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bolivia coca no es cocaina

Date post: 07-Apr-2023
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foto Claudio Ronchini texto Eusebio Gironda Cabrera introdución Evo Morales Ayma intervención Antony Henman - Jorge Hurtado - Abelino Paucar - Paul Gootenberg coca no es cocaina bolivia coca no es cocaina coca no es cocaina
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foto Claudio Ronchini texto Eusebio Gironda Cabrera introdución Evo Morales Aymaintervención Antony Henman - Jorge Hurtado - Abelino Paucar - Paul Gootenberg

coca no es cocaina

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cain

a

coca no es cocaina

Tutti diritti sono riservati all’autore.

2 3

indicepag.6........................................................... Introdución Evo Morales Ayma

pag.10...................... Bolivia -coca no es cocaina- texto Eusebio Gironda Cabrera

pag.11........................................................................ El mundo de la coca

pag.20............................................................................... Itinerario fatal

pag.32............................................................... Nuevo modo de produccion

pag.36........................................................ Politica internacional antidrogas

pag.39............................................ Programas “Bolivianos” contro las drogas

pag.52................................................................... Neoliberalismo y drogas

pag.54..................................................... Prohibicion y sus efectos perversos

pag.56............................................................................. Tiempos eroicos

pag.62....................................................................... La furia de los dioses

pag.71................................. Bolivia -coca no es cocaina- foto Claudio Ronchini

pag.154........................................................................... Paul Gootenberg

pag.216........................................................................... Antony Henman

pag.240............................................................................. Jorge Hurtado

pag.257............................................................................ Abelino Paucar

coca no es cocaina

coca no es cocaina

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na estrategia real, sostenible, con participación social y respetando los derechos humanos

Nuestros antepasados han compartido y coexistido guiados por los principios milenarios del “Ama Sua, Ama Llulla y Ama Khella” (“no seas ladrón”, “no seas mentiroso” y “no seas flojo”). Cuya aplicación en todos los órdenes del entramado político, social, cultural y económico ha instituido una trilogía de la perfección.Después de 500 años de colonialismo, sometimiento y exclusión en los confines mismos de nuestra Patria, los pueblos originarios y los movimientos sociales hemos tomado el poder en Bolivia y estamos construyendo un tiempo nuevo: el Pachakuti que significa el renacer de nuestras culturas, de nuestras potencialidades y de nuestra vida.Hoy estamos viviendo una revolución democrático-cultural, a la cabeza del movimiento popular y, especialmente, del movimiento indígena originario, para plantear transformaciones en democracia y bajo los fundamentos de un Estado social comunitario.Uno de los símbolos de la nueva nacionalidad es la hoja de coca. La hoja sagrada que ha sido injustamente penalizada, criminalizada y estigmatizada por la comunidad internacional.Es la Convención Única de Naciones Unidas de 1961 que incluye a la hoja de coca en la Lista I de Estupefacientes, prohibiendo su producción, industrialización y comercialización, sobre la base de un estudio poco serio y no científico realizado entre los años 1949 y 1952, que, de manera sesgada sugirió que la hoja de coca produce daños para la salud humana. Sin embargo, ahora se cuentan con investigaciones posteriores, como la realizada por la Universidad de Harvard en 1975 y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1995, según las cuales la coca no ocasiona daño alguno a la salud humana.Necesitamos hacer a un lado mitos que se han tejido alrededor de la hoja de coca y basados en evidencias culturales, antropológicas y científicas. Por ello, es voluntad política del Gobierno boliviano la revalorización y dignificación de la hoja de coca, a fin de promocionar sus valores histórico-culturales, impulsar los procesos de transformación productiva y propiciar el cambio de su status jurídicos en las Convenciones internacionales.Debemos también superar la perspectiva reduccionista y unilateral que hacía énfasis en al reducción de la oferta e implicaba esfuerzos débiles en la reducción de la demanda. Se pensaba en términos simples que una mayor “erradicación” de cultivos de coca conducía automáticamente a una reducción del narcotráfico.

Esta vieja manera de ver el tema, y por lo general impuesto desde afuera, sólo ha ocasionado costos en vidas humanas y costos económicos para el Estado y Pueblo boliviano. Pero sus resultados efectivos han sido escasos, puesto que el comercio mundial de drogas no sólo se ha mantenido, sino que en algunos casos ha tendido a crecer.Existe entonces, la necesidad de adoptar un enfoque global y equilibrado sobre la temática. Y con esa idea central, hemos formulado la presente “Estrategia de Lucha contra el Narcotráfico y Revalorización de la Hoja de Coca” que, además de ser factible sea sostenible, que cuente con la participación de los actores involucrados, sociales y esté basada en el respeto de los derechos humanos, la soberanía, dignidad y la biodiversidad nativa. En lo central, planteamos la estabilidad y control de los cultivos de coca en una rango que permita niveles dignos de sobrevivencia para los productores cocaleros y, al mismo tiempo, responda a los compromisos del Estado boliviano en el marco de la responsabilidad compartida.Respondiendo a una nueva dinámica de interacción entre la comunidad y el estado adoptamos el control social como el elemento clave con miras a controlar el desvío de la coca para fines lícitos, para ejecutar los operativos especiales y para garantizar el control y fiscalización de precursores químicos y el lavado de dinero.Al mismo tiempo enfatizó las acciones soberanas y efectivas de reducción concertada, así como de promoción de la producción de coca orgánica y de transformación productiva de sus productos derivados.La nueva concepción de desarrollo integral sostenible no sólo representa la continuidad del denominado “desarrollo alternativo”, cuya implementación ha tenido serios reparos por su burocracia y escaso impacto social. Ahora generaremos un proceso de desarrollo global, humano y con participación comunitaria, para lo cual es necesario infraestructura integral, desarrollo en zonas pobres y mejorar la rentabilidad de los productos.Con la presentación de la nueva Estrategia reafirmamos nuestro compromiso firme y soberano para afrontar la problemática, en el marco del proceso de descolonización del Estado y de la revalorización de la hoja de coca.Pero en igual dimensión exigimos un compromiso firme y solidario de la comunidad internacional a fin de alcanzar los objetivos y metas planteadas.

Juan Evo Morales Ayma

Presidente Constitucional de la República de Bolivia

U

coca no es cocaina

Eusebio Gironda C.

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Las drogas invaden las grandes y pequeñas ciudades de casi todo el mundo y nadie está libre de los efectos perversos que ocasiona, mien tras la lucha contra los

estupefacientes es insostenible en las condicio nes actuales, a pesar de las millonarias sumas de dinero invertidas, gran des contingentes militares movilizados

y cientos de miles de personas encarceladas. Los grandes esfuerzos realizados no compensan los ma gros resultados obtenidos, lo que ha generado un

movimiento creciente por la legalización de las drogas.

En torno a la producción, comercio y consumo de drogas y la lucha contra ellas, Estados Unidos ha logrado estructurar una serie de mitos con los cuales

conduce la cruzada antinarcóticos e impone sus condicio nes a los Estados del mundo para realizar sus propios objetivos. Una de las tareas de esta obra ha sido

desmitificar los principales fundamentos elaborados por el Poder Imperial: la prohibición como la mayor incita ción al consumo y desarrollo de las drogas; la

farmacracia, política ob sesiva de control social por parte de los Estados; el chivo expiatorio so bre el que los satanizadores de las drogas descargan toda su furia;

el Estado terapéutico, protector de la salud de los individuos “incapaces de controlarse a sí mismos”; la salud pública, pretexto para justificar la lucha antidrogas

como la “más alta función del Estado”.

Sin embargo, el punto central de esta obras es el esclarecimiento de las políticas represivas contra la coca, su diferenciación nítida con la cocaína, y sobre todo

la lucha heroica de los productores en defensa de la hoja milenaria que busca preservar las culturas andinas, la identidad de aymaras y quechuas y la dignidad

del pueblo boliviano. No debe olvidarse que la lucha contra las drogas está orientada principalmente a la erradicación de la coca como chivo expiatorio, que

en esencia significa el ataque a las culturas e identidades de los pueblos productores. Por eso defender la coca es defender la cultura de las naciones andinas,

al pueblo, al país y su soberanía nacional.

En esta dirección es necesario develar la doble lógica de la repre sión, cuyo efecto multiplicador, regulador e integrador es el mayor im pulso al crecimiento de

la producción, comercio y consumo de drogas, del que se benefician por igual, traficantes, Estados y banqueros de todo el mundo; la narcocracia, catalogada

como otra fase del desarrollo capi talista, fusión de traficantes de drogas con los Estados y cuyas políticas reflejan objetivos específicos de gobernantes y mafias

narcotraficantes.

La producción, comercio y consumo de drogas constituye un noví simo y extraordinario modo de producción, es decir, la máquina más poderosa de crear,

producir, y acumular riqueza, superior a todas cuan tas han existido hasta ahora, porque acelera al máximo el circuito de acumulación del capital, libera

descomunales fuerzas productivas, re voluciona las relaciones de producción, utiliza moderna tecnología en la reconversión del dinero y regula la economía

mundial.

Lo más importante en esta difícil tarea es dilucidar que la lucha contra las drogas encabezada por Estados Unidos y sus socios europeos es un bluff, es decir,

una farsa internacional, una guerra falsa, perdida de antemano, porque se halla mediatizada por intereses geoestratégicos de las potencias, la crisis económica

internacional, y la necesidad de dominio del Estado Imperial.

A pesar de los intentos por acabar con la coca, ésta se eleva desde el fondo de la conciencia nacional hasta ubicarse como integrante de la cultura universal y

nadie podrá detenerla, porque son los hombres y la sociedad los que, en última instancia, definen la supervivencia o la muer te de los productos naturales o

sintéticos. Así como sobrevivió a todos los embates de sus enemigos, seguirá su marcha lenta y segura para convertirse en patrimonio de la humanidad.

Finalmente, todo lo que hagan los prohibicionistas contra la drogas es inútil porque el mundo del futuro será una sociedad plena de dro gas; se impondrán los

derechos del hombre, habrá acabado el tiempo del control y la prohibición, el tiempo del engaño y los chivos expiatorios, de la farmacracia, la salud pública y

el Estado terapéutico, para liberar a los hombres y vayan al encuentro de su bienestar material y espiritual.

boliviacoca no es cocaina

l mundo de la coca

Si seguimos mirando para atrás tropezamos con el Kollasuyo vie-

jo de milenios. Fueron Kollas o Proto-Kollas los constructores del

Tiwanaku legendario. Más allá están los Antis que dieron su nom-

bre a la Cordillera de los Andes. Hay quienes piensan que los nom-

bres de Mu, atlantes, lemures y gondwanes se cuentan entre nues-

tros antepasados. Más lejos todavía, están los habitantes de la

“Chamajpacha” o Edad Oscura, la última época glacial cuando el

Sol no alumbraba la tierra.

Fernando DIEZ DE MEDINA1

Entre mito y sociedad existe una relación dialéctica y por eso mis mo

es necesario analizar el mito de manera correcta, puesto que con fre-

cuencia se presentan distorsiones acerca de su naturaleza, sus signifi-

cados y sus funciones.

Para los griegos Mutho era igual a “relato”, “lo que se ha dicho”, es

decir, una expresión, una historia, el argumento de una obra. La mito-

logía no tuvo siempre el mismo sig nificado que se le da hoy día. Para

Platón mitología no era otra cosa que contar una historia2. Los criterios

especulativos acerca del mito casi siempre condujeron a errores de

interpretación en sentido de que “todos los mitos tratan de dioses o

derivan de rituales, o que todos los mitos son diferentes o no se dife-

rencian de los cuentos populares, cuando en realidad los criterios de

valoración son diferentes.

Del mis mo modo no se puede confundir los mitos con los cultos o

figuras religio sas. Tampoco los mito todo derivan de rituales, o se aso-

cian a ellos; es posible que muchos mitos tengan relación entre sí,

existen mitos a los cuales no se acompaña ningún ritual. Los mitos

están profundamente ligados a la cultura humana por eso no pueden

circunscribirse a una relación mecáni ca con la religión. Unos mitos

pueden relacionarse con dioses, otros no. Es importante distinguir la

idea de que los mitos son idénticos a los cuentos populares y no tie-

nen que ver con ellos; cualquier relación excluyente es perniciosa.

La cultura humana ha elaborado diversidad de expresiones ideológicas

que contienen al mismo tiempo elementos de otras manifesta ciones

sin confundirse totalmente, pero al mismo tiempo haciéndose par te

fundamental de tal historia.

Muchos mitos están inmersos en las leyen das y aunque se diferencian

se hallan ligados a sus características propias.

Mitos kollasMuchos son los mitos que el pueblo aymara ha forjado a lo largo de su

existencia milenaria.

Al respecto Jaime Saenz3, dice: “El hombre boliviano, un hombre esen-

cialmente religioso, nace, vive y muere al resplandor de los mitos, en

los que precisamente encuentra s ancestro”.

Estos Mitos y estas supersticiones, sigue diciendo Saenz, representan

nada menos que las enseñanzas ocultas, de antiguos iniciados y tau-

maturgos de sacerdotes y misagogos que, habiendo recibido la reve-

lación y ha biendo las claves de un universo en sombras, por obra de

una existen cia real, compartida con el mundo, en el mundo y dentro

del mundo, dispensaban la muerte y dispensaban la vida, enseñaban

el arte de la muerte y el arte de la vida, en cada confín del horizonte

y señalaban con largos dedos inmemoriales, el curso del tiempo en

toda la redondez del altiplano, porque me parece verdad, es redondo

el altiplano, porque no acaba nunca, por ser precisamente un mundo

el altiplano”.

Los mitos aymaras más conocidos son los que el citado autor enumera

de este modo: En la cúspide de la mitología de los kollas se encuentra

el dios Huirakhocha, a quien se le tiene por el hacedor de la luz de la

tie rra y de los hombres.

Mayor vitalidad ha tenido en la mitología indíge na y sigue teniendo

aún, la creencia en los Achachilas o sea la de considerar a las monta-

ñas, cerros, ríos y peñas como antepasados que originaron la vida de

cada pueblo y que por este motivo nunca descui daron aquello de velar

por el bien de su prole.

Entre estos Achachilas estaban el lago Titicaca, el Illampu, el Illimani,

el Caca-haque o Huayna Potosí y otros de menor jerarquía. Huari, lla-

maban los antiguos kollas un cuadrúpedo semejante a la llama, pro-

bablemente el Macrauchenia ya extinguido y los tenían por su Dios

Totémico, representante del vigor de la raza.

Pacha Mama, por los vestigios que aún quedaban, debió referirse pri-

mitivamente al tiempo, tal vez vinculado en alguna forma, como la

tierra, al tiempo que cura los mayores dolores, como extingue las ale-

grías más intensas, al tiempo que distribuye las estacio nes, fecundiza

la tierra, su compañera, da y absorbe la vida de los seres del universo.

Pacha significa originariamente tiempo en lenguaje kolla; sólo con el

transcurso de los años y adulteraciones de la lengua y pre dominio de

otras razas, ha podido confundirse con la tierra y hacerse que a ésta y

no a aquél se rinda preferente culto.

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Mito de la cocaEn torno a la coca se han construido mitos, leyendas y cuentos popu-

lares que perduran hasta hoy, y a pesar de los tiempos en que vivi mos

se mantienen no sólo entre los aborígenes de los valles y el altipla no

sino ha penetrado en amplias capas de clase media y hasta sectores en-

cumbrados de la sociedad boliviana. Es que la hoja de coca ha desem-

peñado en el mundo kolla influencia determinante, porque su liga zón

con la vida misma de estos hombres, que han sacralizado la coca desde

tiempos inmemoriales, y por eso mismo, constituye referencia impres-

cindible. Veamos algunos de ellos: Antonio Díaz Villamil4, describe la

Leyenda de la coca de la siguiente manera: “Era por el tiempo en que

habían llegado a estas tierras los conquistadores blancos. Las jornadas

siguientes a la hecatombe de Cajamarca fueron crueles y sangrientas.

Las ciudades fueron destruidas, los cultivos abandonados, los templos

profanados e incendiados, los tesoros sagrados y reales arrebatados. Y,

por todas partes en los llanos y en las montañas los desdichados indios

fugitivos, sin hogar, llorando la muerte de sus padres, de sus hijos y de

sus hermanos.

La raza, señora y dueña de tan feraces tierras yacía en la miseria, en el

dolor. El inhumano conquistador, cubierto de hierro y lanzando ra yos

mortales de sus armas de fuego y cabalgando sobre briosos corce les,

perseguía por las sendas y las apachetas a sus espantadas víctimas.

Los indios indefensos, sin amparo alguno, en vano invocaban a sus dio-

ses, en vano lamentaban su desdicha. Nadie ni en el cielo ni en la tierra,

tenían compasión de ellos.

Kjana Chuyma, el yatiriUn viejo adivino llamado Kjana Chuyma, que estaba, por orden del inca,

al servicio del templo de la Isla del Sol, había logrado huir antes de la

llegada de los blancos, a las inmediaciones del lago, lleván dose los te-

soros sagrados del gran templo. Resuelto a impedir a todo trance que

tales riquezas llegaran al poder de los ambiciosos conquista dores, había

conseguido, después de vencer muchas dificultades y peli gros, en varios

viajes, poner a salvo, por lo menos momentáneamente, el tesoro en un

lugar oculto de la orilla oriental del lago Titicaca.

Desde aquel sitio no cesaba de escudriñar diariamente todos los caminos

y la superficie del lago, para ver si se aproximaban las gentes de Pizarro.

Un día los vio llegar. Traían precisamente la dirección hacia donde él

estaba. Rápidamente resolvió lo que debía hacer. Sin perder un ins tante,

arrojó todas las riquezas en el sitio más profundo de las aguas.

Pero cuando llegaron junto a él los españoles, que ya tenían conoci-

miento de que Kjana Chuyma les había traído consigo los tesoros del

templo de la Isla, con intención de sustraerlo al alcance de ellos, lo cap-

turaron ara arrancarle si fuera preciso por la fuerza el anciano secreto.

Kjana Chuyma se negó desde el principio a decir una palabra de lo que

los blancos le preguntaban. Sufrió con entereza heroica los terribles tor-

mentos a los que lo sometieron.

Azotes, heridas, quemaduras, todo, todo soportó el viejo adivino sin re-

velar nada de cuanto había hecho con el tesoro. Al fin, los verdugos,

cansados de atormentarle inútilmente, le aban donaron en estado agóni-

co para ir por su cuenta a escudriñar por todas partes. Esa noche, el des-

dichado Kjana Chuyma, entre la fiebre de su dolo rosa agonía, soñó que

el Sol, dios resplandeciente, aparecía por detrás de la montaña próxima

y le decía:

- Hijo mío, tu abnegación en el sagrado deber que te han impuesto vo-

luntariamente, de resguardar mis objetos sagrados, merece una recom-

pensa. Pídeme lo que desees, que estoy dispuesto a concedértelo.

- ¡Oh!, Dios amado - respondió el viejo - . Qué otra cosa puedo yo pe-

dirte en esta hora de duelo y de derrota, sino la redención de mi raza y

el aniquilamiento de nuestros infames invasores.

- Hijo desdichado - le contestó el Sol. Lo que tu me pides, es ya impo-

sible. Mi poder ya nada puede contra esos intrusos; su dios es más pode-

roso que yo. Me ha quitado mi dominio y por eso, también como voso-

tros debo huir y refugiarme en el misterio del tiempo. Pues bien, antes

de irme para siempre, quiero concederte algo que esté aun dentro de

mis facultades.

- Dios mío - repuso el viejo con pena -, si tan poco poder ya tienes, debo

pensar con sumo cuidado en lo que voy a pedirte. Concédeme la vida

hasta que pueda decidir lo que he de rogarte.

- Te concedo, pero no más que el tiempo en que transcurre una luna -

dijo el Sol y desapareció entre las nubes rojas.

El secreto consuelo de diosesLa raza estaba sometida.

Los blancos, orgullosos y déspotas, no se dignaban considerar a los in-

dios como seres humanos. Los habitantes del inmenso Imperio del Sol,

sin rey y sin caudillos, no tuvieron más que soportar la esclavitud por

muchos siglos o huir a regiones donde aún no hubiera llegado el poder

de los intrusos.

Uno de esos grupos, embarcándose en pequeñas balsas de totora, atra-

vesó el lago y fue a refugiarse en la orilla oriental, donde Kjana Chuyma

estaba luchando con la muerte.

Los indios, sabedores de cuanto le serviría al noble anciano, acudieron

solícitos a prodigarle sus cuidados. Kjana Chuyma era uno de los yatiris

más queridos en todo el imperio, por eso los indios rodea ron su lecho

de agonía, llenos de tristeza lamentando su próximo deceso.

El anciano, al ver en torno de sí ese grupo de desdichados, sentía más

honda pesadumbre e imaginaba los tiempos de do lor y amargura que el

futuro les aguardaba.

Fue entonces que recordó la promesa del gran astro. Resolvió pedirle

una gracia, un bien durable como herencia a los suyos; algo que no fuera

ni oro ni riqueza, para que el blanco ambicioso no pudiera arrebatarles;

en fin, un consuelo secreto y eficaz para los días de miseria y padeci-

mientos.

Al llegar la noche, lleno de ansiedad en medio de la fiebre que le con-

sumía, imploró al Sol para que acudiera a oír su última petición. A los

pocos momentos, un impulso misterioso le levantó de su lecho y le hizo

salir de la choza.

Kjana Chuyma dejándose llevar por la secreta fuerza que le dirigía, subió

por la pendiente arriba hasta la cumbre del cerro.

En la cima notó que le rodeaba una gran claridad que hacía contraste

con la noche fría y silenciosa. De pronto una voz, le dijo: Hijo mío.

He oído tu plegaria. ¿Quieres dejar a tus tristes hermanos un lenitivo

para sus dolores y un reconfortante para las terribles fatigas que les guar-

de en su desempeño?

-Sí, si Quiero que tengan algo con qué resistir la esclavitud que les aguar-

da ¿Me concederás?. Es la única gracia que te pido para ellos, antes de

morir.

- Bien - respondió con dulce tristeza la voz -. Mira en torno tuyo. ¿Ves esas

pequeñas plantitas de hojas verdes y ovaladas? Las he hecho brotar para

ti y para tus hermanos. Ellas realizarán el milagro de adormecer. penas y

sostener fatigas. Serán el talismán inapreciable para los días amargos.

Di a tus hermanos, que sin herir los tallos, arranquen las hojas y, des-

pués de secarlas, las mastiquen.

El jugo de esas plantas será el mejor lenitivo para la inmensa pena de

sus almas.

Después de recibir varias otras instrucciones, el viejo lleno de con suelo,

volvió a su choza cuando la aurora comenzaba a iluminar la tierra y a

platear las tranquilas aguas del lago.

Kjana Chuyma, sintiendo que le quedaban pocos instantes de vida, re-

unió a sus compañeros y les dijo: - Hijos míos. Voy a morir, pero antes

quiero anunciarles que el Sol nuestro dios, ha querido en su bondad

concedernos una gracia:

Subid al cerro próximo encontraréis unas plantitas de hojas ova ladas.

Cuidadlas cultivadlas con esmero. Con ellas tendréis alimento y consue-

lo. En las duras fatigas que nos imponga el despotismo mascad esas ho-

jas y tendréis nuevas fuerzas para el trabajo.

En los interminables viajes a que nos obligue el blanco, mascad esas ho-

jas y el camino os hará breve y pasajero. En el fondo de las minas donde

os entierre la inhumana ambición de los que vienen a robar el tesoro

de nuestras montañas, cuando os halléis bajo la amenaza de las rocas

prontas a desplomarse sobre vosotros, el jugo de esas hojas os ayudará

a soportar esa vida de oscuridad y de terror.

En los momentos en que vuestro espíritu melancólico quiera fingir un

poco de alegría, esas hojas adormecerán vuestra pena y os darán la ilu-

sión de creeros felices.

Cuando queráis escudriñar algo de vuestro destino, un puñado de esas

hojas lanzado al viento os dirá el secreto que anheláis conocer.

Y cuando, el blanco quiera hacer lo mismo y se atreva a utilizar como

vosotros esas hojas, le sucederá todo lo contrario. Su jugo, que para vo-

sotros será la fuerza y la vida, para vuestros amos será vicio repugnante

y degenerador: mientras que para vosotros los indios será un alimento

casi espiritual, a ellos les causará la idiotez y la locura.

Hijos míos, no olvidéis cuanto os digo. Cultivad esa planta. Es la preciosa

herencia que os dejo. Cuidad que no se extinga y conservadla y propaga-

dla entre los vuestros con veneración y amor.

Tales cosas les dijo el viejo Kjana Chuyma dobló su cabeza sobre el pe-

cho y quedó sin vida.

Los desdichados indio gimieron inconsolables por la muerte de su vene-

rable yatiri. Durante tres días y sus noches lloraron al difunto sin separar-

se de su lecho. Al fin fue necesario pensar en darle sepultura.

Para ello eligieron la cima del cerro más próximo.

En silenciosa comitiva fue ron los indios hacia la cumbre, conduciendo

el cadáver de su yatiri. Fue enterrado dentro de un cerco de las plantas

misteriosas. Recién en ese momento se acordaron de cuanto les había

dicho al morir Kjana Chuyma y cogiendo cada cual un puñado de las

hojitas ovaladas se pu sieron a masticarlas.

Entonces se realizó la maravilla. A medida que tragaban el amargo jugo,

notaron que su pena inmensa se adormecía lentamente.

En ese mito aparecen varios elementos que muestran la enorme sig-

nificación de la hoja de coca para hombres y mujeres de los valles y

el altiplano. Primero, se trata de una contienda entre conquistadores

y conquistados, en la que se aprecian la “superioridad” no sólo de los

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hombres, sino también de su civilización y sus propios dioses; segundo,

es el enfrentamiento de dioses diferentes que respaldan a unos y otros

y es sugestivo que el dios Sol se retire después de conceder su último

deseo al viejo Kjana Chuyma; tercero, los sometidos necesitan un reme-

dio que les haga menos dolorosa la conquista; cuarto, la hojas verdes

creadas por el dios Sol tienen fundamentalmente un obje tivo: mitigar

los dolores físicos y espirituales de los indios sometidos a los conquis-

tadores; quinto, las hojas tienen muchas propiedades expli cadas en la

trama del mito; sexto, un aspecto importante es la acción contradictoria

que la coca puede causar a los indios y conquistadores; séptimo, la pers-

pectiva de la coca es la conservación y propagación en tre los indígenas

como parte integrante de su vida económica y social; octavo, se destaca

los efectos perversos de la coca manipulada (cocaína) sobre el hombre

blanco.

Todo esto expresa que la coca es un legado his tórico, religioso y moral

de los dioses para los indios, que a través de Kjana Chuyma reciben

como herencia que debe ser preservada a toda costa y contra todo peli-

gro como símbolo de inmortalidad, lucha y supervivencia de los pueblos

aymaras. He aquí el mensaje mayor del mito. El mito de la coca ha origi-

nado muchos rituales que coinciden con acontecimientos cuya base es

la hoja de coca; unas veces para interpre tar su destino, otras para iniciar

trabajos, emprender largas caminatas, reuniones sociales, actos religio-

sos y otros. Del mismo modo se han formulado una serie de leyendas y

cuentos populares cuya referencia es la coca.

El embrujo de la cocaDicen los campesinos habituales ensalivadores de coca que cuando uno

lleva años en esta práctica es difícil dejarla, es decir que siempre la nece-

sita. Es una forma de dependencia en los consumidores tradicionales. Es

él embrujó de la coca que ata a hombres y mujeres que la utilizan, crean-

do hábito pero no toxicomanía, porque aporta diversas sensacio nes:

fuerza física, falta de apetito, vigor sexual, lucidez mental, ausencia de

sueño y fatiga, resistencia a los esfuerzos físicos y tranquilidad espiri tual.

La coca atrae, aprisiona a los consumidores, y debido a los efectos posi-

tivos en la vida personal y social, causa satisfacción profunda y esta es la

razón por la que se persiste en el uso de la hoja por años y décadas:

“Los indios por lo común sanos y robustos, no conocen muchas dolen-

cias que tanto afligen a los blancos, tales como la tisis y el reumatismo.

Esta relativa sanidad es tanto más notable, si se tiene en cuenta que

el indio no practica ningún principio higiénico. Se acuesta tempra no y

levanta al amanecer, trabaja sin rendirse ni hartarse con alimentos de

tardía digestión. Tiene mucha resistencia para soportar las mayores fati-

gas y combatir las dolencias graves. La coca desempeña entre los indios

el papel de un aparente tónico poderoso, con la circunstancia de que le

atribuye las virtudes de hacer poco propenso al contagio de enferme-

dades a los que la mastican y la de infundirles mucha resisten cia para el

trabajo y recorrer distancias largas por los caminos esca brosos sin más

alimento que las hojas de esa planta5.

Coca y trabajo humanoDesde tiempos inmemoriales el trabajo humano en los Andes estu vo

reforzado con porciones de coca para estimular la fuerza del cuerpo

humano, y compensar los escasos nutrientes en la alimentación.

La coca fue descubierta probablemente hace unos 4.000 años, según

restos de coca halladas en las tumbas de las costas del Pacífico.

Su cultivo, pro ducción y consumo se extendía desde Nicaragua hasta

Chile y a lo lar go de la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes,

Panamá, Vene zuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, con algunas dife-

rencias en la denominación.

El uso y consumo de la coca, nombre más común de la hoja, tenía una

profunda inserción en la vida y tradiciones religiosas de los pobladores

andinos. Las grandes y fatigosas obras comunales y des pués estatales

con los incas no podían prescindir de la coca. El laboreo en las minas

de Potosí, durante la Colonia, consumía apreciables cantidades de coca

establecida por las autoridades españolas.

La coca jugó el rol de primera importancia en la superexplotación de la

fuerza de tra bajo de los quechuas y kollas durante el incanato, y la colo-

nia española respectivamente.

La coca fue el refugio de los mitayos durante los trabajos forzados a los

que fueron sometidos durante cinco siglos. Es importante recordar que

las empresas mineras de Hochschild, Aramayo y Patiño, la Comibol, y

todas las empresas privadas compraban gran des cantidades de coca para

los mineros que la utilizaban en la explota ción de las minas de Potosí,

Oruro, y La Paz.

Las pulperías mineras es taban abarrotadas de coca comprada como

cualquier otro alimento. Ningún minero podía ingresar en las minas sin

llevar consigo una bue na porción de coca, cigarrillos y té y la iniciación

del laboreo estaba condicionada a una sesión de coca junto al Tío de

la Mina. (Personaje mítico que resguarda el paraje a los trabajadores y

brinda buena producción).

Efectos medicinalesInnumerables estudios científicos han demostrado que la coca tie ne

efectos positivos. Veamos algunos de ellos.

Acción fisiológica de la coca. “El Dr. Mantegazza6 verificó que la coca,

mascada o tomada en una infusión ligera o débil, tiene un efecto estimu-

lante sobre los nervios del estómago y facilita la digestión”. Una reciente

investigación demostró que la coca tiene una acción directa sobre el

sistema muscular. La acción de la coca sobre el corazón es como un

regulador de ese órgano. Si la acción del corazón es débil, éste es forta-

lecido y si éste es excesivo la intensidad del tono es bajado, si el latido

es irregular lo transforma a un latido uniforme. Esto indica que la coca

es un directo tónico cardíaco... El Efecto de la coca sobre la respiración

es análoga a su acción sobre el corazón. Este actúa como regulador, no

aumentando la respiración pero dando fuerza al ciclo, haciendo la respi-

ración profunda y la expiración más completa”.

Coca y energía muscular. La coca nitrogenada tiene una directa orien-

tación sobre la estructura del tejido por una posible cualidad de elabo-

ración de los carbohidratos del protoplasma en prótidos, puesto que

los músculos forman volumen mayor de tejidos en el cuerpo, donde los

cambios químicos son continuos. La acción de la coca sobre la levadura

o fermento así como también el penicilium y otros bajos organismos

indican su peculiar actividad sobre el protoplasma. Los experimentos de

Huxley y Martín mostró que el penicilium puede por si mismo formar

sin tomar en cuenta el tratado de amonio y sales orgánicas y puede por

una descomposición de él mismo dar origen a las grasas y otros cuer-

pos... La influencia de la coca es ahuyentar o desterrar los efectos de la

extrema fatiga es bien ilustrado en una relación de su uso comunicado

por el Dr. Frank L. James, editor de la National Druggits: “La sostenida in-

fluencia de la coca en la fatiga, su poder curativo en muchas condiciones

de enfermedad, le conceptúan una panacea, debido a una directa acción

sobre las células de los tejidos, por su propiedad de depurar la sangre

de productos de desecho. La influencia sobre el cerebro y la estructura

mus cular es de acuerdo con la proporción de los principios asociados

presen tes en la hoja de coca. La coca no sólo estimula las células a una

actividad, establece una libre energía, puede también formar un nuevo

tejido de protoplasma haciendo la conversión apropiada”7.

Coca y sistema nervioso. La coca por su propiedad de aclarar o lim-

piar la circulación saca o remueve la fuente de irritación y puede ordi-

nariamente contarse entre los que inducen el sueño... “La coca iguala a

las varias fuerzas que constituye la energía. Un grupo de observadores

tiene marcado que la coca posee las cualidades tranquilizantes de los

bromuros, sino los efectos depresivos y cuando se da bromuros esta

depresión puede ser contrarrestado por la coca, el cual incluso disipa

los efectos posteriores del cloral opium y el alcohol”8.

Coca y sistema circulatorio. El jarabe de coca es un poderoso estimu-

lante del sistema sanguíneo y muscular, médicamente idóneo para el

sorojche y cambio de clima como de alimentación, para largos viajes,

mal de altura, diferentes tipos de gastralgias, enteralgias, artritis, úlce ras

estomacales, tratamientos en fiebres tifoideas y casos de tuberculo sis,

cólicos, asma y neumonía; el uso de la coca evita el escorbuto, el coles-

terol, caries dental y obesidad...”

La coca ejerce sobre el organismo una triple acción física, moral e inte-

lectual, produciendo anestesia física y moral; incrementando la capa-

cidad mental especialmente en exceso de trabajo tanto diurno como

nocturno, tiene acción tónica, acción exci tante, acción sedante, es un

tónico cardíaco por excelencia”... El alcaloi de de mayor importancia de

la coca la egnonina, tiene la virtud de metabolizar hidratos de carbono

y grasa, al mismo tiempo sabemos que el carbohidrato es acumulable

en el tejido del ser humano y los alcaloides asociados de la coca junto

al nitrógeno no proteínico metabolizan más aceleradamente estos car-

bohidratos”9.

Coca y sistema respiratorio. Producción y formación de la voz.-

Muchísimo se ha escrito referente a la acción de la coca en la produc-

ción de la voz. Su uso ha sido notablemente fructífero en el tratamiento

de los problemas de la laringe, por lo general a los órganos, los cuales

gobier nan la voz y la aplicación de la coca para su beneficio... “La influen-

cia directa de la coca sobre la membrana mucosa de la laringe desde

hace mucho dio importancia como un tenor de las cuerdas vocales y en

pro blemas de garganta generalmente esta tiene una amplia aplicación

en tre cantores profesionales y locutores. Esta se usaba como un tónico

de la membrana mucosa y producir unos tonos más claros, dando una

ca lidad mejorada a la voz de arriba, así como también el tono sostenido.

Muchos corresponsales reportaron la acción beneficiosa de la coca en

la afonía, un resultado que ha sido atribuido a la mejoría general de la

salud después de su uso”10.

Coca y sexo. Hipólito Unanue11, uno de los playdoyers de los beneficios

medicinales de la coca a tiempo de explicar sus teorías insis tió en sus

posibles aplicaciones geriátricas. “Desde tiempos de los incas, escribió,

los indígenas de la sierra habían conocido las virtudes rejuvenecedoras

y afrodisíacas de la coca”, citado por Gagliano. “Los indios peruanos em-

plean la coca para estimular las contracciones uterinas y considerar este

como a un poderoso afrodisíaco. Leopoldo Caspar de Berlín, considera

la coca como uno de los mejores técnicos genitales y muchos observa-

dores modernos están de acuerdo con esta opinión.

16 17

Vecki dice que la coca internamente para un hombre de 56 años inva-

riablemente ocasiona una vigorización sexual, alegría y buen humor. Los

homeópatas, quienes tenían considerado por mucho tiem po a la coca

como un valioso medicamento o remedio en excesos sexua les, especial-

mente cuando dependen del organismo. Allen dio una “de mostración”

(proving) de la coca, que cubría doce páginas y Hering’s Materia Médica

demostraciones por 24 personas y recomienda la coca en problemas

que vienen de situación baja del barómetro”12. Con sultados más de 200

campesinos maduros de distintas provincias del Departamento de La

Paz, confirman por su experiencia que la coca es un afrodisíaco sin par,

además señalan que lo utilizan antes de hacer sexo.

Los condenados de la cocaDesde épocas remotas los cultivadores de hoja de coca estuvieron so-

metidos a una presión política y control social tanto por el imperio

inca cuanto en el régimen colonial ibérico. Aunque esta presión y con-

trol tuvo en cada época sus propias características, es a partir de los

años 70 que la producción de coca ingresa en una supervisión cada vez

más rigurosa hasta que aparece la Ley 1008, que zonifica la producción

de coca, clasifica los tipos y cuotas de producción, penaliza la produc-

ción excedentaria, introduce nuevos tipos penales y endurece las san-

ciones eliminando derechos y garantías constitucionales.

A lo largo de siglos desde su asentamiento en las zonas tropicales, los

productores de coca debido a las acciones políticas y sistemas de con-

trol social impuestos por los incas, conquistadores españoles y erradi-

cadores norteamericanos y sus representantes nacionales, se han con-

vertido en los condenados de la coca. La intensidad de las deman das

en diferentes épocas los ha sometido a las tierras productoras de hoja

de coca. Los asentamientos en Yungas y Chapare, y provincias de La

Paz y Cochabamba ha ligado hombre y tierra durante varias genera-

ciones, amarrados a la producción, comercialización y consumo. Son

estos condenados de la coca que se relacionan de manera profunda

con los arbustos, porque es el sustento de sus vidas y el futuro de

sus hijos. Esta relación hombre- coca se funda en una diversidad de

razones: las cuatro cosechas al año, mercado casi siempre asegurado,

menos faenas agrícolas, costo relativamente conveniente, sin mucha

competencia, fácil trans porte, adaptabilidad a pequeñas zonas agríco-

las, conservación sin dificultades, gran mercado debido a sus amplias y

conocidas propiedades medicinales. A pesar de existir otras formas de

actividad económica, estos hombres y mujeres permanecen junto a las

matas de coca porque éstas sujetan profundamente como sus raíces

a la tierra. Esta es la razón por la cual los ataques a los productores

tienen efectos destructivos y la defensa está ligada a su vida misma.

Ninguno de estos campesinos podrá soportar el despojo de sus tierras

y la erradicación de sus plantaciones sin sufrir traumas irreversibles en

su existencia. La coca al sujetarlos se convierte en su pasado ancestral,

su presente económico y social lleno de conflictos y el futuro sin pers-

pectiva clara.

Primeros recolectores y productoresLa palabra coca se refiere a varias especies y variedades del género

Erythroxylum, que abarca 250 especies, de las cuales alrededor de 200

son originales de los trópicos americanos. Lo más importante comer-

cialmente hablando es la Erythroxilum coca, nativa de la zona monta-

ñosa de los Andes orienta les, comprendida entre los 500 y 1500 me-

tros de elevación. Como tal área ha sido ampliamente cultivada desde

el sur del Ecuador hasta Boli via, es difícil señalar el punto exacto de su

origen, pudiendo ser los yun kas orientales bolivianos”. La coca preco-

lombina en Bolivia fue cultiva da en el piso yunka de Larecaja, Inquisivi

y las actuales provincias de Nor y Sur Yungas, o sea en la región del

declive oriental de la Cordillera Real”13.

Posteriormente aparecieron hombres y mujeres de color en la re gión

de los Yungas cultivando hoja de coca. De acuerdo con José Agus tín

Morales la inmigración de color a la América Latina data de la época

de Carlos V, en 1527 autorizó una primera inmigración de negros a

las Antillas, en número de 4 mil. Como éste era un gran negocio con

em presas extranjeras, en 1527 se embarcaron para tierra firme mil ne-

gros y el año siguiente 4 mil para América del Sur. Francisco Pizarro

obtuvo permiso para internar 50 negros libres de derecho para su ser-

vicio per sonal; y Diego de Almagro condujo un buen número para la

Conquista de Chile.

La atención y cultivo de la caña de azúcar y otras plantas, introdu-

cidas en propiedades rústicas adquiridas por emigrantes españoles,

cuyo cuidado requería conocimientos especiales desconocidos por

agriculto res bolivianos, obligó la importación de familias negras de

Senegal, la Guinea y el Brasil, en calidad de esclavos. El Mariscal Sucre,

el 19 de diciembre de 1826, decretó que “los esclavos declarados li-

bres por el Art. 11 de la Constitución, permanecerán al servicio de sus

actuales en clase de menores deudores mientras que con su trabajo

indemnicen su valor, en el modo y forma prevenidos en esta ley. A

fin de evitar proble mas con los libertos, el 10 de abril de 1927 se dis-

puso “que los libertos ocupados en labranzas campestres, no pueden

abandonar aquellas sin un consentimientos expreso de sus patrones”.

A su vez, el Decreto de 28 de febrero de 1830 suspendió el vigor de la

Ley, considerando que la experiencia ha acreditado que la libertad de

los esclavos alteró el orden de las familias perjudicando la agricultura,

y empeorando su condición. Más tarde el Mariscal Andrés de Santa

Cruz, que tenía propiedades en los Yungas, importó en su administra-

ción ochenta familias de negros de los puertos del Perú. Por Ley de 23

de septiembre de 1851 declara en vigencia la Ley de 19 de diciembre

de 1826, así como la resolución de 10 de abril de 182714.

Hasta aquí una breve reseña de los primeros habitantes, recolectores

y productores de coca en las tierras yungueñas.

Espíritu de los AndesFresca y lozana, en el altar del monte reverberan las hostias de su

tallo invitando a nutrirse con su savia. Seguramente así comenzaba el

elogio del poeta indio al esmeraldino arbusto de los yungas, cuando

el Imperio del Sol; porque aroma y miel al paladar autóctono, en los

parlamentos a la luz de la luna y en las pagodas de ofrecimiento místi-

co, sus sutiles hojas encendían el idealismo de la vida y purificaban la

san gre de las miasmas mundanas del conquistador inoportuno. Planta

ce leste, talismán o panacea, cuyo uso se reservaron por largo tiempo

los incas como exclusivo privilegio de su origen divino; dice la leyen-

da: el sacerdote que oficiaba en el templo del sacrificio calendario per-

fumaba con sus hojas pulverizadas los altares de los astros y mastica-

ba algunas de las escogidas, antes de consultar el oráculo sagrado de

Pachacamaj. Los favores de la fortuna, la curación de las dolencias, y

aún los triunfos del amor y de la guerra, dependían de la intervención

de la coca, empleada como amuleto o como agente terapéutico15.

Las grandes y variadas utilidades de la coca han despertado en los indí-

genas de los pueblos de América una natural admiración y en torno a

ella se ha construido todo un mito y compuesto rituales hasta conver-

tirse en elemento mágico religioso que impregna toda su existencia.

Es que la coca no sólo activa la nutrición, actúa como anestésico sobre

la mucosa bucal y estomacal, y acelera la secreción salival, intestinal y

re nal, además tiene una acción excitante sobre las funciones circulato-

ria y respiratoria, excitación mental y sensación de calor, sino también

favo rece la desasimilación orgánica, facilitando el mejor uso de las re-

servas. Sus beneficios, cualidades y atributos, así como su uso cotidia-

no en todo y para todo, han hecho de ella la medicina más requerida,

el alimento preferido hasta convertirla en panacea y divinizarla como

el espíritu de los pueblos andinos de América.

La coca es profundamente nativa, es el espíritu de la cultura andina y

su producción y consumo está enraizada en lo más hondo de la vida

indígena. Su significación socio-cultural, sus propiedades alimenticias

así como sus cualidades curativas y la importancia ideológica dentro

de los pueblos andinos, hacen de la coca uno de los productos más

arraiga dos en la conciencia nacional. Esta connotación etno-cultural

impulsa a expresar con vehemencia que la coca no desaparecerá, a

pesar de los “argumentos” rebuscados, las políticas agresivas y los

intereses foráneos que condicionan los ataques permanentes a su

producción y consumo. La coca así como resistió siglos de agresión y

sobrevivió a todos los ata ques de los colonizadores, resistirá y vencerá

el ataque norteamericano. Sus guerreros son los productores que la

defienden cada día con su es fuerzo y lucha ante la acción depredadora

de los nuevos colonizado res. La coca no obstante sus detractores, los

filósofos del desastre, los políticos etnocentristas, seguirá viva y su

producción y consumo no sólo se va a mantener, sino crecerá y exten-

derá en el mundo entero. La coca será en el futuro parte integrante de

todas las culturas.

La coca es la divisa boliviana, la bandera de los Andes y así como los

clérigos del prohibicionismo llaman ideología de la coca, la defensa de

su cultivo y consumo, ellos constitu yen los soportes intelectuales de

la agresión externa y los impulsores directos del lucrativo negocio del

narcotráfico. Cuando se habla de de fensa de la coca es imprescindible

deslindar con nitidez, que no se confunda con protección a la cocaína,

al narcotráfico.

Ideología de la libertadCierta vez se le ocurrió a un embajador de EE.UU. sostener que “la hoja

de coca era una hoja de la esclavitud”, refiriéndose a su relación con

la conquista española y su explotación en la minería. Este represen-

tante, que tuvo la perspicacia de tocar un elemento importante de la

problemática, utilizaba el argumento para su propio beneficio a fin de

reforzar su arsenal ideológico. Con la estoca da el embajador pretendía

18 19

impactar en la conciencia de los productores y consumidores de coca,

objetivo difícil de alcanzar sobre todo en una población que conoce

bien, primero de dónde proviene el mensaje y, segundo, la verdadera

intención del diplomático. La coca está ligada más bien a la ideología

de la libertad, porque es la bandera de los productores y consumi-

dores de la hoja y por medio de ella todo un pueblo se enfrenta al

“poderoso” del norte, en todos los planos. La coca y su defensa contra

los modernos invasores es la necesidad que hace posible la libertad

de miles de campesinos, que luchan desde hace siglos por su recono-

cimiento como hombres libres, de personas con dignidad. La coca es

el espíritu andino, que en su combate expresa la supervivencia de su

cultivo y uti lización.

La coca significa la presencia del hombre andino entre las distintas

culturas que florecen en el país. La coca se abre paso en medio de una

constelación de ideologías contrarias y devasta doras de su propia exis-

tencia. Es su perspectiva que está en juego y la lucha de los pueblos an-

dinos, es el escudo de liberación y su extensión en el planeta. La lucha

por la coca es el combate por la universalización del hombre andino y

de sus formas de vida, su cultura, que se proyecta precisamente a tra-

vés de ella. La coca no sólo muestra las angustias del hombre aymara,

sus anhelos de libertad; también busca su universalización como raza,

pueblo y nación. La defensa de la coca es la defensa de la existencia

del hombre andino, que se enfrenta a los erradicadores, pero también

a los procesos de aculturación, a los mecanismos del narcotráfico, y a

los embates de los grupos dominantes internos y exter nos, que pre-

tenden acabar con la coca, para eliminar al pueblo aymara. Este es el

objetivo final, por eso la coca y su defensa son componentes de una

misma causa popular y nacional.

Signo de identidadLa identidad social es la suma de las rela ciones de inclusión o exclu-

sión en relación a todos los grupos constituti vos de una sociedad o

una nación o civilización en su conjunto.

El pueblo aymara y su cultura se halla definida por estas caracte rísticas

y entre ellas destaca la coca como un componente esencial de su iden-

tidad. Es en torno a ella que se agrupan los miembros de sus comu-

nidades y encuentran coherencia y sentido de sus vidas y acciones.

Esta es la explicación porque se han construido y circulan tantos mitos

con relación a la coca. La referencia obligada refleja un sentimiento

de per tenencia a ese pueblo que la utiliza en todas las formas y acti-

vidades cotidianas. La masticación es parte integrante de sus valores

culturales y sociales tan extendidos en el mundo aymara. La coca es

el mejor instru mento para entablar relaciones humanas; con ella se

abren todas las puertas de comunicación e interacción sociales. Un

puñado de hojas verdes, con otro poquito de bicarbonato, azúcar o

legía, pueden estable cer amistades y relaciones sociales sólidas y per-

manentes. Acullicar re fuerza la confianza entre los individuos y contri-

buye de manera efecti va a determinar la autonomía de las personas.

“La coca es un “lubricante” de las relaciones sociales, presente en todo

acontecimiento social o rela ción interpersonal. Es elemento central

de toda transacción, alianza, acon tecimiento o ceremonia”16. La coca

elemento central de todo rito o culto como fenómenos sociológicos

grupales, reafirma los lazos de identidad entre los miembros de la co-

munidad, reforzando la confianza mutua y la solidaridad. El consumo

tradicional de la coca es un símbolo de iden tidad étnica para los hom-

bres andinos, por ello la hoja de coca es uno de los referentes más

importantes de su cultura.

Todos los pueblos y culturas del mundo han recibido perturbacio nes

a sus referencias identitarias y lo han hecho a través de sistemas de

alienación, aculturación forzada, transplantes culturales, alienación y

despersonalización. La alienación de la identidad se produce como

efecto de la intervención de un sistema cultural exterior con el fin de

modifi car una identidad constituida y vigente. En este sentido son fre-

cuentes los lavados de cerebro, las aculturaciones forzadas, pasando

por las ac ciones totalitarias de identidades negativas y las amputacio-

nes despersonalizadoras.

La aculturación se produce por las modificaciones que se originan

en un grupo, comunidad debido a su contacto prolongado con otros

grupos, al cambiar sus sistemas culturales, sus premisas, sus mode-

los y representaciones, de lo cual resulta la pérdida de sus referentes

cultura les y sociales. La aculturación forzada surge como resultado

de la inter vención de un grupo dominante sobre otro grupo domi-

nado, consti tuyendo una situación típicamente de colonización. En

este caso el colonizador impone sus modelos propios de identidad, y

ejerce diversas formas de presión, físicos, económicos y psicológicos

para obligar a adop tar una identidad diferente a la suya y sobre todo

que cada individuo asuma otra identidad.

Una de las formas más extendidas que los colonizadores utilizan como

presión psicológica es la identidad negativa de los grupos someti-

dos, es decir la desvalorización de la suya propia e idealización de la

nueva implantada. En este contexto toda aceptación de la identidad

pro puesta es ampliamente gratificada. La identidad sometida, por ser

anti cuada es siempre negativa, en cambio, la recién llegada, por nueva

es “moderna y positiva para todos”. La alienación y despersonaliza-

ción se produce con la utilización de técnicas específicas inventadas y

puestas en obra con el propósito de cambiar a los individuos y grupos:

lavado de cerebros, curaciones de posibles enfermedades, y reedu-

caciones for zadas. Aquí están las prácticas como el aislamiento, des-

pojo, degrada ción de la imagen propia, contaminación física y moral,

embriagamiento, pérdida de la autonomía, integración dentro de un

sistema de servi dumbre y gratificaciones. Estas prácticas fueron comu-

nes durante la conquista de los kollas por incas y españoles.

“Como todos los vencedores y antes de los españoles ya lo habían

intentado los Inkas procuraron destruir las creencias del vencido para

sustituirlas por su propia reli gión y forma de pensar17. Teresa Gisbert

escribe: “El Collao donde emer ge la cultura Tiwanaco, es el escenario

donde florecen los reinos aymaras convirtiéndose en tierras de con-

quista para los incas y españoles. Todos y cada uno en su momento

tratan de destruir la religión del vencido, asi milando de ella los pun-

tos comunes con la religión del vencedor; así Viracocha toma el lugar

de Tunupa, el Sol el de Viracocha y el Dios cristia no el del Sol, a su

vez María sustituye a Copacabana. Todos arrastran tras sí los atributos

de su antecesor al cual reemplazan y con el cual en cierta manera se

identifican”18. Estas sustituciones se complementan de manera coin-

cidente y tiene efectos múltiples como señalan Boysse y Harris, así:

“este proceso afectó las categorías mentales del conjunto de la socie-

dad, tanto en sus versiones colectivas y casi inconscientes como en las

resonan cias más individuales que cada persona siente como propia-

mente suya”18.

Los trasplantes sociales y culturales por motivos de control social, ob-

jetivos políticos y militares o agrícolas es otra variante de coloniza-

ción forzada, que crean no solamente traumatismos culturales, sino

re presentan modalidades de exclusión, cuyas víctimas frecuentes son

con siderados como extranjeros y diferentes a los invasores.

Todas estas formas de alienación fueron practicadas por los invaso res

incas, conquistadores españoles y ahora las utilizan los agresores nor-

teamericanos. Por todas estas razones la coca forma parte de las señas

de identi dad de los pueblos aymara y quechua y su cultura y esta es la

causa de la defensa de la tierra, el territorio, la identidad, la cultura y la

soberanía nacional. Y esta es también la razón porque los que atacan

a la coca y a los productores, son enemigos de los pueblos aymara y

quechua, su cultura, identidad, tierra, soberanía.

