+ All Categories
Home > Documents > Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

Date post: 30-May-2018
Category:
Upload: alvaro-romero
View: 218 times
Download: 0 times
Share this document with a friend

of 40

Transcript
  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    1/40

    Andes 7 (2009): 615-654

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales

    (Sur del Per y Norte de Chile) y el Noroeste Argentino

    Vernica I. Williams, Calogero M. Santoro, lvaro L. Romero,Jess Gordillo, Daniela Valenzuela y Vivien G. Standen

    Vernica I. Williams CONICE/Seccin Arqueologa, Instituto Ciencias Antropolgicas, Facultad Filosoay Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina. Email: [email protected]

    Calogero M. Santoro Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto, Departamento deAntropologa, Instituto de Alta Investigacin, Universidad de arapac, Arica, Chile. Email: [email protected] L. Romero Programa Magster en Antropologa, Universidad Catlica del Norte, San Pedrode Atacama/Universidad de arapac, Arica, Chile. Email: [email protected] Gordillo Instituto Nacional de Cultura, acna, Per. Email: [email protected] Valenzuela Programa Doctorado en Antropologa, Universidad Catlica del Norte, SanPedro de Atacama, Arica, Chile. Email: [email protected] G. Standen Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto, Departamento deAntropologa, Universidad de arapac, Arica, Chile. Email: [email protected]

    Presentamos un panorama general sobre la expansin del Estado Inca hacia el Sur del Cusco, que comprendela subrea Valles Occidentales del rea Centro Sur Andina y Noroeste Argentino. Postulamos que, contrarioa lo estimado en estudios previos el Estado Inca tuvo una intervencin poltica, econmica e ideolgica ms

    prounda en la zona de estudio. Las evidencias arqueolgicas disponibles permiten sealar que la intervencindel Estado Inca estuvo lejos de ser indirecta. Una de las motivaciones ue la necesidad de acceder a los

    recursos econmicos en la costa del Pacco (guano, minerales), valles costeros (agricultura subtropical), valles precordilleranos (agricultura de maz y papas, metalurgia), puna (ganadera, tubrculos, sal, obsidiana) y yungas orientales (plumas, coca, cebil, maderas, miel, etc.). En este contexto se describen los diversostipos de instalaciones estatales destinadas a administrar y controlar estos territorios, que incluyen obras deinraestructura administrativa (tambos, centros administrativos, caminos, apachetas, collcas) y ceremoniales(wakas, santuarios de altura). Bienes muebles, tales como cermica, metales, mullu, textiles, lapidaria, etc., seanalizan en el contexto de la organizacin poltica del aparato estatal. Nuestro inters se centra, principalmenteen las ormas del poder utilizadas por el Inca para controlar y administrar los territorios anteriormentesealados. Un anlisis comparativo interregional muestra, sin embargo, importantes dierencias en trminosde las expresiones materiales de la administracin del Estado, lo que se interpreta como distintos grados deintensicacin en la operacin y uncionamiento de las estructuras de poder y administracin.

    In this paper we ofer a general view on the expansion o Inca State towards the South o Cusco, which comprisesthe sub-area o the Western Valleys o South Central Andes and Northwestern Argentina. We posit that, on thecontrary to previous research, Inca State had a strong political, economical and ideological intervention in

    the study zone. Available archaeological evidence allows us to point that Inca state intervention was ar rombeing indirect. One o the motives or that intervention was the necessity to gain access to economic resourceso the Pacic Coast (animal aeces, minerals), coastal valleys (subtropical agriculture), pre-mountain rangevalleys (maize and potato arming, metallurgy), puna (animal husbandry, tubers, salt, and obsidian) andeastern yungas (eathers, coca, cebil, wood, honey, etc.). In this context, diferent state installations meant toadministrate and control those territories are described, which include administrative inrastructure (tambos,administrative centers, roads, apachetas, collcas) and ceremonial places (wakas , shrines). We also analyze

    portable objects such as ceramic, metals, mullu, textiles, lapidary, etc. in the context o political organizationo the state. Our interest is mainly ocused in power strategies used by Inca State to control and administrate

    previously mentioned territories. However, an interregional comparative study shows considerable diferences interms o material expressions o state administration, which are interpreted as diferent levels o intensicationin the operation and working o power and administration structures.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    2/40

    616 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    Este estudio es el resultado de un esuerzo conjunto de colaboracin entre co

    legas de Per, Argentina y Chile, cuyo objetivo est orientado a caracterizar yexplicar el proceso de expansin y las ormas de poder que adopt el Estado Incapara controlar y administrar los territorios y poblaciones localizados al Sur delCusco. Esto corresponde a los territorios del extremo Norte de Chile, extremo Surde Per y Noroeste Argentino y aunque representan espacios ms bien marginalesen relacin al rea circumiticaca, el Inca habra logrado integrarlos al sistemaimperial macro andino. Consecuentemente, proponemos que la expansin ocurri bajo un sistema de administracin eectivo, lo que signic que las poblaciones locales ueron integradas a las estructuras polticas, econmicas e ideolgicasdel Inca, en cuyo proceso las provincias vieron aectados sus modos de vida previos. Posiblemente las comunidades vivieron la tensin de aceptar las polticas del

    Estado ya uera por adhesin voluntaria o por imposicin dura del Estado debidoa circunstancias de resistencia social. Independientemente de las circunstanciasde la relacin con el Estado, las transormaciones locales ocurrieron a nivel de laorganizacin poltica, econmica y la introduccin de ciertas expresiones materiales vinculadas con la esera ideolgica.

    En este mosaico ecolgico y poltico enrentamos la siguiente pregunta:Existieron polticas estatales generales que se negociaron y acomodaron a lascondiciones ecolgicas y sociales de las provincias, y a la resistencia o anuenciade las comunidades conquistadas? (vase DAltroy et al. 2000; Gonzlez y arrag2004; Uribe 2004; Uribe y Adn 2004; Williams 1996, 2000; Williams y DAltroy1998). En este contexto utilizamos los conceptos usados por Hassig (1985), Luttwak(1976) y DAltroy (1992, 2003) de sistema de control hegemnico reerido a ungobierno de menor visibilidad e inversin estatal ysistema de control territorial de uerte intervencin del aparato administrativo del Estado en las provincias.Estos mecanismos no son excluyentes. Por el contrario, como estrategias de control eectivo orman parte de un proceso que tendera hacia un control integral(Stanish 1997), donde posiblemente se ensayaron una serie de estrategias paraconsolidar la sujecin de las provincias.

    Para denir las estrategias que adopt el Estado en las distintas ases de con

    trol de estos territorios se realiz una relectura de los datos existentes, sumado alos generados por nuestras propias investigaciones. Para ello se analizaron distintostipos de instalaciones estatales y trazas materiales de origen inca, reconocibles encontextos arqueolgicos habitacionales y econmicos (asentamientos con arquitectura administrativa estatal, obras de explotacin de recursos agrcolas mineros), ceremoniales (apachetas, wakas, santuarios de altura) y presencia de bienes muebles,como cermica, metales, mullu, textiles.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    3/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 617

    Para hacer ms visibles las dierencias y similitudes en el comportamiento de es

    tos rasgos entre las tres reas de estudio, stos se agruparon en los siguientes contextosde anlisis: (a) recursos agrcolas, mineros, martimos, espacios estratgicos sagrados,etc.; (b) instalaciones administrativas y productivas con obras de inraestructura administrativa, seleccin de puntos y rutas estratgicas para la instalacin de redes viales(tambos, caminos con planicacin y construccin de origen estatal), instalacionesagrcolas (sistema de irrigacin, andeneras, collcas); (c) sitios ceremoniales, dondese distingue una impronta estatal reejada en la concurrencia de rasgos espacialestales como santuarios de altura; (d) bienes muebles, correspondiente a circunstanciasdonde la presencia del Estado no se materializa en obras de inraestructura, sino solamente a travs de objetos de prestigio en contextos domsticos y ceremoniales y laasociacin espacial con centros administrativos incaicos.

    Poder y control del Tawantinsuyu

    Un actor importante para la expansin del Estado Inca ue la construccinde una inraestructura sica para acilitar la administracin estatal en los espaciosconquistados. Otro aspecto relevante para su uncionamiento general ue la pacicacin de territorios intermedios al interior de la macro regin andina controlada,para contener posibles grupos hostiles. El Estado deba reducir al mnimo la posibilidad de levantamientos contra el sistema, ya uera en orma de asaltos a caravanas,reas de almacenaje u otras instalaciones estatales (Nez y Dillehay 1995).

    Sin embargo no podemos esperar que en todos los lugares donde advertimos unapresencia consistente del Estado Inca se instalaran miembros de la burocracia cusquea con inraestructura y soporte estatal. Al contrario, los lugares ms lejanos,como los espacios geogrcos que integran nuestra rea de estudio, continuaronsiendo regidos por lderes locales integrados ideolgica o polticamente al awantinsuyu, donde la redistribucin de bienes muebles de impronta estatal jug un rolundamental. De esta orma, los lderes locales pusieron al servicio del Estado partede la inraestructura y uerza de trabajo comunitario, ligado a su prestigio y experiencia organizacional.

    El rea Centro Sur Andina

    En la propuesta de reas geogrca culturales para los Andes, Lumbreras (1981) excluye gran parte del Noroeste Argentino del rea Centro Sur Andina por considerarlodesvinculado de los procesos sociales del rea circum iticaca. Nosotros estimamosque dicha zona debe ser incluida en esta rea, considerando el activo trco regionalexistente entre los dierentes ambientes de esa zona y los valles del Desierto de Ataca

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    4/40

    618 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    ma (incluido en esta rea), particularmente para los periodos tardos de la prehistoria

    (Berenguer 2004; Martnez 1998; Nielsen 1997; Nez 1979; Williams 2004).

    Lumbreras deni los Valles Occidentales del rea Centro Sur como pequeospero muy ricos valles que constituyen, junto con la regin valluna, la parte agrcolams rica (Lumbreras 1981:81). Adems seal que esta rea ue plenamente controlada por el imperio de los incas, y advirti la necesidad de averiguar el carcter deeste control y la relacin con el altiplano Circumtititaca que podra haber incidido enuna temprana anexin de estos territorios al sistema imperial (Lumbreras 1981:92).Schiappacasse et al. (1989) distinguen dentro de los Valles Occidentales la zona devalles exorreicos (ros que llegan al Pacco desde Majes por el Norte hasta Camiapor el Sur), dentro del cual separamos dos mbitos espaciales: (a) los valles de acna

    (Locumba, Sama, Caplina) y (b) los valles de Arica (Lluta, Azapa, Chaca, Camarones).Esta divisin se sustenta en dierencias geogrcas y ecolgicas as como en el carcterdel desarrollo cultural prehispnico: los valles de acna son ms grandes y ricos entrminos de recursos hidrolgicos, vegetacionales, aunsticos, etc., mientras que losvalles de Arica son ms pequeos y pobres en trminos de disponibilidad y estabilidad de recursos agrcolas (suelos, agua). Esto como consecuencia de la gradiente pluviomtrica registrada en la vertiente occidental de los Andes, lo que determina vallescada ms secos e inestables hacia el Sur de Arequipa. Adems, los valles de acna, conmayor pluviosidad que los de Arica, se conectan geogrcamente de modo directocon la cuenca del iticaca, lo que no ocurre con los ltimos. En consecuencia, dado lascondiciones ecolgicas y geogrcas, los valles de acna tuvieron relaciones culturalesms estrechas con el altiplano, que los valles de Arica.

