Date post: | 07-Apr-2023 |
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foto Claudio Ronchini texto Eusebio Gironda Cabrera introdución Evo Morales Aymaintervención Antony Henman - Jorge Hurtado - Abelino Paucar - Paul Gootenberg
coca no es cocaina
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coca no es cocaina
2 3
indicepag.6........................................................... Introdución Evo Morales Ayma
pag.10...................... Bolivia -coca no es cocaina- texto Eusebio Gironda Cabrera
pag.11........................................................................ El mundo de la coca
pag.20............................................................................... Itinerario fatal
pag.32............................................................... Nuevo modo de produccion
pag.36........................................................ Politica internacional antidrogas
pag.39............................................ Programas “Bolivianos” contro las drogas
pag.52................................................................... Neoliberalismo y drogas
pag.54..................................................... Prohibicion y sus efectos perversos
pag.56............................................................................. Tiempos eroicos
pag.62....................................................................... La furia de los dioses
pag.71................................. Bolivia -coca no es cocaina- foto Claudio Ronchini
pag.154........................................................................... Paul Gootenberg
pag.216........................................................................... Antony Henman
pag.240............................................................................. Jorge Hurtado
pag.257............................................................................ Abelino Paucar
coca no es cocaina
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na estrategia real, sostenible, con participación social y respetando los derechos humanos
Nuestros antepasados han compartido y coexistido guiados por los principios milenarios del “Ama Sua, Ama Llulla y Ama Khella” (“no seas ladrón”, “no seas mentiroso” y “no seas flojo”). Cuya aplicación en todos los órdenes del entramado político, social, cultural y económico ha instituido una trilogía de la perfección.Después de 500 años de colonialismo, sometimiento y exclusión en los confines mismos de nuestra Patria, los pueblos originarios y los movimientos sociales hemos tomado el poder en Bolivia y estamos construyendo un tiempo nuevo: el Pachakuti que significa el renacer de nuestras culturas, de nuestras potencialidades y de nuestra vida.Hoy estamos viviendo una revolución democrático-cultural, a la cabeza del movimiento popular y, especialmente, del movimiento indígena originario, para plantear transformaciones en democracia y bajo los fundamentos de un Estado social comunitario.Uno de los símbolos de la nueva nacionalidad es la hoja de coca. La hoja sagrada que ha sido injustamente penalizada, criminalizada y estigmatizada por la comunidad internacional.Es la Convención Única de Naciones Unidas de 1961 que incluye a la hoja de coca en la Lista I de Estupefacientes, prohibiendo su producción, industrialización y comercialización, sobre la base de un estudio poco serio y no científico realizado entre los años 1949 y 1952, que, de manera sesgada sugirió que la hoja de coca produce daños para la salud humana. Sin embargo, ahora se cuentan con investigaciones posteriores, como la realizada por la Universidad de Harvard en 1975 y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1995, según las cuales la coca no ocasiona daño alguno a la salud humana.Necesitamos hacer a un lado mitos que se han tejido alrededor de la hoja de coca y basados en evidencias culturales, antropológicas y científicas. Por ello, es voluntad política del Gobierno boliviano la revalorización y dignificación de la hoja de coca, a fin de promocionar sus valores histórico-culturales, impulsar los procesos de transformación productiva y propiciar el cambio de su status jurídicos en las Convenciones internacionales.Debemos también superar la perspectiva reduccionista y unilateral que hacía énfasis en al reducción de la oferta e implicaba esfuerzos débiles en la reducción de la demanda. Se pensaba en términos simples que una mayor “erradicación” de cultivos de coca conducía automáticamente a una reducción del narcotráfico.
Esta vieja manera de ver el tema, y por lo general impuesto desde afuera, sólo ha ocasionado costos en vidas humanas y costos económicos para el Estado y Pueblo boliviano. Pero sus resultados efectivos han sido escasos, puesto que el comercio mundial de drogas no sólo se ha mantenido, sino que en algunos casos ha tendido a crecer.Existe entonces, la necesidad de adoptar un enfoque global y equilibrado sobre la temática. Y con esa idea central, hemos formulado la presente “Estrategia de Lucha contra el Narcotráfico y Revalorización de la Hoja de Coca” que, además de ser factible sea sostenible, que cuente con la participación de los actores involucrados, sociales y esté basada en el respeto de los derechos humanos, la soberanía, dignidad y la biodiversidad nativa. En lo central, planteamos la estabilidad y control de los cultivos de coca en una rango que permita niveles dignos de sobrevivencia para los productores cocaleros y, al mismo tiempo, responda a los compromisos del Estado boliviano en el marco de la responsabilidad compartida.Respondiendo a una nueva dinámica de interacción entre la comunidad y el estado adoptamos el control social como el elemento clave con miras a controlar el desvío de la coca para fines lícitos, para ejecutar los operativos especiales y para garantizar el control y fiscalización de precursores químicos y el lavado de dinero.Al mismo tiempo enfatizó las acciones soberanas y efectivas de reducción concertada, así como de promoción de la producción de coca orgánica y de transformación productiva de sus productos derivados.La nueva concepción de desarrollo integral sostenible no sólo representa la continuidad del denominado “desarrollo alternativo”, cuya implementación ha tenido serios reparos por su burocracia y escaso impacto social. Ahora generaremos un proceso de desarrollo global, humano y con participación comunitaria, para lo cual es necesario infraestructura integral, desarrollo en zonas pobres y mejorar la rentabilidad de los productos.Con la presentación de la nueva Estrategia reafirmamos nuestro compromiso firme y soberano para afrontar la problemática, en el marco del proceso de descolonización del Estado y de la revalorización de la hoja de coca.Pero en igual dimensión exigimos un compromiso firme y solidario de la comunidad internacional a fin de alcanzar los objetivos y metas planteadas.
Juan Evo Morales Ayma
Presidente Constitucional de la República de Bolivia
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Las drogas invaden las grandes y pequeñas ciudades de casi todo el mundo y nadie está libre de los efectos perversos que ocasiona, mien tras la lucha contra los
estupefacientes es insostenible en las condicio nes actuales, a pesar de las millonarias sumas de dinero invertidas, gran des contingentes militares movilizados
y cientos de miles de personas encarceladas. Los grandes esfuerzos realizados no compensan los ma gros resultados obtenidos, lo que ha generado un
movimiento creciente por la legalización de las drogas.
En torno a la producción, comercio y consumo de drogas y la lucha contra ellas, Estados Unidos ha logrado estructurar una serie de mitos con los cuales
conduce la cruzada antinarcóticos e impone sus condicio nes a los Estados del mundo para realizar sus propios objetivos. Una de las tareas de esta obra ha sido
desmitificar los principales fundamentos elaborados por el Poder Imperial: la prohibición como la mayor incita ción al consumo y desarrollo de las drogas; la
farmacracia, política ob sesiva de control social por parte de los Estados; el chivo expiatorio so bre el que los satanizadores de las drogas descargan toda su furia;
el Estado terapéutico, protector de la salud de los individuos “incapaces de controlarse a sí mismos”; la salud pública, pretexto para justificar la lucha antidrogas
como la “más alta función del Estado”.
Sin embargo, el punto central de esta obras es el esclarecimiento de las políticas represivas contra la coca, su diferenciación nítida con la cocaína, y sobre todo
la lucha heroica de los productores en defensa de la hoja milenaria que busca preservar las culturas andinas, la identidad de aymaras y quechuas y la dignidad
del pueblo boliviano. No debe olvidarse que la lucha contra las drogas está orientada principalmente a la erradicación de la coca como chivo expiatorio, que
en esencia significa el ataque a las culturas e identidades de los pueblos productores. Por eso defender la coca es defender la cultura de las naciones andinas,
al pueblo, al país y su soberanía nacional.
En esta dirección es necesario develar la doble lógica de la repre sión, cuyo efecto multiplicador, regulador e integrador es el mayor im pulso al crecimiento de
la producción, comercio y consumo de drogas, del que se benefician por igual, traficantes, Estados y banqueros de todo el mundo; la narcocracia, catalogada
como otra fase del desarrollo capi talista, fusión de traficantes de drogas con los Estados y cuyas políticas reflejan objetivos específicos de gobernantes y mafias
narcotraficantes.
La producción, comercio y consumo de drogas constituye un noví simo y extraordinario modo de producción, es decir, la máquina más poderosa de crear,
producir, y acumular riqueza, superior a todas cuan tas han existido hasta ahora, porque acelera al máximo el circuito de acumulación del capital, libera
descomunales fuerzas productivas, re voluciona las relaciones de producción, utiliza moderna tecnología en la reconversión del dinero y regula la economía
mundial.
Lo más importante en esta difícil tarea es dilucidar que la lucha contra las drogas encabezada por Estados Unidos y sus socios europeos es un bluff, es decir,
una farsa internacional, una guerra falsa, perdida de antemano, porque se halla mediatizada por intereses geoestratégicos de las potencias, la crisis económica
internacional, y la necesidad de dominio del Estado Imperial.
A pesar de los intentos por acabar con la coca, ésta se eleva desde el fondo de la conciencia nacional hasta ubicarse como integrante de la cultura universal y
nadie podrá detenerla, porque son los hombres y la sociedad los que, en última instancia, definen la supervivencia o la muer te de los productos naturales o
sintéticos. Así como sobrevivió a todos los embates de sus enemigos, seguirá su marcha lenta y segura para convertirse en patrimonio de la humanidad.
Finalmente, todo lo que hagan los prohibicionistas contra la drogas es inútil porque el mundo del futuro será una sociedad plena de dro gas; se impondrán los
derechos del hombre, habrá acabado el tiempo del control y la prohibición, el tiempo del engaño y los chivos expiatorios, de la farmacracia, la salud pública y
el Estado terapéutico, para liberar a los hombres y vayan al encuentro de su bienestar material y espiritual.
boliviacoca no es cocaina
l mundo de la coca
Si seguimos mirando para atrás tropezamos con el Kollasuyo vie-
jo de milenios. Fueron Kollas o Proto-Kollas los constructores del
Tiwanaku legendario. Más allá están los Antis que dieron su nom-
bre a la Cordillera de los Andes. Hay quienes piensan que los nom-
bres de Mu, atlantes, lemures y gondwanes se cuentan entre nues-
tros antepasados. Más lejos todavía, están los habitantes de la
“Chamajpacha” o Edad Oscura, la última época glacial cuando el
Sol no alumbraba la tierra.
Fernando DIEZ DE MEDINA1
Entre mito y sociedad existe una relación dialéctica y por eso mis mo
es necesario analizar el mito de manera correcta, puesto que con fre-
cuencia se presentan distorsiones acerca de su naturaleza, sus signifi-
cados y sus funciones.
Para los griegos Mutho era igual a “relato”, “lo que se ha dicho”, es
decir, una expresión, una historia, el argumento de una obra. La mito-
logía no tuvo siempre el mismo sig nificado que se le da hoy día. Para
Platón mitología no era otra cosa que contar una historia2. Los criterios
especulativos acerca del mito casi siempre condujeron a errores de
interpretación en sentido de que “todos los mitos tratan de dioses o
derivan de rituales, o que todos los mitos son diferentes o no se dife-
rencian de los cuentos populares, cuando en realidad los criterios de
valoración son diferentes.
Del mis mo modo no se puede confundir los mitos con los cultos o
figuras religio sas. Tampoco los mito todo derivan de rituales, o se aso-
cian a ellos; es posible que muchos mitos tengan relación entre sí,
existen mitos a los cuales no se acompaña ningún ritual. Los mitos
están profundamente ligados a la cultura humana por eso no pueden
circunscribirse a una relación mecáni ca con la religión. Unos mitos
pueden relacionarse con dioses, otros no. Es importante distinguir la
idea de que los mitos son idénticos a los cuentos populares y no tie-
nen que ver con ellos; cualquier relación excluyente es perniciosa.
La cultura humana ha elaborado diversidad de expresiones ideológicas
que contienen al mismo tiempo elementos de otras manifesta ciones
sin confundirse totalmente, pero al mismo tiempo haciéndose par te
fundamental de tal historia.
Muchos mitos están inmersos en las leyen das y aunque se diferencian
se hallan ligados a sus características propias.
Mitos kollasMuchos son los mitos que el pueblo aymara ha forjado a lo largo de su
existencia milenaria.
Al respecto Jaime Saenz3, dice: “El hombre boliviano, un hombre esen-
cialmente religioso, nace, vive y muere al resplandor de los mitos, en
los que precisamente encuentra s ancestro”.
Estos Mitos y estas supersticiones, sigue diciendo Saenz, representan
nada menos que las enseñanzas ocultas, de antiguos iniciados y tau-
maturgos de sacerdotes y misagogos que, habiendo recibido la reve-
lación y ha biendo las claves de un universo en sombras, por obra de
una existen cia real, compartida con el mundo, en el mundo y dentro
del mundo, dispensaban la muerte y dispensaban la vida, enseñaban
el arte de la muerte y el arte de la vida, en cada confín del horizonte
y señalaban con largos dedos inmemoriales, el curso del tiempo en
toda la redondez del altiplano, porque me parece verdad, es redondo
el altiplano, porque no acaba nunca, por ser precisamente un mundo
el altiplano”.
Los mitos aymaras más conocidos son los que el citado autor enumera
de este modo: En la cúspide de la mitología de los kollas se encuentra
el dios Huirakhocha, a quien se le tiene por el hacedor de la luz de la
tie rra y de los hombres.
Mayor vitalidad ha tenido en la mitología indíge na y sigue teniendo
aún, la creencia en los Achachilas o sea la de considerar a las monta-
ñas, cerros, ríos y peñas como antepasados que originaron la vida de
cada pueblo y que por este motivo nunca descui daron aquello de velar
por el bien de su prole.
Entre estos Achachilas estaban el lago Titicaca, el Illampu, el Illimani,
el Caca-haque o Huayna Potosí y otros de menor jerarquía. Huari, lla-
maban los antiguos kollas un cuadrúpedo semejante a la llama, pro-
bablemente el Macrauchenia ya extinguido y los tenían por su Dios
Totémico, representante del vigor de la raza.
Pacha Mama, por los vestigios que aún quedaban, debió referirse pri-
mitivamente al tiempo, tal vez vinculado en alguna forma, como la
tierra, al tiempo que cura los mayores dolores, como extingue las ale-
grías más intensas, al tiempo que distribuye las estacio nes, fecundiza
la tierra, su compañera, da y absorbe la vida de los seres del universo.
Pacha significa originariamente tiempo en lenguaje kolla; sólo con el
transcurso de los años y adulteraciones de la lengua y pre dominio de
otras razas, ha podido confundirse con la tierra y hacerse que a ésta y
no a aquél se rinda preferente culto.
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Mito de la cocaEn torno a la coca se han construido mitos, leyendas y cuentos popu-
lares que perduran hasta hoy, y a pesar de los tiempos en que vivi mos
se mantienen no sólo entre los aborígenes de los valles y el altipla no
sino ha penetrado en amplias capas de clase media y hasta sectores en-
cumbrados de la sociedad boliviana. Es que la hoja de coca ha desem-
peñado en el mundo kolla influencia determinante, porque su liga zón
con la vida misma de estos hombres, que han sacralizado la coca desde
tiempos inmemoriales, y por eso mismo, constituye referencia impres-
cindible. Veamos algunos de ellos: Antonio Díaz Villamil4, describe la
Leyenda de la coca de la siguiente manera: “Era por el tiempo en que
habían llegado a estas tierras los conquistadores blancos. Las jornadas
siguientes a la hecatombe de Cajamarca fueron crueles y sangrientas.
Las ciudades fueron destruidas, los cultivos abandonados, los templos
profanados e incendiados, los tesoros sagrados y reales arrebatados. Y,
por todas partes en los llanos y en las montañas los desdichados indios
fugitivos, sin hogar, llorando la muerte de sus padres, de sus hijos y de
sus hermanos.
La raza, señora y dueña de tan feraces tierras yacía en la miseria, en el
dolor. El inhumano conquistador, cubierto de hierro y lanzando ra yos
mortales de sus armas de fuego y cabalgando sobre briosos corce les,
perseguía por las sendas y las apachetas a sus espantadas víctimas.
Los indios indefensos, sin amparo alguno, en vano invocaban a sus dio-
ses, en vano lamentaban su desdicha. Nadie ni en el cielo ni en la tierra,
tenían compasión de ellos.
Kjana Chuyma, el yatiriUn viejo adivino llamado Kjana Chuyma, que estaba, por orden del inca,
al servicio del templo de la Isla del Sol, había logrado huir antes de la
llegada de los blancos, a las inmediaciones del lago, lleván dose los te-
soros sagrados del gran templo. Resuelto a impedir a todo trance que
tales riquezas llegaran al poder de los ambiciosos conquista dores, había
conseguido, después de vencer muchas dificultades y peli gros, en varios
viajes, poner a salvo, por lo menos momentáneamente, el tesoro en un
lugar oculto de la orilla oriental del lago Titicaca.
Desde aquel sitio no cesaba de escudriñar diariamente todos los caminos
y la superficie del lago, para ver si se aproximaban las gentes de Pizarro.
Un día los vio llegar. Traían precisamente la dirección hacia donde él
estaba. Rápidamente resolvió lo que debía hacer. Sin perder un ins tante,
arrojó todas las riquezas en el sitio más profundo de las aguas.
Pero cuando llegaron junto a él los españoles, que ya tenían conoci-
miento de que Kjana Chuyma les había traído consigo los tesoros del
templo de la Isla, con intención de sustraerlo al alcance de ellos, lo cap-
turaron ara arrancarle si fuera preciso por la fuerza el anciano secreto.
Kjana Chuyma se negó desde el principio a decir una palabra de lo que
los blancos le preguntaban. Sufrió con entereza heroica los terribles tor-
mentos a los que lo sometieron.
Azotes, heridas, quemaduras, todo, todo soportó el viejo adivino sin re-
velar nada de cuanto había hecho con el tesoro. Al fin, los verdugos,
cansados de atormentarle inútilmente, le aban donaron en estado agóni-
co para ir por su cuenta a escudriñar por todas partes. Esa noche, el des-
dichado Kjana Chuyma, entre la fiebre de su dolo rosa agonía, soñó que
el Sol, dios resplandeciente, aparecía por detrás de la montaña próxima
y le decía:
- Hijo mío, tu abnegación en el sagrado deber que te han impuesto vo-
luntariamente, de resguardar mis objetos sagrados, merece una recom-
pensa. Pídeme lo que desees, que estoy dispuesto a concedértelo.
- ¡Oh!, Dios amado - respondió el viejo - . Qué otra cosa puedo yo pe-
dirte en esta hora de duelo y de derrota, sino la redención de mi raza y
el aniquilamiento de nuestros infames invasores.
- Hijo desdichado - le contestó el Sol. Lo que tu me pides, es ya impo-
sible. Mi poder ya nada puede contra esos intrusos; su dios es más pode-
roso que yo. Me ha quitado mi dominio y por eso, también como voso-
tros debo huir y refugiarme en el misterio del tiempo. Pues bien, antes
de irme para siempre, quiero concederte algo que esté aun dentro de
mis facultades.
- Dios mío - repuso el viejo con pena -, si tan poco poder ya tienes, debo
pensar con sumo cuidado en lo que voy a pedirte. Concédeme la vida
hasta que pueda decidir lo que he de rogarte.
- Te concedo, pero no más que el tiempo en que transcurre una luna -
dijo el Sol y desapareció entre las nubes rojas.
El secreto consuelo de diosesLa raza estaba sometida.
Los blancos, orgullosos y déspotas, no se dignaban considerar a los in-
dios como seres humanos. Los habitantes del inmenso Imperio del Sol,
sin rey y sin caudillos, no tuvieron más que soportar la esclavitud por
muchos siglos o huir a regiones donde aún no hubiera llegado el poder
de los intrusos.
Uno de esos grupos, embarcándose en pequeñas balsas de totora, atra-
vesó el lago y fue a refugiarse en la orilla oriental, donde Kjana Chuyma
estaba luchando con la muerte.
Los indios, sabedores de cuanto le serviría al noble anciano, acudieron
solícitos a prodigarle sus cuidados. Kjana Chuyma era uno de los yatiris
más queridos en todo el imperio, por eso los indios rodea ron su lecho
de agonía, llenos de tristeza lamentando su próximo deceso.
El anciano, al ver en torno de sí ese grupo de desdichados, sentía más
honda pesadumbre e imaginaba los tiempos de do lor y amargura que el
futuro les aguardaba.
Fue entonces que recordó la promesa del gran astro. Resolvió pedirle
una gracia, un bien durable como herencia a los suyos; algo que no fuera
ni oro ni riqueza, para que el blanco ambicioso no pudiera arrebatarles;
en fin, un consuelo secreto y eficaz para los días de miseria y padeci-
mientos.
Al llegar la noche, lleno de ansiedad en medio de la fiebre que le con-
sumía, imploró al Sol para que acudiera a oír su última petición. A los
pocos momentos, un impulso misterioso le levantó de su lecho y le hizo
salir de la choza.
Kjana Chuyma dejándose llevar por la secreta fuerza que le dirigía, subió
por la pendiente arriba hasta la cumbre del cerro.
En la cima notó que le rodeaba una gran claridad que hacía contraste
con la noche fría y silenciosa. De pronto una voz, le dijo: Hijo mío.
He oído tu plegaria. ¿Quieres dejar a tus tristes hermanos un lenitivo
para sus dolores y un reconfortante para las terribles fatigas que les guar-
de en su desempeño?
-Sí, si Quiero que tengan algo con qué resistir la esclavitud que les aguar-
da ¿Me concederás?. Es la única gracia que te pido para ellos, antes de
morir.
- Bien - respondió con dulce tristeza la voz -. Mira en torno tuyo. ¿Ves esas
pequeñas plantitas de hojas verdes y ovaladas? Las he hecho brotar para
ti y para tus hermanos. Ellas realizarán el milagro de adormecer. penas y
sostener fatigas. Serán el talismán inapreciable para los días amargos.
Di a tus hermanos, que sin herir los tallos, arranquen las hojas y, des-
pués de secarlas, las mastiquen.
El jugo de esas plantas será el mejor lenitivo para la inmensa pena de
sus almas.
Después de recibir varias otras instrucciones, el viejo lleno de con suelo,
volvió a su choza cuando la aurora comenzaba a iluminar la tierra y a
platear las tranquilas aguas del lago.
Kjana Chuyma, sintiendo que le quedaban pocos instantes de vida, re-
unió a sus compañeros y les dijo: - Hijos míos. Voy a morir, pero antes
quiero anunciarles que el Sol nuestro dios, ha querido en su bondad
concedernos una gracia:
Subid al cerro próximo encontraréis unas plantitas de hojas ova ladas.
Cuidadlas cultivadlas con esmero. Con ellas tendréis alimento y consue-
lo. En las duras fatigas que nos imponga el despotismo mascad esas ho-
jas y tendréis nuevas fuerzas para el trabajo.
En los interminables viajes a que nos obligue el blanco, mascad esas ho-
jas y el camino os hará breve y pasajero. En el fondo de las minas donde
os entierre la inhumana ambición de los que vienen a robar el tesoro
de nuestras montañas, cuando os halléis bajo la amenaza de las rocas
prontas a desplomarse sobre vosotros, el jugo de esas hojas os ayudará
a soportar esa vida de oscuridad y de terror.
En los momentos en que vuestro espíritu melancólico quiera fingir un
poco de alegría, esas hojas adormecerán vuestra pena y os darán la ilu-
sión de creeros felices.
Cuando queráis escudriñar algo de vuestro destino, un puñado de esas
hojas lanzado al viento os dirá el secreto que anheláis conocer.
Y cuando, el blanco quiera hacer lo mismo y se atreva a utilizar como
vosotros esas hojas, le sucederá todo lo contrario. Su jugo, que para vo-
sotros será la fuerza y la vida, para vuestros amos será vicio repugnante
y degenerador: mientras que para vosotros los indios será un alimento
casi espiritual, a ellos les causará la idiotez y la locura.
Hijos míos, no olvidéis cuanto os digo. Cultivad esa planta. Es la preciosa
herencia que os dejo. Cuidad que no se extinga y conservadla y propaga-
dla entre los vuestros con veneración y amor.
Tales cosas les dijo el viejo Kjana Chuyma dobló su cabeza sobre el pe-
cho y quedó sin vida.
Los desdichados indio gimieron inconsolables por la muerte de su vene-
rable yatiri. Durante tres días y sus noches lloraron al difunto sin separar-
se de su lecho. Al fin fue necesario pensar en darle sepultura.
Para ello eligieron la cima del cerro más próximo.
En silenciosa comitiva fue ron los indios hacia la cumbre, conduciendo
el cadáver de su yatiri. Fue enterrado dentro de un cerco de las plantas
misteriosas. Recién en ese momento se acordaron de cuanto les había
dicho al morir Kjana Chuyma y cogiendo cada cual un puñado de las
hojitas ovaladas se pu sieron a masticarlas.
Entonces se realizó la maravilla. A medida que tragaban el amargo jugo,
notaron que su pena inmensa se adormecía lentamente.
En ese mito aparecen varios elementos que muestran la enorme sig-
nificación de la hoja de coca para hombres y mujeres de los valles y
el altiplano. Primero, se trata de una contienda entre conquistadores
y conquistados, en la que se aprecian la “superioridad” no sólo de los
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hombres, sino también de su civilización y sus propios dioses; segundo,
es el enfrentamiento de dioses diferentes que respaldan a unos y otros
y es sugestivo que el dios Sol se retire después de conceder su último
deseo al viejo Kjana Chuyma; tercero, los sometidos necesitan un reme-
dio que les haga menos dolorosa la conquista; cuarto, la hojas verdes
creadas por el dios Sol tienen fundamentalmente un obje tivo: mitigar
los dolores físicos y espirituales de los indios sometidos a los conquis-
tadores; quinto, las hojas tienen muchas propiedades expli cadas en la
trama del mito; sexto, un aspecto importante es la acción contradictoria
que la coca puede causar a los indios y conquistadores; séptimo, la pers-
pectiva de la coca es la conservación y propagación en tre los indígenas
como parte integrante de su vida económica y social; octavo, se destaca
los efectos perversos de la coca manipulada (cocaína) sobre el hombre
blanco.
Todo esto expresa que la coca es un legado his tórico, religioso y moral
de los dioses para los indios, que a través de Kjana Chuyma reciben
como herencia que debe ser preservada a toda costa y contra todo peli-
gro como símbolo de inmortalidad, lucha y supervivencia de los pueblos
aymaras. He aquí el mensaje mayor del mito. El mito de la coca ha origi-
nado muchos rituales que coinciden con acontecimientos cuya base es
la hoja de coca; unas veces para interpre tar su destino, otras para iniciar
trabajos, emprender largas caminatas, reuniones sociales, actos religio-
sos y otros. Del mismo modo se han formulado una serie de leyendas y
cuentos populares cuya referencia es la coca.
El embrujo de la cocaDicen los campesinos habituales ensalivadores de coca que cuando uno
lleva años en esta práctica es difícil dejarla, es decir que siempre la nece-
sita. Es una forma de dependencia en los consumidores tradicionales. Es
él embrujó de la coca que ata a hombres y mujeres que la utilizan, crean-
do hábito pero no toxicomanía, porque aporta diversas sensacio nes:
fuerza física, falta de apetito, vigor sexual, lucidez mental, ausencia de
sueño y fatiga, resistencia a los esfuerzos físicos y tranquilidad espiri tual.
La coca atrae, aprisiona a los consumidores, y debido a los efectos posi-
tivos en la vida personal y social, causa satisfacción profunda y esta es la
razón por la que se persiste en el uso de la hoja por años y décadas:
“Los indios por lo común sanos y robustos, no conocen muchas dolen-
cias que tanto afligen a los blancos, tales como la tisis y el reumatismo.
Esta relativa sanidad es tanto más notable, si se tiene en cuenta que
el indio no practica ningún principio higiénico. Se acuesta tempra no y
levanta al amanecer, trabaja sin rendirse ni hartarse con alimentos de
tardía digestión. Tiene mucha resistencia para soportar las mayores fati-
gas y combatir las dolencias graves. La coca desempeña entre los indios
el papel de un aparente tónico poderoso, con la circunstancia de que le
atribuye las virtudes de hacer poco propenso al contagio de enferme-
dades a los que la mastican y la de infundirles mucha resisten cia para el
trabajo y recorrer distancias largas por los caminos esca brosos sin más
alimento que las hojas de esa planta5.
Coca y trabajo humanoDesde tiempos inmemoriales el trabajo humano en los Andes estu vo
reforzado con porciones de coca para estimular la fuerza del cuerpo
humano, y compensar los escasos nutrientes en la alimentación.
La coca fue descubierta probablemente hace unos 4.000 años, según
restos de coca halladas en las tumbas de las costas del Pacífico.
Su cultivo, pro ducción y consumo se extendía desde Nicaragua hasta
Chile y a lo lar go de la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes,
Panamá, Vene zuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, con algunas dife-
rencias en la denominación.
El uso y consumo de la coca, nombre más común de la hoja, tenía una
profunda inserción en la vida y tradiciones religiosas de los pobladores
andinos. Las grandes y fatigosas obras comunales y des pués estatales
con los incas no podían prescindir de la coca. El laboreo en las minas
de Potosí, durante la Colonia, consumía apreciables cantidades de coca
establecida por las autoridades españolas.
La coca jugó el rol de primera importancia en la superexplotación de la
fuerza de tra bajo de los quechuas y kollas durante el incanato, y la colo-
nia española respectivamente.
La coca fue el refugio de los mitayos durante los trabajos forzados a los
que fueron sometidos durante cinco siglos. Es importante recordar que
las empresas mineras de Hochschild, Aramayo y Patiño, la Comibol, y
todas las empresas privadas compraban gran des cantidades de coca para
los mineros que la utilizaban en la explota ción de las minas de Potosí,
Oruro, y La Paz.
Las pulperías mineras es taban abarrotadas de coca comprada como
cualquier otro alimento. Ningún minero podía ingresar en las minas sin
llevar consigo una bue na porción de coca, cigarrillos y té y la iniciación
del laboreo estaba condicionada a una sesión de coca junto al Tío de
la Mina. (Personaje mítico que resguarda el paraje a los trabajadores y
brinda buena producción).
Efectos medicinalesInnumerables estudios científicos han demostrado que la coca tie ne
efectos positivos. Veamos algunos de ellos.
Acción fisiológica de la coca. “El Dr. Mantegazza6 verificó que la coca,
mascada o tomada en una infusión ligera o débil, tiene un efecto estimu-
lante sobre los nervios del estómago y facilita la digestión”. Una reciente
investigación demostró que la coca tiene una acción directa sobre el
sistema muscular. La acción de la coca sobre el corazón es como un
regulador de ese órgano. Si la acción del corazón es débil, éste es forta-
lecido y si éste es excesivo la intensidad del tono es bajado, si el latido
es irregular lo transforma a un latido uniforme. Esto indica que la coca
es un directo tónico cardíaco... El Efecto de la coca sobre la respiración
es análoga a su acción sobre el corazón. Este actúa como regulador, no
aumentando la respiración pero dando fuerza al ciclo, haciendo la respi-
ración profunda y la expiración más completa”.
Coca y energía muscular. La coca nitrogenada tiene una directa orien-
tación sobre la estructura del tejido por una posible cualidad de elabo-
ración de los carbohidratos del protoplasma en prótidos, puesto que
los músculos forman volumen mayor de tejidos en el cuerpo, donde los
cambios químicos son continuos. La acción de la coca sobre la levadura
o fermento así como también el penicilium y otros bajos organismos
indican su peculiar actividad sobre el protoplasma. Los experimentos de
Huxley y Martín mostró que el penicilium puede por si mismo formar
sin tomar en cuenta el tratado de amonio y sales orgánicas y puede por
una descomposición de él mismo dar origen a las grasas y otros cuer-
pos... La influencia de la coca es ahuyentar o desterrar los efectos de la
extrema fatiga es bien ilustrado en una relación de su uso comunicado
por el Dr. Frank L. James, editor de la National Druggits: “La sostenida in-
fluencia de la coca en la fatiga, su poder curativo en muchas condiciones
de enfermedad, le conceptúan una panacea, debido a una directa acción
sobre las células de los tejidos, por su propiedad de depurar la sangre
de productos de desecho. La influencia sobre el cerebro y la estructura
mus cular es de acuerdo con la proporción de los principios asociados
presen tes en la hoja de coca. La coca no sólo estimula las células a una
actividad, establece una libre energía, puede también formar un nuevo
tejido de protoplasma haciendo la conversión apropiada”7.
Coca y sistema nervioso. La coca por su propiedad de aclarar o lim-
piar la circulación saca o remueve la fuente de irritación y puede ordi-
nariamente contarse entre los que inducen el sueño... “La coca iguala a
las varias fuerzas que constituye la energía. Un grupo de observadores
tiene marcado que la coca posee las cualidades tranquilizantes de los
bromuros, sino los efectos depresivos y cuando se da bromuros esta
depresión puede ser contrarrestado por la coca, el cual incluso disipa
los efectos posteriores del cloral opium y el alcohol”8.
Coca y sistema circulatorio. El jarabe de coca es un poderoso estimu-
lante del sistema sanguíneo y muscular, médicamente idóneo para el
sorojche y cambio de clima como de alimentación, para largos viajes,
mal de altura, diferentes tipos de gastralgias, enteralgias, artritis, úlce ras
estomacales, tratamientos en fiebres tifoideas y casos de tuberculo sis,
cólicos, asma y neumonía; el uso de la coca evita el escorbuto, el coles-
terol, caries dental y obesidad...”
La coca ejerce sobre el organismo una triple acción física, moral e inte-
lectual, produciendo anestesia física y moral; incrementando la capa-
cidad mental especialmente en exceso de trabajo tanto diurno como
nocturno, tiene acción tónica, acción exci tante, acción sedante, es un
tónico cardíaco por excelencia”... El alcaloi de de mayor importancia de
la coca la egnonina, tiene la virtud de metabolizar hidratos de carbono
y grasa, al mismo tiempo sabemos que el carbohidrato es acumulable
en el tejido del ser humano y los alcaloides asociados de la coca junto
al nitrógeno no proteínico metabolizan más aceleradamente estos car-
bohidratos”9.
Coca y sistema respiratorio. Producción y formación de la voz.-
Muchísimo se ha escrito referente a la acción de la coca en la produc-
ción de la voz. Su uso ha sido notablemente fructífero en el tratamiento
de los problemas de la laringe, por lo general a los órganos, los cuales
gobier nan la voz y la aplicación de la coca para su beneficio... “La influen-
cia directa de la coca sobre la membrana mucosa de la laringe desde
hace mucho dio importancia como un tenor de las cuerdas vocales y en
pro blemas de garganta generalmente esta tiene una amplia aplicación
en tre cantores profesionales y locutores. Esta se usaba como un tónico
de la membrana mucosa y producir unos tonos más claros, dando una
ca lidad mejorada a la voz de arriba, así como también el tono sostenido.
Muchos corresponsales reportaron la acción beneficiosa de la coca en
la afonía, un resultado que ha sido atribuido a la mejoría general de la
salud después de su uso”10.
Coca y sexo. Hipólito Unanue11, uno de los playdoyers de los beneficios
medicinales de la coca a tiempo de explicar sus teorías insis tió en sus
posibles aplicaciones geriátricas. “Desde tiempos de los incas, escribió,
los indígenas de la sierra habían conocido las virtudes rejuvenecedoras
y afrodisíacas de la coca”, citado por Gagliano. “Los indios peruanos em-
plean la coca para estimular las contracciones uterinas y considerar este
como a un poderoso afrodisíaco. Leopoldo Caspar de Berlín, considera
la coca como uno de los mejores técnicos genitales y muchos observa-
dores modernos están de acuerdo con esta opinión.
16 17
Vecki dice que la coca internamente para un hombre de 56 años inva-
riablemente ocasiona una vigorización sexual, alegría y buen humor. Los
homeópatas, quienes tenían considerado por mucho tiem po a la coca
como un valioso medicamento o remedio en excesos sexua les, especial-
mente cuando dependen del organismo. Allen dio una “de mostración”
(proving) de la coca, que cubría doce páginas y Hering’s Materia Médica
demostraciones por 24 personas y recomienda la coca en problemas
que vienen de situación baja del barómetro”12. Con sultados más de 200
campesinos maduros de distintas provincias del Departamento de La
Paz, confirman por su experiencia que la coca es un afrodisíaco sin par,
además señalan que lo utilizan antes de hacer sexo.
Los condenados de la cocaDesde épocas remotas los cultivadores de hoja de coca estuvieron so-
metidos a una presión política y control social tanto por el imperio
inca cuanto en el régimen colonial ibérico. Aunque esta presión y con-
trol tuvo en cada época sus propias características, es a partir de los
años 70 que la producción de coca ingresa en una supervisión cada vez
más rigurosa hasta que aparece la Ley 1008, que zonifica la producción
de coca, clasifica los tipos y cuotas de producción, penaliza la produc-
ción excedentaria, introduce nuevos tipos penales y endurece las san-
ciones eliminando derechos y garantías constitucionales.
A lo largo de siglos desde su asentamiento en las zonas tropicales, los
productores de coca debido a las acciones políticas y sistemas de con-
trol social impuestos por los incas, conquistadores españoles y erradi-
cadores norteamericanos y sus representantes nacionales, se han con-
vertido en los condenados de la coca. La intensidad de las deman das
en diferentes épocas los ha sometido a las tierras productoras de hoja
de coca. Los asentamientos en Yungas y Chapare, y provincias de La
Paz y Cochabamba ha ligado hombre y tierra durante varias genera-
ciones, amarrados a la producción, comercialización y consumo. Son
estos condenados de la coca que se relacionan de manera profunda
con los arbustos, porque es el sustento de sus vidas y el futuro de
sus hijos. Esta relación hombre- coca se funda en una diversidad de
razones: las cuatro cosechas al año, mercado casi siempre asegurado,
menos faenas agrícolas, costo relativamente conveniente, sin mucha
competencia, fácil trans porte, adaptabilidad a pequeñas zonas agríco-
las, conservación sin dificultades, gran mercado debido a sus amplias y
conocidas propiedades medicinales. A pesar de existir otras formas de
actividad económica, estos hombres y mujeres permanecen junto a las
matas de coca porque éstas sujetan profundamente como sus raíces
a la tierra. Esta es la razón por la cual los ataques a los productores
tienen efectos destructivos y la defensa está ligada a su vida misma.
Ninguno de estos campesinos podrá soportar el despojo de sus tierras
y la erradicación de sus plantaciones sin sufrir traumas irreversibles en
su existencia. La coca al sujetarlos se convierte en su pasado ancestral,
su presente económico y social lleno de conflictos y el futuro sin pers-
pectiva clara.
Primeros recolectores y productoresLa palabra coca se refiere a varias especies y variedades del género
Erythroxylum, que abarca 250 especies, de las cuales alrededor de 200
son originales de los trópicos americanos. Lo más importante comer-
cialmente hablando es la Erythroxilum coca, nativa de la zona monta-
ñosa de los Andes orienta les, comprendida entre los 500 y 1500 me-
tros de elevación. Como tal área ha sido ampliamente cultivada desde
el sur del Ecuador hasta Boli via, es difícil señalar el punto exacto de su
origen, pudiendo ser los yun kas orientales bolivianos”. La coca preco-
lombina en Bolivia fue cultiva da en el piso yunka de Larecaja, Inquisivi
y las actuales provincias de Nor y Sur Yungas, o sea en la región del
declive oriental de la Cordillera Real”13.
Posteriormente aparecieron hombres y mujeres de color en la re gión
de los Yungas cultivando hoja de coca. De acuerdo con José Agus tín
Morales la inmigración de color a la América Latina data de la época
de Carlos V, en 1527 autorizó una primera inmigración de negros a
las Antillas, en número de 4 mil. Como éste era un gran negocio con
em presas extranjeras, en 1527 se embarcaron para tierra firme mil ne-
gros y el año siguiente 4 mil para América del Sur. Francisco Pizarro
obtuvo permiso para internar 50 negros libres de derecho para su ser-
vicio per sonal; y Diego de Almagro condujo un buen número para la
Conquista de Chile.
La atención y cultivo de la caña de azúcar y otras plantas, introdu-
cidas en propiedades rústicas adquiridas por emigrantes españoles,
cuyo cuidado requería conocimientos especiales desconocidos por
agriculto res bolivianos, obligó la importación de familias negras de
Senegal, la Guinea y el Brasil, en calidad de esclavos. El Mariscal Sucre,
el 19 de diciembre de 1826, decretó que “los esclavos declarados li-
bres por el Art. 11 de la Constitución, permanecerán al servicio de sus
actuales en clase de menores deudores mientras que con su trabajo
indemnicen su valor, en el modo y forma prevenidos en esta ley. A
fin de evitar proble mas con los libertos, el 10 de abril de 1927 se dis-
puso “que los libertos ocupados en labranzas campestres, no pueden
abandonar aquellas sin un consentimientos expreso de sus patrones”.
A su vez, el Decreto de 28 de febrero de 1830 suspendió el vigor de la
Ley, considerando que la experiencia ha acreditado que la libertad de
los esclavos alteró el orden de las familias perjudicando la agricultura,
y empeorando su condición. Más tarde el Mariscal Andrés de Santa
Cruz, que tenía propiedades en los Yungas, importó en su administra-
ción ochenta familias de negros de los puertos del Perú. Por Ley de 23
de septiembre de 1851 declara en vigencia la Ley de 19 de diciembre
de 1826, así como la resolución de 10 de abril de 182714.
Hasta aquí una breve reseña de los primeros habitantes, recolectores
y productores de coca en las tierras yungueñas.
Espíritu de los AndesFresca y lozana, en el altar del monte reverberan las hostias de su
tallo invitando a nutrirse con su savia. Seguramente así comenzaba el
elogio del poeta indio al esmeraldino arbusto de los yungas, cuando
el Imperio del Sol; porque aroma y miel al paladar autóctono, en los
parlamentos a la luz de la luna y en las pagodas de ofrecimiento místi-
co, sus sutiles hojas encendían el idealismo de la vida y purificaban la
san gre de las miasmas mundanas del conquistador inoportuno. Planta
ce leste, talismán o panacea, cuyo uso se reservaron por largo tiempo
los incas como exclusivo privilegio de su origen divino; dice la leyen-
da: el sacerdote que oficiaba en el templo del sacrificio calendario per-
fumaba con sus hojas pulverizadas los altares de los astros y mastica-
ba algunas de las escogidas, antes de consultar el oráculo sagrado de
Pachacamaj. Los favores de la fortuna, la curación de las dolencias, y
aún los triunfos del amor y de la guerra, dependían de la intervención
de la coca, empleada como amuleto o como agente terapéutico15.
Las grandes y variadas utilidades de la coca han despertado en los indí-
genas de los pueblos de América una natural admiración y en torno a
ella se ha construido todo un mito y compuesto rituales hasta conver-
tirse en elemento mágico religioso que impregna toda su existencia.
Es que la coca no sólo activa la nutrición, actúa como anestésico sobre
la mucosa bucal y estomacal, y acelera la secreción salival, intestinal y
re nal, además tiene una acción excitante sobre las funciones circulato-
ria y respiratoria, excitación mental y sensación de calor, sino también
favo rece la desasimilación orgánica, facilitando el mejor uso de las re-
servas. Sus beneficios, cualidades y atributos, así como su uso cotidia-
no en todo y para todo, han hecho de ella la medicina más requerida,
el alimento preferido hasta convertirla en panacea y divinizarla como
el espíritu de los pueblos andinos de América.
La coca es profundamente nativa, es el espíritu de la cultura andina y
su producción y consumo está enraizada en lo más hondo de la vida
indígena. Su significación socio-cultural, sus propiedades alimenticias
así como sus cualidades curativas y la importancia ideológica dentro
de los pueblos andinos, hacen de la coca uno de los productos más
arraiga dos en la conciencia nacional. Esta connotación etno-cultural
impulsa a expresar con vehemencia que la coca no desaparecerá, a
pesar de los “argumentos” rebuscados, las políticas agresivas y los
intereses foráneos que condicionan los ataques permanentes a su
producción y consumo. La coca así como resistió siglos de agresión y
sobrevivió a todos los ata ques de los colonizadores, resistirá y vencerá
el ataque norteamericano. Sus guerreros son los productores que la
defienden cada día con su es fuerzo y lucha ante la acción depredadora
de los nuevos colonizado res. La coca no obstante sus detractores, los
filósofos del desastre, los políticos etnocentristas, seguirá viva y su
producción y consumo no sólo se va a mantener, sino crecerá y exten-
derá en el mundo entero. La coca será en el futuro parte integrante de
todas las culturas.
La coca es la divisa boliviana, la bandera de los Andes y así como los
clérigos del prohibicionismo llaman ideología de la coca, la defensa de
su cultivo y consumo, ellos constitu yen los soportes intelectuales de
la agresión externa y los impulsores directos del lucrativo negocio del
narcotráfico. Cuando se habla de de fensa de la coca es imprescindible
deslindar con nitidez, que no se confunda con protección a la cocaína,
al narcotráfico.
Ideología de la libertadCierta vez se le ocurrió a un embajador de EE.UU. sostener que “la hoja
de coca era una hoja de la esclavitud”, refiriéndose a su relación con
la conquista española y su explotación en la minería. Este represen-
tante, que tuvo la perspicacia de tocar un elemento importante de la
problemática, utilizaba el argumento para su propio beneficio a fin de
reforzar su arsenal ideológico. Con la estoca da el embajador pretendía
18 19
impactar en la conciencia de los productores y consumidores de coca,
objetivo difícil de alcanzar sobre todo en una población que conoce
bien, primero de dónde proviene el mensaje y, segundo, la verdadera
intención del diplomático. La coca está ligada más bien a la ideología
de la libertad, porque es la bandera de los productores y consumi-
dores de la hoja y por medio de ella todo un pueblo se enfrenta al
“poderoso” del norte, en todos los planos. La coca y su defensa contra
los modernos invasores es la necesidad que hace posible la libertad
de miles de campesinos, que luchan desde hace siglos por su recono-
cimiento como hombres libres, de personas con dignidad. La coca es
el espíritu andino, que en su combate expresa la supervivencia de su
cultivo y uti lización.
La coca significa la presencia del hombre andino entre las distintas
culturas que florecen en el país. La coca se abre paso en medio de una
constelación de ideologías contrarias y devasta doras de su propia exis-
tencia. Es su perspectiva que está en juego y la lucha de los pueblos an-
dinos, es el escudo de liberación y su extensión en el planeta. La lucha
por la coca es el combate por la universalización del hombre andino y
de sus formas de vida, su cultura, que se proyecta precisamente a tra-
vés de ella. La coca no sólo muestra las angustias del hombre aymara,
sus anhelos de libertad; también busca su universalización como raza,
pueblo y nación. La defensa de la coca es la defensa de la existencia
del hombre andino, que se enfrenta a los erradicadores, pero también
a los procesos de aculturación, a los mecanismos del narcotráfico, y a
los embates de los grupos dominantes internos y exter nos, que pre-
tenden acabar con la coca, para eliminar al pueblo aymara. Este es el
objetivo final, por eso la coca y su defensa son componentes de una
misma causa popular y nacional.
Signo de identidadLa identidad social es la suma de las rela ciones de inclusión o exclu-
sión en relación a todos los grupos constituti vos de una sociedad o
una nación o civilización en su conjunto.
El pueblo aymara y su cultura se halla definida por estas caracte rísticas
y entre ellas destaca la coca como un componente esencial de su iden-
tidad. Es en torno a ella que se agrupan los miembros de sus comu-
nidades y encuentran coherencia y sentido de sus vidas y acciones.
Esta es la explicación porque se han construido y circulan tantos mitos
con relación a la coca. La referencia obligada refleja un sentimiento
de per tenencia a ese pueblo que la utiliza en todas las formas y acti-
vidades cotidianas. La masticación es parte integrante de sus valores
culturales y sociales tan extendidos en el mundo aymara. La coca es
el mejor instru mento para entablar relaciones humanas; con ella se
abren todas las puertas de comunicación e interacción sociales. Un
puñado de hojas verdes, con otro poquito de bicarbonato, azúcar o
legía, pueden estable cer amistades y relaciones sociales sólidas y per-
manentes. Acullicar re fuerza la confianza entre los individuos y contri-
buye de manera efecti va a determinar la autonomía de las personas.
“La coca es un “lubricante” de las relaciones sociales, presente en todo
acontecimiento social o rela ción interpersonal. Es elemento central
de toda transacción, alianza, acon tecimiento o ceremonia”16. La coca
elemento central de todo rito o culto como fenómenos sociológicos
grupales, reafirma los lazos de identidad entre los miembros de la co-
munidad, reforzando la confianza mutua y la solidaridad. El consumo
tradicional de la coca es un símbolo de iden tidad étnica para los hom-
bres andinos, por ello la hoja de coca es uno de los referentes más
importantes de su cultura.
Todos los pueblos y culturas del mundo han recibido perturbacio nes
a sus referencias identitarias y lo han hecho a través de sistemas de
alienación, aculturación forzada, transplantes culturales, alienación y
despersonalización. La alienación de la identidad se produce como
efecto de la intervención de un sistema cultural exterior con el fin de
modifi car una identidad constituida y vigente. En este sentido son fre-
cuentes los lavados de cerebro, las aculturaciones forzadas, pasando
por las ac ciones totalitarias de identidades negativas y las amputacio-
nes despersonalizadoras.
La aculturación se produce por las modificaciones que se originan
en un grupo, comunidad debido a su contacto prolongado con otros
grupos, al cambiar sus sistemas culturales, sus premisas, sus mode-
los y representaciones, de lo cual resulta la pérdida de sus referentes
cultura les y sociales. La aculturación forzada surge como resultado
de la inter vención de un grupo dominante sobre otro grupo domi-
nado, consti tuyendo una situación típicamente de colonización. En
este caso el colonizador impone sus modelos propios de identidad, y
ejerce diversas formas de presión, físicos, económicos y psicológicos
para obligar a adop tar una identidad diferente a la suya y sobre todo
que cada individuo asuma otra identidad.
Una de las formas más extendidas que los colonizadores utilizan como
presión psicológica es la identidad negativa de los grupos someti-
dos, es decir la desvalorización de la suya propia e idealización de la
nueva implantada. En este contexto toda aceptación de la identidad
pro puesta es ampliamente gratificada. La identidad sometida, por ser
anti cuada es siempre negativa, en cambio, la recién llegada, por nueva
es “moderna y positiva para todos”. La alienación y despersonaliza-
ción se produce con la utilización de técnicas específicas inventadas y
puestas en obra con el propósito de cambiar a los individuos y grupos:
lavado de cerebros, curaciones de posibles enfermedades, y reedu-
caciones for zadas. Aquí están las prácticas como el aislamiento, des-
pojo, degrada ción de la imagen propia, contaminación física y moral,
embriagamiento, pérdida de la autonomía, integración dentro de un
sistema de servi dumbre y gratificaciones. Estas prácticas fueron comu-
nes durante la conquista de los kollas por incas y españoles.
“Como todos los vencedores y antes de los españoles ya lo habían
intentado los Inkas procuraron destruir las creencias del vencido para
sustituirlas por su propia reli gión y forma de pensar17. Teresa Gisbert
escribe: “El Collao donde emer ge la cultura Tiwanaco, es el escenario
donde florecen los reinos aymaras convirtiéndose en tierras de con-
quista para los incas y españoles. Todos y cada uno en su momento
tratan de destruir la religión del vencido, asi milando de ella los pun-
tos comunes con la religión del vencedor; así Viracocha toma el lugar
de Tunupa, el Sol el de Viracocha y el Dios cristia no el del Sol, a su
vez María sustituye a Copacabana. Todos arrastran tras sí los atributos
de su antecesor al cual reemplazan y con el cual en cierta manera se
identifican”18. Estas sustituciones se complementan de manera coin-
cidente y tiene efectos múltiples como señalan Boysse y Harris, así:
“este proceso afectó las categorías mentales del conjunto de la socie-
dad, tanto en sus versiones colectivas y casi inconscientes como en las
resonan cias más individuales que cada persona siente como propia-
mente suya”18.
Los trasplantes sociales y culturales por motivos de control social, ob-
jetivos políticos y militares o agrícolas es otra variante de coloniza-
ción forzada, que crean no solamente traumatismos culturales, sino
re presentan modalidades de exclusión, cuyas víctimas frecuentes son
con siderados como extranjeros y diferentes a los invasores.
Todas estas formas de alienación fueron practicadas por los invaso res
incas, conquistadores españoles y ahora las utilizan los agresores nor-
teamericanos. Por todas estas razones la coca forma parte de las señas
de identi dad de los pueblos aymara y quechua y su cultura y esta es la
causa de la defensa de la tierra, el territorio, la identidad, la cultura y la
soberanía nacional. Y esta es también la razón porque los que atacan
a la coca y a los productores, son enemigos de los pueblos aymara y
quechua, su cultura, identidad, tierra, soberanía.
