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La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Date post: 19-Jun-2015
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ANALECTA LITERARIA ofrece un original acercamiento a la problemática del Bicentenario desde el país interior. Los grandes temas históricos, como esta ocasión de los doscientos años de la llamada Revolución de mayo de 1810, suelen originar la producción de investigadores comprometidos con el pasado y el presente, que tienen la responsabilidad de explicar las acciones de los hombres en el tiempo, distinguiendo causas y consecuencias. Esta es la principal motivación del libro dirigido por Alicia Poderti, con prólogo del Vicepresidente de la Academia Nacional de la Historia. El tomo que presenta ANALECTA LITERARIA en exclusividad y en un formato único e interactivo, se titula: LA HERMANA MAYOR. PERSPECTIVAS DE LA LARGA REVOLUCIÓN. El nombre de la publicación surge de los planteos acerca del rol de Buenos Aires en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, pues -en su carácter de "Hermana Mayor"- la ciudad-puerto se arrogó el derecho de formar gobierno propio a fin de ejercer la soberanía sobre las ciudades del Virreinato del Río de la Plata. A partir de allí comienza un tejido sugestivo que invita al lector a conocer cuál es la versión de las regiones interiores ante la decisión de Buenos Aires, qué modificaciones se produjeron en el mapa del momento. Investigadores de Córdoba, Salta, Formosa, Jujuy, Catamarca, La Plata, ofrecen su perspectiva acerca de los agitados sucesos que se vivieron en parajes alejados de la metrópoli. Los historiadores convocados por Alicia Poderti nos brindan ágiles visiones acerca de los sentimientos de los patriotas, de las metamorfosis ocurridas durante ese tiempo, del impacto de la guerra, de la negativa y actuación de los cabildos y hasta de la cocina de la época o las expresiones musicales en tiempos de Revolución. Un libro que ANALECTA LITERARIA hace accesible a todos los lectores, de fácil lectura y con un formato que deleitará a los que "quieren saber de qué se trata"... pero esta vez con una mirada federal, inclusiva y transdisciplinaria.
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Page 1: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución
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Alicia Poderti(Directora)

La Hermana MayorPerspectivas de la Larga Revolución

Analecta Literaria Ediciones

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Page 4: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

© Copyrigth 2010 By Alicia Poderti© Copyrigth 2010 By Analecta literaria

Diseño de Portada: Ruth Noemí Vittor Pereiras © Copyrigth 2010 NeoDesign StudioCabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810 Óleo de Pedro de Subercaseaux(Museo Histórico Nacional de Buenos Aires - Argentina)

Edición Digital: Mayo de 2010Analecta Literaria Ediciones (Buenos Aires – Rosario - Argentina)URL: http://actaliteraria.blogspot.com/

http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/

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Poderti, Alicia (Directora)La Hermana Mayor. Perspectivas de la Larga Revolución

Edición especial

Bicentenario de la Revolución de Mayo y de la Independencia

Héctor Marteau - Daniel Lopez Salort - Federico Martin Gómez – Dionel Edmundo Filipigh - Rosana Tejerina Sánchez

Estudio preliminar en colaboración Armando Bazán

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Alicia Poderti(Directora)

La Hermana MayorPerspectivas de la Larga Revolución

Edición Especial: Bicentenario de la Revolución de Mayo

y de la Independencia

Héctor Marteau - Daniel Lopez Salort - Federico Martin Gómez - Dionel Edmundo Filipigh - Rosana Tejerina Sánchez

Estudio preliminar en colaboración: Armando Bazán

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Page 6: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Analecta Literaria Ediciones

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Page 7: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Índice

Agradecimientos11

Palabras previas. La Larga Revolución

Alicia Poderti13

I.ESTUDIO PRELIMINAR

Proceso Formativo de la Argentina. Regiones, ciudades, provincias, naciónAlicia Poderti y Armando Raúl Bazán

19

II.VERSIONES DE MAYO EN EL TIEMPO LARGO

Sobre la revolución de mayo y el interior: El momento belgraniano y los invisibles de la historia

Héctor Marteau79

La emancipación continental y los precursores de la independenciaAlicia Poderti

87

Córdoba: el adiós y los inicios de 1810Daniel Lopez Salort

101

Una relación hecha de rupturasDionel Edmundo Filipigh

119

La cocina durante la Revolución y la Independencia

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Rosana Tejerina Sanchez143

La construcción territorial de la República Argentina. El imaginario histórico-social argentino desde la Revolución de Mayo

Federico Martin Gómez159

Las marchas patrióticas y el imaginario poético-musical de la Emancipación Americana

Alicia Poderti177

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Page 9: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Analecta LiterariaComité Editorial Internacional

ALAYÓN GÓMEZ, JerónimoUniversidad Central de Venezuela

BLOSSMAN, EllenArmstrong Atlantic State University

CAISSO, ClaudiaCIUNR - Universidad Nacional de Rosario

CELLA, SusanaUniversidad de Buenos Aires

FERRO, Jorge F.Consejo Nacional de InvestigacionesCientíficas y Técnicas (CONICET)

FILER, Malva E.Brooklyn College y Graduate Center,City University of New York

GARCÍA, Mara L.Brigham Young University

GARCÍA BAZÁN, FranciscoUniversidad Argentina John F. KennedyCONICET

GARCÍA DARIS, LilianaUniversidad del Salvador - CONICET

KRIEGER VELASCO, AlfonsoUniversität St. Gallen (Suiza)

LIPSKI, John M.Pennsylvania State University

LOJO, María RosaUniversidad de Buenos Aires – CONICET

MACOTINSKY, Oscar HugoStockholm University, Suecia.

MAMANI MACEDO, PorfirioSorbonne Nouvelle-Paris IIIUniversité de Picardie Jules Verne, Amiens

MATURO, GracielaAcademia Nacional de Ciencias de Buenos Aires

MODERN, RodolfoAcademia Argentina de Letras

MORA, Vicente LuisInstituto CervantesAlbuquerque, Estados Unidos

MORROW, John A.Minot State University

NELSON, Ardis L.East Tennessee State University

PODERTI, Alicia E.Universidad Nacional de La Plata- CONICET

RETAMOSO, RobertoUniversidad Nacional de Rosario

RODRÍGUEZ FRANCIA, Ana M.Universidad Nacional de Córdoba

TORUÑO-HAENSLY, RhinaUniversity of Texas of The Permian Basin

VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo E.Universidad Católica de ValparaísoUniversidad Andrés Bello UNAB

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Page 10: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Universidad Complutense de Madrid

VITTOR, Luis A.Universidad Argentina John F. Kennedy

CEOR - Universidad Nacional de Rosario

YEBARA, Sonia M.CEOR - Universidad Nacional de Rosario

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Page 11: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Agradecimientos

Mi agradecimiento más afectuoso hacia

Todo el equipo de Analecta Literaria Ediciones, que trabaja para

difundir la cultura argentina y latinoamericana.

Especialmente al editor, Luis Alberto Vittor, quien cuidó cada detalle

de esta primera edición digital.

A Mónica D. Pereiras, Editora General de Analecta Literaria, que

generosamente se responsabilizó por el acompañamiento en las

instancias editoriales, incluida la difusión del material.

A Ruth N. Vittor Pereiras, diseñadora de la portada y arte de edición.

A Christian G. Binderfeld, Director Periodístico de Analecta Literaria,

por su amplio apoyo y amistad.

A los que hicieron posible la escritura de este enfoque sobre la Larga

Revolución y su repercusión en las regiones interiores de nuestros

territorios: Héctor Marteau, Dionel Filipigh, Daniel López Salort,

Federico Martín Gómez, Rosana Tejerina Sánchez y Armando Bazán.

Al CONICET y la Academia Nacional de la Historia, por el apoyo

brindado en el curso de la escritura de una historia accesible a todos

los lectores.

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Page 13: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Palabras PreviasLa larga Revolución

Ha sido un placer disfrutar del intercambio generado con el excelente

equipo transdisciplinario que trabajó en este libro. Intelectuales del

país interior con miradas y re-flexiones integradoras acerca de un

transcurso histórico que implosiona en las vísperas del

“Bicentenario”.

Los estudios de cada uno de los colaboradores iluminan acerca de

aspectos poco conocidos acerca de la larga revolución de Mayo. Un

extenso proceso que comprende actos precursores, como los

protagonizados por los levantamientos liderados hacia 1780 por José

Gabriel Condorcanqui en el arco andino (insurrección contra el

régimen monárquico español que tuvo su onda expansiva en el

noroeste argentino).

Más tarde, se prepara la llamada “Revolución de Mayo de 1810”.

Historiadores como Vicente Oieni expresan: “Mayo es un ‘lugar’ opaco

de la memoria que las corrientes historiográficas, liberales,

revisionistas y marxistas, cada una de ellas con sus variaciones de

énfasis en uno y otro aspecto, trataron de “iluminar” desde

perspectivas teleológicas o reduccionistas. Pero la opacidad de

“mayo” es persistente, desafía al historiador que desprevenido recae

con frecuencia en anacronismos y presentismos.”

Se hace necesario, entonces, abrir el horizonte hacia nuevos

itinerarios interpretativos: la sociología, la historia de las ideas, la

historia cultural y la historia política, dentro de un haz de 13

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posibilidades que ofrece la construcción de la historiografía

contemporánea, ya despegada de los moldes tradicionales y de los

arquetipos que nos mostraron las revistas que leíamos en nuestra

infancia.

Actos declamatorios como el del 9 de julio de 1816 también signan

momentos importantes en el proceso de ruptura con la península.

Pero observando en perspectiva podemos concluir que la Revolución

ordenada desde Buenos Aires, -quien se arroga el rol de “hermana

mayor”-, no fue una empresa fácil. Casi 15 años de sangre y lucha en

las fronteras móviles de los Virreinatos, con pérdidas irreparables

constituirían los síndromes de “Mayo”.

En 1921 muere Martín Miguel de Güemes, quien luchaba con sus

gauchos y sin ayuda del gobierno central para cumplir el plan

continental de San Martín y Belgrano. Recién en 1924, con la batalla

de Ayacucho podríamos, quizás, decir que nace una construcción

identitaria independiente de España. Los peninsulares, que habían

vencido a Napoleón, no logran doblegar a las tropas multiétnicas del

Virreinato y deben reemplazar su “roto pabellón” por la bandera

blanca de la rendición.

Como constatan Pablo Camogli y Luciano Privitellio en su libro

Batallas por la libertad: “Aquel 9 de diciembre de 1824, a pocas

leguas de Cuzco, nueve mil trescientos godos, comandados por el

Virrey José de la Serna y el General José Canterac, fueron vencidos

por cinco mil trescientos patriotas provenientes de los que hoy son

Colombia, Venezuela, Perú, Chile, Paraguay, Bolivia y Argentina. En

definitiva, una gran unión de fuerzas americanas para luchar contra el

poder español en el continente”.

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Page 15: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Pero Ayacucho, que en nuestra visión, marca la fecha de nacimiento

de la gran nación independiente, también sería, en el enfoque del

tiempo largo, un hito en la historia de las sucesivas colonizaciones

que los pueblos de Sud América han desafiado. Inmigración y

desierto. Civilización y Barbarie. Diseños y figuraciones que van

mutando con los años.

Postglobalizados, hipermediatizados, asomados desde el borde del

ciberespacio, los habitantes de la nación argentina se preguntan hoy

cuántas batallas más habremos de librar hasta cristalizar una

constitución definitiva como “nación” independiente. Un relato de

coloniaje exterior e interior, de lucha por el poder. Con sangre de

inocentes que ha corrido en las últimas décadas traumáticas. Un

relato de democracias desfiguradas y amenazadas que buscan

todavía su modelo más estable.

Esa es nuestra identidad: plural, conflictiva y transculturadora. La

aceptamos. Y seguimos fieles a ella, tratando de construir nuestro

destino sudamericano.

Alicia Poderti Buenos Aires, Mayo de 2010

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I

Estudio Preliminar

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18

Page 19: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Proceso Formativo de la ArgentinaRegiones, ciudades, provincias, nación.

Alicia Poderti y Armando Bazán1

Las regiones: enfoque global de su conformación y

características. Centro, Noroeste y Cuyo.

1. Preliminares

En el estudio de la historia argentina ha predominado un enfoque

centralista que ha distorsionado la secuencia cronológica de su

desarrollo y ha contribuido a transmitir la idea de un proceso de

uniformidad donde las partes constitutivas quedan subordinadas a las

pautas fijadas desde el puerto rioplatense, derecho-habiente de la

antigua metrópoli española. Ese criterio prejuicioso fue sostenido

desde el alumbramiento de nuestra nacionalidad. En el Cabildo

Abierto del 22 de mayo de 1810, cuando el fiscal impugnó la

legitimidad del título de Buenos Aires para resolver de formación de

gobierno propio, sin previa consulta a “los pueblos” de Virreinato, uno

de los dirigentes criollos argumentó que esa decisión la tomaba en su

1 El Lic. Armando Bazan es Vicepresidente y miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia. Doctor Honoris Causa de la Universidad Católica. Profesor titular de Universidades argentinas. Ex Investigador de carrera del CONICET, también se desempeñó como integrante del Directorio de esa Institución. Miembro de las Academias de Historia de España, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil, Puerto Rico, Guatemala y Colombia. Entre sus publicaciones relevantes han de distinguirse: Pavón y la crisis de la confederación. Equipos de Investigación Histórica. Buenos Aires, 1966; Ángel Vicente Peñaloza. Buenos Aires, Hachette, 1969, Felipe Varela, su historia. Buenos Aires, Plus Ultra, 1975; Historia de La Rioja. Colección “Historia de Nuestras Provincias” Buenos Aires, Plus Ultra, 1979; Historia del Noroeste argentino. Buenos Aires, Plus Ultra, 1984; El Noroeste y la Argentina contemporánea. Buenos Aires, Plus Ultra, 1992, Esquiú. Apóstol y ciudadano, Buenos Aires, Emecé, 1996, La cultura del noroeste argentino. Buenos Aires, Plus Ultra, 2000, etc.

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condición de “Hermana Mayor”, supeditada a la ratificación posterior

por los Cabildos del interior.

Esa idea hegemónica de filiación política echó raíces en nuestra

historiografía. Más de un siglo después, un historiador llegó a decir

que la historia nacional guarda semejanza con la Historia de Roma,

donde siempre el impulso directriz que modeló el curso de los

acontecimientos partió del centro a la periferia. Este esquema

interpretativo porteño-céntrico fue cuestionado por Antonio Pérez

Amuchástegui cuando dijo que “la historia se hacía y se escribía en

Buenos Aires y para Buenos Aires, islote civilizado al borde de las

llanuras y las serranías salvajes”. La reivindicación del protagonismo

del Interior, iniciada por Joaquín Carrillo en 1877, con su libro Jujuy.

Provincia Federal Argentina, fue proseguida por destacados

historiadores regionales, pese a lo cual este género historiográfico

tuvo un papel ancilar en la explicación de nuestro pasado.

Una visión abarcadora de la formación nacional, medida en el tiempo

largo, demuestra que la matriz originaria fueron las regiones geo-

históricas: Tucumán, Cuyo, Río de la Plata, espacio territorial al que se

incorporaron más tarde el Chaco Gualamba, la Patagonia y las tierras

australes. Esto fue así desde el tiempo precolombino. Primero fueron

las regiones, después las provincias y, por último, la nación. Cada

región define no sólo un horizonte geográfico, sino, principalmente,

una realidad étnica y un acervo cultural. Los diaguitas, juríes y

comechingones del “país de Tucma”, los huarpes del “país de Cuyo”,

eran pueblos sedentarios agroalfareros que, sin perjuicio de patentes

asimetrías, habían alcanzado antes de la conquista española un

desarrollo cultural superior al que exhibían los aborígenes instalados

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en la región rioplatense, el Chaco y la Patagonia, anclados en el

estadio primitivo de los cazadores y recolectores.

Esa brecha cultural se profundizó cuando los incas del Tawantinsuyu

incorporaron a sus dominios Tucumán y Cuyo (1470-1480) durante el

reinado de Túpac Yupanqui. La conquista no fue solamente política,

significó también un cambio cultural. Se organizaron provincias o

curacazgos para administrar las tierras conquistadas; se construyó el

“camino del Inca”, de fábrica similar a las vías romanas, con tambos y

postas para el aprovisionamiento de los viajeros. En sitios

estratégicos, los incas edificaron fortalezas o pucaráes, recintos

fortificados de vasta dimensión, con la finalidad de prevenir

alzamientos e invasiones. Entonces comenzó a difundirse la lengua

quechua o “general”, que tanta importancia tuvo posteriormente para

facilitar la comunicación con los pueblos tributarios que hablaban

lenguas particulares, caso del “cacán” de los diaguitas y el “allentiak“

de los huarpes.

Las noticias sobre el Tucumán y Cuyo son abundantes en las crónicas

y descripciones coloniales. Se las debemos a González Fernández de

Oviedo, Mariño de Lovera, Alonso de Bárzana, Fray Reginaldo de

Lizárraga y el Inca Garcilaso de la Vega, entre otros escritores. En sus

Comentarios Reales, Garcilaso refiere que el reino llamado “Tucma”,

que los españoles designaron Tucumán, fue conocido en su existencia

por el Inca Viracocha (1350-1420) cuando visitaba la región de

“Chuqui-Chaca” (Charcas). Ahí recibió a embajadores de ese reino,

quienes le pidieron ser recibidos como vasallos de su imperio.

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Page 22: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La nación más importante de esa región, conquistada más tarde por

Túpac Yupanqui, era la diaguita. Sus parcialidades estaban radicadas

desde Salta hasta La Rioja y el norte de San Juan. Las fuentes

literarias y las comprobaciones de la arqueología revelan que los

diaguitas se organizaron en pueblos cuya ubicación respondía a su

género de vida y mejor aprovechamiento de los recursos naturales.

Siendo agricultores y recolectores, el agua y las formaciones

boscosas tuvieron importancia decisiva para configurar su geografía

política.

Siguiendo el camino del Inca hacia el sur, pasando la tierra de los

capayanes, se entraba propiamente en la región conocida como “país

de Cuyo”, que significa “tierra arenosa”. La fisiografía cuyana exhibe

un paisaje desnudo, tipo travesía, salpicado por oasis de variada

dimensión donde la tierra se transforma con el beneficio del riego.

Esta proviene de algunos ríos importantes y caudalosos originados en

los deshielos de la Cordillera de los Andes: el San Juan en el valle de

Tulún, el Mendoza en el valle de Güentota, el Tunuyán en el valle de

Uco. Hay otros de menor caudal como el que riega el valle de Conlara

(San Luis), y en el vértice donde se juntan las actuales provincias

cuyanas, los desagües del San Juan y del Mendoza había formado las

lagunas de Guanacache, donde abundaba la pesca.

En vísperas de la conquista española, esa era la tierra de los huarpes,

indios de idiosincracia pacífica muy diferentes de los belicosos

diaguitas y araucanos. El cronista Alonso de Ovalle los caracterizó

como individuos “altos, delgados y bien tallados”. Las mujeres eran

agraciadas y su donosura no pasó inadvertida para el superior de la

residencia jesuita cuando solicitó misioneros para evangelizar a los

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Page 23: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

naturales de la región. Recomendaba que los sacerdotes no fueran

demasiado jóvenes “por ser las indias muy fermosas...”. Los huarpes

constituyeron dos grupos diferentes con lenguas que nada parecían

tener en común: el “allentiak”, hablado por las parcialidades de

Tulún, Guanacache y Calingasta, y el “millcayac”, propio de los

moradores de Mendoza y San Luis. A diferencia de los diaguitas, no

basaron su economía exclusivamente en la agricultura. Ese fue el

género de vida predominante en las tribus asentadas en la ribera de

los ríos, mientras que los laguneros de Guanacache eran pescadores

y las parcialidades ubicadas en la zona montañosa complementaban

con la caza y su corta agricultura.

2. Organización política en el tiempo colonial

Este mundo indoamericano que hemos descripto comenzó a

derrumbarse con la conquista española. Ella tuvo principio con la

expedición de Diego de Almagro (1536), hecho sincrónico con la

entrada de Pedro de Mendoza en el Río de la Plata. Socio de Francisco

Pizarro en la empresa conquistadora del Perú, a él le había

correspondido, en el reparto de las tierras imperiales, el reino de

Chile. Decidido a conocer sus dominios, escogió para su viaje el

camino del Inca, que atravesaba de norte a sur la región del Tucumán

y el país de Cuyo. Trajo consigo una hueste numerosa de soldados

españoles y de indios de servicio, y para orientar su derrotero e

imponer mejor su autoridad se hizo acompañar por el Inca Paullu,

pariente de Atahualpa, el destronado señor de Cuzco.

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Page 24: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La expedición fue solo un reconocimiento de tránsito: pasó por

Tilcara, Chicoana y el Shincal, y torció luego hacia Chile por

Guatungasta, el Paso de Comecaballos y su desecho de Pircas

Negras, ubicados ambos en el actual territorio riojano. Sorprendido

por una tempestad en la Cordillera, el ejército invasor sufrió la

pérdida de muchos hombres y arte de su caballería. El cruce se hizo

en el otoño de 1536 y al cabo de 18 meses desde su salida del Cuzco

emprendió su regreso, pero esta vez por la travesía de la costa o

“despoblado de Atacama”.

La exploración sistemática del Tucumán se concretaría después, a

partir de 1542, con la entrada de Diego de Rojas y proseguida a su

muerte por Francisco de Mendoza con tenacidad y padecimiento

increíbles. Un vasto territorio extendido desde Jujuy hasta el río

Paraná fue explorado palmo a palmo y puso en contacto a los

españoles con las numerosas parcialidades aborígenes que lo

habitaban. Viene al caso decir que, en ese momento, se había

malogrado la primera fundación de Buenos Aires, realizada por Pedro

de Mendoza con notable despliegue de hombres y recursos. Sus

restos sobrevivieron en Asunción (Paraguay), fundada en 1541 por

Domingo Martínez de Irala.

Los magros frutos del poblamiento en el Río de la Plata fueron

compensados por los progresos que registró la colonización de

Tucumán y Cuyo. El “Pacificador del Perú”, licenciado La Gasca, dio

provisión en 1549 al capitán Juan Núñez del Prado para internarse en

el Tucumán con el mandato concreto de fundar un pueblo en la

región. Trajo soldados fogueados en la guerra civil contra el rebelde

Gonzalo Pizarro, a quienes se estimó prudente erradicar del Perú para

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Page 25: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

prevenir nuevos alborotos. Núñez del Prado acometió con

responsabilidad su misión. En 1550 fundó en el sitio de Ibatín la

ciudad de Barco con todas las formalidades de rigor. Pero la

adversidad no vino de los indios sino de los propios españoles.

Francisco de Villagra, enviado por Pedro de Valdivia desde Chile para

solicitar refuerzos en el Perú a fin de afrontar la guerra contra los

araucanos, se le cruzó en su camino. El conquistador “chileno”

cuestionó que la ciudad fundada por Núñez se hallaba en jurisdicción

asignada al gobernador y capitán general de Chile. Ese argumento,

apoyado en una relación de fuerzas desigual, persuadió a Núñez de

Prado para trasladar su ciudad al Valle Calchaquí, y así nació la

efímera “Barco II”. El sitio no era el más apropiado, pues se hallaba

en el corazón de tribus indómitas y hostiles. Aconsejado por las

circunstancias, levantó su portátil ciudad y la trasladó a tierra de

juríes, junto al río del Estero. Quiso su mala fortuna que ahí chocara

con el arrogante Francisco de Aguirre, quien lo tomó prisionero, anuló

las mercedes de tierras y repartimientos de indios que había

concedido y resolvió trasladar “Barco II” apenas a media legua de

distancia, atribuyéndole el carácter de una nueva fundación. Así nació

Santiago del Estero (1553) y Aguirre se llevó la gloria de la primera

fundación en el Tucumán.

Otros cosecharían los frutos del trabajo precursor de Núñez de Prado.

Sus andanzas infatigables por tierras de diaguitas, lules y juríes

fueron fecundas para el develamiento de la región y confirmar

noticias anteriores sobre riquezas verdaderas o anheladas. Por de

pronto, sirvió para orientar la política colonizadora en el Tucumán con

la Real Cédula expedida por Felipe II en 1563, que creó la

Gobernación separada de Chile, dependiente del Virrey de Lima en lo

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Page 26: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

político y de la Real Audiencia de La Plata en materia de justicia. Con

ello terminaron los conflictos entre los españoles de Perú y Chile, tan

perniciosos para el progreso de la conquista. Hasta ese momento,

varias fundaciones se habían malogrado. Además de la Barco de

Núñez de Prado, el empeño de Juan Pérez de Zurita hizo nacer

Londres, Cañete, Córdoba de Calchaquí y Nieva, emplazadas donde

hoy están las provincias de Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy,

respectivamente. Ninguna duró. Cuando se creó la Gobernación sólo

una ciudad trataba penosamente de sobrevivir, flagelada por la

miseria y asediada por los indios. Era Santiago del Estero, definitiva

versión de la portátil “Barco” de Núñez de Prado. No había otro

asiento español en todo el territorio argentino, por eso a ella le cabe

el justo título de “madre de ciudades”.

La Gobernación dio consistencia a una verdadera política fundacional

que sobrepuso las ideas a los hechos consumados, la previsión

inteligente a la improvisación y la aventura. Si es cierto que hubo

resistencia y hostilidad de los indígenas, la mayoría de las

fundaciones se perdieron por falta de adecuación de los medios a los

fines y debido a las arteras acechanzas de los propios conquistadores.

La definición de una política fundacional por la Corona y su inteligente

implementación por funcionarios notables como el oidor Matienzo de

la Real Audiencia de Charcas y el Virrey Toledo, hizo nacer en sólo

treinta años a las ciudades que dieron consistencia política a la

Gobernación, San Miguel (1565), Talavera (1567), Córdoba (1573),

Salta (1582), La Rioja (1591) y San Salvador de Jujuy (1593). Sólo

quedaba pendiente la repoblación de Londres, laborioso proceso que

habría de consumir más de un siglo.

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Page 27: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Mientras tanto, ¿qué sucedió en el país de Cuyo? Las primeras

noticias precisas que se tuvieron del Perú sobre el territorio de Chile

fueron proporcionadas por Almagro al regresar de su expedición.

Tomó tiempo organizar una nueva campaña. Tres años después fue

puesto a la cabeza de la misma a Pedro de Valdivia, quien hizo una

penosa marcha por el “despoblado de Atacama” y junto al río

Mapocho fundó -el 12 de febrero de 1541- la ciudad de Santiago del

Nuevo Extremo. Ella sería la base de operaciones para poseer el

territorio chileno, y más tarde intentar el poblamiento del país de

Cuyo, allende la Cordillera. La empresa fue harto difícil y consumió

muchos años. El obstáculo más serio consistió en la feroz oposición

de los indios araucanos. Empeñado en conseguir refuerzos para esa

guerra, Valdivia sube al Perú, convulsionado por la guerra civil

desatada por la rebelión de Gonzalo Pizarro. El conquistador de Chile

puso su espada al servicio del Pacificador La Gasca, triunfador en la

contienda a favor de la causa del rey. Este servicio le fue premiado

con su nombramiento como Gobernador y Capitán General de Chile,

en 1548. Calificado con estos títulos regresó a Santiago, sede de su

gobierno. Su preocupación absorbente era la guerra con los

araucanos y la experiencia le indica que carece de fuerza suficiente

para someterlos. Entonces envía a su teniente Francisco de Villagra

para reclutar soldados en el Perú. Ahí el Pacificador La Gasca lo

autoriza a levantar bandera de enganche, y cuando consigue reunir el

contingente necesario emprende el regreso por el camino del Inca.

Mientras permanece en la recién fundada ciudad de Barco, Francisco

de Villagra recibe la noticia de que en las comarcas del sur está la

ciudad de los Césares, leyenda que se difundió en el Tucumán a partir

de la expedición del capitán Francisco César. La codicia del oro, que

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Page 28: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

encendió la imaginación de los conquistadores, lo impulsa a apresurar

su marcha. No encontró la legendaria ciudad, pero tuvo el mérito de

ser el primero en descubrir el país de Cuyo, en 1551. Luego de

explorar la región de los valles de Conlara y Güentota (Mendoza),

concede encomiendas a los miembros de su expedición y regresa a

Santiago.

La guerra de Arauco impidió por varios años la posesión afectiva de

las tierras cuyanas habitadas por los huarpes, donde caudalosos ríos

fertilizan el páramo con sus aguas. Hubo otros hechos que dilataron la

empresa. Valdivia halló trágica muerte en Tucapel (1553) peleando

con los araucanos y entonces se planteó el litigio por la sucesión

entre Villagra y Aguirre. La Audiencia de Lima falló desalentando los

títulos que ambos invocaron para gobernar Chile y difirió ese

pronunciamiento para el nuevo Virrey Marqués de Cañete, quien lo

recibió en Lima a mediados de 1556. Con criterio nepótico nombró a

su hijo, García Hurtado de Mendoza, como Gobernador y Capitán

General de Chile, decisión que contrarió profundamente a los viejos

conquistadores. A su iniciativa se debe el envío de expediciones al

Tucumán y Cuyo. Para la jornada conquistadora en Cuyo designó a

Pedro del Castillo, quien el 2 de marzo de 1561 asentó en el valle de

Güentota la ciudad de Mendoza, nombre escogido para halagar a su

comitente. Alzó el rollo de la justicia, nombró alcaldes y regidores

para el Cabildo, puso a la ciudad bajo el patronato de San Pedro, trazó

la planta urbana y repartió solares a los vecinos “para ahora y para

siempre jamás”. Así nació la primera ciudad española en la región

cuyana.

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El poblamiento de Cuyo se afianzó con la fundación de San Juan de la

Frontera, en el valle de Tulún, el 13 de junio de 1562. Su hacedor, el

capitán Juan Jufré, nombrado por el nuevo gobernador de Chile,

Francisco Villagra, concretó ese asiento con sólo 32 vecinos, fijo su

traza urbana en 25 manzanas de 150 varas de lado. Adoptó como

patrono a San Juan Bautista –de ahí su nombre. Y la llamó “de la

frontera” por considerar que se hallaba confinando con Tucumán.

Antes de realizar esa fundación, había trasladado “a dos tiros de

arcabuz” la Mendoza de Pedro de Castillo. El cambio de sitio quiso

legalizar una nueva fundación que tuvo por nombre “Ciudad de la

Resurrección”. Pero esa denominación nunca prosperó y siguió

llamándose Mendoza “por siempre jamás”.

El plan colonizador en Cuyo demoró treinta años en avanzar hacia el

oriente, en dirección a Buenos Aires, refundada por Juan de Garay en

1580. Ejecutor de esa empresa fue el general Luis Jufré Meneses,

quien completó así la obra de su progenitor. A él se debe la fundación

de San Luis de Loyola, Nueva Medina de Río Seco (1594), en fecha

que no ha podido precisarse por la desaparición del acta respectiva.

Cuando regresó a San Juan, halló a la ciudad inundada por el río por

cuyo motivo resolvió trasladarla 25 cuadras al sur, en el sitio donde

hoy perdura.

“Con la fundación de las tres capitales cuyanas –dice Horacio Videla-

la obra colonizadora en la región quedó concluida (...) y librada a su

evolución natural”. Pero mucho antes, ese territorio había sido

organizado políticamente en forma de un Corregimiento dependiente

de la Gobernación de Chile. Así lo dispuso la Audiencia de Concepción

en 1565, erigiendo a Mendoza como sede del gobierno para toda la

29

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región. Esta decisión ratifica la política adoptada por España en el

Tucumán de adecuar las jurisdicciones políticas a los ámbitos

regionales preexistentes. En ese marco se fundaron las ciudades o

municipios, en sitios estratégicos que tuvieron la responsabilidad de

concretar el proceso colonizador. La posesión de la tierra y el

sometimiento de la población autóctona se instrumentaron a través

de las mercedes de tierra y las encomiendas de indios, beneficios

concedidos a los fundadores y sus descendientes.

3. El mestizaje

La colonización no habría podido cimentarse si no hubiera ocurrido un

generalizado mestizaje del conquistador con el aborigen. La

desigualdad numérica del blanco respecto del indígena era

abrumadora. Los exiguos contingentes que fundaron las ciudades

ocuparon tierras pobladas por tribus numerosas, pacíficas a veces,

como los huarpes, pero casi siempre hostiles y aguerridas como las

parcialidades diaguitas. Núñez de Prado trajo consigo desde el Perú

70 hombres y con ellos fundó Barco en tres asientos distintos. Su

enemigo, Francisco de Aguirre, vino desde Chile con 60 soldados y

eso le bastó para hacer el traslado-fundación de Santiago. Acabamos

de referir que San Juan se creó con 32 vecinos. Por lo demás, la

mayoría de esa gente eran varones y tuvo descendencia con las

mujeres del país, si bien esas uniones no aparecen registradas en los

libros parroquiales. Los prejuicios de la época cohibían dar estado

matrimonial a esos amancebamientos. El hijo de español y de india se

anotaba en el libro de “naturales”, sin mención del nombre del padre.

El caso del hidalgo Juan Eugenio de Mallea, fundador de San Juan, que

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Page 31: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

desposó a la hija del cacique de Angaco, bautizada con el nombre de

Teresa de Ascencio, significa un caso excepcional.

De este modo comenzó el fenómeno del mestizaje que originó una

nueva sociedad, antropológica y culturalmente distinta de sus

elementos constitutivos. Más tarde, esa mezcla de sangre, inculcó a

la población africana introducida mediante el tráfico de la esclavitud.

Entonces el cuadro étnico se hizo más complejo y diverso. Los censos

del siglo XVIII registran la presencia de españoles europeos y

americanos, indios y mestizos, negros, mulatos y zambos. El dato

relevante es la irrupción masiva del negro, especialmente en el

Tucumán, donde hacia 1778 constituye el 45 % de la población.

Solamente en Jujuy y La Rioja aparece el indio como grupo

mayoritario. Por lo que concierne a Cuyo, dicho censo demuestra que

los blancos eran el estrato mayoritario con el 42 % de la población,

aunque no deja de ser significativa la presencia de naturales y de

negros.

Progresivamente, el mestizaje borró las barreras diferenciadoras de

las etnias y, de este modo, la mezcla de los distintos grupos fraguó la

sociedad criolla cuya identidad definitiva se cimentó en el siglo XIX.

Ella protagonizó el proceso emancipador, tanto en funciones de

conducción como de apoyo militar y económico. Sin esa adhesión

popular la revolución americana habría sido un objetivo inalcanzable.

4. Estructura productiva y ejes de circulación económica.

El destino de las esmirriadas ciudades fundadas por España estuvo

estrechamente relacionado con el problema de su organización

31

Page 32: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

económica y productiva. Frustrada la ilusión de la riqueza fácil

merced a la minería, los colonizadores debieron resolver la necesidad

del sustento con el trabajo de la tierra utilizando la mano de obra

indígena. Se introdujeron semillas, plantas de Castilla y ganadería de

ese origen. Poco después de la fundación de Santiago del Estero, el

capitán Hernán Mejía Miraval llevó desde Chile las primeras semillas

de trigo, algodón, cebada y sarmientos de vid. Y también árboles

frutales como naranjos y limoneros. Estas especies vegetales fueron

la base de esa transformación económica. El algodón prosperó en el

clima seco y cálido de algunas ciudades del Tucumán. En mayo de

1710, el cabildo de Catamarca resolvió oficializar como “moneda de

la tierra” al hilado de algodón a razón de dos pesos la libra.

Asegurado el preciso sustento para los cortos vecindarios y los indios

de los repartimientos, hubo que pensar en la producción de

excedentes para su colocación en los mercados disponibles. En lo

que atañe al Tucumán sabemos que, desde principios del siglo XVII,

se había establecido un activo comercio con Potosí, donde el sueño

minero de los conquistadores tuvo fortuita concreción. Ahí estaba la

Sierra de la Plata que buscaron porfiadamente los españoles entrados

por el Río de la Plata. La fiebre minera atrajo multitud de españoles e

indígenas y comenzó a tomar forma el milagro americano de Potosí.

Hacia 1573/75 se construyó la Casa de Moneda donde se acuñaron

los pesos fuertes o “reales de a ocho”, patrón monetario de

Hispanoamérica.

Levantada en sitio áspero y desabrido, Potosí producía solamente

plata, en marcos o amonedada, motivo por el cual su abastecimiento

debía ser cubierto por las regiones vecinas del Virreinato. Tucumán

encontró ahí su gran mercado. La Rioja vendía sus vinos, pasas y

32

Page 33: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

pelones; Catamarca, lienzo y pabilo de algodón; Santiago del Estero,

cera, miel, añil y tejidos de lana; San Miguel, ganadería, tabaco y

maderas. Salta, que llegó a ser la plaza comercial más próspera de la

región, era el nudo del comercio para la internación de mulas en el

Alto Perú y Bajo Perú. Ya en 1603, cuando las ciudades acababan de

nacer, una Relación sobre la Villa y Minas de Potosí consigna que de

Tucumán entraban anualmente artículos diversos por valor de 100 mil

pesos. Dos siglos después, solamente el comercio de mulas reportaba

transacciones de 500 mil pesos en la plaza de Salta, que se

duplicaban o triplicaban cuando los animales eran vendidos en las

ciudades del Perú.

¿Que ocurrió en Cuyo? Cuando Mendoza era un núcleo urbano

incipiente, con fama de estar situada en una tierra pobre, tuvo que

resolver problemas fundamentales, comenzando por la irrigación. Los

vecinos aprovecharon el sistema indígena de canales y acequias para

regar sus chacras y huertas. Por eso una de las preocupaciones

constantes del Cabildo fue mantener limpios y expeditos dichos

acueductos. Esto aseguró el beneficio de la tierra para cosechar trigo,

maíz, cebada y desarrollar la fruticultura: durazneros y

principalmente viñas. En las estancias se criaban vacas, ovejas y

caballos. Edberto O. Acevedo consigna datos relativos al año 1604

sobre la tasación hecha por el Cabildo a esos productos. La

descripción del Fray Reginaldo de Lizárraga y la crónica de Mariño de

Lovera resaltan la importancia de la producción agrícola en Cuyo.