    El rea conocida como Noroeste Argentino comprende la seccin del territorio limitada por Bolivia al Norte y Chile al Oeste, ormado por las provincias deJujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, ucumn y Santiago del Estero. El lmite Sur estmarcado por los ros Atuel y Diamante, en los valles meridionales de Mendoza,mientras que el lmite Este est dado por las sierras subandinas a lo largo de lasprovincias de Santiago del Estero, ucumn y Salta. omado como regin arqueolgica o cultural estos lmites se extienden ms all del territorio nacional ya que enla divisin del rea Andina propuesta por Lumbreras (1981) la mayor parte de la

    provincia de Jujuy queda comprendida en el rea Centro Sur junto con el extremoSur de Per, la regin andina de Bolivia y el Norte Grande de Chile, mientras quelos valles transversales de Chile (Norte Semirido) y el resto del Noroeste Argentinoorman parte del rea Meridional.

    En particular, en los valles de Arica (Lluta, Azapa, Chaca, Camarones; Figura 1),prevalecen condiciones ecolgicas de extrema aridez, sin posibilidades de inten

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    5/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 619

    sicacin de la produccin agrcola, con baja densidad de poblacin y zonas deexplotacin distribuidas en orma discontinua. No obstante lo anterior, el Estadono eximi a las poblaciones de estos valles de las obligaciones bsicas del gobierno imperial. La aplicacin del sistema de tributos en orma de uerza de trabajo(mita) permiti al Estado desarrollar su sistema econmico y social a una escaladistinta a la de otras provincias en las que se maniestan importantes inversionesen obras pblicas.

    Los valles de acna (Locumba, Sama, Caplina; Figura 1), en contraste, presentan condiciones ecolgicas ms avorables para la intensicacin agrcola y la actividad pastoril en las praderas alto andinas. Existe mayor pluviosidad que mantiene,hasta el da de hoy, un sistema hidrogrco mejor provisto y con uctuaciones desequedad menos crticas que en los valles de Arica. Estas dierencias, seguramenteconocidas por las poblaciones locales, ueron percibidas por la administracin Inca,

    Figura 1. Sector meridional de Valles Occidentales, rea Centro Sur Andina.Ubicacin de los yacimientos arqueolgicos incaicos citados en el texto.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    6/40

    620 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    Figura 2. Subregin Noroeste Argentino, con yacimientos incaicos citados en el texto.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    7/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 621

    que invirti en obras de inraestructura de mayor escala, para la produccin y redis

    tribucin de los resultados de este proceso econmico y social.

    El Noroeste Argentino presenta una gran diversidad ambiental, conormandoun variado mosaico que alterna espacios elevados con reas bajas y ambientes hmedos con semiridos. En esta subregin el Estado utiliz diversas estrategias parala anexin del territorio. La ocupacin ue intensiva, pero ocurri en reas productivas discretas y estratgicamente ubicadas, como la quebrada de Humahuaca, elsector Norte del Valle Calchaqu, el Valle de Santa Mara y el Bolsn de Andalgal,entre otros (Figura 2). Los Incas construyeron numerosos asentamientos en puntosde contacto interregional, cercanos entre s y en reas no densamente ocupadas porlos pueblos nativos, por lo que pasaron a constituir sectores uertemente incaizados

    (Acuto 1994; DAltroy et al. 1998; Rafno 1981; Rafno et al. 198385).

    El Qollasuyu

    El Qollasuyu ue el cuadrante suroriental del imperio y el ms grande incorporado bajo el gobierno de upa Inca Yupanqui segn la versin histrica convencional. Un rasgo interesante de destacar en los Andes al Sur del Cusco es el nasisdado a la deensa del territorio, tanto en sus ronteras como al interior del mismo.Por ejemplo, en el permetro Suroriental del Qollasuyu se distribuyen asentamientos Inca orticados o en posiciones deensivas. Desde el iticaca hasta el Sur seconstruyeron ortalezas en ambas vertientes de los Andes, segn menciona Ciezade Len (1985 1553), como consecuencia de una situacin de conicto endmicaprevia a la ocupacin Inca, que no desaparece totalmente durante este perodo (Klarich, este volumen).

    En general, para los Valles Occidentales, tanto del Norte chileno como del Surperuano, se ha insistido en que la presencia Inca responda a mecanismos de controly manejo indirectos, es decir, constituan provincias que no ormaban parte del Estado sino que recibieron inuencia Inca a travs de las cabeceras altiplnicas de lacuenca del iticaca (Aldunate 2001; Chacn 1985; Gordillo 2000; Hidalgo y Santoro2001; Muoz 1989, 1998; Muoz y Chacama 1993; Muoz, Chacama y Espinosa

    1987; Muoz, Chacama, Espinosa y Briones 1987; Romero 1999; Santoro 1983; Santoro et al. 1987; Schiappacasse y Niemeyer 1989). Sin embargo, evidencias arqueolgicas previas y recientes (Flores Espinoza de Lumbreras 1969, 1983; Gordillo 1993,1996, 2000; Romero 2005; Santoro et al. 2004; rimborn et al. 1975; Uhle 1919; Vela2004) y las exploraciones del Proyecto Qhapaq an (Organizacin de las NacionesUnidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura UNESCO 2004), muestran unaslida presencia estatal en esta regin. Esto signicara que, posiblemente, el Inca

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    8/40

    622 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    implant un gobierno eectivo a travs de la reorganizacin administrativa de es

    tas provincias, instaurando como representantes a lderes locales quienes debieronresponder a las exigencias y demandas del Estado dentro del nuevo orden social,posiblemente a cambio de ciertos benecios. Los eectos de este proceso poltico enla materialidad cultural recin comienzan a evaluarse con mayor precisin.

    En los Valles Occidentales estos sistemas de administracin estuvieron respaldados por ejercicios de poder poltico, econmico e ideolgico. Particularmente, paralas zonas bajas y la costa, estimamos que el control ejercido por el Estado se enmarcen el sistema de control hegemnico, mientras que en los territorios altos una mayorinversin estatal en inraestructura administrativa y econmica parecen indicar queel Inca ejerci un sistema de control territorial (Covey 2000; Santoro et al. 2005).

    En el Noroeste Argentino, si bien se verica arqueolgicamente los dos sistemas de control, no hay claridad respecto de si ueron sincrnicos o diacrnicos. Enlos ltimos 20 aos el conocimiento sobre la incorporacin del Noroeste Argentinoal awantinsuyu ha variado enormemente. Sabemos que la ocupacin ue intensivaen algunas reas, de corta duracin en otras y que estuvo sujeta tanto a un controladministrativo organizado por el Cusco conormando provincias administrativas,como travs de alianzas con los jees tnicos.

    Control territorial y hegemnico en los Valles OccidentalesValles de Arica

    Estado y recursos. Los valles de Arica incluyen una zona costera y otra cordillerana.La zona costera es marginal desde el punto de vista de la explotacin agrcola hastala actualidad, comparado con los valles de acna. La zona cordillerana, aunque tiene mayores recursos de agua presenta una escala de operaciones agrcolas (terrazasy canales de irrigacin) de poca envergadura comparada con los valles cordilleranosde acna, que en la actualidad concentran comunidades con poblaciones de variosmiles de habitantes, mientras que en Arica las comunidades poseen solamente cientos de personas. A pesar de esta marginalidad geogrca, estos valles no quedaron

    excluidos del Estado Inca.

    En trminos de explotacin de recursos, el Inca aprovech los valles costeros yel litoral para produccin agrcola, obtencin de guano marino y explotacin minera. La produccin agrcola posiblemente sirvi para el uncionamiento interno delEstado a nivel provincial y no para generar excedentes a nivel macrorregional. Elguano marino se obtuvo de varios enclaves conocidos, entre los que destacan la isla

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    9/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 623

    de guano de Iquique, mencionada en los documentos etnohistricos (Julien 1985).

    Es posible que este recurso no slo se ocupara en los valles costeros, sino tambin enla agricultura de los valles precordilleranos. La explotacin minera de plata y cobre, seevidencia en sitios de Camarones (Schiappacasse y Niemeyer 1989) y la mina de platade Huantajaya vinculada al santuario de altura (Checura 1977).

    Instalaciones administrativas y productivas. En los valles costeros no se reconocenobras de inraestructura estatal que muestren la operacin de un sistema de controlterritorial, tales como tambos, collcas, red vial y arquitectura propiamente incaicas.El elemento de integracin lo constituy una red de senderos que no presentan lastpicas caractersticas constructivas de los caminos incaicos, pero que se conectabancon caminos imperiales longitudinales de la precordillera, y son sealados en uen

    tes etnohistricas como constituyentes de la red vial incaica (Vzquez de Espinosa1942 1620). La arquitectura en complejos habitacionales o ceremoniales no muestra el estilo clsico Inca de mampostera de piedra namente labrada. Sin embargo,la reserva de un rea con varios cientos de collcas subterrneas, de cantos rodadosrecubiertos con barro, en una seccin inhspita del Valle de Lluta, Huaylacn, cercade la costa, como Pubrisa, en la cabecera del Valle de Azapa (Muoz y Santos 2000),muestran que estas reservas seguramente ueron producidas por uerza de trabajolocal bajo administracin Inca, en territorios que originalmente pertenecieron a lascomunidades locales. Para equilibrar la demanda estatal, la poblacin local seguramente recibi parte de esta produccin cuando serva su turno de la mitajuntocon bienes de prestigio introducidos como cermica, tejidos, piezas de metal, etc.consumidos en contextos domsticos locales (Santoro 1995).

