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Actitudes lingüísticas de los brasileños en la frontera amazónica

Date post: 19-Jan-2023
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-809- Actitudes lingüísticas de los brasileños en la frontera amazónica Francisco Moreno Fernández Universidad de Alcalá Instituto Cervantes 1. Introducción Brasil es el país que más fronteras comparte con países hispanohablan- tes. De hecho es difícil encontrar otra nación en el mundo que limite con media docena de países que tengan una misma lengua oficial. Por este moti- vo, todo lo relativo a lo hispánico afecta a la realidad brasileña y tiene capa- cidad de proyectarse sobre su política, su economía, su educación o su cultu- ra (Moreno Fernández 2000). Dentro de Brasil, el estado de mayor tamaño es Amazonas, que a su vez linda nada menos que con tres países hispanoame- ricanos: Colombia, Perú (Soares 1970) y Venezuela (Freitas 1998). El interés por la situación lingüística de la región amazónica ha existido desde siempre, especialmente por la presencia, intensa y extensa, de lenguas indígenas (Quiexalós y Renault-Lescure 2000; Ribeiro 1996). Los puntos de reflexión e investigación han tenido que ver con la catalogación y descrip- ción de esas lenguas, con su mantenimiento o con su tratamiento dentro de programas de enseñanza bilingüe (González 2000; Chirinos 2001, 2002) .En la mayor parte de los casos, las cuestiones de sociolingüística o etnolingüística se han tratado bien a propósito de las lenguas indígenas de modo independiente, bien poniendo en relación estas lenguas con la lengua de cada una de las superestructuras nacionales de la zona: el español en el caso de Venezuela, Colombia o Perú, y el portugués en el caso de Brasil (Rodrígues 1988). Resulta más novedoso, sin embargo, analizar la situación lingüística del Amazonas desde un triple ángulo o, dicho de otro modo, reconociendo la implicación de tres actores lingüísticos: las lenguas indígenas, el portugués y el español. Decimos “las lenguas indígenas” porque estas son diferentes en cada área, incluso de familia diferente, aunque suelen compartir un perfil de uso social, así como una significación étnica y cultural (Bessa Freire 1991, 1999, 2001).
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Actitudes lingüísticas de los brasileñosen la frontera amazónica

Francisco Moreno FernándezUniversidad de Alcalá – Instituto Cervantes

1. Introducción

Brasil es el país que más fronteras comparte con países hispanohablan-tes. De hecho es difícil encontrar otra nación en el mundo que limite conmedia docena de países que tengan una misma lengua oficial. Por este moti-vo, todo lo relativo a lo hispánico afecta a la realidad brasileña y tiene capa-cidad de proyectarse sobre su política, su economía, su educación o su cultu-ra (Moreno Fernández 2000). Dentro de Brasil, el estado de mayor tamañoes Amazonas, que a su vez linda nada menos que con tres países hispanoame-ricanos: Colombia, Perú (Soares 1970) y Venezuela (Freitas 1998).

El interés por la situación lingüística de la región amazónica ha existidodesde siempre, especialmente por la presencia, intensa y extensa, de lenguasindígenas (Quiexalós y Renault-Lescure 2000; Ribeiro 1996). Los puntos dereflexión e investigación han tenido que ver con la catalogación y descrip-ción de esas lenguas, con su mantenimiento o con su tratamiento dentro deprogramas de enseñanza bilingüe (González 2000; Chirinos 2001, 2002).En la mayor parte de los casos, las cuestiones de sociolingüística oetnolingüística se han tratado bien a propósito de las lenguas indígenas demodo independiente, bien poniendo en relación estas lenguas con la lenguade cada una de las superestructuras nacionales de la zona: el español en elcaso de Venezuela, Colombia o Perú, y el portugués en el caso de Brasil(Rodrígues 1988).

Resulta más novedoso, sin embargo, analizar la situación lingüística delAmazonas desde un triple ángulo o, dicho de otro modo, reconociendo laimplicación de tres actores lingüísticos: las lenguas indígenas, el portugués yel español. Decimos “las lenguas indígenas” porque estas son diferentes encada área, incluso de familia diferente, aunque suelen compartir un perfil deuso social, así como una significación étnica y cultural (Bessa Freire 1991,1999, 2001).

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El interés de este estudio se va a centrar en las actitudes lingüísticas delos brasileños que viven en la frontera con Colombia y Perú. El trabajo se harealizado en la localidad de Tabatinga (Brasil), población que es continua-ción (y viceversa) de la ciudad de Leticia (Colombia). En febrero de 2001tuvimos la oportunidad de visitar esta región fronteriza y de proceder a larecolección de diversos materiales lingüísticos, dialectales y sociolingüísticos.Algunos de ellos ya se han presentado en el trabajo “El español en la fronteraamazónica (Brasil-Colombia)” (Moreno Fernández 2001). Ahora ofrecemoscon más detalle los que tienen que ver específicamente con las actitudes delos brasileños hacia la lengua española y hacia las lenguas indígenas. Al mis-mo tiempo se han allegado algunos datos que nos permitirán perfilar laspautas comunicativas de la localidad de Tabatinga y de otros puntos delentorno.

Pero, tras las reflexiones y los datos lingüísticos que se irán presentando,se hallará una cuestión de fondo que ha preocupado sobremanera en losúltimos años y que dará mucho más juego para la argumentación en el futu-ro. Se trata de interpretar adecuadamente el modo en que han de conjugarseen las áreas de frontera las dos tendencias económicas, políticas y socio-culturales que parecen marcar el rumbo internacional del siglo XXI: laglobalización y la regionalización. ¿Cómo participan las lenguas en los pro-cesos de globalización y regionalización? ¿qué lugar ha de ocupar cada len-gua y qué función ha de cumplir? ¿qué supone la coexistencia del españolcon el portugués y las lenguas indígenas en las fronteras hispano-brasileñas?Nuestras conclusiones aspirarán a hacer algún comentario de interés al res-pecto.