¿Por qué aymaras y quechuas insalivan coca?La acción de (masticar), que no es tal, - porque no se mastica sino in-
saliva -, se define con el verbo aymara acullicar o acullina; acullico es el
bolo de coca y la palabra pijchar es deformación de pijcho. “En Boli via
y Perú esta planta tiene dos niveles de uso, el indio y el mestizo por un
lado y grupos blancoides y tradicionales por el otro, tres usos popu-
lares, medicinal en mates e infusiones, mágico y adivinación los dos
niveles, como insalivante en forma exclusiva los indios y algunos mes-
tizos; esta operación se denomina acullicar, chabchar o mambear,
(erróneamente se asegura que el indígena mastica la coca, por eso
denominan masticatorio). A fines del siglo XVI y comienzo del XVII,
se indica, “mas car coca”, y se decía en aymara hallchitha hallpatha.
(Bertonio 1612-1980. Parte 1ra. 309), cuando lo hacían con su salsa o
con ceniza, hallchitha luktapi tturuña”20.
La insalivación de la coca desde hace seis siglos estuvo y aún está en
el centro de encendidos debates. Unas veces a través del monopolio,
otras debido a cuestiones de orden religioso y ahora como prácticas
“insanas” o toxicomanía. En todas las épocas y con sus propias especifi-
cidades la “masticación” fue elemento nodal de las prohibiciones.
Du rante la colonia es harto conocida la posición de los religiosos y
autori dades de la corona, cuyas posiciones más radicales se expresa-
ron en las ordenanzas del Conde Nieva 1563 y las de Toledo en 1572,
medidas que nunca se cumplieron.
El siglo XIX, las oligarquías criollas liberales retoman el viejo sueño
ibérico de “civilizar, humanizar” a los indígenas señalando a la coca
como el primer estigma de su degeneración, crimi nalizado por el
darwinismo social vigente en aquella época.
La moderna farmacracia norteamericana legitimada por las Naciones
Unidas en las convenciones sobre estupefacientes, la “masticación” de
la hoja de coca así como el fumar opio y marihuana, han sido con-
sideradas como toxico manías que merecen ser “extirpadas” por ser
“dañinas” a la salud públi ca, pretendidamente defendida por la ONU y
sus organismos de fiscaliza ción.
El coqueo, es decir la insalivación de la coca, ha originado intensa po-
lémica desde la colonia y estructuró dos bandos enfrentados: los par-
tidarios de la erradicación de esa tradición cultural andina y los defen-
sores de la práctica de acullicar. Entre los primeros se encuentra toda
la burocracia internacional de las Naciones Unidas, Estados Unidos
y los países europeos, en el segundo campo están los productores
en primer plano, luego los trabajadores, intelectuales e instituciones
20 21
defensoras de las culturas andinas. Unos se apoyan en la abundante
legislación in ternacional que trata de erradicar el pijcheo y otras prác-
ticas, sin tomar en cuenta las tradiciones, culturas e identidades de
los pueblos aymara y quechua, que resisten por todos los medios las
acciones depredadoras.
La posición internacional es bien conocida y respaldada por casi todas
las naciones del mundo para eliminar el coqueo y en cambio los pun-
tos de vista nacionales, bloqueados por la propaganda internacional y
los regímenes fantoches que desplegar demasiados esfuerzos para im-
pulsar la defensa la coca. Un dato poco difundido, debido a los prejui-
cios prohibicionistas, es el que según “algunos cronistas indican que
después de la conquista la popularización del uso humano de la coca
no se circunscribió al indio, también los españoles usaron de esta hoja
como insalivante. Se tiene entendido que esta acción no fue por una
simple imitación o introducción de los indios, sino que estando en
permanente contacto y observando que el indio resistía trabajos fuer-
tes decidió usar la coca para conseguir los mismos efectos. Durante
la colo nia el uso de la coca por los españoles fue permanente. Sin
embargo, “la insalivación o acullico –dice Gregorio Loza21–, no es una
adición o dependencia, es un hábito que se deja con facilidad. El indio
coquero o coqueador no siente compulsión, un deseo; es decir, una
necesidad irresistible de ensalivar la coca, tampoco tiene tendencia
a aumentar la cantidad que acullica o insaliva... La insalivación, mal
llamada masticación, no constituye una dependencia; solamente es
un hábito. La suspensión de su uso no ocasiona un fenómeno psicoló-
gico en el individuo, tan sólo podría originar un desequilibrio cultural
parcial por ser un elemento que adquirió valores culturales de “rela-
cionador social” y que permanece hasta el presente en los pueblos
alto-andinos.
La relación entre hombres, sus familias, la sociedad y la cultura por
medio de la coca transforma a ésta en símbolo de identidad, de
auto¬estima y autovaloración. Para Carter-Mamani, es un lubricante
social, porque facilita las relaciones sociales, es la relación sine qua
non de las relaciones sociales. A lo largo de los procesos de relaciona-
miento social, la coca juega un papel importante.
En los pueblecitos y aldeas rurales del altiplano de Bolivia, la coca es
un artículo indispensable, que posibi¬lita los buenos modales, la peti-
ción de un favor, en trato en los negocios de la comunidad, e incluso
en el inicio de las conversaciones casuales en los caminos. Sirve para
cerrar negocios facilitar una reunión entre amigos, sirve en las visitas
de cortesía, y en toda clase de rituales legitima¬doras de la estructura
de la sociedad rural22.
tinerario fatal
El cártel de la cocaína no empieza en Medellín, pero si en las calles
de Nueva York, Miami y Los Ángeles. Es el consumidor de drogas ,
quien permite existir al cártel de las drogas, quien proporciona el
mercado y quien financia la empresa.
Nancy REAGAN1
La hoja de coca utilizada desde hace milenios en los pueblos de
América evoluciona en función de las culturas económicas, sociales,
medicinales y religiosas. Jamás estuvo ligada a otros propósitos. Su tra-
yectoria histórica hacia la cocaína adhiere a las tecnologías de la era in-
dustrial cuando se descubren sus cualidades y propiedades para usos
médicos e industriales como el vino y la coca cola. Son estas culturas
las que marcan la transformación cualitativa de la coca en cocaína y
su difu sión en el mundo entero. No son los pueblos precolombinos
los que modificaron los objetivos de su producción y consumo; las
naciones del norte manipularon la coca para convertirla en cocaína.
Aunque es poco lo que se conoce, se sabe que los indios de la Guajira
en la frontera de Colombia con Venezuela, destilaban una mixtura de
hojas de coca, ma chacada en una solución de agua y de cal en polvo,
raspando conchas marinas cocidas, obteniendo una especie de jarabe
viscoso, parecida a la pasta de cocaína. Pero veamos un último des-
cubrimiento de magni tud: la coca se originó y existía en el período
Cretásico, Era mesozoica o secundaria, donde aparecieron animales y
vegetales gigantes que des aparecieron en la misma era en un lapso de
140 millones de años, pero la coca sobrevivió. Esta conclusión surge
cuando en mayo de 1992, la señora Angélica Miranda en compañía de
estudiantes de la Universi dad Tomás Frías, descubren en el Cerro Rico
de Potosí restos fosiles de la hoja de coca. Este descubrimiento - dice
Reynaldo Molina Salvatierra2 - de fósiles petrificados de la coca corres-
ponde a la variedad Erythroxilá ceas, que observadas minuciosamente,
sus nervios principales y secun darios, limbo, pecíolo y ápice, tienen la
misma característica y estructura filogenéticas de la coca actual, siendo
increíble su supervivencia a dos períodos glaciares.
3.500 años a. d. n. e. La Dra. Svetla Balavanova en sus trabajos sobre
Metabolismo de la Droga da cuenta que en los cabellos de las momias
egipcias de esa época, encontró cristales de cocaína y nicotina. Sus
trabajos fueron confirmados en otros 103 casos de momias de Sudán,
cuya antigüedad datan de 3.700 a 1.100 a.d.e. Mas tarde las investiga-
I ciones realizadas en la momia de Tutankamón el año 1976 en París,
encontraron también cristales de tabaco. Finalmente las pruebas en
las momias de Manchester confirman el hallazgo de tabaco, anunciado
hace bastante tiempo por la Dra. Balavanova.
2.500-1800 a.d.n.e. las hojas de coca han sido descubiertas en las tum-
bas de la ciudad de Huaca Prieto (norte del Perú), provenientes de
ese período.
1499, el geógrafo Américo Vespucio observó a los indígenas utili zar
las hojas de coca en las costas actuales de Venezuela. Posteriormen-
te la carta de Vespucio fechada en 1505, fue verificada por Delpiru y
Labrousse, que los Indios Kogy de la sierra Nevada de Colombia practi-
caban la técnica del coqueo, denominada mambeo.
El arqueólogo Arturo Posnansky al descubrir momias en Tiwanacu en-
contró que las vísceras habían sido reemplazadas por una mezcla de
coca y de hierbas aromáticas. Todo esto confirma que los pueblos de
América utilizaron y consumieron la coca desde hace más de 4.500
años a.d.n.e.
El cronista español Cieza de León consagró un capítulo entero de sus
Crónicas del Perú a la coca. 1573, el valor de las hojas de coca consu-
midas anualmente en las zonas mineras de Potosí equivalente a 450
ki logramos de oro (o sea, 3.6 millones de francos actuales).
1750, Joseph Jossieu, miembro de la expedición de la Condamine, que
envió las primeras plantas de coca a Francia.
1855, el alemán Friedrick Gaedcke obtiene una mezcla de diversos
alcaloides contenidos en las hojas de coca.
1860, la primera tentativa por descubrir el alcaloide de la hoja de
coca fue hecha por Pizzi, en su laboratorio de la Botica y Droguería
Boliviana en La Paz, producto entregado a von Tschudi, quien a su
retorno a Alemania hizo analizar con Woehler y no se conoció jamás
el resultado.
En esa misma época los farmacéuticos bolivianos Gregorio Calero y
Domingo Lorini tenían sus laboratorios en La Paz; el primero, en su
Botica de la Plaza de Churubamba y calle Ancha, había detectado un
alcaloide.
1860, Albert Niemann, descubre el alcaloide cocaína.
1863, Angelo Mariani, químico corso lanza en París un vino de coca.
1884, Sigmund Freud escribe el primero de cuatro artículos sobre la
cocaína, Uber Coca.
1885, el gobierno de Bolivia adjudica al norteamericano Henry Rusby
la autorización para fabricar industrialmente cocaína.
1886, John Pemberstons, farmacéutico de Atlanta, lanza una imitación
del vino Mariani, la Coca Cola, que como ella contiene cocaína. 1908,
la isla de Java deviene el primer exportador de la hoja de coca. 1914,
la Ley conocida como Harrison Act limita el consumo de cocaína en
Estados Unidos.
1934, Cole Porter escribe sobre la cocaína, entonces de moda en
Brodway y Hollywood, una canción célebre: “I get a kick aut of you”.
1940-1960: eclipse de la cocaína.
1961, Las Naciones Unidas organizan la Convención Unica Sobre
Estupefacientes, que preveen que los cultivos de la coca deben ser
erradicados en el Perú y Bolivia en el plazo de 25 años, después de la
ratificación de la Convención de 19643.
1980, Bolivia: golpe de Estado del Gral. Luis García Meza, financia do y
apoyado por la mafia de la cocaína y avalado por Estados Unidos.
1984, el Ministro de Justicia, Lara Bonilla es asesinado por la mafia de
la cocaína. 1985, las necesidades legales de (farmacéuticas) de cocaína
en el mundo son de 1.2 toneladas.
La producción ilícita sobrepasa las 200 toneladas.
1986, el científico Noel Kemp Mercado y otras tres personas mue ren
en Huanchaca, Santa Cruz, Bolivia, victimas de las bandas armadas li-
gadas al narcotráfico.
1987, el Diputado Edmundo Salazar Terceros muere asesinado por la
mafia narcotraficante en la ciudad de Santa Cruz.
1990, Estados Unidos invade Panamá con el objeto de derrocar al
Presidente Antonio Noriega, su antiguo aliado.
1990, caen asesinados candidatos presidenciales en Colombia. 1993,
muere el máximo capo de la mafia colombiana Pablo Escóbar. 1993 La
Corte Suprema de Justicia de Bolivia condena a Luis García
Meza por diversos delitos, entre ellos por narcotráfico, llega extradi-
tado del Brasil.
1994, es apresado un avión en Lima, procedente de La Paz, con 4 tone-
ladas de cocaína, denominado narcoavión.
Transformación de la coca: primeros experimentosFue el comerciante corso, Angelo Mariani, que en 1863 lanzó su vino
a base de cocaína, que tuvo un extraordinario éxito. Según los ana-
listas del vino, Mariani ha establecido una concentración de 35 a 70
miligramos de cocaína por vaso de vino. Ese líquido maravilloso, de
acuerdo al criterio generalizado de los consumidores fue seguido
del “elixir Mariani”, cuyo contenido era de tres veces mayor a la del
vino; la “pasta Mariani”, (una especie de goma con azúcar y coca);
las “pasti llas Mariani”, (pasta gelatinosa, mezclada con algunos mi-
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ligramos de cocaína); y en fin el “té Mariani”, extracto de hojas de
coca, cuya concen tración de alcaloide era de ocho veces a la del vino.
Mariani había escri to una serie de libros en los cuales hacía referencia
a Julio Verne, que probablemente después de la octava botella habría
escrito: “una sola botella del extraordinario vino Mariani garantizaba
la vida hasta los cien años, yo estaría obligado a vivir hasta los 1700.
¡Estoy seguro que no veo ningún inconveniente” Notables escritores,
entre ellos, Dumas hijo, Zola, Ibsen, Anatole France, compositores:
Gounod, Massenet; actores entre ellos Sara Bernhart; artistas como
Rodin; hombres de ciencia, Thomas Alba Edison; Jefes de Estado: la
Reina Victoria del Reino Unido, el Rey de Grecia, el Zar de Rusia; ecle-
siásticos, como el Cardenal Levigerie, que escribió: “Vuestra coca de
América dio a mis padres de Europa, la fuerza para civilizar el Asia y la
América”. El Papa Pío X lo llevaba siempre en un frasco; el Papa León
XIII, que fue sostenido en retiro por el divino brebaje, hizo trabajar
una medalla de oro para Mariani”4. Según los autores Mariani no sólo
era un avisado comerciante, sino se interesó por la historia de la coca
y publicó un estudio bien informado: “La coca y sus acciones terapéu-
ticas” (Ed. Lacrosnier et Babé. 1890). Cultivo sus propios cocales en
las tierras de su propiedad en Neuilly-sur Seine y con conocimiento de
causa, escribía: “Es probable que esta planta se cultive en las Antillas y
que ella pueda devenir para ese país en fuente de riqueza”.
De acuerdo con los mismos autores en 1884 el joven Sigmund Freud
probó el mismo sus efectos y se convirtió en entusiasta propagandista.
Sin hacer una diferencia entre la droga y la planta remarca en sus ensa-
yos. “De la coca”, publicadas en julio de 1884, que ha sido utilizada
“en caso de guerra, durante los viajes de expedición. Recomendaba
la cocaína para sanar “el sama, el mal de montañas, en los casos de
debilitamientos físicos y los más diversos; para combatir la histeria, la
hipocon dría, los ataques de melancolía y del estupor”.
Al parecer Freud, como consecuencia de sus frustrados ensayos con
algunos amigos, en este caso el físico Ernest Fleisch y los experimen-
tos y descubrimientos posteriores, en sus ensayos “cocainomanía y
cocainofo bia” revierte parcialmente sus primeras opiniones con rela-
ción a la inocuidad de la cocaína. A pesar de las actitudes escépticas
de los científi cos y la indiferencia del Estado, el vino Mariani cruza
el Atlántico y llega a Estados Unidos y en 1885 el químico John Styth
Pemberton pone en circulación un nuevo brebaje mezcla de cocaína,
cafeína y extractos de cola mezclados con agua y gas carbónico: había
nacido Coca Cola.
Otro rival del vino Mariani, la Coca Metcalf’s Wine pretendió curar
la tuberculosis, el thifus, la gastralgia, la anemia, el hábito al opio, el
alcoholismo y la indigestión. Posteriormente Asa G. Gandler compra
los derechos de Coca Cola y hace desaparecer todas las referencias
a sus virtudes medicinales del producto para hacer de él un simple
refresco euforizante. A partir de entonces se desata una competición
entre productos igualmente ricos en cocaína. Es importante señalar
que a prin cipios de este siglo no era ya necesario recurrir a los tónicos
para conse guir cocaína en Estados Unidos, pues un gran número de
medicamen tos que contienen cocaína eran prácticamente de venta li-
bre en las farmacias. En 1903, el 30% de los cocainómanos americanos
eran aten didos por los dentistas. En 1906 Estados Unidos importó dos
toneladas de cocaína y 2.600.000 libras de hoja de coca de las cuales
elaboraron diez toneladas de suplementarias de droga. Se estima que
el consumo de la época por cabeza era equivalente a lo que será de
nuevo en 19745.
Gobierno boliviano autoriza producción de coca“Cuando con su pluma lujosa y redondeada letra estampó su rúbrica el
trazo firme en la Resolución Suprema, el 19 de septiembre de 1885, el
Presidente de la República Gregorio Pacheco Leyes (1823 y 1899), no
sospechó ni intuyó siquiera la trascendencia de la disposición legal-ad-
ministrativa que suscribía y sus proyecciones futuras. Por ella, se con-
fería al solicitante Enrique (castellanizado el nombre) Henry Rusby, el
privilegio exclusivo para fabricar industrialmente cocaína por el plazo
de seis años en el departamento de La Paz, a partir de 1886, o sea con
validez hasta 1891. Se le extendía simultáneamente la patente respecti-
va, previo depósito bancario de Bs. 200, un monto insignificante.
El estadounidense Henry Hurd Rusby, con entrenamiento médico y
farmacéutico, también botánico, era ciertamente personalidad polifa-
cética. Comenzó éste su estudio sobre la coca en 1885, precisamente
cuando la compañía Parke & Davis le encomendó viajara a Sudamérica
para asegurarse de adecuada provisión de coca boliviana para fabri-
car cocaína. Cuando llegó a nuestro país se instaló en Coroico, a fin
de es tudiar previamente sus caracteres botánicos y sus efectos en los
coqueros nativos. Disponía de un laboratorio portátil para el aislado
de los alca loides, así como la bibliografía disponible. A su regreso a
Estados Uni dos en 1888 publicó un folleto con el rótulo Coca at home
and abroad, que sirvió para difundir sus cualidades y en brevísimo
artículo de seis páginas con precedencia en 1886, ambos en Gaceta
Terapéutica. Han perdurado sus disquisiciones taxonómicas sobre la
coca. Rusby, con agu deza pensó que era mejor industrializar el alca-
loide que transportar la materia prima. Por su parte, la firma Parke
& Davis, no sufragó gastos al azar. Pronto los recuperó y sobrepasó
de manera superlativa con gran des ganancias”6. El estudioso Cabieses
indica que en los años subsiguien tes, “lanzó al mercado diversos pro-
ductos a base de cocaína: cigarrillos, inhalantes, diversas soluciones
inyectables tónicas y cordiales. Con su excelente método de comercia-
lización y con el apoyo prestigioso de la profesión médica norteameri-
cana, la difusión de la cocaína fue rápida y masiva. Pero el entusiasmo
que produjo no duró mucho tiempo. Al comenzar a aparecer casos
de adicción y excesos, rápidamente la cocaína fue juzgada como un
flagelo de la humanidad7. Sobre el mismo Rusby, Golden H. Mortimer8,
afirma:” por medio de mis compañeros, puesto que yo estudié medici-
na en la Universidad de la ciudad de Nueva York, era mi amigo Henry
H. Rusby, que se miraba como uno de los botánicos de gran porve-
nir y que fue presentado como profesor de materia médica para esta
Universidad y del colegio de Farmacia de Nueva York. Desde que él
recibió su diploma, hizo un viaje botánico a América del Sur por cuen-
ta de Parke Davis y Cia, donde las instruc ciones recibidas, entre otras
cosas, que él estudiara la coca en su lugar de origen. Los resultados
de la investigación de H.H. Rusby era de pleno interés en lo que mos-
tró las similitudes de métodos actuales de cultura con los cuales han
descrito los antiguos autores españoles. Sus investi gaciones tuvieron
como campo principal el distrito de Coroico en los Yungas de Bolivia.
El fue el primero en mostrar claramente que “la mejor calidad de las
hojas de coca para la fabricación de productos químicos es la que con-
tiene el más grande porcentaje de cocaína cristalizable; mien tras que
sus mismas hojas, desde el punto de vista del consumo ordina rio, será
considerado como completamente inferiores”. En efecto, expli ca el
autor, el indio busca una coca rica en alcaloide, aromáticas y dulces,
en lugar de la hoja inferior donde la cocaína es mínima.
Elixir de coca made in Bolivia Parece que los primeros años de 1800 se comienza a aislar los alca-
loides de vegetales. Se piensa naturalmente que la coca podía con-
tener algunos principios de esta especie. “La primera tentativa –dice
Mortimer9 fue hecha por Pizzi en su laboratorio de la Botica y Drogue-
ría Boliviana, en la Paz (debe ser la Botica del Dr. Lorini) bajo la
instiga ción del Dr. von Tschudi, que exploró antes en el Perú. Pizzi
creía haber descubierto el alcaloide buscado y entrega el producto
a von Tschudi, el cual a su retorno en Alemania, lo hace analizar con
Woehler. El resulta do fue desatendido y quedó inexplicable...¡era un
simple enyesado de París!” Se sabe que ya en 1810 Tschudi, expresó:
“No solamente la coca es inofensiva, ella es una causa de salud”.
Más sobre este asunto destacable es el relato registrado en el libro
de Néstor Taboada Terán La Tempestad y la Sombra, dice así: “El far-
macéutico Zannetti despertó temprano. Cuando entró el domés tico
en puntas de pie para despertarlo como solía hacer todas las maña-
nas, le encontró frente a las ventanas revisando la correspondencia.
Signore... Cartas de todo el mundo. Los empresarios farmacéuticos
de Columbia, Estado de Atlanta, United States, le hacían pedidos del
milagroso vegetal sudamericano que negociaba. ¡Coca boliviana, la
verdadera!. La Revista Científica de Italia registraba el aviso comercial,
coca boliviana en estado natural, lista para ser masticada en dosis.
Poderoso reparador de fuerzas perdidas y efectiva para resistir los fríos
más intensos, la humedad y las graves fatigas. Se vende por cajitas de
50 gra mos al precio de un franco con 30 centavos... Signore Zannetti
estaba frente al boom. Milán convertido en ombligo del mundo. Los
pedidos del in terior y exterior habían rebasado su capacidad comer-
cial. Joseph Bain en París montó el negocio representando a Zannetti.
¡Elixir de coca de monsieur Bain!. Y sus existencias agotadas rápida-
mente. Debía viajar de inmediato a Bolivia y obtener del gobierno el
monopolio de distribución universal. Realizando antes un viaje alrede-
dor de la tierra al estilo de Marco Polo había llegado a La Paz, el Tibet
sudamericano, tres razas e infinidad de lenguas y religiones secretas,
y se interesó por la misteriosa hoja de coca. Una tierra ignorada con
una riqueza potencial inédita. El Presidente Melgarejo le obsequió dos
tambores del Coroico yungueño. Nubes livianas bogaban en la sima de
sus abismos. Durante el coloniaje español, Totora había sido la gran
proveedora. El Presidente intuía el boom... ¡Antes consumían los in-
dios y ahora los gringo! Cosa extraña, militar deslumbrante, tierno y
con sentido de humor. Si no hubiese sido el elegido de este país, de-
claro, seguramente habría sido un excelente comerciante de coca. Un
cocaine businessman... Esta vez en audiencia que le concedió, tenía a
su diestra a Juana Sánchez, mestiza de ojos anchos y soñadores que
hacía de Primera Dama de la Nación. Hizo entrega de los obsequios
que traía. Para el Gran Capitán una espada con puño de oro propiedad
de Napoleón obtenida en el hospital de los inválidos de París. Usted
merece mucho más, Excelencia. Y para la mariposa fulgida que le te-
nía fascinado, perfumes de París Frais vibrant authe!... entusiasmado
hasta el delirio, el locuaz farmacéutico les contó del éxito de la coca
milagrosa, el boom comercial. Los dos tambores de coca solu cionaron
sus problemas financieros vendiendo al raleo. La coca está en los más
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importantes laboratorios del mundo... El Gran Capitán vio con satis-
facción que se estaba dando el milagro. Será un decisivo propulsor
económico e industrial. Con la coca dominaremos Europa y quien
domi na Europa domina el mundo, explicaba su geopolítica al alcance
de la mano... En las praderas yungueñas Zannetti adquirió tambores
de coca que fueron transportados a La Paz, a lomo de indio, porque no
habían comenzado todavía los trabajos de integración caminera que
uniría la Cumbre de Unduavi con el paraíso... El italiano confirmó su
visión de hallarse nueva mente como Marco Polo en un país exótico y
se llevó a Milán, junto a los tambores de coca, a Periquito el loro de
Coroico y una mulata del ayllu de Chicaloma que bailaba saya”10.
Todas estas referencias a la coca, los farmacéuticos de origen italiano,
sus trabajos de laboratorio y el visi tante Zanneti nos demuestran 5
aspectos trascendentales para este es tudio: a) Que la coca y sus de-
rivados ya se conocían ampliamente en Europa, b) En los años 1860
farmacéuticos bolivianos habían aislado el alcaloide de la cocaína,
c) Fue el gobierno boliviano autorizó en 1885 la fabricación de cocaína
en los yungas, d) En esos tiempos no era ilícita la compra y venta de
cocaína en las farmacias y, e) Bolivia no sólo exportó coca, sino elixir y
otros derivados de coca a través de la empresa norteamericana, Parke
Davis.
La coca y los pueblos de AméricaLos pueblos de América, desde el norte hasta la Patagonia seleccio-
naron y utilizaron psicotrópicos y estimulantes vegetales intensos,
como el tabaco y el peyote y chocolate en el norte y centro, la coca,
el guaraná y la yerba mate en el sur, además de otras hierbas, flores
alucinógenas. Estos excitantes eran parte esencial en la farmacopea y
los cultos religio sos a lo largo del continente americano. Al respecto
dice Alejandro Ca mino11: “El uso de plantas psicoactivas es uno de los
rasgos más extendi dos en el tiempo y el espacio de las culturas indí-
genas americanas. Al momento de la conquista de América, la coca
tenía ya una tradición de cultivo de cuando menos 6.500 años y su
utilización por parte de las culturas nativas se había extendido desde
Centroamérica hasta el Sur Andino y la Amazonía”.
Sin embargo el uso de los alucinógenos estaba regulado por las cos-
tumbres y los modos de vida de los diversos pueblos que vivieron
y aún viven en nuestros países. Muchos de estos estimulantes han
adqui rido carta de ciudadanía en el mundo entero: el tabaco, el cho-
colate, se adaptaron perfectamente a la condiciones de la vida moder-
na. No obs tante uno de los excitantes más difundidos, en las naciones
andinas, es la coca, cuya cultura ha penetrado profundamente a través
de su incre mento en la producción y consumo en amplias capas de
la sociedad, sea en el mundo aymara, con la dominación Inca y los
conquistadores es pañoles y, más tarde, por el crecimiento inusitado
del narcotráfico. La coca y su insalivación desde hace milenios ocupa
un sitio fundamental en las culturas sudamericanas y la evidencia es
que hoy grandes contin gentes sociales han emprendido una tarea de
rescate de esta hoja, que beneficia a sus consumidores, pero también
sirve los intereses de los que la convirtieron en droga. La insalivación
de la coca tuvo en el tiem po de la conquista y colonia tanta importan-
cia que casi todos los cronis tas opinan de sus cualidades. Gracilaso
de la Vega12, expresa: “De cuan ta fuerza y utilidad sea la coca para los
trabajadores, se colige de que los indios que la mascan se muestran
más fuertes y dispuestos para el tra bajo; y muchas veces contentos
con ella trabajan todo el día sin comer. La coca preserva el cuerpo de
muchas enfermedades, y nuestros médi cos usan de ella hecho polvo,
para alejar y aplacar la hinchazón de las llagas, para fortalecer los hue-
sos quebrados, para sacar el frío de los cuerpos, para impedirle que
entre, para las llagas podridas llenas de gusanos; si a las enfermedades
de afuera hace tantos beneficios, con vir tud singular en las entrañas
de los que mastican, no tendrá más virtud y fuerza. Tiene también un
gran provecho, y es que también la mayor parte de la renta de los obis-
pos y de los canónigos y de los demás minis tros de la Iglesia, es de los
diezmos de la hoja de coca, y muchos españoles se han enriquecido y
se enriquecen con el trato de esta hierba”. Agustín de Zárate dice: “La
estiman los indios más que el oro y la plata”13. Sobre lo mismo, el padre
Blas, Varela14, señala: “Es tan agradable la coca a los indios, que por ella
proponen el oro y la plata y las piedras preciosas”.
Un aspecto poco difundido que merece mayor atención es el hecho
de que a la llegada de los españoles “los aymaras conocían fuera de
la insalivación con los aderezos apropiados, otras formas de lograr
una mayor absorción del alcaloide de la cocaína por el organismo.
Se sospe cha que los españoles recogieron algunos de estos sistemas
destinados a obtener mayores resultados, el sistema parece haber sido
obtenido por los españoles y no sólo seglares, sino también religiosos,
como se de mostrará ... En América muchas culturas continúan usando
diversos ve getales y hongos con efectos psicodislépticos tales como
Psicosybe y Zapotecorum y Aztecorum, en mesoamérica; alucinóge-
nos como el yaqué y ayahuasca en las regiones amazónicas...
Se hallan rastros arqueo lógicos sobre el uso por aymaras e incas de
la méscalina y otros alcaloides de algunas cactáceas, de las daturas,
vegetales que contienen la atropina, hiosciamina y otros alcaloides
energéticos15. El carbonato de calcio “cal” de la llipta, que los coqueros
chupan con las hojas de coca para liberar más rápidamente los alca-
loídes estimulante, se ha encontrado dentro de envases de concha,
cerámica, metal, piedra a través de las fases cerá micas y en polvo en
algunos sitios del Ecuador16. En la región interandina del Perú y Bolivia
hay una gran diversidad de sustancias que forman la llipta, variando
éstas de región en región; unos usan cenizas de tallos de quinua, o de
mazorca de maíz, o de fruta de algarrobo, o papas her vidas o harina
de maíz, quinua, etc. La cantidad de CaCo3 que entra a formar parte
de la llipta también varía de comunidad a comunidad, desde sólo “cal”
en el norte de Colombia hasta harina o cenizas de plan tas en Perú a
Bolivia”17. Los incas, dice Edgar Dick Ibarra Grasso - extraían el aceite
esencial de la coca para anestesia local con la cual efectuaban trepa-
naciones18. “Los aborígenes del Perú y Bolivia conocían la propie dad
farmacológica de la hoja de coca. Ellos sabían que su jugo podía apli-
carse tópicamente para obtener insensibilidad al dolor. De hecho, la
sociedad Inca empleó el principio activo de la coca para soportar el
do lor de las trepanaciones19. Se sabe también utilizaban cal mezclada
con vinagre de piña, según evidencias encontradas dentro de envases
de concha, cerámica, metal y piedra y esta habría sido una de las cau-
sas para la prohibición a las mujeres entre los aymaras y el monopolio
durante el incario.
Otro aspecto importante para recordar es que según “algunos cro-
nistas después de la conquista la popularización del uso humano de
la Toca no se circunscribió al india también los españoles usaron de
esta hoja como insalivante. Se tiene entendido que esta acción no fue
una simple imitación o introducción de lo indio, sino que estando en
perma nente contacto y observando que el indio resistía trabajos fuer-
tes deci dió también usar la coca para obtener los mismo efectos.
Coca, cocaína y narcotráficoA partir de 1906, en que el gobierno de Estados Unidos emite las pri-
meras normas limitativas en el uso de drogas, empieza un gran de bate
en Norte América y en el plano internacional sobre los efectos po-
sitivos y negativos que ocasiona la cocaína. En el siglo pasado la cocaí-
na logró gran popularidad en Estados Unidos como tónico general
para la sinusitis y la fiebre del heno, y como cura para los hábitos del
opio, de la morfina y del alcohol. Las revistas académicas publicaban
informes en los que lo único que faltaba era aconsejar la ingestión ili-
mitada de cocaína, dice David F. Musto, citando a G. Achie Stockwell.
En Estados Unidos, las propiedades estimulantes de la cocaína con-
virtieron esta sustancia en ingrediente favorito de la medicina, de las
bebidas gaseosas, de los vinos. La Parke Davis Company, productor
excepcionalmen te entusiasta de cocaína, vendía incluso cigarrillos
de hojas de coca y cigarros de coca para acompañar el resto de sus
productos, los cuales proveían cocaína en una variedad de medios
y líneas como una mezcla de alcohólicos tipo llamada Coca Cordial,
tabletas, inyecciones hipo dérmicas, ungüentos vaporizadores. Dice
Musto20: “Debido a que la co caína de ninguna manera estaba limita-
da a las recetas médicas, las “clases más bajas”, particularmente en
los estados prohibicionistas, encontra ron en ellas un estimulante que
podía sustituir los licores fuertes. Los bares empezaron a colocarle
una pizca de cocaína en cada trago de whis ky y la cocaína comenzó
a venderse puerta a puerta. Hacia 1900 se pro mulgaron rápidamente
leyes estatales y ordenanzas municipales contra estas actividades. Y
aunque un Estado podía promulgar una ley anti narcóticos e incluso
ejecutarla, los estados fronterizos, que no tenían leyes en ese sentido,
a menudo suministraban drogas a los consumidores y a los vendedo-
res. Según informes, se distribuía cocaína entre los obreros mineros
y de la construcción para obtener de ellos, alto rendimiento con coca
alimentación”.
Esta realidad y el auge del opio en los países asiáticos, especial mente
China, que generó una verdadera guerra de opio con los ingle ses,
obligó a Estados Unidos a hacer un llamado para una Conferencia
Internacional sobre estupefacientes, debido a intereses económicos
fun damentalmente, a pesar de las negativas de Gran Bretaña, Alemania
y Holanda, confrontados con el coloso del norte. La conferencia reuni-
da en Holanda el 1ro. de diciembre de 1911, en la que Portugal defen-
dió su industria del opio en Macao y Persia y sus propios y prósperos
cultivos. Holanda, estaba involucrada en el tráfico de narcóticos en las
Indias Orientales Holandesas. Francia era ambivalente, recibía ingre-
sos de la Indochina Francesa por el opio para fumar, pero tenía el ma-
yor uso de potentes derivados del opio, que según informes, existían
en sus pose siones coloniales. El Japón ignoró las acusaciones de haber
introducido ilegalmente la morfina y las jeringas hipodérmicas en la
China. Rusia tenía una industria agrícola de amapolas, aunque no muy
grandes. Siam, por su parte, procesaba una cantidad considerable de
opio y tanto el problema como el ingreso del opio eran familiares”. La
conferencia se clausuró el 25 de junio de 1914 con 44 países firman-
tes, Serbia y Turquía se negaron. El proyecto de la Ley Harrison fue
aprobado el día 14 de diciembre y el 17 firmado por el Presidente de
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Estados Unidos. Una ley Federal impondría algún control al tráfico de
opiáceos y cocaína. Acá empieza la lucha contra las drogas, fundada
en intereses geostratégicos y económicos entre Norte América y sus
futuros aliados.
Con la Ley Harrison llegarán una cantidad interminable de norma tivas
prohibicionistas, satanizando principalmente el opio y la cocaína hasta
desembocar en las actuales políticas antidrogas dirigida por Esta dos
Unidos.
En 1923, la Secretaría de la Liga de las Naciones dirigió una carta a la
Cancillería de Bolivia demandando información acerca de la indus tria
de la coca y la preparación de la cocaína, nota que fue transcrita a la
Sociedad de Propietarios de Yungas, cuyo Presidente entonces era Al-
fredo Ascarrunz, quien respondió en una extensa carta, de la que he-
mos seleccionado algunos párrafos: “Como datos útiles para el estudio
de esta cuestión, puedo expresar a usted, que la industria boliviana,
des de tiempos inmemoriales, se halla limitada a la producción de ho-
jas de coca, sin haberse jamás realizado transformación alguna de esas
hojas para la preparación de alcaloides.
“La producción de hojas de coca en las provincias de Nor y Sur Yungas
y de Inquisivi, del Departamento de La Paz, según informacio nes que
ha recogido esta Sociedad, a la cantidad de 75.000 quintales españoles
de hoja por año. Puede, pues, a base de esa información, esta blecerse
que la producción total en la República no debe exceder de cinco mil
toneladas métricas, ya que la industria del Departamento de La Paz
representa más de las tres cuartas partes de la producción total.
“Las hojas de coca producidas en el país se consumen en su totali dad
en forma cruda, es decir sin transformación alguna, representando
esas hojas una parte de la alimentación diaria de la mayor parte de los
indios del oeste del país. El precio que se obtiene por las hojas para
ese uso, es mucho más elevado que el que obtienen por productos
similares los agricultores de otros países vecinos, y los que produ-
cen este vegetal en las posesiones holandesas de Extremo Oriente,
resultando, en conse cuencia, que la hoja boliviana de coca, constituye
una materia prima demasiado elevada en precio para poder utilizarse
como beneficio de la fabricación de cocaína u otros alcaloides.
“Por la experiencia que se tiene en Bolivia, y que tiene en su apoyo
algunos centenares de años la masticación de hojas de coca y la asimi-
lación de su jugo, sin mezcla de ingrediente químico alguno, no tiene
por resultado la formación de ningún anestésico en el organismo, y
por lo mismo, su uso no lleva riesgo alguno de convertirse en un pe-
ligro social, cual sucede con el uso de alcaloides de coca, que es lo
que ha producido alarma en el extranjero, y ha determinado a algunos
gobier nos recurrir a la Liga de las Naciones en demanda de una legis-
lación o de un Acuerdo Internacional, que ponga fin a los medios de
propaga ción de ese vicio. “No existe en Bolivia el idiotismo producido
por la coca, pudiendo en cambio observarse que el trabajador indíge-
na, auxiliado por su dia ria ración de coca, resiste en el fondo de las
minas fatigas excepcionales que no podrían ser soportadas por ningún
otro obrero. Acaso una in vestigación científica de estos fenómenos
podría traer como consecuen cia, una recomendación, más bien que
una prohibición el uso de hojas de coca, como elemento vigorizador
del organismo”21. En base a estas exigencias de la Liga de las Naciones
y la exposi ción de la Sociedad de Productores de Yungas, el gobierno
de Bolivia hizo posteriormente sus Reservas, que llamaron la atención
en el orga nismo internacional.
El crecimiento del narcotráfico se ha visto impulsado por las políti cas
neoliberales, que con sus acciones expulsó hacia las zonas cocaleras a
miles de trabajadores, sin otra alternativa para la situación de margi-
nalidad económica y social. La lógica era clara y comprensible: produ-
cir coca, subsistir y ser condenado como “soporte de los traficantes”;
o no hacer nada, y sucumbir junto a sus familias. A medida que el
consumo de la cocaína se fue desarrollando en las últimas décadas, el
debate adquiere un tono conflictivo, pues se trata de dos posiciones
contradictorias: la una defiende la coca como tradición y propia de su
cultura, y las potencias encabezadas por Estados Unidos condenan la
coca como la materia prima de la cocaína y su producción ampliada.
La presión sobre la producción de coca se inicia con más fuerza en la
Convención Única de Estupefacientes de 1951, organizada por las Na-
ciones Unidas. En ese evento se aprobaron resoluciones destinadas a
la erradicación de cultivos de la coca. Más tarde la Convención de 1961
establece un plazo para la erradicación de cocales en Perú y Bolivia.
Coca y cocaínaUno de los objetivos norteamericanos y de sus portavoces internos es
confundir a la opinión publica nacional e internacional identificando
coca y cocaína, y productores con narcotraficantes. Un segundo obje-
tivo es aislar a los productores de la sociedad y enfrentarlos con otros
sectores y mostrarlos como enemigos de la juventud.
Identificada coca-cocaína, y productores con narcotraficantes, está
justificada la represión y erradicación forzada y así el ejército tiene
libre acceso a las zonas productoras para acabar con las plantaciones
de coca. Para completar el círculo, es necesario implementar una de
las expresiones ideológicas más importantes de los enemigos de la
coca: la ley, en calidad de código de violencia pública y cerrar aún
más la posi bilidad de distinguir entre el hábito inofensivo de insalivar
coca, parte integrante de la cultura andina, y el narcotráfico, alenta-
do precisamen te por la represión y la normatividad draconiana del
Estado. En el caso concreto de Bolivia, la Ley 1008 al identificar coca
con cocaína ataca a los productores y su cultura, violenta los dere-
chos humanos, desarticu la la ley y los fundamentos consagrados por
la Constitución Política del Estado y los principios universales del de-
recho pero a la par fomenta el narcotráfico implícitamente y favorece
la acumulación del capital para las naciones más poderosas, en primer
lugar Estados Unidos.
La cocaLa coca es la tierra, la vida de hombres y mujeres, sustento de miles de
familias en los valles y la meseta altiplánica.
Es la historia de los pueblos andinos, aymaras y quechuas y otros que
la producen y utilizan desde hace milenios; constituye un sím bolo
de lucha de las naciones aborígenes contra los prohibicionistas y los
filósofos de la erradicación.
La coca es la expresión concentrada de las culturas andinas y re-•
presenta, al mismo tiempo, la defensa de sus tradiciones ancestra-
les, sus modos de vida y su identidad, además las perspectivas de
los pueblos; favorece ampliamente la supervivencia de hombres
y mujeres que habitan ambientes hostiles, con pocos recursos y
mu cho esfuerzo
La coca es el mayor descubrimiento efectuado por aborígenes an-•
dinos para beneficiar a la humanidad de mil maneras como lo han
expresado los cronistas y el uso que se le da en la actualidad, com-
probada hace más de un siglo en Estados Unidos y por científi cos
del mundo.
La eliminación de cocales en los pueblos andinos y la represión de •
los productores no acabará con el mercado de la cocaína, porque
ya existen plantaciones en todos los continentes y además se cul-
tivará allí donde menos piensan los erradicadores.
La coca facilita la subsistencia de productores y sus efectos multi-•
plicadores sostienen la economía de comerciantes, transportistas,
industriales y trabajadores de todo género.
Esta hoja increíble ha soportado todos los embates perniciosos •
des de hace siglos y subsistirá a pesar de las medidas de fuerza de
sus enemigos y los apologistas de la erradicación.
Es una planta inofensiva en estado natural; son las mafias que la •
han transformado en droga para potenciar su poder económico
y político.
La coca es una de las 3 mil plantas curativas que los pueblos preco-•
lombinos registraron en su catálogo de medicinas para combatir
enfermedades. Para los pueblos andinos, la medicina preventiva
es más importante que la curativa, porque la coca no sana creando
otras enfermedades como hacen las medicinas sintéticas.
Es el espíritu de los Andes, conciencia, identidad, ideología, cultu-•
ra y forma de ser y vivir de aymaras y quechuas.
La coca es libertad, autodeterminación, lucha y victoria frente a •
los enemigos internos y externos.
Constituye uno de los más importantes eslabones de los mecanis-•
mos de cohesión e integración de las culturas andinas
Es motivo de reflexión y fuente de sabiduría para los pueblos an-•
dinos; en ella encuentran inspiración para resolver sus grandes
problemas.
La coca es un elemento vital del tejido social que permite a la •
socie dad y los individuos adaptarse al duro medio ambiente en
que se desenvuelve.
En consecuencia, la coca en estado natural no es cocaína, se con-•
vierte en droga cuando se suma a los precursores fabricados por
los mis mos prohibicionistas.
La cocaínaLa cocaína, en cambio, es un producto ajeno a los pueblos andi-•
nos, a los productores y sus costumbres. Identificarlo es parte de
la guerra sucia de los norteamericanos y sus aliados dentro y fuera
del país.
La cocaína surge como resultado del consumo de millones de •
hombres y mujeres de los países del norte, es la demanda que es-
polea la producción y consumo y se convierten en elementos esen-
ciales de un mismo proceso. Si pretenden confundir productores
de coca con narcotraficantes, lo mismo podría decirse de producto-
res y consu midores de droga sintética con narcotraficantes.
Es un invento de la industria y los mercaderes de la droga y no •
de los productores de coca. Su conversión en cocaína es resul-
tado del mercado y la tecnología y se halla sujeta a sus leyes, la
oferta y demanda, que no la regulan los productores de coca, sino
28 29
los mercaderes de la cocaína en los grandes centros urbanos del
mundo y los estados con sus acciones represivas.
La cocaína es la suma de coca más precursores de diversos tipos,•
fabricados y negociados por USA que busca erradicar la coca, y
sataniza su consumo.
Sin demanda no habría producción, en consecuencia, son pues •
los consumidores los responsables del incremento de la produc-
ción de coca y cocaína. Como dijo Nancy Reagan. “Es el consumi-
dor de drogas quien permite existir al cártel de las drogas, quien
propor ciona el mercado y quien financia la empresa”.
Es la concepción etnocentrista y racista de la cultura occidental •
que ha llevado a identificar coca-cocaína para destruir las plan-
taciones y atacar a sus productores. Esta injerencia en asuntos
internos de los pueblos andinos lamentablemente fue favorecida
por gobier nos sin dignidad ni reparo por la defensa de la sobera-
nía nacional.
Los erradicadores al criminalizar la coca cometen un gran error •
de concepción jurídica, pues no es la coca como tal que recorre
lo que se llama iter criminisi se refiere más al proceso psicológico
de incu bación del propósito delictivo hasta la perpetración del
delito, con la consideración jurídica y social, en cada etapa de la
punibilidad y la peligrosidad de la actitud del sujeto. Como se
ve, se trata del delincuente y su conducta, y no de la coca. Son
conductas de los indivi duos lo que se juzga en el Derecho y no a
los objetos. No es coca lo que consumen los adictos sino cocaína,
que sale de la coca, pero adherido a otras sustancias químicas
elaborada por las empresas de las naciones del norte y no los
productores de coca. Querer ligar el iter criminis a la coca es un
absur do jurídico inventado por los abogados norteamericanos
con aval de profe sionales bolivianos que dieron su visto bueno
a la Ley 100822.
Todo esto evidencia que la coca no es cocaína, que la cocaína es •
producto de la industria de las drogas y la manipulación de los
estados y sus burócratas prohibicionistas al ligarla con otras sus-
tancias, produ cidas por los países del norte, que dicen combatir
a las drogas.
La cocaína es la droga más requerida por los norteamericanos y las •
mafias traficantes, porque les reporta miles de millones de dólares
en sus bancos y el sistema financiero mundial.
El polvo blanco es la mejor forma de crear y producir riqueza, de •
acumular dinero, es parte del nuevo modo de producción de la
narcodelincuencia capitalista.
Cocaína y narcotráficoLa cocaína se ha convertido en los últimos 20 años, en una de las dro-
gas estrella de todas cuantas se consumen en el mundo, debido a las
múltiples aplicaciones que tiene como ya fue comprobado y sobre
todo debido a la persecución mundial de que es objeto. Pero la co-
caína no sólo se la busca como droga euforizante, y por ella las mafias
están dis puestas a todo, sino que ahora es el botín que suscita las
mayores confron taciones entre las bandas mafiosas y las fuerzas repre-
sivas de los estados. Las mafias criminales han acumulado inmensas
fortunas, consti tuido enormes y eficientes estructuras de comercio
ilegal por todo el mundo, interconectados con una inmensa red de
bancos, hasta conformar su propio ejército de sicarios, que usan la co-
rrupción como arma principal y han creado una verdadera cultura de
la muerte. Por su parte las grandes potencias buscan la cocaína con el
mismo afán y la fuerza irresistible que las mafias narcotraficantes Pero
cuál es ese talismán que tiene esta droga y arrastra a los estados tras
ella, e im pulsa a combatir por un lado y buscarla por otro; satanizarla
y al mismo tiempo aprovechar de sus resultados; reprimir y legalizarla
a la vez, odiar y amarla simultáneamente. Es el resultado que produce:
la riqueza. Es ésta la causa por la que combaten mafias narcotraficantes
y grupos de represión de todos los estados. Sólo un análisis dialéctico
de las drogas, en el caso de la cocaína, puede brindar una explicación
coherente de ese fenómeno propio de la sociedad actual. La cocaína
es una enorme fuen te de riqueza, ha superado las otras formas de
acumulación, y esta es la razón por la que se enfrentan “el bien y el
mal”; todos los narcotraficantes luchan por distribuirse los beneficios
económicos que deja. La guerra de la cocaína es el resultado de este
objetivo central, perseguido con el mismo interés por gobiernos y nar-
cotraficantes. La evidencia son los paraísos fiscales y la infinidad de
formas que adopta la legalización del dinero sucio: negocios rentables,
inversiones en la construcción, comunicaciones, venta de motoriza-
dos, bancos, hotelería, comercio, sistema financiero, turis mo, etc., son
algunas de las máscaras del narcotráfico.
Narcotráfico y sociedadEl narcotráfico ha producido descomunales transformaciones eco-
nómicas y sociales, pues su desarrollo espectacular tiene un impacto
extraordinario en los hábitos, costumbres y comportamiento de los
hom bres. La posibilidad real de obtener el dinero fácil incentiva a los
indivi duos a riesgos que de otra manera no lo asumiría.
Las fortunas que produce en tiempos relativamente cortos, con menor
esfuerzo, los pri vilegios y status que otorga, son los mejores anzue-
los para atrapar hom bres y mujeres hacia el lucrativo negocio de las
drogas. La producción y comercio de drogas se nutre de los consumi-
dores cada vez en mayor número, especialmente jóvenes de ambos
sexos, trastocar de manera irre versible hábitos y crea una cultura de la
droga que ninguna política, por más violenta que sea podrá detenerla
en el corto tiempo. La aparición arrolladora de las drogas en el mundo
ha cambiado sustancialmente la sociedad y ya nada será igual después
de unas décadas, cuando el mundo se sature de drogas y el futuro de
los hombres esté ligado a ellas indefecti blemente.
Violencia, represión y narcotráficoLas sociedades y estados de todo el mundo se enfrentan a los ata-
ques y la penetración de poderosas organizaciones cuya dimensión
eco nómica y política se hace cada vez más evidente. Son grupos del
narco tráfico que han constituido “un imperio clandestino”, con igual o
más recursos que las naciones, con armas poderosas, excelentes servi-
cios de información e influyentes revestimientos políticos. Es la droga
que ha estructurado su propia economía, moviliza anualmente más de
1.000 millones de dólares, y se inserta en todos los mecanismos finan-
cieros de la economía mundial, y multiplica sus medios de transpor-
te y comercia lización hasta llegar a los consumidores. Esta economía
basada en el trabajo de unas 500 mil personas ha penetrado hasta el
corazón mismo de la economía mundial. Los grandes bancos públicos
y privados, las bolsas de valores, los negocios más importantes de to-
das las ramas de la industria, el comercio y hasta los organismos inter-
nacionales de cré dito sirven de base a la diversificación y legalización
del dinero prove niente del narcotráfico. A pesar de los esfuerzos des-
plegados por los gobiernos del mundo para detener la proliferación
inusitada del comercio y consumo de drogas, este lucrativo negocio
crece y se diversifica en todas las re giones de la tierra. Las millona-
rias sumas de dinero invertidas, las leyes draconianas aprobadas y los
grandes contingentes militares y policiales movilizados no han podido
detener su creciente desarrollo e influencia. A pesar de la severidad de
las restricciones impuestas las organizacio nes criminales expanden su
comercio y acumulan beneficios económi cos y poder. Los altos costos
de la lucha antidrogas no compensa los magros resultados obtenidos.
La producción y comercio de drogas se alimentan de la violen cia y no
pueden subsistir sin este elemento esencial. El narcotráfico nece sita
de ciertos márgenes de violencia desde él mismo y a partir del Estado,
de modo que en todo el proceso configura un gran escenario de vio-
lencia que se multiplica con las secuelas ampliamente conocidas en el
mun do entero.
Efectos perversos de la represiónLos gobiernos de los Estados del mundo creen que con sólo incremen-
tar la represión contra la producción y consumo de drogas se puede
disminuir el auge de este fenómeno de nuestro tiempo, sin advertir
que, incuestionablemente, es la represión la que impulsa el crecimien-
to incon tenible del narcotráfico.
Y aunque la microeconomía de la coca se mueve bajo las reglas de
la economía general, tiene sus propias especificidades. Es importan-
te comprender que la economía del narcotráfico modifica de manera
sustancial las reglas del mercado y con esto favorece a los grandes
productores y comerciantes que tienen el control de la droga. La eco-
nomía de la droga, según Charles Henry de Chauseul Praslin23, la pro-
hibición está fijada sobre la producción, el consumo, la distribución, y
la compra y venta a su vez.
En todos los casos los vende dores son incitados a proseguir sus acti-
vidades en la medida en que ellos pueden encontrar y asegurarse sus
clientes, de ese modo, la prohibi ción del consumo y la comercializa-
ción son indisolubles.
En la economía de mercado existe completa libertad y transparencia
de las transacciones a fijar el precio más bajo posible, a fin de aumen-
tar consumidores se tiende a mejorar la calidad para maximizar los
resul tados gracias al incremento de las ventas.
