+ All Categories
Home > Documents > De que trata la logica

De que trata la logica

Date post: 13-May-2023
Category:
Upload: independent
View: 0 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
201
De qué trata la lógica? Las personas constantemente tomamos decisiones acerca de lo que creemos que es verdadero en distintos aspectos de nuestras vidas. Aunque todo el mundo está de acuerdo en preferir creer lo que es verdad, con frecuencia discrepamos sobre lo que es verdadero en casos particulares. Si bien muchas de nuestras convicciones fundamentales sobre el mundo que nos rodea las adquirimos de cualquier manera en lugar de mediante el uso de la razón, todos reconocemos que nuestras creencias sobre el mundo y los hechos que acaecen en el mismo mundo están de algún modo ligadas . Por ejemplo, si yo creo que todos los perros son mamíferos y que todos los mamíferos son seres racionales, entonces tendría sentido para mí suponer que todos los perros son seres racionales. En este caso, incluso quien (acertadamente) discrepara con mi comprensión de las clasificaciones biológicas podría apreciar la forma consistente y razonable en que he utilizado mis creencias erróneas como base sobre la que establecer nuevas creencias. Por otra parte, si llego a la conclusión de que Alonso Quijano es español porque creo que Alonso Quijano es un personaje de José Zorrilla, y que algunos españoles son personajes de José Zorrilla, entonces incluso alguien que esté de acuerdo con mi conclusión me reporchará (de nuevo acertadamente) no haber dado buenas razones para apoyarla. En conclusión, podemos estar de acuerdo con el camino que sigue un razonamiento aunque discrepemos de sus puntos de partida y de llegada. Es decir, es posible distinguir los razonamientos válidos de los invalidos independientemente de que estemos o no de acuerdo con el contenido que expresen dichos razonamientos. Dicho de forma muy simple, la lógica es la disciplina que estudia esta distinción determinando las condiciones bajo las cuales la verdad de ciertas creencias conduce con certeza a la verdad de alguna otra creencia. La lógica estudia, pues, los principios de los razonamientos correctos. Hay que apresurarse a señalar que la lógica no garantiza que siempre lleguemos a conclusiones verdaderas, ya que
Transcript

De qué trata la lógica?

Las personas constantemente tomamos decisiones acerca de loque creemos que es verdadero en distintos aspectos de nuestras vidas. Aunque todo el mundo está de acuerdo en preferir creer lo que es verdad, con frecuencia discrepamossobre lo que es verdadero en casos particulares. Si bien muchas de nuestras convicciones fundamentales sobre el mundo que nos rodea las adquirimos de cualquier manera en lugar de mediante el uso de la razón, todos reconocemos quenuestras creencias sobre el mundo y los hechos que acaecen en el mismo mundo están de algún modo ligadas .

Por ejemplo, si yo creo que todos los perros son mamíferos y que todos los mamíferos son seres racionales, entonces tendría sentido para mí suponer que todos los perros son seres racionales. En este caso, incluso quien (acertadamente) discrepara con mi comprensión de las clasificaciones biológicas podría apreciar la forma consistente y razonable en que he utilizado mis creencias erróneas como base sobre la que establecer nuevas creencias. Por otra parte, si llego a la conclusión de que Alonso Quijano es español porque creo que Alonso Quijano esun personaje de José Zorrilla, y que algunos españoles son personajes de José Zorrilla, entonces incluso alguien que esté de acuerdo con mi conclusión me reporchará (de nuevo acertadamente) no haber dado buenas razones para apoyarla.

En conclusión, podemos estar de acuerdo con el camino que sigue un razonamiento aunque discrepemos de sus puntos de partida y de llegada. Es decir, es posible distinguir los razonamientos válidos de los invalidos independientemente de que estemos o no de acuerdo con el contenido que expresen dichos razonamientos. Dicho de forma muy simple, la lógica es la disciplina que estudia esta distinción determinando las condiciones bajo las cuales la verdad de ciertas creencias conduce con certeza a la verdad de algunaotra creencia. La lógica estudia, pues, los principios de los razonamientos correctos.

Hay que apresurarse a señalar que la lógica no garantiza que siempre lleguemos a conclusiones verdaderas, ya que

algunas veces las creencias de las que partimos son erróneas (como suponer que todos los mamíferos son seres racionales, en el ejemplo anterior). Lo que sí garantiza lalógica es que siguiendo los principios de los razonamientoscorrectos, no surgan otros errores aparte de los derivados de la posible falsedad de los conocimientos que sustancian nuestros razonamientos.

En esta primera parte de introducción a la lógica estudiaremos los siguientes bloques de conceptos que subyacen a la aproximación intuitiva que acabamos de exponer:

en qué consisten las proposiciones la estructura de los argumentos y noción de inferencia la distinción entre lógica formal y lógica material la diferencia entre verdad, validez y solidez de los

argumentos los tipos de inferencia, distinguiendo entre

inferencias deductivas e inductivas

Continuemos en la siguiente sección viendo en qué consistenlas proposiciones.

Los enunciados o proposiciones lógicas

¿Qué es un enunciado lógico?

Una proposición o enunciado es el significado de cualquier frase declarativa (o enunciativa) que pueda ser o verdadera(V) o falsa (F). Nos referimos a V o a F como los valores de verdad del enunciado.

Ejemplo 1: las proposiciones

La frase "1=1" es un enunciado, puesto que puede ser verdadero o falso. Como resulta que es un enunciado verdadero, su valor de verdad es V.

La frase "1=0" también es un enunciado, pero su valor de verdad es F.

"Lloverá mañana" es una proposición. Para conocer su valor de verdad habrá que esperar hasta mañana.

El siguiente enunciado podría salir de la boca de un enfermo mental: "Si soy Napoleón, entonces no soy Napoleón". Este enunciado, como veremos más adelante, equivale al enunciado "No soy Napoleón". Como el hablante no es Napoleón, es un enunciado verdadero.

"Haz los ejercicios de lógica" no es un enunciado, puesto que no se le puede asignar ningún valor de verdad (Está en modo imperativo, es una orden, y no una frase declarativa)

"Haz el amor y no la guerra" tampoco es un enunciado, puesto que no se le puede asignar ningún valor de verdad (También está en modo imperativo, es una orden,y no una frase declarativa)

"El perro" no es una proposición, puesto que no es ni siquiera una frase completa (al menos en este contexto).

Los enunciados como resultado de los juicios

El acto mental que tiene como resultado una proposición o enunciado se denomina juicio (sustantivo, del verbo enjuiciar). La expresión verbal de un juicio es un enunciado. Los seres humanos realizamos un juicio cada vez que pensamos que algo es alguna otra cosa (a lo que llamamos afirmación), y también cuando pensamos que algo noes otra cosa (a lo que llamamos negación). En consonancia con lo que decíamos al principio, enjuiciar consiste en afirmar o negar.

Si tú piensas que este ordenador es complicado, entonces estás ejecutando un juicio. Si expresas verbalmente este juicio, lo habrás de hacer en forma de un enunciado o proposición: la proposición "Este ordenador es complicado".El juicio es el acto mental que ocurre cuando piensas que este ordenador es complicado, y la proposición es la oración que construyes para expresar dicho pensamiento.

Fíjate bien en esto...

Los enunciados son diferentes de las oraciones que los contienen. Así, "Fulanito ama a Menganita" expresa exactamente la misma proposición que "Menganita es amada

por Fulanito". En los enunciados lo esencial es el significado de la frase enunciativa.

De manera análoga, la proposición "Hoy llueve aquí" se puede utilizar para transmitir diferentes proposiciones, dependiendo del lugar y del momento en que se encuentre la persona que profiera dicho enunciado ("El 15 de agosto de 2003 llueve en León", "El 8 de enero de 2015 llueve en Madrid", etc.). En este caso, el momento y el lugar hacen cambiar el significado del enunciado, de manera que su valor de verdad depende de estas circunstancias.

Pero, cada proposición es o bien verdadera o bien falsa. Enalgunas ocasiones, por supuesto, no conocemos cuál de estosvalores de verdad (verdadero o falso) es el que tiene una determinada proposición, (por ej. "Hay vida inteligente fuera del planeta Tierra") pero podemos estar seguros de que tiene o uno u otro.

Práctica sobre los enunciados

Contesta a las siguientes preguntas teniendo presente lo que acabamos de comentar sobre lo que es y no es un enunciado o proposición.

"El sol no es un astro"

es una proposición con valor de verdad Ves una proposición con valor de verdad Fno es una proposición

"El lago de loscisnes"

es una proposición con valor de verdad Ves una proposición con valor de verdad Fno es una proposición

"2+2=4"

es una proposición con valor de verdad Ves una proposición con valor de verdad Fno es una proposición

Argumentos e inferencia

La principal tarea de la lógica es la de averiguar cómo la verdad de una determinada proposición está conectada con laverdad de otra. En lógica habitualmente se trabaja con grupos de proposiciones relacionadas.

Un argumento es un conjunto de dos o más proposiciones relacionadas unas con las otras de talmanera que las proposiciones llamadas 'premisas' se supone que dan soporte a la proposición denominada 'conclusión'.

La transición o movimiento desde las premisas hasta la conclusión, es decir, la conexión lógica entre las premisas y la conclusión, es la inferencia sobrela que descansa el argumento.

Los argumentos

Veamos con un ejemplo de argumento que aparece de una u otra manera en todos los libros de introducción a la lógica:

(1)

Si Sócrates es humano, entonces es mortal

(2) Sócrates es humano

(3)

Por lo tanto, Sócrates es mortal

En este ejemplo las dos primeras proposiciones funcionan como premisas, mientras que la proposición tercera es la conclusión.

Fíjate que las palabras "premisa" y "conclusión" se definenaquí sólo por medio de la relación que hay entre ellas dentro de un argumento concreto. Una misma proposición puede aparecer como conclusión de un argumento en una partede razonamiento, pero también como una de las premisas en otra parte posterior del mismo razonamiento. En nuestro

ejemplo, nada impide que nuestra conclusión "Sócrates es mortal" puede utilizarse como premisa para otro argumento.

La inferencia

Hay un cierto número de expresiones verbales del lenguaje cotidiano que marcan o indican si una determinada proposición funciona como premisa o como conclusión (por ejemplo, la expresión "por lo tanto" se suele ir seguida dela conclusión). Sin embargo, el uso de estos marcadores lingüísticos no es estrictamente necesario, ya que el contexto puede aclarar la dirección del movimiento desde las premisas hasta la conclusión. Lo que distingue a un argumento de una mera colección de proposiciones es la inferencia que se supone que las une.

Veamos esta idea con un par de ejemplos. Si yo profiero "Daniela es cirujana y el sol brilla, aunque la catedral deLeón es gótica" lo único que tengo es un conjunto de proposiciones que no tienen ninguna relación entre ellas enel sentido de que la verdad o falsedad de cada una de ella no tiene que ver con la verdad o falsedad de las demás. Sinembargo, si yo digo: "Daniela es cirujana, por lo que Daniela ha estudiado Medicina, ya que todos los cirujanos han estudiado Medicina", estoy empleando un argumento perfectamente válido en el que la verdad de la conclusión "Daniela ha estudiado Medicina" se deriva inferencialmente de las premisas "Daniela es cirujana" y "Todos los cirujanos han estudiado Medicina".

Identificación de argumentos

Es importante aprender a distinguir a los argumentos de meros grupos de proposiciones que no cumplen con los requisitos necesarios para hablar de argumentos. Recuerda que los argumentos consisten en grupos de proposiciones en los que hay algunos que actúan como premisas que, en virtudde la inferencia lógica, justifican otra proposición que llamamos conclusión. Por el momento aprenderemos a identificar argumentos, sin pronunciarnos sobre si se tratade buenos o malos argumentos (válidos o inválidos); esta

cuestión la trataremos un poco más adelante, y constituye el grueso de Aprende Lógica.

Para decidir si estamos ante un argumento o no, simplementeapelaremos al sentido común y a un sencillo análisis del texto sobre el que hayamos de decidir, centrándonos en los siguientes aspectos:

1. El texto, ¿tiene una conclusión?. Si es así, ¿cuál es?2. El texto ¿ofrece razones que apoyen la conclusión?, es

decir, ¿hay premisas? Si es así ¿cuáles son?3. El texto ¿presume que hay una relación inferencial

entre premisas y conclusiones?

Presunción de facticidad y presunción de inferencia

Quien presenta un argumento esta formulando (explícita o implícitamente) dos presunciones acerca de dicho argumento.Una es la presunción de facticidad, es decir, da por sentado (asume) que las premisas que se proporcionan son, de hecho, verdaderas. La segunda presunción es la presunción de inferencia, que asume que las premias están conectadas con la conclusión de tal forma que la fundamentan, que le dan apoyo. De hecho esta relación inferencial entre premisas y conclusión es el núcleo de la lógica, y nuestro principal objeto de atención en Aprende Lógica, y la analizaremos de distintas maneras y desde diferentes ángulos.

Siempre que tratamos de convencer a alguien de algo argumentando ponemos en juego estas dos presunciones: la defacticidad para reclamar la relevancia real del asunto tratado en las premisas, y la de inferencia para mostrar laconexión entre las premisas y la conclusión. Por tanto, para decidir si estamos ante un argumento o no, debemos identificar se están presentes de manera adecuada tanto la presunción de facticidad como la de inferencia.

Si no es un argumento, ¿qué es?

Un buen método para determinar si una porción de discurso (hablado o escrito) no es un argumento, es identificar qué es entonces. A continuación ofrecemos un lista de posibles

alternativas cuando no encontramos en una porción de discurso premisas, conclusión o relación inferencial lógicaentre ambas. (Haz clic en los enlaces de la columna de la derecha para acceder a ejemplos de cada uno de los tipos descritos)

Advertencias

No se proporcionan razones (no hay premisas). Predomina la función apelativa y conativa.

Ejemplo de advertencia

Enunciación de unacreencia u opinión

No se proporciona un fundamento sólido, real para tal creencia u opinión. Aunque puede que exista la pretensión de que se reconozca tal creencia u opinión como verdadera, no hay un desarrollo sistemático de premisas-inferencia-conclusión en apoyo de lo enunciado.

Ejemplo de creencia

Proposiciones vagamenterelacionadas

Las proposiciones no están conectadas por relación inferencial alguna.

Ejemplo de proposiciones vagamenterelacionadas

Informes

Son simples enumeraciones de hechos, del tipo que aparecen en las noticias de los periódicos. No hay intención deprobar nada, simplemente, se proporciona información sobre los hechos.

Ejemplo de informe

Ilustración

Simplemente se ofrecen ejemplos de algo.

Ejemplo de ilustración

Enunciados condicionales

Son enunciados con la estructura "Si... entonces..." Los enunciados condicionales no son argumentos en sí mismos, pero los arguementos con frecuencia se componen de varias proposiciones de este tipo. Lo que

Ejemplo de enunciadocondicional

sigue al "si..." se denomina "antecedente" (es decir la condición),y lo que sigue al "entonces..." es el "consecuente" (es decir lo que sucede cuando se cumple la condición).

Explicaciones

Consiste en una aclaración de por qué algo es el caso. Una explicación a veces es difícil de distinguir de un argumento porque también involucra razones (similares a las premisas). Pero, a diferencia de los argumentos, donde la conclusión es "nueva" información, en una explicación el enunciado que es explicado (el explanandum, la parte que parece la conclusión) es normalmente un hecho comúnmente aceptado. El explanans (losenunciados que sirven para aclarar, que pueden ser similares a las premisas) es la nueva información de una explicación, mientras que las premisas son los hechos aceptados en los argumentos.En los argumentos se busca fundamentarinformación nueva a partir de información ya aceptada, mientras que en las explicaciones se busca aclarar información ya bien establecida.

Lógica formal y lógica material

Tradicionalmente se considera que las dos ramas principalesde la lógica son la llamada lógica formal (o lógica menor) y la lógica material (o lógica mayor). En realidad la lógica formal y la material tratan sobre problemas bastantediferentes aunque relacionados.

Esta distinción entre lógica material y lógica formal es análoga a la distinción que se puede hacer entre los materiales con los que está construido un puente, por un lado, y la estructura o disposición de dichos materiales,

por otro. Si esta estructura o disposición de los materiales es defectuosa, el puente se vendrá abajo, por buenos que sean los materiales. Por otra parte, aunque la estructura diseñada por los ingenieros sea impecable, si los mateiales empleados son de mala calidad tarde o temprano el puente también se vendrá abajo.

La lógica material se preocupa del contenido de la argumentación. Trata de dirimir la verdad de los términos yproposiciones de un argumento.

Por su parte, la lógica formal está interesada en la forma o estructura de los razonamientos. La verdad de las premisas y de las conclusiones es una preocupación secundaria para esta rama de la lógica. La lógica formal trata de encontrar el método correcto para derivar una verdad a partir de otra. Digamos que la verdad de los enunciados que componen los argumentos es algo que se da por supuesto, algo de lo que se parte. Lo que le interesa ala lógica formal es asegurar que el paso de las premisas a la conclusión esté bien fundamentado.

Hay autores que hablan también de la lógica informal, como opuesta a la formal. La diferencia estaría en que, mientrasque la lógica fomal estudia la estructura de los razonamientos prescindiendo de los contenidos a que hacen alusión, la lógica informal (también llamada pragmática lógica) estudiaría los modos correctos de razonar teniendo en cuenta los distintos contextos de diálogo y las diversascuestiones tratadas en ellos.

Es importante recordar que atendiendo a su forma o estructura, los razonamientos pueden ser válidos o inválidos, mientras que atendiendo a su materia o contenido, son verdaderos o falsos. En la siguiente tabla se recogen todos los posibles tipos de argumentos atendiendo tanto su validez/invalidez como a su verdad/falsedad:

Verdad, validez y solidez

Antes de continuar con nuestra exposicón, es preciso hacer algunas aclaraciones terminológicas. Recuerda que utilizar el lenguaje con precisión es importante. Concretamente, fijaremos el significado de "validez" (corrección formal delos argumentos), "verdad" (adecuación material de los enunciados) y "solidez" (corrección formal unida a adecuación material).

Verdad

El concepto de verdad es uno de los más controvertidos de la Filosofía, pero nosotros limitaremos nuestra discusión al contexto de una modesta exposición didáctica de la lógica de enunciados. En este contexto, se dice que un enunciado (o una proposición) es verdadero, cuando hay una correspondencia entre la realidad y el enunciado. Recuerda que los enunciados o proposiciones se definen como el significado de oraciones declarativas que pueden ser verdaderas o falsas.

Muchas veces no es problemático determinar el valor de verdad de un enunciado: si afirmo "Esta mesa es de madera",lo normal es que cuente con los medios para establecer su verdad o falsedad. Si afirmo que "Napoleón viajó a Egipto en enero de 1800", "Los protones se componen de electrones y neutrones" me encuentro con unas proposiciones que ha de recurrir a métodos más complejos para averiguar su verdad ofalsedad. La lógica deductiva que estudiaremos en Aprende Lógica no se preocupa por establecer los medios para establecer el valor de verdad de las proposiciones (para ello ya están las ciencias, físicas, históricas, biológicas, etc. según sea la naturaleza de los enunciados).

Lo que debemos recordar en lo sucesivo es que sólo los enunciados son verdaderos o falsos. Nunca diremos que un argumento es verdadero o falso, sino diremos que es válido o inválido.

Validez

La lógica se ocupa principalmente de establecer una clara distinción entre razonamientos válidos y razonamientos

inválidos. Los razonamientos válidos son aquellos en los que la inferencia entre las premisas y la conclusión es perfecta. Por tanto, lo esencial para determinar si un argumento es o no válido es analizar su forma o estructura (independientemente de su contenido material). A continuación proporcionamos tres formas equivalentes de establecer este criterio de validez:

Si las premisas de un argumento válido son verdaderas,entonces su conclusión también es verdadera.

Es imposible que la conclusión de un argumento válido sea falsa siendo sus premisas verdaderas.

En un argumento válido, la verdad de las premisas es incompatible con la falsedad de la conclusión.

En este contexto también consideraremos que las premisas, en tanto que conjuntos de proposiciones, son verdaderas sólo cuando todas y cada una de ellas sean verdaderas, y que son falsas cuando al menos una de ellas sea falsa.

Cuando un argumento no es válido, entonces es inválido; en este caso es posible que la conclusión sea falsa mientras que las premisas son verdaderas. Incluso puede ocurrir que en un argumento inválido (la inferencia es incorrecta) las premisas sean verdaderas y la conclusión sea verdadera o falsa. Fíjate que la validez de la inferencia de un argumento deductivo es independiente de la verdad de sus premisas, pero que sólo podemos garantizar la verdad de la conclusión haciendo una inferencia válida a partir de premisas verdaderas.

Solidez

Algunos lógicos afirman que un argumento es sólido cuando es a la vez formalmente válido y materialmente adecuado (sus premisas y su conclusión son verdaderas).

Veamos resumidas en la siguiente tabla todas las posibles combinaciones de verdad o falsedad de las premisas y la conclusión, y de validez o invalidez de las inferencias:

Premisas

Inferencia

Conclusión Ejemplo

Inferencias deductivas e inductivas

La principal preocupación de la lógica formal es evaluar lafiabilidad de las inferencias, investigar los esquemas de razonamiento que nos llevan desde las premisas a la conclusión en un argumento lógico. En este trabajo dedicaremos mucha atención a distinguir los esquemas de razonamiento que funcionan de los que no. Pero antes es imprescindible distinguir dos tipos de inferencia, cada unode los cuales tiene unas características distintivas y unoscriterios de corrección; distinguiremos las inferencias deductivas y las inferencias inductivas.

Inferencias deductivas

Cuando un argumento asegura que la verdad de sus premisas garantiza la verdad de su conclusión, se dice que involucrauna inferencia deductiva. El razonamiento deductivo nos proporciona unos criterios de corrección muy altos. Una inferencia deductiva tiene éxito sólo si sus premisas proporcionan un apoyo tan completo e indudable para la conclusión, que sería completamente inconsistente o absurdosuponer simultáneamente la verdad de las premisas y la falsedad de la conclusión.

