+ All Categories
Home > Documents > VI Domingo de Pascua-homilía-

VI Domingo de Pascua-homilía-

Date post: 05-Apr-2018
Category:
Upload: iglesia-del-salvador-de-toledo-espana
View: 217 times
Download: 0 times
Share this document with a friend

of 38

Transcript
  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    1/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    1

    VI DOMINGO DE PASCUA

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    2/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    2

    Estimados lectores del Rincn Litrgico:

    Ofrecemos a continuacin una seleccin de textos para ayudar a prepararla liturgia del domingo segn la forma extraordinaria del Rito Romano.

    La liturgia de este domingo despus de la Ascensin nos sita entre losdos hechos histricos: la Ascensin del Seor al cielo con su glorificacina la diestra del Padre y la venida del Parclito.

    La Epstola (Pedro 4, 7-11). El apstol nos da dos palabras claves:caridad fraternia y vocacin .

    El Evangelio (Jn 15, 26 16,4). El texto del Evangelio tomado deldiscurso de despedida de Jess en la ltima cena tambin nosofrece conceptos claves: el testimonio del Espritu y el testimonio

    de los cristianos.Esperamos que el material ofrecido os sirva para la preparacin de lahomila; y tambin para vuestra meditacin y enriquecimiento espiritual.

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    3/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    3

    TEXTOS DE LA SANTA MISA

    Introito. Sal. 26, 7, 8 Y 9. Escchame,Seor, que te llamo, aleluya, en mi

    corazn yo te dije: busco tu rostro, turostro buscar, Seor; no me escondastu rostro, aleluya, aleluya. Salmo. Sal.26, 1. - El Seor es mi luz y misalvacin. a quin temer? V/. Gloriaal Padre.

    Oracin. - Dios todopoderoso y eternote pedimos entregarnos a Ti confidelidad y servirte con sincero corazn.

    Epstola. Pedro 4, 7-11.- Queridoshermanos: Sed moderados y sobrios,para poder orar. Ante todo, mantened entensin el amor mutuo, porque el amorcubre la multitud de los pecados.Ofreceos mutuamente hospitalidad, sinrefunfuar. Que cada uno con el donque ha recibido, se ponga al servicio delos dems, como buenos

    administradores de la mltiple gracia deDios. El que toma la palabra, que hablePalabra de Dios. El que se dedica alservicio, que lo haga en virtud delencargo recibido de Dios. As, Dios serglorificado en todo, por medio deJesucristo, Seor Nuestro.

    Aleluya, aleluya. Sal. 46, 9: Jn. 14,18. El Seor es Rey de todas las

    naciones. Dios se sienta sobre su tronosagrado. Aleluya. No os dejo hurfanos:me voy, pero volver y os llenaris degozo. Aleluya.

    Evangelio. Juan. 15. 26-27: 16, 1-4. Enaquel tiempo dijo Jess a sus discpulos:Cuando venga el Parclito, que osenviar desde el Padre, el Espritu de laVerdad, que procede del Padre, l dar

    testimonio de m: y tambin vosotrosdaris testimonio, porque desde el

    principio estis conmigo. Os he habladode esto, para que no se tambalee

    vuestra fe. Os excomulgarn de laSinagoga; ms an, llegar incluso unahora cuando el que os d muerte,pensar que da culto a Dios. Y esto loharn porque no han conocido ni alPadre ni a m. Os he hablado de estopara que cuando llegue a hora, osacordis de que yo os lo haba dicho.

    Ofertorio. Sal. 46, 6. - Dios asciende

    entre aclamaciones, el Seor al son detrompetas, aleluya.

    Secreta. - Este sacrificio santo nospurifique, Seor, y derrame en nuestrasalmas la fuerza divina de tu gracia.

    Prefacio de la Ascensin.- Realmentees justo y necesario, es nuestro deber ysalvacin darte gracias, siempre y en

    todo lugar, Seor, Padre Santo, Diostodopoderoso y eterno, por Cristonuestro Seor: Que despus de suresurreccin se apareci visiblemente atodos sus discpulos y, ante sus ojos, fueelevado al cielo para hacernos compartirsu divinidad. Por eso con los ngeles yArcngeles y con todos los coroscelestiales, cantamos sin cesar el himnode tu gloria:

    Comunin. Jn.17, 12, 13 y 15. - Padre,mientras estaba con ellos, yo guardabaa los que T me diste, aleluya, peroahora que voy a Ti, no pido que lossaques del mundo, sino que los guardesde todo mal, aleluya, aleluya.

    Poscomunin. Alimentados, Seor,con tus sacramentos, danos vivir en

    continua accin de gracias.

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    4/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.-DOMINGO DESPES DE LA ASCENSINForma extraordinaria del Rito Romano

    4

    TEXTO ICATENAE AURAE

    (almudi.org)

    Crisstomo In Ioannem hom., 76..- Podran los discpulos decirle al Seor: Si oyeron de tipalabras que nadie dijo, si vieron en ti milagros que ningn otro hizo, y sin embargo, nocreyeron; si aborrecieron a tu Padre y a ti con El, cmo nos envas y cmo nos han de creer?Para que, pues, no se turben con este pensamiento, los consuela dicindoles: "Cuando viniereel Parclito que yo enviar, etc., El dar testimonio de mi.

    San Agustn In Ioannem tract., 92..- Como si dijera: Me aborrecieron y mataron a los quedieron testimonio de m; pero ser tal el testimonio que de m dar el Parclito, que har creeren m a los que no me vieron. As como El dar testimonio de m, as vosotros lo daris envuestros corazones y en vuestra predicacin. El, inspirando y vosotros haciendo or vuestra voz.Porque vosotros, que habis estado conmigo desde el principio, podris predicar lo queconocis, lo cual no hacis ahora porque no tenis an la plenitud de aquel Espritu. La caridadde Dios, difundida en vuestros corazones por el Espritu Santo, os dar valor para dartestimonio. El Espritu Santo, dando testimonio y mucho valor a los testigos, libr del temor alos amigos de Cristo, y convirti en amor el odio de sus enemigos.

    Ddimo De Spiritu sancto.- El Espritu Santo, que cuando viene se llama Consolador, tomando elnombre de los efectos que produce. Porque no slo libra de toda perturbacin a aquellos queencuentra dignos de s, sino que les infunde un gozo increble; porque se apodera la alegracelestial del corazn de aquellos en quien se alberga. Este Espritu consolador, es enviado por elHijo, no por ministerio de los ngeles, ni de los profetas, ni de los apstoles, sino que esenviado por la sabidura y verdad de Dios, como conviene que sea enviado el Espritu de Dios,que posee una naturaleza indivisa con la misma sabidura y verdad. En efecto, el Hijo enviadopor el Padre no se separa ni divide de El, permaneciendo en El y tenindolo en s mismo, sinque el Espritu Santo, enviado por el Hijo de la manera antes dicha, salga del Padre ni cambiede uno en otro lugar. Porque as como el Padre no se detiene en parte alguna, porque es sobretoda naturaleza corporal, del mismo modo el Espritu de verdad no se encierra en extensin delugar, porque es incorpreo y superior a toda criatura racional.

    Crisstomo ut supra..- No dijo Espritu Santo, sino Espritu de verdad, para demostrar que esdigno de fe. Dice tambin que procede del Padre, es decir, que conoce con toda certeza todaslas cosas, del mismo modo que hablando de s mismo: "Porque conoc de dnde vengo y adnde voy".

    Ddimo Lib. 2 tomo 9 inter. Op. Hieron.- El pudo decir de Dios o del Todopoderoso, pero nada deesto cit, sino que dijo del Padre; no porque el Padre sea otro que el Dios Omnipotente, sinoporque el Espritu de verdad, segn la propiedad e inteligencia del Padre, procede de El.Enviando, pues, el Hijo al Espritu de verdad, lo enva juntamente el Padre, viniendo el Espritupor la misma voluntad del Padre y del Hijo.

    Teofilacto..- Por otra parte se dice "en verdad que el Padre enva al Espritu" y cuando dice"ahora" el Hijo que lo enviar, demuestra la igualdad de poder. Pero no se crea que significaresistencia con el Padre como enviando al Espritu Santo en virtud de otro poder, y por esoaade: "Del Padre", para expresar que El recibe del Padre y da con El mismo la misin. Cuandooyes que procede, no creas que la procesin sea aquella misin extrnseca, por la cual sonenviados los espritus administradores, sino que llama procesin una propiedad diferente,excelente y reservada, atribuida slo al Espritu principal. La procesin del Espritu no es otraque el origen de Aquel que le da el ser; y as no es necesario entender que la palabra procederes enviar, sino lo mismo que recibir la esencia de la naturaleza del Padre.

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    5/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    5

    San Agustn In Ioannem tract., 99.- Tal vez se le ocurra a alguno preguntar si tambin elEspritu Santo procede del Hijo. El Hijo es slo del Padre, y el Padre lo es slo del Hijo, pero elEspritu Santo no es Espritu de slo uno, sino de los dos. Alguna vez dice Jesucristo: "Espritude vuestro Padre, que habla en vosotros" ( Mt10,20), y dice el Apstol: "Envi Dios al Espritudel Hijo a vuestros corazones" (Gal 4,6). Creo que, por esto mismo, se llama propiamente

    Espritu, porque si se nos pregunta acerca de cada una de las Personas, no podemos sino llamarespritu tanto al Padre como al Hijo. Este nombre, pues, que corresponde a cada una de lasPersonas y a todos en comn, convino que fuera dado a Aquel que no es ni el Padre ni el Hijo,sino la mancomunidad de los dos.Por qu, pues, no hemos de creer que tambin del Hijoprocede el Espritu Santo siendo tambin Espritu del Hijo? Si no procediera de El no hubierasoplado sobre sus discpulos despus de la resurreccin, dicindoles: "Recibid el Espritu Santo"(Jn20,22). Es necesario creer que sta es la virtud de que habl el evangelista: "Sala de Eluna virtud que a todos curaba" ( Lc6,19). Si, pues, el Espritu Santo procede del Padre y delHijo, por qu dijo el Hijo: "del Padre procede", sino porque acostumbraba a referir incluso loque es de s mismo a Aqul de quin El mismo procede? Por esto dijo: "Mi doctrina no es ma,sino de Aquel que me envi" (Jn 7,16). Si, pues, se entiende como doctrina suya la que, sinembargo, dijo no ser suya, sino de su Padre, con cunta mayor razn debe entenderse que el

    Espritu Santo procede de El mismo, cuando dice"Del Padre procede" y no aade: 'no procede dem'. De all le viene al Hijo el ser Dios; de donde leviene el proceder de El el Espritu Santo. As seentiende por qu no se dice que el Espritu Santonace, sino que procede; porque si fuese tambinHijo, sera forzoso considerarlo como Hijo de losdos, lo cual sera absurdsimo. No hay hijo que nonazca sino de dos seres, padre y madre. Pero lejosde nosotros el suponer semejante cosa entre DiosPadre y Dios Hijo. Porque ningn hijo de padreshumanos procede al mismo tiempo de padre y demadre; porque en el instante en que procede delpadre al seno materno, no procede entonces de lamadre. El Espritu Santo no procede del Padre alHijo, y luego del Hijo para santificar las criaturas,sino que procede a un mismo tiempo del uno y delotro. Y tampoco podemos decir que el EsprituSanto no sea vida, siendo vida el Padre y vida elHijo. Y por esto, as como el Padre tiene vida en smismo, y dio al Hijo que tuviera vida en s mismo,as dio que la vida procediera del Hijo, comoprocede tambin de El mismo.

