+ All Categories
Home > Documents > Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13...

Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13...

Date post: 10-May-2020
Category:
Upload: others
View: 2 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
36
Los anarquistas españoles Los años heroicos 1868-1936
Transcript
Page 1: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

Los anarquistas españoles

Los años heroicos

1868-1936

Page 2: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

Murray Bookchin

Page 3: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

Traducción de Ernesto Rubio

© NUMA EDICIONES 2000 Doctor Landete, 1-19 46006 VALENCIA

http://www.numa.es

Lo s anarqu i s tas e spaño lesLos años heroicos

1868-1936

Page 4: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

Título de la edición original: The Spanish Anarchists. The heroic years 1868-1936

© 1977, Murray Bookchin

Traducción:Ernesto Rubio

Portada: Genoveva Albiol

© NUMA EDICIONES 2000Doctor Landete, 1-1946006 VALENCIAhttp://www.numa.es

ISBN: 84-931504-5-2Depósito Legal: V-1997-2000

Impreso en españaGráficas Litolema S.L.

Page 5: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

A la memoria de Russell Blackwell,amigo y compañero

Page 6: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después
Page 7: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

9

Prólogo a la edición española

De los muchos acontecimientos que los españoles debie-ran tener siempre presentes, quizás el más importante sea laincreíble revolución social de 1936. Durante el verano y elotoño de aquel año, en las zonas que no habían sido ocupa-das por Francisco Franco y sus generales, los trabajadores dela mayoría de las ciudades industriales se hicieron con el con-trol de las fábricas y establecieron diversos sistemas de auto-gestión, mientras los campesinos ocupaban grandes áreas detierra y las colectivizaban, llevando a cabo así una revoluciónsin precedentes en la historia europea. En aquel momentopocos fuera de España conocían la magnitud de esta revolu-ción, debido a un silencio calculado, o a lo que el reporteroamericano Burnett Bolleton llamó el "grand camouflage",con el que comunistas y liberales presentaron la contiendacomo un conflicto puramente político, "una guerra entre de-mocracia y fascismo". El mundo anglosajón no sabría lo querealmente había sucedido durante la Revolución Españolahasta varios años después, cuando aparecieron obras comoHomenaje a Cataluña, de George Orwell.

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, en Nueva York,incluso aquellos de nosotros que estábamos concienciadospolíticamente ignorábamos que había tenido lugar una revo-

Page 8: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

lución en España en el verano de 1936. Pero al ver los noti-ciarios del cine y las fotografías de los periódicos, sospecha-mos que algo revolucionario estaba pasando: nos llamaron laatención los miles de manifestantes con los puños en alto ylas banderas rojas o rojinegras (con el blanco y negro no eraposible distinguir los colores). Los amigos que habían mar-chado a luchar a España como voluntarios (yo era demasiadojoven por aquel entonces) nos contaban en sus cartas que losespañoles peleaban por algo más que la victoria frente a losgenerales fascistas y la restauración de la Segunda República.

Yo había sido miembro de las juventudes del Partido Co-munista desde que cumplí los nueve años, en 1930. Cincoaños después abandoné la Young Communist League porqueno estaba de acuerdo con el "Frente Popular" de la Interna-cional Comunista, que me parecía colaboracionista. Perocuando estalló la Guerra Civil española volví a unirme a loscomunistas para poder tomar parte en los movimientos de so-lidaridad con España, lo que hice tan activamente como pu-de. Sin embargo, incapaz de aceptar las rígidas doctrinascomunistas, apoyé al POUM y entré en contacto con trost-kistas americanos. Lógicamente, mi ruptura definitiva con loscomunistas no tardó en llegar. Una vez liberado de la pers-pectiva estalinista, pude emprender con total libertad el estu-dio de los acontecimientos de 1936.

Hiciera lo que hiciera desde 1940 hasta los años 80, nun-ca olvidé lo que había aprendido de los logros revolucionariosdel pueblo español. En los 60 comencé a escribir “Los Anar-quistas Españoles. Los años heroicos” con el fin de conservarviva la memoria de aquello para las generaciones posteriores.Lo que me interesaba era el carácter extraordinariamenteanárquico de las "formas de organización" creadas por losobreros y los campesinos, que habían tenido un papel tancrucial en 1936. La bibliografía era escasa, así que viajé a Es-paña para documentarme, y de allí a Francia e Inglaterra,

10

Page 9: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

11

donde me entrevisté con tantos refugiados de la CNT-FAIcomo pude.

Decidí que “Los anarquistas españoles” debía ser un libropopular, que llegara a tantos lectores como fuera posible.Con él he querido informar a las generaciones posteriores –y,con esta nueva traducción, a los jóvenes que han nacido enEspaña mucho después de la Guerra Civil– de un aconteci-miento revolucionario e inspirador, y sobre todo del formida-ble movimiento libertario que jugó un papel tan crucial en suestallido. No debemos permitir que el tiempo borre la memo-ria histórica, menos todavía en la tierra misma en la que ocu-rrió todo. Si este libro ayuda a mantener viva la memoria,quedaré satisfecho porque habrá cumplido su propósito.

5 de Noviembre de 2000

Page 10: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después
Page 11: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

13

Introducción

El viaje de Fanelli

A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, despuésde un largo viaje en tren desde Ginebra, un hombre de unoscuarenta años, alto y barbudo: Giuseppe Fanelli. Era la pri-mera vez que visitaba España. Había llegado a la ciudad sinninguna complicación y la abandonaría, meses después, sinintromisión alguna por parte de las autoridades españolas.Nada en su aspecto lo diferenciaba de cualquier otro turistaitaliano, excepto quizá su elevada estatura y su aparienciaagradable.

Sin embargo, Giuseppe Fanelli no era un visitante cual-quiera. Su breve estancia en España iba a tener una impor-tancia enorme, pues actuaría como catalizador de unmovimiento obrero y campesino, que no sólo se convertiríaen el más importante de España, sino también en el mayor delos movimientos anarquistas de la Europa moderna. Fanelli,seguidor del anarquista ruso Mijail Bakunin, era un consu-mado revolucionario y un propagandista de gran talento. Suviaje había sido organizado por Bakunin con el fin de conse-guir apoyos en España para la Asociación Internacional deTrabajadores, la famosa Primera Internacional, fundada porlos trabajadores europeos algunos años atrás.

