Sindicatos y asociaciones aranzadi

Sindicatos y asociaciones. Sindicatos y asociaciones empresariales____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Sindicatos y asociaciones. Sindicatos y asociaciones empresariales.

DOC\2003\64

- . Concepto legal de sindicato

- . Concepto y caracterización del sindicato

- . El sindicato como asociación especial dentro de nuestro ordenamiento jurídico

- . Su diferenciación de otras organizaciones afines

- . Concepto legal de asociación empresarial

- . Concepto y caracterización de la asociación empresarial

- . La asociación empresarial como asociación especial

- . Organizaciones sindicales y empresariales simples y complejas

- . Criterios de constitución de organizaciones sindicales y patronales

- . Tipos de organizaciones sindicales

- . Criterios de organización de las asociaciones empresariales

- . Las principales expresiones de organizaciones complejas: las federaciones, las uniones y las confederaciones

- . Las organizaciones como personas jurídicas complejas

- . Los órganos de dirección en las organizaciones sindicales y patronales

- . Las organizaciones de ámbito internacional

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21 de junio de 2011 © Thomson Aranzadi 1


- . Sindicatos de funcionarios

1. Concepto legal de sindicato

1.1. Concepto y caracterización del sindicato

El sindicato se define como la asociación de trabajadores para la defensa y promoción de sus intereses económicos y sociales. Aunque históricamente adoptan otras formas de organización, los trabajadores utilizan como forma típica y permanente de organización la figura de la asociación, de ahí que legalmente se haga coincidir la expresión organización sindical con la de asociación sindical.

La forma asociativa permite a los trabajadores afirmar su independencia organizativa (mediante la elaboración de unos estatutos y la definición de sus propios órganos de gobierno), disponer de una organización estable(a través de órganos permanentes, domicilio, denominación y publicidad exterior) y finalmente conformar estructuras organizativas complejas.

Las características del sindicato son las siguientes:1) En primer lugar, constituye una asociación de trabajadores, por lo que

quedan fuera de su ámbito organizativo otros colectivos como los empresarios o los estudiantes.

2) En segundo lugar, se caracteriza por tener como objetivo la defensa y promoción de los intereses de los trabajadores. La defensa de tales intereses lleva al sindicato a desarrollar su actividad en el campo de las relaciones profesionales y en el campo sociopolítico(frente a los poderes públicos).

3) En tercer lugar, el sindicato se caracteriza por emplear unos instrumentos específicos para la consecución de tales objetivos, como son la negociación colectiva, la huelga y otros medios de conflicto laboral y la concertación social(es decir, la negociación de las políticas públicas con relevancia para los trabajadores). Incluso la interposición de acciones judiciales contra disposiciones o actos administrativos que afecten a su actividad o a sus fines (en los que el Sindicato tenga un interés profesional o económico). En esta línea el TC considera que el Sindicato está legitimado para recurrir los concursos convocados por la Tesorería General de la Seguridad Social para la contratación de apoyo técnico informático para la cobertura de diversas necesidades de la misma por considerar que el objeto del recurso está en conexión con la finalidad que legítimamente persiguen los sindicatos ( STC 12-7-2004 [RJ 2004, 112]

1.2. El sindicato como asociación especial dentro de nuestro ordenamiento jurídico

El sindicato goza de un reconocimiento singular como asociación dentro de la CE, al igual que los partidos políticos ( art. 6 CE). A diferencia de las asociaciones en general ( art. 22 CE), los sindicatos reciben un tratamiento singular en la CE (RCL 1978, 2836) .

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El art. 7 CE indica que «Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios» ( art. 7 CE). La mención del art. 7 CE al sindicato supone reconocerle su condición de «componente básico del sistema constitucional español» ( STC 210/1996, 17-12-1996 [RTC 1996, 210] ). Con este reconocimiento constitucional los sindicatos y las asociaciones empresariales pasan a ser considerados, junto a los partidos políticos ( art. 6 CE), como asociaciones sobre las que se eleva el Estado democrático creado por la CE (RCL 1978, 2836) .

El reconocimiento del art. 7 CE va a repercutir en primer lugar en la amplitud del ámbito subjetivo de actuación. La relevancia pública que el art. 7 CE otorga a los sindicatos supone establecer que los sindicatos actúan no sólo en representación y defensa de los afiliados a la asociación, sino en representación del conjunto de los trabajadores.

En virtud de esa representación institucional que ostentan ciertos sindicatos, y que trasciende del mero vínculo asociativo, se les ha reconocido capacidad de actuación en defensa de los intereses generales, incluso de colectivos como el de los jubilados( STC 88/2001, 2 de abril [RTC 2001, 88] ; y STS 21-10-1998 [RJ 1998, 8910] ); o el de los trabajadores autónomos o los parados( SSTS, Civil, 11-4-1979 [RJ 1979, 1397 y 21-3-1981 [RJ 1981, 1015] ).

En segundo lugar, va a repercutir en la amplitud de los fines que está llamado a cumplir el sindicato. El mismo art. 7 recoge la especificidad de los fines del sindicato. De acuerdo con este precepto, «los sindicatos de trabajadores... contribuyen a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios» ( art. 7 CE). La referencia a los intereses económicos y sociales supone el reconocimiento de la amplitud de los objetivos legítimos del sindicato, que pueden ser estrictamente laborales(de defensa de las condiciones de trabajo frente al empresario), pero también objetivos sociopolíticos frente a los poderes públicos(en defensa de las condiciones de vida de los trabajadores como grupo social).

El carácter singular de la asociación sindical se refleja en el establecimiento de un régimen jurídico separado de las asociaciones en general, tutelado por el art. 28.1 CE y desarrollado en la LOLS (RCL 1985, 1980) . Prueba de lo cual es, asimismo, la remisión que a su legislación específica hace el art.1.3 de la LO 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación. El art. 7 CE impone como garantía que el marco jurídico respete la libertad de creación y el ejercicio de la actividad de los sindicatos, e indica que la creación y la actividad de los sindicatos deben tener lugar con respeto de la Constitución y de la Ley.

El art. 7 CE exige que la estructura interna y el funcionamiento de los sindicatos sean democráticos, lo que supone que la legislación puede introducir ciertas reglas y controles públicos para salvaguardar dicha exigencia. Como veremos, ello tiene lugar a través del establecimiento de ciertas normas que el sindicato debe respetar en su estatuto y reglamento de funcionamiento.

1.3. Su diferenciación de otras organizaciones afines

Se puede decir que el derecho de asociación en nuestro ordenamiento jurídico está dotado de un contenido básico común: el derecho de constitución de

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asociaciones, el derecho de éstas de autoorganización y a un ejercicio con libertad de sus actividades.

Pero existen elementos que diferencian la figura de la asociación sindical de otras figuras afines y de la asociación en general. Son los siguientes:

1) Las características de los sujetos representados(trabajadores en sentido amplio).

2) Se trata de un derecho de asociación que no se reconoce a todos los sujetos, pudiendo existir limitaciones o exclusiones en su disfrute.

3) El derecho de asociación sindical de los trabajadores individuales supone un límite a la libertad de la organización sindical en la admisión de afiliados.

4) Los fines que persigue (la mejora de las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores).

5) La legislación específica( LOLS [RCL 1985, 1980] ), que establece requisitos de constitución y otorga un especial estatus jurídico a la asociación sindical.

6) Sus instrumentos de actuación(la negociación colectiva y la huelga como más característicos).

Hay que advertir que nada impide que una organización sindical se constituya al margen de las reglas fijadas en la LOLS (RCL 1985, 1980) para constituirse como sindicato. De hecho, el art. 4.1 LOLS se refiere a «los sindicatos constituidos al amparo de esta Ley» ( art. 4.1 LOLS).

En ese caso debe tenerse en cuenta que la asociación que no se constituye como asociación sindical conforme a la LOLS no gozará de la condición legal de sindicato ni del especial estatus jurídico que esta Ley reserva a este tipo de asociaciones. Es el caso, por ejemplo, de las asociaciones constituidas por sujetos a quienes la CE (RCL 1978, 2836) o la ley no reconocen, o prohíben de forma expresa, el derecho a constituir o pertenecer a sindicatos, como es el supuesto particular de los militares o miembros de las fuerzas armadas; asociaciones profesionales que no podrán tener fines «sindicales», aunque sí sociales, culturales, educativos, recreativos, etc.; y que no podrán gozar de la posibilidad de recurrir a medios de defensa o acción sindical ( STC 219/2001, de 31 octubre [RTC 2001, 219] ; y STS, Contencioso-Administrativa 30-6-1997 [RJ 1997, 6311] ).

El sindicato se diferencia en particular de figuras como los colegios profesionales ( art. 36 CE), las organizaciones profesionales ( art. 52 CE) y las asociaciones profesionales ( art. 127 CE).

7) Los colegios profesionales reciben el tratamiento de corporaciones de Derecho público y se caracterizan por el objetivo de regulación del ejercicio de la profesión como garantía para los ciudadanos y por el carácter obligatorio de la afiliación de los profesionales. Los sindicatos cumplen una función de reglamentación de la profesión en interés propio, y tienen el carácter de asociaciones de Derecho privado que se basan en la voluntariedad de la afiliación de los trabajadores.

El carácter obligatorio de la afiliación a los colegios profesionales supone que las agrupaciones de tipo corporativo y de creación legal no pueden encajar sin profundas alteraciones en el ámbito del art. 28 CE, al quedar condicionado tanto el derecho de asociación como la libertad negativa de afiliación, que como veremos

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constituye el contenido esencial del derecho de asociación sindical.La doctrina constitucional y la jurisprudencia han contribuido a clarificar la

diferencia existente entre sindicatos y colegios profesionales ( STC 89/1989, de 11 de mayo [RTC 1989, 89] ; STS 4-5-1995 [RJ 1996, 3247] ).

8) Las organizaciones profesionales tienen como finalidad la representación y defensa de «intereses económicos» de los afiliados por su vinculación a una profesión. Los fines de los sindicatos son más generales («intereses económicos y sociales») y referidos a los afiliados en cuanto trabajadores asalariados; ello, además, conduce a una diferenciación en cuanto a los instrumentos de actuación, que en el caso de los sindicatos se centra en la negociación colectiva y la huelga o medidas de conflicto.

9) Las asociaciones profesionales del art. 127 CE están pensadas para la asociación de colectivos específicos como son los jueces, magistrados y fiscales, así como los miembros de la guardia civil, a los que no se reconoce el derecho de asociación sindical, pero sí el derecho de asociarse para la defensa y promoción de sus derechos e intereses profesionales, económicos y sociales, sin llevar a cabo actividades políticas o sindicales, como reconocen para la Guardia Civil los arts. 9 y 36 y ss. de la LO 11/2007, de 22 octubre.

2. Concepto legal de asociación empresarial

2.1. Concepto y caracterización de la asociación empresarial

La asociación empresarial es aquella constituida por los empresarios para la defensa y promoción de sus intereses. Los empresarios cuentan con diversos instrumentos de organización para la defensa de sus intereses. Así, pueden actuar colectivamente mediante formas económicas de acción organizada (trust, cárteles, grupos o redes de empresas); también pueden actuar de forma organizada a través de las corporaciones de naturaleza pública (Cámaras de comercio e industria) (sobre la específica y singular naturaleza de estos organismos de carácter corporativo, la STC 107/1996, de 12 de junio [RTC 1996, 107] ).

La forma típica de organización de los empresarios en el campo de las relaciones laborales es la asociación empresarial. Este instrumento de organización colectiva hace posible una actuación estable de los empresarios en los sistemas de relaciones laborales frente a los sindicatos y frente al poder público. A diferencia de los sindicatos, las asociaciones empresariales cubren objetivos que van más allá de las relaciones laborales, es decir, actúan como organizaciones de defensa y representación del conjunto de los intereses de orden económico y laboral de los empresarios.

En relación con las asociaciones empresariales «no sindicales», esto es, las que no actúan en el ámbito de las relaciones laborales, ni siquiera resulta competente la jurisdicción social, sino que la competencia para conocer de los litigios que surjan con ocasión de su funcionamiento y actuación se atribuye a la jurisdicción civil( SSTS 25-1-1999 [RJ 1999, 1022] y 23-7-1999 [RJ 1999, 6843] ).

2.2. La asociación empresarial como asociación especial

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Al igual que los sindicatos, las asociaciones empresariales obtienen un reconocimiento de primer orden en el art. 7 CE, pero no tienen un marco jurídico específico dentro de la CE como ocurre con la asociaciones sindicales ( art. 28.1 CE). La asociación empresarial obtiene su reconocimiento del derecho de asociación general del art. 22 CE, aunque su protagonismo en las relaciones laborales introduce ciertas peculiaridades que lo distancian de la asociación común.

Aunque tenga un marco jurídico diferente, la CE (RCL 1978, 2836) equipara las asociaciones empresariales a las asociaciones sindicales en su relevancia dentro del Estado democrático. Subraya el TC que el derecho de asociación de los empresarios «deriva directamente de la Constitución ( art. 22 CE) y está dotado de igual grado de protección y de idéntica autonomía que el derecho de asociación sindical» ( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] y STC 52/1992, 8-4-1992 [RTC 1992, 52] ).

La singularidad de las asociaciones empresariales entre las asociaciones supone un tratamiento especial, al igual que ocurre con los sindicatos, del que deriva la garantía den ámbito de inmunidad frente a la actuación de los poderes públicos y la posibilidad de introducción de reglas de control del carácter democrático de la asociación( STC 75/1992, 14-5-1992 [RTC 1992, 75] ).

Aunque, como hemos indicado, el derecho de asociación de los empresarios se deduce del art. 7 CE, su régimen jurídico–que también queda al margen de la ordenación genérica del derecho de asociación contenida en la LO 1/2002 (RCL 2002, 854) )– se recoge en una ley específica, la Ley 19/1977, de 1 de abril (RCL 1977, 727) , sobre regulación del derecho de asociación sindical. Esta Ley es inaplicable a los sindicatos desde la aprobación de la LOLS (RCL 1985, 1980) , pero permanece vigente en lo referido «a las asociaciones profesionales y, en particular, a las asociaciones empresariales» ( Disposición Derogatoria LOLS].

3. Organizaciones sindicales y empresariales simples y complejas

3.1. Criterios de constitución de organizaciones sindicales y patronales

Los criterios básicos de organización de los sindicatos y de las asociaciones empresariales son la actividad productiva o la profesión u oficio(criterio funcional) y el territorio(criterio geográfico). Aunque ambos criterios dan lugar a formas organizativas diferenciadas, sin embargo también pueden aplicarse cumulativamente, de forma que por ejemplo las organizaciones que se constituyen por sectores de actividad, a su vez se ordenan internamente mediante un criterio territorial (en los niveles local, provincial, autonómico o sectorial nacional).

3.2. Tipos de organizaciones sindicales

Sobre tales criterios, en el caso de los sindicatos, se suele establecer la siguiente clasificación básica:

–Sindicatos de oficio u horizontales. Se organizan por oficios o actividades profesionales de los trabajadores. Es el criterio que prevalece en los orígenes del sindicalismo, y que encuentra sus mejores expresiones en el sindicalismo británico o norteamericano (un supuesto característico es el de la American Federation of

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Labour –AFL– norteamericana). Actualmente resurge como criterio utilizado por el sindicalismo representativo de cuadros o de sectores profesionales con alta cualificación (sindicatos de pilotos de aviones, de conductores de locomotoras, médicos, etc.).

–Sindicatos de industria o verticales. Agrupan a los trabajadores por sectores o ramas de actividad. Es un tipo de sindicalismo que se desarrolla con el sistema de producción industrial, agrupando a masas de trabajadores esencialmente manuales y no especializados localizados en centros fabriles. Éste es el modelo predominante entre las organizaciones sindicales de la Europa continental. La hegemonía de este tipo de estructura sindical es consecuencia no sólo del dato estructural (la producción en masa genera un sindicato de masas), sino también de la utilización de una estrategia basada en objetivos de solidaridad ampliamente difundidos y apoyados desde la esfera política por partidos laboristas, socialdemócratas o socialistas.

–Sindicatos generales. Se trata de organizaciones que agrupan una diversidad de categorías laborales dentro de un sector y ámbito geográfico. Se desarrolla en el mundo anglosajón, así por ejemplo en el ámbito del transporte (la Transport and General Workers'Union británica).

–Sindicalismo de empresa. El criterio de agrupación es la empresa. Es un modelo característico de países en vía de desarrollo (con un grado de conformación que dificulta la constitución de estructuras sindicales complejas) o con peculiaridades socioculturales (Japón). Conviene subrayar que existe un tipo de sindicato denominado «sindicato amarillo» («company unions»), que nace en connivencia con la empresa y con el fin de evitar la implantación de sindicatos externos a ésta. En Europa los sistemas jurídicos sindicales adoptan normas que prohíben los sindicatos amarillos ( art. 13, párr. 2º LOLS).

3.3. Criterios de organización de las asociaciones empresariales

La asociación empresarial se configura como una organización representativa del conjunto de intereses de orden económico y de orden laboral de los empresarios, sobre estructuras sectoriales y territoriales, prevaleciendo tradicionalmente la estructura sectorial tanto en la configuración de la organización como en los procesos de toma de decisiones en su interior.

1) El sector de actividad. Al igual que ocurre con los sindicatos, la diferenciación por sectores económicos es una característica estructural de las asociaciones empresariales. En la mayor parte de los casos, los principales componentes de las asociaciones de empresarios son las asociaciones nacionales de sector. En casi todos los países más desarrollados las asociaciones más importantes, por su dimensión e influencia, son las correspondientes al sector industrial (metalurgia, mecánica, textil, química).

2) El ámbito geográfico juega también un papel en la configuración de las asociaciones empresariales, aunque su relevancia es diferente según el sistema económico y de relaciones laborales del país de referencia. En términos generales, en los países más pequeños y con un sistema de relaciones laborales centralizado (los países del norte de Europa), las estructuras territoriales tienen una importancia secundaria en la vida asociativa. Por el contrario, donde la diversificación geográfica

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y el entramado de las relaciones laborales se hace más complejo el elemento territorial cobra una importancia mayor (Alemania, Italia). En el caso español este componente tiene un juego importante. Cabe citar como organizaciones territoriales relevantes dentro de la CEOE, la Confederación de Empresarios de Madrid (CEIM), Fomento del Trabajo Nacional (Cataluña), la Confederación Empresarial Vasca (CONFEBASK), o la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA).

3) La dimensión y características del tejido productivo y la dimensión de la empresa deben ser considerados también como criterios organizativos de cierta relevancia allí donde existe una proliferación de pequeñas y medianas empresas, pudiendo dar lugar a estructuras organizativas diferenciadas respecto de las grandes empresas. Esto es debido a que las exigencias y objetivos de las grandes empresas, por un lado, y de las medianas y pequeñas, por otro, no siempre coinciden, y no siempre una organización puede satisfacer con su estrategia de actuación los intereses de ambos sectores. En nuestro país, existe una organización representativa de las pequeñas y medianas empresas, CEPYME, que forma parte de la CEOE, aunque mantiene dentro de ella su propia personalidad jurídica y su organización específica al margen de las organizaciones territoriales y sectoriales (que están integradas simultáneamente en CEOE y CEPYME). Hay que tener en cuenta además que las grandes empresas suelen ser admitidas directamente como afiliadas en las organizaciones empresariales de nivel intermedio, sin necesidad de participar en las estructuras organizativas complejas a través de sus asociaciones territoriales o de sector.

4) El carácter público o privado de las estructuras empresariales ha sido también un criterio relevante en la organización de los empresarios. El papel del Estado como empleador ha sido notable en décadas pasadas, tanto por la extensión del sector público industrial, como por la generalización de la negociación colectiva entre los funcionarios y empleados dependientes de aquél. Aunque en los últimos años se observa una inversión de tendencia, muy acentuada además, en relación con el sector público estatal, al desarrollarse durante los años 90 intensos procesos de privatización de empresas públicas. El papel del Estado como empleador obliga al planteamiento en cada país del principio de unidad o diversificación organizativa del bloque público y privado empresarial. En la mayoría de países europeos las empresas públicas y privadas se integran en organizaciones empresariales comunes. En la UE cuentan con una organización específica, el Centro Europeo de la Empresa Pública (CEEP). En España, las empresas públicas están integradas en las asociaciones generales de empresarios.

3.4. Las principales expresiones de organizaciones complejas: las federaciones, las uniones y las confederaciones

Una de las ventajas de la organización como asociación está en la posibilidad de conformar estructuras organizativas complejas.

Partimos del dato elemental de que los sindicatos y asociaciones empresariales se consideran personas jurídicas integradas por afiliados como personas físicas (trabajadores, empresarios). Estas asociaciones suelen establecer vínculos organizativos mediante la afiliación de unas a otras o mediante la federación o confederación entre ellas. De forma que lo habitual es que los sindicatos y las patronales tiendan a superponer estructuras asociativas correspondientes a

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diversos niveles territoriales y sectoriales cada una de las cuales dispone de su propia personalidad jurídica.

Siguiendo un criterio de organización por sectores de actividad o profesiones, los trabajadores y empresarios se agrupan en asociaciones de base, que toman como referencia el ámbito de la empresa o el nivel geográfico local, comarcal o provincial. Éstas, a su vez, se agrupan en federaciones(de la construcción, de cuadros, etc., a su vez provinciales, regionales, nacionales). Utilizando el criterio geográfico se configuran estructuras territoriales, que en el caso de los sindicatos se denominan uniones territoriales(locales, comarcales, intercomarcales, provinciales, insulares, regionales).

El mayor protagonismo suele corresponder a las federaciones, dado que a través de ellas se desarrolla el grueso de la actividad sindical (negociación colectiva o huelga). Las organizaciones territoriales (uniones) suelen actuar como forma de agrupación de asociaciones de base sin personalidad jurídica, sobre todo cuando la estructura productiva se apoya en pequeñas y medianas empresas; actúan con funciones de gestión de servicios comunes al territorio, planificación de tareas de afiliación, cobro de cuotas, y como instrumento de participación institucional en las instituciones políticas y administrativas territoriales (así, por ejemplo, las uniones regionales en relación con las estructuras políticas y administrativas de las Comunidades Autónomas).

Esta organización ascendente de federaciones y de uniones territoriales confluye en un vértice organizativo denominado confederación. La confederación puede establecerse en distintos niveles territoriales, y constituye el órgano máximo de dirección y representación del conjunto de estructuras territoriales y sectoriales. Así, en España contamos con dos grandes confederaciones sindicales intersectoriales de ámbito estatal (la Confederación Sindical de Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores)y una gran confederación intersectorial de ámbito estatal (la Confederación Española de Organizaciones Empresariales).

Las organizaciones sindicales complejas, organizadas normalmente en torno a confederaciones de nivel estatal o de Comunidad Autónoma, son más o menos centralizadas o descentralizadas en función de diferentes factores:

1) La forma de configurarse históricamente: de abajo arriba o a la inversa.2) La complejidad y características del tejido productivo: existencia de grandes

sectores productivos, prevalencia de la pequeña y mediana empresa.3) El grado de autonomía de sus organizaciones de base local o de empresa.4) El papel asignado a los niveles intermedios como son las uniones o

federaciones provinciales o regionales.5) Las competencias atribuidas al nivel confederal de la organización.Tradicionalmente, el sindicalismo confederal del sur europeo se puede situar

en el extremo de los modelos centralizados, debido a una configuración histórica del sindicalismo de arriba hacia abajo, por la relevancia de las estructuras territoriales debido a la escasez de sectores productivos fuertes, y motivado también por la enorme importancia atribuida al principio de solidaridad y a los objetivos políticos que empujan a una estrategia unitaria de acción dirigida desde el nivel confederal o sectorial estatal. Esta centralización se ha compensado mediante el reconocimiento de una cierta autonomía a los diferentes niveles organizativos a

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través de sus estatutos y mediante su integración en los órganos confederales de dirección (especialmente las federaciones sectoriales y uniones regionales).

En el lado opuesto de los modelos descentralizados puede ser situado el sindicalismo anglosajón (la AFL-CIO de EEUU o la TUC británica), caracterizado por ser un sindicalismo construido desde abajo hacia arriba, que otorga prioridad a objetivos de negociación colectiva que hacen prevalecer las estructuras sectoriales y las estructuras descentralizadas, con amplia autonomía para las organizaciones locales y de empresa.

Normalmente, la organización empresarial compleja está formada, por un lado, por asociaciones que afilian a las empresas tomando como referencia el ámbito productivo en que éstas desarrollan su actividad económica, y, por otro lado, por asociaciones que agrupan a los empresarios según el ámbito territorial en el que aquella actividad económica se desenvuelve. Este conjunto de asociaciones territoriales y sectoriales acaba confluyendo en una estructura confederal.

Téngase en cuenta que en el caso de las organizaciones empresariales en algunos supuestos las empresas de determinadas dimensiones suelen acceder directamente como afiliados a las estructuras de sector o territoriales de nivel intermedio. Así, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) está integrada por ocho organizaciones territoriales, 53 organizaciones sectoriales y 23 empresas.

Las normas internacionales y los ordenamientos nacionales suelen contener normas de garantía de las formas jurídicas complejas ( art. 5 del Convenio núm. 87 de la OIT). En nuestro país se recoge expresamente en el art. 28.1 CE y art. 2.2.b) LOLS, para los sindicatos; y en art. 4 LAS, en el caso de organizaciones empresariales.

3.5. Las organizaciones como personas jurídicas complejas

Cada asociación dispone de su propia personalidad jurídica, con su denominación, sus órganos de dirección y gestión, y capacidad de obrar, aunque al integrarse en las estructuras organizativas superiores (territoriales o de sector) se someten a las normas estatutarias de estas últimas, e incluso adoptan la denominación de éstas. De esta forma constituyen una pirámide de personas jurídicas coordinadas funcionalmente y con una capacidad de obrar condicionada por las reglas previstas en sus estatutos ( SSTS 15-7-1991 [RJ 1991, 5986] ; y 11-12-1991 [RJ 1991, 9053] ).

Como ha observado nuestro TC, el objetivo de la constitución de organizaciones sindicales complejas no es otro que el de agregar y conjugar la capacidad de acción de todos los sindicatos federados o confederados con el fin de obtener mejores resultados en el desarrollo de la actividad sindical y, dentro de la misma, de la negociación colectiva, sin perder por ello su personalidad jurídica propia y, en su caso, su denominación específica ( STC 187/1987, 24-11-1987 [RTC 1987, 187] ).

De esta forma, las confederaciones están integradas por organizaciones (estructuras territoriales y sectoriales) con su propia personalidad jurídica. A su vez, estas organizaciones integran asociaciones de nivel geográfico y sectorial inferior, también con su propia personalidad jurídica, que finalmente en cuanto organizaciones de base están integradas por trabajadores y empresarios

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individuales.Dos características deben ser resaltadas en el modelo sindical español de

confederaciones centralizadas y unitarias:1) En las centrales sindicales mayoritarias en España como regla general sólo

los niveles organizativos superiores(federaciones de rama y uniones regionales)suelen elaborar sus estatutos propios y disponen de personalidad jurídica, limitándose los niveles inferiores a establecer reglas específicas sobre estructura y funcionamiento, y remitiéndose a los estatutos superiores (art. 19 Estatutos CC OO y disp. adic. 1ª Estatutos UGT).

2) La pirámide de personas jurídicas conlleva normalmente la aceptación de un poder de dirección y disciplinario y el control de la actividad y de los fondos financieros por las estructuras organizativas superiores(en especial por la Confederación) (sobre las obligaciones que para las organizaciones sindicales simples surgen de su integración en organizaciones complejas, y su semejanza con los deberes del afiliado, la STS 18-9-2001 [RJ 2001, 8448] ).

En términos generales, estas prácticas no suponen lesión al principio democrático que debe regir la vida interna de las asociaciones sindicales.

Dentro de los sindicatos y asociaciones empresariales como estructuras organizativas complejas rige normalmente un principio de jerarquía establecido estatutariamente, de forma que los estatutos confederales suelen ser de obligado cumplimiento para las organizaciones territoriales y de rama(arts. 3.4 y 5.1 Estatutos UGT). De hecho, la adhesión a la confederación tiene como principal consecuencia la aceptación de sus reglas estatutarias. Este principio de jerarquía se extiende a los órganos de dirección de los diferentes niveles organizativos, que en determinados supuestos justifica la intervención directa de los órganos de los niveles superiores en las estructuras inferiores (por ejemplo, en materia sancionadora) (arts. 2 y 24 Estatutos CC OO y art. 5.4 Estatutos UGT).

Este principio de jerarquía es relevante para resolver los conflictos por concurrencia de normas de estatutos de diferentes asociaciones, federaciones y confederaciones dentro de la misma organización. Así, la STSJ Murcia 18-10-1999 (AS 1999, 3515) salva la contradicción entre los Estatutos de la Unión Territorial de Murcia de CCOO y los de la Confederación empleando, entre otros criterios, el principio de jerarquía .

Contando con este principio de jerarquía, no obstante los estatutos suelen garantizar un grado relevante de autonomía organizativa y de funcionamiento de cada asociación, federación o confederación. Autonomía en la configuración de sus órganos de dirección, en la fijación de sus estrategias de acción, de gestión económica y administrativa. Por otra parte, el principio de jerarquía suele venir compensado con la participación de representantes de los niveles asociativos inferiores en los órganos de dirección de las estructuras organizativas superiores.

3.6. Los órganos de dirección en las organizaciones sindicales y patronales

Cada asociación, federación o confederación de trabajadores y de empresarios cuenta con sus correspondientes estatutos, en los que se establecen los órganos de dirección, que pueden adoptar diferentes denominaciones y que suelen

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estructurarse sobre órganos colegiados y unipersonales.–Los órganos colegiados básicos en los sindicatos son la asamblea de

afiliados o congreso de delegados(un órgano de carácter deliberante, donde se fijan las normas que rigen la vida del sindicato, las directrices de su estrategia de acción, se nombran los cargos y órganos directivos, y se controla y aprueba la gestión de éstos), el consejo general(órgano también deliberante salido del congreso, integrado por representantes de las federaciones y uniones, con funciones generales de dirección de la política del sindicato) y el comité ejecutivo(con funciones ejecutivas y de administración y gestión). En las asociaciones empresariales, los órganos colegiados son la asamblea general(integrada por afiliados como personas físicas o delegados de éstos y cuyas funciones son equivalentes al órgano del mismo nombre entre los sindicatos), la junta directiva(equivalente al consejo general de los sindicatos) y el comité ejecutivo.

–Cabe destacar también como órganos colegiados permanentes, pero independientes de la dirección, la comisión de garantías o de conflictos y la comisión de control de finanzas. Su legitimación se refuerza por ser elegidos sus integrantes directamente del congreso del sindicato.

–Como órgano unipersonal en el sindicato destaca el secretario general, que tiene atribuidas normalmente las funciones de ejercicio de derechos de carácter patrimonial, administrativo o procesal. En la asociación empresarial dichas funciones recaen en el presidente. También se puede identificar al «secretariado», con el órgano integrado por los responsables de la gestión y administración en diferentes áreas. Ambas figuras integran el comité ejecutivo como órgano colegiado.

Además, los estatutos de cada unidad asociativa dentro de la estructura organizativa compleja disponen las reglas que rigen la estructura y el funcionamiento interno (normas de administración y gestión, derechos y deberes de afiliados, etc.).

3.7. Las organizaciones de ámbito internacional

Una expresión típica de organización compleja Esla organización sindical o patronal internacional, donde se integran las confederaciones sindicales o patronales interprofesionales o sectoriales de ámbito nacional. El derecho de los sindicatos y asociaciones empresariales a fundar organizaciones sindicales internacionales o afiliarse a las mismas es contemplado por la normativa internacional ( art. 5 del Convenio núm. 87 de la OIT) [ art. 28.1 CE y art. 2.2.b) LOLS para los sindicatos].

En la segunda mitad del siglo XX encontramos diversas organizaciones internacionales de trabajadores que se amoldan a los esquemas ideológicos sobre los que se estaban conformando los sistemas sindicales nacionales. Así, encontramos la Federación Socialista Mundial, que agrupaba desde 1945 y hasta hace pocos años a las confederaciones nacionales de raigambre comunista. En los últimos años ha sufrido un goteo de bajas, entre las que destaca la de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), que es la confederación mayoritaria en Italia.

La Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



(CIOSL)ha venido agrupando a los sindicatos no comunistas de los países occidentales desde 1949. Actualmente agrupa a la mayoría de sindicatos europeos y de las potencias económicas internacionales. Cabe mencionar también la Confederación Mundial del Trabajo, que agrupa a las confederaciones sindicales de influencia socialcristiana.

En el ámbito de la Unión Europea destaca la Confederación Europea de Sindicatos (CES), donde están integrados los principales sindicatos de los países de la UE. Recientemente se ha incorporado a la CES la Confederación General del Trabajo francesa (CGT), que era la única gran confederación sindical europea excluida. La CES está estrechamente relacionada con la CIOSL. Y como organizaciones interprofesionales de determinadas categorías de trabajadores destacan la Confederación Europea de Cuadros (CEC) y Eurocuadros.

Entre las organizaciones empresariales de ámbito internacional, cabe destacar la Organización Internacional de Empresarios (IOE)y la Unión Internacional del Artesanado y la Pequeña y Mediana Empresa (UIAPME). Pero las principales organizaciones internacionales de los empresarios son de ámbito regional. En el ámbito europeo destacan la Unión de Confederaciones de la Industria y de los Empresarios de Europa (UNICE), el Centro Europeo de la Empresa Pública (CEEP)y la Unión Europea de Artesanos y de las Pymes (UEAPME).

Es necesario destacar la creciente importancia de estos fenómenos organizativos de carácter internacional. A ello contribuye el aumento de la normativa emanada de organismos internacionales (como es el caso de la OIT), así como la creciente importancia de la internacionalización económica y el considerable desarrollo de las sociedades multinacionales. En Europa, en concreto, la creación de un mercado único, la unión monetaria, y la creciente pérdida de soberanía de los Estados en beneficio de las instituciones comunitarias está dando lugar a un fortalecimiento de las organizaciones de nivel comunitario –CES y UNICE especialmente–. No se olvide por otra parte que la expansión de las sociedades mercantiles europeas implantadas en varios países de la UE ha dado ya lugar a una legislación sobre comités de empresa europeos ( Directiva 94/45 [LCEur 1994, 3069] derogada con efectos de 6 de junio de 2011 por la Directiva 2009/38/CE, de 6 mayo [LCEur 2009, 666] ), implicación de los trabajadores ( Directiva 2001/86/CE, de 8 de octubre 2001, del Consejo [LCEur 2001, 3912] , que completa el Estatuto de la Sociedad Anónima Europea [LCEur 2001, 3911] en lo que respecta a la implicación de los trabajadores, y Directiva 2003/72/CE, de 22 de julio de 2003 [LCEur 2003, 2623] , del Consejo, para la Sociedad Cooperativa Europea) y, en general, sobre los procedimientos de información y consulta a los trabajadores ( Directiva 2002/14/CE, de 11 marzo 2002 [LCEur 2002, 802] , del Consejo y Parlamento Europeo, por la que se establece un marco general relativo a la información y la consulta de los trabajadores de la Comunidad Europea), muchos de los cuales están estrechamente vinculados a las federaciones sectoriales de ámbito comunitario integradas en la CES.

4. Sindicatos de funcionarios

Se presume tradicionalmente la inexistencia de contradicción de intereses entre Administración y empleados públicos, puesto que su actividad tiene como común objetivo la gestión del interés público. Se estima que los funcionarios quedan

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sometidos a un sistema normativo singular fundamentado en la idea de que los empleados públicos constituyen la encarnación de la voluntad soberana del Estado; de donde también se deriva como singularidad la particular relación de sujeción que los liga con la Administración.

Actualmente los ordenamientos jurídicos reconocen el derecho de los funcionarios a ejercer las facultades que constituyen el contenido de la libertad sindical, es decir, se ampara el derecho de los funcionarios a sindicarse, se establecen procedimientos de consulta y negociación de sus condiciones de trabajo y el derecho a adoptar medidas de conflicto. No obstante, dicho reconocimiento suele contenerse en un régimen jurídico que introduce peculiaridades o limitaciones en el ejercicio del derecho de sindicación con respecto al derecho de sindicación de los trabajadores asalariados, normalmente referidas a determinados colectivos funcionariales como el ejército o la policía.

El reconocimiento de la libertad sindical de los funcionarios a nivel internacional se recoge entre otras normas en el Convenio núm. 87 de la OIT, que establece en su art. 2 que el derecho de sindicación se reconoce a «los trabajadores..., sin ninguna distinción...» (art. 2 Convenio núm. 87 OIT). El Comité de Libertad Sindical de la OIT en sus Informes núm. 181, 190 y 199, ha indicado que «las normas contenidas en el Convenio núm. 87 se aplican a todos los trabajadores "sin ninguna distinción" y, por consiguiente, amparan a los empleados del Estado. En efecto, se ha considerado que no era equitativo establecer una distinción en materia sindical entre los trabajadores del sector privado y los agentes públicos, ya que, unos y otros, deben gozar del derecho a organizarse para defender sus intereses».

