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Aemilius Aemilianus, un nuevo gobernador de Lusitania / SAQUETE CAMIZO, J.C. / MOSQUERA MÜLLER,...

Date post: 17-Jan-2023
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Anas - IV-V (1993) pp. 3I - 43 31 AEMILIUS AEMILIANUS, UN NUEVO GOBERNADOR DE LUSITANIA* JOSE CARLOS SAQUETE CHAMIZO JOSE LUIS MOSQUERA MÜLLER JUANA MARQUEZPEF*EZ La inscripción que nos ocupa apareció en el mes de Marzo de 1991, en el curso de una intervención de urgencia llevada a cabo por el Gabinete de Arqueología del Patronato de la Ciudad Monumental de Mérida, al que pertenecemos dos de nosotros. Dicha ex- cavación tuvo lugar en el no 9 de la calle Piedad, correspondiente a la hoja 29S-QD-31 OON del parcelario de Mérida, parcela 0310511, solar 04, muy cerca del foro municipal de la antigua Emerital. Lapieza se encontrabareutilizadacomo material de construcción en un muro de época moderna (fig. 1), edificado sobre una ealzadaque, por su factura, es a todas luces tardía, y que desembocaba en el kardo maximus de la ciudad, situado tan sólo unos veinte metros más arriba2. El carâcte.r votivo del epígrafe nos indica que procede con seguridad de algún edificio. religioso del foro municipal, y el peso y las dimensiones del ara, bastante res- petables, nos invitan a pensar que éste no estuvo muy lejos del lugar donde fue hallada. De hecho, sabemos que en la calle Los Maestros, muy cerca de allí, apnecieron ya hace unos años los restos de un podium de sillares de gran tamaño, muy bien escuadrados3. (*). Queremos hacer constar nuestro sincero agradecimiento a los Dtres. J. M. Alvarez Martlnez y A. padilla Monge por sus valiosas apreciaciones y sugerencias. (1). J. M. Alvarez Martlne-2, El pyente y el urbanisino româno de Augusta Emérita. Tesis doctoral me- canografiada, Madrid, 1982, pp. 227 ss. (2). J. M. Alvarez Martínez, El.puente..., pp. 204 ss. (3). Agradecemos esta noticia a Don Antonio Díaz Pintiado.
Transcript

Anas - IV-V (1993) pp. 3I - 43 31

AEMILIUS AEMILIANUS, UN NUEVOGOBERNADOR DE LUSITANIA*

JOSE CARLOS SAQUETE CHAMIZOJOSE LUIS MOSQUERA MÜLLER

JUANA MARQUEZPEF*EZ

La inscripción que nos ocupa apareció en el mes de Marzo de 1991, en el curso de unaintervención de urgencia llevada a cabo por el Gabinete de Arqueología del Patronato dela Ciudad Monumental de Mérida, al que pertenecemos dos de nosotros. Dicha ex-cavación tuvo lugar en el no 9 de la calle Piedad, correspondiente a la hoja 29S-QD-31OON del parcelario de Mérida, parcela 0310511, solar 04, muy cerca del foro municipalde la antigua Emerital.

Lapieza se encontrabareutilizadacomo material de construcción en un muro de épocamoderna (fig. 1), edificado sobre una ealzadaque, por su factura, es a todas luces tardía, yque desembocaba en el kardo maximus de la ciudad, situado tan sólo unos veinte metrosmás arriba2. El carâcte.r votivo del epígrafe nos indica que procede con seguridad de algúnedificio. religioso del foro municipal, y el peso y las dimensiones del ara, bastante res-petables, nos invitan a pensar que éste no estuvo muy lejos del lugar donde fue hallada.De hecho, sabemos que en la calle Los Maestros, muy cerca de allí, apnecieron ya haceunos años los restos de un podium de sillares de gran tamaño, muy bien escuadrados3.

(*). Queremos hacer constar nuestro sincero agradecimiento a los Dtres. J. M. Alvarez Martlnez y A. padillaMonge por sus valiosas apreciaciones y sugerencias.

(1). J. M. Alvarez Martlne-2, El pyente y el urbanisino româno de Augusta Emérita. Tesis doctoral me-canografiada, Madrid, 1982, pp. 227 ss.(2). J. M. Alvarez Martínez, El.puente..., pp. 204 ss.(3). Agradecemos esta noticia a Don Antonio Díaz Pintiado.

32 JOSE CARLOS SAQUETE / JOSE LUIS MOSQUERA / JUANA MARQUEZ

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"Aemilius Aemilianus, un nuevo gobernador de Lusitania"

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JOSE CARLOS SAQUETE / JOSE LUiS MOSQUERA / JUANA MARQUEZ

En el mismo solar donde se ha encontrado el eplgrafe existen también tres grandes si-llares colocados en hilera, lo que puede hacer pensar en otro podium; sin embargo, la

construcción está en muy malas condiciones, y, además, penetra en la calle colindante,

por lo que no es posible dilucidar con claridad a que tipo de estructura pertenece. Por ú1-

timo, hay que hacer mención de los tambores de columnas y capiteles hallados en el n" 7

de la calle Romero Leal, pertenecientes probablemente a un temploa.