Page 12: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

El viaje de Fanelli podría haber sido un completo fracaso.Bakunin había conseguido reunir a duras penas el dinero su-ficiente para pagar el precio del pasaje; Fanelli, enfrentado aestos problemas de financiación, tuvo que viajar constante-mente apremiado por el tiempo. Su conocimiento sobre Es-paña era, además, muy limitado, y apenas podía hilvanaralgunas frases en castellano. Al llegar a Barcelona, Fanelli seentrevistó con Elie Reclus, un distinguido antropólogo fran-cés y ferviente bakuninista que se encontraba de visita en elpuerto catalán. Fanelli no conocía a nadie más en la ciudad.Al parecer los dos hombres discutieron acerca de la actitudcondescendiente que Reclus adoptaba frente a sus amigos es-pañoles republicanos. Después de pedirle a Reclus dineroprestado para continuar su viaje, el italiano se dirigió a Ma-drid, donde se reunió con José Guisasola, propietario del pe-riódico La Igualdad. Guisasola puso en contacto a Fanelli conun grupo de trabajadores "de ideas avanzadas", con los queconcertó una reunión pequeña e íntima en casa de un tal Ru-bau Donadeu. Fanelli sólo podía dirigirse al grupo en italianoo en francés, la mayoría de los trabajadores sólo entendíancastellano. A pesar de ello, una vez que el alto y enjuto italia-no comenzó a hablar, el entendimiento con la audiencia fuetan absoluto que todas las barreras idiomáticas quedaron a unlado. Fanelli consiguió transmitir a quienes lo oían toda lagenerosidad de sus visiones libertarias y toda la amargura desu ira por la explotación humana y el sufrimiento. Los allípresentes, acostumbrados como estaban a las moderadas ex-presiones de los liberales, quedaron atónitos. Décadas mástarde, Anselmo Lorenzo describiría el encuentro de este mo-do: "Los ojos grandes, negros y expresivos, se encendían depronto o tomaban una apariencia compasiva, dependiendo delos sentimientos que le dominaran. Su voz, que tenía un tim-bre metálico, pasaba rápidamente del tono de cólera y deamenaza contra explotadores y tiranos, al del sufrimiento y el

14

Los Anarquistas Españoles

Page 13: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

15

Introducción

consuelo cuando hablaba del dolor de los oprimidos y de losolvidados, y también cuando se refería a los que, sin sufrirlodirectamente, comprendían todo ese dolor, y a los que pre-tendían un ideal nuevo y revolucionario de paz y de fraterni-dad. [...] Lo raro del caso es que no sabía hablar español, yhablando francés, que entendíamos a medias algunos de lospresentes, o italiano, que sólo comprendíamos un poco porsu parecido con el castellano, no sólo nos identificábamoscon sus pensamientos, sino que merced a su expresiva mímicallegamos todos a sentirnos poseídos del mayor entusiasmo".

El éxito de Fanelli fue rotundo. Todos los presente ingre-saron en la Internacional. Fanelli prolongó su estancia enMadrid durante varias semanas, instruyendo a sus nuevosamigos. El grupo volvió a reunirse para hacer tres o cuatro"sesiones de propaganda", alternando estas reuniones conconversaciones en paseos o en cafés. Lorenzo recuerda que élgozó especialmente del favor de las confidencias de Fanelli. Siesto fue así, Fanelli demostró poseer un excelente criterio:Anselmo Lorenzo viviría muchos años más y consagraría suvida a la revolución, ganándose el sobrenombre de "el abuelodel anarquismo español". La contribución de Anselmo Loren-zo al desarrollo de las ideas anarquistas en Barcelona y Anda-lucía fue enorme.

El 24 de enero de 1869, Fanelli se reunió con sus correli-gionarios madrileños por última vez. Aunque el grupo, inte-grado en su mayor parte por impresores, pintores y zapateros,era muy reducido –poco más de veinte personas–, fue decla-rado oficialmente la Sección madrileña de la Asociación In-ternacional de Trabajadores. Lorenzo trató de persuadir aFanelli para que se quedara más tiempo en Madrid, pero ésteno aceptó, porque quería “que los individuos y los grupos sedesarrollaran por sus propios medios, con sus propios valores,y que la gran obra común contara con los caracteres indivi-duales y locales que hacen que la variedad no perjudique a la

Page 14: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

unidad.” En estas pequeñas notas tomadas por Lorenzo, Fa-nelli alude a un principio básico en la organización y en lapráctica del anarquismo: el orden alcanza su forma más ar-moniosa a través del desarrollo libre y espontáneo de la indi-vidualidad y la variedad. Al final, la vitalidad del movimientoanarquista español dependería del grado en que este tipo deprincipios se convirtieran en una fuerza vital en las activida-des sociales y organizativas.

Antes de abandonar España, Fanelli pasó una vez más porBarcelona, provisto esta vez de una carta de presentación deJosé Rubau Donadeu, uno de sus discípulos en Madrid, parael pintor José Luis Pellicer, un demócrata radical con fuertesconvicciones federalistas. Pellicer concertó una reunión en suestudio, a la que acudieron unos veinte republicanos, muchosde los cuales eran personas que disponían de una sólida baseprofesional. Esta audiencia más refinada, perteneciente a laclase media, se mostró más escéptica ante la apasionada orato-ria de Fanelli. Apenas un puñado de jóvenes, casi todos ellosestudiantes, se sintieron comprometidos con las ideas anar-quistas del italiano (dentro de este grupo estaba Rafael FargaPellicer, sobrino de José Luis, quien desempeñaría un impor-tante papel al fundar la Internacional de Barcelona). A esas al-turas Fanelli se encontraba casi sin fondos, así que tras unabreve estancia en la ciudad catalana, partió para Marsella.

Giuseppe Fanelli jamás volvería a España. Falleció ochomás tarde, víctima de la tuberculosis, a la edad de 48 años.Como tantos jóvenes italianos de su época, Fanelli había sa-crificado una prometedora carrera de arquitecto e ingenieropara dedicarse a las tareas revolucionarias, primero al serviciode Garibaldi y más tarde como emisario de Mazzini. Con lavictoria de la causa nacional en 1861, se convirtió en diputa-do del parlamento italiano. Gracias a su posición pudo obte-ner un pase para viajar en tren por toda Italia; además elgobierno le otorgó una modesta pensión por la pérdida de su

16

Los Anarquistas Españoles

Page 15: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

17

Introducción

salud cuando fue prisionero político de los Borbones. Fanelliconoció a Bakunin en Ischia en el año 1866, dos años antesde su viaje a España, y quedó rendido ante la atractiva perso-nalidad y el carisma del revolucionario ruso. Para Fanelli larevolución constituía un modo de vida, y no sólo un objetivoteórico y remoto. Sus últimos años los pasó viajando en trenpor los pueblos de toda Italia, predicando la revolución socialdurante el día y durmiendo en los trenes y en las estacionespor las noches.

