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Comparación en la distribución en la Industria del Cine y la Industria Editorial en Argentina

Date post: 13-Mar-2023
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Distribución en la industria del cine y en editorial en Argentina: un análisis comparativo- Seminario Cine y Video- Maestría en Industrias Culturales- Universidad Nacional de Quilmes- Silvia Tessio El presente trabajo aborda una comparación entre el proceso de distribución de películas en Argentina, en el período 2002-2012 y la distribución en la industria editorial en este país en igual lapso antes mencionado. Como punto de partida se plantea el siguiente interrogante: ¿es posible establecer similitudes en el proceso de distribución de películas y libros en Argentina, considerando que ambos sectores de las Industrias Culturales (IC) se desenvuelven en un entorno concentrado a nivel económico, que va a contrapone a una distribución equitativa de títulos de películas y libros, en nuestro país? El trabajo se organiza en torno a los siguientes ejes temáticos: concentración de empresas dentro de las IC particularmente en la industria cinematográfica y editorial en Argentina, proceso de distribución dentro de la cadena de valor en el cine y en el sector editorial/libros y el impacto en la diversidad cultural. A esto se añaden datos estadísticos sobre distribución de películas y editoriales y datos sobre recaudación en función del origen de los sellos distribuidores en Argentina.
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Distribución en la industria del cine y en editorial en

Argentina: un análisis comparativo- Seminario Cine y Video-

Maestría en Industrias Culturales- Universidad Nacional de

Quilmes- Silvia Tessio

El presente trabajo aborda una comparación entre el

proceso de distribución de películas en Argentina, en el

período 2002-2012 y la distribución en la industria

editorial en este país en igual lapso antes mencionado.

Como punto de partida se plantea el siguiente

interrogante: ¿es posible establecer similitudes en el

proceso de distribución de películas y libros en Argentina,

considerando que ambos sectores de las Industrias

Culturales (IC) se desenvuelven en un entorno concentrado a

nivel económico, que va a contrapone a una distribución

equitativa de títulos de películas y libros, en nuestro

país?

El trabajo se organiza en torno a los siguientes ejes

temáticos: concentración de empresas dentro de las IC

particularmente en la industria cinematográfica y editorial

en Argentina, proceso de distribución dentro de la cadena

de valor en el cine y en el sector editorial/libros y el

impacto en la diversidad cultural. A esto se añaden datos

estadísticos sobre distribución de películas y editoriales

y datos sobre recaudación en función del origen de los

sellos distribuidores en Argentina.

La información que se aporta fue obtenida, en el caso

del cine, de la bibliografía propuesta por la cátedra en

este seminario y en cuanto al sector editorial del libro se

recupera bibligrafía ad-hoc de otras cátedras en la

maestría a lo que se suman datos de comunicaciones

personales y entrevistas con editores independientes de las

ciudades de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Paraná que

contribuyen a describir la operatoria del sector a lo largo

de toda la cadena de valor.

Como plantea Sánchez Ruiz,

“es cada vez más claro que cualquier cinematografía nacional o regional

que aspire a tener alguna presencia en los mercados internacionales, debe

reforzar los mecanismos de distribución, pues ahí reside una de las más

importantes ‘ventajas competitivas’ de la industria audiovisual estadounidense:

su presencia oligopólica en casi cualquier lugar de la tierra (…)” (Sánchez

Ruiz, 2004, 30).

Este trabajo se propone dar cuenta de este aspecto

dentro de la industria cultural cinematográfica en

Argentina, cotejando en forma permanente con la realidad

del sector editorial de libros en el país. El análisis

excluye un detalle de las características de la

distribución digital tanto en cine como en editorial,

mencionándolo en las conclusiones dentro de las líneas de

investigación pendientes en la temática, que podrían ser

motivo de otros trabajos de análisis.

2

3

DESARROLLO

Como plantea Segovia (2004), uno de los aspectos

fundamentales del sector cinematográfico es la distribución

y comercialización y por tanto es necesario poner el foco

en la concentración de la propiedad de las empresas en unas

pocas compañías, que el autor (Segovia, 2004) clasifica del

siguiente modo: 80% del mercado cinematográfico mundial

está en manos de Time Warner, News Corp., Disney, Vivendi,

Universal, Viacom, Sony y MGM/UA”.

