playsMilà
Falla
Manuel de Falla (1876-1946)
1.
El sombrero de tres picos. Tres danzasThe Three-Cornered Hat. Three dances2.
3.
4.
Cuatro piezas españolas Four Spanish Pieces5.
6.
7.
8.
2
1. Danza ritual del fuegoRitual Fire Dance (4’15’’)
El sombrero de tres picos. Tres danzasThe Three-Cornered Hat. Three dances2. Danza de los vecinos (Seguidillas)
The Neighbours’ Dance (Seguidillas) (4’13’’)3. Danza del molinero (Farruca)
The Miller’s Dance (Farruca) (2’14’’)4. Danza de la molinera (Fandango)
Dance of the Miller’s Wife (Fandango) (4’45’’)
Cuatro piezas españolas Four Spanish Pieces5. Aragonesa (4’14’’)6. Cubana (4’59’’)7. Montañesa (5’21’’)8. Andaluza (5’16’’)
9. Fantasía baetica (12’35’’)
Siete canciones populares españolasSeven Spanish Folksongs10. El paño moruno (1’36’’)11. Seguidilla murciana (1’47’’)12. Asturiana (2’55’’)13. Jota (4’ 07’’)14. Nana (1’ 45’’)15. Canción (1’16’’)16. Polo (1’56’’)
Manuel de Falla
Leonora Milà: piano
3
Leonora Milà plays Manuel de Falla
IntroducciónDespués de toda una vida dedicada
al piano y la composición, Leonora
Milà nos ofrece esta nueva versión
de obras de Manuel de Falla; nueva
porque es el resultado de una larga
y paciente identificación, reflexión
y recreación de las obras de este
compositor, pero a la vez muy joven
porque revive las primeras experien-
cias interpretativas de Milà con este
repertorio, que se remontan a sus
conciertos en el Royal Albert Hall de
Londres a la edad de trece años.
Felip Pedrell describió a Isaac Albéniz
como una persona que veía el mundo
desde el teclado, una de las descrip-
ciones más acertadas de la persona-
lidad musical de este compositor e
intérprete, y que también se podría
aplicar, salvando la época histórica,
a Leonora Milà. Un pianista no nace,
sino que se hace, domesticando el
instrumento y haciéndose suya esta
máquina que ha ido incorporando y
resumiendo la fuerza de expresión de
todas las escuelas de compositores
de tecla, desde Antonio de Cabezón
del siglo XVI hasta los pianistas del
siglo XXI; entre todos han dado la
forma y las soluciones a todo un arte
instrumental de expresión musical.
ObrasDanza ritual del fuegoLa grabación de estas obras comienza
con la Danza ritual del fuego. Esta
pieza procede de la adaptación
pianística de la famosa danza de El
amor brujo, en la que la protagonista
arroja incienso al fuego para alejar
a los malos espíritus y los malos
augurios. Es, sin duda, una de las
partes principales de este ballet
cantado – escrito en 1915 – en el que
el ambiente gitano del Sacromonte
andaluz sirve de apoyo a una trama
amorosa llena de misterio y magia. La
música, basada en temas obsesivos
y ritmos que resaltan su carácter de
encantamiento, describe el centelleo
y la luz del fuego con figuras virtuosis-
tas y colores contrastados de gran
4
fuerza expresiva y una alta exigencia
técnica interpretativa.
Leonora Milà comenta que la Danza
ritual del fuego es probablemente la
obra que más veces ha interpretado
a lo largo de su vida. Desde los siete
años le ha apasionado con la misma
fuerza y, en esta versión, una dinámi-
ca más contrastada nos proyecta las
llamas con todo el calor y la expre-
sión de su personalidad.
El sombrero de tres picosLa suite-ballet El sombrero de tres
picos es una reelaboración de la
pantomima El corregidor y la molinera,
estrenada en Madrid en 1917, basada
en la leyenda transmitida por el
romancero popular del siglo XVIII,
y finalmente recogida por Pedro
Antonio de Alarcón como una novela
costumbrista a finales del siglo XIX.
Tras dificultades motivadas por la
situación histórica y la censura de la
época, esta obra se convierte, gracias
al genio de Manuel de Falla, en
colaboración coreográfica con el ruso
Diaghilev, en la suite-ballet que pron-
to logró el éxito internacional a partir
de su estreno en Londres en 1919.
La escena transcurre en una Anda-
lucía alegre y llena de vida, donde
los amores del molinero y la bella
molinera se ven interferidos por las
grotescas fabulaciones e intrigas del
corregidor. Del arreglo para piano
editado por J&W Chester en Londres,
la pianista ha seleccionado tres
danzas: la Danza de los vecinos, de
aire popular basado en los ritmos y
melodías de las seguidillas murcia-
nas, tierra del molinero, y que nos
transporta inmediatamente al escena-
rio rústico en el que se desarrolla la
historia amorosa; le sigue la Danza del
molinero, una farruca flamenca de aire
grave y ritmos complejos bailada por
el molinero antes de su detención,
ordenada por el corregidor; finalmen-
te, la Danza de la molinera representa
la escena en la que la molinera se
mofa del corregidor mientras baila un
5
6
fandango alegre y de ritmos vivos. Los sonidos de la guitarra y los ritmos ter-narios se expresan de forma magistral desde el teclado del piano.
