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arte micenica

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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHOMANN FACULTAD DE INGENIERA CIVIL, ARQUITECTURA Y GEOTECNIA ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE ARTES CURSO : CRÍTICA DE ARTE TEMA : ARTE MICÉNICO PRESENTADO POR : GHISLAINE FUENTES RONDINEL CÓDIGO : 2011131021
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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHOMANN

FACULTAD DE INGENIERA CIVIL, ARQUITECTURA Y GEOTECNIA

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE ARTES

CURSO : CRÍTICA DE ARTE

TEMA : ARTE MICÉNICO

PRESENTADO POR : GHISLAINE FUENTES RONDINEL

CÓDIGO : 2011131021

ARTE Y CULTURA MICÉNICA EN LA ANTIGÜEDAD

El arte micénico surgió alrededor del año 1400 A.C ( II milleniun

A.C). Su periodo de apogeo señala aproximadamente el periodo entre

1550 a 1200 A. C. en la Grecia continental. El desarrollo de esta

cultura en la edad de bronce en la península griega sucedió

cronologicamente a la antigua cultura minoica de Creta. El arte

Micenico ccomparado con el arte minoico, era de naturaleza

bastante solemne. Estas dos culturas formaron la base del arte

griego que surgió después y por eso es necesario estudiarlas para

comprender mejor el periodo arcaico del arte griego

posteriormente. Aunque las culturas micénica y griega eran dos

entidades separadas; ocuparon las mismas tierras sucesivamente. La

cultura griega aprendió algunas cosas de esta cultura, incluyendo

cómo construir puertas y tumbas.

La cultura Micenas tenía una sociedad jerarquizada con la figura

del rey como máximo exponente del poder así como del control

político y económico. Los Micenas o aqueos como ellos se

denominaban a sí mismos eran un pueblo fundamentalmente guerrero

por lo que desarrollaron gran especialización y técnicas en la

elaboración de armas, flechas, la espada larga y la armadura con

laminas de metal y cascos de dientes de jabalí (poseían estos gran

fortaleza y durabilidad ya que estaban destinados a la protección

personal). Se dedicaban a la agricultura y la ganadería por lo que

se asentaban en zonas fértiles las que defendían con preponderante

belicosidad. Sus ciudades entre las que sobresalen Tirinto, Argos

y Micenas (que es quien da nombre a esta cultura) estaban muy bien

protegidas por inmensas murallas de piedra.

LA ARQUITECTURA EN LA CULTURA DE MICENAS.

Las ciudades micénicas habitualmente de situaban en lo alto de las

colinas rodeadas por murallas desde donde podían ser defendidas

mejor en caso de ataque, por supuesto debían también tener acceso

a fuentes de agua lo que les proporcionaba un medio de

subsistencia indispensable. Muchas de estas ciudades estaban muy

cercas del mar donde desarrollaban sus importantes actividades

comerciales.

De la construcción de enormes fortalezas de piedras en las

arquitectura micenica se han preservado algunas ruinas que

muestran como estas piedras se ponían una sobre otras sin

necesidad de argamasa se tallaban hasta conseguir la forma deseada

y se colocaban después cuidadosamente una sobre otra y encajaban

tan perfectamente que es difícil introducir siquiera un objeto por

delgado que sea entre las juntas. Crearon con este método

elementos arquitectónicos enormes. Sus tumbas ciclópeas de

mampostería y “Colmena” constituyen un verdadero monumento a la

labor y tenacidad constructiva que esta antigua civilización dejo

para la posteridad.

Las construcciones civiles micenicas entre las que se encuentran

los palacios poseían una planta cuadrangular generalmente

orientada hacia el este por donde salia el sol. En la cultura

micenica los palacios constituyen las propias ciudades totalmente

amuralladas en funcion de patios que conducen al edificio

principal: El Megaron. Esta estancia era a la ves lugar de

ofrendas y salon del trono. El Megaron presenta una estructura

similar y esta dividida en tres ambientes:

Un pórtico con dos columnas del tipo cretense.

Un vestíbulo.

Una sala regia con cuatro columnas que protegen un hogar

central. (Un area separada de la zona de vivienda pero dentro

de la muralla en forma de explanada para el refugio de los

campesinos en caso de guerra).

Numerosas otras estancias suplían las necesidades de los

habitantes del palacio desde el rey hasta la servidumbre con

algunas diferencias entre ellas en cuanto a dimensiones, calidad

del acabado en las paredes y vanos. Grandes puertas protegían las

entradas concebidas para ser impenetrables en caso de ataque. De

los micenicos aprendieron los griegos posteriormente a construir

solidas puertas aunque ellos por supuesto mejoran el acabado y

proporción de las mismas en relación a las dimensiones del

edificio.

Los palacios contaban con distintas estancias entre las que

cuentan las destinadas al culto religioso, a representaciones para

entretenimiento así como otras de suma importancia destinadas para

la realización de actividades económicas y políticas que

garantizaban la subsistencia de sus habitantes y consolidaba el

poder del soberano el cual es reverenciado en el salón del trono.

Entre estas habitaciones destinadas a lo económico están los

talleres y almacenes a los que se accedía por intrincados

laberintos de pasillos, estas habitaciones hechas de mampostería

eran más simples sin decoración predominando el concepto práctico

de su función.

Las paredes de las habitaciones principales destinadas a vivienda

y celebraciones se construían de mampostería también sobre la que

se colocaba estuco que era la base perfecta para la decoración con

pinturas en las que predominaban los motivos con animales y

plantas generalmente dispuestos en forma de cuadricula.

