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Categorización de 'por lo qual' como conector consecutivos en la documentación indiana

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TEMAS, PROBLEMAS Y MÉTODOS PARA LA EDICIÓN Y EL ESTUDIO DE DOCUMENTOS HISPÁNICOS ANTIGUOS JUAN PEDRO SÁNCHEZ MÉNDEZ MARIELA DE LA TORRE VIORICA CODITA (eds.) Valencia, 2015
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TEMAS, PROBLEMAS Y MÉTODOS PARA LA

EDICIÓN Y EL ESTUDIO DE DOCUMENTOS

HISPÁNICOS ANTIGUOS

JUAN PEDRO SÁNCHEZ MÉNDEZMARIELA DE LA TORRE

VIORICA CODITA(eds.)

Valencia, 2015

Copyright ® 2015

Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro pue-de reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, o cualquier alma-cenamiento de información y sistema de recuperación sin permiso escrito de los autores y del editor.

En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant Humanidades publicará la pertinente corrección en la página web www.tirant.com.

– Ouvrage publié avec le soutien de la Faculté des lettres et sciences humaines de l’Université de Neuchâtel.

– La publicación de este volumen ha sido cofinanciada por el proyecto I + D de referencia FFI2010-18736 (Fondos FEDER).

© JUAN PEDRO SÁNCHEZ MÉNDEZ MARIELA DE LA TORRE VIORICA CODITA (EDS.)

© TIRANT HUMANIDADES EDITA: TIRANT HUMANIDADES C/ Artes Gráficas, 14 - 46010 - Valencia TELFS.: 96/361 00 48 - 50 FAX: 96/369 41 51 Email:[email protected] www.tirant.com Librería virtual: www.tirant.es DEPÓSITO LEGAL: V-2155-2015 ISBN: 978-84-16062-71-3 IMPRIME: RODONA Industria Gráfica, S.L. MAQUETA: Tink Factoría de Color

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Categorización de por lo qual como conector consecutivo en la documentación indiana*

Elena Diez del Corral AretaUniversidad de Neuchâtel

1. INTRODUCCIÓN

El estudio histórico de los marcadores del discurso ha suscitado en los últimos años un gran interés, sobre todo en relación con el desarrollo de la Teoría de la Gramaticalización. La proliferación de estudios sobre estas unidades se ha llevado a cabo desde una perspectiva semasiológica que ha permitido conocer la génesis de determinados marcadores del discurso con los que contamos en el español actual.

Sin embargo, se ha demostrado ya en numerosas contribuciones —por ejemplo, Cortés/Camacho (2005) y, recientemente, López Serena/Borre-guero Zuloaga (2010)1—, la rentabilidad de un enfoque onomasiológico en el análisis de estas unidades. En un estudio histórico de los marcadores del discurso, o de un subtipo de ellos —como son los conectores consecutivos— este enfoque puede resultar verdaderamente útil, ya que la unidad de la categoría es precisamente funcional. En este trabajo se reivindica, por tanto, su importancia, dado que al fijar la atención en una función determinada y explorar los distintos mecanismos lingüísticos que pueden ser utilizados para llevarla a cabo, se pueden revelar datos importantes sobre los marcadores del discurso de otros estadios históricos, como es el caso del conector por lo qual. Este enfoque se complementa, además, con la adopción de la Teoría de los Prototipos, propuesta en el seno de la lingüística cognitiva, que permite

* Este artículo se ha desarrollado en el marco de un proyecto de investigación subvencio-nado por el Fonds National Suisse de la Recherche Scientifique titulado: Evolución histórica del español en la Audiencia de Quito y Panamá durante la época colonial (siglos XVI-XVIII). Estudio de lingüística histórica contrastiva, número de referencia: 100012-120257/1.

1 Para una valoración de estas y otras propuestas funcionales en la lengua española, véase Carmona Yanes (2014).

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categorizar a una unidad dentro o fuera de ella, según posea o no un conjunto de rasgos y relaciones de semejanza con el Prototipo de la categoría.

El corpus que se ha analizado está constituido por una serie de documentos coloniales jurídico-administrativos que procede de la Audiencia de Quito y que se conservan en el Archivo General de Indias de Sevilla (AGI). El estudio de los marcadores del discurso en este tipo de documentación también ha sido desatendido, a pesar su interés variacional, geolectal y textual.