En relación a la concentración de medios y empresas en

las IC, Mastrini y Becerra en el libro “Periodistas y

magnate. Estructura y concentración de las Industrias

Culturales en América Latina” (2006) señala que una de las

ventajas de la concentración se focaliza en el crecimiento

de poder de mercado: en algunos casos, puede ser

considerado positivo porque crea una mayor eficiencia en la

administración de recursos, o ser negativa cuando la

ampliación de cuotas de mercado implican barreras para

otros competidores. En el mismo libro se dice también que

está “generalmente aceptado que quienes tienen posiciones oligopólicas

sueles destinar importantes recursos para mantener esa posición oligopólica”

(Mastrini y Becerra, 2006, p.50).

4

El siguiente gráfico, obtenido del trabajo de Perelman

y Seivach (s/d, pág. 81) ofrece una ‘fotografía’ de

concentración en el cine hacia el 2002 en Argentina:

Cine. Distribuidoras de películas. Argentina. Año 2002

5

Fuente: “La industria cinematográfica en la Argentina: entre los

límites del mercado y el fomento estatal”. Pablo Perelman y Paulina

Seivach.

Comparativamente, el sector editorial de libros, según

el cuadro de síntesis que propone el SINCA (Sistema de

Información Cultural de Argentina- Ministerio de Cultura de

la Nación) muestra el siguiente esquema de propiedad de

medios, que amerita una aclaración referida a los datos que

se leen a continuación: el grupo AGEA (propiedad de la

empresa Clarín) ocupa el primer lugar en cantidad de

ejemplares impresos, aunque es interesante –para nuestro

análisis comparativo- destacar que el grupo Planeta, de

capitales extranjeros, controla 17 grupos editoriales,

6

seguido de Random House-Mondadori, con el control de 10

sellos editoriales:

7

Fuente: SINCA (Sistema de Información Cultural de Argentina.

Ministerio de Cultura de la Nación)

Nuevamente, Mastrini y Becerra (2006) en el análisis

de la estructura de mercado de un grupo de países

estudiados en el informe citado anteriormente, señalan que

tradicionalmente –en materia editorial- nuestro país contó

con un sector vigoroso, al punto que en el 2000 se editaron

8

un promedio de 36 libros por semana. Más aún, destaca que

en dicho período el fenómeno más importante es la

concentración de la propiedad en los sectores de la

producción y canales de distribución, como la integración

vertical en numerosos casos. En cuanto a la industria

cinematográfica (Mastrini y Becerra, 2006), la producción

de títulos cinematográficos recobró impulso en la década de

los ’90, hasta convertirse en el primer productor de

números de películas, superando a Brasil; hay diversidad –

continúa el mismo informe citado- aunque sea dominada por

las producciones cinematográficas norteamericanas, además

se mantiene una acentuada concentración en la distribución

y en la propiedad de salas de cinematografía.

Los datos ameritan ser comprendidos desde la Economía

Política, considerando que al cine como parte de una IC que

intercambia mercancías “dentro de una estructura industrial

capitalista” (Wasko, 2006, p. 102). El comportamiento similar

en el sector editorial aporta una mirada en la que se puede

plantear que esta concentración en la propiedad de las

empresas de ambos sectores, con sus integraciones

verticales y cruzadas, que facilitan no sólo la circulación

sino la incorporación de productos complementarios a una

película o un libro (por ejemplo, en el caso de las

películas, de indumentaria, accesorios, alimentos,

etcétera, todos relacionados con el filme distribuido en un

mercado en particular). Esto lleva a un desequilibrio

debido al ‘proteccionismo de mercado’ que se explica como una

9

‘cerrazón oligopólica de las distribuidoras estadounidenses a las películas en

otros países’ (Sánchez Ruiz, 2004).

La operatoria en la distribución de las películas

responde a mecanismos con los cuales las empresas a cargo –

en caso de filmes extranjeros- compran los derechos o los

arriendan por un período determinado y deciden la cantidad

de copias a efectuar por película en función del éxito de

taquilla (Perelman.Seivach, s/d, p. 79). Las firmas

nacionales, por su parte –siguen ambos autores en su

explicación- acuerdan con una empresa la distribución a

cambio de un porcentaje por la provisión de sus servicios.

