+ All Categories

MGC1B_2

Date post: 12-Sep-2015
Category:
Upload: mario-barro
View: 213 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
Description:
GC
Popular Tags:
28
REFERENTES TEÓRICOS DE LA GESTIÓN CULTURAL FRANCESC FALGUERAS SÁNCHEZ LICENCIADO EN F ILOSOFÍA. SOCIO FUNDADOR DE ICC, CONSULTORÍA ESPECIALIZADA EN EL SECTOR CULTURAL XAVIER FINA RIBÓ LICENCIADO EN F ILOSOFÍA. MASTER EN GESTIÓN CULTURAL. SOCIO FUNDADOR DE ICC, CONSULTORÍA ESPECIALIZADA EN EL SECTOR CULTURAL. COORDINADOR ACADÉMICO DEL MASTER EN GESTIÓN CULTURAL DE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA (1996-1999) INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN CULTURAL 2 © de esta edición: UB Virtual, 2003 TEMA UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual
Transcript
  • REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    FRANCESC FALGUERAS SNCHEZLICENCIADO EN FILOSOFA. SOCIO FUNDADOR DE ICC, CONSULTORA ESPECIALIZADAEN EL SECTOR CULTURAL

    XAVIER FINA RIBLICENCIADO EN FILOSOFA. MASTER EN GESTIN CULTURAL. SOCIO FUNDADOR DE ICC, CONSULTORA ESPECIALIZADA EN EL SECTOR CULTURAL. COORDINADOR ACADMICO DEL MASTER EN GESTINCULTURAL DE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA (1996-1999)

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURAL

    2

    de esta edicin: UB Virtual, 2003

    TEMA

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

  • PGINA

    2

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    NDICE DEL TEMA

    Introduccin ............................................................................................... 3

    Ideas clave ................................................................................................ 4

    1. Anlisis del concepto de cultura ....................................................... 51.1. La importancia del debate ...................................................... 51.2. Breve inventario del concepto de cultura .................................. 51.3. La doble vertiente .................................................................. 61.4. Origen y evolucin .................................................................. 71.5. La cultura desde la vertiente descriptiva: una mirada

    desde la antropologa ............................................................. 81.6. Cultura y sociologa ................................................................ 91.7. El discurso de la modernidad como discurso cultural ................ 10

    2. El proyecto ilustrado ....................................................................... 122.1. La emancipacin mediante la razn ......................................... 122.2. Persona y autonoma .............................................................. 132.3. La unidad del gnero humano ................................................. 14

    3. La cultura como manifestacin del espritu colectivo: una idea romntica ......................................................................... 153.1. La insatisfaccin romntica ..................................................... 153.2. Comunidad orgnica ............................................................... 163.3. La identidad y la pertenencia .................................................. 16

    4. Crisis de la modernidad ................................................................... 184.1. La deslegitimacin de los grandes relatos .............................. 184.2. Relativismo cultural ................................................................ 194.3. El arte postaurtico ................................................................ 214.4. Estado y cultura ..................................................................... 22

    Sntesis ..................................................................................................... 24

    Bibliografa................................................................................................. 26

  • PGINA

    3

    INTRODUCCIN

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    De qu hablamos cuando hablamos de cultura?

    La cultura es, de por s, un trmino con una pluralidad de sentidos, dependiendodel contexto, de la disciplina desde la que se aborde, y segn el componente ideo-lgico que la determine.

    Si nos planteamos un problema terico, o la definicin de una poltica cultural, elresultado siempre estar condicionado por lo que las partes entiendan por el con-cepto cultura. Por tanto, en cualquier debate en torno a la cultura que se plantee, labase, o tal vez el problema, ser primero aclarar desde dnde estamos hablando.

    Es por ello que se har un repaso de lo que significa el concepto de cultura, desdedistintos puntos de vista. Una vista histrica a partir de la Ilustracin hasta lamodernidad, y un debate sobre Estado y cultura sentarn una base y un referenteterico en torno al trmino cultura, que alimentar el concepto de cultura que cadauno defiende, y a partir del cual cada uno desarrollar sus puntos de vista.

  • PGINA

    4

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    No existe una concepcin neutra de cultura.

    Existe una doble vertiente del concepto de cultura: la axiolgica y la descriptiva.

    En su carcter polismico, el concepto de cultura oscila entre dos oposiciones:cultura/naturaleza y cultura/sociedad.

    La concepcin ilustrada de cultura es una condicin necesaria para la consti-tucin del individuo autnomo.

    La idea ilustrada de humanidad permite valorar las distintas sociedades enfuncin de su aproximacin al modelo de individuo autnomo.

    Segn el romanticismo, la cultura es la expresin del espritu del pueblo.

    El modelo ilustrado y el modelo romntico son los fundamentos ideolgicos detoda poltica cultural.

    El dominio del modelo ilustrado o del modelo romntico determina el carcterconservador o progresista de las polticas culturales.

    Actualmente los modelos ilustrado y romntico estn en crisis y este hecho supo-ne un replanteamiento de los elementos centrales de las polticas culturales.

    IDEAS CLAVE

  • PGINA

    5

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    1. ANLISIS DEL CONCEPTO DE CULTURA1.1. LA IMPORTANCIA DEL DEBATE

    El concepto de cultura tiene un carcter polismico que es la fuente de buena parte de la confusinque acompaa al debate que se genera en torno a la poltica y gestin cultural. Una de las opcionesque mejor suerte corren en el sector es la de obviar la complejidad del concepto y partir de las reali-dades establecidas; con ello, se prescinde de un debate (por considerarlo excesivamente abstracto oterico) sin resolver una cuestin que se debe plantear.

    El concepto de cultura -con el que se trabaje tiene implicaciones de todo tipo. Implicaciones concep-tuales, implicaciones polticas, implicaciones en el mbito de la gestin; inevitablemente, detrs de todapoltica cultural subyace un concepto de cultura, incluso cuando no se haya explicitado. Este conceptode cultura implica una opcin desde el punto de vista de los valores: no existe una opcin neutra.

    El profesional de la gestin cultural ha de conocer las distintas variantes del concepto y debe ser capazde comprender e interpretar los debates entorno a estos mbitos ms abstractos. Sin embargo, de ellono se deducir que ste sea el mbito propio del profesional de la gestin.

    1.2. BREVE INVENTARIO DEL CONCEPTO DE CULTURA

    Una posible revisin de los distintos conceptos con los que nos podemos encontrar la expone DavidSobrevilla en su artculo "Idea e historia de la filosofa de la cultura" (1998, pp15-16) del que selec-cionamos las siguientes acepciones:

    Cultura en sentido objetivo, como la creacin y realizacin de valores, normas y bienes materia-les por el ser humano (en este sentido, cultura es el concepto opuesto a naturaleza).

    Cultura en sentido objetivo pero referido a una poca determinada, en un sentido histrico (eneste sentido se puede hablar, por ejemplo, de cultura del Renacimiento).

    Cultura en sentido objetivo pero referido a un mbito geogrfico determinado o de un pueblodeterminado. Podemos decir que se trata del concepto de cultura en su sentido antropolgico,para describir la cultura inca o la cultura vasca, por ejemplo.

    Cultura contrapuesto a civilizacin. Nos podemos encontrar con todas las variantes: desde losautores que consideran que son trminos equivalentes hasta los que identifican cultura con lo uni-versal y civilizacin con lo particular o autores que proponen la versin contraria.

    Cultura en el sentido subjetivo es el cultivo del hombre, que lo hace por ello culto.

    Cultura oficial o acadmica como contrapuesta a cultura popular. Define la cultura propia delgrupo dominante de una sociedad en contraposicin con la cultura de los sectores marginales, nonecesariamente minoritarios.

    Cultura de lite versus cultura de masas. Oposicin que describe la diferencia entre la culturapropia de la mayora de la poblacin (vinculada generalmente a los medios de comunicacin) de

  • PGINA

    6

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    la cultura propia de las minoras dominantes. En este sentido la cultura acta como fenmeno deexclusin social.

    Cultura, subcultura, contracultura. Las subculturas corresponden a grupos humanos diferencia-dos dentro de una sociedad global mientras que contracultura es una variante de la anterior querecusa los valores y el sistema de la realidad global, de la cultura "culta" que correspondera a laconciencia e intereses de los grupos dominantes.

    Este breve inventario muestra que la complejidad del debate no es producto de no definir de forma claraun concepto que por si mismo es claro, sino que es producto de la propia complejidad del concepto. Yuna realidad compleja precisa anlisis complejos. No por simplificar el anlisis y el debate se simplifi-ca la realidad. No obstante, a estas acepciones y definiciones se le han de aadir distintas perspecti-vas y dimensiones relacionadas con el concepto de cultura. Dimensiones relacionadas con la filosofa,las ciencias sociales, la poltica, etc.

    1.3. LA DOBLE VERTIENTE

    Antes de analizar la evolucin histrica del concepto de cultura, es necesario definir las dos vertientesque lo determinan: la descriptiva y la axiolgica. Las distintas acepciones de cultura a lo largo de lahistoria tienen una dominante descriptiva o una dominante axiolgica. Se puede considerar que estadistincin es la base principal para comprender el enfoque terico desde el que se ha partido para des-cribir realidades. Pero tambin (y esto es especialmente importante en el contexto de las polticas cul-turales) para comprender e interpretar las prioridades y los mbitos de actuacin de los poderes pbli-cos en relacin al sector cultural. Cuestiones de actualidad como la relacin entre lo pblico y lo pri-vado en el mbito cultural estn directamente relacionadas con el eje que distingue la cultura desdesu vertiente descriptiva y la cultura desde su vertiente axiolgica.

    Segn Javier San Martn, el elemento descriptivo de la cultura se puede definir como "el mbito queno procede de la naturaleza, que no se da por nacimiento" (1999, p.23). As, cultura se opone a natu-raleza y no puede haber ni "ms" cultura, ni existe una "mejor" cultura. El paradigma de este punto devista es el que ha tenido la antropologa (o ms exactamente, una parte importante de la antropologa)que, por otro lado, se ha considerado como la "ciencia que descubri la cultura". La prctica tradicio-nal del antroplogo es la de estudiar y describir distintas culturas; sin embargo, debe hacerlo desde laimparcialidad, desde la ausencia de juicio, desde la consideracin de que todo es pertinente para elanlisis y, por lo tanto, todo tiene al menos en este sentido un mismo valor.

    En cambio, el elemento axiolgico siguiendo la definicin dada por el mismo autor es el que marcauna gradacin en lo humano, en donde lo humano aparece como un vector desde lo salvaje, brbaro,improductivo, no frtil, incultivado, hasta lo ms humano. La cultura, en esta vertiente, presuponesiempre un cierto ideal humano, una escala a partir de la cual se puede determinar en qu estadio deprogreso nos encontramos.