¿Por qué aymaras y quechuas insalivan coca?La acción de (masticar), que no es tal, - porque no se mastica sino in-

saliva -, se define con el verbo aymara acullicar o acullina; acullico es el

bolo de coca y la palabra pijchar es deformación de pijcho. “En Boli via

y Perú esta planta tiene dos niveles de uso, el indio y el mestizo por un

lado y grupos blancoides y tradicionales por el otro, tres usos popu-

lares, medicinal en mates e infusiones, mágico y adivinación los dos

niveles, como insalivante en forma exclusiva los indios y algunos mes-

tizos; esta operación se denomina acullicar, chabchar o mambear,

(erróneamente se asegura que el indígena mastica la coca, por eso

denominan masticatorio). A fines del siglo XVI y comienzo del XVII,

se indica, “mas car coca”, y se decía en aymara hallchitha hallpatha.

(Bertonio 1612-1980. Parte 1ra. 309), cuando lo hacían con su salsa o

con ceniza, hallchitha luktapi tturuña”20.

La insalivación de la coca desde hace seis siglos estuvo y aún está en

el centro de encendidos debates. Unas veces a través del monopolio,

otras debido a cuestiones de orden religioso y ahora como prácticas

“insanas” o toxicomanía. En todas las épocas y con sus propias especifi-

cidades la “masticación” fue elemento nodal de las prohibiciones.

Du rante la colonia es harto conocida la posición de los religiosos y

autori dades de la corona, cuyas posiciones más radicales se expresa-

ron en las ordenanzas del Conde Nieva 1563 y las de Toledo en 1572,

medidas que nunca se cumplieron.

El siglo XIX, las oligarquías criollas liberales retoman el viejo sueño

ibérico de “civilizar, humanizar” a los indígenas señalando a la coca

como el primer estigma de su degeneración, crimi nalizado por el

darwinismo social vigente en aquella época.

La moderna farmacracia norteamericana legitimada por las Naciones

Unidas en las convenciones sobre estupefacientes, la “masticación” de

la hoja de coca así como el fumar opio y marihuana, han sido con-

sideradas como toxico manías que merecen ser “extirpadas” por ser

“dañinas” a la salud públi ca, pretendidamente defendida por la ONU y

sus organismos de fiscaliza ción.

El coqueo, es decir la insalivación de la coca, ha originado intensa po-

lémica desde la colonia y estructuró dos bandos enfrentados: los par-

tidarios de la erradicación de esa tradición cultural andina y los defen-

sores de la práctica de acullicar. Entre los primeros se encuentra toda

la burocracia internacional de las Naciones Unidas, Estados Unidos

y los países europeos, en el segundo campo están los productores

en primer plano, luego los trabajadores, intelectuales e instituciones

20 21

defensoras de las culturas andinas. Unos se apoyan en la abundante

legislación in ternacional que trata de erradicar el pijcheo y otras prác-

ticas, sin tomar en cuenta las tradiciones, culturas e identidades de

los pueblos aymara y quechua, que resisten por todos los medios las

acciones depredadoras.

La posición internacional es bien conocida y respaldada por casi todas

las naciones del mundo para eliminar el coqueo y en cambio los pun-

tos de vista nacionales, bloqueados por la propaganda internacional y

los regímenes fantoches que desplegar demasiados esfuerzos para im-

pulsar la defensa la coca. Un dato poco difundido, debido a los prejui-

cios prohibicionistas, es el que según “algunos cronistas indican que

después de la conquista la popularización del uso humano de la coca

no se circunscribió al indio, también los españoles usaron de esta hoja

como insalivante. Se tiene entendido que esta acción no fue por una

simple imitación o introducción de los indios, sino que estando en

permanente contacto y observando que el indio resistía trabajos fuer-

tes decidió usar la coca para conseguir los mismos efectos. Durante

la colo nia el uso de la coca por los españoles fue permanente. Sin

embargo, “la insalivación o acullico –dice Gregorio Loza21–, no es una

adición o dependencia, es un hábito que se deja con facilidad. El indio

coquero o coqueador no siente compulsión, un deseo; es decir, una

necesidad irresistible de ensalivar la coca, tampoco tiene tendencia

a aumentar la cantidad que acullica o insaliva... La insalivación, mal

llamada masticación, no constituye una dependencia; solamente es

un hábito. La suspensión de su uso no ocasiona un fenómeno psicoló-

gico en el individuo, tan sólo podría originar un desequilibrio cultural

parcial por ser un elemento que adquirió valores culturales de “rela-

cionador social” y que permanece hasta el presente en los pueblos

alto-andinos.

La relación entre hombres, sus familias, la sociedad y la cultura por

medio de la coca transforma a ésta en símbolo de identidad, de

auto¬estima y autovaloración. Para Carter-Mamani, es un lubricante

social, porque facilita las relaciones sociales, es la relación sine qua

non de las relaciones sociales. A lo largo de los procesos de relaciona-

miento social, la coca juega un papel importante.

En los pueblecitos y aldeas rurales del altiplano de Bolivia, la coca es

un artículo indispensable, que posibi¬lita los buenos modales, la peti-

ción de un favor, en trato en los negocios de la comunidad, e incluso

en el inicio de las conversaciones casuales en los caminos. Sirve para

cerrar negocios facilitar una reunión entre amigos, sirve en las visitas

de cortesía, y en toda clase de rituales legitima¬doras de la estructura

de la sociedad rural22.

tinerario fatal

El cártel de la cocaína no empieza en Medellín, pero si en las calles

de Nueva York, Miami y Los Ángeles. Es el consumidor de drogas ,

quien permite existir al cártel de las drogas, quien proporciona el

mercado y quien financia la empresa.

Nancy REAGAN1

La hoja de coca utilizada desde hace milenios en los pueblos de

América evoluciona en función de las culturas económicas, sociales,

medicinales y religiosas. Jamás estuvo ligada a otros propósitos. Su tra-

yectoria histórica hacia la cocaína adhiere a las tecnologías de la era in-

dustrial cuando se descubren sus cualidades y propiedades para usos

médicos e industriales como el vino y la coca cola. Son estas culturas

las que marcan la transformación cualitativa de la coca en cocaína y

su difu sión en el mundo entero. No son los pueblos precolombinos

los que modificaron los objetivos de su producción y consumo; las

naciones del norte manipularon la coca para convertirla en cocaína.

Aunque es poco lo que se conoce, se sabe que los indios de la Guajira

en la frontera de Colombia con Venezuela, destilaban una mixtura de

hojas de coca, ma chacada en una solución de agua y de cal en polvo,

raspando conchas marinas cocidas, obteniendo una especie de jarabe

viscoso, parecida a la pasta de cocaína. Pero veamos un último des-

cubrimiento de magni tud: la coca se originó y existía en el período

Cretásico, Era mesozoica o secundaria, donde aparecieron animales y

vegetales gigantes que des aparecieron en la misma era en un lapso de

140 millones de años, pero la coca sobrevivió. Esta conclusión surge

cuando en mayo de 1992, la señora Angélica Miranda en compañía de

estudiantes de la Universi dad Tomás Frías, descubren en el Cerro Rico

de Potosí restos fosiles de la hoja de coca. Este descubrimiento - dice

Reynaldo Molina Salvatierra2 - de fósiles petrificados de la coca corres-

ponde a la variedad Erythroxilá ceas, que observadas minuciosamente,

sus nervios principales y secun darios, limbo, pecíolo y ápice, tienen la

misma característica y estructura filogenéticas de la coca actual, siendo

increíble su supervivencia a dos períodos glaciares.

3.500 años a. d. n. e. La Dra. Svetla Balavanova en sus trabajos sobre

Metabolismo de la Droga da cuenta que en los cabellos de las momias

egipcias de esa época, encontró cristales de cocaína y nicotina. Sus

trabajos fueron confirmados en otros 103 casos de momias de Sudán,

cuya antigüedad datan de 3.700 a 1.100 a.d.e. Mas tarde las investiga-

I ciones realizadas en la momia de Tutankamón el año 1976 en París,

encontraron también cristales de tabaco. Finalmente las pruebas en

las momias de Manchester confirman el hallazgo de tabaco, anunciado

hace bastante tiempo por la Dra. Balavanova.

2.500-1800 a.d.n.e. las hojas de coca han sido descubiertas en las tum-

bas de la ciudad de Huaca Prieto (norte del Perú), provenientes de

ese período.

1499, el geógrafo Américo Vespucio observó a los indígenas utili zar

las hojas de coca en las costas actuales de Venezuela. Posteriormen-

te la carta de Vespucio fechada en 1505, fue verificada por Delpiru y

Labrousse, que los Indios Kogy de la sierra Nevada de Colombia practi-

caban la técnica del coqueo, denominada mambeo.

El arqueólogo Arturo Posnansky al descubrir momias en Tiwanacu en-

contró que las vísceras habían sido reemplazadas por una mezcla de

coca y de hierbas aromáticas. Todo esto confirma que los pueblos de

América utilizaron y consumieron la coca desde hace más de 4.500

años a.d.n.e.

El cronista español Cieza de León consagró un capítulo entero de sus

Crónicas del Perú a la coca. 1573, el valor de las hojas de coca consu-

midas anualmente en las zonas mineras de Potosí equivalente a 450

ki logramos de oro (o sea, 3.6 millones de francos actuales).

1750, Joseph Jossieu, miembro de la expedición de la Condamine, que

envió las primeras plantas de coca a Francia.

1855, el alemán Friedrick Gaedcke obtiene una mezcla de diversos

alcaloides contenidos en las hojas de coca.

1860, la primera tentativa por descubrir el alcaloide de la hoja de

coca fue hecha por Pizzi, en su laboratorio de la Botica y Droguería

Boliviana en La Paz, producto entregado a von Tschudi, quien a su

retorno a Alemania hizo analizar con Woehler y no se conoció jamás

el resultado.

En esa misma época los farmacéuticos bolivianos Gregorio Calero y

Domingo Lorini tenían sus laboratorios en La Paz; el primero, en su

Botica de la Plaza de Churubamba y calle Ancha, había detectado un

alcaloide.

1860, Albert Niemann, descubre el alcaloide cocaína.

1863, Angelo Mariani, químico corso lanza en París un vino de coca.

1884, Sigmund Freud escribe el primero de cuatro artículos sobre la

cocaína, Uber Coca.

1885, el gobierno de Bolivia adjudica al norteamericano Henry Rusby

la autorización para fabricar industrialmente cocaína.

1886, John Pemberstons, farmacéutico de Atlanta, lanza una imitación

del vino Mariani, la Coca Cola, que como ella contiene cocaína. 1908,

la isla de Java deviene el primer exportador de la hoja de coca. 1914,

la Ley conocida como Harrison Act limita el consumo de cocaína en

Estados Unidos.

1934, Cole Porter escribe sobre la cocaína, entonces de moda en

Brodway y Hollywood, una canción célebre: “I get a kick aut of you”.

1940-1960: eclipse de la cocaína.

1961, Las Naciones Unidas organizan la Convención Unica Sobre

Estupefacientes, que preveen que los cultivos de la coca deben ser

erradicados en el Perú y Bolivia en el plazo de 25 años, después de la

ratificación de la Convención de 19643.

1980, Bolivia: golpe de Estado del Gral. Luis García Meza, financia do y

apoyado por la mafia de la cocaína y avalado por Estados Unidos.

1984, el Ministro de Justicia, Lara Bonilla es asesinado por la mafia de

la cocaína. 1985, las necesidades legales de (farmacéuticas) de cocaína

en el mundo son de 1.2 toneladas.

La producción ilícita sobrepasa las 200 toneladas.

1986, el científico Noel Kemp Mercado y otras tres personas mue ren

en Huanchaca, Santa Cruz, Bolivia, victimas de las bandas armadas li-

gadas al narcotráfico.

1987, el Diputado Edmundo Salazar Terceros muere asesinado por la

mafia narcotraficante en la ciudad de Santa Cruz.

1990, Estados Unidos invade Panamá con el objeto de derrocar al

Presidente Antonio Noriega, su antiguo aliado.

1990, caen asesinados candidatos presidenciales en Colombia. 1993,

muere el máximo capo de la mafia colombiana Pablo Escóbar. 1993 La

Corte Suprema de Justicia de Bolivia condena a Luis García

Meza por diversos delitos, entre ellos por narcotráfico, llega extradi-

tado del Brasil.

1994, es apresado un avión en Lima, procedente de La Paz, con 4 tone-

ladas de cocaína, denominado narcoavión.

Transformación de la coca: primeros experimentosFue el comerciante corso, Angelo Mariani, que en 1863 lanzó su vino

a base de cocaína, que tuvo un extraordinario éxito. Según los ana-

listas del vino, Mariani ha establecido una concentración de 35 a 70

miligramos de cocaína por vaso de vino. Ese líquido maravilloso, de

acuerdo al criterio generalizado de los consumidores fue seguido

del “elixir Mariani”, cuyo contenido era de tres veces mayor a la del

vino; la “pasta Mariani”, (una especie de goma con azúcar y coca);

las “pasti llas Mariani”, (pasta gelatinosa, mezclada con algunos mi-

22 23

ligramos de cocaína); y en fin el “té Mariani”, extracto de hojas de

coca, cuya concen tración de alcaloide era de ocho veces a la del vino.

Mariani había escri to una serie de libros en los cuales hacía referencia

a Julio Verne, que probablemente después de la octava botella habría

escrito: “una sola botella del extraordinario vino Mariani garantizaba

la vida hasta los cien años, yo estaría obligado a vivir hasta los 1700.

¡Estoy seguro que no veo ningún inconveniente” Notables escritores,

entre ellos, Dumas hijo, Zola, Ibsen, Anatole France, compositores:

Gounod, Massenet; actores entre ellos Sara Bernhart; artistas como

Rodin; hombres de ciencia, Thomas Alba Edison; Jefes de Estado: la

Reina Victoria del Reino Unido, el Rey de Grecia, el Zar de Rusia; ecle-

siásticos, como el Cardenal Levigerie, que escribió: “Vuestra coca de

América dio a mis padres de Europa, la fuerza para civilizar el Asia y la

América”. El Papa Pío X lo llevaba siempre en un frasco; el Papa León

XIII, que fue sostenido en retiro por el divino brebaje, hizo trabajar

una medalla de oro para Mariani”4. Según los autores Mariani no sólo

era un avisado comerciante, sino se interesó por la historia de la coca

y publicó un estudio bien informado: “La coca y sus acciones terapéu-

ticas” (Ed. Lacrosnier et Babé. 1890). Cultivo sus propios cocales en

las tierras de su propiedad en Neuilly-sur Seine y con conocimiento de

causa, escribía: “Es probable que esta planta se cultive en las Antillas y

que ella pueda devenir para ese país en fuente de riqueza”.

De acuerdo con los mismos autores en 1884 el joven Sigmund Freud

probó el mismo sus efectos y se convirtió en entusiasta propagandista.

Sin hacer una diferencia entre la droga y la planta remarca en sus ensa-

yos. “De la coca”, publicadas en julio de 1884, que ha sido utilizada

“en caso de guerra, durante los viajes de expedición. Recomendaba

la cocaína para sanar “el sama, el mal de montañas, en los casos de

debilitamientos físicos y los más diversos; para combatir la histeria, la

hipocon dría, los ataques de melancolía y del estupor”.

Al parecer Freud, como consecuencia de sus frustrados ensayos con

algunos amigos, en este caso el físico Ernest Fleisch y los experimen-

tos y descubrimientos posteriores, en sus ensayos “cocainomanía y

cocainofo bia” revierte parcialmente sus primeras opiniones con rela-

ción a la inocuidad de la cocaína. A pesar de las actitudes escépticas

de los científi cos y la indiferencia del Estado, el vino Mariani cruza

el Atlántico y llega a Estados Unidos y en 1885 el químico John Styth

Pemberton pone en circulación un nuevo brebaje mezcla de cocaína,

cafeína y extractos de cola mezclados con agua y gas carbónico: había

nacido Coca Cola.

Otro rival del vino Mariani, la Coca Metcalf’s Wine pretendió curar

la tuberculosis, el thifus, la gastralgia, la anemia, el hábito al opio, el

alcoholismo y la indigestión. Posteriormente Asa G. Gandler compra

los derechos de Coca Cola y hace desaparecer todas las referencias

a sus virtudes medicinales del producto para hacer de él un simple

refresco euforizante. A partir de entonces se desata una competición

entre productos igualmente ricos en cocaína. Es importante señalar

que a prin cipios de este siglo no era ya necesario recurrir a los tónicos

para conse guir cocaína en Estados Unidos, pues un gran número de

medicamen tos que contienen cocaína eran prácticamente de venta li-

bre en las farmacias. En 1903, el 30% de los cocainómanos americanos

eran aten didos por los dentistas. En 1906 Estados Unidos importó dos

toneladas de cocaína y 2.600.000 libras de hoja de coca de las cuales

elaboraron diez toneladas de suplementarias de droga. Se estima que

el consumo de la época por cabeza era equivalente a lo que será de

nuevo en 19745.

Gobierno boliviano autoriza producción de coca“Cuando con su pluma lujosa y redondeada letra estampó su rúbrica el

trazo firme en la Resolución Suprema, el 19 de septiembre de 1885, el

Presidente de la República Gregorio Pacheco Leyes (1823 y 1899), no

sospechó ni intuyó siquiera la trascendencia de la disposición legal-ad-

ministrativa que suscribía y sus proyecciones futuras. Por ella, se con-

fería al solicitante Enrique (castellanizado el nombre) Henry Rusby, el

privilegio exclusivo para fabricar industrialmente cocaína por el plazo

de seis años en el departamento de La Paz, a partir de 1886, o sea con

validez hasta 1891. Se le extendía simultáneamente la patente respecti-

va, previo depósito bancario de Bs. 200, un monto insignificante.

El estadounidense Henry Hurd Rusby, con entrenamiento médico y

farmacéutico, también botánico, era ciertamente personalidad polifa-

cética. Comenzó éste su estudio sobre la coca en 1885, precisamente

cuando la compañía Parke & Davis le encomendó viajara a Sudamérica

para asegurarse de adecuada provisión de coca boliviana para fabri-

car cocaína. Cuando llegó a nuestro país se instaló en Coroico, a fin

de es tudiar previamente sus caracteres botánicos y sus efectos en los

coqueros nativos. Disponía de un laboratorio portátil para el aislado

de los alca loides, así como la bibliografía disponible. A su regreso a

Estados Uni dos en 1888 publicó un folleto con el rótulo Coca at home

and abroad, que sirvió para difundir sus cualidades y en brevísimo

artículo de seis páginas con precedencia en 1886, ambos en Gaceta

Terapéutica. Han perdurado sus disquisiciones taxonómicas sobre la

coca. Rusby, con agu deza pensó que era mejor industrializar el alca-

loide que transportar la materia prima. Por su parte, la firma Parke

& Davis, no sufragó gastos al azar. Pronto los recuperó y sobrepasó

de manera superlativa con gran des ganancias”6. El estudioso Cabieses

indica que en los años subsiguien tes, “lanzó al mercado diversos pro-

ductos a base de cocaína: cigarrillos, inhalantes, diversas soluciones

inyectables tónicas y cordiales. Con su excelente método de comercia-

lización y con el apoyo prestigioso de la profesión médica norteameri-

cana, la difusión de la cocaína fue rápida y masiva. Pero el entusiasmo

que produjo no duró mucho tiempo. Al comenzar a aparecer casos

de adicción y excesos, rápidamente la cocaína fue juzgada como un

flagelo de la humanidad7. Sobre el mismo Rusby, Golden H. Mortimer8,

afirma:” por medio de mis compañeros, puesto que yo estudié medici-

na en la Universidad de la ciudad de Nueva York, era mi amigo Henry

H. Rusby, que se miraba como uno de los botánicos de gran porve-

nir y que fue presentado como profesor de materia médica para esta

Universidad y del colegio de Farmacia de Nueva York. Desde que él

recibió su diploma, hizo un viaje botánico a América del Sur por cuen-

ta de Parke Davis y Cia, donde las instruc ciones recibidas, entre otras

cosas, que él estudiara la coca en su lugar de origen. Los resultados

de la investigación de H.H. Rusby era de pleno interés en lo que mos-

tró las similitudes de métodos actuales de cultura con los cuales han

descrito los antiguos autores españoles. Sus investi gaciones tuvieron

como campo principal el distrito de Coroico en los Yungas de Bolivia.

El fue el primero en mostrar claramente que “la mejor calidad de las

hojas de coca para la fabricación de productos químicos es la que con-

tiene el más grande porcentaje de cocaína cristalizable; mien tras que

sus mismas hojas, desde el punto de vista del consumo ordina rio, será

considerado como completamente inferiores”. En efecto, expli ca el

autor, el indio busca una coca rica en alcaloide, aromáticas y dulces,

en lugar de la hoja inferior donde la cocaína es mínima.

Elixir de coca made in Bolivia Parece que los primeros años de 1800 se comienza a aislar los alca-

loides de vegetales. Se piensa naturalmente que la coca podía con-

tener algunos principios de esta especie. “La primera tentativa –dice

Mortimer9 fue hecha por Pizzi en su laboratorio de la Botica y Drogue-

ría Boliviana, en la Paz (debe ser la Botica del Dr. Lorini) bajo la

instiga ción del Dr. von Tschudi, que exploró antes en el Perú. Pizzi

creía haber descubierto el alcaloide buscado y entrega el producto

a von Tschudi, el cual a su retorno en Alemania, lo hace analizar con

Woehler. El resulta do fue desatendido y quedó inexplicable...¡era un

simple enyesado de París!” Se sabe que ya en 1810 Tschudi, expresó:

“No solamente la coca es inofensiva, ella es una causa de salud”.

Más sobre este asunto destacable es el relato registrado en el libro

de Néstor Taboada Terán La Tempestad y la Sombra, dice así: “El far-

macéutico Zannetti despertó temprano. Cuando entró el domés tico

en puntas de pie para despertarlo como solía hacer todas las maña-

nas, le encontró frente a las ventanas revisando la correspondencia.

Signore... Cartas de todo el mundo. Los empresarios farmacéuticos

de Columbia, Estado de Atlanta, United States, le hacían pedidos del

milagroso vegetal sudamericano que negociaba. ¡Coca boliviana, la

verdadera!. La Revista Científica de Italia registraba el aviso comercial,

coca boliviana en estado natural, lista para ser masticada en dosis.

Poderoso reparador de fuerzas perdidas y efectiva para resistir los fríos

más intensos, la humedad y las graves fatigas. Se vende por cajitas de

50 gra mos al precio de un franco con 30 centavos... Signore Zannetti

estaba frente al boom. Milán convertido en ombligo del mundo. Los

pedidos del in terior y exterior habían rebasado su capacidad comer-

cial. Joseph Bain en París montó el negocio representando a Zannetti.

¡Elixir de coca de monsieur Bain!. Y sus existencias agotadas rápida-

mente. Debía viajar de inmediato a Bolivia y obtener del gobierno el

monopolio de distribución universal. Realizando antes un viaje alrede-

dor de la tierra al estilo de Marco Polo había llegado a La Paz, el Tibet

sudamericano, tres razas e infinidad de lenguas y religiones secretas,

y se interesó por la misteriosa hoja de coca. Una tierra ignorada con

una riqueza potencial inédita. El Presidente Melgarejo le obsequió dos

tambores del Coroico yungueño. Nubes livianas bogaban en la sima de

sus abismos. Durante el coloniaje español, Totora había sido la gran

proveedora. El Presidente intuía el boom... ¡Antes consumían los in-

dios y ahora los gringo! Cosa extraña, militar deslumbrante, tierno y

con sentido de humor. Si no hubiese sido el elegido de este país, de-

claro, seguramente habría sido un excelente comerciante de coca. Un

cocaine businessman... Esta vez en audiencia que le concedió, tenía a

su diestra a Juana Sánchez, mestiza de ojos anchos y soñadores que

hacía de Primera Dama de la Nación. Hizo entrega de los obsequios

que traía. Para el Gran Capitán una espada con puño de oro propiedad

de Napoleón obtenida en el hospital de los inválidos de París. Usted

merece mucho más, Excelencia. Y para la mariposa fulgida que le te-

nía fascinado, perfumes de París Frais vibrant authe!... entusiasmado

hasta el delirio, el locuaz farmacéutico les contó del éxito de la coca

milagrosa, el boom comercial. Los dos tambores de coca solu cionaron

sus problemas financieros vendiendo al raleo. La coca está en los más

24 25

importantes laboratorios del mundo... El Gran Capitán vio con satis-

facción que se estaba dando el milagro. Será un decisivo propulsor

económico e industrial. Con la coca dominaremos Europa y quien

domi na Europa domina el mundo, explicaba su geopolítica al alcance

de la mano... En las praderas yungueñas Zannetti adquirió tambores

de coca que fueron transportados a La Paz, a lomo de indio, porque no

habían comenzado todavía los trabajos de integración caminera que

uniría la Cumbre de Unduavi con el paraíso... El italiano confirmó su

visión de hallarse nueva mente como Marco Polo en un país exótico y

se llevó a Milán, junto a los tambores de coca, a Periquito el loro de

Coroico y una mulata del ayllu de Chicaloma que bailaba saya”10.

Todas estas referencias a la coca, los farmacéuticos de origen italiano,

sus trabajos de laboratorio y el visi tante Zanneti nos demuestran 5

aspectos trascendentales para este es tudio: a) Que la coca y sus de-

rivados ya se conocían ampliamente en Europa, b) En los años 1860

farmacéuticos bolivianos habían aislado el alcaloide de la cocaína,

c) Fue el gobierno boliviano autorizó en 1885 la fabricación de cocaína

en los yungas, d) En esos tiempos no era ilícita la compra y venta de

cocaína en las farmacias y, e) Bolivia no sólo exportó coca, sino elixir y

otros derivados de coca a través de la empresa norteamericana, Parke

Davis.

La coca y los pueblos de AméricaLos pueblos de América, desde el norte hasta la Patagonia seleccio-

naron y utilizaron psicotrópicos y estimulantes vegetales intensos,

como el tabaco y el peyote y chocolate en el norte y centro, la coca,

el guaraná y la yerba mate en el sur, además de otras hierbas, flores

alucinógenas. Estos excitantes eran parte esencial en la farmacopea y

los cultos religio sos a lo largo del continente americano. Al respecto

dice Alejandro Ca mino11: “El uso de plantas psicoactivas es uno de los

rasgos más extendi dos en el tiempo y el espacio de las culturas indí-

genas americanas. Al momento de la conquista de América, la coca

tenía ya una tradición de cultivo de cuando menos 6.500 años y su

utilización por parte de las culturas nativas se había extendido desde

Centroamérica hasta el Sur Andino y la Amazonía”.

Sin embargo el uso de los alucinógenos estaba regulado por las cos-

tumbres y los modos de vida de los diversos pueblos que vivieron

y aún viven en nuestros países. Muchos de estos estimulantes han

adqui rido carta de ciudadanía en el mundo entero: el tabaco, el cho-

colate, se adaptaron perfectamente a la condiciones de la vida moder-

na. No obs tante uno de los excitantes más difundidos, en las naciones

andinas, es la coca, cuya cultura ha penetrado profundamente a través

de su incre mento en la producción y consumo en amplias capas de

la sociedad, sea en el mundo aymara, con la dominación Inca y los

conquistadores es pañoles y, más tarde, por el crecimiento inusitado

del narcotráfico. La coca y su insalivación desde hace milenios ocupa

un sitio fundamental en las culturas sudamericanas y la evidencia es

que hoy grandes contin gentes sociales han emprendido una tarea de

rescate de esta hoja, que beneficia a sus consumidores, pero también

sirve los intereses de los que la convirtieron en droga. La insalivación

de la coca tuvo en el tiem po de la conquista y colonia tanta importan-

cia que casi todos los cronis tas opinan de sus cualidades. Gracilaso

de la Vega12, expresa: “De cuan ta fuerza y utilidad sea la coca para los

trabajadores, se colige de que los indios que la mascan se muestran

más fuertes y dispuestos para el tra bajo; y muchas veces contentos

con ella trabajan todo el día sin comer. La coca preserva el cuerpo de

muchas enfermedades, y nuestros médi cos usan de ella hecho polvo,

para alejar y aplacar la hinchazón de las llagas, para fortalecer los hue-

sos quebrados, para sacar el frío de los cuerpos, para impedirle que

entre, para las llagas podridas llenas de gusanos; si a las enfermedades

de afuera hace tantos beneficios, con vir tud singular en las entrañas

de los que mastican, no tendrá más virtud y fuerza. Tiene también un

gran provecho, y es que también la mayor parte de la renta de los obis-

pos y de los canónigos y de los demás minis tros de la Iglesia, es de los

diezmos de la hoja de coca, y muchos españoles se han enriquecido y

se enriquecen con el trato de esta hierba”. Agustín de Zárate dice: “La

estiman los indios más que el oro y la plata”13. Sobre lo mismo, el padre

Blas, Varela14, señala: “Es tan agradable la coca a los indios, que por ella

proponen el oro y la plata y las piedras preciosas”.

Un aspecto poco difundido que merece mayor atención es el hecho

de que a la llegada de los españoles “los aymaras conocían fuera de

la insalivación con los aderezos apropiados, otras formas de lograr

una mayor absorción del alcaloide de la cocaína por el organismo.

Se sospe cha que los españoles recogieron algunos de estos sistemas

destinados a obtener mayores resultados, el sistema parece haber sido

obtenido por los españoles y no sólo seglares, sino también religiosos,

como se de mostrará ... En América muchas culturas continúan usando

diversos ve getales y hongos con efectos psicodislépticos tales como

Psicosybe y Zapotecorum y Aztecorum, en mesoamérica; alucinóge-

nos como el yaqué y ayahuasca en las regiones amazónicas...

Se hallan rastros arqueo lógicos sobre el uso por aymaras e incas de

la méscalina y otros alcaloides de algunas cactáceas, de las daturas,

vegetales que contienen la atropina, hiosciamina y otros alcaloides

energéticos15. El carbonato de calcio “cal” de la llipta, que los coqueros

chupan con las hojas de coca para liberar más rápidamente los alca-

loídes estimulante, se ha encontrado dentro de envases de concha,

cerámica, metal, piedra a través de las fases cerá micas y en polvo en

algunos sitios del Ecuador16. En la región interandina del Perú y Bolivia

hay una gran diversidad de sustancias que forman la llipta, variando

éstas de región en región; unos usan cenizas de tallos de quinua, o de

mazorca de maíz, o de fruta de algarrobo, o papas her vidas o harina

de maíz, quinua, etc. La cantidad de CaCo3 que entra a formar parte

de la llipta también varía de comunidad a comunidad, desde sólo “cal”

en el norte de Colombia hasta harina o cenizas de plan tas en Perú a

Bolivia”17. Los incas, dice Edgar Dick Ibarra Grasso - extraían el aceite

esencial de la coca para anestesia local con la cual efectuaban trepa-

naciones18. “Los aborígenes del Perú y Bolivia conocían la propie dad

farmacológica de la hoja de coca. Ellos sabían que su jugo podía apli-

carse tópicamente para obtener insensibilidad al dolor. De hecho, la

sociedad Inca empleó el principio activo de la coca para soportar el

do lor de las trepanaciones19. Se sabe también utilizaban cal mezclada

con vinagre de piña, según evidencias encontradas dentro de envases

de concha, cerámica, metal y piedra y esta habría sido una de las cau-

sas para la prohibición a las mujeres entre los aymaras y el monopolio

durante el incario.

Otro aspecto importante para recordar es que según “algunos cro-

nistas después de la conquista la popularización del uso humano de

la Toca no se circunscribió al india también los españoles usaron de

esta hoja como insalivante. Se tiene entendido que esta acción no fue

una simple imitación o introducción de lo indio, sino que estando en

perma nente contacto y observando que el indio resistía trabajos fuer-

tes deci dió también usar la coca para obtener los mismo efectos.

Coca, cocaína y narcotráficoA partir de 1906, en que el gobierno de Estados Unidos emite las pri-

meras normas limitativas en el uso de drogas, empieza un gran de bate

en Norte América y en el plano internacional sobre los efectos po-

sitivos y negativos que ocasiona la cocaína. En el siglo pasado la cocaí-

na logró gran popularidad en Estados Unidos como tónico general

para la sinusitis y la fiebre del heno, y como cura para los hábitos del

opio, de la morfina y del alcohol. Las revistas académicas publicaban

informes en los que lo único que faltaba era aconsejar la ingestión ili-

mitada de cocaína, dice David F. Musto, citando a G. Achie Stockwell.

En Estados Unidos, las propiedades estimulantes de la cocaína con-

virtieron esta sustancia en ingrediente favorito de la medicina, de las

bebidas gaseosas, de los vinos. La Parke Davis Company, productor

excepcionalmen te entusiasta de cocaína, vendía incluso cigarrillos

de hojas de coca y cigarros de coca para acompañar el resto de sus

productos, los cuales proveían cocaína en una variedad de medios

y líneas como una mezcla de alcohólicos tipo llamada Coca Cordial,

tabletas, inyecciones hipo dérmicas, ungüentos vaporizadores. Dice

Musto20: “Debido a que la co caína de ninguna manera estaba limita-

da a las recetas médicas, las “clases más bajas”, particularmente en

los estados prohibicionistas, encontra ron en ellas un estimulante que

podía sustituir los licores fuertes. Los bares empezaron a colocarle

una pizca de cocaína en cada trago de whis ky y la cocaína comenzó

a venderse puerta a puerta. Hacia 1900 se pro mulgaron rápidamente

leyes estatales y ordenanzas municipales contra estas actividades. Y

aunque un Estado podía promulgar una ley anti narcóticos e incluso

ejecutarla, los estados fronterizos, que no tenían leyes en ese sentido,

a menudo suministraban drogas a los consumidores y a los vendedo-

res. Según informes, se distribuía cocaína entre los obreros mineros

y de la construcción para obtener de ellos, alto rendimiento con coca

alimentación”.

Esta realidad y el auge del opio en los países asiáticos, especial mente

China, que generó una verdadera guerra de opio con los ingle ses,

obligó a Estados Unidos a hacer un llamado para una Conferencia

Internacional sobre estupefacientes, debido a intereses económicos

fun damentalmente, a pesar de las negativas de Gran Bretaña, Alemania

y Holanda, confrontados con el coloso del norte. La conferencia reuni-

da en Holanda el 1ro. de diciembre de 1911, en la que Portugal defen-

dió su industria del opio en Macao y Persia y sus propios y prósperos

cultivos. Holanda, estaba involucrada en el tráfico de narcóticos en las

Indias Orientales Holandesas. Francia era ambivalente, recibía ingre-

sos de la Indochina Francesa por el opio para fumar, pero tenía el ma-

yor uso de potentes derivados del opio, que según informes, existían

en sus pose siones coloniales. El Japón ignoró las acusaciones de haber

introducido ilegalmente la morfina y las jeringas hipodérmicas en la

China. Rusia tenía una industria agrícola de amapolas, aunque no muy

grandes. Siam, por su parte, procesaba una cantidad considerable de

opio y tanto el problema como el ingreso del opio eran familiares”. La

conferencia se clausuró el 25 de junio de 1914 con 44 países firman-

tes, Serbia y Turquía se negaron. El proyecto de la Ley Harrison fue

aprobado el día 14 de diciembre y el 17 firmado por el Presidente de

26 27

Estados Unidos. Una ley Federal impondría algún control al tráfico de

opiáceos y cocaína. Acá empieza la lucha contra las drogas, fundada

en intereses geostratégicos y económicos entre Norte América y sus

futuros aliados.

Con la Ley Harrison llegarán una cantidad interminable de norma tivas

prohibicionistas, satanizando principalmente el opio y la cocaína hasta

desembocar en las actuales políticas antidrogas dirigida por Esta dos

Unidos.

En 1923, la Secretaría de la Liga de las Naciones dirigió una carta a la

Cancillería de Bolivia demandando información acerca de la indus tria

de la coca y la preparación de la cocaína, nota que fue transcrita a la

Sociedad de Propietarios de Yungas, cuyo Presidente entonces era Al-

fredo Ascarrunz, quien respondió en una extensa carta, de la que he-

mos seleccionado algunos párrafos: “Como datos útiles para el estudio

de esta cuestión, puedo expresar a usted, que la industria boliviana,

des de tiempos inmemoriales, se halla limitada a la producción de ho-

jas de coca, sin haberse jamás realizado transformación alguna de esas

hojas para la preparación de alcaloides.

“La producción de hojas de coca en las provincias de Nor y Sur Yungas

y de Inquisivi, del Departamento de La Paz, según informacio nes que

ha recogido esta Sociedad, a la cantidad de 75.000 quintales españoles

de hoja por año. Puede, pues, a base de esa información, esta blecerse

que la producción total en la República no debe exceder de cinco mil

toneladas métricas, ya que la industria del Departamento de La Paz

representa más de las tres cuartas partes de la producción total.

“Las hojas de coca producidas en el país se consumen en su totali dad

en forma cruda, es decir sin transformación alguna, representando

esas hojas una parte de la alimentación diaria de la mayor parte de los

indios del oeste del país. El precio que se obtiene por las hojas para

ese uso, es mucho más elevado que el que obtienen por productos

similares los agricultores de otros países vecinos, y los que produ-

cen este vegetal en las posesiones holandesas de Extremo Oriente,

resultando, en conse cuencia, que la hoja boliviana de coca, constituye

una materia prima demasiado elevada en precio para poder utilizarse

como beneficio de la fabricación de cocaína u otros alcaloides.

“Por la experiencia que se tiene en Bolivia, y que tiene en su apoyo

algunos centenares de años la masticación de hojas de coca y la asimi-

lación de su jugo, sin mezcla de ingrediente químico alguno, no tiene

por resultado la formación de ningún anestésico en el organismo, y

por lo mismo, su uso no lleva riesgo alguno de convertirse en un pe-

ligro social, cual sucede con el uso de alcaloides de coca, que es lo

que ha producido alarma en el extranjero, y ha determinado a algunos

gobier nos recurrir a la Liga de las Naciones en demanda de una legis-

lación o de un Acuerdo Internacional, que ponga fin a los medios de

propaga ción de ese vicio. “No existe en Bolivia el idiotismo producido

por la coca, pudiendo en cambio observarse que el trabajador indíge-

na, auxiliado por su dia ria ración de coca, resiste en el fondo de las

minas fatigas excepcionales que no podrían ser soportadas por ningún

otro obrero. Acaso una in vestigación científica de estos fenómenos

podría traer como consecuen cia, una recomendación, más bien que

una prohibición el uso de hojas de coca, como elemento vigorizador

del organismo”21. En base a estas exigencias de la Liga de las Naciones

y la exposi ción de la Sociedad de Productores de Yungas, el gobierno

de Bolivia hizo posteriormente sus Reservas, que llamaron la atención

en el orga nismo internacional.

El crecimiento del narcotráfico se ha visto impulsado por las políti cas

neoliberales, que con sus acciones expulsó hacia las zonas cocaleras a

miles de trabajadores, sin otra alternativa para la situación de margi-

nalidad económica y social. La lógica era clara y comprensible: produ-

cir coca, subsistir y ser condenado como “soporte de los traficantes”;

o no hacer nada, y sucumbir junto a sus familias. A medida que el

consumo de la cocaína se fue desarrollando en las últimas décadas, el

debate adquiere un tono conflictivo, pues se trata de dos posiciones

contradictorias: la una defiende la coca como tradición y propia de su

cultura, y las potencias encabezadas por Estados Unidos condenan la

coca como la materia prima de la cocaína y su producción ampliada.

La presión sobre la producción de coca se inicia con más fuerza en la

Convención Única de Estupefacientes de 1951, organizada por las Na-

ciones Unidas. En ese evento se aprobaron resoluciones destinadas a

la erradicación de cultivos de la coca. Más tarde la Convención de 1961

establece un plazo para la erradicación de cocales en Perú y Bolivia.

Coca y cocaínaUno de los objetivos norteamericanos y de sus portavoces internos es

confundir a la opinión publica nacional e internacional identificando

coca y cocaína, y productores con narcotraficantes. Un segundo obje-

tivo es aislar a los productores de la sociedad y enfrentarlos con otros

sectores y mostrarlos como enemigos de la juventud.

Identificada coca-cocaína, y productores con narcotraficantes, está

justificada la represión y erradicación forzada y así el ejército tiene

libre acceso a las zonas productoras para acabar con las plantaciones

de coca. Para completar el círculo, es necesario implementar una de

las expresiones ideológicas más importantes de los enemigos de la

coca: la ley, en calidad de código de violencia pública y cerrar aún

más la posi bilidad de distinguir entre el hábito inofensivo de insalivar

coca, parte integrante de la cultura andina, y el narcotráfico, alenta-

do precisamen te por la represión y la normatividad draconiana del

Estado. En el caso concreto de Bolivia, la Ley 1008 al identificar coca

con cocaína ataca a los productores y su cultura, violenta los dere-

chos humanos, desarticu la la ley y los fundamentos consagrados por

la Constitución Política del Estado y los principios universales del de-

recho pero a la par fomenta el narcotráfico implícitamente y favorece

la acumulación del capital para las naciones más poderosas, en primer

lugar Estados Unidos.

La cocaLa coca es la tierra, la vida de hombres y mujeres, sustento de miles de

familias en los valles y la meseta altiplánica.

Es la historia de los pueblos andinos, aymaras y quechuas y otros que

la producen y utilizan desde hace milenios; constituye un sím bolo

de lucha de las naciones aborígenes contra los prohibicionistas y los

filósofos de la erradicación.

La coca es la expresión concentrada de las culturas andinas y re-•

presenta, al mismo tiempo, la defensa de sus tradiciones ancestra-

les, sus modos de vida y su identidad, además las perspectivas de

los pueblos; favorece ampliamente la supervivencia de hombres

y mujeres que habitan ambientes hostiles, con pocos recursos y

mu cho esfuerzo

La coca es el mayor descubrimiento efectuado por aborígenes an-•

dinos para beneficiar a la humanidad de mil maneras como lo han

expresado los cronistas y el uso que se le da en la actualidad, com-

probada hace más de un siglo en Estados Unidos y por científi cos

del mundo.

La eliminación de cocales en los pueblos andinos y la represión de •

los productores no acabará con el mercado de la cocaína, porque

ya existen plantaciones en todos los continentes y además se cul-

tivará allí donde menos piensan los erradicadores.

La coca facilita la subsistencia de productores y sus efectos multi-•

plicadores sostienen la economía de comerciantes, transportistas,

industriales y trabajadores de todo género.

Esta hoja increíble ha soportado todos los embates perniciosos •

des de hace siglos y subsistirá a pesar de las medidas de fuerza de

sus enemigos y los apologistas de la erradicación.

Es una planta inofensiva en estado natural; son las mafias que la •

han transformado en droga para potenciar su poder económico

y político.

La coca es una de las 3 mil plantas curativas que los pueblos preco-•

lombinos registraron en su catálogo de medicinas para combatir

enfermedades. Para los pueblos andinos, la medicina preventiva

es más importante que la curativa, porque la coca no sana creando

otras enfermedades como hacen las medicinas sintéticas.

Es el espíritu de los Andes, conciencia, identidad, ideología, cultu-•

ra y forma de ser y vivir de aymaras y quechuas.

La coca es libertad, autodeterminación, lucha y victoria frente a •

los enemigos internos y externos.

Constituye uno de los más importantes eslabones de los mecanis-•

mos de cohesión e integración de las culturas andinas

Es motivo de reflexión y fuente de sabiduría para los pueblos an-•

dinos; en ella encuentran inspiración para resolver sus grandes

problemas.

La coca es un elemento vital del tejido social que permite a la •

socie dad y los individuos adaptarse al duro medio ambiente en

que se desenvuelve.

En consecuencia, la coca en estado natural no es cocaína, se con-•

vierte en droga cuando se suma a los precursores fabricados por

los mis mos prohibicionistas.

La cocaínaLa cocaína, en cambio, es un producto ajeno a los pueblos andi-•

nos, a los productores y sus costumbres. Identificarlo es parte de

la guerra sucia de los norteamericanos y sus aliados dentro y fuera

del país.

La cocaína surge como resultado del consumo de millones de •

hombres y mujeres de los países del norte, es la demanda que es-

polea la producción y consumo y se convierten en elementos esen-

ciales de un mismo proceso. Si pretenden confundir productores

de coca con narcotraficantes, lo mismo podría decirse de producto-

res y consu midores de droga sintética con narcotraficantes.

Es un invento de la industria y los mercaderes de la droga y no •

de los productores de coca. Su conversión en cocaína es resul-

tado del mercado y la tecnología y se halla sujeta a sus leyes, la

oferta y demanda, que no la regulan los productores de coca, sino

28 29

los mercaderes de la cocaína en los grandes centros urbanos del

mundo y los estados con sus acciones represivas.

La cocaína es la suma de coca más precursores de diversos tipos,•

fabricados y negociados por USA que busca erradicar la coca, y

sataniza su consumo.

Sin demanda no habría producción, en consecuencia, son pues •

los consumidores los responsables del incremento de la produc-

ción de coca y cocaína. Como dijo Nancy Reagan. “Es el consumi-

dor de drogas quien permite existir al cártel de las drogas, quien

propor ciona el mercado y quien financia la empresa”.

Es la concepción etnocentrista y racista de la cultura occidental •

que ha llevado a identificar coca-cocaína para destruir las plan-

taciones y atacar a sus productores. Esta injerencia en asuntos

internos de los pueblos andinos lamentablemente fue favorecida

por gobier nos sin dignidad ni reparo por la defensa de la sobera-

nía nacional.

Los erradicadores al criminalizar la coca cometen un gran error •

de concepción jurídica, pues no es la coca como tal que recorre

lo que se llama iter criminisi se refiere más al proceso psicológico

de incu bación del propósito delictivo hasta la perpetración del

delito, con la consideración jurídica y social, en cada etapa de la

punibilidad y la peligrosidad de la actitud del sujeto. Como se

ve, se trata del delincuente y su conducta, y no de la coca. Son

conductas de los indivi duos lo que se juzga en el Derecho y no a

los objetos. No es coca lo que consumen los adictos sino cocaína,

que sale de la coca, pero adherido a otras sustancias químicas

elaborada por las empresas de las naciones del norte y no los

productores de coca. Querer ligar el iter criminis a la coca es un

absur do jurídico inventado por los abogados norteamericanos

con aval de profe sionales bolivianos que dieron su visto bueno

a la Ley 100822.

Todo esto evidencia que la coca no es cocaína, que la cocaína es •

producto de la industria de las drogas y la manipulación de los

estados y sus burócratas prohibicionistas al ligarla con otras sus-

tancias, produ cidas por los países del norte, que dicen combatir

a las drogas.

La cocaína es la droga más requerida por los norteamericanos y las •

mafias traficantes, porque les reporta miles de millones de dólares

en sus bancos y el sistema financiero mundial.

El polvo blanco es la mejor forma de crear y producir riqueza, de •

acumular dinero, es parte del nuevo modo de producción de la

narcodelincuencia capitalista.

Cocaína y narcotráficoLa cocaína se ha convertido en los últimos 20 años, en una de las dro-

gas estrella de todas cuantas se consumen en el mundo, debido a las

múltiples aplicaciones que tiene como ya fue comprobado y sobre

todo debido a la persecución mundial de que es objeto. Pero la co-

caína no sólo se la busca como droga euforizante, y por ella las mafias

están dis puestas a todo, sino que ahora es el botín que suscita las

mayores confron taciones entre las bandas mafiosas y las fuerzas repre-

sivas de los estados. Las mafias criminales han acumulado inmensas

fortunas, consti tuido enormes y eficientes estructuras de comercio

ilegal por todo el mundo, interconectados con una inmensa red de

bancos, hasta conformar su propio ejército de sicarios, que usan la co-

rrupción como arma principal y han creado una verdadera cultura de

la muerte. Por su parte las grandes potencias buscan la cocaína con el

mismo afán y la fuerza irresistible que las mafias narcotraficantes Pero

cuál es ese talismán que tiene esta droga y arrastra a los estados tras

ella, e im pulsa a combatir por un lado y buscarla por otro; satanizarla

y al mismo tiempo aprovechar de sus resultados; reprimir y legalizarla

a la vez, odiar y amarla simultáneamente. Es el resultado que produce:

la riqueza. Es ésta la causa por la que combaten mafias narcotraficantes

y grupos de represión de todos los estados. Sólo un análisis dialéctico

de las drogas, en el caso de la cocaína, puede brindar una explicación

coherente de ese fenómeno propio de la sociedad actual. La cocaína

es una enorme fuen te de riqueza, ha superado las otras formas de

acumulación, y esta es la razón por la que se enfrentan “el bien y el

mal”; todos los narcotraficantes luchan por distribuirse los beneficios

económicos que deja. La guerra de la cocaína es el resultado de este

objetivo central, perseguido con el mismo interés por gobiernos y nar-

cotraficantes. La evidencia son los paraísos fiscales y la infinidad de

formas que adopta la legalización del dinero sucio: negocios rentables,

inversiones en la construcción, comunicaciones, venta de motoriza-

dos, bancos, hotelería, comercio, sistema financiero, turis mo, etc., son

algunas de las máscaras del narcotráfico.

Narcotráfico y sociedadEl narcotráfico ha producido descomunales transformaciones eco-

nómicas y sociales, pues su desarrollo espectacular tiene un impacto

extraordinario en los hábitos, costumbres y comportamiento de los

hom bres. La posibilidad real de obtener el dinero fácil incentiva a los

indivi duos a riesgos que de otra manera no lo asumiría.

Las fortunas que produce en tiempos relativamente cortos, con menor

esfuerzo, los pri vilegios y status que otorga, son los mejores anzue-

los para atrapar hom bres y mujeres hacia el lucrativo negocio de las

drogas. La producción y comercio de drogas se nutre de los consumi-

dores cada vez en mayor número, especialmente jóvenes de ambos

sexos, trastocar de manera irre versible hábitos y crea una cultura de la

droga que ninguna política, por más violenta que sea podrá detenerla

en el corto tiempo. La aparición arrolladora de las drogas en el mundo

ha cambiado sustancialmente la sociedad y ya nada será igual después

de unas décadas, cuando el mundo se sature de drogas y el futuro de

los hombres esté ligado a ellas indefecti blemente.

Violencia, represión y narcotráficoLas sociedades y estados de todo el mundo se enfrentan a los ata-

ques y la penetración de poderosas organizaciones cuya dimensión

eco nómica y política se hace cada vez más evidente. Son grupos del

narco tráfico que han constituido “un imperio clandestino”, con igual o

más recursos que las naciones, con armas poderosas, excelentes servi-

cios de información e influyentes revestimientos políticos. Es la droga

que ha estructurado su propia economía, moviliza anualmente más de

1.000 millones de dólares, y se inserta en todos los mecanismos finan-

cieros de la economía mundial, y multiplica sus medios de transpor-

te y comercia lización hasta llegar a los consumidores. Esta economía

basada en el trabajo de unas 500 mil personas ha penetrado hasta el

corazón mismo de la economía mundial. Los grandes bancos públicos

y privados, las bolsas de valores, los negocios más importantes de to-

das las ramas de la industria, el comercio y hasta los organismos inter-

nacionales de cré dito sirven de base a la diversificación y legalización

del dinero prove niente del narcotráfico. A pesar de los esfuerzos des-

plegados por los gobiernos del mundo para detener la proliferación

inusitada del comercio y consumo de drogas, este lucrativo negocio

crece y se diversifica en todas las re giones de la tierra. Las millona-

rias sumas de dinero invertidas, las leyes draconianas aprobadas y los

grandes contingentes militares y policiales movilizados no han podido

detener su creciente desarrollo e influencia. A pesar de la severidad de

las restricciones impuestas las organizacio nes criminales expanden su

comercio y acumulan beneficios económi cos y poder. Los altos costos

de la lucha antidrogas no compensa los magros resultados obtenidos.

La producción y comercio de drogas se alimentan de la violen cia y no

pueden subsistir sin este elemento esencial. El narcotráfico nece sita

de ciertos márgenes de violencia desde él mismo y a partir del Estado,

de modo que en todo el proceso configura un gran escenario de vio-

lencia que se multiplica con las secuelas ampliamente conocidas en el

mun do entero.

Efectos perversos de la represiónLos gobiernos de los Estados del mundo creen que con sólo incremen-

tar la represión contra la producción y consumo de drogas se puede

disminuir el auge de este fenómeno de nuestro tiempo, sin advertir

que, incuestionablemente, es la represión la que impulsa el crecimien-

to incon tenible del narcotráfico.

Y aunque la microeconomía de la coca se mueve bajo las reglas de

la economía general, tiene sus propias especificidades. Es importan-

te comprender que la economía del narcotráfico modifica de manera

sustancial las reglas del mercado y con esto favorece a los grandes

productores y comerciantes que tienen el control de la droga. La eco-

nomía de la droga, según Charles Henry de Chauseul Praslin23, la pro-

hibición está fijada sobre la producción, el consumo, la distribución, y

la compra y venta a su vez.

En todos los casos los vende dores son incitados a proseguir sus acti-

vidades en la medida en que ellos pueden encontrar y asegurarse sus

clientes, de ese modo, la prohibi ción del consumo y la comercializa-

ción son indisolubles.

En la economía de mercado existe completa libertad y transparencia

de las transacciones a fijar el precio más bajo posible, a fin de aumen-

tar consumidores se tiende a mejorar la calidad para maximizar los

resul tados gracias al incremento de las ventas.

En cambio en la economía de la droga donde no existen las facilidades

ni la transparencia para las transacciones; cuanto más dificultades para

la comercialización más cuesta a droga y por ello tiende a desmejorar

la calidad del producto y con lo cual se obtiene mayores ganancias.

