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Terra Stellae

Date post: 23-Jul-2016
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Revista anual del CETE-LI
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EDITACentro de Estudios Tierra Estella/ Lizarrerriko Ikerketa-Gunea

Publicación nº 4 del Centro de Estudios TierraEstella/Lizarrerriko Ikerketa-Gunea

CONSEJO DE REDACCIÓNMerche Osés UrricelquiElba Ochoa LarraonaJosé Miguel Legarda SembroizPatxi Areta SalanuevaXabier Larreta AnozibarAntonio Ros Zuasti

DISEÑO Y MAQUETACIÓNCalle Mayor www.callemayor.es

DEPÓSITO LEGAL NA-3553-2009ISSN 2171-1895

El Consejo de redacción del Centro de Estudios Tierra Este-lla/Lizarrerriko Ikerketa-Gunea no se identifica necesariamentecon la opinión de los autores en uso del ejercicio de su libertadindividual. Prohibida la reproducción total o parcial sin permisode los autores y, en cualquier caso, citando su procedencia.

C/ Monasterio Irache, s/n, Apdo. 17, 31200 Estella (Navarra) Página Web: www.cete-li.comCorreo electrónico: [email protected]

EDITADO CON LA COLABORACIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE ESTELLA-LIZARRA.

AyuntamientoESTELLA-LIZARRAUdala

Agradecimiento a Begoña Martínez Lasheras(traducción al euskera)

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“Las grandes obras son hechas no con la fuerza sino con la perseverancia”.

Samuel Johnson (1709-1784), escritor inglés.

2 2 PRESENTACIÓN

Este año 2013 está siendo muy especial para el Centro de Estudios Tierra Es-

tella/Lizarrerriko Ikerketa-Gunea (CETE-LI), ya que se cumple el 25º aniversario

de su fundación. Y qué mejor forma de contribuir a la labor ejercida durante todos

estos años, que difundir la gran riqueza cultural, científica e histórica que atesora Tie-

rra Estella con la publicación del número IV de la revista Terra Stellae.

Tras el parón sufrido en 2012 debido al enorme esfuerzo económico que para

el CETE supone este proyecto, retomamos de nuevo esta publicación con la inten-

ción de seguir editándola en el futuro. Y seguro que lo conseguiremos, ya que la per-

severancia es una de las cualidades que desde los inicios han tenido muchos de los

miembros del CETE. Valga recordar que allá por la década de los años 80, cuando

un grupo de profesores y alumnos del antiguo Instituto Oncineda de Estella, co-

menzaron a realizar sus primeras incursiones en el mundo de la arqueología por los

parajes cercanos de la Merindad, no sabían que su perseverancia en seguir investi-

gando sería el germen del Centro de Estudios Tierra Estella y se perpetuaría duran-

te todo este tiempo.

Cuando años más tarde ese grupo se consolidó en lo que hoy conocemos como

CETE, se fueron uniendo personas con inquietudes similares en diferentes temáti-

cas como la prehistoria, la historia, el arte, la botánica, la etnografía, la geología o la

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PRESENTACIÓN 2 3

filología, entre otras muchas; siempre bajo un denominador común, estudiar y dar a

conocer, de forma totalmente altruista, todo lo que la Merindad de Tierra Estella nos

ofrece.

En este cuarto número de Terra Stellae podremos acercarnos a aspectos tan di-

versos como la etnología, a través del estudio de un trujal en Dicastillo; la etnogra-

fía, con el relato de diversas leyendas sobre el río Ebro en la zona de la Ribera; la his-

toria, con la evolución de un palacio cabo de armería en Azcona y el experimento

realizado durante la Ilustración con la fundación de la población de Noveleta; la pre-

historia, con el hallazgo de las primeras herramientas líticas en la zona de Viana y el

arte, con el análisis de una joya del románico tardío español, como es la portada de

la iglesia de San Miguel de Estella.

Una vez más queremos agradecer la colaboración de los autores de manera des-

interesada, con la realización de estos trabajos que contribuyen a un mayor conoci-

miento de la historia de nuestra tierra. Y al mismo tiempo ponen en valor el rico e

importante patrimonio que atesora nuestra Merindad.

Agradecemos la colaboración prestada por el Ayuntamiento de Estella-Lizarra,

sin la cual no hubiera sido posible la publicación de este cuarto número de la Re-

vista Terra Stellae.

Para terminar, queremos animar a todas aquellas personas interesadas en unir-

se al Centro de Estudios Tierra Estella a colaborar en cualquiera de las actividades

que realizamos a lo largo del año y proponer otras nuevas. Entre todos podremos con-

tinuar con la labor que hace 25 años comenzó un pequeño grupo de jóvenes con

ilusión y perseverancia.

MERCHE OSÉS URRICELQUI

Presidenta del CETE-LI

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El trujal de la casa Gómez de Segura en Dicastillo

Susana Irigaray Soto

Leyendas del Ebro

Ángel Elvira Martínez y Mª Inés Sáinz Albero

El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII-XVI)

Mª Elba Ochoa Larraona

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La nueva población de Noveleta.Un experimento ilustrado

Carmen Lacunza Astiz

Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

Luis Julián Arazuri Izquierdo y Javier Armendáriz Martija

Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

Antonio Sola Alayeto y Xabier Larreta Anozibar

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BREVE HISTORIA DE LOS TRUJALES NAVARROSEn Navarra, se han encontrado restos

arqueológicos que corresponden a trujales(“torculae”) en yacimientos de época romanade Cascante, Liédena y Sangüesa, entreotros. Los únicos elementos que se conser-van suelen ser los grandes contrapesos de pie-dra que atestiguan, como también lo de-muestran los testimonios gráficos y escritosde la época, la utilización generalizada des-de el siglo I a.C. del sistema de palanca de

segundo género, superviviente en algunas delas instalaciones que más tarde describiremosy utilizado todavía mayoritariamente hastalos años 30 del siglo XX en las almazaras delas grandes zonas de producción aceitera dela Península Ibérica.

El siglo XX asistió a una caída con-siderable en el consumo de aceite de oliva,con el consiguiente retroceso de su super-ficie cultivada en España a partir de la pos-guerra, fenómeno que también afectó a Na-

autora: Susana Irigaray Soto* * Museo Etnológico de Navarra “Julio Caro Baroja”

Contacto: [email protected]

El trujal de la casa Gómez de Seguraen Dicastillo

ResumenEste artículo pretende un doble objetivo: por un lado, dar a conocer una instalación de Tierra Estella dedicada al pro-cesamiento de la oliva con métodos preindustriales; y por otra parte, llamar la atención sobre la precaria situaciónde los bienes que integran el patrimonio industrial de Navarra, actualmente poco conocido y amenazado desde di-versos frentes y por distintas razones. El trujal que se encontraba ubicado en la conocida como Casa Gómez de Se-gura, en Dicastillo, fue localizado en la década de los 90 del siglo pasado, cuando ya se encontraba en ruinas, einventariado en el marco de un trabajo de catalogación del Museo Etnológico de Navarra “Julio Caro Baroja” en1997. En 2001 el museo adquirió las maquinarias del trujal ante el inminente derribo de la casa, desmontándolasy trasladándolas al museo, donde se guardan actualmente.

LaburpenaBi helburu ditu artikulu honek: alde batetik, olibagintzan prozedura aurre industrialak baliatzen zituen Estellerrikolantegi bat ezagutaraztea eta, bertzetik, arreta ematea Nafarroako industria ondarea pairatzen ari den egoera pre-karioaz, arrazoi ezberdinengatik mehatxaturik baitago. Olio-errota Deikaztelun zegoen, Gomez de Segura izenekoetxean. Joan den mendeko 90. hamarraldian aurkitu zuten, hondatuta zegoela, eta 1997an haren inbentarioa eginzen “Julio Caro Baroja” Nafarroako Museo Etnologikoak abiaturiko katalogazio lanen artean. 2001ean museoakolio-errotaren makinak eskuratu zituen eta, etxea berehala eraitsi behar zutenez, desmontatu eta gaur egun dau-den tokira eraman ziren.

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varra, aunque nuestra Comunidad ha sidosiempre una zona marginal en cuanto a laproducción de este “oro líquido”. Esto noimpide que Navarra sea la cuna de una va-riedad de oliva, la “arróniz”, que supone to-davía actualmente el 47% del cultivo de esteárbol en la Comunidad Foral.

De la década de los 70 hasta la actua-lidad, el prestigio renovado de la dieta me-diterránea ha provocado un auge de la in-dustria aceitera, aunque mediando una mo-dernización de las instalaciones de produc-ción. Las altas cotas de calidad e higiene queexige el mercado moderno han conducidoal cierre acelerado en las tres últimas déca-das de todas las almazaras tradicionales,dada la imposibilidad para mantener la ren-tabilidad de su producción y las trabas parala realización de su actividad por motivos deseguridad alimentaria.

La Comunidad Foral es la zona másnorteña de elaboración de aceite de oliva detoda Europa. En Navarra la superficie dedi-cada al olivar es ahora de aproximadamen-te 2.600 hectáreas, con una producción de2.800 toneladas de aceite, lo que supone sóloel 0,5% de la producción total nacional. Elnúmero de trujales, particulares o coopera-tivos, ha disminuido drásticamente en las dosúltimas décadas. En la actualidad, la Deno-minación de Origen Protegida “Aceite deNavarra” agrupa la producción de oliva de135 municipios navarros, todos ellos de lazona centro y sur de la Comunidad (TierraEstella, Navarra Media y la Ribera delEbro), que se procesa en seis trujales o al-mazaras ubicados en las localidades de Tu-dela, Cascante, Fontellas, Cintruénigo, Men-davia y Arróniz.

El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo 2 7

Piedras de “torculae” de época romana en el yacimiento de Fillera-Campo Real. (Sangüesa-Sos del Rey Católico). (Imágenes cedidas por J. Armendáriz)

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EL INVENTARIO DE TRUJALES DE TECNOLOGÍA TRADICIONAL DE NAVARRA

En 1997, la entonces Sección de Museos,Bienes Muebles y Arqueología del Gobier-no de Navarra planteó la necesidad urgentede acometer el inventario exhaustivo de lasinstalaciones para la molienda y el prensadode la oliva por métodos tradicionales todavíaexistentes en la Comunidad Foral. El traba-jo se propuso unos objetivos muy concretos:1.- Llegar a conocer la totalidad de instala-

ciones de tipo almazara, electrificadas ono, en activo o fuera de uso, existentes enla actualidad en Navarra.

2.- Documentar del modo más amplio po-sible, tanto mediante entrevistas, consultabibliográfica y de archivo, levantamien-to de planos o croquis y fotografías, lostipos de instalación, maquinaria y fun-cionamiento de los trujales.

3.-Verificar el número y estado de conser-vación de los trujales “de sangre” o ar-tesanales supervivientes en Navarra, decara a procurar su conservación.

4.- Realizar una valoración del interés et-nográfico de las instalaciones, de sus he-rramientas y maquinaria, que sirva paraencauzar la política de adquisiciones delMuseo Etnológico de Navarra en estetema.

5.- Detectar las posibles variantes tipológi-cas y, especialmente, de léxico entre lasdistintas zonas de Navarra productoras deaceite.

6.- Sentar las bases para un futuro inventa-rio de inmuebles de interés etnográficode Navarra, todavía por hacer y cada díamás necesario, vistos el grado de deterioroy acelerada desaparición de estas instala-ciones o, en el mejor de los casos, los pro-

yectos que surgen para su rehabilitacióncon distintos fines.Un equipo de la empresa Olcairum Es-

tudios Arqueológicos S.L., de Pamplona, re-alizó la totalidad del trabajo de campo, do-cumentación, recogida de imágenes y re-dacción de fichas y memoria en 1997. Lasupervisión técnica de estas tareas corres-pondió al Museo Etnológico de Navarra “Ju-lio Caro Baroja”, donde se guardan las fichasy el resto de documentación fotográfica yplanimétrica fruto de este trabajo. En total,el Inventario se compone en la actualidad de50 registros y se puede considerar abierto, yaque van incorporándose las nuevas instala-ciones localizadas o las que ya se conocíanpero no pudieron ser visitadas en el transcursode los trabajos de 1997.

Resumiendo los resultados de esta in-vestigación, diremos que una primera y fun-damental distinción cabe hacerse entre las ins-talaciones particulares y las cooperativas, di-visión que se refiere no sólo a la titularidaddel local, sino que también suele corres-ponderse con la mayor antigüedad de las ma-quinarias y a la mayor proporción de siste-mas motrices anteriores a la electrificaciónen el caso de las primeras.

Puede afirmarse que hasta la década delos 40 del siglo XX prácticamente todos lostrujales en activo en Navarra eran particula-res y que existía una instalación de este tipoen todas las casas de agricultores pudientes de-dicados a la producción de oliva. En el terrenodel aceite no cuajó el fenómeno cooperati-vista, tan fecundo en los casos cerealista y vi-tivinícola desde comienzos del siglo XX.

Hasta la posguerra, los propietariosparticulares de almazaras procesaban enellas cosechas propias y ajenas de oliva, a cam-

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bio del pago de la “maquila” o parte pro-porcional en especie y de la propiedad de lossubproductos derivados de la molturación,sobre todo el huesillo para obtener aceite deorujo o para utilizarlo como combustible.También era práctica extendida la compra defruto para comerciar posteriormente con elaceite extraído.

La decadencia de los trujales privadosse aceleró a mediados del siglo XX por la in-corporación de nueva tecnología y maqui-naria, que suponía fuertes inversiones, ade-más del auge del cooperativismo agrícola yde la recesión del olivar en amplias zonas deNavarra ante el avance de cultivos más ren-tables. Entre los tradicionales, el Inventarioha distinguido varias tipologías:

Trujales de sangreSon aquellos en los que la energía mo-

triz utilizada en las labores de molturacióny prensado ha sido, exclusivamente, la fuer-za animal o humana. De este tipo, se loca-lizaron un total de diez almazaras, todas ellasde alto valor histórico por la antigüedad desu maquinaria, si bien algunas ya se encon-traban entonces en situación de ruina. Tresse encontraban en localidades de la merin-dad de Estella: además del que nos ocupa deDicastillo, existió un trujal de sangre en Mo-rentin (Casa Vélez) y otro se conserva par-cialmente en Allo (Los Monteros). El más im-portante de Navarra desde el punto de vis-ta histórico y por su buena conservación esel Trujal de la Marquesa, en Cabanillas, quefue declarado Bien de Interés Culturalcomo monumento en 2005.

También muy importante por su espe-cial tipología es el trujal rupestre de Solchaga,descubierto y excavado entre 2007-2008.

Trujales con motor de gasolinaEsta innovación, que permitía el movi-

miento de toda la maquinaria del trujal pormedio de un sistema de transmisión por po-leas, evitando así la intervención de la fuer-za de sangre, se detecta en un único trujal na-varro, el de Casa Barbarin, en Morentin. Estainstalación del siglo XIX fue reestructuradaen 1917, introduciendo esta novedad mecá-

El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo 2 9

Interior del trujal de la Marquesa, en Cabanillas, declarado Bien de Interés Cultural en 2005.

Zona de molturación y prensado en el trujalrupestre de Solchaga. (Foto cedida por A. Duró).

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nica junto con maquinaria más moderna, cosaque permitía el aumento del rendimiento yuna reducción del número de operarios.

Trujales hidráulicosEl empleo de la fuerza de una corriente deagua para mover la maquinaria de moltura-ción y prensado, con ser norma casi exclu-siva en los molinos harineros de Navarra, esexcepcional en el caso de los molinos de acei-te. Sólo dos trujales pueden considerarse hi-dráulicos:- Trujal de Estella, con dos molinos de una

piedra cilíndrica y dos prensas hidráuli-cas. Se encuentra a orillas del Ega y po-see un entorno de gran atractivo paisa-jístico, si bien su grado de conservaciónes muy precario.

- Trujal de Casa Buldáin (Riezu), actual-mente desmantelado, funcionó con unmolino de rodillos y una prensa hidráu-lica entre 1935 y 1981.

Trujales electrificados de posguerraCorresponden a este tipo, tanto algunas

instalaciones privadas que decidieron con-tinuar con su actividad y modernizarse, comolos trujales que se abrieron en la década de1940 por parte de sociedades cooperativas yque son la mayoría de las instalaciones. Delos primeros se localizaron trece en el trans-curso de la investigación de campo, si biensólo seis de ellos pudieron ser inventariados.Los cooperativos son 37, aunque llegaron aexistir unos 60 hacia 1960. Prácticamente to-dos han desaparecido como industrias pro-ductivas en el siglo XXI, aunque han seguidofuncionando como juntas para la organiza-ción de la producción de oliva de sus sociosen los trujales de última generación.

Los trujales cooperativos de Tierra Es-tella que pudieron ser inventariados son losde Allo, Andosilla, Arellano, Arróniz, Cirau-qui, Dicastillo, Lácar, Lerín, Los Arcos, Ma-ñeru, Oteiza, Torres del Río y Viana.

TRUJAL DE LA CASA GÓMEZ DE SEGURA EN DI-CASTILLO

La caída del tejado afectó durante unosaños a la prensa de madera que se encontra-ba en el interior de la instalación, si bien afor-tunadamente sólo llegó a sufrir daños super-ficiales a causa de su exposición a la intem-perie. El resto de los elementos que compo-nían la sala de molturación y prensado del tru-jal se encontraban enterrados por los es-combros de los derrumbes, circunstanciaque provocó su relativa buena conservación,

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Interior del trujal de Casa Barbarin, en Morentin.

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El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo 2 11

Vista del antiguo trujal hidráulico de Estella.

Fachada del trujal cooperativo de Torres del Río, con su característico letrero de azulejo.

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ya que se trata en su mayoría de maquinariasy depósitos realizados en piedra. Por eso mis-mo, el trujal no pudo ser estudiado totalmentehasta el momento de su desescombro y des-montaje, operaciones que se llevaron a caboen 2001 tras la adquisición del inmueble porparte de un constructor. Todas las maquinariasy depósitos del trujal fueron trasladados al Mu-seo Etnológico de Navarra, que por entoncesse ubicaba en el Monasterio de Iratxe (Aye-gui). El único elemento que no pudo recu-perarse fue la caldera de cobre que hasta elmomento del derribo era inapreciable por es-tar empotrada en un horno de obra, y que fuesustraída en algún momento de las tareas dedesescombro. En la actualidad, todos los ele-mentos que pudieron ser recuperados de estainstalación preindustrial se encuentran incor-porados a la colección estable del Museo Et-nológico, con sede en Estella.

Historia del trujalPoco es lo que conocemos de la histo-

ria de la casa Gómez de Segura y, por lo tan-to, del trujal que en ella había instalado. Enel proceso de realización del Inventario nose pudieron localizar informantes que re-cordaran haber visto el trujal en uso y el ras-treo de documentación histórica en archi-vos quedaba fuera de los objetivos y plazosde ese trabajo. Por otro lado, la particular si-tuación legal del inmueble y las circunstan-cias de su compra y derribo no favorecieronel recabar la información que pudiera habersuministrado la familia propietaria, no resi-dente en el municipio.

El único dato cronológico con el quecontamos es la fecha de 1896 grabada en lahembra del husillo del contrapeso, dataciónque por lo menos nos da probablemente el

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Fachada de la casa Gómez de Segura en Dicastillo, antes de su restauración.

Aspecto que presentaba el interior del trujal en el año 2000.

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momento de colocación de ese elemento dela prensa, aunque el conjunto pudiera teneruna antigüedad mayor, pero no necesaria-mente muy anterior, ya que este tipo de pren-sas fueron las más numerosas en España has-ta los años que precedieron a la guerra civil.

La segunda mitad del siglo XIX y el pri-mer tercio del XX coinciden seguramentecon la época de mayor producción olivareraen el municipio de Dicastillo, ya que en 1847se documenta la existencia de cuatro moli-nos aceiteros sobre el Ega, que exportaban 300arrobas de aceite. En 1906, la superficie deltérmino dedicada al olivo era de 314 Ha., as-cendiendo a 369 en 1935 y cayendo hasta las211 de 1950 y 186 Ha. en 1970. La existen-cia de trujales ubicados en casas particularesestá suficientemente documentada por el pro-pio Inventario realizado en 1997, en eltranscurso de cuya elaboración se localizaronvarias almazaras ubicadas en domicilios par-ticulares, especialmente en los municipios deAibar y Cascante, además de conocerse queen el pasado existieron muchas más ligadas alprocesamiento de la producción familiar y que,obviamente, han ido desapareciendo. De he-cho, el Inventario de trujales localizó en todaNavarra solamente tres antiguas instalacionesque conservaban la prensa del tipo más pri-mitivo, una de ellas la de esta casa de Dicas-tillo. La rareza de esta supervivencia ennuestra Comunidad es una de las razones porlas que la Administración Foral se planteó surecuperación y adquirirla para las coleccio-nes del Museo Etnológico.

Sistemas de extracción del aceite empleados en el trujal

Los sistemas de molienda y prensadoque se emplearon en esta instalación son muy

arcaicos, con un molino o muela de piedracilíndrica vertical, y una prensa de maderadel tipo de viga y quintal. Ambas maquina-rias eran movidas exclusivamente por fuer-za animal, en el caso del molino, y humana,caso de la prensa, por lo que a este tipo deinstalaciones se les denomina “de sangre”. Es-tos procedimientos hunden sus raíces en laépoca helenística, habiendo perdurado prác-ticamente sin variaciones desde la Edad Me-dia hasta bien entrado el siglo XX. Hacia1860 comenzó la progresiva sustitución dela muela cilíndrica vertical, que es la que seutilizó en este trujal, por las “rulas” cónicasprimero y los “rulos” tronco-cónicos des-pués. Para 1920, la muela cilíndrica era unvestigio del pasado, según afirma el especialista

El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo 2 13

Molino de rulo tronco-cónico metálico, de fa-bricación industrial, en el trujal de La Casa Ga-rro (Aibar).

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Juan Francisco Zambrana. Por otra parte, elnúmero censado de prensas de viga en Es-paña pasó de 9.045 ejemplares en 1857 a 940en 1930.

El proceso de obtención de aceite coneste tipo de maquinarias ya fue descrito porel historiador romano Catón y constaba dedos operaciones básicas: la molturación y elprensado.

En cuanto a la primera, se conocen des-de antiguo varios sistemas de molienda dela aceituna. Hasta principios del siglo XX seutilizaban los “molederos”, formados por unlargo cilindro arrastrado por un árbol en sugiro. De este sistema no han quedado prác-ticamente ejemplares, pero sí sobreviven pie-dras molederas circulares, como la de Di-castillo, y cónicas, que eran arrastradas porcaballerías, girando sobre la piedra solera, enlo que constituía un ejercicio interminablede vueltas alrededor de un eje giratorio. Laforma tronco-cónica también es caracterís-tica de molinos posteriores, ya que supusoun avance técnico porque con ella se con-

sigue una pasta más fina. En algunas alma-zaras, a partir de los años 40-50 se comen-zaron a instalar trituradores o molinos de hie-rro fundido, además de batidoras eléctricaspara dar mayor finura a la masa y evitar asíproblemas en el prensado. Estos elementosno se encontraban en el trujal de Gómez deSegura, al tratarse de una instalación ya aban-donada para esa época.

La operación de prensado comenzabauna vez que se tenía hecho el “cargo” o to-rre de capachas o esteras de esparto entre lasque iba la masa de aceitunas molidas. La fi-nalidad de esta fase era exprimir esa pasta has-ta que soltase todo el aceite que contenía to-davía la pulpa de la oliva. El sistema más an-tiguo era el que empleaba como elementode fuerza la prensa de viga. Ésta es en reali-dad una palanca que se compone de un bra-zo, el cual puede alcanzar los 20 metros omás, uno de cuyos extremos está encajado enuna pared maestra. El otro extremo está per-forado en forma helicoidal, de manera quese aloja en este orificio un husillo del que

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Croquis de la planta del trujal de Dicastillo, con indicación de la ubicación de cada elemento funcional. (Plano realizado por Olcairum).

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Eje vertical del molino emergente entre los escombros.

La prensa “in situ” en el año 2000.

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cuelga un contrapeso de entre 1.500-2.000kilos. Para que la fuerza se ejerciese en el ex-tremo embutido en la pared se hacía des-cender y luego subir manualmente el ex-tremo opuesto, por medio de una tranca en-cajada en la base del husillo, a la que se dabavueltas. La fuerza del contrapeso pétreo setransmitía al extremo encajado, bajo el cualestaba colocada la torre de capachas.

Estas prensas de antigua raigambre fue-ron siendo sustituidas desde principios del si-glo XX por maquinarias metálicas de fa-bricación industrial como son las prensas devolante y, sobre todo, las hidráulicas. Un pun-to importante en la operación de prensadoes el de verter agua hirviendo sobre la to-rre de capachas, para facilitar la extracciónde aceite. Para ello existían, normalmentejunto a la prensa, grandes calderas de cobre,que se encontraban embutidas en un hor-no de obra. Cerca se abría el pozo del quese extraía el agua para llenar la caldera.

El aceite así obtenido, normalmente depoca pureza y gran acidez, se recogía en es-tos trujales antiguos directamente en pilas depiedra, desde donde se pasaba a tinajas ce-rámicas con tapa de madera o a grandes al-

cuzas metálicas, para proceder a su distribu-ción. El alpechín o residuo del aceite se eva-cuaba a unos depósitos subterráneos, llama-dos “infiernos” o bien pasaba directamen-te a la corriente fluvial más cercana.

Descripción del trujalLa zona de molturación constaba de un

único molino, del tipo más arcaico, es decir,de rueda cilíndrica vertical, de 103 cm de diá-metro y 37 cm de grosor. En el momentodel hallazgo, se encontraba in situ pero ocul-ta por el escombro acumulado. Sólo era vi-sible la parte superior del eje sobre el que gi-raba la muela, una pieza de madera de sec-ción rectangular en la que también iría co-locada la tolva por la que vertía la oliva a lapiedra solera, y que en este caso no se ha con-servado. La solera o “empiedro” era una es-tructura circular de piedra enterrada en elpiso del trujal, sobre la que giraba la muelavertical gracias a la almijarra o eje perpen-dicular del que tiraba una caballería.

La prensa, de aproximadamente 10 me-tros de longitud, 70 centímetros de grosory un peso de 2.100 kilos, se compone de unasola pieza de roble en forma de horquilla, so-

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La viga desmontada en primer plano, dondese aprecia bien su forma en ahorquillada. Al fon-do, el molino de piedra cilíndrica vertical ya desescombrado.

Aspecto de la “capilla” de la prensa en el pro-ceso de desmontaje.

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meramente trabajada de manera que conservala apariencia arbórea original.

El extremo fijo estaba empotrado en la“capilla” o hueco longitudinal en la pared,con sendas “vírgenes” o “bijerías” a cada ladode la cabecera. Estos postes presentan una ra-nura longitudinal que permite introducir las“lavijas”, piezas móviles de madera de encinaque servían para fijar la viga en sus movi-mientos de ascenso y descenso.

El extremo opuesto aloja un husillo otornillo helicoidal vertical que se introduceen otra pieza perpendicular llamada “hem-bra” y está unido a un contrapeso de piedra(“quintal” o “pisón”) formado por tres gran-des piezas circulares de piedra. En un puntomedio pero más cercano a su cabecera, la viga

pasaba entre una pareja paralela de maderoso guías, perforadas también para fijar laprensa en sus distintos movimientos mediantela introducción de las “lavijas”.

La zona propiamente de prensado erala más próxima a la cabecera y constaba deuna pieza de piedra con acanaladura en cír-culo llamada “regaifa” sobre el que se co-locaría el “cargo” de capachas y masa paraprensar, sujeto con cuerdas o embutido enuna cuba para evitar que se desbaratase. Laregaifa de este trujal de Dicastillo comuni-caba con otra pieza pétrea con canal en for-ma de “Y” que colaba el aceite a una do-ble pila, también labrada en la piedra local,cuyos pozos están comunicados entre sí poruna canaleta.

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Extremo de la viga, unida por la “hembra” alhusillo y al contrapeso o “quintal”.

La cabecera de la prensa embutida en la “capilla”.

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El alpechín o residuo de la prensada, máspesado que el agua y el aceite, se evacuabajunto con el agua por los dos pequeños ori-ficios que tienen estas piletas en el fondo di-rectamente a los “infiernos” o depósitos in-feriores. El aceite, flotante sobre el residuoy el agua, se recogía directamente de las pi-las y se almacenaba, en tinajas o en recipientesmetálicos (“zafras”), para su consumo o co-mercialización. En el caso del trujal Gómezde Segura, no se han encontrado evidenciasde cuál era el sistema de almacenamiento, nitampoco el destino que se daba finalmentea esta producción, aunque cabe suponer quesería destinada en su mayor parte a la ali-mentación de los propietarios.

CONCLUSIONES: SITUACIÓN Y PERSPECTIVASDEL PATRIMONIO INDUSTRIAL DE NAVARRA

Lamentablemente, la conservación paralas generaciones futuras del patrimonio detrujales en Navarra es sumamente proble-mática y plantea cuestiones de muy difícil so-lución que afectan, de forma general, a to-das las instalaciones industriales en desuso y,

por lo tanto, a una parte importantísima dela historia de la tecnología y de las activida-des económicas del pasado más reciente delas sociedades modernas.

Por una parte, los escasos ejemplos detrujales preindustriales o artesanales super-vivientes del cambio tecnológico aceleradodesde la segunda mitad del siglo XX, se ha-llan en manos de particulares, ocupando lo-cales que, en buena lógica, no tardarán en seraprovechados para otros usos. La implicaciónpara su conservación por parte de las insti-tuciones públicas se presenta jalonada de obs-táculos, dado el propio régimen de propie-dad de estas instalaciones, por la falta de re-cursos económicos de las AdministracionesPúblicas y su falta de atractivo para la ini-ciativa privada.

Ante este panorama que no es exclu-sivo, como hemos apuntado anteriormen-te, de los trujales sino que afecta a todo elpatrimonio industrial de Navarra, no cabemás vía que acometer cuanto antes la ela-boración de exhaustivos catálogos de estosinmuebles con vistas a salvaguardar la me-moria de su existencia pretérita y, en los ca-sos en que las circunstancias lo permitan, tra-zar planes viables para su conservación, in situo desplazada, mediante su transformación enelementos integrados en las redes de in-fraestructuras culturales y turísticas.

18 2 ETNOLOGÍA

Piedra labrada con canal en forma de “Y”.Formaba parte de la “regaifa” de la zona de prensado.