2. Lenguas indígenas y lenguas estatales en la frontera: el área de Tabatinga

Tabatinga es la población de Brasil más importante en la frontera conColombia. Su origen se remonta a la fundación del poblado de São Francis-co Xavier de Tabatinga, en la primera mitad del siglo XVIII, como puesto defrontera entre los reinos de España y de Portugal. Hasta 1983 fue unsubdistrito del municipio brasileño de Benjamim Constant. Está situada enmedio de la selva amazónica, en la margen izquierda del río Solimões, que alunirse al río Negro, en Manaus, pasa a llamarse Amazonas. En 1996, supoblación era de 32.000 habitantes; en 2001 rondaba los 38.000. Tabatingaforma con el municipio colombiano de Leticia un área urbana única queconstituye el principal centro demográfico y económico de la zona (OEA1989; Moreno Fernández 2001).

La realidad indígena de la región de Leticia-Tabatinga ofrece un pano-rama algo diferente a un lado y a otro de la frontera. En el lado colombiano,

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se localizan numerosas etnias, entre las cuales destacan la de los uitotos y lade los ticunas. Los primeros son más numerosos en Colombia (6.604) queen Brasil (1.003); los ticunas, en cambio, tienen mucha más presencia enBrasil (23.000) que en Colombia (5.578) (Matos Mar 1995; Ricardo 1996).

A la hora de caracterizar la situación lingüística de la frontera brasileño-colombiana, podría ser útil partir de unos modelos generales que distingandiferentes pautas de usos lingüísticos y que permitan reconocer las de nues-tro territorio. Dentro de un país o estado, podría hablarse, para cada ámbitobilingüe, de una dicotomía “lengua indígena-lengua estatal”: por ejemplo,“uitoto-español”, en el sur de Colombia.

Esquema 1. Coexistencia de lengua indígena y lengua estatal en un territorio

lengua indígena

lengua estatal

En la región del Amazonas, no obstante, suele ser frecuente que, dentrode una misma Nación-Estado, conviva la lengua estatal con diversas lenguasindígenas, que entran en contraste entre sí, a la vez que comparten ciertosvalores frente a la estatal.

Esquema 2. Coexistencia de varias lenguas indígenas con la lengua estatal en unterritorio

lengua indígena X lengua indígena Y

lengua estatal

Ahora bien, en los terrenos de frontera, cada una de esas posiblesdicotomías puede encontrar un nuevo elemento de coexistencia: la lenguaestatal del país vecino (B), que comparte algunas características de su perfilcon la lengua estatal del territorio en cuestión (A), pero que, al mismo tiem-po, puede entrar en contraste con una lengua indígena diferente, como serefleja en el esquema 3. Aquí, las lenguas indígenas también podrían com-partir algunos rasgos en cuanto a su uso social en el contexto multilingüe.

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Esquema 3. Coexistencia de lenguas indígenas y estatales en una frontera

TERRITORIO A TERRITORIO B

lengua indígena X lengua indígena Y

lengua estatal A lengua estatal B

Finalmente, en el esquema 4 se refleja la posibilidad de que las lenguasrespectivas de cada Nación-Estado convivan con una misma lengua indíge-na utilizada a ambos lados de la frontera.

Esquema 4. Coexistencia de lenguas estatales con una misma lengua indígena enuna frontera

TERRITORIO A TERRITORIO B

lengua indígena Z

lengua estatal A lengua estatal B

En los cuatro esquemas, la flecha indica coexistencia; el recuadro traza-do con puntos indica que las lenguas comparten características como instru-mentos de comunicación y la línea central representa la frontera.

En la frontera de la región de Tabatinga-Leticia, encontramos algunasdiferencias entre Colombia y Brasil. En el lado brasileño, la situación seajusta al esquema 1, puesto que la lengua estatal (portugués) entra en con-tacto con una lengua indígena principalmente (ticuna): la demografía deotras etnias, como la de los cocamas o los mayorunas, apenas supera, en elmejor de los casos, los 300 individuos (Ricardo 1996:viii-x). La situacióncolombiana, en cambio, queda mejor reflejada en el esquema 2, puesto quela lengua estatal (español), coexiste con dos lenguas destacadas el uitoto y elticuna, además de otras de menor entidad demográfica (bora, yagua, ocaina).

Ahora bien, vista la zona fronteriza como un todo y poniendo de relievelas lenguas cuyos usos y números de hablantes son más destacados (español,portugués y ticuna), tal vez el esquema que mejor represente el conjunto dela situación sea el número 4, puesto que hay una lengua indígena presente deun modo destacado a ambos lados de la frontera: el ticuna. Tendríamos,pues, que hablar de la superposición de dos tipos de esquemas: en un primernivel estarían el 1 y el 2, que representarían la situación en cada nación-

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estado; en un nivel más general, tendríamos el esquema 4 por el predominioticuna en toda la zona.

Según un informe de la OEA (1989), la población ticuna se concentraprincipalmente en tres áreas: Campo Alegre (8 aldeas), Vendaval y Belém deSolimões (8 y 14 aldeas, respectivamente, vinculadas a Tabatinga) y Umariaçú(11 aldeas). Las relaciones de los ticunas con los pobladores que no sonindígenas son de conflicto, sobre todo en las zonas de pesca, aunque haygrupos de indios semi-aculturados que residen en la periferia de los munici-pios buscando la alfabetización de sus hijos. Socialmente, los ticunas se or-ganizan en clanes patrilineales, que suelen prevalecer por encima de otrotipo de distinciones internas: religiosas (católicos, bautistas, Santa Cruz),geográficas (aldea, Colombia, Brasil) o lingüísticas (dialectos; sistemas derepresentación gráfica).