    Desde la vertiente axiolgica se pueden emitir juicios; desde la descriptiva, no. Adems, la vertientedescriptiva est vinculada al relativismo cultural, que para bien o para mal, evita intolerancias produc-to de considerar unas culturas superiores a otras, aunque conduzca al extremo de considerar que todovale igual y que, por consideracin a las diferencias, se debe respetar todo; mientras que la axiolgicapuede tender a concepciones totalizantes y centralistas.

    No obstante, la dicotoma entre ambas vertientes no se ha presentado pura a lo largo de la historia.En muchos casos slo encontramos una de ellas dominando a la otra.

  • PGINA

    7

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    1.4. ORIGEN Y EVOLUCIN DEL CONCEPTO DE CULTURA

    Analizar el origen y la etimologa del concepto de cultura permite entender la complejidad y las dife-rentes acepciones que ha ido tomando el mismo. Por otro lado, permite comprender la aparicin depolticas culturales a partir de la evolucin del concepto de individuo, del concepto de comunidad, delconcepto de cultura.

    Cultura proviene del latn colere, que significa labrar el campo, cultivarlo para hacerlo frtil. Aplicadoal ser humano, y en sentido metafrico, expresa la necesidad de ser cultivado para abandonar el esta-dio silvestre o salvaje y para evolucionar hacia una situacin culta. Continuando con el sentido etimo-lgico, vemos que el cultivo del campo exige protegerlo y cuidarlo, lo que implica que debe ser acota-do ejerciendo una cierta violencia para que deje su estadio salvaje, silvestre y d lugar a un estadioculto. Como seala San Martn, "lo cultivado sigue siendo tambin parte de la naturaleza, sigue sien-do natural, pero a lo natural no se le deja seguir su curso, sino que se interfiere en l con la accinhumana". Es necesario tener en cuenta esta reflexin cuando se debate sobre cultura de masas y ser-vicio pblico; en cultura, supondra enriquecer el debate y, tal vez, verlo desde una perspectiva distin-ta a la habitual: considerar que el volumen de la demanda es el indicador esencial para valorar los pro-ductos culturales significa no tener en cuenta la dimensin violenta que supone culturizar.

    En este sentido etimolgico, se representa la vertiente axiolgica del concepto, ya que a este cultivose le presupone un cierto ideal u objetivo. Cultivamos para obtener personas ms cultivadas. Y enten-demos que detrs de este objetivo hay un cierto ideal humano.

    Se puede constatar, en su sentido etimolgico, la funcin de la palabra cultura en una funcin adjeti-va, como "campos cultivados". Sin embargo, a este sentido le antecede, lgicamente, "las tcnicas decultivo", es decir, para poder ser el adjetivo es necesario que exista, de forma previa, el sustantivo.

    En la antigedad, el nico autor en el que aparece la palabra cultura es en Cicern que en lasDisputaciones Tusculanas se refiere a la cultura del alma (cultura animi) como lo que lleva al hombrea conseguir su condicin humana (humanitas).

    En esta definicin de Cicern encontramos el elemento que caracteriza la vertiente axiolgica del con-cepto cultura, una vertiente que tiene dos elementos fundamentales: la existencia de un ideal y la deuna gradacin que permite valorar el mayor o menor acercamiento al ideal.

    Durante la Edad Media, se pierde el sentido del concepto cultura debido a los cambio de ideales quesupuso el Cristianismo. La palabra cultura pas entonces a significar, en sentido metafrico, tan sloel culto u homenaje que se presta a Dios. Este sentido no es del todo ajeno a la raz etimolgica delconcepto. Efectivamente, la palabra est asociada a la nocin de culto como prctica religiosa y la reli-gin es una de las ms claras expresiones del poder que pueden alcanzar ciertos niveles de repre-sentacin. En este sentido, un campo interesante de reflexin es el sealado por algunos autoressobre el carcter religioso de la cultura en su sentido ms estricto y actual: el pblico consumidor decultura como un nuevo pueblo de Dios, los actos culturales como actos litrgicos, los grandes centrosculturales como nuevas catedrales y los crticos y gestores culturales (los mediadores) como los nue-vos sacerdotes.

    Como seala David Sobrevilla la recuperacin de la expresin "cultura animi" se debe al gran huma-nista espaol Juan Luis Vives (1998, p.16), que la volvi a utilizar en su tratado De disciplinis (Sobrelas enseanzas). La evolucin del concepto de cultura en el Renacimiento y en la Ilustracin estar cen-trada en el elemento axiolgico, el ideal humano que se debe poner como meta que hay que conseguirpor medio de la educacin, de la ilustracin.

  • PGINA

    8

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    Sin abandonar el sentido axiolgico, la Ilustracin se caracteriza por diferenciar el sentido objetivo y elsentido subjetivo de cultura. El mbito objetivo o cultura objetiva es lo que puede constituir el ideal,aquello necesario para convertirse en persona madura, en ser humano pleno. El mbito subjetivo o cul-tura subjetiva es el que tiene que ver con el proceso individual de formacin de cultivo que se incor-pora a nuestro ser y que permite que seamos maduros. Lgicamente, la referencia de la cultura sub-jetiva es la cultura objetiva.

    En esta lnea, Kant y el fin de la Ilustracin suponen una mayor complejidad para el concepto de cul-tura. La cultura tiene grados y la cultura superior tiene que ver con los tres mbitos fundamentales dela vida humana: la Ciencia para el conocimiento, la Moral para el comportamiento y el Arte para el goce.As, Ciencia, Moral y Arte son los tres grandes mbitos de la cultura objetiva superior, cuya formaciny adquisicin determinan la del ser humano. A partir de estos tres mbitos, tal como seala SanMartn, se formar un ideal poltico bsico, el de impulsar en una sociedad el desarrollo de esos mbi-tos al margen de los intereses concretos y prioritarios de los individuos. Este ideal poltico configura elestado de cultura: la idea poltica de configurar un Estado cuya meta sea el desarrollo de la cultura(San Martn, 1999, p.37).

    Como se ha visto en este recorrido histrico, desde sus principios el concepto de cultura tuvo un impor-tante componente axiolgico. Sin embargo, desde las ciencias sociales se ha tendido a considerarespecialmente su componente descriptivo.

    1.5. LA CULTURA DESDE LA VERTIENTE DESCRIPTIVA: UNA MIRADA DESDE LA ANTROPOLOGA

    La antropologa se ha considerado tradicionalmente la ciencia descubridora de la cultura. Aunque ladefinicin que se ha considerado cannica en antropologa es la que ofrece Tylor en su PrimitiveCulture: "Cultura o civilizacin, en sentido etnogrfico amplio, es todo aquel complejo que incluye elconocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hbitosy capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad".

    El elemento fundamental que se ha de sealar en relacin a esta definicin es la caracterstica quetiene la cultura de ser un todo complejo. As, con la palabra cultura se seala un mbito de realidad.Este todo complejo adems de ser enumerado en algunos de sus elementos (conocimiento, creen-cias,...) queda abierto mediante la expresin "cualesquiera otros hbitos y capacidades adquiridos porel hombre". Finalmente, es fundamental en esta definicin que el aprendizaje sea adquirido "en tantoque miembro de la sociedad". No es suficiente que sea costumbre de un individuo, sino que ha deestar asentada en el grupo y los miembros del grupo deben adquirirlo de l.

    Esta definicin, sin embargo, al margen de su inters como punto de referencia en la historia de la antro-pologa, se ha de entender tal como seala G. Bueno como una idea delineada desde la perspectivagnoseolgica de la antropologa, es decir, como un concepto con valor epistemolgico para la antropo-loga. No obstante, el elemento pragmtico de esta definicin (til para que el antroplogo pueda iniciarsu trabajo) no debera excluir una profundizacin de la misma: quedarse con un concepto de culturacomo una realidad ya constituida es obviar algunos de los problemas fundamentales de su definicin.

    En esta definicin de cultura se inspiran buena parte de las definiciones posteriores en antropologa.En cierto modo, se puede afirmar que incluye la mayor parte de comportamientos humanos (todosaquellos que no son instintivos). Como variantes de la definicin, encontramos otras que se refieren alhabitus, a la "estructura estructurante" o a la cultura como instrumento adaptativo. En definitiva, enesta lnea cultura tiene un sentido equivalente a "modo de vida" de un grupo o a sus tecnologas.

  • PGINA

    9

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    A pesar de que pueda resultar excesivamente genrica, esta definicin es (desde un punto de vistasocial) mucho ms integradora que la que tiene su origen en el romanticismo alemn. En este segun-do sentido, se define cultura como equivalente al espritu de un pueblo determinado, de un alma colec-tiva. De acuerdo con esto, la cultura sera aquello singular y propio de un grupo humano, aquello quelo diferencia de otros grupos, con lo cual las culturas son incomparables en tanto que una parte fun-damental de sus contenidos resulta intraducible a otros lenguajes culturales. En esta visin podemosencontrar los fundamentos de todos los nacionalismos esencialistas. Todos ellos coinciden en el cultoa la cultura, inspirado por la conviccin de que los miembros de una nacin slo pueden ser reconoci-dos como tales en la medida en que se muestren posedos por el alma colectiva que se encarna enlas tradiciones, la lengua, la religin y la historia compartidas (Delgado, 1998, p.193).

    Estas dos lneas crean el eje que separa las dos tradiciones ms significativas de la antropologa: laeuropea y la americana. Los antroplogos europeos son antroplogos sociales mientras que los ame-ricanos son antroplogos culturales. Esto significa que en el primer caso la cultura no se consideracomo anterior a la sociedad, ni siquiera es un instrumento de cohesin social: la cultura es la propiacohesin social. Existen modos de hacer distintos porque hay sociedades distintas. Por ello, todo esdinmico y cualquier miembro de la sociedad puede sentirse incluido en el concepto y puede ser agen-te transformador de su contenido.

    Sin embargo, en el otro sentido la cultura es anterior, independiente o generadora de una sociedad.Adems, es el elemento que la convierte en nica e irrepetible, que la singulariza. Con ello, la culturase presenta como un instrumento de cohesin social, aunque realmente funciona como un instrumen-to de exclusin social, ya que aqul que no participa del espritu del pueblo, del alma colectiva, noforma parte de los nuestros.

    Como seala M. Delgado, "en contra de lo que frecuentemente se da por indiscutible, no es que ungrupo humano se diferencie de los otros porque posea unos rasgos culturales particulares, sino quesingulariza determinados rasgos culturales porque ha optado previamente por diferenciarse; as pues,no son las diferencias culturales las que generan la diversidad, sino que son los mecanismos de diver-sificacin que motivan la bsqueda de marcos distintivos que llenen de contenidos la voluntad de ungrupo humano de distinguirse".

