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regadio y aguas subterraneas

Date post: 06-Oct-2015
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regadio y aguas subterraneas en España
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  EL REGADI O Y L AS AGUAS SU BTERR ANEAS 1. I ntroducción  2 . S i t u ac i ó n act u al d e l r e g a d í o en E s p aña  3 . R e g ad í o s d e la m e s e t a 4. R eg adíos de los vall es peri féricos  5 . R e g ad í o s c o s t e r o s 6. I slas Canarias 7. Per spectivas del reg adío en Es paña 8. E l papel de las ag uas subterr áneas en el reg adío 9. El agua subterr ánea como recurso hidráulico par a nuevas trans form aciones; Zona de Manchuela ( Cuenca) 10 . S obreexplotación de acuífer os; La Mancha occident al y el Campo de Monti el 11 . Diag nosis , reposición y reg eneración de sondeos; el acuífero detrítico del D uero 12 . Los problemas de intr us ión marin a y de contaminación con nitr atos ; la unidad hidrog eológ ica de la Plana Denia-Gandía 13 . La influencia de las nuevas trans form aciones s obre l a salinidad del a g ua; el Pl an Moneg ros I I 14 . Conclusiones y recomendaciones 15 . R ef erencia s 16 . Debate  
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  • EL REGADIO Y LAS AGUAS SUBTERRANEAS

    1. Introduccin

    2. Situacin actual del regado en Espaa

    3. Regados de la meseta 4. Regados de los valles perifricos 5. Regados costeros 6. Islas Canarias 7. Perspectivas del regado en Espaa 8. El papel de las aguas subterrneas en el regado

    9. El agua subterrnea como recurso hidrulico para nuevas transformaciones; Zona de Manchuela (Cuenca) 10. Sobreexplotacin de acuferos; La Mancha occidental y el Campo de Montiel 11. Diagnosis, reposicin y regeneracin de sondeos; el acufero detrtico del Duero 12. Los problemas de intrusin marina y de contaminacin con nitratos; la unidad hidrogeolgica de la Plana Denia-Ganda 13. La influencia de las nuevas transformaciones sobre la salinidad del agua; el Plan Monegros II 14. Conclusiones y recomendaciones 15. Referencias 16. Debate

  • Julin Martinez Beitrn Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA). Madrid

  • Levante y por lo horticultura de primor del Sur, hasta la agricultura subtropical de las islas Canarias.

    La importancia que el regado tiene en la ogri- cultura espaola queda reflejada por el hecho de que la superficie actualmente regada -aproximadamente 3,2 Mha, que representan un 16 % del total de las tierras de cultivo- contribuye en un 2-2,5 % a lo renta nacional, ms de un 50 % o lo renta agroria y en proporcin similar o1 empleo rural. La productividad del regado es casi seis veces susperior a la del seca- no, a pesar de que la agricultura bajo riego no es intensiva en todo el pas y de no haberse alcanzado en todas las zonas regables su produccin potencial. Adems, el regado aporta lo esencial de las exporta- ciones agrarias -productos hortofrutcolas- y contribu- ye a reducir la importacin de productos deficitarios, como son el maz, la soja y el sorgo.

    Cifras similares corresponden o los EE.UU. donde el 25 % del valor de la produccin agrcola procede de 24 Mha de tierras regables, que repre- sentan aproximadamente el 10 % de las tierras culti- vadas (Van Schilfgaarde, 1990).

    Sin embargo, el regado concebido deficiente- mente puede tener efectos negativos, especialmente sobre el agua, ya que utiliza recursos hidrulicos de buena calidad en competencia con otros usos y con- tribuye al deterioro de la calidad del agua de perco- lacin, que recarga los acuferos, por efecto de la salinizacin, contaminacin por pesticidas y fertili- zantes o por movilizacin de elementos txicos del suelo.

    Por estas razones, la poltica de regados, con sus dos componentes de nuevas transformaciones y mejora de los regados actualmente en explotacin, debe considerarse en el contexto de lo reformo de lo

    Cuenca hidrogrfica

    Norte Duero Tajo Guadiana Guadalquivir Sur Segura Jcar Ebro Catalua (Cuencas internas) Baleares Canarias

    Poltica Agrcola Comn (PAC), con objeto de mante- ner una agricultura sostenida sin creacin de exce- dentes, con un nfasis cada vez mayor en la conser- vacin del medio ambiente.

    E l propsito de este artculo es, en primer lugar, analizar la situacin actuol del regado en Espaa, con sus logros y con los problemas que plan- tea y describir a continuacin las perspectivas del regado en nuestro pas. En segundo lugar, describir el papel que representan actualmente las aguas sub- terrneas en la agricultura de regado y en el futuro desorrollo de nuevas zonas regables, as como en el mantenimiento de uno agricultura sostenida en las que actualmente se explotan.

    Situacin actual del regado en Espaa

    El proceso de transformacin en regado ha tenido en Espaa un fuerte imp!ilso en los dtimos 50 aos, gracias a los planes coordinados de la Direc- cin General de Obras Hidrulicas, inicialmente con el Instituto Nacional de Colonizacin (INC) y poste- riormente con el Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA). De los aproximadamente 1,4 Mha que se regaban en Espaa al inicio de los aos cuarenta (Gonzlez Ferranda, 1988) se ha pasado a los 3,2 Mha que actualmente se riegan.

    En la figura I se han localizado los regados de planes coordinados, en sus diferentes estados de explotacin, construccin o planificacin y diseo, sobre un fondo que muestra la disponibilidad de aguas subterrneas y los problemas que presentan los acuferos que actualmente se explotan.