En definitiva, el objetivo de este trabajo es analizar la unidad por lo qual, con la intención de valorar y argumentar su posible categorización como conector consecutivo en la documentación indiana. Para ello, se revisarán las caracterís-ticas sintácticas y semánticas que presenta en sus distintos usos discursivos, a través de la recopilación de un número cuantioso de ejemplos que permita describir los rasgos lingüísticos de la unidad. Solo así podrá establecerse su categoría —siempre desde una perspectiva modular y no discreta— como conector consecutivo.

2. LA CATEGORIZACIÓN

En primer lugar, y dado que en este trabajo se propone categorizar una unidad determinada dentro del paradigma de los conectores consecutivos, se impone aclarar qué es lo que se entiende por categorización y cuáles son los criterios que pueden utilizarse para incluirla o no dentro de la categoría de los conectores consecutivos.

La categorización es un mecanismo que permite organizar la información a través de dos procedimientos básicos y complementarios que se entienden como la generalización o abstracción y la discriminación (Cuenca/Hilferty 1999: 32). Generalizar implica soslayar las diferencias que pueden existir entre diversas entidades, mientras que discriminar produce un efecto contrario: se subrayan las diferencias para poder distinguir con claridad las entidades.

Tradicionalmente, la categorización ha estado vinculada a una concepción platónico-aristotélica por la que las categorías se concebían como compar-timentos estancos y por ende, existía una separación taxativa entre ellas que permitía diferenciarlas con claridad. En contraposición a esta postura tradicional se propuso una categorización totalmente diferente en el seno de la lingüística cognitiva, por la que en vez de definir las categorías a partir de una serie de condiciones necesarias y suficientes, se describen según haces de rasgos y relaciones de semejanza. Esta teoría se fundamenta en la idea de que

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no todas las categorías son discretas, sino que existen algunas, cuyos límites son difusos y difíciles de establecer. Ese sería el caso, por ejemplo, de la cate-goría de los conectores consecutivos como subtipo de marcadores del discurso.

Se ha discutido largo y tendido sobre el estatuto categorial de los marca-dores del discurso hasta el punto de convertirse en un lugar común de las investigaciones sobre estos elementos2. Su estatuto ha sido cuestionado por la diversa procedencia —más gramatical o más léxica— de las unidades que desempeñan esa función discursiva, por la falta de homogeneidad entre sus estructuras morfológicas, por los distintos modos de codificar los significa-dos que presentan, etc. Pero no nos ocupamos aquí de una categorización que concibe a los marcadores del discurso como una clase de palabra —sobre esa discusión pueden verse trabajos esclarecedores como Fuentes Rodríguez (2001) o Martín Zorraquino (1998, 2010)— sino que nos centramos en una categoría que se define unitariamente por su comportamiento funcional. La entidad categorial se determina, por tanto, por su naturaleza onomasiológica, en la que los elementos que la conforman y ejercen su función como tales, se caracterizan por establecer una relación de consecutividad a nivel discursivo. Así, la categoría se define, por un lado, a partir de rasgos sintáctico-discursivos —la capacidad de enlazar dos miembros del discurso o de ‘conectarlos’3—, pero fundamentalmente semántico-pragmáticos —que la relación que se establezca entre ambos miembros sea de consecutividad, es decir, que pragmáticamente introduzcan una consecuencia—.

No obstante, la dificultad no se encuentra en la concepción de la categoría como una entidad funcional, sino que se halla en el momento de establecer la categoría en sí. ¿Cómo se puede definir una categoría sin condiciones necesa-rias y suficientes? ¿Qué conjunto de rasgos son significativos y qué número de ellos es representativo para poder incorporar o no a una unidad dentro de la categoría? En ese sentido, la semántica de prototipos, que se originó como una rama de la psicología cognitiva, ha resultado de gran utilidad para este tipo de trabajos, ya que, en primer lugar, se formula el establecimiento de un prototipo —entendiéndose como la idea ejemplar de la categoría— que

2 Véanse al respecto, por ejemplo, varias de las contribuciones de Martín Zorraquino (1998, 2010) y Fuentes Rodríguez (2001).

3 En este sentido se entiende conector como un subtipo concreto de marcador del discurso, tal y como se propone en la clásica taxonomía de Martín Zorraquino/Portolés Lázaro (1999) y no como un hiperónimo prácticamente sinonímico al de marcador del discurso como considera Pons Bordería (1998).