DESCRIPCTÓN ON LA, PTEZASe trata de un ara votiva de m'iármol, que, por su textura, podría provenir de las can-

teras de la cercana localidad portuguesa de Estremoz, la antigua Borba. Está fragmentada

en sus cuatro esquinas superiores y en la parte inferior derecha, no afectando ninguna de

estas roturas al texto. En su parte superior tiene un focus rebajado de 50 cms. de diá-

metro, que no se conserva muy bien; parcce que no portó pulvini. En su cara posteriorqueda marco sin trabajar y sin molduras. No tiene ningún tþo de decoración.

Tiene unas dimensiones de 1 m. de alto, 0.88 m. de ancho y 0.71m. de grosor. Se en-

cuenffa actualmente en el almacén de la Alcazaba de Mérida.El campo epigrâfico en el que se desarrolla el texto es de 0.80 m. de alto por 0.67 m.

de ancho, y viene definido por una cartela. LaleÍ:a es capital libraria, bastante bien hecha,

aunque en varios casos sus trazos no son muy firmes. Su altura varía, siendo la siguiente:

1u 1ín.: 11.5-10 cms; 2u lín.: 7 cms; 3u lín.: 5 cms.; 4u lín.: 4.5 cms.; 5u 1ín.: 5 cms.; 6o lín.:4.5. cms. La interpunción es espinosa.

El texto es el siguiente:

DEO

IOVI

AEMILIUS . AEMILIANUS

V.P.P.P.V.L.PRO SVA AC SVORUM

. INCOLIJMITATE

POSVIT

En la cuarta línea,la "O" de SUORUM tiene un tamaño menor. Posiblemente ello se

debe a un olvido del lapidarius, que tuvo que acomodarla posteriormente al espacio que

le quedaba. También, por la misma razón,la "L" de AEMILIANUS es prácticamente

una "I". Hay que hacer referencia, además, a las líneas exteriores curvadas que presentan

algunas letras (V, M y N).

(4). J. M. Alvarez Mallrínez, El puente..., p. 240.

"Aemilius Aemilianus, un nuevo gobernador de Lusitania"

El desarrollo que proponemos es el siguiente:

Deo / Iovi / Aemilius Aemilianus / v(ir) p(erfectissimus) p(raeses) p(rovinciae)V(lterioris) L(usitaniae) pro sua ac svorum / incolumitate / posuit.

Además de la señalada, se nos han planteado otras dos posibilidades sobre la in-terpretación de las siglas Y.L. Por un lado, nos fue sugerida la lectura provinciaeVettoniae et Lusitaniae, ante los testimonios epigráficos que poseemos de unos pro-curatores provinciae Lusitaniae et Vettoniaes, que reflejan, según M. Marchetti6, dos

distritos diferentes a efectos fiscales y de reclutamiento. .Sin embargo esta lectura nos pa-

rece demasiado forzada, ya que sólo aparece haciendo referencia a procuratofes, y ten-

dríamos que invertir el orden de los términos Lusitania y Vettonia.La otta posibilidad era leer yotum libens, que, aunque no se puede descartar to-

talmente, no nos parece acertada en este caso, ya que en este tiempo son muy comunes las

inscripciones en las que las siglas "v.p.p.p." son seguidas por el nombre de la provincia,muchas veces abreviado, como sucede en Nórico Mediterr¡ánea7, Retia8, MauritaniaCesariensee, Mauritania Sitifensel0, Numidiall, o la misma Lusitanial2, aunque tambiénaparecen desarrollados. Si bien es cierto que no es imprescindible la mención de la pro-vincia, tampoco 10 es, a pesar del caúrcier votivo del epígrafe, la fórmula votum libens. Aeste respecto, y como ejemplo, es ilustrativa una inscripción de Gallaecial3, en la que

Aco Cafulino, pråeses Gallaeciae, hace una dedicatoria a Júpiter Optimo Máximo en los

siguientes términos: "pro salute sua suorumque omnium posuit".Por estas razones, nos hemos decantado por la lectura de provincia Vlterior Lusitania,

aunque ésta sea una denominación de la provincia nada corriente en la epigrafía.

COMENTARIONos encontramos ante un epígrafe de carácter votivo, dedicado a Júpiter por Aemilius

Aemilianus, que pertenecía al rango ecuestre y era gobernador de la provincia, en este ca-

so, Lusitania. Aemilianus puso este ara por su seguridad y la de su faqilia.Este gobernador resulta desconocido dentro de la prosopografía lusitana, 1o cual no es

de extrañar, ya que hay grandes lagunas de conocimiento en este área, que existen desde

hace años, cuando el profesor Balil dedicó una serie de trabajos a los gobernadores de la

(5). CII, I, 1266, 1267, 484 y 485.(6). art. Hispania, en Dizionario epigrafico De Ruggiero, p. 907.(7). CIL trr, 4796, 5326.(8). CrL III, 5785, s810, s862.(9). CIL VIIr,20836.(r0). cIL v[r, 8397, 8484.( 1 1 ). CrL V ilr, 2s29, 2s7 2- s, 2661, 27 29, 7 003,...(12). CrL rr,48r(r3). cIL tr,263s.

JOSE CARLOS SAQUETE / JOSE LUIS MOSQUERA / JUANA MARQUEZ

Península Ibérica, en los que ya se quejaba de la falta de información para las provincias

hispanasla.