Leonora Milà ya había grabado esta recopilación de obras de El sombrero de tres picos para el sello discográfico EMI en 1969. Tras un trabajo sutil ins-pirado en la instrumentación original, ha ido perfeccionando la adaptación pianística para lograr que el ritmo, el auténtico núcleo de las danzas, no se resienta por culpa de una transcrip-ción poco pianística.
Cuatro piezas españolas
Estas piezas, dedicadas a Isaac Albé-niz y escritas en 1906, fueron presen-tadas por el famoso pianista catalán Ricard Viñes en París en 1909, con el apoyo y la adhesión de algunos de los mejores compositores franceses de la época, Claude Debussy y Paul Dukas.
En la Aragonesa destaca de forma recurrente un tema característico de jota popular, con interludios de arpegios descendientes que nos re-cuerdan a los tratamientos armónicos
de Dukas. En cambio, en la Cubana, el tema de la guajira caribeña se mantiene con un balanceo rítmico de habanera, con la contraposición hemiólica de los compases de 3/4 y 6/8 y un soporte armónico que nos recuerda a las pinceladas sono-ras de Albéniz. La Montañesa está tratada como una obra paisajística e impresionista que nos transporta a Asturias. Es una canción popular asturiana sobre la casa del rector, y está ambientada con ecos lejanos de campanas. Para terminar, la Andaluza nos ofrece un final brillante y virtuo-sista en el que un antiguo fragmento de bulerías estructura el primer tema, que dará paso a una malagueña con sonidos punteados de guitarra, de ritmos insistentes, y giros ágiles y repentinos.
Leonora Milà comenta que estas Cuatro piezas, comparadas con las Siete can-ciones populares, nos presentan a un Falla más maduro, aunque en algún mo-mento sacrifica la espontaneidad por la forma y el compromiso pianístico. En ellas encontramos la evolución de una personalidad detallista y minuciosa, en
7
ocasiones incluso obsesiva.
Fantasía baetica
La Fantasía baetica fue editada por la firma inglesa Chester el año 1922. Fue un encargo directo del pianista Arthur Rubinstein a Manuel de Falla, y su título hace referencia a la música andaluza, lo que explica que esté llena de ritmos flamencos y arpegiados guitarrísticos, todo ello con un nivel considerable de exigencia técnica. Quizá incluso demasiado, ya que Ru-binstein no pudo estrenarla en España por falta de tiempo para su prepara-ción; el mismo Rubinstein la estrenaría un año más tarde, en 1920, en Nueva York. La Fantasía baetica tiene un tema principal con ritmo de bulerías que da paso a una sección más lírica para volver, basándose en el esquema for-mal ABA, al tema principal tratado con diversas modulaciones que lo llevan a la conclusión final.
No obstante, la obra presenta un problema formal cuando intenta compatibilizar la forma romántica ABA con un retorno a la sobriedad del cla-
sicismo, introduciendo una repetición general como recapitulación, moti-vada posiblemente por la magnitud del encargo. Leonora Milà salva este escollo con agilidad y mantiene el in-terés y el duende, como si se tratase de una repetición de un aire popular, presentado en diferentes estrofas.
Siete canciones populares españolas
Tal y como comentó el gran pianista y compositor Joaquim Nin en la Guide du Concert publicada en París en 1932, las Siete canciones populares españolas, obra de juventud de Ma-nuel de Falla, se deben situar entre las obras maestras de este compo-sitor, junto con El retablo de maese Pedro y El amor brujo.
La versión que de esta obra nos ofrece Leonora Milà corresponde a una adaptación para piano solo que Manuel de Falla compuso e interpretó en París en 1914, inspirándose en las canciones populares de su juventud y con el espíritu de dar continuidad al manifiesto de Felip Pedrell, Por nues-
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tra música, herramienta formal con la
que ya otros compositores famosos,
como Isaac Albéniz y Enric Granados,
habían proyectado internacionalmen-
te la música española. La adaptación
para piano solo de las Canciones
de Ernesto Halfter, compositor que
también las orquestó, ha permitido
incorporar estas obras en los reper-
torios internacionales de los pianistas
más famosos del siglo XX.
La última danza, el Polo, está estruc-
turada sobre un tema de la tradición
popular andaluza asimilado por Falla
desde su infancia, ya que lo había
oído cantar y sonar en el espacio de
sus raíces más originales, en el carna-
val y en la procesión de los gigantes
de Cádiz. Procedente del mundo
flamenco gitano, el piano, dentro de
un ambiente impresionista, imita con
fidelidad los acompañamientos de la
guitarra y las palmas, con los ritmos
y acentos característicos que ponen
de manifiesto su evolución hacia el
zapateado. El Paño moruno, de origen
murciano, imita con el piano los ras-
gueos de la guitarra. Las secuencias
con resoluciones sobre la dominan-
te nos transportan a sus orígenes
más antiguos, las folías, danzas del
barroco hispánico que se difundieron
por todo el continente europeo y
a las que compositores de la talla
de Corelli o Couperin les dedicaron
obras de gran inspiración. En cambio,
la Seguidilla murciana, danza de rit-
mos rápidos cantada por los arrieros,
destaca por los acompañamientos
punteados de la guitarra, subrayados
con los ritmos del tamboril, imitados
fielmente por el piano. La Asturiana
está basada en una melodía y texto
que podemos aún encontrar en la
publicación de José Hurtado Cien
Cantos Populares, con la armonía del
piano que nos transporta al ambiente
más popular mediante efectos moda-
les de gran riqueza. La Jota aragonesa
alterna contrapuntos en cánon con la
complejidad de los ritmos ternarios
de esta danza, acentos hemiólicos de
difícil interpretación para alguien que
nunca la haya oído cantar en directo.
