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UvA-DARE (Digital Academic Repository) Esoterismo y ... · van den Broek Chávez, A. R. (2001)....

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UvA-DARE is a service provided by the library of the University of Amsterdam (http://dare.uva.nl) UvA-DARE (Digital Academic Repository) Esoterismo y modernismo: Ruben Dario y Antonio Machado van den Broek Chávez, A.R. Link to publication Citation for published version (APA): van den Broek Chávez, A. R. (2001). Esoterismo y modernismo: Ruben Dario y Antonio Machado. Amsterdam: in eigen beheer. General rights It is not permitted to download or to forward/distribute the text or part of it without the consent of the author(s) and/or copyright holder(s), other than for strictly personal, individual use, unless the work is under an open content license (like Creative Commons). Disclaimer/Complaints regulations If you believe that digital publication of certain material infringes any of your rights or (privacy) interests, please let the Library know, stating your reasons. In case of a legitimate complaint, the Library will make the material inaccessible and/or remove it from the website. Please Ask the Library: https://uba.uva.nl/en/contact, or a letter to: Library of the University of Amsterdam, Secretariat, Singel 425, 1012 WP Amsterdam, The Netherlands. You will be contacted as soon as possible. Download date: 15 Jan 2020
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Esoterismo y modernismo: Ruben Dario y Antonio Machado

van den Broek Chávez, A.R.

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1 .. Est a segund a inocenci a

1.11 El talant e filosófic o de Machad o

Mucha ss cosa s pueden decirs e de Antoni o Machado , una, de maner a flagrante , no : que fuer a un filósof o académico . Estaa caracteristica , bien que enunciad a aqui negativamente , no senal a corteda d de pensamient o u hondur a reflexiv a y, antess bien , se yergu e frent e a akjuno s vicio s del academicism o com o una virtud , product o de verdader a inquietu d espiritual ,, de una actitud , en ciert o modo , més fibre y desprejuiciada . Es probable , claro,qu e no tuvier a Machad o perici a técnic aa en la elaboració n de sus disquisicione s intelectuale s -com o la pudo tener un Husser l o un Quine- , af irmació n que pued ee expresa r ciert o senti r comü n en los circulo s filosófico s habituado s a presta r asentimient o o atenció n a mas sofisticada ss elaboracione s discursiva s y argumentales , generalment e modelad a sobr e io que la tradició n ha sancionad o com oo clésico s filosóficos . Inclus o si esto f uera cierto , no signific a por elk) ningü n impedïment o serio para la verdader a reflexion ,, méxim e si se es poeta , y no parec e explicar , com o veremos , ia antedich a caracteristic a del filosofa r machadiano :: su carenci a de academicism o es una decisio n espiritual , no la consecuenci a de falt a de talento . Existe n razone ss que emanan de su propi a postur a frent e al mundo , la palabr a y la razón filosófica . Por Io demés , Machad o nunc a see ocup ó de asunto s solo intelectuales , sino de cuestione s atinente s a la esencia l condició n del ser humano . Ant e estas pregunta ss ultima s poco pued e importar , hast a ciert o punto , que se escrib a una critic a de la razón pur a o escueta s divagacione ss de apócrifo s portavoces , apart e del respet o inobjetabl e que merec e la empres a de escribi r una obr a tan vast aa y ambicios a como la critic a kantiana . Machado , a fi n de cuentas , no requier e de nuestr a justificatio n para ser incluido ,, con derech o propio , en las f Has de los filóso f os . La verdad , com o el esplritu , sopl a dond e quiere .

Enn pensadore s como Machad o se suscita n siempr e dificuttade s al encara r su obr a con intencione s analftica s y académicas ,, como es nuestr o caso . Al no haber un tratamient o sistemétic o de los temas tradicionale s de la filóso f ia que permit aa delinea r con clarida d los émbito s perteneciente s a la meta f isica , la gnoseologia , la étic a o la estétic a - y al esta r ell pensamiento , ademés , inmers o en creacione s poéticas , velad o por la form a literaria- , se acentu a una not a que , en verdad ,, es comün , paradójtcamente , a tod o pensamient o sistemético : la interdependenti e de sus textos , la referenci a exigid aa al conjunto , a veces la ininteligibilida d de parte s aisladas . Not a comün , pero que no elud e diferencia s de rafz . La arquitrabazó nn deductiv a permit e segui r hilo s argumentale s definidos , desenvolvers e por ello s siguiend o senda s més o meno ss abierta s y senaladas . La dispersio n aparent e de las ref lexione s machadiana s reclam e un anadar més cauteloso , en busc aa del nücle o que dé sentid o al conjunt o -un nücle o que no es identificati e con doctrin a o text o especific o alguno- , un andarr que no pued e evita r tener siempr e present e el rest o de las senda s recorridas , so pena de perders e en la multiform e florest aa de intuiciones , imégene s y pensamiento s que constituy e la obra . Es plausibl e imagina r un trabaj o que se especializ ee en la deducció n trascendenta l kantian a sin hacer expres a referenci a a su teori a del arte o su ética . Difici l resuftarta ,, sin embargo , hacer Io propi o con Machado : ni siquier a es posibl e leer con plenitu d hermenéutic a mucho s de sus poema ss sin tener present e su esbozad a metafisica . Es hipótesi s de este trabajo , recordemos , que una confrontació n con etemento ss el pensamient o esotéric o y de la Ph'iosophia Perennis pued e ser necesari a y fructifer a a la hor a de ilumina r parte ss importante s de su obra , y es sabid o que en el esoterism o es, si cabe, meno s posibl e aün dh/orcia r los dicho s émbitos .. iCóm o empezar , entonces , un recorrid o analitic o de su obra ? Segün Io expresado , y com o recalcamo s en la part e sobr ee Darïo , cualquie r puert a nos llevaré , inevitablemente , a las otras , al pati o centra l al que las otra s tambié n van a dar .

Laa di f icutta d no deja de ser algo ilusoria , una vez abandonad o el axiom a que exig e un decurs o deductiv o en el anélisis ,, una vez vist o que toca r un hil o hace tembla r tod o el tejid o espiritua l de la obr a de nuestr o autor . Sin embargo , tampoc oo esto supon e un anélisi s caotico , contradictor» ) como seri a con las premisa s de tod a aproximació n metodológica , yy con las premisa s intrinsecament e "rationales " del esoterism o esencia l -que tendr é més presenci a en esta part e del trabaj oo - Nuestr o anélisi s de Machad o seguiré , en Io esencial , la estructur a ya utüizad a para la part e dedicad a a Dario . Entraremo ss por una puerta , pues , que més que en Dario , en el que se tratab a de un preconditio n deducida , més que explicita ,, ocup a un luga r fundamenta l en el pensa r machadiano . Esta puert a nos llev a al émbit o de la creenci a y del escepticismo . .

Estee émbito , en el que creenci a y escepticism o estén Intimament e coligados , no sin paradoja , podri a esta r a ia basee de tod o Io demés , o servi r de pórtico , al menos , de tod a consideratio n verba l de Io demés . Pretendemo s hacer tangibl ee su vinculació n con asunto s liminare s del esoterism o y la PhHosophia Perennis, y pretendemo s que sin su consideratio nn es imposibl e arriba r a la mentad a "segund a inocencia" 4 que escogemo s como tftul o de este capitulo , que

44 La frase y noción procédé de su famoso poema "Las Moscas".

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design ss un estad o que parec e ser un objetiv o esencia l en Machad o y en cierto s aspecto s del esoterismo , lo cual nos permitir aa asenta r los otro s ambito s de analisi s en mas segur o terrene . Sere natural , por supuesto , que nos refiramo s al conjunto ,, y que la repetitio n sea ineluctabl e en este com o en los otro s capftulos . Despué s de todo , y como se dic e en lenguaj ee popula r - ta n caro a Machado - en el fond o siempr e se esté habland o de lo mismo .

1.22 Creenci a y conocimient o

Enn un trabaj o de 1934s Orteg a y Gasset se ocup a de distingui r dos ambito s cognoscitivo s que una visio n desapercibid aa puede confundir : el de la creenci a y el de las ideas . Apart e de sus intima s relaciones , cabe precisa r su diferencia .. La notio n basic a para ello se resum e ya en el subtitul o del prime r apartado de este trabajo : "La s ideas se tienen ;; en las creencia s se esta" .

Orteg aa indica , com o es sabido , que vivi r es tener que habérsela s con algo , con el mund o y con uno mismo . Mas estass realidades , que exige n del hombr e una form a de estar , no se le aparece n en inmediat a desnudez , sino que aparecen "y aa bajo la especi e de una interpretation , de 'ideas ' sobr e el mund o y sobr e si mismo" . A estas 'ideas ' basica s es a las quee llam a propiament e creencias , y anade que no hay vid a human a que no esté cons t ituid a por estas creencia s basicas, montad aa sobr e ellas .

Lass ideas , por el contrario , tiene n un caracte r mas circunstancial , son ocurrencia s que adviene n al pensamiento , bienn sea de fuer a o de dentr o de la persona , en la form a de razonamiento s u opinione s a los que se Ilego mediant e el ejercici oo del entendimiento , o por efect o de la lectur a o la information . Las creencia s no son ocurrencia s sino que constituye nn el continent e de la vid a human a misma , y no tienen , en consecuencia , el caróete r de contenido s particulare s dentr oo de esta . Las creencias , en su radica l vigencia , se confunde n con ia realida d misma , perdiend o asi el caracte r de ideass o pensamientos , que pudiera n o no ocurrir . Con la palabr a idea procura , pues , Orteg a designa r tod o aquell o que aparec ee com o resultad o de la activida d intelectual , mientra s que con creenci a mient a algo de caracte r opuesto : *no llegamo ss a ellas (las creencias ) tras una faen a de entendimiento , sino que opera n ya en nuestr o fond o cuand o nos ponemo ss a pensa r sobr e algo" . De esta manera , "tod a nuestr a conducta , inclus o la intelectual , depend e de cual sea ei sistem aa de nuestra s creencia s auténticas" .

Enn vist a de lo antedicho , consider a Orteg a un erro r basar nuestr o juici o de una person a o époc a ünicament e en ell exame n de su ideario : hace falt a penetra r hast e el estrat o mas hond o de sus creencia s ultimas , las mas de las veces inexpresas ,, para entende r su actitu d y, en ultim o caso , ia realida d interpretad a en que vive , se muev e y es aquell o que cae bajoo nuestr o analisis . Lo mismo , por supuesto , pued e decirs e de nuestr a propi a persona : erramo s si identificamo s nuestr o serr con las ideas a las que prestamo s més o meno s asentimiento . Las ideas permiten , por apegado s que estemo s a ellas , ciert aa distancia , y su verda d se alimenta , dic e Ortega , de su cuestionabilidad . La realidad , en cambio , aquell o con lo que contamo ss y que es constituid o por nuestr o peculia r sistem a de creencias , se impon e allend e nuestr a voluntad . Queramo s o no,, ella , la realidad , se nos da ta l cual , en ella vivimos , por ella somo s ta l cual somos . Serfa imposibl e pretende r busca r unaa realida d desnud a detra s de nuestra s creencias , piens a Ortega , ya que sin la operatio n hermenéutic a basic a de éstas noo hay aquell o que llamamo s realidad . Sin creencia s que la instauren , lo que rest a es pur o enigma . Se puede invoca r una instanci aa todavf a més primordial , cual es la de lo evidente . Sin embargo , ei valo r de la evidenci a mism a es, en si mismo , meraa teoria , idea y combinació n intelectual .

Lass ideas , que junta s configura n un mundo , se refieren , en realidad , a si mismas , a su propi o émbit o y sistema . Porr supuesto , su contact o mayo r o meno r con lo que llamamo s realida d se puede siempr e testa r y es, presumiblemente , mayo rr en aquello s terreno s de ideas que busca n la experienci a com o Kmite , como en la ciencia , por ejemplo 6. Las ideas "arman ,, pues , un mund o apart e del mund o real...d e suert e que la firmez a de la idea més firm e se reduc e a la solide z con quee aguant a ser ref erid a a toda s las demas ideas" . Las ideas participan , asi , del caróete r de lo imaginario , por lo que se pued ee deci r que " f rent e a nuestra s concepcione s gozamo s de un margen , mayo r o menor , de independence" . Con nuestra s creencias ,, en cambio , estamo s inseparablement e unidos . Lo que se suele llama r mund o real no es la primari a realidad ,

55 Ortega y Gasset, J., "Ideas y Creencias", en Obras Completas, tomo V, Editorial Revista de Occidente, 1940, pags.. 377-405. El ensayo esta fechado en 1934, y estaba destinado a ser el primer capitulo de una obra nunca concluidaa por Ortega y Gasset, que iba a tener por titulo Aurora de la razón historica. 66 Este punto, harto interesante en si mismo, podria analizarse a la luz de los desarrollos posteriores de la fijosolk dell lenguaje, un ejemplo del cual podria ser el seminal articulo de W.V.O. Quine "Dos dogmas del empirismo", incluidoo en su libro Desde el punto de vista lógico, Ediciones Orbis, Barcelona, 1985. El tema es enormemente controversial,, noo obstante, y la discusión sigue vigente. Es de resaltar la lucidez de Ortega sobre estos temas, expresadoss en términos tan accesibles y concentradamente sugerentes.

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repetimos,, con ta que el hombre se encuentra, sino que ya es una interpretation dada por él a esa realidad, una idea consolidadaa como creencia: "creer en una idea significa creer que es la realidad, por tanto, dejar de verla como mera idea"'. .

Enn este entramado existe un tercer elemento que, al parecer de Ortega, explica la existencia de la empresa del conocimiento:: la duda. Ésta cohabrta con la creencia y participa del carécter de ésta: "la duda verdadera, la que no es simplementee metódica ni intelectual, es un modo de la creencia y pertenece al mismo estrato que esta en la arquitectura dee la vida. También en la duda se esta'. Se esta de un modo angustioso, abismal, incluso terrible, pero se esté. La duda abree agujeros en la red de creencias, agujeros que, por la naturaleza misma de la condition humana, deben ser remendadoss cuanto antes. El hombre busca la seguridad de una realidad estable, y cuando ia duda amenaza dicha estabilidad,, se esf uerza, naturaknente, en salir de la duda. En una situation como esta, en la que no se sabe exactamente quéé hacer, el hombre ejercita una extrana acthridad: piensa. En tanto la red de creencias esta segura y todo lo conf ina es, diriamos,, supérfluo pensar. Una vez que la duda irrumpe y convierte en vacio lo que antes era firmeza, el hombre se ve obligadoo a hacer uso del penoso esfuerzo del pensamiento, ensaya "figuras imaginarias de su mundo y su posible conductaa en ellas". Alguna de estas construcciones de su fantasia, mas o menos lógicamente relacionadas, Ie da la impresiónn de més firmeza, y decide adscribirle la naturaleza de lo verdadero, y llena con ella el agujero vital abierto por la dudaa en nuestras creencias. Aqui insertan su intervention las ideas, tratando de sustituir el mundo inestable, ambrguo, de laa duda por un mundo sin ambigüedad. Ortega apuntala: "lo verdadero, y aün lo cientfficamente verdadero, no es sino un casoo particular de lo f antéstico". En los ambitos de la creencia, la duda y las ideas se mueve, pues, el hombre, pugnando porr hacerse de un lugar en el mundo y en si mismo. Esta dificil tarea requiere del conocimiento, en sus varias formas, comoo ciencia, arte, religion, etc., el que, a su vez, surge de maneras especif icas segün las condiciones y necesidades que imponenn las circunstancias.