Este reconocimiento encuentra su mejor expresión en el Convenio núm. 151 de la OIT (RCL 1984, 2804) , sobre protección del derecho de sindicación y los procedimientos para determinar las condiciones de empleo en la Administración pública. En nuestro ordenamiento jurídico este reconocimiento se contiene en el art. 28.1 CE.

Junto a este reconocimiento general del derecho de sindicación de los funcionarios, la normativa internacional se remite a la legislación nacional para determinar su aplicación a determinados colectivos(fuerzas armadas y policía)( art. 9 Convenio núm. 87 OIT).

Sindicatos y asociaciones. Régimen jurídico general de los sindicatos y de las asociaciones

empresariales.DOC\2003\65

- . Introducción

- . Estructura y funcionamiento democráticos de los sindicatos y de las asociaciones empresariales

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- . Aprobación y modificación de estatutos sindicales

- . La formalización y depósito de los estatutos

- . El contenido de los estatutos

- . La denominación del sindicato

- . El domicilio y el ámbito territorial y funcional de actuación

- . Los órganos de gobierno, representación y administración, las reglas de funcionamiento y el régimen de provisión electiva de sus cargos

- . Los requisitos y procedimientos para la adquisición y pérdida de la condición de afiliado

- . Las reglas sobre la modificación, fusión y disolución del sindicato

- . El régimen económico

- . La adquisición de personalidad jurídica

- . El control de legalidad por parte de la Administración

- . Las acciones judiciales sobre el depósito de los estatutos

- . La modificación de los estatutos

- . Las fusiones, escisiones y la disolución o extinción del sindicato

- . Derechos y deberes de los trabajadores sindicados

- . El derecho a participar en la configuración orgánica y elección de cargos del sindicato

- . El derecho a participar en la vida interna del sindicato____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



- . La libertad de expresión y de constitución de corrientes internas en el sindicato

- . Las garantías frente a las medidas disciplinarias acordadas por el sindicato

- . Las garantías como contenido de los estatutos sindicales

- . Procedimientos judiciales frente a medidas disciplinarias

- . El contenido del control judicial de las medidas disciplinarias

- . Los deberes del afiliado

- . Las asociaciones empresariales como asociaciones especiales

- . El marco jurídico de las asociaciones empresariales

- . El contenido de los estatutos de la asociación patronal

- . Depósito de los estatutos y adquisición de la personalidad jurídica

- . Procedimientos judiciales sobre los estatutos de la asociación empresarial

- . Financiación de los sindicatos y de las asociaciones empresariales

- . Las cuotas de los afiliados

- . Las ayudas y subvenciones públicas

- . El uso de bienes inmuebles patrimoniales públicos

- . Responsabilidad de los sindicatos y de las asociaciones empresariales

- . Aplicación de las previsiones generales de Derecho común

- . Límites a la responsabilidad del sindicato____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



- . Responsabilidad por actos orgánicos

- . Responsabilidad por actos de los trabajadores y entes afiliados

- . Limitación de la responsabilidad en relación con las cuotas sindicales

1. Introducción

Los sindicatos y asociaciones empresariales disponen den régimen jurídico propio como asociaciones singulares. Estas asociaciones son consideradas como asociaciones de especial relevancia constitucional ( art. 7 CE) y deben someterse a un régimen jurídico especial para adquirir la personalidad jurídica y acceder al régimen de derechos y competencias que se les reconoce legalmente. La constitución y adquisición de la personalidad jurídica se somete al requisito básico del registro de los estatutos asociativos, que son objeto de un control público donde se verifica el cumplimiento de determinados requisitos exigidos legalmente y el carácter democrático de sus estructuras internas.

2. Estructura y funcionamiento democráticos de los sindicatos y de las asociaciones empresariales

El art. 7 CE, refiriéndose a los sindicatos de trabajadores y a las asociaciones empresariales, dispone que «su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos». Estamos ante una norma que se exige igualmente a los partidos políticos ( art. 6 CE) y a las organizaciones y colegios profesionales ( arts. 36 y 52 CE). Dicha exigencia constitucional de democracia internase refiere tanto al plano de la estructura organizativa como al plano del funcionamiento del sindicato y de la asociación empresarial.

La exigencia del carácter democrático de las asociaciones sindicales y patronales puede explicarse históricamente como una forma de afirmación del asociacionismo libre frente al sindicalismo vertical del período franquista (un sindicalismo de estructura jerarquizada y afiliación obligatoria), pero cobra hoy pleno sentido como garantía para los afiliados a asociaciones consideradas relevantes para el sistema político. En este sentido, ha indicado el TC que esta exigencia constitucional «se traduce en un derecho o un conjunto de derechos subjetivos y de facultades atribuidos a los afiliados... tendentes a asegurar su participación en la toma de las decisiones y en el control del funcionamiento interno de los mismos» ( STC 56/1995, 6-3-1995 [RTC 1995, 56] , referida a los partidos políticos).

El respeto del principio democrático en la organización y en el funcionamiento de estas asociaciones constituye una condición que se explica desde la relevancia pública que la CE (RCL 1978, 2836) otorga a sindicatos y asociaciones empresariales. Además, la exigencia de una estructura interna y un funcionamiento democrático puede ser objeto de control público ( STC 3/1981, 2-2-1981 [RTC 1981,

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3] ; STC 18/1984, 3-1-1984 [RTC 1984, 18] ; STC 23/1984, 20-2-1984 [RTC 1984, 23] ).

El contenido del principio democrático en la organización puede quedar plasmado en las siguientes reglas básicas:

1) El reconocimiento del poder soberano dentro del sindicato a los afiliados, mediante órganos donde participen directamente en la toma de decisiones, bien indirectamente mediante el nombramiento de representantes o delegados.

2) El derecho de los afiliados a la libre expresión y a la difusión de sus opiniones en las deliberaciones del sindicato.

3) La libertad de elección(directa o mediante delegación) y de presentación de candidaturas para los órganos de dirección.

4) El carácter temporal y renovable de los cargos, así como su carácter revocable.

5) El respeto del principio mayoritario de decisión en el funcionamiento de los órganos de dirección.

En el actual marco normativo, el respeto del principio democrático se plasma en la exigencia del respeto de procedimientos democráticos en la fundación, suspensión y extinción de los sindicatos [ art. 2.1.a) LOLS], el derecho de los afiliados a elegir a sus representantes dentro del sindicato [ art. 2.1.c) LOLS] y en la obligación de los estatutos sindicales de establecer ciertas normas que garanticen un principio democrático en los órganos de dirección y de provisión de cargos [ art. 4.2.c) LOLS]. En el caso de las asociaciones patronales, el art. 1.4 LAS se limita a establecer que las normas de la asociación «regularán su funcionamiento de acuerdo con principios democráticos» ( art. 1.4 LAS). Debe interpretarse que estos principios implican reglas semejantes a las previstas para los sindicatos.

Para la jurisprudencia, el art. 7 CE obliga a que la vida interna de estas entidades se ajuste a unas exigencias mínimas de participación de los afiliados en la elección de sus cargos, en la deliberación directamente o por medio de representantes en la adopción de los acuerdos más importantes, y en el debate sobre sus actividades y sus programas de acción ( STS 7-2-1995 [RJ 1995, 783] ; STS 18-9-2001 [RJ 2001, 8448] ).

La LPL (RCL 1995, 1144) reconoce amplias competencias a la jurisdicción social para velar por el respeto del principio democrático en la constitución y en la vida interna de estas organizaciones [ art. 2.g) , h), i) y k) LPL].

3. Aprobación y modificación de estatutos sindicales

Los estatutos sindicales constituyen la plasmación del derecho de autoorganización del sindicato. Deben ser a su vez reflejo del principio democrático que debe regir la organización y el funcionamiento del sindicato. Tanto la actuación de los órganos del sindicato como de sus afiliados deben someterse a las reglas estatutarias, que constituirán el centro de referencia en el control judicial de la vida interna del sindicato. Hasta el punto de limitarse el control jurisdiccional de los actos y decisiones adoptados por los órganos del sindicato a la comprobación del sometimiento a las normas estatutarias e internas del sindicato ( SSTS 21-6-

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1999 [RJ 1999, 6739] ; 4-2-2000 [RJ 2000, 412] ).Dentro de las estructuras sindicales complejas cada sindicato, federación y

confederación dispondrá normalmente de su personalidad jurídica y de sus propios estatutos, al menos en los niveles organizativos superiores, por lo que los requisitos que se exponen a continuación para la constitución del sindicato se aplican a todas aquellas formas asociativas.

3.1. La formalización y depósito de los estatutos

El art. 4.1) LOLS dispone que «Los sindicatos constituidos al amparo de esta Ley (...) deberán depositar, por medio de sus promotores o dirigentes sus estatutos en la Oficina pública establecida al efecto».

La función de este depósito es triple ( STC 121/1997, 1-7-1997 [RTC 1997, 121] ):

– El reconocimiento de la personalidad jurídica, que hace posible la identificación jurídica del grupo como sujeto unitario de derechos y obligaciones.

– Facilitar a la asociación el acceso a un estatuto jurídico especialmente favorable (ligado a la condición de asociación especial establecida en la CE [RCL 1978, 2836] ).

– El control de legalidad y el cumplimiento de los requisitos específicos de este tipo asociativo (concretamente el respeto del principio democrático en la estructura y funcionamiento interno exigido por el art. 7 CE).

Los sujetos del depósito serán los dirigentes o personas con apoderamiento, y tendrá lugar ante la oficina pública correspondiente [ art. 4.1 en relación con la disp. final 1ª2) LOLS; art. 1.1 RD 873/1977], actualmente en la Dirección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo e Inmigración (o Delegaciones del Gobierno en los niveles provinciales) ( art. 9.3 RD 1888/1996) o en los órganos correspondientes de las Administraciones autonómicas con competencia en la materia.

La documentación a aportaren el trámite de depósito son los estatutos y el acta de constitución(art. 4.1 en relación con el 4.4, párr. 1º LOLS). Dichos documentos deben ser presentados por triplicado, debiendo estar firmada el acta de constitución por los otorgantes o por los promotores y directivos de la asociación con expresión de sus datos personales necesarios para su identificación ( art. 1.2, párr. 1º RD 873/1977).

En el caso de que se trate de la constitución de federaciones o confederaciones a los documentos anteriores debe añadirse una copia de los acuerdos de constitución, incorporación o afiliación adoptados por los órganos de gobierno de las asociaciones correspondientes ( art. 1.2, párr. 2º RD 873/1977).

El TS indica que no es suficiente la mera adhesión unilateral por parte del sindicato que se adhiere a la estructura compleja, sino que es necesaria además la declaración de aceptación de tal adhesión por esta última ( STS 15-6-1991 [RJ 1991, 5986] ).

3.2. El contenido de los estatutos

Los contenidos que deben establecerse están regulados en el art. 4.2 LOLS y son ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



los siguientes:

3.2.1. La denominación del sindicato

La denominación «no podrá coincidir ni inducir a confusión con otra legalmente registrada» [ art. 4.2.a) LOLS].

Para la jurisprudencia evitar la coincidencia o la confusión es obligación que recae sobre el sindicato que solicita el registro posteriormente ( STS 25-5-2000 [RJ 2000, 5974] ).

La jurisprudencia considera relevante a estos efectos los siguientes elementos:–El parecido en la denominación de los sindicatos ( STS 29-9-1999 [RJ 1999,

7488] ).–El parecido de las siglas con las que se dan a conocer. En este sentido, la

protección que se dispensa a la denominación abarca también a las siglas del sindicato, porque son estas siglas las que habitualmente sirven para darlo a conocer ( STSJ Cataluña 19-10-1998 [AS 1998, 4541] ; STS 16-12-2002 [RJ 2003, 1029] ).

Se estima relevante en la valoración de estos elementos el que ambos sindicatos desarrollen su actividad sindical en el mismo sector productivo.

La STS 7-7-1981 (RJ 1981, 3050) estimó que dicha regla se violaba en el caso de la «UGT Histórica» porque inducía a confusión con UGT . La STS 4-11-1997 (RJ 1997, 8023) estima violado el art. 4.2.a) LOLS cuando el nuevo sindicato («Sindicato de Médicos Estatutarios de Cataluña») viene a ostentar una denominación que puede valorarse como genérica en relación con la del sindicato ya existente («Sindicato de Médicos de Cataluña»), pudiendo ser tomado por una sección o parte de aquél. La STS 29-9-1999 (RJ 1999, 7488) acoge la demanda del sindicato demandante («Sindicato Autónomo de Banca y Ahorro de las Islas» –SABEI–) contra el «Sindicato Autónomo de Trabajadores de Ahorro de las Islas» (SATTEI).

Cuando un sindicato amplía su campo de actuación puede mantener su denominación histórica completada, añadiendo segundos nombres o denominaciones adicionales. No es relevante que la denominación deje de corresponderse exactamente con su ámbito de representación actual, sin que se impongan exigencias de veracidad en las denominaciones por aplicación analógica de la normativa mercantil sobre denominaciones comerciales. Así lo estima la STS 25-5-2000 en el supuesto del Sindicat de Treballadors i Treballadores de l'Ensenyament del Pais Valenciá, que amplía su campo de actuación más allá de los enseñantes y adiciona a su denominación «Intersindical Valenciana» ( STS 25-5-2000 [RJ 2000, 5974] ).

Las controversias sobre el uso de denominaciones, emblemas o siglas de otras entidades que produzcan confusión puede dar lugar al ejercicio de acciones contra esos nuevos sindicatos, pero dichas controversias judiciales en principio no afectan a la libertad sindical de los trabajadores ni a la libertad de actuación legítima de los sindicatos ya constituidos ( STS 12-3-1991 [RJ 1991, 2271] ).

3.2.2. El domicilio y el ámbito territorial y funcional de actuación

Estos últimos datos son relevantes a efectos de establecer la legitimación procesal del sindicato. Así, en materia de conflictos colectivos o de intervención en

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el proceso de tutela de la libertad sindical en defensa del interés colectivo el sindicato debe demostrar disponer de un ámbito de actuación igual o más amplio que el ámbito en el que se concreta el interés colectivo que se pretende defender judicialmente. Los estatutos constituyen un medio esencial para comprobar la correspondencia entre el ámbito del sindicato y el del conflicto. Cuando en un proceso de conflictos colectivos el demandante es un sindicato de cuadros su legitimación activa sólo alcanza a los cuadros de la empresa (de acuerdo con la definición de tales contenida en los Estatutos) y no a todos los trabajadores ( STS 12-7-1997 [RJ 1997, 5867] ). Es rechazable la legitimación de un sindicato de una categoría de trabajadores (por ejemplo el Sindicato de Oficiales de la Marina Mercante) para demandar en el proceso judicial de tutela de la libertad sindical en representación del interés colectivo de todos los trabajadores eventuales afectados en la negociación del convenio de la empresa, porque según sus estatutos dicho sindicato es de una categoría de trabajadores y no es un sindicato general ( STS 2-2-2000 [RJ 2000, 1438] ).

Los datos contenidos en los estatutos también pueden ser relevantes para poder ejercer la representatividad por «irradiación »dentro de este ámbito.

3.2.3. Los órganos de gobierno, representación y administración, las reglas de funcionamiento y el régimen de provisión electiva de sus cargos

Las normas sobre este conjunto de aspectos dentro de los estatutos «habrán de ajustarse a principios democráticos» ( art. 4.2.c) LOLS). Debe tenerse en cuenta que el ( art. 2.1.c) ) LOLS establece como contenido de la libertad sindical el derecho de los afiliados «a elegir libremente a sus representantes dentro de cada sindicato». El art. 3.5 RD 873/1977 dispone que los estatutos deberán especificar el régimen electoral, «que garantice el que los cargos directivos se provean mediante sufragio libre y secreto».

Considerando esta normativa, el contenido mínimo de los estatutos será el siguiente:

1) Los órganos de gobierno, administración y representación.2) Las reglas sobre convocatoria de órganos de dirección, quórum, reglas

sobre adopción de acuerdos siguiendo un criterio de mayorías u otras técnicas de decisión (aclamación o asentimiento).

3) El régimen electivo de cargos: requisitos de las candidaturas, reglas sobre los electores, procedimiento electoral, mecanismos de impugnación.

4) La duración del mandato de los cargos electivos.5) Las reglas sobre el cese de los cargos.6) Las reglas sobre cobertura provisional de los cargos para caso de vacante

o cese.Téngase en cuenta que la determinación de los órganos, la delimitación de sus

competencias y la fijación de las reglas de formación de la voluntad del órgano son aspectos relevantes a la hora de determinar la responsabilidad del sindicato por actos o acuerdos adoptados por sus órganos estatutarios.

3.2.4. Los requisitos y procedimientos para la adquisición y pérdida de la condición de afiliado

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La regulación de estos aspectos es relevante y delicada en la medida en que confronta la libertad sindical individual( art. 2.1.b) LOLS) y el derecho a la autoorganización del sindicato( art. 2.2.a) LOLS). De ahí la relevancia de la objetivación en los estatutos de los requisitos de admisión en el sindicato y, sobre todo, de regulación estatutaria de causas de expulsión y del procedimiento al efecto. En el caso de la pérdida de la condición de afiliado por expulsión, los requisitos hacen referencia a la necesidad de tipificación de las conductas sancionables y de las sanciones correspondientes. El procedimiento debe referirse a las reglas sobre órganos competentes y a las garantías de defensa del afiliado.

Tales requisitos no pueden contener discriminaciones por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión u otras circunstancias sociales ( art. 14 CE). En relación con posibles requisitos de adscripción ideológica, téngase en cuenta que el ( art. 16 CE) dispone que nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología.

El art. 3.7 RD 873/1977 exige además que se establezca un «sistema de constancia de los asociados componentes, en garantía de los mismos». La norma está pensada en garantía del afiliado, por lo que se trata de hacer posible que éste conozca su estado de afiliación. No implica la obligación de un sistema de publicidad de los afiliados.

3.2.5. Las reglas sobre la modificación, fusión y disolución del sindicato

De acuerdo con un principio de funcionamiento democrático ( art. 7 CE), la decisión última debe descansar en la asamblea de afiliados o sus representantes. El art. 2.1.a) LOLS reconoce el derecho del afiliado a decidir sobre la constitución, suspensión o disolución del sindicato «por procedimientos democráticos». Las reglas deberán referirse al menos a los órganos que deben decidir al efecto y al quórum de asistencia a tales órganos y mayorías de decisión.

3.2.6. El régimen económico

La regulación al efecto deberá especificar el «carácter, procedencia y destino de sus recursos», así como los medios que permitan a los afiliados conocer la situación económica de la asociación [ art. 4.2.e) LOLS].

Los estatutos sindicales suelen establecer reglas sobre publicidad de balances, las normas que rigen el derecho de los afiliados a conocer la situación económica del sindicato y los órganos específicos de control de las finanzas (independientes de los órganos de dirección).

Los sindicatos suelen desarrollar el conjunto de aspectos contenidos en los estatutos mediante reglamentos, cuya elaboración integra también el derecho de libre organización sindical [ art. 2.2.a) LOLS]. Normalmente las confederaciones disponen de reglamentos sobre funcionamiento interno de los diversos órganos de dirección y sobre régimen disciplinario.

3.3. La adquisición de personalidad jurídica

El sindicato adquiere la personalidad jurídica a los 20 días hábiles desde el ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



cumplimiento del requisito del depósito de los estatutos sindicales ante la Oficina Pública correspondiente ( art. 4.7 ( LOLS). Reconocida la personalidad jurídica, el sindicato se constituye en sujeto de derechos y de obligaciones distinto de los afiliados, y adquiere plena capacidad contractual, patrimonial, procesal y, en general, para el ejercicio del conjunto de facultades que le reconoce la LOLS [ art. 2.2.d) LOLS] y el ordenamiento jurídico.

El rechazo administrativo del depósito (expresamente o por silencio administrativo) impide al sindicato la adquisición de la personalidad jurídica (al menos a los efectos de la aplicación de los contenidos de la LOLS [RCL 1985, 1980] ).

3.4. El control de legalidad por parte de la Administración

El control de legalidad se regula en los apartados 3 y 4 del art. 4 LOLS. La Oficina Pública debe disponer en el plazo de diez días desde la solicitud la publicación del depósito de los estatutos(y de las menciones básicas de la organización contenidas en éstos) o el requerimiento a los promotores, por una sola vez, para que subsanen los defectos observados ( art. 4.3 LOLS). En caso de subsanación, el plazo de publicación comienza a correr desde la presentación de los documentos subsanados.

La Oficina Pública dará publicidad al depósito en el tablón de anuncios de la misma y en el Boletín Oficial correspondiente en el plazo de diez días. Dicha publicidad es gratuita. La publicidad deberá referirse como mínimo a los siguientes datos ( art. 4.4 LOLS):

1) La denominación.2) El ámbito territorial y funcional del sindicato.3) La identificación de los promotores y firmantes del acta de constitución del

sindicato.Aparte de dicha publicidad, la Oficina Pública deberá facilitar copia autentificada

de los estatutos en su integridad a quien lo solicite ( art. 4.5 LOLS).El sindicato adquiere la personalidad jurídica a los 20 días hábiles desde el

depósito ( art. 4.7 LOLS).La Oficina Pública puede resolver el rechazo del depósito de los estatutos. La

resolución estará «exclusivamente fundada en la carencia de alguno de los requisitos mínimos» exigidos en el art. 4.2 LOLS ( art. 4.3 LOLS). Esta resolución denegatoria tiene el importante efecto de que no se considera efectuado el depósito, lo que impedirá al sindicato la adquisición de la personalidad jurídica.

El Comité de Libertad Sindical de la OIT, en sus Informes núms. 105, 168, 187, 197 y 202, entre otros, estima que no es contrario a la libertad sindical el que la legislación nacional establezca requisitos para la constitución de organizaciones sindicales, pero estima contrario a la libertad sindical el que la constitución y la inscripción en el registro público dependa de las facultades discrecionales de la Autoridad estatal, dado que se crea una situación materialmente equivalente a la del requisito de una «autorización previa» prohibido por el Convenio núm. 87.

El control es de carácter reglado, no discrecional, y además está limitado al control del cumplimiento o carencia de los requisitos del art. 4.2 LOLS. El TC ha

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manifestado que la inscripción en un registro público de una asociación se configura como un sistema de control formal externo y de naturaleza estrictamente reglada por parte de la autoridad administrativa ( STC 85/1986, 25-6-1986 [RTC 1986, 85] ).

Frente a la pretensión de un sindicato contra una resolución administrativa que rechazó su petición de no publicación de los estatutos de un nuevo sindicato porque su denominación inducía a confusión y suponía el incumplimiento del art. 4.2.a) LOLS, indica el TS que esta petición excede la competencia del Registro de depósito y publicidad, puesto que no es competencia de éste calificar el contenido formal y sustancial de los extremos señalados en el art. 4.2 LOLS, y particularmente la cuestión de si el nombre con que comparece el sindicato induce a confusión con otro ya constituido previamente y si los emblemas con que se muestra son de la pertenencia exclusiva del ya constituido ( STS, Contencioso-Administrativa, 20-1-1999 [RJ 1999, 1631] ).

3.5. Las acciones judiciales sobre el depósito de los estatutos

Frente a la resolución administrativa denegatoria del depósito de los estatutos los promotores del sindicato o los firmantes del acta de constitución pueden plantear la demanda correspondiente ante la jurisdicción social [ art. 2.g) LPL], a través del procedimiento especial de impugnación de la resolución administrativa que deniegue el depósito. El plazo para interponer la acción de impugnación es de diez días hábiles desde la notificación de la denegación del depósito o transcurrido un mes desde la presentación de los estatutos ante la Oficina Pública ( art. 166 LPL).

Es posible también la impugnación judicial de los estatutos sindicales. La impugnación es posible tanto en el caso de que el sindicato esté en fase de constitución(en el período que va desde el depósito hasta la finalización del plazo de veinte días hábiles para la adquisición de la personalidad jurídica), como en el caso de que el sindicato haya adquirido la personalidad jurídica.

El objeto del proceso judiciales la ilegalidad o la lesión de derechos de terceros bien de los Estatutos en su conjunto, bien de alguna de sus cláusulas.

Dos observaciones hay que hacer aquí:1) Las demandas contra actos singulares de aplicación de los estatutos no

pueden interponerse por este proceso especial y deben plantearse por la vía del proceso ordinario.

2) Cuando el fundamento de la demanda contra los estatutos es la violación de la libertad sindical o de derechos fundamentales, o el carácter discriminatorio de algunas cláusulas de los Estatutos, debe seguirse necesariamente este proceso especial; quedando excluida la utilización del proceso de tutela de la libertad sindical ( art. 182 LPL).

Mientras se mantengan en vigor los estatutos es posible someterlos a censura jurídica, tanto en su texto originario como en sus modificaciones.

Para la jurisprudencia, la redacción del art. 171 LPL evidencia que la Ley permite el ejercicio de la acción después de completado el plazo de veinte días hábiles desde la publicación de los estatutos, añadiéndose que cualquiera que sea el plazo al efecto, lo será de prescripción y no de caducidad ( STS 4-11-1997 [RJ 1997, 8023] ). El plazo de diez días hábiles previsto en el art. 166 LPL para el supuesto de

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impugnación de la resolución administrativa de rechazo del depósito no es aplicable al proceso de impugnación de los estatutos sindicales propiamente dicho ( STS 18-2-1997 [RJ 1997, 1447] ). Refiriéndose a esta problemática, la STSJ País Vasco 27-4-1999 rechaza la aplicación del plazo de 40 días previsto en el D. 1440/1965 (RCL 1965, 1059) , sobre Normas Complementarias de las Asociaciones ( STSJ País Vasco 27-4-1999 [AS 1999, 1673] ).

En el caso de nulidad de los estatutos en su integridad debe entenderse que se ha producido la pérdida de la personalidad jurídica del sindicato.

3.6. La modificación de los estatutos

La modificación de los estatutos sindicales se ajustará al mismo procedimiento de depósito y publicidad que hemos descrito ( art. 4.8 LOLS). Debe tenerse en cuenta que también los mismos estatutos deben contener reglas para su modificación [ art. 4.2.d) LOLS]. Por ello la impugnación de la modificación de los estatutos puede tener como fundamento motivos de carácter sustantivo y también de carácter formal, en este caso por incumplimiento de las reglas procedimentales fijadas en los estatutos para su reforma.

Observa la jurisprudencia que los estatutos o su modificación pueden ser impugnados no sólo por razones materiales, en ejercicio de un control de su contenido por no ajustarse la estructura organizativa creada a la legalidad vigente o a principios básicos democráticos, sino que se pueden censurar también por motivos de forma basados en que el acuerdo de aprobación o modificación adolece de falta de los presupuestos necesarios para la formación de una voluntad corporativa válida ( STS 21-3-1994 [RJ 1994, 2613] ).

La STS 13-3-2003 (RJ 2003, 5157) declara que es el procedimiento ordinario el adecuado, y no el de impugnación de estatutos sindicales, en un supuesto en el que nueve «mossos de esquadra» afiliados a la «Unió de policía de Catalunya» reclamaron contra su expulsión, remoción de sus cargos y suspensión de militancia, e instaron la nulidad de las reuniones del órgano al que pertenecían y de los acuerdos en tales reuniones adoptados, por haberse producido, unas y otros, en su ausencia. Por consiguiente, se entiende que los actores no impugnaban tanto la modificación estatutaria decidida en aquellas reuniones, cuanto la actividad interna de los órganos sindicales.

Las resoluciones administrativas denegatorias del depósito de las modificaciones realizadas se tramitan por el procedimiento judicial de impugnación de la denegación del depósito de estatutos( art. 170.1 LPL). La legitimación activa correspondería aquí a los representantes legales del sindicato, pudiendo intervenir los afiliados como coadyuvantes procesales ( art. 170.2 LPL). Igualmente, las impugnaciones de las modificaciones introducidas en los estatutos seguirán la vía del proceso de impugnación de estatutos del sindicato( art. 174 LPL); en este caso, cabe destacar que entre los legitimados activamente puede incluirse ahora a los propios afiliados discrepantes de la modificación ( art. 17.1 LPL). Respecto de la legitimación pasiva debe interpretarse que corresponde a los representantes legales del sindicato.

3.7. Las fusiones, escisiones y la disolución o extinción del sindicato

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Son aspectos éstos tradicionalmente excepcionales en la vida sindical. Sin embargo, en los últimos años son fenómenos más perceptibles a consecuencia de las reestructuraciones organizativas de las federaciones sindicales (fruto de los cambios en el aparato productivo) y de los conflictos internos por cambios de orientación estratégica de las confederaciones.

Las fusiones deben seguir las reglas fijadas en los estatutos al efecto [ art. 4.2.d) LOLS]. Téngase en cuenta que este fenómeno puede llevar aparejada la necesidad de la modificación de los estatutos de las organizaciones que se fusionan. Es posible también que vaya acompañada de la disolución de las organizaciones preexistentes a la fusión. Ahora bien, el hecho de que estos fenómenos de fusión, modificación y disolución aparezcan mencionados separadamente en el art. 4.2.d) LOLS significa que no necesariamente tienen que darse simultáneamente, pudiendo establecerse reglas específicas para cada supuesto.

En relación con la fusión hay que puntualizar que, de acuerdo con el art. 12.4 RD 1844/1994 «cuando en un sindicato se produzca la integración o fusión de otro u otros sindicatos, con extinción de la personalidad jurídica de éstos, subrogándose aquél en todos los derechos y obligaciones de los integrados, los resultados electorales de los que se integran serán atribuidos al que acepta la integración».

La competencia funcional en estos casos habrá de determinarse de conformidad con el ámbito territorial a que extienda los efectos la cuestión litigiosa promovida, en este supuesto concreto, el acuerdo de fusión o integración impugnado, que aunque referido a sindicatos de ámbito territorial inferior, acaba adquiriendo trascendencia más amplia, por cuanto el conflicto se traduce en la posibilidad de participar los sindicatos menores afectados en los órganos confederales o de la organización de ámbito superior (a propósito de la integración de los Sindicatos Médicos Profesionales de Galicia y las provincias de La Coruña, Lugo y Pontevedra en la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, la STS 16-12-2002 [RJ 2003, 1029] , con remisión a las de 2-7-2001 [RJ 2001, 7302] y 26-3-2001 [RJ 2001, 4112] , atribuye la competencia a la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, que se había declarado incompetente a favor de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia).

La escisión cuando se trata de un fenómeno orgánico puede encontrar respaldo, como contenido de la libertad sindical, en el derecho de todo sindicato a retirarse de las federaciones o confederaciones ( art. 4.2.b) LOLS). Un supuesto diverso es el de la escisión por abandono de la organización de una corriente organizada o minoría de afiliados, que no genera como regla general derecho alguno para los escindidos, salvo el derecho a constituir otra asociación sindical en virtud del derecho individual de libertad sindical.

Los conflictos judiciales referidos a este conjunto de fenómenos de la vida organizativa sindical siguen el procedimiento judicial ordinario, salvo que conlleven una modificación estatutaria, en cuyo caso debe emplearse el proceso de impugnación de los estatutos ( art. 171 y ss. LPL).

La disolución del sindicato puede responder a la voluntad interna del sindicato o puede venir impuesta exteriormente. En el caso de disolución por voluntad sindical interna, el art. 2.1.a) LOLS advierte de que «la extinción» del sindicato deberá tener lugar «por procedimientos democráticos». Las normas sobre la disolución del sindicato deben estar contenidas en los estatutos sindicales ( art.

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4.2.d) LOLS).La experiencia sindical y los contenidos de los estatutos sindicales ponen de

manifiesto la existencia de dos vías de disolución por voluntad sindical:1) La primera se deriva de la misma voluntad de la asociación a través de una

asamblea extraordinaria de afiliados y mediante mayorías muy cualificadas (3/4 ó 4/5 partes como regla general).

2) La segunda se conoce en las estructuras sindicales complejas y se concreta en el derecho de la Confederación a disolver una federación o unión de nivel inferior. Los estatutos sindicales suelen regular con especial atención este supuesto, previendo las causas, el procedimiento y el destino de los recursos de la organización disuelta. Son frecuentes últimamente los conflictos sindicales internos por este motivo.

La disolución puede ser impuesta exteriormente. Una de las garantías del derecho de autoorganización sindical es el que la suspensión o disolución del sindicato no puede tener lugar por decisión administrativa. Las organizaciones sindicales «no pueden ser suspendidas ni disueltas sino mediante resolución firme de la Autoridad Judicial fundada en incumplimiento grave de las leyes» ( art. 2.2.c) LOLS).

No existe un procedimiento judicial específico para el supuesto de suspensión o disolución del sindicato, por lo que debe entenderse que el procedimiento a seguir es el ordinario de la LPL (RCL 1995, 1144) , salvando dos supuestos:

– En el caso de que la disolución sea a consecuencia de la declaración de nulidad de los estatutos por la autoridad judicial, en cuyo caso se tramita a través del proceso especial de impugnación de estatutos. Véase la STS 29-4-2004 (RJ 2005, 423) .

– En el caso de que se estime violado el derecho de libertad sindical, pudiendo optarse en este caso por el proceso de tutela de la libertad sindical.

La relevante STS 18-9-2001 (RJ 2001, 8448) se pronuncia a propósito de un complejo e interesante conflicto interno suscitado a raíz de la adopción por el Consejo Confederal de USO de la decisión de disolver los órganos directivos de la Unión Regional de Madrid, y sustituirlos por una gestora designada por el propio Consejo Confederal. Los responsables de la Unión Regional destituidos interpusieron una demanda de tutela de la libertad sindical, en la que se suscitaban cuestiones relativas a la libertad ideológica, la tutela judicial efectiva y los derechos de libertad sindical, particularmente en su vertiente organizativa interna y de funcionamiento democrático.

4. Derechos y deberes de los trabajadores sindicados

4.1. El derecho a participar en la configuración orgánica y elección de cargos del sindicato

Estamos ante un precepto conectado al derecho de los afiliados a elegir libremente a sus representantes dentro de cada sindicato ( art. 2.1.c) LOLS). También está conectado a la obligación de los estatutos sindicales de regular los órganos de dirección y el funcionamiento interno de acuerdo con principios

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democráticos ( art. 4.2.c) LOLS). Estas reglas se vinculan a la previsión del art. 7 CE que exige que «la estructura interna» del sindicato sea democrática.

La participación de los afiliados en la configuración orgánica del sindicato puede tener lugar de forma directa(normalmente en las asociaciones de base) o de forma indirecta(a través de la elección de delegados que les representarán en la elección de los cargos correspondientes a niveles organizativos superiores al de la asociación de base). La referencia del art. 2.1.c) LOLS a la elección de «sus representantes» facilita esta interpretación flexible.

Es frecuente en los estatutos sindicales el reconocimiento de un derecho a participar en la elección de los cargos y a ser candidato a estos efectos, aunque en este último caso se suele establecer una serie de condiciones, como por ejemplo una antigüedad mínima como afiliado activo.

Sobre el control judicial del respeto de los derechos del afiliado, el TC interpreta que la garantía del derecho de autoorganización sindical exige que el control judicial se limite a la aplicación regular de las normas estatutarias, de forma que, salvo que se trate de estatutos sindicales manifiesta y claramente antidemocráticos, la valoración por el juez debe atenerse a la adecuación de la conducta a las normas estatutarias como canon de tutela de los derechos sindicales del trabajador afiliado ( STC 186/1992, 16-11-1992 [RTC 1992, 186] ). Esta Sentencia, dictada en un recurso de amparo formulado contra las Sentencias que declaran válidos los acuerdos del V Congreso de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), sostiene que «no puede ser considerado contrario al art. 24 CE la negativa de un órgano judicial a analizar la corrección del procedimiento de adopción de determinados acuerdos internos de un sindicato cuando su propia norma organizativa básica no contiene previsión al respecto, de forma que la necesidad de la intervención judicial en ausencia o en contra de una norma estatutaria sólo puede fundarse directamente en la exigencia de estructura interna y funcionamiento democrático contenida en el art. 7 CE cuando se trate de un acto manifiestamente contrario a un derecho fundamental» ( STC 186/1992, 16-11-1992 [RTC 1992, 186] ).

En aplicación de esta doctrina, la ( STS 23-12-1997 [RJ 1997, 9558] ) desestima el recurso planteado por varios afiliados a la Federación Estatal de Actividades Diversas de CC OO frente a la decisión de la Ejecutiva Confederal de imponer una gestora en la Federación. La STSJ Andalucía 3-12-1999 estima violado el derecho del art. 2.1.c) LOLS y consecuentemente la libertad sindical individual de los afiliados demandantes por haberse impedido la presentación de una candidatura a la designación de delegados al Congreso de Fusión entre los sindicatos de Hostelería y Comercio de CC OO de Granada, al no existir normas estatutarias en la Confederación de CC OO que impidan la presentación de candidaturas con menor número de los elegibles ( STSJ Andalucía 3-12-1999 [AS 2000, 530] ). Abundan en esta idea las SSTS 21-6-1999 (RJ 1999, 6739) ; y 4-2-2000 (RJ 2000, 412) .