Y finalmente la Nana, canción de cuna
andaluza que le cantaba su madre;
por su gama modal, Falla le atribuye
un origen oriental, y el suave balan-
9
ceo entre las dos manos del pianista imita el movimiento de la cuna.
En opinión de Leonora Milà estas obras demuestran una frescura y una inspiración de juventud sin excesivas exigencias técnicas, pero no por ello deja de emocionarse cada vez que toca la Nana, igual que lo hizo la primera vez que la escuchó, a los 12 años, inter-pretada por el mismo Pau Casals.
Romà Escalas
Director del Museo de la Música de Barcelona
Abril de 2009
10
IntroduccióLeonora Milà, després de tota una vida dedicada al piano i a la composició, ens ofereix aquesta nova versió d’obres de Manuel de Falla, nova perquè és el resultat d’una llarga i pacient identifi-cació, reflexió i recreació de les obres d’aquest compositor, però molt jove perquè ens reviu les primeres experièn-cies interpretatives de Milà amb aquest repertori, les quals es remunten als seus concerts al Royal Albert Hall de Londres a l’edat de tretze anys.
La descripció que va fer Felip Pedrell d’Isaac Albéniz com una persona que veia el món des del teclat és una de les més encertades per descriure la personalitat musical d’aquest compo-sitor i intèrpret. Aquesta descripció la podríem també aplicar, salvant l’època històrica, a Leonora Milà. Un pianista no neix, sinó que es fa, domesticant l’instrument i fent-se’l seu, aquesta màquina que ha anat incorporat i resu-mint la força d’expressió de totes les escoles de compositors de tecla, des d’Antonio de Cabezón del segle XVI fins als pianistes del segle XXI, entre
tots han donat la forma i les solucions a tot un art instrumental d’expressió musical.
ObresDanza ritual del fuegoL’enregistrament d’aquestes obres s’inicia amb la Danza ritual del fuego. Aquesta peça procedeix de l’adaptació pianística de la famosa dansa de El amor brujo en la qual la protagonista llença encens al foc per allunyar els mals esperits i els mals auguris. És sens dubte una de les parts principals d’aquest ballet cantat -i escrit el 1915- en el que l’ambient gitano del Sacromonte andalús recolza una trama amorosa plena de misteri i màgia. La música, basada en temes obsessius i ritmes que subratllen el seu caràcter d’encantament, descriu l’espurneig i la claror del foc amb figures virtuosístiques i colors contrastats de gran força expressiva i alta exigència tècnica interpretativa.
Leonora Milà comenta que la Danza ritual del fuego és probablement l’obra que ha interpretat més vegades al llarg de la seva vida. Des dels set anys l’ha apassionada amb la mateixa força, i
11
en aquesta versió, una dinàmica més contrastada ens projecta les flames amb tota la calor i expressió de la seva personalitat.
El sombrero de tres picos
La Suite ballet El sombrero de tres picos és una reelaboració de la pan-tomima El corregidor y la molinera es-trenada a Madrid el 1917, basada en la llegenda tramesa pel romancer popular del segle XVIII, i finalment recollida per Pedro Antonio de Alarcón com a novel·la costumista a final del segle XIX. Aquesta obra, després de dificultats motivades per la situació històrica i
la censura de l’època, es converteix,
gràcies al geni de Manuel de Falla en
col·laboració coreogràfica amb el rus
Diaghilev, en la Suite ballet, que aviat
assolí l’èxit internacional a partir de
l’estrena a Londres el 1919.
L’escena esdevé en una Andalusia
alegre i plena de vida, on els amors del
moliner i la bella molinera es troben
interferits per les grotesques fabu-
lacions i intrigues del corregidor. De
l’arranjament per a piano editat per
J&W Chester a Londres, la pianista n’ha
seleccionat tres danses: la Danza de
los vecinos, d’aire popular basat en els
ritmes i melodies de les seguidilles mur-
cianes, la terra del moliner, la qual ens
transporta immediatament a l’escenari
rústic en el que es desenvolupa la his-
tòria amorosa. Segueix la Danza del mo-
linero, una farruca flamenca d’aire greu
i ritmes complexos ballada pel moliner
abans de la seva detenció ordenada pel
corregidor. Finalment, la Danza de la
molinera representa l’escena en què tot
ballant un fandango, alegre i de ritmes
vius, la molinera es mofa del corregi-
dor. Els sons de la guitarra i els ritmes
ternaris s’expressen magistralment des
del teclat del piano.
Aquest recull d’obres del Sombrero de
tres picos Leonora Milà ja l’enregistrà
per al segell discogràfic EMI l’any 1969.
Després d’un treball subtil, inspirant-se
amb la instrumentació original, n’ha
anat perfeccionant l’adaptació pianís-
tica a fi que el ritme, el veritable nucli
de les danses, no es ressenti per culpa
d’una transcripció poc pianística.
12
Cuatro piezas españolas
Aquestes peces, dedicades a Isaac
Albéniz i escrites el 1906, van ser
presentades pel famós pianista català
Ricard Viñes a París el 1909 amb el
suport i l’adhesió de part dels millors
compositors francesos de l’època, com
ara Claude Debussy i Paul Dukas.
