+ All Categories
Home > Documents > luna-azul.pdf

luna-azul.pdf

Date post: 21-Nov-2015
Category:
Upload: esneider-torres-hernandez
View: 63 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
Popular Tags:
83
Luna Azul Francine L. Zapater Published by Francine L. Zapater at Smashwords Copyright 2010 Francine L. Zapater Creative Commons: Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 http://www.luna-azul.com ****** Tres clases hay de ignorancia: No saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse. François de la Rochefoucauld En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber. William Shakespeare Prólogo Miré sus ojos, y lo que vi me dejó paralizada. Ya no eran azules como yo los conocía. Un tono gris perla, como acero fundido, se adueñaba de ellos aportándole una frialdad deslumbrante. Ahogué un grito tapándome la boca con ambas manos. El pánico por lo que pudiera suceder no me impedía estar totalmente fascinada con lo que mis ojos estaban viendo en estos momentos. Era una visión sobrecogedora, surrealista para alguien como yo. Para alguien tan humano. Su cuerpo empezó a zozobrar, como un barco en una fuerte marea, mientras su rostro se descomponía por el dolor. Gotas de sudor resbalaban por su despejada frente. No tenía ni idea de qué provocaba semejante reacción en él. Desvié mi mirada hacia su oponente, grande y de mirada aterradora. Oscura como la misma muerte. Noté un atisbo de sonrisa perfilándose en su cara. Se sentía vencedor de tan extraña batalla. Volví a mirar a mi ángel. No soportaba verle así, sufriendo de aquella manera, desgarrado por el dolor. 1
Transcript
  • Luna Azul

    Francine L. Zapater

    Published by Francine L. Zapater at Smashwords

    Copyright 2010 Francine L. Zapater

    Creative Commons: Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0

    http://www.luna-azul.com

    ******

    Tres clases hay de ignorancia:

    No saber lo que debiera saberse,

    saber mal lo que se sabe, y

    saber lo que no debiera saberse.

    Franois de la Rochefoucauld

    En la amistad y en el amor se es ms feliz con la ignorancia que con el saber.

    William Shakespeare

    Prlogo

    Mir sus ojos, y lo que vi me dej paralizada. Ya no eran azules como yo los conoca. Un tono gris perla,

    como acero fundido, se adueaba de ellos aportndole una frialdad deslumbrante. Ahogu un grito

    tapndome la boca con ambas manos.

    El pnico por lo que pudiera suceder no me impeda estar totalmente fascinada con lo que mis ojos estaban

    viendo en estos momentos. Era una visin sobrecogedora, surrealista para alguien como yo.

    Para alguien tan humano.

    Su cuerpo empez a zozobrar, como un barco en una fuerte marea, mientras su rostro se descompona por el

    dolor. Gotas de sudor resbalaban por su despejada frente. No tena ni idea de qu provocaba semejante

    reaccin en l.

    Desvi mi mirada hacia su oponente, grande y de mirada aterradora. Oscura como la misma muerte. Not un

    atisbo de sonrisa perfilndose en su cara. Se senta vencedor de tan extraa batalla.

    Volv a mirar a mi ngel. No soportaba verle as, sufriendo de aquella manera, desgarrado por el dolor.

    1

  • Quera ayudarle, pero qu poda hacer si ni siquiera saba que estaba pasando?

    ltimo curso

    El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueos.

    Eleanor Roosevelt

    El rugido de un motor me devolvi a la realidad.

    Hoy era el primer da de clase, ltimo curso por fin. Estaba preparndome en mi pequea habitacin, inmersa

    en mis pensamientos, cuando aquel sonido ensordecedor me sobresalt. Corr a la ventana de mi cuarto

    intentando vislumbrar quin haba provocado semejante escndalo.

    Una moto de gran cilindrada, de un rojo intenso como sangre fresca, estaba parada frente a mi casa. Tena un

    pie apoyado en el suelo, mientras con una mano sacaba un mvil del interior de su cazadora. El motor de

    aquella mquina segua gruendo, mientras yo lo miraba embobada desde mi ventana. No saba porque, pero

    no poda dejar de mirar. La curiosidad me dominaba. Vi como alzaba su rostro hacia arriba, como si

    percibiera mi mirada. Me escond tras las cortinas de forma instintiva, sorprendindome a m misma. Qu

    estaba haciendo? Desde cundo me dedicaba a fisgar detrs de las cortinas como mi abuela? Me senta

    inquieta, ansiosa, volv a asomarme tmidamente a travs de los visillos. Quin era l? No conoca a nadie

    con semejante moto por aqu y eso era raro, porque en un pueblecito como el mo nos conocamos casi todos.

    Habamos pasado por distintas etapas, de la infancia a la adolescencia, en el mismo colegio, dentro del

    mismo pueblo. No es que las cosas por aqu hubieran cambiado mucho en los ltimos tiempos.

    Pareces idiota escondindote as me dije a mi misma, reuniendo el valor necesario para volver a asomarme

    sin la proteccin de las cortinas.

    No estaba. Se haba ido. Experiment una sensacin desconocida para m. Era como si algo ms fuerte que

    yo, una fuerza sobrenatural, hubiera invadido mi cuerpo y mi mente por completo.

    Respir de forma agitada contra el cristal, empandolo, haciendo borrosa mi visin del exterior. Intentaba

    intilmente discernir la direccin en la que haba desaparecido la potente moto y su misterioso conductor. No

    poda dejar de mirar por la ventana. Tan solo unas farolas borrosas, an encendidas por la escasez de luz

    matutina, iluminaban mi escasa visin.

    Me apart de la ventana suspirando. Hoy empezaban las clases y por si eso fuera poco, ahora estara todo el

    da dndole vueltas a lo que acababa de suceder. Acarici mi sien con las yemas de los dedos. Un incipiente

    dolor de cabeza amenazaba con terminar de arruinarme el da. Fui al lavabo en busca de un analgsico.

    Rebusqu dentro del pequeo botiqun, que tenamos colgado de la pared detrs de la puerta.

    El timbre del mvil reson en mi cabeza como martillazos. Corr a mi habitacin, aunque ya saba antes de 2

  • descolgar quin estaba al otro lado de la lnea.

    Si?

    Estela? Estela! Eres t?

    Pues claro Beth, qu pregunta tonta es esa?

    Ignor mi comentario dando rienda suelta a su histeria.

    Es horrible! Horrible! No puedo creer que esto me est pasando. Hoy, el primer da de clase! Me quiero

    morir! la voz chillona de mi mejor amiga cedi con sus ltimas palabras.

    No pude evitar sonrer.

    Djame adivinar te ha salido un grano? Se te ha acabado el maquillaje? coment con fingido pesar

    . Deja que me siente, antes de que me expliques la dimensin de la catstrofe a la que nos enfrentamos

    o como se remova inquieta al otro lado del telfono.

    Me parto de risa contigo, ja ja ja, forz una carcajada . Yo aqu al borde de un ataque de nervios y t

    haciendo lea del rbol cado. Muy bonito, di que s suspir aunque son ms bien como un gruido.

    No s porque te llamo, no tienes corazn.

    OH, vamos! Sultalo de una vez, qu te ha pasado?

    Me he quemado el flequillo. No pude evitar rerme. Me alegra divertirte dijo enfadada.

    Perdname Qu quieres que haga?

    Pues yo que s! estaba al lmite, le temblaba la voz Ay Dios! As no pienso ir a clase, parezco un

    estropajo con patas.

    Esta crisis no era la peor que yo recordaba. No era como la del ao pasado, cuando se depil el bello del

    labio superior con cera demasiado caliente, arrancndose la piel, dejndose la zona abrasada y en carne viva,

    aquello fue espantoso. Cmo lo haca para lesionarse cada ao al empezar las clases?

    Di algo por favor! gritaba al otro lado de la lnea.

    Intent sonar preocupada, aunque no poda borrar la sonrisa de mis labios.

    Voy a tu casa ahora mismo vale? T esprame all, que algo se me ocurrir.

    Vale, pero no tardes, eh?

    Colgu el telfono, pensando en cmo iba a echarla de menos el ao siguiente. No iramos a la misma

    universidad. Beth quera estudiar en los Estados Unidos y yo an no saba lo que quera, pero algo si tena

    claro y era que la extraara muchsimo.

    En momentos como este me paraba a pensar en cmo cambiaria mi vida en cuestin de meses. Una vez

    pasada la graduacin, todo sera distinto.

    Haba hablado con mi padre sobre estudiar en el extranjero, hacer un intercambio con otros estudiantes, en

    3

  • fin, las posibilidades eran muchas y variadas y todas se desplegaban ante m como un abanico. Solo tena que

    decidirme, escoger una, pero ah radicaba el problema, era consciente de que esta no era una decisin ms.

    No era como escoger que ropa te vas a poner, o que pelcula ver en el cine. Mi vida tal como ahora la

    conoca cambiara por completo a raz de esa decisin, y era eso lo que me llevaba a posponerla para cuando

    ya no tuviera opcin.

    Sacud la cabeza, obligndome a no divagar ms en mis pensamientos. Beth me estaba esperando. Ms me

    vala por mi propio bien no hacerla esperar ms, estara como una loca contando los segundos hasta que yo

    apareciera por su casa. Cog un bote de mascarilla instantnea y un pauelo hippie, que mi padre me haba

    regalado hacia un par de aos.

    Fui a la entrada de casa. Met todo en mi bolsa, y me la ech al hombro, dispuesta a salir al rescate de Beth.

    Te he puesto el almuerzo en la mochila mi madre me miraba desde la puerta de la cocina mientras se

    secaba las manos con un pao , no es poco pronto an? dijo sealando el reloj de su mueca.

    Beth ha tenido complicaciones de ltima hora contest sonriente.

    No pensaras irte sin despedirte verdad?

    Claro que no mama repuse caminando hacia ella con los brazos extendidos. Le di un fuerte abrazo, y un

    sonoro beso en la mejilla aunque quisiera sera imposible, me perseguiras por todo el barrio si hiciera

    eso.

    Nicole hizo una mueca de disgusto. La tenia calada, a veces pensaba que yo la conoca mejor que ella

    misma.

    Qu le ha pasado a tu amiga esta vez?

    Se ha chamuscado el flequillo y si no voy es posible que estalle la tercera guerra mundial.

    Cundo madurara esa chica? puso los ojos en blanco. Un gesto muy propio de mi madre, que yo haba

    heredado.

    En fin, espero que tengas un buen da.

    Yo tambin lo espero aad soltndome de su abrazo y saliendo por la puerta a la calle.

    No rompas muchos corazones! la o gritar.

    Ests loca mama solt, despidindome con la mano.

    La casa de Beth estaba un par de calles ms abajo. Apenas si haba trascurrido diez minutos desde que haba

    colgado el telfono.

    Por fin! Dnde te habas metido?

    Beth no paraba de hacer aspavientos con las manos, caminando nerviosa de un lado a otro de la habitacin,

    como una fiera enjaulada.

    4

  • Creo que me va a dar un infarto o algo as.

    Entr a paso lento y me sent en el borde de la cama. Soltando ruidosamente la mochila en el suelo.

    No exageres, anda ven aqu contest golpeando la cama. Mi amiga se sent, y empec a rebuscar en mi

    mochila.

    Mira he trado algunas cosas que te pueden ir bien, y de paso, a ver si as conseguimos librar al mundo de

    tu mala leche.

    Hoy estas que te sales eh? Has pensado dedicarte a payasa profesional? Como se nota que no eres t la

    que parece un espantapjaros dijo apartndose la toalla que le cubra el pelo . Ves? Es horrible, he

    vuelto a mojarlo pero no mejora suspir pesadamente quiero morirme!