Al margen del evidente peso de los ticunas, tanto en el lado brasileñocomo en el colombiano, es importante valorar que la población no indígena,a menudo, percibe el mundo indígena como un todo, en el que resultansecundarias (no prototípicas) las diferencias étnicas. Esto vendría a reforzarla validez del esquema 4, en el que la lengua indígena (cualquiera que sea)convive como elemento neutralizado con el español y el portugués a amboslados de la frontera. Paralelamente, puede encontrarse entre los indígenasuna percepción contraria, en la que resultan acentuadas sus diferenciasinterétnicas y donde se neutralizan las de las superestructuras estatales, re-presentadas por la figura del blanco.

3. Cuestiones de método

La intención de este estudio es conocer las actitudes lingüísticas de losbrasileños de la frontera entre Brasil y Colombia, especialmente hacia lalengua española y hacia las lenguas indígenas, con las que tienen un contactointenso y cotidiano. Para cumplir este objetivo general, realizamos una reco-gida de datos in situ mediante observación participativa, entrevistas de di-versos tipos y mediante la aplicación de un cuestionario de preguntas direc-tas. La estructura del cuestionario se basó en la que aplicó Manuel Alvar enlos años setenta en la población de Leticia (Alvar 1977).

El cuestionario de actitudes se divide en cuatro partes. La primera reco-ge los datos personales de los entrevistados, la segunda intenta recoger infor-mación sobre los usos lingüísticos de los brasileños, la tercera está formadapor preguntas acerca de las lenguas indígenas y su enseñanza, y la cuartaincluye preguntas sobre la lengua española. Los cuestionarios se completa-ron mediante entrevistas orales, que se desarrollaron en portugués y en espa-

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ñol, según el deseo de los entrevistados. Las preguntas que forman el cuestio-nario son las siguientes:

Cuestiones sobre usos lingüísticos¿En qué lengua habla en el mercado?¿En qué lengua habla con su familia?¿En qué lengua habla para rezar?¿En qué lengua habla con sus amigos?

Cuestiones sobre lenguas indígenas¿Qué lenguas indígenas se hablan en esta área?¿Se están perdiendo las lenguas de las tribus? ¿ Por qué?¿Sabe de alguna lengua indígena que haya desaparecido?¿Se deben enseñar las lenguas indígenas?¿Qué le parece más importante, ser de una tribu o ser brasileño?

Cuestiones relativas al español¿Tiene ventajas hablar en español?¿Se debe enseñar el español?¿Qué piensa del español?¿Cuál es la lengua de Brasil?¿Cuál es la lengua de Colombia?

El cuestionario se rellenó con ocho informantes brasileños cuyas carac-terísticas se especifican en apéndice. Se trata de seis mujeres y dos hombres,de entre 21 y 56 años, brasileños de nacionalidad, originarios de las localida-des fronterizas de Tabatinga, Benjamim Constant, São Paulo de Olivença oAtalaia do Norte, con la excepción de una informante nacida en Bahia. To-dos ellos residen en la frontera: cinco en el municipio de Tabatinga y tres, enla localidad colombiana de Leticia.

El perfil de nuestros entrevistados brasileños refleja, uno a uno y enconjunto, casos y situaciones típicas de frontera: prácticamente todos sepueden comunicar en español; se dedican a la enseñanza, al apoyo a losindígenas o a una labor religiosa de misiones, aunque también hay un amade casa y un agricultor; el origen de los padres, en la mayoría de los casos, esla propia región de la frontera o el estado de Amazonas; están casados, variosde ellos, con personas del otro lado de la frontera (Colombia, Perú); habi-tualmente desarrollan su vida social, como es común, entre las localidadesde Leticia y de Tabatinga.

Estas entrevistas se complementaron con otras realizadas a indígenas dediversas etnias de los lados colombiano y brasileño, de las cuales dimos cuentaparcialmente en 2001, y que pueden ofrecer un interesante material de con-traste con el fin de llegar a una visión de conjunto más apropiada acerca deesa situación fronteriza. Nuestro modo de proceder para el análisis será funda-mentalmente el de los comentarios cualitativos que, al final, se podrán en

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relación con una de las cuestiones de fondo planteadas en la introducción: ellugar de la lengua española en los procesos de globalización y regionalizaciónde la frontera. Los comentarios se irán refiriendo a cada una de las partes delcuestionario y a partir de las respuestas concretas de los entrevistados, que sereproducen precediéndolas del número de cada informante.

4. Usos lingüísticos de los brasileños de Tabatinga

Los trazos más gruesos del uso que de las lenguas hacen los brasileñosentrevistados en la frontera se pueden dibujar a partir de la informaciónrecogida en cuatro preguntas de nuestro cuestionario.

4.1. ¿En qué lengua habla en el mercado?

El mercado es un ámbito de la vida social en el que entran en contactocolombianos, brasileños, indígenas y personas llegadas de otros lugares cer-canos, como algunas localidades de Perú. Tanto Leticia como Tabatinga cuen-tan con edificios donde se ofrecen los productos del mercado, incluida lapesca recién sacada del río. Por lo general, los habitantes de cada lugar acu-den al mercado más cercano, el de su municipio de residencia, aunque esfrecuente visitar el mercado del municipio vecino.

Las respuestas obtenidas de cada informante para la primera pregunta sereproducen a continuación:

1. Español en Leticia; portugués en Brasil.2. Español en Leticia; portugués en Brasil.3. Español en Leticia (cambia al portugués cuando no saben español); portugués en

Tabatinga.4. Español en Colombia; portugués en Brasil.5. Español en Leticia; portugués en Tabatinga.6. Portugués; ahora que estudia español, habla en español.7. Español.8. Portugués (no “merca”).