A l’Aragonesa hi destaca de forma
recurrent un tema característic de
jota popular, amb interludis d’arpegis
descendents, que ens recorden els
tractaments harmònics de Dukas. En canvi, a la Cubana, el tema de la guajira caribenya es manté amb un gronxament
rítmic d’havanera, amb la contraposició
hemiòlica dels compassos de 3/4 i 6/8 i un suport harmònic que ens recorda les pinzellades sonores d’Albéniz. La
Montañesa està tractada com a obra
paisatgística i impressionista que ens
transporta a Astúries. És una cançó popular asturiana sobre la casa del rector i ambientada amb ecos llunyans de campanes. Per acabar, l’Andaluza
ens ofereix un final brillant i virtuosístic,
en el que un antic fragment de buleria
estructura el primer tema que cedirà pas
a una malaguenya amb sons puntejats
de guitarra, de ritmes insistents i girs
àgils i sobtats.
Leonora Milà comenta que aquestes
Cuatro piezas, comparades amb les Siete
canciones populares, ens presenten un
Falla més madur, encara que en algun
moment sacrifica l’espontaneïtat per la
forma i el compromís pianístic. En elles
hi trobem l’evolució d’una personalitat
detallista i minuciosa, de vegades fins i
tot obsessiva.
Fantasía baetica
La Fantasía baetica va ser editada per
la firma anglesa Chester l’any 1922. Va
ser un encàrrec que el pianista Arthur
Rubinstein va fer directament a Manuel
de Falla. Es tracta d’una obra el títol
de la qual fa referència a la música
andalusa; d’aquí que estigui plena de
ritmes flamencs, arpegiats guitarrístics
i tot plegat amb un nivell considerable
d’exigència tècnica. Potser massa i tot,
perquè Rubinstein no va tenir temps
d’estrenar-la a Espanya per manca de
temps de preparació; ho faria, el mateix
Rubinstein, un any més tard, el 1920,
13
a Nova York. La Fantasía baetica té un
tema principal amb ritme de buleria que
dóna pas a una secció més lírica per
retornar, basant-se en l’esquema formal
ABA, al tema principal tractat amb
diverses modulacions que el condueixen
a la conclusió final.
L’obra, però, presenta un problema
formal quan intenta compatibilitzar la
forma romàntica ABA amb un retorn a la
sobrietat del classicisme, a l’introduir una
repetició general com a recapitulació,
motivada possiblement per la magnitud
de l’encàrrec. Leonora Milà salva amb
agilitat aquest escull i manté l’interés i el
duende, com si es tractés d’una repetició
d’un aire popular, presentat amb diferents
estrofes.
Siete canciones populares españolas
Com comentà el gran pianista i compo-
sitor Joaquim Nin a la Guide du Concert
publicada a París el 1932, les Siete
canciones populares Españolas, obra de
joventut de Manuel de Falla, s’han de
situar entre les obres mestres d’aquest
compositor, juntament amb El retablo de
maese Pedro i El amor brujo.
La versió que ens ofereix Leonora
Milà d’aquesta obra correspon a
una adaptació per a piano sol que
Manuel de Falla composà i interpretà
a París el 1914, tot inspirant-se en les
cançons populars de la seva joventut
i amb l’esperit de donar continuïtat al
manifest de Felip Pedrell, Por nuestra
música, eina formal amb la qual ja
altres compositors famosos, com
Isaac Albéniz i Enric Granados, havien
projectat internacionalment la música
espanyola. L’adaptació per a piano sol
de les Canciones d’Ernesto Halfter,
compositor que també les orquestrà,
ha permès incorporar aquestes obres
en els repertoris internacionals dels
pianistes més famosos del segle XX.
L’última dansa, el Polo, està estructura-
da sobre un tema de la tradició popular
andalusa, assimilat per Falla des de
la seva infància en sentir-la cantar i
sonar en l’espai de les seves arrels més
originals, a Cadis, al Carnaval i a la pro-
cessó dels gegants. Procedent del món
flamenc gitano, el piano, dins d’un am-
bient impressionista, imita amb fidelitat
els acompanyaments de la guitarra i les
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palmes, amb els ritmes i accents carac-terístics que fan palesa la seva evolució cap al zapateado. El Paño moruno, d’origen murcià, imita amb el piano els rasgejats de la guitarra. Les seqüències amb resolucions sobre la dominant ens transporten als seus orígens més antics, les folies, danses del barroc hispànic que es varen difondre per tot el continent europeu i compositors de la talla de Corelli o Couperin els hi van dedicar obres de gran inspiració. En canvi, la Seguidilla murciana, dansa de ritmes ràpids cantada pels traginers, es destaca pels acompanyaments punte-jats de la guitarra, subratllats amb els ritmes del tamborí, imitats amb fidelitat pel piano. La Asturiana està basada en una melodia i text que podem encara trobar a la publicació de José Hurtado, Cien Cantos Populares, amb l’harmonia del piano que ens transpor-ta a l’ambient més popular mitjançant efectes modals de gran riquesa. La Jota aragonesa alterna contrapunts en cànon amb la complexitat dels ritmes ternaris d’aquesta dansa, accents he-miòlics de difícil interpretació per a una persona que no l’hagi sentit cantar mai
en directe. I finalment la Nana, cançó de bressol andalusa que li cantava la seva mare. Falla li atribueix, per la seva gamma modal, un origen oriental, el suau balanceig entre les dues mans del pianista n’imita el moviment del bressol.