Esos primeros testimonios coinciden en señalar la abundancia y

calidad de sus frutos, especialmente de sus viñas. Posiblemente, los

comerciantes seguían utilizando el camino del Inca que Lizárraga

recorrió en toda su extensión. El allanamiento posterior del itinerario

33

Page 34: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

hacia Buenos Aires, que atravesaba San Luis, Río Cuarto y Arequito,

permitió conducir los productos del agro cuyano en las sólidas

carreteras mendocinas.

“A medida que se extienden los cultivos –dice Ana Castro- se trazan

nuevos cauces de riego (...) a mediados del siglo XVIII existen ochenta

y seis acueductos derivados de los ríos Mendoza y Tunuyán”. Hacia

1759 la superficie cultivada se había ampliado considerablemente. La

fertilidad de la tierra y la variedad de especies se destacan en

numerosos documentos de la época. Esta visión optimista sobre la

economía cuyana debe ser matizada con un autorizado testimonio de

ese tiempo: la relación del Intendente de Córdoba, Marqués de

Sobremonte (1785) originada en la visita que practicó a esa

jurisdicción. Esta comenzó en San Luis de Loyola, “de corta

población”, en cuya planta urbana sólo vivían 818 personas, entre

vecinos y simples moradores. La impresión que transmite el

funcionario es de pobreza, tanto que el Cabildo no tenía ingresos por

el ramo de “propios”. La economía se sustentaba, primordialmente,

de la ganadería: setenta mil ovejas, catorce mil vacunos y diecisiete

mil caballos. La ocupación de los hombres consistía en llevar ganado

a Chile, el alquiler de mulas y desempeñarse como peones en las

tropas de carreta. La industria de las mujeres era la tejeduría de

ponchos y frazadas que se comercializaban en Chile.

Mendoza, más importante por su población y economía, exhibía una

próspera agricultura donde sobresalían los cultivos de frutales y

viñas. Practicaba un intenso tráfico de carretería que se apoyaba en

la internación de sus productos en el reino de Chile. Más de mil

carretas se utilizaban con ese objeto. La mayor capacidad tributaria

34

Page 35: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

de la población se reflejaba en el ramo de “propios” que rentaba al

Cabildo 400 pesos anuales.

En lo concerniente a San Juan, su planta urbana era más pequeña que

la de Mendoza pero con edificación más compacta. El rubro comercial

que la sustentaba eran los vinos y aguardientes, que se vendían en

Córdoba y también pasaban a Salta y al Perú. El transporte se hacía

principalmente por el sistema de arrias y, secundariamente con

tropas de carretas. El Cabildo recaudaba anualmente doscientos

pesos por ramo de “propios”.

5. Situación demográfica de las regiones mediterráneas.

El poblamiento de Tucumán y Cuyo se consolida durante el siglo XVIII.

Las ciudades crecen moderadamente en población, las campañas se

pueblan de estancias y cuando la mano de obra indígena comienza a

escasear por el agotamiento de las encomiendas, se hace preciso

comprar a buen precio negros esclavos para sustituir al indio en los

trabajos rurales y domésticos. Ese crecimiento demográfico fue

modesto porque no hubo aquí nada parecido a Potosí, donde la

minería causó un aumento espectacular de la población que convirtió

a la ciudad en la más populosa de Hispanoamérica.

Correlativamente, los pueblos indios fueron disminuyendo en número

y en habitantes por causas diversas. En tiempos de paz, porque fue

inveterado el abuso de los encomenderos de sacar a los aborígenes

de sus tierras para hacerlos trabajar en sus estancias o bien llevarlos

a Potosí y a Chile; en tiempos de guerra, porque la profunda

conmoción que significaron las guerras Calchaquíes (1630-1665) con

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Page 36: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

epicentro en Tucumán y repercusión en Cuyo, causó la muerte o el

extrañamiento de muchos pueblos. En lo atinente al objetivo

evangelizador de la Conquista, tan bien interpretado por misioneros

santos como Francisco Solano y el P. Alonso de Bárzana, consta en

reiterados informes de los obispos que la instrucción religiosa del

indio se cumplía deficientemente o simplemente no se cumplía

“porque todo es pleito entre los curas y encomenderos”.

El citado censo de 1778, levantado por orden de Carlos III, demuestra

que la provincia de Tucumán era la más importante del actual

territorio argentino. Incluyendo a Córdoba, que todavía pertenecía a

la gobernación, ella albergaba una población de 126 mil almas sobre

un total de 186 para el Río de la Plata. Córdoba tenía en sus doce

curatos 40.632 habitantes, la jurisdicción más populosa, relegando a

Buenos Aires al segundo lugar con 37.130. En orden de importancia

seguían San Miguel, ya en su nuevo asiento, con 20.104; Santiago del

Estero con 15.456; Catamarca con 15.315; Jujuy con 13.619, Salta

con 11.565 y La Rioja con 9.723.

Mucho menor era la población cuyana. En la comprensión de las tres

ciudades que formaban el Corregimiento vivían un total de 23.411

habitantes distribuidos de la siguiente manera: Mendoza, 8.765; San

Juan, 7.690 y San Luis, 6.956. A diferencia del Tucumán, aquí los

blancos eran mayoría con un porcentaje del 42 % del caudal

demográfico.

Tanto en una como en otra región, el gobierno civil, militar y

eclesiástico estaba en manos de los blancos. Ellos manejaban el

poder económico sustentado en las explotaciones agropecuarias, el

36

Page 37: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

comercio y, además, monopolizaban el prestigio social. Era el

patriciado criollo donde había algunas familias verdaderamente

acaudaladas pero en cuyo seno se manifiesta progresivamente un

fenómeno de diferenciación social: los vecinos feudatarios y los

simples moradores, los pobres y los ricos. Algunos miembros de

familias principales se empobrecieron por la extensión de las

encomiendas o por la creación de mayorazgos o vínculos que excluían

a los hijos menores de la sucesión. Y eso les creó serias dificultades

para afrontar las cargas de la vecindad.

Esta caracterización de la sociedad colonial no sería completa si no

hiciéramos referencia a la fisonomía de las ciudades, según los

testimonios de la época. Las de mejor porte eran Córdoba y Salta. La

primera tenía los mejores templos y casas y contaba con abundantes

materiales de construcción: piedra, cal, ladrillos y tejas. Las

comunidades religiosas tenían allí sus noviciados y por eso disponían

de mayor número de sacerdotes. Los conventos de San Francisco,

Santo Domingo, La Merced y la Compañía albergaban cuarenta,

cincuenta y hasta sesenta religiosos cada uno. La Catedral -sede del

obispado- y la Iglesia de los jesuitas, eran templos de noble

arquitectura y de sólida fábrica. Con algunas modificaciones estos

edificios se conservan como monumentos coloniales hasta la

actualidad. Salta, primero sede de la gobernación y después de la

Intendencia a partir de 1783, exhibía frente a la plaza el edificio del

Cabildo, reedificado casi íntegramente a fines del siglo XVIII. El nivel

de prosperidad de los vecinos principales, beneficiados por el

comercio de mulas con el Perú, se reflejaba en el decoro y

alhajamiento de las casas con el sello arquitectónico colonial. Varias

tenían dos plantas con balcón voladizo sobre la acera, con techos de

37

Page 38: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

tejas y utilización abundante de madera tallada y hierro forjado en

puertas, ventanas y balcones.

Las otras ciudades de Tucumán y Cuyo eran pueblos de poca monta y

casi nada ha sobrevivido a la injuria del tiempo, excepción hecha de

algunos templos y de raras casonas familiares. Entre los primeros,

podemos mencionar la iglesia de Santo Domingo, en La Rioja,

edificada íntegramente en piedra hacia 1623; la Catedral de Jujuy,

construida entre 1761 y 1765, con una sola nave en la que resalta un

precioso púlpito de madera tallada y dorada de excepcional valor

artístico; la iglesia de San Francisco en Tucumán, de nave única y

torre ubicada a la derecha de la entrada. Edificada por los jesuitas,

pasó a ser propiedad de la Orden Franciscana cuando se produjo la

expulsión de aquellos en 1767. Fue reconstruida a mediados del siglo

XIX, pero actualmente se conserva su estructura arquitectónica

original.

Respecto a las ciudades de Cuyo, la relación que escribió en 1785 el

Intendente Marqués de Sobremonte, señala la mala construcción de

las casas, con techos de paja y barro, distinguiendo la mejor fábrica y

comodidades en las de Mendoza. El terremoto que asoló a esta

ciudad en 1861 nada dejó en pie y lo propio ocurrió en San Juan con

el sismo de 1944. Todo ello explica que la reconstrucción de esas

ciudades no haya podido conservar casi nada de la arquitectura

colonial.

6. El mapa político a fines de la época colonial

38

Page 39: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Cuando finalizaba la época colonial, el mapa político del territorio

argentino estaba configurado por la Real Ordenanza de Intendentes

de 1782. Ésta había introducido modificaciones en cierta forma

convencionales en la estructura jurisdiccional anterior, apoyada en las

regiones preexistentes a la conquista, caso de Tucumán y Cuyo.

Formando parte del Virreinato del Río de la Plata, funcionaban las

Intendencias de Buenos Aires, Salta y Córdoba, de las cuales

dependían municipios sufragáneos con sede en las antiguas ciudades

fundadas en los siglos XVI y XVII. Subordinadas a la Intendencia de

Buenos Aires estaban Santa Fe y Corrientes. De Salta dependían

Santiago del Estero, San Miguel, Jujuy, Catamarca, Orán y Tarija,

ciudad esta última que pasó luego a formar parte de la nación

boliviana. La Intendencia de Córdoba había incorporado a La Rioja,

separándola de Tucumán, y a las ciudades de Mendoza, San Juan y

San Luis, que formaron el Corregimiento de Cuyo cuando dependía de

la Capitanía General de Chile.

Cada municipio tenía su propio Cabildo, órgano que constituía la

institución vertebral de la ciudad indiana. Ejercía el gobierno local en

los ramos más diversos: políticos, administrativos, judiciales y hasta

religiosos cuando se trataba de solemnizar las fiestas del santo

patrono. Sus miembros eran elegidos entre los vecinos principales

que formaban el patriciado criollo.

En lo que atañe al aspecto territorial, las ciudades tenían sus límites

fijados por sus fundadores en autos de jurisdicción. Hubo excepciones

a esta práctica legal, caso de Buenos Aires, Tucumán y La Rioja. Esos

límites no siempre fueron definidos con precisión y comprendían las

vastas campañas circundantes pobladas por pueblos de indios y

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Page 40: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

estancias de españoles. Los primeros casi se habían extinguido, si

bien sobrevivían en pleno proceso de decadencia. Los más

importantes estaban en las antiguas Misiones, y los hubo también

hasta avanzado el siglo XIX, en Jujuy, Salta, Santiago del Estero, la

Rioja y Guanacache.

Ricardo Zorraquín Becú, que ha estudiado con profundidad al Cabildo

indiano, advierte que desde su instalación hasta 1810 se había

operado una progresiva disminución de sus atribuciones, agudizada

con la implantación del régimen de Intendencias. Subordinados al

Intendente, sus providencias eran apelables ante la Real Audiencia, si

eran sobre materias de gobierno y justicia y ante la Junta Superior de

la Real Hacienda cuando se trataba de asuntos tributarios o

financieros. En todas las ciudades sufragáneas, los Intendentes se

hacían representar por Subdelegados de Real Hacienda y Guerra que

sustituyeron a los antiguos Tenientes de Gobernador.

7. La revolución y el protagonismo de los Cabildos

La condición de menoscabo político que infligió a los Cabildos el

centralismo borbónico, experimentó un cambio significativo a partir

de la Revolución de Mayo. La Junta Provisional Gubernativa elegida en

Buenos Aires, necesitó en ese momento decisivo de la legitimación

por parte de los “pueblos” que formaban el Virreinato. La tesis de la

retroversión de la soberanía al pueblo por la vacancia del trono

español, desarrollada por Castelli en el Cabildo Abierto del 22 de

mayo, no preveía la consulta a las demás ciudades. Buenos Aires

estaba decidida a reasumir dicha soberanía en nombre de todas las

demás. Por eso la perplejidad que embargó a los dirigentes porteños

40

Page 41: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

cuando Villota, fiscal de la Real Audiencia, cuestionó ese derecho que

se atribuía la capital del Virreinato. La embarazosa situación fue

zanjada con un argumento de necesidad y urgencia: la consulta se

haría “a los pueblos” pero la “hermana mayor” tomaba la decisión de

hacer cesar al Virrey y formar gobierno propio, ad-referendum de lo

que resolvieran aquellos. Así fue como cursaron circulares a las

ciudades para que en Cabildo Abierto designaran los diputados que

concurrirían a la formación del nuevo gobierno. Pero también se

decidió el envío de dos expediciones militares que la Junta puso a las

órdenes de Francisco Ortiz de Ocampo -riojano-, y de Manuel

Belgrano –porteño, como argumento disuasorio de cualquier rebeldía.

Esto creó gran incertidumbre en las ciudades del Norte que se vieron

entre dos fuegos. La reacción realista de Córdoba y la actitud

beligerante que asumieron las Intendencias altoperuanas de

Chuquisaca y Potosí, gobernadas por Vicente Nieto y Francisco de

Paula Sanz, respectivamente. El éxito acompañó inicialmente a la

Expedición Auxiliadora del Alto Perú, que desbarató la resistencia de

Córdoba y cumplió la orden de fusilar a sus dirigentes con Liniers a la

cabeza. Sabemos que en Paraguay la suerte fue adversa para el

ejército del Belgrano, lo cual significó la segregación de dicha

Intendencia del cuerpo político de las Provincias Unidas. Y Montevideo

se sostuvo como bastión realista hasta 1814.

Al margen de la crónica militar, resulta significativo el protagonismo

que adquieren los Cabildos a partir de la Revolución. Si ellos

desconocían a la Junta de Buenos Aires, como sucedió en el Alto Perú,

Paraguay y Montevideo, el nuevo gobierno perdería toda sustentación

legal y política. Es cierto que en algunas ciudades arribeñas,

principalmente en Salta y Jujuy, hubo trabajos revolucionarios previos

41

Page 42: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

que se venían desarrollando desde 1809 con José Moldes y el grupo

de abogados salteños, denunciados como “subversivos” por el Virrey

Cisneros al Intendente Isasmendi. Por su parte, el canónigo jujeño, Dr.

Juan Ignacio de Gorriti, a comienzos de ese año decisivo de 1810,

redactó un documento favorable al cambio político que circuló

ampliamente en Salta y Jujuy.

La circular de la Junta Provisional Gubernativa y del Cabildo de

Buenos Aires llegaron a Salta el 16 de junio. “Atento a la gravedad de

su contenido”, el ayuntamiento resolvió tratar el asunto en un Cabildo

Abierto que se realizó el día 19 con asistencia del Intendente, el

obispo diocesano Videla del Pino, cabildo eclesiástico y vecinos

caracterizados. Por razón de la rigurosa estructura jerárquica creada

por la Corona española, ese pronunciamiento era muy importante

dada la prelación política de la capital de la provincia. Los votos que

expidieron los cabildantes expresan sugestivos matices, como el coto

del ayuntamiento encabezado por los alcaldes, que coincidió con el

Cabildo de Buenos Aires “en su lealtad y obediencia al Rey D.

Fernando VII”. La ingenua aceptación de la proclamada fidelidad de la

Junta Provisional Gubernativa al “amado Fernando VII” para conservar

sus derechos; o bien la complicidad con la trama revolucionaria.

La votación del Cabildo salteño tuvo influencia importante para la

aceptación del cambio político por parte de las ciudades

dependientes de la Intendencia, pues cuando llegaron los oficios de

Buenos Aires casi todos creyeron prudente esperar instrucciones de la

capital. La única que se pronunció morosamente fue Jujuy, en una

actitud comprensible: por su ubicación geográfica estaba en el ojo de

la tormenta, con la amenaza de invasión por los realista del Alto Perú,

42

Page 43: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

duros represores de Chuquisaca y La Paz. El diputado fue nombrado

recién el 3 de setiembre. Asistieron 75 vecinos y resultó elegido por

mayoría el Dr. Juan Ignacio de Gorriti, cuyas ideas a favor del

gobierno de los criollos eran notorias.

Pero si hubo coincidencia en legitimar la instalación de la Junta no la

hubo en cuanto a la elección de los diputados. Esto originó un proceso

conflictivo, especialmente en la propia Salta y en Santiago del Estero,

donde se enfrentaron facciones antagónicas. Feliciano Chiclana,

auditor del Ejército Auxiliar del Perú fue nombrado Intendente, redujo

a prisión a su antecesor Nicolás Isasmendi y confinó a otros hombres

de su facción a San Luis. El nuevo orden comenzaba con un

nombramiento hecho desde Buenos Aires, sentándose un precedente

pernicioso que no sería el último. ¿Cuál era el estado de opinión en

Salta? Chiclana lo definió así: “Una considerable parte de su

vecindario es de opinión contraria... y la restante opina con nosotros;

bien que una y otra poseídas de miedo y temor; y como el que teme

está próximo a obedecer, por esto es que tanto una parcialidad como

otra ha reconocido la autoridad de V.S. y de este gobierno”. El juicio

expresaba el jacobinismo de Chiclana por su rotunda convicción en la

eficacia del temor, política que en la Junta tenía de inspirador a

Mariano Moreno.

Veamos que sucedió en Cuyo. También hubo conflicto en Mendoza. La

capital de la Intendencia se había pronunciado en contra de la

evolución, y en el seno del gobierno local las opiniones estaban

divididas. En el Cabildo Abierto del 23 de junio, los partidarios del Rey

se oponen a reconocer a la Junta. Una nueva asamblea realizada dos

días después designa diputado a Don Bernardo Ortiz, pero el

43

Page 44: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

subdelegado de la Real Hacienda y su gente asaltan el cuartel y se

apoderan del armamento. El giro de los sucesos es parecido a lo

ocurrido en Salta. La Junta interviene designando al teniente coronel

José de Moldes –salteño-, como Teniente Gobernador y Subdelegado

de Hacienda y Guerra. A mediados de noviembre parte a Buenos

Aires el diputado Lic. Manuel Ignacio Molina para incorporarse a la

Junta.

El trámite de la circular del 27 de mayo fue mucho más sencillo en

San Luis. El comandante Manuel Corvalán llegó con ese documento y

otros papeles el 11 de junio y al día siguiente el Cabildo puntano

decide obedecer al nuevo gobierno. Un historiador ha llegado a decir

que "cabe a San Luis la gloria de ser la primer provincia (sic.)

argentina que se adhirió a la Revolución”. Esa decisión tuvo el mérito

de que cuando fue tomada, la reacción realista de Córdoba estaba en

marcha. Todavía el 30 de junio llega a San Luis un propio del

Gobernador Intendente Gutiérrez de la Concha con pliegos instando al

Ayuntamiento a no reconocer la autoridad de la Junta. Fue elegido

diputado el alcalde de primer voto Don Marcelino Poblet pero su viaje

se demoró por falta de recursos para cubrir su dieta. Su incorporación

se produjo el 23 de diciembre de ese año decisivo.

La noticia del cambio de gobierno llegó a San Juan el 17 de junio por

el correo general. También se recibió otro oficio del Intendente de

Córdoba Juan Gutiérrez de la Concha denunciando la constitución

“abusiva” de una Junta Provisional, a la que no se debía reconocer.

También llegaron comisionados de las partes en conflicto -Buenos

Aires y Córdoba-, a fin de alegar en favor de sus causas. ¿Dónde

estaba el gobierno del Rey?, se preguntaron los sanjuaninos. “La

44

Page 45: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

consternación fue general”, dice un informe de José Javier Jofré,

comandante de armas. El Cabildo quiso ganar tiempo para informarse

mejor y finalmente decidió la convocatoria a un Cabildo Abierto el 7

de julio. En medio de la expectativa de la gente reunida en la plaza,

José Ignacio Fernández Maradona, regidor decano, comunicó el

contenido de los pliegos recibidos, aclarando que la Junta de Buenos

Aires se proponía “sostener los derechos de nuestro augusto monarca

el señor don Fernando Séptimo”. Los primeros en hablar fueron los

jefes de las comunidades religiosas: domínicos, agustinos,

mercedarios y frailes hospitalarios de San Juan de Dios. Todos

apoyaron el reconocimiento de la Junta. Se opusieron a ello el

subdelegado de la Real Hacienda, el licenciado Francisco Oscariz,

criterio apoyado por algunos españoles acaudalados. Agotado el

debate, la asamblea aprobó una resolución anodina: no desconocía la

legítima autoridad del gobernador de Córdoba, peso a lo cual el

pueblo sanjuanino debía a obedecer a la Junta de Buenos Aires, sin

prejuicio de declarar su vasallaje al rey don Fernando VII. La elección

del diputado se practicó dos días después, recayendo la mayoría de

sufragios en el alférez real José Ignacio Fernández Maradona.

Pese a estos tropiezos “los pueblos”, cuya expresión institucional

eran los Cabildos, mandaron sus diputados a Buenos Aires y se

incorporaron a la Junta venciendo la oposición deducida por Mariano

Moreno, vocero del centralismo, quien argumentó que la misión de los

diputados era formar un congreso para dictar una constitución,

objetivo distinto del explicitado en la circular del 27 de mayo. Su

contradictor fue el deán Gregorio Funes, diputado por Córdoba, quien

en nombre de sus pares expresó que se atenían al motivo de la

convocatoria. Moreno tuvo que renunciar y, a partir de ese debate,

45

Page 46: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

quedó instalado en diciembre de 1810 un gobierno verdaderamente

representativo de las ciudades que habían legitimado el cambio

político. Desde ese momento comenzaron las contribuciones de las

ciudades con hombres, dinero y vituallas para sostener militarmente

el nuevo orden.

8. Propuesta de Gorriti para organizar un nuevo sistema político

El protagonismo asumido por los Cabildos en el proceso

revolucionario rioplatense se manifestó también en el campo de las

ideas. El diputado jujeño, Dr. Juan Ignacio de Gorriti, cumpliendo

instrucciones de su mandante, presentó un memorial a la Junta. El

documento, fechado el 4 de mayo de 1811 es calificado por Ricardo

Rojas como el más importante de la época. ¿Cuál fue su propuesta?

Sostenía que “en cumplimiento de las solemnes promesas de

establecer la absoluta igualdad de derechos de todos los pueblos”,

debía derogarse la prelación establecida por el antiguo régimen de

ciudades principales y subordinadas, reconociendo a éstas su

autonomía necesaria para ejercer libremente sus derechos. Todos los

ramos del gobierno dependerían del Cabildo y la ciudad contribuiría

anualmente, según su población y comercio, a sostener el gobierno

general del país. Esta propuesta para reformar la organización política

nacional hace de Gorriti el precursor del federalismo municipal, que

llegaría diez años después por la dinámica misma del proceso

revolucionario.

Como la Junta dilató el tratamiento de su moción, Gorriti reiteró el 19

de junio la necesidad de una respuesta. Responsabilizaba de la

demora al diputado Gregorio Funes, representante de Córdoba, quien

46

Page 47: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

oponía reparos a sus ideas por ser partidario de conservar la

estructura política intendencial. Abonó su nueva presentación con un

argumento difícil de refutar. “Al establecerse el nuevo gobierno

revolucionario, no se dirigió a las capitales provinciales para que

ellas, como tutoras de los pueblos interpretasen su voluntad; se

dirigió a los pueblos mismos, esto es, a los Cabildos, sus

representantes, para que éstos deliberaran sobre su destino político”.

El pensamiento de Gorriti tiene solidez y está enjundiosamente

expuesto. Era la doctrina opuesta a la que defendió el deán Funes en

el seno de la Junta, que privilegiaba la autonomía de las intendencias

regionales, y que tuvo más tarde continuadores con Juan Bautista

Bustos, cordobés, y Bernabé Aráoz, tucumano. De momento sus ideas

no prosperaron pero triunfaron diez años después en la organización

política del Estado con los pronunciamientos autonómicos de los

municipios indianos.

9. El Norte y Cuyo. Participación en el proceso emancipador

Los sucesos de Mayo forzaron a los pueblos del Interior a definir su

actitud frente a un hecho político revolucionario aunque

ambiguamente explicitado en los documentos oficiales. No era fácil

entender por qué el nuevo gobierno destituía y encarcelaba a los

funcionarios del Rey pero al mismo tiempo proclamaba su fidelidad a

Fernando VII y su voluntad de conservarle estos dominios. Tampoco

hay dudas de que esa definición se produjo bajo presión de la fuerza

militar enviada al interior con el simulado argumento de auxiliar “a

los Pueblos”. Para algunos, era la noticia que estaban esperando;

para los adictos al Rey, la novedad fue mortificante; para la mayoría

47

Page 48: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

la sorpresa inicial fue trocándose primero en adhesión y después en

entusiasmo. Resultaba halagüeña la noticia de que por fin los hijos

del país, los criollos, habían formado su propio gobierno sin depender

del favor de un soberano distante.

La sociedad criolla, formada por labradores, hacendados,

eclesiásticos, arrieros y artesanos tenía en ese momento menos de

500 mil habitantes. Sus dirigentes provenían del patriciado de la

tierra y de la burguesía. Figuraban ahí doctores graduados en

Chuquisaca, Córdoba y Santiago de Chile, caso de los hermanos

Gorriti, Teodoro Sánchez de Bustamante, los abogados salteños,

Nicolás Laguna, Bernardo Monteagudo, Pedro Miguel Aráoz, Gregorio

Funes, Pedro Ignacio de Castro Barros, Fray Justo Santa María de Oro

y Francisco Laprida, Tomás Godoy Cruz. Otros habían recibido

formación militar, caso de José Moldes, Juan Francisco Borges,

Francisco Ortiz de Ocampo. Había hacendados y comerciantes como

Bernabé Aráoz, Feliciano Mota Botello, Marcelino Poblet y José Ignacio

Fernández Maradona. Estos y otros hombres destacados del interior

participaron en la marcha azarosa y a veces contradictoria del

proceso revolucionario a partir de 1810. En la Junta Provisional

Gubernativa tuvieron actuación descollante del deán Gregorio Funes

y el canónigo Juan Ignacio de Gorriti. En la nómina figuran miembros

de las asambleas y congresos de la época patria donde revelaron

ilustración y talento. A otros, verdaderos precursores de la

Revolución, la suerte les fue adversa, pese a sus abnegados servicios.

Es el caso de Juan Francisco Borges y José Antonio Moldes. Borges fue

el primero que en Santiago se comprometió con la causa del cambio

político. Formó a sus expensas el cuerpo de Patricios Santiagueños

que se incorporó al Ejército Auxiliar del Perú, fue reconocido en

48

Page 49: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

calidad de Teniente Coronel, tuvo graves desencuentros con Ortiz de

Ocampo y Juan José Castelli cuestionando la indebida intromisión en

la elección de capitulares santiagueños. Constituido en cabeza de un

partido autonomista para resistir el “despotismo” de Buenos Aires,

promovió un estallido revolucionario en diciembre de 1816 y terminó

trágicamente su vida fusilado por orden de Manuel Belgrano.

El salteño Moldes era hijo del comerciante más fuerte de la plaza. Fue

enviado a España para seguir la carrera de las armas. Trabó amistad

con otros jóvenes americanos que soñaban con la independencia de

estos dominios y se afilió a la Logia de Cádiz. Regresó al Río de la

Plata, en enero de 1809, y se comprometió con los dirigentes

porteños a trabajar por la idea de la independencia en Córdoba,

Santiago y Tucumán. Fue un patriota de la primera hora y eso explica

su nombramiento como Teniente Gobernador de Mendoza y más

tarde su actuación como coronel en el Ejército Auxiliar del Perú. Tuvo

comportamiento destacado en la batalla de Tucumán y fue diputado

en la Asamblea del año 1813. Ahí se ganó el odio de los miembros de

la Logia que eran mayoría en el cuerpo, por razón de su genio

atrabiliario y la actitud de permanente denuncia de irregularidades en

el manejo de los negocios públicos. Cuando se reunió el Congreso

General Constituyente de Tucumán, tuvo la firme adhesión de los

diputados de varias ciudades para ser elegido Director Supremo.

Fueron activos promotores de su candidatura Mariano Boedo y

Eduardo Pérez Bulnes, para quienes él significaba la mejor garantía

de la paz con Artigas y las provincias litorales sujetas a su influencia.

Pero se cruzó el veto de San Martín, quien lo consideraba un

disociador.

49

Page 50: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La Revolución plantó a los pueblos que reconocieron a la Junta de

Mayo graves desafíos políticos, militares y económicos. El problema

más apremiante fue imponer su autoridad en todo el territorio del

Virreinato a cuyo efecto se despacharon dos expediciones militares.

Ya se ha visto que Manuel Belgrano fracasó en el Paraguay. La Banda

Oriental sostuvo su fidelidad a la Corona hasta 1814 cuando la plaza

de Montevideo fue expugnada por Carlos María de Alvear.

¿Qué pasó en el Norte? Los éxitos iniciales de Cotagaita y Suipacha

allanaron al Ejército Auxiliar el dominio transitorio de las ciudades

altoperuanas. Su composición inicial de oficiales y soldados se

remontó considerablemente con gente del Norte, sin necesidad de

reclutamiento compulsivos. Entre los primeros figuran José Moldes y

Rudecindo Alvarado -salteños-, Gregorio Aráoz de Lamadrid y

Alejandro Heredia –tucumanos-, Juan Felipe Ibarra y Lorenzo Lugones

–santiagueños- y José María Paz –cordobés. Y a medida que la guerra

devoraba hombres, por bajas o deserción, nuevos combatientes se

incorporaron por las levas realizadas en cada jurisdicción. Esto

produjo la casi extinción de la mano de obra para los trabajos rurales.

Además de soldados, se necesitaban cabalgaduras, mulas de carga,

carretas, géneros y ropas para el vestuario, vituallas y pertrechos. Las

primeras contribuciones se hicieron en los cabildos abiertos que

legitimaron al nuevo gobierno. Enseguida vinieron los donativos

patrióticos de gente sin figuración política, muchos pobladores del

medio rural que dieron más allá de sus razonables posibilidades.

Estos aportes se hallan documentados en los papeles de la época.

50

Page 51: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Durante la etapa de la guerra regular, que se inicia en Cotagaita y

concluye en Sipe-Sipe, se registran tres campañas del Ejército

Auxiliar. La primera fue conducida por Juan José Castelli, delegado de

la Junta Provisional que relevó a Ortiz de Ocampo con motivo de su

negativa a producir el fusilamiento de los rebeldes de Córdoba; la

segunda tuvo como jefe a Manuel Belgrano; la tercera a José

Rondeau. No haremos la crónica de esas campañas; nos interesa

solamente la primera por las experiencias militares y políticas que

ella significó. Por de pronto, hubo una conducción bicéfala, el

abogado Castelli y el militar Antonio González Balcarce, donde el

mando político prevaleció con lamentables resultados.

En el Alto Perú, la instalación del nuevo gobierno suscitó entusiasta

acogida. El 15 de junio, el Cabildo de Tarija resolvió a reconocer a la

Junta Provisional Gubernativa. En Cochabamba ello sucedió a

mediados de setiembre, antes de que se conociera el triunfo de

Suipacha, hecho que definió la adhesión de las demás ciudades. Para

la población indígena, notable mayoría, la revolución fue un mensaje

de liberación social que resucitó las esperanzas creadas en su

momento por la rebelión de Túpac Amaru. Y hubo también patriotas

criollos que apostaron su destino político y personal apoyando el

cambio. Pero un importante sector de la clase dirigente, usufructuario

de la servidumbre indígena, apenas proclamó una adhesión de

conveniencia en la medida que el nuevo gobierno no perjudicara sus

privilegios seculares. Esto daba la dimensión de la difícil misión

política de los representantes de la Junta.

Los jefes de esta campaña no estuvieron a la altura de su

responsabilidad. Castelli, espíritu exaltado y jacobino, no adecuó su

51

Page 52: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

comportamiento a la realidad de un ambiente social distinto de

Buenos Aires. Tanto él como sus oficiales incurrieron en actos de

impiedad y conducta licenciosa que desacreditaron a la Revolución.

En este sentido, hay testimonios autorizados de Pueyrredón, quien le

sucedió en el mando, y de los historiadores Gabriel René Moreno y

Bernardo Frías.

Una vez que el Ejército hizo sentir su autoridad en el territorio del Alto

Perú, instaló su campamento en el pueblo de La Laja, sobre el

Desaguadero. Allí, Castelli entabló negociaciones con el jefe realista

general Goyeneche, las que dieron por resultado un armisticio de 40

días. “Tal pacto fue burlado por ambas partes y mejor aprovechado

por los realistas...” En este estado ocurrió la batalla de Huaqui (29 de

junio de 1811) que fue un verdadero desastre. No hubo retirada sino

dispersión y fuga, y las pérdidas del Ejército Auxiliar fueron estimadas

en más de mil hombres. Goyeneche quedó dueño del territorio y de la

iniciativa. Reprimió la resistencia patriota de Cochabamba

encabezada por Esteban Arce y Mariano Antezada. Su vanguardia, al

mando del brigadier José Pío Tristán, avanzó sobre Jujuy.

Juan Martín de Pueyrredón asumió la ardua tarea de reconstruir el

Ejército con el apoyo decidido del pueblo jujeño. Advirtió, sin

embargo, que la misión era superior a su capacidad y pidió al

Gobierno que designara un jefe con mayores conocimientos técnicos.

Explicó la situación en términos lapidarios: “...un grupo de oficiales

sin honor, inútiles y viciosos que... hacen odiosa su presencia en los

pueblos y destruyeron mortalmente el crédito de la más justa de las

causas”.

52

Page 53: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

El 26 de marzo de 1812 hizo entrega del mando a Manuel Belgrano,

hombre ilustrado y probo, precursor del cambio político rioplatense al

que sirvió con abnegación durante el resto de su vida. En su marcha

al Norte había creado como símbolo de la Patria naciente, la bandera

azul y blanca que izó por primera vez en las barrancas de Rosario.

Estaba convencido de que para lograr el triunfo de la causa era

preciso inflamar de entusiasmo los sentimiento del pueblo, emoción

colectiva que no podía ser obviada por el más brillante cálculo

político.

Cuando llegó a Jujuy advirtió que los pueblos del Norte, enfriado el

entusiasmo inicial, estaban desmoralizados y casi hostiles. A la

derrota militar se sumaba la torpe decisión del Triunvirato de

expulsar de Buenos Aires a los diputados que representaban la

soberanía de los pueblos. Este trato agraviante era peor que la

obediencia a los funcionarios del rey, que obraban según un sistema

legal establecido. Mientras acometía la tarea de reanimar los

despojos del Ejército, quiso recrear la mística revolucionaria con una

tocante ceremonia. El 25 de mayo de 1812, en la plaza mayor de

Jujuy, hizo bendecir por el canónigo Gorriti –uno de los diputados

expulsados- la bandera que había creado. Luego las tropas juraron

defenderla hasta morir. Fue impresionante el efecto moral de esta

iniciativa. Un pueblo libre necesita convicción y no temor para

acompañar una causa política.

Cuando se preparaba para abrir una nueva campaña sobre el Alto

Perú recibió precisas instrucciones del gobierno central. Debía batirse

en retirada hacia Córdoba y privar al enemigo de todo recurso con

una política de tierra arrasada. Esto significaba entregar a los

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Page 54: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

realistas toda la región del Tucumán. Semejante orden se impartió a

1.500 kilómetros del teatro de la guerra. Así planteadas las cosas,

Belgrano fulminó a los jujeños con un terrible bando: el pueblo en

masa debía abandonar sus tierras y seguir al Ejército en su retirada.

Todo debía ser sacado y transportado: ganado, provisiones,

mercaderías. El 23 de agosto se inició la operación conocida como

”Éxodo Jujeño”, episodio heroico pero también inútil. La batalla que se

dio un mes más tarde en Tucumán pudo empañarse en Jujuy. Los

protagonistas hubieran sido los mismos y la adhesión popular no

habría sido menor.

En Tucumán, la opinión popular prevaleciente fue jugar la suerte de la

guerra en una batalla. Esto decidió a Belgrano para desacatar las

órdenes recibidas de su gobierno. Hombre tan ceñido a la disciplina

comprendió que era preferible interpretar el entusiasmo cívico que

persistir en el desastre oscuro de una retirada. Así se dio la más

nacional de todas las batallas de la guerra de la independencia

argentina. En las filas patriotas estuvieron representados casi todos

“los pueblos” de la convocatoria de Mayo. El escuadrón “decididos”

de Jujuy; la caballería salteña con la jefatura de Moldes; las milicias

tucumanas reunidas por Bernabé Aráoz; las tropas santiagueñas; los

restos de los regimientos porteños y una compañía catamarqueña

conducida por el capitán Ahumada y Barros. Del Alto Perú vino

Manuel Ascencio Padilla con 50 de los mejores jinetes, exiliados de su

patria cuando la región fue sojuzgada por Goyeneche. Tucumán fue la

batalla de la unión nacional. Todo se conjugó: emoción patriótica, fe

religiosa, bravura. Y por eso se ganó frente al temido ejército de

Tristán.

54

Page 55: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Su impacto político fue decisivo en Buenos Aires pues decretó la caída

del desacreditado Triunvirato. El nuevo gobierno resolvió dar

prioridad a la guerra en el frente norte y convocar una asamblea

general a la que concurrirían los diputados de las ciudades “sin

mandatos imperativos y sin limitación de facultades”. Fue un intento

para nacionalizar la conducción revolucionaria y sustraer al Interior de

la arbitrariedad de gobiernos elegidos solamente por la capital. El

desafío inicial se reactualiza con todo vigor.

Los contrastes que siguieron a Tucumán y Salta -Vilcapugio, Ayohuma

y Sipe-Sipe- demostraron que estratégicamente era impracticable

derrotar al ejército realista en un escenario de dos mil kilómetros que

abarcaba desde Tupiza hasta el Desaguadero. Allí la naturaleza

creaba ventajas posicionales y logísticas para las tropas del rey. La

altiplanicie de la Puna, de extrema aridez, crudos inviernos y oxígeno

enrarecido, eran factores condicionantes que debían ser considerados

para explicar las derrotas sucesivas. Esto advirtió el coronel San

Martín cuando fue designado por el Directorio para relevar a

Belgrano. El 30 de enero de 1814 asumió el mando en Tucumán. Pudo

comprobar que recibía los despojos de un ejército que había perdido

“su fuerza física... y a quien la memoria de sus desgracias irrita”.