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permite deducir a partir de las semejanzas con él si una unidad presenta o no los rasgos esenciales para ser incorporada dentro de la categoría.

La originalidad de este trabajo no radica en el enfoque, pues autores ya consagrados en el estudio de los marcadores del discurso como, por ejemplo, Pons Bordería (1998) y Montolío Durán (2001), destacaron la rentabilidad de esta teoría a la hora de establecer la categoría de los conectores, definiendo los prototipos según su mayor capacidad conectiva —así lo consideró Pons Bordería (1998)— y según su menor integridad en la estructura oracional —tal y como planteó Montolío Durán (2001)4—. El valor de esta investigación se halla en el estudio de por lo qual —como una unidad que no ha sido estudiada en detalle— y en el establecimiento de la categoría de los conectores consecutivos desde un punto de vista histórico, en el que resulta imprescindible atender a los distintos grados de gramaticalización que presenta un conector, ya que cuanto más fijada se halle la unidad, más se aproximará al ideal prototípico de la categoría, según se deduce de la lectura bibliográfica de los principales estudios de marcadores del discurso. De ahí que en un análisis como el que se pretende se considere ineludible la adopción de una perspectiva modular y no discreta.

El prototipo de una categoría, además, ya no corresponde a una unidad en sí o a un elemento determinado —como se postulaba en los inicios de la teoría—, sino que la categorización cognitiva ha puesto de relieve tras nu-merosos estudios que no es preciso buscar un epítome de la categoría —es decir, un ‘prototipo-elemento’— sino que el prototipo se define a través de modelos cognitivos idealizados que no corresponden con el mundo real —es decir, un ‘prototipo-entidad cognitiva’. Por este motivo se han propuesto algunos conceptos como el de efectos prototípicos o efectos de prototipicidad a la hora de describir las unidades que conforman una categoría de límites difu-sos. Así pues, existen unidades más centrales, prototípicas o representativas de la categoría, mientras que otras se sitúan en lo que podría denominarse como la periferia. De esa manera, si se atiende, por ejemplo, a la semanticidad que presenta una unidad, se puede distinguir entre un significado esencial que constituye el centro de la categoría y otros valores que se distribuyen de manera radial en torno a él.

4 Para esta autora los conectores prototípicos son aquellos que ella denomina parentéticos y que diferencia de los integrados en la oración, por aparecer entre pausas y no formar parte del miembro discursivo en el que inciden.

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Para considerar a un miembro dentro de una categoría hay que definir los haces de rasgos que permiten su inclusión o exclusión, si bien no es necesario que exista un rasgo en común entre todos ellos, pues las posibilidades asocia-tivas son múltiples (Cuenca/Hilferty 1999: 38). Un elemento formará parte de una categoría según la mayor o menor semejanza que posea en relación con la entidad prototípica, en vez de si cumple o no un número determinado de características. De ese modo, todos los elementos de una categoría pueden ser situados sobre una gradiente de tipicalidad desde el prototipo, concebido como el mejor ejemplar conceptual, hasta otros elementos periféricos menos representativos de ella (Cifuentes Honrubia 1992: 135).

La flexibilidad de este método permite describir una categoría tan compleja como la de los marcadores del discurso y valorar si una unidad, tal y como el sintagma por lo qual, puede considerarse o no dentro del paradigma de los conectores consecutivos. Además, esta concepción entronca con la idea de la continuidad en la lengua, donde no existen compartimentos estancos ni se pueden plantear los fenómenos en términos absolutos, sino que es recomen-dable adoptar un enfoque modular.

3. EL CORPUS

Las fuentes documentales que pueden incluirse bajo la designación de documentación indiana —término adoptado en el título de este trabajo— son muy variadas y heterogéneas entre sí, por lo que hemos considerado necesario dedicar un epígrafe a su delimitación y especificación.

En esta ocasión nos ceñimos exclusivamente a un conjunto de documen-tos que se custodian en el Archivo General de Indias de Sevilla (AGI) y que proceden de la sección de Gobierno —la número V— que corresponde a los distritos cuya jurisdicción corría a cargo de la Audiencia de Quito. Para el ejemplo concreto de la unidad por lo qual, se ha analizado un número aproxi-mado de 200 documentos que constan de 1505 caras, en un eje cronológico cuyo manuscrito más antiguo data de 1552 y el más moderno de 1799. Por tanto, los tres siglos que se abarcan son el XVI, el XVII y el XVIII, es decir los que comprenden todo el período conocido como la época colonial.