El nombre de nuestro personaje no aporta mucha información. Su cognomen deriva de

un gentiliciols, y es el más común dentro de los cognomina terminados en -anus, pu-

diendo provenir tanto de adopciones realizadas entre la nobleza como de círculos ser-

viles16. Por esta razón, conocemos varios epígrafes, Iamayoúa de ellos funerarios, donde

aparecen individuos que portan estos mismos nomen y cognomen, y Que están dispersos

por todo ei imperiolT..Existe, sin embargo, un epígrafe procedente de Bosral8, en la antigua provincia de

Arabia, que nos puede ayudar en la identificación del gobernador que nos ocupa. En é1, se

menciona a Ar¡rtl,Àros Ar¡nlrovos , que aparece como ôtootlporo(To n'y€polv, es decir,

vir perfectissimus y praeses provinciae. Esta inscripción está perfectamente fechada, ya

que hace referencia al año 177 de la provincia, es decir, e1283 d. C.le.

Así pues, tenemos, en principio, dos inscripciones que hacen referencia a un mismonombre, a un mismo rango social y a una misma función. Evidentemente no vamos a re-

altzar idenfificaciones a priori, por 1o que en primer lugar intentaremos datar en lo po-

sible la inscripción emeritense. Para ello, creemos que los tres aspectos que nos pueden

ayudar son la función y el rango de Aemilianus y la dedicación del ara a Júpiter.

Nuestro personaje aparece como gobernador de la provincia, llevando el título de

praeses. Este vocablo, que surge en las fuentes y en la epigrafía desde el s. I d. C.20, ad-

quiere tn caúrcter oficial a partir del s. III, utilizándose para designar a los gobernadores

de ciertas provincias de rango procuratorio (Alpes Marítimos, Alpes Cottios, Mauritanià

Cesariense y Cerdeña)2l. Desde Galieno, el término de praeses identifica además a los

(14). A. Balil, "Hispania en los años 260 a 300 d. C.", Emerita XXVtr, 1959, pp. 269-295; "Los procónsulesde la Bética'', Zephirus XII, 1962, pp. 75-89; "Los gobernadores de la Hispania Tarraconense durante elImperio Romano", Emérita, ){XII, 1964, pp. 19-34; "Los legados de la Lusitania", Conimbriga IV, 1965,pp. 44-57. También sobre el tema véase M. Marchetti, art. "Ilispania" en Dizionario Epigráfico DeRuggiero, pp. 885, 910-12y 933-35.(15). I. Kajanto, The Latin Cognomina, Helsinki, 1965, pp. 31-35.(16).I. Kajanto, The Latin... p. 35.(17). Sirvan como ejemplo CILII 1752 y 3992; CIL VI, 6753, 11016 y 32923a; CIL VII, 987; CIL XIII8583; AE 1929, 143;

^E 1979,644; LE 1987,1044. Aemilius Aemilianus aparece también en Aurelio

Victor, Ep. de caes. 31,1, para designar a Marco Emilio Emiliano, emperador por unos meses en el año 253.Conocemos también a varios personajes, -algunos de ellos cónsules y perfectos del pretorio-, sólo por el cog-nomen Aemilianus (véase PLRE I, p. 22). Un Aemilianus aparece mencionado en Acta S. Fructuosi comopraeses de Hispania Citerior en259, y Prudencio 1o presenta como iudex bajo Galieno en Perist. yI,34,41.Los autores de PLRE I dudan de su veracidad y lo colocan entre asteriscos. Otro personaje con el mismo cog-nomen aparece en CTh. XI, 16,4 como prefecto del pretorio cor¡ Costancio César en 328.(18).AE 1973,sso.(19). La provincia de Arabia fue creada por Trajano en marzo del año 106. Sobre el tema, véase E. Cizek,L'époque de Trajan, circonstances politiques et problémes ideologiques, Bucarest-París, 1983.(20). Sobre el término praeses y su uso indiscriminado, véase G. Barbieri, L'albo senatorio de SettimioSevero a Carino (193-283), Roma, 1952, pp. 562 ss.(21). W. Ensslin, art. "Praeses", R.E. Suppl. VItr, p. 602; Daremberg-Saglio, DAGR, vol. IV, parte 1', p.627.También A. Padilla, La provincia romana de la Bética (253-422),Ec1ja, 1989, p.23.

"Aemilius Aemilianus, un nuevo gobernador de Lusitania"

gobernadores de rango ecuestre que empiezan a sustituir a senadores -que tra-

dicionalmente eran denominados como.legati Augusti pro praetore-, en el gobierno de

ciertas provincias22. Además de estos praesides, nos encontramos con otros equites que

desempeñan la función de agentes vices praesidis, es decir, personas que realizanlala-bor de gobernadoresz3.

