Date post: | 26-Jun-2015 |
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EL PLAN DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTA
FASE DE EVALUACIÓN CONDUCTUAL Identificación y formulación comportamental
del problema.Definición operativa de la conducta.Especificación de metas y objetivos finales.Análisis funcional (valoración del sujeto)Hipótesis funcional.
FASE DE INTERVENCIÓN.
3.1. Identificación y formulación comportamental del problema.
Cuando el comportamiento es perjudicial para la integridad física del individuo: autoagresión o autodestrucción.(ej: adicción)
Cuando el comportamiento es perjudicial para la adaptación social del individuo. Conductas que interfieren con las habilidades de automanejo personal y de integración y adaptación social.(ej: bae / higiene personal)
3.1. Identificación y formulación comportamental del problema (2)
Cuando el comportamiento interfiere con la eficacia profesional o académica del individuo. Negativismo recurrente, apatía, stress laboral, fatiga laboral, etc. (Coaching)
Cuando el comportamiento interfiere en el bienestar o la libertad de otros. Rabietas, empujones, insultos, infravaloración de los miembros de la familia, comportamientos agresivos, etc. (ej: super nany)
3.2. Definición operativa de la conducta
Tras identificar el problema (ayuda de criterios justificadores de la intervención).
Toca formular comportamentalmente el problema
3.2. Definición operativa de la conducta (2)
Describir de forma precisa lo que hace el sujeto, para situar el problema en un marco de claridad y acuerdo social. Evitando el “etiquetado” y las “descripciones vagas”.
Etiquetado: María es “muy agresiva”Descripción vaga: María “se porta muy mal,
pega a sus compañeros”Definición operativa (descripción operativa):
María “durante el recreo· de la mañana ha goleado con una regla a dos compañeros de clase.
3.2. Definición operativa de la conducta (3)
Ejercicio: Desarrollar un ejemplo similar al aportado anteriormente.
Etiquetado:Descripción vaga:Definición operativa (descripción operativa):
3.3. Especificación de metas y objetivos finales.
Es necesario plantearse hacía donde nos dirigimos:Ampliar el repertorio de habilidades del
sujeto rellenar un vacío existenteperfeccionar o incrementar la ejecución de
comportamientos funcionales ya adquiridos reducir o extinguir comportamientos
manifiestamente inadecuados y disfuncionales.
3.3. Especificación de metas y objetivos finales.(2)
El objetivo final deberá cumplir las siguientes características: Estar definido con claridad, expresando claramente
lo que el sujeto deberá ser capaz de hacer cuando haya finalizado el proceso de aprendizaje.
3.3. Especificación de metas y objetivos finales.(3)
Ser observable, es decir que se manifieste de forma operativa, comprobable. Para ello en la redacción se deben utilizar verbos de acción externa (identificar, señalar, enunciar) evitando los de acción interna: (conocer, entender, comprender)
Las respuestas motoras (incluso el lenguaje articulado) Las respuestas fisiológicas (actividad de la musculatura
lisa y glandular) Las respuestas cognitivas cuando cursan en
correlatos externos observables como el lenguaje y/o la ejecución motora.
Razonable o posible en la ejecución.
3.4.Análisis funcional (valoración del sujeto)
Se pretenden analizar
el conjunto de circunstancias, eventos, variables,
que están en interacción con la conducta problema y que son fundamentalmente los
responsables de su ocurrencia o no ocurrencia.
3.4.1. Cuantificación de la conducta problema.
Se pretenden analizar el conjunto de circunstancias, eventos, variables, que están en interacción con la conducta problema y que son fundamentalmente los responsables de su ocurrencia o no ocurrencia.
3.4.1. Cuantificación de la conducta problema (2)
a) Identificar las manifestaciones y conductas que presenta un sujeto. Los tres sistemas de respuestas.R. motoras o conductualesR. fisiológicas.R. cognitivas
El triple sistema de respuestas es el modo de responder de cada persona ante las distintas situaciones y problemas. Estos tres niveles de respuestas están interrelacionados aunque sus niveles pueden ser diferentes dependiendo de cada persona y de cada situación.
