos guber-namentales con atribuciones administrativas y le-gales en materia de protección y utilización sus-tentable de la biota nativa son la Comisión Nacio-nal del Medio Ambiente (CONAMA), la Corpora-ción Nacional Forestal (CONAF), el Servicio Agrí-cola y Ganadero (SAG) y el Servicio Nacional dePesca (SERNAP; Iriarte, 1997). La multiplicidad deorganismos con competencia sobre biodiversidadpero con escasa articulación entre ellos, así comouna legislación amplia pero difusa e inorgánica,carencia de recursos financieros y técnicos parareforzar el sistema de áreas protegidas y aumentarla información científico-técnica sobre la biotalocal han sido detectados como aspectos importan-tes de superar para la gestión de proteger yasegurar el uso de la diversidad biológica chilena(CONAMA, 1993). De la evidencia siguiente, sedesprende que estos problemas continúan plena-mente vigentes.

4.3.1 Disposiciones legales

A partir del decreto de 1859 que prohíbe lacorta de bosques, específicamente de Fitzroyacupressoides, se han elaborado una multiplicidadde normas que regulan el acceso a la flora yfauna nacional, con objeto de protegerla y ase-gurar su uso sostenido (Ormazábal, 1993; Iriarte,1997). Respecto de la flora, la Ley de Bosques(1931) y su Reglamento (1940), y el Decreto deFomento Forestal (1974) regulan actualmente suutilización. Junto a estos tres cuerpos legales,existen normas que regulan la explotación dediferentes especies, como parte del reglamentoque acompaña la Ley de Bosques. Junto a estasnormas, las disposiciones del Decreto de Protec-ción Agrícola (1980) regulan la exportación decualquier producto vegetal (Iriarte, 1997).

En el caso de la fauna, existe mayor regula-ción a su uso. El primer cuerpo legal queestableció normas sobre caza fue el Código Civilde 1888, el cual no tuvo mayores efectos sobrela explotación de especies peleteras. Posterior-mente, la Ley de Caza (1929), recientementesustituida por una nueva Ley de Caza (1996),restringe el accceso a los vertebrados terrestres.Actualmente 440 de las 459 especies de avesestán completamente protegidas de caza, y seincluyeron grupos como anfibios y reptiles,prohibiendo su captura, comercialización y ex-portación. De las especies de vertebrados terres-tres, sólo se permite la caza de 32 especiesnativas (aves y mamíferos), y 21 especies intro-ducidas (anfibios, aves y mamíferos). Sin embar-go, organismos con creciente demanda como losinvertebrados, no han sido considerados en estaLey. Los invertebrados marinos son cubiertospor la Ley de Pesca (1991). Para el caso de laprotección de los recursos marinos, actualmenteel SERNAP regula los períodos de veda, lostamaños mínimos y cuotas de captura paraalgunas especies como peces, moluscos, crustá-ceos, equinodermos, y vertebrados marinos.

En cuanto a la protección del material genéti-co, actualmente no existen normas que permitanregular su acceso o patentar el material genéticode nuestras especies de flora y fauna silvestre(Iriarte, 1997). Por otra parte, la incorporación deconocimientos científico-técnicos en la elabora-ción de políticas públicas ha sido lento, destacán-do la institucionalización del conocimiento eco-lógico de los sistemas bénticos a la Ley de Pescay Acuicultura en lo referente a los modos deexplotación de los invertebrados bentónicos (Cas-tilla y Fernández, 1998).

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realizar una labor eficiente en la conservaciónde la flora nacional, lo cual se evidencia alconsiderar, por ejemplo, que el Jardín BotánicoReal de Edinburgo cultiva ejemplares de más de500 especies de la flora chilena con fines deconservación (Rae et al., 1999). El apoyo a losescasos jardines nacionales parece una necesi-dad urgente (Ricci, 1999).

Existen además varias iniciativas privadas deconservación ex situ, incluyendo centros derehabilitación de fauna, bancos de semillas ycultivo de flora nativa en viveros (Sepúlveda,1998).

Por otra parte, desde 1996 el Instituto deInvestigaciones Agropecuarias (INIA) es formal-mente el curador general de los recursosfitogenéticos del país, con objeto de conservar losrecursos fitogenéticos (Matus et al., 1997). Auncuando el foco de esta curaduría está en plantascultivadas de interés agrícola, podría abarcarespecies de árboles y arbustos nativos con usosactuales y potenciales, contribuyendo a la con-servación de la biodiversidad nacional (Cubillos,1994; Matus et al., 1997).

4.3.3 Conservación in situ

La Ley de Bases del Medio Ambiente, en suArtículo 34, Párrafo 4°, Título II, indica que elEstado administrará un Sistema Nacional de ÁreasSilvestres Protegidas, con la finalidad de “asegurarla diversidad biológica, tutelar la preservación de lanaturaleza y conservar el patrimonio ambiental”. Enel país, existen áreas protegidas desde 1907, con lacreación de la Reserva Forestal Malleco. A partir de

Chile ha suscrito la mayoría de los conveniosinternacionales sobre conservación ambiental yprotección de la vida silvestre (Iriarte, 1997),Desde 1967 se han firmado ocho convenios, losque se han legalizado mediante decretos supremoso leyes específicas (Cuadro 4.11). La Convenciónsobre el Comercio Internacional de Especies Ame-nazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES) inclu-ye a la fecha 115 especies de aves y mamíferos,restando aún por incorporar a los herpetozoos. Elmás reciente tratado internacional, la Convenciónsobre la Diversidad Biológica, aún no ha mostradoefectos prácticos sobre la conservación de nuestrabiota. Pese a que fue suscrito en 1995, no se haelaborado una estrategia nacional para la conser-vación de la biodivesidad y el uso sustentable delos recursos biológicos, como determina el segundoobjetivo de la Convención, ni se han desarrolladolas medidas pertinentes para ejecutar los restantescompromisos de la misma.

4.3.2 Conservación ex situ

En términos de conservación ex situ, el Jar-dín Botánico Nacional, administrado por CONAFdesde 1983, tiene como objetivos colectar, estu-diar y reproducir plantas nativas para su conser-vación. En ese ámbito, el Jardín BotánicoNacional está cultivando ejemplares del 30 porciento de las especies amenazadas y un 45 porciento de las especies de la flora del Archipiéla-go de Juan Fernández, con objeto de re-introdu-cirlas en las islas (Ricci, 1997). Junto al JardínBotánico Nacional solamente existen otros dosjardines botánicos universitarios, pero con esca-so apoyo e infraestructura, lo que les impide

ConveniosInternacionales deVida silvestrefirmados por ChileFuente:(Iriarte, 1997).

CONVENCIÓN FECHA REFERENTE LEGAL

Convención para la protección de la Flora, Fauna y de las Bellezas 04/10/1967 D.S. 531

escénicas Naturales de los países de América

Convenio sobre el comercio Internacional de especies amenazadas de 14/02/1975 D.L. 873

Fauna y Flora silvestres (CITES)

Convención Internacional para la regulación de la caza de ballenas 21/09/1979 D.S. 489

Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural 27/03/1980 D.L. 259

Convención relativa a las zonas húmedas de importancia internacional, 27/09/1980 D.L. 3485

especialmente como hábitat de aves acuáticas (RAMSAR)

Convenio para la conservación y manejo de la vicuña 16/12/1980 D.S. 3530

Convenio sobre la conservación de especies migratorias de la 12/12/1981 D.S. 868

fauna silvestre

Convenio sobre la Diversidad Biológica 06/05/1995 D.S. 1963

Cuadro 4.11

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esa fecha y hasta 1935 imperaron criterios deprotección de bosques andinos, en tanto entre 1935hasta 1945 se crean doce unidades de conservación,incorporándose las islas oceánicas. El período entre1958 y 1974 es de gran actividad, creándose 61unidades entre parques y reservas (Weber y Gutié-rrez, 1985). Desde entonces y hasta 1994, elproceso se desacelera, al haberse incorporado granparte de los terrenos disponibles y se inicia unaetapa de redefinición de las unidades, particular-mente con la ley que crea el Sistema Nacional deÁreas Silvestres Protegidas (SNASPE; 1984; Orma-zábal, 1993). A mayo de 1999, el SNASPE compren-de 32 Parques Nacionales, 47 Reservas Nacionales,cubriendo sobre 14 millones de hectáreas, ubicandoa Chile entre los países con mayor cantidad de áreasprotegidas en el mundo.

Las áreas silvestres protegidas del Estadoenfrentan a lo menos tres problemas. Primero,pese a los esfuerzos desplegados, tienen unarepresentación parcial y sesgada de las especiesy ecosistemas nacionales. Esto es, algunas espe-cies o ecosistemas (en términos de formacionesvegetacionales) con problemas de conservaciónse encuentran pobremente –o ausentes en casos-en unidades del SNASPE (Simonetti y Armesto,1991; Mella y Simonetti, 1994; Luebert y Bece-rra, 1998). Segundo, las superficies provistas pordiferentes unidades del SNASPE podrían serinsuficientes para mantener poblaciones viablesde las especies protegidas, con la consecuenteextinción local de las mismas y empobrecimien-to de la biota que se pretende conservar (Simo-netti y Mella. 1997). Tercero, las unidades delSNASPE son invadidas por especies exóticas yson usadas como fuente de recursos por pobla-dores locales. Esto ocurre, entre otros factores,por imprecisiones al establecerse o delimitarselas áreas protegidas, y la falta de recursos paraun efectivo control y desarrollo de alternativaspara el uso de recursos naturales por los pobla-dores locales (Araya y Cunazza, 1992; Gutiérrez,1992). Mientras las especies introducidas,incluyendo ganado doméstico, pueden afectarnegativamente la regeneración de las especiesprotegidas, al consumir sus frutos por ejemplo,la extracción de leña por pobladores localespuede afectar la demografía y sobrevivencia delas especies arbóreas protegidas (e.g., Henríquez,1996; Simonetti, 1998a).

La representatividad parcial de especies yecosistemas en el SNASPE ha sido recientementeabordada mediante un taller de expertos desti-nado a seleccionar áreas prioritarias para suconservación, en función de su riqueza biológi-ca, algunos de los cuales efectivamente se hanincorporado al SNASPE, tales como las ReservasNacionales Altos de Lircay y Los Queules (Mu-ñoz et al., 1996).

Además, la cobertura del SNASPE puedecomplementarse con el aporte de áreas silvestresprotegidas privadas. Estas se encuentran con-templadas en la Ley de Bases del Medio Ambien-te y han tenido un notorio auge en las últimosaños, pese a carecerse de una normativa yreglamentación definida al respecto. Actualmen-te, unas 400 mil hectáreas están siendo protegi-das por agentes privados (García y Villarroel,1998; Sepúlveda, 1998; Villarroel, 1998). Lafalta de recursos para adquirir nuevas tierras eincorporarlas al SNASPE, hace que la coopera-ción público-privada sea una estrategia viablepara ampliar la cobertura del SNASPE así comoaumentar la superficie de las unidades existen-tes, asegurándose una mejor protección de labiota nacional.

4.4 PERSPECTIVAS

La diversidad biológica de Chile constituyeun patrimonio nacional mal conocido y malcuidado (Simonetti, 1998b). Pese a la importan-cia de la flora y fauna en diversos aspectos dela cultura nacional, además de su participaciónen la economía nacional como fuente de recur-sos, y a pesar de las crecientes evidencias queesta biota enfrenta crecientes presiones que ame-nazan su sobrevivencia, Chile carece de unaestrategia nacional que le permita completar elinventario de su biota y encarar su conservaciónen forma orgánica. Los diagnósticos realizados acomienzos de la década sobre el estado deconocimiento sobre la diversidad biológica na-cional (Simonetti et al., 1995) así como sobre losproblemas institucionales para elaborar una con-servación efectiva (Conama, 1993) siguen vigen-tes, y con ello, un panorama poco promisioriopara este patrimonio nacional.

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5. SUELOS

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

204

Page 215: Informe Pa s

205

Sue los

5

OS SUELOS DE CHILE son extraordinaria-mente diversos debido a la gran cantidadde procesos genéticos que han intervenido

en su origen. De las algo más de 75 millones dehectáreas de superficie territorial se consideranagrícolas 26.393.219 ha (34,9 %), de las cualesunas 5 millones son arables, la mayor parte de lascuales a su vez, presentan importantes limitacio-nes por profundidad, pedregosidad o topografía.

La superficie de tierras arables per cápita habrápasado de 0,38 ha en 1995 a 0,26 por habitantepara el año 2035, esta disminución se deberíaprincipalmente al efecto combinado del crecimien-to de la población, los procesos degradativos y laspérdidas de suelo por expansión urbana, las queanualmente consumen unas 1200 ha.

Dentro de los impactos más directos de laagricultura está la degradación y salinización delos suelos, el agotamiento de las napas freáticas yla degradación de la calidad de las aguas porlixiviación de los fertilizantes y pesticidas.

La erosión acelerada comenzó en el siglopasado, como consecuencia de la producción decereales en los lomajes costeros. En la actualidadha alcanzado niveles preocupantes, y afectando auna superficie de 47.300.000 ha, lo que equivaleal 60 por ciento del territorio nacional. Ella seconcentra principalmente en las zonas áridas ysemiáridas entre las regiones I y VIII y en laszonas subhúmedas secas de las regiones XI y XII.

Los procesos erosivos constituyen una de lasformas de degradación de mayor impacto ambiental

y económico del país, afectando en forma genera-lizada a todo el territorio. La erosión también puedegenerar una serie de perjuicios extraprediales, comola depositación de sedimentos en ríos, lagos,embalses, represas, obras de arte y puertos.

Las pérdidas irreversibles del suelo por urbani-zación han pasado a ser significativas no tanto porla cantidad de suelo involucrado sino por lacalidad de éstos. En la actualidad la superficieurbanizada en el país alcanza a las 180.000 ha,gran parte de las cuales ha ocupado tierras planascon altos potenciales agrícolas.

El ordenamiento territorial surge como unanecesidad urgente, dado el acelerado crecimientode algunas áreas del país frente al estancamientode otras, determinando focos de progreso por unaparte, y centros de pobreza y marginalidad porotra. Este dualismo provoca un desarrollo territo-rial armónico, migraciones y problemas sociales.las inversiones del sector público en infraestructu-ra de riego pasaron de 510,8 en 1990 a 38.866,6millones de pesos en 1998, lo que representa unfuerte impulso al desarrollo agrícola.

Como una forma de revertir el proceso dedegradación de los suelos se han implementadoen la última década varios programas, algunos delos cuales están vinculados con los compromisosinternacionales firmados por el país. Dentro deéstos están: El Programa de Acción NacionalContra la Desertificación (PANCD), El Programade Control de Plaguicidas, Programa Para laRecuperación de Suelos Degradados, El programasocial de obras de riego medianas y menores(PROMM), Ley de fomento al riego y drenaje.

5. SUELOS

C a p í t u l o I I

L

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

206

En los últimos años se ha producido un aumentode la conciencia pública sobre la importancia estraté-gica de este recurso, a pesar de lo cual el control dela degradación de los suelos requerirá un amplioesfuerzo de educación y estímulos que fomenten elcambio tecnológico y los programas de conservación.

5.1. PATRIMONIO Y ESTADO DELOS SUELOS

5.1.1. Clasificación

Sobre la base de las unidades cartográficasidentificadas por Luzio y Alcayaga (1992), puedendistinguirse, a rasgos generales, 10 grandes tipos desuelos, los que se describen a continuación.

Suelos del desierto (I, II y III regiones): Corres-ponde a los suelos ubicados entre el límite internacio-nal con el Perú y las cercanías de Copiapó, dentro deesta zona es posible distinguir suelos de los órdenesAridisoles (suelos poco evolucionados debido a laaridez, en regiones interiores), Entisoles (suelos recien-tes con poca evolución, preferentemente situados enla costa) e Histosoles (suelos derivados de tejidosvegetales), con un predominio de los suelos Aridisoles.En general corresponden a suelos delgados a mode-radamente profundos (50 a 100 cm). En el sectorcostero los Entisoles son delgados y muy estratificados,pudiendo presentar una gran pedregosidad en el perfildebido a su origen coluvial (materiales provenientesde derrumbes). En el Valle Central los Aridisolesderivan de sedimentos gruesos y en los sectores máscosteros y en la alta cordillera se ubican los salares,en donde se ha producido una fuerte sedimentacióndebido a la desaparición de lagos interiores, enconsecuencia los suelos originados son muyestratificados y con altos tenores salinos y pH elevado.En el Altiplano existen suelos sin desarrollo, detexturas gruesas y muy delgados y suelos pocoevolucionados derivados de materiales volcánicos. Enla alta cordillera (sobre los 3.000 m de altitud) seencuentran los bofedales cuyos suelos son orgánicos(Histosoles) o minerales, muy estratificados, con altoscontenidos de materia orgánica y elevada salinidad.

Suelos de serranías áridas y semiáridas (III yIV regiones): Corresponden a los suelos ubicadosen las serranías interiores y costeras entre Copiapóy Los Vilos. Estos suelos son de los órdenesAridisoles (sectores interiores) y Entisoles (sectorescosteros), con predominancia de los Aridisoles. Enlos sectores más costeros los suelos son muysimilares a los descritos en la primera unidad

cartográfica, en el sector norte de esta zona lossuelos presentan un horizonte petrocálcico (hori-zonte rico en carbonatos y cementado por losmismos) en su primer metro de profundidad, másal sur los suelos de las llanuras de la DepresiónIntermedia son de desierto, evolucionados por elaumento de las precipitaciones y la coberturavegetal. En el sector costero sur de esta zona lossuelos son poco desarrollados debido a la presen-cia de materiales parentales sedimentarios muygruesos, superficiales e inestables y a la falta deagua, los suelos derivados de sedimentos de tex-turas medias y finas son delgados a moderada-mente profundos, en los suelos más evolucionadosexiste un horizonte argílico (horizonte en que haocurrido una acumulación de arcilla en profundi-dad) que presenta un cambio textural profundocon relación al horizonte superior.

Suelos de la precordillera y cordillera (III y IVregiones): Corresponde a los suelos ubicados enlos sectores altos de la precordillera y Cordillera delos Andes, pertenecientes a los órdenes Entisoles yAridisoles, son suelos derivados de materialesgruesos y escaso desarrollo, en posiciones decerros escarpados y fuertes pendientes.

Suelos graníticos de la costa (V a IX regiones):Corresponde a los suelos de los sectores costeroscomprendidos entre Los Vilos e Isla Mocha. Sonsuelos de los órdenes Alfisoles (suelos con buengrado de evolución) e Inceptisoles (suelos de desa-rrollo incipiente que forman inclusiones entre lasregiones V y VIII). En el sector costero se ubicanpreferentemente los suelos derivados de terrazasmarinas altas y de relieve plano a ligeramenteinclinado y de colores pardos rojizos asociados conotros de menor evolución. En la vertiente ponientede la Cordillera de la Costa los suelos se handesarrollado directamente a partir de roca granítica.En el sector más austral de esta región los suelosson derivados de terrazas marinas altas, con textu-ras finas y han sufrido una fuerte disección porefecto de la erosión hídrica. En los sectores derelieve abrupto de la Cordillera de Nahuelbuta lossuelos son bien desarrollados, con altos contenidosde arcilla y se han originado a partir de micaesquistos(rocas de origen metamórfico).

Vertisoles (RM, VII y VIII regiones): Sonsuelos pertenecientes al orden Vertisol (suelos quese invierten por dilatación y contracción de lasarcillas) y están ubicados puntualmente en lascercanías de Santiago y Parral en posicionesplanas o casi planas. El origen de estos suelos loconstituye la depositación de sedimentos finos encondiciones lacustres.

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207

Sue los

5

Suelos aluviales del Valle Central (V a VIIIregiones): Se ubican entre San Felipe y LosÁngeles, pertenecen a los órdenes Alfisoles,Mollisoles (suelos mullidos), y Entisoles, con pre-dominio del primer orden. En la Depresión Inter-media entre San Felipe y Rancagua los Mollisolestienen un desarrollo moderado, localmente haysectores en que los suelos derivan de materialescalcáreos. Entre Rancagua y Los Ángeles losAlfisoles de la Depresión Intermedia presentanextensiones de sedimentos aluviales en la cercaníade los ríos, los suelos son moderadamente profun-dos a profundos, de texturas medias a finas y conaltos contenidos de materia orgánica. En las áreasorientales de la Cordillera de la Costa entre SanAntonio y las cercanías de Parral los Alfisolesderivan de granito y presentan un fuerte incre-mento del contenido de arcilla en profundidad.Entre Los Ángeles y Malleco los Entisoles sonaluviales de desarrollo moderado junto a suelos detexturas gruesas formados a partir de arenasgruesas basálticas, ellos presentan una rápidapermeabilidad, aun cuando hay sectores que pre-sentan un nivel freático alto. Sobre estos suelos sedesarrolla la mayor parte de la agricultura de riegode la Zona Central.

Suelos de la Cordillera de los Andes Centrales(V a IX regiones): Corresponden a los suelosubicados en los sectores de más fuerte relieve dela Cordillera de los Andes entre la V y IX regiones,se ubican dentro de los órdenes Entisoles,Inceptisoles y Andisoles, con predominio del ordenentisol. Estos suelos han derivado de materialesvolcánicos vítreos y de texturas gruesas.

Suelos de las serranías costeras de la zonacentro sur (VIII a X regiones): Corresponde a lossuelos ubicados en las serranías interiores entreLos Ángeles y Loncoche y el sector costerocomprendido entre la Isla Mocha y el Golfo delCorcovado. Están clasificados dentro del ordenUltisoles (suelos en sus últimos estados de evo-lución). Los suelos de la Depresión Intermediaderivan de cenizas volcánicas y ocupan posicio-nes de lomajes suaves y terrazas y se asocian conotros suelos de altos contenidos de arcilla. En lasáreas de lomajes y cerros de la Cordillera de laCosta los suelos son rojizos y derivaron demicaesquistos, en las partes más altas los suelosson delgados y presentan problemas de drenaje.En los lomajes de la vertiente oriental de laprecordillera de la Costa los suelos son de coloresrojos y pardo rojizos, moderadamente profundosy elevados contenidos de arcilla, se encuentransobre diferentes substratos, como depósitosfluvioglaciales y morrénicos.

Suelos de origen volcánico (VII a XI regio-nes): Son suelos pertenecientes a los órdenesAndisoles (suelos obscuros) e Histosoles. Estossuelos están ubicados en la precordillera de losAndes entre Curicó y Los Ángeles, extendiéndosehacia la Cordillera de los Andes entre esa ciudady Chile Chico. Los suelos de la precordillera de losAndes hasta Los Ángeles y hacia el sur deTemuco son los suelos conocidos como trumaosque han derivado de cenizas volcánicas, sonsuelos profundos, con altos contenidos de mate-ria orgánica y una alta capacidad de retención dehumedad. Desde Osorno y hasta Puerto Montt yel sector oriental de la Isla Grande de Chiloé a lostrumaos existentes en posiciones de lomajes yladeras se asocian suelos conocidos como ñadisen posiciones planas y deprimidas del relieve,también son derivados de cenizas volcánicas ycontienen más materia orgánica que los trumaos,pero menores profundidades, descansan sobre unsubstrato constituido por un depósito fluvioglacial.Entre el suelo y este depósito se desarrolla unhorizonte delgado y rojizo conocido como fierrillo.En los sectores de trumaos de la Cordillera de losAndes se asocian suelos derivados de vidriosvolcánicos, estos suelos presentan texturas grue-sas, una fuerte estratificación, baja fertilidad ybaja retención de humedad. En Chiloé continentaly en la región de Aysén se asocian suelosHistosoles con otros derivados de materiales vol-cánicos, constituyendo un área poco estudiada.

Suelos del extremo sur del país: Son áreasescasamente estudiadas, en la mayor parte de lazona existe un régimen de lluvias abundantesdurante todo el año, se supone que existe undominio de suelos Histosoles asociados con suelosSpodosoles (suelos derivados de ceniza). En áreasimportantes de la Patagonia existiría un régimende humedad arídico no comprobado aún, queoriginaría suelos Aridisoles, existen probablemen-te inclusiones de suelos del orden Mollisol.

Campos de hielo: Corresponde a una unidadcartográfica que define la ubicación de los camposde hielo sur y norte.

La ubicación de los tipos de suelos de Chile serepresenta en la Figura 5.1.

5.1.2 Capacidad de uso de los suelosDe la superficie total del país (continental) sólo

5.271.580 ha son arables, la mayor parte presentanimportantes limitaciones por profundidad, pedrego-sidad o topografía (Santibáñez y Uribe, 1999), sólo802.471 ha no tienen limitaciones.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

208

Figura 5.1

Grandes tipos de suelos de Chile.

Este cuadro pone en evidencia la escasez

de los suelos agrícolas arables,

destacándose que sólo el 1 por ciento de

la superficie territorial corresponde a

suelos sin limitaciones, a su vez los

suelos improductivos abarcan casi el 50

por ciento de la superficie territorial.

Para una superficie territorial de 75.707.366 ha,se consideran agrícolas 26.393.219 ha (34,9 porciento), las cuales se descomponen de la maneraseñalada en el Cuadro 5.1. (Santibañez et al, 1996).

La distribución porcentual y regional de lasclases de capacidad de uso de los suelos se detallaen los Cuadros 5.2. y 5.3.

Un mapa de aptitud de los suelos se expone enel anexo cartográfico.

El Cuadro 5.3. permite distinguir a las regionesubicadas en la zona centro sur del país comoaquellas en que se concentran los suelos con lasmejores aptitudes de uso y es precisamente en estazona en donde se desarrolla la mayor parte de las

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209

Sue los

5

actividades agrícolas del país. Los suelos de la claseI de capacidad de uso, se encuentran regados prác-ticamente en su totalidad, a su vez el mayor porcentajede la superficie regada corresponde a los suelos delas clases de capacidad de uso II y III (Cuadro 5.4).

5.1.3 Uso actual de los suelosen Chile

El Censo Agropecuario entrega un balance deluso de los suelos distinguiendo las siguientes cate-gorías: cultivos anuales (ciclo de cultivo inferior aun año), cultivos permanentes (ciclo de cultivosuperior a un año), pradera permanente y derotación, pradera mejorada, pradera natural, suelosen barbechos y en descanso, suelos con plantacio-nes forestales, bosques y montes, y suelos indirec-tamente productivos. Estos últimos corresponden aaquellas superficies de terreno de la explotación

APTITUD DEL SUELO CLASES DE CAPACIDAD DE USO PORCENTAJE (%)

Suelos arables I 0,121/

II 0,94

III 2,90

IV 3,00

Suelos no arables V 3,00

VI 8,60

VII 16,30

VIII 65,10

Total 95,59

Cuadro 5.2

Distribución porcentual de la superficie de

los suelos según clase de capacidad de uso.

1/ Los porcentajes están dados sobre la base

de una superficie continental del país de

75.695.000 ha

Fuente: Universidad de Chile, 1997.

utilizados por las casas habitacionales, construccio-nes, corrales, caminos interiores, tranques y otrasconstrucciones. Finalmente se identifican los terre-nos estériles y otros no aprovechables, correspon-dientes a las superficies de aquellos terrenos exis-tentes en la explotación, que no reúnen potencialproductivo, como los terrenos desérticos, cerros,áridos, dunas y pedregales.

En el anexo cartográfico se presenta el mapade uso actual de los suelos.

Las superficies destinadas a las categorías de usodefinidas por el Censo Agropecuario, a escala nacional,se detallan en el Cuadro 5.5. La superficie destinada alas categorías de uso definidas por la Oficina deEstudios y Políticas Agrarias (ODEPA) para la tempora-da agrícola 1997 – 1998, se detalla en el Cuadro 5.6.La superficie destinada a los distintos rubros producti-vos, por región, se detalla en el Cuadro 5.7.

TIPO DE USO APTITUD DE USO CAPACIDAD DE USO1/ SUPERFICIE (ha) PORCENTAJE (%)

Sin limitaciones I 90.846 0,1Suelos agrícolas II 711.625 0,9arables Con limitaciones III 2.195.439 2,9

IV 2.273.670 3,0

Suelos agrícolas Ganadera V 2.271.144 3,0no arables

Ganadero-Forestal VI 6.510.613 8,6Bosques VII 12.339.882 16,3

Suelos no agrícolas Conservación VIII 14.200.000 18,8

Suelos improductivos 35.114.147 46,4

Total 75.707.366 100,0

Cuadro 5.1

Potencialidades de

las tierras agrícolas

de Chile.

1/ Clases de

capacidad

de uso definidas

por el U.S.D.A.

Fuente: Santibáñez

et al, 1996.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

210

Cuadro 5.3

CATEGORÍAS DE USO SUPERFICIE (HA) PORCENTAJE (%)

Suelos de cultivo Cultivos 1/ 1.400.787,9 5,3

Praderas 2/ 453.532,9 1,7

En barbecho y descanso 442.956,0 1,7

Otros suelos Praderas mejoradas 1.010.048,2 3,8

Praderas naturales 11.914.910,6 45,0

Plantaciones forestales 3/ 1.096.561,4 4,1

Bosques naturales y montes 4/ 4.643.206,1 17,5

De uso indirecto 5/ 235.621,1 0,9

Estériles 6/ 5.304.739,6 20,0

Total 26.502.363,8 100,0

1/ Cultivos anuales y permanentes (incluyendo forrajeras anuales).2/ Praderas sembradas permanentes y de rotación.3/ Plantaciones forestales incluyendo viveros forestales y ornamentales.4/ Bosques naturales y montes (explotados y no explotados).5/ De uso indirecto (construcciones, caminos, canales, lagunas).6/ Suelos estériles (áridos, pedregales, arenales).

Cuadro 5.5Uso actual de los suelosde Chile.

Fuente: VI Censo NacionalAgropecuario.

Superficie de los suelos

según clase de capacidad

de uso por región.

1/ Valle de los ríos Huasco

y Copiapó2/ Valles de los ríos Elqui,

Limarí, Choapa y Quilimarí.

Fuente: IREN, 1961.

CLASES DE CAPACIDAD DE USO SUPERFICIE REGADAS PORCENTAJE DE LA

HÁ SUPERFICIE ESTUDIADA

(%)

I Cultivos sin limitaciones 97.897 7,9

II Cultivos con limitaciones ligeras 426.138 34,5

III Cultivos con moderadas limitaciones 509.363 41,2

IV Cultivos especiales 202.430 16,4

Total 1.235.918 100,0

Cuadro 5.4Distribución de los suelos

regados por clase de

capacidad de uso.

Fuente: CONAMA, 1994

III 1/

IV 2/

VRMVIVIIVIIIIXX

Page 221: Informe Pa s

211

Sue los

5

5.1.4 Procesos de deterioro del suelosilvoagropecuario

La degradación acelerada de los suelos en Chilecomenzó en el siglo pasado como una consecuenciade la producción de cereales en suelos de lomajes. Porser un proceso gradual y muy repartido a través dela geografía nacional, es un problema cuya gravedadno ha sido bien percibida por la sociedad chilena.

La información disponible acerca de los tipos,grados, causas y severidad del problema es aúninsuficiente, dificultando la identificación y puestaen práctica de estrategias efectivas de conserva-ción y rehabilitación de tierras (FAO, 1994).

Durante el presente siglo, la deforestación, seguida delas actividades agrícolas, el sobrepastoreo y lasobreexplotación de la vegetación con fines domésticosconstituyen las causas principales de la degradación de lossuelos en Chile. Los orígenes y las causas de la pérdida ydegradación del suelo se han agrupado en ocho categorías(CONAMA 1994), representadas en la Figura 5.2.

Dentro de los impactos más directos de laagricultura está la degradación y salinización de lossuelos, el agotamiento de las napas freáticas y ladegradación de la calidad de las aguas por lixiviaciónde los fertilizantes y pesticidas (Celis y Letelier,1999).

Erosión

En Chile existe una relación estrecha entre lasuperficie sujeta a procesos erosivos y la fragilidadde los ecosistemas. Los factores que inciden en eldeterioro son la topografía de lomas, típica delterritorio, el inadecuado manejo del suelo y delagua. La Cordillera de los Andes está sometida a

intensas acciones erosivas que incrementan elarrastre de sedimentos hacia la Depresión Interme-dia. La Cordillera de la Costa presenta un altogrado de meteorización del basamento rocoso, loque, junto al relieve y tipo de suelos, facilita laformación de cárcavas.

Gran parte de los terrenos de uso agrícolainsertos en ecosistemas frágiles se han destinadoal cultivo, la extracción de leña y madera para usodoméstico o industrial y el pastoreo intensivo delas praderas, acelerando así los procesos erosivos(Universidad de Chile, 1997).

Los procesos erosivos constituyen una de lasformas de degradación de mayor impacto ambien-tal y económico del país, afectando en formageneralizada a todo el territorio. La erosión tam-bién puede generar una serie de perjuiciosextraprediales, como la depositación de sedimen-tos en ríos, lagos, embalses, represas, obras de artey puertos (CONAMA, 1994). El nivel de erosión delos suelos de Chile se detalla en el Cuadro 5.8.

Magnitud del proceso erosivo en Chile

Un estudio realizado el año 1979 por el Instituto deInvestigación de Recursos Naturales (IREN), señaló quela superficie total erosionada abarcaba, en los años 70,a 34.490.753 ha del territorio continental del país, loque representa el 45,7 por ciento. Este estudio excluyóalgunas áreas como los ecosistemas montañosos, de-siertos y archipiélagos y los suelos regados del país.

En la actualidad la erosión presenta caracterís-ticas de extrema gravedad y afecta a una superficiede 47.300.000 ha, lo que equivale al 60 por cientodel territorio nacional, concentrándose mayormenteen las zonas áridas y semiáridas entre las regiones

CATEGORÍAS DE USO SUPERFICIE (HA) TOTALES (HA)

Totales 7.211.792 7.211.792

775.794

300.859

91.241

424.660

158.426

614.804

3.108.978

1.737.030

1.750.980

5.460.812

Uso intensivo

Uso extensivo

Cultivos anuales

Frutales y viñas

Hortalizas y flores

Empastadas artificiales

Barbechos

Praderas mejoradas

Praderas naturales

Forestal 1/

Cuadro 5.6Uso actual de los suelos

agrícolas de Chile.

1/ Plantaciones industriales de

pino y eucalipto.

Fuente: ODEPA, 1999.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

212

Cuad

ro 5

.7

Supe

rficie

des

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1/ C

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VIVER

OSSEM

ILLER

OSFO

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L 4/

NÚME

ROSU

P. (H

A)

I3.6

4772

.167,1

174,1

62,7

23,8

3.018

,817

,32.8

81,6

2.171

,038

,31,5

3,40,0

II1.7

167.0

31,6

87,7

12,4

0,077

4,64,9

1.890

,312

8,70,0

1,00,2

69,9

III1.9

521.0

04.29

8,622

0,110

2,30,0

1.855

,940

,01.7

40,7

8.802

,793

7,08,5

10,24

586,7

IV13

.342

1.977

.886,4

3.603

,97.5

67,6

285,8

8.951

,620

2,044

.099,8

16.08

6,610

.073,6

64,3

58,67

4.215

,1

V15

.964

848.4

59,5

12.11

0,23.4

79,8

634,7

12.60

9,682

5,821

.572,1

35.10

4,82.0

37,2

220,2

327,0

38.17

1,1

RM13

.182

879.4

01,4

26.33

0,65.4

39,0

114,8

25.74

3,024

3,930

.912,8

44.11

9,46.7

32,6

516,4

5.902

,712

.929,7

VI26

.795

1.106

.197,1

97.99

2,57.8

05,3

3.690

,518

.577,1

17,4

22.45

1,357

.488,0

12.64

2,246

8,59.7

36,7

65.98

3,7

VII35

.509

1.545

.449,3

109.5

98,4

25.72

8,520

.385,5

19.96

8,838

,661

.918,3

35.52

0,729

.708,4

417,3

5.840

,110

6.633

,5

VIII

50.81

02.2

03.16

5,314

9.334

,228

.576,6

20.78

3,39.6

53,3

20,1

90.36

1,49.0

73,4

19.66

4,030

3,91.8

09,7

507.7

96,2

IX53

.971

2.025

.799,3

198.0

82,5

23.65

2,317

.981,6

4.562

,932

,911

9.174

,411

.996,1

11,4

187,2

4.550

,527

6.015

,2

X49

.289

2.592

.232,2

49.63

2,824

.037,0

6.702

,95.8

70,5

29,4

185.5

18,2

13.97

2,40,0

144,2

1.538

,374

.142,8

XI1.6

451.0

24.61

4,494

4,145

9,80,0

164,0

0,015

.522,8

11,3

0,00,0

0,08.8

11,2

XII87

02.5

98.28

5,30,0

215,5

0,012

1,20,0

10.49

4,54,4

0,00,0

0,00,0

Total

268.6

9217

.884.9

88,0

648.1

11,1

127.1

38,8

70.60

2,911

1.871

,31.4

72,3

608.5

38,2

234.4

79,5

81.84

4,72.3

33,0

29.77

7,51.0

95.35

5,1

Page 223: Informe Pa s

213

Sue los

5

y la presencia de pedestales de erosión. En aque-llos suelos de erosión severa existen cárcavas deprofundidad variable y/o la pérdida total del suelosuperficial.

La mayor parte de los suelos de la Cordillerade los Andes, ubicados entre las provincias deLinares y Llanquihue corresponde a trumaos delomas, derivados de depósitos de cenizas volcá-nicas, de buen drenaje, texturas medias, altoscontenidos de materia orgánica, alta porosidad ybaja densidad aparente. En estas áreas el malmanejo ha provocado procesos moderados y se-veros de erosión.

En el extremo sur del país existen seriosprocesos erosivos hídricos provocados por las altasprecipitaciones y el uso ganadero de terrenos deaptitud forestal, en posiciones de pendiente.

La distribución comunal de la intensidad delproceso erosivo está representada gráficamente enla Figura 5.3.

Formación de Dunas

Para el año 1966 la superficie cubierta pordunas entre la IV y X regiones era de 130.900 ha,de las cuales, 74.500 ha corresponden a dunaslitorales entre la IV y X regiones y 56.000 ha adunas continentales en la VIII región (CONAMA,1994).

I y VIII y en las zonas subhúmedas y secas de lasregiones XI y XII (Soto, 1999).

Erosión hídrica y eólica a lo largo del país

La distribución de las superficies erosionadas yla magnitud del proceso son irregulares a lo largodel territorio.

Una gran proporción de los terrenos severa-mente erosionados se ubica en las regiones áridasy semiáridas del norte del país, en donde laposición fisiográfica, la pendiente y el materialparental de los suelos actúan notoriamente en laerosión de las serranías costeras (IV región). Lossuelos derivados de rocas ígneas, presentan unsubsuelo arcilloso de baja permeabilidad y unsubstrato de roca meteorizada de escasa cohesión,favoreciendo el escurrimiento superficial de lasaguas y la formación de cárcavas y canalículos.En muchos de estos suelos se ha practicado unintenso pastoreo, remoción de la vegetaciónarbustiva y el cultivo de especies de temporada,pudiendo estar descubiertos de vegetación unaparte del año. En aquellos suelos derivados demateriales sedimentarios ubicados en terrazasmarinas no existen signos aparentes de erosiónacelerada.

La Cordillera de la Costa entre las regiones Vy IX tiene una gran proporción de los suelosafectados por erosión de manto, con pérdidasvisibles del horizonte superficial, cambios de color

Figura 5.2Causas y orígenes de la

degradación de los

suelos en Chile.

Fuente: CONAMA, 1994

(1)(2)(3)

(4)

(5)

(6)

(7)

(8)

(1)(2)(3)(4)(5)(6)(7)(8)

Page 224: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

214

La formación de dunas costeras, ubicadas alnorte de la desembocadura de los ríos, es especial-mente importante en la zona de Arauco y Chanco.Estas dunas tienen su origen en el arrastre desedimentos provocado por los ríos que avanzan desur a norte, el depósito del material en la playay el posterior arrastre provocado por el viento. Seestima que alrededor de 42.000 ha de dunasubicadas preferentemente en el sector costeroestán en vías de estabilización.

Entre los ríos Itata y Bío Bío, las dunascontinentales tienen su origen en el depósito dearenas aluviales sobre terrazas o planos del mismoorigen, constituyendo sedimentos muy jóvenesque descansan sobre el “lahar del Laja”, originadoen la ruptura de la caldera del volcán Antuco. Laruptura produjo un súbito derretimiento de loshielos del sector, lo que provocó una avalanchaviolenta de sedimentos, cubriendo una extensiónde casi 400.000 ha en la depresión central.

Desertificación

La Convención Internacional de Lucha contrala Desertificación señaló en 1994, que la deser-tificación es la degradación de las tierras de zonasáridas, semiáridas y subhúmedas secas resultantede diversos factores, tales como las variacionesclimáticas y las actividades humanas (Universidadde Chile, 1997).

En Chile el proceso de desertificación adquierematices particulares que lo distinguen de otras regio-nes del mundo, el problema en Chile es de naturalezaesencialmente agrícola y ganadera, siendo el hombresu principal gestor (Universidad de Chile, 1997).

La desertificación afectaría a una superficie de47.300.000 ha, lo que equivale al 62,6 por cientodel territorio nacional (Soto, 1999). El proceso seha manifestado con mayor intensidad en lasregiones comprendidas entre la I y VIII y lasregiones XI y XII, en donde se ubica la mayorparte de las especies de flora y fauna con proble-mas de conservación. (CODEFF, 1997)

Naturaleza del problema a lo largo del territorio

En el Altiplano, que abarca una superficie de6.300.000 ha, el proceso de desertificación se havisto acelerado por la destrucción de la escasavegetación existente, junto con el sobrepastoreo yla reasignación de las aguas de regadío para usopotable e industrial, lo que ha incidido en la

desecación de vastas zonas. Los proyectos mine-ros, a través de empresas multinacionales, hansido responsables de la construcción de obrascomo el canal de desviación de las aguas del ríoLauca y la asignación de las aguas de la hoyahidrográfica de Tarapacá.

En la zona costera de las regiones I y II, queabarca una superficie de 2.000.000 de ha, lavegetación que se desarrolla en los sectores de lascamanchacas ha sido destruida y se ha destinadosu uso como combustible y la exportación notradicional de cactáceas.

Entre las regiones IV y X, la formación dedunas costeras es reflejo del proceso de erosiónhídrica que se desarrolla al interior del continente,el avance de las arenas puede alcanzar hasta 10km hacia el interior.

En la Cordillera de la Costa y en los lomajes dela precordillera andina, con una superficie de4.679.000 ha, el proceso de erosión es muysignificativo, debido a la continua siembra decereales en suelos con aptitudes de uso ganadero yforestal. Actualmente esta área ha sido cubierta engran parte con plantaciones comerciales de pino,que han generado incertidumbre respecto a lamagnitud del consumo de agua de estas especies.

En el área de bosques mesofíticos, con unasuperficie de 3.000.000 de ha, emplazada en sectoresde la Cordillera de la Costa y la precordillera ycordillera andina, el proceso degradativo tiene suorigen en la actividad de los cabreros y losleñadores, pudiendo acelerarse el ciclo hidrológicoy degradar el ecosistema.

Zona de Bosques húmedos: con una superficiede 4.300.000 ha, esta zona se extiende entre lasregiones VIII y X; en esta zona se ha intensificadoel desecamiento, lo que dificulta la germinación yemergencia de nuevas plantas, necesarias para larecuperación de bosques y montes.

Zona oriental de Chiloé continental y Aysén:en una superficie de 1.000.000 de ha el procesoerosivo ha sido catastrófico y tiene su origen enla transformación de suelos de aptitud forestalpara uso ganadero, existen además vastas áreaserosionadas a causa del sobrepastoreo y los incen-dios forestales.

Zona de praderas de Aysén y Magallanes: con5.000.000 de ha, esta zona ha sufrido la transfor-mación de suelos de bosques para praderas y unaconsecuente rápida pérdida de materia orgánicasuperficial.

Page 225: Informe Pa s

215

Sue los

5

Moderada

19,2

8,9

10,3

36,0

9,0

3,7

13,2

22,0

32,4

47,2

23,6

20,3

30,8

REGIÓN SUPERFICIE REGIONAL EROSIONADASEGÚN DISTINTAS CATEGORÍAS

(MILES DE HECTÁREAS)

PORCENTAJE DE LA SUPERFICIEREGIONAL EROSIONADA,

SEGÚN DISTINTAS CATEGORÍAS (%)

ÁREAESTUDIADA(MILES DE

HECTÁREAS)

SUPERFICIEREGIONAL(MILES DE

HECTÁREAS)Grave

1.066,1

1.435,2

1.208,5

654,3

282,9

483,0

742,8

814,8

994,2

875,2

1.022,8

1.055,1

900,0

Grave

18,4

11,5

15,4

16,5

17,3

30,6

46,6

26,7

27,6

27,0

14,8

9,8

8,0

Leve

6,1

1,0

8,1

34,8

28,3

1,1

1,2

1,2

5,6

2,0

31,8

13,0

4,7

5.807,2

12.530,6

7.826,8

3.964,7

1.637,8

1.578,2

1.595,0

3.051,8

3.600,7

3.247,2

6.903,9

10.715,3

11.231,0

2.539,0

2.681,6

2.648,1

3.549,6

893,7

558,9

973,4

1.538,0

2.362,1

2.478,1

4.846,1

4.624,5

4.887,7

La representación gráfica de los orígenes de ladesertificación en Chile se muestran en la Figura 5.4.

Contaminación por agroquímicos

La producción agrícola nacional requiere me-nores tasas de aplicación de plaguicidas en rela-ción con otros países, debido a la existencia debarreras naturales para la propagación de plagasy enfermedades (González, 1994). Pese a esto, enmenos de 15 años el uso de agroquímicos se hatriplicado, desde un volumen de importación de5.577 toneladas en el año 1984 hasta 15.350toneladas para el año 1997 (Celis y Letelier,1999).

Entre los plaguicidas de uso agrícola se distingueel grupo de los órgano-clorados (OC), como aquellosque representan el mayor riesgo ambiental, dada supoca especificidad de acción, fuerte toxicidad paralos mamíferos superiores y su prolongada persisten-cia ambiental, que favorecen la acumulación en lostejidos animales (González, 1994).

Entre los años 1982 y 1984 se efectuó unaprospección sobre la ocurrencia, identidad y con-tenido de residuos de plaguicidas OC en el hori-zonte Ap de los suelos del Valle del río Aconcagua.Luego, entre 1987 y 1989, la prospección se

amplió a un área comprendida entre la IV y XIregiones. El empleo del horizonte Ap se funda-menta en que el ingreso de los plaguicidas al sueloocurre por la superficie y son retenidos preferen-temente por la fracción orgánica del suelo.

Los resultados de las prospecciones indican que elporcentaje de ocurrencia regional de residuos OC(porcentaje de las muestras evaluadas que tienen resi-duos) disminuye considerablemente hacia el sur del paísy la mayor gama de residuos variables (5 residuos) seencuentra en la V región en tanto que en la XI regiónse observó la menor gama (1). Los rangos de contenidosde residuos de OC se muestran en el Cuadro 5.9.

Actualmente existe una preocupante presencia deagroquímicos en las zonas frutícolas, entre las cualesla VI región presentó en 1990 las mayores concentra-ciones de OC del país (Celis y Letelier, 1999). Existenantecedentes de casos de abortos espontáneos ymalformaciones en neonatos en la descendencia de lostrabajadores agrícolas expuestos a plaguicidas, princi-palmente en el valle del río Cachapoal. No existenestudios más actualizados respecto de la situación dela contaminación por plaguicidas.

Un programa ad hoc del Servicio Agrícola yGanadero (SAG) está a cargo de la regulación del usode pesticidas en el país.

I

II

III

IV

V

RM

VI

VII

VIII

IX

X

XI

XII

Moderada

1.116,1

1.120,1

809,3

1.425,7

146,8

58,8

210,6

686,6

1.167,5

1.533,3

1.628,4

2.179,5

3.463,5

Leve

356,1

126,3

630,4

1.379,6

463,9

17,1

19,9

36,6

200,4

66,5

2.194,9

1.389,9

524,3Total 11.534,9 15.546,2 7.409,6 15,3 20,6 9,8 34.490,8 75.490,6

Cuadro 5.8

Nivel de erosión de

los suelos de Chile.

Fuente: IREN, 1979.

Page 226: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

216

Figura 5.3Distribución comunal

de la intensidad del

proceso erosivo.

Fuente: Elaborado por

los autores sobre la base

de Soto (1999).

Page 227: Informe Pa s

217

Sue los

5

Degradación del suelo porcontaminación minera e industrial

La acumulación de metales pesados en laestrata superficial es dependiente del efectoinactivador del suelo, lo que a su vez se relacionacon una serie de propiedades edáficas locales. Enel corto plazo se produce una acumulación de losresiduos en los vegetales, más allá de sus toleran-cias y se genera un colapso en la producción.

La mayoría de las substancias químicas conta-minantes del suelo provienen de actividades mine-ras e industriales. La contaminación de los suelospuede ser a través de cursos en que se han vertidoaguas industriales residuales (RILES) o aguas derelaves, pudiendo afectar a una vasta superficie deriego aguas abajo de las descargas, o bien a partirde industrias que emiten material particulado ricoen metales pesados. En este último caso, el áreaafectada tiende a ser más puntual y los daños sonapreciables en el corto plazo. En Chile las activida-des derivadas del cobre representan el mayor riesgode contaminación de los suelos, aunque en elproblema interviene generalmente más de un ele-mento (CONAMA, 1994).

En 1994 se proyectaba el riego de 1.000 ha deterrenos del Valle de Alhué, con aguas efluentesprovenientes del tranque de relaves Carén. En estasaguas existen altos tenores de molibdeno y sulfatos,los que podrían producir un aumento de la salinidadde esos suelos y generar potenciales enfermedadesen el ganado. A la luz de la información actual, elmolibdeno no tendría efectos fitotóxicos y noexistirían evidencias de toxicidad en seres huma-nos, el molibdeno podría inducir la contaminaciónde las napas freáticas por lixiviación en el largoplazo.

A escala nacional se estima que la superficieafectada por emisiones fumígenas, derivadas deactividades mineras e industriales, supera las 60.000ha, destacándose las localidades de Puchuncaví yQuintero (V región), en donde las emisiones deanhídrido sulfuroso, cobre, arsénico, plomo, zinc,molibdeno y material particulado cubren una su-perficie de 11.000 ha y las localidades de Codegua,parte de Machalí y la precordillera andina de la VIregión en donde las emisiones de anhídrido sulfu-roso, cobre, cadmio, plomo, molibdeno y materialparticulado afectan unas 30.000 ha. Durante 1999se completó el programa de control de emisionesy actualmente se encuentra en funcionamiento lared de monitoreo de emisiones de anhídrido sul-furoso y material particulado respirable.

Pérdida de suelos por expansiónurbana

El aumento de la población implica una expansiónvertical u horizontal de los centros urbanos, lo que setraduce en el segundo caso en la expansión de la ciudadhacia los entornos, venciendo obstáculos geográficoscomo las quebradas o cerros u ocupando tierras estérilescircundantes (Universidad de Chile, 1997).

Sin embargo el desarrollo urbano en nuestropaís se ha caracterizado por una expansión hori-zontal de los centros poblados que en la mayoríade los casos ha estado al margen de una planifi-cación de ordenamiento territorial, respecto deluso del suelo (Bleyer y Rengifo, 1970).

Este fenómeno ha significado una reducciónconsiderable de los suelos más productivos delpaís. La fuerte presión que ejercen las ciudades ysu expansión, ha dejado de lado la necesidad deracionalizar la ocupación de terrenos para este fin,preservando para la producción agrícola los suelosde elevado potencial productivo.

En las planicies de la zona central se concentran lossuelos regados de mayor potencial productivo,siendo en esta área donde se ubican numerosas ciuda-des y centros poblados (Universidad de Chile, 1997).

Existe una fuerte demanda de nueva superficiepara uso urbano, lo que se traduce en la pérdidade suelos de uso agrícola. Este fenómeno alcanzaespecial relevancia en las regiones V, metropolita-na y VI que concentran el 55,5 por ciento de lapoblación (INE, 1998). En la actualidad la super-ficie urbanizada en el país alcanza a unas 180.000ha, gran parte de las cuales sobre suelos con altospotenciales agrícolas.

Salinización de los suelos

La mayor intensidad de uso del agua de riego, asícomo el uso de tecnologías inapropiadas han ocasio-nado una serie de perjuicios ambientales. Una muestrade ello ha sido el proceso de salinización de suelos,es decir la acumulación de sales solubles en el perfil,generando una pérdida del potencial productivo deéstos. En las zonas áridas la alta evapotranspiracióncontribuye al proceso de acumulación de sales,especialmente cuando las aguas son de elevado tenorsalino. La concentración de los distintos iones disueltosen el agua de riego de los ríos Lluta, Camarones,Copiapó y Huasco, sobrepasa con creces los estándaresde calidad establecidos en la Norma Chilena 1.333(Celis y Letelier, 1999).

Page 228: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

218

Figura 5.5

Causas de la

desertificación en Chile.

Fuente: Universidad de

Chile, 1997.

afectadas por el problema. Una muestra de ello loconstituye la III región, en donde el riego porgoteo ha influido en la salinización del 65 porciento de las tierras arables del valle de Copiapó,constituyéndose en un problema para 3.300 ha deparronales de exportación (Celis y Letelier, 1999).

Para el futuro se prevé otra posible causa dedegradación originada en las aguas de drenajeinterno contaminadas con sales y componentesfitotóxicos provenientes del lavado de suelos de-

La salinización es de importancia en los vallesy oasis regados de la región de Tarapacá,Antofagasta y Atacama, en las cercanías del cursoinferior del río Limarí y en sectores de las comunasde La Serena, Coquimbo, Colina, Lampa y Pudahuel(CONAMA, 1994).

En los últimos 10 años, en numerosas áreas, elproblema pasó de ser inexistente a muy severo,con graves perjuicios en la agricultura de expor-tación. En el norte del país existen 34.000 ha

Page 229: Informe Pa s

219

Sue los

5

Cuadro 5.9

Rangos de residuos de

plaguicidas órgano-

clorados en muestras

de suelo, provenientes

de 7 regiones de Chile.

1/ ND = Contenido no

detectado, para un límite

de detección de 0,5

mg/Kg.

Fuente: González, 1994

Aldrín

Clordano

pp-DDE

pp-DDT

Dieldrín

Endrín

Heptacloro

Hep-Epóxido

Lindano

ND1/

ND

3 – 105

4 – 105

3 – 247

3 – 32

3 - 5

ND

ND

0,5

ND

0,5 - 6

ND

0,5 - 50

ND

ND

ND

0,5

ND

0,5

0,5 - 2,4

ND

0,5 - 11

ND

ND

ND

0,5

0,5

ND

0,5

ND

0,5 - 4,4

ND

ND

0,5 - 3,2

0,5 - 6,3

ND

ND

0,5 - 2,0

ND

0,5 - 4

ND

ND

ND

0,5 - 6

ND

ND

0,5 - 1,5

4

16

ND

ND

ND

0,5 - 3,2

ND

ND

ND

ND

ND

ND

ND

ND

0,5 - 2

RESIDUO Rangos de contenido de residuos de plaguicidas OC en suelos (mg/Kg)

REGIONES

V VI VII VIII IX X XI

gradados, aguas arriba, originando un incrementosucesivo de los tenores de salinidad y toxicidad enlos suelos ubicados en los cursos bajos de los ríos(CONAMA, 1994).

5.2. CAUSASSOCIOECONÓMICASEXPLICATIVAS DE LASITUACIÓNDE LOS SUELOS

5.2.1. La estructura de tenencia dela tierra

A continuación se señalan algunas caracterís-ticas de los sistemas de tenencia de la tierra,descritos por Echeñique y Nelson (1989) y surelación con el estado de conservación de lossuelos.

La pequeña propiedad agrícola

Corresponde a aquellos productores agrícolasque usufructúan, a título de tenencias precarias odefinitivas, una cantidad de tierras de tamañoinferior a las necesarias para su subsistencia. En1988 la superficie ocupada por pequeños produc-tores alcanzaba a 1.236.320 ha. En la actualidadexisten alrededor de 140.000 pequeñas propieda-des, las que incluyen a las sub-tenencias existentesen tierras de campesinos. La insuficiencia de tierraha influido históricamente para que sesobreexploten, originándose problemas de erosión,agotamiento de los suelos y pérdida de la aberturavegatacional.

La pequeña propiedad indígena

Las pequeñas propiedades indígenas se con-centran en zonas características del territorio,como en el Norte Grande, donde existen alrede-dor de 2.000 familias de pequeños productores deorigen aymara y atacameño, en la región de laAraucanía, donde 390.660 ha son ocupadas pormapuches y en la Isla de Pascua, en dondeexisten unos 300 pequeños productores que re-claman tierras fiscales y conservan una fracciónde la tierra de sus antepasados. En la Araucanía,el desplazamiento de las comunidades hacia áreascon suelos frágiles, unido a una tecnología rudi-mentaria, han derivado en la erosión de vastassuperficies en los sectores dominados por lapropiedad mapuche, especialmente en la provin-cia de Malleco. Contrariamente a esto, las pobla-ciones aymaras y atacameñas, han cultivadoancestralmente la tierra mediante tecnologíasorientadas hacia la conservación del suelo, lo queles ha permitido tener una agriculturaambientalmente sustentable durante siglos.

Comunidades del Norte Chico

Un conjunto de personas, generalmenteemparentadas, poseen en forma comunitariauna cierta extensión de terrenos rurales, sobrelos cuales ejercen derechos de uso y practicansu usufructo. En la IV región se distinguen lascomunidades emplazadas en terrenos planoscultivables, con riego eventual o permanente,de las extensiones de secano, de relieve acci-dentado y dedicadas a la ganadería. La super-ficie de las comunidades asciende a 951.000 ha,

Page 230: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

220

de las cuales sólo un 6,7 por ciento son suelosarables. En los terrenos planos, la horticulturarepresenta una actividad de importancia, lascondiciones agroclimáticas de la región favo-recen la producción de primores que demandanun gran volumen de insumos y generan unpotencial impacto ambiental. En los sectores desecano, el mal manejo del ganado caprino hagenerado un sobrepastoreo que ha conducido adramáticos procesos erosivos a través de todala Región.

La pequeña propiedad individual y lassucesiones de Chile central

La pequeña propiedad es resultado de unacontinua repartición por herencia, dando origena sucesiones que no soportan una mayor atomi-zación. En la zona central existen unos 50.000títulos individuales o sucesoriales y unas 15.000sub-tenencias, que predominan en las regionesVII y VIII. Presenta los problemas típicos asociadosa la sobreexplotación.

La pequeña propiedad desde Bío Bío al sur

La ocupación de las tierras se debió alcontinuo avance de la población blanca sobreterritorios de antiguo dominio indígena y a unproceso de colonización directa, realizado enparte por inmigrantes extranjeros. Entre Bío Bíoy el seno de Reloncaví existen unas 20.000.000de ha en manos de unos 47.000 propietarios.Esta pequeña propiedad, en muchas ocasionesse ha sentado en áreas forestales, con losconsiguientes perjuicios.

La explotación familiar

Corresponde a aquellos campesinos más aco-modados que han accedido a tierras en propiedad,en arriendo o en mediería, cuyo tamaño es sufi-ciente para asegurar la reproducción de la familiay potencialmente, también iniciar la reproducciónampliada de sus explotaciones.

Las unidades de la reforma agraria

Los beneficiarios de la reforma agraria fueronunas 52.000 personas, cantidad que ha disminuidoen los años posteriores hasta unas 30.000. Haciafines de 1988 existían entre 6.000 y 9.000 alinterior de estas explotaciones (medierías y cesio-nes a hijos de parceleros).

Las explotaciones familiares tradicionales

Tienen el mismo origen de los minifundios delas zonas centro y sur del país, su número se estimaen unas 30.000, de las cuales 25.000 están enmanos de sus propietarios y 5.000 corresponden asub-tenencias.

El cuadro 5.10 resume la distribución regionalde los predios bajo forma de tenencia única, segúntamaño de las explotaciones, de acuerdo con el VICenso Agropecuario.

La gran propiedad actual se deriva de laevaluación del complejo latifundio–minifundio.El proceso de desarrollo capitalista se ha tradu-cido en una intensificación del uso de la tierra.No obstante constatarse problemas de sobrexplo-tación, éstos no son característicos. Los mayoresimpactos ambientales de estas unidades son, poruna parte, la contaminación por pesticidas y, porotra, en las áreas de riego, la salinización de lossuelos.

5.2.2 Los sistemas de producciónagropecuaria

El dualismo en la producción agrícola

El sector campesino tiene una participaciónestimada del 24,7 por ciento del total de laproducción agropecuaria y silvícola. La produc-ción del sector campesino se caracteriza por unmenor uso de insumos externos en relación conla agricultura empresarial. La agricultura campe-sina destina una mayor proporción de su super-ficie productiva a hortalizas y cultivos anuales,respecto de los empresarios agrícolas que optanpreferentemente hacia la producción de frutalesy vides. La agricultura empresarial usa intensi-vamente el suelo ganadero, destinando una mayorfracción de su superficie a forrajeras anuales,praderas artificiales y mejoradas, en relación conla pequeña agricultura.

En general, la calidad de los recursos explo-tados por la agricultura campesina es inferiora aquella que sustenta a la producción empre-sarial. Una parte de la producción vitivinícolade los pequeños agricultores se realiza sobresuelos de secano y una gran fracción de laproducción frutícola es de huertos caseros.Para los pequeños agricultores, la producciónganadera es una opción de uso de subproductos,de tierras marginales y una fuente de energía

Page 231: Informe Pa s

221

Sue los

5

TAMA

ÑO D

E LA

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RIBU

CIÓN

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IONA

L DE

LOS

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DIOS

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TOTA

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(ha)

REGI

ONES

NACIO

NAL

(ha)

III

IIIIV

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VIVI

IVI

IIIX

XXI

XII

Meno

s de

173

,725

,07,0

33,4

60,5

4,510

5,419

,548

,629

,08,6

0,00,0

415,2

1 a

meno

s de

558

9,927

3,820

7,31.1

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1.151

,446

9,02.1

95,6

1.684

,83.3

88,6

6.048

,21.1

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13,9

7,018

.249,2

5 a

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1063

9,633

2,120

8,11.5

35,4

1.789

,41.0

63,9

3.389

,33.5

06,3

7.473

,919

.579,0

5.496

,212

,843

,845

.069,8

10 a

men

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e 20

746,2

222,6

139,1

2.309

,22.8

38,6

3.067

,28.7

61,5

9.100

,617

.926,9

37.85

7,318

.945,6

72,7

54,3

102.0

41,8

20 a

men

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1.150

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9,83.9

42,9

6.675

,77.5

45,2

22.47

7,126

.811,4

44.68

7,260

.274,2

53.49

5,641

4,724

5,222

8.372

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men

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8,50,0

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4.332

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9.986

,928

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29.67

8,346

.557,0

54.80

6,856

.676,7

584,1

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239.2

96,2

100

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nos d

e 20

01.8

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0,043

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52,3

6.889

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.516,2

32.12

3,135

.974,2

48.45

0,058

.861,3

77.56

4,53.9

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568,9

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0,01.0

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,78.2

35,8

12.26

6,039

.814,9

49.57

8,678

.577,2

100.9

44,2

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4.724

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6.229

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.729,6

31.36

9,837

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96.25

4,810

0.516

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.925,9

6.049

,436

0.719

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1.000

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2.000

4.714

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20.92

0,26.9

40,9

30.30

5,033

.742,3

27.46

9,970

.048,4

51.46

8,759

.598,7

5.611

,032

4.573

,2

De 2

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y má

s37

.928,0

0,053

.095,0

170.1

85,4

73.20

9,756

.740,7

105.6

45,7

63.35

4,617

6.134

,971

.803,5

185.8

62,5

124.0

52,8

696.9

59,8

1.814

.972,6

Total

regio

nal

53.69

8,997

7,857

.796,2

211.7

79,4

137.8

80,9

114.8

30,3

301.1

05,5

284.8

20,5

488.6

66,9

576.5

06,7

691.2

29,4

240.7

12,2

711.9

96,8

3.87

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cuari

o

Page 232: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

222

animal para las labores. Como consecuencia delas grandes demandas de capital requeridas porla producción avícola, porcina y lechera, estasactividades se concentran en manos de empre-sarios agrícolas. Según la capacidad de gestión,nivel de productividad y nivel tecnológico, entreotras características, los productores agrícolaspueden agruparse en 5 categorías, descritas enel Cuadro 5.11.

Las actividades agrícolas y la satisfacción denecesidades en el corto plazo han incidido en ladegradación del recurso suelo, expresándose prin-cipalmente como erosión. Las causas más comunesde erosión, para grandes zonas del país se descri-ben en el Cuadro 5.12.

Los rubros de la producción

A continuación se describen los principalesrubros productivos que caracterizan a la agricul-tura chilena.

Frutales y vides: Debido a las excepcionalescondiciones climáticas de la Zona Central, Chiletiene grandes ventajas competitivas para la pro-ducción de estos cultivos. Ellos son exigentes ensuelo, clima, tecnología, mano de obra y capital.La mayor parte de la producción se concentra enmanos de grandes empresas. El manejo del suelotiende a ser intensivo tanto en la etapa previa ala plantación del cultivo como en las laboresposteriores, utilizando sistemas de riegotecnificado, grandes volúmenes de fertilizantes yagroquímicos. Las vides viníferas se producen endos tipos de viñedos; las viñas de riego del ValleCentral, de mayor productividad, y las viñas desecano, normalmente ubicadas en la costa.

Hortalizas: La producción de hortalizas tiende aconcentrarse en las cercanías de los grandes centrosurbanos, el manejo del suelo es intensivo dado queestas especies tienen en general un breve períodovegetativo, lo que permite más de un cultivo en unaño en la misma superficie, lo que requiere de unintenso laboreo del suelo. Este rubro abarca produc-tores de diversos estratos tecnológicos y demandauna gran cantidad de mano de obra. La producciónde hortalizas se emplaza preferentemente en suelosde las clases I y II.

Cultivos anuales: Los cultivos anuales seproducen con una amplia gama de tecnologías,ocupando suelos de secano y riego a lo largo delterritorio, tienden a demandar escasa mano deobra y constituyen, en algunos casos, una op-

ción de uso de terrenos marginales, como es elcaso del arroz. Su producción demanda grandesvolúmenes de insumos y tiende a emplazarsesobre suelos de las clases II, III y IV.

Cultivos industriales: La producción de loscultivos industriales como la remolacha, el girasol,el raps y el tabaco, es dependiente de los reque-rimientos de cantidad y calidad de las grandesempresas compradoras, quienes además proveenasistencia técnica. La producción de cultivos in-dustriales tiende a emplazarse sobre suelos de lasclases II, III y IV.

Ganadería: Esta actividad puede ser intensi-va en términos de uso del suelo en el caso delas lecherías, porcinos y aves, concentrando unagran cantidad de animales en una pequeñasuperficie. Asociada a estas actividades se gene-ra una demanda de cultivos destinados a laalimentación animal. Las explotaciones extensi-vas se caracterizan por un mayor aprovecha-miento de recursos forrajeros naturales omejorados y una dependencia más directa de losecosistemas.

La producción de los distintos rubros ha inci-dido en la degradación del ambiente. Los princi-pales efectos ambientales derivados de las activi-dades agrícolas se describen en el Cuadro 5.13

5.2.3 La dinámica de uso delterritorio

La alta concentración de actividades en lacapital limita el desarrollo de las economías regio-nales. Santiago concentra el 40 por ciento de lapoblación nacional y absorbe el 85 por ciento delgasto público en el 2 por ciento de la superficieterritorial (Pacheco, 1996). Esto conduce a la subutilización de amplias zonas, dificultando el desa-rrollo armónico de la nación. Esta situación generauna alta presión sobre los ecosistemas del áreametropolitana provocando impactos de difícil repa-ración y un deterioro de la calidad de vida de susmoradores. El crecimiento de la gran urbe estácondicionado a la existencia de recursos limitadoscomo la disponibilidad de agua y suelos, así comode la capacidad de absorción de impactos antrópicospor parte de éstos.

El desarrollo económico de la capital ha traídocomo consecuencia el crecimiento físico de laciudad, el que se ha manifestado a través de una

Page 233: Informe Pa s

223

Sue los

5

El ordenamiento territorial surge como unanecesidad urgente, dado el acelerado crecimiento dealgunas comunas frente el estancamiento de otras,determinando focos de progreso –temporal hasta lasaturación–, y centros de pobreza y marginalidad.Esto provoca migraciones y problemas sociales(Pacheco, 1996). El crecimiento de las comunas serealiza sobre la base de concesiones para el desa-rrollo de actividades de diversa naturaleza como lasturísticas, industriales, poblacionales, entre otras, enzonas que posteriormente pudieran resultar inade-cuadas para tales usos como producto del propiocrecimiento urbano, lo que genera molestias yfrustración en la población. La mayor parte de lasdecisiones referentes al uso de los suelos en undistrito tienen un carácter irreversible, generandoefectos negativos permanentes si las decisionesadoptadas son erróneas.

El uso del territorio se ha caracterizado tam-bién por un cambio en la estructura de uso delsuelo. Para el período histórico comprendido entrelas temporadas agrícolas 1989–1990 y 1997–1998

expansión continua del espacio ocupado por ésta.La expansión urbana de Santiago para el períodohistórico comprendido entre 1541 y 1998 se detallaen las Figura 5.5 y 5.6 y en el Cuadro 5.14.

El crecimiento de la ciudad ha sido sobre suelosde grandes potencialidades productivas, lo que serefleja en las clases de capacidad de uso (Clases I,II, III y IV). Estos suelos además tienen valorestratégico, dada su cercanía al gran centro deconsumo que representa la ciudad. Esto permiteque dichos suelos sean destinados al cultivo deespecies de gran rentabilidad como lo son lashortalizas y los frutales, parronales y viñas (Bleyery Rengifo, 1970).

La evolución de la superficie de suelo agrícolaocupada por avance urbano del Gran Santiagosegún clase de capacidad de uso, basada en lacartografía de suelos de Salinas (1986) y loslímites urbanos de Santiago en distintos períodosde expansión (Instituto Geográfico Militar, 1985)se describe en la Figura 5.6.

TIPO NÚMERO CARACTERÍSTICAS

Empresario moderno 10.000 - Buena gestión técnica y administrativa- Altos niveles de productividad- Flexibilidad en el uso de recursos- Rubros rentables y dinámicos

Empresario tradicional 20.000 - Cultivos tradicionales- Nivel tecnológico medio a alto- Baja capacidad de gestión- Poca flexibilidad de sus estrategias productivas

Pequeño productor 30.000 a 40.000 - Rubros más rentablesintegrado - Buena inserción en el mercado

- Nivel tecnológico medio- Baja capacidad de gestión- Flexibilidad relativa de las estrategias productivas

Pequeño productor con 50.000 a 60.000 - Requieren de inversión y apoyo técnico para adoptarpotencial agropecuario rubros más rentables

- Poca tecnología- Baja rentabilidad- Baja capacidad de gestión- Baja productividad

Pequeño productor sin 120.000 a 140.000 - Agricultura de subsistenciapotencial agropecuario - Ingresos de origen extrapredial

- Pobreza generalizada

Cuadro 5.11

Caracterización de los

productores agrícolas.

Fuente: CORFO, 1998

Page 234: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

224

el porcentaje de la superficie destinada a usosintensivo y extensivo ha variado de 23,4 a 27,1y de 76,6 a 72,9 por ciento, respectivamente, loque está revelando un cierto grado de intensifica-ción de la agricultura durante los años 90. El sectorforestal ha mostrado durante este período unincremento sostenido de las superficies plantadascon pino y eucalipto, lo que ha significado unaumento del 35 por ciento respecto a la superficieplantada en la temporada inicial del mismo, por suparte en igual período la superficie destinada a loscultivos anuales ha mostrado un descenso, másacelerado en el período 1989–1990 a 1991–1992para luego estabi-lizarse en torno al 11 por cientodel total. La evolución de la estructura de uso delsuelo, durante esta década se representa en lafigura 5.8.

La confección de un plan de ordenamientoterritorial necesariamente debiera incorporar el com-ponente ambiental para evitar posibles futurosimpactos del ecosistema a partir del mal uso delsuelo. Mediante la aplicación de diferentesparámetros que permitan racionalizar y optimizarel aprovechamiento de espacios y recursos parafines urbanos, rurales o silvestres, en áreas previa-mente definidas según las aptitudes y condicionesque sean propias y favorables a cada uso.

Esto requiere de una evaluación acabada delos recursos naturales presentes en el área deestudio como los tipos de suelos, de vegetación,la hidrografía y otros, para posteriormente de-finir y establecer indicadores acerca de la natu-raleza, distribución e intensidad de la actividadhumana del área de estudio y sus efectos sobreel entorno.

El modelo de desarrollo debe promover enel futuro la armonización de aspectos vincula-dos al medio ambiente y a la calidad de vidade la población, superando algunas falencias,tales como la concentración de actividades enla capital y la especialización de las activida-des productivas de rubros primarios, con fuertedependencia de los recursos naturales y conrelativa baja incorporación de valor agregado.

En países como Alemania, Japón o Dinamarca,la política de ordenación territorial se fundamentaen la acción conjunta de los agentes privados y lacomunidad regional para la búsqueda de políticasambientales y de fomento industrial. En el caso denuestro país la aplicación de estas acciones debieracomenzar por el fomento de actividades intra-sectoriales, lo que supone una optimización del usode los recursos en cada región y la búsqueda de

soluciones ambientales estructurales para el desarrolloarmónico del territorio. Estas acciones requieren deltrabajo conjunto del sector público y privado.

5.3 ASPECTOS JURÍDICOS INSTITUCIO-NALES, PROGRAMAS Y COMPRO-MISOS INTERNACIONALES

5.3.1. Las leyes que regulan el uso del suelo

El uso del suelo urbano se rige según lodispuesto en los Planos Reguladores (artículo 57 delcapítulo IV del Decreto con Fuerza de Ley N° 458),el cambio del uso del suelo se tramitará comomodificación del Plan Regulador correspondiente(Artículo 61 del capítulo IV del Decreto con fuerzade Ley N° 458), la modificación deberá ser aprobadapor el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (segúnlo descrito en el artículo N° 45 del capítulo II delDecreto con fuerza de Ley N° 458).

El cambio de uso del suelo en el sector rural seráposible cuando el Servicio Agrícola y Ganadero(SAG) emita un informe fundado y público dentro deun plazo de 30 días hábiles desde la fecha en que fuesolicitado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Asimismo para proceder a la subdivisión depredios rústicos, el SAG certificará el cumplimien-to de la normativa vigente (artículo 46 del textorefundido de la ley orgánica del SAG).

Otras leyes que regulan el uso del suelo,corresponden a la Ley 18.755 del 7 de enero de1989 y a la Ley N° 19.283, modificatoria de laanterior, ambas leyes están insertas en el marcode la Ley Orgánica del SAG, entidad a cargo delejercicio de funciones tales como: la aplicación yfiscalización del cumplimiento de las normaslegales y reglamentarias sobre habilitación deterrenos, defensa del suelo y su uso agrícola (letrak del artículo 3 del texto refundido de la leyorgánica del SAG); la promoción de las medidastendientes a asegurar la conservación de suelos yaguas para evitar la erosión de los suelos ymejorar su fertilidad y drenaje. Además el SAGregula y administra la provisión de incentivosque faciliten la incorporación de prácticas deconservación en el uso de suelos, aguas yvegetación (letra l del artículo 3 del texto refundidode la ley orgánica del SAG).

Las leyes que regulan el uso del suelo no hansido eficaces en su acción, dado que en la actua-lidad el uso del suelo ha variado en función de lasnecesidades impuestas por el mercado, es así por

Page 235: Informe Pa s

225

Sue los

5

Norte Grande y Chico: I a III

regiones; cordones y estribaciones

andinas de la IV región

Cordillera de la Costa

y Planicies de la IV

región

Cordillera de la Costa

y planicies de la V a

VIII regiones

Cordillera de la Costa

y planicies de la IX y

X regiones

Precordillera andina de

las regiones V y RM

Precordillera andina de

las regiones VI a X

Cerros y lomajes del Llano

Central, V a X regiones

Patagonia

Eólica

Hídrica

Geológica

Hídrica

Eólica

Dunas litorales

Hídrica

Eólica (costa)

Dunas litorales

Hídrica

Eólica (costa)

Hídrica

Hídrica Eólica

Hídrica

Hídrica

Eólica

ZONA TIPO DE EROSIÓN FACTORES Y CAUSAS

- Tala de matorral semidesértico

- Sobreutilización de praderas

- Cultivo en suelos no arables

- Tala de bosque esclerófilo

- Actividades forestales

- Incendios y quemas

- Sobrepastoreo

- Cultivo en suelos no arables

- Barbechos, siembras en pendiente

- Dificultades económicas

- Explotación indiscriminada del bosque nativo

- Habilitación de suelos de aptitud forestal para

agricultura y ganadería (tala rasa y quemas)

- Tala del matorral y del bosque esclerófilo andino

para uso como leña y carbón

- Incendios y quemas

- Tala de bosques mesofíticos e hidrofíticos

- Quema de rastrojos

- Cultivos anuales en suelos no arables

- Barbechos descubiertos

- Labranza y siembras en el sentido de la pendiente

- Tala de bosques esclerófilos y mesofíticos,

para uso como leña y carbón

- Quema de rastrojos y matorrales

- Barbechos descubiertos

- Labranza y siembras en el sentido de la pendiente

- Cultivo de cereales en suelos no arables

- Sobreutilización de las praderas

- Explotación indiscriminada del bosque nativo

- Habilitación de suelos de aptitud forestal para

uso ganadero

- Talas y quemas

- Sobrepastoreo

- Aumento de la población ganadera

- Dificultades económicas

Cuadro 5.12

Tipos, factores y causas de

la erosión en algunas zonas

del país.

Fuente: Universidad de Chile,

1997.

Page 236: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

226

RUBRO PRODUCTIVO PRINCIPALES EFECTOS AMBIENTALES

Frutales y vides - Manejo intensivo del suelo en la etapa de plantación

- Uso de grandes volúmenes de biocidas

- Compactación del suelo por laboreo y manejo cultural

- Erosión por falta de cobertura vegetal en las entrehileras

- Riesgos de salinización de suelos por riegos localizados

- Contaminación de napas por alto consumo de fertilizantes y pesticidas

- Erosión por mal manejo del riego cuando se usan métodos gravitacionales

- Pérdida de materia orgánica por falta de aportes y mineralización de la existente

Hortalizas - Compactación sub superficial por excesivo tránsito de maquinaria y laboreo

- Erosión por manejo no tecnificado de métodos de riego gravitacionales

- Contaminación de napas por uso de grandes volúmenes de fertilizantes

- Pérdida de materia orgánica por mineralización

Cultivos anuales - Uso de grandes volúmenes de fertilizantes, particularmente en el caso del maíz

- Pérdida de biodiversidad

- Menor número de labores y tránsito de maquinaria

Cultivos industriales - Manejo intensivo del suelo, particularmente en la cosecha de la remolacha

- Uso de grandes volúmenes de fertilizantes

Ganadería - Emisión de gases de efecto invernadero (principalmente metano)

- Compactación del suelo por pisoteo de los animales

- Un mal manejo de las praderas incide en su degradación, pérdida de la

riqueza florística y proliferación de especies poco palatables

- Contaminación fecal de cursos de agua

Cuadro 5.13

Efectos ambientales

derivados de

la producción agrícola.

III, y de los cuales alrededor del 75 por cientoestán incluidos dentro de los límites de los planosreguladores de la RM. Ver Figura 5.7

De la superficie que abarcan los suelos de claseI de capacidad de uso un 10 por ciento se encontrabaincluido en las áreas urbanas estudiadas. La mayorsuperficie de suelos agrícolas de alta productividadse encuentra en el área de expansión urbana deSantiago y Rancagua.

La tasa media de crecimiento urbano nacional esde aproximadamente 1.200 ha anuales (Santibánezet al, 1996).

Ley de fomento al riego y drenaje:

La ley de fomento al riego y drenaje (Ley18.450), administrada por la Comisión Nacional deRiego, está orientada a incorporar superficies desecano al riego, habilitación de suelos de maldrenaje, mejoramiento de la disponibilidad de

ejemplo que amplias zonas que rodean a lasciudades se han visto privadas de uso agrícola alser destinadas a la construcción de parcelas deagrado, campos de golf y áreas recreativas y deesparcimiento. La vigencia de los planos regulado-res es temporal y un cambio en el uso del suelopuede significar en el mediano plazo una modifi-cación de los planos en forma definitiva.

En el año 1991 un estudio del SAG indicó quela superficie que abarcaban en su conjunto losplanos reguladores de 12 comunas de Santiago, 6pueblos aledaños y 9 ciudades regionales era de139.064 ha, de esta superficie 80.971 ha (58,2 porciento) permanecía aún en uso agrícola, concen-trándose el 87,2 por ciento en la Región Metropo-litana (RM), (CONAMA, 1994).

El estudio señaló, además, que de los suelosactualmente sometidos a uso agrícola, alrededordel 50 por ciento (40.500 ha) corresponde a suelosregados de las clases de capacidad de uso I, II y

Page 237: Informe Pa s

227

Sue los

5

Cuadro 5.14

Expansión urbana del Gran

Santiago para el período

comprendido entre 1541 y

1998.

Elaborado por los autores sobre

la base de IGM, 1985 y una

imagen satelital SPOT.