Laa razón por fa que nos hemos detenido a recordar las lineas generales de este trabajo orteguiano no es otra que suu clara resonancia en la obra de Machado, de forma tal que pueden servirnos de marco sobre el cual hitvanar la propia reflexionn machadiana al respecto, cargada de matices propios. No obstante su ocasional heterodoxia y gran creatividad, Ortegaa pretende darnos una imagen sistematica de su pensamiento, Ie anima una intención mas bien académica. Machado noo obvia completamente este aspecto, pero Ie inspira una intención poética, lo que Ie hace incorporar este marco conceptuall en una indagación de indole espiritual, no solo f ilosóf ica, de carécter explicativo. Su actitud, ademés, a la hora dee valerse de las nociones de creencia, de conocimiento o de interpretation, enraiza en un escepticismo del tipo que Ie lleva,, como postulamos, menos al simple descreimiento, al cinismo o la inertia intelectiva, que ai hallazgo de una herramientaa imprescindible con la que librarse de aquello que vela u oblitera el émbito de la verdadera realidad. En esto ultimo,, creemos, es congruente con la filosofia perenne del esoterismo.

All igual que Ortega, Machado distingue un émbito intelectual, de raciocinio y argumentation, de un émbito més hondoo que corresponde a nuestro sistema de creencias, sobre el que estaria elaborado el primero; asimismo, este émbito ultimoo se caracteriza las més de las veces por su incomparecencia, de una manera claramente verbal o consciente, condictónn necesaria inclusive para su eficacia en lo que atane al comercio con el mundo cotidiano. Opera ya en nuestros amazoness rationales, como su propia notomia. Constituyen las creencias, en consecuencia, una instancia hermenéutica primordial,, que configura nuestra realidad, y que puede asentarse en patentizaciones més o menos directas, nunca desnudass de interpretation, no obstante, pues incluso en casos de cognition privflegiada, de los que se nutre el esoterismo esencial,, no podrfa hablarse de creencias propiamente, al menos en el sentido hermenéutico que poseen aqui. Comprender, porr tanto, el sentido de las obras y personas ajenas, asi como el nuestro, reclama una investigation de este émbito bésico:: "Sena conveniente -habla Juan de Mairena a sus alumnos- que el hombre més o menos occidental de nuestros dfas,, ese hombre al margen de todas las iglesias -o incluido sin fe en alguna de ellas- que ha vuetto la espalda a determinadoss dogmas, intentase una profunda investigation de sus creencias ültimas. Porque todos -sin excluir a los herejes,, coleccionistas de excomuniones, etc-, creemos en algo y es este algo, a fin de cuentas, lo que pudiera explicar el sentidoo total de nuestra conducta. Sin una pura investigation de las creencias, que solo puede encomendarse a los escépticoss propiamente dichos, carecemos de una norma medianamente segura para juzgar los hechos més esenciales de laa historia"7. En esta linea Machado, siempre a través de su apócrifo, nos hace una precision importante:

Alguienn preguntó a Mairena: ipor qué han de ser los escépticos los encargados de investigar nuestrass creencias? Respondió Mairena: nuestras creencias ültimas, a las cuales mi maestro y

77 Juan de Mairena II, pag. 49. Nos referimos a la edition de Antonio Ferrer citada en la bibliografia. En lo sucesivoo escribiremos JMI o JMII

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yoo nos referimos , no son , no pueden ser aquello s idolo s de nuestr o pensamient o que procuramo s pone rr a salv o de la critica , much o menos tas mentira s averiguada s que conservamo s por motivo s sentimentale ss o de utilida d politica , social , etc. , sino el resuitado , mejo r dir é los residuos , de los mass profundu s analisi s de nuestr a conciencia . Se obtiene n por una activida d escéptic a hond a y honradament ee inquisttiv a que tod o hombr e pued e realiza r -quié n mis , quién menos - a io larg o de laa vida . La buen a fe , que no es la fe ingenu a anterio r a toda reflexion , ni much o meno s la de los pragmatistas ,, siempr e hipócrrta , es el resuitad o del escepticismo , de la franc a y sincer a rebusc a dee la verdad . Cuant o subsiste , si algo subsiste , tra s el analisi s exhaustiv o o que pretend e serlo , dee la razón , nos descubr e esa zona fata l a que el hombr e de algu n modo prest a su asentimiento . Ess la zona de la creencia , luminos a u opac a - ta n creenci a es el si com o el no- , dond e habri a que buss car , segü n mi maestro , el iman de nuestr a conducta 8.

Notamo ss ya aqu i importante s diferencia s con la concepció n orteguiana . Este auto r parec e sugerirno s que tod a creenci aa f ue idea , y que por un proces o de instauració n en Io més hondo de la concienci a se convirtiero n ideas recibida s o producida ss en creencia s cuy a operativida d hace el mundo . Machad o nos sugier e guardarno s de identifica r creencia s con loss idolo s del pensamient o en que acaso pudiera n convertirs e las ideas . La zona de la creenci a es aün mas primordial . Se entreteje ,, por supuesto , con el ambit o intelectual . Las creencia s son , pues , profunda s estructura s de cognición , responsables ,, en diverso s grados , de la constitutio n de nuestr a realidad . Estas pueden , por ejemplo , hacerno s confia r en laa presenci a de Io sensoria l de mod o eminente . Desde la perspectiv e machadiana , el sistem a de creencia s que produc e est aa proclivida d pued e hacerno s elegir , valg a el caso , la filosofi a cinic a o epicürea , y no al revés : que la filosofi a cinic a o epicurea ,, sol o intelectualmente , produj o nuestr a proclivida d a Io sensorial . Todo esto , por cierto , toscament e hablando , puest oo que las configuracione s de realida d que constituye n las creencia s pueden vers e afectada s por la irrupció n de elemento ss racionale s como los de cualqute r filosofia . Esto s constructo s del entendimiento , empero , no puede n dar cuent a porr si solo s de nuestr a actitu d y accionar . Siempr e se sostiene n sobr e el sistem a de creencia s (que llamamo s sistem a por suu articulatio n conjunt a ante s que por sus relacione s deductivas , que no puede n existi r u operar ; mucho s sistema s de creencia ss operan , ademés , de f orma s extrarracionales , de maner a magica , por ejemplo) .

Claroo esta , dada su habitua l incomparecencia , es usua l tambié n halla r que no se sabe Io que se cree, mejo r dicho ,, que o bien , aunqu e se coincid a en intenció n de fondo , no se hace evident e qué creencia s guia n nuestr o asentimient oo a determinada s doctrinas , sistema s o simple s ideas , o, en situatio n mas problemética , ampliament e extendida ,, no sol o no se aciert a a descubri r estas creencia s ultimas , sin o que las doctrina s o sistema s que se asume n estén ,, en una maner a que no obstruy e y antes favorec e el asentimiento , en franc a contradictio n con Io que realment e se cree ,, con tod a la secuela , persona l y socialment e hablando , de inadecuació n e inarmoni a que esto tra e como consecuencia .. As i Io senal a Machad o al escribi r que a veces se piens a distint o de Io que se cree, acentuand o esta distinció nn de émbito s cognoscitivos : 'Po r debaj o de Io que se piens a esta Io que se cree , com o si dijéramo s en una capa méss hond a de nuestr o espiritu . Hay hombre s tan pro f undament e dividido s consig o mismos , que creen Io contrari o de Io quee piensan . Y casi -m e atrever é a decir - es ello Io mas frecuente . Esto debieran tener en cuent a los polfticos . Porqu e lo quee ello s llama n opinio n es algo much o més complej o y més intiert o de lo que parece.. . Y es que la opinion muestr a en su superfici ee mucha s prenda s que estaba n en el fond o del baü l de las conciencias" 9.

Habiendo ,, como vemos , estrech a relation , no se debe, sin embargo , confundi r opinio n y creencia . Los proceso s porr los cuate s se af inca n en el hombr e ambas instancia s interpretativa s puede n mostra r notable s similitudes , pero van a forma rr nivele s distintos . En realidad , aün cuand o hemo s hast a ahora mencionad o dos émbito s de interpretatio n y operatio nn cognitiva , esto s émbitos , a su vez, admrte n divisione s y, ademés , es plausibl e reconoce r en Machad o la existenci aa de otro s émbito s de cognición , los cuale s veremo s més adelante . La opinio n se inscrib e en la zona de las ideas , peroo no solamente , siempr e en relatio n con las creencia s que hiciero n posible , de ciert a maner a trascendental , su acogida . Vemoss que su adoptio n pued e explicarse , en mucho s casos , siguiend o el esquem a del condicionamiento , sobr e tod o cuand oo involucra n emocione s y reacthrida d bésicos , hech o que, por otr a parte , no trasparec e siempr e al poseedo r de la opinion .. Casi siempr e ést e recubr e de razone s sus pareceres , asumidos , en verdad , de antemano , por tradition , condicionamiento ,, emocionalismo , etc. , con el objet o de justrficar , mediant e sanció n raciona l -mediant e el prestigi o de la razón ,, en mucho s casos- , la propi a opinion . Como nos adviert e Machado , estas razones , esto s producto s de la activida d dell pensar , puede n esta r en ocutt a colisió n con las creencia s bésica s que originaro n el proces o inicial , del que no hace

8JMI,pég.. 51. 9JMI,pég.. 250.

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falta ,, por ser fenómen o hart o comün , dar ejemplos . Asi , la propi a opinio n se pued e volve r en contr a nuestra . Sobr e esto volveremos . .

AA estas artura s ya se habr é hech o evident e que aqu i creenci a no se refier e tan solo a creenci a religiosa , sino a unn estrat o mas general . Al anaiiza r la creenci a desd e el esoterism o esencia l vemo s que pued e haber una creenci a que transform ee o contribuy a a transforma r la interiorida d en aras de la liberación , lo que a veces supon e la adoptio n de un sesg oo confesional , pero no de form a prhrativa . Para que la creenci a oper e de esta form a pued e ser mclus o imprescindibl e librars ee de tod o tip o de creencias , incluyend o las religiosas , un proces o de desasimient o y desapeg o que ya senalamo s en laa part e de Dario . Creenci a aquf pretend e dar cuent a de vario s niveles , incluyend o el racionai . Ciert o autor 10 repara , por ejemplo ,, en la presenti a de dos nivele s de creenci a en este brev e diélog o maireniano :

-Dioss exist e o no existe . Cabe afirmarl o o dudarlo , pero no negarlo . -Esoo es lo que uste d cree.

Entraria nn en jueg o aquf dos niveles . Un nive l de creenci a racionai , a parti r del cual se opt a o por ta af irmació n o porr la negation ; es el plan o en el que se sttü a el prime r interlocutor , estimulad o por el postuiad o de la razón . Y un nive l de creenci aa supranationa l -n o exent a de razones , acot a este autor - por el cual cabe asumi r las contradicciones , aün al preci oo de la duda . Este segund o interlocuto r ejemplificari a una superació n de la disyunció n exclusiva , reputad a desde la creenci aa suprarraciona l como igualment e basad a en creencia . Asoci a este auto r dich o plano con el pensa r poético , ta l com oo lo entiend e Machado .

Ess verda d que este dialoguill o of rece un act o de desenmascaramiento . "L o més frecuent e es creer en lo racionai , aunqu ee no siempr e por razones" , escrib e Machado . Privilegia r la razón como medi o de conocimient o no es meno s acto de creenci aa que confia r en la irrefutabilida d de la intuition . De otr o lado , parece Machad o creer , en efecto , en la posibilida d dee arriba r a un nive l de creencia s pro f unda s que perderfa n su carécte r dogmétic o y cerrado , y que estan' a en relation , es verdad ,, con el pensa r poético , con la metafisic a de poeta , el poem a de sus creencia s ultimas , "tod o él de ratce s y de asombros" 11,, el cual , a su vez, puede entroncarse con la creenci a superio r de que habi a la PhHosophia Perennis, como veremos . .

Porr pensa r poétic o entiend e Machado , adelantamos , un modo de conocimient o y un estadi o del proces o de conoce rr que , a drferenci a del pensa r racionai , que es desreaiizado r al ser homogeneizador , crea su send a a medid a que restituy ee su heterogéne a varieda d al mundo . Es un pensa r del corazón , podri a decirse , que dejand o las cosa s com o se dan , lleg aa més allé del conoce r racionai , ümitad o por sus premisa s bésicas , de carécte r negativ o con respect o a lo real com o se noss da, com o puede n ser el espacio , el tiempo , el principi o de contradiction , etc . Para Machad o queda clar o que la razón , solitaria ,, no conced e conocimient o integral , aunqu e ofrec e una posibilida d de cognición . La objetivida d del pensa r cuantitativ oo de la razón se logr a al elimina r y negar las cualidade s individuates , para configura r asi una especi e de revers o borros oo y destenid o del ser , entendid o ser aquf com o tod o aquell o que se da, y ta l como se nos da. El pensa r poétic o es, enn cambio , pensa r cuaiitativo , que ilumin a el mund o a medid a que lo crea , que Ie devuelv e su condició n de ser . En sucesh/o ss capitulos , en especia l el ultimo , volveremo s a est e tema en su context o metaffsico . Veremos que el pensa r racionai ,, posibilrtad o por la Nada que Dios regai ó al hombre , escrib e Machado , para que Ie sirvier a de limit e y posibilidad , yy pode r pensars e en su totaüdad , es un modo de conoce r que , aunqu e no alcanc e la reafida d ultima , sirv e de portic o y estadio ,, si acaso , en et proces o de aproximació n a esta realidad , para abri r un espaci o en el que pensar poéticament e lo quee es y la Dnrmidad . "Nadi e lograr é ser lo que es, si ante s no logr a pensars e com o no es" , dejó escrrt o Machado . El pensa rr racionai , por su naturatez a negativa , requier e de la posibilida d con f erid a por esta nada, que es llamad a tambié n el Grann Cero , integrad o por toda s las negacione s de cuant o es, y que permit e a "l a ment e human a poseer un concept o de totaüda dd y la sum a de cuant o no es -qu e sirv a lógicament e de Ifmrt e y fronter a a la totalida d de cuant o es" . Pensar raciona ii que no coincide , ni por casualidad , ironiz a Machado , con la pur a heterogeneida d del ser : "Confiamos / en que no seréé verdad / nada de lo que pensamos" , reza la solearill a antieleética .

Ell pensa r poético , de otr o lado , es una activida d de sentid o invers o a la del pensamient o lógico : se trat a de realiza rr lo desrealizad o y abstrafdo, lo despojad o de sus cualidade s especffica s y sensibles . Despué s de pensa r el serr com o noo es, el pensa r poétic o precis a pensaii o como es, es pensa r cuali f icador , que se da entr e intuiciones , no entr e conceptos , yy es ya "pensamient o divino" . Tambié n en esto nos detendremo s més tarde .

