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CATALOGO DE LOS PAISAJES DEL ALTO GUADAÍRA

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Paisaje Protegido Alto Guadaíra Juan Pablo Morilla Cala & Fernando Díaz del Olmo & David Gómez Montblanch Aula Miguel Cala Sánchez 2013 UNIVERSIDAD DE SEVILLA
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Paisaje Protegido Alto Guadaíra Juan Pablo Morilla Cala & Fernando Díaz del Olmo

& David Gómez Montblanch

Aula Miguel Cala Sánchez 2013 UNIVERSIDAD DE SEVILLA

2 Paisaje Protegido Alto Guadaíra

Edición: Morón de la Frontera (Sevilla). Diciembre 2013 Autores responsables: Juan Pablo Morilla Cala • Fernando Díaz del Olmo • David Gómez Montblanch Autores de textos: Juan Entrenas Hornillo • Jesús Raúl Navarro García • Marta Ordóñez Rodríguez Revisores: Francisco J. Tagua Martínez • José A. Cruz Mejías Impresión: Ibergrafic Morón S.L. Producción editorial:

DL SE-274-96 ISSN 1136-0712 Son patronos de este proyecto:

Imagen de portada: Arroyo Talavera por Navacerrada (Morón. Sevilla) 2 de marzo de 2006 Fotografía Juan Pablo Morilla Cala. Archivo Aula Miguel Cala Sánchez

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Paisaje Protegido Alto Guadaíra “El río Guadaíra viaja por Esparteros” / Tomas Pachner 2012

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Índice

«El Guadaíra un río de paisajes» 5

Los Paisajes del Alto Guadaíra 7

Catálogo de los Paisajes del Alto Guadaíra Jesús Raúl Navarro García

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El Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe Juan Entrenas Hornillo

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Propuesta del Paisaje Protegido Alto Guadaíra 35

Propuesta declaración Paisaje Protegido Alto Guadaíra 39

Propuesta cartográfica David Gómez Montblanch

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Ficha analítica Usos y espacios agrarios

Marta Ordóñez Rodríguez

46 47

Proposición No de Ley 49

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El Guadaíra retoza lindo por la Pasada a la Fuente de Esparteros (Morón).

27 de febrero de 2012 / Tomas Pachner

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Salto de los Charquillos en el Arroyo Salado (Morón). 3 de marzo de 2001 /

Juan Pablo Morilla Cala. Archivo Aula Miguel Cala Sánchez

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Salto de los Charquillos / Vega del Fresno en las Carraholas Paisaje y Sierra de Esparteros (A. Cubero) / Loma de los Pollos Pozo Amargo / Galería de Esparteros Cobra de yeguas en Gaena / Aldea del Algarabejo Flamencos de Mancera sobre el cortijo del Villar / Tarajal del Aguaderilla

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Tajo de la Cabra por el arroyo Navacerrada / La Lagunilla Llanos de la Victoria y Cerro Gordo por el arroyo Talavera / Caleras de la Sierra

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LOS PAISAJES DEL ALTO GUADAÍRA El paisaje del curso alto del río Guadaíra es un soporte de elementos intangibles consustanciales de los territorios de cabecera por los que discurre; son patrimonios de memoria y de identidad de los lugares ribereños; son sentimientos e historia de sus gentes. Los paisajes del Alto Guadaíra son el resultado de las relaciones que las sociedades han establecido con el medio natural a lo largo del tiempo, por tanto, producto de la historia, prácticas campesinas y de la cultura. Y es este mosaico de paisajes y de micropaisajes, generado a través de lentas transformaciones, el patrimonio que pre-tendemos valorizar y proteger.

Los factores de la paisajística del Alto Guadaíra La presente exposición es una propuesta de identificación y caracterización sistemá-tica de la diversidad de configuraciones paisajísticas del territorio inmerso en la cuenca alta del río Guadaíra, con el objetivo de la intervención política y social hacía su protección. La concepción que lo inspira es la que preconiza el Convenio Europeo del Paisaje, aprobado por el Consejo de Europa en Florencia en el año 2000 y ratificado por Es-paña en noviembre de 2007, sumándonos a la Estrategia de Paisaje de Andalucía, aprobada el 6 de marzo de 2012, Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.

Paisaje neblinoso tomado desde la Sierra de Esparteros, en el que se imaginan los corredores

fluviales del Alto Guadaíra rompiendo las campiñas y grandes cerros ininteligibles / Tomas Pachner, enero de 2012

Esa definición implica que todo el territorio tiene significado e interés paisajístico y que cada parte del mismo puede y debe ser identificada y caracterizada en clave de paisaje. Una serie de circunstancias geográficas resultan decisivas para explicar la sobresa-liente diversidad del mosaico paisajístico, sus singularidades y su coherencia territo-rial e histórica. Algunas de esas circunstancias tienen que ver con la posición y la estructura geográfico-física de la cuenca alta. Como otros territorios que de transi-ción, es un espacio de contraste entre campiña y serranía, entre llanos alomados y montaña, un aspecto decisivo a la hora de caracterizar y valorar el patrimonio paisa-jístico.

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Interesante serie de saltos en travertinos en el Arroyo Aguaderilla por el Cerro Calceta (Morón) /

Morilla Cala, abril 2009

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En la transición de la campiña sevillana a las montañas Subbéticas, resultan más llamativas y diversas las formas cóncavas del paisaje que las convexas. Sin restar valor alguno al interés geomorfológico, ecológico y plástico de la serranía del Alto Guadaíra –pues variados son sus roquedos, estructuras y formas-, lo que llama po-derosamente la atención, es la variedad de los paisajes entre montes: llanos surca-dos y separados por sierras; amplios corredores y pasillos quebrados; cuencas ara-ñadas por arroyuelos y ese rosario de vegas ensartadas por el río Guadaíra que culmina en la inigualable Sierra de Esparteros. El agua es, junto a las grandes formas del relieve, el otro elemento definidor e identi-tario de los paisajes serranos y campiñeses a todas las escalas y en todos los am-bientes. Y es justamente su escasez, su irregularidad y su alta capacidad modelado-ra, física, humana y cultural, las circunstancias que convierten al agua en un factor fundamental de esta identidad paisajística; ha ocurrido así en tiempos geológicos más o menos lejanos con el esculpido de vallecillos, como los del Baldío, Navace-rrada o Retamoso, por citar sólo algunos de los más hendidos en los espesores breñosos de las sierras. Pero donde la capacidad escultórica del agua adquiere mayores proporciones y ma-tices es en los abarrancados paisajes de las lomas y cerros: regueros, torrenteras y barrancos constituyen la expresión morfológica de estos paisajes de huecograbado, construidos sobre los blandos materiales de las cuencas de relleno terciarias y cua-ternarias. A la plasticidad y al mosaico de formas y colores térreos y blanquecinos se asocia con llamativa coherencia ecológica y agronómica una cubierta vegetal de dehesas y breñas, salpicada de las austeras herrizas y lindazos, biológicamente rica y adaptada a las duras condiciones ambientales, y una agricultura en la que alternan dispersos secanos leñosos de olivares, labradíos cerealistas y el verdor de las pe-queñas vegas en el fondo de las cuencas, junto al Guadaíra y sus arroyos. Estos paisajes alomados de campiña alta, son las expresiones más acabadas de los paisajes culturales del Alto Guadaíra, y constituyen al mismo tiempo las señas de identidad mayores. En ese sentido son a la vez culturales y patrimoniales, porque expresan una larga historia de modelado de la naturaleza, y porque generan tam-bién relaciones de afinidad e identidad. Cada uno de los paisajes de dehesa, olivares o vegas, constituye, a una determina-da escala, una pieza de patrimonio cultural. En detalle, el patrimonio cultural que albergan esos paisajes es un entretejido de estructuras de interés y valor por sí mismas: tramas rurales (parcelario, viario, mo-saicos de cultivos, edificaciones tradicionales dispersas), sistemas hidráulicos (pe-queñas presas, azudes, acequias…), elementos de patrimonio arqueológico indus-trial (molinos aceiteros, caleras), puentes, red de asentamientos tradicionales: al-deas del Algarabejo, Pozo Amargo, Caleras de la Sierra, etc. Al patrimonio material hay que sumar usos, conocimientos, técnicas e instituciones que los labradores, pastores, venteros, caleros… comunidades que han aprovecha-do históricamente estos espacios han ido generando y transmitiendo, hasta consti-tuir un acervo de patrimonio inmaterial de elevado valor, que los individuos recono-cen como propios y que, en la mayor parte de los casos, manifiestan aún su vitali-dad en la gestión actual. Esa histórica y permanente relación entre la forma física del paisaje y su modelado económico y cultural mediante el uso de la dehesa y el olivar ha estado estrecha-mente ligada a otro componente esencial del paisaje: el sistema de asentamientos. Aunque ocupando lógicamente mucha menor extensión que otros elementos paisa-jísticos, los asentamientos humanos, en especial la red de núcleos tradicionales integrada por las tres aldeas, en un territorio históricamente organizado por un apre-ciable número de cortijadas, ranchos y casillas, han constituido y constituyen una seña de identidad de los paisajes de la cuenca alta. Destacan por sus emplazamientos, integrados en el paisaje y coherentes con sus bases físicas y con su historia: encastillados al pie de sierras o junto a cerros en las cuencas; en los bordes de vegas, evitando las mejores tierras; a veces en el cora-zón de las huertas, sobre suaves abombamientos aluviales, organizando los terraz-

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gos; en el centro de las laderas, junto a serretas y riscos, siempre con una constante muy mediterránea. En la escala del Alto Guadaíra, los núcleos de población y asentamientos, constitu-yen unidades de micro-paisaje específicas. Son elementos o “estructuras” a veces definitorias de la organización y de la dinámica del paisaje, en especial en las dehe-sas y olivares, considerándolos de entidad suficiente como para definir paisajes de esa naturaleza.

Los paisajes agropecuarios La actividad agrícola tiene un gran significado en la configuración de estos paisajes. No en vano más del 95% del espacio está ocupado por dehesas, pastizales, olivares y secanos, desempeñando la actividad agropecuaria un papel fundamental en la forma, en la gestión, en la imagen, y en los valores de gran parte del territorio. De hecho, son los aprovechamientos agropecuarios los que aún hoy condicionan la organización de la mayor parte de las campiñas altas, e incluso de las serranías del interior y borde sureste. Un rasgo muy llamativo de los paisajes agrícolas es el mantenimiento de amplias extensiones de olivos y algunas vegas cerealistas de secano, por citar sólo dos de los paisajísticamente más significativos, que mantienen una vitalidad y una pureza realmente interesante en la distribución de sembraduras y barbechos, y en la con-servación de algunos elementos lineales de vegetación natural de interés ecológico y estético, salvaguardados por la ausencia de elementos construidos perturbadores del paisaje tradicional. Se trata de espacios que conservan su carácter rural tradi-cional, cuya imagen permanece ligada a los elementos que históricamente han es-tructurado estos territorios agrícolas. Otro proceso que incide de forma significativa en la faz de los paisajes del Alto Gua-daíra es el espectacular crecimiento de la ganadería caballar selecta y la bovina de lidia o carne. Este tipo de ganadería exige contar con espacios adehesados de di-mensiones amplias, y que habitualmente siguen tipologías de construcción adapta-das a las formas tradicionales andaluzas occidentales, generando así efectos paisa-jísticos importantes por su integración.

Los paisajes de dominante forestal o natural Los paisajes de dominante forestal o vegetal son quizá los que muestran una mayor estabilidad de entre los caracterizados en el Alto Guadaíra. Se trata del resultado de unas especiales condiciones biogeográficas, definidas por la ubicación de la cuenca alta en un área climática de ambiente térmico mediterráneo sub-continental, a lo que se une cierta diversidad orográfica y litológica, sin grandes contrastes altitudinales. Como consecuencia de ello, los paisajes de dominante vegetal natural presentan rasgos homogéneos. La combinación de formaciones vegetales dificulta la identifi-cación y caracterización de dinámicas comunes, aunque sí es posible destacar al-gunos procesos relevantes para su caracterización. Es importante destacar que muchas de las formaciones de mayor valor y singulari-dad ecológica no son arboladas, sino que se trata de matorrales de diversa compo-sición, estructura y porte. Nos referimos a lentiscares, aulagares, jarales y retamares adaptados a unas condiciones climáticas que hacen difícil la formación de bosques. Corresponde aquí destacar el valor ecológico, pero también paisajístico, de muchos de estos terrenos, en los que la vegetación está perfectamente adaptada a la capa-cidad de acogida del territorio. Son espacios que conforman una parte de la identi-dad local y que deben ser considerados como un patrimonio regional a gestionar y a poner en valor. Otro de los procesos destacados es la progresión de las formaciones naturales co-mo resultado de las siembras forestales comenzadas en los años 70 y 80 del pasa-do siglo XX, en la Semilla, Las Beatas-Cuesta de las Palomas-Romeral, El Risquillo y el Cerro de los Pinos en el Huerto Gaena, y pequeñas manchas en La Salinilla y Los Melonares, que está permitiendo que un número importante de pinares carras-cos prosperen de forma muy importante hacia estadios más maduros de la series, observándose una progresión de los mismos hacia un arbolado de mayor porte y más elevada densidad de ocupación de sus copas.