PERÍODO HISTÓRICO AREA URBANA EXPANSIÓN AREA URBANA TASA

AL INICIO URBANA AL FINAL DEL DE EXPANSIÓN

DEL PERÍODO (ha) ha PERÍODO (ha) (ha/AÑO)

1541

1541 – 1900

1900 – 1920

1920 – 1943

1943 – 1961

1961 – 1980

1980 – 1985

1985 – 1998

17

3.327

5.578

9.304

21.305

40.220

43.947

3.310

2.251

3.726

12.001

18.915

3.727

9.994

17

3.327

5.578

9.304

21.305

40.220

43.947

53.941

9,22

112,57

162,02

666,75

652,26

745,36

768,74

Figura 5.5

Evolución de

la superficie urbana

del Gran Santiago

durante este siglo.

agua en zonas con déficit y tecnificar el riego paraun mejor aprovechamiento del recurso hídrico.

La bonificación del Estado financia hasta un 75por ciento del costo de los proyectos y hasta uncosto máximo de las obras equivalentes a 12.000UF, y 24.000 UF, si se trata de organizaciones deusuarios o comunidades de aguas no organizadas.

Los beneficiarios son adjudicados a través deconcursos que se realizan periódicamente.

5.3.2 La Institucionalidad

Los organismos nacionales y regionales

Ministerio de Obras Públicas (MOP)

El MOP es la Secretaría del Estado encargadadel planeamiento, estudio, proyección, construc-ción, ampliación, reparación, conservación y ex-plotación de las obras públicas fiscales del país.

Las funciones del MOP son las siguientes:

- Realizar las obras que le encargan los ministe-rios que por ley tengan facultad para construirobras, como las instituciones o empresas delEstado, las sociedades en que el Estado tengaparticipación y las municipalidades, convinien-do sus condiciones, modalidades y financia-miento.

- Administrar el recurso agua en el ámbito nacio-nal, en lo relativo a su conocimiento, distri-bución, asignación, uso, conservación y preser-vación, conforme al Código de Aguas.

- Estudiar, construir y mantener la red primariade sistemas de evacuación y drenaje de aguaslluvias.

- Satisfacer la creciente demanda en infraestruc-tura, para lo cual ha implementado el Sistemade Concesiones, donde empresas o consorciosprivados realizan obras públicas, recuperandosu inversión a través de tarifas al usuario.

Page 238: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

228

Figura 5.6

Expansión urbana del

Gran Santiago

entre 1541 y 1998.

Fuente: IGM1985 eImagen Satelital SPOT.

Page 239: Informe Pa s

229

Sue los

5

Figura 5.7

Aptitud de

los suelos ocupados

por la urbanización

del Gran Santiago.

Los objetivos del SAG son:

- Contribuir al desarrollo agropecuario del país,mediante la protección, mantención e incre-mento de la salud animal y sanidad vegetal.

- Proteger y conservar los recursos naturalesrenovables que inciden en el ámbito de laproducción agropecuaria del país.

- Controlar los insumos y productos agropecuariossujetos a regulación en normas legales y regla-mentarias.

- Estudiar y regular el uso de agroquímicos en eldesarrollo silvo-agropecuario.

- Aplicar programas derivados de La Ley deRecuperación de Suelos Degradados.

Corporación Nacional Forestal (CONAF)

La CONAF tiene como principal tarea adminis-trar la política forestal de Chile y fomentar eldesarrollo del sector, garantizando a la sociedad eluso sostenible de los ecosistemas forestales y laadministración eficiente del Sistema Nacional deÁreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE).Dentro de este marco, se pueden señalar algunosde los principales objetivos específicos:

- Contribuir al incremento y uso sostenible de losrecursos forestales.

- Conservación de los ecosistemas naturales re-presentativos de la diversidad biológica de Chile.

- Contribuir preferentemente a mejorar la calidadde vida de la población rural mediante accionesforestales.

- Protección de los ecosistemas forestales frente ala acción de agentes dañinos.

Comisión Nacional del Medio Ambiente(CONAMA)

La CONAMA es una institución estatal quetiene como misión promover la sustentabilidadambiental del proceso de desarrollo y coordinarlas acciones derivadas de las políticas yestrategias definidas por el gobierno en materiaambiental.

Los objetivos de la CONAMA son los siguientes:

- Recuperar y mejorar la calidad ambiental.

- Prevenir el deterioro ambiental.

- Fomentar la protección del patrimonio ambien-tal y el uso sustentable de los recursos naturales.

- Introducir consideraciones ambientales en elsector productivo.

- Involucrar a la ciudadanía en la gestión am-biental.

- Fortalecer la institucionalidad ambiental en elámbito nacional y regional.

- Perfeccionar la legislación ambiental y desarro-llar nuevos instrumentos de gestión.

Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)

El SAG tiene como misión, apoyar el incremen-to de los niveles de competitividad, sustentabilidady equidad del sector silvoagropecuario a través delmejoramiento de la condición de estado de losrecursos productivos en sus dimensiones sanitaria,ambiental, genética y geográfica, a la vez que eldesarrollo de la calidad alimentaria.

Page 240: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

230

Figura 5.8

Evolución de la

estructura de uso

del suelo agrícola

durante la última

década.

El rol de los municipios

La Ley Orgánica de Municipalidades (Nº 18.695)define la existencia de una serie de unidadesadministrativas al interior de éstas, encargadas dela ejecución de diversas tareas, tales como:

La Dirección de Obras Municipales, unidad ase-sora y operativa en materias relativas al planregulador comunal, permisos de edificación, inspec-ción de obras en uso, ejecución de proyectos deinversiones y prevención del deterioro ambiental.La Dirección aprueba o rechaza las subdivisiones depredios urbanos y urbano-rurales, aplica normaslegales y técnicas para prevenir el deterioro am-biental, a través del control en el diseño y calidadaislante de las edificaciones y loteos, preservaciónde áreas verdes, quebradas, ríos, esteros y canales,control de chimeneas, ductos de gases, desagües,tratamiento de aguas servidas, actividad de servi-cios de utilidad pública, seguridad y ubicación deobras de infraestructura. La Dirección cuenta con 4departamentos: de proyectos, de permisos, de ase-soría urbana y de estudios ambientales. El Depar-tamento de Asesoría Urbana es el encargado depreparar los antecedentes pertinentes con el fin deproponer las modificaciones y seccionales del planregulador comunal. Por su parte el Departamento deEstudios Ambientales se encarga de evaluar elimpacto ambiental de los proyectos presentados por

los contribuyentes a la Dirección de Obras, aprobaro rechazar el estudio ambiental que formará partedel proyecto presentado a la Dirección de Obras yelaborar los estudios de impacto ambiental de losproyectos municipales.

La Dirección de Aseo y Ornato estudia y proponeproyectos de forestación de áreas verdes de lacomuna, fiscaliza el servicio de tratamientos y dis-posición final de los residuos domiciliarios. EstaDirección, a través de su Departamento de Ornato,tiene como misión preservar las áreas verdes; mantenerel catastro de arbolado y áreas verdes; establecer ymantener actualizados los estándares mínimos acep-tables en términos de superficie de áreas verdes conrelación al número de habitantes, así como tambiénla distribución espacial de las áreas verdes en lacomuna.

La educación de la población en materias depreservación del medio ambiente es una de laslabores a cargo del Departamento de HigieneAmbiental, dependiente a su vez de la Dirección deDesarrollo Comunitario.

El rol de los Organismos No Guberna-mentales (ONG)

Las organizaciones no gubernamentales tie-nen una amplia gama de funciones que van desdela creación de conciencia pública sobre las ame-

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5

- Integrar la lucha contra la desertificación enestrategias nacionales, regionales y locales dedesarrollo económico y social, indicar y propo-ner formas participativas de incorporación delas comunidades humanas amenazadas por elproceso de desertificación.

El programa de control de plaguicidas

El SAG es la entidad encargada del control deplaguicidas de uso agrícola en nuestro país, paralo cual cuenta con dos programas:

Programa de control de las importaciones

Enmarcado en la Ley N° 18.164 del Ministeriode Hacienda, mediante el cual personal del SAGverifica si el plaguicida a ser internado correspondea un producto cuyo uso no está prohibido ennuestro país, además el plaguicida debe estar inscritoen el Registro de Plaguicidas de Uso Agrícola de lainstitución y su inscripción debe estar vigente.

Programa de control de la distribución deplaguicidas

Se divide en dos subprogramas:

- Control de las condiciones de distribución; me-diante el cual, personal del SAG en formaperiódica verifica las condiciones de almacenajey etiquetado de los plaguicidas en los lugares deacopio y de almacenamiento.

- Control de la composición; en el cual personaldel SAG realiza la toma de muestras de materialen los lugares de almacenaje o distribución, lasque serán posteriormente analizadas porlaboratorios acreditados para verificar, so penade sanciones, si la composición del productoanalizado corresponde a la indicada en suetiqueta. El SAG ha proyectado el control de lacomposición a todas las partidas de plaguicidasque ingresen a Chile y a aquellas formulacionesque posteriormente serán comercializadas ennuestro país, para evitar la circulación deproductos cuya composición no corresponde asus antecedentes de registro (SAG, 1996).

Desde febrero de 1998 y hasta marzo del año2001 se estará ejecutando un proyecto entre Chile yCanadá, relativo a la transferencia de tecnologíacanadiense para mejorar el uso y manejo deplaguicidas en la agricultura nacional. Este proyectopersigue como objetivo ampliar el conocimientorespecto al uso y manejo de los plaguicidas para quelos organismos normativos, investigadores, profesio-nales y los usuarios puedan, en conjunto, controlar

nazas que enfrentan los recursos naturales, hastala ejecución de proyectos de protección del suelocon participación ciudadana. Por definición, estasinstituciones están desvinculadas de las políticasoficiales, lo que les permite una mayor agilidad enla focalización de sus acciones en función de losproblemas de uso y conservación de los recursosnaturales, a la vez que ejercen una funciónfiscalizadora respecto del no-cumplimiento de lasnormas o el mal uso de los recursos naturales.

Las ONG en su contacto directo con la sociedadcivil, pueden organizar y coordinar a las entidadesprivadas en la consecución de objetivos queapunten al beneficio de la naturaleza, sin quenecesariamente tenga que participar el Estado através de sus estructuras. A modo de ejemplo sepuede citar la Red de Áreas Privadas Protegidas(RAPP), promovida por CODEFF (Cuadro 5.15).

En general estas organizaciones tienen un ca-rácter asistencial, es decir, orientan su acción hacialos sectores de la población que disponen de menosrecursos financieros y tecnológicos. Por esta razónellas pueden cumplir un rol complementario a lasagencias del Estado en la atención de los problemasderivados de la degradación ambiental y de lapobreza en áreas marginales.

5.3.3 Los programas globalesy específicos

El Programa de Acción NacionalContra la Desertificación (PANCD)

El PANCD está a cargo de la CONAF y es uninstrumento multisectorial que coordina a las ins-tituciones públicas o privadas para lograr la con-vergencia de acciones de corto, mediano y largoplazo, en la prevención, detención o reversión de ladesertificación y los efectos de la sequía en Chile.El PANCD tiene como misión mejorar la calidad devida de las poblaciones asociadas a los espaciosgeográficos en proceso de desertificación, a travésde sistemas de producción sustentables.

Los objetivos de este programa son:

- Determinar áreas prioritarias de prevención ycontrol del proceso, y focalizar sus esfuerzos enaquellas áreas donde se están desarrollandoacciones multisectoriales.

- Definir roles y lograr consenso entre losdistintos actores que intervienen en el tema dela desertificación y la sequía.

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muestras sometidas a técnicas y metodologías deanálisis validadas mundial-mente.

Programa para la Recuperación deSuelos Degradados

Este programa, ejecutado por el SAG, tiene tirla sostenida degradación del suelo, generada enel uso intensivo del recurso mediante la aplicaciónde tecnotación, a través del acceso de los agri-cultores a recursos económicos que permitanmejorar la calidad del suelo agrícola.

El programa de recuperación de los suelosdegradados se divide en cinco sub programas,descritos a continuación:

Fertilización fosfatada

Consiste en estimular la aplicación de unafertilización fosfatada de corrección, para elevar ladisponibilidad del elemento a un valor base de 15mg/kg, mediante un incentivo de hasta un 80 porciento de los costos netos de la operación.

Enmiendas calcáreas

Promueve la incorporación al suelo de produc-tos equivalentes a carbonato de calcio para elevarel valor de pH del suelo hasta 5,8 y disminuir latoxicidad por aluminio reduciendo el porcentajede saturación por aluminio a niveles inferiores al5 por ciento; el incentivo cubre hasta un 50 porciento de los costos netos.

Praderas

Fomenta el establecimiento o regeneración deuna cubierta vegetal permanente en los suelosdegradados; el incentivo cubre hasta el 50 porciento de los costos netos.

Conservación de suelos

Estimula el uso de métodos y prácticas deconservación de suelos para evitar la pérdida porerosión, mediante la aplicación de prácticas como lacero o mínima labranza, control de avance de dunas,cultivos en fajas, forestación de suelos ocupados porpequeños agricultores, aplicaciones de materia orgá-nica, zanjas de infiltración y otros. Se subvencionahasta un 80 por ciento de los costos netos.

Rehabilitación de suelos

Se fomenta la eliminación de tocones, troncosmuertos o matorrales sin valor forrajero en aque-llos suelos aptos para uso agrícola, el incentivocubre hasta un 50 por ciento de los costos netos.

los riesgos para la salud humana y el medio ambien-te, así como mejorar el apoyo y la eficacia deprácticas de protección de cultivos más sustentables.

La regulación y restricción del uso de plaguicidas

El SAG realiza permanentemente revisiones delos productos que se están comercializando en elpaís, tomando las medidas en el caso de que existainformación técnica fundamentada acerca del dañoa la salud de las personas, de los animales o dañoambiental que pudiera provocar el uso de unplaguicida. La decisión de prohibir el uso, distribu-ción, importación, fabricación o venta de unplaguicida se llevará a cabo por resolución publi-cada en el Diario Oficial, cuando se analiza toda lainformación disponible y se verifica que la restric-ción se justifica y es aplicable en nuestro país.

Marco legal en que se basan las acciones del SAG

Protección agrícola: (Decreto de ley N° 3.557)que otorga al SAG el conjunto de facultades paranormar el uso, venta, fabricación, distribución eimportación de plaguicidas de uso agrícola.

Registro de plaguicidas: (Resolución N° 1.178 yN° 2.054) establece la aprobación del uso y ventade un determinado plaguicida en el país mediantela inscripción del producto en el Registro dePlaguicidas Agrícolas del SAG.

Etiquetado de los productos: (Resolución N°1.179) norma la información contenida en lasetiquetas de los plaguicidas para que el uso delproducto sea lo más seguro posible.

Clasificación toxicológica de los plaguicidas:(Resolución N° 1.117) según sus riesgos, basada enla clasificación de la OMS.

Inclusión de las tolerancias de residuos: (Reso-lución N° 938) establecidas para ese plaguicida enlos países a los cuales se exportan productosvegetales.

Uso de pictogramas: (Resolución N° 412) querepresentan las precauciones e indicaciones relati-vas al almacenamiento, manipulación, aplicacióny advertencias para la protección del ambiente.

Acreditación de laboratorios: (Decreto supremoN° 3) establecimiento de los requisitos que debencumplir los laboratorios para realizar los muestreosy análisis de plaguicidas.

Tolerancias para la interpretación de los análisisde contenido de plaguicidas: (Resolución N° 386) de

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5

Las postulaciones a los beneficios de los pro-gramas deben canalizarse a través de INDAP oSAG, dependiendo del tamaño del predio, de losactivos del agricultor y del origen de su fuenteprincipal de ingresos.

La postulación deberá incluir, entre otros an-tecedentes, un plan de manejo realizado por unoperador acreditado y los resultados del análisisde suelo, emitidos por un laboratorio autorizado.

El programa social de obras de riegomedianas y menores (PROMM)

Este programa, creado en 1990, está enmarcadoen los principios y planes del gobierno para superarla pobreza. Su ejecución es dependiente del Minis-terio de Obras Públicas y está destinado a mejorarla calidad de vida y oportunidad de crecimientoeconómico a las comunidades favorecidas por éste.El programa apoya la construcción, rehabilitacióny reparación de obras de riego medianas y menores.Al igual que otros proyectos de riego, se rige porla Ley 1.123, cuyo reglamento estipula que losbeneficiarios de las obras de riego construidas porel Estado deben reembolsar su costo.

El programa contempla el beneficio de 16.178agricultores para el período 1994–2000.

Los resultados de la aplicación del programaindican que en el período 1994–1998 se mejoró lacalidad de riego de 120.405 ha equivalentes ypara el período 1999–2000 se contempla el mejo-ramiento de 49.600 ha y la incorporación de16.970 nuevas ha de riego (MOP, 1999).

Inversiones en obras hidraúlicas

En la década del 60 la Dirección de Riego delMinisterio de Obras Públicas (MOP) construyó

embalses capaces de regular unos 2.000.000.000de m3 y alrededor de 1.800 km de canales entrematrices y derivados; en los 70 se regularon unos50.000.000 de m3 y se construyeron alrededor de200 km de canales y en los 80 no se ejecutaronobras de regulación y la construcción de canalesno fue relevante (MOP, 1990).

La evolución de las inversiones en obras hi-dráulicas, de acuerdo a la información señaladapor el MOP (1999) se muestra en la Figura 5.9.

Gestión del MOP en obras hidráulicas durantela presente década

Las inversiones del Ministerio de Obras Públi-cas se detallan de año en año en la memoriaanual de la institución, en este documento seinforma el avance de las distintas obrasemprendidas. Hasta el año 1996 el manejo de lainformación correspondía a la Dirección de Riegoy desde entonces pasó a manos de la Direcciónde Obras Hidráulicas.

En el año 1990 la gestión de la Dirección deRiego incluyó la ejecución de las siguientesobras: mantención y mejoramiento en el CanalLauca (I Región), revestimiento de algunos canalesdel río Loa (II Región), trabajos relacionados conla red terciaria del Canal Pencahue, construcciónde pozos profundos en la IV Región y unainversión de $ 150.000.000 en obras para esaregión (MOP, 1991).

En 1991 se incrementó notablemente el pre-supuesto de la Dirección de Riego a $2.916.727.000(570 por ciento de incremento, respecto del añoanterior), durante este año se ejecutaron lassiguientes obras: construcción del canal Pencahue(VII Región) que incorporara 12.000 ha al riego,

Cuadro 5.15

Red de Areas

Protegidas

Privadas.

Fuente: CODEFF,

1999

REGIÓN NÚMERO DE PREDIOS SUPERFICIE (ha)

V

VI

VII

VIII

IX

X

XI

XII

RM

Total

8

8

17

5

12

21

16

1

5

93

2.689,5

23.698,0

7.257,5

11.141,4

1.227,0

264.246,6

5.149,4

12,0

9.654,1

325.180,5

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

234

Embalse Lliu-Lliu, que permite la acumulación de2.500.000 m3 en beneficio de 320 ha. Como partede la lucha contra la sequía se perforaron 9 pozosen la I Región (MOP, 1993).

En 1993 continuó la tercera fase de construc-ción de los Canales Oriente, Poniente y la red dederivados del Canal Poniente del Canal Pencahue,incorporándose 6.800 ha al riego. Se avanzó en laconstrucción del muro, del plinto y de la paredmoldeada del Embalse Santa Juana. Entra en ope-ración el Embalse Convento Viejo. A través delPROMM, se terminó la etapa de construcción ypasaron a explotación las obras del Sifón La Placa(IV Región), el Embalse Lliu-Lliu (V Región) y elEmbalse Convento Viejo (VI Región), además seinicia el mejoramiento del Canal Buzeta en la IVRegión (MOP, 1994).

En 1994 se contrató la construcción de losCanales San Manuel y Botalcura, derivados delCanal Oriente, junto a las obras complementariasdel mismo para el Canal Pencahue, se avanzó enla construcción del muro, del plinto, de la losa dehormigón aguas arriba, de la pared moldeada yse completó la construcción de la variante de lacarretera a Alto del Carmen. Se colocaron lascompuertas sobre el vertedero del Embalse Con-vento Viejo. A través del PROMM, se logró elmejoramiento del Canal Villalón (IV Región), elregadío de huertos familiares de Puerto Natales(XII Región) con una superficie beneficiada de510 ha, el regadío del Valle Putaendo (V Región),

construcción del sistema de distribución del canalLaja Diguillín (VII Región) que beneficia a 63.300ha, se inicia la construcción del túnel de desvia-ción del Embalse El Toro en Santa Juana (IIIRegión), la capacidad de esta obra asciende a160.000.000 m3, lo que permite regar 12.000 hay generar energía eléctrica para la zona; puestaen marcha de la planta de cloración del Canal elCarmen en Colina (RM) que permite el suministrode agua saneada (como parte de la campaña deprevención del cólera) para 40.000 ha (MOP,1992).

En 1992 continúa la fase de construcción delCanal Pencahue. Durante esta temporada de riegose incorporaron 4.000 ha. Continúa la construccióndel Embalse Santa Juana, iniciándose ellevantamiento del muro y las obras anexas contra-tadas. Se realiza el llamado a licitación para lacontratación del proyecto de ingeniería de detalledel Canal Laja Diguillín, el que beneficia a 3 de las77 comunas más pobres del país (comunas de ElCarmen, San Ignacio y Peumo) con una superficiede 63.300 ha y 3.079 predios. Se inicia la construc-ción de las obras del Embalse Convento Viejo(ubicado entre la VI y VII regiones) esta obra tieneuna capacidad de 27.000.000 de m3, ampliando laseguridad de riego de 27.000 ha del río Chimbarongo.A través del PROMM, se inician las faenas dereemplazo de una tubería de 4,5 m3/s del Sifón LaPlaca (IV Región) que beneficia a 5.100 ha. Seinician las obras de construcción de un nuevovertedero de descarga y la reparación del muro del

Figura 5.9

Evolución de las inversiones

en obras hidráulicas entre

1986 y 1999.

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235

Sue los

5

mejoramiento del Canal Buzeta (IV Región) y elmejoramiento del Canal Melado (VII Región) conuna superficie beneficiada de 59.676 ha (MOP,1995).

En 1995 se inició el llenado del Embalse SantaJuana. Se terminó la ejecución del suministro ymontaje de las compuertas del vertedero y obrascomplementarias para mejorar la operación de lapresa del Embalse Convento Viejo. Se continúa eldesarrollo de la formalización de expropiaciones,operación y manutención del Sistema de RegadíoPencahue y se concluyen los canales finales quecomponen el proyecto. Se logró un avance del 85por ciento de la ingeniería básica del canal LajaDiguillín. A través del PROMM se concluye lasegunda etapa de mejoramiento del canal Buzeta(IV Región), se logra el plan de actividadesplaneadas para el sistema de regadío Valle dePutaendo (V Región), continúa la reparación delCanal Melado (VII Región) y la construcción yhabilitación de huertos familiares en la XII Re-gión. Se inició el mejoramiento del Canal Camaricocon una superficie beneficiada de 5.500 ha, delSistema de Canales del Río Aconcagua (V Región)a través de labores de rehabilitación, limpieza,embancamiento, filtraciones y ejecución de obras,con lo cual se persigue el beneficio a 8.210 ha(MOP, 1996).

En 1996 se controló el primer llenado delEmbalse Santa Juana, poniendo en marcha blancatodos los equipos y coordinando los procesos deutilización del agua por los regantes del valle. Seinicia la construcción del Embalse Puclaro (IVRegión) con una capacidad proyectada de200.000.000 m3 y una superficie beneficiada de20.700 ha. Se terminaron las obras complemen-tarias pendientes del Embalse Convento Viejo. Seconstruyeron las obras complementarias, obrasde seguridad y aforo, y los canales de descargadel Canal Pencahue. Se continuaron los trabajosiniciados durante el año anterior en el ProyectoLaja Diguillín. A través del PROMM se concluyeronlas obras correspondientes a la segunda etapa yse inician las obras de la tercera etapa delmejoramiento del Canal Buzeta (IV Región), seinició la construcción de la unión de los CanalesCutún-Las Rojas, El Romeral, San José deBellavista y San Pedro Nolasco para conducir elcaudal total por el Canal San Pedro Nolasco, estaobra beneficia a 2.550 ha, se continúa con lasobras de mejoramiento del Canal Camarico (IVRegión), se terminaron obras pendientes de lareposición del Puente Sifón Loncomilla que be-neficia a 7.700 ha, ejecución de obras en elSistema de Canales del Río Combarbalá para

beneficiar una superficie de 1.500 ha, duranteeste año. Se inicia el mejoramiento del EmbalseTutuvén (VII Región) para recuperar la capacidadoriginal de esta obra (18.000.000 de m3 y elbeneficio de 2.200 ha), el mejoramiento de la obrapermite incorporar 1.500 ha al riego. Se inicia laconstrucción de la terminación del Canal Cayucupil(VIII Región), lo que beneficia a una superficie de1.530 ha (MOP, 1997).

En 1997 continúan las obras de construccióndel Embalse Puclaro (IV Región) y del Sistema LajaDiguillín. Se inicia la construcción del Sistema deRegadío del Valle del Choapa, cuyo embalse pro-yecta un volumen de almacenamiento de 50.000.000m3 y 22.900 ha beneficiadas. A través del PROMMcontinúan las obras en el proyecto de optimizacióndel riego del río Combarbalá (IV Región), concluyenlas obras en el Canal Cayucupil (VIII región), seinician las obras de construcción para el mejora-miento de canales del río Huasco (III Región) conuna superficie beneficiada de 4.670 ha, se inicianlas obras del Canal de Regadío Faja Maisán (IXregión) para beneficiar una superficie de 7.373 ha(MOP, 1998).

En 1998 continúan las obras en el EmbalsePuclaro (IV región), en el Sistema Choapa (IVRegión) y en el Sistema Laja Diguillín (VIII Región).A través del PROMM se concluyen las obras deoptimización del riego en el río Combarbalá (IVRegión), continúan las obras de mejoramiento de loscanales del río Huasco (III Región), construcción dela optimización del recurso hídrico en la cuenca altadel río Hurtado (IV Región), mejoramiento delSistema de Regadío Cogotí (IV Región), ampliaciónde la Laguna Chepical (V Región), continúan lasobras en el Sistema de Regadío Faja Maisán en laIX Región (MOP, 1999).

Propuesta Plan Nacional de Conservaciónde Suelos

La CONAMA y el Ministerio de Agricultura, enel año 1994, en un esfuerzo conjunto decidieronimpulsar y proponer un Plan Nacional de Conser-vación de Suelos, sobre la base de un diagnósticodel estado de los recursos, efectuado a escalanacional. Este esfuerzo dio origen a la publicacióntitulada “Propuesta: Plan Nacional de Conservaciónde Suelos”. Este Plan centra su objetivo en laprotección, uso y manejo del recurso suelo, consi-derando sus aptitudes, limitaciones y potencialida-des con el fin de evitar su degradación. La ejecuciónde un plan requiere del fortalecimiento del rol delEstado como entidad que garantice la conservacióndel recurso suelo y del fomento de prácticas y

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

236

Capítulo 12

Capítulo 14

CAPÍTULO COMPROMISO ACCIONES

Capitulo 12

Reducción al mínimo de los volúmenes de

pesticidas de uso agrícola y/o sustitución

de las prácticas tradicionales de control de

plagas por un sistema integrado de produc-

ción

Fortalecimiento de redes regionales de

vigilancia de la degradación de la tierra

Fortalecimiento de cooperación y asis-

tencia en la preparación de los progra-

mas de lucha contra la desertificación

Determinación de áreas prioritarias de acción de prevención,

control o aminoración y focalización de esfuerzos en

aquellas áreas territoriales donde se están desarrollando

acciones multisectoriales (PANCD).

Definición de roles y consenso entre los distintos actores que

intervienen en el tema de la desertificación y la sequía.

(PANCD)

Ejecución de un proyecto entre Chile y Canadá, relativo a

la transferencia de tecnología canadiense para mejorar el

uso de plaguicidas, permitiendo mejorar la eficacia de

prácticas de protección de cultivos más sustentables.

Capítulo 12 Integración de estrategias nacionales

de planificaciónIntegración de la lucha contra la desertificación en estrate-

gias nacionales, regionales y locales de desarrollo económico

social. (PANCD)

Capítulo 12 Establecimiento de un mecanismo na-

cional de coordinación y observación

sistemática

Plan de Acción Nacional Contra la Desertificación (PANCD).

Capítulo 14 Ayuda a las familias campesinas para

fomentar el empleo de tecnologías y

sistemas de producción adecuados para

el lugar, que permita conservar, rehabi-

litar los suelos y aumentar la producción

agrícola

Programa para la recuperación de suelos degradados del

SAG.

Capítulo 14 Nutrición sostenible de las plantas Programa para la recuperación de suelos degradados del SAG.

Capítulo 14 Programa social de obras de riego medianas y menores

(PROMM), Ley de fomento al riego y drenaje (Ley 18.450).

Mejora substancial de la producción

agrícola

Cuadro 5.16

Compromisos

adquiridos en la

Agenda 21 y acciones

referidas a los mismos

técnicas de conservación. El plan nacional incorpo-ra, dentro de sus objetivos, la definición de losprincipios de una política nacional de conservaciónde suelos y la elaboración de un proyecto de Leyde Conservación de Suelos. El propósito es el deregular el uso del recurso y fomentar su conserva-ción, para prevenir los procesos de degradación,estableciendo responsabilidades para las institucio-nes públicas y privadas e incorporando aspectosinstitucionales. Actualmente la Ley de Conservaciónde Suelos se encuentra en su etapa de elaboracióny su presentación al cuerpo legislativo está proyec-tada para el primer semestre del año 2000.

5.3.4 Los compromisosinternacionales

Los compromisos adquiridos en laAgenda 21

La Agenda 21 pretende vincular los temas am-bientales y el desarrollo económico. Varios capítuloshacen referencia al manejo, conservación y ordena-miento de los recursos naturales. Algunos compro-misos adquiridos en la Agenda 21 y las accionesreferidas a los mismos se detallan en el Cuadro 5.16.

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237

Sue los

5

El protocolo de Kioto sobre cambio climático

El protocolo de Kioto constituye un avancehacia una concertación internacional para lareducción de emisiones de gases de efecto inver-nadero. Con el propósito de detener el aumentode CO2 en la atmósfera se buscaron novedososmecanismos entre los cuales están los “Mecanis-mos de ejecución conjunta” y los “Mecanismosde desarrollo limpio”. Los primeros se refieren alos acuerdos que los países desarrollados puedenestablecer con países en vías de desarrollo parareducir emisiones a través de la “creación desumideros” en el territorio de estos últimos. Coneste mecanismo, los países desarrollados podránacreditar el cumplimiento de sus cuotas dereducción de emisiones a través de plantacionesforestales fuera de su territorio.

Los países firmantes deben formular,implementar, publicar y poner al día programas demedición y de mitigación y adaptación al cambioclimático, incluyendo al sector energético, indus-trial y transporte. Las partes también deben desa-rrollar y promover modalidades para la transferen-cia de tecnologías medioambientales. El protocoloincluye el Mecanismo de desarrollo limpio, quepermite acreditar la reducción de las emisiones porel uso de tecnologías alternativas a las tradiciona-les o proyectos que beneficien la secuestración decarbono, cuyo diferencial de emisiones, respectode la no-implementación de estas iniciativas, esacreditado como parte de los compromisos adqui-ridos por las partes.

Otro mecanismo novedoso corresponde alComercio de Emisiones, en este caso, si un paísdesarrolla un proyecto que reduzca las emisio-nes o aumente la capacidad de sumidero, puedevender las “unidades de reducción de emisiones”a otro país que pueda así ampliar sus emisiones.La conferencia de las partes debiera definir losprincipios relevantes, modalidades, reglas y nor-mas para la verificación de las contabilidades.

5.4 PERSPECTIVAS

5.4.1. Proyecciones de uso del sueloagrícola

En las próximas décadas la agricultura deberácrecer proporcionalmente al aumento de la de-manda interna por alimentos y materias primas, yde la participación del sector agrario en las expor-taciones chilenas. Este crecimiento generará unapresión creciente sobre los recursos naturales,especialmente sobre el escaso patrimonio de suelosque, en la actualidad, se encuentra a plena capa-cidad de uso.

La estructura de uso del suelo varía en funciónde las demandas futuras de productos agrícolas,dependientes a su vez de factores como el creci-miento vegetativo de la población, el ingreso percápita, el incremento de la productividad por me-joramiento tecnológico y la tasa de reemplazo de laproducción nacional por importaciones.

Figura 5.10

Proyección de la disminución

de la superficie arable per

cápita

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

238

Sobre esta base teórica existe el modelo AGRI,Modelo del Sistema Agrario Chileno (Santibáñez etal, 1996), que simula el comportamiento de laagricultura, considerando las clases de capacidad deuso de los suelos, las potencialidades climáticas, losrecursos hídricos, el uso del suelo, el crecimientodemográfico y el ingreso de la población.

El modelo proyecta el uso del suelo agrícolaconsiderando diversos escenarios, incluyendo elposible efecto de los acuerdos comerciales sobre laproducción nacional de los distintos rubros.

El modelo proyecta la superficie de 9 rubrosproductivos (frutales, hortalizas, vid vinífera, cerea-les, chacras y cultivos industriales, praderas derotación, bosque plantado, pradera natural y áreassilvestres).

Los resultados de la aplicación del modeloindican una reducción de la superficie de tierraarable per cápita de 0,38 en 1995 a 0,26 ha porhabitante para el año 2035, esta disminución sedebería principalmente al efecto combinado delcrecimiento de la población, los procesosdegradativos y las pérdidas de suelo por expansiónurbana.

El crecimiento de las superficies cultivadas pro-vocaría un desplazamiento de los rubros de menorrentabilidad hacia suelos marginales, aunque elefecto de los acuerdos comerciales hace suponeruna menor intensidad de este proceso debido a la

menor demanda de superficie para cultivostradicionales. La influencia de los acuerdoscomerciales se refleja claramente en la distribucióndel uso del suelo por clase de capacidad de uso.Estos comportamientos se traducen en un aumentode la presión global del uso del suelo, el cualdisminuiría en la medida que aumente la sustitu-ción de producción por importaciones. En todos losescenarios se proyecta una reducción de las áreassilvestres que sustentan a los ecosistemas naturalesy sirven de base para la conservación de labiodiversidad.

La proyección de la disminución de la super-ficie de suelo arable per cápita se representa en laFigura 5.10.

5.4.2 Proyección de los procesos depérdida irreversible del sueloagrícola

La disminución de la superficie arable se veráacentuada por los procesos erosivos y de degrada-ción del suelo como consecuencia de su uso agrí-cola. Se estima que a las cerca de 48.000 haperdidas por urbanización (pérdida proyectada porel modelo AGRI para el período 1995–2035), seagregarán unas 8 a 10 mil por pérdida total decapacidad productiva, lo que suma en conjuntoentre 50 y 60 mil hectáreas que quedarían excluidaspor completo del proceso de producción agrícola. Sibien esta cifra no es significativa si se la compara

Figura 5.11

Proyección de la pérdida de

suelo por erosión

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239

Sue los

5

los déficit periódicos creados por las sequías(Santibáñez y Uribe, 1999).

La variabilidad climática impacta fuertemente alos rendimientos de la agricultura de secano,haciendo de ésta, una actividad riesgosa en Chile.Los costos globales de la sequía para el país sondifíciles de calcular por el gran número deimplicancias que este fenómeno tiene. Es útil entodo caso, esbozar, sobre la base de parámetrosestimados a partir de las sequías recientes de 1996y 1998 para que se consideren dentro de posiblesimpactos en las próximas décadas.

La fruticultura de exportación muestra diversoscomportamientos según las especies y regiones,pero globalmente se puede estimar una reduccióndel 5 por ciento en la producción que habría tenidoel sector sin sequía. Debido a la gran diversidad deespecies es difícil calcular el valor bruto de lamerma, pero utilizando algunas generalizacionesse puede estimar este impacto en US$ 40.000.000.Respecto de los cereales las mermas estimadasalcanzan al 15 por ciento, lo que genera unimpacto del orden de US$ 45.000.000. En carne yleche las reducciones se estiman en 8 y 10 porciento, respectivamente, lo que aporta pérdidas porUS$ 48.000.000 adicionales.

Un impacto aún más difícil de valorar por lopoco evidente que resulta, es en el sector de laproducción forestal. Durante años secos el creci-miento de los árboles se retarda haciendo menosproductivos a los bosques. Esta situación sólo seráapreciada varios años después al momento de lacosecha del bosque. Tomando una productividad de20 m3 de madera por hectárea y año, y suponiendoque la sequía sólo ha reducido este valor en un 5por ciento durante el año, 1.500.000 ha de bosqueshabrían dejado de producir 1.700.000 m3, es decirmás de 50.000.000 de pulgadas madereras.

Por discutibles que resulten algunos de estossupuestos, las pérdidas que deja una sequía intensaen Chile superan ampliamente US$ 200.000.000.Esto justifica cualquiera acción en investigación yen transferencia de tecnología que tienda a mitigarel efecto de este flagelo natural.

5.4.5 Efectos del cambio climáticosobre la agricultura

La evaluación del efecto que ejerce el cambioclimático sobre la agricultura, es posible a travésdel uso de modelos de cultivos que simulan el

con las 5.272.580 ha arables de que dispone en laactualidad el país, ella tiene un impacto importantesobre los mejores suelos. Una pérdida de estamagnitud representa alrededor del 60 por ciento dela superficie de suelos de clase de capacidad uso I(Santibáñez et al, 1996). El modelo AGRI indica quela tasa anual de erosión equivale a la pérdida totalde productividad de unas 200 ha al año. Laproyección de la pérdida de suelo por erosión serepresenta gráficamente en la Figura 5.11. La mayorparte de la expansión urbana (alrededor de 1200 ha/año) se hace sobre tierras arables de buena calidad,lo que contribuirá a disminuir el patrimonio de losmejores suelos del país. La proyección de la pérdidade suelo por expansión urbana se representa gráfi-camente en la Figura 5.12.

5.4.3. Proyección de la demanda deagua por la agricultura

Actualmente el volumen total de agua utilizadaen el riego es de unos 14 mil millones de m3 (unas14 veces la capacidad del sistema Paloma-Recoleta-Cogotí). Este volumen crecerá en unos 4 mil millonesde m3 adicionales en los próximos 40 años, alcanzan-do un total de 18 mil millones de m3. Este requeri-miento adicional de agua deberá provenir ya sea deun mejoramiento en la eficiencia de los sistemas deriego, de la ampliación de las obras de regulaciónhidrológica o de un uso más exhaustivo de lasactuales fuentes de agua. Probablemente estos tresaspectos deberán participar conjuntamente en lasatisfacción de las necesidades de incremento de laeficiencia del uso de los recursos hídricos en Chile

.La proyección de la demanda de agua por la

agricultura se representa gráficamente en laFigura 5.13.

5.4.4 Efectos de la demanda deagua por la agricultura

El clima del territorio ofrece una amplia varie-dad de posibilidades para la producción agrícola.Sin embargo, el Valle Central se encuentra some-tido a extremos climáticos que periódicamenteimpactan a la producción y provocan importantespérdidas. En la actualidad los climas chilenosmuestran una tendencia secular decreciente en surégimen pluviométrico. De acuerdo con los mode-los de circulación general de la atmósfera, hay unaprobabilidad importante de que la zona norte ycentral del país pueda sufrir una disminución desus recursos hídricos. Esto pone a la agricultura enuna situación de mayor vulnerabilidad respecto de

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Figura 5.12

Proyección de la pérdida del

suelo agrícola por avance

urbano

crecimiento y la producción de estos, mediante laintegración de procesos ecofisiológicos y su re-gulación climática. Con esta base teórica elModelo Simulador de la Productividad de loscultivos (SIMPROC) integra en el tiempo lasrespuestas ecofisiológicas de los cultivos frente alos estímulos climáticos y el aumento de laconcentración del CO2 al doble del valor actual.El crecimiento se simula en el períodocomprendido entre la emergencia y la cosecha,considerando la intercepción de la radiaciónsolar, las temperaturas extremas, el balance hídricodel suelo y el reparto del crecimiento hacia losdistintos órganos y estructuras de la planta.

Mediante estas técnicas de simulación se hanevaluado los posibles efectos sobre la productivi-dad agrícola de los cambios climáticos en Chile.

En la mayoría de los cultivos se observa unbalance general positivo en la medida que exista unabuena disponibilidad de agua en el suelo, es decir,bajo condiciones de riego. En las áreas de secano, losefectos podrían ser negativos en las regiones IV y V,donde el aumento de la aridez deprimiría los rendi-mientos de todos los cultivos sin riego. Desde la VIregión al sur la atenuación del régimen de heladaspermitiría anticipar la siembra de los cultivos prima-verales, con lo que se conseguiría un mejor aprove-chamiento de la precipitación invernal.

En las praderas naturales, el incremento de laconcentración de CO2 induciría una caída de laproductividad entre la IV y IX regiones, como

respuesta a una menor disponibilidad de agua enel suelo, la tendencia decreciente se detiene en laX región en donde las condiciones serían pare-cidas a las actuales, en la XI región existiría undeterioro de la producción asociado a un excesode humedad en el suelo, como consecuencia dela mayor pluviometría, sin embargo en las áreassecas de Tierra del Fuego la productividad au-mentaría junto al incremento de la pluviometría.En las zonas altiplánicas la mayor pluviometríaaumentaría la producción primaria de lospastizales.

Las plantaciones de pino radiata podrían sufrirun notable deterioro del potencial productivo enlas regiones V y VI y en parte de la VII Región.Como contraparte desde la VIII Región al sur elpotencial aumentaría sensiblemente, expandiéndo-se hacia el interior y hacia la precordillera. En lasregiones más australes se produciría un mejora-miento de los potenciales productivos.

Para la vid el incremento de la concentracióndel CO2 se traduciría en una expansión de las zonasproductivas, debido a la atenuación general delrégimen de heladas hacia los sectores del interiordel territorio y un aumento de la precocidad en lamaduración, lo que representa una pérdida de lasventajas competitivas actuales que exhibe el nortedel país. El duraznero exhibiría un comportamientogeneral análogo al de las vides, destacándose unaexpansión de las zonas de cultivo hacia la VII yparte de la IX Región y una mejoría de la producciónen las zonas precordilleranas.

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Sue los

5

Figura 5.13

Proyección de la demanda de

agua por la agricultura

VARIABLE MÍNIMA VULNERABILIDAD (VALOR = 0) MÁXIMA VULNERABILIDAD (VALOR =1)

Superficie cultivada (ha) No existe agricultura >= 20.000

Tenencia de la tierra Dominio de gran propiedad Dominio pequeña propiedad

(>2000 ha) (< 5 ha)

Riego/secano Toda la superficie regada Toda la superficie de secano

Intensidad de la agricultura Dominio de cultivos intensivos Dominio de cultivos extensivos

Ruralidad Toda la población es urbana Toda la población es rural.

Cuadro 5.17

Variables incluidas

en el índice de

vulnerabilidad de la

agricultura

La productividad del manzano mejoraría comoconsecuencia de la disminución de las heladas y delas temperaturas primaverales más benignas, exis-tiendo un riesgo potencial en la disminución de ladisponibilidad de frío invernal. Para el naranjo, elaumento de las temperaturas y posiblemente de lahumedad relativa incidiría en un aumento de laproducción y una expansión del potencial hacia elsur, hacia regiones costeras y zonas interiores.

Para evaluar la vulnerabilidad de la agriculturade cada comuna frente a las variaciones del clima,se elaboró un índice global que depende de lassiguientes variables: la superficie cultivada, lafragmentación de la tenencia de la tierra, elbalance riego/secano, la intensidad de la agricul-tura y la ruralidad. Cada una de estas variables esevaluada a través de un índice, los que varíanentre 0 (mínima vulnerabilidad) y 1 (máximavulnerabilidad). Los valores de las variables seindican en el Cuadro 5.17.

El índice global de vulnerabilidad es el prome-dio de los índices individuales, en consecuencia, elvalor de este puede variar entre 0 (situación novulnerable) y 1 (máxima vulnerabilidad).

5.4.6. Consideraciones finales

Por su geografía accidentada, Chile no disponede grandes recursos de suelo de alta productividad.Los suelos planos y bien evolucionados se sitúanen el Valle Central y en algunos valles aluvialestransversales, donde están sometidos a un intensouso productivo. No obstante esto, los suelos másfrágiles corresponden a los de la inclinadatopografía costera, los que, por su buen clima,vienen siendo cultivados desde el siglo pasado conconsecuencias en muchos casos catastróficas. Esasí como más de la mitad del territorio exhibesignos de erosión, la que alcanza ribetes dramáti-

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cos en ciertas áreas de las Regiones IV, VI, VIII yIX. Se agrega a esta lista, la intensa erosión quegatilló la deforestación ocurrida en la primeramitad de este siglo en la XI región, donde loselevados montos de precipitación han arrastradolos fértiles horizontes superficiales en extensasáreas. Estos procesos erosivos generan impactos adistancia tan dramáticos y costosos para la socie-dad como los observados en el lugar de origen. Alrespecto hay numerosos ejemplos en Chile, comoes el caso de la sedimentación de embalses y lagoscomo el Rapel, estuarios y puertos como Aysén,cuyo puerto perdió su condición de tal, el avancede dunas sobre terrenos agrícolas, cuyo caso másdramático es Chanco. A estos efectos localizados,se agrega la depositación de materiales arrastradospor las aguas en los ricos suelos planos del ValleCentral, como consecuencia de la erosión naturalde los cursos altos de las cuencas cordilleranas quefueron despobladas de vegetación.

Uno de los aspectos que ha dificultado lacomprensión de la dimensión de las pérdidas delpatrimonio de suelos de Chile, es el hecho de queéste es un fenómeno gradual y extraordinariamentediluido a través de la geografía nacional.

La degradación física, química y biológicaestá presente en todo el territorio, disminuyendogradualmente el potencial productivo de los suelos.

No existen evaluaciones económicas concluyentessobre el costo de esto para el país, pero lasevidencias indican que ellas son de grandesdimensiones.

En la última década se han implementadonumerosos programas tendientes a controlar yrevertir la degradación de los suelos. Algunos deestos programas incluyen subvenciones al mejo-ramiento de la potencialidad productiva o incen-tivos que permitan incorporar a los pequeñosproductores a los programas de conservación desuelos o a los programas de forestación. Lasinversiones públicas en obras de arte para latecnificación de la agricultura han tenido undecidido impulso lo que se ha reflejado en unaumento de la competitividad de la agricultura.En la década que viene el esfuerzo deberá orien-tarse hacia la adecuación de la legalidad, demodo de estimular la inversión privada en pro-gramas de conservación a la vez que entregar alEstado los instrumentos que le permitan unamayor capacidad para intervenir en aquellassituaciones ambientalmente críticas donde el soloesfuerzo privado sea insuficiente. El país nopodrá eludir la necesidad de orientar el desarrolloagrícola dentro de un marco de ordenamientoterritorial donde los recursos naturales se vanasignando según un plan coherente con objetivosde largo plazo que deberán establecerse.

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Sue los

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6. RECURSOS DEL MAR Y DEL

BORDE COSTERO

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

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N ESTE CAPITULO, se considera “bordemarino costero” de la misma manera que loestablece el DS 475 que establece la Política

Nacional de Uso del Borde Costero del Litoral dela República, que como reconoce Artigas (1996)se refiere muy centralmente al tema del desarrollosostenible de los recursos naturales y principal-mente, coincidiendo con Watt (1990) a los recursosvivos, cuya explotación es la principal actividadeconómica y social de nuestra zona costera y porotra parte su explotación es la que genera máscambios al nivel de la biodiversidad del ecosistemamarino costero (Botsford et al, 1997; Frid et al,1999). Por ello, el presente informe tiene el sesgopropio de quienes se interesan en el desarrollosostenible de estos recursos marinos costeros y sususuarios humanos. Sin embargo, se reconoce laimportancia de otros usos de la zona marinacostera, como el uso de bahías para puertos, larecreación, vivienda, etc. que están interrelaciona-dos con la pesca en el borde costero. Estos últimosse consignarán de manera general y deberán sercomplementados en un futuro cercano en otrosinformes.

6.1. CARACTERÍSTICAS YSITUACIÓN DE LOSRECURSOS MARINOS YCOSTEROS

6.1.1. Características de losecosistemas marino-costeros

La costa chilena desde su límite norte (18°21’03”Lat. S), siguiendo una línea recta hasta la latitudque corresponde al sur de las Islas Diego Ramírez,

tiene aproximadamente 4080 km de extensión. Delos cuales 2560 corresponden a la llamada costaexpuesta entre Arica y el Canal de Chacao y los1515 restantes al frente expuesto de la zona de losarchipiélagos australes. En esta extensión se danecosistemas costeros totalmente diferentes, encuanto a su ambiente oceanográfico y biológico.Su caracterización como ecosistemas, es decir entérminos de sus flujos de nutrientes, circulación demateriales y ciclos biológicos, es incompleta yprobablemente para lograrlo habría que considerarun área que incluyera desde el inicio de lascuencas de la cordillera de los Andes hasta elfondo oceánico, lo cual a pesar de haber sidoreconocido (véase por ejemplo Parra & Faranda,1992) no ha podido ser completado en ningunalocalidad chilena.

La Zona Económica Exclusiva (ZEE) o Mar deChile se encuentra en su mayor parte sobre losfondos marinos (4000 m de profundidad) y enzonas de talud continental (300-3000 m) y lafosa chileno-peruana (más de 4000 metros deprofundidad). En su mayoría son ecosistemas notocados directamente por efectos humanos. Solorecientemente una especie de profundidad(Dissostichus eleginoides) ha sido explotada en eltalud continental a lo largo del país y ocasional-mente se ha explotado la centolla (Lithodes centolla).La mayor parte de la actividad pesquera como laproductividad biológica marina se presenta en zo-nas de plataforma continental (30 a 200m) y zonasubmareal costera (0-30 m).

Consecuentemente, es necesario caracterizarlos ecosistemas marinos de la zona costera chilenade una manera más restrictiva y en una escala quepueda ser abordada con información científica

6. RECURSOS DEL MARY DEL BORDE COSTERO

E

C a p í t u l o I I

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generada en el país, ya sea por ecólogos marinosnacionales o extranjeros. Desde esta perspectiva,es conveniente distinguir el Ecosistema interma-real tanto rocoso como de fondos blandos (arenasy marismas) del ecosistema submareal tanto roco-so como de fondos blandos. A pesar que ciertoseventos terrestres afectan la plataforma continen-tal (ecosistema bento-nerítico) la mayoría de losoceanográfos consideran este sistema separado dela zona costera y sus sistemas ínter y submareales(hasta profundidades de 30 metros aproximada-mente). En ambos casos considerando las masas deaguas que están en contacto con sus especies ycomunidades biológicas, ya que es el medio activode dispersión larvaria y que permiten completarsus ciclos biológicos. Por otra parte, muchos delos fenómenos físicos de la columna de aguaterminan afectando significativamente las abun-dancias de sus principales recursos vivos.

Además, éstos son los ambientes naturalesmarinos que directa o indirectamente son afec-tados por causas humanas, como contaminaciónterrestres y pesca, que se afectan tanto por laacción directa de remoción selectiva de especies(pesca sobre especies de valor comercial) comoindirectamente a otras especies conectadas eco-lógicamente con las primeras a través de cade-nas tróficas. Para avanzar en una síntesis de tanvasto tema, se han reunido los conocimientosexistentes que se encuentran repartidos en for-ma de revisiones temáticas, publicaciones cien-tíficas en sistemas indexados, no indexados ysobre todo literatura gris (informes técnicos) queson la mayoría, además de estadísticas produci-das por organismos estatales responsables. Esteinforme no pretende ser exhaustivo, pero sígenerar una base científica para poder identifi-car los actuales problemas. Posteriormente sepresenta una opinión del desempeño de lasactuales medidas adoptadas para la conserva-ción de estos ecosistemas marinos costeros, par-ticularmente en los últimos 10 años. Aspectospuntuales sobre contaminación se encuentranen los EIA disponibles en diferentes oficinasregionales de CONAMA, pero fuera del ámbitogeneral de esta revisión.

El hábitat Intermareal

El régimen de mareas que afecta esta parte delecosistema costero nacional es del tipo semi-diurno, es decir existe una baja durante el día yuna baja en la madrugada, cambiando poco lashoras en las que se presentan. Este régimen enparticular lo hace muy accesible desde tierra y no

es de extrañar que las especies que forman suscomunidades biológicas desde tiempos prehistóri-cos hayan estado sometidas a explotación y otrosimpactos humanos.

Las primeras evidencias de uso de recursosmarinos provienen de “conchales” dejados por lassociedades prehistóricas y muy estudiados porarqueólogos tales como Schiappacasse & Niemayer,1964; Montane, 1964, Dillehay, 1984, Jerardinoet al, 1992, entre otros. Las evidencias estrati-gráficas sugieren que la colonización humana dela zona costera ha producido importantes cam-bios en la biota local. Esto se ha demostrado enlas islas polinésicas (Kirch, 1983) en Escocia(Andrews et al, 1985) y en las Islas Aleutianas(Simenstad et al. 1978). En Chile en cambio,Jerardino et al. 1992 muestran que las especies demoluscos inicialmente explotadas 8500 años APson las mismas que en el presente explotan losrecolectores de orilla en la zona central de Chile,habiendo sólo cambios de abundancia y tamaños.Estas actividades perturbadoras de las comunida-des rocosas intermareales pueden ser tan antiguasen Chile como 12.000 años AP (Dillehay, 1984).Sin embargo, en Chile no ha sido hasta una fechareciente en que se realizó la primera demostra-ción de los cambios que son introducidos en lascomunidades biológicas intermareales por losrecolectores costeros (Moreno et al. 1984).

Resulta muy conocido el hecho de que elhombre es un depredador selectivo de tamañossobre las poblaciones que constituyen recursospesqueros (Ricker, 1975). La explotación de especiesmarinas, en general, reduce los tamaños de losindividuos de la especie objetivo y su densidad,pero estos efectos directos pueden tener consecuen-cias no fáciles de apreciar a primera vista. El efectomás directo y simple, es que una población explo-tada reduce su frecuencia de tamaños grandes,siguiendo un proceso inverso a la recolección.

El primer autor que relacionó la disminuciónde tamaños de una especie explotada con elcomportamiento de los humanos fue Branch en1975. Este estudio se relacionó con dos especies delapas intermareales de la costa índica de Sudáfrica,Patella concolor y Cellana capensis y estableciódos patrones no triviales sobre la relaciónpescadores–mariscos y que son generales para laexplotación de recursos marinos. Estos patronespueden resumirse así: i) La reducción progresivade los tamaños lleva a los recolectores (pescadores)a aumentar la mortalidad por pesca para compen-sar la biomasa provista inicialmente por un animalgrande y ii) la disminución de tamaños de la

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

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especie objetivo conlleva una reducción del tama-ño de las gónadas con la consecuente baja enforma exponencial negativa de la fecundidad dela población. Ambas relaciones se pueden obser-var en Branch & Moreno (1994, pp:83). En estecaso una reducción de 2 cm en la longitud totalde las lapas, conlleva una reducción de 5 vecesel peso, lo que para satisfacer las expectativasde los recolectores en peso quintuplican la tasade captura.

Estos conocimientos revelan algo muy pre-ocupante, y es que algunos recursos comercialesde gran valor como el “Loco” que son explotadospor recolectores de subsistencia en estados juve-niles, podrían al crecer, quintuplicar su biomasa,reproducirse y alcanzar un mayor precio comer-cial. Es entendible entonces que en todas laszonas permanentemente habitadas del país, elecosistema intermareal se encuentra fuertementemodificado por el hombre. Este actúa comodepredador tope de la cadena trófica en númeroscada vez mayores, especialmente en épocas decrisis económicas.

Un efecto adicional, es la interacción de tipointerferente entre el hombre y la actividad de lasaves marinas residentes de este hábitat, como losostreros (Haematopus spp), que no sólo sonahuyentados por la presencia humana (o susnuevas construcciones), sino además los recolec-tores costeros actúan como competidores por sualimento y destructores de sus nidos, llegando enalgunos casos a la extinción local de poblacionesde estas aves. Otro problema es la interferenciacon aves migratorias que utilizan recursos inter-mareales como sustento durante su viaje migra-torio.

Respecto a las playas arenosas, Brazeiro (1999)ha revisado y discutido los patrones de organiza-ción comunitaria de estos ambientes a lo largo dela costa de Chile y ha encontrado que las especiesde mayor rango de distribución tienden a ser lasmás abundantes. En este tipo de hábitat losimpactos humanos directos son menos notoriosen cuanto a sus efectos sobre las comunidadesbiológicas ya que ni el pisoteo de los bañistas nila recolección de especies en este hábitat parecealterar su composición específica (Jaramillo et al.1996). Sin embargo, el uso frecuente como pistapara vehículos 4x4 genera interferencia con avesmigratorias y erosión de las bermas de las playas,afortunadamente prohibido por ley, pero aún sincontrol. En adición, hay recursos en este hábitatque han sido fuertemente explotados como las“Machas” (Ensis macha) en las zonas de rompien-

tes, que en muchos lugares han tenido extincioneslocales, probablemente por el efecto combinado dela explotación y fuertes fenómenos del Niño, comoocurrió en las playas de Arica durante 1998.

El hábitat submareal

La zona submareal en Chile sostiene ricas ydiversas comunidades biológicas relacionadas contramas tróficas que parecen aumentar su comple-jidad y diversidad hacia el norte. Los estudiosespecíficos de funcionamiento de las comunidadesbiológicas de este ecosistema al igual que en elcaso de los intermareales ha estado centrado enunos pocos puntos del país donde existen gruposresidentes interesados en el desarrollo académicode la investigación ecológica. También en puntosalejados que han sido ocasionalmente estudiadosen proyectos especiales. La mayor información deestos sistemas proviene del Canal Picton (proyectoespecial), Costa de Valdivia (Universidad Australde Chile), Costa de la zona Central de Chile,particularmente cerca de la Estación Costera deLas Cruces (Pontificia Universidad Católica deChile) y en Coquimbo donde recientemente laUniversidad del Norte ha mostrado una interesanteactividad.

Las comunidades biológicas en estos ecosis-temas se encuentran fuertemente estructuradas espa-cialmente no sólo por la heterogeneidad espacial delos fondos rocosos, sino además por macroalgascomo los Huiros (Macrocystes pyrifera) y Huiro palo(Lessonia trabeculata) y contienen valiosos recursosmarinos, como peces (Viejas, peje-perros, Rollizos,etc.), sino que además sustenta las principalespesquerías bentónicas de invertebrados en Chile,como locos, erizos, jaibas y muchas otras tanto defondos rocosos como arenosos someros.Lamentablemente sólo para una especie se hanhecho evaluaciones de stock debido a su valor ynotoriedad política. Se trata del Muricidae Concho-lepas concholepas, conocido como “Loco” o “Loko”en lengua mapudungun. Así mismo, muchos fondosde arena ubicados entre la zona intermareal y ellímite de penetración de la luz visible (en Chilesegún la región y época del año hasta 20 ó 30 mde profundidad) también poseen una variedad deespecies que viven enterradas (infauna) y que sonobjeto de explotación comercial (Machas, Tacas,Culengues, Navajuelas, Navajas etc.)

La plataforma continental

La plataforma continental chilena tiene unasuperficie de 27.472 km2 (Gallardo, 1984) y se

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presenta extremadamente angosta con relación ala que se encuentra en la parte atlántica deSudamérica. Su promedio de anchura es 6,5 km ypresenta su máximo frente a la VIII Región dondesupera los 100 km. alcanzando aquí un promediode 64,8 km. Este ensanchamiento relativo alcanzahasta la zona de Chiloé y luego vuelve a reducirsu amplitud, siendo prácticamente una interfaceentre el continente y el talud continental que llegahasta grandes profundidades en la trinchera chi-leno-peruana.

Según Fernández et al (2000) la mayor parte dela investigación ecológica en este hábitat se hadesarrollado en la zona de Concepción y se hacentrado en los siguientes problemas: i) factoresfísicos y químicos que estructuran las comunida-des de macroinvertebrados; ii) procesos biogeoquí-micos que ocurren en los sedimentos, especial-mente relacionados con la abundante masa bacte-riana procariotica o Thioploca sp. y iii) impactosambientales de actividades antropogénicas en lascomunidades biológicas de fondos blandos.

Como en otros hábitats chilenos la mayoría delos estudios están concentrados en una pequeñafracción de la plataforma (Antofagasta, Valparaí-so, Concepción y Punta Arenas) y han sidoconducidos entre 20 y 150 m de profundidad.Esto significa que la mayor información se ori-gina en zonas de surgencias y muy poco seconoce sobre sistemas de fiordos ubicados entreChiloé y el Cabo de Hornos.

Recientes revisiones (Arntz et al, 1991 yGallardo et al., 1995) han señalado que lascomunidades de fondos blandos más alejadas dela costa (ubicadas entre 30 y 200 m de profun-didad) presentan características fuertemente aso-ciadas a las surgencias en la zona norte y centralde Chile y altos niveles de heterogeneidad espa-cial en el sur (canales y cientos de fiordos en elsur). La biodiversidad de organismos del bentosblandos todavía no está bien estudiada a pesar deavances en algunos grupos y localmente el nú-mero de especies registradas se encuentra entre15 y 85 taxas de epi e infauna mayor de 1 mm(Valdovinos 1998). En general la diversidad dis-minuye con la profundidad y esta tendencianegativa, que contrasta con estudios en otraslatitudes, se relaciona con los efectos de anoxiae hypoxia asociados a las bacterias gigantes delgénero Thioploca. En cambio en la zona sur seencuentra una tendencia opuesta que según rela-tan Fernández et al. (2000) se debe a los efectosde fuertes corrientes de mareas y bajas salinida-des en las zonas superficiales.

Sin duda estos hábitat de plataformas contie-nen los principales recursos pesqueros demersales(Merluza común, Corvinas, Congrios, Lenguados,Langostinos, etc.), explotados en Chile con dife-rentes artes de pesca y por flotas industriales yartesanales. En la mayoría de estas especies co-merciales se han conducido estudios autoecológi-cos de tal manera que sus parámetros poblacio-nales son conocidos (crecimiento individual, fe-cundidad, mortalidad, etc.). Sin embargo, muchosprocesos biológicos permanecen sin investigar yhay muy pocas publicaciones referidas a los pro-cesos tales como los reclutamientos y sus relaciones,tanto con el ambiente oceanográfico como con susinteracciones en el ecosistema pelágico con orga-nismos del Holoplancton. Además, existen pocosestudios sobre las relaciones entre los peces de-mersales y su entorno biológico y pesquero en laplataforma continental.

Hábitat Pelágico (Nerítico y Oceánico)

Las características de este hábitat marino en lascostas chilenas, están marcadas por la influenciade la Corriente de Deriva Oeste, que arrastra aguasdel Pacifico Sur sobre la costa oriental chocandocon la costa chilena entre Chiloé y Valdivia. Deacuerdo a la presencia o ausencia del ENSO (ElNiño oscilación del Sur) esta zona de contacto sedesplaza hacia el norte o sur, provocando cambiosen la distribución de muchos organismos pelági-cos. Lo más trascendente de la Corriente de Derivadel Oeste es que origina hacia el norte el complejode corrientes llamada Corriente de Humboldt oChileno-Peruana, con un brazo costero y otro másoceánico. Hacia el sur, forma la corriente del Cabode Hornos, que circunda la zona austral y alcanzalas Islas Malvinas en el Atlántico Sur (Rojas &Silva1996).

La zona que enfrenta la costa en la X Región,es una zona de alta turbulencia y que presentafrecuentes surgencias que hacen de esta área unazona de gran riqueza pesquera. Cuando se desplazahacia el norte, la corriente costera de Humboldt lohace girando sobre sí misma, en forma de “eddies”,presentando contracorrientes costeras superficialesy varios centros de surgencias, en zonas donde latopografía de la costa, vientos y características delfondo marino lo permiten (Ej. Concepción, Coquim-bo, Antofagasta, etc.) (Silva & Neshyba, 1979).

El ecosistema pelágico o zona de la columna deagua sobre el fondo marino, es el sistema másdifícil de caracterizar y estudiar, ya que el aguaestá en continuo movimiento, tanto por los efectos

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

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de corrientes marinas como por eventos de surgen-cias y la llegada en forma aleatoria de fenómenoscomo el ENSO, y consecuentemente sus sistemasecológicos recién comienzan a ser estudiados en Chile,a pesar de que soportan las principales pesqueríaschilenas (Anchovetas, Sardinas, Jurel etc.). Su princi-pal característica biológica, entonces, es que es extre-madamente fluctuante y la mayoría de los recursospesqueros de este ambiente son peces pelágicos pe-queños como los clupeidos (sardinas y anchoas) quealternan periodos de abundancia de acuerdo a lascondiciones físicas presentes en el Océano. Otrospeces, como el Jurel, que pueden encontrarse en todael área de la Corriente de Deriva Oeste entre Chile yNueva Zelanda y que también presenta reclutamien-tos, se ven favorecidos por condiciones de tipo el Niño(R. Serra, IFOP, comunicación personal).

Casi todas las otras especies de alto nivel tróficocomo la Sierra, el Bonito, la Corvina en su etapapelágica e incluso otras especies demersales, sondepredadores de los pequeños pelágicos y en granmedida su tamaño población se relaciona con unbuen manejo de estos recursos. Un aspecto im-portante del ecosistema pelágico es que albergasobre la superficie del agua depredadores de cala-mares, como los petreles y albatros, cuya declina-ción en el hemisferio sur, se supone relacionada conla pesca de palangre de altura para bacalao deprofundidad, atunes y pez espada entre otros recur-sos (SC-CAMLR-XIII, 1994). Siendo este uno de lostemas más críticos en la agenda internacional demanejo de recursos en aguas internacionales.

6.1.2. Biomasa existente y nivel deexplotación de los recursos

Los recursos marinos en Chile son administradospor el Estado a través de la Subsecretaría de Pesca,dependiente del Ministerio de Economía Fomento yReconstrucción. El marco legal lo constituye la LeyGeneral de Pesca y Acuicultura (en adelante LGPA).Esta Ley establece los niveles de explotación decada especie asimilándolas a un “Régimen de Ex-plotación”. En el Cuadro 6.1 se resumen las especiesasignadas a regímenes de explotación que son 29recursos. De estos 29 recursos los 15 más importan-tes se manejan sobre la base de cuotas y consecuen-temente existen evaluaciones del stock o Biomasade la Población y están incluidas en esta sección.Todas las restantes especies explotadas, 101 deacuerdo al listado de especies explotadas señaladospor el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA,1998) que no están en esta lista se encuentran enestado de libre acceso, algunas de ellas con medidasde manejo dictadas por decreto, como vedas bioló-gicas (Figura 6.1)

Explotación del hábitat submareal

Loco (Concholepas concholepas)

Debido a la fuerte explotación que sufrió entre1983 y 1989 fue decretada una moratoria decaptura en el Loco durante 1989-1992. Esta me-

Figura 6.1

Biomasa y desembarques

de «loco» (concholepas

concholepas) en la X y XI

Regiones

Fuente: Zuleta et al.

(1997)

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dida de manejo generó en el país una granactividad ilegal, debido al precio del molusco y laincapacidad de control de una costa tan extensa.Al transformare en noticia generó un gran debate

en la opinión pública durante el cual se presionógremial y políticamente al Gobierno de la épocapara levantar la veda. Eso finalmente ocurrió enmarzo de 1993, sobre la base de un modelo de

RECURSO ZONA REGIMEN ACCESO CUOTAGEOGRAFICA 1999

Anchoveta* I-II Plena explotación Cerrado Sí III-IV Plena explotación Cerrado Sí

Anchoveta y sardina común* Centro sur General de acceso Cerrado NoSardina española* III-IV Plena explotación Cerrado SíJurel* I-II Plena explotación Cerrado No

III-IV Plena explotación Cerrado SíV-IX Plena explotación Cerrado Sí

X Plena explotación Cerrado SíPez espada I-XI Plena explotación Cerrado NoMerluza común* IV a 41º28.6’S Plena explotación Cerrado SíMerluza del sur* 41º28.6' - 57ºS Plena explotación Cerrado SíCongrio dorado* 41º28.6' - 57ºS Plena explotación Cerrado SíMerluza de tres aletas General de acceso Cerrado Art. 20 NoMerluza de cola General de acceso Cerrado Art. 20 NoRaya volantín VIII-41º28.6’S Plena explotación Cerrado SíBacalao de profundidad* Al sur del 47ºS Desarrollo incipiente x Licitación SíOrange roughy ZEE Desarrollo incipiente x Licitación SíAlfonsino ZEE General de acceso Cerrado Art. 20 SíLangostino colorado I-IV Plena explotación Cerrado Sí

V-VIII En Recuperación Cerrado SíLangostino amarillo* III-IV Plena explotación Cerrado Sí

V-VIII En Recuperación Cerrado SiCamarón nailon* II-VIII Plena explotación Cerrado SíLoco* Bentónico Registro cerrado SíHuepo Plena explotación Registro cerrado Sí (VII Reg.)Almeja Plena explotación Registro cerrado NoCulengu Plena explotación Registro cerrado NoMacha Plena explotación Registro cerrado NoPulpo Plena explotación Registro cerrado NoTrumulco Plena explotación NoErizo* Plena explotación Registro cerrado NoLangosta de Juan Fernández General de acceso NoJaibas Plena explotación NoCentolla Plena explotación Registro cerrado NoLobo marino común I-XII Veda extractiva permanente Sí

Recursos explotados sometidos a regímenes de explotación de acuerdocon la LGPA. (* recursos que se encuentran comentados en el texto)Fuente: SERNAPESCA,1998

Cuadro 6.1

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nueva pesquería (Moreno et al. 1993), basado enuna pesca experimental sobre cuyos resultados seevaluó la población a escala nacional y se abrióuna nueva temporada en julio del mismo año,con cuotas fijadas más políticamente que bioló-gicamente, produciéndose de partida una tasa deexplotación de cerca de 33 por ciento, queincluso aumentó a valores cercanos al 40 porciento en 1994. Estas temporadas tuvieron elefecto de bajar los precios por acumulación destock y desde allí en adelante se observa unanueva política de manejo orientada a recuperarlos stocks. Para este proceso la Subsecretaría dePesca creó un sistema de cuotas individualesllamado Régimen Bentónico que permitió volvera la normalidad esta pesquería submareal, quedebido a los bajos precios de 1996 y 1997 perdióinterés del público.

Lamentablemente, la última década ha sidotambién anormal en términos de la frecuencia deperturbaciones oceanográficas globales tipo ElNiño Oscilación Sur. Esto ha producido un perío-do con muchas fallas de asentamiento, en que laslarvas del loco no han reclutado normalmente enlas zonas del país donde se ha medido (Morenoy Reyes, 1989; Moreno et al, 1993, 1998), estehecho ha introducido una fuerte incertidumbre enlas estimaciones de biomasa realizadas hastaahora, ya que los modelos suponen reclutamientoconstante. En los últimos años Zuleta et al.(1997) han introducido un proceso de sintoniza-ción con los reclutamientos en la evaluación delos stocks, para hacer la estimación de biomasamás realista, lo que ha conducido a otra mora-toria de carácter precautoria, consensuada conlos sectores organizados de la pesca artesanal por3 años a partir del 2000.

El régimen bentónico implementado, más lasmedidas complementarias como Áreas de Manejo yotras como Reservas y Parques Marinos, permitiránen el futuro cercano mejorar la sustentabilidad dela pesquería de este valioso recurso, del cual, por losestudios intermareales, se sospecha que es unaespecie importante en la organización de las comu-nidades biológicas submareales. Sin embargo, lamayoría del stock estimado y representado en laFigura 6.1, tiene mayor certeza en las zonas X y XI,pero los datos de los stocks en regiones del centronorte no son igualmente confiables. El leve creci-miento observado se debe a la ganancia en peso dela cohorte de 1991 que fue muy grande en el surde Chile (Moreno et al., 1998) y que sostuvo lapesquería hasta 1998. En 1998 sólo se explotó endos regiones y en bajas cuotas individuales, por loque esos datos no pueden ser incorporados en laserie presentada (Figura 6.1).

Erizo (Loxechinus albus)

La segunda especie en importancia pesqueradel hábitat submareal rocoso es el erizo comestible(Loxechinus albus). Esta especie se encuentra hastael momento en un régimen de libre acceso, a pesarde varios intentos de buscar nuevos escenarios demanejo por parte de la Subsecretaría de Pesca. Lapesquería submareal del erizo comenzó en ellitoral norte y central y paulatinamente se despla-zó a la X y luego a la XI Región. Actualmente losmayores desembarques se observan en la XIIRegión. No existen datos publicados de evaluaciónde stocks confiables para este recurso, sólo loscalculados por Moreno & Zuleta (1996) que seincluyen en la Figura 6.2. Sin embargo, un recien-te análisis ha mostrado que a partir de 1984 losdesembarques superan el rendimiento máximo

Figura 6.2

Desembarques y biomasa

1995 -96 de erizo

(Loxechinus albus) entre

la X y XI Regiones

Fuente: Moreno Et Zuleta

(1996)

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sostenible, por lo que su sustentabilidad comopesquería se encuentra amenazada, a menos que setomen medidas urgentes de regulación al sur de laX región. (Zuleta, 1999).

Explotación en la plataformacontinental (Recursos Demersales)

Merluza común (Merluccius gayi gayi)

La merluza común en Chile comenzó a serexplotada comercialmente a partir de 1940. Hacia1953 había alcanzado un desembarque de 60.000toneladas. Entre 1954 y 1970 los desembarquesanuales fluctuaron entre 60 y 130 mil toneladas.Hacia 1983 se alcanza el mínimo desembarque dealrededor de 25.000 ton. Entre 1986 y 1997 losdesembarques se han recuperado continuamentehasta alcanzar niveles superiores a las 80 miltoneladas, sin exceder tasas de explotaciónsuperiores al 20 por ciento, con la excepción delos años 1991 y 1992. La evaluación acústicarealizada en agosto de 1999, muestra valorescercanos a las 900 mil toneladas (Figura 6.3).

La administración de esta especie se basa enuna cuota global anual fijada por el ConsejoNacional de Pesca (CNP) el cual para sus decisio-nes ha incorporado dos elementos importantescontenidos en los informes técnicos: i) fijar lapolítica de pesca con refugio de 40 por ciento ala biomasa desovante y ii) un análisis de riesgode cruzar ese umbral de referencia. Con estos doselementos el CNP puede tener mejores argumen-tos para sostener la cuota e integrar los elemen-

tos sociales y económicos a esta pesquería. La-mentablemente, los antecedentes sociales y eco-nómicos nunca son planteados por los interesa-dos con la transparencia que son planteados losestudios de biomasa y sus políticas de explota-ción. Todavía el CNP tiene que perfeccionar estoselementos para hacer manejo sustentable de nues-tras pesquerías. Pero sin duda en la Merluzacomún ya hay antecedentes de un manejo trans-parente sobre la base de un criterio técnico quedenota progreso.

Merluza austral (Merluccius australis)

Con relación a la abundancia del stock demerluza del sur, los resultados de las evaluacionesmás recientes, según el Informe Técnico de laSubsecretaria de Pesca al CNP, (N° 24, 1998) mues-tran que la fracción 3+ (edad tres y mayores)disminuye al 20 por ciento de su nivel virginal. Delmismo modo, la fracción 9+ (edad nueve y mayo-res) que representa la fracción adulta se ve dismi-nuida hasta 24 por ciento de su tamaño inicial y lafracción juvenil (los individuos menores de dosaños) es sólo el 19 por ciento de la cantidad inicial.Con relación a la biomasa total del stock de merluzadel sur se ha redimensionado en un nivel cercanoal 29 por ciento de su tamaño pre-explotación. Lasreducciones descritas se explican por una fuerte ysostenida disminución de los reclutamientos y unasignificativa reducción del stock desovante debidoa las altas tasas de explotación aplicadas. En losúltimos años se observa una estabilización de labiomasa y abundancia del stock, lo que señala unadisminución de la tasa de reducción de este stock(Figura 6.4).

Figura 6.3

Biomasa y desembarques

de Merluza Común

(Merluccius gayi)

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El stock de merluza del sur se encuentra todavíaen estado de sobrexplotación, sin perjuicio de laestabilización observada de la biomasa (InformeTécnico de la Subsecretaría de Pesca al CNP N°24,1998). Ello se debe a una alta mortalidad por pescade individuos juveniles por la pesca artesanal enaguas interiores de los canales sureños que son suszonas de crianza; y por otra parte, el deteriorogenerado por la pesca industrial en la estructura detallas del stock en aguas exteriores, particularmentehacia fines de los años 80 e inicios de los 90. Alrespecto se han aplicado vedas en épocas reproduc-tivas y cuotas globales más restrictivas a partir de1991 para obtener una recuperación de la biomasadesovante en el mediano plazo.

Congrio Dorado (Genypterus blacodes)

El “congrio dorado” es una especie que presentauna interacción tecnológica con la merluza austral,ya que son capturadas simultáneamente y propor-cionalmente en la Pesquería Demersal Austral (PDA).Las estimaciones de biomasa de esta especie señalanuna disminución sostenida del stock desde media-dos de la década del 80 hasta 1992, para posterior-mente estabilizarse en forma fluctuante debido a unpulso de reclutamiento en 1994. Hacia el final delperiodo analizado se observa una disminución dealrededor de 70 por ciento del stock con relación asu tamaño inicial, mientras que el stock desovantepresenta una disminución de 60 por ciento respectodel stock desovante original. Basándose en estosdatos es posible inferir que este stock presenta unalto riesgo de sufrir sobrepesca por reclutamiento.

La población de congrio se encuentra en unestado de explotación alto, que sugiere que susactuales niveles de captura no permitirían una recu-peración del tamaño de los efectivos de biomasa delrecurso y que, en el mejor de los casos (sin fallas dereclutamiento) el tamaño del stock se mantendría ensus niveles actuales (Figura 6.5). Debido a suaparición conjunta con la merluza austral, es prác-ticamente imposible tomar medidas especiales sobreesta especie, a menos que se disminuya la captura demerluza (Zuleta et al., 1995).

Bacalao de Profundidad (Dissostichuseleginoides)

El bacalao de profundidad es un pez demersal,encontrándosele en un rango de profundidad entrelos 70 a 2500 m, principalmente. Durante losprimeros estadios de su ciclo de vida presentahábitos pelágicos. En aguas chilenas se han rea-lizado capturas de ejemplares hasta los 2500 m deprofundidad e incluso a más profundidad (Morenoet al. 1997). Las concentraciones de peces ocaladeros interesantes desde el punto de vistapesquero se ubican alrededor de 1000 a 1500 m.Se estima una estratificación por tamaño en rela-ción con la profundidad, así los peces de menortamaño y edad se encuentran en aguas menosprofundas, ocurriendo lo contrario con peces demayor tamaño y edad. También se ha detectadoque estos peces forman cardúmenes, separándosepor sexo y tamaños o edad. Se supone que sereproducen en el Atlántico del sur y migran haciala costa chilena, alcanzando hasta el Perú.

Figura 6.4

Biomasa y Desembarques

de Merluza austral

(Merluccius australis)

Fuente: Informe Técnico N°24, 1998, de Subsecreta-

ría de Pesca al CNP.

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La pesquería en Chile está dividida en dosunidades, una al norte de la latitud 47° y otra alsur. La del sur es explotada por la pesqueríaindustrial y por encontrarse en un régimen depesquería incipiente, esta pesquería se administracon cuotas licitadas que se fijan directamente porla Subsecretaría de Pesca, previa evaluación destock. La unidad norte es explotada por la pescaartesanal a lo largo de toda la costa de Chile.

La unidad sur ha estado sometida a una fuertepesca ilegal, por parte de buques palangreros quellegaron a ser 70 cuando se dedicaban a la merluzaen la PDA. Afortunadamente sólo van quedando20, de los cuales sólo 6 participan en la pesca delbacalao de profundidad. Muchos de los buquesque no participaron en la licitación pescaron

ilegalmente entre 1994 y 1997. Muchos de losbuques que licitaron se excedieron en sus cuotasy las atribuyeron a aguas internacionales. Estaflota de palangreros ha sido un constante proble-ma para las autoridades pesqueras y con el tiempoel número de autorizaciones se han reducidodrásticamente. Sin embargo, muchos de ellos sehan re-embanderado en otras naciones (Argentina,Panamá, Belice, etc.) desde donde siguen pescandoen forma ilegal en aguas antárticas y sudamerica-nas este recurso de gran valor comercial.

La evaluación de stock realizada por Zuleta etal. (1997) muestra que la tasa de explotaciónmáxima ocurrió en 1992 con cerca de 80 por cientoy el promedio desde que comenzó a evaluarse lapesquería es de 4.4 por ciento (Figura 6.6). Debido

Figura 6.5

Biomasa y Desembarques

de Congrio dorado

(Genypterus blacodes)

Fuente: Informe Técnico de la

Subsecretaría de Pesca al CNP

N° 73, 1999

Figura 6.6

Biomasas y capturas del

Bacalao de profundidad

(Dissotichus eleginoides)

al sur de 47° LS

Fuente Zuleta et al., 1997

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

a que es una especie tranzonal, todas las evaluacio-nes de stock realizadas son parciales y no represen-tan la realidad biológica de esta población. Sólo unaevaluación conjunta con Argentina y la Administra-ción Británica de las Malvinas podría indicar elverdadero tamaño del stock. Sin embargo, indicado-res como la talla promedio de los peces no muestracambios desde 1992 en el sur de Chile y losrendimientos (CPUE) muestran ser estacionales, loque es congruente con lo esperado para una especiemigratoria. No obstante, muestran un descenso anualde la CPUE desde 1.082 gr./anzuelo en 1991 hasta410 gr./anzuelo en 1996. Los datos de biomasadeben, entonces, ser interpretados con precaución.

