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Memorias del Silencio

Date post: 10-Mar-2016
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Vol. 4 Brought to you by: BorderSenses.com
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Memorias del Silencio: Footprints of the BorderlandVol. IV

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www.bordersenses.com/memoriasDesign by: Ernesto Flores and Saúl Gutiérrez

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MEMORIAS DEL SILENCIO:FOOTPRINTS OF THE BORDERLAND

VOL. IV

EDITADO POR/ EDITED BY:MINERVA LAVEAGA-DUARTE

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BorderSenses (est. Fall 2000) es una organización que provee espacios para escritores y artistas, además de participar activamente en proyectos literarios para las comunidades de El Paso, Texas y zonas adjuntas.

BorderSenses (est.Fall 2000) is a literary organization that is actively involved in community-oriented literary projects and that provides venues for writers and artists in El Paso, Texas and the surrounding communities.

Publisher: Amit K. GhoshProject Director: Minerva Laveaga-DuarteManaging Editor/Layout Design: Minerva Laveaga-DuarteContributing Editors: Sasha Pimentel-Chacón, Carmen Seda and Francisco TedeschiContributing Advisor: Selfa ChewProject Assistant: Blanca EsparzaTranslations: Gabriel Camacho, Noli Chew, Selfa Chew,Minerva Laveaga-Duarte and Andres MuroWebsite/Technical Assistance: Ernesto Flores and Saúl GutiérrezIllustrations: Gerardo Cedeño GarzaCover: Gerardo Cedeño Garza

BorderSenses500 W. University

P.M.B. 148El Paso, TX 79968

(915) 533-2295

[email protected]

First Printing, October 2008

PrinterPaydirt Copy

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Agradecimientos/Acknowledgments

Este libro no hubiera sido posible sin el apoyo de/ This book would not have been possible without the support of:

El libro Memorias del Silencio: Footprints of the Borderland Vol.IV (BorderSenses 2008) es el resultado de un proyecto conducido en coordinación con el Programa de Educación para la Comunidad de El Paso Community College.

The book Memorias del Silencio: Footprints of the Borderland Vol. IV (BorderSenses 2008) is the outcome of a project conducted in collaboration with the Community Education Program of the El Paso Community College.

Mr. Paul Galos, Paydirt Printing, University of Texas at El PasoMs. Laura Jaurrieta, Instructional Coordinator,Community Education Program (CEP)Ms. Leticia Domínguez, Lead Facilitator, CEPMs. Shila Simons, Lead Facilitator, CEP Ms. Armida Aldana, Instructor, CEPMs. Carmen Dávila, Instructor, CEPMs. María Mercedes Gutiérrez, Instructor, CEPMs. Beatriz Hinojosa, Instructor, CEPMs. Leticia Villalobos, Instructor, CEPMs. Socorro Diamondstein, Museums and Cultural Affairs Department, City of El PasoEl Paso Public Library

BorderSenses board: Ms. Kathleen Muro, Mr. José Rodríguez, Mr. Steve Yellen, Mr. Mark Bandy, Mr. Francisco Soto Mas, Mr. Ray Rojas, Ms.Erika Mein and Mr. Andres Muro.

The City of El Paso Museums and Cultural Affairs Department,The Texas Commission on the Arts

