+ All Categories
Home > Documents > Verbum Domini - Exhortación de Benedicto XVI

Verbum Domini - Exhortación de Benedicto XVI

Date post: 09-Apr-2018
Category:
Upload: grupo-jovenes-de-villacanas
View: 219 times
Download: 0 times
Share this document with a friend

of 206

Transcript
  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    1/206

    EXHORTACIN APOSTLICA

    POSTSINODAL

    VERBUM DOMINIDEL SANTO PADRE

    BENEDICTO XVI AL EPISCOPADO, AL CLERO,

    A LAS PERSONAS CONSAGRADAS

    Y A LOS FIELES LAICOS

    SOBRE

    LA PALABRA DE DIOS

    EN LA VIDA Y EN LA MISIN DE LA IGLESIA

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    2/206

    LIBRERIA EDITRICE VATICANA

    CIUAD DEL VATICANO

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    3/206

    3

    INTRODUCCIN

    L1. A PALABRA DEL SEOR permanece parasiempre. Y esa palabra es el Evangelioque os anunciamos (1 P1,25: cf. Is40,8). Estafrase de la Primera carta de san Pedro, que retomalas palabras del profeta Isaas, nos pone frenteal misterio de Dios que se comunica a s mis-mo mediante el don de su palabra. Esta palabra,que permanece para siempre, ha entrado en eltiempo. Dios ha pronunciado su palabra eternade un modo humano; su Verbo se hizo carne (Jn1,14). sta es la buena noticia. ste es el anun-cio que, a travs de los siglos, llega hasta nosotros.La XII Asamblea General Ordinaria del Snodode los Obispos, que se celebr en el Vaticano del5 al 26 de octubre de 2008, tuvo como tema LaPalabra de Dios en la vida y en la misin de la Iglesia.Fue una experiencia profunda de encuentro conCristo, Verbo del Padre, que est presente dondedos o tres estn reunidos en su nombre (cf. Mt18,20). Con esta Exhortacin, cumplo con agra-do la peticin de los Padres de dar a conocer atodo el Pueblo de Dios la riqueza surgida en lareunin vaticana y las indicaciones propuestas,como fruto del trabajo en comn.1 En esta pers-

    1 Cf. Propositio 1.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    4/206

    4

    pectiva, pretendo retomar todo lo que el Snodoha elaborado, teniendo en cuenta los documentospresentados: los Lineamenta, el Instrumentum laboris,las Relaciones anteypost disceptationemy los textos

    de las intervenciones, tanto ledas en el aula comolas presentadas in scriptis, las Relaciones de los cr-culos menores y sus debates, el Mensaje nal alPueblo de Dios y, sobre todo, algunas propues-tas especcas (Propositiones ), que los Padres hanconsiderado de particular relieve. En este sentido,deseo indicar algunas lneas fundamentales para

    revalorizar la Palabra divina en la vida de la Igle-sia, fuente de constante renovacin, deseando almismo tiempo que ella sea cada vez ms el cora-zn de toda actividad eclesial.

    Para que nuestra alegra sea perfecta

    En primer lugar, quisiera recordar la belleza2.y el encanto del renovado encuentro con el SeorJess experimentado durante la Asamblea sinodal.Por eso, hacindome eco de la voz de los Padres,me dirijo a todos los eles con las palabras de sanJuan en su primera carta: Os anunciamos la vidaeterna que estaba con el Padre y se nos manifes-

    t. Eso que hemos visto y odo os lo anunciamospara que estis unidos con nosotros en esa uninque tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucris-to (1Jn1,2-3). El Apstol habla de or, ver, tocarycontemplar(cf. 1,1) al Verbo de la Vida, porque la vida misma se manifest en Cristo. Y nosotros,llamados a la comunin con Dios y entre noso-

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    5/206

    5

    tros, debemos ser anunciadores de este don. Enesta perspectiva kerigmtica, la Asamblea sinodalha sido para la Iglesia y el mundo un testimoniode la belleza del encuentro con la Palabra de Dios

    en la comunin eclesial. Por tanto, exhorto a to-dos los eles a reavivar el encuentro personal ycomunitario con Cristo, Verbo de la Vida que seha hecho visible, y a ser sus anunciadores para queel don de la vida divina, la comunin, se extiendacada vez ms por todo el mundo. En efecto, par-ticipar en la vida de Dios, Trinidad de Amor, es

    alegra completa (cf. 1 Jn1,4). Y comunicar la ale-gra que se produce en el encuentro con la Perso-na de Cristo, Palabra de Dios presente en mediode nosotros, es un don y una tarea imprescindiblepara la Iglesia. En un mundo que considera confrecuencia a Dios como algo superuo o extrao,confesamos con Pedro que slo l tiene pala-

    bras de vida eterna (Jn6,68). No hay prioridadms grande que esta: abrir de nuevo al hombrede hoy el acceso a Dios, al Dios que habla y noscomunica su amor para que tengamos vida abun-dante (cf.Jn10,10).

    De la Dei Verbum al Snodo sobre la Palabra de Dios

    Con la XII Asamblea General Ordinaria del3.Snodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios,somos conscientes de haber tocado en cierto sen-tido el coraznmismo de la vida cristiana, en con-tinuidad con la anterior Asamblea sinodal sobre laEucarista como fuente y culmen de la vida y de la misin

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    6/206

    6

    de la Iglesia. En efecto, la Iglesia se funda sobre laPalabra de Dios, nace y vive de ella.2 A lo largode toda su historia, el Pueblo de Dios ha encon-trado siempre en ella su fuerza, y la comunidad

    eclesial crece tambin hoy en la escucha, en la ce-lebracin y en el estudio de la Palabra de Dios.Hay que reconocer que en los ltimos deceniosha aumentado en la vida eclesial la sensibilidadsobre este tema, de modo especial con relacina la Revelacin cristiana, a la Tradicin viva y ala Sagrada Escritura. A partir del ponticado del

    Papa Len XIII, podemos decir que ha ido cre-ciendo el nmero de intervenciones destinadasa aumentar en la vida de la Iglesia la concienciasobre la importancia de la Palabra de Dios y delos estudios bblicos,3 culminando en el Concilio Vaticano II, especialmente con la promulgacinde la Constitucin dogmtica Dei Verbum, sobre

    la divina Revelacin. Ella representa un hito en elcamino eclesial: Los Padres sinodales... recono-cen con nimo agradecido los grandes beneciosaportados por este documento a la vida de la Igle-sia, en el mbito exegtico, teolgico, espiritual,pastoral y ecumnico .4 En particular, ha crecidoen estos aos la conciencia del horizonte trinita-

    2 Cf. XII ASAMBLEA GENERAL ORDINARIADEL SNODODELOS OBISPOS, Instrumentum laboris, 27.

    3 Cf. LEN XIII, Carta enc. Providentissimus Deus(18 no-viembre 1893):ASS26 (1893-94, 269-292; BENEDICTO XV, Car-ta enc. Spiritus Paraclitus(15 septiembre 1920): AAS12 (1920),385-422; PO XII, Carta enc. Divino afante Spiritu(30 septiembre1943):AAS35 (1943), 297-325.

    4 Propositio 2.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    7/206

    7

    rio e histrico salvco de la Revelacin ,5 en elque se reconoce a Jesucristo como mediador yplenitud de toda la revelacin .6 La Iglesia con-esa incesantemente a todas las generaciones quel, con su presencia y manifestacin, con sus pa-labras y obras, signos y milagros, sobre todo consu muerte y resurreccin gloriosa, con el envodel Espritu de la verdad, lleva a plenitud toda larevelacin .7

    De todos es conocido el gran impulso que laConstitucin dogmtica Dei Verbumha dado a larevalorizacin de la Palabra de Dios en la vida dela Iglesia, a la reexin teolgica sobre la divinarevelacin y al estudio de la Sagrada Escritura. Enlos ltimos cuarenta aos, el Magisterio eclesial seha pronunciado en muchas ocasiones sobre estasmaterias.8 Con la celebracin de este Snodo, la

    5 Ibd.6 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobre

    la divina revelacin, 2.7 Ibd., 4.8 Cf. Entre otros documentos de distinta naturaleza, va-

    se: PABLO VI, Carta ap. Summi Dei Verbum(4 noviembre 1963):AAS55 (1963), 979-995; ID, Motu proprio Sedula cura(27 junio1971):AAS63 (1971), 665-669; JUAN PABLO II, Audiencia Gene-ral(1 mayo 1985): LOsservatore Romano, ed. en lengua espaola(5 mayo 1985), 3;ID., Discurso sobre la interpretacin de la Biblia en

    la Iglesia(23 abril 1993): AAS86 (1994), 232-243; BENEDICTOXVI, Discurso al Congreso Internacional por el 40 aniversario de la DeiVerbum(16 septiembre 2005):AAS97 (2005), 957; ID.,ngelus(6 noviembre 2005): LOsservatore Romano, ed. en lengua espao-la (11 noviembre 2005), 6. Se tengan en cuenta tambin los do-cumentos de la PONTIFICIA COMISIN BBLICA, De sacra Scriptura etChristologia(1984); Unidad y diversidad en la Iglesia(11 abril 1988);La interpretacin de la Biblia en la Iglesia(15 abril 1993); El pueblojudo y sus sagradas Escrituras en la Biblia cristiana(24 mayo 2001);Biblia y moral. Races bblicas del obrar cristiano (11 mayo 2008).

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    8/206

    8

    Iglesia, consciente de la continuidad de su propiocamino bajo la gua del Espritu Santo, se ha sen-tido llamada a profundizar nuevamente sobre eltema de la Palabra divina, ya sea para vericar la

    puesta en prctica de las indicaciones conciliares,como para hacer frente a los nuevos desafos quela actualidad plantea a los creyentes en Cristo.

    El Snodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios

    En la XII Asamblea sinodal, Pastores prove-4.

    nientes de todo el mundo se reunieron en torno ala Palabra de Dios y pusieron simblicamente enel centro de la Asamblea el texto de la Biblia, pararedescubrir algo que corremos el peligro de darpor descontado en la vida cotidiana: el hecho de queDios hable y responda a nuestras cuestiones.9 Juntos he-mos escuchado y celebrado la Palabra del Seor.

    Hemos hablado de todo lo que el Seor est reali-zando en el Pueblo de Dios y hemos compartidoesperanzas y preocupaciones. Todo esto nos haayudado a entender que nicamente en el noso-tros de la Iglesia, en la escucha y acogida recpro-ca, podemos profundizar nuestra relacin con laPalabra de Dios. De aqu brota la gratitud por lostestimonios de vida eclesial en distintas partes delmundo, narrados en las diversas intervencionesen el aula. Al mismo tiempo, ha sido emocionanteescuchar tambin a los Delegados fraternos, que

    9 Cf. Discurso a la Curia Romana(22 diciembre 2008):AAS101 (2009), 49.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    9/206

    9

    han aceptado la invitacin a participar en el en-cuentro sinodal. Recuerdo, en particular, la me-ditacin, profundamente estimada por los Padressinodales, que nos ofreci Su Santidad Bartolom

    I, Patriarca ecumnico de Constantinopla.

