, Jua o! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juan nido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gra anjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenid o! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanj nido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gr anjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenid o! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juan nido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gr uanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienveni do! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juan enido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡G uanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienven do! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juan enido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡G uanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienven do! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Jua venido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡G Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienven rdo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Jua venido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gra- cias, Jua venido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juan venido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juan nveni- do Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienv Eduar- do! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduar acias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Grac anjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juan nveni- do Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienve ardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Edua acias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Edu acias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Edu acias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Edu acias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienv ardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Ju envenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo s, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienv uardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, J envenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo s, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bien uardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, J envenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo as, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bien uardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, ienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduard as, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bien duardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduard as, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bie duardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduard ias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bie Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduardo! ¡Gracias Gracias, Juanjo! ¡Bienvenido Eduard N.º 70/Febrero de 2017 Más allá de la cortesía. Es vivir con realismo nuestro pertenecer a la co- munión eclesial. Por eso sois noticia en esta edición de La Voz. Juanjo: Has cumplido la etapa en este Arciprestazgo; ha sido tu servicio eclesial, mientras seguías atendiendo otras parcelas. Si se miden por horas dedicadas, te veo “Seminario”; tus clases, el diálogo en “Román paladi- no” con aprendices jóvenes del bien hablar castellano, o español, que es más amplio y conocido, aunque to- davía cargue con ese semi eclipse de “latino”, injustamente impreciso. Un servicio a la diócesis durante muchos años, con muchos sacerdotes benefi- ciados. Te veo “Vicario” de Zona con unos últimos meses llenos de reu- niones, para el adiós agradecido a D. Francisco, y para el acompañamiento necesario a D. Fidel. Te veo “Arcipres- te”, sacando tiempo para las tareas variadas. Tu iniciativa fue clave y tu fi- delidad sirvió al sí de continuar la Es- cuela de Evangelizadores. Tu alegría manifiesta en los Encuentros de Ad- viento, Cuaresma y Pascua, ayudaban a otear futuro en clave de oración, y con ritmo de liturgia. Tu disposición y trabajo para preparar y cambiar el Día del Arciprestazgo en clave de En- cuentro. Tus cartas a los misioneros que, por el Nombre fueron enviados desde nuestras comunidades. La ale- gría clara, cuando el trabajo era en comunión, que es lo que siempre te movió. Tu atrevida propuesta formula- da con la humildad de la pregunta que nos hiciste a los presbíteros “Cómo revitalizar nuestras comunidades” fue acorde con vocación de sinfonía in- conclusa. Sé, porque lo he vivido, que en esta aparente dispersión, tu cora- zón estaba, vibraba a gusto con los tuyos, con esas Comunidades a las que servías y con las que compartías ilusiones, y poníais luz de esperanza, cuando las otras luces se apagaban. Te hemos sentido cerca, y eso crea amistad. Por eso, no es sólo cortesía; menos, relevo para la lejanía del des- interés. Seguimos en la misma barca, la del Señor Jesús, que hace escala en varios puertos. ¡Gracias, Juanjo! Eduardo: Vienes como Arcipreste con años de servicio en distintas ta- reas y lugares de los cuatro puntos cardinales de la diócesis: Has servido en parroquias de la ciudad; guardas recuerdos y comentas con agrado haber comido pan de muchos hornos, que diría tu padre. Llegas desde la cercanía, desde una presencia com- partida en este Arciprestazgo que, en su variedad, toca la periferia de la ciudad y se estira por cuencas de ríos hasta lugares pequeños y con acusa- dos síntomas de estiaje. Somos así, pero ni nos vemos ni hemos admitido que nos incluyan en el concepto de “marginales”, por muy “evangélico” que fuera el propósito, al mirarnos así; porque sólo miden números y edades, divididos por kilómetros. Y, somos más, y tú lo sabes. Queremos trabajar juntos, en una apuesta clara por la comunión. Ahí nos encontrarás. Ya has estado pre- sente en nuestras Eucaristías. Esta Comunidad de Comunidades hemos rezado por ti, hemos sentido tu cer- canía. Cuenta tú con nosotros. ¡Bien- venido, Arcipreste Eduardo, a esta Comunidad de Comunidades! Juanjo: ¡Gracias! ¡Bienvenido!, Eduardo, nuestro nuevo Arcipreste
Más allá de la cortesía. Es vivir con realismo nuestro pertenecer a la co-munión eclesial. Por eso sois noticia en esta edición de La Voz.
Juanjo: Has cumplido la etapa en este Arciprestazgo; ha sido tu servicio eclesial, mientras seguías atendiendo otras parcelas. Si se miden por horas dedicadas, te veo “Seminario”; tus clases, el diálogo en “Román paladi-no” con aprendices jóvenes del bien hablar castellano, o español, que es más amplio y conocido, aunque to-davía cargue con ese semi eclipse de “latino”, injustamente impreciso. Un servicio a la diócesis durante muchos años, con muchos sacerdotes benefi-ciados. Te veo “Vicario” de Zona con unos últimos meses llenos de reu-niones, para el adiós agradecido a D. Francisco, y para el acompañamiento necesario a D. Fidel. Te veo “Arcipres-te”, sacando tiempo para las tareas variadas. Tu iniciativa fue clave y tu fi-delidad sirvió al sí de continuar la Es-
cuela de Evangelizadores. Tu alegría manifiesta en los Encuentros de Ad-viento, Cuaresma y Pascua, ayudaban a otear futuro en clave de oración, y con ritmo de liturgia. Tu disposición y trabajo para preparar y cambiar el Día del Arciprestazgo en clave de En-cuentro. Tus cartas a los misioneros que, por el Nombre fueron enviados desde nuestras comunidades. La ale-gría clara, cuando el trabajo era en comunión, que es lo que siempre te movió. Tu atrevida propuesta formula-da con la humildad de la pregunta que nos hiciste a los presbíteros “Cómo revitalizar nuestras comunidades” fue acorde con vocación de sinfonía in-conclusa. Sé, porque lo he vivido, que en esta aparente dispersión, tu cora-zón estaba, vibraba a gusto con los tuyos, con esas Comunidades a las que servías y con las que compartías ilusiones, y poníais luz de esperanza, cuando las otras luces se apagaban. Te hemos sentido cerca, y eso crea amistad. Por eso, no es sólo cortesía; menos, relevo para la lejanía del des-interés. Seguimos en la misma barca, la del Señor Jesús, que hace escala en varios puertos. ¡Gracias, Juanjo!