Es poco probable que Fanelli estuviera al corriente del al-cance de sus logros en España. Ya en 1845 había habido ten-tativas de implantar las ideas anarquistas en la Península,cuando Ramón de la Sagra, discípulo de Proudhon, fundó eldiario El Porvenir en La Coruña. Sin embargo este periódicolibertario fue pronto clausurado por las autoridades, y Sagramurió en el exilio sin haber conseguido ejercer ninguna in-fluencia en su país nativo.

Los resultados que obtuvo Fanelli fueron inigualables yproféticos. Es posible que su historia haya llegado hasta noso-tros algo exagerada, pero aun cuando fuese así, esa exagera-ción sería significativa, pues mostraría hasta qué punto lapasión y la imaginación impulsaban los anhelos españoles delibertad. Y, como veremos, España era particularmente sus-ceptible a las perspectivas de libertad que promulgaba elanarquismo.

Page 16: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después
Page 17: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

19

Capítulo 1: La Idea y España

Antecedentes

¿En qué consistía “la Idea", tal y como estaba destinada allamarse, que Giuseppe Fanelli llevó a Madrid y Barcelona?¿Por qué arraigó tan profunda y perdurablemente en España?

Pocas imágenes de una sociedad libre han sido tan grose-ramente tergiversadas como las del anarquismo. En sentidoestricto, anarquía quiere decir ausencia de propiedad, de so-beranía, y por tanto implica la formación de una sociedad sinEstado basada en la autogestión. La opinión popular relacio-na el término con el desorden, el caos y los atentados terro-ristas. Esta apreciación es del todo incorrecta; el terror y laviolencia no son rasgos intrínsecos del movimiento anarquis-ta. Del mismo modo que algunos anarquistas han utilizado laacción terrorista, otros han hecho del rechazo al uso de laviolencia una cuestión de principios.

A diferencia del marxismo –con sus fundadores, sus tex-tos fundamentales y una ideología claramente definida–, losideales anarquistas son difíciles de delimitar dentro de uncredo determinado. El anarquismo es un movimiento intrín-secamente popular que tiene por objetivo derribar el represi-vo aparato creado por las sociedades jerarquizadas. Tiene suorigen en la vieja exigencia de los oprimidos de postular elespíritu de libertad, de igualdad y de voluntariedad frente a

Page 18: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

los valores e instituciones que se apoyan en el principio deautoridad. Esto explica la antigüedad de las ideas anarquistasy su irreprimible y continuo resurgir dentro de la historia,en particular en momentos de cambio y de revolución social.La multitud de doctrinas que surgen dentro de este movi-miento son, en esencia, adaptaciones concretas a un determi-nado período histórico de sentimientos difusos y soterrados,y no la aplicación de una serie de doctrinas fijadas desdesiempre. De la misma manera que con el paso del tiempohan ido cambiando las instituciones y los valores jerárquicos,han cambiado también las doctrinas anarquistas que intenta-ban desalojarlos.

En la Antigüedad estas creencias fueron enunciadas porun buen número de importantes filósofos, y sin embargo to-das estas teorías no eran sino un pálido reflejo de los levanta-mientos populares que iban a comenzar con la quiebra de laeconomía rural y que culminarían con el milenarismo cristia-no. Durante siglos los Padres de la Iglesia iban a ocuparse deaquellas herejías populares que reivindicaban la importanciade la libertad y de la igualdad y que, en algunas ocasiones,proclamaban un hedonismo feroz. Los esclavos y los pobresque se congregaban en torno al cristianismo esperaban la se-gunda venida de Cristo como un tiempo en que "un grano detrigo produciría diez mil espigas" y en que el hambre, la en-fermedad, la coacción y la jerarquía serían desterradas porsiempre de la Tierra.

Todas estas herejías, que nunca habían cesado de filtrarseen la sociedad medieval, se sucedían unas a otras en formade grandes movimientos campesinos y en extáticas y violen-tas visiones de un mundo de libertad e igualdad. Algunas delas sectas anarquistas medievales eran asombrosamente mo-dernas y promulgaban "una libertad tan temeraria e inclasifi-cable", escribe Norman Cohn, "que equivalía a una negacióntotal de cualquier tipo de limitación" (la herejía en particu-

20

Los Anarquistas Españoles

Page 19: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

21

La Idea y España

lar a la que se refiere es la del Espíritu Libre, una secta hedo-nista que se extendió por todo el sur de Alemania durante elsiglo XIV). "Estas gentes –señala Cohn– podrían ser consi-deradas como remotos precursores de Bakunin y Nietzsche,o incluso de esa intelligentsia de Bohemia que durante la pri-mera mitad del siglo XX se dedicó a aplicar las ideas expresa-das por Bakunin y Nietzsche en sus etapas más radicales.”Más característicos fueron, sin embargo, los movimientos re-volucionarios campesinos que en las postrimerías de la EdadMedia reclamaban la autonomía local, la conservación delsistema de tierras comunales y, en algunos casos, abiertamen-te el comunismo. Aunque estos movimientos tuvieron suapogeo durante la Reforma, nunca desaparecieron por com-pleto; así, en pleno siglo XX, durante la guerra civil rusa, lasmilicias de campesinos ucranianos, lideradas por NestorMakhno, combatían indistintamente contra tropas de laGuardia Blanca y contra los bolcheviques, en defensa de lahistórica demanda anarquista de "Tierra y Libertad" inscritaen sus banderas negras.