De acuerdo con el mismo autor, el tráfico de drogas prohibidas se

organiza siguiendo una pirámide que tiene cuatro niveles:

El traficante, únicamente interesado en la ganancia máxima, es un •

hombre aislado o ligado a una empresa muy bien integrada.

El revendedor, consumidor ocasional de drogas llamados dulces

y poco adicto a las drogas sobre todo si son peligrosas, pertenece

generalmente al mundo de los consumidores, es intermediario.

El consumidor vendedor, compra cantidades para su consumo •

personal y para financiar sus necesidades.

30 31

Los simples consumidores, los que compran para su consu mo co-•

tidiano.

Cada uno tiene sus propios roles. En esa jerarquía bien comparti-

mentada el proveedor traficante de drogas regula líneas de venta de

la mercancía, fija los precios, manipula la calidad del producto y la

aplica ción de la violencia.

En este escenario de la economía de las drogas, la represión juega tres

tipos de papeles: efectos, multiplicador, regulador e integrador.

Papel multiplicador.•

En la microeconomía de la droga, la represión cumple un papel mul-

tiplicador, en el siguiente sentido: el vendedor, a fin de justificar el

incremento del precio de la mercancía, usa como argumento las difi-

cultades que tiene para conseguirla, mientras el comprador se ve en

la dificultad de bajar el precio porque no cuenta con la informa ción

necesaria sobre precios ni la competencia en el mercado... Esto hace

que la oferta se imponga siempre a la demanda y que el precio se fije

de acuerdo a la prohibición, aunque las dificultades en la obtención de

la mercancía no sean siempre tan evidentes. De esta suerte la prohi-

bición origina un monopolio artificial que explican’ subida de los pre-

cios de la mercancía y al mismo tiempo asegura al proveedor traficante

altos rendimientos económicos. Por estas razo nes el papel de los tra-

ficantes es jugar con la prohibición y la repre sión a fin de alcanzar sus

objetivos. En una economía normal los consumidores exigen precios

bajos y se mantengan relativamente estables. Por otra par te, los pro-

veedores no aumentan los costes porque sus márgenes de utilidad es-

tán en relación con los descuentos que obtienen de los productores.

En la economía de la droga, el consumidor se con vierte en revendedor

e incrementa el precio para resarcirse de los altos costos que le impo-

nen. Los traficantes manipulan los precios gracias al desconocimiento

que tienen los compradores del merca do y la competencia, porque

la represión aísla al consumidor y lo reata a su proveedor. Esta es la

razón porque los precios experimen tan las variaciones, lo que a su vez

muestra que la prohibición es tructura una economía completamen-

te artificial. Aquí se produce un contrasentido económico cuando los

precios de las mercancías suben a medida que aumentan los consu-

midores, en tanto que en una economía legal los proveedores aplican

precios muy convenien tes para atraer mayor número de clientes. Otro

hecho que se advierte en la economía de la droga es el referi do a la ca-

lidad de la mercancía, que baja no sólo para producir va lor agregado,

sino sobre todo, para reatar a los consumidores, la droga adulterada al

causar menos efecto obliga a los consumidores a adquirir más droga a

fin de obtener el mismo resultado, y ésta es la causa por la que muchos

consumidores se transforman en revendedores. Así, el traficante ase-

gura el mercado, amplía las re des de comercializadores y reproduce

constantemente su personal de ventas.

Papel regulador.•

En este contexto, la represión origina un shock cuando proveedo res

y revendedores desaparecen por algún tiempo causando pánico en-

tre los consumidores, y una vez restablecida la calma, aquellos apro-

vechan para aumentar precios y bajar la cali dad del producto, cuyas

consecuencias son funestas para los con sumidores. Por su parte las

acciones de la policía y de los tribuna les de justicia por medio de

sus investigaciones producen un efecto regulador al convertir a los

consumidores en revendedores, para reemplazar a los que han sido

atrapados y condenados. Es impor tante destacar que los partes de la

policía y la acción de los jueces actúan como servicios de información

para vendedores y compra dores, al anunciar los nuevos reductos y los

centros de expendio, Estos informes son de gran utilidad y se hallan

completa mente advertidos por los traficantes.

Papel integrador.•

En una economía legal productores y consumidores se esfuerzan

por asegurar los circuitos del comercio y sus métodos de control de

calidad se respetan. Contrariamente, la economía del narcotráfico,

funciona bajo sus propias reglas. La represión al suprimir la concu-

rrencia en el mercado estructura el monopolio de los vendedores,

que escapan a las acciones policiales. De este modo se genera una

encarnizada competencia entre traficantes que luchan por ampliar sus

empresas, optimizar sus medios de transporte y comercializa ción. En

esa tarea muchos capos de las mafias caen por denuncias de otros

que pretenden ocupar su lugar en el mercado. No se olvi de que las

grandes movilizaciones de la policía en la lucha antidroga, produce

efectos inmediatos al añadir un nuevo valor agregado a la mercancía y

crea nuevos empleos que precisa de sustancias ilícitas. Así el valor de

cambio que rige la economía legal basado en la efi ciencia, la tecnolo-

gía y la productividad del trabajo humano es per fectamente aplicable

a la economía de la droga. Es importante señalar que la represión del

tráfi co de drogas genera un fuerte impacto en el reciclaje del dinero y

su respectiva legalización en el sistema financiero e industrial. El dine-

ro del narcotráfico, que contamina todas las actividades económicas

de la sociedad y de la que casi nadie se libra, necesita legalizarse y lo

hace a través de cientos de testaferros que contrata. Esto demuestra

que la repre sión y la prohibición, en lugar de disminuir los efectos y

la ampliación de las actividades, lo que hacen es impulsarla y, en con-

secuencia, transformarla en una fuente de financiamiento del tráfico

con los resultados ya conocidos en el ámbito universal. Lo impor tante

es conocer que la lucha contra la “marea blanca” no es posible soste-

nerla sólo con medidas represivas, reformas del sistema jurídico, o

leyes contra el blanqueo de dinero, sino existe una decisión y volun-

tad, y sobre todo, si no se atacan a los poderes que los organizan, las

fuerzas que los sostienen y los conflictos que alimenta.

Corrupción: arma mortal del narcotráficoUno de los mayores problemas que ha generado el narcotráfico es

la corrupción, esa anomalía social tan extendida que se produce por

cohe cho, tráfico de influencias, fallos judiciales, volteos de la policía,

cubier tas políticas y otras formas siempre actuales. El poder econó-

mico de las organizaciones criminales es tan grande y su ductilidad le

permite pene trar todas las estructuras de la sociedad y los estados.

La capacidad de infiltración y corrupción del narcotráfico tiene alcan-

ces universales y sus efectos desbaratan y desarticulan los sistemas

políticos de todo el mundo. A diario la prensa nacional e internacional

registra conexiones, entre el tráfico de drogas y las actividades del

Estado: partidos políticos, empresas públicas y privadas, organizacio-

nes sociales de diversa índole. La corrupción impulsada por el narco-

tráfico invade todo el sistema institucional del Estado y la sociedad.

Los altos índices de corrupción en distintos niveles de la administra-

ción pública, en particular los tribunales, policía, fuerzas de interdic-

ción, sistema administrativo, abrió de par en par las compuertas a una

libera lización muy peligrosa asentada en una vasta red de facilitadores

y encubridores que favorecen el desarrollo del negocio ilegal.

La corrupción distorsiona los esfuerzos de la lucha antidrogas, por que

las fuerzas de interdicción de la policía y el poder judicial encuen tran

serios obstáculos en la represión, tipificación y sanción de los delitos

de narcotráfico.

La corrupción es el mejor caldo de cultivo para encubrir actividades

con el peligro de corroer profundamente las instituciones y los siste-

mas de regulación estatal. Esta patología social, tenga su epicentro

en niveles superiores o intermedios, arroja efectos destructivos en la

sociedad, las élites gobernantes, y las instituciones del Estado y la so-

ciedad.

Un fenómeno tan explosivo como la corrup ción al perturbar las rela-

ciones interinstitucionales crea un clima de in seguridad y afecta a la

credibilidad y confianza de las instituciones frente a la sociedad y los

individuos.

Corrupción en el EstadoLas sociedades modernas se hallan frente a grandes limitaciones en

el ejercicio y consolidación de sus sistemas políticos, debido al surgi-

miento de numerosos fenómenos, que hacen en ciertos momentos,

in controlables dichos procesos. Los problemas económicos y sociales,

li gados a la fragmentación social acelerada y la concentración del po-

der, así como el inusitado crecimiento del narcotráfico, constituyen

peligros que impiden procesos estables en todo el mundo. Los países

industrializados se hallan ante movimien tos contrarios a la moderniza-

ción rápida y forzada por la crisis; los países del extinguido sistema so-

cialista con sus políticas de liberalización abren cauces desconocidos,

y en los países del tercer mundo las medi das de ajuste y reestructura-

ción violentan lo social y producen fuertes movimientos de protesta y

resistencia. Todo esto conduce a la concen tración del poder y afloja-

miento y disgregación social que rompe el con senso. En este contexto

es cuando el narcotráfico aparece como una fuerza desco munal que

destruye todo lo que encuentra a su paso, desde el ecosistema, las

relaciones sociales, las instituciones del Estado, y los principios éti-

cos de los individuos, aunque favorezca la estabilidad económica. Las

jugosas recompensas que ofrecen los narcotraficantes, penetran pro-

fundamente a la sociedad y sus relaciones les permiten convertirse en

líde res sociales debido a sus actividades de solidaridad que ejercitan

con grupos sociales deprimidos.

El tráfico de drogas, lo mismo que cualquier actividad económica

busca objetivos políticos. Esto quiere decir que las mafias criminales

al haber alcanzado poder económico, pretenden infiltrarse el poder

esta tal. El asalto al Estado y su sistema institucional se funda en la

necesi dad de contar con protección necesaria de sus actividades ile-

gales para reciclar el dinero que genera. Los Estados de Europa, Asia,

Estados Unidos y América Latina están plagados de acciones entristas

del narcotráfico. El Estado y sus estructuras son el lugar preferido para

la acción encubierta de las mafias que lo com pran todo. Nada se re-

siste; la fuerza y contundencia de su poder, que en los últimos años

aumentó de manera des proporcionada. Los millones de dólares que

moviliza el tráfico de drogas hace tambalear el andamiaje institucio-

nal del Estado su poder de persuasión ha hecho desaparecer todos

los resguardos morales de las personas y lleva a funcionarios de toda

categoría y nivel a encubrir sus actividades delictivas. A esto se suma

la violencia que usa para presionar distintas anomalías de orden social

y económico dentro de las estructuras estatales. El narcotráfico y sus

tentáculos penetran el corazón de la administración estatal, así lo de-

muestran las informaciones de prensa que siguen los últimos escánda-

32 33

los relacionados con altos círculos del poder

Las estructuras jurídicas y sus funcionarios, jueces, fiscales y poli cía

judicial, son objetivos centrales del narcotráfico. El temor a la extra-

dición, a los tribunales norteamericanos, su enclaustramiento en

las cár celes, penas prolongadas, incautación de bienes, precursores

y dinero, persecución incesante, motivan la acción sostenida de los

narcotraficantes sobre los mecanismos judiciales, cuyos funcionarios

no resisten la me nor insinuación de los mafiosos, sus testaferros y

cómplices.

En Bolivia, la corrupción ha permeado con mayor intensidad en los tri-

bunales de justicia. Son conocidas las experiencias de jueces que com-

partieron fiestas, parrilladas y encuentros sociales, y todos han salido

limpios. Es fácil colegir que se trata de la crisis de las es tructuras jurídi-

cas, su ideología, métodos y estilos de trabajo, forma ción y conducta.

Todo este andamiaje judicial que se conecta con gru pos de abogados

y sus intrincadas redes constituidas por el narcotráfico, ha hecho de la

justicia y sus fallos, mercancías privilegiadas.

Asimismo, se construyeron cárceles de máxima seguridad, pero hasta

esas fortalezas aparentemente inexpugnables han sido traspasa das por

los mafiosos con una facilidad asombrosa. Esto refleja que el poder del

narcotráfico es imparable en las condiciones actuales.

Otra institución extremadamente vulnerable a la acción de los trafi-

cantes es la Policía en todos su niveles. Su relación directa con las

acciones del narcotráfico, los productores, comercializadores y trans-

porte de drogas, investigaciones, redes de encubrimiento, incautación

de bienes, le abre posibilidades inmensas y frecuentes al cohecho de

los protagonistas del comercio ilegal. Los volteos como se denomina

en el lenguaje policial, son una forma usual de ignorar las conductas

delictivas a cambio de una recompensa y acumular en poco tiempo

fortunas.

Las instituciones policiales de todo el mundo se hallan contamina das

en mayor o menor medida con las actividades del narcotráfico. Ita lia,

Estados Unidos, Colombia, México y los países asiáticos muestran con

mayor contundencia de cómo las policías en sus niveles superiores

obedecen a objetivos de las bandas de traficantes de drogas.

Anualmente en los Estados Unidos, unos 100 oficiales de policía son

condenados por cargos de corrupción relacionados con las drogas

(Nadelman).

Lo significativo es que en Bolivia por volteos, fuga de narcos de cárce-

les, hospitales, salidas ilegales, en los que se hallan involucrados poli-

cías, nunca fueron procesados, menos encarcelados. Existe pro tección

natural entre policías.

uevo modo de producción

Cuando surge el capitalismo, las drogas, como todas las

demás se convierten en mercancía. Dejan de tener exclu-

sivamente valor de uso para adquirir también valor de

cambio.

Mc COY-LAMOUR-LAMBERT1

Se entiende por modo de producción la forma de obtener los me dios

de subsistencia indispensables para poder vivir y desarrollarse. Uni-

dad dialéctica entre fuerzas productivas y relaciones de producción,

base del régimen social y determina el carácter del sistema político,

sus insti tuciones e ideología. Cada modo de producción superior ex-

presa una nueva etapa de crecimiento y desarrollo de la humanidad.

En ese sentido, la sociedad moderna en un proceso ininterrumpido

de sustitución de formas de producir y crear riqueza, por su propia

dinámica ha genera do e introducido en el circuito económico, un no-

vísimo y extraordinario modo de producción, superior en todos los

órdenes a otros ya conocidos. Producto de los grandes cambios his-

tóricos, económicos y sociales de la humanidad surge este modelo de

acumulación de capital, que moviliza fuerzas productivas en todas las

actividades con ingentes cantidades de dinero de fácil obtención.

La producción y comercio de las drogas ha superado todas las previ-

siones y variables económicas establecidas por la economía general, al

extremo de convertirse en una microeconomía específica, que incluso

desestabiliza y motoriza la economía mundial. He aquí algunas de las

características de este novísimo modo de Producción.

Internacionaliza mafiasUna de las características fundamentales de las mafias en estos, tiem-

pos es su expansión hacia todas las latitudes de la tierra; su internacio-

nalización explorando y ocupando mercados asta ayer cautivos para

el comercio y consumo de drogas. Para las organizaciones mafiosas es

vital su internacionalización como vía más expedita de la acumulación

y concentración de su rique za, por eso multiplican sus relaciones, ne-

gocios e intercambian servi cios entre las mafias de todas las regiones

del mundo. La internacionalización del tráfico de drogas será cada vez

mayor hasta alcanzar todas las naciones, del norte y del sur. No que-

N dará país alguno donde no lleguen las drogas y su consumo haya sido

extendido para beneficio de las mafias y también de los Estados. Esa

será la reali dad en los próximos años, a pesar de los discursos prohibi-

cionistas y políticas represivas.

Usa moderna tecnologíaEl narcotráfico como cualquier forma de producir y crear riqueza

debe adaptarse a los avances tecnológicos y los utiliza en todas sus

activi dades. Así se comprueba su inserción en el sistema financiero

internacio nal, sus anuncios en Internet, el manejo de sus cuentas, las

inversiones realizadas, el reciclaje y la reconversión de sus narcodóla-

res. Para esos trabajos cuenta con personal altamente especializado:

banqueros, aboga dos, economistas, corredores de bolsa. Asimismo,

tiene técnicos para transportar droga a todo el mundo, implementan-

do las modalidades imaginativas, además de los sistemas de seguridad

y compartimentación.

Constituye una nueva clase socialEl mercado de drogas en su acelerado desarrollo, especialmente a par-

tir de los años ochenta ha engendrado una nueva clase social que se

conoce como burguesía y oligarquía narcotraficante, muy extensa y

con un poder económico descomunal.

Esa clase social es el fundamento del nuevo modo de producción y

el motor de la acumulación económica y reproducción de la nueva

sociedad y su sistema político.

Ese segmento social que ocupa un lugar destacado en la sociedad y

mueve las princi pales actividades económicas, ha penetrado profun-

damente las estruc turas del Estado y desde allí contribuye al creci-

miento de su economía, que contamina todo el sistema financiero in-

ternacional. Sus métodos de reproducción de la riqueza que utiliza esa

moderna oligarquía tiene sus propias reglas de juego distintas a las de

la economía vigente, con la que ha concentrado miles de millones de

narcodólares con los cuales regula y hasta desestabiliza la economía

mundial. Esa nueva economía internacional del narcotráfico se extien-

de cada vez más por el ingreso de miles de profesionales en el sistema

de reconversión y reciclaje del dinero, y trabajadores de la producción

y comercio de la droga en todo el mundo.

Es el dinero fácil que incrementa los diversos estratos de esa oligar-

quía mundial, firme soporte del nuevo modo de producción basado

en el comercio de las drogas.

Mercancía-drogaEn la sociedad capitalista donde todo se compra y vende, las dro gas

se transforman también en una mercancía como cualquier otra. Sin

embargo, tiene algunas particularidades que no alcanzan a ninguna

de las mercancías que se intercambian en el mercado, porque expresa

de manera concentrada su doble aspecto de valor de uso y valor de

cambio en otra dimensión que los productos de la economía legal.

Esa mercancía es cada vez más requerida y por ella se pagan sumas

que no se dan por ninguna otra en el mercado, eso le ha dado calidad

de mercancía estrella en el mundo entero. Sin embargo es importante

aclarar que hasta los años 30 y 40 las drogas se vendían normalmente

en las boti cas, droguerías y farmacias. Es a partir de los años 60 en que

se abre el gran mercado de drogas con la aparición de la marihuana

y el LSD que cautiva a importante segmentos de la juventud de los

países ricos.

El desarrollo de la producción, comercio y consumo de la cocaína

coincide con el advenimiento del neoliberalismo, como nuevo mo-

delo de acumulación de la riqueza, bajo los principios de eficiencia

y competitividad. La liberalización y desregulación de las relaciones

eco nómicas aparece como el mejor incentivo de, universalización del

mercado de la cocaína. A esto hay que añadir otro elemento que dina-

miza el crecimiento: la prohibición. Esa política de los Estados expre-

sada en la interdicción han lanzado la cocaína a niveles desconocidos

en la producción, comercio y consumo en todo el mundo. Lo propio

ocurre con la heroína y el cannabis.

El extraordinario desarrollo del comercio de las drogas aceleró el

crecimiento de las organizaciones narcotraficantes y la competencia

inusitada de éstas en todos los países productores y consumidores de

dro gas. Todos los mercados cautivos están siendo inundados con esta

droga. Miles de campesinos son obligados a reconvertir sus cultivos de

gramíneas y frutas en los cinco continentes, espoleados por el intenso

comercio de drogas. La competencia por producir, comerciar y consu-

mir esas novísimas mercancías ha estructurado una nueva economía:

la economía de las drogas, cuyas reglas de juego son distintas de la

economía general, lo más espectacular es que la producción y el co-

mercio de las drogas se ha convertido en un nuevo modo de produc-

ción, y esta, a su vez, caracteriza otra fase del desarrollo capitalista.

34 35

La mercancía droga elevada a esa categoría, por su trascendental

importancia en el mercado originó la guerra del opio y ahora desenca-

dena en guerras tribales, confrontaciones entre narcotraficantes, gue-

rras entre pueblos y naciones por el control de la droga y su comercio.

Es que esta mercancía cuyo ciclo de rotación del capital se acelera en

miles de revoluciones, despierta la ambición y el interés cada vez ma-

yor de amplios sectores sociales en todas las latitudes de la Tierra.

Paraísos fiscalesSe denomina “paraísos fiscales” a los refugios bancarios e impositi vos,

libres de regulaciones jurídicas, que se mueven en un ambiente de li-

bre mercado y por medio de ellos se reconvierte y legaliza el dinero del

narcotráfico. Los llamados bancos off-shore, los recipientes del dine ro

que llega de todo el mundo para reciclarlo en distintas direcciones. El

pionero del blanqueo de dinero en Estados Unidos fue Mayer Lansky,

quien comprendió la necesidad de utilizar el secreto bancario y en la

1 década de los 40 operaba desde Cuba y por la ascensión de Castro al

poder fue expulsado de la isla.

Desde los años 40 el sistema financiero internacional se nutre de ma-

nera creciente del dinero de la droga. Las mafias norteamericanas a

medida que acumulaban riqueza con sus actividades ilegales compren-

dieron tam bién la necesidad de resguardar sus beneficios económicos

por medio de la red de bancos dentro y fuera de sus países, cuidando

los controles de fiscalización y la acción de la justicia. La falta de protec-

ción del Estado, la persecución de la policía, la urgencia de preservar

sus ganancias, las difi cultades en el transporte del dinero y la creciente

necesidad de efectivo para sus operaciones, hicieron comprender a las

mafias la necesidad de utilizar las redes del sistema financiero interna-

cional. Así las mafias apro vecharon las facilidades que brindaban las

islas antillanas, cuya legisla ción permitía el blanqueo del dinero y su

legalización bajo la protección

el gobierno británico, que garantizaba su reciclaje. Jack Blum y Alain

Block2, señalan en su trabajo El blanqueo del dinero en las Antillas,

Bahamas, San Martín y las islas Caimanes, expresan lo que sigue: “Las

Bahamas han desarrollado una industria de juego corrupto, que a su

tur no ha engendrado una legislación del secreto bancario, bajo la pro-

tección de la bandera británica, que garantizaba su estabilidad”. Con

estas caracte rísticas las Bahamas se convirtieron en una paraíso fiscal

de las mafias americanas y otras organizaciones de traficantes de dro-

gas. Los dos autores prosiguen afirmando: “Las Bahamas aprovecharon

así de la Ley británica y en última instancia, del sistema jurídico británi-

co. Una característica esen cial de la ley británica es el Fideicomiso, un

procedimiento que permite usufructuar y ocultar su identidad detrás

de la pantalla de fideicomisarios”.

A partir de los años 60, las Bahamas crea un boom bancario comp-

uesto en dos partes iguales de dinero ilegal por una parte y una regla-

mentación de Estados Unidos en todo el hemisferio. Se conoce que

en los 70 ya existían importantes sucursales de Estados Unidos y Gran

Bre taña y en los 80 se convirtió en un centro eurobancario.

Otro centro del dinero proveniente de las drogas es la isla San Mar tín

de sólo 68 kms2 colonizada por Francia y Holanda, sus ciudadanos

pueden recibir las facilidades de los países dominantes que tiene sus

compromisos propios con el gobierno de Estados Unidos. En esta isla

se utilizan la leyes inglesas sobre el Fideicomiso y las ventajas fiscales

de las Antillas y se ha convertido en el centro de reuniones de las ma-

fias americanas, italianas y colombianas.

Un tercer centro del dinero negro son las islas Caimanes, a las que se

trasladaron las principales sucursales bancarias después de la inde-

pendencia de las Bahamas de Gran Bretaña. Aunque sus moradores

son de origen jamaiquino se aplican las leyes británicas, porque están

bajo la autoridad de la corona y todos los que dirigen las operaciones

son de nacionalidad inglesa. Las Caimanes son hoy el principal cen-

tro de tránsito de dinero, del narcotráfico hacia Estados Unidos. Aquí

se violan todos los días las leyes norteamericanas, pero como allí se

realiza el 80% de las transacciones financieras, todo pasa por alto. En

esos paraísos fiscales todo es natural, porque coinciden los intereses

de las mafias, los banqueros y el de las grandes potencias econó micas:

Estados Unidos, Gran Bretaña, Países Bajos y otras naciones. Son para-

digmas de encubrimiento de las mafias narcotraficantes bajo el pretex-

to de defensa del capital privado financiero.

Suiza es otro paraíso fiscal. Según Jean Claude Buffle3, “desde hace

treinta años, las más grandes organizaciones criminales, y especialmen-

te los traficantes de estupefacientes, han hecho un uso mayor de sus

bancos”. Organizaciones como la Cosa Nostra han hecho de Suiza el

centro preferido de sus transacciones financieras, porque encontra-

ron todas las condiciones necesarias para guardar, transferir y reciclar

dine ro. Dice Buffe:”Si Suiza ejerce un atractivo sobre los más grandes

crimi nales no es solamente por su moneda y la solidez de sus ins-

tituciones. Ella favorece sus ardides a través de un vasto dispositivo

económico, legal e institucional”4. Los bancos suizos son especialistas

en transacciones financieras, tienen personal altamente calificado en

todas las ac tividades, gestión discreta y atención personalizada para

recursos que vienen del exterior. El secreto bancario es tan riguroso

que tiene penas, incluso para los que tratan de descubrir esos intrin-

cados secretos y su sistema legal está adaptado a esas operaciones, es

una fortaleza jurídica para preservar todas las operaciones ocultas e

ilegales con seguros para detectar y anular las investigaciones interna-

cionales. En Suiza, incluso la justicia y la policía están en función de

la protección del capital, por que a pesar de haber introducido una ley

contra el lavado del dinero sucio, tienen sus propios seguros para anu-

larlo. La actitud de Suiza según Buffle es comparable con la de Sicilia

cuando dice: “Suiza practica la ley del silencio, una actitud que no es

una convención social, pero está enraizada en la legislación. Secreto

ban cario, pero también secreto de negocios, secretos de función, se-

creto militar: el ciudadano helvético está formado para callarse y las fu-

gas no son su fuerte”5. Esto muestra una larga tradición helvética que

viene desde la época romana, comentada por Julio Cesar en su Guerra

de las Galias, cuando ya reconocía que en esos tiempos eran un fuerte

grupo de hombres dedicados a los negocios, al atesoramiento de ri-

queza. Para ellos no importa de donde venga el dinero, lo importante,

es que deje utilidades y garantice la estabilidad económica y financiera

de sus habitantes. Además han aprendido las enseñanzas de la mafia

en cuanto a la ley del silencio, que rinde buenos dividendos. La ex-

traordinaria experiencia suiza y sus tipos de operaciones eficien tes y

personalizados se implementan en casi todos los bancos desde Hong

Kong hasta Las Caimanes, Singapur, Miami, “Los Ángeles, Luxemburgo,

Mónaco, Andorra, países de la ex órbita socialista, América Latina, Asia

y hasta África Sin embargo, los paraísos fiscales han proliferado; nin-

gún país del mundo deja de percibir dineros ligados del tráfico de

estupefacientes, y aunque rigen algunas restricciones, los bancos y las

políticas estatales combinan sus intereses y reciclan por medio de sus

operaciones los di neros de las mafias.

Nadie sabe a ciencia cierta cuánto dinero se deposita, transfiere y reci-

cla cada día en los paraísos fiscales, ni los efectos multiplicadores que

tiene, pero se conoce que en el sistema financiero internacional circu-

lan algo más de dos mil millones de dólares cada día.

Narcodólares. Sustento de economías nacionalesLos miles de millones de dólares provenientes del tráfico de dogas

constituyen un alivio para las economías en crisis de los países del

Tercer Mundo y muchos de éstos pagan sus deudas internas y exter-

nas con esos dineros. Sin el auxilio de recursos frescos que produce

el narcotráfico algunos gobiernos estarían al borde de la bancarrota

y subsisten todavía gracias a tan importantes refuerzos económicos,

caso Bolivia. Países sin recursos naturales, sin grandes estructuras in-

dustriales, ni posibilidades turísticas pueden desarrollarse gracias a

esos dineros. Otras naciones han oficializado y legalizado en la prác-

tica la producción y comercio de dro gas como medio para reciclar

narcodólares.

Productores sostén de países ricosPero los dineros del tráfico de drogas son más requeridos por las gran-

des potencias que las naciones del Tercer Mundo, pues de ellos de-

pende su economía y prosperidad. Es el dinero del narcotráfico que

les permite administrar su crisis. En buenas cuentas son los países del

Ter cer Mundo, productores de “culturas y drogas ilícitas”, a los que

des precian las naciones del norte, que mantienen la prosperidad de

los países ricos. Son la coca y la cocaína tan perseguidas en nombre

de la lucha ‘ antidroga, las que producen los mayores dividendos para

las economías y pueblos del norte, especialmente Estados Unidos y

sus socios. Son los campesinos de Bolivia, Perú y Colombia y otros

de Medio y Lejano Oriente, que con su trabajo producen la plusvalía

que en 70% se deposi ta en las arcas norteamericanas y los bancos de

los paraísos fiscales y Europa. Estas son las paradojas de la lucha an-

tidrogas.

Poder económico y poder políticoNo cabe duda que el narcotráfico con su descomunal acumulación

de riqueza ha engendrado una poderosa burguesía y oligarquía inter-

nacional, cuyo poder económico es superior a otras actividades econó-

micas, y por eso mismo ha traspasado las fronteras del Estado-Nación.

Esa oligarquía narcotraficante es una nueva clase emergente que a la

par de su poder económico asume cada vez más poder político en casi

todas las naciones del mundo. Es bueno recordar que la redistribución

del poder económico, origina la redistribución del poder político.

Los abultados excedentes económicos acumulados por las operacio-

nes del tráfico de drogas están estructurando no sólo una burguesía,

sino tam bién una oligarquía internacional del dinero, que tiene como

lógica o objetiva al canzar las cimas del poder político para realizar sus

intereses específicos.

36 37

olítica internacional antidroga

En la guerra contra la droga, los Estados Unidos son los campeones

del doble lenguaje. Para ayudar a los contras de Nicaragua, la CIA

y el famoso coronel North no solamente han cubierto el trafico de sus

protegidos, ellos también organizaron la filial de Colombia en los

Estados Unidos.

A. LABROUSSE Y A. WALLÓN1

La guerra falsaEn una declaración espectacular por su objetividad y crudeza, el sena-

dor norteamericano John Kerry2 en el caso referido a los Irán contras,

dijo: “Nuestro sistema judicial ha sido pervertido, convirtiendo a los

organismos de seguridad en canales para el flujo de drogas dentro de

los Estados Unidos”. Esta conclusión del parlamentario norteameri-

cano se complementa dramáticamente con su asombro al afirmar que

mientras los contribuyentes norteamericanos pagaban más de $us

100.000 millones para campañas antidroga, su propio gobierno estaba

en complicidad para inundar su país con drogas. Michel Levine, autor

del libro La guerra falsa, tuvo que tra bajar 25 años como agente encu-

bierto de la DEA para establecer esta verdad. Lo destacable de Levine

es su testimonio de lo que realmente ocurre en la denominada “Guerra

antidroga”, dirigida por Estados Unidos. Hay que seguir a Levine por

las rutas de esa “mentira blanca”, que se justifica con la lucha por la

seguridad nacional de Estados Unidos, y que en el fondo constituye,

como el mismo señala: más blanca, la más mortal mentira: la guerra de

las drogas”3. La denuncia de Levine se dirige contra los burócratas que

diseñan y dirigen las políticas de lucha contra las drogas.

“Los ternos a los que me refiero, son los burócratas de la guerra contra

las drogas, aquellos que dirigen la guerra desde sus sillones y escrito-

rios y frente a las cámaras de televisión, personajes para los que las

carreras e imágenes son más importantes que las vidas de los hom bres

y mujeres que están bajo su comando”.

El testimonio de Levine tiene una visión profunda, que el sacrificio de

hombres, mujeres, pueblos y países, sirve para coronar objetivos dis-

tintos de los que se anuncia en los discursos antimafia y antidrogas.

Levine desesperado se pregunta: “Narcotraficantes tratando de apode-

rarse de Bolivia, apoyados por la CIA, una misteriosa mujer a cargo de

su propia organización y dueña de una pista , de aterrizaje utilizada en

el mayor caso de drogas de la historia. Nada o nadie en la computado-

ra. No podía creer que mi gobierno estuviera involucrado, aún no”4.

Respecto al golpe de Estado del general García Mesa y sus compin-

ches, expresa: “En la tarde del 17 de julio, estaba claro que el objetivo

principal del golpe era proteger y controlar la industria de la coca en

Bolivia. Todos los trafican tes presos fueron liberados, uniéndose a los

neonazis. Los edificios guber namentales fueron invadidos y los archi-

vos de los narcotraficantes fue ron robados o quemados”5.

El autor de La guerra falsa, dice: “A mediados de agosto toda la resis-

tencia se habla extinguido.

Como Ministro del Interior, Arce Gómez tenía el virtual monopolio del

poder dentro del aparato de represión y el control total de la fabrica-

ción de cocaína del país”. Y sigue Levine: “Bajo la protección de Arce

Gómez, todo el tráfico de cocaína pasó al control de un pequeño gru-

po de barones de la droga, aquellos que ha bían financiado el golpe”.

Pero veamos lo que dice respecto a los com petidores: “Arce Gómez

hizo una lista de 140 pequeños traficantes que debían ser suprimidos

(muertos o encarcelados) con el aparente propó sito de mostrar a los

Estados Unidos, que el nuevo gobierno tendría mano dura con los nar-

cotraficantes, pero en realidad para eliminar la competencia y mejorar

la producción de la cocaína”. Sorprendido Levine se lamenta: “Todo

estaba previamente arreglado. Los bolivianos eran intocables y todo el

mundo lo sabía, menos yo. Me habían enviado a “Bolivia” a la caza de

fantasmas para mantenerme ocupado”6.

Un segundo elemento de esta guerra falsa contra las drogas es el aná-

lisis que hace el llamado Doctor de Levine. Empieza por señalar que ,,.

la mayoría de los agentes era en esa época anti-Carter. Esto determinó

que la CIA y el Comité Electoral de Reagan conspiraron para atrasar la

liberación de los rehenes americanos en Irán para asegurar la derrota

de Carter en las elecciones de 1980”.

Continúa Levine: “Si el golpe de la cocaína fue parte de una conspi-

ración internacional de la CIA para que Reagan ganara las elecciones,

Carter siguió el juego sin advertirlo. Su administración canceló 200 mi-

llones de dólares de ayuda a Bolivia y el 21 de agosto ordenó el cierre

de las oficinas de la DEA en dicho país. Un vocero del Departamento

de Estado llamó a Bolivia “el primer gobier no de la historia que cae

en manos de narcotraficantes. Arce Gómez pro metió inundar los

Estados Unidos con cocaína y cumplió su promesa. Este fue el inicio

de la explosión de la cocaína de los años 80”7. En otro pasaje especial,

Levine cuenta el trabajo realizado por otro agente encubierto llamado

Alfredo: “Todos los jefes querían entrevistarse conmigo lo juro por mi

madre”...”Me entrevisté con el mismo Arce Gómez, con Tito Camacho

(Comandante de la Policía de Narcóticos). Los de Narcóticos me die-

P ron permiso especial para entrar a Bolivia y comprar toda la cocaína

que quiera. Los muy hijos de puta. El arreglo es de $us 6.000 por kilo

a Arce Gómez y $us 500 a Camacho por kilo que saque de Bolivia.

Me dijeron que si quería hacer tratos con Hurtado, tiene autorización

de Arce Gómez. Todo lo que necesitaba era pagar a Narcóticos $us

25.000, por mi liberación y todo quedaba listo. Se imaginan la desver-

güenza de los boludos”8.

Levine hace referencia a un caso muy conocido, pero que sirve para

ilustrar nuestra investigación. “Hace unos dos años un agente de la

DEA en Tegucigalpa, Honduras, comprobó que los militares hondu-

reños, que junto con Oliver North y la CIA apoyaban a los Contras en

Nicaragua, fueron la fuente de más de 50 toneladas de cocaína que

entró en Estados Unidos en un período de 15 meses. Los termos de

la DEA sacaron pron tamente de Honduras al agente y cerraron la ofi-

cina”9. La DEA no sólo encubre a conocidos narcotraficantes de droga

y protege a sus informantes sino que aquello que no le conviene no

investiga, y mas: trata de ocultar y destruir toda la información y las

evidencias generadas y conocidas por sus agentes e investigadores.

Los conceptos finales de Levine son lapidarios: “Durante décadas,

la CIA, el Pentágono y las organizaciones secretas como la de Oliver

North, han estado apoyando y protegiendo a los mayores narcotra-

ficantes del mundo. Esos bravos luchadores por la libertad de

Afganistán, los Mujahedin, son los proveedores de la mayor parte de

la heroína que se usa en los Estados Unidos. La DEA ha comprobado

que los Contras y algunos de sus aliados en Centroamérica tal como

Honduras, proporcio nan por lo menos un 50% de la cocaína consumi-

da en los Estados Unidos. En los años ochenta fueron el principal con-

ducto para la cocaína Colombiana en EE.UU. El resto de la provisión

de droga para el hábito america no venía de otros grupos apoyados

por la CIA, tales como el DSF (el equi valente mexicano de la CIA), el

Ejército Unido Shan del Triángulo de Oro del sudeste asiático, o de

otros grupos o individuos como Manuel Norie ga. El apoyo a esta gente

ha sido visto secretamente como el de mayor prioridad que el limpiar

las calles de droga10. Finalmente, sostiene: “Sin embargo, increíble-

mente, después de casi tres décadas de cooperación internacional y a

pesar de las estadísticas que citan los políticos, afirmando una y otra

vez que “estamos ganando la guerra antidroga, las drogas siguen en-

trando a nuestras fronteras en cantidades crecientes”11.

La guerra falsa no comenzó ni terminará con los casos descritos por

Levine. Esa guerra es falsa por miles de evidencias en todos los países

que se registran cada día al ritmo de las acciones de los servicios se-

cretos de Estados Unidos. Las pruebas están en todos los continentes,

naciones y ciudades del mundo donde se vende, compra y consume

drogas. Pero la más grande evidencia se halla en las toneladas de dro-

gas que ingresan y comercian en las calles de las ciudades norteameri-

canas a vista y paciencia de la policía de ese país. Otra prueba está en

los 30 millones de drogadictos de USA que se abastecen diariamente

de manera legal y a domicilio como cualquier otro bien de consumo

normal.

Todo eso sólo es posible gracias a poderosas organizaciones de tráfico

de drogas, con licencia las autoridades policiales de la administración

norteamericana.

Es la complicidad y permisividad de las autori dades estadounidenses

en ese negocio, que complica la vida económica, política y social de

los países del tercer mundo. He aquí las verdaderas evidencias de esa

guerra falsa, de esa guerra perdida a todas luces.

Gran fraude internacionalLa lucha contra las drogas dirigida por Estados Unidos y sus aliados de

Europa occidental, por todas las características enumeradas, el incre-

mento de producción de las diferentes drogas, el consumo creciente

en todas las latitudes del planeta, la aparición de las multinacionales

de estupefacientes, las políticas de encubrimiento de los servicios de

seguri dad, los gobernantes y tribunales de justicia, de Estados Unidos,

la necesidad de narcodólares para aliviar la economía mundial, la

produc ción de drogas sintéticas, los precursores de todo tipo envia-

dos a las na ciones productoras del tercer mundo, el respaldo político

norteamericano y de sus aliados a regímenes comprometidos con el

narcotráfico, y otras pruebas irrefutables, demuestran que es un gran

fraude internacional, tal como dice el connotado agente encubierto de

la DEA, Michael Levine: “La guerra de las drogas es el más grande, más

claro y más mortífero fraude jamás perpetrado antes por el gobierno

de los Estados Unidos”12.

Política interna y exterior de EE.UU.Las relaciones internas y exteriores de Estados Unidos, con sus alia dos

y en especial con las Naciones del tercer mundo, están narcotizadas,

porque se fundan en términos de producción, comercio y consumo

de drogas y las políticas destinadas a su interdicción por una parte y

a su utilización para beneficio de sus economías, por otra, aspec tos

38 39

que definen sus relaciones al interior de la sociedad norteamericana

y fuera de ella.

Las acciones internas desarrolladas por Estados Unidos se hallan •

repletas de slogans y adjetivos para satanizar la utilización de las

drogas en el mundo y destacar sus esfuerzos por controlar la pro-

ducción y comercio. Autoridades norteamericanas propalan la es-

pecie de que su lucha es una “cruzada contra las drogas”, el “enemi-

go número uno”, el “imperio del mal”, el “flagelo de la humanidad”,

la “marea blanca”, un “crimen contra la humanidad”, etc., a fin de

presionar a los ciudadanos de su país a financiar sus programas de

lucha antidroga en el exterior, con la bandera de la prohibición,

que se traduce en la erradicación de plantaciones y eliminación de

prác ticas insanas como ellos califican a las culturas nativas. Hacer

política interna para exportarla fuera de Estados Unidos. esa. es una

táctica muy conocida en política exterior.

Los programas de lucha contra los narcóticos en escala internacio-•

nal, con financiamiento del pueblo norteamericano, la asistencia

de asesores, fuerzas militares, donación de armas, utilización de

herbi cidas, obtención de tratados de extradición, certificaciones y

desertificaciones, erradicación de miles de hectáreas de plantacio-

nes, ex tradición de narcotraficantes, etc. sirven a los gobiernos de

Estados Unidos para publicitar al interior de su país, las consignas

de “estamos ganando la guerra contra las drogas”, el narcotráfico

“cederá en unos diez años”, la “cocaína está condenada a desapare-

cer”, estamos a las puertas de “una sociedad libre de drogas”, etc.

Esas proclamas son simplemente diversionismo ideológico cuyo ob-

jetivo es ganar a la opinión pública norteamericana, seguir gastan do

miles de millones de dólares para reproducirlos en cien veces cada

año en el sistema financiero internacional.

Manipulación de organismos internacionalesNo cabe duda que Estados Unidos manipula las políticas y decisio nes del

Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y otras regiona les, ade-

más de la Banca Internacional de Crédito, con respecto a las na ciones

productoras de materia prima para drogas. Las certificaciones y deserti-

ficaciones se hallan ligadas a la concesión de créditos, condona ciones,

créditos preferenciales. Son frecuentes los bloqueos en esas estruc turas

internacionales a los países que no cumplen las metas impuestas, en

su caso las simples amenazas modifican el comportamiento de los go-

bernantes y sus acciones para adecuarse a las directivas de los norte-

americanos en materia de lucha antinarcóticos. Esa es arma preferida de

las grandes potencias para castigar a las naciones del tercer mundo y de

ese modo inducir a acciones de fuerza en la erradicación de plantacio-

nes y atacar poblaciones en las zonas productoras.

Naciones Unidas: portavoz de EE.UU.Utilizan también las estructuras y personal de las Naciones Unidas en su

tarea de legalizar, justificar y poner en marcha las políticas antidrogas

formuladas por Estados Unidos. Tal es el caso de las norma tivas interna-

cionales, criminalización de las drogas y producción de materias primas,

erradicación de coca, amapola y hachís, penalización de la masticación

de la coca, consumo de opio y marihuana, el uso de los herbicidas, y

últimamente la experimentación y aplicación del su perhongo come

coca fusarium oxisparum. Las Naciones Unidas están al servicio de la

superpotencia del norte y marchan al ritmo y sus necesi dades en esa

materia; son su portavoz y reproducen de manera concen trada sus po-

líticas contra los estupefacientes. Las Naciones Unidas, ya no expresan

los intereses y problemas del mundo, sino lo que siente, piensa y quiere

Estados Unidos. Con mucha razón dijo Butros Galy, que Estados Unidos,

no necesita un Secretario General en las NN.UU., sino un secretario, con

el agregado que le haga todo lo que él quiera. Sus estructuras, burocra-

cia y personal están al servicio de los inte reses de las administraciones

estadounidenses en todos los campos, pero específicamente en ése.

Falta de moral de EE.UU.Estados Unidos, por todas sus conductas ambivalentes, contradic ciones,

complicidad y colaboración con las mafias de narcos, carece de moral

para encabezar una lucha limpia y decidida contra el tráfico de estupefa-

cientes en el mundo.

No es cierto que tenga doble moral, sino que sencillamente no la tiene,

pues todo lo que hace refleja hipocresía, justamente para obtener resulta-

dos preestablecidos. ¿Qué puede esperar se de un gobierno que aparenta

luchar contra las drogas y sin embargo se beneficia con los resultados

del comercio ilícito en todo el mundo? ¿Tendrá éxito esa llamada “guerra

santa”, encabezada por una potencia que mantiene enclaves económicos

para reciclar los dineros del narcotráfico? ¿Podemos confiar en un gobier-

no que ayuda a erradicar coca y por otra parte fabrica drogas sintéticas

para exportarlas a todas las naciones? Ya se ha dicho que la lucha contra

el tráfico de drogas es una mentira de grandes proporciones, de la que

sacan ventajas Estados Unidos y sus aliados.

Estrategias norteamericanasA lo largo de esas cinco décadas de “combate contra los estupefa-

cientes”, los gobiernos norteamericanos han desplegado una serie de

tácticas y estrategias orientadas a dirigir, controlar y regular el desarro-

llo del comercio ilícito de drogas en todos los continentes y países. Las

estra tegias estuvieron condicionadas y lo están por coyunturas políticas,

auge o crisis de la economía, guerra o paz, transformaciones sociales y

cambios ideológicos, guerra fría y distensión, modificaciones políticas,

globalización y neoliberalismo. Muchas de esas teorías, doctrinas, tácti-

cas, entorno a la actitud de los norteamericanos frente a las drogas, y la

lucha contra éstas, tienen antecedentes en otras doctrinas, elaboradas

con fi nes políticos en el continente y el mundo.

Iniciativa andinaEl espectacular desarrollo del narcotráfico en los países andinos despertó

una inusitada acción de los norteamericanos, quienes conside raban enton-

ces, uno de los grandes problemas de política exterior. l presidente Bush

declaraba: “El problema interno más grave que con fronta Estados Unidos

y el origen de la droga, el más peligroso que amenaza nuestra nación es

internacional”. Como emergencia de estas preocupaciones, el 15 de febre-

ro de 1990 se firma la Declaración de Cartagena, en la que participan los

presidentes de Colombia, Perú, Bolivia y Estados Unidos, que luego dará

origen a la “Iniciativa Andina”, que tiene los siguientes objetivos:

Reforzar la voluntad política y la capacidad institucional de los gobier-•

nos de Colombia, Bolivia y Perú, para hacer frente al comer cio de la

cocaína.

Trabajar con los 3 países fuentes para mejorar respecto a la Ley y las •

actividades militares contra la industria de la cocaína y las organi-

zaciones de traficantes de acuerdo con otros países.

Trabajar con los países concernientes para golpear de manera sig-•

nificativa a las organizaciones de traficantes de droga y desmante lar

sus redes.

Reforzar y diversificar sus economías legales de las naciones andinas •

para permitirles remontar los efectos desestabilizadores y la elimina ción

del comercio de la cocaína, que es la principal fuente de recursos”.

rogramas “bolivianos” contra las drogas

La lucha contra el narcotráfico sigue la orientación de los Estados

Unidos desde hace años, en que el principal blanco deben ser laszo-

nas productoras de coca pues sin materia prima no hay producción.

Por esta razón recursos, equipos policiales, militares y energías se

concentran en el Chapare, zona productora de coca excedentaria.

GRAL. FERNANDO TARIFA1

Desde los años 70 y más propiamente desde que en 1987 el gobierno

pro mulgara la tristemente célebre ley 1008, sancionada por un parla-

mento sin dig nidad, por imposición de Estados Unidos, hasta hoy se

establece que todos los gobiernos nacionales nunca tuvieron ni tienen

una política propia en materia de lucha contra las drogas.

Cada una de ellos ha transitado vías contradictorias de la mano de

asesores norteamericanos.

No existe una política antidrogas con sello boliviano, sino algunos

planteamientos aislados en cada administración, lamentable, pero

cierto, pues todos a su turno se rindieron ante las presiones y amena-

zas de gobiernos de Estados Unidos.

Política mediatizadaEse es el calificativo que se ajusta a las formas en que los gobiernos bo-

livianos se han adaptado mansamente a las decisiones norteamerica-

nas según las coyunturas internacionales y las variaciones tácticas y

es tratégicas de sus gobiernos.

La desertificación, las contribuciones econó micas, las presiones mili-

tares, los tratados de extradición, las metas en la erradicación, las in-

tervenciones de asesores y agentes norteamericanos, ayudas militares,

desarrollo alternativo, los anuncios y actitudes de sus embajadores

reflejan, de manera evidente, cómo los gobernantes bolivia nos, sin

dignidad política, han inclinado la cabeza ante el coloso del norte y

sus virreyes.

Esta actitud representa un sometimiento al poder imperial, al mismo

tiempo una forma de violencia internacional descar gada por Estados

Unidos sobre Bolivia y otros países de la región.

P

40 41

Sucursal norteamericanaLas acciones emprendidas por los gobiernos bolivianos en los dis tintos

ámbitos de la lucha antinarcóticos son una simple reproducción de lo

que dice y quiere Estados Unidos, sin analizar la realidad nacional ni re-

parar los problemas económicos, o las repercusiones sociales y po líticas

que genera. Sus denominados planes y programas encarnan, de una o

de otra manera, objetivos norteamericanos, aunque digan lo con trario,

presidentes, ministros y portavoces. Analistas políticos afirman que la

clase política nacional “recibe las consignas enlatadas de los Es tados

Unidos para diseñar la política “antidrogas” de Bolivia”.

Opción cero: objetivo comúnEs una meta que liga profundamente a los gobiernos de Estados Uni dos

y políticos bolivianos, pues ambos coinciden en que el objetivo princi pal

de la lucha antidroga es acabar con la coca a fin de “salvar a los jóve-

nes norteamericanos y poner fin al tráfico de estupefacientes”. Los dos

gobier nos creen y están convencidos que eso sucederá más temprano

que tarde. Ambos sostienen que la coca es cocaína y eso “justifica su

erradicación”.

Ellos señalan que los productores de coca están ligados al narcotráfico,

en consecuencia, deben ser “reprimidos y castigados”. Cada uno afir-

ma en sus discursos que esta lucha es una “cruzada” contra el “flagelo

mundial” de las drogas. Estados Unidos y Bolivia acuerdan involucrar a

las Fuerzas Armadas en las tareas de interdicción, pero así como tienen

objetivos comunes también discrepan, porque el gobierno nacional cree

en el esarrollo alternativo, en cambio a los norteamericanos no les inte-

resa ese aspec to sino la represión, el primero trata de luchar ortodoxa-

mente contra las drogas y el segundo ha convertido este asunto en un

bluff. Bolivia quiere perseguir el blanqueo, aunque también lava, pero

Estados Unidos tiene sus enclaves económicos.

He ahí las caras ocultas de esa relación emparentada por objetivos geoes-

tratégicos de Estados Unidos y sus alia dos, y las acciones pedigüeñas de

sus amigos en América.

Antecedentes internacionalesVeremos dos trabajos acerca de la coca en los que se sostienen pun tos

de vista racistas, que sirvieron para votar normativas internaciona les por

las Naciones Unidas destinadas a erradicar la coca y las prácti cas de insa-

livación de hoja de coca.

La Comisión de Narcóticos de las Naciones Unidas acaba de publicar, •

dice Jorge Hurtado2, el Informe de la Comisión de Inquisición de la

Hoja de Coca, Nueva York julio 1950, tal vez el logro más / impor-

tante del siglo en materia social y económica. Se trata del es fuerzo

de Mr. Howard B. Fonda, exitoso banquero y directivo de los indus-

triales farmacéuticos. El y con la ayuda de del Jefe de Nar cóticos de

Francia y dos médicos (un húngaro y un venezolano), en un tiempo

de 3 meses han estudiado a casi 5 millones de indios aymaras y que-

chuas en Bolivia y Perú. Esta Comisión con sólo 44 mil dólares, sin

conocimiento de los idiomas nativos estudió a mi llones de indios

sin ayuda de especialistas logró descubrir el proble ma económico y

social de Bolivia y Perú. Según el estudio, la inmensa mayoría de esa

población tiene serias alteraciones en sus capacidades mentales, sus

habilidades psicomotoras y especialmente reducidas sus capacida-

des de trabajo por el pernicioso hábi to del masticado de coca, que

quita las ganas de comer. El banque ro Fonda demostró también,

que la coca quita el hambre y eso impide que esta población se

alimente bien. Lógicamente esa es la causa de todo ¿Quién puede

trabajar sin comer? La Comisión de la Inquisición de la Hoja de Coca

ha determinado con fuertes bases científicas que esta es, en definiti-

va, la causa del subdesarrollo económico y social de esta población.

Aquí esta la razón del atraso, la pobreza y la falta de competencia, y

aunque la Comisión recono ce que el masticado de coca está fuer-

temente arraigado en las cos tumbres sociales y religiosas, el consu-

mo se extiende a más de 5 mil años, ha determinado técnicamente

que podría ser erradicada sin problemas. Declara que el hábito del

masticado de coca como una amenaza para la humanidad y decide

su prohibición y que dará prohibida la plantación de la hoja de coca

para consumo tradicional. La hoja de coca debe desaparecer del

planeta por el bien de la humanidad. El estudio de la Comisión, que

entrevistó a masticadores, profesores, médicos, políticos, militares

y otros lle gan a estas conclusiones que no tienen ningún fundamen-

to cien tífico”.