Eduardo: Vienes como Arcipreste con años de servicio en distintas ta-reas y lugares de los cuatro puntos cardinales de la diócesis: Has servido en parroquias de la ciudad; guardas
recuerdos y comentas con agrado haber comido pan de muchos hornos, que diría tu padre. Llegas desde la cercanía, desde una presencia com-partida en este Arciprestazgo que, en su variedad, toca la periferia de la ciudad y se estira por cuencas de ríos hasta lugares pequeños y con acusa-dos síntomas de estiaje. Somos así, pero ni nos vemos ni hemos admitido que nos incluyan en el concepto de “marginales”, por muy “evangélico” que fuera el propósito, al mirarnos así; porque sólo miden números y edades, divididos por kilómetros. Y, somos más, y tú lo sabes.
Queremos trabajar juntos, en una apuesta clara por la comunión. Ahí nos encontrarás. Ya has estado pre-sente en nuestras Eucaristías. Esta Comunidad de Comunidades hemos rezado por ti, hemos sentido tu cer-canía. Cuenta tú con nosotros. ¡Bien-venido, Arcipreste Eduardo, a esta Comunidad de Comunidades!
Juanjo: ¡Gracias!
¡Bienvenido!, Eduardo, nuestro nuevo Arcipreste
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EDITORIAL
Tienes una Voz del San-tuario especial. Sale entre el 2016, en el
que el Papa clausura casi todas las puertas del Jubi-leo de la Misericordia, y el 2017, en el que, ante el obje-tivo vigente del dinamismo misionero, todas las Igle-sias confesamos sufrir el mismo déficit. El Papa Fran-cisco había alertado siete veces con su “No nos deje-mos robar…”, consciente del riesgo de desaliento, que nos puede amenazar. Aho-ra, él que cerró casi todas las puertas, da una clave de futuro, al pedir que dejemos abierta la Puerta de un co-razón “misericordiado”.
A esta situación general nos acercamos desde la Iglesia en Burgos, que en clave de fidelidad a su mejor historia evangelizadora, se pregunta por las comunidades misio-neras para este momento. Lo hacemos desde este pe-queño Santuario, desde esta incipiente Comunidad de Comunidades, que no que-
remos mirar para otro lado, sino mirar a donde hay que mirar. Cuatro ventanas, cuatro miradores a cuatro temas de esa realidad, que nos entra por las ventanas del alma, que ve más allá de los sentidos. Todas con una llave común “Soñar”, que ya intuía el poeta ante el Cris-to de Velázquez: “Sólo en las sombras del sueño se nos dan las sublimes visiones, los divinos conceptos, la luz de lo grande, la miel de lo be-llo”. Sueños, marca de la his-toria de Salvación; lenguaje de Dios para Patriarcas y elegidos. En sueños traza para San José, Patriarca de dos Alianzas, las primeras y duras jornadas de su ca-mino esponsal con María, y sus andanzas de perseguido y emigrante, que más tarde serán denominación de ori-gen en la vida del Hijo de Dios, y de toda su Iglesia. Sueños para caminantes de escalas que suben al cielo, en Jacob, y para destierros, si es San José quien camina.
Mirador primero, abierto al Este, a la luz pri-mera y necesaria. Al que se asoma, como lo más normal, la madre madrugadora, que se pone de rodillas ante la Virgen Madre, y ni se le ocurre pensar otra cosa que a ella le intere-se. Al saber que está próximo ¡Un Sínodo… ¡¡sobre los jóvenes!!, o sea, sobre sus hijos, que son la razón de su existir, ¿se extrañará que nos preguntemos si se puede soñar que nuestras comunidades inicien estilos nuevos; que dejemos de ser sólo “quejicas”; que sea-mos comunidades en diálogo con nuestros jóvenes.
Mirador tercero, abierto al Poniente, al diálo-go y al intercambio, que supone continuidad en el trabajo previo. Las expresiones “creativos” o “evangelizar la cultura”, ¿piensas que son “paparruchas”, ganas de perder el tiempo? ¿Los horizontes nuevos, las preguntas sin resolver, crees que son sólo cosa de algunos? ¿O es que te ves y nos ves tan mal que piensas que no te-nemos nada que aportar? ¿Por quién te tienes? ¿Quiénes somos los demás para ti, si se trata de salir al paso a las nuevas situaciones? ¡¡¿No se-rás de los que creen que no hay salida?!! Evan-gelizar la cultura. No es invitación a reunirse para tomar un té. Es tarea apasionante.
Mirador segundo, abierto al Sur, a las horas de trabajo. A este mirador está invitada la comuni-dad, porque hay que encontrar estilos nuevos, sin perdernos en lamentos y nostalgias. Mirador al caminar de Comunidades misioneras para creyentes deseosos de madurar su ser-en-la-Igle-sia con ganas de evangelizar.
¿Estará prohibido soñar lo común de toda comunidad, la raíz gozosa de nuestra identidad de fe? O, ¿crees que todos tenemos claro, que hablamos de lo mismo, al decir “comunidad”, sin más? Porque, ¿no serás de quienes piensan que esto es cosa sólo de cu-ras? Te suponemos arrimando el hombro en tu comunidad. No te invitamos a perder el tiempo.
Mirador cuarto, abierto al Norte, dispuesto para cuando el frío de la noche se hace realidad, y los riesgos de fallos y defecciones humanas amenazan con cerrar caminos, y llamar a la desbandada.
Preguntarnos, y responder con el Papa apostando por Tener fantasía para la misericordia, es ofrenda agradecida al Jubileo de la Misericordia.Aunque pudiera parecer tema restringido sólo a un aspecto, la misericordia es, sin embargo, un tema transversal y común a los otros miradores.
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La noticia saltó a la prensa: Un Sínodo para el 2018… ¡sobre los jóvenes! Me llegó
como pregunta: ¿Por qué no me escribe algo sobre el próximo Sínodo de los jóvenes, que ha anunciado el Papa? Respon-dí con una reflexión “Soñar un Sínodo”. No podía ser menos. Los jóvenes son parte importante en mi vida de fe. Nunca me negaré a hablar, a escribir, aunque nadie lo lea o, aunque des-pués no responda. Ya sé, como tú, que el Sínodo, en su diario caminar, tiene abiertos interrogantes a los que hacer frente. Ello no impide la pregunta, pues este tema une dos fuerzas en la Iglesia, la de la Colegialidad Sinodal y la de los jóvenes “Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes” (1Jn 2, 14).