&El Paso Community Foundation

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Contenido/Content

5 Agradecimientos/Acknowledgments8 Nota del Director de BorderSenses, AMIT K. GHOSH9 Note from the Director of BorderSenses, AMIT K. GHOSH10 Nota del Director del Director del Programa de Educación para la Comunidad, ANDRES MURO 12 Note from the Director of the Community Education Program, ANDRES MURO14 Nota del Editor, MINERVA LAVEAGA-DUARTE15 Note from the Editor, MINERVA LAVEAGA-DUARTE16 Ilustraciones/ Illustrations, GERARDO CEDEÑO GARZA18 El tío Carlos, EVANGELINA DELGADO20 Carta a mi padre, RAQUEL DE LUNA21 Esperando a mi hijo, MARÍA GLORIA DURÁN22 La vida a cambio del sueño americano, FRANCISCO ESPINOZA26 Sentimientos, LUZ FERNÁNDEZ28 El reencuentro, MIRIAM FLORES30 Felipe, LUCÍA MAESE32 Las golondrinas, MAGDALENA MÉNDEZ34 Un día oscuro, LUCILA MENDOZA36 Mi salida de Ciudad Guerrero, MARÍA GUADALUPE MORGAN38 Oda al amor fugaz, ARGELIA MURO39 El sonido del tren, MARÍA ORTÍZ40 Undíaenelfield, MATILDE SALAZAR44 El legado de mis padres, PATRICIA SALAZAR48 Mi llegada a Estados Unidos, PASTORA SARMIENTO50 Uncle Carlos, EVANGELINA DELGADO/ GABRIEL CAMACHO52 Letter to My Father, RAQUEL DE LUNA/ NOLI CHEW53 Waiting for My Son, MARÍA GLORIA DURÁN/ GABRIEL CAMACHO54 Exchanging Life for the American Dream, FRANCISCO ESPINOZA/ ANDRES MURO58 Feelings, LUZ FERNÁNDEZ/ SELFA CHEW

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60 The Reencounter, MIRIAM FLORES/GABRIEL CAMACHO 62 Felipe, LUCÍA MAESE/ GABRIEL CAMACHO64 The Swallows, MAGDALENA MÉNDEZ/ ANDRES MURO65 A Dark Day, LUCILA MENDOZA/ GABRIEL CAMACHO67 Leaving Ciudad Guerrero, MARÍA GUADALUPE MORGAN/ SELFA CHEW70 Ode to Fleeting Love, ARGELIA MURO/ MINERVA LAVEAGA-DUARTE71 The Sound of the Train, MARÍA ORTÍZ/SELFA CHEW72 A Day in the Field, MATILDE SALAZAR/ GABRIEL CAMACHO75 The Legacy of My Parents, PATRICIA SALAZAR/ GABRIEL CAMACHO79 My Arrival to the United States, PASTORA SARMIENTO/ GABRIEL CAMACHO

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Nota del Director de BorderSenses

BorderSenses (Organización literaria bilingüe de El Paso, TX) les da la bienvenida a la publicación del volumen IV de nuestro querido proyecto Memorias del Silencio. Ésta publicación coincide con la graduación de una nueva generación de alumnos del Programa de Educación para la Comunidad de El Paso Community College, con quienes colaboramos para este proyecto. Esta maravillosa colaboración, que ha crecido y prosperado con los años, se ha vuelto más relevante considerando el tono actual del debate migratorio. Proyectos como este nos ayudan a tomar acción del lado de la justicia e igualdad contra el tono divisionista y racial del asunto. La inminente construcción del muro va a crear divisiones permanentes en una comunidad que ya de por sí se encuentra limitada. Los trabajadores migrantes forman parte de una larga historia en la frontera y este libro continúa dándoles voz a sus conmovedoras experiencias. Reconocemos la contribución de los trabajadores migrantes y creemos que debemos apoyarlos en su perseverancia por alcanzar sus propias metas. No hay espacio para las políticas migratorias en esta visión. BorderSenses está seriamente comprometido con la literatura de la región de El Paso. Nos esforzamos por ofrecer una voz a quienes no son escuchados, a los desfavorecidos. Para lectores no bien informados, estas historias pueden parecer meros relatos tristes de las vidas de personas sin recursos. En realidad, son el reflejo del esfuerzo y el triunfo del espíritu humano. Esta publicación es una herramienta socio-cultural que dice que, a pesar de todas las adversidades, ¡sí se puede! Nos alegra anunciar que los reconocidos dramaturgos, Hector Serrano y Elvira Carrizal-Dukes, están trabajando en la dramatización algunas obras de nuestras publicaciones anteriores para extender su audiencia. Para más información sobre este proyecto, por favor,

visítenos en www.bordersenses.com/memorias o envíenos un mensaje a [email protected]

Amit K. Ghosh

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Note from the Director of BorderSenses