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El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo 2 19

4ARAMBARI, Andrés, La oleicultura antigua, Madrid,Editorial Agrícola Española, 1992.

4ARMENDÁRIZ, Rosa Mª y MATEO, Mª Rosario, “El trujal“San Francisco Javier” de Oteiza de la Solana”,Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra,72, (1998), pp. 307-333.

4ARMENDÁRIZ, Rosa Mª, IRIGARAY, Susana y MATEO, MªRosario, “Inventario de trujales de tecnología tradi-cional de Navarra: metodología y resultados”, Cua-dernos de Etnología y Etnografía de Navarra, 73,(1999), pp. 369-380.

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4CAZORLA, Alex, “Aproximación al trujal rupestre deSolchaga (Navarra)”, Cuadernos de Etnología y Et-nografía de Navarra, 83, (2008), pp.169-188.

4EIZMENDI, José Mª y RODRÍGUEZ, Jaime, “Lagares ru-pestres en Labastida de Álava”, en Actas del I Con-greso Internacional de la Historia y Cultura de la vidy el vino, Fundación Sancho el Sabio, (1994), pp.175-184.

4GASCONE, G., PENNISI, P y DI FAZIO, S., “Edificios pro-toindustriales para la producción de vino en Sicilia.Los palmentos y las bodegas del Etna desde el sigloXVII al XIX”, Informes de la Construcción, 450, Insti-tuto Eduardo Torroja CSIC, (1997), pp. 61-75.

4IRIGARAY, Susana, “El trujal de la Marquesa en Caba-nillas (Navarra): un caso de recuperación del patri-monio etnográfico con fines turístico-culturales”,Beasaingo Paperak, 10, (2001), pp. 230-240.

4LABEAGA, Juan Cruz, “La aparición de las villas”, Tra-bajos de Arqueología Navarra, 14, (1999-2000), pp.225-234.

4MEZQUÍRIZ, Mª Ángeles, “La producción de vino enépoca romana a través de los hallazgos en territorionavarro”, Trabajos de Arqueología Navarra, 17,(2004), pp. 133-160.

4OLCAIRUM S.L., Memoria. Inventario de trujales detecnología tradicional de Navarra, inédito, (1997).

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4ROJAS, José Ignacio, Estudio histórico-tecnológicode molinos y prensas para la fabricación de aceitede oliva. Aplicación al estudio en detalle y recons-trucción gráfica de una prensa de viga y quintal,Tesis Doctoral de la Universidad de Jaén, Jaén,(1996).

4ZAMBRANA PINEDA, J.F., Crisis y modernización del oli-var español 1870-1930, Ministerio de Agricultura,Pesca y Alimentación, (1987).

Bibliografía

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El Ebro antes de ser río, fue un gran lagoa cuyas aguas acudían a beber numerosos ani-males que en la Era Terciaria dejaron sus hue-llas en delicadas losas de piedras, y a veces sedeshojan como un libro, dejando ver en suinterior marcas fósiles de oleajes, aves, ma-míferos, gusanos, etc.

Ya como un gran río caudaloso, desdeCantabria a Tortosa fue un camino abierto a lastribus nómadas que poco a poco se estable-cieron, dejando como testigos de su paso yasentamiento en numerosas piezas de arqueo-logía, más perfectas, cuanto más modernas. Porsus útiles sabemos que eran cazadores, reco-

lectores, pescadores y poco a poco ganaderosy agricultores. En la época romana y quizás an-tes, la navegación por el Ebro hasta Varea (LaRioja), nos deja vestigios del paso de diferen-tes culturas: celtas, iberos, romanos hicieron suspoblados y villas en sus orillas aprovechando lasventajas que el río les ofrecía. Todos dejaron sushuellas en numerosas herramientas, vasijas,pesas para redes y de telar, armas cada vez másperfectas incluso fortificaciones, acueductos ypequeños puertos para embarcaciones, apro-vechando sus meandros más suaves, etc.

El Ebro el más caudaloso y a veces arro-llador con sus inclementes crecidas une 10 pro-

autores: Ángel Elvira Martínez y Mª Inés Sáinz Albero

Leyendas del Ebro

ResumenEl río Ebro, que discurre por gran parte de la Península Ibérica, desde tierras cantábras hasta desembocar enel Mediterráneo, ha sido el escenario geográfico de numerosos sucesos históricos y de una colorida urdim-bre de cuentos, mitos y leyendas tejidas con el paso de los siglos. Fuente de vida y emanador de una potenteenergía que ha saciado e inspirado relatos y fábulas a lo largo de las diferentes poblaciones que se ven re-gadas por sus copiosas aguas, donde se entremezclan seres mitológicos, mujeres misteriosas y milagros, can-tos de sirena seductores para avispados oídos. Estas leyendas se acompañan de representaciones pictóricas.

LaburpenaEbro ibaiak Kantabriako lurretan sortzen denetik Mediterraneoan isuri arte Iberiar Penintsulako alde handibat zeharkatzen baitu, gertaera historiko ugarien eta ipuin, mito zein kondaira sare koloretsu baten agerto-kia izan da, mendeetan zehar ehundu direnak. Bizitza iturri, energia indartsu baten sorburua izanik, kontueta elezaharrak inspiratu ditu bere ur oparoak zeharkatzen dituen herrietan barrena. Izaki mitologikoak,emakume misteriotsuak eta mirariak belarri erneendako sirena-kantu erakargarriak dira. Kondaira hauek ma-rrazkiez lagundurik aurkezten ditugu.

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vincias: Santander, Burgos, Navarra, La Rioja,Huesca, Zaragoza, Teruel, Lérida, Barcelona yTarragona. Sus orillas unen y separan hacien-do frontera.

El agua es fuente de vida y riqueza, losregadíos del Ebro producen vegas feraces,mueve molinos, comunica poblaciones y ennuestros tiempos, encauzado y equilibradocon diferentes embalses, es fuente de ener-gía eléctrica y se aprovecha para disfrute y pla-cer de deportistas.

El Ebro como objeto de veneración,cuando cada día de San Roque, el pueblo deMendavia acude en familia a comer a sus ori-llas, o cómo no es recomendable desafiarlobañándose en sus aguas en grandes festivi-dades, por miedo a ser engullido por los re-molinos o “tinajas”, cosa que ha ocurrido envarias ocasiones. Cuando hay algún ahoga-do, en el pueblo se escuchan expresiones re-ferentes a un tributo que se cobra el río acambio de sus riquezas.

En esta ocasión nos centraremos en el ríocomo soporte de numerosos mitos y leyendasque desde muy joven Ángel Elvira se apasio-nó por recoger, a la vez que restos del paso delas diferentes culturas y de las “historias” quele contaban sus mayores. Con ese material pin-tó cuadros que fueron publicados por el Ayun-tamiento de Mendavia y más tarde, trasforma-dos en cerámica, pasaron a adornar la fachadaprincipal del consistorio. Entre esas leyendascomo es natural en una población ribereña delEbro hay varias referentes a personajes fantás-ticos ligados al río.

La Xana. Hermosa sirena que con suscantos atrae a los muchachos deseosos de ver-la, pero su imprudencia les hace caer en pro-fundos pozos de los que es imposible salir.

El Bu. Enorme pájaro que anida en losaltos de Castilla, planea desde el Ebro por loscampos de Mendavia, al acecho de los reba-ños o de los niños que en el campo se apar-tan de sus padres.

El Barbo Gordo. Un pescador echó lasredes al Ebro, de pronto vio una gran ola de laque surgía un enorme pez, que se tragó a pes-cador con barca y todo. Tres días estuvo en suinterior como un nuevo Jonás, hasta que de-cidió dar fuego a la barca y abriéndole la tri-pa al barbo con una navaja, consiguió salir.

El Ojanco. Si algún personaje es terri-ble y misterioso, éste es el Ojanco. Los Ojan-cos son gigantes de un solo ojo en la frente, deuna estatura tal que poniendo un pie en los Al-tos de Castilla y otro en el Montón de Rue-jos, pueden beber a “ambuestas” agua del ríoEbro.

Pelos Anguilas. Un anciano de Men-davia supo por fin de donde nacían las angui-las. Tenía una hermosa yegua que abrevaba enel Ebro, de su cola se desprendían pelos, quepoco a poco engordaban hasta convertirse enanguilas.

La Culebra de las Conchas.A las ori-llas del Ebro un poco más abajo de donde es-taba la gran barca que cruzaba el río, en la sel-va impenetrable de árboles, matas, ortigas, pie-dras y badinas, aseguran que hay una gran cu-lebra con su cuerpo cubierto de escamas con-vertidas en conchas durísimas. Un cazador seaventuró a entrar en aquel enmarañado sotoy la encontró. Disparó su arma pero la bala re-botó en las conchas quedando el animal sinun rasguño.

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Llamadas por las Aguas. Las aguas delEbro forman a veces remansos en los que se cre-an círculos concéntricos de agradable con-templación. Las madres recomiendan a sus hi-jos que no miren fijamente a las aguas de los ríos,pozos o estanques, en la creencia de que las aguaslos atraerán hacia ellas, haciéndoles caer.

El Rostro de la Badina. En las fron-dosas orillas del Ebro dejan las aguas inverna-les al retirarse a su cauce, pequeñas badinas deaguas transparentes. Son lugares solitarios de di-fícil acceso, de silencio solamente roto por losarmoniosos cantos de los pájaros. Muchos pes-cadores aseguran que en las tranquilas aguas dela badina de las Arenosas, veían en ocasiones,un misterioso rostro de mujer.

El Milagro de la Virgen de Legarda.La patrona de Mendavia hizo un milagro famosoen el contorno. Estando preso en Argel un lo-dosano llamado Tomás Ramírez, fue cargado decadenas y metido en un arca por Zualí, su moroguardián, acostándose el moro encima para evi-tar que su Virgen a la que tanto rezaba lo libe-rara. Por mediación de Nuestra Señora de Le-garda, el arca navegó por el mar Mediterráneoy remontándose Ebro arriba, en una sola no-che, llegaron hasta la ermita, abriéndose el arcay rompiéndose las cadenas, Tomás quedó librepara asombro de los pueblos de Lodosa, Muesy Mendavia que al sonido de las campanas lle-garon a contemplar el enorme prodigio.

El General Zurbano. Tras la primeraguerra carlista, cuando el General Zurbanotomó posesión de la Granja de Imas, pertene-ciente al monasterio de Irache, que le fue do-nada en premio por sus acciones de guerra, di-cen que mandó arrojar al Ebro a los frailes que

la habitaban. Cierto día en que el General pa-saba por el lugar donde los frailes se habían aho-gado, un estruendo hizo elevarse las aguas des-cubriendo los cadáveres de los infortunadosmonjes. El caballo de Zurbano se espantó y co-rrió como un loco por los valles de la granja.

En el Ebro Medio en la depresión cen-tral que discurre en su mayor parte entre LaRioja y Aragón se sitúan numerosas leyendas,algunas de ellas recogidas en un libro de Mi-tos, Leyendas y Tradiciones escrito por José Ra-món Marcuello. Inspirándose en su lectura, Án-gel decidió plasmar diez de ellas en unos pe-queños cuadros, objeto de nuestro interés.

SAN EMETERIO, SAN CELEDONIO, SAN FRONTINOEmeterio y Celedonio eran dos her-

manos soldados de la legión VII Gémina delos romanos. Se dice que nacieron en Cala-horra a finales del siglo II. Por ser cristianosfueron encerrados en la cárcel ciega de Ca-lahorra y martirizados para que abjuraran desu fe. Los dos hermanos permanecieron fie-les a su credo y sacándolos de la cárcel fue-ron ejecutados a comienzos del siglo III, jun-to al riachuelo del Arenal, en las orillas del ríoCidacos. Sus cabezas decapitadas fueronarrojadas al Cidacos, donde fueron arrastra-das por sus aguas hasta el Ebro y río abajo has-ta el mar. Una vez en el Mediterráneo em-pujadas por una corriente prodigiosa llega-ron junto al Estrecho, costearon el litoral por-tugués, Atlántico arriba y pasando por Fi-nisterre y la Estaca de Bares, se adentraron enel Cantábrico apareciendo en las arenas de laplaya del Sardinero en Santander. En dicha ca-pital fueron venerados, incorporándose a suescudo las cabezas de los dos santos.

Los cuerpos de San Emeterio y San Ce-ledonio sin sus cabezas habían sido enterrados

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con gran devoción en la iglesia de Calahorra,donde eran objeto de veneración y multitu-dinarias peregrinaciones en los días finales deagosto, obrando numerosos milagros a los fie-les que por su mediación los imploraban, peroal llegar la invasión musulmana al instante suscuerpos salieron de la tumba huyendo a ocul-tarse en los montes vecinos, donde permane-cieron durante la ocupación sarracena hasta queen el año 1395, tras ser descubiertos, fueron lle-vados de nuevo a la catedral con grandes ce-remonias litúrgicas y allí permanecen en la ac-tualidad. Son patrones de la villa de Lodosa,donde se veneran sus bustos en una ermita cer-cana al pueblo.

En Zaragoza entre los innumerablesMártires se destaca la figura de San Frontino,martirizado y decapitado a primeros del sigloIV. Su cabeza fue arrojada al Ebro, pero a di-ferencia de las cabezas de San Emeterio y SanCeledonio, la de San Frontino, subió Ebro arri-ba hasta la desembocadura del río Jalón en To-rres de Berrellén. Subiendo aguas arriba lle-gó hasta Épila, donde fue recogida por los pres-bíteros de Santa María la Mayor y trasladadacon gran solemnidad a dicho templo, siendocolocada en un valioso relicario de plata su-fragado por aportación popular. Su reliquiamuy venerada en Épila, era sacada a las puer-tas de la iglesia ante la amenaza de tormen-tas con pedrisco.

LA BARCA DEL PRÍNCIPECuentan que en los tiempos de la ocu-

pación musulmana de Zaragoza, los BanuHud celebraban fastuosas fiestas en el Ebro,entre exquisitos manjares regados con vino,los poetas declamaban sus versos acompaña-dos por el melodioso canto de una esclava.La barca del príncipe estaba acompañada por

multitud de veleros en los que se escuchabanhermosas melodías de laudes más armonio-sas que los cantos de los pájaros. Al sonido dela música, los peces salían del fondo del río,lo cual era aprovechado por los pescadores quellenaban sus redes sacándolas tan brillantes porlas escamas que parecían racimos de perlas olingotes de oro.

EL PEZ DE LOGROÑOCuentan las crónicas que el año 1521, más

de 30.000 soldados de las tropas de FranciscoI, mandadas por el General Asparrot, habían ase-diado la ciudad de Logroño, débilmente de-fendida por unos pocos soldados del ejércitodel emperador Carlos V. Creyeron los sitiado-res que podían rendir por hambre a los logro-ñeses, pero al llegar la noche varios pescado-res salieron con gran peligro de sus vidas a pes-car en el Ebro, cogiendo en sus redes un ejem-plar de tan grandes dimensiones que bastó paraalimentar a los pobladores. En conmemoraciónde aquel hecho se celebra el día de San Ber-nabé un reparto de peces fritos y vino con untrozo de pan, que se entrega a cuantos se acer-quen a festejarlo.

EL SANTO CRUCIFIJO. SANTA SUSANAMuchas imágenes mantienen la fama de

haber sido recogidas flotando en las aguas delEbro, la Santa Cruz de Tudela, El Santo Cris-to de Tortosa y el Santo Crucifijo de Gallur.De ésta última, venerada en la iglesia parro-quial, se dice que es una imagen muy mila-grosa recogida de las aguas del Ebro. Fue vis-ta la imagen subir Ebro arriba, por varios ve-cinos del pueblo, que decidieron recogerla conla intención de llevársela cada uno a su casa,pero la imagen se resistía a ser recogida has-ta que decidieron dar aviso al pueblo, que en

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solemne procesión encabezada por las auto-ridades civiles y eclesiásticas, la sacaron de lasaguas llevándola hasta la iglesia donde se ve-nera con gran devoción, llevándola en pro-cesión en grandes festividades como el 3 deMayo, bendiciendo con ella los campos y mos-trándola contra las tormentas de pedrisco.

No menos singular es el prodigio ex-perimentado por Santa Susana, hija del reyde Hungría, que habiendo abrazado la reli-gión católica, fue martirizada por su padre has-ta que un ángel la llevó prendida por el ca-bello, hasta Macedonia, donde volvió a su-frir increíbles tormentos al ser crucificada, her-vida en una gran olla de aceite, quemada conuna reja de hierro candente, metida en unhorno y por fin arrojada al mar atada a unamuela de molino, pero de nuevo los ángelestrasportaron su cuerpo por el Mediterráneohasta depositarlo en las orillas del Ebro, jun-to a Amposta. Allí vivió como eremita en unacueva durante 24 años, siendo atendida porlos ángeles que le llevaban alimentos celes-tiales. Sufrió muchas tentaciones que vencíaarrojándose sobre los zarzales cercanos a sucueva, hasta que por orden de un ángel y ves-tida de varón, fue encaminada al monasteriode San Benito que ocupaba el lugar dondehoy está la ermita de la Santa.

EL SALTO DEL EBRONumerosas leyendas refieren hechos

portentosos de personas que han cruzado elEbro de manera singular. En la guerra contraCastilla (1349?), mosén Martín Enríquez deLacarra, era perseguido por los castellanos, yal llegar a las orillas del Ebro dio un gran sal-to cruzándolo de lado a lado, evitando así quela bandera de Navarra cayera en manos de susenemigos.

EL MANTO SOBRE EL EBROMuchos relatos tradicionales cuentan el

modo prodigioso de cruzar los ríos encima deun manto. San Isidro y su esposa Santa Maríade la Cabeza, cruzaban el río Manzanares deese modo. En la villa de Tauste, un venerablefraile con fama de santidad, llamado BernardoLizabe, natural de Vizcaya, cuando se veía enprecisión de pasar el Ebro y no había barca dis-ponible, rezaba a Nuestra Señora de SanchoAbarca y alabando a la Santísima Trinidad, pa-saba a la otra orilla sin mojarse la ropa.

NUESTRA SEÑORA DE LA MUELAEn la ciudad de Tudela muchos de sus

habitantes profesan devoción a Nuestra Se-ñora de la Muela, que se venera en la ermi-ta de la Santa Cruz. Cuenta la tradición quese llama así a la Virgen porque bajó flotandopor el Ebro sobre una rueda de molino. Alpasar por las cercanías de la ermita de la San-ta Cruz, se paró la Virgen en su improvisadabarca, señalando así su deseo de quedarse enla ermita para ser venerada por todos los tu-delanos. Al parecer la imagen lleva una ins-cripción en su pie que dice “Madre de Diosdel Molino”, quizás por haber estado en al-guna capilla de algún molino.

LA DONA ENCANTADAEl solsticio de verano, la noche de San

Juan, acumula un sin número de creencias entodo el país, la mayoría se refieren a los pode-res curativos de las aguas de fuentes y ríos, an-tes de la salida del sol.

En el castillo de la villa tarraconense deMiravet la noche del 24 de Junio, en la torremás alta de la fortaleza, aparece una mujer en-cantada rodeada de un fuego cegador que re-fleja su imagen en las impetuosas aguas del Ebro.

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Para contrarrestar el encantamiento, esa mis-ma noche deben de subir al castillo, cantandoa voz en grito tres niños, un varón de nombreJuan y dos niñas que se llamen María. Así lo-grarán que ninguna desgracia caiga sobre elpueblo.

LOS APARECIDOSEn la Ribera navarra se cuenta una le-

yenda que llaman “Los Aparecidos”. En Tu-dela está muy documentada gracias a los es-critos de Fernández, el Anticuario, que la re-lata así: “El domingo 10 de enero de 1588,en las cercanías de Tudela, entre las dos y lastres de la tarde, junto a la marca de Castejón,mano izquierda en dirección a Corella, se apa-recieron cuatro escuadrones de hombresgrandes, vestidos de negro, que salían de la tie-rra. En otra de las apariciones, fueron unoscuarenta los aparecidos y se sumieron bajo tie-rra. Al poco, hacia la misma parte, volvió asalir otro escuadrón tres veces mayor que elprimero y, en medio de los cuales, iba unhombre vestido de blanco, bastante mayor quelos demás.

Caminaron hacia el Ebro por espacio deun credo, desapareciendo como tragados porla tierra. Luego de un corto espacio, nueva-mente apareció un ejército mucho mayor quelos dos primeros, con una bandera azulmuy grande, sumergiéndose de nuevo bajotierra y hacia la misma parte, a trecho de dostiros de ballesta del lugar en que estos se vie-ron, salieron de improviso otro ejército y mul-titud de gentes sin número y de mayor es-tatura. Caminaron hacia la mano izquierda,a la vuelta del río Ebro, por espacio de uncuarto de hora, y desaparecieron como an-tes. Lo que estos vieron fueron: Prudencio deAybar, vecino de Valtierra, y la mujer de di-

cho Prudencio. De ellos dieron fe otras gen-tes de Alfaro que lo vieron”.

LA OLA DE CRISTALLa Virgen del Pilar ha sido protagonis-

ta de numerosos salvamentos de personas apunto de perecer ahogadas en el Ebro. Félixde Amada recoge la salvación milagrosa de unaniña:

En el año 1662, Jacinto Rapún y Ma-tea Casanova, tenían dos hijas de tierna edad,llamadas Jusepa y Catalina Rapún, vecinos dela ciudad de Zaragoza. Catalina, que era la me-nor no pasaba de siete años. Con la vecindadde su casa al río Ebro, un día que lo hacía máscaudaloso fueron entrambas hermanas a la-var unos paños por el postigo Sarreal y, malacomodadas en su desconocida margen porla inundación de sus corrientes, oficiosas ensu ocupación como inconsideradas niñas, sele soltó un paño a la menor de ellas y, alar-gando el brazo para cogerlo, impaciente la otradel descuido, le dio un embión que bastó paraque, faltándole la seguridad de los pies, die-ra con el cuerpo en el agua y la arrebatara lacorriente. Zozobrando en su profundidad,empezó a invocar a la Virgen del Pilar conprovidencia divina o por costumbre habituadacon la educación y ejemplo de sus padres, queeran muy devotos de esta gran Reina, la cualestuvo pronta a su socorro, que no conten-ta con librarla del riesgo, quiso hacer a todospatentes el prodigio que, llevada del rápidocurso del río, le sirviesen las olas de solido cris-tal a seguridad desde dicho postigo Sarreal,donde cayó, hasta el Puente de Tablas, don-de la recogieron a vista de mucha gente que,a las voces del suceso y a la aclamación delprodigio, llenaron la ribera de plausibles ycompasivas voces, alentando a la dichosa niña

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con la invocación de la Virgen del Pilar. Se-gún después dijo ella a Vicente Casanova, her-mano de su madre y testigo examinado enla información recibida del milagro, afirmandoque “desde que invocara a la Virgen, vio a sulado a una Señora que iba en su compañía,diciéndole que tuviese buen ánimo, que nose ahogaría”. Con este aliento y socorro an-duvo tan gran distancia, entre sentada y de ro-dillas sobre sus pobres basquiñuelas que le sir-vieron de seguro esquife, dando lugar a queCristóbal García, pescador, avisado de la des-gracia, fuese a buscar su barca y se pusiese alalcance de la niña, que fue el que la cogió en

el Puente de Tablas y se la entregó a su afli-gido padre, que la lloraba ahogada, con suyorecobro, puesta en sus brazos, la llevó albo-rozado a la Santa Capilla, ofreciéndosela denuevo a la Reina de los Ángeles, envuelta encopiosas lágrimas de reverente culto, en ac-ción de gracias de tan milagroso favor.

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W

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Los palacios cabo de armería del reino deNavarra disfrutaban de un estatus o categoría ju-rídica diferente y contaban con una serie de pre-eminencias que los distinguían y diferenciaban delresto de nobles y privilegiados. Partían de un pun-to diferenciado y es que su linaje era originariode su solar o casa, conceptos indisolubles todosellos. Su casa “no portaban de otro”, era solar deorigen de un clan, de su linaje, al cual le corres-pondía un apellido, en este caso y como era ha-bitual, el apellido coincide con el toponímico de

“Azcona”. Este origen preclaro se concretaba enuna serie de privilegios especiales y comunes atodos ellos: palacio con distinción de cabo o ca-beza de armería, mayorazgo que vinculaba losbienes principales con llamamiento de primo-genitura y una larga serie de exenciones econó-micas, sociales, de prestigio social y religiosas. To-das ellas conformaban un mundo separado, pri-vilegiado, dentro de la nobleza rural, pues la ma-yor parte de ellos se emplazaban en localidadespequeñas2.

autora: Mª Elba Ochoa Larraona

El palacio cabo de armería de Azconay sus señores (siglos XIII-XVI) 1

ResumenEl presente artículo tiene por objetivo ofrecer cierta luz sobre el palacio de Azcona, sito en el Valle de Yerri, sus po-seedores y herederos y cualquier otra vicisitud histórica que nos ayude a comprender la realidad de los palacioscabo de armería navarros en las diferentes épocas históricas. Nuestro texto se centra temporalmente en los siglosXIII al XVI cuando las fuentes documentales arrojan escasas informaciones pero que suelen ser muy reveladoras ydel todo suficientes para explicar la base patrimonial que procuraba los intentos sucesivos de ascenso familiarhacia cotas más elevadas socialmente.

LaburpenaArtikulu honetan Deierriko Azkonako jauregiaren,eta bere jabeen zein ondorengoen inguruan argibide batzuk es-kaini nahi dira. Era berean gorabehera historiko batzuei buruz informatu nahi da, Nafarroako jauregien egoera garaiezberdientan zehar ulertze aldera. Gure testuak XIII.mendetik XVI.mendera bitarteko aroari helduko dio, dokumen-tazio iturriek emandako informazioa, urria izan arren, nahikoa eta argigarria izaten baita azaltzeko nolako ondareaeskaintzen zien familiei gizarte-mailatan gora igotzeko.

1 Este artículo está dedicado a la familia poseedora del palacio de Azcona en la actualidad, el matrimonio Hernández-San Martín y sus descendientes, dignos defensores del patrimonio heredado de sus ancestros. Desde estas líneasmi gratitud más sincera por permitirme consultar su archivo familiar.

2 Sobre las principales características que definen a estos palacios consultar: MARTINENA RUIZ, J. J., Navarra, casti-

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El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI) 2 33

SEÑORES DEL PALACIO DURANTE LOS SIGLOS XIII, XIV Y XV

Los primeros dueños del palacio de Az-cona de los que tengamos constancia fueronMartín Sánchez de Azcona y su mujer, Ma-ría de Ciordia, “hija del palacio de Ciordia”,en el año 12403.

El siguiente señor del palacio fue su hijoGonzalo Martínez de Azcona quien casó el 13

de junio del 1309 en el monasterio de SantaClara de Estella con Elvira Remírez de Arellano,hija del noble mosén Remírez de Arellano, ca-ballero ricohombre, y Marquesa de Usa, su mu-jer. A este Gonzalo se le confiscó el palacio contodas sus pertenencias por haber sido desobe-diente a los mandatos del rey Carlos II.

Su hijo Juan Martínez de Azcona, fue pre-miado por los servicios que prestó a dicho rey

llos y palacios, Caja de Ahorros de Navarra, Pamplona, 1980; y su reedición posterior: Navarra. Castillos, torres y pa-lacios, Ed. Departamento de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana (en adelante Inst. PV) y Gobiernode Navarra, Pamplona, 2008.

3 Esta genealogía de los poseedores del palacio ha sido consultada en el Archivo del palacio de Azcona (en adelan-te APA) y en el AGN, Tribunales Reales, Proceso nº 12.808, Segunda Serie, Sec. Martínez, Segunda serie, año 1655,Sent., “Proceso de Bertol de Urdiain contra Joseph de Azcona sobre inhibición de nueva obra”, fol. 120 y ss.; Mi-guel de Azcona, señor del palacio de Azcona, el cual entró en posesión del mismo el día de la festividad de SanPedro Apóstol -29 de junio de 1624-, elabora una lista de los poseedores del palacio de Azcona desde 1240 has-

Fachada principal del palacio cabo de armería de Azcona. (Foto S. Casi)

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34 2 HISTORIA

en la guerra que tuvo con el rey de Francia, alliberarle de la prisión en la que le tenía, en elcastillo de Alleux4 y en el año de 1366 se le con-cedió la merced por la cual recuperó el palaciode Azcona con todas las pertenencias que an-teriormente habían sido confiscadas a su padre.Desconocemos quien fue su mujer, pero dejócomo sucesor a Martín Martínez de Azcona.

Martín Martínez de Azcona casó conMaría de Celaya, hija del palacio de Jaureguizar,y dejaron por sucesor a su hijo Sancho Mar-tínez de Azcona.

Sancho Martínez de Azcona casó con Te-resa López de Sarasa, hija de Gil López de Sa-rasa, señor de los palacios de Sarasa y Lácar.Se conserva el contrato matrimonial de am-bos con fecha del 10 de enero del año 13975,donde aparece recogido un primer inventa-rio de los bienes familiares y la primera refe-rencia documental del palacio de Azcona. En

el dicho contrato Martín Martínez de Azco-na, escudero y señor del palacio de Azcona,hace donación a su hijo Sancho Martínez delpalacio de Azcona: “el qual se afrenta con sucorral et hera de trillar et de todas partes concalles publicas” y de todas sus heredades en eltérmino de Azcona6.

Posteriormente, en pleno siglo XV, sefundó el mayorazgo familiar del palacio de Az-cona con fecha del 9 de junio de 1442, porMartín Sanz de Azcona y su padre7.

Martín Sanz de Azcona ostentó impor-tantes cargos como maestre de hostal del reydon Juan de Aragón y Navarra y de la reinadoña Leonor y también del obispo de Pam-plona8. Sus meritorios servicios se vieron re-compensados cuando el rey don Juan II le con-cedió merced de las pechas -reales hasta en-tonces- de Azcona, Arizaleta, Villanueva y Le-záun, mediante carta fechada en Zaragoza el

ta el 1629. La información la toma de unos viejos papeles que le entregó su primo Juan de Urra, señor de los pa-lacios y lugar de Urra, que estaban en poder de su hermano el licenciado Domingo de Azcona, abad del lugarde Arizaleta, comisario del Santo Oficio de la Inquisición y arcipreste del Valle de Yerri, ya difunto. También YAN-GUAS Y MIRANDA, J., Diccionario de Antigüedades del Reino de Navarra, Tomo III y Adiciones, Ed. Diputación Foralde Navarra e Inst. PV, Pamplona, 1964, pp. 240-241; aporta datos de los señores de Azcona desde 1393 a 1513extraída de los libros de Comptos.