Para comparar, en el caso del sector editorial de

libros y según la información obtenida de comunicaciones

personales con editores de sellos independientes en el

país, la distribución de libros se lleva a cabo a través de

distribuidores que las editoriales contactan en ferias de

libros o por referencias que aporten otros libreros o, en

algunos casos puntuales de editoriales que intenten

ingresar a los grandes centros urbanos donde se concentran

las librerías más importantes del país, acceden al área

comercial de los grupos editoriales y ellos fijan las

condiciones por las cuales se pone en ‘consignación’ una

cantidad de títulos que una librería solicita para sus

mesas de ofertas.

10

Al igual que se da con las empresas exhibidoras de

películas –que negocian un paquete de ‘tanques’

cinematográficos junto a películas muy poco conocidas en

los circuitos comerciales- para los libros se aplica la

misma lógica: si una editorial tiene la intención de

introducir un nuevo título y/o autor en una gran cadena de

librerías, debe confeccionar un ‘paquete’ de entre 5 y 6

títulos diferentes para que éste entre en el circuito de

selección que hacen tales cadenas.

Además de la concentración empresaria y las prácticas

oligopólicas de estas empresas, es útil aportar datos

respecto a la recaudación según el origen de la empresa

distribuidora de películas:

Fuente: SINCA (Sistema de Información Cultural de Argentina.

Ministerio de Cultura de la Nación)

11

Como se ve claramente, salvo en 2009, año en el que se

da un cierto incremento de la participación de empresas

nacionales con un 33,78%, en el último trienio analizado en

el gráfico -2010 a 2012- los márgenes de las empresas

argentinas en este rubro se mantienen entre el 17,5% y el

19,5%. Es evidente la participación de las empresas

extranjeras, que imponen sus condiciones de

comercialización y aseguran la circulación de las películas

que fomenta el star-system hollywoodense, en su gran

mayoría.

Si se busca medir el impacto que tiene en cantidad de

espectadores según los títulos distribuidos por empresas

nacionales o internacionales, el panorama se presenta del

siguiente modo, según propone el gráfico del SINCA:

Fuente: SINCA (Sistema de Información Cultural de Argentina.

Ministerio de Cultura de la Nación)

12

Las tendencias son similares a los niveles de

recaudación, con lo cual no es difícil afirmar que se

consolida la estrategia oligopólica en los hábitos de

consumo de los espectadores, con lo cual resulta complejo

revertir el impacto que tiene la exhibición de películas

extranjeras en las pantallas argentinas.

En el caso del sector editorial de libros, la

distribución se plantea de la siguiente forma, de acuerdo a

la información proporcionada por la Cámara Argentina del

Libro (CAL), para el 2013, publicada en la página del

SINCA:

Fuente: SINCA (Sistema de Información Cultural de Argentina.

Ministerio de Cultura de la Nación)

13

Como lo señalamos anteriormente, en el sector

editorial de libros el 55% de la distribución está en manos

de empresas editoriales, cuya composición ya habíamos

detallado en otro gráfico anterior, ampliamente dominado

por grupos extranjeros. Muy por detrás siguen las empresas

comerciales con un 17% y por detrás, las ediciones de autor

con 12%. Con esta distribución editorial, se consolida la

difusión de autores y títulos que responden –como puede ser

el caso del cine con los ‘tanques de Hollywood’- a autores

ya consagrados o a temas y argumentos ‘efectivos’.

Scott (2002) señala que la distribución en el cine ha

sido un elemento vital para el sistema de películas

consagradas, al modo que el sistema “(…) disseminates the

industry’s products on wider markets, pump revenues information back into

Hollywood, and hence is a basic condition of the sustained economic well-being

of the central agglomeration (…)” (Scott, 2002, p. 969). Con la

información antes proporcionada, y siguiendo a Scott en su

interpretación sobre la distribución, se puede decir que

Argentina continúa el modelo de negocio planteado desde

Estados Unidos en relación al envío de ganancias a las

casas matrices del cine.

Una relación interesante de mencionar en esta

instancia entre la industria del cine y la editorial en

cuanto a la distribución de los productos de ambos

sectores, la proporcionó el ex editor André Schiffrin, al

señalar que los empresarios de los grupos concentrados que

14

compraron numerosas editoriales de libros durante la década

de los ’90, intentaron aplicar el modelo de negocio del

cine a la producción y distribución de libros, buscando que

los ‘best-sellers’ asumieran la dinámica comercial de los

‘tanques filmográficos’ hollywoodenses circulando por el

mundo.