Las teorías anarquistas se desarrollaban a medida que laspasiones revolucionarias emergían en los pueblos y en las ciu-dades. El término anarquista se usó mucho en los comienzoscomo un epíteto contra los enragés, los oradores callejeros deParís durante la Revolución Francesa. Aunque las demandasde los enragés podrían ser vistas hoy como ligeras desviacionesde la democracia radical, el uso del epíteto no era del todoinjustificado. La fiera naturaleza de su oratoria, su igualitaris-mo, sus llamadas a la acción directa y el implacable odio ha-cia las clases dirigentes constituían una amenaza para lanueva jerarquía de riqueza y privilegio auspiciada por la Re-volución. Los enragés fueron aplastados por Robespierre pocoantes de su caída; sin embargo, uno de los más capaces, JeanVarlet, quien se las ingenió para escapar de la guillotina, pro-porcionaría años más tarde la conclusión final de sus expe-

Page 20: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

riencias. "Para cualquier criatura razonable", escribió, "Go-bierno y Revolución son incompatibles.”

El movimiento anarquista de las clases urbanas dirigía susenergías contra las desigualdades en el reparto de la riqueza,pero al igual que el anarquismo campesino, sus perspectivassociales eran vagas e imprecisas. Con la llegada del siglo XIX,estos sentimientos e ideas del pasado fueron fortalecidos porel nuevo espíritu del racionalismo científico que recorría todaEuropa; por primera vez estudios centrados en las teoríasanarquistas comenzaban a aparecer de forma sistemática.

Pierre Joseph Proudhon fue, quizás, el primer hombre endenominarse públicamente anarquista y en presentar sus ideasanarquistas de una forma metódica. Sus escritos llegarían aejercer una gran influencia en los países latinos. El uso queProudhon hace del término anarquista para designar sus pun-tos de vista ha de ser tomado con ciertas reservas. Proudhonera un hombre laborioso, de costumbres ordenadas y de unafuerte inclinación por la tranquilidad y los placeres de la vidadoméstica. Creció en una pequeña ciudad donde fue educadopara ser editor. A pesar de sus largas estancias en París y otrasgrandes ciudades, las perspectivas de este paterfamilias estabana menudo limitadas por los prejuicios sociales propios de unartesano de provincias.

Esta condición se pone claramente en evidencia en sus es-critos y en su correspondencia. Proudhon vislumbraba unasociedad libre en la que pequeños artesanos, campesinos yempresarios de industrias colectivizadas negociarían y pacta-rían la mejor manera de satisfacer sus necesidades materiales.La explotación terminaría, y la gente simplemente exigiría laremuneración de su mano de obra, trabajando libremente eintercambiando su producción sin ninguna intención decompetir o buscar beneficios. Aunque estos criterios impli-can una ruptura con el capitalismo, de ningún modo puedeser considerado comunista un conjunto de ideas que pone de

22

Los Anarquistas Españoles

Page 21: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

23

relieve la importancia de la propiedad privada, y marca unobjetivo en el que las necesidades humanas son satisfechassin considerar la contribución del trabajo individual.

A pesar de la considerable influencia que los anarquistasespañoles han atribuido a Proudhon, sus opiniones de carizmutualista fueron el blanco de muchos ataques por parte delincipiente movimiento obrero español. El movimiento coope-rativista, probablemente más proudhiano que anarquista, pu-so muchos obstáculos al desarrollo revolucionario delmovimiento anarquista español. Como "cooperativistas," losmutualistas pretendían un desgaste gradual y pacífico del ca-pitalismo. Los anarquistas, por su parte, resaltaban la necesi-dad de la lucha militante, la huelga general y la insurrección.

Sin embargo, Proudhon, más que cualquier otro escritorde su tiempo, fue el responsable de la popularidad del federa-lismo en los movimientos socialistas y anarquistas del sigloXIX. En su sociedad federal, las diferentes municipalidades seorganizan en federaciones locales y regionales que deleganpoco o ningún poder en el gobierno central, tratando los pro-blemas administrativos comunes e intentando solucionar susdiferencias de una forma amistosa. De hecho, Proudhon nove la necesidad de una administración centralizada, e inclusoalgunas veces parece estar reclamando la total abolición delEstado.

Aunque el estilo del discurso de Proudhon es vigoroso y amenudo estentóreo, su temperamento, sus métodos y el énfa-sis que pone en las relaciones contractuales difícilmente pue-den ser considerados revolucionarios, y mucho menosanarquistas. Sin embargo, sus ideas iban a tener una enormeinfluencia en Francia y en la Península Ibérica.

El mutualismo y las ideas de Proudhon arraigaron firme-mente en España a través de la labor de un joven catalán,Francisco Pi i Margall. En 1854 Pi publicaba La Reacción y laRevolución, una obra que ejercería una profunda influencia en

La Idea y España

Page 22: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

el pensamiento radical español. Pi había trabajado como em-pleado de banca en Madrid, y en sus horas libres combinabaeventuales incursiones en el periodismo con la redacción devarios libros sobre arte. Aunque no era un anarquista, su li-bro contiene ataques contra la autoridad y el poder centralque fácilmente podrían haber sido firmados por Bakunin."Todo hombre que ejerce poder sobre otro hombre”, escribeel joven catalán, "es un tirano." Y más aún: "Yo dividiría ysubdividiría el poder hasta su destrucción.” La similitud entreestas afirmaciones y las de Proudhon ha llevado a algunos es-critores a considerar a Pi como un discípulo del francés. Enrealidad fue Hegel quien ejerció inicialmente una influenciamuy grande en las ideas de Pi i Margall, a principios de la dé-cada de 1850. La noción hegeliana del legítimo desarrollo so-cial y de la unidad en la variedad fueron los conceptos queguiaron las primeras ideas federalistas de Pi i Margall. No fuehasta algún tiempo después cuando Pi se decantó por Proud-hon, abandonando muchas de sus ideas hegelianas. Auncuando compadecía la desgracia y la miseria que sufrían losmás pobres, Pi i Margall rechazaba el uso de la violencia re-volucionaria y sostenía que las condiciones de vida podríanser mejoradas por medio de una serie de medidas reformistasaplicadas gradualmente.

El libro causó un gran revuelo entre la intelligentsia radicalespañola. Para muchos, el federalismo era la solución idóneapara superar los problemas sociales en España. Los hombres aquienes había conocido Fanelli en Madrid y en Barcelonaeran federalistas, como lo eran, en general, la mayoría de losrepublicanos de estas dos ciudades. Las ideas federalistas seextendieron en España de tal modo que sus partidarios fue-ron los que más contribuyeron al reclutamiento de intelec-tuales para el movimiento anarquista.