BorderSenses (El Paso, TX-based bilingual literary organization) welcomes you to the publication of Volume IV of our beloved Memorias del Silencio project. This publication coincides with the completion of another graduating class of The Paso Community College’s Community Education Program, our collaborative partner. This wonderful partnership that has prospered and grown over the years is becoming more relevant, given the tone of the current immigration debate. Projects like this allow us to take a stand on the side of fairness and equality against the racial and divisive tone of the issue. The imminent building of the wall will create permanent schisms in a community already dealing with boundaries. The border has a long history with migrant workers and this book continues to give voices to their poignant experiences. We appreciate the contribution of the migrant workers, and we believe that we must support them as they persevere to achieve their own goals. Immigration politics have no place in this vision. BorderSenses is deeply committed to the state of literary achievement of the El Paso region. We endeavor to provide a voice to the unheard, the underprivileged. To uninformed readers, these stories may seem to be merely sad accounts of the lives of the impoverished. In reality, they are a reflection of the struggle and triumph of the human spirit; this publication is a socio-economic tool that loudly says that in spite of all odds, “sí se puede!” We are delighted to inform everyone that celebrated playwrights, Hector Serrano and Elvira Carrizal-Dukes are working to dramatize some of our earlier publications to take it to a wider audience. To know more about this project, please visit us at: www.

bordersenses.com/memorias or email us at [email protected]

Amit K. Ghosh

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Nota del Director del Programa de Edu-cación para la Comunidad

El Paso, Texas y Ciudad Juárez Chihuahua son dos ciudades adyacentes, separadas por el Río Grande y por una línea imaginaria. Se puede cruzar caminando a El Paso o a Ciudad Juárez por un puente o, si no se cuenta con los documentos de migración necesarios, por un río poco profundo, pero traicionero. Miles de residentes de estas dos ciudades van y vienen todos los días para visitar amigos y familiares, ir a la escuela, ir de compras, trabajo y por cuestiones médicas o religiosas. Estas dos comunidades han compartido su historia, idiomas y culturas por más de un siglo. Sin embargo, mientras escribo esto, se está construyendo un muro en medio del desierto para separar a estas comunidades. Lo construye el Departamento de Seguridad de los Estados Unidos (E.U.) bajo el amparo del gobierno de E.U. La justificación ha sido que el muro habrá de disminuir la migración ilegal y proteger la frontera de E.U. No obstante, representantes gubernamentales y residentes de ambas ciudades, se oponen contundentemente a la construcción del muro. De hecho, expertos en migración sostienen que el muro no detendrá, sino aumentará la migración ilegal, ya que será más difícil para las personas regresar a sus lugares de origen una vez que hayan entrado a E.U. Además, el muro no logrará que E.U. sea un lugar más seguro siendo que la gente que cruza no lo hace para cometer crímenes, sino para abastecer una demanda laboral. Los actos de violencia y terrorismo en E.U. los cometen personas que viajan al país legalmente por avión y ciudadanos estadounidenses que viven en el país y se encuentran inconformes con el gobierno. Aún cuando los oponentes a la inmigración han intentado desesperadamente de encontrarla, no hay evidencia alguna de que inmigrantes mexicanos cometan crímenes de gravedad o actos de violencia. Todos los estudios apuntan a que los inmigrantes mexicanos traen con ellos beneficios de tipo social, cultural y económico a E.U. Yo no sólo me opongo a la construcción de muros, trato de construir puentes que los crucen. Esta antología es uno de esos puentes. En ella la gente puede leer acerca de la verdadera naturaleza de los inmigrantes que cruzan la frontera entre México y E.U., de sus razones y sus batallas. Espero que al leer estas obras, la gente

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Andres Muro

pueda aprender más sobre los inmigrantes y construya más puentes para ellos. Pueden ser puentes reales o virtuales. Los puentes reales son vías físicas y bienes que den la bienvenida a los inmigrantes y que hagan su estancia más placentera. Los puentes virtuales son nuestras actitudes y comportamientos. Al aprender más sobre los inmigrantes espero que más personas trabajen para tirar muros y construir puentes.