    San Agustn, in Ioannem, tract. 93- Despus dehaberles prometido el Espritu Santo, cuyaoperacin los convertira en testigos, aadi: "Esto

    os he dicho para que no os escandalicis". Cuando la caridad de Dios es infundida en nuestroscorazones por el Espritu Santo, que nos ha sido dado ( Rom 5,5), nace mucha paz en los queaman la ley de Dios ( Sal118,165), para que en ellos no haya escndalo. Despus, declarandolo que habran de padecer, dijo: "Os echarn de las sinagogas".

    Crisstomo, in Ioannem, hom. 77.- Ya haban dispuesto que si alguno confesaba a Cristo fueseexpulsado de la sinagoga.

    San Agustn, ut supra. Qu dao les resultaba a los Apstoles de que los expulsaran de lassinagogas, si ellos las haban de dejar aunque nadie los despidiera? Esto quiso decir que los

    judos no recibiran a Cristo, de quien los Apstoles no se haban de separar. Porque como no

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    6/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    6

    haba otro pueblo de Dios sino el que era de la estirpe de Abraham, si ste hubiera reconocido aCristo no hubieran existido por un lado Iglesias de Cristo y por otro sinagogas de los judos. Ypor cuanto no creyeron, qu restaba sino que los que permanecan alejados de Cristo, echarande la sinagoga a los que no dejaron a Cristo? Despus de decirles esto, aadi: "Pero se acercala hora en que cualquiera que os mate, crea que presta un servicio a Dios". Cuyas palabras

    profiri como en sentido de consuelo para aquellos que seran expulsados de las sinagogas.Acaso la separacin de las sinagogas, haba de ser causa de tanto sentimiento que prefirieranmorir antes que vivir separados de los judos? Lejos la idea de que as se consternasen los queno buscaban la gloria humana, sino la de Dios. He aqu el sentido de estas palabras: Ellos osecharn de las sinagogas, pero no temis la soledad, porque separados de la comunin de ellosreuniris tan gran nmero de creyentes en mi nombre, que temerosos ellos de que quededesierto su templo y abandonados los sacramentos y todo lo de la antigua Ley, os matencreyendo prestar un servicio a Dios, llevados de celo indiscreto por la gloria de Dios y no segnla sabidura. Esto debemos entender que fue dicho por los judos de quienes ya haba dicho "Osecharn de las sinagogas". Si bien los testigos, esto es, los mrtires de Cristo, fueron muertospor los gentiles, no creyeron stos, sin embargo, que ofrecan un homenaje a Dios, sino a susdioses falsos. Pero los judos cuando matan a los predicadores de Cristo, creen prestar un

    homenaje a Dios, juzgando que los que se convierten a Cristo apostatan del Dios de Israel.Estos, pues, posedos del fanatismo, no guiados por la sabidura, mataban a los creyentes,pensando hacer un servicio a Dios.

    Crisstomo, ut supra.- Despus procura consolarles, diciendo: "Esto harn con vosotros, porqueno conocieron al Padre ni a m"; como si dijera: Basta para vuestro consuelo el saber quepadecis esto por m y por mi Padre.

    San Agustn, ut supra.-Para que estos males no cogieran su nimo desprevenido y de improviso,pues aunque haban de pasar pronto podran ser causa de desaliento, continu diciendo paraprevenirles: "Os he dicho esto, para que, cuando llegare la hora de ellos", etc.: la hora de ellostenebrosa y nocturna. Pero la noche de los judos, separada del da, no oscureci el de los

    cristianos.

    Crisstomo, in Ioannem, ut supra.- Tambin predijo esto por otro motivo, a saber, para que nodijeran que no haba previsto el porvenir. Y esto significan las palabras "Acordaos que os lodije", y no pudieran alegar que slo les haba anunciado lo que poda halagarles. Y porque no lohaba dicho desde el principio, les da esta razn: "Esto no lo dije desde el principio, porqueestaba con vosotros". Estabais bajo mi proteccin y podais preguntarme cuanto quisierais, ysostena yo toda la lucha, por lo que era superfluo el deciros esto al principio, y si lo call no esporque me fuera desconocido.

    San Agustn, in Ioannem, tract. 94.- Pero hay otros tres evangelistas que refieren que esto lopredijo antes de la cena, concluida la cual dijo esto, como atestigua San Juan. Tal vez se

    resuelva esta cuestin con decir que aqullos refieren que esto lo dijo prximo a la pasin, no alprincipio cuando estaba con ellos. Pero San Mateo afirma que, no slo cercano a la pasin, sinoque desde el principio haba dicho esto. Qu quieren decir, pues, estas palabras, "Esto desde elprincipio no lo dije", etc., sino lo que aqu dice del Espritu Santo, que ha de venir sobre ellos, yha de dar testimonio de los trabajos que han de padecer? Esto, desde el principio, no lo dijoporque estaba con ellos y los consolaba con su presencia. Habindose, pues, de ausentar, eraconveniente que dijera que vendra Aquel (el Parclito) que, difundiendo en sus corazones elEspritu de caridad, predicaran con confianza la palabra de Dios.

    Crisstomo, ut supra.- Les predijo tambin que padeceran toda clase de aflicciones, pero noaadi que su muerte sera considerada como culto tributado a Dios, que era lo que ms podaaterrarles; o bien porque haba dicho antes lo que les haran sufrir los gentiles, aadi aqu lo

    que haran los judos.

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    7/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    7

    TEXTO IILA CARIDAD

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATLICA

    1822 La caridad es la virtud teologal por lacual amamos a Dios sobre todas las cosas por lmismo y a nuestro prjimo como a nosotros mismospor amor de Dios.

    1823 Jess hace de la caridad elmandamiento nuevo (cf Jn 13, 34). Amando a lossuyos hasta el fin (Jn 13, 1), manifiesta el amor delPadre que ha recibido. Amndose unos a otros, losdiscpulos imitan el amor de Jess que recibentambin en ellos. Por eso Jess dice: Como el Padre

    me am, yo tambin os he amado a vosotros;permaneced en mi amor (Jn 15, 9). Y tambin:Este es el mandamiento mo: que os amis unos aotros como yo os he amado(Jn 15, 12).

    1824 Fruto delEspritu y plenitud de la ley,la caridad guarda losmandamientos de Dios y deCristo: Permaneced en miamor. Si guardis mismandamientos,permaneceris en mi amor(Jn 15, 9-10; cf Mt 22, 40;Rm 13, 8-10).

    1825 Cristo muri por amor a nosotroscuando ramos todava enemigos (Rm 5, 10). ElSeor nos pide que amemos como l hasta a nuestrosenemigos (cf Mt 5, 44), que nos hagamos prjimosdel ms lejano (cf Lc 10, 27-37), que amemos a losnios (cf Mc 9, 37) y a los pobres como a l mismo

    (cf Mt 25, 40.45).

    El apstol san Pablo ofrece una descripcinincomparable de la caridad: La caridad es paciente,es servicial; la caridad no es envidiosa, no es

    jactanciosa, no se engre; es decorosa; no busca suinters; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no sealegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todolo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo losoporta (1 Co 13, 4-7).

    1826 Si no tengo caridad dice tambin el

    apstolnada soy.... Y todo lo que es privilegio,

    servicio, virtud misma... si no tengo caridad, nadame aprovecha (1 Co 13, 1-4). La caridad es superiora todas las virtudes. Es la primera de las virtudesteologales: Ahora subsisten la fe, la esperanza y lacaridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es lacaridad (1 Co 13,13).

    1827 El ejercicio de todas las virtudes estanimado e inspirado por la caridad. Esta es elvnculo de la perfeccin (Col 3, 14); es la forma delas virtudes; las articula y las ordena entre s; esfuente y trmino de su prctica cristiana. La caridad

    asegura y purifica nuestra facultad humana de amar.La eleva a la perfeccin sobrenatural del amordivino.

    1828 La prctica dela vida moral animada porla caridad da al cristiano lalibertad espiritual de loshijos de Dios. Este no sehalla ante Dios como unesclavo, en el temor servil,ni como el mercenario enbusca de un jornal, sinocomo un hijo que respondeal amor del que nos am

    primero (1 Jn 4,19):

    O nos apartamos del mal por temor delcastigo y estamos en la disposicin del esclavo, obuscamos el incentivo de la recompensa y nosparecemos a mercenarios, o finalmente obedecemospor el bien mismo del amor del que manda [...] yentonces estamos en la disposicin de hijos (San

    Basilio Magno, Regulae fusius tractatae prol. 3).

    1829 La caridad tiene por frutos el gozo, lapaz y la misericordia. Exige la prctica del bien y lacorreccin fraterna; es benevolencia; suscita lareciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; esamistad y comunin:

    La culminacin de todas nuestras obras esel amor. Ese es el fin; para conseguirlo, corremos;hacia l corremos; una vez llegados, en lreposamos (San Agustn, In epistulam Ioannis

    tractatus, 10, 4).

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    8/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    8

    TEXTO IIIVIVIR EN LA VERDAD

    Catecismo de la Iglesia Catlica

    I. Vivir en la verdad

    2465 El Antiguo Testamento lo proclama: Dios es fuente de toda verdad. Su Palabra es verdad (cf Pr 8, 7;2 S 7, 28). Su ley es verdad (cf Sal 119, 142). Tu verdad, de edad en edad (Sal 119, 90; Lc 1, 50). Puestoque Dios es el Veraz (Rm 3, 4), los miembros de su pueblo son llamados a vivir en la verdad (cf Sal 119,30).

    2466 En Jesucristo la verdad de Dios se manifest en plenitud. Lleno de gracia y de verdad (Jn 1, 14), les la luz del mundo (Jn 8, 12), la Verdad (cf Jn 14, 6). El que cree en l, no permanece en las tinieblas (cf Jn12, 46). El discpulo de Jess, permanece en su palabra, para conocer la verdad que hace libre (cf Jn 8,31-32) y que santifica (cf Jn 17, 17). Seguir a Jess es vivir del Espritu de verdad (Jn 14, 17) que el Padreenva en su nombre (cf Jn 14, 26) y que conduce a la verdad completa (Jn 16, 13). Jess ensea a sus

    discpulos el amor incondicional de la verdad: Sea vuestro lenguaje: s, s; no, no (Mt 5, 37).2467 El hombre busca naturalmente la verdad. Est obligado a honrarla y atestiguarla: Todos los

    hombres, conforme a su dignidad, por ser personas [...], se ven impulsados, por su misma naturaleza, a buscarla verdad y, adems, tienen la obligacin moral de hacerlo, sobre todo con respecto a la verdad religiosa.Estn obligados tambin a adherirse a la verdad una vez que la han conocido y a ordenar toda su vida segnsus exigencias (DH 2).

