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Tribuna Libre Piketty omite el know-hows2.pulso.cl/wp-content/uploads/2014/06/1953076.pdf · a...

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Tribuna Libre Mente Ágil 7 www.pulso.cl Jueves 5 de junio de 2014 OPINION @pulso_tw facebook.com/pulsochile L OS MARCOS teóricos son muy buenos porque nos permiten comprender en términos sim- ples aspectos fundamentales de un mundo complejo, como lo hacen los mapas. Pero, al igual que estos, solo sirven hasta cierto punto. Una mane- ra útil de comprender la economía mundial se encuentra en el marco que presenta Thomas Piketty en su celebrado libro “El capital en el siglo XXI”. Piketty divide el mundo en dos elementos fundamentales: el capital y el trabajo, que se emplean en la pro- ducción y participan en los ingresos. La diferencia principal entre ellos es que el capital es algo que se puede comprar, poseer, vender y, en princi- pio, acumular sin límites. El trabajo es el uso de una capacidad individual que otros pueden remunerar pero no poseer, ya que la esclavitud ha dejado de existir. El capital tiene dos caracte- rísticas interesantes. En primer lugar, su precio lo determina el monto de los futuros ingresos que pueda pro- ducir. Si un terreno produce más del doble que otro en términos de tonela- das de maíz o de alquiler comercial, su valor tendría que ser el doble. Si no lo fuera, su dueño lo vendería para adquirir el otro terreno. Esta condi- ción de no-arbitraje implica que, en equilibrio, todo capital produce la misma rentabilidad ajustada al ries- go, la cual Piketty estima que históri- camente ha sido de 4% a 5% al año. La segunda característica interesante del capital es que se acumula mediante el ahorro. Un individuo o un país que ahorra 100 unidades de ingreso debería recibir, a perpetui- dad, un ingreso anual de unas 4 a 5 unidades. A partir de esto, es eviden- te que si el capital se reinvirtiera en su totalidad y la economía creciera menos del 4% a 5%, el capital y el ingreso que produce aumentarían en relación a la economía. Piketty sostie- ne que, debido a que los países ricos están creciendo menos del 4% a 5%, se están volviendo más desiguales. Esto se puede ver en las cifras que nos muestra, a pesar de que en EEUU gran parte del aumento de la desi- gualdad no se debe a esta lógica, sino al aumento de lo que Piketty llama los “súper gerentes”, que reciben sueldos extremadamente altos (sin embargo, no explica por qué). Apliquemos entonces esta teoría al mundo y veamos que tan bien fun- ciona. En los 30 años que van desde 1983 a 2013, EEUU pidió prestado al resto del mundo, en términos netos, más de US$13,3 billones, o cerca del 80% de su PIB de un año. Antes de que comenzara este período, en 1982, EEUU ganaba alrededor de US$36 mil millones provenientes del resto del mundo como ingreso financiero neto, producto del capital que había invertido en el extranjero. S I SE SUPONE que la renta de este capital fue del 4%, ello equivaldría a ser dueño de US$900 mil millones en capital extranjero. O sea, si hacemos los cál- culos, EEUU tendría una deuda con el resto del mundo de alrededor de US$12,4 billones (13,3 menos 0,9). Al 4%, esto representaría un pago anual de US$480 mil millones. ¿Correcto? Muy incorrecto. En términos netos, EEUU no le paga nada al resto del mundo por su deuda. Por el contra- rio, ganó alrededor de US$230 mil millones en 2013. Suponiendo un rendimiento del 4%, esto equivaldría a poseer US$5,7 billones en capital extranjero. De hecho, la diferencia entre lo que EEUU “debería” pagar si estuviera correcto el cálculo de Piketty es alrededor de US$710 mil millones en renta anual, o US$17,7 billones en capital -el equivalente a su PIB anual. En el extremo opuesto se encuentran países como Chile y China. En términos netos, Chile no ha recibido mayores préstamos en los últimos 30 años, pero le paga al resto del mundo como si hubiera pedido prestado el 100% de su PIB. En los últimos diez años, en términos netos, China le ha prestado al resto del mundo alrededor del 30% de su PIB anual, pero no recibe nada a cambio. ¿Qué está ocurriendo? La simple res- puesta es que las cosas no se hacen solo con capital y trabajo, como sos- tiene Piketty, sino que también inclu- yen el know-how. Para apreciar el efecto de esta omisión, consideremos que los préstamos netos de US$13 billones obtenidos por EEUU subesti- man la cuantía de los préstamos bru- tos, que se aproxima más bien a los US$25 billones. EEUU utilizó US$13 billones para cubrir su déficit y el resto para inversiones en el extranje- ro. Este dinero se mezcla con el know-how como inversión extranjera directa, y el retorno para ambos se aproxima más al 9%, en comparación con el 4% o menos que se les paga a los prestamistas. Chile y China colo- can sus ahorros en el exterior sin mezclarlos con know-how (compran acciones y bonos) y reciben solo el 4% a 5%, o menos, que Pikkety supo- ne. En Chile y China los inversores extranjeros aportan un know-how de gran valor; por lo tanto, el influjo de capital bruto rinde más que los aho- rros brutos en el exterior. La diferen- cia en este rendimiento no se puede arbitrar, porque el know-how es necesario