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Post-rock, dice?Blas Fernndez | 10 de mayo de 2011 a las 13:20
Post-rock, dice? fue mi contribucin al volumen
colectivo Ms all del rock (Inaem, Madrid, 2008), un
libro confeccionado en su da por Julin Ruesga Bono y
Norberto Cambiasso con la vocacin de abordar los
mrgenes del gnero cercanos o conectados con las
vanguardias experimentales y contribuir as, de paso y
en la medida de lo posible, a paliar la hasta hace muy
poco proverbial carencia de estudios tericos al
respecto en castellano. Fue, eso s, un objetivo slo
cumplido parcialmente: un segundo y necesario
volumen se qued en el tintero.
La reciente distribucin en Espaa de Despus del rock
(Caja Negra, Buenos Aires, 2010), breve pero muy
recomendable recopilacin de artculos de Simon
Reynolds, hasta la fecha inditos en castellano, me
parece una buena ocasin para rescatar aquel texto. La
razn es obvia: a la hora de abordar la naturaleza y
difcil identidad del post-rock, su gnesis e
imprevisibles consecuencias, la lectura crtica del
clebre artculo del crtico ingls, ahora incluido en el
libro argentino, era y es el necesario, ineludible, primer
paso. Por qu? Pngase cmodo
Post-rock, dice?
Trans-Am, directo incendiario.
Post-rock, dice? Menuda papeleta Probablemente
no haya habido gnero musical en la historia del rock
que haya suscitado mayor controversia, hasta el punto
mismo de que su consideracin como tal sigue siendo
hoy motivo de debate. Qu fue el post-rock?
Realmente existi? Y en el improbable caso
afirmativo, qu queda de l?
El presente artculo no pretende contar su historia
estableciendo una cronologa de los acontecimientos,
sino ms bien realizar una lectura crtica del fenmeno
desde su origen, con la perspectiva que hoy nos
permiten los aos pasados, para orientar luego la
atencin hacia momentos puntuales, que podran
entenderse como capitales, a la hora de intentar
establecer sus difusos lmites. Tarea acaso imposible,
como ms tarde veremos.
La explicacin de este enfoque es bien simple: se
puede contar la historia de un gnero musical que
como tal no parece haber existido y del que se han
venido desmarcado la mayora de aquellos que, de
manera involuntaria, fueron adscritos a l? Se puede,
claro, aunque tendra que ser a costa de considerar
como tales, o sea partcipes delpost-rock, a muchos
msicos que no se sintieron ni sienten identificados
con dicha categorizacin. As pues, se trata de lanzar
pistas, ideas, reflexiones, intuiciones y declaraciones
de mltiples actores con la intencin de documentar y
enriquecer, en la medida de lo posible, la discusin en
torno a un movimiento del que pocos quisieron o
quieren sentirse protagonistas.
Antes de entrar en materia, y para no distraernos
luego en exceso, ser necesario tambin realizar una
mnima consideracin sobre el presunto parentesco
entre post-rock y rock progresivo.
Si bien es cierto que desde que a mediados de la
dcada de los 90 comenz a utilizarse dicha etiqueta,
de manera tan habitual como indiscriminada, no
faltaron voces que apuntaron conexiones entre ambos
conceptos por lo general para denostar a uno y a
otro, no lo es menos que gran parte de los supuestos
post-rockers, probablemente, se sentiran horrorizados
ante la mera idea de compartir su espacio creativo con
lo ms excesivo, delirante y vacuo lo ms popular, al
fin y al cabo del prog-rock. El equvoco, no obstante,
ha servido incluso para que desde las filas ms
nostlgicas del rock progresivo se reivindique el
post-rock como una continuacin de aqul, y no resulta
extrao encontrar interpretaciones que obvian todo lo
ocurrido entre uno y otro del punk al boom
electrnico de los 90 pasando por el post-punk para
ajustarse a su interesada deduccin.
Antes que con el rock progresivo, como veremos ms
adelante, el post-rockemparentara con el art-rock, con
el rock de vanguardia y con la corriente experimental
que, partiendo de presupuestos rock o llegando hasta
ellos desde otras latitudes sonoras, recorre en paralelo
la historia de la msica pop tendencias ni mucho
menos exentas, por cierto, de los riesgos de
presuncin proverbialmente achacados al rock
progresivo.
No obstante, conviene recordar que los gneros
musicales, lejos de configurar compartimentos
estancos, conforman una tupida red de influencias en
ocasiones mutuas y cuanto menos constantes.
Influencias cuyo reconocimiento puede aparecer,
sorprendentemente, all de donde menos lo
esperamos: Los 70 son una influencia casi inevitable
en su totalidad. Puede resultar un despropsito decir
que nos gustan o quizs alguien pueda pensar que nos
desprestigia por grabar para un sello como Thrill Jockey
o con John McEntire, pero no entiendo por qu est
generalizado el odio hacia grupos como Emerson, Lake
& Palmer o Pink Floyd. El virtuosismo no me parece
necesariamente un defecto. Se lo dijo a Csar
Estabiel, en una entrevista para Rock de Lux [1], Nathan
Means, teclista y bajista de una banda tan fascinante
como Trans Am. Y no ser yo quien aqu lo cuestione.
Reynolds versus Carducci (o cmo se defini el
post-rock)
Simon Reynolds, a la izquierda, y Joe Carducci (la foto
del ltimo es de Quimbys Bookstore).
Se da por hecho que el trmino fue utilizado por
primera vez por el crtico britnico Simon Reynolds en
la resea que hizo del lbum Hex de Bark Psychosis, en
marzo de 1994, para la revista Mojo [2]. Pocos meses
despus, en mayo del mismo ao y en la revista The
Wire [3], en un artculo titulado Shaking The Rock
Narcotic, desarroll el concepto encuadrando en el
mismo a una serie de bandas, todas tan britnicas
como l, embarcadas en proyectos que se alejaban de
un hipottico canon rock, que el autor identificaba con
un cclico revisionismo (Piensen en los Stones de Exile
on Main Streetpara el caso de Primal Scream. Para
Suede, en la fase Ziggy de Bowie. En 1994, a slo seis
aos del nuevo milenio, la moda es convertirse en el
equivalente musical de las reproducciones de
antigedades.)
Reynolds comenzaba su exposicin con una afirmacin
tajante y quizs no del todo ajustada a la realidad: El
rock alternativo actual es sinnimo de retroceso a un
nmero de gneros pasados de la historia del rock. En
realidad, y si bien es cierto que la etiqueta alternativo
cay pronto en desgracia entre los msicos de espritu
indie por la rpida apropiacin que el mainstream hizo
de ella tras el impredecible xito delNevermind (1991)
de Nirvana, no lo es menos que los grupos a los que el
propio autor iba a referirse en el clebre artculo eran
rock y suponan una alternativa, no tanto ya a la
industria como al inmovilismo de las bandas de rock
alternativo a las que Reynolds situaba como meros
intrpretes de revival. En cualquier caso, adems, los
primeros tambin se inscriban en una corriente de
experimentacin presente en la historia del rock al
menos desde mediados de los 60 y, en el caso de
captulos concretos como el del krautrock, con una
importancia capital para la propia gestacin del
post-rock.
Segn Reynolds, un conjunto de grupos britnicos,
energizados tanto por los desarrollos de msicas
electrnicas construidas en estudio (como el techno y
el hip-hop) como por la improvisacin libre y las
vanguardias artsticas, han empezado a aventurarse en
una financieramente ms precaria pero estticamente
ms vital tierra-sin-nombre. Lo que se preguntaba era
pues cmo catalogar a estas bandas que escapaban a
los patrones clsicos barajados hasta entonces,
momento en el que conclua que tal vez el nico
trmino lo suficientemente abierto como preciso para
cubrir toda esta actividad es post-rock.
Acto seguido, postulaba la que quedara como
definicin cannica de tan vaporoso gnero: Post-rock
significa usar la instrumentacin del rock para
propsitos no-rock: usar las guitarras como
facilitadores de timbres y texturas ms que como
herramientas productoras de riffs y acordes. A la
manera indita de utilizar los antiguos instrumentos, el
autor aada el uso de los nuevos: De manera
creciente, los grupos depost-rock estn ampliando el
esquema tradicional guitarra / bajo / batera con
tecnologa digital: samplers, secuenciadores y
dispositivos midi. Pero ni lo uno ni lo otro era
estrictamente cierto. Contra lo primero se podran
citar mltiples ejemplos histricos inscribibles en el
terreno del rock. Sin tener que llegar al krautrock, ni
mucho menos, bastara citar, por poner un ejemplo
premeditadamente pop, el trabajo de George Martin
con The Beatles. Lo segundo resultaba an ms
cuestionable, pues la ruptura con el esquema
tradicional guitarra / bajo / batera se produjo ya en los
60, mientras que el uso de la tecnologa disponible en
cada poca ha sido una constante a lo largo de la
historia del rock. Por no hablar de que el pop
mainstream tambin estaba utilizando los elementos
mencionados por Reynolds al mismo tiempo que los
grupos a los que l se refera. As pues, el uso de una
instrumentacin rock para hacer no-rock y el aadido
del nuevo elemento tecnolgico no parecan en
principio factores lo suficientemente convincentes
como para definir la gestacin de un nuevo gnero.