    10

    Porprimera vez, adems, el Snodo de los Obisposquiso invitar tambin a un Rabino para que nosdiera un valioso testimonio sobre las Sagradas Es-crituras judas, que tambin son justamente partede nuestras Sagradas Escrituras.11

    As, pudimos comprobar con alegra y gra-

    titud que tambin hoy en la Iglesia hay un Pen-tecosts, es decir, que la Iglesia habla en muchaslenguas; y esto no slo en el sentido exterior deque en ella estn representadas todas las grandeslenguas del mundo, sino sobre todo en un sentidoms profundo: en ella estn presentes los mlti-ples modos de la experiencia de Dios y del mun-

    do, la riqueza de las culturas; slo as se maniestala amplitud de la existencia humana y, a partir deella, la amplitud de la Palabra de Dios .12 Pudimosconstatar, adems, un Pentecosts an en camino;varios pueblos estn esperando todava que se lesanuncie la Palabra de Dios en su propia lengua ycultura.

    No podemos olvidar, adems, que durantetodo el Snodo nos ha acompaado el testimo-

    10 Cf. Propositio 37.11 Cf. PONTIFICIA COMISIN BBLICA, El pueblo judo y sus

    sagradas Escrituras en la Biblia cristiana(24 mayo 2001).12 Discurso a la Curia Romana (22 diciembre 2008): AAS

    101 (2009), 5.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    10/206

    10

    nio del Apstol Pablo. De hecho, fue providencialque la XII Asamblea General Ordinaria tuvieralugar precisamente en el ao dedicado a la guradel gran Apstol de los gentiles, con ocasin del

    bimilenario de su nacimiento. Se distingui en su vida por el celo con que difunda la Palabra deDios. Nos llegan al corazn las vibrantes palabrascon las que se refera a su misin de anunciador dela Palabra divina: hago todo esto por el Evange-lio (1 Co 9,23); Yo escribe en la Carta a los Ro-manos no me avergenzo del Evangelio: es fuerza

    de salvacin de Dios para todo el que cree (1,16).Cuando reexionamos sobre la Palabra de Diosen la vida y en la misin de la Iglesia, debemospensar en san Pablo y en su vida consagrada aanunciar la salvacin de Cristo a todas las gentes.

    El Prlogo del Evangelio de Juan como gua

    Con esta Exhortacin apostlica postsinodal,5.deseo que los resultados del Snodo inuyan e-cazmente en la vida de la Iglesia, en la relacinpersonal con las Sagradas Escrituras, en su inter-pretacin en la liturgia y en la catequesis, as comoen la investigacin cientca, para que la Biblia no

    quede como una Palabra del pasado, sino comoalgo vivo y actual. A este propsito, me propongopresentar y profundizar los resultados del Snodoen referencia constante al Prlogo del Evangelio deJuan(Jn1,1-18), en el que se nos anuncia el fun-damento de nuestra vida: el Verbo, que desde elprincipio est junto a Dios, se hizo carne y habit

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    11/206

    11

    entre nosotros (cf. Jn1,14). Se trata de un textoadmirable, que nos ofrece una sntesis de toda lafe cristiana. Juan, a quien la tradicin seala comoel discpulo al que Jess amaba (Jn13,23; 20,2;21,7.20), sac de su experiencia personal de en-cuentro y seguimiento de Cristo, una certeza in-terior: Jess es la Sabidura de Dios encarnada, suPalabra eterna que se ha hecho hombre mortal.13Que aquel que vio y crey (Jn20,8) nos ayu-de tambin a nosotros a reclinar nuestra cabezasobre el pecho de Cristo (cf. Jn 13,25), del que

    brotaron sangre y agua (cf.Jn19,34), smbolo delos sacramentos de la Iglesia. Siguiendo el ejem-plo del apstol Juan y de otros autores inspirados,dejmonos guiar por el Espritu Santo para amarcada vez ms la Palabra de Dios.

    13 Cf.ngelus(4 enero 2009): LOsservatore Romano, ed. enlengua espaola (9 enero 2009), 1.11.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    12/206

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    13/206

    PRIMERA PARTE

    VERBUM DEI

    En el principio ya exista la Palabra,y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios...

    y la Palabra se hizo carne ( Jn 1,1.14)

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    14/206

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    15/206

    15

    EL DIOSQUEHABLA

    Dios en dilogo

    La novedad de la revelacin bblica consiste6.en que Dios se da a conocer en el dilogo que de-sea tener con nosotros.14 La Constitucin dogm-tica Dei Verbumhaba expresado esta realidad re-conociendo que Dios invisible, movido de amor,habla a los hombres como amigos, trata con ellospara invitarlos y recibirlos en su compaa .15 Sinembargo, para comprender en su profundidadel mensaje del Prlogo de san Juan no podemos

    quedarnos en la constatacin de que Dios se noscomunica amorosamente. En realidad, el Verbode Dios, por quien se hizo todo (Jn1,3) y quese hizo carne (Jn1,14), es el mismo que exista in principio (Jn 1,1). Aunque se puede advertiraqu una alusin al comienzo del libro del Gne-sis (cf. Gn1,1), en realidad nos encontramos ante

    un principio de carcter absoluto en el que se nosnarra la vida ntima de Dios. El Prlogo de Juannos sita ante el hecho de que el Logosexiste real-mente desde siemprey que, desde siempre, l mismo

    14 Cf. Relatio ante disceptationem, I.15 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbumsobre

    la divina revelacin, 2.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    16/206

    16

    es Dios. As pues, no ha habido nunca en Dios untiempo en el que no existiera el Logos. El Verboya exista antes de la creacin. Por tanto, en el co-razn de la vida divina est la comunin, el donabsoluto. Dios es amor (1Jn4,16), dice el mismoApstol en otro lugar, indicando la imagen cris-tiana de Dios y tambin la consiguiente imagendel hombre y de su camino .16 Dios se nos da aconocer como misterio de amor innito en el queel Padre expresa desde la eternidad su Palabra enel Espritu Santo. Por eso, el Verbo, que desde el

    principio est junto a Dios y es Dios, nos revela almismo Dios en el dilogo de amor de las Personasdivinas y nos invita a participar en l. As pues,creados a imagen y semejanza de Dios amor, slopodemos comprendernos a nosotros mismos enla acogida del Verbo y en la docilidad a la obra delEspritu Santo. El enigma de la condicin humana

    se esclarece denitivamente a la luz de la revela-cin realizada por el Verbo divino.

    Analoga de la Palabra de Dios

    De todas estas consideraciones, que brotan7.de la meditacin sobre el misterio cristiano expre-

    sado en el Prlogo de Juan, hay que destacar ahoralo que los Padres sinodales han armado sobre lasdistintas maneras en que se usa la expresin Pa-labra de Dios . Se ha hablado justamente de unasinfona de la Palabra, de una nica Palabra que

    16 Carta enc. Deus caritas est(25 diciembre 2005), 1:AAS98 (2006), 217-218.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    17/206

    17

    se expresa de diversos modos: un canto a variasvoces . 17 A este propsito, los Padres sinodaleshan hablado de un uso analgico del lenguaje hu-mano en relacin a la Palabra de Dios. En efecto,esta expresin, aunque por una parte se reere ala comunicacin que Dios hace de s mismo, porotra asume signicados diferentes que han de sertratados con atencin y puestos en relacin entreellos, ya sea desde el punto de vista de la reexinteolgica como del uso pastoral. Como muestrade modo claro el Prlogo de Juan, el Logosindicaoriginariamente el Verbo eterno, es decir, el Hijonico de Dios, nacido del Padre antes de todoslos siglos y consustancial a l: la Palabra estaba juntoa Dios, la Palabra era Dios. Pero esta misma Pala-bra, arma san Juan, se hizo carne (Jn 1,14);por tanto, Jesucristo, nacido de Mara Virgen, esrealmente el Verbo de Dios que se hizo consus-

    tancial a nosotros. As pues, la expresin Palabrade Dios se reere aqu a la persona de Jesucristo,Hijo eterno del Padre, hecho hombre.

    Por otra parte, si bien es cierto que en elcentro de la revelacin divina est el evento deCristo, hay que reconocer tambin que la mismacreacin, el liber naturae, forma parte esencialmen-

    te de esta sinfona a varias voces en que se expresael nico Verbo. De modo semejante, confesamosque Dios ha comunicado su Palabra en la historiade la salvacin, ha dejado or su voz; con la po-tencia de su Espritu, habl por los profetas .18

    17 Instrumentum laboris, 9.18 Credo Niceno-Constantinopolitano: DS150.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    18/206

    18

    La Palabra divina, por tanto, se expresa a lo largode toda la historia de la salvacin, y llega a su ple-nitud en el misterio de la encarnacin, muerte yresurreccin del Hijo de Dios. Adems, la palabrapredicada por los apstoles, obedeciendo al man-dato de Jess resucitado: Id al mundo entero yproclamad el Evangelio a toda la creacin (Mc16,15), es Palabra de Dios. Por tanto, la Palabrade Dios se transmite en la Tradicin viva de laIglesia. La Sagrada Escritura, el Antiguo y el Nue-vo Testamento, es la Palabra de Dios atestiguada

    y divinamente inspirada. Todo esto nos ayuda aentender por qu en la Iglesia se venera tanto laSagrada Escritura, aunque la fe cristiana no es una religin del Libro : el cristianismo es la religinde la Palabra de Dios , no de una palabra escritay muda, sino del Verbo encarnado y vivo .19 Porconsiguiente, la Escritura ha de ser proclamada,

    escuchada, leda, acogida y vivida como Palabrade Dios, en el seno de la Tradicin apostlica, dela que no se puede separar.20

    Como armaron los Padres sinodales, de-bemos ser conscientes de que nos encontramosrealmente ante un uso analgico de la expresin Palabra de Dios . Es necesario, por tanto, edu-

    car a los eles para que capten mejor sus diversossignicados y comprendan su sentido unitario.Es preciso tambin que, desde el punto de vis-ta teolgico, se profundice en la articulacin de

    19 SAN BERNARDO, Homilia super missus est, 4, 11: PL183, 86 B.20 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbumso-

    bre la divina revelacin, 10.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    19/206

    19

    los diferentes signicados de esta expresin, paraque resplandezca mejor la unidad del plan divinoy el puesto central que ocupa en l la persona deCristo.21

    Dimensin csmica de la Palabra

    Conscientes del signicado fundamental de8.la Palabra de Dios en relacin con el Verbo eternode Dios hecho carne, nico salvador y mediadorentre Dios y el hombre,22 y en la escucha de esta

    Palabra, la revelacin bblica nos lleva a reconocerque ella es el fundamento de toda la realidad. ElPrlogo de san Juan arma con relacin al Logosdivino, que por medio de la Palabra se hizo todo,y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho (Jn1,3); en la Carta a los Colosenses, se arma tam-bin con relacin a Cristo, primognito de toda

    criatura (1,15), que todo fue creado por l ypara l (1,16). Y el autor de la Carta a los Hebreosrecuerda que por la fe sabemos que la Palabra deDios congur el universo, de manera que lo queest a la vista no proviene de nada visible (11,3).