    2468 La verdad como rectitud de la accin y de la palabra humana, tiene por nombre veracidad, sinceridado franqueza. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decirverdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulacin y la hipocresa.

    2469 Los hombres [...] no podran vivir juntos si no tuvieran confianza recproca, es decir, si no semanifestasen la verdad (Santo Toms de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 109, a. 3 ad 1). La virtud de laveracidad da justamente al prjimo lo que le es debido; observa un justo medio entre lo que debe serexpresado y el secreto que debe ser guardado: implica la honradez y la discrecin. En justicia, un hombredebe honestamente a otro la manifestacin de la verdad (Santo Toms de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q.109, a. 3).

    2470 El discpulo de Cristo acepta vivir en la verdad, es decir, en la simplicidad de una vida conforme alejemplo del Seor y permaneciendo en su Verdad. Si decimos que estamos en comunin con l, ycaminamos en tinieblas, mentimos y no obramos conforme a la verdad (1 Jn 1, 6).

    II. Dar testimonio de la verdad

    2471 Ante Pilato, Cristo proclama que haba venido al mundo para dar testimonio de la verdad (Jn 18,37). El cristiano no debe avergonzarse de dar testimonio del Seor (2 Tm 1, 8). En las situaciones que

    exigen dar testimonio de la fe, el cristiano debe profesarla sin ambigedad, a ejemplo de san Pablo ante susjueces. Debe guardar una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres (Hch 24, 16).2472 El deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia, los impulsa a actuar como testigos

    del Evangelio y de las obligaciones que de l se derivan. Este testimonio es transmisin de la fe en palabras yobras. El testimonio es un acto de justicia que establece o da a conocer la verdad (cf Mt 18, 16): Todos [...]los fieles cristianos, dondequiera que vivan, estn obligados a manifestar con el ejemplo de su vida y eltestimonio de su palabra al hombre nuevo de que se revistieron por el bautismo y la fuerza del Espritu Santoque les ha fortalecido con la confirmacin (AG 11).

    2473 El martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe; designa un testimonio que llega hasta lamuerte. El mrtir da testimonio de Cristo, muerto y resucitado, al cual est unido por la caridad. Da testimoniode la verdad de la fe y de la doctrina cristiana. Soporta la muerte mediante un acto de fortaleza. Dejadme serpasto de las fieras. Por ellas me ser dado llegar a Dios (San Ignacio de Antioqua, Epistula ad Romanos, 4,

    1).

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    9/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    9

    2474 Con el ms exquisito cuidado, la Iglesia harecogido los recuerdos de quienes llegaron hasta elextremo para dar testimonio de su fe. Son las actas delos Mrtires, que constituyen los archivos de la Verdadescritos con letras de sangre: No me servir nada de

    los atractivos del mundo ni de los reinos de este siglo.Es mejor para m morir en Cristo Jess que reinarhasta los confines de la tierra. Es a l a quien busco, aquien muri por nosotros. A l quiero, al que resucit

    por nosotros. Mi nacimiento se acerca... (San Ignaciode Antioqua, Epistula ad Romanos, 6, 1-2). Tebendigo por haberme juzgado digno de este da y estahora, digno de ser contado en el nmero de tusmrtires [...]. Has cumplido tu promesa, Dios, en quienno cabe la mentira y eres veraz. Por esta gracia y por todo te alabo, te bendigo, te glorifico por el eterno ycelestial Sumo Sacerdote, Jesucristo, tu Hijo amado. Por l, que est contigo y con el Espritu, te sea dadagloria ahora y en los siglos venideros. Amn (Martyrium Polycarpi, 14, 2-3).

    III. Ofensas a la verdad

    2475 Los discpulos de Cristo se han revestido del hombre nuevo, creado segn Dios en la justicia ysantidad de la verdad (Ef 4, 24). Desechando la mentira (Ef 4, 25), deben rechazar toda malicia y todoengao, hipocresas, envidias y toda clase de maledicencias (1 P 2, 1).

    2476 Falso testimonio y perjurio. Una afirmacin contraria a la verdad posee una gravedad particularcuando se hace pblicamente. Ante un tribunal viene a ser un falso testimonio (cf Pr 19, 9). Cuando espronunciada bajo juramento se trata de perjurio. Estas maneras de obrar contribuyen a condenar a un inocente,a disculpar a un culpable o a aumentar la sancin en que ha incurrido el acusado (cf Pr 18, 5); comprometengravemente el ejercicio de la justicia y la equidad de la sentencia pronunciada por los jueces.

    2477 El respeto de la reputacin de las personas prohbe toda actitud y toda palabra susceptibles de

    causarles un dao injusto (cf CIC can. 220). Se hace culpable:

    de juicio temerario el que, incluso tcitamente, admite como verdadero, sin tener para ellofundamento suficiente, un defecto moral en el prjimo;

    de maledicencia el que, sin razn objetivamente vlida, manifiesta los defectos y las faltas deotros a personas que los ignoran (cf Si 21, 28);

    de calumnia el que, mediante palabras contrarias a la verdad, daa la reputacin de otros y daocasin a juicios falsos respecto a ellos.

    2478 Para evitar el juicio temerario, cada uno debe interpretar, en cuanto sea posible, en un sentidofavorable los pensamientos, palabras y acciones de su prjimo:

    Todo buen cristiano ha de ser ms pronto a salvar la proposicin del prjimo, que a condenarla; y si no lapuede salvar, inquirir cmo la entiende, y si mal la entiende, corrjale con amor; y si no basta, busque todoslos medios convenientes para que, bien entendindola, se salve (San Ignacio de Loyola, Exercitia spiritualia,22).

    2479 La maledicencia y la calumnia destruyen la reputacin y el honor del prjimo. Ahora bien, el honores el testimonio social dado a la dignidad humana y cada uno posee un derecho natural al honor de su nombre,a su reputacin y a su respeto. As, la maledicencia y la calumnia lesionan las virtudes de la justicia y de lacaridad.

    2480 Debe proscribirse toda palabra o actitud que, por halago, adulacin o complacencia, alienta yconfirma a otro en la malicia de sus actos y en la perversidad de su conducta. La adulacin es una falta gravesi se hace cmplice de vicios o pecados graves. El deseo de prestar un servicio o la amistad no justifica unadoblez del lenguaje. La adulacin es un pecado venial cuando slo desea hacerse grato, evitar un mal,

    remediar una necesidad u obtener ventajas legtimas.

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    10/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    10

    2481 La vanagloria o jactancia constituye una falta contra la verdad. Lo mismo sucede con la irona quetrata de ridiculizar a uno caricaturizando de manera malvola tal o cual aspecto de su comportamiento

    2482 La mentira consiste en decir falsedad con intencin de engaar (San Agustn, De mendacio, 4, 5).El Seor denuncia en la mentira una obra diablica: Vuestro padre es el diablo [...] porque no hay verdad enl; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira (Jn 8, 44).

    2483 La mentira es la ofensa ms directa contra la verdad. Mentir es hablar u obrar contra la verdad parainducir a error. Lesionando la relacin del hombre con la verdad y con el prjimo, la mentira ofende el vnculofundamental del hombre y de su palabra con el Seor.

    2484 La gravedad de la mentira se mide segn la naturaleza de la verdad que deforma, segn lascircunstancias, las intenciones del que la comete, y los daos padecidos por los que resultan perjudicados. Sila mentira en s slo constituye un pecado venial, sin embargo llega a ser mortal cuando lesiona gravementelas virtudes de la justicia y la caridad.

    2485. La mentira es condenable por su misma naturaleza. Es una profanacin de la palabra cuyo objeto escomunicar a otros la verdad conocida. La intencin deliberada de inducir al prjimo a error mediante palabrascontrarias a la verdad constituye una falta contra la justicia y la caridad. La culpabilidad es mayor cuando laintencin de engaar corre el riesgo de tener consecuencias funestas para los que son desviados de la verdad.

    2486 La mentira, por ser una violacin de la virtud de la veracidad, es una verdadera violencia hecha a los

    dems. Atenta contra ellos en su capacidad de conocer, que es la condicin de todo juicio y de toda decisin.Contiene en germen la divisin de los espritus y todos los males que sta suscita. La mentira es funesta paratoda sociedad: socava la confianza entre los hombres y rompe el tejido de las relaciones sociales.

    2487 Toda falta cometida contra la justicia y la verdad entraa el deber de reparacin, aunque su autorhaya sido perdonado. Cuando es imposible reparar un dao pblicamente, es preciso hacerlo en secreto; si elque ha sufrido un perjuicio no puede ser indemnizado directamente, es preciso darle satisfaccin moralmente,en nombre de la caridad. Este deber de reparacin se refiere tambin a las faltas cometidas contra lareputacin del prjimo. Esta reparacin, moral y a veces material, debe apreciarse segn la medida del daocausado. Obliga en conciencia

    IV. El respeto a la verdad

    2488 El derecho a la comunicacin de la verdad no es incondicional. Todos deben conformar su vida alprecepto evanglico del amor fraterno. Este exige, en las situaciones concretas, estimar si conviene o norevelar la verdad a quien la pide.

    2489 La caridad y el respeto de la verdad deben dictar la respuesta a toda peticin de informacin o decomunicacin. El bien y la seguridad del prjimo, el respeto de la vida privada, el bien comn, son razonessuficientes para callar lo que no debe ser conocido, o para usar un lenguaje discreto. El deber de evitar elescndalo obliga con frecuencia a una estricta discrecin. Nadie est obligado a revelar una verdad a quien notiene derecho a conocerla (cf Si 27, 16; Pr 25, 9-10).

    2490 El secreto del sacramento de la Reconciliacin es sagrado y no puede ser revelado bajo ningnpretexto. El sigilo sacramental es inviolable; por lo cual est terminantemente prohibido al confesor descubriral penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningn motivo (CIC can. 983, 1),

    2491 Los secretos profesionales que obligan, por ejemplo, a polticos, militares, mdicos, juristasolas confidencias hechas bajo secreto deben ser guardados, salvo los casos excepcionales en los que el norevelarlos podra causar al que los ha confiado, al que los ha recibido o a un tercero daos muy graves yevitables nicamente mediante la divulgacin de la verdad. Las informaciones privadas perjudiciales alprjimo, aunque no hayan sido confiadas bajo secreto, no deben ser divulgadas sin una razn grave yproporcionada.

    2492 Se debe guardar la justa reserva respecto a la vida privada de la gente. Los responsables de lacomunicacin deben mantener un justo equilibrio entre las exigencias del bien comn y el respeto de losderechos particulares. La injerencia de la informacin en la vida privada de personas comprometidas en unaactividad poltica o pblica, es condenable en la medida en que atenta contra su intimidad y libertad.

    V. El uso de los medios de comunicacin social

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    11/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    11

    2493 Dentro de la sociedad moderna, los medios de comunicacin social desempean un papel importanteen la informacin, la promocin cultural y la formacin. Su accin aumenta en importancia por razn de losprogresos tcnicos, de la amplitud y la diversidad de las noticias transmitidas, y la influencia ejercida sobre laopinin pblica.