    Me cost no volver a rerme, la verdad es que el flequillo de Beth no tena remedio, ni con dos botes de

    mascarilla, pero tampoco era el fin del mundo.

    T deberas ser actriz, es una pena desperdiciar tanto talento.

    Basta! Deja ya de rerte de m y haz algo de provecho solt agarrando el pelo en un puo.

    Miradas

    Los ojos son el punto donde se mezclan

    alma y cuerpo

    Friedrich Hebber

    Llegamos tarde a la primera clase. Genial pens. El primer da de curso y ya estbamos ganndonos la

    simpata del profesor de qumica, el seor Morganson.

    Definitivamente hoy no debera haberme levantado.

    Dej de hablar cuando entramos en clase, acompandonos con su rabiosa mirada, mientras esperaba a que

    tomramos asiento en nuestros respectivos pupitres, acrecentando as la vergenza que ya me invada en esos

    momentos. Senta una docena de pares de ojos posados sobre nosotras.

    Esto es peor que tu flequillo susurr a mi amiga mientras sacbamos nuestros libros y los colocbamos

    encima de las gastadas y garabateadas mesas.

    Notaba mi cara enfebrecida, estaba roja como un tomate. Odiaba ser el centro de atencin, pero hoy iba a ser

    difcil pasar desapercibida despus de nuestra entrada triunfal. Tarde y con Beth a mi lado, luciendo el

    escandaloso pauelo en tonos fucsia, amarillo y naranja, que le haba prestado. Al final, esa haba sido la

    mejor solucin al problema de la maraa de pelo de mi amiga. Aunque ella ahora estaba encantada.

    5

  • Beth y yo ramos como la noche y el da. Ella disfrutaba de lo lindo cuando consegua captar las miradas de

    todos. De hecho casi siempre era as. Posea una belleza despampanante, algo extica debido a sus genes

    maternos, una bella tailandesa que se enamor del padre de Beth.

    No era muy alta, pero lo suficiente para que su cuerpo luciera esbelto y bien torneado. Haba heredado los

    pmulos altos y la frente despejada de su madre, junto con una piel aterciopelada, de un suave dorado, que

    era el sueo de cualquier adolescente. Unos grandes ojos color chocolate, herencia de su padre, resaltaban

    enmarcados con una melena lacia y sedosa de color negro azabache.

    La clase fue larga y pesada, como cualquier clase del profesor Morganson. Daba igual que llevara tres meses

    estivales sin sufrir aquellas explicaciones interminables y aburridas, en una sola hora haba sido capaz de

    agobiarme tanto como si llevara un siglo escuchndolo.

    El sonido estridente de la campana fue una salvacin para mis pobres neuronas. Recog mis libros

    lentamente, observando de reojo a Beth, que parloteaba alegremente con el chico de la mesa de atrs, Daniel

    Wilson. Beth no perda el tiempo. Acabbamos de iniciar el curso y ya estaba acosando al ms guapo de la

    clase.

    En esos momentos me envolvi un sentimiento de envidia, por no tener la misma soltura que ella para

    entablar conversaciones banales con chicos como Daniel.

    Por otro lado, me senta cmoda en el anonimato que me proporcionaba tener una amiga tan despampanante

    como Beth. Me permita contar con una ventaja que ella no tena. Haba aprendido a leer los rostros y las

    expresiones corporales de la gente y as sin decir ni una palabra, llegaba a conocerlos, a veces incluso mejor

    que mi amiga. Tena la certeza de que algn da conseguira romper con mis miedos y me atrevera a hacer

    algo ms que mirar de lejos.

    Observ a Daniel unos instantes, mientras Beth flirteaba descaradamente con l. No haba peligro de que me

    pillara mirndole, era consciente de que en estos momentos yo era invisible para l.

    Haca un par de aos que este atractivo estudiante haba llegado a nuestro pueblo. Vena del sur de Estados

    Unidos, de Texas. Era alto, de cuerpo musculoso y fuerte, de hecho formaba parte del equipo de ftbol, el

    perfecto deportista. Cabello color caf, ojos de un marrn tan intenso que a duras penas se diferenciaba el iris

    de la pupila, y tez morena. Que en conjunto le aportaban un aspecto, por describirlo en una palabra, varonil,

    a pesar de tener solo 18 aos.

    Beth estaba encantada con su llegada aqu, pero hasta el da de hoy no la haba visto tan lanzada con l,

    aunque tena su lgica. Daniel acababa de romper con su novia surea durante el verano.

    Mantener una relacin en la distancia, deba de ser ms complicado de lo que parece. Adems, lo que

    simplemente iba a ser una estancia temporal en Canad, se convirti en permanente, cuando el padre de

    Daniel encontr un empleo mejor aqu, y decidieron mudarse a nuestro pueblo de forma definitiva.

    Total, el tema era que este ao Daniel estaba soltero y sin compromiso, y a la vista estaba que mi amiga no

    iba a permitir que esa situacin se prolongara por mucho tiempo.

    6

  • Beth rea ruidosamente, golpeando suavemente el hombro de Daniel, como el que no quiere la cosa, incluso

    levemente ruborizada.

    Increble, estaba claro que mi amiga deba estudiar arte dramtico y dedicarse a la interpretacin. Tena dotes

    para ello, de eso no haba duda. Pareca tan inocente y avergonzada, con las palabras que el guapo de la clase

    le susurraba al odo, que no pude dejar de admirarla. Pero si Beth no saba lo que era la vergenza!

    Si t te quieres a ti misma, los dems no tienen ms remedio que quererte me deca, siempre que yo le

    preguntaba como consegua que todos cayeran rendidos a sus pies. Quiz ese era mi problema, que no me

    tena en alta estima a m misma, por eso me aterraba hacer el ridculo o llamar la atencin sobre mi persona.

    Ya estaba divagando demasiado. Sacud la cabeza. Creo que aqu estoy de ms pens, lanzando una ltima

    mirada a los tortolitos, dndome media vuelta para salir del aula en direccin a mi taquilla.

    Sent como alguien me observaba, no saba el motivo, pero volva a tener la misma sensacin extraa de esta

    maana. Me gir lentamente hacia ambos lados. Escrutando con la mirada los rostros que me rodeaban, sin

    que en ninguno de ellos hallara el ms mnimo inters por m. Yo y mis paranoias. Por suerte vi a Megan y

    Thomas acercndose, mientras agitaban las manos sonrientes. Les regal la mejor de mis sonrisas y me fui

    hacia ellos.

    Fue una maana amena. Me reencontr con los viejos compaeros de clase, a los que no haba visto durante

    todo el verano. Todos tenan algo que contar. Un fabuloso viaje por Europa, un amor de verano, un trabajo a

    tiempo parcial durante las vacaciones

    Y t que has hecho Estela? o que me preguntaba Thomas. Un muchacho desgarbado y dicharachero,

    al que la adolescencia lo estaba tratando con crueldad, fsicamente hablando.

    He visitado a mis abuelos, nada especial contest soplando un mechn de pelo que caa sobre mi cara

    , lo mismo de cada ao, sol, playa y un tremendo aburrimiento, estaba deseando volver aqu.

    A mi me pasa igual repuso Megan, mientras cerraba los ojos e inclinaba su cuerpo hacia atrs

    intentando absorber los ltimos rayos del clido sol de finales del verano. Mis padres cada ao alquilan la

    misma casa cerca del lago, al final te aburres tanto que estas impaciente por empezar las clases de nuevo.

    Yo creo que lo hacen a propsito. Megan y yo miramos a Thomas sin entender a que se estaba

    refiriendo. Ya s que pensis que no estoy bien de la azotea, pero estoy seguro de que nuestros padres

    conspiran en nuestra contra, para arruinarnos las vacaciones, y despus abandonarnos sin remordimientos en

    el colegio.

    Megan y yo nos remos a carcajadas. Thomas era nico con sus teoras conspirativas para explicarlo todo.

    Los conoca a ambos desde la infancia, igual que a Beth.

    Mis padres se haban mudado aqu cuando yo contaba con apenas cinco aos. A Carl, mi padre, le haban

    ofrecido un puesto de trabajo en la sucursal que su empresa tena al oeste de Canad, en la isla de Vancouver.

    Nos habamos establecido en la pequea poblacin de Chemainus. Un pintoresco pueblo, famoso por los

    murales que relataban parte de la historia del lugar. A mis padres les encant la tranquilidad del pequeo

    7

  • pueblecito, con poco ms de tres mil habitantes, en comparacin con el bullicio de nuestra antigua

    residencia, Nueva York.

    Fue un cambio drstico en nuestras vidas. Bueno ms bien en la de mis padres, porque yo a tan corta edad no

    recordaba prcticamente nada de mi vida en la gran manzana. Para mi Chemainus era como mi pueblo natal,

    aunque no hubiera nacido literalmente all. Me senta parte del entorno, de sus verdes bosques, poblados de

    cedros enormes, hmedos, frondosos, exuberantes.

    En los meses de verano, oleadas de turistas pasaban por la costa oeste, buscando paisajes de ensueo entre

    sus montaas y sus lagos. Pero en invierno, cuando un manto blanco cubra cada rincn, la tranquilidad

    volva a instalarse por aqu.

    Mi madre haba propuesto alguna vez volver a Nueva York. Echaba de menos a su familia, y ahora que Carl

    ya no estaba, se senta ms sola que nunca. Yo me negaba en redondo a irme de aqu. Este era mi sitio. Aqu

    estaba mi vida, los aos vividos con mi padre, mis recuerdos felices y los tristes tambin, y mis amigos. Por

    eso me costaba tanto pensar en la universidad. Si por m fuera no me movera de Chemainus, jams.

    Thomas, Megan y Beth eran como de la familia. Beth haba sido siempre como una hermana para m. Alegre,

    loca, despreocupada, sincera, a veces en exceso, sobre todo cuando no te gustaba lo que ibas a or. Pero ella

    es as, directa, sin pelos en la lengua, pero cariosa y tierna como la que ms, si es necesario.

    Megan era harina de otro costal. Reservada, tranquila, siempre con la palabra justa, la adecuada para la

    situacin, tan diplomtica y serena. A veces pensaba que nos parecamos demasiado, quizs por eso mi

    relacin nunca haba sido tan estrecha con ella como con Beth.

    Y por ltimo Thomas, el cerebrito. Un chico al que su fsico no le haca justicia en comparacin con su

    aventajada inteligencia y su gran corazn. Tremendamente divertido y suspicaz, hacia las delicias de nuestras

    conversaciones.

    Estaba feliz de verlos a todos de nuevo.

    Me reclin junto a Megan, dejando que los clidos rayos de sol baaran mi rostro, disfrutando de la

    agradable sensacin del calor sobre mi piel.

    Otra vez esa ansiedad desconcertante.

    La misma que haba sentido en casa cuando miraba al motorista, y al salir de clase junto a mi taquilla. No

    pude resistirme al impulso de abrir los ojos y buscar con la mirada qu, o quin provocaba ese efecto en m.

    Entonces lo vi por primera vez.

    Me qued de piedra, mirndolo fijamente. No poda verle la cara, estaba de espaldas a m, pero haba algo en

    l, en su pose rgida, en su apuesta figura, o en su pelo ensortijado de color caramelo con leves destellos

    dorados, como rayos de sol, que me tenan totalmente fascinada, sin poder apartar mi vista de l.

    Qu miras? Despert de mi encantamiento y vi a Beth sentndose a mi lado, siguiendo con los ojos la

    direccin de mi mirada Vas a ignorarme mucho rato o qu?

    8

  • Perdona yo nono te he visto venir dije jugueteando nerviosa con la manga de mi jersey.

    Iba a preguntarle si no haba visto al chico que yo acababa de ver, y que me haba descolocado por completo,

    pero ment.