Su gestión fue corta pero vigorizante y lúcida. Hombre de sólidos

conocimientos profesionales, aprovechó la información que le dieron

los conocedores del teatro de operaciones y formuló una nueva

estrategia. El Ejército Auxiliar no estaba en condiciones de recuperar

la iniciativa. Fijó la línea de avanzada sobre el río Pasaje, en territorio

salteño, que sería cubierta por las milicias gauchas del Teniente

Coronel Martín Miguel de Güemes. Ordenó construir en Tucumán un

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Page 56: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

recinto fortificado, “La Ciudadela”, donde acamparía el Ejército del

Norte para entrar en operaciones en caso de que Güemes fuera

desbordado. Se abandonaba el rol ofensivo de dicho cuerpo por ser

impracticable o muy dudosa la reconquista del Alto Perú. Esto fue

estratégicamente correcto pero con el tiempo tuvo su costo geo-

político.

10. Republiquetas y Guerra Gaucha.

Definida una estrategia defensiva en el frente Norte, la

responsabilidad fue asumida por el pueblo en armas. El paisano del

medio rural, pastor o labriego, las masas indígenas pusieron sus

pechos en defensa de la libertad bajo la conducción de caudillos

locales. Las batallas convencionales desaparecieron y en su lugar se

libraron refriegas y combates innumerables. Fue una guerra de golpes

sorpresivos y de retiradas intangibles. Se desarrolló en el vastísimo

escenario que abarcaba la Intendencia de Salta y el territorio del Alto

Perú. Aquí se llamó Guerra de Republiquetas; en Salta se la conoce

como Guerra Gaucha y tuvo como jefe único a Martín Güemes,

comandante de vanguardia del Ejército del Norte.

Las Republiquetas tienen la singularidad de que la masa de sus

efectivos eran indígenas. Sus operaciones comenzaron antes que la

Constitución de la Junta de Mayo, propiamente desde la revolución de

La Paz en 1809. Fue más cruenta y despiadada que la Guerra Gaucha.

Los represores realistas no hacían prisioneros, sino que mataban y

degollaban a los vencidos. Sobre más de 100 caudillos que los

condujeron, 93 murieron en combate o ajusticiados. Muy pocos

56

Page 57: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

pudieron ver el alumbramiento de la República en 1825, entre ellos

José Miguel Lanza, quien se sostuvo hasta el triunfo de Ayacucho.

La Guerra Gaucha respondió a una concepción distinta de la guerrilla.

El gobierno nacional, en cabeza del Directorio, le dio su

reconocimiento oficial, tanto en el nombramiento de jefes y oficiales

como al considerarla un servicio público costeado por el tesoro fiscal.

Esto surge de la abundante correspondencia mantenida por Güemes

con Pueyrredón, Director Supremo a partir de 1816. El Alto Perú

quedó deshauciado como objetivo militar y se privilegió la guerra

defensiva en la jurisdicción salteña. Para ese momento el eje de la

Revolución habíase desplazado a Mendoza, según el plan continental

concebido por San Martín, Gobernador Intendente de Cuyo.

Martín Miguel de Güemes, a quien se le encomendara en 1813 la

reorganización del ejército para la defensa del Norte, era hijo de un

destacado funcionario real que pertenecía a la clase encumbrada de

Salta. Militar de carrera, el joven había tenido una notable actuación

en las Invasiones Inglesas. Su posición social y militar contribuye a su

aceptación como líder del gobierno local en 1815, aún cuando los

adherentes al viejo orden, miembros de las familias más influyentes

de la ciudad, encarnan una férrea oposición hacia el jefe gaucho. A

medida que avanza la contienda revolucionaria, el grupo dirigente se

siente jaqueado por la clase popular que ha tomado las armas y

protagoniza, como ha estudiado Alicia Poderti, una verdadera “guerra

social”.

Desde 1816 hasta 1921, año de la muerte de Güemes, seis invasiones

fueron rechazadas enfrentando a las tropas veteranas que trajo el

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Page 58: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

general La Serna de Costa Firme y Chile. Bien que al precio de su

vida, el jefe de esa guerra logró conservar bajo su autoridad a las

ciudades de Salta, Jujuy y Orán. Sólo ocasionalmente pudo disputar a

los realistas el control de Tarija, que integraba la Intendencia por

virtud de la Real Cédula de noviembre de 1807. La Guerra Gaucha,

concebida estratégicamente como guerra defensiva, cumplió su

objetivo, pero ella no pudo resolver la misión asignada

originariamente al Ejército Auxiliar del Perú para asegurar la

integridad territorial del antiguo Virreinato. Cuando después de

Ayacucho llegó la instancia de definir las fronteras de las Provincias

Unidas con la naciente nacionalidad boliviana, se pudo comprobar

que el uti possidetis generado por el proceso bélico fue decisivo. La

soberanía territorial de las Provincias Unidas quedó configurada por el

espacio geográfico que pudo retener el ejército de Güemes.

11. El Congreso de Tucumán y el nacimiento de la nación

El triunfo de Tucumán no sólo decretó la caída del Triunvirato. Enseñó

que el destino de la revolución dependía, primordialmente, del apoyo

de los pueblos del Interior. Era necesario nacionalizar la convocatoria

política para que todos se sintieran comprometidos. Pese a ello, hubo

contramarchas originadas en la voluntad hegemónica de las facciones

porteñas, y así se evidenció entre bambalinas cuando la reunión de la

Asamblea del año XIII. Las reivindicaciones federalistas de Moldes y

Nicolás Laguna fastidiaron grandemente a los voceros de la “hermana

mayor”. El Director Posadas expresó su queja al Cabildo de Tucumán

por la tesis de laguna de que Provincias Unidas no significaba aceptar

la unidad del régimen sino la unión confederal de las ciudades. Esto

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Page 59: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

era propio, según Posadas, de “hombres díscolos, malditos,

revoltosos y enemigos del orden”.

La sublevación del Ejército del Norte, a fines de 1814, causada por el

nombramiento de Carlos María de Alvear en reemplazo de Rondeau,

corroboró la advertencia implícita connotada por la batalla de

Tucumán. Era imposible gobernar desde Buenos Aires de espaldas al

país como venía sucediendo desde la expulsión de los diputados del

Interior en 1811. Y como el mensaje no fue acogido con inteligencia

política, el motín de Fontezuelas dio por tierra con la autoridad de

Alvear, sucesor de Posadas.

La reunión del Congreso de Tucumán significó pues, una concesión a

los pueblos del Interior agraviados por el manejo centralista y

arbitrario de los dirigentes porteños. Hay un documento revelados.

Fray Cayetano Rodríguez escribió a Agustín Molina (10 de setiembre

de 1815) para explicarle los motivos sobre la elección de dicha sede:

“Hoy encuentras mil escollos para que el Congreso sea en Tucumán

¿Y dónde quieres que sea? ¿En Buenos Aires? ¿No sabes que todos se

excusan de venir a un pueblo a quien miran como opresor de sus

derechos...? ¿No sabes que el nombre porteño está odiado en las

Provincias Unidas o desunidas del Río de la Plata?

Tucumán era un modesto pueblo de 4.000 habitantes, con casas de

adobe y donde las viviendas principales eran la excepción. Además

de su población estable la ciudad albergaba a muchas familias

exiliadas del Alto Perú y Jujuy por motivos de la guerra, lo cual le creó

afligentes problemas de alojamiento y subsistencia. La dinámica de la

guerra había conferido a la ciudad una fisonomía inusitada. A partir

de octubre de 1814 fue capital de una nueva Intendencia creada por

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Page 60: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

el Director Posadas; a ella estaban subordinadas como municipios

sufragáneos Santiago del Estero y Catamarca. En La Ciudadela

mandada construir por San Martín se hallaba acantonado el Ejército

del Norte. Todo ello generaba multiplicadas y diversas actividades

que convirtieron a Tucumán en el centro neurálgico de la guerra de la

Independencia. Ahí confluían hombres y recursos destinados a la

sustentación del ejército. Esto suponía, también, la atención de los

heridos para cuyo objeto fue menester habilitar un hospital de

campaña atendido por varios cirujanos. Otro ramo que fue necesario

organizar fue la maestranza del ejército donde funcionaba una fábrica

de fusiles y se construían cureñas para cañones. Los troperos

desarrollaban intensa y lucrativa actividad conduciendo desde Buenos

Aires los útiles más diversos. El comercio local tuvo que atender el

aprovisionamiento de artículos que no era indispensable adquirir en

Buenos Aires, referidos especialmente a vestuario y comida de la

tropa.

Cuando se ponderan las circunstancias que rodearon a la instalación

del Congreso General Constituyente, cabe concluir que fueron

realmente desalentadoras. Nada quedaba en ese momento de la

Revolución Sudamericana. En Costa Firme (Venezuela) la expedición

española de Morillo había derrotado a Simón Bolívar, obligándolo a

refugiarse en la isla de Jamaica. Antes que eso ocurriera se había

perdido Chile en la batalla de Rancagua, contraste que hizo emigrar a

Mendoza a los defensores de la Patria Vieja con O’Higgins y José

Miguel Carrera a la cabeza. En orden a la política interna, la derrota

aplastante de Sipe-Sipe había dejado en manos de los realistas todo

el Alto Perú y con libertad de acción para invadir la región

tucumanense. En el Litoral persistía el conflicto con Artigas que

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Page 61: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

determinó la ausencia de la Banda Oriental, Entre Ríos, Corrientes y

Santa Fe en la asamblea que debía constituir la nación.

Sólo el Río de la Plata se sostenía en beligerancia contra las armas del

rey. Pero la falta de un pronunciamiento explícito sobre su separación

de la Corona, colocaba a esta jurisdicción en condición de insurgencia

contra su legítimo soberano. Y pesaba sobre ella la amenaza de la

Santa Alianza (9 de junio de 1815), pactada en Viena, donde los

soberanos absolutistas europeos se comprometieron a extinguir

cualquier brote de insurgencia en los dominios americanos.

Increíblemente, de esta porción territorial del imperio español, nació

el impulso salvador de la causa emancipadora. Medida con la

perspectiva del tiempo, dicha convocatoria de congreso fue una

decisión temeraria y corajuda.

Los Cabildos del Interior reconocieron el Estatuto Provisional

promulgado en Buenos Aires que fijaba la competencia de los poderes

nacionales y locales. Y procedieron a elegir diputados mediante

elecciones populares de segundo grado. Las ciudades de Cuyo,

sujetas a la influencia de San Martín, pautaron su conducta de

manera diferente. Dejaron en suspenso la aprobación del estatuto

pero resolvieron producir la elección de sus diputados.

Examinando la composición del Congreso surge como primer dato

significativo la calidad intelectual de sus miembros. Ahí estaban los

hombres más esclarecidos de las Provincias Unidas. Casi todos eran

doctores de Chuquisaca, Córdoba y San Felipe, con mayoría de

eclesiásticos. También asistieron los diputados altoperuanos cuya

designación fue practicada por los emigrados de ese origen que se

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Page 62: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

habían exiliado en Tucumán y Salta. En ese grupo era figura

descollante el Dr. José Mariano Serrano, tanto por su experiencia

legislativa cuanto por sus condiciones de orador que desplegó con

lucimiento en numerosos debates. Buenos Aires mandó a Juan José

Paso, hombre fogueado en el proceso revolucionario pues había

integrado todos los gobiernos y asambleas a partir de mayo de 1810.

Ambos fueron elegidos secretarios del Cuerpo. La presidencia sería

ejercida rotativamente por los congresales.

Dos tendencias se manifestaron en el seno del Congreso: la

centralista sostenida por los diputados de Buenos Aires y Cuyo que

aplicaban en buena medida las directivas de la Logia liderada por San

Martín, y la corriente federalista defendida vigorosamente por los

representantes de Córdoba. Los congresales del Norte carecieron de

una estrategia propia. El riojano Castro Barros, de destacada

actuación, apoyó la candidatura de Pueyrredón y preparó el terreno

para su nombramiento con una gestión ante Güemes. Consiguió que

éste deshauciara la postulación de José Moldes comprometiendo la

designación de Belgrano como jefe del Ejército del Norte para

desplazar a Rondeau, con quien el caudillo salteño había tenido

graves distancias. Pedro Miguel Aráoz, tucumano, fue siempre

solidario con la política de su hermano Bernabé, gobernador aliado de

Buenso Aires. José Ignacio Thames, fue pieza clave en la maniobra

tendiente a rechazar el diploma de Moldes, elegido por Salta pero

odiado por los dirigentes de la Logia. El doctor Teodoro Sánchez de

Bustamante –jujeño-, fue redactor del proyecto de Constitución del

año 19, centralista, aristocrática y ambiguamente monárquica, que

chocó de lleno con la voluntad republicana y federalista de los

pueblos del Litoral.

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Page 63: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

El bloque altoperuano tuvo a Serrano como vocero principal. En las

cuestiones capitales se sometió a la estrategia del grupo logista

directorial, aliándose algunas veces con la gente del Interior en

cuestiones relativas a la igualdad de las provincias y al proyecto de la

monarquía incaica. Esta iniciativa legitimista propiciada por Belgrano

fue promovida por el Dr. Manuel Antonio Acevedo (Catamarca)

enseguida de la Declaración de la Independencia. Se trataba, nada

menos, que de definir la forma de gobierno. La idea contaba con el

apoyo entusiasta de la mayoría de los congresales: monarquía

temperada o constitucional en cabeza de un descendiente de la

dinastía Inca. El debate consumió varias sesiones. La apoyaron Castro

Barros, Thames y Godoy Cruz. Hizo objeción Fray Justo Santa María de

Oro (San Juan), quien propuso diferir esa sanción a una consulta

previa de los pueblos. Argumentó en contra del gobierno monárquico

Tomás Manuel de Anchorena (Buenos Aires), quien preconizó una

federación de provincias. Los diputados altoperuanos en bloque

adhirieron al proyecto de Acevedo, pero cuando llegó el momento de

resolver la cuestión, para sorpresa de muchos, el chuquisaqueño

Serrano cambió su voto aduciendo dificultades de índole procesal.

Fue rebatido por sus paisanos Sánchez de Loria y Malabia pero un

grave incidente dejó sin definición la materia. El congresal José

Antonio Cabrera (Córdoba), denunció que los asuntos del Congreso se

manejaban con espíritu de parcialidad. Los porteños acusaron el

golpe y ellos originó un acalorado debate que consumió tres sesiones.

Así se desvaneció el proyecto alentado por Belgrano y Güemes,

sostenido por la casi totalidad de los diputados altoperuanos y

norteños y que contaba incluso con la adhesión de Godoy Cruz,

vocero de San Martín. Como ha demostrado Pérez Guilhou, la

63

Page 64: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

inmensa mayoría de los congresales adhería a la monarquía

constitucional y sólo diferían en la procedencia de conferirla a un

miembro de la dinastía incaica o de las casas europeas.

12. El plan continental

La Declaración de la Independencia que creó la nación “libre e

independiente de los reyes de España...”, el nombramiento de

Pueyrredón como Director Supremo y el acuerdo con Güemes para la

defensa de la frontera norte, son hechos que crearon las condiciones

para trasladar a Cuyo el eje de la guerra emancipadora. San Martín,

gobernador intendente de esa provincia, se entrevistó con

Pueyrredón en Córdoba (julio de 1816) y ahí todo quedó acordado

para ejecutar el plan de invasión a Chile. Un testimonio autorizado

dice también que en esa circunstancia San Martín incorporó al nuevo

Director a la Gran Logia después de recibirle el juramento de

obediencia a las decisiones de la corporación.

La organización del Ejército de los Andes ya estaba en marcha. San

Martín fue designado Capitán General y dejó el mando civil en cabeza

de Toribio de Luzuriaga. Este funcionario, junto con José Ignacio de la

Roza, teniente de San Juan, y Vicente Dupuy, en San Luis, brindaron a

los preparativos bélicos total colaboración. La abnegación patriótica

que se había manifestado en el Norte para hacer factibles los triunfos

de Tucumán y Salta, se denotó en Cuyo con tanta o mayor intensidad.

Así pudo ponerse en pie de guerra un ejército disciplinado de 4.000

hombres imbuido de la mística revolucionaria. Los pueblos cuyanos

vivieron una economía de guerra que movilizó enteramente sus

energías materiales y morales. Con todo, eso no habría bastado.

64

Page 65: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Hicieron falta los recursos financieros, pertrechos y vituallas que

Pueyrredón aportó desde Buenos Aires. Las remesas de fondos para

el sostenimiento del Ejército fueron aumentadas de 8 mil a 20 mil

pesos mensuales en los últimos meses de 1816.

Este proceso ha sido prolijamente estudiado por numerosos

historiadores, lo cual nos exime de repetir hechos ya conocidos. El 12

de febrero de 1817, el triunfo de Chacabuco creó las condiciones para

la Independencia de Chile. La batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818

consolidó esa conquista. Empezaba a concretarse la Independencia

de las Provincias Unidad de Sud América como lo había proclamado el

Congreso de Tucumán.

13. Las automonías provinciales

El ambicioso proyecto de emancipación continental desconfiaba de

las aspiraciones localistas de los pequeños distritos por entender que

la fragmentación podía arruinar el gran objetivo de la causa común.

Pronto se vería que ese ideario de unidad continental chocaba con los

sentimientos localistas hondamente arraigados en los pueblos

pertenecientes a la América española. Esta es la realidad que

manifiesta el proceso de la revolución americana. En la jurisdicción

rioplatense se insinúa progresivamente la voluntad autonómica de las

ciudades sufragáneas. En el escenario continental, más tarde, la

corriente impetuosa de las patrias nacionales haría fracasar el

proyecto bolivariano de la anfictionía americana.

Hemos visto que la cuestión de la igualdad política de las ciudades

fue planteada originariamente por el diputado jujeño Juan Ignacio de

65

Page 66: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Gorriti en 1811. En rigor, los jujeños expresaron la voluntad

autonómica de Jujuy respecto de Sala, capital de la provincia, pero no

avanzaron sobre el problema más completo del federalismo como

sistema político. Tanto es así que cuando fue necesario definir un

proyecto constitucional, se manifestaron partidarios del régimen de

unidad, o sea del centralismo querido por Buenos Aires.

La cuestión de la autonomía de las ciudades sufragáneas se replanteó

en 1820, al producirse la disolución de los poderes nacionales

precipitada por la batalla de Cepeda (1º de febrero). Ese proceso tuvo

exteriorizaciones fácticas y normativas, a través de los pactos

interprovinciales que se suscriben a partir del Tratado del Pilar,

contagiados de dos principios vertebrales: la voluntad de integración

nacional y la organización de la República Federal.

Los partidarios del federalismo no coincidieron en el modo de

instrumentar el sistema. Primero el deán Funes y más tarde Bernabé

Aráoz y Juan Bautista Bustos, bregaron por la instauración de un

federalismo regional que conservara la integridad territorial de las

intendencias. Pero ese federalismo regional fue sumergido por el

federalismo municipal. La voluntad política y el sentimiento de los

pueblos prevaleció sobre la doctrina constitucional. Así fracasó la

República de Tucumán, auspiciada por Aráoz, que llegó incluso a

dictar su propia constitución en setiembre de 1820. Su existencia

terminó con el derrocamiento de Aráoz, en agosto del año siguiente.

En el Norte, La Rioja fue la primera en trasponer el umbral del nuevo

ciclo. La siguió Santiago del Estero pese a la tenaz oposición de

Aráoz; los cautelosos catamarqueños declararon su autonomía

66

Page 67: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

después de explorar bien sus posibilidades (25 de agosto de 1821).

Paradojalmente, los jujeños, precursores del autonomismo, no

pudieron cristalizar sus aspiraciones en esa circunstancia propicia.

Quizás porque fueron los únicos que no apelaron a los hechos

consumados como lo hicieron las demás ciudades.

¿Qué sucedió en Cuyo? Con llamativo sincronismo San Juan y San Luis

disolvieron su dependencia de Mendoza, capital de la Intendencia, e

instalaron sus propios gobiernos. Horacio Videla expresa que en San

Juan el ambiente estaba maduro para la revuelta. Llegaba a su

término el mandato de José Ignacio de la Roza, que había estrujado al

pueblo a favor de la campaña continental. Curiosamente, la jefatura

del movimiento sutonomista recayó en el capitán Mariano

Mendizábal, forastero, cuñado del teniente gobernador, hombre

turbulento y sin mayores escrúpulos. En San Luis, el proceso fue más

complicado. Dupuy renunció al cargo; un Cabildo Abierto resolvió que

debía continuar en funciones y se lo hizo saber mediante una

diputación encabezada por el síndico procurador de la ciudad. Pero el

contagio autonomista estaba en marcha atizado por otros

operadores. Una reunión de vecinos principales con oficiales de las

milicias presionaron al Cabildo para que siguiera el ejemplo de las

demás ciudades subalternas. El 25 de febrero de 1820 el

ayuntamiento asumió transitoriamente el poder y declaró la

autonomía.

Córdoba, antigua cabecera de la Intendencia, cuya jurisdicción había

sido recortada en 1814 por la creación de la gobernación de Cuyo,

sólo tenía en ese momento a La Rioja como municipio sufragáneo. No

sabemos en qué medida ese achicamiento territorial fue consentido

por los cordobeses. Lo cierto es que fue tomando cuerpo una

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Page 68: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

corriente de opinión decididamente opuesta a Buenos Aires, que le

había impuesto gobernadores desde la Revolución de Mayo. Cabeza

de ese movimiento era el coronel José Javier Díaz. Producida la

renuncia de Francisco Ortiz de Ocampo (29 de marzo de 1815), un

Cabildo Abierto lo eligió gobernador. Enseguida emitió una proclama

separando a Córdoba de Buenos Aires “bajo los auspicios y protección

del general de los orientales...” Esa adhesión se institucionalizó

cuando el Lic. José Antonio Cabrera participó en el Congreso

convocado por Artigas en Concepción del Uruguay. Tales

antecedentes explican la posición federalista de la diputación

cordobesa en el Congreso de Tucumán.

En el seno del cuerpo soberano, la mayoría de sus miembros no

compartía esa línea política. Eran directoriales que dejaron a Córdoba

en soledad. Por este motivo aplicaron criterios de conveniencia para

resolver el conflicto suscitado en La Rioja. Ahí el bando de los Brizuela

y Doria había disuelto su dependencia de Córdoba para negar

obediencia a un gobernador artiguista como José Javier Díaz. Al año

siguiente, la facción opositora de los Villafañe y Ocampo se tomó la

revancha. Provocaron un motín que destituyó a Ramón Brizuela y

Doria y devolvió a La Rioja a su situación de dependencia de Córdoba

(15 de abril de 1816). El Congreso ya estaba reunido y en su seno

brillaba el talento de Castro Barros, elegido diputado con el auspicio

del partido desalojado del poder. Denunció “el anárquico

comportamiento” de los revolucionarios riojanos y obtuvo por el voto

de los congresales la designación del teniente coronel Alejandro

Heredia para intervenir a La Rioja, sujeto a instrucciones terminantes.

El comisionado repuso a Brizuela y Doria en el gobierno, quien

desacató una orden del gobernador Díaz para presentarse en

68

Page 69: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Córdoba negándole autoridad para inmiscuirse en los asuntos

riojanos. Sin fundamento legal, el Congreso amparó esa rebeldía y

previno al gobernador que se abstuviera de ejercer acto alguno de

jurisdicción sobre el pueblo de La Rioja. Esta decisión comportaba una

maniobra política para humillar a quien había caído en desgracia con

el Directorio y el Congreso por su posición artiguista. Un año después,

cuando Díaz fue reemplazado por Ambrosio Funes, hombre adicto al

gobierno nacional, el cuerpo soberano volvió sobre sus pasos

restituyendo a La Rioja a su antigua dependencia (15 de diciembre de

1817).

La sublevación de Arequito (7 de enero de 1820), que tuvo por

cabeza al coronel Juan Bautista Bustos, creó la situación propicia para

que Córdoba reasumiera la plenitud de la soberanía. Un Cabildo

Abierto nombró gobernador interino al mismo Díaz y en la plaza una

pueblada quemó la bandera nacional y enarboló la enseña tricolor del

Protector de los Pueblos Libres. Poco después hizo su entrada a la

ciudad el jefe de la rebelión en medio de entusiastas demostraciones

de adhesión. En una proclama calificó severamente “el diferente trato

que habían recibido los hijos de las provincias interiores”. El 20 de

marzo fue elegido gobernador y su programa se proponía convertir a

Córdoba en eje de la política nacional. La situación era apropiada:

Ramírez y López habían derrotado al ejército directorial en Cepeda

provocando la disolución del Congreso y del Directorio. La nación

estaba acéfala.

14. El frustrado congreso de Córdoba.

El Congreso de San Lorenzo, auspiciado por el Tratado del Pilar, no

pudo hacerse por la guerra civil de Ramírez con Artigas, primero, y de

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Page 70: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Santa Fe con Buenos Aires, después. Bustos, mediador en este

conflicto consiguió la firma del Pacto de Benegas (24 de noviembre de

1820) donde las partes se comprometieron a trasladar a Córdoba la

sede del congreso general.

Bustos empeñó su perseverante gestión para lograr el éxito de la

convocatoria. Envió circulares a los gobiernos provinciales pidiendo el

envío de sus diputados. Puso término a la guerra que enfrentaba a

Tucumán con Santiago propiciando la firma del Tratado de Vinará (5

de junio de 1821). Salta fue la primera en responder, merced a la

influencia de Güemes, designando diputado al Dr. Manuel Antonio

Castro, conspicuo colaborador del régimen directorial. Después

fueron llegando los representantes de casi todas la provincias,

algunos con sensible atraso. Faltaron a la cita Entre Ríos y Corrientes

por causa de las hostilidades de Ramírez con López y Bustos. En

agosto de 1821 la mayoría de los congresales estaban en Córdoba,

incluyendo a los porteños Matías Patrón, Justo García Valdez, Juan

Cruz Varela y Teodoro Sánchez de Bustamante.

Los resultados no correspondieron a los afanes del gobernador

cordobés. Él quiso reunir el Congreso a pesar de todo. En Salta había

ocurrido la trágica muerte de Güemes por bala realista en

complicidad con salteños que lo odiaban. Poco después, Ramírez, el

“Supremo Entrerriano”, terminó sus días en el norte de Córdoba

cuando huía de las tropas enviadas en su persecución. Artigas se

había exiliado en el Paraguay como consecuencia de sucesivas

derrotas a manos de los portugueses y de su antiguo teniente

Francisco Ramírez. Pero la oposición al congreso no vino de los

caudillos sino de la política porteña. Los diputados de Buenos Aires,

calificados con el mote de “espiones”, bloquearon el principal objetivo

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Page 71: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

del congreso con la tesis de que las provincias debían organizarse

internamente antes de considerar la cuestión sobre organizar la

nación. Detrás de esa operación estaba la mano de Rivadavia,

ministro de Gobierno de Martín Rodríguez, quien consideraba

“inoportuna” la instalación del congreso. El redactó las instrucciones

que limitaban las atribuciones de los diputados a celebrar solamente

tratados interprovinciales.

Dicha estrategia significó un obstáculo insalvable. Se había fijado el

día 4 de noviembre para la constitución de la asamblea pero los

representantes porteños estuvieron ausentes. Después de varios

intentos frustrados el proyecto quedó malogrado. Buenos Aires, que

había sido derrotada militarmente por las provincias hizo prevalecer

su voluntad política. La explicación más persuasiva de su

intencionalidad la dio en ese momento el diputado Larrechea de

Santa Fe: “Buenos Aires, esa oficina de planes hostiles e insidiosos,

siempre celosa del engrandecimiento de los demás pueblos... trata de

retirar sus poderes a sus diputados. Todos los pueblos aspiran a la

forma federal republicana y esto no está en los intereses de aquella

envidiosa capital...”

De este modo, el Interior perdió la iniciativa de la organización

nacional. Buenos Aires tenía la palabra.

15. Congreso y guerra civil

La frustración del congreso de Córdoba originó la prolongación

incierta del proceso de organización constitucional. Las provincias

conservaron el ejercicio pleno de la soberanía en materia política,

71

Page 72: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

militar y económica. Pero el manejo del puerto y de la aduana

exterior seguiría por muchos años en poder de Buenos Aires. Creció

entonces la preocupación acerca de la sanción de un derecho público

provincial que fijara la competencia de las autoridades locales y

reconociera los derechos de los ciudadanos. Esos acuerdos

normativos –como el pacto de San Miguel de las Lagunas y el Tratado

de Guanacache, ambos en Cuyo-, integran la serie de los “pactos

preexistentes” invocados más tarde en el preámbulo de la

Constitución Nacional.

La ansiada organización nacional pareció que podría resolverse

cuando el gobernador de Buenos Aires, general Juan Gregorio Las

Heras lanzó la iniciativa en 1824. Todas las provincias respondieron

afirmativamente, incluyendo a la Banda Oriental y Tarija (Bolivia). Sin

distinción de banderías políticas mandaron sus diputados y el cuerpo

pudo constituirse el 16 de diciembre de 1824. Su primera sanción fue

la Ley Fundamental que encargó el manejo de las relaciones

exteriores al gobernador de Buenos Aires y resolvió que las provincias

se regirían por sus propias instituciones hasta la sanción de la

Constitución, cuyo texto les sería sometido para su conformidad.

La cuestión de fondo que dividió las opiniones fue la forma de

gobierno. Ella subyacía desde la Constitución de 1819 y del Congreso

que Bustos no pudo realizar. Los tratados interprovinciales indicaban

explícitamente la voluntad de establecer una República Federativa.

Los dirigentes de Buenos Aires, por el contrario, estaban decididos a

hacer prevalecer un sistema unitario que fácticamente había tenido

vigencia con el Triunvirato y el Directorio. En ese marco, la consulta a

72

Page 73: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

los pueblos del Interior se convirtió en una mera formalidad cuando

no en una falsedad flagrante.

Esa mentalidad recurrente se manifestó en el seno del Congreso. El

partido unitario montó una estrategia elucubrada por su mentor

Bernardino Rivadavia. Los debates fueron prolongados y ricos en

doctrina política pero, a la postre, prevaleció el plan centralista que

instaló un Presidente de la Nación antes de que la Constitución fuera

aprobada, hecho que resultaba violatorio de la ley Fundamental.

Enseguida vinieron otras medidas: federalización de la ciudad de

Buenos Aires y parte importante del territorio provincial, decisión

arbitraria que hizo caducar el mandato del gobernador Las Heras;

creación del Banco Nacional, institución que se reservaba la facultad

de acuñar moneda; hipoteca de la tierra pública para consolidar el

empréstito contraído por Buenos Aires con la casa Baring de Gran

Bretaña. Esa escalada rivadaviana tuvo coronamiento con el texto

constitucional que adoptó el sistema de unidad. Las provincias

quedaban convertidas en dependencias subalternas del presidente de

la República.

Semejante desmesura –contenida en los artículos 130 y 132- provocó

reacciones comprensibles. Córdoba y Santiago retiraron sus

diputados y poco después la Constitución fue rechazada por las

provincias. El conflicto derivó en una guerra civil. En ella cobró

protagonismo relevante Juan Facundo Quiroga, caudillo riojano de la

campaña pastora. Hombre intrépido, de rápidas decisiones, formó

una Liga con los gobernadores Bustos e Ibarra y emprendió campañas

militares sobre Cuyo y el Norte que lo hicieron dueño de medio país.

El presidente Rivadavia, desprovisto ya de sustentación política se vio

73

Page 74: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

obligado a renunciar. Según la expresión de Quiroga, era evidente

que “el voto de los pueblos se uniformaba con la Federación”.

El Congreso aceptó la renuncia y eligió a Vicente López y Planes con

carácter provisional. Luego se disolvió (18 de agosto de 1827). El

autor del Himno hizo lo más prudente: convocó a elecciones en

Buenos Aires para restaurar la autonomía provincial abrogada.

Formada la Legislatura, eligió gobernador al coronel Manuel Dorrego,

quien como diputado por Santiago había dado en el Congreso

testimonio de sólidas ideas democráticas y federales, no sólo en su

aspecto político sino también social y económico. Dorrego, porteño y

federal, era el hombre que convenía a Buenos Aires para campear el

temporal desatado por los triunfos militares de Quiroga y darle

credibilidad ante las provincias.

16. Los caudillos del Interior.

El fracaso de los congresos había demostrado la incapacidad de la

dirigencia urbana tradicional para resolver el desafío de la

organización nacional. La autonomía dirimente de unitarismo o

federalismo estaba bloqueando el destino de las Provincias Unidas del

Río de la Plata. La disidencia no era solamente política o ideológica.

Era la lucha de una provincia rica, dueña del puerto único y de la

aduana para el comercio exterior, con las provincias pobres,

partidarias de una política proteccionista para amparar sus

producciones agrícolas y artesanales frente a la competencia

desventajosa de los géneros europeos beneficiados con el

librecambio. En 1824, los ingresos de Córdoba eran de 70 % anuales;

Buenos Aires recaudó más de $ 2.5000.000.

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Page 75: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

En ese momento surge el fenómeno de los caudillos que ocupan el

escenario reservado anteriormente a la clase “sana y principal”. Una

vez que la causa de la emancipación pareció asegurada, los pueblos

se replegaron sobre sí mismos tratando de resolver los arduos

problemas de su estabilidad interior en el contexto de un país

empobrecido y agotado por los sacrificios de muchos años. Fue

necesario buscar el apoyo de las masas campesinas y así se inicia el

protagonismo de los comandantes militares para subsanar la

intrínseca debilidad del gobierno de vecinos, propio del tiempo

colonial.

¿Dónde nacen los caudillos? Algunos surgieron del Ejército del Norte,

donde se formaron en una escuela celosa del principio de autoridad.

A esa extracción pertenecen Juan Bautista Bustos, Juan Felipe Ibarra y

Alejandro Heredia. Otros no tuvieron formación profesional específica

pero poseían innato don de mando y desarrollaron sus aptitudes en

las comandancias de campaña. Es el caso de Estanislao López,

Facundo Quiroga y Juan Manuel de Rosas. El manejo del poder

adquirió un acentuado carácter autoritario propio de los hombres de

armas. Esta mentalidad que también contagió a civiles prominentes

caló hondo en nuestra experiencia histórica.

Sostenidos por una adhesión popular incuestionable, los caudillos

fueron árbitros de la vida política durante más de veinte años.

Estanislao López gobernó Santa Fe hasta su muerte en 1838. Juan

Facundo Quiroga, sin vocación por los asuntos administrativos, es el

prototipo del guerrero que consiguió tener bajo su autoridad a nueve

provincias hasta su trágica muerte en la emboscada de Barranca

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Page 76: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Yaco. El liderazgo regional que dejó vacante fue heredado en el Norte

por Alejandro Heredia, quien fundó un protectorado que abarcaba

desde Salta hasta La Rioja. En Santiago del Estero, Juan Felipe Ibarra

conservó el poder durante treinta años sin tentar hegemonía más allá

de su ínsula provincial. Apoyó decididamente el sistema federal pero

obró siempre aconsejado por un realismo político que nacía de la

experiencia y también de su idiosincracia.

Juan Bautista Bustos, gobernador de Córdoba, quiso organizar el país

según el principio federativo proclamado por los pactos preexistentes,

pero el poder de Buenos Aires se le cruzó en el camino y su carrera

política quedó tronchada por la derrota que le infligió José María Paz

cuando invadió el Interior con tropas veteranas de la guerra con

Brasil. En Cuyo, después de la muerte de Quiroga, impusieron su

autoridad José Félix Aldao (Mendoza) y Nazario Benavídez, quien

gobernó en San Juan desde 1836 hasta Caseros.

Todos estos hombres se llamaron federales y dijeron luchar en

nombre de la Federación. En esta materia conviene hacer algunas

precisiones. Los rótulos políticos no definen con propiedad el

comportamiento político. Quiroga afirmó ser “unitario por convicción”

pero ninguno de sus contemporáneos peleó tantas batallas para

instaurar un régimen constitucional federativo. Rosas, por el

contrario, elevó la “santa causa de la Federación” a la categoría de

dogma pero ningún unitario trabajó con tanta tenacidad y astucia

para cimentar el predominio de Buenos Aires sobre las demás

provincias.

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Page 77: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

López era un federal auténtico, partidario convencido de organizar un

país con ese sistema, pero cuando llegó el momento decisivo de dar

cumplimiento al pacto Federal de 1831, su gestión fue deshauciada

por Quiroga. El apasionado riojano no quiso deponer su hostilidad

hacia el patriarca de la Federación. Prefirió dejarse convencer por

Rosas de que la organización nacional “era deseable pero no

oportuna”.

Así, pues, los caudillos de la Argentina heroica, lucharon, sacrificaron

a sus pueblos e incluso inmolaron sus vidas en aras de la causa

federal. A despecho de tratados y de victorias militares, el proyecto

constitucional chocaba frontalmente con las ideas del gobernador de

Buenos Aires. Para sus intereses, que eran compartidos por los

hacendados y comerciantes del Puerto, bastaba con que las

provincias delegaran en su persona el manejo de las relaciones

exteriores. Paradojalmente, mutatis-mutandi, era la misma tesis que

esgrimió Rivadavia para hacer fracasar el Congreso de Córdoba. El

fusilamento de Dorrego, la muerte de Quiroga y de López dejó a

Rosas dueño del poder nacional. El puerto libre y único para el

comercio exterior y los ingresos de la aduana, eran el sustento

económico de un poder incontrastable. Así sucedió hasta Caseros.