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TIPOS DE PAISAJES La propuesta Paisaje Protegido Alto Guadaíra establece la identificación de una Red de Paisajes, estructurada en distintos tipos, concretamente cinco, y emplazamien-tos, doce, que responda a las necesidades de conservación de los recursos natura-les del territorio. En este sentido encajan en las Unidades Ambientales del territorio, con la presencia de sus valores paisajísticos, las siguientes:

a. El propio curso alto del río Guadaíra aporta de forma específica el Paisaje Fluvial, y los Paisajes del Agua

b. La zona de montaña representa las dos sierras: Esparteros y Pozo Amargo c. Las Dehesas se han separado en su emplazamiento, la más extensa Dehe-

sas Centrales, y la periférica occidental, sobre la cuenca del Aguaderilla. d. Los Grandes Cerros se integran en las unidades denominadas Grandes Ce-

rros Sureste, Noreste y Centrales. e. La gran masa de olivares y tierras calmas de secano de la Campiña Alta, se

ha diseccionado en Campiñas Norte, Central y Meridional.

Paisajes fluviales del río Guadaíra, curso alto En el curso alto del Guadaíra, sus arroyos y sus valles, inseparables de las sierras y grandes cerros, cobran un especial sus paisajes del agua. Son arroyos vivos, de aguas limpias, que descienden en interminable sucesión de rápidos y remansos, de curvas y contracurvas, de tramos encajados y extensas gleras. La variedad de paisajes fluviales de Alto Guadaíra es enorme, lo cual constituye una gran riqueza ambiental. Aquí se encuentran representados todos los tipos de cursos fluviales de media montaña y alta campiña andaluza. IDENTIFICACIÓN El curso alto del río Guadaíra es un sistema fluvial que manifiesta el esquema gene-ral de los ríos andaluces. Es un sistema dinámico y complejo, respondiendo en lí-neas generales a la tipología propia de un río en su curso superior, o alto con mode-rados desniveles. Lo más destacable del curso superior del Guadaíra como sistema fluvial es su con-siderable naturalidad, derivada de varios factores: escasa población residencial; el predominio de actividades poco impactantes, agrarias de secano y agropecuarias; y la presencia de amplias zonas forestadas en sus cabeceras. En el tiempo (investigaciones propias del Aula MCS o ajenas, desde los años 80 del siglo XX), no hemos observado señales que demuestren cambios en el río. Por lo contrario, el Guadaíra mantiene las pausas ecológicas que determina su historia, al menos en los últimos 500 años: fragilidad por sequías y torrencialidad, del que quizá haya progresado más la vegetación de ribera desde los años 70 del siglo XX, colo-nizando depósitos sedimentarios del cauce, lo cual puede deberse al abandono de población y usos en sus cercanías. Por lo que se refiere a los paisajes fluviales del Alto Guadaíra: geomorfológicos, sotos de riberas, escénicos/paisajísticos y humanos, hay que remarcar algunas con-sideraciones. En los tres primeros el río funciona en el integral de sus funciones, con espacio para el cauce y sus riberas, continuo y sin rupturas, salvo la red de peque-ños embalses de riego, ganaderos o correctores de erosión, en gran número desde los años 80 del pasado siglo, y algunas puentezuelas-diques de pésima proporción fluvial. Por contra, la perdida de funcionalidad industrial de los molinos harineros, abaste-cimiento en fuentes y abrevaderos, y la agraria que representaban las huertas, pre-sentes unos hasta los años 30 del siglo XX, y la red de huertas y fuentes hasta los años 70 del pasado siglo, elimina gran parte gran parte de los valores de las redes como urdimbre del paisaje, como ejes patrimoniales con claros anclajes en la histo-ria y en las condiciones ambientales del Guadaíra. EL CARÁCTER DEL PAISAJE Entre los paisajes fluviales del Alto Guadaíra hay que destacar los trenzados valles de Reina Marín-La Párraga-El Baldío, y los de las vegas de las Carraholas, en cu-

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yos fondos los cauces meandrizan; o los angostos de los Charquillos, La Florida, Risquillo y Balbuán, donde se superan en saltos los diferentes umbrales rocosos. De especial valor son estos cursos del Salado, Talavera y el propio Guadaíra, en los que la corriente hídrica se esparce cuyos cantos rodados las crecidas son capaces de movilizar, serpenteando extensas barras de gravas. La fuerza de estas corrientes hídricas se manifiesta también en espectaculares saltos de agua, en los Charquillos, Tío Santo y la más modesta del Risquillo, o láminas de saltos por El Parroso y el Aguaderilla. Con una secuencia muy distinta, los arroyos de las campiñas altas, sobre terrenos fundamentalmente margosos, con el dominio de tarajales y adelfares, principalmen-te en Percoya y la Pedriza, los cursos fluviales presentan tramos acarcavadas, con dinámicas hidrogeomorfológicos de gran potencia y erosión, muy característicos. También se presentan, aunque de forma modesta, una serie de pequeños y profun-dos barrancos y ramblas presentes en los arroyos de San Cristóbal y del Salado de los Pollos, por Peñas Prietas, recogen todo el drenaje del encajado. La vegetación natural es muy diversa, conservándose en los arroyos bosquetes, siendo especialmente significativos los quejigares aclarados de los arroyos Delgado y Navacerrada, y una amplia sucesión irregular y discontinua de formaciones hidrófi-las de galería de tarajales, fresnedas, olmedas y alamedas.

Amplio valle aluvial en el Baldío (Morón) trenzado en tres cursos: arroyos Delgado, Lentisquillo y Almendrillo / Morilla Cala, abril 2005

Embalse del Pinalejo (Morón), en una bella estampa invernal / Morilla Cala, enero 2000

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Sierras Sierra de Esparteros LOCALIZACIÓN Este gran conjunto paisajístico, integrado por variadas unidades de paisaje, se loca-liza en el sur y suroeste del Alto Guadaíra, siendo el punto más elevado, 584 m. EL CARÁCTER DEL PAISAJE Entre las características más destacadas de este gran conjunto montañoso está la permanencia de un modesto uso ganadero sobre un dilatado y aclarado algarrobal, y pastizales ceñidos a media ladera, los marjales, que, aunque con numerosos sec-tores en proceso de abandono, todavía ocupa significativas extensiones. Encontra-mos un buen número de casillas y chozas en rellanos, que forman enclaves de hu-manización pretéritos. Una entidad distintiva que la Sierra de Esparteros tiene, por sus dimensiones, altitud y masividad, una destacada majestuosidad sobre el valle del Guadaíra y los llanos campiñeses septentrionales y de poniente, desde Montellano, Coronil, Alcalá y Arahal. Otro rasgo común y muy característico de la Sierra de Esparteros, es su clara disi-metría morfológica y vegetal, con escarpes y taludes hacia el norte, de vegetación densa y la vegetación rala de la cara meridional. La actividad extractiva deja en esta sierra, su huella en forma de grandes canteras de piedra caliza, que está incidiendo gravemente en las laderas septentrionales, formando un elemento caracterizador e impactante de su paisaje. ELEMENTOS HUMANOS CONSTITUTIVOS DEL PAISAJE En el extremo noreste, en la ladera tendida aparece un mundo industrial tradicional en el que dominan las caleras. Es frecuente el patrón de paisaje caracterizado por pequeños conos, donde se dis-ponen los campos de trabajo canteril en torno a un asentamiento de población, la aldea de Las Caleras de la Sierra. Forma un enclave de humanización en el corazón de este sector, montañoso al sur y campiñés al norte, además de un interesante elemento de continuidad de prácti-cas tradicionales, que le ha supuesto un alto reconocimiento regional (Lugar de Inte-rés Etnológico), e internacional (UNESCO). LA VISIÓN DEL PAISAJE La configuración del paisaje en la Sierra de Esparteros permite observar en medias y largas distancias una notable diversidad de configuraciones paisajísticas y, al mismo tiempo, ofrece la posibilidad de obtener percepciones contrastadas del terri-torio llano al norte y oeste.

Sierra de Pozo Amargo EL CARÁCTER DEL PAISAJE Se trata de un paisaje montañoso del que forman parte dos alineaciones serranas paralelas de rumbo SO-NE, separadas entre sí por pasillos igualmente paralelos. Es un relieve independiente del resto de paisajes serranos del sector septentrional del Alto Guadaíra y se configura como una transición hacía las altas sierras del Guada-lete. Aunque de altura moderada, pues apenas supera los 486 m, la Sierra de Pozo Amargo, llama la atención por la rotundidad de sus volúmenes, por su densa cubier-ta acebuchal y por el contraste limpio y marcado de un espacio vegetal, contrastado con las llanuras y lomas olivareras y cerealistas que la enmarcan, un aspecto que concede al paisaje indudable fuerza y legibilidad.

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VISIÓN DEL PAISAJE La configuración de su paisaje agropecuario está estrechamente vinculada con la organización del relieve, de forma que los piedemontes han sido aprovechados para plantar olivos en un marco muy amplio, siendo de nulo impacto paisajístico las histó-ricas canteras de mármol rosa de su eje central. Asimismo, existe un importante asentamientos en su ladera este, la Aldea Balneario de Pozo Amargo, pudiendo identificarse en su interior únicamente algunas casas y chozas vinculados a explotaciones ganaderas. También merece ser destacada la presencia de pequeñas olmedas en la ribera del Arroyo de los Baños, uno de los cauces superiores que drena hacía el Guadaíra, una formación que introduce una significativa variedad cromática y textural.

La imagen henchida de cicatrices de la Sierra de Esparteros / Ecologistas en Acción 2012

Laderas por levante de la Sierra de Pozo Amargo (Puerto Serrano), combinación de pastos ganaderos y acebuchal / Morilla Cala, abril 2002

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Las Dehesas Dehesas centrales del Sierro, Charquillos, Reina Marín, Armijo, Risquillo, Victoria, Sanguijuela, Gaena, El Parro-so, Balbuán, El Congosto. Dehesillas occidentales de La Nava, Cerro de las Vacas, Molino Nuevo y Morillo. LOCALIZACIÓN Este paisaje se ubica mayoritariamente en un arco del este al sur del Alto Guadaíra, siendo especialmente significativa para toda su estructura territorial. Aislada de estas, se emplazan en el extremo occidental, cuenca del Arroyo Aguade-rilla, las pequeñas dehesas de La Nava, Cerro de las Vacas, Molino Nuevo y Morillo. EL CARÁCTER DEL PAISAJE Las dehesas son, junto con sierras/grandes cerros, campiñas altas y el paisaje del agua del propio Guadaíra, uno de las cuatro unidades de paisaje que le dan conte-nido y carácter a su identidad. El nombre dado a este tipo de paisaje enfatiza su rasgo morfológico más claro y de mayores implicaciones perceptivas: la amplitud de horizontes vegetales, de bosques aclarados. Son grandes superficies de relleno de materiales terciarios y cuaternarios alojadas entre sierras y grandes lomas. Dentro del amplio repertorio de dehesas, apenas existen diferencias paisajísticas que permitan individualizar sectores. ELEMENTOS NATURALES Y HUMANOS CONSTITUTIVOS DEL PAISAJE Los materiales deleznables que conforman las dehesas (margas, yesos, arcillas) han sido parcialmente incididos por la red hidrográfica, formada por un conjunto de arroyos que drenan hacia el Arroyo Salado, Arroyo Talavera y curso superior del Guadaíra en sentido E-O. Estamos ante un paisaje agropecuario de bosques adehesados de encinas y ace-buches, organizados en explotaciones grandes salpicadas aquí y allá por vegas de pastizales que introducen diversidad en estas tierras y que se convierten en domi-nantes en los piedemontes de los relieves serranos. Las dehesas aparecen salpicadas por un hábitat diseminado de baja densidad, con un interesante patrimonio de construcciones agrarias. En el sector oriental y central se conserva una pedanía agraria de cierta entidad, la aldea del Algarabejo, e impor-tantes casas de labranza acortijadas, como Pozo Rosal, La Florida, Gaena, Huerto Gaena, El Parroso, Armijo, Reina Marín, La Victoria, el Risquillo, Balbuán, el Con-gosto; y en sector occidental, La Nava, Molino Nuevo, San José y Morillo, elementos patrimoniales de elevada calidad que son las auténticas señas de identidad de este paisaje del Alto Guadaíra. Y, especialmente, se identifican otros elementos mayoritarios, siendo especialmente relevantes las que se producen en los paisajes ganaderos del caballo y el toro, que incluye una fijación a la variedad equina anglo-árabe, nuevos sistemas de conduc-ción y una renovación de la imagen y la comercialización de la cabaña. El notable éxito logrado en los últimos años por las yeguadas del Guadaíra: Candau, Badía, La Nava, Felipe Garrocho, La Victoria, La Florida, Molino de Balbuán; las de lidia de Villaud y Badía, y las retintas del Congosto y El Sierro en los mercados na-cionales e internacionales, la percepción de los empresarios del sector, auguran el mantenimiento del interés por la puesta en valor de estas dehesas. Este tipo de ganadería exige contar con fincas de dimensiones amplias, y cuyas edificaciones suelen construirse y mantenerse con materiales y tipologías adapta-das a las formas tradicionales andaluzas, generando así efectos paisajísticos impor-tantes por su cabal integración. DINÁMICA DEL PAISAJE La estabilidad de usos, parcelario y hábitat es, probablemente, el rasgo más defini-torio de estas dehesas y, a la vez, uno de sus valores, pues en una visión de con-