Es notable que cualquier argumento que consideremos o bien cumple con este criterio, o bien no lo cumple; la validez de las inferencias deductivas es un asunto de todo o nada, no hay medias tintas. Algunos argumentos deductivos son perfectos, de modo que si sus premisas son, de hecho, verdaderas, entonces de ello se sigue que su conclusión también es verdadera, independientemente del contenido material de dicha conclusión. Los demás argumentos deductivos que no cumplan este criterio de corrección son totalmente incorrectos e inútiles —su conclusión puede ser falsa incluso si sus premisas son verdaderas, y ninguna información adicional podría cambiar su incorrección.

Las inferencias deductivas permiten establecer conclusionesseguras porque proceden de lo general a lo particular, o desde lo más general a lo menos general, a través de un término medio.

Inferencias inductivas

Cuando un argumento únicamente asegura que la verdad de suspremisas hace más probable que la conclusión sea verdadera,estamos ante un argumento que involucra una inferencia inductiva. El criterio de corrección para los argumentos que se basan en inferencias inductivas es mucho más flexible, menos exigente, que el que se aplica a la deducción. Un argumento inductivo tiene éxito siempre que las premisas porporcionen alguna evidencia que legitime o apoye la verdad de su conclusión. Aunque pueda ser razonable aceptar la verdad de una conclusión sobre una base inductiva, no sería completamente inconsistente suspender el juicio (es decir no pronunciarse sobre la verdad o falsedad de la conclusión) o incluso llegar a negar la verdad de la conclusión (a pesar de la verdad de las premisas).

Los argumentos inductivos, por lo tanto, cumplen con su criterio de corrección en un mayor o menor grado, dependiendo de la cantidad y calidad del apoyo que reciban.Ningún argumento inductivo es completamente perfecto o enteramente inútil, aunque se puede elegir cuál de entre varias inducciones es relativamente mejor o peor que otras en el sentido de que se asegure la verdad de la conclusión con un mayor o menor grado de probabilidad. En tales casos,información adicional relevante de algún modo relacionada con el argumento con frecuencia puede afectar a la fiabilidad de un argumento inductivo al proporcinar otra evidencia que cambie nuestra estimación de la probabilidad de la verdad de la conclusión.

Las inferencias inductivas proceden desde lo particular hacia lo general, desde lo menos general hacia lo más general, y no tienen un término medio que conecte firmemente una verdad con otra.

Con esta información cualquieraya podría diferenciar sin dudassi está delante de un argumentoinductivo o deductivo. La información esencial se resume en el cuadro de la derecha.

La clave para saber si se está ante un argumento deductivo es que dicho argumento posee un tipo de inferencia (de relación lógica entre las premisas y la conclusión) tal queo bien garantiza la verdad de la conclusión a partir de la verdad de las premisas, o no la garantiza.

La clave para saber si se está ante un argumento inductivo radica en dicho argumento posee un tipo de inferencia tal que sólo asegura la verdad de la conclusión a partir de la verdad de las premisas con un cierto grado de probabilidad.

Más sobre inferencias deductivas e inductivas

Inferencias

deductivas

Inferencias

inductivas

¿La verdad de las premisasgarantiza la verdad de la conclusión?

Sí o nocon certezaabsoluta

Sí o no con un mayor o menor grado deprobabilidad

La información adicional, ¿puede afectar al gradode corrección del argumento?

No Sí

Continuemos ampliando nuestro conocimiento sobre la diferencia entre argumentos inductivos y deductivos, señalando otros aspectos que nos pueden ayudar a diferenciar ambos tipos de inferencia.

Inferencias deductivas Inferencias inductivas

La deducción descansa en la aceptación de un principio general, y razona desde dichoprincipio general, a través de pasos bien establecidos y firmes, hasta la conclusión.

Las inferencias razonan a partir de repetidas observaciones particulares (que con frecuencia son observables, empíricas, captables por nuestros sentidos) hacia verdades más generales por medio de generalizaciones estadísticasy analogías (que con frecuencia son inobservables).

En los argumentos deductivos la garantía de que de la verdad de las premisas se sigue la verdad de la conclusión ocurre porque en la inferencia deductiva válida la conclusión no afirma contenido material alguno más allá de lo que afirman las premisas. Con la inferencia deductiva válida, en realidad no ampliamos nuestros conocimientos, sino que los expresamos de otro modo. Por ello, información adicional sobre las premisas no modificará la calidad de la deducción.

La inferencia inductiva válida sólo garantiza la verdad de la conclusión a partir de la verdad de las premisas sólo en un cierto grado porque la conclusión aporta más información de la que está contenida en las premisas. Este es el motivo de que la información adicional con frecuencia pueda jugar un papel determinante para juzgar el grado de validez de una inferencia inductiva.

Los argumentos deductivos parece que juegan un papel más importante en las disciplinas que tienen un contenido teórico más prominente, como las

Los argumentos inductivos juegan un papel más importante en las disciplinasque tienen mayor contenido empírico, como la física, la química, la biología, etc.

matemáticas o la filosofía.Actividades relacionadas:

Inferencia deductiva o inductivaArgumentos deductivos vs. inductivosCriterio de validez deductiva

El lenguaje y la Lógica

Lenguaje natural, lenguaje artificial

Para los fines comunicativos cotidianos los seres humanos utilizamos los llamados lenguajes naturales, que son códigos lingüísticos que nuestra especie ha ido forjando a través de miles de años de evolución y que cada individuo es capaz de aprender en unos pocos años.

Sin embargo, el lenguaje natural, con la fundamental importancia que tiene, parece inadecuado para determinados fines. En ocasiones este tipo de lenguajes contienen ambigüedades, imprecisiones, que lo hacen inadecuado para determinados fines. Es obvio que una teoría científica serámucho más poderosa si pudiera formularse en un lenguaje construido a propósito, a la medida para captar todos los matices y complejidades de su objeto de estudio sin ambigüedades y con total precisión.

Es esta necesidad la que ha llevado a los seres humanos a construir lenguajes artificiales para determinados fines. Por ejemplo, la matemática es uno de estos lenguajes, que permite formalizar con una increible precisión teorías físicas. Para transmitir órdenes a los ordenadores para queejecuten ciertas tareas es preciso hacerlo utilizando un lenguaje de programación, que también es un lenguaje artificial.

Pues bien, la Lógica es uno de estos lenguajes artificialescreados por el hombre, y pretende ser un instrumento de precisión para la correcta ordenación del pensamiento. En esta sección estudiaremos brevemente cómo se pasa del lenguaje natural al artificial de la lógica, así como la

estructura de este lenguaje lógico, sus elementos constitutivos básicos.

Dimensiones del lenguaje

Algunos autores consideran que cualquier lenguaje natural, en tanto que sistema simbólico complejo que sirve a la comunicación tiene tres aspectos o dimensiones: la sintáctica, la semántica y la pragmática. Veámoslas brevemente:

La dimensión sintáctica se refiere a la relación que se establece entre los signos de un lenguaje. En concreto, la sintaxis estudia las diversas combinaciones de signos que dan lugar a combinaciones de ellos con la propiedad de estar bien formadas. Por ejemplo, no es lo mismo decir "En esta foto aparece el cielo" que "foto cielo la en aparece".En los lenguajes artificiales ocurre algo parecido.

La dimensión semántica se refiere a las relaciones de los signos con sus correspondientes significados. Es decir, la semántica trata de investigar las relaciones de los signos con aquello que constituye su interpretación (aunque al margen de los contextos en que estos signos son usados por sus hablantes).

Por ejemplo, si yo muestro esta parte de una foto de misvacaciones a un amigo, y le digo que en ella se ve "el cielo", estoy utilizando el lenguaje de una manera semánticamente adecuada. Sin embargo, si le digo sin más que se ve la "piel del cielo", me tomará por un demente por hacer un uso inadecuado de la semántica, del significado de la palabra"cielo".

La dimensión pragmática alude a la relación entre los signos y los contextos y circunstancias en que se

desenvuelven los usuarios de dichos signos. Por ejemplo, siyo quiero mostrar a mi amiga los sentimientos que me evoca la fotografía puedo recordar los versos del poema Vuelo de los hombres de Miguel Hernández: "Sobre la piel del cielo, sobre sus precipicios,/ se remontan los hombres. ¿Quién ha impulsado el vuelo? / Sonoros, derramados en aéreos ejercicios, / raptan la piel del cielo". En este caso el contexto dota a la expresión "piel del cielo" de un significado más o menos vago, metafórico, evocador, abiertoa la interpretación, por aparecer en el contexto de un poema.

Muchos de los malentendidos y dificultades de comunicación que acontecen en nuestra vida cotidiana vienen por no utilizar adecuadamnte el lenguaje, al obviar sus reglas sintácticas, semánticas y pragmáticas.

Pues bien, una de las funciones básicas de la Lógica es la de ayudarnos a minimizar el riesgo de los usos inadecuados del lenguaje en el curso de los razonamientos estudiando laestructura de dichos razonamientos. Y para llevar a cabo este estudio, es preciso construir un lenguaje artificial en cuyos secretos empezaremos a iniciarnos en la página siguiente.

El lenguaje formal de la Lógica

¿Qué es un lenguaje formal?

Un lenguaje formal, en tanto que lenguaje artificial, está formado por los siguientes elementos básicos:

Unos signos primitivos del lenguaje, esto es su alfabeto.

Unas reglas de combinación de dichos signos, es decir una gramática que especifique cómo combinar unos signos primitivos con otros para tener expresiones bien formadas.

En nuestro caso, como buscamos aplicar el lenguaje formal a la reconstrucción de la estructura lógica dellenguaje natural, precisaremos de unas reglas que nos

ayuden en la formalización o traducción de expresionesdel lenguaje natural al de la lógica formal.

Veamos el primero de ellos a continuación.

El alfabeto del lenguaje formal en la lógica proposicional

El lenguaje lógico de la lógica proposiconal consta de trestipos de signos en su tarea de reconstruir la estrucutura lógica del lenguaje natural:

(1) Unos signos para representar las proposiciones simples o atómicas: se trata de las letras proposicionales, que porconvención suelen designarse con las letras minúsculas p, q, r, etc.

(2) Unos signos para formar proposiciones complejas o moleculares conectándolas entre sí: se trata de las conectivas (también llamados conectores, o juntores). En lasiguiente tabla presentamos el nombre, el signo y la equivalencia con el lenguaje natural de las cinco conectivas que utilizaremos:

Nombre dela conectiva:

Símbolo:

Correspondenica en el lenguaje natural:

Negador ¬ "no ..."Conjuntor "... y ..."Disyuntor "... o ..."Condicional

"si ... entonces..."

Bicondicional

"... si y sólo si ..."

(3) Unos signos auxiliares, que son los paréntesis, que pueden ayudar a delimitar dónde comienza una parte de la fórmula y dónde acaba para empezar la siguiente. Su equivalencia en el lenguaje natural serían los signos de puntuación en la lengua escrita.

Pasemos ahora a presentar la gramática de nuestro lenguaje en la página siguiente.

Las reglas de formación de fórmulas

Además de los signos primitivos que acabamos de conocer, necesitamos unas reglas que nos permitan saber cuándo estamos ante una combinación de símbolos que esté bien construída en el lenguaje formal.

¿Qué es una fórmula bien formada?

Una fórmula es una secuencia de caracteres, pero es precisodelimitar de la totalidad de combinaciones posibles de caracteres aquellas que sean como "bien formadas"; para ello, damos la siguiente definición de lo que es una fórmula bien formada, (o fbf):

1. Una letra enunciativa es una fbf.2. Toda fbf a la cual se antepone el símbolo "¬"

(negación) es una fbf.3. Si A y B son fbfs, entonces las scuencias: (A B), (A

B), (A B),y (A B)4. Toda secuencia de caracteres producida por la

aplicación de los pasos 1, 2, 3, en cualquier orden, constituye una fbf. (Cláusula de recursión)

5. Ninguna otra secuencia constituye una fbf. (Cláusula de exclusión)

Ejemplo:

A continuación presentamos algunos ejemplos de fbfs y no bien formadas:

FórmulasBIEN

formadas

FórmulasMAL

formadasp ¬(q r)   (p¬ (q r))¬p r   p q(q   ¬¬(p(q r))¬(¬r)   ¬ ¬(pq r))

Pasemos, a continuación, a presentar una por una todas las conectivas con las peculiaridades que presentan cada una deellas y los trucos para formalizarlas en lenguaje natural.

Evaluación relacionada:

Argumentos deductivos vs. inductivos

La negación de enunciados

La representación de las proposiciones

Utilizaremos las letras p, q, r, s y así sucesivamente pararepresentar las proposiciones. Así, por ejemplo, si decidimos que p represente la proposición "el sol brilla", lo escribiremos de la siguiente manera:

p: "el sol brilla"

que se lee: p es el enunciado "el sol brilla"

Modificación de las proposiciones

Podemos formar nuevas proposiciones a partir de otras de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, a partir de p: "Yo soy un leonés", podemos formar la negación de p: "No es el caso de que yo sea leonés", o más sencillamente "No soy leonés". Denotamos la negación de p mediante ¬p, que se lee"no p". Hay otras formas de señalar la negación de un enunciado, por ejemplo, mediante el símbolo ¬. Los símbolos¬ y ¬ son equivalentes, pero aquí utilizaremos preferentemente ¬ por una mera cuestión de simpatía: Wittgenstein utilizó el símbolo ¬ en su Tractatus Logico Philosophicus.

Lo importante de la negación es que si p es verdadero, entonces ¬p es falso, y viceversa. Esto se puede resumir enla siguiente tabla de verdad de la negación:

p ¬p V F F V

En la columna de la izquierda están los dos posibles valores de verdad de p, y en la de la derecha aparecen los correspondientes valores de verdad para ¬p.

En la siguiente tabla se recoge una definición más formal de la negación:

Negación

La negación de p es la proposición ¬p, que se lee "no p". Su valor de verdad queda definido por la siguiente tabla de verdad.

p ¬p V F F V

El símbolo de la negación "¬" es un ejemplo de operador lógico monario (el término "monario" indicaque el operador afecta a una sola proposición).

Veamos ejemplos de la negación en la siguiente sección.

Una propiedad especial: la ley de la doble negación

¿Qué es lo que sucedería se nos propusiéramos negar una negación? En forma simbólica, ¿qué sucede si nos proponemosnegar la expresión ¬p? Evidentemente, tendríamos la expresión ¬(¬p), que es lo mismo que ¬¬p.

Pues bien, la negación de la negación de un enunciado, es la afirmación de dicho enunciado; en forma simbólica:

¬¬pp p

La anterior expresión simbólica refleja la ley de la doble negación.

¿Y qué ocurriría si negásemos una doble negación? Es decir,¬(¬¬p), o lo que es lo mismo: ¬¬¬p. En este caso, simplemente aplicando la definición de la negación llegamosa la conclusión de que ¬(¬¬p) ¬p

Fíjate bien en esto:

Cuando el número de negaciones de un enunciado es par, el valor de verdad de dicho enunciado es el original de la proposición, y cuando es impar, es la negación del enunciado original, como muestra el siguiente esquema:

¬¬pp p ¬¬¬p ¬p ¬¬¬¬p p ¬¬¬¬¬p ¬p ¬¬¬¬¬¬p p

etcétera ad inf.

La conjunción de enunciados

La conjunción

Hay otras maneras de formar nuevas proposiciones a partir de otras. Si tenemos, por ejemplo, p: "Soy gordo", y q: "Túeres inteligente", podemos formar el siguiente enunciado: "Soy gordo y tú eres inteligente". Este nuevo enunciado se puede representar con p q, que se lee "p y q".

Para que la expresión p q sea verdadera, tanto p como q deben ser verdaderas. Por ejemplo, si yo soy de verdad gordo, pero tú eres tonto de remate, entonces p q es falso.

El símbolo es otro operador lógico. El enunciado p q es laconjunción de p y q.

Conjunción

La conjunción de de p y q es el enunciado p q, que selee "p y q." Su valor de verdad queda definido por la siguiente tabla de verdad.

p q p q V V V

V F F F V F F F F

En las columnas p y q aparecen las cuatro posibles combinaciones de los valores de verdad para p y q, yen la columna p q aparecen enumerados los valores de verdad de p q para cada una de esas combinaciones. Por ejemplo, la segunda fila de la tabla nos dice que cuando p es verdadero y q falso, el enunciado p qes falso. De hecho, de acuerdo con la tabla anteriory con la definición que hemos dado de la conjunción,la única forma de hacer p q verdadero es haciendo quetanto p como q sean verdaderos (1³ fila).

El símbolo de la conjunción " " es un ejemplo de operador binario ("binario" alude a que el operador actúa sobre un par de proposiciones).

En el siguiente apartado veremos algunos ejemplos de la aplicación de la conjunción a la formalización de enunciados del lenguaje natural.

Práctica de la formalización de conjunciones

Elije la alternativa que mejor corresponda con los enunciados que figuran en la columna de la izquierda:

p: "Aquiles corre velozmente."

p q:

"Aquiles corre velozmente, pero la tortuga no.""Ni Aquiles ni la tortuga corren velozmente."

q: "La tortuga no corre velozmente."

"Aquiles y la tortuga corren velozmente." "O Aquiles corre velozmente, ola tortuga corre velozmente."

p: "El hombre es moral."

p ¬q:

"Ni el hombre es moral ni estáunívocamente determinado por el ambiente.""Aunque el hombre no sea moral, está determinado unívocamente por el ambiente."

q: "El hombre estádeterminado unívocamente por el ambiente."

"El hombre es moral y está unívocamente determinado por el ambiente.""Aunque el hombre es moral, noestá unívocamente determinado por el ambiente."

p: "A ti no te encontré en la calle" ¬q ¬

p:

"Madre no hay más que una y a ti te encontré en la calle""Aunque sólo haya una madre, atí no te enconté en la calle"

q: "No es cierto que haya sólo una madre"

"O sólo hay una madre, o te encontré en la calle""Aunque te haya encontrado en la calle, sólo hay una madre"

Propiedades de la conjunción

La propiedad conmutativa de la conjunción

La propiedad conmutativa de la conjunción nos dice, sencillamente, algo que todos ya sabemos intuitivamente, a saber, que es lo mismo p q que q p. Se trata de dos expresiones equivalentes (ya nos extenderemos en otro apartado sobre el concepto de equivalencia lógica. Baste aquí decir que dos enunciados son equivalentes si sus tablas de verdad son iguales, que es lo que sucede con p q y con q p.

Mismos valores

p q p q q p

V V V VV F F FF V F FF F F F

Si nos gustan las cosas sencillas, digamos simplemente que todos sabemos que, en nuestra vida cotidiana, es lo mismo decir "canto y bailo", que "bailo y canto".

También podemos hacer una comparación entre la Lógica y la Matemática: la suma, lo mismo que la conjunción, también tiene la propiedad conmutativa: 1+2=3, y 2+1=3 (el orden delos sumandos no altera la suma). Y sucede lo mismo con la multiplicación: 3x5=15, y 5x3=15 (el orden de los factores...).

La propiedad asociativa de la conjunción

Formalicemos el siguiente pasaje de Schopenhauer [Parerga yParalipómena, cap.IV, III]: "El principio del honor caballeresco es a veces el refugio seguro de la mala fe y maldad en los negocios graves y, al mismo tiempo, en los pequeños un asilo de la insolencia". Siendo:

p: "El principio del honor caballeresco es a veces el refugio seguro de la mala fe"

q: "El principio del honor caballeresco es a veces el refugio seguro de la maldad en los negocios graves"

r: "El principio del honor caballeresco es a veces un asilo de la insolencia"

Solución: Este enunciado de Schopenhauer contiene tres enunciados que se pueden combinar de dos maneras diferentes:

En primer lugar, se puede combinar p y q para formar pq, dando lugar a: "El principio del honor caballeresco es a veces el refugio seguro de la mala fe y la maldad en los negocios graves". Y a continuación podemos unir mediante una conjunción esteenunciado con r, dando lugar a (p q) r, que se leería como el enunciado original del bueno de Schopenhauer.

En segundo lugar, se puede combinar igualmente q con r, para obtener q r: "El principio del honor caballeresco es a veces el refugio seguro de la maldaden los negocios graves y, al mismo tiempo, en los pequeños un asilo de la insolencia". Y a continuación unimos la combinación precedente con p para obtener p(q r), que también se leería como el enunciado original del pesimista Schopenhauer.

Pronto veremos que tanto (p q) r como p (q r) son lógicamente equivalentes, y a este hecho se le denomina leyasociativa de la conjunción. Por lo tanto, las dos posibilidades analizadas, (p q) r por un lado, y p (q r) porel otro, son igualmente válidas.

Ocurre con la conjunción lo mismo que nos pasa en las matemáticas con la suma: (1+2)+3 es lo mismo que 1+(2+3). En lógica, como en las matemáticas, también podemos eliminar los paréntesis, y podemos dar por buena una tercera solución lógicamente equivalente: p q r

La formalización de enunciados con la conjunción

La formalización es el proceso mediante el cual transformamos un enunciado formulado en lenguaje natural a un enunciado formulado en un lenguaje formal o simbólico. Ya hemos hecho varias formalizaciones hasta este momento, yvamos a practicarla un poco más antes de introducir nuevos operadores.

Formas de expresar la conjunción en lenguaje natural

Como ya hemos visto, hay varias formas de expresar la conjunción en el español que hablamos habitualmente. Veámoslo con una frase de Cicerón: "Las raíces del estudio son amargas, dulces son sus frutos"

P: "Las raíces del estudio son amargas"

q: "Los frutos del estudio son dulces"

Todas las expresiones que aparecen en la siguiente lista son formas de decir p q:

"Las raíces del estudio son amargas, dulces son sus frutos" (esta es la formulación original de Cicerón)

"Las raíces del estudio son amargas, pero sus frutos son dulces"

"Las raíces del estudio son amargas, aunque sus frutosson dulces"

"Aunque las raíces del estudio son amargas, sus frutosson dulces"

"Mientras que las raíces del estudio son amargas, dulces son sus frutos"

A pesar de que las raíces del estudio son amargas, dulces son sus frutos"

Todas estas formas de expresar p q tienen en común el hechode que si ambas proposiciones son verdaderas, el total que forma su conjunción también es verdadero.