    2494 La informacin de estos medios es un servicio del bien comn (cf IM 11). La sociedad tiene derecho a

    una informacin fundada en la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad: El recto ejercicio de estederecho exige que, en cuanto a su contenido, la comunicacin sea siempre verdadera e ntegra, salvadas lajusticia y la caridad; adems, en cuanto al modo, ha de ser honesta y conveniente, es decir, debe respetarescrupulosamente las leyes morales, los derechos legtimos y la dignidad del hombre, tanto en la bsqueda dela noticia como en su divulgacin (IM 5).

    2495 Es necesario que todos los miembros de la sociedad cumplansus deberes de caridad y justicia tambin en este campo, y, as, conayuda de estos medios, se esfuercen por formar y difundir una rectaopinin pblica (IM 8). La solidaridad aparece como unaconsecuencia de una informacin verdadera y justa, y de la librecirculacin de las ideas, que favorecen el conocimiento y el respetodel prjimo.

    2496 Los medios de comunicacin social (en particular, los mass-media) pueden engendrar cierta pasividad en los usuarios, haciendo destos, consumidores poco vigilantes de mensajes o de espectculos.Los usuarios deben imponerse moderacin y disciplina respecto a losmass-media. Han de formarse una conciencia clara y recta para resistirms fcilmente las influencias menos honestas.

    2497 Por razn de su profesin en la prensa, sus responsables tienenla obligacin, en la difusin de la informacin, de servir a la verdad yde no ofender a la caridad. Han de esforzarse por respetar con unadelicadeza igual, la naturaleza de los hechos y los lmites el juiciocrtico respecto a las personas. Deben evitar ceder a la difamacin.

    2498 La autoridad civil tiene en esta materia deberes peculiares en razn del bien comn [...] al que se

    ordenan estos medios. Corresponde, pues, a dicha autoridad [...] defender y asegurar la verdadera y justalibertad (IM 12). Promulgando leyes y velando por su aplicacin, los poderes pblicos se asegurarn de queel mal uso de los medios no llegue a causar graves peligros para las costumbres pblicas y el progreso de lasociedad (IM 12). Debern sancionar la violacin de los derechos de cada uno a la reputacin y al secreto dela vida privada. Tienen obligacin de dar a tiempo y honestamente las informaciones que se refieren al biengeneral y responden a las inquietudes fundadas de la poblacin. Nada puede justificar el recurso a falsasinformaciones para manipular la opinin pblica mediante los mass-media. Estas intervenciones no debernatentar contra la libertad de los individuos y de los grupos.

    2499 La moral denuncia la llaga de los estados totalitarios que falsifican sistemticamente la verdad, ejercenmediante los mass-media un dominio poltico de la opinin, manipulan a los acusados y a los testigos en losprocesos pblicos y tratan de asegurar su tirana yugulando y reprimiendo todo lo que consideran delitos deopinin.

    TEXTO IVComentario a la Epstola (1)

    V. LA VIDA EN LAS COMUNIDADES (4/07-11).Los versculos 4,8-11 compendian las ideas precedentes y proponen ante todo el asunto msimportante: la exhortacin al amor de los cristianos entre s. Antes, el versculo 4,7 forma latransicin a esta seccin final.

    1. PROXIMIDAD DE LA PARUSIA (4,7).

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    12/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    12

    7a El final de todo est cerca..- JUICIO-FINAL/EP: Por lo regular, cuando se habla del fin delmundo, fcilmente se deja percibir un acento de desaliento y resignacin. Para san Pedro significa elfin un gran acontecimiento, que se espera con un estremecimiento de alegra y de temor. Se avanzaal encuentro de este acontecimiento, porque es la finalidad de la fe (1,9). Hasta aqu se haban

    orientado ya las exhortaciones hacia esta meta final. La carta entera respiraba una actitudfundamental que ahora por primera vez se formula explcitamente: el fin cristiano es tiempo final,los cristianos se hallan en la hora ltima (lJn 2,18). Lo que se deca de los elegidos en 1,1indicaba ya esta direccin. Pedro puede decir a las comunidades sin sentimentalismos ni retricasque ahora ha alboreado ya en realidad esa poca de la historia de la humanidad que anteriormentehaba sido esperada con tanta ansia por muchos.Pero con esto est tambin inminente el gran juicio. Este conocimiento significa seriedad (4,17) ygozo a la vez (1,6; 4,13), puesto que el juzgar no consiste slo negativamente en condenar, sinotambin positivamente en restablecer el debido orden querido por Dios. Como a un soberano queha de hacer su entrada en una ciudad para hacer justicia, as aguarda el cristiano al Seor en losaos de su vida en la tierra. Este cortejo regio se acerca cada vez ms. Con Santiago querra decirnos

    tambin san Pedro: Tened paciencia vosotros tambin, fortaleced vuestro corazn, porque estcerca la parusa del Seor (/St/05/08).

    7b Sed, pues, sensatos y sobrios para la oracin. Todo lo que importa es establecer desde ahoracontacto con el otro mundo, que cada vez est ms cerca. La oracin es cada vez ms importante.Pero no quiere decirse que los cristianos hayan de orar para poder vivir con sensatez y continenciahasta el juicio, sino que deben ser sensatos y sobrios para poder orar bien. Toda buena oracin, y noen ltimo lugar la oracin litrgica en comn, exige preparacin. Aqu se mencionan dos clases depreparacin a las que, conforme al sentido, se puede aadir una tercera.En primer lugar se trata de ese sosiego interior que permite al hombre formar ideas claras. Se tratade la integridad de la mente y del alma. Adems de esta integridad o buena salud tiene importanciapara la oracin el fortalecimiento del alma mediante la abstinencia. Antes se haba hablado ya deeste fortalecimiento proporcionado por la sobriedad (1,13). Ms adelante volver a recomendarsepara la situacin de combate: Sed sobrios, velad (5,8). Con esto llegamos al tercer presupuesto dela buena oracin: la vigilancia espiritual. Slo a los sobrios les es posible mantenerse con el almadespierta y en vela. Por esta razn tienen tan ntima conexin en la doctrina del apstol la vigilanciay la sobriedad. Pablo advierte: No durmamos, pues, como los dems, sino mantengmonos envigilancia y sobriedad (lTes 5,6). Sensatez, sobriedad y vigilancia trazan el cuadro del orantecristiano. Son las cualidades que con tanta viveza puso Jess ante los ojos del pueblo con lasimgenes de las diez vrgenes (Mt 25,113), y de los hombres que, ceidos y con lmparasencendidas en las manos, aguardan a su seor. (Lc 12,35-38).

    2. AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS (4/08-09).

    8 Ante todo teneos un amor intenso unos a otros, porque el amor cubre multitud de pecados. Cmodebe entenderse esto de que la caridad, el amor cubre multitud de pecados? Exhorta Pedro al amormutuo porque desea que en las comunidades cristianas se encubran las faltas de los hermanos y delas hermanas, se olviden y no se vuelva a hablar ms de ellas? O es tan importante el amor porquecuando los cristianos se aman mutuamente interviene Dios mismo? Entonces qu pecadosencubre? Los del amado o los del que ama?Pedro dice: El que piensa en los otros y les hace bien, con ello procura por su propia alma de lamejor manera. El juicio final est inminente, ya sea en la muerte o al final de la historia de la

    humanidad. Debemos pensar en nuestra vida pasada (4,3). Podremos sostener el juicio de Dios?

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    13/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    13

    San Pedro invita a lo nico que tambin en l fue capaz de encubrir y hasta envolver en rayos de luzsu flaqueza pasada: el amor 51................51. Comprese la triple pregunta sobre el amor en Jn 21,15-17 con la triple negacin en Mc 14,66 72................

    9 Practicad la hospitalidad unos con otros sin murmuracin. Sin duda alguna haba ya en laprimitiva Iglesia cristianos que se quejaban de la carga que les imponan hermanos en la fe quepasaban de camino. Tal murmuracin no parece haber sido siempre completamente infundada. Yahacia fines del siglo primero haba sido necesario dar directrices no slo sobre el modo como sedeba practicar la hospitalidad, sino tambin sobre la manera de solicitarla. A un predicador de la fese debe ser recibido como si fuera el Seor. Ahora bien, el husped debe permanecer slo un da,o dos en caso de necesidad. Pero si se queda tres, es un falso profeta 52 Muchos textos del Antiguoy del Nuevo Testamento hablan de esa forma de amor del prjimo que trata como a un amigo alforastero que est de paso. En el juicio final preguntar Cristo si se dio albergue a sus hermanos mspequeos (Mt 25,31-40). Pero en ningn otro pasaje se exhorta a la hospitalidad sin murmuracin.Lo que le interesa a Pedro son precisamente los sentimientos del que da hospitalidad. A los queacogen al hermano que est de paso los considera con los ojos de la fe. Con la murmuracin seanulara una obra de caridad; porque Dios ama al que da con alegra (2Cor 9,7)................52 Doctrina de los doce apstoles 11,4-5................

    3. SERVIOS MUTUAMENTE PARA GLORIA DE Dlos (4/10-11).

    10 Que cada uno ponga al servicio de los dems el don que recibi, como buenos administradores dela multiforme gracia de Dios. En la carta a los Romanos se exhorta en manera anloga a poner alservicio de la comunidad los diferentes dones recibidos. Pero san Pablo se sirve para ello de la

    imagen del cuerpo, cuyos miembros deben obrar en comn (Rom 12,3-8); Pedro sigue atenindose asu imagen de la casa (cf. 2,5). En la Iglesia, que es la casa de Dios (4,17), tienen muchosadministradores sus propias funciones. Con fidelidad y sensatez (Lc 12,42) deben administrar ydistribuir los bienes de su seor. Lo que se les ha confiado es mltiple y variado. El uno puedequiz dedicarse con vigor al trabajo del campo, el otro, ensear y regir una comunidad. Lavariadsima abundancia de la propiedad divina es tan grande que nadie ha quedado con las manosvacas. Cada uno tiene algo que administrar. A cada criado ha confiado el seor de la casa suquehacer, todos los talentos deben aprovecharse. Nadie carece de valor; hasta la ms pequeaocupacin, natural o sobrenatural, es don de Dios.

    11a El que predica, hgalo como quien profiere palabras de Dios; el que ejerce un ministerio, como

    quien tiene poder otorgado por Dios; Entre la mltiple variedad de los dones de Dios, se fija sanPedro en los dos ms significativos para la administracin de las comunidades: el servicio de lapalabra, y el servicio de las mesas (cf. Act 6,2). Tanto en la accin de los seglares como en losquehaceres de los sacerdotes se trata de dones que han sido confiados por Dios. Por esto, los que losadministran no deben contentarse con pensar calladamente que se trata de una propiedad de Dios,sino que tambin los agraciados por ellos deben poder reconocer que se les reparte algo del tesorode los dones de Dios. Del modo y manera humilde cmo uno se pone al servicio de la comunidadcon sus energas intelectuales y espirituales, y tambin con las corporales y materiales, deberapoderse deducir que comprende su deber de ayudar a los otros con estos dones. Pero sobre todo losque han recibido el encargo del servicio de la palabra deberan dar la sensacin, no ya de dar algopropio, sino de transmitir lo que han recibido gratuitamente de Dios. Sus palabras deberan ir

    animadas del mismo espritu con que dijo Jess: Mi doctrina no es ma, sino del que me envi... Elque habla por su cuenta, busca su propia gloria (Jn 7,16.18).