    En la tabla I se muestran las superficies rego-

    Aguas superficiales ha %

    70.740 1 O0 362.81 8 71 201.881 85 155.967 53 389.520 86 59.842 48

    137.967 54 150.471 43 71 5.888 93 23.945 35

    71 2 3 7.093 18

    -. ~

    Aguas subterrneas ha %

    145.845 29 36.000 15

    137.01 7 47 63.090 14 65.798 52

    1 19.304 46 198.623 57 54.041 7 44.000 65 23.236 97 32.507 82

    Total ha

    70.740 508.663 237.881 292.984 452.61 O 125.640 257.271 349.094 769.929 67.945 23.948 39.600

    Total 2.276.844 71 919.461 29 3.196.305

    rabio I Superiicies regadas por cuenca^ hidrogriicas JMOPI, 1993)

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  • Duero 3.183 91 31s 9 1.819 93 128 7 1.519 68 71 2 32

    ir 2.765 89 332 1 1 479 58 348 42

    1.310 75 426 25 1 .m 50 1 .m 50

    Ebro 6.6W 5% 128 2 internas) 17 6 273 94

    19 7 256 93 GJlwiQs 31 12 236 08

    Total W/&

    955 3.508 1.947 2.231 3.097 827

    1.736 2.402 6.8x) 290 275 267

    Tabla 2. Volmenes de agua vtilizodo en el rqado p r CUB~COS hidrogrikaicar IMOm, 1993).

    das en las distintos cuencas hidrogrficas (MOPT, 1993). Aproximadamente el 29 % de la superficie se riega con aguas subterrneas, destacando la vertien- te mediterrnea, donde supera el 50 % y las islas donde es el recurso predominante en la agricultura de regodo.

    En la tablo 2 se muestran los volmenes de oguo utilizados en el regado, donde puede obser- vorse que la contribucin de las aguas subterrneas significa el 18 % del suministro total. Lo demonda agroria actual de agua se evalo en 24 355 hm3/oo.

    Desde el punta de vista de los recursas naturo- les utilizados y de los resultados socio-econmicos logrados, pueden distinguirse a grandes rasgos los siguientes tipos de zonas regables:

    * Regados de lo meseta: cuencas del Duero, Tajo, Alta Jcar y Alta Guodiano.

    * Regados de los volles perifricos o la meseta: cuenca del Ebro, volle del Guadalquivir y tromos media e inkrior del Guadiana. ' Regados costeros del Mediterrnea y de lo corni- sa sur del Atlntico.

    * Agricultura tropical boj0 riego de los islos Conarias.

    Regados de la meseta

    En la cuenca del Duero los regados tienen lirnitociones climticas, que son ocentuodos en lo cobecero y menos acusados en el tramo medio. Las condiciones de los suelos son variables y por lo gene- ral la calidad del ogua es bueno.

    En la margen derecha del Duero los regados se abastecen principalmente de agua superficial regulada en la cobecero de sus principales afluentes, Pisuergo, Esla, Porma, Orbiga. En lo margen izquier- da se utilizan predominantemente los recursos subte- rrneos del ocufero detrtico del Duero.

    En las nuevos zonas regables los resultados obtenidos han sido variables: aqullas que se han desarrollado junta a r odios tradicionales han teni-

    ha ocurrido en la comarca del Promo de Len. Sin embargo, en los regadios del Alta Duero no se han olconzodo los resultados previstos en los planes de transformacin.

    Las perspectivas de ampliacin de lo superficie regable en esta cuenca estn muy limitadas por el clima, que hace que los cultivos de trigo, remolacha y patata, coincidan con los producidos en el norte de la Comunidad a menor coste, y porque lo densidad de poblacin necesario para el desarrollo del regado no se alcanza en la mayor parte de los comarcas.

    No obstante, por necesidad de mantener poblacin en el medio rural, en zonas donde otros formas de desarrollo tienen fuertes restricciones, plo- nes de riego con inversiones medias y bajas costes del agua, especialmente junto o zonos yo desarrollo- dos, pueden tener viabilidad socio-econmico. Este puede ser el coso de lo zono de los Omoos, junta o lo zona del Promo de Len y el de las reas sin limi- taciones de suelos de lo zona de Riao.

    En las zonos actualmente bajo riego deberan modernizarse las redes puro reducir las prdidas de oguo y disminuir los costes del riego.

    do xito y han sido un 2 co de desarrollo rural, como

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  • Los problemas que afectan a los regados tra- dicionales del Tajo san las limitaciones climticas de la cuenca alta y el desarrollo urbano de Madrid y su zona de influencia, que afecta a la cuenco media, y que ha llevado a una alteracin fuerte del medio natural, con un problema acentuada en la calidad del aguo.

    tos nuevos regados del Campo Arauelo (Tojo-Tietar) y los de gran parte de la provincia de Cceres han tenido un desarrollo limitado debido a las deficiencias de los suelos.

    L a s perspectivas de desarrollo del regado en esto cuenca pasan por lo transformacin de las tie- rras can buena aptitud pora el riego de la zona de la Cagra y por la rehabilitacin de las zonas transfor- madas, poro mejorar el entorno ambiental, especial- mente en lo que se refiere a la calidad del agua y al restablecimiento de las mrgenes de los ros.

    tos regados de la cuenca alta del Guadiana estn gravemente afectados por la disponibilidad de aguo de bueno calidad, tanto en lo que se rehere a recursos superficiales -sistema Guadiano-Cigelo- Zncora- como a los subterrneos de las unidades hidrogeolgicas de lo Mancha Occidental y del Campo de Montiel.

    Lo sobreexplotacin de estas unidades es un problema ambiental de primera magnitud, que requiere: por un lado, la mejora de los regados exis- tentes para ahorrar agua y disminuir la contamina- cin del acufero; y por otro, el obondono de las reas regadas que puedan tener menor aptitud, de forma que el consumo est en equilibrio con la recai- ga natural del acukro.

    Regados de los valles perifricos

    Los regodos de la cuenca del Ebro disponen de mejor clima y de aguo, predominantemente superficial, abundonte y de buena colidad. Sin embargo, excep- tuando la cabecera de lo cuenco, los zonas regobles situadas en el tramo medio estn en parte afectados por el problema de la salinidad, debido o la transfor- macin de suelos afectados por soles solubles y por yeso, que han ocasionado la degradacin de la calidad del agua de drenaje, que contamina los cursos de agua superficial, creando un problema medioambiental.

    Los resultados de las nuevas transformaciones en regado han dependido de la calidad de los suelos transformados. En tierras de calidad bueno y media el regado es un xito, lo que ha permitido que los pueblos situados en estas zonas hayan mantenido e incluso aumentado su poblacin, mientras que los de zonas de secano se estn despoblando.

    En las zonos salinizados son necesarios planes de rehabilitacin de regados, que incluyan la recu- perocin mediante drenaje de los econmicamente

    viables, el control de la salinidad para la mejora del medio natural, y el abandono de las tierras cuyos costes de explotacin superan su capacidad producti- va. En estas tierras abandonados debera restablecer- se el paisaje natural alterado por las obras de riega.