En cambio en la economía de la droga donde no existen las facilidades
ni la transparencia para las transacciones; cuanto más dificultades para
la comercialización más cuesta a droga y por ello tiende a desmejorar
la calidad del producto y con lo cual se obtiene mayores ganancias.
De acuerdo con el mismo autor, el tráfico de drogas prohibidas se
organiza siguiendo una pirámide que tiene cuatro niveles:
El traficante, únicamente interesado en la ganancia máxima, es un •
hombre aislado o ligado a una empresa muy bien integrada.
El revendedor, consumidor ocasional de drogas llamados dulces
y poco adicto a las drogas sobre todo si son peligrosas, pertenece
generalmente al mundo de los consumidores, es intermediario.
El consumidor vendedor, compra cantidades para su consumo •
personal y para financiar sus necesidades.
30 31
Los simples consumidores, los que compran para su consu mo co-•
tidiano.
Cada uno tiene sus propios roles. En esa jerarquía bien comparti-
mentada el proveedor traficante de drogas regula líneas de venta de
la mercancía, fija los precios, manipula la calidad del producto y la
aplica ción de la violencia.
En este escenario de la economía de las drogas, la represión juega tres
tipos de papeles: efectos, multiplicador, regulador e integrador.
Papel multiplicador.•
En la microeconomía de la droga, la represión cumple un papel mul-
tiplicador, en el siguiente sentido: el vendedor, a fin de justificar el
incremento del precio de la mercancía, usa como argumento las difi-
cultades que tiene para conseguirla, mientras el comprador se ve en
la dificultad de bajar el precio porque no cuenta con la informa ción
necesaria sobre precios ni la competencia en el mercado... Esto hace
que la oferta se imponga siempre a la demanda y que el precio se fije
de acuerdo a la prohibición, aunque las dificultades en la obtención de
la mercancía no sean siempre tan evidentes. De esta suerte la prohi-
bición origina un monopolio artificial que explican’ subida de los pre-
cios de la mercancía y al mismo tiempo asegura al proveedor traficante
altos rendimientos económicos. Por estas razo nes el papel de los tra-
ficantes es jugar con la prohibición y la repre sión a fin de alcanzar sus
objetivos. En una economía normal los consumidores exigen precios
bajos y se mantengan relativamente estables. Por otra par te, los pro-
veedores no aumentan los costes porque sus márgenes de utilidad es-
tán en relación con los descuentos que obtienen de los productores.
En la economía de la droga, el consumidor se con vierte en revendedor
e incrementa el precio para resarcirse de los altos costos que le impo-
nen. Los traficantes manipulan los precios gracias al desconocimiento
que tienen los compradores del merca do y la competencia, porque
la represión aísla al consumidor y lo reata a su proveedor. Esta es la
razón porque los precios experimen tan las variaciones, lo que a su vez
muestra que la prohibición es tructura una economía completamen-
te artificial. Aquí se produce un contrasentido económico cuando los
precios de las mercancías suben a medida que aumentan los consu-
midores, en tanto que en una economía legal los proveedores aplican
precios muy convenien tes para atraer mayor número de clientes. Otro
hecho que se advierte en la economía de la droga es el referi do a la ca-
lidad de la mercancía, que baja no sólo para producir va lor agregado,
sino sobre todo, para reatar a los consumidores, la droga adulterada al
causar menos efecto obliga a los consumidores a adquirir más droga a
fin de obtener el mismo resultado, y ésta es la causa por la que muchos
consumidores se transforman en revendedores. Así, el traficante ase-
gura el mercado, amplía las re des de comercializadores y reproduce
constantemente su personal de ventas.
Papel regulador.•
En este contexto, la represión origina un shock cuando proveedo res
y revendedores desaparecen por algún tiempo causando pánico en-
tre los consumidores, y una vez restablecida la calma, aquellos apro-
vechan para aumentar precios y bajar la cali dad del producto, cuyas
consecuencias son funestas para los con sumidores. Por su parte las
acciones de la policía y de los tribuna les de justicia por medio de
sus investigaciones producen un efecto regulador al convertir a los
consumidores en revendedores, para reemplazar a los que han sido
atrapados y condenados. Es impor tante destacar que los partes de la
policía y la acción de los jueces actúan como servicios de información
para vendedores y compra dores, al anunciar los nuevos reductos y los
centros de expendio, Estos informes son de gran utilidad y se hallan
completa mente advertidos por los traficantes.
Papel integrador.•
En una economía legal productores y consumidores se esfuerzan
por asegurar los circuitos del comercio y sus métodos de control de
calidad se respetan. Contrariamente, la economía del narcotráfico,
funciona bajo sus propias reglas. La represión al suprimir la concu-
rrencia en el mercado estructura el monopolio de los vendedores,
que escapan a las acciones policiales. De este modo se genera una
encarnizada competencia entre traficantes que luchan por ampliar sus
empresas, optimizar sus medios de transporte y comercializa ción. En
esa tarea muchos capos de las mafias caen por denuncias de otros
que pretenden ocupar su lugar en el mercado. No se olvi de que las
grandes movilizaciones de la policía en la lucha antidroga, produce
efectos inmediatos al añadir un nuevo valor agregado a la mercancía y
crea nuevos empleos que precisa de sustancias ilícitas. Así el valor de
cambio que rige la economía legal basado en la efi ciencia, la tecnolo-
gía y la productividad del trabajo humano es per fectamente aplicable
a la economía de la droga. Es importante señalar que la represión del
tráfi co de drogas genera un fuerte impacto en el reciclaje del dinero y
su respectiva legalización en el sistema financiero e industrial. El dine-
ro del narcotráfico, que contamina todas las actividades económicas
de la sociedad y de la que casi nadie se libra, necesita legalizarse y lo
hace a través de cientos de testaferros que contrata. Esto demuestra
que la repre sión y la prohibición, en lugar de disminuir los efectos y
la ampliación de las actividades, lo que hacen es impulsarla y, en con-
secuencia, transformarla en una fuente de financiamiento del tráfico
con los resultados ya conocidos en el ámbito universal. Lo impor tante
es conocer que la lucha contra la “marea blanca” no es posible soste-
nerla sólo con medidas represivas, reformas del sistema jurídico, o
leyes contra el blanqueo de dinero, sino existe una decisión y volun-
tad, y sobre todo, si no se atacan a los poderes que los organizan, las
fuerzas que los sostienen y los conflictos que alimenta.
Corrupción: arma mortal del narcotráficoUno de los mayores problemas que ha generado el narcotráfico es
la corrupción, esa anomalía social tan extendida que se produce por
cohe cho, tráfico de influencias, fallos judiciales, volteos de la policía,
cubier tas políticas y otras formas siempre actuales. El poder econó-
mico de las organizaciones criminales es tan grande y su ductilidad le
permite pene trar todas las estructuras de la sociedad y los estados.
La capacidad de infiltración y corrupción del narcotráfico tiene alcan-
ces universales y sus efectos desbaratan y desarticulan los sistemas
políticos de todo el mundo. A diario la prensa nacional e internacional
registra conexiones, entre el tráfico de drogas y las actividades del
Estado: partidos políticos, empresas públicas y privadas, organizacio-
nes sociales de diversa índole. La corrupción impulsada por el narco-
tráfico invade todo el sistema institucional del Estado y la sociedad.
Los altos índices de corrupción en distintos niveles de la administra-
ción pública, en particular los tribunales, policía, fuerzas de interdic-
ción, sistema administrativo, abrió de par en par las compuertas a una
libera lización muy peligrosa asentada en una vasta red de facilitadores
y encubridores que favorecen el desarrollo del negocio ilegal.
La corrupción distorsiona los esfuerzos de la lucha antidrogas, por que
las fuerzas de interdicción de la policía y el poder judicial encuen tran
serios obstáculos en la represión, tipificación y sanción de los delitos
de narcotráfico.
La corrupción es el mejor caldo de cultivo para encubrir actividades
con el peligro de corroer profundamente las instituciones y los siste-
mas de regulación estatal. Esta patología social, tenga su epicentro
en niveles superiores o intermedios, arroja efectos destructivos en la
sociedad, las élites gobernantes, y las instituciones del Estado y la so-
ciedad.
Un fenómeno tan explosivo como la corrup ción al perturbar las rela-
ciones interinstitucionales crea un clima de in seguridad y afecta a la
credibilidad y confianza de las instituciones frente a la sociedad y los
individuos.
Corrupción en el EstadoLas sociedades modernas se hallan frente a grandes limitaciones en
el ejercicio y consolidación de sus sistemas políticos, debido al surgi-
miento de numerosos fenómenos, que hacen en ciertos momentos,
in controlables dichos procesos. Los problemas económicos y sociales,
li gados a la fragmentación social acelerada y la concentración del po-
der, así como el inusitado crecimiento del narcotráfico, constituyen
peligros que impiden procesos estables en todo el mundo. Los países
industrializados se hallan ante movimien tos contrarios a la moderniza-
ción rápida y forzada por la crisis; los países del extinguido sistema so-
cialista con sus políticas de liberalización abren cauces desconocidos,
y en los países del tercer mundo las medi das de ajuste y reestructura-
ción violentan lo social y producen fuertes movimientos de protesta y
resistencia. Todo esto conduce a la concen tración del poder y afloja-
miento y disgregación social que rompe el con senso. En este contexto
es cuando el narcotráfico aparece como una fuerza desco munal que
destruye todo lo que encuentra a su paso, desde el ecosistema, las
relaciones sociales, las instituciones del Estado, y los principios éti-
cos de los individuos, aunque favorezca la estabilidad económica. Las
jugosas recompensas que ofrecen los narcotraficantes, penetran pro-
fundamente a la sociedad y sus relaciones les permiten convertirse en
líde res sociales debido a sus actividades de solidaridad que ejercitan
con grupos sociales deprimidos.
El tráfico de drogas, lo mismo que cualquier actividad económica
busca objetivos políticos. Esto quiere decir que las mafias criminales
al haber alcanzado poder económico, pretenden infiltrarse el poder
esta tal. El asalto al Estado y su sistema institucional se funda en la
necesi dad de contar con protección necesaria de sus actividades ile-
gales para reciclar el dinero que genera. Los Estados de Europa, Asia,
Estados Unidos y América Latina están plagados de acciones entristas
del narcotráfico. El Estado y sus estructuras son el lugar preferido para
la acción encubierta de las mafias que lo com pran todo. Nada se re-
siste; la fuerza y contundencia de su poder, que en los últimos años
aumentó de manera des proporcionada. Los millones de dólares que
moviliza el tráfico de drogas hace tambalear el andamiaje institucio-
nal del Estado su poder de persuasión ha hecho desaparecer todos
los resguardos morales de las personas y lleva a funcionarios de toda
categoría y nivel a encubrir sus actividades delictivas. A esto se suma
la violencia que usa para presionar distintas anomalías de orden social
y económico dentro de las estructuras estatales. El narcotráfico y sus
tentáculos penetran el corazón de la administración estatal, así lo de-
muestran las informaciones de prensa que siguen los últimos escánda-
32 33
los relacionados con altos círculos del poder
Las estructuras jurídicas y sus funcionarios, jueces, fiscales y poli cía
judicial, son objetivos centrales del narcotráfico. El temor a la extra-
dición, a los tribunales norteamericanos, su enclaustramiento en
las cár celes, penas prolongadas, incautación de bienes, precursores
y dinero, persecución incesante, motivan la acción sostenida de los
narcotraficantes sobre los mecanismos judiciales, cuyos funcionarios
no resisten la me nor insinuación de los mafiosos, sus testaferros y
cómplices.
En Bolivia, la corrupción ha permeado con mayor intensidad en los tri-
bunales de justicia. Son conocidas las experiencias de jueces que com-
partieron fiestas, parrilladas y encuentros sociales, y todos han salido
limpios. Es fácil colegir que se trata de la crisis de las es tructuras jurídi-
cas, su ideología, métodos y estilos de trabajo, forma ción y conducta.
Todo este andamiaje judicial que se conecta con gru pos de abogados
y sus intrincadas redes constituidas por el narcotráfico, ha hecho de la
justicia y sus fallos, mercancías privilegiadas.
Asimismo, se construyeron cárceles de máxima seguridad, pero hasta
esas fortalezas aparentemente inexpugnables han sido traspasa das por
los mafiosos con una facilidad asombrosa. Esto refleja que el poder del
narcotráfico es imparable en las condiciones actuales.
Otra institución extremadamente vulnerable a la acción de los trafi-
cantes es la Policía en todos su niveles. Su relación directa con las
acciones del narcotráfico, los productores, comercializadores y trans-
porte de drogas, investigaciones, redes de encubrimiento, incautación
de bienes, le abre posibilidades inmensas y frecuentes al cohecho de
los protagonistas del comercio ilegal. Los volteos como se denomina
en el lenguaje policial, son una forma usual de ignorar las conductas
delictivas a cambio de una recompensa y acumular en poco tiempo
fortunas.
Las instituciones policiales de todo el mundo se hallan contamina das
en mayor o menor medida con las actividades del narcotráfico. Ita lia,
Estados Unidos, Colombia, México y los países asiáticos muestran con
mayor contundencia de cómo las policías en sus niveles superiores
obedecen a objetivos de las bandas de traficantes de drogas.
Anualmente en los Estados Unidos, unos 100 oficiales de policía son
condenados por cargos de corrupción relacionados con las drogas
(Nadelman).
Lo significativo es que en Bolivia por volteos, fuga de narcos de cárce-
les, hospitales, salidas ilegales, en los que se hallan involucrados poli-
cías, nunca fueron procesados, menos encarcelados. Existe pro tección
natural entre policías.
uevo modo de producción
Cuando surge el capitalismo, las drogas, como todas las
demás se convierten en mercancía. Dejan de tener exclu-
sivamente valor de uso para adquirir también valor de
cambio.
Mc COY-LAMOUR-LAMBERT1
Se entiende por modo de producción la forma de obtener los me dios
de subsistencia indispensables para poder vivir y desarrollarse. Uni-
dad dialéctica entre fuerzas productivas y relaciones de producción,
base del régimen social y determina el carácter del sistema político,
sus insti tuciones e ideología. Cada modo de producción superior ex-
presa una nueva etapa de crecimiento y desarrollo de la humanidad.
En ese sentido, la sociedad moderna en un proceso ininterrumpido
de sustitución de formas de producir y crear riqueza, por su propia
dinámica ha genera do e introducido en el circuito económico, un no-
vísimo y extraordinario modo de producción, superior en todos los
órdenes a otros ya conocidos. Producto de los grandes cambios his-
tóricos, económicos y sociales de la humanidad surge este modelo de
acumulación de capital, que moviliza fuerzas productivas en todas las
actividades con ingentes cantidades de dinero de fácil obtención.
La producción y comercio de las drogas ha superado todas las previ-
siones y variables económicas establecidas por la economía general, al
extremo de convertirse en una microeconomía específica, que incluso
desestabiliza y motoriza la economía mundial. He aquí algunas de las
características de este novísimo modo de Producción.
Internacionaliza mafiasUna de las características fundamentales de las mafias en estos, tiem-
pos es su expansión hacia todas las latitudes de la tierra; su internacio-
nalización explorando y ocupando mercados asta ayer cautivos para
el comercio y consumo de drogas. Para las organizaciones mafiosas es
vital su internacionalización como vía más expedita de la acumulación
y concentración de su rique za, por eso multiplican sus relaciones, ne-
gocios e intercambian servi cios entre las mafias de todas las regiones
del mundo. La internacionalización del tráfico de drogas será cada vez
mayor hasta alcanzar todas las naciones, del norte y del sur. No que-
N dará país alguno donde no lleguen las drogas y su consumo haya sido
extendido para beneficio de las mafias y también de los Estados. Esa
será la reali dad en los próximos años, a pesar de los discursos prohibi-
cionistas y políticas represivas.
Usa moderna tecnologíaEl narcotráfico como cualquier forma de producir y crear riqueza
debe adaptarse a los avances tecnológicos y los utiliza en todas sus
activi dades. Así se comprueba su inserción en el sistema financiero
internacio nal, sus anuncios en Internet, el manejo de sus cuentas, las
inversiones realizadas, el reciclaje y la reconversión de sus narcodóla-
res. Para esos trabajos cuenta con personal altamente especializado:
banqueros, aboga dos, economistas, corredores de bolsa. Asimismo,
tiene técnicos para transportar droga a todo el mundo, implementan-
do las modalidades imaginativas, además de los sistemas de seguridad
y compartimentación.
Constituye una nueva clase socialEl mercado de drogas en su acelerado desarrollo, especialmente a par-
tir de los años ochenta ha engendrado una nueva clase social que se
conoce como burguesía y oligarquía narcotraficante, muy extensa y
con un poder económico descomunal.
Esa clase social es el fundamento del nuevo modo de producción y
el motor de la acumulación económica y reproducción de la nueva
sociedad y su sistema político.
Ese segmento social que ocupa un lugar destacado en la sociedad y
mueve las princi pales actividades económicas, ha penetrado profun-
damente las estruc turas del Estado y desde allí contribuye al creci-
miento de su economía, que contamina todo el sistema financiero in-
ternacional. Sus métodos de reproducción de la riqueza que utiliza esa
moderna oligarquía tiene sus propias reglas de juego distintas a las de
la economía vigente, con la que ha concentrado miles de millones de
narcodólares con los cuales regula y hasta desestabiliza la economía
mundial. Esa nueva economía internacional del narcotráfico se extien-
de cada vez más por el ingreso de miles de profesionales en el sistema
de reconversión y reciclaje del dinero, y trabajadores de la producción
y comercio de la droga en todo el mundo.
Es el dinero fácil que incrementa los diversos estratos de esa oligar-
quía mundial, firme soporte del nuevo modo de producción basado
en el comercio de las drogas.
Mercancía-drogaEn la sociedad capitalista donde todo se compra y vende, las dro gas
se transforman también en una mercancía como cualquier otra. Sin
embargo, tiene algunas particularidades que no alcanzan a ninguna
de las mercancías que se intercambian en el mercado, porque expresa
de manera concentrada su doble aspecto de valor de uso y valor de
cambio en otra dimensión que los productos de la economía legal.
Esa mercancía es cada vez más requerida y por ella se pagan sumas
que no se dan por ninguna otra en el mercado, eso le ha dado calidad
de mercancía estrella en el mundo entero. Sin embargo es importante
aclarar que hasta los años 30 y 40 las drogas se vendían normalmente
en las boti cas, droguerías y farmacias. Es a partir de los años 60 en que
se abre el gran mercado de drogas con la aparición de la marihuana
y el LSD que cautiva a importante segmentos de la juventud de los
países ricos.
El desarrollo de la producción, comercio y consumo de la cocaína
coincide con el advenimiento del neoliberalismo, como nuevo mo-
delo de acumulación de la riqueza, bajo los principios de eficiencia
y competitividad. La liberalización y desregulación de las relaciones
eco nómicas aparece como el mejor incentivo de, universalización del
mercado de la cocaína. A esto hay que añadir otro elemento que dina-
miza el crecimiento: la prohibición. Esa política de los Estados expre-
sada en la interdicción han lanzado la cocaína a niveles desconocidos
en la producción, comercio y consumo en todo el mundo. Lo propio
ocurre con la heroína y el cannabis.
El extraordinario desarrollo del comercio de las drogas aceleró el
crecimiento de las organizaciones narcotraficantes y la competencia
inusitada de éstas en todos los países productores y consumidores de
dro gas. Todos los mercados cautivos están siendo inundados con esta
droga. Miles de campesinos son obligados a reconvertir sus cultivos de
gramíneas y frutas en los cinco continentes, espoleados por el intenso
comercio de drogas. La competencia por producir, comerciar y consu-
mir esas novísimas mercancías ha estructurado una nueva economía:
la economía de las drogas, cuyas reglas de juego son distintas de la
economía general, lo más espectacular es que la producción y el co-
mercio de las drogas se ha convertido en un nuevo modo de produc-
ción, y esta, a su vez, caracteriza otra fase del desarrollo capitalista.
34 35
La mercancía droga elevada a esa categoría, por su trascendental
importancia en el mercado originó la guerra del opio y ahora desenca-
dena en guerras tribales, confrontaciones entre narcotraficantes, gue-
rras entre pueblos y naciones por el control de la droga y su comercio.
Es que esta mercancía cuyo ciclo de rotación del capital se acelera en
miles de revoluciones, despierta la ambición y el interés cada vez ma-
yor de amplios sectores sociales en todas las latitudes de la Tierra.
Paraísos fiscalesSe denomina “paraísos fiscales” a los refugios bancarios e impositi vos,
libres de regulaciones jurídicas, que se mueven en un ambiente de li-
bre mercado y por medio de ellos se reconvierte y legaliza el dinero del
narcotráfico. Los llamados bancos off-shore, los recipientes del dine ro
que llega de todo el mundo para reciclarlo en distintas direcciones. El
pionero del blanqueo de dinero en Estados Unidos fue Mayer Lansky,
quien comprendió la necesidad de utilizar el secreto bancario y en la
1 década de los 40 operaba desde Cuba y por la ascensión de Castro al
poder fue expulsado de la isla.
Desde los años 40 el sistema financiero internacional se nutre de ma-
nera creciente del dinero de la droga. Las mafias norteamericanas a
medida que acumulaban riqueza con sus actividades ilegales compren-
dieron tam bién la necesidad de resguardar sus beneficios económicos
por medio de la red de bancos dentro y fuera de sus países, cuidando
los controles de fiscalización y la acción de la justicia. La falta de protec-
ción del Estado, la persecución de la policía, la urgencia de preservar
sus ganancias, las difi cultades en el transporte del dinero y la creciente
necesidad de efectivo para sus operaciones, hicieron comprender a las
mafias la necesidad de utilizar las redes del sistema financiero interna-
cional. Así las mafias apro vecharon las facilidades que brindaban las
islas antillanas, cuya legisla ción permitía el blanqueo del dinero y su
legalización bajo la protección
el gobierno británico, que garantizaba su reciclaje. Jack Blum y Alain
Block2, señalan en su trabajo El blanqueo del dinero en las Antillas,
Bahamas, San Martín y las islas Caimanes, expresan lo que sigue: “Las
Bahamas han desarrollado una industria de juego corrupto, que a su
tur no ha engendrado una legislación del secreto bancario, bajo la pro-
tección de la bandera británica, que garantizaba su estabilidad”. Con
estas caracte rísticas las Bahamas se convirtieron en una paraíso fiscal
de las mafias americanas y otras organizaciones de traficantes de dro-
gas. Los dos autores prosiguen afirmando: “Las Bahamas aprovecharon
así de la Ley británica y en última instancia, del sistema jurídico británi-
co. Una característica esen cial de la ley británica es el Fideicomiso, un
procedimiento que permite usufructuar y ocultar su identidad detrás
de la pantalla de fideicomisarios”.
A partir de los años 60, las Bahamas crea un boom bancario comp-
uesto en dos partes iguales de dinero ilegal por una parte y una regla-
mentación de Estados Unidos en todo el hemisferio. Se conoce que
en los 70 ya existían importantes sucursales de Estados Unidos y Gran
Bre taña y en los 80 se convirtió en un centro eurobancario.
Otro centro del dinero proveniente de las drogas es la isla San Mar tín
de sólo 68 kms2 colonizada por Francia y Holanda, sus ciudadanos
pueden recibir las facilidades de los países dominantes que tiene sus
compromisos propios con el gobierno de Estados Unidos. En esta isla
se utilizan la leyes inglesas sobre el Fideicomiso y las ventajas fiscales
de las Antillas y se ha convertido en el centro de reuniones de las ma-
fias americanas, italianas y colombianas.
Un tercer centro del dinero negro son las islas Caimanes, a las que se
trasladaron las principales sucursales bancarias después de la inde-
pendencia de las Bahamas de Gran Bretaña. Aunque sus moradores
son de origen jamaiquino se aplican las leyes británicas, porque están
bajo la autoridad de la corona y todos los que dirigen las operaciones
son de nacionalidad inglesa. Las Caimanes son hoy el principal cen-
tro de tránsito de dinero, del narcotráfico hacia Estados Unidos. Aquí
se violan todos los días las leyes norteamericanas, pero como allí se
realiza el 80% de las transacciones financieras, todo pasa por alto. En
esos paraísos fiscales todo es natural, porque coinciden los intereses
de las mafias, los banqueros y el de las grandes potencias econó micas:
Estados Unidos, Gran Bretaña, Países Bajos y otras naciones. Son para-
digmas de encubrimiento de las mafias narcotraficantes bajo el pretex-
to de defensa del capital privado financiero.
Suiza es otro paraíso fiscal. Según Jean Claude Buffle3, “desde hace
treinta años, las más grandes organizaciones criminales, y especialmen-
te los traficantes de estupefacientes, han hecho un uso mayor de sus
bancos”. Organizaciones como la Cosa Nostra han hecho de Suiza el
centro preferido de sus transacciones financieras, porque encontra-
ron todas las condiciones necesarias para guardar, transferir y reciclar
dine ro. Dice Buffe:”Si Suiza ejerce un atractivo sobre los más grandes
crimi nales no es solamente por su moneda y la solidez de sus ins-
tituciones. Ella favorece sus ardides a través de un vasto dispositivo
económico, legal e institucional”4. Los bancos suizos son especialistas
en transacciones financieras, tienen personal altamente calificado en
todas las ac tividades, gestión discreta y atención personalizada para
recursos que vienen del exterior. El secreto bancario es tan riguroso
que tiene penas, incluso para los que tratan de descubrir esos intrin-
cados secretos y su sistema legal está adaptado a esas operaciones, es
una fortaleza jurídica para preservar todas las operaciones ocultas e
ilegales con seguros para detectar y anular las investigaciones interna-
cionales. En Suiza, incluso la justicia y la policía están en función de
la protección del capital, por que a pesar de haber introducido una ley
contra el lavado del dinero sucio, tienen sus propios seguros para anu-
larlo. La actitud de Suiza según Buffle es comparable con la de Sicilia
cuando dice: “Suiza practica la ley del silencio, una actitud que no es
una convención social, pero está enraizada en la legislación. Secreto
ban cario, pero también secreto de negocios, secretos de función, se-
creto militar: el ciudadano helvético está formado para callarse y las fu-
gas no son su fuerte”5. Esto muestra una larga tradición helvética que
viene desde la época romana, comentada por Julio Cesar en su Guerra
de las Galias, cuando ya reconocía que en esos tiempos eran un fuerte
grupo de hombres dedicados a los negocios, al atesoramiento de ri-
queza. Para ellos no importa de donde venga el dinero, lo importante,
es que deje utilidades y garantice la estabilidad económica y financiera
de sus habitantes. Además han aprendido las enseñanzas de la mafia
en cuanto a la ley del silencio, que rinde buenos dividendos. La ex-
traordinaria experiencia suiza y sus tipos de operaciones eficien tes y
personalizados se implementan en casi todos los bancos desde Hong
Kong hasta Las Caimanes, Singapur, Miami, “Los Ángeles, Luxemburgo,
Mónaco, Andorra, países de la ex órbita socialista, América Latina, Asia
y hasta África Sin embargo, los paraísos fiscales han proliferado; nin-
gún país del mundo deja de percibir dineros ligados del tráfico de
estupefacientes, y aunque rigen algunas restricciones, los bancos y las
políticas estatales combinan sus intereses y reciclan por medio de sus
operaciones los di neros de las mafias.
Nadie sabe a ciencia cierta cuánto dinero se deposita, transfiere y reci-
cla cada día en los paraísos fiscales, ni los efectos multiplicadores que
tiene, pero se conoce que en el sistema financiero internacional circu-
lan algo más de dos mil millones de dólares cada día.
Narcodólares. Sustento de economías nacionalesLos miles de millones de dólares provenientes del tráfico de dogas
constituyen un alivio para las economías en crisis de los países del
Tercer Mundo y muchos de éstos pagan sus deudas internas y exter-
nas con esos dineros. Sin el auxilio de recursos frescos que produce
el narcotráfico algunos gobiernos estarían al borde de la bancarrota
y subsisten todavía gracias a tan importantes refuerzos económicos,
caso Bolivia. Países sin recursos naturales, sin grandes estructuras in-
dustriales, ni posibilidades turísticas pueden desarrollarse gracias a
esos dineros. Otras naciones han oficializado y legalizado en la prác-
tica la producción y comercio de dro gas como medio para reciclar
narcodólares.
Productores sostén de países ricosPero los dineros del tráfico de drogas son más requeridos por las gran-
des potencias que las naciones del Tercer Mundo, pues de ellos de-
pende su economía y prosperidad. Es el dinero del narcotráfico que
les permite administrar su crisis. En buenas cuentas son los países del
Ter cer Mundo, productores de “culturas y drogas ilícitas”, a los que
des precian las naciones del norte, que mantienen la prosperidad de
los países ricos. Son la coca y la cocaína tan perseguidas en nombre
de la lucha ‘ antidroga, las que producen los mayores dividendos para
las economías y pueblos del norte, especialmente Estados Unidos y
sus socios. Son los campesinos de Bolivia, Perú y Colombia y otros
de Medio y Lejano Oriente, que con su trabajo producen la plusvalía
que en 70% se deposi ta en las arcas norteamericanas y los bancos de
los paraísos fiscales y Europa. Estas son las paradojas de la lucha an-
tidrogas.
Poder económico y poder políticoNo cabe duda que el narcotráfico con su descomunal acumulación
de riqueza ha engendrado una poderosa burguesía y oligarquía inter-
nacional, cuyo poder económico es superior a otras actividades econó-
micas, y por eso mismo ha traspasado las fronteras del Estado-Nación.
Esa oligarquía narcotraficante es una nueva clase emergente que a la
par de su poder económico asume cada vez más poder político en casi
todas las naciones del mundo. Es bueno recordar que la redistribución
del poder económico, origina la redistribución del poder político.
Los abultados excedentes económicos acumulados por las operacio-
nes del tráfico de drogas están estructurando no sólo una burguesía,
sino tam bién una oligarquía internacional del dinero, que tiene como
lógica o objetiva al canzar las cimas del poder político para realizar sus
intereses específicos.
36 37
olítica internacional antidroga
En la guerra contra la droga, los Estados Unidos son los campeones
del doble lenguaje. Para ayudar a los contras de Nicaragua, la CIA
y el famoso coronel North no solamente han cubierto el trafico de sus
protegidos, ellos también organizaron la filial de Colombia en los
Estados Unidos.
A. LABROUSSE Y A. WALLÓN1
La guerra falsaEn una declaración espectacular por su objetividad y crudeza, el sena-
dor norteamericano John Kerry2 en el caso referido a los Irán contras,
dijo: “Nuestro sistema judicial ha sido pervertido, convirtiendo a los
organismos de seguridad en canales para el flujo de drogas dentro de
los Estados Unidos”. Esta conclusión del parlamentario norteameri-
cano se complementa dramáticamente con su asombro al afirmar que
mientras los contribuyentes norteamericanos pagaban más de $us
100.000 millones para campañas antidroga, su propio gobierno estaba
en complicidad para inundar su país con drogas. Michel Levine, autor
del libro La guerra falsa, tuvo que tra bajar 25 años como agente encu-
bierto de la DEA para establecer esta verdad. Lo destacable de Levine
es su testimonio de lo que realmente ocurre en la denominada “Guerra
antidroga”, dirigida por Estados Unidos. Hay que seguir a Levine por
las rutas de esa “mentira blanca”, que se justifica con la lucha por la
seguridad nacional de Estados Unidos, y que en el fondo constituye,
como el mismo señala: más blanca, la más mortal mentira: la guerra de
las drogas”3. La denuncia de Levine se dirige contra los burócratas que
diseñan y dirigen las políticas de lucha contra las drogas.
“Los ternos a los que me refiero, son los burócratas de la guerra contra
las drogas, aquellos que dirigen la guerra desde sus sillones y escrito-
rios y frente a las cámaras de televisión, personajes para los que las
carreras e imágenes son más importantes que las vidas de los hom bres
y mujeres que están bajo su comando”.
El testimonio de Levine tiene una visión profunda, que el sacrificio de
hombres, mujeres, pueblos y países, sirve para coronar objetivos dis-
tintos de los que se anuncia en los discursos antimafia y antidrogas.
Levine desesperado se pregunta: “Narcotraficantes tratando de apode-
rarse de Bolivia, apoyados por la CIA, una misteriosa mujer a cargo de
su propia organización y dueña de una pista , de aterrizaje utilizada en
el mayor caso de drogas de la historia. Nada o nadie en la computado-
ra. No podía creer que mi gobierno estuviera involucrado, aún no”4.
Respecto al golpe de Estado del general García Mesa y sus compin-
ches, expresa: “En la tarde del 17 de julio, estaba claro que el objetivo
principal del golpe era proteger y controlar la industria de la coca en
Bolivia. Todos los trafican tes presos fueron liberados, uniéndose a los
neonazis. Los edificios guber namentales fueron invadidos y los archi-
vos de los narcotraficantes fue ron robados o quemados”5.
El autor de La guerra falsa, dice: “A mediados de agosto toda la resis-
tencia se habla extinguido.
Como Ministro del Interior, Arce Gómez tenía el virtual monopolio del
poder dentro del aparato de represión y el control total de la fabrica-
ción de cocaína del país”. Y sigue Levine: “Bajo la protección de Arce
Gómez, todo el tráfico de cocaína pasó al control de un pequeño gru-
po de barones de la droga, aquellos que ha bían financiado el golpe”.
Pero veamos lo que dice respecto a los com petidores: “Arce Gómez
hizo una lista de 140 pequeños traficantes que debían ser suprimidos
(muertos o encarcelados) con el aparente propó sito de mostrar a los
Estados Unidos, que el nuevo gobierno tendría mano dura con los nar-
cotraficantes, pero en realidad para eliminar la competencia y mejorar
la producción de la cocaína”. Sorprendido Levine se lamenta: “Todo
estaba previamente arreglado. Los bolivianos eran intocables y todo el
mundo lo sabía, menos yo. Me habían enviado a “Bolivia” a la caza de
fantasmas para mantenerme ocupado”6.
Un segundo elemento de esta guerra falsa contra las drogas es el aná-
lisis que hace el llamado Doctor de Levine. Empieza por señalar que ,,.
la mayoría de los agentes era en esa época anti-Carter. Esto determinó
que la CIA y el Comité Electoral de Reagan conspiraron para atrasar la
liberación de los rehenes americanos en Irán para asegurar la derrota
de Carter en las elecciones de 1980”.
Continúa Levine: “Si el golpe de la cocaína fue parte de una conspi-
ración internacional de la CIA para que Reagan ganara las elecciones,
Carter siguió el juego sin advertirlo. Su administración canceló 200 mi-
llones de dólares de ayuda a Bolivia y el 21 de agosto ordenó el cierre
de las oficinas de la DEA en dicho país. Un vocero del Departamento
de Estado llamó a Bolivia “el primer gobier no de la historia que cae
en manos de narcotraficantes. Arce Gómez pro metió inundar los
Estados Unidos con cocaína y cumplió su promesa. Este fue el inicio
de la explosión de la cocaína de los años 80”7. En otro pasaje especial,
Levine cuenta el trabajo realizado por otro agente encubierto llamado
Alfredo: “Todos los jefes querían entrevistarse conmigo lo juro por mi
madre”...”Me entrevisté con el mismo Arce Gómez, con Tito Camacho
(Comandante de la Policía de Narcóticos). Los de Narcóticos me die-
P ron permiso especial para entrar a Bolivia y comprar toda la cocaína
que quiera. Los muy hijos de puta. El arreglo es de $us 6.000 por kilo
a Arce Gómez y $us 500 a Camacho por kilo que saque de Bolivia.
Me dijeron que si quería hacer tratos con Hurtado, tiene autorización
de Arce Gómez. Todo lo que necesitaba era pagar a Narcóticos $us
25.000, por mi liberación y todo quedaba listo. Se imaginan la desver-
güenza de los boludos”8.
Levine hace referencia a un caso muy conocido, pero que sirve para
ilustrar nuestra investigación. “Hace unos dos años un agente de la
DEA en Tegucigalpa, Honduras, comprobó que los militares hondu-
reños, que junto con Oliver North y la CIA apoyaban a los Contras en
Nicaragua, fueron la fuente de más de 50 toneladas de cocaína que
entró en Estados Unidos en un período de 15 meses. Los termos de
la DEA sacaron pron tamente de Honduras al agente y cerraron la ofi-
cina”9. La DEA no sólo encubre a conocidos narcotraficantes de droga
y protege a sus informantes sino que aquello que no le conviene no
investiga, y mas: trata de ocultar y destruir toda la información y las
evidencias generadas y conocidas por sus agentes e investigadores.
Los conceptos finales de Levine son lapidarios: “Durante décadas,
la CIA, el Pentágono y las organizaciones secretas como la de Oliver
North, han estado apoyando y protegiendo a los mayores narcotra-
ficantes del mundo. Esos bravos luchadores por la libertad de
Afganistán, los Mujahedin, son los proveedores de la mayor parte de
la heroína que se usa en los Estados Unidos. La DEA ha comprobado
que los Contras y algunos de sus aliados en Centroamérica tal como
Honduras, proporcio nan por lo menos un 50% de la cocaína consumi-
da en los Estados Unidos. En los años ochenta fueron el principal con-
ducto para la cocaína Colombiana en EE.UU. El resto de la provisión
de droga para el hábito america no venía de otros grupos apoyados
por la CIA, tales como el DSF (el equi valente mexicano de la CIA), el
Ejército Unido Shan del Triángulo de Oro del sudeste asiático, o de
otros grupos o individuos como Manuel Norie ga. El apoyo a esta gente
ha sido visto secretamente como el de mayor prioridad que el limpiar
las calles de droga10. Finalmente, sostiene: “Sin embargo, increíble-
mente, después de casi tres décadas de cooperación internacional y a
pesar de las estadísticas que citan los políticos, afirmando una y otra
vez que “estamos ganando la guerra antidroga, las drogas siguen en-
trando a nuestras fronteras en cantidades crecientes”11.
La guerra falsa no comenzó ni terminará con los casos descritos por
Levine. Esa guerra es falsa por miles de evidencias en todos los países
que se registran cada día al ritmo de las acciones de los servicios se-
cretos de Estados Unidos. Las pruebas están en todos los continentes,
naciones y ciudades del mundo donde se vende, compra y consume
drogas. Pero la más grande evidencia se halla en las toneladas de dro-
gas que ingresan y comercian en las calles de las ciudades norteameri-
canas a vista y paciencia de la policía de ese país. Otra prueba está en
los 30 millones de drogadictos de USA que se abastecen diariamente
de manera legal y a domicilio como cualquier otro bien de consumo
normal.
Todo eso sólo es posible gracias a poderosas organizaciones de tráfico
de drogas, con licencia las autoridades policiales de la administración
norteamericana.
Es la complicidad y permisividad de las autori dades estadounidenses
en ese negocio, que complica la vida económica, política y social de
los países del tercer mundo. He aquí las verdaderas evidencias de esa
guerra falsa, de esa guerra perdida a todas luces.
Gran fraude internacionalLa lucha contra las drogas dirigida por Estados Unidos y sus aliados de
Europa occidental, por todas las características enumeradas, el incre-
mento de producción de las diferentes drogas, el consumo creciente
en todas las latitudes del planeta, la aparición de las multinacionales
de estupefacientes, las políticas de encubrimiento de los servicios de
seguri dad, los gobernantes y tribunales de justicia, de Estados Unidos,
la necesidad de narcodólares para aliviar la economía mundial, la
produc ción de drogas sintéticas, los precursores de todo tipo envia-
dos a las na ciones productoras del tercer mundo, el respaldo político
norteamericano y de sus aliados a regímenes comprometidos con el
narcotráfico, y otras pruebas irrefutables, demuestran que es un gran
fraude internacional, tal como dice el connotado agente encubierto de
la DEA, Michael Levine: “La guerra de las drogas es el más grande, más
claro y más mortífero fraude jamás perpetrado antes por el gobierno
de los Estados Unidos”12.
Política interna y exterior de EE.UU.Las relaciones internas y exteriores de Estados Unidos, con sus alia dos
y en especial con las Naciones del tercer mundo, están narcotizadas,
porque se fundan en términos de producción, comercio y consumo
de drogas y las políticas destinadas a su interdicción por una parte y
a su utilización para beneficio de sus economías, por otra, aspec tos
38 39
que definen sus relaciones al interior de la sociedad norteamericana
y fuera de ella.
Las acciones internas desarrolladas por Estados Unidos se hallan •
repletas de slogans y adjetivos para satanizar la utilización de las
drogas en el mundo y destacar sus esfuerzos por controlar la pro-
ducción y comercio. Autoridades norteamericanas propalan la es-
pecie de que su lucha es una “cruzada contra las drogas”, el “enemi-
go número uno”, el “imperio del mal”, el “flagelo de la humanidad”,
la “marea blanca”, un “crimen contra la humanidad”, etc., a fin de
presionar a los ciudadanos de su país a financiar sus programas de
lucha antidroga en el exterior, con la bandera de la prohibición,
que se traduce en la erradicación de plantaciones y eliminación de
prác ticas insanas como ellos califican a las culturas nativas. Hacer
política interna para exportarla fuera de Estados Unidos. esa. es una
táctica muy conocida en política exterior.
Los programas de lucha contra los narcóticos en escala internacio-•
nal, con financiamiento del pueblo norteamericano, la asistencia
de asesores, fuerzas militares, donación de armas, utilización de
herbi cidas, obtención de tratados de extradición, certificaciones y
desertificaciones, erradicación de miles de hectáreas de plantacio-
nes, ex tradición de narcotraficantes, etc. sirven a los gobiernos de
Estados Unidos para publicitar al interior de su país, las consignas
de “estamos ganando la guerra contra las drogas”, el narcotráfico
“cederá en unos diez años”, la “cocaína está condenada a desapare-
cer”, estamos a las puertas de “una sociedad libre de drogas”, etc.
Esas proclamas son simplemente diversionismo ideológico cuyo ob-
jetivo es ganar a la opinión pública norteamericana, seguir gastan do
miles de millones de dólares para reproducirlos en cien veces cada
año en el sistema financiero internacional.
Manipulación de organismos internacionalesNo cabe duda que Estados Unidos manipula las políticas y decisio nes del
Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y otras regiona les, ade-
más de la Banca Internacional de Crédito, con respecto a las na ciones
productoras de materia prima para drogas. Las certificaciones y deserti-
ficaciones se hallan ligadas a la concesión de créditos, condona ciones,
créditos preferenciales. Son frecuentes los bloqueos en esas estruc turas
internacionales a los países que no cumplen las metas impuestas, en
su caso las simples amenazas modifican el comportamiento de los go-
bernantes y sus acciones para adecuarse a las directivas de los norte-
americanos en materia de lucha antinarcóticos. Esa es arma preferida de
las grandes potencias para castigar a las naciones del tercer mundo y de
ese modo inducir a acciones de fuerza en la erradicación de plantacio-
nes y atacar poblaciones en las zonas productoras.
Naciones Unidas: portavoz de EE.UU.Utilizan también las estructuras y personal de las Naciones Unidas en su
tarea de legalizar, justificar y poner en marcha las políticas antidrogas
formuladas por Estados Unidos. Tal es el caso de las norma tivas interna-
cionales, criminalización de las drogas y producción de materias primas,
erradicación de coca, amapola y hachís, penalización de la masticación
de la coca, consumo de opio y marihuana, el uso de los herbicidas, y
últimamente la experimentación y aplicación del su perhongo come
coca fusarium oxisparum. Las Naciones Unidas están al servicio de la
superpotencia del norte y marchan al ritmo y sus necesi dades en esa
materia; son su portavoz y reproducen de manera concen trada sus po-
líticas contra los estupefacientes. Las Naciones Unidas, ya no expresan
los intereses y problemas del mundo, sino lo que siente, piensa y quiere
Estados Unidos. Con mucha razón dijo Butros Galy, que Estados Unidos,
no necesita un Secretario General en las NN.UU., sino un secretario, con
el agregado que le haga todo lo que él quiera. Sus estructuras, burocra-
cia y personal están al servicio de los inte reses de las administraciones
estadounidenses en todos los campos, pero específicamente en ése.
Falta de moral de EE.UU.Estados Unidos, por todas sus conductas ambivalentes, contradic ciones,
complicidad y colaboración con las mafias de narcos, carece de moral
para encabezar una lucha limpia y decidida contra el tráfico de estupefa-
cientes en el mundo.
No es cierto que tenga doble moral, sino que sencillamente no la tiene,
pues todo lo que hace refleja hipocresía, justamente para obtener resulta-
dos preestablecidos. ¿Qué puede esperar se de un gobierno que aparenta
luchar contra las drogas y sin embargo se beneficia con los resultados
del comercio ilícito en todo el mundo? ¿Tendrá éxito esa llamada “guerra
santa”, encabezada por una potencia que mantiene enclaves económicos
para reciclar los dineros del narcotráfico? ¿Podemos confiar en un gobier-
no que ayuda a erradicar coca y por otra parte fabrica drogas sintéticas
para exportarlas a todas las naciones? Ya se ha dicho que la lucha contra
el tráfico de drogas es una mentira de grandes proporciones, de la que
sacan ventajas Estados Unidos y sus aliados.
Estrategias norteamericanasA lo largo de esas cinco décadas de “combate contra los estupefa-
cientes”, los gobiernos norteamericanos han desplegado una serie de
tácticas y estrategias orientadas a dirigir, controlar y regular el desarro-
llo del comercio ilícito de drogas en todos los continentes y países. Las
estra tegias estuvieron condicionadas y lo están por coyunturas políticas,
auge o crisis de la economía, guerra o paz, transformaciones sociales y
cambios ideológicos, guerra fría y distensión, modificaciones políticas,
globalización y neoliberalismo. Muchas de esas teorías, doctrinas, tácti-
cas, entorno a la actitud de los norteamericanos frente a las drogas, y la
lucha contra éstas, tienen antecedentes en otras doctrinas, elaboradas
con fi nes políticos en el continente y el mundo.
Iniciativa andinaEl espectacular desarrollo del narcotráfico en los países andinos despertó
una inusitada acción de los norteamericanos, quienes conside raban enton-
ces, uno de los grandes problemas de política exterior. l presidente Bush
declaraba: “El problema interno más grave que con fronta Estados Unidos
y el origen de la droga, el más peligroso que amenaza nuestra nación es
internacional”. Como emergencia de estas preocupaciones, el 15 de febre-
ro de 1990 se firma la Declaración de Cartagena, en la que participan los
presidentes de Colombia, Perú, Bolivia y Estados Unidos, que luego dará
origen a la “Iniciativa Andina”, que tiene los siguientes objetivos:
Reforzar la voluntad política y la capacidad institucional de los gobier-•
nos de Colombia, Bolivia y Perú, para hacer frente al comer cio de la
cocaína.
Trabajar con los 3 países fuentes para mejorar respecto a la Ley y las •
actividades militares contra la industria de la cocaína y las organi-
zaciones de traficantes de acuerdo con otros países.
Trabajar con los países concernientes para golpear de manera sig-•
nificativa a las organizaciones de traficantes de droga y desmante lar
sus redes.
Reforzar y diversificar sus economías legales de las naciones andinas •
para permitirles remontar los efectos desestabilizadores y la elimina ción
del comercio de la cocaína, que es la principal fuente de recursos”.
rogramas “bolivianos” contra las drogas
La lucha contra el narcotráfico sigue la orientación de los Estados
Unidos desde hace años, en que el principal blanco deben ser laszo-
nas productoras de coca pues sin materia prima no hay producción.
Por esta razón recursos, equipos policiales, militares y energías se
concentran en el Chapare, zona productora de coca excedentaria.
GRAL. FERNANDO TARIFA1
Desde los años 70 y más propiamente desde que en 1987 el gobierno
pro mulgara la tristemente célebre ley 1008, sancionada por un parla-
mento sin dig nidad, por imposición de Estados Unidos, hasta hoy se
establece que todos los gobiernos nacionales nunca tuvieron ni tienen
una política propia en materia de lucha contra las drogas.
Cada una de ellos ha transitado vías contradictorias de la mano de
asesores norteamericanos.
No existe una política antidrogas con sello boliviano, sino algunos
planteamientos aislados en cada administración, lamentable, pero
cierto, pues todos a su turno se rindieron ante las presiones y amena-
zas de gobiernos de Estados Unidos.
Política mediatizadaEse es el calificativo que se ajusta a las formas en que los gobiernos bo-
livianos se han adaptado mansamente a las decisiones norteamerica-
nas según las coyunturas internacionales y las variaciones tácticas y
es tratégicas de sus gobiernos.
La desertificación, las contribuciones econó micas, las presiones mili-
tares, los tratados de extradición, las metas en la erradicación, las in-
tervenciones de asesores y agentes norteamericanos, ayudas militares,
desarrollo alternativo, los anuncios y actitudes de sus embajadores
reflejan, de manera evidente, cómo los gobernantes bolivia nos, sin
dignidad política, han inclinado la cabeza ante el coloso del norte y
sus virreyes.
Esta actitud representa un sometimiento al poder imperial, al mismo
tiempo una forma de violencia internacional descar gada por Estados
Unidos sobre Bolivia y otros países de la región.
P
40 41
Sucursal norteamericanaLas acciones emprendidas por los gobiernos bolivianos en los dis tintos
ámbitos de la lucha antinarcóticos son una simple reproducción de lo
que dice y quiere Estados Unidos, sin analizar la realidad nacional ni re-
parar los problemas económicos, o las repercusiones sociales y po líticas
que genera. Sus denominados planes y programas encarnan, de una o
de otra manera, objetivos norteamericanos, aunque digan lo con trario,
presidentes, ministros y portavoces. Analistas políticos afirman que la
clase política nacional “recibe las consignas enlatadas de los Es tados
Unidos para diseñar la política “antidrogas” de Bolivia”.
Opción cero: objetivo comúnEs una meta que liga profundamente a los gobiernos de Estados Uni dos
y políticos bolivianos, pues ambos coinciden en que el objetivo princi pal
de la lucha antidroga es acabar con la coca a fin de “salvar a los jóve-
nes norteamericanos y poner fin al tráfico de estupefacientes”. Los dos
gobier nos creen y están convencidos que eso sucederá más temprano
que tarde. Ambos sostienen que la coca es cocaína y eso “justifica su
erradicación”.
Ellos señalan que los productores de coca están ligados al narcotráfico,
en consecuencia, deben ser “reprimidos y castigados”. Cada uno afir-
ma en sus discursos que esta lucha es una “cruzada” contra el “flagelo
mundial” de las drogas. Estados Unidos y Bolivia acuerdan involucrar a
las Fuerzas Armadas en las tareas de interdicción, pero así como tienen
objetivos comunes también discrepan, porque el gobierno nacional cree
en el esarrollo alternativo, en cambio a los norteamericanos no les inte-
resa ese aspec to sino la represión, el primero trata de luchar ortodoxa-
mente contra las drogas y el segundo ha convertido este asunto en un
bluff. Bolivia quiere perseguir el blanqueo, aunque también lava, pero
Estados Unidos tiene sus enclaves económicos.
He ahí las caras ocultas de esa relación emparentada por objetivos geoes-
tratégicos de Estados Unidos y sus alia dos, y las acciones pedigüeñas de
sus amigos en América.
Antecedentes internacionalesVeremos dos trabajos acerca de la coca en los que se sostienen pun tos
de vista racistas, que sirvieron para votar normativas internaciona les por
las Naciones Unidas destinadas a erradicar la coca y las prácti cas de insa-
livación de hoja de coca.
La Comisión de Narcóticos de las Naciones Unidas acaba de publicar, •
dice Jorge Hurtado2, el Informe de la Comisión de Inquisición de la
Hoja de Coca, Nueva York julio 1950, tal vez el logro más / impor-
tante del siglo en materia social y económica. Se trata del es fuerzo
de Mr. Howard B. Fonda, exitoso banquero y directivo de los indus-
triales farmacéuticos. El y con la ayuda de del Jefe de Nar cóticos de
Francia y dos médicos (un húngaro y un venezolano), en un tiempo
de 3 meses han estudiado a casi 5 millones de indios aymaras y que-
chuas en Bolivia y Perú. Esta Comisión con sólo 44 mil dólares, sin
conocimiento de los idiomas nativos estudió a mi llones de indios
sin ayuda de especialistas logró descubrir el proble ma económico y
social de Bolivia y Perú. Según el estudio, la inmensa mayoría de esa
población tiene serias alteraciones en sus capacidades mentales, sus
habilidades psicomotoras y especialmente reducidas sus capacida-
des de trabajo por el pernicioso hábi to del masticado de coca, que
quita las ganas de comer. El banque ro Fonda demostró también,
que la coca quita el hambre y eso impide que esta población se
alimente bien. Lógicamente esa es la causa de todo ¿Quién puede
trabajar sin comer? La Comisión de la Inquisición de la Hoja de Coca
ha determinado con fuertes bases científicas que esta es, en definiti-
va, la causa del subdesarrollo económico y social de esta población.