    Este anuncio es para nosotros una palabraliberadora. En efecto, las armaciones escriturs-ticas sealan que todo lo que existe no es frutodel azar irracional, sino que ha sido querido por

    21 Cf. Propositio 3.22 Cf. CONGREGACINPARALA DOCTRINADELA FE, Decl.

    Dominus Iesus, sobre la unicidad y la universalidad salvca deJesucristo y de la Iglesia (6 agosto 2000), 13-15: AAS92 (2000),754-756.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    20/206

    20

    Dios, est en sus planes, en cuyo centro est la in-vitacin a participar en la vida divina en Cristo. Lacreacin nace del Logosy lleva la marca imborrablede la Razn creadora que ordena y gua. Los salmos

    cantan esta gozosa certeza: La palabra del Seorhizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejrcitos (Sal33,6); y de nuevo: l lo dijo, y existi, l lomand, y surgi (Sal33,9). Toda realidad expresaeste misterio: El cielo proclama la gloria de Dios,el rmamento pregona la obra de sus manos (Sal19,2). Por eso, la misma Sagrada Escritura nos in-

    vita a conocer al Creador observando la creacin(cf. Sb 13,5; Rm 1,19-20). La tradicin del pen-samiento cristiano supo profundizar en este ele-mento clave de la sinfona de la Palabra cuando,por ejemplo, san Buenaventura, junto con la grantradicin de los Padres griegos, ve en el Logosto-das las posibilidades de la creacin,23 y dice que

    toda criatura es Palabra de Dios, en cuanto queproclama a Dios .24 La Constitucin dogmticaDei Verbumhaba sintetizado esto declarando que Dios, creando y conservando el universo porsu Palabra (cf.Jn1,3), ofrece a los hombres en lacreacin un testimonio perenne de s mismo .25

    23 Cf. In Hexaemeron, 20, 5: Opera Omnia, V, Quaracchi1891, p. 425-426; Breviloquium, 1, 8: Opera Omnia, V, Quaracchi1891, p. 216-217.

    24 Itinerarium mentis in Deum, 2, 12: Opera Omnia, V, Qua-racchi 1891, p. 302-303; Commentarius in librum Ecclesiastes, Cap. 1,vers. 11,Quaestiones, 2, 3:Opera Omnia, VI, Quaracchi 1891, p. 16.

    25 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 3; cf. CONC. ECUM. VAT. I, Const. dogm. DeiFilius, sobre la fe catlica, cap. 2, De revelatione: DS3004.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    21/206

    21

    La creacin del hombre

    La realidad, por tanto, nace de la Palabra9.como creatura Verbi, y todo est llamado a servir ala Palabra. La creacin es el lugar en el que se de-

    sarrolla la historia de amor entre Dios y su criatu-ra; por tanto, la salvacin del hombre es el motivode todo. La contemplacin del cosmos desde laperspectiva de la historia de la salvacin nos llevaa descubrir la posicin nica y singular que ocupael hombre en la creacin: Y cre Dios al hombre

    a su imagen; a imagen de Dios lo cre; hombre ymujer los cre (Gn1,27). Esto nos permite reco-nocer plenamente los dones preciosos recibidosdel Creador: el valor del propio cuerpo, el don dela razn, la libertad y la conciencia. En todo estoencontramos tambin lo que la tradicin los-ca llama ley natural .26 En efecto, todo ser hu-

    mano que llega al uso de razn y a la responsabi-lidad experimenta una llamada interior a hacer elbien 27 y, por tanto, a evitar el mal. Como recuerdasanto Toms de Aquino, los dems preceptos dela ley natural se fundan sobre este principio.28 Laescucha de la Palabra de Dios nos lleva sobre todo

    a valorar la exigencia de vivir de acuerdo con estaley escrita en el corazn (cf. Rm2,15; 7,23).29 A

    26 Cf. Propositio 13.27 COMISIN TEOLGICA INTERNACIONAL, En busca de una

    tica universal: nueva mirada sobre la ley natural(2009), 39.28 Cf. Summa Theologiae, I-II, q. 94, a. 2.29 Cf. PONTIFICIA COMISIN BBLICA, Biblia y moral. Races

    bblicas del obrar cristiano (11 mayo 2008), nn. 13. 32. 109.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    22/206

    22

    continuacin, Jesucristo dio a los hombres la Leynueva, la Ley del Evangelio, que asume y realizade modo eminente la ley natural, liberndonos dela ley del pecado, responsable de aquello que dice

    san Pablo: el querer lo bueno lo tengo a mano,pero el hacerlo, no (Rm7,18), y da a los hombres,mediante la gracia, la participacin a la vida divinay la capacidad de superar el egosmo.30

    Realismo de la Palabra

    Quien conoce la Palabra divina conoce10.tambin plenamente el sentido de cada criatura.En efecto, si todas las cosas se mantienen enaquel que es anterior a todo (Col1,17), quienconstruye la propia vida sobre su Palabra edicaverdaderamente de manera slida y duradera. LaPalabra de Dios nos impulsa a cambiar nuestro

    concepto de realismo: realista es quien recono-ce en el Verbo de Dios el fundamento de todo.31De esto tenemos especial necesidad en nuestrosdas, en los que muchas cosas en las que se confapara construir la vida, en las que se siente la tenta-cin de poner la propia esperanza, se demuestranefmeras. Antes o despus, el tener, el placer y elpoder se maniestan incapaces de colmar las aspi-raciones ms profundas del corazn humano. En

    30 Cf. COMISIN TEOLGICA INTERNACIONAL, En busca deuna tica universal: nueva mirada sobre la ley natural, 102.

    31 Cf. Homila durante la Hora Tercia de la primera Congregacingeneral del Snodo de los Obispos(6 octubre 2008):AAS100(2008),758-761.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    23/206

    23

    efecto, necesita construir su propia vida sobre ci-mientos slidos, que permanezcan incluso cuan-do las certezas humanas se debilitan. En realidad,puesto que tu palabra, Seor, es eterna, ms es-

    table que el cielo y la

    delidad del Seor dura de generacin en generacin (Sal 119,89-90),quien construye sobre esta palabra edica la casade la propia vida sobre roca (cf. Mt 7,24). Quenuestro corazn diga cada da a Dios: T eresmi refugio y mi escudo, yo espero en tu palabra (Sal119,114) y, como san Pedro, actuemos cada

    da conando en el Seor Jess: Por tu palabra,echar las redes (L c5,5).

    Cristologa de la Palabra

    La consideracin de la realidad como obra11.de la santsima Trinidad a travs del Verbo divino,

    nos permite comprender las palabras del autorde la Carta a los Hebreos: En distintas ocasionesy de muchas maneras habl Dios antiguamente anuestros padres por los profetas. Ahora, en estaetapa nal, nos ha hablado por el Hijo, al que hanombrado heredero de todo, y por medio del cualha ido realizando las edades del mundo (1,1-2).

    Es muy hermoso ver cmo todo el Antiguo Tes-tamento se nos presenta ya como historia en laque Dios comunica su Palabra. En efecto, hizoprimero una alianza con Abrahn (cf. Gn15,18);despus, por medio de Moiss (cf. Ex 24,8), lahizo con el pueblo de Israel, y as se fue revelan-do a su pueblo, con obras y palabras, como Dios

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    24/206

    24

    vivo y verdadero. De este modo, Israel fue expe-rimentando la manera de obrar de Dios con loshombres, la fue comprendiendo cada vez mejoral hablar Dios por medio de los profetas, y fuedifundiendo este conocimiento entre las naciones(cf. Sal21,28-29; 95,1-3; Is2,1-4;Jr3,17) .32

    Esta condescendencia de Dios se cumple demanera insuperable con la encarnacin del Verbo.La Palabra eterna, que se expresa en la creaciny se comunica en la historia de la salvacin, enCristo se ha convertido en un hombre nacido

    de una mujer (Ga4,4). La Palabra aqu no se ex-presa principalmente mediante un discurso, conconceptos o normas. Aqu nos encontramos antela persona misma de Jess. Su historia nica y sin-gular es la palabra denitiva que Dios dice a la hu-manidad. As se entiende por qu no se comien-za a ser cristiano por una decisin tica o una gran

    idea, sino por el encuentro con un acontecimien-to, con una Persona, que da un nuevo horizonte ala vida y, con ello, una orientacin decisiva .33 Larenovacin de este encuentro y de su compren-sin produce en el corazn de los creyentes unareaccin de asombro ante una iniciativa divinaque el hombre, con su propia capacidad racional

    y su imaginacin, nunca habra podido inventar.Se trata de una novedad inaudita y humanamenteinconcebible: Y la Palabra se hizo carne, y acam-

    32 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 14.

    33 Carta enc. Deus caritas est(25 diciembre 2005), 1:AAS98 (2006), 217-218.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    25/206

    25

    p entre nosotros (Jn1,14a). Esta expresin nose reere a una gura retrica sino a una expe-riencia viva. La narra san Juan, testigo ocular: Yhemos contemplado su gloria; gloria propia del

    Hijo nico del Padre, lleno de gracia y de verdad (Jn1,14b). La fe apostlica testica que la Palabraeterna se hizo Uno de nosotros. La Palabra divinase expresa verdaderamente conpalabras humanas.

    La tradicin patrstica y medieval, al contem-12.plar esta Cristologa de la Palabra , ha utilizado

    una expresin sugestiva: el Verbo se ha abreviado:34

    Los Padres de la Iglesia, en su traduccin grie-ga del antiguo Testamento, usaron unas palabrasdel profeta Isaas que tambin cita Pablo paramostrar cmo los nuevos caminos de Dios fue-ron preanunciados ya en el Antiguo Testamento.All se lea: Dios ha cumplido su palabra y la ha

    abreviado (Is10,23; Rm9,28)... El Hijo mismo esla Palabra, el Logos; la Palabra eterna se ha hechopequea, tan pequea como para estar en un pe-sebre. Se ha hecho nio para que la Palabra esta nuestro alcance .35 Ahora, la Palabra no slo sepuede or, no slo tiene una voz, sino que tiene unrostro que podemos ver: Jess de Nazaret.36

    Siguiendo la narracin de los Evangelios, ve-mos cmo la misma humanidad de Jess se ma-

    34 Ho Logos pachynetai (o brachynetai) : cf. ORGENES, Periarchon, 1, 2, 8: SC252, 127-129.

    35 Homila durante la misa de Nochebuena (24 diciembre2006):AAS99 (2007), 12.

    36 Cf.Mensajenal.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    26/206

    26

    niesta con toda su singularidad precisamenteen relacin con la Palabra de Dios. l, en efecto,en su perfecta humanidad, realiza la voluntad delPadre en cada momento; Jess escucha su voz y

    la obedece con todo su ser; l conoce al Padrey cumple su palabra (cf. Jn8,55); nos cuenta lascosas del Padre (cf.Jn12,50); les he comunicadolas palabras que t me diste (Jn17,8). Por tanto,Jess se maniesta como el Logosdivino que se daa nosotros, pero tambin como el nuevo Adn, elhombre verdadero, que cumple en cada momento

    no su propia voluntad sino la del Padre. l ibacreciendo en sabidura, en estatura y en gracia anteDios y los hombres (L c2,52). De modo perfec-to escucha, cumple en s mismo y nos comunicala Palabra divina (cf. L c5,1).

    La misin de Jess se cumple nalmente enel misterio pascual: aqu nos encontramos ante el

    Mensaje de la cruz (1 Co 1,18). El Verbo enmu-dece, se hace silencio mortal, porque se ha di-cho hasta quedar sin palabras, al haber habladotodo lo que tena que comunicar, sin guardarsenada para s. Los Padres de la Iglesia, contem-plando este misterio, ponen de modo sugestivoen labios de la Madre de Dios estas palabras: LaPalabra del Padre, que ha creado todas las criatu-ras que hablan, se ha quedado sin palabra; estnsin vida los ojos apagados de aquel que con su pa-labra y con un solo gesto suyo mueve todo lo quetiene vida .37 Aqu se nos ha comunicado el amor

    37 MXIMOEL CONFESOR, Vida de Mara, 89: CSCO, 479, 77.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    27/206

    27

    ms grande , el que da la vida por sus amigos (cf.Jn15,13).