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junto conservan con bastante pureza los rasgos de su ruralidad tradicional y ofrecen la imagen de bosques aclarados. LA VISIÓN DEL PAISAJE El suave alomamiento del terreno, y la presencia inseparable de grandes cerros breñosos permite tener excelentes panorámicas de conjunto de las dehesas. Igual-mente, la existencia de una aceptable red viaria facilitan las buenas visiones de con-junto y el acceso al paisaje de proximidad, la observación del detalle de sus tramas y de las prácticas agropecuarias que le otorgan su aspecto cambiante a lo largo de las estaciones. A ello contribuye el carácter semiabierto de este paisaje, favorecedor tanto de las amplias panorámicas como de la apreciación del detalle cercano. Estos paisajes adehesados, incluidos los asentamientos tradicionales asociados, son las expresiones más acabadas de los paisajes culturales del Alto Guadaíra, y constituyen al mismo tiempo señas de identidad mayores de sus tierras. En ese sentido son a la vez culturales y patrimoniales, porque expresan una larga historia de modelado de la naturaleza a partir de las prácticas agropecuarias y de su “territorio natural”, y porque generan también relaciones de identidad.

Dehesa de Malas Huertas (Morón), uno de los encinares más extensos y mejor conservados del Alto Guadaíra /Morilla Cala, abril 2007

Dehesa de La Nava, pastando su yeguada junto al Aguaderilla (Morón) /Morilla Cala, abril 2009

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Yegüerizo por Cañada Ancha (Morón), yeguada Badía / Morilla Cala, septiembre 2007

Retintas en las vegas del Sierro (Morón) / Naturales del Sierro, mayo 2012

Tentadero en la Dehesa del Parroso (Puerto Serrano), ganadería H. Badía, al fondo La Aldea de Pozo Amargo / Unión de Aficionados de Málaga, marzo 2008. Azulejo toril del Parroso /Morilla Cala, 2005

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Dehesa de Armijo, Llano del Pilar (Morón) /Morilla Cala, febrero 2004

Yeguas en la Dehesa de la Victoria (Morón), Vega de los Tres Pilares /Morilla Cala, marzo 2005

Cerdos ibéricos en la Dehesa de las Carraholas (Morón) /Morilla Cala, marzo 2006

Cartel de la yeguada Candau (Gaena. Coripe) 1998

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Grandes Cerros del Sureste Cerros de las Carraholas, La Plata/Tajo la Cabra; Pozuelos, Risquillo y la Sanguijuela; Cerros de los Charquillos, Tranquero; El Sierro LOCALIZACIÓN Este paisaje de serretas discontinuas y grandes cerros de dirección transversal a los ejes orográficos dominantes de rumbo E-S, está modelado sobre materiales corres-pondientes al Trías Keuper. Se ha definido este tipo de paisaje de la media montaña andaluza, constituido por un nutrido y variado conjunto de medianas serrezuelas y grandes cerros, diferentes en cuanto a sus rasgos morfotectónicos y litológicos, caracterizados por presentar formas culminantes alargadas y/o redondeadas, aunque desde el punto de vista paisajístico tienen un importante rasgo en común: destacan sobre vegas, lo que realza su significado visual. Paisaje serrano, con altitud moderada, de que forman parte cuatro extensos conjun-tos: el Cerros de la Plata/Tajo de la Cabra (462 m.), unido a la sucesión de cerros de las Carraholas, Pozuelos/Navazo, Risquillo, Sanguijuela y El Juncoso (446 m.); los cerros del Huerto Gaena; los cerros de los Charquillos, Tranquero (439 m.) y Coto Ruiz; y la serrezuela del Sierro (392 m.). Se trata de un conjunto de grandes cerros, de altitud media sobre 400 m., elevados varias decenas de metros sobre los llanos y valles corredores de los afluentes del curso superior del Guadaíra. Morfológicamente ofrecen la imagen de cantiles roco-sas, medianas pendientes y cumbres llanas, con acusado contraste entre laderas, a veces las nortes y ponientes están tapizadas por un mosaico con presencia de en-cina, acebuche y coscoja, mientras que las laderas meridionales tienen en algunos casos carácter de matorral más a menos espeso. ELEMENTOS NATURALES Y HUMANOS CONSTITUTIVOS DEL PAISAJE Estos grandes cerros, pese a contar con altitudes modestas, constituyen desde el punto de vista paisajístico elementos de contraste y variedad visual sobre las dilata-das campiñas alomadas del oeste. Geológicamente están compuestas por litologías calcáreas que aparecen realzadas sobre los terrenos cuaternarios y pliocuarterna-rios que las envuelven. La cubierta vegetal constituye un elemento fundamental y distintivo de estos gran-des cerros y uno de sus mayores valores ecológicos. El tapiz dominante es una for-mación bastante madura dominada por el acebuche, con creciente presencia de encinas, que se hace más abundante en las umbrías y vaguadas, apareciendo con frecuencia el quejigo, el madroño, la carrasca, diversos tipos de jaras y otras espe-cies propias de la transición entre ambientes. Se observan también una mancha de pinar arbustivo de repoblación en el Cerro de los Pinos del Huerto Gaena, y posiblemente la más bella del Alto Guadaíra, los pina-res de los montes del Risquillo. Son frecuentes en estos cerros los cantiles, sobresalientes los Tajos de la cabra y del Águila, y los paredones y torrecillas calizas del Tranquero, con algunos despren-dimientos resultado de la incisión de barrancos. Por otra parte, más allá de la presencia de una mediana carga ganadera, no existe en estos grandes cerros aprovechamiento agrícola alguno, por lo que no se identifi-can elementos visibles de la estructura agraria. No existen prácticamente asentamientos en este medio forestal y serrano, pudiendo identificarse únicamente algunas viejas cabrerizas y cortijos vinculados a las explo-taciones agrarias circundantes. DINÁMICA DEL PAISAJE Desde el punto de vista de la cubierta vegetal y de sus características geomorfológi-cas, este paisaje puede considerarse estable, si bien el descenso de la presión ga-nadera caprina, que tradicionalmente ha aprovechado los pastos y matorrales de estos altos calizos, favorece cierta progresión del matorral.

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LA VISIÓN DEL PAISAJE Se trata de paisajes poco frecuentados por su localización marginal con respecto a las principales vías de comunicación comarcales.

El impresionante Cerro del Tranquero (Morón), con elevada geodiversidad en sus numerosas roque-dos, cantiles y desprendimientos / Morilla Cala, mayo 2011

Prados y cerros del Navazo/Pozuelos (Morón), centro del Alto Guadaíra / Morilla, marzo 2005

Peñas de las Carraholas y Tajo del Águila (Morón), bellas estampas de roquedos calizos, en las riberas del Arroyo Delgado / Morilla Cala, mayo 2011

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Grandes Cerros del Noreste La Semilla y Cerro Negro LOCALIZACIÓN Se ubica en el extremo nororiental del Alto Guadaíra, sobre los nacimientos de los grandes arroyos que desaguan en la campiña norte. EL CARÁCTER DEL PAISAJE La configuración de este quebrado paisaje está muy condicionada por su base geo-lógica, compuesta por pequeñas mesas tabulares del Keuper, pasillos arcillosos y yesosos, y áreas acarcavadas incididas por una red poco jerarquizada de barrancos salinos, que se encajan en los terrenos más blandos. Forman también parte de este paisaje las estribaciones de la Semilla y Cerro Negro, con su característico tapiz forestal, en el que la cobertura vegetal se caracteriza en la mayor parte de la unidad por las repoblaciones de pino carrasco. Es una cuenca hidrográfica de nacimientos hacia el norte, cursos intermitentes so-bre materiales blandos, predominantemente yesos, lo que ha acentuado los proce-sos de abarrancamiento y la aparición de cárcavas, siendo por tanto un paisaje so-metido a una importante dinámica natural. Las características topográficas y litológicas, así como los procesos de erosión plu-vial y fluvial, producen la aparición de simas sobre evaporitas, como la del Zorro, una de las más importantes de la provincia. En el lecho de estos barrancos se desarrollan formaciones vegetales halófilas, que proliferan en suelos con elevado contenido en sales. ELEMENTOS NATURALES Y HUMANOS CONSTITUTIVOS DEL PAISAJE La diversidad de los ambientes derivados de una topografía contrastada, determina la presencia de una importante actividad repobladora de la administración forestal, que ha facilitado la expansión de los pinares de halepensis, plantados por ahoyado manual o banquetas, en la actualidad con una excesiva densidad de pies por hectá-rea. El estrato arbustivo es un acebuchal, con coscoja. Mientras que en los ámbitos más degradados aparece un matorral mediterráneo de romeros, tomillos y aulagas. También merece ser destacada la presencia de una gran eucaliptar en uno de los barrancos que drena hacía el norte, una formación que introduce una significativa variedad cromática y textural. DINÁMICA DEL PAISAJE La ubicación marginal de estos cerros, la escasa productividad de los suelos de al-gunas áreas y la presencia de grandes canteras de yesos y piedras calizas (Despe-ñadero) son factores que explican el paisaje el abandono de las explotaciones agrí-colas, que se pone de manifiesto también en el deterioro importante de los elemen-tos del hábitat fruto de procesos canteriles masivos.

Pinares carrascos en la Semilla / Sousa, abril 2012

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Alta concentración de sales en el Salado de la Semilla (Morón) / Pachner, agosto 2012

Investigación de la Sima del Zorro en La Semilla (Morón), sobre yesos, promovida a la Sociedad Espeleológica GEOS de Sevilla, en el VII Aula Miguel Cala Sánchez, 2012 / GEOS, mayo 2012

Primera interpretación de la Sima del Zorro / GEOS, mayo 2012

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Grandes Cerros centrales Castillejo de Balbuán, Silos y Barbaza LOCALIZACIÓN En el sector central del Alto Guadaíra sobresale la línea de relieves de dirección SO-NE, formada por los Cerros del Castillejo de Balbuán, Cerro Tagua, Cerro de los Silos, 343 m., y Barbaza, que dejan dos grandes corredores a ambos lados, al Nor-te, el Salado, y al sur el propio Guadaíra, que lo corta en el bello estrechamiento de la Pasada de Balbuán. CARÁCTER DEL PAISAJE El paisaje es de un continuo acebuchal con una diversidad según lugares, al que le acompañan algunas dispersas encinas, y plantas arbustivas mediterráneas como coscoja. En las umbrías del Castillejo de Balbuán, piedemonte en contacto con el Guadaíra, encontramos el acebuchal más denso y espectacular del Alto Guadaíra. La topografía es redondeada, con medianas pendientes y cantiles, destacando los de Barbaza. VISIÓN DEL PAISAJE Si la visión es desde las cumbres de estos relieves, a la sucesión de vegetación natural de las partes altas y medias le sucede una línea , que corresponde a las co-tas de agua del Salado y Guadaíra, y debajo de ella las formaciones de pastizales.

Grandes Cerros del Oeste Peñones Reales y Cerros Calceta-Veleta LOCALIZACIÓN Alineación de relieves discontinuos de dirección S-O. que atraviesan occidental del Alto Guadaíra, sobre la subcuenca del importante arroyo de la Aguaderilla, formado por los Cerros de los Peñones Reales y Cerros Calceta-Veleta. EL CARÁCTER DEL PAISAJE Se trata de grandes cerros de alturas moderadas (sobre 225 m.) formados por una homogeneidad de configuraciones paisajísticas. Comparten un carácter semiforestal y la apreciable cubierta acebuchal que crece sobre gran parte de sus laderas y otorga al paisaje gran coherencia y legibilidad. La unidad es una combinación de grandes teselas de acebuches coherentes con las diferentes unidades de relieve.