Ejemplos de formalización a partir del lenguaje lenguaje natural

Primer ejemplo:

Si p es el enunciado "Este mundo es maravilloso" y q es el enunciado "La guerra es abominable", expresa en lenguaje formal (formaliza) el siguiente enunciado: "Este mundo no es maravilloso, la guerra es abominable".Solución: La primera cláusula es la negación de p, por lo tanto es ¬p. La segunda cláusula simplemente afirma que la guerra es abominable, por lo que es q. El hecho de que ambas cláusulas estén separadas (o unidas) por la coma, nosindica, en este caso, que hay una conjunción, por lo que laformalización es: (¬p) q.

Segundo ejemplo:

Formaliza: "Los filósofos, como los asnos, son mamíferos" siendo p: "Los filósofos son mamíferos", q: "Los asnos son mamíferos"Solución: Sencillamente p q

Tercer ejemplo:

Formaliza el siguiente enunciado de Kant [La metafísica de las costumbres, parte segunda, IV] "Los fines que son a la vez deberes son la propia perfección y la felicidad ajena" siendo p:"La propia perfección es un fin que a la vez es deber", q: "La felicidad ajena es un fin que a la vez es deber"Solución: p q

Cuarto ejemplo:

Formaliza la siguiente afirmación de Wittgenstein: "El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas" [Tractatus Logico-Philosophicus, 1.1], siendo p: "El mundo es la totalidad de los hechos", y q: "El mundo es la totalidad de las cosas"Solución: El enunciado de Wittgenstein afirma p y niega q, por lo que la formalización del enunciado sería: p (¬q)

Quinto ejemplo:

Formaliza la siguiente proposición: "Aunque la guerra es abominable, hay políticos que la promueven", siendo p:"No hay políticos que promuevan la guerra", q: "La guerra es abominable".Solución: El enunciado a formalizar afirma q y niega p, porlo que su representación simbólica será: q (¬p)

Sexto ejemplo:

Si p: "Tengo miedo a la muerte" y q: "No quiero estar presente cuando muera", formaliza la frase de Woody Allen: "No es que tenga miedo a morir, sólo quiero no estar allí cuando ocurra"Solución: La primera parte, "no es que tenga miedo a morir"es la negación de p, y la segunda cláusula es la afirmaciónde q, por lo que la formalización quedaría:

Séptimo ejemplo:

Formaliza el enunciado de Woody Allen: "Soy suficientementebajito y feo como para triunfar por mi mismo.", siendo p: "soy suficientemente bajito como para triunfar por mi

mismo", y q: "No soy suficientemente feo como para triunfarpor mi mismo"Solución: La primera cláusula es la afirmación de p, y la segunda la negación de q, por lo que la solución es p (¬q)

Octavo ejemplo:

Formaliza la frase de Gandhi: "No hay un camino hacia la paz, la paz es el camino", siendo p: "Hay un camino hacia la paz", y q: "La paz es el camino".Solución: la primera cláusula es la negación de p, y la segunda la afirmación de q, por lo que: (¬p) q

Noveno ejemplo:

Formaliza la conocida sentencia de Kant: "No se puede aprender filosofía, tan solo se puede aprender a filosofar", siendo p: "Se puede aprender filosofía", q: "sólo se puede aprender a filosofar"Solución: la primera cláusula es la negación de p, y la segunda la afirmación de q, por lo que (¬p) q

Décimo ejemplo:

Formaliza el dicho de Péguy: "Una gran filosofía no es la que instala una verdad definitiva, es la que produce una inquietud", siendo p: "Una gran filosofía instala una verdad definitiva", y q: "Una gran filosofía no es la que produce una inquietud".Solución: La primera cláusula es la negación de p, y la segunda la negación de q, por lo que la formalización quedaría: (¬p) (¬q)

La disyunción

En este apartado introducimos un nuevo operador. Si comenzamos con los enunciados p: "Yo soy alto" y q: "Tú eres inteligente", podemos formar el enunciado "O yo soy obeso, o tu eres inteligente", que se representa simbólicamente p q, y que se lee "p o q".

Como sucede que en el lenguaje natural la conjunción disyuntiva "o" puede tener varios significados, los lógicos

han acordado que la disyunción inclusiva o: p q significa que p es verdad, o bien q es verdad, o bien ambos son verdad.

En el ejemplo con el que comenzamos esta sección, p q significa "Yo soy alto, o tú eres inteligente, o ambas cosas". En ocasiones incluiremos la apostilla "o ambos" poruna mera cuestión de énfasis, pero si no lo hacemos así, elsignificado mencionado se mantiene.

Por lo tanto, llamamos p q a la disyunción de p y q:

Disyunción

La disyunción de p y q es el enunciado p q, quese lee "p o q." Su valor de verdad viene dado por la siguiente tabla de verdad:

p q p q V V V V F V F V V F F F

Como se trata de la disyunción inclusiva, p q es verdadera cuando p es verdad, o q es verdad,o ambos lo son.

Fíjate que la única manera de que un enunciado disyuntivo sea falso consiste en que tanto p como q sean falsos. Por este motivo, podemos decir que p q también significa "p y q no son ambos falsos". Profundizaremos en esta observación un poco más adelante.

El símbolo de la disyunción " " es el segundo ejemplo que vemos de operador binario.

Ejemplo de la disyunción

Sea p: "El mayordomo cometió el crimen", q: "El pintor cometió el crimen" y r: "La sirvienta cometió el crimen"

¿Qué dice p q? ¿Qué dice (p q) ¬r?

Solución:

a. p q: "O el mayordomo o el pintor cometieron el crimen"

Fíjate que esto no excluye la posibiliidad de que tanto el mayordomo y el pintor cometieran el crimen, ni que ambos fueran, de hecho, la misma persona. La única forma de que pq sea falso es que ni el mayordomo ni el pintor cometieranel crimen.

b. (p q) ¬r: "O el mayordomo o el pintor cometieron el crimen, pero no la sirvienta".

La disyunción

En este apartado introducimos un nuevo operador. Si comenzamos con los enunciados p: "Yo soy alto" y q: "Tú eres inteligente", podemos formar el enunciado "O yo soy obeso, o tu eres inteligente", que se representa simbólicamente p q, y que se lee "p o q".

Como sucede que en el lenguaje natural la conjunción disyuntiva "o" puede tener varios significados, los lógicoshan acordado que la disyunción inclusiva o: p q significa que p es verdad, o bien q es verdad, o bien ambos son verdad.

En el ejemplo con el que comenzamos esta sección, p q significa "Yo soy alto, o tú eres inteligente, o ambas cosas". En ocasiones incluiremos la apostilla "o ambos" poruna mera cuestión de énfasis, pero si no lo hacemos así, elsignificado mencionado se mantiene.

Por lo tanto, llamamos p q a la disyunción de p y q:

Disyunción

La disyunción de p y q es el enunciado p q, quese lee "p o q." Su valor de verdad viene dado por la siguiente tabla de verdad:

p q p q V V V V F V F V V F F F

Como se trata de la disyunción inclusiva, p q es verdadera cuando p es verdad, o q es verdad,o ambos lo son.

Fíjate que la única manera de que un enunciado disyuntivo sea falso consiste en que tanto p como q sean falsos. Por este motivo, podemos decir que p q también significa "p y q no son ambos falsos". Profundizaremos en esta observación un poco más adelante.

El símbolo de la disyunción " " es el segundo ejemplo que vemos de operador binario.

Ejemplo de la disyunción

Sea p: "El mayordomo cometió el crimen", q: "El pintor cometió el crimen" y r: "La sirvienta cometió el crimen"

¿Qué dice p q? ¿Qué dice (p q) ¬r?

Solución:

a. p q: "O el mayordomo o el pintor cometieron el crimen"

Fíjate que esto no excluye la posibiliidad de que tanto el mayordomo y el pintor cometieran el crimen, ni que ambos fueran, de hecho, la misma persona. La única forma de que pq sea falso es que ni el mayordomo ni el pintor cometieranel crimen.

b. (p q) ¬r: "O el mayordomo o el pintor cometieron el crimen, pero no la sirvienta".

Propiedades de la disyunción

La propiedad conmutativa de la disyunción

Ya hemos comprobado que la conjunción tiene la propiedad conmutativa. Pues lo mismo sucede con la disyunción: es lo mismo la proposición p q que q p.

Es decir, la alteración del orden de las proposiciones que conforman una disyunción no altera su valor de verdad. Con la disyunción, por tanto, ocurre lo mismo que con la suma ola multiplicación de la Matemática: el orden de los sumandos no altera la suma, o el orden de los factores no altera el producto. Esto se puede apreciar en la siguiente tabla de verdad:

Mismos valores

p q p q q pV V V VV F V VF V V VF F F F

 

La propiedad asociativa de la disyunción

Ya hemos visto que la conjunción posee la propiedad asociativa; pues bien, la disyunción también la posee. Veámoslo con el ejemplo de la sección donde definíamos esteoperador:

Sea p: "El mayordomo cometió el crimen", q: "El pintor cometió el crimen" y r: "La sirvienta cometió el crimen"

La expresión el crimen lo cometió o el mayordomo, o el pintor o la sirvienta, se formaliza de cualquiera de las tres formas siguientes, que son equivalentes:

p (q r) (p q) r p q r

Página siguiente

Disyunción inclusiva y exclusiva

La formalización de enunciados del lenguaje natural no tiene algunas especial dificultad en el caso de la disyunción. Como hemos dicho, la disyunción p q será verdadera en caso de que p sea verdadera, o q sea verdadera, o tanto p como q sea verdadera: se trata de la disyunción inclusiva. Siempre que utilicemos en el lenguajenatural la conjunción disyuntiva "o" en este sentido, utilizaremos el símbolo " ".

Los ejemplos que hemos venido viendo hasta este momento se basan en esta interpretación inclusiva de la disyunción. Por ejemplo, cuando decimos que para optar a un puesto de trabajo hay que saber inglés o francés, interpretamos que alguien que sabe inglés puede optar a dicho trabajo, alguien que sabe francés también, y, por supuesto, alguien que sepa tanto inglés o francés también.

Pero también existe la llamada disyunción exclusiva, que viene a decir que al menos una de las opciones es verdadera, pero sólo una. en este sentido exclusivo, si en p q, p es verdadera y q también lo es, la disyunción exclusiva es falsa.

Por ejemplo, en el lenguaje natural empleamos este sentido exclusivo de la disyunción cuando decimos que alguien es cristiano o musulmán. Si alguien es cristiano, si es consecuente con ello no podrá ser musulmán, y viceversa. O cuando decimos que un examen se aprueba o se suspende.

En este caso se utiliza el símbolo " " o bien el símbolo "". La tabla de verdad de la disyunción exclusiva sería la siguiente:

p q p q V V F V F V F V V F F F

En este trabajo utilizaremos solamente la disyunción en sentido inclusivo. Hay que hacer notar que la disyunción exclusiva puede definirse utilizando las siguientes combinaciones de negación, conjunción y disyunción:

p q equivale a cualquiera de las siguientes expresiones:

(p q) ¬(p q) (p ¬q) (¬p q) ¬(p q) ¬(¬p ¬q)

El condicional

El condicional (o implicación)

Consideremos el enunciado: "Si apruebas Filosofía, te dejaré ir al viaje de fin de curso". Este enunciado está formado por dos atómicas:

p: "Apruebas Filosofía"

q: "Te dejaré ir al viaje de fin de curso"

Lo que nuestro enunciado original afirma es esto: si p es verdad, entonces q también es verdad, o, dicho de modo más sencillo, si p, entonces q. Se trata de un enunciado condicional cuya formalización es p q, y que se puede leertambién como p implica q.

En el enunciado p q, se dice que p es el antecedente (o

hipótesis) y q el consecuente (o conclusión).

Una implicación(o un condicional) es siempre verdadera excepto cuando el antecedente es verdadero y el consecuentefalso.

Siguiendo con nuestro ejemplo "Si apruebas Filosofía, te dejaré ir al viaje de fin de curso", supongamos que es verdadero. Este hecho no significa que aprobarás Filosofía,todo lo que dice es que si la apruebas, entonces te premitiré ir al viaje de fin de curso. Si consideramos que este enunciado es una promesa, la única forma de romperla es que tú apruebes Filosofía, pero yo no te permita ir al viaje de fin de curso. De forma análoga, la única forma de hacer un condicional falso (de romper una promesa) es hacerverdadero el antecedente y falso el consecuente.

Condicional

El condicional p q se lee "p implica q" o bien "si p, entonces q". Un condicional siempre es verdadero,excepto cuando el antecedente es verdadero y el consecuente falso.

Por lo tanto, su valor de verdad queda definido por la siguiente tabla de verdad.

p q p q V V V V F F F V V F F V

En las columnas p y q aparecen las cuatro posibles combinaciones de los valores de verdad para p y q, yen la columna p q aparecen enumerados los valores deverdad de p q para cada una de esas combinaciones. Por ejemplo, la segunda fila de la tabla nos dice que cuando p es verdadero y q falso, el enunciado pq es falso. De hecho, de acuerdo con la tabla anterior y con la definición que hemos dado de la implicación, la única forma de hacer p q falso es

haciendo que p sea verdadero, pero q falso (2³ fila).

Fíjate bien en esto:

A la conectiva " " también se le llama "implicación material"

Es destacable que la implicación puede ser cierta aunque elconsecuente sea falso (q en p q). Así, si no apruebas Filosofía, pero yo no te permito ir al viaje de fin de curso, la implicación "Si apruebas Filosofía, te dejaré ir al viaje de fin de curso" es verdadera.

Veamos algunos ejemplos en la siguiente sección.

Ejemplos sobre el condicional

Primer ejemplo: Verdad implica verdad, es cierto

Como hemos visto, si p y q son verdad, entonces p q es verdad. Por ejemplo, sea p: "la Tierra es redonda", y q: "3x5=15". La fórmula p q dice que "Si la Tierra es redonda, entonces 3x5=15".

Fíjate que los dos enunciados p y q de este ejemplo no tienen nada que ver entre ellos. Pero con p q no queremos decir (no decimos) que hay una relación causal entre ambos enunciados.

En el caso de p q siendo p: "la Tierra es redonda", y q: "3x5=15" solamente decimos que el enunciado "Si la Tierra es redonda, entonces 3x5=15" es lógicamente verdadero.

Segundo ejemplo: verdad no puede implicar falsedad

Si p es un enunciado verdadero y q falso, entonces p q es falso. Por ejemplo:

"Cuando hace sol, voy al monte"

En este caso p: "Hace sol" y q: "voy al monte". En otras palabras, podemos reformular nuestra frase como "Si está haciendo sol, entonces estoy en el monte". Pero hay muchos días que hace sol (p es everdadero) en los que no voy al monte (q es falso). En esos días el enunciado p q es claramente falso.

Fíjate que hemos interpretado "Cuando p, q" como "Si p, entonces q".

Tercer ejemplo: la falsedad implica cualquier cosa

En las dos últimas filas de la tabla de verdad del condicional observamos que, siendo falso el antecedente, laimplicación es falsa sea verdadero o falso el consecuente. Es decir, si p es falso, entonces p q es verdadero sea q verdadero o falso. Por ejemplo:

"Si la Tierra es plana, entonces yo he ganado el premio Nobel"

En este caso p: "La Tierra es plana", que es un enunciado falso, y q: "He ganado el premio Nobel", y el enunciado pq es verdadero haya ganado el hablante el premio Nobel o no.

Lo esencial es que si el antecedente es falso, el condicional será verdadero diga lo que diga el consecuente.

Y ya es hora de practicar en la siguiente sección lo que hemos aprendido sobre el condicional.

La formalización de enunciados condicionales

Ya hemos visto lo variopinto que puede ser el lenguaje natural, en contraposición con la rigidez del lenguaje formal de la lógica. En este apartado ilustraremos de formapráctica algunas posibilidades que se usan en lenguaje natural para formalizar el escueto p q.

Cada una de las siguientes expresiones equivale al condicional p q.

Si p, entonces q Siempre que p, qp implica q No p sin qq se sigue de p q es necesario para p

q si p q es una condición necesaria para p

p sólo si q p es suficiente para q

q siempre que p p es condición suficiente para q

Cuando p, entonces q De haber sucedido p, qq con tal que p q en caso que p

Fíjate bien en esto...

Es interesante notar la diferencia entre "q si p" y "psólo si q". En el caso de "q si p" se sugiere que p qes verdadera sólo con que q sea verdadera. En el caso de "p sólo si q", está latente que si p q, y p son verdad, también q ha de serlo.

En el caso de "p es una condición suficiente para q", se dice que es suficiente conocer p es verdad para concluir que q es verdadero. Por ejemplo, es suficiente que apruebes Filosofía para que te deje ir al viaje de fin de curso. Otras cosas podrían inducirme a permitirte ir al viaje, pero con que apruebes la Filosofía será suficiente.

En el caso de "q es una condición necesaria para p", se dice que en caso de que se produzca p es necesario que q también sea verdadera para que la implicación pq sea verdadera, como se puede ver en la tabla de

verdad que define el conector " ". En nuestro ejemplo:"si apruebo Filosofía voy al viaje de fin de curso" el hecho de ir al viaje de fin de curso es una condición necesaria para la verdad de la implicación de marra

Propiedades de los enunciados condicionales

Ya hemos visto que tanto la conjunción como la disyunción tienen la propiedad conmutativa, es decir el orden de los

enunciados de las conjunciones o de las disyunciones no altera su valor de verdad: es lo mismo p q que q p, y también es lo mismo p q que q p.

El recíproco del implicador

Pero, ¿ocurre lo mismo con el implicador? ¿Es lo mismo p qque q p? La respuesta es que no. Veámoslo con cierto detenimiento.

Se dice que q p es el recíproco de p q. El implicador, como hemos avanzado, no tiene la propiedad conmutativa, como se aprecia en la comparación de las tablas de verdad de p q y de su recíproco q p:

Valores diferentes

p q p q q pV V V VV F F VF V V FF F V VEl recíproco

El enunciado q p es el recíproco de p q. Un enunciado condicional y su recíproco no son equivalentes lógicamente.

Veámoslo con un ejemplo:

Sea p el enunciado "Llueve", y q: "El suelo está mojado", siendo, por consiguiente p q "Si llueve, entonces el sueloestá mojado". Veamos el recíproco de este enunciado: q p: "Si el suelo está mojado, entonces llueve". Vemos que los dos enunciados no son lógicamente equivalentes, pues si p es verdadero, y q falso:

p q ("Si llueve, entonces el suelo está mojado") es necesariamente falso

q p ("Si el suelo está mojado, entonces llueve") es verdadero, pues una falsedad implica cualquier cosa manteniendo la verdad del condicional.

El contrarrecíproco del implicador

Aunque un enunciado condicional y su recíproco no son equivalentes, sí lo son un enunciado condicional y su contrarrecíproco. El contrarrecíproco del enunciado p q es¬q ¬p (es decir, la negación de cada uno de los enunciadosdel recíproco). Veámoslo comparando tablas de verdad:

Mismos valores

p q p q ¬q ¬p ¬q ¬pV V V F F VV F F V F FF V V F V VF F V V V VEl contrarrecíproco

El enunciado ¬q ¬p es equivalente al condicional pq. Un enunciado condicional y su contrarrecíproco son equivalentes lógicamente

Comparemos el mismo ejemplo:

En el ejemplo anterior donde p: "Llueve", q: "El suelo estámojado", p q "Si llueve, entonces el suelo está mojado". El contrarrecíproco es ¬q ¬p, que significa que "Si el suelo no está mojado, entonces no llueve", que es lógicamente equivalente al enunciado primitivo p q.

Ya es momento para practicar tu aprendizaje del recíproco ycontrarrecíproco de los enunciados condicionales en las siguientes secciones.

El bicondicional

El bicondicional (o coimplicación)

Ya hemos comprobado que p q no es lo mismo que q p. Puede ocurrir, sin embargo, que tanto p q como q p sean

verdaderos. Por ejemplo, si p:"La Tierra es cúbica", y q:"El Sol es un planeta", entonces tanto p q como q p son verdaderos, porque tanto p como q son falsos. Es necesario tener esto en cuenta para entender bien el concepto decoimplicador.

Mediante el coimplicador lo que queremos decir es que un enunciado es a la vez condición necesaria y suficiente paraotro. Así, si digo que p: "apruebo Filosofía" y q: "saco un5 o más en el examen de Lógica" la fórmula p q significa "apruebo Filosofía si y sólo si saco un 5 o más en el examen de Lógica". Con este "si y sólo si" quiero poner de manifiesto tres cosas:

1. Al introducir el primer condicional "si" (en "si y sólo si"), introduzco el antecedente, y por tanto afirmo que p q, (es decir aprobaré Filosofía si saco 5 o más en el examen de Lógica),

2. Al introducir "sólo si" (en "si y sólo si"), introduzco el consecuente, buscando comunicar que qp, (es decir, que si saco un 5 o más en el examen de Lógica, entonces apruebo la Filosofía), y

3. Al utilizar la partícula "y" (en "si y sólo si"), quiero comunicar la conjunción de p q con q p.

Así pues, el enunciado "apruebo Filosofía si y sólo si sacoun 5 o más en el examen de Lógica" se puede formalizar de dos formas equivalentes: (p q) (q p), o bien p q.

En consecuencia, el enunciado p q queda definido por el enunciado (p q) (q p). Por esta razón, el símbolo se llama bicondicional, y la tabla de verdad para p q es la misma que la de (p q) (q p).