    En este gran misterio, Jess se maniestacomo la Palabra de la Nueva y Eterna Alianza: la

    libertad de Dios y la libertad del hombre se en-cuentran denitivamente en su carne crucicada,en un pacto indisoluble, vlido para siempre. Je-ss mismo, en la ltima cena, en la institucin dela Eucarista, haba hablado de Nueva y EternaAlianza , establecida con el derramamiento de susangre (cf. Mt26,28; Mc14,24; L c 22,20), mos-

    trndose como el verdadero Cordero inmolado,en el que se cumple la denitiva liberacin de laesclavitud.38

    Este silencio de la Palabra se maniesta en susentido autntico y denitivo en el misterio lumi-noso de la resurreccin. Cristo, Palabra de Diosencarnada, crucicada y resucitada, es Seor de

    todas las cosas; l es el Vencedor, el Pantocrtor, yha recapitulado en s para siempre todas las co-sas (cf. Ef1,10). Cristo, por tanto, es la luz delmundo (Jn8,12), la luz que brilla en la tiniebla (Jn1,54) y que la tiniebla no ha derrotado (cf.Jn1,5). Aqu se comprende plenamente el sentido

    del Salmo119: Lmpara es tu palabra para mispasos, luz en mi sendero (v. 105); la Palabra queresucita es esta luz denitiva en nuestro camino.Los cristianos han sido conscientes desde el co-mienzo de que, en Cristo, la Palabra de Dios est

    38 Cf. Exhort. ap. postsinodal Sacramentum caritatis(22 fe-brero 2007), 9-10:AAS99 (2007), 111-112.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    28/206

    28

    presente como Persona. La Palabra de Dios es laluz verdadera que necesita el hombre. S, en la re-surreccin, el Hijo de Dios surge como luz delmundo. Ahora, viviendo con l y por l, podemos

    vivir en la luz.L legados, por decirlo as, al corazn de la13.

    Cristologa de la Palabra , es importante subrayarla unidad del designio divino en el Verbo encar-nado. Por eso, el Nuevo Testamento, de acuerdocon las Sagradas Escrituras, nos presenta el mis-

    terio pascual como su ms ntimo cumplimiento.San Pablo, en la Primera carta a los Corintios, armaque Jesucristo muri por nuestros pecados se-gn las Escrituras (15,3), y que resucit al tercerda segn las Escrituras (1 Co 15,4). Con esto,el Apstol pone el acontecimiento de la muerte yresurreccin del Seor en relacin con la historia

    de la Antigua Alianza de Dios con su pueblo. Esms, nos permite entender que esta historia reci-be de ello su lgica y su verdadero sentido. En elmisterio pascual se cumplen las palabras de laEscritura, o sea, esta muerte realizada segn lasEscrituras es un acontecimiento que contiene ens un logos, una lgica: la muerte de Cristo atestiguaque la Palabra de Dios se hizo carne, historia

    humana .39 Tambin la resurreccin de Jess tie-ne lugar al tercer da segn las Escrituras : yaque, segn la interpretacin juda, la corrupcin

    39Audiencia General(15 abril 2009): LOsservatore Romano,ed. en lengua espaola (17 abril 2009), 15.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    29/206

    29

    comenzaba despus del tercer da, la palabra de laEscritura se cumple en Jess que resucita antes deque comience la corrupcin. En este sentido, sanPablo, transmitiendo elmente la enseanza de

    los Apstoles (cf. 1 Co 15,3), subraya que la vic-toria de Cristo sobre la muerte tiene lugar por elpoder creador de la Palabra de Dios. Esta fuerzadivina da esperanza y gozo: es ste en denitiva elcontenido liberador de la revelacin pascual. Enla Pascua, Dios se revela a s mismo y la potenciadel amor trinitario que aniquila las fuerzas des-

    tructoras del mal y de la muerte.Teniendo presente estos elementos esenciales

    de nuestra fe, podemos contemplar as la profundaunidad en Cristo entre creacin y nueva creacin,y de toda la historia de la salvacin. Por recurrira una imagen, podemos comparar el cosmos a un libro as deca Galileo Galilei y considerarlo

    como la obra de un Autor que se expresa me-diante la sinfona de la creacin. Dentro de esta

    sinfona se encuentra, en cierto momento, lo queen lenguaje musical se llamara un solo, un tema

    encomendado a un solo instrumento o a una solavoz, y es tan importante que de l depende el sig-

    ni

    cado de toda la pera. Este solo es Jess... ElHijo del hombre resume en s la tierra y el cielo, lacreacin y el Creador, la carne y el Espritu. Es elcentro del cosmos y de la historia, porque en l seunen sin confundirse el Autor y su obra .40

    40 Cf.Homila en la solemnidad de la Epifana(6 enero 2009):LOsservatore Romano, ed. en lengua espaola (9 enero 2009), 7. 11.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    30/206

    30

    Dimensin escatolgica de la Palabra de Dios

    De este modo, la Iglesia expresa su con-14.ciencia de que Jesucristo es la Palabra denitivade Dios; l es el primero y el ltimo (Ap 1,17).

    l ha dado su sentido denitivo a la creacin ya la historia; por eso, estamos llamados a vivir eltiempo, a habitar la creacin de Dios dentro deeste ritmo escatolgico de la Palabra; la econo-ma cristiana, por ser la alianza nueva y denitiva,nunca pasar; ni hay que esperar otra revelacinpblica antes de la gloriosa manifestacin de Jesu-cristo nuestro Seor (cf. 1 Tm6,14; Tt2,13) .41En efecto, como han recordado los Padres duran-te el Snodo, la especicidad del cristianismo semaniesta en el acontecimiento Jesucristo, cul-men de la Revelacin, cumplimiento de las pro-mesas de Dios y mediador del encuentro entre el

    hombre y Dios. l, que nos ha revelado a Dios(cf.Jn1,18), es la Palabra nica y denitiva entre-gada a la humanidad .42 San Juan de la Cruz haexpresado admirablemente esta verdad: Porqueen darnos, como nos dio a su Hijo, que es unaPalabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habljunto y de una vez en esta sola Palabra... Porque

    lo que hablaba antes en partes a los profetas ya loha hablado a l todo, dndonos el todo, que es suHijo. Por lo cual, el que ahora quisiese preguntar aDios, o querer alguna visin o revelacin, no slo

    41 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 4.

    42 Propositio 4.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    31/206

    31

    hara una necedad, sino hara agravio a Dios, noponiendo los ojos totalmente en Cristo, sin quererotra cosa o novedad .43

    Por consiguiente, el Snodo ha recomendado

    ayudar a los

    eles a distinguir bien la Palabra deDios de las revelaciones privadas ,44 cuya funcin no es la de... completar la Revelacin denitivade Cristo, sino la de ayudar a vivirla ms plenamen-te en una cierta poca de la historia .45 El valorde las revelaciones privadas es esencialmente di-ferente al de la nica revelacin pblica: sta exige

    nuestra fe; en ella, en efecto, a travs de palabrashumanas y de la mediacin de la comunidad vivade la Iglesia, Dios mismo nos habla. El criterio deverdad de una revelacin privada es su orientacincon respecto a Cristo. Cuando nos aleja de l, en-tonces no procede ciertamente del Espritu Santo,que nos gua hacia el Evangelio y no hacia fuera.La revelacin privada es una ayuda para esta fe, yse maniesta como creble precisamente cuandoremite a la nica revelacin pblica. Por eso, laaprobacin eclesistica de una revelacin privadaindica esencialmente que su mensaje no contienenada contrario a la fe y a las buenas costumbres;

    es lcito hacerlo pblico, y los eles pueden dar suasentimiento de forma prudente. Una revelacinprivada puede introducir nuevos acentos, dar lu-gar a nuevas formas de piedad o profundizar las

    43 Subida del Monte Carmelo, II, 22.44 Propositio 47.45 Catecismo de la Iglesia Catlica, 67.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    32/206

    32

    antiguas. Puede tener un cierto carcter proftico(cf. 1 Ts5,19-21) y prestar una ayuda vlida paracomprender y vivir mejor el Evangelio en el pre-sente; de ah que no se pueda descartar. Es una

    ayuda que se ofrece pero que no es obligatoriousarla. En cualquier caso, ha de ser un alimentode la fe, esperanza y caridad, que son para todosla va permanente de la salvacin.46

    La Palabra de Dios y el Espritu Santo

    Despus de habernos extendido sobre la15.Palabra ltima y denitiva de Dios al mundo, esnecesario referirse ahora a la misin del EsprituSanto en relacin con la Palabra divina. En efec-to, no se comprende autnticamente la revelacincristiana sin tener en cuenta la accin del Par-clito. Esto tiene que ver con el hecho de que la

    comunicacin que Dios hace de s mismo implicasiempre la relacin entre el Hijo y el Espritu San-to, a quienes Ireneo de Lyon llama precisamente las dos manos del Padre .47 Por lo dems, la Sa-grada Escritura es la que nos indica la presenciadel Espritu Santo en la historia de la salvacin y,en particular, en la vida de Jess, a quien la VirgenMara concibi por obra del Espritu Santo (cf. Mt1,18; L c1,35); al comienzo de su misin pblica,

    46 Cf. CONGREGACINPARALA DOCTRINADELA FE, El men-saje de Ftima(26 junio 2000): LOsservatore Romano, ed. en lenguaespaola (30 junio 2000), 10.

    47Adversus haereses, IV, 7, 4: PG 7, 992-993; V, 1, 3: PG 7,1123; V, 6, 1: PG 7, 1137; V, 28, 4: PG 7, 1200.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    33/206

    33

    en la orilla del Jordn, lo ve que desciende sobre sen forma de paloma (cf. Mt3,16); Jess acta, ha-bla y exulta en este mismo Espritu (cf. L c10,21);y se ofrece a s mismo en el Espritu (cf. Hb9,14).

    Cuando estaba terminando su misin, segn elrelato del Evangelista Juan, Jess mismo pone enclara relacin el don de su vida con el envo delEspritu a los suyos (cf. Jn16,7). Despus, Jessresucitado, llevando en su carne los signos de lapasin, infundi el Espritu (cf. Jn20,22), hacien-do a los suyos partcipes de su propia misin (cf.

    Jn20,21). El Espritu Santo ensear a los disc-pulos y les recordar todo lo que Cristo ha dicho(cf. Jn14,26), puesto que ser l, el Espritu de laVerdad (cf. Jn15,26), quien llevar los discpulosa la Verdad entera (cf. Jn16,13). Por ltimo, comose lee en los Hechos de los Apstoles, el Espritu des-ciende sobre los Doce, reunidos en oracin con

    Mara el da de Pentecosts (cf. 2,1-4), y les ani-ma a la misin de anunciar a todos los pueblos laBuena Nueva.48

    La Palabra de Dios, pues, se expresa con pa-labras humanas gracias a la obra del Espritu San-to. La misin del Hijo y la del Espritu Santo son

    inseparables y constituyen una nica economa dela salvacin. El mismo Espritu que acta en laencarnacin del Verbo, en el seno de la VirgenMara, es el mismo que gua a Jess a lo largo detoda su misin y que ser prometido a los disc-

    48 Cf. Exhort. ap. postsinodal Sacramentum caritatis(22 fe-brero 2007), 12:AAS99 (2007), 113-114.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    34/206

    34

    pulos. El mismo Espritu, que habl por los pro-fetas, sostiene e inspira a la Iglesia en la tarea deanunciar la Palabra de Dios y en la predicacin delos Apstoles; es el mismo Espritu, nalmente,

    quien inspira a los autores de las Sagradas Escri-turas.