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Note from the Director of the Community Education Program

El Paso, Texas and Ciudad Juarez, Chihuahua are two cities adjacent to each other separated by the Rio Grande and an imaginary line. Crossing either to El Paso or Ciudad Juarez is a short walk across a bridge or a shallow, but treacherous river if the appropriate migratory documents are lacking. Thousands of residents of these two cities cross back and forth daily to visit friends and relatives, to attend school, shop, work, for health reasons or for religious reasons. These two communities have shared a history, language and culture for over a century. As I write this, however, a wall is being built in the middle of the desert to separate these communities. The wall is being built by the U.S. Department of Homeland Security under the auspices of the U.S. government. The justification has been that the wall will decrease illegal immigration and secure the U.S. border. Yet, city government representatives and residents of both cities overwhelmingly oppose the wall. In fact, immigration experts argue that the wall will not stop illegal immigration but rather increase it, since it makes it more difficult for people to return home once they have entered the U.S. Also, the wall will not make the U.S. a safer place since the people crossing do not come here to commit crimes but to supply a labor demand. In fact, acts of violence and terrorism in the U.S. have been committed by people who came here legally by airplane and by U.S. born and raised citizens who live here and have been discontent with the government. There is absolutely no evidence that immigrants from Mexico commit serious crimes and acts of violence, even though anti immigrant proponents desperately look for some. All the research suggests that Mexican immigrants bring considerable social, cultural and economic benefit to the U.S. I not only oppose the wall, but I try to build bridges that cross walls. This collection is such a bridge. Through this collection, people can read about the true nature of immigrants crossing the Mexico-U.S. border, their reasons for this and the struggles. I hope that by reading this collection people will learn more about immigrants and build additional bridges for them. These bridges can be real or virtual. Real bridges are physical avenues and resources that welcome the

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immigrant and make their stay more inviting. Virtual bridges are our behaviors and attitudes. By learning more about immigrants, I hope that more people work to tear down walls and build bridges.

Andres Muro

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Nota del Editor

Ser migrante significa muchas cosas, y para lograr un entendimiento completo se debe explicar desde distintos ángulos. El proyecto Memorias del Silencio se ocupa en presentar las perspectivas del lado de quienes cruzan la frontera y encuentran trabajo en los campos de cosecha de los Estados Unidos. A través de las imágenes y descripciones que desarrollan los autores, sus obras nos acercan a entender la complejidad del fenómeno migratorio. Los escritos en este libro son el reflejo de los intereses, preocupaciones y recuerdos de personas que han dejado su país de origen para encontrar espacios que les brinden bienestar. No todas las obras hablan del trabajo en el campo, porque un migrante es mucho más que un simple trabajador. Es alguien a quien su familia extraña desde un lugar cercano sólo en la memoria. Es una madre que lucha por mantener a su familia unida. Es alguien que tiene que aprender diferentes oficios para encontrar su lugar en la sociedad. Es alguien que extraña su tierra. Es alguien que ha visto a sus amigos ser arrastrados por leyes migratorias de vuelta a donde no habían encontrado posibilidad de sustento. Alguien que tiene que dejar a sus padres, que se enamora, que escribe e inventa y sí, alguien que tiene que sobreponerse a las condiciones más injustas en los trabajos más difíciles. A nuestras sociedades les falta mucho por entender en cuanto al asunto de migración. Este volumen presenta una pieza más que esperemos colabore a encontrar nuevas formas de dar apoyo a una comunidad que lo necesita.

Minerva Laveaga-Duarte

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Note from the Editor

Being a migrant signifies many things and to achieve a complete understanding, it must be explained from various angles. The project Memorias del Silencio works to present the perspective from the side of those who cross the border and find work in the farms of the United States. Through the images and descriptions that the authors create, their pieces bring us closer to understanding the complexity of the subject of immigration. The writings in this book are the reflection of the interests, concerns and memories of people who left their country of origin to find spaces that provide them wellbeing. Not all the pieces deal with farm working because an immigrant is much more than a simple worker. He is someone whom his family misses from a place close only in memories. She is a mother who strives to keep her family together. He is someone who has to learn different trades to find a place in society. She is someone who misses her country, someone who has seen his friends dragged back by immigration laws to places where they had not been able to find sustenance in the first place. She is someone who has to leave her parents, who falls in love, who writes and creates, and yes, someone who has to overcome the most unfair conditions in the most difficult jobs. Our societies have much to understand in regards to the subject of immigration. This volume presents one more piece that we hope will help to find new ways to offer support to a community that needs it.