Si bé aquestes obres, en opinió de Leonora Milà, demostren una frescor i inspiració de joventut, sense excessives exigències tècniques, no per això deixa d’emocionar-se cada vegada que toca la Nana, com la primera vegada que la va escoltar, als 12 anys, interpretada pel mateix Pau Casals.
Romà EscalasDirector del Museu
de la Música de Barcelona
Abril de 2009
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IntroductionLeonora Milà, with a life devoted to piano and composition, offers us a new rendition of works by Manuel de Falla. New, because it is the culmina-tion of an extensive and diligent pro-cess of identifying, reflecting on and recreating the composer’s works. Yet acutely youthful, as it rekindles Milà’s
first interpretive experience with this
repertoire, dating to the concerts she
performed at London’s Royal Albert
Hall when she was 13 years old.
Felip Pedrell characterised Isaac
Albéniz as someone who understands
the world through the piano. This
description is an apropos way of des-
cribing this composer and performer’s
musical personality. Barring the
historical timeframe, this description
could also be applied to Leonora
Milà. Pianists are not born, they
are made. They learn to hone their
instrument and make it theirs; that
machine through which all schools
of composers have come to express
themselves, from Antonio de Cabezón
in the 16th century to 21st century
pianists. Together, they have contri-
buted to moulding and providing the
solutions for a veritable instrumental
art of musical expression.
WorksRitual Fire Dance
The recording begins with Ritual Fire
Dance, a work that proceeds from the
piano adaptation of the famous dance
from El amor brujo, in which the lead
female character throws incense into
the fire to dispel malignant spirits
and omens. It is indisputably one
of the most important parts of this
sung ballet, written in 1915, in which
the love story, abounding in mystery
and magic, unfolds amidst the gypsy
ambient of Andalusia’s Sacromonte.
The music, based on obsessive the-
mes and rhythms that accentuate its
bewitching character, communicates
the flickering sparks and incandescen-
ce of fire through virtuosic notes and
contrasting timbres, powerfully ex-
pressive and technically challenging.
Leonora Milà says that Ritual Fire
Dance is, in all probability, the piece
that she has interpreted the most
over the course of her life. Her pas-
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sion for this piece has not wavered since she was seven years old. The more contrasting dynamic of this latest rendition brings the flames to life, with all the warmth and expres-sion of her personality.
The Three-Cornered Hat
The Ballet Suite The Three-Cornered Hat is a reworking of the pantomime The Magistrate and the Miller’s Wife, which premiered in Madrid in 1917. Based on the legend transmitted by the traditional 18th century roman-cero (collection of ballads), it was
ultimately turned into a costumbrista
(Spanish mannerist movement) novel
by Pedro Antonio de Alarcón towards
the end of the 19th century. Following
the difficulties inherent in the his-
torical situation and censorship of
the time, this work was turned into a
Ballet Suite thanks to the genius of
Manuel de Falla and the choreogra-
phic collaboration of Russian Sergéi
Diaghilev. It garnered quick interna-
tional success following its London
premiere in 1919.
The scene unfolds in a joyous, vibrant
Andalusia, where the Magistrate’s
obscene lies and schemes interfere
with the love between the Miller
and the Miller’s wife. The pianist has
selected three dances from the piano
arrangement published by J&W Ches-
ter in London. The first is the Neigh-
bours’ Dance. With a traditional tune
based on Murcian seguidilla rhythms
and melodies from the Miller’s native
land, this dance transports us to the
rustic setting where the love story
takes place. The Miller’s Dance then
follows: a flamenco farruca with a low-
pitched tune and complex rhythms,
which the Miller performs before
being arrested by order of the Magis-
trate. Lastly, the Dance of the Miller’s
Wife represents the scene in which,
through a joyous, lively fandango, the
Miller’s wife mocks the Magistrate.
The piano conveys the guitar sounds
and triple time rhythms to perfection.
This collection of works from The
Three-Cornered Hat was previously
recorded by Leonora Milà for the EMI
recording company in 1969. Following
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a subtle rendition inspired in the ori-ginal instrumentation, Milà set about perfecting the piano adaptation, as not to compromise the rhythm, the veritable nucleus of the dances, with an uncouth piano arrangement.
Four Spanish Pieces
These pieces, dedicated to Isaac Albéniz and written in 1906, were first performed by the famous Catalan pianist Ricard Viñes in Paris in 1909, with the public support of some of the finest French composers of the day, Claude Debussy and Paul Dukas.
In the Aragonesa, attention is drawn to a reoccurring theme characteristic of the traditional jota, with descen-ding arpeggio interludes reminis-cent of Dukas’ harmonic structure. Conversely, in the Cubana, Falla maintains the Caribbean guajira theme alongside the habanera’s rhythmic swing, with the hemiolic contraposition inherent in 3/4 and 6/8 time and a harmonic support that recalls Albéniz’s sonorous brushs-trokes. The Montañesa is envisaged
as an impressionistic landscape piece, which transports us to Asturias. A traditional Asturian song about the Rector’s house, it creates atmosphere through the distant tolling of bells. Lastly, the Andaluza offers us a subli-me and virtuosic finale. Its initial the-me is structured on an old-fashioned bulerías fragment, which gives way to a malagueña replete with picked guitar sounds, insistent rhythms and spritely, sudden turns.