    Estaba pensando en el problema de lgebra. Mi voz son extraa hasta para m, eres malsima en esto

    de inventar excusas pens, mientras mi amiga me miraba entrecerrando sus ojos.

    No pensaras que soy tan estpida como para tragarme semejante tontera, verdad?

    Pues no se qu mi frase a medias no me ayudaba para nada.

    Da igual solt molesta , djalo, si no me lo quieres contar all t.

    Y dicho esto se gir, y empez a charlar con Megan. Se haba enfadado, estaba claro. En todos estos aos,

    jams haba sentido la necesidad de mentirle, y de hecho ahora an no saba muy bien porque lo haca.

    No mires dijo una vocecilla en mi cabeza, cuando not la terrible atraccin que recorra mi cuerpo,

    obligndome a mirar a aquel desconocido. Sin poder evitarlo alc la vista en su direccin y me encontr con

    su mirada, de un azul intenso y transparente, como si un mar helado se hubiera quedado atrapado en aquellos

    ojos que me miraban fijamente. Solo fueron unos segundos, pero suficientes para que se me acelerara el

    pulso, y mi respiracin se volviera irregular. Not el calor subir por mis mejillas, mientras luchaba

    intilmente por desviar mi mirada. Odiaba sonrojarme, hacia tan evidentes mis sentimientos. Era como un

    cartel luminoso, anunciando la vergenza que senta en mi interior.

    Dej de mirarme y por fin pude agachar la vista hacia el suelo, aunque sus ojos quedaron grabados en mi

    mente como por fuego.

    Pas la noche en vela. Era imposible dormir despus de la experiencia vivida en el da de hoy.

    Qu me estaba pasando? Por qu no poda dejar de pensar en l? Pero si ni siquiera le conoca! No saba

    quin era, ni su nombre, quizs solo estaba de paso y no volvera a verlo nunca ms. Solo haba visto sus

    ojos y el mundo se haba detenido para m. Me levant de la cama e intent, sin xito, concentrarme en hacer

    las tareas que tena pendientes, segua viendo sus ojos como el cielo en mi mente. Decid probar con la

    msica, cog el Ipod y me tumb en la cama tarareando las letras de las canciones. Sus ojos seguan

    mirndome fijamente en mi cabeza. Mi corazn empez a descompasarse en sus latidos con tan solo en

    recuerdo de aquella visin angelical. Trat de analizar la situacin framente. Quin era l? Sera el mismo

    que conduca la potente moto roja? Por qu me mir como lo hizo? Me conoca?

    Cuantas ms vueltas le daba, ms complicado pareca todo. Haba conectado con l, de una forma nica y tan

    solo con una mirada. Estas cosas no pasan en la vida real.

    Por qu estaba tan ansiosa por volver a verlo?

    Simple curiosidad pens dando el tema por zanjado, pero en el fondo de mi ser saba que haba algo ms.

    No era consciente de hasta qu punto esa simple mirada haba cambiado mi vida, mi mundotodo.

    9

  • El despertador son y dese, ms que nunca, quedarme en la cama. Haba sido una noche de perros. Me dola

    la cabeza, me escocan los ojos, y no me senta con nimos para bajar a desayunar con mi madre. Estaba

    segura de que me sometera a un interrogatorio. Primero por mi primer da de clase, y segundo por la mala

    cara con la que haba amanecido hoy. Eso era lo ltimo que necesitaba, porque esta maana adems de mala

    cara, estaba de mal humor por la falta de sueo.

    Buenos das cario.

    Hola mascull. Amorrndome rpidamente sobre mi bol de cereales.

    Nicole me miraba con disimulo desde la esquina de la cocina. Estaba cocinando algo que ola de maravilla.

    Me senta fatal por descargar sobre ella mi mal humor, as que finalmente, despus de engullir parte de mi

    desayuno, decid darle algo de conversacin.

    Huele muy bien. Qu ests haciendo?

    Comida mejicana, he visto unas recetas en Internet contest, mientras sacaba unas pechugas de pollo de

    la nevera y varios tipos de queso. Hoy tengo que doblar turno, ayer me lo avisaron a ltima hora y no pude

    negarme. Reconoci la decepcin en mi rostro y se apresur a explicarme el resto. Resulta que el

    abuelo de Cintia ha sufrido un infarto y ella ha cogido un par de das libres para cuidar de l, as que el jefe

    nos ha pedido que la sustituyamos entre nosotras, doblando turno.

    No estaba especialmente atenta a la explicacin de Nicole, pero lo suficiente para poder alargar un poco ms

    la conversacin y as hacer tiempo para irme sin someterme a sus preguntas.

    Eso es injusto, por qu no contratan a alguien?

    Vi como se mova el cuerpo de mi madre mientras rea sin ganas, como si acabara de or un mal chiste.

    Cario dijo acercndose a m, acaricindome el pelo , no es tan sencillo. En el trabajo o lo tomas o

    lo dejas, y ms cuando saben cunto necesitas el escaso sueldo que te pagan. Esto es la esclavitud del siglo

    XXI.

    Me encog de hombros, no me interesaba para nada ponerme a arreglar los problemas del mundo, cuando no

    era capaz de arreglar los mos propios.

    Bueno y t qu tal? Cmo te ha ido el inicio del curso?

    Bien, como siempre repuse de forma seca y cortante.

    Apur los cereales que me quedaban y me levant de un salto.

    Bueno ya hablaremos mama, ahora tengo que irme.

    Met el bol dentro del lavavajillas y le di un beso fugaz a Nicole en la mejilla.

    Vale pues que te vaya bien me dijo algo desconcertada por mis prisas. Te dejar esto en la nevera

    aadi sealando la sartn , te quiero hija.

    OK! mama, yo tambin te quiero dije mientras sala de forma precipitada por la puerta.

    10

  • El da era gris y oscuro, como si el cielo estuviera cubierto por un techo metlico. Me arrebuj en mi

    chaqueta, demasiado fina para la temperatura exterior. Odiaba el invierno y cada vez estaba ms cerca. La

    clida luz del sol a media tarde, en pleno mes de agosto, ya era historia. Das como el de hoy era lo que me

    esperaba a partir de ahora.

    Incluso empeorara cuando empezara a nevar. Met las manos en los bolsillos para calentarlos un poco,

    mientras pensaba en cmo le haba dado esquinazo a mi madre. En el fondo con ella era ms fcil que con mi

    padre. Nicole era bastante despistada, con un poco de suerte, maana ya no se acordara de la conversacin

    que hoy le haba quedado en el aire. Con Carl era distinto. Cuando mi padre an viva yo pasaba horas a su

    lado, a veces solo intercambibamos alguna que otra mirada y escasas palabras, pero nos bastaba. Me

    conoca tan bien saba leer en mi rostro lo que muchas veces me costaba explicar con palabras. Pero nunca

    me agobiaba, me dejaba a mi aire. Saba que yo acudira a l sin necesidad de presiones por su parte.

    Pero ahora todo era distinto. Haba muerto haca dos aos, y desde entonces Nicole era algo ms posesiva y

    al par despistada que antes, si es que eso es posible.

    Caminaba distrada, inmersa en mis pensamientos, cuando not una extraa electricidad recorriendo mi

    columna vertebral, de arriba abajo, como si un gusano estuviera pasendose por mi espalda. Era la misma

    sensacin que haba sentido el da anterior. Quera decir eso que l estaba cerca? Dnde? Empec a

    buscarlo con la mirada, mordindome con ansia el labio inferior a la vez que mova mi cabeza bruscamente

    de un lado al otro.

    All no haba nadie, bueno mejor dicho, nadie capaz de provocar semejante reaccin en mi persona.

    Gir sobre mis talones y continu andando hacia el instituto, intentando recuperar la coherencia de mis

    pensamientos. Me obligu a pensar en la entrevista de trabajo a la que deba acudir hoy, al acabar las clases.

    Necesitaba dinero para la matricula de la universidad, y no iba a dejar que mi madre corriera con todos los

    gastos. Bastante trabajaba la pobre para mantenernos a las dos. No es que pasramos necesidad, pero

    tampoco nadbamos en la abundancia. As que, haciendo odos sordos a las quejas de Nicole, haba decidido

    empezar a trabajar.

    ********

    11

  • Encuentro inesperado

    A veces podemos pasarnos aos sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo

    instante.

    Oscar Wilde

    Las clases de la maana fueron tan montonas como de costumbre. La cafetera del instituto estaba llena a

    rebosar, durante el descanso del medioda. Nos habamos sentado en una mesa alargada que, en ese

    momento, compartamos con estudiantes de primer curso.

    Thomas nos estaba explicando sus ltimas incursiones en la Web cuando, sin querer, vaci el contenido de su

    refresco sobre la falda nueva de Beth que, en respuesta a semejante torpeza, se puso histrica gritando y casi

    pataleando al final. Todos nos estbamos riendo por la tremenda rabieta que haba pillado.

    La verdad es que poda ser muy cmica cuando se enfadaba. Adoraba a esa chillona chiflada. Siempre

    consegua arrancarnos una sonrisa. Incluso en das como hoy, que me encontraba hundida en mi apata. El

    motivo de mi tristeza? No quera admitirlo, pero mi nimo mejorara considerablemente, con solo vislumbrar

    de nuevo aquellos ojos azules.

    Beth segua maldiciendo a diestro y siniestro, sin importarle en lo ms mnimo, que toda la gente que haba

    en la cafetera tuvieran los ojos clavados en ella.

    Y vosotros, qu estis mirando? Grit fuera de s a los pobres novatos, que avergonzados por formar

    parte del espectculo, agarraron sus mochilas y pusieron pies en polvorosa.

    Te ests pasando un poco no? Dije apoyndome contra el respaldo de la silla, sin poder borrar la

    sonrisa de mi cara . Clmate anda.

    Qu me calme?! Qu me calme?! Esta me la vas a pagar estpido patoso miraba a Thomas con furia

    mientras le sealaba con el dedo.

    Lo siento volvi a decir l por undcima vez Por Dios! Cuntas veces tendr que disculparme? Ha

    sido sin querer aadi un poco hastiado.

    Sin querer?! El guantazo que yo te voy a dar s que va a ser sin querer.

    Ya basta! Me puse de pie y agarr a mi descontrolada amiga por el brazo, tirando de ella hacia el

    exterior de la cafetera. Estaba sacando las cosas de quicio.

    Sultame!

    No! Al menos hasta que te calmes, y est segura de que no vas a volver ah dentro a seguir comportndote

    como una nia de parvulario me mir extraada . Se puede saber qu te pasa? Esto ya no es gracioso.

    12

  • El pobre Thomas se estaba poniendo verde. Solo es una falda Beth, tanto importa?

    El fro de la calle ejerci un poder calmante sobre Beth. Sacudi su melena y se cruz de brazos delante de

    m, an algo molesta, pero bastante ms tranquila.

    Vamos, cuntamelo, este espectculo no ha sido solo por la falda verdad?

    La conoca demasiado para saber que le pasaba algo. Algo que no me haba contado.

    No admiti con voz tan baja, que apenas pude escuchar lo que me dijo a continuacin . Mis padres

    van a separarse.

    Lo siento no saba que ms decir.

    Ahora entenda por qu tanto drama por una simple mancha. Solo era la excusa para liberar toda la

    frustracin que llevaba dentro. Deba de ser muy duro para Beth, adoraba a sus padres, era un poco rebelde,

    pero los quera muchsimo.

    Me lo dijeron anoche. Asent con la cabeza, no quera interrumpirla, necesitaba desahogarse y yo iba a

    limitarme a escuchar. Estbamos cenando, como siempre, y me lo soltaron as, de golpe, y encima tengo

    que decidir con quin quiero irme a vivir. Como si se tratara de que camisa me pongo maana! No puedo

    Estela no pued su voz se ahog en un sollozo.