    Conscientes de este horizonte pneumatol-16.gico, los Padres sinodales han querido sealar laimportancia de la accin del Espritu Santo en lavida de la Iglesia y en el corazn de los creyentes

    en su relacin con la Sagrada Escritura.49

    Sin la ac-cin ecaz del Espritu de la Verdad (Jn14,16)no se pueden comprender las palabras del Seor.Como recuerda san Ireneo: Los que no partici-pan del Espritu no obtienen del pecho de su ma-dre (la Iglesia) el nutrimento de la vida, no recibennada de la fuente ms pura que brota del cuerpo

    de Cristo .50 Puesto que la Palabra de Dios llegaa nosotros en el cuerpo de Cristo, en el cuerpoeucarstico y en el cuerpo de las Escrituras, me-diante la accin del Espritu Santo, slo puede seracogida y comprendida verdaderamente gracias almismo Espritu.

    Los grandes escritores de la tradicin cristia-na consideran unnimemente la funcin del Es-pritu Santo en la relacin de los creyentes conlas Escrituras. San Juan Crisstomo arma que laEscritura necesita de la revelacin del Espritu,

    49 Cf. Propositio 5.50Adversus haereses, III 24,1: PG 7, 966.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    35/206

    35

    para que descubriendo el verdadero sentido de lascosas que all se encuentran encerradas, obtenga-mos un provecho abundante .51 Tambin san Je-rnimo est rmemente convencido de que no

    podemos llegar a comprender la Escritura sin laayuda del Espritu Santo que la ha inspirado .52San Gregorio Magno, por otra parte, subraya demodo sugestivo la obra del mismo Espritu en laformacin e interpretacin de la Biblia: l mis-mo ha creado las palabras de los santos testamen-tos, l mismo las desvela .53 Ricardo de San Vc-

    tor recuerda que se necesitan ojos de paloma ,iluminados e ilustrados por el Espritu, para com-prender el texto sagrado.54

    Quisiera subrayar tambin, con respecto a larelacin entre el Espritu Santo y la Escritura, eltestimonio signicativo que encontramos en lostextos litrgicos, donde la Palabra de Dios es pro-

    clamada, escuchada y explicada a los eles. Se tra-ta de antiguas oraciones que en forma de epclesisinvocan al Espritu antes de la proclamacin delas lecturas: Enva tu Espritu Santo Parclito so-bre nuestras almas y haznos comprender las Es-crituras inspiradas por l; y a m concdeme inter-pretarlas de manera digna, para que los eles aqu

    51 Homiliae in Genesim, 22: PG 53, 175.52 Epistula120, 10: CSEL55, 500-5006.53 Homilae in Ezechielem, 1, 7, 17: CC142, p. 94.54 Oculi ergo devotae animae sunt columbarum quia

    sensus eius per Spiritum sanctum sunt illuminati et edocti, spi-ritualia sapientes Nunc quidem aperitur animae talis sensus,ut intellegat Scripturas : RICARDODE SAN VCTOR, Explicatio inCantica canticorum, 15: PL196, 450 B. D.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    36/206

    36

    reunidos saquen provecho . Del mismo modo,encontramos oraciones al nal de la homila queinvocan a Dios pidiendo el don del Espritu so-bre los eles: Dios salvador te imploramos enfavor de este pueblo: enva sobre l el EsprituSanto; el Seor Jess lo visite, hable a las mentesde todos y disponga los corazones para la fe yconduzca nuestras almas hacia ti, Dios de las Mi-sericordias .55 De aqu resulta con claridad que nose puede comprender el sentido de la Palabra sino se tiene en cuenta la accin del Parclito en la

    Iglesia y en los corazones de los creyentes.

    Tradicin y Escritura

    Al rearmar el vnculo profundo entre el17.Espritu Santo y la Palabra de Dios, hemos senta-do tambin las bases para comprender el sentidoy el valor decisivo de la Tradicin viva y de las Sa-gradas Escrituras en la Iglesia. En efecto, puestoque tanto am Dios al mundo, que entreg a suHijo nico (Jn3,16), la Palabra divina, pronun-ciada en el tiempo, fue dada y entregada a laIglesia de modo denitivo, de tal manera que elanuncio de la salvacin se comunique ecazmen-

    te siempre y en todas partes. Como nos recuerdala Constitucin dogmtica Dei Verbum, Jesucristomismo mand a los Apstoles predicar a todoslos hombres el Evangelio como fuente de toda verdad salvadora y de toda norma de conducta,

    55 Sacramentarium SerapionisII (XX): Didascalia et Constitu-tiones apostolorum, ed. F.X. FUNK, II, Paderborn 1906, p. 161.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    37/206

    37

    comunicndoles as los bienes divinos: el Evan-gelio prometido por los profetas, que l mismocumpli y promulg con su boca. Este mandatose cumpli elmente, pues los Apstoles, con supredicacin, sus ejemplos, sus instituciones, trans-mitieron de palabra lo que haban aprendido delas obras y palabras de Cristo y lo que el EsprituSanto les ense; adems, los mismos Apstolesy otros de su generacin pusieron por escrito elmensaje de la salvacin inspirados por el EsprituSanto .56

    El Concilio Vaticano II recuerda tambinque esta Tradicin de origen apostlico es unarealidad viva y dinmica, que va creciendo en laIglesia con la ayuda del Espritu Santo ; pero noen el sentido de que cambie en su verdad, quees perenne. Ms bien crece la comprensin delas palabras y las instituciones transmitidas , con

    la contemplacin y el estudio, con la inteligenciafruto de una ms profunda experiencia espiritual,as como con la predicacin de los que con la su-cesin episcopal recibieron el carisma seguro dela verdad .57

    La Tradicin viva es esencial para que laIglesia vaya creciendo con el tiempo en la com-

    prensin de la verdad revelada en las Escrituras;en efecto, la misma Tradicin da a conocer a laIglesia el canon de los libros sagrados y hace quelos comprenda cada vez mejor y los mantenga

    56 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 7.

    57 Ibd., 8.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    38/206

    38

    siempre activos .58 En denitiva, es la Tradicinviva de la Iglesia la que nos hace comprender demodo adecuado la Sagrada Escritura como Pala-bra de Dios. Aunque el Verbo de Dios precede ytrasciende la Sagrada Escritura, en cuanto inspira-da por Dios, contiene la palabra divina (cf. 2 Tm3,16) en modo muy singular .59

    De aqu se deduce la importancia de edu-18.car y formar con claridad al Pueblo de Dios, paraacercarse a las Sagradas Escrituras en relacin conla Tradicin viva de la Iglesia, reconociendo enellas la misma Palabra de Dios. Es muy importan-te, desde el punto de vista de la vida espiritual, de-sarrollar esta actitud en los eles. En este sentido,puede ser til recordar la analoga desarrollada porlos Padres de la Iglesia entre el Verbo de Dios quese hace carne y la Palabra que se hace libro .60

    Esta antigua tradicin, segn la cual, como dicesan Ambrosio, el cuerpo del Hijo es la Escrituraque se nos ha transmitido ,61 es recogida por laConstitucin dogmtica Dei Verbum, que arma: La Palabra de Dios, expresada en lenguas huma-nas, se hace semejante al lenguaje humano, comola Palabra del eterno Padre, asumiendo nuestra

    dbil condicin humana, se hizo semejante a loshombres .62 Entendida de esta manera, la Sagrada

    58 Ibd.59 Cf. Propositio 3.60 Cf.Mensajenal, II, 5.61 Expositio Evangelii secundum Lucam6, 33: PL15, 1677.62 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobre

    la divina revelacin, 13.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    39/206

    39

    Escritura, an en la multiplicidad de sus formas ycontenidos, se nos presenta como realidad unita-ria. En efecto, a travs de todas las palabras de lasagrada Escritura, Dios dice slo una palabra, su

    Verbo nico, en quien l se dice en plenitud (cf.Hb 1,1-3) ,63 como ya advirti con claridad sanAgustn: Recordad que es una sola la Palabra deDios que se desarrolla en toda la Sagrada Escritu-ra y uno solo el Verbo que resuena en la boca detodos los escritores sagrados .64

    En denitiva, mediante la obra del Espritu

    Santo y bajo la gua del Magisterio, la Iglesia trans-mite a todas las generaciones cuanto ha sido re-velado en Cristo. La Iglesia vive con la certeza deque su Seor, que habl en el pasado, no cesa decomunicar hoy su Palabra en la Tradicin viva dela Iglesia y en la Sagrada Escritura. En efecto, laPalabra de Dios se nos da en la Sagrada Escritura

    como testimonio inspirado de la revelacin que,junto con la Tradicin viva de la Iglesia, es la reglasuprema de la fe.65

    Sagrada Escritura, inspiracin y verdad

    Un concepto clave para comprender el tex-19.

    to sagrado como Palabra de Dios en palabras hu-

    63 Catecismo de la Iglesia Catlica, 102. Cf. RUPERTO DEDEUTZ, De operibus Spiritus Sancti, I, 6: SC131, 72-74.

    64 Enarrationes in Psalmos, 103, IV, 1: PL 37, 1378. Ar-maciones semejantes en ORGENES, IohannemV, 5-6: SC120, p.380-384.

    65 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum,sobre la divina revelacin, 21.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    40/206

    40

    manas es ciertamente el de inspiracin. Tambinaqu podemos sugerir una analoga: as como elVerbo de Dios se hizo carne por obra del EsprituSanto en el seno de la Virgen Mara, as tambin

    la Sagrada Escritura nace del seno de la Iglesiapor obra del mismo Espritu. La Sagrada Escri-tura es la Palabra de Dios, en cuanto escrita porinspiracin del Espritu Santo .66 De ese modo, sereconoce toda la importancia del autor humano,que ha escrito los textos inspirados y, al mismotiempo, a Dios como el verdadero autor.

    Como han armado los Padres sinodales, apa-rece con toda evidencia que el tema de la inspira-cin es decisivo para una adecuada aproximacina las Escrituras y para su correcta hermenutica,67que se ha de hacer, a su vez, en el mismo Espri-tu en el que ha sido escrita.68 Cuando se debilitanuestra atencin a la inspiracin, se corre el riesgo

    de leer la Escritura ms como un objeto de curio-sidad histrica que como obra del Espritu Santo,en la cual podemos escuchar la voz misma del Se-or y conocer su presencia en la historia.

    Adems, los Padres sinodales han destacadola conexin entre el tema de la inspiracin y el dela verdad de las Escrituras.69 Por eso, la profundiza-cin en el proceso de la inspiracin llevar tambinsin duda a una mayor comprensin de la verdad

    66 Ibd., 9.67 Cf. Propositiones5. 12.68 Cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum,

    sobre la divina revelacin, 12.69 Cf. Propositio 12.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    41/206

    41

    contenida en los libros sagrados. Como arma ladoctrina conciliar sobre este punto, los libros ins-pirados ensean la verdad: Como todo lo quearman los hagigrafos, o autores inspirados, lo

    a

    rma el Espritu Santo, se sigue que los librossagrados ensean slidamente, elmente y sinerror la verdad que Dios hizo consignar en dichoslibros para salvacin nuestra. Por tanto, toda la

    Escritura, inspirada por Dios, es til para ensear,reprender, corregir, instruir en la justicia; para queel hombre de Dios est en forma, equipado para

    toda obra buena (2 Tm3,16-17 gr.) .70Ciertamente, la reexin teolgica ha consi-

    derado siempre la inspiracin y la verdad comodos conceptos clave para una hermenutica ecle-sial de las Sagradas Escrituras. Sin embargo, hayque reconocer la necesidad actual de profundizaradecuadamente en esta realidad, para respondermejor a lo que exige la interpretacin de los textossagrados segn su naturaleza. En esa perspectiva,expreso el deseo de que la investigacin en estecampo pueda progresar y dar frutos para la cien-cia bblica y la vida espiritual de los eles.