La alta campiña norte Pago Real, Percoya, Pedriza y el Congosto LOCALIZACIÓN Al Norte del Alto Guadaíra, formado por la sucesión de cerros de Pago Real, la Pe-driza, Percoya y el Congosto, claramente delimitado en sus bordes meridional por las pequeñas sierras lineales de Barbaza. EL CARÁCTER DEL PAISAJE El carácter de este singular paisaje dentro del Noroeste reside en su naturaleza de cuenca margosa y blanquecina, abarrancada, xérica, altamente vegetada por oliva-res de secano en ladera, así como un pequeño asentamientos, surgidos por agru-paciones de casas, de tipología alargada dispersa en su extremo Noreste, La Laí-Rancho Vega. Se trata de paisaje representativo de las denominada Campiña Alta, territorios cuya imagen es definida por el vaciado por ramblas y arroyos de los sedimentos blandos y espesos (margas y arcillas, fundamentalmente, con intercalaciones de niveles de calizas y areniscas).

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Es un expresivo paisaje campiñés del curso superior del Guadaíra, geomorfológico más que vegetal, de tonos blanquecinos que resplandecen bajo el sol mediterráneo y que llama la atención por su continuo olivar. ELEMENTOS NATURALES Y HUMANOS CONSTITUTIVOS DEL PAISAJE Entre los arroyos de San Cristóbal al norte y el Salado al sur, se dispone este ámbi-to de forma triangular, relleno de sedimentos eminentemente margosos, de colores claros, culminados por niveles de areniscas y calizas, que en algunos bordes y ci-mas constituyen pequeñas herrizas de matorral. La vegetación natural de esta aba-rrancada cuenca margosa -margoyesífera en la mayor parte de la zona- es un mato-rral ralo de tomillos, y coscojas, con algunas chaparritas, y plantas vivaces anuales; escasa cobertura del suelo, y con claros signos de haloxerofilia en determinados enclaves. La elevada erosionabilidad del terreno ha mantenido históricamente gran-des cárcavas en el arroyo de la Salinilla-Pedriza. Es predominante pues una estructura agraria de olivar de secano, con algunas pe-queñas calvas tierras calmas cerealísticas o de oleaginosas LA VISIÓN DEL PAISAJE Es un espacio muy accesible, atravesado por las Cañadas que iban a Olvera y Za-framagón, conocido, y singular, controlado por el olivar, que se intercalan entre los dominantes niveles margo-arcillosos.

La alta campiña central Lomas de los Pollos y Pinalejo LOCALIZACIÓN Paisaje de considerable extensión localizado en el centro del Alto Guadaíra, entre las vegas de los arroyos Salado y Talavera, que los separan. EL CARÁCTER DEL PAISAJE Las Lomas de los Pollos, 413 m. y Pinalejo, 453 m., son dos inmensos cerros que mejor conservan su carácter de Campiña Alta. Estamos ante alargadas elevaciones, sobre potentes volúmenes de margas y yesos, que ha dibujado un territorio cuya imagen está dominada por su altozano. Es por tanto un paisaje dominado por los blanquecinos y grisáceos tonos de las margas y por taludes. Pero estas altas campiñas se han especializadas en el aprovechamiento del olivar en Los Pollos, y la ganadería y caza en el Pinalejo, así pues paisajes agrícolas his-tóricamente roturados. Las riberas y el cauce de los cauces del Salado introducen diversidad en estos entornos, ya que sus tarajales tienen especial valor en un territo-rio donde los paisajes naturales han sido intensamente alterados. ELEMENTOS NATURALES Y HUMANOS CONSTITUTIVOS DEL PAISAJE En algunas laderas del Pinalejo, crecen rodales de encinas y lentiscos, aunque la vegetación dominante son los matorrales xerofíticos, siendo especialmente abun-dantes los jarales, romerales y los tomillares. La ausencia de aprovechamiento histórico del arroyo Salado ha permitido conservar su sistema fluvial, de forma que todavía hoy se identifica una importante vegetación de ribera formada por tarajales. Los campos de olivar dominan los aprovechamientos agrícolas de un territorio orga-nizado en dos grandes cortijadas, la de los Pollos y el Salado, y algunos pequeños caseríos en el Jeme. LA VISIÓN DEL PAISAJE Territorio de mediano acceso pues sólo existen caminos rurales, aunque globalmen-te se trata de un paisaje muy visible.

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La alta campiña meridional Lomas de Vicario, Alcabalas y la Sierra LOCALIZACIÓN Paisaje que forma un arco meridional desde la Sierra de Esparteros al río Guadaíra por el Congosto, abarcando la cuenca alta del arroyo Aguaderilla. EL CARÁCTER DEL PAISAJE Las lomas meridionales, también conocidas por las lomas de la Sierra, ocupan el sector sur del Alto Guadaíra. Su carácter lo define la combinación de los potentes cerros que unen la Sierra de Esparteros con la cuenca sur del río Salado de Morón. Es por tanto un paisaje erosivo y terroso del borde de la cuenca, hendido por el arroyo de Martín Morón al sur, y arroyo de la Aguaderilla al oeste. La organización del territorio en extensos labrantíos olivareros articula un paisaje en el que se alternan y contrastan pequeñas tierras calmas. ELEMENTOS NATURALES Y HUMANOS CONSTITUTIVOS DEL PAISAJE Los potentes volúmenes de las Lomas de las Alcabalas, 356 m., Cerro del Cercado y Cerros de Vicario delimitan con bordes muy nítidos este extenso paisaje de Cam-piña Alta del sur del Guadaíra. Se trata de potentes margas, yesos y areniscas mio-cenas de la cuenca. Es por tanto un paisaje donde se combinan las tendidas pen-dientes de los piedemontes, con algunos paisajes erosivos. La red hidrográfica del Martín Moro y Aguaderilla han formado vallejos de fondo plano y uso agrícola que crean una de las configuraciones paisajísticas más carac-terísticos de la Campiña Alta, reflejado por el limpio contraste de las altas lomas. En algunos sotobosques y majales crecen pequeños rodales de chaparritas, aunque la vegetación dominante son los matorrales xerofíticos, siendo especialmente abun-dantes los jarales, romerales y, en determinados enclaves, también los tomillares. Estas campiñas están salpicadas por cortijos y casillas de labranza, diseminadas con muy baja densidad. DINÁMICA DEL PAISAJE Se trata de un territorio con fácil accesibilidad, por la carretera de las Alcabalas, que forma un arco meridional a la Sierra de Esparteros, aunque estamos ante paisaje de media incidencia visual, en el que la presencia de olivar en ladera permite obtener visiones de cierto valor de los altos montunos.

Jesús Raúl Navarro García. CSIC. Sevilla En la propuesta de Declaración de Paisaje Protegido Alto Guadaíra se recuerda, con buen criterio, que en el Estatuto de Autonomía de Andalucía la protección del paisaje y el derecho a disfrutar del patrimonio natural y cultural son objetivos básicos de nuestra Administración autonómica. Y es que Andalucía ya había tenido un papel destacado en el origen del Convenio Europeo del Paisaje del año 2000 a través del aliento prestado previamente a la Carta del Paisaje Mediterráneo de aquel año especial para Sevilla que fue el 1992. Por ello, nada tiene de extraño que el paisaje ocupe un lugar relevante en el ya mencionado Estatuto de Autonomía, coetáneo de la ratificación por España de dicho Convenio en 2007. Este papel destacado de Andalucía en la gestión del paisaje obedece sin duda a la riqueza que tiene nuestra Comunidad en paisajes de alta ca-lidad. Pero también este afán protector obedece a la más que evidente y progresiva descapitalización que se produce en nuestro patrimonio paisajístico, fruto de facto-res múltiples, de origen complejo, como la contaminación visual, la estandarización, la banalización, la simplificación y la desarticulación de sus elementos. Las poten-cialidades y las amenazas son las que impulsan este proceso de creación de Paisa-jes Protegidos como el que nos ocupa en el Guadaíra y que a diferencia del Paisaje

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Protegido Corredor Verde del Guadiamar cubre la cuenca alta de todo un río y nace, en gran parte, de la iniciativa popular. Un río marcado por el peso histórico de su cuenca media y baja que ahora reivindica su enorme potencialidad en el ámbito pai-sajístico en su curso alto. Para la catalogación debemos tener en cuenta, antes que nada, las experiencias del Atlas de los Paisajes de España (2004) y del Mapa de los Paisajes de Andalucía (2005), que son las primeras identificaciones sistemáticas que se hacen de los pai-sajes andaluces a nivel regional. Ambos ofrecen el marco general de referencia para desarrollar el catálogo de nuestra zona y la base geográfica y cartográfica para su estudio. Pero debemos recordar que la escala de estos dos primeros instrumentos de clasificación sólo puede darnos una aproximación somera de la realidad comple-ja que tiene un territorio, como el curso alto del Guadaíra, inserto en el ámbito paisa-jístico del PIEDEMONTE SUBBÉTICO, que se mueve en un escenario difuso limita-do por dos poderosas categorías de paisaje –según el mapa de los paisajes de An-dalucía–: la de la campiña y la de la serranía. Pero como decimos, la escala que utilizamos para ubicar en el Piedemonte Subbético la zona del Espacio Protegido del Guadaíra no nos resulta válida para articular una estrategia de gestión y protec-ción de la cuenca alta del Guadaíra. Lo correcto es trabajar a una escala inferior pero esto no es fácil si faltan estudios previos a mayor escala, a una escala mayor, a una escala comarcal de unos pocos miles de km2 tal como han hecho otras comunidades como la catalana. Si realizar un buen catálogo de paisajes es una tarea sumamente laboriosa aún lo es más realizar una carta de paisajes que, siguiendo la metodología catalana, sería la mejor escala para aplicar al Paisaje Protegido que ahora nos ocupa. Pero, como acaba-mos de decir, una carta de paisaje requiere como trabajo previo un buen catálogo de paisajes de la comarca en la que se integra, algo que no se ha abordado desde Andalucía y que Catalunya ha resuelto de forma sistemática con la estructura co-marcal de veguerías, base de ordenación territorial y paisajística, que está práctica-mente concluida. Así, mientras Catalunya dispone de los estudios imprescindibles para alentar cartas de paisaje a escala similar a la del Alto Guadaíra, Andalucía no los posee aún. Quiere esto decir que la declaración de Paisaje Protegido no es sino el inicio de un largo periodo de trabajo en el que debe acometerse, lo primero, la elaboración de un catálogo del ámbito paisajístico del piedemonte subbético que sirva como instrumento para introducir objetivos paisajísticos en el planeamiento territorial y en las políticas sectoriales, y para enmarcar en él una Carta de Paisaje del Alto Guadaíra, a semejanza de las experiencias seguidas desde 2002 en Cata-lunya. La Carta del Alto Guadaíra debe ser un instrumento colectivo y voluntario de concer-tación de acuerdos entre los diversos agentes que interactúan en la cuenca alta pa-ra poder luego refrendarlos ante la sociedad y promover acciones y estrategias que valoren y mejoren el paisaje en los procesos territoriales como forma también de incrementar la calidad de vida. Por esto, se iniciaría desde la declaración de Paisaje Protegido un largo camino en el que no sólo se debe tener el apoyo de la Administración sino sobre todo el lide-razgo que, desde años atrás, ha tenido el Aula Miguel Cala Sánchez en alentar las diferentes fases que ha tenido este proyecto y las que aún faltan hasta elaborar una Carta de Paisaje: el Aula debe tener, debe seguir teniendo, un papel relevante en la diagnosis de las tendencias y de las dinámicas del paisaje con los agentes asocia-dos a dichas dinámicas, en la mediación para poder definir los objetivos de cualifi-cación paisajística (de acuerdo con los definidos en el Catálogo del Piedemonte Subbético), y la firma de la carta que supone haber elaborado antes un programa de gestión y de responsabilidades mutuas con un calendario a seguir. Todo un largo pero apasionante camino se abre para escudriñar en profundidad la riqueza paisajística de esta cuenca alta del Guadaíra, con escondidos rincones en los que se tejen retazos de monte mediterráneo, cultivos y dehesas ganaderas, pequeños poblados y cortijos de arquitectura tradicional a caballo entre el Valle del Guadalquivir y el Atlántico, entre la realidad cercana de las campiñas y de las sie-rras, entre las nuevas explotaciones extractivas de alto impacto paisajístico con las explotaciones sostenibles de los recursos naturales (caleras, salinas, aguas mine-romedicinales, canteras…).