    Se derrumb. La abrac fuerte contra mi pecho. Yo era ms alta que ella. Escondi su rostro en mi hombro y

    rompi a llorar.

    No dije nada. Saba que nada de lo que pudiera decirle la consolara en estos momentos. Me limit a

    acariciarle la espalda, suavemente, dejando que se desahogara sin prisas. Se me rompa el corazn de verla

    as. Eran conscientes los padres de Beth del dao que le estaban causando a su hija con su decisin?

    Yo no era quin para juzgarlos a ellos, ni a nadie, pero ver as a m amiga hacia que me revelara, no era justo.

    Yo no haba sufrido un divorcio, pero perder a mi padre era lo ms duro que me haba pasado en la vida y

    estaba segura de que Beth, de algn modo, se senta tan impotente como yo. Nadie le haba pedido su

    opinin, arrancndole sin ms un aparte de su vida. Y encima tena que escoger entre ambos padres. Qu

    hijo puede decidir a cul de ellos rechaza?

    Los sollozos empezaban a remitir. Beth se alej un poco de mi, mientras se limpiaba las lagrimas con la

    manga de su jersey.

    De esto ni una palabra a nadie, vale?

    Claro que no, ya lo contaras t, si es que te apetece hacerlo de aqu a un tiempo.

    No, de momento no su voz son desesperada , ni siquiera yo me creo que esto est pasando. An

    siento como si tuviera que despertar de este mal sueo.

    Te entiendo, yo me senta igual cuando la polica vino a mi casa para decirnos que mi padre haba sufrido

    un accidente y haba an me costaba pronunciar aquella palabra en voz alta haba muerto not la

    13

  • presin de la tristeza en mi garganta.

    Beth me miraba con los ojos enrojecidos.

    Esta vida es una mierda.

    Ni que lo digas.

    Abri su mochila sacando un pequeo espejo y empez a mirarse en el.

    Estoy horrible.

    Si admit , ests horrible.

    Un atisbo de sonrisa apareci en sus labios.

    Vamos al lavabo, a que me recomponga un poco.

    La segu sin ms. Se vea destrozada, dbil, como una frgil ramita a punto de romperse por la fuerza del

    viento. Caminbamos en silencio, cuando vimos a Daniel aparecer al final del pasillo.

    Beth! Hola Beth! vocifer a lo lejos.

    OH, no! No quiero que me vea con esta cara me cogi de la mano y echamos a correr por el pasillo,

    llegando al lavabo antes de que l nos diera alcance.

    El pobre se haba quedado pasmado, mirndonos, desconcertado por nuestra huida. Y ah se qued plantado,

    viendo como nos escabullamos dentro del lavabo, sin mediar palabra con l.

    Creo que despus de esto no volver a dirigirte la palabra dije entre risas, una vez dentro.

    Beth tambin estaba de mejor humor. La carrerita nos haba sentado de maravilla, a ambas.

    No te preocupes contest, retocndose el maquillaje frente al espejo, lo tengo comiendo de mi mano.

    Pero pensara que ests chiflada.

    Beth se volvi hacia m y me mir con picarda.

    Que te juegas a que cuando salgamos est ah afuera esperndome.

    No s, me da un poco de pena.

    Djalo, que sufra!

    Eres cruel! solt mientras le haca cosquillas.

    Si, por eso yo triunfo con los chicos y t no aadi muy pagada de s misma . Eres demasiado

    blanda. Una de cal y otra de arena, hazme caso, no es bueno que encuentren el camino tan fcil.

    Por ms que yo no le viera el sentido a como Beth estaba tratando a Daniel, tena razn. Ella siempre

    consegua lo que quera de los chicos, yo no. Sencillamente, era incapaz de manipular a la gente con tanta

    frialdad. Me preocupaban demasiado los sentimientos ajenos, como para hacer sufrir a alguien

    innecesariamente. Pero bueno, hasta la fecha, tampoco me haba interesado ningn chico especialmente,

    14

  • como pasa pensar en el modo de seducirlo. Me limitaba a ser yo misma, con los pros y los contras que eso

    implicaba.

    Mejor?

    Escrut el rostro de Beth. No quedaba ni rastro del enrojecimiento anterior. Su piel volva a lucir

    aterciopelada.

    Cmo lo haces? Pregunt con admiracin. Hace un momento dabas pena y ahora, mrate, estas

    fabulosa.

    Gentica de primera calidad, bonita solt orgullosa.

    Eres tonta, lo sabes no? dije alborotando su pelo.

    Si, pero no ms que t.

    Salimos del lavabo sonriendo. Mir con curiosidad al exterior, buscando a Daniel con la mirada, y

    efectivamente, Beth tena razn, all estaba l. Apoyado contra la pared, esperndonos. Se envar cuando nos

    vio salir y en dos zancadas se plant ante nosotras.

    Hola nos dijo a ambas, volvindose rpidamente hacia Beth , te estaba buscando.

    Una punzada de remordimiento me subi por el estmago, se daba cuenta de cmo mi amiga jugaba con l

    a su antojo?

    Os dejo, voy a ver qu tal esta Thomas coment.

    Y sin esperar una respuesta, que saba que no llegara, me fui decidida hacia la cafetera.

    La mesa que habamos ocupado haca un rato, se hallaba vaca. Como el resto del comedor. Mir el reloj de

    la pared y entonces me di cuenta de lo tarde que era. Di media vuelta, dispuesta a salir disparada hacia mi

    prxima clase, cuando choqu de bruces contra alguien.

    Lo siento dijo una voz dulce, que consigui desbocar mi corazn Ests bien?

    Bien? Grit para m misma. Estaba mejor que bien. Aunque la nariz me dola horrores, por el porrazo, daba

    igual. Estara bien, aunque me hubiera roto el tabique nasal, solo por estar tan cerca de l.

    El ngel de mis sueos acababa de materializarse ante m. Me senta extraamente aturdida ante semejante

    suerte.

    Me miraba a la espera de una respuesta. Clavando sus ojos como el cielo en los mos incrdulos.

    S, estoy bien contest finalmente con voz temblorosa , ha sido culpa mayo girarme as y

    No era capaz de pensar de forma coherente, y menos an de expresarlo en palabras. Solo poda mirarlo

    atontada. Su cara, sus ojos, su boca, su pelo revuelto.

    Era el desconocido de ayer.

    Por favor, no te excuses, ha sido culpa ma. Iba mirando el mvil y no te he visto.

    15

  • Claro. No me haba visto. Una oleada de decepcin me inund por completo. Qu esperaba? Qu estuviera

    siguindome por el placer de verme?

    Definitivamente era tonta. Adems de ingenua. Continu insultndome mentalmente a m misma, mientras l

    me miraba con recelo.

    Seguro que ests bien? Sus ojos escrutaban mi rostro. Pareca buscar alguna seal de cordura por mi

    parte.

    Y a l que le importaba si yo estaba bien o mal, si ni siquiera me haba visto? Mi decepcin se convirti en

    rabia.

    Perfectamente asegur. Y empec a caminar en direccin a la salida del comedor, con paso ligero.

    Djame acompaarte, al menos. O su voz detrs de m, y me volv rpidamente para soltarle una

    negativa.

    Lo que yo no me esperaba era encontrrmelo otra vez tan cerca. Casi poda notar su aliento en mi cara. Me

    qued mirando, como una boba, sus bellos ojos lapislzuli.

    Mi enfado se desvaneci por completo. Mi cuerpo tan cercano al suyo, me peda que lo tocara. Con solo

    acercarme un poco ms pens, a la vez que me recreaba en la visin de sus rosados labios curvndose en

    una leve sonrisa. Entonces, como si acabaran de tirarme una jarra de agua fra por la cabeza, reaccion.

    l estaba encantado, pareca disfrutar de lo lindo con mi aturdimiento. El chico guapo que las vuelve locas a

    todas con una mirada. Me rebel ante semejante idea. Era tonta, cierto, pero an me quedaba algo de

    dignidad.

    Te importa? Solt, mientras haca seas con la mano para que se moviera un poco.

    Cmo dices? Pregunt extraado.

    Por qu te acercas tanto? No sabes calcular las distancias o qu? Con decisin levant mi mano y la

    plant sobre su pecho, en un intento de alejarlo de m.

    No me esperaba sentir aquello. Me arda la piel con solo rozarle, como si tuviera fuego bajo mis dedos,

    abrasndome las yemas. Tragu saliva intentando calmarme y ocultar mi sofoco.

    Si tanto te molesta aadi alzando una ceja y sonrindome con picarda, mientras se desplazaba un

    paso ms atrs. Dejando mi mano colgando en el vaco.

    Me dola su ausencia en la piel.

    Deberas aprender a respetar el espacio vital de los dems. Quera parecer ms ofendida que encantada,

    que era como en realidad me senta por este accidentado encuentro.

    Pero perd por completo la compostura cuando alc mis ojos y me encontr con su fri mar azul mirndome

    intensamente. Mi cara, espejo del alma, me delataba a voces. Sent la necesidad de escapar de all antes de

    ridiculizarme an ms. Empec a caminar con torpeza hacia el pasillo, acelerando mi ritmo cada vez ms,

    16

  • mientras senta el hielo de su mirada clavado en mi espalda.

    Miles de mariposas aleteaban desbocadas en mi estmago, y una estpida sonrisa se plasm en mi cara para

    el resto del da.

    Me pas la tarde rememorando, una y otra vez, todas y cada una de las palabras, gestos y miradas, que haba

    compartido con mi ngel particular.

    Beth intent, sin xito, saber que me ocurra, pero consegu desviar la conversacin preguntndole por

    Daniel y su encuentro de hoy.

    Y as, inmersa en un estado de levitacin, ajena a lo que ocurra a m alrededor, trascurri el da. No tena la

    menor duda de que podra calificarlo como en mejor da de mi vida, hasta la fecha, ya que pocas veces la

    vida te permite tener al sueo de tu vida al alcance de tu mano.

    Me sorprend fantaseando con l, de camino a casa. El modo en que me miraba me tena fascinada. Haba

    algo en l tremendamente atrayente. Perda la razn cuando vea sus ojos. Quin era? No nos habamos

    presentado. Sera un alumno nuevo? Poda ser, pero era extrao que no lo hubiera visto por las clases,

    porque eso s que lo tena claro, en mi clase l no estaba, semejante monumento no me habra pasado

    desapercibido. Su voz tena un acento extrao. Hablaba perfectamente, pero haba algo distinto en su

    pronunciacin que no consegua identificar, sera un estudiante de intercambio?

    Mi mente trabajaba a gran velocidad. Poda verlo como el prncipe protagonista de una novela caballeresca.

    Gallardo, fuerte y esbelto sobre su corcel, cortando el viento con su galope, avanzando veloz hacia m.

    Demasiado ideal, un prncipe azul de los que ya no hay. Adems el problema radicaba, principalmente, en

    que yo no encajaba para nada en el papel de princesa.

    Puse los ojos en blanco. Qu hacia imaginando tonteras como estas? Era imposible que l se fijara en m.

    De hecho hoy lo haba dejado bien claro. Choc conmigo porque ni siquiera me haba visto, eso era lo

    normal, que fuese invisible para l, como para el resto de los chicos y no que estuviera interesado en m, tal y

    como mi mente enfermiza quera hacerme creer.

    El mvil son justo en mitad de mi encantamiento, asustndome con su estridente meloda. Era el seor

    Benet. Aplazbamos la entrevista de trabajo a maana. Perfecto, tampoco tena cabeza ahora para esto, as

    que volv sobre mis pasos y me encamin hacia mi casa.

    Nicole estaba sentada, frente al televisor encendido. Aunque no le estaba prestando ni pizca de atencin.