    En contraste, las instalaciones domsticas de poca Inca, en los valles costerosde Arica, consistan en estructuras de totora, caas y postes de madera, de ormarectangular (Santoro 1995; Schiappacasse y Niemeyer 1989). En las cabeceras de losvalles costeros (situados entre los 1,000 y 2,000 m sobre el nivel del mar), se agregan estructuras de mampostera de piedra, no canteada, para recintos circulares osemicirculares, que no representa un estilo arquitectnico Inca propiamente tal (i.e.Achuyo, Cachicoca, Millune, Pubrisa). Estas estructuras integran pequeos poblados de no ms de 5 ha de extensin que se acomodan a las caractersticas topogr

    cas de las laderas aterrazadas de las quebradas. El inicio de ocupacin de uno de estos yacimientos, Millune, tiene una echa de 45060 a.P. (Recinto 11, Beta180800,carbn), con dos rangos calibrados de 14321507 cal a.C. (p=.75) y 15861618 cala.C. (p=.24) (calibrados a un sigma con el soware CALIB 5.0.1 McCormac et al.2004; Stuiver y Reimer 1993). Esta echa se asocia con cermica de los estilos locales Arica y Negro sobre Rojo de origen altiplnico, que anteceden la dominacinInca propiamente tal.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    10/40

    624 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    El valle de Azapa se destaca el poblado de Pubrisa (Muoz y Santos 2000), de

    mayor complejidad e inversin arquitectcica (kancha, calles de circulacin, grandesedicios de paredes de piedra no labrada de unciones domsticas y posiblementeadministrativas y productivas, collcas, etc.) y pudo uncionar como otro centro administrativo local. Frente a este tipo de inversin estatal, se poda pensar que los vallesbajos de Arica transitaban hacia un gobierno de control territorial?

    En los valles cordilleranos, en cambio, existen instalaciones administrativas derasgos arquitectnicos estatales que parecen reejar, con mayor claridad, que se trataba de la operacin de un control territorial. En primer lugar, destaca la red vial quepresenta caractersticas tpicas de la vialidad incaica que incluye caminos empedrados identicados en sectores cercanos a los asentamientos Inca y en las pendientes

    proundas de los valles cordilleranos, como Socoroma, Zapahuira, Murmuntani,Chapiquia y Beln. Destaca el segmento SocoromaZapahuira, caracterizado porun camino de 3.5 a 4 m de ancho, pavimentado con piedras planas de ormas irregulares dispuestas horizontalmente; el camino ha sido acondicionado por muros decontencin laterales, junto con canales de desage (Figura 7). Este camino de la precordillera de Arica, se conecta al camino de la depresin intermedia que recorre desde Arequipa y que termina en acna, desde donde remonta hacia el Sur a una altitudde 2,000 a 3,600 m sobre el nivel del mar para atravesar los valles cordilleranos deArica y entrar, ms hacia el Sur, en la Puna de Atacama, pasando por las quebradas yoasis de arapac (Dauelsberg 1983; Hyslop 1992; Lynch 1993; Lynch y Nez 1994;Niemeyer y Rivera 1983; Santoro 1983).

    En segundo lugar, se verican edicaciones cuyas caractersticas arquitectnicas son de corte estatal, al igual que en los valles de acna, aunque de escala y complejidad menor. Estas obras no deben conundirse con la arquitectura de mampostera namente labrada, de piedra almohadillada, usada en construcciones de granenvergadura como Cusco y otros centros conspicuos de los Andes. La arquitecturaInca en los valles de Arica, en cambio, se caracteriza por edicios construidos condoble muro y relleno interior de piedras, tcnica tambin observada en los vallescordilleranos de acna y en el Noroeste Argentino donde igualmente es notoria laausencia de la clsica mampostera cusquea.

    En los valles cordilleranos de Arica, el conjunto arquitectnico ms importante vinculado al control territorial corresponde al Complejo de Zapahuira, queincluye un enclave con collcas, chullpas, tambo y camino. Las collcas de Zapahuira(3,222 m sobre el nivel del mar), situadas a 3.5 km al Oeste del camino imperial,representan la inversin ms importante para el manejo de la produccin en lastierras altas (Muoz et al. 1987). Destaca la preparacin del piso con guijarros y

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    11/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 625

    la construccin de ductos longitudinales y transversales, revestidos lateralmente

    con piedras y sellados con lajas que quedan a ras del suelo (Figura 5). Esto conel propsito de controlar la temperatura interior de estos depsitos, a travs dela circulacin del aire, logrando la conservacin de papas, como ha sido descritopara Huanuco Pampa (Morris 1992).

    Los tambos son los asentamientos estatales ms comunes y conocidos en losvalles cordilleranos y altiplano conectados al camino imperial longitudinal y unaserie de caminos transversales.

    En el altiplano por sobre 4,000 m sobre el nivel del mar se reconocen lostambos Pisarata, acora, Chungar y Huayancayane (Chacn y Orellana 1982;

    Muoz y Chacama 1993; Muoz et al. 1997). En la precordillera (a 3,500 m sobreel nivel del mar aproximadamente), se reconocen los tambos Zapahuira, antalcollo y Chajpa (Dauelsberg 1983; Santoro et al. 2004; Santoro et al. 2005). El tamboZapahuira, posiblemente un centro administrativo, comprende un complejo arquitectnico constituido por dos unidades arquitectnicas ortogonales compuestas por una plaza central o kancha 26 x 20 m rodeada perimetralmente por tresrecintos rectangulares de muros no pareados, lo que Rafno (1981) dene comoRPC o recinto perimetral compuesto. Las dos unidades ortogonales principalestienen orma general en U, estn originalmente abiertas hacia el Este, y separadasentre s por un espacio de 150 m que contiene recintos circulares habitacionales,de almacenaje y corrales (Figura 6). Excavaciones recientes en el tambo Chungar,que incluy dataciones radiocarbnicas, demuestran que los edicios visibles hoyen el lugar ueron levantados en el siglo diecisiete, posiblemente producto de unareutilizacin de la ruta prehispnica en el trco de plata y azogue desde y haciaPotos y Arica.

    Otro tipo de instalacin, que representa el poder poltico del Estado corresponde a los ushnu, donde destaca el ejemplar de Saguara, un poblado en la sierrade Camarones (Schiappacasse y Niemeyer 2002). Es importante destacar que ninguna de estas instalaciones se ubica en espacios estratgicos deensivos.

    Estado y sitios ceremoniales. Las chullpas representaran en esta zona una importante inversin desde el punto de vista ideolgico y poltico. Se trata de monumentos de alta visibilidad, construidos de piedra, adobe, madera, aisladas ocombinadas entre s. Aunque la gran mayora correspondera al impacto de laspoblaciones altiplnicas previas al awantinsuyu sobre las comunidades locales(Aldunate y Castro 1981; Ayala 2001; Hyslop 1977; Romero 2003; Santoro, Romero y Standen 2003), existen algunos ejemplos que pueden ser adscritos al Perodo

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    12/40

    626 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    Inca. Este es el caso de las chullpas de barro en Rosario y Molle Pampa en los valles

    costeros (Santoro 1995). En los valles cordilleranos, destacan las chullpas de adobe y piedra en Zapahuira (Az122), Zapahuira Gentilar, Caillama, Ancopachane,Incaullo. En el altiplano se reconoce las chullpas de piedras y enlucido de barrode Huacollo (Dauelsberg 1983; Romero 2003; Santoro, Romero y Standen 2003;Santoro et al. 2005).

    Los santuarios de altura tambin pudieron ser ruto de una intervencin ideolgica. En la costa destaca como un enmeno excepcional el santuario de alturadel Cerro Esmeralda, uno de los cerros altos que sobresalen en la Cordillera de laCosta, vinculado a la mina de plata de Huantajaya, que contiene tumbas de dos inantes ricamente ataviados con tejidos, cermica y metales incaicos (Checura 1977;

    Sanhueza 1980). En los valles cordilleranos y altiplano, los santuarios de altura selocalizan en los volcanes arapac e Isluga y en las montaas de Guane Guane, Beln y Marqus (Reinhard 2002; Reinhard y Sanhueza 1982).

    Por otro lado, en el valle bajo de Lluta hemos observado una manipulacin de elementos locales previos por parte del Inca, como es el arte rupestre y su relacin conlos espacios privados y pblicos. Esto se maniesta en una transormacin del arterupestre local y su instalacin en espacios pblicos habilitados por el Inca dentro deasentamientos habitacionales (Valenzuela et al. 2004).

    Bienes muebles e impacto en poblaciones locales. En los valles costeros, la presencia del Estado precisamente se veriica en objetos de prestigio, que representan un sistema de control hegemnico, lo que marca una dierencia con los valles costeros de acna. Estos objetos incluyen plumas de suri y otras aves,mullu (Spondylus sp.), objetos de cobre (tumis, discos), cermica ina decoraday tejidos, los que se distribuyen heterogneamente en contextos domsticos yunerarios, por lo que no se visualiza el surgimiento de una elite local socialmente dierenciada y al servicio del Estado (Focacci 1981; Santoro 1995). Posiblemente estos objetos de prestigio ueron manejados por kurakas locales, queno alcanzaron a tener la oportunidad de conormar una elite dominante conpoder econmico y poltico.

    La operatoria del Estado, sin embargo, habra aectado a la poblacin en suconjunto expresado en un incremento de la actividad de hilandera en relacin alperiodo previo, lo que repite un patrn observado en otros lugares de los Andes.La hilandera ue una importante labor requerida por el Estado a las comunidades(Murra 1983), de la cual no quedaron exentas las poblaciones de los valles costeros de Arica (Santoro 1995; Loyola et al. 1998).

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    13/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 627

    Otro escenario de cambio ue la concentracin de la poblacin en asentamien

    tos de mayor tamao, talvez para acilitar las labores demandadas por el Estado.Este es el caso de Molle Pampa Este, una aldea en el Valle de Lluta, a unos 20 kmde la costa, con una extensin de 10 ha, que contrasta con el tamao de las aldeaslocales previas a la dominacin Inca de 2 a 3 ha (Santoro 1995). En estas nuevascondiciones, habran ocurrido tambin ciertos impactos en la salud de las personas,como ue un incremento de enermedades gastrointestinales por eecto de parsitoscomo elpinworm o pidulle (Enterobius vermicularis) y elsh tapeworm (Diphyllo-bothrium pacicum). Este incremento es consecuencia del aumento de la densidadde la poblacin y de cierto hacinamiento en las viviendas que acilitaron el contagioentre los individuos (Santoro, DorseyVinton y Reinhard 2003).

    En resumen, los valles costeros de Arica evidencian que el Estado uncion conun sistema de control hegemnico, dado que no se verican instalaciones administrativas, centros ceremoniales u otros elementos que muestren una intervencin directade representantes del Estado en la zona. Sin embargo, la impronta del Estado se reeja en una serie de rasgos que evidentemente alteraron los sistemas de vida previareejada en los componentes de la cultura material de las sociedades locales. Estosrasgos registran de manera distinta la importante presencia y eecto del Estado en losvalles y costa de Arica, que aunque no invirti en grandes y complejas obras civilesy ceremoniales, provoc una serie de transormaciones en los sistemas de vida de laspoblaciones locales, bajo un gobierno ejercido a travs de lderes locales que llevaronadelante las demandas del Estado. Esto no signic, no obstante, hasta donde los datos lo indican, un ortalecimiento y mejoramiento sustancial de las posiciones sociales, polticas y econmicas de los lderes locales respecto de la poca previa al Inca. Esimportante sealar que no hay indicios de un clima beligerante en la zona, dado quelas instalaciones Inca no privilegiaron posiciones estratgicas deensiva, como ocurreen las otras reas de este estudio (Sur Per y Noroeste Argentino).