para obtener mayores ren- tas. El punto es que la creación y el desplazamiento de know-how consti- tuyen una fuente importante de crea- ción de riqueza. El know-how no resi- de en individuos sino en equipos con fuerte cohesión. Cada uno de sus miembros es crucial, pero fuera del equipo cada individuo tiene un valor menor. Los accionistas pueden hacerse de la diferencia como ganan- cias, pero no pueden prescindir del equipo. Y aquí viene el papel de los súper gerentes: buscan embolsarse parte del valor creado por el equipo. Detrás del crecimiento de la riqueza y de la desigualdad no yace solo el capital, sino también el know-how. P El autor es ex ministro de Planifica- ción de Venezuela y profesor de Econo- mía en la Universidad de Harvard. Copyright: Project Syndicate 2014. Piketty omite el know-how El know-how no reside en individuos, sino en equipos con fuerte cohesión, donde cada uno de sus miembros es crucial. RICARDO HAUSMANN 3 1 4 5 4 6 7 2 6 8 6 4 6 8 1 9 7 2 5 8 7 6 7 2 4 3 7 5 Vea la solución en www.pulso.cl Completa la cuadrícula para que los números se conecten horizontal, vertical o diagonalmente. 127 136 112 128 129 130 135 109 122 2 138 41 39 124 32 4 42 35 31 23 105 50 49 48 55 26 7 103 53 57 56 100 81 9 80 67 17 87 86 96 79 66 12 89 84 92 95 75 65 13 94 76 64 63 1 140 Goldman Sachs juega al Mundial Ya Que Preguntan “Inglaterra fracasará mientras Brasil triunfará, dicen analistas de Goldman Sachs”. Telegraph.co.uk, 28 de mayo de 2014 Pensé que el crecimiento económico de Brasil se estaba desacelerando. —Goldman Sachs se refería al Mundial. ¿Por qué hace eso? — Si eres cínico, entonces quizá es porque a casi a todos les gusta el fútbol y casi a to- dos les caen mal los banqueros. También porque es entretenido. ¿Quién ganará el Mundial? —Goldman encontró que la probabilidad de una victoria brasileña es de un 48,5%. Eso parece alto. Yo le asigno una pro- babilidad de 3 a 1 a Brasil. —Hay una buena razón por qué los corre- dores de apuestas ofrecen mejores proba- bilidades que Goldman, una sugiere un ex- ceso de confianza del banco, y también porque el fútbol es tan entretenido. ¿Cómo funciona su modelo? —Usan un modelo estocástico de los re- sultados posibles de los 64 partidos. “Estocástico” suena familiar. ¿No cir- culaba esa palabra durante la crisis? —No hay nada siniestro en esa palabra. Es un modelo que produce una distribución de probabilidades para diferentes resul- tados, por ejemplo, las tasas de interés de Reino Unido o los partidos del Mundial. Goldman asigna probabilidades a cada posible resultado y de eso obtie- ne las posibilidades de cada partido. —Exacto. ¿Cómo llega a las individuales? —Goldman usa una base de datos de to- dos los resultados en el fútbol competiti- vo desde 1960. Eso es bueno para Inglaterra. El equi- po de 1966 era mejor que el de hoy. —Buen punto. Por eso Goldman asigna —En una temporada larga, esto tiene sentido. De hecho, refleja un equilibrio que Nicholas Christenfeld, de la Uni- versidad de California, identifica en un paper titulado “¿Qué hace a un buen de- porte?”. ¿Las porristas? —No. El equilibrio entre la probabili- dad y la confiabilidad, que Christenfeld dice que se manifiesta en la duración de una temporada deportiva. El béisbol, sugiere, tiene una larga temporada para compensar lo fácil que es para el peor equipo ganar un juego con un solo gol- pe. El fútbol americano, que está menos sujeto a las probabilidades, tiene una temporada relativamente corta. ¿Qué tiene que ver con el Mundial? —En la eliminatoria previa al Mundial cuatro triunfos consecutivos (incluyen- do los que se ganan a penales tras un empate) significan una victoria final. Eso introduce un nivel de oportunidad en el fútbol que no se ve en la mayoría de las ligas, que involucran muchos más juegos. Por eso las casas de apuestas ofre- cen mejores posibilidades. —Esa es la teoría. Goldman probó su modelo en el Mundial anterior y encon- tró que no calza bien con los datos efec- tivos. En otras palabras… —También predijo que Brasil ganaría, pero lo hizo España, que tenía una pro- babilidad de 15,7% . Entonces todavía hay una opción para Inglaterra. —El análisis de Goldman podrá estar fallado, pero no está tan mal. P peso adicional a los partidos más recien- tes, así como si el equipo está jugando en su país, como lo hizo Inglaterra en 1966 y Brasil lo hará en 2014. La ventaja de jugar en casa importa. —Sí, cerca de un tercio de las copas mun- diales las ha ganado el anfitrión. Brasil ha sido anfitrión dos veces y aun así ha ganado cinco veces. —El Mundial no es fácil de ganar -nun- ca ha habido un ganador realmente sor- prendente. Según Goldman, los países más destacados en el fútbol tienen me- jor desempeño en los mundiales que en otros partidos competitivos, excepto por una nación. Déjame adivinar: Inglaterra. —Sí. Entonces, ¿por qué Goldman Sachs difiere de los corredores de apuestas? —Bueno, el fútbol es un juego de azar. Pero eso no significa automática- mente que un mal equipo tenga más posibilidades de tener éxito. Versión ampliada de esta columna en www.pulso.cl y en edición para iPad. PULSO EDITORIAL JOHN MCDERMOTT
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Tribuna Libre