Igualmente cuestionables resultaban sus apreciaciones
sobre qu es rock y, por contraposicin, lo no-rock. De
partida, qu es rock? Respecto a esa ya proverbial
dificultad taxonmica, escriba Keir Keightley en
Reconsiderar el rock [4]: Rock es un trmino evocador
y vago hasta la frustracin. Rock puede significar la
rebelin en forma de msica, las guitarras
distorsionadas, el sonido agresivo de la batera y una
psima actitud. Pero el rock tambin ha simbolizado
mucho ms que un estilo determinado de
interpretacin musical. Este calificativo se ha aplicado
a sonidos y estrellas muy diversos, entre los que se
incluyen el blues-country, el primer Bob Dylan, el
sonido Motown, Otis Redding, Kraftwerk, P-Funk, la
salsa, Run-DMC, Garth Brooks y Squirrel Nut Zippers;
con todos se ha empleado el trmino rock en uno u
otro momento, aunque pueden igualmente ser
englobados bajo el epgrafe contrario. Si unos
intrpretes y sonidos tan eclcticos pueden agruparse
con el ttulo rock, no se debe a que comparten una
misma esencia musical ajena al tiempo, sino a que
unos contextos histricos especficos, unas audiencias,
unos discursos crticos y una prcticas industriales han
operado conjuntamente para modelar una percepcin
particular de ste o aquel msico, de sta o aquella
msica, una percepcin que los une en su pertenencia
al rock.
Nuestra percepcin del rock, en cualquier caso, ha ido
cambiando con el paso de los aos. Concretamente,
amplindose hasta el punto en que, desde hace
tiempo, podemos incluir en dicha etiqueta estilos y
gneros en principio antagnicos sin que nos chirre su
categorizacin dentro del mismo apartado. Eso no
evita, sin embargo, la controversia en torno al trmino
y a sus lmites, ni el hecho de que determinados
subgneros reivindiquen para s mismos la nica y
exclusiva legitimidad de su uso. As que, si el propio
concepto rock resulta controvertido por su ambigua
definicin como gnero musical, cmo no iba a serlo
el de post-rock?
Reynolds necesitaba una definicin de rock que
cuadrara con su percepcin del post-rock, que le
permitiera explicarla, y de entre las muchas posibles
acudi a una fuente particularmente reaccionaria
(bueno, el autor la calificaba con irona slo como un
poquito reaccionaria). Fue Joe Carducci quien se la
proporcion en su controvertidoRock and The Pop
Narcotic [5], paradigma de un cierto rockismo
norteamericano, particularmente cerril, para el que
cualquier aproximacin a los trminos arte o artstico
viene a significar automticamente la descalificacin
dentro del universo rock. Para Carducci, nos recuerda
el propio Reynolds, la esencia del rock es la
interaccin en tiempo real de la batera, el bajo y la
guitarra rtmica. Un grupo debera ser un motor rtmico
creando energa cintica, respirando como una entidad
orgnica.
Carducci valora la fisicidad colectiva de la
interpretacin continuaba Reynolds. Su proceso
rock ideal se opone al mtodo pop, que est basado en
el estudio de grabacin y eleva al productor por
encima de los msicos. La msica moderna es un
estril y frvolo campo de desechos porque el tndem
productor / estudio (fro) ha triunfado sobre el rock
(caliente). Con tpico prejuicio norteamericano,
Carducci favorece la presencia de la interpretacin en
vivo por encima de la creciente naturaleza virtual de la
msica de estudio, y prefiere las tcnicas de grabacin
documentalistas que caracterizaron al hard-rock de
principios de los 70 y que fueron revividas por Spot, el
productor residente de SST, el seminal sello
hardcore-punk de los 80 cofundado por Carducci.
Si ya desde el propio ttulo del artculo de Reynolds,
Sacudiendo el narctico rock [6], una referencia directa
al libro del norteamericano, se intuye un cierto aire de
ajuste de cuentas, el prrafo anterior resulta
concluyente. El proverbial antagonismo entre la crtica
musical britnica y estadounidense mucho ms
academicista la primera, en trminos generales, como
bien apunt el periodista y bloguero Ivn Conte en un
estupendo artculo para el peridico digital Diagonal
[7] vive aqu uno de sus puntos de apogeo, del que
Reynolds, acaso uno de los ms reputados crticos
musicales de la historia del rock, sale cruelmente
victorioso: no slo rebate, sino que con su fino humor
ningunea a Carducci hasta rebajarlo sin
contemplaciones al arquetipo del tpico prejuicioso
norteamericano [8].
Tendra gracia, mucha gracia, llegar a la conclusin de
que no slo ya el bautizo de un nuevo gnero musical,
sino incluso su acta de nacimiento, fuera producto, en
ltima instancia, de una fijacin de Reynolds,
macerada durante algunos aos, por desbaratar la
cerrada y un tanto ridcula concepcin del rock
expuesta por Carducci en su libro. De hecho, es una
tentacin muy poderosa considerar as la sucesin de
los acontecimientos: Reynolds lee el libro de Carducci y
deduce que su autor es, por lo menos, un poco pacato,
que o no llega a captar o rechaza la importancia del
entramado semitico que subyace en la historia del
rock; tras varios escarceos, espera el momento
propicio la percha, en argot periodstico y cuando
ste llega, lo liquida de un plumazo.
Es tentador, s, pero no pasa de ser una hiptesis,
mientras que la realidad constata que Reynolds, al
hablar de post-rock, y aun circunscribindose al mbito
britnico, se estaba refiriendo a algo que, en efecto,
ocurra en ese momento. La pega, con una perspectiva
temporal de la que el autor ya disfrutaba, pero que
dej momentneamente aparcada, es que ni era la
primera vez que aquello ocurra ni, desde luego, sera
la ltima. Hoy parece obvio, como ya se ha apuntado,
que fuera lo que fuera el post-rock, entroncaba
directamente con la corriente experimental que ha
venido acompaando al rock al menos desde
mediados de los aos 60 y que, incluso, en diversas
ocasiones se ha convertido en el motor de cambio real
que, convenientemente rebajado en su octanaje, ha
terminado por perfilar el mainstream.
Post-rock? A m no me mire
Jan St. Werner, ratn marciano.
Con el muy estimable documental Introspective [9],
rodado en mltiples localizaciones a lo largo de dos
aos y finalmente estrenado en 2007, el realizador
cataln Aram Garriga se embarc en la difcil tarea de
intentar concretar qu era, o qu haba sido, el
post-rock, propsito que le serva adems para
adentrarse en otros terrenos la relacin entre rock y
poltica, el supuesto problema de la piratera
discogrfica, la permanente dialctica
mainstream-offstrem con la idea de dejarnos un
retrato lo ms ajustado posible de sus protagonistas.
Paradjicamente, trece aos despus de la publicacin
del artculo de Reynolds en The Wire, ninguno de los
muchos msicos entrevistados por el propio Garriga y
el periodista musical Ignacio Juli entre otros, Ira
Kaplan (Yo La Tengo), Dominique A, Thurston Moore y
Lee Ranaldo (Sonic Youth), Jason Pierce (Spiritualized),
Malcolm Middleton (ex Arab Strap), Matt Elliott (Third
Eye Foundation), Jan St. Werner (Mouse on Mars),
Glenn Johnson (Piano Magic) y Christian Burchard
(Embryo) se haba considerado nunca dentro de
dicho movimiento. Y no slo eso: la prctica totalidad
de ellos vena a considerar el post-rockcomo una
construccin de la crtica musical.
Se podra objetar que ninguno de los msicos citados
ha estado estrictamente enmarcado dentro de los
elsticos parmetros del post-rock en los que
Reynolds, en primera instancia, inclua a grupos como
Disco Inferno, Seefeel, Insides, Bark Psychosis, Main,
Papa Sprain, Stereolab, Pram, God y Moonshake, pero
no obstante nos dejaban interesantes consideraciones
al respecto. Entre las ms notables estaban quizs las
del productor Zlaya Hadzich, responsable, entre otras
aventuras, de la serie de discos In The Fish Tank, que
enfrenta cara a cara a dos grupos de variado pelaje con
el objetivo de realizar un trabajo comn.
Algunos periodistas trataron de dar una definicin
clara al post-rock deca Hadzich, pero todo lo que s
es que esa definicin era tan abierta que uno llegaba a
perderse. Mogwai, tal vez. La gente los asocia al
post-rock. Y a Sigur Rs tambin. Pero, lo son? Mucha
gente asocia el post-rock a piezas largas y ambientales,
reemplazando las melodas y los solos con texturas,
estructuras y largos pasajes musicales, aportando una
atmsfera en lugar de buscar un estribillo pegadizo, un
gancho, como lo llaman en la msica pop. Bsicamente
no les importa. Pero, de hecho, ya haba bandas
haciendo eso hace ms de 30 aos.