El bicondicional

El bicondicional o coimplicador p q, que se lee "p si y sólo si q" o "p es equivalente a q", se define por la siguiente tabla de verdad:

p q p q V V V

V F F F V F F F V

La doble flecha horizontal es el operador bicondicional

Fíjate que de la observación de la tabla de verdad deducimos que para que p q sea verdadera, tanto p como q han de tener los mismos valores de verdad, y en caso contrario es falsa.

La formalización del bicondicional

El coimplicador puede tener varias expresiones equivalentesen lenguaje natural. Así p q es la formalización de las siguientes expresiones de lenguaje natural:

p si y sólo si q p es necesario y suficiente para q p es equivalente a q

Fíjate que p q y q p tendrían totalmente los mismos valores de verdad, puesto que ambas son coimplicaciones y por lo tanto si sus valores de verdad son los mismos, son verdaderas, y son falsas en los demás casos. En consecuencia, podemos reformular los enunciados anteriores intercambiando p y q:

q si y sólo si p q es necesario y suficiente para p q es equivalente a p

Ejemplos del bicondicional

Ejemplos de coimplicaciones verdaderas:

Motivos por los que p q es verdadera:

p q(a) "La Tierra es cúbica si y sólo si el Sol es un

p: "La Tierraes cúbica": F

q: "El Sol esun planeta":

planeta" F(b) "La Tierra es esférica si y sólo si el Sol es una estrella"

p: "La Tierraes esférica":V

q: "El Sol esuna estrella": V

(c) "Los cocodrilos tienen ruedas si y sólo si los sapos bailan flamenco"

p: "Los cocodrilos tienen ruedas": F

q: "Los saposbailan flamenco": F

(d) "Los cocodrilos no tienen ruedas si y sólo si los sapos no bailan flamenco".

p: "Los cocodrilos notienen ruedas": V

q: "Los saposno bailan flamenco": V

 

Ejemplos de coimplicaciones falsas:

Motivos por los que p q es falsa:

p q(a) "La Tierra es cúbica si y sólo si 2+2=4"

p: "La Tierraes cúbica": F q: "2+2=4": V

(b) "El Sol es una estrella si y sólo si 1+2=4"

p: "El Sol esuna estrella": V

q: "1+2=4": F

(c) "Los cocodrilos tienen ruedas si y sólo si los sapos no bailan flamenco"

p: "Los cocodrilos tienen ruedas": F

q: "Los saposno bailan flamenco": V

(d) "El Bernesga pasa por León si y sólo si Napoleón escribió el Quijote"

p: "El Bernesga pasapor León": V

q: "Napoleón escribió el Quijote": F

 

La formalización del bicondicional

El coimplicador puede tener varias expresiones equivalentesen lenguaje natural. Así p q es la formalización de las siguientes expresiones de lenguaje natural:

p si y sólo si q p es necesario y suficiente para q p es equivalente a q

Fíjate que p q y q p tendrían totalmente los mismos valores de verdad, puesto que ambas son coimplicaciones y por lo tanto si sus valores de verdad son los mismos, son verdaderas, y son falsas en los demás casos. En consecuencia, podemos reformular los enunciados anteriores intercambiando p y q:

q si y sólo si p q es necesario y suficiente para p q es equivalente a p

Introducción a las tablas de verdad

Ya hemos sugerido en algunos apartados anteriores que algunos enunciados son equivalentes a otros.

Por ejemplo, hemos hablado de la equivalencia del enunciado(p q) r y p (q r), hecho al que denominábamos propiedad asociativa de la disyunción.

Pues bien, en este apartado referido a las tablas de verdad, estableceremos de una forma más precisa qué queremos decir al hablar de equivalencia lógica, y también estudiaremos cierto tipo de enunciados que pueden ser o bien "auto-evidentes" (tautologías) o bien "evidentemente falsos" (contradicciones).

¿Qué es una tabla de verdad?

Ya hemos tenido una aproximación intuitiva al concepto de tabla de verdad. Digamos ahora, más explícitamente que una tabla de verdad es el resultado de aplicar un procedimientoque utilizamos para calcular todos los posibles valores de verdad de un enunciado molecular.

Recordemos un caso conocido: la tabla de verdad de la negación. En este caso, la tabla de verdad es:

p ¬p V F F V

Fijémonos en los elementos de la tabla de verdad:

Aparecen todos los posibles valores de verdad del enunciado p en la primera columna (verdadero -V- o falso -F-)

En la columna segunda aparecen los valores de verdad de la negación de p en caso de que p sea verdadera (primera fila), y en caso de que p sea falsa (segunda fila).

Wittgenstein denominaba "estados de cosas" a cada una de las posibles combinaciones de verdad o falsedad para un enunciado (en este caso atómico). Otros autores hablan de "interpretaciones" para cada una de estas posibles combinaciones de verdad o falsedad para un enunciado. Veamos ahora qué sucede con los enunciados moleculares...

Analicemos ahora el caso de la tabla de verdad de la disyunción:

p q p q V V V V F F F V F F F F

Analicemos los elementos de esta tabla de verdad:

En las dos primeras columnas aparecen todas las posibles combinaciones de valores de verdad de los enunciados p y q (p verdadero y q verdadero, p verdadero y q falso, p falso y qverdadero, y, por último, p falso y q falso). Estos son todos los posibles "estados de cosas" o "interpretaciones".

En la columna tercera aparecen

los valores de verdad de la conjunción de p y q para todas las posibles combinaciones de valores de verdad de p y de q. Así, la primera fila muestra el valor de p q en caso de que p sea verdadero y q sea también verdadero, la seguna fila muestra el valor de p q en caso de que p sea verdadero y q falso, etc.

Por lo tanto, podemos concluir que una tabla de verdad de un enunciado (molecular) muestra el valor de verdad de dicho enunciado para todas las posibles combinaciones de los valores de verdad de las proposiciones que lo componen,o de manera más breve, una tabla de verdad de un enunciado muestra el valor de verdad de dicho enunciado para todas sus interpretaciones.

Teniendo en cuenta que los enunciados moleculares se componen de enunciados atómicos, comenzaremos estableciendoel principio de que el valor de verdad de un enunciado (molecular) equivale al valor de verdad de la conectiva dominante.

En este punto, la pregunta clave es ¿cómo podemos saber, dado un enunciado molecular, cual es la conectiva dominante? Pues bien, para ello debemos fijarnos en el orden de prioridad que hay entre las conectivas de los enunciados moleculares. Y esto lo aprenderemos en la siguiente sección.

Conectivas dominantes y el orden de prioridad en los enunciados moleculares

Para saber cuál debe ser el orden de prioridad entre las conectivas que ya conocemos (negación, conjunción y disyunción), hay que fijarse en los paréntesis. La regla básica a seguir es la siguiente: es preciso calcular primero el valor de verdad de las expresiones que están entre los paréntesis (y que son más concretas), y

posteriormente, las relaciones que hay entre las conectivasque unen dichas expresiones. Cuando un paréntesis contiene otros paréntesis, entonces se calculan primero los paréntesis más concretos (más "interiores").

Veamos algunos casos prácticos para ilustrar la determinación de la conectiva dominante en los enunciados moleculares:

Ejemplo primero:

Respondamos a dos cuestiones: (a) ¿Qué orden hay que seguirpara calcular el valor de verdad del siguiente enunciado: ¬(p q)?, y (b) ¿cuál es la conectiva dominante?

Es un caso sencillo. (a) El orden que hay que seguir para calcular el valor de verdad de la proposición molecular ¬(pq) es el siguiente:

1. primero se calcula el valor de verdad de la disyunción(p q)

2. en segundo lugar se aplica la definición de la negación a dicha disyunción (es decir, se invierte el valor de verdad de la disyunción): ¬(p q).

En la siguiente tabla aparece esquematizado el orden que hay que seguir para calcular el orden de verdad de la expresión (los números en rojo indican el orden a seguir):

¬ (pq)

2   1 

(b) La conectiva dominante es la negación (el número más alto) (Recuerda que es útil saber esto porque el valor de verdad de un enunciado viene determinado por el valor de verdad de la conectiva dominante en dicho enunciado.)

Ejemplo segundo:

Averigüemos (a) ¿Qué orden hay que seguir para calcular el valor de verdad del enunciado: ((p q) r) ¬p? y (b) ¿cuál es la conectiva dominante?

(a) En este caso, el orden de prioridad para calcular el valor de verdad de la expresión ((p q) r) ¬p es el siguiente(las cifras en rojo indican el orden a seguir):

((p

q)

r) ¬p

  1  2  32 

Observa que en este ejemplo:

primero se calcula el valor de verdad de la conjunción (pq), que es el paréntesis más "interior", tomando en cuentalos valores de p y de q.

en segundo lugar, se calcula tanto la disyunción (tomando en cuenta los valores de 1 y de r) como la negación (tomando en cuenta el valor de p), que están en un nivel similar en la jerarquía.

por último se calcula el valor de verdad de la conjunción de los resultados de las operaciones 2

(b) El conector dominante es la segunda conjunción (el número 3). Por lo tanto, el valor de verdad de la expresiónobjeto de estudio, viene dada por el conjuntor 3.

Es hora de practicar lo aprendido sobre dominancia de conectivas con la práctica de la siguiente sección.

La construcción de tablas de verdad (1)

Comencemos con el ejemplo de la tabla de verdad del siguiente enunciado: ¬(p q).

Como paso previo, observa bien el anunciado:

En este enunciado hay dos conectores: la negación ¬ y la disyunción de las que hay que tener presentes sus respectivas tablas de verdad.

En el enunciado hay también dos enunciados atómicos, que son las proposiciones p y q.

Observa las relaciones de prioridad que hay entre los conectores: el conector dominante es la negación, que afecta a todo lo que hay entre paréntesis. Por lo tanto, hay que calcular primero el valor de verdad delcontenido del paréntesis (p q) y posteriormente, calcular el valor de verdad de ¬(p q).

El primer paso consiste en poner los enunciados atómicos presentes en el enunciado del que queremos calcular su tabla de verdad en tantas columnas como enunciados atómicostengamos. Como debe haber tantas columnas como enunciados atómicos tengamos, en este caso tenemos 2 columnas (una para el enunciado p y otra para el enunciado q):

p q V V V F F V F F

En las celdillas de dicha tabla hay que ubicar todas las combinaciones posibles de verdad o falsedad para los enunciados que contenga el enunciado objeto de estudio.:

p q V F V F F V F F

Hay un algorimo que permite enumerar fácilmente todas las combinaciones de verdad o falsedad de dos o más enunciados:

1. En la primera columna se pone, de arriba hacia abajo, la mitad de celdillas con Vs y la otra mitad con Fs.

2. En la columna siguiente, siempre dearriba hacia abajo, se pone la cuarta parte de celdillas con V, lasiguiente cuarta parte con Fs, la siguiente con Vs y la última con Fs.

3. En la columna siguiente, si la hubiere, se pondría la octava parte

de celdillas con Vs, la siguiente octava parte con Fs, y así sucesivamente con todas las celdillas y con todas las demás columnas si las hay.

Ejemplo de todas las combinaciones posibles de verdad o falsedad para tres enunciados

Fíjate en esto...

Llamamos atribuciones veritativas a todas la combinaciones de verdad y falsedad de las proposiciones atómicas de una fórmula.

El número de estas atribuciones veritativas aumenta rápidamente a medida que se incrementa el número de proposiciones de la fórmula. Para n proposiciones, la fórmula 2n nos da el número de estas atribucionesveritativas. Así:

Para dos proposiciones: 2n=22=2×2=4 Para tres proposicones: 2n=23=2×2×2=8 Para tres proposiciones: 2n=24=2×2×2×2=16

etc.

A continuación hay que poner tantas columnas como conectores que unan enunciados atómicos. [En nuestro ejemplo tenemos dos conectores (¬ y ), por lo que añadimosdos nuevas columnas.]

p q    V F    V F    F V    F F    

En cuarto lugar, se pone, encabezando cada columna, los enunciados atómicos, siguiendo el orden de dominancia de las conectivas. Primero se ponen los enunciados más concretos (los paréntesis), y por último las más generales:

p q (p q)

¬(pq)

V F    V F    F V    F F    

A continuación se procede a determinar el valor de verdad de cada celdilla, una tras otra. Hay que tener en cuenta ladefinición de cada conector involucrado en la columna correspondiente, y los valores de V o F que corresponden a cada fila.

p q (p q)

¬(pq)

V F V FV F V FF V V FF F F V

Fíjate que la tercera columnaes exactamente igual a la tabla de verdad que mencionábamos cuando definimos la disyunción , y que la cuarta columna muestralos valores de verdad opuestos a los de la tercera columna (de acuerdo con la definición de la negación ).

Hay una forma equivalente muy similar de representar el mismo proceso que hemos explicado, y consiste en añadir unasola columna con el enunciado ¬(p q) completo. A continuación se va poniendo debajo de cada conectiva el valor de verdad que le corresponda, respetando el orden de prioridad que marquen los paréntesis.Veamos:

p q ¬ (p q)

F VF VF VV F

V F V F F V F F

Los valores de verdad del enunciado ¬(p q) son los de su conectiva dominante, que en este caso es la negación, y que aparecen en la columna con las Vs y Fs rojas.

Recomendamos este segundo método sólo cuando ya se haya cogido soltura con el explicado en primer lugar.

La construcción de tablas de verdad (2)

Veamos un ejemplo un poco más complejo. Calculemos la tablade verdad del siguiente enunciado: (p q) p. Determinamos laconectiva dominante, que en este caso es la conjunción, ya que se comenzaría con el enunciado de dentro del paréntesis(una disyunción). Aquí tenemos la tabla de dominancia de las conectivas:

(p

q) p

  1  2  

Sigamos los pasos propuestos:

Dibujamos la tabla con tantas columnas como enunciados atómicos tegamos:

p q V V V F F V F F

A continuación ponemos todas las posibles combinaciones de verdad y falsedad para p y q:

p q V F V F F V F F

Seguimos añadiendo tantas columnas como enunciados atómicostenga el enunciado objeto de estudio (en este caso, dos: uno para (p q) y otro para (p q) p.

p q    V F    V F    F V    F F    

Seguimos añadiendo los enunciados siguiendo el orden de dominancia de las conectivas señalado al principio de esta página:

p q (pq)

(p q)p

V F    V F    F V    F F    

El orden de las conectivas, en este caso es el siguiente:

(p

q) p

  1  2  

Por último, procedemos a averiguar el valor de verdad de cada una de las celdillas de la tabla que hemos construido,teniendo en cuenta las definiciones, ya conocidas, de los conectores involucrados.

p q (pq)

(p q)p

V F V VV F V VF V V FF F F F

La tercera columna esexactamente igual a la tabla de verdad dela definición del disyuntor.

La última columna, que es la que determina el valor deverdad de (p q) p por ser la dominante, la determinamos aplicando la definición del conjuntor a la columna tercera y a la primera.

La primera celdilla de la cuarta columna es V porque p

q es V (columna 3, fila 1) y p es V (columna 1, fila 1), y de acuerdo con la definición de la conjunción (su tabla de verdad), si ambos términos son V, entonces la conjunción es V.

La segunda celdilla de la cuarta columna es V por el mismo motivo.

La tercera celdilla de la cuarta columna es F porque pq es V (columna 3, fila 3) pero p es F (columna 1, fila 2), y según la definición de la conjunción, si untérmino es V y el otro F, entonces la conjunción es F.

La cuarta celdilla de la cuarta columna es F porque pq es F (columna 4, fila 4) y p también es F (columna 1, fila 4), y según la definición de la conjunción, silos dos términos de la conjunción son F, su conjunciónes F.

Y ya es hora de pasar a la siguiente sección para practicarlo que hemos aprendido.

Práctica de la construcción de tablas de verdad (1)

Para practicar, calculemos la tabla de verdad del siguienteenunciado: ¬p (p q). Determinamos la conectiva dominante, que en este caso es la disyunción, ya que se comenzaría conel enunciado de dentro del paréntesis (una conjunción). Aquí tenemos la tabla de dominancia de las conectivas:

¬p (p

q)

1 2   1  

Sigamos los pasos propuestos:

Dibujamos la tabla con tantas columnas como enunciados atómicos tengamos:

A continuación ponemos todaslas posibles combinaciones de verdad y falsedad para p y q:

p q V V V F

p q V F V F

F V F F

F V F F

Seguimos añadiendo tantas columnas como enunciados atómicostenga el enunciado objeto de estudio [en este caso, tres: uno para ¬p, otro para (p q), y un tercero para ¬p (p q)]

p q      V F      V F      F V      F F      

Continuamos añadiendo los enunciados siguiendo el orden de dominancia de las conectivas señalado al principio de esta página:

p q ¬p (p q)

¬p (pq)

V F      V F      F V      F F      

El orden de las conectivas, en este casoes el siguiente:

¬p (p

q)

1 2   1  

Por último, sólo nos queda averiguar el valor de verdad de cada una de las celdillas de la tabla que nos ha quedado confeccionada en el paso 4. Siempre hay que proceder con orden, calculando el valor de las celdillas de la columna tercera, cuarta, y, por último la quinta.

Práctica de la construcción de tablas de verdad (2)

En este apartado practicaremos con un ejemplo más complejo:calcularemos la tabla de verdad de ¬(p r) q, que consta de los tres enunciados p, q y r.

Determinamos la conectiva dominante, que en este caso es laconyunción, ya que se comenzaría con el enunciado de dentrodel paréntesis (una disyunción). Aquí tenemos la tabla de dominancia de las conectivas:

¬(p r) q2  1  3 

Sigamos los pasos propuestos:

Dibujamos la tabla con tantas columnas como enunciados atómicos tegamos:

A continuación ponemos todaslas posibles combinaciones de verdad y falsedad para p, q y r:

p q r V V V V V F V F V V F F F V V F V F F F V F F F

p q r V V V V V F V F V V F F F V V F V F F F V F F F

Seguimos añadiendo tantas columnas como enunciados atómicos tenga el enunciado objeto de estudio [en este caso, tres: uno para (p r), otro para ¬(p r), y un tercero para ¬(p r) q]:

Seguimos añadiendo los enunciados siguiendo el orden de dominancia de las conectivas señalado al principio de esta página:

p q r      V V V       V V F      

p q r pr ¬(pr)

¬(p r) q

V V V      

V F V       V F F       F V V       F V F       F F V       F F F      

V V F       V F V       V F F       F V V       F V F       F F V       F F F      

Por último, sólo nos queda averiguar el valor de verdad de cada una de las celdillas de la tabla que nos ha quedadoconfeccionada en el paso 4. Siempre hay que proceder con orden, calculando el valor de las celdillas de la columna tercera, cuarta, y, por último la quinta. Teclea en cada casilla de las tres últimas columnas las letras "V" o "F" según sus respectivos valores de verdad.

Principio del formulariop

q r p r ¬(pr)¬(pr) q

V V V V V F V F V V F F F V V F V F F F V F F F

El concepto de equivalencia lógica

En una primera aproximación intuitiva, decimos que dos enunciados son equivalentes lógicamente cuando "dicen lo mismo". Esto quiere decir que

Fíjate en esto:

estos dos enunciados serán verdaderos o falsos en las mismascircunstancias.

En consecuencia, si dos enunciados son lógicamente equivalentes no puede haber una sola circunstancia en la que un enunciado sea verdadero, y el otro falso, o, en otras palabras,sus respectivos valores de verdadcoinciden para cualquier interpretación.

Por lo tanto, si para cada interpretación dos enunciados moleculares reciben el mismo valor de verdad, ambos son lógicamente equivalentes.

Hablando en términos de tablas deverdad, dos enunciados son equivalentes lógicamente cuando los valores de verdad de sus respectivas conectivas dominantesson iguales.

Ya hemos conocido algunas equivalencias lógicas:

Doble negación p ¬(¬p)Propiedad conmutativa de la conjunción

p q q p

Propiedad conmutativa de la disyunción

p q q p

Ley asociativa de la conjunción

p (qr)

(p q)r

Ley asociativa de la

p (qr)

(p q)r

disyunción

Equivalencia lógica en la ley asociativa de la conjunción

A modo ilustrativo demostraremos,a continuación, que, en virtud dela ley asociativa de la conjunción, la fórmula p (q r) es lógicamente equivalente a (p q) r.

Para ello no hay más que hacer latabla de verdad de cada una de esas expresiones y comprobar si, en efecto, todas sus interpretaciones son iguales parala conectiva dominante.

Mismos valores

p q r qr p (qr) p q (p q)

rV V V V V V VV V F F F V FV F V F F F FV F F F F F FF V V V F F FF V F F F F FF F V F F F FF F F F F F F

Equivalencia lógica en la ley asociativa de la disyunción

Te proponemos que rellenes la siguiente tabla con "Vs" y "Fs" donde proceda para comprobar que,en virtud de la ley asociativa dela disyunción, la fórmula p (q r) es equivalente a (p q) r.

La doble negación

En el apartado anterior decíamos que la doble negación era un ejemplo de equivalencia lógica. Veamos, para empezar su tabla de verdad:

Mismos valores

p ¬p ¬(¬p)

V F VF V F

En la columna p aparecen todos los posibles estados de verdad de p (es decir, p tiene dos posibles interpretaciones, verdadero o falso), mientras que la columna ¬p muestra los valores correspondientes a la negación de p.

Los valores de la columna ¬(¬p) no son más que la negación de ¬p (que a su vez ya es una negación). De esta forma, si ¬p es V, entonces ¬(¬p) es F, y viceversa. Lo notable de latabla anterior es que las filas de los enunciados p y ¬(¬p)son iguales para las dos filas (es decir, para las dos posibles interpretaciones V y F).

Doble negación y lenguaje natural

En el lenguaje natural con frecuencia utilizamos la negación de forma diferente al uso propio del lenguaje formal de la lógica. Es típico de las lenguas naturales hacer un uso "poco lógico" de la negación. Así, en castellano decimos "No sé nada" para dar a entender que nada sabemos, cuando si aplicamos una lógica estricta, no saber nada equivaldría a saber algo.

Esta "ilógica" sucesión de dobles negaciones de un enunciado para negar dicho enunciado también sucede con el inglés coloquial (This ain´t no computer), y con el francés(Ceci n'est pas un ordinateur).