Este hecho, que ya se adivinaba en época anteriofa, afectaráen principio sólo a algunas

provincias -entre ellas Arabi*s-, convirtiéndose en un proceso progresivo, lento y de ca-

úrcter irregular, que se dará durante toda la segunda mitad del siglo III, y que culminarácon Diocleciano26. Un proceso que significará, como ya puso de rçlieve en"su día Keyes2?,

un paso clave dentro de la importancia creciente que adquieren los equites en el siglo IILDespués de la llamada "reforma" de Galieno, hubo, pues, provincias gobernadas por

miembros de la clase senatorial, legados o procónsules, por más o menos tiempo. Entreéstas estarían, con seguridad, las dos Sirias, Africa, Asia, Mesia Inferior e Hispania Tnra-conense. Cada provincia fue tratada según las circunstancias particulares del momento, yde ahí la irregularidad del proceso2s. Pero está claro que antes de Diocleciano ya huboprovincias gobernadas por viri perfectissimi, que aparecen en las inscripciones comopraesides. Es el caso de Arabi*e y Cilicia30, con Galieno; Ponto-Bitinia, Dalmacia y, qui-zâs,Liciúl, con Probo, y Macedonia y Numidia32 con Caro.

De este modo, las medidas tomadas por Galieno respecto a la administración de al-gunas provincias, -medidas que seguramente estaban conectadas con la exclusión de los

senadores de los mandos militares33-, fueron seguidas por sus sucesores, especialmente

(22). L. de Blois, The policy of emperor Gallienus, Leiden, 1976, pp. 47-53; y H.-G Pf1aum, "Zum telormdes Kaisers Gallienus", Ilistoria XXV, 1976, pp. 109 ss.(23). H. Pete¡sen, en "Senatorial and equestria governors in the third century A. D." JRS 45, 1955, pp. 47 -57 ,considera a estos âgentes vices praesidis como sustitutos temporales de un gobemador senatorial IegatusAugusti pro praetore. En contra de ésto, véase G. Bravo, "El praeses de Dicleciano: tltulo y función",Hispania Antiqua, 2, 198l-1985, pp. 37-80, en especial pp.42-45, que sí los considera a t_ítulo permanente.Tambien sobre los agentes vices presidis, J. G. C. Anderson, "The genesis oftheDiocletian's provincial or-ganization", JRS 22, 1932, p.26.(24).

^. Padilla, La provincia romana..., p. 24, pone de manifiesto la existencia en tiempos de los Severos

de procuratores et agentes vices praesidis, es decir, personajes de rango ecuestre, de la confianza del em-perador, que además de ocuparse de las finanzas provinciales actúan como gobernadores por un período detiempo determinado, sustituyendo a quienes en esta época solían desempeñar este cargo, senadores con el tí-tulo de legatus Augusti pro praetore.(25).H. -G Pflaum, "Zum reform...", pp. 111 ss.(26).L. de Blois, The policy..., pp. 48-50. Sobre el papel de Diocleciano en esta evolución, véase también A.H. M. Jones, The Later Roman Empire. Oxford, 1973, p.45 y N. H. Baynes, "Three notes on the reforms ofDiocletian and Constantine", JRS 15,7925, p.201.(27).Theriseof theEquitesinthethirdcenturyoftheRomanEmpire,Princeton, 1915,passim.(28). L. de Blois, The policy..., pp. 49 ss.(29).H. -G. Pflaum, "Zum reform...", pp. 109 ss. y H. Petersen, "Senatorial and equestrian...", p. 48.(30). Petersen, "Senatorial...", p. 49(31). Petersen, "Senatorial...", pp 49-50(32). Petersen, "Senatorial...", p. 49 y 55(33). Sobre esta cuestión, véase H. -G. Pflaum, "Zun reform...", pp. 49 ss.

JOSE CARLOS SAQUETE / JOSE LUIS MOSQUERA / JUANA MARQUEZ

Probo y Caro, según se desprende de los datos epigráficos que poseemos3a. Cuando

Diocleciano llegó al poder existían tres términos, -legatus Augusti pro praetore, agens

vice praesidis y praeses-, que hacían referencia a una misma función: gobernador pro-vincial. Ante esta situación, creemos que este emperador sólo procedió en este caso, -y en

relación con la reforma territorial general qae realizarát3'-, a. una simplificación en la ter-

minología administrativa, por lo que a partir de entonces desaparecerán los legatiAugusti pro praetore, y únicamente quedarán dos provincias proconsulares (Asia yAfrica, muy mennadas en su territorio;36. Así, sólo permanecerá los praesides pro-vinciae, cuyas obligaciones y atribuciones serían fijadas definitivamente por Diocleciano.

Por otro lado, en el término praeses provinciae pensamos que hay que ver, como opi-na G. Bravo37, no un título honorífico, sino una función administrativa, y que no se debe

asimilar rígidamente la función de praeses, como se ha venido haciendo, con el rango so-

cial de vir perfectissimus, ya que existen bastantes excepciones de viri clarissimi que

aparecen desempeñando dicha labor38. Debemos pues distinguir entre el lugar que se ocu-pa en la escala social y la función que se realiza para Ia administración estatal, ante lacual, tanto senadores como equites, tendrían la misma posición. Esto es un signo más,

creemos, de la evolución creciente que se está dando hacia 1o que podemos llamar unEstado nacional. Hay que tener en cuenta también que el acaparamiento que, en general,

realizan los viri perfectissimi del cargo de praeses no es sino resultado del ascenso de laclase ecuestre durantp todo el s. III3e.