Raya volantín (Raja flavirostris)

Esta especie hasta 1992 era capturada solamentecomo fauna acompañante de la pesca artesanal eindustrial de merluza común, pero se transformó enuna especie objetivo y entre 1993 y 1996 lascapturas se elevaron por sobre las 1600 toneladas. En1997, dado este incremento, la Subsecretaría dePesca encargó una primera evaluación de stock y en1998 se suspendió el acceso y fue declarada en plenaexplotación por el CNP. La evaluación estima unabiomasa de 16,8 miles de toneladas equivalentes a 16millones de individuos. También el estudio revelóque la explotación se encontraba muy cercana a unapolítica de pesca máxima (Fmax) por lo que se fijóuna cuota para 1998 de sólo 1200 toneladas, pero losdesembarques han caído a niveles cercanos a 800toneladas en 1997 y 1998 (Figura 6.7). El único datode biomasa disponible (1987) muestra un nivel deexplotación de 17,6 por ciento.

Langostino amarillo (Cervimunida johni)

La pesca de crustáceos en Chile ha estadocentrada en tres recursos principales, de ellos elprincipal es el Langostino amarillo que es explo-tado actualmente entre la III y IV región. En estapesquería alcanzó un nivel máximo de 20000toneladas de desembarque en 1967. Luego vino unperíodo de bajas capturas (1969-1980) y duranteel cual la flota langostinera desvió sus actividadeshacia el langostino colorado. Sólo a partir de 1994hay estimaciones confiables de biomasa de esterecurso (Figura 6.8). En este periodo las tasas deexplotación han fluctuado entre 7 y 21 por ciento.

Camarón nailon (Heterocarpus reedi)

La pesquería del camarón nailon, se extiendeentre la II y VIII regiones. El número de embar-caciones habilitadas para esta pesquería alcanzaa 42. De éstas, 27 embarcaciones están autorizadasademás para la pesca del Langostino amarillo yLangostino colorado. La explotación de este recur-so se inició en la década de los 50. La fase decrecimiento de la pesquería ocurrió entre 1958 y1968, periodo durante el cual alcanzó un aumentosostenido de los desembarques, llegando ese últi-mo año a un monto superior a 11 mil toneladas.Con posterioridad y hasta 1980, los desembarquesmostraron una clara tendencia a la declinaciónllegando a niveles de 3 mil toneladas (Figura 6.9).Entre 1986 y 1994 el tonelaje desembarcadoestuvo en constante aumento, estabilizándose entorno a las 10500 toneladas, debido al estableci-miento de cuotas de captura, basadas en estima-

Figura 6.7

Desembarques y Biomasa

1987 de Raya Volantín

(Raja flavirostris)

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de crecimiento de la biomasa, que en 1981 alcanzólos 11,6 millones de toneladas, para posteriormentemostrar una drástica y sostenida disminución queen 1996 alcanzó 43 mil y 22 mil toneladas respec-tivamente (Figura 6.10). Esta tendencia en la dismi-nución de la biomasa ha sido corroborada tambiéna través de prospecciones acústicas y de la capturapor unidad de esfuerzo, la que muestra a partir de1986 una sostenida reducción (Barría, 1998; Zuleta& Moreno, 1997).

Por otra parte, los resultados obtenidos porun taller conjunto entre IFOP (Chile) e IMARPE(Perú), muestran una condición de gran agota-miento del stock de sardina. A lo que se agregaque la biomasa total y biomasa desovante (can-tidad de hembras maduras en la población)

ciones de biomasa. En 1998, la captura desembar-cada alcanzó sólo 7300 toneladas, 1000 menos quela cuota autorizada. Estos cambios bruscos delstock pueden deberse al crecimiento inusitado delstock de merluza común que consume este cama-rón como alimento.

Explotación de los Recursospelágicos

Sardina (Sardinops sagax)

La evolución del stock en el norte de Chile y surdel Perú en términos de biomasa (toneladas) de laSardina española señalan en general, al igual quelo observado en los desembarques, una primera fase

Figura 6.8

Desembarques y

Biomasas estimadas de

Langostino amarillo

(Cervimunida johni)

Figura 6.9

Desembarques y

Biomasas del Camarón

Nailon (Heterocarpus

reedi)

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

disminuyen desde 1980 y el reclutamiento lohace sólo desde 1988. Por consiguiente, la dis-minución del stock entre 1980 y 1987 se debeexclusivamente a la sobrepesca, puesto que losreclutamientos son altos hasta ese año. Por otraparte, es conocido que estos recursos pelágicospresentan una alta dependencia de factoresambientales en cuanto a la sobrevivencia de suslarvas, que conducen variaciones del recluta-miento. Para que este evento natural se desarro-lle hay que preocuparse de mantener siempreuna buena biomasa desovante en el agua.

Las tasas de explotación hasta 1978 son menoresde 10 por ciento, desde 1979 y hasta 1985 seencuentran entre el 10 y 30 por ciento y a partir de1986 crecen hasta superar el 50 por ciento, alcanzan-do en 1994 cerca del 80 por ciento del stock estimado.

Sardina común(Clupea Strangomera benticki)

Esta especie se explota principalmente en lazona centro-sur de Chile y su pesquería sedesarrolla entre los 32º a 41º Latitud sur prin-cipalmente. Constituye una pesquería multiespe-cífica con el stock de anchoveta del sur (Engrau-lis ringens). De acuerdo con el Informe TécnicoNº 47 (1999) sometido por la Subsecretaría dePesca al Consejo Nacional de Pesca, su stockdepende básicamente de los reclutamientos. Elextraordinario reclutamiento observado en 1995significó un gran aumento de la biomasa. Desde1996 en adelante tanto el reclutamiento como labiomasa presentan una notoria disminución. Latasa de mortalidad por pesca de referencia esti-mada es para 2.7 superando el valor del F0.1 o

política de pesca que optimiza el crecimientoindividual.

Las tasas de explotación superan en todos losaños de la serie el 20 por ciento, con excepción delaño 1995 cuando sólo fue de 2.8 por ciento. Elmáximo ha sido alcanzado en 1998 llegando a 58por ciento y ya en el primer semestre de 1999 sehabían desembarcado 568.000 toneladas superan-do el desembarque de 1997 (Figura 6.11). Se esperaque a estas tasas se produzca una fuerte sobrepes-ca en este recurso debido a la crisis del Jurel.Adicionalmente, la CPUE estandarizada presentauna tendencia declinante. Los excedentes produc-tivos fueron superados por los desembarques enlos años 1991, 1992, 1997 y 1998. En estosúltimos dos años la pesca por sobre el excedenteproductivo superó las 150.000 toneladas. En sep-tiembre de 1999 la Subsecretaría de Pesca propusoal CNP declarar esta población en el Régimen dePlena Explotación pero no se alcanzó el quórumcalificado que requiere esta decisión.

Anchoveta (Engraulis ringens)

En la unidad de pesquería norte (I y IIregiones) la flota autorizada es de 142 embarca-ciones, con una capacidad de bodega de 45.850m3; y en las III y IV regiones se encuentranautorizadas 189 naves, con una capacidad debodega de 98.604 m3. Además de 224 y 31lanchas artesanales en las respectivas regiones.

Las capturas de anchoveta que hace esta flota(que además pesca otras especies pelágicas) seindican en la Figura 6.12. Desde 1996 esta pesque-ría esta en plena explotación. La serie histórica delos desembarques indican que entre 1984 y 1994

Figura 6.10

Biomasas y

Desembarques de

Sardina del norte de

Chile (Sardinops sagax)

Fuente: IMARPE e IFOP,

1997

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

260

éstos han sido pulsátiles y con una tendenciageneral creciente hasta 1994, año en que alcanzó sumáximo histórico de desembarque con 2.2 millonesde toneladas. Este mismo año en Perú se explota-ron 850.000 toneladas, lo que suma poco más de3 millones de toneladas. Desde 1995 se produceuna fuerte caída de los desembarques producto delexceso de presión de pesca por parte de las flotasde Chile y Perú, dado que la anchoveta sostuvo laactividad extractiva de la flota pelágica del norteen hasta un 90 por ciento en 1997.

La evolución de la biomasa del stock norte deacuerdo con Barría (1998), presentó una tendenciacreciente entre 1984 y 1993, con oscilaciones gene-radas por años de buenos reclutamientos (1987 y

1991-1993). Durante el periodo 1991-94 existió unabiomasa parental consolidada cuyo promedio fuesuperior a 4-5 millones de toneladas. Sin embargo,esta biomasa descendió en el periodo 1995 al 1997y produjo una reducción de la producción de larvas,tanto en intensidad como en extensión del 70 porciento. En los últimos años la evaluación conjuntaentre IMARPE e IFOP estima que la mortalidad porpesca real supera en 40 por ciento al valor de pescaóptima de F 0.1 = 1,596. Esta situación indica que enlos dos últimos años la mortalidad por pesca hasobreexplotado el stock desovante. Lo anterior impli-ca que el stock de anchoveta del norte de Chile y surdel Perú se mantiene en la fase de sobrexplotaciónpor reclutamiento.

Figura 6.11

Biomasa y Desembar-

que de Sardina común

(Clupea Strangomera

benticki) en la zona

centro sur

Fuente: Informe Técnico N°47, 1999 de Subsecretaría

de Pesca al CNP

Figura 6.12

Biomasa y Desembar-

ques de Anchoveta

(Engraulis ringens) en

Zona Norte

Fuente: Barría, 1998

Page 271: Informe Pa s

261

Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

Para la zona centro–sur de Chile (V a Xregiones) una evaluación reciente del stock estimaque la biomasa parental y total presenta una tenden-cia creciente entre 1996 y 1998 (Figura 6.13). En estestock tanto las CPUE como los excedentes produc-tivos (1990 a 1992, 1996 a 1998) han sido positivoscon la excepción de los años 1993 y 1995, cuandofueron superados por los desembarques. Sin embar-go, las capturas del primer semestre de 1999 son delorden de 812 mil toneladas, similares a la gananciaen biomasa acumulada entre 1996 y 1998 (Exceden-tes productivos (EP) – capturas (C)). Esto significaque la etapa de crecimiento se podría revertir y entraren una etapa de sobrexplotación tal como se defineen la ley de pesca y que corresponde a la diferenciaseñalada antes (EP-C). Al igual que en el caso de laSardina común, el CNP no tuvo mayoría paradeclarar este stock en plena explotación, no obstantelas razones técnicas para ello. Debido a la crisis delJurel en el área, las flotas pelágicas y las plantas dereducción han subsistido en 1999 gracias a esterecurso y de allí la poca disposición de estos sectorespara ser más conservadores.

Jurel (Trachurus simmetricus murphy)

El jurel es una especie cuya distribución geográ-fica abarca principalmente el Océano Pacífico Su-roriental (frente a la costa sudamericana) y secun-dariamente, el Océano Pacífico Suroccidental (al surde Nueva Zelandia). Debido a su distribucióngeográfica tan amplia también su ciclo biológico seexpresa en grandes extensiones. En primavera losejemplares maduros producen varias tandas dedesove, produciendo huevos y larvas que permane-cen en las misma áreas de desove. Entre diciembre

y mayo se han registrado alevines y juveniles dehasta un año de edad entre 36º y 41º Latitud Sur,por fuera de la ZEE chilena hasta 137º LatitudOeste. Después de una etapa de crecimiento inicialcomenzarían un proceso migratorio hacia la costachilena, en busca de áreas de alimentación en zonasde mayor productividad. En estas zonas se realiza lapesca comercial del recurso. Después de crecer endicha área y en mitad del invierno los jureles inicianuna migración masiva hacia el oeste para desovar enaguas oceánicas dentro y fuera de la ZEE chilena.Se estima que podrían vivir 16 años y alcanzar tallasde 70 cm de longitud (horquilla). Los desembarquestotales registrados en las estadísticas de SERNAPESCAprovienen de zonas geográficamente distintas tantoa lo largo de la costa de Chile como en aguasinternacionales, donde entre 1972 y 1991 pescaronflotas de la ex Unión Soviética, (Arcos y Grechina,1994). La dramática pérdida de biomasa en estaespecie (Figura 6.14) se debe a la sobrepesca de lasclases de tallas grandes, por encima del tamañomínimo, producto de un crecimiento de 273 porciento de la capacidad de bodega de la flota, queno sólo creció de 93 a 184 naves, sino que además,los buques incorporados en los últimos añosfueron más grandes y de mayor autonomía. Esteincremento de la flota ocurrió debido a un artículotransitorio en la LGPA. Hoy la crisis del sector essevera ya que la CTP (Captura total permisible)estimada para 1999 fue cercana a 1.800.000toneladas, y no se ha podido alcanzar ya que casitoda la población actual es juvenil bajo talla. Lacrisis se produjo con tasas de explotación aplicadasentre 1993 y 1996 de entre 22 a 32 por ciento, loque resulta común para los pequeños pelágicos,pero demasiado para un pez longevo.

Figura 6.13

Biomasa y Desembar-

ques de Anchoveta

(Engraulis ringens) en

Zona centro Sur

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

262

6.1.3 Contaminación marina

Si se considera que la actividad productiva eindustrial del país genera desechos y residuos enmayor o menor grado, y que en Chile la actividadproductiva depende en gran medida de nuestrosrecursos naturales, es posible entonces relacionarlas diversas fuentes de contaminación existentes enel territorio, con las características geográficas pro-pias del mismo.

Zona norte (I a III Región)

Principales fuentes de contaminaciónComo resultado de la gran actividad minera

asociada a la zona, se explotan y refinanminerales muy variados. Resultado de ello es laexistencia de tranques de relaves u otros inge-nios, cuyos residuos fueron descargados al mardurante años, y aun hoy en algunos casos,todavía llegan a la zona costera, ya sea enforma directa, a través de emisarios submari-nos, como en forma indirecta, a través decursos de aguas naturales (ríos, esteros). Estefenómeno significó la continua descarga du-rante décadas, de una gran variedad de metalespesados (ej. cobre, mercurio, cadmio, níquel,zinc), provocando desastres ecológicos de enor-mes proporciones, como es el caso por ejemplode Chañaral, que es considerado por muchoscomo irrecuperable. Adicionalmente, existenlugares muy contaminados ubicados dentro delos puertos, donde la continua faena de cargade minerales a los buques provoca fugas depolvo o partículas de mineral a la atmósfera yal agua, las que tras ser desplazadas por el

viento, se depositan finalmente en el fondo,originando sedimentos marinos con un altogrado de contaminación.

Este tipo de descargas causa claros daños alos organismos marinos, dada la alta toxicidadde muchas de estas, que ocasionan la muerte demuchos de ellos y daños en otros. Por otra parte,algunos de estos organismos, como los molus-cos, pueden acumular grandes concentracionesde estas sustancias en sus tejidos, y al serconsumidos por otros organismos mayores, trans-miten por la trama trófica este daño, el que dejade ser un efecto aislado y pasa a constituirse enun daño ambiental de mayor gravedad, al afec-tar al ecosistema marino conformado por lasdiversas especies de organismos y su entorno ohábitat.

Además, esto puede constituir en ciertos casosun serio peligro para la salud humana, debido aque el hombre puede consumir inadvertidamentealgunos de estos moluscos contaminados con altasconcentraciones de metales pesados, incluso al-canzando niveles que podrían poner en peligro lasalud de quienes los consuman.

Sumado a lo anterior, en esta zona se ubicauno de los dos grandes centros de actividadpesquera extractiva, reductora, procesadora y ela-boradora del país. En esta zona se capturan cercade 2 millones de toneladas de peces (1997), de loscuales cerca de un 85 por ciento se destina a laelaboración de harina de pescado.

En diferentes fases de los procesos de elabo-ración de la harina, pero principalmente asocia-

Figura 6.14

Biomasa y Desembar-

ques estimados a nivel

nacional de Jurel

(Trachurus simmetricus

murphy)

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263

Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

dos a la descarga del pescado desde las bodegasde los barcos, existen pérdidas o se generandesechos que contienen principalmente agua ymateria orgánica, es decir, restos molidos o pas-tosos de pescado, escamas, restos de vísceras,agua-sangre, mucosidades, etc., que son devuel-tos en enormes cantidades al mar en formainmediatamente adyacente a la costa y muchasveces sin tratamiento alguno, lo que produce sudescomposición y pudrición en el agua por efectode las bacterias, eliminando casi todo el oxígenodisuelto en el agua, causando pésimos olores yeliminando gran parte de la flora y de la faunadel sector afectado. Al morir los organismos porfalta de oxígeno, particularmente los más sensi-bles, se alteran también las relaciones ecológicasque mantienen el equilibrio natural en el ecosis-tema marino, alterándose la estructura de lascomunidades biológicas (agrupaciones de pobla-ciones de organismos de diferentes especies queinteractúan entre sí y con su ambiente).

Por eso, la contaminación derivada de la fasede descarga del pescado es un problema crítico enel procesamiento del pescado, por cuanto granparte de los residuos líquidos, en los que abundala materia orgánica, las grasas y aceites, con altosíndices de demanda de oxígeno y aguas contemperaturas y pH alterados, van a dar al mar sinser tratados de la manera más adecuada.

Otros compuestos que acompañan a este tipode residuos líquidos, son diversos tipos de deter-gentes, lo que es resultado de la limpieza a la cualson sometidas las plantas y los equipos utilizadosen la elaboración de la harina de pescado.

Por otra parte, un problema asociado a estaactividad es la emisión de humo o gases dedesagradable olor proveniente de estas fábricas,que afectan seriamente la calidad de vida de loshabitantes de las ciudades, causando problemassanitarios, alejando el turismo, etc.

En resumen, las mayores descargas de resi-duos líquidos de origen pesquero provienen delproceso de descarga, es decir, del agua queresulta del transporte de la pesca (materia prima)desde las embarcaciones a la planta. El restoproviene de las aguas que resultan del proceso deproducción de la harina y el aceite, en cuyotratamiento en general han existido avances en elúltimo tiempo.

Otra de las consecuencias que puede generar ladescarga de este tipo de residuos líquidos, es laformación de una delgada película de aceites sobre

la superficie, lo que junto con impedir una adecuadaoxigenación del agua, se adhiere a los sustratos(rocas, arena, etc.), imposibilitando la fijación deespecies bentónicas y el uso de las playas pararecreación.

Otra actividad que se vincula a los sectorescosteros en donde se produce la descarga deresiduos líquidos al mar, es la que se encuentraasociada a las centrales termoeléctricas. Comoparte de su proceso de producción de energía,estas plantas deben ser enfriadas, para lo cualutilizan principalmente un sistema de enfriamien-to directo, es decir, enormes cantidades de agua demar que es captada y bombeada a razón de milesde litros por segundo hacia los condensadores,donde la temperatura aumenta entre 8 a 12°C porencima de su temperatura de entrada, siendoposteriormente devuelta con esta nueva tempera-tura al mar.

Junto al aumento de temperatura, el aguadescargada también puede contener compuestosquímicos (ej. cloro) empleado para evitar la exis-tencia de organismos marinos que se incrustan enlos condensadores. Lo anterior, debido a que elaumento de la temperatura dentro de los sistemaspuede producir un incremento en el crecimiento delas poblaciones de tales organismos, provocandoun bloqueo más rápido de las tuberías, pudiendointerrumpir el normal flujo del agua.

El uso de agua de mar para propósitos deenfriamiento y su posterior descarga de aguascalientes hacia el mar, evidentemente provocaefectos mortales inmediatos sobre diversos com-ponentes de la flora y de la fauna, así comoefectos indirectos, tales como alteración en lamovilidad y comportamiento, crecimiento, tama-ño o alteración de la madurez sexual de talesorganismos. El resultado es una zona con dañoambiental máximo, defaunada, alrededor del puntode descarga y con daños ambientales menores amedida que nos alejamos de dicho punto.

Estado ambiental

Con la finalidad de poder evaluar, a modoreferencial, el estado de la calidad de las distintasmatrices ambientales respecto a los metales pesa-dos, a continuación se dan a conocer algunoscriterios aplicados a distintos países desarrollados,ya sea a través de directrices o en su defecto, ennormas de calidad para un determinado indicadorambiental.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

264

En lo concerniente a valores de referencia decalidad ambiental para los parámetros fósforo totaly grasas y aceite en agua de mar y contenido demateria orgánica en sedimentos, la literatura inter-nacional no señala valores puntuales de calidadambiental, la comunidad internacional sólo lesreconoce el cumplimiento de condiciones que debencumplir estos parámetros en los cuerpos de aguamarinos, tal es el caso que para el contenido demateria orgánica en sedimentos la literatura señalaque este debe mantenerse en niveles tales que nointerfiera con la vida acuática, lo que sin lugar adudas será característico de cada zona y de lascomunidades acuáticas presentes. Por otra parte,para el parámetro grasas y aceite, la literaturaseñala que este debe cumplir con la condición de

Cuadro 6.2

(1) US EPA, 1999. National Recommended Water Quality Criteria – Correction. US EPA Office ofWater 4304. EPA 822-Z-99-001, April.

(2) D.D. MACDONALD, S.L. SMITH, M.P. WONG and P. MUDROCH. 1992. The Development ofCanadian Marine Environmental Quality Guidelines.Ecosystem Sciencie and EvaluationDirectorate. Eco-Health Branch, Otawa, Ontario.

PARÁMETRO AGUA DE MAR (ppb) (1) SEDIMENTO (mg/kg) (2)

Mercurio 0.94 0.8

Cadmio 9.3 7.75

Plomo 8.1 33

Cobre 3.1 34

Zinc 81 190

Cromo 50 25

mantenerse en niveles tales que no interfiera con elintercambio de gases entre el océano y la atmósferay que virtualmente no sea visible. Alguna norma-tiva como la Canadiense tiende a ser más restrin-gida al respecto, señalado que este parámetro debeencontrarse “ausente” en el agua de mar.

Algunos valores de concentración de parámetrosevaluados en la matriz “agua de mar” por el Programade Observación del Ambiente Litoral (POAL) de laDIRECTEMAR en los dos últimos años, han mostradopara la zona norte concentraciones promedios demetales pesados del orden de 0.712 +/- 1.200 ppb enmercurio; 0.858 +/- 1.514 ppb en cadmio; 9.966 +/-18.138 ppb en plomo y 78.004 +/- 146.572 ppb encobre (Figuras 6.15 a la 6.18).

Figura 6.15

Gráfica de los valores de

Hg promedios registrados

en agua de mar y

sedimento durante los

años 1998 y 1990 en las

4 zonas bajo estudio.

Línea segmentada: límite

de calidad ambiental

Estándares de Calidad

Ambiental Internacionales

Los valores aquí expresados

son presentados mediante una

línea segmentada en los

correspondientes gráficos.

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265

Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

Figura 6.16

Gráfica de los valores de

Pb promedios registrados

en agua de mar y

sedimento durante los

años 1998 y 1990 en las

4 zonas bajo estudio.

Línea segmentada: límite

de calidad ambiental

Figura 6.17

Gráfica de los valores de

Cd promedios registrados

en agua de mar y

sedimento durante los

años 1998 y 1990 en las

4 zonas bajo estudio.

Línea segmentada: límite

de calidad ambiental

En las figuras 6.15 a 6.20 se puede observar lagran dispersión de datos en la matriz agua para losparámetros mercurio, plomo, cadmio y cobre, cuyaexplicación se fundamenta en la asociación de valoresaltos de estos metales con bahías o áreas dentro de loscuerpos de agua en las que se emplazan actividadesque aportan directa o indirectamente metales pesadosal cuerpo de agua receptor. Se ha observado que el

aporte de metales pesados a cuerpos de aguas marinosse ven restringidos a aquellas áreas en las cuales existeun claro predominio de la actividad minera y portua-ria, vinculada directamente con la carga y/o descargade minerales a granel (Arica a Chañaral).

Por lo anterior, al momento de promediar lainformación recopilada de diferentes cuerpos de

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

266

Figura 6.18

Gráfica de los valores de

Cu promedios registrados

en agua de mar y

sedimento durante los

años 1998 y 1990 en las

4 zonas bajo estudio.

Línea segmentada: límite

de calidad ambiental

En lo concerniente a parámetros orgánicos, lazona presenta valores del orden de 13.825 +/- 33.706ppm en grasas y aceites y en fósforo Total 0.140+/-174 ppm (Figura 6.19 y 6.20).

Tal como fue señalado anteriormente para otrosparámetros, la variabilidad observada en las grasasy aceites se relaciona con la existencia de altosvalores asociados con zonas contaminadas, a dife-

Figura 6.19

Gráfica de los valores de

Grasas, Aceites y fósforo.

Total promedios

registrados en agua de

mar durante los años

1998 y 1990 en las 4

zonas bajo estudio.

agua, sin lugar a dudas se presentará la existencia dealtos valores que se ven asociados a las zonas mayor-mente impactadas por las referidas actividades, los queal promediarlos con valores ligados a zonas menoscontaminadas (Caldera) o más limpias, nos lleva adeterminar una mayor dispersión de los datos, lo que endefinitiva establece, en este caso, a la Zona Norte con unamayor heterogeneidad en lo que respecta al contenido demetales pesados en agua de mar.

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

Figura 6.20

Gráfica de los valores de

Materia Orgánica

promedios registrados en

agua de mar durante los

años 1998 y 1990 en las

4 zonas bajo estudio.

rencia de las valores más bajos los que se encuen-tran ligados a zonas alejadas de las áreas másimpactadas, determinando con ello la existenciade mayores desviaciones en la información para lazona. Cabe recordar la influencia que presenta laactividad pesquera reductora respecto al aporte degrasas y aceites a los cuerpos de aguas marinos (ej.Iquique, Antofagasta), sumándose en menor escalael aporte de este parámetro a través de los residuosdomésticos.

Respecto a los valores referenciales establecidospara los metales pesados, los parámetros mercurioy cadmio se encontrarían bajo estos límites, estandoel plomo y cobre por sobre éstos.

En lo concerniente a la matriz “sedimento”, losniveles de metales pesados evaluados se presentanen valores del orden de 744.658 +/- 969.696 mg/kg en cobre; 137.562 +/-192.487 mg/kg en plomo;4.254 +/- 3.118 mg/kg en cadmio y 0.692 +/- 1.085mg/kg en mercurio.

Respecto al contenido de metales pesados enlos sedimentos, no resulta extraño vincular sedi-mentos con altos contenidos de metales pesados aaquellas zonas que se relacionan con áreas mayor-mente impactadas por el aporte de este tipo deelementos al cuerpo receptor y cuya explicaciónrespecto a la dispersión observada en los datosresulta ser la misma que la presentada para lamatriz “agua de mar” (plomo, mercurio y cobre).

El contenido de materia orgánica en los sedimen-tos se ha evaluado en 1.992 +/- 1.453 por ciento.

Al igual que para la matriz agua, al tomar losvalores de referencia los parámetros cadmio ymercurio se encuentran bajo los valores estableci-dos, mientras que el cobre y plomo los sobrepasan(Figuras 6.15 a 6.18).

Zona central (IV – VII Región)

El desarrollo de la zona se basa fundamentalmen-te en las actividades comercial, silvoagropecuaria eindustrial, en esta última destaca la industrializaciónde harina de pescado y conservas, así como tambiénla minera, representada por la extracción de oro,plata, cobre y manganeso, ambas presentes en menorescala a la existente en la zona norte. Específicamen-te, las condiciones climáticas de la zona favorecen eldesarrollo de la actividad agrícola, con cultivosextensivos e intensivos en los fértiles suelos de losvalles irrigados por los diversos ríos que los cruzan,predominando el cultivo hortícola en combinacióncon la fruticultura.

Principales fuentes de contaminación

Residuos provenientes de la agricultura (pesti-cidas, fertilizantes, etc.), los que suelen alcanzar elmar desde zonas interiores a través de los ríos.Aportes de descargas domésticas de aguas servidasy residuos industriales líquidos, como consecuen-

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

268

cia de la alta actividad industrial y la presencia delos núcleos urbanos más importantes (Santiago,Valparaíso), con alta densidad poblacional.

Como es natural, dondequiera que exista algu-na ciudad o pueblo, interior o costero, así como enbalnearios, puertos, etc., se producen aguas servi-das. Lo lamentable es que aún en muchos puntosdel país, incluyendo este importante núcleo urba-no central, dichas descargas se producen directa-mente a ríos, lagos o al mar, sin tratamientoalguno o con tratamiento deficiente, aun cuandose ha ido avanzando en esta materia. En otraspalabras, fuera de las descargas directas de ciudades,puertos o balnearios costeros, dicho fenómenoocasiona el arrastre hacia el mar de materia fecal,a través de los ríos que transportan aguas servidasde las ciudades y pueblos interiores.

Un ejemplo de contaminación que tiene suorigen en los centros urbanos, es el que sepresentó en el núcleo urbano Viña del Mar-Valparaíso. Este es uno de los principales centrospoblacionales y turísticos del país, con una pobla-ción normal de más de un millón de habitantes, laque aumenta considerablemente en períodos deverano, lo que causa un importante aumento en elvolumen de aguas de alcantarillado.

Estas aguas se vertían directamente al mar pormúltiples efluentes existentes a lo largo de la línea decosta, sin ningún tratamiento previo, por lo quemuchas de las excelentes playas de la zona semantuvieron por largos años altamente contaminadaspor materias fecales, llegando incluso a sobrepasar envarios órdenes de magnitud la norma chilena de 1.000NMP/100 ml de coliformes fecales (límite máximo debacterias fecales permitido por la Autoridad Sanitariaen zonas de recreación con contacto directo).

Hoy en día, en este centro urbano se encuentraoperando un sistema de saneamiento de la zonacostera, denominado Gran Colector de Valparaíso,consistente en la unificación y eliminación de todaslas antiguas descargas individuales de la zona yciudades aledañas, las que luego de pasar por unproceso de pretratamiento, en la actualidad sondescargadas al mar a través de un emisario subma-rino denominado Emisario de Loma Larga, ubicadoen el extremo sur de la bahía de Valparaíso, lo queha significado un innegable mejoramiento de lascondiciones ambientales de las playas de la zona,con positivas repercusiones en la salud, turismo ycalidad de vida de sus habitantes.

Es importante recalcar que en aquellos puntosdonde aún persiste este tipo de situaciones, la

contaminación de las playas no sólo afecta lasalud de las personas en forma directa porcontagio de enfermedades infecciosas (cólera,hepatitis, etc.), sino que al igual que lo que seobserva con los metales pesados en la zona nortedel país, también se puede afectar la salud de lapoblación a través del consumo de pescados ymariscos contaminados con agentes patógenosbacteriológicos causantes de una serie de enfer-medades, especialmente del tipo gastrointestinal.

Estado ambiental

Para la Zona Central concentraciones prome-dios de metales pesados en la matriz “agua” seencuentran en el orden de 0.295 +/- 0.584 ppb enmercurio; 0.360 +/- 0.526 ppb en cadmio; 2.396+/- 2.402 ppb en plomo y 13.296 +/- 22.230 ppben cobre (Figuras 6.15 a la 6.18).

En lo concerniente a parámetros orgánicos, lazona presenta valores del orden de 13.039 +/-28.479 ppm en Grasas y Aceites y en Fósforo Total0.086 +/- 0.070 ppm (Figura 6.19 y 6.20).

La variabilidad de la información observada enel parámetro grasas y aceite en la zona, obedece ala misma explicación establecida para la zonanorte, al vincular altos valores de este parámetrocon áreas en donde se desarrolla la actividadpesquera reductora y se presentan descargas deresiduos domésticos, a diferencia de otras bahías ozonas menos contaminadas en las que el aporte deeste parámetro es insignificativo en el deterioro dela calidad del agua.

Respecto a los valores referenciales establecidospara los metales pesados, los parámetros plomo,mercurio y cadmio se encontrarían bajo estoslímites, estando el cobre levemente por sobre estos.

En lo concerniente a la matriz “sedimento”, losniveles de metales pesados evaluados se presentanen valores del orden de 86.946 +/- 29.588 mg/kgen cobre; 41.910 +/- 50.765 mg/kg en plomo;1.490 +/- 0.625 mg/kg en cadmio y 0.176 +/-0.258 mg/kg en mercurio.

El contenido de materia orgánica en los sedi-mentos se ha evaluado en 1.432 +/- 0.720 %.

Al igual que para la matriz agua, al tomar losvalores de referencia los parámetros cadmio ymercurio se encuentran bajo los valores estableci-dos, mientras que el cobre y plomo los sobrepasanlevemente (Figuras 6.15 a 6.18).

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

Zona centro - sur(VIII – X Región)

Principales CaracterísticasEsta es una zona que cuenta con variados

recursos naturales, los que constituyen el desarro-llo de múltiples actividades, que incluye la agríco-la, ganadera, industrial forestal, del papel y lacelulosa, minería del carbón y del acero, constitu-yéndose además como la principal zona producto-ra de harina de pescado y desarrollo de la acui-cultura del país. También se constituye como unazona con alta densidad poblacional.

Junto a las anteriores, destaca también el sectorsilvoagropecuario, cuya producción constituye lamateria prima fundamental para el desarrollo de laagroindustria de la zona, como por ejemplo, leche-rías, molineras, plantas faenadoras de carnes, etc.

Principales fuentes de contaminaciónSe encuentra en esta zona el complejo indus-

trial y pesquero de Bahía San Vicente-Talcahuano,de enormes proporciones, y cuyas descargas almar incluyen aguas servidas, residuos industrialesde todo tipo, residuos de la industria pesquera yminera, metales pesados, hidrocarburos y deriva-dos petroquímicos, aceites, detergentes, etc.

En el resto de la región, los ríos aportan al marpesticidas y fertilizantes de la agricultura, desechos dela industria ganadera, forestal y de la celulosa, etc.Es sin lugar a dudas, el sector costero más afectadopor su grado de contaminación dentro del país.

Dentro de las mencionadas fuentes de contami-nación, destaca una actividad, que es quizás la másimportante en la generación de residuos contami-nantes. Nos referimos a la actividad pesquera. Aligual que la Zona Norte, en los últimos años, losgrandes volúmenes de captura alcanzados por partedel sector pesquero de la región (ej. 3.5 millones detoneladas, 1997), no ha ido aparejada con unamejora de la calidad de los residuos provenientes dela elaboración de la pesca. Los residuos líquidos soneliminados a los cuerpos de agua cercanos a lasplantas de elaboración, sin que exista una adecuadapreocupación por evitar el daño producido al medioacuático y que en algunos casos ha llegado asobrepasar la capacidad asimilativa del cuerporeceptor, generando mortandades, o estados deputrefacción de las aguas.

Junto con la Zona Norte, la zona Centro Sur esel otro escenario donde se encuentra ubicado elmayor número de empresas pesqueras del país, y

cuyas descargas al mar provienen de la actividadpesquera extractiva, reductora, procesadora y ela-boradora.

El efecto ambiental de las elevadas tasas decaptura sin un tratamiento adecuado de los resi-duos producidos como resultado de la misma, esuna alta contaminación marina por descarga deresiduos industriales líquidos en la que abunda lamateria orgánica, grasas y aceite, altos índices dedemanda química de oxígeno (DQO), sumándosetemperaturas y pH alterados.

El mayor problema generado por este tipo deactividad, se encuentra en el proceso de descargade la pesca en el puerto, la que se extraeutilizando grandes volúmenes de agua, los queluego de ser utilizados, son eliminados directa-mente en el lugar de desembarque llevando unaalta carga de material orgánico (sangre, escamasy restos de pescado).

Junto a lo anterior, la región más austral deesta zona presenta una importante actividad deAcuicultura, cuya expansión en cuerpos de aguamarinos y lacustres, ha producido beneficios so-cioeconómicos sustanciales para el país. Sin em-bargo, en algunos cuerpos de aguas que sonutilizados para esta actividad ha acarreado cam-bios ecológicos indeseables.

El tipo y la escala de cualquier cambio eco-lógico asociado con las actividades de acuicultu-ra dependerá del método de cultivo empleado, delnivel de producción y de las características físi-cas, químicas y biológicas del cuerpo de agua.

Entre los principales impactos ecológicos quese pueden desprender del desarrollo de la acui-cultura se encuentran: el enriquecimiento denutrientes inorgánicos solubles en agua (nitró-geno y fósforo); el consumo de oxígeno disuel-to; la interacción entre las especies cultivadas(escapadas) y las naturales; la introducción ytransferencia de especies exóticas, ambos fe-nómenos que afectan la biodiversidad de especiesy en consecuencia la estabilidad del ecosistema; laincorporación de compuestos bioactivos (incluidoslos pesticidas y antibióticos); la descarga de resi-duos líquidos y sólidos (domésticos); los usos deimportantes extensiones de agua y la disminucióndel valor paisajístico de algunos sectores.

Estado ambientalRespecto a la Zona Centro-Sur, concentracio-

nes promedios de metales pesados en la matriz

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

270

“agua” se encuentran en el orden de 0.176 +/-0.400 ppb en mercurio; 0.236 +/- 0.316 ppb encadmio; 1.374 +/- 1.239 ppb en plomo y 9.284 +/- 15.617 ppb en cobre (Figuras 6.15 a la 6.18).

En lo concerniente a parámetros orgánicos, lazona presenta valores del orden de 10.597 +/-29.335 ppm en grasas y aceites y en fósforo total0.295 +/- 0.414 ppm (Figura 5 y 6). La dispersiónde los datos observada para estos parámetrosobedece a los mismos argumentos entregados conanterioridad, en el sentido de relacionar directa-mente valores vinculados a zonas más contamina-das, con aquellos provenientes de zonas menosimpactadas, en esta zona, por la actividad pesquerareductiva y la descarga de residuos domésticos almar.

Respecto a los valores referenciales establecidospara los metales pesados, los parámetros plomo,mercurio y cadmio se encontrarían bajo estoslímites, estando el cobre levemente por sobre estos.

En lo concerniente a la matriz “sedimento”, losniveles de metales pesados evaluados se presentan envalores del orden de 37.248 +/- 21.533 mg/kg encobre; 21.973 +/- 16.874 mg/kg en plomo; 2.618 +/- 1.510 mg/kg en cadmio y 0.212 +/- 0.312 mg/kgen mercurio.

El contenido de materia orgánica en los sedi-mentos se ha evaluado en 4.657 +/- 2.927 %,estando influenciada su desviación estándar a lapresencia de altos y bajos valores, según estosprocedan de zonas más o menos contaminadas porefectos de la actividad que aporta material orgá-nico a los cuerpos de agua de esta zona.

Al igual que para la matriz agua, al tomar losvalores de referencia todos los metales pesadosbajo análisis se encuentran bajo los valores esta-blecidos (Figuras 1 a 4).

Zona sur (XI – XII Regióny Antártida Chilena)

Principales Características

La zona basa su desarrollo económico esencial-mente en su amplio potencial silvoagropecuario,pesquero y minero.

En lo relativo a la actividad agrícola, ésta seencuentra bastante condicionada por las caracte-rísticas del clima y suelos. Por su lado, el sectorminero ocupa un sitio relevante, especialmente enla zona austral, debido a la explotación de hidro-

carburos, la que se lleva a cabo tanto en elcontinente como en la plataforma continentalsobre el Estrecho de Magallanes.

Presenta amplias zonas escasamente pobladas.En la costa, la existencia de gran actividad pes-quera artesanal, y buques factoría en alta mar.

Principales fuentes de contaminación

Esta zona presenta actividades de extracción depetróleo desde plataformas marinas, la que suma-da al elevado tráfico de barcos que navegan lazona de los canales y que cruzan el Estrecho deMagallanes, sustentan un constante peligro para laflora y fauna marina debido a la posibilidad deproducirse eventuales derrames de petróleo.

Junto a lo anterior, el tráfico marítimo tambiéntrae asociado el vertimiento de basuras a las aguas,entendiéndose por basuras a toda clase de restos devíveres, salvo el pescado fresco y cualquiera porcióndel mismo, así como los residuos resultantes de lasfaenas domésticas (alimentos y desechos producidosen los espacios de alojamiento a bordo de laembarcación) y trabajo rutinario desarrollado a bor-do de un buque en condiciones normales de servicio(mantenimiento, operación de la carga), los cualessuelen echarse continua o periódicamente a las aguassin ser adecuadamente tratados y dispuestos.

La evacuación de basuras en la mar está (al igualque para la matriz agua, al tomar los valores dereferencia el parámetro mercurio se encuentra bajoel valor establecido, mientras que el resto de losmetales estarían por sobre estos (Figuras 6.15 a6.18).) regulada y se debe dar máxima prioridad a sudisposición en instalaciones receptoras apropiadasubicadas en los puertos. En el caso de la eliminaciónal mar de basuras producidas a bordo, ésta se puedehacer bajo ciertas restricciones y en ningún caso amenos de 3 millas náuticas (5.5. km) de la costa,prohibiéndose toda eliminación de plásticos (ej. Re-des de pesca, fibras sintéticas, bolsas de basura, etc.),cualquiera sea la distancia de la costa o lugar en laque se encuentra la embarcación.

El mayor problema que presenta la descargainadecuada de basuras en el mar, especialmente deplásticos, es que constituyen un peligro mortal paradiversos organismos, como aves y mamíferos, quemueren ahogados o ahorcados al enredarse confibras, etc, o intoxicados al ingerir partículas deplástico que confunden con alimento. Además, estabasura puede derivar hacia la costa y se acumulaen el borde costero, contaminando y ensuciando lasplayas; así como también depositarse en los fondosmarinos, lo que implica una alteración del hábitat

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

propio de los organismos marinos que viven aso-ciados a éste. En todo caso, el fenómeno de labasura está presente a lo largo de todo el país.

A pesar de lo anterior, una extensa región deesta zona permanece aún casi virgen, con numero-sos recursos de todo tipo no explotados, o en etapaincipiente de explotación. Constituye el sector menosalterado y contaminado de nuestro país, aun cuan-do existen casos puntuales de contaminación, cau-sados por las actividades señaladas.

Por su parte, el Territorio Chileno Antártico ysus bases tampoco están ajenas a la contamina-ción marina y es el caso por ejemplo del encalla-miento sufrido por algunas embarcaciones, con elconsecuente derrame de importantes cantidades depetróleo en sus frías aguas y cuyas consecuenciasfueron en su momento pagadas por millares deaves acuáticas.

Hace poco más de treinta años, este alejadazona del planeta se encontraba virtualmente sinintervención. Posteriormente equipos de científi-cos comenzaron a llegar, no sólo para contemplarsus maravillas ecológicas, sino también para ob-tener posición ventajosa única desde la cual estu-diar la atmósfera de la tierra. Lo anterior trajoconsigo que sus propias instalaciones se constitu-yeran como verdaderos depósitos de basura, ver-tiendo basuras inclusive hasta en los propiosbordes de los riscos de hielo, hábitat natural deimportantes colonias de pingüinos.

Principales fuentes de contaminación

Por último, Zona Sur, que para efectos de esteanálisis no considerará el Territorio Antártico, con-centraciones promedios de metales pesados en lamatriz “agua” se encuentran en el orden de 0.044+/- 0.013 ppb en mercurio; 0.172 +/- 0.226 ppb encadmio; 1.335 +/- 1.594 ppb en plomo y 9.406 +/- 14.070 ppb en cobre (Figuras 6.15 a la 6.18).

En lo concerniente a parámetros orgánicos, lazona presenta valores del orden de 6.859 +/-19.377 ppm en Grasas y Aceites y en Fósforo Total0.048 +/- 0.042 ppm (Figura 6.19 y 6.20).

Respecto a los valores referenciales establecidospara los metales pesados, todos estos se encontra-rían bajo estos límites, a excepción del cobre, quese encuentra levemente por sobre estos.

En lo concerniente a la matriz “sedimento”, losniveles de metales pesados evaluados se presentan

en valores del orden de 66.766 +/- 63.521 mg/kgen cobre; 48.682 +/- 67.644 mg/kg en plomo;9.662 +/- 14.292 mg/kg en cadmio, y 0.220 +/-0.408 mg/kg en mercurio.

Caso particular representa la dispersión devalores observada para el parámetro cadmio ensedimento, la que resulta ser mayor que a loobservado en la zona norte y que es producto delos altos valores observados en el contenido deeste metal en bahía Chacabuco, puerto en el quese ha llevado a cabo por muchos años el acopioy transferencia de minerales a granel (ej. Zinc),representando el único cuerpo de agua de la ZonaSur, dentro de los considerados por el POAL, en elcual se lleva a efecto una actividad de este tipo,lo que sin lugar a dudas ha representado un efectoacumulativo en el tiempo.

El contenido de materia orgánica en los sedi-mentos se ha evaluado en 3.459 +/- 2.390 %.

Al igual que para la matriz agua, al tomar losvalores de referencia el parámetro mercurio seencuentra bajo el valor establecido, mientras queel resto de los metales estarían por sobre estos(Figuras 6.15 a 6.18).

6.2 CRECIMIENTO DEL SECTORPESQUERO ACUÍCOLA,INDUSTRIAL Y ARTESANAL

6.2.1 Sector Acuícola

El sector acuícola chileno, mirado en el contextomundial, muestra una incidencia irrelevante en tér-minos de producción; de acuerdo a las cifras de 1995ésta no superaba el 0,8 por ciento de la producciónmundial. Chile cultiva 20 especies entre algas, inver-tebrados y peces, siendo sólo las especies de pecessalmonídeos el subsector económicamente más rele-vante. En el ámbito continental Chile mantiene desde1992 el segundo lugar después de EE.UU.

Como ha sido ya tradicional en este últimodecenio, la acuicultura chilena se sustenta en lacosecha de especies salmonídeas y de algas.Cifras correspondientes al año 1996, según elCompendio de la Acuicultura Chilena (1998),muestran valores de 199.200 t./año y 105.212 t./año respectivamente. Estas cifras le permiten aChile mantenerse en un lugar de privilegio en elámbito mundial en la producción de ambosrecursos. Por otra parte, existe una tendencia

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

272

CIUDAD COSTERA N° HABITANTES VOLUMEN MEDIO DBO (Ton/día)

(censo 1992) DESCARGAS (lt.seg)

Arica 162.333 318,9 6,9

Iquique 145.139 143,3 3,1

Tocopilla 24.574 31,4 0,7

Antofagasta 225.316 389,0 8,4

Chañaral 12.008 0,9 0,0

La Serena 109.293 125,3 2,7

Coquimbo 110.879 102,0 2,2

Quintero 16.119 10,8 0,2

Valparaíso 274.288 931,6 20,2

Viña del Mar 303.589 0,0 0,0

San Antonio 74.742 41,0 0,9

Constitución 28.748 3,4 0,1

Coronel 79.677 73,3 1,6

Tomé 37.349 27,5 0,6

Penco 39.562 10,0 0,2

Talcahuano 244.034 371,4 8,1

Lota 50.123 36,5 0,8

Puerto Montt 110.139 71,5 1,5

Ancud 23.148 6,6 0,1

Castro 20.634 2,3 0,1

Puerto Natales 15.102 41,2 0,9

Punta Arenas 109.110 144,9 3,1

TOTALES: 2.217.898 2882,8 62,4

Cuadro 6.3Poblacion de lasprincipales ciudadescosteras. Descargasdirectas de residuosdomésticos.

Recuadro 6.1

Contaminación del borde costero

De todos los factores que perturban la extensacosta chilena, los más importantes parecen ser aque-llos de carácter consuetudinario o permanentes, entreellos los más notorios son la frecuente recolección deorganismos marinos y el vertido de desechos domés-ticos e industriales. Los primeros han sido considera-dos en otro sector de este informe; la contaminacióny sus eventuales efectos en los recursos vivos delecosistema costero se presenta a continuación.

Contaminación por desechos domésticos

Hay dos tipos de descargas de desechos domésticosque podrían afectar la biota costera: Las descargasdirectas de residuos cloacales al mar, provenientesprincipalmente de ciudades costeras y descargas indi-rectas a través de los sistemas fluviales que desaguanal Océano Pacífico. Dada la regionalización de las

empresas sanitarias en los últimos años, la informaciónsobre volúmenes residuales se encuentra dispersa y noexiste una publicación con datos actualizados decarácter general. Uno de los estudios globales máscompletos al respecto fue originado por la CPPS(Arriagada, 1976) cuyas estimaciones por habitantepueden ser actualizadas al último censo de población(1992), que es centralmente el procedimiento queemplearemos aquí para tener una idea de la importanciaglobal de estas fuentes. Los mayores problemas dedescargas directas existieron en el complejo Viña delMar-Valparaíso y en Concepción-Talcahuano. Hoy sólo laúltima sigue siendo un problema por la concentración deplantas procesadoras de la industria pesquera, que desechaagua de cola y restos orgánicos en gran cantidad.

Por otra parte, es bien conocido que los efectosindirectos de las descargas orgánicas directas, afectan engeneral positivamente los gremios de organismos filtra-

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

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dores marinos y los nitratos y fosfatos se incorporan enla cadena trófica marina (Perkins, 1974). Los efectosdeletéreos en cambio, se refieren a altas concentracionesde estos tipos de desagües que producen una altademanda bioquímica de oxígeno (DBO). En los lugares dedescarga en el mar, estos disminuyen puntualmente lacantidad de hábitat apropiado para el desarrollo dealguna o todos las etapas del complejo ciclo biológico delas especies marinas. Consecuentemente es muy difícilsaber si existe un efecto negativo total, en el largo plazo,en este tipo de contaminantes. Sin duda, procesos dedegradación apropiados ayudan a mitigar efectos y hacermás saludable en general el ambiente. No obstante, se hademostrado que las concentraciones de algunos elemen-tos en particular causan deformaciones durante el desa-rrollo y pérdida de viabilidad reproductora en poblacio-nes de invertebrados en estas zonas de descarga (Per-kins,1974).

En el Cuadro 6.3 se resumen los datos de habitantespor ciudades costeras que descargan directamente almar, con la salvedad que desde 1976 a la actualidad hayciudades con plantas de tratamiento como Antofagasta,La Serena, Valparaíso, Viña del mar y al menos en otras6 ciudades grandes se tienen proyectos en ejecuciónpara diluir las materias orgánicas, y retener por “lodosactivados” y “biofiltración” muchos de los excesos denutrientes que acarrean. La privatización de las sanita-rias ha tenido un enorme impacto en todo Chile alrespecto, ya que prácticamente en cada ciudad o peque-ño pueblo se han instalado o están en proceso y/o sehan diseñado plantas de decantación. Sin embargo, losniveles de descargas se han prácticamente duplicado,desde 1976 a 1992, simplemente por los incrementospoblacionales y mejoras en sistemas de agua potable yampliación de los sistemas de alcantarillado a máspersonas en los últimos años.

En cuanto a las descargas indirectas, la mayorconcentración ocurre en torno a la cuenca del RíoMapocho, que atraviesa la Región Metropolitana conaproximadamente 5.000.000 de habitantes, que liberanuna carga orgánica equivalente a 389,5 ton. DBO/día.Lo que representa cerca del 90 por ciento de todaslas descargas indirectas del país. El problema másimportante aquí es que las descargas domésticas

incluyen “residuos industriales líquidos” o (riles) quepodrían contener todo tipo de substancias, canceríge-nas, metales pesados, etc. Cuyos efectos, al nivel deltamaño de poblaciones marinas, están lejos de serconocidos a pesar que actualmente existen programasserios de investigación aplicada al respecto, la mayo-ría enfocados a efectos sobre individuos. Por otraparte, estudios del impacto ambiental, del tipo que seha desarrollado por ejemplo en torno a los efectos delcobre en la zona norte (véase por ejemplo Arcos,1998), deberían multiplicarse. Extensos programas deinvestigación de la contaminación en ríos y la zonacostera, como en el Bío-Bío (Parra & Faranda, 1992)conocido como Proyecto EULA, a pesar de sus enor-mes contribuciones, no han sido capaces de establecerhasta ahora ninguna relación causal específica entre loscontaminantes del río y las abundancias y diversidadesde poblaciones marinas en la costa de Concepción. Deigual manera, actividades industriales en el río Valdivia(papelera, astilleros, etc.) han podido demostrarse comocontaminantes que alcancen los organismos marinos deBahía de Corral. Consecuentemente, si bien la preocupa-ción y acciones desarrolladas sobre este tema han sidonotables en los últimos años, todavía se requiere com-prender cómo influyen en el ecosistema marino de lazona costera.

Afortunadamente muchos de estos impactos sonmuy puntuales, aunque en cada sitio son intensos,debido a varios factores de la cuenca marina chilena.Primero los grandes espacios entre ciudades. Segundo, laeventual inexistencia de una plataforma continental quelos pueda retener. Tercero, la existencia de corrientesmarinas que los pueden dispersar, lo que junto a suincorporación a la cadena trófica vía bacterias y nu-trientes ayudan a su biodispersión.

A pesar de lo anterior es poco probable que loscambios experimentados por las poblaciones pesquerasen el mar de Chile estén afectados significativamente porcontaminación de este tipo, no obstante que localmentese pueden demostrar algunos efectos en invertebradosbentónicos. En Chile, los dramáticos cambiospoblacionales sólo tienen que ver con un exceso deexplotación industrial y artesanal.

creciente al incremento del número de centros deCultivos, ya que según datos de SERNAPESCA,desde 1993 en adelante los centros algueros y desalmones muestran un crecimiento sostenido (Fi-gura 6.21); sin embargo, los dedicados a molus-cos muestran estar estancados.

Respecto a la evolución y tendencias de laacuicultura chilena, existen antecedentes escritosque avalan su inicio a mediados del siglo pasado.Un análisis breve de la historia de la acuicultura

chilena muestra en su desarrollo una participa-ción alternada del sector privado y estatal. Dehecho durante el siglo XIX y principios del XXel Estado chileno dictó normas para remediarsituaciones de pesquerías bentónicas sometidas asobreexplotación (mytilidos y ostras principal-mente), mientras el sector privado se esforzaba enintroducir salmonídeos al país. Antes del año1970 y a raíz de la destrucción de las primerasestaciones de cultivos de bivalvos en Chiloé, eléstado crea el “Plan Ostrícola de Chiloé”. Luego,

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

274

Por otra parte, en la medida que se avanza conla producción destinada a mercados más compe-titivos, se necesita avanzar también en una pro-ducción más limpia y cuidadosa con el medioambiente. En este sentido el reglamento indicadoen la LGPA sobre medio ambiente para la acuicul-tura aún no ha sido dictado. Por otra parte, el usoindiscriminado de antibióticos y la introducción deenfermedades virales a la fauna salmonídea devida libre, que en Chile sustenta la emergenteindustria de la pesca turística-recreativa, pareceser uno de los problemas que crearán mayoresconflictos, junto con los conflictos que serángenerados por la pérdida de la calidad del aguaen las X y XI regiones por la remoción del bosquenativo en proyectos del tipo Cascada Chile. Pa-rece urgente desarrollar estudios ecosistémicos encuencas completas para entender la magnitud delas modificaciones a la calidad de agua generadaspor la remoción del bosque nativo en zonas de

con ayuda de FAO, el Estado chileno crea elInstituto de Fomento Pesquero (IFOP), mientraslas primeras piscicultoras privadas en el LagoLlanquihue comienzan sus comercializaciones yexportaciones de truchas. Con la creación de laFundación Chile y su departamento de RecursosMarinos, se da paso a un proceso importante dedesarrollo de centros piscícolas, que sirvieronpara la transferencia tecnológica que aceleró elproceso de crecimiento de la actividad, Hoy seensayan producciones de otras especies de peces,tanto nativas como introducidas: merluza austral(Merluccius australis), lenguado (Paralichthys ad-persus) y otros peces planos importados como el“Halibut” y el “Hirame”. Económicamente moti-vada, la piscicultura hoy inicia acuicultivos deespecies como el “Bacalao del sur” (Dissostichuseleginoides), mostrando a la empresa privada enuna carrera por diversificar su producción, queha dejado atrás a las más innovadoras mentes delmundo académico.

Figura 6.22

Variación número de

Buques PDA

Figura 6.21

Número de Centros de

Cultivos Marinos en Chile

Fuente:

SERNAPESCA, 1998

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Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

naves y el reemplazo de antiguas por otras de mayorcapacidad de bodega. Se llegaron a explotar más decuatro millones de toneladas durante 3 años seguidosy todas las cohortes reproductivas de la poblaciónfueron desapareciendo, hasta que las capturas sólofueron juveniles, menores que la talla mínima legal.Habrá que esperar varios años hasta su recuperación,mientras la industria desesperada y sus gremios detrabajadores presionan otros recursos hasta que lacrisis sea generalizada. Sin duda sólo un cambio enla ley de pesca puede solucionar esto.

Como ejemplo de estas sobreinversiones enflota industrial y su posterior caída, se puedeobservar el número de buques que se incorporóa la Pesquería Demersal Austral (PDA) y su crisis(Figura 6.22).

Al amparo de una ley que permitió inversio-nes extranjeras, muchas empresas españolas (es-pecialmente gallegas) se instalaron en Chile,además de otros capitales del hemisferio norte.En 1990 ya había más de 70 buques (diferentestipos) en operación, los que sobreexplotaron losrecursos Merluza austral y Congrio dorado. Se lesabrió el acceso en 1991 a la pesquería de Bacalaode profundidad (Dissostichus eleginoides) en lacual en corto tiempo se volvió a repetir lahistoria. Esta vez con la circunstancia agravantede que muchos buques buscaron pesca en zonasinternacionales, donde violaron acuerdos y con-venios internacionales. En cuanto a la pesqueríaindustrial, en Chile jamás se ha usado ningún

Cuadro 6.4Número dePescadoresinscritos endiferentescategorías y susembarcacionesen el RegistroNacional dePescadoresArtesanales.(1998)

*= Las categorías de pescador artesanal no son excluyentes unas de otras, pudiendo por lo tanto una persona ser calificada y actuar en dos o más categorías.

fiordos, ya que en lagos se conoce que el bosquecircundante retiene cantidades significativas defosfatos y nitratos(1).

6.2.2. Sector Pesquero Industrial

El sector pesquero industrial ha presentadofuertes altas y bajas en Chile, asociado a lasrepetidas historias de sobreexplotación de recursosque son altamente dependientes de fenómenosoceanográficos incontrolables por mano humana,como el fenómeno del Niño y los eventos demayor escala como el calentamiento global. Lashistorias de las pesquerías industriales en Califor-nia primero y su migración a Sudamérica después,son idénticas. Durante los periodos cálidos losreclutamientos de anchoveta son excelentes yluego viene una gran abundancia, que hace que laindustria crea estar en un apogeo de nunca acabar,y para aprovechar la oportunidad sobreinvierte enflota. Pasadas las cohortes fuertes del stock vienenlas crisis producto de la falta de reclutas porsobrexplotación de la biomasa desovante y, aun-que las condiciones sean favorables para las especies,los periodos de recuperación son largos, producién-dose desempleo y crisis económica en el sector.

La actual crisis del jurel no es ajena a este cicloque no ha sido entendido por los sectores industria-les. Se aprobó la ley de Pesca en 1991, y la pesqueríaquedó con ingreso congelado. Sin embargo, unartículo transitorio permitió el ingreso de nuevas

REGIÓN PESCADORES

PATRÓN TRIPULANTE BUZO RECOLECTOR ARMADOR N° EMBARCACIÓN

DE ORILLA (*) ARTESANALES

I 142 1113 508 349 560 1793 659

II 82 1245 706 171 705 2131 853

III 139 875 704 372 434 2097 504

IV 95 2710 1409 622 1076 3827 1238

V 551 3962 785 137 1156 5203 1327

VI — 161 120 325 70 547 78

VII 87 1124 188 474 232 1387 259

VIII 632 4471 1800 1499 1506 7009 1821

IX 38 344 85 283 106 649 116

X 1108 10122 6247 2336 4343 15443 4856

XI 205 1937 922 1512 916 2367 1114

XII 429 2412 679 3 790 3321 1000

Total 3508 30476 14153 8038 11894 45764 13825

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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principio precautorio en su desarrollo y actual-mente están casi todas en crisis. Sólo unareducción real del esfuerzo del 30 por cientopermitiría recuperar estas pesquerías y no volvera permitir su crecimiento para evitar nuevascrisis futuras.

En otras palabras, estos datos mostrados aquí ylos estados de los stocks en el numeral 6.1.2.muestran sin ambigüedades que este sector estásobre-dimensionado con sus 494 buques pesquerosindustriales (321 de cerco, 105 arrastreros, 61 palan-greros, 5 para enmalle y 2 tramperos).

6.2.3. Sector Pesquero ArtesanalEl Cuadro 6.4 muestra el número de personas y

embarcaciones que tiene este sector en la actualidad.Se observan dos elementos importantes; el primeroes que se concentran en algunas zonas que soncentros poblados importantes o bien son áreas dealta productividad asociada a surgencias costeras,siendo las regiones más importantes IV y V, VIII yla X, que en conjunto agrupan al 68,8 por cientode los pescadores artesanales registrados. El segun-do, es que hay tres regiones que en su conjuntoconcentran el mayor número de buzos, dedicadosesencialmente a la captura del “Loco”, que son IV,VIII y X con el 68,8 por ciento de los buzosregistrados; sólo la X Región registra el 44,1 porciento del total de buzos nacionales.

Las tendencias de este gremio, en cuanto a laexplotación de recursos costeros es levementecreciente en los últimos años, más o menos almismo ritmo del crecimiento poblacional (verFigura 6.23). Sin embargo, dado que los recursosestán cada día más deprimidos, la tendencia debeverse con preocupación.

En el caso de los pescadores propiamente tal, seobserva una estabilización del número de armadores(dueños de embarcaciones), pero el número de tripu-lantes ha seguido creciendo, lo cual revela la atrac-ción que ejerce este sector a los desempleados deotras actividades, lo que aumenta la presión sobre losrecursos costeros (dentro de las 5 millas de exclusiónartesanal), sin que estos, con excepción de la merluzacomún, se encuentren en buenas condiciones.

Igualmente, el número de buzos y recolectoresde orilla que explotan invertebrados bentónicossigue creciendo a pesar de que los recursos estáncon problemas y cada vez con mayores regulacio-nes. Esto revela una situación social muy preocu-pante que podría generar una crisis en los próximosaños (Figura 6.24).

6.3. LA REGULACIÓN,LAS INSTITUCIONES Y LAINVESTIGACIÓNCIENTÍFICA

6.3.1. Marco regulatorio

Normativas que atañen a la explotacióny conservación de los recursos marinos

Las normativas que atañen a la explotación yconservación de los recursos marinos, se encuen-tran contenidas en la llamada Ley General dePesca y Acuicultura (LGPA), vigente desde sep-tiembre de 1991. Este texto legal, cuyo textorefundido, coordinado y sistematizado quedó con-tenido en el Decreto 430, de 1991, introdujoimportantes innovaciones respecto de la regla-mentación anterior, entre ellas, mecanismos de

Figura 6.23

Tendencia del número

de pescadores

propiamente tal y

armadores artesanales

en Chile

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277

Recursos de l Mar y de l Borde Costero

6

regulación de acceso a las pesquerías, mecanismosadicionales de conservación en pesquerías artesa-nales y procedimientos unificados para el otorga-miento de concesiones de acuicultura.

Durante ocho años de aplicación la LGPA hamostrado ser un avance respecto a las legislacio-nes anteriores, pero lamentablemente se dejó enella demasiados artículos transitorios. De hecho,una pesquería actual bajo su administración tam-bién han presentado los problemas tradicionalesde las pesquerías en el pasado, como por ejemplosobrepesca por sobreinversión económica. Susdebilidades y fortalezas fueron analizadas por laComisión de Agricultura, Silvicultura y Pesca dela Cámara de Diputados de Chile, en el Seminario“La ley general de Pesca y Acuicultura: Unbalance necesario” y sus conclusiones puedenresumirse de la siguiente manera:

Fortalezas: Aparte de los elementos de regula-ción pesquera ya mencionados (creación de regíme-nes de pesca, medidas de conservación adicionalespara la pesca artesanal y el establecimiento deprocedimientos unificados para la acuicultura) hansido contribuciones notables la creación del Fondode Investigación Pesquera (FIP) y la creación de losConsejos de Pesca como órganos auxiliares de laAdministración (CNP, CZP). Los Consejos de Pesca,son los Consejos Zonales (4) y el Consejo Nacional(1). Estos consejos deben pronunciarse sobre laspolíticas pesqueras aplicadas a todas aquellaspesquerías declaradas en plena explotación y debenconcordar, por mayoría absoluta de sus miembros,las cuotas anuales de explotación.

Debilidades: La ley de Pesca está construida enla filosofía básica de explotación de los recursos

pesqueros con un aprovechamiento óptimo. Asíuna pesquería declarada en Plena Explotaciónnecesita que todos los excedentes productivos seancosechados por la flota, pero como las poblacionesen la naturaleza son variables en sus reclutamien-tos o incorporación de nuevos individuos a lapoblación pescable, un evento oceanográfico queafecte negativamente al reclutamiento, puede, sinque cambie la flota, determinar que la poblaciónquede en condiciones de sobreexplotación. Enotras palabras la ley no contiene ningún principioprecautorio en su base conceptual. La ComisiónN°1 del Seminario de la Cámara de Diputados,referida al desarrollo sustentable y estado de laspesquerías nacionales concluyó, entre otras cosasque: “5. Esfuerzo Pesquero. Se estima necesariotender a un equilibrio entre el esfuerzo o capaci-dad de pesca y la disponibilidad de los recursos”y “8. Enfoque Precautivo. Se plantea que losactuales problemas de sustentabilidad de los recur-sos pesqueros no se superarán sin la incorporaciónde un enfoque de conservación precautorio en laLey general de Pesca, que prevenga los efectos delcrecimiento desmedido del esfuerzo pesquero yenfrente de manera más radical la causa funda-mental de la sobrecapacidad extractiva de lasflotas en libre acceso y actúe con un repertorioflexible de instrumentos de manejo y sobre la basede la mejor evidencia científica disponible en elmomento” (Cámara de Diputados, 1997).

En otras palabras se reconoce la falenciafundamental de la LGPA, que es una ley creadapor el sector pesquero buscando una optimizaciónen el aprovechamiento de los recursos, sin que elénfasis esté puesto en la sustentabilidad de largoplazo. El estado de los recursos pesqueros es “alborde del colapso” (2), y no es sino una consecuen-

Figura 6.24

Tendencias en el número

de buzos y recolectores

de orilla en Chile

Fuente: SERNAPESCA

1998)

Page 288: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

278

cia de estos elementos detectados por la Comisióndel Seminario de los Diputados.

Evidentes progresos se podrían introduciren forma interina, avanzando en la creación deplanes de manejo para cada una de las diferentespesquerías declaradas en plena explotación. Pero,tomando en consideración no sólo elementos pre-cautorios sino, además, las relaciones del ecosis-tema, actualmente ausente en un cuerpo de ley deesta trascendencia.

Por otra parte temas de alta trascendenciaambiental todavía no se encuentran en la agendadel CNP entre ellos: i) los reglamentos señaladosen la LGPA sobre regulación medio ambientalpara la acuicultura, ii) el desarrollo de planes demanejo para las principales pesquerías, y iii) lageneración de una reglamentación moderna so-bre pesca deportiva, escuetamente resumida enun solo artículo de carácter muy general (Art.103) en la LGPA y que requiere abordar temascomo regímenes de acceso y responsabilidadesregionales en la conservación de los stocks depeces de aguas terrestres en base a planes demanejo, para evitar el deterioro genético quecomienza a observarse hoy por la interacción conla acuicultura de salmonídeos.

Respecto del Sistema Nacional de Áreas Ma-rinas Protegidas, sólo se ha hecho un avancesubstancial en el desarrollo de las Áreas deManejo y Explotación de Recursos Bentónicos(AMERB), con 174 áreas identificadas, de lascuales en abril de 1999, 49 habían sido solicita-das por pescadores artesanales, y a esa fecha 14se encontraban con sus planes de manejo apro-bados y 8 con decreto de pleno funcionamiento.En diciembre de 1999 ya habían al menos 24 condecreto publicado o en trámite.

Sin embargo, de acuerdo a la aplicación de laLGPA sólo una Reserva Marina ha sido decretada(La Rinconada, en Antofagasta) y ningún ParqueMarino ha sido creado hasta hoy. Sin embargo,entre 1998 y 1999 el FIP ha realizado dos proyec-tos para establecer criterios básicos y para estudiarlos sitios apropiados en la zona Norte de Chile yen diciembre se licitó un proyecto para ubicarsitios para Reservas y Parques Marinos entre laVIII y X Regiones, el que debiera ser ejecutadodurante el año 2000.

Normas relacionadas con la contaminacióndel borde costero

En la LGPA sólo se menciona el problema delos contaminantes en su artículo 136 (Título X),

que sanciona al que “introdujere o mandare intro-ducir en el mar, ríos y lagos o cualquier otrocuerpo de aguas, agentes contaminantes químicos,biológicos o físicos, que causen daño a los recur-sos hidrobiológicos, sin que previamente hayansido neutralizados para evitar tales daños”. Debidoa la falta de una definición sobre “agentes conta-minantes”, la interpretación resulta difícil paracualquier juez, quien puede interpretar de acuerdoa sus propios conceptos y valores. Las infraccionesactualmente son procesadas por juzgados de poli-cía local, en conjunto con muchos otros tópicoslegales, por lo que no se han llegado a formularlos criterios básicos mínimos para las penalizacio-nes de las infracciones a la ley.

Sin embargo, existen otros cuerpos legales quese refieren a normas destinadas a prever, controlary sancionar la contaminación en aguas marítimasy terrestres. Entre ellas destacan:

a) La ley de navegación (DL 2222 del 21/05/78)que en su artículo 142 se refiere a la prohibi-ción de arrojar lastre, escombros o basuras,aguas de relaves de minerales u otras materiasnocivas y peligrosas de cualquier especie, queocasionen daños o perjuicios en las aguassometidas a jurisdicción nacional, y en puertos,ríos y lagos. La fiscalización de esta ley escompetencia de la Dirección General del Terri-torio Marítimo y Marina Mercante (DIRECTE-MAR) y ha sido utilizada en múltiples ocasio-nes, especialmente en el caso de derrames depetróleo. En cierta medida es similar a cuerposlegales equivalentes en países desarrollados. Nose ha incluido el problema del agua de lastreentre las prohibiciones, dado su enorme impac-to en la introducción de especies exóticas porel transporte marítimo. En Chile no existenevaluaciones de este problema en los principa-les puertos utilizados en el comercio exterior,pero en 1992 se dictó un reglamento queincluye medidas de prevención para este tema.

b) Reglamento para el control de la contaminaciónacuática: DS Nº1 (6/01/1992). De acuerdo a suenunciado el objeto de este reglamento esestablecer el régimen de prevención, vigilanciay combate de la contaminación en las aguas demar, puertos, ríos y lagos sometidos a juris-dicción nacional. Su fiscalización correspondea la DIRECTEMAR y a sus autoridades yorganismos dependientes. Este reglamento seaplica a las aguas de descarga o lastre queserán evacuadas en alta mar (Título II, artículo104); y entre otros importantes aspectos, serefiere a las fuentes terrestres de contamina-ción directa o indirecta de las aguas sometidas

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a jurisdicción nacional (Título IV). A su vez, enel artículo 141, establece la obligatoriedad deefectuar un Estudio de Evaluación del ImpactoAmbiental conforme a la ubicación del estable-cimiento o faena y al tipo, caudal y tratamien-to del efluente que se evacuará.

c) Normas del Código Sanitario. En este código seestablece (art. 71) la obligación de obtener laaprobación del Servicio de Salud en los pro-yectos relativos a la construcción, reparación,modificación y ampliación de cualquier obrapública o privada destinada a la evacuación,tratamiento o disposición de residuos indus-triales o mineros.

d) Respecto del ambiente costero terrestre, loscontaminantes gaseosos que producen oloresmolestos a la población humana, son tratadosen: Decreto 144 del Ministerio de Salud (02/05/61), Resolución Nº 1215 (del 22/06/78) y lasNormas de prevención y control de contamina-ción por fuentes fijas. Estas normas han sidoaplicadas en el caso de las plantas de elabora-ción de harina de pescado, por las emisiones detrimetilamina y ácido sulfhídrico.

e) Como norma general en casos de contamina-ción marina se ha aplicado la ConstituciónPolítica del Estado (artículo 19 numeral 18) quereconoce el derecho de todas las personas avivir en un ambiente libre de contaminación.El mecanismo legal es el recurso de protección,tal como se establece en el artículo 20.

f) Requerimiento de Estudio de Impacto Am-biental según artículo 11 de la Ley de Basesdel Medio Ambiente que en el punto d) serefiere a la obligatoriedad de realizar un EIAcuando el proyecto o actividad presente lo-calización próxima a población, recursos yáreas protegidas susceptibles de ser afecta-dos, así como por el valor ambiental delterritorio en que se pretende emplazar, entreotros acápites.

Por otra parte, Chile ha ratificado al menos 9convenios relacionados con la protección del océa-no, mares y sus zonas costeras, los que proveen uncontexto general que debe ser aplicado nacional-mente para no entrar en contravención a suscompromisos internacionales. Entre otros, se pue-den destacar:

• Convención Internacional sobre responsabili-dad civil por daños causados por contamina-ción de aguas del mar por hidrocarburos.Ratificado en 1977.

• Convención sobre la preservación de la con-taminación del mar por vertimiento de desechosy otras materias. Ratificada en 1977.

• Convención para la protección del medio am-biente marino y zona costera del PacíficoSudeste, ratificado en 1986.

• Acuerdo de cooperación Regional para elcombate contra la contaminación del PacíficoSudeste por hidrocarburos y otras substan-cias nocivas en casos de emergencia. Rati-ficada en 1986 y su protocolo complemen-tario en 1987.

• Protocolo para la protección del Pacífico Su-deste contra la contaminación proveniente defuentes terrestres y sus anexos. Ratificados en1986.

• Protocolo para la protección del Pacífico Su-deste contra la contaminación Radioactiva.Ratificado en 1992.

• Convenio Internacional relativo a la interven-ción en alta mar en casos de accidentes quecausen contaminación por hidrocarburos. Rati-ficado en 1995.

• Protocolos relativo a la intervención en altamar en casos de contaminación del mar porsubstancias distintas de los hidrocarburos. 1973.

• Convenio internacional para prevenir la conta-minación por buques, de 1973, y su Protocolode 1978 ratificado en 1995.

La mayoría de estos cuerpos normativos so-bre emisión y contaminación han sido creadoso ratificados en dos periodos: 1970-1973 y 1990a 1995, indicando la forma en que este problemaha sido detectado y considerado con más fuerzapor la opinión pública. Se ha creado un cuerpode creciente complejidad que cada día requieremás de especialistas sobre un tema que esesencialmente multisectorial y como tal requierede colaboración transversal, aspecto que en laspolíticas nacionales es considerado deficitario,debido a la escasez de personal en las institu-ciones públicas.

Por otra parte reglamentos específicos sobreniveles umbrales de emisiones aún permanecen enestudio y en general se han adoptado normas depaíses desarrollados. Este procedimiento es en ge-neral apropiado, sin embargo no se tiene en cuentaque en Chile, como país volcánico, muchos de losestándares europeos no se corresponden con los

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do, sanciones y multas, caducidad, término,ocupación ilegal y rentas y tarifas, más dispo-siciones varias y un apéndice de extracción derestos náufragos.

• Decreto Supremo Nº 475 que establece laPolítica Nacional de Uso del Borde Costero delLitoral de la República, y crea la ComisiónNacional respectiva. Sus principios generalesindican que es una política que debe mantenersu continuidad, que debe acrecentar la con-ciencia nacional para una ocupación armónicay equilibrada, que debe ser multidisciplinaria(es decir, considerar aspectos sociales, econó-micos y los recursos naturales), que debe sersistémica en el sentido de coordinar el trabajode las instituciones públicas y privadas, queestablezca un sistema de información y gestiónconjunta sobre el borde costero litoral y coor-dine proyectos específicos a nivel nacional,regional, local y sectorial.

Su ámbito de aplicación a terrenos deplayas fiscales (80 m desde marea más alta), laplaya, Bahías y Golfos, estrechos y canalesinteriores y al mar territorial de la República.Es decir a bienes nacionales, fiscales o de usopúblico, sujetos al control, fiscalización y su-pervigilancia del Ministerio de Defensa Nacio-nal, Subsecretaría de Marina.

Por su parte la Comisión Nacional de usodel Borde Costero del Litoral, aparte de lasfunciones propias que le otorga el Decreto,por estar integrada por 12 miembros represen-tantes de todos los Ministerios, Subsecretarías,Armada, Servicio Nacional de Turismo y laCONAMA, debe ser la entidad coordinadoraen el ámbito transversal por excelencia alnivel de Gobierno.

• La Ley General de Pesca y Acuicultura (DS 430de 1991), establece los criterios básicos y de-finiciones para la creación de un sistema na-cional de áreas marinas protegidas, integradopor: Áreas de Manejo y Explotación de Recur-sos Bentónicos (AMERB), Reservas Marinas yParques Marinos, constituyentes esenciales parael sistema de conservación del borde costerodel Litoral. Por otra parte establece losmecanismos de participación de la sociedad entres ámbitos.

• La Ley 18.362 (D.O.Nº 32056 de 27/12/84), quecrea el Sistema Nacional de Áreas SilvestresProtegidas del Estado y cuya definición en laLey es “los ambientes terrestres o acuáticospertenecientes al Estado, y que este protege ymaneja para la consecución de los objetivos

niveles naturales que se encuentran disueltos encuerpos de agua y concentrados en organismos enforma natural, lo que requiere continua investiga-ción en este tema.

Normas que regulan el uso del bordecostero

Varias son los las normas que regulan el usodel borde costero, algunas de larga data como elDecreto con Fuerza de Ley 340 sobre concesionesmarinas, promulgado en abril de 1960. Sin em-bargo, este tema junto con el desarrollo aceleradodel país en la últimas décadas, se ha transforma-do en algo complejo, tanto en sus aspectospolíticos como legales. Por eso en los últimosaños ha sido necesario realizar varios esfuerzospara producir un ordenamiento y transparentarprocedimientos facilitando la participación ciu-dadana. Como resultado de este esfuerzo se hagenerado una “Política Nacional de Uso del BordeCostero del Litoral de la República”, promulgadacomo Decreto Supremo (M) Nº 475 el 14 dediciembre de 1994.

Con este cuerpo legal se establecieron laslíneas generales y el marco global por el que debeorientarse el quehacer de todos los agentes públi-cos a los cuales les corresponden competenciasespeciales o sectoriales en el borde costero, conel propósito de permitir una acción concertada ycompatible. La Subsecretaría de Marina en 1996ha definido los objetivos del uso del bordecostero y su marco temático de la siguientemanera: “Con el establecimiento de esta políticase procura la búsqueda de una utilización racio-nal, coordinada y sustentable del litoral…” Másadelante señala que “las actividades portuarias,las recreacionales y turísticas, las pesqueras yacuícolas, las caletas pesqueras y los asentamien-tos poblacionales, son entre otros, usos que debentener cabida en el litoral de acuerdo a laspolíticas y normas que se aludieron”.

Las normas legales que regulan el uso delborde costero son:

• Decreto Supremo Nº 660 del 14 de junio de1988, que sustituye reglamento sobre conce-siones marítimas fijado por Decreto Supremo(M) Nº 223 de 1968. Este decreto actualiza lasdisposiciones sobre Concesiones Marítimasacorde a las nuevas exigencias y prácticas delsector. Establece todos los pasos para el otor-gamiento de las concesiones marítimas desdela solicitud y su tramitación, legalizaciones,entrega de concesiones, transferencias, arrien-

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señalados en cada una de las categorías demanejo señaladas en el artículo 3”. En virtudde esta Ley, 11 áreas incluyen zonas marinasprotegidas y 10 son colindantes a ParquesNacionales costeros manejados por CONAF. LaLGPA en sus artículos 158 y 159 reconocecomo válidas esas áreas y zonas.

6.3.2. Aspectos institucionales(formulación de políticas,normas y fiscalización)

Recursos Vivos

Las políticas pesqueras en términos generalesson una función del Estado a través de la Subse-cretaría de Pesca, del Ministerio de Economía Fo-mento y Reconstrucción. Sin embargo, el Subsecre-tario de Pesca puede consultar sus propuestas conla comunidad de usuarios por dos mecanismos: i)reuniones directas con usuarios y ii) a través deconsultas con los Consejos de Pesca, particularmen-te con el Consejo Nacional de Pesca.

En general los gremios de pescadores artesana-les e industriales son muy activos y la función delograr objetivos de conservación por sobre coyun-turas sociales o económicas es muy difícil para laSubsecretaría de Pesca. En particular, porque lavoz de los gremios representados en el CNP puedeabatir fácilmente las propuestas de la Subsecretaríasimplemente a través de sus votos en la toma dedecisiones. En efecto, hay un desbalance en elCNP, en términos que cualquier propuesta de laSubsecretaría necesita estar fundamentada enestudios técnicos-científicos del estado de losstocks, mientras los aspectos sociales y económi-cos no se hacen presentes en propuestas basadasen estudios equivalentes a los científicos. Simple-mente, se representan allí los intereses delmomento: económicos, sociales y políticos en lavoz de sus representantes, cuyas opiniones adiferencia de los informes técnicos, sólo sonconocidas al momento de la reunión. Esa es unadesventaja para lograr objetivos de conservacióncon la actual estructura.

Una vez establecidos los decretos con medidasde administración de un recurso en particular, esotra institución la encargada de fiscalizar su cum-plimiento. Se trata del Servicio Nacional de Pesca(SERNAPESCA) quien además lleva las estadísticasoficiales de captura y desembarque. Una tercerainstitución, el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP),dependiente de CORFO, durante sus investigaciones

ha acumulado estadísticas de esfuerzo y datospesqueros en escala fina. Esta es una de las razonespor la cual los datos pesqueros, para la investiga-ción del estado de situación de los recursos porparte de particulares (por ejemplo científicos am-bientalistas) resulta tan inaccesible.

La fiscalización se lleva a cabo con escasopersonal, SERNAPESCA no posee más de 240 fun-cionarios a nivel nacional y centra su acción en lafiscalización de las pesquerías marinas, muchas vecespor medio de indicadores indirectos (aduana, im-puestos internos) etc. con el fin de reconciliar losnúmeros de las toneladas pescadas, procesadas yexportadas. A pesar de la eficiencia que muestra esteorganismo, debe concentrarse en las pesquerías másgrandes o importantes, abandonando otras aparen-temente menos importantes.

