Via Crucis Eucarístico

8/18/2019 Via Crucis Eucarístico

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VIA CRUCIS EUCARÍSTICO

De San Pedro Julián Eymard

PRIMERA ESTACIÓN

JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.

Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.

Jesús es condenado por los suyos, por aquellos mismos a quienes ha

colmado de favores.

Se le condena cual si fuera un sedicioso, a Él, que es la bondad misma;

como blasfemo, siendo así que es la misma santidad; como ambicioso,

cuando se hizo el último de todos.

Como si fuera el último de los esclavos, es condenado a la muerte de

cruz.


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Como vino a este mundo para sufrir y morir y para ensearnos a hacer

ambas cosas, Jesús acepta con amor la inicua sentencia de muerte.

!ambi"n en la #ucaristía es Jesús condenado a muerte. Condenado en

sus $racias, que no se quieren; en su amor, que se desconoce; en su

estado sacramental, en que es ne$ado por el incr"dulo y profanado por

horribles sacrile$ios.

%or una Comuni&n indi$na un mal cristiano vende a Jesucristo al

demonio, entr"$alo a las pasiones, lo pone a los pies de Satan's, rey de

su coraz&n; le cruci(ca en su cuerpo de pecado.

)os malos cristianos maltratan a Jesús m's que los mismos *udíos, por

cuanto en Jerusal"n fue condenado una sola vez, en tanto que en elSantísimo Sacramento es condenado todos los días y en in(nidad de

lu$ares y por un número espantoso de inicuos *ueces.

+ a pesar de todo, Jesús se de*a insultar, despreciar, condenar; y si$ue

viviendo en el Sacramento, para demostrarnos que su amor hacia

nosotros es sin condiciones ni reservas y ecede a nuestra in$ratitud.


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-%erd&n, oh Jesús, y mil veces perd&n, por todos los sacrile$ios Si me

acontece cometer uno s&lo, he de pasar toda la vida repar'ndolo. /uiero

amaros y honraros por todos los que os desprecian. 0adme la $racia de

morir con 1os.

Miserere nostri, Domine.

Miserere nostri.

Et fdelium animae per misericordiam Dei reuiescant in pace.

Amen.

SEGUNDA ESTACIÓN

JESÚS CARGA CON LA CRUZ




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#n Jerusal"n los *udíos imponen a Jesús una pesada e i$nominiosa cruz,

que era considerada entonces como el instrumento de suplicio propio

del último de los hombres.

Jesús recibe con $ozo esta cruz abrumadora; apresúrase a recibirla, la

abraza con amor y la lleva con dulzura.

2sí nos quiere suavizarla, aliviarla y dei(carla en su san$re.

#n el Santísimo Sacramento del altar los malos cristianos imponen a

Jesús una cruz mucho m's pesada e i$nominiosa para su Coraz&n. )a

constituyen las irreverencias de tantos en el santo lu$ar; su espíritu, tan

poco reco$ido; su coraz&n, tan frío en la presencia del Seor, y su tan

tibia devoci&n.

-/u" cruz m's humillante para Jesús tener hi*os tan poco respetuosos y

discípulos tan miserables

2un ahora Jesús lleva mis cruces en su Sacramento, las pone en su

Coraz&n para santi(carlas y las cubre con su amor y besos, para que me

sean amables; mas quiere que las lleve tambi"n yo por Él y se las


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ofrezca; se allana a recibir los desaho$os de mi dolor y sufre que yo llore

mis cruces y le pida consuelo y auilio.

-Cu'n li$era se vuelve la cruz que pasa por la #ucaristía -Cu'n bella y

radiante sale del Coraz&n de Jesús -0a $usto recibirla de sus manos y

besarla tras #l

2 la #ucaristía ir", por tanto, para refu$iarme me en las penas, paraconsolarme y fortalecerme.

#n la #ucaristía aprender" a sufrir y a morir.

-%erd&n, Seor, perd&n por todos los que os tratan con irreverencia en

vuestro Sacramento de amor

-%erd&n por mis indiferencias y olvidos en vuestra presencia

-/uiero amaros; os amo con todo mi coraz&n



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Miserere nostri.


Amen.

TERCERA ESTACIÓN JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ



!an a$otado de san$re se vio Jesús despu"s de tres horas de a$onía y de

los $olpes de la 3a$elaci&n, tan debilitado por la terrible noche que pas&

ba*o la $uardia de sus enemi$os, que, tras al$unos momentos de

marcha, cae abrumado ba*o el peso de la cruz.

-Cu'ntas veces cae Jesús Sacramentado por tierra en las santas

partículas sin que nadie se d" cuenta


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4as lo que le hace caer de dolor es la vista del primer pecado mortal

que mancill& mi alma.