4 GARCÍA GAÍNZA, M. C., HEREDIA MORENO, M. C., RIVAS CARMONA, J. y ORBE SIVATTE, M., Catálogo Monu-mental de Navarra, II**, Merindad de Estella, Ed. Inst. PV, Pamplona, 1983, p. 677.

5 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 114: la dote de la novia fue de “400 florines de moneda contando por cadaflorin 30 febles de dineros carlines prietos” y el contrato fue realizado en la villa de Estella por el notario Fer-nando de Miranda.

6 Ibídem, fol. 114; otras propiedades son: “una torre palomar e cuerpo de casa de la parte misma del palacio te-niente con el dicho corral et camino publico”, una era de trillar con su plaza y otros solares de casas en Azcona.En cuanto a terrenos: una huerta, dos piezas linar, treinta y tres piezas, cinco viñas, “la gran pieza de Salduman”y “la pieza llamada Joan Martre Soroa”; todas ellas sin especificar medidas de superficie.

7 Ibídem, fol. 120: “Martin Sanz de Azcona quien y el dicho su padre hicieron mayorazgo perpetuo del palacio deAzcona”.

8 IDOATE, F., Catálogo del Archivo General, Sección de Comptos. Documentos,Tomo XLVI, Ed. Aramburu, Pamplona, 1968,p. 46: Martín de Azcona, maestrehostal del obispo de Pamplona, recibe 1.125 libras en pago de 4 lanzas del añoanterior, conforme a la ordenanza del rey. Tafalla, 8 abril 1451; original en papel firmada por dicho tesorero; y p.421: Martín de Azcona, maestre hostal del obispo de Pamplona y capitán del valle de Yerri, reconoce haber reci-bido 540 libras de Juce de Rabidauit por sus hombres de armas, que se relacionan. Original firmado por el maes-tre en Estella, el 3 de enero de 1457.

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20 de octubre de 1459 y que posteriormen-te fue confirmada por la reina doña Leonor,su sucesora, en Estella, el 27 de julio de 14769.

Todo parece indicar que por sus eminentescargos debió llevar una vida muy próxima a lafigura real y su corte, hecho que debió ser de-terminante para el entronque vía matrimonialde los Azcona con importantes familias del en-torno real como eran los Agramont. Martín Sanzde Azcona contrajo matrimonio con María deBriscos y Agramont como consta por contra-to fechado el 15 de junio de 1443. María eradama de la princesa de Navarra y sucesora y se-ñora del palacio y lugar de Briscos. Dicho lu-gar en la actualidad es la parroquia francesa de“Briscous”, situada en el territorio histórico deLabort, cercana a la localidad de Bayona.

Este matrimonio tuvo por hijo mayor ysucesor a Juan Martínez de Azcona, el cual fuecapitán del valle de Yerri y casó con Janquai-na de Beaumont, hija del Condestable de Na-varra, pero murieron ambos sin descenden-cia10, por lo que sucedió su hermano SanchoMartínez de Azcona11.

Con este enlace se puede vislumbrarcierto cambio en la estrategia matrimonial fa-miliar pues el heredero casa con una hija delCondestable, en una fecha próxima al cam-bio de siglo cuando el poder de la figura delCondestable Luis de Beaumont en el reinoera crucial e indiscutible. Sin embargo, las ra-íces con Ultrapuertos se mantenían vivas enel seno familiar pues el siguiente señor del pa-

lacio de Azcona, el ya citado Sancho Martí-nez de Azcona, el cual ostentó el cargo de al-calde ordinario de los hijosdalgo del merca-do de la ciudad de Estella y su merindad, tuvopor esposa a Ismona de Santa María, hija delpalacio de Leta en Ultrapuertos. Este matri-monio dejó por sucesor, como parece por sutestamento de hermandad firmado el 12 deagosto de 1517, a su hijo Martín Martínez deAzcona, el cual casó con Graciana de Recayn,hija de la casa principal de los Recaynes deObanos.

El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI) 2 35

9 AZCONA, T. de, Azcona de Yerri. El pueblo, su parroquia y sus ermitas, Ed. Lamiñarra, Pamplona, 2011, pp. 33-34.

10 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 120: “como consta y parece del descargo de torna dote por haber fenecidosin hijas hijos (...)”.

11 APA, según el testamento de María de Briscos y Agramont, como heredera de su marido, efectuado en Azconael 24 de febrero de 1499 ante el notario Diego de Luquiayn.

Fachada principal de la Casa Recayn deObanos. (Foto Mª. E. Ochoa)

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SEÑORES DEL PALACIO DURANTE EL SIGLO XVI Los señores del palacio de Azcona a ini-

cios del siglo XVI, el matrimonio formado porMartín Martínez de Azcona y Graciana de Re-cayn, lógicamente se vieron envueltos en losacontecimientos bélicos que se desarrollaronen Navarra a partir del año 1512 cuando loscastellanos de Fernando el Católico entraronen Navarra siendo general el Duque de Alba.La familia Azcona siempre había sido muy cer-cana a los reyes navarros y su parcialidad agra-montesa era innegable por lo que Martín Mar-tínez con su padre Sancho Martínez se hicieronfuertes en el castillo de Estella. Sin embargoobtuvieron licencia por parte del rey castellano

para salir con sus armas y “Martin Martinizfue con su reguimiento y del rey don Juan, surey propietario del reyno de Nabarra, a Fran-cia donde todos andubieron con artos traba-jos pero seguiole como fino agramontes y lealvasallo”12.

Posteriormente, Fernando el Católicoamnistió a los que se habían ido a Francia consu rey, instando a que volviesen a sus casas pues“les perdonaba la pena en que pudieron caer”.Martín Martínez se acogió al perdón real y re-gresó a su palacio de Azcona, sin embargo en1513 le prendieron y llevaron preso a la motade Medina donde estuvo tres años, confis-cándole el palacio y todos sus bienes. Tras esos

36 2 HISTORIA

12 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 120.

Casa Escolar de Muruzábal. (foto Mª. E. Ochoa)

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tres años “bino con libertad a su palacio res-tituyendole todos pero quitaronle pechas y labara de los hijos dalgo del mercado de Este-lla que era por polica del dicho palaciocomo consta de la merced”13.

Martín Martínez de Azcona y su mujerrealizaron testamento de hermandad el 20 denoviembre de 1521, en el cual dejaban por su-cesor a su hijo Sancho Martínez de Azcona,quien casó con Joana Martín Ibáñez, hija dela casa llamada “del Escolar” en Muruzábal.Esta casa principal contaba con su propia ca-pilla de enterramiento en la iglesia parroquialde San Esteban de dicha localidad -que se con-serva en la actualidad- en el cual se ubica elfabuloso retablo medieval de los Santos Jua-

nes. Este retablo sin duda fue debido a la pro-moción de dicha familia pues los dos escudosque figuran en él, coinciden exactamente conel ubicado en la fachada principal de la casa.

A ambos les sucedió su hijo Martín Sán-chez de Azcona quien casó en 1557 con Ma-ría de Urra, hija de Juan Beltrán de Urra y Al-bizu y de Isabel de Anderaz, señores del pa-lacio y lugar de Anderaz y de los palacios y lu-gar de Urra14.

Este matrimonio realizó su testamento dehermandad el 4 de enero de 157715, y pri-meramente -y como es habitual- se procedea la fundación de misas y otros oficios religiosospor el alma de los testadores y de otros difuntosfamiliares con asignación de las cantidades de

El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI) 2 37

13 Ibídem, fol. 120.

14 APA, el contrato matrimonial se firmó el 11 de mayo ante el notario Remiro de Ganuça.

15 APA, el testamento se realizó estando Martín enfermo ante el notario Diego de Alloz. (Ver Apéndice documental).

Escudo de la fachada principal de la Casa Escolar. (foto Mª. E. Ochoa)

Detalle del retablo de los Santos Juanes. Escudoarmero. Iglesia parroquial de Muruzábal. (fotoMª. E. Ochoa)

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dinero para la cera, clérigos y cantores de di-chas celebraciones. En ocasiones, los díaspara los oficios corresponden con fechasmuy señaladas para la familia, como en estecaso: los días concretos en que fallecieron supadre Sancho de Azcona que era el día de SanMartín de noviembre y el día que murió sumadre Joana Martín Ibañez, que era el día dela Visitación de Nuestra Señora. Esta funda-ción de misas ordenan se incorporen a la ca-pellanía familiar que poseían en la iglesia pa-rroquial de San Martín de Azcona, a la cualdonan en compensación sendas cargas de tri-go y un quintal de hierro para la construcciónde una campana.

Tras ello nombran por su heredero y su-cesor en su mayorazgo y bienes a su hijo pri-mogénito Martín Sanz de Azcona: “Itten or-denamos y mandamos, instituymos y señalamospor nuestro heredero subçesor a Martin Sanznuestro hijo mayor de nuestros palaçios y de to-dos sus bienes, onores y pertenençias (...) con-forme al binculo y mayorazgo antiguo d’estenuestra cassa y palacio”. Además de los bienesvinculados por mayorazgo dotan al sucesor deotros bienes conquistados por el matrimonio tes-tador, como era un censo impuesto sobre la vi-lla de Dicastillo de 200 ducados y los bienes queSancho Lezáun le donó a Martín Sánchez deAzcona, antes de profesar como monje en elmonasterio benedictino de Santa María la Realde Irache en Ayegui.

Tras las misas y fundaciones pías por susalmas y la designación del heredero y sucesor,que eran los aspectos primordiales en todo tes-tamento del siglo XVI, otro punto de preo-cupación era la dotación de otros familiares de-

pendientes del cabeza de familia, como era elhermano del palaciano y los hijos del matri-monio -que parece ser eran todavía menores.Todos ellos son encomendados a familiares cer-canos y de confianza, sean hermanos o primos,los cuales ejercían de tutores y habitualmen-te de albaceas testamentarios, como en estecaso, cuando el matrimonio nombra por losmismos a sus respectivos hermanos: Joan deUrra, señor del lugar y palacio de Urra, a elbachiller Joan Martínez de Azcona, rector dellugar desolado de Guerano o Guerán16 y be-neficiado de la iglesia parroquial de Azcona,y finalmente a Pedro Martínez de Azcona, ve-cino de Dicastillo.

Martín Sánchez de Azcona no debió fa-llecer porque posteriormente, el 15 de juniode 1580, elevó un inventario de bienes, orde-nado por su padre Sancho Martínez de Azco-na en su último testamento. Era usual tras la ins-titución de mayorazgo familiar, al igual que trascontratos matrimoniales o testamentos, el ela-borar una relación de los bienes muebles e in-muebles que se poseían de manera totalmen-te actualizada, donde se consignaba tanto losbienes incluidos en el mayorazgo a perpetuo,así como la herencia aportada por otros fami-liares y parientes al mayorazgo y los bienes li-bres o conquistados por los firmantes. En el pre-sente inventario podemos señalar una de lasprimeras referencias documentales a su pala-cio familiar, que lógicamente aparece citadoen primer lugar por ser la posesión más apre-ciada y consustancial a la esencia que carac-teriza y define a estas familias navarras pose-edoras de palacios cabeza de armería: “Pri-meramente el dicho palacio de Azcona se

38 2 HISTORIA

16 IDOATE, F., “Poblados y despoblados o desolados en Navarra (en 1534 y 1800)”, Revista Príncipe de Viana, nº 108-109, Pamplona, 1967, pp. 323 y 338; desolado situado entre Riezu y Arizaleta.

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afrenta de las dos partes de arriba con callespublicas y de la parte debajo con casa de Gar-cia Sanz o de su heredero Martyn Soles y conla cassa de la capellania que es del dicho Pa-lacio y junto a la dicha casa de la capellaníade la parte de arriba una torre palomar consu cuerpo de cassa que tira asta la casa deMartyn de Yarca ya defunto que es del dichopalacio”17.

El hijo primogénito de dicho matrimo-nio, Martín Sanz de Azcona no tomó estadoy falleció en la ciudad de Córdoba ”con uncargo que le dio el Rey don Phelipe el se-gundo”18 y a éste le sucedió su hermano ma-yor, Juan de Azcona.

Juan de Azcona, el heredero, casó con Isa-bel de Echarren, hija de Gastón de Echarren19

y de María de Rada, difunta, vecinos de la vi-lla de Falces. Conservamos el referido contra-to matrimonial donde Juan de Azcona figuracomo señor del palacio de Azcona y su mayo-

razgo, como hijo legitimo de Martín Sanz deAzcona, ya difunto y de María de Urra20. Estecontrato matrimonial se realizó en Mañeru el25 de junio de 1598 y con la misma fecha seefectuó el habitual inventario de bienes con elpalacio a la cabeza del mismo:

“Primeramente la cassa y palacio de Ma-ria de Hurra y de su hijo Juan de Azcona seafrenta con casas de M Sotes y de Pedro deArguinano, labrador y pajero conocido que esdel dicho palacio y de otra parte con plaza con-cejal de el dicho lugar y una puerta dentro enla dicha cassa y palacio afrontada con casa deM Sotes y con la cassa de la capellania del di-cho palacio y mas frontero de la puerta prin-cipal una hera o plaza”21.

La familia Azcona poseedora del palaciocabo de Armería disfrutaba de una serie dehonras y preeminencias en los oficios religiosos,muy apreciadas por la hidalguía en la épocapues era fiel reflejo de su estatus privilegiado

El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI) 2 39

17 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 48; otros bienes adscritos al mayorazgo son: “una era de trillar ante los por-tales del palacio afrontado de las dos partes con caminos publicos y de la parte debajo con casa de Martyn de Yar-ca”, otra casa, era y huerta en Azcona y en cuanto a piezas: 54 piezas de un total de 178 robadas y 4 viñas de untotal de 49 peonadas. Junto a esto la vecindad de los lugares de Alloz, Lucinmendi, Ugar, Arizala, Arizaleta, Ciri-za, Anaztur e Ylirica.

18 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 120.

19 AGN, Proceso citado en nota 3, fols. 56-62. Gaspar de Echarren da en dote a su hija 1.350 ducados, y estableceque en caso de muerte vuelvan a su donador, y si ya hubiere fallecido, a Margarita y Maria de Echarren, herma-nas de Isabel. Gaspar de Echarren pensamos pudiera descender del palacio cabo de armería de Echarren de Guir-guillano, así en este contrato figura como testigos de la familia Echarren: “el Doctor Ximenez de Cascante, en-fermero de la Madre Iglesia de Pamplona, Tomas de Echarren, señor del palacio de Echarren, Don Juan de Echa-rren, abad del mismo lugar de Echarren, y el licenciado Rodecillas, abogado en las Audiencias reales del Reinoy vecino de la villa de Olite”.

20 Ibídem, fols. 56-62; como testigos por la familia Azcona figuran el licenciado Domingo de Azcona y Miguel deAzcona, sus hermanos, el bachiller Azcona, su tío, el bachiller Juan Martínez de Azcona, abad del dicho lugar, Juande Urra, señor de Urra y vecino de Lezáun y Joan Fernández de Murugarren, vecino de Murugarren, cuya es lacasa de Arburua.

21 Ibídem, fols. 56-62; disfrutaban de pecha en el lugar de Azcona en cada un año a perpetuo de 4 robos y mediode trigo y lo mismo de avena y en dinero 27 cornados; también sobre el lugar de Villanueva una pecha perpetuade 12 robos de trigo y sobre “el monte de Arrastia tienen de pasto en cada año a perpetuo quatro puercos y me-dio”. En cuanto a las vecindades foranas poseían las de los lugares de Ugar, Alloz, Burumendi, Ibiricu, Arizala, eldesolado de Arrastia y el desolado de Ciriza.

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W

y diferenciado respecto al resto. Estas calida-des de sus personas tenían como escenario tan-to en la iglesia parroquial como las basílicas deldicho lugar de Azcona y en el inventario an-terior de 1580 no aparecían recogidas, si bienello no es óbice para que no las disfrutasen des-de tiempos inmemoriales. Así bien los pro-pietarios del palacio y sus mujeres disfrutabande asiento y ofrenda preferente: “Primeramentetienen asiento en la iglesia parroquial en losprimeros bancos ante y primero y lo mesmoen el ofrecer y si son padre e hijo el padre tie-ne la parte de el Ebangelio y el hijo la partede la Epistola siendo propietarios”. “Item lamisma horden tienen las dueñas de el dichopalacio y sus hijas al lado d’ellas ante y primeroque las otras dueñas del dicho lugar”22.

En cuanto a las propiedades inmuebles, sepuede observar claramente en comparación conel inventario anterior de 1580, que se han tri-plicado y además en un espacio de tiempo re-lativamente corto, a ambos inventarios les sepa-ra una diferencia de 18 años y la suma aproxi-mada de propiedades a fecha de 1598 es de: 45

piezas de un total de 531 robadas aproximada-mente y 5 viñas con un total de 242 peonadas.

A modo de conclusión, diremos por unlado que la filiación familiar a la causa agra-montesa en el siglo XV debido a cargos en elentorno real debió mantenerse oculta, mediadala conquista castellana del reino y motivada porla preocupación de la familia Azcona por re-cuperar los bienes confiscados entre los quese encontraba su valioso palacio familiar.Conseguido dicho objetivo y mediado el si-glo XVI se puede rastrear fácilmente los in-tentos familiares por aumentar su patrimoniomediante ventajosos matrimonios con des-cendientes y herederas de otros palacios pró-ximos. Finalmente hemos de reseñar que éstees el proceder habitual de todas las familias na-varras hidalgas que pretendían el ascenso ha-cia capas más elevadas socialmente, donde sedebía partir de una base patrimonial muy es-table y que progresivamente debía ser au-mentado por diferentes medios, siendo los másfrecuentes los matrimonios, como hemoscomprobado en este caso.

“Itten, por quanto se alla que donGraçian nuestro tio benefiçiado en la iglesiade Azcona dejo una fundaçion y capellaniaen la dicha iglesia, queremos y mandamos queestas missas que ordenamos en todo el año

que dezimos (...) se ayan de juntar con la di-cha capellanía (...).

Itten, dezimos que tenemos dados do-zientos ducados a censso sobre la villa de Di-castillo de los quales dozientos ducados man-

APÉNDICE DOCUMENTALI

(APA, extracto del testamento de hermandad realizado por Martín Sánchez de Azcona el 4 de enero de 1577 ante el notario Diego de Alloz).

40 2 HISTORIA

22 Ibídem, fols. 56-62.

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El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI) 2 41

damos que el sobrebibiente que de nosotrosquedare pueda disponer y ordenar a su vo-luntad.

Itten, yo el dicho Martin Sanz digo quepor quanto esta por cassar y remediar mi her-mano Francisco Mnz al qual mando y ordenoque se le den trezientos ducados (…).

Itten, ordenamos y mandamos insti-tuymos y señalamos por nuestro herede-ro subçesor a Mn Sanz nuestro hijo mayorde nuestros palaçios y de todos sus bienesonores y pertenençias (...) conforme al bin-culo y mayorazgo antiguo d’este nuestracassa y palacio.

Itten, ordenamos que con el sobrebi-biente de qualquier de nos a una ayan de te-ner y tengan poder y facultad don Mn Yba-nes de Muruçabal, benefiçiado y capellan dela yglesia de Muruçabal, nuestro primo, yJoan de Urra cuyo es el lugar de Urra nues-tro hermano vezino de Leçaun de tenercuenta del remedio de nuestras creaturas (...).

Itten, dexamos por legitimo herenciaa nuestros hijos e hijas a saverse a MartinSanz, mayor, a Joana, Domingo, Miguel yMaria y Madalena de Azcona (...).

Itten, yo el dicho Martin Sanz digo yconffiesso que Sancho Leçaun hijo de Joande Leçaun al presente residente en el mo-nesterio de Yrache y donado en el dicho mo-nesterio y que antes que hiziese proffesion nientrase por donado en el dicho monesteriohizo testamento, çession y donacion de susbienes a mi el dicho Mn Sanz por ante Joan

de Ubalde, escribano real, vezino de Estella,para esto es mi voluntad y dexo el dicho eren-çio a mi hijo Martin Sanz, heredero y sub-cessor mio, los dichos bienes (...).

Itten, yo el dicho Martin Sanz dexopara las barras de la canpana de Azcona queesta par poner el cabeçal un quintal de ye-rro y que esto se pague luego y mandamosmarido y muger sendas cargas de trigo a laiglesia de San Martin de Azcona despues quefinaremos el primer agosto y mas mando yoel dicho Martin Sanz que se digan en layglessia parrochial del lugar de Muruçabalveynte missas por las aias de mis aguelos yde los que doy encargo y se paguen por cadamissa a real”.

Nombran por sus cabezaleros a: “Joande Urra, nuestro hermano, señor del lugary palaçio de Urra, y mi hermano, el bachi-ller, don Joan Martiniz de Azcona, rector delLugar desolado de Guerano y beneficiadode la yglessia parroquial de Azcona, y a donLope de Anderaz y Baquedano, beneficia-do de la yglesia parrochial de Abarçuça, ya Joan de Subiça, menor de días, vezino dellugar de Leçaun, y a Pedro Mnz de Azco-na, nuestro hermano, vezino de la billa deDicastillo, y por sobre cabeçaleros a los ilus-tres liçenciados don Domingo de Labayen,abad perpetuo de Nuestra Señora de Yran-çu, y a liçenciado don Pedro de Anderaz yde Baquedano, abad de Adios, y a don Mar-tin Ybanes de Muruçabal, beneficiado y ca-pellan de la yglessia de Muruçabal”.

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INTRODUCCIÓN: LA NUEVA POBLACIÓN DE NO-VELETA Y OTROS EXPERIMENTOS ILUSTRADOS

Manuel Joaquín Navarro y Vizcaíno, es-tellés adinerado, ilustrado y con iniciativa de-cidió “repoblar un lugarcito, eredado en Ruinasde sus Abuelos” (…) “(…) para que sus tierrasestuvieran mejor cultivadas y rindieran más pro-vecho”, fundando en él una Nueva Población:Noveleta1.

Cuando Manuel Joaquín concibió laidea de hacer la Repoblación se inspiró sin duda

en Nuevo Baztán, primera nueva poblaciónilustrada construida entre 1709 y 1713 cercade Madrid por el baztanés Juan de Goyeneche,así como, salvando las distancias demográficas,en las Nuevas Poblaciones llevadas a cabo enlos despoblados de Sierra Morena y la Baja An-dalucía en las que se asentaron 6.000 colonoscentro europeos2. Ambos experimentos, comoel de Manuel Joaquín, se enmarcaban en unapolítica de reformas económicas, políticas,educativas y sociales llevada a cabo a lo largo

autora: Carmen Lacunza Astiz

La Nueva Población de Noveleta:un experimento ilustrado

ResumenManuel Joaquín Navarro decidió fundar una Nueva Población en el que durante varios siglos había sido “Lugar De-solado de Zarapuz”. Durante más de una década realizó multitud de gestiones de todo tipo en pro de la nueva re-población, pidió préstamos para realizar diferentes obras en el término y mantuvo pleitos contra la ciudad de Estellaintentando que se le reconociera la jurisdicción privativa sobre el “Lugar”. Tras innumerables dificultades, consi-guió fundar la Nueva Población pero los primeros años en Noveleta fueron más duros de lo previsto.

LaburpenaManuel Joaquín Navarrok Zaraputz izandako eremuan herri berri bat sortzeko erabakia hartu zuen. Hamarkadaluze batez aritu zen zuzemen anitz egiten birpopulatzea lortzeko, maileguak eskatu zituen inguruetan lanak eginahal izateko eta auziak izan zituen Estella hiriaren kontra, “Tokiaren” jurisdikzio pribatua eskuratze aldera. Ezinkonta ahalako zailtasun gainditu ondoren, herri berria sortzea erdietsi zuen, lehendabiziko urteak espero baino go-gorragoak izan ziren arren.

1 Archivo de la Casa Grande de Noveleta (en adelante ACGN). Plan de Repoblación.

2 PALACIO ATARD,Vicente, “Las “Nuevas Poblaciones” de la Ilustración”, Cuenta y Razón, nº 29, 1987,p. 7.

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de todo el siglo XVIII pero muy especialmentedurante el reinado de Carlos III.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS1490. LUGAR DESOLADO DE ZARAPUZ

En el que durante siglos había sido elpueblo de Zarapuz no quedaban sino ruinas.El término era propiedad del Monasterio deSan Juan de la Peña y la Iglesia de San Pe-dro de La Rúa de Estella, dependiente deaquel, la llevadora de sus frutos.

Ese año, el Prior (Pedro de Ordaniso),Clérigos Beneficiados “et Capitol de San Pe-dro Larrua” dieron el término a censo per-petuo enfitéutico (o infitiótico) a Pedro deAmburz (Estella, aprox. 1435-1518), abad dela parroquial de Garde en Roncal y VicarioGeneral de la Diócesis de Pamplona.

El censo enfitéutico era un régimen detenencia de la tierra en el que el dominio di-recto correspondía al propietario y el do-minio útil a quien usaba y aprovechaba la fin-ca (el enfiteuta). Aunque la escritura reco-gía que el censo era perpetuo (para siempre)la falta de pago del canon llevaba consigo elcomiso, es decir, que el titular del dominiodirecto recuperara el útil y la finca volvieraa su situación inicial.

Seguramente eso fue lo que pasó conGil de Caratambor (notario) y Juana Fer-nández, viuda de Juan Martínez Guernica,a quienes en 1431 se dio el “Lugar” a cen-so perpetuo por 60 robos de trigo a pagarcada año al Prior y Beneficiados y con elcompromiso de que en 10 años repararan lacasa denominada “La Abadía” e hicieran 40

peonadas de majuelos (viñas pequeñas) deamejoramiento, teniendo la posibilidad de di-vidir el término en dos3. Seguramente, los en-fiteutas no habrían llegado a cumplir las con-diciones exigidas en la escritura; ni se plan-tarían las viñas ni por tanto se pagarían los60 robos de trigo al año y la casa de “La Aba-día” se habría derrumbado definitivamente.No resulta extraño teniendo en cuenta loconvulsos que fueron aquellos tiempos.

En la escritura de donación a Pedro deAmburz de 1490 se explicaba “que por gue-rras, mortandades etc. no pueden usufructuar di-cho Lugar sino muy poco” y que lo daban conla esperanza de que pudiera ser rentable enel futuro. Condicionaban la dación a “que nopodais dar, legar, vender” y a:- Hacer una casa.- Plantar una viña de 60 peonadas en el pla-

zo de 8 años manteniéndolas “amejoradasy no apeoradas y dar a la dicha viña sus bue-nas labores en sus debidos tiempos”.

- Defender el lugar.- Pagar al Prior y Beneficiados 50 robos de

buen trigo limpio traídos al granero delhórreo de dicho Cabildo de Estella parael día de San Gil, en septiembre. Preve-ían que pudiera hacerse regadío en No-veleta, lo que supondría grandes gastosy grandes beneficios, y en ese caso la can-tidad a abonar al Prior y Beneficiados sereduciría a 30 robos.

- Décimo (o diezmo) y primicias de los fru-tos anualmente.

- Una cena anual, honradamente, al Priory sucesores con 3 compañeros.

La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 43

3 RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, PABLO, Zarapuz y Noveleta. Navarra. Temas de Cultura Popular, nº 158, pp. 9-10. ACGN. Núm. 6. Descrito en la Escritura de reconocimiento del censo de 1626.

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- Renovar de 20 en 20 años el contrato dereconocimiento del censo ante sus verda-deros propietarios por medio de escrituraante escribano a costa del otorgante.

LA FAMILIA AMBURZ PASA A SER PROPIETARIA YPOSEEDORA DEL TÉRMINO AL MISMO TIEMPO

En 1503 Alejandro VI otorgó el priora-to de San Pedro a Pedro de Amburz (benefi-ciado perpetuo de dicha Iglesia) por libre re-signación del prior saliente4 -el mismo que unosaños antes le había dado Zarapuz-, de formaque Pedro pasó a ser propietario y enfiteuta almismo tiempo. En 1509, Pedro donó el término“para despues de sus dias” a su sobrino Juan de

Amburz (Estella, aprox. 1486-dp de 1546), conmotivo de la firma del contrato de matrimo-nio de este último. La escritura indicaba que,desde el día que previnieren en Juan de Am-burz por muerte de Pedro “por siempre jamas ha-yan de ser he sean de Mayorazgo”5.

Un mayorazgo era un conjunto debienes vinculados que no podían enajenar-se, venderse o repartirse en herencia y sí au-mentarse. En el momento en que se esta-blecía el Mayorazgo se fijaban sus condicionescomo quién lo heredaría, generalmente elprimogénito varón.

Unos años después, Pedro resignó en elPapa León a favor de otro sobrino, Miguel

44 2 HISTORIA

Juan de Amburz y PiedramilleraMuere en Estella antes de 1509

María de ErvitiMuere en Estelladespués de 1509

Pedro de Amburz y Piedramillera(Aprox. 1435- Estella,1518)

En 1490 recibe ZarapuzPrior de San Pedro entre 1503 y al menos 1518

Juan de Amburz y Erviti(Estella 1486- dp de 1546)

Hereda el Mayorazgo de Amburz,que incluye Zarapuz, en 1518

María Sánchez de Eguía

(Estella, aprox1489- ?)

Miguel de Amburz y Erviti(Estella, aprox. 1490- 1536)

Prior de San Pedro entre 1518 y 1536

Juan de Amburz y Sánchez(Estella, 1518-1577)

Prior de San Pedro entre 1536 y 1577

4 GOÑI GAZTAMBIDE, José. Historia Eclesiástica de Estella, Tomo I: Parroquias, iglesias y capillas reales, De-partamento de Educación y Cultura, Pamplona, 1994, pp. 83-84.

5 ACGN. Núm. 1. Contratos matrimoniales de Juan de Amburz y María Sánchez de Eguía y Fun-dación del Mayorazgo de los Amburz. 17 de febrero de 1509.

Priores de San Pedro de La Rúa pertenecientes a la familia Amburz.

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de Amburz, hermano de Juan, que sería elprior a la muerte de Pedro. A Miguel suce-dería como Prior otro Juan de Amburz (so-brino de Miguel e hijo del Juan que recibióel término de Pedro), que fue Prior hasta sumuerte en 1577. Es decir, entre 1503 y 1577tanto el Priorazgo de San Pedro como la po-sesión de Zarapuz estuvieron en manos dela familia Amburz.