    Valles de acna

    Estado y recursos. Esta zona presenta valles con mejores suelos y disponibilidadde agua, comparado con los de Arica y ue all donde las sociedades locales tardas

    (Chiribaya, San Miguel y PocomaGentilar) hicieron importantes inversiones en inraestructura agrcola. stas ueron retomadas y ampliadas por los Inca, con nivelesde mayor complejidad y envergadura. Particularmente, en las cabeceras de las trescuencas de los valles de acna (Locumba, Sama y Caplina) se verican extensos sistemas de andenes, estanques y canales de riego, en localidades cordilleranas (3,000 a3,500 m sobre el nivel del mar) tales como Palca, arata, Susapaya, Candarave, Cairani, Boroguea. Los andenes se caracterizan por grandes bancadas rectas y muros

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    14/40

    628 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    de contencin que alcanzan hasta dos metros de altura, con los mejores ejemplos

    registrados en Kanamarka en Susapaya.

    En los valles costeros y litoral el Estado centr su inters en la produccin agrcola (i.e. maz, aj, algodn) y la obtencin de guano y materiales exticos del litoral(conchas, estrellas de mar, cochayuyo). La produccin y distribucin de estos bieneshabra provocado intenso trco interregional, a juzgar por la compleja red vial y elestablecimiento de centros administrativos como Sama La Antigua, en el valle delmismo nombre y Cerro Los Hornos, en el litoral.

    Instalaciones administrativas. La mayor inversin estatal se verica en los vallescordilleranos sobre 3,000 m, donde destaca una red vial asociada a tambos, apache

    tas y centros administrativos complejos. Aqu se reconocen rasgos de la arquitecturaInca y la asociacin de elementos de la cultura material como cermica.

    En la costa, el sitio Cerro Los Hornos, ubicado estratgicamente al Norte de ladesembocadura del ro Sama, posiblemente uncion como enclave de produccinde cermica estatal (Vela 2004). El sitio es extenso y se conecta con la lnea de playapor medio de un camino posiblemente Inca, vinculado con la explotacin de losrecursos marinos locales para el trco regional.

    En los valles costeros el yacimiento Inca Sama La Antigua ue un importante centro administrativo (rimborn et al. 1975), que articulaba las actividades delEstado en los valles costeros con los centros administrativos mayores ubicados enel altiplano. El sitio se ubica estratgicamente en el borde de una terraza alta, enla parte ms ancha del Valle de Sama, por lo que tiene acceso a las mejores tierrasagrcolas y a pasos naturales que conectan las tierras altas con la costa. Esto explicael cruce de rutas transversales que conectaba con otros valles bajos.

    El centro administrativo Sama La Antigua est compuesto por cinco conjuntosarquitectnicos complejos separados entre s y cubren una extensin aproximada de3 ha (rimborn et al. 1975). Se trata de edicaciones de planta rectangular construidas con muros macizos de adobe y cantos rodados, reducidos hoy da a ormaciones

    monticulares que alteran el paisaje plano y arenoso de la terraza. Se reconocen tambin corrales con muros dobles de piedra con argamasa de barro. Las excavacionesde rimborn et al. (1975) arrojaron una serie de objetos tpicos de la cultura material incaica de liacin altiplnica (i.e. cermica imperial y Pacaje).

    En la precordillera las instalaciones del Estado son de mayor envergadura donde destacan los sitios Qhile y Moqi, dos centros urbanos con arquitecturas com

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    15/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 629

    plejas sobre cumbres de dicil acceso. A estos se suma un asentamiento de menor

    jerarqua en Pallagua. Estos yacimientos dominan visualmente un amplio territorioagrcola y cerros tutelares ubicados en los Andes, articulando las cabeceras de lashoyas hidrogrcas del Sama, Locumba y Caplina, respectivamente. En la actualidad estas cuencas an orman una base econmica agrcola todava importante enla zona. Adems, destaca el carcter deensivo de estos centros, semejante a lo queocurre en el Noroeste Argentino, pero que contrasta con Arica.

    En Pallagua, cuenca alta del Caplina, se verica una instalacin estatal de menor jerarqua que las anteriores, compuesto por un complejo habitacional asociadoa un cementerio Inca y collcas subterrneas.

    El complejo Qhile, ubicado en Susapaya a 3,200 m sobre el nivel del mar enla cabecera de la cuenca de Sama, est integrado por un conjunto de inraestructura imperial jerarquizada donde destaca una kallanka, conormada por un recintonico de planta rectangular protegido por un muro deensivo asociado a una grankancha irregular de 28 m de ancho (Figura 3). La kallanka de 54 m2 est construidacon muros de doble hilada de piedra canteada para la base y adobes en la parte superior, de 60 cm de ancho, y alturas conservadas de 3.50 m, con techo a dos aguas,no conservados. Este asentamiento, de posible uncin administrativa provincial,est conectado al camino Inca IlaveSusapaya y a los sitios residenciales incaicosKanamarca y Huancarane, ubicados en un radio de menos de 5 km aguas arriba delvalle. Las otras estructuras que orman este complejo administrativo son de ormarectangular con muros de aparejo irregular y doble hilera de piedras.

    El complejo administrativo Inca provincial de Moqi se ubica en el sector deCambaya, cabecera de la cuenca de Locumba, a 2,800 m sobre el nivel del mar. Especcamente se seleccion la cima de la punta de diamante ormada por la uninde los valles Boroguea y Cambaya, desde donde se domina una amplia y proundacuenca hidrogrca. Est compuesto por dos conjuntos arquitectnicos situadosen la cima de dos cerros contiguos, alineados en un eje Norte a Sur, de dicil acceso desde la ladera que cae abruptamente al valle de Boroguea. Integra grandesrecintos rectangulares, levantados sobre explanadas aterrazadas escalonadas, que

    ocupan las partes ms altas de los cerros. Se asocian a reas unerarias y sectores derecintos, ms pequeos, igualmente de orma rectangular, con muros de piedra dedoble hilada, para unciones domsticas y de almacenaje. Destaca la gran cantidadde cermica de liacin Inca junto a componentes locales.

    Estos centros administrativos ubicados estratgicamente en las principales cabeceras de los valles de acna muestran una importante inversin estatal en obras

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    16/40

    630 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    de inraestructura econmica, por lo que representan un buen ejemplo de operacin del sistema de control territorial. Evidentemente, el Estado aprovech las condiciones de desarrollo previo a las que agreg estos centros administrativos y otrasobras complementarias. Sin embargo, el carcter estratgicodeensivo de estos emplazamientos, parecen indicar que las operaciones sociales no ocurran en un climade absoluta paz, como ocurre igualmente en el Noroeste argentino. Esta situacincontrasta con el clima menos tensionado de los valles de Arica, donde las instalaciones Inca no se encuentran en posiciones estratgicas deensivas.

    A esta inversin se suma la red vial que en los valles de acna es mucho ms

    compleja que la de los valles de Arica, destacando una ruta principal desde el Desaguadero hacia la costa, a travs de quebrada de Palca (Caplina), que posiblementese conectaba con los valles de Arica. Los caminos del Desaguadero conectaron dierentes enclaves de la regin de acna (costa, valles bajos y cordilleranos), sirviendocomo articulacin de una de las cuencas occidentales ms ricas del Sur peruano conespacios productivos complementarios en ambientes lagunares y humedales altoandinos, valles andinos y costeros y el litoral.

    Figura 3.Kallanka en el centro administrativo Qhile, en Valle de Susapaya,cabecera de cuenca de Sama (acna).

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    17/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 631

    Destacan en esta red: (a) el camino transversal empedrado, amurallado y proli

    jamente trabajado, en gran parte del trayecto, entre Ilave (Suroeste del iticaca), valles Susapaya y Sama hasta el litoral (ms de 200 km). El camino conecta los centrosadministrativos de Qhile y Sama La Antigua y otras rutas de trnsito local que sedirigen desde y hacia arata y Candarave, que en la actualidad se siguen utilizandolocalmente; (b) camino de Moqi, empedrado y amurallado, correspondiente a otraruta desde el Suroeste el iticaca a la altura de Ilave, ingresa por el sector Sur de losaldeos del Volcn Yucamani (Candarave, cerro sagrado) y entra a la cabeceras deLocumba en el sector de BorogueaCambaya, donde se ubica el sitio Inca Moqi.Aguas abajo, el camino contina por los rtiles valles de Ilabaya, Locumba, Ite hastaalcanzar el litoral; (c) camino longitudinal empedrado del litoral que bordea la costatacnea de Sur a Norte, con segmentos expuestos a la altura del Morro Sama (Figu

    ra 4). Este camino articul las actividades vinculadas con la explotacin del guanomarino, particularmente del morro de Sama (Julien 1985); (d) camino longitudinalde los llanos CaplinaSamaLocumba, que atraviesa muy cerca de Sama la Antigua. Destaca su trazado lineal recto amurallado, de hasta 8 m de ancho, como enlos casos anteriores, con obras adicionales de relleno o rebaje, segn lo requeran las

    Figura 4. Camino Inca litoral, longitudinal (NS), empedrado, conservado en el sectorMorro de Sama, vinculado a la explotacin de guano marino (acna).

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    18/40

    632 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    condiciones del terreno, con el objeto de mantener una senda recta y plana. Este ca

    mino posiblemente tuvo un ramal hacia los valles de Arica, de caractersticas menoselaboradas (vase Santoro 1983).

    Estado y sitios ceremoniales. En este contexto puede mencionarse el volcn Yucamani, en pleno altiplano al Suroeste del Lago iticaca, pero visible desde el centroadministrativo ceremonial de Moqi, por lo que parece corresponder a una tpicasacralizacin o reclamo de un paisaje simblico por parte del Inca, creando wakade gran jerarqua a travs de la construccin de santuarios de altura por encimade los 5,000 m.

    Bienes muebles e impacto en poblaciones locales. Cerro Los Hornos, no presen

    ta arquitectura ni instalaciones administrativas de origen Inca, como los descritospreviamente, por lo que representara un tpico caso de asentamiento estatal regidobajo el sistema de control hegemnico, donde la administracin de las operacionesdemandadas por el Estado se realiz con poblacin local y sus lideres tradicionales.

    Figura 5. Collcas de Zapahuira (AZ 40), precordillera de Arica, estructura de planta rectangular,con piso preparado con guijarros y ductos longitudinales y transversales revestidos por piedras

    y sellados con lajas.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    19/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 633

    stos, posiblemente, recibieron cierto soporte para ejercer el poder en representacin del Estado y realizar las tareas impuestas a la comunidad. La retribucin estatalse reeja en la cermica de corte imperial, objetos de metal utilizados en actividadessociales y ceremoniales.