Es importante recordar que cuando tengamos que formalizar la doble negación, en el lenguaje formal de la lógica siempre nos referimos a un enunciado positivo.

Las leyes de DeMorgan

Una primera ley de DeMorgan

El lógico del S. XIX Augustus DeMorgan descubrió dos equivalencias lógicas que desde entonces llevan su nombre. Una de ellas se puede expresar del siguiente modo: ¬(p q)(¬p) (¬q).

Procedamos a demostrar que las expresiones a ambos lados del signo son lógicamente equivalentes:

Mismos valores

p q p q ¬(pq) ¬p ¬q (¬p)

(¬q)V V V F F F FV F F V F V VF V F V V F VF F F V V V V

Las dos columnas de los enunciados ¬(p q), y (¬p) (¬q) tienen los mismos valores de verdad y falsedad para cada una de sus posibles interpretaciones. Por lo tanto, queda claro que son lógicamente equivalentes.

Fíjate que en lenguaje natural esta ley de DeMorgan se puede expresar de la siguiente forma: "La negación de una conjunción es lógicamente equivalente a un enunciado disyuntivo en el que cada uno de sus términos es negado"

Aplicación de esta primera ley de DeMorgan

Veamos cómo esta ley de DeMorgan puede aplicarse en términos de lenguaje natural.

Sea p: "Soy varón", y sea q:"Soy mujer". En consecuencia, ¬(p q): "No es cierto que sea varón y mujer". Esto es lo

mismo que decir: "O no soy varón, o no soy mujer, o ni lo uno ni lo otro", que se puede formalizar como: (¬p) (¬q). Fíjate que esto no es lo mismo que "Soy varón o mujer", quese formalizaría p q.

Una segunda ley de DeMorgan

La otra ley de DeMorgan se puede representar de la siguiente manera: ¬(p q) (¬p) (¬q). En términos de lenguaje natural, se puede formular de la siguiente manera: "La negación de una disyunción es lógicamente equivalente a unaconjunción en el que cada uno de sus términos es negado"

Te invitamos a que rellenes la siguiente tabla de verdad para comprobar que, en efecto, ¬(p q) (¬p) (¬q) La definición del implicador (o el intercambiador)

El intercambiador es el título de un relato de ciencia ficciónde F.W.Brown fue aprovechado por Douglas Hofstadter en su libro Gödel. Escher, Bach: un eterno y grácil bucle, (Barcelona, Ed. Tusquets) para bautizar a la equivalencia lógica de quenos ocupamos en esta sección: p q ¬p q (que no es más que la definición del implicador)

Mismos valores

p q p q ¬p ¬p qV V V F VV F F F FF V V V VF F V V V

Fíjate que en lenguaje natural esta ley se puede expresar de la siguiente forma: "Una implicación es verdadera cuandop es falsa o cuando q es verdadera" (ya que el único caso en el una implicación es falsa es cuando el antecedente p es falso, y el consecuente q falso).

La definición del implicador

La definición del implicador (intercambiador) se formula de

la siguiente manera:

p q ¬p q

Expresada en palabras, la ley del intercambiador afirma quees equivalente afirmar que "si p es verdad, entonces q también debe ser verdad", y decir que "o p no es verdad, o q debe ser verdad".

El concepto de tautología

En esta sección sobre tablas de verdad, nos hemos topado con el concepto de equivalencia lógica, y dijimos que dos fórmulas son lógicamente equivalentes cuando todas sus posibles interpretaciones son iguales por tomar los mismos valores de verdad.

En este apartado hablaremos de un tipo peculiar de fórmulas(enunciados moleculares). llamadas tautologías, que tienen la peculiaridad de que todas sus posibles interpretaciones son siempre verdaderas.

¿Qué significa que todas las interpretaciones de un enunciado molecular sean todas verdaderas? Pues que dichas fórmulas, que de aquí en adelante llamaremos tautologías, son verdaderas independientemente de si los enunciados atómicos que las constituyan sean verdaderos o falsos. Una consecuencia profunda de las tautologías es que son verdaderas independientemente de cómo sea el mundo. No son verdaderas en virtud de cómo es el mundo, sino por su formalógica (por la forma en que se relacionan las particulas conectivas que la constituyen).

Tautologías y tablas de verdad

Hay varios métodos para averiguar si un enunciado moleculares tautológico. Nosotros veremos dos: el método ya conocidode la tabla de verdad, y la reducción al absurdo (que conoceremos en el próximo apartado).

Como acabamos de decir, para averiguar si un enunciado molecular es tautológico, podemos elaborar su tabla de verdad. Estamos ante una tautología si en la columna de su conectiva principal nos encontramos con que todos los valores de verdad de todas las interpretaciones posibles son verdaderas.

Ejemplos de fórmulas tautológicas

Para ilustrar el modo de averiguar si una fórmula es tautológica mediante el método de las tablas de verdad, comprobaremos si lo es la fórmula p (¬p).

p ¬p p (¬p)

V F VF V V

Todo son Vs

Como nos encontramos que en la columna p (¬p) todos los valores son V, estamos ante una tautología. Es decir, sea pun enunciado verdadero o falso, p (¬p) es siempre verdadero.

Es importante recordar...

Es importante recordar que la utilidad práctica de las tautologías para nuestra vida cotidiana radica en que ilustran esquemas de razonamiento válidos; son modelos de inferencias lógicamente válidas. Esto es muy fácil de apreciar de forma intuitiva en fórmulas sencillas como p(¬p), pero es igualmente aplicable (aunque sea más difícilde apreciar intuitivamente) a otras fórmulas más complejas, como la que veremos en el siguiente ejemplo.

 

Veamos un segundo ejemplo con el siguiente enunciado: (p q)[(¬p) (¬q)]

p q p q ¬p ¬q (¬p) (p q) [(¬p)

(¬q) (¬q)]V V V F F F VV F F F V V VF V F V F V VF F F V V V V

Todo son Vs

También aquí nos encontramos con que el enunciado (p q)[(¬p) (¬q)] es una tautología.

En el siguiente apartado aprenderemos a averiguar si una fórmula es tautológica o no lo es mediante el método de reducción al absurdo.

El poder de la reducción al absurdo

En el apartado anterior ya hemos comprobado cómo funciona el método de las tablas de verdad para descubrir si una enunciado melecular es tautológico o no. Vimos el caso de dos fórmulas p (¬p) y (p q) [(¬p) (¬q)] que resultaron ser tatutologías, puesto que todas sus posibles interpretaciones eran verdaderas.

A continuación aprenderemos un método abreviado, llamado reducción al absurdo para conseguir el mismo objetivo. El método de reducción al absurdo es un método general de razonamiento que consiste en suponer lo contrario de lo quese busca demostrar, de forma que esto queda demostrado si apartir de dicha suposición se llega a una contradicción, a un resultado imposible.

Veamos en la práctica cómo funciona este método para averiguar si estamos ante una tautología o no.

El poder de la reducción al absurdo

En el apartado anterior ya hemos comprobado cómo funciona el método de las tablas de verdad para descubrir si una enunciado melecular es tautológico o no. Vimos el caso de

dos fórmulas p (¬p) y (p q) [(¬p) (¬q)] que resultaron ser tatutologías, puesto que todas sus posibles interpretaciones eran verdaderas.

A continuación aprenderemos un método abreviado, llamado reducción al absurdo para conseguir el mismo objetivo. El método de reducción al absurdo es un método general de razonamiento que consiste en suponer lo contrario de lo quese busca demostrar, de forma que esto queda demostrado si apartir de dicha suposición se llega a una contradicción, a un resultado imposible.

Veamos en la práctica cómo funciona este método para averiguar si estamos ante una tautología o no.

El poder de la reducción al absurdo

En el apartado anterior ya hemos comprobado cómo funciona el método de las tablas de verdad para descubrir si una enunciado melecular es tautológico o no. Vimos el caso de dos fórmulas p (¬p) y (p q) [(¬p) (¬q)] que resultaron ser tatutologías, puesto que todas sus posibles interpretaciones eran verdaderas.

A continuación aprenderemos un método abreviado, llamado reducción al absurdo para conseguir el mismo objetivo. El método de reducción al absurdo es un método general de razonamiento que consiste en suponer lo contrario de lo quese busca demostrar, de forma que esto queda demostrado si apartir de dicha suposición se llega a una contradicción, a un resultado imposible.

Veamos en la práctica cómo funciona este método para averiguar si estamos ante una tautología o no.

Satisfacibilidad

Un enunciado es satisfacible cuando existe al menos una interpretación de dicho enunciado que lo hace verdadero.

En el apartado anterior veíamos un par de ejemplos que mostraban lo bien que funciona el método de la reducción al

absurdo para detectar si un enunciado es o no tautológico. En esta sección veremos cómo este método también puede llevarnos a la conclusión de que no estamos ante una tautología. Y también veremos cómo emplear el método de reduccióna al absurdo para determinar si una fórmula es satisfacible.

La reducción al absurdo para descubrir tautologías

Nos serviremos de este enunciado: [(¬p) q] [p (¬q)] , para aplicarle el método de la reducción al absurdo con el fin de averiguar si es o no una tautología.

Construiremos una tabla que nos ayude a llevar adelante todo el proceso, con tantas celdillas como proposiciones y conectivas tenga la fórmulaobjeto de análisis:

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

 

A continuación suponemos locontrario de lo que queremos demostrar, esto es, suponemosque la conectiva principal (la disyunción, en este caso)es falsa:

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

  FPara que la disyunción sea

falsa, tenemos que suponer que los dos términos que la componen sean falsos simultáneamente (siguiendo ladefinición de la disyunción que ya conocemos). Por lo tanto:

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

 F F F

Centrémonos en el sub-enuciado (¬p) q de la izquierda, cuya conectiva principal es una conjunción. Para que sea falsa, es imprescindible que los dos enunciados atómicos que lo componen (p, q) sean falsos.

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

F VF F F FObserva que si la negación dep es F, entonces p es V

Seguimos trasladando la conclusión de que p=V y q=F anuestra tabla: [(¬ p q

)[p

(¬q)]

Luego hay que admitir que la conjunción que forma el sub-enunciado de la derecha p(¬q) ha de ser V si p=V y q=F:

F VF F F V F FY, por último, si q=F, entonces ¬q debe ser V... [(¬ p q

)[p

(¬q)]

F VF F F V F V FLo que, a su vez, impide que la conjunción p (¬q) sea falsa, pues es una conjuncióncon dos términos verdaderos...

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

F VF F F V V V FY hay que admitir también quela disyunción principal es verdadera, pues uno de sus términos p (¬q) es verdadero.[(¬ p q

)[p

(¬q)]

F VF F V V V V FY aquí no hay contradicción alguna: es decir, suponer lo contrario de lo que buscamos encontrar no conduce a una contradicción.

En este caso hemos demostrado que al menos hay una interpretación (p=V y q=F) que hace que el enunciado [(¬p)q] [p (¬q)] sea verdadero, pero esto no significa que haya una contradicción ni que estemos ante una tautología. Simplemente sabemos que la interpretación p=V y q=F hace verdadero el enunciado [(¬p) q] [p (¬q)].

En estos casos en los que nos encontramos que hay al menos una interpretación que hace verdadero el enunciado bajo estudio, decimos que dicho enunciado es satisfacible.

La reducción al absurdo para descubrir la satisfacibilidad

Para averiguar si un enunciado es satisfacible o no se puede emplear el método de reducción al absurdo, suponiendoque la conectiva principal de dicho enunciado es verdadero;si se encuentra una interpretación que lo haga verdadero sin contradicción, entonces dicho enunciado es satisfacible. Veámoslo con el mismo ejemplo. ¿Es [(¬p) q][p (¬q)] satisfacible?

Construiremos una tabla que nos ayude a llevar adelante todo el proceso, con tantas celdillas como proposiciones

A continuación suponemos que la conectiva principal esverdadera. Si encontramos unainterpretación que no nos

y conectivas tenga la fórmulaobjeto de análisis:

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

 

lleve a contradicción alguna,la fórmula será satisfacible:

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

  VPara que la disyunción sea verdadera, tenemos que suponer que alguno de los dossea verdadero (siguiendo la definición de la disyunción que ya conocemos). Supongamosque la conjunción de la izquierda es verdadera:

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

 V V

Siguiendo en el sub-enuciado (¬p) q de la izquierda, para que sea verdadero, es imprescindible que los dos enunciados atómicos que lo componen (p, q) sean verdaderos.

[(¬ p q

)[p

(¬q)]

V FF V VObserva que si la negación dep es V, entonces p es F

Seguimos trasladando la conclusión de que p=F y q=V anuestra tabla: [(¬ p q

)[p

(¬q)]

V FF V V F VY, por último, si q=V, entonces ¬q debe ser F... [(¬ p q

)[p

(¬q)]

V FF V V F F F VLo que, a su vez, ocasiona que la conjunción p (¬q) sea falsa, pues es una conjuncióncon dos términos falsoos...

Luego hay que admitir que la interpretación p=F y q=V haceverdadero el enunciado [(¬p)q] [p (¬q)], que por ello es satisfacible.

Hagamos la tabla de verdad de [(¬p) q] [p (¬q)] para comprobar si mediante este método también nos encontramos con que la interpretación p=V y q=F hace verdadero este enunciado, llevándonos a concluir que el enunciado bajo estudio es o no una tautología.

p q ¬p (¬p)q ¬q p (¬q)

[(¬p) q] [p(¬q)]

V V F F F F FV F F F V V VF V V V F F VF F V F V F F

 

Página siguiente

Las contradicciones

En la sección anterior ya nos hemos familiarizado con los enunciados tautológicos, que son verdaderos bajo cualquier posible interpretación. Vimos que son verdaderos no en virtud de la forma que adopta el mundo, sino por las relaciones que se establecen entre sus conectivas, es decir, por su estructura formal.

En este apartado atenderemos a otro tipo de enunciados, llamados contradicciones, que son falsos bajo cualquier posible interpretación. En este caso también ocurre que estos enunciados son falsos no porque el mundo sea de una determinada manera, sino porque las relaciones que se establecen entre sus conectivas impiden que tengan alguna interpretación verdadera. Las contradicciones, en consecuencia, son falsas independientemente de los valores de verdad que adopten las atómicas que las constituyen.

Analicemos, para empezar, el enunciado p (¬p). En un primeranálisis podemos comprobar la estructura contradictoria de este enunciado: se afirma un enunciado conjuntamente con sunegación. Demos el contenido que le demos al enunciado p, nos encontraremos con un sinsentido.

Por ejemplo, si p: "Lueve", p (¬p) significaría "llueve y no llueve", lo que en rigor es contradictorio. Aunque en nuestra experiencia cotidiana podamos encontrarnos situaciones en las que no sepamos a ciencia cierta si llueve o no, es lógicamente imposible (en una lógica

bivalente, como la que estamos estudiando) que llueva y no llueva simultáneamente.

El enunciado p (¬p) refleja de forma cristalina otra forma de definir una contradicción: una contradicción consiste enafirmar un enunciado conjuntamente con su negación.

Contradicciones y tablas de verdad

La forma más sencilla para averiguar si un enunciado es contradictorio consiste en elaborar su tabla de verdad. Si en la columna de la conectiva principal nos encontramos conque todas sus posibles interpretaciones son falsas, entonces estamos ante una contradicción.

Ejemplo primero

Comprobemos mediante el método de las tablas de verdad que el enunciado p (¬p) es una contradicción:

p ¬p p (¬p)

V F FF V F

Todo son Fs

Ejemplo segundo

En este caso es fácil llegar a la conclusión de que el enunciado p (¬p) es contradictorio simplemente mediante unaprimera inspección de las relaciones entre sus conectivas (no puede ser verdadero simultáneamente un enunciado y su contrario, como dice la fórmula p (¬p)). Pero, ¿qué sucede con enunciados más complejos, como, por ejemplo, [(¬p) q][p (¬q)]? Aquí es un poco más complejo decidir por simple inspección visual si estamos ante un enunciado contradictorio o no, pero haciendo su tabla de verdad, salimos de dudas inmeditamente.

p q ¬p (¬p)q ¬q p (¬q)

[(¬p) q] [p(¬q)]

V V F F F F FV F F F V V FF V V V F F FF F V F V F F

Todo son Fs

Haciendo la tabla de verdad de [(¬p) q] [p (¬q)] queda claroque no hay ninguna posible interpretación de este enunciadoque haga verdadero el enunciado bajo estudio. En consecuencia estamos ante una contradicción.

Contradicciones y reducción al absurdo

Para averiguar si estamos ante un enuncaido contradictorio también se puede emplear el método de reducción al absurdo,lo que veremos en el apartado suguiente.

Implicaciones tautológicas y equivalencias tautológicas: las leyes de la Lógica

El estudio de las tautologías es importante porque sirven como "esqueleto", o modelo de razonamientos correctos. Las tautologías que estudiaremos en este apartado no son todas las tautologías posibles. De hecho, el número de posibles tautologías es literalmente infinito. La selección de tautologías que estudiaremos se basa en un criterio práctico: su conocimiento nos puede resultar útil para fundamentar los argumentos, los razonamientos que empleamosen nuestra actividad intelectual cotidiana.

Como bien dice Alfredo Deaño en su Introducción a la lógicaformal:

Toda ciencia es un sistema de enunciados. De enunciados que se refieren, de un modo más o menos lejano, a los objetos de los que esa ciencia se ocupa. Puesto que la lógica se ocupa del razonamiento desde el punto de vista de su forma, loque sus enunciados enunciarán serán formas de razonar. Y puesto que la lógica es la ciencia de la

inferencia formalmente válida, a la lógica le ha de interesar distinguir aquellas formas de inferencia que son válidas de aquellas otras que no lo son. Y le interesará retener y enunciar con rigor las formas válidas de inferencia. Así pues, los enunciados de la lógica representarán , en general, formas de inferencia, y, señaladamente, formas válidas de inferencia. (Alfredo Deaño, Introducción a la lógica formal, Alianza Editorial, página 103)

Es importante recordar...

Es importante recordar que el hecho de que la Lógica haya de ocuparse de los razonamientos válidos quiere decir que si las premisas son verdaderas, entonces la conclusión también ha de ser forzosamente verdadera. Dicho de otro modo: en los razonamientos válidos la verdad de las premisas es incompatible con la falsedad de la conclusión.La conectiva lógica que recoge esta noción de verdad de las premisas y su incompatibilidad con la falsedad de la conclusión es el implicador. Recordemos que el único caso en que una implicación es falsa es cuando el antecedente es verdadero y el consecuente falso. De forma análoga, un razonamiento es inválido cuando las premisas son verdaderas y la conclusión es falsa.

Así pues, en este apartado de Aprende Lógica estudiaremos los enunciados de la Lógica que son formalmente válidos. Pero los modos válidos de razonar se pueden presentar de dos formas equivalentes: en forma de leyes lógicas (las implicaciones y equivalencias tautológicas) y también en formas de reglas de inferencia. Veamos las peculiaridades de cada una de estas dos formas de presentar los esquemas de inferencia lógicamente válidos:

Las leyes lógicas tienen la estructura de una implicación cuyo antecedente puede estar formado por conjunciones (las premisas) y cuyo consecuente es la conclusión. Por ejemplo, la ley lógica llamada Modus Ponens tiene la siguiente estructura en forma de ley:

[(p q) p] q

Si hacemos la tabla de verdad de la fórmula anterior comprobaremos que se trata de una tautología. En cambio,si hacemos la tabla de verdad de [(p q) p] ¬q, en la que se afirman las premisas [(p q) p], pero se niega la conclusión q, nos encontraremos que no se trata de una tautología, y por consiguiente no es un esquema de razonamiento válido para todas las posibles combinaciones de verdad o falsedad de los enunciados p yq.Las reglas de inferencia presentan cada una de las premisas en una línea diferente, y la conclusión separada por una raya horizontal. Así, la ley llamada Modus Ponens se puede presentar de la siguiente manera en forma de regla de inferencia (llamada también forma argumental o derivación):

p qp

q

 

Expresando todo esto en una terminología técnica:

Cada enunciado condicional, A B, se puede reexpresar como una derivación, A B, denominada argumento o derivación correspondiente del condicional

Recíprocamente, cada derivación, A1, A2,...An B se puede reexpresar como un enunciado condicional con la forma (A1 A2 ... An) B denominada condicional correspondiente del argumento.

Como hemos adelantado, dividiremos nuestro estudio de las leyes de la Lógica en dos apartados: por una parte las implicaciones tautológicas (es decir las tautologías con laestructura A B), y por otra parte las coimplicaciones o equivalencias tautológicas (las tautologías con la estructura A B). Además seguiremos la sana práctica de presentar cada una de las leyes tanto en forma de leyes (implicaciones y equivalencias tautológicas) como en forma de reglas de inferencia (es decir, en forma argumental).

En adelante seguiremos la convención de utilizar las letrasp, q, r ... para referirnos a los enunciados atómicos, y las letras mayúsculas A, B, C ... para hablar tanto de enunciados atómicos como moleculares.

El Modus Ponens o razonamiento directo

Como avanzábamos, el estudio de las tautologías es importante porque sirven como modelo de razonamientos correctos. En este apartado veremos el primero de ellos, elllamado Modus Ponens o razonamiento directo.

El Modus Ponens o razonamiento directo

La tautología conocida como Modus Ponens adquiere la siguiente forma lógica:

[(p q) p] q

que, traducido al lenguaje natural sería algo así como si p implica q, y p es verdadero, entonces q también debe serverdadero. Lo cual parece intuitivamente razonable a toda mente sana.

Por ejemplo:

Sea p:"hago mucho deporte", y q: "estoy cansado", según este esquema tautológico:

"Si hago mucho deporte, entonces estoy cansado, y es ciertoque hago mucho deporte, por lo que estoy cansado"

Otra forma de representar el razonamiento directo es emplear la forma argumental o de regla de inferencia:

Si hago mucho deporte, entonces estoy cansado.Hago mucho deporte

Por consiguiente, estoy cansado

Expresado en forma simbólica:

p qp

q

Fíjate en esto

Para separar la conclusión (q) de las premisas [informaciónde la que partimos: (p q, y p)], utilizamos una línea horizontal. Además, la conclusión q va precedida del símbolo " ", que viene a significar, "por lo tanto".