Mente Ágil

7www.pulso.cl • Jueves 5 de junio de 2014 OPINION@pulso_tw facebook.com/pulsochile

LOS MARCOS teóricos son muy buenos porque nos permiten comprender en términos sim-

ples aspectos fundamentales de un mundo complejo, como lo hacen los mapas. Pero, al igual que estos, solo sirven hasta cierto punto. Una mane-ra útil de comprender la economía mundial se encuentra en el marco que presenta Thomas Piketty en su celebrado libro “El capital en el siglo XXI”. Piketty divide el mundo en dos elementos fundamentales: el capital y el trabajo, que se emplean en la pro-ducción y participan en los ingresos. La diferencia principal entre ellos es que el capital es algo que se puede comprar, poseer, vender y, en princi-pio, acumular sin límites. El trabajo es el uso de una capacidad individual que otros pueden remunerar pero no poseer, ya que la esclavitud ha dejado de existir. El capital tiene dos caracte-rísticas interesantes. En primer lugar, su precio lo determina el monto de los futuros ingresos que pueda pro-ducir. Si un terreno produce más del doble que otro en términos de tonela-das de maíz o de alquiler comercial, su valor tendría que ser el doble. Si no lo fuera, su dueño lo vendería para adquirir el otro terreno. Esta condi-