En cuanto ala apanción de gobernadores con la denominación de praeses provinciaeen las provincias hispanas, nuestra información es bastante parca, especialmente para laLusitaniaa0. La Bética, provincia senatorial, o mejor, provincia populi romani, conoce

con seguridad bajo Floriano y Probo es decir, entre 276 y 28242, a un agens vice prae-sidisal. El siguiente gobernador que se puede fechar con exactitud -dejando a un lado aDiogenianus, que aparece en las Actas de las Santas Justa y Rufina, alrededor del año

28743-, es ya de tiempos constantinianos4, pues hay otro dos, ambos viri clarissimi y

(34). Petersen, "Senatorial...", pp.49 ss.(35). Sobre la reforma territorial, A.H.M. Jones, The Later..., p. 46 ss.; W. Seston, Diocletian et la té-trarchie, París, 1946, pp.32l ss.; J.G.C. Anderson, "The genesis...", pp. 30 ss. Para la Península lbérica, vé-ase E. Albertini, Les divisions administratives de ltEspagne romaine, Parls, 1923, pp. 118 ss. y J. Arce, Elúltimo siglo de la España româna (284-409), Madrid, 1986, pp. 31 ss.(36). A.H.M. Jones, The Later... p. 45.(37). "El praeses de Diocleciano...", pp. 40 y 62.(38). G. Bravo, "El Praeses de Diocleciano...", pp. 45 ss.; A. Padilla, La provincia romana..., p. I32, nota74.(39). C. W. Keyes, The rise of the equites..., passim; G. Bravo, "El praeses de Diocleciano...", p.62.(40). El último estudio que conocemos sobre los gobernadores provinciales a partir de Diocleciano es el de E.Garrido, Los gobernadores provinciales en el occidente bajo-imperial, Madrid, 1987, donde se recoge todala bibliografía referente a cada uno de los gobernadores.(41). CIL U, 1115 y 1116. Sobre ó1, véase A. Padilla, La provincia romana..., pp. 22 ss.(42). Antes de éste, se documenta a Magnio Donato, procurator Augusti y agens vice praesidis. Para A.Padilla, La provincia romana..., p. 22, en êpoca de Maximino (235-238).(43). PLRE 1257 tt.l.(44). CILII,2204 (Octavio Rufo); PLRE I785 n. 9.

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"Aemilius Aemilianus, un nuevo gobernador de Lusitania"

praesides provinciae, que plantean bastantes problemas pam su datación45.

Da la sensación, ala vista de'los pocos datos que se poseen, que la Bética no recibió

más procónsules después del 276, y que desde esta fecha, o incluso antes, por cir-cunstancias particuiares, quizâ relacionadas con el abastecimiento del ejército para las

continuas gueûas46, se puso al frente de la provincia a equites. El agens vice praesidisera un gobernador de hecho, y no tenía por que ser un sustituto de un legado de rango se-

natorial que vendría después, como sostenía PetersenaT. Posteriormente, entre el mandato

del Proboas y los primeros años de Diocleciano en el poder, eI cargo de agens vice prae-sidis desapareció y la provincia recibió un gobernador que era denominado con el términopraeses provinciae, y que pudo pertenecer tanto a la clase ecuestre corño a la senatorial,

si bien es cierto que con Diocleciano predominan los equites al frente de los gobiernos

provincialesae.

Los datos para Gallaecia son todavía menores. El primer praeses que conocemos, fe-chado en el año 298, nos viene atestiguado por las siempre problemáticas fuentes ha-

giográficass0, e, incluso, hay dudas sobre el lugar exacto donde desempeñó su cargosl. Elsiguiente es de época de Constantinos2, por lo que no podemos saber cuando se produce

exactamente en esta provincia el cambio de nomenclatura en sus gobernadores.

En la Hispania Citerior, de la que se desgajará la Carthaginiensis en tiempos de

Diocleciano, se produjo el cambio, según J. Atce53, entre 283 y 288-9. Este cálculo está

basado en la diferencia de nomenclatura y rango que existe, para dicho autor, entre dos

personajes que fueron gobernadores de la provincia: Marco Aurelio Valentinianos4, yirclarissimus y legatus Augustorum duorum pro praetore (en tiempo de Caro y Carino),