Desde un punto de vista tipológico, se ha analizado un conjunto de ma-nuscritos que corresponde a tipologías documentales diversas a fin de ofrecer un análisis integral del uso de la unidad por lo qual, resaltando, además, que toda la documentación indiana es digna de estudio —incluso la más formal, tachada de formulista y conservadora—, pues en muchas ocasiones, como, por

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ejemplo, en el estudio histórico de los nexos y conectores, puede desvelarnos aspectos fundamentales de su desarrollo y uso lingüístico5.

4. LA UNIDAD POR LO QUAL

La atención que ha recibido la unidad por lo qual en las investigaciones más recientes no ha girado en torno a su función como conector consecutivo, sino como sintagma circunstancial o locución anafórica de valor causal, tal y como la identifica Narbona Jiménez (1978). Tampoco esta unidad figura entre las conjunciones ilativas que recopila Keniston (1937) en la sintaxis castellana del siglo XVI, ni en muchas otras nóminas extraídas de corpus variados de distintos estadios históricos, como el trabajo de Bustos Tovar (2002) de fines de la Edad Media o el de Cano Aguilar (2001) para el siglo XVI. Por otro lado, autores como Fuentes Rodríguez (1987) la identifican como una expresión que pragmáticamente indica una consecuencia, pero que no está consolidada como enlace conjuntivo, del mismo modo que tampoco lo están unidades como de ahí que o por eso.

Una de las publicaciones que más información proporciona sobre esta unidad es el Diccionario de partículas de Santos Río (2003: 293), donde se incluye una entrada específica sobre este segmento. En él se define a por lo qual como un “sintagma relativo analítico circunstancial causal-explicativo anafórico y tónico”. Todo este predicado nos aporta información prosódica, sintáctica, discursiva y semántico-pragmática. En primer lugar, se indica que por lo qual es un relativo analítico porque está conformado por la suma de la preposición por y del relativo lo cual; en segundo término, se menciona su valor circunstancial porque incide en el contenido proposicional del enunciado en el que se inserta, ejerciendo, por tanto, un papel en el ámbito oracional; por otra parte, es un sintagma causal-explicativo porque su inclusión aporta un significado de causalidad a la secuencia que introduce; es anafórico por remi-

5 En el estudio histórico de muchos fenómenos lingüísticos se ha puesto de relieve la exis-tencia de algunos procesos de cambio lingüístico como los llamados de elaboración, que pueden rastrearse gracias al estudio de diversas tipologías textuales, ya que estos cam-bios se difunden ‘de arriba hacia abajo’ y no ‘de abajo hacia arriba’ como se había defendi-do tradicionalmente. Sobre el concepto de elaboración, originado en el seno de la lingüís-tica de las variedades alemana de raíz coseriana véase Kloss (1967); para la constatación de esta línea de investigación en el origen de algunos marcadores discursivos del español véase el trabajo de Iglesias (2007) sobre el marcador a la fin; el de Pons Bordería (2008) en torno al reformulador esto es y el de Pons Rodríguez (en prensa) sobre así las cosas.

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tirse a un segmento previamente enunciado y por último, es tónico porque presenta una entonación ascendente, recoge el carácter de tema respecto de la proposición que le sigue y exige una pausa posterior tras su enunciación.

Esta descripción nos revela algunos datos que permiten barruntar la in-clusión de esta unidad en la categoría de los conectores consecutivos. Desde un punto de vista semántico se alude a su significado causal y la relación de causalidad que puede establecer una unidad implica siempre la existencia de una causa y un efecto. Si la unidad en sí introduce una consecuencia, es legí-timo considerarla como consecutiva por lo que esta unidad cumple los rasgos semánticos prototípicos de la categoría: establecer una relación de consecu-tividad entre dos miembros del discurso. Además, la unidad está constituida por la preposición por, que es la utilizada por excelencia para marcar la causa-lidad, por lo que la propia estructura morfológica de la unidad es un indicio del carácter semántico que se atribuye a la categoría. Desde un punto de vista sintáctico-discursivo se menciona su capacidad anafórica, que la asemeja a un elemento ilativo. Es bien sabido que un amplio número de conectores procede originariamente de sintagmas, cuyo núcleo es un elemento anafórico. Así, por ejemplo, Portolés (2000) pone en relación el origen de muchos marcadores del discurso por sus capacidades deícticas discursivas. Sin embargo, este autor considera que unidades como por eso o por esto no son conectores, sino sintag-mas preposicionales con un marcado valor deíctico. En este sentido, el grado de gramaticalización que presentan estas unidades es un rasgo influyente e incluso decisivo en la consideración de un elemento dentro de la categoría.