Despus de explicar que para l el trmino post-rock
era todava un enigma, aada: Si observamos a la
gente implicada en ello, vemos que se trata de lo
contrario al rock mitmano, icnico. Lo contrario de la
actitud de una estrella del pop. Trata ms sobre la
msica que sobre el contexto.
Ms tajante se mostraba Matt Elliott, para quien
post-rock significa un gnero musical en el que
encasillar todo lo que no encaja en ningn otro. As
que tienes de todo, desde Tortoise hasta Autechre.
Fue un trmino bastante usado entre el 94 y el 99.
Ahora ya no. Fue slo una palabra. No s quin se la
invent. Tal vez la revista The Wire.
Frente al laconismo de Elliott, desde luego no exento
de irona, Jan St. Werner desplegaba en el mismo film
un interesante discurso terico al respecto, con el que
llegaba, bsicamente, a la misma conclusin. Creo que
hoy en da estamos casi en lapost-msica apuntaba.
Slo se necesita un pequeo destello o referencia a
algo musical y la gente asocia el tema entero a esa
referencia. Pienso que toda la historia de la msica
est secuenciada. El pblico la corta en pequeos
trocitos, hasta el punto en que incluso algunos sonidos
realmente estticos y minimalistas se consideran
msica hoy. En ese sentido, planteaba su sospecha de
que en realidad el post-rock hubiera sido tan slo un
gnero entre infinitos gneros que podran llamarse
post, porque juegan con referencias y contextos en
lugar de plantear algo original.
Pienso que no somos los mayores fans de esa idea
posmoderna de que una mnima referencia a algo que
ya existe pueda reemplazar el intento de hacer algo
nuevo y original aada. Nos gusta el riesgo de hacer
algo que no tenga necesariamente una calificacin
histrica establecida, citando algo que ya se ha hecho,
que ya ha sido aprobado, que tenga ya un peso
histrico Pero entonces tienes el problema del
gnero. En qu gnero ests? Creo que no hay un
gnero para nosotros, y si lo hubiera, saldran palabras
como deconstruccin (esto ha ocurrido ya) o
post-techno o post-rock.
Era en el remate de su formulacin donde, finalmente,
St. Werner, como Elliott, pona el dedo en la llaga
meditica: Creo que los medios necesitan catalogar
las cosas en gneros para saber dnde emitirlas o qu
formato darles. Como artista llegas a odiar eso, no
quieres estar en un archivo, ni en varios. Creo que an
tenemos suerte, porque se es nuestro problema. En
una tienda de discos, la gente no sabe dnde
encontrarnos: hemos estado en soul, en post-rock,
techno, electrnica, indie, funk, dance, abstract,
experimental, industrial Nos definimos haciendo lo
que hacemos; nuestro trabajo es nuestra definicin.
Pienso que muy conscientemente, St. Werner
introduca un componente clave en el debate: la idea
posmoderna. Bas acaso Reynolds la eleccin del
prefijo post en esa idea tan posmoderna del arte
abierto, sin fronteras genricas, que toma de aqu y de
all para configurar su infinito collage? Es muy
probable, aunque eso tampoco ayuda a resolver el
enigma del post-rock, pues la definicin concreta de
posmodernidad resulta tan compleja, acaso imposible,
como la del gnero, o ms bien gneros musicales
quizs amparados por el autor bajo su paraguas
terico. De hecho, la posmodernidad llevaba inscrita
en su propio ADN, en el rechazo al reconocimiento de
un sistema de valores taxonmicos, la dificultad misma
para describirla.
La posmodernidad busca borrar, cuando no disolver
por completo, los tradicionales lmites y resistencias
entre la esttica y el comercio, entre el arte y el
mercado y entre alta y baja cultura. No obstante, la
naturaleza exacta de la posmodernidad es difcil de
concretar, y se produce una notable falta de claridad y
de solidez en las diversas acepciones del trmino. De
modo tan expeditivo despachaba Roy Shuker la
entradaposmodernidad en el Diccionario del Rock y la
Msica Popular [10]. En cualquier caso, pruebe a
reemplazar ahora en el breve prrafo el trmino
posmodernidad porpost-rock y comprobar que el
significado final es plenamente intercambiable.
Pese a haber sido encuadrada en ocasiones en ese
mbito, la msica de Mouse on Mars pretende situarse
premeditadamente en el punto contrario de aquello
que el post-rockasumi como una de sus escasas seas
de identidad realmente difanas: la completa libertad
para acudir a cualquier gnero o estilo precedente y
extraer de ellos los elementos necesarios para
componer su nuevo discurso. Pero St. Werner rechaza
la posmodernidad, todava apuesta por una creacin
no ya sin referentes eso, simplemente, no es
factible, sino al menos sin referentes demasiado
obvios. Y aun as, alguien cede a la tentacin de
colocarle la etiqueta: post-rock. Por qu? Ni ms ni
menos que por lo que apuntaba Elliott, porque dicho
epgrafe terminara por convertirse en un cajn de
sastre en el que resultaba cmodo, y fcil, introducir
aquello que no se saba en dnde demonios meter.
No hay una definicin clara de post-rock, igual que no
la hay de posmodernidad, a menos que recurramos al
humor, como haca en Introspective el ex-Arap Strap
Malcolm Middleton: Pienso que en los 70 y 80 el rock
se volvi aparatoso y excesivo. En algn momento
debi de ganar autoconsciencia para pensar qu es
esto?, como si de pronto se diera cuenta de lo
estpido que se haba vuelto. As que trat de volver a
una concepcin ms inteligente y seguir avanzando.
Para m el post-rock es cuando los msicos de rock
dejaron de ponerse laca y sus cabellos cayeron de
nuevo hacia abajo despus de los 80. El post-rock es
todo lo que vino despus del heavy metal de los 80.
El fin del rock?
Brian Eno, profeta del post-rock.
Pero volvamos atrs. Abandonemos la, por lo general,
visin crtica que el presente depara al post-rock y
regresemos al corpus terico originario del asunto: el
artculo de Simon Reynolds. A la perspectiva cuanto
menos limitada que Joe Carducci pareca tener del
rock, el autor contrapona la figura de ese gigante
llamado Brian Eno, nada menos, a quien inclua en una
hipottica lnea temporal de productores que bien
podra ir, apuntaba, de Phil Spector a Trevor Horn
pasando por Brian Wilson y el propio Eno. Tanto el
enfoque de Spector como el de Eno para la creacin de
paisajes sonoros implica el uso de msicos como una
especie de paleta de texturas, en oposicin al afn
colectivo de la banda de rock, sealaba Reynolds,
quien llegaba a denominar al creador de Ambient 1:
Music for Airports como el profeta del post-rock, al
considerar que haba terminado por conceder mayor
importancia a la trada timbre / textura /
cromaticidad que a los riffs y las secciones rtmicas.
Reynolds no dudaba incluso en llevar su
argumentacin, como ha hecho en otras tantas
ocasiones, hasta el campo del materialismo dialctico
para afirmar que la diferencia entre las estticas de
Carducci y Eno es la diferencia entre el trabajo manual
y el trabajo intelectual en la esfera de la produccin
econmica. Defendiendo la esttica del heavycontra la
liviandad del estudio, Carducci quiere proteger las
habilidades tradicionales del artesano que son
usurpadas por las mquinas (que, en los estudios tanto
como en las fbricas, son ms fiables y baratas que los
humanos). Por contra, los enotas aceptan a la
tecnologa que potencia a los que no tienen
habilidades musicales en el sentido tradicional.
Todo ello para concluir en que Carducci no logra
entender el presente del pop, que est basado en las
esculturas snicas innovadoras del dub, la remixologa
de la msica disco y la alquimia sampleadlica del
hip-hop. Su versin de la historia del rock tambin
degrada a la psicodelia, que fue el primer gnero que
us la grabacin multipista para conjurar un espacio
sonoro ficticio.
Por ltimo, y antes de pasar a hablar con componentes
de algunos de los grupos considerados por l dentro
del naciente mbito post-rock, Reynolds insista en el
secuestro de elementos del rock para emplearlos con
propsitos no-rock como ideario y detonante del
nuevo gnero. Lo haca, precisamente, al rastrear los
posibles precedentes de aquello que pretenda
categorizar. Entre stos citaba a la msica de guitarras
de Velvet Underground y Pink Floyd de finales de los
60, la no-waveneoyorquina, Joy Divisin, Cocteau
Twins, Jess & Mary Chain, My Bloody Valentine y AR
Kane, el krautrock, claro est, Sonic Youth y la
vanguardia post-punk de finales de los 70 y principios
de los 80.
