1ª ESTACIÓN: NIÑOS CONDENADOS A MATAR Y A MORIR EN LAS GUERRAS

Jesús, el inocente, comprometido en la defensa de la vida, fue condenado a morir.

Hoy muchos niños y adolescentes son condenados a matar y a morir. Son reclutados a la fuerza como niños soldados, como soldaditos baratos para las beneficiosas guerras de los señores de la guerra. A esos niños soldados se les enseña a matar y a los señores de la guerra no les importa que mueran matando. Así se sostienen los grandes negocios de armas, condenando a los inocentes, condenando a seres humanos que están en la flor de la vida.

2ª ESTACIÓN: NIÑOS QUE CARGAN CON LA CRUZ DE VIVIR EN LOS BASURALES

Jesús cargó con la Cruz, la cruz de todas las injusticias, la cruz pesada que le pusieron los poderosos sobre sus espaldas, mientras ellos permanecían en sus palacios lavándose las manos.

Hoy muchos niños están obligados a vivir en los basurales de las grandes ciudades, revolviendo en la basura, rebuscando entre vidrios, papeles, cartones, latas…, disputando como buitres los restos de comida. Así ganan el sustento para ellos y para sus familias. En medio de la podredumbre, de la falta de higiene, de las enfermedades. Mientras los niños trabajan en los basurales y arriesgan su vida, el mundo sigue su marcha y muchos programan sus vacaciones.

3ª ESTACIÓN: NIÑOS QUE CAEN EN LOS INFIERNOS MÁS PROFUNDOS

Jesús cayó al suelo bajo el peso de la cruz, porque todo se le puso en contra. Ya no podía ni caminar bajo el látigo de los soldados y los gritos de la masa.

Hay muchos niños que descienden a los infiernos más profundos de la sociedad. Viven las 24 horas del día vagando por las calles. Son los niños de la calle. Duermen en las cloacas, en las alcantarillas. Subsisten arañando las migajas que se caen de los bolsillos de los que van y vienen por las calles, de los comercios a sus casas. Ateridos de frío, olvidan un rato su vida miserable con la droga más barata. Este mundo que llega a los universos lejanos y a las cimas de la ciencia, no puede llegar a los niños

caídos en los infiernos de la humanidad.

4ª ESTACIÓN: LAS MUJERES QUE LLEVAN LA CRUZ MÁS PESADA

Jesús recibió la ayuda de algunas mujeres, que le aliviaron y le acompañaron. Fueron decididas y rompieron el cerco militar.

Hoy también muchas mujeres son las que sostienen a sus familias con su trabajo fuera de la casa y dentro de la casa. Las mujeres se han convertido en agentes directos de los procesos migratorios, abandonando sus países de origen para insertarse de lleno en el mercado laboral. La pobreza y la explotación tienen rostro femenino. A pesar de sufrir en sus carnes los golpes más duros de la pobreza, las mujeres son, como aquellas que acompañaron a Jesús, las adelantadas de los procesos de liberación, las que alivian muchos dolores. Sin embargo cada año docenas de mujeres son asesinadas por el delito de ser mujeres y muchas miles sufren la violencia solamente por su género.

5ª ESTACIÓN: INFINIDAD DE MUJERES, RELIGIOSAS Y LAICAS, AYUDAN A ELEVAR LA DIGNIDAD DE NIÑOS MALTRATADOS Y DE

MUJERES VIOLADAS

Simón de Cirine y la Verónica han pasado a la historia como el hombre y la mujer que, con humildad y sencillez, fueron otros Cristos junto a Jesucristo, ayudándole a llevar aquella pesada Cruz, aliviando un momento su dolor, enjugando su rostro.

Hoy muchos voluntarios y voluntarias a lo largo del mundo y muchas congregaciones religiosas, sobre todo femeninas, se dedican en cuerpo y alma a ayudar a muchos niños explotadas, a muchas mujeres despreciadas y violadas. Llevan organizaciones a favor de la infancia y a favor de la mujer, ayudan a madres solteras, están junto a los seres más marginados elevando su dignidad, promocionan a todos los niveles a las personas más pobres de la tierra. Sin embargo, gran parte de la humanidad vive a espaldas de las realidades más crudas, vive inconscientemente, entretenida en pasatiempos.

6ª ESTACIÓN: MUJERES QUE POR AMOR A SUS HIJOS SE PROSTITUYEN

La Virgen María y las mujeres de Jerusalén acompañaban a Jesús a lo largo del camino. No podían hacer nada por él más que llorar. Pero ellas lo miraban y Jesús les veía. Entonces Jesús les dijo: “No lloréis por mí; llorad por vuestros hijos”.

Muchas mujeres han tenido que hacer lo que menos hubieran deseado: vender su cuerpo, despojarse de toda su dignidad, precisamente por amor. Por amor a sus hijos, por esa fuerza interna que les impulsa a olvidarse de si mismas por la necesidad de salvar a sus hijos. Muchos hombres pagan ese comercio, despreciando la humillación a la que están sometiendo a sus víctimas.