Seguramente el hecho de que el pro-pietario y el poseedor del término fueran dela misma familia (e incluso la misma perso-na), determinara el incumplimiento de laobligación de renovar el reconocimiento delcenso sobre el término, durante nada menosque 136 años, y es probable que tampoco lasdemás obligaciones se cumplieran. En todocaso, la familia Amburz siguió siendo la te-nedora del término. En 1592 el Prior de SanPedro -primero en muchos años que no per-tenecía a dicha familia- requirió judicial-mente a la poseedora de Zarapuz, Magda-lena de Amburz, para que le pagara tanto los50 robos de trigo al año como el diezmo yla primicia sobre Zarapuz. En 1626 Mag-dalena se vería obligada a renovar el censoante el Prior y Beneficiados de San Pedro deLa Rúa6.

Posteriormente, el censo lo reconocióal menos Gerónimo Manuel Navarro y La-drón de Cegama en 1740. Entre al menos1740 y 1810 el reconocimiento no se re-

novaría. Así lo reflejó Joaquín Gerónimo Na-varro y Gil (nieto de Gerónimo Manuel) enel “Imbentario de las escrituras censales y de otrospapeles interesantes a su Mayorazgo” que ela-boró en 1810 en el que, al lado de la ano-tación que recoge el reconocimiento de 1740,apuntó que era el último realizado hasta esemomento. En otro epígrafe anotó que se pa-gaban 30 robos de trigo al año “por un cen-so perpetuo en que se compró el término de Za-rapuz y Noveleta”7. El canon había bajado de50 a 30 robos porque se había hecho rega-dío.

A pesar del censo que pesaba sobre eltérmino, todos sus poseedores se intitularonSeñores de Zarapuz y también en algunas es-crituras aparecen como propietarios deltérmino redondo (aquel sobre el que no pesaninguna carga) de Zarapuz.

MANUEL JOAQUÍN NAVARRO Y VIZCAÍNO:FUNDADOR DE NOVELETA

Nacido en Estella en 1740, fue el hijoprimogénito de Gerónimo Manuel Navarroy Ladrón de Cegama (natural de Estella) yFermina Vizcaino (natural de Miranda). Suabuelo paterno, Gerónimo Navarro y Tafa-lla (natural de Sangüesa), fue el primer Na-varro que residió en Estella, a donde llegó en1704 a raíz de su boda con Theresa Rossa La-drón de Cegama, natural de Estella y here-dera de los Mayorazgos de Ladrón de Ce-

La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 45

6 ACGN. Sin núm. Reconocimiento del censo de 1626. Explica que las escrituras sobre Zarapuz se en-contraron entre los papeles de Don Pedro Martínez de Morentin, abad de Metauten, heredero de Juande Amburz (que fue Prior de San Pedro).

7 ACGN. Núm. 98. Acto de reconocimiento del censo perpetuo infiteusis (de Zarapuz) que hizo donGerónimo Navarro al Cabildo Eclesiástico de San Pedro de la Rúa en 19 de noviembre de 1740 anteManuel Joaquín Remírez.

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gama (o Cegama)8 y Amburz. El abuelo deManuel Joaquín, oidor del Consejo Real deNavarra en el momento de casarse con The-resa, tenía desde 1702 derecho de asiento enCortes, por el Brazo Militar de los Caballe-ros o Nobles, por la casa de su apellido enSangüesa compartido con su hermano Fran-cisco Antonio9 “el uno en falta de otro y en fal-ta de otros el sucesor y sus sucesores y descendientes,dueños y poseedores de su casa de los Navarro quetiene en Sangüesa”.

En el Archivo de la Casa Grande de No-veleta no aparece ninguna pista sobre los pri-meros años de la vida de Manuel Joaquín.Cuando contaba 18, sus padres y los de Ma-ría Josepha de Irujo arreglaron la boda de am-bos. Gerónimo Manuel donó a su hijo losMayorazgos de la familia. También heredóManuel Joaquín el derecho de asiento enCortes siendo convocado a las reuniones delos años 1765, 1780 y 1794. Generalmenteaparecía como Navarro Ladrón de Zegama,

46 2 HISTORIA

8 ACGN. Núm. 2. Fundación del Mayorazgo de los Cegamas hecha por Juan Ladrón de Cegama y Be-atriz Fernández de Guevara en 1623.

9 No confundir con Juan Francisco Navarro y Tafalla, nacido en Mélida a fines del siglo XVII que en1760 consiguió el derecho de asiento en Cortes por su casa natal de Mélida siendo muy criticado por-que decían que había comprado el título.

GERONIMO NAVARROY TAFALLA

Sangüesa, 1654 - Estella, 1727

THERESA ROSSA LADRÓN DE ZEGAMA Y AMBURZ

Estella, 1672 - 1721

INÉS DE QUIXADA FERNÁNDEZLos Arcos, 1705- Estella, 1732

FERMINA VIZCAINO Y ECHALARMiranda de Arga, 1699 - Estella, ?

MARÍA JOSEPHA DE IRUJOEstella, aprox. 1740 - antes de 1761

DOROTEA GIL DEL CASTILLO Y RAMÍREZ DE LA PISCINA

San Vicente de la Sonsierra, 1743 - Estella, 1793

MANUEL JOAQUÍN NAVARRO Y VIZCAINO

Estella, 1740 - Pamplona, 1805

MIKAELA GOMERAArguedas, 1728 - ?

GERONIMO MANUEL NAVARRO Y LADRÓN DE ZEGAMA

Estella, 1705 - entre 1762 y 1769

Árbol genealógico de los tres primeros Navarros poseedores de Zarapuz y Noveleta y sus cónyuges.

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siguiendo al apellido paterno el título del Ma-yorazgo de Cegama.

Enseguida debió enviudar de su primeramujer porque desde 1761 estaba casado conDorothea (Juachina) Gil del Castillo y Ra-mírez de Lapiscina, vecina de San Vicente dela Sonsierra de Navarra. Ambos vivían en laCasa Principal del Mayorazgo (de Cegama),sita en la Plaza del Mercado de Estella (hoyplaza de los Fueros). Era una gran casa de 3pisos con 5 balcones en cada piso, con su bo-dega, jardín y caballerías. Tenían también otrascasas al lado de la Principal (arrendadas a ter-ceros) y otras 2 en la Calle de San Nicolás,frente a las escaleras de San Pedro (ante-riormente era una sola casa, la principal delMayorazgo de Amburz), una de ellas arren-dada y la contigua cedida al “thio d. Fermin(Navarro) para que la use mientras viva”. Fer-mín era Presbítero. Hasta 1773, Manuel Jo-aquín y Dorotea tuvieron al menos 9 hijose hijas.

ESTADO DEL TÉRMINO UNOS AÑOS ANTES DE LA REPOBLACIÓN

Desde al menos 1624, había en Zara-puz una casita. Su casero la arrendaba con sustierras y pertenecientes (probablementebuena parte de lo cultivado eran viñas) por132 robos de trigo de buena calidad al año.La misma familia llevaba en la casa más de50 años; primero la arrendaban Pedro Sán-chez y Catalina Echauz y a ellos les sucedióuna de sus hijas, María Sánchez, nacida en Za-rapuz en 1713, casada con Miguel de Laca-

lle10 y ya viuda para cuando Manuel Joaquínempezó con las obras de repoblación.

En Noveleta había una gran casa decampo en la que la familia Navarro pasabatemporadas. Seguramente la construyó Ge-rónimo Ladrón de Cegama (bisabuelo deManuel Joaquín) en la segunda mitad del si-glo XVII, y Gerónimo Navarro y Tafalla (suabuelo) la mandó rehabilitar a principios delsiglo XVIII e incluso pidió Parroquia. En ellavivía habitualmente una familia de domés-ticos que, además de llevar la casa cultivabanuna parte de las tierras del término. Al me-nos desde 1772 Manuel Pinillos Zuasti y Po-lonia Las Navas Gaceta, naturales de Estella,eran sus caseros.

Aparte, estaban arrendadas las yerbas asícomo muchas piezas pequeñas cultivadas porgentes que llegaban desde pueblos aledañoscomo Estella, Villatuerta o Ayegui. Gracias al

La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 47

10 Archivo Diocesano de Pamplona (en adelante ADP). Libro de bautismos de la Parroquia de San Pe-dro de La Rúa. Miguel Lacalle era hijo de Miguel de Lacalle, natural de Aberin, y Catalina Bicuña (oSainz de Vicuña), de Noveleta. Miguel y María tuvieron como mínimo 9 hijos.

Mapa del término en 1874.

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recibí de lo cobrado en concepto de diez-mo por la Iglesia de San Pedro de la Rúa po-demos saber que en 1777 Navarro tenía enel término corderos, trigo, mosto, maíz,avena, cebada, lino, así como algo de cente-no, alubias, garbanzos, arbeja y olivas.

Un guarda nombrado por el poseedorde Zarapuz y Noveleta defendía el lugar deganados ajenos (como el del Monasterio deIrache), personas hambrientas o de que losvecinos de Ayegui no cortaran leña en Za-rapuz11. Ya en 1520 había guarda en el tér-mino lo que fue motivo de pleitos con la ciu-dad de Estella durante generaciones.

1769 Y 1781. ACTUACIONES QUE PRECEDIERON A LA FUNDACIÓN. PRIMERAS OBRAS: PRESA,PUENTE, TRUJAL Y REHABILITACIÓN DE LASCASAS EXISTENTES EN EL TÉRMINO

“Durante el siglo XVIII, especiamente en susegunda mitad, se aprecia la inquietud reformadorade ciertos espíritus ilustrados, preocupados por in-crementar el rendimiento de sus tierras aumentan-do el abono animal o sustituyéndolo convenientemente.Los planes de estos hombres quiméricos, e incluso lasrealizaciones de los más emprendedores, nunca lle-garon a generalizarse”. Eran “precursores de un mun-do nuevo distinto del suyo muy apegado a esque-mas tradicionales (…). Los planes y obra de Ma-nuel Joaquín Navarro son sin duda los más signi-ficativos de las nuevas ideas que bullían en las ca-bezas de algunos estelleses de finales del XVIII”12.

Al menos 12 años estuvo Navarro ma-durando su proyecto de establecer una

Nueva Población y realizando gestionesencaminadas a ello.

En 1769, en su Casa de Noveleta, de-claró ante el Escribano que iba a fabricar “unacrecida presa en el paraje de “El bado” con dife-rentes obras de manpostería, silleria y dos voca-les, el uno para poner la noria y el riego de sustierras de dicho término de Noveleta y el otro conel fin de hacer un Molino Trujal de aceite, con elmotivo de hallarse muy próximos los lugares delValle de la Solana que son de mucha cosecha deolivas13. Sus abuelos habían mandado cons-truir una presa en la muga de Noveleta conVillatuerta 66 años atrás, pero de la escritu-ra aquí citada se deduce que ya no estaría enfuncionamiento.

Manuel Joaquín construyó la acequiapero, después de haber gastado “como 2.000pesos”, ese mismo invierno, debido a “las gran-des avenidas de agua que no se han experimen-tado mayores en estos muchos años (…) rompiódicho río por la parte de Zarapuz siendo precisodilatar dicha presa (…) así como “(…) construirun paredón y al otro lado una noria para el rie-go de las tierras que pasan de 400 robadas y enel mismo lugar un Molino Trujal”. Encargó aJuan Baptista Eraso, cantero y vecino de Rie-zu, la construcción de un paredón para sos-tener el ribazo que da a la parte de Zarapuzsobre la presa y al otro lado mandó construirla noria y el molino trujal.

En 1773 Navarro pidió y consiguió per-miso para construir un puente de madera queuniera el secano de Zarapuz con el regadío

48 2 HISTORIA

11 Archivo General de Navarra (en adelante AGN). Procesos. 111336/18004170.12 FLORISTÁN IMIZCOZ, Alfredo. La Merindad de Estella en la Edad Moderna. Los hombres y las tierras, Ins-

titución Príncipe de Viana, Pamplona, 1982, p. 313. 13 AGN. Caja 3879/1. Notarios de Estella. Francisco Berastegui.

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de Noveleta, cargando un censo (préstamo)sobre su Mayorazgo (los bienes del Mayo-razgo garantizaban que el préstamo se de-volvería). Como no podía disponerse libre-mente de sus bienes, cuando se pedía un prés-tamo contra el Mayorazgo, con el fin de pro-teger el patrimonio del llamado a suceder, eranecesario el permiso del Consejo Real deNavarra y el del heredero, al que si era me-nor de 25 le representaba un curador (per-sona nombrada para cuidar de los bienes deun menor). Simón Ignacio de Tarazona leprestó los 950 ducados que necesitaba14 y en1777 se construyó el “puente Navarro”, queuna gran riada destruyó al año siguiente.

En 1778 Navarro mandó rehabilitar(hizo casi nueva) la Casa de Noveleta, ha-ciéndose 2 habitaciones (viviendas) separa-das de la destinada a la familia Navarro paraque pudieran vivir 2 familias y habilitó unanueva habitación (vivienda) en Zarapuz. Trasla reforma, empezaron a vivir en el térmi-no 2 familias más; en Zarapuz se indepen-dizó Miguel Lacalle, el hijo mayor de Ma-ría Sánchez (casera de Zarapuz) y a Nove-leta llegó a vivir una familia procedente deLácar (Fausto Lezáun, Rosa Bergara e hijos),que probablemente llevara el recién estrenadomolino trujal. Antonio Gallarza, natural deEstella, era el guarda del término.

La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 49

14 AGN. Procesos. 111934. Obtenido el permiso del Consejo Real para imponer un censo de 950 du-cados sobre el Mayorazgo para construir el puente, Simón Ignacio de Tarazona prestó el dinero a Ma-nuel Joaquín.

Casa de la familia Navarro en Noveleta (Foto Miguel Lacunza).

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En 1779 hubo que ajustar de nuevo lapresa del regadío, volvió a construirse elpuente y una nueva riada lo destruyó.

GESTIONES JURÍDICAS Y BUROCRÁTICASParalelamente a las obras, Manuel Joa-

quín pleiteaba contra Estella tratando de quela ciudad le reconociera jurisdicción ordinariay económica sobre el término. Paradójica-mente, al mismo tiempo pretendía que Es-tella siguiera considerando exentos de pagarla alcabala forana (impuesto que se cobrabaa gentes de otros pueblos que entraban conmercancías en la ciudad) a quienes vivían enZarapuz y Noveleta. Es decir, por un ladopretendía que los habitantes de Zarapuz yNoveleta no estuviesen sometidos a los“Bandos, prohiviciones, ordenanzas, estatutos ymandatos de la ciudad, su Regimiento, Alcalde or-dinario y juez de campo” ni a pagar las “car-gas, cargos, repartimentos y grabamenes que tocarena los vecinos de Estella” y en cambio quería quegozaran de los privilegios de los vecinos deEstella.

Los jueces dictaron Sentencias favora-bles a sus intereses confirmándole tanto ensu derecho a nombrar guardas para cuidar eltérmino con derecho a imponer multas,

como en el derecho de sus habitantes a laexención de la alcabala15.

En 1778 pidió permiso al Real Consejode Navarra para imponer un censo de 4.000ducados de plata sobre su Mayorazgo para con-tinuar con las obras. El Real Consejo le negóel permiso y Navarro, en lugar de arredrarse,decidió cambiar de estrategia. En octubre de1779 nombró un apoderado general para lle-var sus asuntos, a quien encargó que el supe-rávit se lo entregara a su tío Fermín Xabier deNavarro y Manuel Joaquín pasó sus depen-dencias y negocios a la Villa de Madrid, pre-sumiblemente para “hacer pasillos” allí.

En 1780 volvió a solicitar el permisopero esta vez, en lugar de dirigirse a las Ins-tituciones navarras, se lo pidió al “Rey donCarlos (III), por la gracia de Dios Rey de Cas-tilla, de Navarra, de León, de Aragón, de las dosSicilias de Jerusalen, de Granada (…)”16 “espe-ranzado en su paternal afecto y piedad”.

Indicaba Navarro en su solicitud que enese momento solo tenía un colono (lo que noera verdad porque para entonces tenía al me-nos 4) y que quería repoblar el Lugar Desola-do con 25 o 30 familias. Además, pedía juris-dicción privativa sobre el lugar y la concesióna él y a su casa de “la merced (gracia) del título de

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15 AGN. Núm. 152. Sentencia de la Corte Mayor en que se manda mantener y amparar en la posesiónen que se halla don Manuel Joaquín Navarro de hacer los prendamientos, imponer y exigir penas enlos montes, yerbas, pastos y demás que ocurra en su término de Zarapuz y Noveleta, sin intervencióndel Alcalde de dicha ciudad, ni de la ciudad misma ni de otra comunidad o particular alguno exigiéndolaspor sí o por medio de sus guardas. 19 de enero de 1790. Escribano Antonio Ramón de Antoñana.

16 (…) de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Cordega, de Mur-cia, de Jaén, de los Algarbes de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Indias Orientales y Occi-dentales, Islas y tierra firme del mar Oceano, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Bravante, y Milán,Conde de Aspurz, de Flandes, Tirol y Barcelona, Señor de Vizcaia y de Molina”. ACGN. Núm. 137. RealCédula de S.M. por la que se da a don Manuel Joaquín Navarro la facultad para repoblar el Lugar De-solado de Zarapuz o construir otro en Noveleta. Inserta en los contratos matrimoniales de Joseph Die-go Navarro e Isabel de Pouver. Sobrecarteada por el Consejo de Navarra y asentada en los Libros deCédulas a 14 de noviembre de 1780 ante el escribano Manuel Nicolás Arrastia.

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Castilla libre de lanzas (impuesto de 300 ducadosal año que pagaban los títulos de Castilla) por su viday la de su hijo”. Alegaba que la falta de jurisdic-ción privativa había sido una de las causas de ladespoblación del Lugar y que concedérsela noocasionaría perjuicios a tercero, porque única-mente consistiría en trasladar al Alcalde que seelija en la Nueva Población la jurisdicción delAlcalde del Mercado de Estella.

Carlos III, tras dar audiencia instructi-va a la ciudad de Estella, al Cabildo de la Pa-rroquia de San Pedro de la misma ciudad, alinmediato sucesor (Joseph Diego), a la Di-putación del Reino y a lo expuesto en vis-ta de todo por el Fiscal del Consejo de la Cá-mara (de Castilla), mediante Cédula Real de1 de noviembre de 1780, le concedió la fa-cultad para la repoblación, autorizándole aimponer un censo sobre su mayorazgo al 3%en tres partes, construyendo 8 casas para 8labradores “y así sucesivamente las demás si laexperiencia manifestase corresponden sus efectosa las utilidades que se proyectan”.

El monarca le pedía que no cobrara alos colonos en dinero sino en frutos y conmoderación, conforme a la calidad del te-rreno, y que tuviera “presentes las prevencio-nes y reglas del fuero de las Poblaciones de Sie-rra Morena para adaptarlas en lo posible”. La con-cesión de la jurisdicción privativa sobre el Lu-gar y el título de Castilla quedaban pendienteshasta ver cómo avanzaba la Repoblación, de-biendo dar noticia de ello a la Cámara Real

por medio de su secretario, el escribano realJuan Francisco de Lastiri17.

En las Cortes celebradas en Pamplonaentre 1780 y 1781, los tres Estados arreme-terían contra las pretensiones de Navarro porconsiderar un contrafuero que se hubiera di-rigido a las instituciones castellanas en lugarde a las navarras. En realidad Navarro habíadirigido su petición en primer lugar a las ins-tituciones navarras pero estas le denegaronel permiso.

CONSTRUCCIÓN DE 5 NUEVAS CASAS Y ARRE-GLO DEL MATRIMONIO DEL HIJO PRIMOGÉNITO

Durante el año 1781, se construyeronen Noveleta 5 casas de nueva planta. Su-mando las 4 habitaciones (viviendas) ya exis-tentes, había espacio para 9 familias. Las ca-sas se hallaban “(…) unidas en línea recta consus respectivas puertas hacia el medio día. Tienendos suelos de alto, el uno a nivel de calle, y tierrafirme, y el otro encima de este. En el piso o sue-lo firme de cada una de ellas hay una especie degranero y además caballerizas, pajar, y sitio pro-porcionado para el depósito de leña (…)”.

Agobiado por las deudas, Manuel Joaquínconsiguió arreglar la boda de su hijo varón pri-mogénito, Joseph Diego, con una rica herederade la Villa de Bilbao, en el MN y ML Señoríode Vizcaya, Isabel de Pouver y Echávarri18. Elobjeto del precoz matrimonio de Diego (aúnno había cumplido 17) era sin duda resolver losproblemas económicos de su padre.

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17 ACGN. Núm. 137. Real Cédula de S.M. por la que se concede a Navarro la facultad para repoblar.18 ACGN. Número 137. 20 de noviembre de 1781. Contratos matrimoniales entre Joseph Diego Na-

varro y Gil y María Isabel Pouver y Echávarri. Escribano José de Aranzatugoitia.

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Con motivo de los contratos matrimo-niales, Manuel Joaquín y Dorotea hicieron in-ventario de los bienes de los que Josef Diegoera el inmediato sucesor. Además del térmi-no de Zarapuz y Noveleta y las casas de Este-lla, los mayorazgos tenían un huerto arrenda-do frente a la Casa Principal (que en su día fueuna casa en la calle carrera Luenga (hoy calleMayor) derribada para dar vistas a las galeríasde la Casa Principal), huertas en Zaldu, en losLlanos y en Villatuerta, otra junto al Santo Se-pulcro con varios olivos, una pieza con olivosen San Phelipe y Santiago más la ermita19, otracon 12 o 14 olivos en Candelitera, piezas enel término de Valverde, otra junto al Batán, viñaen el Fosal, una hacienda con su casal en el Lu-gar de Lácar, piezas en el término de Ibarra, elPuy, Valdelobos y Arrieta, etc. Además, los Ma-yorazgos tenían a su favor diferentes censos departiculares y de diferentes villas o ciudadescomo la de Estella, que debía uno de 4.200 du-cados, además de una vara de escribano Por-tero Real arrendada por 100 reales. Entre lascargas que tenía contra sí había varios censos,cientos de misas dependientes de varias cape-llanías merelegas y los 30 robos por el censo deZarapuz.

Los padres de Isabel, Phelipe Pouver y La-rrea y María Ignacia de Chabarri y Arechaba-laga, vecinos y residentes en la villa de Bilbao,legaron a “su hija legítima” 20.000 pesos de a15 reales de vellón cada uno en dinero y 1.000pesos más de la misma especie en vestido y al-hajas. En la escritura se concretaba cómo se in-vertiría la dote: 5.500 para concluir la repo-

blación y 1.500 para perfeccionar escritos dela misma en Madrid (como la solicitud de pas-to espiritual para los colonos), 2.000 como en-trático (dote para entrar al Convento) de Ma-ría Josepha Navarro (la hija mayor) al Conventode Tudela, otros 2.000 para pagar deudas de lacasa, etc.

Manuel Joaquín y Dorotea mandarondesocupar para los futuros esposos una casaque tenían arrendada al lado de la principal,para que vivieran al lado pero “con entera in-dependencia en avitacion, cozina y escaleras”. Dis-pondrían del ajuar, “omenage y demas corres-pondiente a sus distinguidas circunstancias”. Lospadres del novio se comprometieron a pa-gar a los futuros esposos anualmente en cuar-tas partes “por via de Alimentos” 14.000 rea-les de vellón en dinero y 15.000 a partir deque tuvieran descendencia.

En el momento en que se firmó el con-trato Manuel Joaquín y Dorotea tenían al me-nos 7 hijas e hijos de entre 20 y 8 años. Se-ría Joaquín Gerónimo (de 14 años en 1781),el que seguía en edad a Diego, quien acaba-ría heredando gracias a lo cual podría casar-se con una rica heredera. En 1793, con 26años, se casaría con Manuela Pérez, de Autolen el Reino de Castilla, cuya dote ascende-ría a 8.000 pesos. El varón más joven, (Joseph)Plácido, de 13 años en ese momento, estudiaríaGramáticas en Ponferrada y moriría solteroen Noveleta en 1798 (con 30 años).

Respecto a las hijas, María Josefa Nava-rro y Gil, de 20 años, entraría en un Conventounos meses después pagándose el entrático con

52 2 HISTORIA

19 Antigua Ermita bajo la advocación de San Felipe y Santiago que existió en el término de Ibarra.

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parte del dinero de la dote de Isabel. En la es-critura de obligación de dote se señalaba que“(…) tiene que tomar el hábito de religiosa en elConvento de enseñanza de religiosas de la ciudadde Tudela (…) con las fuerzas, seguridades y fir-mezas que sean necesarias”20, seguramente unafrase hecha pero no muy tranquilizadora. Lahija menor, Josefa (Teresa Phelipa), aún de 8años, ingresaría novicia a los 18 profesando alos 20 como religiosa con el nombre de SorMaría Josefa de Nuestra Señora del Puy, enel Convento de la Purísima Concepción deReligiosas Franciscanas Descalzas de la Vo-cación del Señor San Pablo, extramuros de laciudad de Estella (Recoletas)21. Como bue-na parte de las mujeres de clase alta, la ma-yoría de las mujeres de la familia habían en-trado durante generaciones en el Convento.

Otras 2 hijas, las señoritas Joaquina y Ma-ría (de 19 y 18 años) estaban según los contratosimposibilitadas de tomar estado (de casada o dereligiosa) y siempre vivirían con su madre. Sinembargo, a la muerte de Dorotea, ambas vivi-rían juntas en una de las dos casas propiedadde la familia en San Nicolás, siendo Joaquinala tutora de su hermana. María fue la única detodos los hijos del matrimonio bautizada conun solo nombre (todos los demás tenían 4 ó 5),lo que parece indicativo de alguna peculiari-

dad notoria desde el momento de su naci-miento como por ejemplo alguna grave mi-nusvalía. Es decir, que seguramente solo Ma-ría estaba imposibilitada de tomar estado y siJoaquina no podía hacerlo sería por estar obli-gada a cuidar de su hermana.

La dote de Isabel sirvió para aliviar losproblemas económicos de Manuel Joaquínpero la muerte precoz tanto de Diegocomo de Isabel de Pouver sin descendencia,acabaría generando la obligación de rever-tir la dote, no sabemos si en todo o en par-te. Sesenta y siete años tardó la familia Na-varro en saldar la deuda. En 1851 la termi-naron de pagar Joaquina y Ecequiela Nava-rro, nietas de Manuel Joaquín. Es probableque la familia Navarro no hubiera tenido mu-cha prisa por pagar.

NOVELETA 1781. NACIMIENTO DEL POBLADOLOS PRIMEROS COLONOS

El 23 de septiembre de 1781, en “el Lu-gar Despoblado de Zarapuz y Casa de Noveleta”Manuel Joaquín y cinco aspirantes a colonos fir-maron un contrato de “arrendación de diferentescasas y tierras”22. Según el escribano los firman-tes residían “(…) en diferentes pueblos de este Rei-no de Navarra” aunque lo cierto es que, si no to-dos, al menos 4 de los 5 estaban ya viviendo en

La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 53

20 AGN. Caja 3984. Notarios de Estella. Blas Ruiz de Galarreta. 12 de febrero y 2 de mazo de 1782. Ma-nuel Joseph Pastor, poderhabiente de Manuel Joaquín, da un poder sustituido a Lorenzo Estebán deIriarte, vecino de Tudela, para hacer una escritura de obligación de dote de Doña Manuela JosephaNavarro.

21 ACGN. Núm. 131. Escribano: Manuel Antonio Ganuza. Josefa Teresa Navarro, con velo negro, en pre-sencia de su hermano Joaquín Gerónimo renunció a todos los bienes maternos y paternos de su le-gítima a favor de sus padres y cuando mueran a favor de su hermana Joaquina a la que también de-jaba todas las joyas y alhajas que le había dejado su difunta cuñada Isabel de Pouver.

22 ACGN. Núm. 171. El contrato se firmó ante el escribano de Estella Blas Ruiz de Galarreta.

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Zarapuz y Noveleta, algunos desde bastante an-tes de la fecha del contrato. Es decir, el funda-dor de Noveleta mintió acerca de la procedenciade los firmantes. Hay que recordar que en el per-miso que para hacer la repoblación pidió al Reyle había explicado que solo tenía un colono.

Los arrendatarios eran (en el orden enque eran citados en el contrato)23:

1. Fausto Lezáun Ulibarrena (Fausto),Rosa Bergara Yoldi y 3 hijos, naturalesde Lácar y residentes en Noveleta des-de al menos 1780. Es posible que fue-ran los molineros del trujal.

2. Miguel Pinillos (Pinillos), Polonia LasNavas Gaceta e hijos, naturales de Es-

tella y caseros de Noveleta desde al me-nos 1772. Aproximadamente 30 años.

3. Miguel Lacalle (hijo de María), de 30años, natural de Zarapuz, residía con suesposa en la nueva habitación hecha enla antigua Iglesia unos años atrás.

4. María Sánchez (la María), viuda de Mi-guel Lacalle, nacida en Zarapuz 68 añosatrás. Casera de Zarapuz e hija de los an-teriores caseros.

5. Antonio Gallarza (alias Tillo) y Agus-tina Villanueva. Guarda del término des-de al menos 1778.Unos días después firmó un contrato si-

milar con otras cuatro personas proceden-

54 2 HISTORIA

23 Aunque el documento solo nombra a los hombres en la presente relación se cita también a sus cónyuges.

Casa Principal del Mayorazgo de Amburz (foto Domingo Llauró).

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tes de Lerín24. Es probable que Manuel Jo-aquín hubiera escogido colonos de allí por-que buscaba labradores conocedores de lasparticularidades del trabajo en el regadío de-bido a que Lerín era uno de los pocos lu-gares de Navarra donde entonces se cultivabauna considerable extensión25.

De Lerín llegaron las siguientes fami-lias: Julián de Ziordia (Ziordia), Antonio Gar-cía (García) y Javiera Roldán; Miguel de Ba-sarte Uriz y Josefa Alonso; y Julián de UrraRoldán (Julianillo) y María Ángeles Ramos.

En realidad, la firma de los contratos nofue literal. De acuerdo a lo recogido por elescribano, “firmaron los que dijeron sabían”. Soloun colono firmó, Fausto Lezáun. Además deél firmaron el documento el escribano, unpariente suyo que actuaba como testigo ha-bitualmente y el dueño de Noveleta.