El mutualismo se convirtió en la filosofía social dominan-te tanto para los radicales republicanos españoles de la década

24

Los Anarquistas Españoles

Page 23: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

25

La Idea y España

de 1860, como para los integrantes de la Comuna de París de1871. Pero fue gracias al trabajo de un famoso revolucionarioen el exilio –“el Garibaldi del socialismo", como lo llamabaGerald Brenan– que los elementos colectivistas y federalistasde las teorías proudhonianas recibieron un gran empuje revo-lucionario y fueron introducidos en España en forma de unapasionado ideario anarquista.

Mijail Bakunin

El hombre que logró conjugar con mas éxito los elementospopulares del anarquismo español a través de un conjuntocoherente de ideas no era español ni tampoco pertenecía a laclase popular; se trataba de un aristócrata ruso: Mijail Baku-nin. Aunque ya se ha cumplido más de un siglo desde su de-saparición, Bakunin sigue siendo una de las figuras máscontrovertidas, calumniadas y peor conocidas de la historiade los movimientos revolucionarios del siglo XIX. Su recuer-do no goza de los honores póstumos que se han acumuladoen torno a figuras como la de Marx. Hasta la fecha, casi to-dos los trabajos acerca de su vida y sus ideas, escritos por au-tores no anarquistas, conservan rasgos de malicia yhostilidad. El nombre de Bakunin todavía evoca imágenes derebelión incendiaria, de saqueo, de terrorismo y de violencia.En una época en que la adopción de viejos mitos revolucio-narios se ha convertido en una práctica artística, Bakunindisfruta de la distinción exclusiva de ser el revolucionario másdenigrado de su tiempo.

Que la mera apariencia física de Bakunin suscitaba unasensación de amenaza es algo que todas las descripciones desus contemporáneos atestiguan. Todos lo retratan como unhombre inmensamente alto y robusto (Marx lo comparó conun buey), con una melena desgreñada, leonina, cejas bien po-bladas, frente ancha y una imponente barba que aún permitía

Page 24: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

entrever unas recias facciones eslavas. Toda esta inmensidadfísica venía acompañada de una personalidad tremendamenteenérgica y entusiasta. El distinguido exiliado ruso AlexanderHerzen nos ha dejado una valiosa descripción de la época enque Bakunin, próximo a los cincuenta años, vivió una tempo-rada en su casa de Londres. “Bakunin”, nos dice Herzen,

discutía, sermoneaba, daba órdenes, gritaba, decidía, dis-ponía, amonestaba, organizaba, todo el día, toda la noche,las veinticuatro horas del día. En los pequeños espacios detiempo que le quedaban libres, se dejaba caer sobre su escri-torio, despejaba de ceniza algún rincón de la mesa y se poníaa escribir cinco, diez, quince cartas a Semipalatinsk y Arad, aBelgrado, Moldavia y Bielorrusia. A mitad de una carta deja-ba la pluma a un lado para rebatir a algún reaccionario deDalmacia; entonces, sin concluir con su arenga, volvía a co-ger la pluma y seguía escribiendo... Su actividad, su apetito,como todas sus demás características –incluso su gigantescotamaño y su incesante transpiración– eran de proporcionessobrehumanas.

Este relato fue escrito después de que Herzen, cansado ydesilusionado de la política, se hubiera separado del exube-rante revolucionario. Sin embargo la descripción nos da unaimagen de la fuerza pura, elemental, que emanaba de Baku-nin, una fortaleza que iba a permitirle superar pruebas quehabrían fácilmente abrumado a hombres comunes. Esta ener-gía de Bakunin, esta arrogancia –al decir de Herzen– se sua-vizaba por su sencillez natural y por una ausencia deafectación y malicia cercana a una inocencia casi infantil. Co-mo tantos otros exiliados rusos de la época, Bakunin sabía sergeneroso e indulgente con los errores ajenos. No faltó quiensacara partido de sus particularidades en pos de dudosos fi-nes, pero hubo también otros (entre ellos jóvenes revolucio-

26

Los Anarquistas Españoles

Page 25: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

27

La Idea y España

narios italianos, españoles y rusos) que, fuertemente atraídospor su personalidad, encontraron en su figura una gran fuen-te de inspiración moral.

Bakunin nació en mayo de 1814 en Premukhina, un esta-do relativamente extenso situado a unos trescientos cincuentakilómetros al noroeste de Moscú. Perteneciente a la nobleza(la familia de su madre era una de las más influyentes de Ru-sia) Bakunin abandonó una carrera militar que no era de suagrado y la perspectiva de una situación acomodada en una fa-milia distinguida, por una vida errante consagrada a la acciónrevolucionaria en toda Europa. En 1848 viajó a París, despuésa Praga y finalmente a Dresde, persiguiendo, literalmente, ca-da una de las revueltas en busca de acción. Desde mayo de1849 pasó por diversas prisiones –Sajonia, Austria, y Rusia–antes de escapar de Siberia y llegar a Londres en 1863.

Hasta la década de 1860 había sido, fundamentalmente,un activista revolucionario, vagamente adherido a las consig-nas de la democracia radical y nacionalista del momento. Fueen Londres, y en especial durante una larga estancia en Italia,cuando comenzó a formular sus ideas anarquistas. En los treceaños que le quedaban de vida no dejó jamás de ser el comba-tiente de las barricadas de 1848 y se vio implicado en repeti-das ocasiones en tramas y complots revolucionarios. Seríatambién en este período cuando algunos de sus planteamien-tos teóricos más elaborados adquirirían plena madurez.

El ideario anarquista de Bakunin converge en un solopunto: el de la libertad sin límites, y no tolera ninguna con-cesión con respecto a la consecución de este objetivo. Estepropósito impregna todos los trabajos de su etapa de madu-rez. "Tomo en consideración la única libertad que es digna deese nombre", escribe,

una libertad que consiste en el total desarrollo de todaslas fuerzas materiales, intelectuales y morales latentes en ca-

Page 26: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

da hombre; una libertad que no reconoce otras restriccionesque las que están trazadas por las leyes naturales, lo cual esequivalente a decir que no existe ningún tipo de restriccio-nes, puesto que estas leyes no las ha impuesto ningún repu-tado legislador que esté por encima de nosotros o a nuestrolado. Estas leyes son inmanentes, inherentes a nosotros mis-mos; constituyen la verdadera base de nuestro ser material,intelectual y moral, y en lugar de encontrar en ellas un lími-te a nuestra libertad, debemos considerarlas como la causamisma de su origen.