Aquí esta la razón del atraso, la pobreza y la falta de competencia, y
aunque la Comisión recono ce que el masticado de coca está fuer-
temente arraigado en las cos tumbres sociales y religiosas, el consu-
mo se extiende a más de 5 mil años, ha determinado técnicamente
que podría ser erradicada sin problemas. Declara que el hábito del
masticado de coca como una amenaza para la humanidad y decide
su prohibición y que dará prohibida la plantación de la hoja de coca
para consumo tradicional. La hoja de coca debe desaparecer del
planeta por el bien de la humanidad. El estudio de la Comisión, que
entrevistó a masticadores, profesores, médicos, políticos, militares
y otros lle gan a estas conclusiones que no tienen ningún fundamen-
to cien tífico”.
Paz Estenssoro: Convención Unica 1961El 20 de noviembre de 1962, el Estado Boliviano, mediante Decreto
Supremo ratifica y respalda la Convención Unica de 1961, realizada en
Nueva York, comprometiendo la erradicación de los hábitos de masti-
cación de coca en el plazo de 25 años. Ratificada la Convención Unica
de Estupefacientes, de 1961, se organiza la Comisión Interministerial de
Estupefacientes, la misma que establece:
Reducción y erradicación paulatina de la hoja de coca sustituyén-•
dola por otros cultivos
Disminución progresiva de la masticación de coca, hasta su •
desapa rición completa de esta práctica “insana”, en 25 años.
Combatir el tráfico ilegal de drogas.•
Combatir la toxicomanía en el país.•
Se realizará el censo de plantaciones de coca.•
Se prohibe nuevos cultivos de coca.•
Al respecto, en la lista I, establece además en la letra e), inciso 2 del
Artículo 49 de la Convención: “La masticación de la hoja de coca que-
dará prohibida dentro de los 25 años siguientes a la entrada en vigor
de la presente Convención conforme a lo dispuesto en el inciso 1) del
Artículo 41”. Este es el mayor acto de sometimiento perpetrado por el
MNR en el gobierno de Víctor Paz Estenssoro.
Plan trienal
El Plan Trienal de Lucha contra el Narcotráfico diseñado por el MNR se
identifica con los objetivos norteamericanos a fin de obtener las contri-
buciones para la lucha antinarcóticos. Las metas del Plan Trienal eran
entonces tres: a) Reducir el precio de la coca, b) Erradica ción forzosa
de cultivos ilegales y c) Evitar nuevas áreas de produc ción y de planta-
ciones. La coincidencia entre ambos gobiernos era evi dente, buscaban
la erradicación total. Lo más grave de ese plan fue sin duda considerar la
coca como una sustancia peligrosa y la masticación como uso indebido
de drogas, fundamento de posteriores acciones contra los productores y
el origen de la militarización del Chapare. Pero aquí también empieza la
lucha ideológica de los productores al diferenciar que “la coca no equi-
vale a cocaína”, que los “cocaleros no son narcotraficantes”, que la coca
tiene raíces etno-culturales y nadie puede prohibir su cultivo sin violar
derechos fundamentales de los productores bolivianos. Así se identifica
la represión con intervención norteamericana, y la servidumbre guber-
namental a las políticas de Estados Unidos.
Programa “PIDYS”
Acuerdo sobre el Plan Integral de Desarrollo y Sustitución, un progra-
ma que debe ejecutarse en coordinación y corresponsabilidad de los
productores de coca, con el propósito de encaminarlos hacia la susti-
tución y desplazar la producción de coca-cocaína por otras actividades
agropecuarias agroindustriales y forestales. El PIDYS se implementó
relativamente debido al escepticismo de los productores que no res-
pondieron conforme a los acuerdos. La política guberna mental a causa
de sus propias contradicciones originó confrontacio nes descomunales
con los productores a causa de las intervenciones militares para desblo-
quear las carreteras, después tuvieron que apaciguarse con la firma de
un convenio Gobierno-CSUTCB-COB, en el que aparecen los conceptos
de “reconversión agrícola”, “desarrollo alternativo”, “sustitución volun-
taria”, “reducción de la demanda de cocaína”, “participación campesina
en el diagnóstico global y plani ficación”, “delimitación de la coca iter cri-
minis”, “uso y consumo tradicional y ritual de la coca”, y otros elementos
muy importantes para la defensa de la coca.
Ley 1008
Esa normativa denominada Ley del Régimen de la Coca y Sustan cias
Controladas, emitida por parlamentarios y gobiernos cipayos, contie ne
muchos aspectos negativos para Bolivia: define la coca como estupe-
faciente, en consecuencia, persigue su producción, comercio y consu-
mo, al establecer tres zonas de producción: tradicional, excedentaria en
tran sición e ilícita, sin ningún criterio racional, determina la erradica-
ción de las excedentarias, la sustitución con búsqueda y obtención de
mercados interno y externo para desarrollo alternativo. También crea
el Fondo Na cional de Desarrollo Alternativo, contradice la Constitución
Política del Estado al fijar penas de presidio de hasta 80 años, descono-
ce las garantías constitucionales, desarticulan las garantías procesales,
vulnera los dere chos humanos, confunde el régimen de la coca con el
de sustancias con troladas al penalizar arbitrariamente zonas de cultivo
y volúmenes de producción de coca, no define correctamente el “iter
criminis”. Esta ley injusta e ineficaz, rigurosa al extremo ha tenido y tiene
funestas consecuencias para los productores de coca, el sistema jurídico
nacional y los derechos humanos.
Convención de Viena 1988
Aunque la delegación boliviana en la capital austriaca hizo algunas obser-
vaciones en sentido de que la coca no es por sí misma un estupefa cientes
y que no era necesario recurrir a la violencia para erradicar planta ciones
de coca, control del comercio de precursores y armar a los narcotrafican-
tes, evitar el uso de productos químicos en la destrucción del arbusto y
mercados para la comercialización de las hojas, no pudo impe dir que las
conclusiones de la Convención estableciera que: “Es delito... el cultivo del
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arbusto de coca... con el objeto de producir estupefacientes en contra
de lo dispuesto en la convención de 1961 (Art. 3, a, ii); “Las medi das para
erradicar tendrán debidamente en cuenta los usos tradicionales lícitos”.
(Art. 14,2); “Las partes podrán cooperar para aumentar la eficacia de los
esfuerzos de la erradicación de la coca”. (Art. 17); “Tomar medidas para
vigilar la fabricación y distribución de sustancias de la lista de la Con-
vención Unica”. Art. 26, 2, “En la medida de lo posible, las Partes obliga-
rán a arrancar de raíz todos los arbustos de coca que crezcan en estado
silvestre y destruirán los que se cultiven ilícitamente”. A pesar de que el
Art. 14, incluye que: “Las medidas que se adop ten deberán respetar los
derechos humanos fundamentales y tendrán debidamente en cuenta los
usos tradicionales lícitos, donde al respecto exista la evidencia histórica,
así como la protección al medio ambiente”, el anexo y, punto III, B,
dispusiera: “Control de precursores ubicación y destrucción de equipo
utilizado en la producción de estupefacientes, y de cultivos ilegales de
coca”... y el numeral 3 estableciera: “Garantizar la rápida destrucción de
precursores de estupefacientes, cultivos ilegales de la coca”.
Paz Zamora: desarrollo alternativo“Resulta difícil establecer un concepto preciso sobre el “desarrollo al-
ternativo”, afirma CEDLA3. El Ing. Osvaldo Antezana (1991.1) Minis tro
de Agricultura del gobierno de Paz Zamora, afirma que los esfuerzos
iniciales sobre el desarrollo alternativo datan de finales de la década de
los 60, sobre la base del Proyecto PRODES, aunque en ese entonces no
se hablaba de desarrollo alternativo. E. Machicado (1991: 8) sostiene
que el desarrollo alternativo emerge de un instrumento en medio de
la lucha contra el narcotráfico, que adquiere importancia a partir de
los años 80, en la que la política de LCN puso más énfasis en la produc-
ción de drogas que en su consumo...
La concepción de desarrollo alternativo –según Machicado- emerge
como una respuesta al fracaso de los métodos de interdicción a cam-
pesinos cocaleros, de erradicación y de sustitución de cultivos”. Según
Machicado el desarrollo Alternativo de la LCN está sustentada en
ocho pilares filosóficos: 1) Responsabilidad compartida en la LCN; 2)
Aceptación por la comunidad internacional de la existencia de cultivos
legales de coca, cuya producción se destina al consumo tra dicional;
3) Reconocimiento por el gobierno de Bolivia y de los produc tores
de la existencia de cultivos excedentarios de coca cuya producción
se destina a la fabricación de cocaína; 4) Reducción voluntaria de los
cultivos excedentarios de coca, sujeta a programación simultánea a
los frutos del desarrollo socio-económico y compensaciones econó-
micas; 5) Concertación con los productores de coca y la comunidad
internacio nal para la ejecución de proyectos de desarrollo alternati-
vo y su finan ciamiento; 6) Interdicción y control del narcotráfico; 7)
Reconocimiento por la comunidad internacional que la LCN descarta
el principio de que la ayuda internacional a Bolivia es caritativa, rati-
ficándose, por el contra rio que la LCN es un esfuerzo de socios entre
países productores y con sumidores de droga; 8) Enfoque globalista en
la generación de una economía alternativa al de la coca”4.
José María Centellas señala que a raíz de la invasión de la mor‑
bo‑maffia norteamericana‑colombiana, que se organiza en
Bolivia, en los años 60, “el gobierno de USA decide implan-
tar un programa especial preventivo con el apoyo del gobier-
no de Bolivia. Por entonces, lo manejaba el Punto IV, vinculado
al Ministerio de Agricultura... Para reducir los cultivos de hoja de
coca en los Yungas, deciden distribuir millones de plantas de ca-
fetos y cítricos en forma gratuita. Suapi y Callisaya, crecen en
producción cafetalera con ese proyecto y Caranavi y Alto Beni mejoran y
expanden los cultivos de cítricos y café”. En la década de los 70 USA
decide introducir como una constante de su política internacional con
Bolivia, el tratamiento de la “substitución de cultivos para la hoja de coca”.
Lo curioso y lamentable es que los asesores y técnicos norteamericanos
no hayan considerado los informes de la década de los 60 de sus propios
organismos y hayan decidido, otra vez, continuar con el mismo
plan”5.
El estudio de CEDLA, sostiene que el gobierno de Paz Zamora basó
sus acciones en la tesis denominada “Coca por Desarrollo” y Samuel
Doria Medina, señala que “la Estrategia denominada Coca por
Desarrollo, tiene como objeto fundamental enfrentar la problemática
del narcotráfico desde una perspectiva de orden pragmático y operati-
vo, en la que se pretende lograr una coherencia entre lo que significa
por una parte la erradicación de los cultivos de la hoja de coca y, por
otra, e desarrollo de una economía alternativa que conlleve la concep-
ción con anterioridad, limitado a la sustitución de cultivos, tiene dos
objetivos El primero, eliminar la economía de la coca sustituyéndola
por actividades que no sólo reemplacen en términos de generación de
empleo, ingresos y divisas, sino que posibiliten, el crecimiento soste-
nido de la economía; y el segundo, movilizar recursos para la creación
de una infraestructura básica productiva, con énfasis en la vinculación
interna externa y proyectos que fortalezcan la capacidad exportadora
del país”6. Al margen de esta discusión, lo cierto es que el desarrollo
alternativo surge como consecuencia del crecimiento del narcotráfico
y el aumento de la producción de coca en el país. No sólo los america-
nos, sino también el gobierno de Bolivia, así como los productores ha-
bía considerado desde sus propias ópticas estas opciones para lograr
un desarrollo equilibrado de las zonas productoras de coca.
Declaración de Cartagena
En Cartagena de Indias, Colombia, febrero de 1990, presidentes
Bolivia, Perú, Colombia y Estados Unidos, firman una declaración
con el objetivo de diseñar una estrategia común en la lucha contra
las drogas No obstante las posiciones expuestas por los mandatarios
Jaime Paz Zamora, Virgilio Barco y Alan García, no pudieron conven-
cer al presidente Reagan que ya había incluido la militarización en
sus planes. Se logra insertar en la declaración de Cartagena el desa-
rrollo alternativo como una de las prioridades. Esta propuesta surge
como elemento básico de las acciones del gobierno boliviano, pero
se acomoda perfectamente las políticas norteamericanas de estrategia
compartida teóricamente priorizando la interdicción en la práctica.
Ninguno de los gobernantes pudo soportar las presiones económicas
con las que siempre chantaje, Estados Unidos. Según García Sayán de
la Comisión Andina de Juristas, un balance de las acciones después de
la Declaración de Cartagena arroje estas conclusiones: a) Las líneas
acordadas en Cartagena fueron visiblemente soslayadas al privilegiar
la dimensión militar y represiva, b) Sólo se han tomado acuerdos bi-
laterales impuestos por Estados Unidos, ne gativos para Bolivia en el
futuro, c) Los resultados de la interdicción han sido escasos y casi
siempre un fracaso, d) A partir de Cartagena se priorizará, mediante
convenios la militarización de la lucha antidrogas, y casi nada se hizo
por controlar el lavado de dinero y comercio de pre cursores y armas,
e) Los bancos y las mafias son los más favorecidos7.
El 28 de septiembre de 1989, en su discurso ante las Naciones Uni-
das, Paz Zamora en relación al narcotráfico señalaba: “Necesitamos de-
cirnos la verdad de una vez por todas, porque lo peor es que podamos
caer en formalismos al tratar este asunto de tanta importancia para la
humanidad. Mucho peor sería que cada uno de nuestros países tuviera
la tentación de manejarlo en función de necesidades políticas inter-
nas, o en función de otros intereses. Debemos sinceramente decirnos
y decir la verdad y la primera verdad que yo quiero indagar de la co-
munidad es si estamos realmente en una guerra frontal contra el nar-
cotráfico... Me pregunto si efectivamente estamos en guerra, porque a
veces no se nota, y lo peor que puedo hacer yo es llevar a mi país a una
guerra que no sea la que se debe pelear o que se diga que esta guerra
por cumplir con una formalidad”. Se advierte que Paz Zamora intuía la
farsa que significa la lucha antidroga. Más adelante hacía una diferen-
ciación en tre países consumidores, comercializadores y productores
de materia prima, para luego señalar la política prioritaria para cada
uno de ellos. “Para los países consumidores lo fundamental es la polí-
tica de preven ción; y digo lo fundamental, no lo único, pero reitero, lo
fundamental es la política de prevención. Para los países o las áreas de
intermediación, de comercialización o de servicios o de canalización
de la droga, lo fun damental es la interdicción, la represión. Pero los
países pobres, subde sarrollados, donde se produce la materia prima,
la hoja de coca, como en el caso de Bolivia, lo fundamental deben ser
las alternativas de desa rrollo a ese cultivo, lo fundamental debe ser
el desarrollo alternativo de la coca, orientado a eliminar la produc-
ción excedentaria de la misma, no olvidando en ningún momento el
garantizar, como parte inseparable de la solución, mercados seguros
para esos productos alternativos. Es a esto que yo llamo una verdadera
guerra que debemos pelear juntos”8.
Al parecer su planteamiento estaba bien orientado, pero las realidades
eran más evidentes que los deseos.
El planteamiento “Desarrollo Alternativo y Coca por Desarrollo”, for-
mulado en Roma amplía su contenido a diez cuestiones concretas: a)
La hoja de coca es patrimonio cultural de los países andinos, la cocaína
viene de fuera, b) La cocaína es igual a la suma de la hoja de coca más
los precursores químicos. La hoja de coca es por sí misma inofensiva
y así lo ha probado la experiencia milenaria, c) El desarrollo alterna-
tivo debe ser el eje de la estrategia de lucha contra el narcotráfico,
d) El nar cotráfico requiere la aplicación sistemática de una estrategia
mundial de lucha sobre la base de prevención integral y de corres-
ponsabilidad, e) Control del comercio internacional de precursores,
f) Mecanismos ca paces de evaluar el avance y resultados de la acción
común en la reduc ción del consumo, el control del narcotráfico y de-
sarrollo alternativo, g) Sensibilidad para los problemas de pobreza y
marginalidad de los cam pesinos y por el problema moral que afecta a
consumidores, h) Dedicar esfuerzos para reducir la oferta y el consu-
mo, i) Interdicción en el marco estricto de la Ley, j) Fórmulas activas
para regular producción, comer cialización y consumo sin afectar el
libre mercado9.
Estos planteamientos lo mismo que en Viena 88, son meros discursos,
que no afectarán las po líticas norteamericanas de interdicción y mili-
tarización paulatina. Muchos de estos planteamientos, fueron rectifi-
cados por dirigentes del MIR, basa do en conveniencias políticas, con
miras a las elecciones del 2002.
44 45
Sánchez de Lozada: Tratado de ExtradiciónEl gobierno de Sánchez de Lozada, al igual que los otros, no hace otra
cosa que adecuar sus acciones dentro de las líneas maestras norte-
americanas. Su gestión la inicia con la firma de un nuevo Tratado de
Extradición entre el Canciller Antonio Araníbar y el Embajador Charles
Bowers, el 27 de junio de 1997. Este tratado que reemplaza al de 1900,
tiene una serie de incongruencias y aspectos que lesionan los principios
básicos de la normativa constitucional y del Derecho Internacional. Algu-
nos portavoces del gobierno pretendieron justificar esta funesta imposi-
ción señalando que se trata de “combinar modernas teorías con viejas
cos tumbres”, que “lo principal es la lucha antidroga”, o que “similares
tratados han sido firmados y no se ha dicho nada”. Estas posturas no han
podido desvirtuar la cesión de grandes espacios jurídicos a costa de los
intereses nacionales ni la violación de principios del derecho internacio-
nal. Las ca racterísticas del Tratado pueden resumirse en estos puntos: a)
Es técnica mente pobre y no tiene base jurídica para sustentar sus insufi-
ciencias, b) Tiene demasiadas contradicciones, 18 graves errores, c) Sus
vacíos y lagu nas constituyen verdaderas amenazas para los ciudadanos
bolivianos, d) Las presiones y condicionamientos han podido más que
los intereses del país, e) El Tratado esta indisolublemente ligado a las
Guerras de Baja In tensidad y la opción cero, f) Se funda en el principio
de gran potencia10.
El mismo ministro Araníbar suscribió un convenio que consta de va-
rias secciones y se halla inscrita en los marcos de la nueva Estrategia de
Seguridad de Estados Unidos para la Américas: a) Sección A “Las partes
en base a la Declaración de Cartagena, de fecha 15 de febrero de 1990 y
San Antonio de febrero de 1992, han decidido desarrollar e implementar
una estrategia integrada para la cooperación en la aplicación de la Ley
1008”... Considerando que las Partes desean reiterar su compromiso con
los objeti vos de la estrategia destinada al cumplimiento de la Ley 1008,
para conse guir el desmantelamiento de la estructura y el daño finan-
ciero de las organiza ciones criminales implicadas en la compra y venta
ilegal de la hoja de coca y en proceso de elaboración de cocaína”. Bajo
estas premisas Estados Unidos contribuye con $us 15.500.000 dólares
americanos, distribuidos para los si guientes rubros: 1) Actividades de la
FELCN $us 5.00.000; 2) Para Fiscales antidroga, $us 600.000; 3) Cuarteles
de la FELCN $us 1.750.000; 4) Respaldo a las actividades de la FAB, $us
2.450.000, 5) Respaldo a las actividades antinarcóticos de la Armada
Boliviana, $us 1.700.000, 6) Respaldo a las acti vidades de reducción de
la coca $us 1.500.000, 7) Respaldo a las actividades de control de la coca
legal $us 500.000, 8) Control de precursores $us 300.000, y 9) Más para
actividades de cumplimiento de la Ley 1008, $us 950.000. De toda esta
cifra, la interdicción se lleva más del 75%. Sección B.- 1) Para el período
fiscal de 1993 $us 40.000.000, con destino a la recuperación económica
de 1993, b) Compromiso de renovar la asistencia para el Programa de
la Balanza de Pagos 1994. Sección C.- Incorpora al ejército boliviano en
la lucha contra el narcotráfico a través de un “grupo de tareas” y un
Batallón de Transporte, pistas militares en Chimoré y Santa Ana11.
Es importante señalar que en noviembre de 1994, después de la reunión
del Club de París, José Guillermo Justiniano, Ministro de Desarrollo
Sostenible, planteó la “opción cero”, que suponía la destrucción de
todos os cocales del Chapare, que sería transformado en un parque y
zona in dustrial y de servicios. Esto implicaba la salida de 45.000 fami-
lias y su “relocalización” en las zonas de colonización. Entonces Estados
Unidos y la comunidad internacional aceptaron respaldar los esfuerzos
finan cieros que permitieran la sustitución de la economía de la coca12,
sabiendo que significaba una forma brutal de darwinismo social contra
cientos de miles de campesinos del Chapare inaceptables desde todo
punto de vista. Todo esto acompañado de la desertificación como chan-
taje inter nacional. La ofensiva de Estados Unidos y sus aliados internos
se em prendió en todas direcciones y llegó a la Corte Suprema con un
juicio montado contra su Presidente, manipulado por la DEA y la CIA,
a causa de la negativa de extraditar a Roberto Roca Suárez, “Techo de
Paja”, Rolando Suárez y Felipe Roca Suárez. Todas estas actitudes del
régimen de Sánchez de Lozada le han permitido aprobar la certificación
junto a Colombia, Paraguay y Perú, por “razones de seguridad nacional”
de Estados Unidos. Al finalizar ese período del MNR, la nave capturada
en Lima con un cargamento de cuatro toneladas de cocaína confirmaba
las sospechas de las relaciones con el narcotráfico. Toda la gestión de
Sánchez de Lozada se caracterizó por la violen cia contra los producto-
res, por medio de incursiones militares en la zona del Chapare, con re-
sultados fatales de muertos e innumerables viola ciones de los derechos
humanos. Sus ministros Sánchez Berzaín y Ca nelas aplicaron mano dura
en las zonas productoras, especialmente el primero participó perso-
nalmente en las actividades represivas en las ciudades. Canelas acusó a
Berzaín de actuar brutalmente.
Banzer Suárez: Plan DignidadLa administración Banzer ha hecho público un documento deno minado:
“Estrategia de lucha contra el narcotráfico”. Ese conjunto de acciones
implementado con el propósito declarado de “sacar al país del circui-
to coca-cocaína en los próximos cinco años 1989-2002”, tiene cuatro /
pilares: a) Desarrollo alternativo, b) Prevención y rehabilitación, c) Erra-
dicación de coca ilegal y excedentaria, y d) Interdicción. Los plantea-
mientos de este llamado Plan Dignidad, son parte integrante de los dis-
cursos prohibicionistas y orientados a satisfacer los requerimientos de la
administración Clinton en materia de narcotráfico.
Sacar a Bolivia del circuito coca - cocaína en cinco años es una tarea
utópica, por los escasos recursos y el mismo fenómeno que busca su
reconversión cada día. El planteamiento de una “decisión soberana” es
nada más que retórica pues todo el plan es una reproducción de los ob-
jetivos norteamericanos. Los cuatro pilares se explican de este modo: a)
Desarrollo alternativo. Las marchas forzadas en la erradicación con esta-
dísticas manipuladas, muestran que no existe desarrollo alternati vo que
valga, la prioridad es acabar con la coca y los productores, b) Prevención
y rehabilitación. Este “pilar” del plan no tiene sustento al guno, ninguno
ha tenido relevancia, ya que a nadie le importa este as pecto tan esen-
cial. Otra expresión de su inocuidad es el avance crecien te de consumo
de drogas en el país, c) Erradicación de coca ilegal y excedentaria. Más
de 3.000 Has. de coca erradicada son la mayor evidencia que este pi-
lar ha sido y es la principal preocupación de la administración Banzer
Suárez a fin de cumplir las metas señaladas por la Embajada y recibir
las ayudas económicas prometidas y, d) Interdic ción. Hectáreas erradi-
cadas, cantidad de droga incautada, número de po zas de maceración
destruidos, personas detenidas y bienes incautados expresan que la
interdicción funciona, pero el narcotráfico sigue vigen te y con mayor
fuerza. Las estadísticas revelan que la interdicción no es un éxito como
el gobierno señala, al contrario es un fracaso porque los traficantes de
drogas se reconvierten y diversifican En cuanto a los pre cursores sigue
siendo un gran negocio y no se hizo demasiado. Los bie nes incautados
son un botín de los funcionarios encargados de su cus todia, al no existir
una cuantificación son dispuestos discrecionalmente. Los ejecutores del
Plan Dignidad atropellan, matan y violan los dere chos humanos en las
zonas productoras y se alinean rigurosamente a los dictados norteameri-
canos, es otra evidencia de que la guerra contra el narcotráfico es una
guerra perdida.
El Observatorio Geopolítico de Drogas22, expresa estos criterios:
“Bolivia: un éxito ambiguo de la guerra contra la droga”... Bolivia, que no
es más que el tercer productor andino de la hoja de coca y de sus deri-
vados después de Colombia y Perú, depende como ningún otro país de
la región del dinero de la droga, que a fines del año 1990 le reportaba
mil millo nes de dólares de su PIB que no alcanza a ocho mil millones
de dólares. Unas 50.000 familias son casi 200.000 personas que viven
directamente de la cul tura de la cocaína en este país de 7.500.000 de
habitantes... Los gobier nos que se han sucedido desde el retorno a la de-
mocracia en 1982 ha bían seguido una política de doble lógica: destruir
las culturas por satisfacer las exigencias de los países ricos, sobre todo
de los Estados Unidos, y frente a una dura resistencia popular en la
zona de los cocaleros”... Durante los cuatro años últimos la producción
de cocaína bajó de 240 toneladas a 90 toneladas. Este triunfalismo oficial
debe ser temporal... Su éxito contra las culturas de la coca no hubiese
sido posible sino por la militarización de la región del Chapare y a precio
de numerosas violaciones de los derechos humanos. En fin los Estados
Unidos y la comunidad internacional en su conjunto estiman que el ge-
neral Hugo Banzer, pre sidente elegido de Bolivia, es sin duda la persona
indicada para erradi car las culturas ilícitas, en la medida que él debe
hacer olvidar que la economía de la cocaína se instaló en el país con el
apoyo de la dictadura militar que el ha dirigido de 1971 a 1977. Ahora un
escándalo de gran des proporciones ha revelado, durante la segunda mi-
tad de 1999, que ciertos mafiosos continúan prosperando en el entorno
presidencial”... El general Banzer del cual sus ligazones con el narcotrá-
fico durante su dictadura 1971-1977, son periódicamente evocados por
la prensa y sus adversarios políticos, encuentra igualmente en la lucha
contra las cultu ras ilícitas un medio de “blanquearse” a los ojos de la co-
munidad inter nacional”... El Plan Dignidad del gobierno ha acrecentado
considera blemente el nivel de violencia. En efecto, mientras sus objeti-
vos son muy ambiciosos, sus recursos financieros son cada vez menos
importantes. Los cocaleros han denunciado que el verdaderos objetivo
de ese plan es: expulsa a los campesinos del Chapare (que no tiene otra
elección que acompañar a sus compatriotas en las villas miseria de la
Argentina) y entregar sus tierras a las multinacionales agro-industriales,
pues mu chas de ellas comenzaron a instalarse en la zona”.
“La mafia italiana infiltrada hasta las más altas esferas del Estado”.
“El periódico de la iglesia católica, Presencia, seguida por toda la prensa
boliviana ha revelado “el negocio de la mafia italiana”, que ha enlodado
el gobierno del general Banzer durante la segunda mitad del año 1999.
El antiguo soldado italiano, 1978-1979, Marco Marino Diodato aparece
como la cabeza de un verdadero imperio económico en Bolivia... que
arribó a Bolivia bajo la narco-dictadura sanguinaria del general García
Meza”... Casado con Gina, una sobrina del presidente Banzer, que asistió
a la boda, él había participado activamente en 1993, en la infructuosa
campaña presidencial de este último. Su caída esta ligada al rol jugó en la
adquisición y utilización, por cuenta de la Casa Militar de la Presidencia
(Grupo de Avanzada de Información de la Presidencia de la República),
de material de escucha de telecomunicaciones. Diodato se sirvió en
74 oportunidades de sus equipos para espiar a la Fuerza Especial de
46 47
Lucha contra el Narcotráfico”... Esto probablemente lo que ha dicho
la Embajada norteamericana en La Paz, después de haber brindado sin
resultado un informe sobre las actividades de Diodato al gobierno de
Bolivia en 1997, para luego comunicar su contenido a la prensa”... Es así
que las actividades de Diodato en el seno del aparato del Estado se de-
sarrollaron durante los tres gobiernos sucesivos. Del mismo modo, los
políticos de todas las tendencias han frenado la constitu ción de comisio-
nes de investigación que debían establecer las condicio nes en las cuales
funcionaron los casinos “no autorizados” del mafioso italiano. Esta es la
razón por la cual ellos imputan a Diodato una impli cación directa en el
tráfico de cocaína”... “Diodato declaró que en los años 80 funcionaron
efectivamente en esa propiedad (Perseverancia) laboratorios que per-
tenecían a Sonia Atala y Widen Razuck, personajes después próximos a
Banzer, pero que ellos habían sido desmantelados después que él ha-
bía adquirido la Perseverancia”... Si el gobierno y nu merosos políticos
se esfuerzan de implicarlo (a Diodato) en la produc ción y el tráfico de
drogas, es por desviar la atención de los negocios dudosos en los cuales
ellos han participado asociados con él”... “La reconversión (de Banzer)
a la democracia y al “buen gobierno” desde los años 80 no le impide de
haber estado acompañado durante 20 años de carrera política, por toda
una serie de individuos que le habían apo yado durante los años de su
dictadura”... “Por su parte los Estados Uni dos y la comunidad interna-
cional piensan que un ex putchista (al me nos 500 personas han sido
asesinadas en el curso del primer año de su dictadura, muchos miles han
sufrido torturas en las prisiones y 10.000 han emprendido el camino del
exilio), y ex protector del tráfico de co caína, puede ser utilizado en la lu-
cha contra la droga. El escándalo Di dato no es sino el efecto boomerang
de esta apuesta cínica”.
“Exitos” pasajeros”
Pero los “éxitos” del gobierno en la erradicación violenta, que son éxitos
norteamericanos, frente a productores mediatizados por el mercantilis-
mo y el pragmatismo, son pues momentáneos porque la proclama de
la administración Banzer de acabar con las drogas en su quin¬quenio,
se ven desmentidas con la aparición sostenida de marihuana en las lo-
calidades de Tomina, Sopachuy y Muyupampa del departamento de
Chuquisaca, desde donde fluyen hacia Santa Cruz, Cochabamba y La Paz.
La FELCN ha decomisado unas dos toneladas de hierba, que se cultivan
en lugares inaccesibles al transporte vehicular en dichas zonas, la fuman
especialmente estudiantes de colegios en las ciudades. Pero la historia
no termina aquí, pues los organismos de seguridad junto a la hierba
encontraron también cocaína, lo que quiere decir que la produc¬ción
cambia de región rápidamente y el consumo se diversifica. Es más, ahora
se consume también el “éxtasis” en amplios sectores juveniles, droga
sintética fabricada por empresas norteamericanas y europeas. Esas son
algunas muestras de lo que sucederá en el futuro próximo.
Por otra parte, nadie sabe exactamente cuanta coca fue erradicada, inclu-
so entre las autoridades existen grandes contradicciones al respec¬to;
nunca se dejó de plantar coca y ninguna amenaza de cárcel por 1 a 2
años a los que tengan nuevos cultivos, podrá detener su desarrollo
in¬contenible.
Actuación ambigua de Estados Unidos
El último informe del Observatorio Geopolítico de Drogas, al hacer su
resumen sobre la actuación de Estados Unidos, señala: “En América, el
principal desafío en la producción y del tráfico de drogas corres ponde
hoy más que nunca en las relaciones de Estados Unidos con los diferen-
tes países de la región... En efecto, el abandono del Canal de Pana má,
sus organismos de inteligencia han obligado a Washington a buscar, a
último momento, soluciones alternativas... que son de antemano muy
aleatorias. Venezuela rechazó los vuelos sobre su territorio a los aviones
de observación americanos. En algunos casos como Colombia, la políti-
ca americana se traduce en
una intervención militar creciente. En otros países como México, en Bo‑
livia, o Perú, en Argentina o Trinidad Tobago, ella consiste en cerrar
los ojos sobre las relaciones de sus gobiernos con el narcotráfico a
fin de establecer aliados económicos o políticos. Esas ambigüedades
de la política de Washington no son extrañas o hechos que no obser-
van ninguna disminución de actividades ilícitas que están a nivel de la
producción, de tráfico, de blanqueo o de corrupción... Después que la
industria de la droga lejos de remitir, confirma que ella es uno de los pi-
lares económicos de América Latina, su represión brinda una excusa en
la puesta en escena un aparato militar-policial fuerte, poco eficaz, pero
de más en más violento. El columnista del Diario The Miami Herald An-
drés Openhaimer14 señala con toda razón: “Existe una gran hipocresía a
nivel global: a Latinoamérica se le obliga a sustituir los cultivos (ilegales)
que son altamente rentables, pero no se le da acceso a los mercados
para sus productos legales”, señala el reporte. “La región está cada vez
más descontenta con la actual política antidrogas de Washington”, es-
cribe Openhaimer y sugiere que “el próximo presidente de los Estados
Unidos tendrá que ser algo más creativo si quiere tener una mayor co-
operación latinoamericana en la lucha contra las drogas”.
Peroratas de desarrollo alternativo
El problema coca-cocaína es uno de los componentes básicos de las
relaciones entre Estados Unidos y los países andinos. En ese contexto
se han ensayado diversas propuestas con el objeto de aminorar los
efec tos destructivos de la economía de la coca. A fin de evitar con-
secuencias negativas en la lucha antidroga, gobiernos y organismos
internaciona les han hecho suyos los planteamientos del desarrollo
alternativo, o sustitu ción de cultivos, formulado por los gobiernos
bolivianos. A pesar de los esfuerzos por establecer bases firmes en
el desarrollo alternativo, y la intensa publicidad desplegada dentro y
fuera del país, ha tenido magros resultados, y se puede afirmar que va
camino seguro del fracaso. Uno de los problemas fundamentales es el
valor económico de la coca. Al respecto José María Centellas, afirma:
“No existe en el mundo un producto agrícola que ofrezca en corto
tiempo, utilidades altas y ta sas encomiables de retorno económico de
la inversión”15. Veamos algunos aspectos trascendentales de esa pro-
puesta de reconversión agríco la, ganadera e industrial, sus inconve-
nientes y perspectivas. Existen por lo menos 12 razones por las cuales
la coca es irremplazable en términos de rentabilidad económica.
No existe alternativa económica real para la coca. •
De la manera como se enfoca el problema ningún producto agropecua-
rio podrá reemplazar el cultivo de coca en las zonas cla sificadas por la
Ley 1008, debido a las dificultades que implica susti tuir dichos cultivos.
El café, cacao, la crianza de ganado o industria lización de algunas
frutas no prosperan porque no tienen capacidad de competir en
precios ni mercados, etc., además son muy propensos al ataque de
plagas con efectos destructivos.
• De tres a cuatro cosechas al año.
Los productos enumerados en programas alternativos son anuales y
se hallan sujetos a infinidad de condicionamientos climáticos,
pla gas, transporte, mercados y otros. La coca se produce entre
3 a 4 cosechas al año como ningún otro producto de la
tierra. Esto le hace insustituible bajo cualquier condición
económica. Los precios de la coca superan a todos. Los precios
actuales de la coca permiten la subsistencia de los pro ductores
y sus familias. Con la venta de poca coca 2 warcus, es decir
8 libras, pueden mantenerse cómodamente sin tener que
recurrir otras opciones. Sólo con las frutas o tubérculos
la pasarían mal, pues su rentabilidad es tan baja que en la
mayoría de los casos no vale la pena cultivarlos como mercancía,
sino para el con sumo.
Mercado asegurado.•
La coca de todas maneras con precios altos o bajos tiene mer-
cado asegurado, porque es un producto de alta estima en la so-
ciedad debido a sus múltiples aplicaciones y usos medicinales.
La coca siempre se vende y con las políticas gubernamentales su
precio tien de a subir. La industrialización de la coca podría catapul-
tar a esta hoja hacia niveles desconocidos para todos.
Alta rentabilidad.•
Al final de los bloqueos campesinos un taqui de coca de pri-
mera de 50 libras subió a Bs. 1.200, lo que ningún producto
agrícola de la misma cantidad. Sólo con la venta de bananos,
cítricos o frutas, los campesinos de estas zonas produc-
toras estarían en la ruina sin pers pectivas de subsistencia.
No se olvide que una cabeza de plátanos (más de cien bananos)
en el lugar de producción tiene un valor de Bs. 5, sin contar con
su transporte que cuesta otro tanto, su conserva ción y el mante-
nimiento del vendedor en la ciudad.
Larga duración de la planta.•
Los arbustos de coca tienen una duración prolongada, fácilmen-
te alcanzan los 50 años y algunos de ellos llegan a la centuria.
Normal mente se mantienen entre 30 y 50 años sin problema
alguno y en plena producción.
La coca no requiere tanto laboreo.•
La coca se adapta mejor a las condiciones duras. Las plantacio-
nes de coca sobreviven mejor en situaciones adversas que otros
productos. Su fortaleza se ha comprobado a través de siglos de
cultivo en los valles mesotermos andinos. Como cualquier
otro cultivo precisa de los cuidados necesarios, pero no en la
dimensión de los llamados productos alternativos.
Resistente a las plagas.•
La coca es poco atractiva para las plagas como las que atacan
al café, cacao o las frutas con efectos catastróficos para pro-
ductores y la economía campesina. Sin embargo, la pequeña
mariposa llama da Ulo, que deposita sus huevos en las hojas ata-
có varias veces los cocales, no obstante, se la puede controlar.
“Las mariposas deposi tan sus huevos en número de 50 a
100 en la parte inferior de la de las hojas de diferentes plan-
tas. La incubación de los huevos en el invierno puede ser de
24 a 48 horas y en el verano de 15 a 20 horas; pasado ese tiem-
po nacen las nuevas larvas que atacan las hojas de la coca.
La chaca es una hormiga negra de mediano tamaño que corta las
hojas de coca y se las lleva en “caravanas” típicas hasta su nido
48 49
cercano. De similar comportamiento es otra hormiga, el tujo,
que igualmente corta las hojas de coca para criar hongos. Otra
plaga frecuente es el Quellatujo, un insecto muy pequeño que
forma sus nidos en cierta profundidad de la tierra afectando las
raíces de la coca, que las corta a fin de preparar su alimento.
Puede presentarse también el ataque de pulgones, los mismos
que atacan los brotes tiernos y las guías”16. Puede atacarla otro
insecto que se llama taja referida por Rusby, la calacala nombra-
da por la Barre. Los produc tores señalan también que algunas
hormigas atacan las gemas y hojas de la coca a las que llaman en
el Chapare, el “gran triturador”. Todos ellos pueden controlarse
domésticamente con la resina de la raíz denominada sacha, que
es todo un proceso, lo cual da como resultado la coca orgánica.
También lo hacen con insecticidas. Máximo Liberman y otros
expertos establecen que el hongo Miorrisa, vive y se asocia de
manera simbiótica con la coca y le ayuda a absorber los nutrien-
tes de la tierra. Las plagas en los cocales, si bien se presen tan, no
son tan severas como ocurre con otros cultivos, posiblemente
por el hecho de que la misma planta tiene principios activos
(alcaloides), que proporciona una defensa contra posibles ata-
ques. Sólo el hongo Fusarium Oxisparum, fabricado por técni-
cos ameri canos, en base a los hongos existentes en la zona, que
pretenden incrustar en las plantaciones con el auspicio de las
Naciones Unidas, podría afectarlo seriamente, con resultados
catastróficos, lo que se ría una acción criminal inadmisible.
Prolongada conservación.•
Las hojas de coca bien tratadas pueden conservarse por mucho
tiem po, semanas, meses o años, sin que por ello sufran daños
y perjuicios. La coca está ligada a técnicas milenarias en su tra-
tamiento y por eso mismo permiten su conservación por largos
períodos. Ningún producto o fruta dura más de una o dos se-
manas después de ser cosechadas, sin sufrir fuertes mermas o
destrucción por sí misma.
Fácil transporte. •
La manipulación de la coca es sencilla y su transporte igual; no
re quiere grandes espacios como otros productos. 50 o 100 libras
pue den llevarse en un microbús junto a los pasajeros y no re-
quiere ca miones ni autobuses.
No está sometida a fluctuaciones bruscas. •
El mercado de la coca por ser interno no se halla sujeto a gran-
des y permanentes fluctuaciones de precios como en los casos
del café, cacao, azúcar, remolacha, bananos o cítricos, cuyos
mercados están pendientes de mercados y precios internaciona-
les.
Innumerables aplicaciones medicinales.•
Esta es una de las razones fundamentales para que la coca sea
siem pre requerida en la población; en crisis o auge, en verano
o invierno, por campesinos o clase media y tendrá su mercado
asegurado.
Adaptable a condiciones adversas. •
El cultivo de la coca es altamente adaptable a condiciones de
baja fertilidad del suelo y los otros productos del desarrollo al-
ternativo desgastan los nutrientes y empobrecen el suelo.
No pueden ser sustituidos. •
La mayor parte de los cocales no puede ser sustituido por otros
cul tivos, por las condiciones de marginalidad de los suelos yun-
gueños.
Experiencias de sustitución
El desarrollo alternativo no ha funcionado y no tendrá éxito porque
se maneja bajo ciertos parámetros que lo inviabilizan:
Son experimentos ocasionales sin posibilidades de sobrevivir ni •
insertarse con bases económicas y sociales firmes.
Las inversiones mayores se pierden en cuantiosos sueldos del •
per sonal ejecutor del proyecto y no en programas de ayuda sos-
tenida a los productores.
La conexión con proyectos de complementación, caminos, es-•
cuelas, postas sanitarias, hospitales, mercados internos y exter-
nos no es efectiva, sino promoción publicitaria deshonesta.
Los recursos que se invierten son insuficientes para recon-•
vertir gran des bolsones de pobreza económica y social.
No se puede cambiar la situación de extensos grupos con re-
cursos limitados frente a los descomunales cambios que se re-
quieren.
No funciona porque tiene dos grandes competidores: el merca-•
do legal de la coca y el narcotráfico y en esa dirección es poco lo
que puede ofrecer el desarrollo alternativo.
No moviliza masas campesinas ni productores, a causa de sus •
polí ticas desfasadas de la realidad y productos con tan baja renta-
bilidad. ¿Quién puede producir frutas para el mercado con bajas
tasas de retorno frente a la coca?
Los grandes cambios en los sistemas productivos no requieren •
propaganda en los medios de comunicación, sino razonesprácti-
cas que los técnicos internacionales y sus pares nacionales no
ad vierten.
El desarrollo alternativo sólo ha servido para que amasen for-•
tunas los burócratas encargados de planificar y ejecutar progra-
mas de sustitución. Un informe proporcionado por el experto
Reynaldo Marconi, señala que “entre 1964 y 1993, la burocracia
administrativa cobró 37.4 millones de dólares en sueldos, viáti-
cos, combustible y otros suministros de los recursos destinados
al desarrollo alter nativo.
El consenso es vital para movilizar masas campesinas y producto-•
res, que comprendan los beneficios del cambio y las perspectivas
en el plano económico y social.
¿Cómo puede lograrse consenso si por otro lado se reprime y •
erra dica con violencia? Ningún campesino apoyará el desarrollo
alter nativo al margen del consenso.
Las experiencias internacionales enseñan que sin consenso in-•
cluso propuestas de fuerte contenido social e impuestos por la
fuerza han terminado en rotundo fracaso.
La violencia siempre traerá, a la larga, resultados adversos.•
El desarrollo alternativo está condicionado a la “coca cero” y así •
ningún campesino lo acepta.
Los programas de desarrollo alternativo se implementan con •
senti do paternalista razón por la cual no tienen éxito.
Si lo esencial es la erradicación de cocales, para qué desarrollo al-•
ternativo; no se trata de limpiar la coca sino sustituir la economía
de la coca-cocaína con desarrollo alternativo real y cierto.
Si el objetivo de Estados Unidos es eliminar cocales, es natural que •
los campesinos no tengan interés en el desarrollo alternativo.
La sustitución de cultivos es un canto de sirena y no está ligado al •
objetivo fundamental: el desarrollo económico social, el comba-
te contra la pobreza y la creación de mano de obra.
Compensar económicamente la erradicación incentiva nuevos •
cul tivos.
Las tasas de retorno de una Ha. de coca, equivale a 4 Has. de •
cacao, 10 Has. de café y 20 Has. de frutas, de modo que ninguno
de estos productos puede equipararse con la coca.
La falta de mercados es el talón de aquiles del desarrollo alterna-•
tivo. Si Estados Unidos y Europa no abren sus mercados no habrá
progra ma de sustitución que valga.
Ninguna política aislada tendrá éxito sino se adhiere a cuestio-•
nes vi tales de la vida económica, social y cultural de las masas ca
pesinas.
En estas condiciones el desarrollo alternativo seguirá siendo retórica
publicitaria de burócratas que piensan transformar el campo desde
sus oficinas, o políticos que para sensibilizar a los gringos tratan de
estructurar sus propios programas de desarrollo a fin de sacar bene-
ficios económicos.
El desarrollo alternativo no podrá prosperar porque los financiadores
tienen una visión distinta y contradictoria acerca de estas políticas;
son sus objetivos geoestratégicos que impiden respaldar con deci-
sión y voluntad los programas.
No se puede hacer aquello que los dueños del dinero no quieren. Las
soluciones formuladas por los productores son diferentes y distantes
de los planes norteamericanos y sus socios. Son visiones distintas,
aunque una de ellas, la del norte, se beneficie de las acciones em-
prendidas por los productores. La verdad es que bajo el pa raguas del
desarrollo alternativo está el sacrificio de los productores en benefi-
cio de los consumidores.
Los mismos informes oficiales señalan que la falta de mercados para
los productos sustitutivos de la coca y sus bajos precios son el princi-
pal obstáculo para su éxito. Asimismo, señalan que la mayoría de los
campesinos de la región no tuvo acceso directo a los recursos de los
progra mas de desarrollo alternativo. La escasa inversión privada y la
ausencia de participación campesina dibujan un panorama muy poco
alentador.
Las grandes potencias no se inmutan del dolor ajeno; lo único que les
preocupa son sus propios problemas y los asuntos relacionados con
sus objetivos de dominación.
Y no es que el desarrollo alternativo no sea atrayente como una fór-
mula sustitutiva, sino que en las condiciones implementadas está
destinada al fracaso.
Así confirman los datos expuesto en el trabajo Cifras y Datos del De-
sarrollo Alternativo de Bolivia, editado por CEDIB17.
Las entrevistas en cuanto a mejor rendimiento de los producto, •
los campesinos del Chapare responden sin dubitación que es la
coca en un 86%.
Cuando se tocan las razones por las cuales no participan en pro-•
gramas de desarrollo alternativo, las respuestas son cuatro: es un
engaño los técnicos no saben de cultivos, ausencia de mercado
y falta de caminos.
Los dos requisitos más importantes que se exigen a los campe-•
sinos para participar en los programas de desarrollo alternativo
son: tener títulos de propiedad del terreno 20% y haber erradica-
do sus cultivos de coca, 70%.
50 51
En cuanto al cumplimiento de las ofertas, los entrevistados señalan: •
no hubo mercado, 4.90%; no volvieron, 14%; no cumplieron, 31%.
Preguntados sobre los beneficios generados por los proyectos •
de desarrollo alternativo, el 19% expresa que fue un perjuicio y
pérdida, y el 67”, que no sacó ningún beneficio.
La medida de los resultados obtuvo los siguientes: los ingenieros •
no volvieron 10%; engaño 11%; falta de mercado 11%; los téc-
nicos no sabían de los cultivos 20%; y asistencia deficiente 20%.
Para mayor aclaración es pertinente referirse a lo que dice CEDIB:
“Todas las acciones para encarar el desarrollo han sido implementa-
das a través de agencias de desarrollo internacionales cuyas acciones
fue ron dirigidas sin la participación de productores, es el caso de los
programas financiados por USAID, INDDCP, AID, que fueron realiza-
dos usando instituciones nacionales y regionales como SUBDESAL,
FONADAL, PDAR, IBTA CHAPARE, DIRECO y otras, sin la participa-
ción de los productores. Todas las acciones de estas instituciones
estaban condicionadas a la erra dicación de los cultivos de coca”.
Las políticas de desarrollo alternativo se realizan desde hace 13 años
en el Chapare y un programa en los Yun gas, cuyas acciones no dieron
resultados debido a estas insuficiencias:
“Inadecuada conceptualización sobre las causas que generan la so-
breproducción de coca, políticas macroeconómicas del Estado que
no permiten competir con sus productos a los pequeños produc-
tores, falta de estrategia integral del desarrollo del trópico, falta de
participa ción de los productores, orientación de importantes recur-
sos hacia gastos burocráticos, falta de mercados y asistencia técnica,
la base pro ductiva no ha sido resuelta. $us 259.899.907.41 de dólares
invertidos en agroindustria, recursos naturales, comercialización,
agropecuarios, impacto social, infraestructura vial, electrificación ru-
ral, programas en Yungas La Paz”18, no han cambiado ni mejorado el
Chapare menos los Yungas.
Estrategia De Lucha Contra El Narcotráfico Y Revalorizacion De La Hoja De CocaTras el arribo del presidente Evo Morales a la presidencia del Estado
boliviano, se elabora una política antidrogas, real, sostenible con par-
ticipación social y respetando los derechos humanos, adecuada a las
a las nuevas condiciones en que se desarrolla este asunto de primera
importancia para el país. Antes de ingresar al análisis de la estrategia
del gobierno vale la pena resumir las características de estrategias
anteriores al 22 de enero del 2006.
a) Control absoluto de las acciones antinarcóticos por parte de la
DEA, CIA y asesores militares de Estados Unidos.
b) 90 millones de dólares anuales de contribución norteamericana
para los combates contra el narcotráfico.
c) Erradicación forzada de cultivos de coca en el marco de la política
impulsada por Estados Unidos de “coca cero” en el Chapare.
d) Decenas de muertos, heridos, persecución y violencia. Violación
de derechos humanos
e) Conflictos sociales e inestabilidad política y económica.
f) Trasgresión del Estado de Derecho
g) Relaciones conflictivas entre instituciones civiles, militares y po-
liciales.
h) Daños ambientales por el uso de sustancias químicas en la erra-
dicación de cocales.
i) Desarrollo alternativo, -aunque permitió algunos avances tuvo
una serie inconvenientes, porque no enfocó estructuralmente el
problema de la coca y las drogas, y no ofrecía alternativas equiva-
lentes y sostenibles.
j) Criminalización de la hoja de coca y su sometimiento a decisio-
nes externas injustas, además de persecución de los productores
de coca y violación de las libertades, derechos y garantías consti-
tucionales.
k) Interdicción basada en datos y estadísticas falsas al margen de la
realidad económica y social de las zonas productoras.
1) La primera delimitación necesaria es que la nueva estrategia con-
tra las drogas se desarrolla en un marco de soberanía nacional, por-
que ya no responde a las directivas de la DEA norteamericana. Ahora
es el gobierno de Evo Morales, que ejecuta esta política, a través del
Viceministerio de Defensa Social y la FELCN, la Secretaría de Coor-
dinación del CONALTID del Viceministerio de Relaciones Exteriores
y Cultos. En este sentido, el control y coordinación de esta lucha ha
pasado a manos bolivianas, pues las fuerzas de la DEA y CIA fueron
retiradas del Chapare y de otras estructuras.
2) Otro elemento sustancial en la lucha contra las drogas es la sos-
tenibilidad del proyecto, basada en la racionalización de los cultivos
de hoja de coca y el control en las áreas de producción a través de
la delimitación de zonas de no expansión y potenciales de cultivo,
y producción, mediante la participación y control social de los pro-
ductores. Hasta diciembre del 2005, Bolivia tuvo un total de 25.400
hectáreas de cultivos de hoja de coca, con unas 13.400 hectáreas por
encima de la Ley 1008. Se proyecta estabilizar la producción en un
rango de 20.000 hectáreas aproximadamente hasta el año 2010, con
un rango de 8.000 hectáreas por encima de la actual.
El excedente a las 20.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca se
racionalizará de forma concertada con los productores, a través del
control social y delimitación de la zonas de no expansión. La base
de la racionalización la acción concertada es el “cato”, un tercio de
una cancha de fútbol, que permita la seguridad y previsibilidad a los
productores.
3) El objetivo del gobierno es reducir progresivamente el potencial
de producción de la cocaína y la participación de la cocaína boliviana
en el mercado internacional, controlando la producción de coca por
un lado, y por el otro aumentado la interdicción de todos los eslabo-
nes de la cadena de producción de la cocaína.
4) En los últimos 10 años, a pesar de los altos costos sociales, Boli-
via ha reducido en un 50% los cultivos de hoja de coca, mejorado
el sistema de interdicción, por eso es importante establecer que se
quiere una responsabilidad compartida con la comunidad internacio-
nal: Estudios sectoriales de la coca, transformación productiva, coca
ecológica, evaluación de la lucha contra el narcotráfico, estudio glo-
bal sobre el consumo legal de hoja de coca, complementando los
precedentes estudios.