-Cu'nto m's dolorosa es la caída de Jesús en el coraz&n de un *oven que

le recibe indi$namente en el día de su primera Comuni&n

Cae en un coraz&n helado, que el fue$o de su amor no puede derretir;

en un espíritu or$ulloso y (n$ido, sin poder conmoverlo; en un cuerpo

que no es m's que un sepulcro lleno de podredumbre.

52sí hemos de tratar a Jesús la primera vez que se nos viene tan lleno de

amor6 -7h 0ios -!an *oven y ya tan culpable -Comenzar tan pronto a

ser un Judas -Cu'n sensible es al Coraz&n de Jesús una primera

Comuni&n sacríle$a

-8racias, oh Jesús mío, por el amor que me mostrasteis en mi primera

Comuni&n 9unca lo he de olvidar.

1uestro soy, del mismo modo que 1os sois mío; haced de mí lo que osplazca.


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Miserere nostri.


Amen.

CUARTA ESTACIÓN

JESÚS ENCUENTRA A SU SANTÍSIMA MADRE



4aría acompaa a Jesús en el camino del Calvario sufriendo un

verdadero martirio en su alma; porque cuando se ama se quiere

compadecer.

:oy, el Coraz&n #ucarístico de Jesús encuentra en el camino de sus

dolores, entre sus enemi$os, hi*os de su amor, esposas de su Coraz&n,


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ministros de sus $racias, que, le*os de consolarle como 4aría, se *untan

a sus verdu$os para humillarle, y blasfemar y rene$ar de Él.

-Cu'ntos rene$ados, y ap&statas abandonan el servicio y el amor de la

#ucaristía tan pronto como este servicio requiere un sacri(cio o un acto

de fe pr'ctica

-7h Jesús mío, quiero se$uiros con 4aría, mi 4adre, por m's que os vea

humillado, insultado y maltratado, y deseo desa$raviaros con mi amor


Miserere nostri.


Amen.

QUINTA ESTACIÓN

EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ


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Jesús aparecía cada vez m's rendido ba*o su peso. )os *udíos, que

querían que muriese en la cruz, para poner el colmo a sus humillaciones,

pidieron a Sim&n el Cirineo que tomase el madero.

9e$&se "l, y fue menester obli$arle para que tomara este instrumento

que tan i$nominioso le parecía.

4as acept& al (n y mereci& que Jesús le tocara el coraz&n y lo

convirtiera.

#n su Sacramento Jesús llama a los hombres y casi nadie acude a sus

invitaciones. Convida al banquete eucarístico y se echa mano de

pretetos mil para desoír su llamamiento. #l alma in$rata e in(el se

nie$a a la $racia de Jesucristo, el don m's ecelente de su amor; y Jesús

se queda solo, abandonado, con las manos llenas de $racias que no se

quieren recibir. -Se tiene miedo a su amor

#n lu$ar del respeto que le es debido, Jesús no recibe, las m's de las

veces, m's que irreverencias


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LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS



#l Salvador ya no tiene rostro humano; los verdu$os se lo han cubierto

de san$re, de lodo y de esputos. #l esplendor de 0ios se encuentra en

tal estado, por lo cubierto de manchas, que no se le puede reconocer.

)a piadosa 1er&nica afronta los soldados; ba*o las salivas ha reconocido

a su Salvador y 0ios, y movida de compasi&n en*u$a su au$usta faz.

Jesús la recompensa imprimiendo sus facciones en el lienzo con que ellaen*u$a su cara adorable.

0ivino Jesús mío, bien ultra*ado, insultado y profanado sois en vuestro

adorable Sacramento. + 5d&nde est'n las 1er&nicas compasivas que

reparen esas abominaciones6

-2h -#s para entristecerse y aterrarse que con tanta facilidad se

cometan tantos sacrile$ios contra el au$usto Sacramento -0iríase que

Jesucristo no es entre nosotros sino un etran*ero que a nadie interesa y


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hasta merece desprecio

1erdad es que oculta su rostro ba*o la nube de especies bien d"biles yhumildes; pero es para que nuestro amor descubra en ellas por la fe sus

divinas facciones.

Seor, creo que sois el Cristo, :i*o de 0ios vivo, y adoro ba*o el velo

eucarístico vuestra faz adorable, llena de $loria y de ma*estad; di$naos,

Seor, imprimir vuestras facciones en mi coraz&n, para que a todas

partes lleve conmi$o a Jesús y a Jesús Sacramentado.


Miserere nostri.


Amen.

SÉPTIMA ESTACIÓN

JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ


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2 pesar de la ayuda de Sim&n, Jesús sucumbe por se$unda vez a causa

de su debilidad, y esto le depara una ocasi&n para nuevos sufrimientos.