    Las perspectivas de expansin del regado en esta cuenca deben centrarse en zonas semiridas con agua regulada disponible, donde lo nica pos'Lilidad de mantener poblacin en el campo es en explotocianes extensivas de regado con bajos costes del agua, ya que la agricultura de secano no es viaMe y el medio presenta grandes limitaciones a otras actividades na productivos. La zona regable de Monegros Il es paradigmtico de la situacin descrita para el volle medio del Ebro.

    En los regados de los v d s r del Gwdiana y del Guadalquivir existen recursos de agua superficial regulada, que han permitido la creacin de explota- ciones familiares, aumentando la renta agraria y mejorando su distribucin y estabilidod, sirviendo a su vez de base o un sector agroindustrial.

    La mejoro de estos regados debe centrarse por un lado en la reestructuracin de las zonas regables. es prioritario aumenior el tamao de las explotaciones paro conseguir que tengan uno viabilidad similar a la media de las Camunitorias. Por otro lada, hay que reconsiderar las zonas que se riegan con agua elevada, donde el coste actual del agua limita ki viabilidad del riega.

    Por ltimo, es deseoble aceiemr la realizacin de las obras de transfonmicin a nivel de sector en aqullas zonas econmica y ambientalmente viables, que d i s p nen ya de la infraeshwiura hidrulica bsica, de forma que se rentabilicen lo antes posible las inversiones reali- zadas en lo consruccin de presas y canales de riego. lo Zono Centro de h m c d u r a es el e b p l a ms relevante de esta situacin. Quedan remas de tierra de bueno calidad para el riego en la zona de La Serena-&irros.

    En la actualidad, el principal reto que presen- tan estos regados es la escasez de agua, que ho afectado drsticamente a las rentas de los agriculto- res y al empleo durante los perodos de sequa que se hon sufrido en la dcada de los ochenta -1982-83 y 89- y que se sufren actualmente. Las medidos o tomor posan por un incremento de la capacidad de regula- cin y por la modernizacin de los sistemas para ahorrar agua. tos medidas de conservacin del agua a nivel de parcela mediante labores peridicas de nivelacin y refino, incluso cambio de mtodos de riego, deben incentivarse.

    Regados costeros

    tos regados cosieras del Mediterrneo y de la cornisa sur del Aflntico constituyen las zonas ms prsperas del regado espaol, debido a las condi- ciones del medio noturol, que son muy favorables paro lo produccin hortofrutcolo y a la existencia de

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  • E l regodio y los aguar subterrneas

    poblacin con gron tradicin de riego y de vas de comercializocin y exportacin de productos agro- rios.

    El clima es muy favorable para la produccin agrcola, especialmente en el sur y sudeste donde es posible obtener productos de primor. En los zonas donde no hay limitaciones de suelas las explotaciones hortofrutcolas son intensivas; en las zonas con limita- ciones por su hidromorfismo el arroz es el usa normal de la tierra.

    La disponibilidad de agua superficial es el foc- tor limitonte en estos regados, lo que ho llevada al uso de agua subterrnea y a recibir recursos extras, como los trasvasados desde la cuenca del Tojo a la del Segura. tos acuferas costeras, en ocosiones, pre- sentan problemas de intrusin marina por sobreex- plotacin y contaminacin por nitratos (Figura 1 ) .

    Todas estas zonas regables costeras han logra- do cumplir los objetivos socio-econmicos fijados en su planificacin, con excepcin de la zona de Alman- te-Marismas, donde los recursos de aguas subterr- neos han entrado en competencia con el Porque Nacional de Doano.

    La poltica de regados en estas reas costeras debe bosarse prioritariamente en garantizar el sumi- nistro de ogua de buena calidad o las zonas que actualmente se explotan y mejorar las condiciones medioambientales de los regados costeros, que estn por lo general en reas sensibles.

    Islas Canarias

    La agricultura subtropical bojo riego de las islas Canarias es muy especfica en el contexto del regado de Espaa. Las caractersticos geogrficas de las islas proporcionan un clima, que aun siendo muy variable de una islo a otra e incluso en cada isla, en funcin de la exposicin de cada zona o los vientos alisios, permite el cultiva de plantas tropicales baja riego.

    tos limitaciones de suelos han sido resueltas en el pasada mediante la construccin de bancales - sorribos- con aporte artificial de tierra, transportada generolmente de la vertiente norte de las islas al resto. El problema limitante es uno vez ms el oguo. En las islas, el recurso disponible es bsicamente ogua subterrnea, bien de acuferas costeras explata- dos mediante pozos, o de un acufero central como el de Tenerife, explotada mediante galeras. Aparte de la limitacin de la cantidad de agua disponible, la calidad no es bueno en los primeros, e incluso en las nuevas extracciones de las golerias surgen aguos con problemas de salinidad.

    tos retos que presenta la agricultura de rega- do en las islos son: por una parte, la consecucin de nuevos recursas hidrulicas de buena calidad,

    mediante la realizacin de pequeos embolses de regulacin de aguas superficiales, captacin de aguas subterrneas y reutilizacin y desolinizacin del agua; y por otra, la mejora de la eficiencia del uso del agua, mediante la modernizacin de la red de distribucin, sustitucin de acequias por tuberias, mejora de lo eficiencia de aplicacin y creacin de comunidades de usuarios.

    Perspectivas del regado en Espaa

    La transformacin de nuevos zonas es cada vez ms dificil y costoso, ya que requiere abras de regulacin, incluso trasvases, y sistemas de riego y drenaje ms complejos y de mayor coste, ya que por lo general las tierras con meiar aptitud para el riego han sido ya transformadas, quedando tierras con ms limitaciones de suelo, topografa y drenaje.