    La relacin entre diferencia y diferenciacin es inversa a la que habitualmente se ha considerado. Enrelacin a las etnias, J. Pouillon las considera unidades sobrepuestas definibles por y en s mismas,no alimentan las base de una clasificacin, sino que por el contrario, constituyen su producto. No seclasifica porque haya cosas por clasificar; es porque se clasifica que pueden ser descubiertas (1993,p.122 ).

    1.6. CULTURA Y SOCIOLOGA

    Desde la sociologa tambin se aborda el concepto de cultura del que se proponen diversas aproxima-ciones. El punto de partida se asemeja al que se ha identificado como caracterstico de la antropolo-ga, con especial nfasis en la cuestin del significado o del smbolo. As, se considera la cultura como"el mbito significativo de la sociedad (...) que agrupa el conjunto de smbolos, creencias, conceptos,normas, conocimientos y lenguajes que hacen posible la vida de la especie humana y su orden social"(Giner, 1996, p.12) o, ms especficamente, como "el campo de produccin y consumo de bienes sim-blicos" (Bordieu, 1980, p.161).

  • PGINA

    10

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    A partir de esta concepcin general, la sociologa emplea distintos conceptos para aproximarse al fen-meno: asimilacin y rechazo cultural, aculturizacin, conflicto e integracin cultural, etc. As mismo,la metodologa de anlisis se presenta como un de los puntos de vista desde el que comprender lasvarias aproximaciones a la cultura desde la sociologa. Sin embargo, es especialmente interesante des-cribir las posibles perspectivas de anlisis de la cultura de una sociedad. Para ello, una buena aproxi-macin es la realizada por S. Giner, segn la cual las teoras vigentes sobre la cultura parten de dosgrandes perspectivas. Por un lado se entiende desde una visin vertical, en la cual predominan nocio-nes de poder, autoridad, desigualdad y conflicto; por otro, y desde una postura opuesta, como un con-junto participativo, consensuado y armnico de valores, imgenes y significados: es la concepcin hori-zontal de la cultura. (Giner, S. y otros, 1996, p.13).

    Siguiendo al mencionado autor, estas dos perspectivas son una forma de agrupar una diversidad deplanteamientos; no representan escuelas especficas en s mismas. Desde esta consideracin se pue-den definir las dos concepciones:

    Para la escuela verticalista, la cultura es un mbito de encuentro, un campo o arena en el que seresuelven las tensiones, los conflictos y las frustraciones, en el que individuos o grupos de inte-rs rivalizan con el objetivo de apropiarse y dominar la produccin y el consumo de los bienes sim-blicos escasos o estratgicos: mitos, creencias, rituales, smbolos, idiomas, lenguajes y activi-dades culturales. Un ejemplo de esta perspectiva es el anlisis marxista.

    En las teoras horizontales de la cultura, sta es un universo simblico capaz de poner a nuestroalcance una imagen coherente del cosmos y la vida, de darnos una orientacin compartida portodos, unas normas y objetivos para nuestra vida comunitaria, poltica, econmica y cotidiana. (...)Una forma generalizada de comunicacin, un campo comn de experiencia y valoraciones, unterreno compartido en el cual florecen la lengua y la conciencia colectiva de una sociedad y dondese encuentran enraizadas la poltica y la economa.

    Ambas perspectivas se presentan insuficientes: una, puede ser considerada ingenua y la otra, abonarlas teoras de la sospecha. En cualquier caso el inconveniente (que en cierta medida tambin es vir-tud) que presentan es la simplificacin de la realidad. Sin embargo, la realidad cultural es compleja yparadjica. Ante esto, se propone una concepcin multidimensional, ya que el hecho cultural es origi-nado, recreado y transformado en una sociedad mediante tres procesos sociales claramente interde-pendientes, pero tambin claramente distinguibles entre ellos: la innovacin, la comunin y la domina-cin (Giner, S. y otros, 1996, p.21). Desde esta base se puede analizar empricamente los fenmenosculturales desde una perspectiva sociolgica.

    1.7. EL DISCURSO DE LA MODERNIDAD COMO DISCURSO CULTURAL

    La sociedad posindustrial es hija de un proceso que empez a gestarse a finales del siglo XVII paraeclosionar con toda su fuerza a mediados del XVIII, sin que, entrando en el siglo XXI, se pueda decirque se haya detenido: la modernizacin.

    Bajo este concepto se intenta agrupar toda una serie de transformaciones sociales, tecnolgicas y cien-tficas cuyo impacto slo es comparable al que tuvo la revolucin agrcola en el Neoltico.

  • PGINA

    11

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    Entre las ms significativas cabe destacar:

    La transformacin tecnolgica de la economa. La implantacin de organizaciones burocrticas. La universalizacin de los lmites fsicos y culturales del mundo. El proceso de individualizacin.

    La naturaleza de esta nueva etapa es doble: despierta fuerzas constructoras de nuevas realidades, conel mayor potencial que jams haya podido poner en marcha la humanidad, an a costa de destruir todoaquello que suponga estabilidad y pretenda perennidad. Como dira Marx en el Manifiesto Comunista,"la burguesa ha producido maravillas mucho mayores que las pirmides de Egipto, los acueductosromanos y las catedrales gticas; ha acometido y alcanzado cimas en empresas mucho ms grandio-sas que las emigraciones de los pueblos y las cruzadas" (1981, p.26). A lo que aade: "La poca dela burguesa se caracteriza y distingue de todas las dems por el constante y agitado desplazamientode la produccin, por la conmocin de todas la relaciones sociales, por una inquietud y una dinmicaincesantes. Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su squito de ideas y cre-encias venerables, se derrumban, y las nuevas envejecen antes de echar races. Todo lo slido se des-vanece en el aire..." (1981, p.27).

    Los individuos que se encuentran inmersos dentro de este torbellino de creacin y destruccin de rela-ciones sociales, fuerzas productivas y creencias, tienen una experiencia contradictoria de l. Por unlado, se les promete crecimiento, transformacin de s mismos y del mundo, pero al mismo tiempo nopueden dejar de sentir la constante amenaza de la destruccin de todo lo que tienen, creen o son; dela angustia, de la necesidad de sentido que comporta esta unidad paradjica que es la modernizacin,surgirn una serie de discursos orientados a dotar de significacin y/o explicacin a los avatares de laconciencia moderna: es lo que conocemos por modernidad.

    Pero, realmente, en qu consiste el mundo moderno?, cules son sus estructuras esenciales?,hacia dnde va?. Son cuestiones a responder. Algunos autores como Habermas (1989), Koselleck(1993), Berman (1988) o Foucault (1994) sostienen que todo lo slido se desvanece en el aire y quela singularidad de la modernidad y de sus productos consiste en el intento de responder qu es estehoy que nos ha tocado vivir y que nos define como individuos, esto es, preguntar por el presente.

    Sern los filsofos de la Ilustracin quienes de manera implcita empiecen a plantearse esta cuestin,pero hasta Kant no se har una formulacin manifiesta. Concretamente, en el ao 1784, cuando elautor de la Crtica de la Razn Pura publica en un semanario alemn Respuesta a una pregunta: ques la Ilustracin?. En este clebre texto figura por primera vez la cuestin del presente, de la moder-nidad, y aparece explcitamente como el problema fundamental de la filosofa.

    La sociedad de hoy en da es hija de un proceso que se inici hace ya ms de doscientos cincuentaaos, pero, a la vez y aunque resulte extrao, es contempornea a los hombres y mujeres que lo vivie-ron y pensaron primero. La Ilustracin es la primera forma de modernidad. Son ellos, los ilustrados,quienes forjaron el vocabulario, los temas y los objetos del conocimiento que constituyen el entrama-do terico para cualquier reflexin sobre la actualidad que nos ha tocado vivir. Con ellos y ellas se com-parte la inquietud por la necesidad de encontrar una orientacin en un mundo en constante transfor-macin. La historia del pensamiento occidental en los dos ltimos siglos es un constante dilogo, conrefutaciones y afirmaciones sobre la relacin de nuestro presente con el proyecto que enunciaron losilustrados. Los temas de discusin que actualmente se pueden encontrar en cualquier foro de reflexinsobre el objeto cultura (polticas culturales, relativismo, identidad cultural y multiculturalismo, culturade masas...), tienen su origen, en mayor o menor medida, en lo que dejaron dicho los ilustrados (plan-teado elpticamente o simplemente pergeado), y en cmo se ha recogido y adaptado en la evolucindel pensamiento occidental, sobre todo lo que afecta a la concepcin del individuo, al concepto denacin o pueblo (a partir de la reaccin romntica), el tema de la identidad individual y colectiva, losmecanismos de constitucin y la valoracin de las diferentes realidades culturales.

  • PGINA

    12

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    2. EL PROYECTO ILUSTRADO2.1. LA EMANCIPACIN MEDIANTE LA RAZN

    En sentido estricto, no hay un proyecto ilustrado como tal. Entre Hume y dHolbach, Diderot y Voltaire,Rousseau y Kant, lo que existe de hecho es una coincidencia en metas y fines a alcanzar. Pero, cu-les son estos fines y estas metas?, qu es la Ilustracin?: "La ilustracin es la liberacin del hombrede su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sinla gua de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sinode decisin y valor para servirse por s mismo de ella sin la tutela de otro. Sapere aude! Ten valor deservirte de tu propia razn!: he aqu la divisa de la ilustracin." (Kant, I. 1988). Para Kant, al igual queel resto de los ilustrados, la humanidad se encuentra en un estado de inmadurez, de una minora deedad de la cual slo ella es la culpable por encontrarse instalada en una cmoda cobarda que le impi-de atreverse a pensar por su propia cuenta. Las verdades adquiridas acrticamente los prejuicios setornan una segunda naturaleza. Desprenderse de ella slo se podr realizar en el acto de valenta quesupone prescindir de las tutelas de autoridades extraas al individuo mismos y que le dictan nada derazones. El oficial dice: no razones y haz la instruccin. El funcionario de Hacienda: nada de razona-mientos! a pagar! El reverendo: no razones y cree!..." (Kant, I. 1988).