Paz Estenssoro: Convención Unica 1961El 20 de noviembre de 1962, el Estado Boliviano, mediante Decreto

Supremo ratifica y respalda la Convención Unica de 1961, realizada en

Nueva York, comprometiendo la erradicación de los hábitos de masti-

cación de coca en el plazo de 25 años. Ratificada la Convención Unica

de Estupefacientes, de 1961, se organiza la Comisión Interministerial de

Estupefacientes, la misma que establece:

Reducción y erradicación paulatina de la hoja de coca sustituyén-•

dola por otros cultivos

Disminución progresiva de la masticación de coca, hasta su •

desapa rición completa de esta práctica “insana”, en 25 años.

Combatir el tráfico ilegal de drogas.•

Combatir la toxicomanía en el país.•

Se realizará el censo de plantaciones de coca.•

Se prohibe nuevos cultivos de coca.•

Al respecto, en la lista I, establece además en la letra e), inciso 2 del

Artículo 49 de la Convención: “La masticación de la hoja de coca que-

dará prohibida dentro de los 25 años siguientes a la entrada en vigor

de la presente Convención conforme a lo dispuesto en el inciso 1) del

Artículo 41”. Este es el mayor acto de sometimiento perpetrado por el

MNR en el gobierno de Víctor Paz Estenssoro.

Plan trienal

El Plan Trienal de Lucha contra el Narcotráfico diseñado por el MNR se

identifica con los objetivos norteamericanos a fin de obtener las contri-

buciones para la lucha antinarcóticos. Las metas del Plan Trienal eran

entonces tres: a) Reducir el precio de la coca, b) Erradica ción forzosa

de cultivos ilegales y c) Evitar nuevas áreas de produc ción y de planta-

ciones. La coincidencia entre ambos gobiernos era evi dente, buscaban

la erradicación total. Lo más grave de ese plan fue sin duda considerar la

coca como una sustancia peligrosa y la masticación como uso indebido

de drogas, fundamento de posteriores acciones contra los productores y

el origen de la militarización del Chapare. Pero aquí también empieza la

lucha ideológica de los productores al diferenciar que “la coca no equi-

vale a cocaína”, que los “cocaleros no son narcotraficantes”, que la coca

tiene raíces etno-culturales y nadie puede prohibir su cultivo sin violar

derechos fundamentales de los productores bolivianos. Así se identifica

la represión con intervención norteamericana, y la servidumbre guber-

namental a las políticas de Estados Unidos.

Programa “PIDYS”

Acuerdo sobre el Plan Integral de Desarrollo y Sustitución, un progra-

ma que debe ejecutarse en coordinación y corresponsabilidad de los

productores de coca, con el propósito de encaminarlos hacia la susti-

tución y desplazar la producción de coca-cocaína por otras actividades

agropecuarias agroindustriales y forestales. El PIDYS se implementó

relativamente debido al escepticismo de los productores que no res-

pondieron conforme a los acuerdos. La política guberna mental a causa

de sus propias contradicciones originó confrontacio nes descomunales

con los productores a causa de las intervenciones militares para desblo-

quear las carreteras, después tuvieron que apaciguarse con la firma de

un convenio Gobierno-CSUTCB-COB, en el que aparecen los conceptos

de “reconversión agrícola”, “desarrollo alternativo”, “sustitución volun-

taria”, “reducción de la demanda de cocaína”, “participación campesina

en el diagnóstico global y plani ficación”, “delimitación de la coca iter cri-

minis”, “uso y consumo tradicional y ritual de la coca”, y otros elementos

muy importantes para la defensa de la coca.

Ley 1008

Esa normativa denominada Ley del Régimen de la Coca y Sustan cias

Controladas, emitida por parlamentarios y gobiernos cipayos, contie ne

muchos aspectos negativos para Bolivia: define la coca como estupe-

faciente, en consecuencia, persigue su producción, comercio y consu-

mo, al establecer tres zonas de producción: tradicional, excedentaria en

tran sición e ilícita, sin ningún criterio racional, determina la erradica-

ción de las excedentarias, la sustitución con búsqueda y obtención de

mercados interno y externo para desarrollo alternativo. También crea

el Fondo Na cional de Desarrollo Alternativo, contradice la Constitución

Política del Estado al fijar penas de presidio de hasta 80 años, descono-

ce las garantías constitucionales, desarticulan las garantías procesales,

vulnera los dere chos humanos, confunde el régimen de la coca con el

de sustancias con troladas al penalizar arbitrariamente zonas de cultivo

y volúmenes de producción de coca, no define correctamente el “iter

criminis”. Esta ley injusta e ineficaz, rigurosa al extremo ha tenido y tiene

funestas consecuencias para los productores de coca, el sistema jurídico

nacional y los derechos humanos.

Convención de Viena 1988

Aunque la delegación boliviana en la capital austriaca hizo algunas obser-

vaciones en sentido de que la coca no es por sí misma un estupefa cientes

y que no era necesario recurrir a la violencia para erradicar planta ciones

de coca, control del comercio de precursores y armar a los narcotrafican-

tes, evitar el uso de productos químicos en la destrucción del arbusto y

mercados para la comercialización de las hojas, no pudo impe dir que las

conclusiones de la Convención estableciera que: “Es delito... el cultivo del

42 43

arbusto de coca... con el objeto de producir estupefacientes en contra

de lo dispuesto en la convención de 1961 (Art. 3, a, ii); “Las medi das para

erradicar tendrán debidamente en cuenta los usos tradicionales lícitos”.

(Art. 14,2); “Las partes podrán cooperar para aumentar la eficacia de los

esfuerzos de la erradicación de la coca”. (Art. 17); “Tomar medidas para

vigilar la fabricación y distribución de sustancias de la lista de la Con-

vención Unica”. Art. 26, 2, “En la medida de lo posible, las Partes obliga-

rán a arrancar de raíz todos los arbustos de coca que crezcan en estado

silvestre y destruirán los que se cultiven ilícitamente”. A pesar de que el

Art. 14, incluye que: “Las medidas que se adop ten deberán respetar los

derechos humanos fundamentales y tendrán debidamente en cuenta los

usos tradicionales lícitos, donde al respecto exista la evidencia histórica,

así como la protección al medio ambiente”, el anexo y, punto III, B,

dispusiera: “Control de precursores ubicación y destrucción de equipo

utilizado en la producción de estupefacientes, y de cultivos ilegales de

coca”... y el numeral 3 estableciera: “Garantizar la rápida destrucción de

precursores de estupefacientes, cultivos ilegales de la coca”.

Paz Zamora: desarrollo alternativo“Resulta difícil establecer un concepto preciso sobre el “desarrollo al-

ternativo”, afirma CEDLA3. El Ing. Osvaldo Antezana (1991.1) Minis tro

de Agricultura del gobierno de Paz Zamora, afirma que los esfuerzos

iniciales sobre el desarrollo alternativo datan de finales de la década de

los 60, sobre la base del Proyecto PRODES, aunque en ese entonces no

se hablaba de desarrollo alternativo. E. Machicado (1991: 8) sostiene

que el desarrollo alternativo emerge de un instrumento en medio de

la lucha contra el narcotráfico, que adquiere importancia a partir de

los años 80, en la que la política de LCN puso más énfasis en la produc-

ción de drogas que en su consumo...

La concepción de desarrollo alternativo –según Machicado- emerge

como una respuesta al fracaso de los métodos de interdicción a cam-

pesinos cocaleros, de erradicación y de sustitución de cultivos”. Según

Machicado el desarrollo Alternativo de la LCN está sustentada en

ocho pilares filosóficos: 1) Responsabilidad compartida en la LCN; 2)

Aceptación por la comunidad internacional de la existencia de cultivos

legales de coca, cuya producción se destina al consumo tra dicional;

3) Reconocimiento por el gobierno de Bolivia y de los produc tores

de la existencia de cultivos excedentarios de coca cuya producción

se destina a la fabricación de cocaína; 4) Reducción voluntaria de los

cultivos excedentarios de coca, sujeta a programación simultánea a

los frutos del desarrollo socio-económico y compensaciones econó-

micas; 5) Concertación con los productores de coca y la comunidad

internacio nal para la ejecución de proyectos de desarrollo alternati-

vo y su finan ciamiento; 6) Interdicción y control del narcotráfico; 7)

Reconocimiento por la comunidad internacional que la LCN descarta

el principio de que la ayuda internacional a Bolivia es caritativa, rati-

ficándose, por el contra rio que la LCN es un esfuerzo de socios entre

países productores y con sumidores de droga; 8) Enfoque globalista en

la generación de una economía alternativa al de la coca”4.

José María Centellas señala que a raíz de la invasión de la mor‑

bo‑maffia norteamericana‑colombiana, que se organiza en

Bolivia, en los años 60, “el gobierno de USA decide implan-

tar un programa especial preventivo con el apoyo del gobier-

no de Bolivia. Por entonces, lo manejaba el Punto IV, vinculado

al Ministerio de Agricultura... Para reducir los cultivos de hoja de

coca en los Yungas, deciden distribuir millones de plantas de ca-

fetos y cítricos en forma gratuita. Suapi y Callisaya, crecen en

producción cafetalera con ese proyecto y Caranavi y Alto Beni mejoran y

expanden los cultivos de cítricos y café”. En la década de los 70 USA

decide introducir como una constante de su política internacional con

Bolivia, el tratamiento de la “substitución de cultivos para la hoja de coca”.

Lo curioso y lamentable es que los asesores y técnicos norteamericanos

no hayan considerado los informes de la década de los 60 de sus propios

organismos y hayan decidido, otra vez, continuar con el mismo

plan”5.

El estudio de CEDLA, sostiene que el gobierno de Paz Zamora basó

sus acciones en la tesis denominada “Coca por Desarrollo” y Samuel

Doria Medina, señala que “la Estrategia denominada Coca por

Desarrollo, tiene como objeto fundamental enfrentar la problemática

del narcotráfico desde una perspectiva de orden pragmático y operati-

vo, en la que se pretende lograr una coherencia entre lo que significa

por una parte la erradicación de los cultivos de la hoja de coca y, por

otra, e desarrollo de una economía alternativa que conlleve la concep-

ción con anterioridad, limitado a la sustitución de cultivos, tiene dos

objetivos El primero, eliminar la economía de la coca sustituyéndola

por actividades que no sólo reemplacen en términos de generación de

empleo, ingresos y divisas, sino que posibiliten, el crecimiento soste-

nido de la economía; y el segundo, movilizar recursos para la creación

de una infraestructura básica productiva, con énfasis en la vinculación

interna externa y proyectos que fortalezcan la capacidad exportadora

del país”6. Al margen de esta discusión, lo cierto es que el desarrollo

alternativo surge como consecuencia del crecimiento del narcotráfico

y el aumento de la producción de coca en el país. No sólo los america-

nos, sino también el gobierno de Bolivia, así como los productores ha-

bía considerado desde sus propias ópticas estas opciones para lograr

un desarrollo equilibrado de las zonas productoras de coca.

Declaración de Cartagena

En Cartagena de Indias, Colombia, febrero de 1990, presidentes

Bolivia, Perú, Colombia y Estados Unidos, firman una declaración

con el objetivo de diseñar una estrategia común en la lucha contra

las drogas No obstante las posiciones expuestas por los mandatarios

Jaime Paz Zamora, Virgilio Barco y Alan García, no pudieron conven-

cer al presidente Reagan que ya había incluido la militarización en

sus planes. Se logra insertar en la declaración de Cartagena el desa-

rrollo alternativo como una de las prioridades. Esta propuesta surge

como elemento básico de las acciones del gobierno boliviano, pero

se acomoda perfectamente las políticas norteamericanas de estrategia

compartida teóricamente priorizando la interdicción en la práctica.

Ninguno de los gobernantes pudo soportar las presiones económicas

con las que siempre chantaje, Estados Unidos. Según García Sayán de

la Comisión Andina de Juristas, un balance de las acciones después de

la Declaración de Cartagena arroje estas conclusiones: a) Las líneas

acordadas en Cartagena fueron visiblemente soslayadas al privilegiar

la dimensión militar y represiva, b) Sólo se han tomado acuerdos bi-

laterales impuestos por Estados Unidos, ne gativos para Bolivia en el

futuro, c) Los resultados de la interdicción han sido escasos y casi

siempre un fracaso, d) A partir de Cartagena se priorizará, mediante

convenios la militarización de la lucha antidrogas, y casi nada se hizo

por controlar el lavado de dinero y comercio de pre cursores y armas,

e) Los bancos y las mafias son los más favorecidos7.

El 28 de septiembre de 1989, en su discurso ante las Naciones Uni-

das, Paz Zamora en relación al narcotráfico señalaba: “Necesitamos de-

cirnos la verdad de una vez por todas, porque lo peor es que podamos

caer en formalismos al tratar este asunto de tanta importancia para la

humanidad. Mucho peor sería que cada uno de nuestros países tuviera

la tentación de manejarlo en función de necesidades políticas inter-

nas, o en función de otros intereses. Debemos sinceramente decirnos

y decir la verdad y la primera verdad que yo quiero indagar de la co-

munidad es si estamos realmente en una guerra frontal contra el nar-

cotráfico... Me pregunto si efectivamente estamos en guerra, porque a

veces no se nota, y lo peor que puedo hacer yo es llevar a mi país a una

guerra que no sea la que se debe pelear o que se diga que esta guerra

por cumplir con una formalidad”. Se advierte que Paz Zamora intuía la

farsa que significa la lucha antidroga. Más adelante hacía una diferen-

ciación en tre países consumidores, comercializadores y productores

de materia prima, para luego señalar la política prioritaria para cada

uno de ellos. “Para los países consumidores lo fundamental es la polí-

tica de preven ción; y digo lo fundamental, no lo único, pero reitero, lo

fundamental es la política de prevención. Para los países o las áreas de

intermediación, de comercialización o de servicios o de canalización

de la droga, lo fun damental es la interdicción, la represión. Pero los

países pobres, subde sarrollados, donde se produce la materia prima,

la hoja de coca, como en el caso de Bolivia, lo fundamental deben ser

las alternativas de desa rrollo a ese cultivo, lo fundamental debe ser

el desarrollo alternativo de la coca, orientado a eliminar la produc-

ción excedentaria de la misma, no olvidando en ningún momento el

garantizar, como parte inseparable de la solución, mercados seguros

para esos productos alternativos. Es a esto que yo llamo una verdadera

guerra que debemos pelear juntos”8.

Al parecer su planteamiento estaba bien orientado, pero las realidades

eran más evidentes que los deseos.

El planteamiento “Desarrollo Alternativo y Coca por Desarrollo”, for-

mulado en Roma amplía su contenido a diez cuestiones concretas: a)

La hoja de coca es patrimonio cultural de los países andinos, la cocaína

viene de fuera, b) La cocaína es igual a la suma de la hoja de coca más

los precursores químicos. La hoja de coca es por sí misma inofensiva

y así lo ha probado la experiencia milenaria, c) El desarrollo alterna-

tivo debe ser el eje de la estrategia de lucha contra el narcotráfico,

d) El nar cotráfico requiere la aplicación sistemática de una estrategia

mundial de lucha sobre la base de prevención integral y de corres-

ponsabilidad, e) Control del comercio internacional de precursores,

f) Mecanismos ca paces de evaluar el avance y resultados de la acción

común en la reduc ción del consumo, el control del narcotráfico y de-

sarrollo alternativo, g) Sensibilidad para los problemas de pobreza y

marginalidad de los cam pesinos y por el problema moral que afecta a

consumidores, h) Dedicar esfuerzos para reducir la oferta y el consu-

mo, i) Interdicción en el marco estricto de la Ley, j) Fórmulas activas

para regular producción, comer cialización y consumo sin afectar el

libre mercado9.

Estos planteamientos lo mismo que en Viena 88, son meros discursos,

que no afectarán las po líticas norteamericanas de interdicción y mili-

tarización paulatina. Muchos de estos planteamientos, fueron rectifi-

cados por dirigentes del MIR, basa do en conveniencias políticas, con

miras a las elecciones del 2002.

44 45

Sánchez de Lozada: Tratado de ExtradiciónEl gobierno de Sánchez de Lozada, al igual que los otros, no hace otra

cosa que adecuar sus acciones dentro de las líneas maestras norte-

americanas. Su gestión la inicia con la firma de un nuevo Tratado de

Extradición entre el Canciller Antonio Araníbar y el Embajador Charles

Bowers, el 27 de junio de 1997. Este tratado que reemplaza al de 1900,

tiene una serie de incongruencias y aspectos que lesionan los principios

básicos de la normativa constitucional y del Derecho Internacional. Algu-

nos portavoces del gobierno pretendieron justificar esta funesta imposi-

ción señalando que se trata de “combinar modernas teorías con viejas

cos tumbres”, que “lo principal es la lucha antidroga”, o que “similares

tratados han sido firmados y no se ha dicho nada”. Estas posturas no han

podido desvirtuar la cesión de grandes espacios jurídicos a costa de los

intereses nacionales ni la violación de principios del derecho internacio-

nal. Las ca racterísticas del Tratado pueden resumirse en estos puntos: a)

Es técnica mente pobre y no tiene base jurídica para sustentar sus insufi-

ciencias, b) Tiene demasiadas contradicciones, 18 graves errores, c) Sus

vacíos y lagu nas constituyen verdaderas amenazas para los ciudadanos

bolivianos, d) Las presiones y condicionamientos han podido más que

los intereses del país, e) El Tratado esta indisolublemente ligado a las

Guerras de Baja In tensidad y la opción cero, f) Se funda en el principio

de gran potencia10.

El mismo ministro Araníbar suscribió un convenio que consta de va-

rias secciones y se halla inscrita en los marcos de la nueva Estrategia de

Seguridad de Estados Unidos para la Américas: a) Sección A “Las partes

en base a la Declaración de Cartagena, de fecha 15 de febrero de 1990 y

San Antonio de febrero de 1992, han decidido desarrollar e implementar

una estrategia integrada para la cooperación en la aplicación de la Ley

1008”... Considerando que las Partes desean reiterar su compromiso con

los objeti vos de la estrategia destinada al cumplimiento de la Ley 1008,

para conse guir el desmantelamiento de la estructura y el daño finan-

ciero de las organiza ciones criminales implicadas en la compra y venta

ilegal de la hoja de coca y en proceso de elaboración de cocaína”. Bajo

estas premisas Estados Unidos contribuye con $us 15.500.000 dólares

americanos, distribuidos para los si guientes rubros: 1) Actividades de la

FELCN $us 5.00.000; 2) Para Fiscales antidroga, $us 600.000; 3) Cuarteles

de la FELCN $us 1.750.000; 4) Respaldo a las actividades de la FAB, $us

2.450.000, 5) Respaldo a las actividades antinarcóticos de la Armada

Boliviana, $us 1.700.000, 6) Respaldo a las acti vidades de reducción de

la coca $us 1.500.000, 7) Respaldo a las actividades de control de la coca

legal $us 500.000, 8) Control de precursores $us 300.000, y 9) Más para

actividades de cumplimiento de la Ley 1008, $us 950.000. De toda esta

cifra, la interdicción se lleva más del 75%. Sección B.- 1) Para el período

fiscal de 1993 $us 40.000.000, con destino a la recuperación económica

de 1993, b) Compromiso de renovar la asistencia para el Programa de

la Balanza de Pagos 1994. Sección C.- Incorpora al ejército boliviano en

la lucha contra el narcotráfico a través de un “grupo de tareas” y un

Batallón de Transporte, pistas militares en Chimoré y Santa Ana11.

Es importante señalar que en noviembre de 1994, después de la reunión

del Club de París, José Guillermo Justiniano, Ministro de Desarrollo

Sostenible, planteó la “opción cero”, que suponía la destrucción de

todos os cocales del Chapare, que sería transformado en un parque y

zona in dustrial y de servicios. Esto implicaba la salida de 45.000 fami-

lias y su “relocalización” en las zonas de colonización. Entonces Estados

Unidos y la comunidad internacional aceptaron respaldar los esfuerzos

finan cieros que permitieran la sustitución de la economía de la coca12,

sabiendo que significaba una forma brutal de darwinismo social contra

cientos de miles de campesinos del Chapare inaceptables desde todo

punto de vista. Todo esto acompañado de la desertificación como chan-

taje inter nacional. La ofensiva de Estados Unidos y sus aliados internos

se em prendió en todas direcciones y llegó a la Corte Suprema con un

juicio montado contra su Presidente, manipulado por la DEA y la CIA,

a causa de la negativa de extraditar a Roberto Roca Suárez, “Techo de

Paja”, Rolando Suárez y Felipe Roca Suárez. Todas estas actitudes del

régimen de Sánchez de Lozada le han permitido aprobar la certificación

junto a Colombia, Paraguay y Perú, por “razones de seguridad nacional”

de Estados Unidos. Al finalizar ese período del MNR, la nave capturada

en Lima con un cargamento de cuatro toneladas de cocaína confirmaba

las sospechas de las relaciones con el narcotráfico. Toda la gestión de

Sánchez de Lozada se caracterizó por la violen cia contra los producto-

res, por medio de incursiones militares en la zona del Chapare, con re-

sultados fatales de muertos e innumerables viola ciones de los derechos

humanos. Sus ministros Sánchez Berzaín y Ca nelas aplicaron mano dura

en las zonas productoras, especialmente el primero participó perso-

nalmente en las actividades represivas en las ciudades. Canelas acusó a

Berzaín de actuar brutalmente.

Banzer Suárez: Plan DignidadLa administración Banzer ha hecho público un documento deno minado:

“Estrategia de lucha contra el narcotráfico”. Ese conjunto de acciones

implementado con el propósito declarado de “sacar al país del circui-

to coca-cocaína en los próximos cinco años 1989-2002”, tiene cuatro /

pilares: a) Desarrollo alternativo, b) Prevención y rehabilitación, c) Erra-

dicación de coca ilegal y excedentaria, y d) Interdicción. Los plantea-

mientos de este llamado Plan Dignidad, son parte integrante de los dis-

cursos prohibicionistas y orientados a satisfacer los requerimientos de la

administración Clinton en materia de narcotráfico.

Sacar a Bolivia del circuito coca - cocaína en cinco años es una tarea

utópica, por los escasos recursos y el mismo fenómeno que busca su

reconversión cada día. El planteamiento de una “decisión soberana” es

nada más que retórica pues todo el plan es una reproducción de los ob-

jetivos norteamericanos. Los cuatro pilares se explican de este modo: a)

Desarrollo alternativo. Las marchas forzadas en la erradicación con esta-

dísticas manipuladas, muestran que no existe desarrollo alternati vo que

valga, la prioridad es acabar con la coca y los productores, b) Prevención

y rehabilitación. Este “pilar” del plan no tiene sustento al guno, ninguno

ha tenido relevancia, ya que a nadie le importa este as pecto tan esen-

cial. Otra expresión de su inocuidad es el avance crecien te de consumo

de drogas en el país, c) Erradicación de coca ilegal y excedentaria. Más

de 3.000 Has. de coca erradicada son la mayor evidencia que este pi-

lar ha sido y es la principal preocupación de la administración Banzer

Suárez a fin de cumplir las metas señaladas por la Embajada y recibir

las ayudas económicas prometidas y, d) Interdic ción. Hectáreas erradi-

cadas, cantidad de droga incautada, número de po zas de maceración

destruidos, personas detenidas y bienes incautados expresan que la

interdicción funciona, pero el narcotráfico sigue vigen te y con mayor

fuerza. Las estadísticas revelan que la interdicción no es un éxito como

el gobierno señala, al contrario es un fracaso porque los traficantes de

drogas se reconvierten y diversifican En cuanto a los pre cursores sigue

siendo un gran negocio y no se hizo demasiado. Los bie nes incautados

son un botín de los funcionarios encargados de su cus todia, al no existir

una cuantificación son dispuestos discrecionalmente. Los ejecutores del

Plan Dignidad atropellan, matan y violan los dere chos humanos en las

zonas productoras y se alinean rigurosamente a los dictados norteameri-

canos, es otra evidencia de que la guerra contra el narcotráfico es una

guerra perdida.

El Observatorio Geopolítico de Drogas22, expresa estos criterios:

“Bolivia: un éxito ambiguo de la guerra contra la droga”... Bolivia, que no

es más que el tercer productor andino de la hoja de coca y de sus deri-

vados después de Colombia y Perú, depende como ningún otro país de

la región del dinero de la droga, que a fines del año 1990 le reportaba

mil millo nes de dólares de su PIB que no alcanza a ocho mil millones

de dólares. Unas 50.000 familias son casi 200.000 personas que viven

directamente de la cul tura de la cocaína en este país de 7.500.000 de

habitantes... Los gobier nos que se han sucedido desde el retorno a la de-

mocracia en 1982 ha bían seguido una política de doble lógica: destruir

las culturas por satisfacer las exigencias de los países ricos, sobre todo

de los Estados Unidos, y frente a una dura resistencia popular en la

zona de los cocaleros”... Durante los cuatro años últimos la producción

de cocaína bajó de 240 toneladas a 90 toneladas. Este triunfalismo oficial

debe ser temporal... Su éxito contra las culturas de la coca no hubiese

sido posible sino por la militarización de la región del Chapare y a precio

de numerosas violaciones de los derechos humanos. En fin los Estados

Unidos y la comunidad internacional en su conjunto estiman que el ge-

neral Hugo Banzer, pre sidente elegido de Bolivia, es sin duda la persona

indicada para erradi car las culturas ilícitas, en la medida que él debe

hacer olvidar que la economía de la cocaína se instaló en el país con el

apoyo de la dictadura militar que el ha dirigido de 1971 a 1977. Ahora un

escándalo de gran des proporciones ha revelado, durante la segunda mi-

tad de 1999, que ciertos mafiosos continúan prosperando en el entorno

presidencial”... El general Banzer del cual sus ligazones con el narcotrá-

fico durante su dictadura 1971-1977, son periódicamente evocados por

la prensa y sus adversarios políticos, encuentra igualmente en la lucha

contra las cultu ras ilícitas un medio de “blanquearse” a los ojos de la co-

munidad inter nacional”... El Plan Dignidad del gobierno ha acrecentado

considera blemente el nivel de violencia. En efecto, mientras sus objeti-

vos son muy ambiciosos, sus recursos financieros son cada vez menos

importantes. Los cocaleros han denunciado que el verdaderos objetivo

de ese plan es: expulsa a los campesinos del Chapare (que no tiene otra

elección que acompañar a sus compatriotas en las villas miseria de la

Argentina) y entregar sus tierras a las multinacionales agro-industriales,

pues mu chas de ellas comenzaron a instalarse en la zona”.

“La mafia italiana infiltrada hasta las más altas esferas del Estado”.

“El periódico de la iglesia católica, Presencia, seguida por toda la prensa

boliviana ha revelado “el negocio de la mafia italiana”, que ha enlodado

el gobierno del general Banzer durante la segunda mitad del año 1999.

El antiguo soldado italiano, 1978-1979, Marco Marino Diodato aparece

como la cabeza de un verdadero imperio económico en Bolivia... que

arribó a Bolivia bajo la narco-dictadura sanguinaria del general García

Meza”... Casado con Gina, una sobrina del presidente Banzer, que asistió

a la boda, él había participado activamente en 1993, en la infructuosa

campaña presidencial de este último. Su caída esta ligada al rol jugó en la

adquisición y utilización, por cuenta de la Casa Militar de la Presidencia

(Grupo de Avanzada de Información de la Presidencia de la República),

de material de escucha de telecomunicaciones. Diodato se sirvió en

74 oportunidades de sus equipos para espiar a la Fuerza Especial de

46 47

Lucha contra el Narcotráfico”... Esto probablemente lo que ha dicho

la Embajada norteamericana en La Paz, después de haber brindado sin

resultado un informe sobre las actividades de Diodato al gobierno de

Bolivia en 1997, para luego comunicar su contenido a la prensa”... Es así

que las actividades de Diodato en el seno del aparato del Estado se de-

sarrollaron durante los tres gobiernos sucesivos. Del mismo modo, los

políticos de todas las tendencias han frenado la constitu ción de comisio-

nes de investigación que debían establecer las condicio nes en las cuales

funcionaron los casinos “no autorizados” del mafioso italiano. Esta es la

razón por la cual ellos imputan a Diodato una impli cación directa en el

tráfico de cocaína”... “Diodato declaró que en los años 80 funcionaron

efectivamente en esa propiedad (Perseverancia) laboratorios que per-

tenecían a Sonia Atala y Widen Razuck, personajes después próximos a

Banzer, pero que ellos habían sido desmantelados después que él ha-

bía adquirido la Perseverancia”... Si el gobierno y nu merosos políticos

se esfuerzan de implicarlo (a Diodato) en la produc ción y el tráfico de

drogas, es por desviar la atención de los negocios dudosos en los cuales

ellos han participado asociados con él”... “La reconversión (de Banzer)

a la democracia y al “buen gobierno” desde los años 80 no le impide de

haber estado acompañado durante 20 años de carrera política, por toda

una serie de individuos que le habían apo yado durante los años de su

dictadura”... “Por su parte los Estados Uni dos y la comunidad interna-

cional piensan que un ex putchista (al me nos 500 personas han sido

asesinadas en el curso del primer año de su dictadura, muchos miles han

sufrido torturas en las prisiones y 10.000 han emprendido el camino del

exilio), y ex protector del tráfico de co caína, puede ser utilizado en la lu-

cha contra la droga. El escándalo Di dato no es sino el efecto boomerang

de esta apuesta cínica”.

“Exitos” pasajeros”

Pero los “éxitos” del gobierno en la erradicación violenta, que son éxitos

norteamericanos, frente a productores mediatizados por el mercantilis-

mo y el pragmatismo, son pues momentáneos porque la proclama de

la administración Banzer de acabar con las drogas en su quin¬quenio,

se ven desmentidas con la aparición sostenida de marihuana en las lo-

calidades de Tomina, Sopachuy y Muyupampa del departamento de

Chuquisaca, desde donde fluyen hacia Santa Cruz, Cochabamba y La Paz.

La FELCN ha decomisado unas dos toneladas de hierba, que se cultivan

en lugares inaccesibles al transporte vehicular en dichas zonas, la fuman

especialmente estudiantes de colegios en las ciudades. Pero la historia

no termina aquí, pues los organismos de seguridad junto a la hierba

encontraron también cocaína, lo que quiere decir que la produc¬ción

cambia de región rápidamente y el consumo se diversifica. Es más, ahora

se consume también el “éxtasis” en amplios sectores juveniles, droga

sintética fabricada por empresas norteamericanas y europeas. Esas son

algunas muestras de lo que sucederá en el futuro próximo.

Por otra parte, nadie sabe exactamente cuanta coca fue erradicada, inclu-

so entre las autoridades existen grandes contradicciones al respec¬to;

nunca se dejó de plantar coca y ninguna amenaza de cárcel por 1 a 2

años a los que tengan nuevos cultivos, podrá detener su desarrollo

in¬contenible.

Actuación ambigua de Estados Unidos

El último informe del Observatorio Geopolítico de Drogas, al hacer su

resumen sobre la actuación de Estados Unidos, señala: “En América, el

principal desafío en la producción y del tráfico de drogas corres ponde

hoy más que nunca en las relaciones de Estados Unidos con los diferen-

tes países de la región... En efecto, el abandono del Canal de Pana má,

sus organismos de inteligencia han obligado a Washington a buscar, a

último momento, soluciones alternativas... que son de antemano muy

aleatorias. Venezuela rechazó los vuelos sobre su territorio a los aviones

de observación americanos. En algunos casos como Colombia, la políti-

ca americana se traduce en

una intervención militar creciente. En otros países como México, en Bo‑

livia, o Perú, en Argentina o Trinidad Tobago, ella consiste en cerrar

los ojos sobre las relaciones de sus gobiernos con el narcotráfico a

fin de establecer aliados económicos o políticos. Esas ambigüedades

de la política de Washington no son extrañas o hechos que no obser-

van ninguna disminución de actividades ilícitas que están a nivel de la

producción, de tráfico, de blanqueo o de corrupción... Después que la

industria de la droga lejos de remitir, confirma que ella es uno de los pi-

lares económicos de América Latina, su represión brinda una excusa en

la puesta en escena un aparato militar-policial fuerte, poco eficaz, pero

de más en más violento. El columnista del Diario The Miami Herald An-

drés Openhaimer14 señala con toda razón: “Existe una gran hipocresía a

nivel global: a Latinoamérica se le obliga a sustituir los cultivos (ilegales)

que son altamente rentables, pero no se le da acceso a los mercados

para sus productos legales”, señala el reporte. “La región está cada vez

más descontenta con la actual política antidrogas de Washington”, es-

cribe Openhaimer y sugiere que “el próximo presidente de los Estados

Unidos tendrá que ser algo más creativo si quiere tener una mayor co-

operación latinoamericana en la lucha contra las drogas”.

Peroratas de desarrollo alternativo

El problema coca-cocaína es uno de los componentes básicos de las

relaciones entre Estados Unidos y los países andinos. En ese contexto

se han ensayado diversas propuestas con el objeto de aminorar los

efec tos destructivos de la economía de la coca. A fin de evitar con-

secuencias negativas en la lucha antidroga, gobiernos y organismos

internaciona les han hecho suyos los planteamientos del desarrollo

alternativo, o sustitu ción de cultivos, formulado por los gobiernos

bolivianos. A pesar de los esfuerzos por establecer bases firmes en

el desarrollo alternativo, y la intensa publicidad desplegada dentro y

fuera del país, ha tenido magros resultados, y se puede afirmar que va

camino seguro del fracaso. Uno de los problemas fundamentales es el

valor económico de la coca. Al respecto José María Centellas, afirma:

“No existe en el mundo un producto agrícola que ofrezca en corto

tiempo, utilidades altas y ta sas encomiables de retorno económico de

la inversión”15. Veamos algunos aspectos trascendentales de esa pro-

puesta de reconversión agríco la, ganadera e industrial, sus inconve-

nientes y perspectivas. Existen por lo menos 12 razones por las cuales

la coca es irremplazable en términos de rentabilidad económica.

No existe alternativa económica real para la coca. •

De la manera como se enfoca el problema ningún producto agropecua-

rio podrá reemplazar el cultivo de coca en las zonas cla sificadas por la

Ley 1008, debido a las dificultades que implica susti tuir dichos cultivos.

El café, cacao, la crianza de ganado o industria lización de algunas

frutas no prosperan porque no tienen capacidad de competir en

precios ni mercados, etc., además son muy propensos al ataque de

plagas con efectos destructivos.

• De tres a cuatro cosechas al año.

Los productos enumerados en programas alternativos son anuales y

se hallan sujetos a infinidad de condicionamientos climáticos,

pla gas, transporte, mercados y otros. La coca se produce entre

3 a 4 cosechas al año como ningún otro producto de la

tierra. Esto le hace insustituible bajo cualquier condición

económica. Los precios de la coca superan a todos. Los precios

actuales de la coca permiten la subsistencia de los pro ductores

y sus familias. Con la venta de poca coca 2 warcus, es decir

8 libras, pueden mantenerse cómodamente sin tener que

recurrir otras opciones. Sólo con las frutas o tubérculos

la pasarían mal, pues su rentabilidad es tan baja que en la

mayoría de los casos no vale la pena cultivarlos como mercancía,

sino para el con sumo.

Mercado asegurado.•

La coca de todas maneras con precios altos o bajos tiene mer-

cado asegurado, porque es un producto de alta estima en la so-

ciedad debido a sus múltiples aplicaciones y usos medicinales.

La coca siempre se vende y con las políticas gubernamentales su

precio tien de a subir. La industrialización de la coca podría catapul-

tar a esta hoja hacia niveles desconocidos para todos.

Alta rentabilidad.•

Al final de los bloqueos campesinos un taqui de coca de pri-

mera de 50 libras subió a Bs. 1.200, lo que ningún producto

agrícola de la misma cantidad. Sólo con la venta de bananos,

cítricos o frutas, los campesinos de estas zonas produc-

toras estarían en la ruina sin pers pectivas de subsistencia.

No se olvide que una cabeza de plátanos (más de cien bananos)

en el lugar de producción tiene un valor de Bs. 5, sin contar con

su transporte que cuesta otro tanto, su conserva ción y el mante-

nimiento del vendedor en la ciudad.

Larga duración de la planta.•

Los arbustos de coca tienen una duración prolongada, fácilmen-

te alcanzan los 50 años y algunos de ellos llegan a la centuria.

Normal mente se mantienen entre 30 y 50 años sin problema

alguno y en plena producción.

La coca no requiere tanto laboreo.•

La coca se adapta mejor a las condiciones duras. Las plantacio-

nes de coca sobreviven mejor en situaciones adversas que otros

productos. Su fortaleza se ha comprobado a través de siglos de

cultivo en los valles mesotermos andinos. Como cualquier

otro cultivo precisa de los cuidados necesarios, pero no en la

dimensión de los llamados productos alternativos.

Resistente a las plagas.•

La coca es poco atractiva para las plagas como las que atacan

al café, cacao o las frutas con efectos catastróficos para pro-

ductores y la economía campesina. Sin embargo, la pequeña

mariposa llama da Ulo, que deposita sus huevos en las hojas ata-

có varias veces los cocales, no obstante, se la puede controlar.

“Las mariposas deposi tan sus huevos en número de 50 a

100 en la parte inferior de la de las hojas de diferentes plan-

tas. La incubación de los huevos en el invierno puede ser de

24 a 48 horas y en el verano de 15 a 20 horas; pasado ese tiem-

po nacen las nuevas larvas que atacan las hojas de la coca.

La chaca es una hormiga negra de mediano tamaño que corta las

hojas de coca y se las lleva en “caravanas” típicas hasta su nido

48 49

cercano. De similar comportamiento es otra hormiga, el tujo,

que igualmente corta las hojas de coca para criar hongos. Otra

plaga frecuente es el Quellatujo, un insecto muy pequeño que

forma sus nidos en cierta profundidad de la tierra afectando las

raíces de la coca, que las corta a fin de preparar su alimento.

Puede presentarse también el ataque de pulgones, los mismos

que atacan los brotes tiernos y las guías”16. Puede atacarla otro

insecto que se llama taja referida por Rusby, la calacala nombra-

da por la Barre. Los produc tores señalan también que algunas

hormigas atacan las gemas y hojas de la coca a las que llaman en

el Chapare, el “gran triturador”. Todos ellos pueden controlarse

domésticamente con la resina de la raíz denominada sacha, que

es todo un proceso, lo cual da como resultado la coca orgánica.

También lo hacen con insecticidas. Máximo Liberman y otros

expertos establecen que el hongo Miorrisa, vive y se asocia de

manera simbiótica con la coca y le ayuda a absorber los nutrien-

tes de la tierra. Las plagas en los cocales, si bien se presen tan, no

son tan severas como ocurre con otros cultivos, posiblemente

por el hecho de que la misma planta tiene principios activos

(alcaloides), que proporciona una defensa contra posibles ata-

ques. Sólo el hongo Fusarium Oxisparum, fabricado por técni-

cos ameri canos, en base a los hongos existentes en la zona, que

pretenden incrustar en las plantaciones con el auspicio de las

Naciones Unidas, podría afectarlo seriamente, con resultados

catastróficos, lo que se ría una acción criminal inadmisible.

Prolongada conservación.•

Las hojas de coca bien tratadas pueden conservarse por mucho

tiem po, semanas, meses o años, sin que por ello sufran daños

y perjuicios. La coca está ligada a técnicas milenarias en su tra-

tamiento y por eso mismo permiten su conservación por largos

períodos. Ningún producto o fruta dura más de una o dos se-

manas después de ser cosechadas, sin sufrir fuertes mermas o

destrucción por sí misma.

Fácil transporte. •

La manipulación de la coca es sencilla y su transporte igual; no

re quiere grandes espacios como otros productos. 50 o 100 libras

pue den llevarse en un microbús junto a los pasajeros y no re-

quiere ca miones ni autobuses.

No está sometida a fluctuaciones bruscas. •

El mercado de la coca por ser interno no se halla sujeto a gran-

des y permanentes fluctuaciones de precios como en los casos

del café, cacao, azúcar, remolacha, bananos o cítricos, cuyos

mercados están pendientes de mercados y precios internaciona-

les.

Innumerables aplicaciones medicinales.•

Esta es una de las razones fundamentales para que la coca sea

siem pre requerida en la población; en crisis o auge, en verano

o invierno, por campesinos o clase media y tendrá su mercado

asegurado.

Adaptable a condiciones adversas. •

El cultivo de la coca es altamente adaptable a condiciones de

baja fertilidad del suelo y los otros productos del desarrollo al-

ternativo desgastan los nutrientes y empobrecen el suelo.

No pueden ser sustituidos. •

La mayor parte de los cocales no puede ser sustituido por otros

cul tivos, por las condiciones de marginalidad de los suelos yun-

gueños.

Experiencias de sustitución

El desarrollo alternativo no ha funcionado y no tendrá éxito porque

se maneja bajo ciertos parámetros que lo inviabilizan:

Son experimentos ocasionales sin posibilidades de sobrevivir ni •

insertarse con bases económicas y sociales firmes.

Las inversiones mayores se pierden en cuantiosos sueldos del •

per sonal ejecutor del proyecto y no en programas de ayuda sos-

tenida a los productores.

La conexión con proyectos de complementación, caminos, es-•

cuelas, postas sanitarias, hospitales, mercados internos y exter-

nos no es efectiva, sino promoción publicitaria deshonesta.

Los recursos que se invierten son insuficientes para recon-•

vertir gran des bolsones de pobreza económica y social.

No se puede cambiar la situación de extensos grupos con re-

cursos limitados frente a los descomunales cambios que se re-

quieren.

No funciona porque tiene dos grandes competidores: el merca-•

do legal de la coca y el narcotráfico y en esa dirección es poco lo

que puede ofrecer el desarrollo alternativo.

No moviliza masas campesinas ni productores, a causa de sus •

polí ticas desfasadas de la realidad y productos con tan baja renta-

bilidad. ¿Quién puede producir frutas para el mercado con bajas

tasas de retorno frente a la coca?

Los grandes cambios en los sistemas productivos no requieren •

propaganda en los medios de comunicación, sino razonesprácti-

cas que los técnicos internacionales y sus pares nacionales no

ad vierten.

El desarrollo alternativo sólo ha servido para que amasen for-•

tunas los burócratas encargados de planificar y ejecutar progra-

mas de sustitución. Un informe proporcionado por el experto

Reynaldo Marconi, señala que “entre 1964 y 1993, la burocracia

administrativa cobró 37.4 millones de dólares en sueldos, viáti-

cos, combustible y otros suministros de los recursos destinados

al desarrollo alter nativo.

El consenso es vital para movilizar masas campesinas y producto-•

res, que comprendan los beneficios del cambio y las perspectivas

en el plano económico y social.

¿Cómo puede lograrse consenso si por otro lado se reprime y •

erra dica con violencia? Ningún campesino apoyará el desarrollo

alter nativo al margen del consenso.

Las experiencias internacionales enseñan que sin consenso in-•

cluso propuestas de fuerte contenido social e impuestos por la

fuerza han terminado en rotundo fracaso.

La violencia siempre traerá, a la larga, resultados adversos.•

El desarrollo alternativo está condicionado a la “coca cero” y así •

ningún campesino lo acepta.

Los programas de desarrollo alternativo se implementan con •

senti do paternalista razón por la cual no tienen éxito.

Si lo esencial es la erradicación de cocales, para qué desarrollo al-•

ternativo; no se trata de limpiar la coca sino sustituir la economía

de la coca-cocaína con desarrollo alternativo real y cierto.

Si el objetivo de Estados Unidos es eliminar cocales, es natural que •

los campesinos no tengan interés en el desarrollo alternativo.

La sustitución de cultivos es un canto de sirena y no está ligado al •

objetivo fundamental: el desarrollo económico social, el comba-

te contra la pobreza y la creación de mano de obra.

Compensar económicamente la erradicación incentiva nuevos •

cul tivos.

Las tasas de retorno de una Ha. de coca, equivale a 4 Has. de •

cacao, 10 Has. de café y 20 Has. de frutas, de modo que ninguno

de estos productos puede equipararse con la coca.

La falta de mercados es el talón de aquiles del desarrollo alterna-•

tivo. Si Estados Unidos y Europa no abren sus mercados no habrá

progra ma de sustitución que valga.

Ninguna política aislada tendrá éxito sino se adhiere a cuestio-•

nes vi tales de la vida económica, social y cultural de las masas ca

pesinas.

En estas condiciones el desarrollo alternativo seguirá siendo retórica

publicitaria de burócratas que piensan transformar el campo desde

sus oficinas, o políticos que para sensibilizar a los gringos tratan de

estructurar sus propios programas de desarrollo a fin de sacar bene-

ficios económicos.

El desarrollo alternativo no podrá prosperar porque los financiadores

tienen una visión distinta y contradictoria acerca de estas políticas;

son sus objetivos geoestratégicos que impiden respaldar con deci-

sión y voluntad los programas.

No se puede hacer aquello que los dueños del dinero no quieren. Las

soluciones formuladas por los productores son diferentes y distantes

de los planes norteamericanos y sus socios. Son visiones distintas,

aunque una de ellas, la del norte, se beneficie de las acciones em-

prendidas por los productores. La verdad es que bajo el pa raguas del

desarrollo alternativo está el sacrificio de los productores en benefi-

cio de los consumidores.

Los mismos informes oficiales señalan que la falta de mercados para

los productos sustitutivos de la coca y sus bajos precios son el princi-

pal obstáculo para su éxito. Asimismo, señalan que la mayoría de los

campesinos de la región no tuvo acceso directo a los recursos de los

progra mas de desarrollo alternativo. La escasa inversión privada y la

ausencia de participación campesina dibujan un panorama muy poco

alentador.

Las grandes potencias no se inmutan del dolor ajeno; lo único que les

preocupa son sus propios problemas y los asuntos relacionados con

sus objetivos de dominación.

Y no es que el desarrollo alternativo no sea atrayente como una fór-

mula sustitutiva, sino que en las condiciones implementadas está

destinada al fracaso.

Así confirman los datos expuesto en el trabajo Cifras y Datos del De-

sarrollo Alternativo de Bolivia, editado por CEDIB17.

Las entrevistas en cuanto a mejor rendimiento de los producto, •

los campesinos del Chapare responden sin dubitación que es la

coca en un 86%.

Cuando se tocan las razones por las cuales no participan en pro-•

gramas de desarrollo alternativo, las respuestas son cuatro: es un

engaño los técnicos no saben de cultivos, ausencia de mercado

y falta de caminos.

Los dos requisitos más importantes que se exigen a los campe-•

sinos para participar en los programas de desarrollo alternativo

son: tener títulos de propiedad del terreno 20% y haber erradica-

do sus cultivos de coca, 70%.

50 51

En cuanto al cumplimiento de las ofertas, los entrevistados señalan: •

no hubo mercado, 4.90%; no volvieron, 14%; no cumplieron, 31%.

Preguntados sobre los beneficios generados por los proyectos •

de desarrollo alternativo, el 19% expresa que fue un perjuicio y

pérdida, y el 67”, que no sacó ningún beneficio.

La medida de los resultados obtuvo los siguientes: los ingenieros •

no volvieron 10%; engaño 11%; falta de mercado 11%; los téc-

nicos no sabían de los cultivos 20%; y asistencia deficiente 20%.

Para mayor aclaración es pertinente referirse a lo que dice CEDIB:

“Todas las acciones para encarar el desarrollo han sido implementa-

das a través de agencias de desarrollo internacionales cuyas acciones

fue ron dirigidas sin la participación de productores, es el caso de los

programas financiados por USAID, INDDCP, AID, que fueron realiza-

dos usando instituciones nacionales y regionales como SUBDESAL,

FONADAL, PDAR, IBTA CHAPARE, DIRECO y otras, sin la participa-

ción de los productores. Todas las acciones de estas instituciones

estaban condicionadas a la erra dicación de los cultivos de coca”.

Las políticas de desarrollo alternativo se realizan desde hace 13 años

en el Chapare y un programa en los Yun gas, cuyas acciones no dieron

resultados debido a estas insuficiencias:

“Inadecuada conceptualización sobre las causas que generan la so-

breproducción de coca, políticas macroeconómicas del Estado que

no permiten competir con sus productos a los pequeños produc-

tores, falta de estrategia integral del desarrollo del trópico, falta de

participa ción de los productores, orientación de importantes recur-

sos hacia gastos burocráticos, falta de mercados y asistencia técnica,

la base pro ductiva no ha sido resuelta. $us 259.899.907.41 de dólares

invertidos en agroindustria, recursos naturales, comercialización,

agropecuarios, impacto social, infraestructura vial, electrificación ru-

ral, programas en Yungas La Paz”18, no han cambiado ni mejorado el

Chapare menos los Yungas.

Estrategia De Lucha Contra El Narcotráfico Y Revalorizacion De La Hoja De CocaTras el arribo del presidente Evo Morales a la presidencia del Estado

boliviano, se elabora una política antidrogas, real, sostenible con par-

ticipación social y respetando los derechos humanos, adecuada a las

a las nuevas condiciones en que se desarrolla este asunto de primera

importancia para el país. Antes de ingresar al análisis de la estrategia

del gobierno vale la pena resumir las características de estrategias

anteriores al 22 de enero del 2006.

a) Control absoluto de las acciones antinarcóticos por parte de la

DEA, CIA y asesores militares de Estados Unidos.

b) 90 millones de dólares anuales de contribución norteamericana

para los combates contra el narcotráfico.

c) Erradicación forzada de cultivos de coca en el marco de la política

impulsada por Estados Unidos de “coca cero” en el Chapare.

d) Decenas de muertos, heridos, persecución y violencia. Violación

de derechos humanos

e) Conflictos sociales e inestabilidad política y económica.

f) Trasgresión del Estado de Derecho

g) Relaciones conflictivas entre instituciones civiles, militares y po-

liciales.

h) Daños ambientales por el uso de sustancias químicas en la erra-

dicación de cocales.

i) Desarrollo alternativo, -aunque permitió algunos avances tuvo

una serie inconvenientes, porque no enfocó estructuralmente el

problema de la coca y las drogas, y no ofrecía alternativas equiva-

lentes y sostenibles.

j) Criminalización de la hoja de coca y su sometimiento a decisio-

nes externas injustas, además de persecución de los productores

de coca y violación de las libertades, derechos y garantías consti-

tucionales.

k) Interdicción basada en datos y estadísticas falsas al margen de la

realidad económica y social de las zonas productoras.

1) La primera delimitación necesaria es que la nueva estrategia con-

tra las drogas se desarrolla en un marco de soberanía nacional, por-

que ya no responde a las directivas de la DEA norteamericana. Ahora

es el gobierno de Evo Morales, que ejecuta esta política, a través del

Viceministerio de Defensa Social y la FELCN, la Secretaría de Coor-

dinación del CONALTID del Viceministerio de Relaciones Exteriores

y Cultos. En este sentido, el control y coordinación de esta lucha ha

pasado a manos bolivianas, pues las fuerzas de la DEA y CIA fueron

retiradas del Chapare y de otras estructuras.

2) Otro elemento sustancial en la lucha contra las drogas es la sos-

tenibilidad del proyecto, basada en la racionalización de los cultivos

de hoja de coca y el control en las áreas de producción a través de

la delimitación de zonas de no expansión y potenciales de cultivo,

y producción, mediante la participación y control social de los pro-

ductores. Hasta diciembre del 2005, Bolivia tuvo un total de 25.400

hectáreas de cultivos de hoja de coca, con unas 13.400 hectáreas por

encima de la Ley 1008. Se proyecta estabilizar la producción en un

rango de 20.000 hectáreas aproximadamente hasta el año 2010, con

un rango de 8.000 hectáreas por encima de la actual.

El excedente a las 20.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca se

racionalizará de forma concertada con los productores, a través del

control social y delimitación de la zonas de no expansión. La base

de la racionalización la acción concertada es el “cato”, un tercio de

una cancha de fútbol, que permita la seguridad y previsibilidad a los

productores.

3) El objetivo del gobierno es reducir progresivamente el potencial

de producción de la cocaína y la participación de la cocaína boliviana

en el mercado internacional, controlando la producción de coca por

un lado, y por el otro aumentado la interdicción de todos los eslabo-

nes de la cadena de producción de la cocaína.

4) En los últimos 10 años, a pesar de los altos costos sociales, Boli-

via ha reducido en un 50% los cultivos de hoja de coca, mejorado

el sistema de interdicción, por eso es importante establecer que se

quiere una responsabilidad compartida con la comunidad internacio-

nal: Estudios sectoriales de la coca, transformación productiva, coca

ecológica, evaluación de la lucha contra el narcotráfico, estudio glo-

bal sobre el consumo legal de hoja de coca, complementando los

precedentes estudios.

5) La participación social en la producción, erradicación, control para

que la coca no llegue al narcotráfico, en base a la concertación y diá-

logo con las organizaciones de productores y comercializadores de

coca es un aspecto trascendental de la nueva estrategia. Esta política

está tiene buenos resultados porque evita conflictos sociales, viola-

ción de derechos humanos, desvío de coca hacia las actividades del

narcotráfico y control de la sociedad. En base a este criterio social y

comunitario, el gobierno ha logrado suscribir con los productores la

erradicación de 3 mil hectáreas de cultivos de coca en la zona de la

Asunta en los Yungas, durante los próximos tres años.

6) El gobierno está creando mecanismos de control social para com-

batir al narcotráfico y obtener mayores resultados en la lucha con

los traficantes de drogas y la desactivación de las principales redes

delictivas.