Lo paradjico no es ya que Reynolds considerase
no-rock a las bandas citadas en su da quizs nada
convencionales y definitivamente ajenas a la
concepcin clasicista de Carducci, inmovilizada en la
iconografa hard-rock de los 70, pero por completo
encuadrables en el marco rock, sino que, en cierto
modo, llegase a contradecirse al reconocer que otros
impulsos provienen del exterior del rock: Eno,
obviamente, pero tambin el minimalismo-drone de
Terry Riley y La Monte Young, tanto como la msica
concreta y electroacstica, el dub reggae y gneros
sampleadlicos modernos.
As pues, pareca evidente que Reynolds quera
distanciarse de la visin clsica representada por
Carducci y para ello aluda en varias ocasiones a la
nocin de no-rock, aunque al sealar que el post-rock
tambin se nutra de impulsos ajenos al rock estaba
asumiendo de manera implcita que era ste, en su
amplia acepcin, el elemento que prefiguraba el nuevo
gnero y que era en su tradicin, y no en otra, en la
que se incardinaba.
Para corroborar esa idea realizamos ahora un nuevo
salto temporal, aunque para viajar slo una par de
aos adelante, hasta 1996. El crtico y periodista
musical Nando Cruz entrevist para Rock de Lux [11] a
Douglas McCombs y John McEntire, de Tortoise, la
clebre banda de Chicago que, pese a la insistencia de
sus integrantes por desmarcarse de la etiqueta,
aparecera desde sus comienzos poco menos que
como sinnimo depost-rock. Cruz le preguntaba a
McEntire Hay rock en Tortoise?, a lo que el msico
responda: S. Quiero decir, no s qu otra cosa
podamos ser. No hacemos jazz. se es nuestro
background. Luego interpelaba a McCombs por el
significado del trminopost-rock, que, en referencia a
Tortoise, ste rechazaba porque implica que no tiene
nada que ver con el rock, que lo que nosotros hacemos
est ms all. McEntire aada: El trmino contiene
un matiz de oposicin y nuestra actitud no es sa.
Tratamos de abrazar muy diversos estilos, incluido el
rock.
Resulta obvio que Reynolds construy su discurso, y
con l el concepto de post-rock, en oposicin al que
Carducci postulaba del rock, aunque para ello tuvo que
realizar una pirueta dialctica (lo no-rock) que no ha
resistido el paso del tiempo. Sin embargo, en su da fue
factible. Como seal el crtico Joan Pons, tambin en
Rock de Lux [12], el debate post-rock, como su
nombre indica, se integra dentro de una polmica
mayor: la muerte del rock.
En efecto, durante los 90 el debate en torno a la
muerte del rock, al agotamiento de sus posibilidades
creativas, fue una constante. La dcada se haba
iniciado con el enorme e inesperado xito del
Nevermind de Nirvana, convirtiendo al grunge en el
ltimo gran aldabonazo rock con autntica repercusin
comercial. Pero el grunge, es evidente, contena
muchos elementos revivalistas, todos aquellos que lo
emparentaban con elhard-rock de los 70 y el punk, lo
cual corroboraba los argumentos de aquellos que,
como Reynolds, observaban en la escena un
revisionismo cclico, un interminable looptemporal
mediante el que sta se retroalimentaba a s misma sin
avanzar de verdad en direccin alguna.
En realidad, no se trataba de una discusin circunscrita
al rock, ni siquiera a la msica. Era, en el fondo, aquel
viejo debate heredado de la posmodernidad que pona
en cuestin la pervivencia de los gneros y que tocaba
por igual a otros campos de la creacin artstica. As,
durante aos asistimos a la muerte de la novela, la
muerte del teatro, la muerte del cine, la muerte de la
pintura, la muerte de la escultura y hasta a la muerte
de la Historia. Sin embargo, es precisamente una
mnima perspectiva histrica la que hoy nos permite
valorar que aquellos intentos de homicidio estaban tan
errados como el propio Francis Fukuyama al declarar el
fin de la Historia [13], el triunfo de la democracia
neoliberal y el advenimiento de una poca de
concordia, entendimiento y progreso mundial (ntese
que escribo este artculo en pleno crash de 2008).
Los primeros aos de los noventa fueron un enorme
foro de discusin donde se debatan, sin llegar nunca a
conclusiones slidas, las constantes vitales del rock. Un
callejn sin salida en la teora que encontr una puerta
abierta en la prctica, sealaba Pons. A la postre, de
que el rock no haba muerto acabaran dejando
constancia precisamente muchas de las formaciones
agrupadas en la etiqueta post-rock, bandas que, como
sealaba el autor, partan de terrenos rock para
violentar, desbordar y traspasar los mrgenes de este
estilo (Tortoise, Seefeel, Main, Labradford, Bark
Psychosis, Scorn) y que acabaran forzando el
trmino que pondra fin a los malabarismos literarios
de la crtica: post-rock.
No obstante, y lejos de zanjar de una vez por todas los
malabarismos literarios, lo que el trmino consigui
fue regenerar el debate sobre el papel de esa misma
crtica musical, un cuestionamiento del que los
msicos siempre han gustado. E incluso con el cambio
de dcada, el debate continuaba. Dominic Aitchison,
bajista de Mogwai, banda que al igual que Tortoise
quedara indefectiblemente asociada al post-rock, le
deca al periodista Mark Redfern [14] en una entrevista
con motivo de la publicacin de Rock Action (2001) lo
siguiente: Es esa clase de trmino estpido,
realmente no tiene mucho sentido. No s, me parece
realmente pretencioso. Muchas bandas son descritas
como post-rock. Coge a una como Tortoise, no nos
parecemos en nada, somos completamente
diferentes. Es un trmino bien vago, bastante perezoso
por parte de los medios. Realmente no saben qu clase
de msica es. Si no es rocknroll clsico, entonces es
post-rock. Es un poco miserable, as que lo llamaremos
post-rock. Es estpido. Como Stuart [Braithwaite] dice
siempre, post-rock es cuando te emborrachas y
persigues a las chicas.
No todos los msicos asociados a dicho gnero se han
mostrado, en cualquier caso, tan beligerantes. Apenas
recin acuado el trmino, en 1995, Guillermo Z. del
guila le haca una entrevista para Rock de Lux a David
Pearce y Rachel Brook, de Flying Saucer Attack, con
motivo de la edicin del lbum Further [15]. En ella
apuntaba que se les suele incluir, junto a Laika, Main,
Tortoise, Bark Psychosis y dems propuestas tan
interesantes como inclasificables dentro del
post-rock, a lo que el grupo comentaba: Salvo cosas
muy definidas como el punk, la mayora de esos
movimientos no se comprenden hasta que se tiene la
perspectiva del tiempo. Me gusta la mayora de esas
bandas, hay algunos nexos estilsticos, pero tambin
muchas diferencias, aparte del hecho de todos nos
quedamos atrapados en drones [16] a veces. No
pensamos en la msica en esos trminos, slo en
cmo suena cuando la grabamos.
Lo que la perspectiva del tiempo nos ha permitido
comprender, como ya se ha dicho, es que la nutrida
serie de propuestas diversas agrupada bajo la etiqueta
post-rockresponda a esa pulsin experimental,
tambin cclica, que de cuando en cuando sacude al
rock. O expresado de otro modo y tomando prestadas
otra vez palabras del tan corto como certero texto de
Joan Pons: Post-rock ya era Loveless (91) de My Bloody
Valentine, el white noise de los ochenta, Bad Moon
Rising (85) de Sonic Youth, la no-wave, los minimalistas
en general y Steve Reich en particular, el Miles Davis de
los setenta, el krautrock, Silver Apples y, rebobinando
hasta el principio, incluso Stockhausen. El post-rock ha
existido siempre, slo que hasta los noventa no ha
tenido prefijo.
Retorno al Edn
Mark Hollis, en busca del Edn.
En sintona con la premisa formulada por Joan Pons,
tras la publicacin del ya famoso artculo de Simon
Reynolds, el trmino post-rock no tardara en ser
aplicado con carcter retroactivo. Se trataba quizs de
buscar los antecedentes ms cercanos en el tiempo a
aquello que Shaking The Rock Narcotic haba descrito
con imprecisa caligrafa, y fue otra vez el propio
Reynolds quien se encarg de sealar el rastro. En su
ya mencionada crtica del lbum Hex de Bark Psychosis
publicada en Mojo, el britnico apunt que aquel disco
aspiraba a la grandeza barroca de Spirit of Eden, el hoy
clebre, y en su da prcticamente desapercibido,
cuarto lbum en la trayectoria de Talk Talk. La que
quizs pudiera haber sido una gran oportunidad para la
banda londinense tras su arriesgado envite, la
pertenencia a una escena, lleg tarde tres aos
despus de su separacin, aunque sera aquel
atrevido cambio de rumbo iniciado en 1986 con The
Colour of Spring el que, amn de proporcionarnos dos
ttulos monumentales, escribira con maysculas su
nombre en la historia del rock.