    Hojeaba un grueso libro que tena en su regazo.

    Para qu enciendes la tele si no la vas a ver? Dije a modo de saludo, mientras le sonrea abiertamente.

    Hola cario contest regalndome una sonrisa , apgala si quieres aadi.

    Qu miras con tanto inters? Pregunt acercndome al sof y sentndome a su lado. Mi mochila cay

    al suelo ruidosamente.

    Mi madre me pas el libro. Le el titulo, o al menos lo intent.

    17

  • Mama, esto est en alemn me quej alzando el libro para qu quieres un libro que no puedes leer?

    Resplandeca, como una nia con zapatos nuevos, acariciando las tapas del libro con reverencia. No era un

    simple libro.

    Este era el libro favorito de tu padre.

    Entiendo, pero por qu lo has comprado en alemn? Eso s que no lo entenda.

    Porque es como l lo ley, por primera vez haba melancola en sus palabras , siempre me hablaba de

    este libro.

    Pero no podrs leerlo. No quera chafarle la ilusin, pero es que segua sin encontrarle el sentido a

    comprar un libro en un idioma que no conoces.

    Haba un brillo especial en sus ojos. Siempre apareca esa mirada cuando recordaba a Carl. Se vea radiante,

    hermosa. Haba cruzado el umbral de los cuarenta, y en su piel empezaban a dibujarse pequeas arruguitas,

    que ella por supuesto negaba que estuvieran ah. El ciclo de la vida, ni mi madre era tan joven, ni yo tan nia.

    Va, cuntamelo. Insist, saba que haba una historia escondida detrs de ese libro, y si era sobre papa,

    estaba deseando escucharla.

    Me mir dulcemente y empez a hablar.

    No quiero este libro para leerlo. Es un tributo a tu padre. No solo lo ley, sino que fue el autor de la

    novela. l escribi este libro. Se mantuvo en silencio, a la espera de mi reaccin, que no tard en llegar.

    Papa escribi un libro? La incredulidad se pint en mi rostro. No me molest en ocultarlo.

    Si, el que tienes en tus manos ahora mismo.

    Y por qu no me lo habas dicho antes? Por qu no me lo dijo l?

    Porque jams lleg a publicarse dijo tomando el libro de mis manos . Papa siempre deca que no era

    una buena historia y se negaba en redondo cada vez que yo insinuaba la posibilidad de llevarlo a alguna

    editorial.

    Pero no lo entiendo, tanto esfuerzo para nada? no conceba esa faceta de Carl.

    El era un luchador nato. Siempre me repeta, una y otra vez fjate un objetivo en la vida y lucha por

    alcanzarlo, haz realidad tus sueos. Me animaba constantemente a perseguir mis sueos, y luego l, no

    haba luchado por los suyos. Estaba levemente decepcionada.

    Bueno, para nada no continu diciendo mi madre . Se sinti muy realizado personalmente por ser

    capaz de tal hazaa. El mero hecho de concluir el libro ya fue todo un logro para l.

    Pero al final se public.

    No, este ejemplar es nico. Mi madre solt una risita al ver mi cara de asombro. Lo mand a

    encuadernar hace unos seis meses prosigui con su explicacin al ver mi cara . Cuando tu padre viva

    en Alemania tena un amigo periodista, al que haca aos que no vea. Lo llam cuando papa falleci. Ese fue

    18

  • todo el contacto que tuve con Mark, el amigo de papa. Pero hace unos meses me llam, dicindome que lo

    haban trasladado aqu, a Vancouver, como corresponsal, y que estara encantado de quedar conmigo y tomar

    una copa.

    Nicole saliendo con un hombre? Eso me pareca del todo imposible.

    No acept su invitacin continu sin darme la oportunidad de preguntar nada.

    Ya me pareca a mi raro que Nicole saliera con alguien. Como ella misma deca, Carl era el amor de su vida,

    que l ya no estuviera, no significaba que ella hubiera dejado de amarle.

    Le habl acerca de este libro y el amablemente se ofreci a correr con todos los gastos de impresin,

    encuadernacin, etc. Se qued pensativa unos instantes. Fue un detalle muy bonito por su parte. l

    tambin quera muchsimo a tu padre.

    Quise quitar un poco de tensin, vea que Nicole empezaba a derrumbarse.

    Ese Mark parece majo no? Quizs deberas reconsiderar su invitacin.

    No! Se formara una idea equivocada de lo que eso significa. Le agradezco de corazn lo que ha hecho,

    pero ah queda todo reafirm, pero pude ver como sus mejillas enrojecan y sus ojos volvan a brillar.

    Es precioso repuse mirando el libro , es una pena que papa no me enseara alemn.

    Cierto, pero as he cumplido con sus deseos y los mos a la vez.

    No te entiendo.

    He conseguido tener su libro encuadernado, en condiciones, como se merece, como tena que ser. Pero

    nadie va a leerlo. Ni t, ni yo. Como l quera que fuera.

    Estaba maravillada del tremendo romanticismo que escondan las palabras de mi madre. Despus de dos

    aos sin Carl a su lado, tena en consideracin lo que haba sido su deseo. Estaba emocionada. Poca gente

    puede hacer gala de haber encontrado al amor de su vida y haber vivido una historia tan bonita como la de

    Nicole y Carl.

    An recordaba el da en que Carl, paseando cerca del lago, me cont cmo se conocieron.

    l acababa de llegar de Alemania. Sus padres lo haban mandado a los Estados Unidos a estudiar. Solo tena

    dieciocho aos cuando lleg.

    Nicole era algo ms joven, tena diecisis aos por aquel entonces, cuando la vio por primera vez. Estaba en

    casa de unos conocidos, familia de Nicole. Cuando ella apareci en el pequeo comedor, Carl sinti como el

    corazn dio un vuelco en el pecho, al ver aquella preciosa criatura de ojos grises mirndolo con su ingenua

    sonrisa. Desde aquel da se haban hecho inseparables. Hasta que una fra tarde de otoo, mientras tomaban

    un chocolate caliente, Carl reuni el valor necesario para pedirle que se casara con l, y Nicole acept,

    encantada. Lo amaba tanto como l a ella.

    En ms de una ocasin, mi padre sola decirme que el corazn tiene motivos que la razn desconoce. No me

    19

  • haba dado cuenta de cuan veraces eran sus palabras, hasta ahora.

    Ests bien? Pregunt mi madre, mirndome con recelo, mientras acariciaba mi brazo.

    Si, es solo que, pensaba en papa lo echo tanto de menos.

    Yo tambin cario, no sabes cunto susurr, atrayndome hacia ella con un abrazo.

    La noche cay sobre nosotras. Acurrucadas en el sof. Cada una inmersa en su rincn de recuerdos felices.

    Los mos ms recientes, giraban en torno al dueo de los ojos ms bonitos que haba visto en mi vida. Los de

    Nicole, supuse ms lejanos.

    Tienes hambre? Su voz me son como el eco lejano de las montaas.

    Qu hora es? Mir el reloj que descansaba sobre mi mueca OH Dios mo! Que tarde!

    Sal disparada escaleras arriba, con la mochila a rastras, mientras Nicole, se diriga a la cocina para preparar

    la cena. Ahora me tocara trasnochar, despus de dedicar la mayor parte de la tarde a regodearme en mis

    sueos.

    Oa a mi madre trajinando en la cocina, mientras yo intentaba concentrarme en el esquema que tena delante,

    el ciclo de Krebs, para el trabajo de biologa. Tuve que hacer un esfuerzo hercleo, por dejar de imaginar

    ojos color turquesa, donde tena que ver molculas de glucosa y enzimas. Esto empezaba a ser preocupante.

    Cerr los ojos, apretndome el puente de la nariz con dos dedos. Qu me estaba pasando?

    Cario baja a cenar! Gritaba Nicole a pie de la escalera.

    Voy! Contest, ponindome en pie lentamente. Por fin haba acabado. No era uno de mis mejores

    trabajos, eso lo tena claro, pero sin duda era el que ms energas haba logrado consumir de mi misma.

    Estaba agotada por la lucha interna que haba librado, en un intento vano por dejar de pensar en l.

    El despertador son con su timbre chilln, despertndome del mejor de mis sueos. Maldije aquel aparato

    endemoniado.

    Despus de una ducha rpida, baj a desayunar, pero Nicole no estaba sola. Beth ocupaba la silla frente a mi

    madre.

    Beth! Qu haces aqu?

    Pues vaya buenos das que me das dijo volvindose hacia m.

    Hola fea me acerqu de un salto a su silla y empec a revolver su cabello perfectamente alisado. Saba

    que eso la sacaba de sus casillas.

    Eh! Quieres parar ya? Empez a alisarse la melena con las manos y volvindose hacia mi madre

    aadi: Que mana tiene tu hija con amargarme el da de buena maana. Cmo la soportas?

    Mi madre y yo rompimos a rer.

    Ahora en serio, dije mientras meta una cucharada de cereales con leche en mi boca Qu haces aqu

    tan temprano?

    20

  • Nicole se estaba arreglando para irse a trabajar y nos habamos quedado las dos solas en la cocina.

    Anoche mi madre se fue de casa. Jugueteaba con sus dedos evitando mi mirada.

    Cmo lo llevas? Dije apoyando mi mano sobre las suyas.

    No s, me siento rara se encogi de hombros , tengo ganas de gritar, de llorar, de romper cosas, pero

    no soy capaz de hacer nada. Por eso he venido aqu, no soportaba seguir en mi casa. Mi padre no se merece

    que lo maltrate de esta manera.

    Le temblaba el labio inferior. Comenz a mordisquearlo, intentando contener las lgrimas que empezaban a

    asomar en sus ojos.

    Me alegro de que hayas venido. Me mir por primera vez y vi los efectos de lo que supuse haba sido

    una mala noche. Sombras purpreas enmarcaban sus ojos. Me apen enormemente verla as.

    Beth pareca siempre tan fuerte, ajena al sufrimiento. Siempre alegre, perfecta, y ahora estaba aqu, sentada

    en la descolorida silla de mi cocina, haciendo un esfuerzo por recoger y recomponer los pedacitos que

    quedaban de su vida. Vea en su mirada que no iba a contarme nada ms. Me pareca bien. No iba a meter el

    dedo en la llaga por satisfacer mi curiosidad. Pens que lo mejor sera distraerla una poco, aun a riesgo de mi

    persona.

    Por qu no me arreglas esta maraa de pelo? Me mir como si no me entendiera. Fjate, est

    encrespado y eso que acabo de secrmelo, estoy hecha un asco.

    Un atisbo de sonrisa aflor en su apagado rostro.

    Tienes razn admiti , das pena.

    Sonre aliviada. Esa era mi Beth.

    Fue un da eterno en el instituto. No vea a mi ngel por ningn sitio, y para ms recochineo, Daniel estaba

    de lo ms empalagoso con mi amiga. Suspir aliviada cuando acabaron las clases.

    Tena que ir a mi primera entrevista de trabajo.

    ********

    21

  • ngel o Demonio

    Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros.

    Hermann Hesse

    La oficina del restaurante era bastante deplorable. Pequea, gris, atestada de papeles, con una minscula

    mesa donde apenas haba espacio para un telfono y un par de archivadores.

    El seor Benet miraba mi currculum con fingido inters, a travs de sus gruesas gafas de pasta. Era un buen

    hombre, aunque parco en palabras. Lo conoca desde la infancia y sabia que lo de darle mi currculum no era

    ms que puro formalismo, pero yo quera hacerlo bien.

    Muy bien Estela, creo que tenemos algo para ti.

    En serio? Estaba a punto de saltar de la silla y besarlo en la frente. Me contuve. Cundo empiezo?