En general, cuando se conocen –en mayor o menor grado– las lenguasespañola y portuguesa, lo normal es hacer uso de cada una de ellas según ellugar en que se está: en el mercado de Leticia, los brasileños intentan hablarespañol; en el mercado de Tabatinga, hablan en portugués. La “acomoda-ción” al entorno en el uso de las lenguas también se aprecia en la disponibi-lidad a hablar el español desde el momento en que comienza a conocersemínimamente y en la disposición a adaptarse a las posibilidades lingüísticasdel interlocutor. Estos hechos son especialmente significativos por cuanto elíndice de intercomprensión entre español y portugués es bastante alto y mucho

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más en una situación de frontera en la que se está habituado a oír y leerdiscursos en la otra lengua.

4.2. ¿En qué lengua habla con su familia?

El entorno familiar suele reflejar el lugar que ocupa la lengua maternapara los individuos de una comunidad. Nuestros informantes brasileños di-cen usar con su familia estas lenguas:

1. Portugués.2. Portugués; novio, en portugués.3. Portugués (madre y marido).4. Español, portuñol (marido, cuñado); portugués (padres).5. Español (novio); portugués (padres, marido, hijos).6. Portugués.7. Portugués.8. Portugués (padres, hijos, marido). Si el marido no entiende algo, en español.

Como es de esperar, la lengua familiar de los brasileños entrevistados esmayoritariamente el portugués, incluso cuando se convive, como le ocurre ala informante 8, con hispanohablantes. Esto no impide que se pueda hablarespañol con el marido o el novio si son hablantes de español o que se lespueda hacer una aclaración en su lengua si la comunicación lo exige. Engeneral, la lengua utilizada con los hijos, cuando es el caso, es también elportugués.

4.3. ¿En qué lengua habla para rezar?

Para el más íntimo de los dominios de uso, el de la reflexión personal ola oración, las respuestas proporcionadas por los informantes son las siguientes:

1. Personal, en portugués, para compartir, en portugués.2 Portugués.3. Portugués.4. Portugués.5. Portugués.6. Portugués.7. Portugués; en la iglesia, español.8. Español.

Como se aprecia, la lengua utilizada por los brasileños de la fronterapara el uso de la oración es mayoritariamente el portugués, aunque el uso delespañol aparece cuando la oración se realiza en un ámbito social, como laiglesia. Esto da una idea de la capacidad de adaptación al entorno, así comode la naturalidad en el paso de una lengua a la otra cuando el ámbito socialcambia. El caso de la informante 8 es el de una mujer, residente en Leticia,

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casada con un colombiano, que asiste a los oficios religiosos en su municipiode residencia, donde estos se desarrollan en español.

4.4. ¿En qué lengua habla con sus amigos?

De nuevo en un ámbito social, el del contacto de las relaciones amisto-sas, se observa una acomodación a la lengua del otro, en este caso tanto porrazones del lugar de la comunicación como por el perfil lingüístico de losinterlocutores. Estas son las respuestas:

1. En Leticia, en español; en Tabatinga, en portugués.2. Con colombianos, en español; le gusta cambiar.3. Con colombianos, en español; con brasileños, en portugués.4. Portuñol.5. En Leticia, en español o portugués (si entienden); en Tabatinga, en portugués.6. En Leticia, en español; en Tabatinga, en portugués.7. Entre extranjeros, parte portugués y parte español; entre brasileños, portugués.8. En Brasil, puro en portugués.

Las entrevistas nos dejan ver que, en Colombia y con colombianos, losbrasileños hablan en español y que, en Tabatinga y con brasileños, lo hacenen portugués. Este patrón general no es óbice para que se pueda hablar por-tugués en Leticia, si los interlocutores lo entienden. Tampoco quiere decirque está garantizado un uso de la lengua española con un nivel equivalente alnativo: la informante 4 respondió que con sus amigos colombianos hablabaen “portuñol”.

Con el nombre de portuñol, se suele hacer referencia, en este contexto,al resultado del dominio insuficiente de la otra lengua (en este caso, el espa-ñol por parte de los brasileños) y no tanto a una mezcla habitual,mínimamente estabilizada socialmente o percibida como tal. En la frontera,lo que podría llamarse portuñol es más que nada un fenómeno individualque tendrá un aire más portugués o más español según el origen lingüísticodel hablante. Desde un punto de vista social, lo que encontramos es un uso(o una intención de uso) bien del español, bien del portugués. Desde estaperspectiva, la situación es diferente en la frontera de Brasil con Uruguay,donde el contacto entre lenguas ha ido creando una modalidad con elemen-tos mezclados, percibida como tal, aunque inestable, a la que se da el nom-bre de “frontrerizo” o “fronteiriço” (Elizaincín 1992).

5. Actitudes hacia las lenguas indígenas

El cuestionario de actitudes ofrecía preguntas que fueron propuestas aindígenas y a brasileños no indígenas. En este momento nos interesan lasrespuestas de estos últimos, pero habrá lugar para la comparación con las

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respuestas obtenidas de los indígenas. Acerca de cuestiones relativas a laslenguas indígenas, se hicieron cinco preguntas directas, cuyas respuestas,también con indicación del informante, se irán presentando a continuación.

5.1. ¿Qué lenguas indígenas se hablan en esta área?

La primera pregunta busca el nivel de conocimiento que los brasileñostienen sobre la situación lingüística indígena del territorio. Estas fueron lasrespuestas:

1. En Brasil, el ticuna; en Colombia, ticuna, matapí, uitoto (hay más variedades).2. Ticuna.3. Ticunas.4. Ticuna.5. En Umariaçú, se habla ticuna.6. En Brasil, ticuna. Cerca de Acre, marubu.7. Varias lenguas: ticuna, casetero, marubu, /bitótas/.8. Ticuna, en Umariaçú.