Se debe concluir que tanto la Subsecretaría dePesca como SERNAPESCA son instituciones quetienen capacidad técnico-científica directa o porasesoría para enfrentar su tarea de manera mo-derna, eficiente y eficaz. Sin embargo, ademásdel déficit en las plantas de personal técnico(todos los recursos manejados del país son res-ponsabilidad del Departamento de Pesquerías dela Subsecretaría de Pesca que tiene una planta de12 profesionales), se han hecho grandes progresosen busca de una explotación sustentable de losrecursos vivos, pero lejos aún de las necesidadesmodernas.

6.3.3. Compromisos internacionales(cumplimiento deconvenciones)

En general Chile ha sido muy respetuoso ymuchas veces impulsor de muchos convenios in-ternacionales que se relacionan con la conserva-ción de los recursos marinos en aguas internacio-nales. La situación objetiva de la participación deChile en la principales convenciones internaciona-les es actualmente la siguiente:

a) CONVENCIÓN DE NACIONES UNIDAS SOBREEL DERECHO DEL MAR. Fue suscrita por Chileel 10 de diciembre de 1982 y ratificada endecreto Nº 1342 de fecha 28.08.97 (Diario Oficialdel 18.11.97). Esta convención ha sido la basepara el desarrollo de otros acuerdos internacio-nales de relevancia a las pesquerías que se hanformulado desde que fue abierta para ratifica-ción en 1982 (Caddy, 1999).

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b) CONVENCIÓN DE WELLINGTON SOBREPROHIBICIÓN DE PESCA CON REDES DE EN-MALLE Y DERIVA DE GRAN ESCALA EN ELPACÍFICO SUR. Suscrito por Chile en Wellingtonel 20 de octubre de 1990 y ratificado el 1 denoviembre de 1991. Este acuerdo fue aplicadoinmediatamente en la pesca con redes de derivade la albacora y atunes para evitar la mortalidadincidental de mamíferos marinos (delfines, ba-llenas y lobos) y aves (albatros y petreles). Sucumplimiento ha sido ejemplar.

c) CONVENCIÓN PARA LA CONSERVACIÓN DELOS RECURSOS VIVOS MARINOS ANTÁRTICOS(CCAMLR-CCRVMA). Suscrita en Camberra el20 de mayo de 1980 y ratificada por Chile el22 de junio de 1981 (Decreto Nº 662 delMinisterio de Relaciones Exteriores, en DiarioOficial del 13 de octubre de 1981. Desde susinicios Chile ha sido un miembro activo de estaConvención, pero no es hasta 1991 en queChile al entrar en la pesquería del Bacalao deProfundidad (Dissostichus eleginoides) comien-za una participación activa en los grupos detrabajo, especialmente en el WG-FSA y WG-Krill, ya que desde antes participaba en elGrupo WG-CEMP dedicado al seguimiento delas poblaciones de organismos relacionadoscon las pesquerías en la Antártica.

La masiva participación inicial de Chile, se debióa la crisis de la Pesquería Sur Austral y laapertura de la pesca del Bacalao de Profundidad(en inglés, Patagonian Toothfish) al sur de los 47ºLatitud Sur y el otorgamiento de licencia para lapesca en aguas antárticas a cerca de 32 buquesfábrica palangreros.

Con el exceso de esfuerzo y los problemas demortalidad incidental de aves marinas enestas faenas, la CCRVMA comenzó a restringirlas cuotas anuales y casi toda la flota chilenacomenzó a realizar pescas ilegales. El controlde esta situación por parte de las autoridadeschilenas, hizo que muchos de estos buquesmigraran hacia otras naciones para continuarsus actividades ilícitas. Estos elementos ybuques de otras naciones (miembros y nomiembros) se sumaron a estas pescas. Sinembargo, países ribereños basados en susderechos o reclamos de soberanía impusieronesquemas unilaterales de administración, so-bre la base de los estudios de la CCRVMAgenerando un problema de cumplimiento delos objetivos de la Convención.

Chile ha sido respetado por su participación científica,la apertura a los datos pesqueros y por haber iniciado

el esquema de observación científica internacional.Sin embargo, por sobre eso, en los últimos años lalabor oficial ha sido algo opacada por el comporta-miento de la industria palangrera nacional, particu-larmente aquella con sede en Punta Arenas.

d) CONVENCIÓN INTERNACIONAL PARA LAREGULACIÓN DE LA CAZA DE LA BALLENA.Suscrita por Chile el 2 de diciembre de 1946 yratificada en D.S. 489 de fecha 11.07.79 ypublicado en el Diario Oficial el 21 de septiem-bre de 1979. Chile ha participado activamentecomo país ballenero cumpliendo cabalmentelos acuerdos adoptados. Hoy día este recurso seencuentra en una moratoria permanente.

e) ACUERDO DE ENBANDERAMIENTO DE LA FAO.Está destinado a promover el cumplimiento de lasmedidas internacionales de conservación y orde-nación por los buques pesqueros que pescan en laAlta Mar. Este acuerdo fue aprobado por laresolución 15/93 del 24 de noviembre de 1993durante el 27º periodo de sesiones de la Conferen-cia anual de la FAO. Chile no es parte aún de esteacuerdo, pero se encuentra en trámite de adhesión.

f) CÓDIGO DE CONDUCTA PARA LA PESCA RES-PONSABLE. Establecido en 1995, tiene su origenen la Convención de Biodiversidad de 1992, parala protección de las especies de Alta Mar, hasta esemomento desprotegidas en relación a la conserva-ción de diversidad en otros ecosistemas. Hasta elpresente Chile no ha suscrito dicha convención.

g) CONVENCIÓN DE NACIONES UNIDAS PARA LASESPECIES TRANSZONALES Y ALTAMENTE MI-GRATORIAS. Con una filogenia que la liga a laAgenda 21 (capítulo 17) de la Conferencia de Ríode Janeiro de 1992, se debatió en 1995 con laactiva participación de Chile. Sin embargo, pro-fundos desacuerdos posteriores por parte de laIndustria Pesquera (SONAPESCA), la Armada deChile y otros agentes pesqueros chilenos hanpostergado su ratificación por parte de Chile. Losproblemas principales parecen ser asuntos de so-beranía y de acceso de naves extranjeras a puertoschilenos en caso de pesquerías en buenas condicio-nes de conservación. Sin embargo, SONAPESCA queha defendido su posición por razones de “conserva-ción de recursos” ha participado activamente en lacreación de la crisis del Jurel, una de las especies queestarían afectadas por esta Convención.

El Gobierno de Chile por su parte, ha buscadosuplir la necesidad de velar por los recursos de laalta mar (incluyendo especies transzonales y alta-mente migratorias) en el marco de la Comisión

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proyectos han sido una ayuda directa a la admi-nistración de las principales pesquerías chilenas.

La institución principal de estudios pesqueros enChile es el IFOP, que cumple un rol de consultor dela Subsecretaría de Pesca y casi el 90 por ciento dela información que produce se entrega como InformesTécnicos, ya que son respuestas a demandas especí-ficas. Por esto mismo los investigadores IFOP, aproxi-madamente 300 a nivel nacional, se encuentran muypresionados tanto en obtener proyectos para su finan-ciamiento como preparando Informes Técnicos. De talmanera que no tienen tiempo para análisis másprofundos de sus datos y llegar a producir informa-ción científica validada en Revistas Científicas. Esteproblema es importante no tanto desde la perspectivadel IFOP y otras instituciones pesqueras estatales, sinodesde el punto de vista de la sociedad toda que esperaconocer los avances realizados en la investigaciónpesquera, ya que los informes técnicos se quedan entrelas instituciones requirientes y oferentes.

Por otra parte, expertos internacionales enMisión del Banco Mundial han destacado que unaorganización tan importante como IFOP en lainvestigación pesquera en Chile, debería tener in-vestigadores con formación científica en forma degrados de Magíster y Doctorado, que hoy día sonsólo una excepcional minoría en esa institución.

Varias ideas innovadoras aplicadas al manejo derecursos han provenido de las Universidades. Me-joramientos en metodologías cuantitativas, nuevosenfoques para la administración de recursos (lasÁreas de Manejo y Explotación de recursos bentó-nicos y aplicaciones de Manejo Adaptativo sonalgunos ejemplos). Sin embargo, el rol de lasUniversidades en la investigación pesquera chilenaes menor. Un pequeño número de proyectos FIP yBIP-Subpesca han sido realizados por académicos,por ejemplo, en 1997 de 25 proyectos aprobados 6(24 por ciento) fueron realizados por Universidades.

El sector privado ha creado su propio Institutode Investigación Pesquera en Talcahuano (INPES-CA) que también está teniendo una participacióncreciente y en buen nivel.

Sin embargo, sólo los académicos universitariosestán preocupados por hacer investigación sobreConservación en sentido amplio, es decir estudian-do los componentes del ecosistema como las comu-nidades biológicas y sus cadenas tróficas. De acuer-do con Fernández et al. (2000) esta investigación seha centrado sólo en unos pocos puntos de nuestroextenso litoral (Coquimbo, Las Cruces y Valdivia)señalando que todavía hay mucho que hacer para

Permanente del Pacífico sur (CPPS), sin que dichapropuesta fructifique aún.

6.3.4. Situación de la información einvestigación científica para latoma de decisiones

Como el objetivo central de la política del bordecostero es mantener los ecosistemas y su biodiver-sidad asociada, cualquier evento que introduzcacambios en ellos es relevante para modificar y/omitigar los daños que se están haciendo actualmen-te como inercia de una sociedad con otros valoresambientales. Recientemente Frid et al (1999) handemostrado los cambios que la pesca hace a losecosistemas y como muchos de estos cambios sonirreversibles. Por ello el cuidado de los recursosvivos es la base de la sustentabilidad de losecosistemas y de allí los énfasis que se señalan acontinuación.

Como se ha señalado en la sección 6.3 conrelación al estado de los recursos, sólo un númerono mayor de 21 especies explotadas de las 161 quese registran en las estadísticas nacionales sonmanejadas con estudios indirectos o directos de susestados poblacionales y/o biomasas. La incertidum-bre asociada a estos métodos tiene su origen endesconocimiento de los parámetros utilizados en losmodelos, errores de proceso de la información y delos modelos y finalmente en los métodos de ajustede los modelos de los procesos a los modelos de lasobservaciones. En el caso de las evaluaciones direc-tas hidroacústicas, el desconocimiento específico dela “fuerza del blanco”, las agrupaciones espacialesy las estratificaciones de los grupos de edad con laprofundidad introducen errores no menores del 30por ciento en estas evaluaciones.

Por otra parte, al menos otras 20 especies sehan estudiado en diferentes aspectos, que vandesde su biología pesquera (crecimiento, reproduc-ción, madurez, etc.) hasta evaluaciones de stocks,para diagnosticar su estado de conservación, apesar que no son especies en plena explotación,como muchas de las especies dentro de las 5 millasexclusivas de pesca artesanal. Estos estudios sehan hecho con proyectos FIP patrocinados confondos de la Subsecretaría de Pesca.

Finalmente, el FIP ha realizado un considerablenúmero de estudios tanto de evaluación de lasespecies principales, como de otras regionalmenteimportantes. El FIP en sus primeros 5 años defuncionamiento (1992-1997), de acuerdo con Co-rrea (1997), financió 200 proyectos con un aportede 4,4 millones de dólares. La mayoría de estos

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entender los aspectos básicos del funcionamientodel ecosistema marino.

Como se ha destacado antes, todo decreto de laSubsecretaría de Pesca está basado en algún infor-me técnico o científico. Todas las proposiciones alCNP se han encontrado fundamentadas en la mejorinformación científica disponible. No obstante, porla constitución del consejo con sólo un “Ecólogo”(entre 21 miembros) designado por el Presidente dela República con la aprobación del Senado, el CNPno siempre mantiene un respeto por el trabajo y lainversión realizada y se suelen dejar de adoptarmedidas de protección de recursos por no alcanzarsuficientes votos para su aprobación.

6.4 CONCLUSIONES YRECOMENDACIONES

Este análisis de las tendencias observadas enel uso y administración de los recursos del bordecostero, con énfasis en sus aspectos marinos, per-mite obtener las siguientes conclusiones generales:

a) El conocimiento de los procesos dinámicos delecosistema marino chileno ha mostrado unprogreso con investigación de excelente nivel,sin embargo, debido a la extensión de la costa,su alta dependencia de procesos oceanográfi-cos de gran escala y la concentración de losestudios en pequeñas áreas donde existen gru-pos de científicos interesados, el conocimientoalcanzado es de difícil generalización a todo elmar chileno. No obstante, aparece en formaparadigmática que las mayores amenazas alresguardo y mantención de dichos ecosistemasson los impactos humanos directos y particu-larmente los efectos de las pesquerías, cuyasmodificaciones en tamaño poblacional de lasespecies objetivos están generando cambiosque son imposibles de monitorear a escalasespaciales en que se desarrollan las pesquerías.

b) Las mismas poblaciones objetivos sometidas alRégimen de Plena Explotación en su granmayoría presentan problemas de conservacióndebido al crecimiento de las flotas industrialesen la década pasada y también en años recien-tes y al número de pescadores artesanales,existiendo un desequilibrio entre la productivi-dad de los recursos y los subsectores económi-cos y sociales, con enormes consecuencias parala calidad de vida de los habitantes del bordecostero, principalmente pescadores artesanalesy trabajadores de la industria.

c) A pesar de estos problemas la tendencia alincremento del número de pescadores artesanales

y buzos mariscadores continúa, como consecuen-cia de crisis en otros sectores de la economía queafectan el empleo. Es evidente que se acerca unproblema de sobreexplotación en el sector, con lacircunstancia agravante que sobre la mayoría delos recursos artesanales no existen estudios de lastasas de explotación adecuadas para mantenersus poblaciones, ni menos para entender lasmodificaciones al ecosistema.

d) A pesar del tiempo transcurrido de aplicaciónde la LGPA, aún no se ponen en prácticaalgunas de sus propuestas importantes para lasustentabilidad de la actividad pesquera. Porejemplo, Planes de Manejo que deberían seraprobados por el CNP y de esa manera descar-gar la agenda de la discusión de cuotas anua-les, para progresar en otras tareas del sector.Por otra parte, se ha mostrado incapaz deproveer un escenario adecuado para el manejode una cuota, evitando la carrera olímpica, encondiciones de exceso de flota, como ha ocu-rrido en el caso del Jurel.

e) Sólo la acuicultura (sector salmonídeos), parecetener un crecimiento económicamente sano, apesar que aún no se aprueba en definitiva elreglamento ambiental para la Acuicultura se-ñalado en la LGPA. No obstante este sectorcrece especialmente en la zona de los canales,de la cual existen menos estudios de susecosistemas y está amenazado por pérdida decalidad de aguas por planes de remoción delbosque nativo en la X y XI Regiones.

f) Debido al incremento de la población quehabita en ciudades costeras, que crece a unatasa de 3.25 por ciento, superior al crecimientode la población total, y a los progresos deriva-dos de la privatización de las empresas sanita-rias, otros impactos humanos sobre el bordecostero se están potencialmente incrementan-do. Por ejemplo, las descargas domiciliariasdirectas estimadas se han duplicado entre cen-sos y los sistemas de agua potable y alcanta-rillado favorecen a un mayor número de habi-tantes. Afortunadamente, el número de plantasde tratamiento de desechos domésticos está encontinuo incremento y toda obra es sometidaa nuevas reglamentaciones y ordenanzas.

g) Sin duda el último decenio ha sido fructífero enla actualización de reglamentos, nuevos decre-tos supremos, leyes, normas y protocolos quebuscan garantizar el cuidado ambiental en elborde costero, pero que han creado una especia-lidad legal compleja. Destacan entre otras laPolítica de Uso del Borde Costero del Litoral dela República, y la Creación de la Comisión

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Nacional del Borde Costero. La Ley General dePesca y Acuicultura, que a pesar de sus defectos,ha sido un avance con relación a la situaciónanterior, pero que requiere de una revisión queincluya enfoques precautorios y una visión delecosistema que contiene las especies explotadas.

h) Los convenios y convenciones internacionalesque afectan al ecosistema marino se han cum-plido y en muchas de ellas las delegacionesnacionales han cumplido papeles destacados.La mayoría de los protocolos referidos a con-taminación se han aplicado en casos de acci-dentes por hidrocarburos y otros. Sin embargo,Chile no ha ratificado la Convención de Nacio-nes Unidas para las especies transzonales yaltamente migratorias básicamente por proble-mas de acceso a nuestros puertos de buquesque operan en aguas fuera de la ZEE. Pero aúnasí, el Gobierno busca una alternativa paracontribuir a la conservación de estas especiesde la alta mar en el marco de la CPPS, semanifiesta una actitud responsable.

i) Respecto de la situación de la información einvestigación científica, se observa que hay unagran dispersión de la información básica y de losdatos para hacer evaluaciones y metanálisis. En elcaso de los recursos pesqueros, en su mayoríaestán en manos de una institución que los usacomo ventaja comparativa para emprender nuevasinvestigaciones. Por otra parte, la investigacióndestinada al manejo de recursos debe ser mejoradasubstancialmente, ya que hoy los modelos demanejo que se utilizan permanecen sin incorporarlas relaciones de las especies explotadas con suscomunidades ecológicas y el ambiente. El númerode personas encargadas de llevar cada pesquería esextremadamente limitado y desagregado en dife-rentes instituciones del sector. Para las necesidadesdel propio Estado en algún momento será necesa-rio unificar el sector pesquero para fortalecerlo, noen vano este sector aporta cerca del 10 por cientode los ingresos del país.

j) Reuniones desarrolladas en los últimos años paraver problemas del uso del borde costero (Semi-narios y simposios y talleres), han destacado lanecesidad de una coordinación transversal en elnivel de los organismos estatales, para clarificary coordinar procedimientos, objetivos y accio-nes para lograr los objetivos de la Política delBorde Costero.

Las conclusiones precedentes de alguna manera secruzan en algunos puntos clave y que sugieren unaspocas pero justificadas recomendaciones, entre lascuales se sugieren:

• Integrar conceptualmente los diferentes aspec-tos del uso del borde costero, en una visión

primariamente más sistémica que política, deotra manera temas como uso de puertos, con-taminación y pesca jamás se verán como partesde un problema único y que están asociadospor sus conexiones dinámicas generadas por laeconomía y la sociedad, más que por encon-trarse juntos en la misma área geográfica.

• La complejidad de la legislación sobre la zonacostera es creciente y requiere tanto de aboga-dos expertos como de jueces instruidos en estosnuevos enfoques del borde costero; para ellosería recomendable tener juzgados especializa-dos en aspectos ambientales, que incluyeranpesca, contaminación y otros problemas am-bientales, ya que la práctica actual es tratarestos problemas al nivel de Policía Local, lo quea todas luces es inapropiado.

• Por otra parte, respecto a la enorme y dispersainformación de los Estudios de Impacto Ambiental,Estudios Científicos y Pesqueros, Oceanográficos,etc. debería crearse como sugiere la Política Nacio-nal del Borde Costero, una base de datos públicaque permita el acceso a medios técnicos y cientí-ficos independientes, para poder hacer investiga-ción alternativa y sustentar propuestas diferentes,que ayuden a un sano debate respecto de lasmedidas que afectan al borde costero y susrecursos, sin el cual no existirá ningún progreso.Sin libre acceso a los datos generados por institu-ciones estatales no existirá progreso en la aplica-ción de criterios ecológicamente sustentables; deigual manera la participación ciudadana está fuer-temente limitada.

• Avanzar con mayor celeridad en el estableci-miento de una legislación plena, particular-mente en el establecimiento de los reglamentosque los cuerpos legales establecen y que aúnno se aprueban, por ejemplo, reglamento sobrecondiciones medioambientales para la acuicul-tura, nueva reglamentación de pesca deportivo-turística y temas relacionados.

• Mejorar el manejo pesquero, agregando visio-nes más precautorias y con consideración alecosistema en que están insertos los recursos-para lograr acercarse a la sustentabilidad. Porotra parte, incorporar en la LGPA mayoresinstrumentos para manejar las pesquerías encrisis, particularmente en aquellos casos que lacapacidad de flota excede las cuotas disponi-bles, y hacer más equilibrada la relación eco-sistema, economía y sociedad.

Notas:(1) Soto. D. Comunicación Personal.

(2) Ex Subsecretario de Pesca Sr. Juan Manuel Cruz alMercurio del domingo 10 de octubre de 1999.

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7. RECURSOS MINEROS E

HIDROCARBUROS

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Recursos Mineros e H idrocarburos

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7

E L OBJETIVO CENTRAL de esta sección espresentar y analizar los datos disponiblessobre patrimonio de los recursos no reno-

vables de Chile. Asimismo se realiza una revisión delas cifras de producción de dichos recursos, de losfactores socioeconómicos condicionantes, específi-camente las exportaciones y el marco institucionalvigente, y de la inversión. El período discutidocorresponde a los años 1970 a 1998, aunque enalgunos casos el período es más reducido debido ala falta de información. Finalmente se analizanalgunos indicadores ambientales de la minería en elperíodo 1989-1998: 1) en lo que respecta a calidaddel aire se analiza el cumplimiento de los planes deDescontaminación de tres fundiciones de cobre; 2) enlo que respecta al recurso agua se analiza lasmediciones de cobre y arsénico de la DirecciónGeneral de Agua, (DGA), en el río Loa y se relacionandichas mediciones con la minería existente en laRegión. Además se analiza el uso de agua por partede la minería y de otros sectores de la economía enlas regiones I a IV; 3) en lo que respecta a lageneración de residuos de la minería, se cuantifica lageneración de residuos masivos; 4) en lo que respectaal abandono de faenas mineras, se presenta porregión el número de tranques de relave abandonadosy su estado, evaluado en el año 1989.

7.1 SITUACIÓN DE LOSRECURSOS MINEROS EIMPACTO DE LA MINERÍA

7.1.1 Recursos y reservas mineras 1

Esta sección analiza las fuentes disponibles dedatos sobre inventarios de recursos no renovablesen Chile. Dichas fuentes son:

• recursos de cobre, oro y carbón obtenidos deun estudio del Banco Central y Sernageomin(Banco Central, 1997).

• información de reservas y recursos de cobre deCodelco en la década de los 90, la que es com-plementada con información de inversión enexploración, costos de operación y leyes mediasde cobre.

• información de reservas de litio, obtenida deLagos (1986), Roskill (1999), y de la empresaSociedad Química y Minera de Chile (SQM).

• información de exploración proporcionada porla Empresa Nacional del Petróleo, (ENAP).

El Banco Central de Chile realizó en 1995 y1996 un estudio sobre las reservas minerales deChile (Banco Central, 1997). El objetivo de estetrabajo, desde el punto de vista del Banco Central,era disponer de antecedentes globales sobre elestado y evolución del patrimonio mineral deChile, y utilizar dicha información para introducircuentas ambientales al Sistema de Cuentas Nacio-nales (SCN). Para conocer el inventario de reservasminerales de Chile se procedió, en conjunto conSERNAGEOMIN, a elaborar una encuesta, la quefue presentada a todas las empresas productorasde cobre, oro, plata, petróleo, manganeso, litio,carbón, hierro, salitre y carbonato de calcio, quecontaban con una medición de sus recursos mine-rales al 31 de diciembre de 1994 y que a la veztenían proyectos en desarrollo en dicha fecha. Elinforme mencionado anteriormente considera sólocobre, oro, carbón y carbonato de calcio. Esteinforme presenta los resultados del cobre, oro ycarbón.

Existen varios métodos para clasificar reservasy recursos minerales. En este trabajo se hacereferencia al sistema utilizado en la encuesta del

7. RECURSOS MINEROSE HIDROCARBUROS

C a p í t u l o I I

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Banco Central y SERNAGEOMIN, y a los conceptosutilizados por CODELCO, los que corresponden auna precisión de las definiciones, un tanto gene-rales, del Bureau of Mines de los Estados Unidos,USBM (US Geological Survey Circular 831,1980 &Mineral Commodity Summaries 1991). El BancoCentral utilizó también una adaptación de lametodología del USBM ya que algunas empre-sas que reportaron reservas utilizaban la clasi-ficación del Consejo Australiano de Mineralesy Energía (CAME). El anexo 7.1 presenta ma-yores definiciones sobre recursos y reservasutilizadas por el Banco Central. La informacióndisponible se presenta en el Cuadro 7.1, quecorresponde a reservas demostradas (económi-cas) y a recursos demostrados e inferidos,

incluso si estos eran marginales o sub-econó-micos. Se excluyeron las reservas y recursoshipotéticos y especulativos.

Recursos y reservas de Cobre

La información sobre cobre corresponde a 35empresas que representaban en 1994 el 97,3 porciento de la producción de cobre de Chile. Seincluye en los totales todas las reservas y recursosdescubiertos antes de diciembre de 1994. Los yaci-mientos descubiertos después de 1985 se incorporanal inventario al año siguiente en que se reporta eldescubrimiento. Se verificó también la existencia deyacimientos que interrumpieron su producción en-tre 1985 y 1994. El universo fue ampliado al 100

Cuadro 7.1

Reservas y recursos de cobre, oro y carbón.

Fuente: Banco Central de Chile, “Cuantificación de los principales recursos

minerales de Chile, 1985-1994, Publicado en Diciembre de 1997

Figura 7.1

Reservas y Recursos de Cobre de

Chile

Fuente: Banco Central, 1997.

Cobre(millones de toneladas) 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994

5. Recursos totales 176,71 174,88 181,12 181,64 183,25 191,88 211,55 217,37 235,30 293,965.1 Reservas 76,64 73,03 75,35 74,60 74,72 79,45 77,67 79,69 104,26 131,495.2 Otros recursos 100,07 101,85 105,77 107,04 108,53 112,43 133,88 137,68 131,04 162,47

Oro (Miles de Kg)

5. Recursos totales 96,90 155,70 227,90 222,40 268,99 331,69 345,79 368,03 433,39 669,535.1 Reservas 69,70 123,00 168,30 158,50 221,19 258,81 261,59 298,17 283,33 468,875.2 Otros Recursos 27,20 32,70 59,60 63,90 47,80 72,88 84,20 69,86 150,06 200,66

Carbón(Millones de toneladas)

5. Recursos totales 48,73 119,16 117,85 115,21 119,76 116,59 134,28 131,86 129,07 188,375.1 Reservas 20,02 71,91 70,97 68,93 71,60 69,01 52,62 50,75 49,15 65,455.2 Otros recursos 28,71 47,25 46,89 46,29 48,17 47,59 81,66 81,11 79,92 122,92

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Recursos Mineros e H idrocarburos

293

7

por ciento de la producción chilena suponiendo quelas empresas que no tenían información teníanreservas para 15 años de vida útil.

En el informe del Banco Central, los recursostotales son iguales a la suma de las reservas(demostradas económicas) y de “otros recursos”(demostrados e inferidos, económicos, marginales ysub-económicos). En la Figura 7.1, se observa unaumento significativo de reservas de cobre envarios años. Ello se debió a cambios en los sistemasde cubicación y también a la existencia de nuevosyacimientos. Se destaca en el informe del BancoCentral, que una parte (no se cita qué fracción) delaumento de reservas correspondió a considerar quealgunos desechos habían sido incorporados comorecursos. Cuando se resta la producción de cadaaño, se observa un aumento de 66,3 por ciento enlos recursos totales de cobre de Chile en el período1985-1994. La vida útil de la minería del cobrechileno, medida en términos de los recursos totalesse mantuvo relativamente constante (alrededor de130 años) entre 1985 y 1994.

La información sobre inversión en exploraciónen Chile es fragmentada. Se sabe que a mediadosde los 80 la inversión en exploración en Chile erapequeña en relación a lo que fue desde principiosde los 90 (Metals Economic Group). En 1991 y1992 Chile se transformó en el primer país deLatinoamérica para la exploración, con inversio-nes estimadas en 86,1 y 91,2 millones de dólaresnominales, respectivamente. En 1998 dicha cifrahabía subido a 177 millones y era seguido por Perú(136 US$ millones), México (127,2 US$ millones),Brasil (121,9 US$ millones) y Argentina (76 US$millones). En este mismo año, se invirtieron 306 US$millones en Canadá, y 243 en EEUU en exploración.Lo anterior indica que relativo a su tamaño, Chiletenía en 1998 la más alta inversión en exploración

de minerales del mundo. Elementos de análisis de lasreservas se discuten en el Anexo 1.

La Figura 7.2. muestra los recursos identificados ylas reservas base de CODELCO. Los recursos de cobredesde 1976 a 1989 (CODELCO, 1990) corresponden ala suma de aquellos recursos de cobre reportados porlas Divisiones a la Gerencia Técnica, pero carecen deuna base común que permita compararlos fácilmenteen la actualidad. Desde 1991-92, la Gerencia deExploraciones adoptó el criterio de clasificación delUS Bureau of Mines para reservas y recursos minera-les, el que es aplicado ahora por todas las Divisiones.Por ello, los datos más fidedignos son aquellos desde1992, los que corresponden a recursos identificados,es decir demostrados más inferidos, con ley de corteigual a cero y con leyes promedio variables. Lasreservas base identificadas en CODELCO se muestranen la Figura 7.2, y tienen ley de corte variable paraalgunas Divisiones (Chuquicamata) y constante paraotras (Radomiro Tomic, Salvador y Andina).

La Figura 7.3 muestra la producción de cobre deCODELCO y la de Chile en el período 1975-1998.

Los recursos mineros identificados de CODEL-CO aumentaron en 8,8 por ciento, es decir 15,3millones de toneladas de cobre fino entre 1992 y1997, mientras que en el mismo período, laempresa explotó 7,14 millones de toneladas decobre fino. En términos reales, por ende, losrecursos aumentaron en 8,16 millones de tonela-das, o un 4,4 por ciento. CODELCO explotaba en1997 el 0,7 por ciento de sus recursos minerosidentificados. En el mismo período se observa unatendencia similar para las reservas base identifica-das de CODELCO, las que aumentaron en 29millones de toneladas, o un 36,7 por ciento. En1997, Codelco explotó el 1,2% de sus reservas baseidentificadas. De las cifras anteriores podría dedu-

Figura 7.2

CODELCO: Recursos y reservas de

cobre, e inversión en exploración.

Fuente: Gerencias de Exploraciones

y de Planificación, CODELCO, 1990.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

294

cirse que sus recursos y reservas identificadas a1997, serían suficientes para explotar los yaci-mientos durante 142 años, si se utiliza como baseel total de recursos disponibles o, durante 83 añossi se utiliza como base del cálculo las reservasdisponibles. Desgraciadamente, estas conclusionesson erróneas, como se discute en el Anexo 7.2.

Se observa también que los recursos mineralespermanecieron prácticamente constantes desde 1980a 1989, y que sólo comenzaron a repuntar en1992. El Anexo 7.2 discute e interpreta el signi-ficado de las reservas y recursos de CODELCO.

Recursos y reservas de Oro

La información del Banco Central (1997) corres-ponde a 20 empresas que representaban en 1994, 91,5por ciento de la producción de oro de mina. Lasreservas y recursos de oro de Chile aumentaron en un670 entre 1985 y 1994, según se aprecia en la Figura7.4. El mayor aumento en reservas fue en el año 1994,cuando se descubrieron 5 nuevos yacimientos.

Al ritmo de producción de 1994 los recursostotales de oro alcanzaban para producir durante15,2 años.

Recursos y reservas de Carbón

La información del Banco Central (1997) co-rresponde a 7 empresas y 11 faenas mineras querepresentaban en 1994, el 92,7 por ciento de laproducción de carbón. La Figura 7.5 muestra quelas reservas y recursos totales se mantuvieronconstantes en el período 1986-1993. En 1994 seobserva un aumento de los recursos totales deaproximadamente un 45 por ciento. Los recursostotales de carbón habrían alcanzado en 1994 paraabastecer la producción chilena durante 114 años,explotando este mineral a la tasa de dicho año(1,66 millones de toneladas).

Como es ampliamente conocido, la producciónde carbón se redujo fuertemente en 1998, ya que lacalidad de las reservas y recursos de este mineral nopermitían lograr una explotación económica. Este

Figura 7.3

Producción de cobre de Chile

y de Codelco.

Fuente: Cochilco.

Figura 7.4

Reservas y recursos de oro de

Chile.

Fuente: Banco Central, 1997

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Recursos Mineros e H idrocarburos

295

7

es un caso claro en que si bien las reservas físicasexistían e incluso crecieron, ocurrió el agotamientode las reservas económicamente explotables.

Recursos y reservas de Litio

Los recursos y reservas de litio de Chile se sitúanen las salmueras del Salar de Atacama, las que sonexplotadas para producir litio, boro y sales potásicas,por la Sociedad Chilena de Litio, empresa pertene-ciente al consorcio Alemán Metalgesellschaft, y porSQM Salar, filial de SOQUIMICH. Las estimacionespublicadas más exhaustivas de reservas y recursosfueron realizadas en 1977 (Evans, 1978) y concluyenen la existencia de 1,29 millones de toneladas dereservas clase A (probadas mediante exploraciónsistemática), y 3,0 millones de toneladas de reservasinferidas por información geológica. En 1986 Li-thium Australia Ltd. Prospectus, estimó reservasprobadas y probables de 1,5 millones de toneladas,mientras que el Bureau de Minas de los EstadosUnidos (USBM, 1986), estimó 2,68 millones detoneladas de recursos identificados. En 1988 estamisma institución estimó que las reservas base erande 1,36 millones de toneladas. En 1989 un grupoliderado por Haigh (Haigh y Kingsnorth, 1989)estimó que los recursos de litio de Chile eran 1,52millones de toneladas. Finalmente, en 1998 el USBM(USBM, 1999) estimó que las reservas base de litiode Chile serían de 3,0 millones de toneladas, lo quesignificaría un aumento de más de 100 por cientocon respecto a su estimación de 1988. No existen, sinembargo, antecedentes para avalar dicho aumento dereservas por cuanto no se habría realizado explora-ción de esa magnitud en el período 1988-1999, loque hace suponer que la cifra citada por el USBM en1999 se deba a un error de transcripción.

El ritmo de consumo mundial de litio creció en4,5 por ciento anual promedio desde 1966 a 1996,

llegando a 7800 toneladas en este último año(Roskill, 1999). La vida útil de las reservas de Chilecitadas por el USBM en 1999 durarían cerca de 380años si Chile tuviera que abastecer a la totalidad delmercado mundial y de 1130 años si tuviese queabastecer la producción de Chile de 1996.

Se estima que Chile tenía en 1998, el 31,9 por cientode las reservas mundiales de este metal. Boliviatenía el 57,4 por ciento, EEUU el 4,3 por ciento, Canadáel 3,8 por ciento, Australia el 1,7 por ciento y los demáspaíses el resto. En 1986 la segmentación de reservasde litio por país era muy similar (USBM, 1986b).

Recursos y reservas de Petróleo

Se dispuso de información sobre inversión enexploración realizada por dicha empresa, la que espresentada en la Figura 7.6. Se aprecia que lainversión ha ido declinando hasta llegar a menos de5 millones de dólares en 1998. Esta información,sumada a la información sobre producción (versección 7.1.2), permite deducir que las reservas deENAP son mínimas en relación a la demanda internay que ellas no permitirían revertir la declinación dela producción de petróleo de dicha empresa en Chile.

El Cuadro 7.2. presenta la información deproducción de los principales recursos no renova-bles chilenos en el período 1970-1998. Los pro-ductos considerados son: cobre, molibdeno, oro,plata, hierro, litio, nitratos, yodo, petróleo, gasnatural y carbón. El molibdeno es un subproductode la producción de cobre. La producción de oroy plata se origina a partir de minas de oro y plata,y también a partir de minas de cobre. Una fraccióndel oro producido a partir de minas de cobre seexporta en los concentrados, mientras que el restose recupera en Chile a partir de los barros anódi-cos, subproducto de la electrorrefinación de cobre.

Figura 7.5

Reservas y recursos de carbón de

Chile.

Fuente: Banco Central, 1997

Page 306: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

296

Figura 7.6

Inversión en exploración de ENAP,

dentro y fuera de Magallanes

Cuadro 7.2

Producción Chilena de los

principales recursos no renovables:

período 1970-1998

P rodu c c i ón M ine ra Ch i l ena

Años Cobre Molibdeno Oro Plata Hierro Carbonato Nitratos Yodo Petróleo Gas CarbónMiles de T.M. Kg. de Kg. de Miles de T.M. de Litio T.M. T.M. m3 Natural T.M. Netas

T.M. de Fino de Fino Fino Fino de Mineral Millones de m3

1970 691,6 5.701,0 1.622,9 76.204,6 11.264,9 673.800 n/d 1.976.470 7.628 1.382.4401971 708,3 6.792,3 2.577,3 153.025,0 11.227,6 828.900 n/d 2.048.120 7.086 1.519.5201972 71,8 5.890,0 2.941,5 145.856,4 8.639,9 707.300 2.272 1.991.500 8.073 1.334.9901973 735,4 4.891,0 3.226,1 156.732,0 9.416,4 696.500 2.210 1.817.020 7.376 1.292.6601974 902,1 9.757,0 3.708,0 207,558,4 10.296,4 738.800 2.272 1.598.562 7.042 1.409.6301975 828,3 9.092,0 3.997,2 193.959,5 11.006,7 726.700 1.961 1.422.295 7.097 1.392.3501976 1.005,2 10.899,0 4.017,7 228.349,6 10.054,6 619.000 1.423 1.330.960 7.032 1.222.5401977 1.054,2 10.937,0 3.619,7 263.179,1 8.021,3 562.200 1.856 1.131.895 6.719 1.270.8701978 1.034,2 13.196,0 3.181,5 255.373,6 7.813,4 529.600 1.922 998.528 6.167 1.089.8501979 1.062,7 13.559,0 3.465,1 271.835,6 8.225,1 529.600 2.409 1.202.048 5.732 915.0001980 1.067,9 13.668,0 6.835,7 298.545,1 8.834,6 621.300 2.601 1.933.137 5.396 995.5601981 1.081,1 15.360,0 12.456,3 361.107,4 8.514,2 620.400 2.688 2.401.331 5.079 1.147.1201982 1.242,2 20.048,0 16.906,9 328.187,8 6.469,9 624.400 2.596 2.484.212 5.064 975.0701983 1.257,1 15.264,0 17.759,2 468.276,0 5.973,7 576.800 2.792 2.283.782 4.803 1.077.8301984 1.290,7 16.861,0 16.828,6 490.365,4 7.115,8 2.110 622.500 2.661 2.236.719 4.898 1.306.7851985 1.356,2 18.391,0 17.240,1 517.332,6 6.510,0 4.508 786.891 n/d 2.074.350 4.638 1.369.7631986 1.401,1 16.581,0 17.947,1 500.076,6 7.009,0 4.458 827.000 n/d 1.940.328 4.357 1.441.0161987 1.418,1 16.941,0 17.034,7 499.761,1 6.690,2 6.139 826.000 n/d 1.736.398 4.352 1.736.1521988 1.451,0 15.515,0 20.614,0 506.501,4 7.865,7 7.332 822.000 3.967 1.420.392 4.279 2.470.4161989 1.609,3 16.550,0 22.558,9 545.412,2 8.760,7 7.508 826.271 4.881 1.281.912 4.236 2.403.5531990 1.588,4 13.830,0 27.503,4 654.602,8 8.247,9 9.082 769.870 4.658 1.137.894 4.198 2.729.2891991 1.814,3 14.434,0 28.879,4 676.339,1 8.414,4 8.575 776.310 4.935 1.033.312 4.067 2.740.5611992 1.932,7 14.840,0 34.472,7 1.024.822,7 7.224,0 10.823 828.970 5.907 862.233 4.038 2.108.0851993 2.055,4 14.899,0 33.637,5 970.067,9 7.379,0 10.369 863.755 4.978 825.082 4.196 1.793.0661994 2.219,9 16.027,7 38.785,9 983.004,5 8.340,5 10.439 822.441 4.884 714.088 4.244 1.662.9631995 2.488,6 17.888,5 44.585,4 1.041.097,5 8.431,6 12.943 894.750 5.103 605.135 3.783 1.484.8671996 3.115,8 17.415,0 53.174,1 1.147.002,4 9.081,7 14.180 808.500 5.514 532.709 3.632 1.444.0831997 3.392,0 21.339,4 49.459,1 1.091.311,4 8.738,2 24.246 847.000 7.154 489.043 3.211 1.413.2971998 3.686,9 25.296,9 44.979,7 1.240.199,1 9.112,1 28.313 881.682 9.722 468.697 3.075 230.175

Fuentes: Estadísticas del Cobre y Otros Minerales, Cochilco, Anuario de la Minería Chilena, Sernageomín, Boletín Mensual Banco Central, Balances de Energía, Comisión Nacional de Energía

Page 307: Informe Pa s

Recursos Mineros e H idrocarburos

297

7

7.1.2 Producción de recursosmineros

El oro, la plata y el litio, son los productos enque la producción creció más en el periodo con-siderado, con índices de crecimiento superior a 10veces como se aprecia en la Figura 7.7.

En una segunda categoría, como se muestra enla Figura 7.8, se ubican el cobre, el molibdeno yel yodo, con índices que bordean las 5 veces deaumento en el período.

Finalmente, en una tercera categoría, como lomuestra la Figura 7.9, se ubican los demás produc-tos. En este grupo, el nitrato es el único productoque aumenta su producción levemente, mientrasque el hierro, el gas natural, el petróleo y elcarbón, reducen su producción en el período.Como se aprecia, el carbón elevó su producciónfuertemente entre 1980 y 1991, para posterior-mente iniciar un período rápido de descenso, conel cierre sucesivo de las diversas minas, las prin-

cipales siendo Pecket, Lota y Schwager. El cierre sedebió a motivos económicos originados por elcosto de explotación de estos yacimientos y por lacalidad calorífica del carbón, el que estaba endesventaja con carbón importado y también con elgas natural.

El cobre, el molibdeno, el litio, el oro, la plata,los nitratos y el yodo son productos dirigidosprincipalmente a la exportación, mientras que elpetróleo, el gas natural y el carbón son productosexclusivamente para el mercado nacional. La pro-ducción de hierro está dirigida al mercado internoy externo.

La Figura 7.10 ilustra el decreciente aporte de laproducción chilena de petróleo al consumo nacio-nal. Cabe señalar que toda la producción chilena depetróleo se realiza a través de la Empresa Nacionalde Petróleo. A fines de la década de los 70 seobserva que la producción aumenta, ello debido aque comienza la producción “costa afuera”. Unasituación similar ocurre con el carbón.

Figura 7.7

Índices de crecimiento para la

producción chilena del oro, plata,

y litio, (1970=1, excepto para el

litio, 1984=1).

Figura 7.8

Índices de crecimiento para la

producción chilena de: cobre,

molibdeno y yodo, 1970=1.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

298

En términos de la participación mundial de lasexportaciones mineras metálicas, los más impor-tantes son el cobre, el litio, el yodo y el molib-deno, como se indica en la Figura 7.11. En 1999,Chile fue el primer productor del mundo de cobre,litio y yodo. El oro y la plata producidos en Chilecontribuyeron con cerca del 1,9 y el 8,2 porciento del mercado mundial respectivamente en1998. No se tiene información para la producciónmundial de nitratos.

7.1.3 Análisis del impacto ambientalde la minería metálica

Impacto de la minería del cobre enla calidad del aire

Esta sección analiza el cumplimiento de losPlanes de Descontaminación de tres de las sietefundiciones de cobre que operan en Chile. Lasfundiciones de Chuquicamata, Hernán Videla Lira,

conocida también como Paipote, y de Ventanas,son tres de las siete fundiciones de cobre queoperaban en Chile en 1999. Dichas fundicionesproducen el 32,5, 5,0 y 8,1 por ciento respecti-vamente de la producción de cobre fundido enChile, haciendo un total de 640 mil toneladas.(Como complemento véase sección 1.1.2 del ca-pítulo 2.

En la Figura 7.12 se presentan los datos deemisión total, captación total y aporte total deazufre para las siete fundiciones de cobre queoperan en Chile, las que incluyen, además de lasmencionadas, a las fundiciones de Altonorte, Potre-rillos, Chagres y Caletones. Se observa que a pesardel aumento en 22,5 por ciento de la producción deconcentrados entre 1990 y 1998, la emisión deazufre se redujo en 26,6 por ciento. Al concluirselos planes de descontaminación, en el año 2003, laemisión de azufre debería reducirse a 52,6 porciento respecto al año 1998, mientras que la pro-ducción de cobre de las fundiciones subirá un 11,6por ciento con respecto al mismo año.

Figura 7.9

Índices de crecimiento para la

producción chilena de hierro,

nitratos, petróleo, gas natural, y

carbón, (1970=1).

Figura 7.10

Producción de Petróleo de ENAP e

importaciones de Petróleo de

Chile.

Importación más producción nacional

de ENAP es igual al consumo.

Fuente: CNE, 1998.

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Recursos Mineros e H idrocarburos

299

7

Figura 7.11

Porcentaje de la participación de

Chile en la producción mundial de

cobre, litio, yodo, y molibdeno,

Fuentes: World Bureau of Metal

Statistics, World Bureau of Mineral

Statistics, Roskill Information

Services Ltd, Londres, Inglaterra.

Impacto de la minería del cobreen el recurso agua

Esta sección analiza el uso del agua en laminería en las regiones primera a cuarta, en dondela actividad minera es muy importante respecto alresto de las actividades económicas. Asimismo seanaliza el contenido metálico de las aguas del RíoLoa, y se estudia la correlación entre dicho con-tenido y la actividad minera regional.

Uso del agua

La figura 7.13, muestra la evolución de lademanda de agua, en m3/s, por parte del sectorminero a nivel regional, se muestra también unaproyección para el año 2015 (DGA, 1996).

Esta información incluye la captación de aguassuperficiales y de algunas fuentes subterráneasdesde la primera a la cuarta región. Se observa quela Tercera Región tiene en 1999 el doble deconsumo de agua que la Segunda Región, pese aque produce 5,5 veces menos cobre que ésta. Esta

Figura 7.12

Producción de cobre blíster en

fundiciones chilenas, emisión y

captación de azufre en

fundiciones chilenas.

Fuente: estimación de Planes de

Descontaminación y Lagos, 1999.

diferencia en producción de cobre podría quedarcontrarrestada por la producción de fierro de laTercera Región, la que es masiva.

La minería compite con los otros sectores eco-nómicos regionales por el agua disponible. LaFigura 7.14 muestra el porcentaje de agua consu-mido por la minería con respecto al total de usosconsuntivos de agua por región. Dentro de los usosconsuntivos se incluye: consumo agrícola, aguapotable, consumo industrial y minería, y se excluyeel uso energético por ser éste del tipo no consuntivo.

Las Figuras 7.15 muestran la evolución del consu-mo de agua del sector minero en el periodo 1989-1999y la evolución de la producción de cobre, oro y plataen el mismo periodo para las regiones I, II, III y IV.

Se observa nuevamente que el consumo deagua estimado por la DGA (1996) no es proporcio-nal al incremento de la actividad minera, lo quehace suponer que dicho consumo no consideratodas las fuentes a las que accede la minería.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

300

Figura 7.13

Demanda de agua en minería,

por región.

Fuente: DGA, 1996.

Figura 7.14

Uso de agua de la minería con

respecto al total de uso

consuntivo.

Fuente: DGA, 1996.

Figura 7.15

Consumo de agua de la minería y

producción de cobre, oro, plata

por región

Fuente: DGA, 1996.

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Recursos Mineros e H idrocarburos

301

7

Las estaciones de monitoreo están identificadascon las letras “A” a la “I”. La estación A está alinicio de la cuenca del río, mientras que la I seubica en la desembocadura. El nombre de cadaestación en particular se presenta en el Cuadro 7.3.

La Figura 7.17 muestra la concentración dearsénico (en mg/lt) medida por la DGA en las 9estaciones antes mencionadas entre los años 1987y 1994. También se muestra la Norma Chilena deriego para el Arsénico, la que corresponde a 0,1

Calidad del agua

La DGA mantiene una red de monitoreo anualde la calidad del agua de las principales cuencasdel país. En esta sección se analizará el caso de lacuenca del río Loa, por ser esta la principal cuencahídrica de la II Región.

La Figura 7.16 muestra la ubicación de lasestaciones de monitoreo consideradas para el pre-sente análisis.

Figura 7.16

Mapa del Río Loa en la II Región.

Se indica las estaciones de

monitoreo de la calidad del agua

utilizadas por la DGA.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

302

Cuadro 7.3

Nombre de las estaciones de

monitoreo de calidad del agua de

la DGA en el Río Loa considera-

das en este estudio.

Figura 7.17

Concentración de arsénico (en

mg/lt) medida por la DGA en 9

estaciones del Río Loa entre los

años 1987 y 1994

mg/lt. Cabe señalar que la norma para aguapotable es de 0,05 mg/lt.

Como se aprecia el río Loa ha superado consis-tentemente la norma de riego y de agua potable parael Arsénico. Entre la estaciones A (en represa Lequeg-na) y la estación E (antes de la Junta con el RíoSalado), la norma de riego se supera en promedio endos veces. Se observa que la concentración dearsénico aumenta desde la desembocadura del RíoSalado (Estación E) hacia el Mar hasta llegar a unmáximo de 25 veces de excedencia de la norma deriego, en la Estación del Río Loa en Quillagua.

La Figura 7.18 muestra la concentración de cobre(en mg/lt) medida por la DGA en las 9 estacionesantes mencionadas entre los años 1988 y 1994.

Como se observa, ninguna estación supera lanorma chilena de riego para el cobre, la cual es de0,2 mg/lt., pero se observa un aumento consistentede la concentración de cobre desde el nacimientohasta la desembocadura.

La Figura 7.19 muestra el uso del agua en laestaciones D, F, y H. En las dos últimas estacioneshay un importante uso agrícola de las aguas, encircunstancia que se supera ampliamente la nor-ma de Arsénico. En la estación D, en dondetambién se supera ampliamente la norma dearsénico, parte del agua se utiliza con fines deagua potable.

La Figura 7.20 muestra el comportamiento queha tenido la producción de cobre de las faenasmineras que se encuentran en la cuenca del ríoLoa (Chuquicamata, El Abra y Radomiro Tomic) yla concentración de arsénico que se ha detectadoen la estación de monitoreo más cercana y ubicadaaguas abajo de estas faenas.

Como se observa no hay una relación entre losniveles de producción de cobre y la concentraciónde arsénico aguas abajo del Río Loa. El coeficientede correlación entre ambas variables es de -0.53.Lo mismo se cumple para la concentración decobre medida en dicha estación.

Nº Estación

A Río Loa en Represa Lequegna

B Río Loa en Quinchamales

C Río Loa en Alcantarilla Conchi nº 2

D Río Loa en salida Embalse Conchi

E Río Loa antes junta Río Salado

F Río Loa en Yalquincha

G Río Loa en Finca

H Río Loa en Quillagua

I Río Loa en Desembocadura

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Recursos Mineros e H idrocarburos

303

7

Figura 7.18

Concentración de cobre (en mg/

lt) medida por la DGA en 9

estaciones en el Río Loa entre los

años 1988 y 1994.

Figura 7.20

Producción de cobre en las minas

Chuquicamata, Radomiro Tomic y

El Abra y concentración de

arsénico en la estación de

medición de calidad del agua de

la DGA aguas abajo de dichas

faenas mineras.

Figura 7.19

Uso del agua en la estaciones D,

F, y H del Río Loa, 1996.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

304

Cuadro 7.4

Factores de emisión de residuos

sólidos masivos de la minería del

cobre y del oro

Fuente: SONAMI, 1998

RESIDUO FACTOR DE EMISIÓN

Relave de flotación 80 ton/ton Cu

Escoria de fundición 1.8 ton/ton Cu

Ripios de lixiviación 190.5 ton/ton

Cu 1500 ton/kg Au

Estéril de mina 377 ton/ton Cu

315 ton/kg Au

Impacto de la minería del cobre en lageneración de residuos sólidos

El proceso de extracción y recuperación demetales desde un yacimiento minero genera residuosmasivos de dos tipos. Residuos provenientes delproceso de recuperación del metal valioso (relaves,escorias y ripios), y material de descarte de la minaque no ha entrado a los procesos de beneficio(estéril). El Anexo 7.3 contiene una definición delsignificado de relaves, escorias, ripios, y estériles.

La estimación del volumen total de residuosmasivos de la minería del cobre se realizó median-te la utilización de “factores de emisión”, loscuales entregan un promedio esperado de genera-ción unitaria de este tipo de residuos por tipo deproceso. El Cuadro 7.4 entrega los factores degeneración de residuos sólidos masivos elaboradospara la minería del cobre y el oro en Chile parael año 1998 (SGA, 1998). Cabe agregar que cadaíndice ha sido calculado a partir de una sola faenaminera, por lo que su uso para toda la minería delcobre podría contener errores significativos desobre o sub-estimación, dependiendo del origendel dato.

El Cuadro 7.5 presenta la generación anual deresiduos masivos de la minería del cobre chilena enmiles de toneladas. Estos tonelajes fueron estimadosutilizando los factores de emisión del Cuadro 7.4 ycon datos de producción de 35 faenas minerasgrandes y medianas, y la producción total de lapequeña minería. Obviamente, se excluyó las minassubterráneas para la estimación de estéril.

En el transcurso de la década se han producidosignificativos avances en el diseño y técnicas deexplotación de yacimientos mineros, así como en lapirometalurgia del cobre. Para el caso de los relavesy los ripios de lixiviación puede considerarse quelos factores de emisión estimados para el año 1998son equivalentes a los del año 1989 ya que ellos nohan dependido, en este periodo, de la tecnología. Enlos casos del estéril y las escorias, los cambiostecnológicos han influido significativamente enmodificar los factores de emisión.

Se observa un crecimiento de la generación deresiduos mineros en el período 1989 y 1998, que sedebe al incremento sostenido de la producción decobre en el mismo período, la cual subió de 1,61millones de toneladas de cobre fino en 1989 a 3,69millones en 1998.

El riesgo generado por la disposición de estosresiduos depende fuertemente de la ubicación y el tipode manejo de cada uno de ellos, por lo que no esposible deducir de estas cifras conclusiones respecto alos impactos ambientales generados. Las siguientesFiguras muestran la evolución que ha tenido lageneración de residuos masivos de la minería delcobre, por región, en el periodo 1989–1998.

El manejo “ambiental” de los residuos minerosha sido abordado por SERNAGEOMIN con lossiguientes instrumentos legales: el “Reglamento deSeguridad Minera”, el Decreto Ley Nº 86 delMinisterio de Minería, que regula la construccióny operación de tranques de relaves y la Ley deBases del Medio Ambiente (19.300).

Cuadro 7.5

Estimación de residuos masivos

generados por la minería del

cobre en 1989 y 1998.

AÑO RELAVES RIPIOS ESCORIA ESTÉRIL

(miles de Ton) (miles de Ton) (miles de Ton) (miles de Ton)

1989 109.625,6 25.584,2 2.066,4 567.214,7

1998 202.040,0 204.216,0 2.583,0 1.356.257,5

Variación (%) 84,3% 698,2% 25,0% 139.1%

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Recursos Mineros e H idrocarburos

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Figuras 7.21

Generación de ripios, relaves,

estéril y escorias en las diversas

regiones mineras de Chile

Impacto ambiental del abandonode faenas mineras

En la actualidad en Chile no existe una legis-lación que vele por el adecuado cierre de lasfaenas mineras, una vez que estas terminan suvida útil. Esto se traduce en que existen muchasfaenas mineras que se encuentran abandonadasproduciendo impactos o riesgos a la salud y elambiente negativos.

Dentro de los impactos ambientales más rele-vantes que se pueden producir debido al abandonode una faena minera, por ejemplo, están losriesgos de contaminación de ríos, lagos, bordes

costeros, etc., problemas de seguridad y riesgo porfalla sísmica o por falla debido a inundaciones,crecidas, avalanchas, emisión de material particu-lado, alteraciones estéticas y paisajísticas, drenajeácido, etc.

La principal fuente de información en mate-ria de abandono de faenas mineras lo constituyeel Catastro de Tranques de Relave elaborado porel SERNAGEOMIN entre los años 1989–1990.Este catastro entrega una “foto” del estado delos tranques de relaves (no incluye botaderos deestéril, ripios u otras instalaciones) en el año1989 desde un punto de vista de seguridadgeomecánica haciendo algunas alusiones al es-

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SITUACIÓN Nº SUPERFICIE

DE LOS TRANQUES CUBIERTA [há]

Tranques operativos 275 5.939

Tranques no operativos 243 1.987

Tranques abandonados 106 102

Total 624 8.028

Figura 7.22

Tranques de relaves abandonados

y superficie cubierta, por Regiones

Fuente: SERNAGEOMIN, 1989

Cuadro 7.6

Resumen de la situación de

tranques de relaves a nivel

nacional, 1989

Fuente SERNAGEOMIN, 1989

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tado ambiental y a sus posibles impactos. Du-rante 1999 el Ministerio de Minería ha realizadoun estudio tendiente a identificar estas faenasabandonadas y priorizarlas desde un punto devista de riesgo ambiental, con objeto de definirun plan de rehabilitación de estas faenas. ElCuadro 7.5 y la Figura 7.2 muestran un resumendel número de tranques de acuerdo a su condi-ción de operativos, no operativos y abandona-dos, y las superficies cubiertas por estos a nivelregional.

Los principales impactos ambientales produci-dos por este tipo de instalaciones son:

II Región: Tranques abandonados en zonascosteras (Bahía de Tal-Tal): alteración del hábitatcostero, disminución de flora y fauna y contami-nación de playas.

III Región: Tranques abandonados en zonascosteras (Bahía de Chañaral): alteración del hábitatcostero, disminución de flora y fauna y contami-nación de playas.

Tranques abandonados cerca de ciudades (Tran-que Ojancos en la ciudad de Copiapó): alteraciónestética y paisajística, emisión de material parti-culado y riesgo de accidentes por fallas geome-cánicas.

Tranques abandonados en el cauce de ríos (RíosCopiapó y Huasco): Riesgo de contaminación porcrecidas o fallas geomecánicas, riesgo de contamina-ción por percolación de aguas lluvias.

IV Región: Tranques abandonados cerca ydentro de ciudades (Andacollo): alteración estéticay paisajística, emisión de material particulado yriesgo de accidentes por fallas geomecánicas.

Tranques abandonados en el cauce de ríos (RíoElqui): Riesgo de contaminación por crecidas ofallas geomecánicas, riesgo de contaminación porpercolación de aguas lluvias.

Tranques abandonados en zonas agrícolas (Va-lle del Elqui): Contaminación del suelo.

V Región: Tranques abandonados en parquesnacionales (Parque La Campana): alteración esté-tica y paisajística, riesgo de accidentes a visitantes,riesgo de generación de drenaje ácido.

Tranques abandonados cerca de poblaciones(Cabildo y Petorca): alteración estética y paisajísti-

ca, emisión de material particulado y riesgo deaccidentes por fallas geomecánicas.

VI Región: Tranques abandonados en cau-ces de ríos (Río Cachapoal): Riesgo de conta-minación por crecidas o fallas geomecánicas,riesgo de contaminación por percolación deaguas lluvias y drenaje ácido.

Se aprecia que estos riesgos se producen portranques que se hallaban abandonados ya en 1989.

7.2 FACTORESSOCIOECONÓMICOSBÁSICOS CONDICIONANTESDE LA PRODUCCIÓN Y DELIMPACTO DE LA MINERÍA

Generación de divisas

El Cuadro 7.7 muestra las exportaciones demetales y otros productos de la minería chilena enel período 1970-1998.

La Figura 7.2.3 muestra la importante diversifi-cación de las exportaciones de Chile en el período1970-1998, a pesar del rápido crecimiento de lasexportaciones mineras durante la década de los 90.Mientras en 1970 las exportaciones de cobre repre-sentaban más del 90 por ciento de las exportacio-nes de Chile, en 1990 ellas representaban 60 porciento y en 1998 un 33,6 por ciento. Este últimovalor estuvo influenciado por el bajo precio delcobre de dicho año.

Por otra parte, las exportaciones de cobresiguen dominando las exportaciones mineras.En 1970 las exportaciones de cobrerepresentaban cerca del 90 por ciento de lasexportaciones mineras. En 1990 dicha cifrahabía disminuido a 83 por ciento, y estaparticipación se mantuvo en 1998.

La presión social de la pequeñaminería de pirquineros

Existen en la actualidad tres definiciones de Pe-queña Minería2: aquella utilizada por el SII para finestributarios, aquella empleada por ENAMI y la emplea-da por SERNAGEOMIN.

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Cuadro 7.7

Valor de las exportaciones de minerales y productos de la minería

chilena (En dólares de cada año).

Fuente: Boletines Mensuales del Banco Central.

Figura 7.23

Exportaciones de Chile.

Fuente: Informes del Banco Central.

La Figura 7.24 muestra los índices de produc-ción y empleo para la pequeña minería del cobre,y el precio del cobre. Mientras la producción decobre de este segmento representaba en 1997 el

En este trabajo se consideran las estadísticasde empleo y producción de la pequeña mineríaproporcionadas por SERNAGEOMIN, el que usa ladefinición del SII.

Estadísticas de ExportaciónMetálico Salitre

mineral de Plata Plata Mineral de Carbonato potásico y Salitre yExp. Oro y Plata, metálica, metálica Oro y Plata Hierro de Litio sódico Yodo Yodo

Años Totales Cobre Molibdeno doré y oro mineral dealeado plata

MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB) MUS$(FOB)

1970 1.184,4 870,3 11,2 71,0 24,51971 964,7 701,8 67,7 35,21972 836,2 657,61973 1.247,6 1.025,5 9,6 62,0 33,61974 2.148,4 1.653,6 22,4 72,7 60,71975 1.552,1 890,4 30,3 90,9 55,21976 2.082,6 1.246,5 46,1 86,3 41,31977 2.190,3 1.187,4 53,6 81,5 39,81978 2.407,8 1.201,5 47,3 79,6 46,81979 3.763,4 1.799,6 193,5 110,4 58,41980 4.670,7 2.152,9 129,3 120,0 65,2 157,6 58,2 31,01981 3.906,3 1.714,9 106,7 82,0 89,4 161,9 50,8 32,11982 3.821,5 1.731,4 107,4 81,5 91,9 158,2 44,4 30,21983 3.835,5 1.835,7 114,4 143,7 112,0 49,8 33,91984 3.657,2 1.586,6 87,2 64,8 110,6 44,2 30,11985 3.823,0 1.760,7 144,6 1521,1 77,8 91,5 13,3 50,5 34,61986 4.222,4 1.771,0 97,6 161,4 74,1 88,4 12,4 53,4 39,11987 5.101,9 2.100,5 99,8 223,5 80,3 101,0 16,4 48,5 49,41988 7.048,3 3.375,3 108,0 255,6 82,8 109,8 19,6 56,4 65,01989 8.190,4 4.066,1 113,0 259,2 90,3 124,6 22,5 51,9 78,81990 8.580,3 3.913,4 94,3 312,1 89,7 140,5 23,6 61,4 57,61991 9.048,4 3.590,0 78,6 306,5 59,1 157,4 25,3 59,0 49,71992 10.123,6 3.903,0 83,9 319,2 89,0 153,3 30,9 74,8 49,31993 9.415,0 3.337,5 77,4 265,1 81,1 112,2 31,7 72,9 34,11994 11.643,4 4.191,0 128,7 362,6 114,7 124,4 32,4 61,8 37,41995 16.444,7 6.646,8 373,7 428,5 132,5 123,9 38,6 70,8 62,31996 15.396,2 5.881,0 122,8 480,7 153,4 146,9 39,6 71,8 91,51997 17.024,8 6.975,8 189,2 411,6 136,7 149,6 40,5 77,5 140,21998 14.757,1 4.968,3 172,4 273,8 133,1 163,3 38,1 75,3 183,8

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continuaron declinando desde 1996 en adelante.Se observa también que la producción de platadeclinó ininterrumpidamente desde 1985 a 1996,llegando a casi cero en este último año.

7.3 LAS ACCIONES PARA LAREGULACIÓN Y ELFOMENTO PRODUCTIVO YPARA LA MINIMIZACIÓNDEL IMPACTO AMBIENTAL

7.3.1 La estructura institucionalpública

Las instituciones estatales que regulan el sectorminero son el Ministerio de Minería, la ComisiónChilena del Cobre (COCHILCO), el Banco Central yel SERNAGEOMIN. Las dos empresas estatales,CODELCO y ENAMI, han desempeñado en el pasa-do y aún desempeñan un papel especial en el mar-co institucional del Estado. La Sociedad Nacional

0.6 por ciento de la producción chilena de cobre, lacorrespondiente cifra de empleo era 11 por ciento.

Se observa que hay una fuerte correlaciónentre el comportamiento del precio del cobre y elempleo en la pequeña minería del cobre hasta elaño 1992. Sin embargo, el alza de precios en losaños 94 y 95 no fue correspondida por un aumen-to de empleo y producción. La reducción continuadel empleo y de la producción se debería a unareducción persistente de las reservas de este seg-mento (Jiménez, 1999) desde 1985. Desde estaperspectiva, una política de subsidio a este sectorque no considere la inversión en exploración,estaría destinada al fracaso.

La Figura 7.25 muestra los índices de produc-ción y empleo para la pequeña minería del oro yla plata, y precio del oro. Se observa que lacorrelación entre la producción de oro y plata, elempleo, y el precio del oro es fuerte en el período1985-1991. Posteriormente, el empleo y la produc-ción del sector no reaccionaron al aumento deprecio del oro observado en 1993 y 1994, y

Figura 7.24

Índices de producción y empleo

para pequeña minería del cobre,

y precio del cobre.

Índice Producción:

1985=1=15736 toneladas de

cobre fino; Índice de Empleo:

1985=1=3961 personas.

Fuentes: Sernageomin, Cochilco.

Figura 7.25

Indices de producción y empleo

para pequeña minería del oro y

la plata, y precio del oro. Índice

Producción: 1985=1=2132 kg de

oro = 65589 kg de plata; Índice

de Empleo: 1985=1=8423

personas en minería del oro y

la plata.

Fuentes: Sernageomin, Cochilco.

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de Minería (SONAMI, la organización empresarialde los mineros), el Instituto de Ingenieros de Minas(IIMCh) y el Centro de Investigación Minera yMetalúrgica (CIMM) han sido instituciones impor-tantes para el desarrollo de la minería en Chile. En1998 se forma el Consejo Minero, organizaciónque agrupa a las más importantes empresas delcobre y oro chileno. Esta sección resume los rolesde estas instituciones.

a. Ministerio de Minería

El papel principal del Ministerio de Minería,junto con otras agencias estatales, es formularlas políticas mineras y de energía de Chile ytraducir estas políticas en programas de accio-nes concretas que se lleven a cabo principal-mente a través de las instituciones mencionadasanteriormente, en conjunto con el sector priva-do. Las políticas de energía se han delegado ala Comisión Nacional de Energía (CNE), unaagencia que tiene calidad de ministerio pero quedepende, al menos formalmente, del Ministeriode Minería. El Ministerio tiene un papel regula-dor que se cumple mediante la elaboración yparticipación en la elaboración y firma de todoslos Decretos Presidenciales nuevos que tienenque ver con minería. La nueva legislación sobreminería debería ser elaborada o al menos ana-lizada y aprobada por el Ministerio antes de serenviada al Congreso.

El Ministerio además preside los directorios delas tres compañías estatales del sector.

La Comisión Chilena del Cobre,COCHILCO

Creada en 1976 por el Decreto Ley 1.349, elmismo año de la creación de CODELCO. Elobjetivo de COCHILCO es servir de asesor técni-co especializado del Gobierno en materias rela-cionadas con el cobre y sus subproductos y contodas las sustancias minerales metálicas y nometálicas, con excepción del carbón y los hidro-carburos, y desempeñar funciones fiscalizado-ras. Dentro de las atribuciones específicas fija-das por su ley se pueden mencionar: asesorar alGobierno en la formulación de políticas para eldesarrollo del sector minero, fomentar el desa-rrollo de la producción y exportación de pro-ductos manufacturados de cobre y de sus subpro-ductos, fiscalizar el cumplimiento de las políti-cas generales fijadas por el Gobierno en mate-rias relacionadas con el cobre y sus subproduc-

tos, entre otras. COCHILCO Tiene un directoriopresidido por el Ministro de Minería, y formadopor el Ministro de Defensa Nacional, el Jefe delEstado Mayor de la Defensa Nacional, dos repre-sentantes designados por el Consejo del BancoCentral y dos representantes designados por elPresidente de la República.

Con respecto al diseño de políticas, su papeles muy amplio y, por consiguiente, está autori-zado para participar en diversos aspectos delmarco institucional minero. Se pone especialénfasis en la identificación y desarrollo de ideasestratégicas sobre actividades mineras. Desde elpunto de vista de la reglamentación, su papel esasegurar que se cumplan las reglas que afectan laoperación de las empresas mineras, sean éstasestatales o privadas. COCHILCO evalúa, junto conel Ministerio de Planificación (MIDEPLAN), lafactibilidad económica y técnica de los progra-mas y proyectos de inversión de CODELCO yENAMI. Finalmente también supervisa, en con-junto con el Banco Central, las exportaciones decobre.

El Servicio Nacional de Geología yMinería, SERNAGEOMIN

Creado en 1980, por Decreto Ley Nº3525 yfusionó al ex-Servicio de Minas del Estado y elex-Instituto de Investigaciones Geológicas. Elobjetivo del SERNAGEOMIN es realizar la inves-tigación básica en geología; controlar la propie-dad minera, es decir, los derechos de exploracióny explotación minera; generar información técni-ca y estadística básica; y hacerse cargo de ciertasfunciones ambientales tales como la salud yseguridad ocupacional y el otorgamiento de per-misos de construcción y operación de instalacio-nes mineras relacionadas, por ejemplo, con tran-ques de relaves.

Codelco

Compañía estatal creada formalmente por elDecreto Ley 1350 el 1° de abril de 1976, quefusionó las minas nacionalizadas de Chuquicama-ta, Exótica, El Salvador, Andina y El Teniente enun solo conglomerado. Esta compañía ha consti-tuido la Gran Minería del Cobre desde su nacio-nalización en 1971, y es la compañía más grandede cobre del mundo. En 1976, entró en vigenciael Decreto Ley 1167 el cual reconoce que CODELCOpertenece al Estado de Chile.

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intervención mínima de las autoridades en lasactividades del inversionista.

Un contrato firmado entre un inversionista y laautoridad tiene carácter de contrato legal porquesólo puede ser modificado por mutuo acuerdo delas partes. El estatuto ha sido enmendado variasveces desde 1974, y la modificación más recientefue hecha a través de la Ley 19207 (marzo de1993) para mejorar la eficiencia para los inversio-nistas. El DL 600 otorga los siguientes derechos alos inversionistas extranjeros: repatriación de uti-lidades sin límite de tiempo, excepto que esto nose puede realizar antes del primer año después deque el dinero haya ingresado al país; el inversio-nista puede decidir los términos y la moneda quedesea comprar para la repatriación; el inversionis-ta puede optar a un régimen tributario invariablecon una tasa real de 42 por ciento por 10 años yhasta 20 años en caso de grandes proyectos deinversión. El inversionista también está exento depagar el impuesto al valor agregado por la impor-tación de maquinaria y equipos no producidos enChile e incluidos en la lista del Ministerio deEconomía. El régimen tributario es el mismo paratodos los inversionistas extranjeros.

Respecto a la propiedad, la constitución de1980 establece que el Estado de Chile es el dueñoexclusivo y absoluto de los yacimientos mineros,lo que ratifica el concepto expresado en la Ley17.450 de 1971 de nacionalización de las minasde cobre. Por otra parte la Ley Minera de 1982(Ley 18.097 publicada en el Diario Oficial el 21de enero de 1982) tiene categoría constitucional,es decir, requiere de tres quintos del Parlamentopara ser modificada. Esta Ley establece que elEstado puede otorgar un permiso o concesión deexploración o explotación a un individuo ocompañía. Estas concesiones son otorgadas porlos tribunales de justicia y dan derecho al posee-dor del permiso de apropiarse de todos los mine-rales o sustancias permitidas dentro de los límitesde la propiedad minera. La concesión de explo-ración vence después de 4 años mientras que laconcesión de explotación es indefinida, siempreque se pague una patente minera anual. Estasconcesiones pueden coexistir con la propiedad dela tierra.

La Ley Minera de 1982 establece además queen caso que el Estado expropie la propiedad, laindemnización se calculará sobre la base del valorpresente neto de los flujos de caja futuros estima-dos a precios de mercado probables. Este procedi-miento para estimar el valor de la indemnizaciónes claramente diferente de lo que se estableció en

CODELCO es presidida por el Ministro de Mi-nería y su directorio está formado por los Minis-tros de Hacienda, diferentes representantes delGobierno, las fuerzas armadas y los trabajadores.Sin embargo, el poder ejecutivo reside en elPresidente Ejecutivo, nombrado por el Presidentede la República.

ENAMI

Creada en 1960 por el Decreto Ley 153 con lafusión de la Fundición Nacional y el Banco deCrédito y Fomento de la Minería (ENAMI, 1995).La compañía pertenece al Estado de Chile y estápresidida por el Ministro de Minería. Su directorioestá formado por representantes del Gobierno y dela Sociedad Nacional de Minería. La función deENAMI es apoyar a la pequeña y mediana mineríadel cobre y el oro en Chile. Compra minerales,precipitados y concentrados producidos por mine-ros pequeños y medianos y luego los procesa paraproducir cobre refinado y metal doré. Con este fin,ENAMI tiene varias plantas procesadoras y dosfundiciones de cobre, la fundición Hernán VidelaLira, ubicada al norte de la ciudad de Copiapó, yVentanas, ubicada en la costa a alrededor de 40km al norte del puerto de Valparaíso. En laactualidad, ENAMI posee cuatro plantas de bene-ficio entre la II y IV región..

ENAP

Se creó en 1950 mediante la Ley N° 9618. Estaley le confiere los derechos de exploración, explo-tación, refinación y ventas del petróleo y sussubproductos además de desarrollar cualquier ac-tividad que tenga relación con hidrocarburos o susderivados, dentro o fuera del país. El rol de ENAPse revisa más profundamente en la próxima sec-ción, al analizar la Ley sobre hidrocarburos.

7.3.2 La legislación sobre losrecursos mineros y suactividad productiva

Marco general

En general los inversionistas extranjeros pue-den utilizar las garantías del Decreto Ley 600, de1974 para realizar sus inversiones. El DL 600,promulgado en 1974 (Mayorga y Montt, 1993),está basado en tres principios: trato no discrimi-natorio a los inversionistas extranjeros comparadocon los inversionistas nacionales salvo en laobtención de créditos en entidades chilenas; libreacceso a todos los sectores de la economía; y la

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la ley de nacionalización de 1971, en que lasutilidades excesivas obtenidas por las compañíasexpropiadas antes de 1971 fueron restadas de laindemnización total que el Estado pagó a lascompañías (Lagos, 1997).

Las dos motivaciones principales de la LeyMinera de 1982 fueron aumentar la inversiónextranjera en minería en el corto plazo, para asícontar con más divisas para pagar la deudaexterna, que en esa época era muy alta, y en ellargo plazo, aumentar la capacidad exportadorade Chile, un factor considerado fundamental parael crecimiento económico futuro (Gana, 1988). LaLey Minera de 1982 pavimentó el camino para lainversión extranjera en minería otorgando lassiguientes garantías a los inversionistas extranje-ros: invalidar en la práctica la cláusula constitu-cional (Constitución de 1980) que establece quetodas las minas son de la exclusiva propiedad delEstado de Chile (Gana, 1988), asegurando a lascompañías mineras extranjeras la propiedad de lamina y que no ocurrirían acontecimientos talescomo nuevas nacionalizaciones; un criterio deindemnización claro en caso de expropiacionesfuturas; estabilidad de las reglas debido a lacalidad constitucional de la ley; la libertad de lascompañías para tomar decisiones relacionadascon el desarrollo de la mina y otras actividadescomerciales.

La ley sobre hidrocarburos

Durante el primer gobierno de Carlos IbañezDel Campo se promulgó la Ley 4109, quereserva en forma exclusiva para el Estadochileno la propiedad sobre todos los yacimientosde hidrocarburos existentes en el subsuelo,cualquiera fuese el dominio de los terrenossuperficiales. Al año siguiente, se promulga laLey 4217 que faculta al Presidente de laRepública para otorgar concesiones mineras aparticulares, fuesen éstos chilenos o extranjeros.Sin embargo, en 1928, a través de la Ley 4281,se da término a la libertad en materia deconcesiones mineras petrolíferas, dejando alEstado por su propia cuenta la realización deprospecciones. De esta manera, el Estado co-mienza con los sondajes de estudios para verlas posibilidades de encontrar yacimientos dehidrocarburos que comercialmente fueran apro-vechables para la economía del país.

En 1939 se crea la Corporación de Fomento dela Producción CORFO, la que en 1943 bajo lapresidencia de Juan Antonio Ríos, gestiona lacontratación de la United Geophisical Company,

para comenzar los trabajos en Magallanes y lasactividades de exploración sísmica en Tierra delFuego y en el continente. En diciembre de 1945se realiza la primera extracción de petróleo chi-leno desde el pozo de Springhill en la Isla grandede Tierra del Fuego, el cual se convertiría en elprimer yacimiento productor de petróleo comer-cial de nuestro país.

En 1950 el presidente Gabriel González Videlapromulgó la Ley 9618 del Ministerio de Economíaen la cual en su primer artículo estipula: “ElEstado tiene la propiedad absoluta, inalienable eimprescriptible de los yacimientos de petróleo encualquier terreno en que se encuentren”. En estamisma ley, se crea la ENAP. Esta ley confiere losderechos de exploración, explotación, refinación yventas del petróleo y sus subproductos además dedesarrollar cualquier actividad que tenga relacióncon hidrocarburos o sus derivados, dentro o fueradel país, a una Empresa Comercial dependiente dela CORFO; con personalidad jurídica autónoma delEstado, que mantendrá sus derechos y responsabi-lidades en el campo petrolero.

Los objetivos establecidos por la normativavigente para ENAP son los siguientes;

• Realizar toda clase de exploraciones, ya seangeológicas, geofísicas o por cualquier otrométodo, tendientes a descubrir o reconoceryacimientos de petróleo.

• Efectuar perforaciones destinadas a explotar,descubrir, cubicar o explotar yacimientospetrolíferos.

• Adquirir, arrendar, construir e instalar maqui-naria, equipos, campamentos, caminos y demáselementos que estime convenientes para laexploración y explotación de dichos yacimientos.

• Adquirir, arrendar, construir e instalar estanques,cañerías, vehículos, embarcaciones y, en general,toda clase de elementos necesarios para el trans-porte y almacenamiento del petróleo y sus derivados, sea en estado líquido o gaseoso.

• Construir, instalar, adquirir, arrendar y operarplantas para el tratamiento, transformación,refinación y aprovechamiento del petróleo, susderivados y subproductos.

• Comprar y vender petróleo, sus derivados, sub-productos, materias primas, reactivos u otrassubstancias que necesite para el desarrollo desus actividades u obtenga en ellas.

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• Realizar toda clase de estudios, investigaciones,y experiencias que estime convenientes para laexploración y explotación de los yacimientospetrolíferos y para la refinación y tratamientoo aprovechamiento del petróleo, sus derivadosy subproductos.

• Desarrollar cualquiera actividad industrial, agrí-cola, minera, comercial, financiera, o de cual-quiera índole que convenga a la consecuciónde sus finalidades, sea directamente o en aso-ciación con terceros.

• En general, ejecutar todas las operaciones ycelebrar todos los actos y contratos, civiles ocomerciales, o de cualquiera naturaleza, rela-cionados directa o indirectamente con la ex-ploración y explotación de yacimientos petro-líferos o con la refinación, transporte, almace-namiento, aprovechamiento o venta del petró-leo, sus derivados o subproductos que obtengao adquiera en el desarrollo de sus actividades,sin ninguna limitación.

En 1981 ENAP se organiza como un holding,sus filiales son: las refinerías RPC S.A. y PetroxS.A., SIPETROL, encargada de proyectos, explota-ción y exploración petrolera en el extranjero;PETRO SERVICIO Corp S.A., que ofrece serviciospetroleros al área latinoamericana y la EmpresaAlmacenadora de Combustibles Ltda., EMALCO,encargada del almacenamiento y distribución deproductos, además de prestar servicios a oleoduc-tos y arrendar terrenos y estanques a las compa-ñías distribuidoras.

En 1982 ENAP ofrece suscribir contratos deoperación para explorar y explotar petróleo concompañías privadas nacionales e internacionalesen todo el territorio, excepto Magallanes. En1983 se acuerda evaluar el potencial petrolero deChile fuera de Magallanes, con la firma francesaBEICIP. En 1987, se selecciona a HUNT OIL paracontratos de exploración en el Salar de Atacama.

En 1992 se realizan contratos de exploración yexplotación de yacimientos de petróleo y gas enColombia, Ecuador y Argentina. En 1996 se llegóa un acuerdo entre ENAP y Petro Ecuador para laexploración y explotación en la región amazónicay costa afuera ecuatoriana.

En 1998 la filial SIPETROL comienza conactividades de exploración en Brasil y Egipto; eneste último país, se celebró un convenio por 4bloques, ubicados en el norte del desierto egipcioy en el Golfo de Suez.

La legislación específica sobre el litio

En 1961 el Instituto de Investigaciones Geoló-gicas realizó un reconocimiento preliminar delSalar de Atacama a objeto de informar sobre laposible existencia de sales en las salmueras dedicho Salar. En 1974 se crea el Comité de SalesMixtas de CORFO con objeto de impulsar eldesarrollo de la industria química en el NorteGrande, incluyendo también proyectos tendientesa mejorar la situación competitiva de la industriasalitrera. Entre los años 1975 y 1979, mientras laCompañía Foote Minerals de los Estados Unidos,desarrollaba estudios técnicos para evaluar laextracción del litio del Salar de Atacama, seperfeccionaron los términos de un convenio entreel Estado y dicha empresa. Participó la ComisiónChilena de Energía Nuclear debido al interésnuclear asignado al litio por la legislación chilena.Dentro de este contexto se rebajó a un tercio elmonto de las patentes mineras que amparabanpertenencias mineras constituidas sobre salares.Además, al dejar de ser reservadas al Estado lassales potásicas mediante el D.L. Nº 2886(14.11.1979), se validaron las 32.768 pertenenciasmineras (163.840 hás.) mensuradas por CORFO enel Salar de Atacama.