3.4.1. Cuantificación de la conducta problema (3)
b)Precisar los parámetros de las mismas. Frecuencia: número de veces que aparece u
acontecimiento por cada unidad de tiempo. Duración: tiempo que dura un acontecimiento o
suceso determinado. Intensidad: magnitud de los cambios
experimentados.
3.4.1. Cuantificación de la conducta problema (4)
Para determinar si el problema se manifiesta por exceso o por defecto hemos de obtener la línea-base o representación gráfica del patrón estable de desempeño de la conducta observada. La correcta ejecución de la línea-base requiere de las destrezas Observación controlada: La observación ocular es
el mejor procedimiento. El vídeo, tras el proceso de adaptación es un bueno para aumentar la fiabilidad; uso de varios observadores.
Registro de las observaciones: Recuento de frecuencias, registro de duración, muestreo de tiempo (por intervalo o instantáneo, registro anecdótico, producto permanente)
3.4.1. Cuantificación de la conducta problema (4)
3.4.1. Cuantificación de la conducta problema (5)
c) Graficación de los registrosEste es un recurso que proporciona con
rapidez elementos para estimar.El curso de la conducta tratada.El estado (alto, bajo, decreciente, etc.) en que
se manifiesta.La variabilidad producida entre sesiones de
observación.
3.4.1. Cuantificación de la conducta problema (5)
La línea base servirá de referencia constante en el transcurso de las fases de intervención y seguimiento.
Una vez definidas las conductas-problema a través de la línea-base (análisis topográfico), la evaluación ha de completarse con la determinación de las variables que controlan dichas conductas. Y para ello se recurre al análisis funcional utilizado para describir los antecedentes, consecuencias y características de uno o más comportamientos.
3.4.1. Identificación de características relevantes
d) Análisis de prerrequisitos: Definida la conducta problema y analizada su
topografía, es imprescindible evaluar si el sujeto dispone en su repertorio de las conductas deseables o por lo menos de aquellas que podrían facilitar el aprendizaje de estas. Con esto se pretende analizar la conducta terminal que se pretende obtener en el sujeto, descomponiéndola “hacía atrás” o “hacía delante” en tantas unidades o pasos como requiera la tarea para su dominio. Es decir, se construye una secuencia de conductas con arreglo a un criterio de competencia.
Hecho esto, se comprueba la cantidad de pasos que domina el sujeto estableciéndose el punto de partida desde el que se debe iniciar el proceso de modificación.
3.4.1. Identificación de características relevantes (2)
e) Estado biológico del organismo: Muchas respuestas alteradas, originalmente
incondicionadas por alteraciones patológicas, se siguen manteniendo de forma condicionada por las “ventajas” que reportan al sujeto. La atención social, puede ser actualmente “reclamada”, conconductas que remedan la enfermedad, cuando el sujeto percibe que se modifican las pautas de interacción a las que se hallaba acostumbrado.
Hecho esto, se comprueba la cantidad de pasos que domina el sujeto estableciéndose el punto de partida desde el que se debe iniciar el proceso de modificación.
3.4.1. Identificación de características relevantes (3)
f) Análisis situacional:Consiste en la valoración del ambiente que rodea a
la conducta y relación de contingencias. Mediante el análisis situacional se pretende establecer: La condición de los acontecimientos que se
producen en la situación. Es decir, cuales desempeñan la función de precedente y cuales de consecuente, respecto de la conducta previamente definida.
La correspondencia existente entre estímulos precedentes, respuesta y estímulos consecuentes (relación de contingencia).
3.4.1. Identificación de características relevantes (4)
La correspondencia existente entre estímulos precedentes, respuesta y estímulos consecuentes (relación de contingencia).
El análisis del conjunto de precedentes (estímulos desencadenantes) y consecuentes (estímulos mantenedores) de la conducta problema, es uno de los factores más importantes en el proceso de evaluación conductual.
Todas las formas de estimulación del medio ambiente externo e interno que activan y mantienen comportamientos ya sean respondientes, operantes o vicarios que sean comprobables, deben ser tenidas en cuenta. Se tratan de averiguar en qué condiciones, con qué personas u objetos si es posible, con qué pensamientos, se pone en marcha, se mantiene o se frena la conducta del sujeto, con el fin de alterar esa relación.