Más allá del respeto de un principio democrático en la organización interna y en la participación de los afiliados, y más allá del respeto del principio de no discriminación, el sindicato es libre para regular aspectos concretos como las causas de inelegibilidad o de destitución de cargos, representación de corrientes internas, etc. La jurisprudencia observa que el ( art. 7 ) CE y, en cierta medida, el ( art. 4.2.c) ) LOLS, obliga a que la vida interna de estas entidades se ajuste a unas

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exigencias mínimas de participación de los afiliados en la elección de sus cargos, en la deliberación directamente o por medio de representantes de sus acuerdos más importantes, y en el debate sobre sus actividades y sus programas de acción. Pero la democracia interna de las entidades representativas de defensa de los intereses de los trabajadores y empresarios no obliga a adoptar un determinado modelo de organización ( STS 7-2-1995 [RJ 1995, 783] ).

La jurisdicción competente para conocer de las controversias sobre esta materia es la jurisdicción social( art. 2.h) LPL), y el procedimiento a seguir por el afiliado que estime afectado su derecho o interés legítimo es el procedimiento ordinario, salvo que se estime que existe una discriminación o violación de la libertad sindical u otro derecho fundamental, en cuyo caso puede seguirse el procedimiento de tutela de la libertad sindical. Se puede utilizar indistintamente una u otra vía procesal. La legitimación activa para reclamar frente a la actuación del sindicato corresponde al afiliado y no a terceros ajenos a la organización ( STSJ Cataluña 25-3-1998 [AS 1998, 1514] ). No existe previsión sobre el plazo para accionar. El plazo para demandar será de prescripción de 1 año( art. 59.1 ET), en aplicación de la doctrina del TS para el ejercicio ante la jurisdicción social de las acciones derivadas de las relaciones entre afiliados y sindicatos que no tengan fijado otro plazo especial directa o analógicamente ( STS 6-7-2000 [RJ 2000, 6624] ).

Téngase en cuenta que entre las cuestiones litigiosas de la vida del sindicato son muy relevantes las referidas a contenciosos electorales, que encajan en el contenido del ( art. 2.h) ) LPL al estar relacionadas con el funcionamiento interno del sindicato.

4.2. El derecho a participar en la vida interna del sindicato

Esta regla se conecta a la exigencia, contenida en el art. 7 CE, de un «funcionamiento» democrático del sindicato, aunque no existe una descripción normativa sistemática de los contenidos del derecho del afiliado de participación en la vida del sindicato.

Desde luego, el derecho del afiliado a participar en la vida interna del sindicato constituye parte del contenido de la libertad sindical individual del trabajador recogido en el art. 2.1.d) LOLS, aunque el precepto se refiere genéricamente a la actividad sindical de afiliados y no afiliados.

Las normas al respecto son fragmentarias o muy genéricas en su contenido:1) El afiliado tiene derecho a participar en las vicisitudes de la vida interna

sindical, como puede ser la modificación de sus estatutos, la fusión o escisión sindical, la disolución del sindicato [el art. 2.1.a) LOLS se refiere en parte a estos derechos]. Implica también el derecho de información sobre la situación económica del sindicato. Este derecho debe encontrar su plasmación en los estatutos sindicales [ art. 4.2.e) LOLS].

2) Cabe incluir aquí el derecho de los representantes o cargos sindicales a disfrutar de las garantías que le reconocen los estatutos del sindicato para el desempeño de sus funciones representativas, siendo contrario al 2.2.d) LOLS la revocación o suspensión arbitraria de tales representantes ( STSJ Castilla-La Mancha 14-12-1998 [AS 1998, 4860] ).

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3) Existe un régimen jurídico específico referido a la participación de los afiliados en la organización del sindicato dentro de las empresas(las secciones sindicales de empresa y los delegados sindicales) ( arts. 8 y 10 LOLS). Estos preceptos imponen una importante dosis de democracia interna en el sindicato, ya que el art. 8.1 LOLS establece el derecho de constitución de secciones sindicales como derecho de los trabajadores afiliados (aunque respetando las reglas estatutarias del sindicato al efecto) ( STC 292/1993, 18-10-1993 [RTC 1993, 292] ). Por su parte, el art. 10 LOLS dispone que el nombramiento del delegado sindical debe tener lugar por y de entre los trabajadores afiliados al sindicato en la empresa.

Las secciones sindicales tienen doble carácter o condición, como instancias organizativas internas dentro de la estructura del sindicato, pero al mismo tiempo con proyección externa, en el ámbito de la empresa o del centro de trabajo, o incluso en el grupo de empresas ( STS 27-6-1994 [RJ 1994, 6316] ). Y ha dejado claro, a su vez, que no se trata de entes sindicales autónomos o diferentes del propio sindicato al que pertenecen, y que las controversias entre las mismas o entre ellas y el sindicato constituirán cuestiones de mera legalidad estatutaria, esto es, cuestiones que atañen al funcionamiento interno del sindicato (ver por todas la reciente STC 121/2001, de 4-6-2001 [RTC 2001, 121] ).

4) La participación del afiliado en la vida interna sindical supone también acceder a los servicios o prestaciones del sindicato(asistencia técnica y jurídica, cooperativas de viviendas, disfrute de instalaciones culturales o de otro tipo del sindicato, agencias de viaje o de seguros, por ejemplo).

Los estatutos de los sindicatos suelen establecer cláusulas genéricas de reconocimiento del derecho a participar en la actividad interna del sindicato. La participación suele concretarse en la intervención en las deliberaciones y decisiones de las estructuras de base(la asociación de base o las secciones sindicales en las empresas) y en la designación de representantes para que les representen en reuniones de nivel organizativo superior. Algunos estatutos sindicales incorporan a este derecho un derecho de información sobre la vida interna del sindicato, aunque suele ser muy escueta y limitada a los asuntos más básicos:

– El acceso a los libros de contabilidad económica.– El acceso al registro de afiliados.– El acceso a los documentos y correspondencia oficial del sindicato.– El acceso a la información sobre actividades del sindicato, especialmente de

servicios ofertados a los afiliados.Los estatutos sindicales suelen condicionar el ejercicio de los derechos a que el

afiliado se encuentre al corriente en el abono de la cuota sindical [art. 10.h) Estatutos CC OO].

En las controversias sobre la vida interna del sindicato la jurisdicción competente para conocer de las controversias sobre esta materia es la jurisdicción social[ art. 2.h) LPL], y el procedimiento a seguir es el procedimiento ordinario, aunque si se estima violada la libertad sindical puede seguirse el procedimiento de tutela de la libertad sindical( STSJ Extremadura 21-7-1998 [AS 1998, 3522] ). La STS 11-10-2000 [RJ 2000, 8292] reconoce el derecho del afiliado a reclamar la tutela judicial frente a acuerdos de un órgano sindical si demuestra disponer de un

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interés legítimo. En el caso, se estima legítima la acción ejercida por el afiliado de USO frente al acuerdo de la Comisión Ejecutiva Confederal; el interés legítimo se justifica en que precisamente el acuerdo consiste en su cese como cargo sindical ( STS 11-10-2000 [RJ 2000, 8292] ). Al igual que en el supuesto de reclamación por lesión de derechos de elección de cargos, debe aplicarse el plazo para el ejercicio ante la jurisdicción social de las acciones derivadas de las relaciones entre afiliados y sindicatos que no tengan fijado otro plazo especial directa o analógicamente, que será el plazo de prescripción de 1 año, por aplicación del art. 59.1 ET( SSTS 2-4-1999 [RJ 1999, 9185] y 6-7-2000 [RJ 2000, 6624] ).

Son supuestos típicos de este procedimiento ordinario los de impugnación de acuerdos de órganos de dirección, por estimarse ilegales o contrarios a los estatutos sindicales, que muy frecuentemente van ligados a conflictos entre niveles organizativos del sindicato.

4.3. La libertad de expresión y de constitución de corrientes internas en el sindicato

El ejercicio de la libertad sindical constituye un opción ideológica, habida cuenta de la vinculación entre las libertades de uno y otro tipo ( SSTC 11/1998 [RTC 1998, 11] , 30/1999 [RTC 1999, 30] , 44/1999 [RTC 1999, 44] y 45/1999 [RTC 1999, 45] ; y STS, Contencioso-Administrativa, 30-3-2001 [RJ 2001, 2538] , a propósito de la imposibilidad de que la empresa lleve a cabo un control sobre la designación de los delegados sindicales o sobre el número e identidad de los trabajadores afiliados al sindicato).

Ello no quiere decir que, aunque no exista previsión normativa al efecto, del principio democrático en el funcionamiento del sindicato no quepa deducir el derecho de los afiliados a la libre expresión y a la difusión de sus opiniones en las deliberaciones del sindicato. Téngase en cuenta que este derecho está respaldado además en el derecho a la libertad de expresión de ideas y opiniones [ art. 20.1.a) CE].

Este derecho debería incluir:1) La participación en las deliberaciones de las asambleas dentro de las

organizaciones de base en las que se integra el afiliado.2) El derecho a utilizar los medios de difusión del sindicato.Estos derechos deben ser reconocidos y ejercidos dentro del marco fijado por las

normas estatutarias del sindicato, donde deben aparecer las reglas de convocatoria y realización de asamblea de afiliados, utilización de locales del sindicato o utilización de los medios de difusión del sindicato.

Las corrientes organizativas internas pueden tener su reconocimiento amparándose en el derecho de participación de los afiliados en la vida interna sindical, pero no necesariamente vienen garantizadas por este derecho (reconoce dicho derecho el art. 12 Estatutos CC OO). En todo caso, la formación de corrientes internas debe respetar el marco estatutario del sindicato (a propósito de la imposición de sanciones, la STS 18-9-2001 [RJ 2001, 8448] ).

Estos derechos deberían quedar más intensamente garantizados cuando se ejercen en el marco de los procesos electorales internos del sindicato.

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El TC ha tenido ocasión de indicar que los trabajadores cuentan con la protección del art. 20 de la Constitución para la expresión de sus ideas y la difusión de informaciones en el seno de sus reuniones o asambleas en relación con otros trabajadores, siempre que no rebasen los límites de esos derechos. Esta protección debe reforzarse en el caso de que la expresión, la crítica o la difusión de informaciones realizadas en la reunión o asamblea se refieran a los representantes de los propios trabajadores, pues éstos, los trabajadores, pueden y deben opinar sobre la actuación de sus representantes, así como informar y pedir información sobre las materias relacionadas con las funciones de representación ( STC 126/1990, 5-7-1990 [RTC 1990, 126] , que refiere dicha afirmación en particular a la relación de los trabajadores con sus representantes en las empresas).

4.4. Las garantías frente a las medidas disciplinarias acordadas por el sindicato

4.4.1. Las garantías como contenido de los estatutos sindicales

El afiliado tiene derecho a no ser sancionado salvo por causa justificada, de acuerdo con las previsiones estatutarias. En el caso de que las medidas sancionadoras supongan la expulsión del afiliado de la organización, la LOLS (RCL 1985, 1980) exige que los requisitos y procedimientos para la pérdida de la condición de afiliado estén previstos en los estatutos del sindicato[ art. 4.2.d) LOLS].

Los estatutos deberán contener como mínimo:– Las posibles infracciones.– Las sanciones y su graduación en función de su gravedad.– Los plazos de prescripción de faltas.– El procedimiento sancionador.– Garantías de defensa del afiliado.Las organizaciones sindicales suelen remitir esta regulación desde los estatutos a

reglamentos específicos y suelen disponer de órganos específicos que ofrezcan garantías en la solución de estos asuntos(comisiones de garantía o de conflictos). Se trata de órganos que tratan de salvaguardar su imparcialidad mediante su composición por afiliados del sindicato independientes de los órganos de dirección y con una antigüedad mínima de militancia; además, se suele prever una segunda instancia para la revisión de resoluciones en primera instancia.

4.4.2. Procedimientos judiciales frente a medidas disciplinarias

Los conflictos judiciales que se puedan plantear al respecto son de competencia de la jurisdicción social[ art. 2.h) LPL].

En los supuestos en que se ha planteado la necesidad de agotar las instancias internas del sindicato en la revisión de la resolución, los pronunciamientos judiciales expresos sobre la cuestión estiman que, salvo que lo exijan los estatutos del sindicato, no es necesario agotar las vías de reclamación interna dentro del sindicato (Comisión de garantía regional, federal, confederal) para poder reclamar

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judicialmente contra la medida ( STSJ Canarias 30-9-1994 [AS 1994, 3284] ; STSJ Murcia 10-11-1997 [AS 1997, 4489] ; SAN 8-2-2001).

El procedimiento judicial para reclamar frente a sanciones impuestas por el sindicato es el procedimiento ordinario. No obstante, hay que considerar que una medida disciplinaria tachada de irregular que conduce a la expulsión del sindicato afecta posiblemente al derecho de libre afiliación sindical como contenido de la libertad sindical individual. Por consiguiente, dicho conflicto interno puede estar ligado a una violación de la libertad sindical o de otro derecho fundamental, o bien es fruto de una actuación discriminatoria, en cuyo caso la vía a seguir será la del procedimiento especial de tutela de la libertad sindical.

Téngase en cuenta que, de acuerdo con la doctrina del TS, de utilizarse el segundo de los procedimientos el juez se limitará a comprobar si se ha producido o no la violación de la libertad sindical, y en caso de que no se constate tal violación no podrá entrar en otras valoraciones sobre la regularidad legal o estatutaria de la medida adoptada por el sindicato. Para el TS la regularidad del procedimiento y de la sanción impuesta no afecta en sí mismo al derecho de libertad sindical individual. Hay que advertir a este respecto que la jurisprudencia del TS mantiene que no toda medida sancionadora supone la violación de la libertad sindical, ya que la sanción puede ser la consecuencia de la aplicación de normas legales o estatutarias del sindicato, sin que las discrepancias sobre la aplicación de estas normas tenga por qué afectar a la libertad sindical del afiliado sancionado ( STS 18-11-1991 [RJ 1991, 8245] ; STS 24-9-1996 [RJ 1996, 6857] ). Es más, para el TS no es indicio de violación de la libertad sindical el que el sindicato no consiga probar que el afiliado incurrió en la infracción que se sanciona, puesto que su explicación puede estar en una diversidad de razones distintas al objetivo de lesión del derecho fundamental del afiliado (la STS 20-5-1995 [RJ 1995, 3990] revoca la SAN por entrar en la valoración de la regularidad de la sanción y desbordar lo que se estima el objeto lógico del proceso de tutela de la libertad sindical).

El TC avala esta doctrina al estimar que la alegación de vicios procedimentales cometidos en la tramitación del expediente disciplinario, sobre la inadecuada subsunción de los hechos en las infracciones tipificadas por los estatutos o sobre la adecuación de la sanción impuesta son todas cuestiones a ventilar en el proceso ordinario ( STC 116/2001, 21-5-2001 [RTC 2001, 116] ).

No existe una previsión legal sobre el plazo para impugnar ante los Tribunales los acuerdos sindicales sobre medidas disciplinarias. La doctrina de los Tribunales es la siguiente:

1) La AN ha venido aplicando el plazo de 20 días hábiles de caducidad, por aplicación analógica del art. 114.1 LPL (referido a la impugnación de sanciones disciplinarias impuestas por la empresa al trabajador) en relación con los arts. 103.1 LPL y 59 ET (sobre el plazo para demandar por despido) ( SAN 29-7-1999 [AS 1999, 4268] ).

2) El TS corrige dicha doctrina y establece como criterio el plazo de prescripción de 1 año, por aplicación del art. 59.1 ET, para el ejercicio ante la jurisdicción social de las acciones derivadas de las relaciones entre afiliados y sindicatos que no tengan fijado otro plazo especial directa o analógicamente.

El TS estima que el plazo aplicable a estos supuestos habría de ser el plazo de prescripción de un año que viene determinado en el art. 59 ET, por cuanto a pesar

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de ser un plazo que no está referido en dicho precepto a la relación entre sindicato y afiliado, debe aceptarse como plazo general para las acciones atinentes a la rama social del Derecho, cuando no exista norma que establezca plazo distinto y entren en juego derechos fundamentales, como es el de libertad sindical del trabajador afiliado. Además, el TS matiza que no corresponde a los estatutos sindicales establecer el plazo de impugnación jurisdiccional de las medidas frente a afiliados, tanto porque dicha facultad excede el derecho de autoorganización sindical como porque el plazo para el ejercicio de acciones judiciales, al afectar al derecho constitucional de tutela judicial efectiva y al principio constitucional de seguridad jurídica, debe ser establecido por los poderes públicos ( STS 6-7-2000 [RJ 2000, 6624] ; STS 24-10-2000 [RJ 2000, 9653] ).

En cuanto a la competencia funcional, parece claro que no debe atribuirse a la AN ni a las Salas de lo Social de los TSJ, habida cuenta que no se trata de reclamaciones con repercusión colectiva, sino que afectan al interés exclusivo del afiliado en sus relaciones con el sindicato. Será por tanto competente el Juzgado de lo Social correspondiente, según las reglas generales de atribución de competencia a dichos órganos jurisdiccionales de primer grado ( STS, Sala General, 26-3-2001 [RJ 2001, 4112] ; y STS 21-1-2002 [RJ 2002, 2084] ).

4.4.3. El contenido del control judicial de las medidas disciplinarias

Sobre el alcance del control judicial de los actos disciplinarios adoptados por el sindicato frente a sus afiliados, el TC indica que no puede calificarse de injerencia estatal en el derecho de autoorganización sindical el someter a la jurisdicción el conocimiento de los conflictos sindicales, una vez fracasados los procedimientos internos de resolución, pero advierte que el control judicial debe centrarse en la valoración por el juez de la adecuación de la conducta a las normas estatutarias como canon de tutela de los derechos sindicales de los afiliados ( STC 186/1992, 16-11-1992 [RTC 1992, 186] ) .

Sentado dicho principio, la doctrina del TC tanto para las asociaciones en general como para los sindicatos es que el control judicial debe igualmente verificar dos condiciones( STC 96/1994, 21-3-1994 [RTC 1994, 96] ):

1) Que se cumplen las garantías sustanciales y procedimentales previstas en los estatutos.

2) Quela decisión no es arbitraria ni implica la violación de derechos fundamentales o del principio democrático que debe regir la vida del sindicato.

Los criterios establecidos en la jurisprudencia ordinaria son los siguientes:1) La regularidad de la sanción disciplinaria:– La adopción del acuerdo respetando las garantías procedimentales y los

derechos de defensa del afiliado, mediante la tramitación de un expediente disciplinario por un órgano específico (de carácter decisorio o proponente) donde se concrete: 1) el conocimiento por el afiliado de los hechos que se le imputan (un pliego de cargos); 2) El derecho de audiencia para que realice las alegaciones que estime oportunas y aporte las pruebas que estime necesarias en su defensa ( SAN 16-2-1998 [AS 1998, 817] ).

La ( STS 9-6-1997 [RJ 1997, 4693] ) confirma la nulidad de la suspensión de su cargo de un representante de la CSI-CSIF porque la medida fue adoptada «sin que

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previamente se le instruyese expediente disciplinario o por lo menos –dado el vacío existente sobre el particular– se le diese traslado de los antecedentes e informes pertinentes para que alegase lo que estimara oportuno y pudiese defenderse» . La ( SAN 13-10-1999 [AS 1999, 4380] ), en aplicación de las normas estatutarias del sindicato, declara la nulidad del expediente disciplinario tramitado por cuanto el pliego de cargos entregado al afiliado se limita a juicios de valor y no contiene una exposición objetiva de hechos en los que se base la imputación . Para la ( STSJ Castilla y León 2-6-1998 [AS 1998, 3917] ) no afecta al derecho a la defensa del afiliado el hecho de que en el pliego de cargos no se le especifiquen los artículos de los Estatutos violados, siempre que los hechos imputados sean claros y de ellos se deduzca cabalmente una clara infracción de los Estatutos; sobre todo en el caso de que los sancionados sean dirigentes del sindicato .

– Debe valorarse si los hechos sancionados revisten o no el carácter de acción sancionable de acuerdo con los estatutos (o sea, si la actuación del afiliado está tipificada como acción merecedora de sanción).

– Debe valorarse si existe racionalidad y proporcionalidad en la sanción en relación con la gravedad de las imputaciones ( STS 26-4-1999 [RJ 1999, 4533] ).

La ( STS 6-7-2000 [RJ 2000, 6624] ) indica que cuando se trata de enjuiciar la expulsión del afiliado hay que entender que el control judicial de la decisión sancionadora habrá de alcanzar, como mínimo, a calibrar si tal decisión se acomoda a las previsiones estatutarias, no necesariamente en cuanto a la tipificación de las conductas concretas que en ella se pueden recoger, sino en atención a la finalidad de los preceptos aplicados .

2) La jurisprudencia estima que no puede sancionarse una conducta que constituye el ejercicio de otros derechos y libertades del trabajador afiliado amparados por la Constitución (RCL 1978, 2836) y la ley.

En la ( STS 21-7-1998 [RJ 1998, 7059] ) el afiliado es expulsado del sindicato por integrarse en una lista electoral de un partido político, cuando los estatutos sindicales contemplan la incompatibilidad entre la afiliación y la colaboración con un partido, para evitar perjuicios a la independencia política y económica de la asociación. Para el TS es necesario que el sindicato aporte pruebas de un perjuicio real derivado de la actuación del afiliado, puesto que el mero hecho de participar en una lista electoral no justifica por sí mismo el daño, sobre todo además cuando el trabajador está ejerciendo un derecho constitucional .

3) La actuación y decisión del órgano deben seguirlas reglas estatutarias de formación de la voluntad del órgano sancionador(requisitos de convocatoria, orden del día, quórum de asistencia y mayorías de decisión).

La ( STS 21-6-1999 [RJ 1999, 6739] ), tras examinar si las normas estatutarias de CC OO habían sido aplicadas regularmente, estima el recurso planteado por el afiliado expulsado del sindicato, concluyendo que la expulsión acordada por el Consejo Confederal de la Confederación de CC OO de Andalucía lo fue sin respetar las reglas sobre inclusión como asunto específico en el orden del día y sin quórum suficiente .

4.5. Los deberes del afiliado

La obligación básica del afiliado se concreta en la observación de los estatutos del ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



sindicato [ art. 2.1.b) LOLS]. Concreción de esta obligación general suelen ser el deber de participar en las actividades organizadas por el sindicato, el deber de cotizar, el acatamiento de las decisiones reglamentariamente adoptadas por los órganos de dirección y el agotamiento de las instancias internas de recurso frente a decisiones de órganos de decisión o de conflictos cuando así se dispone estatutariamente.

5. Las asociaciones empresariales como asociaciones especiales

5.1. El marco jurídico de las asociaciones empresariales

La constitución de organizaciones empresariales se rige por la Ley 19/1977, de 1 de abril (RCL 1977, 727) , y el RD 873/1977, de 22 de abril (RCL 1977, 877) . Las asociaciones empresariales sometidas a dicha normativa son exclusivamente las que cuentan entre sus finalidades la de promoción y defensa de los intereses de los empresarios en las relaciones laborales y se valen de actividades características de tutela de los intereses laborales, como la negociación colectiva.

El tratamiento diferenciado que la normativa legal otorga a las asociaciones empresariales y los sindicatos, excluye la posibilidad de asociaciones profesionales mixtas, constituidas por entidades sindicales y asociaciones de empresarios, máxime si en los estatutos se contemplan previsiones de actuación en ámbitos como el de la concertación colectiva o la promoción de conflictos colectivos, en relación con su composición mixta, incompatibles con el régimen jurídico de cada una de ellas dada la distinta posición institucional y la tutela de intereses distintos ( STS 2-3-2007 [RJ 2007, 3538] ).

Para la jurisprudencia la singularidad de las asociaciones empresariales dentro del género de las asociaciones profesionales de empresarios radica en el campo en que aquéllas actúan y en los medios de acción que el ordenamiento pone a disposición de las mismas. Las asociaciones empresariales relevantes en el campo laboral deben estar diseñadas para desarrollar actividades como la negociación colectiva laboral, el planteamiento de conflictos colectivos de trabajo, el diálogo social y la participación institucional en los organismos públicos de las Administraciones laborales ( STS 25-1-1999 [RJ 1999, 1022] ; STS 10-12-1999 [RJ 1999, 9727] ; STS 21-3-2002 [RJ 2002, 3812] ).

Por otra parte, tiende a darse una confluencia de fines y de funciones entre las asociaciones empresariales y los colegios profesionales (la promoción y defensa de intereses profesionales). No obstante, la especial intensidad de la protección del derecho de asociación empresarial refuerza su posición frente a estas otras formas organizativas de representación de intereses, cuya actividad puede estimarse contraria al art. 22 CE si supone un obstáculo o una dificultad a la libre creación o al libre desenvolvimiento de las asociaciones empresariales ( STC 132/1989, 18-7-1989 [RTC 1989, 132] ). En cualquier caso, la confluencia de fines y funciones no es motivo para condicionar la actividad de la asociación empresarial ( STSJ Canarias 25-9-1998 [AS 1998, 4279] ).

Se puede decir que las reglas y requisitos sobre constitución de asociaciones empresariales, aunque más escuetas, son semejantes en términos generales a los requeridos para la constitución de sindicatos establecidos por la LOLS (RCL 1985,

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1980) .

5.2. El contenido de los estatutos de la asociación patronal

De acuerdo con el art. 4 LAS y el art. 3 RD 873/1977, los estatutos contendrán, al menos, los siguientes extremos:

1) La denominación de la organización, «que no podrá coincidir ni inducir a confusión con otra legalmente inscrita». Es aplicable aquí la jurisprudencia referida a la denominación del sindicato.

Indica la ( STSJ Aragón 13-7-1998 [AS 1998, 2753] ) que la denominación se refiere al modo en que la asociación exterioriza su identificación; pero sin que esta temática y sus controversias puedan alcanzar a las contiendas del ámbito comercial identificador de productos o actividades profesionales. Se añade que el hecho de que coincidan varios términos por referencia al ámbito profesional («Expertos Técnicos Inmobiliarios Asociados» y «Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios de España») es legítimo como forma de identificarse ante los representados y no supone confusión alguna .

2) El domicilio y el ámbito territorial y profesional de actuación. Téngase en cuenta las implicaciones a efectos procesales de estos datos de los Estatutos. La ( STS 14-4-2000 [RJ 2000, 8191] ) rechaza la legitimación activa de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) para impugnar el convenio colectivo de Empleados de Fincas Urbanas de la Comunidad de Madrid porque sus estatutos fijan como ámbito de representación el de sus afiliados y en el caso concreto no dispone de afiliación en este sector laboral y geográfico.

3) Los órganos de representación, gobierno y administración.Una consecuencia del principio democrático que deber regir la estructura y el

funcionamiento interno de la asociación empresarial ( art. 7 CE) es que los estatutos deberán concretar directamente o mediante un reglamento interno las reglas sobre convocatoria de órganos de dirección, quórum, reglas sobre adopción de acuerdos siguiendo un criterio de mayorías u otras técnicas de decisión (aclamación o asentimiento).

4) El régimen electoral, «que garantice el que los cargos directivos se provean mediante sufragio libre y secreto».

Deben incluirse aquí reglas básicas como el régimen electivo de cargos (requisitos de las candidaturas, reglas sobre los electores, procedimiento electoral, mecanismos de impugnación), la duración del mandato de los cargos electivos, las reglas sobre el cese de estos cargos o las reglas sobre cobertura provisional de los cargos para caso de vacante o cese.

5) El régimen económico, donde se determine la procedencia, administración y destino de sus recursos, así como los medios que permitan a los afiliados la situación económica a de la asociación.

6) Los requisitos y procedimientos para la adquisición y pérdida de la condición de afiliado y el sistema de constancia de los afiliados componentes.

5.3. Depósito de los estatutos y adquisición de la personalidad jurídica

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Los otorgantes del acta fundacional o, en su caso, los promotores o directivos de la asociación deben proceder al depósito de los estatutos y el acta de constitución en la Oficina Pública establecida al efecto ( art. 3 LAS; art. 1.2 RD 873/1977).El supuesto de modificación de los estatutos requerirá el depósito de los estatutos y el acta de acuerdo de modificación, donde debe hacerse constar «el número de miembros y de asistentes a la reunión del órgano de gobierno que adoptó el acuerdo, así como el resultado de la votación alcanzada» ( art. 1.3 LAS).

En el caso de anomalías subsanables en los citados documentos, la Oficina pública requerirá a los promotores o directivos, por una sola vez, para que corrijan los defectos o errores observados ( art. 2 RD 873/1977).

Una vez depositados los estatutos, la Oficina Pública procederá a dar publicidad del depósito en el tablón de anuncios de la misma y en el Boletín Oficial de la provincia o del Estado, dependiendo del ámbito de la asociación constituida. Dicha publicidad contendrá, al menos, los siguientes datos ( art. 4 RD 873/1977):

– La denominación de la asociación.– El ámbito territorial y profesional.– Los firmantes del acta de constitución.Los interesados pueden realizar alegaciones en el plazo de 8 días a partir de la

publicación en el Boletín Oficial correspondiente. Hay que tener en cuenta que los Estatutos depositados en la Oficina Pública pueden ser examinados por cualquier interesado ( arts. 4 y 5 del RD 873/1977).

Son los intereses laborales los que permiten el registro como asociación patronal conforme a su normativa específica ( STS 27-11-2004(RJ 2004, 8063)

La personalidad jurídica se adquiere a los veinte días hábiles desde el depósito de los estatutos, «salvo que dentro de dicho plazo se inste de la autoridad judicial competente la declaración de no ser conforme a derecho» ( art. 3 LAS).

El artículo 3 de la Ley 19/1977 debe entenderse en el sentido de que si dentro del plazo allí establecido no se impugna judicialmente la licitud de una asociación empresarial, ésta adquiere plena capacidad de obrar, sin perjuicio de que, posteriormente, pueda solicitarse y decidirse judicialmente su ilegalización. Por ello, si el día del acto del juicio la asociación empresarial tenía plena capacidad de obrar por transcurso del plazo señalado en aquél momento subsanó el posible que pudo existir cuando se adhirió a la demanda de impugnación del convenio ( STS 2-3-2007 [RJ 2007, 3170] ).

5.4. Procedimientos judiciales sobre los estatutos de la asociación empresarial

Las controversias que se susciten sobre la constitución y el reconocimiento de la personalidad jurídica de las asociaciones empresariales, así como en el caso de impugnación de los estatutos (o de su modificación) son de competencia de la jurisdicción social[ art. 2.i) LPL].

La impugnación de las resoluciones administrativas que deniegan el depósito de los estatutos debe serlo a través del proceso regulado en los arts. 165 , 166 , 167 , 168 , 169 y 170 LPL. Por su parte, la impugnación de los estatutos seguirá la vía procesal de los arts. 171 , 172 , 173 , 174 y ( disp. adic. 6ª LPL).

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Los criterios sobre el control de legalidad de los estatutos de las asociaciones empresariales vienen a ser los mismos que en el caso de los estatutos sindicales.

Quedan fuera de la competencia de la jurisdicción social las controversias sobre depósito e impugnación de estatutos de las organizaciones profesionales que no cuentan entre sus finalidades la de promoción y defensa de los intereses de los empresarios en las relaciones laborales y no se valen de los instrumentos característicos como la negociación colectiva ( STS 25-1-1999 [RJ 1999, 1022] ).

A diferencia de lo que ocurre con las controversias sobre el funcionamiento interno de los sindicatos y sobre la relación con sus afiliados [que son competencia de la jurisdicción social en virtud de lo dispuesto en el art. 2.h) LPL], no existe una expresa atribución a la jurisdicción social de la competencia sobre las controversias internas de las asociaciones empresariales(entre las asociaciones empresariales y entre éstas y sus afiliados).

La doctrina jurisdiccional mantiene que esta temática no se incluye en ninguno de los apartados g), h), k), l) y m) del art. 2 LPL, donde se fija la competencia de la jurisdicción social al respecto. Así, la SAN 16-3-1994 estima su incompetencia sobre la demanda planteada por una asociación provincial de empresarios frente al acuerdo denegatorio de su afiliación a una federación estatal. Ambas organizaciones están constituidas conforme a la LAS (RCL 1977, 727) . Para la AN las cuestiones de funcionamiento interno de las asociaciones empresariales y sus relaciones con los afiliados, a diferencia de lo que ocurre con los sindicatos, quedan fuera del elenco de competencias que el art. 2 LPL atribuye al orden social ( SAN 16-3-1994 [AS 1994, 3364] ). Igualmente, la ( STSJ Madrid 23-9-1998 [AS 1998, 3364] ) indica que el art. 2.i) LPL «no incluye en el ámbito competencial de la jurisdicción laboral la materia relativa a funcionamiento interno y relaciones con sus afiliados de las asociaciones empresariales».

6. Financiación de los sindicatos y de las asociaciones empresariales

La financiación de los sindicatos debe ponerse en relación con la exigencia establecida en el art. 4.2.e) LOLS de que se haga constar en los estatutos sindicales el régimen económico del sindicato, con expresa determinación del carácter, procedencia y destino de sus recursos. Semejante exigencia se impone también para los estatutos de la asociación empresarial ( art. 3.7 RD 873/1977).

Las fuentes de financiación pueden tener su origen en la propia organización, mediante la aportación de los afiliados o a consecuencia de actividades de la organización, que suele centrarse en la prestación de servicios: actividades inmobiliarias, seguros, agencias de viajes, etc. Igualmente, pueden provenir del exterior, en particular como aportación del Estado de cara al fortalecimiento de la organización sindical o patronal.

La STS 10-6-2003 (rec. 67/2002) confirma la anulación de ciertos preceptos del Convenio Colectivo para el personal laboral al servicio de la Comunidad de Madrid para los años 2001-2003 (LCM 2001, 502) , entre ellos, los referidos a la creación de un Fondo para la mejora de la acción sindical de los sindicatos con mayor implantación, que se encargaría de distribuir entre los mismos un órgano paritario mixto, integrado por representantes del personal laboral y de los funcionarios. La Sala recoge doctrina constitucional y ordinaria precedente en relación con la

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vulneración de la libertad sindical que supone la atribución de las fuentes de financiación externas –subvenciones y otras aportaciones de los poderes públicos– en exclusiva a ciertos sindicatos, los más representativos o, como en este caso, los de mayor implantación.

La LOLS (RCL 1985, 1980), dispone igualmente que los sindicatos podrán beneficiarse de las exenciones y bonificaciones fiscales que se establezcan legalmente ( art. 5.4 LOLS).

6.1. Las cuotas de los afiliados

Se trata de las aportaciones económicas de carácter periódico de los afiliados en los términos fijados estatutariamente por la organización. Como hemos visto constituye ésta una obligación de los afiliados. La legislación fiscal española viene estableciendo el derecho a desgravar la cuota sindical dentro del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

En el caso de los sindicatos, para facilitar la recaudación de la cuota de los afiliados en los lugares de trabajo, la LOLS (RCL 1985, 1980) establece varias previsiones al efecto.

El art. 8.1.b) LOLS establece el derecho de los afiliados al sindicato a recaudar cuotas sindicales dentro de la empresa, pero establece dos condiciones a respetar:

1) Que tenga lugar la recaudación de cuotas siempre fuera de las horas de trabajo.

2) Que dicha actividad no suponga perturbación en el normal desarrollo de la actividad en la empresa [ art. 8.1.b) LOLS].

Está prevista también la posibilidad de pactar entre el sindicato y la empresa la cláusula de retención de cuotas de los trabajadores afiliados al sindicato dentro de la empresa. La posibilidad de descuento o retención de la cuota sindical está reconocida en el art. 11.2 LOLS, que establece que «El empresario procederá al descuento de la cuota sindical sobre los salarios y a la correspondiente transferencia a solicitud del sindicato del trabajador afiliado y previa conformidad, siempre, de éste» ( art. 11.2 LOLS). Una disposición semejante está prevista para los funcionarios públicos en la disp. adic. 2ª de la Ley 9/1987.

Estamos ante una norma que establece un derecho del sindicato y una obligación del empresario en beneficio del sindicato, que de infringirse podría ser calificada como conducta antisindical.

Puede considerarse contrario al art. 11.2 LOLS la actuación de la Administración consistente en la retención de las cotizaciones de los trabajadores afiliados por deudas del sindicato con dicha Administración, por estimarse un incumplimiento de la obligación de ingreso en la caja del sindicato de dichas cotizaciones ( STSJ Andalucía 23-6-1995 [AS 1995, 2626] ).

El sindicato sólo puede ejercer este derecho si cuenta con la previa autorización del trabajador, ya que la retención de cuotas permite al empresario conocer la afiliación sindical del trabajador y ello podría suponer, de no darse la autorización de éste, la violación de su derecho a no declarar sobre su ideología ( art. 16.2 CE).

Para el TC, la afiliación a un sindicato es una opción ideológica protegida por el ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



art. 16 CE. La revelación de la afiliación sindical es un derecho personal y exclusivo del trabajador, que están obligados a respetar tanto el empresario como los propios órganos sindicales ( STC 292/1993, 18-10-1993 [RTC 1993, 292] ).