17. La Coalición del Norte.

Así estaban las cosas cuando ocurrió la revolución de las provincias

del Norte contra el poder de Rosas. Fue un acuerdo regional contra un

sistema exclusivista que conmovió nueve provincias. Para reprimirla

no bastaron los gobernadores adictos al Restaurador y fue preciso

mandar un poderoso ejército con los mejores generales del régimen y

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Page 78: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

empeñar una campaña de un año de duración. Pueblos empobrecidos

y humillados tomaron la decisión heroica de jugar su destino a cara o

cruz, sabiendo que no habría clemencia en caso de una derrota. Este

proyecto denota la vigencia de una conciencia de unidad regional, sin

la disciplina de un centro hegemónico como había sido el

protectorado de Alejandro Heredia. Esta reacción no se habría

producido de no existir causas internas estrechamente vinculadas con

la situación económica y social de los pueblos del Norte y con la

postergación indefinida del proyecto de organización nacional. Por

eso coincidieron unitarios y federales.

El asesinato de Heredia ocurrido el 12 de noviembre de 1838,

significó un cambio político en las provincias sometidas a su

Protectorado. En Tucumán fue elegido gobernador Bernabé

Piedrabuena, con quien se hizo sentir la influencia de los jóvenes

ilustrados de la Asociación de Mayo, opositores del rosismo. Ahí

estaban Salustiano Zavalía, ministro general; Marco Avellaneda,

Benjamín Villafañe y Brígido Silva. En Salta asumió el gobierno don

Manuel Solá, conectado con los emigrados unitarios de Bolivia, caso

de Rudecindo Alvarado y Facundo Zuviría. Esta provincia, como Jujuy,

padecía una crítica situación económica por las contribuciones de

hombres, dinero y vituallas exigidas por la guerra contra el mariscal

Santa Cruz, presidente de la Confederación peruano-boliviana. A

comienzos de 1839, la preocupación dominante de esos gobiernos es

la paz con Bolivia, sin esperar la decisión del encargado de las

Relaciones Exteriores. De ella dependía la reanudación del comercio

con el mercado altoperuano, vital para sus economías.

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Page 79: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Así, en las provincias del Norte se expresaba una voluntad todavía

más explícita de ruptura con Rosas. Los papeles de época traducen

un fuerte sentimiento anti-porteño y la convicción de que nada podían

esperar del gobernador de Buenos Aires para aliviar la situación de

esas provincias. José Cubas, gobernador catamarqueño, definió

posición en forma categórica en carta a Ibarra. Quiso persuadirlo

sobre la necesidad de formar un nuevo gobierno nacional para

proteger a “nuestras provincias” de las miras ambiciosas de los

porteños. Tomás Brizuela, gobernador de La Rioja, compartía sus

ideas. La actitud de los dirigentes tucumanos, aunque más cautelosa,

descubre las mismas ideas, involucrando en sus preocupaciones el

asunto de la paz por separado con el gobierno de Bolivia. En esos

días, llega desde Montevideo una carta de Alberdi a sus amigos de

Tucumán. Su exhortación era salvar a la República de su “único y

grande enemigo”, el tirano Rosas.

El proyecto estaba maduro. Todos manifestaban su voluntad de

organizar una liga y separar a Rosas del gobierno nacional. Estaban

comprometidos los intereses del Norte, la avanzada en la guerra de la

Independencia. El nombre de Ibarra aparecía indicado como cabeza

de esa coalición. Pero Ibarra, político habilidoso que se había

sostenido casi veinte años en el poder con Rivadavia y con Rosas,

había aceptado de grado o por fuerza las reglas de juego impuestas

por sus amigos federales Quiroga y Heredia. Ahora los dos caudillos

estaban muertos y él era tentado por un liderazgo regional. Mientras

los gobiernos del Norte tratan de comprometerlo o al menos de

neutralizarlo, Rosas –que tiene un ojo puesto en la Banda Oriental y el

bloqueo francés y otro en las novedades que le llegan de las

provincias arribeñas-, produce un golpe maestro de esgrima política.

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Page 80: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Ibarra había dado hospitalidad a José María Cullen, su compadre y

amigo. El ministro de Estanislao López estaba condenado por Rosas a

la muerte civil por haber osado gestionar ante el ministro inglés y el

cónsul norteamericano la solución del bloqueo francés que

perjudicaba el comercio de cabotaje del Litoral. El Restaurador

fulminó a Ibarra con una apelación a su fidelidad. Lo acusó de haber

dado asilo a un “salvaje unitario”, quien con sus maniobras estaba

perjudicando la causa de la Confederación. Con siniestra jugada logra

definir a Ibarra atándolo a su carro político. De ese modo, las

conveniencias políticas prevalecieron sobre el sagrado deber de la

hospitalidad. Con un gesto reprensible, Ibarra resolvió entregar al

verdugo a su “compadre y amigo”.

La solidaridad del Norte quedó fisurada y ello demora los planes de

los revolucionarios. La formación de la Liga se postergará un año,

dando tiempo a don Juan Manuel para resolver los acuciantes

problemas del Litoral: bloqueo francés, alianza y declaración de

guerra por parte de Rivera y la provincia de Corrientes, campaña de

Lavalle sobre Buenos Aires, levantamiento de los Libres del Sur. Todo

un encadenamiento de adversidades que pudo conjugar.

No aceptó, sin embargo, cuando envió al general Lamadrid a

Tucumán para retirar el armamento que cedió a Heredia para la

guerra contra Santa Cruz. El conflicto había concluido por la victoria

de los chilenos en Yungay (20 de enero de 1839). Luego de largo

exilio, el guerrero de la Independencia había regresado a Buenos

Aires y se puso a las órdenes del jefe de la Confederación Argentina.

Rosas creyó en su sinceridad y quiso confiarle la comisión referida.

Pero Lamadrid llegó a Tucumán, se presentó al gobernador

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Page 81: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Piedrabuena –su primo y amigo- y le informó sobre la misión que le

había sido conferida. Luego de un confuso trámite, la Legislatura

sancionó una ley pronunciándose contra Rosas, a quien acusó de

abuso en el manejo de las Relaciones Exteriores y de haberse

arrogado el “peligroso derecho de hacer la paz y declarar la guerra”.

Con esos argumentos le revocaron el mandato para conducir las

Relaciones Exteriores, decisión que fue recibida con entusiasmo por el

pueblo, según refiere Lamadrid en sus Memorias.

El voto de la legislatura tucumana había logrado un suceso

inesperado: la adhesión del propio comisionado de Rosas. Dada la

inteligencia previa sobre el asunto, los pronunciamientos de las otras

provincias se sucedieron enseguida. Salta lo hizo el 13 de abril. El

gobernador Solá emitió una proclama donde decía: “Salteños:

Libertad, Constitución o Muerte, será nuestra divisa”. El

pronunciamiento adquiría así el sentido de una cruzada cívica. En

Jujuy se produjo la destitución de Mariano Iturbe, acusado de sostener

al tirano Rosas. Lo reemplazó Roque Alvarado, quien dirigió al

gobernador de Buenos Aires una enérgica expresión de agravios. En

La Rioja, el gobernador Brizuela hacía tiempo que estaba

desengañado de la Federación rosista. Su estado anímico no nacía de

doctrinas sino de realidades: el estado miserable de su pueblo. El 2

de mayo promulgó el pronunciamiento de la Sala y expresó que la

Provincia se proponía “alcanzar el venturoso día en que todos

digamos: hay Constitución, hay leyes, hay Patria”. La adhesión de

Catamarca no se hizo esperar. El 7 de mayo la Legislatura sanciona

una ley que denuncia los males de grave trascendencia causados por

Rosas a la República y su empeño anárquico de estorbar la

organización constitucional de la Nación.

81

Page 82: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

El 22 de agosto se reunieron en Tucumán los diputados del Norte

para celebrar una alianza ofensiva y defensiva. Hubo

cuestionamientos procesales del gobierno salteño, pero como los

sucesos bélicos se precipitaban en La Rioja, invadida por Aldao desde

Cuyo, el Congreso verificó el nombramiento de Tomás Brizuela como

general en jefe. El 14 de septiembre de 1840, fecha de grata

memoria para la Patria, se aprobó el Tratado de la Liga. Se nombró

Director a Tomás Brizuela, otorgándosele atribuciones para dirigir la

guerra, hacer la paz y negociar empréstitos dentro o fuera de la

República. Podía, también, celebrar tratados sometiéndolos a la

ratificación posterior de las provincias signatarias. Era el jefe de un

Estado segregado de la Confederación.

La guerra se desarrolló en el vasto escenario de nueve provincias.

Desde Jujuy hasta Mendoza, los gobiernos comprometidos en el

ambicioso proyecto tenían motivos legítimos. Pero los medios

estuvieron mal calculados, considerando el poderío del adversario.

Los recursos financieros fueron exiguos, el armamento deficiente y

las tropas puestas en campaña no podían emparejar el tremendo

poder bélico de Buenos Aires. La designación de Brizuela como

director de la guerra fue un desacierto. Tampoco pudieron sincronizar

su estrategia Lamadrid y Lavalle. En los llanos riojanos hubo una luz

esperanzada: Ángel Vicente Peñaloza, antiguo oficial de Quiroga, se

sostuvo durante varios meses frente a las embestidas de los

gobernadores cuyanos Aldao y Benavídez, gracias a una táctica de

guerra montonera de marchas rápidas y ataques sorpresivos.

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Page 83: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Rosas contó con el apoyo de los gobernadores cuyanos, quienes no

siempre se pusieron de acuerdo en sus operaciones. Ibarra complicó

los planes tácticos de Lamadrid y de la División Constitucional de

Salta. Y cuando llegó el momento de definir la guerra, Rosas puso en

acción a sus mejores espadas: Oribe en el Norte y Pacheco en Cuyo.

Hubo incontables combates y refriegas: la más sangrienta fue la

batalla de Angaco, donde Mariano Acha enfrentó a Aldao y Benavídez.

El 19 de setiembre de 1841 chocaron en Famaillá (Tucumán) Lavalle y

Oribe. Después de una hora de combate, el ejército de la Liga se

dispersó y su jefe con reducida escolta emprendió la retirada hacia el

Norte. Pocos días después, en Rodeo del Medio (Mendoza), Pacheco

derrotó a Lamadrid. Los vencidos escaparan de la vindicta federal

pasando a Chile con la cordillera nevada. Sarmiento ha descripto con

elocuencia este dramático episodio.

En el proceso de nuestras guerras civiles nunca se manifestó en

forma tan patente la tragedia en la historia. Mariano Acha fusilado y

decapitado por orden del fraile Aldao. Tomás Brizuela muerto a

traición en Sañogasta (La Rioja). Marco Avellaneda, asesinado en

Metán (Salta), José Cubas y sus ministros degollados en la plaza de

Catamarca por orden de Mariano Maza, teniente de Oribe. Juan

Lavalle perdió la vida en un confuso episodio ocurrido en Jujuy. De los

jefes de la Liga, sólo sobrevivieron para contar su desgracia Lamadrid

y Solá, acogidos ambos al exilio chileno…

83

Page 84: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

II

Versiones de Mayo en el tiempo largo

84

Page 85: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

85

Page 86: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Sobre la Revolución de Mayo y el InteriorEl momento belgraniano y los invisibles de la historia

Héctor Marteau2

Hay un áurea en la presencia de Belgrano en el norte argentino, que

parece ser irrepetible. Antes que se pueda hablar del vacío que

representa la pérdida de una autoridad, sobre todo el modo imperial

español de entonces constituido desde la intemporalidad de su

mandato, y antes que nos enfrentemos al modo nuestro con la

secularización del poder –cuestión que dirimirá la forma constitucional

en sus instituciones-, Belgrano nos sitúa en la validez de la acción,

“en la producción de obras y de toda clase de actos” que provee el

vivir civil3, recluyendo a la contemplación a otros mundos que el

político instituyente. Por primera vez se presenta en el horizonte

novedoso del “grito de mayo” el involucramiento de toda la población

en la acción cívica que representa el compromiso por una nación y un

estado todavía en ciernes. Lo militar, lo religioso, lo político, lo jurídico

y hasta lo estético, son envueltos por un nodo todavía indescifrable,

cubierto por los pliegues de experiencias simultáneas con orígenes

diversos y no simultáneos (la indianidad, la africanidad, la presencia

multiétnica europea y también asiática). Esto se convierte en patente

al poner en el escenario toda la riqueza material, todas las

2 Lic. y Esp. HÉCTOR R. MARTEAU: Profesor Titular Ordinario, Director de Investigación, Presidente del Instituto de Estudios Laborales y Sociales, Profesor de las Maestrías de Ciencia Política (UNLP), de DDHH (UNSa), de Filosofía Práctica (UNMdP), autor de publicaciones propias y en colaboración, nacionales y extranjeras. Ex Asesor Directo del Presidente R. Alfonsín y ex Secretario de Educación –con rango de Ministro- del ex Territorio Nacional de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur. Actual Secretario de Posgrado en el DAV-IUNA. DAV.3 Tal como lo historiza y conceptúa J.G.A.Pocock en “El momento maquiavélico”, Tecnos, Madrid, 2002.

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Page 87: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

subjetividades existentes –por la simultaneidad de lo no simultáneo-

en un gesto extraordinario como un Exodo y la variedad de acciones

ofrecidas en los comienzos de una opinión pública que está

atenazada por la herencia de los invisibles, los descartables, tal como

experimentan su propia vida los afroamericanos y luchan los pueblos

originales por su presencia diferente4.

El lugar heterogéno de lo histórico: el campo de la lucha

patriota

En mayo de 1813 el Gral. Manuel Belgrano, ante los habitantes de la

ciudad de Jujuy y en ceremonia militar y religiosa, hace bendecir “La

bandera nacional de nuestra libertad civil”, entregando en custodia al

Cabildo local el ejemplar construido por las manos de los vecino/as

despertados a la colaboración por el mismo general. A poco de llegar

a Jujuy, el año anterior, tenía cierta desazón que le trasmite al

Triunvirato5, que le hace asimilar el clima espiritual a la esclavitud.

Poco antes había pasado hacia la actual Bolivia el tribuno porteño

Castelli, el que según opiniones que recoge Belgrano, impresionó

desfavorablemente a quienes lo trataron, por comportamientos de

que hizo objeto a varias damas locales. Realmente un clima

desfavorable para la causa revolucionaria, que Belgrano revierte,

porque a los pocos meses emprende el Exodo Jujeño, y como

resultado de una estrategia para desalentar las fuerzas realistas –de

alta competencia profesional y muy nutrida de armamentos- que

bajaban desde el Alto Perú, puede librar exitosamente, primero el

4 Esperamos tener pronta para nuestra lectura en español la obra del escritor Cugoano, esclavo caribeño que a fines del siglo XVIII produce un texto de teoría del derecho y la política que desmiente la pasividad y espíritu esclavista (del amo y del esclavo) de los americanos, según lo destaca Walter Mignolo en su Conferencia del 2006 en la Universidad Andina Simón Bolívar, ver: http://alainet.org./docs/ 5 Según consta en la Biblioteca de Mayo, Tomo XVI.

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Page 88: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

combate de Las Piedras, y luego las batallas de Tucumán y Salta,

cerrojo decisivo para el triunfo patriota. A ello cabría añadirle de

contexto para lo que sigue, la situación subjetiva que vivían en Jujuy

por las decisiones administrativas del gobierno revolucionario de

Buenos Aires, especialmente con la introducción de Juntas principales

y subordinadas, en la que estaba afectada Jujuy. Sobre estas

cuestiones hay una amplia bibliografía que es reveladora de los

pormenores de la actividad que despierta el Gral. Belgrano, que

comienza con sus conversaciones irradiadas a todo la élite local, el

ofrecimiento de la bandera que hizo jurar en febrero de 1812 en el

Paraná y la bendición por las fiestas mayas que imitara para todo el

país la Asamblea del año 1813. No obstante la reprobación por el

símbolo que le hace después el gobierno de Bs.As., el general les

contesta, entre otras palabras de su misiva oficial, con las siguientes

(cursivas nuestras): “…diré también, con verdad, que , como hasta los

indios sufren por el rey Fernando VII, y les hacen padecer con los

mismos aparatos que nosotros proclamamos la libertad, ni gustan oír

nombre de rey, ni se complacen con las mismas insignias con que los

tiranizan…”.

Al regresar de los triunfos de Tucumán y Salta, el general Belgrano,

recuerda ante Jujuy toda la ayuda recibida, dos días después de la

batalla del 20 de Febrero, ante la formación militar que realiza, la

misa y Tedéum con la famosa oración del canónigo Gorriti, y

proclama que “…El que no quisiere prestar su juramente

voluntariamente se declarase, prometiendo no seguirle por esto el

menor perjuicio sino que se la franquearía pasaporte para que pasase

el lugar que le acomodase, y le auxiliará con sus facultades porque

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Page 89: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

enajenando sus fincas pueda transportar con libertad…”6-cursivas

nuestras-.

Más adelante, el 25 de mayo, cumple la ceremonia sobre “La bandera

nacional de nuestra libertad civil”, que es –según lo prueba el

historiador Cicarelli- la que está depositada en salón principal de la

actual Casa de Gobierno de la provincia de Jujuy. “La Gaceta”, en

Buenos Aires, en ese tiempo, habla de “redención política y la época

gloriosa de su Libertad Civil “.

Es decir que tenemos ante nuestra memoria una situación

heterogénea, entre la autoridad porteña y la autoridad local, entre

autoridades locales de la región norteña, entre el imaginario

despertado en el mayo de Bs.As. y el imaginario que va formándose

en el fragor de las luchas patriotas que se desenvuelven a distancias

de nuestra dilatada geografía, y en el mismo léxico que va surgiendo

para identificar lo propio una vez decidida la reasunción de la

soberanía. Y en esta heterogeneidad, tenemos apenas indicios, al

menos documentados, de la más importante heterogeneidad social,

confinada a “los vecinos” o propietarios de bienes y de personas,

pues apenas se nombra la esclavitud se prolongará no obstante la

Asamblea del año 1813 y su “libertad de vientres”, hasta la sanción

de la Constitución de 1853, o la indianidad según arriba destacamos

en cursiva. Tenemos ante nosotros el problema de la asunción de la

memoria, que como contrapartida de lo colonial, adquiere el gesto de

lo de-colonial7.

6 Cita del historiador Vicente Cicarelli, en su trabajo “Belgrano y la bandera nacional de nuestra libertad civil”, editado por el Honorable Congreso de la Nación en 1998, por iniciativa del Dip. Nac. Normando Alvarez García y con introducción del autor del presente escrito.7

? Cuestión hoy que forma el programa de amplias investigaciones colonialidad/modernidad y que compromete a relevantes autores como Anibal Quijano, Enrique Dussel, Antonio Maldonado-Torres, Arturo Escobar, Enrique

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Page 90: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

A la heterogeneidad se le suma la invisibilidad

En noviembre de 1811 se había promulgado en la Junta Grande la

libertad de imprenta y el decreto de seguridad individual que

reafirmaba el habeas corpus. Se advertía ya entonces que ambos

decretos tensionaban el habitus formado en la tradición del interior,

particularmente con la jerarquía que establecía distancias entre los

ahora patricios y las clases bajas. Sin duda que se presenta un

potencial de conflicto en las estructuras mentales que no tendrá

resolución ordenadora hasta muchos decenios después, cuando se

sancione la Constitución de la Nación y se la implemente en todo el

país. No solamente nos estamos refiriendo a las dificultades

preconstitucionales, de amplia discusión historiográfica, sino a las

manifestaciones tardías de sus efectos, entre otros la ley del

Conchavo en el Tucumán de fines del siglo XIX, el contrato con las

maestras norteamericanas, el pago en vales a los trabajadores del

Chaco y de la Patagonia y de todo el noroeste en pleno siglo XX.

Lo que es motivo aquí de nuestra atención es precisamente el efecto

de olvido8 que se va produciendo en la memoria, tanto colectiva como

historiográfica, del total de los protagonistas de los acontecimientos

más decisivos y además cotidianos sobre los que emergió el grito

independiente y la construcción de la nación. Nos parece necesario

distinguir entre la amplitud que conquistan aquellos decretos,

Grosfoguel, Santiago Gómez-Castro, Silvia Rivera-Cusicanqui, Walter Mignolo, para citar algunos de ellos pertenecientes a países como Argentina, Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú, Puerto Rico, Venezuela y otros.8 Que puede asociarse a lo que Paul Ricoeur denomina olvido inexorable, ya que “no se limita a impedir o reducir la evocación de los recuerdos (“¿podría recordarme su nombre?”), sin que trata de borrar la huella de lo que hemos aprendido o vivido…”, en “La lectura del tiempo pasado: memoria y olvido”, UAM, Madrid, 1999.

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Page 91: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

apropiados por la autoridad oficial, y la reducción a rebeldes o

facciosos de quienes no producen la opinión oficial o ejercitan la

libertad bajo su condición de vecino/propietario. Si reunimos en un

solo haz la construcción del espacio público en esta heterogenidad

social con el papel de los sujetos comprendidos en el ejercicio de la

libertad, queda confinado a problemas de las élites la construcción de

la nación. ¿Y el pueblo, el bajo pueblo, los esclavos e indígenas?

Ampliamente la historiografía ha mostrado el carácter restrictivo del

concepto de pueblo y el uso de la noción de Estado, o provincia, que

se experimenta en el siglo XIX nuestro9. Una campaña como la

emprendida por Belgrano debe haber contado, primero con el

asentimiento de los pueblos originales, ya que eran atravesados por

la fuerza realista y su representación de siglos de dominación sobre

ellos, que como lo dice el mismo general “…hasta los indios sufren…

(y)… ni se complacen con las mismas insignias con que los

tiranizan…”. ¿Qué papel relevante les cupo a ellos para que Belgrano

sea advertido de todas las circunstancias negativas realistas que él

condensará en la estrategia del Éxodo, para utilizarlas a su favor,

convirtiendo la debilidad en fuerza? Ni tropa ni población “civil” tenía

Belgrano como para hacer un seguimiento de cientos de kilómetros, o

de miles, desde la partida en el Alto Perú de las fuerzas de Pío Tristán.

Luego, organizar en la debilidad –los resquemores, el

indisciplinamiento, la confusión, que vivían “los criollos”- sin contar

con la fuerza de los esclavos y servidumbre numerosas de aquellas

familias coloniales ¿habría bastado a Belgrano para mover las fuerzas

materiales y disponer las espirituales para una empresa incierta?

9 La obra del historiador José Carlos Chiaramonte lo prueba, al punto que más parecían ciudades-estados las denominadas provincias que estados en condiciones de desarrollar el federalismo. Su trabajo especial sobre la provincia de Corrientes es paradigmático al respecto.

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Page 92: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La historia y el giro epistemológico, para el ser y el poder

La aportación metodológica que realizan quienes desde la

microhistoria han vuelto la mirada, europea en el caso más conocido,

hacia las clases o sectores populares colocadas en el rango de

subalternos, ha sido decisiva para reconstruir otra historia moderna10.

En América no existe la subalternidad, salvo que señalemos el lugar

cubierto por los pobres periféricos de la sociedad criolla, en cuyo caso

hay una relación jerárquica de superior a inferior pero en el mismo

campo de pertenencia. Precisamente la idea de sociedad criolla

plantea la singularidad de unas formaciones sociales que en ningún

caso permite el despliegue de lo que define la idea de campo. Hay

influencias, indudablemente, se produce el mestizaje, pero la

evangelización característica de la búsqueda de hegemonía

ideológica no se acompaña con propuestas de inclusión, como no la

puede haber entre un amo y un esclavo, entre un señor y la

servidumbre indígena. En todo caso, la debilidad de inserción en el

comercio global despertada en torno al Atlántico es la que produce la

pobreza en la periferia de los criollos, al mismo tiempo que amasa la

fortuna de los fuertes jerárquicamente ubicados. De modo que por la

actividad económica, por el régimen jurídico o por los fenómenos de

control espiritual, quedan por fuera de lo criollo indígenas y

esclavos11.

10 Nos referimos a Guinzburg, Le Roi Ladurie, Williams, entre otros, que como señala Barbero, revierten “…la capacidad de acción, -de dominio, imposición y manipulación- que antes era atribuída a la clase dominante, es traspasada ahora a la capacidad de acción, de resistencia e impugnación de la clase dominada…”. Aquí hay un campo que define las existencias implicadas, mientras en América tal campo si lo consideramos como lugar de fuerzas, interacciones y negociaciones, es demasiado estrecho en relación por los estudios de aquellos antes citados.

11 Vale la pena recordar que el trabajo remunerado no era autorizado para esclavos y servidumbre de los pueblos originarios: la exacción era externa al mundo criollo.

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Page 93: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Sin embargo el grito revolucionario de mayo ha llegado a los confines

del territorio del entonces Virreinato del Río de la Plata, ha tocado la

región que fuera la más dinámica en los siglos anteriores y que

experimenta la caída de sus actividades con la división administrativa

que impone Carlos III. Por ello es posible suponer que hubo en

Belgrano un componente carismático, una capacidad de evocación de

la futura patria y la promesa de un nuevo país para todos los

hombres, que en la acción le excede aún en su mentalidad: el exterior

en que coloca lo indio…Por coyunturas más débiles se cimentó el

cimarronaje de los esclavos y los levantamientos del Tawantinsuyu

(por ejemplo la rebelión de los Willcas, sublevación general del siglo

XVIII). ¿Por qué habrían de creer esclavos y servidumbre indígenas en

que sería para mejor lo que sobrevendría a esta rebelión política de

los criollos?

De modo que tanto vale reexaminar el lugar creador en la acción de

Belgrano como el papel cumplido seguramente por las tribus

indígenas, reinos de su propio territorio, y aquellos esclavos que

aunque en número menor que el indígena, constituían la mano de

obra necesaria para las principales actividades económicas de la

región y aquel tiempo, antes y después de la creación administrativa

del Río de la Plata.

Conclusiones

La revolución de mayo nació en un mundo heterogéneo, no en el

mundo supuesto de la homogeneidad criolla –aún en sus disidencias-.

Está hecha al hibridaje, la mezcla y la multiplicación de fuerzas que

no logran ser contenidas en los conceptos de rebelión, lucha militar e

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Page 94: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

ideario nuevo. La rebelión fue múltiple, lo era la región del Norte

nuestro en sus componentes activos humanos. Las ideas fueron

contradictorias, a veces ambiguas y ocasionales, sin embargo se fue

formando una corriente que amalgama la influencia del mundo liberal

europeo –sobre todo en sus representantes románticos- con la nueva

conciencia hecha al conflicto, la resistencia y la voz propia que en

siglos pueblos originales y esclavos afroamericanos fueron

experimentando por fuera del escaso ambiente público de las ideas,

de las opiniones y la publicidad de ellas. De modo que no hubo

solamente un cruce de ideas entre la centralidad que reclamaba

Bs.As. y el peso del mandato imperativo que amenazaba desde el

interior, aunque aquellas otras ideas circularan por ámbitos de lo

clandestino, el ocultamiento y el disimulo, tal como habían obtenido

sobrevivir tras largos siglos de opresión colonial y expoliación al

grado de vidas desechadas.

Corresponde a la justicia en la memoria hacer visible aquellas

invisibilidades, devolver a la historia a sus protagonistas además

masivos, y reencontrarnos con la construcción de un discurso

democrático que construya desde la igualdad atendiendo a las

diferencias.

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Page 95: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La Emancipación ContinentalY los Precursores de la Independencia

Alicia Poderti12

Ya hemos afirmado en otras oportunidades que durante mucho

tiempo, la historiografía escrita desde el centro hegemónico del país y

las versiones elaboradas con fines políticos provincialistas, quisieron

restar importancia a la figura del General Martín Miguel de Güemes,

tratando de negar su responsabilidad en el plan de emancipación

continental.

Pero a principios del siglo XX, los historiadores salteños advirtieron la

grandeza de Güemes y desde la provincia natal del caudillo comenzó

a escribirse otra historia destinada a destacar la significación de su

gesta popular. Distintos estudios contribuyeron a reforzar la imagen

de estratega militar y hábil político, facetas que se demuestran en el

despliegue de la táctica güemesiana integrada al plan emancipador

de San Martín, cuyo objetivo primordial era unificar a la América

Hispana desde Lima hacia el Sur.

En el año 1902 aparecía el primer tomo del estudio de Bernardo Frías,

obra que concluyó en 1915, pero que recién pudo leerse en su edición

12 Dra. Alicia Poderti: Investigadora de carrera del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina), especializada en temas transdisciplinarios. Profesora de Posgrado en universidades argentinas y extranjeras. Reside en Buenos Aires y se desempeña en proyectos de la Academia Nacional de la Historia. E-Mail: [email protected] Página web: www.alicia poderti.com.ar.

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Page 96: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

completa en 1973 con el título Historia del General Martín Miguel

Güemes y de la Provincia de Salta o sea de la Independencia

Argentina. La imagen de Güemes que presenta Frías rectificó el

enfoque parcial e incompleto que circulaba hasta entonces en torno a

la figura del héroe gaucho, describiendo la intrincada escena socio-

política en la cual Güemes actuó.

Sin embargo, a principios del siglo XX, una mujer impulsa un

descollante movimiento de recuperación y rescate de la figura de

Güemes. Esta es la empresa fundamental de la revista Güemes,

dirigida por Benita Campos13. En un contexto de sucesivas conquistas

femeninas en el campo de la escritura, la tarea de Benita Campos

marca un verdadero hito en la historia del periodismo femenino. La

revista fundada y dirigida por Benita Campos fue merecedora de

importantes elogios, no solamente por parte de intelectuales del país,

sino de numerosos escritores latinoamericanos que colaboran en la

publicación quincenal, con notas históricas, sociales y literarias.

La investigación de Bernardo Frías es aludida con insistencia en esta

revista, acompañando el objetivo primordial de entronizar en el

imaginario colectivo la figura heroica del caudillo salteño. En este

13 Benita Campos nació en Salta en 1882 y se recibió de maestra en la Escuela Normal en 1901. Colaboradora de los diarios locales, como el períódico El Cívico, fundó y dirigió la revista Güemes, en la que plasmó su objetivo de resaltar el accionar de las figuras de los principales héroes de la emancipación americana. Falleció el 26 de agosto de 1925 en ejercicio de su labor docente. Benita Campos fue una mujer de avanzada que rompió con los cánones tradicionales de principios de siglo, en el que la mujer sólo debía ocupar el espacio del hogar y de la familia, dejando a los hombres otros ámbitos de acción, como el periodístico. Es loable la iniciativa de la directora de Güemes, que va más allá de los condicionamientos de su tiempo y transgrede aquellas fronteras entre el espacio femenino privado y el público. El resultado es una revista de formas cuidadas no sólo en lo estético, sino en la esencia misma, ya que intenta ser un vehículo de revalorización de nuestra identidad regional, elevando las figuras del General Güemes y de la escritora Juana Manuela Gorriti a un lugar nunca antes propuesto.

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Page 97: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

sentido, debemos recordar que, durante mucho tiempo, la

historiografía escrita desde el centro hegemónico del país restó

importancia a la actuación heroica en la guerra de la emancipación

del General Martín Miguel de Güemes. La tradición historiográfico-

literaria se inscribiría en un movimiento pendular que va desde las

versiones que contribuyeron a su culto idealizado o las corrientes que

lo recluyeron en un Olimpo “Clase B” (Cfr. Luna, 1972).

Así, la directora de la revista, se dispone a poner en marcha los

dispositivos ideológicos que permitirán la construcción de la imagen

del guerrero como arquetipo de héroe capaz de encarnar un principio

de identidad regional que supere las fronteras de las naciones

recientemente trazadas.

Benita Campos se muestra vehemente a la hora de expresar su

propósito de elevar a Güemes al máximo encumbramiento de

heroicidad, lugar al cual ningún otro salteño había ascendido antes:

"El culto de los héroes, es el culto de la Patria. Reaccionemos,

pensando que nadie puede darse el Título de patriota, si no cumple

con los deberes que le impone el reconocimiento hacia aquellos que

hicieron de una nación esclava, la soberana de todo un continente"

(Campos, en Güemes, 1907, Nº 7: 10).14

El General gaucho debía ser mitificado por los intelectuales además

de los sectores populares. En ese contexto, la edificación del

monumento a Güemes –junto al de Juana Manuela Gorriti- era la

14 La cita pertenece al números original de la Revista Güemes dirigida por Benita Campos entre 1907 y 1921, cuyos ejemplares fueron consultados en el Archivo Histórico de Salta. La negrita es nuestra.

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Page 98: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

aspiración primordial de la Comisión Pro-Patria, a la cual adhiere la

revista.

Continuando con el itinerario historiográfico de recuperación de la

gesta güemesiana, la publicación de la Historia de Güemes de Atilio

Cornejo, en 1946, constituye otro de los hitos en la historiografía

salteña que explora el complejo proceso político en el que se

introduce el líder independentista. El discurso argumentativo de

Cornejo se propone revertir el efecto de los relatos adversos a

Güemes. En este sentido, su texto previene constantemente acerca

del papel que han desempeñado las pasiones en la construcción de la

figura del guerrero, trabajando un conjunto de testimonios que

abrevan tanto en la tradición oral como en la escrita.

En 1979 se inicia la publicación de Güemes Documentado, una

importante colección de doce tomos centrada exclusivamente en la

gesta de este protagonista de la Independencia. Luis Güemes tuvo a

su cargo la culminación de una tarea que se había prolongado

durante cien años entre los miembros de la familia del caudillo

salteño, los que recopilaron papeles provenientes de archivos

particulares y de repositorios nacionales y extranjeros.

Esa línea de indagaciones continuó siendo desarrollada por Luis

Colmenares, investigadores independientes y de las dos

universidades de Salta y miembros del Instituto Güemesiano de Salta.

Dentro de los enfoques que superan los estudios realizados desde la

óptica de la provincia, la historiografía contemporánea se ha

enriquecido con los estudios de Félix Luna, Halperín Donghi o

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Page 99: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Armando Raúl Bazán. En el análisis realizado por Armando Bazán en

su Historia del Noroeste Argentino (1986), la empresa güemesiana se

intercala acertadamente en el contexto regional del NOA. En este

marco, la escritura de la historia argentina propuesta por Bazán se

aboca a la tarea de reintegrar la multiplicidad del pasado nacional,

antes circunscripto a la epopeya de Buenos Aires.

la recuperación del trono Inkaico

Esa amplia región del Noroeste estudiada por Armando Bazán, de

filiación altoperuana y que responde a un trazado prehispánico: el

antiguo Inkario, será la estructura que impregnará el ideario de los

grandes hombres de la Independencia.

Recordemos que los ideales de José Gabriel Condorcanqui, Túpac

Amaru II, habían provocado apuradas reformas al sistema colonial y,

pocos años más tarde, los protagonistas de las causas emancipadoras

de América se apoyaron en algunos de los pilares ideológicos

promovidos por el noble rebelde.

Hacia fines del siglo XVIII y principios del XIX, la trascendencia del

movimiento encabezado por José Gabriel Túpac Amaru es recuperada

por algunos hombres claves en el proceso independentista

americano: el ecuatoriano Francisco de Santacruz y Espejo, el

mendocino Juan José Godoy, el peruano Juan Pablo Viscardo Guzmán,

el bogotano Antonio Nariño y el caraqueño Francisco de Miranda. En

el grupo de libertadores que promueven el ideal incaico, debe

incluirse a Simón Bolívar, quien en la carta profética de Jamaica ataca

las grandes lacras del régimen indiano: la esclavitud y el tributo.

99

Page 100: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

En Argentina, donde la sublevación liderada por el cacique noble tuvo

singular repercusión, la figura del Inca reaparece en 1816, durante el

ciclo de la Declaración de la Independencia (Cfr. Poderti, 1997). Las

figuras prominentes del proceso emancipatorio, como San Martín,

Belgrano, Pueyrredón y Güemes fueron quienes promovieron el

modelo de la monarquía incaica.

La idea de establecer una monarquía de origen incásico, con todo lo

que este proyecto implicaba a nivel geográfico, político y continental,

era compartida con especiales miras políticas y cundió de tal manera

que fue en un principio apoyada en el Congreso de Tucumán por

aclamación. Luego de jurada la Independencia, en el texto de una

proclama de Belgrano al Regimiento de Milicias, él declara:

“He sido testigo de las sesiones en que la misma soberanía ha

discutido acerca de la forma de gobierno con que se ha de regir

la Nación, y he oído discurrir sabiamente a favor de la

monarquía constitucional, reconociendo la legitimidad de la

representación soberana en la casa de los Incas situando el

asiento del trono en el Cuzco, tanto, que me parece se realizará

este pensamiento tan racional, tan noble y justo, con que

aseguraremos la losa del sepulcro de los tiranos” (Tucumán, 27

de julio de 1816, en Güemes, 1982, III: 487).

La reinstalación de la corte del Inca fue tema de varias cartas entre

Güemes y Belgrano, durante el año 1816. Entre la documentación

que tiene como tema principal la intención de reconstruir la dinastía

incásica también se encuentra una "Proclama a los peruanos",

100

Page 101: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

firmada por Martín Güemes y fechada en Jujuy, el 6 de agosto de

1816, en la que expresa:

..."¿Si estos son los sentimientos generales que nos animan, con

cuánta más razón lo serán cuando, reestablecida muy en breve

la dinastía de los Incas, veamos sentado en el trono y antigua

corte de Cuzco al legítimo sucesor de la corona?" (Güemes,

1982, III: 473).

Sin embargo, pasado el primer entusiasmo fueron apareciendo

opositores, hasta que al final el proyecto quedó sin efecto. Belgrano

declaraba, en ese sentido, que los diputados que más escollos

presentaron al proyecto eran especialmente los hombres del interior,

tal como puede comprobarse a través de la lectura de las actas del

Congreso de Tucumán, especialmente la de la sesión del día 5 de

agosto de 1816.

El 18 de octubre de ese año ya Belgrano se quejaba, en una carta

dirigida a Martín Miguel de Güemes desde Tucumán, de los que

descreían de su proyecto de la Monarquía Incaica:

”El editor de La Crónica Argentina nos da dicterios y zahiere por

el pensamiento de monarquía constitucional y del Inca; contra

mí se encarniza más; pero yo me río, como lo hago siempre que

mi conducta e intenciones se dirijan al bien general”… (en

Güemes, 1982, III: 479).