Soñar es lo más normal, cuando se amaY a los jóvenes los quiero mucho, y a la Iglesia, más. ¿Qué madre no ha soñado, pensando en su hijo? Las palabras de San Juan a los jóvenes y a sus padres “No améis al mundo ni lo que hay en el mundo” (1Jn 2, 15) ¿no eran entonces, no son ahora un bendito sueño? Tendremos que soñar, y decir, y escribir nuestros sueños.
Sueño, ¡y cómo lo sueño!, sólo… ¡que el Sínodo sea Sínodo!
En ese sentido elemental de “Caminar juntos”. Desde el Concilio, los muchos textos que hablan de los jóvenes en la Iglesia, todos tienen esta constante: Les ofrecemos y pedimos que sean agentes activos. Ahora el tema del Sínodo es opor-tunidad única para las comunidades, los consultores y, con mi mayor respeto, para los padres sinodales. Podemos hacer verdad que ellos sean agentes vivos en el Sínodo de ellos. Es cuestión de coherencia con lo que les venimos pidiendo
a ellos.Porque, en todas partes se nos invita a “caminar”. “Caminar” tiene casi las mismas letras que “cambiar”. Si sustituyes la “n” por una “b”, dirás que caminar supone cambiar. Sin embargo, muchas veces caminamos, sin
querer cambiar; los mismos senderos, sin atrevernos a buscar caminos nuevos. ¿Será el Sínodo ocasión para el sueño que-rido por Dios, para que las comunidades pongamos esa “b” necesaria, y nos ofrezcamos a caminar juntos?
Sueño un Sínodo que impulse una nueva pastoral con jóvenes
La Pastoral tiene a los jóvenes como destinatarios. Debe co-menzar a cambiar y ser una pastoral “con” nuestros jóvenes, no sólo “para” ellos. Por eso, sueño un Sínodo con un cambio grande en el “antes”, en el “durante”, ese tiempo en Roma, y en el “después”. Me paro en el “antes”.Al Sínodo se debiera llegar desde un “antes” distinto. Que las comunidades no sigamos inventando “consignas de equipa-jes”, donde dejar a nuestros jóvenes, para que la vida de los adultos no cambie nada. Un “antes” de padres con los hijos, planteando juntos cómo cambiar todos. No puede ser meta dejar a nuestros hijos al “cuidado” del cura joven, porque allí están seguros, mientras los adultos podremos hacer tranquilos lo que nos dé la gana. La comunidad del futuro no se hará, si yuxtapone esquemas pastorales y evangelizadores soñados y preparados por separado. Sueño un “antes”, que ponga a prueba la Iglesia de comu-nión. Que, a partir de ahora, adoptemos una actitud nueva, vivir la fe “en sinodalidad”, aprendiendo a caminar juntos, dis-puestos a cambiar de vida, juntos.Sueño un “antes” que exija pensar juntos una pastoral muy distinta, contraria a lo que vende el comercio de la diversión, que busca separar. Que no vuelva aquella separación del “mayo francés”, que resulta ser tiempo de casi todas las len-guas y culturas. Que soñemos una pastoral de iniciativas de la comunidad, que siente y que busca realizar dentro de ella, como una gracia, la presencia activa, creativa de sus jóvenes.Y tiene que surgir la pregunta: Las JMJ. ¿dejamos que cum-plan el sueño de San Juan Pablo II?Para el nuevo futuro necesario, es imprescindible que el Síno-do pida, aliente, motive y enseñe una Pastoral de jóvenes que comience a ser una pastoral desde ellos con la comunidad.El sueño no despierta aquí. Te invito a que leas lo que sigue sobre este tema en la página webPorque… el sueño sigue.
Sí. Navidad no son adornos, bambalinas, algo de usar y tirar. Dios viene, y se queda, porque inaugura estilos de vida nuevos.
Navidad es cercanía con Dios hecho hombre.Navidad sois las nuevas madres, que acepten ser llenas de su gracia para que su fami-lia reciba hoy la impronta del Dios cercano.Navidad es estilo de nuevos Magos, buscadores en escuelas que debieran saber que ha nacido el Rey; y hay que adorarle en lo insignificante, porque ven a Dios con luz nueva. ¡Cuánto lo necesitamos!Navidad es estilo de bautizados siempre. En el Bautismo de Jesús culminó la Navidad. Nuestra divinización comienza por Navidad. ¡Esto es el Bautismo tuyo y mío! Dios, al encarnarse, inaugura la manera nueva de vivir. Empapados en la vida de Trinidad Santa, somos comunidad de creyentes dispuestos, como los Magos, a volver por otro camino: El de trabajar para que cada una de nuestras comunidades sea Casa y la Escuela de la Comunión.Por eso… ¡¡Feliz Navidad, ahora que nuestra comunidad entra en escena!!
¿Estará prohibido soñar…¡Un Sínodo!… ¡¡sobre los jóvenes!!?
Encargados de preparar el Día del Arciprestazgo
Felicitar…¿Ahora?
ventana primeraEl objetivo pastoral,
“CAMINAR JUNTOS”, tuvo tres etapas a ritmo de Encuentro - Adviento. - Cuaresma. - Pascua.
Información más
completa en
Caminando juntos
encuentro en la
comunión.
c r ó n i c a d e u n a c o m u n i d a d v i v a
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… Sta. Marina, en Trashaedo y Llanillo
… San Mamés, en San Mamés de Abar
… la Asunción…
¡en Renedo! ¡¡ en La Riba!!,
¡¡¡ y en Talamillo!!!
Estemos atentos al reto irrenunciable de incorporar la fuerza de la comunión en la nueva cultura de la intercomunicación, con la ayuda de una tecnología digital cada día más eficaz.
Esta ventana la abrimos para esta Comunidad de Comunidades. Desde ella asistimos al sueño diocesano del caminar de Comu-nidades misioneras.
Más de uno habéis dicho cómo os alegró ver en el Plan diocesano la palabra “comunidad” repetida con insistencia. Participo con gusto en este bendito sueño diocesano. A esta Comunidad de Comunidades nos ilusiona soñar el futuro diocesano marcado por la comunitariedad.
El Señor nos encomienda la tarea más necesaria hoy: Presentarnos y actuar como Iglesia de comunión. Dinamizar nues-tras comunidades en esa dirección. Comenzar por los presbíteros. Pero que no sea sólo “cosa de curas”. Desde el
comienzo hacer realidad el adverbio “comunitariamente”.