El caso de Talk Talk es paradigmtico en esa historia y
apenas encuentra consonancia con otras ilustres y
contadas espantadas pienso en la rebelin de Scott
Walker a finales de los 60 o en la incmoda reinvencin
de Portishead con Third (2008). La banda, comandada
por el cantante, compositor y multiinstrumentista
Mark Hollis, haba iniciado su trayectoria a comienzos
de los 80 dentro de las coordenadas de lo que
entonces se dio en llamar new romantic, uno de los
varios vstagos de la nueva olacaracterizado por su
llamativa imaginera, su uso a mansalva de los
sintetizadores y su innegable ascendente pop. Hollis,
procedente precisamente de un grupo new wave sin
demasiada fortuna, The Reaction, puso en pie su nueva
formacin junto al teclista Simon Brenner, el bajista
Paul Webb y el baterista Lee Harris. Tras grabar varias
maquetas ficharon por EMI y editaron un par de
sencillos no slo identificables con aquel synth-pop tan
de moda en la poca, sino, de hecho, inmersos de
lleno en la estela marcada por el buque insignia
comercial del movimiento, Duran Duran. Contaron con
el productor de stos, Colin Thurston, y hasta
ejercieron como teloneros de la banda de Simon LeBon
durante su gira britnica de 1982.
Ese mismo ao EMI public su primer lbum, The
Partys Over, un disco de synth-popque hoy puede
resultar incluso entraable, pero en el que la voz
propia brilla por su ausencia. Sin embargo, ya desde el
ttulo de su segunda entrega larga, Its My Life(1984),
sin Brenner y dando forma a la primera colaboracin
entre el grupo y el productor y msico Tim
Friese-Greene, se observa una evidente voluntad de
escapar de aquellos estrechos patrones y lanzarse a la
bsqueda de otras formas y sonoridades. El autntico
inicio del cambio, no obstante, llegara un par de aos
despus, con la publicacin de The Colour of Spring,
abierto con la emocionante Happiness Is Easy, seis
minutos y medio de contenida intensidad en formato
soft-pop, con leves guios al jazz, por los que la dolida
voz de Hollis se pasea con el contrapunto de unos
dulces coros infantiles.
Bastara un vistazo a los crditos del lbum, con su
larga nmina de msicos participantes casi una
veintena, para intuir que la banda haba corregido su
rumbo, que haba dejado atrs el synth-pop para entrar
en una dinmica ms orgnica y adulta. Pero es
contemplando el carcter atmosfrico de un corte
como April 5th, escuchando las disonancias y el piano
en suspensin de Chameleon Day tan deudor de esos
Satie y Debussy que Hollis citaba entonces como
influencia, como se rastrean las pistas de la profunda
metamorfosis que el grupo estaba a punto de
culminar.
The Colour of Spring sera el ltimo disco de Talk Talk
con xito comercial. Y no es de extraar: cmo poda
asimilar la escena pop britnica en aquel momento un
lbum tan oscuro, tan extrao, tan radicalmente
hermoso y tan inesperado como Spirit of Eden? Buena
parte de los dos aos transcurridos entre un disco y
otro fueron empleados en su grabacin catorce
meses, llevada a cabo en una antigua iglesia del
condado de Suffolk, al este de Inglaterra, en una
interminable serie de sesiones con el perfeccionismo
como objetivo ltimo. El resultado, sus seis largos
cortes, no est quizs tan cerca de la grandeza barroca
sealada por Reynolds como de los msicos
impresionistas antes citados, referencia a la que habra
que aadir el jazz y la vanguardia rock como elementos
constitutivos de la hipntica mezcla que la banda y su
productor conseguiran, en absoluto sobrecargada y
ms orientada a la consecucin de texturas mediante
la insinuacin y el fino subrayado.
La cara A del lbum se estructura en torno a tres cortes
fundidos, de modo que los finales del primero y el
segundo se convierten en los comienzos del segundo y
el tercero. The Rainbow (903) abre el teln, y parece
que lo hace fsicamente, pues lo que escuchamos,
notas sostenidas de trompeta, oboe, piano y cuerdas
sin apenas variacin, pudiera evocar a la orquesta
afinando en el foso. El sonido va as tomando cuerpo,
de manera casi imperceptible, a lo largo de ms de dos
minutos, hasta que la guitarra comienza a dibujar sin
prisas unos acordes cuyos indudables aires de
bluesquedan subrayados por la armnica. La irrupcin
de la voz de Hollis reconduce la cancin hacia una
delicada meloda pop, aunque, consecutivamente, los
intervalos instrumentales vuelven a llevarla hacia un
terreno indito en el que blues y piano clsico
construyen hermosas, y originales, figuras musicales.
Es un arranque magistral que deja al oyente, al menos
al oyente con una cierta sensibilidad, clavado en su
asiento, incrdulo frente el torrente de emociones que
acaba de experimentar. Y es slo el comienzo. Eden
(636) se inicia con un levecrescendo de guitarra
recurso utilizado posteriormente en tal medida por
las bandas de post-rock que terminar convirtindose
en una de las caractersticas del gnero para transitar
luego por parajes a los que la voz de Hollis, otra vez,
imprime intensidad dramtica. Desire (733) retoma
los sutiles ecos de blues, servidos entre disonancias
durante dos minutos, hasta que Hollis hace su
aparicin, antesala de una convulsa sacudida elctrica
en lo que pudiera considerarse el estribillo. Y tras l,
otra vez la calma. Un autntico tobogn sensorial.
En la cara B nos aguardan otros tres cortes. Inheritance
(525) juega de nuevo a enfrentar la conmovedora voz
del cantante a intervalos instrumentales en los que
vuelven a reconocerse los elementos impresionistas y
jazzsticos. I Believe in You(616) parece de una
suavidad extrema, pero bajo su meloda subyacen
semiocultos a lo largo de toda la cancin unos arreglos
inquietantes que mantienen la tensin de manera
magistral. Por ltimo, Wealth (635) intimida desde su
imponente belleza de himno religioso, encogiendo el
nimo con un rgano solemne que nos lleva hasta el
final de esta aventura.
Spirit of Eden es, por decirlo en pocas palabras, un
disco perfecto no slo en su ejecucin, sino, sobre
todo, en su concepcin de artefacto artstico. Sin
embargo, como ya se ha apuntado, tendran que pasar
todava algunos aos para que fuera unnimemente
reconocido como tal. La crtica, por lo general, lo trat
bien. Mark Cooper apunt en Q que era el tipo de
discos que induce a suicidarse a los hombres de
promocin [17] de las discogrficas, aunque es ms
probable que el autntico deseo de los promocioneros
de EMI pasase en aquel momento por el asesinato de
Hollis y sus compaeros. Para terminar de tensar la
cuerda, Talk Talk anunci que no habrasingles. Sin
embargo la compaa, sin permiso de la banda, lanz
una versin editada con tal fin de I Believe in You. A
partir de ah, el grupo y la multinacional
intercambiaron demandas judiciales [18] y su relacin
contractual acab abruptamente.
Para cuando tres aos despus apareci Laughing
Stock, editado por Polydor mediante el legendario sello
de jazz Verve, Lee Harris era ya el nico componente
original de Talk Talk que segua a Mark Hollis en su
seductora y comercialmente suicida empresa. Situado
en unos parmetros estticos similares a los de Spirit
of Eden, el quinto y ltimo lbum del grupo sin contar
el directo London 1986, publicado en 1999 puede
parecer no obstante an ms hermtico que su
antecesor, una sensacin que, en cualquier caso,
vuelve a diluirse en la fascinacin que provoca su
escucha.
Myrrhman (533) prescinde casi por completo de
cualquier elemento de percusin para dejar la afligida
entonacin de Hollis en medio de un brumoso pramo
dibujado por un piano levitante y una guitarra cansada.
Slo el contrabajo aparece con fuerzas suficientes para
mantener en pie la estructura de una cancin que se
derrama, de nuevo arreglada con cuerdas disonantes y
notas sostenidas de trompeta. Un comienzo tan
desolador como arrebatadoramente hermoso al que,
acto seguido, Ascension Day(600) impone un
atractivo pulso rtmico de carcter jazzstico por el que
la guitarra juega a expandirse. After The Flood (939)
es la primera de las dos grandes epopeyas que nos
depara el lbum, una larga composicin con partes que
sugieren ejercicios de improvisacin y en la que el
ruidismo convive con un rgano de nimo planeador,
una base rtmica inalterada y un sinfn de detalles
sonoros entre los que perderse una y otra vez.