Así la idea de restauración del reinado Inca, propuesta por el General

Manuel Belgrano y acogida en el Congreso de Tucumán, se

101

Page 102: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

desvaneció. Seis años más tarde desembarcaba en el Río de la Plata

Juan Bautista Túpac Amaru, medio hermano de José Gabriel

Condorcanqui, quien regresaba de su exilio de treinta y cinco años en

las prisiones africanas de Ceuta. Recién llegado, Juan Bautista

presentó una larga solicitud, en la que relataba la odisea de su familia

e imploraba la protección del Gobierno, como único sobreviviente de

la masacre de 1781. Esta petición fue acogida por un decreto de

Bernardino Rivadavia, el 24 de octubre de 1822.

Pero el posible heredero del trono incaico no pudo concretar el deseo

de los hombres andinos que esperaban un nuevo Inca. Tampoco pudo

ser el centro de los ideales monárquicos e independentistas. Falleció

el 2 de setiembre de 1827 y fue sepultado en el cementerio de La

Recoleta (Astesano, 1979: 137-190).

En lo que respecta a las conexiones familiares y económicas en la

región andina, debe tenerse en cuenta que la principal actividad

comercial durante los siglos de la colonia era el comercio mular que

se desplazaba entre Lima y Buenos Aires. En este sentido, es

importante repasar la relación que hace Eduardo Astesano:

"Dado lo reducido de la sociedad virreinal, estas familias

importantes estaban ligadas entre sí por vínculos variados. Los

porteños eran vecinos de pocas cuadras. Los comerciantes

enlazaban sus giros en ataduras que nunca se podrán poner

totalmente en descubierto. Lo mismo sucedía a lo largo del

Virreynato. ¿Hasta dónde las recuas de mulas de Juan Bautista y

su hermano no se vincularon en Salta con las de Güemes

102

Page 103: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Montero, o no llegaron a Córdoba para cargar los géneros de

Castilla de don Domingo Belgrano?" (Astesano, 1979: 50).

En ese entrecruzamiento de intereses familiares e historias enredadas

puede reconocerse una línea que conecta dos figuras claves en el

movimiento independentista: Túpac Amaru - Güemes, el primero un

símbolo de los valores del incario en la cultura andina de filiación

altoperuana en la que se inserta el Noroeste Argentino; el segundo un

caudillo de la lucha fronteriza contra la dominación ibérica. Dos

hombres de procedencias étnicas y sociales diferentes, pero ambos

capaces de movilizar a las masas populares en torno a un ideal de

liberación continental.

Perspectivas

El análisis del accionar y el pensamiento de Güemes -éste último

contenido en su producción escrita: correspondencia, proclamas y

documentos de gobierno (Cfr. Güemes, 1979-1990)-, nos permite

comprobar que él fue uno de los pocos políticos y militares de la

etapa revolucionaria que tuvo un concepto muy claro del proyecto

emancipatorio en gestación. Para Güemes el ideal patriótico estaba

concebido como un plan geo-político integral. Este diseño se

articulaba a un proceso que convocaba a los distintos sectores

sociales con el fin de realizar el proyecto de una libertad común para

los países sudamericanos.

Güemes hizo de la causa de la Independencia la empresa de las

masas movilizadas de la gran Sudamérica, enfrentando a los godos, a

los porteños y a la oposición de las provincias del norte. Cuando

103

Page 104: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

desaparece físicamente también se esfuma ese objetivo primordial. El

triunfo del puerto cercena la posibilidad de un trazado económico y

político regional que respondiera a aquel programa continental. Se

suceden las virulentas guerras entre federales y unitarios, con su fase

condenatoria hacia muchos de los ideólogos de la emancipación.

Así, los resultados del proceso revolucionario derivaron en la

fragmentación del sistema comercial implementado durante la época

del Virreinato. El rumbo económico del Río de la Plata se inclinaba

decisivamente hacia la ruta del mercado británico, que ofrecía mayor

solidez que la estructura española. Desde 1810, una pieza esencial de

aquel espacio – el Alto Perú- estaba en manos realistas, lo que

clausuraba la ruta del Norte. A partir de ese momento, las fuerzas

económicas regionales –y especialmente las de Salta- buscaban

restituir esa vinculación altoperuana (Cfr. Halperín Donghi, 1972).

La línea septentrional de la Intendencia de Salta, que se convertiría

en la frontera del país inaugurado por la revolución, comenzó a ser

franqueada sin mayor esfuerzo por la expedición del Norte, enviada

desde Buenos Aires. Los temores acerca de si la revolución

modificaría la fisonomía social de las castas altoperuanas iba en

aumento, mientras los españoles trataban de utilizar las tensiones

entre los distintos sectores sociales, entre ellos los indígenas, que

representaban a la masa auxiliar del ejército patriota.

Avizorando quizás los tiempos que la muerte no le dejaría ver, las

palabras de Güemes se incrustan en una encrucijada profética:

104

Page 105: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

“La revolución es un vidrio delicado que puede romperse al

más leve soplo del viento y hacerse pedazos; y un gobierno

naciente, que los hombres aún no están acostumbrados a

obedecer, es una nave situada en alta mar, sin brújula y

expuesta a los combates y borrascas de las pasiones

humanas”...

105

Page 106: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

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108

Page 109: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

109

Page 110: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Córdoba:El adiós y los inicios en 1810.

Daniel López Salort15

Tal vez amaneció tras una noche de luna menguante. Tal vez hubo

niebla en aquel amanecer de mediados de Mayo de 1810. Tal vez eso

impedía ver aquel navío inglés en toda su eslora, mientras se

aproximaba para tirar sus amarras en el puerto de Buenos Aires. Lo

cierto es horas después de atracar aquel navío, rápidamente se

difundieron las graves noticias que traían oficiales y tripulantes.

Incluso, algunos de éstos las confirmaban con movimientos de cabeza

y frases de un castellano torpe con acento bávaro. Lo cierto es que

los franceses se habían apoderado de Sevilla, que los miembros de la

Junta Central habían huido a Cádiz y a la isla de León, que se había

formado un Consejo de Regencia que se mantenía leal al rey

Fernando VII, pero sin poder efectivo. O sea que un militar de

cuarenta años, nacido en Córcega, pintado por Dominique Ingres con

cejas finas, larga nariz recta, mentón partido, llamado Napoleón

Bonaparte, era en realidad el dueño de los pueblos de los Virreynatos

españoles. Ni los oficiales ni los tripulantes de aquel navío español

imaginaron lo que sus comentarios originarían en aquella ciudad

chata, de siestas lentas y perros gordos, donde los acontecimientos

15 DANIEL LÓPEZ SALORT. Ensayista y escritor. Ha publicado Alto Murmullo y Presencias de lo Sagrado. Director de la revista Konvergencias, Filosofía y Culturas en Diálogo. Miembro del  Traductorado y Lectorado de Polylog: filosofar intercultural, Munich; del Consejo Editorial de Revista de Observaciones Filosóficas, Valparaíso; y de Archivo Filosófico Argentino, del Centro de Estudios Filosóficos de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires. Es Profesor de Lengua Inglesa, traductor y ha cursados estudios de Filosofía y Arte en la Universidad Nacional de Córdoba. Ha recibido entre otras distinciones el  Premio T. Karamaneff, Embajada de Bulgaria, Argentina.

110

Page 111: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

sociales eran las recatadas fiestas en alguna casona o los encuentros

para el rezo en una catedral más ancha que alta -como simbolizando

más las preocupaciones terrenales que los misterios divinos-, donde

los jóvenes se reunían para admirar los pechos y los muslos de las

mulatas lavando en el río, donde el bostezo de la vida se había

quebrado años atrás con las invasiones de aquellos soberbios

ingleses finalmente derrotados.

Pero cuando las historias se despliegan es hora de observar hechos,

hombres y mujeres, ideas, desafíos y respuestas. Y si se trata de

Mayo de 1810, más que hechos son procesos, a los que hay que

sumar los apetitos personales, esos deseos y esas contradicciones

que moran junto a las virtudes y los conceptos transparentes, de

manera que los relatos siempre cultivan cumbres y abismos y

medianías que todo lo transforman. Que puedan los siguientes

párrafos trazar las imágenes esenciales de esos tiempos.

Las abundancias suelen traer como hijas irresponsables a la

comodidad y la imprevisión, y éstas a la pobreza y el infortunio. Que

alcance con recordar a Yang Guang, llamado también Yangdi, de la

dinastía Sui, quien completó la organización china iniciada por su

padre: construyó el Gran Canal Imperial, expandió fronteras, protegió

los estudios de Confucio y del Tao, levantó otra capital –Luoyang-

donde hubo dos millones de trabajadores esclavizados en crearla.

Pero Yangdi amó los lujos y los placeres sin fin: por ejemplo, su barco

privado para surcar el Gran Canal Imperial tenía ciento veinte

habitaciones, las más exhibiendo extravagantes y costosos muebles y

cortinados, con un ancho número de concubinas. En las llanuras

dilatadas de Manchuria fueron derrotadas tres de sus expediciones y

111

Page 112: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

luego huyó. Las muestras son múltiples y muchas memorias tienen

sucedidos como éste. Así, los reyes y las cortes españolas no supieron

aprovechar las riquezas provenientes de América: si hasta los

trabajos más necesarios como los de herrería, esquila, curtiembre,

eran vistos como menores o decididamente deshonrosos. Su dominio

se había convertido en mala palabra en el Río de la Plata. Desde

España no llegaban a las colonias todos los productos que éstas

necesitaban, y dado la imposición de exclusividad de comercio, el

contrabando de mercaderías en uno y otro sentido se fue haciendo

costumbre y estilo, especialmente con ingleses y portugueses, con los

que se lograban mejores precios. Además, cuando la doble invasión

de la corona británica, España aportó nada para defender a Buenos

Aires. Y los criollos eran cada vez más en número que los españoles

pero no en el peso de las decisiones. Hasta en el clero se notaba la

profunda división entre los peninsulares y los nativos. O sea que el

rey no daba ni bienestar ni seguridad. La burocracia carecía de

talento de gestión precisamente para su responsabilidad

fundamental. Era evidente que las rentas del Estado crecerían por la

apertura del puerto a los barcos de cualquier bandera. Cuando los

franceses depusieron a los borbones y cruzaron su territorio

ampliando su poder hasta Portugal, el momento de los primeros actos

de libertad se anunciaron solos. Oficiales y tripulantes de aquel navío

inglés de mediados de Mayo hicieron emerger públicamente la

pregunta que muchos susurraban en privado: ¿a qué seguir

dependiendo de lo que no servía y se podía dejar de lado? Esta

pregunta contenía las ideas que venían semillándose: las que llevó a

Luis Capeto y María Antonieta a la guillotina en 1793, las de Francisco

de Miranda, las más lejanas del jesuita Juan Pablo Vizcardo y Guzmán,

quien en 1767 había escrito: El Nuevo Mundo es nuestra Patria, y su

112

Page 113: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

historia es la nuestra, y en ella es que debemos examinar nuestra

situación presente, para determinarnos, por ella, a tomar el partido

necesario a la conservación de nuestros derechos propios y de

nuestros sucesores.

Los fuegos de la Revolución de Mayo de 1810 se iniciaron entonces a

ras del agua, con las graves noticias recibidas, y confirmadas cuatro

días después por otro barco. La conclusión era obvia: si no había rey

español que gobernara, entonces el poder retornaba al pueblo.

Nervios, miedos, reuniones secretas y otras no tanto, alianzas y

acusaciones, agitaciones y esperanzas generales sustanciaron los

últimos días de ese mes. Es que el virrey cesaba en su mandato y

había que elegir nuevas autoridades. Las discusiones de los

cabildantes agotaban los días y pasaban al siguiente. Repitamos

entonces lo conocido: para la mañana del veinticinco quedó fijada la

frontera final. Cuatrocientos fueron los invitados a deliberar en el

Cabildo. Se pidieron bancos prestados en la Catedral y en otras

iglesias, se trajo mucho chocolate y velas, algo de vino. Nada de

etiqueta a pesar de que la dirigencia de Buenos Aires estaba en su

totalidad: eclesiásticos en diez por ciento, abogados en quince,

comerciantes en treinta, y el resto militares y algunas otras figuras

notables. Cuando en las afueras algunos notorios solidarios con el

virrey querían ingresar eran disuadidos de hacerlo por medios que no

se pueden juzgar de dulces. Castelli defendió las posiciones

revolucionarias, apoyándose en fundamentos escolásticos y de la

Ilustración, a lo que el fiscal Villota replicó entonces que habría que

consultar a cada uno de los pueblos del Virreynato, pues Buenos Aires

no podía apropiarse del derecho de todos, con lo que -en el mientras

tanto- la corona española persistiría.

113

Page 114: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La revolución pareció demorarse o nacer muerta. En ese instante

fundacional muchos miraron a quien en una esquina seguía las

deliberaciones en silencio. Ahí estaba Paso, más bien bajo y de rostro

vertical, el matemático Paso, el siempre sonriente Paso, el Paso con

fama de mujeriego, quien respondió con contundencia que Buenos

Aires obraba como una hermana mayor, custodiando ese derecho de

todos los pueblos del Virreynato, puesto que no era prudente atesorar

demoras. Habría que agregar ahora que, finalmente, fueron mayoría

los votos contra el Virrey Cisneros, que se nombró una Junta de

Gobierno a la espera de los diputados de las provincias, que se

ensillaron y partieron los caballos que llevaban sobre sí los

comunicados de los sucesos como banderas de la independencia.

Es que la independencia era ya un hecho, y las horas de los años que

prosiguieron mostraron que si las órdenes y los decretos se pueden

revocar, los hechos no. Buenos Aires se organizaba, Buenos Aires no

dormía, como el propio Saavedra lo contaría años después en sus

memorias: La destitución del virrey y creación consiguiente de una

nuevo gobierno americano fue a todas luces el golpe que derribó el

dominio que los Reyes de España habían ejercido en cerca de 300

años en esta parte del mundo, por el injusto derecho de conquista y

sin justicia. Y más adelante: Ella, por descontado, alarmó al cúmulo

de españoles que había en Buenos Aires y en todo el resto de las

provincias, a los gobernadores y jefes del interior, y a todos los

empleados por el Rey, que preveían que llegaba el término del

predominio que ellos les daban entre los americanos. Saavedra

rememoraba en sus escritos que no faltaron los que miraban con

tedio, otros con tristeza porque pronto los españoles llegarían para

114

Page 115: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

derrotar a los revolucionarios, ni faltaron los que los adjetivaban

como locura y delirio, y también los que, en fin, eran los más

piadosos, nos miraban con compasión, no dudando que en breves

días seríamos víctimas del poder y furor español, en castigo de

nuestra rebelión e infidelidad contra el legítimo soberano, dueño y

señor de América, y de las vidas y haciendas de todos sus hijos y

habitantes.

En Córdoba las tormentas no fueron menores: a fines de Mayo ya

habían cruzado la plaza y se habían detenido frente al Cabildo

cordobés los caballos sobre los cuales se traían las voces de la

independencia y los escritos que la documentaban. Pero en Córdoba

estaba Liniers. Pero en Córdoba estaba el Deán Funes. Liniers, el

héroe de la resistencia contra los ingleses, el líder de la Reconquista,

el vencedor de Willian Carr Beresford y de John Whitelocke, ese

Liniers que había ordenado que se ofrendara a la Virgen del Rosario,

en la iglesia de Santo Domingo, dos banderas quitadas a los ingleses

y su propio bastón de mando. Liniers: militar, Virrey y luego conde. Y

Gregorio Funes, deán de su catedral, el reformador de los planes de

estudio que había incorporado a pensadores como Descartes, Galileo,

Newton, Locke, Leibniz, dejando en una orilla la tendencia escolática;

el que en ocasión de la oración fúnebre por las exequias del Rey

Carlos III, dicha veinte años antes de los sucesos de Mayo, había

expresado que no importaba que el hombre hubiera nacido

independiente y soberano de sus acciones porque estos privilegios

luego cesaban, no habiendo en este estado más ley que la que

imponía el más fuerte. Liners y el deán Funes se enfrentaron. Pero

mucho se equivocaría quien viera en eso tan sólo luchas de hombres.

Al igual que en Farsalia, la batalla entre Julio César y Pompeyo era la

115

Page 116: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

de dos altas rocas que no podían ocupar el mismo lugar. Liniers:

símbolo del reinado español que comenzaba su crepúsculo, el Deán

Funes: una conciencia por la independencia americana. Más allá de

los hombres y de los nombres, eso fue lo que aquellas las diosas

griegas del destino tejieron y destejieron en Córdoba, con los hilos

dorados y negros de sus lanas. Porque aquí todo comenzó por la

declaración de principios y voluntades.

Cisneros desde Buenos Aires le escribió a Liniers dándole todos los

poderes necesarios para organizar la contrarrevolución en el

Virreynato, apoyándose en el Perú. Sabían que debían contar con el

apoyo de Funes y lo convocaron, pero en la reunión de los dirigentes

de la resistencia fue precisamente él quien se negó a adherirse a los

que aún soñaban con el dominio español. Necesariamente la moneda

cayó de un solo lado: unos y otros y todos cruzaron rápidos las aguas

sin regreso. El deán, amigo de Belgrano y de Castelli, informó a la

Junta de Buenos Aires lo que se prepara en Córdoba, entre las

sombras. El plan de Liniers era de un triple movimiento: una línea de

tropas realistas desde el norte, otra desde Montevideo donde envió a

su hijo Luis, y el propio Liniers desde Córdoba. Mientras, el Cabildo

cordobés no reconoció a la Junta de Buenos Aires: para lo político,

advirtió que recurriría a Lima, para lo judicial a las autoridades de

Charcas. Logró Liniers juntar unos mil hombres de caballería, su

infantería era escasa al igual que armas y municiones. Al mirar las

mulas de carga y a las de tiro supo que abundaban, y sus cañones de

artillería era catorce. Fueron fabricadas con apuro las granadas de

mano, unas seiscientas, las que tenían un barro muy duro, y se

experimentó haciendo estrago. La reacción en Córdoba parecía crecer

sin pausa. Además, se contaba con militares de gran experiencia y de

116

Page 117: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

carrera: el propio Liniers, Gutiérrez de la Concha, Nieto, Goyeneche.

Mariano Moreno, lúcido, supo que eran instantes de todo o nada: no

se podían repetir los errores del cartaginés Aníbal. Los batallones de

patricios, arribeños, antiguos montañeses, andaluces, se unieron a

dragones, húsares, blandengues, pardos y morenos. Un mes después

de caído Cisneros, la Revolución pasó revista en la Plaza de la

Victoria: no se alcanzaba a los mil hombres. Era imprescindible

dinero, y mucho. Se tomó un empréstito de Juan Larrea, quien

además donó su sueldo (el mismo Larrea que muchos años después

se suicidaría por sus tropiezos políticos y su ruina económica). Se

recibieron donaciones de Gervasio Posadas: seis meses de sueldo y

mil quinientos pesos; Belgrano y Matheu también rechazaron sus

sueldos; Saavedra, que recibía ocho mil pesos, aportó cincuenta, y

Moreno trajo seis onzas de oro. Los soldados y sus jefes marcharon

hacia Córdoba, y a medida que se acercaban eran aclamados en los

pueblos por los que pasaban. Las provincias cuyanas decidieron

enviar diputados a Buenos Aires, y tanto el Deán Funes como su

hermano Ambrosio agitaban Córdoba contra Liniers: los vocales

comenzaron a faltar a las urgentes sesiones del Cabildo, de noche los

hombres reclutados por Liniers desertaban en grupos cada vez más

numerosos. Acostumbrado a los cambios en pleno combate, Liniers

comprendió que era urgente moverse, y las dos luces del crepúsculo

lo vieron partir. Al día siguiente, el Cabildo cordobés adhirió a la

revolución y fueron recibidos con repiques de campana Ocampo y

Vieytes al frente de las fuerzas que venían desde Buenos Aires.

Pero Liniers había tomado hacia el norte. Le quedaban cuatrocientos

hombres. En la primera noche de su huída, pierde ciento cincuenta.

Pronto tenía sólo una compañía de blandengues de frontera. Se

117

Page 118: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

intentaba comprar lealtades con el dinero sacado del tesoro de

Córdoba, pero todo era caminos cerrados. Entre Totoral y Tulumba,

en las secas rutas de esos sitios, escapa casi toda la tropa. Liniers

ordenó incendiar el carruaje con las municiones, quemar las cureñas

de los cañones para inutilizarlos. Tres días después le avisan que

Balcarce los persigue con setenta y cinco hombres, no trae más

porque tampoco consigue caballos contó el chasque. Liniers decidió

despedir a los oficiales fieles, abandonar los coches. Todos montaron

en sus propias cabalgaduras, llevando algunas mulas de carga. El

obispo Orellana tomó hacia la derecha de donde estaban, Liniers se

dirigió a las sierras, el resto siguió el camino de las postas. Balcarce

esperaba este movimiento y dividió sus hombres en varias partidas

que cubrieron los caminos posibles. Pasaron otros tres días. En la

noche del monte, sus subordinados le hicieron señas al Ayudante de

Campo Urien: más allá había unas leñas ardiendo. La partida se

ocultó y fue silencio. Enseguida los vieron: dos paisanos cuidaban

varias mulas mientras se cuidaban del frío. Uno de ellos, el moreno,

contó que Liniers estaba a poco menos de una legua, en una choza. Él

lo sabía porque ahí lo había ocultado después de que Liniers le pagara

para hacerlo. Señaló el lugar con más precisión: era cerca de Chañar.

Estaban durmiendo cuando la partida los atrapó, bayonetas en el

pecho. Quizás a la distancia se oyó el canto de un crespín. Urien

ordenó revisar los equipajes, y tomó lo que había en joyas, monedas,

billetes. Los llevaron atados manos atrás, mientras uno de los

subordinados le preguntaba a Liniers si era verdad que estaba frente

al que había derrotado a los ingleses y Urien lo callaba con un

ademán. La orden de Buenos Aires era cristalina: En el momento en

que todos o cada uno de ellos sean pillados, sean cuales fuesen las

circunstancias, se ejecutará esta resolución, sin dar lugar a minutos

118

Page 119: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

que proporcionaren ruegos y relaciones capaces de comprometer el

cumplimiento de esta orden y el honor de V.E.

Pero muchos se negaron a los fusilamientos. Funes diría muchos años

después que la Junta había decretado cimentar la Revolución

infundiendo con el terror un silencio profundo en los enemigos de la

causa. Y agregó: Mi sorpresa fue mi aflicción cuando me figuraba

palpitante tan respetables víctimas. Ocampo no olvidaba que fue por

una beca otorgada por Liniers que pudo estudiar en Córdoba, y tan

luego con Funes. Para éste, la boca de las armas no era el camino

mejor, si hasta había un sacerdote entre los prisioneros. Ocampo

decidió trasladarlos a Buenos Aires. Algunos soldados fueron

apalabrados para que informaran a Liniers que se había organizado

una fuga, pero Liniers se negó, pensaba que en Buenos Aires podría

hacer cambiar de ideas a la Junta. Midió mal las circunstancias.

¿Habrá confiado más en la gloria que había adquirido que en su olfato

militar de que los pueblos del Virreynato hacía rato se preñaban de

los deseos de libertad? ¿No advirtió que la mayor parte de la

dirigencia revolucionaria era nacida aquí, sin experiencia en funciones

de gobierno ni en administración de Estado, que no buscaban un

cambio de nombres sino una transformación absoluta? Urien fue

relevado porque sus hombres se cansaron de sus borracheras y sus

robos. Mariano Moreno se anotició de todo esto y ordenó a Castelli

que cabalgara hasta Córdoba y cumpliera la orden. El comandante

Domingo French tomó de Ocampo la responsabilidad de los

prisioneros, a quienes se les quitó los cuchillos que tenían para

comer, aunque se les permitió seguir con los estribos en las

monturas. A dos leguas de Cabeza de Tigre, los esperaba el teniente

coronel del cuerpo de húsares, Juan Ramón Balcarce, hermano de

119

Page 120: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Antonio, de quien una de sus partidas los apresaran. Aquél ordenó

que los criados no continuaran la marcha, que se quedaran con los

equipajes. No hizo falta más precisiones: los prisioneros se dieron

cuenta de lo que sucedería. Había un monte cerca: el Monte de los

Papagayos. En el camino se toparon con Rodríguez Peña y Castelli.

Éste ordenó que los bajen, les leyó la sentencia, les dio cuatro horas

para poner en orden sus cosas. Liniers y Allende se confesaron con el

Obispo Orellana quien, también prisionero, no fue ejecutado dado su

condición religiosa. Los restantes se confesaron con el Padre Jiménez,

sacerdote de la zona. A las once y media, al parecer con los ojos

vendados, los prisioneros oyeron a Balcarce que desenvainaba su

sable y lo levantaba, oyeron a Castelli y a su orden, oyeron el inicio

de los disparos. Liniers también pudo oír a French cuando lo remató.

Ninguno oyó los pájaros porque seguramente hacía rato que habían

callado. No es descabellado suponer que el aire y la pólvora quedaron

unidos hasta la tarde. En una zanja junto a una iglesia, en Cruz Alta,

los tiraron. Alguien escribirá con los años que los primeros muertos de

la Patria Nueva eran los héroes de la Patria Vieja. Es que en tiempos

de guerras se vive el tiempo como una sucesión de vísperas, el hoy

es apenas deseo de un mañana donde todo acabe y se resuelva en

beneficio del anhelo propio. El tiempo es una sucesión de combates y

caídas, cuántas son las heridas de uno y cuántas las ajenas. La

felicidad es apenas que no he muerto hoy, y la esperanza es que ojalá

no muera mañana.

Así fue el final de Liniers, cuya espada y cuyos disparos habían

entrado en carne mora, en carne inglesa, en carne portuguesa. No lo

hizo en los mares que conocieron su juventud ni en la ciudad que

reconquistó de manos británicas, sino en un paraje casi anónimo,

120

Page 121: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

polvoriento y remoto, lejos de aguas y de barcos. Hasta mediados del

siglo XVI se remontaban sus antepasados nobles, incluyendo ocho

caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén. Sirvió a la corona

española en diversas batallas marinas, se lo destinó al Virreynato del

Río de la Plata donde tuvo una existencia gris, durante un breve

período fue gobernador de Misiones donde se preocupó por el buen

trato a los indios y, por su obrar en las invasiones inglesas a Buenos

Aires, fue primero Virrey y luego nombrado conde, con una renta

anual de cien mil reales y un campo en Alta Gracia, Córdoba. Sus

huesos recuperaron el olor del mar cuando muchos años después

fueron subidos al bergantín Gravina, para yacer desde entonces en

Cádiz.

Un florentino, en los comienzos del mil quinientos, dijo haber pasado

quince años estudiando el arte de gobernar, que no había perdido el

tiempo en dormir y en divertirse con tal de acabar su obra, y por eso

escribió: Pero, cuando las ciudades o los países están habituados a

vivir bajo un príncipe y la familia de éste se ha extinguido, como por

una parte están acostumbrados a obedecer, y por otra no tienen a su

antiguo príncipe, no se ponen de acuerdo entre ellos para elegir a

uno, y tampoco saben vivir libres. La sentencia de Nicolás Maquiavelo

se clavó en la mano que aquí izara el puñal que se clavó en el mapa

de las posesiones americanas de la corona española. Porque los

caminos de libertad que se inauguraron en Mayo 1810 en Buenos

Aires y en todo el antiguo Virreynato del Río de la Plata, por mucho

tiempo no alcanzaron para encontrar lo que la otra mano también

buscaba: la ausencia de guerras civiles, la organización definitiva de

un país. Como el propio virrey Cisneros dijera a Castelli y a Martín

Rodríguez aquella noche en que éstos le exigieron su renuncia:

121

Page 122: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Señores, cuánto siento los males que van a venir sobre este pueblo

de resultas de este paso; pero, puesto que el pueblo no me quiere y

el ejército me abandona, hagan lo que quieran.

En los comienzos de estas páginas, se dijo que cuando las historias se

despliegan deben observarse hechos, hombres y mujeres, ideas,

desafíos y respuestas, más los apetitos personales que en cada caso

matizan enfatizando o atenuando esos despliegues. Liniers murió

poco después de cumplir cincuenta y seis años. La Revolución de

Mayo de 1810 encontró al Deán Funes cumpliendo sesenta y un años

el mismo día que se produce la destitución de Cisneros: debió andar

aún por otros diecinueve años. Supo de otras cumbres y otros

abismos. Escribió en la Gazeta con el seudónimo de El Ciudadano

sobre la democracia como principio de organización del país que

nacía, de las instituciones que eran necesarias, del federalismo de las

intendencias. Levene pensó que sus ideas constitucionales siguieron

de cerca de las de Moreno. Cuidó de las reformas que había

introducido en los estudios universitarios en Córdoba, donde se

conservó a Aristóteles en cuanto a las virtudes, pero se abrieron los

programas a la física, a la historia de la filosofía, a las matemáticas, a

Condillac y a Malebranche. Escribió: Confesemos de buena fe que en

los gobiernos despóticos se ha hecho servir la religión para dar un

carácter de santidad a las pretensiones más injustas. Si uno observa

que fueron alumnos suyos Lafinur, Juan Cruz Varela, José María Paz,

Vélez Sársfield, comprende que la literatura, la lucha militar, la

redacción del Código Civil Argentino, tuvieron en él un propiciador de

fuentes. Profundizó las críticas a Bartolomé de las Casas por la

postura de éste ante la esclavitud de los negros en las colonias

americanas. Escribió el Ensayo de la historia civil del Paraguay,

122

Page 123: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Buenos Aires y Tucumán, tal vez por aquello de Cicerón: Ignorar lo

que precedió a nuestro nacimiento es vivir siempre en la niñez. Con

una prosa culta, siendo Tácito el modelo y Plutarco el trasfondo, contó

no sólo hazañas memorables e imperios destruidos, sino también

crueldades, los efectos tristes de un gobierno español opresor.

Groussac lo vio vanidoso e intrigante, con una escritura de ideas

cortas diluida en frases largas, y en verdad no soportó que Funes no

estuviera junto a Liniers cuando éste decidió estar contra la

independencia naciente, aunque se cuidó de decirlo abiertamente

porque su solidaridad como francés pudo más. Se negó a ponderar

todo lo que Funes hizo para que no mataran a Liniers. Se negó a

ponderar que en los planes realistas figuraba el destierro o algo peor

para Funes, ya que hubo voces a favor de la muerte del deán en caso

de triunfo. Funes supo de acusaciones y cárcel dos veces. En sus

escritos no faltaron los argumentos sólidos para la libertad de

imprenta, y para la división de los poderes institucionales. Ya viejo, le

escribió a su hermano Ambrosio: Si no haces uso del telescopio que

dejé en ésa, te estimaré me lo mandes. En sus últimos años lo

ganaron hondas melancolías, enfermedades derivadas del escorbuto

–lo que prueba sus pobrezas y miserias-, representó temporalmente a

la Colombia de Bolívar, cobraba una pequeña pensión de Bolivia por

un deanato que le habían otorgado y la representación como

Encargado de Negocios que en algún momento cumpliera, recordaba

con nostalgia los bienes de su familia que fueran expropiados por el

virrey Acebal del Perú cuando él adhirió a la revolución. Fue

vendiendo uno a uno los libros de su impar biblioteca, luego la

Enciclopedia de Diderot, más tarde su colección de raros manuscritos.

Había que comer, conseguir remedios. Ejerció la traducción de

Daunou: Ensayo sobre las garantías individuales que reclama el

123

Page 124: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

estado actual de la sociedad. Ahí proclamó en una de las notas de su

prólogo: El temor a las leyes es saludable; el temor a los hombres es

origen funesto y fecundo de crímenes. Salió a pasear en crepúsculo

de Enero de 1819 por un parque levantado por los ingleses en Buenos

Aires, caminó entre árboles frutales y canteros barrocos de flores, y

ya no volvió.

No es vano recordar que vivió en épocas en que eran numerosos y

comunes los casos de sacerdotes que no cumplían sus votos de

castidad, en que conventos y diócesis desobedecían las disposiciones

superiores, a la vez que otros frailes participaban de la Revolución o

exigían cambios drásticos a las autoridades del Virreynato, como los

doce que asistieron a la Asamblea de 1813 con su proclama de

libertades, o los más de quince en el Congreso de Tucumán en 1816.

Sarmiento dijo que hubo un instante en que algunos fueron la

frontera entre la colonia y la república, como el dios Término de los

antiguos, con una cara al pasado y otra a lo que vendrá, habiendo

sido Funes uno de ellos. El Deán Funes no fue teólogo, fue un

pensador de los derechos al modo de Francisco de Vitoria. Antes que

el púlpito, cultivó la historia. Prefirió la independencia de las

Provincias del Río de la Plata a la sólida amistad que tenía con Liniers,

se negó a seguir a Moreno y a tantos otros porque abrazó a los

pueblos del interior y no el centralismo decisional de Buenos Aires.

Perdió todos sus bienes materiales y con eso se ganó una vejez

apenada. No dejó hijos sino ideas, no tuvo romance mayor que con un

suelo americano libre del dominio español. Todo lo esperó de esto.

Todo en él se hizo desde la soledad íntima. En una carta a

Monteagudo le confiesa: Véame usted aquí, recogiendo por fruto de

mis tareas, en una edad septuagenaria, vivir como un triste

124

Page 125: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

pordiosero a expensas de la providencia. No le hubiera gustado saber

de tantos que terminaron como él. Negó siempre ser jansenista,

precisamente porque no creyó en otra predestinación que no fuera la

de la libre voluntad personal y colectiva. No tuvo el ardor del místico

ni los traspasamientos de límites que suelen derrotar a éste. Miró la

historia desde la libertad americana pero habitó en sus principios

religiosos. Quizás, a la hora de elegir, haya que recordarlo procreador

y habitante de lo que sugieren aquellos versos del escocés Robert L.

Stevenson: las torres que fundamos y las lámparas que encendimos.

Hay seres a los que podemos pensar sin el paisaje que los instituyó:

Inmanuel Kant es ejemplo de esto. En otros es imposible: no se puede

evocar a Germán Arciniegas sin oír el oleaje del Caribe que lo

habitaba. A mí se me hace que a la primera categoría perteneció

Liniers, siempre tal fiel a la monarquía española como primer rasgo,

estuviera donde estuviese. La obediencia al Rey fue superior a su

destino naval. Y el Deán Funes a la segunda: en cada línea, en cada

acto de su vida, lleva su suelo americano como tantos otros

contemporáneos y posteriores suyos. Es más: tal vez haya que pensar

que el suelo americano, por entonces casi desértico, fue el que

escribió a Gregorio Funes. Porque no fue una tierra inmóvil la que

vivió, sino una llena de movimientos con sentido de cambios. Liniers y

el Deán Funes se diferenciaron por los defensas históricas de sus

convicciones, se igualaron por sus devociones a la madre de Aquél

que nació en un establo. Que la muerte no es distinta de la vida que

la elaboró lo muestra que ambos, voces que negaron o elaboraron el

adiós al sistema colonial y los inicios de la independencia, yacen

símbolos: Liniers en España, en el gaditano Panteón de Marinos

125

Page 126: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Ilustres, y Funes en su Córdoba, en el atrio de la Catedral, tras subir

las blanquecinas escalinatas.

126

Page 127: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

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128

Page 129: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

129

Page 130: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Una relación hecha de rupturas

Dionel Edmundo Filipigh16

Introducción

El título de este aporte significa que la historia está compuesta por

decisiones de las más variadas tomadas por los hombres de un

tiempo y lugar determinados. En sí estas decisiones no tienen una

condena de bondad o maldad.

Hay una constante en el discurso social de significar estas cualidades.

Pero no se las encontrará en este trabajo. La idea de que quienes

actuaron como uno ha querido –léase lector- adquieren prestigio.

Debatir la aprobación o la condena de los actos históricos, demuestra

la falta de conocimiento de los hombres y de las circunstancias.,

Aquí nos referiremos a textos, a documentos, a tratar de delinear

dentro de los mismos la presencia del monumento, como lo

expresaba Foucault, que han logrado construir y del cual nuestra

16 Dionel Edmundo Filipigh. Obtuvo el título de Profesor en Historia en el Instituto Universitario de Formosa, reconocido por la UNNE. Profesor, Coordinador, Director y Supervisor de cátedras en el secundario y en la Universidad Nacional de Formosa. Ha conducido durante más de 10 años trabajos de investigación en el Nivel Terciario del Instituto Santa Catalina Labouré en Clorinda. Ha publicado en diarios del medio local. Actualmente se desempeña como Profesor Adjunto en la Universidad Nacional de Formosa, frente a las cátedras de Latín, Griego. También dicta Historia de la Lengua española en el Profesorado de Letras y en el Profesorado en Historia, Historia Argentina II e Historia Contemporánea II.

130

Page 131: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

observación debe ser no sólo justa, sino equitativa, ecuánime y

equilibrada.

Como lo diría Ricardo Nasif al hablar del docente investigador, no se

puede ser neutral. No estamos investigando entes de razón, somos

como aquellos hombres y mujeres, cerrados de temporalidad y

ubicación. No seremos perfectos. Es lo último que se pretende. A

veces lo óptimo es una oposición a lo bueno.

Este trabajo rescata la actuación del Paraguay en los aciagos

momentos, como dicen los documentos, cuando Napoleón dominaba

España y en América se sucedían movimientos localistas, con

intenciones confesadas o negadas, disfrazadas o expuestas a la luz.

Importa para el trabajo que en esos momentos y en esos espacios los

hombres que se tomaron decisiones, fueron desencadenando el

futuro desde una aparente unión organizada por la conducción

política de España.

Constituidos en gobierno, cada uno de ellos trajo a su espacio las

propuestas que aparecieron como las más felices o las mejores

impuestas y aceptadas.

Allí en las decisiones epocales se fueron tejiendo las futuras

relaciones, muchas de las cuales tuvieron un camino sin retorno. De

eso queremos hablar.

I.- Una secesión antigua

1.-Desde Hernandarias a las Ordenanzas de Vértiz

131

Page 132: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Las múltiples razones que impulsaron los funcionarios locales, entre

los que se destaca don Hernando Arias de Saavedra (más conocido

como Hernandarias) para atender con mejor cuidado las poblaciones,

producen el efecto de la primera división formal de la Gobernación del

Río de la Plata, en 1617, por Real Cédula del Rey Felipe III. Y la

primera división con capital en Buenos Aires y en Asunción trae

aparejado el problema de límites que se mantendrá latente hasta

1811 y después, hasta más tarde aún.