Las estrategias antes señaladas a nivel distribución

en ambos sectores analizados responden a la conformación

concentrada de las IC. Tal como lo explican en el texto de

Mastrini y Becerra (2006) cuando una firma se expande en

forma horizontal tiene como objetivo generar una variedad

de productos finales dentro de una misma rama; si las

empresas despliegan una estrategia de integración vertical,

la fusión se produce hacia delante o atrás en la cadena de

valor y suministro y si se habla de conglomerados con

crecimiento diagonal o lateral, estos son más efectivos al

facilitar compartir una estructura de distribución común.

Si se coteja esto con la descripción que hacen Perelman-

Seivach (2006) al decir que las distribuidoras que se

ocupan del material argentino son Distribution Company y

Primer Plano Films Group, encargadas de la distribución del

cine independiente, mientras que los filmes de las grandes

productoras nacionales como Pol-Ka o Patagonik tienen la

posibilidad de establecer acuerdos con distribuidoras

internacionales como Buena Vista-Disney para sus títulos.

15

Lo antes dicho es que en el sector cinematográfico, la

estrategia de la concentración vertical de las grandes

productoras nacionales asegura una cuota de mercado lo

suficientemente solvente para acordar la distribución con

otras grandes empresas de origen estadounidense. Y así se

reproduce la estructura de producción-distribución-

exhibición de los emporios empresariales dueños de los

‘tanques’ cinematográficos de Estados Unidos en nuestro

país.

Comparativamente, como se viene realizando en este

trabajo, el sector editorial registra algunos modelos de

concentración diagonal o lateral, que editores como André

Schiffrin destaca en su libro “La edición sin editores”

dentro de una estrategia que ubica al libro como un

producto subsidiario de otros de las IC, exigiéndoseles

niveles de rentabilidad similares a los de un audiovisual.

Si bien no es objeto de este trabajo profundizar sobre este

punto en particular, sí es necesario considerar que la

estrategia de concentración en ambos sectores –cine y

editorial- ya generado impactos similares, desde los ’90,

tal como lo señaláramos anteriormente: más títulos

distribuidos por un grupo de empresas.

Si bien han surgido como alternativas a esta situación

de mercado, las políticas públicas de apoyo a cada uno de

estos sectores ha sido fundamental para cubrir esas fallas

de mercado, dadas por diferentes tamaños de empresas

16

cinematográficas y editoriales, con la característica

típica de las IC: alto costo de producción en la primera

unidad y escasos márgenes de recuperación del capital

invertido con la reproducción de la unidad generada.

Getino (2008) explica que Argentina es uno de los

pocos países del mundo con una industria cinematográfica

propia, que abarca a todos los eslabones de la cadena. El

mismo autor señala que prácticamente toda la producción

cinematográfica del país utiliza alguno de los instrumentos

de fomento propiciados por el INCAA y que, el fomento

cinematográfico propiciado por la legislación está

concentrada a la producción y en mucho menos escala a

estimular la comercialización (distribución y exhibición)

tanto interna como externa.

En cuanto al sector editorial del libro, el fomento e

incentivo estatal para la cadena de valor en su totalidad

no resulta tan abarcativo como el otorgado al cine. Desde

el 2010 se ha potenciado con mayor vigor el apoyo al

comercio exterior editorial tras la participación argentina

en la Feria del Libro de Frankfurt como invitada de honor

con motivo del Bicentenario de nuestro país y se ha

fomentado la traducción de autores argentinos a través del

Programa Sur, propiciado por Cancillería argentina. Las

dificultades en materia de circulación y distribución de

libros vinculadas a que los títulos accedan a traducciones

en otros idiomas, limita bastante la circulación en un eje

17

‘sur-sur’, como también sucede con la circulación de cine

en el continente americano, aunque ameritaría un estudio en

profundidad de cómo funcionan los circuitos del comercio

exterior de ambos sectores.

18

CONCLUSIONES

Al iniciar este trabajo se había planteado como punto

de partida si es posible establecer similitudes en el

proceso de distribución de películas y libros en Argentina,

considerando que ambos sectores de las Industrias

Culturales (IC) se desenvuelven en un entorno concentrado a

nivel económico, que se contrapone a una distribución

equitativa de títulos de películas y libros, de nuevos

autores y directores de cine en nuestro país.