Leonora Milà says that these Four Pieces, compared to Seven Spanish Folksongs, evidence a more mature Falla, despite reaching a point in which spontaneity is sacrificed for form and commitment to the piano. Here, we can observe the evolution of a detailed-minded, meticulous personality that borders, at times, on obsessive.
Baetic Fantasy
Baetic Fantasy was published by the English company Chester in 1922, fruit of a commission that pianist Arthur Rubinstein made directly to Manuel de Falla. Flamenco rhythms and guitar
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arpeggios abound in this work, whose title is a clear reference to Andalusian music. It also demands a considerable amount of technical prowess; perhaps too much. Rubinstein, citing lack of preparation, did not have time to premiere it in Spain; he would do so a year later, in 1920, in New York. The rhythm inherent in Baetic Fantasy’s main theme is bulerías, which moves into a more lyrical sequence. The main theme then returns, evidencing its adherence to ABA form, influenced by various modulations which direct it to its final conclusion.
The work, however, displays a form related problem: it attempts to blend the romantic ABA form with a return to classical sobriety, introducing a general repetition as recapitulation; a decision likely motivated by the mag-nitude of the commission. Leonora Milà nimbly sidesteps this hurdle and
maintains the music’s interest and
mysticism, as if it were repetition in
a traditional melody, separated into
distinct verses.
Seven Spanish Folksongs
As legendary pianist and composer Joaquim Nin commented in the Guide du Concert, published in Paris in 1932, Seven Spanish Folksongs, a composition that Manuel de Falla wrote in his younger days, should be situated, along with El retablo de maese Pedro and El amor brujo, among the composer’s masterpieces.
The version performed by Leonora Milà corresponds to an adaptation, for piano solo, that Manuel de Falla composed and interpreted in Paris in 1914. He was inspired in the traditio-nal songs of his youth and the spirit of forwarding Felip Pedrell’s manifesto Por nuestra música (For Our Music), the tool that other famous compo-sers, such as Isaac Albéniz and Enric Granados, had used to promote Spanish music internationally. After adapting Songs by Ernesto Halfter, their composer and orchestrator, for piano solo, these pieces came to integrate the international repertoires of some of the most famous 20th century pianists.
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The last dance, the Polo, is structured on a traditional Andalusian theme that had formed part of Falla’s life since childhood. He heard it sung, resoun-ding, in the very location where his earliest origins lay: in Cadiz, Carnaval and the procession of the gegants. From amidst the gypsy flamenco world, the piano, in an impressionist environment, accurately imitates the guitar and clapping accompaniments, with the characteristic rhythms and accents that mark its progress towards the zapateado. In the Paño Moruno, ori-ginally from Murcia, the piano imitates a guitar being strummed. The resolving sequences transport us to the music’s most remote origins: la Folia, Hispanic baroque dances which spread across the European continent and inspired brilliant works by renowned composers the likes of Corelli and Couperin. Con-versely, the Seguidilla murciana, a fast-paced dance sung by muleteers, grasps attention through its guitar picking accompaniments, accentuated by tenor drum rhythms and faithfully imitated by the piano. The Asturiana is based on a melody and text that we can still find in
José Hurtado’s songbook, Cien Cantos
Populares (One-Hundred Folksongs). Its
piano harmony transports us, via rich
modal effects, to the most traditional of
settings. The Jota aragonesa alternates
contrapuntal canon with the complexi-
ty of this dance’s triple time rhythm:
hemiolic accents difficult to interpret
for someone who has never heard a
live performance. And finally the Nana,
an Andalusian lullaby his mother used
to sing. Falla designates it an eastern
origin due to its inherent form, the
gentle back-and-forth of two hands that
imitates a cradle rocking.
In Leonora Milà’s opinion, these works
display the freshness and inspiration
of youth, without excessive technical
demands. Yet each time she plays the
Nana, she experiences the same to-
rrent of emotion she felt when she was
12 years old, listening to the illustrious
Pau Casals interpret this piece for the
first time.
Romà EscalasDirector of the Museu
de la Música de Barcelona
April 2009
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Biografía Leonora MilàLa pianista y compositora Leonora Milà nace en Vilanova i la Geltrú (Barcelona, 1942) en el seno de una familia con fuertes vínculos con el mundo de la música ya que su padre, Josep Milà, fue un destacado violon-celista de la Orquesta Pau Casals y de la Orquesta del Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Discípula de la pedagoga Maria Canals, Leonora Milà recibe el calificativo de “niña prodigio” gracias a los dos conciertos que en 1949 ofrece en el Palau de la Música Catalana, y en los que, con solo seis años, interpretó obra propia y el concierto para piano y orquesta KV 488 de W. A. Mozart, acompañada por la Orquesta Ciutat de Barcelona.
La carrera internacional de la artista ca-talana empieza a los doce años, cuando actúa en un programa de la BBC de Londres interpretando piezas para piano de Enric Granados y Manuel de Falla. Esta actuación le abre las puertas de la capital británica, a la que regresa un año después, en 1955, para actuar en el Royal Albert Hall interpretando la obra Noches en los jardines de España,
del compositor Manuel de Falla, con la London Philharmonic Orchestra y bajo la batuta de Rudolph Dunbar.