La Real Cédula proponía una jurisdicción por ciudades: la del Río de la

Plata con las ciudades de la Trinidad, Puerto de Santa María de

Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes y Concepción del Bermejo.

Mientras que la del Guayrá, más conocida a su vez como del

Paraguay, con sede en Asunción, con jurisdicción sobre las ciudades

de Villa Rica y Santiago de Jerez.17

Para ese entonces existían ya opiniones entre los funcionarios que

sugerían la conveniencia de que Corrientes y Concepción del Bermejo

fueran también de la jurisdicción del Paraguay, esgrimiendo las

principales razones de proximidad y mejor atención. Nada de esto

ocurrió entonces y las distancias no importaron y las consecuencias

de esta decisión tampoco.

Este fue el primer acuerdo. Las opiniones quedaron como tales y

desde ese entonces ya la división se había producido. A partir de la

ejecución de la Real Cédula se comienzan a desmadejar situaciones

no previstas inmediatamente y que concluirán tiempo más en países

17 Nos exime de originales el buen trabajo de don Vicente Sierra en "Historia de la Argentina" de la que hemos tomado la información como fidedigna. Véase Sierra, Vicente. Historia de la Argentina. Tomo II Libro Primero Capítulo 8. Editorial Científica Argentina. Buenos Aires 1972. Pp. 127-130.

132

Page 133: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

diferentes, hasta con lenguas reconocidas también diferentes.. Este

tipo de historia donde se visualiza continuamente a los hombres de

cada momento como los verdaderos autores de los hechos, fascina al

historiador que desenreda el nudo gordiano, en vez de convertirlo en

una piltrafa por el golpe de la espada que lo desarmó por la

impotencia y la ironía.

2.- Las Ordenanzas de Vértiz

Aunque para quienes lean estas consideraciones puedan parecerles

obvias, digamos a título de presentación, que Juan José de Vértiz y

Salcedo, fue Virrey del Río de la Plata, organización territorial

fundado en 1776, quien dicta la Ordenanza que organiza el espacio

del Virreinato.

No debería suponerse original la Ordenanza de Intendentes de 1782.

Sobre el diseño de las gobernaciones, las Intendencias no vinieron a

producir un cambio más que en el sistema de procedimientos y

funciones.

Ya para este momento, la Intendencia del Paraguay, con la Ilustre

ciudad de Asunción como capital, aparece escindida del Río de la

Plata e institucionalmente había generado detalles de autonomía por

medio de símbolos expresados en el escudo de armas: La imagen de

Nuestra Señora de la Asunción, la imagen y veneración a San Blas

(actual patrono de Paraguay), el león y el castillo.18

18 Ibidem. Tomo III. Libro III pp.468-470133

Page 134: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Es altamente significativa la presencia de San Blas como un fuerte

aporte simbólico de autonomía. Los festejos patronales, la mención

en las canciones folklóricas, testimonian esta vigencia, ya expresada

a fines del siglo XVIII.

II.- La secesión perdurable

1.- Los Cabildos del 22 de Mayo de 1810 en Buenos Aires y del 24 de

Julio también de 1810 en Asunción.

Los antecedentes mencionados eximen de algunas consideraciones

respecto a lo que ya era una evidente distancia en el manejo de las

relaciones entre Buenos Aires y el Paraguay.

Hay que destacar (para continuar con esta suerte de lógica que nos

hemos propuesto) que mientras en Asunción aparece fuertemente

presentada y representada la figura del Gobernador, en Buenos Aires

se eclipsa. Las instituciones virreinales, donde puntualmente no hay

que ignorar la presencia de la persona que ejerce las funciones de

Virrey le dan a Buenos Aires una impronta diferenciada del resto de

las capitales de Intendencia.19

19 Como no es el tema que atañe, se dejan los siguientes interrogantes: ¿Habrá sido don Pascual Ruiz Huidobro, teniente general quien se desempeñaba como Gobernador de la Intendencia de Buenos Aires? De ser así ¿por qué entre las autoridades no ostenta el título de Gobernador? Y quizá la más preocupante ¿toda la Intendencia de Buenos Aires dependía del Virrey? Porque de ser de esta manera, mucho antes del Directorio de Posadas, el gobierno unipersonal ya estaba instalado

134

Page 135: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Mientras Buenos Aires apela al Virrey para que autorice al Cabildo

Abierto, en Asunción es el Gobernador el que convoca.

Haciendo una comparación podríamos decir que el Cabildo de Buenos

Aires se parece en mucho con otro Cabildo ubicado hoy en una

ciudad no más allá de 70Kms,. Ambos Cabildos el de Buenos Aires y

el de Luján debieron tener rango similar como participar de los

mismos “graves acontecimientos” que ocurrían y poder determinar

prontamente qué se podía proponer hacer. Pero no ocurrió. . No se

enteró del problema sino por medio del Acta del 27 de mayo.

En el momento en que el Gobernador de la Intendencia del Paraguay

decide la convocatoria lo hace a todos los integrantes de la

Intendencia, como se verifica en el listado de presentes.

Mientras al de Buenos Aires y ante los graves problemas que ocurrían

como dicen los documentos, no se presenta más del cincuenta por

ciento de los convocados por una cédula de citación que debían

presentar a la guardia para que les permitieran pasar. En Paraguay

asisten todos. Y votan por unanimidad, mientras que en Buenos Aires

se vota por grupos, fáciles de detectar por la adhesión al voto de

alguien. Es particularmente significativo que Moreno haya votado

conforme a Martín Rodríguez, quien a su vez había adherido al de

Saavedra. Los hechos posteriores confirmarían que ese voto

en lo que devino en el tiempo en llamarse Provincias Unidas del Río de la Plata. Y por lo tanto, la tesis de la hermana mayor no es más que un relato de lo que ya ocurría desde hacía tiempo. Interrogantes, nomás. No tengo las respuestas. Comentario personal. Realizado un análisis de los datos proveídos por "Ideario de Mayo". Compilación y estudio preliminar de Narciso Binayán. Editorial Kapelusz. 1960 pp.3-39

135

Page 136: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

representa al grupo que adhiere a Martín Rodríguez y no al de

Saavedra.

Constituido el Gobierno Provisional en Buenos Aires, la Junta

Provisional Gubernativa de la Capital Buenos Aires, envía la Circular

del 27 de mayo.

En la documentación aparecen dos preocupaciones: una que

podríamos decir agorera “si llega el desgraciado momento de saber

sin duda alguna, la pérdida absoluta de la Península”. Como dirá más

adelante Saavedra en sus Memorias respecto a quien no creía a

ciencia cierta que Napoleón dominaría todo. Este presagio agorero,

pretende tener dos reaseguros: por una parte que con este gobierno

provisional se busca mantener la unidad y llegado el momento del

presagio antes mencionado “se halle el distrito del Virreynato de

Buenos Ayres sin los graves embarazos que con la incertidumbre y la

falta de legítima representación del Soberano en España a la

ocupación de los franceses…”20

El protocolo seguido por Asunción en estas circunstancias es

diferente. Primero el gobernador cita al Cabildo Local manifestándole

las preocupaciones y el Cabildo le formula al Gobernador la necesidad

de formar una Junta Central o Cabildo Abierto y que el Gobernador

cite a los Cabildos de las Villas, además de convocar al Obispo, al

Deán, al Cabildo Eclesiástico y al vecindario. Es el Congreso de los

Notables.Primero para el 4 de Julio, pero postergado y reunido el 24

de Julio, el planteo resultó totalmente diferente. No se habló subrogar

20 El entrecomillado corresponde al texto del Acta del 27 de Mayo cuyo facsímil fuera reproducido en la obra de Vicente Sierra en el tomo V. O.C. p.19

136

Page 137: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

al Virrey, ni crear otra Junta. El Cabildo decidió apoyar al Consejo de

Regencia.

Hay un punto interesante de destacar y es que mientras Buenos Aires

tenía ciertas noticias, algunas atrasadas,21 en Paraguay para este

momento se tenía la certeza de que Napoleón iba a sufrir un traspié

no mucho tiempo más adelante, que acabaría con la retirada, que

sabemos ocurrió.

El juramento de fidelidad al Consejo de Regencia, un acto que

podríamos titular de conservador, parece el detonante de la

enemistad con Buenos Aires. Pareciera que el contraste que se instala

es:

“O Fernando VII o Consejo de Regencia”.

Limitado a estos términos, el planteo lleva a la confrontación. Pero la

confrontación es falsa.

Esta documentación que se transcribe, demuestra que el

enfrentamiento es desde el poder:

“…la conducta de Córdoba es un ejemplo de lo que deben

esperar los jefes que se empeñan en alucinar a los Pueblos. No

se deslumbre V.S. ni pierda esta ocasión de salir de un mal

empeño que debe serle desgraciado…Prescinda V.S. de su

interés personal, cierre los ojos a todo temor de que peligre su

empleo o padezca su individuo; y entonces quizás no se

21 Es un parecer (nota del autor)137

Page 138: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

presentará el nuevo sistema tan terrible, como ahora pretende

pintarlo.”22

Esta comunicación está dirigida V.S Gobernador de Paraguay y hace

mención al fusilamiento de Liniers ocurrido en ese mismo agosto en

que se le envía a dicho Gobernador esta suerte de intimación.

La Junta Provisional envía a Belgrano con instrucciones secretas en

septiembre de 1810. En ellas ignora que se buscaba la unidad. Muy

por el contrario, expulsar a los sospechosos y en caso de resistencia

ordenar la muerte del Obispo y del Gobernador.

Lo que en estos momentos no se puede ignorar todo lo que ya se ha

dicho respecto a la separación ya secular entre Buenos Aires y

Asunción, o entre el Río de la Plata y el Paraguay. Las decisiones que

se toman en Paraguay resultan – al margen de las apreciaciones que

se puedan tener en particular- autónomas y fueron respaldadas por

las fuerzas armadas del momento.

El envío de la expedición encomendada a Belgrano estuvo precedido

de una comunicación que si bien generalmente se le atribuye el texto

a Moreno, tiene el respaldo de la Junta, cuya invocación se realiza y le

intiman al Gobernador a reconocer la dependencia establecida por las

Leyes (¿¡?). “Si usted persiste en su pertinacia, será responsable ante

Dios y el Rey de los males que se preparan”.23

La pregunta que quizá en el tiempo la responda Alberdi, es respecto a

las Leyes a las que debe responder el Gobernador, so pena de

22 Texto citado en Sierra Vicente o.c. Tomo V Libro I p. 19523 Texto citado en Sierra, Vicente. O.c. Tomo V pp. 194-195

138

Page 139: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

responsabilidad. ¿Habría Leyes redactadas por la Junta?

Alberdi, mucho tiempo después, va a replantear el concepto de

despotismo, indicando que se reemplazaba el despotismo condenado

en los reyes absolutos, por uno equivalente desde el gobierno.24

Y después una expedición armada.

La imputación a Moreno de este tipo de acciones está respaldada por

la comunicación de los embajadores ingleses y por el cambio de

rumbo dado a las instrucciones recibidas, una vez que de la Junta

Provisional se pasó a la Junta Grande. Los términos se suavizan, si

bien la expedición continúa.

Luego de las derrotas de “Paraguary” y “Tacuary”, los oficiales del

ejército paraguayo toman la decisión de producir su propia

autonomía. Deponen al gobernador y constituyen una Junta de

Gobierno. Son las jornadas del 14 y 15 de mayo de 1811.

2.- Las jornadas de Mayo de 1811

Las jornadas de mayo en el Paraguay fueron explicadas en la

República Argentina, mediante los manuales como una acción de tipo

ideológica organizada y dirigida por don Manuel Belgrano, quien a

pesar de ser derrotado militarmente, sembró la idea de la revolución

en la oficialidad joven del Paraguay. Esta relación sin embargo no fue

probada taxativamente, tampoco interesa en este trabajo más que

como una indicación de cómo los alumnos (entre quienes estamos los

24 Alberdi, Juan Bautista. La omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual.

139

Page 140: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

que cursamos la escuela primaria en la década del cincuenta en la

República Argentina) recibimos y repetimos un discurso, en el

concepto de Foucault.25

Esta simplificación ha posibilitado a mi juicio – y esto es juicio propio-

de que Belgrano apareciera como un numen, al estilo Moreno en el

Río de la Plata. Pero es en estas jornadas de mayo –muchas más que

las solas indicadas como 14 y 15 de mayo de 1811- es donde se

terminan de dilucidar las situaciones.

Establezcamos que la Junta de Buenos Aires nunca fue reconocida en

España, que por el Virrey depuesto, el Consejo de Regencia envió

otro, don Javier de Elío26 sobre todo como ya lo insinuamos, ya en

1810 Napoleón salía de una España invencible y luego se dirigiría a

Rusia. Este aserto que era ya observable en 1810, para luego de las

derrotas de Belgrano en Paraguary y Tacuary,27 eran obvias para

1811. A Belgrano la Junta Grande ya le había disminuido la violencia

de las primeras instrucciones de septiembre de 1810.

La asunción de Elío se ve condicionada por el sitio a Montevideo. No

es extraño y como además está documentado, el virrey reclama el

apoyo de Portugal. El viejo zorro expansionista ve la oportunidad de

recuperar definitivamente la controvertida Colonia del Sacramento y

avanzar también por el territorio de las Misiones.

25 Foucault, Michel. Arqueología del saber. Siglo XXI26 Cuántos - entre quienes me incluyo- no hemos encontrado en esos juegos de acertijos la indagatoria: "Último virrey del Río de la Plata"27 Los nombres de las batallas libradas por Belgrano en las proximidades de Asunción, se colocan intencionalmente de la forma como se pronuncia en guaraní, hasta ahora. Esta "y" suena en guaraní como una u francesa, pero más palatal (cfr. El aparato fonador. Javier Cuétara Priede , Margarita Palacios Sierra Fonética y fonología Universidad Nacional Autónoma de México.

140

Page 141: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Este accionar portugués es el que produce el impacto sobre quienes

habían sido los jefes de las victorias sobre las fuerzas de Belgrano y

se encontraban en puntos estratégicos como para saber en su

totalidad la complicada situación del Paraguay.28

El gobernador del Paraguay seguía siendo Velazco. En las relaciones

con Portugal, en mayo de 1811 había recibido la visita y se le habían

manifestado a su vez grandes atenciones al Comisionado José de

Abreu.29

Es en estas circunstancias cuando se hace presente lo que en la

historia tradicional argentina se llamó “carlotismo”. Ante la

imposibilidad de desactivar el sitio de Montevideo, Elío había

recurrido a los portugueses y de estas relaciones apareció la idea de

que Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII y esposa de Juan VI

de Portugal, podría ser la mejor candidata a un trono a crearse en

torno a Uruguay con extensión hasta Paraguay. Las notas cruzadas

con los ingleses demuestran a su vez que para la Gran Bretaña ésta

no resultaba la solución. Cuando llegue 1828, cuando se muestren las

“barajas” escondidas, la Banda Oriental del Uruguay será declarada

independiente. Muchos historiadores se han convencido de este ardid

británico. Para este trabajo excede los límites y sólo se menciona.

Otro de los actores se encontraba estratégicamente situado en las

Misiones, don Fulgencio Yegros, considerado el jefe del movimiento

revolucionario.

28 Se refiere a la campaña de Belgrano ordenada por la Junta Provisional de Gobierno de Buenos Aires, como se la nombraba en Paraguay (nota del autor)29 En la historia de América hay varios Abreu. Éste no tiene nada que ver con aquel ignorado patriota portugués y luego brasileño que participó en Venezuela.

141

Page 142: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

En Asunción es el Capitán Pedro Juan Caballero quien encabeza la

revuelta entre la noche del 14 y el amanecer del 15 de mayo de

1811. Liberan a los presos políticos y confrontan con el gobernador

Velazco en estos términos: “En atención a que la Provincia está cierta

de que habiéndola defendido a costa de su sangre, de sus vidas y de

sus haberes del enemigo que la atacó,30 ahora se va a entregar a una

Potencia Extranjera, que no la defendió con el más pequeño auxilio,

que es la Potencia Portuguesa, este Cuartel, de acuerdo con los

Oficiales Patricios y demás soldados no puede menos que defenderla

con los mayores esfuerzos y para el efecto pide lo siguiente…”31

Al margen del petitorio que ya analizaremos, aquí conviene destacar

que la amenaza a Paraguay está identificada en Portugal y no en el

Río de la Plata.

Contrariamente a la obra de los cabildos desde el 22 al 25 de mayo

de 1810, donde aparecía como imperiosa la necesidad de destituir un

Virrey, en el Paraguay el primer petitorio se circunscribe a que el

Gobernador Velazco continúe en el mando asociado ahora con dos

diputados, quienes fueron el Dr. José Gaspar Rodríguez Francia,

natural de Asunción y el español capitán Juan Valeriano de Zeballos,

partidario de los revolucionarios. Juraron al día siguiente, el 16 de

mayo.

Por otra parte la ciudad de Corrientes había sido tomada por los

colonialistas y se había producido una resistencia con apoyo

paraguayo que terminó con éxito, por otra parte se producía el

30 Proclama citado por Sierra, Vicente en Historia de la Argentina. Tomo V Libro II Cp.7 p 384.31 Todos estos datos son expresados con una adecuada coherencia por Vicente Sierra, cuya obra citamos. Ibidem p. 385

142

Page 143: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

alzamiento de Ytapúa. Yegros se dirigió a Asunción donde arribó

triunfante el 21 de mayo.

Uno descubre que el movimiento tiene energía suficiente porque en el

petitorio se limita la presencia de personalidades adictas a Velazco,

se destituyen a los cabildantes, se impide el movimiento de

embarcaciones y algo muy interesante que a buen ojo parece una

prueba suficientemente convincente de quien es el verdadero

enemigo en ese momento y se expresa en Punto 6: del Petitorio

elevado al Gobernador: “Que no salgan de la ciudad los

comisionados portugueses que entraron en diputación clandestina”.32

Ese concepto de clandestinidad es lo que agrava la precaria situación

del Gobernador, ahora ya escoltado por dos representantes del

movimiento de autonomía paraguayo. No nos inclinamos a llamarlo

independiente, porque faltaríamos a la verdad confundir los

conceptos con apreciaciones actuales. Lograr la autonomía, definir la

relación con Portugal, ordenar el territorio con una concepción propia.

Por una cuestión que podríamos mencionar como de principios, no se

trata en este trabajo ni conceptual, ni realmente sobre la

independencia del Paraguay. Es una limitación necesaria impuesta al

trabajo.

Este “emparentamiento” del Gobernador Velazco con los portugueses

aparece fuertemente ligado a la formulación revolucionaria en el

Paraguay, que concluye cuando se lo destituye.

32 Tratado de límites entre las Juntas Gubernativas de Buenos Aires y del Paraguay - 12 de octubre de 1811 La Junta Superior Gubernativa de esta Provincia

143

Page 144: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Así como respetuosamente se debe afirmar que el 25 de Mayo de

1810 en Buenos Aires asume un nuevo gobierno y por lo tanto a partir

de ese momento, habrá que estudiar las relaciones entre sus

miembros, su organización, sus decisiones, con el mismo criterio,

destituido el Gobernador Velazco, en Paraguay se inicia una nueva

acción con protagonistas en posiciones que antes pudieron no

encontrarse. Este tipo de estudio es el necesario para no endilgar ni

el pasado, ni el potencial error, a acciones que corresponden a los

hechos ocasionados por protagonistas en un lugar y tiempo

determinado.

Esta resulta aparentemente una conclusión y una toma de posición.

Sin embargo tenemos más.

III. La propuesta innovadora

1.- La acción revolucionaria en el Paraguay hasta el 12 de octubre de

1811.

El primer gobierno en el Paraguay fue un triunvirato, como se

menciona más arriba. El 17 de junio asume una Junta presidida por

Fulgencio Yegros, e integrada por Gaspar Rodríguez de Francia, el

capitán Pedro Juan Caballero, fray Francisco Javier Bogarín y Fernando

de la Mora. Como Diputado para el Congreso General fue designado el

Doctor Francia.

Los trámites que se sucedieron con el envío de la nota del 20 de julio

y la consiguiente respuesta de la Junta de Buenos Aires en agosto, se

superponen con las designaciones de Belgrano y Echavarría para

144

Page 145: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

negociar con Asunción, sobre todo el problema económico que

implicaba la disminución de impuestos a la exportación. Importa para

el trabajo sólo eso: para el 12 de octubre de 1811, este es el gobierno

vigente.

Generalmente los que destacan la actuación del Doctor Francia en la

definición de la autonomía de Asunción, refieren que el futuro

dictador, renuncia a su cargo, pero vuelve presto como queda

documentado en el Acuerdo del 12 de Octubre que tratamos a

continuación.

2.-. El acuerdo del 12 de Octubre de 1811

Mientras en Buenos Aires, la Junta Provisional gobernó durante 1810.

En diciembre se convirtió en Junta Grande y para octubre era ya un

Triunvirato. Sin embargo el primer indicador de que los tiempos y las

situaciones iban por caminos diferentes en la relación con Paraguay,

lo señala el comienzo de este acuerdo firmado en Asunción del

Paraguay el 12 de octubre de 1811.

El documento al que nos abocamos ahora, se inicia de la siguiente

manera: TRATADO DE LÍMITES ENTRE LAS JUNTAS GUBERNATIVAS DE

BUENOS AIRES Y DEL PARAGUAY.33

El tratamiento es de Junta a Junta a los efectos de pautar los límites

de jurisdicción. Hay que hacer memoria que Corrientes participó a

favor de la revolución en Asunción.

33 El texto íntegro se adjunto en Apéndice.145

Page 146: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Este inicio del documento se cierra de la siguiente manera:“Fechado

en esta Ciudad de la Asunción del Paraguay a doce de octubre de mil

ochocientos once. Fulgencio Yegros – Doctor José Gaspar de Francia –

Manuel Belgrano – Pedro Juan Cavallero – Doctor Vicente Anastacio de

Echevarría – Fernando de la Mora, vocal secretario – Pedro Feliciano

de Cavia, secretario.”34

Ahora resulta sustancial la presencia de don Manuel Belgrano. Este

acuerdo se produce cuando las partes convienen, se prestan a

convivir en una nueva realidad y que esta sea de igualdad de las

partes: De Junta de Gobierno a Junta de Gobierno.

Sarmiento, con su dicotomía “Civilización/ Barbarie” denostará de

este tipo de gobierno. Para el sanjuanino no existían más que dos

formas: la monarquía y la república.35 La diacronía en el trato de los

temas históricos, convierten a su obra en deficiente en estos

aspectos.

El otro concepto que retomamos y al que este tratado dio lugar en las

futuras relaciones entre Paraguay y la Confederación Argentina, es

justamente eso. El tratado propone una acción confederada. Por ello

el título de apartado es una instancia superadora. El artículo 5 de este

Tratado expresa esta idea:

“Artículo 5°. Por consecuencia de la Independencia en que queda esta

Provincia del Paraguay de la de Buenos Aires conforme a lo convenido

en la citada contestación oficial del 28 de agosto último: Tampoco la

34 Ibidem. Tratado de Límites35 Sarmiento, Domingo F., Civilización y Barbarie. Cap. 4 "Revolución de 1810". Centro Editor de América Latina.1979. pp. 60-73.

146

Page 147: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

mencionada Exma. Junta pondrá reparo en el cumplimiento y

ejecución de las demás deliberaciones tomadas por esta del Paraguay

en Junta General conforme a las Declaraciones del presente Tratado.

Y bajo de estos artículos deseando ambas partes contratantes

estrechar más y más los vínculos y empeños que unen, y deben unir

ambas Provincias en una federación y alianza indisoluble, se obliga

cada una por la suya no solo a conservar y cultivar una sincera, sólida

y perpetua amistad, sino también de auxiliarse y cooperar mutua y

eficazmente con todo género de auxilios según permitan las

circunstancias de cada una, toda vez que lo demande el sagrado fin

de aniquilar y destruir cualquier Enemigo que intente oponerse a los

progresos de nuestra justa Causa, y común Libertad…”

Desinteligencias, intereses, comunicaciones, confrontaciones fueron

diluyendo este principio de la sincera, sólida y perpetua amistad.

IV. La separación definitiva

Paraguay evoluciona gubernativamente hacia una Dictadura perpetua

bajo la conducción de Gaspar Rodríguez de Francia que cerrará con

su muerte en 1841.

Cuando en estas instancias y constituido el nuevo gobierno cuya

presencia más importante le va a corresponder a Carlos Antonio

López, se volverá por los carriles del reconocimiento de la

independencia.

Cuando ocurra esto, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires y

encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación, le

recordará al gobierno del Paraguay el Tratado de octubre de 1811.

147

Page 148: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La reacción del Paraguay será la producción de un periódico

denominado “El Paraguayo Independiente” que abrirá sus páginas

con el objetivo de lograr el reconocimiento de esta independencia y lo

cerrará jubilosamente el día que el Ministro de Relaciones Exteriores

del Presidente Constitucional Justo José de Urquiza, anuncie en

Asunción este reconocimiento, en 1854. Las ediciones de este

periódico las hemos podido observar y apenas hojear por el mal

estado del material, que no permite reproducir en fotocopias y sólo

mediante fotografías.

Sin embargo falta el último acontecimiento. La Guerra de la Triple

Alianza, que signará la separación no sólo política, sino también

territorial cuando el Presidente Hayes dictamine que la frontera entre

la República del Paraguay y la República Argentina será el río

Pilcomayo.36

V.- Conclusiones

Debemos concluir que el mensaje de Confederación era

suficientemente débil o contrarrestaba los intereses del puerto de

Buenos Aires.

El camino iniciado cuando en el siglo XVII se producía la primera

separación, fue desencadenándose por las decisiones humanas hasta

la separación definitiva como dos países diferentes y diferenciados.

Cuando hoy regresamos a las ideas de unir la América bajo el signo

de otros nuevos tiempos y cuya fórmula es el Mercosur, no podrá

ignorarse de cuantas separaciones se fueron produciendo. 36 Obviamos los detalles intencionalmente (nota del autor)

148

Page 149: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Este trabajo pretende de alguna manera hacer tomar esta necesaria

conciencia del resultado de las acciones que se fueron tomando a lo

largo de varios siglos de proximidad y diversidad.

Tomar la debida cuenta de las consecuencias de los actos humanos

radica la verdadera razón de la presentación de esta colaboración.

149

Page 150: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

APÉNDICE

TRATADO DE LÍMITES ENTRE LAS JUNTAS

GUBERNATIVAS

DE BUENOS AIRES Y DEL PARAGUAY

12 de octubre de 1811

La Junta Superior Gubernativa de esta Provincia

A todos sus habitantes

Si el buen éxito de nuestros primeros sacrificios, cuando dirigimos

nuestros pasos a la mansión deliciosa de la Libertad, es bastante

motivo de gloria y satisfacción; éste debe crecer a medida que se

alienta nuestra esperanza con la proporción para nuevas empresas.

Parece que una especial Providencia nos ha favorecido hasta aquí en

todas resoluciones; y si en los sucesos pasados podemos fundar

alguna conjetura de los futuros; bien podemos decir que ya no

estamos distantes de ver el colmo de nuestra felicidad. La revolución

gloriosa con que recobramos nuestra dignidad primitiva haciéndonos

superiores a los peligros y obstáculos, que intentó oponer el

despotismo: excitará siempre la más tierna memoria y placer aún en

las almas menos sensibles; pero ciertamente no podrá hacer menos

el recuerdo de nuestra feliz unión y reconciliación con la insigne

Ciudad y Provincia de Buenos Aires. Ya con otro bando se manifestó

al público este grande acontecimiento digno de los mayores aplausos 

por todas sus circunstancias. Reconocida nuestra independencia, aún

restaba concordar sobre otros puntos menos esenciales a la verdad,

pero de no poca importancia y consideración por sus consecuencias.

Esta negociación se ha terminado felizmente a nuestra entera

150

Page 151: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

satisfacción, y la Excelentísima Junta de Buenos Aires por medio de

sus ilustres Representantes enviados a esta Ciudad acaba de darnos

en esta conclusión una nueva prueba y la más brillante de la rectitud

de sus determinaciones y de las ideas benéficas y liberales de que se

halla poseído con respecto a esta Provincia. El Gobierno que por la

obligación que le impone su ministerio ha tomado siempre el mayor

interés no sólo en sostener los justos derechos de la Provincia, más

también en todo cuanto concierne a la prosperidad común y

particular de todos sus moradores, tiene hoy la mayor complacencia

en comunicar al público este último tratado arreglado y concluido en

la forma siguiente:

Los infrascriptos Presidente y Vocales de la Junta de esta Ciudad de la

Asunción del Paraguay, y los Representantes de la Excma. Junta

establecida en Buenos Aires, y asociada de Diputados del Río de la

Plata, habiendo sido enviados con plenos poderes con el objeto de

acordar las providencias convenientes a la unión y común felicidad de

ambas Provincias y demás confederadas, y a consolidar el sistema de

nuestra regeneración política, teniendo al mismo tiempo presentes

las comunicaciones hechas por parte de esta Provincia del Paraguay

en veinte de Julio último a la citada Exma. Junta, y las ideas benéficas

y liberales, que animan a esta conducida siempre de sus constantes

principios de Justicia, de equidad, y de igualdad, manifestados en su

contestación oficial de veinte y ocho de Agosto siguiente: hemos

convenido y concordado después de una detenida reflexión en los

artículo siguientes:

Artículo 1°. Hallándose esta Provincia del Paraguay en urgente

necesidad de auxilios para mantener una fuerza efectiva y respetable

151

Page 152: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

para su seguridad, y para poder rechazar, y hacer frente a las

maquinaciones de todo enemigo interior, o exterior de nuestro

sistema: Convenimos unánimemente en que el Tabaco de Real

Hacienda existente en esta misma provincia se venda de cuenta de

ella y sus productos se inviertan en aquel sagrado objeto, y otro de su

analogía al prudente arbitrio de la propia Junta de esta Ciudad de la

Asunción, quedando como efectivamente queda extinguido el estanco

de esta especie y consiguientemente de libre comercio para lo

sucesivo.

Artículo 2°. Que así mismo el peso de Cisa y Arbitrio que

anteriormente se pagaba en la Ciudad de Buenos Aires por cada

tercio de yerba que se extraía de esta Provincia del Paraguay, se

cobre en adelante en esta misma Ciudad de la Asunción con

aplicación precisa a los mismos objetos indicados; y para que esta

determinación tenga en adelante el debido efecto se harán

oportunamente las prevenciones convenientes, en la inteligencia de

que sin perjuicio de los derechos de esta Provincia del Paraguay,

podrá para los mismos fines establecerse por la Excma. Junta algún

moderado impuesto a la introducción de sus frutos en Buenos Aires

siempre que una urgente necesidad lo exija.

Artículo 3°. Considerando que a más de ser regular y justo que el

derecho de Alcabalas se satisfaga en el lugar de la venta donde se

adeuda: no se cobra en esta Provincia Alcabala alguna del expendio

que en la de Buenos Aires ha de hacerse de los efectos o frutos que

se exportasen de esta de la Asunción. Tampoco en lo sucesivo se

cobrará anticipadamente Alcabala alguna en dicha Ciudad de Buenos

Aires, y demás de su comprensión por razón de las ventas que en

152

Page 153: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

esta del Paraguay deben efectuarse de cualesquiera efectos que se

conducen o se remiten a ella, entendiéndose con la calidad de que sin

perjuicio de los derechos de esta Provincia podrá arreglarse este

punto en el Congreso.

Artículo 4°. A fin de precaver en cuanto sea posible toda

desavenencia entre los Moradores de una y otra Provincia con motivo

de la diferencia ocurrida sobre la pertenencia del Partido nombrado

de Pedro González que se halla situado en esta banda del Paraná:

continuará por ahora en la misma forma que actualmente se halla, en

cuya virtud se encargará al Cura de las Ensenadas de la Ciudad de

Corrientes no haga novedad alguna, ni se ingiera en lo espiritual de

dicho partido, en la inteligencia de que en Buenos Aires se acordará

con el Ilmo. Señor Obispo lo conveniente al cumplimiento de esta

disposición interina, hasta tanto que con más conocimiento se

establezca en el Congreso General la demarcación fija de de ambas

provincias hacia ese costado, debiendo en lo demás quedar también

por ahora los límites de esta Provincia del Paraguay, en la forma en

que actualmente se hallan, encargándose consiguientemente su

Gobierno de custodiar el Departamento de Candelaria.

Artículo 5°. Por consecuencia de la Independencia en que queda

esta Provincia del Paraguay de la de Buenos Aires conforme a lo

convenido en la citada contestación oficial del 28 de agosto último:

Tampoco la mencionada Exma. Junta pondrá reparo en el

cumplimiento y ejecución de las demás deliberaciones tomadas por

esta del Paraguay en Junta General conforme a las Declaraciones del

presente Tratado. Y bajo de estos artículos deseando ambas partes

contratantes estrechar más y más los vínculos y empeños que unen,

153

Page 154: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

y deben unir ambas Provincias en una federación y alianza

indisoluble, se obliga cada una por la suya no solo a conservar y

cultivar una sincera, sólida y perpetua amistad, sino también de

auxiliarse y cooperar mutua y eficazmente con todo género de

auxilios según permitan las circunstancias de cada una, toda vez que

lo demande el sagrado fin de aniquilar y destruir cualquier Enemigo

que intente oponerse a los progresos de nuestra justa Causa, y

común Libertad; en fe de todo lo cual con las más sinceras protestas

de que estos estrechos vínculos unirán siempre en dulce

confraternidad a esta Provincia del Paraguay, y las demás del Río de

la Plata, haciendo a este efecto entrega de los poderes insinuados,

firmamos esta Acta por duplicado con los respectivos Secretarios,

para que cada parte conserve la suya a los fines consiguientes.

Fechado en esta Ciudad de la Asunción del Paraguay a doce de

octubre de mil ochocientos once.

Fulgencio Yegros – Doctor José Gaspar de Francia – Manuel Belgrano –

Pedro Juan Cavallero – Doctor Vicente Anastacio de Echevarría – Fernando

de la Mora, vocal secretario – Pedro Feliciano de Cavia, secretario.

ARTÍCULO ADICIONAL AL TRATADO DE 12 DE OCTUBRE DE

1811 ENTRE LA JUNTA GUBERNATIVA DEL PARAGUAY Y LA DE

BUENOS AIRES

Aunque por el Artículo segundo del Tratado, concluido y firmado este

día, se dispone que la Exma. Junta podrá establecer algún moderado

impuesto, en caso urgente, a la introducción de los frutos de esta

Provincia del Paraguay en Buenos Aires; declaramos, conforme a lo

convenido, al propio tiempo que esta imposición haya de ser un real y

medio por tercio de yerba, y otro real y medio por arroba de Tabaco,

154

Page 155: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

y no más, hasta tanto que en el Congreso General de las Provincias,

sin perjuicios de los derechos de esta del Paraguay, se arregle la

imposición que por razón de dicha entrada deba pertenecer en lo

sucesivo, debiendo esta declaración tener la misma fuerza, vigor y

cumplimiento que los demás artículos del enunciado tratado. Y para

que conste firmamos por separado (Artículo separado) en la Asunción

del Paraguay a doce de Octubre de mil ochocientos once.

Fulgencio Yegros – Doctor José Gaspar de Francia – Manuel Belgrano –

Pedro Juan Cavallero – Doctor Vicente Anastacio de Echevarría – Fernando

de la Mora, Vocal secretario – Pedro Feliciano de Cavia, Secretario.

155

Page 156: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La cocina durante la Revolución y la Independencia

Rosana Tejerina Sánchez37

“El hogar es el santuario doméstico, su ara es el fogón, su

sacerdotisa y guardían natural, la mujer. Ella, sólo ella sabe

inventar esas cosas exquisitas que hacen de la mesa un

encanto... fruto de la ciencia más conveniente a la mujer”…

Juana Manuela Gorriti, Cocina Ecléctica

37 Profesora de Historia de la Universidad Nacional de Salta, Becaria de la Universidad de Buenos Aires- Ministerio de de Ciencia , Tecnología e Innovación Productiva, en la Maestría política y gestión de la Ciencia y la Tecnología., Investigadora del Consejo de Investigación de la Universidad Nacional de Salta, diplomada en Ciencias Sociales con orientación en Educación (FLACSO), trabaja en la actualidad sobre políticas de alfabetización en ciencia y tecnología en el nivel secundario, su vinculación con la universidad y la empresa.

156

Page 157: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Cuando se nos convocó para efectuar este ensayo interpretativo

teniendo en cuenta el tópico cotidiano de lo culinario, en el marco de

la época colonial y revolucionaria, enseguida pensamos que era un

interesante desafío. Este tendría como base el discurso histórico

matizado con la recopilación de distintas fuentes que sobre el tema

existen, cuestión que lo haría aun más interesante.

El tema de la cocina es una cuestión muy importante no sólo para los

especialistas del área, sino también para disciplinas como la

antropología, la economía, la literatura, etc., en tanto impacta en las

acciones políticas, los grandes hechos históricos y los medios de

comunicación.

La cuestión culinaria resulta ser apasionante sobre todo en este

principio de milenio que ha prodigado un sin número de alternativas

en donde la preparación de comidas se hizo no solo una tarea

doméstica, sino una alternativa de trabajo, una vocación, una carrera

con amplia salida laboral un arte de presentación, una gustosa

preparación de los sentidos por el placer mismo de saborear.

La cocina tradicional de Salta (cabecera de la Intendencia de Salta del

Tucumán en tiempos del Virreinato del Río de la Plata) es reconocida

y buscada por los paladares exigentes, porque contiene sabores

genuinos, que transportan a un pasado andino.

Para desandar el tema de la cocina y las comidas de la época

colonial y revolucionaria tendremos que recorrer la representación en

la historia de la cocina en el ámbito femenino. La época colonial 157

Page 158: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

recarga de poder a la imagen masculina protagonista de la política y

la vida pública. Mientras que el contexto de la revolución y posterior

independencia conlleva un traspaso de roles esta vez protagonizadas

por la historia cotidiana o intrahistoria, “sin próceres, doméstica,

interesada en la producción y transmisión de ideologías más que en

las acciones o gestas derivadas de las mismas…” (Fleming, 1994:

98). En este tramo nos estamos refiriendo al rol protagónico que

durante el siglo XIX inicia la mujer, más allá del ámbito doméstico,

siendo coparticipe de la agenda revolucionaria.