Taphead (739) nos devuelve al Hollis doliente y a esos
referentes blues que se convierten en constante
soterrada a lo largo de los dos ltimos discos del
grupo, mientras que New Grass (940) mantiene la
estructura de After The Flood con una significativa
diferencia: es por momentos un corte de aire
luminoso, casi se dira que optimista dentro del tono
general de pesadumbre en el que Laughing Stock se
mueve.Runeii (458), por ltimo, tiene algo de mantra
en su desnuda y reiterativa guitarra, el nico elemento
que se mantiene en primer plano junto a la voz del
cantante, mientras que por detrs de ellos se
manifiestan imperceptibles levsimas ambientaciones y
apuntes de piano.
Es otra obra magistral, la segunda consecutiva, pero
supondra el punto final en la trayectoria del grupo (o
lo que quedaba de l). Webb y Harris volvieron a
coincidir en ORang, aunque apenas aguantaron un
par de ttulos, entre ellos el muy recomendableHerd of
Instinct (1995). El primero formara adems parte de
un tan breve como interesante proyecto,
acompaando a Beth Gibbons (Portishead), bajo el
alias Rustin Man, en Out of Season (2002). Hollis, por su
parte, desapareci del mapa y no volvi a publicar
nuevo material hasta siete aos despus, cuando puso
en circulacin el fantstico y homnimo Mark Hollis
(Polydor, 1998), un trabajo que parece continuacin de
la ltima etapa de la banda, pero en el que la definicin
instrumental prima de manera concluyente sobre el
aspecto atmosfrico o ambiental. Para entonces Talk
Talk era historia, pero no slo por el hecho de haberse
separado, sino ante todo porque ya era un nombre,
una msica y una actitud reiteradamente reivindicados
desde las filas del post-rock.
Graham Sutton, hechicero aplicado
Bark Psychosis, exploradores sonoros.
Es curioso que menciones a AR Kane y a Talk Talk
porque estoy flipado con ellos Estoy flipado con Talk
Talk desde que tena 14 aos, comentaba en 1994
Graham Sutton, de Bark Psychosis, al fanzine
norteamericano Audries Diary [19] en una entrevista
realizada con motivo de la edicin del primer lbum del
grupo, Hex. No sera la primera ni la ltima ocasin en
que Sutton, corroborando la sagaz intuicin de Simon
Reynolds, reconociese la influencia de la banda de
Mark Hollis en su msica y, concretamente, en aquel
lbum que dio pie al uso generalizado del trmino
post-rock.
Como la de Talk Talk, la gnesis de Bark Psychosis es,
cuanto menos, llamativa, aunque en cualquier caso
resulte ms comprensible, pues varios de sus
componentes pasaron de ser fans adolescentes de
Napalm Death comenzaron haciendo versiones de
sus temas a exploradores sonoros de gusto exquisito.
En activo desde 1986, la banda de Snaresbrook, en el
noreste londinense, tena su ncleo duro en Sutton
(voz, guitarra, teclados y programaciones), Daniel Gish
(piano, otros teclados y sampler), John Ling (bajo,
percusiones, arreglos y programaciones) y Mark
Simnett (batera y percusiones). El camino hacia su
primer lbum fue largo y tortuoso, plagado de curvas
en forma de sencillos [20] que avanzaban la bsqueda
de un sonido propio partiendo tanto de los hallazgos
de otros Spacemen 3 parece un referente obvio
como realizando incursiones de carcter netamente
original.
Si bien es cierto que muchas de aquellas canciones se
anticipaban en poca temprana a la vaga definicin de
post-rock All Different Things propona ya en 1989 un
pasaje en el que las mutantes texturas sonoras y los
crescendos guitarrsticos se convertan en principales
protagonistas durante ms de ocho minutos, fue en
Scum (1992) donde el grupo de Sutton realiz su
apuesta ms ambiciosa hasta la fecha: 2115 de
composicin que, partiendo de un brumoso arranque
en el que la banda invierte despreocupadamente ms
de cuatro minutos, termina por configurar una cancin
que no slo subvierte la estructura pop convencional
verso, estribillo, verso con cargo a un texto
mnimo, sino que adems estira hasta los lmites del
paroxismo sus abundantes y extensos desarrollos
instrumentales.
En Hex, por fortuna, las ideas parecan un poco ms
claras. Los leves efluvios psicodelizantes de algunos de
aquellos sencillos desaparecieron por completo y el
sonido, aun cuando segua manejando la construccin
de texturas como un elemento primordial, se hizo en
comparacin ms fsico, ms orgnico y real. Espacio y
silencio son las herramientas ms importantes que
puedes usar en msica. Estoy verdaderamente
obsesionado con eso, declaraba Sutton a Audrys
Diary en la entrevista antes mencionada.
Por otro lado, la influencia de la ltima poca de Talk
Talk resultaba tan obvia que Hex, por momentos,
corra el riesgo de parecer una versin con menor
presupuesto deSpirit of Eden o Laughing Stock, de los
que en ltima instancia los distanciaba la susurrante
voz de Sutton, ms grave y bastante menos verstil
que la de Mark Hollis. Eran los mismos hallazgos, slo
que su tratamiento pareca menos exuberante. Para
terminar de certificar las reconocidas conexiones con
Talk Talk, de quienes Sutton amaba su abrumadora
intensidad [21], un vistazo a los crditos del lbum
revelaba la presencia como assistant engineer de Lee
Harris, el antiguo baterista de la banda. Y no sera la
ltima ocasin en que sus caminos se cruzasen.
Lo dicho no debe entenderse, en cualquier caso, como
un demrito de Hex, que en su escucha, y mucho ms
all de desvelar sus orgenes, acababa imponindose
por la incontestable fuerza de sus siete cortes,
comenzando por The Loom (516) y las melanclicas
notas de piano que nos reintroducan en un paisaje ya
visitado, pero visto ahora con otros ojos. El corte de
apertura iba creciendo al incorporar de forma
secuencial cuerdas, pandereta, bajo, batera y,
finalmente, la voz de Sutton. Sin embargo, y tras el
breve intervalo cantado, justo a mitad de la cancin, la
percusin y los pads atmosfricos se hacan con el
control del tema para no abandonarlo hasta el final. Un
arranque, cuanto menos, curioso.
A Street Scene (536) presentaba una estructura
similar. Tras una breve introduccin de guitarra, le
seccin rtmica daba paso de inmediato a la voz de
Sutton y, se dira que en tiempo rcord, tratndose de
Bark Psychosis, la cancin ganaba en consistencia. Sin
embargo, de nuevo a mitad del corte, todo volva a
quedar en suspensin: guitarra, bajo y batera iban
ralentizndose sobre los mismos acordes hasta
desaparecer. Espacio y silencios, en efecto.
Absent Friend (820) iba ms lejos e introduca hasta
tres cambios en su dinmica: la parte inicial cantada
daba pie a un hermoso pasaje instrumental en el que
el acento jazzstico de la seccin rtmica contrastaba
con el loop luminoso de la guitarra. En su tercer y
ltimo tramo, eran varios los loops de teclados que se
superponan al modo de Steve Reich. En comparacin,
Big Shot (521) utilizaba una estructura ms
convencional, si es que el trmino puede ser usado en
referencia a un lbum tan atpico, pues al menos el
grupo recurra a algo tan ajeno a l como recuperar el
motivo principal para cerrar el crculo.
Fingersprint (821) jugaba con los silencios de la
guitarra y el piano mientras que por ellos se adentraba
un Sutton especialmente atormentado (Every day and
every night /Streets leave their mark on my skin / The
city breaks you down / Reach inside its upside down / I
cant find anyway out / To throw away your promises /
Speak in tongues / Dont reach inside my head). Con el
nimo en cada libre por un pozo sin fondo, la aparicin
de la descoyuntada seccin rtmica otra vez a mitad de
corte, y otra vez tambin en un tono eminentemente
jazzstico, reforzaba la sensacin de desamparo en la
que, quizs, pudiera ser considerada la cancin ms
intimidante del lbum.
Eyes & Smiles (831) era en s misma un prolongado
crescendo, con una sola ocasin para el respiro, en el
que la cuota de intensidad corresponda a los metales,
que se desplegaban agresivos sobre un acorde
repetido de guitarra. Pendulum Man (954), por
ltimo, el corte ms extenso y el nico estrictamente
instrumental de la grabacin, reiteraba de una manera
bastante ms dulce lo que ya el resto del lbum
constataba: que Sutton y sus compaeros haban
hecho de la manipulacin de las estructuras, de los
cambios de dinmica y de la dilatacin de los tiempos
factores tanto o ms relevantes que la construccin de
atmsferas o la exploracin de nuevas texturas.
La escucha de Hex puede entenderse en muchos
sentidos como una experiencia dolorosa, pero, al
mismo tiempo, tambin como el descubrimiento de
algo tan bello que las afirmaciones de Sutton tipo
jams nos ha interesado el rock o somos artistas, no
creamos como un grupo tradicional se desploman
frente a una porcin musical tan delicada y esplndida
[22].
Sobre las ambiciones artsticas de Graham Sutton a la
hora de encarar la grabacin de Hex no quedan dudas
(Bark Psychosis no es un grupo musical, ms bien
somos un equipo de rodaje. La idea de un grupo es
totalmente juvenil [23]), una actitud, puede
entenderse que incluso petulante, que mantendra con
frreo racionamiento en aos posteriores.