    La Ilustracin es el acto heroico de arrojar el yugo de la tutela y empezar a difundir la vocacin de cadahombre a servirse de su propio entendimiento sin la gua de otro. Esta indicacin a atreverse a pensarpor uno mismo consiste bsicamente en el uso crtico de la razn. En este contexto la razn no seentiende como algo dado de una vez por todas, sino como una actividad, una actitud antidogmtica,antifideista, analtica e interrogadora. Toda creencia, costumbre o institucin debe superar el examendel tribunal de la razn para que sea merecedora de respeto: la ignorancia y los prejuicios esclavizanla humanidad. La tarea crtica de la razn tiene en este sentido una funcin eminentemente prctica:la emancipacin de la humanidad. En esta aspiracin consiste el proyecto ilustrado (en el objetivo his-trico de crear una sociedad) mediante el cultivo de la razn, de autnticos individuos, hombres librese iguales, capaces de ser felices. Un trabajo emancipatorio que se puede concretar en tres aspectos:

    Emancipacin de los condicionantes que afectan al ser humano en cuanto ser natural y, porextensin, en cuanto a ser social: la superacin de las penurias naturales y sociales por el logrode una ciencia objetivante. El modelo lo dar la mecnica newtoniana, la cual combina brillante-mente la matematizacin de lo real con la experimentacin. Los Principia de Newton presentanuna naturaleza que se comporta como un mecanismo de relojera, un orden inmutable e inteligi-ble en el que no habra lugar para el azar ni el misterio. El conocimiento veraz de las leyes de lanaturaleza y la sociedad posibilitar la dominacin de una y de otra por medio de la tcnica. As,la humanidad lograr abandonar progresivamente su condicin de especie sometida a las incle-mencias de la naturaleza y a los prejuicios sociales, dando paso a una comunidad de seres libresde la enfermedad, el hambre, la criminalidad y otros.

    Emancipacin de los condicionantes sociales. La normatividad y el carcter axiolgico del pro-yecto ilustrado consistir en el intento de desarrollar una moral universalista en la que se atien-de al ser humano nicamente por su condicin humana, es decir, como un fin en s. As Kant, ensu deduccin del principio que debe guiar la actividad prctica, afirmar que "el hombre, y en gene-ral todo ser racional, existe como un fin en s, no simplemente como un medio para un uso de talo cual voluntad", para acabar concluyendo que el imperativo prctico al que se tiene que someternuestra voluntad es "actuar de tal manera que trates a la humanidad, tanto en tu persona comoen la persona de cualquier otro, siempre como un fin, nunca simplemente como un medio" (Kant,

  • PGINA

    13

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    I., 1984). Junto a esta moral, los ilustrados defienden un derecho formal, esto es, el derecho igualpara todos con independencia de su origen, raza, sexo y religin. Por ltimo, la consecucin de unorden poltico democrtico (para la mayora de los ilustrados equivala a una monarqua constitu-cional, libre de la influencia de la iglesia), en el que los sbditos se transformarn en ciudadanoslibre e iguales, una idea generalmente ligada a una visin cosmopolita de la ciudadana, no basa-da en la nacin o la etnia.

    Emancipacin de la actividad creativa. La Ilustracin aspira a desarrollar un arte autnomo, loque equivale a una creacin no sometida ni subordinada a nada exterior a ella misma, ya sea lareligin, los prncipes o la moral; sin funciones normativas ni didcticas. Un arte que experimen-te y explore el mundo slo con el objeto de ampliar la esfera de lo humano hasta sus lmites.Aparece entonces una crtica de arte mediadora, puesto que este arte autnomo se hace cadavez ms rico, ms complejo y menos evidente.

    Tres momentos de emancipacin que suponen un desmembramiento de la razn substantiva expresa-da por la religin y la metafsica occidentales, dando lugar a un fenmeno de divisin del saber en esfe-ras autnomas, a un proceso de racionalizacin. En cada uno de estos mbitos (cientfico, jurdico-moral, esttico) el patrn de racionalidad es metdico y procedimental, no ofrece saberes concretossino los medios adecuados para llegar a ellos y reconocerlos como tales. La expresin conceptual mslograda de esta divisin del saber la encontramos en las tres Crticas de Kant. Cada una de ellas estorientada a establecer las condiciones de posibilidad, los lmites de un conocimiento verdadero (Crticade la razn pura), de una accin moral (Crtica de la razn prctica) y de un arte autnomo (Crtica deljuicio). No se busca dar con un sistema cerrado de conocimientos para cada una de estas reas, si nodotar de los tiles necesarios para el ejercicio de la actividad crtica; slo aspira a ensear, a ejercitarel talento de la razn siguiendo sus principios generales en ciertos ensayos existentes, pero siempresalvando el derecho de la razn a examinar esos principios en sus propias fuentes y a refrendarlos orechazarlos (Kant, I., 1986).

    El fin del trabajo crtico de la razn es, como ya se ha apuntado, la consecucin de una sociedad deindividuos libres, meta que slo se puede alcanzar combatiendo la supersticin y la tradicin, es decir,con ms educacin y ms cultura. El incremento del saber implica el progreso material y espiritual dela humanidad: progreso, un concepto genuinamente ilustrado, que como afirmar Condorcet en suEsquisse dun tableau historique des progrs de lesprit humain, tiene el carcter de ley de la historiay admite como nica frontera la absoluta perfeccin del ser humano.

    La historia no es sino el proceso de maduracin de la humanidad, el movimiento mediante el cual elindividuo toma conciencia de su propia condicin y se dispone a ejercerla, a desprenderse de esasegunda naturaleza que lo encierra en un mundo espiritualmente cmodo, pero tutelado.

    2.2. PERSONA Y AUTONOMA

    El individuo, que se descubre al apartar el caparazn de falsas verdades, es un ser autnomo carac-terizado por la autoconsciencia, ya que se hace cargo de forma reflexiva de su situacin como indivi-duo; por la autodeterminacin, referida a que no son poderes ajenos los que controlan y dominan suexistencia, y la autorrealizacin en tanto que su felicidad y su autonoma slo las podr conseguir par-ticipando en un proceso del que es sujeto activo.

  • PGINA

    14

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    La exigencia, para el sujeto, de pensarse como autnomo es inseparable de una Ilustracin donde losvalores ticos, jurdicos o polticos ya no son recibidos de una naturaleza de las cosas que los contie-ne en s, sino autofundados, autoinstituidos como normas de una humanidad que se da a s misma apartir de la idea que se forja de su dignidad.

    Estas tres capacidades componen la identidad del individuo que reivindica la Ilustracin; una identidadformal, no substantiva, para un sujeto distanciado crticamente de su cultura y tradiciones. Se trata delser abstracto y universal de la Declaracin de los derechos del hombre que expresara la tesis de unmonismo antropolgico segn el cual los hombres poseen una determinada naturaleza fija, inalterable(el ser racionales) y ciertos objetivos universales, comunes e inmutables, idnticos para todos en todaspartes y en todas las pocas, que cuando lleguen a ser alcanzados supondrn la plena satisfaccin dela naturaleza humana.

    2.3. LA UNIDAD DEL GNERO HUMANO

    Para los ilustrados es ms importante aquello que tienen en comn los hombres que lo que los dife-rencia, aunque lo primero no sea nada ms que una estructura puramente formal, sin carne, ni color,ni sangre. Las diferencias culturales, la diversidad de cdigos morales y sistemas polticos son dife-rencias artificiales que ocultan la verdadera condicin del sujeto y lo mantienen esclavizado: "La ver-dadera moralidad escriba el barn dHolbach debera ser igual para todos los habitantes del globo.El salvaje y el civilizado; el blanco, el piel roja y el negro; indios y europeos, chinos y franceses, negrosy lapones, todos ellos tienen una misma naturaleza. Las diferencias que hay entre ellos son tan slomodificaciones de la naturaleza comn producidas por el clima, la poltica, la educacin, las opinionesy otras causas que actan sobre ellos. Los hombres difieren en la idea que se forman sobre la felici-dad y los medios que creen necesarios para conseguirla" (Bury, J., 1971).

    La Ilustracin afirma la unidad del gnero humano. Hay una nica historia: la de la humanidad. Se tratade una historia concebida como el progreso lineal desde la ignorancia al saber, de la tirana a la liber-tad, de la infancia a la madurez. Bajo el manto de las variaciones culturales descubrimos el hilo rojoque atraviesa la historia uniendo las distintas generaciones, el telos que la anima, aquello que la haceverdaderamente universal: la constitucin de una sociedad de individuos autnomos, libres e iguales.

    La unidad del gnero humano, basada en la idea de sujeto autnomo proporciona el patrn para mediry comparar las culturas y las pocas de la historia, encontrndose Europa a la cabeza de esta lnea deprogreso. En palabras de Hazard, la densidad de los habitantes, opulencia de las ciudades, pero porencima de todo, la supremaca intelectual: la ciencias, las bellas artes y las artes mecnicas que mul-tiplicaban los bienes; el imperio de una razn que tenda a lo universal, que correga las estpidas vani-dades nacionales (....) Parte filosfica, parte pensante del mundo. Por qu los asiticos y los africa-nos no haban atracado en sus puertos, conquistado sus territorios, impuesto su autoridad a los prn-cipes autctonos? Porque los europeos eran los ms fuertes porque eran los ms sabios; por ser losms sabios, representaban un grado ms adelantado de civilizacin. Estos grados de civilizacin per-miten establecer una jerarqua entre pueblos y culturas en funcin de la proximidad y su contribucina la meta de la historia; las ms avanzadas tienen el deber de ayudar a progresar, crecer y madurar alas que se encuentran en un estadio ms primitivo, puesto que ninguno de los pueblos del mundo hasido castigado por una maldicin de la naturaleza a mantenerse en una perpetua inferioridad. Una ace-leracin del tiempo histrico que permitir llevar a cabo una autntica homogeneizacin, una efectivauniversalizacin del conocimiento y de la moral, de los sistemas polticos y de los procedimientos eco-nmicos.

  • PGINA

    15

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    3. LA CULTURA COMO MANIFESTACIN DEL ESPRITU COLECTIVO: UNA IDEA ROMNTICA3.1. LA INSATISFACCIN ROMNTICA

    Es un lugar comn entre cierta historiografa el presentar al romanticismo como un movimiento com-pacto, reaccionario y, hasta cierto punto, irracionalista. El pensamiento de Fichte, Schelling, Hderlin oel joven Hegel sera el negativo perfecto de todo aquello que representaba la Ilustracin. Pero, de loque se trataba expresado en conceptos hegelianos era de una "Ilustracin insatisfecha". El roman-ticismo no es tanto una negacin sino una muestra nada homognea de inconformismo y decepcinfrente a la evolucin y puesta en prctica de los ideales de la Ilustracin.