El Arciprestazgo se lo planteó al final del 2015. La humildad de una pregunta “Cómo revitalizar nuestras co-munidades” ¿iniciaba un diálogo, esa manera única de trabajar como iglesia de comunión, o era testamento sin albacea? Pienso que fue mirada acertada de futuro, semilla de vocación, que se convertiría en Plan que interpela a todos desde la diócesis, el arciprestazgo, las parroquias con esa su necesaria implicación de las familias, “iglesias en miniatura” para San Juan Pablo II. (Familiaris consortio 49).
Sí, ya sé que este tema es más largo. Te invito a seguirlo en la página Allí vas a encontrar iniciados estos aspectos:
Objetivo necesario: Comunidades nuevas. Llenemos de sentido la palabra “comunidad”. Aminoremos el riesgo de “inflación pastoral” tan peligrosa, porque usa palabras sin contenido. Usamos la misma palabra, pero… ¿ofrecemos la misma meta? ¿pensamos adquirir, como fruto, la misma realidad cristiana?
Sin echar balones fuera con pretexto de “ecumenismo”. Fue tema de siempre y lo será de futuro. ¿Estamos seguros que la comunidad es el tema, el reto nuestro aquí y ahora?
Evangelizar pide vivir la comunión en comunidades. Sorpren-dente e inesperada condición marcada por el mismo Jesucristo. ¿Seremos nosotros una excepción?
Diálogo. Herramienta primera, instrumento imprescindible. Verdad tan sencilla, como inusual. ¿Sabemos dialogar? ¿Lo ve-mos como un estilo normal en la Iglesia?
¿Estará prohibido soñar…
el caminar de Comunidades
misioneras?
Caminar, peregrinos de la alegría
Saber cerrar la puerta del Santuario, si ese domingo es la fiesta mayor.
Como Ella, ser peregrinos para celebrar…… la Ascensión, en Villaescobedo
ventana segundac r ó n i c a d e u n a c o m u n i d a d v i v a
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San Mamés de Abar … y en Escuderos
Peregrinos de la alegría… por nuestro Bautismo
Somos comunidad alegre,
porque el Bautismo
crea la comunidad.
Los padres presentan su hijo
a la comunidad.
En la fuente bautismal de cada
comunidad celebramos esa
gran noticia.
Y, como la celebración es en el
domingo, allá vamos todos.
Así lo hicimos en…
La vida de fe es lo más opuesto a plan-teamientos endogámicos, a actitudes de rechazo al diálogo, a la no aceptación de personas, si no son las de mi grupo. De modo positivo decimos: Esta Comuni-dad de Comunidades acepta a cada una de las Comunidades con la misma dig-nidad, sin someter su validez al número de habitantes. Crea los ámbitos de co-munión, que va descubriendo necesa-rios y los abre a todas y cada una de las comunidades, buscando juntos ámbitos más amplios donde vivir la comunión; entiende la Unidad Pastoral, el Arcipres-tazgo, la Diócesis con sus ámbitos de comunión y sus servicios a la Pastoral común. No hemos sido ajemos a traba-jar en ámbitos de la Iglesia en Castilla y León, y no nos hemos encogido, si el trabajo era en ámbitos de la Conferencia Episcopal.Nunca hemos admitido la división en “rural” y “urbano”, ajena por completo a la globalización que vivimos. Nos ne-gamos a clasificar a nuestros cristianos como “de pueblo”, mucho menos, si esto se vive como un “versus” cristia-
nos “de ciudad”. El cristiano, cada día en un número mayor, vive ese cambio cada semana, o en períodos más largos. Conoce como suyas las dos situaciones, Proponemos sustituir la preposición “de”, por la preposición “en”. Es ahí, en esa mutabilidad propia de nuestro tiem-po, donde vemos una puerta abierta a un diálogo nuevo sobre una pastoral por hacer, que tendrá muchas cosas en co-mún, y que ha de saber echar mano del realismo para vivir las consecuencias en unas y otras situaciones. ¿Veremos pronto planes elaborados para una pas-toral conjunta, con cristianos que viven en unas y otras situaciones? Estamos hablando de una pastoral nue-va, de comunión, de diálogo en el que participamos por igual sacerdotes, se-glares, religiosos, familias e individuos que se encuentran en la ciudad y en los pueblos. Juntos hemos de dar respues-ta a los retos nuevos que son comunes. Que la vieja fábula no nos encuentre dis-cutiendo si son galgos o son podencos, mientras los mismos retos nos devoran.En la pequeñez de nuestros datos el
Equipo para la Nueva Comunidad tiene el nombre de Consejo Pastoral e integra a portavoces de las comunidades y de los servicios. Ofrecemos tiempos y ámbitos de formación y maduración de la fe, y contamos con cristianos que apoyan la Escuela arciprestal de Evangelizadores. La celebración de la fe, la dominical y la de los sacramentos y exequias, cuenta con su Equipo de la Sagrada Liturgia. La Administración de nuestros recursos tiene que ser cuidadosa y cada día está atenta a nuevas modalidades. Hay ofer-tas de Escuela de oración. Cuidamos el contacto con los modernos M. C. S., y es desde este ámbito desde el que re-cibimos luz para nuevas propuestas de una pastoral común. Estamos iniciando una aproximación a ser peregrinos por el Camino de la belleza, queriendo ser fieles a la historia de esta comunidad.Lo sabemos. Cada uno de estos térmi-nos no son metas logradas, sí objetivos fijos, metas a conseguir. Mal comercian-te el que rebaja la calidad, porque son pocos los que acuden. Logrará quedar-se solo.
Nos encuentras Comunidad de Comunidadesabiertos a la comunión más amplia
Creativos. Lo traduzco. Que tenemos el atrevimiento y la parresia de los Após-
toles, ese hablar audaz y libre para decir cosas, que pueden parecer ofensivas, pero que tú sabes que, en realidad, son no-ticias que harán felices a aque-llos a quienes se las dices.
Poner en marcha un “gabinete de la creatividad”
Creatividad. O sea, atrevimiento para poner en marcha, un ámbito, un “gabinete de la creatividad”, en el que no sólo no esté prohibido crear, sino que, con el conocimiento, el res-peto, fruto de la valoración de la Santa Tradición, sin la cual negamos la comunión, se trabaje, se aliente, se busque, se estudien con profundidad las propuestas, vengan de una o de otra parte, para ofrecer el Evangelio desde dentro de nues-tra cultura cambiante.