7ª ESTACIÓN: PERSONAS QUE SON DESPOJADAS DE TODA DIGNIDAD

Los soldados desnudaron a Jesús y después se repartieron sus ropas. Hicieron cuatro partes, menos la túnica que era de una sola pieza.

En el mundo hay muchos niños que no tienen nada, ni siquiera tienen un nombre. No son inscritos en el registro civil, no tienen nombre ni apellido. A veces para llamarlos les ponen apodos, nombres degradantes. Hoy, cuando se escriben tantos libros de literatura, hay muchas personas que son reducidas a simples cosas, no hay una sola palabra escrita para contar su vida.

8ª ESTACIÓN: PERSONAS QUE SON CRUFICADAS EN VIDA

Jesús fue clavado en la cruz. La Cruz era el instrumento de condena de los criminales.

Muchas mujeres mueren en el tercer mundo por causas relacionadas con el embarazo y el parto. Otros muchos mueren a causa del Sida y por falta de una atención sanitaria mínima. La mayoría de esas muertes, muy vinculadas a la pobreza, podrían evitarse. Hoy, cuando estamos llegando al máximo desarrollo y al mayor nivel científico, muchas personas se mueren en el mundo simplemente por falta de unas pastillas o una inyección.

9ª ESTACIÓN: PERSONAS QUE ESTÁN JUNTO A LA CRUZ DE TANTOS INOCENTES

Junto a la cruz de Jesús estaban María su madre, algunas mujeres y el discípulo Juan. Jesús dijo a su madre: ahí tienes a tu hijo. Después dijo a Juan: ahí tienes a tu madre.

En los lugares más peligrosos del mundo, donde están muriendo seres inocentes, muchas personas permanecen ahí acompañando, estando presentes, a veces sin poder hacer mucho. Pero mostrando la solidaridad con el crucificado, con el inocente. Sin embargo muchos en el mundo cierran los ojos.

10ª ESTACIÓN: NIÑOS QUE SE CRÍAN DESNUTRIDOS CON SECUELAS PARA TODA LA VIDA

Entonces Jesús dijo: “¿Dios mío, Dios mío, por qué has abandonado?”

El 50 % de los niños de muchos países del tercer mundo nacen y se crían desnutridos, lo cual les provoca secuelas para toda la vida. Tanto a nivel intelectual como a nivel físico son personas que sufren taras como causa de la mala alimentación, de las que no van a poder sobreponerse nunca. Sin embargo en el mundo se desperdician alimentos y se tiran a los contenedores muchos kilos de comida.

11ª ESTACIÓN: MUERTES INCONTABLES DE NIÑOS POR HAMBRE

Entonces Jesús dijo: “En tus manos encomiendo mi espíritu”.

Solamente en América Latina mueren cada hora cien niños de hambre, lo que supone cien mil niños muertos de hambre al año. La sociedad los oprime, los vigila, los castiga y, con frecuencia, los mata. Jamás los escucha. Los organismos internaciones se proponen plazos de veinte o treinta años, hasta el 2050 dicen, para reducir este problema. Lo que supone que aún millones de niños más tienen que morir por esta lacra del hambre.

12ª ESTACIÓN: PUEBLOS ENTEROS QUE SON VÍCTIMAS DE FENÓMENOS NATURALES

El velo del templó se rasgó y el día se oscureció. Eran como las tres de la tarde. Entonces Jesús, dando un gran grito, dijo: “Todo está cumplido”. Y dicho esto, expiró.

Muchas veces la pobreza es un lugar abonado para que los fenómenos naturales se ceben en los pueblos más pobres. Inundaciones, terremotos, provocan miles de muertos en los países menos desarrollados. En el mundo de las autopistas y de los rascacielos, mucha gente es víctima del chabolismo y la destrucción.

13ª ESTACIÓN: MUCHOS NIÑOS Y JÓVENES QUE SON SEPULTADO EN EL OLVIDO

José de Arimatea y Nicodemo llevaron el cuerpo de Jesús, le pusieron cien libras de mixtura, lo vendaron y lo pusieron en el sepulcro.

Muchos niños y jóvenes nacen y crecen sepultado en la falta de amor. No conocen el cariño de unos padres. Quizás tienen cosas materiales, pero les falta lo principal: el amor, unos padres que les orienten, que les guíen.

14ª ESTACIÓN: SIEMPRE HABRÁ ENTRE NOSOTROS SEMILLAS DE ESPERANZA

Las mujeres fueron a ver el sepulcro y vieron la losa quitada. Un joven que había allí le dijo: “No busquéis entre los muertos al que ha resucitado”.

Hoy estamos tomando conciencia de la situación de marginación en que se encuentran tantas mujeres y niños. Se denuncian más los crímenes contra las mujeres y los niños. Se hacen campañas. Se crean servicios sociales. La vida es más fuerte que la muerte. Desde que Cristo ha resucitado, siempre habrá semillas de esperanza.