Fíjate también que este esquema de razonamiento es el que más utilizamos en nuestra vida cotidiana, motivo por el quese denomina también razonamiento directo. Comprendemos y aplicamos razonamientos directos desde que somos unos niños("si no comes todas las lentejas, te quedas sin postre", y todos sabemos qué hemos de hacer para quedarnos sin postre...)

Haz clic en este botón para construir la tabla de verdad del Modus Ponens: [(p q) p] q

Como la notación simbólica [(p q) p] q, técnicamente hablando, viene a decirnos que (p q) junto con p implican lógicamente q, eso quiere decir que la verdad de [(p q) p] es incompatible con la falsedad de q (Compruébalo )

Falacia de la afirmación del consecuente

Aunque la implicación [(p q) p] q que define el Modus Ponens es tautológica, una fórmula parecida: [(p q) q] p no es tautológica (Compruébalo ) y supone una falacia o falso argumento conocido como afirmación del consecuente.

En nuestro ejemplo, [(p q) q] p se traduciría en lenguaje natural como: "Si hago deporte, entonces me canso, y es verdad que me canso, luego es verdad que hago deporte". Es notorio que este razonamiento es falso (puedo cansarme por

otras circunstancias que no son necesariamente hacer deporte).

El Modus Tollens o razonamiento indirecto

Seguimos con nuestro estudio de las tautologías como modelode razonamientos correctos. En este apartado veremos el llamado Modus Tollens o razonamiento indirecto.

El Modus Tollens o razonamiento indirecto

La tautología conocida como Modus Tollens adquiere la siguiente forma de ley lógica:

[(p q) ¬q] ¬p

que, traducido al lenguaje natural sería algo así como si p implica q, y q es falso, entonces p también debe ser falso.

Retomamos nuestro ejemplo:

Sea p:"hago mucho deporte", y q: "estoy cansado", según este esquema tautológico:

"Si hago mucho deporte, entonces estoy cansado, y no es cierto que haga mucho deporte, por lo que no estoy cansado"

Recurriendo a su forma argumental:Si hago mucho deporte, entonces estoy cansado.No hago mucho deporte

Por consiguiente, no estoy cansado

Expresado en forma simbólica:

p q¬q

¬p

Fíjate en esto

Fíjate también que este esquema de razonamiento no es tan intuitivo como el Modus Ponens; es un poco más enrevesado. "Si p fuera cierto, entonces q también debería ser cierto, pero q es falso. Por lo tanto, p también debería ser falso —o, en otro caso, q también habría de ser verdadero—" (por la tabla de verdad del condicional, que impide que el antecedente [p] sea verdadero, y el consecuente [q] sea falso)

Haz clic en este botón para construir la tabla de verdad del Modus Tollens: [(p q) ¬q]¬p

Como la notación simbólica [(p q) ¬q] ¬p, técnicamente hablando, viene a decirnos que (p q) junto con ¬q implicanlógicamente ¬p, eso quiere decir que la verdad de [(p q)¬q] es incompatible con la falsedad de ¬p (Compruébalo )

Falacia de la negación del antecedente

Aunque la implicación [(p q) ¬q] ¬p que define el Modus Tollens es tautológica, una fórmula parecida: [(p q) ¬p]¬q no es tautológica (Compruébalo ) y supone una falacia ofalso argumento conocido como negación del antecedente.

En nuestro ejemplo,[(p q) ¬p] ¬q se traduciría en lenguajenatural como: "Si hago deporte, entonces me canso, y no es verdad que haga deporte, luego no es verdad que me canse". Es palmario que este razonamiento es falso, puesto que puedo cansarme por otras circunstancias que no son necesariamente hacer deporte.

Ensayemos lo aprendido sobre Modus Ponens, Modus Tollens y sus respectivas falacias gemelas en la siguiente sección.

Simplificación

Siguiendo con nuestro estudio de las tautologías como modelo de razonamientos correctos, en este apartado veremosla ley de Simplificación.

Simplificación

La tautología conocida como simplificación adquiere la siguiente forma lógica:

(p q) p

y también

(p q) q

que, traducido al lenguaje natural sería algo así como si p y q son ambos ciertos, entonces p en particular es cierto.

La definición de la conjunción exige que p y q sean simultáneamente ciertos para que p q sea cierto. La ley dela simplificación lo único que dice es que si p q es cierto, entonces tenemos garantizado que cualquiera de esos dos términos de la mencionada conjunción son ciertos por separado.

Retomamos nuestro ejemplo:

Sea p: "hago mucho deporte", y q: "estoy cansado", según este esquema tautológico:

"Si hago mucho deporte y estoy cansado, entonces es cierto que haga mucho deporte"

Recurriendo a su forma argumental:Hago mucho deporte y estoy cansado.

Por consiguiente, hago mucho deporte

Expresado en forma simbólica:

p q

pCon la otra simplificación (p q) q ocurre lo mismo mutatismutandi.

Fíjate en esto

Fíjate que la siguiente implicación no es una tautología:(pq) q.

Adición

Adición

La tautología conocida como adición adquiere la siguiente forma lógica:

p (p q)

y también

q (p q)

que, traducido al lenguaje natural sería algo así como si es cierto que p, entonces sabemos que p o q son verdad.

La definición de la disyunción exige que para que la disyunción p q sea cierta o bien p o bien q sean ciertos. En consecuencia, si sabemos que p es cierto, entonces cualquier disyunción en la que esté p será cierta con independiencia del valor de verdad del otro término de la disyunción (o, para la otra formulación, cualquier disyunción en la que esté q será cierta).

Retomamos nuestro ejemplo:

Sea p: "hago mucho deporte", y q: "estoy cansado", según este esquema tautológico:

"Si hago mucho deporte, entonces es cierto que haga mucho deporte o estoy cansado"

Recurriendo a su forma argumental:Hago mucho deporte.

Por consiguiente, hago mucho deporte o estoy cansado

Expresado en forma simbólica:

p

p qCon la otra adición q (p q) ocurre lo mismo mutatis mutandi.

Fíjate en esto

Fíjate que la siguiente implicación no es una tautología: p(p q)

Practiquemos lo aprendido sobre la Simplificación y la Adición en la siguiente sección de práctica. Silogismo disyuntivo

Silogismo disyuntivo

La tautología conocida como silogismo disyuntivo tiene la siguiente forma lógica:

[(p q) (¬p)] q

y también

[(p q) (¬q)] p

que, traducido al lenguaje natural sería algo así como si es cierto que la disyunción p o q es verdadera, y además sabemos que no es cierto p, entonces sabemos que q es cierto con seguridad.

La definición de la disyunción exige que para que la disyunción p q sea cierta o bien p o bien q sean ciertos. En consecuencia, si sabemos que p no es cierto, entonces

con seguridad q (el otro término de la disyunción) ha de ser cierto.

Como muy bien señala Alfredo Deaño en su obra Introducción a la lógica formal, (Ed. Alianza, pg. 111, nota 114), la denominación tradicional de "Silogismo disyuntivo" es incorrecta, ya que, en rigor, no se trata de un silogismo. Deaño propone el nombre de "Inferencia de la alternativa". Nosotros optaremos por dejar avisado al lector, continuando, en lo sucesivo, con la denominación tradicional de "silogismo disyuntivo" por ser de uso más extendido.

Ejemplo:

Si sabemos que es cierto que o bien Raul marcó gol o bien Ronaldo fue quien marcó, y además sabemos que no marcó Raul, entonces es seguro que es cierto que marcó Ronaldo.

Recurriendo a su forma argumental:O Raul marcó gol o fue Ronaldo quien marcó.Raul no marcó gol

Por consiguiente, Ronaldo marcó.

Expresado en forma simbólica:

p q¬p

qCon la otra tautología [(p q) (¬q)] p ocurre lo mismo mutatis mutandi.

Transitividad

Transitividad

La tautología que expresa la propiedad transitiva de la implicación tiene la siguiente forma lógica:

[(p q) (q r)] (p r)

que, traducido al lenguaje natural sería algo así como si es cierto que p implica q es verdadera, y además sabemos que es cierto que q implica r, entonces forzosamente p también implica r.

Ejemplo:

Si sabemos que si gana el Real Madrid entonces los madridistas están alegres, y que si los madridistas están alegres los barcelonistas están tristes, nos encontramos, en consecuencia, que si el Real Madrid gana, los barcelonistas están tristes.

Recurriendo a su forma argumental correspondiente:Si el Real Madrid gana, los madridistas están alegres.Si los madridistas están alegres, entonces los barcelonistas están tristes.

Por consiguiente, si el Real Madrid gana los barcelonistasestán tristes.

Expresado en forma simbólica:

p qq r

p r

Fíjate en esto:

En ocasiones se puede expresar la ley de la transitividad de la implicación sin utilizar paréntesis: los dos primerascondicionales quedarían p q r, y podemos obtener la conclusión eliminando la q intermedia: p r.

Es hora de practicar lo aprendido sobre el silogismo disyuntivo y la transitividad en la siguiente sección.

Introducción a las equivalencias tautológicas

En las páginas siguientes haremos un repaso de las principales equivalencias tautolócicas, que son un tipo de tautologías que siguen un esquema de bicondicional: A B.

Recuerda que A B se define como (A B) (B A), por lo que unenunciado bicondicional es verdadero cuando sus dos enunciados componentes son o bien ambos verdaderos o bien ambos falsos.

Las equivalencias tautológicas o equivalencias lógicasLas equivalencoas tautológicas tienen la forma A B donde A y B son enunciados (atómicos o moleculares) que son lógicamente equivalentes. En otras palabras, si A B es tautológica, entonces A B.

Por lo tanto, todas las equivalencias lógicas que hemos estudiado en el apartado correspondiente son ejemplos de equivalencias tautológicas. Las equivalencias tautológicas que ya conocemos son las siguientes (expondremos unos cuantos ejemplos a continuación y una lista mayor en la página siguiente):

Doble negación p ¬(¬p)Propiedad conmutativa de la conjunción p q q p

Propiedad conmutativa de la disyunción p q q p

Propiedad asociativa de la conjunción p (q r) (p q) r

Propiedad asociativa de la disyunción p (q r) (p q) r

Leyes de DeMorgan¬(p q) (¬p) (¬q)

¬(p q)(¬p) (¬q)

Definición del implicador p q ¬p qContrarrecíproco del implicador p q ¬q ¬p

Definición del coimplicador

p q (p q) (qp)

En el cuadro anterior tenemos las equivalencias lógicas (y tautológicas) que ya hemos estudiado expresadas en forma deley lógica. Veamos la ley de la doble negación en el siguiente cuadro expresada en forma de regla de inferencia (es decir, en su forma argumental):

La Ley de la Doble Negación [p ¬(¬p)] expresada en forma de regla de inferencia adopta las dos formas siguientes derepresentación:

y también

¬(¬p)

p

Existe la convención de representar simplificadamente las equivalencias tautológicas utilizando entre premisa y conclusión una raya doble, en lugar de una sencilla (como ocurría en el caso de las implicaciones tautológicas). Asíse indica que se puede pasar tanto de lo que hay por encima de la raya hacia abajo como de la expresión de debajo de laray a hacia la de arriba.

 

 

Veamos en la siguiente sección las equivalencias tautológicas más importantes en forma de ley, y en forma deregla de inferencia.

Tabla de resumen de las equivalencias tautológicas

En el siguiente cuadro aparecen todas las equivalencias tautológicas que ya conocemos en forma tanto de leyes como de regla de inferencia. Al presentar las reglas de inferencia hemos preferido utilizar, convencionalmente, lasletras mayúsculas A, B, C, etc. para dar a entender de una forma más clara que cualquiera de dichas letras puede ser

p

¬(¬p)

p

¬(¬p)

ocupada por un enunciado atómico, o por uno molecular (es decir, por otra fórmula).

DENOMINACIÓN LEY REGLA DEINFERENCIA

Doble negación p ¬(¬p)

Propiedad conmutativa de laconjunción (p q) (q p)

Propiedad conmutativa de ladisyunción (p q) (q p)

Propiedad asociativa de la conjunción

(p (q r)) ((p q)r)

Propiedad asociativa de la disyunción

(p (q r)) ((p q)r)

Leyes de DeMorgan

(¬(p q)) ((¬p)(¬q))

(¬(p q)) ((¬p)(¬q))

Definición del implicador (p q) (¬p q)

A

¬(¬A)A B

B AA B

B AA (B C

)

(A B)C

A (B C)

(A B) C¬(A B)

(¬A)(¬B)¬(A B)

(¬A)(¬B)A B

¬A B

Contrarrecíproco del implicador (p q) (¬q ¬p)

Definición del coimplicador (p q) ((p q) (qp))

Definiciones y terminología

En este bloque de contenidos de Aprende Lógica aprenderemoslo fundamental del cálculo deductivo. Empezaremos, para ello, recordando algunos conceptos básicos que hay que tener presentes en lo sucesivo.

Hemos visto ya lo que es un argumento: un conjunto de enunciados llamados premisas de los cuales forzosamente se sigue otro enunciado llamado conclusión.

Un argumento es válido cuando la verdad de las premisas es incompatible con la falsedad de la conclusión, y es inválido en caso contrario.

Es importante recordar...

La terminología es importante. Recuerda que...

los argumentos son válidos o inválidos (o bien correctos o incorrectos)

los enunciados son verdaderos o falsos

También hemos estudiado algunos de estos esquemas de razonamiento lógicamente válidos, y hemos comprobado que hay dos formas de presentar los esquemas de inferencia lógicamente válidos:

1. Cada enunciado condicional, A B, se puede reexpresar como una derivación, A B, denominada argumento correspondiente o derivación correspondiente del condicional

A B

¬B ¬AA B

(A B) (BA)

2. Recíprocamente, cada derivación, A1, A2,...An B se puede reexpresar como un enunciado condicional con la forma (A1 A2 ... An) B denominada condicional correspondiente del argumento.

Es decir:

En forma de leyes lógicas con la estructura de una implicación cuyo antecedente está formado por la conjunción de las premisas y cuyo consecuente es la conclusión. Por ejemplo, la ley lógica llamada Modus Ponens tiene la siguiente estructura en forma de ley:

[(p q) p] q

 En forma de reglas de inferencia o forma argumental, presentando cada una de las premisas en una línea diferente (y no unidas por la conjunción en el antecedente de una implicación, como en las leyes lógicas), y la conclusión separada por una raya horizontal. Así, la ley llamada Modus Ponens se puede presentar de la siguiente manera en forma de regla de inferencia:

p qp

q

Como preferimos una formulación más general, seguiremos la convención de utilizar las letras p, q, r ... para referirnos a los enunciados atómicos, y las letras mayúsculas A, B, C ... para hablar tanto de enunciados atómicos como moleculares. De acuerdo con esta forma másgeneral de hablar, enunciaremos la regla de inferencia del Modus Ponens de la siguiente manera (equivalente a la anterior, pero más práctica, más general):

A BA

B

La forma que utilizaremos para referirnos a los argumentos en esta sección será esta última. Después de este preámbulo, continuemos con un ejemplo práctico de la mecánica del cálculo deductivo.

Introducción al cálculo deductivo: las pruebas

Empecemos con un ejemplo de un argumento que sigue el esquema de la ley lógica del Modus Ponens:[(p q) p] q, cuyo argumento correspondiente es:

p qp

q

Como habíamos comentado en la página anterior, las letras minúsculas se refieren a enunciados moleculares, pero en realidad no hay razón para restringir los esquemas válidos de inferencia (es decir, las reglas de inferencia) a los enunciados atómicos. Consideremos el siguiente argumento:

Si llueve y no tengo paraguas, entonces me

mojo y me resfríoEs el caso que llueve y no tengo paraguas

Por lo tanto, me mojo y me resfrío

Si formalizamos el argumento anterior, nos quedaría algo así:

p: llueve (p ¬q) (rs)q: tengo

paraguas

(p ¬q)

r: me mojo

s: me resfrío

Si aplicamos lo expuesto en la sección anterior, es fácil comprobar que este argumento responde a la formulación más general del Modus Ponens:

A BA

B

donde: A (p ¬q)

B (r s)

Así expuesta, ya tenemos que el Modus Ponens es nuestra primera regla de inferencia. Usaremos las reglas de inferencia para construir listas de enunciados verdaderos que llamaremos pruebas. Una prueba es una forma de mostrar cómo un enunciado llamado conclusión se sigue necesariamente de un conjunto de enunciados llamados premisas. O si se prefiere, las pruebas muestran cómo la verdad de un conjunto de enunciados llamados premisas es incompatible con la falsedad de otro enunciado llamado conclusión.

En particular, el Modus Ponens nos muestra que si en un argumento tenemos dos premisas con la estructura A B y A ,entonces está justificado añadir B como otro enunciado verdadero que forme parte de dicho argumento.

Veámoslo con un ejemplo

Aplica el Modus Ponens a los enunciados 1 y 3 de la siguiente lista de premisas (esto es, de enunciados de los que partimos como verdaderos, y que, convencionalmente, vienen precedidos de una raya horizontal):

1.(¬p q) (¬r s)2.(r ¬s)3 (¬p q)

La solución es elemental si nos damos cuenta de que el siguiente argumento tiene la siguiente estructura:

1. A B

2. C

3. A

donde:

A (¬p q)B (¬r s)C (r ¬s)

El enunciado A aparece dos veces: en los enunciados 1 y 3; y el enunciado B aparece sólo en el enunciado 1. El enunciado C sólo aparece en el segundo enunciado y no tienepertinencia para la aplicación del Modus Ponens en este caso concreto, que es de la siguiente manera:

1.(¬p q) (¬rs) Premisa

2. (r ¬s) Premisa

3 (¬p q) Premisa

  4. (¬r s) Modus Ponens

1,3

Esta lista de cuatro enunciados constituye una prueba de que el enunciado 4 se sigue necesariamente de las premisas 1 a 3 (en virtud de la estructura tautológica de la ley delModus Ponens: [(p q) p] q, aunque, por conveniencia práctica la hayamos expresado en forma de regla de inferencia).

Observa que en la parte de la derecha hemos escrito "Modus Ponens 1,3", que es la justificación del enunciado 4. Esto es una práctica común.

Fíjate en esto...

Lo que hemos hecho en este ejemplo ha sido construir una prueba del siguiente argumento:

(¬p q) (¬rs)

  (r ¬s)  (¬p q)

(¬r s)

Es importante que este mismo fin de mostrar que la verdad de las premisas es incompatible con la falsedad de la conclusión podría haberse hecho por medios semánticos realizando la tabla de verdad de la siguiente fórmula:

{[(¬p q) (¬r s)] [(r ¬s)] [(¬p q)]}[(¬r s)]

Si la fórmula anterior es una tautología, entonces es cierto que la verdad de las premisas {[(¬p q) (¬r s)] [(r¬s)] [(¬p q)]} es incompatible con la falsedad de la conclusión (¬r s).

Introducción al cálculo deductivo: ejemplos de deducciones

En la página anterior hemos comprobado como es práctico utilizar la ley del Modus Ponens en forma de regla de inferencia (o forma argumental) para construir pruebas de argumentos.

Pues bien, en realidad, además del Modus Ponens, se puede utilizar cualquiera de las implicaciones tautológicas o de las equivalencias tautológicas que hemos estudiado para probar distintos argumentos.

Veamos un ejemplo de aplicacion de la Simplificación combinada con el Modus Ponens para construir una prueba:

Ejemplo con la Simplificación

Demuestra r a partir de las siguientes premisas: p q por un lado, y q r

1.p q  

2.q r r

Solución

Veamos la solución: vemos que necesitamos deducir el enunciado r a partir de las dos premisas p q y q r. Comprobamos que si tuviéramos el enunciado q como premisa,

podríamos aplicar el Modus Ponens a la premisa 2. q r y a q, con lo cual ya obtendríamos r. Por tanto, un paso intermedio consiste en intentar conseguir deducir el enunciado q para realizar tal operació. Y vemos que q está en el primer enunciado en una conjunción: p q. Si recordamos la regla de Simplificación, comprobamos que la podemos aplicar al enunciado 1 para deducir de él el enunciado deseado: q. Así:

1.p q  

2.q r r

  3.q

Simplificación1

Y a partir de lo anterior ya podemos obtener r simplemente aplicando el Modus Ponens a las líneas 2 y 3:

1.p q  

2.q r r

  3.q

Simplificación1

  4r Modus Ponens 2,3

Con lo cual hemos demostrado la validez (o hemos construidouna prueba) del argumento:

p q

  qr

r

Podríamos demostrar la corrección de este argumento si al construir la tabla de verdad de la siguiente fórmula nos encontramos con una tautología (como es el caso):

[(p q) (q r)] r

Ejemplo con el Modus Tollens

Prueba el siguiente argumento (es decir, demuestra su validez):

(p r) q  ¬q r

¬(p r)

Solución

Comencemos:

1.(p r) q  

2.¬q r ¬(p r

)

El enunciado buscado ¬(p r) es la negación del antecedente de la primera premisa, lo que nos lleva a pensar que si encontramos la negación del consecuente de la primera premisa (la negación de q) podríamos aplicar el Modus Tollens para deducir, de inmediato, ¬(p r).

Vemos que la negación del consecuente de la primera premisaestá en la segunda premisa, y la podemos deducir utilizandola regla de Simplificación:

1.(p r) q  

2.¬q r ¬(p r)

  3.¬q

Simplificación 2

Y ahora ya estamos en condiciones de aplicar el Modus Tollens a los enunciados 1 y 3 para deducir ¬(p r):

1.(p r) q  

2.¬q r ¬(p r)

  3¬q Simplificaci

. ón 2

  4.¬(p r) Modus

Tollens 1,3

Fíjate en esto...