Tras la edicin de Hex y en un breve intervalo, Daniel
Gish y John Ling abandonaron el barco, aunque el
primero volvera a colaborar con Sutton en la nueva
veta que ste pareci encontrar, el drum&bass. Como
Boymerang, Sutton lleg a editar variossingles y un
notable lbum, Balance of The Force (Regal, 1977). Para
entonces, un par de aos antes, ya haba dejado su
impronta como guitarrista en Herd of Instinct, aquel
primer lbum de ORang junto a sus admirados Paul
Webb y Lee Harris. Ms tarde, en 1996, repiti la
jugada en Fields & Waves.
Lo que nadie poda esperar es que, justo una dcada
despus de la edicin de Hex, Sutton, en compaa de
Lee Harris y numerosos msicos de apoyo, resucitara a
Bark Pyschosis para publicar un segundo lbum,
Codename: Dustsucker (Fire), al menos tan
recomendable como el primero y, desde una
perspectiva formal composicin, ejecucin,
produccin, puede que incluso superior. Nos
aguardan nuevas entregas bajo tan histrica
denominacin? Permanecemos a la escucha
Un reguero de plvora
Slint: ramos tan jvenes
Con Talk Talk como precedente y Bark Psychosis como
detonante, la etiqueta post-rockhizo fortuna, y como
en el ya sealado caso de los primeros, sirvi para
englobar rpidamente las propuestas de bandas o
msicos en activo desde antes de que el trmino se
acuase. As, en Estados Unidos, el trabajo
aparentemente inclasificable de msicos como Jim
ORourke, Gastr del Sol, Tortoise, Labradford, Rodan o
Slint todos con discos muy destacables editados con
aos de anticipacin o hasta en el mismo 1994 pas
de pronto a ser post-rock. E igualmente sera
considerado como tal el de otras bandas surgidas en
torno al periodo fundacional: The For Carnation, June
of 44, Sea and Cake, Rex, Dianogah, Trans Am,
Karate
Con dos claros polos de emisin originarios en las
ciudades de Louisville (Kentucky) y Chicago (Illinois),
sede esta ltima de un sello catalizador como Thrill
Jockey, y con una notable facilidad para intercambiar
msicos y construir un tupido rbol genealgico, el
post-rock norteamericano abarc una serie de
propuestas en principio tan amplias y diferentes como
las de los grupos britnicos sealados por Simon
Reynolds en su artculo. Sin embargo, y como ya se ha
apuntado, pocos de sus protagonistas reclamaron o
reclaman la adscripcin a un gnero que, pese a su
indefinicin, muchos an consideran vivo.
En este sentido, cabe apuntar que una banda como la
canadiense Silver Mount Zion, heredera tras varias
encarnaciones del fenomenal legado de Godspeed You
Black Emperor! capaz en su da de construir
autnticas suites elctricas en discos como el doble
lbum Lift Your Skinny Fists Like Antennas to Heaven,
puso en circulacin a comienzos de 2008 un lbum tan
intenso y recomendable como 13 Blues for Thirteen
Moons (Constellation). O que los escoceses Mogwai
an siguen en relativa buena forma, como demostr
tambin este ao The Hawk is Howling (Matador).
Mirando algo ms atrs, a los primeros aos de la
dcada, se constata que aunque no en la medida de los
90, al post-rock an le quedaron fuerzas para ser
reivindicado si no por los propios grupos, s por sus
seguidores desde ttulos como Cold House, de los
ingleses Hood, o The Earth Is Not a Cold Dead Place, de
los texanos Explosions in The Sky.
Saliendo del mbito anglonorteamericano, apenas
hace falta recordar que bajo el post-rock se han
encuadrado desde entonces centenares de proyectos,
en no pocas ocasiones sin conexin real alguna entre
ellos: de los islandeses Sigur Rs a los espaoles
12Twelve, de los italianos Giardini di Mir a los
japoneses Boris. Y en cierto sentido, incluso resulta
indiferente que unos y otros rechacen algo tan
impreciso como la etiqueta post-rock a la hora de
definir su msica: sta est ya tan asentada entre la
crtica y el pblico melmano que difcilmente vamos a
dejar de utilizarla para referirnos a propuestas como
las suyas.
Por ltimo, habra que sealar que incluso desde ese
universo defendido por Joe Carducci, el de un
improbable autntico rock, no han faltado aventuras
arriesgadas empeadas en seguir adelante esquivando
o saltando por encima de coordenadas supuestamente
inamovibles (pienso, por ejemplo, en los sevillanos
Orthodox, quienes procediendo de unos indudables
orgenes heavies desembocan en un hipntico universo
donde conviven Black Sabbath y John Coltrane). Si as
resulta, ser porque a la postre, el post-rock ha
terminado por englobar algunas de las msicas ms
narcticas que el odo recuerda. As que quizs
Carducci tuviera razn: lo suyo era la gimnasia; lo de
los grupos que l detestaba, y aquello que
representaban, era y es la creacin musical libre
partiendo del rock, sin lmites, fronteras ni cortapisas.
Coda (o invitacin a otro debate)
El siguiente texto fue publicado en Diario de Sevilla [24]
en mayo de 2003 con motivo de un concierto de
Godspeed You Black Emperor! y Hangedup en el ciclo
Pop-Rock en el Central, celebrado en el Teatro Central
de Sevilla. Aunque durante los cinco aos transcurridos
hasta el momento de escribir estas lneas el
tratamiento que la prensa generalista y sus
suplementos culturales deparan a la informacin
musical ha cambiado mucho, en algunas cuestiones
para bien y en otras, definitivamente, para mal, creo
que vale la pena reproducirlo. Quizs en l se puedan
encontrar motivos para otra reflexin ms all del
post-rock.
Sobre msica contempornea
Es una cuestin sobre la que, probablemente, nunca
nos pondremos de acuerdo, pero que vale la pena
volver a formular con la esperanza de reavivar ese
necesario, interesante y sano debate soterrado en
estas latitudes por la displicencia, los prejuicios y el
desconocimiento: Qu es msica contempornea?
En cualquier caso, no se trata ya tanto de establecer
los lmites que separan la msica culta (el ms risible,
autocomplaciente y desafortunado de cuantos
eptetos puedan adjudicarse a un ejercicio de creacin
sonora) de otros lenguajes musicales, sino, justo al
contrario, de asumir de una vez por todas la existencia
de un vasto territorio ajeno a los corss mentales en el
que, desde hace dcadas, se estn produciendo
algunas de las ms singulares y ricas propuestas
compositivas e interpretativas de la historia de la
msica.
Todas las disciplinas artsticas han realizado y realizan
un indispensable proceso de absorcin de elementos
de su contemporaneidad: son los signos en los que el
espectador se reconoce. La msica tambin lo ha
hecho, pero, en la mayora de las ocasiones a lo largo
del ltimo medio siglo, emparedada entre la absurda
rigidez de la tradicin acadmica y la voracidad de las
industrias culturales de la que tambin sabe tanto el
cine, cualquier logro alcanzado al margen o desde los
mrgenes de ese academicismo ha sido ignorado o, en
los peores casos, ninguneado por ste.
Haga la prueba. Hojee cualquier sesuda revista cultural
y encontrar artculos sobre cine, literatura, pintura,
teatro o arquitectura plenamente identificados con su
poca, pero, al llegar a la msica
Provincia clave en ese vasto territorio al que me
refiero, el rock, una msica con historia, dio ya
tempranas muestras de su decidida voluntad artstica,
experimental e innovadora, con la aparicin, a caballo
entre las dcadas de los 60 y los 70, de un puado de
grupos y estilos dispuestos, precisamente, a diluir esos
lmites. Krautrock,prog-rock o art-rock fueron entonces
los adjetivos utilizados a la hora de referirnos a
formaciones como Amon Dl, Faust, Can, Neu!, Van
der Graaf Generator, King Crimson o The Soft Machine.
De todas stas y de algunas ms, y casi en la misma
medida que de los experimentadores del mbito
acadmico, bebe el colectivo canadiense Godspeed
You Black Emperor! Y para referirnos a ellos, y a los
que van en el mismo barco, abreviamos: post-rock; el
libre uso de cualquier referencia previa cualquiera:
del serialismo a la psicodelia; de la msica concreta al
free-jazz; del impresionismo a la experimentacin
electrnica desde la perspectiva y el formato de una
banda de rock.