    Respecta a los recursos hidrulicos disponi- bles, en la redaccin del Plan Hidralgica Nacional (MOPT, 1 993), se ha reolizado una prediccin de la evolucin de los volmenes disponibles para el riego, para los prximas 1 O y 20 aos, cuyos datos se muestran en la &/a 3. A pesar de que la evolu-

    Tablo 3. Prediccin de lo evolucin de lo demondo de oguo para riego (MOPT, 1993).

    cin prevista por el PLan Hidrolgico Nacional del total de recursos disponibles sea de 51.669 hm3/ao para el ao 2002 y de 54.043 hm3/ao para el 201 2, se prev un menor incremento de los recursos destinadas para el riego, que sern res- pectivamente 25.981 hm3/ao y 27.755 hm3/ao. N o obstante, el uso agrario seguir siendo lo demanda cuantitativamente ms importante, repre-

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  • sentando aproximadamente el 77 % de la demanda total. La principal conclusin de esta prediccin es que, a comienzos del prximo siglo, el rea rega- ble en Espao, por lo que se refiere a las recursos hidrulicos, podr estar en torno a 4 Mha, para una dotacin anual media a nivel nacional de

    Respecto al recurso tierra, todava no se cuenta con una evaluacin de lo aptitud de las tie- rras paro ri o que permita estimar la magnitud del recurso 7 e '. tierras regables disponible. Para cubrir esta carencia, e l IRYDA ha comenzado estudias de sistemas de tierra a nivel de cuenca, estando ya disponible el de lo cuenca del Tajo. No obstante, se tiene de informacin de lo calidad de las tierras de todas las zonas actuolmente declaradas, ms de alguna cuya transformacin puede ser viable, como es el caso de la Serena- Barros en Badoioz. De la informacin disponible puede deducirse que existen suficientes recursos para alcanzar lo superficie de 4 Mha de tierras regables.

    Sin embar o, la mayor limitacin para la transformacin de nuevos zonas regobles es su elevado coste, que an siendo variable segn coda zona, puede alcanzar la cifra de 2 M pta/ha. Estos costes son de difcil justificacin econmico, en el contexto de los precios actuales de los pro- ductos agrcolas, excepto en los regadas casteror dedicadas a produccin intensiva horbfrutcola. No obstante, por razones de inters social o de planificacin del territorio puede decidirse la trans- formacin de zonas cuya viabilidad estrictamente econmica sea dudosa. En este caso, poro mante- ner el nivel de renta de los agricultores, deben fijarse los costes que realmente deben reintegrar los regantes.

    La inversin en infraestructura de re ados, actualmente limitada presupuestariamente, d e L con- centrarse prioritariamente en zonas donde lo infraes- tructura bsica de presas y canales principales esNi ya avanzada, de forma que se rentabilien lo antes posible estas inversiones. En las zonas actualmente declaradas, en las que todava no se han realizado inversiones, sera oconseiable recansiderar detallada- mente su viobilidad sociaeconmica y mediaambien- tal, para delimitar de nuevo las reas que realmente merecen ser transformadas Un ritmo de transforma- cin de 20 o 25 O00 ha anuales podra considerarw? aceptable.

    Otro aspecto a considerar es la meiora de los regados actualmente en explotacin, cuyos problemas pueden sintetizarse en tres grandes tipos. ' La escasez de agua de buena calidad en alguna3 * La disminucin de las rentas par el descenso de

    6.500 m3/ho.

    cuencas.

    los recios agrcolas y aumenta de los costes de expPotocin.

    * La necesidad de proteccin del medio ambien- te.

    Para reducir las prdidas de agua de los siste- mas de conduccin y distribucin es necesario aco- meter un plan de modernizacin de dichas redes, redimensionando en su caso los canales y acequias, reporanda redes que pierden agua, cambiando ace- quias por tuberas y sobre todo aumentando la capa- cidad de regulacin de las canales.

    Las prdidas de agw en parcela, que adems de suponer un despilfarro del recurso crean prcble- mas de deterioro del medio ambiente, rlamente pue- den reducirse con medidos que apliquen los regantes: bueno nivelacin y refino de las parcdas, apropiada maneio del agua, cambia de mtada de ri-, en su caso etc. Estas prcticas, que son especficas de cada zona, deben farmularse basndose en evaluaciones de riego y recogerse en un Cdigo de Buenas Prcti- cas Agrcolas, que se distribuya a los agricultores a travs de las comunidades de regantes. la Adminis- tracin debe incentivor econmicamente la aplicacin del cdigo.

    Esta meiora de la aplicacin del agua de riego es imprescindible para la miora de la calidad de los retarnos de las zonas regables que con frecuencia muestran una degradacin, debido al aumento de la concentracin salina, contaminacin por fertilizantes y otros prcductas qumicos.

    La resolucin de estos problemas debe reali- zarse mediante un plan nocionol de rehabilitacin de regados llevada o cabo conjuntamente entre la Administracin Central-MOPT y MAPA- y 10s Comu- nidades Autnomas. Las inversiones a raealizar para la rehabilitacin de regados tienen mayor rentabili- dad que las nuevas transformaciones, ya que se dis- pone de infraestructura hidrulica y de comunidades de regontes ya organizadas y adems no se mouili- zan nuevos recursos naturales -tierras y aguas- cada vez ms escasos.

    El pa el de las aguas subterrneas en el rega B o

    Como se ha descrita en los opartadas anterio- res, el agua subterrnea es un recurso hidrulico que abastece actualmente los regados espaoles con 4.364 hm3/aiio, lo que supone el 18 % del valumen total empleada en el riego. Con este agua se riegan 91 9.461 ha, destacando la vertiente mediterrnea y las islas kdeares y Canarias, donde es la fuente prin- cipal de agua de riego.

    l o s caractersticas de las 444 unidades hidrogeo- lgicas catalogadas par el FHN en codo cueixa hidro- grfica se describen en la tabla 4, en la que puede

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  • Cuenca Nmero Superficie Recarga

    hidrogrfica unidades km2 hm3Ioo

    Norte 24 7.009 2.975 D"W0 21 53.623 1.875 Tojo 12 15.961 1.645 Guadiona 13 11.960 754 Guadalquivir 61 15.297 2.315 Sur 47 3.138 1.160 Segura 32 8.603 548 Jcor 52 24.782 3.505 Ebro 45 16.770 2.923 Cataluo (Cuencas internar) 30 6.463 1.036

    CaMIria5 72 700

    Total 444 167224 20021

    B0leores 35 3.618 585

    que supone un uso del 80 %, de los cules, 5.428 hm3 se

    robla 4. Corocterkticas unidades hidrogeologicas (MOPI, 19931

    observarse que la superficie que cubren los acuferos es de 167.224 km2, que representa aproximadamente un tercio del territorio nacional. De la recarga total anual, aue se evala en 20.021 hm3. se utilizan 16 050 hm3. lo