    Veras dud mientras se rascaba la cabeza , no pensaba pedrtelo, pero es que esta maana ha llamado

    Marie, una chica que trabaja aqu por las tardes, diciendo que estaba con gripe, en la cama. As que, si te

    parece bien, podras empezar hoy mismo.

    Solo haban pasado un par de horas y ya me senta como una intil total. Haba quemado una docena de

    hamburguesas y confundido un par de pedidos. Pal, el encargado, se limit a darme una fregona,

    avisndome de que me mantuviera alejada de la cocina. Me dediqu, en cuerpo y alma, a limpiar el suelo del

    comedor, evitando as causar ms destrozos.

    Lleg la hora de cerrar. Me fui del restaurante, exhausta y hambrienta. Saba que Nicole me echara una

    buena bronca por no decirle nada de mi nuevo trabajo. Pero estaba decidida a seguir con l, si es que me

    dejaban entrar el prximo da, despus de la tarde tan catastrfica de hoy.

    Nunca estaba en la calle a estas horas de la noche y menos con este fro. El haz de luz de las pequeas farolas

    que encontraba a mi paso proyectaba unas peculiares sombras que, para mentes con una imaginacin tan

    despierta como la ma, suponan todo un desafo.

    Aceler el paso, tena la sensacin de que alguien me segua. Mi cabeza estaba jugndome un mala pasada.

    Solo se oa el ruido de mis pasos, al chocar las suelas de mis botas contra el rugoso asfalto. Mi respiracin

    empez a descontrolarse. Esa extraa sensacin otra vez recorrindome el cuerpo. Se me puso la piel de

    gallina, y empec a temblar, no saba si por el fri o por el miedo, o quizs por ambas cosas.

    Entonces unos faros aparecieron en la distancia. El rugido del motor me era familiar. Era la misma moto que

    vi el primer da de clase, bajo mi ventana.

    Me qued helada cuando aminor la velocidad, hasta detenerse frente a m. No poda reconocer al conductor.

    22

  • La oscuridad de la noche y el faro de su moto apuntando directamente a mi cara, hacan imposible

    reconocerlo. Se haba quitado el casco y pareca estar esperando a que me reuniera con l. No me mov ni un

    pice. El miedo me tena totalmente paralizada.

    Te llevo a algn sitio? le o decir con voz grave y sensual.

    Reconoc esa voz, aunque tena un matiz diferente que no supe identificar, pero estaba segura, era el mismo

    chico de la cafetera. Mi corazn salt dentro de mi pecho. Estos encuentros acabaran por provocarme un

    paro cardaco o algo as.

    Puse todo mi empeo en obligar a mis piernas a seguir caminando, pero mi cuerpo segua paralizado.

    No creo que sea una buena idea que andes sola por aqu a estas horas baj el tono de su voz hasta,

    convertirlo en un susurro para aadir , la noche puede ser peligrosa para alguien como t.

    Qu se supona que estaba pasando aqu? Me estaba amenazando? Quera asustarme? Pues lo haba

    conseguido. Aunque tambin consigui que me rebelara contra l por su descarada prepotencia.

    Segua sin verle la cara y eso me molestaba muchsimo. Estaba segura de que era la misma persona que, con

    una simple mirada suya, pona mi vida patas arriba. En el fondo de mi ser estaba dichosa por tan inesperado

    encuentro, pero no por eso iba a dejar que l siguiera regodendose an ms, en el efecto que provocaba en

    mi.

    Gracias por t inters, pero se cuidarme sola contest con rudeza.

    Por suerte el mvil empez a vibrar dentro de mi bolso. Agradec enormemente esa llamada, era mi tabla de

    salvacin. O la voz de mi madre, ligeramente entrecortada.

    Hola cario, acabo de salir del hospital y al pasar por casa he visto que no habas llegado an. Estoy en el

    coche todava quieres que te pase a buscar por algn sitio?

    S, claro que si, mama repuse con apenas un hilo de voz , estoy frente a la tienda de deportes.

    OK, ya voy de camino, llegar en cinco minutos.

    Cerr la tapa del mvil, pero no quise guardarlo de nuevo. Me senta ms tranquila con el en la mano, por si

    la cosa se pona fea.

    El motorista sin rostro me miraba fijamente. Poda sentir sus ojos clavados en m. l, oculto bajo un manto

    de oscuridad y yo abiertamente expuesta ante los faros de su moto. Jugaba con ventaja. Me senta estpida

    all plantada.

    Si no quieres esperar, mi oferta sigue en pie.

    Prefiero esperar, t puedes largarte cuando quieras.

    No quiero dejarte sola, mejor me quedo y te hago compaa.

    No necesito t compaa estaba empezando a sacarme de mis casillas.

    En mi vida haba tenido en valor de hablar con un desconocido, y menos de pelearme con l. Pero era

    23

  • extrao lo que este chico provocaba en m, una mezcla de atraccinodio que no poda controlar.

    Escuch una risita. Las luces de un coche que vena por mi espalda, iluminaron su rostro como en pleno da.

    Una sonrisa burlona se perfilaba en sus labios. Me disgust enormemente que el haz de luz se disipara, tan

    rpido como haba venido, ocultando de nuevo su fisonoma ante mis ojos. Ahora ya no tena ninguna duda.

    Era l. El ngel de mis sueos.

    Por cierto, no nos hemos presentado dijo extendiendo su mano hacia m. Por el tono de su voz supe que

    segua sonriendo.

    No me mov. El bajo su mano lentamente hasta apoyarla de nuevo en la carcasa de su moto.

    Ahora viene cuando t me dices tu nombre aadi algo molesto.

    No pas por alto el hecho de que l no me haba dicho el suyo. Pues se iba a quedar con las ganas, igual que

    yo.

    Si eres tan listo como pareces, ya lo descubrirs. Sinceramente no llegaba a comprender porque me

    comportaba as, con tanta rudeza.

    Justo detrs del motorista, un par de faros hicieron su aparicin. Los reconoc al instante. Era Nicole. Una

    sensacin de alivio mezclado con angustia me invadi por completo.

    Aliviada, por liberarme de esta incmoda situacin y angustiada, porque despus de todo, deseaba quedarme

    aqu con l ms que nada en el mundo. Mi corazn me peda a gritos que me subiera a su resplandeciente

    moto roja, en vez de montarme en el viejo coche de mi madre. Por suerte o por desgracia, mi facultad de

    raciocinio actu antes, dirigiendo mi negado cuerpo hacia el lugar donde Nicole haba parado, justo al otro

    lado de la calle.

    Me fui sin mediar palabra. Sin mirarle. Un momento de debilidad basto para que alzara mi vista en su

    direccin, sintiendo como su glida mirada derrumbaba toda mi determinacin.

    Vamos Estela, entra de una vez que hace un fro horrible.

    La voz de mi madre me devolvi a la realidad. Entre lentamente, oyendo a mis espaldas el rugido de un

    motor acelerando calle abajo.

    Quin era ese?

    Qu? An estaba aturdida.

    Que quin era ese amigo tuyo, el de la moto repiti curiosa.

    No es ningn amigo, es me ha preguntado por una calle.

    Mi madre me mir ceuda, mi argumento no era muy convincente, pero decidi no inmiscuirse ms.

    Preferira que no anduvieras por la calle a estas horas. Qu hacas tan tarde por aqu?

    Acababa de salir del trabajo ya est, haba soltado la bomba, ahora me iba a caer una buena.

    24

  • Qu?!

    Lo mejor sera afrontar esto cuanto antes y eso hice.

    ********

    Otra noche en vela. La cosa iba de mal en peor. Solo hacia unos das que haba empezado en instituto, y mi

    capacidad de concentracin dejara mucho que desear para el resto de curso si segua as. Tena que dormir.

    Mir el reloj despertador de la mesita de noche. Las cuatro de la madrugada. Me tap la cara con la

    almohada, desesperada por conciliar el sueo. Empec a hojear un libro, de lectura obligatoria para la clase

    de literatura. Era aburridsimo, pero ni siquiera entre sus pginas encontr el alivio a mi insomnio.

    La experiencia de esa noche haba logrado sobrepasarme. Estaba fuera de control. Comparaba una y otra vez

    la voz, profunda y spera del motorista, con el tono dulce y melodioso del chico de la cafetera. Eran la

    misma persona, lo haba visto con mis propios ojos, pero entonces por qu en la cafetera me haba parecido

    un ngel celestial y esta noche, subido en su moto, era ms bien un ngel tenebroso? Y lo era ms

    desconcertante, por qu me atraa con tanta intensidad?

    No es que su conducta para conmigo hubiera sido memorable hasta el momento. Mis hormonas deban estar

    disfrutando de lo lindo, enloquecindome de esta manera.

    Finalmente me venci un sopor similar al sueo, pero no tan reconfortante. Despert peor que el da anterior.

    ********

    Has dormido bien, cario?

    Nicole estaba colocando los cacharos limpios del lavavajillas en el armario que haba sobre el fregadero,

    cuando yo asom por la puerta de la cocina, con paso lento y cansino.

    No mucho, la verdad. Vi como se le marcaba una arruga de disgusto en el entrecejo y supe lo que vena

    a continuacin.

    Vas a tener que contarme de una vez que es lo que te pasa dijo apoyando las manos en sus caderas ,

    llevas dos das levantndote con esa cara de zombi y casi no comes nada. As que por ms que lo quieras

    negar, s que te pasa algo y de hoy no pasa que me lo expliques.

    Su voz y su expresin, mezcla de preocupacin y enfado, no dejaba lugar a dudas, deba darle alguna excusa

    creble, pero cul? Qu estaba volvindome loca? Que un rostro divino me haba robado el sueo y el

    apetito? No, era absurdo hasta para m. As que decid optar por otras respuestas, menos certeras, pero ms

    racionales.

    Simplemente estoy preocupada, este es el ltimo ao en el instituto y, en fin qu va a pasar conmigo el

    ao que viene? An no tengo claro si quiero ir a la universidad y dejarte sola.

    Ah no! Eso s que no. Tu futuro es lo nico realmente importante. No puedes tirar por la borda tus

    excelentes calificaciones para hacer de niera de tu madre. Se acerc lentamente y me abraz con fuerza.

    La calidez de su cercana, fue reconfortante, como un bao caliente cuando tienes el cuerpo entumecido. 25

  • Aunque el motivo real de mi insomnio distaba mucho de ser el que acababa de contarle a ella, en este

    momento deseaba de verdad no cambiar de vida nunca.

    Te quiero mucho, mama susurr.

    Yo tambin te quiero corazn vi como se secaba una lgrima con la manga de su camisa . Venga,

    ahora a clase, que sino llegaras tarde aadi, pero no terminaba de soltarme.

    Me deshice como pude de su abrazo y sal de casa sin prisas.

    Me gustaba el paseo que haba hasta el instituto. Senta el hmedo aire otoal, ms fro y denso que un par de

    semanas antes. Era agradable, me ayudaba a aclarar las ideas.

    La mayora de mis compaeros tenan algn tipo de vehculo para desplazarse. Un viejo coche, una moto

    oxidada, o una simple bicicleta. Pero a m me gustaba andar. Tena que reconocer que tampoco me sobraba el

    equilibrio como para montar en bici o en moto, y el escaso dinero ahorrado no me alcanzaba como para

    comprarme un coche. Por lo tanto andar era mi nica opcin, suerte que al menos la disfrutaba.

    Llegu temprano a clase por primera vez en tres das. El rado banco de madera, que haba a la entrada del

    edifico, lucia solitario. Me sent, a la espera de ver aparecer el coche destartalado de mi amiga. Pero en lugar

    del ronroneo habitual de su motor, escuche el potente rugido de una moto.