Sus rodillas y manos son des$arradas por estas caídas en camino tan

difícil, y los verdu$os redoblan de rabia sus malos tratos.

-7h, cu'n nulo es el socorro del hombre sin el de Jesucristo -Cu'ntas

caídas se prepara el que se apoya en los hombres

-Cu'ntas veces cae por la Comuni&n hoy el 0ios de la #ucaristía encorazones cobardes y tibios, que le reciben sin preparaci&n, le $uardan

sin piedad y le de*an marcharse sin un acto de amor y de

a$radecimiento

%or nuestra tibieza es Jesús est"ril en nosotros.

5/ui"n se atrevería a recibir a un $rande de la tierra con tan poco

cuidado como se recibe todos los días al


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0ivino Salvador mío, os ofrezco un acto de desa$ravio por todas las

Comuniones hechas con tibieza y sin devoci&n.

-Cu'ntas veces hab"is venido a mi pecho -8racias por ello

-/uiero seros (el en adelante -0adme vuestro amor, que "l me basta


Miserere nostri.


Amen.

OCTAVA ESTACIÓN

JESÚS CONSUELA A LAS PIADOSAS MUJERES



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Consolar a los a3i$idos y perse$uidos era la misi&n del Salvador en losdías de su vida mortal, misi&n a la que quiere ser (el en el momento

mismo de sus mayores sufrimientos.

7lvid'ndose de sí, en*u$a las l'$rimas de las piadosas mu*eres que

lloraban por sus dolores y por su %asi&n -/u" bondad

#n su Santísimo Sacramento, Jesús no cuenta con casi nadie que le

consuele del abandono de los suyos, de los crímenes de que es ob*eto.

0ía y noche se encuentra solo.

-2h, si pudieran llorar sus o*os, cu'ntas l'$rimas no derramarían por la

in$ratitud y el abandono de los suyos

Si su Coraz&n pudiera sufrir, -qu" tormentos padecería al verse

desdeado hasta por sus mismos ami$os

+ aun siendo esto así, tan pronto como venimos hacia Él, nos aco$e conbondad, escucha nuestras que*as y el relato con frecuencia bien lar$o y

harto e$oísta de nuestras miserias, y olvid'ndose de sí nos consuela y

reanima.


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5%or qu" habr" yo, divino Salvador mío, recurrido a los hombres para

hallar consuelo, en lu$ar de diri$irme a 1os6

+a veo que esto hiere a vuestro Coraz&n, celoso del mío.

Sed en la #ucaristía mi único consuelo, mi único con(dente= con un una

palabra, con una mirada de vuestra bondad me basta.

-/ue os ame yo de todo coraz&n y haced lo que os plazca


Miserere nostri.


Amen.

NOVENA ESTACIÓN

JESÚS CAE POR TERCERA VEZ


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-Cu'ntos sufrimientos en esta tercera caída

Jesús cae abrumado ba*o el peso de la cruz y apenas si a fuerza de

malos tratos lo$ran los verdu$os levantarle.

Jesús cae por tercera vez antes de ser levantado en cruz como para

atesti$uar que le pesa el no poder dar la vuelta al mundo car$ado con su

cruz.

Jesús vendr' a mí por última vez en vi'tico antes de que sal$a tambi"nyo de este valle de destierro.

-2h, Seor, concededme esta $racia, la m's preciosa de todas y

complemento de cuantas he recibido en mi vida

-%ero que reciba bien esta última Comuni&n, tan llena de amor

-/u" caída m's espantosa la de Jesús, que entra por última vez en el

coraz&n de un moribundo, que a todos sus pecados pasados aade el


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crimen del sacrile$io y recibe indi$namente al mismo que ha de *uz$arle,

profanando así el vi'tico de su salvaci&n

-#n qu" estado m's doloroso no se ha de ver Jesús en un coraz&n que le

detesta, en un espíritu que le desprecia, en un cuerpo de pecado

entre$ado al demonio

#s -ay el in(erno de Jesús en esta tierra.

5+ cu'l ser' el *uicio de esos desdichados6 S&lo pensarlo causa temblor.

-%erd&n, Seor, perd&n por ellos

7s rue$o por todos los moribundos. Concededles la $racia de morir envuestros brazos despu"s de haberos recibido bien en vi'tico.


Miserere nostri.



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Amen.