    En lneas generales se puede afirmar que los romnticos compartan con los ilustrados la aspiracin auna sociedad de autnticos individuos libres e iguales, capaces de ser felices. Compartan tambin elimperativo moral de una rebelin prometica contra las estructuras opresivas que impiden la plena rea-lizacin humana. Pero, disentan en cuanto a que el cultivo de lo que los ilustrados llamaban raznpudiera tener un carcter emancipatorio. Esta insatisfaccin romntica consista en:

    a) Crtica al modelo cientfico moderno: para la mentalidad ilustrada, la naturaleza es un objeto deobservacin, experimento, explicacin terica y manipulacin tecnolgica. La realidad es concre-ta, literal y unvoca. La estructura del universo consiste en unas leyes generales que al ser des-cubiertas permitirn penetrar en l, desvelando sus misterios y, a la vez, desposeyendo de auto-ridad a la religin y dems supercheras que esclavizan a la humanidad. Para los romnticos, porcontra, la realidad est llena de resonancias simblicas, es fundamentalmente polivalente, uncomplejo constantemente variable de significados en mltiples niveles. La verdad del mundo natu-ral no se mostrar diseccionndolo y analizndolo; slo se puede llegar a ella por medio de la reve-lacin que se produce al superar la dicotoma entre sujeto y objeto, mediante un acto de comu-nin con la naturaleza. La metodologa de la ciencia moderna es una pura formalidad que se dedi-ca a pesar, medir y descomponer. La pretensin de una emancipacin de las inclemencias quehace padecer la naturaleza, gracias a la matematizacin de lo real. Es el reflejo de una mentali-dad materialista, fra y calculadora que, al no poder tener en cuenta lo cualitativo, lo diferente ylo heterogneo, deja tras ella un mundo desprovisto de significado, objeto de explotacin y expo-lio. Un vaco de nmeros y frmulas que resulta ser un obstculo que impide cualquier acceso alas fuentes de la trascendencia, y con ello la posibilidad de encontrar respuestas a lo que mspreocupa: cul es el lugar del ser humano en el universo, qu sentido tiene su sufrimiento y unconsuelo frente a la angustia de la muerte.

    b) Crtica de la alienacin y el extraamiento: sin oponerse a la necesidad de la emancipacin res-pecto a la tirana del orden feudal, los romnticos se dan cuenta de que la libertad ilustrada traeconsigo la sustitucin de una sociedad en la que las relaciones humanas se regan por valorescomo la amistad, lealtad, amor, honor por otra en el que la autonoma de los individuos se reali-za a costa de la solidaridad comunitaria, la individualizacin por medio de la uniformalidad basa-da en una libertad abstracta, reflejo de la ley formal del modelo de las ciencias. Slo priman losintereses egostas y materiales, los lazos profundos y las convicciones comunes tienden a desa-parecer; tras la aparente civilizacin reina una hostil lucha de intereses particulares. La Ilustracinsupone romper con los lazos comunitarios entre los hombres, destruye tradiciones y sociedades,ofreciendo nada ms a cambio que un individuo insolidario, reducido a una pobre existencia some-tida a la especializacin y una sociedad fragmentada en una pluralidad de intereses contrapues-tos que tiene como nico valor la acumulacin de riquezas. Realmente, se preguntan los romn-ticos, puede afirmar este individuo autnomo moderno su superioridad frente a los otros hom-

  • PGINA

    16

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    bres que le han precedido? o en palabras de Schiller: "Qu hombre de hoy en da se atrevera air al encuentro de uno de Atenas para disputarle el premio de la humanidad" (1983).

    c) Crtica a la concepcin ilustrada de un arte autnomo. Mientras que para los ilustrados el mode-lo de conocimiento por excelencia lo proporcionaban las ciencias naturales, los romnticos porcontra defienden el valor de las artes como forma superior de saber. Gracias a la intuicin est-tica la obra de arte penetra en lo invisible para la razn, mantiene una conexin directa con el mis-terio del mundo, con el poder de explorar tanto universos ocultos como crear nuevos con la ima-ginacin. Si la Ilustracin sostena que la emancipacin de la humanidad pasaba por el aumentode nuestro saber cientficotcnico, para el Romanticismo, "si alguien quiere resolver de unamanera prctica cualquier problema poltico, esto lo habr de hacer por el camino de la esttica,porque la belleza es la va que conduce a los hombres hacia la libertad" (Schiller, F., 1983, p. 42).

    Con estas crticas el ideal romntico torpedea la lnea de flotacin del proyecto ilustrado: cuestiona elpoder salvador de la ciencia y deja en un segundo plano la idea de unidad del gnero humano, parapasar a destacar las diferencias entre culturas como defensa frente a la uniformalizacin y escisinque da a lugar el triunfo de la sociedad burguesa.

    3.2. COMUNIDAD ORGNICA

    La nostalgia por la polis griega, por el sistema de lazos personales de la Edad Media o por la vida sen-cilla de las comunidades agrcolas es un denominador comn de la consciencia romntica. Esta ideade una comunidad orgnica, no despedazada por el atomismo de los intereses particulares en dondeno existe la anomia social, es la expresin de la aoranza de un mundo perdido en el que crean, exis-ta un consenso moral y religioso donde se daban unas formas ms autnticas de relacin entre loshombres y mujeres con lo natural y lo sobrenatural.

    No es que los romnticos quieran abandonar la concepcin ilustrada de individuo, la mantienen. Pero,oponen a su concrecin abstracta y formal, igualadora y uniformadora, la idea de que cada individuoes un ser nico y distinto con unos potenciales que han de desarrollarse y expresarse a lo largo de suvida. Es el principio de individualidad segn el cual la vida humana tiene una unidad anloga a la deuna obra de arte, cuyas partes slo encuentran su significado en relacin con todas las dems. Paralos romnticos la vida humana se desenvuelve a partir de un tema central, o as debera de hacerlo sino fuese bloqueada y deformada. Cada persona es un ser irrepetible, diferente que no puede ser some-tido a una homogeneidad abstracta; siguiendo la formulacin de Herder: "Cada ser humano tiene supropia medida, a la vez que un acuerdo propio de todos sus sentimientos sensibles entre s" (en Vilar,G., 1999, p. 23).

    3.3. LA IDENTIDAD Y LA PERTENENCIA

    El concepto que permitir interpretar la historia no ser el de humanidad, sino el de pueblo o nacin(Volk).

    Herder ser el primero en formular esta idea, aunque en ilustrados franceses como son Montesquieuy Voltaire, ya se menciona el esprit des nations. La concepcin ilustrada de nacin como contrato, comoun pacto entre individuos que ha de ser constantemente renovado y sometido mediante el uso crticode la razn al plebiscito de los individuos-ciudadanos, es substituida por la de Volk, una entidad aut-

  • PGINA

    17

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    noma que existe previamente a las individualidades que la conforman, y que, por tanto, no puede serreducida a la simple yuxtaposicin de stas; al contrario, es el lazo que las une, generando un todoautosuficiente con un sentido que est ms all de ellas y que se rige por sus propias leyes. Cada pue-blo posee su Volkgeist, su genio que emana en la noche de los tiempos directamente de la divinidado el absoluto. El Volkgeist es una esencia inalterable, un tema gua particular, una manera nica eirremplazable de expresarse. Siendo la historia de cada nacin el desarrollo de este tema, las nacio-nes son segn Herder, "flores que crecen bajo el cielo y prosperan casi sin ninguna ayuda, mueren allo se marchitan miserablemente" (1983, p. 126).

    Esta unidad de la nacin, este alma general, tiene en el idioma el vehculo privilegiado de manifesta-cin y de integracin: las palabras son fundadoras de mundos, ya que tienen significado no simple-mente porque llegan a ser utilizadas para sealar objetos, sino porque expresan cierto tipo de con-ciencia de nosotros mismos y de las cosas. Es un medio de expresin de cierta forma de ver y de expe-rimentar. No puede haber pensamiento sin lenguaje y los lenguajes de los diversos pueblos reflejandiferentes visiones del cosmos.

    La historia deja de ser la de la humanidad para convertirse en la de los avatares de las diferentes nacio-nes. Herder la fragmenta en una sucesin de pueblos y pocas, sucesin que no se dirige hacia un finnico comn a todo el gnero humano, sino que cada pueblo o nacin, de acuerdo con su Volkgeist,tiene "su punto central de felicidad en s misma, igual como cada esfera tiene en s misma su puntocentral gravedad" (1983, p. 69); por tanto, a cada una le correspondera una meta particular: el desa-rrollo ms perfecto posible de su tema primigenio.

    La Ilustracin, en su afn homogeneizador, practica una descontextualizacin de las obras humanas,olvidando que cada cultura habra de ser medida con una vara diferente puesto que posee una signifi-cacin propia y no necesita de una meta final para obtenerla. Un pueblo no es un instrumento para unfin que se encuentra ms all de l: l es su propio fin. En consecuencia, las culturas son incompa-rables, inconmensurables, porque quin puede comparar la diferente satisfaccin de sentidos dife-rentes, de mundos diferentes? Es la afirmacin del relativismo cultural que Herder en su Filosofa dela historia para la educacin de la humanidad (1774), lleva a sus ltimas consecuencias para acabarsosteniendo la incomunicabilidad entre las culturas: "Para lo que est afuera la naturaleza me armo deinsensibilidad, frialdad y ceguera. Hasta puede llegar a ser desprecio y repugnancia..." (1950, p.51).

    Los criterios de Verdad, Bien y Belleza no son ms que artificios puestos al servicio de occidente paraocultar la explotacin en nombre de la filantropa de los pueblos que se encuentran ms atrs en elorden de evolucin que l mismo ha creado e impuesto. La identidad del individuo es una expresindel genio de la nacin, ser ste quien aporte las caractersticas ms importantes como persona. Loshombres y mujeres no nacen al margen de ninguna comunidad, ya adultos, sin pasado, ni tradicin nilengua. Las actitudes cosmopolitas significan un alejamiento de las fuentes del sentido, un empobre-cimiento de la persona. La senda hacia la felicidad no se hallar a travs del saber ni por la interroga-cin crtica de lo aprendido; al contrario, consistir en empaparse de esa singularidad irreductible delespritu del pueblo, en sus tradiciones, en lo nuestro. El prejuicio se torna categora filosfica, puestoque "el prejuicio es aceptable en su momento, pues hace feliz. Impulsa a los pueblos hacia su centro,los fortalece en su tronco, los hace ms florecientes en su idiosincrasia, ms apasionados y, por lotanto, ms felices en sus tendencias y fines. La nacin ms ignorante, ms llena de prejuicios a menu-do es, en ese sentido, la primera" (1983, p. 70).

    En la produccin cultural lo que primar ser la autenticidad, es decir, la conexin con esta esenciainmutable, su carcter de reflejo, libre de impurezas ajenas, del espritu de la nacin. Las tradicionesy el folclore regional, al tratarse de una expresin directa de este ser, deben servir de fuente de inspi-racin para una obra ms elaborada, pero que quiera ser fiel a sus orgenes y a la vez a su identidad.