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    14/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    14

    11b ... y as, en todas las cosas ser Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenece la gloria y elpoder por los siglos de los siglos. Amn. Mediante esa desinteresada y humilde distribucin de lariqueza de Dios ha de ser Dios glorificado. Estas palabras de conclusin no se refieren slo alministerio de la palabra y al servicio, no slo a las otras obras de caridad mutua intraeclesial, de que

    se hablaba en 4,8, sino que se aplican a todo el obrar bien a que se ha exhortado en la parte principalde la carta 53. Pedro vuelve aqu a la idea que expres al comienzo de esta parte: Llevad entre losgentiles una conducta ejemplar. As... glorificarn a Dios en el da de la visita (2,12). Dios ha de serglorificado por el hecho de que las gentes vean en los cristianos un modo de vivir honrado yservicial precisamente en la vida cotidiana y en su trato mutuo. Por ello deben conocer que haytodava otro mundo y otros valores invisibles. Por el mero hecho de reconocer esto incrementarn lagloria de Dios.La carta entera est penetrada de la idea de la gloria eterna de Dios. 54. Tal concepcin del mundoorientada a la gloria de Dios sigue la tradicin del Antiguo Testamento. En una oracin de lasinagoga se dice: Alabado sea Dios que nos cre para su glorificacin................

    53. Cf. 2,15.20; 3,6.17.54. Cf. 1,7; 4,13s; 5,1.4.10.......................

    TEXTO VComentario a la Epstola (2)

    a) En los escritos de la primera generacin se nota la creencia que tenan de que el fin del mundo estabaprximo, que la vuelta gloriosa del Resucitado era inminente. A veces sus autores argumentan a partirde esta conviccin: El fin de todas las cosas est cercano: sed, pues, moderados y sobrios, para poderorar.Pero las actitudes a las que invitan valen igual si no va a ser tan inminente el fin: por ejemplo la fortaleza

    que un cristiano ha de tener frente al fuego abrasador o las persecuciones que le puedan poner aprueba su fe.b) Una serie de recomendaciones que siguen teniendo ahora, despus de dos mil aos, toda suactualidad.Sea cuando sea el fin del mundo, un cristiano debe mirarhacia delante y vivir vigilante, en una cierta tensinanmica, que es lo contrario de la rutina, la pereza o elembotamiento mental.Los consejos de Pedro nos ofrecen un programa muysabio de vida: tener el espritu dispuesto a la oracin,llevar un estilo de vida sobrio y moderado, mantenerfirme el amor mutuo, practicar la hospitalidad, poner a

    disposicin de la comunidad las propias cualidades, todoa gloria de Dios.No est mal que la carta termine aludiendo asufrimientos y persecuciones. Tal vez aqu se refiere a alguna persecucin contra los cristianos por losaos 60 (cuando murieron Pedro y Pablo en Roma). Pero estas pruebas han sido continuas a lo largo delos dos mil aos de la comunidad cristiana y siguen existiendo tambin ahora en la comunidad y en lavida de cada uno: pruebas que dan la medida de nuestra fidelidad a Dios y nos van haciendo madurar ennuestro seguimiento de Cristo.Desde luego, si la carta es de Pedro, supone un cambio muy notorio en su actitud, porque antes, cuandoJess anunciaba la cruz en el programa de su camino, Pedro era el primero en protestar y no aceptar elsufrimiento como parte del Reino mesinico. Ahora lo ha asimilado, lo recomienda en la carta y, sobretodo, da pruebas de conversin con su testimonio de fe ante el sanedrn, y finalmente ante el emperadorNern, hasta el martirio.

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    15/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    15

    Sera ya el ideal que llegramos a la consigna final de Pedro: Estad alegres cuando comparts lospadecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, rebosis de gozo.

    J. ALDAZABALENSAME TUS CAMINOS 4

    Tiempo Ordinario. Semanas 1-9. Barcelona 1997. Pgs. 230-234

    TEXTO VIComentario a la Epstola (3)

    La Epstola de san Pedro aborda unos deberes muy concretos de los cristianos, en sus relacionesordinarias de la vida corriente:

    --deberes de los ciudadanos, respecto a las autoridades civiles...--deberes de los esclavos, respecto a sus amos...--deberes de los esposos respecto al cnyuge...--deberes de los hombres respecto a todos sus hermanos...

    -Hermanos, el fin de todas las cosas est cerca. El clima humano de esta comunidad es el de unapersecucin que se siente venir. Ms adelante Pedro dir: no os extrais del incendio que ha prendidoentre vosotros para probaros. No olvidemos que ese mismo san Pedro morir mrtir en el ao 64 o 67, esdecir, uno o dos aos despus de esta carta! Por lo tanto la evocacin del fin de todas las cosas, lejos dedescorazonar, es un estimulante.

    -Sed pues sensatos y sobrios para daros a la oracin. El trmino griego que nuestra versin traduce porsensato significa a la vez moderado, prudente, mesurado, casto. La frase ms aproximada sera hombrede buen sentido o de sentido comn; el trmino sobrio viene a indicar la misma actitud. San Pedrorecomienda a los recin bautizados un dominio de s que predisponga a la oracin.El enervamiento, los excesos de la pasin, la sobrecarga de horas de trabajo... no facilitan nuestros esfuerzospara la oracin. Sabemos esto muy bien. Hay que sacar quiz una consecuencia. Es sin duda lo que suscita la

    aficin hacia las tcnicas de yoga o de zen en muchos de nuestros contemporneos, por demssobreexcitados. Encontrar de nuevo la paz para orar mejor.

    -Ante todo, prodigad un amor intenso entre vosotros, porque la caridad cubre todas las faltas

    (Proverbios 10, 12) Pedro vuelve a este tema esencial. Ser bautizado, es comprometerse a amar! Y paraello cita la Biblia; hay sesenta y dos citas del Antiguo Testamento en esta breve epstola!Seor, aydame a "amar intensamente"! y que este amor cubra mis pecados! Amar a los dems,servirles, es compensar el mal que por otra parte hacemos. La caridad cubre nuestros pecados, y Dios ve lacaridad... como si ella camuflara nuestras faltas a los ojos de Dios!

    -Practicad la hospitalidad entre vosotros... Poned al servicio de los dems la gracia que cada uno de

    vosotros haya recibido...Pedro indica concretamente dos modos de amar:--la acogida, la hospitalidad... literalmente, el amor al extrao. Esa hospitalidad, tan querida delalma oriental y tan generalmente abandonada en occidente: ser bautizado es ser acogedor!--La puesta en comn de los carismas... nuestras dotes personales puestas al servicio de todos:ser bautizado es compartir lo que se ha recibido!

    Si alguien tiene el don de la palabra, que sea portavoz de Dios! Si tiene el don del servicio, que lo cumpla

    con la fuerza que Dios le da! Dios est aqu, presente, asoma sin cesar .Nuestros carismas -donesrecibidos- proceden de El. No podemos guardarlos celosamente para nosotros mismos.

    -Alegraos en la medida en que participis en los sufrimientos de Cristo. San Pedro, mrtir, crucificado

    como Jess... rogad por nosotros.

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    16/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    16

    NOEL QUESSON

    PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 4PRIMERAS LECTURAS PARA EL TIEMPO ORDINARIO

    DE LOS AOS PARES. EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pg. 100 s.

    TEXTO VIIComentario al Evangelio (1)

    Juan pablo II, 10 de julio de 2000

    1. Cuando venga el Consolador, que os enviar desde el Padre, el Espritu de la verdad, que procededel Padre, l dar testimonio de m (Jn 15, 26).

    Estas son las palabras que el evangelista san Juan recogi de los labios de Cristo en el Cenculo,durante la ltima Cena, en la vspera de la pasin. Resuenan con singular intensidad para nosotros hoy,solemnidad de Pentecosts de este Ao jubilar, cuyo contenido ms profundo nos revelan.

    Para captar este mensaje esencial es preciso permanecer en el Cenculo, como los discpulos. Por esola Iglesia, tambin gracias a una oportuna seleccin de los textos litrgicos, ha permanecido en el

    Cenculo durante el tiempo de Pascua. Y esta tarde, la plaza de San Pedro se ha transformado en un granCenculo, en el que nuestra comunidad se ha reunido para invocar y acoger el don del Espritu Santo.

    La primera lectura, tomada del libro de los Hechos de los. Apstoles, nos ha recordado lo que sucedien Jerusaln cincuenta das despus de la Pascua. Antes de subir al cielo, Cristo haba encomendado a losApstoles una gran tarea: Id (...) y haced discpulos a todas las gentes, bautizndolas en el nombre delPadre y del Hijo y del Espritu Santo, y ensendoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt 28, 19-20). Tambin les haba prometido que, despus de su marcha, recibiran otro Consolador, que lesenseara todo (cf. Jn 14, 16. 26).

    Esta promesa se cumpli precisamente el da de Pentecosts: el Espritu, bajando sobre los Apstoles,les dio la luz y la fuerza necesarias para hacer discpulos a todas las gentes, anuncindoles el evangelio deCristo. De este modo, en la fecunda tensin entre Cenculo y mundo, entre oracin y anuncio; naci y

    vive la Iglesia.

    2. Cuando el Seor Jess prometi el Espritu Santo, habl de l como el Consolador, el Parclito, queenviara desde el Padre (cf. Jn 15, 26). Se refiri a l como el Espritu de la verdad, que guiara a la Iglesiahacia la verdad completa (cf. Jn 16, 13). Y precis que el Espritu Santo dara testimonio de l (cf. Jn 15,

    26). Pero en seguida aadi: Y tambin vosotros daristestimonio, porque desde el principio estis conmigo (Jn 15,27). En el momento en que el Espritu desciende enPentecosts sobre la comunidad reunida en el Cenculo,comienza este doble testimonio: el del Espritu Santo y el de losApstoles.

    El testimonio del Espritu es divino en s mismo: proviene dela profundidad del misterio trinitario. El testimonio de losApstoles es humano: transmite, a la luz de la revelacin, suexperiencia de vida junto a Jess. Poniendo los fundamentosde la Iglesia, Cristo atribuye gran importancia al testimoniohumano de los Apstoles. Quiere que la Iglesia viva de laverdad histrica de su Encarnacin, para que, por obra de lostestigos, en ella est siempre viva y operante la memoria de sumuerte en la cruz y de su resurreccin.

