Notas Etnograficas

Universidad Nacional de Colombia Bogot [ 239 ]

vol. 26, n. 2 (jul-dic) 2012 issn 0120-3045 (impreso) 2256-5752 (en lnea) pp. 239-254

*

alfareros de aguabuena: notas etnogrficas de (sus) fragmentos

The Potters of Aguabuena: Ethnographic Notes on (their) Fragments

daniela castellanos montes Universidad Icesi Colombia

*[email protected]

Artculo de investigacin recibido: 2 de mayo del 2012 aprobado: 12 de junio del 2012

Departamento de Antropologa Facultad de Ciencias Humanas[ 240 ]

daniela castellanos montes Alfareros de aguabuena: notas etnogrficas...

resumenEste artculo reflexiona sobre el papel de los detalles y los fragmentos en la experiencia

de vida de los artesanos de Aguabuena (Rquira, Colombia). Tambin propone una

antropologa de los fragmentos como mtodo de investigacin etnogrfica. A travs

de imgenes de detalles en diferentes escalas, presenta distintas vistas de la gente

de Aguabuena con el fin de ampliar la mirada antropolgica sobre los alfareros.

Palabras clave: Aguabuena, alfareros, fragmentos, istorias , mtodo etnogrfico.

abstractThe article carries out a reflection on the details and fragments of the life experience

of the potters of Aguabuena (Rquira, Colombia), and proposes an

anthropology of fragments as an ethnographic research method. Using images

of the details on different scales, it provides different views of the people

of Aguabuena in order to expand the anthropological view of potters.

Keywords: Aguabuena, potters, fragments, stories, ethnographic method.

[ 241 ]Universidad Nacional de Colombia Bogot


La llamada antropologa de la mereologa (merological anthropo-logy) privilegia vistas parciales sobre representaciones holsticas. Lo incompleto y fragmentario del conocimiento antropolgi-co es su foco de inters. Dentro de esta agenda intelectual, los huecos o lagunas en los datos etnogrficos y en los conocimientos de nues-tros informantes, as como las incoherencias o limitaciones del ojo del etngrafo son celebrados como espacios por donde emergen otras ontologas, que reafirman una visin del mundo procesual y en per-manente transformacin (Zeitlyn, 2009, p. 211).

Lo parcial y lo fragmentario son el tema que desarrollar. La es-trategia es hacerlo a travs de imgenes de fragmentos del cerro de Aguabuena (Rquira, Boyac) y de sus habitantes. Ellos son un grupo de alfareros (aproximadamente 150 personas) que, adems de compar-tir la misma tecnologa cermica (Castellanos, 2004, 2007), est unido por lazos de parentesco y de compadrazgo y por la tenencia de tierras. Los detalles que presento son istorias1 o huellas de este mundo y de las vidas de estos artesanos.

El inters por lo mnimo como mtodo etnogrfico ha marcado el desarrollo de mi relacin, de ms de una dcada, con la gente de Aguabuena. Llegu a Aguabuena por primera vez en el 2001 con la in-tencin de documentar la forma como un contexto vivo de produccin cermica se converta en registro arqueolgico; en otras palabras, me interesaban las huellas de un taller alfarero (Castellanos, 2004). Ese primer trabajo etnogrfico con fines arqueolgicos me llev a cuestio-narme por los referentes materiales de la suerte o de la envidia, y por los nexos entre el estilo cermico y la anatoma del alfarero, entre otras cosas (Castellanos, 2007). Si bien mi formacin como arqueloga me ha hecho interesarme por huellas e indicios, ese inters se ha nutrido de las vivencias de los alfareros, para quienes las huellas y los fragmen-tos son detalles que dan cuenta de la vida de los otros alfareros, siendo tambin aquello que los hace sentir cerca.

1 Retomo la nocin de istorias de Heredoto, como el acto de seguir, rastrear e identificar historias individuales (vase Jackson, 2002).



La intersubjetividad, principio de la interaccin y del entendi-miento humano, est basada, segn Husserl (1960), en la conciencia, mnima o aguda, de la presencia de un otro; esa conciencia, a su vez, es manifiesta en actos como la evocacin del otro a travs, por ejem-plo, de sus herramientas o artefactos, o de huellas en el paisaje, por nombrar algunos2 (vase Duranti, 2010). En Aguabuena, los fragmen-tos y huellas, junto con la complicidad de este lugar, en donde ocurre una exacerbacin de los sentidos, contribuyen a esta conciencia, re-forzando el sentimiento de pertenecer a un grupo, de coexistir en un mismo espacio y de conocer las actividades de los otros. All, lo frag-mentario sustenta la vida social, y lo parcial recrea las subjetividades, dentro de un contexto afectado por ecos, olores, huellas y superficies reverberantes.

As, seales, indicios, huellas y fragmentos de otros tienen pre-sencia en Aguabuena de varios modos: el humo de las altas chimeneas de los hornos en los que se quema la cermica o de las estufas de lea escapando por los huecos de los techos, los fragmentos de vasijas dis-puestos en los caminos o cerca de las casas, o las huellas de pasos en los caminos polvorientos son algunas de las formas en que los alfare-ros saben reconocer a los otros y enterarse de sus actividades diarias. Observar al resto de alfareros desde un punto que permita una vista pa-normica es una forma favorita de entretencin. Sentada o acurrucada junto a mis informantes, observando cmo ellos observaban, presen-ci la forma en que escaneaban el mundo, leyendo detalles de los otros.