Ganadora del Concurso Internacional de Ejecución Musical Maria Canals (Barcelona) de 1966, y finalista del Concorso Internazionale di Musica G. B. Viotti (Vercelli, Italia), Leonora Milà compagina a lo largo de su carrera profesional la vertiente de intérprete con la de compositora. Largas giras por Europa, Estados Unidos y Asia la han llevado a ser la primera artista española en actuar en la República Popular China (1979), en grabar un disco con la China National Symphony Orchestra (1988), y también a ser la primera compositora que estrena un ballet en San Petersburgo. Se trata de Tirant lo Blanc, novela de caballe-rías escrita por Joanot Martorell en el siglo XV, transformado en partitura por Leonora Milà y en un ballet de dos horas por el bailarín y coreógrafo ruso Iuri Petukhov. Por esta obra Milà recibe el Premio Internacional de la Cultura Catalana concedido en Valen-cia en 1995. Posteriormente, en 1996, Tirant lo Blanc se estrena en el Gran
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Teatre del Liceu con la compañía Sant
Petersburg State Ballet. El director
de cine Antoni Ribas es el encargado
de filmar este ballet que se emite en
Televisión Española, y que se edita
también en formato vídeo y DVD para
su comercialización.
Entre la extensa obra escrita per
Leonora Milà, formada por más de 100
partituras, destacan sus tres conciertos
para piano y orquesta; el exitoso CD
de habaneras para piano; las cancio-
nes para voz y piano basadas en textos
de poetas como Goethe, Espriu y Mara-
gall; y dos ballets breves titulados
Pintor Lee y Drame a trois grabados
por la Sant Petersburg State Symphony
Orchestra of Mussorgsky Theatre.
Leonora Milà ha publicado más
de una treintena de discos, tanto
como solista como acompañada de
orquestas de renombre internacional,
con un repertorio basado en obras
de grandes compositores europeos
como Maurice Ravel, Claude Debussy,
Ludwig van Beethoven, Robert Schu-
mann y Felix Mendelssohn. Destaca
su versión de la obra Das Wohltem-
perierte Klavier, de J. S. Bach, que la crítica especializada considera “de referencia”, y las interpretaciones al piano de los compositores clásicos españoles Manuel de Falla, Enric Gra-nados, Isaac Albéniz y Joaquín Turina, que le han valido el reconocimiento unánime del público. Las obras de Leonora Milà son editadas y distribui-das por International Music Company, de Nueva York.
Más información:www.leonoramila.com
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Biografia Leonora Milà
La pianista i compositora Leonora Milà va néixer a Vilanova i la Geltrú (Barcelona, 1942) en una família amb forts vincles en el món de la música, ja que el seu pare, Josep Milà, va ser un destacat violoncel·lista de l’Orquestra Pau Casals i, també, de l’Orquestra del Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Deixebla de la pedagoga Maria Canals, Leonora Milà rep el qualificatiu de “nena prodigi” gràcies als dos concerts que el 1949 ofereix al Palau de la Música Catalana interpretant, amb només sis anys, obra pròpia i el concert per a piano i orquestra KV 488 de W. A. Mozart acompanyada per l’Orquestra Ciutat de Barcelona.
La carrera internacional de l’artista cata-lana s’inicia als dotze anys quan actua en un programa de la BBC de Londres inter-pretant peces per a piano d’Enric Grana-dos i Manuel de Falla. Aquesta actuació li obre les portes de la capital britànica on hi torna un any més tard, el 1955, per actuar al Royal Albert Hall interpretant l’obra Noches en los jardines de España, del compositor Manuel de Falla, amb la
London Philharmonic Orchestra i sota la batuta de Rudolph Dunbar.
Guanyadora del Concurs Internacional d’Execució Musical Maria Canals (Bar-celona) de 1966 i finalista del Concorso Internazionale di Musica G. B. Viotti (Vercelli, Itàlia), Leonora Milà compagi-na al llarg de la seva carrera profes-sional la vessant d’intèrpret amb la de compositora. Llargues gires per Europa, Estats Units i Àsia l’han portat a ser la primera artista espanyola que actua a la República Popular de la Xina (1979), en gravar un disc amb la China Natio-nal Symphony Orchestra (1988) i en ser també la primera compositora que estrena un ballet a Sant Petersburg. Es tracta de Tirant lo Blanc, una novel·la de cavalleries escrita per Joanot Martorell al segle XV que Leonora Milà transforma en partitura i el ballarí i coreògraf rus Iuri Petukhov en un ballet de dues hores. Per a aquesta obra Milà rep el Premi Internacional de la Cultura Catalana concedit a València el 1995. Posteriorment, Tirant lo Blanc s’estrena al Gran Teatre del Liceu, el 1996, amb la companyia Sant Petersburg State Ba-llet. El director de cinema Antoni Ribas
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és l’encarregat de filmar aquest ballet
que s’emet per Televisió Espanyola i
s’edita també en format vídeo i dvd per
a la seva comercialització.
D’entre l’extensa obra escrita per
Leonora Milà, formada per més de
100 partitures, destaquen els seus
tres concerts per a piano i orquestra,
l’exitós cd d’havaneres per a piano, les
cançons per a veu i piano basades en
textos de poetes com Goethe, Espriu
i Maragall, i dos ballets breus titulats
Pintor Lee i Drame a trois grabados per
la Sant Petersburg State Symphony
Orchestra of Mussorgsky Theatre.