100 Zaragoza Suchs, F., Lectura ética de Antonio Machado, Editorial Regional de Murcia, Murcia, 1982. nJMI,p.240. .

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Quedaa asi mas o menos esbozad o cómo consider a Machad o que opera n creenci a y pensamiento . En cada est era see produc e una maner a de satisfacers e el knpuls o del conocimiento , el que result a de la activida d homogeneizador a del pensa rr cuantitativo , con su pretensio n de objetividad , y el del pensa r poético , que satisfac e la necesida d de la concienci a dee aspira r a lo integral . Es posible , de esta forma , discerni r en Machado , en consonanci a con el esoterismo , el vislumbr e dee un mod o de conocimient o direct o que podriamo s llama r conoctmient o del corazón , que anima , ciertamente , cualquie r posibilidad ,, equïvoc a o no , de conocer . Nos interes a aqu i resalta r el hecho basic o con que iniciamo s la sección : la reaiidad , acasoo inalcanzabl e en su esencia , se nos da mediatizad a por el entramad o de creencia s y pensamientos , e inclus o de intuicione ss en part e afectada s de relatividad , no obstant e su mod o direct o de aprehensión , esto es, la reaiida d se nos da interpretada ,, con f ormad a por est a espes a red hermenéutica . Siguiend o a Machado , y apretand o un poco sus términos , ia reaiida dd se nos da com o no es, y es siempr e to que no es lo que suscit a problemas , pues , para Machado , no bast a con diputa rr aparienciale s estas forma s de objetividad , ya que lo que aparece , es, de algü n modo , sino que es precis o entende r cóm oo es que lo apariencia l se nos brind a y de qué mod o los proceso s interpretativo s de la creencia , el pensamient o y la intuició nn mism a opera n en nuestr a concienci a y modula n nuestr a aprehensió n de lo real y de lo esencial , tornado s esto s ültimo ss término s tambié n de una maner a algo forzadament e martiniana , siend o que el mism o Abel Martin , apócrrf o maestr oo de Mairena , no usa equivocament e estas palabras . Nos interesa n estas caracteristica s por su relació n con postuiado ss basico s de la Philosophia Perennis.

Estaa red hermenéutic a ostent a una marcad a ambiguedad , percibibl e como tal en el esoterism o esencia i y en Machado .. De un lado , es inevitabl e y necesari a en cierto s contexto s existenciale s o, como en el caso de la creenci a profund aa de la metafisic a poética , est a hech a de asombr o vital , de ralce s hondas , o de concienci a intuitiv a o fe religios a enn su aspect o dinamizado r de la concienci a hacia su liberación , y puede esta red ser francament e iluminador a en orde n a satisface rr la büsqued a de la verdader a reaiidad , dependiendo , claro esta , del proces o en el que se inscrib a esta red cognitiva ,, de su funcionalida d con relació n al fin del conocimient o real . As i lo atestigu a Machad o cuando , en el camin o de accede rr a la que denomin a concienci a integral , sitü a el pensa r raciona l y las creencia s que presupone . De otr o lado , sin embargo ,, este sistem a cognitiv o basic o puede ser flagrant e obstrucció n para el conocimient o superior , el conocimient o sobr ee el que vers a el esoterism o esencial . Machad o mism o insist e en esta posibilida d no solo de maner a directa , sino en suu constant e prescripció n de la duda d y el escepticism o com o eficace s safvaguarda s contr a la fijez a y cerrazó n de la mente . .

Aff irma , pues , Machado-Mairena , que cualquie r meta f fsica , esto es, cualquie r hipótesi s o teori a de la razón sobr e laa reaiida d absoluta , enraiz a siempr e en un acto de fe individual , un acto de fe , anadiriamos , a menud o ejecutad o de maner aa inconscient e o por una espiritualida d en estad o de dispersio n (propi a de una concienci a no regenerada , como aff irm a e! esoterismo) . "Un acto de fe -continü a Mairena , explicand o las tesi s de su maestr o Martin - no consist e en creer sinn ver o en creer en lo que no se ve, sino en creer que se ve, cualesquier a que sean los ojo s con que se mire , e independientement ee de que se vea o de que no se vea. Exist e una f e meta f fsica , que no ha de esta r necesariament e tan difundid aa com o una fe religiosa ; pero tampoc o necesariament e menos ... esta fe metafisic a suel e estar much o més difundid aa de lo que se piensa' , concluy e Mairena . Como se lee en el BhagavadGüa, "e l hombr e es hech o por su creencia . Segünn cree , asi es" 12. Afincado s en nuestr a red hermenéutica , que brind a relativ a seguridad , en tant o no colision e draméticament ee con las necesidade s de los quehacere s cotidianos , el peligr o surg e cuando , com o en el caso hoy tan extendid oo de Ie fe en la razón y en la erudició n como vias exclusiva s de conocimiento , el intetect o asi sesgad o propend e a laa complacenci a en s i mismo , a considera r verdader o ünicament e lo que cabe en su cabeza, para f raseand o a Mairena . La ignoranci aa del hombr e de su propi a ignoranci a es el verdader o enemigo , senal a el sufismo . Para éste ultimo , inclus o el significad oo de la propi a fe es enfocad o de una maner a paradójica : toda s las clase s de fe , nos advierte , son a la vez falsa s yy verdaderas , o, com o escribiri a Richar d Burton , el explorado r britanic o y traducto r que se hizo dervich e Qadiri : "L a verda dd es el espej o rot o en mil pedazos j mientra s que cada uno cree que su pedazo es tod o el espejo" 13. En consecuencia , ell esoterismo , sobr e tod o en su vertient e esencial , consider a que la fe que el hombr e no regenerad o tom a por la verdader a ff e es tan estétic a y f ija porqu e no pasa de ser lo que hoy llamariamo s condicionamiento , en el que concurre n las fuerte s vinculacfione ss de la emoció n superficial , el afecto , los sentimiento s dirigido s por la importanci a personal , la presió n social , etc .. La f e que conoce n normalment e los hombres , estipul a esta Philosophia Perennis, es product o de su medi o ambiente .

122 Bhagavad-Gita, Ediciones Orbis, Barcelona, 1987. 133 Recientemente, y acaso como muestra del renovado interés que despierta el sufismo y sus derivaciones en la culturaa europea, se han publicado hasta dos versiones del poema mayor de este prolifico escritor, Kasidah, una porr Hiperión y la otra por la editorial Sufi. El texto citado proviene de dicho poema. La version que usamos la extraemos del libroo de Idries Shah, Los Sufis, Luis de Caralt, Barcelona, 1987.

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Vemoss al musbnén , por ejemplo , desprecia r ai cristiano , al budist a menosprecia r al confuciano , al filósof o analftic o ignora r conn desdé n al fenomenólog o (siguiend o este ultim o un proces o psicológic o estructuratment e simila r al que atraviesa n los adeherente ss de distinto s credo s religiosos) . Todo s tenéi s razón , todo s estéi s en un error, / olmo s decir al despreocupad o sufi // porqu e cada uno cree que su linterna / es la deslumbrador a luz del dia" , se dic e tambié n en el mencionad o poem a de Burton . .

Loo que estimamos , casi siempre , un uso libr e dei intelect o pued e no ser més que un uso mecénic o y ümitad o de él ,, circunscrrt o por las reaccione s basica s de rechaz o o aceptación , por una reactivida d emotiona l enclavante , o por sentimtento ss modelado s sociatmente . Nuestr o intelect o esté , ademés , hipotecado , entr e otra s cosas , al principi o de no contradiction ,, el cual , como dic e Mairena , de pur o imprescindibl e para razona r parec e verdadero . Educado s com a estamo s enn la civilizació n occidental , y en otra s que comparte n cierto s rasgos , nos vemo s compeiido s a considera r sol o com o ff uente s de aprendizaj e el intelect o y la emotion .

Ell esoterism o esencia l propon e situa r en la perspectiv e correct a ambos , y procura r experimenta r lo que se llam a verdader oo intelecto , cuy a vinculació n con el corazó n com o órgan o de conocimient o ya hemo s vist o en la primer a parte . Lo quee se suel e Kamar intelect o no es més que una seri e de ideas que altemativament e van tomand o posesió n de la conciencia .. El intelecto , en la PMosophia Perennis del esoterismo , es un complej o de actitude s més o meno s compatibles que ,, por education , nos vemo s impelido s a considera r una sol a cosa . Segun el pensamient o suf i exist e un nive l por debaj o dee éste , un nive l ünico , pequeno , pero vital , que serl a el verdader o intelecto . En la situatio n corriente , de la cual no se exime nn y antes bien participa n hombre s de cultivad a educatio n e intelect o entrenad o en la més refinad a racionalidad , el usoo superficia l del intelecto , y la desatenció n a sus conexione s emocionales , hacen que la aprehensió n de lo real esté dominad aa por la subjetividad , aun cuand o la utilizatio n de la razón (por otr a parte , en extrem o funciona l dentr o de su esfera )) nos haga creer que la intersubjetivida d es perceptio n de real objetividad . Igualmente , la erudition , antes que ayuda rr pued e ser inclusiv e un insah/abl e escollo , al alimenta r la ilusió n de sabiduri a y la autocomplacencia , vigent e en ello iaa creenci a en la superiorida d del intelect o superficia l y en la posibilida d de obtenció n de conocimient o por un aument o cuantitatrv oo de la informatio n y de la complepda d y sofisticació n de los recurso s verbale s enhebrado s por el raciocinio . *A menud oo hombre s sin cultiva r poseen ciert o grad o de sabiduri a porqu e permite n el acces o a los impacto s de la vida" , explic aa un maestr o suf i a un aspirant e ansios o de encontra r lo que buscab a - y que con aquell a mism a ansi a predeterminab aa su objetiv o y hast a lo obstruia- . "Cuand o camina s por una caHe y observa s las cosas o las persona s -continü aa diciend o el maestr o al aspirante- , estas impresione s te estén ensehando . Si intentas activament e aprende r de ellas ,, aprende s cierta s cosas , pero son cosa s predeterminada s ... Hay un constant e intercambi o ... El intercambi o esté dominad oo por tu subjetividad . Con esto me refier o a que estés viend o lo que quiere s ver , lo cual se ha convertid o en una actio nn automética ; eres como una méquina , pero tambié n eres un hombre , educad o super f icialmente . Miras una casa . Las caracterfstica ss generale s y particulare s de esa casa son dividida s en elemento s més pequeno s y captada s por tu cerebro . Peroo no objetivamente , sino solo de acuerd o a tus experiencia s pasadas . Estas experiencia s incluye n en el hombr e modern oo las cosa s que Ie han dicho . Asf pues , la casa seré grand e o pequena , bonit a o no tan bonrta , como la tuy a o diferente .. Con mayo r detalle , tendr é un tejad o com o los otro s o tendr a ventana s poc o corrientes . La méquin a f uncion a en circulos ,, porqu e est é simplement e anadiend o cosa s a su conocimient o formal" 14.

Paraa el esoterism o esencial , por tanto , determinada s creencia s y obsesione s emotiva s a ellas asociada s constituye nn verdadero s obstéculos . La mecanicida d de la ment e del hombr e no regenerado , valorand o las cosa s de acuerd oo a ideas preconcebidas , hech o cas i inevitabl e para el hombr e intelectual , amen de la insoslayabl e animalida d condicionad aa y acicatead a por pulsione s poderosas , parec e conforma r el móvi l perpetu o que se mueve a si mismo , a lo cuall Machad o se refier e cuand o habl a de la inagotabt e tonteri a del hombre , de su , en ocasiones , contuma z estupidez .

Lass ideas y los sistema s inteiectuales , inclus o aquello s perteneciente s a grupo s cuy a expres a finalida d es, supuestamente ,, la mism a que la del esoterism o esencial , a saber , la Objetividad , la transformatio n del hombr e para accede rr a ésta , estén sometido s a vario s proceso s degenerativo s cualesquier a que sea la cuhur a involucrada , com o pued e serr el que una idea , probabtement e buen a o apropiada , esté asociad a con factore s que no tiene n nada que ver con la idea , yaa que las asociacione s crece n alrededo r de toda s las ideas con el corre r del tiempo . Tambié n la falt a de comprensió n de laa f untio n de las ideas pued e trae r com o resultad o una transmisió n parcia l e insu f iciente , y el consiguient e deterior o de la traditio nn a esto sujeta . Es frecuent e observar , asimismo , la institutionalizatio n y uso de las ideas como medio s de condicionamiento ,, y la obsesió n con un camp o reducid o de ideas originalment e de mayo r amplitu d y alcance . Aceptació n dee lo convenient e y rechaz o subjetiv o de principio s y préctica s tienen , consecuentemente , como resultad o el automatismo . Puedee verrficars e tambié n como ideas que fuero n originalment e prescrtta s para uso de una comunida d especifica , en un

144 Shah, I., Los Sufis, op. cit, pég. 296.

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areaa cultura l especifica , termina n siend o usada s por otra s distintas , con la inevitabl e distorsión . En esta linea , el facto r tiemp oo es frecuentement e olvidado , y una comunida d pued e estar usand o ideas destinada s a un tiemp o anterior , obsoletas ,, cuand o debier a busca r un camp o de ideas adecuad o a ella . La Philosophia Perennis recomiend a recorda r esto s fenómeno ss para no caer pres a de eilos inadvertidamente .

Laa naturalez a hermenéutic a del mund o y la configuració n socia l del conocimient o ban sido estudiados , en vario s niveles ,, por la filoso f ia contemporanea . La fenomenologia , coincident e con nucha s intuicione s de Machado , ha discutido , conn diverso s resurtados , las condicione s que funda n nuestr a estructur a cognitiva ; desd e vario s angulos , tambié n se ha vist oo cóm o es factibl e deci r que la realida d es construid a socialmente : la sociologi a del conocimient o es un ejempl o de ello ,, y no lo es menos el marxismo . A Itmrta r nuestr a irrestrict a con f ianza en la pretendid a liberta d de nuestr o pensamient o tambié nn han contribuid o la psicologi a cognitiv a y el conductism o mas avanzado . Como sehal a Idrie s Shah , una de las mas asombrosa ss peculiaridade s del hombr e contemporane o es que Ie result a muy difici l comprende r que sus creencia s no siempr ee esté n ligada s a su inteligencia , su cultur a o sus valores , aunqu e dispon e de abundant e evidenci a cientffic a sobr e loo contrario ; de tal maner a que es excesivament e propens o al adoctrinamiento . Ya ochociento s aflo s antes de Pavlov , Al Ghazal ii indic ó e ilustr ó el problem a del condicionamiento , bien a travé s de parabolas , o con explicacione s que podria n tomars ee com o precursora s de las que hoy sustenta n la filosoff a y psicologi a al respecto . Desconocemos , las mas de las veces ,, el pode r del adoctrinamiento , razón por la cual somo s tan vulnerable s a él. Ghazal i tambié n adviert e que aquell o quee tomamo s por creencia , religios a o velad a tra s elucubracione s racionales , no solo pued e ser un estad o de obsesión , sin oo que , segü n los principio s suf is , tampoc o es inevitable , e insist e en que es esencial , quiz é por esto mismo , que la gent e logr ee identifica r este hech o para deslinda r cuant o es necesari o para el tréfic o norma l con este mund o de cuant o obstaculiz aa el aprendizaj e superior . Asi , Ghazal i invit o a sus lectore s a observa r el proces o que opera en el adoctrinamiento ,, y la mecanicida d del propi o intelect o -dand o bandazo s entr e el sf y et no- e insisti ó en senala r que las persona ss instruida s puede n ser , y muy a menud o son , tambié n estüpida s o fanética s y obsesas . Ghazali , como sufi , tambié nn afirm a que, ademés de esta mecanicida d el intelecto , de esta recabació n y reproductio n de information , exist e fa percepció nn directa , no perturbad a por el adoctrinamient o y las distorsione s de la subjetividad , y que es una form a eievad a dee pensamient o humano , de comprensió n superior , solo posibl e para quiene s viera n y evitara n los fenómeno s que él describe 15. .