Desde un punto de vista histórico, las unidades formadas por un elemen-to anafórico —por lo qual, por eso, por ello, por tanto, etc.— son las que más incertidumbres plantean a los analistas, ya que en muchas ocasiones resulta complicado deslindar en ellas la función circunstancial de causa que pueden ejercer en el nivel oracional y la función extraoracional que adquieren cuando son un verdadero conector que está ya al margen de las relaciones predicativas (Cano Aguilar 2003: 307).

La unidad por lo qual, además, es una expresión no solamente anafórica —como por esto o por ello— sino también conjuntiva (Santos Río 2003: 293). Esa es la razón por la que no puede ir precedida de una conjunción —como se constata en todos los ejemplos que hemos recopilado— lo que le confiere una autonomía y fijación que la aproxima más a la naturaleza prototípica de los marcadores del discurso. En ese sentido, podría argüirse que la unidad ha adquirido un mayor grado de gramaticalización frente a otras unidades similares —como por eso o por ello— y que su función cohesiva y conectora

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parece primar en muchas ocasiones, aunque pueda seguir funcionando como un circunstancial de causa de la oración que introduce.

Algunos de los primeros ejemplos que hemos documentado —desde un punto de vista cronológico— a mediados del siglo XVI muestran ya que esta unidad se utiliza para introducir una consecuencia de todo lo expuesto pre-viamente. La aparición de por lo qual parece exigir una pausa que, a falta de una puntuación moderna en la documentación, puede identificarse mediante repeticiones léxicas. En el ejemplo siguiente, la repetición del sintagma no-minal este testigo —señalado mediante negrita— parece reflejar el inicio de un nuevo enunciado:

E que en esta ciudad como dicho Tiene es muy Publico la mucha abilidad y suficiencia quel dicho canonigo talauera muestra tener en el seruiçio y cosas de la yglesia E que este testigo le tiene por hombre onesto y Recogido y virtuoso y de buen exemplo y no sabe ni a oydo dezir que tenga falta ni viçio de que Pueda ser notado antes es honbre vien quisto y autorizado. Por lo qual este testigo. le tiene Por persona En quien siendo su magestad seruido de le hazer mrd de qualquier dignidad e preuenda en qualquiera yglesia de las yndias cabe bien En el y dara buena quenta de lo que fuere a su cargo y seruira con mucha autoridad y cordura [2r30] (INFO. 10, 1575-1599).

La remisión a lo previo del fórico, además, es bastante global, ya que la unidad por lo qual no parece referirse únicamente al enunciado que lo prece-de, sino a toda la secuencia anterior formada por dos enunciados: el primero en el que el testigo manifiesta que “le tiene por hombre onesto y Recogido y virtuoso y de buen exemplo” y el segundo, en el que informa que además “no sabe ni ha oydo decir que tenga falta ni viçio de que Pueda ser notado”. Su uso supraoracional queda, por tanto, claro.

Con las mismas repeticiones léxicas que indican la inclusión de nuevos enunciados y con el mismo sentido introductorio de una conclusión hemos documentado otros ejemplos, como el siguiente, que aparece en la misma infor-mación que el ejemplo anterior, pero en la declaración de un testigo diferente:

E que sabe este testigo que El dicho canonigo Talauera es Vno de los mas abiles y diestros clerigos que ay En este obispado asi en las cosas de musica canto y tecla como en el seruicio de la yglesia y serimonias della y demas De que este testigo lo ha visto y entendido En lo que le ha tratado y visto en la iglesia lo ha asimesmo oydo dezir a pedro de Valuerde clerigo hijo de este testigo que trata y comunica con el y que Juntos siruen En la sancta yglesia Desta ciudad. y que sabe este testigo que el dicho canonigo talauera por lo que de su persona ha visto ques clerigo honrrado onesto y Recogido y Virtuosso Por lo qual este testigo. entiende que merece que su magestad le haga Merçed en presentalle En preuendas de mas

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autoridad y Renta que las desta çiudad y estara en el Bien empleada Por ser tal persona. como dicho tiene [2v23] (INFO. 10, 1575-1599).