En los palacios micénicos se observa preocupación por la relación

entre la longitud y el ancho de cada una de las partes de estos

edificios, por lo que puede decirse que hay ya una harmoniosa

expresión arquitectónica acorde con los principios constructivos

que fueron la base de lo que sería después la proporcionada y

equilibrada arquitectura griega.

Las construcciones donde vivía la población campesina en Micenas

no se han conservado ninguna por lo que se supone que fueron

hechas con materiales perecederos y de poca calidad en las que

vivían numerosas personas pero sin separación de paredes internas

que delimitaba estancias como dentro de los palacios. Se colocaban

escasas ventanas o vanos y una única entrada también orientada

hacia el este.

CONSTRUCCIONES FUNERARIAS MICÉNICAS.

Destacan tres tipos fundamentales en la construcción de estas

edificaciones funerarias las cuales son también jerarquizadas como

lo es la sociedad para los vivos.

Tumbas de foso o de pozo. Tumbas familiares agrupadas en

círculos en la zona exterior de la ciudad. Eran pozos de cinco

metros de profundidad cubiertos por paredes de piedras y

sellados por vigas y cubierta de ramajes y barro.

Tumbas de cámara y Tholoi. Primero con planta rectangular y

luego redondas a las que se accedía por los dromos (pasillos) y

cubiertas por el Tholos (cúpula).

Tumbas de cámara sencillas. Túmulos de piedra excavados en

terreno blando para usarlos en enterramientos múltiples.

CERAMICA Y ESCULTURA MICENICAS.

La historia y leyendas del pueblo micénico forman parte de los

escritos que dejara el poeta griego Homero (h. 750 a.C.) Se

convirtió en la cultura dominante de la isla y su influencia; se

patentiza en todas las manifestaciones artísticas. Asimilaron

elementos de la cultura precedente (Menoica) especialmente en la

parte artesanal donde elementos naturalistas con flores propios de

los minoicos se observan en la primera etapa.

Se supone que cemitas etruscos trabajaron para los micenas dejando

su impronta hasta que estos últimos (que fueron ceramistas y

orfebres impresionantes), desarrollaron una cerámica de tipo

funcional; bellamente decorada con motivos geométricos.

Este estilo lo aplicaron también en la elaboración de bellos

objetos de uso personal entre los que se destacan las joyas..

Utilizaron ampliamente el oro por el que tenían especial

predilección y alcanzaron un alto grado de maestría en el uso de

las técnicas para elaborar los diferentes objetos hechos en metal

como el repujado, el burilado o el nielado (incrustaciones de un

metal sobre otro).

Se han encontrado restos de utensilios micénicos en Atenas, Pilos,

Chipre y Esparta, comprobándose la existencia de una civilización

micénica extendida por todo el mar Egeo.

LA PINTURA MICÉNICA.

Los fragmentos de pinturas micénicas encontrados en Tirinto y en

Pilos, en Grecia, representan lo que se presume fueron

impresionantes murales tanto micénicos como minoicos; no eran

frescos como tradicionalmente se conocen, pero al igual que los

murales egipcios se hacían aplicando pintura sobre yeso.

Las técnicas pictóricas y métodos de los cretenses se continúan

adoptándolos en sus realizaciones. Los colores se extraían de los

minerales encontrados localmente por lo que las tonalidades

logradas con ellos son fundamentalmente el azul, el rojo, el

amarillo y el negro. Estos colores se aplicaban cuando el estuco

aplicado sobre las paredes estaba todavía húmedo por lo que los

artistas debían proceder apresuradamente y con precisión aunándose

para la tarea varios de ellos a la vez.

Los temas de los murales micénicos incluyen escenas cotidianas y

representaciones de escenas bélicas y de cacería así como alusión

a la naturaleza. Como se observa en algunas de sus pinturas

utilizaban una perspectiva forzada y las figuras son estereotipos

que no guardan un orden espacial. No obstante esta pintura posee

dinamismo; sobre todo en las escenas que cuentan sobre feroces

enfrentamientos bélicos, las escenas de cacería, pájaros

levantando el vuelo o animales atacando o siendo perseguidos.

Mujeres en procesión ricamente ataviadas y engalanadas nos dan una

idea de la indumentaria de la época como se muestra en la

fotografía. Estas pinturas están realizadas en el estilo minoico

que heredaron los micénicos. Líneas oscuras rojas y negras daban

los detalles ulteriores al dibujo perfilándolo y ocultando los

defectos.

La mayoría de los murales encontrados corresponden a las ciudades

de Micenas, Tinto, Pilos, Orcomeno y Tebas. Muchas de estas

pinturas se hicieron para los palacios reales y sirvieron muy bien

como propaganda al poder de los reyes aunque la aristocracia

colocaba las mismas en sus propiedades como símbolo de estatus

también no solo con propósitos decorativos.

La civilización micénica se derrumbó alrededor del año 1100 a. C.

Su final marcó el fin de la edad de bronce en Grecia. Le siguió un

período de cien a ciento cincuenta años denominado «época oscura»,

de la que se conoce muy poco.

Cuando termina la prehistoria; empieza el período de la historia

escrita. Este hecho marca un hito muy importante en el desarrollo

de la evolución de las comunidades humanas y su toma de conciencia

como entidades culturales, permitiendo incluso en el caso de la

cultura Cretense y Micena establecer la existencia de ambas como

dos culturas diferentes mediante sucesos narrados en tablillas

encontradas que aportan estos datos informativos.


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