De la colonia a la revolución

En la zona andina se han encontrado documentos escritos que

permiten conocer cual fue el proceso de transculturación que se

operó en este área con respecto a las prácticas alimentarias de los

europeos y los habitantes autóctonos. A través de estos testimonios

sabemos que los pobladores andinos tenían un conocimiento refinado

sobre la correcta combinación de alimentos, el ayuno, la purga y la

utilización de hierbas medicinales. Por su parte, a los españoles les

gustaba alimentarse muy bien. En las fechas especiales, como el día

de la Circuncisión, Carnaval, Cuaresma y demás festividades

religiosas éstos consumían hasta tres viandas y postres. Los

sugerentes nombres de los platos que describían los cronistas de los

siglos de la Colonia revelaban una cuidadosa técnica culinaria en la

que participaban una variedad de ingredientes y especias típicas de

América: pavillos nuevos con su salsa, ollas podridas en pastenas de

masa negra, pajarillos gordos con pan rallado sobre papas doradas,

empanadas de pichones de masa dulce, capones asados, pollos

rellenos y rebozados con plato de membrillos, empanadas de liebres,

158

Page 159: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

platillos de cañas con huevos encañutados, piernas de carnero con

jigote, platillos de palominos con lechuga, salchichones de lechones

cortados en ruedas, quesadillas de mazapán, platillo de palomas con

calabaza rellena, supicaciones, natas y almendras, etc. (Poderti,

2007: 20).

La cocina colonial y su mestizaje creador

Para algunos investigadores de los hábitos alimentarios argentinos, la

cocina no tiene raíces americanas profundas: los nativos de la región

eran nómades que no conocieron la agricultura, con excepción de los

del noroeste argentino, por influencia de la cultura incaica. Lo que

resulta interesante es que varios de los alimentos que circulan en el

arte culinario llevan impreso el mestizaje de sabores de varias

culturas que interactuaron en el proceso de encuentro de

civilizaciones distintas. Muchos de los platos que hoy conocemos en el

contexto local son producto de contactos multiculturales previos.

Las comidas típicas guardan un destacado lugar en la cultura de la

región NOA, en otro tiempo fue jurisdicción del Collasuyu, es decir el

sector del Imperio Incaico que abarcaba este ámbito y los países

limítrofes.

El proceso mestizaje introduce nuevas de técnicas, hábitos y cultivos

alimenticios entre la esfera española y la nativa. Asi por ejemplo

cuando presentamos el espacio colonial del hogar, el mismo se mide

a través de la distribución de las habitaciones principales, como eran

la sala, el comedor, el oratorio y el dormitorio que daban al primer y

segundo patio. El espacio que nos interesa en este ensayo, es la

159

Page 160: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

cocina, la misma se construía lejos de los recintos principales. La

cocina se encontraba cerca de las habitaciones del personal de

servicio y los lavaderos.

Bernardo Frías, reconocido historiador salteño, releva una descripción

con respecto a la cocina: “La cocina antigua, la de la casa de nuestros

antepasados, aunque muy limpios de conciencias y de mano a

diferencia general de sus descendencias, tenían sucia la cocina sin

genero de excepción. Ocupaba la ahumada pieza, el último lugar de

la casa. Era un cartujo negro, excepto los días que le blanqueaban la

cara, lo que acontecía, cada muerte de obispo. No era aquel color

negro hoy tan repujante, efecto de la suciedad propia del oficio de la

manera que ardía el fogón…” (Frias: 1976)

La cocina es descripta en sus detalles, como así también los

habitantes que circulan por ella. Mulatos, negros y mestizos fueron

los habituales personajes de este recinto sagrado.

Los utensilios de fierro fueron los elementos más valiosos y

codiciados, los mismos eran de origen español, su escasez y costo los

convertían en objetos de lujo. En igual categoría encontramos a los

recipientes de cerámico y cobre.

En la cocina la persona que “mandaba” era la cocinera, que ejercía

su poder sobre los ayudantes. Cercana al antro de los sabores se

hallaba la despensa, lugar donde se guardaba el charqui (carne seca

y salada) y la grasa para las necesidades de las comidas. La

conserva de charqui, velas, jabón y cereales resultaba ser una

prioridad para la encargada de la cocina y la señora de la casa. Los

160

Page 161: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

quesos, la mantequilla, las blancas suelas, los frutos secos, colgaban

de tirantes, para su conservación y aireación.

En aquella cocina se articulaba el control horizontal y vertical de lo

que se desarrollaba en los otros patios y en la huerta. El real poder de

la cocina era el comedor. Almuerzos y cenas con blancos manteles,

sobre los cuales se destacaba la vajilla de plata del Potosí, como así

también los utensilios de porcelana. Una mesa de lujo en donde se

discutían acuerdos políticos, económicos y estrategias de guerra.

La particular caracterización del espacio colonial ha permitido que

existan investigaciones como las de Frías en las cuales se permite

reconocer que las cuestiones de la distribución del poder también

pueden ser leídas en la construcción de una vivienda. En aquellos

banquetes muy largos y abundantes en las casas coloniales

encontramos la mesa servida de manjares, entre las comidas

denominadas “autóctonas”, encontramos los tamales, humintas y

empanadas. Hasta en al actualidad estos tres alimentos son muy

requeridos por el público local y extranjero.

En primera instancia nos referiremos a dos comidas de amplia

repercusión en el espacio andino y virreinal: los tamales y las

empanadas. En ambos casos se han extraído las recetas respectivas

de la obra Cocina Ecléctica, de Juana Manuela Gorriti, entregadas a

ella por damas de la época:

Tamales:

161

Page 162: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

“Las preparaciones en base a maíz resultan ser uno de las variantes

alimenticias en el NOA, con mayor tradición, al tratarse de

comunidades nativas arraigadas a la agricultura. De los cereales

usados en la alimentación humana, ninguno tiene tantas y tan

excelentes aplicaciones, en todos los países de la América meridional,

como el maíz.

Sus mazorcas, verdes todavía, y el grano lleno de una leche

azucarada, llámanse choclos; y con ellos se hacen las confecciones

más exquisitas.

Ora al natural, cocido, entero, en agua, y una cucharada de azúcar,

para aumentar la dulzura del grano; ora molido y transformado en

diversas pastas, desde la borona, pan del pueblo en Vizcaya, hasta el

delicado pastel limeño y la riquísima huminta de que voy a ocuparme:

Se ralla el choclo, y en seguida, se le muele en un batán, o a falta de

éste, en un mortero de piedra. Bien molido ya, se le sazona con sal al

paladar, un poquito, muy poquito, de azúcar y una buena cantidad de

manteca de chancho, frita con ají, y previamante pasada al tamiz.

Mezclado todo esto, se revuelve y bate con una cuchara, y en las

hojas del mismo choclo, puestas de a dos en sentido opuesto, para

cada huminta, se echan al centro de estas dos hojas cruzadas, tres

cucharadas de la pasta. Se dobla, se lía con hilo de pita, y se las hace

cocer, en olla, horno, o guatia . Si en olla, se pone en una olla, agua

en su tercia parte; se atraviesan varitas de caña partida en cuatro,

cruzadas sobre la superficie del agua; se acomodan sobre ellas, una

sobre otra, las humintas, y se las da un hervor de dos horas.

162

Page 163: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Se escurre el agua y se sirven las humintas en sus envolturas.

La guatia es, en la huminta, como en todo asado, la mejor de las

cocciones. Nuestro Chuquiapo arrastra en su corriente cantidad de

piedrecitas rocallosas, que en su curso arranca a los peñascos.

Los indios hacen con ellas, colocándolas una sobre otra, un horno, en

el suelo, que ahondan como diez centímetros de la superficie, y en

cuyo centro encienden una fogata que atizan para dar intensidad al

fuego, a fin de caldear las piedras.

Cuando éstas se hallan en el debido punto de calor, los que en la

operación trabajan, se envuelven las manos en trozos de arpillera, y

con tanta destreza como velocidad, derriban el horno, y mientras uno

apronta las piedras de en torno del fuego, reducido ya a brasas, los

otros se ocupan, cada uno por su parte, en lo siguiente:

Toman una piedra, colocan sobre ella una huminta, cubierta con otra

piedra, y colócanla de nuevo sobre el fuego hecho brasas, para

formar no ya un horno sino una pared de piedra caldeada, rellena de

humintas: todo esto con ligereza, a impedir que las piedras pierdan la

intensidad del calor necesario a la cocción de la huminta que lleva en

su seno.

Sobre el montón de piedras se echa, para abrigarlas, una tela gruesa

de lana doblada en cuatro. Una hora después las humintas están

cocidas, y los indios, con la misma destreza y velocidad, las sacan de

entre las piedras, ya cocidas, y su envoltura apetitosamente dorada

por el fuego” (Analia Belzu, desde Lima).

163

Page 164: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Empanadas a la coquetonas

“Llámanlas así mis amigas, por una razón toda suya: diz que hay

coquetería en la manera con que muevo mis manos al hacer estas

confecciones. Si quienes las saboreen las encontrasen ricas, ¡bendita

sea la coquetería con que convierto una libra de harina en masa!

primero sobada hasta tornarla blanda y suave, gracias a la fuerza del

puño y a dos onzas de grasa de chancho, poco a poco mezclada al

sobarla, y que entonces transformo en una hojaldra de seis hojas,

extendiendo primero...

Pero, ¿quién ignora cómo se hace la hojaldra? Pues, vamos al relleno,

dejando cortada en cuadritos la masa, ya adelgazada por medio del

palote, y puesta sobre un mantel.

Se hace un picadillo muy aderezado con pimienta, un tantico de

cominos, cebolla blanca frita, molido y frito también un diente de ajo.

Almendras y pasas de uva. Se pone el relleno y se tapa, mojando

antes con agua, sopando en ella el dedo, en torno del borde inferior

de la masa de abajo, para que al ponerle la superior, peguen ambas,

a fin de que no se salga el relleno y la hojaldra se abra.

Se ponen al horno en latas, y asentadas sobre papel. También se fríen

en grasa de chancho” (Silvia Sagasta desde Buenos Aires).

Presencia de Juana Manuela en el contexto histórico

164

Page 165: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La obra Cocina Ecléctica (1892) de la salteña Juana Manuela Gorriti

recopila una serie de recetas, que van desde “las sopas a los

postres”, mas que referirse a la variedad de platos y sabores o

hechuras, remite a la procedencia, presentar el plato imprime a la

escritura. Cocina Ecléctica, bien podría considerarse el primer libro

de cocina argentina (o por lo menos, el primero en trascender).

Retrata una serie de recetas con aires hispánicos y emancipadores

que estaban bien emparentadas con Latinoamérica, y no había

recibido el aluvión inmigratorio ítalo-hispano-judío que caracteriza a

la actual sociedad. El libro refleja la similitud que poseen las cocinas

de las tres patrias de la Gorriti: Argentina, Bolivia y Perú. Regiones

que en otro tiempo ancestral corporizaron a una de las divisiones del

Tahuantinsuyo. Las comidas típicas en base de maíz, legumbres,

carnes, tamales, frijoles, asados, mazamorras y chichas aparecen en

recetas de las mencionadas regiones.

Así por ejemplo en el capítulo de los pescados, remite al relato de una

dama de familia tradicional y rica de la localidad de Metán, Doña

Deidamia Sierra de Torres, el mismo se estructura sobre un hecho

histórico, cuyo protagonista principal es el general San Martín. El

relato se enmarca en el encuentro acontecido en la Posta de Yatasto

con el General Güemes, la entrevista hace verosímil a la escena y

refuerza la participación en ese contexto de la familia Sierra.

La posta de Yatasto fue el escenario de varios encuentros históricos,

los cambios de mandos van de General Belgrano al Coronel Dorrego,

a cargo de la retaguardia en la retirada del ejército del Norte. Dorrego

fue un hombre díscolo pero curtido en las lides de la guerra. San

Martín sabe que el camino del norte esta volviéndose vulnerable al

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Page 166: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

avance español. Dorrego le brinda información de otro coronel muy

avezado para la misión, con gran conocimiento del terreno y con

tropas leales.

El hombre de quien se habla era el General Güemes. San Martín

acordó con Belgrano entregar el mando de la región norte a Güemes.

En adelante el aguerrido militar enfrentará casi solo a los ejércitos del

Rey, Se le encarga cubrir el frente del ejército por la línea del Río

Pasaje. Su retaguardia este estuvo a cargo de José Ignacio Gorriti, y

el oeste, camino a los valles calchaquíes y Guachipas, bajo la

responsabilidad de Pedro José Saravia. Guemes se compromete con

San Martín a observar a los españoles, que al mando del General

Pezuela ocupan Jujuy y buena parte de Salta. Este era el contexto que

rodea a la verosímil historia que Juana Manuela reconstruye a partir

de su plato de pescado.

En Cocina Eclectica la receta lleva el nombre del General San Martin:

“Dorado a la San Martin” por Deidamia Sierra de Torrens (Metán,

Salta).

“Diz que allá, cuando este héroe, en su gloriosa odisea, cabalgaba por

los pagos vecinos al Pasage, un día, al salir de Metán, pronto a partir,

y ya con el pie en el estribo, rehusaba el almuerzo que, servido, le

presentaban, llegó un pescador trayéndole el obsequio de un

hermoso dorado; tan hermoso, que el adusto guerrero le dio una

sonrisa.

Alentados con ella sus huéspedes:

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Page 167: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

-¡Ah! ¡señor! -exclamaban, alternativamente.

-¡Siquiera estos huevos!

-¡Siquiera esta carne fría en picadillo!

-¡Siquiera estas aceitunas!

-¡Siquiera estas nueces!

San Martín se volvió hacia sus dos asistentes:

-¡Al vientre del pescado -dijo- todas esas excelentes cosas, y en

marcha!

Dijo, y partió a galope.

Escamado, abierto, vacío y limpio en un amén el hermoso dorado, fue

relleno con el picadillo, los huevos duros en rebanadas, las aceitunas

y las nueces peladas y molidas. Cerrado el vientre con una costura,

envuelto en un blanquísimo mantel, fue entregado a los dos

asistentes, que a carrera tendida partieron, y adelantando al general,

llegaron a la siguiente etapa, donde el famoso dorado fue puesto al

horno, y asado, y calentito lo aguardaban para serle servido en la

comida. En su sobriedad, San Martín quiso que ésta se limitara al

pescado y su relleno” (Gorriti, 1994).

Alicia Poderti, reconocida escritora e investigadora, ha tomado en

cuenta -desde el campo de la narrativa- la reconstrucción de los

banquetes, asignándole un valor literario pero también

historiográfico. Porque a través del relato verosímil, el hecho histórico

puede cobrar trascendencia. Se reconstruye la idea de que en torno

a una mesa ocurren los capítulos más importantes de la vida social y

por que no –agregamos— los acuerdos políticos que construyen

cambios. Así, los hábitos culinarios durante el tiempo de guerras de la

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Page 168: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

emancipación son recreados por Fernando Figueroa en su novela Don

Martín, en un episodio ocurrido en la sala de Yatasto:

"El único que no participaba del regocijo era don Manuel

Belgrano que, pese a su amable sonrisa, estaba demacrado y

descaecido, pues los continuos vómitos no le daban

tranquilidad. Los acompañaba sin probar bocado y únicamente

aceptaba las infusiones que le hacía hervir doña Feliciana y con

las cuales menguaba sus dolores. Las fuentes con empanadas

al instante quedaban vacías. El asado de ternera era saboreado

hasta el último bocado. Las presas de cordero al horno tenían

idéntica aceptación. La chanfaina, delicia de los paisanos,

constituía la gran novedad para los porteños. El estofado de

corderito sazonado con nueces y pasas de uva causaba

polémicas por el sabor singular.

Los postres, a discreción, ofrecían su tentación a lo largo de la

mesa. Mangos, papayas y dulces variados, estaban al alcance

de la mano; pero lo que más concitó la atención de los

forasteros fueron los quesillos con miel. De la bodega salieron

varias botellas de vino añejo, conservado en sótanos. Para la

sobremesa don Vicente había reservado jerez y cognac según

las preferencias. Los salteños y jujeños preferían la coca, su

mejor digestivo. Afuera, no lejos de la sala, descansaba la tropa

dedicada a devorar el rancho. Varias reses habían sido

sacrificadas para saciar el apetito contenido de centenares de

soldados esqueléticos, semidesnudos. La chicha y la aloja eran

las únicas bebidas racionadas que circulaban para evitar

borracheras y reyertas" (Poderti, 2007: 22).

168

Page 169: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Mas adelante hemos visto a los protagonistas del encuentro

disfrutando de los agasajos. Esta vez la figura central fue Belgrano. Al

llegar a Tucumán, San Martín recibe otra carta de Belgrano. El

general necesita de su presencia urgentemente, pues su enfermedad

se agrava. El coronel no se demora en acudir. El encuentro se

produce en la Posta de Yatasto. Se trata de un parador de

abastecimiento para los viajeros y chasquis que circulan por la zona,

la red de postas era el sistema de comunicación y abastecimiento

para viajeros de la época. La existencia de postas data de la época

colonial.

Félix Luna describe el aspecto del predio de la siguiente manera:

“En el lugar no hay más que una casa de adobe y techo de paja,

rodeada de sierras y árboles robustos. Un sitio miserable y

olvidado en medio del desierto…” (Luna, 1999:113, 114).

San Marin llega al lugar, alista a sus solados, y espera a Belgrano. El

encuentro no se hace esperar, abraza al coronel, reconoce que este

hombre ha ganado espacio a través de sus logros militares. En este

encuentro se planifica la fusión de los dos ejércitos. El del Norte,

desanimado, harapiento, hambriento y agobiado por las derrotas. Y el

de Buenos aires, disciplinado, y bien alimentado.

Ambos jefes comienzan a delimitar los pasos a seguir. Belgrano le

sugiere a San Martín que se instale en Tucumán para reorganizar el

ejército. Poco tiempo después Belgrano es comunicado con Buenos

Aires. El jefe de los Granaderos ha sido designado Jefe del Ejército del

Norte. El fin último del pensamiento belgraniano era: “las causas de

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Page 170: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

la revolución esta por encima de cualquier deseo personal.”, lo que

justifica que haya aceptado subordinarse a las tropas del General San

Martín.

A modo de postre

El breve recorrido que se ha presentado en este escrito es tan solo el

inicio de un interesante camino para seguir indagando sobre los

estudios culturales de la vida cotidiana y las costumbres y hábitos

culinarios en este período histórico.

Consideramos que indagar sobre estas cuestiones nos permite varias

líneas de análisis, que pueden estar siendo exploradas, o que esperan

que los historiadores le otorguen importancia, ya que de lo que se

trata es que a partir de la investigación nos adentramos en las

explicaciones propias de la identidad regional.

Y para concluir una breve cita de Álvarez Peñaloza, que demuestra

que la mujer y el arte de las cocina les pertenece:

“las mujeres nos transmutamos dentro de una cocina, la mas

alba de las ancianas esgrime una cimitarra frente a la infinitud

bulbosa de la cebolla y las pasiones de las doncellas se

concentran todas en el jugo espeso de la pierna al horno…”

Lo que tambien puede traslucir este escrito es el rol protagónico que

posee la mujer en el ámbito no solo culinario, sino también en la idea

de ir transpasando el espacio privado y llegar al espacio publico. El

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Page 171: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

siglo XIX hizo posible que muchas mujeres de la elite o no tan

cercanas a esta, tuviera acceso a la coparticipación junto al hombre

en la historia de la guerra emancipadora.

Una de las características del protagonismo fue percibir a la mujer en

el rol de la escritura, es por esto que hemos seleccionado a La Cocina

Ecléctica y a su autora como referente de la asociación: escritura-

cocina.

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Page 172: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Bibliografía

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Argentino, Jujuy: Universidad Nacional de Jujuy.

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Obras de Autores Salteños.

FLEMING, Leonor “Mujeres por mujeres”, En Cuadernos

Hispanoamericanos, N° 525, marzo 1994, p. 89-102.

FRIAS, Bernardo, Tradiciones Históricas de Salta, Salta, 1976.

LUNA, Félix, 1999, “Grandes protagonistas de La Historia Argentina”,

Planeta, Buenos Aires, 1999.

GORRITI, Juana Manuela, Cocina Ecléctica, en Obras Completas. Tomo

III: ”La tierra natal. Perfiles. Cocina ecléctica”, Fundación del Banco de

Noroeste, Salta, 1994.

PODERTI, Alicia, “Del comer y el beber en la literatura de Salta", en

Bonduri y Frigerio (comp.) Salta a la Olla. Un siglo de evolución social

y de cocina, Salta: Memoria Popular, SCA Canal 2 de Salta, 1995,

Segunda Edición, Salta: Círculo Amigo Editor, Prólogo de José Juan

Botelli, 2007.

VALDA, María Paz y CAJÍAS, Martha, 1992, De como se alimentaban

nuestros antepasados antes de la llegada de los españoles, La Paz:

Hisbol.

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Page 173: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

173

Page 174: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

174

Page 175: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

La construcción territorialde la República Argentina.

El imaginario histórico-social argentinodesde la Revolución de Mayo.

Federico Martín Gomez 38

La construcción territorial en el imaginario socio-histórico de los

habitantes de la República Argentina, formulada en la carga

valorativa de percepciones y visiones, enfocadas y/o distorsionadas, a

lo largo de nuestra historia como país, se debate en un claro eje

dicotómico entre dos posiciones distantes entre sí, pero imposibles de

analizarlos en forma separada. Dicho debate se formula en las

visiones sobre las supuestas pérdidas o ganancias territoriales, en los

años siguientes a la erección del Virreinato del Río de La Plata, y más

aún, en los años posteriores al inicio de la Revolución de Mayo, el 22

de mayo de 1810.

Dicha construcción en el imaginario socio-histórico, el cual tiene

profundas raíces en nuestra historia e identidad como argentinos, nos

permite remontarnos en la misma por medio de diversos estudios

sobre dichas visiones y percepciones en relación a la construcción del

territorial nacional, como son las tesis elaboradas por autores como

Carlos Escudé (1988), Juan Carlos Puig (1975), Gustavo Ferrari (1981),

38 Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Maestrando en Relaciones Internacionales. IRI. UNLP. Miembro Investigador del Centro de Reflexión en Política Internacional y del Departamento de Islas Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Instituto de Relaciones Internacionales. Universidad Nacional de La Plata.

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Page 176: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Pablo Lacoste (2003) y Vicente Palermo (2006), quienes fundamentan

sus teorías en la heredad del Virreinato del Río de La Plata,

explicando el modo en que dicha construcción fue infundiéndose a lo

largo de nuestra historia, en la cultura y educación de los argentinos.

Previamente a iniciar el análisis de los debates sobre la construcción

en nuestro imaginario socio-histórico, debemos entender las razones

de la erección del Virreinato del Río de La Plata, ya que el mismo,

será el basamento para dar inicio al estudio del debate histórico. La

erección del Virreinato del Río de La Plata, encuentra una clara

respuesta en la supuesta amenaza que representaban los

portugueses y sus colonias, en el actual territorio brasilero, a los

intereses españoles en el sector sudoccidental del continente

americano. Además, es necesario recordar que debido a las

cuestiones de la necesidad de buscar nuevos puertos más directos y

cercanos (por lo tanto más seguros), que reemplazasen a los ya

existentes en el territorio latinoamericano.

Con el comienzo de la revolución, el día 22 de mayo de 1810, se

iniciaría un proceso por el cual, debido a sus características y

coyuntura, se determinarían la conformación de gobiernos y

construcciones estatales débiles y en muchos casos sin legitimidad,

los cuales determinaron, la débil construcción y consolidación, en los

primeros años de la revolución, de nuestro territorio. Esta política

llevada adelante por los gobernantes en ese momento, en un marco

de luchas internas y la falta o ausencia absoluta, del diseño de una

política exterior hacia los territorios vecinos en ese momento,

determinó la imposibilidad de mantener la conformación inicial del

virreinato al iniciarse los primeros gobiernos revolucionarios. Carlos

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Page 177: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Escudé identifica al período comprendido entre los años 1806 y 1880,

como “la Argentina embrionaria”, quien según sus estudios, establece

claramente la supuesta errónea percepción sobre las pérdidas

territoriales nacionales, realizadas por varios académicos e

investigadores nacionales. Escudé esgrime como ejemplo, las

posiciones defendidas por los estudios realizados por Vicente

Quesada en el siglo XIX, el cual se basa en documentación de origen

española, generando así un amplio debate con su contraparte chileno,

Miguel Luís Amunategui, sobre las verdaderas posesiones territoriales

pertenecientes a uno u otro estado. Ambos autores, en busca de

consagrar sus posiciones, se basaron en documentos verdaderos,

pero generaron de todas maneras falacias en relación a la soberanía

sobre los territorios referentes a la Patagonia, y su real pertenencia a

la Argentina o a Chile por medio de títulos históricos. Sumado a esta

dicha apreciación personal, Carlos Escudé suma a su estudio

referencias de cómo la expansión realizada por ambos países hacia el

sur para ocupar territorios, denominados por el autor res nullíus39

(según la percepción de las potencias europeas a excepción de

España), desde ambos países se percibía una verdadera perdida de

grandes porciones territoriales, las cuales no podían conquistar, y no

como si fuera que conquistaron territorios que podrían haber poblado

y defendido. Dichas apreciaciones, según Escudé, han afectado y

dañado gravemente tanto a Argentina como a Chile, generando a lo

largo de la historia compartida por ambos Estados, carreras

armamentistas y enfrentamientos, imposibilitando la

complementación e integración entre ambos. Pablo Lacoste (2003)

apunta claramente que no debemos dejar de tener en cuenta que

39 Esta expresión latina, describe el territorio sobre el cual ningún Estado ejerce su soberanía y que se considera abierto a adquisición por cualquier Estado. Ver Jimenez de Arechaga, Eduardo. 1980. Derecho Internacional Contemporáneo Madrid Técnos, pág. 220

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Page 178: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

estos momentos de grave tensión entre dichas naciones lograron

superarse mediante acuerdos diplomáticos bilaterales: el Tratado de

Límites de 1881, los Pactos de Mayo de 1902 y el Tratado de Paz y

Amistad de 1984, resaltando además la necesidad de conocer el

entorno académico y nacional, en el cual se generaban dichas

percepciones, debido a que “muchos historiadores argentinos y

chilenos enseñan a los niños y a los jóvenes que el vecino es un país

expansionista y sustractor de territorios” (Lacoste 2003, 14).

Debemos realizar una referencia detallada de la posición de Escudé,

el cual describe los fundamentos sobre las erróneas percepciones

argentinas acerca de las pérdidas territoriales, que se basan, según

el autor, en cuatro puntos que fundamentan su percepción:

El Virreinato del Río de la Plata fue una creación artificial de la Corona

Española: la creación del mismo solo sería funcional como institución

bajo el sistema colonial, por lo tanto su funcionalidad y poder para

gobernar sobre la totalidad de los territorios que abarcaba al

momento de iniciarse la Revolución de Mayo, desaparecieron.

Paraguay y Bolivia eran las regiones más pobladas del Virreinato y

poseían en gran medida autonomía de Buenos Aires. La Banda

Oriental era objeto de disputa con el Imperio Portugués: ambos casos

son clara consecuencia de la disfuncionalidad de las instituciones del

virreinato en pleno proceso revolucionario, en el caso del Paraguay la

distancia y su pleno desarrollo en forma “aislada del Virreinato del Río

de la Plata”, determino su separación e independencia final. En el

caso de la Banda Oriental, la disputa con el Imperio Portugués al

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Page 179: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

inicio y luego con el Brasil, originó, con la posterior intervención

británica, el surgimiento de este nuevo Estado.

La idea de que la República Argentina es heredera del Virreinato del

Río de la Plata es tonta, ya que éste fue el primer enemigo de ella: el

origen de ésta afirmación de Escudé, se encuentra en que la capital

de ambos territorios, tanto la República Argentina como del Virreinato

del Río de la Plata, tuvo el mismo lugar de establecimiento, por lo

tanto, existe una conciencia nacional de heredad del virreinato

No hay continuidad de las instituciones nacionales, ya que

desaparecen en 1820, debido a que hubo un proceso de

balcanización. No se puede hablar de un Estado Nación hasta 1860:

debido a esto no podemos identificar una clara continuidad entre el

Virreinato y el Estado nacional argentino surgido durante la

presidencia de Mitre, por lo cual debieron surgir nuevas instituciones

a nivel nacional ya que las predecesoras con origen en el virreinato,

hubieron de evolucionar y/o extinguirse.

Como un punto excepcional, “la única pérdida territorial en la historia

nacional argentina” reconocida por Carlos Escudé, pero la cual es

minimizada por su escasa extensión geográfica comparada con las

otras apreciaciones, es la referente al territorio de las Islas Malvinas.

Para él, ese sí fue un caso donde una potencia extranjera, el Reino

Unido, expulsó al gobernador Luís Vernet que administraba dicho

territorio bajo el poder y la autoridad del estado de Buenos Aires, en

ese momento gobernado por Rosas.

179

Page 180: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

En referencia a las ganancias territoriales conseguidas por la Nación

Argentina, Escudé describe el triunfo obtenido por Mitre en Pavón en

el año de 1860, como el logro de la unificación territorial entre la

Confederación y Buenos Aires, que aunque frágil, logró su

consolidación. Con la Guerra del Paraguay (1865-1870) y la posterior

victoria de la Triple Alianza, Mitre logró destruir a un peligroso

competidor, según el Escudé, como era en ese momento el Paraguay.

Este Estado tenía ya 800.000 habitantes frente a 1.200.000

habitantes de la Argentina, referenciándose en las extensiones

territoriales de ambos Estados, lo que le permitió ganar los territorios

en la costa del río Paraguay y en el nordeste, sumando a estola

decisión chilena de hacer la guerra contra Perú y Bolivia, la cual

generó una situación de debilitamiento y vulnerabilidad, que le

permitió a la Argentina, la negociación del acuerdo de límites de 1881

con Chile.

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Page 181: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Territorio conquistado en 1878-9. 2. Territorio bajo control argentino luego de la

expedición naval del Comodoro Py (1878). 3. Conquista del Neuquén, 1881. 4.

Regiones de jurisdicción argentina después del tratado de límites de 1881. 5.

Jurisdicción Argentina aún en posición indígena. 6. Dominio territorial argentino,

1.900.000 km2. 7. Dominio Colonial británico desde 1833.

En el presente análisis de este período y remitiéndonos a la cuestión

de la construcción y consolidación territorial, no debemos obviar la

necesaria mención de las “constantes” de la política exterior

argentina analizadas por los autores Juan Carlos Puig y Gustavo

Ferrari.

Según lo comentado por José Paradiso en “El poder de la norma y la

política de poder”, las constantes que estuvieron presentes en los

análisis de dicha investigación son: el pacifismo; el aislacionismo;

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Page 182: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

evasión por medio del derecho; moralismo; enfrentamiento con

Estados Unidos; europeismo y el desmembramiento territorial.

Para Juan Carlos Puig la debilidad territorial es una de las “tendencias

profundas” de la política exterior en dicho período revolucionario y

pos revolucionario, en los cuales coexisten:

una despreocupación generalizada respecto de estas cuestiones,

como si realmente no importase a la Argentina perder esos territorios,

porque se trataban de superficies inhóspitas, lejanas, áridas de

ninguna manera aptas para la explotación agrícola-ganadera que era

el eje del proyecto nacional argentino en el siglo XIX.

Asimismo debemos hacer mención a uno de los tres lineamientos que

establece Moneta, como un importante complemento a la visión de

Juan Carlos Puig en relación a este período: el mantenimiento de un

equilibrio de poder con Chile y Brasil, funcional dicho equilibrio como

moderador de la tendencia hacia la debilidad territorial. Esta misma

despreocupación es reafirmada por Carlos Escudé, como analizamos

anteriormente, aduciendo que el nacionalismo territorial argentino es

un fenómeno muy conocido, pero que no tuvo un estudio profundo

sino hasta la Guerra de Malvinas de 1982.

Retomando lo descrito al comienzo del análisis, este nacionalismo fue

percibido como pérdidas territoriales a lo largo del siglo XIX. En

Argentina por su parte, explica Escudé, existe la idea generalizada de

una expansión chilena a costa de nuestro país en el sur y de pérdidas

adicionales en otras regiones. Mientras que en Chile, existe al mismo

tiempo, una percepción paralela de un expansionismo argentino a

costa de Chile en el sur, mitigada esta, por la apreciación chilena de

182

Page 183: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

su propia expansión hacia el norte a expensas de Bolivia y de Perú.

En el caso de Bolivia, opina Escudé, es algo debatible en cuanto a la

validez de la expansión, no siendo igual en el caso de Perú, en el que

no es necesario una justificación dado que la misma es demasiado

clara.

Por su parte, y analizando a Gustavo Ferrari en la cuestión de la

territorialidad de nuestro país, debemos observar la existencia de una

clara posición identificada con la idea de que, si comparamos la

fronteras del Virreinato del Río de la Plata, con la superficie que

implica el actual territorio argentino, podemos comprobar que ésta ha

disminuido en un cincuenta por ciento con respecto a sus predecesor.

Es así que argumenta la existencia de varios signos claros de una así

llamada “debilidad territorial”. Por un lado, ésta estaría anclada en la

“fórmula argentina” del arbitraje, acuñada a fines del siglo XIX y por

otro lado la herencia colonial tendría mucha relación con aquella

debilidad. La Corona española habría sido ambiciosa en la fase de

conquista, pero luego, a la hora de mantener el imperio, el impulso se

habría desacelerado bruscamente.

No debemos olvidar, por último, el argumento ampliamente

defendido por varios investigadores de que el hecho de que la

Argentina contase con vastos territorios habitables y fértiles, podría

haberla llevado a desinteresarse en la cuestión del mantenimiento del

mismo.

Exploremos un poco más estos puntos. Con respecto al primero de

ellos, se arguye que la excesiva devoción por el arbitraje llevaba a un

sacrificio desmedido. En aras de la paz, el país se veía en la

183

Page 184: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

imposibilidad de defender de forma más enérgica sus derechos

territoriales. Argentina habría aceptado fallos que en gran medida la

despojaban de su patrimonio.

Para justificar el segundo punto se utilizan una gran cantidad de

ejemplos que demostrarían la verificación del enunciado. Ya la Corona

Española habría actuado de manera perspicaz, pero tardía, al

establecer el Virreinato del Río de la Plata. Además, la Metrópoli

habría tenido una diplomacia inhábil, restituyéndose, por ejemplo, la

Colonia del Sacramento a Lisboa, cada vez que este territorio

portugués era reconquistado por las fuerzas de Buenos Aires. La

victoria militar era seguida, entonces, por una clara derrota

diplomática, práctica que se prolongó a través de más de un siglo.

La posibilidad de ejemplificar y comprobar la validez de estas tesis

presentadas por los investigadores, por medio del análisis puntual de

casos sobre delimitación, nos acercará bastante a la cuestión

limítrofe.

Casos puntuales como los territorios que fueron cedidos, bajo

diferentes circunstancias a los Estados limítrofes, fueron revertidos y

balanceados con la obtención de territorios y la consolidación de los

mismos, entre los cuales podemos enumerar:

Con el triunfo de Mitre en Pavón (1860), se produjo la unificación

territorial entre la Confederación y Buenos Aires, aunque frágil, fue

consolidándose, lo cual posteriormente a la Guerra del Paraguay

(1865-1870), se incorporaron territorios en la costa del río Paraguay y

en el nordeste, del hasta entonces territorio argentino. Pero el

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Page 185: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

gobierno paraguayo instalado por el Brasil, al finalizar la guerra, inició

una controversia sobre el territorio que se halla entre el Pilcomayo y

el Río Paraguay. El mismo fue sometido al método del arbitraje y

mediante la participación del Presidente norteamericano Hayes, el

Paraguay obtuvo finalmente esos territorios, los cuales hoy se

conocen como Villa Hayes.

Territorio cedido a Brasil por Paraguay al finalizar la guerra. B) 1 y 2 Territorios

cedidos por Paraguay para la Argentina. Al norte del territorio 1 se ubica, el

territorio que fue cedido bajo arbitraje por el Presidente Hayes.

En las postrimerías del siglo XIX, la cuestión limítrofe con Brasil,

encontraría un obstáculo, en el territorio conocido como las Misiones,

los cuales fueron incorporados al territorio brasilero finalmente, por la

decisión tomada por el Presidente Cleveland, quien favoreció la

posición brasileña en las instancias del arbitraje realizado sobre

dichos territorios, en 1895, la cual sería conocido según el imaginario

colectivo de aquella región como Clevelandia:

185

Page 186: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

En relación a los conflictos limítrofes hacia el oeste, con Chile,

mediante la firma del Tratado de 1881 se establecen los principios

básicos articuladores mediante los cuales los dos países resolverían

sus problemas de delimitación durante el siglo siguiente. La firma de

dicho tratado se da en el marco de la debilidad chilena, como

consecuencia, de la recientemente finalizada Guerra del Pacífico. La

elaboración y materialización del mismo, sería coordinado con el

correr de los años, por la firma del Tratado definitivo de Limites entre

Quirno Costa y Vaca Guzmán, por el cual la Argentina concede

territorio, Tarija y parte del Chaco y Bolivia cede la Puna de Atacama

en 1888, pero que igualmente la ratificación y canje no se realizó

hasta 1893, debido a lo imperiosa necesidad de concordar

armónicamente con el Tratado firmado con Chile en 1881.

186

Page 187: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Es de esta manera que desde iniciada la revolución, a partir de Mayo

de 1810, comenzarían los sucesivos desgajamientos, a partir de los

cuales se cederían territorios a Paraguay, se daría la pérdida de la

Banda Oriental y la separación de las cuatro provincias del Alto Perú

(La Paz, Charcas, Cochabamba y Potosí), que fueron declaradas como

pertenecientes al Estado Argentino, pero que eran de todas maneras

dejadas en libertad, para que dispusiesen de su propia suerte,

despejando así, el camino a la independencia altoperuana.