    Estaba segura de quin era l, antes de verlo llegar. Por dos motivos, el ruido ensordecedor de su moto y la

    electricidad que recorra mi cuerpo ponindome el vello de punta.

    Eh! Qu haces ah pasmada?

    Di un brinco en mi asiento al or la voz de Beth a mis espaldas.

    Casi me matas del susto solt llevndome la mano al corazn. Me dio la impresin de que lata a mil

    por hora. Estaba esperndote repuse sin dejar de mirar a m alrededor. Buscando entre la gente un

    rostro en particular.

    Si ya esperndome, por qu me ignoras entonces? Se plant delante de m, con los brazos en jarras

    y una mirada suspicaz en sus grandes ojos. Tienes otra vez esa mirada rara.

    No seas idiota contest pasndole un brazo por los hombros . Vamos a clase, que capaces somos de

    llegar tarde otra vez. Por cierto, tu pelo est mucho mejor, no? le revolv su lacia melena mientras ella

    intentaba huir de m.

    Por suerte para mi, haba sacado a colacin el tema ideal para que se olvidase de mis rarezas. Empez a

    hablar y hablar de su gran problema estilstico, que por lo visto ya no era tan grave. Me alegr de tenerla a mi

    lado, sus bromas y sus comentarios mordaces, sobre cualquiera que hallbamos a muestro paso, consiguieron

    mantenerme alejada de mi obsesin. O eso pensaba yo.

    Guau! Qu pedazo de to!

    Mir, siguiendo la direccin de la mirada de Beth y lo vi. All estaba l. Divino y escultural. El corazn

    empez a aporrear mi pecho enloquecido. Empezaron a sudarme las manos y el estmago se me qued como 26

  • un puo.

    No puede ser qu hace l aqu? Cre pensar, pero en realidad lo estaba diciendo en voz alta, por

    desgracia para m.

    Lo conoces? Beth no sala de su asombro Por qu no me lo has presentado? Esta para mojar pan y

    chuparse hasta los dedos.

    Deja de decir estupideces. Claro que no lo conozco.

    Entonces por qu has dicho? Djalo, ltimamente ests de un rarito sacudi la cabeza agitando su

    melena azabache. Y dicho esto se encamino hacia l.

    A dnde te crees que vas? Grit desesperada, sintiendo la garganta seca y rasposa.

    Estaba aterrada saba que mi pregunta no tendra respuesta. Sal disparada tras ella, sin pensarlo siquiera. No

    era normal que yo la siguiera en sus flirteos, pero con l no poda permitirlo. l eraera Qu era l para

    m? Solo habamos coincidido un par o tres de veces, y por pura casualidad, pero en toda mi vida no haba

    sentido lo que senta ahora mismo, mientras me acercaba a l. Con los nervios en flor y las mejillas

    coloreadas, me mantuve detrs de mi amiga, que a este paso iba a dejar de serlo.

    Hola, soy Beth Thomson lo salud con soltura, alargando la mano hacia l.

    Me sorprendi. Beth no se andaba con remilgos, me extraaba que no hubiera aprovechado la ocasin para

    plantarle dos besos en la cara a mi ngel. Entonces de un empujn, aprovechando mi momento de duda, me

    coloc delante de ella, justo enfrente de l.

    No poda dejar de sudar y mi cara pareca un semforo. Ni en pleno agosto haba sentido tanto calor

    invadiendo mi cuerpo. Era como si un fuego me devorase por dentro.

    Beth segua hablando como una cotorra, pero yo no poda orla. Mi mundo en estos precisos momentos,

    giraba en torno a esos ojos de azul intenso, como un pedacito de cielo en un da despejado de invierno. Me

    miraba con tanta intensidad, que no poda apartar mi vista de l. Era como si estuviera atrapada en aquel

    glaciar, que eran sus ojos. No era consciente de que el tiempo trascurra a nuestro alrededor. Para m todo

    haba desaparecido. Beth, el colegio, la gente, la calle, el pueblo, todo. Solo l y yo. Solo sus ojos azules

    clavados en los mos. Sent una atraccin mayor a la que haba sentido hasta ahora. Me di cuenta de que no

    parpadeaba cuando empezaron a escocerme los ojos.

    Fsicamente, era el mismo tipo que anoche me intimidaba subido a su potente moto. Pero ahora pareca otro.

    Era como si el chico de anoche y el que ahora tena ante m, fueran dos personas distintas. Mi mente me

    estaba jugando una mala pasada. Anoche estaba oscuro, ni siquiera pude ver bien al extrao motorista. Mi

    cabeza giraba como una peonza. Quizs mi obsesin me haba llevado al punto de ver este rostro,

    extremadamente bello, en cualquier desconocido. Me pill por sorpresa como en un segundo, mi vida se

    haba puesto del revs. Algo profundo, algo ajeno a mi control, se haba puesto en marcha el primer da que

    cruzamos nuestras miradas. Ya no haba vuelta atrs. Fuera lo que fuese, me tena atrapada por completo.

    Me oye alguien? Beth cansada de que la ignorsemos sin ms, se puso entre nosotros, cegando mi 27

  • visin. Dese apartarla de un empujn. Por qu lo haca?

    Me llamo Erik Wallace apret la mano de Beth y despus la tendi hacia m.

    Alargu mi mano, temerosa de lo que pudiera pasar al tocarlo, despus de lo que experimentaba con solo

    mirarlo.

    Un calor agradable recorri mi piel al contacto con la suya. Notaba el cosquilleo en la punta de mis dedos,

    donde mi sensibilidad era an mayor. Fue apenas un leve roce, pero me pareci que l mantuvo ms tiempo

    del necesario mi mano entre la suya.

    Todava no se tu nombre dijo con voz suave.

    No era capaz de decir ni mu. Beth se dio cuenta de mi parlisis temporal y reaccion por m.

    Se llama Estela Preston y creo que ya puedes soltarle la mano contest sin ms, mientras yo crea que

    mi cara explotara de un momento a otro.

    Qu iba a pensar de m? Pareca tonta de verdad. Pero si ya haba hablado con l antes Por qu me senta

    mareada e incapaz de contestar?

    Cul es tu primera clase? O que le preguntaba mi amiga.

    Djame mirarlo, acabo de llegar y no tengo muy claro el horario contest, mientras rebuscaba en su

    mochila.

    Me dediqu a observarlo con atencin. Llevaban unos vaqueros gastados con una fina camiseta de algodn,

    en tono vainilla y una cazadora de piel color chocolate. Su atuendo, no se diferenciaba tanto del resto de

    compaeros, pero l luca ese simple conjunto como nadie ms lo haca. Me regode ante tan atractiva

    visin.

    Su rostro era tal como lo recordaba en mis sueos. Facciones equilibradas, mandbula cuadrada, nariz recta y

    frente despejada, donde unos mechones dorados, como gotas de miel, caan despreocupados. Llevaba el

    cabello ligeramente ondulado, despeinado, que le aportaba un toque de rebelda, de frescura. Y por ltimo

    sus ojos, azules como el lapislzuli, enmarcaos por unas espesas pestaas que le conferan una profundidad

    sobrecogedora.

    Vi aparecer una ancha sonrisa en su rostro, mientras agitaba un pequeo papel. Sus labios rosados dejaron

    entrever una dentadura perfecta.

    Sent una punzada de dolor ante tanta perfeccin. Yo no poda soar con un chico as. Beth quizs, pero yo

    jams.

    Su voz era msica celestial para mis odos.

    Tengo clase de literatura con la seora Stewart.

    Estas de suerte, esa es nuestra clase tambin, vamos dijo Beth, que sin pensrselo dos veces, lo tom

    por el brazo.

    28

  • l la miro confuso y se volvi hacia m. Yo permaneca inmvil, como una estatua de sal. Estupefacta por

    como Beth agarraba ese brazo que yo ansiaba tocar.

    Vienes con nosotros? Su voz acaramelada pareca empaada por algo que no supe discernir.

    Me miraba suplicante. Acaso era el nico chico que no caa rendido a los pies de mi amiga? Yo estaba

    acostumbrada a que directamente me ignorasen cuando ella desplegaba todas sus artes de seduccin, pero en

    este caso no fue as. Sus ojos me hablaban. Era Beth quien le coga por el brazo, cosa que me haca sentir

    extraamente incomoda y molesta, pero era a m a quien miraba.

    Ya voy son como un murmullo incomprensible.

    Claro que viene o que le deca Beth , cuando deje de babear.

    ********

    Qu se supone que ests haciendo? Le solt a Beth cuando nos sentamos en clase, alejadas de Erik.

    Intentar comerme a ese bombn? Contest alzando una ceja, como si fuera algo tan evidente que mi

    pregunta estuviera fuera de lugar. OH vamos Estela! Esta buensimo! Est claro que es lo que quiero

    hacer con l, no?

    No saba por qu aquellas palabras me revolvan el estmago. Estaba furiosa de un modo irracional y

    desconocido para m. Una mezcla de rabia por lo que ella quera hacer, e impotencia porque yo no podra

    evitarlo.

    Djalo en paz farfull, mirando las grietas de la mesa, mientras notaba como las uas se clavaban en la

    palma de mi mano de tanto apretar.

    Espera un momento, aqu pasa algo entonces su rostro se ilumin y empez a rerse . A ti te gusta el

    nuevo!

    Toda la clase se volvi a mirarnos. Me ruboric hasta los lmites de lo posible, mientras la profesora nos

    llamaba la atencin.

    Erik me miraba desde el otro lado del aula. No poda verlo, ni me atreva, pero perciba esa corriente

    invadindome de nuevo.

    Beth me pas un trozo de papel bajo el pupitre.

    T y yo tenemos que hablar largo y tendido de este tema. No te pienses que vas a escaparte, sin contarme

    con pelos y seales, que est pasando aqu. QUE TE QUEDE CLARO.

    Asent con la cabeza. Era lo mejor. Al fin y al cabo, yo tambin necesitaba desahogarme, o este mundo de

    nuevas sensaciones, acabara por volverme loca de remate.

    ********

    Por donde empiezo rumi pensativa.

    Habamos ido a almorzar fuera. Evitando as al resto del grupo, que seguramente nos estaran esperando en la

    29

  • cafetera, como siempre. Nos habamos sentado en el csped. Beth me interrogaba con la mirada.

    Qu tal por el principio? Dijo con notable curiosidad Quiero saberlo todo, ya lo conocas? Te

    gusta? Tenis un rollo secreto entre vosotros?

    Beth, por favor, no me agobies o no te contare nada de nada. Me puse de pie caminando en pequeos

    crculos.

    Mi amiga se llev dos dedos a los labios, indicndome por seas que permanecera callada.

    No estoy liada con l, si es lo que ests pensando aunque ojala lo estuviera agregu mentalmente ,

    no lo conozco, bueno ahora s, gracias a tu magnifica intervencin de esta maana. Solo haba tropezado con

    l un par de veces por aqu. Mi voz no sonaba tan serena como me hubiera gustado.

    Entonces qu te pasa? Nunca te has quejado por mis constantes flirteos, o al menos eso me pareca a m.

    Por qu con l te molesta tanto?

    Porque porque la cabeza me iba a estallar No s por qu! Solt al fin. Y las palabras

    empezaron a fluir sin parar. Hace un par o tres de das lo vi de lejos. Estbamos en este mismo lugar,

    cuando t me preguntaste porque te ignoraba te acuerdas? Asinti con la cabeza. Pues el caso es que

    cuando lo veo, el resto del mundo desaparece para m. Solo lo veo a l y quiero saber, no rectifiqu

    necesito saber, que hay detrs de esa mirada que me trae loca.

    Notaba el gran peso que me oprima el pecho, ms liviano. Era todo un alivio expresar en palabras lo que

    hasta ahora, no haban sido ms que sensaciones.