ción de no-arbitraje implica que, en equilibrio, todo capital produce la misma rentabilidad ajustada al ries-go, la cual Piketty estima que históri-camente ha sido de 4% a 5% al año. La segunda característica interesante del capital es que se acumula mediante el ahorro. Un individuo o un país que ahorra 100 unidades de ingreso debería recibir, a perpetui-dad, un ingreso anual de unas 4 a 5 unidades. A partir de esto, es eviden-te que si el capital se reinvirtiera en su totalidad y la economía creciera menos del 4% a 5%, el capital y el ingreso que produce aumentarían en relación a la economía. Piketty sostie-ne que, debido a que los países ricos están creciendo menos del 4% a 5%, se están volviendo más desiguales. Esto se puede ver en las cifras que nos muestra, a pesar de que en EEUU gran parte del aumento de la desi-gualdad no se debe a esta lógica, sino al aumento de lo que Piketty llama los “súper gerentes”, que reciben sueldos extremadamente altos (sin embargo, no explica por qué). Apliquemos entonces esta teoría al mundo y veamos que tan bien fun-ciona. En los 30 años que van desde 1983 a 2013, EEUU pidió prestado al resto del mundo, en términos netos, más de US$13,3 billones, o cerca del 80% de su PIB de un año. Antes de que comenzara este período, en 1982, EEUU ganaba alrededor de US$36 mil millones provenientes del resto del mundo como ingreso financiero

neto, producto del capital que había invertido en el extranjero.

SI SE SUPONE que la renta de este capital fue del 4%, ello equivaldría a ser dueño de

US$900 mil millones en capital extranjero. O sea, si hacemos los cál-culos, EEUU tendría una deuda con el resto del mundo de alrededor de US$12,4 billones (13,3 menos 0,9). Al 4%, esto representaría un pago anual de US$480 mil millones. ¿Correcto? Muy incorrecto. En términos netos, EEUU no le paga nada al resto del mundo por su deuda. Por el contra-rio, ganó alrededor de US$230 mil millones en 2013. Suponiendo un rendimiento del 4%, esto equivaldría a poseer US$5,7 billones en capital extranjero. De hecho, la diferencia entre lo que EEUU “debería” pagar si estuviera correcto el cálculo de Piketty es alrededor de US$710 mil millones en renta anual, o US$17,7 billones en capital -el equivalente a su PIB anual. En el extremo opuesto se encuentran países como Chile y China. En términos netos, Chile no ha recibido mayores préstamos en los últimos 30 años, pero le paga al resto del mundo como si hubiera pedido prestado el 100% de su PIB. En los últimos diez años, en términos netos, China le ha prestado al resto del mundo alrededor del 30% de su PIB anual, pero no recibe nada a cambio. ¿Qué está ocurriendo? La simple res-puesta es que las cosas no se hacen

solo con capital y trabajo, como sos-tiene Piketty, sino que también inclu-yen el know-how. Para apreciar el efecto de esta omisión, consideremos que los préstamos netos de US$13 billones obtenidos por EEUU subesti-man la cuantía de los préstamos bru-tos, que se aproxima más bien a los US$25 billones. EEUU utilizó US$13 billones para cubrir su déficit y el resto para inversiones en el extranje-ro. Este dinero se mezcla con el know-how como inversión extranjera directa, y el retorno para ambos se aproxima más al 9%, en comparación con el 4% o menos que se les paga a los prestamistas. Chile y China colo-

can sus ahorros en el exterior sin mezclarlos con know-how (compran acciones y bonos) y reciben solo el 4% a 5%, o menos, que Pikkety supo-ne. En Chile y China los inversores extranjeros aportan un know-how de gran valor; por lo tanto, el influjo de capital bruto rinde más que los aho-rros brutos en el exterior. La diferen-cia en este rendimiento no se puede arbitrar, porque el know-how es necesario para obtener mayores ren-tas. El punto es que la creación y el desplazamiento de know-how consti-tuyen una fuente importante de crea-ción de riqueza. El know-how no resi-de en individuos sino en equipos con fuerte cohesión. Cada uno de sus miembros es crucial, pero fuera del equipo cada individuo tiene un valor menor. Los accionistas pueden hacerse de la diferencia como ganan-cias, pero no pueden prescindir del equipo. Y aquí viene el papel de los súper gerentes: buscan embolsarse parte del valor creado por el equipo. Detrás del crecimiento de la riqueza y de la desigualdad no yace solo el capital, sino también el know-how. P El autor es ex ministro de Planifica-ción de Venezuela y profesor de Econo-mía en la Universidad de Harvard. Copyright: Project Syndicate 2014.