Asimismo, ha creado un sistema institucional efectivo para el control

del lavado de dinero proveniente del narcotráfico, porque las ante-

riores no han tenido resultados relevantes.

7) Todo esto se complementará con sistemas de prevención social,

control de armas, ley de lavado de dinero y lucha contra la corrup-

ción, sistemas de reinserción social y tratamiento de enfermos en

redes institucionales en todo el país.

8) En cuanto a la revalorización de la hoja de coca el gobierno hace

una rememoración histórica como parte sustancial de las culturas

originarias, su utilización milenaria, su papel protagónico en la ex-

plotación minera en Potosí, ubicando el comercio de la coca, durante

la Colonia, en segundo lugar después de la plata, con más 100.000

cestos de coca anuales.

En el ámbito internacional hace referencia al conocidísimo “vino Ma-

riani” con pleno reconocimiento en su época, los laboratorios Merck

y Parke Davis por la elaboración industrial de la cocaína y la produc-

ción de famosa Coca Cola, que aumentaron la producción de hoja de

coca.

El consumo de coca no sólo está localizado en los segmentos indí-

genas de Bolivia y Perú, sino también en el norte argentino y sus

múltiples usos medicinales naturales e industriales.

9) La parte principal de las políticas actuales de la nueva estrategia

antidrogas del gobierno de Evo Morales se basan en los siguientes

hechos concretos: control social de la producción, racionalización

de los cultivos de coca, el “cato” de coca como base concertada con

control social, reducción de no expansión de cultivos.

Paralelamente se propone construir infraestructura social instalada,

estructura económica instalada, infraestructura vial, mejorada y am-

pliada, desarrollo económico mejorado.

Esto se complementa con la transformación productiva de la coca, es

decir, la industrialización como uno de los componentes esenciales

de esta reconversión.

Con este mismo objetivo se busca construir 5 plantas de industriali-

zación de frutas tropicales, creación de un fondo productivo, aper-

tura y consolidación de 5 mercados latinoamericanos y europeos,

creación de un fondo solidario para producción agrícola en zonas

expulsoras, 5 estudios de productos de inversión.

10) Con referencia a la lucha contra el narcotráfico, hasta diciembre

del 2007, se ha alcanzado los siguientes resultados: 10.000 operativos

realizados, 14.011.936,89 gramos de cocaína y pasta base incautada,

2.922.995,95 gramos de clorhidrato de cocaína, 423.777.302,73 gra-

mos de marihuana y un total de 441.612.235,27 gramos, 350 veces

mayor que el año 2006 y 1000 veces superior al 2005.

Esto significa una prueba contundente de la efectividad de la lucha

antidroga en la presente gestión.

Lo que falta es completar el círculo para tener resultados mucho más

halagadores.

52 53

N eoliberalismo y drogas

No hay diferencia entre capitalismo monopolista y mafia. Los

banque ros son asesinos que matan a distancia. La delincuencia or-

ganizada es el Estadio último del capitalismo.

Jean SIEGLER1

La aparición de modernas formas de crear y producir riqueza, el derrum-

be de las estructuras de poder mundial, las nuevas culturas de libertad y

democracia que surgen en todas las naciones del mundo, las políticas de

liberalización y desregulación sirven de base para el desarro llo especta-

cular de la producción y el comercio de las drogas y el reciclaje del dine-

ro que genera, están produciendo transformaciones descomuna les que

nunca conocieron los hombres en estos dos mil años de existencia. Bajo

estos signos de cambio, lo político, económico y social se han conver-

tido en grandes campos de batalla, que conducen a su vez a pro fundas

modificaciones en la sociedad.

La globalización de la economía mundial ha convertido el mundo en una

aldea, bajo los principios de eficiencia y competitividad, estable ciendo

nuevos parámetros en la producción, el comercio de productos acaba-

dos y la prestación de servicios a la sociedad.

Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, G7, y otros organismos,

centros de decisión internacional y de reestructuración autoritaria de la

eco nomía, a través de políticas de ajuste estructural imponen la desregu-

lación completa de las relaciones económicas: liberalización del régimen

de cam bio y del sistema bancario internacional, convertibilidad de la

moneda, man tenimiento del secreto bancario en los países en desarro-

llo para proteger la “transparencia de los cambios y la repatriación de los

capitales fugados”, sin tomar en cuenta el origen del dinero, abriendo

las compuertas para la integración de la economía legal con la ilícita

proveniente de las drogas.

La liberalización de las actividades bancarias, bajo fusiones de diver-

so tipo, nuevos mecanismos de captación de dinero, tasas de interés

atractivas, el arreglo bancario “OFFSHORE”, las financieras, inversiones

de doble facturación, la dolarización, las fundaciones, trust, sociedades

trust, bancos y cuentas bancarias, etc. son canales preferidos por los tra-

ficantes de drogas para reciclar y reconvertir sus dineros2. Todos los ban-

cos del mundo se hallan contaminados y tocados por los narcodólares,

que se mueven a grandes velocidades por todos lados. Las condiciones

favorables que ofrecen los llamados “paraísos fiscales”, el secreto banca-

rio, la ley del silencio del sistema financiero, la actitud tolerante de las

autoridades del tráfico de drogas, impulsan el crecimiento inusitado de

la producción, comercio y reconversión del dinero que viene de nego-

cios ilícitos.

Con la explosión de la tecnología de las comunicaciones, la infraes-

tructura del sistema financiero se amplía a escala internacional con el

llamado “dinero electrónico” y recorre todos las plazas financieras con

rapidez de la luz y extraordinaria facilidad

El tráfico de drogas crece a medida que se afianza el neoliberalismo y

éste con ayuda de la economía de las drogas, puede impulsar sus me-

didas desreguladoras, para nivelar los desequilibrios que producen sus

políticas de ajuste estructural. Así la economía de las drogas sostiene, le-

vanta y desarrolla las eco nomías del mundo, en particular las de los paí-

ses ricos, que se llevan, como siempre la parte del león y para los países

del tercer mundo las migajas de ese nuevo modelo de acumulación.

Lavado de narcodólares El pionero del blanqueo de dinero fue Mayer Lansky, quien des pués

de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en maestro de la utili zación

de las cuentas en los bancos suizos y las sociedades pantalla. Así esta-

bleció un verdadero imperio del juego en las Bahamas un fortín para

filtrar y legalizar los dineros de origen dudoso. En los años 60, Michel

Sindona perfecciona los métodos de Lansky y se transforma en banque-

ro de la Cosa Nostra, al mejorar los montajes jurídicos financieros más

complejos. Este maestro de la evasión masiva de capitales penetró to-

dos los sistemas financieros hasta el Banco del Vaticano y luego se apo-

deró del Banco Franklin de Estados Unidos. Muertos éstos han dejado

una larga lista de profesionales que colaboran y asesoran a las mafias en

el reciclaje de sus narcodólares. Según Oliver Drouin3, el proceso del

blanqueo recorre tres fases: colocación, acumulación e integración. La

fase de colocación es la más delicada y consiste en inyectar el sistema el

dinero del tráfico de drogas. La fase de acumulación consiste en realizar

una serie de complejas transacciones para impedir toda posibilidad de

buscar sus orígenes. En la tercera fase de integración el dinero que ha

transitado todo el mundo reaparece en algún lugar de Estados Unidos

o Europa legalizado. La globalización de la economía favorece la transfe-

rencia de fon dos a través del sistema financiero casi en todos los países

del mundo. Los narcos aprovechan la tecnología, la información y las

comunica ciones financieras para movilizar el dinero en todas las direc-

ciones con la facilidad y rapidez que requieren durante las 24 horas del

día. La búsqueda de centros de acopio de dinero con menos o que no

ten gan controles son los lugares preferidos por los traficantes de drogas.

No se olvide que los “refugios financieros” ofrecen una amplia gama de

servicios a los inversionistas que no desean develar el origen de su di-

nero. El registro de empresas comerciales internacionales o socieda des

ficticias, la aplicación de normas estrictas del “secreto bancario” para

hacer “negocios a toda costa”. Cuando se ha completado todo el “ciclo

de blanqueo” el dinero esta listo para que los mafiosos puedan utili-

zarlo en la economía legal haciendo inversiones en negocios dis tintos.

Se estima que el blanqueo de dinero alcanza a unos 1.000 millo nes de

dólares anuales que hacen este recorrido para insertarse en la economía

mundial.

Privilegio de las potenciasEs sabido que las principales potencias tienen sus protectorados o pa-

raísos fiscales para aprovechar todos los recursos que puedan me diante

procedimientos citados. No obstante, éstos han proliferado y casi la

mitad de las naciones del mundo tienen sus refugios financieros. Esto

refleja que ese dinero es imprescindible para las economías de las nacio-

nes ricas, pero la mayoría de los países del tercer mundo siguen margi-

nados del privilegio de los poderosos, que acumulan miles de millones

de dólares para beneficio propio. Los “enclaves ilegales” como le han

denominado trabajan bajo protección de los grandes estados, que ga-

rantizan su funcionamiento por la fuerza de sus armas y por la potencia

de sus economías, además de la protección jurídica que prestan a los

capitales circulantes todos los días del año. Los “Estados piratas” según

Dominique Straus-Kant, Ministro de Economía francés, figuran paraí sos

tan pintorescos como Nauru, un Estado de Micronesia que tiene 21 Kms

cuadrados y según la banca rusa unos 80.000 millones de dólares transi-

taron por esta isla en 1999. Además de facilitar el fraude fiscal, los paraí-

sos sirven a las naciones emergentes para financiarse y atraer capi tales,

pues no disponen de mercados financieros4.

Lavar en el Norte, prohibir en el SurEsta parece ser la lógica, porque se trata de llevar todo el agua al molino

de las superpotencias y sus aliados, a fin de reciclar todo el dinero que se

produce en el tercer mundo. Es por ello que Estados Unidos quiere im-

poner leyes antilavado en el sur, para que todo discurra hacia el Norte o

mantener el secreto bancario y garantizar el flujo seguro a sus naciones.

Este pretende ser el destino final del dinero generado por el tráfico de

estupefacientes. La lógica del control y represión del nar cotráfico tiene

esta finalidad: concentrar los narcodólares en los paraísos fiscales y pro-

tectorados del Norte y hacer que el tercer mundo sólo pro duzca materia

prima y narcodólares para transferirlos a los refugios financieros de las

superpotencias. Como se ve esta es otra forma de neocolonialismo im-

puesto desde el Norte a los pueblos del Sur; las naciones de Asia, África

y América Latina los soportes de la crisis y el desarrollo de las naciones

denominadas ricas.

F.M.I., Banco Mundial y narcodólaresEl blanqueo de dinero en las redes intrincadas del sistema bancario inter-

nacional está íntimamente ligada a la problemática de la deuda del tercer

mundo, dice Michel Chossudowsky5: Y aunque dentro de este contexto,

las instituciones de Bretton Woods así como los gobiernos del G7 no

se interrogan sobre el origen del dinero que sirve para el pago de las

deudas, para un número creciente de países deudores como Pakistán,

Brasil, Argentina, Perú, Europa del este, (ex Unión Soviética), los tráficos

ilícitos constituyen una fuente importante de divisas, en consecuencia

los pagos de la deuda externa no hacen diferencia entre el dinero sala-

do y el dinero propio. Así es, los narcodólares, una vez blanqueados y

reci¬clados dentro del sistema bancario internacional, pueden servir a

los gobiernos de los países en desarrollo para cumplir sus obligaciones

con los acreedores6.

Se conoce que entre 1983 y 1990 las transferencias netas desde el sur a

favor de los países ricos fueron de 150,5 mil millones de dólares, monto

equivalente a dos veces el Plan Marshall. Sólo el FMI, uno de los principa-

les acreedores, entre 1986 y 1990 recibió, 31.7 mil millones de dólares.

Sobre este análisis de Chossudowsky, vale la pena señalar que los

organismos internacionales y el G7 no ignoran este hecho saben

perfec¬tamente que el dinero con que los países deudores pagan al

FMI y el Banco Mundial provienen del tráfico de drogas. Lo conocen y

no lo pue¬den impedir, porque además ese dinero lo necesitan para

reproducirlo. No se olvide que el desarrollo de los circuitos bancarios in-

formatizados y el sistema de transferencias electrónicas aceleran el mo-

vimiento de capitales así como el blanqueo y reciclaje del dinero salado.

La conclusión es que tanto el Fondo Monetario Internacional como el

Banco mundial y todo el sistema financiero mundial están impregnados

de narcodólares que lo aceptan y reciben cotidianamente.

54 55

P rohibición y sus efectos perversos

La coca es cocaína, la planta es droga, esta maligna, esta planta

está prohibida, esa yerba es asesina, esa nación es productora de

droga, ese país es peligroso. Esta la evolución de la satanización de

las drogas por los países xenófobos.

Thomás SZASZ1

“Todas las sociedades han conocido el uso de drogas, es decir sustan-

cias o ejercicios físicos que alteran la percepción normal de la realidad,

la cantidad y cualidad de la conciencia, las han utilizado abundante y

destacadamente, a veces ligadas a rituales sacros, las han adorado y

temido, han abusado en ocasiones de ellas. La historia de las drogas

es tan larga como la de la humanidad y paralela a ella”, dice Fernando

Savater2. En efecto, los hombres en todo tiempo y lugar han aprove-

chado las drogas: sus posibilidades como fuente de placer o derivativo

del dolor, como estimuladoras de la creatividad, potenciadoras de la

instrospección y del conocimiento, en una palabra, sus aspectos de

auxiliares válidos para la vida humana, en cuyo concepto han sido con-

sumidas durante milenios, son consumidas hoy y lo seguirán siendo

hasta que desaparezcan los hombre y con ellos las drogas.

Los historiadores nos muestran los primeros datos incuestionables

y de gran difusión sobre fármacos psicoactivos que están en el Asia

Menor, cuna de los principales hallazgos. Ninkasi, la diosa sumera de

los brebajes que socorre al intoxicado. Enki, es una figura que sugie-

re conocimientos farmacológicos sistemáticos. Pero la primera droga

que llega al registro escrito es el opio. Ya en el tercer milenio anterior

a la era cristiana tablillas cuneiformes descubiertas en Uruk represen-

tan la ador midera mediante signos de los cuales 1 segundo significa

también “hú bilo”, “gozar”.

La prohibiciónLa prohibición es tan antigua como la producción y consumo de dro-

gas. Apenas hicieron su aparición las llamadas drogas y afectando la

convivencia de los hombres, los Estados, a nombre de la sociedad,

empezaron a perseguir estas formas habituales con una serie de

regula ciones de orden administrativo y jurídico. Hacia el año

2000 a. C. cierto papiro egipcio contiene el mensaje: “Yo tu superior,

te prohíbo acudir a las tabernas. Estás degradado como las bestias”.

En otro papiro hallamos la admonición de un padre a su hijo: “Me

dicen que abandonas el estudio, que vagas de calleja en calleja. La

cerveza es la perdición de tu alma”. No obstante las cervezas y vinos

se encuentran en el 15% de los trata mientos en el antiguo Egipto,

que conocen unas 800 drogas diferentes. El Levítico prohíbe al rabino

estar borracho cuando oficia el culto o de libera sobre “justicia”. En la

antigua Grecia, donde las drogas no eran cosas sobrenaturales, sino

substancias que actúan enfriando, calentando, secando, humedecien-

do, contrayendo y relajando o haciendo dormir, Platón explica en su

libro Las Leyes, sobre el tema: “No vilipendiemos el regalo recibido de

Dioniso, pretendiendo que es una mal equilibrio y no merece que una

república acepte su introducción.

Bastaría una ley que prohíba a los jóvenes probar vino hasta los die-

ciocho años, y hasta los treinta prescriba que el hombre lo pruebe con

mesura, evitando radical mente embriagarse por beber en exceso.

A partir de los cuarenta nuestra ‘ley permitirá invocar en los banquetes

a todos los dioses... En la Roma de los Césares, en un censo de año

312 revela que hay 793 tiendas dedi cadas a vender el opio con precio

controlado en la ciudad cuyo negocio representaba el 15% de los in-

gresos. La costumbre de tomar drogas no se distinguía de cualquier

otra costumbre como madrugar y trasnochar. Sin embargo, el Cónsul

Espurio Postumio persiguió en 186 a. C. cual quier persona relaciona-

da con los misterios de Baco, un culto que lle vaba algunas décadas

celebrándose en Roma. Postumio cerró las puer tas de Roma e hizo

que fuesen pasadas a cuchillo o crucificadas unas 7.000 personas, sin

otorgar ninguna garantía de procedimientos judi ciales. Seis años más

tarde, un magistrado se quejaba de que “tras 3.000 nuevas condenas

no se ve ni con mucho el fin de este monstruoso pro ceso”. La llamada

peste dionisiaca duró exactamente como su persecu ción, y cesó cuan-

do Baco fue asimilado de modo oficial a Líber, el viejo Dios romano3.

Estas acciones fueron en su mayoría políticas, pues trata ban de eli-

minar enemigos del régimen gobernante, y para intimidar al pueblo,

como de costumbre, la cura que se ejecuta gracias al chivo expia torio,

que exige suspender las reglas del derecho y del sentido común. Por

último es necesario mencionar algo sobre la droga más exten dida en

América, la Hierba nicotiana o tabaco Bebida, comida o fumada, esta

planta interviene en las ceremonias religiosas, ritos de pasaje y uso

cotidiano desde Norte América hasta la Tierra del Fuego. Lo fumaban

los indios de las tierras descubiertas por Colón y-los primeros en fu-

mar fueron Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre. Ellos fueron también

los primeros en sufrir los efectos del proceso inquisitorial debido a la

costumbre de fumar. El acta de la inquisición señalaba: “Sólo Satanás

puede conferir al hombre la facultad de expulsar humo por la boca”.

A causa de su extensión extraordinaria en Europa, África y Asia el Rey de

España en 1611 le gravó la exportación efectuada desde Cuba y Santo

Domingo, sometiéndolo más tarde a un monopolio. Posteriormente

el Rey Jacobo I condena el uso de una sustancia “cuyo humo evoca el

horror de un insufrible infierno, lleno de alquitrán”.

Para entonces ya Virginia producía 35 millones de kilos de tabaco para

mascar y fumar. A mediados del siglo XVII, el zar Miguel Fedorovich

dispone que se atormente a todo fumador hasta que confiese quien

le proporcionó el tabaco y que luego se corte la nariz a ambos. El

Sultán Murad IV “gustaba sorprender a-los hombres fumando, incluso

en campo de batalla y castigarlos con decapitación, desmembramiento

o mutilación de pies y manos. En 1640, el último Emperador de la di-

nastía Ming decreta la pena de muerte para el tráfico y consumo de ta-

baco. En 1642 el Papa Urbano VIII excomulga al que “se permita abuso

tan repugnante hierba en lugares próximos a las diócesis y sus anexos.

Ocho años más tarde, cualquier uso del tabaco está también prohibido

en Baviera, Sajonia y Zurich, y poco después en Transilvania, Berna,

Saint Gall y Suecia. El Sha de Persia decreta pena de muerte para este

“abuso”, y en 1691 la comarca alemana de Lunenberg pone en vigor

el patíbulo para quien masque, inspire nasalmente o inhale humo de

tabaco. En cuanto al Opio tan requerida por las casas reales de Suecia

y Dinamarca, Pedro el Grande, Catalina de Rusia, Federico II de Prusia,

María Teresa de Austria, Luis XVI, Guillermo II de Inglaterra desatan

por su cau sa una verdadera guerra entre ingleses y chinos. Fue el em-

perador Manchu Yung Cheng quien en 1729 prohibió por primera vez

el comercio de opio con los europeos, aunque no el cultivo de ador-

midera en China4. Hasta 1900 en todas partes del mundo las drogas

conocidas se encontraban disponibles en farmacias y droguerías, pu-

diéndose comprar también al fabricante por correo y apenas si llama la

atención de perió dicos o revistas, y nada la de jueces y policías. No es

un problema polí tico, jurídico o de ética social. Sin embargo, la alianza

puritana-terapeútica convirtió en leyes las prohibiciones, que’ a su vez

se coordinaban con la expansión norteamericana en el mundo.

La Convención Única sobre Estupefacientes de Nueva York, el 24 de

enero de 1961 concluye señalando eliminar prácticas insanas como

fumar opio, masticar coca y fumar hachís, además de reducción y

erra dicación paulatina de la hoja de coca y sustitución de cultivos.

En 1962, el Estado boliviano de Paz Estenssoro, mediante Decreto

Supremo, rati fica y respalda la Convención Unica de Nueva York, com-

prometiendo la erradicación de los hábitos de masticación de coca en

un plazo de 25 años. 1987, se emite la Ley 1008, que penaliza la pro-

ducción de hoja de coca, restringe su comercio y fija zonas y cuotas de

producción y además confunde interesadamente el régimen de la coca

y el narcotráfico. En la sociedad actual los gobiernos tienen necesidad

de buscar un chivo expiatorio para descargar sobre él todas las furias

de la sociedad, y debe calmarse para bien de todos. Ese elemento sa-

tanizado por los burócratas estatales es precisamente la droga cuya

prohibición impone la salud pública fundamento para desencadenar

la persecución de vende dores y consumidores como necesaria a fin de

acabar con ese “vicio despreciable”.

Sociedad terapéuticaAsí se inventó la toxicomanía y la farmacracia, dos componentes ne-

cesarios en la tarea de salvar a los hombres del “flagelo mundial”: las

drogas. Como los drogadictos no pueden valerse por sí mismos, pues-

to que sus impulsos son más fuertes que su voluntad, requieren de

ayuda para moderar su ansiedad por consumirlas, y nada más apropia-

do que surgiera un sistema riguroso de control de drogas y la perse-

cución de los comerciantes. Así el Estado y los políticos profesionales

se transforman en los “protectores” de los “drogadictos” en nombre

de la sociedad terapéutica y de la salud del pueblo, que no es otra

cosa que la interpretación dis torsionada de la realidad creada por los

prohibicionistas y sus sopor tes políticos. En la sociedad terapéutica

los valores médicos sustituyen a los reli giosos, y los rituales médicos

han ocupado el lugar los religiosos5. Esto quiere decir que el Estado en

nombre de la salud pública y los propósitos “loables” de los políticos

reemplazan las prácticas impuestas por la reli gión, por otras que se

acomodan a la nueva sociedad y encarnan la prohi bición y la interdic-

ción contra las drogas.

Caza de brujas y prohibiciónEn esta larga lucha contra la prohibición impuesta por la gran potencia

fundada en la fe puritana de sus antepasados, es importante recordar

la gran semejanza existente entre la cacería de brujas del medioevo y

la represión a los “drogadictos”, “camellos” y productores de materia

prima para las drogas. Estas dos formas de prohibición, a pesar del

tiempo tienen muchos parecidos en cuanto a los objetivos, los blancos

de la prohibición, y los ejecutores de estas prácticas puritanas.

56 57

“En las sociedades teocráticas, sólo el sacerdote estaba autorizado a

curar. Si la bruja curaba, era condenada sin consideración alguna a las

consecuencias de sus esfuerzos. En las sociedades terapéuticas actua-

les sólo el médico está autorizado a dispensar “drogas peligrosas”. Si

lo hace cualquier otra persona se le llama “inductor”, y resulta conde-

nado sin consideración alguna a las consecuencias de sus esfuerzos...

El resultado de esta rivalidad medieval entre brujas y clérigos fue la

Inquisición, con todas sus complejas consecuencias a largo plazo, en-

tre las cuales estaba el desarrollo de un poderoso experto en la caza de

brujas, que tenía el interés encubierto de producir cada vez más brujas

para hacerse cada vez más imprescindible y rico.

La persecución moderna de las personas que abusan de usuarios y

traficantes, ha engendrado una Inquisi¬ción Médica similar, con con-

secuencias complejas a largo plazo, entre los cuales está el desarrollo

de un poderoso grupo de especialistas en la trata de adicción, que

tiene interés encubierto de producir cada vez más adictos y hacerse así

más indispensable y rico... La religión es institucionalizada como clero;

la medicina como profesión de doctores; la dispensación de drogas

como farmacia. De forma similar la herejía y brujería fue instituciona-

lizada como Inquisición. Y la guerra contra las drogas peligrosas, adic-

tos y traficantes, esto es la drogamanía, es ins¬titucionalizada como

Oficina de Estupefacientes y Drogas Peligrosas, Instituto Nacional de

Salud Mental y otras entidades o grupos que se alían en una guerra

contra la “drogamanía”6.

Prohibición: hipocresía estadounidenseComo todo en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, tiene su

doble aspecto, la prohibición diseñada y encabezada en su ejecución

por los norteamericanos tiene también sus propias contradicciones: pro-

híbe a unos y permite a otros, persigue a negros y tolera a blancos, repri-

me la producción de marihuana en el exterior, pero deja el crecimiento

de grandes plantaciones en diversos Estados de la Unión, criminaliza

la producción y comercio de drogas en el mundo, sin embargo fabrica

y es el primer exportador de drogas sintéticas, castiga el consumo,

no obstante tiene más de 30 millones de consumidores, persigue el

lavado de dinero, mientras recicla más de 100 mil millones de dólares

anuales en sus bancos, mata tortura y encarcela, no obstante perora

sobre derechos , humanos. Esta es la doble lógica con que Estados

Unidos actúa en todos los campos de la lucha antidroga. Una eviden-

cia desenmascara su actitud.

iempos heroicos

El indio nuestro no sólo sobrevive, sino que después y a pesar de cen-

turias inenarrables, resulta que sigue siendo el fondo más sólido y el

elemento más fuerte de las nacionalidades que el presente contri buye

a construir. Es la vitalidad asombrosa de su sangre. De hecho el indio

está reconquistando o llamado a reconquistar su puesto usur pado.

Franz TAMAYO1

Coca: símbolo de unidad nacionalLa coca es uno de los productos de indudable valor, que tiene la virtud

de unir a la nación y a todos los sectores sociales del país. Ninguna idea

política, económica ni social tiene esa capacidad de atracción ni las con-

diciones aceptables para transformarse en la seña de unidad nacio nal;

no existe otro asunto (salvando el problema de la reivindicación maríti-

ma), pues incluso sobre este tema capital las posiciones son diferentes

y encontradas entre unos y otros sectores y sus representantes. La coca

puede lograr la unidad de los bolivianos, porque se trata de un producto

fuertemente enraizado en la cultura y es parte de la vida de miles de

hombres y mujeres; todos los bolivianos la han toma do en algunas de

sus formas. Su calidad de producto milenario y el he cho de haber resisti-

do todos los intentos de eliminación en distintas épo cas, la convierte en

un nucleador de la conciencia nacional. A pesar de las distintas formas

de satanización de la coca, por ser materia prima de una droga introdu-

cida por los norteamericanos, es un signo aglutinador indudable. Más

allá de los criterios que se tenga de las drogas y la impli cación de la hoja

de coca con el estupefaciente, no es menos cierto que siempre tendrá

un aspecto positivo de unidad. Es pues la erradicación que genera esta

condición. Este es el gran atributo de la coca. Ningún otro producto o

idea puede tener en estos momentos, y esto es lo que debe ser primor-

dial, para convocar a la unidad de todos los sectores sociales en torno a

la hoja milenaria, tan atacada por los extranjeros, pero tan estimada del

pueblo boliviano por sus innumerables cualidades y beneficios.

Coca y libertadEn la naturaleza y la sociedad existe una estrecha conexión entre la nece-

sidad objetiva y la actividad consciente de los hombres en el proceso de

T conocimiento. Mientras la necesidad y la casualidad existen en el mun do

objetivo, independientemente de la conciencia humana, la libertad, en

cambio, está necesariamente vinculada a la actividad consciente de los

hombres dirigida al conocimiento de la necesidad. En este sentido la

liber tad es la capacidad de los hombres para tomar decisiones con co-

nocimiento de causa, es el dominio del hombre sobre la naturaleza y las

relaciones sociales basado en la toma de conciencia de las necesidades.

La libertad nace y se desarrolla a medida que el hombre penetra en los

secretos de la naturaleza, el desarrollo social, y adquiere conciencia de la

necesidad. La libertad no existe ni se concibe independiente de la nece-

sidad. La libertad consiste en el dominio de nosotros mismos y de la na-

turaleza exterior pre vio conocimiento de las necesidades naturales. Por

todas estas condicio nes y su relación con las necesidades humanas, la

libertad es un producto del desarrollo histórico de la sociedad. La liber-

tad expresa el papel activo de los hombres, el grado de dominio que los

hombres pueden tener sobre la naturaleza, es decir, crece a medida que

el hombre penetra y avanza en su conocimiento de la naturaleza y la vida

social. Antes los hombres carecían de libertad como los animales, pues

dependían completamente de sus instintos naturales, mientras que los

hombres actuales al conocer sus necesidades dominan la naturaleza a

su modo. El hombre para ser libre debe conocer la realidad y dominarla

porque la libertad es también un concepto político y económico.

En este sentido, la coca no sólo tiene la virtud de unir a los produc tores y

al pueblo, goza también de otra cualidad, es que su defensa ex presa una

forma de libertad política, social y ciudadana. En la coca se realizan los

productores, y al ser parte de su existencia su defensa re afirma la auto-

nomía de sus acciones. La libertad tiene diversas expre siones, y así como

para unos es la seguridad o a propiedad, la felicidad o la igualdad, para

los campesinos no es sino la coca milenaria cultura que en torno a ella

se estructura. Es la “Mama Coca” que encar na la libertad de los hombres,

pues con ella adquieren conciencia de su situación, la asimilan, dominan

la naturaleza y se sirven de ella para plantear sus luchas sociales que le

permitirán liberarse de las fuerzas opresoras, que quieren acabar con el

sustento de sus propias vidas. Aquí se funden dialécticamente necesidad

y libertad, es decir, la necesidad de la que se ha tomado conciencia, y la

posibilidad de utilizar conscien temente las leyes objetivas de su activi-

dad práctica para orientar de ma nera racional el desarrollo de la socie-

dad en que viven. Los cocaleros estaban sometidos a su dependencia

de la naturaleza que les daba la coca, pero también a las fuerzas sociales

que les oprimían y aún los explotan; ahora han comprendido que la coca

no es sólo el sustento económico, sino el gran instrumento de lucha

para alcanzar su calidad de hombres con dignidad. En los cocaleros se

está produciendo ese gran salto del reino de la necesidad al reino de la

libertad. La coca y las condiciones naturales en que se desarrolla la vida

campesina, proporcionan a los productores los elementos necesarios

para superarse ideológica y culturalmente y plan tearse la transformación

cualitati va de sus condiciones de existencia material y espiritual.

La comprensión de la necesidad los eleva a la categoría de seres racio-

nales capaces de utilizar la posibilidad cierta de eliminar toda for ma de

opresión y alcanzar su libertad auténtica. Este es el gran desarrollo inte-

lectual alcanzado por los cocaleros que proyectaron sus luchas más allá

de la simple defensa de sus plantaciones. Es la extraordinaria muta ción

de sus conciencias, la disponibilidad total de sus espíritus por con seguir

su plena realización como hombres con dignidad.

La coca para los productores es libertad de decisión, autonomía eco-

nómica, autodeterminación política y conciencia de sí mismos, para asu-

mir conductas y comportamientos y vislumbrar sus perspectivas en el

escenario político nacional.

No hay que olvidar que las ideas se convierten en poder material tan

pronto como se apoderan de las masas, y así como las ideas encuentran

en las masas campesinas sus armas materiales, los cocaleros en cuentran

en las ideas sus armas espirituales. Esto quiere decir que la propia si-

tuación de los cocaleros les obliga a luchar contra el régimen que les

oprime, los productores de coca y todos los campesinos además de ser

una clase que sufre es también una clase que lucha para encon trar la

solución a sus problemas económicos y sociales. Ninguna clase social

puede liberarse de las formas de explotación a que está sometida sin

luchar, esto demuestra que las, masas populares tienen un pagel prota-

gónico en el desarrollo social.

Coca y autodeterminaciónLa lucha por el territorio de sus pancartas y consignas proyecta de mane-

ra transparente a la conciencia nacional, que sus combates se pro longan

en el horizonte por un Estado y gobierno propio. Este es el men saje que

trasmiten cuando peregrinan por los caminos del país hacia las ciuda-

des para demostrar su descontento por las políticas de interdic ción y

erradicación de cocales, y en su intento de avanzar más allá de la simple

reivindicación económica y burocrática.

El territorio encierra au todeterminación, liberación de las fuerzas eco-

nómicas y sociales que hoy los somete a un colonialismo interno y los

discrimina por la coca, por su cultura y sus posiciones políticas.

Autodeterminación constituye autodecisión, es decir, capacidad de los

58 59

pueblos formados étnica y culturalmente, a disponer de sí mismos,

es el derecho que tiene un pueblo a establecer su propio Estado y

gobierno, confor me a sus propias realidades. Aunque este concepto

tiene también otra acep ción en el plano internacional como defensa

de la soberanía de las naciones, es cierto la autodeterminación se re-

fiere a la constitución de un nuevo Esta do que ha transitado desde las

primeras formas de organización social has ta convertirse en Estado

nacional. El principio es reconocido por los Estados del tercer mundo

como un elemento constitutivo de su lucha contra el colo nialismo y

por la culminación de sus procesos de liberación nacional.

El planteamiento de fondo es que la lucha por la coca debe culmi-

nar en un proceso de autodeterminación de los campesinos por la

consti tución de su Estado y su gobierno. No se olvide que si bien no

todas las naciones del mundo tienen su Estado, conservan el derecho

a modelar su propio Estado.

Todas las naciones tienen derecho a constituir su propio Estado, a de-

cidir su destino como una nación que ha evolucionado hasta formar su

instrumento político que a su vez determine lo más conveniente para

su comunidad. La autodeterminación es la más grande expresión de

la decisión política, de la unidad y lucha de un grupo humano con las

mismas señas de identidad histórica, económica, social y cultural. Es

el establecimien to de su régimen que se identifica con sus intereses,

necesidades, ideolo gías y formas de comportamiento social.

Coca: instrumento de luchaLa coca por sus propiedades medicinales y las grandes utilidades que

prestó a los hombres de las sociedades precolombinas, alcanzó un

elevado aprecio entre las culturas andinas. Los ingresos económicos

producidos la convirtió en el centro de las disputas por quien se lleva

los mayores bene ficios durante la Colonia. En el Estado neoliberal,

esta admirable hoja se transforma en la piedra de toque de los en-

frentamientos políticos más en carnizados entre productores de coca

y norteamericanos y sus aliados; cam pesinos cultivadores de coca y

prohibicionistas, culturas andinas y etno centristas racistas. La coca es

hoy el descomunal instrumento de lucha de productores y campesi-

nos, contra las fuerzas de UMOPAR, los DIRECOS, DIGECOS, policías y

militares, la DEA, asesores extranjeros, en suma, contra los gobiernos

de turno de Bolivia y los norteamericanos apoyados por burócratas,

filósofos y clérigos de la prohibición. Es la divisa con y por la que com-

baten cotidianamente, en sus chacos, caminos, pueblos y ciudades. La

coca increí ble es el estandarte de sus victorias y derrotas temporales

pero signo in confundible de su triunfo definitivo sobre sus enemigos

internos y externos. La coca constituye el arma privilegiada de esta

confrontación sin prece dentes que se está librando en los Andes por

la supervivencia de los pue blos andinos, su cultura, formas de pro-

ducción, e ideología. La coca es la fuerza y el soporte de esta lucha,

expresión del poder indestructible de las masas y la debilidad estra-

tégica de sus enemigos. La hoja alimenta la con ciencia de hombres y

mujeres y su disponibilidad para el combate, es la ideología de su au-

todeterminación y libertad. La coca es el mejor instrumento de lucha

que tiene el pueblo boli viano desde el punto de vista teórico, porque

forma parte de su cultura, puede oponerla frente a sus enemigos; su

práctica no puede ser otra que la de plantar más coca y en todas partes

a fin de alcanzar dos objeti vos: universalizarla como hoja provechosa

para la humanidad y levan tarla como arma contra los prohibicionistas.

Más coca y más coca debie ra ser el grito de guerra del pueblo para

vencer a sus enemigos y decretar el triunfo de la cultura andina. Todos

los pueblos han tenido y tienen sus instrumentos de lucha: los norte-

americanos el dólar, los países Arabes y otros el petróleo, los europeos

su cultura, los asiáticos la amapola y la marihuana, los africanos su

fauna espectacular y los pueblos ameri canos, la coca, el tabaco y el

cacao. Estos dos últimos fueron expropia dos por norteamericanos y

europeos para convertirlos en sus principa les fuentes de riqueza. No

es contrario a la Ley levantar la coca como arma de lucha contra los

erradicadores y prohibicionistas; al contrario, es una necesidad del

pueblo boliviano, porque puede ocurrir lo mismo que con el tabaco,

el cacao y la marihuana, que de productos prohibidos terminaron en

sustento de las economías imperiales. Es bueno recordar que Estados

Unidos uno de los principales productores de mari huana. Esa es una

experiencia a tomar en cuenta por los productores, porque de los go-

bernantes nada se puede esperar.

Coca y Gobierno propioLa lucha de los campesinos tiene otro objetivo futuro, establecer su

propio gobierno conforme a las condiciones y necesidades del pue blo.

Luchar por la coca, defenderla, es combatir por la tierra, por el agua, la

cultura, la soberanía y dignidad, la vida, territorio, que implica Esta do

y gobierno propios. Sólo un gobierno soberano puede desmantelar

las prácticas viciosas de los estados oligárquicos y las élites corruptas,

establecer relaciones internacionales soberanas, políticas económicas

ade cuadas y encarar acciones para resolver los problemas fundamen-

tales del pueblo, asegurar salud y educación para todos, preservar los

recur sos del pueblo y luchar decididamente contra la corrupción, y

desarro llar el país en todos los sentidos. Bolivia fue gobernada por to-

dos menos por los verdaderos bolivia nos; caudillos militares y civiles

advenedizos, viejas oligarquías terrate nientes, burguesías enfeudadas,

pequeñas burguesías al servicio de la rosca, populistas aburguesados,

dictadores militares y empresarios pa rasitarios del Estado, pasaron

por el Palacio Quemado sólo como parte de un ejercicio burocrático,

para obtener jugosas ganancias como con la capitalización y sin be-

neficio para el pueblo ni perspectivas en el contexto internacional. El

desarrollo integral del país sólo puede hacerlo el pueblo en el poder,

porque las oligarquías han fracasado en estos ciento setenta y cinco

años de gobierno absoluto. Con frecuencia se escucha decir que es

el pueblo y su comportamiento la causa del atraso y subdesarrollo

del país. Ese planteamiento tiene bases falsas, porque no falló el pue-

blo; han fracasado las oligarquías, los gobiernos sin visión, políticos

cipayos de potencias extranjeras, militares golpistas, burócratas inca-

paces y par tidos sanchopancistas. Estos son los culpables del atraso y

subdesarro llo nacional.

Coca o muerteEsta consigna refleja la disponibilidad total de las conciencias cam-

pesinas por la defensa de la coca, que a su vez, significa su propia

libe ración.

La coca es su existencia y por ella bien vale la pena entregar la vida

misma. ¿Qué vale una vida sino es para vivirla dignamente, para ser

libre de las fuerzas que dominan y construir una sociedad distinta a la

que sojuzga? El intercambio de la vida por la coca es el mejor sacrificio

por una sociedad justa, una existencia mejor, con libertad de cultivar

y consumir lo que se nos apetezca sin controles de ninguna natura-

leza, sin intervención cotidiana del Estado ni imposiciones externas

per judiciales. Ese es el sentido de lucha por la coca, que es a su vez

es el combate por la vida, por la libertad, el territorio y la autodeter-

minación de los campesinos, de aymaras y quechuas que aman esta

tierra y la han de fendido y lo seguirán haciendo a costa de su propia

existencia. La consigna está ajustada a la lucha de los productores que

defien den la coca, como los campesinos en general combaten por el

agua y la tierra, los empresarios por sus industrias, los banqueros por

el dinero, los funcionarios por sus empleos, los burócratas por sus

cargos, los po líticos por el poder, etc. En la sociedad todos defienden

algo, que significa su vida, su razón de vivir, lo propio para los produc-

tores de coca, la hoja es su misma existencia y esta es la causa de sus

combates heroicos.

Es que la represión condiciona la actitud de los productores. Los une,

organiza y lanza al combate. Ese es el efecto contradictorio de la inter-

dicción y la erradicación forzosa de cocales. Así como capital agrupa,

une y organiza a los obreros de las fábricas, la coca crea conciencia en

los cocaleros. Esto lo saben los prohibicionistas, pero provocan las

reacciones para justificar su intervención, sabiendo que tácti camente

pueden vencer, pero estratégicamente su suerte está sellada.

Coca: chivo expiatorio La historia de la humanidad está llena de acciones depredadoras, de

brutales formas de exclusión social en función de creencias religio-

sas, raciales, culturales y tecnológicas. Varias de esas formas se dieron

en nuestro continente: la exclusión y casi exterminio de los pueblos

aborí genes de Norte América por los colonos ingleses asentados en

esa inmensa geografía. Este mismo camino siguió la dominación es-

pañola durante 5 siglos, y volvió a repetirse en tiempos modernos de

Estados Unidos contra los chinos y su cultura.

En los años 1850 llegaron a Estados Unidos una gran masa de ciu-

dadanos chinos y con sus formas de organización, trabajo y cultura

du rante 60 años transformaron la sociedad norteamericana. Esa acti-

tud de los chinos ponía en peligro el modo de vida de los colonizado-

res ingleses, y esa fue la razón para que se produjera una de las más

bruta les guerras de exclusión y exterminio entre “los menos dotados

e indus triosos en contra de los más dotados e industriosos, es decir

entre norte americanos y chinos”2. Según la historia de Norte América,

de los tres grupos sociales que rodeaban a ingleses e irlandeses pro-

venientes de la vieja Europa, indios, negros y chinos, los dos primeros

no tenían posibi lidades de competir con los blancos, excepto en algu-

nos aspectos, pero en general eran considerados como grupos infe-

riores de hombres. En cambio, los chinos resultaron ser un gran rival

para los emigrantes ingle ses, debido a su gran despliegue, esfuerzo y

productividad, puesta de manifiesto en lavanderías, granjas, minas y

ferrocarriles.

Los chinos traían consigo su cultura y el opio, sus tradiciones cono-

cidas de disciplina, inteligencia y laboriosidad. Los chinos fumaban

el opio con tanta naturalidad, como los norteamericanos el tabaco,

60 61

pero para no enfrascarse en una competencia, los blancos decidie-

ron privarles del opio, que les ayudaba a compensar el esfuerzo y las

condiciones de vida a las que fueron sometidos. Para rematar esta

guerra sucia contra los chinos, el Congreso Norteamericano aprobó

la ciencia “Chineses Exclusión Act” que prohibía la emigración china.

Así el opio chino y su consumo se convirtió en un acto peligroso, que

también hacía peligrosos a los chi nos. “Los norteamericanos no podían

admitir que odiaban y temían a los chinos porque éstos trabajan más

y estaban deseando trabajar por salarios más bajos que los suyos; les

resultaba tan difícil hacerlo como a los alemanes admitir que odiaban y

temían a los judíos porque éstos trabajaban más y eran más ahorrativos

que ellos”3. De este modo empezó una verdadera guerra de exclusión

contra los chinos.

En 1875 San Fran cisco prohibió fumar opio, fundado en criterios abso-

lutamente racistas y en 1909 prohibieron completamente la importación

de opio para fumar. Aunque esta prohibición no destruyó las capaci-

dades chinas, les arre bató lo más valioso que tenían como parte de su

cultura. Esta es la triste historia de una exclusión racista perpetrada por

los norteamericanos.

Exclusión de indios y destrucción de su culturaLa historia se repite, pero en otras latitudes, en escenario distinto y

con otros actores, pero con las mismas armas, objetivos e intereses

de los norteamericanos. Esta vez los excluidos y perseguidos son los

campesinos de Bolivia, Perú y Colombia y el chivo expiatorio es la

coca. La guerra de exclusión tiene un contenido etnocentrista y racista

y la “peligrosidad” de estos campesinos es justamente la producción

de hojas de coca, que luego será convertida en cocaína por los trafi-

cantes de drogas. Los norteamericanos no pueden soportar que miles

de indios con tecnología rudimentaria se alcen con cuatro cosechas

de coca al año, producir miles de millones de dólares e inundar los

bancos y bolsas del mundo, cuando a los blancos les cuesta producir

y acumular riqueza en esas dimensiones. Los indios sudamericanos,

productores de coca, han demostrado ser más fuertes, productivos e

industriosos que los norteamericanos, que a pesar de sus tecnologías,

sus armas, su potencial económico, no pudieron ni podrán igualar a

estos cultivadores de plantas que con su esfuerzo generan billones

de plusvalía para sus enemigos, prohibi cionistas imperiales y mafias

narcotraficantes. Los norteamericanos no admiten que estos indios de

los Andes, sin armas, sin protección de los gobiernos y librados a su

suerte hagan tremenda resistencia, contra la nación más poderosa de

la tierra y hayan conservado la coca por milenios. Es tanta la furia del

Imperio y sus gobiernos contra los productores de coca bolivianos,

peruanos y colombianos, que comenzaron por penalizar la coca, su

uso y consumo como prácticas “insanas” que de bieran “eliminarse”,

según los prohibicionistas en 25 años. No obstante, de nada les valió

sus normas restrictivas desde 1914 a la fecha, porque la coca sigue tan

viva como hace quinientos años, se proyecta cada vez más y tien de a

universalizarse por sus propiedades y cualidades medicinales.

La coca es el chivo expiatorio de los norteamericanos, el justificati vo

para erradicar y eliminar lo más valioso que tienen aymaras y que-

chuas, lo más importante de las culturas andinas. Como no es posible

eliminar a los productores hay que arrebatarles un signo trascendental

de su identidad, para humillarlos y afectar profundamente su digni-

dad. Pero los hechos son más evidentes, “chivo expiatorio” pasar la

hoja persistente a formar parte de la cultura nacional e internacional.

Pese a sus siniestras intenciones los norteamericanos no podrán eli-

minar a los productores, laboriosos y eficientes en las faenas de las

plantaciones, y ahorrativos al extremo, porque con muy poco pueden

subsistir ellos y sus familias, pero lo que pretenden es quitarles lo que

más atesoran: la coca. Para esto buscan la “colaboración” de gobier-

nos fantoches, tratando de eliminar las plantaciones, fabrican también

productos químicos, herbici das y hasta el hongo, fisarium oxisparum,

come coca, a fin de acabarla. Ellos recurrirán a todos los medios, pero

la lucha no será tan fácil y el enfrentamiento parece inminente en-

tre una fuerza mayoritaria, fuerte pero débil, y una fuerza minoritaria,

superior y fuerte estratégicamen te. Esta es una guerra entre indios y

blancos, una lucha por la supremacía: o se acaba la coca con graves

efectos económicos y sociales, que puede ser la catástrofe de varias

naciones, o sobrevive para mal de los norteamerica nos, que no podrán

alcanzar sus malignos objetivos. Ha llegado la hora decisiva para indios

y norteamericanos: uno de ellos debe vencer o perecer.

De este combate saldrá una nueva realidad económica y social.

Guerra perdidaUna constatación cierta de la lucha contra las drogas es que los es fuerzos

para dar fin a este “flagelo de la humanidad”, ha resultado in fructuosa.

A pesar de las millonarias sumas de dólares invertidas por todas las

naciones del mundo, en interdicción, sustitución de cultivos, rehabili-

tación, movilización de fuerzas policiales y militares, educación social,

formación de personal y publicidad, el tráfico de drogas crece y se diver-

sifica por doquier.

Interdiccón.•

Es difícil establecer cuánto dinero se ha gastado en las tareas de

interdicción del narcotráfico en todos los países. Las estadísticas

suelen tomar cifras oficiales, pero los gastos van más allá de las que

comúnmente se señalan, porque además de los recursos oficiales

existen fondos reservados y conseguidos por vías ilegales que se

emplean en esas acciones regulares y cotidianas. No obstante estos

esfuerzos, que los paga el ciudadano de cada país, bajo diversos ar-

gumentos, sus resultados no parecen convencer a nadie, ni siquiera

a sus ejecutores. Los altos costos de la lucha contra las drogas no

compensan los magros resultados ob tenidos hasta ahora en todos

los países.

Contingentes policiales y militares.•

stados Unidos y sus aliados, así como los gobiernos de las naciones

productoras y consumidoras, utilizan cada vez más fuerzas policiales,

grupos especializados y fuerzas del ejército para “com¬batir” el trá-

fico de drogas en todas las regiones del mundo. No obs¬tante estos

esfuerzos aislados y conjuntos en los que se hallan invo¬lucrados

numerosos contingentes militares los resultados no parecen ser los

deseados. A pesar de los cotidianos descubrimientos e incautación de

alijos de drogas, su producción, comercio y consumo no disminuye,

al contrario, se incrementa en dimensiones insospechadas en rela-

ción con la lucha desplegada. Estados Unidos ha hecho de la lucha

antidroga una cuestión de interés nacional, declarando la producción,

comercio y consumo uno de los objetivos por “un mundo sin drogas”

y sujeta a las guerras de baja intensidad, componente de su teoría

general de control estratégico del mundo. Para esta guerra tiene a

disposición 35.000 soldados altamente preparados en el Fort Shafen,

dispuestos a desembarcar en cualquier lugar del mundo para enfren-

tar acciones de guerra revolucionaria o confrontaciones antidroga.

Efectos de la erradicaciónLa destrucción de plantaciones de coca en los tres últimos años tiene

efectos contradictorios, primero, se ajustan perfectamente a las medidas

tomadas por el gobierno y sus objetivos segundo, origina fenómenos

que no buscan ni es de agrado de los prohibicionista. Veamos:

La erradicación de cocales afecta la economía en general: han baja-•

do las ventas, disminuye el turismo, bajan los ingresos de la gente,

menor consumo en general, se reducen las fiestas y desciende e el

consumo de bebidas alcohólicas. Los comerciantes se quejan de sus

ventas y los depósitos de coca están vacíos.

La coca ha quintuplicado su precio en los últimos dos años y medio •

y la tendencia es que suba aún más. En 1998 un quintal de 100 libras

tenía un precio de Bs. 200; ahora ese mismo quintal alcanza precio

mayor.

Lo que no se ha detenido es el transporte y venta de precursores, •

de cuyo comercio clandestino se benefician las fuerzas de represión

asentadas en las zonas de restricción. Esta es una de las formas de

corrupción extendida.

Se fortalece el espíritu combativo de los productores; hombres y •

mujeres desarrollan su conciencia, afirman sus ideas y se aprestan

a emprender sus combates contra la erradicación, la violación de

derechos humanos, los abusos de las fuerzas represivas, los condi-

cionamientos de los programas de desarrollo alternativo, las mani-

pulaciones para infiltrar y destruir organizaciones sindicales, la mi-

litarización desmedida con la construcción de cuatro bases militares

financiados por los norteamericanos, la conversión del Chapare en

centro de control y espionaje continental, la presencia no deseada

de fuerzas militares, agentes de la DEA y servicios de inteligencia

norteamericanos.

La destrucción del medio ambiente será mayor, pues al erradicar •

los productores deberán chaquear más para sembrar yuca, arroz,

frutas a fin de compensar sus ingresos perdidos por la destrucción

de cocales.

Las provocaciones del gobierno por instrucciones del imperio, •

utilizando concejales y otros funcionario no se detienen, circulan

encuestas muy atrevidas, tratan de amedrentar a los productores,

condicionan todas las ayudas con coca cero, Umopares, Direcos y

Digecos cometen excesos con los productores y comercializadores

de coca.

Un gran porcentaje de la población flotante deja el Chapare para •

reubicarse en otras regiones, por tanto la oferta de productos pro-

venientes de las ciudades caen de manera considerable.

La economía de la ciudad de Cochabamba se ve seriamente afecta-•

da, caen los precios de bienes raíces, comercio, empleo, transporte,

turismo y otros rubros que repercuten en la economía general del

departamento. Lo mismo se puede decir de la ciudad de Santa Cruz.

Casi todos los vecinos en esas ciudades y el Chapare se quejan de •

la falta de circulante y las ventas y ofertas de servicios. Todas las

actividades bajan por esa causa.

62 63

Preguntados los productores si abandonarán la zona, responden •

con firmeza: “Nadie se irá, nadie abandonará sus tierras, porque se

han asentado con sus familias y aquí terminarán hasta sus últimos

días. La coca es nuestra razón de vivir y la defenderemos con todos

los medios”.

La lucha continúaLa lucha no ha terminado, señalan; sólo acabará cuando derrote mos a

los gobiernos antinacionales y antipopulares y salgan de la zona los nor-

teamericanos y militares que nos reprimen y amenazan nuestra existen-

cia. Hemos luchado y resistido 500 años y no tenemos miedo a seguir

luchando hasta alcanzar nuestros objetivos. En verdad las expre siones

de los productores en sus asambleas y ampliados reflejan su alto grado

de conciencia social, claridad en sus posturas y una extraordinaria visión

de sus dirigentes, que se orientan perfectamente en la coyuntura en la

que les corresponde actuar. Destacable es la unidad entre líderes y ma-

sas, la franqueza con la que discuten sus problemas y la asimilación de la

crítica y autocrítica. Su organización en seis federaciones, subcen trales

y más de 600 sindicatos se expresa en la enorme asistencia, mu chos de

ellos deben caminar largas distancias, por el interés en la discu sión y su

decisión de continuar la lucha. Las conclusiones y resoluciones reflejan

la realidad y las perspectivas del movimiento, ésta es una de las caracte-

rísticas importantes de la organización que puede unir y arras trar a otros

sectores sociales en la lucha por un nuevo sistema económi co y social.