El mismo Decreto Ley Nº 2886 reservó el litioal Estado, exceptuando de esta disposición el litioexistente en pertenencias ya constituidas sobrelitio o en trámite de constitución, cuya manifes-tación hubiese sido inscrita antes del 1º de Enerode 1979, condición en que se encontraban laspertenencias de propiedad de CORFO en el Salar deAtacama. Asimismo, el referido cuerpo legal otor-ga a la Comisión Chilena de Energía Nuclear lafacultad para autorizar toda clase de contratos oactos jurídicos en relación al litio o sus compues-tos extraídos en el país, lo que básicamentesignifica que dicho organismo controla la comer-cialización de este elemento.

En relación a la legislación minera vigentesobre el litio, la ley Orgánica Constitucionalsobre concesiones mineras (Nº 18.097 de21.01.82) y el nuevo Código de Minería (Ley Nº18.248 de 14.10.83) conciliaron lo dispuestopor el D.L. Nº 2886, estableciendo que el litiono es susceptible de concesión minera. Sinembargo, se exceptúan de esta disposición aque-llos yacimientos de litio con concesiones mine-ras válidamente constituidas en fecha anteriora la declaración de no concesibilidad o deimportancia para la seguridad nacional, corres-pondiendo esta situación a los depósitos delitio existentes en el Salar de Atacama y Salar

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de Pedernales, que a la fecha de promul-gaciónde la Ley Nº 18.097 se encontraban totalmente enpoder del Estado (CORFO y CODELCO), respectiva-mente).

A fines de 1979, se crea la Sociedad Chilenadel Litio Ltda perteneciente a Foote Minerals delos Estados Unidos, a la que se le otorgó derechospara extraer una cantidad limitada de litio delSalar de Atacama. Dicha compañía comenzó laproducción de litio en 1984. Posteriormente,SQM, filial de Soquimich, obtendría derechospara extraer una cantidad también limitada delitio del Salar de Atacama, y comenzaría suexplotación en 1998.

7.3.3. Las acciones dedescontaminación de áreassaturadas aledañas afundiciones

En virtud del Decreto 185 del Ministerio deMinería, dictado en 1991, se declaran zonassaturadas a las zonas aledañas a las fundicio-nes de Ventanas, Chuquicamata y Paipote. Den-tro de las obligaciones derivadas de la decla-ración de zona saturada, estas tres fundicionesdebieron presentar un plan de descontamina-ción con objeto de que en un plazo prudentecada una disminuyera gradualmente sus emi-siones de gases hasta un punto en el cual segarantice el cumplimiento de las normas decalidad de aire dispuestas para el SO2. El nivelmáximo de emisiones que garantiza el cumpli-miento de la normativa de calidad del aire, seestablece mediante la utilización de un modelode dispersión de contaminantes que consideralos parámetros de emisión y las característicasde la zona afectada, tales como la topografía,climatología, etc.

En 1992 se aprueba el plan de descontaminaciónde la Fundición de Ventanas, y en 1993 y 1994, seaprueban los planes de descontaminación de lasfundiciones de Chuquicamata y de Paipote respectiva-mente. Cabe agregar que los plazos para cumplir losplanes en lo que se refiere a la norma de calidad de

aire son el 31 de diciembre de 1999 para las fundi-ciones de Chuquicamata y Paipote, y el 30 de Juniode 1999 para la Fundición de Ventanas.

Las fundiciones de Caletones, ubicada en lamina El Teniente, y de Potrerillos, ubicada en lasinmediaciones de la mina El Salvador, no seránanalizadas por cuanto sus planes de descontami-nación fueron aprobados recientemente (en 1998y 1999, respectivamente) y no existen datos paraanalizar la reducción de sus emisiones. La fundi-ción de Chagres no fue sometida a un plan dedescontaminación ya que era la única fundiciónde cobre en Chile que cumplía con la normaestablecida en la Resolución 1215 de 1978 delMinisterio de Salud. Finalmente, la fundición deRefimet, hoy Altonorte, comenzó sus operacionesen 1993, por lo que debió realizar un Estudio deImpacto Ambiental, comprometiéndose a cumplircon la normativa vigente.

La Figura 7.26 muestra la implementación deestos planes y da cuenta de cómo estas tresfundiciones han cumplido con los planes de aba-timiento.

En los tres casos se puede apreciar que elnivel de azufre emitido (según información deCONAMA, 1999) ha estado siempre por debajodel límite prometido en el Plan de Descontami-nación. Los gráficos muestran también el azufreingresado a la fusión (estimación de Lagos,1999) y el azufre captado. Este último es la restadel azufre ingresado menos el emitido. En lostres casos la disminución de las emisiones sedebe a un aumento de la capacidad de captacióny posterior conversión del SO2 en ácido sulfúrico(H2SO4).

El éxito o el fracaso de los planes de descon-taminación se debe evaluar en último términoverificando que la disminución de las emisionesinduzca como consecuencia un mejoramiento enla calidad del aire en las zonas aledañas y a uncumplimiento de la normativa de calidad del aire.La figura 7.27 muestra las emisiones reportadas decada fundición (en toneladas de S por año), laconcentración promedio de SO2 anual medido enlas estaciones existentes para cada fundición, y la

Cuadro 7.8

Metas de emisión comprometidas

en los planes de descontaminación

(emisiones expresadas en

toneladas anuales de Azufre)

FUNDICIÓN 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Chuquicamata 252.000 234.000 198.000 198.000 198.000 162.000

Paipote 39.900 39.900 39.900 30.000 20.000

Ventanas 62.000 62.000 62.000 62.000 45.000

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concentración de SO2 anual máxima medida enalguna de las estaciones de monitoreo.

En el caso de la fundición de Paipote (ENAMI,III Región) se aprecia que en 1998 en la zonasaturada inducida por la fundición, el promedio dela concentración media anual de las estacionesestuvo por debajo de la norma (80 mgr/m3) y enninguna de las estaciones se superó este índice. Enel mismo año la norma diaria fue excedida en dosocasiones y la norma secundaria (horaria) en 34ocasiones, 27 de ellas en la Estación Tierra Amarillay 7 veces en la Estación San Fernando. Se esperaque la fundición haya disminuido sus emisiones enun 33 por ciento con respecto a 1999.

En la fundición de Ventanas (ENAMI, V Región),la situación es distinta. En 1998 cuando se alcanzóel mínimo de emisiones, las que fueron casi lamitad de las emisiones comprometidas en el Plan deDescontaminación, las 5 estaciones de monitoreo dela calidad de aire tuvieron una media anual de SO2de 57 mgr/m3, sin embargo hubo una estación quedetectó un nivel de 90 mgr/m3, no cumpliendo lanorma. Este mismo año, la norma diaria fue exce-dida 8 veces y la norma secundaria, 236 veces. ElPlan de Descontaminación debería haberse cumpli-do el 30 de junio de 1999. Cabe agregar que en lazona de esta fundición opera la Central Termoeléc-trica de CHILGENER, la que podría haber conducidoa esta situación.

Figura 7.26

Análisis del cumplimiento de los planes

de descontaminación de las fundiciones:

Paipote, Chuquicamata y Ventanas

Fuentes: azufre emitido, CONAMA; azufre ingresado y fijado, estimación propia

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La situación más conflictiva la presenta lafundición de Chuquicamata (Codelco, II Región), laque ha cumplido consistentemente con los nivelesde emisión aprobados por el plan de desconta-minación, sin embargo la norma de calidad parael SO2 sigue siendo superada. En 1998 cuando lafundición alcanzó el nivel de emisión mínimo, elque correspondía a un 38 por ciento menos de loprometido en el Plan, el promedio de las concen-tración anual de SO2 medida en las 3 estacionesexistentes, fue de 114 mgr/m3, siendo la concen-tración máxima anual medida de 142 mgr/m3. Lanorma diaria fue superada 49 veces en 1998. Nose reporta la norma secundaria.

Lo anterior demuestra que en el caso de lafundición de Chuquicamata el modelo de dispersiónno fue adecuado para describir la situación real.

7.3.3 Inversión pública y privada enlos Recursos Mineros eHidrocarburos

La Figura 7.28 muestra la inversión extranjeraen Chile y en la minería en el período 1974-1997,materializada mediante la aplicación del DL 600. Laparticipación de la minería es de un 44,6 por ciento.Se observa que dicha participación se mantuvo en

Figura 7.27

Emisiones de azufre y calidad del aire en las fundiciones: Paipote,

Chuquicamata, y Ventanas.

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un promedio de cerca del 60 por ciento en elperíodo 1986-1994, y que con posterioridad bajó aniveles del orden del 30 por ciento, en monedanominal de cada año.

La Figura 7.29 muestra la inversión, en dólaresnominales, de CODELCO, ENAP y ENAMI en elperíodo 1975-1998. No hay información respecto a lainversión de ENAMI en los años 1978, 1981, y desdeel 1984 al 1988. Se aprecia que la inversión de ENAMIaumentó desde 1995 en adelante debido a la moder-nización requerida por los Planes de Descontamina-ción que debieron cumplir las Fundiciones de HernánVidela Lira y de Ventanas. CODELCO aumenta consi-derablemente la inversión en los años 96 (712 US$millones) y 97 (872 US$ millones) debido a laconstrucción de la Mina Radomiro Tomic. En 1998 laalta inversión de CODELCO continuó (675 US$ millo-nes), debido a la expansión de la División Andina.

7.4 PERSPECTIVAS

El cobre se ha mantenido siempre como laprincipal exportación del país y de la minería,

atrayendo las mayores inversiones extranjeras desdela promulgación del Decreto Ley 600. Las expor-taciones del cobre han variado entre 35 y 50 porciento con respecto a las exportaciones totalesdesde 1980, dependiendo del precio. Ello ha ocurridodebido al notable aumento de la producción de cobredurante la década de los 90, y a pesar que lasexportaciones totales de Chile han aumentado casitres veces, en términos nominales, desde 1980. Entérminos de producción, el oro, la plata, el litio, elcobre, el molibdeno y el yodo han sido los productoscon mayor crecimiento en el periodo 1980-1998. Elyodo (40 por ciento), el litio (35 por ciento), y elcobre (30 por ciento) eran los productos mineroschilenos con mayor participación a nivel de laproducción mundial en 1998. El carbón, el petróleo,y el gas natural han disminuido su producción enforma muy importante en el periodo considerado.Finalmente, los nitratos y el hierro han mantenido laproducción al menos desde el año 1985.

Las reservas de cobre de Chile aumentaron enel periodo 1985 a 1994 debido a la alta inversiónen exploración y al progreso de la tecnología. Seestima que Chile, durante la década de los 90 tuvo

Figura 7.28

Inversión extranjera materializada

en el período 1974-1997

mediante el DL 600. Moneda en

dólares de EE UU de cada año.

Fuente: Comité de Inversiones

Extranjeras

Figura 7.29

Inversión de Codelco, ENAP y

ENAMI (dólares nominales de los

EEUU)

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la mayor inversión en exploración en el mundopor kilómetro cuadrado de territorio. En términosabsolutos, Chile mantuvo durante dicha década elprimer lugar en la exploración de minerales enLatinoamérica. La vida útil de la minería delcobre chilena, medida en términos de los recursostotales, se mantuvo en cerca de 130 años entre1985 y 1994, años en que existe informaciónconfiable sobre reservas y recursos mineralespara el conjunto de la minería del cobre. Elloilustra que el concepto de agotamiento de losrecursos es relativo, ya que a pesar del aumentode la producción chilena, sus recursos mineraleshan aumentado. En el caso del oro se observótambién un aumento absoluto de los recursos yreservas, y su horizonte o vida útil en 1994 seestimaba en 15 años. Tradicionalmente la vidaútil de las minas de oro ha sido menor que lasde otros minerales. En el caso del carbón seobserva una situación aparentemente paradójica,ya que a pesar del aumento de reservas y recursosentre 1985 y 1994, la producción se redujoprácticamente a cero (con posterioridad), debidoa que la calidad de dichos recursos no permitíaexplotar el carbón económicamente. En el casodel litio, no hubo información pública sobreaumento de reservas y recursos desde fines de los80. Sin embargo, con las reservas chilenas cono-cidas, todas ellas en el Salar de Atacama, la vidaútil en 1996 se estimó en 1130 años, mantenien-do la producción chilena constante. Finalmente,no hay información oficial sobre las reservas depetróleo chileno (de ENAP), pero los datos dedemanda interna y de producción permiten dedu-cir que las reservas son mínimas y que ellas nopermitirían revertir la declinación de la produc-ción de petróleo chileno.

Existe información fragmentada sobre los im-pactos ambientales de la minería, y no se harealizado una evaluación cuantitativa para deter-minar su importancia absoluta o relativa sobre elmedio ambiente. En algunas áreas se produjeronavances importantes en la protección ambientaldurante los 90. Cinco de las siete fundiciones decobre están sometidas a planes de descontamina-ción. Tres de ellas, Chuquicamata, Hernán VidelaLira y Ventanas, terminaron dichos planes, cum-pliendo con los compromisos de emisión adqui-ridos. El cumplimiento esperado con las normasde calidad del aire no se cumplió en dos de estasfundiciones, por lo que deberían estudiarse lasmedidas necesarias para que dichas normas seancumplidas en el futuro. Las fundiciones de Cale-tones y Potrerillos terminarán los planes dedescontaminación en los próximos años. Lasfundiciones de Chagres y Altonorte, que no

fueron sometidas a planes de descontaminación,deberían cumplir en la actualidad con las normasde calidad del aire, de acuerdo a las emisionesreportadas.

Otro avance de gran importancia fue laaplicación, primero voluntaria y posteriormenteobligatoria, de estudios de impacto ambiental entodos los nuevos proyectos mineros chilenos,excepto aquellos de la pequeña minería.

El aumento de producción minera ha llevadoa un mayor uso de agua, especialmente en elnorte de Chile, en regiones en que el agua esescazsa. El crecimiento de la producción mineraen el futuro debería estar asociado al descubri-miento de nuevas fuentes de aguas subterráneas,a un mayor reciclaje, o a la utilización de aguade mar.

Respecto a la calidad del agua, los datosdisponibles son pobres en general, ya sea encuanto a metodologías de medición, como encuanto al número de especies medidas. Se sabemuy poco respecto a los efectos de la minería enlas aguas subterráneas. Respecto a los efectos enaguas superficiales, se sabe que la minería conta-mina las aguas de un número significativo de losríos chilenos con algunos metales, aunque lamayor parte de la contaminación se producemediante especies insolubles metálicas, las que noproducen efectos en los organismos vivos. Lascrecidas de ríos han producido cuantiosos dañosen la tercera y cuarta región debido al arrastre dedepósitos mineros abandonados (relaves, estériles,ripios) y la consiguiente contaminación de cursosde agua.

Se estima que algunos de los desafíos másimportantes para la minería en relación al medioambiente serán:

• enfrentar el cumplimiento de las normas am-bientales vigentes para aquellas faenas minerasque operaban antes de 1990 y las que norealizaronEstudios de Impacto Ambiental aún hasta laactualidad.

• remediar la situación de aquellas faenas mine-ras abandonadas que pudieran constituir altoriesgo en el futuro.

• Elaborar una normativa realista para el cierrede faenas mineras, que pueda abordar los pro-blemas de la pequeña, mediana y gran mine-ría en forma eficaz para el medio ambiente ypara el desarrollo de la minería.

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7

Banco Central, 1997.Cuantificación de los principa-les recursos minerales de Chile,1985-1994, Elaborado porBanco Central y Servicio Nacio-nal de Geología y Minería.

CNE, 1998. Balance Nacionalde Energía 1970-1997, Comi-sión Nacional de Energía.Codelco, 1990, “Manual deEstadísticas Básicas”, CorporaciónNacional del Cobre de Chile.

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Mayorga y Montt, 1993. Inver-sión Extranjera en Chile,Editorial Jurídica, Santiago, Chile.

CITAS1 Un recurso mineral se define como la presencia

identificada o probable de un mineral en la tierra. Losrecursos pueden ser permanentemente re-evaluados ala luz de nuevo conocimiento geológico, progresos enla ciencia y tecnología, y cambios en la situacióneconómica y política. Es decir puede re-evaluarse lapresencia física del mineral y la factibilidad deextraerlo económicamente. La reserva mineral es lafracción del recurso que ha sido más precisamentemedida y que está o estará en condiciones de serextraída o explotada en un cierto período de tiempo.

2 La Pequeña Minería se entiende, de acuerdo a ladefinición tributaria, como la actividad productoraque se realiza en minas o en plantas de beneficio deminerales, cuyos dueños sean personas naturales osociedades mineras, siempre que el capital pactado ensu estatuto social no sea superior al equivalente a 70sueldos vitales anuales, de la escala A del Departa-

mento de Santiago, y no estén afectos a lo dispuesto enel DFL N° 251, del 20 de mayo de 1931, sobre Compañíasde Seguros, Bolsas de Comercio y Sociedades Anónimas.ENAMI, por su parte, define a la Pequeña Minería comotodos aquellos productores que extraen menos de 200toneladas por día de mineral. Por último SERNAGEOMIN,clasifica a los pequeños mineros como aquellos queproducen exclusivamente minerales y a los medianosmineros como aquellos que producen concentrados. Apartir de 1998, SERNAGEOMIN define a la pequeñaminería como aquellos productores mineros con menosde 200 mil horas hombre trabajadas durante el períodode un año. Esto corresponde al trabajo promedio aproxi-mado de menos de 80 trabajadores durante el año. Cabeagregar que esta última definición representa un tamañomayor que las definiciones anteriores, por lo que seobserva un quiebre brusco (en aumento) en el empleo dela pequeña minería del cobre en 1998. Por ello, esta cifrano ha sido incluida en los datos analizados.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Anexo 7.1

Los recursos mineros están constituidos por elmineral total contenido en uno o varios yacimientos,parte del cual puede ser explotado con beneficioeconómico en la actualidad. El resto, siendo noeconómico, puede constituirse como mineral económi-camente explotable en el futuro, como resultado deladvenimiento de nuevas tecnologías, o por aumentode precios. Reservas son “la parte identificada delrecurso mineral, con el mayor grado de factibilidadeconómica de extracción y razonable certeza geológi-ca” (Manual de estadísticas básicas de Codelco, 1990).Reservas y recursos se pueden segmentar dentro delyacimiento, según su nivel de reconocimiento y posi-ción: reservas o recursos medidos son aquellos iden-tificados con suficiente información proveniente desondajes, muestreos en piques, galerías subterráneas o

muestreos en zanjas en la superficie; reservas orecursos indicados son aquellos identificados por in-formación aceptable y consistente en muestreos dezanjas en la superficie y de sondajes; reservas orecursos demostradas es la suma de reservas o recursosmedidos e indicados; reservas o recursos inferidos sonaquellos volúmenes de roca mineralizada con uncontenido de metal medianamente confiable y querequiere reconocimientos adicionales; reservas o re-cursos identificados son la suma de las reservas orecursos demostrados e inferidos.

Adicionalmente puede segmentarse las reservasen económicas, marginales o sub-económicas. Final-mente, hay categorías adicionales de reservas orecursos, tales como hipotéticos y especulativos.

Definición de Reservas y Recursos de Cobre

Anexo 7.2

Aspectos metodológicos para el análisis del inventarioy del potencial agotamiento de recursos no renovables

Las reservas minerales existen sólo en la medida quese realice exploración para identificarlas y cuantificarlas.Las reservas adquieren un valor económico sólo cuandoexiste una disposición a explotarlas. Pero incluso cuandolos recursos y reservas minerales de una empresa sonbien conocidas, y se conocen las características físicas delyacimiento, tales como ley del mineral, porcentaje deimpurezas, tonelaje, espesor, profundidad, orientación yforma del yacimiento, existe incertidumbre respecto a larecuperación final que se obtendrá (Crowson Phillip, Theinfinitely finite, The International Council on Metals andthe Environment, Ottawa, Canada, 1992). El verdaderotamaño de un yacimiento se conoce cuando ha sidoexplotado.

La sola existencia no tiene un valor económicoasociado. Prueba de ello es que Zaire y Zambia, queen conjunto producían más cobre que Chile a fines dela década de los 60, producen hoy un poco más queEl Teniente, o 10 veces menos que Chile.

La existencia de reservas minerales de calidad esla base para realizar explotación futura, y por tantopara asignar un valor económico al yacimiento.

Para que esto ocurra, sin embargo, deben darsevarias condiciones:

• el precio debe ser adecuado.

• debe existir una tecnología que permita producir acostos competitivos.

• el marco institucional-legal del país debe proveerla claridad, estabilidad, y garantías para permitirque las compañías materialicen las inversionesnecesarias para explotar el mineral.

• debe haber mano de obra calificada o en condicio-nes de ser entrenada en plazos razonables. Seestima que en 1998 en Chile el trabajador prome-dio de la minería del cobre tenía a su cargoinstalaciones o equipos valuados en aproximada-mente 500 mil dólares.

En esta sección se analiza la relación que existeentre las reservas mineras y la exploración, el precio,y la tecnología de explotación. Se discute también eluso de las reservas para estimar la vida útil de unamina y la fracción de las reservas que se transformaen producto.

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acuerdo a la clasificación del Metals EconomicGroup, Vancouver, Canadá, en: proyectos “grass-roots” o semilla, proyectos en etapa hasta factibili-dad, y en sitios de minas existentes. La asignaciónde Codelco a estos tres tipos de proyectos havariado fuertemente de un año a otro, de acuerdoa las necesidades específicas del momento. En 1992,por ejemplo, la asignación a estos tres tipos deproyectos se distribuyó casi uniformemente, en1993 el 74.3% fue destinado a proyectos en etapahasta factibilidad (posiblemente Radomiro Tomic yEl Abra), mientras que en 1998 la distribución fue67,6% a proyectos semilla, 23,8% a proyectos hastala etapa de factibilidad, y el 8,5% restante a lasminas existentes. Lo anterior sugiere que a princi-pios de los 90 había un fuerte énfasis en conocermejor los recursos mineros que poseían los actualesyacimientos, y por ende, que se pensaba que estosno eran suficientemente conocidos. Sugiere tam-bién, que en la actualidad Codelco estima que elconocimiento de sus yacimientos conocidos, inclui-dos los que están en explotación, es adecuado, yque el énfasis debe ser colocado en descubrirnuevos yacimientos.

La totalidad de las inversiones de Codelco hanestado destinadas a metales base, específicamentecobre, mientras que una fracción, aún pequeña, hasido destinada a buscar nuevos yacimientos fuera deChile. En 1998 Codelco se ubicó en el número 40entre las compañías mineras del mundo en cuanto ainversión en exploración. La empresa con un presu-puesto más alto, también en 1998, fue la BHP deAustralia con un gasto 8,2 veces mayor que el deCodelco.

El desarrollo de la tecnología de exploración estámuy relacionada con las reservas. Específicamente, lasnuevas tecnologías de exploración tuvieron un fuerteefecto en descubrimientos realizados en los últimosaños. Por ejemplo, es posible ahora descubrir yaci-mientos que antes habría sido imposible incluso con-jeturar que existían. Es el caso del descubrimiento deEscondida y Ujina (este último es uno de los tresyacimientos de la empresa Doña Inés de Collahuasi) enChile durante los 80 y 90, los que se hayan “escon-didos”, es decir que no afloran a la superficie, pero quees posible inferir su presencia debido a la existenciade nuevos modelos geológicos y a la existencia denuevas técnicas de exploración remotas. La demostra-ción de reservas sólo puede lograrse, sin embargo,mediante la perforación y muestreo de las rocas uotros materiales.

Exploración y reservas

La exploración de minerales es realizada en suinmensa mayoría por compañías multinacionales, escara y de alto riesgo, pero las recompensas sontambién altas. Típicamente la exploración es alta-mente sensible al precio de los metales y a lapercepción de rentabilidad. Por ello esta aumentacuando existen booms tales como el del cobrechileno iniciado en la segunda mitad de los años 80,con la construcción de la mina Escondida, y que hallevado a Chile a incrementar su producción de cobreen un 278% entre 1990 y el año 2000. Lo mismoocurrió a nivel mundial con el boom del Uranio enlos años 1940 a 1950, y con la fiebre del orodurante la mayor parte de los 80. La exploración estambién sensible a las condiciones políticas, comose evidenció en América Latina, África y Asiadurante las décadas de los 60 y 70, en donde laexploración se redujo debido a los nacionalismosque llevaron a la expropiación de diversos yaci-mientos de recursos no renovables.

Sin exploración no pueden aumentar las reser-vas o recursos minerales. De aquí que el crecimien-to o reducción de las reservas y recursos mineralesno puede ser analizada sin referencia a la explo-ración. Una compañía puede tener las mismasreservas, medidas en términos de horizonte de vidade una mina, durante años, sin que ello tenga unsignificado específico. Tal fue el caso de las reser-vas de níquel de la compañía Canadiense Inco,quien durante medio siglo informó reservas esti-madas en 30 años de explotación. En la década delos 90, la información sobre reservas se ha trans-formado en más importante debido a que muchasde las compañías mineras transnacionales han sidoobjeto de operaciones de fusión y adquisición y suvalor ha dependido en forma importante de susreservas de minerales.

La exploración puede estar orientada a mejorarel conocimiento de una mina en explotación o deun yacimiento conocido, o a descubrir nuevosyacimientos. En cuanto a lo primero, existe unarelación clara entre el nivel de inversión en explo-ración y el conocimiento de las reservas y recursos,como lo muestra la Figura 7.2. En dicha Figura losaumentos puntuales de inversión de 1982 y 1985,se asocian a los descubrimientos de El Hueso(yacimiento de oro) y de Altamira (yacimiento decobre). La inversión mostrada corresponde al totalasignado por Codelco, y puede ser segmentada de

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Horizonte de vida de una mina

La relación entre las reservas minerales y suhorizonte de vida de acuerdo a los ritmos deexplotación actual se ha denominado reservas está-ticas, mientras que la relación entre las reservasmundiales de minerales y su demanda proyectadaen el mercado mundial es un indicador que se hadenominado dinámico (Crowson. P., 1992, The infi-nitely finite, The International Council on Metalsand the Environment, Ottawa, Canada). Los indica-dores de reservas estáticas y dinámicas pueden serusados con las debidas precauciones.

Reservas y plan de explotación

Las reservas y recursos no pueden ser analizadassolamente como números. Chuquicamata, por ejemplo,tenía en 1997 teóricamente recursos identificadossuficientes para 65 años de explotación al ritmo dedicho año, y sus reservas demostradas alcanzaríanpara 20 años. Sin embargo, una parte significativa desu producción son óxidos provenientes de la mina Suro Exótica, la que tenía reservas para aproximadamente5 años. Incluso la mina principal (sulfuros) en Chuqui-camata, deberá re-evaluar su plan de explotación acielo abierto cuando el rajo sea demasiado profundo,incluyendo entre las opciones analizadas, la explota-ción subterránea. En el caso de la División Andina, laque tiene recursos identificados para 150 años deexplotación al ritmo actual (aproximadamente 240 miltoneladas anuales de cobre contenido), también deberáre-analizar su método de explotación subterráneo en25 años más, con los consiguientes efectos para suscostos. De lo anterior se deduce que la tecnología deexplotación tiene una importancia fundamental en lacompetitividad futura de los recursos y reservas ac-tualmente conocidos. Son raros los casos en que haycertidumbre desde el punto de vista tecnológico,cuando se analiza la explotación de un yacimiento amás de 20 ó 25 años plazo. Incluso El Teniente, conrecursos identificados suficientes para 217 años deexplotación al ritmo de 1997, deberá una partefundamental de su producción futura a las tecnologíasque puedan desarrollarse para garantizar la seguridadde los trabajadores y la subsistencia del recursomismo, ante las explosiones de roca.

Desde reserva a producto

No todos los recursos demostrados se transfor-man en definitiva, en cobre. Según un estudio

realizado en 1996 por la Gerencia de Exploracionesde Codelco, sólo el 51% de sus recursos demostra-dos se transforma en reservas base demostradas (elresto queda a la espera de nuevas tecnologías deextracción), un 90% de estas llega a las unidadesde explotación de las minas (el resto se considerano “minable” de acuerdo a tecnologías actuales),un 90% de esta última se recupera en la mina (elresto se pierde en pilares, etc.), y un 83% de estaúltima se recupera en la planta (el resto sonpérdidas que van a los relaves, ripios, escorias,polvos de fundición, y otros residuos mineros).Una fracción de esto último se recupera, aunque nohay cifras disponibles. En total, sólo un 34% de losrecursos demostrados se transforma en cobre. Y sise considera que estos constituyen en promedio el46,5% de los recursos identificados de Codelcoentre 1992 y 1997, el 15,8% de estos llega hastacátodo.

Reservas y tecnología

En la medida que emergen nuevas tecnologíasde extracción y procesamiento, y que estas estándisponibles, las reservas mineras aumentan, se pue-den explotar minas con leyes de cobre inferiores,sin que ello signifique un aumento en los costos deoperación.

La Figura A muestra la ley media del mineral deCodelco para cada año del período y los costos deoperación, en moneda de 1997. Se observa que apesar que la ley media del mineral se redujo en esteperíodo en un 32 por ciento, los recursos minerosaumentaron en un 160 por ciento.

La Figura A indica que los costos, si bienaumentaron en cerca de 2/3 entre 1986 y 1994,posteriormente bajaron a los niveles que tenían en1983 a 1985, en términos reales. Entre los factoresmás importantes que han afectado los costos deoperación1 de Codelco en los últimos 25 años, secuentan la tasa de cambio, la productividad laboral, latecnología de extracción y procesamiento, el precio delos subproductos, y la gestión. En 1982, por ejemplo,los costos de operación eran de más de 70 ¢/lb, debidoa la artificial valorización del peso, y en 1983 estoscayeron prácticamente a la mitad, debido fundamen-talmente, a la devaluación. La caída de los costosdesde 1995 en adelante se debió, en cambio, a unamejor gestión de las Divisiones, a la utilización detecnologías más adecuadas para la explotación, en elcaso de Chuquicamata, y al alto precio del Molibdeno,

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Recursos Mineros e H idrocarburos

323

7

CITAS1 Los costos de operación pueden definirse de diversas maneras. En este trabajo se refieren a aquellos costos que excluyen la depreciación y los costos de amortización de la deuda.

Figura A

Ley media del mineral y costos

de operación de Codelco.

Se descuentan créditos por

subproductos pero no se incluye

el costo hasta cátodo para toda

la producción.

Fuente: Codelco Chile

Reservas y precio

Las reservas de hoy pueden ser una fracción delas reservas de mañana si el precio del cobre sedesploma por bajo niveles aceptables para sostener laproducción primaria, tal como ocurrió con el Estañoen 1985 (S. Strauss, “Trouble in the third kingdom”,Mining Journal Books Ltd, London, 1986). En el casodel cobre y de otros metales base, se argumenta quejustamente por ello, existe un piso para el precio, elque no ha sido nunca reducido. En 1999 el precio delcobre llegó a estar cerca de los 0,6 US$ por libra, conlo que algunas minas cerraron sus operaciones, entreotras una gran cantidad de minas pequeñas y algu-nas medianas en Chile. Específicamente cerraron susoperaciones Punta Grande en 1998 (12 mil toneladasanuales), Ojos del Salado y Las Luces en 1999 (20 mily 10 mil toneladas anuales respectivamente), másuna infinidad de minas más pequeñas, cuya produc-ción se estima era cercana a las 8 a 10 mil toneladasanuales. En total, los cierres en Chile llegaron,aproximadamente a 50 mil toneladas de cobre fino,o un 1,4% de la producción de 1998. Esto mismoindica algo sobre la estructura de costos de laindustria del cobre chileno en dicho año. Se argu-mentó que el precio era el más bajo alcanzadohistóricamente en términos reales, pero ello, si bienes correcto, ocurrió en un momento en que los costosmedios de operación a nivel mundial eran tambiénlos más bajos de la historia. Por otro lado, altosprecios, tales como los registrados desde 1989 a1992, incentivan a muchas compañías a abrir nue-vamente minas, y por ende a aumentar las reservaseconómicamente explotables.

importante sub-producto de Codelco. Es decir, lasmayores fluctuaciones de los costos fueron indepen-dientes de la ley del mineral, o calidad de las reservas.

En términos generales, la introducción de latecnología de extracción por solventes y electro-obtención, SX/EW, en la década de los 60 permitióexplotar a costos mucho menores las reservas deóxidos de cobre y de súlfuros secundarios. Por ello,en la actualidad aproximadamente un tercio de laproducción chilena se realiza por la vía del procesoSX/EW.

Otro ejemplo del efecto de la tecnología sobre lasreservas se da en el caso de la mina El Teniente. En1997 sus reservas identificadas (con una ley media decobre de 1,24%) daban un horizonte de 124 años devida a la mina, mientras que un siglo antes, en 1897,en carta dirigida por el ingeniero Marcos Chiapponi aWilliam Braden por encargo de los dueños de la mina,Don Enrique Concha y Toro y Don Juan de DiosCorrea, ofrecía este yacimiento en venta, el quecontenía reservas estimadas en 500 mil toneladas demineral, de los cuales había 250 mil a la vista y seinfería que había al menos otros tantos no a la vista,con una ley media de 4,5% y con una posiblecapacidad de producción de 2000 toneladas de cobrefino anuales. El horizonte útil de la mina era de 11,3años (Luis Hiriart, “Braden, historia de una mina”,Editorial Andes, Santiago, Chile 1964). Lo mismoocurre con otras grandes minas de cobre del mundoque comenzaron a explotarse a principios de siglo ysiguen en operación en 1999, tales como Chuquicama-ta en Chile y Bingham Canyon en los Estados Unidos.

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

324

Anexo 7.3

Definición de los residuos masivos de la minería

Relaves: Estos residuos se producen en el procesode flotación de minerales de cobre y oro. Los relavesestán constituidos fundamentalmente por el mismomaterial presente in-situ en el yacimiento, al cual sele ha extraído la fracción con mineral valioso. Losrelaves se disponen en tranques, hasta donde sonconducidos en forma de pulpa (mezcla de 50% enpeso de sólidos y 50% de agua). Una fracción delagua contenida en los relaves es reciclada a la plantay la otra fracción, en conjunto con los sólidos, quedaalmacenada en el tranque.

Escorias: Estos desechos se producen durante laetapa de fundición de los concentrados de cobre. Lasescorias principalmente fijan el Fe y otros metalespresentes en el concentrado, mediante la generaciónde compuestos estables con la sílice que se utilizacomo fundente. Las escorias son retiradas desde loshornos y son dispuestas en botaderos.

Ripios: Un proceso muy utilizado en la actualidadpara recuperar metales es el proceso de lixiviación.En este proceso el mineral molido, con un tamaño

aproximado de un cuarto de pulgada, se disponeformando un pila a la cual se le hace pasar un fluidolixiviante (ácido sulfúrico en el caso de minerales decobre y cianuro en el caso del oro) el cual solubilizael metal de interés contenido en la pila. Una vezextraído el metal valioso, el mineral “agotado” quequeda recibe el nombre de ripio de lixiviación o decianuración. Los ripios pueden ser compactados ysobre ellos construirse una nueva pila o bien puedenser removidos y dispuestos finalmente en otro sitio.

Los estériles: incluyen aquellos materiales quesólo han sido removidos del yacimiento y que enningún momento han entrado al proceso de benefi-cio. Estos desechos provienen de todos aquellossectores del yacimiento cuyo contenido de mineralvalioso es muy bajo para hacer atractiva su recupe-ración, pero que de todas maneras es necesarioremover para poder acceder a zonas más ricas delmismo. Este tipo de residuo se conoce como estérilo lastre. El estéril una vez removido del yacimientose dispone formando las características “tortas” deestéril que rodean los yacimientos mineros.

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8. ASENTAMIENTOS HUMANOS

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

326

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Asentamientos Humanos

327

8

La concentración de la población urbana enlas ciudades, la expansión de éstas en elterritorio, el rápido crecimiento de las metró-

polis, se encuentran entre las transformaciones másimportantes de los asentamientos humanos.

Los asentamientos humanos, ya sea que se tratede aquellos de carácter rural o urbano, son soste-nibles si son económicamente y socialmente diná-micos y ambientalmente sanos. Los asentamientosurbanos, tal como se reconoce en los documentosde la Conferencia Habitat II, conllevan una promesade desarrollo humano y de protección de losrecursos naturales debido a su capacidad parasostener a muchas personas limitando su impactosobre el medio natural. Sin embargo, muchos asen-tamientos están generando situaciones negativas decrecimiento, de producción y consumo, de uso delsuelo, de movilidad y de degradación de su estruc-tura física. Algunos asentamientos humanos estántambién sujetos a limitaciones en lo que se refiereal abastecimiento de agua, saneamiento y drenaje,así como a una dependencia de fuentes energéticastóxicas y no renovables y a una pérdida irreversiblede la base de recursos naturales.

Muchas de estas tendencias se ven agravadaso aceleradas por la magnitud de la migracióncampo ciudad y por el elevado crecimiento demo-gráfico resultante. Los factores demográficos, com-binados con pobreza y carencia de recursos, ade-más de pautas insostenibles de producción yconsumo, pueden causar o profundizar ladestrucción de los recursos, con lo que inhiben undesarrollo urbano sostenible.

En la actualidad, probablemente uno de losdesafíos mayores consiste en el mejoramiento de

las condiciones de vida y de trabajo en el conjuntode asentamientos humanos, poniendo énfasis en lavivienda, la infraestructura social y física y losservicios. El mantenimiento y desarrollo de losasentamientos rurales exige actividades agrícolasy forestales sostenibles, así como diversificacióneconómica y aumento de las oportunidades deempleo, mediante el estímulo a la inversión am-bientalmente sostenible, tanto en la industria comoen las actividades conexas de producción econó-mica y servicios.

El desarrollo sostenible y el manejo ordena-do de los asentamientos de todos los tamañospasa por crear las condiciones necesarias paraque estos ofrezcan oportunidades de empleo yservicios, permitiendo el desarrollo económico,el bienestar social y la protección del medioambiente.

8.1 EL SISTEMA DEASENTAMIENTOS

La dinámica de desarrollo de Chile, y particu-larmente aquella de sus asentamientos humanos,ha estado directamente relacionada al descubri-miento y desarrollo de los recursos naturales o alas necesidades de políticas específicas, tales comola empresa de la conquista y colonización denuevos territorios o el afianzamiento de la sobe-ranía. La localización y explotación de los recur-sos es la que ha generado entornos propicios parael asentamiento humano, hecho sociocultural yeconómico que se proyecta en el tiempo y en unespacio concreto. Es quizás este factor el que ha

L

8. ASENTAMIENTOSHUMANOS

C a p í t u l o I I

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

328

En el norte del país, el factor que ha influidoen la ocupación del territorio y en el aumento delos niveles de urbanización, es el desarrollo de laactividad minera. El incremento del número deexplotaciones y de la escala de producción hasignificado un aumento sostenido de las ciudadescon base económica en la actividad minera y, adiferencia de la zona central, con un poblamientoaltamente concentrado en las principales ciudadesproductoras y ciudades-puerto, por el predominiode una lógica muy simple que conecta, a través deun flujo casi unidireccional, un lugar de explota-ción con un puerto de embarque, verdadero relaisen el sistema de transporte.

determinado la localización de las principalesciudades en la zona central del país, entre elAconcagua y el Biobío. Fuera de esta zona elproceso de urbanización se desarrolló a partir dela colonización e incorporación de territorios.

Actualmente, es en el sistema de asentamien-tos donde mejor se reflejan los logros de lasociedad chilena en materia de desarrollo y tam-bién sus principales dificultades, incluidas aque-llas asociadas al deterioro ambiental.

Otro factor que ha influido en el proceso deurbanización en Chile es la adopción de distintasformas de organización de nuestra economía. Así,el modelo primario exportador permitió la gene-ración de condiciones para el surgimiento dedistintos poblados en las regiones centrales deChile, regiones en donde los asentamientos, endistintos tamaños, logran cubrir y articular granparte del territorio de sus respectivas regiones.

El análisis de la situación actual del territoriodelimitado por el Aconcagua y el Biobío permiteobservar que del universo de las 96 ciudadesmayores a 10.000 habitantes, más del 50% selocalizan entre estos límites. El porcentaje au-menta si se considera la totalidad de los centrospoblados de menor tamaño.

Un hecho importante, respecto de la actividadminera, es la estrecha relación con el mercadointernacional, situación que se ha traducido enpoblamiento y auge de explotaciones, pero tam-bién, en la depresión y posterior desaparición delas instalaciones y poblados, lo que no sólo haafectado históricamente a poblados del norte sinoque, en la actualidad, marca de manera nítida eldesarrollo de los asentamientos de la cuencacarbonífera de la Región del Bíobío.

Por otro lado existen factores ligados a las

políticas de Estado en materia de colonización eindustrialización, las que han incidido de maneraimportante en el proceso de ocupación y urbani-zación del territorio chileno. Entre estas se en-cuentran las acciones tendientes a colonizar losterritorios del sur, principalmente lo que hoycorresponde a La Araucanía y Los Lagos, impul-sado desde el siglo pasado.

La política de industrialización impulsada des-de el Estado bajo la idea de la sustitución de lasimportaciones, y la aplicación de un modelo eco-nómico orientado hacia el mercado interno, sondeterminantes importantes del crecimiento y urba-nización de las grandes ciudades, ya que, al verseéstas beneficiadas por la instalación industrial, lasmigraciones internas se orientan principalmentehacia los centros urbanos donde existen mayoresposibilidades y expectativas de empleo.

Una consecuencia de lo anterior es el aumentodel número de centros poblados de la categoría de10.000 a 19.000 habitantes y principalmente de losde más de 100.000 habitantes, especialmente en elperiodo intercensal 1970-1982 (Cuadro 8.1).

En las últimas décadas, en el marco de laestrategia de apertura económica, la evolución delsistema de asentamiento ha dejado en evidencialas diferencias existentes: aquellos con mayoresventajas han crecido a ritmos acelerados dandolugar, en algunos casos, a procesos de conurbacióny desarrollo de verdaderos sistemas de centros.

La estructura históricamente concentrada delpaís, tanto desde el punto de vista administrativocomo económico, definió un sistema altamentedependiente de la ciudad de Santiago, la que ofrecela mayor cantidad y variedad de bienes y serviciosen todo el sistema, generando una marcada macro-cefalia. El tamaño de Santiago, así como el de otrasciudades del país, pareciera contribuir a la genera-ción de externalidades negativas, tanto económicas,sociales como ambientales.

Desde el punto de vista de estas últimas, escierto que en términos generales se produce unimpacto al medio ambiente que tiene que ver conla propia existencia de población asentada enciudades y localidades urbanas, incluidas las máspequeñas y las de carácter rural. Sin embargo, ytal como se describe precedentemente, por laexistencia en el país de un patrón de distribuciónde clara tendencia urbana y de marcada concen-tración, los problemas ambientales se hacen másevidentes a partir de cierto umbral de tamaño delos asentamientos.

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Asentamientos Humanos

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8

Rango 1907 1920 1930 1940 1952 1960 1970 1982 1992

10.000 a 19.999 16 14 17 20 24 27 26 38 42

20.000 a 49.999 5 2 11 17 15 22 25 23 27

50.000 a 99.999 1 8 2 2 6 10 11 14 10

100.000 a 499.999 2 1 1 1 2 3 6 12 14

Más de 500.000 0 1 1 1 *1 1 1 2 3

* A partir de esta fecha la ciudad capital sobrepasa el millón de habitantes.

Fuente: Arenas y Bustos, 1996

Cuadro 8.1

Número de ciudades de acuerdo

a rangos de tamaño

Por una parte, la observación tiende a centrarsenaturalmente en lo que sucede en la Región Metro-politana, lo que tiene sentido ya que ésta concentrael 42,5 por ciento de la población urbana total delpaís y el 35,5% de la población total, tendenciaconcentradora que se mantiene prácticamente inal-terada durante las últimas cuatro décadas (variaciónde sólo dos puntos ya que la concentración depoblación urbana en la capital era de 40,2% en 1952,Naciones Unidas, CELADE, 1994).

Las tres grandes metrópolis del país mantienensu condición predominante desde la década delcincuenta, y todas muestran una disminuciónconstante de sus tasas de crecimiento anual. Estosdatos permiten proyectar tomando este mismocomportamiento como base. De esta manera, lospatrones de población muestran no tener cambiossustanciales en los últimos años, lo cual permiteenfrentar el futuro en función de lo que pasa hoy,y esa es una ventaja importante a la hora dedeterminar los pasos a seguir para el logro de undesarrollo sustentable.

Una línea de análisis de lo que se denominapresiones del medio ambiente, está relacionadacon el tema del transporte, el que se asocia tantoa problemas ambientales, como económicos, urba-nos, de calidad de vida, etc.

Por ejemplo, se observa que en la última décadael consumo y la producción de derivados delpetróleo aumenta en forma constante. Esto tieneuna directa relación con el aumento del parque devehículos motorizados, que crece de 1.436.836vehículos en el año 1993 a 1.874.330 en 1997, delos cuales el 45 por ciento corresponde a la RegiónMetropolitana y, por cierto, en el incremento de lamasa de material contaminante que resulta de losdistintos procesos de combustión de sus motores.

Uno de los avances importantes ha sido ladisminución del plomo en la gasolina y, por lotanto, en la calidad del aire de Santiago. Esto sepuede corroborar en el aumento de vehículos cata-líticos, que se corresponde con un incremento delmil por ciento en el consumo de gasolina sin plomo,según datos del INE, lo cual se traduce en conjunto.

Con respecto al transporte público se cons-tata que éste tiene una injerencia fundamentalen la ciudad de Santiago, no sólo es responsablede trasladar a 4.551.237 personas al día, segúndatos del Ministerio de Transportes y Teleco-municaciones, sino que además tiene recorridosde gran longitud en ambos sentidos, alcanzan-do los 61,8 kilómetros en recorridos de norte asur y 54,2 kilómetros en recorridos de oriente aponiente.

Por otra parte, respecto de los asentamientosrurales, éstos muestran una particular situación,ya que varios asentamientos presentan un decre-cimiento marcado, asociado a una emigracióncreciente que se ve reflejada en sus bajas tasas decrecimiento en la mayoría de los casos y en tasasde crecimiento negativas, en otros. Este patrón depoblación que presentan los asentamientos rurales,y que resulta de la pérdida de dinamismo de esoslugares (véase Figura 8.1), se traduce en condicio-nes deficientes de calidad de vida, lo cual conllevaa que la relación entre el asentamiento y el medionatural que lo rodea sea negativa y problemática,en desmedro del medio ambiente.

La estrecha relación que se da entre las carac-terísticas de un determinado territorio y las posibi-lidades o dificultades para el desarrollo, se haceevidente al analizar la situación de los asentamien-tos humanos ligados a grupos como los pirquineros,

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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Adaptado de J.P. Cloke (1987), citado por Pujadas y Font (1998).

Figura 8.1

Círculo vicioso de pérdida

de dinámica de un

asentamiento rural

Disminución/ausencia deoportunidades de empleo

Decrecimientodemográfico

Umbrales depoblacionesinferioresRacionalización y

reducción deservicios

Reducción/eliminaciónde factoresde atracción

los comuneros del Norte Chico, los pescadoresartesanales y los pequeños propietarios de bosquenativo, los campesinos pobres que viven de laexplotación de suelos de secano, en áreas costerasdel país. Esta situación es representativa de lo queen un trabajo de Arenas y Sabatini (1994a), sedenominó la "espiral entre pobreza y manejo derecursos naturales". Esta relación caracteriza y a lavez condiciona, las posibilidades de desarrollo deestos asentamientos de carácter rural.

La dotación de recursos naturales con quecuenta un determinado territorio y que constituyeparte esencial del capital de desarrollo de losasentamientos rurales que aparecen ligados a él,hace que la conservación de esa base de recursos,además de una preocupación ambiental, constituyeuna cuestión central en materia de desarrollosostenible de esos asentamientos.

Los factores económicos o la dotación yestado de los recursos, ayudan a comprender porqué las actividades en un lugar conllevan a lasobreexplotación, explotación inadecuada oprocesos de contaminación de la base de recursosnaturales y, en consecuencia, a la existencia deciertas situaciones de atraso, pobreza y problemasambientales, aunque no son los únicos factoresexplicativos (véase, Arenas y Sabatini, 1994b).

8.2 CLASIFICACIÓN PORCATEGORÍADEASENTAMIENTOS

En términos generales, en las últimas tresdécadas se consolida el carácter urbano del país,con un constante aumento de la brecha entre lapoblación urbana y rural. En 1970 un 75,6% dela población es considerada como urbana, mien-tras que un 24,4 es clasificada como poblaciónrural. Para el año 1985 esta situación varía,representando la población urbana un 83,3%de la población total, y la población rural al16,7 restante, lo que se sigue consolidandoya que el país llega a tener el año 1998 un85,2 por ciento de población urbana.

Los asentamientos humanos se clasificanen dos grandes categorías: los de carácterurbano y los rurales. Los primeros, según ladefinición del Instituto Nacional de Estadís-ticas, corresponden a aquellos en que viven2.000 ó más personas, o que fluctuando entre1.001 y 2.000 habitantes tienen el 50% o másde su población económicamente activa, de-dicada a actividades secundarias y/o tercia-rias. También se consideran como urbanosaquellos centros turísticos con más de 250viviendas que no cumplen con el requisito depoblación. Los asentamientos urbanos se cla-sifican en ciudades y pueblos. Las primerasson aquellas que poseen más de 5.000 habi-tantes y los segundos aquellos cuya pobla-ción fluctúa entre 2.001 y 5.000.

Los asentamientos humanos rurales sonlos que, concentrados o dispersos, tienen unapoblación que no supera los 1.000 habitan-tes, o entre 1.001 y 2.000 en caso que lapoblación económicamente activa dedicada alas actividades secundarias y/o terciarias seainferior al 50%. La Aldea es la clasificaciónpara aquellos asentamientos rurales con vi-viendas concentradas cuya población fluctúaentre 301 y 1.000 habitantes.

Al observar la distribución que se entrega acontinuación, en el Cuadro 8.2, se aprecia que, comoes natural, el territorio está ocupado principalmentepor aldeas, pero como veremos más adelante, dadasu baja población el grueso de ésta se encuentraconcentrada en las ciudades, seguida de los pueblos.

Por otra parte, las aldeas son especialmenteimportantes cuando la actividad agrícola así lopermite. Por ejemplo, en el norte del país, el

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Asentamientos Humanos

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8

Fuente: INE, Censo de 1992

Cuadro 8.2

Ciudades, pueblos y aldeas por

región y país.1992.

REGIÓN CIUDADES PUEBLOS ALDEAS

I 3 3 6

II 8 2 7

III 9 4 9

IV 8 10 81

V 32 23 87

VI 18 27 172

VII 13 28 145

VIII 31 32 86

IX 17 27 33

X 19 29 56

XI 2 5 12

XII 2 2 6

RM 16 23 69

Total País 178 215 769

número de aldeas es equivalente al número deciudades, no así en el sur donde la relación esmucho más favorable para las aldeas.

Durante el último período intercensal el creci-miento de los asentamientos humanos que confor-man el sistema ha sido diferenciado. Por unproblema de escala y de umbrales, las variacionestanto negativas como positivas, desde el punto devista de la evolución demográfica de los asenta-mientos, pueden acarrear cambios significativosen el impacto de éstos sobre el medio ambiente.

Si tomamos el crecimiento, entre 1982 y 1992,de todos los asentamientos de carácter urbano,tenemos que las ciudades podrían clasificarse encuatro categorías, según el ritmo de evolución enel período, utilizando la tasa de crecimiento pro-medio anual (Tcpa). Adicionalmente, para cadauna de las categorías y tomando el caso de uno odos asentamientos por categoría, se revisará el tipode problema ambiental asociado, usando comoreferencia a Espinoza, Gross, Hajek, 1994, queguarda vigencia porque incluye el ejercicio máscompleto de identificación de problemas ambien-tales en el país.

Según esta tasa, las ciudades fueron clasifica-das en cuatro categorías:

La ciudad que ha tenido la mayor tasa decrecimiento es Caldera, cuyo aumento de 4.217 a11.595 habitantes implica una tasa de 10,6 porciento promedio anual.

Esto s ignif ica que su población haaumentado, aproximadamente, un 175 por cientoentre 1982 y 1992.

En el universo de ciudades mayores a 10.000habitantes, 55 de ellas han experimentado undesarrollo superior al crecimiento de lapoblación urbana del país (2,1%). Entre ellasdestacan ocho que han experimentado tasas decrecimiento que duplican y hasta quintuplicanla tasa de la población urbana del país,pertenecientes a las regiones de Atacama, deCoquimbo, del Libertador General BernardoO'Higgins, del Biobío y cuatro de ellas a laRegión Metropolitana de Santiago.

Estas ciudades, que se observan en el Cuadro 8.3,se han denominado ciudades de crecimiento explosivo.Las particularidades de ese grupo de ocho ciudadesradica en que ellas se localizan en espacios económicosde gran dinámica, ligados a la actividadagroexportadora, forestal, industrial e inmobiliaria,principalmente de loteos industriales, lo que explicael crecimiento de cuatro de ellas, ciudades pequeñas,con menos de 20.000 habitantes.

En este grupo de ciudades es importante seña-lar que existen problemas ambientales a conside-rar, toda vez que producto del crecimiento explo-sivo, en muchos casos éstos tenderán a agudizarse.

Ciudades de crecimiento explosivo Tcpa > 4,2

Ciudades de crecimiento alto 4,2>Tcpa>2,1

Ciudades de crecimiento medio 2,0>Tpca>1,6

Ciudades de crecimiento bajo 1,6>Tpca

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Con relación a los asentamientos satélites deSantiago, tales como Colina, Buin, Maipo y encierto modo Curacaví, tienen dificultades ambien-tales en sus áreas de expansión recientes, ligadas ala escasa cobertura de servicios urbanos y a lasdificultades de conexión (por congestión), al centroprincipal. La contaminación por aguas servidas esimportante en algunos casos. Sin embargo, estosasentamientos favorecidos por el proceso de parce-lación de predio rústicos, parecen representar unalternativa frente a la posibilidad de habitar direc-tamente en el núcleo central del Gran Santiago.

En el caso particular de la conurbación LaSerena-Coquimbo, existen problemas ambientalesligados a la pérdida de suelo por expansión urbana,así como contaminación marina, ya sea productode las aguas servidas, o bien, de la actividadpesquero-industrial. El problema de la recoleccióny disposición de los desechos sólidos, normalmentese complejiza producto del crecimiento explosivo ytambién del fenómeno de conurbación yamencionado, dado que éste cambia la escala delproblema y obliga a nuevas formas de gestión delos espacios y de las dificultades compartidas.

El segundo grupo de ciudades corresponde a lasdenominadas ciudades de crecimiento alto (Cuadro

A modo de ejemplo, en ciudades como Caldera,existen problemas de contaminación marina poraguas servidas lo que, en la medida que la ciudadmantenga altas tasas de crecimiento demográfico,se verá agudizado, sobre todo si se considera queexiste adicionalmente contaminación provenientede la actividad de la industria pesquera. El creci-miento explosivo exige además fuertes inversionesen infraestructura sanitaria, para evitar que unacobertura deficiente se traduzca en un problemaambiental de mayor importancia.

Cuadro 8.3

Ciudades de crecimiento explosivo

Ciudad Tcpa

Caldera 10,6

Colina 8,0

San Vicente de Tagua Tagua 7,3

Nacimiento 6,3

Buin 6,2

Paine 5,8

La Serena-Coquimbo 4,2

Curacaví 4,2

Ciudad TcpaTalagante 4,1Cartagena 4,0Chimbarongo 3,7Padre Hurtado 3,6Copiapó 3,6Rengo 3,6San Felipe 3,4Ancud 3,4Puerto Aysén 3,4Machalí 3,3Constitución 3,3La Unión 3,2Arauco 3,2La Ligua 3,2Molina 3,2Santa Cruz 3,2Melipilla 3,1Los Angeles 3,0El Monte 3,0Temuco 2,9Iquique 2,8San Fernando 2,8Andacollo 2,7Calama 2,7Puerto Montt 2,7Limache 2,7San Fco. Mostazal 2,7Linares 2,5Rancagua 2,5Curicó 2,5Hualqui 2,5San Clemente 2,5Curanilahue 2,5Peñaflor 2,5Penco 2,5Los Andes 2,4Villa Alemana 2,4Cañete 2,4Puerto Varas 2,3Cabildo 2,3Coyhaique 2,2Ovalle 2,2Talca 2,2Llaillay 2,1Graneros 2,1Chillán 2,1

Cuadro 8.4

Ciudades de crecimiento alto

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8

industriales, así como cierto nivel de congestióny contaminación atmosférica.

Curicó, anclada en el corazón de una zonaagrícola que ha conocido un importante augeeconómico, presenta pérdidas de suelos agrícolaspor expansión urbana y contaminación por olo-res, asociada a procesos productivos y un granproblema de congestión urbana por el importan-te aumento del parque automotriz y de su in-fluencia como importante centro de servicios.

Los problemas de congestión urbana y decontaminación parecen ser característicos actualmen-te de ciertas ciudades que muestran vigor demográficoy económico. Además de Curicó, se puede agregara Copiapó y Temuco, las que de mantener sus tasasde crecimiento obligarán a redoblar los esfuerzos enmateria de gestión y de inversión.

Otra categoría resultante de la agrupación delas tasas de crecimiento, son las ciudades que sesitúan en un rango de desarrollo superior alcrecimiento de la población total del país, perobajo el de la población urbana, esto es, quepresentan un crecimiento anual en promedio entre1,7 por ciento y 2,1 por ciento anual (Cuadro 8.5).Destacan en este grupo el Gran Santiago y laconurbación Concepción Talcahuano y Antofagas-ta, ciudades que manifiestan ritmos de crecimientobastante moderado. En el caso del Gran Santiago,se manifiesta la situación de una gran urbe, cuyaextensión y dinámica comienzan a generar exter-nalidades negativas que producen repulsión depoblación. Esto explicaría el crecimiento que hanexperimentado ciudades cercanas como Colina,Buin, Paine, El Monte, etc.

En este grupo de ciudades se encuentrancentros de distinto tamaño y categoría, aunquelas ciudades pequeñas representan el mayor nú-mero. Una situación relevante es que en estegrupo se encuentran tres asentamientos de laRegión de La Araucanía.

También es destacable el crecimiento modera-do que han experimentado las ciudades de laRegión de Los Lagos, Osorno, y Río Bueno, loque, asociado al elevado crecimiento de PuertoMontt, contrasta con la ciudad de Valdivia, quese encuentra entre las que han tenido el más bajocrecimiento anual en promedio en el últimointercenso y esto por encima del hecho queValdivia, a pesar de tener problemas de contami-nación por olores producto de actividades indus-triales, especialmente pesqueras y por desechosurbanos, representa una excelente opción entérminos de calidad de vida.

8.4). Entre éstas destacan algunas ciudades capitalesregionales como Copiapó, Iquique. Temuco, PuertoMontt, Rancagua y Coyhaique. Este grupo deciudades se caracteriza por pertenecer en su mayoríaal rango de ciudades pequeñas; 18 de ellas seencuentran en el rango de 10.000 a 19.999 habitantesy 15 entre 20.000 y 49.999 habitantes.

En el rango de ciudades entre 50.000 y 99.999habitantes, las mayores tasas de crecimiento laspresenta Copiapó, con 3,6% de crecimiento anualen promedio. En segundo lugar la ciudad de LosÁngeles, seguida por las ciudades de Linares, Curi-có, Villa Alemana y Ovalle, con tasas que oscilanentre 2,2 y 2,5% de crecimiento promedio anual.

En términos generales, se puede observar quelas ciudades medianas, si bien porcentualmentehan crecido más lento que muchas ciudades pe-queñas, salvo la conurbación La Serena-Coquimbo,en términos absolutos manifiestan una consolida-ción progresiva y constante, especialmente algunascapitales regionales: Copiapó, Temuco, Iquique, PuertoMontt, Rancagua y Talca, que transitan hacia laconsolidación del proceso de urbanización y/o sonya metrópolis regionales.

En este grupo de asentamientos, y a modo deejemplo, se encuentran ciudades como Talagante,Padre Hurtado, El Monte, Peñaflor, en torno al GranSantiago, y Hualqui y Penco en lo que se podríadenominar la zona del Gran Concepción, todas lascuales conocen una situación ambiental similar a laseñalada precedentemente para el caso de las ciuda-des satélites. Se puede agregar, en el caso del primergrupo, una dificultad asociada a un desajuste entreel medio natural y el construido, que queda demanifiesto con ocasión de las múltiples inundacio-nes en la zona poniente del Gran Santiago, dondeestos centros satélites se ubican.

En el caso de las capitales regionales que seencuentran en esta categoría de crecimiento,Iquique muestra dificultades ambientales ligadasentre otras cosas, a contaminación por oloresproveniente de la actividad industrial, obsolescen-cia o incapacidad de los sistemas de eliminaciónde aguas servidas domésticas, problemas de loca-lización de industrias en la ciudad, asentamientosprecarios en ella, etc. Varios de estos problemastenderán a agudizarse si las tasas de crecimientose mantienen en el tiempo. Otro caso incluido enesta categoría y con similar rango en el sistemapolítico administrativo es el de Puerto Montt,ciudad que presenta dificultades asociadas a lano adaptación de la vivienda social a la realidadgeográfica en la que se inserta, contaminación pordesechos y aguas servidas residenciales e

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Cuadro 8.5

Ciudades de crecimiento medio

Ciudad Tcpa

Quintero 2,0

Castro 2,0

Collipulli 2,0

Gran Santiago 2,0

Illapel 2,0

Antofagasta 2,0

San Antonio 2,0

Concepción- Talcahuano 2,0

Quilpué 1,9

San Javier 1,9

Coronel 1,9

Osorno 1,8

Quillota 1,8

Río Bueno 1,8

Angol 1,7

Nueva Imperial 1,7

Ciudad Tcpa

Villarrica 1,6

Lebu 1,6

San Carlos 1,6

Purranque 1,6

Arica 1,5

Loncoche 1,5

Parral 1,4

Cauquenes 1,4

Punta Arenas 1,4

Valdivia 1,2

Chañaral 1,2

Lautaro 1,2

Tocopilla 1,2

Valparaíso-Viña 1,1

Vallenar 1,1

Pitrufquén 1,1

Mulchén 1,0

Tomé 0,9

Laja 0,9

Victoria 0,9

Traiguén 0,7

Lota 0,6

Puerto Natales 0,6

Curacautín 0,4

El Salvador -1,4

Chuquicamata -2,8

Cuadro 8.6

Ciudades de bajo crecimiento

El grupo de ciudades que han tenido un ritmode crecimiento bajo, es decir, menor al de lapoblación total del país, está conformado porasentamientos de distinto tamaño y categoría,siendo la más importante la baja tasa de laconurbación Valparaíso-Viña del mar, segundaurbe en tamaño de Chile. Estas ciudades se obser-van en el Cuadro 8.6.

Es importante destacar la situación que vivenlas dos ciudades extremas de nuestro territorio,Arica y Punta Arenas, las que en el últimointercenso, en conjunto con Valdivia, mostraronlas tasas de crecimiento promedio anual más bajasentre las metrópolis regionales.

Por otro lado, el hecho de situarse en esterango las ciudades de Punta Arenas y PuertoNatales, refleja la situación crítica que vive laRegión de Magallanes en términos demográficos ysus perspectivas de hacer ocupación efectiva eintensiva del territorio regional.

En un escenario complicado se encuentra laRegión de La Araucanía, aunque con una dife-rencia fundamental: el alto crecimiento queexperimenta la capital regional se contraponecon la depresión demográfica de las otras ciu-dades importantes dentro de la Región.

En esta última categoría de ciudades, existeun patrón común en varias de ellas y estárelacionado con la pérdida de dinámica econó-mica y deterioro ambiental o de su base derecursos. Tal es el caso de Lebu, cuya baseproductiva se vio muy deteriorada por las difi-cultades asociadas a la explotación de los yaci-mientos de carbón; Arica, que no logra recom-poner su economía y su nivel de comercio frentea otras ciudades cercanas; Punta Arenas que conel agotamiento del petróleo y deterioro de susrecursos naturales renovables ha visto disminui-do su potencial económico; Chañaral, asociadaa un gran deterioro y contaminación por relavesmineros; y Lota, afectada por la crisis carboní-fera y que no ha logrado reciclar su economía

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Asentamientos Humanos

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8

como su vecina Coronel, que, aunque crecebastante por debajo del promedio, ha logradoamortiguar en parte la crisis que ha afectado lacuenca carbonífera de la Región del Biobío.

8.3 CRECIMIENTODIFERENCIADO PORRANGO DE CIUDAD

Después de analizar los distintos ritmos decrecimiento que experimentaron las ciudadessobre 10.000 habitantes, es importante ver cómoha sido el comportamiento de acuerdo a losrangos y denominaciones dadas.

Un análisis de la evolución de los distintosrangos de ciudades, entre 1982 y 1992, indica queel grupo que ha presentado las mayores tasas decrecimiento promedio anual es el de 20.000 a49.999 habitantes. Las ciudades del rango que vadesde los 50.000 a los 99.999 habitantes y aquellasde entre 100.000 y 499.999 habitantes, presentanla segunda mayor tasa de crecimiento en elperíodo. En esta última categoría, se encuentranciudades que empiezan a tener dificultades am-bientales importantes en materia de gestión, pro-pias de su categoría, como por ejemplo, respectoal manejo de residuos.

Fuente: Arenas y Bustos, 1996

Cuadro 8.7

Rango de ciudades y

tasas de crecimiento

RANGO 1982 1992 TCPA

10.000 a 19.999 467.311 585.254 2,3

20.000 a 49.999 672.693 873.068 2,6

50.000 a 99.999 564.910 712.762 2,4

100.000 a 499.999 1.665.743 2.103.058 2,4

Más de 500.000 4.868.054 5.877.753 1,9

TOTAL 8.238.711 10.151.895 2,1

La categoría de ciudades de menor dinámica decrecimiento es la de más de 500.000 habitantes, en laque se encuentran las tres principales metrópolis delpaís, cuya dinámica demográfica está más bien siendoabsorbida por sus núcleos satélites, lo que aumenta laescala de análisis de los problemas ambientales y losesfuerzos a realizar en materia de gestión.

8.4 DINÁMICA DE LAPOBLACIÓN

En este y en los siguientes capítulos, serealiza un análisis más global de los temas, porausencia de estadísticas generales específicas para

los asentamientos y centros urbanos. Sin embar-go, los asentamientos, como se ha visto en acápitesanteriores, están estrechamente ligados al territo-rio que les sirve de base, del que forman parte yal que en cierto modo influyen. En este sentido,el análisis de cifras demográficas, económicas,sociales y otras, permite completar la visión acercade los asentamientos y de sus potencialidades ydesventajas en materia de desarrollo. Lo mismosucede con ciertas referencias específicas al casode Santiago, las que se incluyen por la existenciade información particular, pero, sobre todo, por lavalidez que tienen para inferir conclusiones ylecciones para el resto de las ciudades del sistemade asentamientos humanos del país.

Los antecedentes disponibles indican que lapoblación del país aumenta a ritmos decrecientesde manera desigual siendo más importante elcrecimiento poblacional en las regiones que hantenido un mayor grado de explotación de susrecursos naturales (minería, bosque y pesca). Laesperanza de vida de la población también au-menta en forma significativa. El proceso deurbanización del país adquiere en la última dé-cada una proporción muy elevada, al nivel de lospaíses desarrollados, lo que da cuenta de losprofundos cambios ocurridos en la estructuraterritorial, en las formas de producción de zonasrurales y en los desplazamientos de su población.

La densidad promedio en Chile, según el INE, esde 19,6 hab/km2, en el año 1998, teniendo encuenta que el país tiene una superficie, sin considerarel Territorio Antártico Chileno, de 756.626,3 km2. Anivel regional la mayor densidad se presenta en laRegión Metropolitana con 384,5 hab/km2. Las zonasextremas del país, son aquellas que presentan unamenor densidad: la II y la Región de Aisén tan solo0,7 hab/km2. Como se aprecia en el Cuadro 8.8, lapoblación del país se concentra principalmente entres regiones. La mayor concentración de poblaciónse produce en la Región Metropolitana, con 5.923.000habitantes, lo que corresponde al 40 por ciento dela población nacional.

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Uno de los mayores problemas de las zonas ruraleses el de la disminución constante de su población.

En la comuna rural de Marchigüe, en la VI región,la tasa media de crecimiento anual es un 0,4 porciento, cifra muy por debajo de la tasa nacional eincluso de aquellas más bajas de las regiones extre-mas.

Esta localidad tiene una tasa de mortalidad de 10por ciento, el doble de la tasa de mortalidad nacional.La tasa de natalidad ha sido clasificada por el INEcomo media-alta, y se observa una disminución pro-gresiva de la cantidad de habitantes de edades avan-zadas, lo cual se acrecienta con la tendencia a aumen-tar los volúmenes de población joven -entre 15 y 34años-, sobre todo hombres.

Por otra parte, si bien la densidad de la región esde 46,9 habitantes por km2, que está por encima de ladensidad nacional, la comuna tiene una densidad deapenas 6,8 hab/km2 para el área rural y de 1.446 hab/km2 para su área urbana, con una población urbanacorrespondiente al 28 por ciento de la población totalde la comuna. (Según datos del censo de 1992).

La alta densidad urbana se explica principalmentepor la falta de infraestructura de dicha localidad, queha impedido que ésta crezca y se consolide comocentro urbano de la comuna. De esta manera, los 1.736habitantes urbanos están instalados en una superficiede apenas 1,2 km2. El Plan Regulador Comunal con-templa 2,5 km2 de área de expansión urbana. Pero paraque dicha expansión llegue a concretarse, será necesa-

rio un sostenido proceso de inversión tanto en elámbito productivo como social en general.

La escasa población que tiene la comuna es expli-cable por las deficientes condiciones de calidad devida del sector, donde la cobertura de energía eléctricaasciende a un 74 por ciento de las viviendas para elaño 1996. Respecto al alcantarillado, un 37,4 porciento de las viviendas cuenta con el servicio, y seabastecen de agua a través del programa de aguapotable rural que presenta una cobertura del 48 porciento.

También asociado a la calidad de vida, un 15 porciento de su población es analfabeta, la coberturaeducacional es de un 80 por ciento. Estas cifras son,en el primer caso muy alta respecto al país en general,y más baja la segunda.

Por último es importante señalar que el aumentoconstante de la población joven se debe a la incorpo-ración gradual de la actividad forestal en el sector, lacual ha abierto nuevas plazas de trabajo, sobre todopara mano de obra joven, especialmente masculina, loque se traduce en un estímulo para poblar la comuna.

A su vez el incremento de población masculinajoven, influye positivamente en la posibilidad defortalecer la constitución de familias que se arraiguenen el campo. Es muy común en las zonas rurales quelos hombres deban partir a buscar trabajo a otroslados, quedándose las mujeres, los niños y los ancia-nos solos, lo cual es otro determinante de la malacalidad de vida del sector.

Recuadro 8.1

Fuente: MIDEPLAN, 1998, Carpetas Comunales Marchigüe, Santiago, 1998.

Comuna Rural de Marchigüe

La Región del Biobío es la segunda más poblada,concentrando un 12,8 por ciento de la población,equivalente a 1.895.200 habitantes. La sigue la Regiónde Valparaíso con 1.525.500 habitantes, que represen-tan al 10,3 por ciento de la población nacional. Estascifras contrastan con el escaso porcentaje de poblaciónque habita en las zonas extremas del país: 5,7 porciento en la zona del Norte Grande y apenas un 1,6 porciento en la zona Austral.

Como una forma de aproximación a lascaracterísticas físicas del territorio que sustentael sistema de asentamientos del país, se hanagrupado las regiones por zonas, en función decierta afinidad geográfica, que facilita la com-prensión del tipo de ventajas y dificultades delos distintos asentamientos.

En esta misma línea, y sin que se trate dedeterminismo geográfico, se observa que el re-lieve también condiciona en cierta forma, ladistribución de la población. El valle central odepresión intermedia, concentra un 74 por cien-to; el litoral, un 24 por ciento y la pre-cordilleray cordillera, un 2 por ciento de la población.

En las tres regiones más pobladas se ubican lastres metrópolis que existen en el país: el GranSantiago; la conurbación de las ciudades de Con-cepción y Talcahuano, en la Región del Biobío; yla de las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar enla Región de Valparaíso. Esto significa que el paísno sólo presenta una concentración geográfica dela población, sino que además, de carácter marca-damente urbana. Esto último permite hablar de unclaro patrón urbano de los asentamientos. Exclu-

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Asentamientos Humanos

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8

yendo la zona Metropolitana, se observa queaquellas zonas con menor cantidad de población,las zonas extremas, presentan a su vez los másaltos porcentajes de urbanización (Cuadro 8.9).

Por otra parte, es interesante constatar envarios casos, una marcada concentración de lapoblación en las capitales regionales o en losasentamientos conurbanos, como Iquique, Anto-fagtasta, La Serena-Coquimbo, Valparaíso-Viña delMar, Concepción-Talcahuano, Punta Arenas, entreotras, con niveles elevados de primacía urbana.Las excepciones más notables corresponden a lasregiones de Tarapacá y Los Lagos, las que secaracterizan por tener dos ciudades la primera ytres, la segunda, relativamente equilibradas, conuna distribución de su población menos concen-trada que el resto del país.

Recuadro 8.2

Según el censo de 1992, el 16,5 por ciento de lapoblación del país vive en zonas rurales, lo que significauna muy baja proporción respecto del total. Si bien estasituación es universal y consecuencia del desarrollo y dela modernidad, no lo es el hecho de que los asentamien-tos rurales estén en una situación preocupante deabandono.

Las regiones con un mayor porcentaje de ruralidaddel país son la VI, VII, IX y X, y en una menor medidala IV y la XI.

En el año 1996, un 31,8 por ciento de la poblaciónrural es considerada pobre, 140.000 familias rurales notienen viviendas, aproximadamente el 45 por ciento delos hogares rurales no tienen electrificación y 8.000localidades rurales no cuentan con teléfono. Respecto ala cobertura de agua potable, el 60 por ciento de lapoblación rural no está cubierta, y se abastece de aguapor acarreo. Por último, el 90 por ciento de los caminosestán en mal estado.

Lograr un aprovechamiento sustentable de la natu-raleza requiere de una relación que sea estable ycomprometida con ésta y eso sólo es posible en lamedida en que el ser humano tenga una presencia enel entorno y que, además, tenga una calidad de vida talque le permita cuidar de su hábitat.

La pobreza es la clave para explicar la constantedisminución de la población rural y de su densidad. Deeste modo nos enfrentamos a una suerte de círculovicioso, donde debido a las condiciones de pobreza laspersonas se trasladan a las ciudades y los que quedan

Fuente:CIDER, op.cit.

están dispersos en extensas zonas y porque los habitan-tes son pocos y están dispersos es difícil poder incre-mentar la calidad de vida, que es la única capaz defomentar y fortalecer la vida rural.

La preservación de la ruralidad es indispensable parael país, en parte porque como se ha dicho es unacondición esencial para mantener una relación armóni-ca con la naturaleza y también porque es parte de laidentidad de nuestra nación. Chile se gestó y creció através del campo y gracias a las bondades de lasriquezas naturales que nuestra tierra nos ha ofrecidodesde siempre.

En este sentido resulta fundamental que el desarrollode las zonas rurales, el cual se ha convertido en unanecesidad urgente, se lleve a cabo con mucha delicade-za, para preservar, construir y estimular la identidadrural que ha quedado tan abandonada y que está en unasituación de tal fragilidad.

En este mismo sentido, es pertinente recordar a lascomunidades indígenas, quienes forman parte de laruralidad. La identidad de los pueblos indígenas con lanaturaleza es una buena manera de visualizar la impor-tancia de fomentar la ruralidad en Chile.

Estas comunidades se relacionan con y a través dela naturaleza y es por eso que intervenir esa identidadconduciría sólo a su destrucción. En esta línea es quelos gobiernos de la Concertación han planteado lanecesidad de privilegiar el acceso a recursos productivoscomo la principal forma de potenciar la vida rural-e indígena-, y de reparar sus falencias.

Asentamientos ruralesRecuadro 8.2

Lo indicado en el recuadro anterior también sepuede explicar por las condiciones climáticas y elrelieve de estas zonas. La aridez (y en algunoscasos la altitud) del extremo norte dificultan lavida en las zonas rurales y obligan a los habitantesa concentrarse en las zonas urbanas, las queofrecen mejores condiciones de vivienda y servi-cios. En el extremo sur, en tanto, con una excesivahumedad y bajas temperaturas, se reproduce lamisma situación y los habitantes deben vivir enáreas provistas de servicios básicos y viviendasadecuadas al clima.

Los procesos de migración no son determinan-tes en el Chile de las últimas décadas. Luego delgran proceso de migración campo-ciudad, se dapaso a una migración interna desde las regioneshacia la capital, principalmente, y en menor me-dida hacia los otros dos grandes centros urbanosdel país y algunas otras ciudades intermedias o en

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Los centros urbanos presentan problemas ambienta-les que les son propios y que, en conjunto, vanmermando la calidad de vida de sus habitantes. Muchosde estos problemas son tratados a lo largo del desarrollode este capítulo, por lo que en este recuadro se señalanaquellos que no alcanzan a ser tratados, debido a lalimitación de espacio que este Informe impone.

Uno de los principales problemas asociados a laurbanización, sobre todo en el caso de Chile y su ciudadcapital Santiago, es el de la contaminación atmosférica,que ha sido tratada extensamente en otro capítulo deeste informe.

Hay, también, otros tipos de contaminación que espropia de las ciudades, principalmente de las grandesciudades. Por ejemplo, la contaminación acústica que esprovocada por la construcción inmobiliaria y vial y porel tránsito y la congestión vehicular.

Otro ejemplo de contaminación es de olores, queafecta principalmente a las áreas circundantes de losbasurales ilegales, las cuales se encuentran habitadasgeneralmente por familias de escasos recursos, ya quelas tierras circundantes pierden todo valor inmobiliario,lo que lleva a que sean tierras habitables sólo porquienes no tienen otra alternativa. Otra fuente de malosolores son los canales donde son evacuadas las aguasservidas, como es el caso del Zanjón de la Aguada.También genera malos olores la industria pesquera y decelulosa, como es el caso de la ciudad de Talcahuano.

Por su parte, la congestión y el tránsito vehiculargeneran importantes problemas ambientales, no sólopor la contaminación que expelen los combustibles, ylos ruidos molestos antes mencionados, sino tambiénpor el aumento en los tiempos de traslado de laspersonas entre un lugar y otro de la ciudad. Según unestudio realizado por la SEREMI de Transporte de la

Región Metropolitana, el tiempo medio de traslado delos pasajeros en locomoción colectiva es de 25,1minutos, el cual aumenta en los períodos peak de lamañana y de la tarde.

El 70,8 por ciento de los usuarios de locomocióncolectiva no posee ningún vehículo en su hogar. Estasituación nos permite pensar que gran parte de estosusuarios corresponden a personas que pertenecen afamilias de escasos recursos. Por otro lado, es fácilconstatar que en la ciudad de Santiago, la pobreza hasido instalada en la periferia del radio metropolitano.Con este panorama, podemos volver a mirar los datosde tiempo de desplazamiento y veremos que, porejemplo, una persona que vive en Puente Alto y quetrabaja en una fábrica cualquiera que esté ubicada enla zona industrial de la Panamericana Norte, a la alturade Colina, demora en promedio 72,7 minutos, sólo enllegar a su trabajo.

El tema de los tiempos de desplazamiento essumamente relevante para la calidad de vida y elbienestar de las personas. Y como se ha dicho en variasoportunidades a lo largo de este capítulo, personas conmala calidad de vida difícilmente tendrán la voluntady la capacidad de velar por el correcto cuidado delmedio ambiente.

Un último problema ambiental, que es completa ytotalmente urbano, es el de la conservación del patri-monio arquitectónico. Existe acuerdo en que el hábitatconstruido de las ciudades, necesita, al igual que elhábitat natural, conservación y cuidado. En este senti-do, la falta de conservación del patrimonio arquitectó-nico de las ciudades genera serios problemas ambien-tales, en el sentido de que se deshace la historia de laciudad y se debilitan los niveles de identidad y depertenencia de sus habitantes, disminuyendo así lacalidad de vida de éstos.

Problemas ambientales típicos de las ciudades

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRAL SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

1982 93.7 98.6 91.2 73.6 90.3 64.1 56.0 75.9 56.8 58.3 77.0 90.2 96.2

1992 93.9 97.3 90.5 70.4 90.2 63.9 59.8 77.4 61.3 61.1 71.8 90.8 96.5

Fuente: INE, 1982, 1992

Cuadro 8.8Población urbana por zonas(por ciento)

Recuadro 8.3

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Asentamientos Humanos

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8

Fuente: INE, 1980-1990-1999

Cuadro 8.9Población por Zonas (por cientorespecto al total nacional)

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL METROPOLITANA

1980 5.4 5.36 22.42 27.42 1.7 37.68

1990 5.67 5.19 21.80 25.75 1.82 39.75

1999 5.69 5.58 21.50 25.51 1.66 40.04

crecimiento. También se da un proceso, por ahoraincipiente, de traslado de habitantes desde losnúcleos centrales de las metrópolis, hacia susnúcleos satélites, en muchos casos incentivadospor razones de carácter ambiental.