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El Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe “El río y la cueva”. Cueva del Paguillo y río Guadaíra por Esparteros / Tomas Pachner, 2012

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Juan Entrenas Hornillo. Arquitecto. Morón El Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe es presentado en el VII Aula Miguel Cala Sánchez en Morón de la Frontera celebrado en varias sesiones durante el año 2.012, como oportunidad de retención de la población y la actividad económica y cultural de un territorio, el de la cabecera y curso alto del río Guadaíra, con vocación de ser protegido por las cualidades físicas, históricas, geográficas y ambientales que presenta. La protección del territorio se hace necesaria por demanda de las necesidades de las poblaciones que se asientan en las inmediaciones del ámbito de protección co-mo solución a su realidad socio-cultural y económica, al dirigir su mirada hacia un territorio que tiene un potencial de desarrollo a expensas de definir estrategias bajo las premisas de acciones sostenibles y sostenidas. En este sentido, el Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe se concibe como un trazado en el territorio de la cuenca alta del río Guadaíra que recupera el Patrimonio Histórico cuya realidad física es la red de Vías Pecuarias de Andalucía que transcu-rre por los parajes que hacen merecedores de la protección de esta porción del terri-torio andaluz, integrándolo en actuaciones encaminadas hacia la puesta en valor del paisaje, los aspectos culturales y sociales estableciendo la diferenciación de otras porciones del territorio definiendo acciones hacia la puesta en marcha de un ecotu-rismo que reactive la economía de las poblaciones implicadas en la protección de su espacio más próximo. El Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe supone la recuperación de la cone-xión histórica entre las localidades de Morón de la Frontera y Coripe, entre los ámbi-tos de campiña y de sierra, otorgándole nuevos valores llenando de contenido am-biental, económico y cultural el trazado del Corredor Verde. La concepción del Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe como elemento de conectividad en el territorio ha tenido como premisas los siguientes aspectos: Dominio Público. El Corredor Verde se concibe como un elemento territorial de propiedad pública al servicio de la población con carácter lineal en el espacio. Es por ello por lo que su trazado discurre por suelo de Dominio Público, siendo éste aquél que queda delimitado por la legislación sectorial en materia de Vías Pecua-rias, Aguas, Montes y Carreteras. Uso Público. Dado que el Corredor Verde se concibe como oportunidad de reacti-vación socio-económica de la porción del territorio enmarcado por la Cuenca Alta del río Guadaíra y las primeras estribaciones del Sistema Subbético, éste se conci-be como elemento de Uso de Interés Público, siendo capaz de acoger actividades recreativas, sociales y económicas que llenan de contenido el planteamiento de la conexión del territorio, sin restricciones de acceso para un amplio público, ya sea de procedencia local o usuarios visitantes foráneos del corredor. Patrimonio Cultural. El Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe plante una doble lectura en cuestiones patrimoniales. Por un lado se concibe como elemento patrimonial en sí mismo puesto que recupera el patrimonio histórico que supone la Red Andaluza de Vías Pecuarias, y por otro lado, enfatiza mediante la conexión y la puesta en valor de determinados elementos antrópicos y naturales dispersos en el territorio con vocación de ser protegido.

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Sostenible y sostenido. Resulta ineludible concebir un proyecto de esta magnitud y características sin los planteamientos que demanda la sociedad actual en cuestio-nes de preservación de sus recursos naturales y humanos a la hora de establecer estrategias de reactivación económica de las poblaciones (origen y destino) en con-ciliación con el medio ambiente. Es por ello por lo que el planteamiento del Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe plantea desde su propio diseño y en sucesivas actuaciones paralelas la conservación del paisaje, los valores naturales, geográficos y patrimoniales.

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Ecológico/Bioclimático. La creación del Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe deja a un lado las actuaciones intervencionistas de la Arquitectura y la Inge-niería convencionales para desarrollarse poniendo estas dos disciplinas al servicio del Paisaje, del Territorio y de la población en general. En este sentido, el clima y el paisaje son los condicionantes prioritarios del proyecto, estableciendo estrategias de diseño que favorezcan un uso continuado en las distintas épocas del año y en un máximo de horas diarias. Planteado desde la intervención en el paisaje los elemen-tos del clima local se presentan como elementos definitorios del proyecto: insola-ción-radiación, vientos, temperatura y humedad relativa, junto con aquellos elemen-tos naturales que condicionan los elementos anteriormente mencionados, como la topografía, el suelo, la vegetación y el agua. La combinación de dichos elementos propicia un estado higrotérmico de confort que favorece la estancia, la actividad y el recreo de los usuarios del Corredor Verde Morón-Coripe, proponiéndose los equi-pamientos en aquellas áreas donde se alcance dicha sensación de confort y ac-tuando sobre otras que por otros condicionantes que procuran su puesta en valor se deba intervenir bajo estos condicionantes. Reactivador económico. El Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe supone una oportunidad de reactivación económica en tanto que es un elemento de puesta en valor de los elementos patrimoniales y naturales, del paisaje en definitiva y que favorece la activación del ecoturismo. Es también generador de activad laboral, desde su creación hasta su puesta en marcha y mantenimiento. Del mismo modo lo es en cuanto reactiva la movilidad no convencional por el territorio, diferenciándose de otras porciones del mismo. El Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe junto con los espacios naturales protegido de su entorno más inmediato favorece la eco-nomía ecológica, sostenible y sostenida. Si bien son Morón de la Frontera y Coripe los núcleos de población de cabeceras del Corredor Verde que lleva sus nombres, su ámbito territorial es más amplio que el mero marco local. La ciudad de Morón de la Frontera se concibe como destino, a las puertas del Sistema Subbético, de la conexión entre el Área Metropolitana de Sevilla y las estribaciones de la cordillera subbética mediante el Corredor Verde del Río Guadaíra (Fase I) que partiendo del Descansadero de Trujillo, Puerta Verde de Al-calá de Guadaíra, donde las riberas del río se hacen Monumento Natural, atraviesa los términos municipales de Mairena del Alcor, Carmona y Arahal enlazando con Morón de la Frontera con una longitud total de trazado de 38 kilómetros. Coripe, enclavada en el piedemonte subbético próximos a los ríos Guadalporcún y Guadale-te conecta con la Vía Verde de la Sierra que nos dirige hacia las poblaciones de Montellano, Puerto Serrano y Olvera a través de espacios con un alto valor ecológi-co como es la Reserva Natural del Peñón de Zaframagón y el Monumento Natural Chaparro de la Vega, a las puertas del Parque Natural de la Sierra de Grazalema. A su vez, el Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe, como corredor ecológico, conecta los ríos Guadalporcún afluente del Guadalete con el río Guadaíra. Esta co-nexión favorece la movilidad de las especies animales de un ámbito ribereño a otro, así como el intercambio genético de especies vegetales y animales. Por tanto, el Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe supone por un lado la pre-servación de las especies autóctonas permitiendo la migración, la distribución geo-gráfica y el intercambio genético de las especies silvestres; la ordenación del en-torno medioambiental, promoviendo la recuperación y conservación de los valores naturales y paisajísticos; y por otro lado, asienta las bases para el contacto del hombre con la naturaleza a través de las actividades de ocio, recreativa, deportiva y de descanso de un ámbito poblacional mayor que el ámbito local, en un área con cualidades ambientales propicia de ser protegida, garantizando la protección del patrimonio público mediante un desarrollo socioeconómico sostenible, al llenar de contenido funcional y actual al dotarlo de una dimensión de utilidad pública, donde destaca el valor de la continuidad, la funcionalidad ambiental y el carácter de domi-nio público de las Vías Pecuarias que sirven de base para el trazado del Corredor Verde.

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El Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe supone revalorizar territorialmente un patrimonio público que se rescata y se rentabiliza social y ambientalmente.

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FICHA TÉCNICA DEL CORREDOR VERDE

CORREDOR VERDE MORÓN-POZO AMARGO-CORIPE

Ficha Técnica

Provincias: SEVILLA Y CÁDIZ

Paisaje a las afueras de

Coripe

Municipios: MORÓN DE LA FRONTERA, PUERTO SERRANO Y CORIPE

Longitud: 23 Km

Relieve: Ondulado

Punto de Origen: LA PLATA - Morón de la Frontera

Punto de destino: CAMINO DE LA JOYA - Coripe

Usuario:

Senderistas, ciclistas, caballistas, ganado y según el artículo 16 de la Ley 3/1995, de 23 de marzo, de Vías Pecuarias podrán cir-cular vehículo a motor previa autorización de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Espacio Natural: PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA (propuesta 2013)

Recomendaciones: Lleva alimento y agua suficiente para realizar el trayecto. Lleva siempre el equipo adecuado: ropa y calzado. No abandones ni tires basuras. No acampes por libre. No enciendas nunca fuego excepto en los lugares habilitados para ello y en las épocas permitidas. Realizar el menor ruido posible, respetando a la fauna. Respeta el entorno, flora y fauna. Respeta y cuida las fuentes, ríos y cursos de agua. Seguir las señales del camino.

Descripción: El Corredor Verde Morón-Coripe discurre íntegramente por Vías Pecuarias de las provincias de Sevilla y Cádiz, siguiendo la dirección Norte-Sur, desde el municipio de Morón de la Frontera hasta Coripe, atravesando el término municipal de Puerto Serrano. Su longitud aproximada es de 23 Km, iniciándose en la Campiña Sevillana y finali-zando en la Sierra Sur de Sevilla y la Sierra Norte de Cádiz. Su recorrido discurre de forma paralela al cauce del río Guadaíra. El Corredor Verde Morón-Coripe cumple una doble función: ecológica y socioeco-nómica. La función ecológica deriva de su papel como nexo de unión entre los dis-tintos ámbitos territoriales que recorre. Por otro lado, el hecho de que discurra por zonas con importantes valores naturales, culturales e históricos, contribuye a que se convierta en un marco idóneo para el desarrollo de actividades recreativas y en con-secuencia en eje dinamizador de la economía de los municipios que recorre. Equipamientos: Área recreativa de Esparteros, Observatorio de aves en Esparteros, Mirador de Las Alcabalas, Salinas del Concejo, Aldea-Balneario de Pozo Amargo, Mirador de Arro-yo Hondo. Área recreativa de Coripe.

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La propuesta que presenta el Aula Miguel Cala Sánchez:

Paisaje Protegido Alto Guadaíra “El agua y la Sierra”, Embalse del Villar y Sierra de Morón / Morilla Cala, octubre 2005

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«PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA» El caso de curso alto del río Guadaíra puede considerarse ejemplar en relación con la conservación de los espacios naturales, paisaje rural, usos agrícolas y prácticas campesinas. Excepcional es, que haya sido capaz de preservar su identidad rural a principios del siglo XXI y, por añadidura, incrementar la calidad de su entorno natural. En relación a este proceso, especialmente relevante, es el planteamiento de la figu-ra del «PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA», en torno al cual proponemos giren las políticas territoriales de protección de cuenca. Los elementos fundamentales de nuestra propuesta son los siguientes:

1. El proceso ha sido impulsado por un Aula Miguel Cala Sánchez, un aula de formación e investigación, adscrita a la Universidad de Sevilla.

2. El eje de actuación ha sido la negociación entre administraciones, Junta de Andalucía, Parlamento de Andalucía, Diputación Provincial de Sevilla y Ayuntamientos, buscando las sinergias entre los mismos. La visión conser-vacionista ha sido capaz de insertarse en el marco territorial, superando las dinámicas de mera resistencia para aprovechar las oportunidades que puede ofrecer un espacio natural protegido.

3. La preservación de la naturaleza, usos agrícolas y prácticas campesinas, debe contribuir a consolidar los logros en ese sentido, reduciendo su vulne-rabilidad frente a futuros procesos que determinen otros intereses.

CRONOLOGÍA DE ACTUACIONES 2011-2013

«PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA» Inclusión dentro de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía

ABRIL 2011 Celebración del VI Aula Miguel Cala Sánchez. «Congreso de Educación Ambien-tal e investigación en los Espacios Naturales de los ríos Guadaíra, Guadalete y Corbones (sur de Sevilla y norte de Cádiz y Málaga». D. José Juan Díaz Trillo, Consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalu-cía, junto al Aula Miguel Cala Sánchez, ofrecen dar respuesta científica al territo-rio del curso alto del río Guadaíra, que tenga como objetivo una propuesta de protección.

27 DE ENERO DE 2012 Morón de la Frontera (Sevilla). Presentación de la Estrategia para la Protección del Curso Alto del río Guadaíra y el Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe. Firmas de compromiso de apoyo de parlamentarios, alcaldes, grupos sociales y económicos, delegado provincial de medio ambiente de la Junta de Andalucía.

MAYO-JUNIO 2012 Morón de la Frontera (Sevilla). Celebración del VIII Aula Miguel «Congreso El Alto Guadaíra y el Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe (sur de Sevilla y norte de Cádiz). Una alianza para su protección». Reunión colectivos sociales, políticos y económicos interesados. Presentación de 23 ponencias científicas.

SEPTIEMBRE 2012 Lugar: Parlamento de Andalucía. Reunión Parlamentarios Izquierda Unida. Ma-nuel Baena Cobos, Marina Segura Gómez. Asunto: Se le presenta el proyecto y documentación. Acuerdan estudiarlo.