Registro anecdótico y entrevista a sujetos que interactúan.Dificultad: precedentes y consecuentes no observables (expectativas,
autoestimulación, etc.) En estos casos se pueden proponer autorregistros para describir pensamientos y sentimientos previos y posteriores a la realización de la conducta.
3.5. Hipótesis funcional.
Es el equivalente al diagnóstico en los modelos de evaluación tradicional. Una vez obtenidos los registros y analizados todos los datos del caso, se formula un juicio en el que deben quedar especificados claramente: La naturaleza de las variables del problema (eventos
observables del ambiente: personas, animales, cosas). Su condición funcional (estímulos, respuestas, eventos
disposiciones). La relación funcional existente entre ellos (estímulo
incondicionado, respuesta condicionada, operante, refuerzo, imitación, modelo, etc.)
La hipótesis funcional ha de ser conveniente expresarla en términos comprensibles aunque respetando rigurosamente los aspectos conceptuales subyacentes.
Resumen.
¿Cuál/es es/son el/los problema/s presente/s? (los identificados por el usuario como el terapeuta)
¿Se han descartado todas las condiciones médicas que podrían explicarlo?
¿Qué impacto tiene la conducta problemática en el funcionamiento actual del usuario?
¿En qué situaciones ocurre normalmente la conducta problemática?
¿Cuáles son las fuerzas instigadoras (emociones, historia pasada de aprendizaje) que provocan esta conducta y cuál es la responsable de su mantenimiento a pesar del malestar subjetivo experimentado por el usuario?
¿Cuáles son las raíces históricas que se encuentran detrás del desarrollo de la conducta problemática?(Por qué esta conducta y no otra)
Ejemplo. Succión del pulgar
Fuente: Rodríguez Sacristan, Jaime; Párraga, Jerónimo “Técnicas de modificación de conducta.” Ed. Uni de Sevilla. Google libros.
1ª fase María del Carmen, de 8 años de edad y C,I. de 105, se succiona
reiterada y continuamente el pulgar hasta el punto de tener ligeramente deformado el arco dental superior. Tal conducta tiene lugar indistintamente durante cualquier momento del día con independencia de la actividad que realice o contemple, si bien se observa una mayor incidencia durante el tiempo que está sentada.
Se definió operativamente la succión del pulgar como “la respuesta de introducir total o parcialmente el pulgar en la boca hasta traspasar, en alguna medida, la barrera de los labios. Una vez formulado comportamentalmente el problema, definida la conducta, operativamente, planteado el objetivo final: “eliminación total de la respuesta de succión del pulgar”, y evaluadas las características del sujeto, había que comenzar a medir.
Ejemplo. Succión del pulgar (2)
2ª fase Primer Paso. Medida de la duración o frecuencia
de una respuesta. P. ¿Cuál sería la técnica de observación y registro más aconsejable en
el presente caso? R. Puesto que estamos frente a una conducta de corriente continua, es
aconsejable apelar a cualquier técnica que valore la duración de dicha respuesta. Ninguna más idónea que un registro de duración.
Bastaría indicar al observador que, durante 30´de recreo, contabilizara el tiempo que dedica a la succión del pulgar, tarea fácil de materializar con la ayuda de un cronómetro o de un reloj con segundero. Finalizada la sesión bastará anotar en el gráfico el tiempo total acumulativo que cubrió dicha respuesta.
Podría igualmente programarse un registro de intérvalo indicando a los observadores que dividan el tiempo de observación en unidades de 30 ´´. De dichas fracciones de tiempo se dedicarán los 30´´ a observar y a a notar. En la hoja de registro se hará constar únicamente el signo + o – indicativo de que la respuesta de succión del pulgar se dio, o no, en los 30´´ de observación. Más de una succión en dicho intervalo se contabiliza como una sola frecuencia.
Finalizada cada sesión bastará anotar en el gráfico oportuno las veces que succionó en cada periodo de observación, si bien estimamos aconsejable reflejar los resultados en porcentajes.