Si, entre todos, acertamos a lograr que funcione un instrumen-to de este estilo –el nombre me importa poco– sería un paso muy importante, porque es imprescindible el diálogo, el trabajo serio, creativo en equipo, con una base doctrinal común, con un método adecuado a la eclesiología de la comunión, buscan-do que esta eclesiología se haga realidad sólida. Esto se aprende, no se nace ya titulado.
Necesitamos crear, buscar juntos, encontrar los caminos para los cambios. Hablo de caminar para cambiar lo que sea necesario. Si no dialogamos, buscando juntos, a lo mejor nadie nos podrá decir que estamos parados, pero repetiremos los mismos pasos, sin someterlos al contraste con la Palabra de Dios para nuestra realidad.
Creativos, no ir siempre a remolque de las dificultades
Tomar la iniciativa dentro de nuestra diáspora cultural. Con el Salmo 42 –el salmo del desterrado– rezar a Dios “envía tu luz y tu verdad, que ellas me guíen”. Que no vayamos a remolque de las dificultades, “que no ande yo hostigado por mi enemi-go”. La iniciativa es de Dios por Jesucristo. Para la misión nos garantiza su mismo Espíritu creador (Jn 20,21-22). Desde la belleza de tu Verdad, que anuncia y nos da el don de la Paz; que desde ahí el Gabinete de la creatividad sea una escuela para “acercarme al altar de Dios, el Dios de mi alegría.”
La misión no es ir a remolque de nada ni de nadie. Es vivir la Paz, ese marco pascual, con su anuncio reiterado, el que escoge Jesús para hacernos herederos de su única misión. Una misión para la diáspora cultural que vivimos, tiene ese carácter litúrgico que llena la experiencia de fe y la traduce en una vivencia de la fiesta alegre. Y, de nuevo, una cortesía a la brevedad que exige el estilo propio de la revista. Y de nuevo la invitación a seguir el tema íntegro en la páginaAllí vas a encontrar iniciados –sólo iniciados– estos aspectos que son serios.
¿Un centro de interpretación de las realidades de nuestra fe? – ¿Te suena esta pregunta a algo evangelizador? ¿Será
hoy necesario un “centro de interpretación”?– ¿Seremos capaces de crear una herramienta así, y ha-
cerla útil para evangelizar?
Una lección mirando a la vidriera central del Santuario– El Magniticat, tema de la vidriera, es himno bíblico con una presencia única en todas las ramas del arte. ¿Tendrá algo que ver con que en torno a este pequeño santuario se hayan dado cita artistas en mate-rias varias? – ¿Será llamada a asomarnos a la “Vía pulchritudinis?
¿Estará prohibido soñar…¡Ser Creativos y Evangelizar la cultura!?
ventana tercera
Estar con El
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La frase es del Papa Francisco. Me sorprendió, ya en el momento en el que bajaba de la web del Papa (www.vatican.va) la Carta con la que él cierra la Puerta del Ju-
bileo en Roma, a la vez que pide que permanezca abierta la puerta de la misericordia de nuestro corazón.Me pregunté, curioso, el alcance de esa afirmación, porque la vi hermosa. Y descubrí que es bastante más que una frase bonita. Esa ampliación de la apertura de la puerta tiene una razón clara: “La misericordia renueva y redime, porque es el encuentro de dos corazones: el de Dios, que sale al encuentro, y el del hombre”. Una síntesis precisa de todo el Jubileo, y que por lo mismo es clave de futuro: La misericordia es una cuestión de amor.
Tenemos la claveÉsta es la calve del tema de la Misericordia: Seguros del amor de Dios, que siempre es inicial, nos dejamos amar por ese amor gratuito, respondamos amados misericordiosamente, y salimos “misericordiados” para acercar a todos ese amor misericordioso.Estas ideas del Papa Francisco están haciendo diana en este gran tema. Si sabemos orientar nuestra respuesta, examinan-do nuestra actitud de amor, habremos acertado.
Misericordia: Encuentro del corazón de Dios y del corazón del hombre
Te aconsejo que te pares a consultar el cuadro “Aceptando la vitalidad y fuerza evangelizadora de la misericordia (ver pág. 16)”. Es sólo un esquema para ayudar a que “la «conver-sión pastoral», que estamos llamados a vivir, se plasme cada día, gracias a la fuerza renovadora de la misericordia”. (Fran-cisco M. et M. 5).A la luz de esta verdad, tan sencilla, inicio una reflexión sobre el papel que la Misericordia de Dios está teniendo con este Santuario, y por consiguiente, marca la vida de esta “Comuni-dad de Comunidades”.Los Santuarios han tenido un papel importante en la miseri-cordia. “Los ojos misericordiosos de la Santa Madre de Dios siempre vueltos hacia nosotros”, (M. et M. 22) han guiado a nuestra Comunidad a dar algunos pasos; pero no hemos de esconder las sombras en la respuesta, si ésta se ha quedado
corta a la hora de acudir al “encuentro con el corazón de Dios”. No es nostalgia del pasado lo que me mueve. Me acerco a este tema con la conciencia de la necesidad de creatividad para la misericordia, que ya San Juan Pablo II quería para el sacra-mento de la misericordia, cuando nos decía: “que los Pastores tengan mayor confianza, creatividad y perseverancia en presentarlo y valorizarlo” (NMI 37). Hago mía la oración final del Papa a la Virgen: Que Ella sea “la primera en abrir camino y nos acompañe cuando damos testimonio del amor”. (M. et M. 22) Miremos el tema desde el amor.
Si quieres conocer mejor este aspecto de este nuestro peque-ño Santuario de la Misericordia, te invito a leer lo que falta de esta cuarta ventana. Lo tienes en Allí encontrarás la historia de nuestra vocación de Santuario de la Misericordia.
Llamada primera: El Año de la fe– Sensibles al encuentro de amor, dimos algunos pasos.– Estas luces tuvieron, y tienen, su contraste de sombras.
Llamada segunda: En la bendita visita a Sta. María, la MayorUna llamada que tiene pendiente su respuesta.
Llamada última: La que recibimos del Papa Francisco en su CartaSer coherentes con la vitalidad y fuerza evangelizadora de
la Misericordia.
Creadores desde dentro de una nueva cultura– La comunicación y la movilidad, características de la
cultura nueva, cada día más serán clave para el futuro. ¿Son elemento clave en la programación, o nos aferra-mos a lo territorial?