DICIEMBRE 2012

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Presentación a la convocatoria de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía para las Universidades de Andalucía. Proyecto de investigación aplicada Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe. Director del Proyecto. Investigador principal: Fernando Díaz del Olmo Director técnico del proyecto: arquitecto Juan Antonio Entrenas Hornillo. Presupuesto 400.000 €. Ejecución del proyecto:

Universidad de Sevilla.

Aula Miguel Cala Sánchez

Ayuntamiento de Morón de la Frontera. Obra civil.

4 DE DICIEMBRE 2012 Lugar: Delegación Territorial Sevilla. Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Presentación al delegado territorial, D. Francisco Gallardo García, del proyecto y actuaciones anteriores. Fernando Díaz del Olmo Juan Pablo Morilla Cala Nos comunica su intención de estudiarlo con detenimiento, y ponerse en contac-to con el anterior delegado provincial de Medio Ambiente, D. Francisco Javier Fernández Hernández, para recabar su opinión e información.

7 DE JUNIO DE 2013 Lugar: Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Asistentes: D. Francisco Gallardo García. Delegado Territorial de Sevilla. Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Junta de Andalucía. D. Juan Manuel Rodríguez Domínguez. Alcalde de Morón. D. Agustín Cosano Prieto. Área de Servicios Públicos para la Sostenibilidad. Diputación Provincial de Sevilla. D. José Antonio Cruz Mejías. Gerente GDR Serranía Suroeste Sevillana. D. Fernando Díaz Del Olmo. Catedrático de Geografía Física y Análisis Regi-onal. Universidad de Sevilla. Director Aula Miguel Cala Sánchez. D. Juan Pablo Morilla Cala. Director adjunto Aula Miguel Cala Sánchez. Punto único Resolución Propuesta PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA El Aula Miguel Cala Sánchez recuerda los pasos seguidos hasta la fecha. Una vez conocido y debatido el proyecto, se acuerda que por parte del Aula “Mi-guel Cala Sánchez”, se inicien los trámites administrativos en el expediente de PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA, con la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, y municipios implicados.

9 DE JULIO DE 2013 Sevilla. Delegación Territorial del Gobierno. D. Francisco Javier Fernández Hernández. Se le da conocimiento del proyecto, y se le solicitan apoyo para la publicación de las investigaciones científicas que se han generado en torno al territorio del Alto Guadaíra en los últimos años. Se acuerda un respaldo positivo y las publicaciones.

17 DE JULIO DE 2013 Sevilla. Vicerrectorado de Relaciones Institucionales de la Universidad de Sevi-lla. Dª. Teresa García Gutiérrez. Vicerrectora. Presentamos el proyecto del VIII Aula «EL CURSO ALTO DEL GUADAÍRA (Se-villa-Cádiz): PAISAJE PROTEGIDO». En dicha Aula se pretende sintetizar los conocimientos científicos del territorio propuesto para su protección, presentar una cartografía, y debatir con los ciuda-

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danos, agentes sociales e instituciones el proyecto. Se espera resolución en la jornada de clausura. El Vicerrectorado compromete el apoyo económico anual al Aula.

24 DE JULIO DE 2013 Sevilla. Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Junta de Andalucía Dª. Esperanza Perea Acosta. Directora General de Planificación e Información Ambiental Presentación de un Dossier del proyecto PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUA-DAÍRA, con una ficha analítica y cartografía de la propuesta del Aula. Se nos oriente de la necesidad para la Consejería de Medio Ambiente:

1. Apoyo del Parlamento de Andalucía. Propone la aprobación de una Pro-posición No de Ley.

2. Apoyo de los municipios afectados (Coripe, Morón de la Frontera y Puer-to Serrano). A ser posible con acuerdos plenarios.

3. Seguir dando conocimiento y participación a los colectivos políticos, eco-nómicos y sociales afectados.

9 DE OCTUBRE DE 2013 Sevilla. Parlamento de Andalucía. Asistentes: D. Francisco Menacho Villalba. Parlamentario PSOE. Presidente Comisión Par-lamento de Andalucía, de Agricultura y Medio Ambiente. Dª. Josefina Vioque Zamora. Portavoz de Medio Ambiente PSOE. Parlamento de Andalucía. D. Fernando Díaz Del Olmo. Catedrático Universidad de Sevilla. Director Aula MCS. D. Juan Pablo Morilla Cala. Director adjunto Aula MCS. Asunto único. Preparación Proposición No de Ley [PNL] al Parlamento de Anda-lucía, PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA.

3 de DICIEMBRE de 2013 Sesión de trabajo con el alcalde de Morón, Juan Manuel Rodríguez Domínguez, concejal de Medio Ambiente, Antonio Bermúdez Carrascoso, y miembros del Aula, David Gómez Montblanch, J. Antonio Cruz Mejías, Fernando Díaz del Ol-mo y Juan Pablo Morilla Cala, para debatir en profundidad la documentación pública que se va a aportar al VIII Aula, reunión congresual en la que se intenta-rá dilucidar la posibilidad de la protección Paisaje Protegido Alto Guadaíra.

24 de julio de 2013. Sevilla. Presentación del proyecto Paisaje Protegido Alto Guadaíra, a Esperanza Perea, directora general de Planificación e Información Ambiental. Consejería de Medio Ambiente.

Junta de Andalucía. Fernando Díaz del Olmo y Fernando Molina.

39 Paisaje Protegido Alto Guadaíra

Aula Miguel Cala Sánchez

PROPUESTA DE DECLARACIÓN «PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA»

El siguiente texto propositivo es completa responsabilidad del Aula Miguel Sánchez. Se ha tomado como documento base la declaración de Paisaje Protegido Río Tinto, BOJA 10/2005 de 17 de enero de 2005. Los textos en rojo son aportaciones nuestras adaptadas a los caracteres específicos de Alto Guadaíra. Las citas en verde son las disposiciones jurídicas e institucionales en que hemos fundamentado nuestro planteamiento. La cita en morado es una disposición jurídica ceñida a centros industriales en un Espacio Natural Protegido de Italia. [Las aportaciones siguen el marco estratégico de: Acuerdo de 6 de marzo de 2012, del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, por el que se aprueba la Estrategia de Paisaje de Andalucía. BOJA 62/2012 de 6 de marzo de 2012] [Texto adaptado de: Decreto 558/2004 de 14 de diciembre de 2004, del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, por el que se declara el Paisaje Protegido de Río Tinto. BOJA 10/2005 de 17 de enero de 2005, págs. 24 y ss.]

El artículo 15.1.7 del Estatuto de Autonomía para Andalucía otorga a la Comunidad Autónoma funciones de desarrollo legislativo y ejecución en materia de medio am-biente, en tanto que el artículo 13.7 le atribuye competencias exclusivas sobre los espacios naturales protegidos, sin perjuicio de lo dispuesto en el número 23, aparta-do 1, del artículo 149 de la Constitución, siendo uno de los objetivos básicos de los poderes de la Comunidad Autónoma la protección y realce del paisaje, de acuerdo con el artículo 12.3 del mismo Estatuto. En este sentido, la declaración y gestión de los espacios naturales protegidos co-rresponde a las Comunidades Autónomas en cuyo ámbito territorial se encuentren ubicados, conforme al artículo 21.1 de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conserva-ción de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres. La figura de Paisaje Protegido es considerada como categoría de espacio natural protegido en el artículo 12.d) de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, definiéndose la misma en el artículo 17 como "aquellos lugares concretos del medio natural que, por sus valores estéticos y culturales, sean merecedores de una protección especial". A su vez, la Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el Inventario de los Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección, asume esta figura de protección, en el artículo, estableciendo en el artículo 8.3 que corresponde al Consejo de Gobierno, a propuesta de la Conseje-ría de Medio Ambiente, la declaración de paisajes protegidos en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía. La zona que en el presente Decreto se declara Paisaje Protegido corresponde a un paisaje peculiar debido a la gestión del territorio. En su conjunto, los factores naturales y antrópicos han ido modelando el paisaje del curso alto del río Guadaíra. La diversidad de recursos paisajísticos, muchos de ellos en estrecha relación con los usos humanos y prácticas campesinas, tanto antiguos como actuales, forman uno de los activos más importantes del mismo. Las propiedades geográficas le dotan de una gran uniformidad paisajística, definida por rasgos de gran naturalidad y ruralidad, y por la continuidad, desde tiempos in-

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memoriales, de sus aprovechamientos, en íntima relación con la forma en que el sistema productivo agropecuario se ha ido adaptando al medio. Además, el paisaje del Alto Guadaíra cuenta con el valor añadido de que no se ha visto apenas alterado por la existencia de un tejido industrial significativo, o por el desarrollo de núcleos de población o infraestructuras generadoras de una incidencia negativa, por lo que, en términos generales, se puede hablar de un paisaje serrano bien conservado. El paisaje del curso alto del río Guadaíra se define por presentar perfiles alomadas que forman el típico serrano, de moderada altitud, entre 130 y 587 metros, rompien-do esta identidad los alargados valles por donde discurren los cursos fluviales de nacimiento del Guadaíra, que permiten la preservación de vegetación ribereña aso-ciada bien conservada, y algunos relieves calizos con bellos escarpes rocosos, en un conjunto de montañas de media altura, como las Sierras de Esparteros y Pozo Amargo, y los Cerros del Tranquero y La Plata/Tajo de la Cabra. Sobresalen la profusión de contrastes que dan lugar las combinaciones de formas y matices, especialmente entre los tonos blanquecinos de las margas, que ha facilita-do la intervención humana a través del cultivo del olivar en ladera o calmas de se-cano, y el rasgo más definitorio de este paisaje del Alto Guadaíra, las tonalidades de vegetación en mosaico, breñas acebuchadas, pinares, sotobosques y matorrales, a más de sobresalientes formaciones adehesadas, bosques aclarados de encinas y acebuches, hendidas por vegas de pastos naturales o de laboreo, para aprovecha-mientos ganaderos extensivos. Esta vegetación en mosaico, le confieren sobre su entorno, un privilegiado aspecto de escenarios naturales y rurales. [Adaptado con modificaciones de: Acuerdo de 7 de octubre de 2003, del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalu-cía, por el que se aprueba el Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Natural Sie-rra Norte de Sevilla. BOJA 209/2003 de 30 de octubre, págs. 61-62] Acuerdo de 27 de enero de 2004, del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalu-cía, por el que se aprueba el de Desarrollo Sostenible del Parque Natural Sierras Subbéticas. BOJA 45/2004 de 5 de marzo, págs. 57-58] Igualmente resulta de gran interés por las características que ofrecen las aguas del Río Guadaíra, su alto contenido en sales que permite la vida de especies que so-breviven a estos parámetros, y por la presencia de hábitats y especies singulares. Hay que destacar también la importancia del Río Guadaíra para la existencia de especies acuáticas aisladas como consecuencia de la naturaleza fisioquímica de las aguas. Es remarcable, asimismo, la afección por contaminación industrial prolongada que han sufrido los tramos medio y bajo del río Guadaíra desde mediados del siglo XX. Sin duda esta declaración redundará en la mejoría de dichos ámbitos. La declaración de este espacio como Paisaje Protegido contribuye a la conservación del patrimonio natural de Andalucía y supone un reconocimiento a la singularidad de los valores naturales del río Guadaíra, en su declaración de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) en la Red Natura 2000; los geológicos, pues de los Lugares de Interés Geológicos representativos de los 20 contextos españoles de relevancia, según el proyecto Global Geosites, en el territorio del Alto Guadaíra aparecen bien representados alguno de ellos: sistemas kársticos en carbonatos y evaporitas, es-pecialmente en yesos, y las unidades olistostrómicas del antepaís Bético; cómo asimismo en el informe de actualización de la Geodiversidad de Andalucía, se inclu-ye el término internacionalmente reconocido desde el siglo XIX de “moronitas”, aflo-ramientos neógenos de margas apergaminadas y diatomitas, significativos en las blanquecinas lomas del Guadaíra. Y culturales, cómo es para uno de sus parajes más sobresalientes, las Caleras de la Sierra, la declaración como Lugar de Interés Etnológico por la Consejería de Cultu-