Reconociendo que la situación del lado de Brasil es menos complejaque la colombiana, en general los brasileños de la frontera tienen una ideaclara del peso que los ticunas tienen en la zona. Es bien conocida también lasituación de Umariaçú, una de las áreas ticunas, con 11 aldeas y una pobla-ción de más de 3000 indígenas. En los territorios fronterizos se tiene con-ciencia de la importancia del elemento indígena, en su conjunto, así comode su diversidad: el informante 1 sabe que hay más etnias indígenas en ellado colombiano; el informante 7 afirma que en el lado brasileño se utilizanvarias lenguas. Este conocimiento no está reñido con una percepción delelemento indígena como un todo, percepción que se desprende de las entre-vistas realizadas y de la que es difícil escapar cuando se hace una descripcióngeneral de la región.

5.2. ¿Se están perdiendo las lenguas de las tribus? ¿Por qué?

En la línea de averiguar el grado de conocimiento de la realidad indíge-na, se incluyó esta pregunta, que proporcionó los siguientes resultados.

1. Sí. Hay influencias de la sociedad en los más jóvenes.2. Sí. No quieren reconocerse como indígenas. No tienen preocupación.3. No sabe. Hablan ticuna entre ellos, español en Colombia y portugués en Tabatinga.

No se pierde. Se suma otra lengua, que es el portugués.4. No, la gente cada vez lo habla más; hasta hay clases de ticuna.5. Sí, por la influencia de nosotros. Los propios profesores meten el portugués. Se

pierden las costumbres. La religión católica y evangélica. Los jóvenes tienen ver-güenza.

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6. Sí, porque muchos ticunas están viviendo en la ciudad y lo pierden. Por el contactocon los blancos. Tienen vergüenza de hablar ticuna.

7. Sí, porque se están mezclando con brasileño y español.8. Sí, por el ambiente que está viviendo; los profesores se han civilizado.

En líneas generales, existe la percepción de que las lenguas indígenas seestán perdiendo. Tan solo una de las profesoras, de 33 años, afirma de formarotunda que el ticuna cada vez se habla más, argumentando el hecho de quese pueda estudiar. La informante 3 adopta una perspectiva más general ypone el acento en la capacidad de los indígenas para hablar su lengua, espa-ñol y portugués, según el lugar en que estén.

Las razones que se ofrecen para explicar el porqué de la desaparición delas lenguas indígenas apuntan al contacto con la sociedad de modelo estataly a la influencia de la vida urbana y del portugués sobre los niños y losjóvenes, como factores clave. La escuela y la religión parecen ser elementosdecisivos en el proceso. Esa convivencia con el modelo cultural de la Na-ción-Estado ha llevado a que se aprecie en algunos indígenas un sentimientode vergüenza al hablar su lengua o de despreocupación hacia lo propio, se-gún algunos de nuestros entrevistados brasileños.

5.3. ¿Sabe de alguna lengua indígena que haya desaparecido?

No saben mucho nuestros brasileños sobre el devenir histórico de laslenguas indígenas de la frontera. Así lo revelan sus respuestas.

1. En Brasil se perdió una que fue la lengua madre: tupí [¿].2. No sabe.3. No se acuerda.4. Sólo por los libros.5. No. La “língua geral” /aníngato/.6. La de los nonuyas.7. No sabe. La lengua de Amazonas. La lengua guaraní.8. No.

Se tienen nociones, por la formación escolar, de la existencia de unalengua general (língua geral, lengua madre, lengua del Amazonas), que era eltupí y que desapareció como tal lengua general. En un caso se habla de ladesaparición de una lengua, la nonuya, que sigue existiendo en el Alto Ama-zonas, si bien con muy pocos hablantes. La respuesta que apunta la desapa-rición del “guaraní” (informante 7) la relacionamos con las que se refieren al“tupí”. La informante 5 llama /aníngato/ a la lengua general. Ofrecemos larespuesta en trascripción fonológica, tal y como fue emitida por la infor-mante, porque no estamos seguros de su ortografía ni de su origen.

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5.4. ¿Se deben enseñar las lenguas indígenas?

Las respuestas a nuestra cuarta pregunta sobre las lenguas indígenas fue-ron unánimes: sí hay que enseñar lenguas indígenas. Estos son los detalles:

1. Sí.2. Sí, porque los indígenas tienen mucho que enseñar. Es enriquecedor.3. Sí, para que no se pierda su lengua. Los de Tabatinga deberían conocer un poco de

ticuna o de su cultura.4. Sería bueno en nuestra área, por la gran concentración de ticunas.5. Sí, tienen que conservar eso.6. Sí, deben incentivar a los indígenas; es importante para la cultura; uno debe valorar

lo que es suyo.7. Sí, porque mucha gente no sabe, mucha gente no conoce los orígenes de los anti-

guos.8. Sí, debe mantener su forma de vida, de ser, de hablar, sus costumbres.

Los matices van desde el sí rotundo que no necesita explicaciones hastael comentario menos radical sobre su conveniencia, pero siempre con res-puesta afirmativa. Los brasileños de la frontera conceden un gran valor a laaportación de la cultura indígena y destacan la necesidad de conservar unosvalores tradicionales y característicos, que son marca de su identidad étnica,pero también de la identidad de la región. Los indígenas enriquecen la zonay tienen mucho que enseñar, hasta el punto de que “los de Tabatinga debe-rían conocer un poco de ticuna y de su cultura”.

5.5. ¿Qué le parece más importante, ser de una tribu o ser brasileño?