    Dios Padre, fuente y origen de la PalabraLa economa de la revelacin tiene su co-20.

    mienzo y origen en Dios Padre. Su Palabra hizoel cielo; el aliento de su boca, sus ejrcitos (Sal

    70 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 11

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    42/206

    42

    33,6). Es l quien da a conocer la gloria de Dios,reejada en Cristo (2 Co 4,6; cf.Mt16,17; L c9,29).

    Dios, fuente de la revelacin, se maniestacomo Padre en el Hijo Logos hecho carne (cf. Jn

    1,14), que vino a cumplir la voluntad del que lohaba enviado (cf. Jn 4,34), y lleva a trmino laeducacin divina del hombre, animada ya ante-riormente por las palabras de los profetas y lasmaravillas realizadas tanto en la creacin como enla historia de su pueblo y de todos los hombres.La revelacin de Dios Padre culmina con la entre-

    ga por parte del Hijo del don del Parclito (cf. Jn14,16), Espritu del Padre y del Hijo, que nos gua hasta la verdad plena (Jn16,13).

    Y as, todas las promesas de Dios se han con-vertido en Jesucristo en un s (cf. 2 Co 1,20). Deeste modo se abre para el hombre la posibilidadde recorrer el camino que lo lleva hasta el Padre

    (cf.Jn14,6), para que al nal Dios sea todo paratodos (1 Co 15,28).

    Como pone de maniesto la cruz de Cristo,21.Dios habla por medio de su silencio. El silenciode Dios, la experiencia de la lejana del Omnipo-tente y Padre, es una etapa decisiva en el camino

    terreno del Hijo de Dios, Palabra encarnada. Col-gado del leo de la cruz, se quej del dolor cau-sado por este silencio: Dios mo, Dios mo, porqu me has abandonado? (Mc15,34; Mt27,46).Jess, prosiguiendo hasta el ltimo aliento de vidaen la obediencia, invoc al Padre en la oscuridadde la muerte. En el momento de pasar a travs de

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    43/206

    43

    la muerte a la vida eterna, se con a l: Padre, atus manos encomiendo mi espritu (L c23,46).

    Esta experiencia de Jess es indicativa de lasituacin del hombre que, despus de haber escu-chado y reconocido la Palabra de Dios, ha de en-frentarse tambin con su silencio. Muchos santosy msticos han vivido esta experiencia, que tam-bin hoy se presenta en el camino de muchos cre-yentes. El silencio de Dios prolonga sus palabrasprecedentes. En esos momentos de oscuridad,habla en el misterio de su silencio. Por tanto, enla dinmica de la revelacin cristiana, el silencioaparece como una expresin importante de la Pa-labra de Dios.

    LARESPUESTADELHOMBREAL DIOSQUEHABLA

    L lamados a entrar en la Alianza con Dios

    Al subrayar la pluriformidad de la Palabra,22.hemos podido contemplar que Dios habla y vieneal encuentro del hombre de muy diversos modos,dndose a conocer en el dilogo. Como han ar-mado los Padres sinodales, el dilogo, cuando sereere a la Revelacin, comporta elprimado de laPalabra de Dios dirigida al hombre .71 El miste-

    rio de la Alianza expresa esta relacin entre Diosque llama con su Palabra y el hombre que res-ponde, siendo claramente consciente de que nose trata de un encuentro entre dos que estn almismo nivel; lo que llamamos Antigua y NuevaAlianza no es un acuerdo entre dos partes iguales,

    71 Propositio 4.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    44/206

    44

    sino puro don de Dios. Mediante este don de suamor, supera toda distancia y nos convierte en sus partners , llevando a cabo as el misterio nupcialde amor entre Cristo y la Iglesia. En esta visin,cada hombre se presenta como el destinatario

    de la Palabra, interpelado y llamado a entrar eneste dilogo de amor mediante su respuesta libre.Dios nos ha hecho a cada uno capaces de escuchary respondera la Palabra divina. El hombre ha sidocreado en la Palabra y vive en ella; no se entiendea s mismo si no se abre a este dilogo. La Palabrade Dios revela la naturaleza lial y relacional de

    nuestra vida. Estamos verdaderamente llamadospor gracia a conformarnos con Cristo, el Hijo delPadre, y a ser transformados en l.

    Dios escucha al hombre y responde a sus interrogantes

    En este dilogo con Dios nos comprende-23.

    mos a nosotros mismos y encontramos respues-ta a las cuestiones ms profundas que anidan ennuestro corazn. La Palabra de Dios, en efecto,no se contrapone al hombre, ni acalla sus deseosautnticos, sino que ms bien los ilumina, puri-cndolos y perfeccionndolos. Qu importantees descubrir en la actualidad que slo Dios respondea la sed que hay en el corazn de todo ser humano. Ennuestra poca se ha difundido lamentablemente,sobre todo en Occidente, la idea de que Dios esextrao a la vida y a los problemas del hombrey, ms an, de que su presencia puede ser inclu-so una amenaza para su autonoma. En realidad,toda la economa de la salvacin nos muestra queDios habla e interviene en la historia en favor del

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    45/206

    45

    hombre y de su salvacin integral. Por tanto, esdecisivo desde el punto de vista pastoral mostrarla capacidad que tiene la Palabra de Dios paradialogar con los problemas que el hombre hade afrontar en la vida cotidiana. Jess se presen-

    ta precisamente como Aquel que ha venido paraque tengamos vida en abundancia (cf. Jn10,10).Por eso, debemos hacer cualquier esfuerzo paramostrar la Palabra de Dios como una apertura alos propios problemas, una respuesta a nuestrosinterrogantes, un ensanchamiento de los propiosvalores y, a la vez, como una satisfaccin de las

    propias aspiraciones. La pastoral de la Iglesia debesaber mostrar que Dios escucha la necesidad delhombre y su clamor. Dice san Buenaventura en elBreviloquium: El fruto de la Sagrada Escritura noes uno cualquiera, sino la plenitud de la felicidadeterna. En efecto, la Sagrada Escritura es precisa-mente el libro en el que estn escritas palabras de

    vida eterna para que no slo creamos, sino queposeamos tambin la vida eterna, en la que vere-mos, amaremos y sern colmados todos nuestrosdeseos .72

    Dialogar con Dios mediante sus palabras

    La Palabra divina nos introduce a cada uno24.en el coloquio con el Seor: el Dios que habla nosensea cmo podemos hablar con l. Pensamosespontneamente en el Libro de los Salmos, don-de se nos ofrecen las palabras con que podemosdirigirnos a l, presentarle nuestra vida en colo-

    72 Prol.: Opera Omnia, V, Quaracchi 1891, p. 5, 201-202.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    46/206

    46

    quio ante l y transformar as la vida misma en unmovimiento hacia l.73 En los Salmos, en efecto,encontramos toda la articulada gama de senti-mientos que el hombre experimenta en su pro-pia existencia y que son presentados con sabidu-ra ante Dios; aqu se encuentran expresiones degozo y dolor, angustia y esperanza, temor y ansie-dad. Adems de los Salmos, hay tambin muchosotros textos de la Sagrada Escritura que hablandel hombre que se dirige a Dios mediante la ora-cin de intercesin (cf. Ex33,12-16), del canto de

    jbilo por la victoria (cf. Ex15), o de lamento enel cumplimiento de la propia misin (cf. Jr20,7-18). As, la palabra que el hombre dirige a Diosse hace tambin Palabra de Dios, conrmando elcarcter dialogal de toda la revelacin cristiana,74y toda la existencia del hombre se convierte en undilogo con Dios que habla y escucha, que llama

    y mueve nuestra vida. La Palabra de Dios revelaaqu que toda la existencia del hombre est bajo lallamada divina.75

    Palabra de Dios y fe

    Cuando Dios revela, el hombre tiene que25.someterse con la fe (cf. Rm16,26; Rm1,5; 2 Co10,5-6), por la que el hombre se entrega entera ylibremente a Dios, le ofrece el homenaje total

    73 Cf. Discurso en el encuentro con el mundo de la cultura en elCollge des Bernardins de Pars (12 septiembre 2008): AAS 100(2008), 721-730.

    74 Cf. Propositio 4.75 Cf. Relatio post disceptationem, 12.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    47/206

    47

    de su entendimiento y voluntad, asintiendo li-bremente a lo que l ha revelado .76 Con estaspalabras, la Constitucin dogmtica Dei Verbumexpresa con precisin la actitud del hombre enrelacin con Dios. La respuesta propia del hombre al

    Dios que habla es la fe. En esto se pone de mani-esto que para acoger la Revelacin, el hombredebe abrir la mente y el corazn a la accin delEspritu Santo que le hace comprender la Palabrade Dios, presente en las sagradas Escrituras .77En efecto, la fe, con la que abrazamos de coraznla verdad que se nos ha revelado y nos entrega-

    mos totalmente a Cristo, surge precisamente porla predicacin de la Palabra divina: la fe nace delmensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cris-to (Rm10,17). La historia de la salvacin en sutotalidad nos muestra de modo progresivo este vnculo ntimo entre la Palabra de Dios y la fe,que se cumple en el encuentro con Cristo. Con l,

    efectivamente, la fe adquiere la forma del encuen-tro con una Persona a la que se confa la propiavida. Cristo Jess est presente ahora en la histo-ria, en su cuerpo que es la Iglesia; por eso, nuestroacto de fe es al mismo tiempo un acto personal yeclesial.

    El pecado como falta de escucha a la Palabra de Dios

    La Palabra de Dios revela tambin inevita-26.blemente la posibilidad dramtica por parte de lalibertad del hombre de sustraerse a este dilogo

    76 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 5.

    77 Propositio 4.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    48/206

    48

    de alianza con Dios, para el que hemos sido crea-dos. La Palabra divina, en efecto, desvela tambinel pecado que habita en el corazn del hombre.Con mucha frecuencia, tanto en el Antiguo comoen el Nuevo Testamento, encontramos la descrip-cin del pecado como un no prestar odo a la Palabra,como ruptura de la Alianzay, por tanto, como la ce-rrazn frente a Dios que llama a la comunin conl.78 En efecto, la Sagrada Escritura nos muestraque el pecado del hombre es esencialmente des-obediencia y no escuchar . Precisamente la obe-diencia radical de Jess hasta la muerte de cruz(cf. Flp 2,8) desenmascara totalmente este pecado.Con su obediencia, se realiza la Nueva Alianzaentre Dios y el hombre, y se nos da la posibili-dad de la reconciliacin. Jess, efectivamente, fueenviado por el Padre como vctima de expiacinpor nuestros pecados y por los de todo el mundo(cf. 1 Jn 2,2; 4,10; Hb 7,27). As, se nos ofrece

    la posibilidad misericordiosa de la redencin y elcomienzo de una vida nueva en Cristo. Por eso, esimportante educar a los eles para que reconoz-can la raz del pecado en la negativa a escuchar laPalabra del Seor, y a que acojan en Jess, Verbode Dios, el perdn que nos abre a la salvacin.