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ra, y el posterior reconocimiento por la UNESCO con el título: “Revitalización del saber tradicional de la elaboración de la cal artesanal en Morón de la Frontera, Sevi-lla, Andalucía”, inscrita en la Lista de Buenas Prácticas de Salvaguarda de Patrimo-nio Inmaterial. [Relación de Lugares de Importancia Comunitaria de Andalucía. LIC ES6180013 Río Guadaíra. Decisión de Ejecución de la Comisión, de 16 de noviembre de 2012, por la que se adopta la sexta lista actualizada de lugares de importancia comunitaria de la región biogeográfica mediterránea. (DOUE L24, de 26.1.2013)] [Estrategia Andaluza de gestión integrada de la Geodiversidad. Aprobada en Conse-jo de Gobierno de la Junta de Andalucía, de 5 de octubre de 2010; BOJA 202 de 15 de noviembre de 2010] [Decreto 304/2009 de 14 de julio de 2009, del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, por el que se aprueba la declaración de Lugar de Interés Etnoló-gico Caleras de la Sierra de Morón de la Frontera. BOJA 144/2009 La necesidad de preservar sus valores paisajísticos, naturales y culturales, aconseja dotar a este espacio de una figura de protección que garantice su conservación de cara al futuro. La ordenación y gestión de este espacio natural se realiza sobre la base de la firme convicción de que son los propios habitantes de los municipios por los que transcu-rre el Río Guadaíra y los ciudadanos en general los que, con unos modelos de con-ducta acordes con la fragilidad del medio natural, van a colaborar en su conserva-ción. En su virtud, y de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 39.2 de la Ley 6/1983, de 21 de julio, del Gobierno y la Administración de la Comunidad Autónoma de Andalu-cía, el artículo 8.3 de la Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el Inventa-rio de los Espacios Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección, a propuesta de la Consejera de Medio Ambiente y previa delibe-ración del Consejo de Gobierno en su reunión de *********** D I S P O N G O Artículo 1. Declaración. 1. Se declara el Paisaje Protegido del Alto Guadaíra, quedando incluido en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía. 2. El ámbito territorial abarca una superficie de 16.663,73 ha, cuya delimitación geo-gráfica y cartográfica se recoge en los Anexos I y II del presente Decreto. 3. Los municipios integrados en el ámbito territorial del paisaje protegido son: Morón de la Frontera y Coripe en la provincia de Sevilla, y Puerto Serrano en la provincia de Cádiz. Artículo 2. Finalidad. Con la declaración del Paisaje Protegido del Alto Guadaíra se pretenden alcanzar los siguientes objetivos: a) Preservar el paisaje serrano tipo, como capital territorial esencial para el mante-nimiento de los usos tradicionales y las prácticas campesinas, inherentes a su iden-tidad. b) Mantener las peculiares características de las aguas del curso alto del río Gua-daíra que permiten la existencia de especies singulares adaptadas a condiciones extremas como consecuencia de la alta salinidad de sus aguas. c) Garantizar el desplazamiento de la fauna silvestre entre los espacios naturales que se conectan, conservando y protegiendo las poblaciones y hábitats de las espe-cies que se encuentren presentes en el ámbito del paisaje, así como estableciendo las conexiones funcionales con los espacios naturales del entorno.

42 Paisaje Protegido Alto Guadaíra

d) Conservar los sistemas naturales existentes en su ámbito territorial y colaborar con los programas internacionales de conservación, protegiendo y facilitando para ello, la difusión de los valores naturales, faunísticos, botánicos, geológicos, paisajís-ticos y culturales que se encuentran en la zona. e) Llevar a cabo la dotación de equipamientos e infraestructuras medioambientales que contribuyan, con estricto respeto a los valores naturales, al uso público y al dis-frute del paisaje, desarrollando programas de educación ambiental y otras actuacio-nes relacionadas con la naturaleza. f) Promover la investigación científica cuyo objeto sea el conocimiento de aspectos relacionados con la conservación, ordenación y gestión de este espacio natural. g) Promover la sensibilización y actuaciones participativas y de implicación de la población local en la conservación de este espacio. h) Regenerar los sistemas degradados, sin alterar las peculiaridades del paisaje serrano agropecuario y la singularidad de sus aguas. Artículo 3. Administración y Gestión. 1. La administración y gestión de este espacio corresponderá a la Dirección General de la Red de Espacios Naturales Protegidos y Servicios Ambientales de la Conseje-ría de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, sin perjuicio de las competencias correspondientes a otras Administraciones Públicas. 2. Las funciones de asesoramiento y colaboración con la Consejería de Medio Am-biente de la Junta de Andalucía en la gestión del Paisaje Protegido del Alto Guadaí-ra corresponderán a los Consejos Provinciales de Medio Ambiente y de la Biodiver-sidad de Sevilla y Cádiz. 3. La Consejería de Medio Ambiente promoverá la colaboración y participación de los Ayuntamientos del entorno del espacio protegido, así como de otras Administra-ciones Públicas, entidades y asociaciones en las actuaciones que se desarrollen en el mismo. Artículo 4. Régimen de protección, uso y gestión. 1. Además del régimen general de protección para estos espacios previsto en la Ley 2/1989, de 18 de julio, citada, se establecen las siguientes medidas de protección: A) Los terrenos del Paisaje Protegido, quedan clasificados a todos los efectos como suelo no urbanizable objeto de protección especial. B) Conforme a lo previsto en la Ley 6/1998, de 13 abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones y, especialmente lo establecido en el artículo 46 de la Ley 7/2002, de 17 de diciembre, de Ordenación Urbanística de Andalucía, el suelo no urbanizable incluido en el Paisaje Protegido podrá adscribirse por el Plan General de Ordena-ción Urbanística a la categoría de suelo no urbanizable de especial protección por legislación específica. En todo caso, los Planes Generales de Ordenación Urbanísti-ca de los Municipios comprendidos en el ámbito del presente Decreto establecerán el régimen del suelo que resulte adecuado para garantizar la protección de este es-pacio natural. C) Se consideran compatibles los usos y aprovechamientos tradicionales que se desarrollan en la zona, tales como actividades forestales, agrícolas y ganaderas, siempre que respeten los valores naturales del espacio declarado. D) Los vertidos de aguas residuales deberán estar autorizados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, de acuerdo con el Real Decreto 928/1989, de 21 de julio, por el que se constituye dicho organismo de cuenca y el Real Decreto Legisla-tivo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Aguas.

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E) La red viaria en el interior del Paisaje Protegido se deberá organizar en cinco niveles: A-8126 Morón-Coripe, S-438 Morón-Alcabalas, A-361 Morón-Montellano, A-406 Morón-Pruna y S-7204 Morón-La Puebla de Cazalla. El Plan Director de Infraes-tructuras de Andalucía para estas carreteras deberá contemplar criterios de integra-ción paisajística, respetando aquellas características del espacio que han llevado a su declaración como Paisaje Protegido. F) No se podrá realizar ninguna actividad susceptible de alterar los elementos y la dinámica de los procesos naturales que se desarrollan en este espacio. Las actua-ciones de regeneración de áreas degradadas que puedan llevarse a cabo en este espacio deberán tener en cuenta las características del paisaje serrano y agrope-cuario y la singularidad de sus aguas. G) No se permitirán aquellas actuaciones que puedan suponer un deterioro o altera-ción de la estructura paisajística de este espacio, a excepción de aquellas autoriza-das para la regeneración de áreas degradadas. H) Sin perjuicio de las actividades sometidas a Evaluación de Impacto Ambiental, establecidos en la normativa vigente, en todo el territorio del Paisaje Protegido, que-dan prohibidas las actividades extractivas (extracciones de materiales rocosos y canterables, así como las de áridos) y los movimientos de tierras. I) En el ámbito del Paisaje Protegido no se permitirán otras construcciones y edifica-ciones que las vinculadas directamente a la explotación de los recursos primarios, la ejecución, entretenimiento y servicio de la obras públicas y aquellas de utilidad pú-blica o interés social, incluidas en este concepto las turísticas, de conformidad con el Capítulo II del Título I del Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de junio. J) A las construcciones autorizadas en suelo no urbanizable le serán de aplicación las disposiciones que sobre adaptación al ambiente se establecen en el artículo 138.b. del Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de junio, debiendo guardar armo-nía con la arquitectura tradicional andaluza. K) Dentro del perímetro del Paisaje Protegido se prohíbe instalar centros industriales de producción de energía con fines comerciales, quedando excluidos del ámbito de aplicación de la antedicha prohibición los aerogeneradores, instalaciones fotovoltai-cas y otras tecnologías destinados al autoconsumo con una potencia igual o inferior a 20 kW.

[Precedentes. Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Energía eólica. Espacios Naturales Protegidos. Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (Sala Primera), de 21 de julio de 2011, asunto C-2/10, que tiene por objeto la resolución de una cuestión prejudi-cial planteada por el Tribunal Administrativo regional de la Región de Puglia (Italia), en el procedimiento entre Azienda Agro-Zootecnica Franchini y Eolica di Altamura, de una parte, y la Región de Puglia de otra] L) Se prohíbe el establecimiento de instalaciones de tratamiento de residuos dentro del espacio protegido. LL) Queda prohibida la introducción, adaptación y multiplicación de especies no au-tóctonas de fauna y flora. M) El acceso y disfrute de las zonas de titularidad pública del Paisaje Protegido de-berá realizarse por los lugares habilitados y señalizados para tal fin. O) Sin perjuicio de lo establecido en el apartado anterior, se podrá limitar por la Consejería de Medio Ambiente el acceso a determinadas zonas por motivos de in-vestigación o conservación de los valores naturales.

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P) Los equipamientos e infraestructuras de uso público que se ubiquen en este es-pacio deberán contemplar criterios de integración paisajística e incorporarán medios que faciliten el acceso a las personas con discapacidad física. Q) La Consejería de Medio Ambiente promoverá aquellas actuaciones que tengan por finalidad la conservación, la investigación, el uso público y la educación ambien-tal. 1. Se exceptúan de lo establecido en el apartado L del presente artículo aquellas actuaciones que se deriven del Plan Hidrológico de Cuenca para el Río Guadaíra, siempre que se respeten aquellas características del espacio que han llevado a su declaración como Paisaje Protegido. Directrices Artículo 5. El planeamiento urbanístico tendrá en cuenta las características del Paisaje Protegi-do, tanto como factor limitativo de la urbanización y edificación por sus característi-cas mecánicas y topográficas, como por tratarse de suelos con vocación agraria que aconsejen el mantenimiento de su uso primario. Artículo 6. Infracciones y sanciones. Las infracciones del régimen de protección establecido para el Paisaje Protegido serán sancionadas de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección, o en las normas que en su caso puedan sustituirlas y demás disposiciones que, a tenor de la naturaleza de la infrac-ción, resulten aplicables, sin perjuicio de la responsabilidad penal o de otro orden en que se pueda incurrir. Disposición final primera. Habilitación. Se faculta a la titular de la Consejería de Medio Ambiente a dictar cuantas disposi-ciones sean necesarias para la ejecución, desarrollo y cumplimiento del presente Decreto. Disposición final segunda. Entrada en vigor. El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Bole-tín Oficial de la Junta de Andalucía. Sevilla, ***** 2014

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Aula Miguel Cala Sánchez

FICHA ANALÍTICA «PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA»

Entregada el 24 de julio de 2013, a Dª. Esperanza Perea, directora general de Planificación e Información Ambiental. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía.

PROPUESTA ESPACIO NATURAL PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA

FIGURA PROPUESTA PAISAJE PROTEGIDO

JUSTIFICACIÓN

Se trata de un macrosistema conformado por un mosaico de montaña baja andaluza (serranías y campiñas altas), insertos en la retícula de nacimiento y curso alto del río. La pérdida de funcionalidad económica de estas serranías y el propio río, desde los años 60 del siglo pasado, tuvo como consecuencia indirecta la ausencia de procesos de urbanización o de tecnificación agraria, y ello supuso una escasa ocupación humana, mantener prácticas tradicio-nales de gestión en agrosistemas que, aún hoy conservan rasgos de naturalidad y por ello pre-sentan mayor biodiversidad y bajos “inputs” artificiales. A la par provocó una mayor extensión de vegetación natural, debido al abandono de parte de las tierras de cultivo, y en algunos casos, a la recuperación arbórea de forma espontánea o inducida. Su conjunto ha dado lugar a una alta diversidad de paisajes preferentemente agrícolas y ganade-ros. Su riqueza en “agroecosistemas”, con un racimo de dehesas, prados ceñidos por los sotos del Guadaíra, algunos olivares y una dilatada gavilla de montes breñosos y la importancia de la configuración fluvial de la cabecera del río Guadaíra, hacen que en este espacio aún se conser-ven aguas cristalinas, aves zancudas y peces, nutrias, tritones y martines pescadores, tarajes, olmos y álamos, y nos sigue contando historias de balnearios, viejas trochas que lo desfilaban, hortelanos enjutos, areneros rendidos, lavanderas parlanchinas, y a lo lejos, el recuerdo de las moliendas harineras paridas en este Guadaíra naciente. Esta riqueza etnográfica, biótica y paisajística cuenta además con una importante diversidad de hitos geológicos donde destaca, por su importancia y reconocimiento en la zona, el depósito de la denominada facies “germánico andaluz” del Trías. En consideración a los valores presentes en el espacio que se propone para su protección se ha considerado que la figura de Paisaje Protegido se adecua perfectamente a tal propósito, pues como la propia figura se define: “Los Paisajes Protegidos son aquellos lugares concretos del medio natural que, por sus valores estéticos y culturales, sean merecedores de una protección especial”. Por consiguiente, esta propuesta debe asegurar el cumplimiento de los objetivos en materia de conservación de la Biodiversidad, Geodiversidad, Patrimonio Cultural y Paisaje, con especial atención a los requerimientos de la Red europea Natura 2000 y la Directiva europea Marco del Agua (DMA Directiva 2000/60/CE), y los incorporados al ordenamiento jurídico español por medio de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.