Las leyes inmanentes e inherentes que conforman la base dela naturaleza humana no conducen, sin embargo, a un indivi-dualismo fanático que conciba la vida en sociedad como unalimitación; Bakunin rechaza rotundamente que los individuospuedan vivir como egos asociales. La gente quiere ser libre pa-ra realizarse a sí misma –argumenta–, y para poder realizarsea sí misma debe vivir rodeada de otra gente, en comunidad.Si estas comunidades no son deformadas por la propiedad, laexplotación y la autoridad, acabarán por convertirse, por elpropio interés común, en un sistema armónico, cooperativo yhumanístico.

La crítica que Bakunin hace al capitalismo se basa funda-mentalmente en las ideas de Marx. Bakunin nunca dejó deelogiar las contribuciones de Marx a la teoría revolucionaria,ni tan siquiera durante los ásperos conflictos que tuvieronlugar en el seno de la Internacional. El desacuerdo funda-mental entre Marx y Bakunin se centra en la función socialdel Estado y en los efectos que tiene el centralismo en la so-ciedad y en las organizaciones revolucionarias. Aunque Marxcompartía la visión anarquista de una sociedad sin Estado–el objetivo último del comunismo marxista es, de hecho,una forma de anarquía–, consideraba el papel histórico delEstado como algo progresivo, y la centralización como un

28

Los Anarquistas Españoles

Page 27: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

29

La Idea y España

avance frente al localismo y al regionalismo. Bakunin está enprofundo desacuerdo con este punto de vista de Marx. El Es-tado, admite, puede ser considerado históricamente necesarioen la medida en que su desarrollo era inevitable durante elperíodo en que la humanidad salía de la barbarie, pero setrata de "un mal históricamente necesario, tan necesario enel pasado como necesaria será su completa desaparición enun futuro más o menos cercano, tan necesario como necesa-rias fueron la bestialidad primitiva y la divagación teológicaen el pasado.”

El punto fundamental de discrepancia entre las dos postu-ras se encuentra en la firmeza con que Bakunin critica los as-pectos negativos del Estado:

Incluso cuando el Estado ordena algo moralmente bue-no, aquello que ordena se desvirtúa por el hecho de ser orde-nado; cada orden es un insulto a la libertad; tan prontocomo algo es ordenado, se transforma en algo maligno a losojos de la verdadera moralidad (es decir, de la humana, node la divina), de la dignidad del hombre, de la libertad.

Este análisis, profundamente moral, juega un importantepapel en las ideas de Bakunin y, ciertamente, en las del anar-quismo en general. Para Bakunin, los seres humanos no soninstrumentos de una abstracción llamada historia; son un finen sí mismos, para los que no puede existir ningún tipo desubstituto abstracto. Si la gente comienza a tener una percep-ción de sí misma como instrumentos de cualquier clase, po-drán ser convertidos fácilmente en un medio en lugar de unfin, y el curso de los acontecimientos se modificará de talmodo que ya no se alcanzará nunca jamás la libertad. Un jui-cio precipitado sobre sí mismos y sobre sus funciones podríallevarles a dejar pasar las oportunidades que les conduciríandirectamente hacia la liberación, o que podrían crear las con-

Page 28: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

diciones sociales favorables para alcanzar la libertad en un fu-turo próximo.

Bakunin, al hacer hincapié en el carácter existencial de sudoctrina, se aparta del marxismo, que continuamente resalta-ba la necesidad de unas condiciones económicas previas paraalcanzar la libertad, y que a menudo recurría a métodos e ins-tituciones autoritarias como condiciones necesarias para eldesarrollo económico. Bakunin no ignora el importante papelque la tecnología juega en la maduración de las condicionesnecesarias para el logro de la libertad, pero percibe que no esposible predecir cuándo van a estar dispuestas tales condicio-nes. Por tanto, lo que debemos hacer es esforzarnos continua-mente por la obtención de una libertad total, para no perderlas oportunidades de alcanzarla o por lo menos preparar lascondiciones para su logro.

Estas diferencias entre Marx y Bakunin, aunque de apa-riencia abstracta y teórica, llevan a conclusiones opuestas denaturaleza concreta y práctica. Para Marx, cuyo concepto delibertad está viciado por prerrequisitos y abstracciones, el ob-jetivo inmediato de la revolución es la toma del poder políti-co y la sustitución del Estado burgués por una dictadura delproletariado fuertemente centralizada. El proletariado debe,por tanto, organizar un partido político de masas unificado yutilizar todos los medios, incluyendo los métodos parlamen-tarios y electorales, para extender su control sobre la socie-dad. Para Bakunin, sin embargo, el objetivo inmediato de larevolución debe ser la ampliación del control de cada indivi-duo sobre su propia vida; por consiguiente la revolución debeencaminarse no a la conquista del poder sino hacia su disolu-ción. Un grupo revolucionario que se convierte en partidopolítico, estructurándose en función de una línea jerárquica ycon las vistas puestas en la participación electoral, abandona-rá con el tiempo –advierte Bakunin– sus objetivos revolucio-narios. Éstos terminarán por desnaturalizarse a causa de las

30

Los Anarquistas Españoles

Page 29: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

31

La Idea y España

necesidades de la vida política y serán finalmente asimiladospor el mismo sistema que trataban de derribar.

Desde el comienzo, la revolución debe destruir el aparatoestatal: la policía, el ejército, la burocracia. Si la violenciafuera necesaria, debe ser ejercida por un ejército popular re-volucionario, organizado en milicias populares. El movimien-to revolucionario, por su parte, debe ser un reflejo de lasociedad que está tratando de crear. Si el movimiento quiereevitar convertirse en un fin en sí mismo, convertirse en otraforma de Estado, debe existir una total conformidad entre susmedios y sus fines, entre la forma y el contenido. En sus es-critos acerca de la estructura de la Internacional, Bakunin in-siste en que la forma de organización de ésta

debe diferir substancialmente de la organización del Esta-do. En la misma medida en que el Estado es autoritario, ar-tificial, violento y se caracteriza por ser ajeno y hostil aldesarrollo natural de los intereses e instintos del pueblo, laorganización de la Internacional debe ser libre y natural, aca-tando en todo momento estos intereses e instintos.