    Mara Mater Verbi Dei y Materdei

    Los Padres sinodales han declarado que el27.objetivo fundamental de la XII Asamblea era re-

    78 Por ejemplo Dt28,1-2.15.45; 32,1; de los profetascf. Jr7,22-28; Ez2,8; 3,10; 6,3; 13,2; hasta los ltimos: cf. Za3,8. Parasan Pablo, cf. Rm10,14-18; 1 Ts2,13.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    49/206

    49

    novar la fe de la Iglesia en la Palabra de Dios ;por eso es necesario mirar all donde la recipro-cidad entre Palabra de Dios y fe se ha cumplidoplenamente, o sea, en Mara Virgen, que con sus a la Palabra de la Alianza y a su misin, cumpleperfectamente la vocacin divina de la humani-dad .79 La realidad humana, creada por medio delVerbo, encuentra su gura perfecta precisamenteen la fe obediente de Mara. Ella, desde la Anun-ciacin hasta Pentecosts, se nos presenta comomujer enteramente disponible a la voluntad deDios. Es la Inmaculada Concepcin, la llena de

    gracia por Dios (cf. L c1,28), incondicionalmen-te dcil a la Palabra divina (cf. L c1,38). Su fe obe-diente plasma cada instante de su existencia se-gn la iniciativa de Dios. Virgen a la escucha, viveen plena sintona con la Palabra divina; conservaen su corazn los acontecimientos de su Hijo,componindolos como en un nico mosaico (cf.

    L c2,19.51).80Es necesario ayudar a los eles a descubrir de

    una manera ms perfecta el vnculo entre Marade Nazaret y la escucha creyente de la Palabra di-vina. Exhorto tambin a los estudiosos a que pro-fundicen ms la relacin entre mariologa y teologade la Palabra. De esto se beneciarn tanto la vida

    espiritual como los estudios teolgicos y bblicos.Efectivamente, todo lo que la inteligencia de la feha tratado con relacin a Mara se encuentra enel centro ms ntimo de la verdad cristiana. En

    79 Propositio 55.80 Cf. Exhort. ap. postsinodal Sacramentum caritatis(22 fe-

    brero 2007), 33:AAS99 (2007), 132-133.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    50/206

    50

    realidad, no se puede pensar en la encarnacindel Verbo sin tener en cuenta la libertad de estajoven mujer, que con su consentimiento cooperade modo decisivo a la entrada del Eterno en eltiempo. Ella es la gura de la Iglesia a la escuchade la Palabra de Dios, que en ella se hace carne.Mara es tambin smbolo de la apertura a Diosy a los dems; escucha activa, que interioriza, asi-mila, y en la que la Palabra se convierte en formade vida.

    En esta circunstancia, deseo llamar la aten-28.

    cin sobre la familiaridad de Mara con la Palabrade Dios. Esto resplandece con particular brillo enel Magnicat. En cierto sentido, aqu se ve cmoella se identica con la Palabra, entra en ella; eneste maravilloso cntico de fe, la Virgen alaba alSeor con su misma Palabra: El Magncat unretrato de su alma, por decirlo as est completa-

    mente tejido por los hilos tomados de la SagradaEscritura, de la Palabra de Dios. As se pone derelieve que la Palabra de Dios es verdaderamentesu propia casa, de la cual sale y entra con toda na-turalidad. Habla y piensa con la Palabra de Dios;la Palabra de Dios se convierte en palabra suya, ysu palabra nace de la Palabra de Dios. As se pone

    de maniesto, adems, que sus pensamientos es-tn en sintona con el pensamiento de Dios, quesu querer es un querer con Dios. Al estar ntima-mente penetrada por la Palabra de Dios, puedeconvertirse en madre de la Palabra encarnada .81

    81 Carta. enc. Deus caritas est(25 diciembre 2005), 41:AAS98 (2006), 251.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    51/206

    51

    Adems, la referencia a la Madre de Dios nosmuestra que el obrar de Dios en el mundo implicasiempre nuestra libertad, porque, en la fe, la Pala-bra divina nos transforma. Tambin nuestra ac-

    cin apostlica y pastoral ser ecaz en la medidaen que aprendamos de Mara a dejarnos plasmarpor la obra de Dios en nosotros: La atencin de-vota y amorosa a la gura de Mara, como modeloy arquetipo de la fe de la Iglesia, es de importanciacapital para realizar tambin hoy un cambio con-creto de paradigma en la relacin de la Iglesia conla Palabra, tanto en la actitud de escucha orantecomo en la generosidad del compromiso en la mi-sin y el anuncio .82

    Contemplando en la Madre de Dios una exis-tencia totalmente modelada por la Palabra, tam-bin nosotros nos sentimos llamados a entrar en el

    misterio de la fe, con la que Cristo viene a habitaren nuestra vida. San Ambrosio nos recuerda quetodo cristiano que cree, concibe en cierto sentidoy engendra al Verbo de Dios en s mismo: si, encuanto a la carne, slo existe una Madre de Cristo,en cuanto a la fe, en cambio, Cristo es el fruto de

    todos.83

    As pues, todo lo que le sucedi a Marapuede sucedernos ahora a cualquiera de nosotrosen la escucha de la Palabra y en la celebracin delos sacramentos.

    82 Propositio 55.83 Cf. Expositio Evangelii secundum Lucam 2, 19: PL 15,

    1559-1560.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    52/206

    52

    LAHERMENUTICADELASAGRADA ESCRITURAENLA IGLESIA

    La Iglesia lugar originario de la hermenutica de la Biblia

    Otro gran tema que surgi durante el Snodo,29.y sobre el que ahora deseo llamar la atencin, es lainterpretacin de la Sagrada Escritura en la Iglesia. Pre-cisamente el vnculo intrnseco entre Palabra y femuestra que la autntica hermenutica de la Bibliaslo es posible en la fe eclesial, que tiene su para-digma en el s de Mara. San Buenaventura arma

    en este sentido que, sin la fe, falta la clave de acce-so al texto sagrado: ste es el conocimiento deJesucristo del que se derivan, como de una fuente,la seguridad y la inteligencia de toda la SagradaEscritura. Por eso, es imposible adentrarse en suconocimiento sin tener antes la fe infusa de Cris-to, que es faro, puerta y fundamento de toda laEscritura .84 E insiste con fuerza santo Toms deAquino, mencionando a san Agustn: Tambinla letra del evangelio mata si falta la gracia interiorde la fe que sana .85

    Esto nos permite llamar la atencin sobre uncriterio fundamental de la hermenutica bblica: el

    lugar originario de la interpretacin escriturstica es la vidade la Iglesia. Esta armacin no pone la referenciaeclesial como un criterio extrnseco al que los exe-getas deben plegarse, sino que es requerida por la

    84 Breviloquium, Prol., Opera Omnia, V, Quaracchi 1891, p.201-202.

    85 Summa Theologiae, I-II, q. 106, a. 2.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    53/206

    53

    realidad misma de las Escrituras y por cmo sehan ido formando con el tiempo. En efecto, lastradiciones de fe formaban el ambiente vital en elque se insert la actividad literaria de los autoresde la sagrada Escritura. Esta insercin compren-da tambin la participacin en la vida litrgica y laactividad externa de las comunidades, su mundoespiritual, su cultura y las peripecias de su destinohistrico. La interpretacin de la sagrada Escri-tura exige por eso, de modo semejante, la parti-cipacin de los exegetas en toda la vida y la fe

    de la comunidad creyente de su tiempo .86

    Porconsiguiente, ya que la Escritura se ha de leere interpretar con el mismo Espritu con que fueescrita ,87 es necesario que los exegetas, telogosy todo el Pueblo de Dios se acerquen a ella segnlo que ella realmente es, Palabra de Dios que senos comunica a travs de palabras humanas (cf. 1

    Ts2,13). ste es un dato constante e implcito enla Biblia misma: Ninguna prediccin de la Escri-tura est a merced de interpretaciones personales;porque ninguna prediccin antigua aconteci pordesignio humano; hombres como eran, hablaronde parte de Dios (2P1,20-21). Por otra parte,es precisamente la fe de la Iglesia quien reconoce

    en la Biblia la Palabra de Dios; como dice admi-rablemente san Agustn: No creera en el Evan-gelio si no me moviera la autoridad de la Iglesia

    86 PONTIFICIA COMISIN BBLICA, La interpretacin de la Bi-blia en la Iglesia(15 abril 1993), III, A, 3.

    87 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 12.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    54/206

    54

    catlica .88 Es el Espritu Santo, que anima la vidade la Iglesia, quien hace posible la interpretacinautntica de las Escrituras. La Biblia es el libro dela Iglesia, y su verdadera hermenutica brota de su

    inmanencia en la vida eclesial.San Jernimo recuerda que nunca podemos30.

    leer solos la Escritura. Encontramos demasiadaspuertas cerradas y caemos fcilmente en el error.La Biblia ha sido escrita por el Pueblo de Dios ypara el Pueblo de Dios, bajo la inspiracin del Es-

    pritu Santo. Slo en esta comunin con el Pueblode Dios podemos entrar realmente, con el noso-tros , en el ncleo de la verdad que Dios mismoquiere comunicarnos.89 El gran estudioso, para elcual quien no conoce las Escrituras no conocea Cristo ,90 sostiene que la eclesialidad de la in-terpretacin bblica no es una exigencia impuesta

    desde el exterior; el Libro es precisamente la vozdel Pueblo de Dios peregrino, y slo en la fe deeste Pueblo estamos, por decirlo as, en la tonali-dad adecuada para entender la Escritura. Una au-tntica interpretacin de la Biblia ha de concordarsiempre armnicamente con la fe de la Iglesia ca-tlica. San Jernimo se diriga a un sacerdote de lasiguiente manera: Permanece rmemente unidoa la doctrina tradicional que se te ha enseado,

    88 Contra epistulam Manichaei quam vocant fundamenti, 5, 6:PL42, 176.

    89 Cf.Audiencia General(14 noviembre 2007): LOsservatoreRomano, ed. en lengua espaola (16 noviembre 2007), 16.

    90 Commentariorum in Isaiam libri, Prol.: PL24, 17.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    55/206

    55

    para que puedas exhortar de acuerdo con la sanadoctrina y rebatir a aquellos que la contradicen .91

    Aproximaciones al texto sagrado que pres-cindan de la fe pueden sugerir elementos intere-santes, detenindose en la estructura del texto ysus formas; sin embargo, dichos intentos seraninevitablemente slo preliminares y estructural-mente incompletos. En efecto, como ha armadola Ponticia Comisin Bblica, hacindose eco deun principio compartido en la hermenutica mo-derna, el adecuado conocimiento del texto b-blico es accesible slo a quien tiene una anidadviva con lo que dice el texto .92 Todo esto ponede relieve la relacin entre vida espiritual y her-menutica de la Escritura. Efectivamente, con elcrecimiento de la vida en el Espritu crece tam-bin, en el lector, la comprensin de las realidadesde las que habla el texto bblico .93 La intensidadde una autntica experiencia eclesial acrecientasin duda la inteligencia de la fe verdadera respec-to a la Palabra de Dios; recprocamente, se debedecir que leer en la fe las Escrituras aumenta lavida eclesial misma. De aqu se percibe de modonuevo la conocida frase de san Gregorio Magno: Las palabras divinas crecen con quien las lee .94De este modo, la escucha de la Palabra de Diosintroduce y aumenta la comunin eclesial de losque caminan en la fe.