    3. Tambin vosotros daris testimonio (Jn 15, 27). La

    Iglesia, animada por el don del Espritu, siempre ha sentidovivamente este compromiso y ha proclamado fielmente el

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    17/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    17

    mensaje evanglico en todo tiempo y en todos los lugares. Lo ha hecho respetando la dignidad de lospueblos, su cultura y sus tradiciones, pues sabe bien que el mensaje divino que se le ha confiado no seopone a las aspiraciones ms profundas del hombre; antes bien, ha sido revelado por Dios para colmar,por encima de cualquier expectativa, el hambre y la sed del corazn humano. Precisamente por eso, elEvangelio no debe ser impuesto, sino propuesto, porque slo puede desarrollar su eficacia si es aceptado

    libremente y abrazado con amor.Lo mismo que sucedi en Jerusaln con ocasin del primer Pentecosts, acontece en todas las

    pocas: los testigos de Cristo, llenos del Espritu Santo, se han sentido impulsados a ir al encuentro de losdems para expresarles en las diversas lenguas las maravillas realizadas por Dios. Eso sigue sucediendotambin en nuestra poca. Quiere subrayarlo la actual jornada jubilar, dedicada a la reflexin sobre losdeberes de los catlicos hacia los dems hombres: anuncio de Cristo, testimonio y dilogo.

    La reflexin que se nos invita a hacer no puede menos de considerar, ante todo, la obra que el EsprituSanto realiza en las personas y en las comunidades. El Espritu Santo esparce las semillas del Verbo enlas diferentes tradiciones y culturas, disponiendo a las poblaciones de las regiones ms diversas a acogerel anuncio evanglico. Esta certeza debe suscitar en los discpulos de Cristo una actitud de apertura y dedilogo con quienes tienen convicciones religiosas diversas. En efecto, es necesario ponerse a la escucha

    de cuanto el Espritu puede sugerir tambin a los dems. Son capaces de ofrecer sugerencias tilespara llegar a una comprensin ms profunda de lo que el cristiano ya posee en el depsito revelado.As, el dilogo podr abrirle el camino para un anuncio ms adecuado a las condiciones personales deloyente.

    4. De todas formas, lo que sigue siendo decisivo para la eficacia del anuncio es el testimonio vivido.Slo el creyente que vive lo que profesa con los labios, tiene esperanzas de ser escuchado. Adems, hayque tener en cuenta que, a veces, las circunstancias no permiten el anuncio explcito de Jesucristo comoSeor y Salvador de todos. En este caso, el testimonio de una vida respetuosa, casta, desprendida de lasriquezas y libre frente a los poderes de este mundo, en una palabra, el testimonio de la santidad, aunquese d en silencio, puede manifestar toda su fuerza de conviccin.

    Es evidente, asimismo, que la firmeza en ser testigos de Cristo con la fuerza del Espritu Santo noimpide colaborar en el servicio al hombre con los seguidores de las dems religiones. Al contrario, nosimpulsa a trabajar junto con ellos por el bien de la sociedad y la paz del mundo.

    En el alba del tercer milenio, los discpulos de Cristo son plenamente conscientes de que este mundose presenta como un mapa de varias religiones (Redemptor hominis, 11). Si los hijos de la Iglesiapermanecen abiertos a la accin del Espritu Santo, l les ayudar a comunicar, respetando lasconvicciones religiosas de los dems, el mensaje salvfico nico y universal de Cristo.

    5. l dar testimonio de m; y tambin vosotros daris testimonio, porque desde el principio estisconmigo (Jn 15, 26-27). Estas palabras encierran toda la lgica de la Revelacin y de la fe, de la que vivela Iglesia: el testimonio del Espritu Santo, que brota de la profundidad del misterio trinitario de Dios, y el

    testimonio humano de los Apstoles, vinculado a su experiencia histrica de Cristo. Uno y otro sonnecesarios. Ms an, si lo analizamos bien, se trata de un nico testimonio: el Espritu sigue hablando alos hombres de hoy con la lengua y con la vida de los actuales discpulos de Cristo.

    En el da en que celebramos el memorial del nacimiento de la Iglesia, queremos elevar una fervienteaccin de gracias a Dios por este testimonio doble y, en definitiva, nico, que abraza a la gran familia dela Iglesia desde el da de Pentecosts. Queremos darle gracias por el testimonio de la primera comunidadde Jerusaln, que, a travs de las generaciones de los mrtires y de los confesores, ha llegado a ser a lolargo de los siglos la herencia de innumerables hombres y mujeres de todo el mundo.

    La Iglesia, animada por la memoria del primer Pentecosts, reaviva hoy la esperanza de una renovadaefusin del Espritu Santo. Asidua y concorde en la oracin con Mara, la Madre de Jess, no deja deinvocar: Enva tu Espritu, Seor, y renueva la faz de la tierra (Sal 103, 30).

    Ven, Sancte Spiritus: Ven, Espritu Santo, enciende en los corazones de tus fieles la llama de tu amor.Sancte Spiritus, veni!

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    18/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    18

    TEXTO VIIIComentario al Evangelio (2)La Iglesia va preparando a los cristianos para el tiempo de la desaparicin visible de Jess, que

    comienza el da de la ascensin, el prximo domingo, y quiere que aguardemos con ansia al EsprituSanto, que es el que va a conducir la vida de los cristianos a travs de este mundo hasta el encuentrodefinitivo con Dios.

    El Evangelio trae un anuncio grave del Seor para el tiempo posterior a su elevacin a los cielos.Asegura que el Parclito, el Espritu Santo que l prometa como "abogado" que es el Espritu deVerdad "dar testimonio de El". El Espritu descubrir la verdad sobre los acontecimientos de la vidade Cristo. Y los Apstoles tambin darn testimonio de Cristo ya que estuvieron con El desde unprincipio.

    Es misin del Espritu Santo revelar a los Apstoles toda la verdad sobre Cristo, sobre sus hechos,sobre su vida y su muerte, y fortalecerlos para que sean capaces de dar testimonio.

    TESTIGO/MARTIR. Porque ser "testigo" es confesar la verdad con todas las consecuencias,exponerse, arriesgarse, dar la cara. "Testigo" aparece precisamente en el N.T. con el sentido de"mrtir"; dar la vida es el gran testimonio, confesar con la sangre la Verdad. No solamente la muertepor Cristo sino tambin la vida cristiana vivida con todas sus consecuencias tiene un valor de"martirio" y por esto de testimonio.

    En boca de Jess, la misin de testigos asignada a los Apstoles es misin de mrtires. Se loadvierte para que no se extraen; sufrirn persecuciones y hasta los matarn. Quin? Los que no han

    conocido al Padre ni a Cristo. Los que no han querido conocerlos; los que no han reconocido en ellosa Dios, al Seor y no se han sometido a su Plan, a su llamada, a sus exigencias, porque hubierantenido que renunciar a otros intereses y acabar con muchas situaciones establecidas.

    Porque existe el pecado, el mal, el egosmo, fue perseguido JC y sern perseguidos los cristianos.En un mundo donde el mal echa sus races como la yedra y vive, crece y domina, tiene que surgir laviolenta oposicin contra quien viene a condenar el mundo del mal y anuncia una "vida nueva" y un"mundo nuevo" hechos de amorosa sumisin a Dios y de servicio desinteresado a los dems, deperdn y de amor, hasta para los enemigos. A un hombre as se le niega la autoridad, se le acusa deloco, de blasfemo, de comunista o de lo que sea para acabar con El; porque estorba hay que quitarlode en medio; aceptarlo sera reconocer la propia maldad y renunciar a muchos intereses creados...Esto ocurri con Cristo: no le conocieron; no reconocieron su divinidad y bajo la acusacin de que se

    haca Dios lo quitaron de en medio. Cuando se ha fabricado un dios a la medida de los propiosintereses se es capaz de negar al verdadero Dios con la conciencia de que se hace en defensa de Diosy se defiende el dios de los propios intereses. Por eso dice Jess que quien los mate creer que honraa Dios.

    Mientras exista el mal, es inherente a la profesin cristiana la oposicin, la violencia, lapersecucin. Los cristianos estn en este "mundo" pero pertenecen al "Reino de Cristo, al "mundonuevo" que anunci el Seor; y ellos tienen que proclamarlo y construirlo a base de vivir la "vidanueva" que trajo El, al margen del mal de este "mundo" y aun en contra, desenmascarndolo. Eslgico que estorben porque son un reproche vivo para el mal y para todos los intereses fundados en elmal; son la luz que descubre demasiadas cosas; son la sal que escuece.

    Cristo no canoniz las crticas, las oposiciones y la persecucin que podemos sufrir los cristianos

    por nuestras faltas, por nuestros abusos, por nuestras injusticias personales; hemos de procurar noganarnos persecuciones y crticas justas y a no comprometer el cristianismo.

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    19/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    19

    La persecucin se convierte as en el destino de la Iglesia y en un signo de su fidelidad aJesucristo.

    Los cristianos probablemente se escandalizan de que se rechace el evangelio y se persiga a laIglesia, cuando en realidad ella solamente pretende la salvacin del hombre. Pero lo que afirma el

    evangelio es, precisamente, todo lo contrario; que cuando realmente hay que escandalizarse, escuando la Iglesia no sea perseguida de cualquier forma, porque la ausencia de persecucin deberaser una seal inquietante de falta de fidelidad al Evangelio, porque "todos los que quieran vivirpiadosamente en Cristo Jess, sufrirn persecuciones" (/2Tm/03/12).

    Testimonio: aquel cristiano cuya conducta manifiesta la presencia de Dios en el mundo. Aceptar aCristo y su Palabra sera reconocer la propia maldad y renunciar a muchos intereses creados. Estoocurri con Cristo: "me quereis matar porque mi palabra no entra en nosotros".

    TEXTO IXComentario al Evangelio (3)

    Continuamos la meditacin del "discurso despus de la Cena". Hasta aqu, Jess ha hablado sobre todo deamor... Pero el tono va a cambiar. En esta segunda parte de su conversacin, Jess va a hablar mucho sobreel "odio": quiere prevenir a sus discpulos de la atmsfera de lucha que conocern frente al rechazo delmundo.

    -Cuando venga el "defensor" que Yo os enviar de parte del Padre. Hemos olvidado bastante ese ttulo quedaba Jess al Espritu. El "Defensor", el "Parclito" en griego. Esto da un tono de lucha. Dios tomar ladefensa de los suyos. Tengo conciencia de que soy atacado, amenazado? S, me encuentro constantementeenfrentado al mal a la desgracia, y al Maligno: el pecado, la adversidad, Satn... triple cara de lo que meprovoca para destruirme y alienarme. Jess lo sabe bien. El, que tan a menudo ha tomado la defensa delhombre, para salvarle del pecado, de la enfermedad o de la muerte y del demonio. El nos enva otro'Defensor": su Espritu. A menudo, Seor, me olvido de eseaspecto dramtico que tiene la vida cristiana; y corro el riesgo dedejarme llevar a una buena vidita muy tranquila, en vez decontinuar alerta, vigilante... y presto al combate contra cualquierforma de mal.

    -El Espritu de verdad que procede del Padre, dar "testimonio"

    ("martyresei") de m. "Espritu de verdad es otro ttulo que

    Jess da al Espritu La verdad libera, la verdad es la nica fuerzacapaz de contrarrestarle el mal. Ser, cada vez ms, unhambriento de la verdad, para ser, cada vez ms, un testigo("martyr" en griego) de la verdad.