5) La participación social en la producción, erradicación, control para
que la coca no llegue al narcotráfico, en base a la concertación y diá-
logo con las organizaciones de productores y comercializadores de
coca es un aspecto trascendental de la nueva estrategia. Esta política
está tiene buenos resultados porque evita conflictos sociales, viola-
ción de derechos humanos, desvío de coca hacia las actividades del
narcotráfico y control de la sociedad. En base a este criterio social y
comunitario, el gobierno ha logrado suscribir con los productores la
erradicación de 3 mil hectáreas de cultivos de coca en la zona de la
Asunta en los Yungas, durante los próximos tres años.
6) El gobierno está creando mecanismos de control social para com-
batir al narcotráfico y obtener mayores resultados en la lucha con
los traficantes de drogas y la desactivación de las principales redes
delictivas.
Asimismo, ha creado un sistema institucional efectivo para el control
del lavado de dinero proveniente del narcotráfico, porque las ante-
riores no han tenido resultados relevantes.
7) Todo esto se complementará con sistemas de prevención social,
control de armas, ley de lavado de dinero y lucha contra la corrup-
ción, sistemas de reinserción social y tratamiento de enfermos en
redes institucionales en todo el país.
8) En cuanto a la revalorización de la hoja de coca el gobierno hace
una rememoración histórica como parte sustancial de las culturas
originarias, su utilización milenaria, su papel protagónico en la ex-
plotación minera en Potosí, ubicando el comercio de la coca, durante
la Colonia, en segundo lugar después de la plata, con más 100.000
cestos de coca anuales.
En el ámbito internacional hace referencia al conocidísimo “vino Ma-
riani” con pleno reconocimiento en su época, los laboratorios Merck
y Parke Davis por la elaboración industrial de la cocaína y la produc-
ción de famosa Coca Cola, que aumentaron la producción de hoja de
coca.
El consumo de coca no sólo está localizado en los segmentos indí-
genas de Bolivia y Perú, sino también en el norte argentino y sus
múltiples usos medicinales naturales e industriales.
9) La parte principal de las políticas actuales de la nueva estrategia
antidrogas del gobierno de Evo Morales se basan en los siguientes
hechos concretos: control social de la producción, racionalización
de los cultivos de coca, el “cato” de coca como base concertada con
control social, reducción de no expansión de cultivos.
Paralelamente se propone construir infraestructura social instalada,
estructura económica instalada, infraestructura vial, mejorada y am-
pliada, desarrollo económico mejorado.
Esto se complementa con la transformación productiva de la coca, es
decir, la industrialización como uno de los componentes esenciales
de esta reconversión.
Con este mismo objetivo se busca construir 5 plantas de industriali-
zación de frutas tropicales, creación de un fondo productivo, aper-
tura y consolidación de 5 mercados latinoamericanos y europeos,
creación de un fondo solidario para producción agrícola en zonas
expulsoras, 5 estudios de productos de inversión.
10) Con referencia a la lucha contra el narcotráfico, hasta diciembre
del 2007, se ha alcanzado los siguientes resultados: 10.000 operativos
realizados, 14.011.936,89 gramos de cocaína y pasta base incautada,
2.922.995,95 gramos de clorhidrato de cocaína, 423.777.302,73 gra-
mos de marihuana y un total de 441.612.235,27 gramos, 350 veces
mayor que el año 2006 y 1000 veces superior al 2005.
Esto significa una prueba contundente de la efectividad de la lucha
antidroga en la presente gestión.
Lo que falta es completar el círculo para tener resultados mucho más
halagadores.
52 53
N eoliberalismo y drogas
No hay diferencia entre capitalismo monopolista y mafia. Los
banque ros son asesinos que matan a distancia. La delincuencia or-
ganizada es el Estadio último del capitalismo.
Jean SIEGLER1
La aparición de modernas formas de crear y producir riqueza, el derrum-
be de las estructuras de poder mundial, las nuevas culturas de libertad y
democracia que surgen en todas las naciones del mundo, las políticas de
liberalización y desregulación sirven de base para el desarro llo especta-
cular de la producción y el comercio de las drogas y el reciclaje del dine-
ro que genera, están produciendo transformaciones descomuna les que
nunca conocieron los hombres en estos dos mil años de existencia. Bajo
estos signos de cambio, lo político, económico y social se han conver-
tido en grandes campos de batalla, que conducen a su vez a pro fundas
modificaciones en la sociedad.
La globalización de la economía mundial ha convertido el mundo en una
aldea, bajo los principios de eficiencia y competitividad, estable ciendo
nuevos parámetros en la producción, el comercio de productos acaba-
dos y la prestación de servicios a la sociedad.
Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, G7, y otros organismos,
centros de decisión internacional y de reestructuración autoritaria de la
eco nomía, a través de políticas de ajuste estructural imponen la desregu-
lación completa de las relaciones económicas: liberalización del régimen
de cam bio y del sistema bancario internacional, convertibilidad de la
moneda, man tenimiento del secreto bancario en los países en desarro-
llo para proteger la “transparencia de los cambios y la repatriación de los
capitales fugados”, sin tomar en cuenta el origen del dinero, abriendo
las compuertas para la integración de la economía legal con la ilícita
proveniente de las drogas.
La liberalización de las actividades bancarias, bajo fusiones de diver-
so tipo, nuevos mecanismos de captación de dinero, tasas de interés
atractivas, el arreglo bancario “OFFSHORE”, las financieras, inversiones
de doble facturación, la dolarización, las fundaciones, trust, sociedades
trust, bancos y cuentas bancarias, etc. son canales preferidos por los tra-
ficantes de drogas para reciclar y reconvertir sus dineros2. Todos los ban-
cos del mundo se hallan contaminados y tocados por los narcodólares,
que se mueven a grandes velocidades por todos lados. Las condiciones
favorables que ofrecen los llamados “paraísos fiscales”, el secreto banca-
rio, la ley del silencio del sistema financiero, la actitud tolerante de las
autoridades del tráfico de drogas, impulsan el crecimiento inusitado de
la producción, comercio y reconversión del dinero que viene de nego-
cios ilícitos.
Con la explosión de la tecnología de las comunicaciones, la infraes-
tructura del sistema financiero se amplía a escala internacional con el
llamado “dinero electrónico” y recorre todos las plazas financieras con
rapidez de la luz y extraordinaria facilidad
El tráfico de drogas crece a medida que se afianza el neoliberalismo y
éste con ayuda de la economía de las drogas, puede impulsar sus me-
didas desreguladoras, para nivelar los desequilibrios que producen sus
políticas de ajuste estructural. Así la economía de las drogas sostiene, le-
vanta y desarrolla las eco nomías del mundo, en particular las de los paí-
ses ricos, que se llevan, como siempre la parte del león y para los países
del tercer mundo las migajas de ese nuevo modelo de acumulación.
Lavado de narcodólares El pionero del blanqueo de dinero fue Mayer Lansky, quien des pués
de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en maestro de la utili zación
de las cuentas en los bancos suizos y las sociedades pantalla. Así esta-
bleció un verdadero imperio del juego en las Bahamas un fortín para
filtrar y legalizar los dineros de origen dudoso. En los años 60, Michel
Sindona perfecciona los métodos de Lansky y se transforma en banque-
ro de la Cosa Nostra, al mejorar los montajes jurídicos financieros más
complejos. Este maestro de la evasión masiva de capitales penetró to-
dos los sistemas financieros hasta el Banco del Vaticano y luego se apo-
deró del Banco Franklin de Estados Unidos. Muertos éstos han dejado
una larga lista de profesionales que colaboran y asesoran a las mafias en
el reciclaje de sus narcodólares. Según Oliver Drouin3, el proceso del
blanqueo recorre tres fases: colocación, acumulación e integración. La
fase de colocación es la más delicada y consiste en inyectar el sistema el
dinero del tráfico de drogas. La fase de acumulación consiste en realizar
una serie de complejas transacciones para impedir toda posibilidad de
buscar sus orígenes. En la tercera fase de integración el dinero que ha
transitado todo el mundo reaparece en algún lugar de Estados Unidos
o Europa legalizado. La globalización de la economía favorece la transfe-
rencia de fon dos a través del sistema financiero casi en todos los países
del mundo. Los narcos aprovechan la tecnología, la información y las
comunica ciones financieras para movilizar el dinero en todas las direc-
ciones con la facilidad y rapidez que requieren durante las 24 horas del
día. La búsqueda de centros de acopio de dinero con menos o que no
ten gan controles son los lugares preferidos por los traficantes de drogas.
No se olvide que los “refugios financieros” ofrecen una amplia gama de
servicios a los inversionistas que no desean develar el origen de su di-
nero. El registro de empresas comerciales internacionales o socieda des
ficticias, la aplicación de normas estrictas del “secreto bancario” para
hacer “negocios a toda costa”. Cuando se ha completado todo el “ciclo
de blanqueo” el dinero esta listo para que los mafiosos puedan utili-
zarlo en la economía legal haciendo inversiones en negocios dis tintos.
Se estima que el blanqueo de dinero alcanza a unos 1.000 millo nes de
dólares anuales que hacen este recorrido para insertarse en la economía
mundial.
Privilegio de las potenciasEs sabido que las principales potencias tienen sus protectorados o pa-
raísos fiscales para aprovechar todos los recursos que puedan me diante
procedimientos citados. No obstante, éstos han proliferado y casi la
mitad de las naciones del mundo tienen sus refugios financieros. Esto
refleja que ese dinero es imprescindible para las economías de las nacio-
nes ricas, pero la mayoría de los países del tercer mundo siguen margi-
nados del privilegio de los poderosos, que acumulan miles de millones
de dólares para beneficio propio. Los “enclaves ilegales” como le han
denominado trabajan bajo protección de los grandes estados, que ga-
rantizan su funcionamiento por la fuerza de sus armas y por la potencia
de sus economías, además de la protección jurídica que prestan a los
capitales circulantes todos los días del año. Los “Estados piratas” según
Dominique Straus-Kant, Ministro de Economía francés, figuran paraí sos
tan pintorescos como Nauru, un Estado de Micronesia que tiene 21 Kms
cuadrados y según la banca rusa unos 80.000 millones de dólares transi-
taron por esta isla en 1999. Además de facilitar el fraude fiscal, los paraí-
sos sirven a las naciones emergentes para financiarse y atraer capi tales,
pues no disponen de mercados financieros4.
Lavar en el Norte, prohibir en el SurEsta parece ser la lógica, porque se trata de llevar todo el agua al molino
de las superpotencias y sus aliados, a fin de reciclar todo el dinero que se
produce en el tercer mundo. Es por ello que Estados Unidos quiere im-
poner leyes antilavado en el sur, para que todo discurra hacia el Norte o
mantener el secreto bancario y garantizar el flujo seguro a sus naciones.
Este pretende ser el destino final del dinero generado por el tráfico de
estupefacientes. La lógica del control y represión del nar cotráfico tiene
esta finalidad: concentrar los narcodólares en los paraísos fiscales y pro-
tectorados del Norte y hacer que el tercer mundo sólo pro duzca materia
prima y narcodólares para transferirlos a los refugios financieros de las
superpotencias. Como se ve esta es otra forma de neocolonialismo im-
puesto desde el Norte a los pueblos del Sur; las naciones de Asia, África
y América Latina los soportes de la crisis y el desarrollo de las naciones
denominadas ricas.
F.M.I., Banco Mundial y narcodólaresEl blanqueo de dinero en las redes intrincadas del sistema bancario inter-
nacional está íntimamente ligada a la problemática de la deuda del tercer
mundo, dice Michel Chossudowsky5: Y aunque dentro de este contexto,
las instituciones de Bretton Woods así como los gobiernos del G7 no
se interrogan sobre el origen del dinero que sirve para el pago de las
deudas, para un número creciente de países deudores como Pakistán,
Brasil, Argentina, Perú, Europa del este, (ex Unión Soviética), los tráficos
ilícitos constituyen una fuente importante de divisas, en consecuencia
los pagos de la deuda externa no hacen diferencia entre el dinero sala-
do y el dinero propio. Así es, los narcodólares, una vez blanqueados y
reci¬clados dentro del sistema bancario internacional, pueden servir a
los gobiernos de los países en desarrollo para cumplir sus obligaciones
con los acreedores6.
Se conoce que entre 1983 y 1990 las transferencias netas desde el sur a
favor de los países ricos fueron de 150,5 mil millones de dólares, monto
equivalente a dos veces el Plan Marshall. Sólo el FMI, uno de los principa-
les acreedores, entre 1986 y 1990 recibió, 31.7 mil millones de dólares.
Sobre este análisis de Chossudowsky, vale la pena señalar que los
organismos internacionales y el G7 no ignoran este hecho saben
perfec¬tamente que el dinero con que los países deudores pagan al
FMI y el Banco Mundial provienen del tráfico de drogas. Lo conocen y
no lo pue¬den impedir, porque además ese dinero lo necesitan para
reproducirlo. No se olvide que el desarrollo de los circuitos bancarios in-
formatizados y el sistema de transferencias electrónicas aceleran el mo-
vimiento de capitales así como el blanqueo y reciclaje del dinero salado.
La conclusión es que tanto el Fondo Monetario Internacional como el
Banco mundial y todo el sistema financiero mundial están impregnados
de narcodólares que lo aceptan y reciben cotidianamente.
54 55
P rohibición y sus efectos perversos
La coca es cocaína, la planta es droga, esta maligna, esta planta
está prohibida, esa yerba es asesina, esa nación es productora de
droga, ese país es peligroso. Esta la evolución de la satanización de
las drogas por los países xenófobos.
Thomás SZASZ1
“Todas las sociedades han conocido el uso de drogas, es decir sustan-
cias o ejercicios físicos que alteran la percepción normal de la realidad,
la cantidad y cualidad de la conciencia, las han utilizado abundante y
destacadamente, a veces ligadas a rituales sacros, las han adorado y
temido, han abusado en ocasiones de ellas. La historia de las drogas
es tan larga como la de la humanidad y paralela a ella”, dice Fernando
Savater2. En efecto, los hombres en todo tiempo y lugar han aprove-
chado las drogas: sus posibilidades como fuente de placer o derivativo
del dolor, como estimuladoras de la creatividad, potenciadoras de la
instrospección y del conocimiento, en una palabra, sus aspectos de
auxiliares válidos para la vida humana, en cuyo concepto han sido con-
sumidas durante milenios, son consumidas hoy y lo seguirán siendo
hasta que desaparezcan los hombre y con ellos las drogas.
Los historiadores nos muestran los primeros datos incuestionables
y de gran difusión sobre fármacos psicoactivos que están en el Asia
Menor, cuna de los principales hallazgos. Ninkasi, la diosa sumera de
los brebajes que socorre al intoxicado. Enki, es una figura que sugie-
re conocimientos farmacológicos sistemáticos. Pero la primera droga
que llega al registro escrito es el opio. Ya en el tercer milenio anterior
a la era cristiana tablillas cuneiformes descubiertas en Uruk represen-
tan la ador midera mediante signos de los cuales 1 segundo significa
también “hú bilo”, “gozar”.
La prohibiciónLa prohibición es tan antigua como la producción y consumo de dro-
gas. Apenas hicieron su aparición las llamadas drogas y afectando la
convivencia de los hombres, los Estados, a nombre de la sociedad,
empezaron a perseguir estas formas habituales con una serie de
regula ciones de orden administrativo y jurídico. Hacia el año
2000 a. C. cierto papiro egipcio contiene el mensaje: “Yo tu superior,
te prohíbo acudir a las tabernas. Estás degradado como las bestias”.
En otro papiro hallamos la admonición de un padre a su hijo: “Me
dicen que abandonas el estudio, que vagas de calleja en calleja. La
cerveza es la perdición de tu alma”. No obstante las cervezas y vinos
se encuentran en el 15% de los trata mientos en el antiguo Egipto,
que conocen unas 800 drogas diferentes. El Levítico prohíbe al rabino
estar borracho cuando oficia el culto o de libera sobre “justicia”. En la
antigua Grecia, donde las drogas no eran cosas sobrenaturales, sino
substancias que actúan enfriando, calentando, secando, humedecien-
do, contrayendo y relajando o haciendo dormir, Platón explica en su
libro Las Leyes, sobre el tema: “No vilipendiemos el regalo recibido de
Dioniso, pretendiendo que es una mal equilibrio y no merece que una
república acepte su introducción.
Bastaría una ley que prohíba a los jóvenes probar vino hasta los die-
ciocho años, y hasta los treinta prescriba que el hombre lo pruebe con
mesura, evitando radical mente embriagarse por beber en exceso.
A partir de los cuarenta nuestra ‘ley permitirá invocar en los banquetes
a todos los dioses... En la Roma de los Césares, en un censo de año
312 revela que hay 793 tiendas dedi cadas a vender el opio con precio
controlado en la ciudad cuyo negocio representaba el 15% de los in-
gresos. La costumbre de tomar drogas no se distinguía de cualquier
otra costumbre como madrugar y trasnochar. Sin embargo, el Cónsul
Espurio Postumio persiguió en 186 a. C. cual quier persona relaciona-
da con los misterios de Baco, un culto que lle vaba algunas décadas
celebrándose en Roma. Postumio cerró las puer tas de Roma e hizo
que fuesen pasadas a cuchillo o crucificadas unas 7.000 personas, sin
otorgar ninguna garantía de procedimientos judi ciales. Seis años más
tarde, un magistrado se quejaba de que “tras 3.000 nuevas condenas
no se ve ni con mucho el fin de este monstruoso pro ceso”. La llamada
peste dionisiaca duró exactamente como su persecu ción, y cesó cuan-
do Baco fue asimilado de modo oficial a Líber, el viejo Dios romano3.
Estas acciones fueron en su mayoría políticas, pues trata ban de eli-
minar enemigos del régimen gobernante, y para intimidar al pueblo,
como de costumbre, la cura que se ejecuta gracias al chivo expia torio,
que exige suspender las reglas del derecho y del sentido común. Por
último es necesario mencionar algo sobre la droga más exten dida en
América, la Hierba nicotiana o tabaco Bebida, comida o fumada, esta
planta interviene en las ceremonias religiosas, ritos de pasaje y uso
cotidiano desde Norte América hasta la Tierra del Fuego. Lo fumaban
los indios de las tierras descubiertas por Colón y-los primeros en fu-
mar fueron Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre. Ellos fueron también
los primeros en sufrir los efectos del proceso inquisitorial debido a la
costumbre de fumar. El acta de la inquisición señalaba: “Sólo Satanás
puede conferir al hombre la facultad de expulsar humo por la boca”.
A causa de su extensión extraordinaria en Europa, África y Asia el Rey de
España en 1611 le gravó la exportación efectuada desde Cuba y Santo
Domingo, sometiéndolo más tarde a un monopolio. Posteriormente
el Rey Jacobo I condena el uso de una sustancia “cuyo humo evoca el
horror de un insufrible infierno, lleno de alquitrán”.
Para entonces ya Virginia producía 35 millones de kilos de tabaco para
mascar y fumar. A mediados del siglo XVII, el zar Miguel Fedorovich
dispone que se atormente a todo fumador hasta que confiese quien
le proporcionó el tabaco y que luego se corte la nariz a ambos. El
Sultán Murad IV “gustaba sorprender a-los hombres fumando, incluso
en campo de batalla y castigarlos con decapitación, desmembramiento
o mutilación de pies y manos. En 1640, el último Emperador de la di-
nastía Ming decreta la pena de muerte para el tráfico y consumo de ta-
baco. En 1642 el Papa Urbano VIII excomulga al que “se permita abuso
tan repugnante hierba en lugares próximos a las diócesis y sus anexos.
Ocho años más tarde, cualquier uso del tabaco está también prohibido
en Baviera, Sajonia y Zurich, y poco después en Transilvania, Berna,
Saint Gall y Suecia. El Sha de Persia decreta pena de muerte para este
“abuso”, y en 1691 la comarca alemana de Lunenberg pone en vigor
el patíbulo para quien masque, inspire nasalmente o inhale humo de
tabaco. En cuanto al Opio tan requerida por las casas reales de Suecia
y Dinamarca, Pedro el Grande, Catalina de Rusia, Federico II de Prusia,
María Teresa de Austria, Luis XVI, Guillermo II de Inglaterra desatan
por su cau sa una verdadera guerra entre ingleses y chinos. Fue el em-
perador Manchu Yung Cheng quien en 1729 prohibió por primera vez
el comercio de opio con los europeos, aunque no el cultivo de ador-
midera en China4. Hasta 1900 en todas partes del mundo las drogas
conocidas se encontraban disponibles en farmacias y droguerías, pu-
diéndose comprar también al fabricante por correo y apenas si llama la
atención de perió dicos o revistas, y nada la de jueces y policías. No es
un problema polí tico, jurídico o de ética social. Sin embargo, la alianza
puritana-terapeútica convirtió en leyes las prohibiciones, que’ a su vez
se coordinaban con la expansión norteamericana en el mundo.
La Convención Única sobre Estupefacientes de Nueva York, el 24 de
enero de 1961 concluye señalando eliminar prácticas insanas como
fumar opio, masticar coca y fumar hachís, además de reducción y
erra dicación paulatina de la hoja de coca y sustitución de cultivos.
En 1962, el Estado boliviano de Paz Estenssoro, mediante Decreto
Supremo, rati fica y respalda la Convención Unica de Nueva York, com-
prometiendo la erradicación de los hábitos de masticación de coca en
un plazo de 25 años. 1987, se emite la Ley 1008, que penaliza la pro-
ducción de hoja de coca, restringe su comercio y fija zonas y cuotas de
producción y además confunde interesadamente el régimen de la coca
y el narcotráfico. En la sociedad actual los gobiernos tienen necesidad
de buscar un chivo expiatorio para descargar sobre él todas las furias
de la sociedad, y debe calmarse para bien de todos. Ese elemento sa-
tanizado por los burócratas estatales es precisamente la droga cuya
prohibición impone la salud pública fundamento para desencadenar
la persecución de vende dores y consumidores como necesaria a fin de
acabar con ese “vicio despreciable”.
Sociedad terapéuticaAsí se inventó la toxicomanía y la farmacracia, dos componentes ne-
cesarios en la tarea de salvar a los hombres del “flagelo mundial”: las
drogas. Como los drogadictos no pueden valerse por sí mismos, pues-
to que sus impulsos son más fuertes que su voluntad, requieren de
ayuda para moderar su ansiedad por consumirlas, y nada más apropia-
do que surgiera un sistema riguroso de control de drogas y la perse-
cución de los comerciantes. Así el Estado y los políticos profesionales
se transforman en los “protectores” de los “drogadictos” en nombre
de la sociedad terapéutica y de la salud del pueblo, que no es otra
cosa que la interpretación dis torsionada de la realidad creada por los
prohibicionistas y sus sopor tes políticos. En la sociedad terapéutica
los valores médicos sustituyen a los reli giosos, y los rituales médicos
han ocupado el lugar los religiosos5. Esto quiere decir que el Estado en
nombre de la salud pública y los propósitos “loables” de los políticos
reemplazan las prácticas impuestas por la reli gión, por otras que se
acomodan a la nueva sociedad y encarnan la prohi bición y la interdic-
ción contra las drogas.
Caza de brujas y prohibiciónEn esta larga lucha contra la prohibición impuesta por la gran potencia
fundada en la fe puritana de sus antepasados, es importante recordar
la gran semejanza existente entre la cacería de brujas del medioevo y
la represión a los “drogadictos”, “camellos” y productores de materia
prima para las drogas. Estas dos formas de prohibición, a pesar del
tiempo tienen muchos parecidos en cuanto a los objetivos, los blancos
de la prohibición, y los ejecutores de estas prácticas puritanas.
56 57
“En las sociedades teocráticas, sólo el sacerdote estaba autorizado a
curar. Si la bruja curaba, era condenada sin consideración alguna a las
consecuencias de sus esfuerzos. En las sociedades terapéuticas actua-
les sólo el médico está autorizado a dispensar “drogas peligrosas”. Si
lo hace cualquier otra persona se le llama “inductor”, y resulta conde-
nado sin consideración alguna a las consecuencias de sus esfuerzos...
El resultado de esta rivalidad medieval entre brujas y clérigos fue la
Inquisición, con todas sus complejas consecuencias a largo plazo, en-
tre las cuales estaba el desarrollo de un poderoso experto en la caza de
brujas, que tenía el interés encubierto de producir cada vez más brujas
para hacerse cada vez más imprescindible y rico.
La persecución moderna de las personas que abusan de usuarios y
traficantes, ha engendrado una Inquisi¬ción Médica similar, con con-
secuencias complejas a largo plazo, entre los cuales está el desarrollo
de un poderoso grupo de especialistas en la trata de adicción, que
tiene interés encubierto de producir cada vez más adictos y hacerse así
más indispensable y rico... La religión es institucionalizada como clero;
la medicina como profesión de doctores; la dispensación de drogas
como farmacia. De forma similar la herejía y brujería fue instituciona-
lizada como Inquisición. Y la guerra contra las drogas peligrosas, adic-
tos y traficantes, esto es la drogamanía, es ins¬titucionalizada como
Oficina de Estupefacientes y Drogas Peligrosas, Instituto Nacional de
Salud Mental y otras entidades o grupos que se alían en una guerra
contra la “drogamanía”6.
Prohibición: hipocresía estadounidenseComo todo en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, tiene su
doble aspecto, la prohibición diseñada y encabezada en su ejecución
por los norteamericanos tiene también sus propias contradicciones: pro-
híbe a unos y permite a otros, persigue a negros y tolera a blancos, repri-
me la producción de marihuana en el exterior, pero deja el crecimiento
de grandes plantaciones en diversos Estados de la Unión, criminaliza
la producción y comercio de drogas en el mundo, sin embargo fabrica
y es el primer exportador de drogas sintéticas, castiga el consumo,
no obstante tiene más de 30 millones de consumidores, persigue el
lavado de dinero, mientras recicla más de 100 mil millones de dólares
anuales en sus bancos, mata tortura y encarcela, no obstante perora
sobre derechos , humanos. Esta es la doble lógica con que Estados
Unidos actúa en todos los campos de la lucha antidroga. Una eviden-
cia desenmascara su actitud.
iempos heroicos
El indio nuestro no sólo sobrevive, sino que después y a pesar de cen-
turias inenarrables, resulta que sigue siendo el fondo más sólido y el
elemento más fuerte de las nacionalidades que el presente contri buye
a construir. Es la vitalidad asombrosa de su sangre. De hecho el indio
está reconquistando o llamado a reconquistar su puesto usur pado.
Franz TAMAYO1
Coca: símbolo de unidad nacionalLa coca es uno de los productos de indudable valor, que tiene la virtud
de unir a la nación y a todos los sectores sociales del país. Ninguna idea
política, económica ni social tiene esa capacidad de atracción ni las con-
diciones aceptables para transformarse en la seña de unidad nacio nal;
no existe otro asunto (salvando el problema de la reivindicación maríti-
ma), pues incluso sobre este tema capital las posiciones son diferentes
y encontradas entre unos y otros sectores y sus representantes. La coca
puede lograr la unidad de los bolivianos, porque se trata de un producto
fuertemente enraizado en la cultura y es parte de la vida de miles de
hombres y mujeres; todos los bolivianos la han toma do en algunas de
sus formas. Su calidad de producto milenario y el he cho de haber resisti-
do todos los intentos de eliminación en distintas épo cas, la convierte en
un nucleador de la conciencia nacional. A pesar de las distintas formas
de satanización de la coca, por ser materia prima de una droga introdu-
cida por los norteamericanos, es un signo aglutinador indudable. Más
allá de los criterios que se tenga de las drogas y la impli cación de la hoja
de coca con el estupefaciente, no es menos cierto que siempre tendrá
un aspecto positivo de unidad. Es pues la erradicación que genera esta
condición. Este es el gran atributo de la coca. Ningún otro producto o
idea puede tener en estos momentos, y esto es lo que debe ser primor-
dial, para convocar a la unidad de todos los sectores sociales en torno a
la hoja milenaria, tan atacada por los extranjeros, pero tan estimada del
pueblo boliviano por sus innumerables cualidades y beneficios.
Coca y libertadEn la naturaleza y la sociedad existe una estrecha conexión entre la nece-
sidad objetiva y la actividad consciente de los hombres en el proceso de
T conocimiento. Mientras la necesidad y la casualidad existen en el mun do
objetivo, independientemente de la conciencia humana, la libertad, en
cambio, está necesariamente vinculada a la actividad consciente de los
hombres dirigida al conocimiento de la necesidad. En este sentido la
liber tad es la capacidad de los hombres para tomar decisiones con co-
nocimiento de causa, es el dominio del hombre sobre la naturaleza y las
relaciones sociales basado en la toma de conciencia de las necesidades.
La libertad nace y se desarrolla a medida que el hombre penetra en los
secretos de la naturaleza, el desarrollo social, y adquiere conciencia de la
necesidad. La libertad no existe ni se concibe independiente de la nece-
sidad. La libertad consiste en el dominio de nosotros mismos y de la na-
turaleza exterior pre vio conocimiento de las necesidades naturales. Por
todas estas condicio nes y su relación con las necesidades humanas, la
libertad es un producto del desarrollo histórico de la sociedad. La liber-
tad expresa el papel activo de los hombres, el grado de dominio que los
hombres pueden tener sobre la naturaleza, es decir, crece a medida que
el hombre penetra y avanza en su conocimiento de la naturaleza y la vida
social. Antes los hombres carecían de libertad como los animales, pues
dependían completamente de sus instintos naturales, mientras que los
hombres actuales al conocer sus necesidades dominan la naturaleza a
su modo. El hombre para ser libre debe conocer la realidad y dominarla
porque la libertad es también un concepto político y económico.
En este sentido, la coca no sólo tiene la virtud de unir a los produc tores y
al pueblo, goza también de otra cualidad, es que su defensa ex presa una
forma de libertad política, social y ciudadana. En la coca se realizan los
productores, y al ser parte de su existencia su defensa re afirma la auto-
nomía de sus acciones. La libertad tiene diversas expre siones, y así como
para unos es la seguridad o a propiedad, la felicidad o la igualdad, para
los campesinos no es sino la coca milenaria cultura que en torno a ella
se estructura. Es la “Mama Coca” que encar na la libertad de los hombres,
pues con ella adquieren conciencia de su situación, la asimilan, dominan
la naturaleza y se sirven de ella para plantear sus luchas sociales que le
permitirán liberarse de las fuerzas opresoras, que quieren acabar con el
sustento de sus propias vidas. Aquí se funden dialécticamente necesidad
y libertad, es decir, la necesidad de la que se ha tomado conciencia, y la
posibilidad de utilizar conscien temente las leyes objetivas de su activi-
dad práctica para orientar de ma nera racional el desarrollo de la socie-
dad en que viven. Los cocaleros estaban sometidos a su dependencia
de la naturaleza que les daba la coca, pero también a las fuerzas sociales
que les oprimían y aún los explotan; ahora han comprendido que la coca
no es sólo el sustento económico, sino el gran instrumento de lucha
para alcanzar su calidad de hombres con dignidad. En los cocaleros se
está produciendo ese gran salto del reino de la necesidad al reino de la
libertad. La coca y las condiciones naturales en que se desarrolla la vida
campesina, proporcionan a los productores los elementos necesarios
para superarse ideológica y culturalmente y plan tearse la transformación
cualitati va de sus condiciones de existencia material y espiritual.
La comprensión de la necesidad los eleva a la categoría de seres racio-
nales capaces de utilizar la posibilidad cierta de eliminar toda for ma de
opresión y alcanzar su libertad auténtica. Este es el gran desarrollo inte-
lectual alcanzado por los cocaleros que proyectaron sus luchas más allá
de la simple defensa de sus plantaciones. Es la extraordinaria muta ción
de sus conciencias, la disponibilidad total de sus espíritus por con seguir
su plena realización como hombres con dignidad.
La coca para los productores es libertad de decisión, autonomía eco-
nómica, autodeterminación política y conciencia de sí mismos, para asu-
mir conductas y comportamientos y vislumbrar sus perspectivas en el
escenario político nacional.
No hay que olvidar que las ideas se convierten en poder material tan
pronto como se apoderan de las masas, y así como las ideas encuentran
en las masas campesinas sus armas materiales, los cocaleros en cuentran
en las ideas sus armas espirituales. Esto quiere decir que la propia si-
tuación de los cocaleros les obliga a luchar contra el régimen que les
oprime, los productores de coca y todos los campesinos además de ser
una clase que sufre es también una clase que lucha para encon trar la
solución a sus problemas económicos y sociales. Ninguna clase social
puede liberarse de las formas de explotación a que está sometida sin
luchar, esto demuestra que las, masas populares tienen un pagel prota-
gónico en el desarrollo social.
Coca y autodeterminaciónLa lucha por el territorio de sus pancartas y consignas proyecta de mane-
ra transparente a la conciencia nacional, que sus combates se pro longan
en el horizonte por un Estado y gobierno propio. Este es el men saje que
trasmiten cuando peregrinan por los caminos del país hacia las ciuda-
des para demostrar su descontento por las políticas de interdic ción y
erradicación de cocales, y en su intento de avanzar más allá de la simple
reivindicación económica y burocrática.
El territorio encierra au todeterminación, liberación de las fuerzas eco-
nómicas y sociales que hoy los somete a un colonialismo interno y los
discrimina por la coca, por su cultura y sus posiciones políticas.
Autodeterminación constituye autodecisión, es decir, capacidad de los
58 59
pueblos formados étnica y culturalmente, a disponer de sí mismos,
es el derecho que tiene un pueblo a establecer su propio Estado y
gobierno, confor me a sus propias realidades. Aunque este concepto
tiene también otra acep ción en el plano internacional como defensa
de la soberanía de las naciones, es cierto la autodeterminación se re-
fiere a la constitución de un nuevo Esta do que ha transitado desde las
primeras formas de organización social has ta convertirse en Estado
nacional. El principio es reconocido por los Estados del tercer mundo
como un elemento constitutivo de su lucha contra el colo nialismo y
por la culminación de sus procesos de liberación nacional.
El planteamiento de fondo es que la lucha por la coca debe culmi-
nar en un proceso de autodeterminación de los campesinos por la
consti tución de su Estado y su gobierno. No se olvide que si bien no
todas las naciones del mundo tienen su Estado, conservan el derecho
a modelar su propio Estado.
Todas las naciones tienen derecho a constituir su propio Estado, a de-
cidir su destino como una nación que ha evolucionado hasta formar su
instrumento político que a su vez determine lo más conveniente para
su comunidad. La autodeterminación es la más grande expresión de
la decisión política, de la unidad y lucha de un grupo humano con las
mismas señas de identidad histórica, económica, social y cultural. Es
el establecimien to de su régimen que se identifica con sus intereses,
necesidades, ideolo gías y formas de comportamiento social.
Coca: instrumento de luchaLa coca por sus propiedades medicinales y las grandes utilidades que
prestó a los hombres de las sociedades precolombinas, alcanzó un
elevado aprecio entre las culturas andinas. Los ingresos económicos
producidos la convirtió en el centro de las disputas por quien se lleva
los mayores bene ficios durante la Colonia. En el Estado neoliberal,
esta admirable hoja se transforma en la piedra de toque de los en-
frentamientos políticos más en carnizados entre productores de coca
y norteamericanos y sus aliados; cam pesinos cultivadores de coca y
prohibicionistas, culturas andinas y etno centristas racistas. La coca es
hoy el descomunal instrumento de lucha de productores y campesi-
nos, contra las fuerzas de UMOPAR, los DIRECOS, DIGECOS, policías y
militares, la DEA, asesores extranjeros, en suma, contra los gobiernos
de turno de Bolivia y los norteamericanos apoyados por burócratas,
filósofos y clérigos de la prohibición. Es la divisa con y por la que com-
baten cotidianamente, en sus chacos, caminos, pueblos y ciudades. La
coca increí ble es el estandarte de sus victorias y derrotas temporales
pero signo in confundible de su triunfo definitivo sobre sus enemigos
internos y externos. La coca constituye el arma privilegiada de esta
confrontación sin prece dentes que se está librando en los Andes por
la supervivencia de los pue blos andinos, su cultura, formas de pro-
ducción, e ideología. La coca es la fuerza y el soporte de esta lucha,
expresión del poder indestructible de las masas y la debilidad estra-
tégica de sus enemigos. La hoja alimenta la con ciencia de hombres y
mujeres y su disponibilidad para el combate, es la ideología de su au-
todeterminación y libertad. La coca es el mejor instrumento de lucha
que tiene el pueblo boli viano desde el punto de vista teórico, porque
forma parte de su cultura, puede oponerla frente a sus enemigos; su
práctica no puede ser otra que la de plantar más coca y en todas partes
a fin de alcanzar dos objeti vos: universalizarla como hoja provechosa
para la humanidad y levan tarla como arma contra los prohibicionistas.
Más coca y más coca debie ra ser el grito de guerra del pueblo para
vencer a sus enemigos y decretar el triunfo de la cultura andina. Todos
los pueblos han tenido y tienen sus instrumentos de lucha: los norte-
americanos el dólar, los países Arabes y otros el petróleo, los europeos
su cultura, los asiáticos la amapola y la marihuana, los africanos su
fauna espectacular y los pueblos ameri canos, la coca, el tabaco y el
cacao. Estos dos últimos fueron expropia dos por norteamericanos y
europeos para convertirlos en sus principa les fuentes de riqueza. No
es contrario a la Ley levantar la coca como arma de lucha contra los
erradicadores y prohibicionistas; al contrario, es una necesidad del
pueblo boliviano, porque puede ocurrir lo mismo que con el tabaco,
el cacao y la marihuana, que de productos prohibidos terminaron en
sustento de las economías imperiales. Es bueno recordar que Estados
Unidos uno de los principales productores de mari huana. Esa es una
experiencia a tomar en cuenta por los productores, porque de los go-
bernantes nada se puede esperar.
Coca y Gobierno propioLa lucha de los campesinos tiene otro objetivo futuro, establecer su
propio gobierno conforme a las condiciones y necesidades del pue blo.
Luchar por la coca, defenderla, es combatir por la tierra, por el agua, la
cultura, la soberanía y dignidad, la vida, territorio, que implica Esta do
y gobierno propios. Sólo un gobierno soberano puede desmantelar
las prácticas viciosas de los estados oligárquicos y las élites corruptas,
establecer relaciones internacionales soberanas, políticas económicas
ade cuadas y encarar acciones para resolver los problemas fundamen-
tales del pueblo, asegurar salud y educación para todos, preservar los
recur sos del pueblo y luchar decididamente contra la corrupción, y
desarro llar el país en todos los sentidos. Bolivia fue gobernada por to-
dos menos por los verdaderos bolivia nos; caudillos militares y civiles
advenedizos, viejas oligarquías terrate nientes, burguesías enfeudadas,
pequeñas burguesías al servicio de la rosca, populistas aburguesados,
dictadores militares y empresarios pa rasitarios del Estado, pasaron
por el Palacio Quemado sólo como parte de un ejercicio burocrático,
para obtener jugosas ganancias como con la capitalización y sin be-
neficio para el pueblo ni perspectivas en el contexto internacional. El
desarrollo integral del país sólo puede hacerlo el pueblo en el poder,
porque las oligarquías han fracasado en estos ciento setenta y cinco
años de gobierno absoluto. Con frecuencia se escucha decir que es
el pueblo y su comportamiento la causa del atraso y subdesarrollo
del país. Ese planteamiento tiene bases falsas, porque no falló el pue-
blo; han fracasado las oligarquías, los gobiernos sin visión, políticos
cipayos de potencias extranjeras, militares golpistas, burócratas inca-
paces y par tidos sanchopancistas. Estos son los culpables del atraso y
subdesarro llo nacional.
Coca o muerteEsta consigna refleja la disponibilidad total de las conciencias cam-
pesinas por la defensa de la coca, que a su vez, significa su propia
libe ración.
La coca es su existencia y por ella bien vale la pena entregar la vida
misma. ¿Qué vale una vida sino es para vivirla dignamente, para ser
libre de las fuerzas que dominan y construir una sociedad distinta a la
que sojuzga? El intercambio de la vida por la coca es el mejor sacrificio
por una sociedad justa, una existencia mejor, con libertad de cultivar
y consumir lo que se nos apetezca sin controles de ninguna natura-
leza, sin intervención cotidiana del Estado ni imposiciones externas
per judiciales. Ese es el sentido de lucha por la coca, que es a su vez
es el combate por la vida, por la libertad, el territorio y la autodeter-
minación de los campesinos, de aymaras y quechuas que aman esta
tierra y la han de fendido y lo seguirán haciendo a costa de su propia
existencia. La consigna está ajustada a la lucha de los productores que
defien den la coca, como los campesinos en general combaten por el
agua y la tierra, los empresarios por sus industrias, los banqueros por
el dinero, los funcionarios por sus empleos, los burócratas por sus
cargos, los po líticos por el poder, etc. En la sociedad todos defienden
algo, que significa su vida, su razón de vivir, lo propio para los produc-
tores de coca, la hoja es su misma existencia y esta es la causa de sus
combates heroicos.
Es que la represión condiciona la actitud de los productores. Los une,
organiza y lanza al combate. Ese es el efecto contradictorio de la inter-
dicción y la erradicación forzosa de cocales. Así como capital agrupa,
une y organiza a los obreros de las fábricas, la coca crea conciencia en
los cocaleros. Esto lo saben los prohibicionistas, pero provocan las
reacciones para justificar su intervención, sabiendo que tácti camente
pueden vencer, pero estratégicamente su suerte está sellada.
Coca: chivo expiatorio La historia de la humanidad está llena de acciones depredadoras, de
brutales formas de exclusión social en función de creencias religio-
sas, raciales, culturales y tecnológicas. Varias de esas formas se dieron
en nuestro continente: la exclusión y casi exterminio de los pueblos
aborí genes de Norte América por los colonos ingleses asentados en
esa inmensa geografía. Este mismo camino siguió la dominación es-
pañola durante 5 siglos, y volvió a repetirse en tiempos modernos de
Estados Unidos contra los chinos y su cultura.
En los años 1850 llegaron a Estados Unidos una gran masa de ciu-
dadanos chinos y con sus formas de organización, trabajo y cultura
du rante 60 años transformaron la sociedad norteamericana. Esa acti-
tud de los chinos ponía en peligro el modo de vida de los colonizado-
res ingleses, y esa fue la razón para que se produjera una de las más
bruta les guerras de exclusión y exterminio entre “los menos dotados
e indus triosos en contra de los más dotados e industriosos, es decir
entre norte americanos y chinos”2. Según la historia de Norte América,
de los tres grupos sociales que rodeaban a ingleses e irlandeses pro-
venientes de la vieja Europa, indios, negros y chinos, los dos primeros
no tenían posibi lidades de competir con los blancos, excepto en algu-
nos aspectos, pero en general eran considerados como grupos infe-
riores de hombres. En cambio, los chinos resultaron ser un gran rival
para los emigrantes ingle ses, debido a su gran despliegue, esfuerzo y
productividad, puesta de manifiesto en lavanderías, granjas, minas y
ferrocarriles.
Los chinos traían consigo su cultura y el opio, sus tradiciones cono-
cidas de disciplina, inteligencia y laboriosidad. Los chinos fumaban
el opio con tanta naturalidad, como los norteamericanos el tabaco,
60 61
pero para no enfrascarse en una competencia, los blancos decidie-
ron privarles del opio, que les ayudaba a compensar el esfuerzo y las
condiciones de vida a las que fueron sometidos. Para rematar esta
guerra sucia contra los chinos, el Congreso Norteamericano aprobó
la ciencia “Chineses Exclusión Act” que prohibía la emigración china.
Así el opio chino y su consumo se convirtió en un acto peligroso, que
también hacía peligrosos a los chi nos. “Los norteamericanos no podían
admitir que odiaban y temían a los chinos porque éstos trabajan más
y estaban deseando trabajar por salarios más bajos que los suyos; les
resultaba tan difícil hacerlo como a los alemanes admitir que odiaban y
temían a los judíos porque éstos trabajaban más y eran más ahorrativos
que ellos”3. De este modo empezó una verdadera guerra de exclusión
contra los chinos.
En 1875 San Fran cisco prohibió fumar opio, fundado en criterios abso-
lutamente racistas y en 1909 prohibieron completamente la importación
de opio para fumar. Aunque esta prohibición no destruyó las capaci-
dades chinas, les arre bató lo más valioso que tenían como parte de su
cultura. Esta es la triste historia de una exclusión racista perpetrada por
los norteamericanos.
Exclusión de indios y destrucción de su culturaLa historia se repite, pero en otras latitudes, en escenario distinto y
con otros actores, pero con las mismas armas, objetivos e intereses
de los norteamericanos. Esta vez los excluidos y perseguidos son los
campesinos de Bolivia, Perú y Colombia y el chivo expiatorio es la
coca. La guerra de exclusión tiene un contenido etnocentrista y racista
y la “peligrosidad” de estos campesinos es justamente la producción
de hojas de coca, que luego será convertida en cocaína por los trafi-
cantes de drogas. Los norteamericanos no pueden soportar que miles
de indios con tecnología rudimentaria se alcen con cuatro cosechas
de coca al año, producir miles de millones de dólares e inundar los
bancos y bolsas del mundo, cuando a los blancos les cuesta producir
y acumular riqueza en esas dimensiones. Los indios sudamericanos,
productores de coca, han demostrado ser más fuertes, productivos e
industriosos que los norteamericanos, que a pesar de sus tecnologías,
sus armas, su potencial económico, no pudieron ni podrán igualar a
estos cultivadores de plantas que con su esfuerzo generan billones
de plusvalía para sus enemigos, prohibi cionistas imperiales y mafias
narcotraficantes. Los norteamericanos no admiten que estos indios de
los Andes, sin armas, sin protección de los gobiernos y librados a su
suerte hagan tremenda resistencia, contra la nación más poderosa de
la tierra y hayan conservado la coca por milenios. Es tanta la furia del
Imperio y sus gobiernos contra los productores de coca bolivianos,
peruanos y colombianos, que comenzaron por penalizar la coca, su
uso y consumo como prácticas “insanas” que de bieran “eliminarse”,
según los prohibicionistas en 25 años. No obstante, de nada les valió
sus normas restrictivas desde 1914 a la fecha, porque la coca sigue tan
viva como hace quinientos años, se proyecta cada vez más y tien de a
universalizarse por sus propiedades y cualidades medicinales.
La coca es el chivo expiatorio de los norteamericanos, el justificati vo
para erradicar y eliminar lo más valioso que tienen aymaras y que-
chuas, lo más importante de las culturas andinas. Como no es posible
eliminar a los productores hay que arrebatarles un signo trascendental
de su identidad, para humillarlos y afectar profundamente su digni-
dad. Pero los hechos son más evidentes, “chivo expiatorio” pasar la
hoja persistente a formar parte de la cultura nacional e internacional.
Pese a sus siniestras intenciones los norteamericanos no podrán eli-
minar a los productores, laboriosos y eficientes en las faenas de las
plantaciones, y ahorrativos al extremo, porque con muy poco pueden
subsistir ellos y sus familias, pero lo que pretenden es quitarles lo que
más atesoran: la coca. Para esto buscan la “colaboración” de gobier-
nos fantoches, tratando de eliminar las plantaciones, fabrican también
productos químicos, herbici das y hasta el hongo, fisarium oxisparum,
come coca, a fin de acabarla. Ellos recurrirán a todos los medios, pero
la lucha no será tan fácil y el enfrentamiento parece inminente en-
tre una fuerza mayoritaria, fuerte pero débil, y una fuerza minoritaria,
superior y fuerte estratégicamen te. Esta es una guerra entre indios y
blancos, una lucha por la supremacía: o se acaba la coca con graves
efectos económicos y sociales, que puede ser la catástrofe de varias
naciones, o sobrevive para mal de los norteamerica nos, que no podrán
alcanzar sus malignos objetivos. Ha llegado la hora decisiva para indios
y norteamericanos: uno de ellos debe vencer o perecer.
De este combate saldrá una nueva realidad económica y social.
Guerra perdidaUna constatación cierta de la lucha contra las drogas es que los es fuerzos
para dar fin a este “flagelo de la humanidad”, ha resultado in fructuosa.
A pesar de las millonarias sumas de dólares invertidas por todas las
naciones del mundo, en interdicción, sustitución de cultivos, rehabili-
tación, movilización de fuerzas policiales y militares, educación social,
formación de personal y publicidad, el tráfico de drogas crece y se diver-
sifica por doquier.
Interdiccón.•
Es difícil establecer cuánto dinero se ha gastado en las tareas de
interdicción del narcotráfico en todos los países. Las estadísticas
suelen tomar cifras oficiales, pero los gastos van más allá de las que
comúnmente se señalan, porque además de los recursos oficiales
existen fondos reservados y conseguidos por vías ilegales que se
emplean en esas acciones regulares y cotidianas. No obstante estos
esfuerzos, que los paga el ciudadano de cada país, bajo diversos ar-
gumentos, sus resultados no parecen convencer a nadie, ni siquiera
a sus ejecutores. Los altos costos de la lucha contra las drogas no
compensan los magros resultados ob tenidos hasta ahora en todos
los países.
Contingentes policiales y militares.•
stados Unidos y sus aliados, así como los gobiernos de las naciones
productoras y consumidoras, utilizan cada vez más fuerzas policiales,
grupos especializados y fuerzas del ejército para “com¬batir” el trá-
fico de drogas en todas las regiones del mundo. No obs¬tante estos
esfuerzos aislados y conjuntos en los que se hallan invo¬lucrados
numerosos contingentes militares los resultados no parecen ser los
deseados. A pesar de los cotidianos descubrimientos e incautación de
alijos de drogas, su producción, comercio y consumo no disminuye,
al contrario, se incrementa en dimensiones insospechadas en rela-
ción con la lucha desplegada. Estados Unidos ha hecho de la lucha
antidroga una cuestión de interés nacional, declarando la producción,
comercio y consumo uno de los objetivos por “un mundo sin drogas”
y sujeta a las guerras de baja intensidad, componente de su teoría
general de control estratégico del mundo. Para esta guerra tiene a
disposición 35.000 soldados altamente preparados en el Fort Shafen,
dispuestos a desembarcar en cualquier lugar del mundo para enfren-
tar acciones de guerra revolucionaria o confrontaciones antidroga.
Efectos de la erradicaciónLa destrucción de plantaciones de coca en los tres últimos años tiene
efectos contradictorios, primero, se ajustan perfectamente a las medidas
tomadas por el gobierno y sus objetivos segundo, origina fenómenos
que no buscan ni es de agrado de los prohibicionista. Veamos:
La erradicación de cocales afecta la economía en general: han baja-•
do las ventas, disminuye el turismo, bajan los ingresos de la gente,
menor consumo en general, se reducen las fiestas y desciende e el
consumo de bebidas alcohólicas. Los comerciantes se quejan de sus
ventas y los depósitos de coca están vacíos.
La coca ha quintuplicado su precio en los últimos dos años y medio •
y la tendencia es que suba aún más. En 1998 un quintal de 100 libras
tenía un precio de Bs. 200; ahora ese mismo quintal alcanza precio
mayor.
Lo que no se ha detenido es el transporte y venta de precursores, •
de cuyo comercio clandestino se benefician las fuerzas de represión
asentadas en las zonas de restricción. Esta es una de las formas de
corrupción extendida.
Se fortalece el espíritu combativo de los productores; hombres y •
mujeres desarrollan su conciencia, afirman sus ideas y se aprestan
a emprender sus combates contra la erradicación, la violación de
derechos humanos, los abusos de las fuerzas represivas, los condi-
cionamientos de los programas de desarrollo alternativo, las mani-
pulaciones para infiltrar y destruir organizaciones sindicales, la mi-
litarización desmedida con la construcción de cuatro bases militares
financiados por los norteamericanos, la conversión del Chapare en
centro de control y espionaje continental, la presencia no deseada
de fuerzas militares, agentes de la DEA y servicios de inteligencia
norteamericanos.
La destrucción del medio ambiente será mayor, pues al erradicar •
los productores deberán chaquear más para sembrar yuca, arroz,
frutas a fin de compensar sus ingresos perdidos por la destrucción
de cocales.
Las provocaciones del gobierno por instrucciones del imperio, •
utilizando concejales y otros funcionario no se detienen, circulan
encuestas muy atrevidas, tratan de amedrentar a los productores,
condicionan todas las ayudas con coca cero, Umopares, Direcos y
Digecos cometen excesos con los productores y comercializadores
de coca.
Un gran porcentaje de la población flotante deja el Chapare para •
reubicarse en otras regiones, por tanto la oferta de productos pro-
venientes de las ciudades caen de manera considerable.
La economía de la ciudad de Cochabamba se ve seriamente afecta-•
da, caen los precios de bienes raíces, comercio, empleo, transporte,
turismo y otros rubros que repercuten en la economía general del
departamento. Lo mismo se puede decir de la ciudad de Santa Cruz.
Casi todos los vecinos en esas ciudades y el Chapare se quejan de •
la falta de circulante y las ventas y ofertas de servicios. Todas las
actividades bajan por esa causa.
62 63
Preguntados los productores si abandonarán la zona, responden •
con firmeza: “Nadie se irá, nadie abandonará sus tierras, porque se
han asentado con sus familias y aquí terminarán hasta sus últimos
días. La coca es nuestra razón de vivir y la defenderemos con todos
los medios”.