(45). AE 1974, 149 (Q. Pomponio Munatiano Clodiano); CIL VI, 37061 (Aulo Caecina Tácito). Este per-sonaje fue un vir clarissimus, praeses provinciae Baetica en tiempo de los Severos, según A. Balil, "Losprocónsules...", p. 87. A. M. Canto, "Inscripciones inéditas andaluzas II", Habis, 8, 7977, pp. 407-428, plan-tea que pudo ser sustituido por Magnio Donato, por lo que podría situarse entre Heliogábalo, o algo antes, yFilipo el Arabe. A. Padilla, La provincia româna..., p. 23, piensa que pudo actuar en tiempos de Dioclecianoy J. Arce, El último siglo..., p. 39 parcce que lo coloca en tiempos de Constantino. De esta misma opiniónson E. Garrido, Los gobernadores..., pp. 66 ss. y G. Bravo, Coyuntura socio-política y estructura social dela producción en época de Diocleciano, Salamanca, 1980, pp. 203 ss. Los autores de PLRE lo sitúan entrefinales del s. III y principios del s. IV. Sobre Munatiano, véase A. Padilla, La provincia romana..., pp. 23 ss.(46). Acerca de la importancia de los géneros fiscales en la Bética, y, en especial, del aceite, en el abas-tecimiento del ejército, A. Padilla, La provincia romana..., passim.(47). Petersen, "senatorial..." pp. 47 ss. En contra, G. Bravo, "El praeses de Diocleciano...", pp. 43 ss.(48). Ya R. Thouvenot, Essai sur la province romaine de Bétique, París, 1940, pp. 174 ss., sostuvo que bajoProbo se realizó el paso de gobernadores senatoriales a ecuestres. En contra A. Balil, "Los procónsules...", p. 88.(49). G. Bravo; "El praeses de Diocleciano...", pp. 45 ss.(50). Acta Marcelli, I, lb (Astasius. Fortunatus).(51). Sobre los problemas que plantea este personaje, véase un estado de la cuestión en E. Garido, Los go-bernadores..., pp. 60 ss. y A. Padilla, La provincia romana..., p. 181, n. 428.(52). CIL 11,2635 (Äco Catullinus)(53). Et último siglo..., p. 39.(s4). CIL lI,4t02 y 4103.

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JOSE CARLOS SAQUETE / JOSE LLIS MOSQUERA / ruANA MARQUEZ

y Postumio Luperco55, vir perfectissimus y prâeses provinciae en 288-9. Sin embargo,

creemos que las dos inscripciones de M. Aurelio Valentiniano pueden ser interpretadas de

otra manera, ya que en ellas, este personaje aparece realmente mencionado como vir cla-

rissimus praeses provinciae Hispaniae Citerioris legatus Augustorum duorum propraetore56. En nuestra opinión, praeses provinciae no es aquí una denominación ge-

néncapara hacer referencia al gobernadorsT, sino que refleja que ya se había dado el cam-

bio en la terminología administrativa, pues en la segunda mitad del s. III había provincias,

como ya hemos dicho más arriba, en las que éste era el título específico del mismo. Es

significativo que M. Aurelio Valentiniana aparezca mencionado en una inscripción de

Panonia InferioCs solamente como legatus Augusti pro praetore, en fecha anteriof a su

estancia en la Citeriorse. Es probable que Valentiniano quisiera reflejar en las dos ins-

cripciones de Tarragona que, aunque aquí fuera praeses, había sido antes legado de rango

senatorial. Así pues, desde 283, los gobernadores de la Citerior serían ya praeses pro-

vinciase. La posición de clarissimus de Valentiniano no plantea problemas, ya que, como

se ha dicho, la ecuación vir perfectissimus igual a praeses provinciae tiene bastante ex-

cepciones, algunas de las cuales se dan en las provincias hispanas60.

En cuanto a la Lusitania, no hay datos que nos permitan conocer cuando empieza a

recibir praesides, ya que la información sobre los gobernadores de la provincia en la se-

gunda mitad del s. III es prácticamente inexistente. Por un epígrafe recientemente des-

cubiefo a tan sólo treinta metros del solar donde apareció el ara de Aemilianus6l, co-

nocemos a P. Clodio Lalio Macrino, vir clarissimus, que aparece mencionado como le-

gatus eorum pro praetore en tiempos de Valeriano y Galieno. Después de éste, el si-

guiente gobernador que conocemos es ya de la Teúarqaía62, tratándose de un

perfectissimus con la función de praeses provinciae. La provincia Lusitania tenía con

seguridad praesides con Diocleciano y Maximiano, es decir, desde 285. Sin embargo, es

posible que algunos años antes de estê fecha ya los hubiera, como creemos que sucedió

en la Bética y Citerior. Pensamos que no se puede descartar que con Caro, en 283, -como

(55). CIL Tt,4to4 y 4105.(56). Para Hübner,-en su comentario de CIL lI.,4102, reflejaba la concentración en la persona de M. AurelioValentiniano de funciones civiles y militares. De la misma opinión es A. Padilla, La provincia romanâ,- p.l32,nota74. En contra, J.G.C. Anderson, "The genesis..., pp. 28-29, y N. H. Baynes, "Three notes...",p.200.(57). En algunas inscripciones del s. III aparece la fórmulãìeg. Aug. pr. pr. praeses, en las que se usa el tér-mino praeses en su sentido original de gobernador.(s8). cIL IIr, 3418(59). Los autores de PLRE dicen en p. 932 que no se puede saber si estuvo en Panonia. antes o después-de283, pero en p. 1091 lo mencionan como anteñor a esta fecha. De ésta opinión es también G. Alföldy, Die rö-mischen inschriften von Tarraco, Berlln, 1975, p. 50.(60). A. Caecina Tácito y Q. P. Munatiano en la Bética y Numerio Albano en Lusitania (a. 336)(61). Esta inscripción ha sido dada a conocer por J. L. Ramírez Sadaba, A. YeIínqtez Jiménez y J. J.

Enríquez Navascués, en el Congreso Internacional de Epigrafía, celebrado en Nimes del 4 al 10 de Octubre de1992. "U¡nouveau piedestal dù Galien découvert à Au'grlsta Emerita" (en prerisa).(62). CIL II' 5140 (Aurelio Ursino).