DECIMA ESTACIÓN

JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS



-Cu'nto no debi& sufrir en este cruel e inhumano despo*amiento -Se le

arrancan los vestidos pe$ados a las lla$as, las cuales vuelven a abrirse y

a des$arrarse

-Cu'nto no debi& sufrir en su modestia vi"ndose tratado como se tendría

ver$>enza de tratar a un miserable y a un esclavo, que al menos muere

en el sudario en el que ha de ser sepultado

Jesús es despo*ado aún hoy de sus vestiduras en el estado sacramental.

9o content'ndose con verle despo*ado, por amor hacia nosotros, de la

$loria de su divinidad y de la hermosura de su humanidad, sus enemi$os

le despo*an del honor del culto, saquean sus i$lesias, profanan los vasos

sa$rados y los sa$rarios, le echan por tierra.


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#s puesto a merced del sacrile$io, Él,


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-/u" tormentos los que sufri& Jesús cuando le cruci(caron Sin un

mila$ro de?su poder no le hubiera sido posible soportarlos sin morir.

Con todo, en el Calvario Jesús es clavado a un madero inocente y puro,

mientras que en una Comuni&n indi$na el pecador cruci(ca a Jesús en

su cuerpo de pecado, cual si se atara un cuerpo vivo a un cad'ver en

descomposici&n.

#n el Calvario fue cruci(cado por enemi$os declarados, mientras que

aquí son sus propios hi*os los que le cruci(can con la hipocresía de su

falsa devoci&n.

#n el Calvario s&lo una vez fue cruci(cado, mientras aquí lo es todos los

días y por millares de cristianos.

-7h divino Salvador mío, os pido perd&n por la inmorti(caci&n de missentidos, que ha costado epiaci&n tan cruel


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%or vuestra #ucaristía, quer"is cruci(car mi naturaleza e inmolar al

hombre vie*o, uni"ndome a vuestra vida cruci(cada y resucitada.

:aced, Seor, que me entre$ue a 1os del todo, sin condici&n ni reserva.


Miserere nostri.


Amen.

DUODÉCIMA ESTACIÓN

JESÚS EXPIRA EN LA CRUZ




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Jesús muere para rescatarnos; la última $racia es el perd&n concedido a

los verdu$os; el último don de su amor, su divina 4adre; la sed de sufrir,

su último deseo; y el abandono de su alma y de su vida en manos de su

%adre, el último acto.

#n la Sa$rada #ucaristía continúa el amor que nos mostr& Jesús al morir.

!odas las maanas se inmola en el Santo Sacri(cio y va a perder su

eistencia sacramental en los que le reciben.

4uere en el coraz&n del pecador, para su condenaci&n.

0esde la Sa$rada :ostia me ofrece las $racias de mi


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Miserere nostri.


Amen.

DECIMOTERCERA ESTACIÓN

JESÚS ES ENTREGADO A SU SANTÍSIMA MADRE



Jesús es ba*ado de la cruz y entre$ado a su divina 4adre, quien le recibe

entre sus brazos y contra su Coraz&n, ofreci"ndolo a 0ios como víctima

de nuestra salvaci&n.

2 nosotros nos toca ahora ofrecer a Jesús como víctima en el altar y ennuestros corazones para nosotros y para los nuestros.


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9uestro es, pues 0ios %adre nos lo ha dado, y Él mismo se nos da

tambi"n para que ha$amos uso de Él.

-/u" desdicha el que este precio in(nito se quede infructuoso entre

nuestras manos a causa de nuestra indiferencia

7frezc'moslo en uni&n con 4aría y pidamos a esta buena 4adre que lo

ofrezca por nosotros.


Miserere nostri.


Amen.

DECIMOCUARTA ESTACIÓN

JESÚS ES DEPOSITADO EN EL SEPULCRO


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Jesús quiere sufrir la humillaci&n del sepulcro; es abandonado a la

$uarda de sus enemi$os, haci"ndose prisionero suyo,

4as en la #ucaristía aparece Jesús sepultado con toda verdad, y en lu$ar

de tres días se queda siempre, invit'ndonos a nosotros a que le

ha$amos $uardia; es nuestro prisionero de amor.

)os corporales le envuelven como un sudario; arde la l'mpara delante

de su altar lo mismo que delante de las tumbas; en torno suyo reina

silencio de muerte.

2l venir a nuestro coraz&n por la Comuni&n, Jesús quiere sepultarse en

nosotros; prepar"mosle un sepulcro honroso, nuevo, blanco, que no est"

ocupado por afectos terrenales; embalsam"mosle con el perfume de

nuestras virtudes.

1en$amos, por todos los que no vienen, a honrarle, adorarle en su

Sa$rario, consolarle en su prisi&n; y pid'mosle la $racia del reco$imiento

y de la muerte al mundo, para llevar una vida oculta en la #ucaristía.


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Miserere nostri.


Amen

Date post:	07-Jul-2018
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