Machad oo vislumbrab a este problem a con claridad . En un fragment o nos muestr a a Mairena , caminand o ya viejo , cercan oo a la muert e quizé , y viend o cómo un par de chiquillo s jugaba n a la politic a del dia gritand o "jMaura , sf!" , uno , y "jMaura ,, no!" , el otro . Entonce s invad e a Mairen a una "ciert a complej a melancoli a de viej o sotterón , por un lado , y de profet aa rasurad o y a cort o plazo , por otro " (aqu i la profeci a vale por los terrible s acontecimiento s que siguiero n a poc o de morir ,, ficticiamente , ei apócrif o de Machado , 1909). Recordab a antes Mairen a el aforism o Nietzscheano : "La s conviccione ss son enemigo s de la verda d més poderoso s que las mentiras " (en Humano, demasiado humano, I, noven a parte ,, 483) , y reflexionab a en que quizé las conviccione s deseperadas , con las que los escéptico s pretende n compensa r tod aa una vid a de estéri l rebusc a de la verdad , aunqu e danina s y enemiga s de la verdad , no sean ellas las mas peligrosas , sinoo aquella s "d e carécte r superficial , que revela n el rigid o mecanism o del sfy el no, que funcion a solo , autométicamente , enn el f ond o de nuestra s almas" . Consecuentemente , cabe precavers e contr a esto , y preguntars e hast a dónd e llega esta mecanicida dd del intelecto , hast a qué punt o nuestr a presunció n de hombre s libre s se ve justi f icada . Otro paisaj e del Mairen aa nos parec e relevant e a este respecto :

Peroo nosotro s queremo s ser sofistas , en el mejor sentid o de la palabra , o, digamosl o més modestamente ,, en uno de los bueno s sentido s de la palabra : queremo s ser librepensadore s ... La libr e emisió nn del pensamient o es un problem a importante , pero secundario , y supeditad o al nuestro , que es el dee la liberta d del pensamient o mismo . Por de pronto , nosotro s nos preguntamo s si el pensamiento , nuestr oo pensamiento , el de cada uno de nosotros , pued e producirs e con enter a libertad , independientement ee de que, luego , se nos permit a o no emitirto . Oigémosl o retóricamente : £De qué nos servirf aa la libr e emisió n de un pensamient o esclavo.. . Nosotro s pretendemo s f ortalece r y agiliza r nuestr o pensa rr para aprende r de él mism o cuéle s son sus posibilidades , cuéle s sus limitaciones ; hast a qué punt o see produc e de un mod o libre , original , con propi a iniciativa , y hast a qué punt o nos aparec e iimitad o por

155 Véase Shah, I., El camino del sufi, Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 1986, el capitulo dedicado a Ghazali y laa introducción general.

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norma ss rigidas , por habito s mentale s inmodificables , por imposibilidades de pensa r de otr o modo . jOjo a esto ,, que es muy grave! 16

Cualquie rr empres a real de conocimiento , pues , ha de torna r debid a cuent a de esta caracteristic a de nuestr a vida interior ,, inclus o antes de examina r el verdader o alcanc e de la razón , naturalment e aporética , al deci r de Mairena , antes de lleva rr a su tensio n maxim a ei pensamiento , mediant e la sof istic a y la retorica , materia s preliminare s que ponder a Mairen a necesaria ss para accede r a la metafisica , y comprende r su mtim a naturalez a y experimenta r los limite s de su esfera , columbra rr lo que se hall a fuer a de ésta .

Estee tema , como apuntamos , coincident e en esenci a con la Phiiosophia Perennis, es tratad o de varia s f ormas , unaa y otr a vez, en pros a y poesfa , por Machado . En un brev e pasaj e de Los Complementarios, se lee:

Obscur oo para que atiendan ; Claroo como el agua , clar o Paraa que nadi e comprenda .

Machad oo esta , en estas lïneas , reflexionand o sobr e la poesia . No obstante , su reflexio n rebas a este terren o especffico ,, ya que parec e estar habland o de forma s distinta s de büsqued a de la objetividad . Veamos sus palabras : "S e entiend ee generalment e por clarida d aquell o que creemo s comprende r sin esfuerzo , aunqu e a veces sea, en realidad , lo incomprensibl ee y aün lo absurdo . Pero lo que creemo s comprende r sin esfuerz o es siempr e lo que no pensamos , el correct o esquem aa lógic o entr e nocione s definidas , definicione s que aceptamo s como verdaderas , séanl o o no. Nuestr a activida d menta ll descans a siempr e que no traspas a las frontera s de lo convenido , de lo aceptad o por autorida d o por rutin a o, acasoo también , por una experienci a propi a ya realizada . Este ahorr o de nuestr a activida d psiquic a es el que agradecemo s conn el nombr e de claridad.. . Es cas i siempr e un simulacr o de pensamiento , no un pensamient o real..." , pensamient o est e ultim oo que , "ta n ajeno a nuestro s habitos mentales, es por ello mism o tachad o de oscuro . Asi nos vengamo s del doloros o esfuerz oo con que uncimo s nuestr a inerci a mental 1. En el esoterism o esencia l la observació n de los propio s modo s de operació nn menta l son fundamentales . En este sentid o result a indispensabl e reconoce r aquell o que transcurr e de mod o mecénico ,, y que solo anade , como vimo s deci r al maestr o sufi , més informació n al mism o marc o formal , sin apertur a cognitiv aa real . El ser human o tiende , pues , a acepta r aquell o que no incomod a los patrone s f ormale s habituates , aquell o quee no desconcrert a las estructura s de interpretació n comune s -aunqu e suel a genera r inadecuacione s soslayadas , no atendida ss por ia concienci a desatenta* . Esto es una not a peculia r de los sistema s cognitivo s en general , por otr a parte , a n'rve ll individua l y social : ignora r los método s que no se adapta n a preterminacione s propia s del estad o de ser en el que se esta ,, persona l o socialmente .

iCóm oo cree Machad o factibl e protegers e de est a inconvenienci a tan humana ? En la siguient e secció n veremo s cóm oo recomiend a nuestr o auto r la dud a poética , cordial , un sano escepticismo , y cómo es afi n en esto a la Phiiosophia PerennisPerennis del esoterismo .

1.33 La dud a poétic a y cordial : haci a un a segund a inocenci a

Enn una situatio n como la descrit a en la secció n anterio r -qu e supone , en efecto , la cerrazó n relativ a de la cognition- ,, puede barruntars e cuél pued e ser la utilida d de la duda . En un sentido , se la puede considera r propedéutic a y soteriológicament ee necesaria . Es ciert o que tampoc o ha de fetichizars e la duda , como es comu n encontra r en dispare s desesperacione ss histórica s y personates . Situad a en la perspectiv a adecuada , como un medio que tien e siempr e una finalida dd com o punt o de referend a - l a objetividad , el conocimient o superior , la liberatio n interior- , puede tener un valios o aspect oo funciona l a fin de reestructura r lo que en la red hermenéutic a impid e la perceptio n objetiva . Duda y observació n sonn aspecto s coadyuvante s en la tare a de reconstructio n -qu e no destruction - de zonas de la interiorida d con vista s al acces oo a més vasto s horizonte s de comprensión . La dud a ejerc e su funció n sobr e tod o en lo que atane a los sistema s de creencia ss e ideas , los producto s de la activida d del intelect o y el adoctrinamient o superior , pues el condicionamient o que involucr aa estrato s més primarios , la emoción , los afectos , requiere , presumiblemente , en orde n al desapego , un proces o méss complej o que incluy e técnica s de distint a naturalez a a la de la duda en si , que obra n sobr e el conjunt o de la person a y enn actio n coordinada , y no solo sobr e su concienci a intelectua l o sobr e el entendimtento . Por supuesto , estas dimensione s

166 JMI,p. 209-10. 177 Los complementarios, p. 106-7, edición de Manuel Alvar citada en la bibliografia. En lo sucesivo LC.

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dee la vid a humana , in tele et o y emoción , como ya se dijo , solo pueden mucha s veces con fine s analftico s mostrars e disociadas . .

Enn lo que concierne , entonces , al ambit o de la racionalida d y sus creencias , tant o en Machad o como en el esoterism oo se verific a una desconfianz a limina r en las posibilidade s del pur o entendimiento , librad o a sf mismo , com o medi oo de acces o a la verda d esencial , aunqu e sea de innegabl e utilida d en el domini o de la verda d relativa . Pero esta desconfianz aa no es una postur a arbitraria , sino que Machad o ha llegad o a eila por exploració n de los limite s de la propi a razón ,, en cuyo s extremo s se ha encontrad o con la indicació n de su intim a naturalez a aporétic a y de su ineluctabl e solipsismo .. No en va no recomiend a Mairena , com o asignatur a ineludibi e en su Escuel a Popula r de Sabiduri a Superio r (nombr ee que, cas i por si mismo , remit e al esoterismo} , el estudi o detenid o de la sofistica , antes de pasar a la clas e de Meta ff (sica , activida d especfficament e humana , a la que solo podria n pasar "en form a de creencia s ultima s o de hipótesi s inevitables ,, los concepto s que resiste n a toda s las bateria s de una logic a implacable , de una logic a que, llegad o el caso , nono repare en el suicidio, en decretar su propia 'mania [subrayad o nuestro]" . Continü a Mairena : "ta l es el triunf o del escéptico ,, el cual , ante la reducti o ad absurdu m que de su propi a tesi s realiza , no se oblig a a acepta r por verdader a la tesi ss contr a ria , de cuy a refutació n ya habfa partido , sin o que oOpt a por reputa r inservibl e el instrument o lógico" .

Unaa sofistic a sincer a nos Neva, pues , a descubri r que el escepticism o se encuentr a en el camin o de una franc a büsqued aa de la verdad , al meno s en una situatio n dond e la racionalida d es dominante . El pensamient o para Machad o flev a aa un ineluctabl e fond o cerrad o en si mismo , acaba refiriéndos e en exclusiv a a su propi a esfer a y no puede sali r de alli , lo quee recuerd a desarrollo s analogo s de ia filosofi a moderna , desd e Heidegge r o la hermenéutic a hast a el archicitad o - y no siempr ee comprendido - teorem a de in comple t ud de Gödel . Como escrib e Machado , y se ha recordad o tanta s veces : "Pensa r ess deambula r de cail e en calleja , de caltej a en callejón , hast a dar en un callejó n sin salida . Llegado s a este callejó n pensamo ss que la graci a estaria en sali r de él. Y entonce s es cuand o se busc a la puert a al campo" .

Ell procedimient o de desarticula r la logic a habitua l mediant e sus propio s principio s es bien conocid o en el mund o occidenta ll a travé s de la dif usió n del budism o zen. Para éste la verdader a realida d no pued e describirs e por intermedi o de simbolo ss verbales , en tod o caso sol o indica r su infinitu d y lejani a -o su inmediat a presenci a o talidad- . Escrib e Yoka Daishi :: "Lo s filósofo s ... creen que el dedo que seiïai a es el objet o senalado . Agarréndos e al dedo como si fuer a la luna , todo ss sus esfuerzo s se pierden" , y pierden , por esto , la luna . Los maestro s del budism o zen han hecho uso con profusio n dell paralogism o y el dislate , com o medio de evadirs e de la esclavitu d de la logic a y fa hermenéutic a habitual , en una especi ee de reducció n al absurd o de tod o el proces o discursiv o centrad o en sf mism o y en el mundo , como medio , pues , de salir ,, de algun a manera , de la razón para experimenta r modo s alternativo s y, si cabe , privilegiado s de intelecció n inturtiva , com oo medi o de reconoce r el hech o de que las palabras , como casi tod o en el camin o del conocimient o unitivo , son a la vez inevitable ss e inütiles , como medio , en suma , de evadirs e de la complacenci a excesiv a con el univers o verba l y raciona l en ell que se acostumbr a vivi r y desd e el que se juzg a parcialment e las cosas y lo verdadero , como sin un corde l sirvier a para medi rr la hondur a del océan o infinit e al deci r del sufismo . Existe , asf , en el budism o zen, la utilizació n de koans, ilogicidade ss sobr e cuy a meditatio n se anim a al discipul o para abri r su red hermenéutica . Esto s recurso s estén abundantement ee documentados , y no vale la pena insisti r en ello. 18

Enn el mund o medi o orienta l exist e un personaje , Nasrudi n {en cierto s lugare s llamad o tambié n Joh a o Khoja) , recurrent ee en historia s y cuentos , que cumple , en parte , la finalida d descrit a de desenmascara r la parcialida d de nuestr a verda dd discursiv a y racional . Veamos una brev e histori a de Nasrudin , famos a por su incorporatio n al legad o de la literatur aa occidenta l en el Quijote de Cervantes :

Unn dia Nasrudi n se hallab a en la Corte . El rey se lamentab a de que sus subdito s eran mentirosos . .

dd - I e dij o Nasrudm- , hay dos clase s de verdad . La gent e ha de practica r la verda d real antess de pode r usar la verda d relativa . Pero siempr e lo hace al revés . El resultad o es que se tom a libertade ss con su verda d ficticia , porqu e sabe instintivament e que es solo una invention .

Ell rey crey ó que esto era demasiad o compltcado . -Unaa cos a ha de ser verdader a o falsa . Yo obSgaré a la gent e a deci r la verdad , y con esta

préetic aa se acostumbraré n a no mentir .

188 Se pueden consultor los libros de D.T. Suzuki, uno de los més autorizados expositores del budismo zen en occidente.. La bibliografia es, no obstante, enorme, gozando el budismo de notable interés en occidente, bien que puedaa ponerse dudas a la profündidad o intensidad con que dicho interés ha fructificado en nuestra cultura. Ya hemm os citado al autor Masao Abe. Sobre el Koan puede consultarse el libro de T. Izutsu citado en la bibliografia.

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Cuand oo al dia siguient e se abriero n las puerta s de ta ciudad , una horc a habi a sid o erigid a frent e aa ellas , y a su iado se encontrab a et capita n de la guardi a real . Una herald o anunció :

-Quienquier aa que entr e en la ciuda d ha de contesta r primer o la verda d a una pregunt a que Ie ff ormular é el capita n de guardia .

Nasrudin ,, que habi a estad o esperand o fuera , entr ó el primero . El capita n habló : -£AA dónd e vas? Dime la verda d o seras colgado . -Voyy -dij o Nasrudin - a mori r colgad o en esa horca . -{Noo te creo !

yy bien . Si he dich o una mentira , jcuélgame ! -jPeroo esto lo convertiria en verdad ! -Exactament ee -dij o Nasrudin- , en tu verdad 19.