Del mismo modo pueden encontrarse también repeticiones de predicados enteros que señalan la existencia de dos enunciados diferentes en el mismo tipo documental. Así se puede observar en el ejemplo siguiente, sacado de un documento escrito un siglo después del que se han extraído los dos ejemplos previos:

Y que en quanto a desirse que el dho mandon es vn Casique prinsipalissimo y de la sangre Real de los Yngas de el Peru tiene entendido el testigo que por no hauer en estas partes Casiques de tan esclaresida esphera no es el dho mandon de aquellos, porque en estos tiempos solo se saue, que donde los ay, es en la Ciudad del Cusco y otras partes de la tierra arriba que los que se llaman Casiques por estas partes son los que nombran los Corregidores para la Cobranza de los Reales tributos, por lo qual tiene Entendido el testigo que quando el dho señor Don Joan hubiera hecho la demostrasion de haser Castigar al dho Yndio Mandon por su inobediensia no le hubiera hecho ninguna injuria [42v22] (INFO. 1, 1725-1749).

Por otro lado, el valor relativo de por lo qual queda tan debilitado al referirse a varias proposiciones que necesita el refuerzo de algún elemento pronominal como el cuantificador todo. La utilización de este pronombre interpuesto en la unidad presupone la existencia de un conjunto de informaciones o circuns-tancias previas que conducen la argumentación hacia una consecuencia o conclusión introducida por el conector. La presencia de un elemento deíctico determina la posición sintáctica que ocupan estos elementos en la periferia oracional si bien no les exime de incidir en el contenido proposicional. Este rasgo subraya la coexistencia de funciones por la que una unidad puede ejercer una función en un nivel oracional y supraoracional al mismo tiempo como en el ejemplo siguiente:

y despues que se tomaron las armas por los alterados Vido este testigo que el dho doctor acosta acudio siempre con sus armas gente y criados al seruiçio desta real audiençia y despues se fue a la billa de Riobamba donde estaua el general pedro de arana a se meter debajo del estandarte Real y el dho doctor acosta sustentaua çiudad gente y soldados que acudiesen a seruir a su magestad. y le costo mucho dinero y perdida de hazienda todo por seruir a su magestad sin le aber desceruido en cossa alguna por todo lo qual y la autoridad de la persona y letras del dho doctor acosta le paresçe que estaria en el bien enpleado vna plaça de asiento en estas partes que sirua a su magestad [3v25] (INFO. 3 1575-1599).

Esta variación de la unidad no aparece en los mismos contextos que por lo qual, sino que su uso se restringe a determinadas posiciones, normalmente

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al final de un párrafo o de una carta extensa en la que se recapitula todo lo dicho. Es frecuente su aparición al final de algunas declaraciones de testigo en las que recoge todas las causas que conducen al testigo a pronunciar su conclusión respecto de lo que se le interroga.

En cuanto a sus rasgos semánticos, no se presenta únicamente con valores conclusivos, sino que también la unidad puede aparecer con valores consecu-tivos puros en una estructura sintáctico-discursiva de causa<efecto como el ejemplo primero y segundo o de explicación-deducción como el tercero. En el último de ellos, incluso se añade la palabra consecuencia en el enunciado que introduce:

yten que por mas seruir a su magd sali de la dha ysla de santo domingo y vine a el rreyno de tierra ffirme a donde se tenia nueua del alçamiento e tirania del tirano lope de aguirre E se dezia que uenia a tomar las çiudades de nombre de dios y panama para de alli pasar al rreyno del piru por lo qual El gouernador del dho rreyno Junto gente para rresistille e yo me halle en todo lo susodho mas tienpo de seys meses en la guarda del dho rreyno con los demas con mis armas y cauallo hasta que se tuuo nueua que El dho tirano hera muerto y desbaratado a donde gaste mucha cantidad de pesos de oro [1v9] (INFO. 12, 1575-1599).

y para que los ynos no entren a compra la dicha coca por fuerca y con biolencia compele a los ynos forasteros que siruan en cojelle en Jugalla y beneficialla para embialla como la embia el dicho manuel de çurita en partidas a la uender a los aymaraes lucanas andamarcas castro virreyna guancauilica y otras partes por lo qual los dichos ynos corpas se an huydo y ausentado y no quieren entrar en los dichos andes y ansi se ba perdiendo el benefio de la dicha coca y comunidades y lo peor es que el dicho manuel de çurita les rretiene el preçio en que toman la dicha coca por lo qual los dichos ynos hazen falta en la paga de sus tributos y el corregor de su partido que es el de asangaro les compele y prende y molesta sobre la dicha paga [13r34] [13r36] (INFO. 8, 1600-1624).