Fíjate que en todos los ejemplos hemos puesto en la parte de la derecha de los enunciados que hemos ido deduciendo, su justificación, con mención expresa de la regla de inferencia aplicada y de las líneas del argumento involucradas en cada paso.

Introducción al cálculo deductivo: tipos de reglas de inferencia

Ya hemos dicho que, además del Modus Ponens, se puede utilizar cualquiera de las implicaciones tautológicas o de las equivalencias tautológicas que hemos estudiado para probar distintos argumentos.

Y esto nos lleva a diferenciar, dentro de todas las reglas de inferencia que ya conocemos dos tipos: las reglas básicas (o primitivas) y las reglas derivadas.

Reglas básicas

Las reglas básicas son un conjunto de ocho reglas a partir de las cuales se puede hacer cualquier deducción. Tan es así, que a partir de las reglas básicas se pueden deducir las reglas derivadas. Dentro de las ocho reglas básicas haydos (una de introducción y otra de eliminación) para cada una de las cuatro conectivas siguientes: , , y ¬, lo quequeda resumido en el siguiente cuadro:

Reglas básicasReglas de introducción Reglas de eliminación

Implicador: Teorema de deducción

(Introducción del

Modus Ponens(Eliminación del

implicador)

implicador )

Conjuntor:

Producto(Introducción del

conjuntor)

Simplificación (Eliminación del

conjuntor)

Disyuntor:

Adición (Introduccion del

disyuntor)

Prueba por casos (Eliminación del

disyuntor)

Negador:¬

Reducción al Absurdo(Introducción del negador)

Doble Negación(Eliminación del

negador)

Ya conocemos cuatro de las ocho reglas del cuadro de reglasbásicas: las que están resaltadas en letra negrita, tenemosalguna noción sobre el método de la Reducción al Absurdo. Dedicaremos la siguiente sección al estudio de estas nuevascuatro reglas de inferencia.

Reglas derivadas

Por otra parte, el resto de las reglas de inferencia que yaconocemos y algunas otras constituyen las llamadas reglas derivadas, y se pueden deducir (o probar, o fundamentar) fácilmente utilizando alguna combinación de las reglas básicas.

Procedamos, pues, con orden, para conocer primeramente las reglas básicas que fundamentan todo cálculo deductivo dentro de la lógica de enunciados.

Las reglas básicas de inferencia

Las reglas básicas (o primitivas) son un conjunto de ocho reglas a partir de las cuales se puede hacer cualquier deducción. Dentro de las ocho reglas básicas hay dos (una de introducción y otra de eliminación) para cada una de lascuatro conectivas siguientes: , , y ¬, lo que queda resumido en el siguiente cuadro (advertimos que, en

adelante, preferiremos la denominación subrayada para referirnos a las reblas básicas de la tabla siguiente):

Reglas básicas

Reglas de introducción Reglas deeliminación

Implicador:

Teorema de deducción(Introducción del

implicador)

Modus Ponens(Eliminación del

implicador)

Conjuntor:

Producto(Introducción del

conjuntor)

Simplificación(Eliminación del

conjuntor)

Disyuntor:

Adición(Introduccion del

disyuntor)

Prueba por casos (Eliminación del

disyuntor)

Negador: ¬

Reducción al Absurdo(Introducción del negador)

Doble Negación(Eliminación del

negador)

Ya conocemos cuatro de las ocho reglas del cuadro de reglasbásicas: las que están resaltadas en letra negrita, tenemosalguna noción sobre el método de la Reducción al Absurdo. Dedicaremos esta sección al estudio de estas nuevas cuatro reglas de inferencia y a la práctica en deducciones de las otras cuatro ya conocidas siguiendo este orden:

Práctica de la deducción con el Modus Ponens (MP) Presentación del Teorema de deducción (TD) y práctica Práctica de la deducción con la Simplificación (Simp) Presentación del Producto (Prod) y práctica Práctica de la deducción con la Adición (Ad) Presentación de la Prueba por casos (Cas) y práctica Práctica de la deducción con la Doble Negación (DN) Presentación de la Reducción al Absurdo (Abs) y

práctica

Comencemos practicando la deducción con el Modus Ponens.

El Teorema de Deducción

El Teorema de Deducción es la regla básica que permite introducir el implicador en dos enunciados de un argumento.El esquema de esta regla de inferencia sería el siguiente:

A...B

  A B

El anterior esquema viene a decir que si en una línea de una derivación introducimos un supuesto, A, del que derivamos la conclusión B en otra línea, entonces obtenemosA B en una nueva línea.

Nos encontramos con que, además de las premisas de que partimos en los argumentos, al llevar a cabo una deducción podemos introducir supuestos que deben ser cancelados (o cerrados). en el esquema, la introducción de un supuesto serepresenta por la línea que parte de la A, y su cancelaciónse representa por la línea que acaba al lado de la B.

Veamos cómo funciona esta regla con un ejemplo.

Ejemplo de uso del Teorema de Deducción

Prueba el siguiente argumento:

1.p q  

2.q r p r

Vemos que hay que conseguir el enunciado p r que es una implicación. Pues bien, comenzaremosabriendo un supuesto: p; si a partirde este supuesto conseguiemos deducir r, entonces cancelaremos el supuesto y escribiremos p r:

1.p q  

2.q r p r

3.p

A continuación vemos que podemos aplicar el Modus Ponens a las líneas

1.p q  

1 y 3 para conseguir q:

2.q r p r

3.p  

4.q MP 1,3

Ahora ya está claro que aplicando elModus Ponens a las líneas 1 y 3 conseguirmos deducir r, con lo que ya podemos cancelar el supuesto abierto en la línea 3:

1.p q  

2.q r p r

3.p  

4.q MP 1,3

5.r MP 2,4

Y aplicando el Teorema de Deducción al supuesto abierto en la línea 3 y cancelado en la línea 5 estamos autorizados para escribir p r, que es la conclusión que pretendíamos.

1.p q  

2.q r p r

3.p

4.q MP 1,3

5.r MP 2,4

  6.p r TD 3-5

Fíjate en esto...

En la justificación de la línea 6 hemos escrito la abreviatura del Teorema de Deducción: TD, seguido de la expresión 3-5, y no 3,5. La diferencia es importante: al poner un guión [-]entre el 3 y el 5 aludimos a las líneas comprendidas entre la línea 3 y la 5, es decir, la 3, la 4 y la 5. Sin embargo, poniendo una coma [,] entre el 3 y el 5 nos referimos sólo a las líneas 3 y 5.

Antes de que continuemos con casos más complejos del Teorema de Deducción en la siguiente página, es conveniente

que practiques lo aprendido en la sección de Actividades (sigue los enlaces de la barra de la derecha).

Producto (o introducción de la conjunción)

La regla de inferencia del Producto, permite introducir el conjuntor entre dos enunciados que ya están presentes en líneas anteriores de una argumentación. El esquema de esta regla de inferencia sería el siguiente:

A  B

A B

El anterior esquema dice que si en una línea de una derivación tenemos un enunciado A, y en otra línea otro enunciado B , entonces podemos escribir A B en una nueva línea.

Veamos cómo funciona esta regla con un ejemplo.

Ejemplo de uso del Producto

Prueba el siguiente argumento:

1.p (q r)  

2.p

pr

Vemos que hay que conseguir el enunciado p r que es una conjunción. Pues bien, como ya tenermos p en unalínea, debemos conseguir r en otra. Antes hay que deducir q r:

1.p (q r)  

2.p p r

  3.q r MP 1,2

A continuación vemos que podemos aplicar la Simplificación a la línea3 para conseguir r:

1.p (q r)  

2.p p r

  3.q r MP 1,2

  4.r Simp 3

Ahora ya está claro que aplicando elProducto a las líneas 2 y 4 conseguirmos deducir p r, dando por concluida nuestra deducción:

1.p (q r)  

2.p p r

  3.q r MP 1,2

  4.r Simp 3

  5.p r Prod 2,4

La Reducción al Absurdo

La regla de Reducción al Absurdo es la regla básica que permite introducir la negación. El esquema de esta regla deinferencia sería el siguiente:

A...B ¬B

  ¬A

El anterior esquema viene a decir que si en una línea de una derivación introducimos un supuesto, A, del que derivamos una contradicción B ¬B en otra línea, entonces podemos negar el enunciado supuesto: A. Por lo tanto, la regla de la Reducción al Absurdo se basa en suponer lo contrario de lo que se quiere demostrar para pasar a negar dicho supuesto en caso de deducir una contradicción a partir de él.

Abreviaremos la regla de Reducción al Absurdo con las iniciales Abs.

Veamos cómo funciona esta regla con un ejemplo.

Ejemplo de uso de la Reducción al Absurdo

Prueba el siguiente argumento (el Modus Tollens, recuerda):

1.p q  

2.¬q ¬p

Vemos que hay que conseguir el enunciado ¬p que es la negación del antecedente de la implicación de la línea 1. Pues bien, comenzaremos abriendo un supuesto: p, que es lo contrario de lo que pretendemos demostrar; si a partir de este supuesto conseguimos deducir una contradicción r ¬r, entonces cancelaremos el supuesto y escribiremos ¬p:

1.p q  

2.¬q ¬p

3.p

A continuación vemos que podemos aplicar el Modus Ponens a las líneas1 y 3 para conseguir q:

1.p q  

2.¬q ¬p

3.p  

4.q MP 1,3

Ahora ya está claro que aplicando elProducto a las líneas 2 y 3 conseguirmos deducir la contradicción q ¬q, con lo que ya podemos cancelar el supuesto abiertoen la línea 3:

1.p q  

2.¬q ¬p

3.p  

4.q MP 1,3

5.q ¬q Prod 4,2

Y aplicando el Teorema de Deducción al supuesto abierto en la línea 3 y cancelado en la línea 5 estamos autorizados para escribir p r, que es la conclusión que pretendíamos.

1.p q  

2.¬q ¬p

3.p  

4.q MP 1,3

5.q ¬q Prod 4,2

  6.¬p Abs 3-5

Fíjate en esto...

Lo que acabamos de hacer es crear una prueba para el Modus Tollens...

Es el momento de practicar lo aprendido sobre la Reducción al Absurdo en la siguiente sección.

Las reglas derivadas de inferencia

Ya hemos comprobado que únicamente a partir de las reglas básicas se puede hacer cualquier deducción. Pero sucede quepodemos introducir, con fines prácticos, nuevas reglas deducidas o derivadas de las básicas, que nos van a permitir abreviar el número de líneas de las derivaciones. Hay que recordar, sin embargo, que todo lo que se puede hacer con las reglas derivadas también se puede conseguir con las básicas, aunque con más pasos, por lo que se dice que las reglas derivadas no aumentan la potencia deductiva de las reglas básicas.

Las reglas derivadas, por lo tanto tienen estas tres características:

1. Son deducciones efectuadas a partir de reglas básicas.2. No aumentan la potencia deductiva de las reglas

básicas.3. Frecuentemente abrevian las derivaciones.

Cuando presentamos la reducción al absurdo ya comprobamos la primera de estas características: a partir de las reglasbásicas derivamos (deducimos, o fundamentamos) una regla derivada: el Modus Tollens.

Modus Modus Tollens en forma de argumento: Fundamenta

Tollens en su forma de ley(o condicional correspondiente):

ción del Modus Tollens a partir de las reglasbásicas:

[(p q) ¬q]¬p

1.A B  

2.¬B ¬A

3.A  

4.B MP 1,3

5.B ¬B Prod 4,2

  6.¬A Abs 3-5

De forma análoga, se pueden fundamentar todas las reglas derivadas que vamos a estudiar.

Divideremos nuestro estudio de las reglas derivadas en cuatro secciones correspondientes a las reglas derivadas, respectivamente, de la implicación, de la negación, de la conjunción y de la disyunción. No ofreceremos la fundamentación de cada una de ellas, lo que queda propuestocomo interesante ejercicio para el lector.

Comencemos con las reglas derivadas de la implLas reglas derivadas de implicación

Las cuatro reglas derivadas de implicación que veremos son las siguientes:

1. Silogismo  2. Mutación de

hipotético (SH) Premisas (Mut)

A BB C

A C

 A (B C)

B (A C)

    3. Identidad (Id)  4. Carga de Premisas (CPr)

A

A

B A

Fíjate en esto:

Al presentarte el Teorema de deducción utilizamos un ejemplo práctico que puede servir para fundamentar el silogismo hipotético:

1.p q  

2.q r p r

3.p

4.q MP 1,3

5.r MP 2,4

  6.p r TD 3-5

Practiquemos lo expuesto: rellena la siguiente deducción deacuerdo con las justificaciones de cada paso de la deducción.

Principio del formulario

1.

p

q  

2.q    

(r

s)

icación.

Las reglas derivadas de negación

Las cinco reglas derivadas de negación que veremos son las siguientes:

1. Contraposición (Cp)

 2. Modus tollens (MT)

A B

¬B ¬A 

A B¬B

¬A    3. Principio deno contradiccion (PNC)

 4. Principio de tercio excluso (PTE)

¬(A ¬A)   A ¬A    5. Ex contradictione quodli

  

bet (ECQ)A ¬A

B  

Fíjate en esto:

Ya conocemos las reglas de Contraposición (como una de las propiedades del condicional) y Modus Tollens.

Los principios de no contradicción y de tercio excluso se pueden invocar en una deducción en cualquier línea, y son dos axiomas que se postulan como vedaderos en la lógica de enunciados.

La regla de Ex contradictione quodlibet (de una contradicción, cualquier cosa) nos dice que si en el curso de una deducción somos capaces de encontrarnos con una contradicción (A ¬A), entonces en la línea siguiente podemos poner cualquier fbf.

Practiquemos lo expuesto: rellena la siguiente deducción deacuerdo con las justificaciones de cada paso de la deducción.

Las reglas derivadas de conjunción

Las siete reglas derivadas de la conjunción que veremos sonlas siguientes (conocemos las tres primeras):

1. Conmutativade la conjunción (CC)

 2. Asociativa de la conjunción (AC)

A B

B A 

(A B) C

A (B C)    3. Distributiva

 4. Idempotenciade la

de la conjunción (DC)

conjunción (IdC)

A (B C)

(A B) (AC)

 A A

A

    5. Absorción de la conjunción (AbsC)

 6.Importación (Imp)

A (A B)

A (B C)

(A B) C)    7. Exportación(Exp)   

(A B) C)

A (B C)  

Fíjate en esto

Ya conocemos las reglas Conmutativa, Asociativa y Distributiva de la conjunción (como propiedades de la conjunción).

Practiquemos lo expuesto: rellena la siguiente deducción deacuerdo con las justificaciones de cada paso de la deducción.

Las reglas derivadas de disyunción

Las ocho reglas derivadas de la disyunción que veremos son las siguientes (conocemos ya algunas):

1. Conmutativa de la disyunción (CD)  2. Asociativa de la disyunción(AD)

A B   (A B) C

B A A (B C)    3. Distributiva de la disyunción (DD)  4. Idempotencia de la disyunción (IdD)

A (B C)

(A B) (AC)

 A A

A

    5. Absorción de la disyunción (AbsD)  6.Silogismo disyuntivo (SD)

A (A B)

A A B     

(SD1

)

(SD2

)    7. Dilema constructivo (DilC)  8. Dilema destructivo (DilD)

A B  

   (Dil

(Dil

 ¬A ¬B  

Las re

C1

)

C2

)glas derivadas de coimplicación

Las cua

tro reglas derivadas de implicación que v

eremos son las siguientes:

2. Eliminación del coimplicador

A (E

B

B

A

CO)

   A

BA

B

(ECO)

 

4. Simetría (Sim CO)

A

 

 

   (DilD1

)

(DilD2

)

Fíjate en esto

Ya conocemos las reglas Conmutativa, Asociativa y Distributiva de la disyunción (como propiedades de la disyunción). Además, las reglas de Idempotencia y de Absorción de la disyunción son análogas a las de la conjunción.

Practiquemos lo expuesto: rellena la siguiente deducción deacuerdo con las justificaciones de cada paso de la deducción.

27   |   2010   :   Sujeto, subjetividad, identidad y sustentabilidad Propuestas y avances de investigación

Estado de Derecho y Desobediencia civilRule of Law and Civil DisobedienceÉtat de droit et désobéissance civile

Estado de Direito e desobediência civilCarlos Fabián PressaccoResumen | Índice | Plano | Notas de la redacción | Texto | Bibliografía | Notas | Cita | Autor

Resúmenes

Español English Français Português Los actos de desobediencia civil son parte de un estado de derecho democráticoy se desarrollan en sociedades maduras que logran procesar sus conflictosaceptando que las leyes e instituciones legalmente establecidas pueden“fallar”, admitiendo un espacio para la construcción de interpretacionesdistintas a las predominantes que, sin embargo, pretenden ser consideradasjustas. La opinión generalizada de que todo acto contrario a la ley es siempreun acto ilegal que merece tanto el castigo positivamente definido como lacondena social, admite otro análisis desde la perspectiva de la desobedienciacivil. En primer lugar, presentamos un análisis del debate sobre losfundamentos del poder legítimo. En segundo lugar, una reflexión sobre laslimitaciones que desde las ciencias sociales y el derecho se presentan paraaportar una comprensión diferente sobre la desobediencia civil. Finalmente, unrecorrido conceptual por distintos autores que analizan el concepto dedesobediencia civil.Inicio de página

Entradas del índice

Palabras claves :pouvoir, désobéissance civile, état de droit, légitimité, autoritéKeywords :civil disobedience, rule of law, legitimacy, power, authorityPalabras claves :desobediencia civil, estado de derecho, legitimidad, poder,autoridadPalavras-chaves :desobediência civil, Estado de direito, legitimidade, poder,autoridadeInicio de página

Plano

¿De qué se trata?Sobre el fundamento de la legitimidadSobre el concepto de desobediencia civilA modo de conclusiónInicio de página

Notas de la redacción

Recibido: 10.08.2009 Aceptado: 05.05.2010

Texto completoPDF Enviar el documento por correo electrónico ¿De qué se trata?

1Hacia finales de la década del ´50 del siglo XIX, Henry Thoreau, un ciudadanoestadounidense de origen francés residente de la localidad de Concord, cercanaa Boston, escribió un pequeño documento denominado “Desobediencia Civil”.Thoreau, una persona considerada excéntrica, de ácidas reflexiones e ingenioinagotable, que había estudiando en Harvard, elaboró su reflexión a partir desu rechazo a pagar un impuesto del gobierno de la época destinado a financiarla guerra de Texas contra México, decisión por la cual fue encarcelado y dedonde solo salió cuando sus amigos cancelaron la deuda.

2Los motivos de Thoreau eran más profundo y apelaban a razones que iban másallá del egoísmo individualista; cuestionaba la legitimidad del gobierno paracobrar impuestos que financiaban una guerra que él consideraba injusta y, queademás, avalaba la esclavitud: “ni por un momento puedo reconocer esaorganización política como mi gobierno, mientras sea igualmente el gobierno delos Estados que mantienen la esclavitud” (Thoreau 2006: 42)

3El cuestionamiento de Thoreau no apunta a aquellos sistemas políticos que sonabiertamente totalitarios ya que allí se hace evidente el deber ciudadano deno obedecer e incluso de resistirse violentamente a al gobierno; está pensandofundamentalmente en gobierno democráticos y representativos, que surgidos dela voluntad popular y sostenidos en el estado de derecho, tienen en losrincones de su legalidad normas o prácticas que no coinciden con el sentido dejusticia de los ciudadanos.

4Con ello, Thoreau se inscribe en una fuertemente anclada tradición delpensamiento occidental que se ocupa de la legitimidad del poder político, dela razones a las que puede apelar el gobierno para exigir obediencia y delespacio de los ciudadanos para desplegar su subjetividad en la frontera entrela legalidad y legitimidad.

5Se trata de un asunto que ha sido objeto de una dilatada reflexión y querecobró relevancia hacia finales de la década del ’60 y principios de la del’70 en el marco del desarrollo de los movimientos contraculturales y, masrecientemente, a partir de la crisis de legitimidad de las democracias.

6Los interrogantes apuntan a la compatibilidad entre el ejercicio de ladesobediencia y la vigencia de un régimen democrático que garantiza laexistencia de libertades, derechos y garantías a todos sus ciudadanos; ¿nopuede ser acaso la desobediencia un obstáculo al proceso de consolidación dela democracia en la medida que ella puede desencadenar dinámicas especialmentecorrosivas en contextos de fragilidad institucional?

7Lo que sigue es un intento por demostrar que, contrariamente a lo que sepiensa habitualmente, los actos de desobediencia civil son parte de un estadode derecho democrático y se desarrollan en sociedades maduras que logranprocesar sus conflictos aceptando que las leyes e instituciones legalmenteestablecidas pueden “fallar” admitiendo un espacio para la construcción deinterpretaciones distintas a la predominantes que, sin embargo, pretenden serconsideradas justas.

8Sociedades en donde los ciudadanos tienen el derecho a cuestionar lasdecisiones tomadas de acuerdo a los procedimientos consagrados en laconstitución y las leyes por los poderes legítimamente constituidos a partirdel ejercicio soberano de la ciudadanía por medio de los mecanismosdemocráticos tradicionales.

9Si ello es así en las denominadas sociedades democráticas maduras dondeefectivamente operan un conjunto de derechos y libertades, más pertinenteparece aún en sociedades como las latinoamericanas en donde el estado dederecho dista mucho de ser una realidad efectiva. Incluso desde los mínimosdemocráticos que Dahl incorpora en su concepto de poliarquía. Piénsese en elcaso de nuestro país o el de otros países de América Latina -como Colombia,Paraguay, Brasil, Argentina u otros estados centroamericanos- que cuenta conuna constitución aprobada en 1980 en el contexto del régimen autoritario y quesi bien has sido sujeta a un conjunto de reformas, sigue siendofundamentalmente el mismo texto. U otros ejemplos que apuntan, también en elcaso de nuestro país, a las debilidades de los derechos laborales (prácticasantisindicales, por ejemplo) o de los derechos políticos cuando se exige eltrámite de la inscripción previa o la imposibilidad de votar a los chilenosresidentes en el extranjero.