De acuerdo con esto, en los últimos años de la Internacio-nal, Bakunin se opuso a los esfuerzos de Marx por centralizarel movimiento y otorgar los poderes de mando a su ConsejoGeneral.1

Bakunin hace especial hincapié en la importancia del ca-rácter espontáneo de la revolución y la actividad revolucio-naria. Si la gente pretende alcanzar la libertad, si van a sertransformados por la revolución, deberán hacer la revoluciónpor sí mismos y no bajo la tutela de un omnisciente partidopolítico. Bakunin reconoce, por otra parte, que es necesarioun movimiento de carácter revolucionario para catalizar lasposibilidades revolucionarias y convertirlas en realidades, asícomo para fomentar el desarrollo revolucionario por medio

Page 30: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

de la propaganda, ideas y programas. Cree que el movimien-to revolucionario debe organizarse en pequeños grupos dehermanos (la palabra se repite a menudo en discusiones orga-nizativas) que se dediquen enteramente a la tarea de fomen-tar la revolución. La importancia que Bakunin da a loreducido de los grupos se debe, por una parte, a la necesariaclandestinidad en la que habían de actuar en aquel tiempoen los países del sur de Europa, y por otra, al deseo de pro-piciar la intimidad dentro del movimiento revolucionario.

Para Bakunin, una organización revolucionaria es una co-munidad de hermanos y hermanas personalmente comprome-tidos, no un aparato basado en la burocracia, la jerarquía ylos acuerdos programáticos. Más que cualquier otro revolu-cionario de su tiempo, Bakunin promulgó la armonía entre laforma de vida y los objetivos del movimiento revolucionario.Su percepción de la revolución como una fiesta era completa-mente inaudita. Recordando sus experiencias en París, pocodespués de la revolución de 1848, escribe,

Respiraba con todos mis sentidos, a través de todos demis poros, la embriaguez de la atmósfera revolucionaria. Fueun fiesta sin principio ni fin; veía a un tiempo a todos y anadie, ya que cada persona estaba perdida en la misma innu-merable y delirante muchedumbre; hablaba con todos sindistinguir ni recordar mis propias palabras ni las de losotros; toda mi atención era absorbida por los nuevos aconte-cimientos, por los nuevos propósitos, por las noticias siem-pre nuevas e impredecibles.

El énfasis que Bakunin pone en la importancia de la cons-piración y la clandestinidad ha de entenderse teniendo encuenta el trasfondo social de Italia, España o Rusia; tres paí-ses europeos donde la conspiración y la clandestinidad erancuestiones de pura supervivencia. A diferencia de Marx, que

32

Los Anarquistas Españoles

Page 31: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

33

La Idea y España

admiraba profundamente la firme disciplina y la cohesiónque caracterizaban al proletariado alemán, Bakunin depositósus mayores esperanzas revolucionarias en los países latinos.Presintió el peligro de aburguesamiento del proletariado in-dustrial, y advirtió de sus consecuencias. Siguiendo su predis-posición a desconfiar de las clases sociales institucionalizadasy complacientes, Bakunin dirigió cada vez más su discursohacia las clases precapitalistas en descomposición, similares alas que existían en Rusia y en el sur de Europa: campesinossin tierra, obreros sin trabajo y sin ningún peso en la socie-dad, artesanos al borde de la ruina, intelectuales y estudiantesdesclasados. Marx consideraba la formación de una sólidaclase obrera industrial como una condición previa para la re-volución social. Bakunin, sin embargo, veía en este proceso ladestrucción de todas las esperanzas de la formación de unmovimiento genuinamente revolucionario, y en este sentidoresultó ser profético.

Bakunin no era comunista. Era consciente de que el desa-rrollo económico de su tiempo no admitía el precepto comu-nista "de cada uno según su capacidad, a cada uno según susnecesidades.” En todo caso, aceptaba que la satisfacción delas necesidades materiales de cada individuo debía estar enconsonancia con el trabajo realizado. Bakunin siguió las tesisfederalistas de Proudhon en el terreno de la organización so-cial. Pero a diferencia del mutualista francés, consideraba ala colectividad, y no al artesano independiente, como la uni-dad social básica. Criticaba duramente a los mutualistasproudhianos,

quienes concebían la sociedad como el resultado del librecontrato entre individuos absolutamente independientes unosde otros, y que entablaban relación sólo a causa de una con-vención redactada por ellos mismos. Como si estos hombreshubiesen caído del cielo trayendo consigo el lenguaje, la vo-

Page 32: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

34

Los Anarquistas Españoles

luntad, el pensamiento primigenio, y fueran luego ajenos atodo lo terreno, es decir, a todo lo que tenga carácter social.

Con el tiempo, estas opiniones tomarían el nombre deanarquismo colectivista para poder ser distinguidas tanto delmutualismo proudhiano como del posterior anarco-comunis-mo de Peter Kropotkin. Un mero bosquejo de las teorías deBakunin es insuficiente para captar el sabor de sus escritos yla vivacidad que catapultó su personalidad al primer plano dela historia de los movimientos radicales del siglo XIX. A pesarde ser un hombre profundamente humanitario y cordial, Ba-kunin no rechazó el empleo de la violencia. Se enfrentó alproblema con una ingenuidad conmovedora, sin eludir enningún momento la cuestión del uso de la fuerza –la mismafuerza que ejercía a diario la clase dominante sobre los opri-midos– apoyándose en la hipócrita coartada del ultraje moral."El impulso de destrucción" –escribió cuando era joven– "estambién un impulso creativo.” De sus escritos surge un senti-miento de violenta rebelión contra la autoridad, de cólera ili-mitada contra la injusticia, de fiera militancia en defensa delos explotados y de los oprimidos. No cabe la menor duda deque Bakunin conservó firmemente este espíritu a lo largo desu vida, marcada por la valentía y el atrevimiento.

Por debajo de la superficie teorética de los escritos de Ba-kunin, subyace la rebelión de los principios comunales frentea los principios estatales, y de los principios sociales frente alos principios políticos. El bakuninismo, en este sentido, pue-de remontarse a aquellas corrientes subterráneas de la huma-nidad que han intentado, en todas las épocas, restablecer lacolectividad como unidad estructural de la vida social. Baku-nin admiraba profundamente los aspectos del colectivismotradicional de las aldeas rusas, no porque tuviera una ilusiónatávica del pasado, sino porque anhelaba la existencia de unasociedad industrial donde prevalecieran la solidaridad y la

Page 33: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

35

La Idea y España

ayuda mutua. Como la mayoría de los intelectuales de suépoca, reconocía la importancia de la ciencia como el mediopara promover la superación del ser humano, de ahí el furi-bundo ateísmo y anticlericalismo que preside toda su obra.Por esa misma razón, exigió que los recursos científicos y tec-nológicos fuesen movilizados en beneficio de la cooperaciónsocial, la libertad y la colectividad, en lugar de ser empleadospara el lucro, la competitividad y la guerra. En este sentido,Mijail Bakunin no vivió de espaldas a su tiempo, sino que sele adelantó en más de un centenar de años.