    Madre ma! Dijo Beth transcurridos unos segundos desde mi declaracin. Te ha dado fuerte eh?

    Sabes cmo se llama eso que te est pasando? Flechazo, amor a primera vista sus palabras me

    atravesaron por completo. Es increble! Nunca te he visto interesada por ningn chico. Parecas

    insensible a todos ellos, y ahora vas y te enamoras perdidamente de un desconocido. Y solo con una mirada!

    Flipante.

    Enamorada? Yo? Eso es imposible no daba crdito a sus palabras, aunque resonaban en mi cabeza

    una y otra vez , solo es curiosidad. Quizs un poco de atraccin fsica, no voy a negarte que es guapsimo

    y todo eso, pero enamorada? Un flechazo? Segua atnita No, esas cosas solo pasan en las pelculas,

    adems yo tengo esta muy bien amueblada reafirm golpendome suavemente la cabeza.

    Creme, puedes negarlo todo lo que quieras y ms, pero t estas colada por el bomboncito de ojos azules,

    hasta los huesos mir por encima de mi hombro mientras hablaba, y creo que para l tampoco eres

    indiferente.

    La mir sin comprender que quera decir con eso.

    Est en la puerta y te est comiendo con los ojos.

    Qu? Cmo? Me revolv inquieta sobre la hierba. No mires! Tir de ella casi tumbando la en

    el suelo.

    30

  • Dios mo! Es peor de lo que pensaba, ha sido mutuo.

    No sabes lo que dices repuse temblorosa.

    Mi mente intentaba ser coherente, pero mi corazn no atenda a razones. Senta el pulso acelerado en mi

    cuello.

    Solo te digo que dara lo que fuera por que alguien me mirase a m como l te est mirando a ti ahora.

    ********

    31

  • Ansiedad

    La razn puede advertirnos sobre lo que conviene evitar; slo el corazn nos dice lo que es preciso hacer.

    Joseph Joubert

    Las tres de la madrugada. Esto se estaba convirtiendo en una mala costumbre. Al menos ahora saba su

    nombre. Erik.

    Rememor en mi mente la imagen de su rostro, sus ojos celestes, el contorno de su mandbula, la curva de

    sus labios. Me detuve en ellos unos instantes. Mi cuerpo reaccion, al pensar que se sentira al besarlos.

    Esa simple presuncin, besar sus labios, notar el sabor de su boca en la ma, dispar mis hormonas y volv a

    sentir el fuego abrasndome por dentro.

    Me levant de la cama sudorosa y me acerqu al espejo de pie, que tena en un rincn de mi habitacin.

    Las comparaciones son odiosas. Pero no poda evitar mirarme e intentar adivinar que vea l en m.

    Mi fsico dejaba mucho que desear. No era, para nada, un cuerpo de portada como el suyo. Mi cara era tan

    corriente como la de cualquiera. Aunque mi madre, no se cansaba de decirme lo bonita que era, saba que

    ella no era parcial, eso lo dicen todas las madres de sus hijos. Solo mis ojos, destacaban en este rostro tan

    mediocre. Grandes y dorados como la miel. Me habra gustado ms si hubiera heredado el tono gris de

    Nicole. Mi pelo tampoco estaba mal, una melena, de color castao claro, caa ondulada por mi espalda. Pero

    era tan normal como el resto de mi persona.

    Nunca me haba parado a pensar en mi aspecto tanto como ahora. Pero tampoco poda mejorarlo. Lo mejor

    sera que dejar de examinar aquel reflejo, que tan poco me gustaba.

    Me met en la cama, an ms confusa que antes. No quera hacerme ilusiones. Pero las palabras de Beth

    volvan a m mente una y otra vez, como cuando oyes una cancin y no puedes dejar de tararearla. Ha sido

    mutuo haba dicho. Sera cierto? Sentira l la misma necesidad que senta yo de estar a su lado? Qu

    pensaba cuando me miraba a los ojos?

    Tena que admitir que estaba gratamente sorprendida, por el supuesto inters que pareca tener por m. No

    saba que pensar. En el fondo haba algo raro en todo esto. l poda tener a quien quisiera, con ese cuerpo de

    infarto y esa cara de ngel. A lo mejor solo era un juego. Se habra propuesto conquistar a la rarita del

    instituto?

    Empezaba a pensar de forma incoherente. Me obligu a dormir, cerrando los ojos con fuerza.

    Era como una maldicin. Solo poda ver sus ojos mirndome fijamente, mientras luchaba por dormirme.

    32

  • ********

    Despert bruscamente al or el pitido del despertador. De nuevo el estridente sonido me arrancaba del mejor

    de mis sueos. An poda recordar con claridad que haba soado, o mejor dicho, con quin.

    Volv a cerrar los ojos, rebuscando en mi cabeza restos del sueo ya desvanecido.

    Estela no has odo el despertador?

    Haba vuelto a dormirme.

    No mama, ya voy.

    Me costaba horrores moverme de la cama. Entonces me asalt un pensamiento, lo vera de nuevo en clase.

    Toda mi pereza se convirti en energa, imaginando el momento en que volviera a cruzarme con su glida

    mirada.

    Un ajetreo constante protagoniz este da. Tenamos dos exmenes, historia y lgebra. Saba que los

    resultados de ambos iban a ser nefastos. No lograba concentrarme en nada que no fuera buscarlo en todos y

    cada uno de los rostros que se cruzaban en mi camino. Esta ansiedad iba a acabar conmigo.

    Pero mi bsqueda fue infructfera. No vi a Erik por ningn sitio.

    Por la tarde, renov mis esperanzas mientras acuda a la clase de literatura. Para desgracia ma, el profesor de

    biologa haba cambiado esa hora de clase para poder informarnos sobre, no s que de una excursin. La

    verdad es que prest poca atencin a lo que deca, enfrascada en mi decepcin, o ms bien ninguna.

    Vas a casa? Pregunt Beth mientras recogamos los libros.

    No, hoy tengo que trabajar.

    Encima eso. No poda irme a casa y dejar que la pena se apoderase de m. Tena que ir al restaurante. El da

    no poda ser peor.

    Quieres que te lleve?

    No prefiero caminar.

    Me mir de reojo, pero no dijo nada ms. Agradec su silencio.

    Bueno, pues hasta maana concluy Beth, despidindose de m con la mano cuando salamos por la

    puerta del instituto.

    Adis contest sin ganas. Empec a caminar hacia mi siguiente tortura.

    Esto me superaba. Estaba inquieta, malhumorada. Era del todo ilgico mi comportamiento. Al fin y al cabo

    desde que lo vi por primera vez, haba estado ms das sin cruzarme con l, que vindolo. No vena a cuento

    que me deprimiera de este modo. Pero no poda evitarlo. Eres pattica dijo una vocecilla en mi cabeza,

    mientras abra la puerta del restaurante con demasiada calma.

    La tarde de trabajo fue agotadora. Menos mal que habamos cerrado temprano. Vi el coche de mi madre

    33

  • aparcado en la calle.

    Hola cario me salud al entrar.

    Hola.

    Qu tal el da?

    Horrible.

    Y los exmenes?

    Horribles.

    Y el trabajo?

    Horrible.

    Vaya, hoy no ha sido tu mejor da eh? Pas su brazo por mi espalda. No me haba dado cuenta de lo

    tensa que estaba, me pesaban los hombros y senta la cabeza como si se hubiera despegado del resto de mi

    cuerpo.

    Ha sido no me dej acabar la frase.

    Djame adivinar, horrible? aadi con una sonrisa.

    Muy graciosa mama no estaba de humor para que minimizara mis problemas.

    Hicimos el camino de vuelta a casa en silencio.

    Creo que me voy a la cama solt nada ms entrar por la puerta.

    Esta bien Nicole tena una paciencia increble conmigo, eso deba reconocrselo.

    La sensacin de culpabilidad, por haber tratado a mi madre con tanta rudeza, iba en aumento. Ella no tena

    por que tragar con mi mal humor y aun as lo haca.

    Se puede?

    Claro mama, pasa.

    Toma, te ha trado un vaso de leche y unas galletas. Dej la bandeja con la comida sobre el escritorio y

    se acerc a la cama besndome en la cabeza. Que duermas bien cario.

    Igualmente.

    Te quiero mi vida.

    Y yo a ti, mama.

    Me qued sentada, mirndola, mientras ella sala de mi habitacin. Haba sido un da de pena, y todo por

    qu? Saba perfectamente la respuesta a mi pregunta.

    Erik.

    Me tom la leche y un par de galletas sin hambre, y me met en la cama sin ms. Por fin, despus de tantas 34

  • noches sin pegar ojo, el sueo se apodero de m, casi de forma inmediata. Estaba exhausta, haba llevado mi

    cuerpo al lmite.

    ********

    El crudo invierno haba hecho aparicin y un algodn hmedo y fro lo cubra todo.

    Pasaron las semanas y cada vez se intensificaba ms mi anhelo por verlo. Estaba ansiosa, por llegar a clase y

    encontrarme con su mar de hielo, mirndome desde la distancia.

    Siempre me haba sentado con Beth en clase. Desde primaria. Dese poder cambiar ese hbito, para sentarme

    al lado de mi dios heleno y estar cerca de l. No lo hara, por supuesto, me sonrojaba con solo verlo de lejos,

    cuanto ms si estuviera a su lado.

    Me cruzaba con Erik casi cada da. Al entrar a clase, por el pasillo, al lado de la taquilla. Tena la

    descabellada sensacin de que me buscaba. Saba que eso era del todo imposible, simplemente se estaba

    limitando a ser educado conmigo, pero mi corazn se regodeaba con la estpida idea de que l estaba tan

    ansioso por verme, como yo por verlo a l.

    ********

    Estbamos en clase de literatura. Erik permaneca sentado un par de filas ms atrs. Podra ver su cara con

    solo girarme, pero eso no entraba en mis planes. Me sofocaba con solo pensar en que pudiera pillarme

    mirndole con tanto descaro.

    La seora Stewart estaba anotando algo sobre un trabajo en la pizarra. ltimamente no daba pie con bola

    durante la clase de literatura. Solo poda concentrarme en quin se sentaba unos pupitres ms all. En la

    misma aula, respirando el mismo aire que yo. Suerte que esta signatura era de mis favoritas y no tena

    problemas para ponerme al da en casa.

    La spera voz de la profesora me devolvi a la realidad de un mazazo.

    Erik Wallace, usted har pareja con la seorita Preston.

    Abr los ojos de par en par. Yo pareja de Erik? Para qu?

    Mir a Beth consternada. No tena ni idea de que iba esto. Eran las consecuencias por estar en la inopia

    durante toda la hora.

    Beth ley mi expresin aterrada.

    Tienes que hacer el trabajo sobre Shakespeare con el bombn susurr.

    La sangre asalt mi cara. Un calor asfixiante recorri ni cuerpo. Un trabajo juntos? l y yo?

    Beth me mir divertida. Mi cara deba de ser memorable.

    Yo en tu lugar estara haciendo palmas con las orejas por tener tanta suerte agreg. Alegra esa cara,

    esta es una oportunidad de oro.

    Suerte? Si, haba tenido suerte, pero buena o mala?

    35

  • Apenas poda concentrarme en clase tenindolo a una distancia prudencial de m. Cmo iba a ser capaz de

    preparar un trabajo, codo con codo, con l?

    Me iba a dar un ataque de nervios o algo as. No pude resistirme ms y me gir lentamente, buscando sus

    ojos.

    Me devolvi la mirada, guindome un ojo, mientras una sutil sonrisa se perfilaba en sus labios.

    Estaba encantado, y yo a punto de sufrir una taquicardia.

    Son el timbre que pona fin a las clases. Recog las


Recommended