Nueve msicos en escena, los mismos que registraron
la tercera y, hasta el momento, ltima entrega
discogrfica de la formacin, Yanqui U.X.O. De ella
extraen la mayor parte del repertorio que, a lo largo de
dos horas bis incluido, provoca en el Central una
explosin elctrica como servidor no recordaba desde,
hace ya once aos, aquella actuacin de Glenn Branca
sin duda, otra de las influencias manejadas por
GYBE!. Claro que hay ms, porque tras esos
imponentes crescendos, que erigen y derrumban sus
murallas snicas sobre los vapuleados sentidos del
espectador, se agazapan ciento y un matices: la fiereza
de esta guitarra o aquel violn puede tornarse pronto
en sutil delicadeza. Ambos son los extremos,
manejados con absoluto magisterio, de cuya
confrontacin nace esta experiencia.
No s qu es msica contempornea, pero s que sta
lo es, como lo es, en la misma medida, la propuesta del
grupo precedente, Hangedup, tan sorprendente como
inesperada: el sonido de la angustia servido con
economa de medios (viola y percusiones) y
abundancia de ideas y solvencia frente a los
instrumentos (en el caso del baterista, Eric Craven,
ms que solvencia, genialidad).
Discografa recomendada
La presente seleccin, ordenada por orden
cronolgico, abarca un listado de lbumes en el que
figuran desde algunos de los ms ilustres precedentes
del post-rock a varias de sus ltimas manifestaciones
destacables durante los primeros aos del siglo XXI,
pasando, claro est, por la que suele considerarse
como edad dorada del gnero, el periodo que va desde
1994 a 1999. Si existe alguna manera de entender el
post-rock, o de saber incluso si ste existi, es
escuchando estos ttulos.
Talk Talk. Spirit of Eden (EMI, 1988)
Talk Talk. Laughing Stock (Verve/ Polydor, 1991)
Slint. Spiderland (Touch and Go, 1991)
Moonshake. Eva Luna (Too Pure, 1992)
Seefeel. Quique (Too Pure, 1993)
Gastr del Sol. The Serpentine Similar (Drag City, 1993)
Bark Psychosis. Hex (Caroline, 1994)
Disco Inferno. D. I. Go Pop (Rough Trade, 1994)
Main. Firmament II (Beggars Banquet, 1994)
Pram. Helium (Too Pure, 1995)
Flying Saucer Attack. Further (Drag City, 1995)
Labradford. A Stable Reference (Kranky, 1995)
The Sea and Cake. Nassau (Thrill Jockey, 1995)
Tortoise. Millions Now Living Will Never Die (Thrill
Jockey, 1996)
Trans Am. Trans Am (Thrill Jockey, 1996)
Mogwai. Young Team (Chemikal Underground, 1997)
Laika. Sounds of The Satellites (Too Pure, 1997)
Tortoise. TNT (Thrill Jockey, 1998)
Sigur Rs. gtis byrjun (Fatcat Records, 1999)
Godspeed You Black Emperor! Lift Your Skinny Fists
Like Antennas to Heaven (Kranky, 2000)
The Silver Mt. Zion Memorial Orchestra & Tra-La-La
Band. Born into Trouble as the Sparks Fly Upward
(Constellation, 2001)
Hood. Cold House (Domino, 2001)
Dianogah. Millions of Brazilians (Southern Records,
2002)
Explosions in The Sky. The Earth Is Not a Cold Dead
Place (Temporary Residence, 2003)
12Twelve. Speritismo (Boa, 2004)
Orthodox. Amanecer en puerta oscura (Alone
Records, 2007)
Notas
[1] Trans Am. Jvenes contra la paranoia. Csar
Estabiel. Rock de Lux n 152, mayo 1998. [Volver]
[2] El propio Simon Reynolds descubrira
posteriormente que el trmino post-rockhaba sido
utilizado con anterioridad. Entre otros, por James
Wolcott, quien lo us en una entrevista a Todd
Rundgren para Creem Magazine en julio de 1975. Al
final de la misma, Rundgren se quejaba de que el rock
se haba vuelto tan vulgar, tan reiterativo y tan
enredado en intereses comerciales que haba llegado
el momento de ir ms all. Cmo ser conocido ese
fenmeno post-rock?, le preguntaba el periodista.
Por qu no llamarlo simplemente msica?, le
contestaba Rundgren. Puede consultar laentrevista
completa.[Volver]
[3] El artculo de Simon Reynolds puede leerse ntegro
aqu. La web Contraculturaofrece una traduccin al
espaol. Como ya se ha apuntado al comienzo, el
volumenDespus del Rock (Caja Negra, Buenos Aires,
2010) incluye una nueva traduccin, ms respetuosa
con el original, de dicho texto.[Volver]
[4] The Cambridge Companion to Pop and Rock.
Cambridge University Press, 2001. Publicado en Espaa
como La otra historia del Rock. Ma Non
Troppo-Robinbook, 2006. Traduccin de Jorge
Conde.[Volver]
[5] Rock and the Pop Narcotic. Joe Carducci. Redoubt
Press, 1991.[Volver]
[6] El artculo sera reproducido aos ms tarde, bajo el
escueto ttulo Post-rock, en el volumen recopilatorio
de textos Simon Reynolds: Bring The Noise. 20 Years of
Writing About Hip Rock and Hip Hop. Faber and Faber,
2007.[Volver]
[7] El mencionado artculo de Ivn Conte, Ms all de la
crtica musical, puede consultarse aqu. Puede
encontrar otros textos suyos en el blog La increble
verdady, ms recientemente, La increble verdad
Redux.[Volver]
[8] Joe Carducci pareca haberse convertido para
Reynolds en un personaje recurrente, hasta el punto
de citarlo de manera reiterada, entre otros, en textos
comoWasted Youth. Grunge and the return of Heavy
(The Observer, noviembre 1992),State of
Interdependence. Britain and America, and the Special
Relationship in Pop Music (New York Times,
septiembre 1993) y Blur versus Oasis. (New York Times,
octubre 1995), todos incluidos en el volumen
recopilatorio mencionado en la nota [6].[Volver]
[9] Introspective. Aram Garriga, 2007. Producido por
The Visual Suspects y estrenado en contadas salas
mediante su participacin en festivales, no cuenta
hasta la fecha, lamentablemente, con edicin en
DVD.[Volver]
[10] Popular Music: The Key Concepts,
Roudledge-Taylor & Francis Group, 2005. Publicado en
Espaa el mismo ao como Diccionario del rock y la
msica popular, Ma Non Troppo-Robinbook.
Traduccin de Joan Sard e Ivn Moldes
Vallejo.[Volver]
[11] Tortoise, caparazn subliminal. Nando Cruz. Rock
de Lux n 130, mayo 1996.[Volver]
[12] Agitando los 90. Rock Indie. Joan Pons. Rock de Lux
n 162, abril 1999.[Volver]
[13] The End of History and the Last Man. Francis
Fukuyama, Harper-Collins Publishers, 1992. Publicado
en espaol como El fin de la Historia y el ltimo
hombre, Editorial Planeta, Buenos Aires, Argentina,
1992.[Volver]
[14] Desgraciadamente, la entrevista completa,
publicada en su da por Under The Radar Mag, ya no
est disponible on line.[Volver]
[15] Flying Saucer Attack. Cantos de sirena. Guillermo Z.
del guila. Rock de Lux n 124, noviembre
1995.[Volver]
[16] Un drone es un recurso musical consistente en el
sostenimiento o reiteracin de una nota o acorde
musical a lo largo de una composicin o
improvisacin.[Volver]
[17] Talk Talk. Spirit of Eden. Mark Cooper. Q, octubre
de 1988. La resea completa puede consultarse
aqu.[Volver]
[18] En un divertido artculo para su blog en The
Guardian, Wherefore art thou Mark Hollis?, publicado
en abril de 2008, el veterano Alan McGee recordaba
que EMI lleg a demandar a Talk Talk por haber hecho
msica no comercial y premeditadamente oscura.
Pese a lo ridculo del caso por la imposibilidad de
asegurar de antemano tal extremo, el pleito sent el
precedente para la clusula por la cual las grabaciones
de una banda tienen que ser de naturaleza comercial
satisfactoria. Puede consultar dicho artculo
aqu.[Volver]
[19] Puede consultar la entrevista completa
aqu.[Volver]
[20] La evolucin de la formacin durante aquellos
aos previos a Hex puede rastrearse en Independency,
lbum recopilatorio de singles aparecidos entre 1989 y
1992 y publicado, tambin en 1994, por 3rd
Stone.[Volver]
[21] Entrevista de Nick Southall a Graham Sutton,
realizada 2004 para Stylus Magazine, con motivo de la
publicacin de Codename: Dustsucker. Puede leerse
ntegra aqu.[Volver]
[22] Bark Psychosis. Paisaje en la niebla. Juan Cervera.
Rock de Lux n 114, diciembre 1994.[Volver]
[23] Graham Sutton, citado por Jess Llorente y Vctor
Lenore en el dossier Post-rock. La nueva mayora.
Factory n 10, abril-junio 1996.[Volver]
[24] Sobre msica contempornea. Blas Fernndez.
Diario de Sevilla, 26/5/2003. Resea del concierto
celebrado en el Teatro Central el da 24 del mismo
mes.