    -Y vosotros me daris tambin testimonio ("martyreite"). Lasuerte de las palabras es ir cambiando de sentido en el curso delos aos. Y por esto la Iglesia se ve obligada a adaptarseconstantemente, es decir, a usar palabras nuevas para expresarla misma realidad. Los lectores de san Juan, aqu, oan en susodos griegos la palabra "martyr", que hoy traducimos por

    "testigo". "Vosotros tambin seris mrtires mos = vosotrosseris tambin mis testigos."

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    20/38

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    21/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    21

    dignidad humana o contra la voluntad de Dios, es lgico que sea odiada, porque resultaincmoda. A veces ser perseguida hasta la muerte, y otras, desprestigiada, ignorada,impedida en su misin. La palabra griega para decir testigo, testimonio es la demrtir, martira. Dar testimonio del Evangelio de Jess comporta muchas vecessufrimiento y martirio. Pero tambin ahora tenemos la ayuda del Espritu, el abogado,

    el defensor. Con su fuerza podemos librar la batalla entre el bien y el mal, ypermanecer fieles a Cristo en medio de un mundo que a veces se muestra claramentecontrario a su Evangelio, y dar testimonio de Cristo en nuestro ambiente, siendo depalabra y de obra fieles a su estilo de vida y a sus convicciones.

    Si celebramos bien la Pascua -y estamos en su sexta semana- se debe ser uno delos signos de que nos estamos dejando comunicar la vida nueva del Resucitado y de suEspiritu: la valenta en dar testimonio de Jess.

    J. ALDAZABAL, ENSAME TUS CAMINOS 3El Tiempo Pascual da tras da Barcelona 1997. Pgs. 122-124

    TEXTO XIComentario al Evangelio (5)La objecin del Espritu de Jess a los planes de Pablo permite que la misin se encamine hacia Europa.

    Filipos era una colonia romana, con una poblacin mayoritariamente griega y romana. Pablo insiste enbuscar, por lo menos, simpatizantes del judasmo. Ante la ausencia de sinagoga, los proslitos simpatizantesde la religin juda se renen los sbado cerca del ro para orar. All acude Pablo y los trata de convencer.

    La comunidad dirigida por el Espritu, identificada por el nosotros (Hch 16, 10-11), anuncia el Evangelio alas mujeres. Lidia, una comerciante de telas finas, por mediacin del Seor presta atencin al mensaje dePablo. Recibe el bautismo junto a toda su familia.

    Como se ha visto en anteriores ocasiones (Hch 9, 36-43), las mujeres animan la comunidad cristiana. En el

    caso de Lidia, ella, como cabeza de hogar, encamina a toda su familia hacia el Evangelio.El evangelio de Juan nos presenta un pasaje que es muy significativo para comprender la situacin de lacomunidad que escribi el evangelio. El problema se puede articular en tres ncleos: el testimonio, laexpulsin de la sinagoga y la persecucin.

    La comunidad se presenta como un testigo fiel del resucitado. Comunica una experiencia de vida. Suspalabras tratan de encender la luz de la verdad all donde se ha establecido una forma cerrada de pensar.Pronto se enfrenta al fanatismo religioso de sus opositores, que consideraban insulso cualquier testimonio afavor de Jess. A pesar de esto, la comunidad se mantuvo fiel en el amor a la verdad y en la amistad conJess. Esta actitud le ayud a hacer frente al embate judo.

    Los cristianos fueron expulsados de la sinagoga antes del ao 100. Para la comunidad esta situacinconstituy una experiencia dolorosa. Esta comunidad de Juan viva en una regin donde los judos tenangran influencia poltica. Por esto, en el evangelio casi siempre aparecen los judos como una autoridad

    amenazante. Adems, predomina el partido Fariseo, que tom el liderazgo del pueblo de Israel luego de ladestruccin de Jerusaln. Para los cristianos la exclusin de la sinagoga no slo significaba una marginacinde tipo religioso. Pona tambin en peligro su capacidad de sobrevivencia en un medio mayormente hostil.

    La persecucin era evidente. Los defensores del fanatismo se crean con la autoridad para oprimir a losdisidentes. Ms aun, crean dar culto a su dios dando muerte a sus opositores. Una religin que cree tener elderecho fundamental a matar, excluir u oprimir a sus opositores ciertamente, tiene por culto la muerte.Jess se opuso radicalmente a esta mentalidad. El siempre se empe en dar vida a su pueblo. La comunidadde Juan enfrent una situacin similar. Reconoce que Jess es el Mesas, que el Dios de la vida es el nico yverdadero Dios, por tanto se convierte en obstculo para los fanticos. De esto nos da testimonio el libro delos Hechos con la muerte de Esteban y Santiago y con la persecucin desatada sobre los cristianos.

    SERVICIO BIBLICO LATINOAMERICANO

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    22/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    22

    TEXTO XII

    ComentarioS al Evangelio (6)

    Antes ha prometido Jess a los discpulos la permanencia en

    ellos del Espritu de la verdad (14,17); ahora les anuncia la actividad del Espritu en la misin: dartestimonio a favor de Jess, condenado por el mundo. Dar ese testimonio dentro de la comunidad,

    asegurndola de la verdad de su mensaje y actuacin. Se trata del testimonio proftico, que confirma la

    experiencia interior y consolida la ruptura con el mundo. El testimonio ha de ser continuado por los

    discpulos (tambin vosotros). El enfrentamiento de Jess con el mundo no va a terminar con sumuerte; al contrario, va a multiplicarse por medio de los suyos. Estar con Jess desde el principio,requisito para dar testimonio en cualquier poca, significa aceptar como norma toda la vida de Jess,

    sin separar al Jess resucitado del Jess terrestre, como en la tentacin espiritualista que prescinde delcompromiso.

    Jess previene a los discpulos,

    para evitar su desercin en el futuro. Podra parecerles inexplicable verse combatidos por las

    instituciones religiosas. Jess les anuncia que sern marginados por los que se llaman representantesde Dios e intrpretes de su voluntad. No slo los marginarn, sino que llegarn a darles muerte. Las

    instituciones religiosas adoran a un dios que acepta como culto la muerte del hombre (se figure que

    ofrece culto a Dios). Si se es su dios, son homicidas por esencia. De hecho, los mximos representantesde la institucin religiosa juda han decretado ya la muerte de Jess (11,53) y la de la comunidad,representada por Lzaro (12,10).

    Jess libera a los suyos

    del respeto a las instituciones religiosas. Bajo su impresionante fachada se esconde un fraude, pues noconocen al Padre (5,37; 8,19.47.54s). El dios a quien ofrecen culto no es el verdadero (17,3), pues no

    est en favor del hombre (5,10; 9,24.29): es la anttesis del que se manifiesta en Jess. Al vaciar a Diosde su propio ser, llenan su nombre con la proyeccin de sus propias ambiciones, que despliegan su

    capacidad destructora. De ah el dios homicida (8,44). Este mundo injusto tendr su hora, la de su

    triunfo aparente.Juan Mateos, El evangelio de Juan. Texto y comentario.

    Ediciones El almendro, Crdoba 2002

    Dos temas podemos destacar de la lectura del evangelio de Juan, sin olvidar que seguimos leyendo loscaptulos 13-17, los llamados discursos de despedida de Jess durante la ltima cena. En primer lugar la

    reiterada promesa del envo del Espritu Santo, aqu llamado: Espritu de la Verdad. No porque vaya arevelar a los discpulos teoras abstractas, verdades filosficas o teolgicas. Sino porque procede delque es verdadero por antonomasia: el mismo Dios, porque trae su energa creadora y salvadora, la

    verdad del amor y del perdn, las verdades que se convierten en realidades de vida para quien lo recibe.Este Espritu de la Verdad dar testimonio de Jesucristo, es decir, har que muchsimos seres humanos,

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    23/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    23

    a lo largo de los siglos, aceptemos su Palabra, nos acojamos a su salvacin, nos integremos a la

    comunidad de sus discpulos. Nos dar fuerza y sabidura, tambin a nosotros para seguirtestimoniando, como los primeros predicadores cristianos, la verdad del amor de Dios que ofrece su

    salvacin a todos los seres humanosEn segundo lugar Jess anuncia a sus discpulos las persecuciones y contradicciones a que se vern

    sometidos. De parte de los judos que expulsarn de sus sinagogas a quienes se atrevan a confesarlocomo Mesas e Hijo de Dios. Y de parte tambin de los poderosos del mundo que llegarn incluso a dar

    muerte a los cristianos, creyendo que hacen algo grato a Dios. Fue lo que pas durante las

    persecuciones del Imperio Romano contra los cristianos: se les acusaba de impiedad y de atesmoporque no adoraban las divinidades del estado totalitario. Lo que pas en otras muchas pocas de la

    historia, por ejemplo durante el gobierno de Hitler y de su partido nacional socialista en Alemania,cuando muchos cristianos, catlicos y protestantes, se

    vieron hostigados, perseguidos, y asesinados por elpoder de ese estado totalitario. Lo que sigue pasando

    en tantos lugares del mundo, ahora en nuestro tiempo,

    cuando se persigue a los cristianos por oponerse a

    regmenes inhumanos cuyo dios es la fuerza y el poder

    del dinero.Jess ha anunciado a sus discpulos que sern

    partcipes de sus sufrimientos, pero que el Espritu de

    la Verdad los alentar para que su fe no desfallezca. Yque al final, recibirn los mrtires el don supremo de la

    resurreccin.Podramos preguntarnos hasta qu punto somos

    dciles al Espritu que Jess enva a su Iglesia, hasta que

    punto nos abrimos a su influjo, acatamos susinspiraciones. Y podramos preguntarnos tambin qu

    haramos si no persiguieran por ser cristianos.

    Estaramos dispuestos a continuar siendo cristianos?

    Diario Bblico. Cicla (Confederacin Internacional

    Claretiana de Latinoamrica).

    TEXTO XIIIDominum et vivificatem

    Juan Pablo II

    4. El Espritu Santo fortalece el hombre interior

    58. El misterio de la Resurreccin y de Pentecosts es anunciado y vivido por la Iglesia, que es laheredera y continuadora del testimonio de los Apstoles sobre la resurreccin de Jesucristo. Es eltestigo perenne de la victoria sobre la muerte, que revel la fuerza del Espritu Santo y determin sunueva venida, su nueva presencia en los hombres y en el mundo. En efecto, en la resurrecin deCristo, el Espritu Santo Parclito se revel sobre todo como el que da la vida: Aqul que resucit aCristo de entre los muertos dar tambin la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espritu quehabita en vosotros .(247) En nombre de la resurreccin de Cristo la Iglesia anuncia la vida, que seha manifestado ms all del lmite de la muerte, la vida que es ms fuerte que la muerte. Al mismotiempo, anuncia al que da la vida: el Espritu vivificante; lo anuncia y coopera con l en dar la vida.