Es necesario destacar la presencia del dirigente Evo Morales, hombre de

gran visión, ligado a sus bases conformada por aymaras y quechuas, pro-

venientes de las provincias de Cochabamba, Oruro, Potosí, Sucre, Norte

de Potosí y La Paz, a las que orienta y conduce con acierto.

Los cocaleros están llamados a desempeñar un papel fundamental en

la historia del país; sus luchas pueden conducir a una transformación

estructural de la sociedad boliviana y su sistema político, tan devalua-

do por la corrupción y el colonialismo interno, del que es necesario

salir cuanto antes. Hacia el final de esta obra, se desencadenó una mo-

vilización gene ral de campesinos, maestros, regantes, fuerzas populares

de las ciudades, gremiales, universitarios y regiones en demanda de sus

reivindicaciones y en las últimas semanas prácticamente inmovilizaron

todas las comunicaciones en el país. El gobierno sin iniciativa ni capaci-

dad está maniatado y tiene que ceder ante las exigencias sociales. Esta

situación ha determinado un vacío de poder, no existe gobierno, esta

inmovilizado, no tiene ideas y la opinión pública pide la renuncia del

Presidente.

a furia de los dioses

Hijos míos, no olvidéis cuanto os digo. Cultivad esa planta. Es la

preciosa herencia que os dejo. Cuidad que no se extinga y conser-

vadla y protegedla entre los vuestros con veneración y amor... Su

jugo que para vosotros será la fuerza y la vida, para vuestros amos

será vicio repugnante y degenerador; mientras que para vosotros los

indios será un alimento casi espiritual, a ellos les causará la idiotez

y la locura.

Kjana CHUYMA1

¿Por qué persiguen con tanta fuerza a la coca? ¿Cuál es la razón para

satanizar su producción y consumo? ¿Qué motivaciones impulsan su

erradicación desde hace quinientos años, sabiendo que les reporta

beneficios incomparables? ¿Cómo se explica que a pesar de los esfuer-

zos realizados no pueden acabar con la coca ni los productores? ¿Cuál

es la explicación del pretendido afán de eliminar cocales y, al mismo

tiempo, la buscan desesperadamente como fuente de enriquecimien-

to rápido? ¿Por qué a pesar de la sañuda persecución la coca sobrevive

y se impone en la sociedad?

Las respuestas a las interrogantes nos permitirán desentrañar la forta-

leza de la coca, los productores y su cultura y el fracaso de las polí ticas

represivas y erradicadoras durante los últimos cinco siglos. La coca en

estado natural es una planta inofensiva, sin embargo convertida en

droga origina descomunales beneficios económicos. Su producción

y consumo fue combatido por déspotas incas, atrabiliarios religiosos

durante la conquista y la colonia ibérica, ahora por prohibi cionistas

norteamericanos inspirados en costumbres puritanas. Los es fuerzos

por eliminar la coca fueron vanos en toda época, pues la hoja pro-

voca conductas distintas, sirve muchos intereses, genera beneficios

económicos extraordinarios, por eso mismo fue y será difícil acabarla.

Cuanto más fuerte sea la interdicción de la coca, su producción y con-

sumo, más contundente será la respuesta de productores y la socie-

dad. A mayor intervención norteamericana más fuerte será la denuncia

y la oposición a los prohibicionistas extranjeros. En este sentido es

importante explicar cómo funciona esa relación entre las fuerzas con-

frontadas. El hombre está rodeado por un mundo material de inago-

table ri queza, en cuanto a sus cualidades y propiedades, en medio de

una gran diversidad de objetos y fenómenos.

Todos ellos se encuentran concate nados y en procesos de interdepen-

L dencia, pues no existen objetos y fe nómenos completamente aislados.

Su vinculación es orgánica, por eso mismo se hallan bajo una dependen-

cia y condiciones específicas. Es cier to que el mundo no es un conjunto

desordenado y caótico de objetos y fenómenos, sino un todo integral,

razón por el cual están todos orgánicamente ligados. Esa unión universal

se manifiesta en la sociedad donde los aspectos de su existencia como,

organismo social se relaciona con la naturaleza por medio de la pro-

ducción. Pero esta con catenación no sólo existe en el mundo material

y la sociedad, sino tam bién abarca al pensamiento. Los conceptos, igual

que las cosas, cuyos reflejos son, se hallan en vinculación estrecha y

recíproca. Esto hace que la naturaleza, la sociedad y el pensamiento se

desarrollan en un proceso ininterrumpido de cambio y transformación,

que en cada caso tiene sus propias características. Veamos en el caso

concreto de la coca, cocaína, narcos y Estados.

Los narcos al transformar la coca en cocaína originan fenómenos •

nuevos que afectan a miles de personas, y enseguida viene la re-

presión, cuya consecuencia es la persecución de los traficantes de

droga y la erradicación de cocales, que a su vez producen resisten-

cia y lucha de productores, entonces se estabilizan las cosas, para

em pezar de nuevo otro ciclo de desarrollo y cambio.

Desde el otro lado, el comercio de la cocaína, heroína y cannabis, •

produce en el mercado, miles de millones de dólares que van a parar

‘ a los bancos norteamericanos y sus socios de Europa y los Estados

de todo el mundo; sin embargo de recibir tanto dinero satanizan las

plantas y persiguen a sus productores a fin de estabilizar el mer cado

y las ganancias que necesitan para sortear las crisis económicas.

El consumo y la demanda de las naciones ricas hace que la produc-•

ción de coca aumente cada vez más, y esto impulsa la multiplica ción

de las drogas hasta cubrir la demanda, pero como este creci miento

pone en peligro las ganancias, los estados deben reprimir a los pro-

ductores de plantas y a los narcos para que las drogas suban de

precio y produzcan mayores utilidades.

Esta es la forma en que funcionan la relación entre coca, cocaí na, •

producción y consumo, oferta y demanda, represión y utilidades

para los estados y los narcotraficantes.

El que pretenda dañar la cocaEs la venganza de la coca, advertida por los sabios aymaras: El que pre-

tenda dañar la coca o destruirla, sufrirá severos castigos”... “Los que

traten de profanar la hoja sagrada, se someterán a la furia de los dio-

ses”. La coca, prohibida y perseguida en todo tiempo, descarga su ven-

ganza contra los enemigos internos y externos, que la han transforma-

do en droga y causa estragos en amplios sectores sociales especial-

mente de los países ricos. Es la maldición de la coca y el castigo de los

dioses’ contra los profanadores de la Hoja Sagrada de los Andes. Es

la revancha de la coca convertida en cocaína que destruye a unos por

consumirla y enloquece a otros por obtener beneficios económicos.

La profecía de los sabios y aymaras se cumple y la coca transforma-

da en polvo blanco ocasiona sus enemigos y a otros, por culpa suya,

daños psíquicos y morales, económicos y políticos, y judiciales hasta

llegar a la muerte. La maldi ción de la coca empuja a producir y traficar

drogas y a beneficiarse con sus resultados momentáneos, pero hunde

por igual a todos en el lodo del desprestigio, el vicio y la corrupción.

Asimismo, se expresa en el aumento de la violencia y la criminalidad,

que colapsan las cárceles, la caída de los gobiernos por su relación

con el narcotráfico, la desestabili zación económica por causa de las

acciones especulativas.

El narcotráfico convertido en un nuevo modo de producción alta-

mente rentable, descompone la sociedad, moviliza a los hombres por

el dinero fácil, aflora las anomalías y conductas ilegales. No sólo ha

revo lucionado los hábitos y modos de comportamiento de la socie-

dad, ori gina extraordinarios cambios en las relaciones sociales con la

abundan cia de dinero y las modalidades de reconversión económica.

Estados Unidos y sus socios del G7, están muy preocupados por los

desequilibrios económicos que origina el enorme caudal de recursos

frescos inyectados por el tráfico de drogas, y en esa direc ción toman

sus recaudos a fin de evitar movimientos desestabiliza dores. Hace un

par de años se consideró que la captura del Jefe del narco tráfico mexi-

cano, Juan García Obregón, con sus declaraciones produci rían gran

impacto, sin embargo fueron administradas conforme a las necesida-

des e intereses geoestratégicos, para no provocar desequilibrios que

hubiesen comprometido la economía internacional y mostrar al mun-

do que los gobiernos mexicanos son verdaderas narcocracias, además

desnudarían la complicidad de las autoridades de México y Estados

Unidos en el tráfico de drogas desde hace mucho tiempo.

La caída de otros capos de la mafia no ha producido ninguna altera-

ción sustancial de la economía mundial, lo que sucede es que las infor-

maciones propor cionadas se manejan con pinzas por los organismos

de inteligencia y seguridad.

El narcotráfico más allá de los miles de millones que inyecta en la

economía mundial, la violencia y criminalidad que produce, inmen-

sos daños que ocasiona en miles de seres humanos y los cambios en

64 65

el com portamiento de los hombres, marcha hacia la legalización y

legitima ción de la narcoeconomía y las narcocracias con características

particu lares. Sentará las bases de la nueva economía internacional y

sus efectos sobre las economías nacionales y de los más pobres. Estas

son otras tan tas evidencias de la furia de los dioses. La unidad entre

narcotráfico y gobiernos, movimientos políticos y acciones terroristas,

guerras y conflictos regionales y nacionales, y des estabilización de las

democracias y convulsión social en la mayoría de las naciones del ter-

cer mundo, la creciente corrupción impulsada por el narcotráfico en

todos los sectores donde penetran sus relaciones devas tadoras para la

sociedad y su sistema institucional, son también expre siones de esta

profecía de Kjana Chuyma.

La coca, la amapola, el hachís y sus derivados causarán todavía muchos

contratiempos a las sociedades y sus gobiernos, a los hombres y sus

formas de vida, antes de convertirse en una necesidad social y elemen-

to esencial de sus vidas.

Coca inmortalPor encima de todas estas consecuencias en la sociedad, los perjui cios

a las instituciones del Estado, las innumerables consecuencias que

produce la cocaína, la coca sobrevivirá y se proyectará a escala mun-

dial. No se trata de una apología ni una concepción desquiciada, sino

una expresión de la realidad del mundo que muestra las perspectivas

de la coca y otras materias primas y sus derivados en la vida social.

No será fácil acabar con la coca y otros productos naturales por más

fuertes que sean sus enemigos aparentes, porque se impondrá la cul-

tura humana y el uso natural de todas estas sustancias hoy prohibidas

por los “amos del mundo” y esa será la tendencia. Como dijeron los

sabios aymaras la coca volverá a crecer reproducirse cuantas veces la

corten o erradiquen. La coca crecerá en los Andes pero también en

otras latitudes del mundo y se universalizará en sus múltiples usos. Es

que la coca es hoja inmortal.

Industrialización de la cocaEsta es una de las tareas importantes que debe ejecutarse para respal-

dar la transformación de la coca en productos esenciales para la vida y

salud de la sociedad. La industrialización establecida en la Ley debe re-

coger la coca denominada excedentaria para convertirla en pro ductos

farmacéuticos de uso cotidiano. Bolivia puede fabricar por ejemplo,

cocaína anestésica y exportarla. Una constatación importante es, que

la cocaína, tan satanizada, tiene también usos médicos trascenden tales

como anestesia que sin duda alguna puede considerarse como la ma-

yor contribución de la coca al bienestar y contra el dolor de miles de

millones de hombres y mujeres en el mundo.

La industrialización de la coca tiene enormes perspectivas en el fu-

turo; puede ser uno de los gran des rubros del desarrollo nacional.

No se olvide que Hungría, Turquía, Australia y otros países pretenden

comprar este tipo de fármacos. La industrialización de la coca debe ser

complementada necesariamente con la exportación de productos fa-

bricados en base a la coca, pues ahora existe de hecho una prohibición

tajante por parte de las autoridades de la FELCN.

La exportación de coca a grandes mercados como la Argenti na y pro-

ductos industriales de coca, es una de las opciones más viables que tie-

ne el país en estos momentos. Con la exportación de coca y pro ductos

terminados en base a ella se requeriría más producción de coca, que

hoy tratan de erradicar por la fuerza.

Esta posibilidad cierta y ac tual podría eliminar todas las confrontacio-

nes inútiles entre gobierno y cocaleros.

Asimismo, hace falta una reglamentación apropiada para la indus-

trialización de la hoja de coca, cuyo instrumento deberá ajustarse a

las necesidades del país y a sus decisiones soberanas para evitar inter-

ferencias foráneas que buscan no sólo eliminar la coca sino prohibir

las industrias basadas en la hoja milenaria, y la comercialización de sus

derivados. He aquí una alternativa real para el país y los productores

que se ven sujetos a las acciones de interdicción del gobierno por

man dato de los norteamericanos.

La coca será la base de una gran industria que recuerde siempre a sus

enemigos, que jamás desaparecerá. La coca se regenera en los produc-

tores, consumidores, comerciantes, industriales, en sus defensores,

en el pueblo que supo y sabe apreciar sus beneficios. La coca es buena,

tiene grandes propiedades y cualidades, y si ésta se transforma en dro-

ga, es debido a la incorporación de elementos químicos producidos y

aportados por los que hoy quieren eliminarla.

La gran industria de la coca convertida en pomadas, licores, pasta den-

tal, ungüentos, medicinas para el hígado, el reumatismo, la artritis,

dolores de estómago, dolores musculares, y tantos otros, invadirá el

mercado para incrementar su producción en cientos de veces de lo

que hoy se recoge.

Una evidencia de que la coca se conoce en todo el mundo es la repre-

sión de la cocaína droga, estrella a la que persiguen todos; se puede

afirmar que la lucha contra las drogas se resume en la guerra contra

la cocaína. Y aunque parezca contradictorio así es cómo la coca está

presen te en todos los rincones del mundo. Lo mismo que la Coca Cola

se ha universalizado y la consumen hasta los niños, la coca ingresa en

todos los hogares convertida en productos de diverso tipo, sobre todo

medicinales.

El alba de la cocaCualesquiera que sean los “justificativos” para limpiar las planta ciones

de coca y los prejuicios para denigrarla, ella se alzará limpia, alti va y

segura porque habrá pasado el tiempo de las prohibiciones, de las

censuras y persecuciones, la época de las políticas de erradicación e

inter dicción, de la farmacracia cargada de hipocresía. No es la existen-

cia natu ral de las materias primas que incentiva el consumo de drogas,

sino la prohibición la que ha convertido a estas sustancias psicotrópi-

cas en ob jetos de consumo masivo legal o clandestino en la sociedad.

Es la men talidad oscurantista que en todas las épocas impuso tabúes

contra dis tintas prácticas de la vida social. Una larga historia de comba-

tes contra la “inmoralidad social” ha impulsado ciertos hábitos de con-

sumo de fármacos denominados por la prohibición como ilícitos. No

obstante nunca aceptan que sus proscripciones tengan efectos contra-

rios a los deseados por ellos. Todas las experiencias en el mundo de la

política, brujería, religión, medicina, alcohol, drogas, enseñan que la

prohibición en lugar de disminuir sus efectos proliferan las acciones,

prácticas y consumo.

Las drogas, dice Fernando Savater2, “forman parte de todas las cul-

turas humanas sin excepción desde los primeros tiempos de que haya

noticia. Las drogas fueron utilizadas para distintos casos, sean estos

re ligiosos, estimulantes, artísticos, médicos y criminales. En todas par-

tes, las drogas han sido alabadas, temidas, despreciadas, respetadas y

pro hibidas. No obstante, a pesar de estas formas de encarar las drogas

su consumo ha ido creciendo de manera incontenible y ha cambiado

sus motivaciones, que antes se reducían al ámbito religioso mágico”.

La prohibición tiene una larga historia y un repaso a las diversas polí-

ticas ejecutadas, sus tácticas y estrategias podemos ver en las últi mas

décadas estas y otras variantes: erradicación de plantaciones, gue rras

de baja intensidad, teoría de la colmena, estrategia de la cucaracha,

opción cero, interdicción militar, desarrollo alternativo, trasplante de

poblaciones, uso de herbicidas, guerra biológica, guerra del tercer

mun do, que tienen los mismos efectos perversos para la sociedad.

Las nuevas estrategias de Estados Unidos y sus aliados contra las dro-

gas son fórmulas electorales para condicionar a los ciudadanos de sus

países, propuestas que terminarán como simples slogans, porque su

componente político económico evidencia fuertes contradicciones,

cuyo conte nido verdadero es la cohabitación con el narcotráfico.

La prohibición actual de las drogas es parte de la historia universal de

la proscripción y bajo distintos nombres encubre y priva a los hom-

bres de su derecho al consumo de estupefacientes como un derecho

humano.

El “Plan Dignidad” del dictador Banzer en Bolivia ha declarado “guerra

a muerte” contra las drogas, que a su vez supone guerra a muerte

contra la coca y así comienza la erradicación forzosa de plantaciones

con la participación de fuerzas conjuntas de militares y policías, que

en estos dos años alcanzó a más de 38.000 hectáreas. La afirmación de

que la lucha contra las drogas es una mentira, se coteja con estas ac-

ciones de ataque frontal contra la coca y los narcotraficantes en Bolivia

y otros países. Veamos los argumentos:

La incursión de fuerzas militares y policiales en el Chapare no •

responden a objetivos nacionales sino a intereses norteamerica-

nos y por ello mismo la comandan agentes de la DEA y asesores

militares de Estados Unidos, a los que se subordinan las Fuerzas

Armadas y la Policía.

La erradicación de cocales favorece a Estados Unidos, porque su •

intención es acabar con la coca para derrotar a todo un pueblo,

eliminando lo que más atesoran, se mata su cultura. No existe des-

de su punto de vista otra forma de destruir la cultura de la coca y

a sus portadores, que han demostrado ser mucho más eficientes,

productivos y resistentes que los norteamericanos. Esto es lo que

no comprenden ni comprenderán jamás los cipayos bolivianos.

Con la erradicación pierde la economía nacional $us 500 millones •

de dólares anuales tal como lo expresó el ministro de Hacienda

el 25 de Junio 2000. Mac Lean dijo programa gubernamental de

erradicación de la hoja de coca excedentaria le restó a la econo-

mía nacional entre 300 y 500 millones de dólares, lo que ocasionó

la contracción de la moneda nacional”.

La represión tiene un objetivo claro, reducir las plantaciones para •

que la coca y la droga suban de precio a fin de regular y estabilizar

los precios y los beneficios. En los últimos años el precio de la coca

y las drogas había descendido considerablemente. Ahora la coca

ha triplicado su precio y un kilo de clorhidrato de cocaína cuesta

$us 1.800 dólares, cuando en 1997 sólo valía $us 500, de acuerdo

con las informaciones del Jefe de Planeamiento y Operaciones de

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la FELCN, Cnl. Luis Caballero. Los, norteamericanos pierden dine-

ro al bajar el precio de la coca y la cocaína.

Las mismas informaciones establecen que las incautaciones de co-•

caína entre 1990 y 1999 se redujeron de 240 a 40 toneladas. Las

re ducciones en la producción de droga es beneficio directo para

Estados Unidos que recoge con creces los resultados de la repre-

sión. Si Bolivia perdió $us 500 millones, cuanto percibió Estados

Unidos, porque los $us 1800 por kilo hay que multiplicarlo por 10,

es decir estamos hablando de $us 180.000 dólares el kilo en Nueva

York y otro tanto por la distribución en las calles.

Cuando la erradicación cubra la meta establecida por el gobierno •

se detendrá, porque se habrán regulado los precios y beneficios

para unos y otros a costa de los productores y reducción de sus

cultivos tradicionales.

Las acciones norteamericanas tienden a regular la producción de •

coca y controlarán la cocaína y los narcodólares, además de ajus-

tar la dependencia del país con respecto al Imperio.

De este modo la coca se librará una vez más de su exterminio, gracias a

sus propios enemigos, esa es la dialéctica de vida de esta hoja sagrada.

Mientras los productores se dedican a sus tareas habituales, los norte-

americanos gozan de los beneficios de la droga, el régimen boliviano

“satisfecho de su trabajo” por encargo, pierde mucho dinero y gana el

desprecio del pueblo, pero la coca sobrevivirá otra vez. Así la premo-

nición de los sabios aymaras se cumplirá una vez más.

Hacia una cultura universalLa coca se convertirá en una sustancia universal, un producto acep-

tado por la sociedad, transitará de la cultura nacional a integrante de

la cultura mundial. La coca es conocida mundialmente por medio de

la coca cola y la cocaína.

La sociedad, los hombres, habrán comprendido que sus derechos va-

len más que las prohibiciones y que éstas no son sino imposición de

poderes imperiales. Habrán triunfado los derechos humanos de pro-

ductores, mercaderes, consumidores y el uso de drogas ya no será una

acción ilegal. Ellas se transformarán en elementos natu rales de la vida

cotidiana de los hombres. Las drogas se impondrán a los prohibicio-

nistas. Ni la coca ni la amapola o marihuana serán persegui das, porque

no hay drogas buenas o malas sino drogas que el hombre ha utilizado

desde que apareció sobre la tierra.

De la cultura nacional a la cultura universal es la ruta que tiene trazada

la coca en los próximos decenios y nadie podrá detenerla por que son

los hombres y la sociedad los que en última instancia definen la super-

vivencia o la muerte de los productos naturales o sintéticos.

Una “sociedad con drogas”Aquellas realidades conducirán hacia una sociedad plena de drogas,

se habrá eliminado todas las prohibiciones; así como la brujería, la In-

quisición, la prohibición del alcohol han pasado a las calendas griegas,

la ilegalidad de las drogas, la farmacracia, los chivos expiatorios serán

echados al basurero de la historia.

Será la liberación de los hombres por su propia lucha, por haber he-

cho conciencia de la necesidad. Los hombres se elevarán de este reino

al de la libertad, para apropiarse de la naturaleza y utilizarla conforme

a sus necesidades y (4derechos. La sociedad “libre de drogas” se ha-

brá convertido en la “sociedad plena de drogas”, satanizadas por los

prohibicionistas.

La revista Newsweek3 en español, en su artículo titulado, Líbranos del

mal, relata que en las noches las estrechas calles de las favelas en Rió

Janeiro pertenecen al narcotraficante “Fortunato”. Sus vendedores

trabajan hasta el amanecer, ofreciendo pequeñas bolsitas de cocaína

y marihuana por el equivalente a 10 y 20 dólares. Sus muchachos ven-

den cerca de $us 28.000 al mes... Fortunato tiene un ejército de 100

hombres jóvenes provistos de armas que van desde pistolas baratas

hasta fusiles M 16. “La drogas, dice el comentario, se han convertido

en parte de la sociedad brasileña - a todos los niveles - como el car-

naval y el fútbol”, prosigue el comentario, “el aumento del consumo

local se ha sumado al flujo mientras que los cariocas que marcan las

tendencias de las cos tumbres han hecho de la cocaína su producto

preferido en las fiestas. Según un carioca de alta sociedad, famoso

por organizar desenfrenadas fiestas, un popular servicio a domicilio

llamado “reparto de polvo” atien de las necesidades de los habitantes

de los edificios de lujo de la ciu dad”.

Esta es una pequeña muestra de lo que pasa en las grandes ciuda des

del mundo donde hombres y mujeres de encumbrada posición eco-

nómica y social consumen con frecuencia diversos tipos de drogas.

Ultimas informaciones de prensa señalan “La cocaína se codea con los

lords ingleses”.

Un cable de ANSA expresa: “Como en Alemania, también en Gran Bre-

taña huellas y “cristales” de cocaína fueron hallados en los baños de

los parlamentarios de su Majestad. Según es cribe el Sunday Times,

alguno aspiró cocaína a dos pasos del Lord Can ciller, a pocos pasos de

su oficina en la Cámara de los Lores. El domini cal británico comenta

que después de 295 años de la gesta de Guy Fawkers que intentó ha-

cer explotar con la pólvora el Palacio de Weisminster, el Parlamento

pueda ahora volar por los aires con el “pol vo blanco”... Hace unos días

una investigación periodística reveló que se habían encontrado restos

de cocaína en 22 de los 24 baños del Con greso Alemán”4.

En Estados Unidos, de una población de 200 millones de personas

mayores de 12 años, 178 millones consumen cafeína (89 %), 106 millo-

nes consumen alcohol (53%), 57 millones usan nicotina (28%), junto

con otros 12 millones que consumen marihuana (6%), unos 3 millones

cocaína (1.5%), 2 millones heroína (1%), y 1 millón (0,5%) que usan

otros tipos de enteógenos y solventes no etanólicos, (según cálculos

conservadores de una encuesta de hogares realizada por el gobierno

(Goldstein y Kalant 1990). De un análisis de 135 Billetes de Banco de la

Reserva Federal de Estados Unidos, de diversas denominaciones y de

distintas partes del país, todos menos cuatro, 97% contenían cantida-

des detectables de co caína. El contenido promedio era de 7.3 mcg de

cocaína por billete y uno de ellos contenía hasta 270 mcg de cocaína

(Pool 1989). Ott se pre gunta ¿Podemos vislumbrar un posible arresto

contra el Presidente de la Reserva Federal o el Secretario del Tesoro

por tráfico de cocaína?

En la Unión Soviética, en 1990, la escasez de tabaco condujo a re-

vueltas por todo lado y forzó a la importación de cigarrillos america-

nos (Frankel et al.1992b).

Los estoicos consumidores serían capaces de aguan tar la crónica esca-

sez de comida, ropa y energía, pero no de tabaco, esta mos hablando

de un país donde el verdadero Zar ordenó una vez la ejecución de los

fumadores de tabacos5.

Pero la utilización de reforzantes ha sobrepasado la sociedad de adul-

tos y en Estados Unidos llega hasta la escuela. Un despacho de ANSA

desde Washington, hace un impactante análisis: “El 20% de los niños

en Estados Unidos recibe de sus padres suplementos alimentarios y

creatina para estimular el rendimiento intelectual y deportivo, lo cual

preocupa a los pediatras del país6... Creatina (compuesto nitrogenado

en la masa muscular) para mejorar el rendimiento deportivo, hierbas

tranquilizantes para que se porten bien en el restaurante o chocolates

con dimentilaminoetanolo (DMAE) para concentrarse en el estudio,

son algunas de las variantes de sustancias que los padres suministran a

sus hijos... Millones de niños reciben estos cócteles polémicos y cuya

ino cuidad es dudosa”. La Dra. Rossane Philin al respecto, declara:

“Cuan do los pequeños reciben estos productos están a merced de los

adultos, la experimentación científica se hace en la piel de ellos”. Las

campañas publicitarias utilizan dibujos animados y personajes (como

amables ri nocerontes desinhibidos) de rápido efecto entre los niños,

quienes piden a gritos ese producto. “Las sustancias utilizadas por los

deportistas profesionales para aumentar el rendimiento, invadió las

escuelas, desde las primarias y las secundarias donde muchos entre-

nadores impulsan su uso entre los jóvenes atletas”7. Para mayor abun-

damiento, millones de hom bres y mujeres en el mundo entero con-

sumen cientos de millones de dosis de drogas sintéticas y naturales

para calmar sus dolores, tristezas, males tar, desesperación y levantar

sus ánimos, y muchas de ellas se expenden en farmacias diseminadas

en todas partes. 500 millones de hombres y mujeres fuman cigarrillos

de toda clase de marcas. Más de dos millones de personas consumen

bebidas alcohólicas, cerca de tres mil millones beben café, té y algo

menos chocolate y otras drogas.

El consumo de drogas se ha convertido en el fenómeno más importan-

te de este siglo, o dicho de otro modo este es el siglo de las drogas.

¿Quién no ha tomado una aspirina, un antigripal, inyectado la pe nicilina,

o un calmante, bebido un tónico u otra droga sintética produci das en

laboratorios nacionales e internacionales? Todos nuestros males son

enfrentados diariamente con drogas, por eso las farmacias se denomi-

naban droguerías y algunas conservan esa denominación.

Liberación del hombreEl hombre es libre pero está encadenado en todas partes, ha dicho

Rousseau, en efecto los hombres aparentemente son libres, pero la

res tricción de sus derechos se amplía cada vez más a otras actividades.

Vivimos en un mundo de prohibiciones: está prohibido fumar tabaco,

marihuana, opio, disponer del cuerpo de uno mismo, rige la “ley seca”,

es dañino consumir coca, se persigue a productores de coca, amapola,

marihuana. Las prohibiciones se fundan en la incapacidad de los hom-

bres a conducirse racionalmente, pretextos para la intervención del

Estado, que impone el control social a nombre de la salud pública.

Ante la imposibilidad de resolver los problemas sociales, el Estado no

ve otro camino que la restricción de derechos a los hombres. Así se

acumula una serie de limitaciones que avanzan y atentan sistemática-

mente las libertades ciudadanas, fetichizando la ley y convirtiendo la

sociedad en una agrupación encadenada a los deseos del Estado.

Una sociedad domesticada es la que quiere el Estado y los gober-

nantes, pero los hechos son más contundentes que los deseos. Los

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hombres no están dispuestos a tolerar más recortes de sus derechos,

en nombre de actitudes puritanas que sólo benefician las políticas

prohibi cionistas originadas en otras latitudes del mundo.

La sociedad del futuro tendrá como fundamento la libertad plena del

hombre y sus potencialidades internas lejos de la mirada prohibiti va

del Estado.

La conciencia del hombre habrá alcanzado un alto grado de desarrollo

y podrá tomar aquello que es bueno para su cuerpo y mente sobre la

base de sus propios criterios y de cara a la sociedad.

Será la liberación del hombre de las ataduras impuestas por el Esta do

a través de la farmacracia y la salud pública, para transitar las amplias

avenidas de la libertad en busca de su felicidad material y espiritual.

El triunfo de la cocaLa asunción de Evo Morales al gobierno de Bolivia es el hecho político

más importante de este siglo; se trata del arribo de los indios al poder

del Estado. Una verdadera hazaña política en el país, el continente y el

mundo. Es la ¡toma del cielo por asalto!

Esta acción impensable en las condiciones de la democracia de parti-

dos, se materializó por una combinación de factores que en coinci-

dencia produjeron esta revolución democrática y cultural: el levanta-

miento de los productores de coca, la conversión de la defensa de la

coca en un problema nacional, la acumulación de fuerzas durante 10

largos años, la aparición de un líder cocalero carismático por su ho-

nestidad y valor en la lucha, la crisis terminal del sistema político y sus

actores, además de otros elementos de la coyuntura.

Todo esto culminó en este cambio trascendental que hoy vive Bolivia,

donde los protagonistas, saliendo desde el fondo de la historia se en-

cumbran en lo más alto del poder tras 500 años de luchas heroicas. Los

indios, que en otros tiempos no podían siquiera ingresar en la plaza

principal del poder, han recuperado su territorio y se apropiado del

palacio de gobierno y sus principales estructuras.

Estas masas de indios mal armados pero con extraordinario valor,

que en oleadas avanzaron desafiando tantas veces a los poderes en

estos cinco siglos de historia, constituyen hoy la clase hegemónica

que dirige la descomunal transformación social y económica del país.

Su presencia demoledora en la sociedad boliviana y la adopción de

medidas estructurales en el ámbito económico, político y social está

produciendo fuertes remesones en los sectores tradicionales, que han

optado por la resistencia y acciones ilegales con tinte separatista para

oponerse a los cambios sustanciales propuestos por el gobierno na-

cional. No obstante las resistencias de estos sectores oligárquicos el

proceso no podrá detenerse porque las decisiones son irreversibles y

no admiten pausa, se trata del desarrollo económico del país que no

podrá retroceder sin causar mayores conflictos sociales.

Es importante expresar que la férrea compactación de los movimien-

tos sociales que respaldan al gobierno constituye la mayor garantía

para continuar el proceso de modificaciones estructurales de la so-

ciedad boliviana.

En estas condiciones los indios bolivianos del altiplano, valles y zonas

tropicales han justificado plenamente su presencia en el gobierno con

medidas trascendentales. Su ascenso es la reivindicación de su dig-

nidad de hombres, de sus derechos ignorados durante siglos. Es el

triunfo de la coca, de sus tradiciones, de sus culturas ancestrales, es

la reconfiguración de sus territorios, su identidad, sus culturas y sus

poderes marginados durante tanto tiempo.

Es la victoria de la coca, de los productores de coca, de los indios,

de los desheredados de ayer, hoy gobernantes y dirigentes de la re-

volución democrática y cultural de Bolivia, el mayor acontecimiento

político de la historia nacional en los últimos 182 años.

coca no es cocaina

Claudio Ronchini

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Bolivia, Paese dove le nuvole si toccano con un dito, dove le stelle fanno luce come fossero tante candeline, dove la natura è poesia. Bolivia dove i governi non sono mai esistiti e le leggi venivano fatte dai politicanti di Washington, che avevano deciso che “Bolivia è coca e coca è cocaina”. Ed è questa sentenza che più mi tormen-tava, specialmente dopo aver visto una foto a fine anni ‘90 di due donne andine con la tipica bombetta che sostenevano un lenzuolo con su scritto “ Bolivia -coca no es cocaina-” e sotto, “ W la coca”. Dopo ricerche poco fruttuose che si possono riassumere su quanto già dicono i vari dizionari o Wikipedia: “Coca: piccolo arbusto della famiglia delle Erytroxylaceae, tipico delle aeree andine, fiori bianchi e frutto a drupa allungato, foglie alterne lanceolate ricca di alcaloidi fra cui la cocaina.” o in alcuni casi “ dalle sue foglie si ricava la cocaina, uno stupefacente illegale, altamente tossico”. E poi due note sull’uso folkloristico del masticato già in uso dai tempi degli Incas, e per finire una buona pubblicità, la citazione della bevanda più famosa nel mondo, la coca-cola!Il grosso inganno naturalmente è nascosto e taciuto, non è spie-gato che è la foglia più ricca ed efficace come medicina naturale che si sia mai trovata su questa terra. Riguardo ai suoi innume-revoli benefici, già riportati dagli Incas, che la consideravano la foglia che curerà l’umanità, vi lascio alla lettura del libro per l’approfondimento.

Molte delle foto sono state fatte prima dell’avvento di Evo Morales, di dove si coltiva la foglia sino al suo arrivo a La Paz al Merca-to di Adepcoca, e ancora nulla è cambiato ma lo spirito si. Evo è stato portato ad essere presidente per il fatto che rappresenta la maggioranza del popolo autoctono, così spiegano i suoi soste-nitori, e dopo secoli di lotte è arrivato il momento che al popolo sia riconosciuta la propria cultura e la possibilità di condividerla con il resto del mondo. Parole che ho ascoltato molte volte, il loro riconoscimento e la loro cultura sono legati alla foglia di coca, e lo scopo è che i suoi derivati siano commercializzati sotto forma di medicina naturale in tutto il mondo, la loro è una missione e sanno che indietro non si torna, e glielo auguro di cuore.

Questo libro vuol essere al fianco del popolo yungueños e più in generale a quello boliviano e andino, che giustamente difende e segue la propria cultura che da secoli è legata alla coltivazio-ne e all’uso della foglia “sacra” della coca, e vuol dire basta alle menzogne che si sono dette intorno ad essa. L’auspicio è che si commercializzi nel mondo questa foglia in forma di medicina na-turale, e che le parole libertà-democrazia-globalizzazione diven-tino un tutt’uno, perchè alla fine il popolo boliviano, come tutti i popoli, chiede solo di vivere in pace e continuare nelle sue pratiche millenarie.Grazie e ...W la coca.

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RADIO YUNGAS

Radio Yungas, emisora catòlica, nace un 16 de Julio de 1978, a iniciativa de los Padres Agustinos con el abjeto de facilitar el trabajo de catequesis que llevaron adelante, desde la década

del treinta Esta emisora nace al éter, en una coyuntura nacional especial, toda vez que, en 1978 terminaba la dictadura de Banzer para dar paso a una crisis polìtica que desencandenò

en la inestabilidad de los gobiernos de ese entonces. En 1979 la radio marca uno de sus principales hitos: inicia la experiencia de formaciòn de reporteros populares, con campesinos

voluntarios que desarrollan la tarea de vincular a las comunidades de la regiòn entre si superando las enormes distancias y falta de caminos.

El 17 de Julio de 1980, el golpe de Estado de Luis Gracia Mesa afecta también el trabajo de Radio Yungas, a dìa siguiende del golpe de Estado, Radio Yungas es tomada por los militares

y sus emisiones interrumpidas por tres semanas.

En este proceso de recuperaciòn y construcciòn de la democracia Radio Yungas, defiende a quemarropa los intereses y las organizaciones campesinas y junto a ellos participò en blo-

queos, marchas, huelgas y la radio se constituye para el yungueño, en la compañera y el instrumento de lucha por la defensa de la hoja de coca, sinònimo de vida para el habitante de

Yungas. Radio Yungas naciò con 1.000 watios de potencia, actualmente tiene 5.000 watios en A.M. y tiene una programaciòn interactiva gracias a mas de 50 corresponsalìas instaladas

en distintas poblaciones de la regiòn. En sus 30 años de vida, encontramos a Radio Yungas, sin Padre Agustinos, con personal capacitado lugareño con compromiso social y los màs

importante, autofinanciando su funcionamiento, con la venta de servicios y el convenio de apoyo mutuo con istituciones y organizaciones que viven junto con los pueblos yungueños.

Esta emisora tiene muchas necesidades, como la renovaciòn de sus equipos y la implementaciòn de una programaciòn educativa, para ello necesita recursos humanos y financieros.

Esta metas seràn posibles sòlo gracias al apoyo de los yungueños y de todas las organizaciones e instituciones amigas.

Sabino Gòmez

Director Radio Yungas

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Coca is Not Cocaine, and Most of All Not in Bolivia

As the photographs by Claudio Ronchini beautifully illustrate

here, the text by Eusebio Gironda and the words of President Evo

Morales also suggest, Bolivia, even among the Andean nations, has

a special relationship with coca leaf. The altiplano has nurtured this

relationship over thousands of years, and this relation demonstrates

that coca leaf, in complex ways, is not reducible to the modern

illicit drug cocaine. I wish to make brief points in this essay: first,

there has been a changing dialectical connection between coca

and cocaine through history, and that genealogy has made Bolivia

a unique haven for the national usage and identification with coca

leaf and also reveals surprising forms of modern nationalism in the

Andes, from Peru’s early “Cocaine Nationalism” to Bolivia’s currently

consolidating “Coca Nationalism”.

So the question is about Bolivia: why has Bolivia, among all the

coca nations of the Andes (i.e., Peru, Ecuador, Colombia, and

Argentina) played such a positive and proactive role in the historical

recuperation of coca-leaf? In many respects, Bolivia has served as

the historical haven of coca leaf, just as eastern Peru served from the

1880s to the 1960s as the key world site for preserving the technical

culture of the drug cocaine.

Let me quickly survey the Andes. The simplest case is Quito,

today’s highland Ecuador, where in the colonial era, for still dimly

understood reasons, coca use was eradicated by the colonial state,

or otherwise disappeared. Colombia - which today grows about half

the world’s coca - has few historical ties to coca leaf. It was very

rarely grown and used among the country’s scattered indigenous

groups, such as the Páez Indians or varied Amazonian peoples, and

modern Colombian authorities became vocally anti-coca, despite its

absence.

The boom in Colombian coca today (which uses newly developed

hybrid high-alkaloid plants) is almost entirely related to the export

business of illicit cocaine, after U.S.-inspired and funded interdiction

and crop substitution policies drove peasant coca out of Peru’s

Huallaga region and Bolivia’s Chapare during the 1990s. However,

the latest and unsurprising news is that given intensified U.S.

pressures against Colombian coca crops in “Plan Colombia,” illicit

leaf growing is rapidly returning to Amazonian Peru and Bolivia.

Peru is the most complex case, in large part because of the country’s

sharply divided social geography (the tripartite regionality of

costa/sierra/selva) and the historical racism of coastal, urban, and

Europeanized Peruvian elites. In Peru, coca use, until recently,

was almost entirely the domain of the countries subalterned and

geographically marginal Quechua caste. Even the local term coquero

(coca “chewer”) carries negative connotations. It was easy and

natural for Peru’s westernized governmental and medical elites in

Lima to denigrate coca leaf, even as they embraced an early “cocaine

nationalism.” These attitudes may be changing now that millions

of Peru’s Indians have descended into the capital, but Peruvian law

still defines coca use as fully acceptable only above certain altitudes.

And the regions where coca was sown - the “savage” and even

more remote Ceja de la Montaña - was even further off the official

imagination, at least until the 1960s.

That meant that the local elites (such as those of Huánuco) who

lived off coca plantations and regions animated by coca trades were

unimportant to the Peruvian state. But this distance also meant that

when illicit cocaine flooded those areas after 1970 the central state,

such as it was, became disconnected from coca peasants and could

conveniently ignore the spiraling corruption and violence of the

cocaine trade, even if indirectly buoyed by Peru’s fiscal balances.

Indeed, a studied ignorance of coca and cocaine as an element of

Peru’s national reality still pervades Lima, including its academic

world. Finally, in Argentina (and perhaps to lesser extent northern

Chile), coca use is not necessarily linked to “Indian-ness,” and the

leaf is brought in from the outside. Indeed, in northern Argentina,

coca use has generalized as even a respectable “middle-class”

indulgence and as migrants move to Buenos Aires, a new type of

popular urban coca scene has emerged. So, there seems to be little

negative feeling against coca, which still barely competes with yerba

mate in the national imaginary.

In Bolivia, in contrast, coca-leaf has always been far more integral

to the country, its economy, politics, and culture, than any of these

other Andean cases, although this special relationship merits more

serious historical study. This is not to say that Bolivia’s traditional

elites were less “racist” than say Peru’s. Indeed, they probably

sincerely felt that the country’s uncivilized Indian majority would

not work, and especially work for them, without the stimulus of coca,

or felt they were impervious to “improvement” (westernization)

through hygienic reform alone. But they did flexibly accommodate

themselves to coca growing and use, so it became over time far more

like Argentina’s mate, a consumable marker of an imagined Bolivian

community. Indeed, the vocabulary for coca users in Bolivia, which

is vast, is largely neutral, and in recent decades coca use has seeped

to virtually all classes of society (for example, lowland mestizo truck

drivers), even during the heightened anti-drug war. In Bolivia, coca

is decidedly not cocaine.

In large part this was geography too, working in the reverse direction

of Peru’s fragmented national space. Coca historically united Bolivia.

The Yungas, where until the 1940s some 90% of Bolivian coca was

cultivated, is very near to La Paz, and close to the country’s most

densely populated areas. The coca trading routes south to Sucre and

Potosí were vital to the altiplano’s economic health and integration.

After independence, and the collapse of colonial silver mining, coca

became even more vital to internal commerce Although the Yungas

production was actually diverse, including Indian ejidos, its core

hacendado families formed the backbone of what was to become

the country’s republican “liberal” party elite. The SPY (Socieded de

Propietarios de Las Yungas) became critical in Bolivian politics, and

took its pro-coca stance deep into the 20th century. Coca usage was

never invisible in Bolivia, even if ruling elites did not themselves

much indulge. Moreover, the feeble Bolivian state deeply depended

on it: taxes on coca, which are easy to collect, fulfilled a significant

portion of central and local finances well into the last century. In

short, even in oligarchic Bolivia before 1952, coca was articulated

into the political system.

Thus, in Bolivia one sees very little of the elite schizophrenia or

historical mood-swings about coca that marked Peru. Instead, there

has fitfully emerged a “coca nationalism.” The SPY and government

officials actively promoted coca as a commercial crop and as a

hygienic good for the Bolivian masses. Moreover, as coca became a

more circumscribed national product (as Bolivia faded out of early

coca exports to Europe and never produced legal medicinal cocaine),

coca must have appeared an even more eminently national. Bolivian

officials, with the constant prodding of the SPY, actively confronted

international authorities about coca during the 1920s and 1930s.

They insisted, much like the government of Evo Morales today, that

coca leaf was not a hazardous drug nor simply an input to cocaine.

The most dramatic—if barely known episodes, which I document in

my new book—occurred during League of Nations debates of the

mid-1920s over whether to classify coca leaf as a raw material of

drugs requiring international supervision and limitation. In mid-1924

Bolivia sent an intrepid delegate, Arturo Pinto-Escalier to Geneva

to defend the leaf against such League of Nations pretensions. He

spoke passionately in favor of coca leaf, which he declared “not a

narcotic” and “no danger to society,” and even quoted from the

classic pro-coca U.S. medical text of turn of century of W.

Golden Mortimer to back up his claims. The U.S. delegate in the

room was none other than the powerful anti-drug head of the House

Foreign Relations Committee, Stephen Porter. But Pinto-Escalier’s

speeches were well received - like Evo’s in the United Nations in

September 2006 - and likely helped to shelve the League project. The

Bolivian congress and SPY continued to actively resist coca controls

throughout the 1920s and 30s. In contrast, Peru, which harvested

more coca than Bolivia in the era, sent no one to Geneva as they

hoped to simply ignore the thorny international issues raised by

bodies like the League. Coca limitation only become a global policy

ideal four decades later in 1961, the same year that Bolivia, under

intense cold-war political pressures from Washington, instituted its

first anti-drug laws. By then, the revolution, which destroyed older

interests like the SPY growers, had weakened and divided Bolivia’s

pro-coca elites.

The final point I wish to touch is the role of popular groups, as

opposed to these elite lobbies, in promoting coca nationalism,

which today is most vibrant in Bolivia. Like other veins of modern

nationalism, it becomes viable, legitimate, and lasting when popular

politics joins an imaginary community of interest “from below.” Again,

the contrasts with Colombia and Peru are instructive. In Colombia,

thousands of poor peasants are currently immersed in a violent civil

war (surely exacerbated by U.S. policies) partially financed and driven

by conflicts over coca. They are vertically organized: some work for

left-wing FARC guerrillas, others for right-wing paramilitaries, others

on behalf of greedy businessmen in Medellín, Bogotá, and Miami.

One thing you don’t see in Colombia, however, is coca nationalism:

Colombian peasants have little history with coca, and generally

don’t take or revere coca, which is simply an input into a vast and

impersonal transnational enterprise. In Peru, many thousands of

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for inclusion and for some kind of national political resolution to

the dilemmas of coca. In this context, it seems hardly accidental that

Evo Morales, who was politically apprenticed in the national coca

peasants union, would rise to the country’s presidency in late 2005.

And with this popular achievement, despite its many challenges,

the Bolivian government itself become an articulate leader of the

current global movement to recuperate and normalize the future of

Andean coca leaf.

One element of this future are Bolivian efforts to once again market

coca (as in coca’s late 19th century heyday) as an international

herbal product, beyond the proliferating array of modern domestic

coca concoctions - as the possible ginsing of the Andes.

This campaign is mirrored to a lesser degree by official coca marketing

projects in Peru. This idea could be an important tool for keeping

lowland peasants employed in a truly workable form of “alternative

development” to illicit cocaine--raising legal coca--unlike the many

failed imported or coerced crop replacement schemes. It also

means, in political terms, drawing a sharp distinction between coca

leaf and cocaine which openly challenges their legal conflation in

the still reigning but ultimately illusory UN Single Convention, which

still blocks international coca sales (except for the idiosyncrasies of

Coca Cola!). Bolivia, in a certain sense, is repeating the historical

challenge of 1920s, when it took a lonely stand against the League of

Nations on the issue of its national leaf. But this time Bolivia draws

on a far broader base of coca nationalism and even a growing degree

of international sympathy, given the failures of international drug

policies.

There are some legal possibilities. If successfully challenging the

international drug regime in this fashion, Bolivia may finally prove

to the rest of the world what its people already know from long hard

experience: that coca is not cocaine.

Paul Gootenberg

Stony Brook University,U.S.A.

dispossessed rural folk, many of them from coca cultures, fled to

places like the Huallaga Valley from the 1960s to 1980s, soon turning

to coca capitalism for survival.

The Peruvian state had a scant foothold in the region, and vanished

for decades after the collapse of formal economy and nationalist

projects like Velasco’s by the mid-1970s. Peasants felt abandoned,

politically and otherwise, in the jungle. Nor were they very

organized, since most had little background in politics and Peruvian

authorities repressed such efforts. So, when the drug war heated up

in the 1980s, Peruvian peasants found their unlikely defenders in

the destructive Sendero Luminoso guerrillas, who were able to make

the Huallaga into one of their prime mobilizing and fund-raising

bases for over a decade, an alliance branded as “narco-terrorism” in

Washington. Tragically, Peru’s coca peasants have never seen their

needs peacefully met.

In Bolivia, the historical scenario is quite different, perhaps influenced

by the fact that Bolivia already experienced a social revolution after

1952, however truncated, and the fact that Bolivian elites had long

articulated a politics of coca with the national state, however weak.

In Bolivia, the peasants migrating to the lowlands of Chapare and

Santa Cruz turned out to be highly political (if not in the ways that

Che Guevara hoped for in 1966-67). Bringing their political baggage

from the highlands, they organized themselves into peasant leagues

and sindicatos and peacefully resisted over decades the repressive

measures of successive Bolivian regimes (some of them notoriously

pro-cocaine) and crackdowns exported by the U.S. drug war after

the mid-1980s. Although not their only cause, these were also pro-

coca peasants, with a firm cultural allegiance to the leaf.

The fact that Bolivia also underwent a spirited revival of Aymara

politics during the era, for example, in the Katarista movement, must

have also helped to broadly legitimate the leaf in popular politics,

and coca enjoyed a wider national appeal in Bolivian society. Peru,

in contrast, experienced little “indigenous” politics during the late

20th century, and coca usage remains largely for poor “Indians”

and tourists. As U.S. - inspired anti-coca programs bore down on

Bolivian growers during the 1990s, and cut into coca crops, their

resistance, resentment, and resolve only grew. The key point is that

Bolivian coca peasants, despite their regional differences, and steep

international pressures against them, had never ceased to struggle

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¿Guerra a la coca, o paz con la coca?

Treinta años después de la primera edición de mi libro Mama Coca, no

sé si me cabe un triste llanto, o mejor, una risa irónica, frente a la falta de

seriedad de mis pares en el imperio transnacional del Norte. Ya sabemos

que los intereses neo-coloniales de mediados del siglo XX, disfrazados

con un discurso pseudo-científico, consiguieron poner la hoja de coca

en la maldita Lista 1 de la Convención Unica de la ONU (1961). Pero lo

que no se explica, es porque siguen hasta hoy con su absurdo proyecto

de desterrar una planta con una noble historia y una serie de virtudes

que se revelan cada día más útiles, cada vez más adaptadas a las necesi-

dades del futuro.

¿Cómo es posible que después de más de cin¬cuenta años de enérgi-

cas condenas a la coca no se ha conseguido siquiera uno de los obje-

tivos trazados por las políticas públicas? Cómo es factible que, a pesar

de repetidos fracasos a todos los niveles y en todas las áreas, se sigue

reproduciendo exactamente las mismas medidas? Y cómo es que a cada

cambio de ministros se sigue repitiendo la misma respuesta banal, ade-

más como si fuera la última novedad? “Ahora sí, vamos acabar con el

narcotráfico...”

¿Porqué no llegamos jamás a este momento decisivo de la historia?

Debe ser que el objetivo está mal trazado, o peor, que los verdaderos

obje¬tivos de una permanente guerra a las drogas no son para nada los

decla¬rados, y que le interesa al poder estar siempre a la vuelta de la

esquina de una victoria final que tantas veces ha invocado, anunciado,

declarado? La ilegalidad de la coca ha dado un extraordinario dinamismo

a los intereses oscuros de su comercialización, acompañado de unos

efectos profundos sobre los modelos de desarrollo en las áreas produc-

toras, y una serie de distorsiones políti¬cas que son de conocimiento

público. Desde que la coca fue declarada elemento perturbador del or-

den público hemos entrado en un espiral de violencia que parece no

tener salida, construyendo cada vez más cárceles, entrenando cada vez

más brigadas anti-narcóticos, erradicando cada vez más hectáreas.

Lo absurdo de esta situación, que efectivamente impide el desarrollo,

destruye las instituciones, y vuelve la coca parte de un proceso de mer-

cantilización maligna de todo el planeta, ha llevado muchas mentes

inteligen¬tes a reconocer la validez de las posiciones defendidas en mi

texto del lejano año de 1978. Dicho llanamente, la coca nunca debía

haber sido prohibida; por eso, al reconocer ahora la necesidad de un

cambio de enfoque, no se está tratando de “legalizar” algo de potencial

desconocido, sino de admitir un error histórico, y reparar una injusticia

hecha a una planta que ha acompañado al hombre durante milenios.

Ya es hora de hacer la paz con la coca, abrazar la coca, amarla como me-

rece de ser amada, una planta de muchos dones y muchas cualidades. El

doctor Andrew Weil, conocido médico naturista, también en 1978 publi-

có un artículo que describe varios usos interesantes de la coca:

- para tratar espasmos y condiciones dolorosas de trato gastrointestinal

- como sustituto del café, de la anfetaminas, y de la misma cocaína, ya

que estos estimulantes tienen acciones más prolongadas e irritantes

- como antidepresivo, siendo inmensamente menos tóxico que los pro-

ductos farmacéuticos usados para este fin

- para el mareo y el mal de altura

- como tónico de las cuerdas vocales para quienes requieren un uso

intensivo de la voz o del canto

- como tópico en los dolores de muelas y infecciones bucales

- como suplemento nutricional en programas de reducción de peso y

entrenamiento físico

El famoso estudio publicado por la Universidad de Harvard en 1975 ya

había llamado la atención sobre el valor nutritivo de la coca, comparán-

dola positivamente con varios otros elementos de la comida andina, y

mostrando que era una fuente excelente de calcio, fosfatos, y potasio,

además de contener cantidades apreciables de vitaminas y sales mine-

rales. Sin duda estas calidades explican la ausencia de indicios serios

de desnutrición en muchas comunidades andinas, así como apoyan su

empleo actual para tratar osteoporosis, diabetes, colesterol alto, hiper-

tensión, y otras enfermedades de la tercera edad.