Por otro lado, el conocimiento de la afiliación del trabajadora efectos del descuento de la cuota sindical no puede ser utilizado con fines diferentes. Ello constituiría una actuación empresarial discriminatoria por motivos sindicales.

Señala el TC que la información sobre la afiliación sindical facilitada con la única y exclusiva finalidad de que la empresa descuente de la retribución la cuota sindical no puede ser objeto de un tratamiento informatizado para un propósito radicalmente distinto, como es el de retener la parte proporcional del salario relativa al período de huelga ( STC 11/1998, 13-1-1998 [RTC 1998, 11] , que inicia la larga serie a las que siguieron las SSTC 33/1998 [RTC 1998, 33] , 44/1999 [RTC 1999, 44] y 45/1999 [RTC 1999, 45] ).

Por su parte, el TS se ha manifestado también sobre la imposibilidad de que la empresa lleve a cabo un control sobre la designación de los delegados sindicales o sobre el número e identidad de los trabajadores afiliados al sindicato ( STS, Contencioso-Administrativa, 30-3-2001 [RJ 2001, 2538] ).

6.2. Las ayudas y subvenciones públicas

Una de las vías de financiación de los sindicatos y organizaciones empresariales está en las subvenciones públicas, que se justifican como ayuda para afrontar los gastos de funcionamiento de la organización, para actividades de formación y otras relacionadas con los fines de la organización, y también con vistas a compensarles los gastos que conlleva la participación institucional en organismos públicos.

Las políticas públicas de subvención económica de las organizaciones sindicales y patronales plantean el problema fundamental de su compatibilidad con el deber de no injerencia del Estado en la libre organización de trabajadores y empresarios. En particular, del lado de los sindicatos dicha política puede incurrir en la violación de la libertad sindical en sus dos vertientes, individual y colectiva:

– En un plano individual afecta a la libertad sindical por constituirse en una vía de presión para favorecer la afiliación de los trabajadores a determinados sindicatos.

– En un plano colectivo incide en la libertad sindical porque puede suponer el establecimiento de discriminaciones entre sindicatos y una interferencia en el libre desarrollo de la actividad sindical.

Sobre la financiación estatal de los sindicatos y asociaciones empresariales, el TC se ha manifestado indicando que las políticas públicas de aportación de medios económicos a estas asociaciones no son contrarias al principio de no injerencia estatal en la libre organización de los trabajadores y los empresarios, dado que el ejercicio de las funciones que le reconoce la CE (RCL 1978, 2836) exige unas organizaciones fuertes y dotadas de medios de acción.

La práctica específica de la subvención económica estatal a los sindicatos más representativos por vía presupuestaria ha sido censurada por el TC, al estimar que la mera atribución de una subvención a los sindicatos en apoyo de su función institucional no podía quedar limitada a los sindicatos más representativos, puesto que en ese caso se estaría discriminando al resto de los sindicatos sin justificación, además de suponer una presión indirecta a los trabajadores para que

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se afilien a un determinado sindicato. De manera que el TC estima que la atribución de ayudas sólo podía apoyarse en un criterio de proporcionalidad( STC 20/1985, 14-2-1985 [RTC 1985, 20] ; STC 26/1985, 22-2-1985 [RTC 1985, 26] ; STC 147/2001, 27-6-2001 [RTC 2001, 147] ).

La concesión puramente discrecional de subvenciones públicas sería lesiva de la libertad sindical ( STS, Contencioso-Administrativa, 7-7-1995 [RJ 1995, 5973] ).

En los últimos años el establecimiento de ayudas públicas a los sindicatos tiende a apoyarse sobre diversos criterios. Estas ayudas suelen ser de mayor complejidad, al integrar diversas partidas con objetivos y beneficiarios diferentes. Tales criterios se pueden resumir en los siguientes:

1) Se establecen partidas presupuestarias destinadas a apoyar al conjunto de los sindicatos en función de su representatividad. A esta finalidad responde la O. 1303/2007, de 26 abril (RCL 2007, 960) , por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones en proporción a la representación obtenida en la elecciones sindicales.

2) También se establecen subvenciones a los sindicatos y organizaciones patronales como compensación por su participación institucional en organismos públicos. Véase en estos efectos el RD 1971/2008, de 28 noviembre (RCL 2008, 1998) , que tiene por objeto subvencionar los gastos corrientes o de funcionamiento ocasionados con motivo de su participación en los órganos consultivos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, de sus organismos autónomos y de las entidades gestoras de la Seguridad Social, así como los gastos de administración específicos relacionados directamente con dichas actividades participativas.

La subvención viene referida a la participación en los siguientes órganos: Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE); Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), Instituto Social de la Marina, Instituto de Mayores y Servicios Sociales, Comisión consultiva Nacional de Convenios Colectivos, Comisión Laboral Tripartita de Inmigración, Comisión Consultiva del Patrimonio Sindical, Comisión Consultiva Tripartita de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y Consejo General del Sistema Nacional de Empleo ( Anexo I RD 1971/2008).

3) Las Administraciones públicas crean otras partidas presupuestarias que utilizan como criterio de distribución el número de representantes en mesas de negociación dentro de la Administración o la creación y mantenimiento de órganos de asesoramiento técnico en materia de formación ocupacional o continua, etc.. Esta es la finalidad de la Orden PRE/2608/2010, de 7 septiembre (RCL 2010, 2637) , que establece, igualmente, subvenciones para las organizaciones sindicales que hayan obtenido representación suficiente para estar presentes tanto en la Mesa General de Negociación de las Administraciones Públicas, como en la Mesa General de Negociación de la Administración General del Estado en el ámbito de los empleados públicos.

Estos criterios, en opinión jurisprudencial, no violan el principio de libertad sindical ni el principio de igualdad entre las organizaciones. La introducción de tales criterios es admisible siempre que se respeten las siguientes reglas:

– Si las ayudas se atribuyen con carácter exclusivo y excluyente a los sindicatos ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



más representativos, o fijan cuantías desproporcionadas entre unos y otros sindicatos, pueden estimarse contrarias al principio de libertad sindical y al principio de igualdad entre sindicatos.

– Si las ayudas incluyen partidas económicas diferentes en su alcance y beneficiarios, deben valorarse en su conjunto y no separadamente, de forma que una primacía o exclusividad de las ayudas a los sindicatos más representativos en algunas de las partidas no supone por sí mismo una violación de la libertad sindical del resto de sindicatos.

– Debe existir una justificación objetiva y una proporcionalidad entre objetivos de las ayudas y los criterios de diferenciación, como puede ser la mayor o menor carga organizativa necesaria para la eficaz puesta en marcha de las actividades para las que se concede la ayuda.

– Que no se constituyan en una vía encubierta para facilitar una ejecución presupuestaria discrecional en beneficio de los sindicatos más representativos.

De no darse estos requisitos, la medida de financiación pública podría ser calificada como una actitud de injerencia administrativa contraria al principio de libertad sindical ( STC 147/2001, 27-6-2001 [RTC 2001, 147] ; STS 30-9-1993 [RJ 1993, 6565] ; SSTS Contencioso-Administrativa, 19-2-2001 [RJ 2001, 2129] ).

6.3. El uso de bienes inmuebles patrimoniales públicos

Una vía relevante para dotar de infraestructuras a los sindicatos y patronales ha sido la de la cesión de los bienes inmuebles patrimoniales públicos que conformaban el Patrimonio Sindical Acumulado (básicamente el patrimonio inmobiliario de la Organización Sindical franquista que posteriormente pasó al Organismo Administrativo Institucional de Servicios Socio-Profesionales, en virtud del D. Ley 19/1976 (RCL 1976, 2019).

Esta materia se regula formalmente por primera vez en la Ley 4/1986, de 8 de enero (RCL 1986, 91) , del Patrimonio Sindical Acumulado (modificada posteriormente por el art. 146 de la Ley 13/1996 de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social y por Real Decreto Ley 13/2005, de 28 octubre [RCL 2005, 2144] , sobre el que pende un recurso de inconstitucional admitido por providencia del TC, de 14 de marzo de 2006), desarrollada por el RD 1671/1986, de 1 de agosto (RCL 1986, 2619) (también modificado por la sentencia del TC 183/1992, de 16 de noviembre [RTC 1992, 183] ). En esta normativa se regula la cesión de los bienes inmuebles del Patrimonio Sindical Acumulado, aunque también comprende la regulación de la devolución de su patrimonio a las organizaciones sindicales a las que le fue incautado en 1936 por aplicación de la Ley de Responsabilidades Políticas.

La Ley resulta aplicable a todas las entidades que tenían el carácter sindical en el momento de la incautación de sus bienes y que continuaban teniéndolo en la fecha de su entrada en vigor. Por este motivo, la ( STS 29-6-2000 [RJ 2000, 7784] ) desestima la pretensión de una entidad que, aunque tuvo la consideración de organización sindical en la 2ª República, actualmente tiene la consideración de mera asociación .

La Ley 4/1986 (RCL 1986, 91) aplica un criterio de proporcionalidad en la atribución del Patrimonio Sindical Acumulado, pero corregido mediante un

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principio de preferencia para los sindicatos más representativos, en el supuesto de difícil o imposible divisibilidad del disfrute ( art. 3 Ley 4/1986). Además, se utiliza un criterio de distribución geográfica por Comunidades Autónomas, con correcciones de carácter provincial y local asegurando una adecuada distribución y el respeto a la representatividad global ( art. 5.4 Ley 4/1986).

El descenso o aumento de la representatividad repercute en el disfrute de dicho derecho ( art. 10.2 del Reglamento); la pérdida de la condición de sindicato más representativo también incidirá en su derecho preferente ( art. 5.2 Ley 4/1986).La concesión y revocación del derecho de disfrute corresponde al Ministerio de Trabajo( art. 15.1 del Reglamento) ,previa consulta de la Comisión Consultiva del Patrimonio Sindical. Esta Comisión está integrada por representantes de la Administración del Estado, de los sindicatos y de las organizaciones patronales en proporción a su representatividad.

El derecho que se reconoce a los beneficiarios se refiere únicamente al disfrute de los inmuebles( art. 5.1 Ley 4/1986), para atender sus necesidades de funcionamiento y organización ( art. 4.2 Ley 4/1986).

Esta normativa sobre el disfrute del Patrimonio Sindical Acumulado se conecta al art. 6.3.f) LOLS, que reconoce a los sindicatos más representativos el derecho al uso y disfrute de los bienes inmuebles patrimoniales públicos integrados en aquel Patrimonio.

Interpretando el art. 6.3.f) LOLS, el TC ha indicado que el disfrute del Patrimonio Sindical Acumulado no forma parte del contenido esencial del derecho de libertad sindical, pero se ha manifestado en contra de la pretensión legislativa de facilitar su disfrute sólo a los sindicatos más representativos [como parece deducirse del art. 6.3.f) LOLS]. El TC es inequívoco: la atribución de tal derecho de uso y disfrute no puede ser reservada a los sindicatos más representativos, debiéndose aplicar en este sentido un principio de proporcionalidad entre todos los sindicatos ( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ). El TC se ha pronunciado estimando constitucional la previsión de la Ley 4/1986 (RCL 1986, 91) de distribución proporcional con preferencia a los sindicatos más representativos ( STC 75/1992, 14-5-1992 [RTC 1992, 75] ).

Un tema no obstante polémico sobre la aplicación de la Ley 4/1986 (RCL 1986, 91) es el referido a la participación de los sindicatos en la Comisión Consultiva del Patrimonio Sindical, creada para asesorar al Ministerio de Trabajo en la asignación de tales bienes inmuebles. Como hemos indicado, esta Comisión está formada por representantes de la Administración del Estado, de los sindicatos y de las organizaciones patronales representativos. El TC entiende quela participación en dicha Comisión no puede quedar reservada a los sindicatos y asociaciones empresariales más representativos, por eso ha estimado inconstitucional parte del art. 6.2 de la citada Ley 4/1986, sobre composición de la Comisión Consultiva, observando que no se justifica la intervención exclusiva en tal Comisión de las organizaciones que, con arreglo a la Ley, resultan más representativas, excluyendo a las que no reúnan esta condición.

El TC no es contrario a la utilización del criterio de la representatividad para determinar las organizaciones con derecho a participar en la Comisión, pero sin excluir de la misma a organizaciones que tengan una suficiente implantación y representatividad, aunque no sea mayoritaria ( STC 183/1992, 16-11-1992 [RTC

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1992, 183] ). Siguiendo estas directrices del TC, el RD 930/1993 (RCL 1993, 1872) (y la OM 1-7-1993 [RCL 1993, 2080] ) establece un criterio de proporcionalidad en atención a la audiencia electoral.

Ya con anterioridad, el TS confirmaba la declaración judicial de ser contrario al derecho de libertad sindical el Acuerdo de 29-1-1986 entre la Administración, la CEOE, CC OO y UGT sobre criterios de distribución del Patrimonio Sindical Acumulado, por implicar la exclusión de la CNT de las reuniones donde se trataba lo referente al reparto de los bienes. El TS estima que la CNT tiene derecho a participar en tales reuniones por ser un sindicato «con notable arraigo y carga histórica». En consecuencia, el TS estima tal actuación como contraria a la libertad sindical y concluye que procede «declarar la nulidad radical de dichas reuniones, y los acuerdos, propuestas, informes en ellas contenidos» ( STS 7-10-1987 [RJ 1987, 6739] ; STS 12-1-1998 [RJ 1998, 817] ).

Una cuestión de bastante complejidad ha sido asimismo la relativa a la distribución de competencias jurisdiccionales para conocer de las controversias derivadas de la aplicación de las previsiones contenidas en la Ley 4/1986 (RCL 1986, 91) y de los complicados litigios a los que ha dado lugar, sobre todo, la devolución del denominado Patrimonio Sindical Histórico. La STS, Contencioso-Administrativa, 21-12-2001 [RJ 2002, 7295] (rec. 4576/1996), ha declarado que es la jurisdicción contencioso-administrativa la competente para conocer de los conflictos de aplicación de la disposición adicional 4ª de la Ley 4/1986, que contempla el ejercicio de una acción dirigida frente al Estado para el reintegro y obtención del pleno dominio de los bienes o de su equivalente pecuniario, procedimiento que culmina con una resolución del Consejo de Ministros. En cambio, para el resto de las controversias, será competente la jurisdicción civil.

Por último, en lo referente al ejercicio de esta acción de restitución del patrimonio sindical, la disposición adicional 4ª de la Ley 4/1986, de 8 de enero (modificada por el Real Decreto Ley 13/2005, de 28 octubre [RCL 2005, 2144] ), exige la acreditación de la pertenencia de los bienes y derechos de los que fueron privados como consecuencia de la normativa sobre responsabilidades políticas del período 1936-1942, a una organización sindical o a una persona jurídica afiliada, asociada o vinculada a dicha organización o, en su caso, a quienes acrediten ser sus legítimos sucesores. Aquellos bienes o derechos que, por cualquier causa, no pudieran ser reintegrados se compensan económicamente teniendo en cuenta el valor normal de mercado a la fecha de entrada en vigor de la Ley, aplicando el interés legal del dinero desde dicha entrada en vigor hasta el último día del mes anterior al que se acuerde la compensación. La modificación llevada a cabo por el RD-ley citado, incorpora un plazo para el ejercicio de esta acción de manera que los bienes y derechos cuya reintegración no se solicite antes del 31 de enero de 2006, se inscribirán a nombre del Estado.

7. Responsabilidad de los sindicatos y de las asociaciones empresariales

7.1. Aplicación de las previsiones generales de Derecho común

Una vez que el sindicato o la organización patronal adquieren la personalidad jurídica tienen reconocida plena capacidad de obrar( art. 4.1 LOLS; art. 3 LAS).

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Ello supone que como cualquier persona jurídica, además de la posibilidad de ser titular de derechos y obligaciones, dispone de plena capacidad para ejercitarlos, para intervenir en el tráfico jurídico, administrar y disponer libremente de su patrimonio, actuar en defensa de sus intereses en el ámbito del proceso, etc. La asociación sindical o patronal, como persona jurídica que es, debe de actuar a través de órganos que expresan la voluntad de la asociación y generan los derechos y obligaciones de la asociación. Cada organización dispone a través de sus estatutos los órganos competentes para el ejercicio de sus facultades como persona jurídica (normalmente los órganos ejecutivos con funciones de administración y gestión, de carácter colegiado –comisión ejecutiva– o unipersonales –secretario general, secretariado–).

Como persona jurídica que es puede ser sujeto responsable en el orden civil. El sindicato o la asociación patronal responden como cualquier persona jurídica del cumplimiento de sus obligaciones y por tanto asumen la responsabilidad contractual ( arts. 1.101 y ss. CC) y extracontractual ( art. 1.902 CC) que de ello se deriva. Como cualquier otra asociación, el sindicato o la asociación patronal están sometidos a la ley ( art. 7 CE); o, como se reconoce en la normativa internacional respecto de los sindicatos, «están obligados, lo mismo que las demás personas o las colectividades organizadas, a respetar la legalidad» ( art. 8 Convenio núm. 87 OIT).

Es importante observar que el crecimiento de las actividades asociativas, particularmente sindicales, en el campo de los servicios(asesoramiento técnico o jurídico, cooperativas de viviendas, seguros, etc.) amplía las posibles responsabilidades en el campo civil o mercantil. Es posible además que a las reclamaciones judiciales por incumplimiento de la normativa en el campo laboral por parte sindical o patronal pueda acompañar la reclamación de responsabilidad civil de daños y perjuicios.

Dos ejemplos claros de la responsabilidad en relación con la prestación de servicios por el sindicato son los siguientes:

– El daño por una defectuosa asesoría jurídica al afiliado sindical. En este supuesto, la STSJ Extremadura 12-4-1999 estima la competencia de la jurisdicción social con base en el art. 2.h) LPL para conocer de la pretensión de una afiliada a un sindicato que, por tener derecho a la asistencia jurídica del mismo y no habérsela prestado, tiene que acudir a un profesional del Derecho privado, reclamando una indemnización al sindicato ( STSJ Extremadura 12-4-1999 [AS 1999, 1747] ). Aunque sobre el fondo, el TS (sala de lo civil) en sentencias de 7-4-2003 (RJ 2003, 3003) y 9-7-2004 (RJ 2004, 5121) exige como presupuesto inexcusable para que los Sindicatos respondan por los daños causados por los abogados que concurra una relación jerárquica o de dependencia entre el Sindicato y que el Sindicato por sí mismo tenga un actuar culposo o negligente. No deduciéndose este comportamiento, cuando el sindicato se limita a encomendar la tarea solicitada por un afiliado a quien legal y técnicamente le corresponde desarrollarla por sus títulos académicos y su pertenencia a un Colegio de Abogados, aun cuando entre el abogado y Sindicato exista un vínculo laboral.

Si que procede imputar dicha responsabilidad cuando la conducta negligente o culposa es atribuible al asesor jurídico y a los propios servicios administrativos del sindicato ( SAP Madrid, 9-5-2008 [AC 2008, 1098] , o exclusivamente a estos

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últimos SAP Girona 18-9-2009 [AC 2009, 2022] y SAP Granada, 22-10-2003 [PROV 2003, 265809] ).

– La gestión de cooperativas de viviendas. En este supuesto, la gestión a través de una sociedad mercantil no exime de responsabilidad al sindicato, particularmente cuando éste tiene un control efectivo de la sociedad. Es el caso de la Cooperativa Promotora Social de Viviendas –PSV–, donde se declaró judicialmente la responsabilidad subsidiaria de la UGT por las responsabilidades generadas por la gestión de aquélla. El TC ha tenido ocasión de indicar en este supuesto que la extensión de la responsabilidad patrimonial subsidiaria al sindicato con afectación de sus bienes no le impide desarrollar su actividad sindical; no obstante, matiza que la imposición de un embargo como medida cautelar frente a posibles responsabilidades patrimoniales del sindicato puede suponer una violación del derecho de libertad sindical si materialmente conlleva la práctica paralización de la actividad del sindicato ( STC 27/1999, 8-3-1999 [RTC 1999, 27] ).

El orden jurisdiccional social es el competente para conocer de la responsabilidad de los sindicatos y organizaciones empresariales por infracción de normas de la rama social del Derecho [ art. 2.j) LPL].

En relación con la responsabilidad de los sindicatos, el art. 5 LOLS dispone una serie de reglas específicas para imputar la responsabilidad por determinados actos al sindicato, distinguiendo según se refiera a actuaciones de sus órganos estatutarios o de sus afiliados.

7.2. Límites a la responsabilidad del sindicato

7.2.1. Responsabilidad por actos orgánicos

El art. 5.1 LOLS viene a establecer una limitación de la responsabilidad del sindicato, al disponer que éstos «responderán por los actos o acuerdos adoptados por sus órganos estatutarios en la esfera de sus respectivas competencias». Estamos ante una norma que reproduce la regla general aplicada al conjunto de las asociaciones.

El sindicato asume la responsabilidad de sus órganos estatutarios siempre que éstos actúen dentro de las competencias que les atribuye los estatutos. En este sentido habrá que estar a las previsiones establecidas en los estatutos de la asociación.

Cabe plantearse si el art. 5.1 LOLS es aplicable a las irregularidades en el procedimiento de adopción del acuerdo. El TS ha establecido respecto de las asociaciones en general que no pueden ignorarse las obligaciones contraídas con terceros amparándose en cuestiones formales en la formación de la voluntad del órgano ( STS 23-5-1994 [RJ 1994, 3732] ). Por ello cabría extender la responsabilidad al sindicato para proteger la apariencia jurídica y los derechos de terceros de buena fe en el supuesto de generación de obligaciones mediante acuerdos afectados por irregularidades en la formación de la voluntad del órgano, particularmente cuando los requisitos procedimentales al respecto se remiten desde los estatutos al reglamento de funcionamiento interno.

Esta norma no supone diferencia sustancial de la responsabilidad del sindicato ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



con respecto a otro tipo de asociaciones, abarcando tanto la responsabilidad contractual (por incumplimiento de obligaciones contractuales, como actividades de compraventa, de solicitud de préstamos bancarios, etc.) como extracontractual (por daños ocasionados en una huelga convocada por el sindicato o por los daños ocasionados a un afiliado por una expulsión disciplinaria declarada ilegítima, por ejemplo).

En el caso de que el sindicato no asuma la responsabilidad por acuerdos o actos del órgano estatutario en aplicación del art. 5.1 LOLS, la responsabilidad se reclamará a los integrantes del órgano. Además, en supuestos de reclamación de responsabilidad al sindicato por acuerdos adoptados irregularmente desde un punto de vista procedimental, el sindicato posteriormente podrá dirigirse contra los integrantes del órgano por la responsabilidad asumida, y ello independientemente de que puedan aplicarse las sanciones previstas en el régimen disciplinario establecido en los estatutos.

7.2.2. Responsabilidad por actos de los trabajadores y entes afiliados

El art. 5.2 LOLS dispone que «el sindicato no responderá por actos individuales de sus afiliados». Estamos ante una regla sobre responsabilidad aplicable a las asociaciones en general. La asociación responde de los actos propios, no por los actos individuales de sus afiliados.

No obstante, establece dicho precepto dos excepciones:1) Cuando los actos individuales de sus afiliados tengan lugar «en el ejercicio

regular de las funciones representativas» ( art. 5.2 LOLS). Hemos de diferenciar aquí lo que son funciones atribuidas por cargo orgánico de las funciones representativas atribuidas al afiliado mediante mandato representativo reconocido por los órganos competentes. El ejercicio de funciones representativas del art. 5.2 LOLS se refiere al segundo supuesto. El primer supuesto, es decir, las funciones atribuidas al afiliado mediante representación orgánica, se insertan en el art. 5.1 LOLS.

Cabe referir al art. 5.2 LOLS dos supuestos:– Las actuaciones de las secciones sindicales de empresa y los delegados

sindicales. Nos referimos a instancias organizativas internas del sindicato en la empresa ( STC 61/1989, 3-4-1989 [RTC 1989, 61] ; STC 208/1993, 28-6-1993 [RTC 1993, 208] ), que los estatutos sindicales no incorporan dentro de la estructura orgánica del sindicato (si se considerasen órganos estatutarios se aplicaría el art. 5.1 LOLS). Estas instancias desarrollan las funciones representativas del sindicato en la empresa (negociación colectiva, huelga, conflictos colectivos) y trasladan al sindicato la responsabilidad que se genere por su actividad.

– La actuación o gestión mediante un mandato representativo con generación de obligaciones para el sindicato. Habrá que estar en este caso al contenido del documento que acredita la representación y sus límites, de la misma forma que hay que estar al apoderamiento en el supuesto del mandato civil. En este caso, en realidad, estamos ante una reiteración de reglas generales sobre responsabilidad de los mandatarios ( arts. 1.719 y ss. CC).

2) Cuando se pruebe que los afiliados «actuaban por cuenta del sindicato» ( art. 5.3 LOLS). Estamos ante supuestos donde el afiliado actúa siguiendo las

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consignas o en ejecución de acuerdos o decisiones del sindicato , derivándose de dicha actuación un daño o perjuicio para terceros. Normalmente se trata de supuestos de responsabilidad por actividades sindicales de los trabajadores afiliados dentro de la empresa (actividades como reuniones, huelgas, distribución de información o comunicados al margen del marco legal y con daños a la empresa). Se establece en este supuesto que el causante en última instancia del daño es el propio sindicato, por lo que es a él al que se atribuye la responsabilidad por sus consecuencias. Es necesaria la prueba de una relación causa-efecto entre el acuerdo sindical y la acción del afiliado.

Sobre la responsabilidad del sindicato por los daños derivados de huelga ilegal, pueden verse las SSTS 14-2-1990 (RJ 1990, 1088) y 3-4-1991 (RJ 1991, 3284) .

Un supuesto especial es el referido a la responsabilidad de los sindicatos en estructuras sindicales complejas. En principio, la regla a seguir es que cada asociación, federación o confederación dotada de personalidad jurídica propia es sujeto de derechos y de obligaciones, y por tanto cada una de ellas será responsable de los incumplimientos contractuales y de los daños que ocasionen las decisiones de sus órganos estatutarios y las actuaciones de los afiliados que actúan por cuenta del sindicato. No obstante, cabe interpretar que existe una comunicación de la responsabilidad de las asociaciones a las federaciones y uniones y de éstas a la confederación cuando es la organización superior la que adopta la decisión que es ejecutada por la organización inferior, o cuando la primera autoriza y respalda la acción o acuerdo de la segunda. La limitación de la responsabilidad de la confederación o federación establecida por éstas en sus estatutos no puede condicionar su responsabilidad de darse esta situación.

En la ( STSJ Canarias 21-3-1995 [AS 1995, 883] ) se establece, en un caso de responsabilidad por despido de un trabajador del sindicato, que cualquiera de las federaciones que integra la central sindical debe responder con su patrimonio de las deudas del sindicato, porque a efectos laborales actúa el sindicato como un grupo de empresas. Tratándose del sindicato como empleador y dándose una prestación de trabajo indiferenciada para diferentes estructuras dentro del sindicato se establece una obligación plural de la que responden solidariamente todas ellas.

7.2.3. Limitación de la responsabilidad en relación con las cuotas sindicales

«Las cuotas sindicales no podrán ser objeto de embargo» ( art. 5.3 LOLS). Por tales debe entenderse únicamente las aportaciones económicas de carácter periódico de los afiliados.

La inembargabilidad se extiende a las cuotas sindicales como débito del trabajador afiliado antes de su ingreso en el patrimonio del sindicato. De haber tenido lugar su incorporación al patrimonio sindical pueden ser objeto de embargo en cuanto parte de éste.

Sindicatos y asociaciones. Representatividad e implantación de sindicatos y asociaciones

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empresariales.DOC\2003\66

- . Concepto de representatividad

- . La representatividad de los sindicatos

- . La justificación de la representatividad sindical

- . Tipos de sindicatos representativos

- . Sindicatos más representativos

- . Los sindicatos más representativos estatales

- . Los sindicatos más representativos de Comunidad Autónoma

- . La «irradiación» de la representatividad a niveles sectoriales inferiores y dentro de la empresa

- . Sindicatos representativos

- . Requisitos y derechos

- . Los sindicatos representativos en la Función Pública

- . La audiencia electoral como criterio de determinación de la representatividad sindical

- . Concepto de audiencia electoral

- . La acreditación de la audiencia electoral para cada supuesto

- . El cómputo de los representantes de personal en supuestos de prórroga o cambio de afiliación sindical

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- . Derechos y funciones reconocidos a los sindicatos representativos

- . El derecho de participación institucional en actividades de organismos públicos

- . El derecho a la negociación colectiva

- . El derecho a promover elecciones a representantes de personal en la empresa

- . La participación en sistemas extrajudiciales de solución de conflictos

- . Derechos de los cargos electivos sindicales

- . El derecho al disfrute de permisos no retribuidos

- . El derecho de excedencia forzosa

- . Derecho de acceso al centro de trabajo para actividades sindicales

- . Sindicatos con implantación

- . Representatividad de las asociaciones empresariales

- . Normas que regulan y actividades a las que se extiende la representatividad patronal

- . Los criterios de determinación de las asociaciones patronales representativas

1. Concepto de representatividad

En los modelos de relaciones laborales caracterizados por el pluralismo organizativo existe el peligro de que la multiplicidad de sindicatos y asociaciones empresariales derive en una atomización de la acción representativa de estas organizaciones y en definitiva en una ineficaz representación y defensa de los intereses de trabajadores y empresarios. Para evitar esta situación el ordenamiento jurídico establece criterios que permiten identificar a organizaciones representativas del conjunto de los intereses colectivos de trabajadores y

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empresarios.A través de la representatividad sindical y patronal el ordenamiento jurídico hace

posible que determinados sindicatos y asociaciones empresariales desarrollen actividades en representación de un colectivo genérico de trabajadores o empresarios, dando lugar a efectos que van a incidir en la esfera jurídica de éstos en un ámbito laboral determinado, aun no estando afiliados a la asociación representativa.

Para el TC la representatividad se configura como una representación de intereses que atribuye un poder legal para incidir en la esfera de los trabajadores y empresarios individuales al margen de su voluntad, y que encuentra su plasmación en materias tan significativas como la participación institucional en organismos públicos o en la negociación colectiva ( STC 70/1982, 29-3-1982 [RTC 1982, 70] ; STC 50/1985, 29-3-1985 [RTC 1985, 50] ; STC 58/1985, 30-4-1985 [RTC 1985, 58] ).

En términos jurídicos, la representatividad se diferencia de la representación común en que no se trata de una representación de voluntades individuales, sino de una representación de intereses colectivos. La representatividad se articula, no sobre el mandato asociativo otorgado por los afiliados a su asociación, sino sobre el consenso de los representados dentro de una comunidad genéricamente delimitada. El ordenamiento jurídico determina los criterios que permiten identificar a los sindicatos y asociaciones empresariales representativos dentro de cada ámbito laboral.

2. La representatividad de los sindicatos

2.1. La justificación de la representatividad sindical

La representatividad se conecta a una política estatal de promoción del fenómeno sindical que se justificaría en el reconocimiento del art. 7 CE. Este precepto reconoce en el sindicalismo un papel de defensa y gestión de los derechos e intereses de los trabajadores y justifica una política estatal de atribución de funciones y derechos que favorezca la actividad sindical. En determinados supuestos, esta política requiere una atribución selectiva de los derechos y funciones centrada en los sindicatos representativos para evitar una atomización de la representación y un perjuicio para los intereses colectivos de los trabajadores(en materia de participación institucional, en materia de negociación colectiva o de acción sindical en la empresa) ( STC 184/1987, 18-11-1987 [RTC 1987, 184] ; STC 73/1984, 27-6-1984 [RTC 1984, 73] ; STC 61/1989, 3-3-1989 [RTC 1989, 61] ).

De esta manera, los sindicatos pueden ver reconocidos por los poderes públicos determinados derechos o facultades. Pero las diferencias que por este motivo introduzca el ordenamiento jurídico entre los sindicatos sólo se admiten con arreglo a criterios objetivos que aseguren que en la selección no se van a introducir diferenciaciones caprichosas o arbitrarias entre sindicatos, porque en este caso se violaría el principio de igualdad de trato entre sindicatos y el derecho de libertad sindical.

La atribución de derechos y funciones a los sindicatos representativos y la ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



diferenciación entre sindicatos por los poderes públicos se admite cuando se den dos condiciones: 1) cuando sea razonable y proporcionada al fin que se persigue con la diferenciación; 2) cuando los criterios que se empleen en la diferenciación sean criterios objetivos que eviten toda parcialidad en la selección de los sindicatos.

La discriminación entre sindicatos, y consecuentemente la violación del principio de igualdad del art. 14 CE y de la libertad sindical del art. 28.1 CE, se produce cuando la desigualdad está desprovista de una justificación objetiva y razonable, y esta justificación debe valorarse en relación con la finalidad pretendida y los efectos de la medida considerada, debiendo darse una relación razonable de proporcionalidad entre los medios empleados y la finalidad perseguida ( STC 20/1985, 14-2-1985 [RTC 1985, 20] ; STC 75/1992, 14-5-1992 [RTC 1992, 75] ; STC 228/1992, 14-12-1992 [RTC 1992, 228] ).

El TC ha considerado que el criterio de mayor representatividad es un criterio objetivo y razonable para establecer la participación de los representantes de los trabajadores en los organismos internacionales y realizar tareas de representación institucional ( STC 22-7-1982 [RTC 1982, 53] , para la intervención en la negociación colectiva de eficacia general ( STC 27-6-1984 [RTC 1984, 73] , o para la atribución de determinadas facultades como la posibilidad de promover elecciones sindicales ( STC 18-5-1993 [RTC 1993, 164] ), gozar del derecho de excedencia forzosa para los trabajadores que desempeñen cargos sindicales ( STC 3-10-1994 [RTC 1994, 263] ), o contar con delegados sindicales en determinadas condiciones ( STC 18-12-1995 [RTC 1995, 188] ). Por el contrario, se ha considerado que este criterio conculca la libertad sindical cuando se utiliza cono criterio exclusivo y excluyente para determinar el acceso de las centrales sindicales a unos subvenciones públicas cuya finalidad es susceptible de incardinarse dentro de los fines defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que la CE atribuye a todos los sindicatos sin exclusión, y ello porque este tipo de subvenciones tiene incidencia en el orden competitivo entre los sindicatos ( SSTS (cont. admva) 14-7-2005 [RJ 2005, 6609] y 3-10-2007 [RJ 2007, 7039] ).

2.2. Tipos de sindicatos representativos

El concepto y las funciones reconocidas a los sindicatos representativos se recogen en los arts. 6 y 7 de la LOLS.

2.2.1. Sindicatos más representativos

2.2.1.1. Los sindicatos más representativos estatales

De acuerdo con el art. 6.2 LOLS, son sindicatos más representativos estatales los sindicatos que disponen de un mínimo del 10% del total de representantes de los trabajadores en las empresas y en las Administraciones en el conjunto de ámbitos geográficos y funcionales del nivel estatal..

Tales requisitos exigen que el sindicato más representativo tenga un carácter intersectorial y sea de ámbito estatal. Se excluyen los sindicatos más representativos de nivel estatal pero sólo dentro de un ámbito funcional. En este

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sentido, la STCT 16-12-1986 establece que no se puede reconocer a USO el carácter de sindicato más representativo porque, en esa fecha, la prueba del requisito del 10% de audiencia se limita al sector de la enseñanza a nivel estatal (STCT 16-12-1986 [RTCT 1986, 14641] ).

Los sindicatos más representativos tienen reconocida una «singular posición jurídica» que se traduce básicamente en el disfrute de los derechos y funciones del art. 6.3 LOLS:

1) Derecho de participación institucional en organismos públicos estatales y de Comunidad Autónoma [ art. 6.3.a) LOLS].

2) Derecho a participar en la negociación colectiva y en la determinación de las condiciones de trabajo en las Administraciones públicas [ art. 6.3.b) y c) LOLS].

3) Derecho a participar en los sistemas no jurisdiccionales de solución de conflictos laborales [ art. 6.3.d) LOLS].

4) Derecho de convocatoria de elecciones a órganos de representación de los trabajadores en las empresas y en las Administraciones públicas [ art. 6.3.e] LOLS].

5] Derecho a obtener cesiones temporales del uso de inmuebles patrimoniales públicos (PSA) [ art. 6.3.f) LOLS].

El art. 6.3 LOLS establece una lista abierta de competencias que pueden ampliarse [ art. 6.3.g) LOLS]. Así, en otras normas de la LOLS (RCL 1985, 1980) y en otras leyes como la LPL (RCL 1995, 1144) se añaden derechos o facultades a los sindicatos más representativos:

1) Derecho de sus secciones sindicales de empresa a disponer de tablón de anuncios y un local ( art. 8.2 LOLS).

El TS se ha pronunciado frecuentemente sobre el alcance y limitaciones del derecho al uso de un local para actividades sindicales( SSTS 2-6-1997 [RJ 1997, 4617] y 3-2-1998 [RJ 1998, 1431] ), que no tiene por qué ser de uso exclusivo para las distintas representaciones presentes en la empresa ( SSTS 29-12-1994 [RJ 1994, 10521] y 24-9-1996 ( [RJ 1996, 6851] ; por su parte la STS 25-9-2000 [RJ 2000, 8343] introduce el criterio de proporcionalidad de los resultados electorales a efectos de reparto).