En general, los desplazamientos de personas através del territorio son motivados principalmentepor la búsqueda de empleo. Es muy probable quecon todas las políticas orientadas a la liberaliza-ción del mercado laboral y la transformaciónproductiva ocurrida desde mediados de los años 70a la fecha, el grado de movilidad de la poblaciónhaya aumentado en forma significativa.

Un proceso de movilidad de residencia quetiene cierta importancia es el de los trabajostemporales, sobre todo en el área agrícola. Dichoproceso adquiere relevancia fundamentalmente enla zona sur y en los valles del norte, ante tododebido al aumento de las exportaciones en elrubro agrícola, el cual significa a su vez unaumento en la oferta de puestos de trabajo.

Finalmente es evidente que por el alto nivel deagregación en el que se realiza este trabajo, quedanvarios temas pendientes y que, en definitiva, nopermiten expresar los cambios psicosociales que sehan producido en la población, producto de lastransformaciones acontecidas en las tres últimasdécadas. El tema puede ser analizado desde distin-tas perspectivas, por ejemplo, la modernización,genero y migraciones (Valdés y Arauco, 1999), oincluso más específicamente en la relación mujer,trabajo y medio ambiente (Valdés, 1992).

8.5 LA CALIDAD DE VIDA ENLOS ASENTAMIENTOSHUMANOS

8.5.1 La PobrezaDurante la última década son evidentes los

procesos de disminución de los niveles de pobrezae indigencia de la población y de mantención delos altos niveles de concentración del ingreso enun reducido sector de la población. La situación deinequidad se mantiene estática desde mediados de

los setenta debido a las políticas sociales y econó-micas aplicadas durante la dictadura. Es el creci-miento económico y las políticas sociales lo queha contribuido a disminuir el número de pobres yno una mejor distribución del ingreso.

Cabe destacar que la metodología para elcálculo de la línea de pobreza3 actual se mantienesin cambios sustantivos desde mediados de ladécada de los 80. La encuesta CASEN distingueentre pobres e indigentes y entiende que éstosúltimos son aquellos que no cuentan con uningreso suficiente para cubrir las necesidades bá-sicas, es decir una canasta.

De acuerdo a la encuesta CASEN, los porcen-tajes de pobreza en Chile mantienen una sostenidabaja durante la presente década, tanto indigenciacomo pobreza no indigente, siendo el númeroabsoluto de pobres en 1998, un 40 menor que en1990 (Cuadro 8.10).

Sin embargo, en la última encuesta CASEN,correspondiente al año 1998, se observa que, apesar de que el porcene de indigentes disminuye,hay un alza en cuanto al número de personas enestado de indigencia, rompiéndose la tendencia dela década.

Como lo muestra el Cuadro 8.11, la distribuciónde la pobreza por regiones es desigual y haydiferencias en cuanto a pobreza e indigencia. Es asícomo se observa una constante baja de la indigen-cia en todo el país, salvo en la Región Metropoli-tana, que sube en un 1,2 por ciento. Esta alzaexplicaría el aumento en el número de indigentes.

Con relación a los pobres no indigentes, laRegión de Antofagasta y la Región Metropolitanapresentan un alza de un 2 y 0,6 por cientorespectivamente. La zona que concentra el mayorporcentaje de pobreza es la zona sur con porcen-tajes superiores al 30 por ciento. Las zonas extre-mas, en tanto, presentan los menores porcentajes.

8.5.2 Salud

Los datos demográficos referentes a la saludson reflejo del proceso de transición demográficosen los que se encuentra el país desde las últimas

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no aumenta su disponibilidad de acuerdo al creci-miento de la población del país. Por el contrario, seobserva una disminución de camas por habitante, aun ritmo de 10 por año.

A escala regional, desde el punto de vista de lacantidad de habitantes por camas hospitalarias, lasregiones que presentan mayor déficit de coberturason la Metropolitana, de Antofagasta y del Liber-tador Bernardo O’Higgins (Cuadro 8.14).

Algunas enfermedades (Cuadro 8.16), reflejanel impacto de la contaminación de higiene ysalud de la población, tal es el caso del Cólera,Tifus y Hepatitis. De acuerdo a los datos delMinisterio de Salud, las cifras nacionales mues-tran un sostenido descenso de los casos de fiebretifoidea desde 1995 a 1999. Los casos de cólera,en tanto, tienen un aumento durante el año 1998,sin embargo, en 1999 aún no se registran casos,probablemente como resultado de las campañasimpulsadas por el Ministerio de Salud. En el casode la Hepatitis, se observa un marcado descenso,sin embargo, la Hepatitis B aumenta en unpequeño número.

A escala regional, los Servicios de Salud arro-jan resultados sobre las enfermedades Tifoidea yHepatitis (Cuadro 8.16). En general todos los casosmuestran una tendencia a bajar desde 1992 a

Fuente: Casen 1990-1992-1994-1996-1998

Cuadro 8.10

Evolución de la pobreza e

indigencia (miles y porcentajes)

1990 1992 1994 1996 1998

Indigentes Miles de personas 1.659 1.169 1.036 813 820

% 12,9 8,8 7,6 5,8 5,6

Pobres no Miles de personas 3.306 3.162 2.743 2.474 2.340

Indigentes % 25,7 23,8 19.9 17.4 16,1

Total pobreza Miles de personas 4.965 4.331 3.780 3.288 3.160

% 38,6 32,6 27.5 23,2 21,7

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

Indigentes 1996 4,7 4,2 7,1 8,1 4,7 6,0 9,4 10,5 12,0 7,7 4,4 2,7 2,7

1998 4,1 2,9 5,5 6,2 4,2 5,2 7,0 10,0 11,7 8,7 1,7 1,1 3,5

Total 1996 21,6 16,6 26,5 30,5 22,2 26,5 32,5 33,9 36,5 32,2 21,9 13,4 14,8

Pobreza 1998 16,1 13,2 28,5 25,1 18,8 22,7 29,3 32,3 34,3 29,4 14,8 11,8 15,4

Fuente: Casen 1996-1998

Cuadro 8.11

Distribución de la pobreza por

regiones (por ciento)

décadas y del desarrollo de la medicina a nivelmundial.

La salud medida en términos de mortalidad ymorbilidad muestra avances bastante evidentespara el chileno medio. Sin embargo, la calidad yatención de la salud muestra avances significati-vos pero no suficientes. Por otra parte se apreciaun mayor impacto de las enfermedades y causasde muerte ligadas a los problemas de la contami-nación.

Como se observa en el Cuadro 8.12, el paísmuestra un descenso constante en las tasa demortalidad. Sólo la Región de Atacama presentaalza pero de tan sólo 0,1 por ciento. Esta mismatendencia se observa en el caso de la esperanza devida, la tasa de desnutrición infantil y la tasa demortalidad infantil. Todos estos indicadores mejo-ran desde la década de los sesenta.

Sin embargo, persisten diferencias relacionadascon el nivel de pobreza de la población. Lascomunas con población más pobre tienen indicado-res de salud que reflejan una menor esperanza devida.

Un indicador que dice relación con la coberturaes el número de habitantes por cama hospitalaria. ElCuadro 8.13 muestra que el sistema de salud pública

Page 351: Informe Pa s

Asentamientos Humanos

341

8

La inequidad en Chile no es sólo un problemapresente entre los distintos grupos de ingreso en general-deciles-, sino que también entre las regiones quecomponen al país.

Según la CASEN, en 1987 la peor distribución delingreso se da en las regiones VIII, IX y Metropolitana,donde el 40 por ciento del ingreso regional es acaparadopor el decil más rico -10- de la población regional. Lasregiones con una brecha menor entre ricos y pobres son,para ese mismo año, la IV y la XII, con un poco másde 33 por ciento.

En esta última década, la situación muestra una ciertamejoría hacia el año 1992 donde todas las regiones,

menos la metropolitana, muestran para el decil más ricoíndices inferiores al 40 por ciento. Sin embargo, para1996 la situación vuelve a empeorar.

En otra línea de análisis, los ingresos de loshabitantes de la región metropolitana son tradicional-mente más altos que los de los habitantes de las otrasregiones. Considerando los ingresos medios regionalespor ocupado, en la VIII los ocupados reciben sólo el54 por ciento del promedio nacional, mientras que losde la región de Atacama perciben por el mismotrabajo el 83 por ciento del promedio nacional. Fuerteresulta el contraste si vemos que los ocupados de laRM ganan un 18 por ciento más que el promedionacional.

Recuadro 8.4

Fuente: Por un Chile Sustentable, op-cit

Inequidad Social

AÑO DENSIDAD (HABITANTES POR CAMA)

1993 430

1994 440

1995 450

1996 460Fuente: Ministerio de Salud, 1996

Cuadro 8.13

Densidad de Camas Hospitala-

rias del Sistema Nacional de

Servicios de Salud

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

1993 4,35 5,1 4,5 5,3 6,16 5,5 6,2 5,6 6,5 6,23 4,4 5,3 5,23

1997 4,45 4,9 4,4 5,0 6,06 5,3 5,8 5,6 6,15 5,73 4,1 5,9 5,13

Fuente: Ministerio de Salud, 1993, 1997

Cuadro 8.12

Tasa de mortalidad general por región

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

Densidad

por región 447 423 527 493 365 520 423 428 359 384 311 284 565

Fuente: Ministerio de Salud, 1996

Cuadro 8.14

Densidad de camas hospitalarias del

Sistema Nacional de Servicios de Salud por

región, 1996

Page 352: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

342

Fuente: Ministerio de Salud, 1999Nota: Sólo se señalan las enfermedades relevantes para este estudioNota: Las cifras de 1999 corresponden a los casos acumulados entre enero y mayo.

Cuadro 8.15

Situación nacional de

enfermedades de notificación

obligatoria (casos acumulados)

ENFERMEDAD 1995 1996 1997 1998 1999

Cólera 0 4 1 24 0

Fiebre Tifoidea 1418 1395 1249 1152 379

y Paratifoidea

Hepatitis 12.610 8.180 10.525 5.892 1.960

Hepatitis B 130 133 146 162 62

ENFERMEDAD

Región Fiebre Tifoidea Hepatitis

1992-1997 1998 1999 1992-1997 1998 1999

I 19 19 4 252 307 51

II 57 49 10 286 179 29

III 32 9 5 236 122 12

IV 93 50 20 668 203 32

V 97 51 24 1147 362 116

VI 110 53 24 488 167 33

VII 209 141 57 1024 381 132

VIII 266 395 65 835 1212 360

IX 63 32 8 809 524 114

X 52 51 23 994 582 168

XI 18 7 5 43 57 3

XII 8 12 0 16 53 12

R.M 340 223 76 3071 1342 464

Fuente: Ministerio de Salud,1999.

Nota: Las cifras de 1999 corresponden a

los meses de enero a mayo. Las cifras de

1992 a 1997 corresponden a una media

de casos. El número de casos

detectados, corresponden a índices

epidemiológicos que se encuentran en

general dentro del rango bajo a normal

(0 a 1,24).

Cuadro 8.16

Casos de Fiebre Tifoidea y

Hepatitis por Región

1999. Destaca sin embargo, el caso de la Regiónde Bío-Bío (VIII) que durante 1998 aumenta elnúmero de casos de fiebre tifoidea y de hepatitis.

Dentro de las Regiones que superan el rangonormal encontramos en 1998 a la VIII Región queen el caso de la fiebre tifoidea presentó un índiceepidemiológico de 2,16 y para la hepatitis uníndice de 1,42. La Región de Magallanes presentaun índice alto (3.31) de Hepatitis. La V Región, porsu parte, en 1999, específicamente el Servicio deSalud de San Felipe y Los Andes, presenta uníndice de 3,00 de fiebre tifoidea, así como el áreasur-oriente de la Región Metropolitana, con uníndice de 3,00. Todas estas enfermedades estánvinculadas a la falta de tratamiento de las aguasservidas en el país.

Otros temas relacionados con la salud y elmedio ambiente tienen que ver con las enferme-dades asociadas al uso de plaguicidas, la conta-

minación atmosférica en las grandes ciudades yaledañas a las fundiciones, la contaminaciónintradomiciliaria, producto del uso inadecuadode sistemas de calefacción, cocción y fumadoresen espacios cerrados y el virus Hanta,normalmente asociado a la inadecuada disposicióny manejo de los residuos sólidos. Además losexpertos sostienen qu el mayor grado de aperturaen la economía, con el consiguiente intercambiode alimentos, mercancías y personas, haintroducido nuevos agentes tóxicos e infecciososque antes eran desconocidos en el país (CuartoCongreso Chileno e Iberoamericano deEpidemiología, noviembre de 1999).

Hay estudios que demuestran que entre el 5% y el8% de las muertes diarias en Santiago, por problemasrespiratorios, fueron causadas por la contaminacióndel aire (Cristián González S. “Hay algo afuera” ElMercurio, 26 de noviembre de 1999, pp A-8).

Page 353: Informe Pa s

Asentamientos Humanos

343

8

1982 1992

Nº % Nº %

Familias 2.899.009 100 3.732.766 100

Viviendas 2.078.000 71,6 2.844.085 76,1

Déficit 821.009 28,3 888.681 23,8

Fuente: CPU, Documento de trabajo nº 16/94 “¿Cuántas casas faltan? El déficit a nivel nacional y

regional”, Joan Mac Donald, Junio 1994

Cuadro 8.17

Déficit habitacional País

8.5.3 Vivienda

Como se observa en el Cuadro 8.17, entre losaños 1982 y 1992 el déficit habitacional disminuyeen 4,5 por ciento. Pese a que la tasa de crecimientode la población es menor que la tasa de aumentode viviendas, el número de casas que se requierenaumenta, requiriendo 67.722 casas más que en elaño 1982.

En la última década se avanza bastante encuanto a superar el déficit habitacional, sin embar-go, debido a la preocupación por lograr satisfacerlas necesidades al menor costo posible (por laescasez de recursos del Estado), se ha derivado enuna búsqueda constante de terrenos de menorvalor, provocando que las viviendas sociales seconcentren en sectores periféricos de la ciudad,incluso en zonas de riesgos, lo que genera unadificultad de carácter ambiental, que se haráevidente con ocasión de algún evento natural.Desde una perspectiva social, las zonas dentro dela ciudad tienden a homogeneizarse, identificán-dose claramente las zonas de mayor pobreza y demenor habitabilidad.

Esta situación obliga a las personas de menosrecursos a trasladarse a través de largos tramospara poder acceder a su trabajo, generalmenteubicado en los barrios más ricos y pudientes.

De acuerdo a la encuesta CASEN de 1996,existe una clara diferenciación por quintiles deingreso en cuanto al hacinamiento de los hogares(Cuadro 8.18) El hacinamiento está determinadopor la cantidad de “allegados” que habitan lasviviendas. Por allegados se entiende a aquelloshogares que ocupan el mismo terreno o viviendaque la familia propietaria.

El número de hogares con hacinamiento dismi-nuye paulatinamente durante la década, observán-dose que las cifras de la encuesta CASEN del 1996son inferiores en un 22,4 por ciento respecto de lascifras arrojadas por la CASEN de 1990.

En cuanto a la calidad de las viviendas, deacuerdo a la encuesta CASEN de 1996 en relacióna los materiales, más del 80 por ciento son decalidad aceptable o buena. La cantidad de vivien-das calificados deficitarias no superan el 10 porciento (Cuadro 8.19).

En cuanto al saneamiento de las viviendas,aquellas calificadas como regular, menos que re-gular o deficitarias superan el 20 por ciento, comolo muestra el Cuadro 8.20.

Si se analiza el estado de las viviendas a nivelregional, como lo muestra el Cuadro 8.21, la zona surtiene el más alto porcentaje de viviendas en estadomenos que regular y deficitarias. La Región Metro-politana, en tanto, tiene un porcentaje muy bajo deviviendas en estado deficitario y menos que regular.

Con relación al saneamiento de las viviendas seobserva la misma situación, resaltando el caso dela Región de la Araucanía que presenta más de un35 por ciento de viviendas con saneamiento me-nos que regular o deficitarias (Cuadro 8.22).

Las viviendas sociales han ido variando susestándares desde la década de los 80. En susinicios, las viviendas sociales tienen un mínimo de24m2 edificados. A partir de 1984 los estándaresse flexibilizan y se establecen condiciones míni-mas a cumplir.

De acuerdo con los datos del Ministerio deVivienda y Urbanismo el promedio de metroscuadrados construidos baja considerablemente entre1978 y 1983. Desde esta fecha los metros cuadra-dos promedio aumentan nuevamente, como lomuestra el Cuadro 8.23, hasta alcanzar los 42,61metros cuadrados en 1997.

8.5.4 SeguridadEl tema de la seguridad puede abordarse desde

distintas perspectivas, entre las que se encuentra lade los niveles de criminalidad existentes en un

Page 354: Informe Pa s

Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

344

Fuente: Casen 1996

Fuente: Casen 1996

Fuente: Casen 1996

Fuente: Elaborado a partir de: Casen, 1996

determinado asentamiento, cuyos datos se en-cuentran en el Cuadro 8.24 y donde se observaque las cifras oscilan entre un año y otro, perono logran mostrar ninguna tendencia. Lo mismopasa si se observan los mismos datos a nivelregional. Lo que de todas formas llama la atenciónes el caso de los robos, que se dan en muy altaproporción en todos los años.

Otra forma de enfrentar el tema de la seguri-dad es la que propone el PNUD en su informe deDesarrollo Humano en Chile para el año 1998. Eneste informe se presentan dos índices de seguridad

según los cuales se clasifica a las trece regionesdel país, como forma de llevar a cabo un diagnós-tico de éstas.

Lo interesante de estos índices es que puedencaracterizar a las regiones en sentidos opuestos.Este es el caso de la III Región de Atacama, porejemplo, (Cuadro 8.25), que tiene una diferenciade 7 puntos entre el ISHO y el ISHS, estandomucho mejor a nivel objetivo que subjetivo. Lomismo pasa con la Región Metropolitana y con laX y VII Regiones. (Ver Recuadro 8.6)

Cuadro 8.18

Hogares con Hacinamiento

según Quintil

Cuadro 8.19

Materialidad de Viviendas, 1996

QUINTILES

I II III IV V Total (n°) %

Sin hacinamiento 625.381 640.775 664.167 672.541 689.104 3.291.968 98,04

Con hacinamiento 37.921 19.587 4.531 3.229 484 65.752 1,96

Tota l 663.302 660.362 668.698 675.770 689.588 3.357.720 100,00

% hacinam. x quintil 57,67 29,79 6,89 4,91 0,74 100 -

TOTAL %

Viviendas Buenas - Aceptables 2.800.246 78,1

Viviendas Regular 364.898 10,2

Viviendas Menos que Regular-Deficitarias 420.135 11,7

Total 3.585.279 100

TOTAL %

Viviendas Buenas 2.848.587 79,45

Viviendas Aceptables 287.207 8,01

Viviendas Recuperables 194.794 5,43

Viviendas Deficitarias 254.691 7,10

Total 3.585.279 100,00

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

% Menos que

regular - Deficitaria 3,6 12,8 13,7 28,8 12,9 3,0

Cuadro 8.20

Saneamiento de viviendas, 1996

Cuadro 8.21

Catastro de viviendas en estado menos que

regular y/o deficitaria por zona, 1996

(por cien)

Page 355: Informe Pa s

Asentamientos Humanos

345

8

AÑO METROS CUADRADOS

1978 49,04

1980 35,69

1982 44,95

1984 35,58

1986 35,00

1988 33,65

AÑO METROS CUADRADOS

1989 33,13

1991 37,67

1992 39,43

1994 39,76

1996 41.90

1997 42,61

Fuente: Ministerio de Vivienda y

Urbanismo, 1998

Cuadro 8.23

Promedios de superficies

edificadas de viviendas socialez

Fuente: Elaborado a partir de: Casen, 1996

Cuadro 8.22

Saneamiento de viviendas por

región (por cien)

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

Bueno - 90,8 94,7 87,0 68,4 85,5 62,1 59,5 65,9 51,8 54,0 69,1 86,2 91,1

Aceptable

Regular 3,4 4,0 4,1 14,9 10,3 21,4 20,1 12,3 12,9 17,7 12,9 6,0 5,8

Menos que 5,8 1,3 8,9 16,6 4,2 16,5 20,4 21,9 35,2 29,3 18,0 7,7 3,0

regular - deficitaria

Total nº 88.37 105.44 61.80 127.79 384.52 185.36 213.76 464.40 202.64 247.59 21.17 39.09 1.443.28

Esta propuesta de análisis lleva a constatar quelas cifras duras y el aspecto material de la vida nodetermina completamente el devenir de los acon-tecimientos; en gran medida éstos son determina-dos por la subjetividad y las percepciones de losindividuos.

De esta forma se puede extrapolar este análisisal tema ambiental, de manera de considerar laposibilidad de introducir el tema subjetivo altratamiento y gestación y aplicación de laspolíticas, de evaluaciones, de diagnósticos, etc.

8.5.5 Uso de insumos básicos y consumo

Agua

Hoy en día las mayores preocupaciones am-bientales en relación al agua están dadas por suutilización indiscriminada y por sus niveles decontaminación. Las personas en general no tienenconciencia de la escasez de este recurso, siendoesa falta de conciencia el tema más importantede cambiar, a través de la educación y de un

compromiso general de la sociedad, Estado, em-presas, ciudadanos.

Respecto a la contaminación de las aguas, latendencia en la última década ha sido bastantealentadora en el sentido de un mejoramientoconstante de la norma, aumento del volumen deaguas servidas tratadas, y en menor medida, laimplementación de tecnologías que permiten unmejor uso del recurso agua y formas alternativasde acceder a él, como la captación de la caman-chaca en el norte por ejemplo. Aparentemente, laprivatización de las empresas sanitarias deja plan-teada la posibilidad que se traten las aguas servi-das, aunque queda la duda de a qué costo se haráy si esta medida facilitará o dificultará las posibi-lidades de mejorar la calidad del medio ya conta-minado.

Como muchos de los indicadores relevantes paraanalizar la relación entre los asentamientos huma-nos y el medio ambiente, el indicador ‘agua’ cuentacon escasas estadísticas, motivo por el cual resultamuy difícil hacer un análisis profundo. Más aún, enlos distintos diagnósticos del medio ambiente queexisten hoy en Chile, las cifras que se manejan

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

346

Fuente: Informe de Desarrollo Humano en Chile 1998. PNUD

El Índice de Seguridad Humana propuesto porel PNUD se compone de un Índice Objetivo deSeguridad (ISHO) y de un Índice subjetivo (ISHS).Los principales indicadores que componen a ambosíndices son: Indicadores ISHO Cotización previ-sional / cotización de salud / escolaridad / capa-citación / estabilidad laboral / ocupación o acti-vidad / calidad de la vivienda / propiedad de lavivienda / consultorio / comisaría / sindicaliza-ción / supervivencia. Indicadores ISHS Sociabilidad

(recibir ayuda, poder organizarse para resolver unproblema común) / cultura (estar informado de laactualidad) / salud (recibir atención oportuna, poderpagar la atención, recibir atención de calidad) / delin-cuencia (posibilidad de NO ser víctima de robo, agre-sión, asalto, violación etc.) / previsión (recibir ingresossatisfactorios en la vejez) / laboral (posibilidad dereinsertarse en caso de perder el trabajo, confianza enno perder el actual trabajo).

Índice de Seguridad HumanaRecuadro 8.5

1984 1988 1990 1992 1994 1995

Homicidio, infanticidio,

Parricidio 2,3 2,3 3,0 2,2 2,3 1,9

Violación 6,6 6,0 5,7 6,4 6,9 6,1

Robo 433,9 476,4 582,3 545,5 513,8 456,1

Drogas 0,3 0,5 0,2 0,4 0,4 0,4

Hurto 151,4 155,4 145,1 113,7 125,3 136,0

Fuente: Anuario de Estadísticas

Criminales. 1994 y 1996. Paz

Ciudadana

Cuadro 8.24

Denuncias nacionales (cada 100.000

habitantes)

Cuadro 8.25

Indice de seguridad humana por

región, 1998.

REGIÓN ISHO ISHS DIFERENCIAS DE LUGARES

I 0,551 0,358 1

II 0,772 0,354 3

III 0,645 0,304 7

IV 0,383 0,276 3

V 0,614 0,283 7

VI 0,422 0,305 2

VII 0,220 0,379 8

VIII 0,407 0,333 1

IX 0,150 0,354 6

X 0,296 0,411 8

XI 0,521 0,438 5

XII 0,794 0,476 0

RM 0,762 0,326 7

Page 357: Informe Pa s

Asentamientos Humanos

347

8

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

Litros por

persona 179 156 159 158 189 176 173 161 157 221 159 197 230

Fuente: A partir de información de Superintendencia de Servicios Sanitarios. 1996

Cuadro 8.26

Consumo promedio de agua al

día por persona, 1996 (litros)

difícilmente coinciden, además que las estadísticasproporcionadas por los organismos pertinentes noson todo lo desagregadas que se requiere para poderanalizar este recurso.

Chile presenta un consumo promedio diario de178 litros por persona, según los datos de laSuperintendencia de Servicios Sanitarios. Las regio-nes que consumen más litros por persona al día sonla Metropolitana y la Región de los Lagos, segúnCuadro 8.26.

Para un análisis complementario de la contami-nación ver el punto 2.13 del capítulo referido arecurso Hídrico.

Uso de suelos

Llama la atención que el 0,24 por ciento de lasuperficie nacional corresponde a lo que es con-siderado como asentamientos humanos.

En efecto, de un total de 75.629.252,7 hectá-reas de superficie que tiene el país, sólo 181.916,5Ha corresponden a áreas urbanas e industriales. Deéstas, 14.300 Ha corresponden a zonas de mineríaindustrial y 167.615,5 Ha a pueblos, ciudades yzonas industriales (CONAF-CONAMA, 1999).

Esta escasa utilización urbana del suelo semantiene en el conjunto de las regiones, conciertas excepciones en las regiones V y Metropo-litana, que si bien tienen igualmente una utiliza-ción baja de la superficie regional como urbanao industrial, están muy por encima de la medianacional y ciertamente de las regiones más extre-mas del territorio. Esta situación se correspondecon la concentración de población y, a su vez,con las más altas tasas de densidad poblacionaldel país. Más atrás, las regiones VI y VIII tambiénsobrepasan la media nacional, aunque por bas-tante menos que las regiones previamente men-cionadas.

Es importante recordar, como se señaló enacápites precedentes, la marcada condición urbanadel país (85,2% de su población en 1998). Docemillones y medio de personas habitan en 181.916,5Ha, lo que significa que por cada hectárea urbanahay 69 personas.

El mayor efecto que causa la urbanizaciónsobre los suelos es el de la utilización de suelosaptos para la actividad agrícola, en expansiónurbana. Esto es una constante en todo el territorioy es congruente con la poca densidad de pobla-ción de los asentamientos.

Si bien la expansión urbana puede materiali-zarse tanto vertical como horizontalmente, latendencia ha sido la de expandirse horizontalmen-te. Recién a partir de esta última década se ha idoconsolidando la expansión vertical, principalmen-te en el Gran Santiago, pero todavía la ciudadsigue creciendo en extensión, ocupando tierras degran riqueza y fertilidad.

En otra línea de análisis, resulta interesanterecordar que la utilización en extensión de lossuelos del territorio nacional también muestra unanotoria concentración en la depresión intermediao valle central, seguido por el área litoral y conuna ocupación casi nula de la precordillera y lacordillera.

Energía

La energía es un recurso que satisface exclu-sivamente una necesidad humana, sea ésta unanecesidad doméstica, que involucra calidad devida, o una necesidad económica e industrial, deproducción y desarrollo. Es, por ende, un recursocuyo principal impacto recibido es el de la manodel hombre y es también un recurso ligado indi-solublemente al tema de los asentamientos huma-nos, sean éstos urbanos, de residencia o sóloindustriales y/o mineros. La principal fuente energé-

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

348

Recuadro 8.6

Fuente: EMOS

Según estos datos, es fácil visualizar el tremendoimpacto que los asentamientos, urbanos generan en elrecurso agua.

El 99 por ciento de los hogares urbanos esabastecido por la red pública de agua potable y queel 87,4 por ciento cuenta con WC conectado alalcantarillado.

Respecto al caso específico del consumo domésticode agua en el país, hay algunos datos proporcionadospor EMOS que permiten tener una clara visión delimpacto que los asentamientos humanos pueden teneren el agua como recurso natural indispensable, escasoy finito.

Consumos del Hogar

(litros al día, en hogar de cinco integrantes)

Item (aprox.) Invierno Verano

Duchas 250 350

Aseo en lavatorio 50 75

Descarga cadena del baño 300 300

Preparación de comida y lavado de vajilla 80 90

Lavado general 50 185

Riego 5 165

TOTAL 835 1.165Fuente: EMOS, op.cit.

Consumo de agua en el hogarMuy distinto es el caso de los asentamientos rurales

donde apenas un 34 por ciento de los hogares esabastecido desde la red pública, y donde además tansólo un 4,3 por ciento cuenta con WC conectado alalcantarillado (según datos de MIDEPLAN, en la Casen1996). Sin embargo, no hay que olvidar que las condi-ciones de saneamiento de las zonas rurales provocanotro impacto sobre el recurso agua, si bien no tandrástico y notorio como en las zonas urbanas, igual-mente perjudicial para el medio ambiente: como el aguautilizada que es vertida sobre los suelos y sobre losmismos flujos de agua disponibles para el consumo, loscuales en muchos casos vienen ya contaminados porresiduos de industrias o mineras que funcionan en lascercanías.

De todos modos los datos presentados hablan por sísolos y son suficientes para darse cuenta del excesivoconsumo de agua al interior de la vivienda. Este consumoaumenta en la medida en que la vivienda sea de unamejor calidad, esté mejor equipada -cuente con WCconectado a alcantarillado, lavadora, jardines, etc.-.

De esta manera, el consumo de agua no sólo estádeterminado principalmente por la condición de urba-nidad del asentamiento, sino también por la situación depobreza de éste, Así, es posible verificar las diferenciasen el consumo de las distintas comunas del GranSantiago, donde según EMOS, Vitacura tiene un consu-mo promedio por habitante al día de 868 litros, mientrasla comuna de Lo Espejo sólo alcanza a tener unconsumo promedio de 197 litros por habitante al día.

Cuadro 8.27 Superficie regional de áreas urbanas e industriales, 1998

(ciudades-pueblos-zonas industriales)

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

Superficie (Ha) 2.712 3.315 1.440 1.959 25.868 10.163 11.402 24.686 10.735 13.160 2.162 2.96557. 048

% respecto a

superficie total 0,05 0,03 0,02 0,05 1,61 0,62 0,38 0,67 0,34 0,20 0,02 0,02 3.68

Fuente:CONAF. 1998

Fuente: CNE

Cuadro 8.28

Consumo sectorial de energía

(por cien)

TRANSPORTE INDUSTRIA COMERCIO/PÚBLICO CENTROS DE

/RESIDENCIAL TRANSFORMACIÓN

1984 24 31 26 19

1990 25 27 24 23

1995 26 29 25 18

Page 359: Informe Pa s

Asentamientos Humanos

349

8

La intercomuna de Santiago tiene una superficiecorrespondiente a áreas verdes igual a 45.991.036 m2,excluyendo el Parque Metropolitano. Esta cifra se tra-duce en que los habitantes de Santiago cuentan con 9,8m2 de áreas verdes por persona, de los cuales, más dela mitad -5,6 m2- son áreas verdes de propiedad privada.

Esta relación se distribuye de manera muy desigualentre las distintas comunas que componen la metrópo-lis, teniendo en un extremo a la comuna de El Bosquecon 1,3 m2 por hab., en el otro a la comuna de LoBarnechea, que ofrece a sus habitantes 35,4 m2 de áreasverdes por hab.

Otra diferencia interesante que se da entre lascomunas, es la distribución público-privado de la pro-piedad de las áreas verdes y por ende de la accesibilidadde los habitantes a ellas. En este sentido, las comunasmás pobres si bien tienen una tremenda escasez de áreasverdes, las pocas que tienen son de carácter público, a

Fuente: Catastro de Áreas Verdes del Área Intercomunal de Santiago. CEC-PPR. Disponible en biblioteca MINVIU

Nota del autor: Otras informaciones y formas de hacer el mismo cálculo señalan que la disponibilidad de áreas verdes es realmente de 2,4 m2 por habitante.Debe tenerse presente que la norma sugerida por la OMS para ciudades sin los niveles de contaminación de Santiago es de 9 y que una ciudad comoCuritiba tiene una disponibilidad de 50 m2/habitante. La información disponible para la intercomuna de Santiago no permite diferenciar las áreas verdes delas áreas café, ni tampoco indica las facilidades de acceso de la población a dichas áreas para ser utilizadas como lugares de esparcimiento.

diferencia de las comunas con más recursos que concen-tran las áreas verdes en manos privadas, como el casode Peñalolén que tiene 4.610.200 m2 de áreas verdesprivadas y tan sólo109.550 m2 públicas. Este caso resultamuy paradigmático debido a la particular situacióngeográfica de dicha comuna, que se encuentra empla-zada a los pies de la cordillera y donde sus habitantes,que son la mayoría de escasos recursos, no puedenacceder por tratarse de territorios en manos privadas.

En otra línea de análisis se observa que el 44 porciento del total de superficie de áreas verdes de laIntercomuna de Santiago está en buen estado, mientrasque el 56 por ciento está en un estado clasificado deregular a malo. Esta clasificación también se reparte demanera desigual a lo largo de las comunas: con un 80por ciento de áreas verdes en buen estado en la comunade Las Condes, contra sólo un 8 por ciento de áreasverdes en el mismo estado, en la comuna de Lo Prado.

Recuadro 8.7

Áreas verdes de la Intercomuna de Santiago

Fuente: CNE

Cuadro 8.29

Consumo de electricidad en el sector comercio/

público/ residencial por región, 1995

(porcentaje)

tica de Chile es el petróleo, en cuya satisfacciónde consumo el país presenta una situación de depen-dencia. Esta relación ascendía sólo al 90 porciento.

Por su parte, la hidroelectricidad se ha conso-lidado como alternativa a la generación termo-eléctrica. Sin embargo, resulta relevante el tema delos efectos particulares de cada alternativa sobre elmedio ambiente, así como la diversificación detipos de energía, sobre todo desde la gran crisisenergética sufrida por el país, producto de laprofunda y extendida sequía.

Con respecto al consumo de energía porsectores de la economía, es la industria el sectorque muestra un mayor consumo, seguido casi deforma paralela por el comercio, público, residen-cial y por el transporte. Este último sector presen-ta por su parte una incipiente tendencia alaumento constante de su consumo energético, locual no resulta extraño si sabemos que entre1990 y 1995 aumenta en un 65 por ciento suproducción bruta.

Si se observa el Cuadro 8.29, llama la atenciónla zona austral, la que presenta un autoabasteci-

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

Regional 2,7 2,4 1,4 2,2 11,6 3,2 4,0 8,3 3,4 4,5 0,3 1,3 54,7

Por zona 5,1 3,6 18,8 16,2 1,6 54,7

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

350

miento casi total, haciéndola única en el país. Porsu parte, la Región Metropolitana se abastece deprácticamente todas las demás regiones, concen-trando más de la mitad del consumo nacional.

Por último, en cuanto al consumo y producciónde derivados del petróleo, se observa que en laúltima década éste aumenta en forma constante.(Cuadro 8.30) Esto tiene una directa relacióncon el aumento del parque de vehículos moto-rizados, que a su vez, influyen notoriamente enla contaminación urbana.

Consumo Básico

Durante la última década el país muestra unaumento sostenido de sus niveles de consumo,el cual se constata tanto en el aumento de losniveles de endeudamiento de sus habitantes,como en el incremento de la producción yconsumo nacional de bienes y servicios.

Los patrones de consumo de la poblacióntienen una directa relación con el impactoambiental “doméstico” en el sentido de que almargen de los efectos que trae la producción debienes al medio ambiente, los consumidores,según su comportamiento, inciden positiva onegativamente sobre éste.

Ejemplos hay muchos: el aumento del consumode vehículos motorizados, el aumento de produc-tos tetra-pack -que son prácticamente imposiblesde reciclar-, o de plásticos en general, en que

ambos no se degradan en los rellenos sanitarios.Todos estos casos representan un tipo de consumoque tiene efectos altamente negativos sobre elentorno, tanto natural como creado. Los autos nosólo hacen más difícil la vida en la ciudad por elaumento de la congestión y del tráfico, sino quetambién afectan la calidad del aire, por los con-taminantes asociados.

Observando ahora la producción de bienes quetienen la connotación de no ser amigables con elambiente se observa (ver Cuadro 8.31) que laproducción de plásticos aumenta casi en sesentapuntos, según el Índice de Producción del INE, locual es mucho menos que lo que aumenta laproducción de papeles y cartones, con la diferen-cia de que ésta, como se mencionara anteriormen-te, es reciclada en aproximadamente un 45 porciento.

El consumo inmobiliario, que creció en estaúltima década en más de 160 por ciento, tambiéntiene importantes consecuencias ambientales, so-bre todo en el ámbito urbano, donde la falta dediseño y de consideración por la armonía del lugarcon su tradición y con su entorno natural, hacenperder identidad urbana, que es sumamente im-portante en términos de niveles de calidad de vidaque conduzcan a una relación armónica y cuida-dosa con el medio ambiente. Los déficit de orde-namiento territorial, a nivel nacional y local, sona todas luces una de las falencias más graves delestilo de crecimiento urbano actual.

1992 1994 1996

Consumo Nacional 77.261 90.807 107.041

Producción Nacional % 87 83 76

Fuente: A partir de datos del INE

19931 995 1997

Productos Alimenticios 103,6 120,0 117,7

Industria del tabaco 111,1 112,1 128,8

Fabricación de textiles 106,4 101,3 99,1

Industria del cuero y productos de cuero y sucedáneos 107,7 102,2 93,5

Industria de la madera y sus productos, excepto muebles 113,8 113,2 118,4

Fabricación de papel y sus productos 144,1 162,7 160,8

Fabricación de sustancias químicas industriales 119,2 132,0 163,7

Fabricación de productos de plástico 155,4 178,8 212,1

Fabricación de vidrios y sus productos 136,4 160,6 237,9

Cuadro 8.30Consumo de derivados delpetróleo crudo y gas natural(teracalorías)

Fuente: INE

Cuadro 8.31

Índice de Producción Física de

Industrias Manufactureras Relevantes

para el tema Ambiental

(Base promedio año 1989=100)

Page 361: Informe Pa s

Asentamientos Humanos

351

8

Otro dato interesante es el aumento que presentael consumo promedio de productos alimenticios,bebidas y tabaco, en esta última década. En 1991,los habitantes consumen un promedio aproximadode $58.000 en ese rubro y en 1996 el promedio deconsumo aumenta hasta llegar a $76.000 aproxi-madamente (a precios constantes de 1986).

8.5.6 Generación de Residuos

Residuos Sólidos

La producción de residuos domiciliarios porregión, para 1996, se expone en el Cuadro 8.32.Los antecedentes disponibles señalan que en la RMse generan aproximadamente 8 millones de kilosde basura al día y se puede estimar que en el paísse puede alcanzar la cifra de unos 15 millones.Sólo se dispone adecuadamente menos del 50% deestos residuos.

En al caso de la RM, en que la disposición estámejor que en la media nacional, la mitad va desdelos hogares hacia el relleno de Lomas del Colora-do, en la comuna de Til-Til, y la otra mitad paraLepanto, en San Bernardo.

Lomas del Colorado recibe los residuos de losMunicipios agrupados en la Asociación Municipalde Cerros de Renca a través de la empresa privadaKDM y Lepanto reúne a los municipios de laAsociación de EMERES, que es una empresa mu-nicipal sin fines de lucro. KDM recibe la mayorparte de los residuos en la estación de transferen-cia de Quilicura, en tanto que Lepanto recibedirectamente en su relleno sanitario en San Ber-nardo.

Desde el punto de vista de la magnitud delnegocio basta decir que cada empresa cobra aproxi-madamente $5,3/kg. Es decir, cada una por sepa-rado tiene un flujo de ingresos de aproximada-mente $21.200.000 día o $636.000.000 al mes.KDM tiene contratos de 20 años y EMERES portodo el tiempo que quiera al ser de propiedad delos propios municipios.

Por otra parte, es conveniente decir que apartede la basura que proviene de los hogares, tambiénse recoge de las calles y basurales clandestinos. Esasí como la Intendencia RM gastó $400.000.000,con ocasión de la cumbre de los presidentes en elretiro de residuos.

En el período de los ochenta, se privatizó lagestión del vertedero de Lo Errázuriz, producién-

dose todos los problemas derivados de los gasesfugitivos que invadían las casas aledañas. Lagestión del relleno tuvo un período con resultadosmuy ineficientes.

En la región metropolitana la generación deresiduos aumenta desde menos de 0,7 kg/hab-díaa fines de los ochenta hasta casi el doble en 1998.La caída del ingreso y por lo tanto del consumoen 1999 revierte la tendencia generándose un 20%menos que el año anterior (Datos de SESMA,página web).

En Chile el sistema tarifario de la gestión de losresiduos no permite generar recursos para cubrirlos costos involucrados ni refleja un criterio mo-derno de cobro basado en el principio de quiencontamina paga. Sólo paga el 30% de los usuariosy los que generan menos subvencionan a los quegeneran más. Dado que el cobro se hace ligado alas contribuciones y los municipios pobres tienenbuena parte de la población exenta de su pago,éstos tienen serios problemas para financiar loscostos involucrados en la recolección, transporte ydisposición. La nueva Ley de Rentas Municipalesde mediados de la década no modificó la situaciónanterior manteniéndose, a pesar de algunas flexi-bilidades, los mismos procedimientos.

Los 8 millones de kilos significa que hay unaproducción de basura de 1,7 kg/hab/día. Que,además, crece a ritmos superiores que los del PIB/cápita. Mientras en los países desarrollados dismi-nuye la cantidad de residuos que van a relleno, enChile aumentan. En la RM se envía a los rellenossanitarios en términos per cápita más de lo que sehace en Alemania, Francia y la mayoría de lospaíses de Europa. La práctica de la RM ha estadoorientada solamente a disponer los residuos sinpreocuparse seriamente de evitar su generación(eliminando lo superfluo) y reciclando y reutili-zando lo que sea posible. La proporción que sedestina a compostage es mínima a pesar de quemás del 50% de la basura doméstica está consti-tuida por material orgánico susceptible, en unaproporción importante, de ser transformada encompost, siempre que haya la debida separaciónen la fuente.

En el mundo, la práctica habitual es que losresiduos se tratan, en primer lugar de evitar,minimizar, reciclar, en ese orden, y sólo cuando noqueda otra alternativa, ponerlos en un rellenosanitario o incinerarlos, situación que en Chileno es posible. En Chile sólo se intenta y defici-tariamente, la disposición en rellenos o simple-mente en basurales que no se vean (ver Cuadro8.33).

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

352

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

Ton/Mes 6.990 8.520 4.590 7.800 28.440 8.880 9.810 26.430 9.660 11.670 1.200 2.520 151.590

% regional

respecto al total 2,5 3,1 1,7 2,8 10,2 3,2 3,5 9,5 3,5 4,2 0,4 0,7 54,5

kilo por hab

al mes 20 20 20 20 21 18 18 18 18 18 18 18 27

Cuadro 8.32

Producción de residuos

domiciliarios por región (1996)

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

1990 12 12 12 12 18 18 15 12 12 15 12 21 25

1996 20 20 20 20 21 18 18 18 18 18 18 18 27

Cuadro 8.33

Evolución de residuos sólidos

por habitante (kilo/hab/mes)

Fuente: A partir de información de Alegría X. 1990. Residuos Sólidos. Comisión Especial de

Descontaminación de la Región Metropolitana-Instituto de Ingenieros.

(Fuente: INE, Censo de 1992)

La Resolución Nº 02444, del 31 de julio de1980, del Ministerio de Salud, sobre NormasSanitarias Mínimas para la operación de Basuraleses cumplida en un porcentaje mínimo, segúnindica el informe de Consolidado Nacional delprograma horizontal «Control de Residuos Sóli-dos» de la Contraloría General de la República deseptiembre de 1999. El informe detalla variasirregularidades de extrema gravedad para el casode la disposición de residuos sólidos domésticos,entre las que se destacan las siguientes:

- Hay 277 lugares para la disposición deresiduos informados por la autoridad sanitaria,pero 199 (72%) no cuentan con autorizaciónsanitaria (requisito indispensable).

- De cuatro rellenos construidos después dela entrada en vigencia del reglamento para elSEIA sólo 2 han presentado su respectivo EIA.

- Varios están ubicados dentro del límiteurbano y al menos uno en zona de restricción ypreservación del medio ambiente natural y cultural.

- Un porcentaje elevado no cumple conla exigencia de no tener viviendas a menos de300 mts y 600 mts para toda población o grupode viviendas.

- La mayoría están ubicados en lugares sinautorización de uso de suelos. Algo más de lamitad de los contratistas encargados de la recolec-ción, transporte y disposición final ha sido porlicitación pública, quedando un margen sin licita-ciones. Un porcentaje grande de estos contratistaso las municipalidades cuando hacen directamenteel servicio no cumplen con la normativa.

- En general no hay registros diarios detonelaje por lo que no hay problemas para que eldestino de estos sea desconocido.

- La mayor parte de los sitios no estáncerrados.

- Hay animales domésticos en varios vertederos.

- En la mayor parte no se lleva control devertederos.

Page 363: Informe Pa s

Asentamientos Humanos

353

8

- En prácticamente la mitad de los sitios losresiduos no tienen cobertura y en algunos éstos sequeman.

- La maquinaria no funciona adecuadamenteen la mayoría de los vertederos examinados.

- La cobertura de fiscalización de los ver-tederos por parte de las autoridades de Salud noes completa.

- No es claro el manejo de los residuospeligrosos y no peligrosos industriales y hospita-larios.

- Los vertederos abandonados lo han hechosin cumplir las normas.

- En sólo algo más de la mitad de los casosestudiados se han cumplido las resoluciones sani-tarias.

- Los estudios realizados no han sido toma-dos en consideración.

- Acerca de los residuos sólidos industriales(RISES), el informe sañala que se tiene catastro de11,578 industrias, por lo que es incompleto. Nohay registros de las empresas que generan residuospeligrosos. Muchas empresas acumulan residuosen sus propios sitios.

- Sólo en algunas regiones se depositan losRISES en un sector especialmente habilitado.

- Las industrias no están cumpliendo con eldecreto 745/93 que las obliga a entregar unadeclaración en que conste la cantidad y naturalezade los residuos que generan.

- De 414 visitas de inspección llevadas acabo por los Servicios de Salud se substanciaron56 sumarios sanitarios, cumpliéndose la medida en23 casos (41%). De los restantes, 29 sumarios seencuentran en trámite y en 4 se levantó la medidaaplicada.

- Respecto a los residuos hospitalarios, lamayoría de los Servicios de salud no tienennormas específicas.

- Se comprobó que en aquellos recintosdonde existen manuales, ellos están basados en lacircular 4G/31, de 18 de junio de 1998, de laDivisión de salud de las Personas del MinSal. Sinembargo dicha circular fue dejada sin efecto pormedio de la circular 9B/36, de 7 de julio del mismo

año de la División de salud Ambiental, de esemismo Ministerio, sin dictar nuevas normas.

El informe de contraloría indica que la mayoríade las prácticas utilizadas en la gestión de losresiduos son inadecuadas.

De los residuos domésticos en Chile se reciclasolamente el papel (50%), vidrio (30%) y plásticos(3%). Algo se hace con el compost (tratamientonatural para la descomposición de la parte orgá-nica de la basura para producir un material debuena textura pero que no es, necesariamente, unabono) en algunos lugares (La Reina) utilizandolos restos vegetales de las ferias y de las podas.

Finalmente, el reciclaje que hoy se hace seapoya fuertemente en un grupo social muy mar-ginal de la sociedad quienes hacen su trabajodirectamente en las bolsas de basura, sin ningúntipo de protección. Un reciclaje civilizado debieraformalizar a este sector informal, que alcanzaunas 30 mil personas y basarse en una separa-ción de los residuos reciclables en el origen. Laforma de separar la basura no puede ser igual enCanadá, en EE.UU. o en Chile.

La eliminación de los residuos por la vía delas plantas incineradoras es poco factible ennuestro país producto del bajo poder calorífico dela basura, valor que se estima en alrededor de1000 KC/kg, por lo que el residuo no se quemasolo y requiere agregársele mucha energía.

En Chile existen unos pocos rellenos bienmanejados. En las grandes ciudades casi todoslos rellenos están en problemas.

En resumen, las tendencias nacionales enmateria de gestión de residuos apuntan en elmejor de los casos a una disposición final de losresiduos con muy poca calidad. La normativa esinsuficiente. No hay implementación de las po-líticas de minimización. No hay gestión de losresiduos peligrosos especiales y los hospitalariosson débilmente manejados. Contrariamente a lastendencias mundiales hay cada vez más residuosen los hogares, en las calles y en los basurales.El país y las ciudades se mantienen sucios.

Como antecedentes adicionales al tema, sepresentan el Cuadro 8.32 «Producción de residuosdomiciliarios por región, 1996», el Cuadro 8.33«Evolución de residuos sólidos por habitante» y elCuadro 8,36 «Residuos por habitante en la RegiónMetropolitana».

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

354

Residuos Líquidos

Los residuos líquidos están compuestos en sumayoría por eliminación de excretas, seguidos porresiduos líquidos industriales y son la causa prin-cipal de contaminación de las aguas de ríos, lagosy mar. La disposición de las aguas servidas domés-ticas e industriales - ocupadas en procesos produc-tivos-, que se descargan a los cauces receptores(ver cuadro 8.29), sin tratamiento adecuado, son lasresponsables de la contaminación y deterioro de lacalidad del agua, debido a que contienen sustanciascomo gérmenes patógenos, materia orgánica oproductos tóxicos.

Por ese mismo motivo es que las aguas servidasson fuente de enfermedades como el cólera, ya seapor contacto directo con dichas aguas -sobre todoen asentamientos de escasos recursos y sin abas-tecimiento de agua potable ni alcantarillado-, obien a través del consumo de hortalizas que sonregadas con dichas aguas (como es el caso degrandes extensiones de tierras agrícolas en laRegión Metropolitana).

El Cuadro 8.35 muestra los destinos inmediatosque tienen las aguas servidas en Chile. A esto hayque agregar que las descargas al alcantarilladodesembocan finalmente en ríos y en el mar. Ante esohay que destacar el hecho de que en Chile existe sólo

una planta de tratamiento de residuos líquidos, en laciudad de Antofagasta, lo cual desencadena unlamentable panorama.

La escasa cobertura para las zonas ruralesaparece como el desafío pendiente por zanjar, yaque éstas mantienen un contacto directo con suentorno, y por ende, de impacto más inmediato,tanto para el ambiente natural como para lacalidad de vida de sus habitantes. De todas formas,el tema de cobertura resulta relevante y urgente,sólo en la medida en que existan plantas detratamiento de aguas servidas. Antes de eso, au-mentar la cobertura en zonas rurales puede agudi-zar el impacto negativo sobre el medio ambiente(pozos sépticos bien aislados contaminan menosque el alcantarillado sin tratar).

8.6 FACTORES QUE INFLUYENEN EL ESTADO AMBIENTALDE LOS ASENTAMIENTOSHUMANOS

La aceleración del ritmo de urbanización hasido un factor determinante del incremento de losproblemas ambientales. La aceleración ha estadoestrechamente unida a la especialización econó-mica.

En el marco de esta toma de conciencia, es queel tema de los residuos sólidos tiene carácter deprioritario, tanto en la Sociedad de FomentoFabril, como en la Cámara Chilena de la Construc-ción.

Esta última viene elaborando un proyecto dedisposición de residuos sólidos de la construcción,a partir de una propuesta del SESMA, el cualdebiera comenzar a funcionar el año 2000. Hastaahora, los residuos son retirados por camiones quelos botan en cualquier parte, lo cual motivó que en1997 se hiciera un estudio para evaluar la factibi-lidad de rellenar sitios baldíos de la ciudad condichos residuos. El estudio identificó más de diezlugares en diferentes comunas de Santiago, que sonsitios eriazos, llenos de basura y en muchos de loscasos, centros de reunión de drogadictos y pandillas.

Varias empresas forman un consorcio para ad-ministrar el sistema de relleno, el cual consiste enir rellenando de a dos sitios, hasta que esténcopados y luego transformarlos en parques. Duran-te el período previo a la transformación en parque,se instalan basureros diferenciados para que quie-nes retiren la basura, puedan vender los residuosrecuperables como el vidrio, madera, aceites, etc.

La idea, relata Andrés Varela, es licitar algúnsector del parque a un supermercado o centrodeportivo -canchas de fútbol por ejemplo-, para que,como concesionario, se haga cargo de la manten-ción del parque. Esta condición tiene carácter deimperativa ya que los municipios no cuentan conrecursos, ni humanos ni económicos, para regarlosy mantenerlos.

Sistema de Relleno de Residuos Sólidos de la Construcción

Recuadro 8.8

Fuente: Entrevista a dirigente de la Cámara Chilena de la Construcción.

Page 365: Informe Pa s

Asentamientos Humanos

355

8

Fuente: Casen 1996

Cuadro 8.35

Sistema de eliminación de

excretas por hogares, país.

1996

SISTEMA DE ELIMINACIÓN DE EXCRETAS URBANO RURAL

% %

Alcantarillado 2.647.594 87,4 24.322 4,4

Fosa Séptica 94.691 3,1 92.539 17,0

Letrina Sanitaria 7.289 0,2 8.084 1,5

Pozo Negro 159.865 5,3 396.453 71,3

Acequia 3.149 0,1 1.870 0,3

Otro 883 0,0 302 0,05

No Dispone 115.892 3,8 32.346 5,8

Total 3.029.363 100,0 555.916 100,0

Fuente: Superintendencia de Servicios

Sanitarios. Santiago. 1993.

Cuadro 8.34

Descargas de aguas servidas

según tipo de receptor, país.

1993

DESCARGAS INDUSTRIA INSTITUCIONES SERVICIOS TOTAL N° TOTAL %

DE SALUD SANITARIOS

Río 154 3 436 593 16,9

Lago 6 0 9 15 0,4

Mar 141 1 149 291 8,3

Canal de Riego 87 2 11 100 2,9

Alcantarillado 1.591 419 0 2.010 57,3

Suelo 374 9 8 391 11,1

Otros 79 1 27 107 3,1

Total 2.432 435 640 3.507 100,0

% 69,4 12,4 18,2 - -

RESIDUOS RM

1,11 Kg/día-hab. 1997

1,25 Kg/día-hab. 1998

1,1 Kg/día-hab. 1999

Incremento total 98/97 = 8,56%

Disminución total 99/98 = -9,24%

Lepanto 1.211.707 ton/año (98)

Colorados 1.298.204 ton/año (98)Fuente: página web de SESMA

Cuadro 8.36

Residuos por habitantes

en la Región

Metropolitana

Se constata en el país zonas con mayor espe-cialización económica que otras (ver Cuadro 8.37).Así, por ejemplo, la zona del Norte Grande con-centra su PIB en la minería, representando en laII Región de Antofagasta más de un 6 por cientode su PIB total.

La zona del Norte Chico, si bien presenta unamayor diversificación, muestra una concentraciónen la minería, en la Región de Atacama y unaconcentración compartida entre la minería y elárea silvoagropecuaria en la Región de Coquimbo.

En la zona Centro, la V Región de Valparaísomuestra una acentuada diversificación en su eco-nomía, con la industria manufacturera represen-tando la mayor concentración de la región. La VIy VII región en tanto, tienen una marcada voca-ción silvoagropecuaria.

El Sur por su parte no muestra una tendenciaproductiva clara, con distintos niveles de diversifica-ción del PIB según la región. Destaca sin embargo, elcaso de la X Región de Los Lagos, donde el mayorporcentaje del PIB corresponde a la pesca, que en losúltimos diez años aumenta en un 11,4 por ciento.

La XI Región de la Araucanía, en la zonaAustral, presenta una marcada presencia estatal-administración pública- y un aumento considera-ble de la pesca. La Región de Magallanes yAntártica Chilena en tanto, ve declinar en estaúltima década su producción minera y aumentardrásticamente su producción manufacturera.

Por su parte, la Región Metropolitana muestrauna notoria concentración del PIB en actividades

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

356

Fuente: Banco Central. Anuario de Cuentas Nacionales 1998, op.cit

Cuadro 8.37

PIB Regional por clase de

actividad económica (millones

de pesos de 1986)

SILVOAGRO PESCA MINERÍA MANUFACTURA TRANS.Y TELE. S.FINAN. A.PÚBLICA COMER.,HOT TOTAL

I 1986 1.637 11.686 6.055 28.176 8.810 5.137 8.605 22.075 112.383

1996 2.325 5.517 33.314 38.954 15.675 13.671 10.098 67.067 218.582

II 1986 400 3.171 127.757 14.211 12.951 6.068 5.142 9.324 212.37

1996 474 2.798 294.705 25.529 28.403 17.110 5.089 19.832 471.377

III 1986 5.143 1577 20.825 2.346 2.167 1.842 1.638 4.048 50.079

1996 21.842 4.506 71.978 2.894 5.606 5.490 1.855 17.029 153.177

IV 1986 14.037 1.471 22.539 7.363 3.936 2.944 2.385 8.008 79.172

1996 30.953 6.945 33.791 16.079 9.855 9489 2.738 20.704 155.081

V 1986 28.034 2.357 31.275 76.891 32.204 18.807 18.736 31.721 300.820

1996 49.740 17.659 48.864 105.610 94.803 41.496 21.360 71.543 547.785

VI 1986 37.700 92 68.480 15.344 5.081 5.851 3.092 12.306 184.698

1996 85.825 119 71.702 27.739 10.488 14.455 3.499 33.001 84.927

VII 1986 35.844 181 432 27.074 5.910 7.380 3.912 10.378 131.449

1996 84.506 400 1.138 58.421 12.329 17.587 4.588 28.809 261.809

VIII 1986 35.555 6.684 6.404 131.713 23.960 15.236 13.487 28.620 344.164

1996 45.437 17.383 1.678 190.212 62.850 43.252 14.128 54.192 535.868

IX 1986 17.902 68 240 6.069 3.322 6.099 4.341 10.969 71.735

1996 28.066 228 567 21.146 10.904 16.555 5.422 28.473 146.651

X 1986 26.510 6.879 888 16.136 6.350 8.010 7.080 16.468 122.891

1996 39.295 42.238 905 32.428 16.711 21.427 8.060 34.876 243.278

XI 1986 3.295 739 126 822 821 644 2.710 1.923 16.392

1996 3.243 3.825 2.455 1.081 2.967 1.929 3.342 3.223 28.775

XII 1986 5.045 4.625 46.194 6.022 3.962 5.554 8.950 8.443 100.767

1996 4.986 7.995 25.17 31.845 8.419 8.605 8.345 17.824 126.070

RM 1986 42.286 95 11.637 278.768 107.813 334.743 60.972 318.516 1.298.379

1996 73.701 158 24.719 588.289 292.032 766.636 68.140 844.471 2.865.621

Cuadro 8.38

Tasas de Desempleo por Región

(período octubre-diciembre)

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I I I III I V V V I V I I VI I I I X X X I X I I R M

1995 6,0 5,7 9,6 8,2 9,2 4,6 6,2 8,8 5,1 3,0 1,8 4,9 6,3

1997 4,4 2,5 5,0 4,6 7,0 3,6 4,6 6,0 5,1 3,1 1,5 3,7 5,9

1998 5,9 5,0 7,6 5,6 9,6 3,2 5,5 8,1 7,7 4,6 2,6 7,6 7,8

Fuente: INE, Encuesta Nacional de Empleo 1995-1997-1998

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Asentamientos Humanos

357

8

propiamente urbanas. Esto se observa en la acti-vidad de comercio, restaurantes y hoteles, queconcentra casi un 30 por ciento del PIB de laregión, le siguen servicios financieros, industriamanufacturera y transporte y telecomunicaciones.

Lo anterior se verifica también en las regionesV y VIII -donde se ubican las otras dos grandesmetrópolis del país-. Aquí, además de existir unaclara concentración del PIB en actividades pro-piamente urbanas, son justamente estas activida-des las que han experimentado un mayor creci-miento en la última década, coincidiendo con elproceso de crecimiento de las grandes urbes.Como ejemplo se puede señalar el aumento, en laV región, en un 6,6 por ciento del PIB entransporte y telecomunicaciones; y en la VIIIregión, un aumento del 4,4 por ciento en el PIBde los servicios financieros.

Tal como se desprende del cuadro anterior, loscambios ocurridos en las últimas décadas generanuna nueva estructura productiva en que el rasgomás relevante es la pérdida de importancia delsector manufacturero, tradicionalmente conocidocomo aquel que posee el mayor valor agregado

Fuente: DESUC-COPESA 1995 y 1997,

DESUC-MSGG 1996

Cuadro 8.39

Evolución de la participación en

instituciones secundarias

1995 1996 1997

Sindicatos 3.5 1.9 4.3

Gremios 2.9 2.5 2.5

Partidos Políticos 1.5 2.6 1.6

Grupos de Iglesia 16.4 9.9 14.4

Grupos de Beneficencia 3.9 4.5 5.1

Centros de Madres 1.5 1.4 1.5

Juntas de Vecinos 3.5 3 2.5

Clubes Deportivos 11.2 7.1 9.8

Cuerpo de Bomberos 0.8 1.2 1

Scouts 0.8 0.5 0.6

Centros Culturales 1.2 2.2 1.9

Asociaciones Empresariales 0.3 0.7 0.6

Colegios Profesionales 2.3 4 3.8

Centros Juveniles 0.8 1 0.3

Defensa Civil 0.2 0.2 0.3

Centros de Alumnos 0.9 0.9 1.1

Clubes Sociales 1.7 1.2 1.1

Organizaciones Ecológicas 1.1 1.3 0.8

Centros de Padres y Apoderados 7.3 7.5 6.8

Otras 2.9 0 2

Ninguna 0 59 0

incorporado. En efecto, en 1986 el PIB industrialrepresentaba el 18% del PIB total (grado deindustrialización) pasando en 1998 a representarmenos del 15%. Además, si se observa la estruc-tura interna se aprecia que los sectores que tienenmayor valor agregado incorporado, y que son losque están ligados a la industria metal mecánica,pierden aún más su importancia relativa, pasandoa ser despreciables a fines de esta década.

Se ha argumentado que esto ha sido así porcuanto el proceso de modernización es peculiaren el caso chileno y la modernización se consigueen los sectores que han mostrado mayor dinamis-mo. De ser válida esta hipótesis, de todas manerasquedaría claro que ese tipo de modernizaciónproductiva no genera los enlaces virtuosos con elresto de la economía que generaban los estilos dedesarrollo pretéritos, con las consecuencias cono-cidas en el plano social y en la calidad delempleo.

Hasta 1998 y desde la crisis del 82, la tenden-cia ha sido al incremento del empleo, especialmen-te en las zonas de mayor explotación de losrecursos naturales y servicios.

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en campamentos, en situaciones de gran insalubri-dad, respecto del tema agua, eliminación de excre-tas, etc.

Al analizar el tema del empleo desde la pobla-ción ocupada, en el ámbito regional, las mayoresconcentraciones de población ocupada se observanen las regiones en que se ubican las metrópolis delpaís: Santiago, Concepción y Valparaíso. Esto serelaciona directamente con la concentración de lapoblación en estas metrópolis y con las actividadeseconómicas principales, descritas previamente, quecoinciden con ser justamente las que tienen unamayor capacidad de generación de empleo.

Por último, es necesario señalar que además delos rubros antes mencionados como pilares de lasituación del empleo en Chile, hay que agregar elárea de Servicios Comunales, Sociales y Persona-les, la que concentra la mayor proporción depoblación empleada y, que además, a diferencia delos otros sectores importantes, presenta una suertede estabilidad respecto de los períodos de crisis,muy por sobre el resto de los sectores de laeconomía, principalmente por estar compuesto engran medida por servicios del Estado.

8.7 NORMAS E INSTITUCIONESPARA LA GESTIÓNAMBIENTAL URBANA

8.7.1 Ámbito Normativo específico

En el tema específico de asentamientos huma-nos, la norma que regula el ordenamiento territo-rial y la edificación es la Ley General de Urbanis-mo y Construcciones. Esta ley establece las com-petencias y procedimientos para establecer losdistintos usos de suelo, la desafectación de esosusos, las características generales de edificación ylos organismos competentes en la materia. A nivelcomunal, la norma que ordena los diversos usos desuelo, densidades, áreas urbanas y rurales es elPlan Regulador, que es una norma ya que, una vezaprobado por el Consejo Municipal, tiene jerarquíade Ordenanza.

Otra norma de importancia en materia deordenamiento territorial es el D.L 2695 que esta-blece el Sistema de Regulación de la PequeñaPropiedad Raíz, sistema administrado por el Minis-terio de Bienes Nacionales. Este decreto teníacomo objetivo original otorgar derechos de propie-dad a aquellos ocupantes que llevaban muchos

Desde el año 1990 hasta 1998, el porcentaje dedesempleados a nivel nacional se mantiene esta-ble, con una variación de no más del 2% (Cuadro8.38) Siendo desigual en todo el territorio con losrasgos estructurales precedentemente indicados,vinculados a los patrones de producción regiona-les (Cuadro 8.39).

Durante 1998 y 1999, hay un alza considerablede la tasa de desempleo por efecto de la crisiseconómica que ha afectado al país, y al mundo,llegando a un 6,4 en 1998 y hasta un 11,1 en 1999(períodos de mayo-julio, según INE).

En períodos de crisis, las áreas más vulnerables,es decir en las que cae con mayor fuerza el PIB y,en consecuencia, en las que se genera un mayordesempleo, son las de la industria manufacturera, elcomercio y la construcción. Todas estas áreas tienenen común que dependen directamente de la capaci-dad de consumo de la población, la que se vetremendamente mermada en períodos de crisis. Estasmismas áreas son las que concentran el mayorporcentaje de población ocupada, lo que las trans-forma en el pilar del desarrollo del empleo en el país.

Con respecto a la agricultura, se puede decirque corresponde a uno de los sectores más fluc-tuantes respecto a generación de empleo y desem-pleo, debido principalmente a la temporalidad desu producción. De este modo, la época estival esaquella de mayor holgura, ya que requiere de unagran cantidad de mano de obra.

Esta característica provoca una situación demovilidad territorial muy acentuada para un am-plio porcentaje de la población laboral del agro,lo cual tiene efectos sobre las condiciones de vidade muchas localidades.

Por una parte, las localidades ven salir a unporcentaje considerable de la población en épocasde trabajo temporal, lo que provoca un debilita-miento de la base social en dichas comunidades,ya sea porque los hombres deben partir constan-temente, o en el caso de las temporeras, porqueéstas mientras están en época de trabajo debendejar a sus familias a cargo de otras personas,generalmente, los abuelos.

Por otra parte, aquellas localidades rurales quedeben acoger a estos grupos de trabajadores, porperíodos de más de un mes, en general, no estánpreparadas para esta afluencia de población, yaque se trata de localidades con escasa infraestruc-tura, por lo que la población temporal suele alojar

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Asentamientos Humanos

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8

años en el terreno sin oposición alguna, se tratade antiguos inquilinos. Sin embargo, este objetivose ha sobrepasado y este sistema ha pasado a seruna forma de adquirir el dominio sin tener quepasar por trámites judiciales como posesionesefectivas de herencias o peticiones.

Al adquirir derechos de propiedad por esta víano es necesario respetar el Plan regulador o asegurarcondiciones de servicios básicos mínimos, por loque se han creado asentamientos sin planificaciónalguna, sin espacios para áreas verdes oinfraestructura pública.

8.7.2 Ámbito institucionalrelacionado con losasentamientos humanos

En materia de ordenamiento territorial y edifi-cación es el Ministerio de Vivienda y Urbanismola institución competente, sin embargo, es elMunicipio el encargado de dictar la OrdenanzaMunicipal que regula los usos de suelo de lacomuna, esto es, el Plan Regulador Comunal

Es el Ministerio de Vivienda y Urbanismo,además el que administra el sistema de subsi-dios habitacionales. Mediante el sistema desubsidios el Ministerio actúa también comoinstitución de ordenamiento del territorio urba-no, ya que determina cuales son los terrenos aocupar por las vivienda sociales.

El Municipio tiene dos funciones relacionadascon el tema, en primer lugar, es el encargado deadministrar la gestión de los residuos sólidosdomiciliarios y por otra parte, es el ConsejoMunicipal quien aprueba el Plan Regulador.

El Gobierno Regional, por su parte, compuestopor el Intendente y los Consejeros Regionales,tienen como funciones, en materia de ordenamien-to territorial, establecer políticas para el desarrolloarmónico de los asentamientos humanos y fomen-tar la protección, la conservación y el mejora-miento del medio ambiente.

Con relación a la fiscalización de las normasambientales, la institución con mayores competen-cias en el área urbana es el Servicio de Salud.

8.7.3 Instrumentos de GestiónAmbiental relacionados aAsentamientos Humanos

Dentro de estos instrumentos se distinguen laspolíticas ambientales y los que dicen relación conel ordenamiento territorial urbano y rural.

Políticas

La Política de Fomento de la Producción Lim-pia, dictada en 1997, tiene como propósito general“catalizar, incentivar y facilitar el aumento de lacompetitividad y el desempeño ambiental de lasempresas, apoyando el desarrollo de la gestiónambiental preventiva para generar procesos pro-ductivos más limpios”4. Se trata de promover laprevención de la contaminación, la minimizaciónde los residuos y emisiones, incentivar la reutili-zación de los recursos, el reciclaje de insumos yproductos y contribuir al desarrollo y difusión denuevas tecnologías.

En el marco de esta política ya se han desa-rrollado algunas experiencias exitosas: en mate-ria de reducción de emisiones contaminantes a la

Fuente: INE, Encuesta Nacional de Empleo 1995-1997-1999. CASEN 1990

Cuadro 8.40

Distribución del empleo por

región respecto del total país

(%, período octubre-diciembre

1995-1997/ mayo-julio 1999)

NORTE GRANDE NORTE CHICO CENTRO SUR AUSTRAL RM

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

1990 2,7 2,7 1,4 3,4 9,8 4,8 6,2 11,4 5,3 6,8 0,6 1,1 43,8

1995 2,8 2,8 1,6 3,5 9,9 5,0 6,5 11,8 5,2 6,9 0,7 1,06 42,6

1997 2,8 3,0 1,8 3,6 9,4 5,0 6,0 11,8 4,9 7,0 0,7 1,1 43,0

1998 2,8 3,0 2,0 3,5 9,5 4,8 5,6 12,0 5,0 7,0 0,7 1,02 43,4

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Estado de l Med io Ambiente en Ch i le

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La industria manufacturera y de la construcción sondos de los sectores más activos de nuestra economía yconcentran un importante porcentaje del Producto In-terno Bruto Nacional.

Ambos sectores juegan un doble papel que, por unlado, se traduce en contribuir al incremento de lacalidad de vida de los individuos, en la medida en queacceder a bienes de mejor calidad y a una viviendadigna, por ejemplo, mejora los estándares de vida de lapoblación. Y por otro lado, estos sectores son respon-sables, en gran medida, de los impactos generados porel hombre al medio ambiente.

En este sentido, resulta indispensable alcanzar undesarrollo industrial que sea armónico con el medioambiente. Sólo así los grandes beneficios que estaactividad reporta a la sociedad no serán anulados porlos perjuicios que acarrea, como el deterioro del medioambiente, que es la fuente principal de la vida humana,así como de la producción en general.

Para saber cómo enfrenta la industria en general yel Estado en particular este tema, tomamos contacto conla Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), la CámaraChilena de la Construcción y la Gerencia Medioambien-tal del Ministerio de Economía, que ha impulsado uninteresante programa de gestión ambiental sustentable,denominado “Producción Limpia”.

El tema ambiental adquiere relevancia a comienzos deesta última década. Se puede decir que en gran medidaes gatillada por el problema de contaminación atmosfé-rica de la ciudad de Santiago, el cual da paso a otrostemas ambientales que se empiezan a revisar cuidadosa-mente.

La actitud de los empresarios depende, en gran medida,de las limitaciones técnicas de las empresas. Así, donAníbal Mege, consultor de la gerencia de Medio Ambientede la SOFOFA, dice que las grandes empresas estánponiendo en práctica una gestión ambientalmente sosteni-ble y de acuerdo a las normas que se van creando en elpaís, pero que esa preocupación y capacidad de gestióndisminuye a medida que las empresas se van haciendo máspequeñas.

El mismo patrón de comportamiento se da en lasregiones. Hay que recordar que muchas de las grandesindustrias nacionales tienen sus plantas en regiones.

Los principales temas ambientales que preocupan hoydía a la industria son los de residuos líquidos, sólidos ypeligrosos producidos por la actividad industrial. Respec-to a estos temas, lo más preocupante es la falta de plantasde tratamiento de residuos líquidos y de residuos peligro-sos (Hidronor es la única planta en Chile).

Recuadro 8.9

Más específicamente, la Cámara Chilena de la Cons-trucción aborda el tema ambiental desde el enfoque delCiclo de Vida de la Construcción –diseño, procesoconstructivo, demolición-, o sea, toma en consideracióndesde los insumos que se utilizan en la actividad, hastalos residuos y la “deconstrucción” (que es como ahorase llama a la demolición).

El énfasis, según el empresario Andrés Varela,Encargado de la Comisión de Medio Ambiente de laCChC, está puesto hoy en día en el proceso constructivo,dentro del cual los temas ambientales más relevantesson minimizar el material particulado, el ruido en lasconstrucciones y los residuos sólidos de la construcción.

Otro desafío del rubro es trabajar en pos de lograruna edificación sustentable. La CChC pertenece a unaorganización mundial llamada Green Building Challen-ge, que busca establecer estándares de calidad de laconstrucción. En esta línea, el nuevo edificio de laCámara que se construye en la Ciudad Industrial de lacomuna de Huechuraba, incorpora materiales y tecno-logías amigables con el medio ambiente.

Un ejemplo de lo anterior es que dicho edificio esbioclimatizado, lo que significa que no utiliza ni aireacondicionado ni calefacción, sino que se enfría y secalienta por un sistema de cascadas y aprovechando laposición del sol.

Con respecto a la industria, Medge destaca ciertosavances tecnológicos y de utilización de recursos nonocivos para la salud, como por ejemplo, la eliminacióndel cloro para el blanqueo en la industria de la celulosa(total o parcialmente), o la eliminación de los pigmentosde plomo en las pinturas y del flúor de carbono en lossprays y refrigeración en general –a la utilización de estecomponente se le atribuye en gran medida la responsa-bilidad por el adelgazamiento de la capa de ozono-.

Otro de los avances de la industria en términos deproducción sustentable es el considerable mejoramientode la calidad de los combustibles líquidos y la introduc-ción cada vez más masiva del gas natural, que conta-mina muchísimo menos.

Por último, hay que destacar la tradición de reciclajeque tiene la industria de papeles y cartones, la cualdesde hace muchos años recicla hasta un 45 por ciento.La misma situación es atribuible a la industria del vidrioy a la de la chatarra y los metales –ASA es unafundición que produce 350.000 toneladas al año, conchatarras como su único insumo-.

Por su parte, el Estado de Chile, recogiendo lasrecomendaciones de la Agenda 21 acordada en Río deJaneiro y en el marco de los lineamientos de la Política

Tecnología aplicada en la producción

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Asentamientos Humanos

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8

Ambiental para un Desarrollo Sustentable y los acuer-dos del Tercer Foro de Desarrollo Productivo, realizadoen 1997, decide impulsar la Política de Fomento de laProducción Limpia. La decisión del Estado de tomaresta iniciativa se debe a que existen obstáculos quedificultan la asimilación rápida por parte del sistemaproductivo de prácticas ambientales y competitivaseficientes, es decir, existen fallas de mercado e insti-tucionales y rezagos en la dotación de factores, comopor ejemplo, recursos humanos especializados en nue-vas tecnologías.

El papel que juega el Estado en el fomento de laproducción limpia tiene cuatro líneas de acción: eldesarrollo de nuevos instrumentos, impulsar la coope-ración pública-privada, fortalecer la infraestructura tec-nológica y la información, y fortalecer la gestión ycoordinación pública en el fomento de la producciónlimpia.

Los principales instrumentos generados a partir de laPolítica de Fomento de la Producción Limpia son losAcuerdos de Producción Limpia, que consisten en unconvenio que se celebra entre la industria y la adminis-tración pública competente, o sobre la base de unadeclaración unilateral de la industria, que persiguelograr los objetivos ambientales concretos.

Dentro de los avances observados en lo que lleva lavigencia de la Política, destacan:

• La conformación del Comité Público-Privadode Producción Limpia en el que participan en formapermanente representantes del sector privado (SOFOFA,ASIMET, PYMES, Confederación de la Producción y elComercio) y el sector público (Gobierno).

• La participación del sector privado en los semi-narios y talleres que se organizan en relación al tema.

• La celebración de Acuerdos de Producción Lim-pia. El primero, con el sector de la celulosa y el segundocon 46 empresas fundidoras de la Región Metropolitana;en su última fase se encuentran los Acuerdos de ProducciónLimpia con las empresas de la construcción, las empresasde galvanoplastias, madereros, sector químico en RILESy RISES y productores de cerdos.

• El desarrollo de programas preventivos porparte de las instituciones del Estado a través de lacreación de las Unidades de Asistencia Técnica.

• La licitación, a través de CORFO, del CentroNacional de Producción Limpia.

• La organización por tres años consecutivos delMes de la Producción Limpia.

atmósfera, el reemplazo de combustibles de leñapor gas o petróleo; el reciclaje de residuos trans-formándolos en materias primas y combustible;la implementación de premios por desempeñoambiental.

Otro instrumento relevante es la Política sobreGestión Integral de Residuos Sólidos Domicilia-rios, aprobada en 1997, que tiene como objetivogeneral, “lograr una gestión integral de los resi-duos sólidos domiciliarios que minimice su im-pacto ambiental, elimine los efectos negativossobre la salud de la población, y sea social yeconómicamente eficiente y viable”5 y comoobjetivos específicos: diseñar un sistema de ma-nejo y gestión de residuos domiciliarios, interna-lizar costos del manejo de residuos domiciliarios,fomentar la participación ciudadana y el compro-miso público con las acciones que se implemen-ten, definir un marco regulatorio e institucionalde la gestión integral de residuos sólidos domi-ciliarios.

Instrumentos de Ordenamiento Territorial

El Plan Regulador Comunal, que es una norma,actúa a su vez como instrumento de gestión, yaque es una herramienta de planificación y deordenamiento del territorio.

De acuerdo a la ley de Bases Generales delMedio Ambiente, los Planes Reguladores debenpresentar un Estudio de Impacto ambiental, estosignifica que deben prever los impactos que laplanificación tendrá en el medio ambiente comunal,de acuerdo a la línea de base que se establezca.

La CONAMA ha establecido una pauta paraorientar la elaboración de este tipo de EIA. Ademásde los requisitos generales de un EIA, establecidospor el Reglamento, destaca el requerimiento deestablecer el sistema de áreas verdes, un plan deseguimiento de la legislación ambiental aplicable(calidad ambiental - emisiones - estándares) y elsistema de infraestructura sanitaria.

Además, se establece que la línea de base delEIA debe explicar las potencialidades y limitacio-nes que se generan para el asentamiento de lapoblación y el desarrollo de las actividades, entérminos de calidad del agua, aire y ruido,infraestructura sanitaria y energética.

Se deben identificar aquellas zonas vegetacio-nales o fauna de valor ambiental, ya sea por sudiversidad biológica o por su fragilidad, aquellossitios con valor paisajístico, como bordes costerosy miradores y se deben reconocer aquellas zonasincorporadas al Sistema Nacional de Áreas Prote-

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gidas por el Estado. Se deben identificar los usosy aptitudes de los suelos de la comuna y aquellasáreas de riesgo para la población.

En cuanto al medio socioeconómico, el PlanRegulador debe contemplar la densidad, las tasasde crecimiento y proyecciones de la población,distribución urbano rural de la población, la dis-tribución de la población según actividad econó-mica y según características socioeconómicas.

Finalmente, se establece que el Plan Reguladordebe contener todos aquellos aspectos que contri-buyan a entender y justificar la propuesta ambien-tal que contiene.

Una vez que el Plan establezca una línea debase, deberá predecir los impactos en el medioambiente y proponer las medidas necesarias paramitigar, reparar o compensar los problemas am-bientales que el Plan genere.

Cabe destacar que los últimos años se handesarrollado Planes Reguladores Intercomunales,de manera de integrar territorios homogéneos ypromover el desarrollo armónico de zonas quesobrepasan los límites comunales.

El Ministerio de Vivienda y Urbanismo cuenta,para el nivel regional, con otro instrumento deordenamiento territorial, el Plan Regional de De-sarrollo Urbano. Este instrumento incorpora ladimensión ambiental, contemplando dentro de susobjetivos «preservar las mejores condiciones am-bientales de la región, teniendo presente que ellasse sustenten en el tiempo».

El Plan de Desarrollo Urbano contempla: eldiagnóstico de los eventuales impactos ambienta-les de la estructura y funcionamiento de la econo-mía regional, el aprovechamiento de los potencia-les recursos ambientales y acordar las modalidadese intensidad de uso de suelo y determinar laintensidad de ocupación adecuada de manera depreservar las características de la región. Debeproponer las magnitudes deseables de población,las condiciones necesarias de conectividad e iden-tificar aquellos asentamientos humanos que re-quieren tratamiento prioritario, ya sea por sufragilidad, vulnerabilidad o potencialidad.

La CONAMA ha determinado que los PlanesRegionales de Desarrollo Urbano deben ingresar alSEIA y ha establecido lineamientos ambientalesque debieran incorporar:

- Establecimiento de condiciones de usos desuelo e intensidad para las áreas cuya ocupaciónrequiera ser restringida o excluida, por presentarriesgos para la salud de la población.