– ¿Nos preguntamos qué papel juega la cultura en el pro-grama global de “dejar a Dios aparte”? ¿Pensamos a quién ponemos en su lugar? ¿Pensamos que es posible que en el “eclipse de Dios” el objeto que se interpone puede ser “mi yo”, “mi proyecto x”?
Porque… El misterio cristiano va, con mucho, por delante– La Iglesia es realidad sacramental. Dios responde a pre-
guntas pastorales, que nosotros creemos sin respues-ta, porque las miramos desde fuera de la perspectiva propia de esta nueva época, que, por eso mismo, es perspectiva obligada.
Estamos ante una cuestión esencial, porque los tiempos son nuevos– La nueva relación es parte medular de la nueva época.
No evangelizaremos a personas y grupos humanos que viven en el nuevo escenario, si no queremos bajarnos del antiguo.
Evangelizar la nueva cultura, servicio a los pequeños del Reino– Para que el evangelio llegue a los más pobres en cul-
tura –pobreza muy grande– necesita que sea ofrecido desde dentro de esa nueva cultura. Sólo entonces será bautizada esa cultura. Y los pobres serán los padrinos de bautismo.
¿Estará prohibido soñar,“dar paso a la fantasía de la misericordia”?
Rogativas 2016
En el Santuario, ser peregrinos, tiene solera de Rogativa con un calendario de las seis citas de valles o de pueblos con trato especial.
Tozo, Fieles a la tradición: A la Casa
de la Señora de la Vega se
va llevando la imagen de la
Virgen de cada pueblo
Valdelucio, inaugura la peregrinación de Rogativas
Humadas y el Valle, Por caminos distintos, confluencia. Berzosilla
ventana cuartac r ó n i c a d e u n a c o m u n i d a d v i v a
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El martes estaba anunciado que seríamos “Peregrinos de una
estrella”. Y, lo cumplimos, en Caleruega, la casa de familia de Santo
Domingo de Guzmán, en los 800 años de la Orden de predicadores.
La Fiesta Mayor
Se enmarcó en la carta del Papa Francisco a las familias:
“La alegría del amor, júbilo de la Iglesia”. Una Expo sobre la Familia
anunció el lema.
Los devotos de tantas partes estrenamos Obispo.
Comunidades de la diócesis de Santander tienen voto de Rogativas. Por eso, si la diócesis estrena Obispo, ese privilegio se lo anota también el Santuario.
El Coro interpretaba el Himno de la Virgen de la Vega, última de las composiciones con que nos ha honrado D. Valentín Miserachs.
La fiesta continúa el lunes con la Eucaristía en sufragio de los devotos. Se anuncia como “La familia ante la fiesta de la Vida”.
LAUDARE BENEDICERE PRAEDICARE
Peregrinos del agradecimiento
Los mártires son regalo de Dios que premia la fe las familias en sus comunidades cristianas. Es normal que demos gracias, yendo, primero, a las Fuentes Bautis-males, después a las Congregaciones religiosas que cuidaron ese regalo inicial. El año pasado fuimos a los Dominicos. Este año han sido los HH. Maristas compa-ñeros de la acción de a Dios en el Santuario de la Vir-gen de la Encina, de Arciniega. Cinco de nuestros már-
tires maduraron se fe con ellos. Les ofrecimos unos niños buenos; ellos nos los han devuelto profesionales de la educación y testigos de Jesucristo. Son motivos para dar gracias.
Para más información
Peregrinos de la acción de gracias
AÑO 2016
o NAVIDAD 25-12-2016 – Domingoo SGDA. FAMILIA 30-12-2016
AÑO 2017o SANTA MARÍA 01-01 – Domingoo EPIFANÍA 06-01 – Vierneso BAUTISMO SEÑOR 08-01 – Domingo
o Miércoles de Ceniza 01 de marzoo DOMINGO RAMOS 09 de abril
PASCUA o RESURRECCIÓN 16 de abrilo ASCENSION 28 de mayoo PENTECOSTÉS 04 de junio o TRINIDAD 11 de junio o CORPUS 18 de junio
Así será este año litúrgicoCuaresma camino a la pascua
CALENDARIO
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Los Montes son más Claros en Montesclaros, si peregrinamos en el Jubileo de la Orden de Predicadores, y el 8 de agosto concelebramos la Eucaristía con los Frailes dominicos de ese devoto Santuario.
Caminar por la Vía de la belleza
Oro de servicio a la bellezaUna hermosa vivencia del domingo Gaudete
Estás ante la apuesta por la Via Pulchritudinis. Nos asomamos a ella con
un sentido de fidelidad a las gracias, que en clave de belleza, recibimos en
el entorno de este pequeño, muy pequeño Santuario. No fue sólo cortesía
ofrecer el concierto a los sacerdotes del Arciprestazgo en sus bodas de oro
sacerdotales. Porque el presbítero en este camino, que podemos llamar
nuevo, tiene un papel claro.
Puedes ver y gozar del concierto en la página
/Noticias /Concierto.
Si te has dado un tiempo para la belleza, habrás visto que, al final del
Concierto, los cristianos que participan, aplauden y piden que se repita.
Es la voz de cristianos de éstas y de otras comunidades vecinas.
¡Habrá que responder! ¿No?
En medio de tantas bodas de oro
Hay oro… de años gastados para el bien, para el amor de gra-tuidad, para dar vida. Oro de muchos quilates. Ahí están nuestros padres. Hay oro… de años en el estudio, en la búsqueda serena, constante para acertar cómo hacer mejor las cosas de la salud. Médicos, personal sanitario, investigadores con horas de espera en laboratorios, están ahí. Los quilates los pone la entrega, más que las medicinas. Hay oro… de candidaturas, que anuncia ha-cer mejor las cosas en lo social. Piensa en ayuntamientos, juntas vecinales; en los que, desde niveles más altos buscan lo mismo. Hay oro… de vidas dedicadas a la verdad, para servirla adaptada a la capacidad. Campos tan amplios como la mente humana, que busca la luz que, al reflejarse en el metal, ella se hace doblemente más brillante.