Para los jóvenes revolucionarios españoles de la década de1860, para los obreros militantes de Barcelona y los inquietosjornaleros de Andalucía, las ideas propuestas por Bakunin pa-recían materializar todos sus vagos sentimientos e ideas enuna inspirada visión de la verdad. Bakunin les proporcionóun conjunto coherente de ideas que respondía admirablemen-te a sus necesidades: un vigoroso federalismo, revolucionarioen sus métodos, y un colectivismo radical fundamentado eniniciativas locales y formas sociales descentralizadas. Inclusosu ateísmo militante parecía satisfacer la fuerte corriente deanticlericalismo que se extendía por toda España. La perspec-tiva de participar en el trabajo de la Internacional conllevabala promesa de vincular sus destinos a los de una causa mun-dial de dimensiones históricas. España estaba preparada parala llegada de las teorías de Bakunin, no sólo social sino inte-lectualmente. Si bien el anarquismo bakuninista era nuevopara el auditorio de Fanelli, algunos de sus elementos, comoel federalismo, ya eran temas de discusión habituales tanto enMadrid como en Barcelona.

Tan importantes como las ideas federalistas de Bakuninfueron sus opiniones sobre el ateísmo y su anticlericalismomilitante. Es necesario recordar que la Iglesia española era elúnico apoyo consistente del absolutismo y de la reacción decomienzos del siglo XIX, y que más tarde sería la aliada de

Page 34: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

36

Los Anarquistas Españoles

los carlistas (los reaccionarios dirigidos por el pretendiente altrono de España) y de las tendencias más conservadoras de lavida política. La confabulación entre la jerarquía católica y laoligarquía española había "minado completamente el presti-gio del clero entre las clases trabajadoras", escribe Eléna de laSouchère, lo que dio lugar a una descristianización de las ma-sas, hecho que constituye un fenómeno fundamental para en-tender la historia de la España de finales del siglo XIX yprincipios del XX. Los plebeyos, apartados socialmente delmodelo que había impuesto la burguesía española, proyecta-ban sobre el clero el odio que profesaban hacia las institucio-nes y clases que conformaban el núcleo de esa sociedad.

Así, en 1835, la ira contra las atrocidades cometidas porlos carlistas en el norte había derivado ya en la quema deiglesias en muchas de las grandes ciudades españolas. A losmonjes se les despreciaba por su condición de parásitos, y losmás altos cargos de la jerarquía eclesiástica eran equiparadosa los ricos terratenientes y a la acaudalada clase burguesa. Al-gunos de los odios más profundos eran inspirados por la hi-pocresía con la que los clérigos conjugaban sus propiasaspiraciones con los llamamientos a la humildad y a la virtuden la pobreza.

La importancia que Bakunin concede al colectivismo, mu-cho mayor que la que le había prestado Proudhon, gozó deuna amplia aceptación entre las desvalidas clases rurales des-heredadas. El colectivismo se ajustaba perfectamente a su no-ción de patria chica, la pequeña aldea independiente que haconseguido preservar una forma de vida autónoma gracias ala ausencia de los miembros de las clases dirigentes, que vivenen las grandes ciudades.

Así, esta mentalidad propia de Robin Hood que impregnade forma tan característica el pensamiento de Bakunin, y quese manifestó con tanta evidencia en algunos de los rasgos máscaracterísticos de su propia vida, provocó una fuerte atrac-

Page 35: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

37

La Idea y España

ción en zonas como Andalucía, donde el campesinado habíallegado a venerar al bandolero como a un vengador de la in-justicia. En esta región, donde el fenómeno de la guerrillapermanente se remonta más allá de la invasión musulmana,los grupos solitarios que actuaban en nombre de la libertadllegaron a ser especialmente queridos por los campesinos po-bres, dando lugar a infinidad de mitos y leyendas locales.

Por último, el llamamiento de Bakunin a la acción directase encontró con una tradición repleta de revueltas e insurrec-ciones. El pueblo español, carente ante la ley de cualquier tipode protección, confiaba profundamente en su propia capaci-dad de acción para reparar la injusticia. Debemos tener encuenta que el derecho al voto en España había perdido todosu significado después incluso de haber sido implantado el su-fragio universal. En muchos pueblos españoles, los amos de lapolítica local, los caciques (por lo general terratenientes, aun-que a menudo abogados y sacerdotes) ejercían un control ab-soluto sobre la vida política. Aprovechando su podereconómico y, cuando era necesario, su capacidad de coacción,los caciques designaban a los funcionarios de su comarca yaseguraban el voto a los partidos políticos de su preferencia.Este escandaloso sistema de abierta corrupción política, acom-pañado de los repetidos golpes de Estado –los conocidos pro-nunciamientos– de los oficiales militares, propiciaba un climade cinismo generalizado y de desconfianza hacia el sistemaelectoral. El pueblo español no precisaba de un aristócrata ru-so para convencerse de que el Estado era una propiedad parti-cular de las clases dirigentes; la toma de conciencia del pueblosería consecuencia directa de la arrogancia de los grandes te-rratenientes y de la burguesía de su propia región.

Así, el hecho de que Giuseppe Fanelli obtuviera un éxitoinmediato a su llegada a Madrid puede parecernos un hechosingular, pero de ningún modo nos debe sorprender. Las ideasque traía consigo no precisaban de grandes explicaciones abs-

Page 36: Los anarquistas españoles Los años heroicosnumerossueltos.com/media/Bookchin136.pdf · 13 Introducción El viaje de Fanelli A finales de octubre de 1868, llegaba a Barcelona, después

tractas; su auditorio sólo necesitó escuchar algunos fragmen-tos de las ideas de Bakunin para sentir una afinidad latenteentre la problemática social en España y las apasionadas ideasdel ruso exiliado en Ginebra.

Notas

1. Posiblemente, el defecto más importante de Bakunin fuera suincongruencia al llevar a la práctica sus principios organizativos.

38

Los Anarquistas Españoles


Recommended