    91 Epistula52, 7: CSEL54, 426.92 PONTIFICIA COMISIN BBLICA, La interpretacin de la Bi-

    blia en la Iglesia(15 abril 1993), II, A, 1.93 Ibd., II, A, 2.94 Homiliae in Ezechielem1, 7, 8: PL76, 843 D.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    56/206

    56

    Alma de la Teologa

    Por eso, el estudio de las sagradas Escrituras31.ha de ser como el alma de la teologa .95 Esta ex-presin de la Constitucin dogmtica Dei Verbum

    se ha hecho cada vez ms familiar en los ltimosaos. Podemos decir que en la poca posterior alConcilio Vaticano II, por lo que respecta a los es-tudios teolgicos y exegticos, se han referido confrecuencia a dicha expresin como smbolo de uninters renovado por la Sagrada Escritura. Tam-bin la XII Asamblea del Snodo de los Obispos

    ha acudido con frecuencia a esta conocida ar-macin para indicar la relacin entre investigacinhistrica y hermenutica de la fe, en referencia altexto sagrado. En esta perspectiva, los Padres hanreconocido con alegra el crecimiento del estudiode la Palabra de Dios en la Iglesia a lo largo de

    los ltimos decenios, y han expresadoun vivo agra-

    decimiento a los numerosos exegetas y telogosque consu dedicacin, empeo y competencia han con-tribuido esencialmente, y continan hacindolo,a la profundizacin del sentido de las Escrituras,afrontando los problemas complejos que en nues-tros das se presentan a la investigacin bblica.96 Y

    tambin han manifestado sincera gratitud a los miem-bros de la Ponticia Comisin Bblicaque, en estrecha

    95 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 24; cf. LEN XIII, Carta enc. ProvidentissimusDeus(18 noviembre 1893), Pars II, subne: ASS26 (1893-94),269-292; BENEDICTO XV, Carta enc. Spiritus Paraclitus (15 sep-tiembre 1920), Pars III:AAS12 (1920), 385-422.

    96 Cf. Propositio 26.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    57/206

    57

    relacin con la Congregacin para la Doctrina dela Fe, han ido dando en estos aos y siguen dandosu cualicada aportacin para afrontar cuestionesinherentes al estudio de la Sagrada Escritura. El

    Snodo, adems, ha sentido la necesidad de pre-guntarse por el estado actual de los estudios bbli-cos y su importancia en el mbito teolgico. Enefecto, la ecacia pastoral de la accin de la Igle-sia y de la vida espiritual de los eles depende engran parte de la fecunda relacin entre exegesis yteologa. Por eso, considero importante retomar

    algunas reexiones surgidas durante la discusinsobre este tema en los trabajos del Snodo.

    Desarrollo de la investigacin bblica y Magisterio eclesial

    En primer lugar, es necesario reconocer el32.benecio aportado por la exegesis histrico-crti-

    ca a la vida de la Iglesia, as como otros mtodosde anlisis del texto desarrollados recientemen-te.97 Para la visin catlica de la Sagrada Escritura,la atencin a estos mtodos es imprescindible yva unida al realismo de la encarnacin: Esta ne-cesidad es la consecuencia del principio cristianoformulado en el Evangelio de san Juan: Verbum caro

    factum est (Jn1,14). El hecho histrico es una di-mensin constitutiva de la fe cristiana. La histo-ria de la salvacin no es una mitologa, sino unaverdadera historia y, por tanto, hay que estudiarla

    97 Cf. PONTIFICIA COMISIN BBLICA, La interpretacin de laBiblia en la Iglesia(15 abril 1993), A-B.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    58/206

    58

    con los mtodos de la investigacin histrica se-ria .98 As pues, el estudio de la Biblia exige el co-nocimiento y el uso apropiado de estos mtodosde investigacin. Si bien es cierto que esta sensi-

    bilidad en el mbito de los estudios se ha desa-rrollado ms intensamente en la poca moderna,aunque no de igual modo en todas partes, sin em-bargo, la sana tradicin eclesial ha tenido siempreamor por el estudio de la letra . Baste recordaraqu que, en la raz de la cultura monstica, a laque debemos en ltimo trmino el fundamento

    de la cultura europea, se encuentra el inters porla palabra. El deseo de Dios incluye el amor porla palabra en todas sus dimensiones: Porque, enla Palabra bblica, Dios est en camino hacia no-sotros y nosotros hacia l, hace falta aprender apenetrar en el secreto de la lengua, comprenderlaen su estructura y en el modo de expresarse. As,

    precisamente por la bsqueda de Dios, resultanimportantes las ciencias profanas que nos sealanel camino hacia la lengua .99

    El Magisterio vivo de la Iglesia, al que le co-33.rresponde interpretar autnticamente la Palabrade Dios, oral o escrita ,100 ha intervenido con sa-

    98 Intervencin en la XIV Congregacin General del Snodo (14octubre 2008): LOsservatore Romano, ed. en lengua espaola (24octubre 2008), 8; cf. Propositio 25.

    99 Discurso en el encuentro con el mundo de la cultura en el Collgedes Bernardinsde Pars (12 septiembre 2008): AAS100 (2008):AAS100 (2008), 722-723.

    100 CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobrela divina revelacin, 10.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    59/206

    59

    bio equilibrio en relacin a la postura adecuadaque se ha de adoptar ante la introduccin de nue-vos mtodos de anlisis histrico. Me reero enparticular a las encclicas Providentissimus Deusdel

    Papa Len XIII yDivino afante Spiritudel PapaPo XII. Con ocasin de la celebracin del cen-tenario y cincuenta aniversario, respectivamente,de su publicacin, mi venerable predecesor, JuanPablo II, record la importancia de estos docu-mentos para la exegesis y la teologa.101 La inter- vencin del Papa Len XIII tuvo el mrito de

    proteger la interpretacin catlica de la Biblia delos ataques del racionalismo, pero sin refugiarsepor ello en un sentido espiritual desconectado dela historia. Sin rechazar la crtica cientca, des-conaba solamente de las opiniones preconce-bidas que pretenden fundarse en la ciencia, pero

    que, en realidad, hacen salir subrepticiamente a laciencia de su campo propio .102 El Papa Po XII,en cambio, se enfrentaba a los ataques de los de-fensores de una exegesis llamada mstica, que re-chazaba cualquier aproximacin cientca. La En-cclica Divino afante Spiritu, ha evitado con gransensibilidad alimentar la idea de una dicotoma

    entre la exegesis cientca , destinada a un usoapologtico, y la interpretacin espiritual reser-vada a un uso interno , reivindicando en cambio

    101 Cf. JUAN PABLO II, Discurso con motivo del 100 aniversa-rio de laProvidentissimus Deus y del 50 aniversario de la Divinoafante Spiritu(23 abril 1993):AAS86 (1994), 232-243.

    102 Ibd., n. 4:AAS86 (1994), 235.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    60/206

    60

    tanto el alcance teolgico del sentido literal de-nido metdicamente , como la pertenencia dela determinacin del sentido espiritual en el

    campo de la ciencia exegtica .103 De ese modo,

    ambos documentos rechazaron la ruptura en-tre lo humano y lo divino, entre la investigacincientca y la mirada de la fe, y entre el sentidoliteral y el sentido espiritual .104 Este equilibrio seha manifestado a continuacin en el documentode la Ponticia Comisin Bblica de 1993: Enel trabajo de interpretacin, los exegetas catlicos

    no deben olvidar nunca que lo que interpretan esla Palabra de Dios. Su tarea no termina con la dis-tincin de las fuentes, la denicin de formas ola explicacin de los procedimientos literarios. Lameta de su trabajo se alcanza cuando aclaran elsignicado del texto bblico como Palabra actualde Dios .105

    La hermenutica bblica conciliar: una indicacin que seha de seguir

    Teniendo en cuenta este horizonte, se pue-34.den apreciar mejor los grandes principios de laexegesis catlica sobre la interpretacin, expresa-

    dos por el Concilio Vaticano II, de modo parti-cular en la Constitucin dogmtica Dei Verbum: Puesto que Dios habla en la Escritura por medio

    103 Ibd., n. 5:AAS86 (1994), 235.104 Ibd., n. 5:AAS86 (1994), 236.105 PONTIFICIA COMISIN BBLICA,La interpretacin de la Bi-

    blia en la Iglesia(15 abril 1993), III, C, 1.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    61/206

    61

    de hombres y en lenguaje humano, el intrpretede la Escritura, para conocer lo que Dios quisocomunicarnos, debe estudiar con atencin lo quelos autores queran decir y Dios quera dar a cono-cer con dichas palabras .106 Por un lado, el Con-cilio subraya como elementos fundamentales paracaptar el sentido pretendido por el hagigrafo elestudio de los gneros literarios y la contextualiza-cin. Y, por otro lado, debindose interpretar enel mismo Espritu en que fue escrita, la Constitu-cin dogmtica seala tres criterios bsicos para

    tener en cuenta la dimensin divina de la Biblia: 1)Interpretar el texto considerando la unidad de todala Escritura; esto se llama hoy exegesis cannica;2) tener presente la Tradicin viva de toda la Iglesia;y, nalmente, 3) observar la analoga de la fe. Slodonde se aplican los dos niveles metodolgicos, elhistrico-crtico y el teolgico, se puede hablar de

    una exegesis teolgica, de una exegesis adecuadaa este libro .107

    Los Padres sinodales han armado con ra-zn que el fruto positivo del uso de la investiga-cin histrico-crtica moderna es innegable. Sinembargo, mientras la exegesis acadmica actual,tambin la catlica, trabaja a un gran nivel en

    cuanto se reere a la metodologa histrico-crti-ca, tambin con sus ms recientes integraciones,es preciso exigir un estudio anlogo de la dimen-

    106 N. 12.107 Intervencin en la XIV Congregacin General del Snodo (14

    octubre 2008): LOsservatore Romano, ed. en lengua espaola (24octubre 2008), 8; cf. Propositio 25.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    62/206

    62

    sin teolgica de los textos bblicos, con el n deque progrese la profundizacin, de acuerdo a lostres elementos indicados por la Constitucin dog-mtica Dei Verbum.108

    El peligro del dualismo y la hermenutica secularizada

    A este propsito hay que sealar el grave35.riesgo de dualismo que hoy se produce al abordarlas Sagradas Escrituras. En efecto, al distinguir losdos niveles mencionados del estudio de la Biblia,en modo alguno se pretende separarlos, ni con-

    traponerlos, ni simplemente yuxtaponerlos. stosse dan slo en reciprocidad. Lamentablemente,sucede ms de una vez que una estril separacinentre ellos genera una separacin entre exegesisy teologa, que se produce incluso en los nivelesacadmicos ms elevados .109 Quisiera recordaraqu las consecuencias ms preocupantes que se

    han de evitar.a) Ante todo, si la actividad exegtica se redu-

    ce nicamente al primer nivel, la Escritura mismase convierte slo en un texto del pasado: Se pue-den extraer de l consecuencias morales, se puedeaprender la historia, pero el libro como tal habla

    slo del pasado y la exegesis ya no es realmenteteolgica, sino que se convierte en pura historio-grafa, en historia de la literatura .110 Est claro

    108 Cf. Propositio 26.109 Propositio 27.110 Intervencin en la XIV Congregacin General del Snodo (14

    octubre 2008): LOsservatore Romano, ed. en lengua espaola(24octubre 2008), 8; cf. Propositio 26.

  • 8/8/2019 Verbum Domini - Exhortacin de Benedicto XVI

    63/206

    63

    que con semejante reduccin no se puede de nin-gn modo comprender el evento de la revelacinde Dios mediante su Palabra que se nos transmiteen la Tradicin viva y en la Escritura.

    b ) La falta de una hermenutica de la fe conrelacin a la Escritura no se congura nicamenteen los trminos de una ausencia; es sustituida porotra hermenutica, una hermenutica secularizada,positivista, cuya clave fundamental es


Recommended