Al desarrollo de estos nuevos usos, urbanos y modernos, se suman las

diversas introducciones del chacchado o acullico en contextos donde

no existía esta costumbre en la época en que inicié mis estudios sobre

el tema. Contrariando la rigidez y falta de imaginación de las políticas

oficiales, el mercado consumidor da señales de un aprendizaje colec-

tivo que ha rescatado el “uso tradicional” del gueto donde lo trataron

de encerrar. El objetivo original era limitar el uso de la coca a culturas

indígenas que, en la lógica de la época del falso progreso, estaban des-

tinadas a desaparecer. De esta manera, se llegó a favorecer ciertas áreas

de producción (los Yungas de La Paz, o el Valle de la Convención, en

Cusco) y castigar otros, igualmente “tradicionales” (Monzón, en Huánu-

co, y el Chapare bo¬liviano), creando así una confusión que abrió más

mercados que los que consiguió cerrar. En Colombia, se reconocía el

derecho de mambear coca en el caso de ciertos grupos indígenas (en la

Sierra Nevada de Santa Marta, en el Cauca, en el Putumayo, y en el Vau-

pés). Pero, a la vez, no se incluía dentro de estos parámetros la pobla-

ción campesina de las mismas zonas. ¿Porqué no? Hay muchos usos no

“tradicionales” de la coca que llevan a innovado¬ras soluciones: entre

estudiantes y artistas en varias ciudades andinas, entre trabajadores de

la industria pesquera en la costa peruana, entre la burguesía regionalista

de Salta en Argentina, entre los turistas que vienen al Cusco a aventurar-

se por los cami¬nos del Inca. Todos, incluyendo el reciente repunte del

uso de la harina de coca en las tiendas naturistas de Lima, demuestran

lo que sabe cualquier sociólogo; que el significado de cualquier forma

de consumo es maleable, históricamente, y en el caso de la coca pue-

de tomar rumbos inesperados.

Además de admitir la autonomía de la coca, su actuación como agente

histórico, las nuevas generaciones parecen entender intuitivamente el

respeto que se debe a las plantas psicotrópicas, llamadas “maestras”

en las tradiciones andino-amazónicas. Al apartarnos de la arrogancia

etnocéntrica expresada en las convenciones de la ONU, llegaremos

también quizás a reconocer la subjetividad del otro. Lo digo más como

un anhelo teórico que como un hecho consumado. ¿Pues cómo,

concretamente, se llega a considerar la coca como sujeto autónomo?

Cómo podemos verla como actor en la historia universal, y no apenas

como objeto de nuestro consumo, nuestras necesidades, nuestras in-

tervenciones, nuestras políticas?

En primer lugar, esto implica verla como especie botánica, una planta

que necesita agua y tierra, que busca el sol y, como todas las especies,

anhela y desea la reproducción. La reproducción... Quien conoce la

flor de la coca, quien ha mirado de cerca su fruto (que, dígase de paso,

dio origen a la forma de la botella de Coca-Cola) sabe que, además de

hermafrodita y bisexual, es también una planta muy fértil, capaz de dar

mucha semilla. Hace unos años, yo andaba por Coripata, un pueblo

de los Yungas de La Paz, con un equipo de TV, y a todos nos llamó

la atención la enorme cantidad de pepitas rojas que crecían sobre las

matas de coca. Dije, un poco en son de broma, que las lomas de la

región podrían tener el mismo destaque en la producción de coca que

tienen las de Borgoña para el vino. En efecto, los esquistos de la for-

mación geológica local son muy parecidos a las tierras de otras zonas

pro¬ductoras de larga data, como el valle de Monzón en Huánuco,

Perú, o el valle del río San Jorge en el sur del Cauca, Colombia.

La coca sí tiene una ecología parti¬cular, y hay que admitir que su

producción bajo el régimen de la prohibi¬ción no siempre ha res-

petado el medio ambiente. En el valle del río Apurímac, en Perú, y

en la costa Pacífica de Colombia, por ejemplo, se están desarrollando

actualmente plantaciones de coca muy densas, destinadas a un cor-

to periodo de máxima producción, seguido por un rápido abandono,

deterioro de los suelos, y erosión. Puedo imaginar un futuro donde la

coca ya no seria producida en gran escala donde lo es actualmente, y

volvería a los sitios que le son más adecuados en términos geológicos

y climatológicos. La coca cultivada se divide en dos especies, y cada es-

pecie comparte dos variedades bien demarcadas. Erythroxylum coca,

la principal espe¬cie económica, se cultiva en las vertientes orientales

de los Andes en Perú y Bolivia, y recientemente se ha introducido en

Colombia bajo el nombre de “coca Tingo”. Su variedad ypadú es adap-

tada a las condiciones de la selva baja, y se cultiva en la zona donde

se encuentran las fronteras de Brasil, Colombia y Perú. Tiene la par-

ticularidad de reproducirse por esta¬cas, alcanzando un crecimiento

muy rápido, pero produciendo hojas muy grandes con un contenido

de alcaloide relativamente bajo, lo que lleva a su consumo en forma

pulverizada. Erythroxylum novogranatense es la coca del Cauca y de la

Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, que está adaptada a con-

diciones estacionalmente más secas que las que favorecen la E. coca.

Su variedad truxillense es la coca de la costa norte peruana, cultivada

actualmente en los valles de los ríos Moche, Chicama y Marañón, en

condiciones semi-desérticas, con la ayuda de agua de riego y bajo una

ligera sombra. Tiene fama de ser la coca más aromática, y es la que se

usa como saborizante para gaseosas.

Cada especie, cada variedad, está adaptada a condiciones específi-

cas. Un adecuado manejo agronómico frenaría la tala de bosques en

zo¬nas inapropiadas, y la coca, en vez de ser una amenaza al eco-

sistema, como es pintada actualmente, volvería a ser la base del de-

sarrollo campesino en determinadas áreas que son particularmente

adecuadas para su cultivo. ¿Será demasiado optimista esta visión? No

lo creo. 250,000 hectáreas de coca no representan nada frente a las

enormes extensiones dedicadas, por ejemplo, a la caña de azúcar, tra-

dicional motor de la agro-industria tropical. Es perfectamente factible

combinar la coca con cultivos de pancoger, y asociarla a otras plantas

perennes que frenen la erosión. Lo único que se requiere es, como en

el caso de cualquier planta cultivada, saber evitar grandes extensiones

de monocultivo que atraen plagas y destru¬yen las complejas relacio-

nes entre las especies.

Aquí entro en lo esencial de mi argumento. Por detrás de las

cuestio¬nes de actualidad, se esconde un proceso de aprovecha-

miento de los re¬cursos naturales cuya historia remonta no apenas al

comienzo del actual ciclo de la cocaína en los años 1970s. Ni siquiera

al error monumental que resultó en la prohibición de ciertas drogas

y plantas al comienzo del siglo XX. El enfoque antropocéntrico - que

reza que las demás especies que existen en el planeta sólo están aquí

para satisfacer a las necesidades humanas - es anterior al liberalismo

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económico, al surgir del capi¬talismo moderno, y a la conquista euro-

pea de las Américas. Convenga¬mos que la tiranía del hombre sobre

las otras formas de vida es de gran antigüedad, aunque no comparti-

da por todas las sociedades humanas, y contraria a la percepción del

mundo de muchos grupos indígenas ameri¬canos. La visión de estas

sociedades —descrita por el antropólogo brasile¬ño Eduardo Vivei-

ros de Castro como “perspectivismo” y “multinaturismo”— implica un

planeta habitado por múltiples seres, cada uno percibiéndose como

sujeto, cada uno dotado de una inteligencia autónoma, cada uno apre-

ciando el mundo desde el punto de vista distinto a los demás.

Es importante enfatizar aquí que estamos delante de un entendimien-

to que es el opuesto de nuestra visión moderna, multicultural, que

supone una similitud en la naturaleza física de las formas de vida, y

una multipli¬cidad en las adaptaciones culturales. En la perspectiva

multinatural, lo que ocurre es el contrario: se concibe el mundo con

una unidad de espíri¬tu, de la cultura, de la percepción, cosas que son

compartidas por todas las especies. La diversidad está en los cuerpos,

en los aparatos cognitivos, y en las formas concretas de representación.

Aquí se confunden las categorías y las dicotomías tan valorizadas en

Occidente: la naturaleza y la cultura, la animalidad y la humanidad, la

determinación y el libre albedrío. Desde una perspectiva multinatural,

se aprecia la guerra a las drogas no sólo como empresa imperialista, ni

apenas como una proyección mágica de lo maligno en susbtancias y

plan¬tas inocentes en sí mismas. Se la ve como realmente es: el deseo

de llevar el mundo a lo que un cierto Dr. Dupont, consejero de dro-

gas del ex-presidente Ronald Reagan, una vez llamó sin ningún recelo

species extinction, defendiendo tal objetivo, en el caso específico de la

coca, como algo deseable para el orden público y la salud del hombre.

Me pregunto: ¿Cómo será que la coca - para no hablar de la amapola y

el cannabis, del yagé o ayahuasca, de los cactus peyote y achuma, de

los hongos, y muchas plantas más - cómo será que la inteligencia de

esta especie, nues¬tra cocamama, percibe el loco afán de los hombres

de acabar con ella?

Verá seguramente que los problemas que tenemos con ella se deben

esencialmente a la falta de un correcto entendimiento de nuestra par-

te, tanto en saber aprovechar sus dones y beneficios de forma adecua-

da, como en establecer una relación respetuosa y democrática entre

las espe¬cies, y así ampliar nuestro concepto de lo político más allá de

Homo sa¬piens. Verá también que negamos a las plantas y animales

la capacidad de intencionalidad que es dada por la posición de sujeto,

que los conde¬namos para siempre a la condición de meros objetos

de nuestro modelo de consumo. Verá finalmente que nuestra confu-

sión es producto del mie¬do; miedo de perder la seguridad utilitaria

de un mundo donde todo se convierte en un elemento de mercado; y

sobretodo terror de pasar al reco¬nocimiento de una subjetividad no-

humana, y así llegar a percibir las plantas psicoactivas como auténticos

profesores, guías del pensamiento. El miedo que encierra la “guerra” a

la coca es esencialmente este: que la planta tiene más que enseñarnos

que todos los think-tanks de Washington reunidos...

Si, al contrario, aceptamos que tenemos mucho que aprender de la

coca, todo este cuadro se invierte - ya no encontramos problemas,

sino soluciones. Soluciones ambientales, soluciones para el desarrollo

y la rein¬serción social, soluciones pragmáticas para el consumidor.

Insisto sobre el ejemplo de la coca amazónica, el ypadú o el mambe,

cuya forma pulverizada reúne todos los requisitos de un producto para

las nuevas generaciones. Es efectivo y de manejo fácil y, por lo tan-

to, podría hacerle competencia a la cocaína refinada. Además, tiene

un perfil sano: selvático y ecológico, orgánico e integral. Esta, y otras

formas de coca semi-industrializada, podrían hacer que empecemos a

concebir un futuro en que lleguemos finalmente a convivir de forma

pacífica con esta planta.

Por su parte, la coca puede, y hasta quiere, vivir en paz con nosotros.

El botánico Timothy Plowman que, aún más que yo, conoció en su cor-

ta vida casi todas las áreas de producción de coca, una vez me contó

que nunca en todas sus andanzas había encontrado una planta verda-

deramente silvestre de coca. No hablamos de la sacha coca de la selva

pre-andina, o de las cerca de ochenta otras especies de Erythroxylum

que crecen en varias partes de América del Sur. Tratamos de las dos es-

pecies de coca con alcaloide, cuya domesticación remonta por lo me-

nos a los 3000 años antes de Cristo. La mata silvestre que dio origen

a estas especies ha desaparecido, así que, desde hace miles de años,

la coca depende de nosotros para sobrevivir. Es nuestra compañera,

como muchas otras plantas cultivadas, equivalente al perro y al gato en

el mundo animal. Es por esta razón que nos quiere, porque depende

de nosotros, y no porque somos ni bellos, ni buenos, ni inteligentes.

Es porque le damos vida, la hacemos crecer, la acariciamos y la co-

memos. Nos quiere como nosotros la queremos a ella: con todas las

contradicciones de la pasión y de la interdependencia. Contra el odio

de los guerreros que buscan la extinción de la especie, tenemos que

responder con dos lemas que, a la verdad, son uno solo:

Amor a la coca.

Paz con la coca.

Anthony Richard Henman

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UN ENSAYO SOBRE PSICOLOGIA SOCIAL

LA LEYENDA DE LA COCA

El INTI, EL DIOS SOL, entrega la PLANTA de COCA a su pueblo…

…guarden con amor estas HOJAS

y cuando sientan

DOLOR en su corazón

HAMBRE en su carne

y OSCURIDAD en su mente...

llevenlas a su boca

y con dulzura EXTRAIGAN su espíritu

que es parte del mío.

Obtendrán AMOR para su dolor

ALIMENTO para su cuerpo

y LUZ para su MENTE

Y aun más..¡

Observen el baile de estas hojas con el viento

y tendrán el ORACULO que orientara sus vidas...

Pero si el verdugo llegado del norte,

EL CONQUISTADOR BLANCO,

el buscador de oro

LA TOCARA..¡

solo encontrará en ella

VENENO para su cuerpo y LOCURA para su mente.

Las leyendas son sueños soñados por seres colectivosLas leyendas son el equivalente de los sueños en las personas. Son sueños

soñados por seres colectivos, pueblos pasados y su análisis al igual que el

de nuestros sueños individuales nos permiten penetrar la mente colectiva

inconsciente. La leyenda de la coca, transmitida oralmente en los Andes fue

recogida por el escritor Antonio Díaz Villamil en su libro “Leyendas de mi

tierra”. La versión que antecede es un fragmento de la adaptación libre que

realice para un film que realizamos el año 1982.

A continuación reproduzco, con fines de análisis, los fragmentos más

importantes de la Leyenda de la coca tal cual la transcribió Villamil. En las

siguientes paginas ofrezco un resumen muy suscito de todo lo que encontré

al enlazar los símbolos existentes en la Leyenda con elementos vivos del

consciente colectivo o en la historia de la humanidad.

Fragmento leyenda de la coca (Según el original)El padre sol, el INTI hablo así a su pueblo:

- “Hijo mío. He oído tus plegarias. ¿Quieres dejar a tus tristes hermanos

un lenitivo para sus dolores y un reconfortante para las terribles fatigas

que les guarde en su desamparo? - Si, si. Quiero que tengan algo con que

resistir la esclavitud angustiosa que les aguarda. ¿Me lo concederás? Es la

única gracia que te pido antes de morir

- Dijo el viejo Yatiri (Chaman) a cargo del templo de la Isla de Sol-

- Bien, respondió con dulce tristeza, la voz. Mira en torno tuyo ¿ves esas

pequeñas plantitas de hojas verdes y ovaladas? Las he hecho brotar

para ti y tus hermanos. Ellas realizaran el milagro de adormecer penas y

sostener fatigas. Serán el talismán inapreciable para los días amargos. Di

a tus hermanos que, sin herir los tallos arranquen las hojas y después de

secarlas, las mastiquen. El jugo de estas plantas será el mejor remedio

para la inmensa pena de sus almas.

(Luego el Yatiri entregaba a su vez las hojas a sus hermanos).

En las duras fatigas que os impongan el despotismo de vuestros amos,

mascad esas hojas y el camino os hará breve y pasajero. En el fondo de

las minas donde os entierre la inhumana ambición de los que vienen a

robar el tesoro de nuestras montañas, cuando os halléis bajo la amenaza

de las rocas prontas a desplomarse sobre vosotros, el jugo de esas

hojas os ayudara a soportar esa vida de oscuridad y de terror. En los

momentos ene que vuestro espíritu melancólico quiera fingir un poco

de alegría esas hojas adormecerán vuestra pena y os darán la ilusión de

creeros felices.

Cuando queráis escudriñar algo de vuestro destino, un puñado de esas

hojas lanzadas al viento os dirá el secreto que anheláis conocer. Y cuando

el blanco quiera hacer lo mismo y se atreva a utilizar como vosotros esas

hojas, le sucederá todo lo contrario. Su jugo que para vosotros será la

fuerza y la vida, para vuestros amos, será vicio repugnante y degenerado,

mientras que para vosotros los indios será alimento casi espiritual, a ellos

les causara la idiotez y la locura. Hijos míos no olvidéis cuanto os digo.

Cultivad esta planta. Es la preciosa herencia que os dejo.

Cuidad que no se extinga y conservadla y propagadla entre los vuestros con

amor y veneración.”

El analisis...La leyenda dice:

“tendréis alimento y consuelo”

“tendréis fuerzas para el trabajo”

“su jugo será la fuerza y la vida”

La propiedad de “quitar el hambre” es sin duda el concepto mas relacionado a

la coca, tanto en el lenguaje popular como en las referencias históricas.

Fue incluso una de las razones que utilizo Naciones Unidas para su prohibición.

Pero esta característica fue atribuida “por el hombre blanco” a las propiedades

“adormecedoras” mas que a su poder nutritivo, seguramente originada en la

observación de los esclavos de la colonización española que trabajaban casi

exclusivamente masticando hojas de coca.

Pero las “fuerzas para el trabajo” implican necesariamente alimentos.

Así como la palabra “vida” que solo podría venir de algo concreto que la

sostenga, como el alimento. La palabra “consuelo” si, se podría relacionar con

un efecto estimulante, pero esta especificado como un elemento aparte. El

rastreo del consciente colectivo actual nos lleva a una noticia en el periódico

Presencia publicado en la ciudad de La Paz, Bolivia.1

El artículo reproduce la ya muy conocida investigación de la universidad de

Harvard de 1975 realizada por los doctores Duke, Owlik y Plowman de la

Universidad de Harvard. Ellos compararon alimentos andinos conocidos

por su alto valor nutritivo como la quinua y el amaranto con hojas de coca y

encontraron que los nutrientes contenidos en la hoja de coca, superaban al

de los alimentos. Por ejemplo en 100 gramos de coca hay 11.000 Unidades de

vitamina A, mientras que en la zanahoria apenas tenemos 3.500 mcg.

El 18 % de la coca es proteína y es la fuente conocida más rica de fósforo y

vitamina B. Su contenido de Calcio duplica al de la leche.2

La expresión:

“será alimento casi espiritual”

Podría referirse a las cualidades excepcionales de los nutrientes de la coca.

Pero “alimento espiritual” es el papel religioso que cumple la coca en la cultura

andina, parecido al rol de la hostia Católica, que también recibe este apelativo.

“un lenitivo para sus dolores”

“y sostener fatigas”

En Bolivia, aun hoy en día, es común ver hojas de coca pegadas a la frente

de los indígenas para combatir el dolor de cabeza, la infusión de coca es la

primera alternativa popular utilizada para el dolor de estomago, así como los

emplastos de coca para todo tipo de lesiones, especialmente articulares e

incluso fracturas. Los Incas, ya utilizaron emplastos de coca para aliviar el

dolor de la trepanación o cirugía de cráneo.3

Kollasuyo era el nombre de estas tierras donde ahora se cultiva Coca y

significa tierra de las medicinas. Los médicos andinos llamados Kallawayas

tienen como elemento central de su arsenal terapéutico a la hoja de

coca porque es la que quita los dolores, analgésico o anestésico.

La “fatiga” es también sinónimo de dolor.

El que nos aqueja cuando la actividad física es llevada a un extremo y no

podemos seguir “porque duele el cuerpo”. Curiosamente cuando veamos

los modernos estudios sobre la coca, los términos “fatiga y antifatigante”

son constantemente utilizados. Aliviar el dolor es la razón de ser de

los médicos. Y sin embargo los médicos para curar a veces debemos

producir aun más dolor. Como por ejemplo el que ocasionamos cuando

amputamos un brazo o extraemos un simple diente.

Pero alguien dirá: Hoy me extrajeron una muela y no sentí ningún

dolor y no mentiría. Pero esto no fue siempre así. Antes, para someter a

cirugía a una persona, debíamos desmayarlo de un golpe, embriagarlo

con alcohol hasta la inconsciencia o sujetarlo por la fuerza para que el

cirujano pueda operar sin la actitud defensiva natural del paciente. Te

imaginas una cirugía ocular “sin anestesia”? Si revisamos el texto oficial

de farmacología de cualquier escuela de medicina del mundo, la de

Manuel Litter, por ejemplo4 veremos que de la hoja de coca se extrajo el

primer anestésico de uso local.

Es decir la droga que aplicada al tronco nervioso impide que la señal de

dolor llegue al cerebro.

La cocaína fue el primer anestésico local conocido. Gracias al aislamiento

de la cocaína a partir de la hoja de coca podemos entrar y salir del

dentista con una sonrisa.

La leyenda continúa:

“adormecer penas”

“os dará la ilusión de creeros felices”

El dolor del almaPero existe otra clase de dolor, el dolor psíquico, el “dolor del alma” “la pena”

que es parte de la condición humana desde siempre. El dolor o la pena por la

perdida de un ser querido, por ejemplo, la tristeza inherente a los fracasos por la

supervivencia, la perdida de la salud o la inminencia de la muerte. Actualmente

es una verdadera pandemia en la sociedad humana. Por eso la venta de

estimulantes, como las anfetaminas y una interminable lista de antidepresivos

que “Nos dan la ilusión de creernos felices” es una de las mayores fuentes de

242 243

riquezas para las transnacionales farmacéuticas.

Las propiedades estimulantes o antidepresivas de los derivados de la

coca descubiertas por Sigmund Freud hace más de un siglo, fueron

objeto de su pasión y están íntimamente ligadas a la evolución de su

teoría psicoanalítica.

“No pierda tiempo, sea feliz; si se siente pesimista, abatido,

solicite cocaína.”

Publicidad de Parke & Davis5

Esta clase de anuncios comerciales que ahora nos parecen inverosímiles,

dado el largo tiempo de prohibición eran muy comunes hasta 1912.

Dice Manuel Litter en su tratado de farmacología: “En el hombre las

pequeñas dosis de cocaína actúan sobre la corteza cerebral produciendo

estimulación psíquica con aumento de la capacidad de trabajo,

probablemente por ausencia de la sensación de fatiga (acción analgésica

central y disminución de la transmisión de impulsos nerviosos), luego se

produce excitación, incluso sexual, euforia, locuacidad, inquietud”.4

Pero tal vez la mejor prueba del poder estimulante de la hoja misma es

la Coca Cola, fabricada de hojas de coca del Perú, se anunciaba, hasta

1903, como un producto de cocaína y como una bebida básicamente

estimulante. Pero no es necesario ir tan lejos. La propiedad estimulante

de la coca ya fue evidente para los españoles durante la colonia, que

después de prohibirla en 1551 por interferir con la Religión católica,

se vieron obligados, por la disminución de la capacidad laboral de

los esclavos y el consecuente bajón económico, no solo a levantar la

prohibición, sino a obligar su consumo. En los Andes la asociación de

la coca con el trabajo puede observarse en la vida cotidiana de obreros

y campesinos.

La leyenda dice:

“soportar vida de oscuridad y terror”

El termino OSCURIDAD, visto desde lo social solo puede referirse a la

relación con la deidad y el conocimiento. El hombre sin Dios, esta solo,

perdido en la oscuridad, ignorante de si y de su origen.

La coca es, actualmente y desde siempre, el elemento fundamental en

la vida religiosa de los andes, es el nexo divino por excelencia. El papel

de la coca en la religiosidad andina solo es comparable a la hostia de la

religión católica junto al vino ritual.

La leyenda dice:

“un puñado de estas hojas lanzadas al viento

Os dirá el secreto que anheláis conocer”

El oraculo andinoLa leyenda específica el carácter de oráculo de la coca, es decir el medio

de conocimiento. “Leer la suerte en la coca” es, hasta ahora, un elemento

muy importante en la cultura Boliviana y Peruana.

El Yatiri (Chaman) “lee en coca” su diagnostico. Así como el brujo

ilumina el camino de su consultante leyendo en la coca.

El oráculo nos hace pensar el principio de la “sincronicidad” de Carl

Jung, según el cual este método de diagnostico, de la misma manera

que el I CHING de los chinos, no es como se cree, un producto del azar,

sino un sistema de exploración del inconsciente desarrollado durante

milenios.

La maldicion?La leyenda dice:

Para los amos será vicio repugnante y degenerador”

“les causara la idiotez y locura”

En otras palabras, cuando la coca sea usada en su contexto social, es

decir de acuerdo al pueblo Andino, tendría características benéficas,

serviría como alimento y medicina tanto para el cuerpo como para el

espíritu. Y debe serlo, porque de otra manera no debería quedar ningún

andino por estos lados después de consumir coca por milenios.

Que paso cuando el hombre blanco utilizo la coca?

Le dio el mal uso que le da casi a todo lo que habita en el planeta incluido

el globo terrestre.

La promoción de la cocaína a nivel mundial, se la atribuyeron a Sigmund

Freud, el padre del Psicoanálisis y la acusaron de iniciar el “tercer azote

de la humanidad” juntamente con el alcohol y la morfina.6

La leyenda dice:

“Cuidad que no se extinga y conservadla y propagadla

entre los vuestros con amor y veneración.”

Lo que indudablemente hace alusión a lo que esta sucediendo en la

defensa de la coca por los pueblos originarios.

A tal grado que ahora el Presidente de Bolivia es justamente un

cultivador de coca que esta cuidando que no se extinga. Aquí sobra

el análisis.

La prediccion de la leyenda de la coca se cumplio?La precisión de la leyenda es casi matemática. Es como si alguien,

viajado en el tiempo, lo hubiese visto con sus propios ojos. Pero

antes debemos reflexionar aun mas profundamente sobre el mensaje

de este contenido del inconsciente colectivo que enfatiza tanto en el

CONTROL DEL DOLOR.

El control del dolor nos hizo civilizados?El control del dolor es tal vez lo que más nos caracteriza como seres

civilizados. Imaginemos un mundo sin analgésicos o anestésicos:

nuestra medicina seria primitiva, una gran parte de los adelantos

médicos alcanzados serian imposibles. No habría prótesis, ni

tratamiento de conductos, ni cesáreas. Un simple dolor de muelas

acabaría con la carrera profesional de cualquier científico que sueñe

con el avance técnico de nuestra civilización.

La cocaina es la heroina de la farmacologia?Por todo esto podríamos creer que a continuación encontraríamos

una maravillosa historia de la coca como la heroína que nos salvo

del dolor. Pero la realidad es todo lo contrario. En pleno siglo 20,

seis años antes de que lleguemos a la luna, la civilización humana

le ha declarado la guerra, con balas y todo, a la planta de la coca y

a otros dos vegetales, la amapola y el cannabis, que “curiosamente”

también son poderosos analgésicos o controladores del dolor. Que

sucedió? Como es que elementos tan valiosos de pronto son villanos

que hay que matar a cualquier precio?. En un mundo que quiere

ser ecológico, salvando las especies, creamos leyes para la extinguir

sistemáticamente otras. Llamamos plagas justo a lo más valioso que

nos dio la naturaleza. Destruimos el medio ambiente y hacemos

gran esfuerzo por diseminar el cáncer echando HERBICIDAS a los

pocos bosques que aun nos permiten respirar, y todo en nombre

de la salud de la humanidad. Al mismo tiempo otras drogas como el

alcohol y el tabaco que si está llenando los hospitales del mundo no

solo son legales sino de consumo obligado y hasta nos vinculan con

Dios, como es el caso del vino que hace dos mil años se convirtió

en la sangre de Dios para que comulguemos con ÉL. Como es que

llegamos a poner las cosas exactamente al revés? La humanidad

enloqueció?

AkullicuEl akullicu o mal llamado masticado de coca. Es una técnica andina,

desarrollada a través de siglos, que permite extraer los principios

activos de la hoja de coca de una forma excepcional. Decimos mal

llamado puesto que la coca no se mastica, al contrario, la técnica

consiste precisamente en no masticar ni tragar la hoja.

Una variante de la técnica consiste en envolver con la misma hoja

una pequeña porción de lejía (alcalinizante, por ejem. Cenizas

vegetales). Así cada hoja doblada sobre si misma con su respectiva

porción de lejía en su interior es introducida en el carrillo de la

boca entre la pared bucal y las encías de los molares donde es

acumulada junto a las demás hojas y dejada reposar para que la saliva

la humedezca. Poco a poco el jugo resultante del bolo de coca va

deslizándose al interior de la boca produciendo un efecto anestésico

(adormecimiento de la mucosa de la boca).

Otras regiones como en la amazonía o pueblos costeros la técnica

varia, así por ejemplo, la coca es pulverizada y la lejía es se obtiene

moliendo conchas marinas. Actualmente en las ciudades de Bolivia,

donde la coca es muy utilizada también por clases sociales diferentes

al campesino, como intelectuales, artistas, transportistas, estudiantes,

obreros, etc. la lejía de cenizas esta sustituida por el bicarbonato

de sodio que ofrece mejores condiciones sanitarias, aunque su uso

pueda llevar problemas si se excede mucho la cantidad.

Es frecuente ver, también, como algunas personas añaden a su bolo

de coca las cenizas de sus propios cigarrillos.

La utilización de la lejía o de cualquier alcalinizante, ahora se sabe, es

el elemento indispensable para hidrolizar los alcaloides y así poder

asimilarla directamente por la piel interna de la boca o mucosa.

Esta técnica de procesar la hoja, primero en la boca, asegura la

obtención del efecto estimulante rápidamente.

A los pocos minutos, se produce un efecto anestésico en las mucosas

244 245

contiguas al bolo y también en la mejilla, garganta y lengua.

El efecto anestésico local, que veremos con más profundidad mas

adelante, es sin duda el gran valor de la coca y explica su uso empírico

para calmar el dolor. Por ejemplo, como cataplasma aplicada

directamente a la zona dolorida, en caso fracturas de huesos, dolores

de muela y trastornos dolorosos del aparato digestivo en general.

Especial mención merece el uso de estos cataplasmas en la artritis,

con que los kallawayas (médicos tradicionales andinos) están

tratando con mucho éxito toda clase de lesiones articulares.

Y aquí poco tendría que ver la propiedad anestésica, el cataplasma de coca no

solo alivia el dolor sino mejora los tejidos articulares y especialmente relaja los

músculos contraídos adyacentes. Esta cualidad ha sido patentada en Estados

Unidos como un gran descubrimiento moderno, lo que equivale apropiarse

de una manera disimilada de la hoja de coca misma y de esta técnica terapéutica

de los Kallawayas. Esta “doble moral” de los norteamericanos, mas evidente en

el caso de la Coca Cola como veremos mas adelante, ha llegado al extremo

de registrar en Bolivia actualmente, la “molécula andina” (cocaína) como

propiedad norteamericana. Obscuros intereses detrás de esta iniciativa, que

se aprovechan del espacio abierto por el gobierno del cocalero Evo Morales a

favor de la coca, han puesto al descubierto decretos secretos del gobierno de

Sanchez de Lozada que respaldan legalmente la “legalización de la cocaína”.

Lo irónico es que un gobierno que esta luchando por la dignidad de Bolivia,

recuperar sus recursos naturales, proteger la hoja de coca es el que, tal vez

sin saberlo, esta ahora permitiendo una vez mas que los Estados Unidos, que

luchan ferozmente contra la cocaína (aparentemente), sean dueños de la

cocaína legal en Bolivia.

Que se siente al akullicar?La absorción de alcaloides es bastante rápida y el efecto defatigante, euforizante

o antidepresivo se siente a los pocos minutos, existiendo un suave incremento

de la velocidad psicomotora, mayor alerta; aumenta la actividad o deseos de

hacer algo. Las funciones intelectuales superiores se optimizan y se siente una

suave sensación de expansión de la conciencia.

En el área emocional el efecto es suavemente estimulante, el individuo se

siente, alegre, optimista, emprendedor. Las necesidades corporales, como el

hambre, el sueño son postergadas. La capacidad o el rendimiento en el trabajo

mejoran notablemente a simple observación.

El efecto pude durar varias horas y se prolonga mediante el añadido de pocas

hojas más. Durante el trabajo agrícola son frecuentes 2 o 3 administraciones

durante todo el día.

Como es la gente que akullica coca?Es igual a las que toman café en cualquier parte del mundo o hierba mate

como en la Argentina y el Uruguay para estimularse y aumentar su rendimiento

laboral. Su uso abarco una aérea que incluye a Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia,

Chile, Argentina, Paraguay y Brasil.

Evidencia antropologica de la benignidad akullicuTiwanacu es una de las culturas más importantes de Sudamérica con grandes

avances tecnológicos en la astronomía y las matemáticas, el manejo de la piedra

(amasado de la piedra) que se puede apreciar en sus ruinas son aun un misterio

sin descifrar. Existe cerámica perteneciente al Periodo IV o clásico de Tiwanaku

que muestra el típico bolo de coca que eleva la mejilla de akullicador .

El imperio Inca que abarco casi todo el continente sudamericano utilizo la coca

como energizante. Son muy conocidas las hazañas de los chasquis o mensajeros

del imperio Inca que hacían grandes travesías solo alimentandose con hojas de

coca que llevaban en una pequeña chuspa (bolsa).

Hoy día aun podemos ver, en vivo, como las culturas andinas después de

consumir por milenios la coca, han desarrollado magníficamente diferentes

aspectos del conocimiento y el arte. Demostrando un cerebro saludable.

La investigación de Carter y Mamani en las zonas altiplánicas rurales bolivianas,

ha demostrado que el 92% de los hombres y el 89% de mujeres utilizan la coca

y que respectivamente el 82% y el 68% la mastican habitualmente.7

300 años despues…Habrían de pasar 3 siglos para que la medicina moderna redescubra las

propiedades de la coca. En 1860 Albert Niemman de la universidad de

Goettingen, Alemania, informa el descubrimiento de la molécula de la cocaína,

aislada de hojas de coca del Perú.

En l880 Vassili von Anrep de la Universidad de Wursburg percibe por primera

vez las propiedades anestésicas de la cocaína atrayendo la atención de un joven

neurólogo, Sigmund Freud que años después crearía el psicoanálisis y seria

considerado como uno de lo sabios de la civilización humana.

Pero pronto las propiedades anestésicas de la cocaína son dejadas de lado

por Freud porque sus cualidades estimulantes o antidepresivas absorben su

interés. La pasión de Freud por la cocaína impregna sus escritos, se reflejan

en sus sueños y especialmente lo convierten en un “superhombre en la cama”

como expresa en una carta a su novia. Desde 1884 Sigmund Freud empieza a

recomendar la cocaína en dosis bajas como antidepresivo.

En sus “Escritos sobre la cocaína” sugiere seis aplicaciones

terapéuticas para la cocaína: 1) como estimulante, 2) para trastornos

gástricos, 3) para la caquexia 4) para curar a morfinómanos y

alcohólicos, 5) en anestesia local, y 6) como afrodisíaco.

Freud protagonizo el primer intento de curar la adicción a la

morfina con cocaína. Su amigo Ernst von Fleishl Marxow luego de

la amputación de un dedo infectado se vuelve adicto a los opiáceos

que utilizaba para aliviar su dolor.

Freud le recomienda cocaína para “salir” de la morfina, pero

desafortunadamente la vía utilizada por Fleishl Marxow fue la

endovenosa lo que derivo en una sobredosis fatal.

Estoy de acuerdo con Freud en que el fármaco prescrito no era el

problema sino la vía de administración. La actitud terapéutica era

la correcta. Se había logrado reemplazar una droga que ocasiona

dependencia física como los opiáceos por otra que carecía de ese

grave efecto, la cocaína.

La muerte del amigo se debió a una sobredosis por la vía de

administración errada y la utilización de un fármaco concentrado.

Muertes por mala administración de medicamentos suceden a diario,

desde la aspirina hasta la bomba de cobalto.

Freud insistía:

“Es necesario que los médicos comprendan que la posibilidad de

que se produzcan efectos tóxicos no debe impedir la aplicación de

la cocaína para producir un fin deseable.” 8

Finalmente Emil Erlenmeyer, celoso eterno de Freud, arma una

campaña contra el, acusándolo de haber desatado sobre el mundo

“el tercer azote de la raza”, después del alcohol y la morfina.

Mientras tanto Karl Koller, su amigo y compañero de trabajo en el

Hospital General de Viena, continúa el trabajo con los anestésicos y

demuestra su utilización exitosa en cirugía ocular. El 15 de septiembre

de 1884 comunico su hallazgo a la Sociedad Oftalmológica de

Alemania convirtiéndose en el descubridor del uso anestésico de la

coca. La cocaína cumplía con todos los requisitos del medicamento

largamente soñado por los cirujanos -El anestésico ideal- una droga

que bloquee selectiva y reversiblemente los impulsos dolorosos

enviados al cerebro, mantenga al paciente consciente, sin producir

el peligroso sueño químico y sin generar, especialmente, conductas

defensivas.

El hecho de que la anestesia local empiece precisamente por la cirugía

ocular, lo más inimaginable, influye decididamente en la aceptación

del nuevo fármaco. Pronto médicos de todas las especialidades hacen

uso de la cocaína en toda clase de intervenciones quirúrgicas.

Como nos quita el dolor la cocaínaLa cocaína cuando es aplicada a un tronco nervioso, bloquea o interrumpe

en forma reversible la sensación de dolor sin perdida de conciencia. Esta

particularidad llamada efecto anestésico local. Se produce porque la cocaína

“bloquea el paso de los iones de sodio afuera o dentro del nervio, que es

como se produce la conducción nerviosa A mayor concentración del

fármaco en la sangre también se bloquean la sensibilidad al calor y al frío y

luego los del tacto y presión. Concentraciones muy altas bloquean incluso

los impulsos motores. La asimilación del fármaco al torrente sanguíneo

puede producir una analgesia sistémica o general” 4. Hay que recordar que

poco antes de estos acontecimientos los médicos occidentales, continuaban

usando técnicas “prehistóricas” para realizar cirugías, como desmayar al

paciente con golpes en la cabeza, amarrarlo o embriagarlo con alcohol hasta

la inconsciencia. Por eso el descubrimiento de la anestesia constituye una

de las grandes revoluciones de la Medicina, junto con el descubrimiento de

los antibióticos, las vacunas y la genética. El descubrimiento de la Anestesia

significo el paso de la Prehistoria a la historia de la Medicina.

La cocaina de “plastico”En 1905 Alfred Einhorn de Hoechst Chemical Company, sintetiza la Procaína

entonces comercializada como Novocaina (la Nueva cocaína). Pero padecía

de un grave problema, su poder anestésico era 50 % menos y no tenía poder

hemostático (que impide el sangrado). Fue necesario añadirle vasoconstrictores

como la epinefrina o adrenalina para igualar el poder hemostático de la cocaína

natural. Poco tiempo después otras moléculas sintéticas mas potentes como

la lidocaína, tetracaina, oxibuprocaina, bupivacaina, etc, etc. Se integran al

vademécum de los anestésicos modernos. Todos se consiguen mediante

ligeras variaciones de la molécula de la cocaína, así por ejemplo la Tetracaína

y similares son ésteres amínico terciarios del ácido para aminobenzoico en vez

de ésteres del ácido benzoico o cocaína. Pero que sentido tenia fabricar algo

que ya existía? Si el lector consulta cualquier tratado de farmacología moderno

vera lo siguiente: “Los anestésicos locales (sintéticos) una vez absorbidos

producen estimulación: inquietud, temblor, convulsiones epileptiformes.

Luego depresión central por agotamiento, arreflexia, coma y muerte por

parálisis del centro respiratorio.”4 En otras palabras los sintéticos pueden ser

tan estimulantes del Sistema Nervioso Central como la misma cocaína. Por lo

tanto el slogan: “La cocaína es droga y sus derivados sintéticos no lo son” que

muchos médicos repiten automáticamente cuando se les confronta con este

tema, es falso. Este slogan ha sido creado por las farmacéuticas y los políticos

ignorantes la repiten como argumento para defender la prohibición.

246 247

Y aun cuando tal vez sea cierto de que a los sintéticos se les ha manipulado para

que sean menos estimulantes del Sistema Nervioso Central. Queda la pregunta:

¿por que no se hizo lo mismo con la cocaína? Puesto que esta molécula es tan

manipulable como sus derivados plásticos. Podríamos fabricar a partir de la

cocaína natural un anestésico menos estimulante. Alguien dirá que es porque

la cocaína es prohibida….y eso es cierto. La única diferencia es que la cocaína

es prohibida y los plásticos no. Pero resulta que supuestamente la cocaína es

prohibida porque es droga. En otras palabras un bello acto de ilusionismo que

pondría verde de envidia al mismo Houdini. Pero donde esta el truco, como

se lo hizo? Lo que esta claro son los motivos: intereses económicos. Solo falta

entender quienes son los beneficiados con la prohibición de la coca. Porque

la prohibición, como lo comprobaremos, es específicamente contra la planta

de coca y secundariamente contra su alcaloide lo que resulta chocante ahora

que sabemos que los sintéticos son lo mismo. Solo se diferencian en su origen,

unos son de propiedad de los indios de los Andes (o por lo menos eran) y los

otros de las transnacionales farmacéuticas del primer mundo. Pero el boom de

los anestésicos no lo es todo, en cuanto los derivados industriales de la hoja de

coca, mucha historia falta todavía por contar.

El vino mariani, la fuente de la juventud de la “belle epoque”Un año antes que Freud empezara sus investigaciones con la coca, en 1863,

Ángelo Mariani nacido en Córcega, inventa el Vino Mariani. Vivía en Paris,

donde trabajaba de asistente de una farmacia, su trabajo consistía en preparar

medicamentos que tenían como vehículo el vino.Uno de estos preparados

contenía hojas de coca importadas del Perú y al parecer Mariani ya lo había

experimentado, porque cuando en 1868, lo visito una famosa actriz de la

Comedie Francaise en busca de un remedio para su estado depresivo.

Mariani le preparo el extracto de hojas de coca con vino tinto con tal éxito

que pronto le falto manos para atender los pedidos que se le vinieron encima.

Además un nuevo elemento reforzó aun mas su uso entre los artistas, el

Vino Mariani resulto ser el mejor tónico de las cuerdas bucales, por lo que el

entusiasmo por el se incremento notablemente. Fauvel, un primo de Mariani

que además era otorrinolaringolo escribió artículos sobre el efecto positivo del

vino sobre las cuerdas bucales que difundieron el uso del vino tónico aun más.

Mariani colecciono esta interminable lista de comentarios de sus entusiastas

clientes que abarcaron todos los campos de la actividad humana. Desde reyes

y príncipes como la Reina Victoria, el rey Jorge de Grecia, el rey Alfonso XIII

de España o el príncipe de Gales. Jefes de estado como los estadounidenses

William McKinley y Ulises S. Grant o el Sha de Persia. Intelectuales, científicos y

artistas como Arthur Conan Doyle, Emilé Zolá, Julio Verne, Tomás Alva Edison,

Alejandro Dumas, etc. Pero el apoyo mas sorprendente vino justamente del

Vaticano, el Papa León XIII presta su efigie para la etiqueta y le concede una

medalla de oro a su inventor en reconocimiento a la capacidad de esa bebida

para “apoyar el ascético retiro de Su Santidad”. El Vino Mariani fue bautizado

como el “elixir de la vida”, recordemos que las hojas de coca fueron consideradas

el talismán del diablo siglos antes por la misma iglesia.

Coca-cola: la fuente de la juventud?En l887 el Dr. Sttyth Pemberton de Atlanta que COMERCIALIZABA el vino

Mariani con el nombre de French Wine Coca”, se vio obligado a hacer un gran

cambio en la exitosa bebida. Debía quitar el alcohol, puesto que la actitud

puritana contra el alcohol en los Estados Unidos era un serio obstáculo para la

venta libre del vino francés de coca.

Es de imaginar los apuros de Pemberton al sacar el vino, ha debido quedar

un liquido amargo difícil de tomar, por lo que había que saborizarlo y es

posiblemente aquí donde añade nuez de cola es decir cafeína y otras treinta

y tantas sustancias.

Resultado: Pemberton empieza a vender un jarabe no alcohólico de la hoja de

coca andina y la nuez africana Cola, que como sabemos contiene dos poderosos

estimulantes la cafeína y la teobromina, que le dieron el éxito conocido hasta

hoy día.

Asi el planeta consumió durante largos años el estimulante del sistema nervioso

mas poderoso que se haya fabricado para consumo a nivel masivo.

Reunía no solo al estimulante de la cocaína, sino también cafeína y teobromina.

Por eso no es de extrañar el nivel de aceptación y en muchos verdaderos casos

de adicción a esta bebida. Había nacido la Coca Cola

The Ideal brain tonic

Relieves exhaustion.

Specific for headache

Son anuncios publicitarios famosos de aquella época.

Más cerca a nosotros estará seguramente:

The Real Thing

o

La Chispa de la Vida

Todo va mejor con coca colaLa chispa de la vida no podría tratarse obviamente sino de la molécula andina:

la cocaína. Que otro componente sino podría llamarse tónico ideal para el

cerebro? Quita el cansancio, detiene el dolor de cabeza etc. De aquí en adelante

la historia de la Coca Cola, es la historia de los Estados Unidos. Presidentes de

la Coca Cola llegaron a ser presidentes de los Estados Unidos como el caso de

Wilson y otros lo fueron gracias a las subvenciones de esta empresa. En l903 en

pleno boom de la cocaína como anestésico y estimulante y sin una explicación

científica o de salud coherente, una comisión presidencial de los EE.UU.

prohíbe su utilización en humanos. La cocaína pasa a manos de los laboratorios

farmacéuticos que así logran un primer monopolio al interior de los EEUU de

la Chispa de la vida que energetizaba Coca Cola, sentando las bases de lo

que en 1961 se convertiría en el Club de la Cocaína legal, como lo veremos

luego. Los beneficios económicos han debido ser importantes, el producto

mas caro, la cocaína, es retirada de la bebida y vendida aparte. La chispa de la

vida pasa a ocupar una parte del mercado millonario de los anestésicos locales

semisintéticos que a pesar de su baja calidad ahora tienen una ventaja comercial

sobre la prohibida cocaína. El camino para el control total del mercado de la

anestesia por parte de las transnacionales farmacéuticas esta listo. En l914 el

Acta Harrison de narcóticos de los EE.UU.Declara ilegal a la cocaína y empieza

a imponerlo en el resto del mundo través de la convenciones internacionales

de l925 y l931, bajo el auspicio de la Liga de Naciones, cuyo alcance era todavía

limitado, pues no involucraba a los países del tercer mundo como Bolivia y

Perú donde crecen las hojas de coca y donde todavía la costumbre del Akullicu

esta vivo y a cargo de millones de personas. Los estimulantes de la hoja de

coca publicitados y difundidos masivamente por la Coca Cola, así prohibidos,

conquistan el mundo underground de la metrópoli donde como todo lo

escondido se envilece y queda en manos de los criminales.

Coca inquisitionLa prohibición de la coca

Coca Cola convertida ya en la empresa más grande del mundo, con capacidad

de tomar decisiones a nivel planetario, monopolizando el millonario mercado

del producto industrial mas importante derivado de las hojas de coca, tenia por

fin la oportunidad de controlar las plantaciones de coca en América del sur.

La Recién creada Naciones Unidas crea el marco perfecto para ello. En 1949,

Howard Fonda, magnate Banquero de Nueva York, visita Bolivia y Perú, como

Presidente de una Comisión enviada por la Comisión de Narcóticos de la

flamante Naciones Unidas. Cuando Fonda llega al aeropuerto de Lima, el 12 de

septiembre de 1949, expresa su verdadera misión, que a juzgar por sus propias

palabras, no se trataba de una investigación, como oficialmente se decía: “…el

uso de la coca es indudablemente dañino, que posiblemente era la causa de

la “degeneración racial” de los indios y que las conclusiones de la Comisión

confirmarían definitivamente lo correcto de sus aseveraciones”. Ningún

científico por mediocre que sea, como era el caso de Gutierres Noriega y sus

seguidores, podía empezar una investigación seria con semejante prejuicio.

Por otro lado el currículum de Fonda era impresionante:

Vicepresidente y Director de Burroghs Wellcome and Co.

Vicepresidente y Director de American Pharmaceutical Manufacturer´s

Association.

Director de Wellcome Foundation, Incorporated.

Director de National Vitamin Foundation, Incorporated.

Director del First National Bank and Trust Company of Tuckahoe.

Director de Yonkers Chamber of Commerce.

Tesorero de Industrial Association of the Nation

Participaba ademas:

Sr. Jean Philippe Razet (Francés) Veterano de la Guerra del Opio,

Dr. Marcel Alfred Granier Doyeux (Venezuela)

Un médico Húngaro, 4 agentes y una secretaria que ejercía de traductora.

Después de 3 meses, que duró el estudio, Fonda y su Comisión Científica con 44

mil dólares proporcionados por Naciones Unidas, visitan algunas localidades

principalmente en Perú y algunas en Bolivia; Obviamente que el famoso trabajo

de investigación no pudo sino limitarse a paseos turísticos por los pueblos

mirando desde un tren o automóvil. Mientras se ensalzan estudios de Gutiérrez

Noriega en Perú que “habiendo invitado” a la Comisión se jacta de sus “Estudios

en perros, a los cuales les inyecto sulfato de cocaína diariamente - demostrando

“cocaísmo o sea adicción a la hoja de coca en su forma de masticado”. El sulfato

de cocaína es la forma mas toxica de este alcaloide es una variante del crack

moderno. Gutiérrez Noriega era tan ignorante que no se dio cuenta que lo

que había hecho es comprobar los problemas del crack en los perros? En el

informe que Fonda envió a la Comisión de Narcóticos de NNU el 17 de enero

1950 no figuran reportes de exámenes médicos, laboratorios, radiografías.

Lógicamente con que tiempo? Con que medios? Imaginemos a Bolivia el año

49, apenas contaba con servicios de salud básicos y gran parte de los caminos

era solo de herradura. El mismo Fonda aclara que solo entrevistaron a gente

que estaba de acuerdo con la malignidad del masticado, que se ignoraron otras

opiniones porque tenían “intereses económicos”. La entrevistas, por otro lado,

no se hicieron con los mismos akullicadores sino con patrones, empresarios

y autoridades de gobierno que claramente obedecían lo intereses foráneos

como casi todos los gobiernos bolivianos hasta hace poco.

248 249

La sentencia de la santa inquisicionLas conclusiones de Howard Fonda

“La coca produce daño cerebral, retardo mental, flojera para el trabajo y

degeneración racial.

y recomienda

“La prohibición del masticado y la erradicación de la coca.

Pero con una excepción que autoriza el cultivo para la exportación al norte

para la fabricación de Coca‑Cola”.

Este Informe de Fonda constituye La Única Base Científica para la penalización

del masticado y legaliza su uso para Coca Cola por la Convención de 1961,

donde sus recomendaciones se traducen en leyes explícitas, como veremos

más atrás. La degeneración racial, un grave prejuicio que contradecía mucho

la misión de Fonda que enarbolaba la bandera de los Derechos Humanos,

con seguridad basada en que los indios andinos no eran rubios ni altos,

porque no nunca se hicieron estudios genéticos pues no se conocían en

esos años estas sofisticaciones de la ciencia moderna.

El bulto sobresaliente en la mejilla del akullicador (que desaparece obviamente

al sacar la bola de coca) fue utilizada para inventar una deformación física de

los masticadores de coca.. ¡¡

El retardo mental que les atribuye a los indios, no tiene pies ni cabeza, pues

ahí están los testimonios de las culturas andinas con toda su sabiduría, como

ya vimos, infinitamente superior a la norteamericana, cuyo máximo símbolo

cultural es justamente una botella de Coca cola que mal imita las curvas de

la bella Mae West.

El tribunal de la santa inquisicionComisión de narcóticos

Ya vimos como la Liga de Naciones, bajo la cual se hicieron los primeros

acuerdos contra el opio y la cocaína, no tenían la jurisdicción necesaria para

controlar los escurridizos cultivos de coca en los Andes, pero la organización

de una liga de naciones mas amplia, llamada Naciones Unidas, que surgió de

la segunda guerra mundial con el lema de defender los Derechos Humanos

le dio justificación y legalidad para controlar el mundo.

Esta flamante organización de países crea la Oficina de estupefacientes de

Naciones Unidas con poderes extraordinarios para defender la salud de la

humanidad.

Así la Comisión tiene la facultad de “decidir que plantas o sustancias deben

ser estudiadas previendo un potencial daño contra la humanidad, que estudios

científicos se tomaran en cuenta y cuales no, que medidas se tomaran y

que leyes se propondrán al respecto (Con razón Fonda puede escoger los

estudios de G. Noriega y no los de Monge, mas conocido por su capacidad

científica y honestidad que el primero).

Esta es la clase de gente que componía la Comisión que en 1961 convence

con el informe Fonda a los 54 representantes de los países que firmaron la

satanización de la coca.