Piketty omite el know-howEl know-how no reside en individuos, sino en equipos con fuerte cohesión, donde cada uno de sus miembros es crucial.

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Goldman Sachs juega al MundialYa Que Preguntan

“Inglaterra fracasará mientras Brasil triunfará, dicen analistas de Goldman Sachs”. Telegraph.co.uk, 28 de mayo de 2014

Pensé que el crecimiento económico de Brasil se estaba desacelerando. —Goldman Sachs se refería al Mundial. ¿Por qué hace eso? — Si eres cínico, entonces quizá es porque a casi a todos les gusta el fútbol y casi a to-dos les caen mal los banqueros. También porque es entretenido. ¿Quién ganará el Mundial? —Goldman encontró que la probabilidad de una victoria brasileña es de un 48,5%. Eso parece alto. Yo le asigno una pro-babilidad de 3 a 1 a Brasil. —Hay una buena razón por qué los corre-dores de apuestas ofrecen mejores proba-bilidades que Goldman, una sugiere un ex-ceso de confianza del banco, y también porque el fútbol es tan entretenido. ¿Cómo funciona su modelo? —Usan un modelo estocástico de los re-sultados posibles de los 64 partidos. “Estocástico” suena familiar. ¿No cir-culaba esa palabra durante la crisis? —No hay nada siniestro en esa palabra. Es un modelo que produce una distribución de probabilidades para diferentes resul-tados, por ejemplo, las tasas de interés de Reino Unido o los partidos del Mundial. Goldman asigna probabilidades a cada posible resultado y de eso obtie-ne las posibilidades de cada partido. —Exacto. ¿Cómo llega a las individuales? —Goldman usa una base de datos de to-dos los resultados en el fútbol competiti-vo desde 1960. Eso es bueno para Inglaterra. El equi-po de 1966 era mejor que el de hoy. —Buen punto. Por eso Goldman asigna

—En una temporada larga, esto tiene sentido. De hecho, refleja un equilibrio que Nicholas Christenfeld, de la Uni-versidad de California, identifica en un paper titulado “¿Qué hace a un buen de-porte?”. ¿Las porristas? —No. El equilibrio entre la probabili-dad y la confiabilidad, que Christenfeld dice que se manifiesta en la duración de una temporada deportiva. El béisbol, sugiere, tiene una larga temporada para compensar lo fácil que es para el peor equipo ganar un juego con un solo gol-pe. El fútbol americano, que está menos sujeto a las probabilidades, tiene una temporada relativamente corta. ¿Qué tiene que ver con el Mundial? —En la eliminatoria previa al Mundial cuatro triunfos consecutivos (incluyen-do los que se ganan a penales tras un empate) significan una victoria final. Eso introduce un nivel de oportunidad en el fútbol que no se ve en la mayoría de las ligas, que involucran muchos más juegos. Por eso las casas de apuestas ofre-cen mejores posibilidades. —Esa es la teoría. Goldman probó su modelo en el Mundial anterior y encon-tró que no calza bien con los datos efec-tivos. En otras palabras… —También predijo que Brasil ganaría, pero lo hizo España, que tenía una pro-babilidad de 15,7% . Entonces todavía hay una opción para Inglaterra. —El análisis de Goldman podrá estar fallado, pero no está tan mal. P

peso adicional a los partidos más recien-tes, así como si el equipo está jugando en su país, como lo hizo Inglaterra en 1966 y Brasil lo hará en 2014. La ventaja de jugar en casa importa. —Sí, cerca de un tercio de las copas mun-diales las ha ganado el anfitrión. Brasil ha sido anfitrión dos veces y aun así ha ganado cinco veces. —El Mundial no es fácil de ganar -nun-ca ha habido un ganador realmente sor-prendente. Según Goldman, los países más destacados en el fútbol tienen me-jor desempeño en los mundiales que en otros partidos competitivos, excepto por una nación. Déjame adivinar: Inglaterra. —Sí. Entonces, ¿por qué Goldman Sachs difiere de los corredores de apuestas? —Bueno, el fútbol es un juego de azar. Pero eso no significa automática-mente que un mal equipo tenga más posibilidades de tener éxito.

Versión ampliada de esta columna en www.pulso.cl y en edición para iPad.

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