El oro del Domingo Gaudete
El sábado, víspera del domingo tercero de Adviento, vivimos en Roma otro oro, el que crea belleza en pentagramas, que rebo-san de notas alegres para servir a un pueblo, que pide ayuda a sus “pastorets” para cantar la llegada del Mesías, que es cantar la necesaria Salvación. Caras alegres, a ritmo con el director del Coro otoñal; melodías dulces, acordes vibrantes soñados y escritos con maestría por D. Valentín Miserachs, que exhibe con gozo sus bodas de oro sacerdotales, elige con acierto el Adviento; convoca a alumnos expertos, a artistas que sacan de sus instrumentos de viento el vigor vibrante, que aúna deseos de compartir y pregonar la noticia salvadora.
Eran sus bodas de oro de un trabajo callado en años dedicados a formar jóvenes orfebres de la mejor música, de responsabi-lidad en la dirección musical de Santa María la Mayor, en la Capella Giulia, del Vaticano, o presidiendo este Pontificio Insti-tuto de la Música Sacra. El Concierto en la Sala Académica del Instituto, fue bella síntesis de sus raíces cristianas en Cataluña, y de su mirar más lejos desde el servicio a la música sagrada. Apoyado en una selección de la música compuesta por él para la Navidad, en la que Els Pastorets de Calaf hacen llegar a la calle las celebraciones cristianas del nacimiento del Salvador.
Al día siguiente, domingo “Gaudete”, los concelebrantes presi-didos por D. Valentín, con luminoso color rosa, procesionaban por la vía sacra, y los instrumentos de viento daban a todo
nuevos brillos, a juego con el oro del artesonado y los mármoles de las columnas de la elegante y devota Basílica Liberiana. La Eucaristía tenía como marco el mejor oro del diálogo entre el canto gregoriano y la polifonía más vibrante.
Sin necesitar moniciones reiterativas, entrabas en el misterio de la polifónica presencia de un Dios, nacido de mujer, hecho Hombre en todo semejante a nosotros, que traduce su cercanía en la luz de la Palabra y en la acción del Sacramento, y que nos hace capaces, por lo mismo, de ser testigos del Dios que llega por el camino de la belleza.
Sencillamente, agradecidos
Esta crónica pudiera firmarla y mejorarla cualquiera de los mu-chos, que llenábamos la sala del Concierto, y de los muchos más que seguíamos con devoción y gusto litúrgico la Eucaris-tía del Domingo Gaudete. La firmamos los peregrinos desde el Santuario de la Virgen de la Vega. Mons. Miserachs ha tenido atenciones que nunca sabremos reconocer como se deben. Hoy lo hacemos con ese regusto que da el comprobar que la fi-nura del benefactor supo sentirse honrado con nuestra reduci-da presencia, y subrayarla en los dos actos con una referencia expresa a “sus amigos de Burgos”.
D. Valentín. Juntos, hemos dado un paso más en el Camino de la Belleza, un paso que refuerza la amistad nacida en el primer encuentro. No será el último. Porque estamos seguros de algo, que hemos vivido con fuerza evangeli-zadora: El Camino de la Belleza nos espera como peregrinos. Con un maestro así, lo andaremos felices.
Visita la página
Allí tienes completa la crónica con el mismo título de ORO DE SERVICIO A LA BELLEZA
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Las Edades del Hombre en Toro
Con Eucaristía, comida y visita a TordesillasEl Agua de vida
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Aceptando la vitalidad
y fuerza evangelizadora
de la misericordia
El Señor, Camino, Verdad y
Vida misericordiosanos quiere hacer
Comunidades misericordiadas,
agentes en la nueva
evangelización
➢ Oigo y descubro que Tú eres amoro Y, porque “eres”, por eso, tu amor es eternoo Y, porque eres amor, eres creador del bien
amando.➢ El amor pide siempre libertad en ejercicio.
o No hay amor, si no tengo libertado Inauguraste el diálogo Tú con tu criaturao Quisiste que supiéramos que “amar es lo nuestro”o Quiste nuestra respuesta al amor tuyo, inicial.
➢ El amor, porque pide la libertad, acepta la posibilidad de la “no respuesta”o Y así fue. Nuestros Padres dudaron, se escondieron a tu amor.o Y lo mismo sigue pudiendo ser en todo momento.
➢ Tu amor eterno aparece de nuevo como Misericordia, que será eterna como tu bondad y tu fidelidad… y será ¡¡temporal!!o En Jesucristo, rostro de tu Misericordia, el tiempo nuestro está injertado
de eternidad.➢ Mi respuesta ha de ser nueva
o Descubro y acepto mi miseria.o Me acepto amado en mi miseriao Me acepto misericordiadoo Vuelvo al diálogo de amor
➢ Vuelvo amando misericordiosamenteo Mi amor a Dios es amor del misericordiadoo Estoy alegre por esta maravilla del amor misericordiosoo Acepto la posibilidad del no de los otroso Y amo a cada uno misericordiosamente o Contribuyo a hacer posible vivir en comunión la nueva alegría de la
misericordia.➢ Entonces en mi comunidad ¡inauguramos la nueva evangelización!
o “Nuestras comunidades continuarán con vitalidad y dinamismo la obra de la nueva evangelización en la medida en que la «conversión pastoral», que estamos llamados a vivir, se plasme cada día, gracias a la fuerza renovadora de la misericordia. (Papa Francisco M. et M. 5).
AÑO 2017
ROGATIVAS 0 Valdelucio 0 Lorilla 0 El Tozo 0 El Valle 0 Las Humadas 0 Berzosilla
0 EUCARISTIA 0 Fiesta de la Vida Eterna 0 Oro y Plata Fidelidad
AÑO 2017
0Consejo Pastoral Terceros viernes de mes
0Equipos de trabajo Cada Equipo decide
0Adoración del Santísimo en Comunidades Pendiente decisión
0Fiestas patronales Calendario propio
0San Isidro. Un reto abiertos a la comunión 15 de mayo
Nuestro SantuarioCelebraciones tradicionales
Nuestra comunidad de comunidadesen su vida propia
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Sí. Porque… ¡He vivido la comunión para una sociedad itinerante!
Ayer acudía a la cita que el Arciprestazgo Ubierna-Úrbel envía, para participar en el Festival de Villancicos. Como novedad, el Festival, los Coros, y los creyentes todos, fui-mos peregrinos desde las cuatro Unidades de este despo-blado y extenso arciprestazgo, como los protagonistas de la Navidad: Peregrina la Familia Santa, María y José desde la lejana Nazaret hasta Belén; Peregrino Él, que del amor confortable de los cielos baja hasta las pajas y la soledad.