187

Page 188: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

El autor Gustavo Ferrari (1981) aclara que se debe tener incluso en

cuenta que “las distintas corrientes argentinas no han mirado a los

sucesivos desgajamientos de las antiguas comarcas del Virreinato

como algo negativo, sino más bien como un timbre de honor”. Es de

esta manera en que ejemplifica nuevamente la cuestión de la

honorabilidad de parte de los gobernantes de entonces de que

aquellos territorios que quisiesen podían optar su propia

determinación. Ejemplificando dicha aseveración cita al historiador 188

Page 189: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

rosista Adolfo Saldías, cuando éste, en su obra “Historia de la

Confederación Argentina. Rosas y su época”, recalca el hecho de que

Argentina ha dado independencia a seis nuevas repúblicas. Gustavo

Ferrari argumenta de esta manera, que ésta es una clara forma de

equiparar la religión del progreso con la desmembración territorial.

Un ejemplo, el cual debemos citar, en relación a cómo la debilidad

territorial tiene sus raíces profundas en la historia de nuestro país,

sería la visión que sostenían hombres como Alberdi, Sarmiento y

Mitre respecto de que el exceso de espacio era propicio para la

provocación de anarquía. El liberalismo fue el autor de semejantes

189

Page 190: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

ideas, pero intentó reivindicarse mediante la fuerte política

demográfica que enunciaba “Gobernar es poblar”.

Igualmente, como todo punto de vista, no se puede dejar de observar

las claras excepciones que se dieron al supuesto desmembramiento

territorial argentino. Entre ellas se pueden citar la intención de

Sarmiento de restaurar el Virreinato del Río de la Plata, más allá de

que estos planes no fueran luego llevados a cabo, sino simplemente

motorizados en la mentes de aquellos gobernantes. Es así como

debemos mencionar a Estanislao Zeballos, quien se consideraba

heredero de la escuela en política internacional fundada por el

católico argentino Féliz Frías. Zeballos, junto con Adolfo Dávila,

publicaron el diario llamado La Prensa de Buenos Aires, donde la

orientación nacionalista belicosa con respecto al los problemas

territoriales era notoria.

Por supuesto que la excepción más significativa es la conquista al

“desierto”, llevada adelante por el General Julio Roca. No sólo ocupó

la Patagonia, sino que se aseguró de otorgarle a dicha ocupación un

carácter definitivo, dándole como cierre un marco jurídico a través del

Tratado de límites con Chile, en 1881. Este territorio no fue el único

que ocupó a Roca, sino que pensó incluso en el norte de Argentina,

creando la gobernación de Misiones en el mismo año y llevando a

cabo la Campaña del Chaco en 1884, remarcando de ésta manera la

importancia territorial en sus pensamientos.

Con respecto al último punto, que por lo demás queda bastante claro,

se debe tener en cuenta que la Argentina no se vio en aprietos con

respecto a cuestiones geográficas. Casos contrarios fueron por

190

Page 191: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

ejemplo Chile, que sufrió un inmenso desafío geográfico, o Brasil, que

a pesar de poseer un extenso territorio, solo una parte muy pequeña

de éste era habitable. En consecuencia, estos países han buscado

extenderse con ímpetu y, generalmente con éxito. Chile, por ejemplo,

avanzó sobre Bolivia y Perú hacia el norte mediante la Guerra del

Pacífico. Recapitulando en relación a la dicotomía entre las posiciones

opuestas sobre las supuestas visiones de ganancias o pérdidas de

territorios, podemos observar, realizando un balance a nivel histórico,

los siguientes puntos referentes a esta cuestión de la perdida de

territorios:

La “Segregación de Paraguay en el año 1813, la conformación de

Bolivia en el año 1825; la pérdida de parte de Misiones en 1825; la

separación de Uruguay en 1828, Chile inicia su expansión hacia el

Cabo de Hornos en 1828, la ocupación inglesa en Malvinas en 1833,

la pérdida del Estrecho de Magallanes en 1843, la segregación de la

Villa Occidental en el año 1878 y la segregación de Tarija y parte del

Chaco en 1889”.

Debemos hacer referencia en el corolario del presente capítulo,

referido a la construcción territorial de la República Argentina y las

percepciones referidas a las ganancias o pérdidas territoriales en el

imaginario socio-histórico argentino, a un académico contemporáneo

a nuestros días, Vicente Palermo (2006), quien en forma clara

enuncia una tesis en la cual las visiones y/o percepciones sobre estas

dos posiciones, en relación al territorio y su construcción comenzaron

a infundirse en la Argentina liberal y no en la Argentina revisionista,

ya que fue en dicho período en el cual, el supuesto “carácter sagrado

del suelo” comenzó a infundirse, debido a que los predecesores de las

191

Page 192: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

elites liberales gobernantes, no habían velado por la seguridad y

obtención del mismo; entre ellos los revolucionarios, los unitarios, los

caudillos, el mismo Rosas, etc. De esta manera el territorio se

presentaba como una interpelación del nacionalismo, como una

obligación y tarea del Estado, ante la relación imaginaria que tienen

los argentinos con el territorio nacional. Hoy día, dicha relación se

presenta como una vaga pérdida en el colectivo nacional de

territorios aislados, con una excepción, un territorio que ejerce sobre

nosotros los argentinos, una fascinación intensa y pasional, el

territorio de las islas del Atlántico Sur, entre ellas Islas Malvinas. Este

nuevo enfoque, nos demuestra hasta que punto a lo largo de nuestra

historia, desde el período de la revolución de Mayo, el territorialismo,

observado desde diferentes puntos y con distintas percepciones, se

constituye como un componente identitario actual del ser argentino,

en su concepción como habitante de nuestro país, enmarcado el

mismo, en una historia y en una realidad socio-política e histórica

particular, componentes tanto la historia como la realidad, del

imaginario colectivo, las cuales confluyen en la importancia del

mismo, para su continuo debate, investigación y reflexión.

192

Page 193: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Bibliografía

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193

Page 194: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

194

Page 195: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Las Marchas Patrióticasy el Imaginario Poético-Musicalde la Emancipación Americana

Alicia Poderti40

1. LA NACIÓN IMAGINADA: El Himno Nacional y sus versiones

La constitución de los estados nacionales latinoamericanos que se

efectúa a partir de la primera parte del siglo XIX respondía a las

necesidades de los grupos dominantes -descendientes de los

conquistadores y colonizadores europeos-, en el marco de la

constitución y desarrollo de un mercado mundial. Éste rompía las

barreras económicas, favoreciendo el proceso de interdependencia

entre las diversas sociedades humanas y, a la vez, construía nuevas

murallas de dominación.

"Una vez escritas en Europa las tres erres de “Reforma”,

“Revolución”, “Romanticismo”, comienza el proceso de construcción

40 Dra. Alicia Poderti: Investigadora de carrera del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina), especializada en temas transdisciplinarios. Profesora de Posgrado en universidades argentinas y extranjeras. Reside en Buenos Aires y se desempeña en proyectos de la Academia Nacional de la Historia. E-Mail: [email protected] Página web: www.alicia poderti.com.ar.

195

Page 196: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

de las naciones en América. Así, la idea de nación se traduce como

proyecto y realización de un proceso histórico conformado desde una

ideología y también desde la ficción.

Nación Una e Indivisible

El proceso de constitución de nuevas comunidades históricas -las

naciones- respondía en el Europa al proyecto e idea definidos en el

pensamiento de la Revolución Francesa ("Nación una e indivisible").

Los ideólogos que organizaron la nacionalidad argentina importaron

un modelo institucional exótico, un producto cultural que se ajustara

a los cronómetros occidentales y que, a la vez, defendiera algunas

expresiones de lo autóctono. Esto nos lleva a reflexionar sobre la

centralidad del componente ficcional en el proceso de construcción

de la nación.

Como ha expresado Benedict Anderson, la nación moderna suele

representarse a sí misma como una "comunidad imaginada"41, en la

que los miembros de la comunidad nacional se imaginan -se les pide

que se imaginen- vinculados por lazos horizontales y fraternales. Así,

41 “La nación es imaginada porque aún los miembros de la nación más pequeña no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de ello pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión. La nación se imagina limitada porque incluso la mayor de ellas, que alberga tal vez a millones de seres humanos vivos, tiene fronteras finitas, aunque elásticas, más allá de las cuales se encuentran otras naciones. Ninguna nación se imagina con las dimensiones de la humanidad.La nación se imagina soberana porque el concepto nació en una época en que la Ilustración y la Revolución estaban destruyendo la legitimidad del reino dinástico jerárquico, divinamente ordenado. La nación se imagina como comunidad porque, independientemente de la desigualdad y la explotación que en efecto pueden prevalecer en cada caso, la nación se concibe siempre como un compañerismo profundo horizontal. En última instancia, es esa fraternidad la que ha permitido, durante los últimos dos siglos, que tantos millones de personas maten, y sobre todo, estén dispuestas a morir por imaginaciones tan limitadas" (Andersson, 1993).

196

Page 197: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

los caracteres de la nación "discreta, soberana y autónoma" se

integran al "estilo de imaginar" propio de la nación moderna.

En ese contexto, la novela y el periódico son las dos formas de

imaginación que se generaron en el siglo XVIII y que proveyeron los

medios técnicos necesarios para la "representación" de las

comunidades imaginadas nacionales. Otras formas artísticas también

han contribuido a la estructuración de las nacionalidades, como

algunos poemas, canciones y, sobre todo, los himnos nacionales. Los

himnos y canciones patrias simbolizan la idea de nación que se desea

que los ciudadanos imaginen.

Formas de imaginar

Un ejemplo de los trasvasamientos de significado que generan estos

productos nacionalistas puede leerse en el "Himno Nacional

Argentino". En los primeros tiempos esta canción se llamó "Marcha

Patriótica" o "Marcha Nacional" y fue aprobada por la Asamblea

General Constituyente de 1813. En dos estrofas de la versión original

se hace presente el pasado incaico y la articulación con el resto del

espacio andino:

“Se conmueven del Inca las tumbas

y en sus huesos revive el ardor,

lo que ve renovando a sus hijos

de la Patria el antiguo esplendor

¿No los véis sobre Méjico y Quito

arrojarse con saña tenaz?

197

Page 198: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

¿y cual lloran bañados en sangre

Potosí, Cochabamba y La Paz?”

Los autores Blas Parera y Vicente López y Planes tenían conciencia de

que la Revolución era impulsada desde Buenos Aires, pero no podían

ignorar el esfuerzo precursor de las masas indígenas rebeldes sobre

el arco andino. Como ha notado Eduardo Astesano, este fragmento de

la letra del Himno Nacional es una alusión evidente al levantamiento

indígena producido treinta años antes.

En 1860 Juan Pedro Esnaola es el encargado de recoger y publicar la

nueva versión musical (no así la letra) del “Himno Nacional”. Amigo

personal de Mariquita Sánchez de Thompson, quien habría cantado la

"Marcha patriótica" en su casa, Esnaola también había desarrollado

una relación muy cercana con Juan Manuel de Rosas y su familia.

Como expresa María Sáenz Quesada: ..."el músico Juan Pedro

Esnaola, animador de las veladas de Manuelita en Palermo había

compuesto la música del himno 'Gloria eterna al magnánimo Rosas', y

otras canciones muy federales y apostólicas"...

Posteriormente, cuando se elabora la versión más breve del “Himno

Nacional Argentino”, el texto representará los intereses de una nueva

construcción política, ligada a modelos étnicos y espaciales definidos

desde otro lugar. La historia nacional se construye a partir de un

pasado glorioso "que supimos conseguir"... Pero esta re-escritura

excluye a los que colaboraron en la empresa hecha de "tronos y

laureles". Así, el sol y el espacio andino quedan al margen de la

Historia.

198

Page 199: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

2. El Himno a Güemes: un modelo de proyecto geopolitico

continental

“Vieron solo, asombrados los reyes,

Cuando el Sol descendiendo los Andes

Coronaba con su oro a los grandes,

Al volar una airosa vestal:

Que agitando su enseña celeste,

A ese Sol le arrancó un áureo rayo

Y escribió: ¡Gloria al pueblo de Mayo!

En la frente del cielo triunfal”.

Fragmento del poema “Guerra de los Gauchos”,

(Himno a Güemes) de Gabriel Monserrat.

Para aproximarnos al estudio de las versiones del Himno a Güemes,

debemos centrarnos primeramente en el estudio de la Revista

Güemes, dirigida por Benita Campos42, quien formó la “Asociación

Pro-Patria”, la que tenía por objetivo exaltar la Gesta Güemesiana.

42 Benita Campos nació en Salta en 1882 y se recibió de maestra en la Escuela Normal en 1901. Colaboradora de los diarios locales, como el períódico El Cívico, fundó y dirigió la revista Güemes, en la que plasmó su objetivo de resaltar el accionar de las figuras de los principales héroes de la emancipación americana. Falleció el 26 de agosto de 1925 en ejercicio de su labor docente. Benita Campos fue una mujer de avanzada que rompió con los cánones tradicionales de principios de siglo, en el que la mujer sólo debía ocupar el espacio del hogar y de la familia, dejando a los hombres otros ámbitos de acción, como el periodístico. Es loable la iniciativa de la directora de Güemes, que va más allá de los condicionamientos de su tiempo y transgrede aquellas fronteras entre el espacio femenino privado y el público. El resultado es una revista de formas cuidadas no sólo en lo estético, sino en la esencia misma, ya que intenta ser un vehículo de revalorización de nuestra identidad regional, elevando las figuras del General Güemes y de la escritora Juana Manuela Gorriti a un lugar nunca antes propuesto.

199

Page 200: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

En este contexto, se realizó un concurso musical patrocinado por la

Revista en 1909 con la intención de que el poema original del Tte.

Gabriel Monserrat, titulado: “Guerra de los Gauchos” (Cfr. Anexos I)

tuviera música y pudiera ser interpretado como Himno dedicado al

héroe gaucho. En el certamen resultó ganadora la obra musical

compuesta por el maestro italiano Rafael Baldassari. Esta versión fue

ejecutada por primera vez el 12 de junio de 1910 en el teatro Victoria

y cantada por el coro del Colegio Belgrano. Los pocos datos que

conocemos de Rafael Baldassari, un italiano cellista (1861-19??)

nacido en Roma, son registrados por la Revista Güemes al

otorgársele el Premio, que consistía en Medalla de oro y diploma

alegórico en pergamino. Baldassari, quien se presentó al concurso

con el seudónimo de “Porteño”, es definido en las páginas de la

revista como un “verdadero maestro en el arte de Verdi y de

Donizzetti; reside en Buenos Aires, donde vive modestamente, como

sucede siempre a los privilegiados de la cultura y del arte. Como un

estímulo al compositor afortunado, publicamos su retrato dando a la

vez una reseña de los demás trabajos que lleva publicados” (en

revista Güemes, Nº 34, marzo de 1909, p.377).

“La Velada Patriótica” de junio de 1910 realizada en el teatro Victoria,

fue organizada también por Benita Campos y las “Damas Vicentinas”

de la Parroquia La Candelaria. Se cantó el Himno “Guerra de los

Gauchos” y se destacaron las palabras de don David Saravia y las

ofrendas florales de doña Güemes de Latorre y Güemes de Arias.

Pero esta investigación acerca del Himno a Güemes nos hace

desembocar en un tema poco conocido. La letra de este primer

Himno o poema original de Gabriel Monserrat, también llevó música

200

Page 201: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

de otro compositor. Existe una partitura aprobada por el Ministerio de

Educación y corresponde a 1918, con música de Enea Verardini43.

Poco sabemos del maestro Baldassari, pero sin embargo hay más

registros bibliográficos del músico Enea Verardini, quien nació el 9 de

octubre de 1863, en Bolonia (Italia), donde se graduó de profesor de

música y piano, compositor y concertista de violín. En el año 1880 se

trasladó a la Argentina como primer violinista de la orquesta que

actuó en el Teatro Colón. En esa oportunidad conoció al Dr. Fernando

Pampin, quien lo invitó a radicarse en Corrientes designándolo

Inspector de Música de las escuelas provinciales. Como docente

cumplió funciones en distintos establecimientos de la ciudad: la

Academia de Bellas Artes e Idiomas ‘Josefina Contte‘, la Escuela

Normal de Maestros ‘José M. Estrada‘, la Escuela Normal de Maestras

‘Juan G. Pujol‘y la Escuela Sarmiento; además de brindar clases

particulares.

43 El original de la partitura fue adquirido con fondos del CONICET en una librería de textos antiguos de San Telmo, Buenos Aires. Está en buen estado de conservación y el moho no alcanzó a dañar los enormes folios en los que están impresos los pentagramas con el arreglo musical de Enea Verardini y el poema “Guerra de los Gauchos” de Gabriel Monserrat. El texto fue publicado por: Imprenta Musical Ortelli, Belgrano 2847, Buenos Aires. En la última foja de la partitura se explicita: “Sr. Inspector General de Enseñanza del Ministerio de Instrucción Pública: Los Himnos a Güemes y a Belgrano cuya aprobación se solicita en la nota adjunta, son dos obras meritorias por la letra y la música que con verdad y fielmente la interpreta con fluidez e inspiración. Su estructura armónica es correcta y hay espontaneidad en su melodía de corte solemne y marcial. La tesitura es más apropiada para alumnos del Curso Normal en las Escuelas de Maestras. Con mucho agrado han de ser entonados sin duda alguna en las Escuelas de la Nación. Por las consideraciones que anteceden, opino que pueden ser aprobados los Himnos a Belgrano y a Gúemes. Inspección 26 de diciembre de 1918. fdo. José Rosendo Bavio.

Buenos Aires 28 de diciembre de 1928, vuelva a la Inspección General de Enseñanza para que se sirva tener en cuenta las presentes obras al efectuar la selección de los cantos escolares, conforme a la resolución de fecha 8 de octubre, comunicada por circular Nº 36 de este Ministerio. Fdo. Salinas.

Hay un sello del Ministerio de Instrucción Pública.”201

Page 202: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Como músico ofreció numerosos conciertos en el Teatro Oficial Juan

de Vera, en los clubes Social y el Progreso, en el cine teatro La Perla y

en la inauguración de la Mansión de Invierno de Empedrado. También

en distintas localidades del interior de nuestra provincia, en la

provincia de Santa Fe y en Capital Federal. Fue autor de innumerables

composiciones musicales, destacándose entre ellas el “Himno a

Corrientes”, con letra del teniente primero Gabriel Monserrat. El

mismo se estrenó el 25 de mayo de 1910, en el Teatro Oficial Juan de

Vera, en velada conmemorativa al centenario de la Revolución de

Mayo. Falleció el 13 de mayo de1929 en la ciudad de Corrientes44.

La música de la partitura que constituye nuestro objeto de estudio y

que se titula “Himno a Güemes”, de 1918, se inicia con una

introducción en tempo Maestoso, pasando a Piú Mosso y Agitato.

Cuando comienza el canto la partitura indica Marziale, es decir el

ritmo de Marcha. Y todo revela que hay coincidencia en la adaptación

(Cfr. Anexos III), ya que el canto comienza con la estrofa: “¡Escuchad!

Hondo grito de guerra”…, tal como se canta hoy el mencionado

himno en la versión cuya música se atribuye al maestro Baldassari

(Cfr. Anexos II).

Según se consigna en la contratapa de la misma partitura, el

compositor de la música de este himno, Enea Verardini, es autor de

muchísimas obras de gran trascendencia en la misma época (Valses

con letras en francés, canciones en inglés, Two -Step, One Step,

Tangos, Fox Trot, y otras Marchas, como “Viva la Patria” con letra de

Rafael Obligado, “Himno a Alem”, “Himno a Corrientes”, con letra de

44 La biografía de Enea Verardini ha sido consultada en el Diario El Litoral de Corrientes, Miércoles, del Martes, 02 de Enero de 2007.

202

Page 203: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Gabriel Monserrat45, “Himno a Belgrano”, “Himno a la Virgen de Itatí”,

con letra de Guido y Spano, etc.

También la revista Güemes consigna que Verardini compuso, junto a

Monserrat, el Himno a Mitre, cuya letra reproduce íntegramente en el

número dedicado al “Centenario del nacimiento de Mitre”, (Revista

Güemes, Nº 58, junio de 1921, pp 728-730).  

La presencia de Monserrat en la Revista Güemes es frecuente desde

los primeros años de su creación, publicando poemas dedicados al

jefe gaucho. Conocedor de la historia argentina y de la gesta

güemesiana no nos ha de sorprender que el rasgo fundamental del

este Himno inspirado en el poema de Monserrat hace constante

alusión al protagonismo de los gauchos en la guerra independentista.

Esto queda demostrado en la totalidad del poema, que contiene

estrofas como la siguiente:

De fragosas alturas sus armas

Bronco atruenan de día y de noche,

La osadía del gaucho en derroche

Dio gran fama a su altivo adalid;

Protegidos por sus guardamontes

Hábilmente en las frondas se escurren,

Y, a los llanos sagaces concurren,

¡A lancear a los hijos del Cid!46

45 Cfr. Reunión LXXXVI, 9ª Sesión Ordinaria del 1º de julio de 2003, de la Honorable Cámara de Diputados Provincia de Corrientes, Sistema de Ordenes del Día de la Prosecretaria. A hs. 17: 00: Asuntos Entrados, Comunicaciones Particulares, para conocimiento: 2.- Expte. 1553: Sr. Alberto Romero remite documentación respecto al “Himno de Corrientes”, compuesto por Don Enea Verardini y Tte. 1º Gabriel Monserrat, estrenado el 9 de julio de 1916 en el Teatro Juan de Vera.2rme solicitadopo46 Cfr. Anexos I. Estrofa VIII.

203

Page 204: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Recordemos que durante las luchas de la emancipación, los gauchos

se integraron a una estrategia militar dirigida por el General Güemes

y organizada sobre la base de la guerra de guerrillas. Esta estructura

se sostenía con el esfuerzo de cualquier poblador en condiciones de

tomar las armas -pastores, arrieros, labradores, artesanos-,

conformando un ejército que se componía mayoritariamente de

criollos y mestizos pero que también incorporó a negros esclavos.

La táctica militar inaugurada por Güemes significó la puesta en

escena del tipo gaucho o criollo como protagonista de las guerras

independentistas. Esto se reproduce en el resto de América del Sur,

donde estas luchas generan movilidad social. Así, las guerras de la

emancipación tienden a producir un grado de acercamiento entre los

criollos y las clases populares, en tanto la elite dirigente se ve

obligada a valorar la valentía, el lenguaje popular y las formas

culturales del pueblo. En esta etapa, la categoría de "gaucho"

adquiere otro status social y los miembros de esta clase son

compensados por su tarea heroica. Dentro de la escala de beneficios

acordados por Güemes para los gauchos soldados, se encontraba el

"fuero gaucho", que consistía en el privilegio de no pagar los

arriendos de aquellas tierras abandonadas por dueños contrarios a los

ideales revolucionarios (Cfr. Pérez de Arévalo, 1979).

Por otro lado, la idea del proyecto continental también está presente

en el poema de Monserrat, y ponemos como ejemplo una estrofa

clave:

En la última vez que invadieron

204

Page 205: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Hiere a Güemes el plomo… y la vida

Al rendir por la Patria querida,

Entra a Lima triunfal San Martín.

Y Bolívar que vence hasta Quito

De Colombia en la armas al frente,

Tremolando su emblema luciente

Va al encuentro del gran paladín.47

De este modo, la lucha independentista y en especial la gran gesta

güemesiana, que fuera leída durante años como una defensa de

intereses locales, se transforma en una empresa de escala

continental, en el que la que la América del Sur adquiere su propia

identidad frente al otro continente “europeo”

El soldado que triunfa en Europa

Que de lauros orló su oriflama,

Poco a poco perdió su alta fama

Que gozaba de gran guerreador.

De radiante diadema cegado:

“Vencedor el coloso del mundo”48

Al medirse ante gaucho iracundo

Agraviado se siente en su honor.49

Esta simbología encaja con el ideario del momento en el que se

escribe este poema (que se propuso como letra del Himno) y también

con la visión profética y amplia de los generadores de una

Independencia a nivel macro. Recordemos los proyectos

47 Cfr. Anexos I. Estrofa XIII.

48 En este contexto, la metáfora “coloso del mundo” de Monserrat se refiere, indudablemente, a Napoleón Bonaparte.49 Cfr. Anexos I. Estrofa IX.

205

Page 206: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

continentales de San Martín y Bolívar. Para Güemes, estratega del

plan sanmartiniano, el ideal patriótico estaba concebido como un plan

geo-político integral. Este diseño se articulaba a un proceso que

convocaba a los distintos sectores sociales con el fin de realizar el

proyecto de una libertad común para los países sudamericanos.

Nos hemos aproximado a la gesta güemesiana a través del análisis de

la letra de un Himno misteriosamente olvidado. Este poema surge

casi un siglo después de la muerte de Güemes, cuando ya los

proyectos de una sudamérica libre han perdido fuerza y se han

constituido las modernas naciones.

Hacia principios del siglo XX, cuando Güemes todavía era un ser

olvidado por sus comprovincianos y repudiado por la historia oficial,

será Benita Campos quien contribuya fundamentalmente al rescate

de su figura. En un contexto de sucesivas conquistas femeninas en el

campo de la escritura, la tarea de esta mujer marca un verdadero hito

en la historia del periodismo femenino. Así, la revista Güemes50,

fundada y dirigida por Benita Campos fue merecedora de importantes

elogios, no solamente por parte de intelectuales del país, sino de

numerosos escritores latinoamericanos que colaboran en la

publicación quincenal, con notas históricas, sociales y literarias. Esto

muestra que la proyección de la revista también es continental (Cfr.

Poderti, 2005).

De este modo, la directora puso en marcha los dispositivos

ideológicos que permitirán la construcción de la imagen del guerrero

50 La colección de la revista fue relevada en el Archivo Histórico de Salta y objeto de numerosos estudios por la autora de este trabajo.

206

Page 207: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

como arquetipo del héroe gaucho capaz de encarnar un principio de

identidad regional que supere las fronteras de las naciones

recientemente trazadas. Es justo mencionar que también distintos

estudios pioneros (Juan Martín Leguizamón, Bernardo Frías) fueron los

que contribuyeron a reforzar la imagen de estratega militar y hábil

político, facetas que se demuestran en el despliegue de la táctica

güemesiana integrada al plan emancipador de San Martín, cuyo

objetivo primordial era unificar a la América Hispana desde Lima

hacia el Sur.

Es importante resaltar cómo las formas artísticas han contribuido a la

estructuración de las identidades regionales y nacionalidades, como

algunos poemas, canciones y, sobre todo, los himnos. Según Benedict

Anderson, los himnos y canciones patrias son conjuntos semánticos

que pueden mutar en el tiempo, re-simbolizando la idea de nación

que se desea que los ciudadanos imaginen (Cfr. Anderson, 1993: 200-

217).

Este estudio plantea un desafío para estudios más profundos sobre

esta canción importante y además, para realizar una restitución

histórica al verdadero autor de la música del Himno a Güemes. Si bien

en 1909 la Revista dirigida por Benita Campos premia la versión con

música de Rafael Baldassari, en el número 58 del año 1921 la misma

revista publica el Poema “Guerra de los Gauchos”, Himno a Güemes,

con música de Enea Verardini. Y además se hace constar que este

Himno ha sido “adoptado” por el Ministerio de Instrucción Pública,

como canto obligatorio en las escuelas normales del país.51

51 En este voluminoso número del año 1921, realizado en homenaje a los cien años de la muerte del héroe Gaucho, se incluye una imagen del famoso cuadro que representa la muerte de Güemes, pintado por Alice, junto a un artículo que peticiona la construcción de un monumento al Inca Manco Capac.

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Todas estas reflexiones invitan a una re-escritura de la historia desde

la perspectiva socio-cultural con intervención de la transdisciplina…

Así, la música, la literatura, las revistas culturales, las imágenes

pictóricas y las tradiciones significan documentos válidos que

implican un desafío constante en la tarea de la construcción de la

historiografía…

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Bibliografía

ANDERSON, Benedict, 1993, Comunidades imaginadas. Reflexiones

sobre el origen y difusión del nacionalismo, México: Fondo de Cultura

Económica.

CAMPOS, Benita (Directora), 1907-1924, Güemes, Revista Literaria y

Social, Salta.

FRÍAS, Bernardo, 1971-1973, Historia del General Martín Güemes y de

la Provincia de Salta, o sea de la Independencia Argentina, Buenos

Aires: Depalma.

PODERTI, Alicia, 1999, “Martín Miguel de Güemes y el combate de

las pasiones”, en el libro Historias de Caudillos Argentinos, Buenos

Aires: Alfaguara, Taurus, Aguilar, Altea. Tomo coordinado por Jorge

Lafforgue con prólogo de Tulio Halperín Donghi. Quinta Edición

(Pocket) 2002, Buenos Aires: Suma de Letras Argentinas, colección

Punto de Lectura.

----------------------, 2001, “Martín Miguel de Güemes. Fisonomías

históricas y ficcionales”, ponencia del UNDÉCIMO CONGRESO

NACIONAL Y REGIONAL DE HISTORIA ARGENTINA, organizado por la

Academia Nacional de la Historia, Córdoba, 20 al 22 de septiembre de

2001.

---------------------, 2005, De Güemes a Perón. Revistas culturales y

periodismo en Argentina, Buenos Aires: Editorial Nueva Generación.

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Page 210: La Hermana Mayor Perspectivas de la Larga Revolución

Anexos

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Himno a Güemesversión de

Gabriel Monserrat y Enea Verardini (1918).

Inspirado en el poema “La guerra de los gauchos”, dedicado por

Gabriel Monserrat a la distinguida escritora salteña Sta. Benita

Campos.

I

Por Caminos del Sur de Bolivia

Marcha ardiente la hispánica tropa

Que ha vencido a famosas de Europa,

Se ve el sol en sus armas brillar,

Inflamada de grande arrogancia

A los aires tremola pendones

Y el tropel con belígeros sones

Hace el suelo doquier retemblar.

II

¡Ellos son! … ¿No los veis como avanzan?

Que será de la Patria querida

Ante empuje de tropa aguerrida

Que ha ceñido su lauro inmortal

¿Qué ha de ser de ese pueblo de Salta

Sin hazañas, sin brillo y sin armas,

Doblará la cerviz entre alarmas

A su paso glorioso y triunfal?

III

¡Escuchad!... Hondo grito de guerra

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Hiende el aire vibrando cual trueno;

Desde Salta a Yaví en su seno

Que hace al gaucho patriota indignar:

Y cual recio huracán que se agita

Estruendoso en carrera gigante,

Así, corre aquel pueblo arrogante,

De opresores la patria a librar.

IV

¿A las armas! Atruena en los valles,

Y se ven agruparse guerreros

Reluciendo en sus diestras aceros;

¡Qué de Güemes acoge el clamor!

Y estirando sus potros el cuello

De ancha crin que el violento aire azota,

Se repliega entusiasta el patriota

Acosando al soberbio invasor.

V

¡A las armas! El ínclito Güemes

Como Alcides los bravos incita,

Su corcel desfogado se agita,

¡Ha encendido la lid por doquier!

Y no queda retazo de tierra

Sin que el chuzo del gaucho que hostiga,

No lo encharque de sangre enemiga

Que enrojezca humeando al correr.

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VI

Humahuaca, Jujuy, San Pedrito,

Chicoana, El Rosario y Tilcara,

Abra Pampa y en donde estampara

Con soberbia su planta el audaz;

Le circunda esa gaucha mesnada,

Semejando en acecho una tromba

Que al caer de improviso cual bomba

Cien trofeos levanta fugaz.

VII

De fragosas alturas sus armas

Bronco atruenan de día y de noche,

La osadía del gaucho en derroche

Dio gran fama a su altivo adalid;

Protegidos por sus guardamontes

Hábilmente en las frondas se escurren,

Y, a los llanos sagaces concurren,

¡A lancear a los hijos del Cid!

VIII

¡Fue la lucha feroz!... Tiradores

Guarecidos en selvas agrestes,

Denodados batían las huestes,

Sus columnas haciendo ralear.

Por doquiera El Centauro Gloriosos

Enseñó a La Serna el Presunto,

Que ese gaucho era un vivo trasunto

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Del patriota argentino al lidiar.

IX

El soldado que triunfa en Europa

Que de lauros orló su oriflama,

Poco a poco perdió su alta fama

Que gozaba de gran guerreador.

De radiante diadema cegado:

“Vencedor el coloso del mundo”

Al medirse ante gaucho iracundo

Agraviado se siente en su honor.

X

Y su hueste diezmada en su avance,

Se detiene impotente y deshecha;

Su arrogancia quedaba maltrecha

No pudiendo a ese pueblo humillar.

¿Dónde están su braveza y pericia

Y el laurel cuyas sienes enjoya,

Si fue Salta, novísima Troya,

Y les vio el San Bernardo cejar?

XI

Sí; mirad, cual retorna burlado

Tanto heroico soldado de España

Perseguido entre selva o maraña,

Por doquiera dejado en tendal:

Su bagaje, sus muertos y equipos,

Sus cureñas, y débiles brutos

Que al morir de cansancio o de enjutos,

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Les desgarra el sangriento puñal.

XII

Con su lazo trenzado en la liza

Nuestro criollo a una voz de la raza,

En su audacia, realistas enlaza,

Y doblar se les ve la cerviz…

Y la Historia de bellos ojazos

Al saber que el león ya se humilla

Apacible escribió de rodilla

Ricas fojas de un áureo matiz.

XIII

En la última vez que invadieron

Hiere a Güemes el plomo… y la vida

Al rendir por la Patria querida,

Entra a Lima triunfal San Martín.

Y Bolívar que vence hasta Quito

De Colombia en la armas al frente,

Tremolando su emblema luciente

Va al encuentro del gran paladín.

XIV

Los señores del cetro no vieron

Que el Supremo a los hombres le plugo

Quebrantaran de oprobio su yugo,

En honor de la sacra igualdad:

Que perdiera la causa patriota

Imponiendo el poder fuera mengua,

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Y oprimir era en vano la lengua

Cuando el pecho grabó: ¡LIBERTAD!

XV

Vieron solo, asombrados los reyes,

Cuando el Sol descendiendo los Andes

Coronaba con su oro a los grandes,

Al volar una airosa vestal:

Que agitando su enseña celeste,

A ese Sol le arrancó un áureo rayo

Y escribió: ¡Gloria al pueblo de Mayo!

En la frente del cielo triunfal.

CORO

¡Gloria Eterna a los gauchos famosos

Que al triunfar en la lid sin cuartel,

Coronaron la Patria orgullosos

De radiante y sublime laurel!

SALTA

(Soliloquio)

XVI

Es mi túnica blanca y celeste,

Verde lauro mi frente corona,

Ya mi alma tan solo ambiciona

Hollar sendas de paz y de amor.

A través de los níveos encajes

Este pecho entusiástico late

Y mi brazo en las gestas combate,

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En mi afán de progreso y Labor.

XVII

Yo soy Salta, la invicta amazona,

Que en la hazaña viril de Febrero,

En la historia esculpí con mi acero

Una foja de espléndida luz;

Con mi brida impetuosa al realista

Humillé su cerviz en el llano

Y rindióse al virtuoso Belgrano

En el campo inmortal de la Cruz.

XVIII

Yo soy Salta la Esparta del Norte,

Gran baluarte yo fui en lejanías,

Se vio allí estrellar tiranías

Cual en rocas las olas del mar

¡Mis augustas hermanas ondearon

En los Andes la sacra bandera

Bajo el Sol que en su altura hechicera

Fue su imagen, de amor a estampar!...

XIX

Mientras siembran ruidosas victorias

En su lidia gigante y homérica

Por salvar de su yugo a la América,

Me lancé con mi brioso corcel…

¡Fulgurando mi acero, al realista

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Le trazó en la frontera una marca…

San Martín va al Perú… desembarca,

Y la Gloria me ciñe un laurel!

XX

Yo soy madre de insignes patriotas,

De un varón que Belgrano retempla,

Y entusiasta la Patria contempla

A mi Güemes, ideal paladín.

Que aún más grande y feliz que Leonidas,

Clamoroso la bóveda atruena;

Y alcanzando la raya… sofrena

Su pegaso que agita la crín.

XXI

Yo soy Salta la egregia heroína,

Que cual sol resplandece en la historia;

Embrazando el escudo de gloria

Y esgrimiendo la espada triunfal.

¡Soy la altiva y gallarda provincia,

La de insigne y soberbio pasado,

La que otrora a la Patria ha ofrendado

Fojas de oro en su lidia inmortal!

TRIUNFAL

En mi sien que véis erguir,

Me envanezco yo al ceñir

Este fúlgido laurel

De mi Güemes, el campeón

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Que otro tiempo en su corcel

Recibió de galardón

De la augusta Libertad

Por su grande heroicidad;

Mientras suelta en su bridón

La mesnada brava y fiel

En magnífico tropel

Vitoreaba a la deidad…

Es mi orgullo este joyel,

Simboliza mi lealtad;

Es mi premio de virtud,

Un recuerdo de otra edad,

¡A mis héroes gratitud,

prez, y excelsa majestad!

Material complementario:

1: Copia facsimilar de la partitura original del Himno a Güemes, letra de Gabriel

Monserrat y música de Enea Verardini (1918).

2. Interpretación de la partitura original, música del compositor Enea Verardini

(1918), que coincide con la versión abreviada que hoy se canta (Estrofa III y Coro).

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COLOFÓN

Este libro titulado LA HERMANA MAYOR. PERSPECTIVAS DE LA LARGA REVOLUCIÓN de ALICIA PODERTI (Directora), en primera edición digital ha sido publicado por ANALECTA LITERARIA EDICIONES en Adhesión al BICENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO DE 1810 con fecha del 15 de mayo de 2010. URL DEL SITIO: HTTP://ACTALITERARIA.BLOGSPOT.COM/. El cuidado técnico de la presente edición ha estado a cargo de LUIS ALBERTO VITTOR. Para su primera edición digital esta obra ha contado con el apoyo del CONICET y la ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA y ha sido registrada bajo licencia de creative commons (HTTP://CREATIVECOMMONS.ORG/LICENSES/BY-NC-ND/2.5/AR/).

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