Laa duda que aconsej a Machad o se extiende , sobr e todo , hast a acabar en si misma : "Aprend e a dudar , hijo , y acabara ss dudand o de tu propi a duda . De este modo premi a Dios at escéptic o y confund e al creyente" 20. En est a line a recomiend aa Machado , no sin ironia , una investigatio n de la pur a creencia , de ecos kantianos , que solo podri a encomendars ee a los escéptico s de verdader o cuno , y descubri r asi el carécte r antinómico , no ya de la razón , sin o de la f e, paraa revela r el gran problem a del si y el no, como objeto s no de conocimiento , sino de creencia . El gran problem a de la ff iioso f ia, escrib e Machado , consist e en que nadi e se atrev e a ser escéptico . No se trata , pues , de un escepticism o que se complazc aa unicament e en el descreimiento ; es un escepticism o que ejerc e la dud a poétic a o integral , com o tambié n la llam aa Machado , que no puede , sin caer en contradiction , afincars e en un método , el cual seri a ya un camin o prefijad o a la verdad ,, io que haria , en ciert a manera , ilusori a la duda , embozad a de creenci a o fijació n cognitiva : "Per o yo no os aconsej oo la duda a la maner a de los f ilóso f os , ni siquier a de los escéptico s propiament e dichos , sino la dud a poética , que ess dud a humana , de hombr e solitari o y descaminado , entr e caminos . Entr e camino s que no conduce n a ningun a parte" . El escepticism oo de Machad o te hace ser escéptic o frent e al escpeticism o mismo , pues los sistema s y comportamiento s cognitivo ss humano s tiende n a dogmatizarse . Que la dud a sea camin o a ningun a part e no quier e deci r que sea inütit , sino quee no es un fin en si misma , sino que es instrumenta l para halla r "l a puert a al campo" . Machad o escribe :

Ell escepticism o pudier a estar o no esta r de moda . Yo no os aconsej o que figuréi s en el cor o de suss adepto s ni en el de sus detractores . Yo os aconsejo , més bien , una posició n escéptic a frent e al escepticismo .. Por ejemplo : "Cuand o piens o que ia verda d no existe , pienso , ademés , que pudier a existir , precisament ee por haber pensad o lo contrario , puest o que no hay razón suf icient e para que sea verda d lo quee yo pienso , aunqu e tampoc o demasiad a para que deje de serlo" . De ese modo nadéi s y guardai s la ropa ,, déis prueb a de modesti a y etudi s el famos o argument o contr a escépticos , que lo es sol o contr a escéptico ss dogmaticos 21.

Podri aa dar la impresió n de que una duda que produc e un escepticism o de esta laya llev a a un estéri l estad o de indecision .. Como dijimos , este escepticism o tien e una finaiidad , que es evita r los vicio s del intelect o y los proceso s de obstructio nn hermenéutic a antes descritos , promove r una apertur a de la concienci a y saivaguardarl a de la cerrazón , at meno ss en tiertas fases del desarroll o interior , buscar , en ciert a manera , esta segund a inocenci a més allé del pode r enclavant ee de la creenci a y la razón .

Enn contexto s religiosos , podri a dar la impresió n de herejiac a aproximació n al agnosticismo , hech o que ha ocurrid oo históricamente , a veces con consecuencia s tragicas . El objethr o de dich o "agnosticismo " puede ser visto , incluso , com oo de indol e espiritual , con mejo r derecho , en cierto s casos , que la obsesió n fanétic a en algü n credo . Tenemo s el caso dell f ilóso f o hind ü Sanyani n Vairattiputra , quie n deciinab a de form a consecuent e contesta r cualquie r pregunt a de carécte r metafisico ,, argumentand o que no podri a deci r nada , ni 1) si asi era, ni 2) si asi no era, ni 3) si as i era y al mism o tiemp o noo era, ni 4) si asi no era y no no era, y que, en consecuencia , si "declaras e que atgo es, por ejemplo , buen o o malo , su juici oo estari a perturbad o por su preferenci a o aversio n y por eso seri a inadecuado . Un juici o incorrect o Ie produciri a

199 Transcribimos aqui la version de esta histaria que se halla en el libro de I. Shah Los sufis, ya citado, pag. 78-9. 20JMH,p.. 15. 21JMI,p.. 161.

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aversion ,, anade Sanyanin , y seri a para él un obstécul o espirrtual" 22. Es postulad o de la PhUosophia Perennis que solament ee en la estrech a f ranj a entr e fe y escepticism o es dond e se puede encontra r la verdad .

Dee hecho , el sufism o recomiend a y promuev e un ciert o estad o de indeterminació n en el discipulo , a la par que le sugier ee nuevo s punto s de referenda , con objet o de prepararl o para percepcione s de otr a naturaleza , no viciada s por la perturbatio nn subejtrva . En este contexto , la creenci a pued e ser mas un obstécul o que una ayuda . Existe , pues , un proces o dee reaprendizaj e que requier e de una form a de vaciamiento , para aprende r de nuev o cómo aprende r realmente . De igua l modo ,, Mairena , cuand o explic a los objetivo s de su Escuel a de Sabiduri a Superior , deja clar o que de ella ha de excluirse , decididamente ,, el adoctrinamiento , la instauració n de un dogma , con todo s los peligro s para el saber que esto conlleva , congruent ee con to senaiad o por el esoterismo . Cuand o Machad o examin a la ola de cinism o que, segun él, asola la civilización ,, estim a que esta respond e a una necesida d plantead a siempr e que "l a cultur a acumulad a pierd e vigo r y se aleja dell espfrit u que la engendró" , trocandos e en cultur a muerta ; ve en el cinism o ciert o espirit u de ascetism o y renunci a frent ee a la cultur a hech a fard o ingente . "Un burr o ccargad o de libros , sigu e siend o un burro" , reza un adagi o arabe y, ademas ,, com o se dijo , organizado s los libro s y sus burros , sufre n toda s las deformacione s que, de modo cast natural , padece nn las institucione s alejada s de sus fuente s que les daria n sentid o y savi a vital . El Maestr o en la escuel a de Mairen a noo seri a ni sacerdote , ni catequista , y la mism a escuel a no podri a ser una Iglesi a o un Poder "ma s o menos acorde s en defende rr y abriga r un dogma , con su tabu correspondiente , sin o todo lo contrario" . En realidad , la escuel a de Mairen a recomendaria ,, de mod o simila r a com o lo exig e la fase prelimina r de tod o camin o mistico , que "Nadi e entr e en esta escuel aa que crea saber nada de nada" , ya que la escuel a busca , por el contrario , revela r al hombr e "tod o el radi o de su posibl ee activida d pensante , tod a la enorm e zona de su espirit u que puede ser iluminad a y, consiguientemente , obscurecida ;; en ensenarl e a repensa r lo pensado , desabe r lo sabid o y a dudar de su propi a duda , que es el ünic o modo de empezarr a creer en algo" .

Enn el esoterismo , est e aspect o de necesari o vaciamiento , para el cua l la duda y el escepticism o son herramienta ss initiates , esta notablement e resaltado . Una brev e histori a budist a zen nos lo ilustra :

Nan-in ,, un maestr o japone s de la era Meij i (1868-1912) recibi ó ciert o dia la visit a de un erudito ,, profeso r en la Universidad , que vema a informars e acerc a del Zen.

Nan-inn sirvi ó el té . Colmó bast a el bord e la taza de su huésped , y entonces , en vez de detenerse ,, sigui ó vertiend o té sobr e ella con tod a naturalidad .

Ell erudit o contemplab a absort o la escena , hast a que al fin no pud o conteners e més. "Est a ya llen aa hast a los topes . No sigas , por favor" .

"Com oo esta taza" , dijo entonce s Nan-in , "esta s tü lleno de tus propia s opinione s y especulaciones .. £Cómo podri a ensenart e to que es el Zen a menos que vacie s primer o tu taza?" 23.

Dee igua l manera , el sufism o insist e una y otr a vez en la necesida d del vaciamiento . Bahauddin , maestr o de la orde nn Naqshbandi , dice : "Tü quiere s ser llenado . Pero algo que esta lleno , primer o tien e que ser vaciado . Vaciat e para podert ee llena r apropiadamente" . Esta premis a explic a la postur a critica , confundid a con agnosticism o y hast a ateismo , quee mantien e el esoterism o con relatio n a las creencias , si cabe redunda r més en ello . Ustad Hilmi , de la orde n dervich e Mevlevi ,, senal a que siend o que el sufism o depend e de la ef ectividad , no de la creencia , los suf is no le dan importanci a al inculcamient oo y al mantenimient o de creencias . Una pasaje , atribuid o a Ali , aclar a este punto :

Probablement ee te considera s un creyente , aün si crees en la incredulidad . Peroo no podra s creer realment e en nada hast a que te aperciba s del proces o por el cual has

alcanzad oo tu punt o de vista . Ante ss de hacerlo , debes esta r preparad o para admiti r sin prueba s que toda s tus creencia s

puede nn ser equivocadas , que lo que considera s una creenci a puede ser solo una varieda d del prejuici o originad oo por lo que t e rodea , incluyend o el tegado de tus antepasados , por quiene s puedes senti r aprecio .. La verdader a f e pertenec e al domini o del conocimient o real .

Hastaa que tenga s conocimiento , la creenci a no es més que un conjunt o de opiniones , pese a lo quee pued a parecerte , y ést e es üti l en la vida . La verdader a creenci a facilit a los estudio s superiores 24.

222 Glassenap, H., Lafilosofia de los hindües, Barral Editores, Barcelona, 1977, pag. 147. 233 En Carne de Zen, hvesos de Zen, antologia de historias antiguas del budismo Zen, Editorial Swan, Madrid, 1979,, pég. 11.

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Ell desentendimient o de esta actitu d escéptic a f rent e a la creenci a enclavant e ha contribuid o a desconcerta r a loss intérprete s frent e a pasaje s en los que suf is eminentes , com o Rumi , o Ibn 'Arabi , parece n rechaza r cualquie r adscripció nn con f esional . Ser un suf ï, nos dic e Abu Said , "es aparta r lo que hay en tu pensamient o -verda d imaginada , preconceptos ,, condicionamientos - y enfrenta r lo que pued a sucederte" , aforism o que ya hemos crtad o anteriorment e al reff erirno s a la postur a del Quijot e de Darïo con relació n a la creencia . Si esto es asi , podemo s columbra r part e del sentid o dee pasaje s como ei siguiente , bastant e famoso , de Rumi :

Laa cru z de tos cristianos , palmo a palmo , examine . Él no estab a en la cruz . Fui al templ o Hindu , aa la antigu a pagoda . En ningun o de eilo s habi a huell a alguna . Fui a las tierra s attas del Herat , y a Kandahar .. Mire . No estab a en las cima s ni en los valles . Resueltament e escal é la (fabulosa ) montan a de Kaf .. Ahf sol o estab a la morad a del (legendario ) péjar o Anqa . Fui a la Kaaba de la Meca. Él no estab a alli . Pregunt éé por Él a Avicena , el filósofo . Él estab a més allé del alcance del Avicena.. .

Mir ee dentr o de mi propi o corazón . En ése, su lugar , lo vi . No estab a en ningü n otr o lado 25.

See entiend e que estamo s fundamentalment e refiriéndono s al esoterism o esencial , pues la srtuació n no es siempr ee equivalent e a la que imper a en el esoterism o cultural , més proclrv e a fetichiza r sus propia s creencias . Pero en éstee se reconocen , com o vimos , postulado s importante s de la PhÊosophia Perennis, uno de los cualeses , precisamente , el dee la existenci a de una sabidun a de orde n metaffsic o y vital , no identificabl e con sus expresione s particulare s en determinado ss sistema s de creencias . Como lo expres a Huxley , se tratari a de un Méxim o Facto r Comün , que elud e tod a fijació nn verba l o formal , presente , no obstante , en las instancia s particulare s de esta traditio n de conocimiento . Esta idea supon ee ya ciert o desapeg o con respect o a las creencia s en su funció n dogmética , pero difier e en la metodologi a a usar a fi nn de accede r a un desasimtent o real , y parec e confiar , irónicamente , en mucho s casos , en el mero reemplaz o de sistema s dee creencia s y en el asentimient o a las ideas propia s de la Phüosophia Perennis, a la par que suele repeti r recurso s formate ss -dogmas , ritos , ejercicios - propio s del pasad o o de circunstancia s orgénica s distintas . Esté demas deci r que la complejida dd de los método s espirituale s propio s del esoterismo esencia l evita n esto s problemas .

Bienn es cierto , entonces , que podemo s afirma r como una suert e de segund a inocenci a el estad o de indeterminació nn aludido , mejo r descrit o com o de desenclavamiento . Como ha quedad o apuntado , ese vaciamient o no persigu ee destrui r la subjetKridad , sino libera r el inteiect o verdader o -idéntic o a la luz del corazón - del ahogo del intelect o y laa emotio n condicionados , con el fin de procede r a una reestructuració n cognitiva , a dejar abiert a la continuida d cerrad a dee la existenci a cotidian a del hombr e no regenerado . La puert a al campo , como veremo s més detalladamente, quiza ' no seaa una sola , pero de segur o que una de las llaves , asociad a en Machad o con mtelecció n inturtiv a que trasciend e las Pmitacione ss hermenéuticas , se encuentr a en el corazó n del hombre , com o órgan o de conocimiento . 'Sol o eres tü , luz que fulge ss en el corazón , verdad" , reza un hermos o vers o de Machado .

Estaa inocenci a cognitiva , que correspond e a un estad o de apertura , permite , segü n Machado , dar libr e curs o a la espontaneida dd intelectiv a y los cuestionamiento s originate s (hast a infantiles , si se quiere , adjeth/ o que, de hecho , utifiz a Machad oo para referirs e a la inquisitio n inocente , esto es, desprejuiciada ) y asi aborda r un pensa r metaf istco , que es el especificament ee humano , repetimos . En su citad a soiearill a antieléatic a dice Machad o confia r en que nada de lo pensad o seaa verdad , en un sentid o fuerte . Esta aseveración , que podri a induci r a pensa r en inerci a interior , resume , por el contrario ,, la conditio n previ a para pensa r verdaderamente , que es el habers e desapegad o primer o del mism o pensamiento : "L aa falt a de adhesio n a mi propi o pensa r me libr a de su maleficio" . La mgenuida d de poet a que arriv a a esta inocenci a podri aa pensars e quiz é exent a de problema s meta f isicos , dado que ha desenmascarad o la inapelabl e fe de la razón human a enn el vati o y las palabras . Al contrario , respond e Mairena , "l o que estarf a muy bien dich o (la ausenci a de impuls o metaffsico )) si no fuer a nuestr a ingenuida d de hombre s lo que nos plante a constantement e esto s problemas" , a los que cabee enf renta r propiamente , en vist a de su connatura l presenti a en el ser human o en estad o de inocencia , estad o en el quee se intuye , entr e otra s cosas , que , com o se Jee en un poem a de Rumi , "e l Hombr e de Dios no esté instruld o por los libros "" y se encuentr a més allé de la infideltda d y la religio n superf ic ia l . Esta inocenci a permit e valorar , por ejemplo , los objeto ss del intelect o que se encuentra n "ante s y despué s de la bancarrot a de tod o razonar" , com o las ideas suprarracionale ss (la del deberserfo que no se es, pongamo s por caso) , discursivament e impensabtes , segü n Mairena , pero patrimoni oo de lo human o y distintiv o de su carécte r metaffsico .