    DEL CUELO 1 Arl (Zona no aaturodol

    t l

    (Zona ta luradal

    Salidas [hm3/oo) Recarga hm3/ao Bo Mor

    natural

    Narie 2.975 51 604 2.200 120 1.875 373 1.492 1 Oi']

    5i1i 1 476 40

    1 645 1 64 754 771 183

    2.315 450 1.550 260 65 1.160 424 492 200 80

    10 3 505 1.440 1.485 420 215 2.923 209 2.499 1 75 40

    u (Cuencas internas) 1 .O36 447 374 110 115 585 283 50 116 150

    548 466 367

    Canarias 700 350 50 70 230

    Total

    ('1 Acuferas fronterizos can

    robla 5 Utihzocion de la qiguos subterrooeai (MOPr, 19931

    Sin embargo, lo relacin entre el regado y las aguas subterrneas no debe reducirse exclusivamente al punto de vista de recurso hidrulico para riego, sino que es ms compleja En efecto, la transformacin en regado de una zana supone un cambio sustancial del balance de agua, de sales y de otros elementos qumi- cos en el permetro de riego, que afecta adems a los

    cursas de agua superficial y a los acuferos, segn puede observarse en el esquema simplificado del ciclo hidrolgico de una zona bajo riego (Figura 2).

    La percolacin de oguo desde la zona no satu- rada hacia la capa fretica y la escorrenta superficial que recarga los cursos de agua superficial, son los ele- mentos claves que inciden sobre los acuferos y las

    37

  • Desde el punto de vista agrcola se recomienda disminuir el consumo de agua de riega y limitar la fertilizacin nitrogenada, en funcin de las necesida- des de los cultivas y de la calidad del agua de riego. La mejora de la eficiencia del riego tendr como can- secuencia una disminucin de las dotaciones de riego y por tanto de las extracciones, as coma lo reduccin de lo percolacin y consecuentemente del lavado de nitratos.

    La influencia de las nuevas transformaciones sobre la salinidad del agua; el Plan Monegros 11

    La transformacin de una zona en regado puede tener incidencia en lo salinizacin del acufero subyacente y afectar al entorna ambiental de la zona. Como ejemplo se muestra el caso de la zona regable de Monegras 11, Zaragoza-Huesca, que est en pro- cesa de transformacin.

    Est previsto lo transformacin de 60.000 ha en las formaciones terciarias y cuaternarios situadas entre el piedemonte de lo Sierra de Alcu- bierre y el escarpe que limita con el valle del Ebro.

    Las llanuras de Monegras al sur de Bujaralaz, estn formodas por estratos de margas y calizas con intercalaciones de yesos, que alternan sobre niveles infrayacentes de yesos masivos y calizos, can descen- sos hocia el arroyo de la Valcuerna y el Ebro. Son frecuentes lagunas producidas por procesos de diso- lucin, subsidencia, hundimiento y obliteracin de los yesos. En estas lagunas ha habido una intensa acu- mulacin de sales.

    La hidrogeologa de esta formacin es comple- ja. Existe un acufero libre, con recarga en el rea occidental de la zona -Retuerta de Pina- y salida en lo Valcuerna. En la proximidad de las lagunas hay un gradiente hidrulico acusado.

    Las salidos de las logunos -gran parte del agua se elimina por evaporacin con la consiguiente acumulacin de sales- an est indeterminada. Es probable que a partir de las lagunas el agua fluya por canales de disolucin de yesos y, entre los cali- zas, busque los bajos niveles piezamtricos del orro- yo de la Valcuerna y posiblemente el nivel de base del Ebro. Debido a la tectnica de hundimiento, la trazo de estos canales es muy complicada de estable- cer.

    La transformacin de la zona de Monegros II puede repercutir en un aumenta de la recarga a las lagunas, con elevacin del nivel del agua y variacin del contenido salino. Asimismo, la movilizacin de sales solubles y de yeso par el agua de percalacin debido a1 riego, puede aumentar la salinidad de los retornos al arroyo de la Valcuerna y al propia Ebro,

    con el consiguiente impacto negativo sobre la calidad de sus aguas.

    Estas riesgos han llevado o que en la delimita- cin de las reas regables se hayan seleccionado aquellos suelos can menor salinidad, haya elegido el riega por aspersin cama mtodo de riego que con- trola mejor la percolacin que el r i T de superficie y se limiten las reas de influencia de as lagunas, poro que aislndolas de los permetros de riego se eviten filtraciones laterales que puedan modificar las candi- ciones hidralgicas y de salinidad de las logunas.

    Los casos descritas ilustran los problemas que afectan a las unidades h-ir que san de inters actualmente para la agricultura de regado en Espaa. Para su resolucin se requiere un plan de actuacin en acuferos de inters agrcola, tanto de zonas actualmente en explotacin como en nuevas transformaciones. Este plan ha de incluir:

    * Estudios hidrogeolgicas pura determinar las carac- tersticas hidrulicas de los acuferos, detectar los problemas de sobreexplotocin e intrusin, predecir los efectos del riego sobre lo calidad del agua, de manera que pueda planificarse la explotacin de forma wstenida, optimizando la utilizacin conjunta de las aguas superficiales y subterrneas.

    * Investigacin del estado actual de las sondeos mediante filmaciones con cmara de video que permiten diagnosticar las deficiencias que presen- tan, de formo que puedan recomendarse las tcni- cas de regeneracin ms odecuados, o en su COSO lo sustitucin de sondeos inoperantes. Finalmente, la investigacin de nuevos materiales y tcnicas para sondeas de sustitucin, en lo que se refiere o entubacianes, filtros y desarrollos.

    Conclusiones y recomendaciones

    El regado ha sido en Espaa un medio eficaz poro asegurar la produccin agrcola, un nivel de outwbastecimienta olimentorio aceptable, mantener explotaciones familiares rentables y potenciar un sector agroindustrial y de servicios, lo que ha permi- tido un desarrollo rurol en amplias zonas del pas, antes deprimidos por una agricultura de secano incierta.

    Igualmente, en los Pases miembros de la CE ha habido un desarrollo importante de proyectos hidroagrcolas -riego y drenaje- poro potenciar el sector agrcola mediante un aprovechamiento de las recursos naturales.