A la luz de los datos analizados en el trabajo, se

pueden bocetar algunas conclusiones del tema, que abren

nuevos interrogantes para posteriores trabajos:

- la concentración define estrategias similares para

ambos sectores: integración vertical en el caso del

cine, fundamentalmente y cruzada en el sector

editorial. A nivel de distribución, tal dinámica ha

conducido a ofrecer mayor variedad de títulos, de

menos autores y que responden a ubicar en el mercado a

los ‘más aclamados’ por el marketing desplegado por

las grandes empresas encargadas de la distribución.

- la condición de ‘tanque’ en el cine o de ‘best-seller’

en el editorial garantiza su distribución en una más

amplia cantidad de salas de cine o de librerías en

todo el país. Esta lógica –adoptada por el sector

19

editorial del audiovisual- tracciona la necesidad de

generar títulos vendibles, a riesgo de condicionar la

diversidad de autores y temáticas, tema no abordado en

este trabajo, aunque ameritaría un estudio en

particular. La estrategia oligopólica es responsable

de lo antes señalado, lo cual también cierra filas en

torno a la distribución en ambos sectores, limitando

la cantidad de actores presentes en el mercado, dentro

del eslabón de la distribución.

- un lugar destacado es el de las políticas públicas

para el sector cinematográfico y el editorial: la

explicación de Getino sobre la legislación para la

industria cinematográfica argentina también amerita un

estudio particular, dado que hay semejanzas en cuanto

al impulso aún pendiente al eslabón de la

comercialización-distribución en ambos sectores. Como

se señaló a grandes rasgos en el trabajo, tampoco en

el sector editorial es fuerte el impulso a la

distribución local y regional en una circulación de

títulos y autores sur-sur, que equilibre la

circulación norte-sur de productos de las IC, tanto

cine como editorial. La presencia de las políticas

públicas viene a subsanar la diversidad puesta en

jaque con la concentración de empresas distribuidoras

y sus circuitos de comercialización, si bien es

difícil lograr una medición que en forma absoluta

vincule la práctica oligopólica de las empresas

20

encargadas de la distribución de cine y de libros con

una mayor o menor variedad de títulos cinematográficos

y editoriales.

- otro aspecto ausente de este trabajo que se deja

mencionado entre estas conclusiones es el rol que

cumple la digitalización tanto en el cine como en el

sector editorial, en la distribución: de impactos

disímiles en ambos sectores y con características muy

específicas para cada uno de ellos –que exige un nivel

descriptivo de las características de ambos-, es una

posibilidad que permitiría el acceso a mayor número de

jugadores en la cadena de distribución, con menores

costos, abonando la idea del long-tail propuesta por

Chris Anderson.

- la idea de un mercado con un gran número de autores

independientes de los grandes grupos empresarios

sopesaría la realidad de concentración señalada en

cuanto a la producción y la distribución de libros y

de filmes. No obstante, queda formulado a nivel de

hipótesis para futuros trabajos de análisis sobre este

tema.

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BIBLIOGRAFÍA

Getino, Octavio. Schargorodsky, Héctor (2008).”El cine argentino

en los mercados externos. Introducción a una problemática económica y

cultural”. Observatorio cultural / Posgrado en Administración

de las Artes del espectáculo.

Mastrini Guillermo. Becerra Martín. (2006). “Periodistas y

magnates. Estructura y concentración de las industrias culturales en América

Latina”. Prometeo Libros: Buenos Aires.

Perelman Pablo. Seivach Paulina. (s/d). “La industria

cinematográfica en la Argentina: entre los límites del mercado y el fomento

estatal”. Dirección del Centro de Estudios para el desarrollo

económico metropolitano: Buenos Aires.

Sánchez Ruiz, Enrique. (2004). “El empequeñecido cine

latinoamericano y la integración audiovisual… ¿panamericana? ¿Fatalidad del

mercado o alternativa política?”. Comunicación y Sociedad, Núm 2.

Julio-diciembre p. 9-36 Universidad de Guadalajara: México.

Disponible en: http://www .redalyc .org/articulo .oa?

id=34600202

Segovia, Ana. (s/d). “La ‘fábrica de sueños’ vista desde la economía

política”. Redes.com. Núm. 1.

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Scott, Allen. (2002). “A new map of Hollywood: the production and

distribution of American Motion Pictures”. Regional Studies

Association. Vol. 369 pp. 957-975.

Wasko, Janet. (2006). “La economía política del cine”. CIC Cuadernos

de información y comunicación. Vol. 11 p. 95-110.

EN INTERNET

www.sinca.cultura.gob.ar

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