La lucha continúaLa lucha no ha terminado, señalan; sólo acabará cuando derrote mos a
los gobiernos antinacionales y antipopulares y salgan de la zona los nor-
teamericanos y militares que nos reprimen y amenazan nuestra existen-
cia. Hemos luchado y resistido 500 años y no tenemos miedo a seguir
luchando hasta alcanzar nuestros objetivos. En verdad las expre siones
de los productores en sus asambleas y ampliados reflejan su alto grado
de conciencia social, claridad en sus posturas y una extraordinaria visión
de sus dirigentes, que se orientan perfectamente en la coyuntura en la
que les corresponde actuar. Destacable es la unidad entre líderes y ma-
sas, la franqueza con la que discuten sus problemas y la asimilación de la
crítica y autocrítica. Su organización en seis federaciones, subcen trales
y más de 600 sindicatos se expresa en la enorme asistencia, mu chos de
ellos deben caminar largas distancias, por el interés en la discu sión y su
decisión de continuar la lucha. Las conclusiones y resoluciones reflejan
la realidad y las perspectivas del movimiento, ésta es una de las caracte-
rísticas importantes de la organización que puede unir y arras trar a otros
sectores sociales en la lucha por un nuevo sistema económi co y social.
Es necesario destacar la presencia del dirigente Evo Morales, hombre de
gran visión, ligado a sus bases conformada por aymaras y quechuas, pro-
venientes de las provincias de Cochabamba, Oruro, Potosí, Sucre, Norte
de Potosí y La Paz, a las que orienta y conduce con acierto.
Los cocaleros están llamados a desempeñar un papel fundamental en
la historia del país; sus luchas pueden conducir a una transformación
estructural de la sociedad boliviana y su sistema político, tan devalua-
do por la corrupción y el colonialismo interno, del que es necesario
salir cuanto antes. Hacia el final de esta obra, se desencadenó una mo-
vilización gene ral de campesinos, maestros, regantes, fuerzas populares
de las ciudades, gremiales, universitarios y regiones en demanda de sus
reivindicaciones y en las últimas semanas prácticamente inmovilizaron
todas las comunicaciones en el país. El gobierno sin iniciativa ni capaci-
dad está maniatado y tiene que ceder ante las exigencias sociales. Esta
situación ha determinado un vacío de poder, no existe gobierno, esta
inmovilizado, no tiene ideas y la opinión pública pide la renuncia del
Presidente.
a furia de los dioses
Hijos míos, no olvidéis cuanto os digo. Cultivad esa planta. Es la
preciosa herencia que os dejo. Cuidad que no se extinga y conser-
vadla y protegedla entre los vuestros con veneración y amor... Su
jugo que para vosotros será la fuerza y la vida, para vuestros amos
será vicio repugnante y degenerador; mientras que para vosotros los
indios será un alimento casi espiritual, a ellos les causará la idiotez
y la locura.
Kjana CHUYMA1
¿Por qué persiguen con tanta fuerza a la coca? ¿Cuál es la razón para
satanizar su producción y consumo? ¿Qué motivaciones impulsan su
erradicación desde hace quinientos años, sabiendo que les reporta
beneficios incomparables? ¿Cómo se explica que a pesar de los esfuer-
zos realizados no pueden acabar con la coca ni los productores? ¿Cuál
es la explicación del pretendido afán de eliminar cocales y, al mismo
tiempo, la buscan desesperadamente como fuente de enriquecimien-
to rápido? ¿Por qué a pesar de la sañuda persecución la coca sobrevive
y se impone en la sociedad?
Las respuestas a las interrogantes nos permitirán desentrañar la forta-
leza de la coca, los productores y su cultura y el fracaso de las polí ticas
represivas y erradicadoras durante los últimos cinco siglos. La coca en
estado natural es una planta inofensiva, sin embargo convertida en
droga origina descomunales beneficios económicos. Su producción
y consumo fue combatido por déspotas incas, atrabiliarios religiosos
durante la conquista y la colonia ibérica, ahora por prohibi cionistas
norteamericanos inspirados en costumbres puritanas. Los es fuerzos
por eliminar la coca fueron vanos en toda época, pues la hoja pro-
voca conductas distintas, sirve muchos intereses, genera beneficios
económicos extraordinarios, por eso mismo fue y será difícil acabarla.
Cuanto más fuerte sea la interdicción de la coca, su producción y con-
sumo, más contundente será la respuesta de productores y la socie-
dad. A mayor intervención norteamericana más fuerte será la denuncia
y la oposición a los prohibicionistas extranjeros. En este sentido es
importante explicar cómo funciona esa relación entre las fuerzas con-
frontadas. El hombre está rodeado por un mundo material de inago-
table ri queza, en cuanto a sus cualidades y propiedades, en medio de
una gran diversidad de objetos y fenómenos.
Todos ellos se encuentran concate nados y en procesos de interdepen-
L dencia, pues no existen objetos y fe nómenos completamente aislados.
Su vinculación es orgánica, por eso mismo se hallan bajo una dependen-
cia y condiciones específicas. Es cier to que el mundo no es un conjunto
desordenado y caótico de objetos y fenómenos, sino un todo integral,
razón por el cual están todos orgánicamente ligados. Esa unión universal
se manifiesta en la sociedad donde los aspectos de su existencia como,
organismo social se relaciona con la naturaleza por medio de la pro-
ducción. Pero esta con catenación no sólo existe en el mundo material
y la sociedad, sino tam bién abarca al pensamiento. Los conceptos, igual
que las cosas, cuyos reflejos son, se hallan en vinculación estrecha y
recíproca. Esto hace que la naturaleza, la sociedad y el pensamiento se
desarrollan en un proceso ininterrumpido de cambio y transformación,
que en cada caso tiene sus propias características. Veamos en el caso
concreto de la coca, cocaína, narcos y Estados.
Los narcos al transformar la coca en cocaína originan fenómenos •
nuevos que afectan a miles de personas, y enseguida viene la re-
presión, cuya consecuencia es la persecución de los traficantes de
droga y la erradicación de cocales, que a su vez producen resisten-
cia y lucha de productores, entonces se estabilizan las cosas, para
em pezar de nuevo otro ciclo de desarrollo y cambio.
Desde el otro lado, el comercio de la cocaína, heroína y cannabis, •
produce en el mercado, miles de millones de dólares que van a parar
‘ a los bancos norteamericanos y sus socios de Europa y los Estados
de todo el mundo; sin embargo de recibir tanto dinero satanizan las
plantas y persiguen a sus productores a fin de estabilizar el mer cado
y las ganancias que necesitan para sortear las crisis económicas.
El consumo y la demanda de las naciones ricas hace que la produc-•
ción de coca aumente cada vez más, y esto impulsa la multiplica ción
de las drogas hasta cubrir la demanda, pero como este creci miento
pone en peligro las ganancias, los estados deben reprimir a los pro-
ductores de plantas y a los narcos para que las drogas suban de
precio y produzcan mayores utilidades.
Esta es la forma en que funcionan la relación entre coca, cocaí na, •
producción y consumo, oferta y demanda, represión y utilidades
para los estados y los narcotraficantes.
El que pretenda dañar la cocaEs la venganza de la coca, advertida por los sabios aymaras: El que pre-
tenda dañar la coca o destruirla, sufrirá severos castigos”... “Los que
traten de profanar la hoja sagrada, se someterán a la furia de los dio-
ses”. La coca, prohibida y perseguida en todo tiempo, descarga su ven-
ganza contra los enemigos internos y externos, que la han transforma-
do en droga y causa estragos en amplios sectores sociales especial-
mente de los países ricos. Es la maldición de la coca y el castigo de los
dioses’ contra los profanadores de la Hoja Sagrada de los Andes. Es
la revancha de la coca convertida en cocaína que destruye a unos por
consumirla y enloquece a otros por obtener beneficios económicos.
La profecía de los sabios y aymaras se cumple y la coca transforma-
da en polvo blanco ocasiona sus enemigos y a otros, por culpa suya,
daños psíquicos y morales, económicos y políticos, y judiciales hasta
llegar a la muerte. La maldi ción de la coca empuja a producir y traficar
drogas y a beneficiarse con sus resultados momentáneos, pero hunde
por igual a todos en el lodo del desprestigio, el vicio y la corrupción.
Asimismo, se expresa en el aumento de la violencia y la criminalidad,
que colapsan las cárceles, la caída de los gobiernos por su relación
con el narcotráfico, la desestabili zación económica por causa de las
acciones especulativas.
El narcotráfico convertido en un nuevo modo de producción alta-
mente rentable, descompone la sociedad, moviliza a los hombres por
el dinero fácil, aflora las anomalías y conductas ilegales. No sólo ha
revo lucionado los hábitos y modos de comportamiento de la socie-
dad, ori gina extraordinarios cambios en las relaciones sociales con la
abundan cia de dinero y las modalidades de reconversión económica.
Estados Unidos y sus socios del G7, están muy preocupados por los
desequilibrios económicos que origina el enorme caudal de recursos
frescos inyectados por el tráfico de drogas, y en esa direc ción toman
sus recaudos a fin de evitar movimientos desestabiliza dores. Hace un
par de años se consideró que la captura del Jefe del narco tráfico mexi-
cano, Juan García Obregón, con sus declaraciones produci rían gran
impacto, sin embargo fueron administradas conforme a las necesida-
des e intereses geoestratégicos, para no provocar desequilibrios que
hubiesen comprometido la economía internacional y mostrar al mun-
do que los gobiernos mexicanos son verdaderas narcocracias, además
desnudarían la complicidad de las autoridades de México y Estados
Unidos en el tráfico de drogas desde hace mucho tiempo.
La caída de otros capos de la mafia no ha producido ninguna altera-
ción sustancial de la economía mundial, lo que sucede es que las infor-
maciones propor cionadas se manejan con pinzas por los organismos
de inteligencia y seguridad.
El narcotráfico más allá de los miles de millones que inyecta en la
economía mundial, la violencia y criminalidad que produce, inmen-
sos daños que ocasiona en miles de seres humanos y los cambios en
64 65
el com portamiento de los hombres, marcha hacia la legalización y
legitima ción de la narcoeconomía y las narcocracias con características
particu lares. Sentará las bases de la nueva economía internacional y
sus efectos sobre las economías nacionales y de los más pobres. Estas
son otras tan tas evidencias de la furia de los dioses. La unidad entre
narcotráfico y gobiernos, movimientos políticos y acciones terroristas,
guerras y conflictos regionales y nacionales, y des estabilización de las
democracias y convulsión social en la mayoría de las naciones del ter-
cer mundo, la creciente corrupción impulsada por el narcotráfico en
todos los sectores donde penetran sus relaciones devas tadoras para la
sociedad y su sistema institucional, son también expre siones de esta
profecía de Kjana Chuyma.
La coca, la amapola, el hachís y sus derivados causarán todavía muchos
contratiempos a las sociedades y sus gobiernos, a los hombres y sus
formas de vida, antes de convertirse en una necesidad social y elemen-
to esencial de sus vidas.
Coca inmortalPor encima de todas estas consecuencias en la sociedad, los perjui cios
a las instituciones del Estado, las innumerables consecuencias que
produce la cocaína, la coca sobrevivirá y se proyectará a escala mun-
dial. No se trata de una apología ni una concepción desquiciada, sino
una expresión de la realidad del mundo que muestra las perspectivas
de la coca y otras materias primas y sus derivados en la vida social.
No será fácil acabar con la coca y otros productos naturales por más
fuertes que sean sus enemigos aparentes, porque se impondrá la cul-
tura humana y el uso natural de todas estas sustancias hoy prohibidas
por los “amos del mundo” y esa será la tendencia. Como dijeron los
sabios aymaras la coca volverá a crecer reproducirse cuantas veces la
corten o erradiquen. La coca crecerá en los Andes pero también en
otras latitudes del mundo y se universalizará en sus múltiples usos. Es
que la coca es hoja inmortal.
Industrialización de la cocaEsta es una de las tareas importantes que debe ejecutarse para respal-
dar la transformación de la coca en productos esenciales para la vida y
salud de la sociedad. La industrialización establecida en la Ley debe re-
coger la coca denominada excedentaria para convertirla en pro ductos
farmacéuticos de uso cotidiano. Bolivia puede fabricar por ejemplo,
cocaína anestésica y exportarla. Una constatación importante es, que
la cocaína, tan satanizada, tiene también usos médicos trascenden tales
como anestesia que sin duda alguna puede considerarse como la ma-
yor contribución de la coca al bienestar y contra el dolor de miles de
millones de hombres y mujeres en el mundo.
La industrialización de la coca tiene enormes perspectivas en el fu-
turo; puede ser uno de los gran des rubros del desarrollo nacional.
No se olvide que Hungría, Turquía, Australia y otros países pretenden
comprar este tipo de fármacos. La industrialización de la coca debe ser
complementada necesariamente con la exportación de productos fa-
bricados en base a la coca, pues ahora existe de hecho una prohibición
tajante por parte de las autoridades de la FELCN.
La exportación de coca a grandes mercados como la Argenti na y pro-
ductos industriales de coca, es una de las opciones más viables que tie-
ne el país en estos momentos. Con la exportación de coca y pro ductos
terminados en base a ella se requeriría más producción de coca, que
hoy tratan de erradicar por la fuerza.
Esta posibilidad cierta y ac tual podría eliminar todas las confrontacio-
nes inútiles entre gobierno y cocaleros.
Asimismo, hace falta una reglamentación apropiada para la indus-
trialización de la hoja de coca, cuyo instrumento deberá ajustarse a
las necesidades del país y a sus decisiones soberanas para evitar inter-
ferencias foráneas que buscan no sólo eliminar la coca sino prohibir
las industrias basadas en la hoja milenaria, y la comercialización de sus
derivados. He aquí una alternativa real para el país y los productores
que se ven sujetos a las acciones de interdicción del gobierno por
man dato de los norteamericanos.
La coca será la base de una gran industria que recuerde siempre a sus
enemigos, que jamás desaparecerá. La coca se regenera en los produc-
tores, consumidores, comerciantes, industriales, en sus defensores,
en el pueblo que supo y sabe apreciar sus beneficios. La coca es buena,
tiene grandes propiedades y cualidades, y si ésta se transforma en dro-
ga, es debido a la incorporación de elementos químicos producidos y
aportados por los que hoy quieren eliminarla.
La gran industria de la coca convertida en pomadas, licores, pasta den-
tal, ungüentos, medicinas para el hígado, el reumatismo, la artritis,
dolores de estómago, dolores musculares, y tantos otros, invadirá el
mercado para incrementar su producción en cientos de veces de lo
que hoy se recoge.
Una evidencia de que la coca se conoce en todo el mundo es la repre-
sión de la cocaína droga, estrella a la que persiguen todos; se puede
afirmar que la lucha contra las drogas se resume en la guerra contra
la cocaína. Y aunque parezca contradictorio así es cómo la coca está
presen te en todos los rincones del mundo. Lo mismo que la Coca Cola
se ha universalizado y la consumen hasta los niños, la coca ingresa en
todos los hogares convertida en productos de diverso tipo, sobre todo
medicinales.
El alba de la cocaCualesquiera que sean los “justificativos” para limpiar las planta ciones
de coca y los prejuicios para denigrarla, ella se alzará limpia, alti va y
segura porque habrá pasado el tiempo de las prohibiciones, de las
censuras y persecuciones, la época de las políticas de erradicación e
inter dicción, de la farmacracia cargada de hipocresía. No es la existen-
cia natu ral de las materias primas que incentiva el consumo de drogas,
sino la prohibición la que ha convertido a estas sustancias psicotrópi-
cas en ob jetos de consumo masivo legal o clandestino en la sociedad.
Es la men talidad oscurantista que en todas las épocas impuso tabúes
contra dis tintas prácticas de la vida social. Una larga historia de comba-
tes contra la “inmoralidad social” ha impulsado ciertos hábitos de con-
sumo de fármacos denominados por la prohibición como ilícitos. No
obstante nunca aceptan que sus proscripciones tengan efectos contra-
rios a los deseados por ellos. Todas las experiencias en el mundo de la
política, brujería, religión, medicina, alcohol, drogas, enseñan que la
prohibición en lugar de disminuir sus efectos proliferan las acciones,
prácticas y consumo.
Las drogas, dice Fernando Savater2, “forman parte de todas las cul-
turas humanas sin excepción desde los primeros tiempos de que haya
noticia. Las drogas fueron utilizadas para distintos casos, sean estos
re ligiosos, estimulantes, artísticos, médicos y criminales. En todas par-
tes, las drogas han sido alabadas, temidas, despreciadas, respetadas y
pro hibidas. No obstante, a pesar de estas formas de encarar las drogas
su consumo ha ido creciendo de manera incontenible y ha cambiado
sus motivaciones, que antes se reducían al ámbito religioso mágico”.
La prohibición tiene una larga historia y un repaso a las diversas polí-
ticas ejecutadas, sus tácticas y estrategias podemos ver en las últi mas
décadas estas y otras variantes: erradicación de plantaciones, gue rras
de baja intensidad, teoría de la colmena, estrategia de la cucaracha,
opción cero, interdicción militar, desarrollo alternativo, trasplante de
poblaciones, uso de herbicidas, guerra biológica, guerra del tercer
mun do, que tienen los mismos efectos perversos para la sociedad.
Las nuevas estrategias de Estados Unidos y sus aliados contra las dro-
gas son fórmulas electorales para condicionar a los ciudadanos de sus
países, propuestas que terminarán como simples slogans, porque su
componente político económico evidencia fuertes contradicciones,
cuyo conte nido verdadero es la cohabitación con el narcotráfico.
La prohibición actual de las drogas es parte de la historia universal de
la proscripción y bajo distintos nombres encubre y priva a los hom-
bres de su derecho al consumo de estupefacientes como un derecho
humano.
El “Plan Dignidad” del dictador Banzer en Bolivia ha declarado “guerra
a muerte” contra las drogas, que a su vez supone guerra a muerte
contra la coca y así comienza la erradicación forzosa de plantaciones
con la participación de fuerzas conjuntas de militares y policías, que
en estos dos años alcanzó a más de 38.000 hectáreas. La afirmación de
que la lucha contra las drogas es una mentira, se coteja con estas ac-
ciones de ataque frontal contra la coca y los narcotraficantes en Bolivia
y otros países. Veamos los argumentos:
La incursión de fuerzas militares y policiales en el Chapare no •
responden a objetivos nacionales sino a intereses norteamerica-
nos y por ello mismo la comandan agentes de la DEA y asesores
militares de Estados Unidos, a los que se subordinan las Fuerzas
Armadas y la Policía.
La erradicación de cocales favorece a Estados Unidos, porque su •
intención es acabar con la coca para derrotar a todo un pueblo,
eliminando lo que más atesoran, se mata su cultura. No existe des-
de su punto de vista otra forma de destruir la cultura de la coca y
a sus portadores, que han demostrado ser mucho más eficientes,
productivos y resistentes que los norteamericanos. Esto es lo que
no comprenden ni comprenderán jamás los cipayos bolivianos.
Con la erradicación pierde la economía nacional $us 500 millones •
de dólares anuales tal como lo expresó el ministro de Hacienda
el 25 de Junio 2000. Mac Lean dijo programa gubernamental de
erradicación de la hoja de coca excedentaria le restó a la econo-
mía nacional entre 300 y 500 millones de dólares, lo que ocasionó
la contracción de la moneda nacional”.
La represión tiene un objetivo claro, reducir las plantaciones para •
que la coca y la droga suban de precio a fin de regular y estabilizar
los precios y los beneficios. En los últimos años el precio de la coca
y las drogas había descendido considerablemente. Ahora la coca
ha triplicado su precio y un kilo de clorhidrato de cocaína cuesta
$us 1.800 dólares, cuando en 1997 sólo valía $us 500, de acuerdo
con las informaciones del Jefe de Planeamiento y Operaciones de
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la FELCN, Cnl. Luis Caballero. Los, norteamericanos pierden dine-
ro al bajar el precio de la coca y la cocaína.
Las mismas informaciones establecen que las incautaciones de co-•
caína entre 1990 y 1999 se redujeron de 240 a 40 toneladas. Las
re ducciones en la producción de droga es beneficio directo para
Estados Unidos que recoge con creces los resultados de la repre-
sión. Si Bolivia perdió $us 500 millones, cuanto percibió Estados
Unidos, porque los $us 1800 por kilo hay que multiplicarlo por 10,
es decir estamos hablando de $us 180.000 dólares el kilo en Nueva
York y otro tanto por la distribución en las calles.
Cuando la erradicación cubra la meta establecida por el gobierno •
se detendrá, porque se habrán regulado los precios y beneficios
para unos y otros a costa de los productores y reducción de sus
cultivos tradicionales.
Las acciones norteamericanas tienden a regular la producción de •
coca y controlarán la cocaína y los narcodólares, además de ajus-
tar la dependencia del país con respecto al Imperio.
De este modo la coca se librará una vez más de su exterminio, gracias a
sus propios enemigos, esa es la dialéctica de vida de esta hoja sagrada.
Mientras los productores se dedican a sus tareas habituales, los norte-
americanos gozan de los beneficios de la droga, el régimen boliviano
“satisfecho de su trabajo” por encargo, pierde mucho dinero y gana el
desprecio del pueblo, pero la coca sobrevivirá otra vez. Así la premo-
nición de los sabios aymaras se cumplirá una vez más.
Hacia una cultura universalLa coca se convertirá en una sustancia universal, un producto acep-
tado por la sociedad, transitará de la cultura nacional a integrante de
la cultura mundial. La coca es conocida mundialmente por medio de
la coca cola y la cocaína.
La sociedad, los hombres, habrán comprendido que sus derechos va-
len más que las prohibiciones y que éstas no son sino imposición de
poderes imperiales. Habrán triunfado los derechos humanos de pro-
ductores, mercaderes, consumidores y el uso de drogas ya no será una
acción ilegal. Ellas se transformarán en elementos natu rales de la vida
cotidiana de los hombres. Las drogas se impondrán a los prohibicio-
nistas. Ni la coca ni la amapola o marihuana serán persegui das, porque
no hay drogas buenas o malas sino drogas que el hombre ha utilizado
desde que apareció sobre la tierra.
De la cultura nacional a la cultura universal es la ruta que tiene trazada
la coca en los próximos decenios y nadie podrá detenerla por que son
los hombres y la sociedad los que en última instancia definen la super-
vivencia o la muerte de los productos naturales o sintéticos.
Una “sociedad con drogas”Aquellas realidades conducirán hacia una sociedad plena de drogas,
se habrá eliminado todas las prohibiciones; así como la brujería, la In-
quisición, la prohibición del alcohol han pasado a las calendas griegas,
la ilegalidad de las drogas, la farmacracia, los chivos expiatorios serán
echados al basurero de la historia.
Será la liberación de los hombres por su propia lucha, por haber he-
cho conciencia de la necesidad. Los hombres se elevarán de este reino
al de la libertad, para apropiarse de la naturaleza y utilizarla conforme
a sus necesidades y (4derechos. La sociedad “libre de drogas” se ha-
brá convertido en la “sociedad plena de drogas”, satanizadas por los
prohibicionistas.
La revista Newsweek3 en español, en su artículo titulado, Líbranos del
mal, relata que en las noches las estrechas calles de las favelas en Rió
Janeiro pertenecen al narcotraficante “Fortunato”. Sus vendedores
trabajan hasta el amanecer, ofreciendo pequeñas bolsitas de cocaína
y marihuana por el equivalente a 10 y 20 dólares. Sus muchachos ven-
den cerca de $us 28.000 al mes... Fortunato tiene un ejército de 100
hombres jóvenes provistos de armas que van desde pistolas baratas
hasta fusiles M 16. “La drogas, dice el comentario, se han convertido
en parte de la sociedad brasileña - a todos los niveles - como el car-
naval y el fútbol”, prosigue el comentario, “el aumento del consumo
local se ha sumado al flujo mientras que los cariocas que marcan las
tendencias de las cos tumbres han hecho de la cocaína su producto
preferido en las fiestas. Según un carioca de alta sociedad, famoso
por organizar desenfrenadas fiestas, un popular servicio a domicilio
llamado “reparto de polvo” atien de las necesidades de los habitantes
de los edificios de lujo de la ciu dad”.
Esta es una pequeña muestra de lo que pasa en las grandes ciuda des
del mundo donde hombres y mujeres de encumbrada posición eco-
nómica y social consumen con frecuencia diversos tipos de drogas.
Ultimas informaciones de prensa señalan “La cocaína se codea con los
lords ingleses”.
Un cable de ANSA expresa: “Como en Alemania, también en Gran Bre-
taña huellas y “cristales” de cocaína fueron hallados en los baños de
los parlamentarios de su Majestad. Según es cribe el Sunday Times,
alguno aspiró cocaína a dos pasos del Lord Can ciller, a pocos pasos de
su oficina en la Cámara de los Lores. El domini cal británico comenta
que después de 295 años de la gesta de Guy Fawkers que intentó ha-
cer explotar con la pólvora el Palacio de Weisminster, el Parlamento
pueda ahora volar por los aires con el “pol vo blanco”... Hace unos días
una investigación periodística reveló que se habían encontrado restos
de cocaína en 22 de los 24 baños del Con greso Alemán”4.
En Estados Unidos, de una población de 200 millones de personas
mayores de 12 años, 178 millones consumen cafeína (89 %), 106 millo-
nes consumen alcohol (53%), 57 millones usan nicotina (28%), junto
con otros 12 millones que consumen marihuana (6%), unos 3 millones
cocaína (1.5%), 2 millones heroína (1%), y 1 millón (0,5%) que usan
otros tipos de enteógenos y solventes no etanólicos, (según cálculos
conservadores de una encuesta de hogares realizada por el gobierno
(Goldstein y Kalant 1990). De un análisis de 135 Billetes de Banco de la
Reserva Federal de Estados Unidos, de diversas denominaciones y de
distintas partes del país, todos menos cuatro, 97% contenían cantida-
des detectables de co caína. El contenido promedio era de 7.3 mcg de
cocaína por billete y uno de ellos contenía hasta 270 mcg de cocaína
(Pool 1989). Ott se pre gunta ¿Podemos vislumbrar un posible arresto
contra el Presidente de la Reserva Federal o el Secretario del Tesoro
por tráfico de cocaína?
En la Unión Soviética, en 1990, la escasez de tabaco condujo a re-
vueltas por todo lado y forzó a la importación de cigarrillos america-
nos (Frankel et al.1992b).
Los estoicos consumidores serían capaces de aguan tar la crónica esca-
sez de comida, ropa y energía, pero no de tabaco, esta mos hablando
de un país donde el verdadero Zar ordenó una vez la ejecución de los
fumadores de tabacos5.
Pero la utilización de reforzantes ha sobrepasado la sociedad de adul-
tos y en Estados Unidos llega hasta la escuela. Un despacho de ANSA
desde Washington, hace un impactante análisis: “El 20% de los niños
en Estados Unidos recibe de sus padres suplementos alimentarios y
creatina para estimular el rendimiento intelectual y deportivo, lo cual
preocupa a los pediatras del país6... Creatina (compuesto nitrogenado
en la masa muscular) para mejorar el rendimiento deportivo, hierbas
tranquilizantes para que se porten bien en el restaurante o chocolates
con dimentilaminoetanolo (DMAE) para concentrarse en el estudio,
son algunas de las variantes de sustancias que los padres suministran a
sus hijos... Millones de niños reciben estos cócteles polémicos y cuya
ino cuidad es dudosa”. La Dra. Rossane Philin al respecto, declara:
“Cuan do los pequeños reciben estos productos están a merced de los
adultos, la experimentación científica se hace en la piel de ellos”. Las
campañas publicitarias utilizan dibujos animados y personajes (como
amables ri nocerontes desinhibidos) de rápido efecto entre los niños,
quienes piden a gritos ese producto. “Las sustancias utilizadas por los
deportistas profesionales para aumentar el rendimiento, invadió las
escuelas, desde las primarias y las secundarias donde muchos entre-
nadores impulsan su uso entre los jóvenes atletas”7. Para mayor abun-
damiento, millones de hom bres y mujeres en el mundo entero con-
sumen cientos de millones de dosis de drogas sintéticas y naturales
para calmar sus dolores, tristezas, males tar, desesperación y levantar
sus ánimos, y muchas de ellas se expenden en farmacias diseminadas
en todas partes. 500 millones de hombres y mujeres fuman cigarrillos
de toda clase de marcas. Más de dos millones de personas consumen
bebidas alcohólicas, cerca de tres mil millones beben café, té y algo
menos chocolate y otras drogas.
El consumo de drogas se ha convertido en el fenómeno más importan-
te de este siglo, o dicho de otro modo este es el siglo de las drogas.
¿Quién no ha tomado una aspirina, un antigripal, inyectado la pe nicilina,
o un calmante, bebido un tónico u otra droga sintética produci das en
laboratorios nacionales e internacionales? Todos nuestros males son
enfrentados diariamente con drogas, por eso las farmacias se denomi-
naban droguerías y algunas conservan esa denominación.
Liberación del hombreEl hombre es libre pero está encadenado en todas partes, ha dicho
Rousseau, en efecto los hombres aparentemente son libres, pero la
res tricción de sus derechos se amplía cada vez más a otras actividades.
Vivimos en un mundo de prohibiciones: está prohibido fumar tabaco,
marihuana, opio, disponer del cuerpo de uno mismo, rige la “ley seca”,
es dañino consumir coca, se persigue a productores de coca, amapola,
marihuana. Las prohibiciones se fundan en la incapacidad de los hom-
bres a conducirse racionalmente, pretextos para la intervención del
Estado, que impone el control social a nombre de la salud pública.
Ante la imposibilidad de resolver los problemas sociales, el Estado no
ve otro camino que la restricción de derechos a los hombres. Así se
acumula una serie de limitaciones que avanzan y atentan sistemática-
mente las libertades ciudadanas, fetichizando la ley y convirtiendo la
sociedad en una agrupación encadenada a los deseos del Estado.
Una sociedad domesticada es la que quiere el Estado y los gober-
nantes, pero los hechos son más contundentes que los deseos. Los
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hombres no están dispuestos a tolerar más recortes de sus derechos,
en nombre de actitudes puritanas que sólo benefician las políticas
prohibi cionistas originadas en otras latitudes del mundo.
La sociedad del futuro tendrá como fundamento la libertad plena del
hombre y sus potencialidades internas lejos de la mirada prohibiti va
del Estado.
La conciencia del hombre habrá alcanzado un alto grado de desarrollo
y podrá tomar aquello que es bueno para su cuerpo y mente sobre la
base de sus propios criterios y de cara a la sociedad.
Será la liberación del hombre de las ataduras impuestas por el Esta do
a través de la farmacracia y la salud pública, para transitar las amplias
avenidas de la libertad en busca de su felicidad material y espiritual.
El triunfo de la cocaLa asunción de Evo Morales al gobierno de Bolivia es el hecho político
más importante de este siglo; se trata del arribo de los indios al poder
del Estado. Una verdadera hazaña política en el país, el continente y el
mundo. Es la ¡toma del cielo por asalto!
Esta acción impensable en las condiciones de la democracia de parti-
dos, se materializó por una combinación de factores que en coinci-
dencia produjeron esta revolución democrática y cultural: el levanta-
miento de los productores de coca, la conversión de la defensa de la
coca en un problema nacional, la acumulación de fuerzas durante 10
largos años, la aparición de un líder cocalero carismático por su ho-
nestidad y valor en la lucha, la crisis terminal del sistema político y sus
actores, además de otros elementos de la coyuntura.
Todo esto culminó en este cambio trascendental que hoy vive Bolivia,
donde los protagonistas, saliendo desde el fondo de la historia se en-
cumbran en lo más alto del poder tras 500 años de luchas heroicas. Los
indios, que en otros tiempos no podían siquiera ingresar en la plaza
principal del poder, han recuperado su territorio y se apropiado del
palacio de gobierno y sus principales estructuras.
Estas masas de indios mal armados pero con extraordinario valor,
que en oleadas avanzaron desafiando tantas veces a los poderes en
estos cinco siglos de historia, constituyen hoy la clase hegemónica
que dirige la descomunal transformación social y económica del país.
Su presencia demoledora en la sociedad boliviana y la adopción de
medidas estructurales en el ámbito económico, político y social está
produciendo fuertes remesones en los sectores tradicionales, que han
optado por la resistencia y acciones ilegales con tinte separatista para
oponerse a los cambios sustanciales propuestos por el gobierno na-
cional. No obstante las resistencias de estos sectores oligárquicos el
proceso no podrá detenerse porque las decisiones son irreversibles y
no admiten pausa, se trata del desarrollo económico del país que no
podrá retroceder sin causar mayores conflictos sociales.
Es importante expresar que la férrea compactación de los movimien-
tos sociales que respaldan al gobierno constituye la mayor garantía
para continuar el proceso de modificaciones estructurales de la so-
ciedad boliviana.
En estas condiciones los indios bolivianos del altiplano, valles y zonas
tropicales han justificado plenamente su presencia en el gobierno con
medidas trascendentales. Su ascenso es la reivindicación de su dig-
nidad de hombres, de sus derechos ignorados durante siglos. Es el
triunfo de la coca, de sus tradiciones, de sus culturas ancestrales, es
la reconfiguración de sus territorios, su identidad, sus culturas y sus
poderes marginados durante tanto tiempo.
Es la victoria de la coca, de los productores de coca, de los indios,
de los desheredados de ayer, hoy gobernantes y dirigentes de la re-
volución democrática y cultural de Bolivia, el mayor acontecimiento
político de la historia nacional en los últimos 182 años.
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Bolivia, Paese dove le nuvole si toccano con un dito, dove le stelle fanno luce come fossero tante candeline, dove la natura è poesia. Bolivia dove i governi non sono mai esistiti e le leggi venivano fatte dai politicanti di Washington, che avevano deciso che “Bolivia è coca e coca è cocaina”. Ed è questa sentenza che più mi tormen-tava, specialmente dopo aver visto una foto a fine anni ‘90 di due donne andine con la tipica bombetta che sostenevano un lenzuolo con su scritto “ Bolivia -coca no es cocaina-” e sotto, “ W la coca”. Dopo ricerche poco fruttuose che si possono riassumere su quanto già dicono i vari dizionari o Wikipedia: “Coca: piccolo arbusto della famiglia delle Erytroxylaceae, tipico delle aeree andine, fiori bianchi e frutto a drupa allungato, foglie alterne lanceolate ricca di alcaloidi fra cui la cocaina.” o in alcuni casi “ dalle sue foglie si ricava la cocaina, uno stupefacente illegale, altamente tossico”. E poi due note sull’uso folkloristico del masticato già in uso dai tempi degli Incas, e per finire una buona pubblicità, la citazione della bevanda più famosa nel mondo, la coca-cola!Il grosso inganno naturalmente è nascosto e taciuto, non è spie-gato che è la foglia più ricca ed efficace come medicina naturale che si sia mai trovata su questa terra. Riguardo ai suoi innume-revoli benefici, già riportati dagli Incas, che la consideravano la foglia che curerà l’umanità, vi lascio alla lettura del libro per l’approfondimento.
Molte delle foto sono state fatte prima dell’avvento di Evo Morales, di dove si coltiva la foglia sino al suo arrivo a La Paz al Merca-to di Adepcoca, e ancora nulla è cambiato ma lo spirito si. Evo è stato portato ad essere presidente per il fatto che rappresenta la maggioranza del popolo autoctono, così spiegano i suoi soste-nitori, e dopo secoli di lotte è arrivato il momento che al popolo sia riconosciuta la propria cultura e la possibilità di condividerla con il resto del mondo. Parole che ho ascoltato molte volte, il loro riconoscimento e la loro cultura sono legati alla foglia di coca, e lo scopo è che i suoi derivati siano commercializzati sotto forma di medicina naturale in tutto il mondo, la loro è una missione e sanno che indietro non si torna, e glielo auguro di cuore.
Questo libro vuol essere al fianco del popolo yungueños e più in generale a quello boliviano e andino, che giustamente difende e segue la propria cultura che da secoli è legata alla coltivazio-ne e all’uso della foglia “sacra” della coca, e vuol dire basta alle menzogne che si sono dette intorno ad essa. L’auspicio è che si commercializzi nel mondo questa foglia in forma di medicina na-turale, e che le parole libertà-democrazia-globalizzazione diven-tino un tutt’uno, perchè alla fine il popolo boliviano, come tutti i popoli, chiede solo di vivere in pace e continuare nelle sue pratiche millenarie.Grazie e ...W la coca.
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RADIO YUNGAS
Radio Yungas, emisora catòlica, nace un 16 de Julio de 1978, a iniciativa de los Padres Agustinos con el abjeto de facilitar el trabajo de catequesis que llevaron adelante, desde la década
del treinta Esta emisora nace al éter, en una coyuntura nacional especial, toda vez que, en 1978 terminaba la dictadura de Banzer para dar paso a una crisis polìtica que desencandenò
en la inestabilidad de los gobiernos de ese entonces. En 1979 la radio marca uno de sus principales hitos: inicia la experiencia de formaciòn de reporteros populares, con campesinos
voluntarios que desarrollan la tarea de vincular a las comunidades de la regiòn entre si superando las enormes distancias y falta de caminos.
El 17 de Julio de 1980, el golpe de Estado de Luis Gracia Mesa afecta también el trabajo de Radio Yungas, a dìa siguiende del golpe de Estado, Radio Yungas es tomada por los militares
y sus emisiones interrumpidas por tres semanas.
En este proceso de recuperaciòn y construcciòn de la democracia Radio Yungas, defiende a quemarropa los intereses y las organizaciones campesinas y junto a ellos participò en blo-
queos, marchas, huelgas y la radio se constituye para el yungueño, en la compañera y el instrumento de lucha por la defensa de la hoja de coca, sinònimo de vida para el habitante de
Yungas. Radio Yungas naciò con 1.000 watios de potencia, actualmente tiene 5.000 watios en A.M. y tiene una programaciòn interactiva gracias a mas de 50 corresponsalìas instaladas
en distintas poblaciones de la regiòn. En sus 30 años de vida, encontramos a Radio Yungas, sin Padre Agustinos, con personal capacitado lugareño con compromiso social y los màs
importante, autofinanciando su funcionamiento, con la venta de servicios y el convenio de apoyo mutuo con istituciones y organizaciones que viven junto con los pueblos yungueños.
Esta emisora tiene muchas necesidades, como la renovaciòn de sus equipos y la implementaciòn de una programaciòn educativa, para ello necesita recursos humanos y financieros.
Esta metas seràn posibles sòlo gracias al apoyo de los yungueños y de todas las organizaciones e instituciones amigas.
Sabino Gòmez
Director Radio Yungas
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Coca is Not Cocaine, and Most of All Not in Bolivia
As the photographs by Claudio Ronchini beautifully illustrate
here, the text by Eusebio Gironda and the words of President Evo
Morales also suggest, Bolivia, even among the Andean nations, has
a special relationship with coca leaf. The altiplano has nurtured this
relationship over thousands of years, and this relation demonstrates
that coca leaf, in complex ways, is not reducible to the modern
illicit drug cocaine. I wish to make brief points in this essay: first,
there has been a changing dialectical connection between coca
and cocaine through history, and that genealogy has made Bolivia
a unique haven for the national usage and identification with coca
leaf and also reveals surprising forms of modern nationalism in the
Andes, from Peru’s early “Cocaine Nationalism” to Bolivia’s currently
consolidating “Coca Nationalism”.
So the question is about Bolivia: why has Bolivia, among all the
coca nations of the Andes (i.e., Peru, Ecuador, Colombia, and
Argentina) played such a positive and proactive role in the historical
recuperation of coca-leaf? In many respects, Bolivia has served as
the historical haven of coca leaf, just as eastern Peru served from the
1880s to the 1960s as the key world site for preserving the technical
culture of the drug cocaine.
Let me quickly survey the Andes. The simplest case is Quito,
today’s highland Ecuador, where in the colonial era, for still dimly
understood reasons, coca use was eradicated by the colonial state,
or otherwise disappeared. Colombia - which today grows about half
the world’s coca - has few historical ties to coca leaf. It was very
rarely grown and used among the country’s scattered indigenous
groups, such as the Páez Indians or varied Amazonian peoples, and
modern Colombian authorities became vocally anti-coca, despite its
absence.
The boom in Colombian coca today (which uses newly developed
hybrid high-alkaloid plants) is almost entirely related to the export
business of illicit cocaine, after U.S.-inspired and funded interdiction
and crop substitution policies drove peasant coca out of Peru’s
Huallaga region and Bolivia’s Chapare during the 1990s. However,
the latest and unsurprising news is that given intensified U.S.
pressures against Colombian coca crops in “Plan Colombia,” illicit
leaf growing is rapidly returning to Amazonian Peru and Bolivia.
Peru is the most complex case, in large part because of the country’s
sharply divided social geography (the tripartite regionality of
costa/sierra/selva) and the historical racism of coastal, urban, and
Europeanized Peruvian elites. In Peru, coca use, until recently,
was almost entirely the domain of the countries subalterned and
geographically marginal Quechua caste. Even the local term coquero
(coca “chewer”) carries negative connotations. It was easy and
natural for Peru’s westernized governmental and medical elites in
Lima to denigrate coca leaf, even as they embraced an early “cocaine
nationalism.” These attitudes may be changing now that millions
of Peru’s Indians have descended into the capital, but Peruvian law
still defines coca use as fully acceptable only above certain altitudes.
And the regions where coca was sown - the “savage” and even
more remote Ceja de la Montaña - was even further off the official
imagination, at least until the 1960s.
That meant that the local elites (such as those of Huánuco) who
lived off coca plantations and regions animated by coca trades were
unimportant to the Peruvian state. But this distance also meant that
when illicit cocaine flooded those areas after 1970 the central state,
such as it was, became disconnected from coca peasants and could
conveniently ignore the spiraling corruption and violence of the
cocaine trade, even if indirectly buoyed by Peru’s fiscal balances.
Indeed, a studied ignorance of coca and cocaine as an element of
Peru’s national reality still pervades Lima, including its academic
world. Finally, in Argentina (and perhaps to lesser extent northern
Chile), coca use is not necessarily linked to “Indian-ness,” and the
leaf is brought in from the outside. Indeed, in northern Argentina,
coca use has generalized as even a respectable “middle-class”
indulgence and as migrants move to Buenos Aires, a new type of
popular urban coca scene has emerged. So, there seems to be little
negative feeling against coca, which still barely competes with yerba
mate in the national imaginary.
In Bolivia, in contrast, coca-leaf has always been far more integral
to the country, its economy, politics, and culture, than any of these
other Andean cases, although this special relationship merits more
serious historical study. This is not to say that Bolivia’s traditional
elites were less “racist” than say Peru’s. Indeed, they probably
sincerely felt that the country’s uncivilized Indian majority would
not work, and especially work for them, without the stimulus of coca,
or felt they were impervious to “improvement” (westernization)
through hygienic reform alone. But they did flexibly accommodate
themselves to coca growing and use, so it became over time far more
like Argentina’s mate, a consumable marker of an imagined Bolivian
community. Indeed, the vocabulary for coca users in Bolivia, which
is vast, is largely neutral, and in recent decades coca use has seeped
to virtually all classes of society (for example, lowland mestizo truck
drivers), even during the heightened anti-drug war. In Bolivia, coca
is decidedly not cocaine.
In large part this was geography too, working in the reverse direction
of Peru’s fragmented national space. Coca historically united Bolivia.
The Yungas, where until the 1940s some 90% of Bolivian coca was
cultivated, is very near to La Paz, and close to the country’s most
densely populated areas. The coca trading routes south to Sucre and
Potosí were vital to the altiplano’s economic health and integration.
After independence, and the collapse of colonial silver mining, coca
became even more vital to internal commerce Although the Yungas
production was actually diverse, including Indian ejidos, its core
hacendado families formed the backbone of what was to become
the country’s republican “liberal” party elite. The SPY (Socieded de
Propietarios de Las Yungas) became critical in Bolivian politics, and
took its pro-coca stance deep into the 20th century. Coca usage was
never invisible in Bolivia, even if ruling elites did not themselves
much indulge. Moreover, the feeble Bolivian state deeply depended
on it: taxes on coca, which are easy to collect, fulfilled a significant
portion of central and local finances well into the last century. In
short, even in oligarchic Bolivia before 1952, coca was articulated
into the political system.
Thus, in Bolivia one sees very little of the elite schizophrenia or
historical mood-swings about coca that marked Peru. Instead, there
has fitfully emerged a “coca nationalism.” The SPY and government
officials actively promoted coca as a commercial crop and as a
hygienic good for the Bolivian masses. Moreover, as coca became a
more circumscribed national product (as Bolivia faded out of early
coca exports to Europe and never produced legal medicinal cocaine),
coca must have appeared an even more eminently national. Bolivian
officials, with the constant prodding of the SPY, actively confronted
international authorities about coca during the 1920s and 1930s.
They insisted, much like the government of Evo Morales today, that
coca leaf was not a hazardous drug nor simply an input to cocaine.
The most dramatic—if barely known episodes, which I document in
my new book—occurred during League of Nations debates of the
mid-1920s over whether to classify coca leaf as a raw material of
drugs requiring international supervision and limitation. In mid-1924
Bolivia sent an intrepid delegate, Arturo Pinto-Escalier to Geneva
to defend the leaf against such League of Nations pretensions. He
spoke passionately in favor of coca leaf, which he declared “not a
narcotic” and “no danger to society,” and even quoted from the
classic pro-coca U.S. medical text of turn of century of W.
Golden Mortimer to back up his claims. The U.S. delegate in the
room was none other than the powerful anti-drug head of the House
Foreign Relations Committee, Stephen Porter. But Pinto-Escalier’s
speeches were well received - like Evo’s in the United Nations in
September 2006 - and likely helped to shelve the League project. The
Bolivian congress and SPY continued to actively resist coca controls
throughout the 1920s and 30s. In contrast, Peru, which harvested
more coca than Bolivia in the era, sent no one to Geneva as they
hoped to simply ignore the thorny international issues raised by
bodies like the League. Coca limitation only become a global policy
ideal four decades later in 1961, the same year that Bolivia, under
intense cold-war political pressures from Washington, instituted its
first anti-drug laws. By then, the revolution, which destroyed older
interests like the SPY growers, had weakened and divided Bolivia’s
pro-coca elites.
The final point I wish to touch is the role of popular groups, as
opposed to these elite lobbies, in promoting coca nationalism,
which today is most vibrant in Bolivia. Like other veins of modern
nationalism, it becomes viable, legitimate, and lasting when popular
politics joins an imaginary community of interest “from below.” Again,
the contrasts with Colombia and Peru are instructive. In Colombia,
thousands of poor peasants are currently immersed in a violent civil
war (surely exacerbated by U.S. policies) partially financed and driven
by conflicts over coca. They are vertically organized: some work for
left-wing FARC guerrillas, others for right-wing paramilitaries, others
on behalf of greedy businessmen in Medellín, Bogotá, and Miami.
One thing you don’t see in Colombia, however, is coca nationalism:
Colombian peasants have little history with coca, and generally
don’t take or revere coca, which is simply an input into a vast and
impersonal transnational enterprise. In Peru, many thousands of
156
for inclusion and for some kind of national political resolution to
the dilemmas of coca. In this context, it seems hardly accidental that
Evo Morales, who was politically apprenticed in the national coca
peasants union, would rise to the country’s presidency in late 2005.
And with this popular achievement, despite its many challenges,
the Bolivian government itself become an articulate leader of the
current global movement to recuperate and normalize the future of
Andean coca leaf.
One element of this future are Bolivian efforts to once again market
coca (as in coca’s late 19th century heyday) as an international
herbal product, beyond the proliferating array of modern domestic
coca concoctions - as the possible ginsing of the Andes.
This campaign is mirrored to a lesser degree by official coca marketing
projects in Peru. This idea could be an important tool for keeping
lowland peasants employed in a truly workable form of “alternative
development” to illicit cocaine--raising legal coca--unlike the many
failed imported or coerced crop replacement schemes. It also
means, in political terms, drawing a sharp distinction between coca
leaf and cocaine which openly challenges their legal conflation in
the still reigning but ultimately illusory UN Single Convention, which
still blocks international coca sales (except for the idiosyncrasies of
Coca Cola!). Bolivia, in a certain sense, is repeating the historical
challenge of 1920s, when it took a lonely stand against the League of
Nations on the issue of its national leaf. But this time Bolivia draws
on a far broader base of coca nationalism and even a growing degree
of international sympathy, given the failures of international drug
policies.
There are some legal possibilities. If successfully challenging the
international drug regime in this fashion, Bolivia may finally prove
to the rest of the world what its people already know from long hard
experience: that coca is not cocaine.
Paul Gootenberg
Stony Brook University,U.S.A.
dispossessed rural folk, many of them from coca cultures, fled to
places like the Huallaga Valley from the 1960s to 1980s, soon turning
to coca capitalism for survival.
The Peruvian state had a scant foothold in the region, and vanished
for decades after the collapse of formal economy and nationalist
projects like Velasco’s by the mid-1970s. Peasants felt abandoned,
politically and otherwise, in the jungle. Nor were they very
organized, since most had little background in politics and Peruvian
authorities repressed such efforts. So, when the drug war heated up
in the 1980s, Peruvian peasants found their unlikely defenders in
the destructive Sendero Luminoso guerrillas, who were able to make
the Huallaga into one of their prime mobilizing and fund-raising
bases for over a decade, an alliance branded as “narco-terrorism” in
Washington. Tragically, Peru’s coca peasants have never seen their
needs peacefully met.
In Bolivia, the historical scenario is quite different, perhaps influenced
by the fact that Bolivia already experienced a social revolution after
1952, however truncated, and the fact that Bolivian elites had long
articulated a politics of coca with the national state, however weak.
In Bolivia, the peasants migrating to the lowlands of Chapare and
Santa Cruz turned out to be highly political (if not in the ways that
Che Guevara hoped for in 1966-67). Bringing their political baggage
from the highlands, they organized themselves into peasant leagues
and sindicatos and peacefully resisted over decades the repressive
measures of successive Bolivian regimes (some of them notoriously
pro-cocaine) and crackdowns exported by the U.S. drug war after
the mid-1980s. Although not their only cause, these were also pro-
coca peasants, with a firm cultural allegiance to the leaf.
The fact that Bolivia also underwent a spirited revival of Aymara
politics during the era, for example, in the Katarista movement, must
have also helped to broadly legitimate the leaf in popular politics,
and coca enjoyed a wider national appeal in Bolivian society. Peru,
in contrast, experienced little “indigenous” politics during the late
20th century, and coca usage remains largely for poor “Indians”
and tourists. As U.S. - inspired anti-coca programs bore down on
Bolivian growers during the 1990s, and cut into coca crops, their
resistance, resentment, and resolve only grew. The key point is that
Bolivian coca peasants, despite their regional differences, and steep
international pressures against them, had never ceased to struggle
216 217
¿Guerra a la coca, o paz con la coca?
Treinta años después de la primera edición de mi libro Mama Coca, no
sé si me cabe un triste llanto, o mejor, una risa irónica, frente a la falta de
seriedad de mis pares en el imperio transnacional del Norte. Ya sabemos
que los intereses neo-coloniales de mediados del siglo XX, disfrazados
con un discurso pseudo-científico, consiguieron poner la hoja de coca
en la maldita Lista 1 de la Convención Unica de la ONU (1961). Pero lo
que no se explica, es porque siguen hasta hoy con su absurdo proyecto
de desterrar una planta con una noble historia y una serie de virtudes
que se revelan cada día más útiles, cada vez más adaptadas a las necesi-
dades del futuro.
¿Cómo es posible que después de más de cin¬cuenta años de enérgi-
cas condenas a la coca no se ha conseguido siquiera uno de los obje-
tivos trazados por las políticas públicas? Cómo es factible que, a pesar
de repetidos fracasos a todos los niveles y en todas las áreas, se sigue
reproduciendo exactamente las mismas medidas? Y cómo es que a cada
cambio de ministros se sigue repitiendo la misma respuesta banal, ade-
más como si fuera la última novedad? “Ahora sí, vamos acabar con el
narcotráfico...”
¿Porqué no llegamos jamás a este momento decisivo de la historia?
Debe ser que el objetivo está mal trazado, o peor, que los verdaderos
obje¬tivos de una permanente guerra a las drogas no son para nada los
decla¬rados, y que le interesa al poder estar siempre a la vuelta de la
esquina de una victoria final que tantas veces ha invocado, anunciado,
declarado? La ilegalidad de la coca ha dado un extraordinario dinamismo
a los intereses oscuros de su comercialización, acompañado de unos
efectos profundos sobre los modelos de desarrollo en las áreas produc-
toras, y una serie de distorsiones políti¬cas que son de conocimiento
público. Desde que la coca fue declarada elemento perturbador del or-
den público hemos entrado en un espiral de violencia que parece no
tener salida, construyendo cada vez más cárceles, entrenando cada vez
más brigadas anti-narcóticos, erradicando cada vez más hectáreas.