A la sexta Pregunta dixo que este testigo por lo que dho tiene saue Como la Dicha Doña Francisca Pillapaña muger del dho Don Francisco Cachoango es legitima sub-sesora del dho Casicazgo, y Señorio, por lo qual el dho Don Andres Tupisa no tiene accion, ni derecho alguno al dicho Casicazgo, ni sus Padres ni abuelos lo fueron, y Don Diego guallichicomin Padre del dho Don Andres fue Fiscal del dho Pueblo de Tumbaco y no tubo otro mando, mas de lo dicho [31r20] (INFO. 16, 1600-1624).

Si la composizion se hizo en Manglares, Pantanos, tembladeras y Lomas, esos son los q.e pertenesen a su Posezion; pero no las tierras independientes, que no tienen q.e ver con las de otra naturaleza, y constituzion, siendo yndeleble el creher que en el Cazo de componer los Caraquales, el Donativo seria a proporsion de lo mismo que enserrara. Pero como la maquinazion se dirigio ha ocultar la utilidad que produzian las diez caballerias de tierras cultivadas, figuraron la administrazion de todo lo demas, por lo qual biene ha resultar una de doz consecuensias, o la composision es falza, por q.to se oculto las sircunstansias de ella, y quando se de por legitima el donativo no corresponde al interez que produse, y por consiguiente

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la posesion es Nula, assi como lo fue el contrato q.e solo debe tener lugar en las sien cavallerias de Manglares, Pantanos, tembladeras y Lomas, que en mucho mas numero quedan en Separazion las tierras vtiles, porque contraiendose los Ynteresadoz a su Compozision queda a Venefisio de la R.l Corona, todo lo que con injustto titulo se apropian por suio [3v7] (C.O. 1, 1775-1799).

Hasta ahora hemos constatado que a pesar de la semanticidad y la relación discursiva que establece por lo qual, esta unidad no parece dejar de ejercer una función en el marco oracional. En todos los ejemplos parece que sigue ejerciendo su papel como circunstancial causal de la oración que introduce. Esta función oracional se puede observar más claramente en los siguientes ejemplos, en los que por lo qual aparece coordinado a otros complementos causales, cuyos inicios se indican en negrita:

dixo que el dho franco de santiago maldonado Es clerigo presuitero abil y su-fiçiente En el Cantollano y canto de horgano y buen contrauajo y por ser asi El senor obspo deste obspado le tiene nombrado por sochantre cantor desta santa yglia que al presente Vsa y Es sacerdote viejo y honrrado. por lo qual y por como es hijo deste obpado y benemerito y aber seruido En esta santa yglia y ser de buena vida y Exemplo _siendo su mgd rreal seruido de le probeer y presentar a Vn benefiçio curado despañoles cabra En el y descargara la rreal conciençia [6r14] (INFO. 3 1575-1599).

y siendo Preguntado al tenor del pedimiento dixo que conoçe al liçençiado don Antonio Rodriguez de lorençana de poco mas de vn año a esta parte, y en este tiempo le vio este testigo vsar y exerçer ofiçio de fiscal en esta Real Haudiençia Por nombramiento de los señores della en ausensia del Liçençiado Melchor suarez de Poago Proprietario y agora actualmente, Saue este testigo que esta exerçiendo ofiçio de Relator desta Real Audiençia los quales ofiçios los a exerçido y exerçe con cuidado y Puntualidad aCudiendo a sus obligaciones Por lo qual y Por su perssona es digno de que su magestad le Haga merçed y esto es lo que saue, Para el Juramento que tiene fecho en que se afirma y Ratifica abiendole leido este su dho dixo ser de Hedad demas de treinta y siete años y que no le tocan las generales y lo firmo [6v23] (INFO. 1, 1625-1649).