"Aemilius Aemilianus, un nuevo gobemador de Lusitania"

sucedió, en nuestra opinión, en la Citerior-, o incluso algo antes, ya en los años de Probo,

entre 276 y 282, Lusitania pudo recibir gobernadores que recibían el título de praesidesprovinciae.

Con este término serán designados los gobernadores lusitanos hasta una fecha in-determinada entre 338 y 360, -posiblemente después de 35363-, cuando la provincia fue pro-

movida al rango consular, pasando sus gobernadores a ser designados como consulares.De este modo, pensa1nos que los límites cronológicos aproximativos en los que

Aemilius Aemilianus realizó sus labores de gobernador en Lusitania, teniendo en cuenta

su función de praeses, hay que colocarlos, en principio, entre unos años antes del 285 -

con Probo, Caro o Carino-, y la sexta década del s. IV, ya con Constancio II como únicolegislador.

Por otro lado, la dedicación de la inscripción a Júpiter puede servirnos para concretar

un poco más su datación. Júpiter fue el dios más significativo de la Tetrarquía, y como J.

R. Fearss sostiene, se convirtió en el aitor y protector del orden dioclecianeo, en la base

de la ideología política imperial. El mismo Diocleciano adoptará para sí mismo el epíteto

de lovius, tomando Maximiano el de Herculius. Con ellos aparecen en las ins-

cripciones6s, y el dies natalis o aniversario de la fecha en que los tomaron llegará a ser

objeto de una de las fiestas importantes del Imperio66.

Existe, pues, una estrecha asociación de Júpiter con el sistema tetriárquico. En cambio;

con Constantino y Majencio se produce un desplazamiento progresivo de este dios como

fuente del poder, hasta tal punto que hacia326 había desaparecido de la moneda y de los

monumentos oficiales6T. De hecho, Constantino mostrará en un principio predilección por

Sol Invicto, que aparece en las monedas junto a él en calidad de comes. Evidentemente,

en época constantiniana Júpiter siguió siendo objeto de culto, como sabemos, por ejem-

plo, por la inscripción de Aco Catullinus, praeses provinciae Callaeciae6s, peto también

es cierto que con Diocleciano fue el dios más importante.

En nuestra opinión, el epígrafe emeritense puede pertenecer ala época tetriárquica, y el

gobernador Aemilius Aemilianus podría ser el mismo personaje que aparece mencionado

en la inscripción de Arabia que vimos más arriba, pues en ella se nos muestra con igual

(63). Para J. Arce, El último sigto..., p.42, esta promoción debió darse entre 353 y 360, tras la calda deMagnencio. De la misma opinión, E. Garrido, Los gobernadores..., p. 74.(64). "The cult of Jupiter and Roman Imperial ldeology", ANRW II, 17.1, pp. 118-121. La teología jovianadel poder imperial fue oficialmente establecida por Trajano y confirmada por los emperadores siglientes.Sobie el mismo tema, J. Beaujeu, La religion romaine a ltapogée de I'Empire. I: La politeque religieusedes Antonines (96-L92), París, 1955, p.414 ss.(65). Por ejemplo CIL III, 3231 y 4413; AE 1896, 22; Aß 1903,357 y LE 1920,13.(66). W. Seston, "Iovius et Herculius ou I'epiphanie des tétrarques", Historia I, 1950, p. 257-266.(67). J. R. Fears, "The cult of Jupiter...", p. 1 19.(63). CIL I1,2635. La inscripción es muy semejante en contenido y formulario a la que nos ocupa, y es fe-chada entre 313 y 338 por A. Chastagnol, "Les espagnols dans I'aristocratie gouvernamentale á I'epoque deThéodose", Les Empereurs,romains d'Espagne, París, 1965, p. 282. Está dedicada a Jrlpiter OptimoMáximo.

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JOSE CARLOS SAQUETE i JOSE LUIS MOSQUERA / ruANA MARQUEZ

rango social e igual función administrativa, aunque con los términos griegos ôtcro'-rlpotoro( q'y€pov.

Aemilius Aemilianus eia gobemador de Arabia con toda seguridad en el año 283. Su

mandato allí tuvo que ser posterior al año 2J9, fecba en que se documenta como praeses

a Aurelius Petrus6e, y en284-5 ya había dejado esta provincia, pues en esta fecha se do-

cumenta otro praesesT0. Creemos que fue después de su estancia en Bostra, es decir, a par-

tr de 284-5, cuando pudo venir a la Lusitania para desempeñar una nueva praesiduría.

Sin embargo, no tenemos datos que puedan ayudarnos a fechar más exactamente den-

tro del período tetrárquico el paso de este individuo por Emérita, ya que sólo conocemos

dos gobernadores pertenecientes a dicha época: Aurelius UrsinusTl, praeses provinciaeLusitaniae, conocido por una inscripción fragmentaria que es datada, en general, en este

momentoT2, y P. DatianusT3, cuya veracidad histórica es puesta en duda por la mayoría de

los autotes, y en el que se quiere ver el centro de un ciclo épico7a.