En una investigación de este tipo, es inevitable plantear la cuestión delsentimiento indígena y brasileño. Las respuestas que se recogieron fueron lassiguientes:

1. Es más importante la tradición. Se considera más brasileño.2. Para el indio, debería considerarse miembro de la tribu. Ante todo de su tribu,

después de su nacionalidad.3. Considerarse de la tribu, pero son brasileños. La tierra es más de ellos que nuestra.4. Ser de la tribu.5. Mejor sentirse como es: indígena. También es brasileño, pero mejor sería conservar

el indígena.6. Que se consideren de una tribu.7. El indígena debe estar en su lugar. Tener contacto con los brasileños, pero estar en

su lugar.8. Debe sentirse primero lo que es. Con los brasileños hay que hablar portugués. Hay

muchos que no quieren.

Los brasileños entrevistados conceden mucha importancia a la tradi-ción y opinan en consecuencia: para los indios debe ser más importante

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considerarse miembros de su tribu, y, sólo en una segunda dimensión, brasi-leños. Se piensa que el contacto con lo brasileño debe existir y que los indí-genas deben tener conocimientos de portugués, pero ante todo deben estaren su lugar. El sentimiento es, pues, de respeto y de aceptación de lo indíge-na en su forma natural de manifestarse, sin cerrar las puertas al contacto. Talcoincidencia de criterios contrasta con la diversidad de opiniones encontra-da entre los indígenas a los que tuvimos ocasión de plantear esta mismapregunta (Moreno Fernández 2001). En las entrevistas con indígenas se nosapuntó la importancia de los dos sentimientos en la localidad de BenjamimConstant, frente a la postura de dos informantes jóvenes (16 y 19 años) quemantenían la importancia de sentirse brasileños y frente a la de dos infor-mantes de Atalaia do Norte (38 y 49 años, marubu y mayuruna respectiva-mente), para quienes lo más importante es ser indígena porque es bonito.

6. Actitudes hacia la lengua española

En el trabajo que presentamos en septiembre de 2001, en el Congresode la Lengua Española de Valladolid, tuvimos la oportunidad de anticiparalgunos resultados sobre las actitudes de los brasileños de la frontera hacia elespañol. En general, es evidente que los informantes brasileños de Tabatingamuestran una actitud muy favorable hacia la lengua española, hacia su uso ysu aprendizaje.

6.1. ¿Tiene ventajas hablar en español?

Es cierto que esta pregunta se planteaba en términos positivos, pero enningún momento se observó un resquicio para lo negativo en las conversa-ciones con los brasileños. Estas fueron sus respuestas:

1. Sí, el dominio de la lengua, para descubrir más cosmovisión y conocimiento. Mien-tras más idiomas [sic] mejor. Vas rompiendo fronteras. Las enseñanzas que el espa-ñol deja. Se abren campos.

2. Para mí, sí. Estudiar en el extranjero. Trae facilidades para comunicar.3. Sí, porque alrededor de Brasil todo habla [sic] español. Es muy útil en la frontera.4. Sí, para poder comunicarme. Por la frontera. Para tener amigos.5. Sí, para estudiar, para el trabajo.6. Es una lengua más para enseñar, usar, traducir, ayudar a alguien.7. Sí, a veces se pierde un empleo por no hablar un idioma.8. Sí, es muy bueno que uno aprenda a hablar varios idiomas.

Las ventajas que se aprecian en el español son muchas y variadas: abrecampos y es útil en la frontera, permite comunicarse y salir al extranjero, esbueno para el trabajo, a veces se pierde el empleo si no se habla español,porque es bueno saber idiomas, porque es una lengua para enseñar, usar,

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traducir y ayudar a la gente, y porque alrededor de Brasil todos hablan espa-ñol. Más razones, más diversas y más claras no se pueden dar y, además, enellas se conjuga lo práctico con lo romántico. Llamamos la atención sobre lasreferencias al español como lengua de la frontera, por un lado (característicade la zona), y como lengua del entorno internacional de Brasil, por otro.

6.2. ¿Se debe enseñar el español?

En consonancia con las respuestas anteriores se hizo una valoraciónunánimemente positiva sobre la enseñanza del español.

1. Sí, respetando la lengua madre. Es muy importante por la frontera.2. Sí, en América del Sur es el idioma que más hay. Debería haber una

preocupación.3. Sí, en las escuelas municipales; no se enseña.4. Sí. Ahora no se enseña.5. Sí. Este año, en algunas escuelas de bachillerato están cambiando el inglés

por el español.6. Sí, porque vivimos en la frontera. Es importante que los brasileños hablan

[sic] español, así como que los colombianos hablen portugués.7. Sí, en todas las escuelas, practicar varios tipos de lenguas.8. Sí, en Brasil, en la escuela. Es más oportuno.

Los brasileños de la frontera piensan que se debe enseñar en todas lasescuelas, porque es el idioma más usado en América del Sur y porque vivenen la frontera, respetando la lengua madre. Una mujer de 40 años afirmabaque en la frontera es importante que los brasileños hablen español, así comoque los colombianos hablen portugués. Una vez más se recogen referencias ala doble perspectiva: la regional (lengua de frontera) y la globalizadora (idio-ma de América del Sur).

6.3. ¿Qué piensa del español?

Las impresiones subjetivas que provoca el español también son muyinteresantes.

1. Es muy similar al portugués. Hay muchos “sinónimos”. Es más fácil queel brasileño entienda español.

2. Me gusta. Una lengua muy parecida al portugués. Muy fácil hablarlo.3. Es una lengua muy rica. Muy parecida. Importante para nuestra región

por Mercosur.4. Me gusta. Siempre me ha gustado desde niñita: veía programas.5. Es una lengua buena de aprender. Parecida al portugués. Nos queda más

fácil.

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6. Me gusta mucho. Está creciendo mucho.7. Es buena. Es una lengua simple.8. Me parece bien. Le gusta por el tiempo que lleva en Colombia.