244 En Shah, I., El comino del suft, Ediciones Paidós, Barcelona, 1977, peg. 147. 255 Shah, L, op. tit., pag. 126.

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AA su vez, el vaciamient o o inocenci a es una imagen simbólic a que, com o tod o simbolo , admit e grado s de comprensió nn y experiencia . El desapeg o y vaciamient o inicial , la inocenci a requerid a del discipul o que empiez a a recorre r el camino ,, reflej a el estad o posterio r de purez a interior , cuand o el alma es un espej o clar o que reflej a lo Absolut o y ei Universo .. En el sufism o la image n recurr e a menudo . Bakhtia r lo expres a asi :

Thee firs t stag e of the journe y is to retrac e one' s steps , to retur n to one' s primordia l natur e (f/trat),(f/trat), to becom e a for m withou t desires . That is , one activel y denies self-desires , and exist s wit h the facultie ss of feeding , growth , motio n and the abilit y to transfor m foreig n substance s int o one' s own form .. It is a retur n to complet e potentialit y befor e any mask s were assumed . To be awakene d is to cros ss the bridg e to one' s primordia l natur e and then ente r throug h the gateway 26.

Laa duda cordial , el escepticismo , en suma , son factore s de valo r innegabl e -per o relativo - en el proces o de conocer ,, que exig e la consecució n de la citad a inocencia . De acuerd o a su caracte r metafisico , este estad o de inocenci a tien ee una relatio n simbólic a con la inocenci a demostrad a por el niho , a la que alud e metafóricamente . Esto supon e una relatio nn a la vez adecuad a e invertida , como hemo s observad o en varia s ocasiones . Adecuad a en cuant o reflej a la purez a yy ausenci a de condicionamient o del nino , la cual , a su vez, reflej a la purez a del Principio , exent o de determinatio n y separatividad .. E invertida , pues es pureza desprovist a de experiencia , carent e de conocimiento . La inocenci a es segunda , recordemos ,, porqu e se adquier e tras un larg o esfuerz o de desaprensión , que puede dura r tod a la vida , en el que hay que reverti rr el proces o de formatio n de las estructura s condicionada s de cognition 27. Inocenci a cargad a de experiencia , por tanto ,, y que no contradic e el empleo correct o de la razón , una razón conscient e de sus limitaciones , en medi o de inseguridades 288 relativa s y certeza s crecientes .

Acata rr esta insegurida d relativ a (siempr e referid a a una certez a de otr o orden) , esta inocencia , hace plausibl e empezarr a saber algo , y atende r a la necesida d interio r de desarrollo . Esta inocencia , esta especi e de doct a ignorancia , no es,, se comprendera , un fin , mas bien un umbral . En la Philosophia Perennis inici a una fase de desarroll o y pued e no

266 Bakhtiar, L., Sufi. Expressions of the mystyc quest, Thames and Hudson, London, 1986. 277 Lo que no significa que haya que invertir el mismo periodo de tiempo, puesto que la psiquis humana sigue leyess que no siguen siempre dichas simetrias. Si algun condicionamiento tardó diez anos en obtenerse y fijarse, puedee tardar solo diez meses en desaparecer. El esoterismo afirma, ademas, que las energias involucradas en procesoss tan sutiles como el del conocimiento de uno mismo son de muy otra naturaleza que las energias ligadas all mero universo material. El Maestro, en las misticas tradicionales, opera y transmite estas energias, que son, en esencia,, siendo su ulterior fiiente lo Absoluto, infinitas en calidad y en numero. Pero no es necesario adentrarse enn los predios de la mistica para observar los sorprendentes caminos de la mente: fobias que han plagado la vida dee personas durante anos o decenios, pueden desaparecer en el transcurso de semanas. 288 En la obra del antropólogo Carlos Castaneda, Viqje a Jxtlan, se lee que el brujo de la etnia Yaqui, Don Juan, le dicee a su discipulo: "Cuando nada es cierto nos mantenemos alertas, de puntillas todo el tiempo. Es mas emocionantee no saber detras de cual matorral se esconde la liebre, que portarnos como si conociéramos todo". FCE,, Madrid, 1990. La obra de Castaneda es objeto de polémica en torno a la autenticidad de su historia: un estudiantee de antropologia que emprende una investigation sobre el uso de plantas medicinales por los indios de México,, sobre todo el peyote, a raiz de la cual se topa con Don Juan, quien resulta ser un poderoso brujo de la etniaa Yaqui, o, como él mismo se llama a veces, un Hombre de Conocimiento. La polémica, como era de esperarse,, ha segregado virulentos detractores y apasionados adeptos. Quisiéramos situarnos al margen de esta, ejemploo tipico de las controversias que han generado los textos y movimientos esotéricos en la cultura occidental desdee el siglo diecinueve. El mismo movimiento New Age en general puede verse a la luz de este tipo de reception.. En el caso de Castaneda la polémica es irrelevante a nuestros propositos: si es cierto lo que relata, con todoo lo sobrenatural que pueda ser, se trataria de una confirmation mas de la esencial unidad de todas las vias realess de conocimiento superior, pues en su obra se reconocen elementos y postulados comunes a diversas misticass y esoterismos. En caso de invention, no seria menos sorprendente la capacidad de inventiva y sintesis dee Castaneda (o quienes hayan escrito la obra), quien logra una amalgama literaria llena de maravilla y nobleza, aa la que la incertidumbre sobre su veracidad anade tension literaria. Si acudimos a Hamlet, al Quijote, i,por que noo recurrir a la noble y hermosa figura de Don Juan? Lo que nos interesa en este contexto particular es la insistenciaa de Don Juan en la desarticulacion necesaria de nuestros sistemas interpretativos con el objeto de aprehenderr la vision del mundo de los brujos u hombres de conocimiento. De hecho, Don Juan afirma que el mundo,, tal como lo conocemos, es tan solo una interpretation posible, y que un manejo especial de la energia puedee desfijar esta interpretation y abrir nuestra experiencia al infinite. El mensaje no es otro que el de las famosass lineas de Blake: si las puertas de la perception fueran limpiadas, el mundo apareceria como es en si, infinite. .

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conseguirs ee plenament e hast a fases mas avanzada s de transmutació n de la interioridad , consiguiéndos e paralelament e al desarroll oo de otro s nivele s de cognició n no mediado s por la concienci a habitual . La noció n de umbral , correspondient e al decantad oo ejercici o de la dud a poética , tambié n aparec e en Machado :

Veoo con satisfacció n -habl a Mairen a a sus alumnos - que no perdemo s el tiemp o en nuestr a clas ee de Sof istica . Por el uso -otro s dira n abuso - de la viej a logica , hemo s llegad o a ese concept o de las cosascosas bien entend/das, que sera punt o de partid a de nuestr o f utur o procura r entenderla s mejor . Porqu e ést aa es la escal a gradua l de nuestr o entendimiento : primero , entende r las cosa s o creer que las entendemos ;; segundo , entenderla s bien ; tercero , entenderla s mejor ; cuarto , entende r que no hay maner a dee entenderla s sin mejora r nuestra s entendederas . Cuand o esto lleguéi s a entender , estaréi s en condicione ss de entende r atgo , o sea en los umbrale s de la filosofia , dond e yo teng o que abandonaros , porqueporque a los retórico s impenitente s nos est a prohibid o traspasa r esos umbrales 29.

Ell ejercici o de la sofistica , promuev e la inocenci a antedich a en la medid a que nos oblig a a comprende r una verda dd fundamenta l de la PhHosophia Perennis: un cambi o de ser interno , o su desarroll o si se quier e (en un proces o que equivale ,, simbólicamente , a un abandon o del viej o yo , a una muert e para la person a superficial , que pervivi a gracia s a los sistema ss interpretativo s originales) , es condició n indispensabl e de una modificatio n de nuestr a capacida d de comprensió n yy conocimiento . En la siguient e secció n veremo s en qué medid a el recurs o al apócri f o o al humo r contribuyen , asimismo , a est ee fin .

1.44 Escepticismo , humo r y apócri f o

Ess comu n asocia r la busqued a del conocimient o interio r y la objethridad , por lo menos en sus expresione s occidentals ,, con el ascetismo , la rigurosidad , la desencamad a disciplina , la sesud a especulaciórr , con actividades , en suma ,, cargada s de seriedad , inclus o de dramétic a seriedad 30. Exist e abundant e evidencia , empero , de la utilizació n del humo rr en el esoterismo , en diversa s esfera s de la busqued a del conocimiento . Que tant o proced a el humo r del escepticism oo descrit o antes es materi a compleja , cuy o anélisi s agotari a la mism a posibiHda d de inquisició n verbal . Siguiend oo el teno r de interpretació n empieado , el recurs o al humo r machadian o nos parec e fundamentarse , en parte , en postur aa congéner e con el espfrit u esencia l de su escepticismo , postur a que compart e principio s con los de la Philosophia Perennis,Perennis, en la que , al parecer , sin embarg o -buen o es repetirlo , en previsio n de generalizacione s erróneas- , el humo r tien e unaa raïz y una funcionalida d de més vast o alcance . Puede serno s üti l una brev e reflexio n comparativ a a est e respecto .

Mucha ss son las forma s de humo r y mucho s tambié n sus origenes . En ocasió n de aludir , no sin chanza, a su talant ee socrético , en cuant o corrupto r de la juventu d y enemig o de los dioses , Mairena , en una de sus habrtuale s referencia ss a su maestr o (ficció n de segund o grad o a la que es afect o Machado) , Ie cit a diciendo : "'Qu e Dios nos libr e de loss diose s apócri f os" , en el sentid o etimológic o de la palabra : de los diose s ocultos , secretos , inconfesados . Porqu e ésto s hann sido siempr e los mós cruete s y, sobr e todo , los més perversos ; ello s dicta n los sacri f icio s que se of renda n a los otro s dioses ,, a los diose s de cuft o of icialment e reconocido" . Si traemo s este pasaj e a colació n es por su carécte r bivalente , por laa tensio n que se gener a en su interio r al trata r de un tema tremendament e seri o -val e recorda r los turbulento s anos de su redacció nn y publication - en un context o en ei que campe a ia ironia , el jueg o verba l e intelectuai . Estos diose s -ecos , quizé , méss que epistemológicos , de aque! reputad o geni o maligno , y de los idolo s de Bacon - guia n nuestr a existenci a subrepticiamente ,, aunque , com o precis a Machad o en otr o lugar , con ello s no suced e lo que se dice de la visio n de Dios , quee cieg a les ojo s de los mortales , sino que, por el contrario , para que su imperi o se troqu e en servidumbr e o coexistencia , ess meneste r conocerto s bien . Pero tod a visio n requier e ineluctablement e distancia ; en ocasiones , real desenmascaramient oo y, si asi lo exig e la situation , hast a sacudida s y el espolone o de la inquietud .

Ess en este sentid o que el humo r parec e tenerr una funcionalidad , un origen . Machad o transit s con facilida d de la sofistic aa a la retorica , de la observatio n pedestr e a la elevad a intuició n metafisic a o, dich o més propiamente , sus palabra s

299 JMI,p. 213-4. 300 Se puede argüir, por supuesto, que la busqueda de uno mismo ha tornado formas sensuales y lüdicas en nuestro tiempo,, como es el caso con el decadentismo, que busca en las oscuridades de la psique la liberation y la iluminación,, o los vanguardismos, con su descaro e irreverencia irónica para con la tradition moral y literaria. Estoo es innegable, pero para el esoterismo esencial estas empresas son reductiones y malentendidos de una tarea muchisimoo mas compleja que la iconoclastia o la inmersión en comportamientos amorales o inmorales. Nos referimoss a la seriedad que se asocia en occidente con los caminos misticos o diversos tipos de religiosidad.

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remite nn siempre , por sendero s mas o menos largos , a los otro s terreno s de su andadur a espiritual . Con el humo r no podi a serr menos , y esté en funció n de su intentio n iluminadora .

Despué ss de resena r la fenomenologi a de Heidegger , Mairen a aconseja : "Yo os aconsejo , amigo s queridos , que os detengai ss a medita r en los umbrale s de est a filosofia , antes de penetra r en ella . Que vuestr a positio n sea mas human a quee escola r y pedante , quier o deci r que no os abandon e ese minimum de precautio n y de ironia , sin el cual tod o filosofa r ess una activida d supérflua" 31. Sin la distanci a del humo r tod a filoso f ia corr e el peligro , pues , de convertirs e en dogma , apegoo a nuevo s e inconfesado s diose s apócrrfos . Es en la directio n del desapeg o que el humo r ofici a de pode r liberador . Bajoo su luz disolvent e las cosas , tas palabras , abandona n su rigide z para mostra r su naturalez a relativa . El humo r ejerc e unn efect o simila r al de ia duda , pues cumpl e con la funció n de abri r la subjetividad . Al introduci r distanci a entr e la concienci aa y su objet o evit a la sobreidenttficación , el tierre autométic o de la red hermenéutic a sin dejar resquici o a posible ss punto s de vist a alternatives . En él parec e que se Ie dijer a al oido a la concienci a que las cosas , despué s de todo , noo son tan importantes , solemnes , o inflexible s como parecen , y que bien podria n ser de otr o modo . Para Machado , ademas ,, el humo r y la ironi a evita n torna r partid o y dan curs o al dialog o amoroso .

Estaa distancia , a su vez, al pemnrti r la vision , permit e el desenmascaramiento , sobr e tod o el de nosotro s mismos , expositio nn de la propi a estupide z y automatismo , descubrimient o de las orlada s careta s con que solemo s recubri r bien vacios ,, bien creencia s delusorias . Pero est a distanci a no es posibl e sin la vivencia , en lo que no hay paradoja : un humo r quee sol o emane del pensa r y estimul e sol o el pensa r no sale nunc a de su circul o cerrado , y gener a efecto s ilusorios , cambio ss ficticios . En consecuencia , el humo r tambié n ha de sacudi r el alma toda , al deci r de Machado , y sembra r inquietudes .. Estas posibilidade s del humo r esta n en perfect a consonanci a con los objetivo s de libera r la concienci a de la subjetivida dd perturbador a y encaminarl a a la Objetividad , que es principi o del esoterismo . Y estas posibilidades , en conjunció nn con sus relacione s meta f ïsicas , puede n estar , a su vez, en el orfge n tambié n de los apócri f os.

Asi ,, io piensa , por ejemplo , José Ange l Valent e cuand o entrev é en la ironi a la rai'z del movimient o creado r de los apócrrfo ss y , "a la vez, el de aquell a logic a que pretendi ó ser -segü n Mairen a dice - 'la de un pensa r poético , heterogeneizante ,, inventor o descubrido r de lo real'" . Continü a Valente : "L a ironi a es un movimient o de participatio n que complic aa al creado r en las misma s leyes de la realida d que reconoce . El recint o de lo subjetiv o queda abierto , se destruy e enn ciert o modo , al reconocers e com o tal y da paso a ese proces o de autocorrecció n de la fragilida d del que alguie n ha hablado .. La ironi a es un atisbars e o vers e de lo uno, que tom a asi distancia s de si mism o y se descubr e diversificable , alterable .. Los apócrifo s de Machad o nacen de ese movimient o diversificado r y participant e de la ironi a que corrig e sin cesarr lo 'auténtico' , la aparienci a püblic a de la realida d para pode r 'mentark o descubrirl a ... (la ironia ) Es de aire como Arie ll - ' tho u whic h art but air' - y como Arie l no pued e queda r clausurad a en ningun a de sus f ormas , pues es més fibre que éstas .. Solo por eso puede engendra r otras" 32. Machad o esgrime , pues, esto s recurso s interrelacionado s del humo r y del apócrrf oo com o Mairen a las dos espada s de la Soflstic a y la Retorica , sabere s que denuncia n la relativida d de nuestr a form aa de cognitio n habitua l y que estan orientado s a la apertur a de la subjetividad .