    Las directrices de la reforma de lo PAC fiian como prioridad el lograr una agricultura sostenida, que no aumente la produccin agrcola, meiorando lo colidod medioambiental del entorno rural. En este contexto debe reconsiderarse la poltica de regados en Espaa, en sus dos aspectos de nuevas

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  • tronsformociones y rehobilitocin de los regodos ex sten tes.

    Espaa debe conservor su actual potencial productivo agrario, como lo estn haciendo los pa- ses ms desarrollados de la CE, osegurondose un porcentaje estratgico de autoabastecimiento alimen- tario. La agricultura espoolo, que debe ser competi- tivo con los pases ms desorrollodos de la CE y estar bien fundamentada desde el punto de visto medioom- biental, tiene que concentrarse en aquellos reas con meiores recursos naturales -clima, suelos, oguo- y con condiciones socio-econmicas suficientes. Por las limi- taciones del medio fsico espaol, este tipo de ogri- culturo debe situarse en el regado y en los buenos secanos, situados en campias con suelos que retie- nen bien lo humedad y que, por tonto, son menos sensibles o perodos extremos de sequa.

    tos tronsformociones en regado son un pro- ceso complejo, tcnico y financieramente, que requieren actuaciones continuos con resultodos o medio y lorgo plazo. Cualquier interrupcin de lo poltico de regados, por problemos coyunturales, ocosionoro que en un cambio de los circunstancias econmicos, serio difcil recuperar el tiempo perdi- do.

    Es recomendable continuor, por tonto, con la politico de regodos basado en los nuevos proyectos de transformocin yo iniciados, poro rentabilizor los inversiones en infraestructuro hidrulica yo reoliza- das y acometer nicamente nuevos proyectos, cuyo viabilidad tcnico, socio-econmico y ombiental est slidomente fundamentado.

    tos proyectos de rehobilitocin de regados actuolmente en explotocin deben ser prioritarios, dirigidos fundomentolmente o economizor recursos hidrulicos, abaratar costes de produccin que per- miton mantener los rentas de los agricultores sin que aumenten los producciones y ocometer lo mejora ambiental de los regados, que hosto ahora ho sido insuficientemente considerado.

    Tonto en los nuevos tronsformociones como en los proyectos de meioro de los regados actuol- merite en explotacin, lo investigacin de las aguas subterrneos debe ser prioritario, poro corregir los deficiencias que presentan las unidodes hidrogeo- lgicos que actualmente se explotan, como paro planificar slidamente lo explotacin futura de otros.

    tos problemas detectados de sobreexplotocin, solinizocin de los ocuiferos por intrusin de oguo marino, degradacin de lo calidad del ogua subte- rrnea por contaminacin debido o lo percolocin de ogua de riego, han de resolverse tros los oportunos estudios hidrogeolgicos, de formo que pueda ploni- ficorse uno explotacin sostenido de los ocuferos, optimizondo lo utilizacin coniunto de los aguas superficioles y subterrneos.

    Las deficiencias detectadas en los sondeos que actualmente se explotan y que han originada un descenso de sus coudales especficos, deben diagnosticarse correctameante, de formo que pue- don emplearse los tcnicas de regeneracin ms adecuadas. Paro el coso de que nuevos sondeos de sustitucin sean necesarios, la investigocin de nuevos materiales de entubado y filtros, as coma de nuevas tcnicos de desorrollo ha de ser priori- tario.

    Como conclusin final se recomienda uno actuacin conjunta de la Administracin -MOPT, ITGE, IRYDA y CC.AA- en lo gestin integral de los acuferos que afectan a zonas regables.

    Referencias

    Gonzlez Ferrondo, S. 1988. Estado actual y perspectivas del regadio en Espaa. Semi- norio Hispano-Portugus de Riego, Drenaje y Con- centrocin Porcelario. Elvos.

    IRYDA, 1989. Estudio hidrogeolgico de los sectores VIII, IX y XI de la zona regable de Monegros II (Zamgozo y Huesco). Madrid.

    IRYDA, 1991. Estudio hidrogeolgico del valle del Esgueva (Valladolid). Madrid.

    IRYDA, 1991. Estudio hidrogeolgico de la cubeta de Santiuste (Segovia). Madrid.

    IRYDA, 1992. Estudio hidrageolgico en rela- cin con la intrusin marina de la Plana Denia-Ganda en Alicante y Valencia. Madrid.

    IRYDA, 1992. Estudio hidrogeolgico de la zona sur de Valladolid. Madrid.

    IRYDA, 1993. Estudio hidrogeolgico de la zona de la Moraha (Avila). Madrid.

    IRYDA, 1993. Estudio hidrogeolgico de la Manchuela (Cuenca). Madrid.

    ITGE, 1989. l a s aguas subterrneas en Espa- a; estudia de sntesis. Madrid.

    MAPA, 1991. Manual de estadstica agraria. Secretaria General Tcnica. Madrid.

    MAPA, MOPT. Comunidad de Costilla-la Mancha, 1992. Plan coordinado de octua- cin en la zona de la Mancha Occidental y Campo de Montiel. Modrid.

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  • MOPT, 1993. Memoria del Plan Hidrolgico Nacional. Direccin General de Obras Hidrulicas. Madrid.

    Van Schilfgaarde, J. 1990. ihe futura of irriga- ted agricultura: ic it sustainabb? Inr Agri- culturd kiiinity Aswssmeni and M a w - ment. Editad by K. Tanj American Socieiy of Civil Engineers (ASCE). New York.

  • Pqunta.- (Jos Snchez Ouzmdn). En los abastecimientos a poblaciones hay normalmente actuaciones que pueden liberar recurras, a sea, mejorar la disponibilidad de recursos coma pueden ser actuaciones del reciclado y reutilizacin o me'a ras en la redes de distribucin, parque se comprue L - a que hay redes de distribucin cuyas prdidas alcan- zan el 35% eic., eso sin disminuir la poblacin abas- tecida, &en agricultura se podra, sin disminuir la superficie regoda, y en base a actuaciones cama efi- ciencia de las riegas, sistemas de riegas, etc., liberar recursos de manera que zonas sobreexplatadas mejoren su balance?