Pero lo parcial tambin tiene otras formas en Aguabuena. Una de estas tiene que ver con la organizacin del espacio y el uso de la tierra a travs de un proceso de fragmentacin que se ha llaveado a cabo en las ltimas dcadas y que es caracterstico de muchas de las comunidades rurales andinas (Arnold, 1998): Aguabuena, inicialmen-te el nombre de una finca, en palabras de los alfareros, fue repartida por los abuelos de una generacin que actualmente ronda los 60 y 70 aos de edad. Desde entonces, cada porcin de tierra ha sido parcela-da entre la descendencia de los seis nietos herederos. A este proceso

2 Vase figura 7. La imagen muestra la vista desde la ducha artesanal de una vivienda. El hueco en una de las superficies de la lona se convierte en el punto de entrada al mundo exterior. El punto establece un continuum entre afuera y dentro, pues este igualmente le sirve a quien est afuera como vista al micromundo de un bao.



de fragmentacin se superponen formas de matrimonio endogmico y de residencia posmarital de los alfareros, as como sus relaciones de compadrazgo, creando as una maraa en la que se cruzan partes y fragmentos, relaciones de parentesco (de sangre y ritual), derechos so-bre la tierra y uso de los recursos (vase Castellanos, 2012).

A otro nivel, y paralelo a estos cambios, Aguabuena tambin pas de ser una propiedad familiar a ser un sector rural partido entre dos veredas del municipio de Rquira (Candelaria Occidente y Pueblo Viejo). As, veinte aos atrs un grupo de alfareros motivados por adquirir reconocimiento administrativo y poltico solicit, ante auto-ridades departamentales y municipales, ser una vereda independiente. Alegando dificultades para el desplazamiento de los nios a la escuela debido a las grandes distancias entre los talleres cermicos y el centro educativo, los alfareros pidieron que Aguabuena fuera una ms de las veredas que conforman el municipio de Rquira. El proceso culmin con un reconocimiento especial de Aguabuena, que, si bien no lleg al punto de reestructurar el mapa poltico de Rquira y sus veredas, s se tradujo en recursos para la construccin de una escuela y una cancha de microftbol y para la construccin de un acueducto que, por de-ms, nunca ha funcionado.

Otra escala en la que lo fragmentario cobra importancia es al ni-vel de las vidas y subjetividades de los alfareros. Con frecuencia, los ceramistas recrean de manera narrativa episodios de las vidas de los otros. En sus historias citan las palabras de quienes protagonizan sus ancdotas, imitando, incluso, sus voces y maneras corporales. As, la historia de un individuo se encuentra repartida entre episodios conta-dos por otros, de la misma manera en que los fragmentos de una vasija estn desperdigados por los caminos polvorientos que entrecruzan Aguabuena. Siguiendo los fragmentos de estas istorias y componien-do y recomponiendo la vida de un individuo a travs de sus huellas en las voces y ecos de otros me hall como una arqueloga al acecho de indicios y pedazos que recompuse en mi propia mnima etnogrfica (vase Jackson, 1998).

Los fragmentos en Aguabuena comprenden diversas escalas y procesos, pero tambin tienen distintas formas y usos. Uno de los usos ms comunes es el empleo de fragmentos de vasijas rotas, o tiestos, como los llaman los alfareros, para rellenar los huecos de la carretera



sin pavimentar que cruza el cerro donde se encuentra Aguabuena, y que es el principal medio de acceso al lugar. Desde la construccin de esta va, en la segunda mitad del siglo XX, los alfareros la han mante-nido, siendo as los fragmentos el hilo conector entre Aguabuena y el mundo. Otros fragmentos son las historias de individuos en las voces siempre de los otros, vidas narradas en partes que conforman enre-dos o maraas en las que se entrecruzan las vidas de todos.

Con los fragmentos que siguen espero mostrar distintas vistas de Aguabuena y su gente, para contribuir as a una etnografa de los alfa-reros que no se reduzca solo a su alfarera.

referencias bibliogrficasArnold, D. Y. (Ed.) (1998). Gente de carne y hueso: las tramas del parentesco en

Los Andes. La Paz: CIASE/ILCA.Castellanos, D. (2004). Cultura material y organizacin espacial de la

produccin cermica en Rquira: un modelo etnoarqueolgico. Bogot: Fundacin de Investigaciones Arqueolgicas Nacionales (FIAN).

Castellanos, D. (2007). Huellas de la gente del cerro: detalles etnogrficos sobre estilo, ritos de paso y envidia en la formacin de un contexto arqueolgico (Tesis de maestra). Universidad de los Andes, Departamento de Antropologa, Bogot, Colombia.

Castellanos, D. (2012). Locations of Envy: An Ethnography of Aguabuena Potters (Tesis de doctorado). University of St Andrews, Department Social Antropology, Scotland.

Duranti, A. (2010). Husserl, Intersubjectivity and Anthropology. Anthropological Theory, 10(1-2), 16-35.

Husserl, E. (1960). Cartesian Meditations: An Introduction to Phenomenology. The Hague: Nijhoff.

Jackson, M. (1998). Minima Ethnographica: Intersubjectivity and the Anthropological Project. Chicago: The University of Chicago Press.

Jackson, M. (2002). The Politics of Storytelling: Violence, Transgression and Intersubjectivity. Copenhagen: Museum Tusculanum Press, University of Copenhagen.

Zeitlyn, D. (2009). Understanding Anthropological Understanding: For a Merological Anthropology. Anthropological Theory, 9, 209-231.



figura 1. alpargatas a la entrada de la casa



figura 2. vereda de aguabuena. detalle de la camiseta de un alfarero

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figura 9. otro detalle de aguabuena. las vasijas y el taller vistos desde la carretera




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figura 11. chimenea de un horno




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