  • PGINA

    18

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    Como es de suponer, el concepto de persona que se deduce de lo expuesto ser muy diferente aldefendido por la Ilustracin. De hecho, representa una respuesta al malestar que genera una indivi-dualidad completamente autnoma que se da a s misma sus normas manteniendo una distancia cr-tica con todo lo dado. Puede que sea una tarea, la de la libertad, para la que todava los individuos nose encuentren preparados.

    4. CRISIS DE LA MODERNIDAD4.1. LA DESLEGITIMACIN DE LOS GRANDES RELATOS

    Las crticas del Romanticismo al proyecto ilustrado y a la modernizacin fueron en ciertos aspectostan certeras que cualquier nuevo intento honesto de pensar el presente no poda obviarlas. Una seriede pensadores (Hegel, Marx, Baudelaire y otros) aceptarn este reto y, sin renunciar a los logros de lamodernizacin, darn su propia visin con cierto distanciamiento crtico, dando lugar a lo que se ha lla-mado grandes relatos de legitimacin del proceso de modernizacin (Lyotard, J.F., 1984): al pensa-miento clsico de la modernidad.

    El pensamiento clsico moderno (con el objeto de salvar la conexin entre emancipacin e ilustracin)concibe el dolor que produce el triunfo de la racionalizacin como un momento necesario pero supera-ble en la ejecucin del proceso de hominizacin. La historia y la constitucin del individuo, que se daa lo largo de ella, no es una marcha triunfal hacia la libertad sino la extensin gradual y universal dela alienacin del individuo hasta llegar a su culminacin en los tiempos presentes, en los que al darselas condiciones materiales y espirituales adecuadas, cambia de signo para dar comienzo a la verda-dera historia de una humanidad emancipada y duea de su destino. Todos los males, todos los horro-res sufridos han sido necesarios para poder llegar hasta esta meta: la autocreacin del individuo. Sloconociendo el sentido de esta meta en la historia, sta no aparecer utilizando las palabras de Hegelcomo un confuso "montn de ruinas" o el "banco del carnicero en el que se han sacrificado los indivi-duos" (1994, p.79-88).

    Pueblos, individuos y culturas, sern evaluados teniendo en cuenta su aportacin al logro de esta metay puede que sea lamentable, como apunta Marx respecto a la colonizacin britnica de la India, desdeun punto de vista humano ver como se desorganizan y disuelven estas decenas de miles de organiza-ciones sociales laboriosas, patriarcales e inofensivas y por triste que sea verlas sumidas en un mar dedolor, contemplar como cada uno de sus miembros va perdiendo tanto sus viejas formas de civilizaciny sus medios tradicionales de subsistencia; pero no hemos de dejar de tener presente que detrs deeste mundo idlico se esconda el despotismo oriental, la restriccin del intelecto humano a los lmitesms estrechos, convirtindolo en un instrumento sumiso de la supersticin, sometindolo a la escla-vitud de reglas tradicionales y privndolo de toda grandeza y de toda iniciativa histrica (1975, p. 359).Gran Bretaa, sin saberlo, al implantar el modo de produccin capitalista por todo el planeta se con-vierte en el instrumento inconsciente de la historia sentando las bases materiales para el surgimientode una nueva sociedad. Cierto es que la consecucin del nuevo mundo comporta destruccin y pade-cimiento pero, cundo se ha realizado algn progreso sin empujar a individuos aislados y pueblosenteros por la sangre y el fango, la miseria y la degradacin?" (1975, p. 365).

  • PGINA

    19

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    El siglo XX significar la desautorizacin de los grandes relatos de la modernidad. Esta nueva etapa delpensamiento la inaugura un ermitao, Zaratustra, cuando baja de su exilio de las montaas para dar aconocer la buenanueva de la muerte de Dios.

    Con este personaje se retomarn, ms elaboradas y bajo un nuevo prisma, la mayora de las crticasromnticas al proyecto de la luces: la razn, lejos de tener un poder salvador, se revela como una fuen-te de opresin de la naturaleza interna y externa de los individuos y los pueblos. Esto se debe a queel modelo de racionalidad propugnado por la Ilustracin (basado en los principios de identidad y no con-tradiccin), es meramente formal e instrumental (Zweckrationalitat) ya que simplemente atiende a losmedios ms eficientes para obtener unos objetivos determinados que acostumbran a ser econmicoso administrativos (Weber). La hipstasis del mtodo de la ciencias matemtico-fsicas implica la reduc-cin de lo real a lo calculable, a la desaparicin del mundo de la vida (Lebenswelt), el lugar de las sig-nificaciones frente a unas organizaciones cada vez ms burocratizadas. Slo se ha conseguido domi-nar la naturaleza pagando el precio de la represin interna (Adorno y Horkheimer). La misin de occi-dente de llevar hacia los cauces de la historia a los pueblos primitivos no fue ms que una excusa, unatapadera de la expoliacin por medio de la colonizacin.

    Si detrs de toda voluntad de saber se encuentra agazapada una voluntad de poder, las pretensionesde imparcialidad del tribunal de la razn se derrumban y aparece una cruda lgica de dominacin. Launiversalidad, los conceptos intemporales de Verdad, Bien y Belleza no son ms que una estrategia deOccidente para la fagocitacin de individuos, culturas y sociedades sin que nadie, despus del horrorde Auschwitz, tenga el valor o desfachatez intelectual de continuar defendiendo la tesis de que pormedio del mal se va realizando el sentido oculto de la historia, la autoconstitucin de los individuos.

    4.2. RELATIVISMO CULTURAL

    Quedan puestos en entredicho los intentos de clasificacin de las sociedades en un orden de perfec-cin creciente. Las pocas y culturas no son etapas de una marcha triunfal del individuo o la nacinhacia un mismo objetivo al que tienden a converger en vistas al cual son evaluadas, sino diferentesestrategias adoptadas para encarar la vida cotidiana en realidades diversas. Dice Lvi-Strauss que sehabr que admitir que en la gama de posibilidades abierta a las sociedades humanas cada una hahecho una cierta eleccin y que esas elecciones son incomparables entre ellas, son equivalentes(1955, p.416). Occidente no es la civilizacin sino una cultura especial, una variedad ms de las for-mas que adopta lo humano. Cada cultura es una forma de vida con su propia lgica interna, con unaserie de leyes que se da a s misma y que delimitan su marco de verdad. Esta incomparabilidad e igual-dad en la verdad que encierra en s misma cada cultura, conduce al reconocimiento del respeto a ladiversidad como el bien ms preciado. Existen una pluralidad de lenguajes propios, una multitud demundos, cada uno con su ley que, occidente con la misin civilizadora que se ha autoimpuesto puedellegar a destruir. As continuando con Lvi-Strauss hay que estar alerta y no olvidar jams que nin-guna fraccin de la humanidad dispone de frmulas aplicables al conjunto y que una humanidad con-fundida en un gnero de vida nico es inconcebible porque sera una humanidad cosificada. La nece-sidad de preservar la diversidad de las culturas en un mundo amenazado por la monotona y la unifor-midad, es el hecho de la diversidad el que debe de ser salvado (1967, p. 77).

    Se llega de esta manera al hallazgo del otro, de aquel que la razn haba clasificado como salvaje, pri-mitivo. Un descubrimiento que no se queda en un simple conocer, sino que se trata de un reconoceren un doble sentido: reconocer la dignidad y la verdad en formas de vida diferentes y reconocer la bar-barie de la incivilizacin dentro de los usos ms corrientes de la nuestra. Existen otros mundos, otrasverdades, otras justicias, otras bellezas. El monismo antropolgico sobre el que se haba asentado lacultura occidental durante los ltimos dos siglos se viene abajo: ya no se puede deducir la moralidad

  • PGINA

    20

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    de un hecho o la belleza de una obra de arte a partir de unas pocas premisas antropolgicas, esto es,a partir de ciertos atributos eternos de la naturaleza humana en general. Ya nadie puede decir "Yo soyel Hombre" y de esta forma, con absoluta buena conciencia, colonizar al resto del mundo. sta es laclave con la que se ha de interpretar la afirmacin intempestiva de Foucault respecto a la muerte delhombre.

    En este desplazamiento de la focalizacin en Europa de la bandera de la humanidad han jugado fuer-te las llamadas ciencias sociales, y en especial, la antropologa al ofrecer una perspectiva basada enun axioma epistemolgico y deontolgico que desbarata las estrategias de todo etnocentrismo encu-bierto: el relativismo cultural. Como seala M. Delgado, el relativismo cultural implica un doble movi-miento: por un lado, el antroplogo intenta aproximarse al mximo a la existencia de los otros parallegar a ver el mundo desde su punto de vista aunque procurando contemplar la actividad humana enperspectiva y desde el exterior con una visin que querra parecerse a la del naturalista sobre el terreno(1998, p.140).

    En definitiva, lo que nos ensea el relativismo cultural es que para comprender otras culturas es nece-sario saber ver la nuestra como una ms entre las otras. Pero de ello no se deduce el relativismo pos-moderno que niega la posibilidad de todo universalismo porque aqul slo puede serlo relativamente,es decir, slo puede ejercerse ponindose l mismo en cuestin y asumiendo con humildad sus para-dojas y contradicciones (1998, p.141). Tampoco se deduce un elogio per se de las diferencias entrelas distintas culturas ya que stas slo cobran valor si satisfacen la necesidad que cualquier sociedad,cualquier pensamiento y cualquier forma de vida experimentan del contraste como la materia prima dela cual dependen. El elogio de la pluralidad de identidades que hace el antroplogo se cuida de recor-dar a quien quiera escuchar que estas identidades que estudia no son lo que alimenta la segmen-tacin identitaria de la sociedad, sino, todo lo contrario, lo que resulta de aplicarla (1998, p.140).

    Pluralidad de mundos, pluralidad de formas de vida y pluralidad de verdades que se ve acrecentada porel efecto de la inmigracin y de la divisin del trabajo y los saberes en las grandes ciudades de lassociedades del capitalismo tardo. La formacin de la identidad del individuo que vive en estas urbeses ciertamente complicada: el modelo ilustrado de un sujeto descredo y crtico con lo que le rodea aca-rrea toda una serie de anomias y tensiones difciles de soportar. Por otro lado, la solucin romnticade volver la mirada a la comunidad o hacia la nacin se ha roto por completo: en un mismo pas con-viven diferentes tradiciones, los lmites del mundo se hacen cada vez ms pequeos y es tremenda-mente fcil relacionarse con alguien que se encuentre en el otro extremo; no tiene sentido apelar a unaesencia inmutable a la que dirigirse porque sta (si es que lo ha hecho alguna vez) ha dejado de existir.