Minerva Laveaga-Duarte

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Ilustraciones/Illustrations byGerardo Cedeño Garza

Gerardo Cedeño Garza es originario de Durango, México. Es estudiante en la licenciatura de Diseño Gráfico en la Universidad de Texas en El Paso. Es fotógrafo e ilustrador. Fue el coordinador gráfico en el proyecto Voices & Vision: Stories of the Border en El Paso, Texas y es el diseñador gráfico de BorderSenses.

Gerardo Cedeño Garza is from Durango, México. He is a graphic design student at the University of Texas at El Paso. He is a photographer and illustrator. He was the graphic design coordinator for the project Voices & Vision: Stories of the Border in El Paso, Texas and is the graphic designer for BorderSenses.

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Illustration- Rodillo

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EVANGELINA DELGADOEl Tío Carlos

A mi tío Carlos,a quien siempre recordaré con todo mi amor

Recuerdo que tenía alrededor de cuatro años cuando vivía en casa de mis abuelos maternos en Parral, Chihuahua. También vivían ahí tres primos y dos de mis hermanos. Yo era la más pequeña de los seis. Vivíamos en una casa de renta que tenía paredes muy altas, piso de cemento y techos con vigas. La puerta principal era de dos hojas de madera sólida y gruesa de color café oscuro, con una aldaba grande de fierro negro. Las ventanas eran alargadas con protecciones hechas con varillas de metal. Al entrar a la casa se veía un zaguán donde mi abuela tenía helechos y bugambilias. Había una destiladera de madera color blanca con un jarrón de barro grande que contenía agua fresca para tomar. Era una casa de dos habitaciones, pero teníamos pocos muebles: sólo un catre y un ropero alto de dos puertas con espejo. También había un radio ovalado que nada más tenía dos botones. Junto a él mi abuela escuchaba las noticias por la noche, en una estación que se llamaba la XEJ. En la otra habitación sólo había cobijas y colchonetas que usábamos para dormir en el suelo. En la cocina todo era humilde. Una mesa y un trastero de madera blanco, trastos de peltre, sillas de madera diferentes unas de otras, una estufa con una parrilla de lámina que se usaba con leña. En el patio estaba el baño, una higuera y un tallador de cemento. En ocasiones carecíamos de agua y teníamos que esperar a que pasara la pipa. Era una troca con un tanque grande. Cada vez que pasaba comprábamos unas cuantas cubetas. Mi abuela lavaba ropa ajena y por las tardes yo la acompañaba a entregarla. Mi abuelo era músico y trabajaba por las noches. En ocasiones trabajaba también de día en los conventos cuando ponían los altares de ciertas imágenes, pero eso era muy pocas veces, por lo que ganaba muy poco. Mis primos iban a la secundaria. Mi hermano José Luis tenía nueve años y en la tarde, después de la escuela, trabajaba en un taller mecánico haciendo la limpieza. Mi hermana Sonia estaba en

segundo de primaria. Yo era la única que se quedaba durante el díacon mi abuela, pues aún era muy pequeña para ir a la escuela.