    En efecto, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espritu es vida a causa de lajusticia (248) realizada por Cristo crucificado y resucitado. Y en nombre de la resurreccin de

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    24/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    24

    Cristo, la Iglesia sirve a la vida que proviene de Dios mismo, en ntima unin y humilde servicio alEspritu. Precisamente por medio de este servicio el hombre se convierte de modo siempre nuevo en el camino de la Iglesia , como dije ya en la Encclica sobre Cristo Redentor (249) y ahora repito ensta sobre el Espritu Santo. La Iglesia unida al Espritu, es consciente ms que nadie de la realidaddel hombre interior, de lo que en el hombre hay de ms profundo y esencial, porque es espiritual e

    incorruptible. A este nivel el Espritu injerta la raz de la inmortalidad , (250) de la que brota lanueva vida, esto es, la vida del hombre en Dios que, como fruto de su comunicacin salvfica por elEspritu Santo, puede desarrollarse y consolidarse solamente bajo su accin. Por ello, el Apstol sedirige a Dios en favor de los creyentes, a los que dice: Doblo mis rodillas ante el Padre ... para queos conceda que seis fortalecidos por la accin de su Espritu en el hombre interior .(251)

    Bajo el influjo del Espritu Santo madura y se refuerza este hombre interior, esto es, espiritual. Gracias a la comunicacin divina el espritu humano que conoce los secretos del hombre , seencuentra con el Espritu que todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios .(252) Por esteEspritu, que es el don eterno, Dios uno y trino se abre al hombre, al espritu humano. El soplooculto del Espritu divino hace que el espritu humano se abra, a su vez, a la accin de Dios salvficay santificante. Mediante el don de la gracia que viene del Espritu el hombre entra en una nueva

    vida , es introducido en la realidad sobrenatural de la misma vida divina y llega a ser santuariodel Espritu Santo , templo vivo de Dios .(253) En efecto, por el Espritu Santo, el Padre y el Hijovienen al hombre y ponen en l su morada.(254) En la comunin de gracia con la Trinidad se dilatael rea vital del hombre, elevada a nivel sobrenatural por la vida divina. El hombre vive en Diosy de Dios: vive segn el Espritu y desea lo espiritual .

    59. La relacin ntima con Dios por el Espritu Santo hace que el hombre se comprenda, de unmodo nuevo, tambin a s mismo y a su propia humanidad. De esta manera, se realiza plenamenteaquella imagen y semejanza de Dios que es el hombre desde el principio.(255) Esta verdad ntimasobre el ser humano ha de ser descubierta constantemente a la luz de Cristo que es el prototipo de larelacin con Dios y, en l, debe ser descubierta tambin la razn de la entrega sincera de s mismoa los dems , como escribe el Concilio Vaticano II; precisamente en razn de esta semejanza divinase demuestra que el hombre es la nica criatura terrestre a la que Dios ha amado por s misma ,en su dignidad de persona, pero abierta a la integracin y comunin social.(256) El conocimientoeficaz y la realizacin plena de esta verdad del ser se dan solamente por obra del Espritu Santo. Elhombre llega al conocimiento de esta verdad por Jesucristo y la pone en prctica en su vida por obradel Espritu, que el mismo Jess nos ha dado.

    En este camino, camino de madurez interior que supone el pleno descubrimiento del sentidode la humanidad, Dios se acerca al hombre, penetra cada vez ms a fondo en todo el mundohumano. Dios uno y trino, que en s mismo existe como realidad trascendente de doninterpersonal al comunicarse por el Espritu Santo como don al hombre, transforma el mundohumano desde dentro, desde el interior de los corazones y de las conciencias. De este modo elmundo, partcipe del don divino, se hace como ensea el Concilio, cada vez ms humano, cada vez

    ms profundamente humano , (257) mientras madura en l, a travs de los corazones y de lasconciencias de los hombres, el Reino en el que Dios ser definitivamente todo en todos : (258)como don y amor. Don y amor: ste es el eterno poder de la apertura de Dios uno y trino al hombre yal mundo, por el Espritu Santo.

    En la perspectiva del ao dos mil desde el nacimiento de Cristo se trata de conseguir que unnmero cada vez mayor de hombres puedan encontrar su propia plenitud ... en la entrega sincerade s mismo a los dems segn la citada frase del Concilio. Que bajo la accin del EsprituParclito se realice en nuestro mundo el proceso de verdadera maduracin en la humanidad, en lavida individual y comunitaria por el cual Jess mismo cuando ruega al Padre que "todos sean uno,como nosotros tambin somos uno" (Jn 17, 21-22), sugiere una cierta semejanza entre la unin de laspersonas divinas y la unin de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad .(259) El Concilio

    reafirma esta verdad sobre el hombre, y la Iglesia ve en ella una indicacin particularmente fuerte ydeterminante de sus propias tareas apostlicas. En efecto, si el hombre es el camino de la Iglesia ,

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    25/38

    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA.- Domingo despus de la AscensinForma Extraordinaria del Rito Romano

    25

    este camino pasa a travs de todo el misterio de Cristo, como modelo divino del hombre. Sobre estecamino el Espritu Santo, reforzando en cada uno de nosotros al hombre interior hace que elhombre, cada vez mejor, pueda encontrarse en la entrega sincera de s mismo a los dems . Puededecirse que en estas palabras de la Constitucin pastoral del Concilio se compendia toda laantropologa cristiana: la teora y la praxis, fundada en el Evangelio, en la cual el hombre,

    descubriendo en s mismo su pertenencia a Cristo, y en a la elevacin a hijo de Dios , comprendemejor tambin su dignidad de hombre, precisamente porque es el sujeto del acercamiento y de lapresencia de Dios, sujeto de la condescendencia divina en la que est contenida la perspectiva eincluso la raz misma de la glorificacin definitiva. Entonces se puede repetir verdaderamente que la gloria de Dios es el hombre viviente, pero la vida del hombre es la visin de Dios : (260) elhombre, viviendo una vida divina, es la gloria de Dios, y el Espritu Santo es el dispensador ocultode esta vida y de esta gloria. El dice Basilio el Grande simple en su esencia y variado en susdones ... se reparte sin sufrir divisin ... est presente en cada hombre capaz de recibirlo, como sislo l existiera y, no obstante, distribuye a todos gracia abundante y completa .(261)

    60. Cuando, bajo el influjo del Parclito, los hombres descubren esta dimensin divina de su ser yde su vida, ya sea como personas ya sea como comunidad, son capaces de liberarse de los diversos

    determinismos derivados principalmente de las bases materialistas del pensamiento, de la praxis yde su respectiva metodologa. En nuestra poca estos factores han logrado penetrar hasta lo msntimo del hombre, en el santuario de la conciencia, donde el Espritu Santo infunde constantementela luz y la fuerza de la vida nueva segn la libertad de los hijos de Dios. La madurez del hombre enesta vida est impedida por los condicionamientos y las presiones que ejercen sobre l lasestructuras y los mecanismos dominantes en los diversos sectores de la sociedad. Se puede decir queen muchos casos los factores sociales, en vez de favorecer el desarrollo y la expansin del esprituhumano, terminan por arrancarlo de la verdad genuina de su ser y de su vida, sobre la que vela elEspritu Santo para someterlo as al Prncipe de este mundo .

    El gran Jubileo del ao dos mil contiene, por tanto, un mensaje de liberacin por obra delEspritu, que es el nico que puede ayudar a las personas y a las comunidades a liberarse de losviejos y nuevos determinismos, guindolos con la ley del espritu que da la vida en Cristo Jess ,(262) descubriendo y realizando la plena dimensin de la verdadera libertad del hombre. En efecto como escribe San Pablo donde est el Espritu del Seor, all est la libertad .(263) Estarevelacin de la libertad y, por consiguiente, de la verdadera dignidad del hombre adquiere unsignificado particular para los cristianos y para la Iglesia en estado de persecucin ya sea en lostiempos antiguos, ya sea en la actualidad, porque los testigos de la verdad divina son entonces unaverificacin viva de la accin del Espritu de laverdad, presente en el corazn y en la concienciade los fieles, y a menudo sellan con su martirio laglorificacin suprema de la dignidad humana.

    Tambin en las situaciones normales de lasociedad los cristianos, como testigos de la

    autntica dignidad del hombre, por suobediencia al Espritu Santo, contribuyen a lamltiple renovacin de la faz de la tierra , colaborando con sus hermanos a realizar y valorar todolo que el progreso actual de la civilizacin, de la cultura, de la ciencia, de la tcnica y de los demssectores del pensamiento y de la actividad humana, tiene de bueno, noble y bello.(264) Esto lo hacencomo discpulos de Cristo, como escribe el Concilio constituido Seor por su resurreccin ...obra ya por virtud de su Espritu en el corazn del hombre, no slo despertando el anhelo del siglofuturo, sino alentando, purificando y robusteciendo tambin con ese deseo aquellos generosospropsitos con los que la familia humana intenta hacer ms llevadera su propia vida y someter latierra a este fin .(265) De esta manera, afirman an ms la grandeza del hombre, hecho a imagen ysemejanza de Dios; grandeza que es iluminada por el misterio de la encarnacin del Hijo de Dios, el

    cual, en la plenitud de los tiempos , por obra del Espritu Santo, ha entrado en la historia y se ha

  • 7/31/2019 VI Domingo de Pascua-homila-

    26/38

    FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARA REINAGloria Iesu in Maria!

    26

    manifestado como verdadero hombre, primognito de toda criatura, del cual proceden todas lascosas y para el cual somos .(266)

    TEXTO XIVNovo Millennio Ineunte

    JUAN PABLO IIIV

    TESTIGOS DEL AMOR

    42. En esto conocern todos que sois discpulos mos: si os tenis amor los unos a los otros (Jn13, 35). Si verdaderamente hemos contemplado el rostro de Cristo, queridos hermanos y hermanas,nuestra programacin pastoral se inspirar en el mandamiento nuevo que l nos dio: Que,como yo os he amado, as os amis tambin vosotros los unos a los otros (Jn 13, 34).

    Otro aspecto importante en que ser necesario poner un decidido empeo programtico, tanto enel mbito de la Iglesia universal como de la Iglesias particulares, es el de la comunin (koinona),que encarna y manifiesta la esencia misma del misterio de la Iglesia. La comunin es el fruto y la

    manifestacin de aquel amor que, surgiendo del corazn del eterno Padre, se derrama en nosotros atravs del Espritu que Jess nos da (cf. Rm 5, 5), para hacer de todos nosotros un solo corazn yuna sola alma (Hch 4, 32). Realizando esta comunin de amor, la Iglesia se manifiesta como sacramento , o sea, signo e instrumento de la ntima unin con Dios y de la unidad del gnerohumano .26

    Las palabras del Seor a este respecto son demasiado precisas como para minimizar su alcance.Muchas cosas sern necesarias para el camino histrico de la Iglesia tambin este nuevo siglo; perosi faltara la caridad (gape), todo sera intil. Nos lo recuerda el apstol Pablo en el himno a lacaridad: aunque hablramos las lenguas de los hombres y los ngeles, y tuviramos una fe quemueve las montaas , si faltamos a la caridad, todo sera nada (cf. 1Co 13, 2). La caridad esverdaderamente el corazn de la Iglesia, como bien intuy santa Teresa de Lisieux, a la que he

    querido proclamar Doctora de la Iglesia, precisamente como experta en la scientia amoris: Comprend que la Iglesia tena un Corazn y que este Corazn arda de amor. Entend que slo elamor mova a los miembros de la Iglesia [...]. Entend que el amor comprenda todas las vocaciones,que el Amor


Recommended