Y también existen ya numerosos pronunciamientos sobre los medios de comunicación de los que los representantes –unitarios y sindicales– de los trabajadores pueden disponer dentro de la empresa, sentando como criterio general que no se desprende del art. 28 CE el derecho a emplear un medio concreto de transmisión de información, o diferente del tablón de anuncios a que aluden las normas legales al respecto ( STS 29-12-1994RJ 1994, 10521 , referida además a trabajadores de la ONCE). Todo ello, claro está, salvo lo que se haya podido establecer en la negociación colectiva en relación con estos medios y las condiciones de uso de los mismos ( SSTS 13-10-1995 [RJ 1995, 7749] ; y 26-11-2001 [RJ 2002, 3270] , en relación con el uso del correo electrónico para difundir información sindical).

2) El derecho a permisos, excedencia forzosa y a entrar en los centros de trabajo de determinados cargos sindicales ( art. 9.1 LOLS).

3) El derecho a personarse como parte en los procesos de conflictos colectivos ( art. 153 LPL).

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4) El derecho de actuar como coadyuvante en los procesos de tutela de la libertad sindical ( art. 175.2 LPL).

La singular posición jurídica de los sindicatos más representativos estatales se concreta también en la «irradiación» de la representatividad hacia los niveles geográficos y funcionales inferiores.

Tienen reconocida la condición de sindicato más representativo estatal Comisiones Obreras(CC OO) y Unión General de Trabajadores(UGT).

2.2.1.2. Los sindicatos más representativos de Comunidad Autónoma

Deben disponer de los siguientes requisitos recogidos en el art. 7.1, párr. 1ºa) LOLS:

1) Un mínimo del 15% del total de los representantes de personal en las empresas y Administraciones públicas en el conjunto de ámbitos geográficos y funcionales de la Comunidad Autónoma.

Como puede verse se requiere un plus de audiencia con respecto a los sindicatos más representativos estatales (15% de audiencia en las Comunidades Autónomas, frente al 10% en el ámbito estatal). La justificación estaría en el distinto ámbito de apreciación de la representatividad y en que los sindicatos más representativos de cada Comunidad Autónoma van a desarrollar funciones en el nivel estatal (participación institucional y negociación colectiva).

2) Un mínimo de 1.500 representantes unitarios de las empresas y en los órganos de representación en las Administraciones públicas en el conjunto de la Comunidad Autónoma.

Este requisito, que no se exige a los sindicatos más representativos estatales, se justificaría por las diferentes poblaciones asalariadas de las Comunidades Autónomas; se trata de evitar agravios comparativos al representar el 15% diferentes niveles reales de representatividad ( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ). Aunque debe tenerse en cuenta que su cumplimiento puede plantear problemas en Comunidades (como La Rioja) con un número no elevado de representantes unitarios en las empresas.

3) Estos sindicatos más representativos de la Comunidad Autónoma no pueden estar federados o confederados a organizaciones de nivel estatal.

Con base en este requisito, la STS 15-11-1989 [RJ 1989, 8159) establece que la organización extremeña de la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) no puede ser reconocida como organización más representativa de la Comunidad de Extremadura a efectos de participación institucional por estar integrada en una organización de ámbito estatal.

En el nivel autonómico la representatividad exigida ha de proyectarse necesariamente sobre el ámbito de una Comunidad Autónoma, aunque la actuación se extienda a más de una, siempre que no se trate de una proyección territorial susceptible de considerarse de nivel o vocación estatal ( STS cont.-admva 1-12-2003 [RJ 2004, 302) )

Al igual que los sindicatos más representativos estatales, estos sindicatos acceden a una «singular posición jurídica» que se concreta en el ejercicio de los derechos y funciones del art. 6.3 LOLS:

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1) Dentro de la Comunidad Autónoma( arts. 6.3 y 7.1 párr. 2º LOLS):–Derecho de participación institucional en organismos de la Comunidad Autónoma

( art. 6.3.a) LOLS).–Derecho a participar en la negociación colectiva y en la determinación de las

condiciones de trabajo en las Administraciones públicas [ art. 6.3.b) y c) LOLS].–Derecho a participar en los sistemas no jurisdiccionales de solución de conflictos

laborales [ art. 6.3.d) LOLS].–Derecho de convocatoria de elecciones a órganos de representación de los

trabajadores en las empresas y en las Administraciones Públicas [ art. 6.3.e) LOLS].–Derecho a obtener cesiones temporales del uso de inmuebles patrimoniales

públicos [ art. 6.3.f) LOLS].2) En el nivel estatal pueden también:–Disponer de un derecho de participación institucional en organismos públicos

estatales ( art. 7.1, párr. 2º LOLS).–Ejercer el derecho a la negociación de convenios colectivos de nivel estatal ( art.

87.2 ET).Al igual que los sindicatos más representativos de ámbito estatal pueden acceder

a otros derechos y competencias establecidos legal o reglamentariamente [ art. 6.3.g) LOLS]. En particular, se les reconoce dentro de la Comunidad Autónoma:

–El derecho de sus secciones sindicales de empresa a disponer de tablón de anuncios y un local ( art. 8.2 LOLS).

–El derecho a permisos, excedencia forzosa y a entrar en los centros de trabajo de determinados cargos sindicales ( art. 9.1 LOLS).

–El derecho a personarse como parte en los procesos de conflictos colectivos ( art. 153 LPL).

–El derecho de actuar como coadyuvante en los procesos de tutela de la libertad sindical ( art. 175.2 LPL).

Los sindicatos más representativos de Comunidad Autónoma pueden proceder a la «irradiación» de la representatividad en los niveles inferiores al de la Comunidad Autónoma.

Téngase en cuenta que no es posible alterar ni legalmente ni por convenio colectivo los requisitos para ser calificado como sindicato más representativo.

Así, la STS 21-10-1999 declara nula la Orden de la Consejería de la Presidencia y Administración Pública de la Junta de Galicia de 30-9-1988 por alterar los requisitos del sindicato más representativo de Comunidad Autónoma a los efectos de la aplicación del art. 39.1 LOR a la constitución del Consejo Gallego de la Función Pública ( STS 28-9-1999 [RJ 1999, 6868] ; STS 21-10-1999 [RJ 1999, 7669] ).

Tienen reconocida la condición de sindicato más representativo de Comunidad AutónomaEuskal Langilen Alkartasuna/Solidaridad de Trabajadores Vascos (ELA-STV), en el País Vasco, y Converxencia Intersindical Galega/Convergencia Intersindical Gallega (CIG)en Galicia.

2.2.1.3. La «irradiación» de la representatividad a niveles sectoriales inferiores y dentro de la empresa

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En virtud de este criterio todo sindicato afiliado, federado o confederado a un sindicato más representativo estatal o de Comunidad Autónoma tiene reconocida en su ámbito concreto de actuación la condición de sindicato más representativo, y por ello puede ejercer, dentro de ese ámbito, los derechos y facultades reconocidos a los sindicatos más representativos en el art. 6.3 LOLS, sin necesidad de probar en su ámbito geográfico o funcional el nivel de audiencia electoral de que dispone [ arts. 6.2.b) y 7.1.b) LOLS].

Para el TC el fundamento de la irradiación está en «la potenciación de las organizaciones de amplia base territorial (estatal o comunitaria) y funcional (intersectorial), que asegure la presencia en cada concreto ámbito de actuación de los intereses generales de los trabajadores» ( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ).

Para que un sindicato pueda hacer valer la representatividad por «irradiación »debe probar su afiliación, federación o confederación con las organizaciones superiores más representativas ( STC 187/1987, 24-11-1987 [RTC 1987, 187] ; SAN 2-10-1999 [AS 1999, 4377] ), es decir, debe probar un vínculo organizativo con el sindicato estatal o de Comunidad Autónoma más representativo, que normalmente tiene lugar a través de los estatutos.

Existen escasos pronunciamientos de los Tribunales sobre esta materia, debido esencialmente al hecho de que no es frecuente en nuestro modelo de relaciones laborales el empleo de la «irradiación» por los sindicatos más representativos. El TS ha tenido ocasión de aplicar esta figura ante la pretensión de la Federación Estatal de Servicios Públicos de la UGT de negociar un convenio colectivo en el sector del espectáculo taurino, a pesar de la falta de representatividad del sindicato en ese ámbito sectorial (menos del 1%). Para el TS, la cualidad de sindicato más representativo le legitima para plantear un conflicto colectivo, al margen del grado de presencia que hubiese alcanzado en el ámbito del convenio; además, su consideración de sindicato más representativo a nivel estatal le otorga la capacidad de negociación del convenio al margen del grado de representatividad que ostente en el ámbito del convenio e incluso le posibilita la negociación del convenio en ausencia de otros sindicatos con representantes en el sector ( STS 4-6-1999 [RJ 1999, 5068] ). El alcance de esta STS debe ser matizado en el sentido de que por medio de la «irradiación» de la representatividad la UGT sólo puede reclamar su participación en la negociación, pero sin poder suscribir por sí misma un convenio, ya que la «irradiación» no es suficiente para dar por válidamente constituida la comisión negociadora del convenio.

En nuestro país los sindicatos pueden acceder al ejercicio de las facultades y derechos vinculados a la representatividad en cada ámbito, bien probando su representatividad, bien por medio de la irradiación. De todas formas, no debe sobrevalorarse el papel de la irradiación como vía para potenciar la incorporación de organizaciones sindicales en la confederación más representativa o como forma de facilitar a ésta el control de la actividad sindical en nuestro modelo de relaciones laborales. Es importante tener en cuenta que el grueso de las funciones y actividades sindicales recaen sobre todo en los sindicatos que prueben su representatividad en cada ámbito concreto, puesto que la mayor parte de los derechos se ejercen en proporción a la representatividad que se ostente en tal ámbito.

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Sirven de ejemplo los siguientes supuestos:–El derecho a disponer de delegado sindical, que depende esencialmente de la

representatividad que se ostente en la empresa ( art. 10 LOLS).Sobre las exigencias para ostentar derecho a nombrar delegado sindical por parte

de las secciones sindicales también se ha pronunciado el TS, particularmente en relación con la exigencia de presencia en el comité por parte del sindicato ( SSTS 15-2-1990 [RJ 1990, 1906] y 28-11-1997 [RJ 1997, 8919] ; y de un determinado umbral numérico –250 trabajadores– y su referencia a cada centro de trabajo ( SSTS 10-4-2001 [RJ 2001, 4901] ; 20-7-2000 [RJ 2000, 7190] y Auto 18-11-1999 [RJ 1999, 8524] ; sobre los efectos de la disminución del número de trabajadores sobre el derecho a designar delegado sindical, la STS 11-4-2001 [RJ 2001, 4911] ).

Y sobre la diferencia entre los delegados sindicales que lo son en sentido propio por reunir las condiciones que exige la LOLS (RCL 1985, 1980] , y los que no lo son por pertenecer a secciones sindicales de sindicatos que no reúnen los requisitos legales de implantación o representatividad, se han pronunciado, entre otras, las SSTS 25-1-2001 [RJ 2001, 2064] y 5-2-2001 [RJ 2001, 2143] , esta última sobre la negativa por parte del Ente Público AENA proporcionar al representante de CGT la información sobre planes de formación que se facilitaba a los sindicatos con presencia en la Coordinadora Sindical Estatal, y con referencia a la doctrina constitucional sobre la posibilidad de todo sindicato de nombrar representantes internos, pero con distinta condición y sin los derechos y atribuciones de los delegados sindicales ( SSTC 201/1999 [RTC 1999, 201] , 173/1992 [RTC 1992, 173] y 292/1993 [RTC 1993, 292] ).

En cuanto a los derechos y facultades de los delegados sindicales, en concreto respecto del alcance del derecho del delegado sindical a obtener información facilitada por la empresa, la STS 11-3-1999 [RJ 1999, 2912] declara que no es exigible que el empresario amplíe dicha información más allá de lo expresado por la ley. Mientras que la STS 20-4-1998 [RJ 1998, 3480] atribuye el referido derecho al propio delegado y no al sindicato de pertenencia. Y sobre el alcance y límites del derecho de libertad de información, en este caso de la difundida por el propio delegado sindical, se ocupa la STC 213/2002, 11-11-2002 [RTC 2002, 213] . La STS 6-6-1995 [RJ 1995, 4763] delimita las asambleas generales de trabajadores frente a las asambleas sindicales.

Por su parte, la STS 6-10-2001 [RJ 2002, 2018] deniega la existencia de un derecho del delegado sindical a asistir a las reuniones del Comité Intercentros. Y la STS 2-9-1997 [RJ 1997, 7675] les reconoce el derecho al ejercicio de acciones judiciales.

Y en materia de garantías la STC 229/2002, 9-12-2002 (RTC 2002, 229) atribuye al delegado sindical el derecho de opción entre la readmisión o la indemnización en caso de despido declarado improcedente, cuando el mismo ha sido precedido de la destitución del delegado sindical (dentro del año anterior), estableciendo así una diferencia entre la destitución del delegado sindical por su sindicato y la revocación del mandato de los representantes unitarios de los trabajadores, con base, entre otras razones, en la diferencia que existe entre ambos tipos de representaciones. La STS 11-6-1997 [RJ 1997, 5701] aborda el problema de las garantías de los delegados sindicales en el concreto ámbito de los establecimientos militares.

–La participación en las comisiones negociadoras de convenios. Aunque en ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



este caso la «irradiación» permite que un sindicato más representativo pueda participar en la comisión negociadora sin disponer de representatividad en el ámbito de negociación, hay que resaltar que el número de los puestos en la comisión es proporcional a la representatividad probada; de forma que los sindicatos que participan por «irradiación» de la representatividad tan sólo van a ostentar un puesto ( arts. 87 y 88 ET).

–En materia electoral se impide la convocatoria aislada de elecciones por un sindicato más representativo ( art. 67.1, párr. 3º ET). Y en el caso de concurrencia de convocatoria de elecciones prevalece la convocatoria del sindicato o sindicatos con mayor implantación en la empresa o centro de trabajo ( art. 67.2, párr. 3º ET).

2.2.2. Sindicatos representativos

2.2.2.1. Requisitos y derechos

Son aquellos sindicatos que en un ámbito geográfico y funcional específico distinto de los mencionados anteriormente alcancen una audiencia electoral mínima del 10% de los representantes de personal en las empresas o en la Administración. De manera que se puede ser sindicato representativo en el sector de la construcción o de la enseñanza privada a nivel estatal o para estos sectores pero sólo en la provincia de Barcelona o Sevilla.

Hay que tener en cuenta que la LOLS (RCL 1985, 1980) adapta los requisitos de representatividad cuando se trata de ejercer los derechos o facultades dentro de la empresa. Así, por ejemplo, el art. 8.2 LOLS reduce la exigencia de representatividad desde el 10% de representantes a la disposición de algún representante dentro de la representación unitaria.

Estos sindicatos representativos deberán probar en cada supuesto el nivel de representatividad disponible.

En principio, tales organizaciones cuentan con un campo más limitado defunciones y derechos. Tienen los siguientes derechos y funciones dentro de su ámbito de representatividad( arts. 6.3 y 7.2 LOLS):

–Derecho a participar en la negociación colectiva y en la determinación de las condiciones de trabajo en las Administraciones Públicas [ art. 6.3.b) y c) LOLS].

–Derecho a participar en los sistemas no jurisdiccionales de solución de conflictos laborales [ art. 6.3.d) LOLS].

–Derecho de convocatoria de elecciones a órganos de representación de los trabajadores en las empresas y en las Administraciones públicas [ art. 6.3.e) LOLS].

Además pueden acceder a otros posibles derechos [ art. 6.3.g) LOLS].El art. 7.2 LOLS no menciona dos derechos del art. 6.3 LOLS:–Derecho de participación institucional en organismos públicos [ art. 6.3.a) LOLS].–Derecho a obtener cesiones temporales del uso de inmuebles patrimoniales

públicos [ art. 6.3.f) LOLS].No obstante, el TC y la jurisprudencia ordinaria han llevado a cabo una

interpretación flexible de tales apartados del art. 6.3 LOLS, considerando que estos derechos no pueden ser disfrutados en exclusiva por los sindicatos más

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representativos.Hay que añadir que las facultades que puedan derivarse del art. 6.3.g) LOLS

deben también ser reconocidas a los sindicatos suficientemente representativos cuando se circunscriben a un ámbito geográfico y funcional determinado distinto del ámbito estatal o de Comunidad Autónoma e intersectorial. Así, la STSJ Valencia 21-4-1998 estima que el derecho reconocido a los sindicatos más representativos en el convenio colectivo de Telefónica para participar en tribunales de cobertura de vacantes encaja en el art. 6.3.g) y en consecuencia debe ser reconocido también al sindicato con implantación mínima en la provincia en que se constituya cada tribunal ( STSJ Valencia 21-4-1998 [AS 1998, 1702] ).

2.2.2.2. Los sindicatos representativos en la Función Pública

La LOLS (RCL 1985, 1980) viene a equiparar en sus aspectos esenciales los derechos de libertad sindical del ámbito privado y del ámbito público. El reconocimiento de una serie de derechos de libertad sindical y de instrumentos de actuación se realiza también en las Administraciones públicas a través de la técnica de la representatividad. Una regulación más detallada se encuentra en la Ley 9/1987 (RCL 1987, 1450) y en la Ley 7/1990 (RCL 1990, 1505) .

De acuerdo con esta legislación, el grueso de los derechos instrumentales a la actividad sindical se hace recaer en los sindicatos más representativos de ámbito estatal y de Comunidad Autónoma( arts. 6.2 y 7.1 LOLS), pero también se otorga un protagonismo relevante a los sindicatos representativos del ámbito específico de la Función Pública estatal, como es el caso de la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios.

En el ámbito de la Función Pública las facultades y derechos básicos de estos sindicatos son los siguientes:

–Los sindicatos más representativos de ámbito estatal y de Comunidad Autónoma tienen derecho a integrarse en las Mesas de negociación de las condiciones de trabajo para el conjunto de las Administraciones públicas, tienen derecho a participar en el Consejo General de la Función Pública y otros órganos de participación creados en el sector público, y tienen reconocidos una serie de instrumentos de acción sindical.

–Los sindicatos representativos del conjunto de la Administración estatal tienen prácticamente reconocidos los mismos derechos y funciones, pero circunscribiéndose al ámbito de la Administración estatal. Además, tienen reconocido el derecho a la «irradiación» de la representatividad en determinadas materias (así, por ejemplo, el art. 31.2 de la Ley 9/1987 la reconoce para la negociación colectiva).

No es pacífica en la jurisprudencia la cuestión de si esta singular posición jurídica de los sindicatos representativos del conjunto de la Función Pública estatal puede ser utilizada por éstos en el resto de Administraciones públicas. Así, la STS 24-7-1990 la reconoce a la CSIF en relación con la representación laboral o funcionarial en el conjunto de las Administraciones públicas ( STS 24-7-1990 [RJ 1990, 6346] ); la STSJ Andalucía 20-5-1992 excluye la irradiación de la representatividad de la CSIF para el ámbito de la Comunidad Autónoma (Servicio Andaluz de Salud) ( STSJ Andalucía 20-5-1992 [AS 1992, 6515] ).

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Sobre el problema de la atribución competencial para conocer los litigios relativos a la tutela de la libertad de la libertad sindical de los funcionarios públicos y del personal estatutario, la STS de 6-10-2001 (RJ 2002, 3743) ha distinguido entre la impugnación de los actos lesivos de dicho derecho, que corresponde al orden social de la jurisdicción, frente a la pretensión de la declaración de nulidad de un acuerdo alcanzado en el marco de la Ley 9/1987 (RCL 1987, 1450) , que sería de competencia del orden contencioso-administrativo. En ese caso se trataba de un pacto en materia de crédito horario y libertados sindicales, suscrito por el Servicio Andaluz de Salud y ciertas organizaciones sindicales con presencia en la Mesa Sectorial de Sanidad, sin participación del sindicato demandante, la Federación de Sanidad de Andalucía de CGT.

3. La audiencia electoral como criterio de determinación de la representatividad sindical

3.1. Concepto de audiencia electoral

La representatividad sindical se determina según la audiencia electoral ( arts. 6 y 7 LOLS), es decir, por el número de delegados de personal o miembros de comités de empresa y de órganos de representación en las Administraciones públicas obtenidos en las elecciones a tales órganos de representación. La normativa al respecto se contiene en el Título II ( arts. 61 y ss. ) del ET y en el RD 1844/1994 (RCL 1994, 2585) , para los delegados de personal y miembros de comité de empresa, y en la Ley 9/1987 (RCL 1987, 1450) para los delegados de personal y miembros de juntas de personal en el caso de representantes para los funcionarios.

En la jurisprudencia se subraya que el criterio de la audiencia electoral es el contenido en los arts. 6 y 7 LOLS: audiencia medida sobre el número de representantes elegidos en la candidatura del sindicato( STCT 7-9-1987 [RTCT 1987, 20186] ; STSJ Andalucía 11-6-1992 [AS 1992, 6531] ).

Nuestro modelo, a diferencia de los de nuestro entorno, optó con la LOLS (RCL 1985, 1980) por la audiencia electoral, medida por el número de representantes en las empresas, como único criterio de medición de la representatividad. Esta opción del sistema español se explica por la dificultad evidente para hacer entrar en juego criterios como la antigüedad o la experiencia del sindicato, la independencia o la actividad sindical (que son criterios empleados en otros países), también por la dificultad de aplicación del criterio de la afiliación, dada la baja afiliación sindical en España o sencillamente por la imposibilidad de conocer datos rigurosos al respecto.

El TC ha reiterado que independientemente de la conveniencia o acierto de la opción legal, el criterio de la audiencia electoral es un criterio objetivo y razonable, y por tanto que excluye estimaciones arbitrarias de la representatividad por los poderes públicos ( STC 53/1982, 22-7-1982 [RTC 1982, 53] ; STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ; STC 104/1987, 17-6-1987 [RTC 1987, 104] ).

Las elecciones a representantes unitarios en la empresa cumplen una doble función:1) sirven para elegir los representantes de los trabajadores en el centro de trabajo y en la empresa; 2) permiten determinar la representatividad de los sindicatos en nuestro modelo de relaciones laborales ( STC 7/1990, 18-1-1990 [RTC

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1990, 7] ).Por otro lado, en no pocos casos, la negociación colectiva a efectos del ejercicio

de derechos de acción sindical en la empresa valora la representatividad por la vía del criterio de la audiencia electoral o por el número de afiliados al sindicato en la empresa( STSJ Andalucía 12-4-1996 [AS 1996, 1396] ).

El TC ha tenido ocasión de pronunciarse sobre la utilización de la afiliación como criterio alternativo al de la audiencia sindical( STC 145/1999, 22-7-1999 [RTC 1999, 145] ). El TC estima que el criterio del número de afiliados del sindicato en la empresa, como forma de medir la implantación de los sindicatos, es un criterio objetivo y constitucionalmente válido, que requiere la aportación por el sindicato del número de afiliados en el ámbito correspondiente al ejercicio de la representatividad. Pero matiza que en el caso concreto del ámbito empresarial, en la medida en que puede conllevar cargas para el empresario (el derecho a un crédito horario de los delegados sindicales), se justifica la facultad empresarial de control de la realidad y vigencia de los datos aportados por el sindicato. Pero en este caso, debe respetarse la libertad ideológica del trabajador ( art. 16 CE), de forma que, cuando se utilice el criterio de la afiliación, la aportación de listas nominales de afiliados requiere de la autorización del trabajador individual, puesto que la revelación de la afiliación del trabajador es un derecho exclusivo y personal del trabajador, que deben respetar tanto el sindicato como la empresa ( STC 292/1993, 18-10-1993 [RTC 1993, 292] ). En este caso corresponde al sindicato en la empresa la aportación de otras fórmulas o mecanismos, que sin desvelar el nombre de sus afiliados, acrediten el grado de afiliación sindical en la empresa.

La introducción de este criterio de medición de la representatividad no puede afectar a los derechos reconocidos a los sindicatos representativos por la vía de la audiencia electoral en los términos reconocidos en la LOLS (RCL 1985, 1980) .

3.2. La acreditación de la audiencia electoral para cada supuesto

En la regulación de la ET (RCL 1995, 997) y de la LOLS (RCL 1985, 1980) anterior a 1994 el cómputo de la representatividad se fijaba para un período estable de cuatro años (así, se han celebrado elecciones sindicales sucesivamente en los años 1986, 1990, 1994; aunque en este último año ya se aplica la reforma). Lo que suponía que la representatividad «se congelase» por cuatro años. Con la reforma introducida por la Ley 11/1994 (RCL 1994, 1422) ( disp. adic. 1ª LOLS) se suprime el cómputo estable y la fijación institucional de la representatividad por cuatro años. De manera que la acreditación de la representatividad debe realizarse en el momento del ejercicio de la facultad concreta vinculada a la representatividad. Tal acreditación debe formalizarse mediante una certificación sobre los datos de representatividad.

La expedición de certificaciones corresponde a la Oficina Pública. La certificación acreditativa de la representatividad para actividades que exceden el ámbito de la Comunidad Autónoma corresponde a la Oficina Pública Estatal (adscrita a la Dirección General de Trabajo del MTAS), donde se centraliza la información sobre resultados electorales del conjunto del Estado que deben remitir las Oficinas Provinciales o las Oficinas de Comunidad Autónoma con la competencia transferida ( arts. 22 y 27.2 RD 1844/1994). En los niveles provinciales

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corresponde a las Oficinas Públicas Provinciales ( art. 23 RD 1844/1994). En las Comunidades Autónomas con la competencia transferida serán las Oficinas Públicas autonómicas las que expidan las certificaciones dentro del ámbito de la Comunidad Autónoma.

En relación con el momento de acreditación de la representatividad, distinguimos dos supuestos básicos:

1) En el supuesto específico de participación institucional en organismos públicos debe darse la acreditación en el momento de constitución del órgano o renovación de sus miembros; si no existe previsión al respecto se procederá a la renovación de los miembros representantes de los sindicatos representativos en el mes de enero y por un período de tres años ( disp. transit. 3ª Ley 11/1994 hace entrar en juego esta regla en enero de 1995).

2) En materia de negociación colectiva debe acreditarse la representatividad que se ostenta en el momento de constitución de la comisión negociadora del convenio ( STS 7-6-1996 [RJ 1996, 5000] ; STS 7-7-1997 [RJ 1997, 6251] ).

Este cómputo dinámico de la representatividad tiene como ventaja el que permite una actualización permanente de la representatividad. Aunque también conlleva el riesgo de un potencial cuestionamiento permanente de la representatividad de cada sindicato.

3.3. El cómputo de los representantes de personal en supuestos de prórroga o cambio de afiliación sindical

Los delegados de personal y miembros de comité con mandato prorrogado no se computan a efectos de la fijación de la representatividad ( disp. adic. 4ª LOLS).

Los representantes pueden concurrir a las elecciones bajo determinadas siglas sindicales, de forma que la atribución de resultados lo es necesariamente al sindicato cuyas siglas amparó la candidatura dentro de la que iba el representante elegido. En el caso de coaliciones de sindicatos, los resultados electorales se reconocen a la coalición. Las divisiones o escisiones de la organización no afectan a la representatividad, de forma que los sindicatos escindidos de la organización (desafiliación o desfederación) o de la coalición electoral no podrán beneficiarse de los resultados de éstas.

Así, la ( STS 26-10-1999 [RJ 1999, 7498] ) rechaza la pretensión de CSIT-Unión Profesional reclamando la representatividad obtenida en elecciones bajo las siglas de CSI-CSIF en el ámbito de una entidad bancaria. Por su parte, la STS ( STS 22-9-1999 [RJ 1999, 9097] ) rechaza la pretensión de la Confederación de Sindicatos Independientes de Cajas de Ahorro porque concurrió a las elecciones bajo las siglas de CSI-CSIF, por lo que los resultados electorales son atribuidos a esta última, sin que afecte a la atribución de resultados el hecho de que posteriormente la CSICA se separe de la CSI-CSIF .

Por su parte, la STS de 3-10-2001 [RJ 2001, 8980] aclara que no tiene repercusión sobre la inicial atribución de un determinado nivel de representatividad el hecho de que se produzcan coaliciones posteriores.

En caso de integración o fusión entre sindicatos, cuando en un sindicato se produzca la integración o fusión de otro u otros sindicatos, con extinción de la

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personalidad jurídica de éstos, subrogándose aquél en todos los derechos y obligaciones de los integrados, los resultados electorales de los que se integran serán atribuidos al que acepta la integración ( art. 12.4 RD 1844/1994).

Aparte de estos fenómenos, es posible el cambio de afiliación sindical de los representantes unitarios durante su mandato como representantes. En ese caso la cuestión consiste en determinar si ese cambio de militancia sindical incide en la representatividad de los sindicatos afectados.

Los problemas que pueden conllevar los cambios de representantes son significativos. Pueden plantear por ejemplo problemas en aquellos supuestos donde el ejercicio del derecho está en función de que se disponga de representantes elegidos (y del número de éstos): el nombramiento de delegados sindicales, el cumplimiento de los requisitos de legitimación simple del sindicato en la negociación colectiva o para la composición de comisión negociadora del convenio o de comisiones internas dentro del comité de empresa.

En el actual régimen jurídico, el art. 12.3 RD 1844/1994 dispone que el cambio de afiliación sindical del representante no altera la atribución de resultados electorales. Por ello, a efectos de ejercer derechos vinculados al disfrute de representatividad en terrenos como convocatorias de futuras elecciones en el seno de la empresa, de negociación colectiva, de acción sindical en la empresa y de participación institucional, el cambio de afiliación sindical no produce efectos en la representatividad de los sindicatos y el representante que cambia de sindicato seguirá computándose, durante todo su mandato, como perteneciente al sindicato bajo cuyas siglas concurrió a las elecciones a representantes ( STSJ Murcia 4-4-1997 [AS 1997, 1306] ).

En aplicación del art. 12.3 del RD 1844/1994, y a efectos del cómputo de representatividad disponible por el sindicato, hemos de considerar las siguientes reglas:

1) Sólo se cuantifican los representantes electos procedentes de la candidatura presentada a elecciones bajo las siglas del sindicato; no se computan representantes que cambian de afiliación sindical( STS 17-10-1994 [RJ 1994, 8053] ; STS 22-9-1999 [RJ 1999, 9097] ).

2) No se computan los representantes independientes que se afilian por primera vez a un sindicato de nueva creación ( STS 6-6-1997 [RJ 1997, 5179] ).

3) Los cambios de afiliación sindical de los representantes de los comités de empresa no se tienen en cuenta a la hora de fijar el número de representantes que corresponde a cada candidatura sindical en el Comité Intercentros( STS 7-6-1999 [RJ 1999, 5788] .

4) En la negociación de convenios colectivos los niveles de representatividad deben probarse en el momento de la constitución del convenio, pero atribuyendo los resultados mediante la aplicación del art. 12.3 y 4 del RD 1844/1994 ( SAN 16-6-1998 [AS 1998, 3005] ).

5) No se computan los cambios a efectos del nombramiento de delegados sindicales( STS 21-10-1997 [RJ 1997, 9154] ; STS 7-7-1999 [RJ 1999, 5788] ; STSJ Valencia 20-10-1998 [AS 1998, 3983] ).

Para el TS la finalidad que persigue el art. 12.3 del RD 1844/1994 es que la atribución de la representatividad por el resultado de las elecciones no se altere por

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cambios derivados de las decisiones individuales sobre la afiliación, con la finalidad de que se garantice la estabilidad de los niveles de representatividad; y ello es aplicable tanto a los supuestos de alteración de una afiliación sindical previa como a aquellos en que lo que se produce es un cambio desde la no afiliación a la afiliación ( STS 17-10-1994 [RJ 1994, 8053] ; STS 21-10-1997 [RJ 1997, 9154] 3-10-2001 [RJ 2001, 8990] ]).

El cambio de afiliación sindical del representante no afecta a su mandato representativo de cara a los trabajadores de la empresa o centro de trabajo representados ( art. 67.3 ET). En algún supuesto la jurisprudencia admite la extinción del mandato cuando éste viene fijado en el reglamento interno del comité o cuando se pacta en convenio colectivo ( STS 26-12-1989 [RJ 1989, 9268] ). Es posible la revocación del mandato ( art. 67.3 ET), aunque esta solución corresponde a los trabajadores mediante asamblea y no al sindicato al que pertenecía el representante ( STSJ Murcia 4-4-1997 [AS 1997, 1306] ; STSJ Andalucía 4-12-1998 [AS 1998, 4742] ).

4. Derechos y funciones reconocidos a los sindicatos representativos

En términos generales podemos decir que la LOLS (RCL 1985, 1980) fija unos derechos, competencias y facultades en los arts. 6.3 , 8 , 9 y 10 LOLS cuyos titulares son los sindicatos más representativos y representativos. Conviene advertir de que por vía legal, reglamentaria o por convenios colectivos es posible aumentar los derechos y facultades, pero exigiendo mayores requisitos de representatividad (sindicatos más representativos) o mediante la medición de la representatividad con criterios alternativos (núm. de afiliados), pero ello no puede suponer en ningún caso limitaciones u obstáculos al disfrute de los derechos en los términos reconocidos en la LOLS (RCL 1985, 1980) .

4.1. El derecho de participación institucional en actividades de organismos públicos

La participación institucional en organismos públicos se configura como parte del contenido adicional de la libertad sindical. Es un derecho de creación legal que sólo se puede hacer valer allí donde el legislador lo ha previsto y en los términos fijados por el legislador ( STC 39/1986, 31-3-1986 [RTC 1986, 39] ; STC 184/1987, 18-11-1987 [RTC 1987, 184] ).

El art. 6.3.a) LOLS reserva dicho derecho a los sindicatos más representativos. Su fundamento se encuentra en diferentes argumentos. En primer lugar, porque la garantía de la eficacia en la representación de intereses quedaría en entredicho de imponerse el derecho de participación de todos los sindicatos; en segundo lugar, porque la limitación del número de intervinientes es necesaria para hacer posible la operatividad del órgano administrativo; finalmente porque la capacidad de aunar intereses de diversos sectores y ámbitos geográficos aconseja centrar la representación en los sindicatos más representativos cuanto más elevado es el nivel del organismo público en el que se participa.

Son numerosos los organismos públicos estatales y de Comunidad Autónoma que tienen prevista la participación de los sindicatos más representativos, como los Consejos Económicos y Sociales, Consejos de Relaciones Laborales en las

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Comunidades Autónomas, organismos de Seguridad Social (Consejos Generales y Comisiones provinciales del INSS, INSALUD o de los organismos públicos sanitarios de las Comunidades Autónomas), de empleo (INEM), MUFACE, Consejos Sociales de Universidades, Consejos Escolares del Estado y de Comunidad Autónoma, etc.

Entre las normas autonómicas que regulan la participación institucional de los sindicatos y organizaciones empresariales en sus respectivos ámbitos pueden citarse la Ley 3/2003, 13-3-2003 (LEXT 2003, 69) , de participación institucional de los Agentes Sociales de Extremadura , Ley 17/2008, de 29-12-2008 (LG 2009, 27) , de participación institucional de las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de Galicia ; Ley 8/2008, de 16-10-2008 (LCyL 2008, 480) , de Creación del Consejo del Diálogo Social y Regulación de la Participación Institucional, de Castilla y León ; Ley 4/2009, de 1 diciembre (LCTB 2009, 293) , de Participación Institucional de los Agentes Sociales de Cantabria.

Existe una abundante jurisprudencia sobre esta materia que ha servido para matizar el alcance del contenido del derecho del art. 6.3.a) LOLS. Los criterios jurisprudenciales de aplicación de la representatividad en materia de participación institucional son los siguientes:

1) Los sindicatos más representativos no pueden ser excluidos de organismos públicos estatales o de Comunidad Autónoma que tengan prevista la participación institucional de los sindicatos, aunque se trate de un ámbito concreto dentro de la Administración estatal o de la Comunidad Autónoma. La ( STS 17-10-1997 [RJ 1997, 7778] ) declara nulo el precepto del Decreto del Consejo Ejecutivo de la Generalitat de Cataluña que reserva la participación institucional en los Consejos Escolares Territoriales a los sindicatos del territorio, lo que supone una restricción no admitida por la LOLS (RCL 1985, 1980) .

2) Debe tratarse de una representación institucional dentro de la estructura organizativa de la Administración pública.

Las actividades que se sitúan fuera de la estructura organizativa de la Administración pública no pueden ser catalogadas como supuestos de representación institucional del art. 6.3.a) LOLS.