- Identificación de las aptitudes ambientalesdel territorio para acoger zonas industriales exclu-sivas.

- Identificación de las aptitudes ambientalesdel territorio para acoger el emplazamiento deplantas de tratamiento y de disposición final deresiduos sólidos.

- Identificación de las aptitudes ambientalesdel territorio para acoger el emplazamiento deplantas de tratamiento de aguas servidas e indus-trias y de disposición final de lodos.

- Identificación de subcentros de equipa-miento de nivel regional y proposición de medidastendientes a generar condiciones para su consoli-dación, con el propósito de racionalizar los despla-zamientos y el tráfico vehicular (y con ello dismi-nuir la congestión, ruido y contaminación delaire).

- Identificación de un sistema de parquessuburbanos y áreas de recreación a nivel regional.

- Establecimiento de condiciones de usos desuelo e intensidad para las áreas cuya ocupaciónrequiera ser restringida o excluida, con el propó-sito de favorecer la conservación de suelos deaptitud silvoagropecuaria.

- Establecimiento de condiciones de usode suelos e intensidad para las áreas cuyaocupación requiera ser restringida o excluida,con el propósito de proteger áreas de importanciapara el ciclo hidrobiológico (fuentes de aguapotable, otros).

- Establecimiento de condiciones de usos desuelo e intensidad para las áreas cuya ocupaciónrequiera ser restringida o excluida, con el propósitode proteger áreas que presentan rasgos distintivospor su diversidad biológica, por la fragilidad desus ecosistemas, por su singularidad, entre otros.

- Establecimiento de condiciones de usos desuelo e intensidad para las áreas cuya ocupaciónrequiera ser restringida o excluida, con el propósito deproteger áreas que presentan valor paisajístico y/oturístico.

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8

Según el PNUD, “la participación significa que lagente intervenga estrechamente en los procesoseconómicos, sociales, culturales y políticos que afec-tan sus vidas” (Desarrollo Humano en Chile 1998,op.cit). Desde ese punto de vista, no es sólo que loschilenos tengan un bajo interés en participar, sinoque también la estructura organizativa y normativadel país no ha generado muchos espacios de verda-dera participación, o sea donde los individuos pue-dan intervenir concretamente y no sólo aportar unaopinión, que puede o no ser tomada en cuenta.

Un caso muy especial en Chile es el de lascomunidades indígenas y los grupos de personasque apoyan sus reivindicaciones. Estas comunida-des se han transformado en verdaderos grupos depresión para proteger el medio ambiente natural,como lo han demostrado en el caso de la represaRalco, en el alto Bíobío.

En este sentido, si bien el porcentaje de pobla-ción que participa en organizaciones ecológicas esbajo, ante hechos específicos que puedan impactarnegativamente al entorno natural y sus recursos,la población ha mostrado atisbos de voluntad y decapacidad organizativa y de presión.

8. PERSPECTIVAS

Del análisis efectuado se desprende que hayvarias tendencias en desarrollo y algunas consentido contradictorio.

En el tema de la población y de su patrón decrecimiento y concentración, las principales ten-dencias se podrían mantener inalteradas de noexistir una política clara destinada a impulsarformas de desconcentración que permitan frenar elpatrón de crecimiento. Es posible que la sobreex-plotación de ciertos recursos termine deprimiendola actividad económica en ciertas regiones en lasque dichos recursos aportan lo fundamental enmateria de dinámica económica actual, provocan-do los consabidos desplazamientos migratoriosque no harían sino reforzar las actuales dificulta-des ambientales en los asentamientos receptoresde esa migración.

En términos de la salud de la población es claroque el tema de la relación entre contaminación ysalud es muy importante. La evolución del análisisde esta relación dependerá del éxito que se tengaen la Región Metropolitana en materia de trata-miento de las aguas servidas, siempre que juntocon la preocupación de tratar exista el interés derecuperar las cuencas contaminadas.

Respecto de la institucionalidad ambientaldebe indicarse, como conclusión, que si bienhay muchos planes y programas por parte de losministerios vinculados al tema, Salud, Vivienda,Obras Públicas; Transporte y otros, es evidentela falta de coordinación entre los planes yprogramas.

El manejo del tema puede volverse crítico, enaquellos asentamientos que adquieren caracte-rísticas de metrópolis, ya que se agrega el hechoque al estar conformadas por más de una comu-na, la responsabilidad de la gestión del conglo-merado tiende a diluirse. El caso de la RegiónMetropolitana es dramático por cuanto, ademásde los ministerios involucrados, se agrega elGobierno Regional y 36 Municipalidades, sinque exista una autoridad propiamente metropo-litana, que sea el responsable de la gestión delsistema. El nivel de caos, en algunos casos,puede ser inmanejable, lo que a su vez repercuteen la agudización de los problemas ambientales.

Participación Ciudadana

La preocupación por el tema ambiental enChile data sólo de hace un par de décadas, almenos como un concepto integrado en el discursoy en la agenda pública. Como en la mayor partedel mundo, el tema ha adquirido relevancia luegode ciertos colapsos ambientales que han sido elremezón necesario para tomar conciencia. Así fueel paradigmático caso de la ciudad de Londres amediados del siglo XVIII.

El caso chileno no ha estado exento a estepatrón, siendo el tema de la contaminación atmos-férica de la ciudad de Santiago el ‘colapso’ gatillan-te de una incipiente toma de conciencia sobre elimpacto que la actividad humana genera en elmedio ambiente y, de la necesidad vital de éste porconservar su entorno para poder subsistir.

En otro aspecto, es importante mirar los nivelesde asociatividad que tienen los chilenos. Hoy endía se cree cada vez con más certeza que lafortaleza del tejido social es en gran parte respon-sable del éxito de las políticas públicas y de lagestión sustentable del desarrollo y del entorno,natural y creado, en que se inserta la vida social(Putnam, R., 1994, op.cit).

El país está viviendo desde comienzos de losnoventa un proceso ciudadano que se caracteriza poruna disminución en la participación en organizacio-nes y una disminución de participación en losprocesos eleccionarios.

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Recuadro 8.10

Gestión Ambiental en los Municipios de la Región Metropolitana

La Región Metropolitana está constituida por 34municipios, de los cuales 9 cuentan con un departa-mento u área medioambiental que se dedica efectiva-mente a tratar temas del área. Esta cifra representaun 26 por ciento de los municipios de la RegiónMetropolitana. Dichos municipios son los de Conchalí,Santiago, Pudahuel, Huechuraba, Lo Barnechea, Ma-cul, San Joaquín, San Miguel y La Pintana.

En otra línea de acción, algunas municipalidadescomo La Florida, Peñalolén, Providencia, Maipú y SanBernardo trabajan el tema medio ambiental indirecta-mente y de manera informal a través de instanciascomo SERPLAC y DIDECO, por ejemplo.

En aquellos municipios que cuentan con un áreade gestión ambiental se constata que la variable medioambiental ha sido incorporada recientemente en losmunicipios, no pasando en promedio de 4 años. Lasde mayor trayectoria son las municipalidades deMacul, Huechuraba, Lo Barnechea y San Miguel.

De los nueve municipios señalados, en tres deellos el área medio ambiental se encuentra ubicadaen la parte superior de la estructura municipal -dosson Direcciones de Medio Ambiente y una es Geren-cia Medio Ambiental- y se relacionan directamente conel alcalde, sin depender de ninguna otra unidad o dirección.

En las cinco municipalidades restantes, el áreamedio ambiental se encuentra localizada al interior delDepartamento o Dirección de Aseo y Ornato.

A excepción de la Gerencia Medio Ambiental de laMunicipalidad de Santiago, se observa que por logeneral las áreas medio ambientales de los restantesocho municipios tienen una muy baja influencia sobreel resto de las unidades municipales, dado que lacoordinación con éstos se produce bajo asuntos oactividades específicas tratándose más bien de unintercambio de información, que de introducir latemática medio ambiental al interior de éstas.

La Municipalidad de Santiago ha conformado unaComisión Municipal de Medio Ambiente, donde par-ticipan representantes de todas aquellas direccionesque trabajan o tienen algún vínculo con la temática.Además, se realizan talleres de capacitación con el finde sensibilizar a los funcionarios de estas direccionescon el tema y están trabajando ordenanzas ambienta-les para las distintas unidades municipales.

Por su parte, la Municipalidad de Conchalí trabajael tema medio ambiental en una unidad independientedel municipio que busca solucionar problemas am-

bientales puntuales. Esto se ve expresado en el hechode que el Departamento de Medio Ambiente de Con-chalí tiene como su principal objetivo dar solución altema de los residuos sólidos producto del problema desaturación del Vertedero de Lo Errázuriz y los Cerrosde Renca.

Las dos áreas ambientales de estos municipiosgeneran un tipo de relación particular, tanto con lasONGs, como con las organizaciones sociales en sucomuna (Juntas de Vecinos, Consejos Ecológicos, Clu-bes Deportivos, etc.) En la Municipalidad de Santiago,el área ambiental da una gran importancia a lacomunicación y relación con tres organizaciones so-ciales específicas: juntas de vecinos y/u organizacionestradicionales, comités de adelanto y comités de segu-ridad o emergencia, ya que a través del contacto conéstas el municipio puede aprender de los ciudadanosy a la vez capacitar a los encargados del área socialacerca de cómo debe ser el trabajo con la comunidad.En cuanto a la relación con ONGs, Santiago estádesarrollando la Agenda Local 21 con el apoyo delConsejo Internacional para las Iniciativas Ambientales(ICLEI), por lo tanto existe una comunicación con estasorganizaciones especialmente para organizar su ges-tión.

En Conchalí, por el contrario, surge como prepon-derante la relación existente entre el Departamento deMedio Ambiente y las ONGs presentes en la comuna(IDEAS; Ecología y Desarrollo y Agencia de Coopera-ción Sueca (ASDI)). Esta relación se traduce en unaconstante comunicación, cooperación e interacción en-tre ellas y el área municipal. También existe unacomunicación con otras organizaciones sociales de lacomuna, pero esta relación consiste más en una asesoríapor parte del municipio a estos grupos, nace dependien-do de las necesidades de la gente y, por lo tanto, notiene una regularidad establecida.

Respecto a las actividades participativas que desa-rrollan las áreas ambientales de las municipalidadesdescritas, se observa que la mayoría de ellas realizantalleres y programas educativos en los colegios yorganizaciones sociales presentes en la comuna, comotalleres de cocina ecológica, talleres y programas dereciclaje y teatro ecológico, entre otros. Por su parte,tanto Conchalí como Huechuraba realizan programasde reciclaje con la comunidad, que buscan reducir elvolumen de basura a nivel municipal. Además, en lamayoría de estos municipios se han realizado progra-mas de arborización, en los cuales ha participado lacomunidad.

Fuente: Kraemer,H y Céspedes, C. op.cit

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8

CITAS

1 Se entiende como conurbación al proceso que afectaa ciudades relativamente cercanas y que producto delcrecimiento horizontal, sobrepasan el umbral quepermite diferenciarlas claramente en el espacio comodos sistemas independientes. El resultado es la confor-mación de una ciudad de superficie mayor y dinámicamás compleja.

2 En esto, que no es un problema exclusivo de PuertoMontt, ha habido un avance importante al diferenciarpor latitud, las especificaciones técnicas de las vivien-das en lo relacionado al aislamiento térmico.

3 La medición de la pobreza en Chile se hace a travésde la encuesta CASEN, que define pobreza como,básicamente, la carencia de ingresos que permitasuperar un nivel mínimo de consumo determinadopor la canasta básica. La línea de pobreza utilizada

por la encuesta CASEN se calcula sobre la base delcosto de la canasta básica de alimentos que esaquella que satisface los requerimientos nutritivossegún estándares internacionales establecidos por laFAO. Esta canasta se multiplica por dos para tomaren cuenta el costo de satisfacer otras necesidadesbásicas. La composición de la canasta y el factor demultiplicación son establecidos sobre la base delconsumo de un segmento medio de la población, deacuerdo a la información obtenida a través de laEncuesta de Presupuestos Familiares.

4 Ministerio de Economía, Política de Fomento de laProducción Limpia, Santiago, 1997.

5 Comité de Ministros de Desarrollo Productivo, Políticasobre Gestión Integral de Residuos Sólidos Domicilia-rios, Santiago, 1997.

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8III

III. POLÍTICAS E INSTRUMENTOSPARA LA GESTIÓN AMBIENTAL

3.1. CONTEXTO DE LA GESTIÓNAMBIENTAL

3.1.1. Antecedentes

N EL ÚLTIMO cuarto de siglo la concien-- cia sobre los aspectos ambientales del desa-

rrollo y el concepto asociado de desarrollosustentable han penetrado gradualmente en laspolíticas públicas y en las prácticas económicas ysociales de América Latina en general y de Chileen particular. Esto se reflejó en el desarrollo deinstituciones, estrategias y políticas gubernamen-tales para la protección del medio ambiente, asícomo en la penetración gradual de conceptos dedesarrollo sustentable en el sistema educativo, enla cultura, en los medios de comunicación, en lasdemandas sociales y en las prácticas empresaria-les, en Chile con bastante rezago con respecto alos grandes países del subcontinente. No obstante,los principios de protección ambiental y de desa-rrollo sustentable siguen siendo visualizados porgran parte de los sectores productivos y por nopocos de los sectores económicos de los gobiernoscomo una imposición externa que frena el desa-rrollo. Esta situación, en la práctica de la econo-mía política nacional, se traduce en que los temasde sustentabilidad ambiental ocupen todavía unpapel relativamente secundario.

Los ochenta fueron años de grandes dificulta-des para la gestión ambiental. Los ajustes deriva-

E dos de la crisis económica que golpeó a la naciónrepercutieron en las actividades e incipientes ini-ciativas ambientales que, de por sí, ya eran débiles,fundamentalmente como consecuencia de la re-ducción del gasto público y de la baja prioridadque las autoridades políticas y económicas asigna-ban a tales actividades e iniciativas. De este modo,la capacidad pública para detener el creciente de-terioro ambiental de ecosistemas críticos y paracontrolar la contaminación quedó fuertemente li-mitada. Asimismo, el desarrollo sustentable fueconsiderado, por lo menos en los primeros años dela década, por parte de los gobiernos y por muchosactores no estatales, como sinónimo de gestiónambiental, sin repercusiones en la institucionali-dad económica y financiera.

No obstante, el análisis del universo de normasambientales o con relevancia ambiental vigentes enChile, trabajo al que se hace referencia más adelante,permitió detectar la existencia de un gran número detextos legales de relevancia ambiental de diversajerarquía, demostrando una preocupación por la ges-tión de los recursos naturales anterior a 1990.

El mensaje del Presidente de la República alCongreso Nacional, al someter el proyecto de Ley

C a p í t u l o

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de Bases Generales del Medio Ambiente, establece,sin embargo, que el análisis en referencia, tambiénpermitió “comprobar la gran dispersión, incohe-rencia y falta de organicidad de la legislación sec-torial vigente y sus múltiples modificaciones, loque ha provocado un gran desconocimiento de susalcances normativos, incertidumbre sobre la vi-gencia de los textos originales y un alto grado deincumplimiento de dicha legislación”. Asimismo,se constató que las competencias públicas ambien-tales se encontraban repartidas y dispersas en unamultiplicidad de organismos de diferente rangoque operaban de manera “inorgánica, descoordi-nada, con paralelismo y ambigüedad de funcionesy de responsabilidades”.

La situación anterior se derivaría de que la“legislación ambiental vigente ha sido dictada enforma sectorial y compartimentalizada, sin unavisión global e integradora” y, por lo mismo, “nose ha hecho cargo de las relaciones de interaccióne interdependencia que se dan entre los diferentescomponentes del ambiente”. “También, ha carecidode principios generales y objetivos predefinidos alos cuales responder dentro de una política am-biental. Parece ser que este gran conjunto de nor-mas refleja la reacción que frente a un problemaambiental específico asumió la sociedad en unmomento histórico”.

3.1.2. Política ambiental para eldesarrollo sustentable

A partir de 1990, el concepto subyacente a lasformulaciones de la política ambiental nacional ya sus componentes es el de desarrollo sustentable.Sobre esta base, el país ha sido capaz de lograr,simultáneamente, altas tasas de crecimiento eco-nómico, reducir la pobreza y avanzar razonable-mente hacia la recuperación del deterioro ambien-tal y la protección del medio ambiente. El foco dela política ambiental aprobada por el Consejo Di-rectivo de la Comisión Nacional de Medio Am-biente (CONAMA) en 1998, y su fin último, es lacalidad de vida de todos los chilenos y de lasgeneraciones futuras; para alcanzarlo se consideraa la gestión ambiental como una función eminen-temente pública, de responsabilidad individual ycolectiva, que requiere del compromiso y la parti-cipación de toda la sociedad civil.

La política ambiental declarada descansa en unconjunto de fundamentos y principios, estableceobjetivos específicos de política y plantea una agen-da ambiental de compromisos. El documento ter-

mina enunciando los grandes temas ambientalesque el país debe abordar en el futuro.

Los fundamentos de la política ambiental de-clarada por el gobierno son los siguientes:

• la calidad de vida de las personas cuyo mejo-ramiento sostenido y equitativo no debecomprometer las expectativas de las generacio-nes futuras;

• la complementariedad entre desarrollosocioeconómico y sustentabilidad ambiental; y

• la equidad social y la superación de la pobreza.

Por otra parte, los principios en que se sustentaesta política ambiental son diez que, resumida-mente, se deben entender como reconociendo que:

a) las políticas públicas deben ser ambientalmentesustentables, lo que implica involucrar trans-versalmente a todos los sectores;

b) el Estado y el privado tienen cada cual su rolen la gestión ambiental;

c) la participación ciudadana permite llegar aacuerdos y consensos;

d) la sustentabilidad en cuanto respetar los límitesfísicos al uso de recursos renovables y no reno-vables y reconocer el concepto de equidad in-tergeneracional;

e) la responsabilidad del causante en cuanto losresponsables de la degradación ambiental de-ben reparar el daño sufrido y restaurar el com-ponente ambiental deteriorado;

f) la prevención de modo de evitar el daño am-biental como opción económicamente más de-seable que la recuperación;

g) la estabilidad en términos de reglas claras, co-herentes y sostenidas en el tiempo, para darconfianza a los diferentes actores;

h) el gradualismo y el mejoramiento continuo yaque la sustentabilidad ambiental sólo se logra através de esfuerzos continuos y mejoras incre-mentales;

i) el perfeccionamiento del sistema por la vía derevisar la legislación y la institucionalidad demodo de consolidar el modelo de gestión am-biental, y

j) la responsabilidad ante la comunidad interna-cional a través del cumplimiento de los acuer-dos internacionales ambientales.

El documento declara que el objetivo general dela política ambiental es promover la sustentabilidadambiental del proceso de desarrollo, con miras amejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y quesus objetivos específicos son los siguientes:

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8III

1. Recuperar y mejorar la calidad ambiental. Losinstrumentos específicos son las normas de ca-lidad ambiental, los planes de descontamina-ción y las políticas ambientales específicas.

2. Prevenir el deterioro ambiental. Los principalesinstrumentos son el Sistema de Evaluación deImpacto Ambiental, la incorporación de la di-mensión ambiental en las políticas públicas, laeducación ambiental, las normas de calidad yemisión, los planes de prevención y la investi-gación científico-tecnológica.

3. Fomentar la protección del patrimonio ambientaly el uso sustentable de los recursos naturales. Losinstrumentos son el marco regulatorio de la ley,las medidas de conservación, el manejo sustenta-ble del territorio y el estudio de los ecosistemas.

4. Introducir consideraciones ambientales en el sec-tor productivo. Se promoverán procedimientosde certificación y fomento para asegurar la pro-ducción limpia y, con ello, contribuir a su mejorinserción en los mercados internacionales.

5. Involucrar a la ciudadanía en la gestión ambien-tal. Se ampliarán instancias de participación deacuerdo a lo establecido en la ley 19.300 ygenerarán programas para estimular la co-res-ponsabilidad en el cuidado del medio ambiente.

6. Fortalecer la institucionalidad ambiental a ni-vel nacional y regional a través de la consoli-dación del Sistema Nacional de Gestión Am-biental, potenciando la dimensión regional.

7. Perfeccionar la legislación ambiental y desa-rrollar nuevos instrumentos de gestión. Se bus-cará la integración, coherencia y eficacia de lostextos legales ambientalmente relevantes.

3.2. MARCO JURÍDICO EINSTITUCIONAL

3.2.1. Marco jurídico e institucionalanterior a 1990 y legislaciónsectorial

Estructura institucional ambientalanterior a 1990

La gestión ambiental, en su concepción moder-na, comenzó a darse a comienzos de la década delos 90. Sin embargo, se encuentran algunos ante-

cedentes en materia de estructura institucionalambiental a comienzos de la década de los 80, noregistrándose con anterioridad ningún espacio quetuviera relevancia específicamente ambiental sino,más bien, instituciones de relevancia ambientalsectorial, como los Ministerios de Bienes Naciona-les, de Salud o el Servicio Agrícola y Ganadero.

En los 80 se crearon algunas instituciones comoespacios de coordinación en materia ambiental peroque no lograron la plenitud de los objetivos quelas fundamentaron, a pesar de que, desde pocoantes, había entrado en vigencia la ConstituciónPolítica de 1980 de la cual emana un mandatoclaro de garantía constitucional de un medio am-biente sano para los habitantes del país.

El primer antecedente de un organismo con unperfil más consistente con una institucionalidadambiental, con un rol netamente coordinador, fuela Comisión Nacional de Ecología (CONADE), crea-da en noviembre de 1984, por Decreto Supremo N°680 del Ministerio de Bienes Nacionales. Su objeti-vo central fue el de asesorar al Presidente de laRepública en las acciones generales de gobiernovinculadas a la protección del medio ambiente y ala conservación de los recursos naturales renova-bles. Estaba integrada por los ministerios de Inte-rior (que la presidía), de Bienes Nacionales (con unrol coordinador), de Defensa Nacional, de Agricul-tura, y de Salud Pública, y por la Oficina Nacionalde Planificación. La Comisión contaba con unasecretaría técnica y administrativa permanente, ase-sorada por especialistas del sector gubernamental,que preparaban informes previos a ser tratados enlas reuniones de la Comisión. Otros ministeriosque participaban en la CONADE, sin ser miembrospermanentes, eran Economía (a través de la Subse-cretaría de Pesca), Obras Públicas (a través de laDirección de Riego), Vivienda, Educación, Trans-porte, Minería y Relaciones Exteriores (Conveniosy Acuerdos Internacionales).

La CONADE, de acuerdo a la normativa que le dioorigen, debía expandirse a las diferentes regiones delpaís a través de comisiones regionales, presididas porcada Intendente e integradas por los Secretarios Re-gionales Ministeriales correspondientes a los miem-bros permanentes de la CONADE y por otros funcio-narios de instituciones públicas dependiendo de lostemas a tratar. También se preveía la creación decomisiones provinciales, presididas por los goberna-dores, y comisiones comunales, bajo la responsabili-dad de los alcaldes. No se dispuso de antecedentes encuanto a la implementación y funcionamiento decomisiones regionales, provinciales y comunales.

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Las funciones específicas de la CONADE eranlas siguientes:

• identificar los principales problemas ambienta-les del país;

• formular proposiciones sobre política ambien-tal;

• coordinar la labor de los organismos del sectorpúblico relacionados con el medio ambiente ylos recursos naturales renovables.

La falta de recursos técnicos y financieros de laCONADE, así como, probablemente, una falta devoluntad política, limitaron su labor coordinadoray asesora, restringiéndose a un accionar más bienreactivo, la mayoría de las veces en torno a hechosya consumados, dando origen, incluso, a conflic-tos interinstitucionales debido a discrepancias encuanto al enfoque técnico asumido por la Secreta-ría de la Comisión o entre ésta y ciertos posiciona-mientos políticos de las autoridades de gobiernofrente a determinados problemas.

Un año después, en agosto de 1985, el Minis-terio del Interior creó la Comisión de Legislacióndel Medio Ambiente (COLMA), a la cual se leencomendó la elaboración de un anteproyecto deLey General sobre Protección del Medio Ambien-te. Una primera versión de este trabajo fue envia-do en consulta a múltiples instituciones relacio-nadas con la problemática ambiental, las quereaccionaron con respuestas y comentarios. Sinembargo, la COLMA no avanzó posteriormente ensu tarea, paralizándose todo el proceso.

Legislación ambientalmente relevanteanterior a 1990

A partir de las primeras décadas del presentesiglo, la legislación chilena comenzó a experimen-tar una gran transformación, advirtiéndose la in-fluencia progresiva de ideas conservacionistas. Enefecto, pueden destacarse leyes que tenían comoobjeto la protección de los recursos naturales, bos-ques, aguas, suelo, flora y fauna silvestre, y regla-mentos de tipo sanitario sobre protección de lasalud ambiental.

Las normas de relevancia ambiental y sussucesivas modificaciones hasta 1990 alcanza unnúmero cercano a mil textos jurídicos de diversorango representando un conjunto sectorialmentedisperso y de carácter inorgánico. Esta abundanciade regulaciones ha conducido a un desconocimientode sus alcances normativos, a una incertidumbrerespecto a la vigencia de los textos originales, y a

diversos grados de incumplimiento. Efectivamente,desde hace varias décadas se vienen dictado nor-mas que, de una u otra forma, han pretendidoregular aspectos específicos de las actividades hu-manas que tienen incidencia ambiental.

La CONAMA realizó un análisis del universode normas ambientales, o con relevancia ambien-tal, vigentes en Chile, que concluyó en un textodenominado Repertorio de la Legislación de Rele-vancia Ambiental Vigente en Chile que permitiódetectar la existencia de 718 textos legales derelevancia ambiental; un suplemento posterioramplió el repertorio identificando otro grupo denormas las que, sumadas, arrojan un número su-perior a 900. Asociadas a las secciones temáticaspertinentes de este informe se presentan, de ma-nera esquemática, las principales disposicioneslegales de relevancia ambiental para los mediosaire, agua, suelo y ruido.

Actualmente, la CONAMA está centrando susesfuerzos en materia legal ambiental en determinarqué parte de la diversidad de textos legales conrelevancia ambiental identificados en el repertorioestá vigente y cuál no, tratando de reorganizar elsistema legal ambiental del país y adaptarlo a lasnecesidades actuales y a la Ley N° 19.300 de BasesGenerales de Medio Ambiente (LBGMA). Esta tareaconcluiría con el dictado de sendos decretos quesuprimirían las normas obsoletas y fuera de uso.

Legislación sectorial ambientalmenterelevante - emisiones, residuos ycontaminación

En 1916 se dictó la Ley 3.133 sobre Neutraliza-ción de los Residuos Provenientes de Estableci-mientos Industriales y el Decreto Reglamentario N°351; establece que los establecimientos industria-les no pueden arrojar las materias sólidas que pro-vienen de sus procesos a cauces de agua sin pre-viamente haberlas neutralizado. También en 1916se aprobó el Decreto Supremo N° 2.491 que estableceque el almacenamiento de residuos sólidos de esta-blecimientos industriales debe ser hecho en luga-res convenientes, que no ofrezcan peligro para lasquebradas vecinas que conduzcan aguas destina-das a la bebida o riego.

También, en materia de residuos, se destaca elDecreto Supremo N° 4.740 de 1947, del Ministeriodel Interior, sobre normas mínimas sanitarias mu-nicipales. Establece los requerimientos a los quedeben ajustarse los reglamentos u ordenanzas mu-nicipales en lo relativo a residuos. Contiene nor-

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mas sobre clasificación, recolección, transporte,disposición, explotación y depósito de residuos.

Finalmente, otro antecedente importante en estaárea es la aprobación del Código Sanitario en 1968y la promulgación del Decreto Supremo N° 144.Este cuerpo normativo establece, entre otras cosas,que el Servicio de Salud respectivo debe aprobar losproyectos relativos a la construcción de cualquierobra destinada a evacuar, tratar o disponer residuosindustriales o mineros de cualquier tipo. En 1976 seaprobó la Ley General de Urbanismo y Construccio-nes, a través del Decreto con Fuerza de Ley N° 458del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Esta nor-ma regula aspectos que hacen al cuidado y precau-ciones necesarias a tener en cuenta en la actividadde la construcción en relación al entorno.

En 1978, se dicta el Decreto Ley N° 2.222,denominado Ley de Navegación, la que le confierea la Dirección General del Territorio Marítimo yMarina Mercante (DIRECTEMAR) el control de lanavegación marítima, regional, fluvial, lacustre yde bahía. Esta ley prohíbe arrojar basura, residuosindustriales u otras materias nocivas o peligrosas alas aguas sometidas a la jurisdicción nacional, puer-tos, ríos y lagos, debiendo esta repartición ejercitartareas de control y supervisión.

En diciembre de 1980 también se aprobó el De-creto Supremo N° 3.557, el que, de manera muygeneral, plantea la obligación de los establecimien-tos industriales o mineros de adoptar medidas opor-tunas para evitar la contaminación del suelo agríco-la. Este decreto entró en vigor en febrero de 1981.

En 1981 se dictó el Código de Aguas por mediodel Decreto con Fuerza de Ley N° 1.122 que, comocuerpo legal básico, regula los derechos de aprove-chamiento del recurso continental, usando varia-bles como tiempo, forma de uso y disponibilidaddel recurso.

También se dictó en este año el decreto Ley N°3557, que estableció normas sobre protección deaguas, aire y suelos a favor de la agricultura y lasalud de los habitantes. En términos generales,dispone la obligación que tienen, entre otros, losestablecimientos industriales y fabriles que mani-pulan productos susceptibles de contaminar la agri-cultura, para que adopten en forma oportuna lasmedidas técnicas y prácticas adecuadas que evitenla contaminación.

En 1982 el Ministerio de Economía dictó elDecreto Supremo N° 278, por el que se aprueba elReglamento de seguridad para el almacenamiento,

refinación, transporte y expendio de combustibleslíquidos derivados del petróleo.

En materia de ruido, el Ministerio de Saluddictó el Decreto N° 286 en 1984, el que aprobó elReglamento sobre niveles máximos permisibles deruidos molestos generados por fuentes fijas.

También se aprobó en 1984 la Ley del TránsitoN° 18.290, que contiene disposiciones acerca de lacontaminación atmosférica.

Entre 1984 y 1989 se dictaron varios decretossupremos relativos al control de emisiones conta-minantes, incluyendo la contaminación producidapor el transporte de ciertas cargas, la revisión téc-nica y verificación de emisiones de autobuses ytaxibuses. En materia de protección del recursoaire, en 1988 se aprobó la Ley N° 18.696, sobreTransporte Nacional de Pasajeros.

En 1988 también se dictó el Decreto con Fuerzade Ley N° 382, que corresponde a la Ley Generalde Servicios Sanitarios, que vino a regular aspec-tos tales como la producción y distribución deagua potable; la recolección y disposición de aguasservidas; la explotación de servicios sanitarios yservicios de alcantarillado, entre otros.

En materia de transporte de mercaderías peli-grosas por vía aérea, el Ministerio de Defensa Na-cional dictó el Decreto Supremo N° 746 en 1989,que regula este tipo de actividad.

En 1983 se aprobó el Código de Minería, quecontiene, además de disposiciones pertinentes a laactividad minera, algunas disposiciones en rela-ción al recurso agua: establecer que se requiereautorización del Gobernador respectivo paraejecutar labores mineras en sitios destinados a lacaptación de agua para un pueblo, o una distanciamenor de 50 metros de defensas fluviales, cursosde aguas y lagos de uso público.

En los comienzos de la década de los 90, enmateria ambiental, se intensificó la promulgaciónde textos legales relativos a los problemas de con-taminación atmosférica de la Región Metropolita-na de Santiago, hecho que se continuó hasta casila actualidad. Esto, mucho antes de establecer prin-cipios claros de lo que sería la política ambientaldel gobierno. Como ejemplo baste citar que, en1990, se aprobó la Ley N° 18.902, que crea laSuperintendencia de Servicios Sanitarios, en 1991se dictó el Decreto Supremo N° 145 del Ministeriode Transportes y Telecomunicaciones que regula elfuncionamiento de la locomoción colectiva en la

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Región Metropolitana de Santiago. También, elMinisterio de Transporte y Telecomunicaciones,dictó el Decreto Supremo N° 211, regulando lasemisiones de los vehículos livianos.

Seguidamente, en 1992 se dictaron dos Decre-tos Supremos (DS), igualmente relevantes en mate-ria de control de la contaminación atmosférica: elDS N° 185 del Ministerio de Minería, que regulalas emisiones de dióxido de azufre, arsénico ypartículas provenientes de las grandes fuentes, es-tableciendo, además, estándares primarios y se-cundarios de calidad ambiental; y el DS N° 4, delMinisterio de Salud, que regula las emisiones delas fuentes puntuales y difusas de la Región Me-tropolitana de Santiago. Aquí, la identificación deemisores se posibilita a través del requerimientolegal de declarar emisiones. Esto ha posibilitadocrear una base de datos que administra el Serviciode Salud Metropolitano del Ambiente. También enmateria de protección del recurso aire, el ministe-rio de Transportes y Telecomunicaciones dictó elDecreto Supremo N° 212, que regula el transportepúblico de pasajeros, establece revisiones técnicas,y normas de emisión en terminales de autobuses.

También se dictó en 1992 el Decreto SupremoN° 745 del Ministerio de Salud, que reglamentasobre las condiciones sanitarias y ambientales mí-nimas que deben existir en los lugares de trabajo.También se hace una definición de residuos indus-triales y hace mención a la disposición de éstos.

En materia de control de la contaminación acuá-tica, se dictó también en 1992 el Decreto SupremoN° 1 del Ministerio de Defensa, que regula la pre-vención, vigilancia, y combate de la contamina-ción en las aguas del mar, puertos, ríos y lagossometidos a la jurisdicción nacional.

En 1993 entró en vigencia el Decreto SupremoN° 351 del Ministerio de Obras Públicas, dictado en1992, aprobando el Reglamento para la neutraliza-ción y depuración de los residuos líquidos indus-triales (Ley N° 3133 de 1916). También en ese añose dictó el Decreto Supremo N° 745 del Ministeriode Salud, denominado Reglamento Sanitario yAmbiente en los lugares de trabajo, que contienedisposiciones sobre seguridad e higiene laboral y,en su art. 15, se refiere al vertido de residuosindustriales líquidos (RILES).

En 1994 el Ministerio de Transportes y Teleco-municaciones dictó tres Decretos Supremos enmateria de protección del recurso aire: el DS N° 4(fija normas de emisión a vehículos motorizados yfija procedimientos de control); el DS No 55 (nor-

mas de emisión para vehículos motorizados pesa-dos); y el DS N° 54 (normas de emisión para vehí-culos motorizados medianos).

También en ese año el Ministerio SecretaríaGeneral de la Presidencia dictó el Decreto SupremoN° 179, que declara zona saturada de anhídridosulfuroso y material particulado al área circundan-te a la Fundición Caletones. El decreto siguiente, elDS N° 180, estuvo destinado a establecer el Plande Descontaminación de la Fundición Paipote.

En 1997 se dictó el Decreto Supremo N° 146,que estableció normas de emisión para regular lacontaminación acústica, decreto que entró en vi-gencia en julio de 1998.

En 1998, se aprobó el texto del Decreto Supre-mo N° 22, que puso en vigencia el Plan de Descon-taminación de la Región Metropolitana de Santia-go. Este plan se concretó después de numerosasactividades y procesos, que, entre otros, involucra-ron mecanismos de participación ciudadana espe-cíficamente previstos en la LBGMA.

En este mismo año se dictó también el DecretoSupremo N° 609 del Ministerio de Obras Públicas,que regula los contaminantes asociados a las des-cargas de residuos industriales líquidos en el al-cantarillado.

Legislación sectorial ambientalmenterelevante - recursos naturales

Cabe destacar, entre los cuerpos normativosespecíficos a la Ley de Bosques de 1875 -que su-frió diversas modificaciones posteriores- pero quepuede ser considerada, en cierto sentido, comoexpresión de la voluntad política de protección delos recursos naturales en esos años. En 1931, através del Decreto Supremo 4.363 del Ministerio deTierras y Colonización, se aprobó el texto definiti-vo de la Ley de Bosques, que incluyó normas deprotección forestal y de fomento para el estableci-miento de nuevas superficies boscosas. El textodefine los conceptos de terreno forestal y bosquede protección, estableciendo también regulacionesacerca del uso del fuego y sanciones por incumpli-miento.

En la segunda mitad del siglo 20 se produce ungran desarrollo de los bosques comerciales, refleja-do en crecientes cifras de exportación y produc-ción. En su fase inicial, que ocurre a partir de ladécada de los 50, este desarrollo consiste en laimplementación de extensos programas privados

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de plantaciones forestales monoespecíficas, basa-das exclusivamente en especies exóticas, fundadosen la subdivisión de propiedades de baja producti-vidad agrícola y su plantación y venta en peque-ñas parcelas a lo largo de todo el país. En los 70 elEstado da un gran impulso a la forestación comer-cial a través de la creación de mecanismos de in-centivo a través del Decreto Ley N° 701 de 1974. ElDecreto Ley 701 se orienta básicamente al fomentoforestal y establece mecanismos para calificar terre-nos de aptitud preferentemente forestal, así como laexigencia de diseñar planes de manejo en aquellosterrenos con aptitud forestal, y define un sistema deincentivos a las faenas de forestación.

En materia forestal, existen dos proyectos deregulación sectorial: uno orientado a modificar elactual sistema de incentivo a la forestación delDecreto 701, y el otro destinado a clasificar elbosque nativo de acuerdo a fines de preservación,protección y producción. Ambas iniciativas, de me-diados de 1998, todavía no han sido aprobadas.

En esta área de protección de recursos natura-les renovables, un texto importante es el DecretoLey N° 3557, la Ley de Protección Agrícola que, en1980, otorgó facultades al Ministerio de Agricultu-ra para proteger recursos silvoagropecuarios, fo-restales y pesqueros.

Desde mediados de los 70 y hasta entrados los90 se vivió una explosión de normativas relacio-nadas con la protección de la vida silvestre y lacreación de áreas protegidas. Gradualmente, y conmás acento en la década de los 80, se crearonnumerosas áreas protegidas y se dictaron regula-ciones prohibitivas o restrictivas sobre recursosde la flora y para la caza o tenencia de ciertosanimales.

En 1984 se aprobó una ley de particular importan-cia relativa a los recursos naturales, la Ley N° 18.362que creó el Sistema Nacional de Areas Silvestres Pro-tegidas por el Estado. Sin embargo, ya en 1912 sehabían creado las primeras áreas protegidas, las reser-vas forestales Llanquihue, Alto Bío Bío y Villarrica.

En 1984 se promulgó la ley N° 18.378 queestablece distritos de conservación de suelos, bos-ques, aguas y áreas de protección turística, textoque, aparentemente, no tuvo mayores efectos.

En 1985, se aprobó el texto de la Ley N° 18.450,que aprueba normas para el fomento de la inver-sión privada en obras de riego y drenaje, estable-ciendo una bonificación para quienes invirtieranen ese tipo de obras.

En materia pesquera, tradicionalmente se operóbajo un régimen de libre acceso, con una interven-ción mínima del Estado y con restricciones bioló-gicas tales como la definición de vedas y tamañosmínimos de captura. A partir de 1991, el texto dela Ley General de Pesca y Acuicultura (Ley N°18.892 de 1989) fue replanteado y, mediante elDecreto Supremo N° 430 se crea la Ley General dePesca y Acuicultura. En su texto se introdujeronuna serie de elementos ordenadores que intentancontrolar el incremento de la actividad pesquerasin que afecte la base misma del recurso.

La Ley General de Pesca define conservacióncomo el uso presente y futuro, racional, eficaz yeficiente de los recursos naturales y su medio am-biente. Establece una serie de principios e instru-mentos, a saber: i) la definición de distintos regí-menes de acceso a las pesquerías; ii) la formula-ción de planes de manejo por unidad de pesqueríasen régimen de plena explotación; iii) la posibilidadde aplicar cuotas individuales transferibles a re-cursos en régimen de desarrollo incipiente o enrecuperación (por ejemplo, el langostino y el baca-lao en la zona austral); iv) la existencia de conse-jos de pesca -nacional, zonal y regional- con par-ticipación de los sectores productivos y de la insti-tucionalidad pública pesquera.

En 1996 se aprobó la N° 19.473, Ley de Cazaque estableció restricciones a esta actividad.

Disposiciones de la Constitución de 1980

La Constitución Política de 1980 contiene tresdisposiciones que se relacionan con la temáticaambiental. En su artículo 19 se asegura a todaslas personas: a) el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación (“es deber delEstado velar para que este derecho no sea afecta-do y tutelar la preservación de la naturaleza”); b)el derecho de propiedad que estará limitado porla función social de la propiedad (comprende cuan-to exijan los intereses del país, la seguridad na-cional, la utilidad y la salubridad públicas y laconservación del patrimonio ambiental); y c) elderecho a presentar el denominado recurso deprotección, en conformidad con el artículo 20,del que sufra privación, perturbación o amenazaen el legítimo ejercicio del derecho consagradopor el artículo 19 en tanto sea afectado por unacto arbitrario e ilegal imputable a una autoridado persona determinada.

Estas disposiciones constitucionales implicanque el tema ambiental, a diferencia de otros aspec-

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tos como la política económica, por ejemplo, debeser abordado como un deber del Estado y en con-secuencia, se podrán establecer restricciones lega-les específicas al ejercicio de determinados dere-chos o libertades.

3.2.2. Sistema nacional de gestiónambiental vigente

Precedentes

Los precedentes al marco institucional que seformaliza con la ley ambiental están en la creaciónde dos comisiones: la primera de ellas, la ComisiónEspecial de Descontaminación de la Región Metro-politana (CEDRM), cuya misión principal era conti-nuar con el combate a la contaminación atmosféri-ca, hídrica y acústica de Santiago y la Región Me-tropolitana y que, con este propósito, desarrollóprogramas de corto y largo plazo, los que mirados ala distancia, puede decirse que aunque débiles, sir-vieron de embriones para los actuales programas decontrol de la contaminación en la Región Metropo-litana.

La segunda comisión que se creó fue la Comi-sión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), enjunio de 1990, con el carácter de una comisióninterministerial y rango de asesora del Presidentede la República, conformada por una Comisión deMinistros, presidida por el ministro de Bienes Na-cionales e integrada por los Ministros de Salud,Economía, Agricultura, Minería, Vivienda y Trans-porte, además de otros ministerios con competen-cias ambientales menos directas. Sus objetivos-que se abordaron a través de la creación de gru-pos de trabajo- fueron los siguientes:

• definir una propuesta de política ambiental,proponiéndosela al Presidente de la República;

• proponer una legislación ambiental, una leymarco o una ley general del ambiente;

• una propuesta de institucionalidad para los añossucesivos; y

• poner en marcha un esfuerzo significativo eneducación y extensión ambiental.

Los diferentes ministerios siguieron siendo lasunidades ejecutoras de las políticas que se deci-dían. La idea fue generar un mecanismo de coordi-nación una vez que las políticas fueran aprobadaspor el Presidente de la República y permitir quesean los mismos Ministerios los que continuarancon su diseño definitivo e implementación. Paraeste cometido se crearon Unidades Ambientales

Ministeriales en cada ministerio donde hubiese cier-ta confusión o indefinición respecto a las compe-tencias ambientales. Estas unidades se convirtie-ron, de hecho, en contrapartidas de la estructurade la Secretaría Técnica y Administrativa de lacomisión nacional.

En el ámbito regional se crearon los ConsejosRegionales del Medio Ambiente (COREMA), presi-didas por el respectivo Intendente y constituidapor los representantes de los distintos ministerios.

Este esquema de organización institucional gene-rado a principios de los 90’s fue, como se señalóanteriormente, el embrión del esquema institucionalactual, que se consolida a partir del dictado de la Leyde Bases Generales del Medio Ambiente, en 1994.

Marco institucional vigente

La Ley de Bases del Medio Ambiente, al crear laCONAMA sin derogar las competencias de los mi-nisterios y servicios públicos, sienta las bases parael Sistema Nacional de Gestión Ambiental: unainstitucionalidad de tipo transversal y de caráctercoordinador, en un marco de descentralización te-rritorial y de simplicidad administrativa. El Siste-ma Nacional de Gestión Ambiental está compuestopor todos los ministerios, organismos sectorialesde la administración central y los organismos des-centralizados a los que el conjunto de leyes vigen-tes asigna responsabilidades y potestades ambien-tales. El eje coordinador de este sistema es CONA-MA, en interrelación directa con otros organismosdel Estado, los sectores productivos y la ciudada-nía. La Ley de Bases y sus reglamentos proporcio-nan el marco a partir del cual se deben ejercer lascompetencias sectoriales.

Otras normativas complementarias le entregan adiversos ministerios la posibilidad de regular, entreotras materias, el uso de los recursos naturales asicomo las emisiones de sustancias contaminantes ygeneración de residuos y su disposición. Existen asícuerpos jurídicos como la Ley General de Pesca yAcuicultura; el Código Sanitario; la Ley de Navega-ción; la Ley de Protección Agrícola; la Ley 3.133 sobreResiduos Industriales Líquidos; y la Ley que crea laSuperintendencia de Servicios Sanitarios. Además, estánen proceso de desarrollo otros cuerpos legales funda-mentales, como la Ley de Bosque Nativo popr ejemplo.De todas maneras, es necesario considerar el perfec-cionamiento ambiental de este ordenamiento jurídico.

La institucionalidad actual se nutre, principal-mente, de tres vertientes: la Ley 19.300, que entró

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en vigencia en marzo de 1994, las leyes sectoria-les, orgánicas y simples que incluyen aspectosambientales, y la Ley Orgánica Constitucional N°18.775 de 1986.

La LBGMA -que se aborda más adelante en esteinforme, al igual que un panorama de los demástextos legales relevantes desde una perspectivaambiental- crea la actual Comisión Nacional deMedio Ambiente, dependiente de la Secretaría Ge-neral de la Presidencia.

En el año 1995 se dictó una norma reglamentariaemanada del Ministerio Secretaría General de laPresidencia, de particular relevancia, dado que vino areglamentar un aspecto fundamental de la LBGMA yde la institucionalidad ambiental. Se trata del decretoSupremo N° 86, que regula la organización,composición y funcionamiento del Consejo Consultivode la CONAMA y de los consejos consultivos de lasComisiones Regionales del Medio Ambiente.

Las leyes sectoriales, en cuanto a su pertinenciarespecto a la institucionalidad ambiental, incorporanen sus textos elementos de protección de los recursoso prevención de la contaminación a través del otorga-miento de atribuciones a los servicios públicos parafiscalizar y controlar procesos productivos y pararealizar la gestión o extracción de recursos naturales.

La Ley N° 18.575, Orgánica Constitucional deBases Generales de la Administración del Estado,de 1986, establece la organización de la adminis-tración pública y las atribuciones de cada uno delos estamentos que la componen: los ministerios,intendencias, gobernaciones y servicios públicos.

El Título Final de la LBGMA crea la CONAMAcomo un servicio público, funcionalmentedescentralizado, con personalidad jurídica ypatrimonio propio, sometido a la supervigilanciadel Presidente de la República y con una funcióneminentemente coordinadora de la gestiónambiental del aparato del Estado. El órgano demayor jerarquía de la CONAMA lo constituye suConsejo Directivo, presidido por el MinistroSecretario General de la Presidencia y compuestopor 11 ministros. Las instrucciones y acuerdos delConsejo Directivo se deben cumplir mediante lasórdenes que cada ministro miembro de dichoConsejo transmita a los órganos públicos de sudependencia, cuya labor se coordina, en materiaambiental, por la Dirección Ejecutiva de laCONAMA.

La CONAMA se proyecta a lo largo del país através de las COREMA. Éstas están integradas por

el Intendente Regional, quien la preside, los Go-bernadores de las provincias, los SEREMI, cuatroconsejeros regionales elegidos por el respectivoConsejo en una sola votación, y por el DirectorRegional de la CONAMA, quien actúa como Secre-tario de la COREMA.

Institucionalidad ambiental sectorial

La institucionalidad ambiental sectorial funcio-na a través de las Unidades Ambientales de losMinisterios, creadas, según ya se estableció, antesde la vigencia de la LBGMA. Su objetivo general esel de colaborar con la CONAMA aportando las ca-pacidades técnicas sectoriales y, especialmente enuna primera etapa, apoyando al proceso de evalua-ción del impacto ambiental. La idea es potenciar lacapacidad de cada ministerio para que asuma lasresponsabilidades ambientales que le correspondenen su sector y no descargar las responsabilidades deejecución en el órgano central que cumple un rolcoordinador. Adicionalmente, sin embargo, al inte-rior de los ministerios, las unidades ambientalestienen responsabilidades vinculadas a la gestión in-terna de cada uno de ellos; por ejemplo, asesorar alministro en la representación del sector en la CO-NAMA, definir políticas y líneas de acción para elsector, obtener recursos para desarrollar estudios einvestigaciones en el ámbito de su competencia, etc.

En la actualidad, los ministerios que cuen-tan con unidades ambientales son los siguien-tes: Economía, Fomento y Reconstrucción; ObrasPúblicas; Agricultura; Bienes Nacionales; Sa-lud; Minería; Vivienda y Urbanismo; Transpor-te y Telecomunicaciones; Planificación y Co-operación; Educación; Defensa; Relaciones Ex-teriores, e Interior.

Existen, por otra parte, distintos servicios públi-cos con competencia ambiental, que deben coordinary dar coherencia a las decisiones que se adopten y alas acciones que se realicen con el propósito final deproteger el medio ambiente natural y construido.

Entre estos últimos cabe destacar los siguientes:

• La Subsecretaría de Pesca que, dentro del Minis-terio de Economía, propone la política pesqueray sus formas de aplicación, y dirige y coordinalas actividades que le corresponde realizar alEstado en relación con el sector pesquero.

• El Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) que es el queevalúa las pesquerías, llevando adelante junto a otrasinstituciones la investigación sobre el recurso pesca.

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• El Servicio Nacional de Pesca (SERNAP) que,como órgano administrativo del Ministerio deEconomía, le corresponde ejecutar la políticapesquera nacional y las normas específicas, yfiscalizar su cumplimiento. Asimismo, debe ve-lar por la debida aplicación de otras normaslegales y reglamentarias sobre pesca, caza ma-rítima y demás formas de explotación de losrecursos hidrobiológicos.

• El Servicio nacional de Turismo (SERNATUR)cuya responsabilidad es la de preservar el pa-trimonio artístico e histórico.

• La Dirección General de Aguas (DGA) que debeplanificar el desarrollo del recurso hídrico en lasfuentes naturales para formular recomendacionessobre su aprovechamiento; investigar y medir elrecurso y vigilar las aguas y supervisar el funcio-namiento de las organizaciones de usuarios.

• La Superintendencia de Servicios Sanitarios(SISS), creada en 1990 por la Ley N° 18.902,que debe estudiar, proponer y controlar el cum-plimiento de normas técnicas sobre diseño,construcción y explotación de servicios sani-tarios y residuos líquidos industriales en todoel país, debiendo además informar sobre elotorgamiento de concesiones, ampliación omodificación de las mismas y aplicar sancio-nes a los prestadores de servicios sanitariosque infrinjan la legislación existente.

• La Corporación Nacional Forestal (CONAF), quedebe contribuir a la conservación, incremento,manejo y aprovechamiento de los recursos fo-restales del país, debiendo participar en la ela-boración y ejecución de los planes nacionales yregionales de protección y conservación de losrecursos forestales del país.

• El Servicio Agrícola Ganadero (SAG), cuya fun-ción es la de contribuir a la protección y aldesarrollo silvoagropecuario del país, siendo suexistencia de larga data.

• Los Servicios de Salud del Ministerio de Salud, queparticipan de la gestión ambiental velando por laeliminación de cualquier factor o agente del medioambiente que pueda afectar la salud, seguridad obienestar de los habitantes del país. A nivel regio-nal, el ministerio participa con sus SEREMI en lasCOREMA, particularmente en lo que atañe al pro-ceso de evaluación del impacto ambiental.

• La Subsecretaría de Transportes, que está en-cargada de determinar los requisitos que debe-

rán cumplir los establecimientos que realicenrevisiones técnicas de vehículos, así como losprocedimientos técnicos a que deberán ceñirsetales revisiones y los niveles máximos de emi-sión de contaminantes que se permitirán.

Cabría agregar, también, aunque con un ca-rácter diferente, al Banco Central, que inició, en1994, una política de relevamiento del capitalnatural del país a través de la creación de laDivisión de Cuentas Ambientales dentro del áreade Cuentas Nacionales. Esta división produjoinformes sobre el estado de algunos recursos na-turales renovables.

En 1999 se creó el Consejo de Desarrollo Sus-tentable de Chile, en el mes de abril. Es un esla-bón más de la institucionalidad ambiental delpaís, con el carácter de asesor del Presidente de laRepública. A través de él, el gobierno se compro-mete a fomentar y resguardar la participaciónefectiva de la ciudadanía en los procesos de tomade decisión relativos a la protección del medioambiente, la equidad social y el crecimiento eco-nómico. El Consejo está conformado por 92 re-presentantes de los principales sectores de la so-ciedad en los ámbitos público y privado. Su mi-sión es debatir los temas relacionados con el de-sarrollo sustentable, contribuir a construir con-sensos, generar co-responsabilidad entre los di-versos actores ambientales y proponer solucionesque permitan, no sólo orientar las decisionespolítico-gubernamentales al respecto sino,también, establecer programas de acción quepermitan mejorar el entorno y comprometer a laciudadanía en esa tarea.

Finalmente, puede decirse que la nueva institu-cionalidad ambiental chilena se ha consolidadosobre la base de instituciones existentes, pero conun sólido enfoque hacia la coordinación de laspolíticas globales del Estado en materia ambiental.Siendo la CONAMA un ente nuevo, a veces vedificultado su rol coordinador por las estructuras“tradicionales” o sectoriales de los estamentos delEstado y por el carácter centralizado del gobierno.

3.2.3. Ley marco sobre medioambiente

Características generales yestructura de la Ley

Ante el creciente peso de las cuestiones am-bientales en la agenda social y política, y la impo-

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sibilidad de dar respuestas a los problemas am-bientales con la reglamentación jurídica e institu-cionalidad vigentes a comienzos de la década-caracterizada por la dispersión y descoordinaciónde múltiples textos legales- surge la necesidad decrear un nuevo cuerpo normativo que recogiera enforma integrada y global los principios que debe-rían dar sustento a la reglamentación ambiental, ydar un contenido concreto y un desarrollo jurídicoadecuado a los derechos constitucionales relacio-nados con el medio ambiente.

De este modo, se promueve un proyecto de leycuya justificación reside, básicamente, en la necesi-dad de que sean establecidos, en una normativalegal y única, las definiciones, principios, criterios yprocedimientos regulares básicos sobre los quepudiese descansar toda la legislación en materia demedio ambiente, hasta ese momento disímil y dis-persa. Nace así la Ley Nº 19.300 sobre Bases Gene-rales del Medio Ambiente que fuera publicada en elDiario Oficial del 9 de marzo de 1994 y que elCongreso aprobara en enero de ese año.

La LBGMA no pretendía cubrir todas las ma-terias que se relacionan con el medio ambiente,para lo cual se requieren leyes especiales queregulen en detalle aquellas áreas que presentencomplejidades particulares. Se trataba, como loindica su nombre, de una ley de bases generalesque estableció el marco dentro del cual se posibi-litaba un proceso ordenador de la normativa am-biental, existente y futura.

La importancia de las definiciones legales queentrega la Ley radica en que obliga a ciudadanos,autoridades y jueces a entender los términos talcomo el legislador los determinó. Así, se definenconceptos claves para conocer y atribuir correcta-mente las obligaciones y responsabilidades jurídi-cas de las personas. Entre tales definiciones cabedestacar las de biodiversidad, contaminación, me-dio ambiente, conservación del patrimonio am-biental, preservación de la naturaleza, impactoambiental y daño ambiental.

Los siguientes son los objetivos de la Ley, pre-sentados en forma resumida:

• Dar un contenido concreto y un desarrollo jurí-dico adecuado a la garantía constitucional queasegura a todas las personas el derecho a viviren un medio ambiente libre de contaminación.

• Crear la institucionalidad que permitiese solu-cionar los problemas ambientales existentes yevitar la generación de otros nuevos.

• Crear los instrumentos para una eficiente ges-tión, de modo de dar una adecuada protecciónambiental y servir de orientación a la mismanormativa vigente en la materia y a la futuralegislación y reglamentación que se dictare.

• Contar con un cuerpo legal general al cual sepueda referir toda la normativa ambiental.

• Incorporar una dimensión ambiental a las ini-ciativas de desarrollo del país con el fin deevitar el deterioro ambiental y asegurar unaeconomía sustentable.

• Establecer criterios para la definición de objeti-vos de calidad ambiental y regular los procedi-mientos para medir los impactos ambientales enlas decisiones sobre los proyectos y actividadessusceptibles de causar impacto ambiental.

La Ley es un cuerpo legal básicamente instru-mental pero con alcances operacionales, en cuantoa las herramientas que crea y pone a disposiciónde la comunidad, e institucionales por la estructu-ra de gestión que establece y desarrolla. El carácteroperacional se manifiesta, entre otros contenidos,en las definiciones y procedimientos que estableceen torno a la dictación de normas primarias ysecundarias de calidad, a la educación ambiental,y a los planes de manejo, prevención y desconta-minación. El principal instrumento de gestión am-biental que crea es el Sistema de Evaluación deImpacto Ambiental (SEIA).

El carácter institucional se manifiesta en lacreación de la CONAMA como servicio públicodescentralizado, con personalidad jurídica y patri-monio propio. La función de CONAMA es propo-ner e implementar políticas ambientales, coordinarel aparato público para una acertada gestión de laspolíticas ambientales, y promover la participacióndel sector privado en la gestión ambiental y laparticipación de la ciudadanía.

La Ley consta de seis títulos, noventa y dosartículos permanentes y siete transitorios. Una pre-sentación esquemática de la estructura y conteni-dos de la ley es la que se presenta en el Cuadro 3.1.Los aspectos relevantes de la Ley se abordan en lassecciones siguientes.

Principales instrumentos de gestiónambiental

Los instrumentos de gestión creados por la LBG-MA son de diversos orígenes y naturaleza. Algu-

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Cuadro 3.1

Estructura y contenidos de

la Ley de Bases Generales

de Medio Ambiente

NÚMERO MATERIA NÚMERODEL TÍTULO DE ARTÍCULOS

5

218

6

8

18

2

94

2

3

2432715

Título 1Disposicionesgenerales

Título 3De la responsabili-dad por el dañoambiental

Título 5Acerca del fondode Protección Am-biental

Título 2Instrumentos de

Gestión Ambiental

Título 4Acerca de la Fis-calización

Título 6Acerca de la Comi-sión Nacional delMedio Ambiente(CONAMA)

Establece disposiciones generales, entre las que se encuentra que los derechos de vivir enun medio ambiente libre de contaminación, la protección del medio ambiente, la preserva-ción de la naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental, se regularán por lasdisposiciones de esta ley, sin perjuicio de lo que las otras disposiciones legales establezcansobre la materia. También se refiere a definiciones básicas como desarrollo sustentable,medio ambiente, impacto ambiental, y contaminación, entre otros.

Párrafo 1º acerca de la educación y la investigación ambiental.Párrafo 2º estructura el sistema de evaluación de impacto ambiental, indicando los procedi-mientos a los cuales deberá sujetarse la tramitación de los proyectos o actividades suscep-tibles de causar impacto ambiental y que deberán someterse al sistema de evaluación deimpacto ambiental.Párrafo 3º se refiere a la participación de la comunidad en el procedimiento de evaluaciónde impacto ambiental.Párrafo 4º señala las normas de calidad ambiental y la preservación del patrimonioambiental; este acápite es de suma importancia por cuanto se refiere a la elaboración de lasnormas primarias y secundarias de calidad ambiental, así como a las diversas medidas deprotección de flora y fauna.Párrafo 5º se refiere a las normas de emisión medidas en la fuente emisora.Párrafo 6º se refiere a los planes de descontaminación, las normas de emisión, los permisostransables, los impuestos o tarifas a los usuarios y otros instrumentos de estímulos a lasacciones de mejoramiento y reparación ambientales.Párrafo 7º establece el procedimiento de reclamo respecto de los derechos supremos queestablezcan las normas primarias o secundarias de emisión.

Párrafo 1º se refiere a la responsabilidad por daño ambiental.Párrafo 2º establece diversos preceptos sobre el daño ambiental y quién debe responderen conformidad a la ley, sin perjuicio de que puedan prevalecer normas especiales deotras leyes.

Se refiere a la fiscalización. Entrega a los organismos del Estado, que les correspondaparticipar en el proceso de evaluación de impacto ambiental, la fiscalización del cumplimien-to de las normas y condiciones sobre las cuales se aprueban el estudio o la declaración deimpacto ambiental.

Se refiere al fondo de protección ambiental, indicando que su objeto sería financiar total oparcialmente proyecto o actividades orientados a la protección o reparación del medioambiente, la preservación de la naturaleza o la conservación del patrimonio ambiental.

Párrafo 1º naturaleza y definicionesPárrafo 2º acerca del Consejo DirectivoPárrafo 3º de la Dirección EjecutivaPárrafo 4º del Consejo ConsultivoPárrafo 5º de las Comisiones Regionales del Medio AmbientePárrafo 6º del patrimonioPárrafo 7º acerca del personal

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nos de ellos corresponden a la adecuación de ins-trumentos previamente existentes que han sidotradicionalmente utilizados en la gestión sectorial-normas, sistema nacional de áreas silvestres pro-tegidas-. Otros, en cambio, son absolutamente nue-vos en el país, como es el caso del sistema deevaluación de impacto ambiental y el sistema na-cional de información ambiental.

En cuanto a su naturaleza, los instrumentospueden clasificarse de la siguiente manera:

Instrumentos para la fijación de condicionesambientales. Incluyen los procedimientos para ladictación o establecimiento de i) normas de cali-dad ambiental, tanto primarias, que se relacionancon la salud de la población humana, como secun-darias destinadas a proteger, conservar y/o preser-var el medio ambiente o la naturaleza, ii) normasde emisión al aire, agua y suelo de residuos, y iii)normas de preservación y conservación del patri-monio ambiental.

Estas últimas consideran la administración es-tatal de un sistema nacional de áreas silvestresprotegidas y el fomento de áreas silvestres protegi-das privadas, la clasificación de la flora y la faunadel país en distintas categorías de conservación, yun inventario de la flora y fauna.

Instrumentos preventivos. Este grupo está cons-tituido principalmente por el sistema de evalua-ción de impacto ambiental y por los planes demanejo de recursos naturales. Al primero se debesometer una amplia gama de proyectos de inver-sión y/o actividades en forma previa a su ejecu-ción, ya sea mediante las modalidades de Declara-ciones de Impacto Ambiental o de Estudios deImpacto Ambiental.

Instrumentos de corrección. Incluyen principal-mente a los planes de prevención y de descontami-nación que la autoridad puede dictar cuando losniveles de alguna variable ambiental se encuen-tren entre un 80 por ciento y un 100 por ciento, ohan superado los valores establecidos por una nor-ma ambiental, respectivamente.

Estos planes tienen como propósito corregirsituaciones que estén contribuyendo a que las nor-mas ambientales estén por ser superadas o ya lohayan sido. También se incluyen aquí los planesde conservación destinados a asegurar la capaci-dad de regeneración de los recursos naturales y laconservación de la diversidad biológica asociada asu uso y aprovechamiento. Los planes de manejoincluyen, entre otras, las siguientes consideracio-

nes ambientales: i) manutención de caudales deaguas y conservación de suelos, ii) conservacióndel valor paisajístico, y iii) protección de especiesen peligro de extinción, vulnerables, raras o insu-ficientemente conocidas.

Instrumentos de cumplimiento. Incluye, princi-palmente, las acciones de fiscalización que deberánejercer los distintos organismos del Estado en fun-ción de sus atribuciones. Cabe destacar que le corres-ponde a las municipalidades recibir y canalizar a losorganismos públicos que corresponda las denunciasde incumplimiento formuladas por la ciudadanía.

Instrumentos económicos y financieros. Inclu-yen, principalmente y de forma no restrictiva, lospermisos de emisiones transables y los impuestos alas emisiones o tarifas a los usuarios, y se orientana internalizar el costo ambiental implícito en laproducción o uso de ciertos bienes o servicios.

La LBGMA establece también la creación y ad-ministración de un Fondo de Protección Ambien-tal, que tendrá por objeto financiar proyectos oactividades orientadas a la protección o reparacióndel medio ambiente, la preservación de la natura-leza o la conservación del patrimonio ambiental.

Instrumentos de educación e investigación. Sepretende que el proceso educativo, en sus diversosniveles, incorpore la integración de valores y eldesarrollo de hábitos y conductas que tiendan aprevenir y resolver los problemas ambientales me-diante la transmisión de conocimientos y de laenseñanza de conceptos modernos de protecciónambiental, orientados a la comprensión y toma deconciencia. El proceso educativo también tiene uncarácter eminentemente preventivo aunque con unacomponente de naturaleza correctiva.

En cuanto a investigación la Ley establece quelos fondos de investigación científica, desarrollotecnológico y social, que tengan asignados recur-sos en la Ley de Presupuestos de la Nación, podránfinanciar proyectos relativos al medio ambiente,sin perjuicio de sus fines específicos.

Instrumentos de participación ciudadana. LaLBGMA establece en forma explícita algunos me-canismos de participación ciudadana en el sistemade evaluación de impacto ambiental, en la fijaciónde normas ambientales, en el desarrollo de planes deprevención y descontaminación y en la constitucióndel Consejo Consultivo de CONAMA.

Instrumentos para la generación de informa-ción. Están constituidos, principalmente, por el Sis-

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tema Nacional de Información Ambiental, un sis-tema de carácter público, desglosado regionalmen-te cuando alcance su pleno desarrollo, que se orientaa mantener un adecuado conocimiento de la cali-dad ambiental del país, que facilite la gestión am-biental y que considere la naturaleza intersectorialy multiespacial de los aspectos ambientales.

A continuación se describen aquellos instrumentosrelacionados con el sistema de evaluación de impactoambiental, las normas de calidad ambiental,preservación de la naturaleza y conservación delpatrimonio ambiental, las normas de emisión, losplanes de manejo, prevención o descontaminación,y la participación ciudadana.

Sistema de evaluación deimpacto ambiental

La LBGMA establece un Sistema de Evaluaciónde Impacto Ambiental de los proyectos de inver-sión, públicos y privados, que luego se comple-menta con el respectivo reglamento que pone envigencia el sistema. La Ley dispone que los pro-yectos o actividades en ella señalados, sólo podránejecutarse o modificarse previa evaluación de suimpacto ambiental, y que todos los permisos opronunciamientos de carácter ambiental, que deacuerdo a la legislación vigente deban o puedanemitir los organismos del Estado, serán otorgadosa través del SEIA.

La Ley crea un sistema que integra todos losrequerimientos ambientales sectoriales que se co-noce como ventanilla única. Este se materializa através de la coordinación ejercida por la ComisiónRegional del Medio Ambiente respectiva, o la CO-NAMA, en su caso, y mediante una resolución quecertifica que el proyecto o actividad cumple, o no,con todos los requisitos ambientales aplicables eindica, además, las condiciones bajo las cuales seotorgarán permisos específicos durante la imple-mentación del proyecto, incluyendo también even-tuales trabajos de investigación y restauración. Sila evaluación es favorable, ningún organismo delEstado puede negar las autorizaciones ambientalespertinentes; por el contrario, si el pronunciamientoes negativo, esos mismos organismos deben dene-garlas. Debe notarse que la respectiva resoluciónambiental de la COREMA o CONAMA está basadaen la opinión que los correspondientes organismosdel Estado tengan sobre la aceptabilidad ambientalproducto de la revisión que ellos hagan de loscorrespondientes documentos de EIA.

La evaluación se lleva a cabo mediante unaDeclaración de Impacto Ambiental (DIA) o un Es-tudio de Impacto Ambiental (EIA).

Normas de calidad ambiental, preserva-ción de la naturaleza y conservación delpatrimonio ambiental

Las normas de calidad ambiental -primariascuando protegen la salud humana y secundariascuando protegen otros componentes del medioambiente- definen los objetivos de calidad am-biental que la sociedad se da para sí en un deter-minado momento. Las normas primarias debenser iguales en todo el territorio nacional. Estoimplica que todo chileno, cualquiera sea el lugarque habite dentro del país, tiene derecho a unmismo nivel de calidad ambiental. En cuanto alas secundarias, éstas pueden ser de ámbitoterritorial más restringido.

La LBGMA no entrega directrices sobre los ni-veles máximos de riesgo admisible que permitandeterminar el estándar sobre el que descansaránlas normas de calidad ambiental. Estos niveles que-dan entregados al procedimiento estipulado en laLey que considera mecanismos de participación delas distintas partes interesadas.

El gran cambio que presenta la LBGMA conrespecto a la legislación y procedimientos de dic-tación de normas ambientales previamente vigen-tes, puede resumirse en los siguientes aspectos:

• Las normas deben definir los niveles en loscuales se gestionan las emergencias. Las nor-mas deben ser promulgadas por decretosupremo.

• Debido a que los objetivos de calidad ambien-tal no responden solamente a parámetros téc-nicos, es necesario ponderarlos, también, segúnvariables políticas, económicas, éticas, moralesy sociales. Las consideraciones de orden políti-co debieran hacerse presentes con motivo deque los decretos supremos llevan la firma delMinistro Secretario General de la Presidencia,además de la del Ministro de Salud para el casode normas primarias, o de los ministros secto-riales (agricultura, economía, etc.) para el casode las secundarias.

• Existe un procedimiento obligatorio para laaprobación de las normas que considera, a lomenos, los siguientes pasos: análisis técnicos yeconómicos, desarrollo de estudios científicos,

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consultas a organismos competentes públicos yprivados, análisis de las observaciones formu-ladas y una adecuada publicidad.

La LBGMA establece que corresponderá a laCONAMA la coordinación del proceso de genera-ción de normas, y la determinación de los progra-mas y plazos de cumplimiento de las mismas. Losaspectos específicos de este procedimiento se en-cuentran establecidos en el Reglamento para laDictación de Normas de Calidad Ambiental y deEmisión (N° 93 del 15 de mayo de 1995).

Normas de emisión

La LBGMA establece que las normas de emisióndeben ser dictadas mediante decreto supremo yespecificadas territorialmente. Es decir, sólo seránválidas en el área que el decreto determine yresponderán a las características ambientales pro-pias del lugar donde se aplicarán. Esto debido a quedeben tomarse en cuenta las diferentes capacidadesdel medio ambiente para recibir emisiones, efluentesy residuos, sin menoscabo de su calidad.

A la CONAMA le corresponderá proponer, coor-dinar y aprobar las normas de emisión; para ellodeberá sujetarse a las etapas mencionadas. Laimportancia de esta atribución de la CONAMA radicaen que constituye una herramienta que le permitehacerse cargo de la implementación de la políticaambiental nacional. La materialización de medidasde control, tales como las normas de emisión devehículos (fuentes móviles) o de industrias (fuentesfijas), regulación de residuos industriales líquidos yotras, ya no corresponderán solamente al ministeriosectorial pertinente.

Planes de manejo, prevención ydescontaminación

Los Planes de Manejo, Prevención y Desconta-minación están básicamente orientados a dos ám-bitos: el de los recursos naturales renovables, a losque se les aplican los planes de manejo, y al delcontrol de la contaminación, a la que se aplicanlos planes de prevención y descontaminación.

Los planes de manejo están previstos para lo-grar el uso y aprovechamiento de los recursosnaturales renovables, asegurando su capacidad deregeneración y la diversidad biológica asociada aellos, en especial, de aquellas especies amenaza-das. La intención es compatibilizar el carácter pro-ductivo de los planes de manejo actualmente exis-tentes, con consideraciones ambientales.

Los planes de manejo que exijan los organis-mos competentes a las actividades de explotaciónde recursos naturales renovables, deberán incluir(a menos que los proyectos cuenten con un estudioo declaración de impacto ambiental aprobado), alo menos, las siguientes consideraciones ambien-tales: manutención de caudales de agua y conser-vación de suelos, manutención del valor paisajísti-co, y protección de especies amenazadas.

Los planes de prevención y descontaminaciónestán destinados a enfrentar los problemas de con-taminación. Las zonas declaradas latentes deben sertratadas mediante planes de prevención que, comosu nombre lo indica, tienen por objeto prevenir quelos índices de contaminación establecidos en lasnormas de calidad ambiental sean sobrepasados. Enel caso de las zonas declaradas saturadas, el meca-nismo es el plan de descontaminación, cuyo propó-sito es lograr el cumplimiento de los estándaresestablecidos en las normas de calidad ambiental,cuando uno o más de ellos hayan sido vulnerados.

Una zona es declarada latente, si la medición dela concentración de contaminantes en el aire, agua osuelo, se sitúa entre el ochenta y el cien por cientodel valor o estándar de la respectiva norma de cali-dad ambiental. Y es declarada saturada si se sobrepa-san una o más normas de calidad. La declaración dela zona deberá hacerse mediante decreto supremo delMinistro Secretario General de la Presidencia, y con-tener la determinación precisa del área geográficaque abarca. Debe llevar además las firmas del Minis-tro de Salud, si las normas afectadas son primarias, odel ministro sectorial que corresponda, según la na-turaleza de la norma secundaria afectada.

La calificación latente o saturada tendrá comofundamento las mediciones realizadas o certifica-das por los organismos públicos competentes. Elprocedimiento está a cargo de la CONAMA. Ade-más, corresponderá a esta institución la elabora-ción de los planes de prevención o descontamina-ción, siguiendo las mismas etapas que existen paraaprobar normas de calidad ambiental.

Estos planes se dictarán mediante decreto su-premo del Ministerio Secretaría General de la Pre-sidencia, con las firmas de los ministros sectorialescorrespondientes. Nuevamente, se entrega a la CO-NAMA una poderosa herramienta para la materia-lización de la política ambiental, ya que tiene a sucargo la declaración de zonas y el desarrollo de losplanes de prevención o descontaminación.

La LBGMA enumera los instrumentos que pue-den ser utilizados en los planes (normas de emi-

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sión, permisos de emisión transables, impuestos alas emisiones, tarifas y otros), sin establecer priori-dades o preferencias. No obstante, los planes con-tienen los mecanismos de compensación de emi-siones y disponen, en forma programática, la ne-cesidad de que una ley establezca la naturaleza,formas de asignación, duración y demás caracte-rísticas de los permisos de emisión transables. Estopermite inferir que el propósito de la Ley es tendera la utilización de este tipo de instrumentos.

El Decreto Supremo N° 94, promulgado en 1995,estableció el reglamento que fija los procedimien-tos y etapas para la aprobación de planes de pre-vención y descontaminación.

Participación ciudadana

La LBGMA señala que es deber del Estado faci-litar la participación ciudadana en materias vincu-ladas a la protección del medio ambiente. De estamanera, la participación ciudadana adquiere rele-vancia en la medida en que permite gestionar yvalidar las decisiones que se adopten en temas rela-cionados con el medio ambiente. En este sentido, estambién un instrumento de gestión ambiental.

La LBGMA asegura mecanismos mínimos departicipación ciudadana en tres áreas: en el proce-so de generación de normas, planes y regulacionesde carácter ambiental; en el procedimiento de eva-luación de impacto ambiental; y en el uso delderecho para efectuar denuncias por eventualesinfracciones ambientales.

Se establece que en el proceso de generación denormas, planes y regulaciones de carácter ambientalse debe consultar a organismos competentes, públicosy privados, tanto durante los procesos de generaciónde normas de calidad ambiental y de emisión, comode elaboración de planes de prevención y de des-contaminación.

En cuanto al procedimiento de participaciónciudadana del Sistema de Evaluación de ImpactoAmbiental, la Ley establece algunos mecanismosque aseguren un mínimo de participación, sin per-juicio de otros que además se puedan utilizar paraestos fines. En este marco el reglamento de evalua-ción de impacto ambiental deberá especificar laforma de participación de las organizaciones ciu-dadanas en el SEIA.

La Ley dispone que el proponente deberá publi-car un extracto del estudio en el Diario Oficial y enun periódico de circulación regional o nacional,

según sea el caso. Adicionalmente, las organiza-ciones ciudadanas podrán conocer el contenido delos EIA, con excepción de los antecedentes necesa-rios para proteger invenciones o procedimientospatentables. Las organizaciones ciudadanas y laspersonas afectadas pueden formular observacionesa los EIA dentro de un plazo de 60 días.

A su vez, la COREMA, o la CONAMA, en su caso,debe ponderar, en los fundamentos de la resoluciónque emita sobre un estudio de impacto, sea favorableo negativa, todas las observaciones que reciba, y noti-ficar a quienes las formularon. Si las observaciones noson debidamente ponderadas, quienes las hayan pre-sentado pueden reclamar ante la autoridad superiordentro de un plazo de quince días; y ésta debe pro-nunciarse sobre la reclamación antes de 30 días. Esdecir, los planteamientos ciudadanos no son vinculan-tes para la autoridad la que, sin embargo, debe consi-derarlos para los efectos de adoptar su decisión.

Responsabilidad por daño ambiental: reglas,procedimientos y competencias, y conse-cuencias jurídicas

Al respecto hay que distinguir dos planos: el dela responsabilidad ordinaria civil y el de la respon-sabilidad por daño ambiental. Respecto a la prime-ra, la LBGMA ratifica su aplicación para aquellosque sufran daño o perjuicio por una acción dolosao negligente por parte de otra persona.

La segunda, en tanto, constituye una innova-ción jurídica. La responsabilidad por daño am-biental origina una acción, que puede terminar enuna sentencia que obligue al responsable a repararel daño que haya causado al medio ambiente, cuan-do es significativo; en este caso, se requiere culpao dolo de parte del supuesto responsable. Sin em-bargo, cuando se infringen las normas o planesantes aludidos, se establecen algunas presuncioneslegales a favor del demandante, con lo cual seinvierte el peso de la prueba.

La responsabilidad por daño ambiental es, comose dijo, una innovación jurídica importante de estaLey, y su objetivo es obtener la reparación del me-dio ambiente dañado. También es básica, en estamateria, la consagración de la regla que estableceque todo el que culposa o dolosamente cause dañoal medio ambiente, estará obligado a repararlo y aindemnizar en conformidad a la Ley. En consecuen-cia, para hacer efectiva la responsabilidad de unapersona frente a los daños que se aleguen, debendarse las condiciones establecidas en las reglas ge-nerales de la responsabilidad existentes en Chile.

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troversias de carácter ambiental, sobre todo cuan-do se trata de establecer la relación causal entre elacto del demandado y el daño alegado.

Tanto la acción ambiental, como las accionesciviles, prescribirán en un plazo de cinco años,contados desde la manifestación evidente del daño;es decir, los signos del daño deben manifestarseinequívocamente, a partir de lo cual comienza elplazo de prescripción.

Las consecuencias para infractores y responsa-bles del daño ambiental son, en primer lugar, lassanciones contempladas en la Ley: amonestación,multas de hasta mil UTM y clausura temporal odefinitiva.

La aplicación de sanciones, en virtud de estaLey, excluye la posibilidad de que al infractor se leapliquen sanciones por los mismos hechos me-diante otros cuerpos legales (Código Sanitario, porejemplo). Esta norma resultaba indispensable paraclarificar la labor del juez, considerando que no sederogan las leyes sectoriales.

La consecuencia jurídica de una sentencia judi-cial desfavorable para el demandado, consistirá enla obligación de reparar el medio ambiente dañadoo alguno de sus componentes. Si se afecta exclusi-vamente un bien jurídico privado, el efecto de lareparación se confundirá con la acción que indem-nice el daño causado a la propiedad del directa-mente afectado. En cambio, si se afectan bienes deuso público, habrá que reparar el medio ambienteo el componente del mismo dañado, sin perjuiciode las indemnizaciones a que tengan derecho losparticulares afectados directamente.

3.2.4. Aspectos legales de lagestión ambiental municipal

La Ley N° 18.695, Ley Orgánica Constitucionalde Municipalidades, dictada en 1992, contiene nor-mas referidas a la responsabilidad de los munici-pios en la gestión del medio ambiente local, y a lanecesidad de coordinar sus actividades en estamateria con los distintos estamentos del Estadoque tienen relación con este tema, como los Servi-cios de Salud respectivos y otros entes.

Entre las funciones ambientales privativas quedicha ley orgánica asigna a los municipios se pue-den destacar las siguientes:

• La aplicación de disposiciones sobre transportey tránsito público y sobre construcción y urba-

En principio, la reparación del daño ambientales diferente a la indemnización ordinaria por dañosy perjuicios, la que se puede demandar en formaindependiente de acuerdo a las reglas generales delCódigo Civil. La LBGMA ratifica su aplicación paraquienes sufran daño o perjuicio por una accióndolosa o negligente por parte de otra persona. Sinembargo, en aquellos casos en que leyes especialestengan consagrada la responsabilidad por daño almedio ambiente, se aplican esos tratamientos jurídi-cos, pues primarán sobre la Ley 19.300.

Se establecen presunciones a favor del deman-dante; esto es, se presume legalmente la responsa-bilidad del demandado (su dolo o culpa), y lapresunción admite prueba en contrario por partedel demandante. El efecto jurídico radica en que seinvierte el peso de la prueba, debiendo el deman-dado probar que obró diligentemente y de buenafe. Los hechos que dan lugar a la presunción deque el demandado es responsable del daño am-biental son:

• infracción a las normas de calidad ambiental;• infracción a las normas de emisión;• infracción a los planes de prevención o descon-

taminación;• infracción a las regulaciones especiales para

los casos de emergencia ambiental, las que ahoradeberán establecerse por ley;

• infracción a las normas sobre protección, pre-servación o conservación ambientales estable-cidas en las leyes.