Ejemplo. Succión del pulgar (3)
Ejemplo. Succión del pulgar (4)
2ª fase Segundo paso. Medida de lo que está presente. Efectuada la medida de la duración de la respuesta se hace
imprescindible una adecuada y completa valoración del ambiente donde los estímulos antecedentes, consecuentes, las conductas asociadas y la interacción general sujeto-ambiente quede suficientemente reflejada.
Se procede en primer lugar mediante el análisis topográfico de contingencias
Ejemplo. Succión del pulgar (5)
Ejemplo. Succión del pulgar (6)
Después de una intensa entrevista con los padres y de una observación minuciosa y de las circunstancias concurrentes en el tiempo de observación se discriminan como reforzadores de dicha respuesta los siguientes:
Mirada del padre, madre o hermanos (Luisa y Antonio de 12 y 16 años respectivamente).
Contacto verbal positivo. Contacto verbal negativo (Reprensión). Aproximaciones físicas. Contacto físico reforzante. Represión física.
Ejemplo. Succión del pulgar (7)
Estos reforzadores fueron valorados en un tiempo de 30´, fraccionados en intervalos de 3´.
(m)- matriz evaluadora de reforzadores y agentes reforzantes.
Intervalos 3´ 3´ 3´ 3´ 3´ 3´ 3´ 3´ 3´
Padre 1-4-6 3-6
Madre 2 2 5
Luisa 1 2 2 5
Antonio 4-2
Ejemplo. Succión del pulgar (8)
En el presente caso las conductas asociadas a las respuestas de succión fueron
1. Estar sentada2. Estar de pie.3. Manipulación de objetos.4. Leer.5. Oír música.6. Balanceo de piernas.7. Balanceo del tronco.
La valoración de las mismas se llevó a cabo durante 7 días de observación en un tiempo de 30 minutos. El mantenimiento de la conducta parecía, en el presente caso, deberse más a las propias consecuencias reforzantes que a los reforzadores dispensados por el ambiente, por cuanto se observa de la misma respuesta de succión cuando permanece sola sin nadie que la mire, que cuando está acompañada.
EL PLAN DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTA
FASE DE EVALUACIÓN CONDUCTUAL FASE DE INTERVENCIÓN.
Elaboración del programa de intervención. Aplicación del programa. Seguimiento
La fase de intervención se inicia haciendo contacto con el último paso de la fase de evaluación, es decir, con la hipótesis funcional.
4.1. Elaboración del programa de Intervención
4.1.1. Hipótesis de intervenciónConsiste en “predecir” en términos
operativos acerca de la probabilidad y dirección del cambio que podría obtenerse en la conducta problema, si se provocan
determinados cambios en sus variableso en la relación existente entre ellas.
Es un juicio del tipo:
““Si... Entonces...”Si... Entonces...”
4.1.2. Formulación de objetivos y criterios de logro intermedios.
El diseño del programa de intervención debe especificar los objetivos intermedios por los que circulará el sujeto a lo largo del proceso de modificación, así como los criterios que permitirán controlar si se van alcanzando dichos objetivos.
4.1.2. Formulación de objetivos y criterios de logro intermedios.(2)
Conocer el objetivo terminal no es suficiente para aplicar un programa de modificación, máxime cuando éste ha de aplicarse considerando el estado funcional específico del momento de cada sujeto.
4.1.2. Formulación de objetivos y criterios de logro intermedios.(3)
El programa de modificación debe incluir, en función de la envergadura del objetivo terminal, la delimitación de una serie de etapas de aprendizaje u objetivos intermedios que van a servir, por un lado de prerrequisistos para acceder con más garantías al objetivo terminal objetivo terminal y, por otro, como criterios intermedios de éxito que irán suministrando información acerca de la marcha del programa y de los logros objetivos por el sujeto.
4.1.3. Selección de los reforzadores
En función de los objetivos intermedios, se seleccionarán los reforzadoresreforzadores que puedan ser más apropiados para los fines de modificación, teniendo siempre en cuenta que los objetos o acciones reforzantes adquieren su condición de reforzador solamente cuando se ha comprobado su eficacia modificadora. Mientras tanto sólo serán reforzadores potenciales.