    Request0.- (Julin Madnez Behrn). S, evidentemente es una de los puntos que contem- plan las planes de rehabilitacin y modernizacin de regados. En agricultura se puede ahorrar agua modernizando las redes de conduccin y distribucin, impidiendo que haya no slo las prdidas de los canales por filtracin sino en la distribucin, aumen- tando la capacidad de r ulacin de los sistemas y

    es nueva, se est hacienda un esfuerzo en Espaa desde hace ms de quince aos por varias vas: desde el cambio del mtodo de riego, como, par ejemplo, ocurri en las islas Canarias al final de la dcada de las setenta, desde su pasa de riegos tradi- cionales de superficie, que alcanzaban consumos de hasta 25.000 m3/ha en el riego de platanera, a siste- mas de riego localizado o micrwspersin, donde se pueden llegar a consumos de 10.000 m3/ha, pura la misma produccin o incluso mayar. El riego por tea ha alcanzada un gran desarrolla en todos las regados costaros. Sin embargo, tambin cabe aho- rrar agua sin cambiar el mtodo de riego; por ejem- plo, en riego de superficie, mediante un mejor mane- io del agua. Par ejemplo, la sequa sufrida funda- mentalmente en Extremadura y Andaluca en lo dca- da de los ochenta, ha obligado a los agricultores a regar mucho mejor cuando el agua es escasa. No obstante, cabe muchsimo por hacer.

    especialmente en el uso de 7 agua en parcela. Esta no

    Pregunta.- (Manuel Daz Marta). A propsito de rehabilitacin, citada ahora mismo par el ponente irqu hay de la rehabilitacin de antiguos regados tradicionales, incluso en el Segura, que estn en condiciones verdaderamente crticos en cuanto o solinidad? Como ese, debe haber algunos otros ejemplos en Espao iestn contemplados en el Plan a no?

    Respuesta.- (Julin Marh'nez Belfrn). He hecho mencin anteriormente que el osunto de rehabilitacin, poro m, no es slo exclusivamente ahorro de agua sino que he tocada el tema ambien-

    tal. En d %gura, evidentemente es muy importante, pera ms que por problemas de cantaminocin cama en otras zonas, es por problemas de salinidad. En este momento hay un plan de modernizacin de las redes principales que tiene el MOPT y en estas momentos, tambin, la Administrocin Agraria, es6 redactando el borrador de un real decreto para mejora de regados tradicionales; no ha salido toda- va, pero est ya redactado y creo que ha sido pre- senda en algn foro. La idea es que la Administra- cin Agraria ayude a las comunidades de regantes en el escaln siguiente que va a acometer Obras Pblicas, es decir, en la red de distribucin, de forma que se liberen caudales en zonas que se pierde mucha agua en la distribucin. e esta forma, tam- bin puede mejorarse la calidad del agua de los retarnos de las zonas regables. Otra gran reta que tenemos es la reutilizacin de las aguas residuales en el mundo rural. La reutilizacin de las aguas residua- les tiene das abietivas: liberar un recurso hidrulico extra, que para la agricultura puede tener mucho inters, sobre tcdo en cuencas dificitarias y, a su vez, mejorar la calidad ambiental de las aguas de drena- je, que es deplorable es muchas zonas.

    El IRYDA, desde hace aproximadamente diez aos, ha iniciado una lnea que es la reutilizacin de aguas residuales en el mundo rurol mediante el siste- ma de lagunaje, en zonas donde los municipios no pueden permitirse el luio de plantas convencionales que gastan energa, y, sin embarga, s i que tienen espacia suficiente para hacer lagunas. Ha habido cierto desarrollo en la Meseta y en la vertiente medi- terrnea. El instituto, desde hace unas siete aos, lleva un programa de seguimiento de este sistema de lagunoje, estudiando como son las aguas residuales que entran a las lagunas y la calidad del efluente. Actualmente estomos centrados en el problema de estas aguas residuales en la Meseta, en la depurado- ra de Rueda y ahora vamos a seguir con la de Medi- no; en la provincia de Alicante estudiamos Guardo- mar y ahora iniciamos el estudias del funcionamiento de lo estacin de Cartageno, que es la mayor que se ha construida en Espaa par lagunaje profundo. Este seguimiento se est hacienda tambin en plantas can- vencionales coma en la Pl de San Jardi, en Mallor- ca, donde vienen regando desde hace tiempo, y esta- mos en conversaciones con el cabildo de Tenerife para, hacer el estudio de la reutilizacin de las aguas residuales de la Ciudad de Santa Cruz, para el riego de la zona Sur de Tenerife, es decir, el reuso y la mejora de la calidad de los retarnos son problemas importantes que tenemos ahora planteadas.

    Pregunta.- (Antonio Valiente). @no por un lada se est produciendo uno reconversin agrcola, llammosla as, tendente a lo baja, y por

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  • otro lado, en los planes hidralgicos, se estn bus- cando nuevas zonas de regado?, me parece que hay aqu alga que falla. (Cmo se est primando cuando dejamos tierras sin cultivar, se est haciendo una criba entre los agricultores y estn la mayor parte de ellos con unas deudas importantes, y por Otra lada se estn buscando tierras nuevas y aumentar los regad- os?

    Respuesta.- (Julin Madnez Beltrn). Lo que est a la baia son algunas zonas que se pen- saban regar hace tiempo y que no se han transfor- mado, como puede ser la zana del Barbate en la pro- vincia de Cdiz.

    Mi contestacin a esa pregunta est ms o menos clara. La idea de la Poltica Agrcola Comn que se est aplicando en Espoa es la de no aumen- tar el nivel de las producciones agrcolas que actual- mente tenemos. Lo que ocurre, es que en Espaa tenemos 3,2 millones de hectreas de regado que sino todas, la mayor parte de ellas, son las ms pro- ductivas desde el punta de vista agrcola. Aparte hay buenas zonas de secano que tienen suRciente pluvia- metra, suelos que retienen bien la humedad, como pueden ser las campias de Andaluca, que tienen cierta potencial y cierto futuro para la agricultura. Pero en el resto de los 17 millones de hectreas que, segn datos del ao 91 se cultivan, hay cantidad de tierras marginales para la agricultura. Esas tierras marginales son las que se est primando que se abandonen y la Administracin Agraria tiene sus pla- nes para reconvertir y reconducir unas tierras que se pusieron en cultivo, cuando en Espaa el primer pro- blema era el abastecimiento a la poblacin; esas son las que hay que abandonar, y hay que primar, por un lado, el abandono de tierras no productivas y pasarlas a otra aptitud que la agrcola, como puede ser la forestal, la de recreo, la de conservacin de la naturaleza. Existe un decreta reciente para la refores- tacin de explotaciones agrarias para primar el abandono de tierras marginales y transformarlas en bosque o matorral, segn su aptitud. Este decreto incluye compensaciones de la ruta de hasta 35.000 pts por hectrea anuales, durante 20 aos y de hasta 480.000 pts por hectrea para cubrir el coste de la repoblacin.