En los dos contratos, similares, se seña-laba que “(…) cuasi todos son de una edad lo-zana y robusta, cual se necesita para el caso (…)”.8 de los 9 titulares eran hombres y, por lo in-habitual de que firmara una mujer, en el pro-pio contrato se justificaba: “Se le ha tenido esaatención por haber nacido en la única casa que has-ta aquí ha habido de rentero y por su dilatada su-cesión”26. María Sánchez, la casera de Zara-puz, era no solo la única mujer sino también,con gran diferencia, la de mayor edad de losfirmantes; en el momento del contrato te-nía 68 años. El contrato empezaría a ser vi-gente después de la Pascua de Navidad de ese

año de 1781 y duraría 4 años, pasados los cua-les se haría una escritura por 25 o 30 añosa quienes quisieran continuar y el amo es-cogiera.

ORGANIZACIÓN AGRÍCOLA Y GANADERA DE NOVELETA. CLÁUSULAS DE LOS CONTRATOS

Unido a las dos escrituras que firmaronNavarro y los colonos estaba el “Plan de Re-población del Lugar Desolado de Zarapuz. Rei-no de Nabarra”. En el mismo decía haberseasesorado en técnicas de agricultura en pe-riódicos ingleses y franceses así que es de su-poner que dominara ambos idiomas. Afir-maba sentir gran admiración por los holan-deses y considerar a los guipuzcoanos comolos holandeses de los españoles. Manuel Jo-aquín previó multitud de detalles.

Las cláusulas de los contratos indicabanque los colonos “solo” pagarían de renta porcada casa “(…) diez robos de trigo y un par decapones por Navidad”.

A cada colono (a cada familia) se le da-rían y habría de cultivar las siguientes tierras:- 48 robadas de sequero con la obligación

de sembrar cada año 24 dejando las otras24 en barbecho (sin cultivar), aunque po-dían aprovechar las 24 de barbecho conlino, haba, maíz, etc.). Únicamente habíande pagar un robo por las cultivadas.

- 12 robadas de regadío en las que debíanplantar 2 árboles de fruta. Habían de pagar2,5 robos por cada robada de superior ca-

La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 55

24 AGN. Caja 3983. Notarios de Estella. Blas Ruiz de Galarreta. 27 de septiembre. Manuel Joaquín firmóel contrato de arrendamiento con los colonos procedentes de Lerín.

25 FLORISTÁN IMIZCOZ, Alfredo. La Merindad de Estella, p. 190.26 ADP. Parroquia de San Pedro de la Rúa de Estella. Libro de bautismos. En la partida de nacimiento de

María Sánchez Echauz consta que nació en Morentin en 1713. La explicación probable es que su madre,residente en Zarapuz fuera a dar a luz a casa de su madre.

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lidad, 2 por la de mediana y 1,5 robos porlas de ínfima para que pudieran criar a sushijos con comodidad. Aclaraba que era lamisma renta que pagaban los de Estella ypermitía que se hiciera más huerta medianteacuerdo con el “amo“.

- 8 robadas para hacer viña debiendo volverla tierra a 2 clavadas de laya grandes por lomenos, estando obligado a plantar entre ellatodos los olivos que se pudiera y que les da-ría el “amo”. Los 12 primeros años de gocede las viñas serían enteramente libres parael colono y el fruto de los olivos para el amo.

- Al menos 1 robada de prado artificial porcada colono (para que el ganado estuvieraestabulado, en el establo, y pudiera ob-tenerse la mayor cantidad de estiércol po-sible que se emplearía como abono).

Así mismo, les daba la posibilidad de te-ner hasta 12 cabras sin pagar nada durante loscuatro primeros años y su intención era, másadelante, ceder todas las yerbas a una regula-ción muy baja, un almud por robada, quedan-do exento de pagar quien no estuviera en con-dición de hacerlo por desgracia o accidente.

Además, tenían la obligación de:- Encargarse por turnos de un año del rega-

dío, concretamente del manejo de la noria.- “(...) limpiar todas las acequias del regadío y

componerlas 2 veces al año (en marzo y ju-nio), en el día señalado por el amo o por lajusticia que su S.M. sirva poner en el lugaro en su defecto por el colono encargado del cui-dado del regadío” debiendo pagar una mul-ta quien no lo hiciera.

- Cada colono estaba obligado a plantar 100álamos en la orilla de los ríos y sotos.

- Cuidar y limpiar el montecillo de roble.Cada año los vecinos echarían a suertes el

“servicio de guardas de las mieses y demás en los cam-pos”. El guarda era el responsable de custodiary guardar los frutos, sembrados y arboledas deltérmino. Entre sus funciones estaba controlar queno se atravesaran algunos caminos multando aquien desobedeciese. Los guardas se quedaríancon el dinero de lo obtenido por las multas. Elprimer guarda de la Nueva Población sería Ma-nuel Pinillos27, elegido en sorteo efectuado anteescribano en la Casa Grande de Noveleta. Elguarda elegido estaba obligado a prestar jura-mento ante el Alcalde del Mercado de Estella.

El “amo” se obligaba a hacer un hor-no grande (para hacer el pan) de su propiodinero que cedería en beneficio de los co-lonos. Así mismo, preveía un Montepío querecaudara las multas de los incumplimientosque sirviera para repartir a los colonos tri-go para sembrar en un mal año.

DICIEMBRE DE 1781 A FEBRERO DE 1782. PRIMEROS MOMENTOS DEL POBLADO

En diciembre de 1781 se instalaron enlas casas recién construidas las familias de co-lonos que aún no vivían en el término (lasque llegaron procedentes de Lerín).

En ese momento había 2 casas en Za-rapuz, la Casa Grande de Noveleta, en la quevivían 2 familias, y 5 casas nuevas en el mis-mo Noveleta. Vivían en ellas 9 familias quesumarían alrededor de 40 personas; 10 en Za-rapuz y 30 en Noveleta. Además, había aco-piados ladrillo, adobe, yeso y madera comopara construir hasta 16 nuevas casas. En el tér-mino estaba el molino de aceite que Manuel

56 2 HISTORIA

27 AGN. Escribano: Blas Ruiz de Galarreta. 8 de abril de 1782.

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Joaquín había mandado construir unos añosatrás para administrar oliva y que producíade renta 50 ducados de plata al año. En cam-bio, no había puente que uniera Zarapuz conNoveleta desde que una riada se llevara elconstruido en 1778.

Al margen de los contratos firmados conlos 9 colonos, se arrendaba una viña de 80peonadas en Zarapuz y como 80 ó 90 co-lonos venían de otros pueblos a cultivar pe-queñas piezas. Así mismo, las hierbas de “Za-rapuz y Nobeleta” estaban arrendadas conefectos desde mayo de 1783 por 90 ducadosque debían pagar sus arrendatarios para el díade San Fermín. Podían usar las yerbas sin nú-mero determinado de ovejas pero en las deltérmino de Noveleta no podían meter ga-nado cabrío. Los arrendatarios estaban obli-gados a pagar los daños que su ganado cau-

sase y el propietario se comprometía a ha-cer un corral capaz de acubilar 300 o 400ovejas en el paraje que éstos le señalasen.

En el Plan de Repoblación que Navarrohabía presentado al Rey explicaba que “en lasinmediaciones del Lugar desolado ai una medianaiglesia ya profanada, se les hará otra proporcionadaa la población, y por un estilo decente, cerca de lasmismas casas (…) para que puedan tener en todotiempo la comodidad que se desea y combiene conparticularidad a Viejos y Enfermos”. Así que, encuanto pasó la Pascua de Navidad, Manuel Jo-aquín presentó instancia ante la Real Cámarasolicitando se diese pasto espiritual a los 9 co-lonos. La Real Cámara pidió a su Secretario,Juan Lastiri, un informe sobre el estado del tér-mino, que el escribano presentó en febrero de1782; es decir, cuando los nuevos colonos ape-nas llevaban 2 meses viviendo en Noveleta.

La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 57

Después de la Pascua de Navidad de 1781 se instalaron a vivir en Noveleta los colonos procedentes de Lerín. (Dibujo Aritz Zarranz)

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Informaba Lastiri haber 1.367 robadas ca-paces de cultivo y unas 300 incapaces de él ycomo 300 robadas propias de particulares deEstella que estaban cultivadas y producían el co-rrespondiente diezmo, así como otra pieza depan traer de 12 robadas propia de la enco-mienda de Aberin, rodeada y confinante portodos lados con heredades de este Navarro.

Explicaba que se hacía el diezmo y laprimicia por entero a la iglesia Parroquial deSan Pedro de Larrua Mayor y que los pro-ductos a que ascendían anualmente los fru-tos decimales y primaciales del “Desolado”,regulados por un quinquenio, eran en dinerocomo 3.433 reales, 15 maravedíes y cuartode plata a 16 cuartos poco más o menos. Eldiezmo que Zarapuz y Noveleta pagaban ala iglesia de San Pedro de Larrua se dividíaen 25 partes. Un monje de San Juan de LaPeña se llevaba 12 porciones y las 13 restantesentre los 12 beneficiados de San Pedro y elVicario de la Parroquia del Santo Sepulcro.

No opinaba que las cosas fueran muybien en Noveleta “(…) según la misma opi-nión común de Estella, lejos de mejorar este Na-varro las rentas de su mayorazgo, con el dispen-dio de sus caudales en la construcción de tantascasas y aumento de colonos en este nuevo Pue-blo, se persuaden generalmente no podrán subsistirpor mucho tiempo todos los que idea colocar allí,ni aún los nueve que hay de presente, fundandoeste concepto en que hallándose ya roturada y cul-tivada la mayor parte de tierra de su término o com-prensión, no les queda el competente y necesariopara pastar el ganado preciso y acopiar el estiér-

col que necesitan para verificar su heredades, fal-tándoles así mismo la leña y otros indispensablesarbitrios al propio fin (...)”.

Es posible que Lastiri no fuera una per-sona demasiado optimista porque opinabaque “el material de que se componen (las casas)es en la mayor adobe, ladrillos, yeso y madera dehaya, advirtiéndose por los inteligentes ser los ci-mientos de ellas bastante someros”28 y, en cam-bio, hoy sabemos que los cimientos han re-sistido más de 200 años.

Respecto a la petición de “pasto espi-ritual” para los colonos, Lastiri no lo con-sideraba una necesidad por estar los térmi-nos muy próximos a Villatuerta o a Ayeguiy Estella en la que había “seis parroquias, cua-tro conventos de religiosos, tres de monjas con nú-mero muy suficiente de sacerdotes seculares y re-gulares confesores, misas a cualquier hora desde elalba hasta medio día, infinidad de sermones, plá-ticas y otros muchos actos públicos de piedad quepueden cómodamente disfrutar por razón de la in-mediación y buen camino”. Así mismo le sor-prendía que la petición se dirigiera a “Su Ma-jestad” en lugar de a la Parroquia de San Pe-dro, los llevadores de los diezmos. Explica-ba que quienes habían vivido en Zarapuz yNoveleta siempre habían recibido los sacra-mentos desde la Parroquia de San Pedro.

1782- 1783. LAS OBRAS SIGUEN ADELANTE:CONSTRUCCIÓN DE 10 NUEVAS CASAS Y DELPUENTE

En junio de 1782 Manuel Joaquín co-bró la mayor parte de la dote de Isabel de

58 2 HISTORIA

28 ADP. Parroquia de San Pedro de la Rúa de Estella. Libro de bautismos. En la partida de nacimiento deMaría Sánchez Echauz consta que nació en Morentin en 1713. La explicación probable es que su madre,residente en Zarapuz fuera a dar a luz a casa de su madre.

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La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 59

Pouver29 y pudo seguir adelante con las obras.Pronto se construyeron 10 nuevas casas y lle-garon nuevas familias: eran las de ManuelRoldán, Ziprián Martínez, Ramón Tres (oTresal), Joaquín Fernández (o Hernández),apodado el Garroso, y Manuel Adán, aunqueéste último murió al poco de llegar, y en ju-lio de 1783 Manuel Joaquín inició un liti-gio para declarar a Joaquín Fernández, queresidía en Zarapuz, “comprendido en la orde-nanza de leva de soldados por vago”. Se le em-bargó una caballería “para servir de seguridad aldébito adeudado”30.

Los colonos de Noveleta se quedaron demomento sin iglesia pero pronto (en 1783)el Obispado les requirió judicialmente que en-tregaran a San Pedro de La Rúa el diezmo yprimicia en dinero de los frutos verdes y hor-talizas que producían. Hay que tener presenteque los requerimientos de la iglesia sumabana la amenaza de las penas de este mundo lasdel más allá (concretamente la excomunión,si en 6 días desde la notificación no hacíancaso del requerimiento).

En agosto, Navarro encargó a Joseph Gil,maestro de obras y edificios de Corella, la cons-trucción de un nuevo puente de madera conbarandilla. Navarro pondría el material (yerro,madero y tablas) y pagaría la obra de mampos-tería, el trabajo y la construcción. Así mismo,cedió a Gil y criados una de las casas libres paraque vivieran en ella durante el tiempo que lesllevara la construcción del puente. La obra lecostó 400 pesos pagando los 100 primeros pe-sos al comienzo de la obra, los “otros ciento”

cuando acabaran de clavar los piquetes, “otrosciento” concluida la obra y hecha la primeraentrega y los 100 restantes pasado un año y díadespués de la primera entrega. Se acordó quesi en el plazo del año desde que se entregarala obra ocurriera desgracia o accidente su re-paración correría a cargo de Gil.

La primera entrega debía ser para el díade todos Santos (1 de noviembre) pero parael día de Nuestra Señora del Pilar (12 de oc-tubre) estaba obligado Gil a dar paso cómo-do y seguro para poder llegar desde Novele-ta a Zarapuz a hacer la siembra31. De acuer-do con lo certificado por dos peritos ajenosa la obra el puente quedó perfecto pero unanueva riada se lo debió llevar en algún mo-mento anterior a 1786.

1784-1786. LA NUEVA POBLACIÓN NO AVANZASEGÚN LO PREVISTO

Manuel Joaquín no obtuvo el prome-tido título de Navarra ni tampoco el solici-tado de Castilla, pero para junio de 1784 lo-gró del Rey la concesión del título de Ca-ballero del Real Orden distinguido de Car-los III, con el que firmaría en adelante.

En la Nueva Población las cosas no ibanmuy bien. De las 25 o 30 casas previstas sólose habían construido 15. Había espaciopara 17 familias (contando Zarapuz y sin con-tar las 2 habitaciones de la Casa Grande) yde momento apenas vivían 12 en Noveletamás las 2 de Zarapuz. Seguía sin hacerse elproyectado molino de harina, el de aceite es-taba averiado y de nuevo estaban sin puen-

29 AGN. Notarios de Estella. Escribano: Blas Ruiz de Galarreta. 21 de junio de 1782.30 AGN. Procesos: 156165.31 AGN. Caja 3985/12. Prot. Not. Blas Ruiz de Galarreta. 6 de agosto de 1784.

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te. Tampoco Manuel Joaquín había obteni-do el permiso para hacer Oratorio Público.

En un nuevo Informe elaborado porLastiri y fechado en abril de 1786 afirmabaque las tierras de esos términos eran “muydelgadas y de poca sustancia y necesitan de mu-cho beneficio para que fertilicen. Los rozados y que-mados que en los terrenos de Zarapuz desmon-taron los de Estella y de otros pueblos rindieronbuenas cosechas de trigo pero en el día van en de-cadencia y por tanto las dejan yermas. Carecen di-chos terrenos de árboles para leña y pasto de ga-nado menudos de cerda y también de sotos paralos de reja y de otros arbitrios muy esenciales parala manutención de las familias sin los cuales pocofomento puede tener su población (…)”.

No serían muy buenas las condicionescuando resultaba difícil encontrar colonosque llenaran las casas libres. Lastiri preveía com-plicado que las casas vacías se ocuparan e in-cluso opinaba que las ocupadas podrían acabardesocupándose por “la pobreza e infelicidad delos que las ocupan, pues entre todos no tienen ga-nados mayores de tira para la administración de tie-rras, ni siembran trigo y se mantienen la mayor par-te a jornal, y sus familias en las puertas y porterí-as de los Conventos”. Manuel Joaquín acabó ven-diendo al Real Monasterio de Irache y a Es-tella las 200 maderas de La Ribera que habíaacopiadas para construir nuevas casas32.

Lastiri continuaba asegurando que“(…) las diecisiete familias ocupadas todas las ca-sas plantificadas en esta repoblación no puedenmantenerse por la cortedad de arbitrios en sus tér-minos (…) no puede llamase repoblación cuan-

do con comodidad se pueden laborear todas por losque antes lo hacían (…) y si Navarro hubiera apli-cado el dinero invertido en estas casas a otros fi-nes hubieran sido superiores su adelantamientos”.

Así mismo, indicaba el escribano que,prueba de que Manuel Joaquín estaba “pocoafianzado con la experiencia en sus adelanta-mientos” era que había dado en arriendo to-das sus tierras, términos, casas y demás per-tenencias de Zarapuz y Noveleta y tambiénlas que tenía en la ciudad de Estella a variosvecinos de dicha ciudad33.

Efectivamente, en agosto de 1784 ManuelJoaquín dio en arrendación todas las rentas yderechos de sus Mayorazgos, “así de grano comode dinero y demás”, por tiempo y espacio de 4años (desde el 1 de enero de 1785 hasta el 31de diciembre de 1788) a Juan Baptista Otei-za, Manuel Joseph Pastor (el que era su po-derhabiente desde 1779) y Silvestre Zudaire, ve-cinos de Estella, por 15.804 reales de vellón y6 maravedíes al año adelantados, que habían deentregarse por mano de Manuel Joseph Pastora quien Navarro dijera. El primer año podíandescontar de la cantidad acordada las robadasde tierra aún no cultivada en Zarapuz debiendopagar el total de lo acordado los 3 últimos años.

El contrato constaba de 18 cláusulas. Ce-día a los arrendatarios el trujal con la condi-ción de que lo arreglaran, descontando lo em-pleado para repararlo a partes iguales durantelos 4 años de arrendamiento. Dejaba a su op-ción que hicieran molino de harina y, si lo ha-cían, sería para los arrendatarios el aprovecha-miento de los 4 años y al terminar el contra-

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32 ACGN. Sin núm. Plan demostrativo de la variación del lugar de Zarapuz presentado a la Real Cámara el8 de abril de 1786. Estado de lo antiguo. Escribano Juan de Lastiri.

33 AGN. Notarios de Estella. Blas Ruiz de Galarreta. 23 de agosto de 1784.

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La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 61

to se lo quedaría Navarro sin tener que abo-narles nada. Se les dejaba que explotaran lahuerta sin cobrar encargándoles a cambio quela cuidaran. Les daba el Granero Grande de obranueva de “Nobeleta” y la tinajera. El arrenda-miento incluía las casas de la Plaza Mayor enEstella (es de suponer que la Principal se la re-servaría para él), si bien se reservaba los balconespara las fiestas para dejárselos a quien él qui-siera en caso de que la ciudad trajera toros.

Las cláusulas recogían que si su hijo y su-cesor en los Mayorazgos (Josef Diego) o sumujer (Dorotea Gil de Castillo) fueran a pa-sar temporadas del verano a Noveleta podrí-an usar los frutos de la huerta y, en caso deno ir, los arrendatarios habrían de darles 8“arrobas” de fruta cada año. Debían de pagaral Cabildo de San Pedro de La Rúa 30 robosde trigo de la mejor calidad (los del censo).Al contrato se adjuntaba el rolde de las deu-das que se debían a los mayorazgos de Navarro,entre ellas las de los colonos de Noveleta.

Tampoco el tiempo en que los Mayo-razgos estuvieron arrendados habrían sidoprósperos para los colonos porque en 1789,ya terminado el contrato, Manuel Joaquín in-tercedió ante los arrendatarios para que die-ran unos años de espera a los caseros de No-veleta con el fin de que pudieran pagar concomodidad los atrasos, relegando lo que a élle adeudaban (deudas pendientes desde almenos 1784) para cuando los arrendatarioshubieran cobrado lo suyo34.

Al ser cuasi todos los colonos, “de unaedad lozana y robusta”, nacieron unos cuan-

tos niños aquellos primeros años pero, encambio, algunos colonos murieron al pocode llegar. Así Antonio García, Julián Urra (Ju-lianillo) y Miguel de Basarte, tres de los cua-tro colonos procedentes de Lerín murieronentre octubre de 1785 y octubre de 1786.Apenas vivieron 3 ó 4 años en Noveleta. Lasmujeres e hijos de los dos primeros se mar-charon del pueblo pero, en cambio, la viu-da de Miguel Basarte, Josefa Alonso, tambiénnatural de Lerín, se quedó allí con sus hijospequeños casándose de nuevo con otro co-lono viudo que llegaría de Luquin. Josefa se-ría la más longeva de los colonos. Murió enNoveleta en 183635 habiendo vivido en laNueva Población 55 años. Aunque de acuer-do con su partida de defunción tenía 96 añoslo más probable es que fuera más joven.

Cien años después de la fundación del po-blado, de entre los apellidos de los primeros co-lonos, Basarte sería el único apellido que que-daba en Noveleta.

HIPÓTESIS DE LAS RELACIONES DE MANUELJOAQUÍN CON EL CABILDO DE SAN PEDRO DELA RÚA

Sorprende que Manuel Joaquín pidie-ra al Rey el “pasto espiritual para los colonos”en lugar de dirigirse directamente a la Pa-rroquia de San Pedro. Este extraño procederpudiera ser un indicativo de que sus rela-ciones con el Cabildo no fueran demasiadocordiales. Probablemente influiría en el ma-lestar de Navarro los repetidos pagos exigi-dos por dicho Cabildo incluso por vía ju-

34 ACGN. Núm. 136. Escribano: Juan Francisco Berastegui. 35 ADP. Parroquia de San Pedro de la Rúa de Estella. Libro de defunciones.

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dicial. Por un lado, tenía que pagar los 30 ro-bos de trigos anual por el censo enfitéuticoque pesaba sobre el término y por otro lado,todos los diezmos y primicias.

San Pedro requirió a Navarro en 1777la primicia por los corderos no resolviéndoseel litigio hasta agosto de 1805 (un mes an-tes de la muerte del fundador). En 1779 am-bas partes nombraron perito para calcular eldiezmo y primicia de la huerta de Novele-ta. En el Archivo Diocesano de Pamplonaexiste una carta sin fecha que Manuel Joa-quín Navarro envió a Antonio Belaz, Priorde San Pedro, en la que se mostraba muy en-fadado porque el Prior había hecho que suscriados (los de Manuel Joaquín) volvieran alhórreo a buscar el trigo depositado alegan-do que no era de calidad.

Las distintas iglesias pleiteaban ante lostribunales eclesiásticos por el cobro deldiezmo tanto con los propietarios como conlos arrendatarios de las tierras. Tambiénpleiteaban entre ellas sobre quién era com-petente para cobrarlo llegando a exigir dis-tintas iglesias el mismo diezmo a las mismaspersonas. Por ejemplo, el Monasterio de Ira-che consideraba que tenía derecho a cobrarlos diezmos del producto de Legardeta por-que era su propietario y el Cabildo de SanPedro consideraba que era el competentepara cobrarlo por ser los vecinos de Legar-deta feligreses de San Pedro, así que en 1782San Pedro reclamó a varios vecinos de Aye-gui que arrendaban Zarapuz el abono de undiezmo que estos vecinos ya habían pagadoal Monasterio de Irache.

En 1783, el Obispado requirió a losnuevos colonos el pago de los diezmos y dela primicia y en marzo de 1784 pronuncióuna sentencia condenándoles a que de las

hortalizas y frutos en verde que “han cogidoy cogieren de ella diezmen y primicien en dine-ro”. En otra Sentencia del mismo día con-denaba a Manuel Joaquín a pagar cada añopor la huerta 3 robos y 6 almudes de trigo.

Manuel Joaquín nunca obtendría el per-miso para hacer un Oratorio Público. Se con-cedería por fin en 1806 y curiosamente quienlo obtendría sería su hijo y sucesor, JoaquínGerónimo Navarro. El permiso se concediójusto unos meses después de la defunción delfundador de Noveleta.

CONCLUSIONESLos antepasados de Manuel Joaquín Na-

varro llevaban explotando el “Lugar Deso-lado de Zarapuz y Noveleta” desde al me-nos 1502. Navarro habría previsto que fun-dando en el término una Nueva Poblaciónlos beneficios que obtendría serían muchomayores, aunque probablemente no solo bus-caba beneficios materiales sino tambiénotro tipo de satisfacciones, como la de ser el“amo” de un pueblo de colonos o la ob-tención de un título real como reconoci-miento a la Fundación.

Manuel Joaquín preparó un minucio-so plan asesorándose en técnicas de agri-cultura y ganadería, hizo importantes in-versiones materiales y realizó gestiones detodo tipo pero, al menos durante los primerosaños, la realidad de la Nueva Población nocumplió sus expectativas. Como sucedieracon los colonos de las Nuevas Poblacionesde Sierra Morena, los de Noveleta parecíansobre el papel destinados a llevar en la Nue-va Repoblación una vida idílica y en cam-bio, desde el inicio, todo fue diferente de loprevisto. Primero se derrumbó la presa, elpuente Navarro se caía una y otra vez y para

62 2 HISTORIA

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W

colmo el Consejo Real de Navarra denegóa Navarro el permiso que necesitaba para ini-ciar la repoblación sin que sepamos el mo-tivo de ello.

Ante la negativa del Consejo, Navarropidió el permiso directamente al Rey y los3 estados (Eclesiástico, Militar y el de las Me-rindades), reunidos en las Cortes en 1780 y1781, le acusaron de contrafuero. Segura-mente esto no le habría hecho muy popu-lar entre la sociedad navarra del momento.

No llegó a construirse el número de vi-viendas inicialmente proyectadas -25 o 30- deforma que la calle prevista se quedó en mediacalle y las 15 casas construidas tardarían bastantesaños en ocuparse. Para colmo, la muerte sin des-cendencia de su sucesor obligó a revertir (de-volver) la dote a los padres de la novia, que tam-bién murió prematuramente.

Su traslado a la Villa de Madrid en vís-peras de iniciarse la Repoblación puede ex-plicarse por los adelantos burocráticos queello pudiera reportarle. En cambio, resulta más

extraño que para agosto de 1784 -apenas 2años y 8 meses después de que comenzarana vivir los nuevos colonos- decidiera des-entenderse de todo por cuatro años arren-dando a terceros sus Mayorazgos, Nueva Po-blación incluida. Tal vez después de haber in-vertido mucho tiempo, ilusión, dinero y es-fuerzo en un proyecto que no le había pro-ducido sino quebraderos de cabeza, lo quebuscaba era poner la mayor distancia posi-ble con Noveleta, con los colonos y hasta conla ciudad de Estella.

En todo caso, si Manuel Joaquín se ha-bría disgustado ante el devenir de su soña-da repoblación qué decir de los primeros co-lonos que, desde Lerín, se trasladaron a No-veleta soñando con una vida mejor y aca-baron viviendo en penosas condiciones.

La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado 2 63

4FLORISTÁN IMIZCOZ, Alfredo. La Merindad de Estellaen la Edad Moderna. Los hombres y las tierras,Institución Príncipe de Viana, Pamplona, 1982.

4GOÑI GAZTAMBIDE, José. Historia Eclesiástica de Es-tella, Tomo I: Parroquias, iglesias y capillas reales,Departamento de Educación y Cultura, Pamplona,1994.

4PALACIO ATARD, Vicente, “Las “Nuevas Poblaciones”de la Ilustración”, Cuenta y Razón, nº 29, 1987.

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Bibliografía

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INTRODUCCIÓNLos orígenes del ser humano se re-

montan en el tiempo hasta hace dos millo-nes de años. Desde entonces, el hombre hasabido rodearse de herramientas con las queha podido garantizar su subsistencia y com-pensar las limitaciones de nuestra especie. Estoha sido una suerte para nosotros, pues comoapenas se conservan restos humanos de los

primeros hombres de la Edad de la PiedraAntigua o Paleolítico, afortunadamente lamayor parte de las veces sus utillajes de pie-dra le han sobrevivido perdidos o abando-nados en el campo, constituyendo hoy el úni-co referente de su presencia en nuestra re-gión. Por desgracia, el registro de cultura ma-terial del Paleolítico Inferior rara vez se en-cuentra estratificado en depósitos cerrados

autores: Luis Julián Arazuri Izquierdo y Javier Armendáriz Martija

Cantos tallados, bifaces y hendedores.Primeras herramientas del hombreprehistórico en Viana (Navarra)

ResumenLa presencia del hombre del Paleolítico Inferior en Viana está probada por el descubrimiento de un buen nú-mero de toscas herramientas de piedra en la zona del río Ebro. En este artículo se dan a conocer 15, las mássignificativas, que culturalmente se pueden encuadrar en el Achelense. Probablemente las fabricó el Homoheidelbergensis hace más de 100.000 años para utilizarlas en el despiece de los grandes mamíferos de losque se alimentaba.

LaburpenaBehe Paleolito garaiko gizakiaren presentzia Vianan Ebro ibaiaren inguruan aurkituriko hainbat lanabesenaurkikuntzak frogatzen du. Artikulu honetan 15 azalduko dira, esanguratsuenak bertzalde. Atxelentse aro-koak dira eta Homo heidelbergensisek egin zituen duela 100.000 urte; elikagai gisa baliatzen zituen ugaztunhandiak zatikatzeko.

"Estos objetos han visto la luz arrebatados a las ruedas de máquinas de cien caballos por las manos de un “chalao”, o cuando el agua del cielo les ha lavado la cara

tras la vuelta de un bisurco, desmenuzados en mil partes bajo el peso de los rulos".

(L. J. Arazuri, Catálogo de Exposición Arqueológica, II Semana de las Merindades, Estella, 1981).

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susceptibles de excavación arqueológica y deanálisis multidisciplinares, como sí ha ocu-rrido con las conocidas cuevas de la burga-lesa sierra de Atapuerca, donde además apa-recen los restos humanos de quienes hicie-ron o utilizaron estas herramientas líticas, yeso lo ha convertido en el primer yacimientodel mundo en su serie.