    La nueva identidad que est surgiendo es ligera, mvil, polimorfa, sin grandes compromisos, toma loque parece adecuado de cada uno de estos mundos de significado cuando se le ofrece y lo abandonacuando ya no le satisface. Es eclctica, ya que omos reaggee, miramos un western, comemos en unMcDonalds a medioda y un plato de la cocina local por la noche, nos perfumamos a la manera dePars en Tokio, nos vestimos al estilo retro en Hong Kong (Lyotard, J.F., 1987, p. 17). Una concienciamestiza acorde con una sociedad multicultural, multiracial.

    El descubrimiento del otro no implica solamente el que todas las culturas sean igualmente legtimas;el otro es tambin lo marginal en nuestra propia sociedad: son todos aquellos discursos que al apar-tarse de los cnones elitistas de cultura que propugnan las Luces haban sido excluidos por conside-rarlos innobles o menores. Se pasa entonces a reconocer el estatus cultural a toda produccin huma-na. Siguiendo la definicin de la UNESCO, cultura es "el conjunto de conocimientos y de valores queno es objeto de ninguna enseanza especfica y que, no obstante, todo miembro de una comunidadsabe". De la misma manera que ninguna sociedad en particular puede pretender ser la civilizacin y la

  • PGINA

    21

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    unidad de medida de las otras, tampoco ningn producto podr tener la osada de presentarse como"la cultura". Mozart y Chayanne, un partido de ftbol y el Lago de los cisnes, Elektra y los culebrones,Velzquez y los grafitis, todos estn dentro del mismo saco y comparten la misma dignidad y valor.

    Ante los nuevos retos que se presentan en este final de milenio, tal vez sea conveniente hacer unaserie de reflexiones para intentar comprender si los planteamientos responden de manera adecuada alas inquietudes. Preguntas sobre la ablacin en el cuerno de frica, la pena de muerte en EstadosUnidos, la sociedad teocrtica del Tbet, el integrismo talibn o el aborto selectivo en China son for-mas culturales, expresiones de diferentes modos de vida, y por lo tanto, merecedoras de respeto nojuzgables desde los valores de otra cultura. O tal vez haya que abordar estas prcticas a partir de algu-na forma de universalidad, por humilde que sta sea, aunque peque de la visin etnocentrista de eseproducto cultural de occidente que son los derechos humanos.

    No ser tal vez que el comportamiento eclctico, descredo y no comprometido del individuo de la socie-dad posmoderna significa simplemente apropiarse de los aspectos ms superficiales de las culturas, desu versin edulcorada y que el tan trado trmino de multiculturalidad no es ms que un sinnimo de "biensurtido" y que, a fin de cuentas, de lo que se trata en el mercado cultural (como en todo gran supermer-cado) es de satisfacer los caprichos del cliente-rey (Fienkielraut, A., 1987, p. 116 y siguientes).

    La rehabilitacin de los discursos que haban excluido una concepcin extremadamente elitista de lacultura, no se estar llevando a cabo a costa de la sustitucin del sacrificio y esfuerzo que comportatodo proceso de aprendizaje? En vez de rigor y concepto, lo que prima es el feeling y una diversin sincoordenadas ni referencias. No se estar viviendo en una Disneylandia global en la que con objetode hacerlo ms cercano al gran pblico se presenta el genio creador de Mozart como un alegre borra-chito lujurioso que celebra con risas cada una de las travesuras que son sus composiciones?

    4.3. EL ARTE POSTAURTICO

    Histricamente el arte ha tenido una funcin teraputica, de catarsis (redime de las penurias de la vidacotidiana, ya sea reconcilindonos con ella o por contra abriendo y anticipando nuevos mundos y expe-riencias) y pedaggica (trasmitiendo y formando en los valores de la tradicin, la religin o la revolu-cin). Esta funcin sanadora y pedaggica era posible ya que la obra de arte era el vehculo privilegia-do de expresin de lo sagrado, lo trascendente y lo oculto. La contemplacin de una obra de arte nospona en contacto directo con la divinidad, con verdades eternas, provocando esta experiencia cambiosimportantes en nuestro espritu: tena un carcter sacro.

    Difcil es, hoy en da, querer mantener esta afirmacin. A la obra de arte, le ha sucedido lo mismo quea aquel personaje de Baudelaire que en medio del trajn de la gran ciudad, en un movimiento brusco conel fin de esquivar un coche, le cae en el asfalto la aureola que hasta el momento haba lucido con tantoorgullo. Prdida de aureola, desacralizacin, desublimacin del arte, trminos sinnimos para expresarlo que, en 1936, Benjamin fue el primero en diagnosticar con la expresin "decadencia del aura".

    A pesar de que el trmino de aura en Benjamin, la manifestacin irrepetible de una lejana (por cerca-na que pueda estar), no es del todo evidente por estar cargado de unas fuertes connotaciones msti-cas y esotricas, lo que el autor intenta conceptualizar con l es la relacin de los hombres con el uni-verso simblico al que pertenecen. Las obras de arte habran tenido hasta la fecha un valor aurticopor servir de nexo entre los individuos y sus ritos, tradiciones y cultura.

    Ejemplo

  • PGINA

    22

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    Benjamin hace responsable sin llegar a demonizar de esta decadencia del aura a la evolucin tcni-ca de las sociedades industriales y del protagonismo de las masas en ellas. Decadencia que no se hade entender como un muerte del arte, sino ms bien como un enfriamiento del aura y su desplaza-miento hacia las leyes de la oferta y la demanda, la mercantilizacin y transformacin en un objetopuede que muy particular, pero de consumo al fin y al cabo, de la obra de arte (Brea, J.L., 1991). Variosson los ocasos de las caractersticas tradicionalmente constitutivas de la obra de arte:

    Ocaso de la autenticidad de la obra. Como apunta Benjamin, la posibilidad de reproduccin mec-nica afecta a una de las principales caractersticas de lo que se haba entendido como obra dearte: su unicidad, su singularidad, ligada al "hic et nunc de la obra de arte, a su existencia nicae irrepetible en el sitio donde se encuentra" (1983, p. 35). Desaparece, o por lo menos se vereducido, cualquier supuesto de prelacin en el orden de la experiencia, del original sobre lascopias.

    Ocaso del valor cultural. Ms all de la posibilidad que nos ofrece los avances de la tcnica derealizar copias ad infinitum de una obra de arte, no slo las obras del pasado pierden el halo quelas envuelve, sino que adems nacen formas de arte en las que la reproductividad es constituti-va (cine y fotografa) y en las que el valor de la obra se desplaza hacia su capacidad exhibitoria,en su poder de recepcin por las masas.

    Ocaso del arte entendido como un hecho especfico y separado del resto de la existencia. Lareproductibilidad de lo artstico implica una estetizacin general de la existencia. Se cumple el pro-grama de las vanguardias artsticas de negar la validez a los lugares tradicionalmente reservadosa las experiencias artsticas (teatros, museos, libros) y a los temas tradicionalmente considera-dos dignos de ser tratados por ste para otorgrsela a otros ms mundanos (teatro en la calle,conciertos al aire libre, body art). No se trata de una regeneracin revolucionaria de la sociedad,sino de una produccin y consumo masivo de objetos formalmente artsticos gracias a las nuevastecnologas y a los medios de difusin y consumo de una sociedad de masas.

    Ocaso de la experiencia artstica. La cultura generada por los medios y la sociedad de consumoacaba con las formas de recepcin individualizadas e ntimas, caracterizadas por el recogimientoy el juicio ponderado para pasar a formas colectivas de recepcin en las que se dan mezcladasla diversin y la actitud crtica; se trata, en palabras de Benjamin, de una "percepcin distrada"(1983, p. 68).

    4.4. ESTADO Y CULTURA

    La cultura es objeto de intervencin del Estado. No obstante, se ha podido constatar que el conceptode cultura tiene un claro carcter polismico y, por lo tanto, susceptible de interpretacin desde dis-tintos puntos de vista. Sin embargo, las polticas culturales actan sobre una determinada realidad ylo hacen de un modo determinado. As, el plantear la relacin entre Estado y cultura significa, comomnimo, dos cosas: en primer lugar, sobre qu acta el Estado y en segundo lugar, cmo acta.

    El concepto sobre el que se acta habitualmente es un campo difuso, supuestamente autnomo, en elque se integran de manera poco clarificada una serie de producciones para las que se consensa unapuesta en valor especial. Representa lo que tcnicamente es un sistema de cultura en el que perso-nas, actividades y productos reciben su homologacin como materia cultural a partir de juicios ema-nados por una casta especial constituida por personas consideradas, autorizadas o entendidas. Estadefinicin equivale fundamentalmente a lo que se acostumbra a denominar cultura de lite.

  • PGINA

    23

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    Desde esta consideracin, la cultura permite jerarquizar a los seres humanos en funcin de lo quePierre Bourdieu ha denominado capital cultural. El beneficio simblico, lo que dicho autor denominarentabilidad cultural se obtendr no slo con el objeto de arte y cultura dado en cada actividad, sinomuchas veces a posteriori: de las conversaciones que mantendrn con respecto a la misma y median-te la cual se esforzarn por apropiarse una parte de su valor distintivo (1992, p.266).

    Esta tendencia a la jerarquizacin, a la divinizacin de la cultura por unas determinadas polticas pbli-cas, se complementa con un movimiento dialctico de signo contrario: la homogeneizacin cultural,banalizacin de la cultura, una "disneylandizacin". Este doble movimiento poco tiene que ver que loque debera ser un servicio pblico en cultura. Como seala Marc Fumaroli, autor de uno de los librosms importantes y polmicos de los ltimos aos, en relacin a las polticas pblicas en cultura afir-ma que no cumplen su funcin ya que no dan al pblico los medios de desarrollarse gracias a la edu-cacin, a una preparacin para abordar los grandes libros, las obras maestras de la pintura, la msi-ca, el pensamiento filosfico sin el cual buena parte de lo que se ha estado haciendo en Europa esincomprensible. Al privilegiar la difusin sobre la educacin, se engaa al pueblo porque los que yaestn educados se aprovechan de esa difusin mientras los dems, los que no estn educados, sevuelven simples consumidores.

    Aunque tampoco se trata de llegar al extremo de la mxima banalizacin y reducir la cultura al ocio, alespectculo: "Lo que ha evolucionado es una esfera de ocio cultural, dentro de la cual se desarrollanmuchas cosas que no pueden ser asimiladas a la cultura. Para m, es importante distinguir lo que per-tenece al orden de la cultura en el sentido ms clsico (es decir, el de una bsqueda interior profundade s mismo apoyada en los libros, en las obras de arte, en la msica) de lo que se integra en el mer-cado del ocio. La voluntad de homogeneizar una sociedad por la difusin igualitaria de valores falsa-mente culturales constituye una mentira hacia la sociedad y hacia esos mismos valores culturales, yaque stos se encuentran reducidos a unas consignas conformistas que los vacan de su verdadero con-tenido espiritual y nutritivo" (Fumaroli, M., 1994 p.21).