Entende rr el apócri f o en Machad o supone , ademés , no otvidars u meta f isica , y su conditio n de fin o psicólog o y de auto rr dramético . "No convien e olvidar" , leemo s en Los Complementarios, "qu e nuestr o espirit u contien e elemento s para la constructio nn de mucha s personalidades , toda s ellas tan ricas, coherente s y acabada s como aquell a -etegid a o impuesta -quee se llam a nuestr o caracter . Lo que se suet e entende r por personalida d no es sino el supuest o personaj e que a lo larg o dell tiemp o parec e lleva r la voz cantante . Pero este personaje , £esté a carg o del mism o actor?" 33.

Tambié nn Jos é Lui s Abella n asient a en consideracione s metaffsica s del propi o Machad o la razón de ser de los apócrifos ,, siend o ésto s consecuenci a de su logic a poëtica , de la creativida d del pensa r heterogeneizant e que romp e el cerc oo solipsist a rmpelid o por la sed amoros a de lo otr o que se f undament a en la propi a esenci a de la conditio n humana . La

311 JMII, peg 96. 322 Valente, J. A., "Machado y sus apócrifos", en Las palabras de la tribu, Siglo XXI , Madrid, 1971, pegs. 102-8. 333 La perspicacia intuitiva de Machado coincide con los avances modemos de la psicologia de la conciencia. Robertt Ornstein, por ejemplo, a quien es pertinente mencionar por estar él mismo influido por el legado filosóficofilosófico del sufismo, ha estudiado el fenómeno de la alternancia de diversos sistemas de cognition y experienciaa en la mente, la cual seria todo menos una estructura unitaria. De hecho, sistemas independientes y hastaa antagónicos toman el control de la conciencia, provistos de sus propias prioridades, modos de action y reaction,, sensibilidades, etc, a los que en ciertas obras suyas llama metafóricamente "simpletons", verdaderas personalidadess dentro del sistema general de la personalidad del individuo. Somos pues, muchos en uno, tal y comoo nota Machado. Véase, Ornstein, R.E., The psychology of consciousness, Harcourt Brace Joyanovich, New York,, 1977.

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fee poética , en su intent o de penetra r la heterogeneida d del ser , fund a la posibilida d -acas o imposible , no por ello meno s digna ,, dic e Machado - de realiza r la concienci a integral 34.

Enn el esoterism o esencia i hallamo s parej a deson f ianza en la realida d autosubsistent e del ilusori o yo individual . La disolució nn de la ilusori a entida d yóic a ocurr e de vario s modos , pero ant e tod o debe surgi r de la necesida d dei ser interno , dee aquell a esenci a de nuestr o ser en perpetu o vinculo , aunqu e ocult o para el hombr e corriente , con el Espirit u o Esencia . Estaa insegurida d o precaución , en comparació n con la f ijeza y congeiamient o de la intepretació n que rig e en la situatio n comu nn del ser humano , es element o de apertura , como vimos . El yo , el acto r que reputamo s principal , debe de ser despojad oo tambié n de su mascar a de unidad , no destruido , com o podriamo s colegi r de tiertas afirmacione s fuer a de context oo de la mistica , debe de ser reestructurad o en su relació n con la esenci a interio r y con las cosas . Esto no pued e hacers ee si antes no se ve su real fragmentatio n y relatividad , su superficialida d y hast a su estupidez . Distancia , desenmascaramiento ,, impacto , son funcione s deseable s del humo r y el apócrif o para el esoterismo , usada s adecuademente ,, en el nive l correcto , lo que no es exagerad o recalcar , pues tampoc o son fine s en si mismos , sino que tiene nn una naturalez a instrumental .

Ell recurs o al apócrif o es tambié n usado en el esoterismo . En el mund o occidenta l tenemo s escritore s inspirado s porr el esoterism o islémico , com o Richa r Burto n o Fairfa x L. Cartwright , quiene s han atribuid o obra s suya s a personaje s orientates .. La f unció n descrit a se ref uerza por el uso , en esto s caso s concretos , de imagineri a y decorado s orientale s por prestars ee a la proyecció n del pensamient o suf f a travé s de la objetivació n del contenido . Esto permit e al lecto r "liberars e dee asociacione s y participar , hast a ciert o punto , de la realida d que el auto r intent a comunicar . El lecto r no se imagin a realment ee a si mism o como un dervich e o un rey oriental , y se sient e fibre de medita r sobr e ideas que rechazari a si se Ie presentara nn dentr o de su propi o marc o cultural" 35. Haciend o los ajuste s necesario s lo anterio r bien puede valer tambié n paraa el propi o auto r de los apócri f os Mairen a y Martin .

Laa similrtu d de ton o entr e el humo r machadian o y el que usa el esoterism o podr é apreciars e mejo r a la luz de alguno ss ejemplos . Los derviche s inventaro n una figura , ya clésica , de la que ya hemo s hablado , en tierta maner a con el objetiv oo de interrumpi r por un moment o las situacione s en que se esctarece n determinado s estado s de animo . Esta figur a ess la del Mull e (maestro ) Nasrudfn , de qulen ya hemo s of recid o alguna s historias . Este es un personaj e muy conocid o en tod oo el medi o orient e y sus historia s cumple n las més variada s funciones . Es caracteristic o de estas historia s que pueda n comprenders ee a vario s nhretes , com o chistes , com o expresió n condensad a de leccione s morale s importantes , com o reflejo ss de nuestr o modo inagotabtement e tont o de acciona r o com o patentizació n de algo que gufa la concienci a del potencia ll mistic o un poco més allé en su sender o de realization , tendiend o un puent e entr e la vida en el mund o y una transmutatio nn de la concienci a de form a poco equiparabl e con lo que se acostumbr a a ver en el fenómen o literari o en nuestr aa cultura 36.

Loss nivele s pro f undo s de interpretation , por supuesto , han de ser materi a de experiencia , de modo que su ocult o valo rr es inef able para la concienci a ordinaria, y se hall a inscrit o en el context o del saber propiament e esotérico , el cual es algoo que se vive , ademés de percibirs e intelectualmente . Nos interesa , por tanto , aprecia r el aire simila r del humo r machadian oo y el del esoterismo , su pode r de Pustració n de nuestra s propia s cancelas , y algo dificüment e definible , com o unaa hermanda d de intentio n y de tono . Puede apreciars e en el humo r machadiano , no obstant e limitarno s a un plan o de impact oo primero , el proces o que caracteriz a la receptio n de est e tip o de literatur a esotérica , o si se quiere , una de sus facetas ,, la que, analógicamente , recuerd a los momento s metafisico s y gnoseológico s de Machado . Al leer una histori a ocurr ee una especi e de identificatio n con los personajes . Sectore s de nuestr a interiorida d asumen las posturas , accione s y émbito ss por los que discurr e la narration . En este sentid o Mairen a reclam a ciert a vivencialida d a sus discfpulos , que distraig aa de la tendenci a a objetualizar , con desdén , lo enfrent e habido . Pero el personaj e es tambié n otro , un otr o inclasi ff icable , no completament e asimilable , tan escurridiz o com o el Muüé Nasrudfn , Mairen a o el "Antoni o Machado " apócrifo .. El humor , ademés, introduc e una distanci a que, al no ser por enter o tal , podemo s denomina r distanci a comprometid aa frent e a un otr o penetrad o de subjetividad . Ocurr e entonce s que esta paradójic a srtuació n hace posibl e el reflejo ,, el impact o desenmascarador . Algo , en verdad , qued a inquietando , algo que somo s y no somo s nosotros , sonrient e yy escrutador .

Unn relat o de Nasrudfn , patrimoni o ya de varia s cultures , pued e ilustra r est e punto :

Enn una ocasión , un vecin o encontr ó a Nasrudf n de rodillas , buscand o algo .

344 Voiveremos sohre este tema en el capitulo quinto. 355 Shah, I, op. cit 366 Véase Shah, I, op. cit., pag 75.

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-£Üuéé has perdido , Mulla ? ii Have -repus o Nasrudfn .

All cabo de unos minuto s de ayudari e en la büsqueda , el vecin o preguntó : iDónd ee se te cayó ?

-Enn casa . ,, ipo r qué la estas buscand o aquf ?

-Porqu ee aqu i hay mas luz37.

Enn este relat o podemo s aprecia r varia s cosas . Ha sido utilizad o por los sufie s para referirs e a las persona s que, sinn tene r la faculta d de distingui r lo verdader o de lo fals o y deseand o adquiri r conocimient o sin saber dond e buscar , se invoiucra nn en tod a clas e de teoria s y forma s exótica s de instrucció n que satis f acen , con su condicionad a luz u oscuridad , suss preconcepto s al respecto . Esta situació n descrit a en ei relat o puede vers e tambié n como ilustració n del comü n erro r enn que incurrimo s cuando , al enfrenta r un probiema , por ejemplo , divagamo s por la zona de mas faciiidad , iluminad a por el habito ,, en la que precisament e no hallaremo s su rafz y consecuent e solución . El relato , por supuesto , permit e mucha s interpretaciones . .

Enn Machad o abunda n los ejemplo s de humo r de raigambr e metafisica . Al azar escogemo s el cuent o del confiter o andaluz ,, de ton o nasrudinian o a nuestr o parecer , no solo por sus multiple s lectura s posibles , sino porqu e se intuy e su compromis oo con cuestione s fundamental s del destin o humano , expresadas , no obstant e su importancia , con agud a y fin a ironfa .. Lo que no signific a que no exista n diferencia s fundamentals . Nos cuent a Mairen a que un filósof o pragmatist a pretend ee converti r al carnicer o descreid o a la religio n de sus mayores :

Peroo escuch e uste d lo que decf a el filósofo . "S i usted creyer a en Dios , en un Juez Suprem o que habi aa de pedirl e a uste d cuenta s de sus actos , harf a uste d unos confite s much o mejore s que esos que uste dd vende , y los darïa uste d mas baratos , y ganari a usted much o dinero , porqu e aumentari a uste d considerablement ee su clientela . Le convien e a uste d creer en Dios" . "iPer o Dios existe , seno r doctor? " -pregunt óó el confitero- . "Es o es cuestió n balad i —replic ó el filósofo- . Lo important e es que uste d crea en Dios" .. "Pero , £y si no puedo ? -volvi ó a preguntarl e el confitero- . Tampoc o eso tien e demasiad a importancia .. Bast a con que uste d quier a creer . Porqu e de ese modo , una de tres : o uste d acaba por creer ,, o por creer que cree , lo que vien e a ser aproximadament e lo mismo , o, en ultim o caso , trabaj a uste dd en sus confitura s com o si creyera . Y siempr e vendr a a resulta r que uste d mejor a el género que vende ,, en benefici o de su clientel a y en ei suy o propio" .

Ell confiter o -contab a mi maestro - no fue del tod o insensibl e a las razone s del filósofo . "Vuelv a uste dd por aqu i - Ie dijo - dentr o de unos di'as" .

Cuand oo volvi ó el filósof o encontr ó cambiad a la muestr a del confitero , que rezaba asi : "Confiterf aa de Ange l Martinez , proveedo r de Su Divin a Majestad" .

-Estéé bten . Pero convien e saber , amig o Martinez , si la calida d de los confites.. . Laa calida d de los confites , en efecto , no habi a mejorado . Pero , lo que deci a el confiter o a su

amigoamigo ei filósofo : "Lo important e es que uste d crea que ha mejorado , o que quier a uste d creerlo , o, en ultim oo caso , que uste d se com a esos confite s y me los pague como si lo creyera" 38.

Ess conocida , asimismo , la desestim a de Machad o por la erudició n y los erudrtos , a quiene s deci a que habri a que pregunta rr si habia n tenid o tiemp o de pensa r lo tan abrumadorament e leido . Esto vale tambié n para los suf is , los cuale s considera nn el enfoqu e escoléstic o inadecuad o y parcial , y presta n énfasi s a la actividad , negand o que el intelect o forma l y unaa ment e limitad a por la costumbr e pueda n accede r a la verdader a realidad , que trasciend e estas dimensione s formates . Estee caracteristic a es vélid a tambié n para buen a part e del esoterism o cultural . En la Irteratur a suf i es frecuent e ver la técnic aa dervich e de hacer al Maestro , Nasrudl n o cualquie r otr a figur a emblemética , representa r el papel de hombr e ignorant ee o idiota , con el objetiv o de resarta r una verdad . Esta técnic a pued e decirs e form a part e de la Philosophia Perennis,Perennis, y ha buscad o con f recuencia , entr e otra s cosas , promove r una desacralizació n de la personalida d del maestro , conn el af én de eludi r posible s culto s personate s a los que el ser human o es tan proclive . La figur a a la que tod o el complej o dee reaccione s psicológica s propia s de tal cult o se asoci e pierd e su significad o real de representació n y transmisió n de

377 Shah, I, op. cit, pag. 80. 388 JM I, p. 254-55.

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verdadero .. Siempr e con el objet o de frena r enclavamiento s de la percepció n y el desarroll o en uno u otr o aspect o del camino ,, con lo cual se pued e perde r de vist a el fi n que les da sentido . El maestr o ridiculizado , presentad o inclus o de form a grotesca ,, es factibl e verio en relato s e imagene s budista s y taoistas ; en este ultim o no es raro llam a r al hombr e sabi o un perfect oo idiota .

Unaa postur a doctora l o solemn e es, de rgua l manera , lo ultim o que encontraremo s como norm a de los apócri f os Marti nn o Mairena . Locos , borrachos , onanistas , espiritistas , con el gaban al revés , atrasand o 24 hora s su reloj , con malas pulga ss o arrobado s en beatffic a e ilógic a reflexion , pifiado s o aplaudidos , los personaje s de Machad o no se presta n -n o precisamente -- a su conversio n en héroes póblicos , a ser paseado s en andas con pancarta s enorme s al ensordecedo r grrt o dee sus nombres . Con eHos cualquie r curtist a se verf a compelid o a la duda . Lo que nunc a supone , y he all i la eficaci a del método ,, menospreci o como respuesta .

Alguna ss veces el humo r impact a hast a lo ofensivo , hast a hacers e acid o sarcasmo , hast a hacerno s sentir , en una palabra ,, mal . Nuestr a educació n -cas i en exclusiv a basad a en la recompens a y el castigo , y en senda s reaccione s ant e ellas -- incüri a nuestr o juici o a considera r negativa s técnica s que produce n resultado s initiate s de esta indole , tenido s de malestar .. Como siempre , la intentio n intern a y la aplicació n debid a de estas técnica s determin a su f uncionalidad . Of ender porr ofende r es inütil . Un impact o administrad o por quien realment e sabe sus efectos , en ei context o del conocimiento , puedee tener , aunqu e aparentement e negativo , un efect o liberador , a larg o o cort o plazo . Ast lo vemo s en Machad o y en el esoterism oo esencial . Un hermos o cuent o suf t ilustr a este punto .