Según la doctrina del TC, quedan al margen del derecho de participación institucional las comisiones creadas en el marco de la concertación social entre sindicatos, patronal y gobiernos estatales, autonómicos o locales. La creación de estructuras o comisiones para desarrollar los acuerdos de política laboral al efecto pueden quedar circunscritas a los firmantes de los pactos o acuerdos, sin que sea obligado integrar en ella a los sindicatos más representativos con derecho de participación institucional, ya que no estaríamos hablando de una actividad dentro del marco orgánico de la Administración. La STC 9/1986 excluye como supuesto de participación institucional la participación en comisiones de control y seguimiento de planes de reconversión por no formar parte tales comisiones de la estructura institucional del Estado ( STC 9/1986, 21-1-1986 [RTC 1986, 9] ). Igualmente, la STC 39/1986 establece que la integración de una representación gubernamental en las comisiones de control y desarrollo del Acuerdo Económico y Social de 1984 no otorga carácter público a tales comisiones ( STC 39/1986, 31-3-1986 [RTC 1986, 39] ).

Es conveniente puntualizar no obstante que la doctrina de los Tribunales ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



ordinarios no es plenamente coincidente con los postulados de la jurisprudencia constitucional. Se percibe un alejamiento de esta doctrina del TC al constatarse una propensión de la jurisdicción ordinaria a calificar como supuestos de participación institucional los pactos entre sindicatos, patronal y Administración que pueden catalogarse de forma genérica como supuestos de concertación social. De esta forma se califica como supuesto de participación institucional reservada a los sindicatos más representativos el Plan para el Empleo y la Reactivación Económica de La Rioja ( STS 19-6-1998 [RJ 1998, 5913] ) o el Pacto por la Educación en Andalucía ( STS 18-4-2000 [RJ 2000, 3971] ); en la STSJ Andalucía 15-7-1999 se indica que, «pese a que la Ley no habla expresamente de ella, la concertación puede catalogarse como una de las manifestaciones de la representación institucional que, según el art. 6.3 LOLS y la disp. adic. 6ª ET, ostentan las organizaciones sindicales y empresariales más representativas ante las Administraciones Públicas» ( STSJ Andalucía 15-7-1999 [AS 1999, 2683] ). La conclusión desde la jurisdicción ordinaria es que no puede excluirse a ningún sindicato más representativo de las actividades de concertación social.

El TS ha contribuido asimismo a delimitar con claridad las actividades de participación institucional y de negociación colectiva, lo que ofrece mayor dificultad cuando tales actividades han de desarrollarse en el ámbito de una Administración Pública. Los criterios de diferenciación son, en primer lugar, el carácter y función de cada una de ellas. Y así, mientras que la participación institucional se traduce en la defensa de intereses generales ante los poderes públicos, la negociación colectiva persigue la defensa de intereses específicos de trabajadores de un sector o empresa. Por otro lado, el instrumento de regulación también es diverso, ya que la primera, incardinada en la previsión contenida en el art. 129.1 CE, está afectada por una reserva de ley, lo que no ocurre con la segunda ( STS 22-5-2001 [RJ 2001, 5477] ).

Abundando en esa diferencia, se califica como participación institucional, y no como ejercicio del derecho a la negociación colectiva, la firma de un acuerdo meramente programático con la Administración Pública ( STS 18-4-2000 [RJ 2000, 3971] ).

En determinados supuestos las comisiones creadas dentro de la concertación social pueden tener naturaleza de participación institucional y en ese caso no es admisible la exclusión de un sindicato representativo en un órgano de participación institucional por el hecho de que dicho sindicato no haya firmado el pacto o acuerdo que sirve de base a la creación de la participación institucional. La problemática aquí se centra en la naturaleza de las comisiones de trabajo creadas en el ámbito de los pactos o acuerdos. Para la jurisprudencia estamos ante un supuesto de participación institucional cuando las funciones potencialmente atribuidas a las comisiones de seguimiento, de control, de vigilancia, etc., de los pactos exceden la tarea de gestión y de control del desarrollo del acuerdo y de sus resultados, e implica una labor de consulta y de participación en decisiones con relevancia pública ( STS 19-1-2000 [RJ 2000, 268] ). Si los acuerdos o pactos entre la Administración Pública y determinados sindicatos se traducen en la creación de órganos públicos, capaces de participar en informes o decisiones administrativas, debe garantizarse el derecho de participación institucional de los sindicatos representativos ( STS 10-5-1990 [RJ 1990, 4047] ; STS 29-5-1990 [RJ 1990, 4134] ; SAN 30-6-1998 [AS 1998, 5540] ).

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3) Aunque la literalidad del art. 7.2 un ámbito concreto no quedan excluidos del derecho de participación institucional en organismos públicos estatales y de CC.AA. recogido en el art. 6.3.a) LOLS ( STS 11-3-1995 [RJ 1995, 4108] ; STS 9-12-1998 [RJ 1998, 10279] ).

Se pueden adaptar los criterios de representatividad en función del ámbito geográfico y sectorial de actividad. En principio, la LOLS (RCL 1985, 1980) se limita a establecer la capacidad representativa de los sindicatos más representativos a nivel nacional o de Comunidad Autónoma, y no impide que las Comunidades Autónomas, en el ejercicio de su competencia de organización, integren además en sus propios órganos a otros sindicatos que no tengan esta consideración legal ( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ). El TC ha resaltado que el criterio de la representatividad debe guardar adecuación con las funciones y ámbito del órgano en que se va a llevar a efecto la representación sindical. Aunque es legítima la pretensión legislativa de potenciar la participación institucional de los sindicatos más representativos, no se puede concluir que en ámbitos concretos sólo puede tener presencia exclusiva la organización de más amplia base, pues de lo que se trata es de garantizar la presencia de éstas sin impedir la de otras de suficiente representatividad en ese ámbito concreto ( STC 184/1987, 18-11-1987 [RTC 1987, 184] ).

La STSJ Aragón 19-7-2000, en un supuesto de participación sindical en Comisiones Provinciales de Conciertos Educativos, concluye en el caso de la Comisión Provincial de Zaragoza que «la representatividad que debe tenerse en cuenta en cuanto a la participación sindical en esta Comisión Provincial no puede ser otra que la obtenida en los centros de enseñanza privada (...) radicados en esta provincia» ( STSJ Aragón 19-7-2000 [AS 2000, 2436] ).

Recuérdese que las Administraciones Públicas establecen partidas presupuestarias para compensar económicamente la participación institucional de los sindicatos, lo que beneficia especialmente a los sindicatos más representativos.

4.2. El derecho a la negociación colectiva

Se reconoce el derecho a participar en la negociación colectiva «en los términos previstos en el Estatuto de los Trabajadores» [ art. 6.3.b) LOLS]. La participación en la negociación de convenios colectivos del Título III arts. 82 y ss. del ET se reconoce a los sindicatos más representativos y representativos de los arts. 6 y 7 LOLS en sus respectivos niveles en los términos fijados en el art. 87 ET.

Los sindicatos participan en la negociación colectiva dentro de cada unidad de negociación con un número de puestos dentro de la comisión negociadora proporcional a la representatividad que ostentan en el ámbito de la negociación. Los sindicatos más representativos cuando intervienen por «irradiación» tienen derecho a participar con un representante.

El juego del criterio de la representatividad sindical y del derecho a la negociación colectiva ha dado lugar a infinidad de problemas, con resultado diverso en cuanto a la existencia de lesiones del derecho a la libertad sindical, que pueden sintetizarse de la siguiente forma:

a) Constituyen lesiones de la libertad sindical las siguientes prácticas:–La negativa o el rechazo a que un sindicato más representativo o

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suficientemente representativo participe en un proceso de negociación ( STS 19-9-2000 [RJ 2000, 8210] ; y STS 8-6-2001 [RJ 2001, 5503] ).

–La exclusión de las comisiones creadas por el propio convenio que tengan atribuidas por delegación competencias negociadoras, incluso tratándose de un sindicato no firmante del convenio, siempre que tenga representatividad y legitimación suficiente para negociar en el ámbito de que se trate ( SSTS 28-1-2000 [RJ 2000, 1320] ; 29-1-2004 [RJ 2004, 958] y STS 10-6-2009 (RJ 2009, 6055] ).

–La atribución de ventajas o la reserva de derechos a ciertos sindicatos o a sus afiliados, prevista o establecida en convenio colectivo ( STS 23-11-1993 [RJ 1993, 8933] , en relación con la reserva del derecho a participar en futuras negociaciones; y STS 18-1-1995 [RJ 1995, 357] , incluso referido a los sindicatos más representativos, según qué atribuciones o facultades, y en qué condiciones).

–La negociación individualizada «en masa» como mecanismo de vaciamiento del contenido del derecho a la negociación colectiva ( SSTC 225/2001 [RTC 2001, 225] , 105/1992 [RTC 1992, 105] y 238/2005 [RTC 2005, 238] ).

No son, por el contrario, conductas lesivas de la libertad sindical:–La negativa a negociar a sindicato sin la suficiente representatividad y

legitimación ( STS 20-6-2001 [RJ 2001, 6326] )( STS 6-5-2004 [RJ 2004, 4396] ).–La negativa a que participen sindicatos –incluso más representativos o

suficientemente representativos en el ámbito de que se trate– no firmantes de un convenio o cualquier otro tipo de pacto o acuerdo, en comisiones creadas por éstos, y que tengan encomendadas funciones de mera interpretación, aplicación, administración o seguimiento de lo pactado ( STS 13-3-2002 [RJ 2002, 5143] , STS 19-10-2004 [RJ 2004, 7153] ) con referencia a doctrina constitucional y jurisprudencia precedente; STS 29-01-2004 [RJ 2004, 958] ; STS 15-4-2002 [RJ 2002, 5325] y STS 9-5-2001 [RJ 2001, 5201] ).

–La retirada o negativa voluntaria de las negociaciones por parte del sindicato ( STS 23-5-2000 [RJ 2000, 5521] ).

–La falta de convocatoria a una reunión meramente consultiva y previa a la negociación ( STS 14-6-2001 [RJ 2001, 6304] ).

–La retirada de un sindicato más representativo de la negociación de un convenio extraestatutario ( STS 1-3-2001 [RJ 2001, 2829] ).

–La adhesión a un pacto o convenio extraestatutario de trabajadores no afiliados a la organización firmante o de trabajadores afiliados a otras organizaciones ( STS 10-6-1998 [RJ 1998, 4105] ).

4.3. El derecho a promover elecciones a representantes de personal en la empresa

Se reconoce el derecho a «promover elecciones para delegados de personal y comités de empresa y órganos correspondientes de las Administraciones públicas» [ art. 6.3.e) LOLS].

Debemos diferenciar este derecho del derecho de presentación de candidaturas en dichas elecciones. Este segundo derecho se reconoce a todo sindicato como contenido esencial de la libertad sindical[ art. 2.2.d) LOLS], mientras que el derecho de convocatoria de elecciones forma parte, no del

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contenido esencial, sino del contenido adicional de libertad sindical( STC 51/1988, 22-3-1988 [RTC 1988, 51] ; STC 164/1993, 18-5-1993 [RTC 1993, 164] y STS 28-12-1998 [RJ 1999, 388) .

El derecho es reconocido por el art. 67 ET a los sindicatos más representativos estatales, los sindicatos más representativos de CC AA y los sindicatos con el mínimo del 10% de representatividad en la empresa, aunque cabe interpretar que en este último supuesto el requisito de representatividad se está refiriendo realmente a la unidad electoral, o sea, el centro de trabajo, ya que el legislador sitúa la unidad electoral en el centro de trabajo ( arts. 67.1, párr. 2º y 67.2, párr. 3º , 69.2 y 3 , 75.1 y 76.5 ET).

La legitimación de las organizaciones sindicales más representativas para la promoción de elecciones sindicales alcanza a la promoción de elecciones para delegados de personal en empresas o centros de trabajo entre seis y diez trabajadores, sin perjuicio de la facultad que a estos trabajadores les otorga el art. 62.1 del ET ( STS 10-3-2004 [RJ 2004, 2595] )

La STC 14-3-2005 [RTC 2005, 60] , declara que se vulneró el derecho a la libertad sindical cuando la decisión por votación mayoritaria de los operarios de centro de trabajo de diez personas, con resultado positivo para el candidato propuesto, no es tenida en cuenta por la Sentencia que declara su nulidad excluyendo la capacidad de promoción electoral atribuida a los sindicatos más representativos.

En caso de concurrencia de promociones para una misma empresa o centro de trabajo ( art. 67.2, párr. 3º ET) prima la primera convocatoria registrada; no obstante, en los centros o empresas donde haya comité prevalece en todo caso la convocatoria del sindicato o sindicatos con mayoría de representantes en la unidad electoral.

El art. 67.1, párr. 3º ET contempla también la posibilidad de preavisos generalizados, caracterizados por constituir una convocatoria de elecciones para uno o varios ámbitos geográficos y funcionales. Se requiere el acuerdo mayoritario de los sindicatos más representativos y sindicatos representativos en ese ámbito, debiendo los convocantes superar una representatividad mínima superior al 50% de representantes unitarios del ámbito de convocatoria.

Para poder ejercitar este derecho de convocatoria de elecciones, los sindicatos más representativos y representativos se establece el acceso a los registros sobre empresas de las Administraciones públicas. La información que ofrecen estos registros se refieren al nombre o razón social de la empresa, clasificación nacional de actividades económicas, código de cuenta de cotización y número de trabajadores. Puede solicitarse anualmente al MTAS (Tesorería General de la Seguridad Social o Direcciones Provinciales de la misma si se limita al ámbito local o provincial) ( art. 3 RD 1844/1994).

4.4. La participación en sistemas extrajudiciales de solución de conflictos

El art. 6.3.d) LOLS establece el derecho de los sindicatos más representativos a «participar en los sistemas no jurisdiccionales de solución de conflictos de trabajo» [ art. 6.3.d) LOLS].

Actualmente, dichos sistemas no jurisdiccionales de solución de conflictos se formalizan a través de acuerdos sobre materias concretas previstos en el art.

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83.3 ET. Por ello se estima que los sindicatos que no tienen la condición de sindicato más representativo estatal y de Comunidad Autónoma no pueden exigir su participación en el acuerdo, ni posteriormente en las comisiones de puesta en marcha del acuerdo o en la designación de árbitros previstos en él.

El TS observa que los acuerdos colectivos sobre esta materia formalizados por la vía del art. 83.2 y 3 ET están reservados a los sindicatos más representativos estatales y de Comunidad Autónoma; no puede aplicarse el art. 7.2 LOLS, y por ello no puede reconocerse el derecho a participar en su negociación a los sindicatos suficientemente representativos en un ámbito concreto. Por consiguiente, la LOLS únicamente otorga el derecho a participar en los sistemas no jurisdiccionales de solución de conflictos de trabajo a los sindicatos más representativos estatales y de Comunidad Autónoma ( STS 30-1-1999 [RJ 1999, 1118] ; STS 22-9-1998 [RJ 1998, 7422] referida al Acuerdo para la Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales –ASEC–; STS 9-7-1998 [RJ 1998, 6260 ] utiliza esta argumentación para rechazar la pretensión de USO de participar en el Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales en la Región de Murcia).

Según esta doctrina del TS, el hecho de que en la firma del acuerdo participe la Administración pública no altera su naturaleza de acuerdo colectivo cuando la intervención pública tiene la función de servir de garante en la aplicación del acuerdo. Es decir, que la incorporación de la Administración al acuerdo no transforma la actividad en un supuesto de participación institucional en actividades de la Administración a la que deba aplicarse el art. 6.3.a) LOLS.

Esta doctrina es no obstante discutible, porque en definitiva cierra toda posibilidad de ejercicio del derecho del art. 6.3.d) LOLS a los sindicatos representativos en ámbitos específicos. En sentido opuesto a esta doctrina se manifiesta la STS 19-6-1998; en el supuesto de hecho se impugna por la USO el Plan para el Empleo y la Reactivación Económica de La Rioja de 19993, donde se contiene un acuerdo de creación del Tribunal Laboral de Conciliación, Mediación y Arbitraje ( STS 19-6-1998 [RJ 1998, 5913] ).

4.5. Derechos de los cargos electivos sindicales

El art. 9.1 LOLS establece una serie de derechos cuyos titulares son «quienes ostenten cargos electivos a nivel provincial, autonómico o estatal, de las organizaciones más representativas» ( art. 9.1 LOLS). Por cargo electivo sindical hemos de entender quien desarrolla una función representativa en un órgano del sindicato para cuyo desempeño se recibe mandato mediante votación mayoritaria de acuerdo con los estatutos sindicales ( STS 25-10-1999 [RJ 1999, 8405] ).

Tales cargos sindicales tienen reconocidos los siguientes derechos:

4.5.1. El derecho al disfrute de permisos no retribuidos

El disfrute de este derecho debe estar relacionado con «el desarrollo de las funciones propias de su cargo». Su uso puede ser limitado en función de las necesidades del proceso productivo, siempre que sea de común acuerdo entre la empresa y el cargo sindical. Por su carácter no retribuido se diferencian del régimen general de permisos del art. 37.3.e) ET. También son distintos de los permisos retribuidos que reconoce el art. 9.2 LOLS a favor de los representantes sindicales

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que, estando en situación de activo en una empresa, participen en las comisiones negociadoras de convenios colectivos, siempre que sean necesarios y que tal empresa esté afectada por el correspondiente convenio. Estos otros permisos no se limitan a los cargos ni a los sindicatos más representativos, y se ciñen a la actividad de negociación colectiva.

La STS 25-10-1999 rechaza la pretensión de CC OO en relación con el disfrute del permiso de uno de sus representantes para participar en el colegio electoral a través del que se procederá a la elección de los miembros del Consejo Regional de la Federación Regional de Alimentación. Estima el TS que por muy importante que sea la actividad para la vida interna del sindicato, no supone el desarrollo de una función representativa de un órgano permanente del sindicato ( STS 25-10-1999 [RJ 1999, 8405] ).

4.5.2. El derecho de excedencia forzosa

Aunque el art. 9.1.b) LOLS reserva el derecho a la excedencia forzosa a los cargos de nivel provincial, autonómico o estatal de los sindicatos más representativos, hay que tener en cuenta que también el art. 46.4 ET reconoce el derecho a la excedencia a «los trabajadores que ejerzan funciones sindicales de ámbito provincial o superior» ( art. 46.4 ET) y el art. 48.3 ET reserva la «suspensión con reserva de puesto de trabajo» a los trabajadores que ejercen «funciones sindicales de ámbito provincial o superior» ( art. 48.3 ET).

Un entendimiento coherente de estos preceptos conduce a la conclusión de que corresponde el derecho a la excedencia forzosa a los cargos de los sindicatos más representativos ( art. 9 LOLS) y el derecho a excedencia voluntaria a los cargos del resto de los sindicatos ( arts. 46 y 48 ET) ( STSJ Andalucía 2-4-1992 [AS 1992, 2205] ).Esta distinción entre sindicatos más representativos y no representativos es razonable y proporcionada( STC 263/1994, 3-10-1994 [RTC 1994, 263] ). Para el TC, es razonable la distinción desde el punto de vista del principio de igualdad, porque estamos ante una carga que se impone a la empresa y ello obliga a un reconocimiento limitado a determinados sindicatos, los más representativos, que, por razón de las competencias legalmente reconocidas, asumen una especial carga organizativa en beneficio de todos los trabajadores a los que representan, estén o no afiliados a ellos. Además, no es contraria al derecho de libertad sindical porque no se impide a los sindicatos no representativos el desarrollo de una acción sindical eficaz por cuanto disponen del derecho a la excedencia voluntaria del art. 46.4 ET.

Hay que tener en cuenta, no obstante, que la STC 99/1987 declara inconstitucional el art. 29.2 ap. 1º de la Ley 30/1984, de Medidas para la Reforma de la Función Pública, y este artículo reconocía el derecho a la situación administrativa de servicios especiales al cargo electo del sindicato más representativo dentro de la Función Pública, o sea, que se declara inconstitucional el equivalente para la Función Pública del derecho a la excedencia forzosa del art. 9.2 LOLS ( STC 99/1987, 11-6-1987 [RTC 1987, 99] ).

4.5.3. Derecho de acceso al centro de trabajo para actividades sindicales

El ejercicio del derecho recogido en el art. 9.1.c LOLS requiere las siguientes ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



condiciones:1) Debe tratarse de actividades propias de su sindicato del conjunto de los

trabajadores. Puede tratarse tanto de asistencia a reuniones en forma de asamblea unitaria o bien cualquier otra de las actividades mencionadas en el art. 8 LOLS, como distribuir o recibir información sindical ( STSJ Andalucía 18-3-1998 [AS 1998, 1855] ).

2) Debe comunicarse previamente al empresario. La comunicación no se sujeta a plazo mínimo o requisito de forma. La STSJ Andalucía 18-3-1998 estima que los requisitos de comunicación «deberán ser los necesarios para que el empresario pueda adoptar las medidas que permitan el acceso al interesado y la no alteración del proceso productivo», bastando una petición verbal previa ( STSJ Andalucía 18-3-1998 [AS 1998, 1855] ).

3) El ejercicio del derecho no puede interrumpir el desarrollo normal del proceso productivo.

La principal problemática sobre este precepto se está planteando en relación con el acceso a la empresa para la preparación o seguimiento de convocatoria de elecciones a representantes unitarios( STSJ Cataluña 6-4-1999 [AS 1999, 1032] ). La STSJ Baleares 1-6-1999 estima aplicable el precepto al supuesto en que el representante sindical solicita acceder a la empresa para contactar con los trabajadores de cara a la confección de una lista electoral para la convocatoria de elecciones sindicales en la empresa, aunque advierte que, por el tipo de actividad a realizar, debe ejercitarse fuera del horario laboral y sin perturbar la normal actividad de la empresa ( STSJ Baleares 1-6-1999 [AS 1999, 2446] ). La STSJ Andalucía 31-5-1999 realiza una interpretación flexible del art. 9.1.c) LOLS y califica de conducta antisindical por violación del precepto la decisión de una entidad financiera de prohibir a los representantes legales de la Federación de Servicios Financieros de CC OO de Andalucía acceder a una oficina para estar presentes en la celebración de las elecciones sindicales en el centro; en el supuesto, la sentencia considera que no altera el normal desarrollo del proceso productivo el que los representantes sindicales pretendan ejercer su derecho dentro de la jornada laboral, pues la actividad electoral a la que acuden se realiza en un espacio reservado de la oficina; por otro lado, no impide la aplicación del artículo citado el que los representantes legales del sindicato no fuesen los cargos sindicales sino los apoderados por la Federación para supervisar las elecciones ( STSJ Andalucía 31-5-1999 [AS 1999, 3124] ).

La LIS estima como infracción administrativa muy grave la vulneración de este derecho por la empresa ( art. 8.6 LISOS).

5. Sindicatos con implantación

En determinadas actividades los sindicatos no necesitan acreditar la representatividad, pero deben probar que cuentan con implantación en el ámbito en el que realizan la actividad.

El criterio de la implantación es reconocido por la jurisprudencia a efectos de incoación del procedimiento de conflictos colectivos o del ejercicio de huelga. Con base en la jurisprudencia del TC, los Tribunales reiteran que los sindicatos de trabajadores que por su implantación en el conflicto tienen relación directa con el

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objeto del mismo, tienen atribuida capacidad y poder de representación para promover un conflicto colectivo.

La implantación se valora flexiblemente a través de criterios como la audiencia electoral o el número de afiliados refiriéndose al criterio del número de afiliados como forma de medir la implantación ( STC 145/1999, 22-7-1999 [RTC 1999, 145] ).

El legislador hace uso de esta terminología más allá del campo de los conflictos colectivos al que se circunscribe la jurisprudencia. Así, el art. 87.1, párr. 2º ET reconoce el derecho a negociar convenios infraempresariales de grupo de trabajadores a «las representaciones sindicales con implantación en tal ámbito».

Es conveniente evitar la confusión en nuestro modelo de este concepto específico para los conflictos colectivos o la huelga con otros significados genéricos de la implantación. Se habla por ejemplo de la «implantación organizativa» en cuanto requisito para que sea posible la irradiación de la mayor representatividad; se habla también de mínimos de implantación en el sentido de mínimos de audiencia electoral.

6. Representatividad de las asociaciones empresariales

6.1. Normas que regulan y actividades a las que se extiende la representatividad patronal

La diferenciación de la representatividad patronal y sindical es clara en su régimen jurídico. El problema que plantea el régimen de la representatividad de las asociaciones empresariales está en la fragmentación y dispersión de su regulación, que contrasta con el tratamiento más sistemático de la representatividad sindical dentro de la LOLS (RCL 1985, 1980) .

Ello puede explicarse porque el régimen jurídico de la representatividad patronal se ha constituido en nuestro país sobre la realidad de una unidad organizativa de los empresarios, lo que se une a la menor trascendencia que se otorga dentro de nuestro sistema de relaciones laborales a la representatividad de las organizaciones patronales.

Las normas que regulan la representatividad patronal se recogen actualmente en el art. 87.3 y en la disp. adic. 6ª ET.

La disp. adic. 6ª ET establece el concepto de asociaciones empresariales más representativas de ámbito estatal y de Comunidad Autónoma.

–Las asociaciones empresariales más representativas de ámbito estatal son las que «cuenten con el 10 por 100 o más de las empresas y trabajadores en el ámbito estatal» ( disp. adic. 6ª, párr. 1º ET).

–Las asociaciones empresariales más representativas de Comunidad Autónoma son las que «cuenten en ésta con un mínimo del 15 por 100 de los empresarios y trabajadores». No se incluyen aquí las asociaciones empresariales «que estén integradas en federaciones o confederaciones de ámbito estatal» ( disp. adic. 6ª, párr. 2º ET).

El cumplimiento de los requisitos de la disp. adic. 6ª ET permite a estas asociaciones empresariales más representativas ostentar los siguientes derechos y facultades:

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1) Derecho de representación institucional en defensa de los intereses generales de los empresarios ante las Administraciones públicas y otras entidades y organismos de carácter estatal o de Comunidad Autónoma que la tengan prevista ( disp. adic. 6ª, párr. 1º ET).

2) Derecho a obtener cesiones temporales del uso de inmuebles patrimoniales públicos( disp. adic. 6ª, párr. 3º ET). La Ley 4/1986 (RCL 1986, 91) regula este derecho, junto al de los sindicatos más representativos, estableciendo el derecho a un disfrute preferente de este patrimonio inmobiliario público.

3) Derecho a negociar los acuerdos interprofesionales regulados en el art. 83.2 y 3 ET. Este precepto se remite a la disp. adic. 6ª ET para determinar el concepto de asociación empresarial más representativa de ámbito estatal y de Comunidad Autónoma.

4) Ostentar legitimación para participar en la negociación de convenios colectivos de ámbito estatal en el caso de asociaciones empresariales más representativas de Comunidad Autónoma ( art. 87.4 ET). Este precepto también se remite a la disp. adic. 6ª ET.

Por su parte, el art. 87.3 ET fija los requisitos para ostentar la condición de organización patronal representativa dentro de un ámbito geográfico y funcional determinado. Se entiende por tales las que «cuentan con el 10 por 100 de los empresarios en el sentido del art. 1.2 de esta Ley, y siempre que éstas den ocupación a igual porcentaje de los trabajadores afectados» ( art. 87.3 ET). Este criterio sirve para el disfrute de los siguientes derechos:

1) Ostentar legitimación para participar en la negociación de convenios colectivos en ámbitos geográficos y funcionales concretos.

La STS de 21-3-2002 [RJ 2002, 3812] determina el alcance y forma de acreditar los requisitos de representatividad de una asociación patronal para la negociación, a propósito de la del Convenio colectivo estatal de la industria de mataderos de aves y conejos 2000.

2) Derecho de participación institucional, conforme a la disp. adic. 6ª ET, pero para un ámbito sectorial o territorial determinado distinto del estatal o de la Comunidad Autónoma. Es contrario a dicha disposición la exclusión de una patronal representativa con el argumento de que no ha suscrito los pactos previos con la Administración en los que se apoya la participación institucional en el organismo público. Así, la STS 19-1-2000 establece que «la falta de participación de una entidad dotada de representatividad (en los términos prevenidos en el art. 6.1 y disp. adic. 6ª de la Ley 11/1985 y Estatuto de los Trabajadores respectivamente) en la concertación de cualquier tipo de acuerdos relativos al ámbito de esa representatividad que ostenten, no es circunstancia que permita excluirlos del órgano institucional posteriormente creado, a través del cual haya de ejercitarse la participación institucional que legalmente les corresponde» ( STS 19-1-2000 [RJ 2000, 268] ).La representatividad debe ser valorada en cada ámbito de actividad, de forma que la participación institucional debe quedar abierta a las organizaciones patronales más representativas y a las que gozan de importante implantación en el sector o ámbito geográfico en el que actúa el organismo público ( STS 19-1-2000 [RJ 2000, 268 ] en relación con el sector agrícola).

La representatividad patronal como regla general ha de ser «probada», esto es, la «irradiación» de la representatividad constituye una excepción, reconocida en el

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supuesto de participación institucional de las asociaciones más representativas estatales ( disp. adic. 6ª, párr. 1 ET) y para el disfrute del Patrimonio Sindical Acumulado ( art. 9 del RD 1671/1986 en relación con la disp. adic. 6ª ET).

6.2. Los criterios de determinación de las asociaciones patronales representativas

Los criterios de determinación de la representatividad patronal son el número de empresarios afiliados a la asociación que cuenten con trabajadores por cuenta ajena y el número de trabajadores de plantilla de las empresas afiliadas. No es suficiente uno solo de los criterios ( STSJ Castilla y León 24-5-1999 [AS 1999, 2462] ).

Los criterios de determinación de la representatividad empresarial tienen una enorme importancia en los equilibrios entre grandes y pequeñas y medianas empresas, particularmente en la distribución del poder de negociación de convenios colectivos dentro de cada sector de actividad. No hay que perder de vista que en el sistema español es significativa la fragmentación entre las grandes empresas, de un lado, y las pequeñas y medianas empresas, de otro; y, ciertamente, el empleo de uno u otro criterio de representatividad tiene un reflejo inmediato en los equilibrios de intereses empresariales.

Vamos a pasar a describir los dos criterios empleados en la determinación de la representatividad de las asociaciones empresariales:

1) El criterio del número de empresas afiliadas.El art. 87.3 hace referencia a las empresas en el sentido del art. 1.2 ET, es decir,

que ocupen a trabajadores por cuenta ajena.La cuestión aquí radica en la acreditación de la representatividad, en ausencia

de un censo oficial de empresas adaptado a esta función ( DF 3ª, párr. 2º ET). Dicha prueba documental suele apoyarse básicamente en los listados de empresas de la Tesorería General de la Seguridad Social, que vienen acompañados de otros medios alternativos o complementarios de prueba, como son las Hojas estadísticas de convenios colectivos o las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas (Directorio Central de Empresas). Se admiten también otros tipos de documentos probatorios de la representatividad patronal, normalmente relacionados con el sector de referencia. Por ejemplo, el registro de empresas de la Dirección General de la Policía, para el sector de empresas de seguridad ( STS 24-3-1995 [RJ 1995, 2183] ); el registro del Ministerio de Educación y Ciencia en relación con las empresas titulares de colegios privados de enseñanza, para el sector de la enseñanza privada ( STS 13-2-1996 [RJ 1996, 1016] ; STS 14-2-1996 [RJ 1996, 1017] ); el número de vocales de la organización empresarial obtenidos en las elecciones a vocales de las Cámaras Agrarias en este sector (este criterio es considerado por la STS 19-1-2000 [RJ 2000, 268] para otorgar a la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos –COAG– la condición de organización empresarial representativa en el sector). La utilización de este último criterio es criticable, porque en las elecciones a vocales de las Cámaras Agrarias participan un número relevante de agricultores y ganaderos autónomos.

Es importante subrayar que no se aceptan como medio probatorio las certificaciones de la propia patronal sobre número de empresas de cada asociación

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afiliada a ella. Ni el denominado «historial de representación» ( STS 21-3-2002 [RJ 2002, 3812] ).

La acreditación de la representatividad se hace sobre una valoración razonable y de conjunto de las diferentes pruebas documentales aportadas.

2) El criterio del número de trabajadores de plantilla de las empresas afiliadas.

Se apoya esencialmente en la documentación sobre recibos de salario o boletines de cotización a la Seguridad Social.

El momento del cómputo de la representatividad, y por tanto de aportación de las pruebas documentales, debe ser aquel en que se pretende el ejercicio de la actividad para la que es exigida la representatividad. Así, en la negociación colectiva debe ser el momento de constitución de la Comisión negociadora del convenio ( STS 27-2-1996 [RJ 1996, 1510] ; STS 25-5-1996 [RJ 1996, 4674] ); para formar parte en la Comisión Negociadora, hay que acreditar la legitimación inicial en el ámbito personal, funcional y geográfico del Convenio; la legitimación se exige en relación al conjunto de subsectores a los que el Convenio extiende su ámbito funcional, y no solo en su subsector determinado ( STS 21-11-2005 [RJ 2006, 684] ); en materia de participación institucional debe serlo el momento de constitución o renovación del órgano administrativo representativo ( disp. adic. 1ª, ap. 1º en relación con el ap. 2º de la misma disp. adic. de la LOLS).

Sindicatos y asociaciones. El derecho a la libertad sindical.

DOC\2003\67

- . Introducción

- . Titularidad

- . El ámbito subjetivo de la libertad sindical

- . Las peculiaridades del derecho en el caso de la Función Pública

- . Limitaciones del derecho para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado

- . Exclusiones: las Fuerzas Armadas y los Institutos armados de carácter militar

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- . Exclusiones: los jueces, magistrados y fiscales

- . La limitación de la libertad sindical del personal civil no funcionario en establecimientos militares

- . Sindicación de los funcionarios de las Cortes Generales

- . La singularidad del derecho de trabajadores autónomos, desempleados, jubilados y extranjeros

- . La titularidad colectiva de la libertad sindical: el sindicato como titular exclusivo

- . Contenido del derecho de libertad sindical

- . La vertiente individual del derecho de organización

- . Los derechos de constitución, de afiliación y de baja

- . Su protección frente al Estado

- . Su protección frente a las conductas empresariales

- . Su protección frente al sindicato

- . El reconocimiento constitucional del derecho de no sindicación y la libertad sindical negativa

- . Las cláusulas de seguridad sindical y su admisibilidad en nuestro ordenamiento

- . El canon de negociación

- . Cláusulas de seguridad sindical y negociación colectiva

- . La vertiente colectiva del derecho de organización sindical____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



- . La protección frente a los actos de injerencia estatal

- . La protección frente a los actos de injerencia empresarial

- . Los derechos de actividad: su vertiente individual

- . Los derechos de actividad desde una vertiente colectiva

- . El contenido esencial de la libertad sindical colectiva

- . El contenido adicional de la libertad sindical colectiva

- . Medios de tutela de la libertad sindical

- . La protección jurisdiccional de la libertad sindical

- . La tutela de la libertad sindical de los funcionarios

- . Las garantías de orden penal y administrativo

1. Introducción

El derecho de libertad sindical constituye un derecho fundamental( art. 28.1 CE).Por lo que hace referencia a los sujetos titulares del derecho, la libertad sindical

se reconoce en un plano individual a los trabajadores y al personal al servicio de la Administración Pública, con las peculiaridades, limitaciones y exclusiones que se estudian en los apartados siguientes. Desde un plano colectivo, el derecho se reserva a la asociación sindical y a las organizaciones sindicales complejas.

En relación con los contenidos del derecho de libertad sindical, el art. 28.1 CE se limita a recoger los derechos de organización:

1) Derecho a fundar sindicato y a afiliarse al de libre elección.2) Derecho de los sindicatos a fundar confederaciones y organizaciones

sindicales internacionales o afiliarse a las mismas ( art. 28.1 CE).El TC observa desde sus primeras sentencias que el art. 28.1 contiene una

enumeración meramente ejemplificativa de los derechos de libertad sindical; el art. ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



28.1 no es ni exhaustivo ni limitativo en la descripción de los contenidos. Para el TC, aunque el tenor literal del art. 28.1 CE parece restringir el contenido de la libertad sindical a una vertiente exclusivamente organizativa o asociativa, en virtud de lo dispuesto en el art. 7 CE y del canon hermenéutico sentado por el art. 10.2 CE, cabe interpretar que su enumeración de derechos no constituye un numerus clausus porque en el contenido de ese precepto se integra también el derecho a la actividad sindical, es decir, el derecho a desplegar los medios de acción necesarios para que puedan cumplir las funciones que constitucionalmente les corresponden ( STC 94/1995, 19-7-1995 [RTC 1995, 94] ; STC 168/1996, 29-10-1996 [RTC 1996, 168] ; y STC 70/2000, 13-3-2000 [RTC 2000, 70] ).

El art. 2 de la LOLS procede a una ordenación de los derechos de libertad sindical que puede estimarse sistemática y completa. Se puede decir que el derecho de libertad sindical integra los derechos de organización mencionados en el art. 28.1 , así como los derechos de actividad que permitan al sindicato cumplir con las funciones de promoción y defensa de los intereses de los trabajadores que le reconoce el art. 7 CE.