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En esos tiempos yo escuchaba decir que mi tío Carlos, hijo de mi abuela, se iba de brasero. Él y un amigo suyo habían cruzado con documentos falsos. Según fuera la temporada se iban a la pisca de lechuga, chile o cebolla. Tardaban varios meses en regresar a casa y, cuando llegaban duraban pocos días y se volvían a ir. Mi abuela nunca sabía por dónde andaba trabajando mi tío Carlos. A veces pasaba mucho tiempo sin que llegaran noticias de él. Cuando duraba más tiempo en un mismo lugar, era cuando le escribía a mi abuela. Recuerdo que un invierno mi tío llegó de pronto y a todos nos trajo ropa. Era ropa usada que en realidad no era ni de nuestra talla, pero cada quien agarró lo que mejor le quedó. Cuando él estaba en casa eran días felices porque había para comer, se pagaba lo que se había sacado fiado de la tienda de abarrotes y lo atrasado de la renta. Todos nos poníamos muy felices y más mi abuela, aunque por momentos se ponía triste y decía que le dolía mucho que se tuviera que ir porque tardaba mucho en tener noticias de él. Mi tío le platicaba a mi abuela que él y su amigo Pancho, junto con otros compañeros vivían en un cuartito donde tenían cobijas para dormir y una parrilla para cocinar. Usaban ese lugar sólo para dormir porque trabajaban todo el día sin descanso. Contaba que el trabajo en el campo era muy pesado y que había que andar bajo el sol con mucha rapidez todo el día. Por la tardes llegaba a ese cuarto con la necesidad de descansar y dormir para el día siguiente estar listo casi de madrugada. Llegaban por ellos para llevarlos a los campos y en ocasiones los trasladaban a otras partes según la temporada de pisca. Mi tío trabajó así por varios años desde muy joven. Era la única manera en la que podía ayudar a la familia porque en Parral había muy poco trabajo. Era una gran persona que se ocupaba de todos nosotros. Tenía buen carácter, le gustaba bromear, pero también era muy estricto. Yo lo recuerdo siempre y más con las canciones de Javier Solís, pues él acostumbraba silbarlas.

Evangelina Delgado nació el 10 de agosto de 1962 en Ciudad Juárez, Chihuahua. Tiene un hijo y una hija. Es casada y es estudiante de GED. Actualmente vive en El

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RAQUEL DE LUNACarta a mi padre

Querido Padre:

Te escribo esta carta para saludarte. Espero te encuentres bien, yo lo estoy. Hoy estuve recordando nuestros años pasados, cuando yo era niña y tú te ibas a trabajar al campo. Te levantabas de madrugada. Mañanas oscuras. Mientras tú te alistabas, mi madre preparaba el lonche para tí. Recuerdo aquellos días tan largos en los que mi madre se quedaba muy preocupada cuando cruzabas el río a pie o con ayuda de otras personas arriba de una llanta, teniendo mucho cuidado de que tu ropa no se mojara y cuidándote siempre de la corriente del agua que llevaba el río. Yo estaba muy chica pero aún recuerdo las pláticas de mi madre con mi abuela en las que ambas decían “ojalá que haya llegado bien”. Llegaste a cruzar el río cuando la corriente era muy peligrosa. Yo escuchaba que ellas decían que mucha gente cruzaba como tú para ir a trabajar al campo y que algunas de ésas personas morían en el intento debido a que era muy peligroso. Mi corazón se preocupaba al escuchar los comentarios de mi mamá y de mi abuela. Sentía dolor y tristeza y me quedaba con el deseo de verte entrar de regreso por la puerta. Mis días más felices eran cuando te miraba llegar a casa, con tus manos fuertes, pero cansadas y tus pies adoloridos, tu espalda tan ancha, pero muy trabajada. Hoy en día te admiro porque en el campo dejaste toda tu energía, tu juventud, una vida. Por tu sacrificio estamos nosotros tus hijos en este país cumpliendo el disque “sueño americano”. Me despido de ti, esperando que estés bien; eres un Gran Hombre del Campo. Raquel.

Raquel De Luna nació en El Paso Texas, el 27 de agosto de 1972. Se crió en ciudad Juárez, Chihuahua, hasta que se casó y tuvo a sus hijos. Decidió mudarse a El Paso, Texas para ofrecer una buena educación a sus hijos y para que tuvieran otras oportunidades que ella no tuvo. Sus hijos se llaman Yeraldin, Bernardo y Gerardo De Luna.