Sin embargo, hemos documentado una muestra a principios del siglo XVII en la que la unidad parece haber alcanzado un mayor nivel de gramaticaliza-ción. Así, se puede observar en el ejemplo siguiente:

y este testigo saue y es cierto que los seruiçios del dho liçendo marañon fueron muchos y muy abentaxados y siruio a su magestad muy bien con gran limpieça Rectitud y xpiandad haziendo justiçia con gran ygualdad a las Partes por lo qual hera muy amado de todo este rreyno por lo que tiene dho y Por sus muchas letras y gran çelo del seruiçio de su magestad lo qual aun les notorio a este testigo [3r33] (INFO. 4, 1600-1624).

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La añadidura del segmento causal por lo que tiene dho recoge todo lo rela-tado en el fragmento precedente al enunciado que introduce por lo qual. La inclusión de ese segmento causal parece reforzar el carácter anafórico que supuestamente tendría el relativo. Si así fuera, la unidad habría alcanzado un nivel de gramaticalización mayor al que se observaba en los ejemplos preceden-tes por el que su valor deíctico y anafórico se habría debilitado. La aparición de ese segmento causal parece evidenciar la gramaticalización y el inicio de una posible fijación de por lo qual como locución conjuntiva que prefiguraría un conector consecutivo prototípico, aunque no triunfara ni terminara de consolidarse el cambio.

5. CONCLUSIONES

La categorización cognitiva propicia el análisis de categorías como la de los marcadores del discurso —o de los conectores consecutivos como subgrupo de ellos—, cuyos límites son difusos. La valoración de la pertenencia de una unidad a una categoría determinada ya no depende del cumplimiento de una serie de condiciones necesarias y suficientes, sino que se determina a partir de un conjunto de rasgos y relaciones de semejanza. Estas relaciones se esta-blecen a partir de un prototipo-entidad cognitiva que es el modelo ejemplar que define la categoría. Así pues, dentro de ella, existirán elementos más prototípicos, según la aproximación que tengan respecto al ideal y elementos más periféricos, según se vayan distanciando de él.

La categoría de los conectores consecutivos es esencialmente semántico-pragmática. Los elementos que la conforman se caracterizan principalmente por establecer una relación de consecutividad entre los miembros que enlazan. En el plano sintáctico-discursivo también hay rasgos definitorios, ya que se entiende que un ‘conector’ es una unidad que enlaza dos enunciados o miem-bros discursivos y no dos cláusulas o segmentos oracionales.

En ese sentido, y atendiendo a los rasgos morfológicos, sintácticos, semántico-pragmáticos e incluso prosódicos, se ha valorado la inclusión de la unidad por lo qual dentro del paradigma de los conectores consecutivos. Mu-chas de sus características apuntan a su incorporación en la categoría: desde su propia estructura morfológica con la presencia de por como preposición por excelencia para expresar relaciones de causalidad hasta sus propiedades anafóricas y deícticas. La relación semántica de consecutividad que imprime esta unidad a los miembros que enlaza es indiscutible, si bien puede adquirir otros valores conclusivos o recapitulativos, sobre todo en su variación con la

659Categorización de por lo qual como conector consecutivo en la...

incorporación del reforzador pronominal todo en por todo lo qual. La remisión global a lo previo del fórico orienta a su consideración como conector, ya que se delimita claramente su uso supraoracional, si bien todavía el relativo parece tener una carga anafórica significativa. Este motivo, que desde nuestro punto de vista es una incidencia directa de su nivel de gramaticalización, ha supuesto su omisión en muchas de las taxonomías de conectores en la lengua española.

Sin embargo, que una unidad no esté plenamente gramaticalizada no implica que no pueda considerarse dentro de una categoría determinada si presenta otros rasgos definitorios de ella. Así pues, por lo qual no es una unidad completamente gramaticalizada en nuestros textos. A través del análisis de los ejemplos —sobre todo del último en el que se incluía un segmento causal reforzador en el enunciado que introducía— podría considerarse la posibili-dad de que fuera una partícula en proceso de fijación, cuyo cambio lingüístico no terminó de consolidarse. Un enfoque semasiológico hubiera impedido la valoración de esta unidad dentro del conjunto de conectores consecutivos, ya que en el español actual esta función de por lo qual ha caído en desuso. No obstante, creemos que los rasgos que se han ido explicitando son suficientes para poder considerar a esta unidad dentro de la categoría, aunque sea en una posición periférica respecto de ese modelo prototípico gramaticalizado que la define.

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