2. Titularidad

2.1. El ámbito subjetivo de la libertad sindical

El art. 28.1 CE se inicia indicando que «todos tienen derecho a sindicarse libremente», lo que interpretado literalmente podría hacer pensar que el derecho de sindicación se reconoce a todos los ciudadanos. No obstante, la conexión del art. 28.1 con el art. 7 (que se refiere a sindicatos «de trabajadores») y con el 28.2 CE (que reconoce el derecho de huelga «de los trabajadores») permite deducir que la mención «todos» se refiere a los trabajadores. Y así lo reconoce el art. 1.1 LOLS cuando establece que «Todos los trabajadores tienen derecho a sindicarse libremente para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales».

La libertad sindical se reconoce, pues, a un colectivo identificado por su actividad de trabajo por cuenta ajena y en condiciones de subordinación en las relaciones de trabajo. La libertad sindical se reconoce para facilitar a este colectivo instrumentos mediante los que reequilibrar su posición de inferioridad individual en las relaciones laborales facilitando su organización colectiva.

Pero debe añadirse que la referencia a los trabajadores del art. 1.1 LOLS es la técnica, es decir, no se refiere sólo a los trabajadores por cuenta ajena. El art. 1.2 LOLS extiende el derecho de libertad sindical «a los sujetos de una relación de carácter administrativo o estatutario al servicio de las Administraciones públicas». Por tanto, hemos de extender el derecho de libertad sindical a los trabajadores por cuenta ajena y a los funcionarios o personal estatutario al servicio de la Administración. Dentro del colectivo de los funcionarios debemos distinguir:

1) El régimen de los funcionarios en general, cuyo ejercicio del derecho de libertad sindical se somete a ciertas «peculiaridades».

2) El régimen de determinados colectivos que tienen reconocido el derecho de libertad sindical con «limitaciones» (los cuerpos policiales).

3) El régimen de otros colectivos funcionariales que quedan excluidos del ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



derecho de libertad sindical (cuerpos de naturaleza militar y los jueces, magistrados y fiscales).

Pero además, el derecho de libertad sindical se extiende (aunque con determinadas limitaciones) a ciertos colectivos que no son sujetos de una relación de trabajo( art. 3.1 LOLS):

1) Los trabajadores autónomos «que no tengan trabajadores a su servicio».2) Los trabajadores en situación de paro.3) Los que han cesado en su actividad laboral por incapacidad o jubilación.Las reglas delimitadoras del ámbito subjetivo de la libertad sindical se recogen en

los arts. 1 y 3 LOLS.

2.2. Las peculiaridades del derecho en el caso de la Función Pública

La normativa internacional establece el derecho de los funcionarios al disfrute del derecho de libertad sindical.

El art. 28.1 CE reconoce igualmente dicho derecho a los funcionarios públicos y al personal estatutario al servicio de las Administraciones. No obstante, dicho precepto indica que la Ley «regulará las peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos».

El TC ha tenido ocasión de indicar que las referencias constitucionales a las peculiaridades del reconocimiento para los funcionarios suponen la necesidad de «modalizar» el derecho sin necesidad de limitaciones. Dichas peculiaridades no afectan a los derechos de constitución de sindicatos ni de afiliación a los mismos( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ). No obstante, el TC indica que la actividad sindical en el seno de las Administraciones públicas debe compatibilizarse con los principios de eficacia y jerarquía que deben presidir la acción de la Función Pública ( art. 103.1 CE) ( STC 70/2000, 13-3-2000 [RTC 2000, 70] ).

La regulación del derecho de libertad sindical para los funcionarios se recoge en la LOLS (RCL 1985, 1980) , que resulta plenamente aplicable para este colectivo al igual que para los trabajadores asalariados. Los derechos de constitución de sindicatos y de afiliación sindical no están sometidos a peculiaridad alguna, por lo que la regulación contenida en la LOLS (RCL 1985, 1980) sobre los derechos de organización son comunes a los trabajadores asalariados y a los funcionarios públicos. Las peculiaridades del ejercicio del derecho se centran en la actividad sindical y aparecen desarrolladas en diversas leyes.

La LOLS (RCL 1985, 1980) recoge algunas de las peculiaridades del ejercicio del derecho:

1) Se indica la existencia de específicos procedimientos de consulta y negociación para participar como interlocutores en la determinación de las condiciones de trabajo en las Administraciones públicas [ art. 6.3.c) LOLS].

2) Se afirma que el desarrollo de la acción sindical tendrá lugar a través de los correspondientes órganos de representación de los funcionarios dentro de la Administración.

3) Se establece la imposibilidad de los funcionarios para simultanear «cargos directivos o de representación» en el sindicato con puestos en las

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Administraciones correspondientes a «cargos de libre designación de categoría de Director General o asimilados, así como cualquier otro de rango superior» ( art. 3.2 LOLS). La norma es aplicable a cualquier cargo sindical que responda a aquellas funciones. Los puestos en la Administración se refieren al conjunto de las Administraciones públicas.

4) La aplicación de un régimen diferente en el disfrute de la situación equivalente dentro de la Administración a la del derecho de excedencia forzosa[ art. 9.1.b) LOLS], porque en el ámbito de la Administración dicho derecho no puede quedar reservado a los sindicatos más representativos ( STC 99/1987, 11-6-1987 [RTC 1987, 99] ); mientras que en el ámbito privado tal derecho se reconoce sólo a los sindicatos más representativos ( STC 263/1994, 3-10-1994 [RTC 1994, 263] ).

Las peculiaridades también aparecen reguladas en la Ley 7/2007 (RCL 2007, 768) , del Estatuto Básico del Empleado Público (arts. 39 a 44) y en los artículos no derogados de la Ley 7/1990 (RCL 1990, 1505) , sobre negociación colectiva y participación en la determinación de las condiciones de trabajo de los funcionarios públicos, en tanto se determine el procedimiento electoral general previsto en el artículo 39 de la Ley 7/2007.

2.3. Limitaciones del derecho para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado

El art. 28.1 CE dispone que «la ley podrá limitar o exceptuar» el ejercicio del derecho de libertad sindical «a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar». En el caso de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, la LOLS, en su art. 1.5 , dispone que el ejercicio del derecho de sindicación se regirá por una normativa específica, lo que se explica por «el carácter armado y la organización jerarquizada de estos Institutos».

Se reconoce a los cuerpos policiales el derecho de libertad sindical, pero se remite a un régimen específico.

Dicho régimen específico se contiene en los arts. 18 y ss. de la Ley 2/1986, 13 de marzo, sobre Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Como características más destacadas de su régimen jurídico vamos a destacar las siguientes:

1) Las organizaciones sindicales deben ser de ámbito nacional y deben limitar sus objetivos afines de carácter profesional.

2) Sólo pueden estar integradas por miembros del Cuerpo Nacional de Policía.3) No pueden estar federadas ni confederadas a sindicatos de carácter

general. Sí pueden estarlo con otras organizaciones sindicales circunscritas a los cuerpos policiales.

Esta regla prohibitiva rige, con carácter supletorio, en el caso de que las normas sobre policías autonómicas no contengan previsión al respecto ( STS, Contencioso-Administrativa, 1-12-1997 [RJ 1997, 712] ).

4) Disponen de un régimen propio de depósito y registro de estatutos en la Dirección General de la Policía, aunque las reglas sobre constitución y contenidos de los estatutos son muy parecidos a los establecidos en el art. 4.2 LOLS.

Las organizaciones sindicales de este colectivo funcionarial tienen reconocidos en la Ley 2/1986 (RCL 1986, 788) un conjunto de derechos relativos a la acción

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sindical, de los que cabe destacar los siguientes derechos:1) El derecho a elevar propuestas presentar informes( art. 21.1 Ley 2/1986).2) El derecho a tablón de anuncios y a un local adecuado en centros con más

de 250 funcionarios ( art. 23.1 Ley 2/1986).3) El derecho a la celebración de reuniones en los centros de trabajo (fuera de

las horas de trabajo y sin perturbar la realización del servicio) ( art. 23 Ley 2/1986).Las organizaciones representativas, de acuerdo con los criterios establecidos

en el art. 17 de la Ley 2/1986, gozan de otros derechos de acción sindical ( art. 22 ), como son:

1) El de participación en la determinación de condiciones de prestación de servicios del colectivo.

2) Un crédito de horas sindicales y disfrute de permisos no retribuidos.3) El derecho de acceso al centro de trabajo para participar en actividades de

la organización sindical.Al igual que ocurre en el ámbito laboral, las organizaciones sindicales policiales

más importantes, con representatividad en el Consejo de Policía, cuentan con subvenciones públicas que se justifica como ayudas para sufragar los gastos de funcionamiento de la organización y que se otorgan en función de los representantes obtenidos en el Consejo de Policía y por su participación en las sesiones de dicho Consejo (Res. 7-4-2011, para el ejercicio 2011).

El Cuerpo Nacional de Policía tiene prohibido el ejercicio del derecho de huelga y otras medidas de conflicto sustitutorias que puedan alterar el normal funcionamiento de los servicios ( art. 6.8 Ley 2/1986).

La regulación del derecho de libertad sindical de los cuerpos policiales de las Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales se remite a lo dispuesto en la normativa autonómica y local (Estatutos de Autonomía y legislación propia, así como reglamentos específicos de cada cuerpo), aunque cabe indicar que ciertas disposiciones básicas de la Ley 2/1986 resultan aplicables a estos cuerpos policiales (los principios básicos y disposiciones estatutarias comunes del Título I ( arts. 1 , 2 , 3 , 4 , 5 , 6 , 7 y 8 de la Ley, entre los que está la prohibición de huelga).

El art. 19 de la Ley 2/1986 establece como límites a la actividad sindical el respeto de los derechos fundamentales, la salvaguardia del «crédito y prestigio» de la policía, la seguridad ciudadana y de los propios funcionarios y más en general el respeto de los principios básicos de actuación del Cuerpo de policía.

La STC 120/2010, de 24 de noviembre (RTC 2010, 120) , declaró la inconstitucional de los arts. 25.3 , 26.1 y 26.2 de la Ley 2/1986, por no incluir en el sistema electoral por escalas a los funcionarios titulares de las plazas de facultativos y técnicos. Esta cuestión ha sido solventada por la disp. final 2ª de LO 4/2011, de 11 de marzo, que incluye esta previsión en la nueva disp. adic. 7ª de la Ley 2/1986. Por otro lado, el régimen electoral del Consejo de Policía se regula en el RD 555/2011, de 20 abril (RCL 2011, 754) .

2.4. Exclusiones: las Fuerzas Armadas y los Institutos armados de carácter militar

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El art. 28.1 CE dispone que «la ley podrá limitar o exceptuar» el ejercicio del derecho de libertad sindical «a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar». El art. 1.3 LOLS establece la exclusión del ejercicio del derecho de libertad sindical a «los miembros de las Fuerzas Armadas y de los Institutos Armados de carácter militar».

Los cuerpos armados de carácter militar (el Ejército y la Guardia Civil) quedan excluidos del disfrute del derecho de libertad sindical, y no les resulta aplicable la LOLS (RCL 1985, 1980) . Exclusión que ha sido avalada por el propio TC ( STC 219/2001, 31-10-2001 [RTC 2001, 219] ) (en la jurisprudencia ordinaria, puede verse la STS, Contencioso-Administrativa, 30-6-1997 [RJ 1997, 6311] ).

La normativa internacional no se pronuncia sobre el disfrute del derecho de libertad sindical del ejército y de la policía, remitiéndose a la legislación nacional.

Para los militares de carrera, de complemento y profesionales se prohíbe la afiliación o colaboración con organizaciones sindicales ( arts. 181 y ss. Ley 85/1978). El art. 8.34 de la LO 8/1998, de 2 de diciembre, de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas, sanciona la afiliación, la asunción de cargos o la participación en actividades sindicales.

Respecto de la Guardia Civil,-prohibiciones y sanciones similares a las previstas para las Fuerzas Armadas vienen expresamente recogidas en su normativa específica. Así, el art. 7 de la LO 12/2007, de 22 octubre, del régimen disciplinario de la Guardia Civil sanciona con falta muy grave la promoción o pertenencia a un sindicato y el desarrollo de actividades sindicales ( SSTS 1-2-1993 [RJ 1993, 1072] y 15-3-1996 [RJ 1996, 2841] consideran la pertenencia, apoyo y proselitismo, a favor del fenómeno asociativo sindical, como justificante de la sanción disciplinaria).

La Ley Orgánica 11/2007, de 22 de octubre (RCL 2007, 1908) , reguladora de los derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil, prohíbe la sindicación ( art. 11 ) pero permite la creación de asociaciones profesionales para «la satisfacción de los intereses sociales económicos y profesionales de sus asociados y la realización de actividades sociales» ( arts. 36 a 50 ). Además crea un Consejo de la Guardia Civil en el que participan los representantes de los miembros de la Guardia Civil elegidos mediante sufragio personal, libre, directo y secreto, a través del procedimiento regulado en el RD 1963/2008, de 28 noviembre (RCL 2008, 1995) . Su organización y funcionamiento interno se regula en el RD 751/2010, de 4 junio (RCL 2010,1589) .

2.5. Exclusiones: los jueces, magistrados y fiscales

Se prohíbe a jueces, magistrados y fiscales, mientras se hallen en activo», pertenecer a sindicatos, remitiendo a la ley el establecimiento de un régimen propio de asociación profesional ( art. 127.1 CE; art. 1.4 LOLS); ( art. 395 LOPJ).

La asociación de estos colectivos de funcionarios queda al margen de la regulación de la LOLS (RCL 1985, 1980) .

El régimen asociativo está previsto en el caso de jueces y magistrados en el art. 401 de la LOPJ, que dispone en su apartado 2º que dichas asociaciones «podrán tener como fines lícitos la defensa de los intereses profesionales de sus miembros en todos los aspectos y la realización de actividades encaminadas al servicio de la Justicia en general. No podrán llevar a cabo actividades políticas ni

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tener vinculaciones con partidos políticos o sindicatos» ( art. 401.2 LOPJ).De su régimen jurídico hay que destacar:1) Este derecho de asociación se reserva a los jueces y magistrados en activo

( art. 401.5 LOPJ).2) Los jueces y magistrados son libres para asociarse o no ( art. 401.4 LOPJ).3) Las asociaciones deben ser de ámbito nacional ( art. 401.3 LOPJ).4) Existe un régimen específico de registro y depósito de estatutos establecido

por el Consejo General del Poder Judicial ( art. 401.6 y 7 LOPJ).5) A estas asociaciones son aplicables supletoriamente las normas reguladoras

del derecho de asociación en general ( art. 401.9 LOPJ).Respecto de los fiscales, su régimen específico se recoge en los arts. 54 y 59 de

la Ley 50/1981, del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.

2.6. La limitación de la libertad sindical del personal civil no funcionario en establecimientos militares

La disp. adic. 3ª LOLS establece que el derecho de actividad sindical del art. 2.1.d) LOLS «no podrá ser ejercido en el interior de los establecimientos militares» ( disp. adic. 3ª LOLS). El TC entiende legítima esta limitación legal cuya finalidad sería la preservación de la neutralidad sindical de las Fuerzas Armadas ( STC 101/1991, 13-5-1991 [RTC 1991, 101] ). Una aplicación concreta de la referida doctrina, abundando en el carácter puramente locativo o geográfico, y en el alcance estricto a los derechos de actividad sindical, puede encontrarse en la STS 11-6-1997 (RJ 1997, 5701) .

Sin embargo, dicha disposición no debe ser interpretada en términos absolutos, es decir, puede no alcanzar a todas las dependencias de establecimientos militares porque no toda actividad sindical en estos establecimientos pone en cuestión la defensa nacional. De hecho, los sucesivos convenios colectivos del personal laboral del Ministerio de Defensa prevén reglas de acción sindical dentro de los establecimientos militares.

Partiendo del supuesto de hecho de la existencia de un convenio colectivo para el personal laboral del Ministerio de Defensa donde se reconoce el derecho a un local en las dependencias del Ministerio a sindicatos con un determinado nivel de representatividad en ese ámbito, la STS de 2-6-1997 estima que el derecho de libertad sindical ampara la pretensión de la Federación de Servicios Públicos de Andalucía de la UGT de disponer de un local en las dependencias del Ministerio de Defensa en las provincias andaluzas para el ejercicio de su actividad sindical en el seno del Ministerio, dado que la norma del convenio no puede condicionar la aplicación de los arts. 2.2.d) y 8.2.c) LOLS ( STS 2-6-1997 [RJ 1997, 4617] ).

Respecto del derecho de asamblea en los establecimientos militares, la limitación de la libertad sindical afecta a las asambleas con contenido reivindicativo [con conexión con el contenido del art. 2.1.d) LOLS], pero no impide la celebración de asambleas informativas o de transmisión de noticias de interés sindical ( STSJ Castilla y León 4-7-2000 [AS 2000, 4310] ).

2.7. Sindicación de los funcionarios de las Cortes Generales____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



Existe un marco jurídico propio para la constitución de sindicatos por parte de los funcionarios de las Cortes Generales. Se regula por un Estatuto del Personal de las Cortes Generales, de 27-3-2006 (RCL 2006, 723) . Existe un registro específico de las Cortes Generales para los sindicatos con implantación entre el personal de las Cortes.

El art. 40 . del nuevo Estatuto, recoge la doctrina que mantuvo el TC en STC 121/1997, 1-7-1997 [RTC 1997, 121] , en relación con el derecho de representación de estos funcionarios y establece que las organizaciones sindicales cuyo ámbito se limite a las Cortes Generales quedarán constituidas y gozarán de plena capacidad jurídica mediante su inscripción en el Registro de Organizaciones Sindicales de las Cortes Generales, donde depositarán sus Estatutos y, sólo a efectos informáticos, se comunicará dicha inscripción al Registro general sito en el Ministerio de Trabajo; también se añade que las asociaciones o sindicatos que pretendan actuar en el ámbito de las Cortes y tengan reconocida su personalidad y estén registrados en el Registro general deben acreditarse ante el Registro de las Cortes.

2.8. La singularidad del derecho de trabajadores autónomos, desempleados, jubilados y extranjeros

«Los trabajadores por cuenta propia que no tengan trabajadores a su servicio, los trabajadores en paro y los que hayan cesado en su actividad laboral, como consecuencia de su incapacidad o jubilación» podrán afiliarse a las organizaciones sindicales constituidas al amparo de la LOLS (RCL 1985, 1980) , «pero no fundar sindicatos que tengan precisamente por objeto la tutela de sus intereses singulares» ( art. 3.1 LOLS).

En principio hay que decir que estos colectivos no encajan en el ámbito subjetivo del derecho de libertad sindical establecido en el art. 1.2 LOLS, según el cual este derecho se reconoce a los trabajadores en cuanto «que sean sujetos de una relación laboral» ( art. 1.2 LOLS). Sin embargo, el art. 3.1 LOLS reconoce a estos colectivos un derecho de afiliación sindical, aunque excluye el derecho de constitución de sindicatos propios( art. 3.1 LOLS).

Para el TC no existe en este colectivo un «interés antagónico sindicalizable» que justifique la constitución de organizaciones propias en el campo sindical, dado que el sindicato se justifica esencialmente por la existencia de otra parte ligada al titular del derecho por una relación de servicios y frente a la que se ejercita, siendo su expresión una serie de derechos como los de huelga, de negociación colectiva y de conflicto ( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ).

Refiriéndose a los trabajadores autónomos en particular, indica el TC que no hay motivo para considerar carente de fundamento razonable una regulación que en último término orienta el derecho de los trabajadores autónomos para defender sus intereses o hacia su integración en los sindicatos de trabajadores o hacia la constitución de asociaciones al amparo de la legislación específica, reconociéndoles un derecho que también deriva directamente de la Constitución ( art. 22 CE) y está dotado de igual grado de protección y de idéntica autonomía que el derecho de asociación sindical ( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ).

La STSJ Andalucía 5-6-1998 entiende extensible el art. 3.1 LOLS a quienes, por ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



razón de su condición de socios de empresas actuantes bajo la forma de personas jurídicas, disponen de una cuota tal de poder en la misma que ésta resulta determinante para la conformación de la voluntad empresarial, pues también en este caso la contradicción entre sus intereses económicos y la de los trabajadores al servicio de la sociedad es patente ( STSJ Andalucía 5-6-1998 [AS 1998, 3552] ).

No se impide la constitución de organizaciones específicas por los trabajadores autónomos, los parados o jubilados, pero debe tener lugar a través del derecho de asociación, aunque sus asociaciones no pueden acceder a las facultades y derechos reservados a los sindicatos. Así, en el supuesto de la STS 3-6-1996 se aprecia de oficio la falta de legitimación activa de la Asociación de Empleados, Jubilados y Pensionistas de la Caja de Ahorros de Valencia para plantear una demanda de conflicto colectivo, porque no se trata de un sindicato ni encaja en ninguno de los supuestos de legitimación activa del art. 152 LPL. Indica esta STS que los pensionistas tienen libertad para afiliarse o no a los sindicatos, pero lo que no pueden pretender es que las asociaciones que constituyan se asimilen en cuanto a sus medios de actuación a los sindicatos, pues entonces no se distinguirían de ellos y se vulneraría la prohibición del art. 3.1 de la LOLS ( STS 3-6-1996 [RJ 1996, 4870] ). La STSJ Andalucía 5-9-1995 declara que la Asociación Andaluza de Trabajadores Autónomos de Transporte y la Distribución es lícita como asociación pero no como sindicato, concluyendo que las cláusulas de sus Estatutos que contienen referencias a aspectos sindicales (como la negociación colectiva) deben ser suprimidas (STSJ Andalucía 5-9-1995).

En el caso de los extranjeros hemos de considerar que la normativa internacional extiende el derecho de sindicación a todos los trabajadores «sin ninguna distinción» ( art. 2 Convenio núm. 87 OIT), y prohíbe expresamente la discriminación de los inmigrantes con respecto a los nacionales en el derecho de afiliación a organizaciones sindicales ( art. 6.1 Convenio núm. 98 OIT). En España, el art. 11 de la LEx, en la nueva versión dada por la LO 2/2009, de 11 de diciembre [RCL 2009, 2428] ), reconoce a los extranjeros del derecho de libertad sindical en las mismas condiciones que los trabajadores españoles, sin condicionar el mismo a encontrarse en situación regular, tal y como se hacía en la redacción anterior, al haberse reconocido la institucionalidad de esta exigencia por ST. 236/2007 de 7 noviembre (RTC 2007, 236) por ser contraria al art. 28.1 CE.

Aun cuando la referida sentencia, precisa que la inconstitucionalidad viene referida exclusivamente al derecho a sindicarse libremente, pero no al derecho a afiliarse a una organización profesional, la actual redacción del art. 11 reconoce el derecho de asociación con la misma amplitud que el de libertad sindical, sin condicionarla a una situación regular en España.

2.9. La titularidad colectiva de la libertad sindical: el sindicato como titular exclusivo

Entre los sujetos colectivos representativos de los trabajadores, la libertad sindical tiene al sindicato como exclusivo titular. El art. 28.1 se refiere únicamente al derecho de constitución de sindicatos y a la actividad sindical desarrollada por éstos. Los colegios profesionales de adscripción obligatoria sólo son compatibles con la libertad sindical si persiguen fines de naturaleza pública ( SSTC 89/1989, 11-5-1989 [RTC 1989, 89] )

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La doctrina del TC es constante en la afirmación de que la Constitución otorga relevancia únicamente al sindicato, sin hacer lo mismo con los comités de empresa y delegados de personal, que son creación de la ley y por ello no tienen constitucionalmente garantizada la libertad sindical consagrada en el art. 28.1 CE ( SSTC 134/1994, 9-5-1994 [RTC 1994, 134] ; y 95/1996, 29-5-1996 [RTC 1996, 95] ). No obstante, cuando los miembros de representación unitaria desarrollen actividades sindicales pueden quedar amparados por la libertad sindical; éste entraña el derecho a no sufrir menoscabo alguno por razón de la afiliación o la actividad sindical, lo que se traduce en la garantía de indemnidad ( STC de 2-11-2004 [RTC 2004, 188] ).

La STC de 16-1-2006 [RTC 2006, 3] , considera que no hay vulneración al derecho fundamental a obtener la tutela judicial efectiva, ni a la garantía de indemnidad, ni discriminación por razones sindicales en la función pública, por un cambio de puesto de trabajo que no es represalia por haber ejercitado acciones de reclamación de cantidad por la realización de trabajos de superior categoría profesional, sino que es una decisión tendente a la corrección de una situación calificada de irregular, por la necesidad de asignar al recurrente a un puesto de trabajo acorde con su categoría profesional.

La LOLS (RCL 1985, 1980) es inaplicable a los comités de empresa y delegados de personal, al no ser titulares de los contenidos de la libertad sindical, tampoco pueden acudir, como tales representantes, a los órganos judiciales reclamando la tutela del derecho.

3. Contenido del derecho de libertad sindical

El derecho de libertad sindical tiene como contenido un haz de derechos que pueden ser clasificados como derechos de organización de actividad sindical; a su vez éstos pueden tener el carácter de derechos individuales y colectivos.

El derecho de libertad sindical en un plano individual comprendería el derecho a constituir sindicatos o a afiliarse al sindicato de elección (aspecto organizativo) y el derecho a adherirse y participar en las actividades promovidas por el sindicato (aspecto funcional). En un plano colectivo, junto a los aspectos organizativos enumerados en el art. 28.1 CE, estarían también los derechos de actividad, esto es, los derechos relativos a los medios de acción necesarios para que el sindicato pueda cumplir las funciones de representación y tutela de los intereses de los trabajadores.

Al mismo tiempo, tanto la doctrina constitucional como la jurisprudencia han establecido la distinción entre el contenido esencial y el contenido adicional de la libertad sindical, integrado aquél por los derechos y facultades constitucionalmente reconocidos –negociación colectiva, huelga y adopción de medidas de conflicto colectivo– y configurado éste por el legislador o la propia autonomía colectiva mediante la ampliación del catálogo de atribuciones contenido en la ley y los convenios colectivos, que habrán de ejercitarse en los términos que haya dispuesto el legislador o, en su caso, la negociación colectiva, sin que los mismos puedan traspasar los límites que impone el respecto a aquel núcleo esencial del derecho fundamental ( STC 76/2001, 26-3-2001 [RTC 2001, 76] , relativa a la promoción de elecciones en la empresa, con abundante cita doctrina; también adoptan dicha

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distinción las posteriores SSTC 18/2003, 30-1-2003 [RTC 2003, 18] y 121/2001, 4-6-2001 [RTC 2001, 121] ; en la jurisprudencia pueden verse las SSTS 22-6-1992 [RJ 1992, 4607] ; 13-7-1994 [RJ 1994, 7049] ; y 28-12-1998 [RJ 1999, 388] ).

3.1. La vertiente individual del derecho de organización

3.1.1. Los derechos de constitución, de afiliación y de baja

En nuestro modelo jurídico, la libertad sindical individual en su vertiente organizativa comprende, en primer lugar, el derecho a fundar sindicatos y a suspenderlos o extinguirlos por procedimientos democráticos[ art. 2.1.a) LOLS]. Esta norma se conecta a la afirmación del art. 7 CE de que la creación de sindicatos es libre dentro del respeto a la Constitución y a la ley. En el caso de la suspensión y extinción deberán respetarse las reglas fijadas por los estatutos para la disolución [ art. 4.2.d) LOLS].

En segundo lugar, la libertad sindical individual comprende el derecho del trabajador a afiliarse al sindicato de su elección o a separarse del que estuviese afiliado[ art. 2.1.b) LOLS], así como el derecho del afiliado a elegir libremente a sus representantes dentro del sindicato [ art. 2.1.c) LOLS].

Indica el TC que la vertiente individual del derecho fundamental de libertad sindical comprende principalmente el derecho a constituir sindicatos, el de afiliación al de su elección (teniendo en cuenta que nadie puede ser obligado a afiliarse a un sindicato) y a que los afiliados desarrollen libremente su actividad sindical, sin que nada de ello pueda significar perjuicio alguno para los trabajadores ( STC 191/1998, 29-9-1998 [RTC 1998, 191] ; STC 30/2000, 31-1-2000 [RTC 2000, 30] ; STC 44/2001, 12-2-2001 [RTC 2001, 44] ).

3.1.1.1. Su protección frente al Estado

Actualmente, la fundación de sindicatos es un derecho que no puede ser sometido a autorizaciones previas[ art. 2.1.a) LOLS]. También conlleva la prohibición de actuaciones estatales que apoyen a determinados sindicatos de forma injustificada, dado que ello se puede interpretar como una forma de condicionar indirectamente la libertad de elección de sindicato (por ejemplo, mediante subvenciones a sindicatos más representativos en exclusiva).A propósito de la distribución del patrimonio sindical y la cesión de uso de inmuebles públicos, la STC 75/1992, 14-5-1992 [RTC 1992, 75] .

En opinión del TC, la libertad de sindicación y afiliación, que reconoce el art. 28.1 CE, ha de protegerse tanto frente a los actos que directamente atenten contra ella, por medio de coacción, mandato imperativo o imposición de obligación, como en lo que se refiere a las más larvadas violaciones indirectas que pueden existir en aquellos casos en que se produce una presión para que los trabajadores adopten una actitud que, al nacer de una presión, deja de ser libre. En virtud de esta argumentación anuló determinados preceptos de los Presupuestos Generales del Estado de los años 1983, 1984 y 1985 sobre concesiones de subvenciones a determinados sindicatos ( STC 20/1985, 14-2-1985 [RTC 1985, 20] ; STC 26/1985, 22-2-1985 [RTC 1985, 26] ; STC 72/1985, 13-6-1985 [RTC 1985, 72] ); y se

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pronunció también contra la regulación de la distribución del patrimonio sindical acumulado entre determinados sindicatos ( STC 99/1983, 16-11-1983 [RTC 1983, 99] ).

3.1.1.2. Su protección frente a las conductas empresariales

Los derechos referidos también son garantizados frente al empresario. Establece al respecto el art. 12 LOLS que serán nulas y sin efectos «las decisiones unilaterales del empresario que contengan o supongan cualquier tipo de discriminación en el empleo o en las condiciones de trabajo, sean favorables o adversas, por razón de la adhesión o no a un sindicato» ( art. 12 LOLS). Idéntica prohibición se contiene en los arts. 4.2.c) y 17 ET. El art. 28.2 LISOS tipifica tales conductas como infracciones administrativas muy graves.

La STS 19-5-1995 considera contrario al principio de igualdad del art. 14 CE y al derecho de libertad sindical la actitud de un Ayuntamiento de condicionar la firma de pactos individuales a la baja del Sindicato Profesional de la Policía Local ( STS 19-5-1995 [RJ 1995, 4277] ).

No es contrario, en cambio, al derecho a la libertad sindical la decisión empresarial de aplicar o extender un convenio de eficacia limitada a trabajadores no afiliados, o incluso afiliados a sindicatos distintos del firmante de dicho acuerdo o pacto ( SSTS 17-7-1995 [RJ 1995, 6270] y 10-6-1998 [RJ 1998, 4105] ); ni un trato salarial diferente, si no se aportan indicios suficientes de que el motivo sea la afiliación sindical, máxime si el régimen salarial en cuestión ya regía antes de la afiliación y afectaba a su vez a otros trabajadores ( STC 214/2001, 29-10-2001 [RTC 2001, 214] ); ni, en fin, la remisión por la empresa de comunicaciones a los representantes sindicales imputándoles un incumplimiento, pues ello forma parte de la libertad de expresión y opinión empresarial ( STS 16-4-1999 [RJ 1999, 4423] ).

Sí es lesiva de la libertad sindical una cláusula restrictiva del derecho de reunión en relación con los afiliados a un determinado sindicato ( STS 11-10-1999 [RJ 1999, 7491] ).

La STC 198/2004, de 15 noviembre (RTC 2004, 198] , considera que se lesiona el derecho a la libertad sindical de un trabajador, representante sindical, despedido por motivos relacionados con el ejercicio de las libertades de información y expresión. La STC 216/2005, de 12 septiembre (RTC 2005, 216] , establece que se vulneró el derecho a la libertad sindical, al cesar de policía en puesto de libre designación, al ser nombrado representante sindical. La proximidad temporal del nombramiento sindical con el cese y la falta de prueba por la Administración, de los motivos en que fundó la medida por falta de idoneidad para el desempeño del puesto, son indicios racionales de trato discriminatorio.

Sí lesiona el derecho a la libertad sindical en su dimensión de garantía de indemnidad cuando la Administración propone al trabajador que podría continuar en la comisión de servicios si renunciaba a su condición de liberado sindical ( STC 336/2005, 20 diciembre [RTC 2005, 336] ).

Sobre la proscripción de los actos de «injerencia» empresarial, STC 134/1994, 9-5-1994 (RTC 1994, 134) ; y sobre la delimitación de tales conductas las SSTS 23-12-1998 (RJ 1999, 384) y 16-4-1999 (RJ 1999, 4423) .

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3.1.1.3. Su protección frente al sindicato

Aunque tradicionalmente las principales lesiones a la libertad sindical provienen del Estado o de los empresarios, hay que subrayar que el agresor de la libertad sindical puede ser el propio sindicato, bien denegando la afiliación o bien separando o expulsando al afiliado de manera arbitraria o sin respetar en cuanto al fondo otras libertades o derechos o prescindiendo del procedimiento regular, establecido en los estatutos, para la adquisición y pérdida de la condición de afiliado ( STS 7-5-1988 [RJ 1988, 4022] ).

El art. 2.1.b) LOLS establece «el derecho del trabajador a afiliarse al sindicato de su elección con la sola condición de observar los estatutos del mismo» [ art. 2.1.b) LOLS]. No obstante, hay que tener en cuenta que la afiliación deberá respetar los requisitos y procedimientos para la adquisición de la condición de afiliado previstos en los estatutos sindicales[ art. 4.2.b) LOLS].

Los requisitos no pueden ser discriminatorios por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición social ( art. 14 CE). Por otra parte, el trabajador no puede ser obligado a manifestarse sobre sus adscripciones ideológicas como condición de admisión ( art. 16 CE).

Los estatutos de los sindicatos no suelen establecer reglas especiales para la adquisición de la condición de afiliado. Pero sería admisible (y frecuente en la práctica)el establecimiento de requisitos objetivos como la pertenencia al ámbito profesional y territorial en el que está implantado el sindicato, en el caso de trabajador autónomo no tener trabajadores a su cargo, el requisito de tener que aportar un determinado número de avales, la no afiliación simultánea en otro sindicato o la rehabilitación mediante resolución del órgano de dirección en el supuesto de haber sido expulsado por sanción (por ejemplo, art. 8 Estatutos CCOO).

En la STSJ Murcia 8-5-2000 se estima legítimo el rechazo de la afiliación solicitada porque la actividad a la que se dedica el solicitante (ejercicio libre de la profesión de Graduado Social) no se corresponde con el ámbito del sindicato (Federación Sindical de las Industrias de Alimentación, Bebidas y Tabaco) como exigen sus estatutos ( STSJ Murcia 8-5-2000 [AS 2000, 1730] ).

El derecho de afiliación del art. 2.1.b) LOLS puede verse afectado por la expulsión del sindicato. En este sentido juegan las garantías frente a las medidas disciplinarias acordadas por el sindicato.

No toda medida sancionadora supone la violación de la libertad sindical, ya que puede ser la consecuencia de la aplicación de normas legales o estatutarias del sindicato. Las discrepancias sobre la aplicación de estas normas sólo puede encauzarse por la vía del proceso de tutela de la libertad sindical si se aportan indicios de que el fundamento de la medida disciplinaria es la lesión u obstaculización de la libertad sindical.

En el caso de que se utilice la vía del procedimiento de tutela de la libertad sindical, el plazo para accionar sería el correspondiente a la acción prevista para los actos sustantivos sobre los que se concrete la lesión del derecho de libertad sindical ( art. 177.2 LPL). En este supuesto, la doctrina del TS es la de que, a falta de previsión estatutaria, el plazo aplicable a estos supuestos habría de ser el plazo

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de un año que viene determinado en el art. 59 ET, por cuanto, a pesar de ser un plazo que no está referido en dicho precepto a la relación entre sindicato y afiliado, debe aceptarse como plazo general para las acciones atinentes a la rama social del derecho ( STS 6-7-2000 [RJ 2000, 6624] ).

3.1.2. El reconocimiento constitucional del derecho de no sindicación y la libertad sindical negativa

Está contenida en el art. 28.1 CE, donde se reconoce que «nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato» ( art. 28.1 CE). Este reconocimiento se reitera en el art. 2.1.b) LOLS. También se plasma indirectamente a través de la prohibición de discriminaciones en el empleo o en las condiciones de trabajo por razón de la no adhesión sindical del trabajador [ art. 12 LOLS; arts. 4.2.c) y 17 ET]. El art. 8.12 LISOS tipifica la conducta como infracción administrativa muy grave.

El TC ha interpretado este derecho como el «derecho de permanecer al margen de cualquier organización sindical o a no sindicarse», por lo que no cabe establecer ningún tipo de monopolio sindical del empleo que atente al derecho de libertad sindical, limitando el derecho o facultad del trabajador de no afiliarse a uno que no sea de su elección ( STC 142/1993, 22-4-1993 [RTC 1993, 142] ). Pero también ha indicado el TC que la libertad sindical negativa no constituye impedimento para una acción estatal de apoyo a los sindicatos y de fomento de la sindicación ( STC 142/1993, 22-4-1993 [RTC 1993, 142] ).