Sin embargo, la indemnización sólo procedecuando se demuestra el vínculo causa-efecto entrela infracción y el daño producido. Esto significaque la relación de causalidad no está sujeta apresunción. Consecuentemente, si no se prueba larelación causal entre infracción y daño, sólo sedebiera ser objeto de las sanciones que establece laley por infracción a las normas antes indicadas.

Pueden obtener la reparación por daño am-biental las personas naturales o jurídicas, públi-cas o privadas, que hayan sufrido el daño o per-juicio, las municipalidades por hechos ocurridosdentro de sus comunas, el Estado por intermediodel Consejo de Defensa del Estado y cualquierpersona a través de su respectiva municipalidad.En este último caso, se deben cumplir algunasformalidades y requisitos que establece la leyambiental.

La LBGMA admite cualquier medio de prueba yregula en forma especial el peritaje. Este es elmedio de prueba más importante en juicios y con-

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nización dentro de la comuna, de acuerdo conlas leyes y las normas del ministerio respectivo.

• La planificación y regulación urbana de la co-muna y la confección del Plan Regulador Co-munal y del Plan de Desarrollo Comunal, cuyaaplicación deberá armonizar con los planes re-gionales y nacionales.

• El aseo y ornato de la comuna.

La Ley sobre Bases Generales del Medio Am-biente -que no alteró mayormente la instituciona-lidad dentro del gobierno central ni tampoco conrelación al ámbito de los gobiernos regionales-impone a las municipalidades determinados debe-res y les confiere algunas nuevas facultades prin-cipalmente con relación al sistema de evaluaciónde impacto ambiental, a las acciones asociadascon la responsabilidad ambiental de los actoressociales y a la fiscalización.

En cuanto al SEIA, las municipalidades estánobligadas a dar adecuada publicidad a los extrac-tos de los proyectos sometidos a un estudio deimpacto ambiental con el fin de asegurar unaparticipación ciudadana informada en el procedi-miento de evaluación.

En cuanto al daño ambiental, la ley ambientalestablece que cualquier persona puede exigir a lamunicipalidad en cuyo territorio se desarrollen ac-tividades dañinas para el medio ambiente, querealice la respectiva acción ambiental en su repre-sentación. La municipalidad deberá demandar, enel término de 45 días, a la fuente contaminante. Sien ese plazo la municipalidad no se pronuncia, seconvertirá en responsable solidario de los perjui-cios ambientales que el hecho denunciado ocasio-ne al afectado. Si, por otro lado, decide no tomarmedidas, deberá notificárselo al denunciante porcarta certificada dentro del mismo plazo señalado.

Finalmente, con relación a la fiscalización, lasmunicipalidades tienen la facultad de solicitar aljuez la aplicación de sanciones a los responsablesde fuentes emisoras que no cumplan con los pla-nes vigentes de prevención o de descontamina-ción. A su vez, el municipio está obligado a fisca-lizar el cumplimiento permanente de las normasen las que se basa la aprobación del estudio deimpacto ambiental. En caso de incumplimiento, elmunicipio puede solicitar a la COREMA o CONA-MA, respectivamente, y/o al organismo públicocon competencia legal en el tema en cuestión quese impongan las sanciones correspondientes.

Las municipalidades están obligadas a recibirlas denuncias que formulen los ciudadanos por

incumplimiento de normas ambientales y ponerlasen conocimiento del organismo fiscalizador com-petente para que les dé curso. La municipalidaddebe exigir al organismo fiscalizador que le infor-me sobre el trámite dado a la denuncia y, a falta deéste, puede poner los antecedentes en conocimien-to del ministerio respectivo.

Un texto de importancia ambiental aprobadoen 1994 fue la Ley N° 19.340, sobre Rentas Muni-cipales que facultó a los municipios a cobrar porlos servicios de extracción de basuras en los secto-res urbanos y suburbanos que atienden.

3.3. INSTRUMENTOS DEREGULACIÓN YECONÓMICOS

3.3.1. Instrumentos de regulacióndirecta

En las secciones temáticas de este informe seaborda los instrumentos de regulación directa rele-vantes para cada uno de los temas tratados. Noobstante, se especifican aquí algunas resolucionesy otras normativas entendidas como de regulacióndirecta que tienen vigencia anterior a la fecha depromulgación de la LGBMA. El dictado de normasde relevancia ambiental está acompañado por unaserie de resoluciones y normas oficiales chilenasque, en ciertos casos, complementaban disposicio-nes contenidas en otros cuerpos normativos.

Por ejemplo, en 1976 el Ministerio de Saluddictó la Resolución N° 7077, prohibiendo la incine-ración como método de eliminación de residuossólidos de origen doméstico o industrial en deter-minadas comunas de la Región Metropolitana. Tam-bién se dictó la Resolución N° 739 que fija normassanitarias mínimas para la operación de basurales(tales como condiciones para la localización delbasural y dotación del personal) y la fiscalizaciónque corresponde al personal del servicio de saludcorrespondiente. Otra resolución posterior, la N°2.444 de 1980, complementó a la primera de éstasresoluciones destinadas a fijar lineamientos enmateria de manejo de residuos.

En 1978, se dictó la Norma Chilena Oficial N°1.333, que establece los requisitos de la calidad delagua para diferentes usos: potable, bebidas, ani-males, riego, recreación y estética y vida acuática.

En ese mismo año se dictó la Resolución N°1215 del Ministerio de Salud, que estableció las

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normas sanitarias mínimas para prevenir, fiscali-zar y controlar la contaminación atmosférica.

En 1984, el Servicio Agrícola Ganadero aprobóla Resolución N° 1.178, que regula el uso de pla-guicidas en la agricultura, imponiendo su registro,fijando responsabilidades por su uso y aplicación,medidas de precaución, etc.

En 1988, el Ministerio de Salud dictó la Reso-lución N° 369, que establece el índice de calidaddel aire para determinar el nivel de contamina-ción atmosférica en la Región Metropolitana deSantiago.

La Resolución N° 5.081 del año 1993, emanadadel Servicio de Salud del Ambiente de la RegiónMetropolitana, estableció una regulación de im-portancia en materia de residuos industriales sóli-dos, exigiendo que se cumpla un sistema de decla-ración y seguimiento de desechos sólidos indus-triales manejados en la RM.

En 1994, la DIRECTEMAR dictó varias resolu-ciones, que no fueron publicadas en el DiarioOficial de Chile, relativas a la descarga de resi-duos en cuerpos de aguas y a directrices para laevaluación de impactos ambientales de proyectosque involucren aguas bajo la jurisdicción de estainstitución.

El Servicio de Salud del Ambiente de la RegiónMetropolitana dictó, en el año 1994, la ResoluciónN° 15.027 que establece el procedimiento de decla-ración de emisiones para fuentes estacionarias dela Región Metropolitana.

3.3.2. Instrumentos económicos

Marco legal

Los instrumentos económicos son consideradosexplícitamente en la Ley de Bases Generales delMedio Ambiente, sólo de manera lateral, en dosocasiones: como subítem en el articulado relativo alos planes de descontaminación (párrafos b y c delartículo 47 de la Ley de Bases del Medio Ambiente),donde se establece que “los planes de prevención odescontaminación podrán utilizar, según correspon-da, los siguientes instrumentos de regulación o decarácter económico:… …b) Permisos de emisión tran-sables y c) Impuestos a las emisiones o tarifas a losusuarios…”, y en el contexto del Art. 35 que serefiere a los incentivos tributarios en el fomento deáreas silvestres protegidas privadas.

Sin embargo, también ha existido un mandatoimplícito para el uso de instrumentos económicosen tres principios básicos que forman parte de losseis principios rectores de la gestión ambiental pú-blica, así declarados en el mensaje presidencial quepromulga la Ley de Bases del Medio Ambiente, yreiterados en el documento Política Ambiental parael Desarrollo Sustentable difundido oficialmente en1998. Se trata del principio de prevención, el princi-pio de quien contamina paga, y el principio de laeficiencia.

No obstante, las autoridades ambientales, asícomo el medio académico y ciertos personeros delsector ambiental no gubernamental, le han ido otor-gando un reconocimiento cada vez mayor a la im-portancia de adoptar este tipo de instrumentos. Efec-tivamente, ya en 1995, se estableció una Unidad deEconomía Ambiental en la CONAMA, encargada deintroducir consideraciones económicas a la gestiónde este órgano, y de proponer instrumentos econó-micos y supervisar los análisis económicos ligadosal proceso de la elaboración de nuevas normas yplanes de descontaminación. El documento “Políti-ca Ambiental para el Desarrollo Sustentable”, yaabordado antes en este documento, alude a los ins-trumentos económicos como un mecanismo orien-tado a perfeccionar la gestión buscando una mayoreficiencia. De hecho, los instrumentos económicosestán explícitamente incorporados en las diversasiniciativas de políticas ambientales específicas -condistintos grados de avance en su tramitación, a lafecha- entre ellas, las de recursos naturales, de cer-tificación de la calidad ambiental, de manejo desustancias peligrosas y de residuos sólidos.

De este modo, el campo de las aplicacionespotenciales de instrumentos económicos es am-plio, de ningún modo restringido exclusivamente alas aplicaciones explícitas a las que hace referen-cia la Ley de Bases del Medio Ambiente. Sin em-bargo, con relación a su implementación, hay unvacío importante en las definiciones sobre los me-canismos de aplicabilidad, los esfuerzos adiciona-les de coordinación requeridos, y el rol del áreaeconómico-financiera del gobierno.

Es preciso tener presente que no siempre hayuna clara separación entre los instrumentos decomando y control, o de regulación directa, y losinstrumentos económicos, así como tampoco lahay entre los instrumentos económicos implemen-tados explícitamente para la gestión ambiental yotros instrumentos que, en su diseño y su intro-ducción, no tenían un objetivo ambiental claro,pero que sí podrían servir a objetivos ambientalesy así convertirse en instrumentos económicos para

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la gestión ambiental. Por otra parte, es necesariotener presente que, entre el lanzamiento de la ideade un programa para la implementación de uninstrumento económico y la promulgación del mis-mo debe esperarse un largo proceso de análisis ydiscusión en el que deberán estar involucradostodos los grupos de interés, gubernamentales y nogubernamentales.

En los párrafos siguientes se abordan un con-junto de instrumentos económicos para la gestiónambiental, desde aquellos calificados como “pseu-doinstrumentos” económicos, porque no estabanmotivados en consideraciones ambientales, pasandopor instrumentos en distintas fases de diseño otramitación, hasta los que podrían considerarse comoinstrumentos económicos ya implementados.

Existen otros instrumentos e iniciativas quepodrían caer en esta categoría pero que no sonabordados en el contexto de este informe (depósi-tos reembolsables de baterías, pilas, aceites y lu-bricantes, solventes y medicamentos vencidos conmiras a su reciclaje; licitación de recorridos deltransporte público en Santiago donde uno de losparámetros considerados en la licitación tiene quever con las características en cuanto a emisión decontaminantes de los vehículos, etc.).

Instrumentos económicos con consecuen-cias ambientales

Son instrumentos económicos en cuanto estánorientados a la recaudación pero tienen, o podríantener efectos ambientales, o en cuanto inciden enlas decisiones de los agentes económicos, decisionesque tienen consecuencias ambientales, pero que nohan sido diseñados específicamente con un objetivoambiental o de sustentabilidad. La importancia deincluir estos instrumentos deriva justamente de supotencial aporte a la gestión ambiental; para queese potencial se exprese, sin embargo, en la mayoríade los casos, se requeriría una modificaciónsignificativa al programa respectivo.

Ejemplos de casos de instrumentos económicosno ambientales de carácter recaudatorio son elimpuesto a la gasolina, que constituye una de lasfuentes más importantes de ingresos fiscales, y lastasas aplicadas a las concesiones mineras, el pro-ducto de cuya recaudación se destina al FondoRegional de Desarrollo (70 por ciento) y a lasmunicipalidades locales (30 por ciento). El Fondode Desarrollo Regional ha contribuido significati-vamente con recursos para la gestión ambientalregional. En cambio, el impuesto a la gasolina no

ha tenido efecto ambiental alguno, ni siquiera hacontribuido a acelerar el cambio de gasolina conplomo a gasolina “verde”. Ejemplo de instrumentoeconómico no ambiental con efecto de incentivoes el caso del subsidio forestal que fue diseñadocon el propósito del fomentar el desarrollo de laindustria forestal y también ha contribuido a laprotección del recurso suelo.

Una particularidad de este tipo de instrumentoses su carácter sectorial en cuanto a su administra-ción no obstante su naturaleza o efectos son, por logeneral, de carácter transectorial. Los derechos deaprovechamiento del agua son administrados por laDirección General de Agua, el subsidio forestal porla Corporación Nacional Forestal, las entradas a losparques también por la CONAF, el sistema de peajespor el Ministerio de Obras Públicas, etc.

Si bien, algunos de estos instrumentos han sidoconsiderados interesantes e innovativos, incluso enel ámbito internacional, no se puede omitir el hechode que son necesarias iniciativas orientadas a mejo-rar su funcionamiento, no solamente para hacerlosambientalmente más eficaces sino, también, paralograr mayor eficiencia en su aplicación. En el cuadro3.2 se caracterizan algunos instrumentosecónomicos con consecuencias ambientales(instrumentos pseudoeconómicos)

Instrumentos económicos en fase de diseñodefinitivo e implementados:

a) Sistemas de Incentivos Financieros para laInversión en Tecnologías Limpias. Desde 1997 seviene desarrollado un programa para el fomentode la producción limpia bajo la responsabilidaddel Ministerio de Economía que motivó la crea-ción de una Secretaría de Producción Limpia enel mismo Ministerio, y que cuenta con el apoyode la Corporación de Fomento de la Producción(CORFO). Tres hitos significativos del trabajo deesta Secretaría han sido la implementación deacuerdos de producción limpia con sectores pro-ductivos, de los cuales ya están en marcha losacuerdos con los sectores celulosa, metalurgia, yproducción porcina; la licitación de un CentroNacional de Producción Limpia, adjudicado re-cientemente al Instituto Nacional de Tecnología,INTEC; y el diseño de un Fondo de AsistenciaTécnica (FAT) denominado FAT-APL, específicopara fines ambientales y de producción limpia.

Otra iniciativa de interés es la amparada en uncrédito otorgado por el gobierno suizo dirigidoexplícitamente a las inversiones en tecnologías

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INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN

Cuadro 3.2 Instrumentos pseudoeconó-

micos en la gestión

ambiental vigentes.

Derechos de aprovechamiento

de agua transables

Subsidios a la reforestación

Cobro de entradas por el ingreso

a parques nacionales

Sistema de peaje

Impuesto a la gasolina

Sistema de depósito/ reembolso

para los envases de bebidas

Compensaciones por la explota-

ción de recursos naturales

Fuente: Borregaard y Leal, 1999

ambientales. Dicho acuerdo, que fue firmado en1990 y alcanzó un monto de 60 millones de fran-cos suizos, condujo al diseño de un programa decréditos con tasas de interés preferenciales para lasinversiones en tecnología limpia. Finalmente,recientemente la Intendencia Metropolitana creóun sistema de subsidios a la introducción de busesa gas natural en la Región Metropolitana. Se des-tinaron 600 millones de pesos en subsidios paraque, a partir de los primeros meses del 2000, co-miencen su operación unos cincuenta buses quefuncionan con gas natural. La administración de

este sistema queda a cargo de la Corporación deFomento de la Producción (CORFO), la cual puedeotorgar subsidios con un monto máximo de 11millones de pesos por bus.

b) Incentivos para la protección de la capade Ozono. Se trata de subsidios otorgados porconcepto de la reconversión de tecnologías paralas actividades productivas que involucran subs-tancias que debilitan la capa de ozono. Esta ini-ciativa era parte de un programa nacional para laimplementación del Protocolo de Montreal y, como

El Código de Aguas de 1981 define el marco jurídico para el aprovechamiento del agua pero el sistema de transacción

fue materia del Decreto Ley N° 2.222 de 1978. Los derechos de agua son asignados gratuitamente sobre un volumen

oflujo específico durante un período de tiempo y especificados como consuntivos o no consuntivos.

El sistema de subsidios a la reforestación fue establecido a través del Decreto 701 de 1974, básicamente para fomentar

la forestación y plantación productiva, ratificado como política sectorial para ese recurso con la aprobación de la Ley N°18.450 de 1989 que bonifica las plantaciones forestales comerciales. Se han invertido, aproximadamente, US$104

millones en los primeros 20 años de vigencia del instrumento.

El sistema de parques nacionales fue establecido en 1931 a través de la Ley Forestal, y actualmente está conformado

por 89 entidades divididas en Parques Nacionales, Reservas Nacionales, Monumentos Naturales y Santuarios de la

Naturaleza. El ingreso acumulado asciende, aproximadamente, a US$800.000.

La ley No. 14.999, del año 1963, autoriza al Ministerio de Obras Públicas (MOP) a recaudar peajes en las carreteras.

A esto se agregó, en 1991, el Decreto con fuerza de ley No.164 el cual autorizó al MOP a licitar a privados el desarrollo

y operación de caminos públicos, entregándoles también la posibilidad de recaudar tarifas.

El impuesto al consumo de gasolina fue establecido a través de la Ley 18.502. En la actualidad el impuesto a la

gasolina equivale aproximadamente a US$200/m3 y a US$75/m3 para el diesel. Representa 7,5 por ciento del

ingreso tributario total en el país.

Este sistema es un sistema voluntario establecido por la industria por motivos económicos. Incluye envases de lata,

vidrio y plástico.

Estas compensaciones se aplican, en forma de concesiones o permisos, a la explotación minera (de acuerdo al Código

de Minería), pesquera (de acuerdo a la Ley de Pesca), y al turismo.

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la ecoetiqueta pro ozono, que se trata más ade-lante, era financiado a través del Fondo Multila-teral. El monto del subsidio dependía del proyec-to específico pero nunca cubría los costos totalesde inversión. El programa se desarrolló exitosa-mente en el sector de refrigeración colocando alpaís en una situación de cumplimiento en rela-ción a las exigencias del Protocolo. Una segundafase, todavía en etapa de implementación, esta-blece una prohibición explícita de importación deinsumos que pudiesen afectar la capa de ozonoen el mismo sector.

c) Sistema de Compensaciones por Emisio-nes de Material Particulado en la Región Metro-politana. Los decretos 4/92, de 1992, y 812/95,de 1995, crean y regulan un sistema de compen-saciones por emisión de material particulado enSantiago cuyo objetivo es apoyar el proceso dedescontaminación de una cuenca que presentaproblemas de saturación. Existen otros decretosque están relacionados de manera indirecta conel sistema de compensaciones, a saber, el queregula las emisiones en situaciones de emergencia,el que regula los laboratorios y los análisis deemisiones, y el que establece el sistema para lasdeclaraciones de emisiones.

El primero de estos decretos establece las defi-niciones básicas y los estándares para emisionesoriginadas en fuentes grupales y para las emisio-nes de grandes fuentes puntuales. Adicionalmente,el decreto establece la diferencia entre una fuenteexistente y una fuente nueva. En el caso de lasúltimas, deben compensar un 100 por ciento de susemisiones a partir del 31 de diciembre de 1996 encaso de tratarse de grandes fuentes puntuales.

El segundo decreto complementa al primeroestableciendo un proceso para las compensacionesde emisiones por la vía de reconocer, en principio,las emisiones diarias para las fuentes existentes.Además, establece que las fuentes existentes pue-den también compensar sus emisiones entre sí. Elproceso para establecer las compensaciones poremisiones requiere de una petición relacionada conlas fuentes que especifique:

• los niveles de emisiones comprometidos• los niveles de emisiones actuales de las fuentes

involucradas• el reconocimiento de las emisiones diarias ini-

ciales por parte del Ministerio de Salud• la cantidad de emisiones por compensar

De las aproximadamente 180 calderas nuevasque habían ingresado hasta abril de 1999, solo 18

fuentes han compensado sus emisiones, formali-zando su situación frente a la autoridad. Las 150fuentes restantes se encuentran en distintas etapasdel proceso de compensación: cerca del 10 porciento con solicitud de información adicional, 13por ciento con resolución pendiente, un 22 porciento con exigencia de muestreo alternativo paradefinir si es puntual o grupal.

Todo lo anterior muestra una consolidación in-teresante del sistema, que lo ha hecho perfilarsecomo el instrumento más eficaz para atacar losproblemas de contaminación por material particu-lado en la Región Metropolitana. Su ampliaciónaplicada a procesos se halla en estudio. En el he-cho se trata de un sistema rudimentario de permi-sos de emisión transables, fundado en trueques yno en transacciones, pero que puede en el futuroevolucionar favorablemente en esa dirección.

d) Cuotas Individuales Transferibles de Pesca.El Estatuto de Pesca Chileno, establecido en sep-tiembre de 1991, define los permisos de CuotasIndividuales Transferibles de Pesca (CIT) como trans-feribles, divisibles, no ligados a la propiedad de laembarcación. La ley autoriza la aplicación de losCIT en dos casos:

• Cuando se ha incurrido en la sobreexplotaciónde una pesquería e implementado un programade regeneración del recurso que contempla unperíodo de moratoria total no menor a tresaños, dicha pesquería puede ser administradabajo régimen de Pesquería en Recuperación ylos CIT pueden ser asignados a los operadorespesqueros.

• Cuando se desarrolla una nueva pesquería (esdecir, que no ha sido previamente explotada),la autoridad puede administrar la misma comoPesquería Incipiente y su CIT puede ser asigna-do a los operadores pesqueros.

Los CIT son asignados a través de licitaciónabierta en subasta pública. La primera vez que unCIT es aplicado a una pesquería, se licita la capturatotal permisible (CTP) total para el año siguiente(100 por ciento). El límite de captura a la quepuede concursar un único operador es de 50 porciento. Cada permiso tiene una vigencia de 10años. Para hacer que el sistema sea más aceptablepor las partes, se estableció un mecanismo de tras-paso de intereses: cada año un 10 por ciento delCTP debe ser reconcursado, por lo cual los permi-sos iniciales son reducidos en forma correspon-diente (derechos variables). Es decir si un concur-sante adquirió un 10 por ciento inicial de CTP,luego de un año el permiso será equivalente a un 9

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por ciento del CTP del año siguiente. A partir delsegundo año (en licitaciones de un 10 por cientodel CTP), las fracciones asignadas son constantes yválidas por 10 años (derechos fijos).

El sistema general es administrado por la Sub-secretaría de Pesca del Ministerio de Economía. Elmonitoreo del stock de peces es realizado por elInstituto de Fomento Pesquero, una institución deinvestigación independiente, o bajo la supervisióndel Fondo Nacional para la Investigación Pesque-ra. El Servicio Nacional de Pesquería, una entidadpública, está a cargo del monitoreo y supervigilan-cia del sistema de cuotas.

Hasta el presente, el sistema ha sido aplicado atres pesquerías chilenas:

• La pesquería del Langostino (Cervimunida jhoni)• La pesquería de la Langosta Galatea (Pleuron-

codes monodon).• La Pesquería de Merluza Negra (Dissostichus

eleginoides)

En general, el sistema CIT contemplado en laLey de Pesca ha permitido la regeneración de stocksde recursos altamente valorados que han sufridosobreexplotación cuando su administración se hahecho bajo régimen de pesquerías de acceso abierto,o bien a través de medidas de comando y control.La estructura administrativa del sistema es apre-ciada por los operadores. Los ingresos acumuladospor el fisco son asignados para fines específicos dela autoridad administrativa de pesca (Subsecretaríade Pesca). Los operadores declaran que han sidocapaces de mejorar significativamente la calidadde sus productos finales y, por la vía de planificarmejor sus operaciones, han podido reconstruirmercados y disminuir los conflictos sociales consus trabajadores.

No obstante, debe enfatizarse que los CIT afec-tan sólo a una fracción menor de la captura totalque llega a puerto cada año (menos de un 1 porciento del total de las 7 millones de toneladas dedesembarque anuales).

e) Sello Ozono. El ecoetiquetado de sustanciasno perjudiciales para la capa de ozono fue estable-cido como parte de un programa nacional paraimplementar el Protocolo de Montreal que Chilesuscribió en 1987. En su calidad de país en vías dedesarrollo con menores niveles de consumo desubstancias que destruyen la capa de ozono, Chileobtuvo -de acuerdo al Artículo 5 del Protocolo deMontreal- un período de gracia de 10 años paraimplementar reducciones en el uso de tales subs-

tancias. Más aun, de acuerdo al mismo artículo, sele entregó a Chile la posibilidad de acceder a re-cursos financieros del Fondo Multilateral para fi-nanciar algunos de los costos de la reducción.

El programa nacional de reducción del uso deproductos perjudiciales para la capa de ozono im-plementado comprendía cuatro acciones diferen-tes: desarrollo de una campaña de opinión pública,implementación de una ecoetiqueta, otorgamientode subsidios para la adaptación de procesos indus-triales y capacitación.

La ecoetiqueta fue diseñada e inscrita en 1994,mientras que el sistema de certificación fue esta-blecido oficialmente en 1995 y una primera (y,hasta el presente, la única) empresa obtuvo la eti-queta en 1996.

La entidad a cargo de la administración del sis-tema ha sido la CONAMA, mientras que el procesode certificación ha sido encargado a SGS Eco CareLtda., una agencia seleccionada por CONAMA comocertificador autorizado en 1995. La certificación esvoluntaria y realizada a petición de las empresas.

f) Certificación de alimentos agropecuariosorgánicos. En 1999 se aprobó la Norma ChilenaNCh2439 que regula la producción, elaboración,etiquetado y comercialización en los mercados in-ternacionales de alimentos producidos orgánica-mente. Para implementar plenamente el sistema decertificación de productos orgánicos faltaba sola-mente el reglamento específico para la acredita-ción de empresas certificadoras.

Instrumentos económicos en trámiteparlamentario o en fase deanteproyecto de ley

a) El Sistema de Permisos de Emisión Transa-bles. En el año 1995 se iniciaron estudios paradiseñar un sistema de permisos de emisión transa-bles (PET), teniendo en cuenta lo establecido en elartículo 45 de la Ley de Bases del Medio Ambiente.Ese mismo año, la Unidad de Economía Ambientalencargó al Departamento de Ingeniería Industrialde la Universidad de Chile el estudio “Diseño delsistema de permisos de emisión transables”. Eseestudio generó como productos un diseño desistema, el SPET, y una propuesta de Ley del Sistemade Permisos de Emisión Transables. En los añossiguientes siguieron discusiones sobre algunosaspectos mas conflictivos y se llevaron a cabo variasactividades de difusión y sensibilización, entre otrosseminarios con expertos internacionales, y la elabo-ración de un documento de trabajo sobre el tema.

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En 1998 se realizó el estudio “Elaboración deuna propuesta de aplicación del Sistema de Per-misos de Emisión Transables (SPET) a la contami-nación atmosférica en la Región Metropolitana,en el contexto del Plan de Prevención y Descon-taminación Atmosférica de la Región Metropoli-tana, Etapas 2 y 3”. Este estudio tuvo por objetivoevaluar la posibilidad de aplicar el SPET al pro-blema de la contaminación por material particu-lado en Santiago. Su principal conclusión fue quetransitar desde el actual sistema de compensacio-nes hacia uno de permisos no debiera involucrarmayores costos, sobre todo en lo relativo a fisca-lización. No obstante, se reconoció que la cober-tura del sistema no podría cubrir a todas lasfuentes emisoras de material particulado y que deinstalarse un sistema de permisos, este sería unoen que la autoridad igual mantendría un cercanocontrol sobre los emisores.

En el año 1999 se organizó un ciclo de talleresde trabajo para dar a conocer el Anteproyecto deLey del Sistema de Permisos de Emisión Transablesentre actores relevantes de la sociedad: parlamen-tarios, académicos, miembros de ONG, empresariosy trabajadores. El objeto fue recoger de estos sec-tores comentarios que pudieran servir para perfec-cionar la actual propuesta y hacerla políticamentemás aceptable. A la fecha se ha completado elciclo de talleres con actores y se han preparado losinformes finales que recogen y analizan las in-quietudes de los distintos sectores, y proponen lasmodificaciones al actual anteproyecto de ley.

b) Tarificación Diferenciada de Residuos Sóli-dos Domiciliarios. En torno al manejo de los resi-duos sólidos domiciliarios, en la actualidad existeun cargo fijo para financiar parte de su recolec-ción, transporte y disposición que está incluido enel impuesto territorial que se aplica a la propiedadurbana (las contribuciones de bienes raíces). Desde1996 se viene estudiando la introducción de siste-mas de tarificación diferenciada.

En 1996 la CEPAL encargó un estudio paraanalizar la posibilidad y utilidad de la introduc-ción de un sistema de tarificación diferenciada deresiduos sólidos. La Unidad de Economía Ambien-tal se comprometió en ese momento como contra-parte de este estudio, en base del cual la mismaUnidad licitó, en 1997, el estudio “Diseño de Siste-mas de Tarificación Diferenciada para el manejode residuos sólidos domiciliarios en base a la canti-dad generada”. En los dos trabajos se planteó laposibilidad de establecer una tarifa por el uso delservicio municipal de aseo acorde a la cantidad debasura producida, ya sea por los usuarios residen-

tes o por locales comerciales, tal que aquellos queproducen una menor cantidad de basura paguenmenos derechos que aquellos que producen másbasura.

La tarificación por cantidad de basura aplica elprincipio “quien contamina paga” e incentiva unareducción de basura por desviarla (reuso, reciclaje)o no producirla (evitar producción y consumo deembalaje y productos no reciclables). En el estudiode la CONAMA se aplicó una encuesta a usuariossobre el manejo de la basura domiciliara; un aná-lisis de la situación actual respecto a la genera-ción, recolección, y disposición de basura y latarifa involucrada, tanto en la experiencia interna-cional como en particular para algunos municipioschilenos; y dos diseños de aplicación gradual de latarifa por cantidad de basura generada, basados enla situación de las comunas de Conchalí y LaFlorida de la Región Metropolitana.

c) Instrumentos Económicos para el Controlde los Efluentes Industriales. Durante 1997 CO-NAMA desarrolló el estudio “Identificación, Análi-sis y Propuesta de Instrumentos Económicos parael Control de los Efluentes Industriales y Mineros(RILES) en aguas superficiales y subterráneas”. Esimportante destacar que un elemento significativode este estudio constituyó la definición de una“línea base”, es decir la caracterización y el análi-sis de la situación nacional de manejo de los RI-LES, y la identificación de las mejores prácticassegún la experiencia internacional con instrumen-tos económicos para el control de la contamina-ción de aguas. Finalmente se desarrollaron estu-dios de caso regionales, para estimar la efectividadpotencial de los instrumentos económicos para elcontrol de RILES y proponer líneas de acción futu-ras para su implementación.

El diagnóstico se formuló en base al Catastrode la Superintendencia de Servicios Sanitarios.A partir de esta información, se optó por realizaruna modelación de dos casos regionales: Cur-tiembres Zona Sur de Santiago y Pesqueras BahíaSan Vicente. Basándose en la revisión de expe-riencias internacionales se optó por modelar paracada caso cuatro instrumentos económicos: (i)cargos por efluentes, (ii) cargos por insumos,(iii) permisos de emisión transables y (iv)subsidios a la descontaminación. El análisis fueuno de costo-efectividad para todos losinstrumentos y para la norma de emisión tal quepermitiera comparaciones.

El estudio propone, en vistas de este primeranálisis, desarrollar un sistema de cargos por efluen-

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establecer el rol del Estado en el tema de la certi-ficación, constituirse en un marco que integre lasiniciativas sectoriales en certificación ambiental yproveer de criterios generales para el accionar fu-turo en este tema. Para este efecto se constituyó unGrupo de Trabajo Intersectorial con participantesprovenientes tanto del sector público (Ministeriosy Servicios), ONGs (Asociaciones de Consumido-res), y sector privado (Fundación Chile, Cámara deComercio de Santiago, Consultores), que tuvo porobjetivo discutir y elaborar este documento de po-lítica. El producto de este trabajo se refleja en eldocumento “Propuesta de Política Nacional de Cer-tificación de la Calidad Ambiental”.

En forma paralela, se ejecutó el estudio “Aná-lisis de la factibilidad y propuesta de un SistemaNacional de Etiquetado Ambiental, para productoscomercializados tanto a nivel nacional como in-ternacional”, que tuvo por objetivo realizar undiagnóstico de la situación de mercado nacionalen cuanto a las exigencias ambientales de losproductos que están realizando, o potencialmenterealizarán, los consumidores chilenos, analizar lafactibilidad de que los productos nacionales quepretendan mantener o aumentar su participaciónen mercados internacionales más desarrollados,postulen a etiquetas ambientales reconocidas in-ternacionalmente, y proponer un conjunto de basestécnicas, institucionales y legales para un SistemaNacional de Etiquetado Ambiental. El estudioconcluyó en la propuesta de un programa deetiquetado oficial y de un sistema deautodeclaraciones reguladas.

g) Incentivos en el Marco de la Ley de BosqueNativo. En el año 1997 el Ministerio de Agricul-tura elaboró una propuesta de Ley de BosqueNativo, la cual incluyó un sistema de impuestos eincentivos. Reconociendo que el tema del bosquenativo es un tema altamente conflictivo en ladiscusión ambiental del país, uno de los puntosmás controvertidos de la propuesta fue consideradojustamente lo indicado sobre incentivos eimpuestos. Así es que la siguiente discusión en laCámara de Diputados llevó a una modificación dela propuesta original. En la versión de fines de1999 se ha eliminado el instrumento del impuestoa la eliminación o sustitución de bosque nativo yse reemplazó por el mecanismo administrativo deplanes de manejo, como ha sido tradicionalmen-te. Sin embargo, se incluye todavía el instrumen-to de incentivo al fomento del bosque nativo, enforma de una “bonificación de hasta 10 UTM porhectárea a aquellos propietarios que acrediten laejecución de actividades bonificables contenidasen el plan de manejo”.

tes. Sin embargo, dadas las restricciones legales einstitucionales, apunta a que se hacen necesariosestudios en mayor profundidad. El actual sistemade generación de Normas de Calidad Ambiental yde Emisión no deja espacio efectivo para asociarleinstrumentos económicos.

d) Desincentivos Económicos. Asimismo, en 1997se ejecutó el estudio “Aplicación de DesincentivosEconómicos en la Fiscalización y Sanción para elcontrol de la Contaminación Urbana” que tuvo porobjetivo realizar, desde una perspectiva económica,un diagnóstico, evaluación y propuestas en cuantoa los diversos mecanismos que permiten prevenir,promover y verificar el cumplimiento, así comosancionar el incumplimiento, de la legislación am-biental respecto a cinco casos seleccionados de con-taminación urbana: emisión de contaminantes a laatmósfera por fuentes fijas; emisión de contami-nantes a la atmósfera por fuentes móviles; inade-cuada disposición de residuos industriales sólidos;emisión de contaminantes por los residuos indus-triales líquidos; y contaminación acústica.

La conclusión general del estudio fue que losactuales mecanismos de sanción financiera estánmuy lejos de presentar una eficacia mínima comoinstrumentos de disuasión en materia de protec-ción del medio ambiente humano en el país. Lasmultas “ambientales” en el país, tal como existenen la actualidad, no son instrumentos económicos.

e) Instrumentos Tributarios. Durante 1998, seejecutó el estudio “Análisis de aplicabilidad y pro-puesta de instrumentos tributarios para la PolíticaAmbiental” que tuvo por objeto revisar la posibili-dad de utilizar impuestos ambientales para la solu-ción de los principales problemas ambientales delpaís. El análisis revisó los aspectos conceptuales delinstrumento tributario, su utilización en otros paí-ses, y su posible aplicación a nivel nacional, consi-derando tanto aspectos técnicos como legales.

Entre las principales conclusiones del análisisestuvo el reconocimiento de que la normativa na-cional permitía poco espacio para la imposición deimpuestos ambientales y que, para los principalesproblemas ambientales, o bien no se justificaba laimposición de impuestos ambientales, o era dema-siado compleja; y que en muchos casos el montodel impuesto debía ser excesivo para tener un im-pacto significativo sobre la contaminación.

f) Etiquetado y Certificación. Durante 1998 y1999 la Unidad de Economía Ambiental trabajó endesarrollar una política nacional de certificaciónde la calidad ambiental de productos, con el fin de

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afectados, y de personal calificado. Estas condicio-nes, a pesar de los avances experimentados con lanueva institucionalidad ambiental del país, distande estar superadas.

3.4. PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Esta sección se centrará en lo que establece laPolítica Nacional Ambiental para el DesarrolloSustentable con relación a participación ciudada-na. Este instrumento compromete al gobierno másallá de lo que establece la LGBMA; incorpora alconcepto entre sus principios y como un objetivoespecífico de política ambiental.

Queda pendiente, como un aspecto de granrelevancia que no llegó a ser abordado en estedocumento, el de las iniciativas que vienen desarro-llando diversas organizaciones no gubernamentalespara las que el involucramiento de la comunidad ylas acciones en educación ambiental son algoconsustancial a las motivaciones de sus fundadoresy activistas. El trabajo de las organizaciones nogubernamentales ambientalistas ha ido creando ydesarrollando la conciencia ambiental de la socie-dad nacional y, además, ha contribuido significati-vamente a la consolidación de conceptos como losde medio ambiente y de participación ciudadana.

El documento de política ambiental establece,entre los principios de la política ambiental, que“una gestión ambiental legítima, transparente ysocialmente consensuada, es sólo posible a travésde la concurrencia de los intereses y preocupacio-nes de la comunidad local, de los académicos, deONGs, de los propios afectados, de los grupos deopinión, de los trabajadores, de los sectores pro-ductivos y de la ciudadanía organizada. La parti-cipación permite reconocer las legítimas diferen-cias entre las partes, así como buscar acuerdos yconsensos ambientales”.

El quinto objetivo específico de la políticaambiental, por otro lado, señala que se debe invo-lucrar a la ciudadanía en la gestión ambiental. Paraello, compromete establecer lineamientos institucio-nales, conducir procesos de participación ciudadanaen el ámbito establecido por la Ley 19.300 yampliar estas instancias de participación ciudadanapara involucrar a la gente en la temática ambientalponderando, como también lo indicaba la LGBMA,adecuadamente sus planteamientos.

El documento de política reconoce que “losmecanismos de participación formal, focalizados

h) Incentivos Tributarios para la Creación deÁreas Silvestres Protegidas Privadas. La Ley deBases del Medio Ambiente consignó un espacio alos incentivos para fomentar la creación de áreassilvestres protegidas privadas. En su artículo 35 seestipula el fomento a las áreas silvestres protegidasprivadas, contemplando explícitamente tambiénincentivos tributarios.

La formulación específica de una propuesta hadado lugar a algunos problemas. Se estipula en elartículo citado que los beneficios tributarios seríanaquellos que se otorgan también a las áreas silvestresprotegidas del sistema público y, dado que el únicobeneficio de que gozan estas últimas, es la exencióndel impuesto territorial, se requiere ahora de una leypara incorporar otras cláusulas de beneficios que esténafectando la situación tributaria de las áreas privadas.

La Corporación Nacional Forestal elaboró en1998 un anteproyecto de ley para la Creación deÁreas Silvestres Protegidas Privadas que incluyedistintos beneficios tributarios. La discusión técni-ca, sin embargo, se ha complicado pues, simultá-neamente, ingresaron al trámite parlamentario otrosdos proyectos de ley que se consideraron priorita-rios: uno referido a una reforma institucional queafecta al Ministerio de Agricultura, a la CONAF, yal Instituto Forestal, apuntando hacia la creaciónde una Subsecretaria de Desarrollo Forestal y deun Servicio Nacional Forestal, y otro referido a lamodificación de la ley que regula el Sistema Na-cional de Áreas Silvestres Protegidas (SNASPE).Distintos aspectos de estos dos proyectos de leyafectan, directa o indirectamente, al Sistema deÁreas Silvestres Protegidas Privadas, entre ellos elrol de la CONAF como organismo regulador delSNASPE que, de acuerdo al proyecto de ley, quedaconvertido en una institución de derecho privado.

Aunque ha habido inicialmente un involucra-miento de CONAMA, así como del Ministerio deHacienda, en la discusión de la regulación, a fines de1999 el anteproyecto de ley se encontraba en el Mi-nisterio de Agricultura sin avances significativos desdela entrega del anteproyecto en diciembre de 1998.

Una conclusión básica

Es importante establecer que la introducción deinstrumentos económicos para la gestión ambien-tal, como algunos de los identificados más arriba yaquellos a que se refiere la LBGMA, requiere desólidas estructuras institucionales que incorporenun efectivo sistema administrativo, una alta capa-cidad de monitoreo, mecanismos ágiles y clarasredes de comunicación entre los reguladores y los

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en los diversos instrumentos de la Ley, no siemprehan permitido un involucramiento efectivo y sis-temático de los ciudadanos interesados en partici-par en la gestión ambiental” y que “es tarea delGobierno generar mecanismos educacionales queinviten a hacerse cargo de las tareas ambientales,sobre todo a nivel de la juventud; y buscar nuevoscaminos para hacer efectiva la co-responsabilidadciudadana sobre el medio ambiente.

Considerando la relevancia de los planteamien-tos del documento de política ambiental sereproducen, a continuación, las líneas de acciónasociadas al objetivo de involucrar a la sociedaden la gestión ambiental.

Consolidación de los mecanismos de parti-cipación ciudadana de la Ley 19.300

Las características más recurrentes de los pro-cesos participativos son: el desconocimiento de lalegislación ambiental por parte de la ciudadanía;la falta de información de los actores o la infor-mación manipulada en favor de ciertos intereses;la ausencia de diálogo entre las partes involucra-das; la poca capacidad organizativa de los afecta-dos; la urgencia de algunos por revertir el pasivoambiental histórico y prevenir los efectos nodeseados asociados a los nuevos proyectos deinversión; la intervención de intereses no ambien-tales pero estrechamente ligados a ellos, como loseconómicos, sociales y políticos.

Estas características, muchas veces, operan comoun obstáculo para el adecuado desarrollo de laparticipación ciudadana, por lo que se hace nece-sario impulsar sistemas de participación capacesde entregar y recoger la información a tiempo yen todas las direcciones, además de abrir mayoresposibilidades de diálogo entre las partes.

La CONAMA emprendió la puesta en marchade modalidades de participación ciudadana en ladefinición de normas y planes de descontamina-ción y en la evaluación de proyectos transregio-nales y regionales ingresados al SEIA.

Fortalecimiento del rol de los ConsejosConsultivos como espacio institucional derepresentación ciudadana

Las actividades a realizar para fortalecer losConsejos Consultivos de la CONAMA y de lasCOREMAS incluyen el diagnóstico de su funciona-miento, la elaboración de un reglamento de sala y

la revisión del reglamento de la Ley. Otro aspectoimportante es la creación y administración de unfondo de apoyo a la gestión de estos órganosconsultivos de la CONAMA.

Es pertinente recordar aquí que, de acuerdo alDecreto número 86 del 8 de mayo de 1995, queestablece el Reglamento del Consejo ConsultivoNacional y de los Consejos Consultivos Regiona-les, corresponderá, al primero de éstos, emitiropiniones sobre los anteproyectos de ley y losdecretos supremos que fijen normas de calidadambiental, preservación de la naturaleza y conser-vación del patrimonio ambiental, planes de pre-vención y de descontaminación, regulaciones es-peciales de emisiones y normas de emisión que lesean sometidos a su conocimiento.

Formación del Consejo Nacional de Desa-rrollo Sustentable

Un Consejo Nacional de Desarrollo Sustentableya fue instalado. La iniciativa es consistente condiversos capítulos de la Agenda 21 y con el plande acción acordado por los países en la Cumbre deRío y adoptado por Chile que recomiendan esta-blecer, en el ámbito de cada país, un ConsejoNacional de Desarrollo Sustentable como instanciamultisectorial para seguir la implementación de lasestrategias y políticas de desarrollo sustentable.Esta visión reconoce que el desarrollo sustentablees preocupación de todos, requiriendo los esfuer-zos del Gobierno, universidades y centros acadé-micos, ONGs, los trabajadores, los empresarios y lacomunidad.

Diseño y aplicación de modalidades departicipación ciudadana destinadas al invo-lucramiento de nuevos sectores de la pobla-ción en la gestión ambiental

A partir de la definición de un público objetivoamplio (jóvenes, scouts, iglesias, y otras organiza-ciones), la CONAMA inició a partir del últimotrimestre de 1997 un proceso destinado a promo-ver el liderazgo e involucramiento de la gente enla gestión ambiental.

La idea es extender el ámbito estrictamentereferido a los instrumentos de gestión de la Leypara desarrollar iniciativas de participación entorno a convenios, seminarios, mesas de trabajo,talleres, agendas comunes, campañas y otras he-rramientas que permitan impulsar tareas educati-vas y participativas sobre el medio ambiente.

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En este contexto, la CONAMA ha diseñado unaagenda de trabajo cuyos objetivos en el cortoplazo son fomentar el tema ambiental en laagenda de participación social, fortalecer el invo-lucramiento de la ciudadanía en la vigilanciaambiental, desarrollar el potencial de relacionesrelativas a la participación ambiental ciudadanacon las municipalidades y explorar mecanismos decolaboración entre la CONAMA y universidades.

Revitalización de la educación ambiental

La Ley de Bases, en el apartado h) de suartículo 1, incorpora la educación ambiental comouno de los principales instrumentos de gestiónambiental y lo define como un “proceso perma-nente de carácter interdisciplinario, destinado a laformación de una ciudadanía que reconozca valo-res, aclare conceptos y desarrolle las habilidades ylas actitudes necesarias para una convivenciaarmónica entre seres humanos, su cultura y sumedio biofísico circundante”.

Es deber del Estado facilitar procesos educativos,en el nivel formal e informal, a través de los cualesse generen aprendizajes orientados a desarrollarconductas favorables al medio ambiente. En estecontexto el documento de política ambientalproponía crear un Consejo de Capacitación yEducación Ambiental en el ámbito gubernamental,el cual sería coordinado bajo el concepto de co-responsabilidad por la CONAMA y el Ministerio deEducación. Esta iniciativa se inserta en la reformaeducacional, e involucra a todos los sectoresgubernamentales que necesiten o puedan haceraportes a la formación de la ciudadanía.

Algunos alcances de esta propuesta se relacio-nan con planes de descontaminación, planes con-tra la desertificación, biodiversidad, economíaambiental, bosque nativo, salud ambiental, entreotros, los cuales no pueden quedar excluidos en laformación de una ciudadanía ambientalmenteconsciente. Asimismo, enfatiza la inserción de unavisión ambiental en la formación profesional detodas las carreras universitarias, con especial aten-ción a aquellas formadoras de profesores.

Implementación del primer fondo ambien-tal creado por ley en Chile, el Fondo deProtección Ambiental

En el marco de la Ley de Bases se creó el Fondode Protección Ambiental, a cargo de la CONAMA,destinado a financiar proyectos y actividades orien-tados a la protección o reparación del medio

ambiente, la preservación de la naturaleza y laconservación del patrimonio ambiental. Este Fondorepresenta un mecanismo concreto de participaciónciudadana en materias ambientales y constituye elprimer fondo ambiental creado por ley en Chile.

Proyección regional de la gestión ambiental

Con el objeto de potenciar la institucionalidadambiental se está fortaleciendo la gestión ambientalregional y local a través de una cooperaciónestrecha con los intendentes, los consejos regiona-les, las gobernaciones provinciales y los gobiernosmunicipales. La gestión ambiental regional y mu-nicipal debe aprovechar los mecanismos asociativos(región-municipio e intercomunales, entre otros)para mejorar la participación, así como la coordi-nación de los actores en el territorio.

3.5. INICIATIVAS DE LOSSECTORES PRODUCTIVOS

En los últimos años se ha producido una im-portante participación de grandes empresas y gru-pos en el debate de los temas emergentes acercadel desarrollo sustentable que se desencadenarontanto dentro de los países como en el ámbitoregional y también a escala mundial. Lasiniciativas globales tanto de la Cámara deComercio Internacional (ICC en su sigla en inglés)a fines de los 80 y del Consejo Mundial Empresarialpor el Desarrollo Sostenible (WBCSD en su siglaen inglés) a comienzos de los 90, repercutieron enel discurso y accionar de las grandes corporacionesde la región que comenzaron a desarrollar políticasde gestión ambiental dentro de sus programasempresariales.

El capítulo regional del WBCSD es el ConsejoEmpresarial para el Desarrollo Sostenible de Amé-rica Latina (CEDSAL) que fuera creado en 1992 apartir de la Conferencia de Río de Janeiro. Enmarzo de 1995, los miembros fundadores delCEDSAL, provenientes de once diferentes países deAmérica Latina, se reunieron en Costa Rica paraformalizar la creación de este organismo. Desdeentonces, el CEDSAL funge como organizaciónparaguas de los esfuerzos empresariales para eldesarrollo sustentable en la región. Actualmente,más de 300 empresas de la región están represen-tadas en el CEDSAL a través de 11 organizacionesmiembros, un consejo binacional y dos consejossubnacionales en la región del Golfo de México.En Chile no hay un consejo empresarial afiliado al

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ambiental del sector privado han cobrado cada vezmás importancia en todo el mundo. En Europa, porejemplo, los acuerdos voluntarios entre los agentesprivados y el organismo regulador constituyen eleslabón principal de la estrategia reguladora de lagestión ambiental. El desarrollo de políticas am-bientales por la industria privada ha surgido enrespuesta al condicionamiento de la demanda ycreciente poder de discriminación de los consumi-dores basándose en criterios ambientales, sobretodo en los mercados más industrializados. Anteesta evolución del mercado, el desarrollar una re-putación como empresa ambientalmente responsa-ble se ha convertido en un activo a la par de otrasventajas competitivas, en particular para aquellasempresas latinoamericanas que exportan a merca-dos como Estados Unidos y Europa. Otro factorimportante en esta evolución ha sido el crecienteinterés de los medios de comunicación y de lasociedad civil organizada en exponer los casos decomportamiento ambiental irresponsable tanto enla industria pública como privada. Estos factoreshan sido determinantes del comportamiento am-biental de las empresas más visibles, como es elcaso de las grandes empresas trasnacionales. Al noenfrentar el mismo grado de exposición, esta mis-ma dinámica no se ha dado a nivel de las peque-ñas y medianas empresas de la región, donde lapresión regulatoria, en muchos casos insuficiente,constituye el único factor que motiva un mejora-miento del desempeño ambiental.

Entre los mecanismos que utilizan las empresaspara demostrar su responsabilidad ambiental se en-cuentra la certificación ISO 14000. Se prevé que lacertificación ISO 14000 va a constituirse en unrequisito para hacer negocios en muchas regiones oindustrias. Los datos disponibles de América Latina

CEDSAL que, sin embargo, cuenta con dos em-presas nacionales afiliadas.

No obstante que, en diversas oportunidades,estas instancias de integración del sector privadoempresarial en torno a preocupaciones ambienta-les han tenido posiciones opuestas a ciertos avan-ces en política ambiental -básicamente con respec-to a programas de regulación- la tendencia ha sidohacia una actitud más positiva de parte del empre-sariado frente al tema, dado que no solo se organi-zó para dar respuestas y participar en el debate,sino que también favoreció el inicio de un impor-tante proceso de recambio tecnológico orientado amejorar el desempeño ambiental de las empresas.No obstante, el empresariado nacional todavía estálejos de asumir una actitud corporativa proactivafrente al desarrollo sustentable.

Uno de estos pasos fue estimulado por la difu-sión del concepto de “producción limpia” en laregión, cuyo fin es el de incentivar el cambio enlos patrones de producción hacia aquellos máslimpios y por ende más sustentables. Un indica-dor de esta respuesta del sector privado fue laactiva participación en la creación de CentrosNacionales de Producción Limpia, en los cualesse conjugaron los intereses no solo del sectorprivado, sino que también de las áreas públicascon responsabilidad en el desarrollo de la cienciay la tecnología. Incluso, en algunos casos se die-ron respuestas de tipo institucional, creándose anivel gubernamental, Secretarías de ProducciónLimpia como espacios de promoción de este tipode producción como fue el caso de Chile.

Desde el punto de vista individual, las iniciati-vas voluntarias de mejoramiento del desempeño

Cuadro 3.3Certificación ambiental

sector empresarial

SISTEMA DE CERTIFICACIÓN PAÍSES Y GRADO PARTICIPACIÓN

Brasil (88), Argentina (63), México (48), Chile (5), Barbados (3),

Costa Rica (3), Colombia (3), Guatemala (1), Perú (1), Uruguay (1),

Venezuela (1)

Brasil (624.666), Bolivia (440.933), México (119.104), Belice

(95.800), Costa Rica (25.173), Honduras (18.127), Paraguay

(16.000), Guatemala (12.217), Panamá (23)

Programas ISO 14001 (número de empresas

certificadas a junio 1999)

Programas FSC (superficie en hectáreas a abril

1999)

Fuentes: ISO World (1999) y Forest Stewardship Council (1999)

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y su indisoluble vinculación con problemas clavesdel desarrollo.

A partir de Río es cuando se consolida unnuevo régimen internacional ambiental, represen-tado por una nueva generación de convencionesambientales globales y acuerdos concertados y porla formulación de un programa de acción paraorientar la transición hacia un estilo sustentablede desarrollo, la Agenda 21. Entre los pilares deese nuevo régimen internacional, destaca el llama-do principio precautorio que representa una ver-dadera revolución en materia de derecho y depolíticas públicas. Por primera vez se reconoce quecuando haya peligro de daños o impactos irrever-sibles para el medio ambiente la ausencia decertidumbre científica no puede justificar impedirque se adopten acciones correctivas. Del mismomodo, se reconoció el carácter diferenciado de laresponsabilidad en la solución de tales problemas(el principio de las responsabilidades comunespero diferenciadas) cuyas respuestas más inmedia-tas deben provenir de los países desarrollados paralograr bases más equitativas de cooperación inter-nacional y con ello contribuir a revertir dichosprocesos de deterioro.

Una evaluación general de la década permitehacer un balance positivo del entorno internacio-nal en relación con el desarrollo sustentable. Sehan incorporado nuevos conceptos: responsabili-dad compartida pero diferenciada, el principio “elque contamina, paga” y el principio precautorio.El concepto de desarrollo sustentable, además, seha convertido en el marco de referencia de laagenda internacional no solo en materia ambientalsino también en el tratamiento por parte de lacomunidad internacional de otros temas comopobreza, mujer, población, asentamientoshumanos. Se han incorporado también nuevosactores no-estatales, con especial gravitación parala comunidad científica y el sector privado, y seha reforzado el papel de las ONGs y de lasociedad civil en la búsqueda de soluciones paralos desafíos medio ambientales dentro del contextodel desarrollo sustentable. Es importante destacarque el surgimiento de nuevos actores no significanecesariamente la superación o la disminucióndel papel del Estado. Al revés, se reconoce que elEstado sigue teniendo una responsabilidad muyparticular en materia regulatoria y de articulaciónentre los diversos sectores productivos,comunitarios y sociales.

Desde una perspectiva no tan positiva, habríaque recordar las advertencias surgidas, a mediadosde la década, de evitar que la preocupación por losproblemas ambientales a escala global dé lugar a la

y el Caribe muestran un crecimiento muy significa-tivo en el número de empresas certificadas, pasandode 15 en 1996 a 217 en la actualidad (junio 1999).Brasil y Argentina se encuentran a la cabeza de laregión por número de empresas certificadas (vercuadro 3.3). A pesar del crecimiento registrado, elnúmero de empresas certificadas en la región sólorepresentaba en 1999 el 2.1 por ciento de todas lasempresas certificadas en el mundo. En el caso deChile, el desarrollo de programas de certificaciónISO 14000 es aún muy incipiente según puede ob-servarse en el cuadro 3.3 citado.

Otro mecanismo similar de certificación de siste-mas de gestión ambiental es el patrocinado por elConsejo Mundial de Manejo Forestal creado en 1993(el Forest Stewardship Council, el FSC). La madera yproductos derivados de bosques manejados por em-presas certificadas tienen la posibilidad de portar lamarca registrada del FSC. En el Cuadro 3.3 se pre-sentan los datos de certificación de bosques enAmérica Latina y el Caribe. Un programa análogo aldel FSC es el relativo a la gestión ambiental depesquerías (el Marine Stewardship Council) creadoen 1997, está dirigido a incentivar la explotaciónsustentable de los recursos marinos. Participan enestos consejos empresas, organizaciones ambienta-listas, organizaciones de consumidores, sindicatos,y la comunidad científica y académica.

3.6. CONTEXTOINTERNACIONALY COMPROMISOS

3.6.1 Contexto InternacionalRelevante

La década de los noventa que comenzó acom-pañada por transformaciones de importancia, na-ció también con signos esperanzadores con rela-ción a la denominada “década perdida” de losochenta, los que se tradujeron en importantescambios en la agenda ambiental internacional. LaConferencia de Río representó un avance en mu-chos aspectos. Se consolidaron las bases para eldesarrollo sustentable a partir de una nueva visiónde la agenda ambiental global que, a medida queavanzó la década, se fue entretejiendo con elproceso de globalización, hasta entonces restringidoa aspectos casi exclusivamente económicos. Los184 Jefes de Estado y de Gobierno reconocieron enRío el carácter global de los problemas ambientales

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introducción de nuevas “condicionalidades” para lacooperación internacional al desarrollo. Los intere-ses proteccionistas de países de destino de lasexportaciones nacionales tienden, a veces, a con-fundirse con las preocupaciones ambientalistas.

En este sentido, uno de los elementos claves esque, como resultado de la culminación de laRonda Uruguay de Negociaciones Multilateralesdel GATT en 1994, y la reducción generalizada dearanceles, han cobrado relevancia las políticasregulatorias domésticas de cada país, incluidas laspolíticas ambientales, por considerárselas elemen-tos que pueden distorsionar el comercio interna-cional. Las negociaciones comerciales multilatera-les han cambiado, y se centran cada vez más enlas políticas domésticas, que determinan las con-diciones de competencia. Estas pueden verse afec-tadas cuando los costos entre países varían por laexistencia de subsidios, políticas de protección dela propiedad intelectual o políticas ambientales. Sibien por el momento en el ámbito de la Organi-zación Mundial de Comercio (OMC) la negociacióndel tema ambiental debe superar difíciles escollos,no cabe duda que la convergencia negociada delas políticas domésticas será crucial en la defini-ción de la agenda ambiental.

Otro elemento clave en torno a las señalesque provienen del contexto internacional es quelas exigencias ambientales se vinculan, por logeneral, con consideraciones e intereses de tipoeconómico. Uno de estos fenómenos tiene quever con la oportunidad de incrementar lasexportaciones de la industria de servicios,tecnología y equipos ambientales, que es unaindustria nueva y dinámica en los paísesdesarrollados y cuyo crecimiento está ligado a laadopción de normas, leyes y estándares ambien-tales a escala mundial. La demanda por tecno-logías y servicios ambientales guarda unaestrecha relación con el tipo de políticas yregulaciones ambientales que se implementen enlos países. Cabe destacar que el mercado debienes ambientales, con tecnologías limpias, sis-temas de tratamiento y reciclaje, energíasalternativas, equipamiento de monitoreo, entreotros, es muy todavía limitado en Chile. De ahíque prosperen las actividades que combinanobjetivos comerciales con la promoción de sis-temas ambientales más avanzados y regulacionesmás estrictas en los países en desarrollo. Es muyprobable que la necesidad de promover merca-dos también sea una consideración que pese a lahora de negociar en los foros bilaterales omultilaterales el tipo de cláusulas ambientalesque se intentarán introducir en los acuerdos.

Por otra parte, los crecientes costos asociadosa la eliminación de los residuos y de los productosuna vez cumplida su vida útil, han generadoimperativos ambientales que están reorientandolas actuales formas de producción y comercializa-ción de bienes y servicios hacia sistemas deadministración de ciclos de vida de los productos,lo que provoca conflictos en el comercio interna-cional. Los programas de ecoetiquetado, las reglasde ecoenvasado y los programas de reciclado, asícomo los sistemas de certificación de la gestiónambiental de empresas del tipo de las normas ISO14000, son ejemplos específicos de la puesta enmarcha de este concepto de ciclo de vida que, amenudo, es percibido por terceros como unapotencial barrera al comercio internacional.

Por último, la evolución de las exigencias yhábitos de consumo del público, sobre todo en lospaíses desarrollados, están convirtiendo a la exce-lencia ambiental en un nuevo elemento de com-petitividad entre las empresas y los productos. Losconsumidores optan crecientemente por los llama-dos “productos verdes”, es decir, aquéllos queconsideran más seguros desde el punto de vista desu contenido y de la forma en que son producidos.

Para Chile estas tendencias implican que, en losprincipales mercados de destino de la producciónnacional, se ejercerá un control ambiental muyfuerte en los próximos años que deberá traducirseen importantes cambios en las prácticas y regíme-nes ambientales. Sin embargo, estos cambios nosólo son necesaria para estar acorde con las señalesque provienen de los mercados internacionales,sino, también por su importancia para asegurar labase productiva que sustenta el crecimientoeconómica del país.

3.6.2 Acuerdos AmbientalesMultilaterales

En un orden cronológico debe destacarse, enprimer lugar, la firma del Convenio Internacionalpara Prevenir la Contaminación de las Aguas delMar por Hidrocarburos de 1954 y sus enmiendasde 1962 y 1969. El convenio fue ratificado y pro-mulgado por Decreto Supremo en 1977.

En 1971, se firmó el Convenio para la Conser-vación de las Focas Antárticas.

En 1975, Chile se hizo parte de la Convenciónsobre el Comercio Internacional de Especies Amena-zadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES), a través deldecreto Supremo N° 141 de Relaciones Exteriores.

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En 1995, Chile signó el Convenio de las Nacio-nes Unidas de Lucha Contra la Desertificaciónorientada a aquellos países que experimentan seriassequías y/o desertificación, particularmente enÁfrica. El concepto de desertificación relevante eneste caso está fuertemente vinculado con procesosde degradación de la tierra. El Convenio fue ratifi-cado en 1997.

En 1995, se firmó el Protocolo de 1978 relativo alConvenio Internacional sobre la Prevención de la Con-taminación por Buques (Convenio de Londres, 1973).

La respuesta de la comunidad internacional alos problemas urbanos se recoge en la últimagran agenda del siglo que fuera aprobada en Es-tambul, en 1996, y que focaliza la sostenibilidadde los asentamientos humanos en un mundo envías de urbanización. En particular, recoge elcapítulo 7 de la Agenda 21 en lo que dice rela-ción con el “enfoque facilitador”. La agenda pro-mueve interrelaciones entre el sector público, elsector privado y la comunidad local para el mejo-ramiento de la calidad económica, social y medio-ambiental en las condiciones de vida y trabajo delos asentamientos humanos, en particular para lapoblación en condiciones de pobreza en las áreasurbanas y rurales.

3.7. ALGUNAS CONCLUSIONES

La preocupación por la temática ambiental estácreciendo en la sociedad chilena. Existe inquietudpor los problemas relacionados con la actividadproductiva -como la contaminación atmosférica,la deforestación y la erosión de suelos- y así tam-bién por aquellos asociados al desarrollo como ladeficiente infraestructura sanitaria y la disposicióninadecuada de basuras.

Estas preocupaciones se han manifestado en lasinstancias informales de participación ciudadana yen forma creciente en aquellas formas de partici-pación que contempla la Ley, especialmente en laevaluación de algunos proyectos de inversión, lle-gando, en ciertos casos, a situaciones de conflicto.Los espacios formales de participación de la ciuda-danía no han sido suficientes y son necesariosesfuerzos adicionales para involucrar a todo elpaís en las iniciativas de restauración y conserva-ción ambiental.

Existe, además, una opinión extendida en cuantoa la necesidad de consolidar y fortalecer la institu-cionalidad actual y a la revisión de la legislaciónambiental, para que el sistema pueda ser mejorado

En 1979 se dictó el Decreto Supremo N° 489por el cual se aprobó la Convención Internacionalpara la Regulación de la Caza de Ballenas y suAnexo de 1946.

En 1980 entró en vigor para Chile la Conven-ción sobre el patrimonio Mundial Cultural y Natu-ral, a través de la dictación del Decreto SupremoN° 259 del Ministerio de Relaciones Exteriores.

En 1981, Chile se hizo parte del Convenio parala Conservación de la Vicuña a través del dictadodel Decreto Supremo N° 212 del Ministerio de Rela-ciones Exteriores.

También en 1981 se aprobó el Convenio RAM-SAR sobre las marismas o humedales de importan-cia internacional, especialmente como hábitat deaves acuáticas. En este año se hizo formalmenteparte de la Convención sobre la Conservación de lasEspecies Migratorias de Animales Silvestres.

En 1986, Chile promulgó el Decreto SupremoN° 295, por el cual se accedió al protocolo para laProtección del Pacífico Sudeste contra la Contami-nación Proveniente de Fuentes Terrestres y susanexos; también en ese año accedió al Conveniopara la Protección del medio Ambiente y la ZonaCostera del Pacífico Sudeste, promulgado medianteDecreto Supremo N° 296.

En 1990, firmó la Convención de Viena sobrela Protección de la Capa de Ozono, y en ese mismoaño, y en relación al mismo tema, aprobó el textodel Protocolo de Montreal sobre las Sustancias queAgotan la Capa de Ozono.

En 1991, suscribió el Tratado entre la Repúblicade Chile y la República Argentina sobre Medio Am-biente, y sus Protocolos, los que recién fueron pro-mulgados por Decreto Supremo N° 67 del Ministeriode Relaciones Exteriores en 1993.

En 1992, Chile se hizo formalmente parte de laConvención de Basilea sobre Movimientos Trans-fronterizos de Desechos Peligrosos y Su Elimina-ción, promulgando Decreto Supremo N° 685 delMinisterio de Relaciones Exteriores.

También en 1992 se aprobó el Convenio Marcode las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

En 1994, se hizo formalmente parte del Conve-nio de las Naciones Unidas sobre Diversidad Bioló-gica; también en 1994 Chile se hizo parte formal-mente del Convenio de las Naciones Unidas sobreDerecho del Mar.

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en los aspectos de recursos humanos, financieros ycapacidad de gestión, entre otros.

La Ley sobre Bases Generales del Medio Am-biente constituye un razonable y equilibradopunto de partida para ordenar y generar la nor-mativa ambiental del país. La etapa siguientees la de implementación y de hacer que la Leyopere en la práctica, especialmente en cuantoal SEIA, a la dictación de normas de calidadambiental y de emisión, y a la elaboración eimplementación de planes de prevención y des-contaminación.

Por otra parte, en materia de las disposicio-nes legales sectoriales, el desafío de los próxi-mos años será continuar adecuando las regula-ciones ambientales a un sistema legislativo co-herente aplicable, moderno y eficiente. Se plan-tea la necesidad de desarrollar cuerpos legalessectoriales coherentes que acogiendo las dispo-siciones que ya existen, generen textos ordena-dos y renovados que incorporen disposicionescomplementarias. En este contexto, está pen-diente la dictación de leyes sobre aguas, conser-vación de suelos y biodiversidad.

La regulación en materia ambiental deberá con-tinuar perfeccionándose e incorporando los instru-mentos y regulaciones necesarias para avanzarhacia el logro de una gestión ambiental eficaz encuanto al cumplimiento de sus objetivos y eficien-te en cuanto a sus costos.

Finalmente, pareció oportuno recoger unconjunto de críticas al sistema de gestión ambientalque han sido levantadas por sectores ciudadanos yempresariales, que la Universidad de Chile nosuscribe, necesariamente, pero que constituyen unbuen punto de partida para el debate que debeproducirse en el futuro inmediato. En los párrafossiguientes se resumen dichas críticas, y se agrupanen las siguientes categorías: política y gestiónambiental, sistema de evaluación de impactosambientales, participación e información

Con relación a la políticay gestión ambiental

• En lo jurídico se sostiene que la política ambientalcarece de una dimensión jurídica y que debeprofundizarse en la juridicidad de las materiasambientales.

• Hay una clara ausencia de soporte legal en lasDirecciones Regionales de la CONAMA.

• Es necesario profundizar en la relación de las

alrededor de mil disposiciones jurídicas concontenido ambiental anteriores a la Ley 19.300y el Artículo 1° de la ley. Por otra parte, tambiénes necesario establecer los efe ctos colateralesde la legislación ambiental en relación con otroscuerpos legales sectoriales (Código Civil, Códigode Aguas, Código Sanitario, Código de Minería,etc,) y los tratados internacionales.

• La CONAMA no es percibida como una entidadindependiente de presiones y técnicamentecompetente. Carece de apoyo político y es hastadescalificada por autoridades importantes delgobierno, lo que le resta peso como órganocoordinador de la gestión ambiental.

• Se plantea como una debilidad del sistema degestión ambiental la falta de facultadesfiscalizadoras de la Dirección Ejecutiva y de lasDirecciones Regionales de la CONAMA, limitadashasta ahora a un rol básicamente coordinador.

• El Director Ejecutivo y los Directores Regionalesde la CONAMA en cuanto autoridadesambientales no tienen la jerarquía políticanecesaria para respaldar sus actuaciones.

• Se dan algunos grados de superposición dejurisdicciones ambientales entre los diversosservicios públicos con competencia ambientalsectorial. Por otra parte, se observa ciertaresistencia de los diversos servicios públicos conjurisdicción ambiental a insertarse plenamenteen el nuevo marco institucional que define laLey de Bases.

• Hay dos roles cuya separación cabría estudiar:el rol de la CONAMA como ejecutora de lapolítica ambiental y responsable de laadministración ambiental, que debe tomardecisiones sobre la base de evaluar costos ybeneficios, y el rol de protección del medioambiente y de la naturaleza que va más allá dela gestión y que comparte de hecho con algunasorganizaciones ambientalistas, rol que deberíaser independiente y trascendente.

• Debilidades en la implementación de accionesde trascendencia como es el caso del Plan deDescontaminación de la Región Metropolitanadonde, después de años de discusiones y deintentos, todavía parecen haber visiones técnicascontrapuestas que confunden a la comunidadque, por lo demás, siente que en el tema de ladescontaminación de Santiago no haymejoramiento alguno.

• Se percibe que hay una falta seguimiento a losprocedimientos que se desprenden de acuerdosdiversos y una falta de control respecto alcumplimiento de resoluciones.

• Las situaciones de conflicto deberían serconsideradas como normales en la gestiónambiental; se requiere identificar anticipadamente

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las áreas de disenso y crear instancias apropiadasde resolución de conflictos.

Con relación al sistema de evaluaciónde impactos ambientales

• Se plantea la necesidad de revisar la procedenciade los estudios de impacto ambiental y lanecesidad de precisar los criterios de calificaciónde los proyectos para los efectos del SEIA.

• Se estaría tergiversando el proceso de EIA alincluir materias extra ambientales. El conceptode línea de base se amplía inconvenientemente.

• Las imprecisiones del artículo 11 de la Ley generanincertidumbre frente a la disparidad de criterios.Urge introducir modificaciones al reglamento delSEIA para mejorar su aplicación.

• Debe profundizarse el tema de la intervenciónciudadana y judicialización de los procedimientosde evaluación de impacto ambiental.

• No habría la suficiente coherencia entre losdistintos instrumentos de gestión ni estaríafuncionando el concepto de ventanilla única enel procedimiento de evaluación de impactosambientales. Se plantea que sería necesarioaumentar la nómina de permisos ambientales aconceder por la vía de la ventanilla única y deasegurar el carácter vinculante del procedimientode EIA de modo de comprometer claramente alos organismos sectoriales.

• Inoperancia del seguro ambiental como alternativapara el inicio anticipado de obras en el contextode proyectos sometidos al SEIA.

• En el ámbito regional, la existencia de unainstancia técnica asesora del COREMA, el ComitéTécnico, que emite informes sobre los EIA queno necesariamente son luego ratificados por lainstancia política que es el COREMA, da lugar ainconsistencias o contradicciones o, al menos,así lo percibe la opinión pública.

Con relación a participación

• La participación y los instrumentos departicipación que, de un modo u otro, son partede los procesos de gestión que conduce laCONAMA, no han sido adoptadas por el restodel sector público cuyos funcionarios participanpero, en sus decisiones, no se abren a la

participación de otros sectores ni de lacomunidad.

• El sector privado –y hasta ciertas instancias delsector público— visualizan la participación comouna causa de conflictos, dudan de las capacidadesde los participantes y no tienen claros losbeneficios de la participación.

• Muchos de los procesos de participaciónimplementados, fundamentalmente en elcontexto del SEIA y en el caso de proyectoscomplejos, han sido efectivamente conflictivos,una pugna entre posiciones enfrentadas dondeprevalecen mutuas descalificaciones.

• Hay una ausencia de formalidades y requisitosque regulen la intervención de las organizacionesciudadanas. Los requisitos legales de laparticipación ciudadana reconocen apenas unaúnica limitación para el ejercicio de este derecho:la existencia de un grupo de ciudadanos y elotorgamiento de personalidad jurídica

• No deberían bastar las “inquietudes del almahumana” para tener derecho a oponerse a lamaterialización de un proyecto o actividad,debería existir, al menos, un interés actualcomprometido en la iniciativa que se evalúa.Desde otros sectores, sin embargo, se plantea lanecesidad de abrir aún más las posibilidades departicipar de la comunidad y de lasorganizaciones que defienden interesesambientalistas y sociales.

Con relación a información

• Si bien se reconocen progresos en laadministración de la información disponible,todavía se observan serias debilidades en todoel sistema. Hay información primaria acumuladaque no ha sido procesada y/o no es de fácil accesopara personas ajenas a la institución generadorao recopiladora (por ejemplo, los casos de la DGAy la DIRECTEMAR).

• En el área de los recursos naturales se percibeque la información sobre algunos recursos enparticular, como suelos y vegetación natural, porejemplo, ha tendido a empobrecerse y/o adesconcentrarse, al mismo tiempo que ciertasinstituciones, como el caso del CIREN, quedeberían tener un rol importante, se han idodebilitando.

Nota finalEl texto correspondiente al capítulo III, si bien no contiene citas bibliográficas explícitas, fue preparado sobre labase de la documentación que se específica en las referencias bibliográficas.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Acuña, Guillermo (1999).Marcos regulatorios einstitucionales ambientales deAmérica Latina y el Caribe enel contexto del proceso dereformas macroeconómicas:1980-1990, Documento CEPAL,Serie Medio Ambiente yDesarrollo N° 20 (LC/L.1311-P),Publicación de Naciones,N° Venta S.99.II.G.26,Santiago, Chile.

Borregaard, N. y José Leal(1999). Desafíos y propuestaspara una implementación másefectiva de instrumentoseconómicos en la gestiónambiental de América Latina yel Caribe - El caso chileno.Documento de Trabajo delProyecto PNUD/CEPAL (RLA/98/015), Seminario homónimo,Santiago de Chile, 14-16 defebrero de 2000.

CEPAL (en prensa). Balance dela década - América Latina yel Caribe. Santiago.

CEPAL (2000). Consolidar losespacios para el desarrollosostenible (Capítulo 13),en:“Equidad, ciudadanía ydesarrollo”, Documento CEPALN° LC/G.2071 (SES.28/3).Febrero. Santiago.

CONAMA, (1992). Repertoriode la legislación de relevanciaambiental vigente en Chile.CONAMA, Secretaría Técnica yAdministrativa, Santiago, enero.

CONAMA (1994). Ley de Basesdel Medio Ambiente. Santiago.

CONAMA (1998). Una políticaambiental para el desarrollo

sustentable. Documento apro-bado por el Acuerdo N°55/97del Consejo Directivo de laComisión Nacional del MedioAmbiente, Santiago, 9 de enero.Sitios Internet:Varios ponentes (1999).Seminario “Gestión Ambientalen Chile: Camino Avanzado yDesafío Futuros” convocadopor el Centro de Estudios parael Desarrollo (CED). Julio.Santiago.

www.conama.cl (ComisiónNacional del Medio Ambiente,Chile)

www.wbcsd.ch (Consejo Empre-sarial para el DesarrolloSostenible)

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AMERB Áreas de Manejo y Explotación de Recursos BentónicosASIMET Asociación de Industriales MetalúrgicosBID Banco Interamericano de DesarrolloCAPP Centro de Análisis de Políticas PúblicasCAME Consejo Australiano de Minerales y EnergíaCASEN Caracterización Socioeconómica (encuesta nacional)CCRVMA Convención para la Conservación de los Recursos Vivos AntárticosCCHC Cámara Chilena de la ConstrucciónCDB Convención sobre Diversidad BiológicaCEDRM Comisión Especial de Descontaminación de la Región MetropolitanaCEDSAL Consejo Empresarial para el Desarrollo de América LatinaCELADE Centro Latinoamericano de DemografíaCEPAL Comisión Económica para América Latina y el CaribeCET Centro de Educación y TecnologíaCIMM Centro de Investigación Minera y MetalúrgicaCIPMA Centro de Investigación y Planificación del Medio AmbienteCIREN Centro de Información en Recursos Naturales - CORFOCIT Permisos de Cuotas Individuales Transferibles de PescaCITES Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y FaunaCNE Comisión Nacional de EnergíaCNR Comisión Nacional de RiegoCNP Consejo Nacional de PescaCNUMAD Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el DesarrolloCOCHILCO Comisión Chilena del CobreCODEFF Comité de Defensa de la Flora y de la FaunaCOLMA Comisión de Legislación del Medio AmbienteCONADE Comisión Nacional de EcologíaCONAF Corporación Nacional Forestal (Ministerio de Agricultura)CONAMA Comisión Nacional del Medio AmbienteCOREMA Consejo Regional del Medio AmbienteCORFO Corporación de Fomento de la ProducciónCORMA Corporación de la MaderaCOSUDE Agencia Suiza para la Cooperación y el DesarrolloCPUE Captura por Unidad de EsfuerzoCTP Captura Total PermisibleCZP Consejo Zonal de PescaDBO Demanda Biológica de OxígenoDED Servicio Alemán de Cooperación Social TécnicaDL Decreto LeyDGA Dirección General de Aguas (Ministerio de Obras Públicas)DIRECTEMAR Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (Armada de Chile)DMC Dirección Meteorológica de ChileDO Diario OficialDOH Dirección de Obras Hidráulicas (Ministerio de Obras Públicas)DR Decreto SupremoEE.UU. Estados Unidos de Norteamérica

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EIA Evaluación de Impacto AmbientalENAMI Empresa Nacional de MineríaENAP Empresa Nacional de PetróleoFAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la AlimentaciónFAT Fondo de Asistencia Técnica – CORFOFAT-APL FAT para fines ambientales y producción limpiaFBKF Formación bruta de capital fijo 30%FIP Fondo de Investigación PesqueraFSC Consejo Mundial de Manejo ForestalGATT Acuerdo General sobre Comercio y ArancelesGEO Panorama (o Perspectiva) Mundial del Medio Ambiente - PNUMAGTZ Sociedad Alemana de Cooperación TécnicaIASA Instituto de Análisis de Sistemas Aplicados para el DesarrolloICC Cámara de Comercio InternacionalICLEI Consejo Internacional para las Iniciativas LocalesIFOP Instituto de Fomento PesqueroIIMCH Instituto de Ingenieros de Minas de ChileINE Instituto Nacional de EstadísticaINFOR Instituto Forestal - CORFOINIA Instituto de Investigaciones AgropecuariasINPESCA Instituto de Investigación Pesquera de TalcahuanoINTEC Corporación Instituto TecnológicoIREN Instituto de Investigaciones de Recursos Naturales - CORFOISHO Indice Objetivo de SeguridadISHS Indice Subjetivo de SeguridadIRM Intendencia Regional MetropolitanaKFW Instituto de Crédito para la Reconstrucción (Alemania)LBGMA Ley de Bases Generales del Medio AmbienteLGPA Ley de Pesca y AcuiculturaMACAM Monitoreo de la Calidad del Aire y Variables MeteorológicasMIDEPLAN Ministerio de PlanificaciónMINAGRI Ministerio de AgriculturaMINSAL Ministerio de SaludMINVU Ministerio de Vivienda y UrbanismoMOP Ministerio de Obras PúblicasOCED Organización para la Cooperación Económica y el DesarrolloOMC Organización Mundial del ComercioONG Organización no gubernamentalPANCD Programa de Acción Nacional de Lucha contra la DesertificaciónPDA Pesquería Demersal AustralPET Permisos de Emisión TransablesPIB Producto Interno BrutoPHI Programa Hidrológico Internacional-UNESCOPNUD Programa de las Naciones Unidas para el DesarrolloPNUMA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

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PPDA Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica de la Región MetropolitanaPROCEFF Programa de Control de Emisiones de Fuentes FijasPROMM Programa Social de Obras de Riego Medianas y MenoresPTS Partículas Totales en SuspensiónPYME Pequeña y Mediana EmpresaRENACE Red Nacional de Acción EcológicaSAG Servicio Agrícola y Ganadero (Ministerio de Agricultura)SCN Sistema de Cuentas NacionalesSEIA Sistema de Evaluación de Impacto AmbientalSERNAGEOMIN Servicio Nacional de Geología y MinasSERNAP/SERNAPESCA Servicio Nacional de PescaSERPLAC Secretaría de Planificación y ControlSESMA Servicio de Salud Metropolitana del AmbienteSISS Superintendencia de Servicios SanitariosSNASPE Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas del EstadoSOFOFA Sociedad de Fomento FabrilSONAMI Sociedad Nacional de MineríaSONAPESCA Sociedad Nacional de PescaSPET Sistema de Permisos de Emisión TransablesUICN Unión Internacional para la conservación de la naturalezaUNESCO Organización de las Nac. Unidas para la Educación, la Ciencia y la CulturaUSBM Oficina de Minas de los EE.UU.USDA Departamento de Agricultura de los EE.UU.WBCSD Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo SostenibleZEE Zona Económica Exclusiva

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ANEXO CARTOGRÁFICO

Chile: Cuencas hidrograficas y embalses principales

Chile: Tipos forestalesChile: Vegetación natural

Chile: Uso del sueloChile: Aptitud de los suelos por capacidad de uso

Chile: Indice de erosión de los suelos

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