La arqueología del término municipalde Viana destaca por atesorar un buen nú-mero de yacimientos arqueológicos, algunosde ellos de trascendencia suprarregionalcomo el sepulcro neolítico de Longar o laciudad berona de La Custodia. Los trabajosde investigación en esta jurisdicción los ini-ció hace cuarenta años Juan Cruz Labeaga,dando a conocer en 1976 los primeros re-sultados con la publicación de 13 yacimientosen la Carta Arqueológica de Viana1. Desdeentonces, han sido muchos los trabajos edi-tados sobre esta materia; en la actualidad, el

Inventario Arqueológico de Navarra cuen-ta con un registro próximo a los 90 yaci-mientos arqueológicos catalogados en Via-na, que cubren una horquilla cronológicacomprendida entre el Paleolítico Inferior yla actualidad.

Precisamente con este trabajo vamos adar a conocer una pequeña muestra de las pie-zas inferopaleolíticas más típicas encontradasen jurisdicción vianesa: cantos tallados, bifa-ces y hendedores; algunas son ya conocidascomo las series publicadas por Irigaray y La-beaga respectivamente en Matamala (hen-dedor, cantos tallados y lascas levallois), Ca-beza Redonda y La Custodia (bifaces), perola mayoría son inéditas2. En cualquier caso, esteartículo no puede ser exhaustivo por los pa-rámetros editoriales de la revista Terra Stellae,por lo que el resultado completo del estudiose publicará en un medio de difusión espe-cialmente dirigido a la comunidad científi-

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Conjunto de hendedores del yacimiento de Matamala.

1 LABEAGA, 1976.2 IRIGARAY, 1992; BEGUIRISTÁIN y LABEAGA, 1993 y LABEAGA, 1999-2000: 35, Fig. 37.

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ca. Todos estos objetos abandonados por elhombre del Paleolítico Inferior y Medio enlo que hoy es Viana han sido recogidos des-de los años setenta por uno de nosotros (L.J. Arazuri) cuando realizaba labores agríco-las manuales a ras de tierra (trabajos de podade vid y olivos, plantación de viña, recolec-ción de uva y aceituna, etc.), la mayor parte

de las veces en los ribazos y morcueros de fin-cas propiedad de su familia ubicadas en el sec-tor meridional del término municipal (Fran-cisco Aramayo también ha colaborado cir-cunstancialmente en esta recogida casual deútiles en Cabeza Redonda). Dicha informa-ción se ha complementado con un recono-cimiento en común del terreno y una clasi-ficación tecno-tipológica de las principalespiezas, que son una pequeñísima muestra delas miles de evidencias de la talla de la pie-dra que se pueden recoger en las terrazas delEbro a su paso por Viana y zonas aledañas alpantano de Las Cañas.

EL MEDIO FÍSICOEl término municipal de Viana se loca-

liza al Norte de la Depresión del Ebro, en elángulo sudoeste de Navarra, dentro de la co-marca denominada Media Occidental o Tie-rra Estella. Ocupa una extensión de 78,6 km2

limitando al Norte con los municipios de Agui-lar de Codés y Aras, al Este con Aras, Bargo-ta y Mendavia, al Sur con La Rioja (río Ebro)y al Oeste con el País Vasco (municipios deOyón, Moreda y Labraza). De Norte a Sur deesta jurisdicción existe una distancia de 15 km,que respectivamente desciende de los 834 mde altitud en la cumbre del Alto de Los Bo-jes a los 350 m del curso del Ebro. Ello de-termina un paisaje de fuertes contrastes geo-gráficos con una sucesión en su relieve de ríosy barrancos que desembocan en el Ebro cor-tando transversalmente terrenos terciariosmuy profundos del antiguo piedemonte deCodés, que están compuestos por arcillas, li-mos, areniscas y calizas que se formaron en elOligoceno-Mioceno. Sobre estos materialesterciarios se han acumulado depósitos cua-ternarios en los fondos de los valles y, muy es-

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Vista del sistema de terrazas fluviales delEbro en Viana y, al fondo, Monte Cantabria(Logroño). Detalle del corte de los depó-sitos de gravas de la segunda terraza.

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pecialmente, una llanura aluvial paralela al Ebroconstituida por un sistema de terrazas cuater-narias escalonadas en varios pisos, que estánconformadas por arenas y gravas de litologí-as muy variadas (cantos de arenisca, caliza ycuarcita), como consecuencia de la gran di-versidad de origen y la procedencia longitu-dinal de los aportes fluviales en la época de des-hielo de las glaciaciones.

El sistema de terrazas del río Ebro por sumargen izquierda presenta en Viana 3 nivelesescalonados de los 10 que se han identificadoa lo largo de este valle: su lecho de inundaciónholocénico se encuentra a una cota aproximadade 350 m sobre el nivel del mar, por encimade él a 10 y 15 m se abre una primera terra-za pleistocénica y, por último, a una cota su-perior (380 m aproximadamente) se levantaotra más antigua de la misma naturaleza perocon presencia de duras costras carbonatadas, a25-35 m por encima del nivel de su corrien-te. Otra terraza más antigua aún y por tantomás elevada se conserva muy cerca de aquí enla cota 389, en el Monte o Cerro Cantabriade Logroño. Lamentablemente no disponemosde un estudio geomorfológico que determi-ne la edad de estas terrazas pleistocénicas queen el fondo del valle sellan los niveles tercia-

rios oligomiocénicos; la inexistencia de data-ciones absolutas impide, por ahora, situar conprecisión los materiales en la escala general delPleistoceno. Sin embargo, sabemos que los va-lles excavados por la red hidrográfica del Ebrocomenzaron a formarse a comienzos delPleistoceno, hace dos millones de años. Podríaproponerse una edad general para estas terra-zas, en el Pleistoceno Medio y Superiorcoincidiendo con la glaciación Riss, el inter-glaciar Riss-Würm y la cultura arqueológicaAchelense del Paleolítico Inferior.

Particular interés tiene para nosotros elPantano de Las Cañas, también conocido porel nombre de Salobre ya que así se denomi-na el término donde se ubica al suroeste delmunicipio, junto al límite con La Rioja y cer-ca del logroñés Monte Cantabria. Se trata deuna antigua laguna endorreica trasformada des-de el siglo XVI como balsa de riego; fue me-jorada en 1888 y 1944 como pantano para elriego con una capacidad para el embalse deagua de un millón y medio de metros cúbi-cos. Recibe aportes pluviales de las sierras deLapoblación y Cantabria por medio de un ca-nal derivado del río Perizuelas, lo que casi ga-rantiza la presencia de agua durante todo el año.Por sus valores naturales (riqueza de vegeta-

Corte geológico del sector suroccidental del término municipal de Viana a la altura del pantano deLas Cañas.

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ción y variedad de la fauna que la habita) fuedeclarada en 1987 Reserva Natural, forman-do parte de la red Europea de Zonas de Es-pecial Protección para las Aves. Está inscrita enla lista del Convenio de Ramsar relativo a hu-medales de importancia internacional comohábitat de aves acuáticas.

Sobre esta estructura geológica formadapor el sustrato terciario, el sistema de terrazas

pleistocénicas del Ebro y los depósitos holo-cénicos de ladera, los lacustres y los de fondode valle hay que añadir los efectos de la ero-sión que ha modelado el relieve resultante quehoy conocemos. Este paisaje se caracteriza, porun lado, por el amplio corredor natural del va-lle del Ebro y su llanura aluvial que está en-cajada en las rocas terciarias y que desde siem-pre ha sido para el hombre y animales una im-

Mapa a escala 1:25.000 con indicación de la zona de hallazgos de las industrias paleolíticas.

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portantísima vía de comunicación; por otrolado, los barrancos transversales que descien-den desde el Norte han generado la formaciónde pequeñas sierras, algunas mesetas y cerrospreservados por plataformas de areniscas in-tercalados por valles que también suponen pe-queños corredores naturales que desde el Ebropermiten la conexión con las sierras de Can-tabria, Lapoblación y Codés.

LA INDUSTRIA LÍTICALas terrazas pleistocénicas adquieren

gran importancia en esta zona desde el pun-to de vista arqueológico por la presencia en ellasde restos de útiles líticos tipológicamente ads-cribibles al Paleolítico Inferior. Las industriasdel Paleolítico encontradas en Viana están he-chas en roca de tipo cuarcita de grano fino ogrueso seleccionada en las gravas de las terra-zas del Ebro, donde abunda en forma de can-tos rodados. Por lo general la cuarcita utiliza-da es especialmente tenaz, de color gris ver-doso; su propiedad de fractura concoidea lahace susceptible de talla centrípeta con percutorduro para la elaboración de este macroutilla-je típico del Paleolítico Inferior. Su presenciase circunscribe de forma muy precisa a la mi-tad sur de su término municipal, a partir de unateórica línea que grosso modo coincide con eltrazado de la antigua carretera Nacional 111.La densidad de artefactos paleolíticos reco-nocidos desciende exponencialmente a medidaque nos alejamos del río Ebro, no por casua-lidad sino porque son en los paquetes de gra-vas de sus terrazas cuaternarias donde abun-dan los cantos rodados de cuarcita -llamados"cotes" en Viana- que sirvieron de soporte na-tural para tallar y crear cantos tallados, bifacesy hendedores, entre otras herramientas delhombre antiguo.

Todos los materiales se han encontrado enla superficie tanto de la terraza pleistocénica másantigua como en la más reciente; ninguno apa-rece estratificado en la matriz de los paquetesde aluviones que la forman y fosilizan, por loque en líneas generales podemos afirmar quese depositaron en una edad contemporánea oposterior a la formación de las mismas (lógi-camente en los momentos de menor actividadsedimentaria del Ebro). La ausencia de marcaso señales de rodadura en las piezas líticas o res-tos de talla reconocidos también indica que sedepositaron cuando estas terrazas ya se habí-an formado, pues no se vieron afectadas por lamecánica del medio fluvial sedimentario. Es de-cir, la presencia de aristas vivas en los útiles re-vela que son materiales que se encuentran enposición primaria o acaso ligeramente despla-zados por los procesos postdeposicionales detipo natural o antrópico del final del Pleisto-ceno y del Holoceno. Por último, un buen nú-mero de las piezas recuperadas presentan unacostra calcárea formada con posterioridad alabandono por el hombre de las mismas, puescubre tanto las zonas de córtex de los cantoscomo las superficies de los lascados de la talla.

Aparte de las piezas paleolíticas encon-tradas en las terrazas cuaternarias (Matamala,Recajo, La Venta) otros útiles aislados se hanhallado en contextos geológicos del terciariopróximos al Ebro, como son las series locali-zadas en Cabeza Redonda, o las de los alre-dedores del Pantano de las Cañas (Salobre, No-pedrón y Altillo del Pago) o en la zona de LaCustodia. Son terrenos con suelos arcillosos in-tercalados con bancales de areniscas y calizascarentes de depósitos fluviales más allá de loslimos que cubren los fondos de los barrancosy la antigua zona endorreica de Salobre, quehoy se encuentra transformada artificialmen-

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Bifaz del Altillo del Pago y hendedor de Nopedrón antes de la eliminación de las costras calcáreas que las cubrían.

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te por el Pantano de las Cañas con fincas deregadío a su alrededor. En este caso las piezaslocalizadas por lo general son hallazgos aisla-dos que no están asociados a otros restos de ta-lla como lascas y núcleos de cuarcita que de-notan trabajo in situ de la piedra, como así ocu-rre en la zona de aprovisionamiento de ma-teria prima de las terrazas del Ebro en dondesí se detecta concentración y acumulación deeste tipo de restos de la talla de la cuarcita parala elaboración de útiles sobre cantos o en so-portes nucleares y lascares.

Estas industrias inferopaleolíticas no es-tratificadas son casi el único indicio perdu-rable de la actividad humana pleistocénica alaire libre en Viana, pues este contexto geo-lógico hace muy poco favorable la conser-vación de los restos orgánicos de aquella épo-

ca. No obstante no lejos de Viana, a poco másde un km del pantano de Las Cañas en di-rección noroeste, durante el siglo pasado selocalizaron en la explotación de una grave-ra de ladera septentrional del Cerro Canta-bria (Logroño) a varios metros de profundi-dad restos fósiles de elephas antiquus (molaresy restos de mandíbulas) que se dataron haceunos 300.000 años3. Más recientemente se haseñalado que este tipo de elefante pleistocé-nico también apareció en 1988 en la explo-tación de una gravera en la terraza del términode Matamala o del Soto Galindo (Viana), sibien no hay un estudio científico que de-termine que el gran hueso que se encontróera realmente de esta especie faunística4. Quesepamos, en ninguno de estos dos casos se hanhallado asociados a los restos esqueléticos de

3 LÓPEZ AGÓs, 1948 y 1965.4 BEGUIRISTÁIN y LABEAGA 1993: 15, nota 2 y LABEAGA, 1999-2000: 13.

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elefante los útiles paleolíticos que el hombreprimitivo pudo haber utilizado para su des-piece, como sí se encontraron en el siglo pa-sado en los conocidos yacimientos sorianosde Ambrona y Torralba. Estos proboscídeos so-rianos pudieron datarse hace más de 300.000años, lo mismo que las industrias del Ache-lense Medio Antiguo encontradas junto a ellos:bifaces, hendedores y cuchillos de dorso.

Cantos talladosEl canto tallado o trabajado es un artefacto

muy fácil de elaborar, por lo que es la pieza másvetusta que ha fabricado el hombre. Los másantiguos se han encontrado en el valle del Riftde África y son de hace dos millones de años.Por lo general es un guijarro natural que con-

serva en la base buena parte de la superficie ocórtex del soporte al que mediante una sen-cilla talla se le han levantado varios lascados ensu extremo distal (sobre una cara o en las dos,de ahí su definición de monofaciales o bifa-ciales) para crear una arista cortante, que es laparte activa de este útil multifuncional. Su sen-cillez tipológica lo convierte en la pieza másabundante de la Prehistoria, pues se documentapor todo el mundo. Desde sus comienzos (enla denominada cultura olduvayense o de loscantos tallados) hasta épocas históricas prácti-camente no ha adoptado cambios técnicos, porlo que su morfología está determinada por elaspecto del canto-soporte. Por consiguiente, ladeterminación cronológica de los cantos ta-llados encontrados en superficie es suma-

Canto tallado monofacial de cuarcita definido por cuatro lascados (Cabeza Redonda).

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mente complicada si no está asociada a otro tipode útiles dado que no se ha podido establecerun proceso evolutivo de los mismos.

El canto tallado es una pieza frecuente enlas series estudiadas en Viana. Por lo general,desde el punto de vista técnico y formal sonmuy sencillos, como mucho con tres o cua-tro lascados que los definen. Pero también apa-recen otros algo más elaborados a partir del re-finamiento de la talla cuya morfología tiendehacia un tipo de útil más elaborado como elbifaz o el hendedor. De hecho, hay ejemplosdonde es muy difícil establecer el umbral en-

tre unos y otros, ya que las diferencias mor-fológicas son inaprensibles.

BifacesEl bifaz es un útil nuclear de cierto tamaño

que ha evolucionado a partir de la talla y re-talla cubriente de un canto tallado bifacial. Demorfología almendrada, sigue un eje de sime-tría longitudinal por lo general con la base re-dondeada. Suelen terminar en punta, que es laparte más activa de este artefacto multifuncional,junto a los bordes cortantes si los tiene. Has-ta que no fueron reconocidas como herra-

Gran canto tallado monofacial de cuar-cita (20x10x7 cm) configurado por múl-tiples lascados y definido por retalla queadopta la forma de bifaz (Altillo delPago). También se podría considerar unbifaz "monofaz" o "unifaz" parcialmentetrabajado y con la base reservada.

Canto tallado monofacial de cuarcitadefinido por tener un extremo dis-tal cortante mediante lascado desta-cado por los bordes laterales, que es-tán abatidos por otros lascados (Ma-tamala). En este caso adopta la mor-fología de un hendedor, que no loes dado que incumple el requisitotécnico que este último debe cum-plir, que esté fabricado sobre lasca.

Canto tallado monofacial de cuarci-ta definido por tres lascados (Cabe-za Redonda).

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Bifaz de base reservada con silueta y perfil de estilo abbevillense (Cabeza Redonda).

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mientas prehistóricas (lo que ocurrió a prin-cipios del siglo XIX) a las de talla perfecta seles atribuía un origen supersticioso, como a lashachas neolíticas, pues eran las "piedras del rayo"que según la tradición popular se formaban alcaer un relámpago, de ahí que se considerasenamuletos protectores de las tormentas.

Los bifaces más antiguos también se handocumentado en África, hace más de un mi-llón de años. En Europa se conocen desdehace unos 700.000 años en la cultura Ab-bevillense, pero no fue hasta el interglaciarMindel-Riss y la glaciación Riss cuando estapieza alcanzó su apogeo en el complejo cul-tural arqueológico denominado Achelense.En algunas zonas como la nuestra los bifa-ces perduraron hasta el interglaciar Riss-Würm y los primeros estados de esta últi-

ma en la facies arqueológica conocida comoMusteriense de Tradición Achelense.

Los bifaces reconocidos en Viana son téc-nicamente muy arcaicos -a caballo entre elcanto tallado bifacial y el bifaz propiamentedicho- pues se trata de piezas corpulentas so-bre cantos de cuarcita de grano grueso par-cialmente tallados, por lo que suelen mostrarla base de córtex reservada y los bordes irre-gulares debido a que los negativos de los las-cados tienen un contraconcoide muy pro-nunciado y carecen de retalla. Es el caso delprimero de los bifaces de Cabeza Redonda,publicado por Beguiristáin y Labeaga, que loclasificaron como de tipo abbevillense. Todospresentan talla centrípeta mediante percutorduro, el mismo que se utilizó para aquellos quetienen retallada sus aristas laterales.

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Bifaz de base reservada con silueta y perfil de estilo abbevillense (Cabeza Redonda).

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Bifaz tosco con silueta y perfil de estilo abbevillense (Cabeza Redonda). Presenta punta de sección triangular similar a la de los triedros.

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Bifaz amigdaloide muy elaborado de base reservada sobre cuarcita de grano fino (Cabeza Redonda).Presenta punta de sección lenticular, bordes simétricos y aristas laterales rectilíneas.

Bifaz lanceolado con base reservada de cuarcita de grano grueso (Altillo del Pago). Presenta punta de sección lenticular, bordes simétricos y aristas laterales rectilíneas.

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HendedoresEl hendedor (también denominado hen-

didor en la bibliografía) es una pieza paleolí-tica tallada en piedra de medianas o grandes di-mensiones que se caracteriza por su morfolo-gía alargada y mostrar un filo cortante en la zonadistal transversal al eje morfológico de la pie-za; también debe presentar los bordes latera-les abatidos por varios retoques para matar elfilo y facilitar su aprehensión manual o el en-mangue. A diferencia con los bifaces, el soportesiempre es una gran lasca más o menos delga-da extraída de un núcleo que conserva una aris-ta viva cortante y recta en el lado corto, de ahíque esta herramienta paleolítica se asemeje enforma y función a la de un hacha (en Franciase denomina hachereau, diminutivo de hacha,"hachuela").

El hendedor es una herramienta paleo-lítica muy elaborada, con personalidad pro-pia, tanto por su morfología como por los ras-gos técnicos que la definen (siempre sobre unagran lasca, con filo cortante y laterales romos).Como los bifaces tiene un origen netamen-te africano y una vigencia de uso con una hor-quilla cronológica parecida, alcanzando su ma-yor apogeo durante el Achelense en el suro-este de Europa. En nuestra región perdura-ron en el Paleolítico Medio (Musteriense) enuna facies regional que la historiografía la lla-ma "Vasconiense", pues se extiende por el PaísVasco francés y español y la cornisa cantábricahasta Asturias.

Todos los hendedores encontrados en Via-na están hechos sobre grandes lascas de cuar-cita trabajadas mediante percutor duro y cum-

Bifaz de silueta casi elíptica de base reservada sobre cuarcita de grano fino (La Custodia). Presenta punta de sección lenticular, bordes simétricos y aristas laterales rectilíneas.

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Hendedor del tipo 0 de Tixier sobre lasca totalmente cortical con filo normal (Matamala). Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple bifacial, así como un lascado reciente en el ángulo superior izquierdo de la cara dorsal que ha eliminado

parte del filo (probablemente provocado por las rejas de algún arado).

Hendedor del tipo 0 de Tixier sobrelasca totalmente cortical con filo cur-vo en bisel (Matamala). Presenta losbordes laterales suprimidos y regulari-zados por talla simple, así como pe-queños lascados modernos en el ángulosuperior derecho de la cara dorsal quehan eliminado parte del filo (proba-blemente provocados por el roza-miento de las rejas de algún arado).

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Hendedor del tipo 0 de Tixier (Variante 0.1 de Benito del Rey) sobre lasca semicortical (las franjas conservadas de córtex son las que definen el filo y la del talón) con corte recto

en bisel (Matamala). Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple en caras dorsal y ventral, así como pequeños lascados modernos en el extremo distal que

han eliminado parte del filo (probablemente provocado por el rozamiento de las rejas de algún arado).

Hendedor muy elaborado del tipo 2 de Tixier sobre lasca con talón cortical y filo normal de ángulomuy agudo, predeterminado por un gran negativo de lascado y la cara ventral de la lasca (Matamala).

Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple en la cara dorsal.

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plen los parámetros técnicos que definen a esteútil tan peculiar. Para su clasificación tipológicaseguiremos los tipos definidos por el prehis-toriador francés Jacques Tixier, quien los dis-tingue a partir de la técnica de extracción dela lasca soporte y la predeterminación del filocortante.

RECAPITULACIÓNComo en la mayor parte de los yaci-

mientos pleistocénicos del alto y medio valledel Ebro, el registro de la cultura material delPaleolítico Inferior y Medio de Viana se res-tringe a lo lítico y es muy similar a las seriesestereotipadas de las industrias que el hombrepleistocénico europeo nos ha legado. Algunosartefactos (bifaces y hendedores) son más ela-borados que otros (cantos tallados), aunque to-dos ellos han sido trabajados mediante percutor

duro en rocas tenaces locales de no muy bue-na calidad (fundamentalmente cuarcita, ya queno hay sílex). Por el análisis de la forma y latécnica de las piezas no podemos resolver sucronología, que es amplísima, como tampococonseguimos datarlas por el estudio geológi-co de los sitios donde aparecen ya que no sonseries estratificadas. Solo en algunos sitios (Ma-tamala, Altillo del Pago y La Custodia) se do-cumenta la técnica "Levallois" de predeter-minación de lascas, lo que marcaría una fechapost quem a partir del Achelense pleno y, so-bre todo, en el Musteriense; pero tampoco estoes del todo determinante pues en estos con-juntos de superficie puede haber piezas de dis-tintas épocas, como de hecho las hay, a pesarde su aparente homogeneidad.

En términos generales los bifaces analiza-dos son muy toscos, poco trabajados, de ahí que

Hendedor del tipo 0 de Tixier sobre lasca totalmente cortical con filo en bisel (Nopedrón). Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple, con la particularidad

de tener los negativos en la cara ventral de la lasca.

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algunos estén a caballo con los cantos trabaja-dos mediante talla bifacial. Tienen los lascadossuficientes para destacar en ellos la punta, peroapenas muestran regularizados los bordes y labase, esta última las más de las veces reservadacon el córtex del canto-soporte. Precisamentela punta de uno de ellos (el tercero de CabezaRedonda) es de sección triangular, similar a lostriedros. En este sentido, sorprende mucho queno hayamos encontrado ningún triedro o picotriédrico en jurisdicción vianesa teniendo encuenta que es una herramienta de piedra queno suele pasar desapercibida, sobre todo porquees un tipo de útil muy habitual en las series pa-leolíticas europeas junto a bifaces y hendedo-res. Los hendedores estudiados son piezas sobregrandes lascas bien trabajadas, prototípicas po-dríamos decir. Solo uno está más trabajado (elcuarto de Matamala) muestra la cara dorsal to-talmente tallada, dado que el resto están hechosa partir de lascas primarias (corticales) o que con-servan el córtex parcialmente.

En cualquier caso, resulta estéril intentarhacer un ejercicio de encuadre crono-cultu-ral con cada una de estas piezas a partir de suestudio tecno-tipológico, algo que en la in-vestigación tradicional tenía cierto credo peroque hoy no tiene refrendo científico. En estesentido, el aparente arcaísmo general de la in-dustria vianesa (cantos tallados, bifaces de es-tilo abbevillense) no necesariamente se puedetraducir en una mayor antigüedad de lasmuestras, porque por otros contextos arqueo-lógicos hoy sabemos que piezas de aspecto ar-caico aparecen en niveles tardíos del Paleolí-tico. Lamentablemente esto es algo que solo laestratigrafía podría demostrar y aquí de mo-mento no la tenemos.

Conviene recordar que todas las piezas ana-lizadas han sido encontradas en la superficie del

terreno sin que haya mediado una prospecciónsistemática del territorio. Además, han sido re-cogidas por personas que no son especialistas enel análisis lítico pero que lo han hecho con ex-haustividad; por eso, muchas de los piedras "sos-pechosas" acopiadas inicialmente han sido pos-teriormente desechadas cuando han sido so-metidas a un análisis tipológico (de ahí que nossorprende la aparente ausencia de triedros). Encualquier caso las series estudiadas son espa-cialmente selectivas, debido a que la mayoría hansido encontradas en el contexto de trabajos agrí-colas en fincas familiares (caso de Matamala, No-pedrón, Salobre y Cabeza Redonda). Esta cir-cunstancia se ha compensado en parte con el re-conocimiento general que hemos hecho de lasterrazas pleistocénicas del Ebro y en el perímetrode zonas endorreicas adyacentes (Salobre y pra-do de Cabeza Redonda) donde aparecen otrosútiles; pero no se puede obviar.

Todas las piezas que damos a conocer yotras muchas que permanecen inéditas (fun-damentalmente restos de talla y nucleares, aun-que también raederas) se han encontrado en po-sición primaria en la superficie de la segunday tercera terrazas del Ebro, pues no muestranlas huellas de haber sido sometidas a grandesprocesos geomorfológicos de arrastre. En el aná-lisis de los cortes de las graveras de estas terrazasde momento no hemos identificado ningúnresto lítico estratificado en la matriz de cantos.Esta observación es importante pues si las in-dustrias se depositaron cuando las terrazas yaestaban creadas o en proceso de formación, porconsiguiente son más modernas que ellas. Sinembargo, este indicador geocronológico no nossirve de mucho, pues no existe un estudio ge-omorfológico riguroso sobre estos depósitos flu-viales, si bien creemos que estas dos terrazas delEbro donde aparecen los materiales debieron

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Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra) 2 81

formarse entre el Pleistoceno Medio y Supe-rior durante los períodos interglaciares o in-terestadiales de las glaciaciones Riss y Würm(esta última en las fases I y II). Por consiguiente,todas estas evidencias permiten concluir queresponden a una actividad humana desarrolla-da en este territorio durante el Paleolítico In-ferior y Medio por los protagonistas humanos,respectivamente el Homo heidelbergensis y elHomo neandertalensis. Cuando menos podríanalcanzar una antigüedad de 300.000 años (al fi-nal del Achelense Medio) y tienen como mí-nimo una edad superior a los 45.000 (si algu-na serie podría adscribirse a la facies Muste-riense de Tradición Achelense). Probable-mente, una clasificación cultural más acertadasea su adscripción al Achelense Superior y Fi-nal con conocimiento de la técnica levallois (en-tre los 250.000 y los 120.000 años) porque seha documentado en la zona una industria ensílex típica y muy coherente del Musteriense(con puntas y raederas, en proceso de estudio)que poco o nada tiene que ver con el ma-croutillaje que presentamos aquí.

La presencia de cantos tallados, bifaces yhendedores del Paleolítico Inferior en las te-rrazas del Ebro en Navarra no son exclusivasdel término municipal de Viana pues, aunqueinéditas, hemos reconocido este mismo tipo deindustria en las formaciones de Mendavia, Lo-dosa, Sartaguda y Funes, entre otros sitios. Tam-bién en Tudela hace años el arqueólogo Juan-jo Bienes encontró un bifaz muy cerca del Ebro,en la zona de Las Labradas5. En La Rioja, son

conocidas desde hace años las colecciones re-cogidas en estas mismas formaciones fluvialesdel Ebro en Calahorra, Pradejón y del valle delNajerilla6. En Tierra Estella conocemos el Pa-leolítico Inferior y Medio por los bifaces decuarcita encontrados en las terrazas del río Egaa su paso por Estella7, Dicastillo y Allo8, así comolas series en sílex del altiplano de Urbasa y LasParcelas de Lezáun en zonas de taller9. Aun-que, sin duda, la colección reconocida más sig-nificativa y numerosa es la recogida en las te-rrazas del río Arga, en la Cuenca de Pamplo-na, un conjunto tipológicamente muy cohe-rente para el que se ha propuesto una crono-logía del Achelense Medio10. No nos cabe nin-guna duda de que conforme avancen los tra-bajos de prospección arqueológica en estos me-dios aparecerán muchísimas más piezas, pues siestas series líticas en cuarcita no se han iden-tificado hasta fechas recientes es debido a la es-casa formación práctica que los arqueólogos tie-nen sobre las industrias del Paleolítico Inferior.

Está clarísimo que el hombre paleolíticoutilizó los cantos cuarcíticos de los depósitos flu-viales del Ebro para fabricar sus herramientas yque lo hizo allí mismo, pues tanto en la terra-za cuaternaria inferior de Viana como en la su-perior aparecen abundantes restos de los pro-cesos operativos de la talla de la piedra (comolascas, cantos-núcleo y soportes nucleares). Es-tos restos de taller no aparecen si nos adentra-mos hacia el Norte en los suelos terciarios y losbarrancos que desaguan en el Ebro, donde nohay materia prima, pues aquí las piezas se en-

5 BIENES, 2001: pp. 12-13.6 UTRILLA, 1984, 1985, 1986 y 2000 y DOMINGO y otros, 2001.7 VALLESPÍ y GARCÍA, 1974.8 ARMENDÁRIZ, 1998.9 BEGUIRISTÁIN, 1989.10 GARCÍA GAZÓLAZ, 1994.

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82 2 PREHISTORIA

cuentran aisladas aunque haya una cierta con-centración en las antiguas zonas endorreicas deCabeza Redonda (prado del mismo nombre) ySalobre (pantano de Las Cañas). El hombre delPaleolítico Inferior y el del Medio frecuentó estazona cuando las terrazas se estaban formando porlos materiales gruesos arrastrados en las oscila-ciones climáticas provocadas por los glaciares ysus deshielos, en los momentos cuando el cli-ma era templado con temperaturas más suavesy de mayor pluviosidad que la de ahora. Las ha-bitó cuando el nivel de los ríos descendía y seencajaba entre ellas en una gran llanura abier-ta mal drenada con abundantes lagunas y char-cas, probablemente siguiendo a los animales quebuscaban en estos espacios el agua y los pastosimprescindibles para su subsistencia.