3.1.3. Las cláusulas de seguridad sindical y su admisibilidad en nuestro ordenamiento

Ante este marco normativo se plantea la cuestión de la admisibilidad de las cláusulas de seguridad sindical. Se trata de cláusulas a través de las que los sindicatos se aseguran la hegemonía representativa en un ámbito de actuación sindical, obligando al empresario a contratar sólo a trabajadores afiliados al sindicato (por ejemplo, las cláusulas de taller cerrado –closed shop–, que imponen la reserva del empleo a los afiliados, o las cláusulas de empleo preferencial para los afiliados –preferencial hiring–) o presionando a los trabajadores para que contribuyan al fortalecimiento financiero u organizativo del sindicato (por ejemplo, las cláusulas de ventajas reservadas a los afiliados o de establecimiento de un canon de negociación –Agency shop–, que supone la extensión de los beneficios de la actividad sindical a todos los trabajadores, pero imponiendo a los no afiliados una contribución económica). Se trata de cláusulas con cierta tradición en otros sistemas de relaciones laborales (los anglosajones).

En nuestro ordenamiento jurídico, en virtud del marco jurídico descrito [ art. 28.1 CE; arts. 2.1.b) y 12 LOLS; art. 17 ET],quedan prohibidas las cláusulas que condicionan el empleo a la afiliación al sindicato. Cabe pensar, por otra parte, quelas cláusulas de ventajas reservadas podrían admitirse a través de la negociación colectiva, cuando ésta es de eficacia limitada(al margen del Título III ET). Por otra parte, el art. 11 LOLS admite la fijación de la cláusula del canon de negociación.

3.1.4. El canon de negociación____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



La cuota de solidaridad o canon de negociación está prevista en el art. 11.1 LOLS, que establece que «en los convenios colectivos podrán establecerse cláusulas por las que los trabajadores incluidos en su ámbito de aplicación atiendan económicamente la gestión de los sindicatos representados en la comisión negociadora, fijando un canon económico y regulando las modalidades de su abono. En todo caso, se respetará la voluntad individual del trabajador, que deberá expresarse por escrito en la forma y plazos que se determinen en la negociación colectiva» ( art. 11.1 LOLS).

El TC ( STC 98/1985, 29-7-1985 [RTC 1985, 98] ) exige que su aplicación lo sea bajo determinadas condiciones:

1) La cuantía total no puede superar la de los gastos ocasionados por la negociación.

2) El derecho es reconocido a los participantes en la comisión negociadora(no sólo a los firmantes del convenio); y en proporción a su participación en la negociación del convenio.

3) No se puede exigir manifestación expresa negativa del trabajador al efecto; de forma que debe ser el trabajador el que manifieste por escrito su voluntad afirmativa de pago del canon y con carácter previo.

Cabe estimar como ilegales las cláusulas de los convenios colectivos que establecen el descuento por la empresa, salvo que el trabajador se oponga expresamente, o las cláusulas que limitan los beneficiarios a los sindicatos firmantes del convenio colectivo.

3.1.5. Cláusulas de seguridad sindical y negociación colectiva

La libertad de afiliación es condicionada por la negociación colectiva mediante acuerdos colectivos con los sindicatos representativos que suponen el reconocimiento de prerrogativas a los afiliados a estos sindicatos en la empresa. En estos casos, la ausencia de una justificación objetiva y razonable en la diferenciación en el tratamiento entre afiliados a sindicatos se estima como violación de la libertad sindical de los perjudicados.

Así, en la STS 18-1-1995 considera carente de fundamento razonable que se conceda solamente a los trabajadores afiliados a los sindicatos más representativos el derecho a participar en determinado número de asambleas al año de 20 minutos de duración durante la jornada laboral, al margen de las que pueda convocar el comité de empresa; e igualmente se estima injustificado que se otorgue preferencia a los afiliados a aquellos sindicatos en el acceso a los planes de formación en la empresa, concluyendo que tal discriminación «alcanza a los propios trabajadores de la empresa en función de su afiliación sindical, que provoca una inadmisible inducción para que se afilien a los sindicatos que les proporcionan mayores ventajas» ( STS 18-1-1995 [RJ 1995, 357] ). En los mismos términos se pronuncia la STS 11-10-1999 cuando la misma prerrogativa es reconocida a los afiliados a sindicatos con representación en el Comité Intercentros, que a la postre son también los sindicatos representativos ( STS 11-10-1999 [RJ 1999, 7491] ).

3.2. La vertiente colectiva del derecho de organización sindical____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



Refiriéndose a la vertiente colectiva del derecho de organización sindical, el art. 2.2 de la LOLS establece que las organizaciones sindicales en el ejercicio de la libertad sindical tienen reconocidas los siguientes derechos( art. 2.2 LOLS):

1) La redacción de sus estatutos sindicales y reglamentos. Los estatutos deben ser objeto de registro y deben contener las menciones mínimas que exige la propia LOLS en su art. 4 .

2) La organización de sus actividades internas y la formulación de su programa de acción. Exige el art. 7 CE que la estructura interna y el funcionamiento del sindicato sean democráticos.

3) La constitución de federaciones, confederaciones y organizaciones internacionales, así como la facultad de afiliarse y retirarse de las mismas. Esta norma está en conexión con la previsión del art. 28.1 CE en el mismo sentido.

La constitución de federaciones y confederaciones se somete al mismo régimen jurídico y garantías previstas para las asociaciones sindicales, es decir, como organización sindical compleja accede a los derechos de organización recogidos en la LOLS (RCL 1985, 1980) para todo sindicato. Por otro lado, la asociación sindical, en cuanto afiliada a una estructura organizativa compleja, dentro de ella tiene garantizados sus derechos de libre afiliación o de baja y de participación en la vida interna de ésta, en los mismos términos que el afiliado individual los tiene garantizados en la asociación.

Los poderes de dirección, disciplinarios o de control financiero que ejercen las estructuras organizativas superiores dentro de la pirámide organizativa sindical no suponen un cuestionamiento del principio democrático en la estructura y funcionamiento de las organizaciones complejas, siempre que se respeten las reglas estatutarias acordadas dentro de éstas, se salvaguarden los mecanismos internos de participación de los sindicatos afiliados o federados dentro de aquellas estructuras y se salvaguarde también su derecho a darse de baja de estas estructuras.

A partir de estos argumentos, la STSJ Canarias 13-7-2000 estima que no se puede considerar una injerencia sindical la decisión de la Confederación de CC OO de intervenir en un sindicato afiliado nombrando una comisión gestora ( STSJ Canarias 13-7-2000 [AS 2000, 3991] ).

Una relevante doctrina en relación con la posible existencia de lesiones de la libertad sindical como consecuencia de decisiones internas del propio sindicato se contiene en la STS 18-9-2001 (RJ 2001, 8448) , dictada a propósito de un conflicto entre la Confederación USO y USO Madrid.

3.2.1. La protección frente a los actos de injerencia estatal

Los actos de injerencia administrativa en este derecho de autoorganización constituyen una violación de la libertad sindical y quedan prohibidos. De ahí que el control administrativo de los actos de constitución del sindicato se limite a un control formal, de carácter reglado. De ahí también que se establezca el derecho de los sindicatos a no ser suspendidos ni disueltos sino mediante resolución firme de la Autoridad judicial, «fundada en incumplimiento grave de las leyes» [ art. 2.2.c)

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LOLS].Igualmente se consideran actos de injerencia estatal la concesión de privilegios

a los sindicatos representativos que no se apoyan en criterios objetivos y razonables, como por ejemplo la concesión de subvenciones públicas sólo a los sindicatos representativos ( STC 20/1985, 14-2-1985 [RTC 1985, 20] ; STC 26/1985, 22-2-1985 [RTC 1985, 26] ; STC 72/1985, 13-6-1985 [RTC 1985, 72] ).

3.2.2. La protección frente a los actos de injerencia empresarial

Se prohíben también los actos de injerencia del empresario en el derecho de autoorganización. Se deben estimar actos lesivos de la libertad sindical las actuaciones empresariales orientadas a impedir u obstaculizar el ejercicio del derecho de organización o de actividad de los sindicatos dentro de la empresa. En particular, el art. 13 pár. 2º LOLS prohíbe los actos empresariales de constitución o apoyo a sindicatos amarillos. Dicho precepto considera una injerencia empresarial «fomentar la constitución de sindicatos dominados o controlados por un empleador o una asociación empresarial», o bien «sostener económicamente o, en otra forma, sindicatos con el mismo propósito de control» ( art. 13.2 LOLS).

Aunque las ayudas económicas de las empresas a los sindicatos no son en sí mismas reprobables, los Tribunales observan con enorme recelo su justificación. La concesión por las empresas de subvenciones a determinados sindicatos que se apoya en criterios puramente discrecionales y suponen una distinción entre sindicatos no sustentada en criterios objetivos y razonables se estima una actitud contraria al principio de igualdad entre los sindicatos y una clara injerencia empresarial contraria al principio de libertad sindical sancionable por la vía del art. 13 LOLS.

En relación con el reconocimiento de una subvención económica para los sindicatos que suscriben un acuerdo con la empresa, la STS 22-10-1993 entiende que supone «un tratamiento desigual entre sindicatos suficientemente representativos en cuanto atribuye una compensación económica a los sindicatos firmantes, primando a aquellos que han firmado el acuerdo, frente a los que legítimamente se opusieron a ello en uso de su libre estrategia y actividad sindical; todo lo cual se revela como carente de justificación, no respondiendo a criterios objetivos y razonables, sino a un criterio subjetivo e injustificado que incluso puede suponer un acto de injerencia empresarial prohibido en el art. 13 , párrafo segundo, de la LOLS» ( STS 22-10-1993 [RJ 1993, 7856] ).

La jurisprudencia matiza que no toda contribución económica o acción de fomento de la actividad sindical por la empresa es relevante a estos efectos; es necesario probar al menos la existencia de indicios sobre una intención de dominación empresarial de los sindicatos o el objetivo de debilitación de los sindicatos no afines a los intereses empresariales.

Para la STS 9-2-1996, el hecho, poco frecuente, de un sindicato independiente en la empresa que en poco tiempo consigue una notable afiliación y un sobresaliente éxito electoral puede ser el resultado de la manipulación empresarial, lo que sería censurable jurídicamente, pero igualmente puede ser el resultado de la eficacia y acierto en la dirección y actividad del sindicato ( STS 9-2-1996 [RJ 1996, 1007] ).

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3.3. Los derechos de actividad: su vertiente individual

Los derechos de actividad pueden ser de carácter individual y colectivo. La libertad sindical individual comprende el derecho de actividad sindical [ art. 2.1.d) LOLS]. Este derecho tiene como primera expresión el derecho del trabajador sindicado a la participación en la vida del sindicato. Pero este derecho del art. 2.1.d) LOLS no se limita a los trabajadores afiliados al sindicato. También cabe hablar del derecho de los no afiliados a participar en la actividad promovida por los sindicatos, sin que puedan ser objeto de represalia alguna por ello. El art. 28.1 CE tutela la actividad sindical de aquellos trabajadores que, aun no estando afiliados a un sindicato, siguen una actividad promovida por los sindicatos ( STC 134/1994, 9-5-1994 [RTC 1994, 134] ).

El art. 12 LOLS prohíbe las conductas discriminatorias «por razón de la adhesión... a un sindicato, a sus acuerdos o al ejercicio, en general, de actividades sindicales» ( art. 12 LOLS). Por otra parte, el procedimiento judicial de tutela de la libertad sindical ampara la actividad sindical tanto de trabajadores afiliados como no afiliados ( art. 175.1 LPL).

El TC ha declarado que el derecho de libertad sindical comprende el derecho del trabajador a no sufrir menoscabo alguno en su situación profesional o económica en la empresa por razón de su afiliación o actividad sindical ( STC 74/1998, 31-3-1998 [RTC 1998, 74] y STS 22-5-2006 [RTC 2006, 151] ), y que esta garantía de indemnidad es aplicable a quien desempeña funciones representativas por cuenta de un Sindicato ( STC 24-9-2007 [RTC 2007, 200] ). En general, puede decirse que el derecho de libertad sindical queda menoscabado si la actividad sindical tiene consecuencias negativas para quien la realiza ( STC 44/2001, 12-2-2001 [RTC 2001, 44] ).

El TC ha indicado, en aplicación de esta doctrina, que la menor retribución económica del liberado sindical por uso del crédito horario puede constituir un obstáculo objetivo para la efectividad del derecho sindical, por su potencial efecto disuasorio para la decisión de realizar funciones sindicales, que puede finalmente proyectarse sobre la asociación sindical, afectando a la función de representación y defensa de intereses de los trabajadores que le encomienda la CE (RCL 1978, 2836) ( STC 30/2000, 31-1-2000 [RTC 2000, 30] ). En el mismo sentido STC 257/2007, de 17 diciembre (RTC 2007, 257) , referido a un funcionario que estando disfrutando de un permiso sindical a tiempo completo durante un años, se le deniega el nombramiento como Jefe de un Departamento que conlleva una mejora y promoción profesional, y retributiva, cuando la única circunstancia de tal denegación es su condición de liberado sindical.

3.4. Los derechos de actividad desde una vertiente colectiva

3.4.1. El contenido esencial de la libertad sindical colectiva

Conforme al art. 2.2.d) LOLS, los derechos de actividad sindical, que se reconoce al sindicato «en la empresa y fuera de ella», comprende «en todo caso» [ art. 2.2.d) LOLS]:

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– El derecho a la negociación colectiva.– El ejercicio del derecho de huelga.– El planteamiento de conflictos individuales y colectivos de trabajo.– La presentación de candidaturas para la elección de Comités de empresa y

Delegados de personal y de los correspondientes órganos de representación de las Administraciones públicas.

El disfrute de estos derechos lo será «en los términos previstos en las normas correspondientes» [ art. 2.2.d) LOLS]. De esta forma habrá que considerar el marco normativo de desarrollo del derecho para determinar en qué condiciones los sindicatos pueden ejercer efectivamente tales facultades.

Así, si se pretende celebrar un convenio colectivo con las garantías contenidas en el ET (RCL 1995, 997) , es necesario remitirse a los requisitos de representatividad que fijan los arts. 87 y 88 ET; en el caso del planteamiento de conflictos individuales y colectivos habrá que estar al art. 20 LPL en el primer caso y al requisito de implantación que fija el art. 152 LPL en el segundo caso; o bien en el supuesto de la presentación de candidaturas deberán tenerse en cuenta las reglas formales que sobre esta materia fija el art. 67 ET y la normativa reglamentaria de desarrollo.

De acuerdo con una extensa doctrina del TC, los contenidos expuestos en el art. 2.2 LOLS constituyen el contenido mínimo e indisponible del derecho de libertad sindical. Aquí se integra el derecho de autoorganización del sindicato, el derecho a desarrollar una actividad sindical en las empresas y realizar allí sus funciones representativas, el derecho a presentar candidaturas en elecciones a representantes de los trabajadores en las empresas, el derecho a la negociación colectiva, y el derecho de huelga o la promoción de conflictos.

El ejercicio de la acción sindical confiere al sindicato un amplio marco de libertad de actuación, cuyas vertientes más significativas son el derecho a la negociación colectiva, a la huelga y al planteamiento de conflictos individuales y colectivos, pero cuyo contenido no se agota ahí, sino que (consagrándose constitucionalmente un ámbito de libertad) comprende también cualquier otra forma lícita de actuación que las organizaciones sindicales consideren adecuada para el cumplimiento de los fines a los que están constitucionalmente llamadas. Entre otras, la utilización como instrumento de acción sindical de los derechos a la libertad de expresión y a la libertad de información, en este sentido la libertad sindical contiene también el derecho a opinar y difundir información en asuntos de interés laboral y sindical ( STC 15-11-2004 [RTC 2004, 198] )

Aunque el derecho a la negociación colectiva forma parte del contenido esencial de la libertad sindical, la jurisprudencia del TC y del TS es constante en el sentido de que el derecho a la negociación colectiva de los funcionarios no forma parte de su contenido de libertad sindical ( STC 57/1982, 27-7-1982 [RTC 1982, 57] ; STS 1-2-1995 [RJ 1995, 1210] ; STS 8-5-2000 [RJ 2000, 4579] ).

3.4.2. El contenido adicional de la libertad sindical colectiva

Al contenido esencial de la libertad sindical, deben añadirse todas aquellas facultades y derechos atribuidos por normas legales, normas reglamentarias o por vía de la negociación colectiva, que pasan a engrosar el contenido de la

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libertad sindical, constituyendo lo que la jurisprudencia constitucional - seguida después por la jurisprudencia ordinaria - ha acuñado como contenido adicional de aquel derecho ( STC 13/1997, 27-1-1997 [RTC 1997, 13] ; STC 145/1999, 22-7-1999 [RTC 1999, 145] ; STC 44/2001, 12-2-2001 [RTC 2001, 44] ).

Cabe incluir aquí, en primer término, todos los derechos de actividad y todas las facilidades que reconoce y describe la LOLS (a partir de la cláusula general de su art. 2.2 ): el derecho a la constitución de secciones sindicales y la designación de delegados sindicales ( art. 8 y 10 LOLS), el derecho a permisos retribuidos de los representantes sindicales que, estando en situación de activo en una empresa, participen en las comisiones negociadoras de convenios colectivos ( art. 9 LOLS), o los derechos de acción ante los tribunales en defensa de la libertad sindical ( arts. 13 y 14 LOLS), a los que han de añadirse las facultades específicamente reconocidas a favor de los sindicatos más representativos o de los que acreditan una mínima representatividad ( arts. 6 , 7 y 9.1 LOLS), como las que se refieren a la participación institucional o a los cargos sindicales . También deben incluirse todos los derechos que se deriven a favor de los sindicatos de la legislación laboral en su conjunto, y particularmente del Estatuto de los Trabajadores, que atribuye a los sindicatos, por ejemplo, facultades de promoción de elecciones a órganos de representación de los trabajadores en la empresa ( art. 67 ET) y de presentación de candidaturas a las mismas ( art. 69 ET).

Sobre el contenido adicional de la libertad sindical puede consultarse abundante jurisprudencia SSTS 22-6-1992 (RJ 1992, 4607) ; 13-7-1994 (RJ 1994, 7049) ; y 28-12-1998 (RJ 1999, 388) . La STC 76/2001, 26-3-2001 (RTC 2001, 76) , se refiere a la promoción de elecciones en la empresa, con abundante cita doctrinal.

Téngase en cuenta, por otra parte, que algunas de las actividades que forman parte del contenido esencial de la libertad sindical pueden estar reguladas por la ley con vistas a su ejercicio efectivo, como ocurre con la negociación colectiva o la huelga . Siendo parte del contenido esencial de la libertad sindical no se puede decir que constituyan derechos de creación legal, pero se han de ejercitar de acuerdo con la ley, que puede ofrecer márgenes más o menos amplios y que puede distinguir entre sindicatos por razones justificadas (como el grado de representatividad). Cuando se trate de un derecho de actividad sindical de configuración legal o convencional, habrá que estar a esta regulación concreta para la interpretación del alcance y límites de su reconocimiento. Hay que indicar, además, que esos derechos adicionales pueden reconocerse sólo a determinados sindicatos (los sindicatos más representativos o representativos); el único límite a ese reconocimiento selectivo viene constituido por la prohibición de discriminaciones, es decir, distinciones entre sindicatos de carácter arbitrario, injustificadas o contrarias a la ley.

La diferenciación entre sindicatos en el reconocimiento del contenido adicional de libertad sindical viola el principio de igualdad de trato y el derecho de libertad sindical cuando la desigualdad está desprovista de una justificación objetiva y razonable, que debe apreciarse en relación con la finalidad y efectos de la medida considerada, debiendo darse una relación razonable de proporcionalidad entre los medios empleados y la finalidad perseguida.

4. Medios de tutela de la libertad sindical

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La LOLS (RCL 1985, 1980) establece en su art. 12 que «se consideran nulos y sin efectos los preceptos reglamentarios, las cláusulas de los convenios colectivos, los pactos individuales y las decisiones unilaterales del empresario que contengan cualquier tipo de discriminación en el empleo o en las condiciones de trabajo, sean favorables o adversas, por razón de la adhesión o no a un sindicato, a sus acuerdos o al ejercicio, en general, de actividades sindicales» ( art. 12 LOLS).

Frente a las conductas contrarias a los derechos de libertad sindical, el ordenamiento jurídico reacciona por diversas vías. En primer lugar, estableciendo una tutela judicial a través de un proceso jurisdiccional especial y una tutela ante el Tribunal Constitucional a través del recurso de amparo. En segundo lugar, disponiendo la posibilidad de sanciones penales y administrativas frente a las conductas antisindicales.

4.1. La protección jurisdiccional de la libertad sindical

La tutela del derecho fundamental de libertad sindical tiene su reconocimiento en el art. 13.1 LOLS, en el que se establece que «Cualquier trabajador o sindicato que considere lesionados los derechos de libertad sindical, por actuación del empleador, asociación patronal, Administraciones públicas, o cualquier otra persona, entidad o corporación pública o privada, podrá recabar la tutela del derecho ante la jurisdicción competente a través del proceso de protección jurisdiccional de los derechos fundamentales de la persona» ( art. 13.1 LOLS).

La modalidad procesal de tutela de los derechos fundamentales en general, y el de libertad sindical en particular, se encuentra regulada en los arts. 175 , 176 , 177 , 178 , 179 , 180 , 181 y 182 LPL.

Esta modalidad procesal –que alcanza a la tutela de los demás derechos fundamentales– tiene carácter opcional, lo que significa que, fuera de los casos enumerados en el art. 182 LPL, en que es preceptivo acudir a otra modalidad procesal específica, el sujeto que considere lesionado su derecho podrá canalizar su pretensión bien por el procedimiento ordinario, bien por el de tutela ( STS 18-9-2001 [RJ 2001, 8448] , y las que en ella se citan; y STS 30-5-2002 [RJ 2002, 7565] ).

El proceso se caracteriza, en relación con su objeto, por ser un proceso de cognición limitada, en el que el conocimiento judicial se circunscribe a constatar la existencia de lesión de un derecho fundamental, sin que puedan abordarse en el mismo cuestiones de mera legalidad o simples infracciones de las normas que contienen el régimen jurídico del derecho en cuestión ( SSTS 24-1-1996 [RJ 1996, 193] ; 3-2-1998 [RJ 1998, 1430] y 18-9-2001 [RJ 2001, 8448] , con abundante cita doctrinal).

En caso de que se susciten problemas que trasciendan de la apreciación de la existencia de lesión de la libertad sindical, ello determinará, no la declaración de inadecuación de procedimiento, sino la simple desestimación de la pretensión; y basta para que el procedimiento se estime adecuado y se admita a trámite la demanda un planteamiento «razonable» de dicha pretensión, y que la misma se sustancie formalmente como una pretensión de tutela, esto es, que se afirme por el demandante la existencia de una violación directa del derecho fundamental ( STS 6-10-1997 [RJ 1997, 7191] ; 20-6-2000 [RJ 2000, 5960] ; 24-4-2001 [RJ 2001, 8479] ;

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y, de nuevo, 18-9-2001; la STS 7-3-2002 [RJ 2002, 4666] declara la inadecuación del procedimiento para canalizar una pretensión de nulidad de una cláusula del convenio colectivo de FEVE; y las de 27-5-2002 [RJ 2002, 6815] y 14-6-2002 [RJ 2002, 8372] declaran la adecuación del procedimiento aunque no prospere la demanda).

Sólo existen dos titulares del derecho que puede ser invocado en el proceso, el trabajador individual y el sindicato; además, cada uno de ellos estará legitimado para demandar la tutela de los derechos de los que es titular: el trabajador de los contenidos individuales de la libertad sindical; el sindicato de los derechos colectivos de la libertad sindical ( STC 215/2001, 29-10-2001 [RTC 2001, 215] ). No obstante, la intervención del sindicato es compleja, en el sentido de que no sólo está legitimado cuando es titular del derecho lesionado:

a) El sindicato puede intervenir como parte coadyuvante cuando la demanda es planteada por un trabajador como sujeto lesionado y éste se constituye en parte activa principal del proceso. En este caso, el sindicato al que esté afiliado el trabajador demandante o un sindicato más representativo podrá actuar como parte coadyuvante en el proceso ( art. 14 LOLS; art. 175.2 LPL).

b) El sindicato puede actuar como parte principal frente a una actuación que incida directamente en sus derechos de libertad sindical (u otros derechos fundamentales), o bien, sin verse afectado directamente, cuando considere quela actuación antisindical (o contraria a los derechos fundamentales) afecta al interés colectivo de los trabajadores. Se interpreta en este caso que el sindicato ostenta un «interés legítimo» ( art. 175.1 LPL) para reclamar la tutela judicial frente a comportamientos empresariales contrarios a los derechos fundamentales o discriminatorios (por razón de sexo, edad, etc.) que tienen una dimensión colectiva, esto es, existe un interés abstracto del grupo que también es tutelable y su defensa no puede ser ejercida por un sujeto individual sino colectivo. En este caso se puede llegar a plantear una situación de pluralidad de partes principales(legitimación activa plural), donde demandan judicialmente tanto los trabajadores individuales como destinatarios concretos del comportamiento empresarial, como los sindicatos en representación del interés colectivo del grupo genérico de trabajadores afectado por la medida empresarial.

Cabe admitir un reconocimiento abstracto de la legitimación sindical para impugnar decisiones que afecten a los trabajadores, pero siempre que se concrete dicha capacidad genérica en cada uno de los pleitos que entable. En consecuencia, para poder considerar procesalmente legitimado a un sindicato en interés de los trabajadores debe acreditarse: 1) un interés colectivo conectado a la función genérica de representación y defensa de los intereses de los trabajadores; 2) debe acreditarse un vínculo concreto entre dicho sindicato (sus fines, su actividad, etc.) y el objeto del debate en el pleito de que se trate, vínculo o nexo que habrá de calibrarse en cada caso, y que se plasma en la noción de interés profesional o económico, traducible en una ventaja o beneficio cierto, cualificado y específico derivado de la eventual estimación del recurso entablado ( STC 210/1994, 11-7-1994 [RTC 1994, 210] ; STC 101/1996, 11-6-1996 [RTC 1996, 101] ).

Con base en esta doctrina, la STC 7/2001 establece, en un supuesto donde el sindicato cuestiona la legalidad del Decreto por el que se cubría la plaza de

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Inspector Jefe de la Policía Local mediante el sistema de comisión de servicios voluntaria, que existe una conexión con la finalidad que legítimamente persiguen los sindicatos (la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de los trabajadores), y, por tanto, con lo que la jurisprudencia constitucional ha denominado «interés profesional o económico». La razón de esta conexión es que la ventaja o utilidad que se obtendría en caso de prosperar el recurso contencioso-administrativo sería extensible a todos y cada uno de los afiliados al sindicato y en general al personal del Ayuntamiento afectado ( STC 7/2001, 15-1-2001 [RTC 2001, 7] ). Con semejante argumentación, en un supuesto de reclamación frente a la baremación para un concurso-oposición de las plazas de bombero en una Diputación ( STC 24/2001, 29-1-2001 [RTC 2001, 24] ; STS 18-2-1994 [RJ 1994, 1061] ; STS 25-1-1999 [RJ 1999, 897] ; STSJ Cantabria 4-5-2000 [AS 2000, 2450] ).

Para que el sindicato pueda intervenir como parte principal en defensa del interés colectivo lesionado por la conducta antisindical o contraria a derechos fundamentales es necesario que su ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del ámbito al que se extiende el colectivo de trabajadores afectado.

En la STS 2-2-2000 se rechaza la legitimación del Sindicato de Oficiales de la Marina Mercante para demandar en el proceso judicial de tutela de la libertad sindical en representación del interés colectivo por ser un sindicato de categoría que no se corresponde con el ámbito general del conflicto en la empresa ( STS 2-2-2000 [RJ 2000, 1438] ). Sin embargo la STC 12-9-2005 [RTC 2005, 222] , establece que la resolución administrativa de exclusión de un sindicato, de la Comisión de la mesa negociadora, para el seguimiento del Acuerdo de modificación de la relación de puestos de trabajo de personal funcionario administrativo y de servicios, de la Universidad de Oviedo, por no haberlo firmado, vulnera el derecho fundamental a la libertad sindical, ya que las funciones de la mesa negociadora del Acuerdo no se limitan al seguimiento del mismo, sino que se le atribuyen facultades negociadoras de aspectos nuevos.

Son característicos del proceso de tutela de la libertad sindical, además de la legitimación sindical o la participación del sindicato en cualidad de coadyuvante, la intervención del Ministerio Fiscal y la alteración (inversión) de la carga de la prueba, una vez que el demandante aporte indicios suficientes de la existencia de lesión ( STC 136/2001, 18-6-2001 [RTC 2001, 136] , con referencia a las precedentes SSTC 266/1993 [RTC 1993, 266] y 29/2000 [RTC 2000, 29] ; y posteriores SSTC 29/2002, 11-2-2002 [RTC 2002, 29] y 114/2002, 20-5-2002 [RTC 2002, 114] ). El TC otorga el amparo, 17/2005, 1-2-2005 [RTC 2005, 17] , al no producirse la inversión de la carga de la prueba, habiendo aportado el Sindicato, indicios suficientes de actitud antisindical.

La libertad sindical ampara también a quienes ocupan puestos de libre designación y cuyo cese obedece a decisiones discrecionales o no causales. En estos supuestos, si existen indicios razonables de lesión se produce la inversión de la carga de la prueba y la facultad empresarial discrecional tendrá capacidad para neutralizar los indicios de antisindicalidad concurrentes sólo si hace decaer efectivamente, en el caso concreto y atendiendo a las circunstancias acreditadas, el panorama discriminatorio ofrecido por el trabajador. ( STC 12-9-2005 [RTC 2005, 216] y STC 5-5-2004 [RTC 2004, 79] ).

El TC ha sentado ya doctrina en torno a la extensión de estas garantías a los ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________



demás procesos y modalidades procesales donde se alegue y haya de dirimirse la existencia de lesión de un derecho fundamental, aunque formalmente no se instrumenten o articulen a través de esta específica modalidad procesal ( STC 257/2000, 30-10-2000 [RTC 2000, 257] ); doctrina que ha sido ya recogida por el TS ( STS 18-7-2002 [RJ 2002, 9341] ).

Uno de los aspectos de la modalidad procesal de tutela de los derechos de libertad sindical y demás derechos fundamentales que mayor trascendencia práctica ha tenido –y tiene– es el relativo a la posibilidad de condena al sujeto causante de la lesión a reparar los daños derivados de la misma –incluidos los daños morales– mediante la condena al pago de una indemnización.

La doctrina del TS a ese respecto comenzó sentando que del art. 180.1 LPL no se deriva automáticamente el reconocimiento de la referida indemnización, y que para que la sentencia que estima la demanda condene de manera simultánea al cese de la conducta lesiva, a la reposición de la situación al momento anterior y a la reparación de los daños y perjuicios, es preciso que el demandante aporte los elementos que sirvan de base para una condena de tal clase, para la acreditación de la existencia del daño, por tanto; además de las bases y criterios para cuantificar el mismo y fijar el importe de la referida indemnización ( SSTS 22-7-1996 [RJ 1996, 6381) ; 23-3-2000 [RJ 2000, 3121] y 6-4-2004 [RJ 2004, 5150] ). A estos efectos, para acreditar los daños morales, no es necesario aportar prueba concreta del perjuicio sufrido y de su cuantificación monetaria, sino que basta la exposición detallada en la demanda de la conducta antisindical de la que ha venido siendo víctima, de los perjuicios económicos concretos ocasionados y del maltrato o daño psicológico sufrido con esa conducta cuya realidad no puede cuestionarse cuando se constata un trato discriminatorio y la intensidad y duración en el tiempo de esa conducta ( STS 11-2-2009 [PROV 2009, 128703] , con cita de la STC 247/2006, de 24-7-2006 [RTC 2006, 247] ).

Más recientemente, además, se ha precisado que la cuantía que el juez de instancia fije no es susceptible de revisión a través de un recurso extraordinario como el de suplicación o el de casación, salvo que se aprecie un evidente error de cálculo o una patente desproporción en la cuantía señalada ( SSTS 16-3-1998 [RJ 1998, 2993] ; y 28-2-2000 [RJ 2000, 2244]) .

En todo caso, la indemnización que procediera será compatible con la que corresponda percibir al trabajador por la modificación o extinción del contrato de trabajo de acuerdo con lo establecido en el ET ( art. 180.1 LPL, modificado por LO 3/2007, de 22 marzo [RCL 2007, 586] ).

4.2. La tutela de la libertad sindical de los funcionarios

La tutela de la libertad de los funcionarios públicos y del personal estatutario al servicio de la Administración sometidos a normas administrativas o estatutarias corresponde a la jurisdicción contencioso-administrativa y no a la jurisdicción social [ art. 3.1.a) LPL]. De esta forma, aunque los funcionarios y los sometidos a una relación de carácter administrativo o estatutario al servicio de la Administración gozan del derecho de libertad sindical, la tutela judicial de sus derechos tiene lugar «ante la jurisdicción competente» ( art. 13.1 LOLS), que en este caso es la jurisdicción contencioso-administrativa. El procedimiento a seguir es el

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procedimiento especial de tutela de los derechos fundamentales previsto en la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa de 1998( arts. 114 , 115 , 116 , 117 , 118 , 119 , 120 , 121 y 122 LJCA).

Como excepción a este regla general sobre la competencia judicial, la jurisdicción social se estima competente, en virtud del art. 2.h) LPL, si se trata de un conflicto interno del sindicato, un conflicto entre sindicatos o cuando la acción de tutela afecta a un sindicato como organización, independientemente de que sus afiliados puedan ser funcionarios.

Observan las SSTS 9-12-1997 y 12-6-1998, en supuestos de conflictos entre afiliados y sindicato sobre la legalidad de los acuerdos adoptados por órganos sindicales, que en este supuesto no hay pretensión que haga relación con ningún órgano de la Administración pública, y que la condición de funcionarios de los litigantes, aunque sea previa a su afiliación sindical, tampoco está afectada por la contienda jurisdiccional, limitada al ámbito de las relaciones entre afiliados a un mismo Sindicato y a conductas típicamente sindicales, y, por tanto, propias del régimen jurídico de los sindicatos del art. 2.h) LPL, que es materia genéricamente incluida en la rama social del Derecho. No se trata aquí de defender el derecho de libertad sindical de los funcionarios públicos frente a su empleador, la Administración, sino de decidir una contienda interna sindical, que, por su propio contenido, está relacionada con el contenido del derecho de libertad sindical, en el más amplio de los sentidos; pero que, a efectos competenciales, debe entenderse subsumida en el art. 2.h) LPL ( STS 9-12-1997 [RJ 1997, 9161] ; STS 12-6-1998 [RJ 1998, 5204] ).

Este argumento es utilizado en la STS 22-10-1993 para rechazar la excepción de incompetencia del orden social de la jurisdicción formulada por el Servicio Vasco de Salud contra la demanda de violación de la libertad sindical planteada por un sindicato en relación con la distribución de ayudas económicas entre sindicatos( STS 22-10-1993 [RJ 1993, 7856] ). La STSJ Canarias 11-6-1998, en un supuesto de reclamación de derechos de acción sindical, concluye que no se discute la relación entre el personal estatutario y una Administración pública, sino la relación directa de un sindicato con la Administración Pública donde actúa, pues el litigio se concentra en hechos tales como el derecho a local sindical, derecho de reunión en el centro de trabajo y descuento de la cuota sindical, por lo que estima inaplicable el art. 3.1.a) LPL ( STSJ Canarias 11-6-1998 [AS 1998, 3215] ). Por su parte, la STSJ Murcia 27-3-2000 estima que cuando la demanda es planteada no por un funcionario que es delegado sindical, sino por el sindicato mismo en defensa de sus intereses legítimos, la jurisdicción social debe estimarse competente, no pudiendo excluirse su competencia «en el caso de sindicatos y de sus secciones sindicales que integran unitariamente a funcionarios y trabajadores asalariados», viniendo determinada su competencia en esta materia «cuando existe concurrencia de personal laboral y funcionarial por la llamada vis atractiva del Orden Social derivada del carácter unificador de la LOLS» ( STSJ Murcia 27-3-2000 [AS 2000, 569] ).

4.3. Las garantías de orden penal y administrativo

Las garantías de orden penal se encuentran recogidas en los arts. 314 y 315 CP. El proceso penal puede ser iniciado por el trabajador o sindicato que entienda

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lesionado su derecho de libertad sindical. Sujeto pasivo de la denuncia puede ser cualquiera de los sujetos mencionados en el art. 13 LOLS. Las garantías administrativas se recogen en los arts. 7 y 8 LISOS. Se trata de sanciones administrativas que no se dirigen contra cualquiera de los sujetos mencionados en el art. 13 LOLS, sino contra el empleador. Además, constituyen sanciones frente a incumplimientos del empleador relacionados con la acción sindical en la empresa.

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