    En Sama La Antigua las excavaciones de rimborn et al. (1975) arrojaron, igualmente, una serie de objetos tpicos de la cultura material incaica de liacin altiplnica(i.e. cermica Inca Imperial y Pacaje). Dada la jerarqua y complejidad arquitectnicadel sitio, es posible que haya sido residencia de una burocracia estatal, de origen localo orneo. En la zona baja del Valle del Caplina, se localiza el sitio Challatita, un conjunto de recintos rectangulares de arquitectura local con cermica Cusco Imperial,que correspondera a instalaciones bajo el sistema de control hegemnico.

    En resumen, a dierencia de lo que ocurre en los valles de Arica, en los valles bajosy costa de acna se constatan instalaciones estatales complejas, a lo que se suma la uertepenetracin de objetos de la cultura material del Estado Inca (cermica na, objetos demetal), lo que permite sugerir un sistema de gobierno de control territorial. En particular, dada la jerarqua y complejidad arquitectnica de Sama La Antigua, el asentamientopodra corresponder a una cabecera provincial que articulaba y controlaba las acciones eintereses del Estado, en los valles costeros de acna. Posiblemente, regido por una buro

    Figura 6.ambo Zapahuira 2 (AZ122), precordillera de Arica, kancha rectangular y recintosperimetrales de muros no pareados.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    20/40

    634 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    cracia estatal, de origen local o orneo. En los valles cordilleranos, Qhile y Moqi son losmejores ejemplos de inversin estatal bajo el rgimen de control territorial, destinados acontrolar la produccin y distribucin de los valles asociados a estos asentamientos.

    Noroeste Argentino

    Estado y recursos. En el NOA se encuentran tres zonas ecolgicas claramente dierenciadas que se suceden de Este a Oeste: yungas o selvas orientales, valles y quebradas mesotermales y puna (Albeck 2000; Baldini 2003; arrag 2000). La zona deyungas ue proveedora de materias primas, desde pocas anteriores al Inca, entre las

    que destacan plumas de aves tropicales, madera y rutos de algarrobo y cactceas(Aschero 2000; Yacobaccio 2001). En los valles y quebradas mesotermales y puna seconcentraban las actividades agrcolas y de pastoreo de camlidos complementadacon caza de vicuas y ciervo y recoleccin de algarroba, Chaar. etc.

    Durante el perodo de Desarrollos Regionales o ardo (900/1000 d.C. a1450 d.C.) se produjo un uerte crecimiento demogrico y la aparicin de so

    Figura 7. Camino Inca sector SocoromaZapahuira, precordillera de Arica, pavimentado con piedrasplanas y reorzado por muros laterales y de contencin, y canales de desage.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    21/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 635

    ciedades con territorios bien controlados y deendidos que entraron en compe

    tencia por la apropiacin de los recursos. Este proceso de expansin demogrica se veriica por un aumento y expansin de la ocupacin humana hacia todoslos oasis de Puna y valles.

    Uno de los intereses del Estado en su expansin ue el de mantener una produccin minera y metalurgia, actores decisivos de la dominacin. La diversidadde las instalaciones y las actividades desarrolladas indican que los Inca no soloextrajeron recursos sino tambin invirtieron en el gobierno directo de establecimientos minero metalrgicos claves (Earle 1994). Existe una amplia evidenciasobre sitios Inca que estuvieron relacionados con la explotacin, procesamiento yextraccin minera del oro, plata, cobre, galena, plomo, zinc, estao y otros mine

    rales asociados (i.e. Quillay y La Encrucijada), y con talleres que producan tantolingotes como productos terminados (i.e. Potrero de Payogasta, Rincn Chico sitio 15, PotreroChaquiago e Ingenio del Arenal Mdanos).

    Instalaciones administrativas. En el Noroeste Argentino se hallan importantesinstalaciones Inca, incluyendo centros administrativos, tambos, ortalezas, almacenes y zonas de produccin agrcola. No obstante, la ocupacin estatal diere, deuna regin a otra en algunas caractersticas importante y, a su vez, dieren de lasocupaciones locales previas. Si bien la mayora de los centros provinciales del Noroeste Argentino comparten rasgos de urbanismo, detalles arquitectnicos y actividades similares al resto de las provincias Inca, la magnitud es algo dierente. Porejemplo, los complejos Inca ms grandes del Noroeste Argentino, como Shincal oCortaderas contienen solamente entre 100 a 200 edicios, mientras que HunucoPampa, en la sierra central del Per, contiene ms de 4,000.

    Un rasgo interesante de destacar en los Andes del Sur es el nasis dado a ladeensa del territorio (Figura 2). En el permetro Suroriental del Qollasuyu se distribuyen asentamientos Inca orticados o situados en posiciones deensivas. Se suponeque durante el reinado de Wayna Qhapaq se reorz la rontera Suroriental del imperio con la instalacin de una lnea de ortalezas para evitar las incursiones de losgrupos chiriguanos, quienes aprovechndose de la preocupacin del Estado por los

    Andes septentrionales, invadieron la rontera Suroriental del imperio. En general, estetipo de asentamiento se ubica en posiciones de control de trco a travs de puntosclave naturales, especialmente pasos montaosos. Incallacta (Bolivia), Pucar de Andalgal (Argentina) y Cerro Grande de la Compaa (Chile) son algunos ejemplosarqueolgicos que presentan esas localizaciones. En la actual provincia de Jujuy en elNOA se ubican una serie de pequeas ortalezas y sitios rituales a lo largo de la cimade las montaas, como Cerro Chaquillas, Cerro Amarillo, Pucar Morado, Puerta de

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    22/40

    636 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    Figura 8. Sector Norte Valle Calchaqu, Noroeste Argentino y del sector Sur del Vallede Santa Mara y Bolsn de Andalgal con los principales sitios arqueolgicos

    de poca Inca mencionados en el texto. Planos de los sitios Potrero de Payogasta,Guitin (PAC) y Potrero Chaquiago (Williams).

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    23/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 637

    Zenta, Pucar res Cruces y Pueblito Calilegua. En estos casos, los sitios orticados

    parecen haber sido parte de un esuerzo sistemtico por impedir, o al menos controlar, el trco entre las tierras bajas, los valles y la puna. Ms al Sur se ubica, casi sobrela rontera oriental del imperio, el Pucar de Andalgal y ms al Sur al interior delrea valliserrana el Pucar de Las Pavas en el macizo de Aconquija y Cortaderas en elvalle Calchaqu Norte. En este panorama destaca el Valle Calchaqu como uno de losterritorios de mayor complejidad sociopoltica no slo porque all los Inca construyeron centros administrativos importantes, sino como escenario de la resistencia contrael dominio espaol. Desde el extremo Norte del Valle Calchaqu haba al menos 11ncleos importantes de poblacin que combinaban los pukara con poblados bajoscomo Fuerte Alto de La Poma, Palermo, Cachi Adentro, Cortaderas Alto, El Churcal,Molinos y Angastaco (Figura 8). En el valle, los sitios Inca se encuentran ubicados en

    los dos tramos principales del camino real que entran al valle desde el Norte y en laparte media del mismo. Se han registrado siete sitios estatales que se distribuyen en50 km al Este del camino imperial, desde el sector superior del valle Calchaqu hastaastil en la quebrada del oro, no interrumpidos por ninguna comunidad santamariana local importante (i.e. Belgrano, Casa Quemada y el Calvario Hyslop y Daz 1983).En el Norte del Calchaqu, en un rea prcticamente vaca de asentamientos locales,los Inca edicaron un paisaje propio construyendo dos sitios principales con probableuncin administrativa, Cortaderas y Potrero de Payogasta, aunque existen otros sitios con componentes importantes Inca que se ubican a lo largo del tramo occidentaldel camino. En contraste con estos sitios netamente Inca, los sitios La Paya y Guitin(en la parte media del Valle Calchaqu) se destacan como los mayores asentamientoscon sectores Inca intrusivos en comunidades locales preexistentes conormando untipo de control hegemnico (Figura 9). Los grandes poblados locales de este sector delvalle presentan modicaciones en la arquitectura y urbanismo realizadas por el Estado como es la reestructuracin de espacios y la construccin de edicios de clara liacin Inca (La Paya, Guitin, posiblemente olombn, Quilmes y Fuerte Quemado).Situaciones similares se registran en otros yacimientos del Noroeste Argentino, comopor ejemplo los sitios La Huerta, ilcara y Quilmes en la Quebrada de Humahuaca yFuerte Quemado en el valle Santa Mara.

    El control territorial se plasm con la construccin de asentamientos multi

    uncionales como Cortaderas ubicado en el valle del Ro Potrero, que consta de cuatro sectores arquitectnicos donde los Inca realizaron una considerable inversin eninraestructura en un punto estratgico pivote que conecta el Valle Calchaqu con lapuna y la Quebrada de Humahuaca, ubicada ms al Norte.

    En la cabecera del Ro Potrero se localiza otra instalacin estatal de uncionesmltiples, Potrero de Payogasta (9 ha) a 5 km al Norte de Cortaderas y sobre el ca

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    24/40

    638 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    mino principal (Figura 8). Hay una clara dierenciacin entre distritos cvicocere

    moniales compuestos por estructuras rectangulares en la parte Norte del sitio y unsector meridional ms alto, donde se ubican las reas residenciales con estructurascirculares, posiblemente almacenes. odas las reas residenciales presentaron desechos de diversas actividades de manuactura a pequea escala, no as en el sectorcvicoceremonial. Las excavaciones en 14 localizaciones, de ms de 2 m de proundidad, orecieron evidencias de habitacin, almacenamiento, produccin y actividades ceremoniales. La arquitectura de supericie estuvo superpuesta a un nivelquemado y a un componente ocupacional Inca temprano datado en 55030 a.P.(QL 4708, madera) con dos rangos calibrados de 14091435 cal a.C (p=.75) y13991446 cal a.C (p= 24) (calibrados a un sigma con el sotware CALIB 5.0.1McCormac et al. 2004; Stuiver y Reimer 1993).

    Es a partir de esta evidencia que inerimos que una ocupacin inicial Inca ueseguida por un evento de incendio y la posterior reconstruccin del asentamiento.

    As como en el Valle Calchaqu, la presencia Inca hacia el Sur, en el vallede Santa Mara y el Bolsn de Andalgal es importante (Figura 8). Incluye desdegrandes centros administrativos hasta pequeos tambos y sitios orticados, todos conectados por el camino Inca. Para esta zona se cuenta con evidencia de produccin agrcola y artesanal realizada, posiblemente, por uerza de trabajo localal servicio del Estado, o por colonos trasladados desde sus lugares de origen a lasnuevas localizaciones designadas por los incas. Entre los centros administrativosms importantes mencionamos a Shincal, en el Sur del valle de Hualn, con unnmero aproximado de 60 collcas (Snead 1992), Watungasta, en el valle de Abaucn, y PotreroChaquiago en el Bolsn de Andalgal (Figura 8).