    Por lo tanto, a la pregunta sobre el qu y sobre cul ha de ser el contenido del servicio pblico en cul-tura se puede responder a partir de una doble negacin: ni la divinizacin ni la banalizacin; ni la cul-tura para una lite ni la cultura como mero objeto de consumo de ocio.

    Contestado el qu resta la pregunta sobre el cmo, es decir, sobre quin debe financiar y gestionar losservicios culturales. En este sentido, nos encontramos en un momento de cambios importantes: la cri-sis del estado del bienestar, la necesidad de encontrar nuevos mecanismos de colaboracin entre lopblico y lo privado, la mundializacin econmica, el nuevo paradigma derivado de la sociedad de lainformacin, la creciente importancia del denominado tercer sector son algunos elementos que se hande contemplar al plantearse la relacin entre cultura y estado.

    No obstante, el reto ms importante es el de dar contenido a los derechos culturales como parte de losderechos humanos establecidos en las grandes convenciones (tanto internacionales como en muchasconstituciones) pero insuficientemente desarrollados. Concretar qu significa el derecho al acceso de lacultura y comprometerse a garantizarlo es un deber ineludible de los estados democrticos.

  • PGINA

    24

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    SNTESIS El concepto de cultura se caracteriza por la pluralidad de sentidos que puedetener segn el contexto, segn la disciplina desde la que se aborde y segn elcomponente ideolgico que lo determine. En cualquier caso, el concepto desdeel que se trabaje tiene importantes consecuencias desde la perspectiva de laspolticas culturales.

    El concepto de cultura ha sido definido desde dos vertientes principales,ambas con importantes connotaciones ideolgicas: la vertiente axiolgica y lavertiente descriptiva. En la primera existe un ideal humano y por tanto grada-ciones en relacin a la cultura; en la segunda, cultura es simplemente loopuesto a naturaleza y no existe ningn tipo de gradacin.

    Cultura proviene del latn colere que significa labrar el campo, cultivarlo parahacerlo frtil. El sentido derivado de su etimologa es un claro representantede la vertiente axiolgica.

    La antropologa se considera la ciencia descubridora de la cultura y es la cien-cia que hace de la cultura su principal objeto de estudio. La definicin canni-ca es la que ofrece Tylor en su Primitive Culture: "cultura (...) aquel todo com-plejo que incluye el conocimiento, las creencias (...) y cualesquiera otros hbi-tos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembros de la socie-dad".

    La sociologa tambin se ha aproximado a la cultura. Lo ha hecho desde dosanlisis: el vertical (en el que dominan nociones de poder, autoridad, desi-gualdad y conflicto) y el horizontal (participacin, consenso, armona de valo-res, etc.).

    El proyecto ilustrado marca como meta la liberacin de la humanidad de losyugos que la tienen esclavizada. Ignorancia y prejuicios se han convertido enuna segunda naturaleza que la mantienen en una cmoda minora de edad.Slo mediante el uso crtico de la razn podr la humanidad alcanzar la eman-cipacin. Se necesita ms saber, ms ciencia, ms cultura para poder conse-guir una sociedad de individuos libres e iguales, capaces de ser felices. Estatarea eminentemente prctica se articular por medio del logro de una cienciabasada en la matematizacin de lo real, de una moral formal y de un arte aut-nomo. El objetivo: conseguir un individuo autnomo que se de a s mismo, esdecir, a travs del previo examen y juicio de la razn, las normas que rigen suexistencia. Saberes y productos culturales sern valorados en funcin de suaportacin a este fin.

    La historia de la humanidad es la historia de este proceso: el progreso linealdesde la ignorancia al saber, de la infancia a la madurez. Bajo el manto de lasdiferencias culturales y sociales descubrimos la unidad del gnero humano, elhilo rojo que une a las distintas generaciones. La constitucin de una socie-dad de individuos autnomos, libres e iguales.

    Para el Romanticismo la materializacin y puesta en prctica de los ideales dela Ilustracin no significa la consecucin de una sociedad en la que se reali-

  • PGINA

    25

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    zara plenamente la naturaleza humana. El triunfo de la sociedad burguesa,lejos de suponer una emancipacin de la humanidad, trae consigo el imperiodel egoismo privado frente a la solidaridad comunitaria, la individualizacin uni-formadora, el descuartizamiento de la naturaleza con frmulas abstractas, endefinitiva, la prdida de sentido y trascendencia del universo natural y humano.

    En su afn uniformalizador, la Ilustracin no ha tenido en cuenta que cada indi-viduo y cada sociedad expresan una verdad incomparable e irrepetible. Sumodelo de emancipacin se basa en la idea de un individuo abstracto y des-contextualizado; olvidando, apuntan los romnticos, que nace y se desarrollaen una sociedad y cultura concretas. Y esta comunidad es algo ms que unasuma de individuos: es un todo orgnico que los envuelve y que a travs deellos expresa su espritu, su Volkgeist. Cada pueblo, cada cultura, tendr supropio tema, sin que exista la posibilidad de compararlo con el de otra; slo siel individuo en sus obras y proyectos expresa este ser del Volk podr aspirara su plena realizacin.

    La historia del siglo XX ha sido desastrosa para los dos modelos que propug-nan Ilustracin y Romanticismo: el colonialismo representa la cara oscura dela misin liberadora de occidente, las dos guerras mundiales suponen un golpeduro para la imagen armnica de la comunidad orgnica del Volkgeist, ya quedetrs del tribunal imparcial de la razn aparece una voluntad de dominio yopresin.

    El debate filosfico y cultural se centra en los frentes que dejan abiertos lacrisis de estos dos modelos, crisis que se agrava no solamente por inefi-ciencias tericas, sino tambin por los cambios radicales que estn sacu-diendo a todas las sociedades del planeta: estrechamiento de los lmites delmundo por efecto de la revolucin tecnolgica, incremento de la divisin del tra-bajo y de los saberes, aumento de la inmigracin por desarrollo de los mediosde transporte.

    En las grandes urbes del capitalismo tardo aparece un nuevo individuo, lige-ro, mvil, eclctico, sin grandes compromisos. Es en ellas donde el debate ylos efectos de las transformaciones se palpan con ms claridad:

    Crisis del estado del bienestar y colapso de los servicios sociales.

    Pluralidad de valores y prdida de referentes.

    Descubrimiento de otras verdades.

    Invasin consumista de todos los mbitos culturales.

    Prdida de urea de las obras de arte.

    Se hace necesario el debate; el problema es, tal vez, clarificar primero desdednde hablamos.

  • PGINA

    26

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    BENJAMIN, W. (1983) Lobra dart a lpoca de la seva reproductibilitat tcnica.Barcelona: Edicions 62.

    BERMAN, M. (1988) Todo lo slido se desvanece en el aire. Madrid: Siglo XXI.

    BORDIEU, P. (1980) Questions de sociologie. Pars: de Minuit.

    (1992) La distincin. Claves sociales del gusto. Madrid: Taurus.

    (1995) Las reglas del arte. Barcelona: Anagrama.

    BREA, J.L. (1991) La auras fras. Barcelona: Anagrama.

    BURY, J (1971) La idea de progreso. Madrid: Alianza Editorial.

    CONDORCET (1980) Bosquejo de un cuadro histrico de los progresos del esprituhumano. Madrid: Editora Nacional.

    DELGADO, M. (1998) Diversitat i integraci. Barcelona: Empries.

    (1999) El animal pblico. Barcelona: Anagrama.

    EAGLETON, T. (2001) La idea de cultura. Barcelona: Paids.

    FIENKIELRAUT, A. (1987) La derrota del pensamiento. Barcelona: Anagrama.

    FUMAROLI, M. (1992) L'tat culturel. Essay sur une religion moderne. Pars:Editions de Fallois.

    GARCA CANCLINI, N. (2001) Culturas hbridas. Estrategias para entrar y salir de lamodernidad. Buenos Aires: Paids.

    GINER, S. (1985) Comuni, domini, innovaci. Per una teoria crtica de la cultura.Barcelona: Laia.

    GINER, S. y otros. (1996) La cultura catalana: el sagrat i el prof. Barcelona:Edicions 62.

    HABERMAS, J. (1989) El discurso filosfico de la modernidad. Madrid: Taurus.

    HAZARD, P. (1991) El pensamiento europeo en el siglo XVIII. Madrid: AlianzaEditorial.

    HEGEL, G.W.F. (1994) Lecciones sobre la filosofa de la historia universal. Madrid:Altaya.

    HERDER, J.G. (1983) Encara una filosofia de la histria. Barcelona: Laia.

    HERDER, J.G. (1950) Filosofa de la historia para la educacin de la humanidad.Buenos Aires: Nova.

    BIBLIOGRAFA

  • PGINA

    27

    INTRODUCCIN A LA GESTIN CULTURALT2 REFERENTES TERICOS DE LA GESTIN CULTURAL

    UNIVERSITAT DE BARCELONA Virtual

    KANT, I. (1988) Qu es la Ilustracin? Madrid: Tecnos.

    KOSELLECK, R (1993) Futuro Pasado. Barcelona: Paids.

    LVI-STRAUSS, C. (1955) Tristes tropiques. Pars: Plon.

    LEVI-STRAUSS, C. (1967) Race et histoire. Pars: Plon.

    LYOTARD, J.F. (1984) La condicin posmoderna. Madrid: Ctedra.

    MARX, K.M. (1981) El manifiesto comunista. Barcelona: Editorial Ayuso.

    POUILLON, J. (1993) "Appartenence et identit" en Le cru et le su. Pars: Seuil.

    SAN MARTN, J. (1999) Teora de la cultura. Madrid: Sntesis.

    SCHILLER, F. (1983) Cartes sobre leducaci esttica de lhome. Barcelona: Laia.

    SOBREVILLA, D. (1998) Filosofa de la cultura. Madrid: Trotta/CSIC.

    VATTIMO, G. (1987) El fin de la modernidad. Barcelona: Gedisa.

    VILAR, G. (1999) La razn insatisfecha. Barcelona: Crtica.

    Referencias bibliogrficas para ampliar

    FINKIELRAUT, A. (1998) La humanidad perdida. Barcelona: Anagrama.Recorrido por los avatares de la idea de humanidad en una de las pocas ms oscu-ras de su historia: el siglo XX. Despus de las experiencias que nos ha deparado,la idea de humanidad ya no puede ser pensada inocentemente; hay que continuardefendindola, pero concibindola de otro modo.

    GEERTZ, C. (1996) Los usos