Como se observa en las respuestas, se valora mucho su proximidad alportugués para el aprendizaje, su (aparente) facilidad, su gran crecimiento ysu importancia dentro del Mercosur. Subjetivamente, en todos los casos sepresenta como una lengua que gusta y que parece bonita y agradable.

6.4. ¿Cuál es la lengua de Brasil?

Las dos últimas cuestiones son características e inevitables en los estu-dios de actitudes lingüísticas realizados con técnicas de encuesta directas. Serefieren al nombre de las lenguas, muy revelador de la percepción que setiene de ellas.

1. Portugués.2. Portugués.3. Brasileiro: los portugueses hablan diferente.4. Portugués.5. Portugués.6. Portugués.7. Portugués.8. Portugués.

En el caso de la lengua de Brasil, la respuesta es unánime, por más que lainformante 3, profesora, haya hecho un comentario sobre la diversidadgeolingüística de la lengua, apuntando incluso un nombre diferenciador(brasileiro). Como se observa, no se hizo ninguna referencia a las lenguasindígenas.

6.5. ¿Cuál es la lengua de Colombia?

Estas son las respuestas de nuestros informantes brasileños.

1. Español. Porque viene de España.2. Español.3. Español: hay diferencias regionales.4. Español.5. Español.6. Español o castellano.7. Español.8. El español.

La lengua de Colombia es el español, aunque la maestra de 24 añosdestaque también su diversidad regional y la misionera apunte la posibilidad

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de las dos denominaciones. Tampoco aquí hay referencia espontánea a laslenguas indígenas.

Si comparamos las actitudes hacia la lengua española de los brasileñosentrevistados, con las de los indígenas del lado brasileño de la frontera, apre-ciamos con nitidez una coincidencia en la valoración positiva hacia el espa-ñol, que resulta especialmente significativa por tratarse de grupos de indivi-duos bien diferenciados lingüística y socialmente. Los indígenas entrevista-dos piensan que el español es una de las lenguas principales de la frontera yque se debería enseñar a los indios para facilitar la comunicación y los con-tactos humanos de todo tipo. El español de la frontera ha sido capaz deaunar criterios y actitudes en todos los que habitan en la región, indígenas oblancos.

7. La lengua española en los procesos de globalización y regionalización en lafrontera

Los juicios de los hablantes a los que hemos tenido la oportunidad deentrevistar ponen el dedo en la llaga. El desarrollo futuro de la regiónamazónica fronteriza ha de contar con la lengua española como instrumentode acción social y cultural. Al mismo tiempo, no parece que ese futuro sepueda entender sin la presencia, activa también, de las lenguas indígenas. Laimportancia del portugués no merece mayores comentarios, por obvia.

Hacíamos alusión más arriba a la doble tendencia que está marcandointernacionalmente la economía, la sociedad y la cultura: globalización yregionalización (Castells 1997:146-152). Desde este punto de vista, la fron-tera de Brasil y Colombia debería acusar la influencia clara de unos patronesglobalizadores, propuestos (o impuestos) desde las superestructuras estata-les, a la vez que iría desarrollando su particular personalidad regional, que lallevaría a ocupar un lugar específico dentro de la estructura global. AfirmaAbínzano (2002:2-3), haciéndose eco de una corriente de pensamiento másamplia, que toda globalización implica especializaciones regionales o localesy que esta responde a determinaciones culturales externas con el fin de adap-tarse a ellas o de plantear estrategias alternativas. A este doble juego o conju-gación de tendencias aparentemente inversas se le ha dado un nombre: lo hahecho Gustavo Lins Ribeiro (1997). El nombre es “glocalización”.

En nuestra opinión, la lengua española es elemento clave en la dobletendencia comentada. Por un lado, favorece la globalización porque permiteo, al menos facilita, el contacto con otras regiones del continente y, final-mente, con estructuras más amplias. La región brasileña de Amazonas tienecontacto con tres países hispanohablantes (Venezuela, Colombia, Perú), a loque hay que añadir las fronteras de Brasil con otros cuatro (Bolivia, Para-

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guay, Uruguay y Argentina). Y, más allá de los territorios limítrofes, el con-tacto con el español se generaliza a las relaciones comerciales y políticas contoda la América hispanohablante y con una de las más extensas comunida-des lingüísticas del mundo.

En la tendencia contraria, el español es elemento decisivo en la cons-trucción de la identidad del territorio fronterizo, junto al manejo de las len-guas indígenas y, obviamente, del portugués. Hay otras regiones en Brasil enlas que el portugués coexiste con lenguas indígenas. De la misma forma,existen otras regiones brasileñas en las que la lengua oficial de la Repúblicaconvive o estrecha nítidamente sus relaciones con la lengua española: la fron-tera con Uruguay es el caso tal vez más significativo, por historia y por geo-grafía (Elizaincín 1992; Moreno Fernández 2003). Sin embargo, la peculia-ridad de la región fronteriza del Amazonas es la presencia intensa yvertebradora de las lenguas indígenas, el portugués y el español, y es el espa-ñol el término más netamente distinguidor.

Así pues, la situación de la frontera brasileña con Colombia permiteidentificar el español como instrumento, a la vez, de globalización y deregionalización; como instrumento, en definitiva, de glocalización, siguien-do el juego terminológico de Lins Ribeiro. El panorama parece bien perfila-do en el conjunto de las situaciones lingüísticas de Brasil, aunque no esexclusivo en el dominio del español: en algunas zonas del norte de África, lalengua española –su presencia viva y sus efectos históricos– es una de lasclaves en la construcción de la personalidad regional, porque marca la dife-rencia en áreas en las que coexisten el árabe tradicional con el francés y, enalgunos lugares, también con alguna de las modalidades bereberes o tamazight.La función globalizadora y regionalizadora del español es, hoy por hoy, unarealidad en diversas regiones del mundo.