    En esta zona se ubican dos grandes ortalezas: Pucar de Las Pavas y Pucarde Andalgal, y una serie de postas como la de Intihuatana en Fuerte Quemado,Punta de Balasto, Bicho Muerto y el tambo de Ingenio del Arenal Mdanos, ubicado en el piedemonte de la alda occidental de la cadena del Aconquija y en elnodo de comunicacin entre los valles del Cajn, Santa Mara, Hualn y la sierrade Capillitas y Bolsn de Andalgal.

    A partir de la inormacin presentada, sealamos que la ocupacin Inca enel Noroeste Argentino ue intensa, pero ocurri en bolsones o islas en reas productivas y estratgicamente ubicadas (Williams y DAltroy 1998). anto en el ValleCalchaqu, como en el de YocavilSanta Mara y la quebrada de Humahuaca, losincas supervisaron la construccin de una amplia variedad de acilidades usadaspara propsitos administrativos, militares y ceremoniales, adems de la produc

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    25/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 639

    cin artesanal y agrcola, movilizando contingentes de poblaciones destinadas a

    trabajar en proyectos estatales.

    Los incas intensicaron la produccin agrcola en la subrea de valles y quebradas del Noroeste Argentino a partir del acondicionamiento de grandes extensiones para cultivo, construccin de canales, represas, estructuras de almacenamientoy asentamientos estatales. Las ms extensas reas agrcolas se ubican en Coctaca,Quebrada de Humahuaca (Albeck 199293; Nielsen 1997) donde hay un ampliosistema de campos aterrazados con grandes muros de contencin que cubren cerca de 6 km2 sobre los abanicos aluviales y el piedemonte, que drenan sobre la cajaprincipal de la quebrada de Humahuaca a 3,700 m sobre el nivel del mar. La intensicacin de la agricultura signic, adems, que se integraran grandes extensiones

    pedemontanas y aldeos de cerros de cotas ms elevadas y mayor pendiente.

    Estado y sitios ceremoniales. Una de las polticas implementadas por los incas en elrea Sur Andina que pueden ser observadas en el registro arqueolgico es el reclamodel paisaje simblico por medio de la construccin de santuarios de altura en cerrosde ms de 5,000 m sobre el nivel del mar (DAltroy et. al. 2000:4; Reinhard 1983). Los

    Figura 9. Piezas de los estilos a: Cuzco Polcromo (AMNHColeccin Bandelier, Nueva York);b: Famabalasto Negro sobre Rojo; c: Santamariano Bicolor; d: Pacaje (AMNH Coleccin

    Bandelier, Nueva York); e: Inca Paya o Casa Morada Polcromo (Museo Etnogrico, Fac.Fil. y Letras, UBA) y : Yavi Chico Polcromo (Museo Etnogrco, Fac. Fil. y Letras, UBA).

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    26/40

    640 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    diversos hallazgos de cuerpos momicados en la Cordillera Central argentina como

    Cerro El oro (Schobinger 1966); Pirmide del Aconcagua (Schobinger 2001); Chai (Ceruti 2001a); Quehuar (Ceruti 2001b); Chuscha o Cajn (Schobinger 2003) yLlullaillaco (Ceruti 2003; Reinhard y Ceruti 2000) son un reejo del uso de orendashumanas y suntuarias en escenarios ceremoniales de alta montaa.

    Bienes muebles e impacto en poblaciones locales. Los Andes del Sur ueron conocidos por las actividades artesanales y mineras en tiempos de los incas, segn algunosdocumentos histricos. Algunos cronistas sostienen que el propsito central de laaventura imperial en los Andes del Sur ue la de obtener minerales (Betanzos 199615511557; Pizarro 1986 1571; Sarmiento 1960 1572). anto Chile como el Noroeste Argentino son territorios ricos en minerales de cobre y hay una considerable

    tradicin en la metalurgia del bronce varias centurias anteriores al surgimiento delEstado Inca, as como una larga tradicin de produccin de lapidaria en mineralesde cobre como turquesa, malaquita y atacamita. La cermica tambin ue de importancia undamental para el Estado Inca, en la medida que ue usada en actividadespolticas, especialmente en los centros provinciales, enatizando la importancia delEstado como beneactor simblico y sico. La presencia de piezas nas de cermicaInca represent un emblema de dominio imperial.

    Sobre la base de nuestras investigaciones podemos resaltar cuatro rasgos dela manuactura de cermica y su uso bajo el gobierno Inca. El primero de ellos, basado en la evidencia de algunos centros de produccin Inca, es que los ceramistashicieron cermica con sus propios estilos y en sus asentamientos, siendo de mayorcantidad la cermica del estilo Cuzco Polcromo (DAltroy et al. 1994) (Figura 9a).Es muy probable que en PotreroChaquiago, en el rea de Andalgal, y en el ValleCalchaqu, un grupo coneccionaba ms de un estilo cermico. Los colonos mitmaqde PotreroChaquiago habran manuacturado la cermica en los centros estatalescon sus propios estilos (Lorandi 1984, 1991; Williams y Lorandi 1986; Lorandi etal. 1991) como es el caso de los estilos Famabalasto Negro sobre Rojo (Figura 9b),Yocavil Polcromo y Yavi Chico Polcromo (Figura 9). Los anlisis de composicinqumica de la cermica estilo Famabalasto Negro sobre Rojo y Yavi Chico Polcromo orecen evidencia que artesanos de dos localidades como Yavi en la puna y San

    tiago del Estero ueron trasladados a centros estatales de Catamarca y Salta. Si bienla alarera coneccionada por los colonos artesanos se realiz en concordancia conlos patrones tecnolgicos de sus probables reas de origen, la produccin y distribucin de ambos estilos parece haber seguido lneas dierentes.

    El segundo rasgo es que en contra de la nocin general de una economaestatal discreta y controlada es la alta proporcin (ms del 60 por ciento) de ce

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    27/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 641

    rmica policroma no Inca usada en muchos asentamientos que poseen rasgos de

    construccin y ocupacin estatal. Este patrn es especialmente visible en la mitadSur del imperio. La disyuncin entre la arquitectura estatal y la distribucin de cermica es, indiscutiblemente, un resultado directo de una estrategia de gobiernoque ue aplicada distintivamente en los Andes del Sur (DAltroy et al. 1998). Porende, la distribucin de cermica de estilo cuzqueo parece haber Estado restringida a ciertas regiones. Los conjuntos cermicos de los sitios Inca de los AndesCentrales (i.e. Mantaro, Cusco y lago iticaca) presentan una alta popularidadde los tipos Inca, mientras que en los Andes del Sur los contextos cermicos conmaterial Inca no llegan a un 10 por ciento. Esto muestra importantes dierenciaciones polticas en los procesos de anexin de nuevos territorios. Las dierenciasestilsticas, petrogrcas y composicionales de la cermica Inca indicaran que en

    su mayora stas ueron producidas localmente para consumo regional, aunquealgunos tiestos de estilo cuzqueo ueron trasladados a largas distancias (DAltroyy Bishop 1990; Lorandi et al. 1991; Rafno 1993).

    El tercer rasgo se reere a la distribucin de ciertos estilos cermicos en losAndes del Sur, a lo largo de canales paralelos a la distribucin de cermica Incapolcroma. Es posible que los incas valoraron los estilos cermicos de ciertos grupos tnicos, entre los que destacan los estilos Pacaje o Saxamar (subrea Circumtiticaca y Valles Occidentales) (Figura 9d) (Munizaga 1957; Dauelsberg 1959), YaviChico Polcromo (Sur de Bolivia y Puna Argentina Krapovickas 1977) (Figura9) e Inca Paya o Casa Morada Polcromo (Figura 9e) (Bennett et al. 1948; Serrano 1958) hallados en muchos sitios Inca en el Noroeste Argentino e incluso Per,Chile y Bolivia. Precisamente, las ormas abiertas (escudillas y platos) de casi todos estos estilos han sido recuperadas de centros Inca en el Noroeste Argentino(valle Calchaqu y Bolsn de Andalgal). La pregunta clave es si aquellas cermicas ueron transportadas a largas distancias o si ueron hechas localmente comoimitaciones de estilos prestigiosos.

    Anlisis de caracterizacin qumica de 14 ragmentos cermicos de estilo Pacaje del sitio de Kasapata (isla del iticaca) sugieren que, posiblemente, este material ue producido en la regin del Cusco ms que en la cuenca del lago, ya que sus

    composiciones son qumicamente semejantes y ormaron un grupo composicionalcoherente (DAltroy y Bishop 1990). Las muestras de cermicas Pacaje de centrosadministrativos de Salta, Argentina, presentaron una composicin qumica semejante a una muestra de Bolivia lo que llevara a pensar que, probablemente, pudieron ser manuacturadas con una arcilla semejante en Bolivia o en otra zona, y sertrasportados, posteriormente, a instalaciones estatales en Salta, distantes ms de100 km del rea Circumtiticaca.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    28/40

    642 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    Los datos de composicin de muestras de cermica de estilo Yavi Chico

    Polcromo y de arcillas de Salta, Jujuy y Catamarca permiten plantear que dichacermica habra circulado entre los asentamientos Inca del Noroeste Argentinocon producciones locales tanto en Catamarca como en Jujuy, que en algunoscasos ue usada localmente y, en otros, transportada a otros centros.

    Las ormas del estilo Inca Paya (Figura 9e) como pucos, platos, jarras yaribaloides ueron distribuidas en asociacin con otros tipos Inca relacionados como un bien de prestigio entre los centros estatales en el NOA. La vinculacin del Norte Chico chileno con los valles calchaques se ve reorzada poruna serie de hallazgos de alarera de los estilos Inca Paya y Yavi, como en elvalle de Freirina (Latcham 1928a:159, Lmina XLVIII, 1928b:18); de Paipote

    (Valle del Copiap, Latcham 1928a:182) y de Caspana donde hay escudillasy cntaros del estilo Yavi, as como un arbalo tipo YaviLa Paya Inca (Uribe1997). La escasez de piezas cusqueas en el Noroeste Argentino seala queestos estilos mixtos, como el Inca Paya, habran sido investidos de la representacin del poder imperial.

    Los datos composicionales disponibles sealan que las muestras cermicasde estilo Inca Paya de sitios estatales de Catamarca y Salta, como Cortaderas,Payogasta y Potrero Chaquiago, se asemejan entre s y con arcillas de Yavi y LaQuiaca. Esta inormacin sugiere un proceso de circulacin de piezas desde elrea de Yavi hasta los sitios del Valle Calchaqu y el Bolsn de Andalgal.