4.1.3. Selección de los reforzadores (2)
Para seleccionar un menú de reforzadores, pueden emplearse varios procedimientos La observación objetivo (por ej. Un maestro
observa que los comentarios elogiosos y alentadores, incrementan la atención de un alumno en clase.)
El ofrecimiento de alternativas de refuerzo (ej. Dándole a un niño a elegir entre varios objetos o actividades).
Preguntando directamente al sujeto o a terceros por sus gustos e intereses.
4.1.4. Selección de las técnicas y recursos modificadores
Hay que tener en cuenta todos los datos obtenidos en la evaluación conductual. Dado que en el enfoque conductual la intervención está íntimamente relacionada y se nutre de la evaluaciónevaluación, para la selección de las técnicas tendrán que tenerse en cuenta las características de la conducta problema, del sujeto que la emite, del medio físico y social en que se lleva a cabo y de la/s persona/s que van a responsabilizarse de la administración de las contingencias alternativascontingencias alternativas. (Condición de poder ser o también de no ser.)
Es decir, habrá que tener presente la naturaleza de la conducta problema y las variables que la tienen bajo su control.
4.1.4. Selección de las técnicas y recursos modificadores (2)
a) Criterios intrínsecos: El objetivo global del programa. Si lo que se
pretende es implantar, refinar, mantener, reducir o extinguir la conducta y en qué medida.
La modalidad de la conducta. Si es de tipo respondiente (c. clásico), instrumental (c. operante), o vicario.
El canal de respuesta utilizado. Si la conducta se manifiesta preferentemente por el canal motor, fisiológico o cognitivo.
4.1.4. Selección de las técnicas y recursos modificadores (3) a) Criterios intrínsecos (2)
Las condiciones del medio ambiente. Que pueden facilitar o impedir la aplicación de algunos procedimientos, hasta el punto de tener que modificarlos o sustituirlos.
La flexibilidad de los procedimientos. Deben ser fácilmente sustituibles, de forma que si no producen los resultados previstos, puedan suspenderse y sustituirse por otros con facilidad.
La eficacia demostrada en casos similares. La gravedad del problema y la urgencia del cambio.
Determinados casos pueden aconsejar la combinación de varios procedimientos.
El coste del procedimiento. Algunos procedimientos incluyen un componente ligeramente aversivo. Suelen emplearse con conductas muy disruptivas que requieren un cambio urgente o con conductas insensibles a los procedimientos positivos.
4.1.4. Selección de las técnicas y recursos modificadores (3) b) Criterios extrinsecos
Los derechos humanos del sujeto de intervención. Aun a riesgo de que el sujeto ponga en marcha sus habilidades de contracontrol, en la medida de lo posible, debe ser informado, consentir y pactar con el agente de intervención las contingencias que van a ser empleadas a lo largo del proceso. En caso de adolescentes y menores, deben ser informados los padres o tutores legales.
La competencia del agente de intervención del programa.
La ética del agente de intervención. Deben utilizarse sólo aquellas técnicas éticamente aceptables que se basan en las leyes del aprendizaje y que pueden ser útiles para que el sujeto adquiera comportamientos socialmente aceptables y personalmente saludables y provechosos.
4.1.5. Determinación de las situaciones y condiciones de intervención
En este paso se pretende dar respuesta a las siguientes preguntas:
¿Dónde? Usualmente, el programa se debe llevar a cabo en el medio en que el sujeto ejecuta la conducta problema. De esta forma, el control de contingencias puede realizarse sin extraer al sujeto de la situación. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario situar temporalmente al sujeto fuera del contexto habitual al objeto de conseguir un mayor control estimular (por ej. En determinadas adicciones)
4.1.5. Determinación de las situaciones y condiciones de intervención (2)
¿Quién? Establecer quien/es serán los agentes de intervención. En determinadas fases del programa o situaciones pueden ser los padres, esposa/o hijos, TSIS, quienes colaboren con los profesionales.