La mayoría, como siempre políticos que desconocían las bases de la

farmacología, los intereses de las farmacéuticas y que seguramente por no

pasar de estúpidos frente a los “científicos” de la Comisión de Narcóticos,

votan la leyes que permiten un monopolio sobre las plantas de Coca por parte

de la Coca cola y farmacéuticas, que ahora han arremetido nuevamente en

la propia Bolivia, registrando la hoja y su molécula andina como propiedad

norteamericana.

Convencion unica de 1961el monopolio de las plantas de coca y de la cocaína legal

11 años después y basado en el informe Fonda, la Comisión de Narcóticos

de naciones Unidas en el marco de la Convención de Única de 1961 con

los argumentos de Fonda y con la complicidad del gobierno de Víctor Paz,

por parte de Bolivia, logra incorporar definitivamente a la lista de “venenos

controlados” por este organismo internacional a la planta de la coca junto a

las plantas de Amapola y Marihuana.

Así las Convenciones internacionales como la de 1961, y otras que regulan la

producción de coca y derivados en todo el mundo, entregan a la Coca Cola

y subsidiarias la propiedad sobre las hojas de coca.

Para sustentar esto basta con leer unos pocos artículos de la Convención

Única de 1961, que penalizo la coca.

Art. 26

1.‑Las partes que permitan el cultivo del arbusto de coca aplicarán al

mismo y a las hojas de coca el sistema de fiscalización establecido en el

Art. 23 para la fiscalización de la adormidera (opio)

(De aquí es la categoría de narcótico que gano la coca cuando ahora sabemos

que es un estimulante, volveremos sobre el tema mas tarde)

Art. 27. Disposiciones suplementarias respecto a la coca

1) Las partes podrán autorizar la producción de un agente SAPORÍFERO

que no contenga ningún alcaloide y en la medida necesaria para dicho

uso, autorizar la producción, importación, exportación, el comercio y la

posesión de dichas hojas.

2) Las partes suministraran por separado previsiones e información

estadística respecto a las hojas de coca para la preparación del agente

soporífero EXCEPTO en la medida que las mismas hojas de coca se utilicen

para la extracción de alcaloides y del agente soporífero y a así se explique en

la información estadística y en las previsiones.

(Saporífero quiere decir saborizante de alimentos)

La Coca Cola es nombrada aquí como saborizante. Pues no existía hasta ahora,

otro saborizante derivados de las hojas de coca. Pero, como cualquier ley, la ley

de 1961 puede aplicarse a cualquier saborizante.

Nótese además como la EXCEPCION protege a Coca Cola de informar sobre la

cantidad de hojas de Coca.

Si Bolivia u otro país produjeran un saborizante, podría acogerse a este

articulado. Cosa que no ha sucedido por que esta información ha sido enterrada

cuidadosamente hasta ahora.

Estas son las bases para el comercio que ahora quieren establecer dentro del

acuerdo el ALBA, los tres países: Bolivia, Venezuela y Cuba.

Pero aquí no acaba el crimen de Naciones Unidas, aun hay más:

Art 49. ‑ El masticado de coca será prohibido en el plazo de 25 años a partir

de dicha convención.

En otras palabras la coca puede ser industrializada en el norte pero su

utilización en los Andes, incluso la conocida desde hacen 4500 años,

base cultural de estos pueblos será prohibida.

Con estos pocos articulados tan simples Estados Unidos se atribuye la

propiedad y el monopolio absoluto de la producción e industrialización

de las hojas de coca, y Además se excluye de informar sobre la verdadera

cantidad de hoja de coca y derivados que maneja.

En otras palabras un verdadero monopolio creado por la Convención

Única de 1961 que “narcotiza” la cocaína para justificar su inclusión en la

guerra contra los narcóticos.

Por eso el término: narcotráfico completamente inapropiado desde el

punto de vista técnico. Pues narcótico es justamente lo contrario de

estimulante. Uno produce sueño mientras que el otro despierta. En la

práctica médica, uno es antídoto del otro en caso de sobredosis. Así una

dosis excesiva de cocaína lleva al individuo a tal grado de excitación que

es necesario narcotizarlo o sedarlo, y viceversa La legislación de 1961 y

similares no podían haber ignorado semejante detalle y clasificar dentro

del mismo grupo químico a dos sustancias tan diferentes no sólo por su

origen y su fórmula química, sino especialmente por sus efectos sobre

el organismo humano.

Fonda, la cabeza de los farmacéuticos del país científicamente mas avanzado

desconocía un detalle elemental de su profesión? La diferencia entre dos

químicos descubiertos en el siglo XIX (1803\ 1859) o sea una experiencia

farmacéutica de aproximadamente un siglo con ambos químicos?

La homologación legislativa entre coca y opio no se trata de un error o

ignorancia, como algunos científicos y políticos alegan para disimular la

estafa de Estado Unidos, todo lo contrario, es una premeditada maniobra

para apoderarse del negocio más lucrativo del siglo y posiblemente no solo

en cuanto a la industria farmacéutica se refiere. De esta manera cualquier

comercio extraño a este exclusivo círculo es declarado ilegal, calificado como

narcotráfico y castigado.

El club de la cocaína legal(LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA COCA EN LOS ESTADOS UNIDOS)

Según el gobierno de los EE.UU. en un documento difundido por USIS (Servicio

Informativo del Gobierno de EE.UU.) y enviado al parlamento boliviano donde

se debatía el tema coca-cocaína, la situación sobre la coca seria la siguiente:

“La importación de coca hacia los EE.UU. desde Bolivia data de hace

un siglo. Una vez que la hoja llega a New Jersey se almacena en cofres

certificados protegidos por los más modernos sistemas de alarma. Stepan

esta sujeto a inspección por parte de la DEA en cualquier momento.

Stepan extrae la cocaína de las hojas de coca para dar sabor a alimentos.

La Coca Cola, compra éste extracto descocainizado desde l886. No existe

nada de cocaína en la coca cola desde l902. La cocaína así extraída se

vende como anestésico local a la industria farmacéutica.

Según la publicación anual de la JIFE o Junta Internacional de Fiscalización de

Estupefacientes de las NNUU. (Nuevo nombre de la Comision de Narcóticos

que penalizo la coca)

Estado comparativo de las previsiones y estadísticas de estupefacientes

facilitadas para l982 por los gobiernos en cumplimiento de los tratados

internacionales E/INCB/1983/5.

Además de los EE.UU, que según datos oficiales de éste organismo, tenía

para aquél año un stock de 2038 toneladas de hoja de coca y 530 kilos de

cocaína. Otros 36 países tienen derecho a usufructuar de la hoja de coca.

(cifras para l982).

250 251

Austria puede fabricar o importar........ 4 kilogramos de cocaína

Australia...................................................... 28 Kg.

Bélgica......................................................... 111 Kg. y 472 Kg. de hoja de coca

Bulgaria......................................................... 29

Canadá.......................................................... 55

Dinamarca.................................................... 6

Finlandia....................................................... 27

Francia........................................................... 288

Alemania....................................................... 3

Alemania Federal....................................... 146

Grecia............................................................ 2

Hungría......................................................... 13

India............................................................... 20

Irlanda........................................................... 4

Israel.............................................................. 1

Italia................................................................ 1 y 100 Kg. de hoja de coca

Japón............................................................. 50

Malasia........................................................... 6

Países Bajos.................................................. 22

Nueva Zelandia........................................... 17

Polonia.......................................................... 13

Corea............................................................. 1

Rumania....................................................... 25

Singapur....................................................... 3

Sud. Africa.................................................... 7

España........................................................... 4

Sri. Lanka...................................................... 1

Sudan............................................................ 4

Suecia............................................................ 1

Suiza............................................................... 32

Tailandia....................................................... 1

Turquía.......................................................... 52

U.R.S.S........................................................... 100

Gran Bretaña............................................... 365

Hong Kong.................................................. 7

Yugoslavia.................................................... 21

Estados Unidos........................................... 530 kilos de cocaína. 644 toneladas de hoja de coca para preparar otros estupefacientes (estimulantes) y 499 toneladas de hoja para mantener el stock. Para el año 1982 EE.UU. podía comprar 1.144.457 kilos de hojas de

coca con estos fines.

Aquí no se incluye la coca necesaria para la Coca Cola. Los informes de la JIFE

no especifican las necesidades para este rubro porque la Convención de 1961

exime a Coca Cola de estos controles. Los requerimientos publicados para l993

señalan sólo 300 toneladas. Quiere decir esto que han reducido la fabricación

de anestésicos locales? o existe otra fuente de hoja de coca? A este exclusivo

círculo es al que hemos denominado el Club De La Cocaína Legal, en una carta

abierta que dirigimos al Presidente de la República de Bolivia en representación

de las federaciones campesinas productoras de hoja de coca. Como podrá

observarse los países andinos brillan por su ausencia, siendo supuestamente

los principales productores de hoja de coca. Las razones desde luego son

fácilmente entendibles, empezando por el retraso industrial, fruto a su vez del

control de los grandes monopolios que acabamos de ver y terminando en la

campaña de desinformación y distorsión destinada a impedir que los países

productores de la materia prima se beneficien legalmente de la industria de

la coca.

Que economía mueve la industria de la coca en los ee.uu?La ausencia de informes de la JIFE respecto a la Coca Cola no nos permite

tener los datos exactos, pero si pensamos el nivel de consumo alcanzado por

la Coca Cola en todo el planeta podemos hacernos una idea de la magnitud del

negocio. En cuanto a los anestésicos derivados de la coca vamos a basarnos

solo en el informe de la JIFE ya mencionado. Allí se autoriza para el año l982 la

importación de 1.144 toneladas de hojas de coca para completar su stock de

2038 toneladas. Un frasco de 15 gramos de gel de lidocaína al 4% cuesta en

Bolivia 1.5 dólares. De donde 0.6 gramos de anestésico contenido en este gel

(4% de 15 g.) llega a costar 1.5 dólares. Descontando el envase y el vehículo

podemos redondear a 2,5 dólares el gramo de anestésico local puesto a la

venta al público. Entonces la Stepan Chemical en l982 podría haber generado

45 millones de gramos de anestesia a 2,5 dólares el gramo. (112 millones de

dólares para el año 1982). Esto sin contar los anestésicos resultantes de la

descocainización de la hoja para la Coca Cola, secreto celosamente respaldado

por la Convención de 1961.

La hoja de coca: el alimento mas maravilloso del mundo?En 1967 Duke, Owlic y Plowman de La universidad de Harvard decidieron hacer

las cosas en serio. Tomaron diez variedades de cereales, diez de vegetales, y

diez frutas analizarlas y compararlas con la hoja de coca.

Diez cereales:

“Amaranthus caudatus, Oryza sativa, Avena sativa, Chenopodiun pallidicaule,

Chenopodium Quínoa, Hordeum vulgare, Sccale cereale, Coix Lachryma-jobi,

Zea Mays and Triticum aesticum”.

Diez vegetales:

“Canna edulis, Caapsieum spp. Allium saticum, Arracacha xanthorrhiza,

Ipomoca Batatas, Cyclanthera pedata, Curcubita maxima, Allium Cepa, Brasica

oleracea, and Tropacolum tuberosum”.

Y diez frutas:

“Persea americana, Ananás comosus, Musa sapientum, Cocos nucifera,

Passiflora mollissima, Annona Cherimolia, Prunus persica, Fragaria spp. Annona

muricata, and Ficus Carica”.

Los resultados100 GRAMOS DE COCA Y 100 GRANOS DE ALIMENTOS

Aqui he aumentado el Zellaforte, un moderno geriátrico, que ya conocimos

gracias a Ana Aslan, que además de la procaína incorpora elemento muy

parecidos la coca.

COCA (100 g) ALIMENTOS (100 g)

ZELLAFORTE (1 gragea)*

Calorías 305 Kcal 279 Kcal No contiene

Proteínas 18.9 g 11.4 g No contiene

Grasas 3.3 g 7.9 g No contiene

Carbohidratos 44.3 g 37.9 g No contiene

Calcio 1749 mg 99 mg 2.5 mg

Fósforo 637 mg. 270 mg no contiene

Hierro 26.8 mg 3.6 mg 3 mg

Vitamina A 11.000 UI 135 UI 1.000 UI

Vitamina B1 0.58 mg 0.58 mg 0.5 mg

Vitamina PP 3.7 mg 2.2 mg no contiene

Vitamina C 1.4 mg 13.0 mg 26 mg

Vitamina B2 1.73 mg 0.18 mg 0.5 mg

Alcaloides mg ------ 46 mg

“La ingestión de 100 gramos de la hoja de coca de Bolivia estudiada, equivale

a la dieta recomendada de calcio, hierro, fósforo, vitamina A, B2, E “ dice este

informe elaborado en el año 1975, por los Drs. Duke, Oulik, Plowman de la

Universidad de Harvard. 9 Y aunque nadie va a comer 100 gramos de hojas de

coca, el dato nos permite entender porque el uso de la coca esta tan ligado

al trabajo. Además de proporcionar un estimulo energético, como la gasolina

para un motor, la coca proporciona repuestos para mantener la maquinara

biológica que confronta un desgaste extra. No es el caso de la taza de café que

la sociedad moderna emplea con el mismo propósito, ni tampoco la cocaína

extraída de la coca que permite un gran actividad extra empero sin la reposición

o mantenimiento del desgaste. Este ultimo punto explica en parte, porque

en el akullicu no se encuentra los daños atribuidos a la cocaína y porque mi

propuesta desde 1984 de sustituir el consumo de cocaína por el akullicu o las

pastillas de coca (AJAYO)R, realmente funciona para muchos. Es importante

recalcar el contenido de vitamina A que supera a la zanahoria. El 18 % de la coca

es proteína. Es la fuente conocida más rica de fósforo y vitamina B.

Contiene dos veces más calcio que la leche¡¡.

La hoja de coca es la fuente de la juventud original?El Instituto Boliviano de Biología de la Altura dependiente de la universidad

Mayor de San Andrés, El centro de Investigaciones Botánicas y Ecológicas

de la Universidad Mayor de San Simón de Bolivia y el Instituto Francés de

Investigación Científica para el Desarrollo, en Cooperación (ORSTOM) han

Publicado sus conclusiones en 1997: 10

“En el campo fisiológico se observo:

La capacidad para realizar mas trabajo no aumenta con el acullico, pero si

mejora la capacidad para tolerar el trabajo.

El akullico tiene un efecto estimulador de los centros respiratorios,

Ejerce un efecto moderador del metabolismo de la glucosa

Disminuye la agregación plaquetaria

No influye en el consumo diario de nutrientes.”

Lo que hecha por tierra las afirmaciones de muchos antropólogos, médicos

y sociólogos que han tratado de justificar la prohibición de la planta de coca,

aludiendo que la disminución del hambre provocado por el coqueo seria

responsable del “daño” (que nadie pudo comprobar hasta la fecha). Otra

afirmación cursi de estos mercenarios de la ciencia, es que la explotación de los

mitayos (esclavos durante la colonización española) fue hecha gracias a la coca,

como si la coca tuviese la culpa de los crímenes de los humanos.

Tal vez lo más importante de estos hallazgos sea el incremento de la frecuencia

respiratoria con el consecuente incremento de oxígeno sanguíneo. Los

habitantes andinos deben soportar más de 4000 metros de altura donde las

252 253

concentraciones de oxígeno son muy pobres. El efecto analéptico o estimulante

de la respiración es el complemento perfecto para contrarrestar esta carencia

crónica de oxígeno, por eso el sorojche o mal de la altura es tradicionalmente

solucionado mediante el clásico te de coca muy conocido por los turistas de

las alturas, tanto así que hasta el Papa Juan Pablo II tomo mate de coca cuando

llego a La Paz para contrarrestar los efectos de la altura. (seguramente no le

informaron lo de la satanización). La hoja consumida en forma de akullicu no

solo es un estimulante y un oxigenador, sino un antidepresivo de acción rápida,

natural y sano, que además aporta minerales, vitaminas y proteínas

El alcaloide se absorbe en su forma natural, sin la adición de químicos extraños.

No origina dependencia física ni síndrome de abstinencia y el uso prolongado,

a través de generaciones, no deja secuelas negativas en el organismo. Al

contrario es justamente gracias a la coca que los akullicadores continúan

jóvenes a pesar del tiempo. Solamente el efecto oxigenador de la coca es ya un

factor de protección contra el tiempo y de mejoramiento de las funciones del

organismo. La moderna oxigenoterapia actual funciona bajo este concepto. La

inmensa cantidad de vitamina A, un poderoso antioxidante, además del fósforo

y otros oligoelementos presentes en la planta junto con la disminución del

colesterol hacen de la hoja el geriátrico por excelencia.

El efecto afrodisíaco quizás define mejor el concepto de fuente de la juventud y

no hay otro afrodisíaco y vigorizante sexual mas potente que la coca.

lo que la leyenda de la coca no dijo¿la venganza de la coca?“Para el blanco solo traerá locura”- dice la Leyenda, A la mente occidental le

parece una venganza pero la cultura Andina esta basada en la reciprocidad.

Aquí, lejos de encontrar una venganza, vemos que otra vez la coca devuelve

bien por mal. Pues aunque el hombre blanco, no solo la satanizo, secuestro,

robo, se intoxico y le hecho toda la culpa. Sino que hace todo lo posible por

destruirla con defoliantes, con armas, con mentiras. La Mamacoca no se venga

al contrario le ha ofrecido la solución para el problema que el mismo se lo

busco: el antídoto contra la cocaína. Pero para entender esto hay que recorrer

un poco mas del camino de la historia secreta de la coca. Uno tiende a pensar

en la cocaína, como el villano de la historia, pero ya vimos lo contrario: NOS

SALVO DEL DOLOR. Como estimulante, (lo que vulgarmente calificamos como

“droga”) tenemos el ejemplo de Freud que consumió cocaína apasionadamente

y nunca fue un adicto y nunca se volvió loco, todo lo contrario, es considerado

hasta ahora un genio. Su amigo más cercano, sin embargo, murió de una

sobredosis de cocaína. Tampoco podemos decir que solo uno tenia la “droga

buena” porque ambos consumían la misma cocaína fabricada por Merk.

Quien tiene la culpa? La molécula se comporta de una manera cuando quiere

y de otra cuando no? Freud le caía bien a la cocaína por eso no lo destruyo?

La molécula actúa con premeditación? Aceptamos la lógica inquisitorial de que

la sustancia esta “endemoniada y caprichosa”? Confucio decía: El instrumento

correcto en manos del hombre incorrecto lleva a lo incorrecto. En otras palabras,

depende del sujeto y de la forma en que maneje la situación. Esto pasa con

todo, por ejemplo el consumo de la droga llamada alcohol, muchas veces más

adictiva que la cocaína y con lo universalizado que esta, todos deberíamos ser

alcohólicos y sin embargo solo un 20 % de la población desarrolla alcoholismo.

Con las aspirinas, que mucha gente toma a diario, para proteger su corazón,

muchos mueren por sangrado intestinal provocado por este quitadolor y

antinflamatorio tan popular. La quimio y radio terapia para el cáncer, mata

mas de los que salva. No conozco medicamento moderno que no tenga

riesgo y no conozco ninguno que se pueda tomar en forma indiscriminada

sin sufrir consecuencias, ni siquiera la panacea rejuvenecedora de Ana Aslan,

que en cantidades necesarias puede producir también la muerte. Ana Aslan,

de Rumania utilizo con éxito la procaína en Geriatria y especialmente en los

trastornos articulares. El éxito de la procaina continua aun hoy en día después

de mas de medio siglo. Actualmente la procaína es el geriátrico por excelencia

y esta entre los 25 medicamentos mas vendidos de la historia. Esta propiedad

antiartrica de la coca ya lo dijimos ha sido “patentada” actualmente en los

Estados Unidos y Bolivia por las transnacionales, asegurándose el monopolio

nuevamente de esta virtud de la hoja sagrada de los Incas.

Jorge Hurtado Gunucio

CITAS BIBLIOGRAFICAS

1 Periódico Presencia 22 de mayo de l983 La Paz Bolivia.

2 Duke. Aulik. Plowman Nutriotional Value of Coca. Botanical. Museum

Leaflets, .Harvard University Volume 24.N#6 USA 1975.

3 Moreno y Maiz. Recherches Chemiques et Physiologiques sur

l’erytroxylumcoca de Peru et la cocaine. Thesis. Paris. 1868

4 Litter Manuel. Tratado de Farmacologia-Ed. El Ateneo1988.

5 Escohotado, Antonio:, Guía de drogas. Ómnibus Mondadori, España, 1990.

6 Sabbag, Robert: Ciego de nieve, Anagrama, España, 1990.

7 Carter William y Mamani Mauricio Coca en Bolivia Ed. Juventud.Bolivia.

1986.

8 Freud, Sigmund: Escritos sobre la cocaína, Anagrama, España, 1980.

9 Harvard Botanica Museum Leaflets, Harvard University, 1975.

10 Usos de la hoja de coca y salud publica. Instituo Boliviano de Biología de la

Altura 1997.

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257

La Hoja de Coca para los médicos “Kallawayas”

Para los médicos “kallawayas”, o médicos tradicionales, existen 3

clases de Coca:

1. La Coca del Chapare: Amarga, de hojas grandes y gruesas.

2. La Coca de Los Yungas de La Paz: Coca dulce, de hojas pequeñas.

Ideal para el “pijcheo”, “akhulliko” o masticado.

3. La Coca de Apolo: más dulce que la coca de Los Yungas.

Es de hojas un poco más pequeñas que la coca yungueña.

La coca del Chapare sirve para la zona agraria del Valle de

Cochabamba. También esta coca se consume en Santa Cruz. Esta

coca da más fuerza para el trabajo.

La coca de Los Yungas es más simple, se usa en La Paz y el Altiplano.

Sirve para el akhulliko, pero su “poder” es menor que la del Chapare.

La coca de Apolo, de la Provincia Camacho, es de hoja más fina.

En el lugar sirve para el akhulliko, es más dulce. Las hojas son más

pequeñas. Es utilizada en las Provincias Bautista Saavedra, Muñecas,

Camacho.

“…La coca no es cocaína, es medicina, es alimento…”

Desde hace miles de años los campesinos originarios de estas

tierras siempre han pijchado o akhullicado, pero no es akhullikar

por akhullikar. Para akhullikar hay que tener fé en la Madre Tierra o

Pachamama. La hoja de coca es alimento, se come. En la Cosmovisión

Andina, antes de cualquier curación, se hace una ofrenda:

El “Quintu”El Quintu consiste en tomar 3 hojas enteras, sanas, con la mano

derecha y se saluda a todos los lados. Es una ofrenda a la Pachamama,

en cada hoja se coloca un deseo: salud, viajes, amor, paz, todos los

deseos para el futuro, para los hijos y la familia. Las 3 hojas se usan

en actos religiosos, ceremonias o para pagar la tierra. El Quintu se

entierra en la chacra que deseamos sembrar. En el sembradío, las

señoras tienen que meter la mano junto con la Tajlla o cuchillo y el

Quintu sirve para protegerlas, para que no sufran ninguna herida.

En una ceremonia, se invita a cada persona 3 Quintus para comenzar

el año nuevo (21 de Junio), para que a esa persona le vaya bien

todo el año. Para pedir la mano, se invita tres Quintus, Si el jefe de

familia de la novia recibe los 3 Quintus, significa que va a aceptar,

si no recibe los Quintus, no va a aceptar por ningún motivo, así que

no habrá matrimonio. Para surcar la chacra, la primera invitación

es para conseguir una “minka” o ayuda en el trabajo. Se invita tres

Quintus. Si acepta, ésta persona va a ayudar mientras dure toda la

cosecha.

La coca como MedicinaRecetas

- Para cualquier actividad forzada o extenuante (ejem: realizar

marchas a la ciudad para reclamar algo, para el trabajo en las minas,

en el campo, etc.), se hace un akhulliko (o masticado de 30 hojas más

o menos) con “lejía” o “llipta” que es la ceniza de algunas plantas,

especialmente de la quinua. Sirve para que nos vaya bien y también

para que nos de mucha fuerza.

- Se pijchea o akhullika para que los pedidos sean positivos y las

autoridades nos acepten.

- Se pijchea al lado derecho, y si el jugo sale dulce, quiere decir que

todo se va a solucionar.

- Se pijchea al lado izquierdo para que esa persona que está contraria

a nosotros nos vaya a aceptar.

- Para un viaje largo: preparar un mate de coca, a la hora del descanso

y nos va a quitar todo el hambre y el cansancio.

- El mate también sirve para el dolor de estómago, los mareos y el

dolor de cabeza.

- La coca hervida durante uno a tres minutos, nos alivia el mal del

aire (parálisis en la cara).

- La coca hervida, también nos alivia el estreñimiento. Tomar el mate

3 a 4 veces al día.

- Usamos un cataplasma de coca para la tuberculosis pulmonar. Se

akhullika, más o menos una libra entre 4 personas, y con eso se

prepara el cataplasma. (Se calienta y se coloca en un trapo, toda la

noche)

- También para la tuberculosis, se puede usar coca preparada con

orín, la cual se coloca en forma de cataplasma durante la noche, y el

enfermo puede amanecer aliviado.

- Para las várices: tomar mate de coca junto con otras plantas; aplicar

258 259

luego un fomento o cataplasma en un trapo caliente, se repite 2

veces a la semana. Ayuda a diluir la sangre que está en las várices.

- Para el dolor de cabeza, chupar la coca, una vez mojadita, se coloca

una hoja entera a los costados de las sienes. Eso quita el dolor.

- Para el cuero cabelludo, la coca fortifica el cabello: Aplicar un huevo

criollo como shampoo, no sirve el huevo de granja. Hacer hervir

aparte coca del Chapare y enjuagarse la cabeza con la coca hervida.

Realizar este tratamiento 2 veces por semana. En dos semanas se ve

que el cabello ya no se cae.

- Para la diarrea: Tomar una cantidad de hojas con la mano, quemarlas

y absorber el humo. Realizar esto tres veces más o menos. La diarrea

para en 10 minutos.

- Para heridas: en el campo, lavarse con agua hervida de coca. Luego

tostar otras hoja de coca en una olla de barro, molerlas y espolvorear

sobre la herida.

- Para dolor de cintura (por fracturas o trabajos pesados), se usa los

fomentos de coca igual que en los pulmones. Amarramos el fomento

en el lugar que duela, repetimos 3 a 4 noches.

- Para las caries dentales: utilizar coca hervida, y hacer buchadas 3 a

4 veces al día.

- La coca hervida fortifica las encías.

-Para la inflamación de la garganta, se hacen gárgaras de coca hervida

en una taza cada mañana durante 3 a 4 días.

- Para el asma: la coca se usa como cataplasma y se ayuda con otras

plantas medicinales. Se prepara un parche con hoja molida (no muy

fino) y se mezcla con chancaca negra o miel de abeja. Poner en un

parche en el pecho, una vez por semana, 4 a 5 veces.

- También para el asma, se prepara un mate de coca, con romero,

ajenjo, muña y quea-quea, y se toma una vez por día durante todo

el tratamiento.

- Pomada de coca, con sebo de llama o sebo de toro negro. La coca

se tuesta y a medio hervir se coloca un poco de manteca de chancho

y el sebo. Sirve para fricciones.

-Para el reumatismo, se hace baños de coca hervida (una libra de

coca, mejor si es del Chapare). Se envuelve con la coca 2 veces por

semana, acompañada siempre de plantas: paico, muña, millca.

- Para la diabetes: akhullikar 2 horas después del almuerzo, un buen

pijcho, acompañado con llipta de “chilca” día por medio. Evitar

grasas y comidas fuertes por un mes. Dejar 2 a 3 meses y luego

volver a hacer el tratamiento.

- Para el susto: Cuando el espíritu se sale, más frecuente en niños

menores de un año, se saumea con un poco de coca e incienso kopal

o puro. Se le llama con 3 a 4 hojas envueltas en su ropita y se coloca

en su cabecera. Al día siguiente limpiamos al niño. La mamá akhullica

y esto también pasa por la leche.

- Para el susto de una persona mayor, se hace el triple y luego la

persona mayor akhullika. Un joven, se hace con frutas, luego se

come la fruta y se akhullika la coca.

- Para la tuberculosis, se akhullika poco. La coca no mata al gusano,

alivia al enfermo, se usa en mate.

- Para la artritis reumática la coca se usa como cataplasma con orín

durante toda la noche

Otras plantas medicinales- Quea-Quea: familia de la Wira-Wira, vive a 4000 a 5000 msnm. Sirve

para la tos, combinado con wamanripa, choquecanlla. Se tuesta

mezclando y es muy efectivo para la pulmonía, y la tos. En caso de

esfuerzos y vómitos de sangre, se toma un mate fuerte de quea-

quea, choquecanlla y wamanripa. Se hace cocer. Es cálido.

- Willca: 3000 a 3500 msnm. Chile, Paraguay, Argentina, Bolivia.

Culey: es menos fuerte. Fortifica la sangre, riñones, hígado. Willca

+ Sillo sillo: para riñones hígado, porque el riñón y el hígado son

como hermanos: purifica, desinflama. Si el riñón está malogrado, ya

se cura.

- Sillo-Sillo: se muele y se come en brote como llajua. Sirve para

fortificar los riñones. Mejor comer del suelo mismo, escarchado con

su agua. Masticar como un animal, en ayunas antes que lo vea el sol

(Es fresco, hincha la barriga).

- Muña: existen 4 clases de muña: negra(yanamuña), martínmuña,

pampamuña y cruzmuña.

- La pampa muña se arrastra por el suelo, es más efectiva para el

aire. Se usa en caldo. Es cálido. Contrarresto el fresco. Haciendo

humear en caso de gripe o tos: saumear con muña, desinfecta todo

el cuarto.

- Para el insomnio, mate de la raíz (Martín o cruz muña), desde

medio día, tomar medio litro de mate hasta las 20:00. Fortifica los

nervios. Se aumenta con anís cerrado en una bolsa y se deja que al

dormir huela el anís.

- Chilca: 3 clases: negra, piti y blanca o menuda. Se junta y se quema

en harta cantidad y se muele con agua de quinua. Se hacen bolitas

(contiene mucho ácido) y preparamos una lejía.

- La hoja de chilca sirve para curar heridas.

- Se hacen cataplasma o baños de chilca negra para el reumatismo.

- Para la parálisis facial, se hacen baños o saumerios de chilca

acompañado con eucalipto.

- Se hace humear bajo de frazadas, como un sauna, el paciente tiene

que transpirar. La chilca solita sirve para el dolor de cabeza. Se hacen

baños de las rodillas para abajo (tiene que hacerlo otra persona, si

no, no sirve), luego envolverse el pie durante toda la noche.

- Aguja-Aguja: hierba fresca, se toma puro para el hígado, cataplasma

por encima (aguja-aguja molida), mejor con el orín. Se hace hervir

en agua y luego hervir en orín. Es desinflamante para la próstata.

También se usa aguja-aguja con mata de kiswara, patakiswara,

kallucho y lirio.

- Churo-Churu (con flores anaranjadas), es fresco, sirve para la tos.

Se usa sólo pasadito si está fresco, si está seco, hervir 3 a 4 minutos,

si es más, baja su fuerza porque se quema. Se usa con la muña, willca,

chilca. Se muele. La lechecita mejora el aire y la artritis reumática.

- Hispi o challo: para ofrenda, sirve para el estreñimiento. Se hace

hervir 5 pescaditos. El hispi tostado es alimento o mate. Para los

niños se puede dar su leche en agua hervida de hispi.

- Paico: para desparasitar: se toma paico hervido, en mate cada

mañana en ayunas, hasta los diez años. Molido: en un jarro en ayunas.

Para los oxiuros, 3 tomas en la mañana, para la lombriz, basta con

un vaso. Primero se toma un sorbo de leche y así los bichos salen

rapidito.

- Perejil: se usa para la menstruación, cuando es irregular: 3 veces al

día, se toma perejil reposado 5 minutos, 3 días antes, 3 durante y 3

después durante 3 meses. Este tratamiento regula la menstruación.

Para un mal parto se da mate de perejil (cuando se quedan las

membranas). Para la menopausia, se da mate de perejil 15 a 30 días,

y en 2 a 3 meses se pasa la menopausia.

- En casos de cambio de clima, se deben usar otras hierbas, como el

llucho-llucho, romaza, mullaca. Mejoran los nervios.

La Cultura KallawayaLos Kallawayas manejan aproximadamente 300 plantas.

La tierra kallawaya es una farmacia, porque hasta la paja es

medicina.

Los kallawayas son fuertes por el aire, el clima, los mates.

Las mujeres nunca han muerto en un parto, la mujer kallawaya es

partera. No ha habido nunca cesáreas. Se hacen manteos, fricciones

que saben colocar al niño en su lugar, como se camina, el parto es

fácil.

En Curva, se cura toda enfermedad.

Las plantas que curan no crecen grandes pero reciben sol, granizo,

lluvia, truenos. No se utiliza en cantidad porque las plantas tienen

fuerza.

Para el Kallawaya, el padre es el catedrático, la madre es la

universidad.

Toda la familia es sana, no se conoce enfermedad por lo menos hasta

los 65 años. La alimentación del Kallawaya es variada, y muy sana.

El desayuno se combina. Se usa mate de muña ú otros, variando

las plantas. La comida es variada, de la zona y de la época. Bolivia

es rica en frutas abundantes y baratas. Las hortalizas frescas son

abundantes; se come papa, quinua, papaliza, amaranto, etc. Siempre

combinando.

Se come mucha ensalada, siempre lavando bien las verduras.

Para la próstata, no comer ensalada fresca, mejor todo cocido, para el

flujo blanco de las mujeres, también es mejor comer todo cocido.

La rosa blanca, sirve para lavarse los ojos irritados (4 a 5 hojas

hervidas, bien colado), para el corazón, se toma un mate 3 a 4 veces

al día. También se usa para el sorojche o mal de altura.

El kallawaya tiene una vestimenta especial:

- Poncho: rojo, saumeando en un abrazo, se cura el susto o

malestar.

- Chuspa: o bolsa, donde tiene siempre coca y su fiambre.

- Bolsillo izquierdo: donde tiene amuletos. Wayruru waji, para la

protección del médico kallawaya.

- Abarca de goma: porque camina bastante.

- Ropa de Bayeta: proteje. Es fresco en el calor, pero abriga en el

frío al igual que el poncho que es fresco en el calor es abrigado a

la vez.

- La chuspa chiquita sirve para chuspearse, en una ceremonia, velorio,

etc, la chuspa va pasando de persona a persona, y se comparte

coca.

- Alforja: es la farmacia andante. Se carga al niño, se colocan los

saumerios, las plantas, etc.

Abelino Paucar, Elena Margarita Pari Chambi de Paucar

Médicos tradicionales de la cultura “Kallawaya”

Patrimonio Cultural de la Humanidad (UNESCO)

Curva ‑ Provincia Bautista Saavedra ‑ La Paz ‑ Bolivia.

260 261

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264 265

266 267

Pag. 5

La collina Maria

Pag. 74

Lasciata la capitale La Paz, ci si dirige a nord fino al valico Chunawi, a fian-

co dei ghiacciai dell’innevato Illampù(6421 mt.) e l’Ancohuma (6388 mt.),

che fanno parte della Cordigliera Occidentale meglio conosciuta come

Cordigliera Reale. Questo passo è un punto d’incontro per il popolo

boliviano, dove il sacro si confonde con il profano e tutto è permesso nel

mezzo dello splendore maestoso della natura. Oltre il passo si discende

nella regione dello Yungas che si divide in Nord e Sud. Qui la pianta

“sacra” della coca ha trovato il suo habbitat naturale ancor prima del

fiorire della civiltà Incas.

Los Yungas sono composte da numerosissime piccole valli, e la coca

cresce tra i 500 e i 1500 metri di altezza e sono situate nella parte

nord-occidentale del Paese dove le pendici delle Ande degradano nella

foresta Amazzonica, con la sua grande varietà di flora e fauna, le cui spe-

cie ancor’oggi non sono state del tutto studiate. E’ abitata in maggio-

ranza dalla popolazione di origine indios “aymaràs” e da una minoranza

d’origine africana.

Pag. 81

Lidio Clavijo Aguilar di Chicaloma, meglio conosciuta ne Los Yungas

come la comunità dei “negritos”.

“Fummo prelevati dal vicino Perù e dall’Argentina e ceduti ai grandi pro-

prietari di aziende private in forma di prestito dai nostri padroni, succes-

sivamente nel 1830, fummo comperati per raccogliere le foglie di coca

che servivano esclusivamente ai minatori. Nel 1952 la Riforma Agraria

consentì la divisione delle proprietà terriere, i “negritos” divennero, su-

lla carta, i proprietari delle terre in cui i loro padri erano stati schiavi, ma

passarono vari decenni prima che le proprietà fossero effettivamente

loro. Continuarono a lavorare per l’ex padrone pagando illegalmente

per le terre da lui perse.

La coca? qui non si può coltivare altro e senza di essa non si può sopra-

vvivere.”

Pag.83

L’alcalde di Caranavi nel loro Mercato Legale della foglia di coca, David

Quispe Balboa (il secondo da sinistra),” Da quando Noi siamo al gover-

no con Evo, in ogni comunità c’è un comitato di autodifesa della coca

che informa costantemente l’Alcaldia e la Federazione dei produttori di

qualsiasi cosa succeda nelle comunità. Vogliamo questo perché il Mon-

do deve capire che se ci fosse un’eventuale traffico illecito della foglia di

coca, noi saremmo i primi a saperlo e di conseguenza anche voi. E per

questo vi dico di stare tranquilli perché sarà impossibile che accada”.

Pag. 84

Le foglie di coca crescono in varie forme, le più particolari vengono cus-

todite come amuleti.

Da padre in figlio si tramanda le tecniche per leggere e prevenire il

futuro o per trovare qualsiasi risposta o per i segreti magici che la foglia

di coca custodisce (vedi a pag. 190-191).

Pag. 88

Hernin Rojas 30 anni sposato, ha due figli (seconda foto a sinistra, la

moglie é inchinata).

“Si lavora al “cocale ” dalle 8 alle 16, il grosso del lavoro consiste nella pu-

lizia intorno alla piantina di coca. Per fortuna i miei figli li posso mandare

a scuola, a volte al sabato o alla domenica ci si riposa. Quello che manca

di più? Un centro della Salute, specialmente nelle comunità piccole dove

noi viviamo”.

Pag. 90

Santiago Coche Flores, 45 anni sposato con quattro figli. “Sono coltiva-

tore di coca a La Assunta, è un lavoro duro quello che facciamo, io e mia

moglie (pag. 209), ma la gioia di vedere i nostri figli che vanno tutti a

scuola ci ripaga di tutto. Qui siamo tutti uniti nella lotta, anche in forma

giuridica come Federazioni cocaleres, la nostra coca sarà sempre difesa,

anche fino alla morte”.

Pag. 92

Le foglie di coca, una volta raccolte in sacchi di yuta, le si trasportano a

casa o se c’è spazio anche nel cocale dove poi vengono distese al sole

per almeno mezza giornata su reti che ne faciliteranno la successiva

raccolta. Il raggiungimento di essiccazione è un’arte che ognuno pratica

con tecniche proprie. Vengono poi nuovamente insaccate per essere

trasportate nei centri di raccolta privati ad eccezione di Caranavi (pag. 114)

dov’è nato nel 2008 un Mercato Legale. Tutti sono associati alla coo-

perativa Adepcoca, e strada permettendo da qui il cammino della coca

prosegue in camion o altri mezzi verso il grande Mercato Legale della

Foglia di Coca di Villa Fatima a La Paz, proprietà di Adepcoca.

Pag. 120

Sulla carrozzella, per le vie di Chulumani, Luis Katari Ticona, uno dei

fondatori del Movimento Popolare Cocaleros Boliviano, all’uscita di una

delle tante assemble dove i cocaleros dibattono le strategie in difesa

della foglia di coca. “ Il problema della foglia di coca in Bolivia nasce

dall’ignoranza politica dei Paesi Occidentali, per questo quì a Chuluma-

ni fondammo il Movimento Popolare Cocaleros Boliviano, una grande

famiglia unita nella difesa delle nostre vite e della nostra cultura a costo

di qualsiasi sacrificio. Per questo dico che Nord Americani, Europei e

Asiatici possono mettersi il cuore in pace, qui nello Yungas non si potrà

mai sradicare la nostra foglia di coca.”

Pag. 122

Incontro tra i vari produttori e il loro comitato. Il loro Presidente (il

secondo da sinistra) Federico Flores Cruz, “ Qui siamo tutti Evo e per

questo che siamo tranquilli per l’esito che avrà la nostra foglia di coca”.

Pag. 123

A destra Teodocio Quilea Acarayei, funzionario dell’Istituto di Riforma

Agraria a Caranavi, 49 anni anch’esso produttore di coca, “ La coca sarà

commercializzata e gli europei che penso non tutti siano stupidi, la vo-

rranno. Solo gli statunitensi ci saranno contro, naturalmente loro devo-

no difendere il loro “mercato” che è quello della cocaina.

Pag. 126

Questa è una foto prima dell’avvento di Morales alla Presidenza ed era

una delle tante marcie di protesta, organizzate dal Movimento Popolare

Cocaleros, verso La Paz. Da Chulumani alla capitale occorono 5/6 giorni

di cammino, sempre e solo per lottare in difesa della coca.

Pag. 127

La “saya”, eseguita dalla comunità di Chicaloma precede l’arrivo di Evo

Morales a Chulumani, visita per una donazione di 900 computer donati

dal Governo venezuelano che andranno nelle comunità ora sprovviste.

“Un mezzo indispensabile” a più volte sottolineato Morales nella sua lun-

ga, più di due ore, chiacchierata con il popolo yungueños.

Pag. 134

Postazione di Radio Yungas a Chulumani e un’interno di Radio Patria

Nueva a Caranavi. Quest’ultima nata dopo l’insediamento di Morales

che le volute in tutto il territorio boliviano.

Pag. 140

Vicenta Quispe “ Mi piacerebbe veramente che gli europei e non solo,

capissero la vera differenza tra coca e cocaina e che la chiesa, oltre ad

ascoltare, intervenisse. Se non ci fosse la coca Noi non vivremmo”.

Pag. 149

Valentin Gonzales “Mi hanno convinto a coltivare piante di mandarini,

danno frutti 1 o 2 anni, poi seccano tutte.

Per tenerle in vita dovrei rinunciare al guadagno sicuro che realizzo con

la coca, perché?”

Pag. 149

Don Mario della ONG Qhana mostra alcuni chicchi di caffé infettati da

una malattia a due ragazzi che seguono un corso di coltivazioni aggiun-

tive a quelle della pianta di coca.

Lo sviluppo alternativo è una vergogna oltre che un enorme spreco.

Alcune ONG europee collaborano con le ONG locali per incrementare

nei cocaleros una maggiore conoscenza tecnica e imprenditoriale sulle

coltivazioni alternative come il caffé, il mais, le arance, noccioline ed

altro.

I problemi sono tanti, dalle difficoltà di adattamento delle varietà de-

lle coltivazioni alternative, alla mancanza di fondi costanti nel tempo,

ai costi proibitivi dei concimi che vengono importati, ma sopratutto al

problema della commercializzazione dei prodotti.

Il caffé, per esempio, che in questa regione è di altura, cioé di qualità

molto elevata, viene prodotto ed esportato, in qualche modo, attraver-

so i canali del mercato equo-solidale ma trova, nell’ostruzionismo delle

multinazionali, un’ostacolo insormontabile.

“La strada per La Paz é un fangaio, i trasporti commerciali sono inesis-

tenti.

Se la coca fosse legalizzata, industrializzata e commercializzata come me-

dicina naturale, i cocaleros ne trarrebbero maggiori benefici economici e

potrebbero investire su altri coltivi per uso interno”.

Pag. 158

Viaggio verso la comunità di Simon Bolivar verso nord in direzione della

selva amazzonica. Isolati nella loro provincia hanno chiesto un’incontro

con le autorità pubbliche di La Asunta con le quali sanciranno accordi

amministrativi e commerciali, grazie ai quali, il mercato di La Asunta si

arricchirà di frutta e di altri generi alimentari tipici della zona.

Nella comunità sarà costruito un piccolo centro sanitario e una nuova

via d’accesso che ora è completata, e agevolerà il commercio con le altre

268 269

comunità. Anni fà Simon Bolivar era raggiungibile solo via fiume e ad

una camminata di parecchie ore.

Pag. 169

Cesar Zamorano, l’allora sindaco di La Assunta ora a La Paz nel Go-

verno. “La coltivazione di coca, nello Yungas, vuol dire sopravviven-

za per chi ci vive.

Se la Comunità Internazionale vuole intervenire per aiutare il gover-

no a sradicare le piantagioni provocherà la nostra morte per fame.

È sarebbe un gran peccato perché lo Yungas, grazie alla sua partico-

lare posizione geo-climatica, é una regione che ha grandi possibilità

e risorse naturali, potremmo con investimenti mirati, anche in forma

di credito, realizzare molti progetti a beneficio delle comunità”.

Pag. 172

Chulumani

Pag. 174

Caranavi

Pag. 189

Felipe Huanca Espinosa, a sinistra, davanti al loro ufficio di Medicina

Naturale a Chulumani, “ Quest’anno, finalmente, avremo uno spazio

per degenze all’interno dell’Ospedale di Chulumani, per curare meglio e

per diffondere anche nell’Ospedale le nostre conoscenze sulla medicina

naturale. Grazie ad Evo si stà riprendendo familiarità con questa pratica

millenaria e noi della terza età abbiamo l’obbligo di tramandarla”.

Pag. 192

Preparazione del campo per coltivi didattici nella scuola della comunità

di Villarimedios.

Pag. 194

E’ il 1 Maggio e la comunità di Lagunillas si riunisce per celebrare la

festa del Lavoro ripulendo, dopo gli scavi, il terreno per realizzare un

campo da gioco. Bambini e adulti, insieme, in una giornata di lavoro

e di gioia. Ricardo Poma, l’insegnante ( a sinistra in basso), riunisce

in un’unica classe i ragazzi dalla 1° alla 5° elementare e mi dice “ Ora

si dice, Bolivia cambia, Evo compie, ed è vero, in tutto il Pesse si cos-

truisce e si migliora le condizioni di vita. Noi l’avevamo già fatto anche

prima e le foto lo dimostrano.

Questo è per dirti che siamo tutti un Evo”.

Pag. 200

Juana Coche, “Vivo in una piccola comunità dove non c’è acqua potabile

ne energia elettrica e i bambini oltre ad andare a scuola aiutono i geni-

tori anche nel cocale. Noi sentiamo che dall’Estero si vuole lo Yungas

senza coca perché ci dicono che coca è cocaina. Visto che sei qua, ma

che cos’è la cocaina?”.

Spiegare a Juana cos’è la cocaina è stato difficile e assolutamente im-

possibile farle capire perché se ne fa uso, subito dopo le ho scattato la

foto.

Pag. 202

Invito a pranzo alla comunità Sicuani Chico nella provincia di La Asunta.

Pag. 220

ADEPCOCA - Mercato Legale della foglia di coca - Così si presenta, con

la sua insegna, nel quartiere di Villa Fatima a La Paz, unico al mondo.

Questo mercato rappresenta il riconoscimento della cultura andina. Di-

viso in stanzoni, stanze e stanzette è il luogo di commercio e di incontro

tra membri di comunità lontane dello Yungas e di altre regioni della

Bolivia.

Pag. 223

Luis é un dirigente di Adepcoca e lavora nel mercato, “...tutti i coltivatori

di foglia di coca dello Yungas sono associati alla cooperativa Adepcoca.

Hanno un documento di riconoscimento e quando portano la loro coca

quì sono provvisti di una bolla di trasporto che ritirano nelle loro co-

munità, questa gli consente di affrontare il trasporto e di superare i vari

controlli da parte delle autorità

Pag. 254-255

Sulle strade della capitale, come in tutta la Bolivia, si può acquistare la fo-

glia di coca e i suoi derivati. Il più popolare é il mate di coca, non solo di

produzione di cooperative cocaleres, ma anche di grosse multinazionali

come la Windsor, Nestlé e altre. Oltre alla Bolivia, i derivati dalla foglia

di coca e specialmente il mate di coca sono ormai comuni in molti Paesi

sudamericani ma nel resto del Mondo no.

Pag. 260

Scorcio di La Paz e nello sfondo l’Illimani (mt. 6402), nelle vicinanze

l’incontro con Abelino Paucar e donna Elena, nel 2003 l’Unesco ha pro-

clamato la loro cultura e la loro scienza Kallawaya, come “Opera Maes-

tra del Patrimonio Orale e Intangibile dell’Umanità”.

270

Bolivia - coca no es cocaina-

a cargo de Claudio Ronchini

projecto gráfico Laura Maccarini

Claudio Ronchini agradece la collaboraciòn de las siuientes

organizaciones

CEDIB Centro de Documentacion e Informacion Cochabamba www.cedib.org

QHANA Centro de Educacion Popular La Paz www.qhana.org.bo

CORACA Corporacion Agropecuaria Campesina Irupana, sud yungas [email protected]

ACCION ANDINA www.accionandina.org

ADEPCOCA Asociacion Departamental de Productores de Coca de la Zona Tradicional La Paz www.adepcoca-bo.com

Museo de la Coca www.cocamuseum.com

ICORI Internacional Coca Research Institute [email protected]

Radio Yungas [email protected]

Radio Patria Nueva

Federacion de Campesinos y de Productores de Coca y Alcaldie de

Chulumani, La Asunta, Irupana y Caranavi

Federacion de Campesinos de Chicaloma

Movimento Cocaleros Boliviano

Frères des Hommes (www.freresdeshommes.org)

Fondazione Solares (www.solaresonline.it)

Marcos Devisscher L., Norma Mariconi, Roxana Miranda L., Interconsul

(www.interconsul.com), Maria Stella Ferretti, Giorgio Vecchi, Evelina

Borges, ScreenPoint (www.screenpoint.it), Marco Bonaccorsi, Pia

Roberto, Stefano Rossini, Nicolò Costa, Alberta Carini y todos el pueblo

yungueños.

Coca, dolce senzazione di vitaCoca, di un verde risplendente che ti illuminaCoca, poderosa e innocuaCoca, sincera e amicaCoca è vita

272 273

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Madrid, 4 de enero 1998.2 UNDCP, Informe de Naciones Unidas, Nueva York 1999.3 DROUIN, Oliver, Observatorio Geopolítico de las drogas, París.4 STRAUS-KANT, Dominique, Ministro de Economía francés.5 CHOSSUDOWSKY, Michel Observatorio Geopolitico de las drogas,

París.6 CHOSSUDOWSKY, Michel Ob. Cit.

Prohibicion y sus efectos perversos1 SZASZ, Thomas, Droga y ritual. Editorial Fondo de Cultura Econó-

mica, México 1990.2 SAVATER, Fernando. Etica como amor propio, Editorial Mondadori.

Barcelona 1988.3 ESCOHOTADO, Antonio. Ob Cit.4 ESCOHOTADO, Antonio. Ob Cit.5 SZASZ, Thomas, Ob Cit.6 SZASZ, Thomas, Ob Cit.

Tiempos eroicos1 TAMAYO, Franz. La Creación de la Pedagogía Nacional, Editorial Ju-

ventud. La Paz 1986.2 SZASZ, Thomas. Nuestro derecho a la droga, Editorial Anagrama.

Barcelona 1993.3 SZASZ, Thomas. Ob. Cit.

La furia de los dioses1 DÍAZ Villamil, Antonio. Leyendas de mi tierra, Editorial Juventud. La

Paz 1990.2 SAVATER, Fernando. Etica como amor propio, Editorial Mondadori.

Barcelona 1988.3 NEWSWEEK, Los padres drogan a sus hijos para mayor rendimiento.

Revista del 5 de julio.4 LA RAZÓN. La Paz, 6 de noviembre 2000.5 (OTT Jonathan, Ob. Cit.).6 ANSA, despacho de 19 de junio 2000.7 LA RAZÓN de 19 de junio de 2000.

Eusebio Gironda Cabrera, atualmente Assesor al Ministerio della Presidencia, es maestro titulado en la Normal de Warisata y el Instituto Normal

Superior “Simòn Bolivar” de La Paz, abogado egresado de la UMSA, tiene cursos de especializaciòn en la Facultad Latinoamericana de Ciencas

Sociales (FLACSO), Escuela de Altos Estudios de Ciencas Sociales (Paris), Universidad de Salamanca (España) y la Universidad Andina “Simòn Bolivar”.

Docente de Teorìa del Estado y Derecho Costitucional en la Facultad de Derecho de la USMA. Desempeño los cargos de diputado nacional, Viceministro

y Ministro de Trabajo, Preside la Sociedad Boliviana de Escritores, es consultor jurìdico y editor del Boletìn Jurìdico.

Obras del autor: El Desafìo Nacional, La Crisis del Estado, Modernizar y Democratizar el Estado, Limites y Proyecciones de la Reforma Constitucional,

La Libertad de Elegir, El Desafìo Laboral, Sosiedad Estado y Globalizaciòn, Coca Inmortal, Teorìa del Estado, El fin del Estado K’hara, El Pachakuti

Andino.

Claudio Ronchini, fotografo freelance, co‑fondatore della rivista culturale “Pushe 27” agli inizi degli anni ‘80, ha poi proseguito la sua ricerca fotografica

nel campo delle Ong. Ha esposto in Europa e negli USA, autore della pubblicazione con Frères des Hommes di “Guatemala” e con l’Associazione Casa

e famiglia di “Voglia di insieme”.


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