    El cuarto rasgo identicado es que la cermica con patrones estilsticos cusqueos se halla en todas las provincias Inca del imperio. Aparentemente, el material de estilo Cusco Polcromo de las provincias ue manuacturado y distribuido,primero a nivel regional ms que exportados desde el Cusco. Las piezas Inca mssosticadas halladas en los Andes Meridionales provienen de unidades unerariascomo las tumbas de La Reina, Ovalle, Copiap, San Pedro de Atacama y Arica(Azapa 15) en Chile, las de ilcara, Pucar de Humahuaca, La Paya, Batungasta yQuilmes en el Noroeste Argentino, e Incallajta, Samaypata, Arani y La Alamedade upiza en Bolivia (Berberin y Rafno 1991:194).

    Esta cermica provincial puede ser distinguida de la del Cusco en atributostales como tamao, ormas de las piezas y el uso de algunos elementos decorativos como son los motivos zoomoros y antropomoros que casi no estn presentes en los contextos cermicos de Argentina. Aparentemente, en los Andesdel Sur slo se habran diundido de manera especial los diseos geomtricos(Julien 1983: 252).

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    29/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 643

    Resultados de anlisis composicionales como activacin neutrnica (INAA)

    de una muestra de 310 ragmentos cermicos de dierentes estilos y 34 muestrasde arcillas procedentes de varios centros estatales del Noroeste Argentino y dela Isla del Sol y de la Luna del iticaca (Bolivia) aportan algunos resultadosinteresantes con relacin a la produccin y consumo de cermica por parte delEstado (Williams et al. 2000). El primer resultado es la existencia de una altacorrespondencia entre estilo cermico y composicin qumica (i.e. estilo IncaPolcromo se dierencia de los estilos Pacaje, Yavi Chico polcromo y Famabalasto Negro sobre Rojo). A su vez para la manuactura de los grandes arbalosy de los platos, la orma con mayor distribucin territorial dentro del imperio, se habran usado arcillas dierentes, estando presentes en seis de los gruposcomposicionales de la muestra analizada. El segundo es que la produccin y

    el consumo de cermica para el Noroeste Argentino de estilo Inca Polcromoueron regionales. El tercero es el reconocimiento de mltiples localidades deproduccin de cermica Inca en el Noroeste Argentino localizados en las actuales provincias de Salta y Catamarca. Se distinguieron, al menos, cuatro uentesde produccin de cermica de estilo Inca en Catamarca y dos para la provinciade Salta. El cuarto resultado es la posible presencia de colonias de mitmaqkunaen las instalaciones imperiales de Catamarca y Salta.

    Discusin y Conclusiones

    Los resultados de este estudio nos permiten armar que el Estado Inca estableci y ejerci un gobierno eectivo y permanente al Sur del Cusco en las subreasde Valles Occidentales (valles del extremo Sur Per y extremo Norte de Chile) yNoroeste Argentino. Sin embargo, pese a que vericamos expresiones muebles yde inraestructura de la misma naturaleza, se constatan dierencias sustanciales enlos niveles de inversin estatal y sus eectos en las sociedades locales.

    Las ormas que adopt el Inca para gobernar las distintas subreas incluyeron no slo acciones en la esera poltica y econmica, sino tambin en la ideolgica. Esto explica en parte la diversidad y disparidad de la presencia estatal quealcanz lugares aislados y remotos, como por ejemplo la costa de Iquique, donde

    la presencia de la mina de plata de Huantajaya y de islas de guano (ex Isla Serrano actualmente incorporada al casco urbano moderno de Iquique), motivaronla instalacin de un santuario de Altura en Cerro Esmeralda, uno de los cerrosaltos que sobresalen en la Cordillera de la Costa (Checura 1977; Sanhueza 1980).Esta es una clara orma de poder de corte ideolgico, donde el Estado sacraliza ellugar con miras a mostrar y deender su posicin e intereses sin tener que instalar avanzadas burocrticas y militares de mayor costo de mantenimiento. Un costo

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    30/40

    644 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    que en este caso es agravado por la ausencia de un valle rtil que proveyera de

    sustento complementario a la explotacin de los recursos costeros. En el NoroesteArgentino se nota una mayor inversin en la marcacin de un paisaje simblicoa travs de un mayor nmero de santuarios de altura, para sustentar la expansinen un territorio ms amplio y con grupos ms hostiles comparado con la situacinde los Valles Occidentales.

    Del mismo modo, obras como caminos, tambos, pukaras, centros administrativos, sistemas de almacenaje, inraestructura agrcola, etc. son comunes a todael rea de estudio, pero es evidente que sus arquitecturas, sus dimensiones, sumonumentalidad y su densidad espacial muestran dierencias regionales contrastantes. Destaca por ejemplo, la inraestructura e inversin agrcola de los valles

    cordilleranos de acna, ligado a centros administrativos ceremoniales (Qhile yMoqi), o los campos de cultivos de Coctaca en la Quebrada de Humahuaca, equivalente a 600 ha, lo que contrasta con los niveles ms restringidos de produccinagrcola de los valles de Arica.

    Este panorama es una muestra de la versatilidad del Estado Inca para adecuarsus polticas generales a las condiciones locales, con el objeto de asegurar sus intereses y demandas centrales (Bauer 2002; DAltroy 1992, 2003; Daz y Vallejo 2004;Hyslop 1993; Morris 1995).

    Constatamos que el proceso de control incluy los sistemas de control hegemnico y territorial, pero hasta el momento no podemos armar si son dosases de un mismo proceso, o procesos dierentes no necesariamente secuenciales.Para evaluar el proceso de control de acuerdo al modelo propuesto era importante tener registros estratigrcos bien cronometrados que permitieran contrastarlas predicciones del modelo. Por ejemplo, si ue un proceso gradual de controly administracin se esperaba que la primera ase se ajustara al sistema de control hegemnico, vale decir sin inversiones importantes de inraestructura estatalcomo posiblemente ocurri en los valles costeros de Arica. En cambio en la costa,valles, precordillera y altiplano de acna la impronta estatal es ms visible, lo quepermite concluir que all el Estado ejerci un control ms presencial que denomi

    namos territorial, posiblemente precedido por una ase de control hegemnico, loque deber conrmase en el uturo.

    Datos cronolgicos de la precordillera de Arica (14001600 d.C.), indicanque la ocupacin Inca se corresponde con el sistema territorial: evidencia de instalaciones estatales como los tambos de antalcollo y Zapahuira, chullpas ycollcasde Zapahuira. Posiblemente, estas instalaciones estatales se pudieron realizar una

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    31/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 645

    vez que el sistema de exaccin de impuestos va la mita, estaba polticamente

    consolidado y produca sucientes excedentes como para permitir la inversin eneste tipo de obras civiles. Sin embargo, es necesario sealar que posiblemente bajolas mismas condiciones sociales, las inversiones estatales en los valles de acnaueron de mayor envergadura, dada la capacidad productiva de dichas cuencashidrogrcas y su relacin geogrca ms cercana y directa con los centros polticos circum iticaca, como Ilave en el Sureste del lago, conectado con la costa deacna a travs de una va empedrada por la cuenca del Sama.

    A dierencia de lo observado en los Valles Occidentales, en el Noroeste Argentino la ocupacin Inca ue intensiva, pero ocurri en sectores productivos acotados y estratgicamente ubicados, que no haban sido utilizados previamente,

    lo que representa un claro ejemplo de expansin territorial. No sabemos si estaintensicacin productiva se realiz por la va del reasentamiento de poblacioneslocales, o por la va de la introduccin de nuevas poblaciones. anto en la Quebrada de Humahuaca como en el sector Norte del Valle Calchaqu, en el Vallede Santa Mara y en el Bolsn de Andalgal, los incas construyeron numerososasentamientos en puntos de contacto interregional, todos muy cercanos entre s yen reas no densamente ocupadas por los pueblos nativos (Acuto 1994; DAltroyet al. 1998; Rafno 1981; Rafno et al. 198385).

    ambin hemos estudiado otra orma de materializacin del poder que correspondera al sistema hegemnico como la implantacin de sectores Inca intrusivos en poblados locales de grandes dimensiones, la presencia de bienes mueblesen poblados y tumbas locales (por ejemplo La Paya). En la visin clsica de contraposicin de los dominios directo e indirecto, se mezclan, a nuestro juicio, sitiosoriginados en el Perodo de los Desarrollos Regionales o Intermedio ardo queincorporan elementos de origen Inca, con asentamientos planicados y construidos directamente por el Estado. Es importante tener en cuenta que tanto sitioslocales como estatales pudieron ser contemporneos y estar sujetos al Imperiopero bajo distintos sistemas de control poltico: hegemnico o territorial.

    El hecho que los incas construyeran importantes asentamientos tanto en lu

    gares donde estaba presente la poblacin local como en zonas vacas subraya lapropensin a coneccionar su gobierno con relacin a las situaciones locales en elcontexto de un diseo a gran escala (Norte de la Quebrada de Humahuaca, Nortedel Valle Calchaqu, Valle de Lerma, alrededores de las conuencias de los vallesde Santa Mara, Hualn y Abaucn, y alrededores de Santiago de Chile). Esta distribucin permite plantear que la ocupacin imperial ue selectivamente intensiva(Williams y DAltroy 1998). En el sector Norte del Calchaqu y en el rea circundan

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    32/40

    646 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    te del macizo de Capillitas, el imperio construy una serie de asentamientos de clara

    arquitectura Inca, mientras que en el sector medio y Sur del Valle CalchaquYocavil, la materializacin del poder estatal se traduce en un reacomodo de los espacioslocales (i.e. La Paya, Guitin, Loma del Oratorio, olombn, Quilmes y Fuerte Quemado). La presencia Inca trajo cambios en el uso, reorganizacin y el signicado delos espacios pblicos, domsticos y ceremoniales de las sociedades locales. En otroscasos, la presencia Inca solamente est representada por la existencia de restos muebles imperiales, principalmente cermica detectada en sitios locales (ero, FuerteAlto, Choque, Valds, Pichao y olombn entre otros).

    Finalmente, es importante reconocer que el desarrollo dierenciado de la investigacin arqueolgica en los Andes puede acentuar o atenuar el registro de las improntas

    del imperio o sus consecuencias en los procesos locales. Estimamos que distinguiendo las particularidades regionales de la operatoria del awantinsuyu, deberan vericarse principios o ormas de control de carcter ms global, acorde con un plan deadministracin diseado desde el Cusco y llevado adelante por los aparatos burocrticos que se hicieron cargo de los territorios conquistados. Estimamos que un estudiode colaboracin internacional, como este, con un uerte componente comparativo esuna va apropiada para caracterizar los sistemas de control y uso del poder por partede sistemas estatales expansivos de la envergadura del awantinsuyu.