No lejos de aquí en el Monte Cantabria(Logroño) sabemos que hubo elefantes haceunos 300.000 años; quizás también los hubo enMatamala, aunque el gran hueso examinado aquíperfectamente también podría haber pertene-cido a grandes mamíferos herbívoros como ri-

noceronte, uro o toro antiguo, megalocero (cier-vo gigante con grandes cuernos), caballo, cier-vo, gamo, corzo etc., o carnívoros como león delas cavernas, hiena, o zorro. Estas especies, estánbien estudiados en los depósitos lacustres de lasexcavaciones de los conocidos yacimientos deTorralba y Ambrona (Soria) o las últimas in-vestigaciones realizadas en las terrazas pleisto-cénicas de los ríos Manzanares y Jarama (Ma-drid), en donde se han encontrado sus esque-letos asociados a parecidos artefactos líticos quelos de Viana. En estos yacimientos se adviertensucesivas ocupaciones por seres humanos quemontaban sus estaciones para cazar estos gran-des animales, aunque las últimas interpretacio-nes de Torralba y Ambrona se orientan más apensar en acciones de carroñeo y despiece in situde los animales moribundos en una ruta de emi-gración estacional de animales por un valle pla-gado de charcas y lagunas, así como a la reco-lección de productos silvestres.

Esta reconstrucción paeloecológica y hu-mana establecida a partir de los yacimientos so-rianos y madrileños probablemente sea muy pa-recida a la que hubo en el Pleistoceno Medioy Superior en esta parte del valle del Ebro: unpaisaje abierto y húmedo tapizado por árbolesy grandes praderas adonde acudían los grandesmamíferos, algunos de los cuales en época de se-quía encontraban la muerte en masa (cemen-terios de elefantes). Las concentraciones de losútiles que hemos analizado en este trabajo se ca-racterizan por tener unos límites muy difusosen el tiempo y su densidad en el espacio pro-bablemente responde a que el hombre del Pa-leolítico Inferior frecuentó repetidamente, concarácter estacional, las mismas zonas en busca desu sustento en un dilatado espacio de tiempo.Fabricó en piedra estas herramientas probable-mente para darles un uso casual relacionado con

Raedera lateral sobre lasca levallois (La Custodia).

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W

Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra) 2 83

el despiece y aprovechamiento cárnico de losanimales, abandonándolas después. Lamenta-blemente el análisis tecnotipológico de estas pie-zas por sí solo no da mucho más de sí a la Cien-cia que su mera descripción, que no es poco. Laclave para avanzar en el estudio de esta remo-ta época prehistórica en el Valle del Ebro se re-solverá si localizamos yacimientos estratificadosen posición primaria como los arriba mencio-nados, que con mucha probabilidad los tenemosocultos en las antiguas zonas endorreicas de Via-na pero que es muy difícil determinarlos me-

diante una prospección superficial. Como ocu-rrió en su día en Torralba y Atapuerca, igual te-nemos que esperar a la construcción de un fe-rrocarril u otra gran obra pública para dar conellos, por lo que estaremos "ojo avizor" ante cual-quier gran movimiento de tierras que se pue-da producir en esta comarca.

4ARMENDÁRIZ MARTIJA, J. (1998): "Hallazgo de dos nue-vos bifaces paleolíticos en el valle del río Ega", Tra-bajos de Arqueología Navarra, 13, Pamplona, pp.349-357.

4BEGUIRISTÁIN GÚRPIDE, M. A. (1989): "Dos nuevos bifa-ces de tipología achelense en Tierra Estella (Nava-rra)", Actas del XIX Congreso Nacional deArqueología, Zaragoza, pp. 37-48.

4BEGUIRISTÁIN M. A. y LABEAGA, J. C. (1993): "Pieza detipología abbevillense procedente del término deViana (Navarra)", Cuadernos de Arqueología de laUniversidad de Navarra, 1, Pamplona, pp. 9-16.

4BIENES CALVO, J. J. (2001): “Desde la Prehistoriahasta el siglo IX”, El patrimonio histórico y me-dioambiental de Tudela: una perspectiva interdisci-plinar, Ayuntamiento de Tudela, pp. 9-21.

4GARCÍA GAZÓLAZ, J. (1994): "Los primeros depredado-res en Navarra: estado de la cuestión y nuevasaportaciones", Cuadernos de Arqueología de la Uni-versidad de Navarra, 2, Pamplona, pp. 7-47.

4IRIGARAY SOTO, S. (1992): "Estudio del yacimiento deMatamala (Viana): los materiales paleolíticos y la in-dustria holocena", Príncipe de Viana, anejo 14,Pamplona, pp. 75-86.

4LABEAGA MENDIOLA, J. C. (1999-2000): “La Custodia,Viana, Vareia de los Berones”, Trabajos de Arqueo-logía Navarra, 14, Pamplona.

4 (1976), Carta arqueológica del término municipalde Viana (Navarra), Institución Príncipe de Viana,Pamplona.

4LÓPEZ AGÓS, E. (1948): "Restos de elephas antiquusen Cerro Cantabria (Logroño)", Berceo, 9, Logroño,pp. 592-594.

4(1965): "Nuevos restos de elephas antiquus Falc. enCerro Cantabria", Berceo, pp. 74, 117.

4UTRILLA MIRANDA, M. P. (2000): "Prehistoria en LaRioja: del Paleolítico a la Edad del Bronce", La Rioja,tierra abierta, Catálogo de Exposición, Calahorra,pp. 69-86.

4(1986): "Nuevos datos sobre el paleolítico inferior ymedio en La Rioja", Brocar: Cuadernos de investi-gación histórica, 12, Logroño, pp. 171-193.

4 (1985): "Notas sobre diez hendedores de La Riojaoccidental", Caesaraugusta, 61-62, Zaragoza, pp.5-24.

4(1984): "El Paleolítico en el curso medio del ríoEbro", Calahorra y su entorno. Bimilenario de suFundación, Madrid, pp. 11-23.

4DOMINGO, R., PÉREZ, A. y UTRILLA, M. P. (2001): "Cuarci-tas talladas en Cantarrayuela (Pradejón, La Rioja):Los hallazgos de choppers en terrazas del río Ebro",Kalakorikos, 6, Calahorra, pp. 9-26.

4VALLESPÍ, E. y GARCÍA, R. (1974): "Bifaz achelense deEstella", Cuadernos de Trabajos de Historia, 2, ,Pamplona, pp. 10-20.

Bibliografía

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El catálogo de las piezas descubiertas se cen-traba en los capiteles interiores del ábside cen-tral, en una imposta que lo recorre bajo las ven-tanas y en los relieves visibles tras el derribo delpórtico barroco que protegía la portada norte.El propio autor decía que se requiere un estu-dio más completo sobre la filiación estilística. Delmismo autor es otro escrito de 1982, parte desu Memoria de Licenciatura: “La Portada de SanMiguel de Estella”, en el que hace un estudioiconológico de la Portada Norte de la iglesia yen el que brinda una serie de consideraciones

muy detalladas de carácter histórico, teológicoy estilístico, no solo de la portada sino, también,del resto de la fachada que nos parecen muyaprovechables aunque no determinantes.

En cuanto a la metodología, tenemos pre-sente que:

1) El estudio va dirigido a cualquiera quetenga interés en el arte y no solo a eru-ditos. Ello no obsta para que el rigor cien-tífico sea el primer criterio de trabajo.

2) En atención a lo anterior y al espacio dis-ponible, el objeto está acotado a unas po-

autores: Antonio Sola Alayeto y Xabier Larreta Anozibar

Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

ResumenEn la restauración arquitectónica de San Miguel (1987-1992), se pudo acceder a varias piezas escultóricas cuyoanálisis fue publicado en 2010. Su autor, Javier Martínez de Aguirre indicaba que su finalidad era darlas a conocer,por su importancia en la escultura española de finales del siglo XII. En el estudio iconológico del mismo autor de1982 quiere demostrar que el conjunto escultórico de la fachada responde a un programa dirigido al rechazo de laherejía (sobre todo, albigense) y a la presentación doctrinal del camino de perfección.Por la relación de sus conclusiones con otras investigaciones relativas a la Portada Norte creemos de interésprofundizar en algún aspecto de lo ya aportado mediante un examen más pormenorizado de los capiteles dela misma.

LaburpenaSan Miguel Elizako zaharberritze lanetan (1987-1992) eskultura batzuk ageri ziren eta 2010ean Javier Martinez deAguirrek haien inguruko ikerketa bat argitaratu zuen. Ikerlariaren asmoa zen eskulturok ezagutzera ematea XII.mende bukaerako espainiar eskulturan duen garrantziagatik. 1982an egindako ikonografi-ikerketan egile berakfrogatu nahi izan zuen fatxadako eskultura-multzoak heresiaren errefusatze-programa bat erakusten duela (batezere albitar heresiarena) eta on-bidearen doktrina aurkeztu nahi duela.

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cas piezas ubicadas casi al nivel de los ojosdel espectador de la Portada: los diez ca-piteles de ambas jambas.Nos detendremos en alguno que, por su

peculiaridad y relación con los hallazgos del áb-side citados anteriormente, ofrece mayores ele-mentos de relación y comparación.

Con el mismo fin, la descripción y aná-lisis se realiza de forma visual mediante foto-grafías y detalles de las mismas, comentadas “apie de foto”.

Creemos que es cierto el dicho de que,en muchísimos casos, “vale más una imagenclara que mil palabras oscuras”.

Las fotografías ampliadas ofrecen más op-ciones de acertar en la interpretación de lo re-presentado porque se pueden apreciar mejorlos detalles.

VANOS DEL ÁBSIDE CENTRALCAPITELES EXTERIORES E INTERIORES. LOCALIZACIÓN

El ábside central consta de tres ventanasabocinadas cuyos exteriores decoran capite-les de notable calidad, conocidos con ante-rioridad. Para su identificación se asigna nu-meración citada en el plano de planta adjun-to y se transcribe seguidamente:

Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús 2 85

Plano de planta de la cabecera y transepto de San Miguel.

- Coloreados en negro los muros del transepto. - En verde y rosa los tres ábsides destacables en su paramento exterior.

SAN MIGUEL DE ESTELLA. LOCALIZACIÓN DE CAPITELES EN EL ÁBSIDE CENTRAL

Capiteles (1-20) Se diferencian los del exterior, según sean vanos laterales del ábside central o vano central del mismo ábside. Especialmente, se distingue el capitel nº 20 (el asignado como de Herodes).

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86 2 ARTE

Ábside lateral de la Epístola (un vano de medio punto)

Exterior. Vano Norte del ábside Central. Capiteles y arquivoltas.

Izquierda (deteriorado): joven alancea a una gran ar-pía barbada.

Derecha: dos aves de presa de cuellolargo enredadas por la maleza.En el paramento interno ycorrespondiendo al de las avesse encuentra el capitel histo-riado, al que se hace referen-cia con el nº 20 del plano deplanta y con posible aunquedudosa ubicación, inicialmen-te prevista en la jamba derechade la Portada Septentrional(Norte).

Ábside central. Vanos apuntados.

En el ábside del Evangelio, como en el de la Epístola, unvano de medio punto.

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Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús 2 87

CAPITEL Nº LOCALIZACIÓN. Paramento externo DESCRIPCIÓN

1Ábside Central. Exterior. (Sur)

Ábside Central. Exterior. (Centro)

Ábside Central. Exterior. (Norte)

Dos leones devoran una cabra.

2 Dos aves devoran una liebre.

Músico flanqueado por bailarina y acróbata.

Dos caballeros en combate.

Joven alancea a una arpía barbada de gran tamaño (deteriorado).

Dos aves de presa de largos cuellos.

Dos leones alados.

Dos “búhos maléficos”.

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CAPITEL Nº LOCALIZACIÓN. Plano de planta DESCRIPCIÓN

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Ábside Central. Interior. (Sur)

Ábside Central. Interior. (Centro)

Dos híbridos afrontados.

10 Dos leones afrontados.

Vegetal de hojas de acanto.

Lucha de jóvenes contra dragoncillos entre maraña de tallos.

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Pareja afrontada de cuadrúpedos.

Capitel vegetal con dos corolas de grandes hojas de acanto.

Combate singular de dos personajes híbridos afrontados.

Dos arpías “silenses” (capitel 41) de cabezas afrontadas.

Ábside Central. Interior. (Norte)

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Dos grifos afrontados.

Dos centauros sagitarios afrontados entre maleza.

Dos grifos afrontados de tosca factura.

Único capitel que representa una escena en la que es posiblereconocer un pasaje de la Historia Sagrada. ¿Orden de Herodesa sus soldados para la matanza de los inocentes?

ÁBSIDE CENTRAL. INTERIOR.Los capiteles de mayor interés son los del

abocinamiento interior de los vanos ocultospor el retablo mayor, que fueron temporal-mente accesibles desde fuera cuando se reti-raron las rejas de los vanos en la restauraciónde 1992. La trasera del retablo y sus anclajesobstaculizaron la toma de fotos. Como re-sultado, las fotografías obtenidas tienen malacalidad y no pueden apreciarse bien sus ca-racterísticas para establecer un adecuado es-tudio comparativo pero no disponemos de

otras mejores para poder hacerlo, cosa que, sinembargo, es subsanable para las exteriores, quese han tomado con los medios necesarios.

Una moldura, decorada con piñas y ro-leos, completa la ornamentación de los vanoshacia el interior de la iglesia. Los capiteles sondel mismo tipo que los exteriores y, por tan-to, que los de la portada meridional, mayori-tariamente figurativos, acompañados de algu-no vegetal pero carecen de decoración en el ci-macio. La identificación de los temas es la quesigue:

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88 2 ARTE

Detalle de (0). Al exterior existe una diferencia entre las ventanas laterales y la central. Ésta tiene cuatro capiteles y lasotras sólo dos. Las tres ventanas muestran similar disposición interior, con cuatro capiteles en cada una. En todo caso, suanálisis resulta suficiente para establecer algunas conclusiones verosímiles respecto a la localización, cronología compara-tiva y tipología, respecto a los capiteles de la portada septentrional. Destacamos, por su interés especial, la ubicación delcapitel nº 20 (Opus cit. y elaboración).

VANOS DEL ÁBSIDE CENTRAL. VISTA EXTERIOR.

Ábside central. Vano izquierdo Ábside central. Vano central Ábside central. Vano derecho

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Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús 2 89

Se adjunta, con algún retoque y elabo-ración, la fotografía del capitel interior nº 20descrito en el cuadro sinóptico anterior quese recoge en el artículo citado, por conside-rar que su consulta es poco accesible. Se tra-ta de uno de los capiteles ocultos, situados en-tre el paramento interno del ábside central yel retablo mayor. Es imposible, por tanto, apor-tar otra fotografía que no sea una de las quese hizo en su momento.

CAPITEL Nº 20. LOCALIZACIÓN: PARAMENTOINTERNO. ÁBSIDE CENTRAL. VANO NORTE.

La calidad de imagen de este, como delresto de los capiteles del paramento interno,es la que pudo conseguirse teniendo en cuen-ta su situación entre la parte interior del murodel ábside y el retablo mayor.

No se pretende aportar detalles de cadauna de ellas en este trabajo, ya que hay una la-bor de investigación general sobre esta Iglesia,en curso, en que serán objeto de estudio.

Únicamente queremos destacar de maneraespecial, para su tratamiento, el capitel nº 20,el único que representa una escena en la quees posible reconocer un pasaje de la HistoriaSagrada. No parece formar parte del progra-ma de los ábsides y ¿pudiera acoplarse al de loscapiteles de las jambas de la portada principalque tratan de la infancia de Jesús, quizá entreel dedicado a la consulta a los sacerdotes en Je-rusalén y el de la matanza de los inocentes?

ÁBSIDE CENTRAL. CAPITEL HISTORIADO Nº 20(Javier Martínez de Aguirre)

Un rey situado en la esquina, coronadoy portador de un cetro flordelisado, mira alfrente flanqueado a su derecha por un per-sonaje barbado que alza la palma, y a su iz-quierda por otro personaje también barbado

que lleva una espada y parece tocarle el ce-tro. El rey señala a éste último con su manodiestra, sin mirarle. El guerrero, que lleva la es-pada desenvainada con la punta hacia arriba,viste un manto sujeto sobre el hombro dere-cho mediante fíbula.

Parece tratarse de la escena del manda-to de Herodes a sus soldados para que pro-cedan a la Matanza de los Inocentes, pasajeevangélico que falta en el ciclo de la Infan-cia representado en los capiteles de la porta-da septentrional.

Difiere de lo habitual en representacio-nes castellanas de esta escena en que la figu-ra a espaldas de Herodes no está y en que elsupuesto soldado que recibe la orden carecede loriga. Sin embargo, ninguno de los sol-dados que acometen la matanza de los ino-centes en los capiteles de la portada septen-trional estellesa lleva puesta una loriga.

Además, el ciclo estellés, en su segundaparte, se encuentra desordenado (la Huida aEgipto precede a la consulta de los Magos a He-rodes y existen dos capiteles de luchas de jó-

Capitel nº 20. ¿Orden de Herodes para la matanza delos inocentes? Dudoso ensamblaje en el conjunto.

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venes contra dragoncillos que no se explicandentro del programa y tienen mejor cabida enla zona de los ábsides, por su temática.

Quizá, en el desorden en el montaje queevidencia la portada, un capitel destinado a ellapudo haber sido colocado en el ábside, demodo que los capiteles con jóvenes luchadoreshubieran pasado a ocupar un final del ciclo dela Infancia inicialmente no previsto.

CAPITELES DE PORTADA. JAMBA DERECHA. CAPITEL 9-0Compárese con la descripción del capitel nº 20).(Antonio Sola Alayeto)

El Rey situado en la esquina del capitel,con corona en flor de lis es portador de ce-tro inclinado de fuste cordado que sujeta conambas manos. Mira a su frente (en diagonal res-pecto a las caras visibles del capitel).

Flanqueado a izquierda y derecha por unguerrero y dos consultores de Jerusalén. A suizquierda (cara derecha del capitel): dos per-sonajes pegados uno al otro para poder leery consultar el libro que tienen apoyado en susrodillas señalando los dos personajes al mis-mo tiempo, una página con sus manos dere-chas dando a entender que han hallado la res-puesta al requerimiento de Herodes.

Ambos barbados, distinguiéndose por sutocado, uno lleva cogulla de monje y sujeta ellibro con su mano izquierda, y el otro tieneel pelo rizado y con barba puntiaguda, quizáqueriendo significar a un sacerdote y un es-criba, según el texto evangélico.

A su derecha (cara izquierda del capitel),un soldado. También con barba pegada al ros-tro y de pelo corto. De pie y vuelto en trescuartos hacia el rey, porta espada corta en sumano derecha, apoyada sobre el hombro conla punta hacia arriba, en posición de “armas

al hombro” mientras con su izquierda sujetael escudo en pico apoyado por su punta en elsuelo, a la espera de recibir órdenes.

El tratamiento de las telas es diferente enel soldado respecto a los otros tres persona-jes. El primero lleva telas planas visibles de me-dio cuerpo para abajo y angulosas en la pie-za del brazo que aparece remangada, distin-guiéndose otra pieza debajo, en el antebrazo,con pliegues menudos hasta la muñeca que su-jeta la espada. Los otros tres personajes por-tan ropajes de pliegues más curvilíneos y algomás naturalistas.

90 2 ARTE

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Consulta de Herodes a los sacerdotes y escribas del pueblo.(S. Mateo, II).Tratándose de un relieve románico y de las caracte-rísticas que suelen tener estas obras, hay que destacarque, frente a la inexpresividad del guerrero y el fron-talismo del rey, la actitud de los sabios es de cierto na-turalismo y algo de movimiento, que se aprecia en laactividad de sus manos y en la posición forzada quedebe adoptar el sabio con cogulla, tanto en su rostrovuelto como en el brazo y en la pierna en tres cuar-tos, para poder mirar en el mismo libro que está apo-yado en las rodillas de su compañero.

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Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús 2 91

Parte del espacio en que se localizaba la plaza del mercado de San Miguel.

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En síntesis, el capitel está bien trabajadoy con mucho detallismo, lo que denota a unmaestro cantero de gran habilidad técnica defines del siglo XII. De parecido tipo, en algu-nas de sus características, al capitel 20 del in-terior del ábside. El desorden cronológico seexplica en el análisis de cada capitel.

PORTADA NORTE. CONTEXTO: FACHADALa portada fue pensada para la fachada

Norte. El mensaje estaba dirigido a los feligreses,al mercado que se celebraba en la plaza ubi-cada delante y a los peregrinos del Camino.

Su construcción como la de de los tresábsides de la iglesia data de finales del siglo XIIaunque hay noticias más recientes (1145).

Vista frontal de la fachadaNorte desde la plaza de SanMiguel, sobreelevada res-pecto al nivel de la iglesia enel transcurso del tiempo. En el centro, la extraordinariaportada. A ambos lados, losrelieves laterales (iconografíade San Miguel; Apostolado;las tres Marías). Junto a la ca-becera, la torre barroca sobrela fábrica del transepto. A lospies, la torre defensiva sobrela “Roca de San Miguel”, re-bajada, cuyo rosetón partidose aprecia desde la calle “delas murallas”, actual calle deChapitel.

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92 2 ARTE

Vista angular desde su izquierda.(Iconografía de San Miguel; Apostolado)

Portada. Tímpano y arquivoltas

Vista angular desde su derecha.(Apostolado y las tres Marías)

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La línea de impostas apea endos hiladas de cinco capitelescada una. Al mismo nivel,bajo el tímpano, dos ménsu-las con forma de leones an-drófagos, desempeñan lafunción de soporte delmismo que consta de cincoarquivoltas, además de lamoldura exterior o guarda-lluvias.

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PORTADA NORTE. CAPITELES: CICLO DE LA INFANCIA DE JESÚS

Del análisis de los capiteles se deduce queestán basados en los Evangelios de San Lucas,cap. I (Anunciación a Sta. Isabel, Anunciacióna María; Visita de María a Isabel; Natividad;Presentación en el templo) y de San Mateo,

cap. II. (Reyes Magos) con las salvedades his-tóricas y cronológicas de las que se hará men-ción. Existen algunas dudas en relación conla historiografía o con la carencia de datos enla misma. La vestimenta de los personajes seve afectada de los anacronismos habituales enel románico.

Jamba izquierda de la Portada Norte. Del exterior al interior: 1 La Anunciación. 2 La Visitación a su prima Sta. Isabel y el parto (de S. Juan Bautista). 3 El Nacimiento de Jesús.4 Los Reyes Magos. 5 La presentación en el templo y circuncisión previa.

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Leones andrófagos. “Guardianes del templo”. Ménsula izquierda: se ha tragado a la persona por los pies. Se ve la cara. Derecha: se la ha tragado por la cabeza. Se ven las piernas. No impiden el paso al recinto pero advierten de que el umbral que está a punto de pasar separa el recinto sagradodel profano y debe preguntarse si se encuentra en condiciones de dar ese paso.

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94 2 ARTE

Jamba derecha de la Portada Norte. Del exterior al interior: 6 y 7 Dos capiteles de jóvenes que, con espadas y lanzas, luchan contra dragoncillos. 8 Matanza de los inocentes.9 Herodes consulta a los sabios de Jerusalén. 10 Huida a Egipto.

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JAMBA IZQUIERDACapitel 1: No es habitual la representación

de la Anunciación en esta época. La primera vezque aparece es en este siglo, probablemente enSilos en que se pudo inspirar el artista.

El Arcángel Gabriel –el mismo que ha-bía anunciado a Zacarías que tendría un hijode su mujer Isabel- con un ala recogida y la otraextendida, arrodillado por acomodación al mar-co o como símbolo de respeto y San José, conla cabeza desproporcionada apoyada en su manoderecha semicerrada, aparentemente dormido–quizá es apreciación por erosión en el rostrocomo ocurre con muchas caras de esta y otrasépocas-, en la parte derecha del capitel.

La Virgen tiene dañada la cara y no se vensus rasgos. La posición del brazo y mano iz-quierda de los tres personajes es casi la mismay facilita la composición del grupo iconográ-fico. Buena calidad artística del autor aplica-ble a la mayor parte de los capiteles del con-junto de Portada.

Capitel 2: La cara izquierda representael abrazo de bienvenida de Santa Isabel a suprima (o tía, pues el evangelio, propiamente,dice “parienta”. Quizá Isabel era hermana deSanta Ana, madre de la Virgen María ya queera de edad avanzada), enmarcados bajo unarco rebajado y un elemento vegetal de en-trelazo a su izquierda.

1.1 1 - Anunciación 1.2

20 21 22

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2.1 2 - Visitación y parto 2.2

Isabel vivía, al parecer, en Ain Karim, unos7 kilómetros al sur de Jerusalén y cerca de Be-lén por lo que el viaje de la Virgen desde Na-zaret, había sido de unos 120 Km desde la lla-nura de Galilea, atravesando Samaria y su-biendo a cotas de 750 m. en las proximidadesde Jerusalén. Es probable que fuera con algúngrupo.

En la otra cara visible del capitel apare-ce Sta. Isabel (no la Virgen, a nuestro enten-der, porque se acomoda mejor al relato delEvangelio de San Lucas y guarda relación te-mática directa con el episodio de la bienve-nida) tendida de costado en un lecho alzado,mientras es atendida por la partera o, quizá, porla Virgen y arropada por su esposo Zacarías,bajo una especie de pequeño palio (está en unahabitación, no en una cuadra con pesebre paralos animales).

La Virgen, según San Lucas, fue a visitarlaal sexto mes de embarazo de Isabel y per-maneció con ella durante tres meses por lo quedebió marcharse tras atender el parto de su pri-ma o probablemente, tía, en una estancia dela casa.

La relación que pudiera guardar con el ca-pitel interior de la jamba izquierda de la por-

tada de San Pedro del monasterio de Irache,aducida en el estudio iconológico anterior-mente citado, no sería, en todo caso, por el tema,aunque si por las características artísticas en eltratamiento de las telas, ya que dicho capitel re-presenta el sueño de San Martín de Tours enla cara frontal y a San Martín partiendo su capay dándola a un pobre en la otra cara (hay quereseñar que el patrono de la Iglesia parroquialde Ayegui, donde está el monasterio de Irache,es San Martín de Tours seguramente, desde sufundación, como otras muchas Iglesias en el Ca-mino de Santiago.

Capitel 3: A la izquierda, el Niño Jesúsrecostado en una cuna, es calentado por elaliento del buey y la mula. Sobre ellos, un án-gel muy deteriorado con las alas extendidas,desciende tras haber anunciado en el campoel nacimiento de Jesús. A la derecha la anun-ciación del ángel a dos pastores enmarcada porsendos elementos vegetales.

El ángel (hay que adivinarlo por estar muyerosionado) impone su mano derecha sobre lacabeza de uno de los pastores que porta un pe-queño zurrón al costado y dirige hacia arribael cayado. El pastor del ángulo está cubierto, des-de la cabeza hasta las rodillas, con una piel de

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96 2 ARTE

oveja apoyándose en el cayado que sujeta consu mano derecha. También existe una despro-porción de su cabeza (mucho mayor) con la delotro pastor, quizá para enmarcar la composi-ción de la escena y separarla de la otra cara delcapitel al estar ubicada en el ángulo.

Jesús debió nacer seis meses más tarde queJuan Bautista ya que la anunciación se produ-jo a los seis meses de embarazo de Isabel y Ma-ría fue a visitarla “sin más demora” por lo quecuando nació San Juan, María estaría de tres me-ses y le faltarían seis para el parto.

Es curioso señalar que el ángel que seaparece a los pastores en el campo, según re-fiere San Lucas, es representado también enla estancia de la casa de Belén donde está elNiño, como tratándose de la continuaciónde la historia de la otra cara del capitel, sinque el evangelio haga referencia a él (comodos viñetas seguidas).

El lugar fue una dependencia para ani-males según San Lucas (cap. I) en que no se hacereferencia a ningún animal concreto que, sinembargo, por tradición, se representan en el ca-pitel. No se representa la Virgen ni San Joséaunque San Lucas deja deducir que estaban allí(… lo acostó en un pesebre pues no había lu-gar para ellos en la sala principal de la casa) y

San Mateo especifica que los Magos entraronen la casa y vieron al Niño con María, su ma-dre (no cita a San José). Las casas solían ser deuna sola planta cubiertas por una azotea ape-ada en un forjado de ciprés o cedro, paja y ba-rro prensado con rodillo. Podían tener patio.

Respecto a la historiografía, aunque am-bos evangelistas citan como rey a Herodes (73a.C. al 4 a.C.) San Lucas especifica que era Qui-rino (Publio Sulpicio Quirino -53 a.C. al 21d.C.) gobernador de Siria y sabemos que éstellegó a Siria tras la destitución de Arquelao (hijode Herodes) acompañado de Coponio (aquien sucedió, en el año 26, Poncio Pilatos)como procurador de Judea que había sido in-corporada a Siria en el año 6 de nuestra era (37años después de la batalla de Accium).

También dice San Lucas que el decretode Augusto para hacer el censo salió “por aque-llos días” y que fue el primero. Hay quien diceque habría estado en Siria entre el 10 y el 8 a.C.y que habría hecho un censo en el año 8 a.C.ayudando al legado Saturnino, y otro el 6 d.C.,es decir, con una diferencia de 14 años que in-dicaba el decreto de Augusto, pero, en ese caso,no se ajusta al hecho de que fuera el primero.Por tanto, Jesús pudo nacer del año 6 a. C. alaño 6 d.C. ¿…?

3.1 3 - Nacimiento 3.2

26 27 28

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Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús 2 97

En todo caso, no es extraño el que hu-biese cierta confusión cronológica e inclu-so de personajes para los evangelistas en eltiempo en que parece que fueron escritos es-tos evangelios –a comienzos de la 2ª mitadde siglo-, si tenemos en cuenta que Palesti-na era un auténtico “avispero” político y so-cial y que los cambios se sucedieron muy rá-pidamente y fueron muchos o quizá que SanLucas hubiese querido decir: “Este empa-dronamiento [el que lleva a José a Belén] fueprimero [anterior] al que tuvo lugar siendogobernador de Siria Quirino” (Lc. 2, 2).