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MARÍA GLORIA DURÁNEsperando a mi hijo

A mis hijos y a mis profesoras

Amado hijo mío,

El recuerdo de tu partida vive en mí, espero tu llegada con ansiedad y gozo. Tus ojos tristes, tu voz quebrada al encomendarte a Dios para que guíe tu camino. Al dejarte instalado, en la ciudad de Austin y luego regresar a El Paso, Texas, en donde están mi trabajo y mi residencia, sentí que algo de mí se desprendía, pero partí sabiendo que eres una persona responsable, honrada, con gran entusiasmo de aprender y superarte. Y tú elegiste estudiar en la Universidad de Austin. Me conforta y me da seguridad que puedas lograr todo lo que te propones. Amado hijo mío, espero tu llegada con ansiedad y gozo para llenarte de caricias, abrazos y besos,

Tu madre.

María Gloria Durán nació en Santa Lucía, Coahuila en 1957. Se casó y tuvo tres hijos: Osvaldo, Gabriela y José. Vive en El Paso, Texas desde 1992.

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FRANCISCO ESPINOZALa vida a cambio del sueño americano

A la edad de dieciocho años, después de terminar mi servicio militar en la ciudad de Tepic, en el estado de Nayarit, decidí emigrar hacia los Estados Unidos de Norte América. 1968 había alterado la vida de muchos estudiantes que quisimos reclamar la muerte de jóvenes que fueron víctimas en la matanza de Tlatelolco. Quisimos reclamar sus muertes frente a los gobiernos nefastos y asesinos de esa época. Por este motivo temíamos que los gobernantes de nuestro estado, Nayarit, actuaran de la misma manera que los responsables por los eventos en Tlatelolco en la ciudad de México. Esta fue una de las razones por las que decidí dejar mi país. En ese tiempo todos los jóvenes de dieciocho años teníamos que prestar servicio militar. Fuimos reclutados y en algunas ocasiones nos dejaban castigados porque los mismos militares temían una revuelta general en toda la República. Un día escuché a uno de mis compañeros que quería emigrar hacia los Estados Unidos y me pareció una buena idea. Investigué sobre las posibles rutas a seguir. Había dos: una por el desierto de Yuma, que se encuentra en el estado de Arizona, pero decían que era demasiado peligrosa, pues era mucho lo que había que caminar para cruzar. La segunda, era por El Paso, Texas, en donde decían que el cruce era más fácil. Entonces yo me decidí por ésta última. Yo sabía de antemano que habría muchísimas adversidades, pero decidí enfrentarlas, ya que no había muchas opciones si me quedaba en Nayarit. Llegué solo a Ciudad Juárez. Ahí me topé con personas que me cobraban cinco dólares por cruzarme en llantas. A mí se me hizo mucho dinero, pero así me di cuenta de que existen mafias organizadas en el río, pues no dejaban cruzar por donde ellos estaban, a menos de que les pagaran, y esas eran las únicas zonas por donde había posibilidad de cruzar evitando que los aduanales norteamericanos se dieran cuenta de que era mojado. Tuve que desembolsar mi cuota para poder cruzar. Cuando pude cruzar, me quedé viviendo un año en El Paso, Texas. Ahí busqué trabajo, pero a pesar de que mi oficio era técnico electricista, me era imposible desarrollarme en esta profesión por no tener papeles. Encontré trabajo en un lavado de automóviles. Obtuve el trabajo con la condición de que obtendría un salario más bajo que