Lo absurdo de esta situación, que efectivamente impide el desarrollo,
destruye las instituciones, y vuelve la coca parte de un proceso de mer-
cantilización maligna de todo el planeta, ha llevado muchas mentes
inteligen¬tes a reconocer la validez de las posiciones defendidas en mi
texto del lejano año de 1978. Dicho llanamente, la coca nunca debía
haber sido prohibida; por eso, al reconocer ahora la necesidad de un
cambio de enfoque, no se está tratando de “legalizar” algo de potencial
desconocido, sino de admitir un error histórico, y reparar una injusticia
hecha a una planta que ha acompañado al hombre durante milenios.
Ya es hora de hacer la paz con la coca, abrazar la coca, amarla como me-
rece de ser amada, una planta de muchos dones y muchas cualidades. El
doctor Andrew Weil, conocido médico naturista, también en 1978 publi-
có un artículo que describe varios usos interesantes de la coca:
- para tratar espasmos y condiciones dolorosas de trato gastrointestinal
- como sustituto del café, de la anfetaminas, y de la misma cocaína, ya
que estos estimulantes tienen acciones más prolongadas e irritantes
- como antidepresivo, siendo inmensamente menos tóxico que los pro-
ductos farmacéuticos usados para este fin
- para el mareo y el mal de altura
- como tónico de las cuerdas vocales para quienes requieren un uso
intensivo de la voz o del canto
- como tópico en los dolores de muelas y infecciones bucales
- como suplemento nutricional en programas de reducción de peso y
entrenamiento físico
El famoso estudio publicado por la Universidad de Harvard en 1975 ya
había llamado la atención sobre el valor nutritivo de la coca, comparán-
dola positivamente con varios otros elementos de la comida andina, y
mostrando que era una fuente excelente de calcio, fosfatos, y potasio,
además de contener cantidades apreciables de vitaminas y sales mine-
rales. Sin duda estas calidades explican la ausencia de indicios serios
de desnutrición en muchas comunidades andinas, así como apoyan su
empleo actual para tratar osteoporosis, diabetes, colesterol alto, hiper-
tensión, y otras enfermedades de la tercera edad.
Al desarrollo de estos nuevos usos, urbanos y modernos, se suman las
diversas introducciones del chacchado o acullico en contextos donde
no existía esta costumbre en la época en que inicié mis estudios sobre
el tema. Contrariando la rigidez y falta de imaginación de las políticas
oficiales, el mercado consumidor da señales de un aprendizaje colec-
tivo que ha rescatado el “uso tradicional” del gueto donde lo trataron
de encerrar. El objetivo original era limitar el uso de la coca a culturas
indígenas que, en la lógica de la época del falso progreso, estaban des-
tinadas a desaparecer. De esta manera, se llegó a favorecer ciertas áreas
de producción (los Yungas de La Paz, o el Valle de la Convención, en
Cusco) y castigar otros, igualmente “tradicionales” (Monzón, en Huánu-
co, y el Chapare bo¬liviano), creando así una confusión que abrió más
mercados que los que consiguió cerrar. En Colombia, se reconocía el
derecho de mambear coca en el caso de ciertos grupos indígenas (en la
Sierra Nevada de Santa Marta, en el Cauca, en el Putumayo, y en el Vau-
pés). Pero, a la vez, no se incluía dentro de estos parámetros la pobla-
ción campesina de las mismas zonas. ¿Porqué no? Hay muchos usos no
“tradicionales” de la coca que llevan a innovado¬ras soluciones: entre
estudiantes y artistas en varias ciudades andinas, entre trabajadores de
la industria pesquera en la costa peruana, entre la burguesía regionalista
de Salta en Argentina, entre los turistas que vienen al Cusco a aventurar-
se por los cami¬nos del Inca. Todos, incluyendo el reciente repunte del
uso de la harina de coca en las tiendas naturistas de Lima, demuestran
lo que sabe cualquier sociólogo; que el significado de cualquier forma
de consumo es maleable, históricamente, y en el caso de la coca pue-
de tomar rumbos inesperados.
Además de admitir la autonomía de la coca, su actuación como agente
histórico, las nuevas generaciones parecen entender intuitivamente el
respeto que se debe a las plantas psicotrópicas, llamadas “maestras”
en las tradiciones andino-amazónicas. Al apartarnos de la arrogancia
etnocéntrica expresada en las convenciones de la ONU, llegaremos
también quizás a reconocer la subjetividad del otro. Lo digo más como
un anhelo teórico que como un hecho consumado. ¿Pues cómo,
concretamente, se llega a considerar la coca como sujeto autónomo?
Cómo podemos verla como actor en la historia universal, y no apenas
como objeto de nuestro consumo, nuestras necesidades, nuestras in-
tervenciones, nuestras políticas?
En primer lugar, esto implica verla como especie botánica, una planta
que necesita agua y tierra, que busca el sol y, como todas las especies,
anhela y desea la reproducción. La reproducción... Quien conoce la
flor de la coca, quien ha mirado de cerca su fruto (que, dígase de paso,
dio origen a la forma de la botella de Coca-Cola) sabe que, además de
hermafrodita y bisexual, es también una planta muy fértil, capaz de dar
mucha semilla. Hace unos años, yo andaba por Coripata, un pueblo
de los Yungas de La Paz, con un equipo de TV, y a todos nos llamó
la atención la enorme cantidad de pepitas rojas que crecían sobre las
matas de coca. Dije, un poco en son de broma, que las lomas de la
región podrían tener el mismo destaque en la producción de coca que
tienen las de Borgoña para el vino. En efecto, los esquistos de la for-
mación geológica local son muy parecidos a las tierras de otras zonas
pro¬ductoras de larga data, como el valle de Monzón en Huánuco,
Perú, o el valle del río San Jorge en el sur del Cauca, Colombia.
La coca sí tiene una ecología parti¬cular, y hay que admitir que su
producción bajo el régimen de la prohibi¬ción no siempre ha res-
petado el medio ambiente. En el valle del río Apurímac, en Perú, y
en la costa Pacífica de Colombia, por ejemplo, se están desarrollando
actualmente plantaciones de coca muy densas, destinadas a un cor-
to periodo de máxima producción, seguido por un rápido abandono,
deterioro de los suelos, y erosión. Puedo imaginar un futuro donde la
coca ya no seria producida en gran escala donde lo es actualmente, y
volvería a los sitios que le son más adecuados en términos geológicos
y climatológicos. La coca cultivada se divide en dos especies, y cada es-
pecie comparte dos variedades bien demarcadas. Erythroxylum coca,
la principal espe¬cie económica, se cultiva en las vertientes orientales
de los Andes en Perú y Bolivia, y recientemente se ha introducido en
Colombia bajo el nombre de “coca Tingo”. Su variedad ypadú es adap-
tada a las condiciones de la selva baja, y se cultiva en la zona donde
se encuentran las fronteras de Brasil, Colombia y Perú. Tiene la par-
ticularidad de reproducirse por esta¬cas, alcanzando un crecimiento
muy rápido, pero produciendo hojas muy grandes con un contenido
de alcaloide relativamente bajo, lo que lleva a su consumo en forma
pulverizada. Erythroxylum novogranatense es la coca del Cauca y de la
Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, que está adaptada a con-
diciones estacionalmente más secas que las que favorecen la E. coca.
Su variedad truxillense es la coca de la costa norte peruana, cultivada
actualmente en los valles de los ríos Moche, Chicama y Marañón, en
condiciones semi-desérticas, con la ayuda de agua de riego y bajo una
ligera sombra. Tiene fama de ser la coca más aromática, y es la que se
usa como saborizante para gaseosas.
Cada especie, cada variedad, está adaptada a condiciones específi-
cas. Un adecuado manejo agronómico frenaría la tala de bosques en
zo¬nas inapropiadas, y la coca, en vez de ser una amenaza al eco-
sistema, como es pintada actualmente, volvería a ser la base del de-
sarrollo campesino en determinadas áreas que son particularmente
adecuadas para su cultivo. ¿Será demasiado optimista esta visión? No
lo creo. 250,000 hectáreas de coca no representan nada frente a las
enormes extensiones dedicadas, por ejemplo, a la caña de azúcar, tra-
dicional motor de la agro-industria tropical. Es perfectamente factible
combinar la coca con cultivos de pancoger, y asociarla a otras plantas
perennes que frenen la erosión. Lo único que se requiere es, como en
el caso de cualquier planta cultivada, saber evitar grandes extensiones
de monocultivo que atraen plagas y destru¬yen las complejas relacio-
nes entre las especies.
Aquí entro en lo esencial de mi argumento. Por detrás de las
cuestio¬nes de actualidad, se esconde un proceso de aprovecha-
miento de los re¬cursos naturales cuya historia remonta no apenas al
comienzo del actual ciclo de la cocaína en los años 1970s. Ni siquiera
al error monumental que resultó en la prohibición de ciertas drogas
y plantas al comienzo del siglo XX. El enfoque antropocéntrico - que
reza que las demás especies que existen en el planeta sólo están aquí
para satisfacer a las necesidades humanas - es anterior al liberalismo
218 219
económico, al surgir del capi¬talismo moderno, y a la conquista euro-
pea de las Américas. Convenga¬mos que la tiranía del hombre sobre
las otras formas de vida es de gran antigüedad, aunque no comparti-
da por todas las sociedades humanas, y contraria a la percepción del
mundo de muchos grupos indígenas ameri¬canos. La visión de estas
sociedades —descrita por el antropólogo brasile¬ño Eduardo Vivei-
ros de Castro como “perspectivismo” y “multinaturismo”— implica un
planeta habitado por múltiples seres, cada uno percibiéndose como
sujeto, cada uno dotado de una inteligencia autónoma, cada uno apre-
ciando el mundo desde el punto de vista distinto a los demás.
Es importante enfatizar aquí que estamos delante de un entendimien-
to que es el opuesto de nuestra visión moderna, multicultural, que
supone una similitud en la naturaleza física de las formas de vida, y
una multipli¬cidad en las adaptaciones culturales. En la perspectiva
multinatural, lo que ocurre es el contrario: se concibe el mundo con
una unidad de espíri¬tu, de la cultura, de la percepción, cosas que son
compartidas por todas las especies. La diversidad está en los cuerpos,
en los aparatos cognitivos, y en las formas concretas de representación.
Aquí se confunden las categorías y las dicotomías tan valorizadas en
Occidente: la naturaleza y la cultura, la animalidad y la humanidad, la
determinación y el libre albedrío. Desde una perspectiva multinatural,
se aprecia la guerra a las drogas no sólo como empresa imperialista, ni
apenas como una proyección mágica de lo maligno en susbtancias y
plan¬tas inocentes en sí mismas. Se la ve como realmente es: el deseo
de llevar el mundo a lo que un cierto Dr. Dupont, consejero de dro-
gas del ex-presidente Ronald Reagan, una vez llamó sin ningún recelo
species extinction, defendiendo tal objetivo, en el caso específico de la
coca, como algo deseable para el orden público y la salud del hombre.
Me pregunto: ¿Cómo será que la coca - para no hablar de la amapola y
el cannabis, del yagé o ayahuasca, de los cactus peyote y achuma, de
los hongos, y muchas plantas más - cómo será que la inteligencia de
esta especie, nues¬tra cocamama, percibe el loco afán de los hombres
de acabar con ella?
Verá seguramente que los problemas que tenemos con ella se deben
esencialmente a la falta de un correcto entendimiento de nuestra par-
te, tanto en saber aprovechar sus dones y beneficios de forma adecua-
da, como en establecer una relación respetuosa y democrática entre
las espe¬cies, y así ampliar nuestro concepto de lo político más allá de
Homo sa¬piens. Verá también que negamos a las plantas y animales
la capacidad de intencionalidad que es dada por la posición de sujeto,
que los conde¬namos para siempre a la condición de meros objetos
de nuestro modelo de consumo. Verá finalmente que nuestra confu-
sión es producto del mie¬do; miedo de perder la seguridad utilitaria
de un mundo donde todo se convierte en un elemento de mercado; y
sobretodo terror de pasar al reco¬nocimiento de una subjetividad no-
humana, y así llegar a percibir las plantas psicoactivas como auténticos
profesores, guías del pensamiento. El miedo que encierra la “guerra” a
la coca es esencialmente este: que la planta tiene más que enseñarnos
que todos los think-tanks de Washington reunidos...
Si, al contrario, aceptamos que tenemos mucho que aprender de la
coca, todo este cuadro se invierte - ya no encontramos problemas,
sino soluciones. Soluciones ambientales, soluciones para el desarrollo
y la rein¬serción social, soluciones pragmáticas para el consumidor.
Insisto sobre el ejemplo de la coca amazónica, el ypadú o el mambe,
cuya forma pulverizada reúne todos los requisitos de un producto para
las nuevas generaciones. Es efectivo y de manejo fácil y, por lo tan-
to, podría hacerle competencia a la cocaína refinada. Además, tiene
un perfil sano: selvático y ecológico, orgánico e integral. Esta, y otras
formas de coca semi-industrializada, podrían hacer que empecemos a
concebir un futuro en que lleguemos finalmente a convivir de forma
pacífica con esta planta.
Por su parte, la coca puede, y hasta quiere, vivir en paz con nosotros.
El botánico Timothy Plowman que, aún más que yo, conoció en su cor-
ta vida casi todas las áreas de producción de coca, una vez me contó
que nunca en todas sus andanzas había encontrado una planta verda-
deramente silvestre de coca. No hablamos de la sacha coca de la selva
pre-andina, o de las cerca de ochenta otras especies de Erythroxylum
que crecen en varias partes de América del Sur. Tratamos de las dos es-
pecies de coca con alcaloide, cuya domesticación remonta por lo me-
nos a los 3000 años antes de Cristo. La mata silvestre que dio origen
a estas especies ha desaparecido, así que, desde hace miles de años,
la coca depende de nosotros para sobrevivir. Es nuestra compañera,
como muchas otras plantas cultivadas, equivalente al perro y al gato en
el mundo animal. Es por esta razón que nos quiere, porque depende
de nosotros, y no porque somos ni bellos, ni buenos, ni inteligentes.
Es porque le damos vida, la hacemos crecer, la acariciamos y la co-
memos. Nos quiere como nosotros la queremos a ella: con todas las
contradicciones de la pasión y de la interdependencia. Contra el odio
de los guerreros que buscan la extinción de la especie, tenemos que
responder con dos lemas que, a la verdad, son uno solo:
Amor a la coca.
Paz con la coca.
Anthony Richard Henman
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UN ENSAYO SOBRE PSICOLOGIA SOCIAL
LA LEYENDA DE LA COCA
El INTI, EL DIOS SOL, entrega la PLANTA de COCA a su pueblo…
…guarden con amor estas HOJAS
y cuando sientan
DOLOR en su corazón
HAMBRE en su carne
y OSCURIDAD en su mente...
llevenlas a su boca
y con dulzura EXTRAIGAN su espíritu
que es parte del mío.
Obtendrán AMOR para su dolor
ALIMENTO para su cuerpo
y LUZ para su MENTE
Y aun más..¡
Observen el baile de estas hojas con el viento
y tendrán el ORACULO que orientara sus vidas...
Pero si el verdugo llegado del norte,
EL CONQUISTADOR BLANCO,
el buscador de oro
LA TOCARA..¡
solo encontrará en ella
VENENO para su cuerpo y LOCURA para su mente.
Las leyendas son sueños soñados por seres colectivosLas leyendas son el equivalente de los sueños en las personas. Son sueños
soñados por seres colectivos, pueblos pasados y su análisis al igual que el
de nuestros sueños individuales nos permiten penetrar la mente colectiva
inconsciente. La leyenda de la coca, transmitida oralmente en los Andes fue
recogida por el escritor Antonio Díaz Villamil en su libro “Leyendas de mi
tierra”. La versión que antecede es un fragmento de la adaptación libre que
realice para un film que realizamos el año 1982.
A continuación reproduzco, con fines de análisis, los fragmentos más
importantes de la Leyenda de la coca tal cual la transcribió Villamil. En las
siguientes paginas ofrezco un resumen muy suscito de todo lo que encontré
al enlazar los símbolos existentes en la Leyenda con elementos vivos del
consciente colectivo o en la historia de la humanidad.
Fragmento leyenda de la coca (Según el original)El padre sol, el INTI hablo así a su pueblo:
- “Hijo mío. He oído tus plegarias. ¿Quieres dejar a tus tristes hermanos
un lenitivo para sus dolores y un reconfortante para las terribles fatigas
que les guarde en su desamparo? - Si, si. Quiero que tengan algo con que
resistir la esclavitud angustiosa que les aguarda. ¿Me lo concederás? Es la
única gracia que te pido antes de morir
- Dijo el viejo Yatiri (Chaman) a cargo del templo de la Isla de Sol-
- Bien, respondió con dulce tristeza, la voz. Mira en torno tuyo ¿ves esas
pequeñas plantitas de hojas verdes y ovaladas? Las he hecho brotar
para ti y tus hermanos. Ellas realizaran el milagro de adormecer penas y
sostener fatigas. Serán el talismán inapreciable para los días amargos. Di
a tus hermanos que, sin herir los tallos arranquen las hojas y después de
secarlas, las mastiquen. El jugo de estas plantas será el mejor remedio
para la inmensa pena de sus almas.
(Luego el Yatiri entregaba a su vez las hojas a sus hermanos).
En las duras fatigas que os impongan el despotismo de vuestros amos,
mascad esas hojas y el camino os hará breve y pasajero. En el fondo de
las minas donde os entierre la inhumana ambición de los que vienen a
robar el tesoro de nuestras montañas, cuando os halléis bajo la amenaza
de las rocas prontas a desplomarse sobre vosotros, el jugo de esas
hojas os ayudara a soportar esa vida de oscuridad y de terror. En los
momentos ene que vuestro espíritu melancólico quiera fingir un poco
de alegría esas hojas adormecerán vuestra pena y os darán la ilusión de
creeros felices.
Cuando queráis escudriñar algo de vuestro destino, un puñado de esas
hojas lanzadas al viento os dirá el secreto que anheláis conocer. Y cuando
el blanco quiera hacer lo mismo y se atreva a utilizar como vosotros esas
hojas, le sucederá todo lo contrario. Su jugo que para vosotros será la
fuerza y la vida, para vuestros amos, será vicio repugnante y degenerado,
mientras que para vosotros los indios será alimento casi espiritual, a ellos
les causara la idiotez y la locura. Hijos míos no olvidéis cuanto os digo.
Cultivad esta planta. Es la preciosa herencia que os dejo.
Cuidad que no se extinga y conservadla y propagadla entre los vuestros con
amor y veneración.”
El analisis...La leyenda dice:
“tendréis alimento y consuelo”
“tendréis fuerzas para el trabajo”
“su jugo será la fuerza y la vida”
La propiedad de “quitar el hambre” es sin duda el concepto mas relacionado a
la coca, tanto en el lenguaje popular como en las referencias históricas.
Fue incluso una de las razones que utilizo Naciones Unidas para su prohibición.
Pero esta característica fue atribuida “por el hombre blanco” a las propiedades
“adormecedoras” mas que a su poder nutritivo, seguramente originada en la
observación de los esclavos de la colonización española que trabajaban casi
exclusivamente masticando hojas de coca.
Pero las “fuerzas para el trabajo” implican necesariamente alimentos.
Así como la palabra “vida” que solo podría venir de algo concreto que la
sostenga, como el alimento. La palabra “consuelo” si, se podría relacionar con
un efecto estimulante, pero esta especificado como un elemento aparte. El
rastreo del consciente colectivo actual nos lleva a una noticia en el periódico
Presencia publicado en la ciudad de La Paz, Bolivia.1
El artículo reproduce la ya muy conocida investigación de la universidad de
Harvard de 1975 realizada por los doctores Duke, Owlik y Plowman de la
Universidad de Harvard. Ellos compararon alimentos andinos conocidos
por su alto valor nutritivo como la quinua y el amaranto con hojas de coca y
encontraron que los nutrientes contenidos en la hoja de coca, superaban al
de los alimentos. Por ejemplo en 100 gramos de coca hay 11.000 Unidades de
vitamina A, mientras que en la zanahoria apenas tenemos 3.500 mcg.
El 18 % de la coca es proteína y es la fuente conocida más rica de fósforo y
vitamina B. Su contenido de Calcio duplica al de la leche.2
La expresión:
“será alimento casi espiritual”
Podría referirse a las cualidades excepcionales de los nutrientes de la coca.
Pero “alimento espiritual” es el papel religioso que cumple la coca en la cultura
andina, parecido al rol de la hostia Católica, que también recibe este apelativo.
“un lenitivo para sus dolores”
“y sostener fatigas”
En Bolivia, aun hoy en día, es común ver hojas de coca pegadas a la frente
de los indígenas para combatir el dolor de cabeza, la infusión de coca es la
primera alternativa popular utilizada para el dolor de estomago, así como los
emplastos de coca para todo tipo de lesiones, especialmente articulares e
incluso fracturas. Los Incas, ya utilizaron emplastos de coca para aliviar el
dolor de la trepanación o cirugía de cráneo.3
Kollasuyo era el nombre de estas tierras donde ahora se cultiva Coca y
significa tierra de las medicinas. Los médicos andinos llamados Kallawayas
tienen como elemento central de su arsenal terapéutico a la hoja de
coca porque es la que quita los dolores, analgésico o anestésico.
La “fatiga” es también sinónimo de dolor.
El que nos aqueja cuando la actividad física es llevada a un extremo y no
podemos seguir “porque duele el cuerpo”. Curiosamente cuando veamos
los modernos estudios sobre la coca, los términos “fatiga y antifatigante”
son constantemente utilizados. Aliviar el dolor es la razón de ser de
los médicos. Y sin embargo los médicos para curar a veces debemos
producir aun más dolor. Como por ejemplo el que ocasionamos cuando
amputamos un brazo o extraemos un simple diente.
Pero alguien dirá: Hoy me extrajeron una muela y no sentí ningún
dolor y no mentiría. Pero esto no fue siempre así. Antes, para someter a
cirugía a una persona, debíamos desmayarlo de un golpe, embriagarlo
con alcohol hasta la inconsciencia o sujetarlo por la fuerza para que el
cirujano pueda operar sin la actitud defensiva natural del paciente. Te
imaginas una cirugía ocular “sin anestesia”? Si revisamos el texto oficial
de farmacología de cualquier escuela de medicina del mundo, la de
Manuel Litter, por ejemplo4 veremos que de la hoja de coca se extrajo el
primer anestésico de uso local.
Es decir la droga que aplicada al tronco nervioso impide que la señal de
dolor llegue al cerebro.
La cocaína fue el primer anestésico local conocido. Gracias al aislamiento
de la cocaína a partir de la hoja de coca podemos entrar y salir del
dentista con una sonrisa.
La leyenda continúa:
“adormecer penas”
“os dará la ilusión de creeros felices”
El dolor del almaPero existe otra clase de dolor, el dolor psíquico, el “dolor del alma” “la pena”
que es parte de la condición humana desde siempre. El dolor o la pena por la
perdida de un ser querido, por ejemplo, la tristeza inherente a los fracasos por la
supervivencia, la perdida de la salud o la inminencia de la muerte. Actualmente
es una verdadera pandemia en la sociedad humana. Por eso la venta de
estimulantes, como las anfetaminas y una interminable lista de antidepresivos
que “Nos dan la ilusión de creernos felices” es una de las mayores fuentes de
242 243
riquezas para las transnacionales farmacéuticas.
Las propiedades estimulantes o antidepresivas de los derivados de la
coca descubiertas por Sigmund Freud hace más de un siglo, fueron
objeto de su pasión y están íntimamente ligadas a la evolución de su
teoría psicoanalítica.
“No pierda tiempo, sea feliz; si se siente pesimista, abatido,
solicite cocaína.”
Publicidad de Parke & Davis5
Esta clase de anuncios comerciales que ahora nos parecen inverosímiles,
dado el largo tiempo de prohibición eran muy comunes hasta 1912.
Dice Manuel Litter en su tratado de farmacología: “En el hombre las
pequeñas dosis de cocaína actúan sobre la corteza cerebral produciendo
estimulación psíquica con aumento de la capacidad de trabajo,
probablemente por ausencia de la sensación de fatiga (acción analgésica
central y disminución de la transmisión de impulsos nerviosos), luego se
produce excitación, incluso sexual, euforia, locuacidad, inquietud”.4
Pero tal vez la mejor prueba del poder estimulante de la hoja misma es
la Coca Cola, fabricada de hojas de coca del Perú, se anunciaba, hasta
1903, como un producto de cocaína y como una bebida básicamente
estimulante. Pero no es necesario ir tan lejos. La propiedad estimulante
de la coca ya fue evidente para los españoles durante la colonia, que
después de prohibirla en 1551 por interferir con la Religión católica,
se vieron obligados, por la disminución de la capacidad laboral de
los esclavos y el consecuente bajón económico, no solo a levantar la
prohibición, sino a obligar su consumo. En los Andes la asociación de
la coca con el trabajo puede observarse en la vida cotidiana de obreros
y campesinos.
La leyenda dice:
“soportar vida de oscuridad y terror”
El termino OSCURIDAD, visto desde lo social solo puede referirse a la
relación con la deidad y el conocimiento. El hombre sin Dios, esta solo,
perdido en la oscuridad, ignorante de si y de su origen.
La coca es, actualmente y desde siempre, el elemento fundamental en
la vida religiosa de los andes, es el nexo divino por excelencia. El papel
de la coca en la religiosidad andina solo es comparable a la hostia de la
religión católica junto al vino ritual.
La leyenda dice:
“un puñado de estas hojas lanzadas al viento
Os dirá el secreto que anheláis conocer”
El oraculo andinoLa leyenda específica el carácter de oráculo de la coca, es decir el medio
de conocimiento. “Leer la suerte en la coca” es, hasta ahora, un elemento
muy importante en la cultura Boliviana y Peruana.
El Yatiri (Chaman) “lee en coca” su diagnostico. Así como el brujo
ilumina el camino de su consultante leyendo en la coca.
El oráculo nos hace pensar el principio de la “sincronicidad” de Carl
Jung, según el cual este método de diagnostico, de la misma manera
que el I CHING de los chinos, no es como se cree, un producto del azar,
sino un sistema de exploración del inconsciente desarrollado durante
milenios.
La maldicion?La leyenda dice:
Para los amos será vicio repugnante y degenerador”
“les causara la idiotez y locura”
En otras palabras, cuando la coca sea usada en su contexto social, es
decir de acuerdo al pueblo Andino, tendría características benéficas,
serviría como alimento y medicina tanto para el cuerpo como para el
espíritu. Y debe serlo, porque de otra manera no debería quedar ningún
andino por estos lados después de consumir coca por milenios.
Que paso cuando el hombre blanco utilizo la coca?
Le dio el mal uso que le da casi a todo lo que habita en el planeta incluido
el globo terrestre.
La promoción de la cocaína a nivel mundial, se la atribuyeron a Sigmund
Freud, el padre del Psicoanálisis y la acusaron de iniciar el “tercer azote
de la humanidad” juntamente con el alcohol y la morfina.6
La leyenda dice:
“Cuidad que no se extinga y conservadla y propagadla
entre los vuestros con amor y veneración.”
Lo que indudablemente hace alusión a lo que esta sucediendo en la
defensa de la coca por los pueblos originarios.
A tal grado que ahora el Presidente de Bolivia es justamente un
cultivador de coca que esta cuidando que no se extinga. Aquí sobra
el análisis.
La prediccion de la leyenda de la coca se cumplio?La precisión de la leyenda es casi matemática. Es como si alguien,
viajado en el tiempo, lo hubiese visto con sus propios ojos. Pero
antes debemos reflexionar aun mas profundamente sobre el mensaje
de este contenido del inconsciente colectivo que enfatiza tanto en el
CONTROL DEL DOLOR.
El control del dolor nos hizo civilizados?El control del dolor es tal vez lo que más nos caracteriza como seres
civilizados. Imaginemos un mundo sin analgésicos o anestésicos:
nuestra medicina seria primitiva, una gran parte de los adelantos
médicos alcanzados serian imposibles. No habría prótesis, ni
tratamiento de conductos, ni cesáreas. Un simple dolor de muelas
acabaría con la carrera profesional de cualquier científico que sueñe
con el avance técnico de nuestra civilización.
La cocaina es la heroina de la farmacologia?Por todo esto podríamos creer que a continuación encontraríamos
una maravillosa historia de la coca como la heroína que nos salvo
del dolor. Pero la realidad es todo lo contrario. En pleno siglo 20,
seis años antes de que lleguemos a la luna, la civilización humana
le ha declarado la guerra, con balas y todo, a la planta de la coca y
a otros dos vegetales, la amapola y el cannabis, que “curiosamente”
también son poderosos analgésicos o controladores del dolor. Que
sucedió? Como es que elementos tan valiosos de pronto son villanos
que hay que matar a cualquier precio?. En un mundo que quiere
ser ecológico, salvando las especies, creamos leyes para la extinguir
sistemáticamente otras. Llamamos plagas justo a lo más valioso que
nos dio la naturaleza. Destruimos el medio ambiente y hacemos
gran esfuerzo por diseminar el cáncer echando HERBICIDAS a los
pocos bosques que aun nos permiten respirar, y todo en nombre
de la salud de la humanidad. Al mismo tiempo otras drogas como el
alcohol y el tabaco que si está llenando los hospitales del mundo no
solo son legales sino de consumo obligado y hasta nos vinculan con
Dios, como es el caso del vino que hace dos mil años se convirtió
en la sangre de Dios para que comulguemos con ÉL. Como es que
llegamos a poner las cosas exactamente al revés? La humanidad
enloqueció?
AkullicuEl akullicu o mal llamado masticado de coca. Es una técnica andina,
desarrollada a través de siglos, que permite extraer los principios
activos de la hoja de coca de una forma excepcional. Decimos mal
llamado puesto que la coca no se mastica, al contrario, la técnica
consiste precisamente en no masticar ni tragar la hoja.
Una variante de la técnica consiste en envolver con la misma hoja
una pequeña porción de lejía (alcalinizante, por ejem. Cenizas
vegetales). Así cada hoja doblada sobre si misma con su respectiva
porción de lejía en su interior es introducida en el carrillo de la
boca entre la pared bucal y las encías de los molares donde es
acumulada junto a las demás hojas y dejada reposar para que la saliva
la humedezca. Poco a poco el jugo resultante del bolo de coca va
deslizándose al interior de la boca produciendo un efecto anestésico
(adormecimiento de la mucosa de la boca).
Otras regiones como en la amazonía o pueblos costeros la técnica
varia, así por ejemplo, la coca es pulverizada y la lejía es se obtiene
moliendo conchas marinas. Actualmente en las ciudades de Bolivia,
donde la coca es muy utilizada también por clases sociales diferentes
al campesino, como intelectuales, artistas, transportistas, estudiantes,
obreros, etc. la lejía de cenizas esta sustituida por el bicarbonato
de sodio que ofrece mejores condiciones sanitarias, aunque su uso
pueda llevar problemas si se excede mucho la cantidad.
Es frecuente ver, también, como algunas personas añaden a su bolo
de coca las cenizas de sus propios cigarrillos.
La utilización de la lejía o de cualquier alcalinizante, ahora se sabe, es
el elemento indispensable para hidrolizar los alcaloides y así poder
asimilarla directamente por la piel interna de la boca o mucosa.
Esta técnica de procesar la hoja, primero en la boca, asegura la
obtención del efecto estimulante rápidamente.
A los pocos minutos, se produce un efecto anestésico en las mucosas
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contiguas al bolo y también en la mejilla, garganta y lengua.
El efecto anestésico local, que veremos con más profundidad mas
adelante, es sin duda el gran valor de la coca y explica su uso empírico
para calmar el dolor. Por ejemplo, como cataplasma aplicada
directamente a la zona dolorida, en caso fracturas de huesos, dolores
de muela y trastornos dolorosos del aparato digestivo en general.
Especial mención merece el uso de estos cataplasmas en la artritis,
con que los kallawayas (médicos tradicionales andinos) están
tratando con mucho éxito toda clase de lesiones articulares.
Y aquí poco tendría que ver la propiedad anestésica, el cataplasma de coca no
solo alivia el dolor sino mejora los tejidos articulares y especialmente relaja los
músculos contraídos adyacentes. Esta cualidad ha sido patentada en Estados
Unidos como un gran descubrimiento moderno, lo que equivale apropiarse
de una manera disimilada de la hoja de coca misma y de esta técnica terapéutica
de los Kallawayas. Esta “doble moral” de los norteamericanos, mas evidente en
el caso de la Coca Cola como veremos mas adelante, ha llegado al extremo
de registrar en Bolivia actualmente, la “molécula andina” (cocaína) como
propiedad norteamericana. Obscuros intereses detrás de esta iniciativa, que
se aprovechan del espacio abierto por el gobierno del cocalero Evo Morales a
favor de la coca, han puesto al descubierto decretos secretos del gobierno de
Sanchez de Lozada que respaldan legalmente la “legalización de la cocaína”.
Lo irónico es que un gobierno que esta luchando por la dignidad de Bolivia,
recuperar sus recursos naturales, proteger la hoja de coca es el que, tal vez
sin saberlo, esta ahora permitiendo una vez mas que los Estados Unidos, que
luchan ferozmente contra la cocaína (aparentemente), sean dueños de la
cocaína legal en Bolivia.
Que se siente al akullicar?La absorción de alcaloides es bastante rápida y el efecto defatigante, euforizante
o antidepresivo se siente a los pocos minutos, existiendo un suave incremento
de la velocidad psicomotora, mayor alerta; aumenta la actividad o deseos de
hacer algo. Las funciones intelectuales superiores se optimizan y se siente una
suave sensación de expansión de la conciencia.
En el área emocional el efecto es suavemente estimulante, el individuo se
siente, alegre, optimista, emprendedor. Las necesidades corporales, como el
hambre, el sueño son postergadas. La capacidad o el rendimiento en el trabajo
mejoran notablemente a simple observación.
El efecto pude durar varias horas y se prolonga mediante el añadido de pocas
hojas más. Durante el trabajo agrícola son frecuentes 2 o 3 administraciones
durante todo el día.
Como es la gente que akullica coca?Es igual a las que toman café en cualquier parte del mundo o hierba mate
como en la Argentina y el Uruguay para estimularse y aumentar su rendimiento
laboral. Su uso abarco una aérea que incluye a Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia,
Chile, Argentina, Paraguay y Brasil.
Evidencia antropologica de la benignidad akullicuTiwanacu es una de las culturas más importantes de Sudamérica con grandes
avances tecnológicos en la astronomía y las matemáticas, el manejo de la piedra
(amasado de la piedra) que se puede apreciar en sus ruinas son aun un misterio
sin descifrar. Existe cerámica perteneciente al Periodo IV o clásico de Tiwanaku
que muestra el típico bolo de coca que eleva la mejilla de akullicador .
El imperio Inca que abarco casi todo el continente sudamericano utilizo la coca
como energizante. Son muy conocidas las hazañas de los chasquis o mensajeros
del imperio Inca que hacían grandes travesías solo alimentandose con hojas de
coca que llevaban en una pequeña chuspa (bolsa).
Hoy día aun podemos ver, en vivo, como las culturas andinas después de
consumir por milenios la coca, han desarrollado magníficamente diferentes
aspectos del conocimiento y el arte. Demostrando un cerebro saludable.
La investigación de Carter y Mamani en las zonas altiplánicas rurales bolivianas,
ha demostrado que el 92% de los hombres y el 89% de mujeres utilizan la coca
y que respectivamente el 82% y el 68% la mastican habitualmente.7
300 años despues…Habrían de pasar 3 siglos para que la medicina moderna redescubra las
propiedades de la coca. En 1860 Albert Niemman de la universidad de
Goettingen, Alemania, informa el descubrimiento de la molécula de la cocaína,
aislada de hojas de coca del Perú.
En l880 Vassili von Anrep de la Universidad de Wursburg percibe por primera
vez las propiedades anestésicas de la cocaína atrayendo la atención de un joven
neurólogo, Sigmund Freud que años después crearía el psicoanálisis y seria
considerado como uno de lo sabios de la civilización humana.
Pero pronto las propiedades anestésicas de la cocaína son dejadas de lado
por Freud porque sus cualidades estimulantes o antidepresivas absorben su
interés. La pasión de Freud por la cocaína impregna sus escritos, se reflejan
en sus sueños y especialmente lo convierten en un “superhombre en la cama”
como expresa en una carta a su novia. Desde 1884 Sigmund Freud empieza a
recomendar la cocaína en dosis bajas como antidepresivo.
En sus “Escritos sobre la cocaína” sugiere seis aplicaciones
terapéuticas para la cocaína: 1) como estimulante, 2) para trastornos
gástricos, 3) para la caquexia 4) para curar a morfinómanos y
alcohólicos, 5) en anestesia local, y 6) como afrodisíaco.
Freud protagonizo el primer intento de curar la adicción a la
morfina con cocaína. Su amigo Ernst von Fleishl Marxow luego de
la amputación de un dedo infectado se vuelve adicto a los opiáceos
que utilizaba para aliviar su dolor.
Freud le recomienda cocaína para “salir” de la morfina, pero
desafortunadamente la vía utilizada por Fleishl Marxow fue la
endovenosa lo que derivo en una sobredosis fatal.
Estoy de acuerdo con Freud en que el fármaco prescrito no era el
problema sino la vía de administración. La actitud terapéutica era
la correcta. Se había logrado reemplazar una droga que ocasiona
dependencia física como los opiáceos por otra que carecía de ese
grave efecto, la cocaína.
La muerte del amigo se debió a una sobredosis por la vía de
administración errada y la utilización de un fármaco concentrado.
Muertes por mala administración de medicamentos suceden a diario,
desde la aspirina hasta la bomba de cobalto.
Freud insistía:
“Es necesario que los médicos comprendan que la posibilidad de
que se produzcan efectos tóxicos no debe impedir la aplicación de
la cocaína para producir un fin deseable.” 8
Finalmente Emil Erlenmeyer, celoso eterno de Freud, arma una
campaña contra el, acusándolo de haber desatado sobre el mundo
“el tercer azote de la raza”, después del alcohol y la morfina.
Mientras tanto Karl Koller, su amigo y compañero de trabajo en el
Hospital General de Viena, continúa el trabajo con los anestésicos y
demuestra su utilización exitosa en cirugía ocular. El 15 de septiembre
de 1884 comunico su hallazgo a la Sociedad Oftalmológica de
Alemania convirtiéndose en el descubridor del uso anestésico de la
coca. La cocaína cumplía con todos los requisitos del medicamento
largamente soñado por los cirujanos -El anestésico ideal- una droga
que bloquee selectiva y reversiblemente los impulsos dolorosos
enviados al cerebro, mantenga al paciente consciente, sin producir
el peligroso sueño químico y sin generar, especialmente, conductas
defensivas.
El hecho de que la anestesia local empiece precisamente por la cirugía
ocular, lo más inimaginable, influye decididamente en la aceptación
del nuevo fármaco. Pronto médicos de todas las especialidades hacen
uso de la cocaína en toda clase de intervenciones quirúrgicas.
Como nos quita el dolor la cocaínaLa cocaína cuando es aplicada a un tronco nervioso, bloquea o interrumpe
en forma reversible la sensación de dolor sin perdida de conciencia. Esta
particularidad llamada efecto anestésico local. Se produce porque la cocaína
“bloquea el paso de los iones de sodio afuera o dentro del nervio, que es
como se produce la conducción nerviosa A mayor concentración del
fármaco en la sangre también se bloquean la sensibilidad al calor y al frío y
luego los del tacto y presión. Concentraciones muy altas bloquean incluso
los impulsos motores. La asimilación del fármaco al torrente sanguíneo
puede producir una analgesia sistémica o general” 4. Hay que recordar que
poco antes de estos acontecimientos los médicos occidentales, continuaban
usando técnicas “prehistóricas” para realizar cirugías, como desmayar al
paciente con golpes en la cabeza, amarrarlo o embriagarlo con alcohol hasta
la inconsciencia. Por eso el descubrimiento de la anestesia constituye una
de las grandes revoluciones de la Medicina, junto con el descubrimiento de
los antibióticos, las vacunas y la genética. El descubrimiento de la Anestesia
significo el paso de la Prehistoria a la historia de la Medicina.
La cocaina de “plastico”En 1905 Alfred Einhorn de Hoechst Chemical Company, sintetiza la Procaína
entonces comercializada como Novocaina (la Nueva cocaína). Pero padecía
de un grave problema, su poder anestésico era 50 % menos y no tenía poder
hemostático (que impide el sangrado). Fue necesario añadirle vasoconstrictores
como la epinefrina o adrenalina para igualar el poder hemostático de la cocaína
natural. Poco tiempo después otras moléculas sintéticas mas potentes como
la lidocaína, tetracaina, oxibuprocaina, bupivacaina, etc, etc. Se integran al
vademécum de los anestésicos modernos. Todos se consiguen mediante
ligeras variaciones de la molécula de la cocaína, así por ejemplo la Tetracaína
y similares son ésteres amínico terciarios del ácido para aminobenzoico en vez
de ésteres del ácido benzoico o cocaína. Pero que sentido tenia fabricar algo
que ya existía? Si el lector consulta cualquier tratado de farmacología moderno
vera lo siguiente: “Los anestésicos locales (sintéticos) una vez absorbidos
producen estimulación: inquietud, temblor, convulsiones epileptiformes.
Luego depresión central por agotamiento, arreflexia, coma y muerte por
parálisis del centro respiratorio.”4 En otras palabras los sintéticos pueden ser
tan estimulantes del Sistema Nervioso Central como la misma cocaína. Por lo
tanto el slogan: “La cocaína es droga y sus derivados sintéticos no lo son” que
muchos médicos repiten automáticamente cuando se les confronta con este
tema, es falso. Este slogan ha sido creado por las farmacéuticas y los políticos
ignorantes la repiten como argumento para defender la prohibición.
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Y aun cuando tal vez sea cierto de que a los sintéticos se les ha manipulado para
que sean menos estimulantes del Sistema Nervioso Central. Queda la pregunta:
¿por que no se hizo lo mismo con la cocaína? Puesto que esta molécula es tan
manipulable como sus derivados plásticos. Podríamos fabricar a partir de la
cocaína natural un anestésico menos estimulante. Alguien dirá que es porque
la cocaína es prohibida….y eso es cierto. La única diferencia es que la cocaína
es prohibida y los plásticos no. Pero resulta que supuestamente la cocaína es
prohibida porque es droga. En otras palabras un bello acto de ilusionismo que
pondría verde de envidia al mismo Houdini. Pero donde esta el truco, como
se lo hizo? Lo que esta claro son los motivos: intereses económicos. Solo falta
entender quienes son los beneficiados con la prohibición de la coca. Porque
la prohibición, como lo comprobaremos, es específicamente contra la planta
de coca y secundariamente contra su alcaloide lo que resulta chocante ahora
que sabemos que los sintéticos son lo mismo. Solo se diferencian en su origen,
unos son de propiedad de los indios de los Andes (o por lo menos eran) y los
otros de las transnacionales farmacéuticas del primer mundo. Pero el boom de
los anestésicos no lo es todo, en cuanto los derivados industriales de la hoja de
coca, mucha historia falta todavía por contar.
El vino mariani, la fuente de la juventud de la “belle epoque”Un año antes que Freud empezara sus investigaciones con la coca, en 1863,
Ángelo Mariani nacido en Córcega, inventa el Vino Mariani. Vivía en Paris,
donde trabajaba de asistente de una farmacia, su trabajo consistía en preparar
medicamentos que tenían como vehículo el vino.Uno de estos preparados
contenía hojas de coca importadas del Perú y al parecer Mariani ya lo había
experimentado, porque cuando en 1868, lo visito una famosa actriz de la
Comedie Francaise en busca de un remedio para su estado depresivo.
Mariani le preparo el extracto de hojas de coca con vino tinto con tal éxito
que pronto le falto manos para atender los pedidos que se le vinieron encima.
Además un nuevo elemento reforzó aun mas su uso entre los artistas, el
Vino Mariani resulto ser el mejor tónico de las cuerdas bucales, por lo que el
entusiasmo por el se incremento notablemente. Fauvel, un primo de Mariani
que además era otorrinolaringolo escribió artículos sobre el efecto positivo del
vino sobre las cuerdas bucales que difundieron el uso del vino tónico aun más.
Mariani colecciono esta interminable lista de comentarios de sus entusiastas
clientes que abarcaron todos los campos de la actividad humana. Desde reyes
y príncipes como la Reina Victoria, el rey Jorge de Grecia, el rey Alfonso XIII
de España o el príncipe de Gales. Jefes de estado como los estadounidenses
William McKinley y Ulises S. Grant o el Sha de Persia. Intelectuales, científicos y
artistas como Arthur Conan Doyle, Emilé Zolá, Julio Verne, Tomás Alva Edison,
Alejandro Dumas, etc. Pero el apoyo mas sorprendente vino justamente del
Vaticano, el Papa León XIII presta su efigie para la etiqueta y le concede una
medalla de oro a su inventor en reconocimiento a la capacidad de esa bebida
para “apoyar el ascético retiro de Su Santidad”. El Vino Mariani fue bautizado
como el “elixir de la vida”, recordemos que las hojas de coca fueron consideradas
el talismán del diablo siglos antes por la misma iglesia.
Coca-cola: la fuente de la juventud?En l887 el Dr. Sttyth Pemberton de Atlanta que COMERCIALIZABA el vino
Mariani con el nombre de French Wine Coca”, se vio obligado a hacer un gran
cambio en la exitosa bebida. Debía quitar el alcohol, puesto que la actitud
puritana contra el alcohol en los Estados Unidos era un serio obstáculo para la
venta libre del vino francés de coca.
Es de imaginar los apuros de Pemberton al sacar el vino, ha debido quedar
un liquido amargo difícil de tomar, por lo que había que saborizarlo y es
posiblemente aquí donde añade nuez de cola es decir cafeína y otras treinta
y tantas sustancias.
Resultado: Pemberton empieza a vender un jarabe no alcohólico de la hoja de
coca andina y la nuez africana Cola, que como sabemos contiene dos poderosos
estimulantes la cafeína y la teobromina, que le dieron el éxito conocido hasta
hoy día.
Asi el planeta consumió durante largos años el estimulante del sistema nervioso
mas poderoso que se haya fabricado para consumo a nivel masivo.
Reunía no solo al estimulante de la cocaína, sino también cafeína y teobromina.
Por eso no es de extrañar el nivel de aceptación y en muchos verdaderos casos
de adicción a esta bebida. Había nacido la Coca Cola
The Ideal brain tonic
Relieves exhaustion.
Specific for headache
Son anuncios publicitarios famosos de aquella época.
Más cerca a nosotros estará seguramente:
The Real Thing
o
La Chispa de la Vida
Todo va mejor con coca colaLa chispa de la vida no podría tratarse obviamente sino de la molécula andina:
la cocaína. Que otro componente sino podría llamarse tónico ideal para el
cerebro? Quita el cansancio, detiene el dolor de cabeza etc. De aquí en adelante
la historia de la Coca Cola, es la historia de los Estados Unidos. Presidentes de
la Coca Cola llegaron a ser presidentes de los Estados Unidos como el caso de
Wilson y otros lo fueron gracias a las subvenciones de esta empresa. En l903 en
pleno boom de la cocaína como anestésico y estimulante y sin una explicación
científica o de salud coherente, una comisión presidencial de los EE.UU.
prohíbe su utilización en humanos. La cocaína pasa a manos de los laboratorios
farmacéuticos que así logran un primer monopolio al interior de los EEUU de
la Chispa de la vida que energetizaba Coca Cola, sentando las bases de lo
que en 1961 se convertiría en el Club de la Cocaína legal, como lo veremos
luego. Los beneficios económicos han debido ser importantes, el producto
mas caro, la cocaína, es retirada de la bebida y vendida aparte. La chispa de la
vida pasa a ocupar una parte del mercado millonario de los anestésicos locales
semisintéticos que a pesar de su baja calidad ahora tienen una ventaja comercial
sobre la prohibida cocaína. El camino para el control total del mercado de la
anestesia por parte de las transnacionales farmacéuticas esta listo. En l914 el
Acta Harrison de narcóticos de los EE.UU.Declara ilegal a la cocaína y empieza
a imponerlo en el resto del mundo través de la convenciones internacionales
de l925 y l931, bajo el auspicio de la Liga de Naciones, cuyo alcance era todavía
limitado, pues no involucraba a los países del tercer mundo como Bolivia y
Perú donde crecen las hojas de coca y donde todavía la costumbre del Akullicu
esta vivo y a cargo de millones de personas. Los estimulantes de la hoja de
coca publicitados y difundidos masivamente por la Coca Cola, así prohibidos,
conquistan el mundo underground de la metrópoli donde como todo lo
escondido se envilece y queda en manos de los criminales.
Coca inquisitionLa prohibición de la coca
Coca Cola convertida ya en la empresa más grande del mundo, con capacidad
de tomar decisiones a nivel planetario, monopolizando el millonario mercado
del producto industrial mas importante derivado de las hojas de coca, tenia por
fin la oportunidad de controlar las plantaciones de coca en América del sur.
La Recién creada Naciones Unidas crea el marco perfecto para ello. En 1949,
Howard Fonda, magnate Banquero de Nueva York, visita Bolivia y Perú, como
Presidente de una Comisión enviada por la Comisión de Narcóticos de la
flamante Naciones Unidas. Cuando Fonda llega al aeropuerto de Lima, el 12 de
septiembre de 1949, expresa su verdadera misión, que a juzgar por sus propias
palabras, no se trataba de una investigación, como oficialmente se decía: “…el
uso de la coca es indudablemente dañino, que posiblemente era la causa de
la “degeneración racial” de los indios y que las conclusiones de la Comisión
confirmarían definitivamente lo correcto de sus aseveraciones”. Ningún
científico por mediocre que sea, como era el caso de Gutierres Noriega y sus
seguidores, podía empezar una investigación seria con semejante prejuicio.
Por otro lado el currículum de Fonda era impresionante:
Vicepresidente y Director de Burroghs Wellcome and Co.
Vicepresidente y Director de American Pharmaceutical Manufacturer´s
Association.
Director de Wellcome Foundation, Incorporated.
Director de National Vitamin Foundation, Incorporated.
Director del First National Bank and Trust Company of Tuckahoe.
Director de Yonkers Chamber of Commerce.
Tesorero de Industrial Association of the Nation
Participaba ademas:
Sr. Jean Philippe Razet (Francés) Veterano de la Guerra del Opio,
Dr. Marcel Alfred Granier Doyeux (Venezuela)
Un médico Húngaro, 4 agentes y una secretaria que ejercía de traductora.
Después de 3 meses, que duró el estudio, Fonda y su Comisión Científica con 44
mil dólares proporcionados por Naciones Unidas, visitan algunas localidades
principalmente en Perú y algunas en Bolivia; Obviamente que el famoso trabajo
de investigación no pudo sino limitarse a paseos turísticos por los pueblos
mirando desde un tren o automóvil. Mientras se ensalzan estudios de Gutiérrez
Noriega en Perú que “habiendo invitado” a la Comisión se jacta de sus “Estudios
en perros, a los cuales les inyecto sulfato de cocaína diariamente - demostrando
“cocaísmo o sea adicción a la hoja de coca en su forma de masticado”. El sulfato
de cocaína es la forma mas toxica de este alcaloide es una variante del crack
moderno. Gutiérrez Noriega era tan ignorante que no se dio cuenta que lo
que había hecho es comprobar los problemas del crack en los perros? En el
informe que Fonda envió a la Comisión de Narcóticos de NNU el 17 de enero
1950 no figuran reportes de exámenes médicos, laboratorios, radiografías.
Lógicamente con que tiempo? Con que medios? Imaginemos a Bolivia el año
49, apenas contaba con servicios de salud básicos y gran parte de los caminos
era solo de herradura. El mismo Fonda aclara que solo entrevistaron a gente
que estaba de acuerdo con la malignidad del masticado, que se ignoraron otras
opiniones porque tenían “intereses económicos”. La entrevistas, por otro lado,
no se hicieron con los mismos akullicadores sino con patrones, empresarios
y autoridades de gobierno que claramente obedecían lo intereses foráneos
como casi todos los gobiernos bolivianos hasta hace poco.
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La sentencia de la santa inquisicionLas conclusiones de Howard Fonda
“La coca produce daño cerebral, retardo mental, flojera para el trabajo y
degeneración racial.
y recomienda
“La prohibición del masticado y la erradicación de la coca.
Pero con una excepción que autoriza el cultivo para la exportación al norte
para la fabricación de Coca‑Cola”.
Este Informe de Fonda constituye La Única Base Científica para la penalización
del masticado y legaliza su uso para Coca Cola por la Convención de 1961,
donde sus recomendaciones se traducen en leyes explícitas, como veremos
más atrás. La degeneración racial, un grave prejuicio que contradecía mucho
la misión de Fonda que enarbolaba la bandera de los Derechos Humanos,
con seguridad basada en que los indios andinos no eran rubios ni altos,
porque no nunca se hicieron estudios genéticos pues no se conocían en
esos años estas sofisticaciones de la ciencia moderna.