Benedicto XVI en “La infancia de Jesús”,p. 76, en contra de casi todo lo publicado enmedios de comunicación españoles, cree quees bastante lógico que hubiera animales jun-to al pesebre: “Como se ha dicho, el pesebrehace pensar en los animales, pues es allí don-de comen. En el Evangelio no se habla en estecaso de animales. Pero la meditación guiada porla fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamentorelacionados entre sí, ha colmado muy pron-to esta laguna, remitiéndose a Isaías 1, 3: “Elbuey conoce a su amo, y el asno el pesebre desu dueño; Israel no me conoce, mi pueblo nocomprende”.

Capitel 4: A la izquierda, los dos últimosreyes, ¿los reyes Gaspar y Baltasar de la tradición?,de pie, (apenas se aprecian las coronas, deterio-radas por la erosión) parecen intercambiar algunaspalabras vuelto el rostro del segundo hacia el ter-cero, conversando entre ellos y dando cierta agi-lidad a la composición. No parece discernirseningún rasgo diferenciador de raza en ningunode los tres (aunque la tradición que relaciona alos magos con sus antecedentes Sem, Cam y Ja-fet es muy antigua, la iconografía no los diferenciahasta el siglo XIV). En “La infancia de Jesús” elPapa Benedicto XVI cree que la historia de losMagos de San Mateo es verdadera.

El grueso de la composición ocupa par-te de esta cara y toda la otra cara visible: “Mel-chor” arrodillado, con corona decorada en florde lis, ofrece al Niño Jesús, con una mano su-jetando el libro abierto y la otra perdida, pro-bablemente, en actitud de bendecir, (sentadosobre una de las rodillas de la Virgen que, a suvez lo sujeta con su mano izquierda por el hom-bro), su regalo. Entre las cabezas del Mago yla Virgen, la estrella (de ocho puntas) que lesha guiado hasta el Niño.

Lo representado se corresponde con lanarración de San Mateo (cap. II): Entraron en

4.1 4 - Sabios Reyes Magos 4.2

29 30 31

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98 2 ARTE

5.15 - Presentación en el templo

y circuncisión 5.2

la casa, vieron al Niño con María su madrey, postrándose, le adoraron; abrieron sus co-fres y le ofrecieron dones de oro (símbolo derealeza), incienso (símbolo de divinidad) y mi-rra (empleada para embalsamar, pues habríade morir por los hombres).

Según esta interpretación, los Magos eranconscientes de no estar ante un rey terrenal.

La Virgen coronada parece esbozar unavelada sonrisa “arcaica”. San José, sentado ycon la cabeza ligeramente reclinada sujeta subastón que apea en el suelo, con su mano iz-quierda mientras con la mano derecha pare-ce mostrar el conjunto de la escena que tie-ne lugar entre los Magos, la Virgen y el Niño.

La apariencia de estar dormido o de pa-recer ciego puede ser engañosa, como en otrasescenas anteriormente reseñadas por desdi-bujamiento y carencia de las pupilas. Esto escorriente en muchas figuras erosionadas. Lamención a San José se hace en un versículoposterior para avisarle de las intenciones deHerodes de matar al Niño.

Capitel 5: El conjunto escultórico estácobijado por arquillos geminados y colum-nas sogeadas de capitel corintio. En la carafrontal, el sacerdote/Simeón recibe de ma-

nos de la Virgen al Niño (y lo coge en bra-zos) al tiempo que una figura femenina ¿qui-zá, la profetisa Ana o la partera de María? Si-meón y Ana son santos para la Iglesia con-memorados el 8-X y el 1-IX.

En posición forzada por la adaptación almarco, parece mostrar, con su mano derecha, queJesús ha sido circuncidado. Somos conscientesde que la escena no está clara pero no parece des-contextualizada. No vemos otra explicación másconsistente, tras visualizar el capitel a gran ta-maño. En todo caso, al tratarse de pasajes dis-tintos aunque sincronizados en la representaciónescultórica, puede tratarse de mostrar que la cir-cuncisión ha sido realizada previamente a la pre-sentación en el templo.

La figura de la cara interior muestra aun personaje masculino en actitud de tenerentre sus brazos, de los que cuelga un paño,al Niño Jesús.

Las partes sobresalientes han desapare-cido (brazo y presumiblemente, el Niño). Asus pies un pequeño asiento en el suelo. Loexpuesto podría indicar que está referido ala circuncisión.

Si nos atenemos a esta explicación, no apa-rece San José en el conjunto escultórico cosa que

32 33 34

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ocurre aleatoriamente en las representaciones deeste pasaje del Evangelio de San Lucas.

Aunque son hechos distintos (a los 8días de nacer, la circuncisión y a los 40 días,la presentación,) es frecuente que se repre-senten juntos como parece ser el caso.

Es difícil encajar cronológicamente estosdos acontecimientos en el contexto temporalque narra el evangelio de San Lucas y el de SanMateo ya que huyeron a Egipto la misma no-che que los magos se volvieron a su tierra (100km de distancia y con problemas desde Belén)y no volvieron hasta la muerte de Herodes. Enconsecuencia no se comparece con los 8 díaspara la circuncisión y los 40 días para la pre-sentación en el templo de Jerusalén, procedentesde Nazaret como se desprende de San Lucasen su evangelio (… una vez que cumplierontodo –Presentación y Purificación- volvierona Galilea a su ciudad de Nazaret).

La alternativa podría ser que la Sagra-da Familia se hubiese quedado en Belén, queestá próximo a Jerusalén, hasta la presenta-ción en el templo y que los Magos hubie-sen llegado después, a pesar de que no es esteel orden de acontecimientos narrados en elevangelio. Tiene su lógica que se quedaranese tiempo en Belén para no tener que re-alizar el viaje de vuelta a Nazaret y volver aJerusalén al cabo de poco tiempo, lo que su-ponía de ocho a diez días de viaje y más sitenemos en cuenta el estado de María y lapresencia del Niño recién nacido. La cir-cuncisión pudo haberse efectuado en Belénya que podía realizarla cualquier persona encasa o en la sinagoga. En esta secuencia, laAdoración de los magos y la huida a Egip-to serían hechos posteriores a la presentaciónen el templo y la purificación de la Virgen.

JAMBA DERECHACapitel 6 y 7: La 6 y 7 son escenas muy

similares, casi réplicas o copias con variantes. Doscapiteles de jóvenes que con espadas y lanzas lu-chan contra dragoncillos que aparecen a sus pies.

El tema simbólico es el de la lucha delhombre contra animales maléficos, ampliamenteutilizado en el románico, en general, y en Es-tella e Irache, en concreto. El tema representa-do es idéntico en ambos: personajes imberbes,vestidos con túnica, que luchan armados de lan-zas, espadas y arcos, contra pequeños dragonessituados tanto a sus pies como en el nivel situadojunto a su cabeza. Todas las figuras están envueltasen un marco de floresta y roleos que tratan deaprisionarlos y dificultan su acción.

Pueden querer representar la lucha delhombre contra sus propias oscuridades. Los per-sonajes se hallan envueltos entre zarzas, estánoprimidos. Los animales maléficos que tienenque cazar representan sus propios males de losque se tienen que liberar para llegar a ser hom-bres libres. Según el estudio iconológico cita-do no sería lógico que este fuera el sitio dise-ñado en el programa original para los dos ca-piteles porque podría faltar el capitel del áb-side donde aparece Herodes ordenando la ma-tanza (entre el capitel en que Herodes consultaa los sabios y el que representa la matanza delos inocentes), aunque parece excesivo dedi-car tres capiteles a esta secuencia y su com-prensión quedaba suficientemente “explicada”con los dos existentes.

Funcionalmente parecen diseñados paraocupar dos lugares simétricos respecto a un ejesituado en el punto medio de la luz de un vanoque podría ser del ábside mayor ya que su te-mática no casa con lo representado en los queestamos comentando y sí en el ábside.

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100 2 ARTE

En síntesis, cabe la posibilidad de que, almenos uno de ellos, debiera estar ubicado enel ábside con cuya temática viene a coincidir.En todo caso no parece lógico ni natural quese reiteren dos capiteles muy parecidos y jun-tos, por lo que pudieron haberse pensado am-bos para flanquear el conjunto iconográfico dela infancia de Jesús de la portada, uno en cadajamba como introducción y epílogo, con lo cualsu ubicación no desentonaría estética ni te-máticamente si introducimos el pensamientomoral en esta parte del evangelio.

Capitel 8: El capitel narra, como si fue-ra un cómic, el sacrificio de las madres y lamuerte de los niños inocentes a manos de losesbirros del rey Herodes.

Las fases cronológicas se inician en la “vi-

ñeta” interna del capitel en la que, comen-zada la odiosa operación ordenada por el rey,mientras una de las madres tiene a su hijo pe-queño en brazos sujetándolo por el hombroy las piernas en tanto que el niño se sujeta almanto de su brazo izquierdo y colgando elderecho. El sicario con la espada empuñada(falta el mango y la mano que la empuña) sedispone a matarlo como, previamente ha ocur-rrido, a juzgar por los restos humanos espar-cidos a sus pies (se han perdido las cabezas dedos de estos niños –el que está sujetando yotro que yace en el suelo-).

En la cara frontal continua la acción. Lamadre sigue agarrando el brazo izquierdo delesbirro que sujeta a su hijo mientras éste des-carga un golpe fatal en el cuello del niño con

6.1 6 - Jóvenes contra dragones 6.2

7.1 7 - Jóvenes contra dragones II 7.2

35 36 37

38 39 40

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Análisis y descripción previa (para su comparación con el capitel nº 20).

Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús 2 101

su espada. La madre se lleva su mano derechaal rostro en actitud desesperada. Varias cabezasde otros niños yacen a los pies de los tres per-sonajes que componen este segundo conjun-to iconográfico.

En este como en otros capiteles anterio-res y posteriores el cantero utiliza una referenciapara su labra consistente en dejar en alguno delos ángulos, bajo el cimacio, constancia del pa-ramento de la pieza en la que se trabaja, parafacilitar el rehundido proporcional de las figuras.

Capitel 9: No hay referencias historio-gráficas concretas a este hecho aunque hay quehacer notar que esta matanza, en todo caso,pudo afectar a pocos niños en la zona de Be-

lén que algunos concretan entre diez y trein-ta habida cuenta de la presumible población deBelén y sus alrededores en tiempos de Cristoy de la tasa de mortalidad infantil del momentoen torno al 50 %. Para otros pudo ser eclipsa-do el hecho por otros crímenes cometidos porHerodes, especialmente en los últimos años desu vida y relacionados con su posible sucesión,como la muerte de algunos de sus propios hi-jos y una esposa, o la orden –que su hermanaSalomé parece que no cumplió- de que, a sumuerte, fuesen ejecutados los primogénitos delas familias judías encerrados en el hipódromopara que hubiera quien llorase cuando él hu-biese muerto ¡…! –según Flavio Josefo-.

8.1 8 - Matanza de los inocentes 8.2

9.1 9 - Consulta de los sabios 9.2

41 42 43

44 45 46

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102 2 ARTE

Este mismo hecho pudo ser motivo deconfusión. También hay quien pone en entre-dicho la narración de San Mateo en este pun-to y en la huida a Egipto como acontecimientospara establecer relación con Moisés, de cara asu narración a los judíos.

No obstante hay que añadir que, en 2008,la cadena de TV estadounidense HistoryChannel sacó a la luz una investigación reali-zada por los arqueólogos de la universidad he-brea de Jerusalén, donde es posible observar ex-cavaciones con muchísimos cadáveres de in-fantes datados en el siglo I, correspondiendoal período en que vivió Jesús y con el rangode edad que tendrían los niños a los que He-rodes habría mandado matar. Si este fuera elcaso, quizá Salomé habría cumplido la ordende su hermano Herodes.

Capitel 10: A la izquierda, en la cara fron-tal del capitel, un ángel “en vuelo rasante” (dis-puesto horizontalmente respecto a la com-posición), se ha aproximado velozmente (conel ala izquierda en posición de aleteo) a SanJosé, sentado plácidamente, con su brazo de-recho y mano extendida apoyada sobre su ro-dilla derecha y el brazo izquierdo y mano re-cogida apoyada en su mejilla izquierda y ac-titud beatífica de estar dormitando o en ac-titud pensativa. Su rostro, barbado y con pa-tillas y bigote. La cabeza está cubierta con unapieza de tela de la que el ángel tira con las dosmanos, sin miramiento, descubriendo parte desu cabello, en actitud de intentar desperezar-lo para que escuche lo que le está comuni-cando (el intento de Herodes de matar a losniños de la zona).

A su derecha, en la misma cara del capi-tel y parte de la contigua (conseguido, en la re-presentación, mediante un giro de cabeza delburro), la Virgen montada en el pollino ajae-

zado con albarda y cabezal. Va sentada de cos-tado con el Niño apoyado lateralmente en supierna izquierda y embrazado para que no secaiga (se aprecia su mano izquierda en actitudde sujetarlo).

El Niño ha perdido la parte saliente delconjunto, es decir, la cabeza y parte del tron-co, aunque corserva su mano derecha en ac-titud de bendecir con los dedos índice y co-razón rectos y el resto recogidos.

Junto a la Virgen y el Niño se puede ver,en un segundo plano y de espaldas a San Josécon el báculo al hombro, un aparente bajo-rrelieve de figura de perfil vuelta hacia atras, quecubre su cabeza con un velo recogido, aunque,desde la otra cara –la interna- del capitel, se ase-meja al nudo de un atillo que porta San Joséal hombro.

En la cara interior, San José, vuelta la ca-beza ligeramente, lleva el burro del ramal altiempo que controla a la comitiva. No preci-sa tirar del animal (el ramal cogido del cabes-tro, del que se aprecia el sogueado, está flojo).La cabeza es desproporcionada, muy delgadoy ceñido con cinturón ybroche sobre vesti-menta que le cubre del cuello a las piernas concalzas hasta los pies.

San Mateo cuenta que después de avisara los Reyes Magos, el ángel dijo a José que hu-yera a Egipto con el Niño y su madre. El tomóde noche al Niño y su madre y se retiró a Egip-to (¿Belén-Hebrón-Marheshá- Eglón-Crucecon la vía procedente de Jerusalén-Gaza-Raf ia-Rinocolura-I smai l i a-Bubas t i -Heliópolis/Matarieh?- y estuvo allí hasta lamuerte de Herodes. En consecuencia se hacedifícil articular los tiempos para la presentacióndel Niño en el templo de Jerusalén a no ser quelos Magos llegaran después de ese evento a Be-lén donde seguían residiendo provisional-

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Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús 2 103

mente José y María. Es otro interrogante his-toriográficamente no resuelto.

A la vista de los temas representados en loscapiteles, se deduce que el orden de diseño decolocación de los mismos no fue el que ahorapuede verse y pensamos que, cronológicamen-te, debió ser el siguiente: en la jamba izquierda6; 1; 2; 3; 5; en la derecha 4; 9; 10; 8; 7.

Somos conscientes de que existen du-das razonables sobre este particular pero nohemos encontrado otro orden que pueda in-sertarse cronológicamente con mayor vero-similitud en el contexto evangélico, en la his-toriografía y en el sentido común.

10.1 10 - Huída a Egipto 10.2

4BIURRUN, Tomás, El arte románico en Navarra, Pam-plona, 1936.

4FERNÁNDEZ-LADREDA, Clara; MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Javier;MARTÍNEZ ÁLAVA, Carlos, El arte románico en Navarra,2ª Ed. Dpto. de Cultura, Gobierno de Navarra, Pam-plona, 2005.

4GOÑI GAZTAMBIDE, José, Historia eclesiástica de Este-lla, Tomo I, Departamento de Cultura, Gobierno deNavarra, Pamplona, 1994.

4LACOSTE, J, San Miguel de Estella, en “Homenaje aD. José Mª Lacarra”, Zaragoza, 1982, vol. V, pp.101-132.

4MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Javier, “La portada de San Mi-guel. Estudio iconológico”, Príncipe de Viana, 45,1984, pp. 439-462.

4MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Javier, “Nuevas esculturas ro-mánicas en San Miguel de Estella”, Príncipe deViana, 58, 1997, pp. 7-36.

4SOLA ALAYETO, Antonio Y LARRETA ANOZIBAR, Xabier, Ira-che en imágenes. Un viaje a través del tiempo, Gra-ficas Lizarra, Estella, 2010.

4UBIETA, José Ángel y otros, Biblia de Jerusalén, Edi-ción revisada y aumentada, Nuevo Testamento, Ed.Vizcaína, Bilbao, 1977.

4URANGA, J. ESTEBAN, ÍÑIGUEZ, Francisco, Arte medievalnavarro, Pamplona, 1973.

4URRUTIA, José Luis, Todo el Evangelio ordenado y co-mentado, Madrid, 1984.

Bibliografía

47 48 49

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Notas

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NOTAS 2 105

El 25 de octubre tuvo lugar en el Salónde actos de la Casa de Cultura “Carmen TyssenBornemisza” de Los Arcos, el homenaje a JoséMaría Rodríguez Ochoa. A través de este actoel Centro de Estudios Tierra Estella quiso re-conocer la labor realizada por este arqueño, unerudito en temas hebraicos y en las Sagradas

Escrituras, cuya labor investigadora y divulga-tiva ha transcurrido desde la discreción y la hu-mildad. Ambas cualidades fueron tenidas encuenta para que el CETE homenajeara a un ve-cino de la merindad por su labor silenciosa ynecesaria, a lo largo de toda su vida en pro dela historia de su tierra.

Homenaje del Centro de Estudios Tierra Estella

a José María Rodríguez OchoaLos Arcos, 25 de octubre de 2013

De izquierda a derecha: Roldán Jimeno Aranguren, Jerónimo Gómez Ortigosa, alcalde de Los Arcos,José María Rodríguez Ochoa, homenajeado, y Merche Osés Urricelqui, presidenta del CETE.

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106 2 NOTAS

Al acto acudieron el alcalde de Los Ar-cos, Jerónimo Gómez Ortigosa, Roldán Ji-meno Aranguren, miembros el CETE, fa-miliares, amigos y vecinos de la localidad, etc.El Ayuntamiento quiso sumarse a este reco-nocimiento y le hizo entrega de una placa conel escudo de la localidad. Fue Roldán Jime-no, conocedor de primera mano de la figu-ra de José María Rodríguez Ochoa, quien re-alizó una semblanza al homenajeado, que serecoge a continuación:

“Honra al Centro de Estudios Tierra Este-lla, y, por añadidura, al Ayuntamiento de Los Ar-cos, reconocer la trayectoria intelectual de sus pai-sanos. Y le honra de manera especial en este caso,pues José María Rodríguez Ochoa no es de esaspersonas que haya gustado forjarse una especial pro-yección pública a través de su labor profesional, es-pecialmente en lo que respecta a su dimensión in-vestigadora. Discreto y humilde, pero grande, muygrande, es merecedor, por tanto, de este reconocimientoa la trayectoria de una vida.

Rodríguez Ochoa fue hijo de su tiempo y deLos Arcos. Como tantos navarros de su generaciónque creció en el nacional-catolicismo de la posguerra,tomó el camino del Seminario de Pamplona. Co-menzó entonces su formación humanística, que com-pletó, con la licenciatura en Teología por la Univer-sidad Pontificia de Salamanca (1958) y con la deSagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíbli-co de Roma (1961). Centrado, pues, en el estudiode las Sagradas Escrituras, continuó su especializa-ción en la Escuela Bíblica de Jerusalén (1963) y sedoctoró en Ciencias Bíblicas en la Pontificia ComisiónBíblica de Roma (1969).

Por estas épocas comenzó también a inves-tigar y a publicar el fruto de sus investigaciones enrevistas especializadas como Estudios Bíblicos(1963), en el libro colectivo en homenaje a José

Zunzunegui (1975), o en su pequeña monogra-fía publicada en El Escorial en 1970 dedicada ala Experiencia del mal y misericordia de Dios enla literatura sapiencial israelita.

Huelga decir que además de formarse en elestudio bíblico y de iniciarse en la investigación enese campo, iba atesorando un conocimiento ex-traordinario del latín y de lenguas semíticas, en con-creto del hebreo y arameo. Luego se le unieron otrosmuchos idiomas, incluido el euskera. Francamen-te, creo no conocer en Navarra a nadie más polí-glota que José María Rodríguez Ochoa.

Regresado a su tierra, fue profesor de Exé-gesis del Antiguo Testamento y de Hebreo en el Se-minario Metropolitano de Pamplona (1968-1977) y en la Facultad Teológica del Norte de Es-paña, sede de Vitoria (1969-1976).

En 1977 completó su formación académicacon la obtención de la Licenciatura en lenguas se-míticas (especialidad de Hebreo y Arameo) en laUniversidad Central de Barcelona (1977).

Secularizado y casado con Orfia, la familia secompletó con la llegada al mundo de un hijo, Mikel.

En su nueva etapa vital se dedicó a la docen-cia como catedrático de Latín en varios Institutos deBachillerato navarros. Lo fue entre 1978 y 2000.

Hizo un paréntesis entre 1991 y 1995 parahacerse cargo de la Dirección general de Política Lin-güística del Gobierno de Navarra. Algún día se harála historia de esta Dirección general, y no me cabela menor duda de que los años en los que RodríguezOchoa estuvo al frente serán vistos, con mucho, comolos más vigorosos y productivos de la institución.

Su dedicación profesional y familiar le im-pidió seguir investigando, aunque encontró tiem-po para realizar el artículo “Fragmentos de rollossinagogales en Navarra. Descubrimientos recien-tes de Tafalla”, que dio a conocer en el Primer Con-greso General de Historia de Navarra (publicado

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NOTAS 2 107

en Príncipe de Viana, año XLIX, Anejo 8, 1988,pp. 615-624).

Por aquel entonces ya había comenzado a tra-bajar en la obra de Menahem ben Zerah, su granaportación a los estudios judaicos. Pero no fue has-ta su jubilación cuando nuestro homenajeado gozódel sosiego y tiempo necesarios para acometer un pro-yecto tan ambicioso. Acabó el libro en 2011, y lo pu-blicó el Gobierno de Navarra ese mismo año. Lle-va por título Menahem ben Zerah, rabino estellés(1310-1385). Aproximación a una cultura que flo-reció en Sefarad. Me cupo el honor de prologarlo.

Solo por esta obra Rodríguez Ochoa es me-recedor de un homenaje como el que hoy se le tri-buta desde el Centro de Estudios Tierra Estella, puesMenahem ben Zerah y de su obra Tzeda la-Derekeran absolutamente desconocidas en Estella y en Na-varra, a pesar de hallarnos ante uno de los autoreshebraicos más destacados de Sefarad.

Menahem ben Zerah no era un estudioso des-conocido por los hebraístas, me refiero a los verda-deros hebraístas, los que estudian la cultura judíadesde un conocimiento de la lengua, como es el casodel propio Rodríguez Ochoa. Sin embargo, en Na-varra no se sabía bien quién era. Se trataba de unafigura que nadie había reparado en ella o que, silo había hecho, había sido de una manera muy su-perficial y arrastrando errores importantes. Nadie,hasta el trabajo de Rodríguez Ochoa, se habíapercatado de que ben Zerah contaba con dos vo-ces distintas en la Gran Enciclopedia Navarra(1991), como si de dos autores distintos se trata-se, con informaciones ciertamente contradictorias.

José María Rodríguez Ochoa sacó del olvi-do a Menahem ben Zerah a través de dos vías. Porun lado, tradujo al castellano la introducción au-tobiográfica de Tzeda la-Derek, acompañada de lareproducción del texto original hebreo. Y, por otro,realizó un concienzudo estudio en el que recorrió

la trayectoria vital e intelectual de este preclaro hijode la judería de Estella.

Pero José María Rodríguez Ochoa no se vaa quedar en Menahem ben Zerah. Su curiosidad in-telectual y su vigor le han llevado a adentrarse en unnuevo proyecto, igualmente ambicioso: la realizaciónde una nueva traducción al castellano de la obra deljudío navarro más conocido, Benjamín de Tudela, queirá acompañada de un estudio introductorio. Supongoque este homenaje le servirá de aliciente para pro-seguir con más empeño, si cabe, en ese cometido.

Zorionak José Mari, felicitación que hago ex-tensiva a tu mujer Orfia y a tu hijo Mikel”.

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25º Aniversario del Centro de Estudios Tierra Estella

Y todo empezó por una actividad deaula…

Corría la primavera del año 1982 cuan-do decidí con mis alumnos de 2º de BUP re-alizar una excursión a la zona de Inzura, con-cretamente a la cueva de Basaula. Quería quemis alumnos viviesen esa inolvidable expe-riencia de penetrar en las entrañas de la tie-rra y observar su fascinante panorama. Que-damos para un sábado a las 9 de la mañanaen la estación. La excursión estaba programadaida y vuelta a pie. Nos salió un sábado muydesapacible, con txirimiri, lluvia.... El grupose puso en marcha y yo me fui a preparar unbuen calderete de patatas con chorizo. El lle-varlo a la cueva fue toda una odisea, pero lollevamos. Visitamos la cueva con sus galerí-as, reptamos a la entrada y a la salida, nos pu-simos de barro como unos nazarenos, perohabíamos cumplido con nuestro objetivo. Enel vestíbulo de la cueva dimos buena cuen-ta del abundante calderete preparado, y trasuna agradable tertulia y asearnos para volverde nuevo a la civilización, emprendimos elregreso a Estella, por supuesto, andando.

Reflexionando sobre lo acontecido en laexcursión, me di cuenta que era un grupo de-cidido, valiente y entusiasta, con el que se po-día iniciar cualquier empresa. Y así fue. Aquelgrupo se constituyó en GRUPO DE AR-

QUEOLOGÍA del Instituto Oncineda y mástarde desembocó en lo que hoy es el CEN-TRO DE ESTUDIOS TIERRA ESTELLA.

A partir de ahí fueron muchas las sali-das a bordo de un 127 para prospectar yaci-mientos, aprender a distinguir la cerámica si-gilata romana de otras cerámicas como las dela Edad del Hierro o del Bronce o las me-dievales. El Instituto nos cedió un aula paraguardar en ella los materiales, clasificarlos, si-glarlos, dibujarlos y hasta restaurarlos. El gru-po de alumnos puso ilusión, empeño y res-ponsabilidad. Estábamos tratando con ma-teriales que pertenecían al patrimonio cul-tural de Navarra.

Y llegó nuestra primera exposición demateriales en el Instituto Oncineda. A ellafueron invitados Román Felones, comoConsejero de Educación y Cultura y tambiénla Directora del Museo de Navarra Mª Án-geles Mezquíriz, profesorado, alumnos yotras instituciones municipales. Recuerdo quela cerámica estaba colocada sobre moldes depolispán. En el transcurso de la visita de lasautoridades, Mª Ángeles Mezquíriz, tomó unacerámica de una de las baldas, la observó yquedó gratamente sorprendida porque cadacerámica tenía su correcta catalogación y si-gladura. Se interesó vivamente y nos pidióque le avisáramos cuando hiciéramos algu-

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Alfredo y Xabier Larreta Anocibar

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na prospección, sobre todo en el ALTO DELA CÁRCEL, actual museo de las musas. Yasí lo hicimos. En otoño, cuando los labra-dores aran sus campos y posteriormente llue-ve se puede observar con toda nitidez el ma-terial que aflora. Visitamos con ella el Alto dela Cárcel, y se quedó asombrada de la can-tidad y calidad de la cerámica que afloraba.Viendo la riqueza de materiales nos alentópara que bajo su supervisión iniciáramos unascatas de prospección en verano, para ver la po-tencia del yacimiento, era el año 1985 y lacampaña duró una semana.

Y éste fue el origen de una serie de cam-pañas sucesivas, donde, desde el principio, tan-to alumnos como profesores del instituto, par-ticipamos activamente para sacar a flote al-gunas estructuras altamente significativas.Posteriormente se incorporaron técnicos ytrabajadores, contratados por el Gobierno deNavarra. Y tras múltiples campañas y la co-laboración inestimable del Ayuntamiento deArellano, surgió el magnífico museo de LAVILLA DE LAS MUSAS.

Mientras tanto, aquél grupo de arqueo-logía, formado por profesores y alumnos em-prendió la difusión, desde el instituto, de nues-tro patrimonio arqueológico y cultural mon-tando una exposición de arqueología que abar-caba desde la prehistoria hasta la época romanay que recorrió todos los rincones de la Me-rindad estellesa. Cada alumno tenía su res-ponsabilidad propia en el montaje de la ex-posición. Unos, se encargaban de la Prehis-toria, otros del Neolítico y la Edad del Hie-rro, otros de la romanización y así sucesiva-mente con todos los materiales que arrastra-ba dicha exposición. Con el tiempo se fue en-riqueciendo con nuevos materiales, maque-

tas, restauraciones, paneles, etc. Esta fue la pri-mera de una larga cadena de exposiciones yactividades que primero como Grupo de Ar-queología y después como CETE ha ido di-señando y montando para una mejor y másamplia difusión del patrimonio cultural y na-tural de la Merindad de Estella.

Mientras estábamos inmersos en estas la-bores, pensábamos en la necesidad de trans-formarnos en una organización más oficial

Excavación Alto de la Cárcel, 1986. De izq. adcha.: Alfredo Larreta y Antonio Sola.

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y estable, que tuviese acceso a las subvencionesque el Gobierno de Navarra destinaba paraestos menesteres. Nos fijamos en el Centrode Estudios Turiasonense, que estaba fun-cionando muy bien y con mucha eficacia enTarazona. Visitamos a los responsables, nos ex-plicaron su funcionamiento, nos dejaron susestatutos y terminaron de aclararnos la ideaque bullía en nuestras mentes.

Teniendo como base dichos estatutos,elaboramos los nuestros, los presentamos, parasu aprobación, al Gobierno de Navarra y enel año 1988 fuimos reconocidos como Ins-titución cultural, sin ánimo de lucro, con el

nombre de CENTRO DE ESTUDIOSTIERRA ESTELLA-LIZARRALDEIKASTETXE y con las siglas CETE-LI.

A partir de entonces iniciamos la nue-va singladura como Centro de EstudiosTierra Estella (CETE-LI) dedicados al es-tudio, defensa y difusión de nuestro pa-trimonio cultural, utilizando para ello todotipo de medios a nuestro alcance, exposi-ciones, conferencias, teatralizaciones, visitasguiadas, publicaciones, excavaciones, ma-quetas, restauraciones, etc. y que nos ha con-ducido hasta el momento actual en los alboresdel siglo XXI.

Excavación Alto de la Cárcel, agosto 1985. De izq. a dcha.: Xabier Larreta, Eugenio Tardienta y Agustín Azkárate.

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