Como se puede apreciar,la parquedad de la información que poseemos es tal, que no

se puede adscribir este gobernador a una fecha más concreta. En conclusión, creemos, ba-

sándonos en la función de praeses, la dedicatoria a Júpiter y la identidad de AemiliusAemilianus como el mismo personaje que actúa como gobernador en Arabia en 283, que

este epígrafe puede corresponder perfectamente a la época de la Tetraquía.

Queda, finalmente, un punto interesante que comentar sobre el contenido de la ins-cripción: la mención que, según nuestra lectura, se hace de la provincia como VlteriorLusitania.

Al contrario de la Bética, que presenta mayor variedad en su nomenclaturaTs, la formanormal y más común de llamar a la Lusitania fue provincia Lusitania, o, simplemente,Lusitania según se desprende tanto de la epigrafí{6, como de otras fuentes escritasTT. Sin

(69). (PLRE r, 692).(70). CIL nI, 14156, (Domicio Antonino); PLRE I, p. 75.(7r). crl, tr, s140.(72). Sobre los problemas de datación de este eplgrafe, véase E. Garrido, Los gobernadores..." pp.70-71.Los autores de PLRE lo coloan entre293 y 305, despues de Datianus.(73). Citado en la Passio Eulaliae, pp.285 ss. (PLRE I,244). También aparece mencionado en la inscripciónCIL tr, 17*, considerada falsa. En contra, G. Bravo, Coyuntura sociopoftica..., p. 204, que piensa que es ver-dadera.(74).Un estado de la cuestión sobre este personaje en E. Ganido, Los gobernadores..., p. 68.(75). Esta provincia aparece en las inscripciones como provincia Baetica ulterior Hispania (CIL XI, 3364),Hispania Ulterior Baetica (CIL VI, 31267), Hispania ulterior provincia Baetica (CIL XrV, 2613), pro-vincia Hispania Baetica ulterior (H. A. EP. 6-7, 1955-56, n" 838), provincia Baetica Hispania (CIL Vm,17891; AE, 1908,237), Hispania Baetica (CIL V, 5813) y provincia Baetica, que es el más general desde me-diados del siglo II en las inscripciones de los funciondrios (CIL VI, 37061; CIL iI,2204; CILIJI, t5208;...).(76). Sirvan como ejemplo; las incripciones de los gobernadores de esta época (CIL tr, 191.,481,5140; CILYI, 1777 -9; CIL XI, 83 1 ; AE, 1915, 33; LE,, 1927, 165).(77). Así sucede desde el siglo I, como vemos en Tácito (Ann. Hist. XI[, 46, 3; Hist. I, 13,3), Suetonio(Otho, 3,2), Plinio (Nat. His. IIL 8; VItr, 191; XXXVtr, 24) y Frontino (De Controv. 52. l-6 La), o en fuen-tes más tardías, como los documentos adinistrativos del s. IV (Laterculus Yeronensis, Breviarium de Festo,Laterculus de Po{emio Silvio, Cosmographia de Honorio, Notitia Dignitatum), y autores como Hydacio(Chron. 30, 186; 3\ 26) e Isidoro (Ilist. Goth. 14, 4,28,y 28,1,34).

"Aemilius Aemilianus, un nuevo gobernador de Lusitania"

embargo, conocemos un epígrafe, de carâcter funerario, en el que aparece el término de

Hispania ulterior LusitaniaTs, y que M. Marchetti considera un recuerdo de la antigua

dependencia de la Hispania ulterior, recuerdo que en esta provincia sería menos patente

que en IaBétic{e. Aunque la denominación de provincia ulterior Lusitania no sea co-

rriente,.no por ello es imposible, ya que el conocimiento de la antigua división de la pe-

nínsula en citerior y ulterior nunca se perdió, como vemos en Orosio80 e Isidorosl.En nuestra opinión, tenemos aquí el primer testimonio, según nuestros conocimientos,

de una denominación de Lusitania de la que no teníamos noticias hasta ahora en las ins-cripcionei provincia ulterior Lusitania, la cual haría referencia al nombre más antiguo

de la provincia, que no se había olvidado en el siglo IV, y cuyo uso seguía vigente, como

se desprende del epígrafe.

RESUMENEn este artículo presentamos una nueva inscripción hallada en Augusta Emerita. Se

tratade un ara votiva, dedicada a Júpiter, y en la que se menciona'a un gobernador de

Lusitania, praeses provinciae, del que no teníamos conocimiento. En cuanto a su cro-nología, nosotros pensamos que pertenece a la época tetrárquica.

SUMMARYIn this paper, we present a new inscription which has been found in Augusta Emerita.

It's a votive altar, dedicated to Jupiter, and in which is mentioned the name of a governor

of Lusitania, praeses provinciae. This governor was ignored for us. About her chro-

nology, we think it belong to the time of the Tetrarchy.

(78). CIL Vr, 18190.(79). "Ilispania", p. 906.(80). Hist I,2,73-74.(81). Hist. Goth. XIV, 4, 28: "... habet provincias sex Tarraconensem, Cartaghiniensem, Lusitaniam,Galiciam, Baeticam et trans freta in regione Africae Tingitaniam. duae sunt autem Hispaniae: citerior,quae in septentrionis plagam a Pyrenaeo usque ad Cartaginem porrigitur, ulterior quae in meridiem aCeltiberis usque ad Gaditanum fretum extendÍtur.


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