    Agradecimientos

    Estudio patrocinado por proyectos FONDECY 1030312, 7030111 y7040186; el Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto de la Universidad de arapac, Arica, Chile. Vernica Williams recibi el aporte de FundacinAntorchas de Argentina, proyecto N 424845.

    Referencias citadas

    Acuto, Flix1994 La organizacin del almacenaje estatal: la ocupacin Inka en el sector norte del valle Calchaqu

    y sus alrededores. esis de Licenciatura indita, Departamento de Antropologa, Facultad deFilosoa y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.

    Albeck, Mara E.1992/1993 reas agrcolas y densidad de ocupacin prehispnica en la quebrada de Humahuaca.

    Avances en Arqueologa 2:5677.2000 La vida agraria en los Andes del sur. En Nueva Historia Argentina. Los pueblos originarios y la

    conquista, editado por Myriam N. arrag, pp. 187228. Editorial Sudamericana, Buenos Aires.

    Aldunate, Carlos2001 El Inka en arapac y Atacama. En ras la huella del Inka en Chile, editado por Carlos Aldunate

    y Luis Cornejo, pp. 1843. Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago de Chile.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    33/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 647

    Aldunate, Carlos y Victoria Castro1981 Las chullpas de oconce y su relacin con el poblamiento altiplnico en el Loa Superior, perodo

    ardo. Ediciones Kultrn, Santiago de Chile.

    Aschero, Carlos2000 El poblamiento del territorio. En Nueva Historia Argentina. Los pueblos originarios y la

    conquista, editado por Myriam N. arrag, pp. 1759. Editorial Sudamericana, Buenos Aires.

    Ayala, Patricia2001 Estudio arquitectnico de las chullpas de adobe de Isluga (I Regin) perodo Intermedio

    ardo. Boletn de la Sociedad Chilena de Arqueologa 32:6676.

    Baldini, Lidia2003 Proyecto arqueologa del Valle Calchaqu central (Salta, Argentina). Sntesis y perspectivas.

    En Local, Regional, Global: Prehistoria en los Valles Calchaques, editado por Per Cornell y PerStenborg, pp. 219239. Anales Nueva poca No. 6., Instituto Iberoamericano, Universidad deGteborg, Gteborg.

    Bauer, Brian2002 Te Development o the Inca State. University o exas Press, Austin.

    Bennet, Wendell C., Everett F. Bleiler y Frank H. Sommers1948 Northwest Argentine Archaeology. Publications in Anthropology No. 38. Yale University Press,

    New Haven.

    Berberin, Eduardo y Rodolo Rafno1991 Culturas indgenas de los Andes Meridionales. Alambra Longman Editorial, Madrid.

    Berenguer, Jos2004 Caravanas, Interaccin y Cambio en el Desierto de Atacama . Ediciones Sirawi, Santiago de

    Chile.

    Betanzos, Juan de1996 [1551-1557] Crnica y relacin copiosa y verdadera de los reinos de Chile. ranscripcin de I.

    Leonard. Fondo Histrico y Bibliogrco Jos oribio Medina, Santiago de Chile.

    Ceruti, Constanza2001a La Capacocha del Nevado de Chai: Una aproximacin preliminar desde la arqueologa.

    Chungara Revista de Antropologa Chilena 33:279282.2001b Recientes hallazgos en los volcanes Quehuar (6130 m snm) y Llullaillaco (6739 m snm).Actas

    del XIII Congreso Nacional de Arqueologa Argentina 1:313322. Crdoba.2003 Llullaillaco: Sacricios y orendas en un santuario inca de alta montaa . Instituto de

    Investigaciones de Alta Montaa, Universidad Catlica de Salta, Salta.

    Chacn, Sergio1985 Arica en el mbito Inka. En Culturas de Arica, editado por Calogero Santoro y Liliana Ulloa,

    pp. 6165. Serie Patrimonio Cultural Chileno, Ministerio de Educacin, Santiago de Chile.

    Chacn, Sergio y Mario Orellana1982 El ambo Chungara. Actas del VIII Congreso de Arqueologa Chilena:247255. Santiago de

    Chile.

    Checura, Jorge1977 Funebria incaica en el cerro Esmeralda (Iquique I Regin). Estudios Atacameos 5:12141.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    34/40

    648 V. Williams, C. Santoro, . Romero, J. Gordillo, D. Valenzuela y V. Standen

    Cieza de Len, Pedro1985 1553 La Crnica del Per. Historia 16, Madrid.

    Covey, R. Alan2000 Inka Administration o the Far South Coast o Peru. Latin American Antiquity 11:19138.

    DAltroy, erence N.1992 Provincial Power in the Inka Empire. Smithsonian Institution Press, Washington and London.2003 Los Incas. Ariel, Barcelona.

    DAltroy, erence N. y Ronald Bishop1990 Te Provincial Organization o Inka Ceramic Production.American Antiquity 55:120138.

    DAltroy, erence N., Vernica I. Williams y Ana M. Lorandi1998 Te Incas in the Southern Lands. En Variations in the Expression o Inca Power, editado por

    Richard Burger, Ramiro Matos Mendieta y Craig Morris. Dumbarton Oaks Conerence,Washington, D. C., en prensa.

    DAltroy, erence N., Ana M. Lorandi y Vernica I.Williams1994 La produccin y el uso de la alarera en la economa poltica inka. En econologa y organizacin

    de la produccin de cermica prehispnica en los Andes, editado por Izumi Shimada, pp. 395411. Fondo Editorial, Ponticia Universidad Catlica del Per, Lima.

    1998 Ceramic Production and Use in the Inka Political Economy. EnAndean Ceramics: echnology,Organization, and Approaches, editado por Izumi Shimada, pp. 284312. MASCA ResearchPapers in Science and Archeology, Vol. 15. University o Pennsylvania Museum o Archaeologyand Anthropology, Philadelphia.

    DAltroy, erence N., Ana M. Lorandi, Vernica I. Williams, Milena Calderari, Christine A. Hastor,Elizabeth DeMarrais y Melissa B. Hagstrum

    2000 Inka Rule in the Northern Calchaqu Valley, Argentina.Journal o Field Archaeology 27:126.

    Dauelsberg, Percy1959 Contribucin a la arqueologa del Valle de Azapa. Boletn Museo Regional de Arica 3:3652.1983 Investigaciones arqueolgicas en la sierra de Arica, sector Beln. Chungara Revista de

    Antropologa Chilena 11:6384.

    Daz, Luisa y Francisco Vallejo2004 Variaciones culturales en el Valle de Lima durante la ocupacin incaica. Chungara Revista de

    Antropologa Chilena 36:295302.

    Earle, imothy K.1994 Wealth and Finance in the Inka Empire: Evidence rom the Calchaqui Valley, Argentina.

    American Antiquity 59:443460.

    Gonzlez, Luis y Myriam N. arrag2004 Dominacin, resistencia y tecnologa: La ocupacin incaica en el Noroeste Argentino.

    Chungara Revista de Antropologa Chilena 36:393406.

    Gordillo, Jess1993 Catastro, inventario y evaluacin de sitios arqueolgicos del valle medio del Ro Caplina,

    acna. rabajo de itulacin Proesional de Licenciado en Arqueologa, indito. UniversidadCatlica Santa Mara, Arequipa.

    1996 Desarrollo regional tardo y ocupacin Inca en la precordillera de acna. Ciencia yDesarrollo 3:96111.

    2000 Desde iwanaku hasta la ocupacin Inka en el valle medio del Ro Caplina, acnaPer.Cultura y Desarrollo 2:83108.

  • 8/14/2019 Williams Santoro Romero Gordillo Valenzuela Standen_2009 ANDES7

    35/40

    Dominacin Inca en los Valles Occidentales... 649

    Flores Espinoza de Lumbreras, Isabel1969 Inorme preliminar sobre las investigaciones arqueolgicas en acna. En Mesa Redonda de

    Ciencias Prehistricas y Antropolgicas. Publicaciones del Instituto RivaAgero 58B, PonticiaUniversidad Catlica del Per, Instituto RivaAgero, Lima.

    1983 Proyecto de Rescate e Investigacin Arqueolgica Cementerio Peaas. Manuscrito en archivo,Inorme mecanograado, Instituto Nacional de Cultura, Per.

    Focacci, Guillermo1981 Descripcin de un cementerio incaico en el valle de Azapa. Chungara 7:212216.

    Hassing, Ross1985 War and Society in Ancient Mesoamerica. University o Caliornia Press, Berkeley and Los

    Angeles.

    Hidalgo, Jorge y Calogero Santoro2001 El Estado Inca. En Pueblos del desierto entre el Pacco y los Andes, pp. 7284. Universidad de

    arapac, Departamento de Arqueologa y Museologa, Arica.

    Hyslop, John1977 Chulpas o the Lupaca Zone o the Peruvian High Plateau. Journal o Field Archaeology

    4(2):149170.1992 Qhapaqam. El sistema vial incaico. Instituto Andino de Estudios Arqueolgicos y Petrleos

    del Per, Editorial Epgrae, Lima.1993 Factors Inuencing the ransmission and Distribution o Inka Cultural Materials throughout

    awantinsuyu. En Latin American Horizons. A Symposium at Dumbarton Oaks, editado porDonS. Rice, pp. 337356. Dumbarton Oaks Research Library and Collections, Washington, D. C.

    Hyslop, John y Po Pablo Daz1983 El camino incaico: Calchaqu astil (NO Argentino). Gaceta Arqueolgica Andina 1/6:68.

    Julien, Catherine J.

    1983 Hatunqolla: A View o Inca Rule rom the Lake iticaca Region . Publications in AnthropologyVol. 15. University o Caliornia Press, Berkeley.1985 Guano and Resource Control in Sixteenthcentury Arequipa. En Andean Ecology and

    Civilization, editado porShozo Masuda, Izumi Shimada y Craig Morris, pp. 185231. Universityo okyo Press, okyo.

    Krapovickas, Pedro1977 Arqueologa de Cerro Colorado (Dpto. Yavi, Pcia. de Jujuy, Rca. Argentina). Obra del

    Centenario del Museo de La Plata. Antropologa, omo II. La Plata.

    Latcham, Ricardo1928a La alarera indgena chilena. Comisin Ocial Organizadora de la Concurrencia de Chile a la

    Exposicin IberoAmericana de Sevilla, Santiago de Chile.1928b Las inuencias Chinchas en la alarera de Chile y Argentina.Anales de la Sociedad Cientca

    Argentina 4:159196.

    Lorandi, Ana Mara1984 Soocamayoc. Los olleros del Inka en los centros manuactureros del ucumn. Revista de

    Museo de La Plata. Seccin Prehistoria 7(62):303327.

    Lorandi, Ana Mara, Vernica Williams y M. Beatriz Cremonte1991 Identicacin tnica de los mitmaqkuna instalados en el establecimiento incaico de

    Potrero-Chaqu


Recommended