    AQu significa? Que se abandonan las tierras que no tienen aptitud agrcola para concentrar la agricultura en explotacin que puedan competir con la agricultura europea. En el Norte de la Comunidad se alcanzan producciones de trigo de 6.000 kilos por hectrea, y en la media nacional debe estar en 2.600, porque estn contribuyendo esas tierras mor- ginales. concentrmonos en el regado bueno, toda- va hay tierras buenas y recursos hidrulicos para incrementor y concentrar esos recursos naturales en zonas que tienen clima adecuado, y que tiene inters

    su transformacin; concentrmonos en las zanas de secana buenas y abandonemos el resto. Creo que no son incompatibles las dos lneas, sino una optimiza- cin de recursos naturales de acuerdo con la situa- cin socio-econmica que vive Espaa.

    Pregunta.- (Carmela Guerrero). (Hay algn estudia hecho en Espaa sobre el coste real de algunos regados. Me explico: naturalmente hecho a postariori, puesto que a priori muchos de los costes san difciles de calcular, por ejemplo, en el casa man- chego, (se ha hecho algn estudio sobre lo que ha costado poner regados en esa zona, incluyendo ahora los 3.000 millones de pts que hay que pagar a los agricultores par abandonarla? o lo que costara en algunas zonas recuperar acuferos que estn con- taminados, o acuferas con intrusin mrina?

    Respuesta.- (Juli6n Mortnez Behrn). Sobre la primera parte de su pregunta: hay pocos estudios sobre los costes reales de los regados. En Espaa hasta hace pocas aos nos hemas dedicado ms a planificar nuevas zonas, construirlas y explo- tarlos que a aprender de la experiencia de zonas en explotacin, tanto desde el punto de vista tcnico como desde el punto de vista econmica. Hay pocos estudias desde mi punto de visto y no bien fundamen- tadas. Es una preocupacin que hay actualmente, dado que, para la planificacin de nuevas zonas, cada vez hay una exigencia mayor de formular los planes desde el punto de visto de viabilidad tcnica, que ah si que hemas hecho mucha esfuerzo en las ltimas dcadas y desde el socio-econmico y ambiental. Esas dos partes son en las que las evalua- ciones podemos decir son ms Hojas y donde en este momento hay mucha ms exigencia. Eso nos est Ile- vando a que estudiemos zonas que e&n en explata- cin. En este momento, en el Centro de Tecnologa de Regados del IRYDA, se estn iniciando unos estudios precisamente pora eso, para estudiar los ndices eco- nmicas de regados en explotacin, fundamental- mente cubriendo en sntesis esos tres grandes tipos de regados que haba mencionado yo antes en mi pre- sentacin, que son: las fros de la Meseta, estudiando como ha sido la repercusin econmica de la zona del Pramo en Len; de regados de valles, como pueden ser zonas del Guadalquivir, como la de Genil-Cabra; algn regado costero, tipo campo Cartagena o a&uno similar. Pero todava no dirpone- mos de estudios, digamos, slidos desde ese punto de vista, y son estrictamente necesarios.

    Pregunta.- (Emilio Custodio Gimena). ~Cul es la postura en este momento en Espaa con respecto a la fuerte contaminacin par fertilizantes

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  • El regado y bi aguas iubiwmnwi

    que hon sufrido algunos acuferos espaoles y los temas de la interferencia que hay entre el uso de determinados acuferos para uso agrcola y para usa de abastecimiento. Cul es la lnea que hay en este momento, los ideas? l

    Respuerta.- (Julin Ma~inez Beltrn). Bueno, como he dicho en lo ponencia, el Instituto, ha estudiado directomente, el problema de la contomi- nocin por nitratos en las llanuras costeras de Valen- cia y Co$telln, en la Plana de Castelln y en Denio - Gonda, y se han detectado los problemas y se ha visto que se debe, evidentemente, a la altas dosis de fertilizantes. Desde el punto de visto de investigacin, el Instituto Valenciono de Investigaciones Agrorias tiene uno lnea de investigacin del uso de los nitratos en lo fertilizacin de los ctricos, para llegar o direc- trices que puedan alconzar a los agricultores, de forma que puedan fertilizar con realmente lo que los cultivos demandan y no provocar esa sobrefertiliza- cin que contribuye al deterioro de la calidod del ogua. Creo que hoy uno ponencia de Manuel Varelo en las Jornadas en la que con mucho ms conoci- miento que el mo tocar este problema. Desde el punta de visto tcnico, desde el punto de visto odmi- nirtrativo, como deca antes, lo que lo Administracin Agraria est contemplando es llegar o ese Cdigo de Buenas Prcticas Agrcolas, que permito al agricultor llegar o lo que se llamo una agricultura sostenida, que seo econmica pero que est fundamentada desde el punta de visto ambiental. Hay dos cuestiones en debote, una que se penalice al que contamine, bajo el principio del que contumino paga; oira lnea, es que se le ayude 01 que cultiva bien de acuerdo con ese cdigo. El cdigo se ha debatido en la CE, o nivel de expertos en uno reunin que se tuvo en Bru- selas hace apenas un ao, y se sacaron los directrices generales para la redaccin del cdigo. b que acu- rre es que las caractersticas de una zona a otra san tan peculiares que no se puede generalizar y sacar unas directrices que sirvan a nivel comunitario, ni siquiera o nivel nacional, porque la fertilizocin de la Compio de Jerez y lo de los ctricos de Levante es totalmente diferente. Se est evaluando ahora ese cdigo, o nivel, podemos decir, de grandes zonas, de forma que se pueda actuor por esa lnea; que se vean qu zonas estn contaminadas, si la agricultura est usando sus recursos odecuodomente y si en ems zonas se puede primar al que cultive bien, pero est incipiente todavo desde un punto de visto prctico.

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