8. Conclusión

Las actitudes lingüísticas de los brasileños entrevistados para este estu-dio no dejan lugar a dudas en cuanto a su carácter favorable hacia la lenguaespañola y hacia las lenguas indígenas. Como se ha podido comprobar, lasrazones que avalan la actitud favorable hacia lo indígena tienen que ver prin-cipalmente con la conservación de una identidad étnica y cultural, mientrasque las razones que sustentan el favor hacia el español se basan en el ampliouso de esta lengua y en su carácter práctico dentro de la región. Nuestrosinformantes brasileños, hablantes de portugués y que mantienen su lenguaen todo tipo de ámbitos –individuales, familiares y sociales–, dejan ver lanaturalidad del uso del español en los dominios sociales de la frontera.

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En nuestra particular opinión, las conclusiones más importantes quepueden extraerse de estas páginas se resumen en tres puntos: en primer lugar,la actitud netamente favorable hacia la lengua española por parte de los bra-sileños que viven en la frontera; en segundo lugar, la conveniencia de incor-porar el estudio del español de una manera sistemática y adecuada a loscurrículos de la enseñanza primaria y secundaria en la zona; por último, laimportancia del español en el área brasileña como instrumento, a la vez, deglobalización y de regionalización, en un proceso armonizado con el lugarque ocupan en la frontera las lenguas indígenas y la lengua portuguesa.

REFERENCIAS

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Soares, T. 1970. História da formação das fronteiras do Brasil. Rio de Janeiro: Bivlitecado Exército.

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APÉNDICE

Fichas de informantes

Informante 1Nombre: Janio Caldas Luceiro.Sexo: hombre.Edad: 23 años.Lugar de nacimiento: Tabatinga (Brasil).Estudios: secundaria completa; curso de contabilidad e informática.Profesión: apoyo a los indígenas. Coordinación del proyecto “Catazonia”.Lugar de nacimiento de los padres: padre: São Paulo de Olivença (AM, Brasil);madre: Benjamim Constant (AM, Brasil).Idiomas: L1: portugués; L2: español. “De vez en cuando el inglés, pero no lodomino mucho”.Medios de comunicación: TV de Brasil; noticieros en español; prensa enportugués y en español.Residencia: Tabatinga.

Informante 2Nombre: Antónia Mariainés Goes Alves.Sexo: mujer.Edad: 21 años.Lugar de nacimiento: Tabatinga (Brasil).Estudios: secundaria completa; primer curso de lingüística.Profesión: profesora de Enseñanza Primaria. Colegio Municipal “JosiedesAndrade”.Lugar de nacimiento de los padres: Tabatinga.Novio: Leticia, de familia brasileña..Idiomas: L1: portugués; L2: español. Aprendió en el contacto con los peruanos.Residencia: Tabatinga.

Informante 3Nombre: Patricia Rocha Spitale.Sexo: mujer.Edad: 24 años.Lugar de nacimiento: Benjamim Constant (AM, Brasil).Estudios: Magisterio.Profesión: profesora de pre-escolar: escuela del municipio de Tabatinga..Lugar de nacimiento de los padres: madre: Tabatinga.Esposo: Rio de Janeiro (Brasil); suegros: argentinos.Idiomas: L1: portugués; L2: español; inglés.Residencia: Tabatinga, desde 1978.

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Informante 4Nombre: Antónia Elizete Ferreira de Lima.Sexo: mujer.Edad: 33 años.Lugar de nacimiento: Atalaia do Norte (AM, Brasil). En Tabatinga desde 1971.Estudios: Magisterio.Profesión: profesora de pre-escolar.Lugar de nacimiento de los padres: Tabatinga y Atalaya do Norte (Brasil).Esposo: Perú.Idiomas: L1: portugués; L2: español.Residencia: Tabatinga.

Informante 5Nombre: Marciclea da Silva Goes.Sexo: mujer.Edad: 33 añosLugar de nacimiento: São Paulo de Olivença (AM, Brasil).Estudios: Magisterio.Profesión: profesora de primaria para adultos; colabora con la comunidad ticunade Umariaçú.Lugar de nacimiento de los padres: São Paulo de Olivença (padre: vive enTabatinga; madre: vive en Manaus.Esposo: colombiano; hijo: de Tabatinga; novio actual: colombiano.Idiomas: L1: portugués; L2: español; inglés.Residencia: Tabatinga.

Informante 6Nombre: Irene Dies Rocha.Sexo: mujer.Edad: 40 años.Lugar de nacimiento: Planalto (Bahia, Brasil).Estudios: secundarios completos; primer curso de Lingüística; estudia comercioen Leticia.Profesión: misionera (Iglesia Bautista).Lugar de nacimiento de los padres: Bahia (Brasil).Idiomas: L1: portugués; L2: español; inglés.Residencia: En Benjamim Constant entre 1995 y 1998. Leticia, desde 1998.

Informante 7Nombre: Jordão Oliveira Caldas.Sexo: hombre.Edad: 56 años.Lugar de nacimiento: São Paulo de Olivença (AM, Brasil).Estudios: leer y escribir.

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Profesión: fazenda: agricultor.Lugar de nacimiento de los padres: padre: Amazonas (Brasil); madre: Belémdo Pará (Brasil).Esposa: Benjamim Constant.Idiomas: L1: portugués; L2: español.Residencia: Leticia, desde 1950.

Informante 8Nombre: Carmosinda Bautista de Whiler.Sexo: mujer.Edad: 53 años.Lugar de nacimiento: Benjamim Constant.Estudios: primarios.Profesión: ama de casa.Lugar de nacimiento de los padres: Benjamim Constant.Esposo: Leticia; 3 hijos de Leticia.Idiomas: L1: portugués; L2: español.Residencia: Leticia (Barrio Jardín), desde 1967. En el barrio habla portuguésporque hay muchos brasileños.


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