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lo oficial. Me pagaban noventa y nueve centavos por hora, cuando el salario mínimo era de dos dólares la hora. Eran días intensos de trabajo, de lunes a sábado. Cada vez que querían correr a algún empleado, los dueños mismos le llamaban a migración para que se llevaran al ilegal inmediatamente. Nunca pude acusarlos ante ninguna dependencia porque no hablaba inglés, pero yo no les di el gusto de que me reportaran a migración porque me salí por mi cuenta de ese trabajo. Otra experiencia en este país fue cuando fui al campo al corte de chile. Mucha gente me había dicho que en esos lugares no se requería de papeles para trabajar, así que a las tres de la mañana de un lunes, me fui a la calle El Paso, en donde se encontraban muchas personas esperando ser contratadas por capataces que los llevaban a diferentes campos, como por ejemplo, a Hatch, Deming, Las Cruces, La Unión y a otros más lejanos. Mucha gente dormía en las banquetas y su cobija era un cartón. En esos momentos me entraba la nostalgia de recordar mi pueblo, mi casa, mis comidas y mis cobijas para calentarme de las inclemencias del tiempo. Aquí en cambio sufría de todo. A veces me daban ganas de regresarme a mi país, a mi lugar de origen, pero sabía que para alcanzar mi sueño tenía que quedarme a luchar y ser perseverante. Cuando por fin encontré un patrón que se compadeció de mí, me llevó a la pisca del chile colorado y chile california en Las Cruces, Nuevo México. Por cierto que la primera vez que el patrón me contrató, no sacó ni para la gasolina ya que yo no tenía experiencia en el campo y menos en la pisca del chile. Recuerdo que pasamos muy temprano por los retenes de migración, pero gracias a Dios, se encontraban cerrados. No duró mucho mi suerte ya que cambiaron a mi capataz a otra área y los demás capataces no me conocían, así que no me querían por no tener experiencia, o a lo mejor no querían arriesgarse a tener problemas con migración. Entonces decidí recoger nuez en Hatch, Nuevo México. Ese trabajo también es duro, pero sobreviví un tiempo, conocí mucha gente y así la pasamos bien, batallando, pero contentos. Gracias a personas que luchan para que existan refugios para los más desprotegidos, hoy en día existe un lugar en donde los inmigrantes pueden quedarse a descansar para ir a trabajar al siguiente día. Además, ahora hay equipos más sofisticados para el corte de vegetales, a diferencia de los primeros años, cuando todo el trabajo era agachados y el corte era con las manos. En aquel tiempo

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nos daban un surco para cada trabajador y se llenaban baldes con chile que se sumaban al final de la jornada. Recuerdo que mi primer pago fue de ocho dólares por toda una jornada. Un buen día me di cuenta de la necesidad de aprender inglés. Sabía que existía una escuela de la comunidad en mi área y fui aceptado en el programa de inglés como segundo idioma. Dentro del programa me di cuenta de mis habilidades y las aproveché enseñando un poco de música básica. Así me fui ganando el respeto de maestros y alumnos. Ahora soy el presidente de la rondalla de El Paso Community College, además de Director del grupo. Recibí mi certificado de sexto nivel de inglés como segundo idioma y estoy orgulloso de haber terminado un ciclo más de educación dentro de El Paso Community College. También se me dio la oportunidad de trabajar como medio tiempo en el departamento de lectura, mientras terminaba mi educación. Hoy en día mi inglés es un poco más correcto y me puedo expresar con mayor facilidad ante la demanda de vivir en los Estados Unidos de América. Me seguí motivando y tomé algunas materias básicas para más tarde tomar una pequeña carrera médica, y porqué no, con el tiempo llegar a ser un gran medico. Además me estoy proponiendo tener el orgullo de un certificado de preparatoria. Me encuentro en proceso con la ayuda de mis tutores, espero en corto tiempo presentar mis exámenes para obtener mi diploma y continuar con una carrera. Todo, gracias a la escuela de la comunidad y a sus programas efectivos que nos brindan esta oportunidad de lograr nuestros objetivos. Quiero agradecer a Dios y a todas las personas que se han cruzado en mi camino. Gracias por su apoyo moral, intelectual y económico. Sé que soy un migrante con todas las aptitudes y facultades mentales y emocionales, con una gran motivación de seguir triunfando en este país, un país lleno de inmigrantes, trabajadores incansables, llenos de sueños y anhelos de triunfar. Somos parte del desarrollo y progreso de este país. Aunque no se nos permitió entrar con sus visas legales, aquí estamos luchando como si fuéramos americanos, pero sin olvidar nuestra raza, nuestra gran cultura, nuestra música, nuestros pueblos y nuestra gente. Esto nos identifica como únicos entre millones de personas. Francisco Espinoza nació el 28 de julio de 1959 en Mexicali, Baja California. Le gusta la computación, la música, la escritura, la lectura, composición y todo lo

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Illustration- Stilson


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