Leonora Milà té més d’una trentena
de discos publicats, ja sigui com a
solista o acompanyada d’orquestres de
renom internacional, amb un repertori
basat en obres de grans compositors
europeus, com ara Maurice Ravel, Clau-
de Debussy, Ludwig van Beethoven,
Robert Schumann i Felix Mendelssohn.
Destaca la seva versió de l’obra Das
Wohltemperierte Klavier, de J. S. Bach,
que la crítica especialitzada considera
“de referència”, i les interpretacions al
piano dels compositors clàssics espan-
yols Manuel de Falla, Enric Granados,
Isaac Albéniz i Joaquín Turina que li
han valgut el reconeixement unànime
del públic. Les obres de Leonora Milà
estan editades i distribuïdes per Inter-
national Music Company, de New York.
Més informació a:
www.leonoramila.com
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interpret composer Manuel de Falla’s Nights in the Gardens of Spain in the Royal Albert Hall, performing alongsi-de a London Philharmonic Orchestra conducted by Rudolph Dunbar.
Winner of the 1966 International Music Competition Maria Canals (Barcelona) and finalist of the Viotti International Music Competition (Vercelli, Italy), Leo-nora Milà has managed to combine, throughout her professional career, her abilities as both a performer and composer. Lengthy tours across Europe, the United States and Asia led her to become the first Spanish artist to perform in the People’s Republic of China (1979), to record an album with the China National Symphony Orchestra (1988) and to become the first female composer to premiere a ballet in St. Petersburg. The ballet in question was Tirant lo Blanc, a chival-ric novel written by Joanot Martorell in the 15th century, subsequently scored by Leonora Milà and transformed into a two-hour ballet by Russian dancer and choreographer Yuri Petukhov. For her efforts, Milà was awarded the International Catalan Culture Prize
Leonora Milà Biography
The pianist and composer Leonora
Milà was born in Vilanova i la Geltrú
(Barcelona) in 1942, into the bosom
of a family with close knit ties to the
world of music. Her father, Josep
Milà, was an outstanding cellist in
the Orquestra Pau Casals and the
Orquestra del Gran Teatre del Liceu
de Barcelona. A disciple of pedago-
gue Maria Canals, Leonora Milà was
dubbed a “child prodigy” in the wake
of two concerts that she performed
in the Palau de la Música Catalana in
1949. Whilst just six years old, she in-
terpreted a piece that she herself had
composed, along with W. A. Mozart’s
concerto KV 488 for piano and orches-
tra, accompanied by the Orquestra
Ciutat de Barcelona.
This Catalan artist kick-started her
international career at the age of 12,
when she performed piano works by
Enric Granados and Manuel de Falla
on a BBC London television progra-
mme. This performance unlocked
the doors to the English capital. She
would return a year later, in 1955, to
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Mendelssohn. She has received parti-cular acclaim for her rendition of Das Wohltemperierte Klavier by J. S. Bach, deemed referential by the specialised press, as well as piano interpretations of the classic Spanish composers Manuel de Falla, Enric Granados, Isaac Albéniz and Joaquín Turina, earning her unanimous public recognition. Leonora Milà’s works are edited and distributed by the International Music Company in New York.
For more information:www.leonoramila.com
in Valencia (1995). Later on, in 1996,
Tirant lo Blanc was premiered in the
Gran Teatre del Liceu by the St. Pe-
tersburg State Ballet company. Motion
picture director Antoni Ribas was in
charge of filming the ballet, later aired
on Televisión Española and released
to the public on VHS and DVD.
While Leonora Milà boasts a considera-
ble written catalogue comprising over
100 scores, her three concertos for pia-
no and orchestra shine forth; as do the
popular Habaneras piano recordings,
the songs for voice and piano based
on texts by poets the likes of Goethe,
Espriu and Maragall and two short
ballets entitled The Flight of Painter
Lee and Drame à trois, both recorded
for the St. Petersburg State Symphony
Orchestra of the Mussorgsky Theatre.
Leonora Milà has released over thirty
albums as both a soloist and accom-
panied by internationally renowned
orchestras. Her repertoire includes
compositions by master European
composers such as Maurice Ravel,
Claude Debussy, Ludwig van Bee-
thoven, Robert Schumann and Felix Leonora Milà, Joan Deltell & Renard Tchaikovsky. Gran Teatre del Liceu, Barcelona 1981 (Photo: Colita)
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Leonora Milà: pianoIngeniero de sonido / Enginyer de so / Sound engineer: Albert MoraledaEstudios / Estudis / Studio: Estudi Albert Moraleda (La Garriga. Barcelona)Piano: Stenway&Sons (2-8 / 10-16) & Yamaha (1 & 9)Productor ejecutivo / Productor executiu / Executive producer: Joan DeltellTextos / Texts: Romà Escalas & Bernat DeltellTraducciones inglés / Traduccions anglès / Translation into English: Olga Sequera, Andrew RancePortada / Front cover: Helena Ribas (Artrivity Disseny)Diseño / Disseny / Design: Artrivity DissenyFotos / Photos: Carles Castro, Fundación Manuel de FallaGracias a / Agraïments a / Thanks to: Romà Escalas, Albert Moraleda, Àlex Soteres, Aïda Ventura, Biblioteca-Museu Víctor Balaguer
Printed in:
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www.leonoramila.com www.elfarblau.com
Es una producción de El Far Blau S.L.És una producció de El Far Blau S.L.This is a El Far Blau S.L. production
© El Far Blau S.L – 2009
Leonora Milàpianist & composer