4.1.5. Determinación de las situaciones y condiciones de intervención (2) ¿Cuándo? Si el objetivo es implantar repertorios
que no existen en el sujeto, pueden aprovecharse los momentos en que la conducta debiera ser funcionalmente exhibida (comer, jugar, asearse, etc) para practicarla. Si el objetivo es aumentar, mantener, reducir o extinguir comportamientos, lo más eficaz será actuar cuando la conducta haga su aparición de forma espontánea en el ambiente. En algunos casos, instigar su aparición con objeto de incrementar la ejecución o incorporar paréntesis para hacer un role-playing o un ensayo conductual, pueden ser recursos igualmente facilitadores del aprendizaje.
4.2 APLICACIÓN DEL PROGRAMA
En el caso de que se esté trabajando con una línea-base simple línea-base simple (una sola conducta) se procederá sin más.
Si se trata de dos o más conductas simultáneas (línea-base concurrente) (línea-base concurrente) se iniciará la intervención con aquella cuyo control pudiera resultar clave para el control de las demás.
Si se trata de conductas independientes (línea-(línea-base múltiple) base múltiple) se empezará por la más problemática o por aquella cuyo cambio facilite mejor el logro del objetivo final.
4.2.1. Evaluación continua de la intervención y control de cambio Iniciada la intervención se irá comprobando
paulatinamente con la ayuda de la observación y el registro, si se van alcanzando los objetivos intermedios en que se había fraccionado el terminal.
Dependiendo de los caso se considerará un éxito el alcanzar un grado parcial de modificación del comportamiento, pero en otros caso solo se considerará un éxito si se consigue totalmente.
4.2.1. Evaluación continua de la intervención y control de cambio (2) En cuanto al control de cambio o explicación de la
relación de causalidad existente entre los procedimientos diseñados para la modificación y la conducta modificada, si la conducta es susceptible de reversión y no se van a deriva por ello consecuencias prácticas o éticamente objetables, puede emplearse alguna de las fórmulas usuales en el diseño ABAB de línea-base simplediseño ABAB de línea-base simple.(pág. 13)
No obstante, en muchos casos, trabajando como TSIS será más importante lograr cambios que determinar los factores específicos que lo consiguen, sobre todo si se aplican varias técnicas simultáneamente.
4.2.2. Reorganización del programa (si es pertinente) Una de las ventajas de la metodología
conductual es la flexibilidad en su aplicación. Por tanto, cuando se observe que los cambios esperados no se producen, se debe proceder a revisar cada uno de los pasos dados con el fin de introducir las rectificaciones oportunas. Los indicadores para considerar la posibilidad de reorganizar un programa de intervención son:
4.2.2. Reorganización del programa (si es pertinente) (2)
a) Si la conducta intervenida se está aproximando al objetivo. Para ello se examinará la línea-base y se irá comparando con los resultados obtenidos en cada paso intermedio. Si el programa no arranca o se atasca en alguno de los objetivos intermedios, se revisarán las posibles causas que, con toda probabilidad se encontrarán entre las siguientes: Selección inadecuada o aplicación defectuosa de la técnica de
modificación. Objetivo intermedio inadecuado o análisis impreciso de sus
componentes (tareas) Evaluación e hipótesis funcional defectuosas o insuficientes por
la no inclusión de datos relevantes. El tiempo que hay que esperar para decidirse e iniciar la revisión
del programa. Se aconseja esperar de 7 a 15 días y tener presente que pueden presentarse
un incremento de la conducta problemática al inicio.
4.2.2. Reorganización del programa (si es pertinente) (3) b) Si la conducta se mantiene a lo largo del
tiempo se generaliza a situaciones nuevas. Determinados efectos sólo se mantienen mientras dura el programa. Estos casos requieren una intervención adicional.
c) Si aparecen efectos secundarios negativos imprevistos. A veces una estrategia es eficaz para una conducta pero genera en el sujeto otras conductas indeseables.
4.2.3. Desvanecimiento del programa
Obtenidos los resultados previstos, es decir, situada la conducta en niveles satisfactorios de Frecuencia, Frecuencia, intensidad o duración intensidad o duración no se debe retirar bruscamente la intervención puesto que se correrá el riesgo de que la conducta problema recupere su condición de línea-base.