Cristianos de nuestras comunidades de origen, que viven y celebran su fe por temporadas en parroquias y comunida-des de la ciudad, eran anfitriones de las nuevas realidades, sin nostalgias. Su acogida era la primera piedra para la nueva calzada de una pastoral del futuro.
La Comunidad del Santo Hermano Rafael, ejercía de an-fitriona. En tarde soleada y serena sentí el abrazo, inter-cambié sonrisas, respondí a preguntas, compartimos vida y fe en comunión de esa comunidad de futuro, con cris-tianos que ni son “de pueblo” ni “de ciudad”. ¿Cuándo se acabará esa anacrónica división, empeñada en la búsque-da de diferencias, si lo propio de la comunión es tender puentes?
Sí. Porque… ¡Lo que viví era la comunión de fe!
Dentro, un templo lleno hasta pedir posada en la tribuna, era comunión con el valor añadido de ser comunión he-cha gestos. La invitación sencilla y elocuente, a dejar el
asiento, –¡a movernos, Dios mío!–; que mis manos se en-cuentren con las que salen de los bancos a mi izquierda. El tiempo de silencio, que hablaba por sí mismo. El “Padre nuestro” rezado como la mejor explicación de todo, con las manos apretadas en polifonía de años.
Comunión de fe en el mensaje, imprescindible, si la comu-nión es en Cristo. Ha nacido el futuro; ha brotado, como esqueje, un nuevo estilo de pastoral, cantando juntos la comunión, la respuesta de Dios a la necesidad más gran-de que padecemos. Habrá que aprender a seguir “sacan-do esa agua de ese pozo”; a seguir cantando el amor de la Trinidad Santa, hecho humanidad, hecho carne, que lle-naba las letras de los coros, y que fuera uno lo recordaba, con “Llega el día”. Amor “divino” con rostro tierno de Niño pues “No nació otro Niño en el mundo”. Amor Todopode-roso, que espera respuesta de la criatura, porque… “No hay Portal sin María”, como tampoco habrá Eucaristía sin la Madre que le dio su misma carne y su misma sangre.
Sí. Porque… ¡Vivimos la fiesta!
Mucho más que la sola diversión. Fiesta hecha música en doce intervenciones de coros de las cuatro Unidades del Arciprestazgo. Fiesta, en voces de todas las edades, de abuelos y nietos con eslabones de cuñados, y vecinos, con atuendos variados, que unen creatividad y sencillez. Voces que pedían “otra Navidad”, la “Navidad actual”, que sepa hacer “nuevo lo de otros años”, que dé continuidad familiar a los valores “iguales a los de ayer”. ¡Qué fácil les era a los muchos niños marcar ritmos con manos y cuerpo todo, al compás de panderetas y otros varios ins-
¿Habrá nacido,
en Cristo, el futuro,
la pastoral de la nueva comunidad?
AÑO 2016 - 2017
Encuentros arciprestales 0 Viernes: 02-12-2016 l8:00 HH. Clarisas de Vivar0 Jueves: 29-12-2016 17:00 HH. Parroquia Sto H. Rafael0 Viernes: 03-03- 2017 18:00 HH. Clarisas de Vivar0 Viernes: 28-04-2017 18:00 HH. Clarisas de Vivar0 11-06- 2017 Unidad del Ubierna
Escuela de Evangelizadores0Encuentros quincenales los viernes,
2º y 4º en los meses ordinarios, de 16:30 a 19:001º y 3º en meses de diciembre y abril
Esta comunidad de comunidadesen nuestro arciprestazgo
CALENDARIO
Colectas en el Santuario Virgen De la VegaJulio, 1.892 Agosto, 338 Septiembre, 341; Octubre, 155 Noviembre, 131,90 Diciembre, 168,60; Enero, 219,50
Donativos personales L. Arroyo Alonso 40; NN 50; NN 50; Ascensión Arce 45; NN 100; NN 10; Berzosilla - Junta V. 60; NN 10; NN (revista) 80; R. Gutiérrez 10; NN (anónimo autobús) 20; Fotos 75; NN 50; Elena Basconcillos (revista) 20; Fam. Nozal Alonso, 100.
Abiertos a la comuniónDomund 261 Iglesia diocesana 78,70 Iglesia necesitada - Pakistán 245.
La información es desde julio 2016 a enero 2017¡¡Gracias!! ¡¡Continuará!!
COOPERADORES GENEROSOS
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Dirección e informes:
José Valdavida L.09126 BASCONCILLOS DEL TOZO (BURGOS)Telfs. 947 15 62 12
TARIFA DE CORREOS: PERIÓDICOS - DEP. LEGAL: BU-560-1994
trumentos. ¡Qué acierto, elemental como necesario, fue ofrecer a toda la comunidad la posibilidad de cantar un villancico a dos coros que dialogaban, y completaban la misma verdad de fe. Fiesta, que es normal que culmine en el chocolate, los dulces… y las palabras entre amigos.
Sí, habrá futuro…, ¡Si nos atrevemos a preguntar y a responder…!
Que la invitación, la programación mejore y sea estudiada y preparada por equipos del Arciprestazgo. Que la tarea sea arciprestal. Lo pedía la “A” que el Arcipreste recordaba.
Que la acogida sea, se sepa y se note que es de toda la comunidad que habla con voces distintas, creadoras de sintonías nuevas en los nuevos ámbitos de comunión. Saber trabajar desde los nuevos ritmos y con los instru-mentos nuevos.
Que en ésta y en todas las acciones de una pastoral con-junta nos ayudemos a asumir todas las ricas posibili-dades de la fe, que son muchas y que siempre van por
delante de nuestra tantas veces raquítica coherencia con la fe.
Que la fiesta, y la evangelización de la cultura caminen juntas. Que se les permita pedirnos estar a la altura de la riqueza cultural y festiva que entraña la historia de la Navi-dad. Estamos ante uno de los fenómenos más interesan-tes de esta fuerza creadora de esa cercanía del Misterio a las riquezas y valores culturales de cada época. Es lo propio de la Encarnación
Que en ese diálogo de la nueva pastoral, la peregrinación navideña sepa también un día abrir rutas de peregrinación de las comunidades de la ciudad hacia los pueblos.
Tiene futuro esa pastoral nueva para nuevas realidades, que ya son algo más que retos. Comienzan a ser ensayos. Mejorables, sin duda, pero a los que nadie podrá quitar el valor de ser pioneros.
Comunidad de Comunidades Santuario Virgen de la Vega