SUPERFICIE DE LA ZONA PRO-PUESTA

16.636,73 ha

PROPORCIÓN SUPERFICIAL DE CA-DA MUNICIPIO

Morón de la Frontera 92,45%

Puerto Serrano 4,16%

Coripe 3,39%

VALORACIÓN DE ESPACIOS NATU-RALES INCLUIDOS EN EL ESPACIO PROPUESTO

EENNPP 0

Red Natura 2000 22,44 ha (LIC Guadaíra)

VALORES AMBIENTALES

BIODIVERSIDAD Alta

GEODIVERSIDAD Alta

HIDRODIVERSIDAD Alta

ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD PÚBLICA 3,21%

PRIVADA 96,79%

PATRIMONIO CULTURAL

Conformado por alta diversidad agroestructuras (Corti-jos y abrevaderos) y patrimonio hidráulico (Balneario de Pozo Amargo, molinos, puentes, acequias, atarjeas, azudes, represas…).

CONECTIVIDAD Red de vías pecuarias y caminos públicos, mejorada

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con la propuesta de Corredor Verde Morón-Pozo Amargo-Coripe.

BREVE DESCRIPCIÓN DEL PAISAJE

El espacio propuesto para su protección con la figura de Paisaje Protegido se encuentra integrado a nivel macrosistémico por dos unidades de paisaje claramen-te diferenciadas: Piedemonte subbético y Campiña de Sevilla. Ambas unidades presentan, a su vez, una alta diversi-dad de elementos paisajísticos microsistémicos cuyo elemento común es el uso agroganadero. En este conjunto, destacan paisajes humanizados como: Dehe-sas, olivares o cultivos herbáceos de secano que con-trastan con otros paisajes más naturales o de tipo natu-ralizado, tales como: breñas, sotos y ribazos, herrizas de monte mediterráneo, etc.

MUNICIPIOS

Superficie Muni-cipal

Superficie en el

Paisaje Protegido

Superficie el en Paisaje Protegido

Importancia del municipio en el

Paisaje Protegido

HECTÁREAS %

HECTÁREAS %

Morón de la Frontera 43.248,29 35,57 15.381,25 92,45

Coripe 5.158,23 10,92 563,04 3,39

Puerto Serrano 7.987,31 8,67 692,44 4,16

Total 56.393,83 29,50 16.636,73 100

LAS TRES ALDEAS DEL ALTO GUADAÍRA

Aldea de Pozo Amargo (Puerto Serrano) / Juan Entrenas Hornillo, invierno 2013

Aldea del Algarabejo (Morón) / Morilla Cala, primavera 2005

Aldea Caleras de la Sierra (Morón) / Antonio Cuevas, 2012

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Tablas de usos y aprovechamientos. Territorio propuesto Paisaje Protegido Alto Guadaíra

Marta Ordóñez Rodríguez. Ingeniero técnico agrícola.

TRAGSA. Morón

Para este estudio se han utilizado básicamente dos tipos de fuentes: el visor SIG-PAC 2013 de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, y el similar del Ministerio de Agricultura. Como resultado de la compatibilización de dichas fuentes se pueden desagregar las áreas agrícolas, ganaderas y forestales mostrando las superficies dentro de la pro-puesta cartográfica de Paisaje Protegido Alto Guadaíra 2013, como se refleja. De esta forma, se pueden observar que los cultivos herbáceos son los que ocupan mayor superficie en los territorios agrícolas si se los compara con los cultivos leño-sos. Sin embargo, en las áreas forestales y naturales son las especies arbóreas sobre pastizales las más extensas dentro del Paisaje Protegido. Finalmente hacemos notar la disparidad de hectáreas resultantes entre nuestros datos: 17.341,99 y los autores de la propuesta cartográfica: 16.363,73, sin duda al haber utilizado métodos de medición diferentes.

Usos SIGPAC Has. %

Tierra arable 7.205,29 41,50

Olivar 3.640,00 20,99

Viñedo 0,79 0,00

Pasto arbustivo 2.225,27 12,83

Pasto arbolado 2.045,48 11,79

Pastizal 821,91 4,74

Forestal 354,63 2,04

Caminos 353,51 2,04

Agua 319,66 1,84

Improductivo 273,14 1,58

Fruto de cáscara 0,01 0,00

Frutales 98,67 0,57

Huertas 0,57 0,00

Cítricos 0,03 0,00

Edificios 1,75 0,01

Zona Urbana 1,28 0,01

Superficie total 17.341,99 100

Tipo de usos Has. %

Tierras labradas 10.944,57 63,11

Pastos permanentes 5.092,66 29,37

Ecológicas 1.245,22 7,18

Forestal 354,63 2,04

Agua 319,66 1,84

Improductivo (agua, caminos, edificios...) 629,68 3,63

Superficie total 17.341,99 100

Aprovechamiento de tierras labradas Has. %

Herbáceos 7.204,50 65,83

Olivar 3.640,00 32,26

Huerta 0,57 0,01

Cítricos 0,03 0,00

Frutales 98,68 0,90

Viñedos 0,79 0,01

Ecológicos 751,22 6,86

Superficie total 10,944,57 100 Fuente: Visor SIGPAC 2013. Consejería de Agricultura Junta de Andalucía. Ministerio de Agricultura.

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Aula Miguel Cala Sánchez PROPOSICIÓN NO DE LEY. «PAISAJE PROTEGIDO ALTO GUADAÍRA»

El siguiente texto propositivo sigue el modelo que nos facilitó la Dirección General de Planifi-cación e Información Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía. Se entregó el 9 de octubre de 2013 en el Parlamento de Andalucía, a los parlamentarios del PSOE, D. Francisco Menacho Villalba, y a la portavoz de Medio Ambiente, Dª. Josefa Vioque Zamora.

A LA MESA DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA El Grupo Parlamentario Socialista, al amparo de lo previsto en el artículo 168 y si-guientes del Reglamento de la Cámara, presenta la siguiente PROPOSICIÓN NO DE LEY EN PLENO relativa a: DECLARACIÓN COMO PAISAJE PROTEGIDO DE LA CUENCA ALTA DEL RÍO

GUADAIRA (ALTO GUADAIRA).

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS La figura de espacio natural protegido denominada Paisaje Protegido, establecida por la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, ha sido la menos desarrollada en nuestra Comunidad Autónoma de las creadas en dicha Ley. Hasta la fecha solo dos son los Paisajes Protegidos presentes en la RENPA (Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía) declarados por Decreto del Conse-jo de Gobierno, en los 24 años que van desde la aprobación de la Ley hasta la ac-tualidad, a saber, el Corredor Verde del Guadiamar (2003) y Rio Tinto (2005). Se trata por lo demás de dos espacios naturales que en puridad no se adaptan a la de-finición recogida en la citada Ley, o sea, “aquellos lugares concretos del medio natu-ral que, por sus valores estéticos y culturales, sean merecedores de una protección especial”, (Paisaje Protegido asimilable a la Categoría 5 de la UICN), sino más bien por el interés social de recuperar dos zonas naturales a priori ya degradadas por la acción del hombre (respectivamente, un vertido minero contaminante y un incendio provocado). La ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodi-versidad, detalla con mayor precisión, en su artículo 34, las características que de-ben reunir los Paisajes Protegidos, y en esta nueva definición encaja perfectamente esta nueva declaración que se propone desde el Parlamento como PNL al Consejo de Gobierno.

Con sus 16.636 ha., la alta cuenca hidrográfica del río Guadaira, (LIC Guadaira, 22,44 has.), es un macrosistema emplazado en la denominada Sierra Sur de la provincia de Sevilla, conformado por el mosaico de serranías y campiñas altas andaluzas, inserto en la retícula geográfica de la Cuenca Sedimentaria pre-orogénica del Guadalquivir y del Subbético externo de las Cordilleras Béticas, dentro de los dominios biogeográficos de transición entre el Termo y el Meso-mediterráneo. La pérdida de funcionalidad económica de este entorno natural y del propio río, desde los años 60 del pasado siglo XX, tuvo como consecuencia la ausencia de procesos de urbanización o de tecnificación agraria en la comarca, lo que derivó en tanto en una escasa ocupación humana, como en la permanencia de prácticas tradicionales de uso y gestión de los agrosistemas. Condiciones que, aún hoy se conservan, propiciando rasgos elevados de naturalidad, y complementariamente una alta biodiversidad y bajos niveles de artificialidad en los paisajes. Esta situación, así como el abandono de parte de las tierras de cultivo, y en algunos casos, a la recuperación arbórea de forma espontánea o inducida, ha provocado la remontada de la vegetación natural, y favorecido la diversidad de paisajes entropezados agro-ganaderos. Estos constituyen los típicos agrosistemas adehesados ceñidos por los sotos aluviales del Guadaíra, de la comarca; junto a ellos, parcelas de olivares, montes breñosos y la importancia de la configuración

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fluvial de la cabecera del río Guadaíra, una de las arterias aluviales principales de la campiña de Sevilla. Su configuración geo-ecológica permite el mantenimiento de la calidad hídrica del rio y el mantenimiento de una tasa de biodiversidad de valor inestimable, así como un patrimonio histórico, cultural y etnográfico relevante representado por: antiguos balnearios, molinos, puentes, acequias, atarjeas, azudes, represas, cortijos, abrevaderos, viejas trochas… Junto a estos valores etnográficos, bióticos y paisajístico el entorno ambiental cuenta además con georrecursos geológicos y geomorfológicos que denotan su importancia para la geodiversidad andaluza, destacando, por su importancia y reconocimiento en la zona, las extensiones de los afloramientos de las denominadas facies margoyesiferas del Trías “germano andaluz”, los volcanes fangosos y las clásicas “moronitas”. Las tres manifestaciones configuran asimismo hitos historiográficos de nivel internacional de las ciencias naturales de Andalucía. Esta propuesta de PNL nace tras un amplio proceso de estudio e investigación de diversos grupos multidisciplinares científicos, expuestos en numerosas publicaciones, seminarios y congresos, y con una larga trayectoria de debate y consenso social, con la participación activa de los agentes sociales y económicos de la zona, así como de las administraciones locales interesadas, y la participación de todos los Grupos Parlamentarios de esta Cámara. Responde por tanto la Proposición al interés general, medioambiental, científico, cultural, histórico, etnográfico y socioeconómico de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Por consiguiente, esta Proposición de Paisaje Protegido debe asegurar el cumplimiento de los objetivos en materia de conservación de la Biodiversidad, Geodiversidad, Patrimonio Cultural y del Paisaje, con especial atención a los requerimientos de la Red europea Natura 2000, la Directiva europea Marco del Agua (DMA Directiva 2000/60/CE), o la nueva Política Agraria Común, así como a los incorporados al ordenamiento jurídico español por medio de la ya citada Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, y a los recogidos en la amplía normativa andaluza, no sólo de carácter específicamente ambiental, sino también en textos como las leyes 45/2007, de 13 de diciembre, para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural; 7/2010, de 14 de julio, para la Dehesa; o 5/2011, de 6 de octubre, del Olivar de Andalucía; o el Plan Director de Riberas de Andalucía. Por todo lo anteriormente expuesto el Grupo Parlamentario Socialista presenta la siguiente:

PROPOSICIÓN NO DE LEY

El Parlamento de Andalucía insta al Consejo de Gobierno a:

- La declaración de la alta Cuenca Hidrográfica del río Guadaira como “Paisaje Protegido del Alto Guadaira”, al amparo de lo establecido en la Ley 2/1989 de 18 de julio, por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, y se establecen medidas adicionales para su protección, y de la restante normativa ambiental de aplicación, y por tanto, su inclusión en la RENPA y en la Red Natura 2000.

- Que una vez declarado el Paisaje Protegido, se adopten por el Consejo de Gobierno todas aquellas disposiciones contempladas en la normativa vigente, y, así mismo, se incluya este Paisaje Protegido en todos aquellos Programas y Planes sectoriales activos, que garanticen la conservación de sus valores ambientales, culturales y etnográficos, así como el desarrollo sostenible de las economías locales de la zona protegida, basadas en la agro ganadería tradicional y el turismo.

- Se establezca un Convenio de Colaboración con la Universidad de Sevilla que permita el más completo inventario y monitoreo de los recursos naturales, culturales, etnográficos y socioeconómicos del Paisaje Protegido declarado.

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Este libro se presentó el 12 de diciembre de 2013, en Morón de la Frontera (Sevilla), en la sesión inaugural del VIII Aula Miguel Cala Sánchez: «Paisaje Protegido Alto Guadaíra»

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