En este momento la conducta meta se encuentra mantenida por una gran cantidad de contingencias de refuerzo, y por tanto, es necesario que la conducta se emita sin la rigurosa dependencia de la abundancia de reforzamiento protésico, entre otras razones porque se corre el riesgo de la saciedad y esto provocaría también la remisión de la conducta recién adquirida.
4.2.3. Desvanecimiento del programa (2) La retirada del programa de intervención debe
realizarse paulatinamente solapándola con los componentes del programa de mantenimiento, que consiste básicamente en pasar de una modalidad de aplicación continua de contingencias protésicas a una aplicación intermitente y a la sustitución paulatina de aquellas, por las contingencias naturales del medio en que habitualmente se lleva a cabo la conducta y por reforzadores intrínsecos, con lo cual se dará por terminada la intervención iniciándose la fase de seguimiento, no sin antes haber informado al sujeto, padres, familiares, etc. De los logros obtenidos.
4.3. SEGUIMIENTO
4.3.1. Programación del seguimiento.
Su duración no debe ser inferior a un año, sobre todo en casos de conductas complejas o muy problemáticas, con tres o cuatro sondeos a lo largo de estos meses, por ejemplo: al mes, a los tres meses, a los seis meses, al año, … El terapeuta adaptará este calendario a las circunstancias de cada caso, a sus posibilidades de intervención y a las características del equipo de trabajo en que se encuentre integrado.
4.3.2.Mantenimiento y generalización del cambio.El objetivoobjetivo de la última fase de un programa
de modificación de conducta debe ser “mantener los logros conseguidos como consecuencia de la intervención”, puesto que no todas las contingencias bajo las que vive el sujeto pueden ser puestas bajo el control del programa de modificación.
Los recursosrecursos que se están descubriendo como firmes puntales en la labor de afianzamiento de los logros y su generalización a otras situaciones son..
4.3.2.Mantenimiento y generalización del cambio (2)La propia funcionalidad que para el
sujeto tenga la conducta recién adquirida Por ej. Leer, escribir, asearse, vestirse, poder
hacer deporte sin cansarse, etc., será una garantía para el futuro de la ejecución.
La aplicación intermitente y aleatoria de las contingencias de refuerzo empleadas en la intervención.
La reestructuración de precedentes y consecuencias Si tomo un café no pienso en el cigarro.
4.3.2.Mantenimiento y generalización del cambio (3)La transferencia del control de la
conducta desde las contingencias del programa, a otras contingencias naturales en el ambiente pero no programadas. Ej. Si la conducta de provocar y agredir ha sido
extinguida empleando el aislamiento cuando se produce la agresión y el reconocimiento social y la aprobación cuando se llevan a cabo conductas de colaboración y ayuda, este cambio puede estabilizarse si como consecuencia del nuevo comportamiento, el sujeto empieza a ser mejor aceptado socialmente y obtiene, por tanto, reforzamiento de otras personas.
4.3.2.Mantenimiento y generalización del cambio (3) La ampliación de la conducta en presencia de
otros estímulos (ambientes, personas, etc) Ej. Un sujeto con timidez es entrenado dentro de un grupo
de terapia en habilidades de contacto social. Conseguidos los objetivos en el seno del grupo, el terapeuta programa una serie de actuaciones para que el sujeto practique las habilidades sociales recién adquiridas: contactar con otros grupos, etc.
Asignar tareas. Por ejemplo, a un niño que hurtaba objetos se le asignó la
tarea de hacer a otros niños en el plazo de quince días, dos regalos con sus propios recursos o pertenencias.
4.3.3. Evaluación del seguimiento.
El objetivo de esta evaluación es conocer en qué medida los logros obtenidos con el programa de intervención, se mantienen a lo largo del tiempo sin el control sistemático que el programa ejercía sobre la conducta.
El procedimiento consiste en tomar registros en los sondeos y compararlos con los obtenidos en el momento en que se dio por terminada la intervención y se inició el desvanecimiento del programa.
Si se observa una tendencia en la curva de seguimiento a separarse de la obtenida en la intervención, será necesario delimitar qué factores lo están provocando con el fin de hacer posible su corrección.