El bulto sobresaliente en la mejilla del akullicador (que desaparece obviamente
al sacar la bola de coca) fue utilizada para inventar una deformación física de
los masticadores de coca.. ¡¡
El retardo mental que les atribuye a los indios, no tiene pies ni cabeza, pues
ahí están los testimonios de las culturas andinas con toda su sabiduría, como
ya vimos, infinitamente superior a la norteamericana, cuyo máximo símbolo
cultural es justamente una botella de Coca cola que mal imita las curvas de
la bella Mae West.
El tribunal de la santa inquisicionComisión de narcóticos
Ya vimos como la Liga de Naciones, bajo la cual se hicieron los primeros
acuerdos contra el opio y la cocaína, no tenían la jurisdicción necesaria para
controlar los escurridizos cultivos de coca en los Andes, pero la organización
de una liga de naciones mas amplia, llamada Naciones Unidas, que surgió de
la segunda guerra mundial con el lema de defender los Derechos Humanos
le dio justificación y legalidad para controlar el mundo.
Esta flamante organización de países crea la Oficina de estupefacientes de
Naciones Unidas con poderes extraordinarios para defender la salud de la
humanidad.
Así la Comisión tiene la facultad de “decidir que plantas o sustancias deben
ser estudiadas previendo un potencial daño contra la humanidad, que estudios
científicos se tomaran en cuenta y cuales no, que medidas se tomaran y
que leyes se propondrán al respecto (Con razón Fonda puede escoger los
estudios de G. Noriega y no los de Monge, mas conocido por su capacidad
científica y honestidad que el primero).
Esta es la clase de gente que componía la Comisión que en 1961 convence
con el informe Fonda a los 54 representantes de los países que firmaron la
satanización de la coca.
La mayoría, como siempre políticos que desconocían las bases de la
farmacología, los intereses de las farmacéuticas y que seguramente por no
pasar de estúpidos frente a los “científicos” de la Comisión de Narcóticos,
votan la leyes que permiten un monopolio sobre las plantas de Coca por parte
de la Coca cola y farmacéuticas, que ahora han arremetido nuevamente en
la propia Bolivia, registrando la hoja y su molécula andina como propiedad
norteamericana.
Convencion unica de 1961el monopolio de las plantas de coca y de la cocaína legal
11 años después y basado en el informe Fonda, la Comisión de Narcóticos
de naciones Unidas en el marco de la Convención de Única de 1961 con
los argumentos de Fonda y con la complicidad del gobierno de Víctor Paz,
por parte de Bolivia, logra incorporar definitivamente a la lista de “venenos
controlados” por este organismo internacional a la planta de la coca junto a
las plantas de Amapola y Marihuana.
Así las Convenciones internacionales como la de 1961, y otras que regulan la
producción de coca y derivados en todo el mundo, entregan a la Coca Cola
y subsidiarias la propiedad sobre las hojas de coca.
Para sustentar esto basta con leer unos pocos artículos de la Convención
Única de 1961, que penalizo la coca.
Art. 26
1.‑Las partes que permitan el cultivo del arbusto de coca aplicarán al
mismo y a las hojas de coca el sistema de fiscalización establecido en el
Art. 23 para la fiscalización de la adormidera (opio)
(De aquí es la categoría de narcótico que gano la coca cuando ahora sabemos
que es un estimulante, volveremos sobre el tema mas tarde)
Art. 27. Disposiciones suplementarias respecto a la coca
1) Las partes podrán autorizar la producción de un agente SAPORÍFERO
que no contenga ningún alcaloide y en la medida necesaria para dicho
uso, autorizar la producción, importación, exportación, el comercio y la
posesión de dichas hojas.
2) Las partes suministraran por separado previsiones e información
estadística respecto a las hojas de coca para la preparación del agente
soporífero EXCEPTO en la medida que las mismas hojas de coca se utilicen
para la extracción de alcaloides y del agente soporífero y a así se explique en
la información estadística y en las previsiones.
(Saporífero quiere decir saborizante de alimentos)
La Coca Cola es nombrada aquí como saborizante. Pues no existía hasta ahora,
otro saborizante derivados de las hojas de coca. Pero, como cualquier ley, la ley
de 1961 puede aplicarse a cualquier saborizante.
Nótese además como la EXCEPCION protege a Coca Cola de informar sobre la
cantidad de hojas de Coca.
Si Bolivia u otro país produjeran un saborizante, podría acogerse a este
articulado. Cosa que no ha sucedido por que esta información ha sido enterrada
cuidadosamente hasta ahora.
Estas son las bases para el comercio que ahora quieren establecer dentro del
acuerdo el ALBA, los tres países: Bolivia, Venezuela y Cuba.
Pero aquí no acaba el crimen de Naciones Unidas, aun hay más:
Art 49. ‑ El masticado de coca será prohibido en el plazo de 25 años a partir
de dicha convención.
En otras palabras la coca puede ser industrializada en el norte pero su
utilización en los Andes, incluso la conocida desde hacen 4500 años,
base cultural de estos pueblos será prohibida.
Con estos pocos articulados tan simples Estados Unidos se atribuye la
propiedad y el monopolio absoluto de la producción e industrialización
de las hojas de coca, y Además se excluye de informar sobre la verdadera
cantidad de hoja de coca y derivados que maneja.
En otras palabras un verdadero monopolio creado por la Convención
Única de 1961 que “narcotiza” la cocaína para justificar su inclusión en la
guerra contra los narcóticos.
Por eso el término: narcotráfico completamente inapropiado desde el
punto de vista técnico. Pues narcótico es justamente lo contrario de
estimulante. Uno produce sueño mientras que el otro despierta. En la
práctica médica, uno es antídoto del otro en caso de sobredosis. Así una
dosis excesiva de cocaína lleva al individuo a tal grado de excitación que
es necesario narcotizarlo o sedarlo, y viceversa La legislación de 1961 y
similares no podían haber ignorado semejante detalle y clasificar dentro
del mismo grupo químico a dos sustancias tan diferentes no sólo por su
origen y su fórmula química, sino especialmente por sus efectos sobre
el organismo humano.
Fonda, la cabeza de los farmacéuticos del país científicamente mas avanzado
desconocía un detalle elemental de su profesión? La diferencia entre dos
químicos descubiertos en el siglo XIX (1803\ 1859) o sea una experiencia
farmacéutica de aproximadamente un siglo con ambos químicos?
La homologación legislativa entre coca y opio no se trata de un error o
ignorancia, como algunos científicos y políticos alegan para disimular la
estafa de Estado Unidos, todo lo contrario, es una premeditada maniobra
para apoderarse del negocio más lucrativo del siglo y posiblemente no solo
en cuanto a la industria farmacéutica se refiere. De esta manera cualquier
comercio extraño a este exclusivo círculo es declarado ilegal, calificado como
narcotráfico y castigado.
El club de la cocaína legal(LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA COCA EN LOS ESTADOS UNIDOS)
Según el gobierno de los EE.UU. en un documento difundido por USIS (Servicio
Informativo del Gobierno de EE.UU.) y enviado al parlamento boliviano donde
se debatía el tema coca-cocaína, la situación sobre la coca seria la siguiente:
“La importación de coca hacia los EE.UU. desde Bolivia data de hace
un siglo. Una vez que la hoja llega a New Jersey se almacena en cofres
certificados protegidos por los más modernos sistemas de alarma. Stepan
esta sujeto a inspección por parte de la DEA en cualquier momento.
Stepan extrae la cocaína de las hojas de coca para dar sabor a alimentos.
La Coca Cola, compra éste extracto descocainizado desde l886. No existe
nada de cocaína en la coca cola desde l902. La cocaína así extraída se
vende como anestésico local a la industria farmacéutica.
Según la publicación anual de la JIFE o Junta Internacional de Fiscalización de
Estupefacientes de las NNUU. (Nuevo nombre de la Comision de Narcóticos
que penalizo la coca)
Estado comparativo de las previsiones y estadísticas de estupefacientes
facilitadas para l982 por los gobiernos en cumplimiento de los tratados
internacionales E/INCB/1983/5.
Además de los EE.UU, que según datos oficiales de éste organismo, tenía
para aquél año un stock de 2038 toneladas de hoja de coca y 530 kilos de
cocaína. Otros 36 países tienen derecho a usufructuar de la hoja de coca.
(cifras para l982).
250 251
Austria puede fabricar o importar........ 4 kilogramos de cocaína
Australia...................................................... 28 Kg.
Bélgica......................................................... 111 Kg. y 472 Kg. de hoja de coca
Bulgaria......................................................... 29
Canadá.......................................................... 55
Dinamarca.................................................... 6
Finlandia....................................................... 27
Francia........................................................... 288
Alemania....................................................... 3
Alemania Federal....................................... 146
Grecia............................................................ 2
Hungría......................................................... 13
India............................................................... 20
Irlanda........................................................... 4
Israel.............................................................. 1
Italia................................................................ 1 y 100 Kg. de hoja de coca
Japón............................................................. 50
Malasia........................................................... 6
Países Bajos.................................................. 22
Nueva Zelandia........................................... 17
Polonia.......................................................... 13
Corea............................................................. 1
Rumania....................................................... 25
Singapur....................................................... 3
Sud. Africa.................................................... 7
España........................................................... 4
Sri. Lanka...................................................... 1
Sudan............................................................ 4
Suecia............................................................ 1
Suiza............................................................... 32
Tailandia....................................................... 1
Turquía.......................................................... 52
U.R.S.S........................................................... 100
Gran Bretaña............................................... 365
Hong Kong.................................................. 7
Yugoslavia.................................................... 21
Estados Unidos........................................... 530 kilos de cocaína. 644 toneladas de hoja de coca para preparar otros estupefacientes (estimulantes) y 499 toneladas de hoja para mantener el stock. Para el año 1982 EE.UU. podía comprar 1.144.457 kilos de hojas de
coca con estos fines.
Aquí no se incluye la coca necesaria para la Coca Cola. Los informes de la JIFE
no especifican las necesidades para este rubro porque la Convención de 1961
exime a Coca Cola de estos controles. Los requerimientos publicados para l993
señalan sólo 300 toneladas. Quiere decir esto que han reducido la fabricación
de anestésicos locales? o existe otra fuente de hoja de coca? A este exclusivo
círculo es al que hemos denominado el Club De La Cocaína Legal, en una carta
abierta que dirigimos al Presidente de la República de Bolivia en representación
de las federaciones campesinas productoras de hoja de coca. Como podrá
observarse los países andinos brillan por su ausencia, siendo supuestamente
los principales productores de hoja de coca. Las razones desde luego son
fácilmente entendibles, empezando por el retraso industrial, fruto a su vez del
control de los grandes monopolios que acabamos de ver y terminando en la
campaña de desinformación y distorsión destinada a impedir que los países
productores de la materia prima se beneficien legalmente de la industria de
la coca.
Que economía mueve la industria de la coca en los ee.uu?La ausencia de informes de la JIFE respecto a la Coca Cola no nos permite
tener los datos exactos, pero si pensamos el nivel de consumo alcanzado por
la Coca Cola en todo el planeta podemos hacernos una idea de la magnitud del
negocio. En cuanto a los anestésicos derivados de la coca vamos a basarnos
solo en el informe de la JIFE ya mencionado. Allí se autoriza para el año l982 la
importación de 1.144 toneladas de hojas de coca para completar su stock de
2038 toneladas. Un frasco de 15 gramos de gel de lidocaína al 4% cuesta en
Bolivia 1.5 dólares. De donde 0.6 gramos de anestésico contenido en este gel
(4% de 15 g.) llega a costar 1.5 dólares. Descontando el envase y el vehículo
podemos redondear a 2,5 dólares el gramo de anestésico local puesto a la
venta al público. Entonces la Stepan Chemical en l982 podría haber generado
45 millones de gramos de anestesia a 2,5 dólares el gramo. (112 millones de
dólares para el año 1982). Esto sin contar los anestésicos resultantes de la
descocainización de la hoja para la Coca Cola, secreto celosamente respaldado
por la Convención de 1961.
La hoja de coca: el alimento mas maravilloso del mundo?En 1967 Duke, Owlic y Plowman de La universidad de Harvard decidieron hacer
las cosas en serio. Tomaron diez variedades de cereales, diez de vegetales, y
diez frutas analizarlas y compararlas con la hoja de coca.
Diez cereales:
“Amaranthus caudatus, Oryza sativa, Avena sativa, Chenopodiun pallidicaule,
Chenopodium Quínoa, Hordeum vulgare, Sccale cereale, Coix Lachryma-jobi,
Zea Mays and Triticum aesticum”.
Diez vegetales:
“Canna edulis, Caapsieum spp. Allium saticum, Arracacha xanthorrhiza,
Ipomoca Batatas, Cyclanthera pedata, Curcubita maxima, Allium Cepa, Brasica
oleracea, and Tropacolum tuberosum”.
Y diez frutas:
“Persea americana, Ananás comosus, Musa sapientum, Cocos nucifera,
Passiflora mollissima, Annona Cherimolia, Prunus persica, Fragaria spp. Annona
muricata, and Ficus Carica”.
Los resultados100 GRAMOS DE COCA Y 100 GRANOS DE ALIMENTOS
Aqui he aumentado el Zellaforte, un moderno geriátrico, que ya conocimos
gracias a Ana Aslan, que además de la procaína incorpora elemento muy
parecidos la coca.
COCA (100 g) ALIMENTOS (100 g)
ZELLAFORTE (1 gragea)*
Calorías 305 Kcal 279 Kcal No contiene
Proteínas 18.9 g 11.4 g No contiene
Grasas 3.3 g 7.9 g No contiene
Carbohidratos 44.3 g 37.9 g No contiene
Calcio 1749 mg 99 mg 2.5 mg
Fósforo 637 mg. 270 mg no contiene
Hierro 26.8 mg 3.6 mg 3 mg
Vitamina A 11.000 UI 135 UI 1.000 UI
Vitamina B1 0.58 mg 0.58 mg 0.5 mg
Vitamina PP 3.7 mg 2.2 mg no contiene
Vitamina C 1.4 mg 13.0 mg 26 mg
Vitamina B2 1.73 mg 0.18 mg 0.5 mg
Alcaloides mg ------ 46 mg
“La ingestión de 100 gramos de la hoja de coca de Bolivia estudiada, equivale
a la dieta recomendada de calcio, hierro, fósforo, vitamina A, B2, E “ dice este
informe elaborado en el año 1975, por los Drs. Duke, Oulik, Plowman de la
Universidad de Harvard. 9 Y aunque nadie va a comer 100 gramos de hojas de
coca, el dato nos permite entender porque el uso de la coca esta tan ligado
al trabajo. Además de proporcionar un estimulo energético, como la gasolina
para un motor, la coca proporciona repuestos para mantener la maquinara
biológica que confronta un desgaste extra. No es el caso de la taza de café que
la sociedad moderna emplea con el mismo propósito, ni tampoco la cocaína
extraída de la coca que permite un gran actividad extra empero sin la reposición
o mantenimiento del desgaste. Este ultimo punto explica en parte, porque
en el akullicu no se encuentra los daños atribuidos a la cocaína y porque mi
propuesta desde 1984 de sustituir el consumo de cocaína por el akullicu o las
pastillas de coca (AJAYO)R, realmente funciona para muchos. Es importante
recalcar el contenido de vitamina A que supera a la zanahoria. El 18 % de la coca
es proteína. Es la fuente conocida más rica de fósforo y vitamina B.
Contiene dos veces más calcio que la leche¡¡.
La hoja de coca es la fuente de la juventud original?El Instituto Boliviano de Biología de la Altura dependiente de la universidad
Mayor de San Andrés, El centro de Investigaciones Botánicas y Ecológicas
de la Universidad Mayor de San Simón de Bolivia y el Instituto Francés de
Investigación Científica para el Desarrollo, en Cooperación (ORSTOM) han
Publicado sus conclusiones en 1997: 10
“En el campo fisiológico se observo:
La capacidad para realizar mas trabajo no aumenta con el acullico, pero si
mejora la capacidad para tolerar el trabajo.
El akullico tiene un efecto estimulador de los centros respiratorios,
Ejerce un efecto moderador del metabolismo de la glucosa
Disminuye la agregación plaquetaria
No influye en el consumo diario de nutrientes.”
Lo que hecha por tierra las afirmaciones de muchos antropólogos, médicos
y sociólogos que han tratado de justificar la prohibición de la planta de coca,
aludiendo que la disminución del hambre provocado por el coqueo seria
responsable del “daño” (que nadie pudo comprobar hasta la fecha). Otra
afirmación cursi de estos mercenarios de la ciencia, es que la explotación de los
mitayos (esclavos durante la colonización española) fue hecha gracias a la coca,
como si la coca tuviese la culpa de los crímenes de los humanos.
Tal vez lo más importante de estos hallazgos sea el incremento de la frecuencia
respiratoria con el consecuente incremento de oxígeno sanguíneo. Los
habitantes andinos deben soportar más de 4000 metros de altura donde las
252 253
concentraciones de oxígeno son muy pobres. El efecto analéptico o estimulante
de la respiración es el complemento perfecto para contrarrestar esta carencia
crónica de oxígeno, por eso el sorojche o mal de la altura es tradicionalmente
solucionado mediante el clásico te de coca muy conocido por los turistas de
las alturas, tanto así que hasta el Papa Juan Pablo II tomo mate de coca cuando
llego a La Paz para contrarrestar los efectos de la altura. (seguramente no le
informaron lo de la satanización). La hoja consumida en forma de akullicu no
solo es un estimulante y un oxigenador, sino un antidepresivo de acción rápida,
natural y sano, que además aporta minerales, vitaminas y proteínas
El alcaloide se absorbe en su forma natural, sin la adición de químicos extraños.
No origina dependencia física ni síndrome de abstinencia y el uso prolongado,
a través de generaciones, no deja secuelas negativas en el organismo. Al
contrario es justamente gracias a la coca que los akullicadores continúan
jóvenes a pesar del tiempo. Solamente el efecto oxigenador de la coca es ya un
factor de protección contra el tiempo y de mejoramiento de las funciones del
organismo. La moderna oxigenoterapia actual funciona bajo este concepto. La
inmensa cantidad de vitamina A, un poderoso antioxidante, además del fósforo
y otros oligoelementos presentes en la planta junto con la disminución del
colesterol hacen de la hoja el geriátrico por excelencia.
El efecto afrodisíaco quizás define mejor el concepto de fuente de la juventud y
no hay otro afrodisíaco y vigorizante sexual mas potente que la coca.
lo que la leyenda de la coca no dijo¿la venganza de la coca?“Para el blanco solo traerá locura”- dice la Leyenda, A la mente occidental le
parece una venganza pero la cultura Andina esta basada en la reciprocidad.
Aquí, lejos de encontrar una venganza, vemos que otra vez la coca devuelve
bien por mal. Pues aunque el hombre blanco, no solo la satanizo, secuestro,
robo, se intoxico y le hecho toda la culpa. Sino que hace todo lo posible por
destruirla con defoliantes, con armas, con mentiras. La Mamacoca no se venga
al contrario le ha ofrecido la solución para el problema que el mismo se lo
busco: el antídoto contra la cocaína. Pero para entender esto hay que recorrer
un poco mas del camino de la historia secreta de la coca. Uno tiende a pensar
en la cocaína, como el villano de la historia, pero ya vimos lo contrario: NOS
SALVO DEL DOLOR. Como estimulante, (lo que vulgarmente calificamos como
“droga”) tenemos el ejemplo de Freud que consumió cocaína apasionadamente
y nunca fue un adicto y nunca se volvió loco, todo lo contrario, es considerado
hasta ahora un genio. Su amigo más cercano, sin embargo, murió de una
sobredosis de cocaína. Tampoco podemos decir que solo uno tenia la “droga
buena” porque ambos consumían la misma cocaína fabricada por Merk.
Quien tiene la culpa? La molécula se comporta de una manera cuando quiere
y de otra cuando no? Freud le caía bien a la cocaína por eso no lo destruyo?
La molécula actúa con premeditación? Aceptamos la lógica inquisitorial de que
la sustancia esta “endemoniada y caprichosa”? Confucio decía: El instrumento
correcto en manos del hombre incorrecto lleva a lo incorrecto. En otras palabras,
depende del sujeto y de la forma en que maneje la situación. Esto pasa con
todo, por ejemplo el consumo de la droga llamada alcohol, muchas veces más
adictiva que la cocaína y con lo universalizado que esta, todos deberíamos ser
alcohólicos y sin embargo solo un 20 % de la población desarrolla alcoholismo.
Con las aspirinas, que mucha gente toma a diario, para proteger su corazón,
muchos mueren por sangrado intestinal provocado por este quitadolor y
antinflamatorio tan popular. La quimio y radio terapia para el cáncer, mata
mas de los que salva. No conozco medicamento moderno que no tenga
riesgo y no conozco ninguno que se pueda tomar en forma indiscriminada
sin sufrir consecuencias, ni siquiera la panacea rejuvenecedora de Ana Aslan,
que en cantidades necesarias puede producir también la muerte. Ana Aslan,
de Rumania utilizo con éxito la procaína en Geriatria y especialmente en los
trastornos articulares. El éxito de la procaina continua aun hoy en día después
de mas de medio siglo. Actualmente la procaína es el geriátrico por excelencia
y esta entre los 25 medicamentos mas vendidos de la historia. Esta propiedad
antiartrica de la coca ya lo dijimos ha sido “patentada” actualmente en los
Estados Unidos y Bolivia por las transnacionales, asegurándose el monopolio
nuevamente de esta virtud de la hoja sagrada de los Incas.
Jorge Hurtado Gunucio
CITAS BIBLIOGRAFICAS
1 Periódico Presencia 22 de mayo de l983 La Paz Bolivia.
2 Duke. Aulik. Plowman Nutriotional Value of Coca. Botanical. Museum
Leaflets, .Harvard University Volume 24.N#6 USA 1975.
3 Moreno y Maiz. Recherches Chemiques et Physiologiques sur
l’erytroxylumcoca de Peru et la cocaine. Thesis. Paris. 1868
4 Litter Manuel. Tratado de Farmacologia-Ed. El Ateneo1988.
5 Escohotado, Antonio:, Guía de drogas. Ómnibus Mondadori, España, 1990.
6 Sabbag, Robert: Ciego de nieve, Anagrama, España, 1990.
7 Carter William y Mamani Mauricio Coca en Bolivia Ed. Juventud.Bolivia.
1986.
8 Freud, Sigmund: Escritos sobre la cocaína, Anagrama, España, 1980.
9 Harvard Botanica Museum Leaflets, Harvard University, 1975.
10 Usos de la hoja de coca y salud publica. Instituo Boliviano de Biología de la
Altura 1997.
257
La Hoja de Coca para los médicos “Kallawayas”
Para los médicos “kallawayas”, o médicos tradicionales, existen 3
clases de Coca:
1. La Coca del Chapare: Amarga, de hojas grandes y gruesas.
2. La Coca de Los Yungas de La Paz: Coca dulce, de hojas pequeñas.
Ideal para el “pijcheo”, “akhulliko” o masticado.
3. La Coca de Apolo: más dulce que la coca de Los Yungas.
Es de hojas un poco más pequeñas que la coca yungueña.
La coca del Chapare sirve para la zona agraria del Valle de
Cochabamba. También esta coca se consume en Santa Cruz. Esta
coca da más fuerza para el trabajo.
La coca de Los Yungas es más simple, se usa en La Paz y el Altiplano.
Sirve para el akhulliko, pero su “poder” es menor que la del Chapare.
La coca de Apolo, de la Provincia Camacho, es de hoja más fina.
En el lugar sirve para el akhulliko, es más dulce. Las hojas son más
pequeñas. Es utilizada en las Provincias Bautista Saavedra, Muñecas,
Camacho.
“…La coca no es cocaína, es medicina, es alimento…”
Desde hace miles de años los campesinos originarios de estas
tierras siempre han pijchado o akhullicado, pero no es akhullikar
por akhullikar. Para akhullikar hay que tener fé en la Madre Tierra o
Pachamama. La hoja de coca es alimento, se come. En la Cosmovisión
Andina, antes de cualquier curación, se hace una ofrenda:
El “Quintu”El Quintu consiste en tomar 3 hojas enteras, sanas, con la mano
derecha y se saluda a todos los lados. Es una ofrenda a la Pachamama,
en cada hoja se coloca un deseo: salud, viajes, amor, paz, todos los
deseos para el futuro, para los hijos y la familia. Las 3 hojas se usan
en actos religiosos, ceremonias o para pagar la tierra. El Quintu se
entierra en la chacra que deseamos sembrar. En el sembradío, las
señoras tienen que meter la mano junto con la Tajlla o cuchillo y el
Quintu sirve para protegerlas, para que no sufran ninguna herida.
En una ceremonia, se invita a cada persona 3 Quintus para comenzar
el año nuevo (21 de Junio), para que a esa persona le vaya bien
todo el año. Para pedir la mano, se invita tres Quintus, Si el jefe de
familia de la novia recibe los 3 Quintus, significa que va a aceptar,
si no recibe los Quintus, no va a aceptar por ningún motivo, así que
no habrá matrimonio. Para surcar la chacra, la primera invitación
es para conseguir una “minka” o ayuda en el trabajo. Se invita tres
Quintus. Si acepta, ésta persona va a ayudar mientras dure toda la
cosecha.
La coca como MedicinaRecetas
- Para cualquier actividad forzada o extenuante (ejem: realizar
marchas a la ciudad para reclamar algo, para el trabajo en las minas,
en el campo, etc.), se hace un akhulliko (o masticado de 30 hojas más
o menos) con “lejía” o “llipta” que es la ceniza de algunas plantas,
especialmente de la quinua. Sirve para que nos vaya bien y también
para que nos de mucha fuerza.
- Se pijchea o akhullika para que los pedidos sean positivos y las
autoridades nos acepten.
- Se pijchea al lado derecho, y si el jugo sale dulce, quiere decir que
todo se va a solucionar.
- Se pijchea al lado izquierdo para que esa persona que está contraria
a nosotros nos vaya a aceptar.
- Para un viaje largo: preparar un mate de coca, a la hora del descanso
y nos va a quitar todo el hambre y el cansancio.
- El mate también sirve para el dolor de estómago, los mareos y el
dolor de cabeza.
- La coca hervida durante uno a tres minutos, nos alivia el mal del
aire (parálisis en la cara).
- La coca hervida, también nos alivia el estreñimiento. Tomar el mate
3 a 4 veces al día.
- Usamos un cataplasma de coca para la tuberculosis pulmonar. Se
akhullika, más o menos una libra entre 4 personas, y con eso se
prepara el cataplasma. (Se calienta y se coloca en un trapo, toda la
noche)
- También para la tuberculosis, se puede usar coca preparada con
orín, la cual se coloca en forma de cataplasma durante la noche, y el
enfermo puede amanecer aliviado.
- Para las várices: tomar mate de coca junto con otras plantas; aplicar
258 259
luego un fomento o cataplasma en un trapo caliente, se repite 2
veces a la semana. Ayuda a diluir la sangre que está en las várices.
- Para el dolor de cabeza, chupar la coca, una vez mojadita, se coloca
una hoja entera a los costados de las sienes. Eso quita el dolor.
- Para el cuero cabelludo, la coca fortifica el cabello: Aplicar un huevo
criollo como shampoo, no sirve el huevo de granja. Hacer hervir
aparte coca del Chapare y enjuagarse la cabeza con la coca hervida.
Realizar este tratamiento 2 veces por semana. En dos semanas se ve
que el cabello ya no se cae.
- Para la diarrea: Tomar una cantidad de hojas con la mano, quemarlas
y absorber el humo. Realizar esto tres veces más o menos. La diarrea
para en 10 minutos.
- Para heridas: en el campo, lavarse con agua hervida de coca. Luego
tostar otras hoja de coca en una olla de barro, molerlas y espolvorear
sobre la herida.
- Para dolor de cintura (por fracturas o trabajos pesados), se usa los
fomentos de coca igual que en los pulmones. Amarramos el fomento
en el lugar que duela, repetimos 3 a 4 noches.
- Para las caries dentales: utilizar coca hervida, y hacer buchadas 3 a
4 veces al día.
- La coca hervida fortifica las encías.
-Para la inflamación de la garganta, se hacen gárgaras de coca hervida
en una taza cada mañana durante 3 a 4 días.
- Para el asma: la coca se usa como cataplasma y se ayuda con otras
plantas medicinales. Se prepara un parche con hoja molida (no muy
fino) y se mezcla con chancaca negra o miel de abeja. Poner en un
parche en el pecho, una vez por semana, 4 a 5 veces.
- También para el asma, se prepara un mate de coca, con romero,
ajenjo, muña y quea-quea, y se toma una vez por día durante todo
el tratamiento.
- Pomada de coca, con sebo de llama o sebo de toro negro. La coca
se tuesta y a medio hervir se coloca un poco de manteca de chancho
y el sebo. Sirve para fricciones.
-Para el reumatismo, se hace baños de coca hervida (una libra de
coca, mejor si es del Chapare). Se envuelve con la coca 2 veces por
semana, acompañada siempre de plantas: paico, muña, millca.
- Para la diabetes: akhullikar 2 horas después del almuerzo, un buen
pijcho, acompañado con llipta de “chilca” día por medio. Evitar
grasas y comidas fuertes por un mes. Dejar 2 a 3 meses y luego
volver a hacer el tratamiento.
- Para el susto: Cuando el espíritu se sale, más frecuente en niños
menores de un año, se saumea con un poco de coca e incienso kopal
o puro. Se le llama con 3 a 4 hojas envueltas en su ropita y se coloca
en su cabecera. Al día siguiente limpiamos al niño. La mamá akhullica
y esto también pasa por la leche.
- Para el susto de una persona mayor, se hace el triple y luego la
persona mayor akhullika. Un joven, se hace con frutas, luego se
come la fruta y se akhullika la coca.
- Para la tuberculosis, se akhullika poco. La coca no mata al gusano,
alivia al enfermo, se usa en mate.
- Para la artritis reumática la coca se usa como cataplasma con orín
durante toda la noche
Otras plantas medicinales- Quea-Quea: familia de la Wira-Wira, vive a 4000 a 5000 msnm. Sirve
para la tos, combinado con wamanripa, choquecanlla. Se tuesta
mezclando y es muy efectivo para la pulmonía, y la tos. En caso de
esfuerzos y vómitos de sangre, se toma un mate fuerte de quea-
quea, choquecanlla y wamanripa. Se hace cocer. Es cálido.
- Willca: 3000 a 3500 msnm. Chile, Paraguay, Argentina, Bolivia.
Culey: es menos fuerte. Fortifica la sangre, riñones, hígado. Willca
+ Sillo sillo: para riñones hígado, porque el riñón y el hígado son
como hermanos: purifica, desinflama. Si el riñón está malogrado, ya
se cura.
- Sillo-Sillo: se muele y se come en brote como llajua. Sirve para
fortificar los riñones. Mejor comer del suelo mismo, escarchado con
su agua. Masticar como un animal, en ayunas antes que lo vea el sol
(Es fresco, hincha la barriga).
- Muña: existen 4 clases de muña: negra(yanamuña), martínmuña,
pampamuña y cruzmuña.
- La pampa muña se arrastra por el suelo, es más efectiva para el
aire. Se usa en caldo. Es cálido. Contrarresto el fresco. Haciendo
humear en caso de gripe o tos: saumear con muña, desinfecta todo
el cuarto.
- Para el insomnio, mate de la raíz (Martín o cruz muña), desde
medio día, tomar medio litro de mate hasta las 20:00. Fortifica los
nervios. Se aumenta con anís cerrado en una bolsa y se deja que al
dormir huela el anís.
- Chilca: 3 clases: negra, piti y blanca o menuda. Se junta y se quema
en harta cantidad y se muele con agua de quinua. Se hacen bolitas
(contiene mucho ácido) y preparamos una lejía.
- La hoja de chilca sirve para curar heridas.
- Se hacen cataplasma o baños de chilca negra para el reumatismo.
- Para la parálisis facial, se hacen baños o saumerios de chilca
acompañado con eucalipto.
- Se hace humear bajo de frazadas, como un sauna, el paciente tiene
que transpirar. La chilca solita sirve para el dolor de cabeza. Se hacen
baños de las rodillas para abajo (tiene que hacerlo otra persona, si
no, no sirve), luego envolverse el pie durante toda la noche.
- Aguja-Aguja: hierba fresca, se toma puro para el hígado, cataplasma
por encima (aguja-aguja molida), mejor con el orín. Se hace hervir
en agua y luego hervir en orín. Es desinflamante para la próstata.
También se usa aguja-aguja con mata de kiswara, patakiswara,
kallucho y lirio.
- Churo-Churu (con flores anaranjadas), es fresco, sirve para la tos.
Se usa sólo pasadito si está fresco, si está seco, hervir 3 a 4 minutos,
si es más, baja su fuerza porque se quema. Se usa con la muña, willca,
chilca. Se muele. La lechecita mejora el aire y la artritis reumática.
- Hispi o challo: para ofrenda, sirve para el estreñimiento. Se hace
hervir 5 pescaditos. El hispi tostado es alimento o mate. Para los
niños se puede dar su leche en agua hervida de hispi.
- Paico: para desparasitar: se toma paico hervido, en mate cada
mañana en ayunas, hasta los diez años. Molido: en un jarro en ayunas.
Para los oxiuros, 3 tomas en la mañana, para la lombriz, basta con
un vaso. Primero se toma un sorbo de leche y así los bichos salen
rapidito.
- Perejil: se usa para la menstruación, cuando es irregular: 3 veces al
día, se toma perejil reposado 5 minutos, 3 días antes, 3 durante y 3
después durante 3 meses. Este tratamiento regula la menstruación.
Para un mal parto se da mate de perejil (cuando se quedan las
membranas). Para la menopausia, se da mate de perejil 15 a 30 días,
y en 2 a 3 meses se pasa la menopausia.
- En casos de cambio de clima, se deben usar otras hierbas, como el
llucho-llucho, romaza, mullaca. Mejoran los nervios.
La Cultura KallawayaLos Kallawayas manejan aproximadamente 300 plantas.
La tierra kallawaya es una farmacia, porque hasta la paja es
medicina.
Los kallawayas son fuertes por el aire, el clima, los mates.
Las mujeres nunca han muerto en un parto, la mujer kallawaya es
partera. No ha habido nunca cesáreas. Se hacen manteos, fricciones
que saben colocar al niño en su lugar, como se camina, el parto es
fácil.
En Curva, se cura toda enfermedad.
Las plantas que curan no crecen grandes pero reciben sol, granizo,
lluvia, truenos. No se utiliza en cantidad porque las plantas tienen
fuerza.
Para el Kallawaya, el padre es el catedrático, la madre es la
universidad.
Toda la familia es sana, no se conoce enfermedad por lo menos hasta
los 65 años. La alimentación del Kallawaya es variada, y muy sana.
El desayuno se combina. Se usa mate de muña ú otros, variando
las plantas. La comida es variada, de la zona y de la época. Bolivia
es rica en frutas abundantes y baratas. Las hortalizas frescas son
abundantes; se come papa, quinua, papaliza, amaranto, etc. Siempre
combinando.
Se come mucha ensalada, siempre lavando bien las verduras.
Para la próstata, no comer ensalada fresca, mejor todo cocido, para el
flujo blanco de las mujeres, también es mejor comer todo cocido.
La rosa blanca, sirve para lavarse los ojos irritados (4 a 5 hojas
hervidas, bien colado), para el corazón, se toma un mate 3 a 4 veces
al día. También se usa para el sorojche o mal de altura.
El kallawaya tiene una vestimenta especial:
- Poncho: rojo, saumeando en un abrazo, se cura el susto o
malestar.
- Chuspa: o bolsa, donde tiene siempre coca y su fiambre.
- Bolsillo izquierdo: donde tiene amuletos. Wayruru waji, para la
protección del médico kallawaya.
- Abarca de goma: porque camina bastante.
- Ropa de Bayeta: proteje. Es fresco en el calor, pero abriga en el
frío al igual que el poncho que es fresco en el calor es abrigado a
la vez.
- La chuspa chiquita sirve para chuspearse, en una ceremonia, velorio,
etc, la chuspa va pasando de persona a persona, y se comparte
coca.
- Alforja: es la farmacia andante. Se carga al niño, se colocan los
saumerios, las plantas, etc.
Abelino Paucar, Elena Margarita Pari Chambi de Paucar
Médicos tradicionales de la cultura “Kallawaya”
Patrimonio Cultural de la Humanidad (UNESCO)
Curva ‑ Provincia Bautista Saavedra ‑ La Paz ‑ Bolivia.
266 267
Pag. 5
La collina Maria
Pag. 74
Lasciata la capitale La Paz, ci si dirige a nord fino al valico Chunawi, a fian-
co dei ghiacciai dell’innevato Illampù(6421 mt.) e l’Ancohuma (6388 mt.),
che fanno parte della Cordigliera Occidentale meglio conosciuta come
Cordigliera Reale. Questo passo è un punto d’incontro per il popolo
boliviano, dove il sacro si confonde con il profano e tutto è permesso nel
mezzo dello splendore maestoso della natura. Oltre il passo si discende
nella regione dello Yungas che si divide in Nord e Sud. Qui la pianta
“sacra” della coca ha trovato il suo habbitat naturale ancor prima del
fiorire della civiltà Incas.
Los Yungas sono composte da numerosissime piccole valli, e la coca
cresce tra i 500 e i 1500 metri di altezza e sono situate nella parte
nord-occidentale del Paese dove le pendici delle Ande degradano nella
foresta Amazzonica, con la sua grande varietà di flora e fauna, le cui spe-
cie ancor’oggi non sono state del tutto studiate. E’ abitata in maggio-
ranza dalla popolazione di origine indios “aymaràs” e da una minoranza
d’origine africana.
Pag. 81
Lidio Clavijo Aguilar di Chicaloma, meglio conosciuta ne Los Yungas
come la comunità dei “negritos”.
“Fummo prelevati dal vicino Perù e dall’Argentina e ceduti ai grandi pro-
prietari di aziende private in forma di prestito dai nostri padroni, succes-
sivamente nel 1830, fummo comperati per raccogliere le foglie di coca
che servivano esclusivamente ai minatori. Nel 1952 la Riforma Agraria
consentì la divisione delle proprietà terriere, i “negritos” divennero, su-
lla carta, i proprietari delle terre in cui i loro padri erano stati schiavi, ma
passarono vari decenni prima che le proprietà fossero effettivamente
loro. Continuarono a lavorare per l’ex padrone pagando illegalmente
per le terre da lui perse.
La coca? qui non si può coltivare altro e senza di essa non si può sopra-
vvivere.”
Pag.83
L’alcalde di Caranavi nel loro Mercato Legale della foglia di coca, David
Quispe Balboa (il secondo da sinistra),” Da quando Noi siamo al gover-
no con Evo, in ogni comunità c’è un comitato di autodifesa della coca
che informa costantemente l’Alcaldia e la Federazione dei produttori di
qualsiasi cosa succeda nelle comunità. Vogliamo questo perché il Mon-
do deve capire che se ci fosse un’eventuale traffico illecito della foglia di
coca, noi saremmo i primi a saperlo e di conseguenza anche voi. E per
questo vi dico di stare tranquilli perché sarà impossibile che accada”.
Pag. 84
Le foglie di coca crescono in varie forme, le più particolari vengono cus-
todite come amuleti.
Da padre in figlio si tramanda le tecniche per leggere e prevenire il
futuro o per trovare qualsiasi risposta o per i segreti magici che la foglia
di coca custodisce (vedi a pag. 190-191).
Pag. 88
Hernin Rojas 30 anni sposato, ha due figli (seconda foto a sinistra, la
moglie é inchinata).
“Si lavora al “cocale ” dalle 8 alle 16, il grosso del lavoro consiste nella pu-
lizia intorno alla piantina di coca. Per fortuna i miei figli li posso mandare
a scuola, a volte al sabato o alla domenica ci si riposa. Quello che manca
di più? Un centro della Salute, specialmente nelle comunità piccole dove
noi viviamo”.
Pag. 90
Santiago Coche Flores, 45 anni sposato con quattro figli. “Sono coltiva-
tore di coca a La Assunta, è un lavoro duro quello che facciamo, io e mia
moglie (pag. 209), ma la gioia di vedere i nostri figli che vanno tutti a
scuola ci ripaga di tutto. Qui siamo tutti uniti nella lotta, anche in forma
giuridica come Federazioni cocaleres, la nostra coca sarà sempre difesa,
anche fino alla morte”.
Pag. 92
Le foglie di coca, una volta raccolte in sacchi di yuta, le si trasportano a
casa o se c’è spazio anche nel cocale dove poi vengono distese al sole
per almeno mezza giornata su reti che ne faciliteranno la successiva
raccolta. Il raggiungimento di essiccazione è un’arte che ognuno pratica
con tecniche proprie. Vengono poi nuovamente insaccate per essere
trasportate nei centri di raccolta privati ad eccezione di Caranavi (pag. 114)
dov’è nato nel 2008 un Mercato Legale. Tutti sono associati alla coo-
perativa Adepcoca, e strada permettendo da qui il cammino della coca
prosegue in camion o altri mezzi verso il grande Mercato Legale della
Foglia di Coca di Villa Fatima a La Paz, proprietà di Adepcoca.
Pag. 120
Sulla carrozzella, per le vie di Chulumani, Luis Katari Ticona, uno dei
fondatori del Movimento Popolare Cocaleros Boliviano, all’uscita di una
delle tante assemble dove i cocaleros dibattono le strategie in difesa
della foglia di coca. “ Il problema della foglia di coca in Bolivia nasce
dall’ignoranza politica dei Paesi Occidentali, per questo quì a Chuluma-
ni fondammo il Movimento Popolare Cocaleros Boliviano, una grande
famiglia unita nella difesa delle nostre vite e della nostra cultura a costo
di qualsiasi sacrificio. Per questo dico che Nord Americani, Europei e
Asiatici possono mettersi il cuore in pace, qui nello Yungas non si potrà
mai sradicare la nostra foglia di coca.”
Pag. 122
Incontro tra i vari produttori e il loro comitato. Il loro Presidente (il
secondo da sinistra) Federico Flores Cruz, “ Qui siamo tutti Evo e per
questo che siamo tranquilli per l’esito che avrà la nostra foglia di coca”.
Pag. 123
A destra Teodocio Quilea Acarayei, funzionario dell’Istituto di Riforma
Agraria a Caranavi, 49 anni anch’esso produttore di coca, “ La coca sarà
commercializzata e gli europei che penso non tutti siano stupidi, la vo-
rranno. Solo gli statunitensi ci saranno contro, naturalmente loro devo-
no difendere il loro “mercato” che è quello della cocaina.
Pag. 126
Questa è una foto prima dell’avvento di Morales alla Presidenza ed era
una delle tante marcie di protesta, organizzate dal Movimento Popolare
Cocaleros, verso La Paz. Da Chulumani alla capitale occorono 5/6 giorni
di cammino, sempre e solo per lottare in difesa della coca.
Pag. 127
La “saya”, eseguita dalla comunità di Chicaloma precede l’arrivo di Evo
Morales a Chulumani, visita per una donazione di 900 computer donati
dal Governo venezuelano che andranno nelle comunità ora sprovviste.
“Un mezzo indispensabile” a più volte sottolineato Morales nella sua lun-
ga, più di due ore, chiacchierata con il popolo yungueños.
Pag. 134
Postazione di Radio Yungas a Chulumani e un’interno di Radio Patria
Nueva a Caranavi. Quest’ultima nata dopo l’insediamento di Morales
che le volute in tutto il territorio boliviano.
Pag. 140
Vicenta Quispe “ Mi piacerebbe veramente che gli europei e non solo,
capissero la vera differenza tra coca e cocaina e che la chiesa, oltre ad
ascoltare, intervenisse. Se non ci fosse la coca Noi non vivremmo”.
Pag. 149
Valentin Gonzales “Mi hanno convinto a coltivare piante di mandarini,
danno frutti 1 o 2 anni, poi seccano tutte.
Per tenerle in vita dovrei rinunciare al guadagno sicuro che realizzo con
la coca, perché?”
Pag. 149
Don Mario della ONG Qhana mostra alcuni chicchi di caffé infettati da
una malattia a due ragazzi che seguono un corso di coltivazioni aggiun-
tive a quelle della pianta di coca.
Lo sviluppo alternativo è una vergogna oltre che un enorme spreco.
Alcune ONG europee collaborano con le ONG locali per incrementare
nei cocaleros una maggiore conoscenza tecnica e imprenditoriale sulle
coltivazioni alternative come il caffé, il mais, le arance, noccioline ed
altro.
I problemi sono tanti, dalle difficoltà di adattamento delle varietà de-
lle coltivazioni alternative, alla mancanza di fondi costanti nel tempo,
ai costi proibitivi dei concimi che vengono importati, ma sopratutto al
problema della commercializzazione dei prodotti.
Il caffé, per esempio, che in questa regione è di altura, cioé di qualità
molto elevata, viene prodotto ed esportato, in qualche modo, attraver-
so i canali del mercato equo-solidale ma trova, nell’ostruzionismo delle
multinazionali, un’ostacolo insormontabile.
“La strada per La Paz é un fangaio, i trasporti commerciali sono inesis-
tenti.
Se la coca fosse legalizzata, industrializzata e commercializzata come me-
dicina naturale, i cocaleros ne trarrebbero maggiori benefici economici e
potrebbero investire su altri coltivi per uso interno”.
Pag. 158
Viaggio verso la comunità di Simon Bolivar verso nord in direzione della
selva amazzonica. Isolati nella loro provincia hanno chiesto un’incontro
con le autorità pubbliche di La Asunta con le quali sanciranno accordi
amministrativi e commerciali, grazie ai quali, il mercato di La Asunta si
arricchirà di frutta e di altri generi alimentari tipici della zona.
Nella comunità sarà costruito un piccolo centro sanitario e una nuova
via d’accesso che ora è completata, e agevolerà il commercio con le altre
268 269
comunità. Anni fà Simon Bolivar era raggiungibile solo via fiume e ad
una camminata di parecchie ore.
Pag. 169
Cesar Zamorano, l’allora sindaco di La Assunta ora a La Paz nel Go-
verno. “La coltivazione di coca, nello Yungas, vuol dire sopravviven-
za per chi ci vive.
Se la Comunità Internazionale vuole intervenire per aiutare il gover-
no a sradicare le piantagioni provocherà la nostra morte per fame.
È sarebbe un gran peccato perché lo Yungas, grazie alla sua partico-
lare posizione geo-climatica, é una regione che ha grandi possibilità
e risorse naturali, potremmo con investimenti mirati, anche in forma
di credito, realizzare molti progetti a beneficio delle comunità”.
Pag. 172
Chulumani
Pag. 174
Caranavi
Pag. 189
Felipe Huanca Espinosa, a sinistra, davanti al loro ufficio di Medicina
Naturale a Chulumani, “ Quest’anno, finalmente, avremo uno spazio
per degenze all’interno dell’Ospedale di Chulumani, per curare meglio e
per diffondere anche nell’Ospedale le nostre conoscenze sulla medicina
naturale. Grazie ad Evo si stà riprendendo familiarità con questa pratica
millenaria e noi della terza età abbiamo l’obbligo di tramandarla”.
Pag. 192
Preparazione del campo per coltivi didattici nella scuola della comunità
di Villarimedios.
Pag. 194
E’ il 1 Maggio e la comunità di Lagunillas si riunisce per celebrare la
festa del Lavoro ripulendo, dopo gli scavi, il terreno per realizzare un
campo da gioco. Bambini e adulti, insieme, in una giornata di lavoro
e di gioia. Ricardo Poma, l’insegnante ( a sinistra in basso), riunisce
in un’unica classe i ragazzi dalla 1° alla 5° elementare e mi dice “ Ora
si dice, Bolivia cambia, Evo compie, ed è vero, in tutto il Pesse si cos-
truisce e si migliora le condizioni di vita. Noi l’avevamo già fatto anche
prima e le foto lo dimostrano.
Questo è per dirti che siamo tutti un Evo”.
Pag. 200
Juana Coche, “Vivo in una piccola comunità dove non c’è acqua potabile
ne energia elettrica e i bambini oltre ad andare a scuola aiutono i geni-
tori anche nel cocale. Noi sentiamo che dall’Estero si vuole lo Yungas
senza coca perché ci dicono che coca è cocaina. Visto che sei qua, ma
che cos’è la cocaina?”.
Spiegare a Juana cos’è la cocaina è stato difficile e assolutamente im-
possibile farle capire perché se ne fa uso, subito dopo le ho scattato la
foto.
Pag. 202
Invito a pranzo alla comunità Sicuani Chico nella provincia di La Asunta.
Pag. 220
ADEPCOCA - Mercato Legale della foglia di coca - Così si presenta, con
la sua insegna, nel quartiere di Villa Fatima a La Paz, unico al mondo.
Questo mercato rappresenta il riconoscimento della cultura andina. Di-
viso in stanzoni, stanze e stanzette è il luogo di commercio e di incontro
tra membri di comunità lontane dello Yungas e di altre regioni della
Bolivia.
Pag. 223
Luis é un dirigente di Adepcoca e lavora nel mercato, “...tutti i coltivatori
di foglia di coca dello Yungas sono associati alla cooperativa Adepcoca.
Hanno un documento di riconoscimento e quando portano la loro coca
quì sono provvisti di una bolla di trasporto che ritirano nelle loro co-
munità, questa gli consente di affrontare il trasporto e di superare i vari
controlli da parte delle autorità
Pag. 254-255
Sulle strade della capitale, come in tutta la Bolivia, si può acquistare la fo-
glia di coca e i suoi derivati. Il più popolare é il mate di coca, non solo di
produzione di cooperative cocaleres, ma anche di grosse multinazionali
come la Windsor, Nestlé e altre. Oltre alla Bolivia, i derivati dalla foglia
di coca e specialmente il mate di coca sono ormai comuni in molti Paesi
sudamericani ma nel resto del Mondo no.
Pag. 260
Scorcio di La Paz e nello sfondo l’Illimani (mt. 6402), nelle vicinanze
l’incontro con Abelino Paucar e donna Elena, nel 2003 l’Unesco ha pro-
clamato la loro cultura e la loro scienza Kallawaya, come “Opera Maes-
tra del Patrimonio Orale e Intangibile dell’Umanità”.
270
Bolivia - coca no es cocaina-
a cargo de Claudio Ronchini
projecto gráfico Laura Maccarini
Claudio Ronchini agradece la collaboraciòn de las siuientes
organizaciones
CEDIB Centro de Documentacion e Informacion Cochabamba www.cedib.org
QHANA Centro de Educacion Popular La Paz www.qhana.org.bo
CORACA Corporacion Agropecuaria Campesina Irupana, sud yungas [email protected]
ACCION ANDINA www.accionandina.org
ADEPCOCA Asociacion Departamental de Productores de Coca de la Zona Tradicional La Paz www.adepcoca-bo.com
Museo de la Coca www.cocamuseum.com
ICORI Internacional Coca Research Institute [email protected]
Radio Yungas [email protected]
Radio Patria Nueva
Federacion de Campesinos y de Productores de Coca y Alcaldie de
Chulumani, La Asunta, Irupana y Caranavi
Federacion de Campesinos de Chicaloma
Movimento Cocaleros Boliviano
Frères des Hommes (www.freresdeshommes.org)
Fondazione Solares (www.solaresonline.it)
Marcos Devisscher L., Norma Mariconi, Roxana Miranda L., Interconsul
(www.interconsul.com), Maria Stella Ferretti, Giorgio Vecchi, Evelina
Borges, ScreenPoint (www.screenpoint.it), Marco Bonaccorsi, Pia
Roberto, Stefano Rossini, Nicolò Costa, Alberta Carini y todos el pueblo
yungueños.
Coca, dolce senzazione di vitaCoca, di un verde risplendente che ti illuminaCoca, poderosa e innocuaCoca, sincera e amicaCoca è vita
272 273
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Eusebio Gironda Cabrera, atualmente Assesor al Ministerio della Presidencia, es maestro titulado en la Normal de Warisata y el Instituto Normal
Superior “Simòn Bolivar” de La Paz, abogado egresado de la UMSA, tiene cursos de especializaciòn en la Facultad Latinoamericana de Ciencas
Sociales (FLACSO), Escuela de Altos Estudios de Ciencas Sociales (Paris), Universidad de Salamanca (España) y la Universidad Andina “Simòn Bolivar”.
Docente de Teorìa del Estado y Derecho Costitucional en la Facultad de Derecho de la USMA. Desempeño los cargos de diputado nacional, Viceministro
y Ministro de Trabajo, Preside la Sociedad Boliviana de Escritores, es consultor jurìdico y editor del Boletìn Jurìdico.
Obras del autor: El Desafìo Nacional, La Crisis del Estado, Modernizar y Democratizar el Estado, Limites y Proyecciones de la Reforma Constitucional,
La Libertad de Elegir, El Desafìo Laboral, Sosiedad Estado y Globalizaciòn, Coca Inmortal, Teorìa del Estado, El fin del Estado K’hara, El Pachakuti
Andino.
Claudio Ronchini, fotografo freelance, co‑fondatore della rivista culturale “Pushe 27” agli inizi degli anni ‘80, ha poi proseguito la sua ricerca fotografica
nel campo delle Ong. Ha esposto in Europa e negli USA, autore della pubblicazione con Frères des Hommes di “Guatemala” e con l’Associazione Casa
e famiglia di “Voglia di insieme”.