Unn dia un hombr e se acerc ó al gran maestr o Bahaudin . Lee pidi ó ayud a para resolve r sus problemas , y gui a en el camin o de la Ensenanza . Bahaudi n Ie

contest óó que abandonar a los estudio s espirituale s y que se retirar a inmediatement e de su presentia . Unn visitant e de buen corazó n recrimin ó a Bahaudi n por su respuesta . Tendré ss una demostración" , dijo el sabio . Enn ese moment o un pajar o entr ó en el cuart o y vol ó ciegament e de un lado a otro , sin encontra r

laa salid a para huir . Ell Suft esper ó a que el ave se posar a cerc a de la unic a ventan a abiert a que habi a en la

habitatio nn y entonces , de repente , aplaudió . Alarmado ,, el pajar o vol ó directament e a travé s de la ventan a abierta , hacia la libertad . "Par aa él, ese ruid o debe de haber sido una especi e de conmoción , hast a un insult o £no crees?" ,

dij oo Bahaudin 39.

Seaa cua l fuer e el caso , el escéptic o humo r de los apócri f os machadiano s no parec e ser una simpl e técnic a o estil oo literario , y sirv e para ahonda r en la direcció n de la objetivida d real , de la apertur a de la subjetividad . Los hombre s profundus ,, escrib e Mairena , estan siempr e dotado s de ironia , nunc a afecto s a la retoric a de la pedanteria . Nada sorprend ee que mencion e com o tales a tre s verdadero s maestros , com o Buda , Sócrates , y Cristo . Su propi a meta f isica , comoo diri a Cobos , es una metafisic a sostenid a por el humor 40. Sin sentid o del humor , sin saberno s apócrifo s de algü n modo ,, est é clar o que, aunqu e creamo s esta r de vueit a de todo , no habremo s ido , ni habremo s de ir , en verdad , a ningun a parte ,, com o dic e Machado .

1.55 Nihilism o y plenitu d

AA esta s altura s se habr a comprendid o que la postur a escéptica , el ejercici o de la dud a y la desconfianz a en Machado ,, podré n ser ocasió n de relativ a inseguridad , preci o de la apertur a y fluide z del espirit u -de los espiritu s fuertes , diri aa Nietzsche- , pero jamés de desesperanz a y melancoli a vuelto s en si mismos . El escepticism o de Machad o tien e siempr ee com o punt o de referend a la luz del conocimiento . La incomprensió n misma , escrib e Machado , puede mostra r fecundida dd a conditio n que vaya acompanad a del deseo de comprender . "El escepticism o que, lejos de ser , como mucho s creen ,, un afén de negarl o todo , es, por el contrarie» , el ünic o medi o de defende r alguna s cosas" , teemos en el Mairena . Estee escepticism o (que Mairen a adviert e tambié n como posibl e lügubr e callejón ) se ejerc e ulteriorment e contr a si mismo , situ aa al hombr e en una actitu d de siempr e esta r en guardia , pues en tod o son posible s verda d e ilusión .

Enn Shah, L, El camino del Suft, Ediciones Paidós, Barcelona, 1986, pag. 175. Cobos,, P. de A., El pensamiento de Antonio Machado en Juan de Mairena, Insula, Madrid, 1971.

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Unn escepticismo , el de Machado , de hond a rakjambre . Pablo de A. Cobos ha distinguid o al menos dos modo s de escepticismo ,, uno vital , que defin e la "l a concienci a de menesteroso" , y que se extiend e a tod a la persona , con fronter a unic aa en la conducta , es decir , que gravit a tant o en el sentimient o como en el pensamiento , apart e del otr o que se basa propiament ee en el pensa r filosófico 41. Pues bien , la dud a poétic a machadian a Ie llev a a un tajant e rechazo , de caracte r positiv oo y apoyad o en la necesida d de libertad , "d e aquello s pensadore s que parece n esta r siempr e seguro s de lo que dicen" ,, no meno s que de aquel "escepticism o cansin o y melancólico , de quiene s piensa n esta r de vuelt a de todo" . Ei escepticism oo a que quisier a lieva r Mairen a a sus alumno s "es més f uente de regocij o que de melancolia" . Cuand o coment a Mairen aa su famos a solearill a antieléatica , refiere : "El fond o de mi pensamient o es triste ; sin embargo , yo no soy un hombr ee triste , ni creo que contribuy a a entristece r a nadie . Oicho de otr o modo : la fatt a de adhesio n a mi propi o pensa r mee libr a de su malef icio , o bien : més pro f und o que mi propi o pensa r esté mi con f ianza en su inania , la f uent e de Juvent a enn que se bana constantement e mi corazón" , que es tambié n fuent e de Castalia , de la que brot a tod a verdader a creación .

Ciert oo es que el pensa r procéd é de una exigenci a de la conciencia , pero esto tien e una dobl e naturaleza . La exigenci aa analitica , raciona l de la conciencia , procéd é de una necesida d -regal o divin o de la Nada- de precisio n y distancia ,, es, desde un punt o de vista , uno de los factore s que nos destaca n de la animalida d inmers a en lo sensorial , en laa inmediatez . El anélisi s solo tien e sentid o si se tipi f ica el objeto , si se inscrib e en un código , si se lo reajust a al imperi o dell sujeto , que fund a en este acto de conocimient o su primacia . Esto supon e descualificació n y homogeneización , y solo asii es posibl e la con f iguració n de objetivaciones , de representacione s (més adelant e nos ocuparemo s de esto) . Pero si bien estoo es vehicul o nee e sar i o de tod a tom a de conciencia, com o veremos , est e proces o cognitive , librad o a si mismo , liev a al solipsismo ,, a la violenci a de la entificación , a la confusio n de representatio n y realidad , al dogmatism o de la razón , a fin dee cuentas . Por ello , el contrapes o lo brind a la otr a exigenci a de la razón , que da luga r al pensa r poétic o para Machado , el quee consiste , en resumen , en asumi r tod a "presentia" . 'E l poeta , como tal , no renunci a a nada , ni pretend e degrada r ningun aa apariencia" , escrib e Machado , y tambié n "e l pensamient o poétic o no realiz a ecuaciones , sino diferencia s esenciales ,, irreductibles ; solo en contact o con lo otro , real o aparente , pued e ser fecundado" . Si con el pensamient o lógico ,, asumiend o su propi a f uncionalidad , la concienci a objetiviz a en f unció n de la autoconciencia , el pensamient o poétic o noo distingu e lo real de lo aparente , es creador , realizador , entr a en contact o con la mas radica l de las presencias , la tensio nn de lo uno a lo otro , la concienci a de la esencia l heterogeneidad , fundament o de la creativida d de la autotrascendencia .. Si el escepticism o machadian o nos llev a a descubri r o postula r esta radica l verdad , nos lleva a la poesïa ,, no pued e asociarse , en consecuencia , con un trégic o abism o o desmoronamient o cognitive» , sino con el gozo , la elevatio nn del espirrtu , la postur a vertical , el lomo de la fier a hecho espalda , com o poetiz a Machado . Con la fortalez a del espirit uu abierto , no con la debilida d de la cerrazón .

Démasoo Alons o no parec e dar much a importanci a a este ülim o fond o positiv o del escepticism o y del humo r machadianos .. Escribe : Torqu e este filósof o inconex o lo primer o que nos revel a es un rictu s de amargura : el chist e (debajo dell chist e siempr e hay amargura) . Humorism o malhumorado , tota l escepticismo , que lleva , o a enturfaia r las aguas para borra rr las trazas , o a aclararta s hast a ia ultim a perspicuidad , de repente ; pero solo para introduci r la complicad a traceri a dee un burló n razonamient o sof fstico . Esta vet a desilusionada , desamorada , agri a y escéptica , quiz é lati a (es decir , estab a oculta )) en el corazó n de Antoni o desd e sus anos mozos" . Segün lo vist o hast a ahora , no parec e imprescindibl e este respetabl ee punt o de vista , el que, en ef ecto , acentü a un aspect o presente , pero no primordia l a su obra . Creemo s que la contrapartid aa a esta actrtu d agri a no sol o no pued e soslayarse , sino que pesa much o més .

See ha hech o comu n hoy la distinció n entr e dos tipo s de nihilismo , el activ o y el pasivo . Sin entra r en pormenores , quee exigiria n adentrarno s en sustancioso s trabajos , com o alguno s de Heidegger 42, creemo s no forza r demasiad o este armazó nn conceptua l si afirmamo s situa r a Machad o meno s del lado del nihilism o pasiv o que del activo , com o en una suert ee de plenrtu d de fuerz a interio r que acat a la condició n desamparad a y "faltuzca " (el neologism e es de Machado ) del hombre ,, que acept a volve r a las calzada s impériale s del pensa r metafisic o libr e de ilusione s consoladoras , enclavantes , aünn sabiend o la posibl e inutilida d de est e esfuerzo : "{Bah ! ^Renunciariamo s a navegar , que es camina r entr e las estrellas , porqu ee las estrella s no puede n cogers e con la mano?" , escrib e Machado . Plenrtu d que acept a vrvi r con la nada, trabaja r y construi rr con eHa, con la nada intelectiva , la nada vital , con la muerte , el silenci o y el ofvido .

Dee igua l modo , la Philosophia Perennis tien e entr e sus postulado s la aceptació n de tod a apariencia , en prime r luga rr (lleg a a decir : "l o aparent e y obvi o es el camin o a la verdad") , part e asf de la aceptació n desprejuiciad a de la condició nn humana , més allé de especulaciones , preconcepto s y emotividade s que, de hecho , nos ocutta n tant o su

411 Cobos, P. de A., op. cit. 422 Un buen ejemplo es su ensayo "La frase de Nietzsche: 'Dios ha muerto"', en Sendas perdidas. Editorial Losada,, Buenos Aires, 1981.

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dimensio nn existencia l como su real esencia , déndol e a cada uno de esto s aspecto s su precis e lugar . Recordemo s que uno dee los principio s mas importante s del esoterism o es el de la discontinuida d existencia l de los seres con el Ser, y el de la ulterio rr incomensurabilida d de lo Absolut o con cualquie r recurs o forma l o determination , incluid o el lenguaj e y la f iloso f ia, porr ende. Pero a la vez la Philosophia Perennis postul a la existenci a de una necesida d del ser intem o -que refiej a la continuida dd esencia l de lo cread o y el Principio - de reunirs e con lo Uno, que es tambien , desd e otr o punt o de vista , lo Otro , unaa necesida d acaso enmudecid a y desvincuiad a de la personalida d exterio r por las caracteristica s perturbadora s de la conditio nn human a y de su subjetividad . Esta aceptación , pues , supon e la aceptació n de la nada , por motivo s meta f fsico s y vttales ,, por mor de Objetividad , ya que tod o es, a la vez, nada en relatio n con el fi n ultimo , y es asi ineligible , desd e esta perspectiva ,, en relació n a la aspiratio n a la liberta d interior . Los sufi s dicen : "Esta r en el mundo , pero no ser de él" . Acepta rr nuestr a condition , lo que introduc e ciert o nihilism o de caracte r activo , supon e acepta r el mundo , mora r en él , usart oo de camp o de aprendizaje , y , al mism o tiempo , recorda r su relatividad , su "nadidad" , desapegars e de él . Quizé dond e mass clarament e el concept o de nada, con matice s muy particulares , clar o estó , ha sido puest o al servici o de la liberació n interio rr es en el budism o Zen, dond e sunyata, vaci o o nada, senat e la esenci a mism a de la realidad .

Enn el esoterismo , en general , se infier e la presenci a de nocione s equiparable s con las de constructivida d y destructivida dd o inutilidad . Un escepticism o que resutt e inuti l o destructiv o seri a percibid o por sus efecto s reales en el conjunt oo del individuo , percibid o tant o por el instructo r o maestro , como , en lo que quepa , por el individu o mismo , por su serr intern o capaz de objetividad . Se pone entasi s en el adjetiv o "real" , pues es cornu n que una observatio n alterad a por preconcepcione ss y condicionamiento s crea ver efecto s distinto s o no aciert e a ver lo que ocurr e en verdad . Este fenómen o ess hart o reconocibl e en los grupo s esotérico s culturaies , dond e el progres o es mucha s veces institucionalizado , como en la masoneria ,, por medio de criterio s mas bien intelectuales . iQu é pasa "realmente " con cierto s filósofo s que aclama n et pode rr disolvent e y negativ o de la duda , que sensatio n real acontece ? £No se verifica n una pérdid a de vitaiidad , la aparició nn de la melancolia , la desesperación , el decadentismo , el suicidi o en caso s extremos ? ^Pued e ser uti l est e escepticism oo de curi o amargo ? £Es constructivo , tomand o como punt o de referend a el crechnient o interio r del individuo , laa necesida d de comprender , que diri a Machado ? iS e produc e una apertur a de la subjetividad , una apertur a "experimentable" ,, o, como se suel e deci r en estudio s moderno s sobr e el misticismo , se promuev e el acces o a un "éxtasi s transformante"? 43. .

Porr el contrario , la constructivida d tien e efecto s de sign o contrarie , eso si , a plazo s no siempr e coincidente s con nuestra ss expectativas . El escepticism o pued e ser constructivo , mejo r dicho , sol o si es constructiv o vale la pena como tal , noo obstant e su aire aparentement e substracto r (es mejo r deshacers e de cuant o sustent a cognicione s o experiencia s ilusoria ss o partiales , especiahnent e cuand o funge n de totales) . Fundamentabnente , sustra e precisament e lo inutil , destructiv oo o negativo . El vaci o dejado es, por consiguiente , constructivo , conditio n indispensabl e para la plenitud , plenitu dd misma , en ciert a forma . Nos interesa , por tanto , resalta r que tant o en Machado , com o en el esoterism o esencial , contr aa lo que podrf a hacer pensa r un examen superficial , el nihilism o particula r del que se valen result a ser una eminent e form aa de plenitud , una prene z de posibilidade s y nueva s experiencia s que oriente n las energfa s espirituale s haci a la esencia .. Esta es, a fart a de término s de comparación , tambié n una nada plenrficante , una ausenci a de determinació n que noo es carenci a sino infinit a posibilidad . En nada este la divinida d plenamente , en tod o relumbr a su hélito . Nada y Todo no sonn sino término s que aiude n a lo mismo , en sus aspecto s complementarios . Pues es plenitu d la nada que nos permrt e escucha rr el llamad o al trascendimiento . Como reza el Sutr a del Corazón : l a form a es el vacio , y el vaci o es la forma" . En verdad .. Nirvan a es Samsara , y Samsar a es Nirvana , en el corazó n del hombr e que acept a su condition . Aceptació n que requier ee la adecuad a dosi s de escepticism o y nihilism o activ o para Machado .

433 Véase López-Baralt, L. y Piera, L., El sol a medicmoche: la experiencia mistical tradicióny actualidad, Trotta-Centroo international de estudios misticos, Madrid, 1996.

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