10Dicho de otra manera, en un contexto marcado por la debilidad del estado dederecho, de profundas inequidades y concentración de la riqueza, cabepreguntarse hasta que punto la ciudadanía puede sin más confiar en la calidaddemocrática de las instituciones representativas y los poderes del estado.

11Un punto de vista como el que presentamos acá aporta una mirada distintasobre aquellos actos que desafían a la legalidad vigente, asunto especialmenteimportante en un momento en el cual diversos análisis auguran un incremento dela conflictividad social. La opinión generalizada de que todo acto contrario ala ley es simple y llanamente un acto ilegal que merece tanto el castigopositivamente definido, pero además, la condena social, admite otro análisisdesde la perspectiva de la desobediencia civil. Aporta un instrumental paradistinguir aquellas conductas delictuales de otras que siendo legalmentedelitos admiten otra interpretación.

12En el trasfondo de tales posiciones -que se encuentran ampliamentedistribuidas, atravesando los más variados sectores políticos y sociales- seencuentra la certeza de que en el contexto de un régimen democrático, laconfianza de la sociedad en el funcionamiento eficiente y justo de losmecanismos institucionales debe ser un “cheque en blanco” que la ciudadanía leentrega a los poderes del Estado. El mismo sistema permite, en caso de ser unciudadano defraudado, corregir la situación optando en la próxima elección porotro candidato con un programa de gobierno distinto. Existe un fuerte rechazoa cualquier intento por cuestionar la institucionalidad -en aquella parte deella que como precisa Bobbio (Bobbio 1988) son las reglas del juego y no lasreglas básicas que permiten el desarrollo del juego mismo- apelando amecanismos extralegales.

13Esta perspectiva aporta una mirada estrecha que limita las posibilidadesteóricas y prácticas que brinda el Estado de Derecho y la necesaria mínimacoherencia que deben tener los cambios socio-culturales con la estructurainstitucional. Nuestra perspectiva surge allí donde el Estado de Derechoacepta la tensión entre legitimidad y legalidad, donde existe la posibilidadcierta del error en la administración de la justicia, donde se acepta tambiénla necesidad que tenemos de reconocer ese error si es que queremos alcanzar lajusticia, allí donde bajo ciertas condiciones, esos errores y fallas, intentenser corregidos apelando a instrumentos extralegales como puede ser ladesobediencia.

14El recorrido de este texto reconoce tres grandes apartados. En primer lugar,un análisis del debate sobre los fundamentos del poder legítimo con elcontexto político y de sus transformaciones como telón de fondo. En segundo

lugar, una reflexión sobre las limitaciones que desde las ciencias sociales yel derecho se presentan para aportar una comprensión diferente sobre ladesobediencia civil. Finalmente, un recorrido conceptual por distintos autoresque analizan la desobediencia civil: Hannah Arendt, Jurgüen Habermas, RonaldDworkin, John Rawls y Peter Singer.

Sobre el fundamento de la legitimidad15Durante siglos, y desde diferentes perspectivas teóricas, la teoría políticaha colocado en el centro de sus reflexiones su preocupación por la legitimidaddel poder político: cual es el fundamento que permite que el gobierno pueda“mandar” a la ciudadanía y en virtud de cuales argumentos la ciudadanía puedeestar disponible para obedecer al gobierno.

16Esto es lo que Bobbio define como el problema de la “obligación política”que puede ser analizado tanto desde la perspectiva “de las razones por lascuales se obedecen las ordenes de quien detenta un cierto tipo de poder o comodeterminación de los casos en los cuales se debe obedecer y de los casos enlos que es lícita la desobediencia o la obediencia pasiva” (Bobbio 1988: 118).

17Como afirma Foucault (1978), gran parte del esfuerzo teórico de Occidente haestado dedicado a establecer los puentes entre el derecho y el poder políticode tal manera de fortalecer las posibilidades del poder de exigir obedienciapor parte de la ciudadanía y, por otro lado, hasta donde los ciudadanos estánobligados a obedecer.

18El abordaje del problema reconoce dos grandes tradiciones teóricas. Por unlado, las que afirman que el poder político requiere un principio a partir delcual se fundamenta su legitimidad y que permite distinguirlo de su meroejercicio fáctico, y por otro lado, los que sin desconocer que el poder cuentacon algún tipo legitimidad, centran el análisis en su efectividad.

19El mismo Bobbio presenta tres principios fundantes de la legitimidad, loscuales dan lugar a tres pares de alternativas: el principio de la voluntad,admite que el poder esté fundado en la voluntad divina o la voluntad delpueblo; el principio de la naturaleza, que funda el poder, o bien en el hechonatural de que existen personas fuertes y débiles (y que son las primeras lasque ejercen el poder) o bien en el ejercicio racional del poder a partir delcual la labor del gobierno es “descubrir” las leyes naturales; finalmente,está el principio fundante a partir de la historia ya sea apelando al pasadode las tradiciones (típico del pensamiento conservador) o echando mano alfuturo legitimando el poder en un proyecto que se despliega gradualmente en eltiempo (propia del pensamiento revolucionario).

20Tal vez una de las razones por las cuales el tema de la desobedienciadespierta la sensibilidad y suspicacia de vastos sectores -especialmente deaquellos vinculados a los diferentes ámbitos del poder-, sea el hecho de quese encuentra ampliamente extendida esa conceptualización que define a larelación política como una relación de “mando y obediencia” en donde lapregunta por el fundamento de la legitimidad del poder queda desplazada por elénfasis en la consideración como un hecho desprovisto de valoraciones.

21Es Weber el mejor representante de esta tradición, quien se centra enobservar los argumentos que las sociedades emplean para justificar el poder y,si bien no se pueden hacer distinciones tajantes, presenta tres grandes

conjuntos de razones: la tradición, el carisma y la que prevalece desde lamodernidad, la legal racional.

22Conviene señalar algo que a veces se deja de lado: que esta relaciónpolítica de dominación (mando y obediencia) está sujeta a ciertas condiciones:el mandato se refiere a personas específicas, en el marco de un territoriodeterminado, sobre materias preestablecidas. No se puede exigir -ni esperarobediencia- más allá de estos límites.

23Modernamente, dos elementos se amalgaman en la determinación de dichoslímites: por un lado, la voluntad soberana expresada por medio del derecho desufragio cada vez mas extendido; por otro lado, y como resultado de esavoluntad soberna, la ley. De tal manera que se exige y se brinda obediencia envirtud de aquello consagrado legalmente. Ello porque, si bien Weber reconoceque la legitimidad de un orden tiene origen en el carisma, las tradiciones yen lo establecido legalmente, establece que modernamente la última es lamodalidad predominante (Weber 1988).

24Sin embargo, mas allá de las precisiones por el mismo Weber señaladas, esnecesario destacar que esta significación tiene variadas consecuencias:

a) En primer lugar, enfatizar el componente de mando y obediencia empuja a un segundo plano el problema de cómo se constituye el poder y deja de lado el hecho que el poder es una capacidad de la comunidad o del grupo y no la facultad de una persona o de un grupo de personas.

b) En segundo lugar, referirse al poder como un problema de mando y obediencia supone una visión un tanto militarizada de la política que retroalimenta los fundamentos de un estrecho vínculo entre política y violencia -desconocida por lo griegos antiguos- de tal modo que la guerra se transforma en la continuación de la política pero por otros medios.

c) En tercer lugar, si el poder político consiste en mandar y obedecer, lo fundamental es la eficiencia que como mandatario logre conseguir, asumiendo que la eficiencia se “mide” por el grado de obediencia: “si la esencia del poder es la eficacia del mando, entonces no hay poder más grande que el que emana del cañón de un arma, y sería muy difícil decir en que forma difiere la orden dada por un policía de la orden dada por un pistolero” (Arendt 1988: 140).

d) Finalmente, asumir unilateralmente la relación política como “mando y obediencia” supone un desconocimiento de la soberanía popular en tanto los que mandan son el gobierno y los que obedecen son los gobernados, cuando el principio de la soberanía popular sostiene lo contrario. Si bien nadie niega abiertamente, enel marco de un régimen democrático, la validez de éste principio. Sin embargo, ellono elimina para nada los pequeños grandes desconocimientos cotidianos y la violación de éste principio en manos de estructuras burocrático-administrativas.

25La gran limitación de este planteo es que “al procurar un conceptocientífico y neutral de legitimidad, las teorías que siguen en la estelaweberiana no poseen forma de considerar ilegítima a una autoridad que haconseguido reconocimiento mediante la manipulación, a la que han dado unaapariencia de legalidad” (Del Aguila 1997:29).

26Otra observación es aquella que se relaciona con el fundamento mismo de lalegalidad. Habitualmente se argumenta obedecer aquellas leyes que siguiendo elprocedimiento legalmente establecido, han sido aprobadas por el Parlamentointegrado por representantes elegidos por la ciudadanía en elecciones libres,transparentes y competitivas. Se supone que el cumplimiento del proceso e

instituciones democráticas garantiza el sentido democrático de las leyes. Perolas garantías que el cumplimiento de dicho proceso ofrece, puede sercuestionado al menos desde tres perspectivas: a) el sentimiento de crisis queafecta a la representación política y la manera en que funciona el sistema departidos; b) la sospecha de que la complejidad de los temas y el relativamentebajo número de parlamentarios involucrados en las decisiones incrementan lasposibilidades de error; c) la creciente falta de un espacio público dedeliberación ciudadana (Tenzer, 1991).

27Un ejemplo de lo señalado es la forma en que funciona el sistema de partidosy como este procesa las demandas ciudadanas expresadas en el voto. El perfilde los partidos políticos en la actualidad  coincide  con  lo  que se conocecomo partidos atrapa-todo. El actuar de estos partidos privilegia el cálculoelectoral (la maximización de los votos) sobre la base de plataformas ambiguasy generales. Esto último les permite “disponer” del sufragio popular en lasnegociaciones con otros partidos y de esa manera el sufragio pasa a serconsiderado del mismo modo a como es tratado el depósito en un banco (Lechner1984).

28Podría decirse que la relativa escasa complejidad de nuestras instituciones-si comparamos la institucionalidad de principios de siglo con la vigente hoyen día, claramente podemos observar que para nada se relaciona con los cambiosoperados en el campo tecnológico y cultural- debiera traducirse en un mayorvolumen de “fallas” en el sistema, y el reconocimiento de este hecho debieraestimularnos a aceptar caminos alternativos para hacer presentes dichas“fallas”.

29Por lo tanto, en el plano de ciertas concepciones, una visión “militarizada”de la política y el sentido que en la actualidad posee el funcionamiento delsistema político y su impacto en el proceso de constitución de las leyes,incrementan a nuestro juicio las posibilidades de que procedimientos legales ydemocráticos den por resultado decisiones -o falta de ellas- parcialmenteinjustas que afecten al conjunto o a una parte de la sociedad. Hablamos dedecisiones parcialmente injustas porque suponemos que en el contexto de unrégimen democrático en donde el conjunto de las instituciones tiene unfuncionamiento razonable, no es posible obtener como resultado decisiones“totalmente injustas”.

30Relacionado con esto que hemos señalado respecto a las leyes y alfuncionamiento del sistema político, está lo referido por Loewenstein respectoa las constituciones:”si al principio, un documento constitucional formalservía para limitar el ejercicio del poder, la existencia hoy de unaconstitución escrita no implica, en absoluto, ipso facto una garantía dedistribución y, por lo tanto, limitación del poder” (Loewenstein 1983:124).Esta crisis de la democracia y de la constitución genera una crecienteindiferencia frente a la constitución, lo cual se halla estrechamentevinculado con el debilitamiento de su observancia por parte de losdetentadores del poder.

31Estos aspectos problemáticos adquieren en Chile -y en general en AméricaLatina- un significado distinto debido a la simultaneidad del proceso demodernización que ha privilegiado unilateralmente su racionalidad técnico-instrumental (incorporación de tecnología, incremento del consumo, agudizaciónde la fragmentación social, integración internacional) dejando de lado olimitando al máximo todo aquel significado mas universal de lo moderno quefundamentalmente ligado con la racionalidad normativa y con eldesenvolvimiento de la política y de la ciudadanía como ámbitos de

autodeterminación. Por ello es que no debe sorprendernos que talunilateralidad se traduzca también en el predominio de la economía y elmercado por sobre la política: un rol cada vez mas reducido del Estado, unfortalecimiento sesgado de actores sociales, cuestionamientos permanentes algasto social, presión por privatizar empresas, es decir, el crecientetratamiento de los asuntos públicos como asuntos técnicos.

32El objetivo inmediato de estas tendencias es el repliegue del Estado a lasfunciones mínimas y la privatización tanto de sus activos como de susdecisiones en los ámbitos de la asignación de recursos, la inversiónproductiva y determinación de precios e ingresos; el objetivo último es lograrla primacía del sector privado y estructurar una sociedad de mercado (....)este concepto de Estado subsidiario afirma la supremacía de la lógicaeconómica por sobre la lógica política considerando a la primera como fuentede racionalidad y modernización mientras que la segunda como un anacronismogenerador de ineficiencia, distorsión y estancamiento (Muñoz 1992).

33Si bien hay un cierto consenso sobre el fin de la transición política ennuestro país, lo que también parece claro es que el sistema político habiendodisminuido el porcentaje de personas en situación de pobreza y la indigencia ydesarrollando iniciativas orientadas ha recuperar parte del rol del estado enámbitos como la salud, la educación y la previsión social, ha tenido escasosavances en lo que se refiere a mejorar la equidad en la distribución delingreso.

34En este contexto, es posible que se intensifiquen las manifestaciones dedescontento ciudadano y no parece recomendable colocar a todas ellas bajo unmismo prisma. Para ello es necesario disponer de un instrumental que permitadistinguir entre los actos de violencia y de tipo delictual de aquellos quesea manifiestan como desobediencia -no como violencia-, es decir como unsíntoma de sanidad de una sociedad que en situaciones críticas y conflictivasvalora la importancia de la ley pero que se coloca frente a ellacuestionándola en alguna de sus manifestaciones concretas.

35Sin embargo, en el cuadro cultural predominante, tales expresiones tienden aser consideradas como “anormales” y obstaculizadoras del proceso dedemocratización. Pero como ya señalamos anteriormente, tales interpretacionesno se deben a una especie de “perversa manía represiva” sino a una determinadamanera de concebir el orden, la sociedad, y en definitiva al ser humano.

36Esta compleja amalgama posee al menos dos elementos reforzadores: uno queproviene del campo de las ciencias sociales, y otro que se origina en el campode las ciencias jurídicas.

37Empecemos por el primero. La reflexión y análisis en el campo de lasciencias sociales tiene como punto central la manera en que nos apropiamos yconocemos a la realidad. Ello afecta toda nuestra experiencia de vida, nuestravida cotidiana, etc. Específicamente en el campo de la ciencia política, desdeel conductismo a la teoría de los juegos pasando por el marxismo -si bien escierto que los enfoques abordados contienen perspectivas y énfasis distintos-,todos los enfoques coinciden en pertenecer a una época en que las cienciastenían certezas respecto al futuro o destino final de las sociedades.

38La claridad respecto del futuro presiona a su vez por considerar la libertaddel otro como un obstáculo a controlar; mientras mas control tengamos sobrelas voluntades ajenas, más fácilmente lograremos la meta. Para controlar lalibertad del otro, y de esa manera reducir la incertidumbre, se posee una

alternativa extrema -la cruda violencia de los campos de concentración, latortura, la muerte- o bien la imposición de estructuras que reduzcan lasdiferencias a su mínima expresión. Es notable que tres de las institucionestípicas del occidente moderno estén orientadas hacia la homogenización de loscomportamientos sociales: el mercado, la división del trabajo y el Estado(Flisfish 1988).

1  En este punto seguimos la reflexión que Norbert Lechner realiza en Los desafíos de la ciencias soc (...)

39En nuestro tiempo, tales esquemas chocan con una realidad que se nospresenta profundamente fragmentada, incierta y ambigua; ello nos permite caeren la cuenta de que carecemos del instrumental adecuado para interpretarla yanalizarla. Esta incertidumbre es una muestra que refleja, a nivel de laexperiencia subjetiva, un cambio estructural más profundo. La agudización dela incertidumbre profundiza las dificultades del análisis y hace más evidenteslas contradicciones sociales. Esto no es muy novedoso; las sociedades yespecialmente las nuestras se ven atravesadas por fuertes contradicciones. Sinembargo, el pensamiento occidental ha buscado desde siempre “EL” principio entorno al cual se articulen las fuerzas sociales.1

40Ello privilegia una visión monista que reduce la sociedad a una lógicaunidimensional. Estas unidimensionalidades se han demostrado insuficientes, yla denominada “crisis de paradigmas” no es sino el reconocimiento de que losprocesos sociales no pueden ser reducidos a una racionalidad única.

41La incertidumbre frente a la creciente complejidad social que se encuentraen el origen del cuestionamiento de ciertos paradigmas, requiere miraratentamente el proceso de diferenciación social entendido como de constituciónde múltiples racionalidades que no aceptan ser reducidas a una solaracionalidad central.

42Tal complejidad cuestiona la posibilidad de constituir un orden políticodemocrático, si nos mantenemos en viejos esquemas que asumen la heterogeneidadsocial como algo problemático (e incluso amenazante) que obstaculiza lasposibilidades de desarrollo.

43El segundo se refiere a la tensión que introduce el iusnaturalismo. Ya  noshemos referido a las consecuencias de la perspectiva positivista que deja delado el debate sobre el fundamento del poder reduciendo el problema de lalegitimidad a la legalidad existente. Evidentemente, esta posición esmarcadamente conservadora. El orden jurídico siempre tiene una relacióndirecta con las estructuras sociales sobre las cuales se construye. Legitimarel orden político por la legalidad existente es favorecer el status quo.

44Pero centrémonos en la perspectiva iusnaturalista. En términos generales, sucaracterística de fondo consiste en la imposición dogmática de un modo delegitimidad y de una concepción de la justicia basada en valores consideradosuniversales, inmutables e intemporales.

45Planteado en esos términos, la creatividad ética y política de la razón, lavoluntad individual y colectiva, el debate ciudadano, pluralista ydemocrático, encuentran serias dificultades para ser considerados comocriterios válidos de legitimidad ya que se enfrentan con el límite que lesimpone los valores y principios definidos como “naturales”.

46En este contexto, la soberanía popular y las decisiones fundadas en la reglade la mayoría no pueden ser tenidas en cuenta al momento de definir cuestionesrelacionadas con la vida individual, la familia, la política, el orden, lasexualidad, la economía. Los valores y principios así definidos, se hallan porencima de la voluntad y decisión humanas. Llevada al extremo, la concepcióniusnaturalista de la legitimidad impone límites y obstáculos injustificadosque llevan a desvirtuar, debilitar o negar los fundamentos de la legitimidaddemocrática.

47Hay dos puntos principales que pueden ser objetados: a) laidentificación/confusión de la norma jurídica (derecho) con justicia; sólo elderecho justo es derecho y por lo tanto, de manera automática, el derecho y lanorma en sí mismos son considerados como justos; b) la imposición -opretensión de imposición- de un concepto absoluto de justicia dotado devalidez intemporal y universal, el cual se utilizará para rechazar todadeterminación o decisión contraria a él; incluso si dichos elementos son elresultado de la libre voluntad ciudadana y si se encuentran respaldados por lamayoría, ellos pueden ser considerados como erróneos.

48De lo anterior se desprende que la concepción iusnaturalista defiende laexistencia de un orden objetivo de justicia que a la vez se presenta como unprincipio de orientación y un límite a todo tipo de poder político, incluso eldemocrático. En este sentido, es importante destacar que la justificacióniusnaturalista del poder puede también ubicarse en la posición de justificarun poder político ilimitado como garantía de obtener el respeto de un ordendefinido como natural.

49Ahora bien, ¿qué significa rechazar la identificación entre justicia yderecho, propia del iusnaturalismo? En primer lugar, significa rescatar lanecesidad de conservar la tensión entre derecho y justicia como tensión quepermite la actualización permanente de la norma. Si se entiendo la justiciacomo un proceso siempre inacabado y abierto en el tiempo, resultado de unapluralidad de elementos activados por la conciencia ética y la razón crítica,no existe problema en <reconocer que el derecho, resultado de la decisión dela mayoría, puede no coincidir plenamente, en uno o en otro aspecto, en uno uotro momento, con la justicia.

50El iusnaturalismo plantea que el problema fundamental en la elaboración delderecho no se encuentra tanto en determinar a quien corresponde la facultad deestablecer el derecho formalmente válido -no tiene inconvenientes en reconocerla validez de la representación popular en el marco de un estado de derecho-como en definir a quines corresponde buscar, concretar y transformar lo apriori definido como justo en derecho formalmente (legalmente) válido.

51Dicho en otras palabras, el iusnaturalismo no tiene inconvenientes enreconocer que las mayorías tienen el derecho de elegir a las personasresponsables de ocupar los cargos gubernamentales; el problema se presentacuando se trata de definir el contenido real del derecho y a quiénescorresponde definirlo. Tal tarea no es, evidentemente, atributo de laciudadanía, de las mayorías, ya que la democracia puede legitimar el ejerciciodel poder, pero no puede legitimar a priori y por la sólo decisión de lamayoría, las normas que se generan a partir de ese poder.

52Una vez elegidas las autoridades (espacio de la libertad), la ciudadaníadebe replegarse y dedicarse a obedecer las normas que emanan de ese poder.Normas que por otra parte, son definidas en concordancia con los supuestosnaturales por los iusnaturalistas determinados.

53Esta concepción se vincula también con las actuales corrientes elitistas dela democracia en tanto prefieren el debate y la reflexión de pequeños gruposque tienen el privilegio de ejercer su libertad y tomar libremente ladecisiones, junto con una profunda sospecha por todo aquello que tiene que vercon las decisiones colectivas tomadas de forma mas participativa.

54Ello va acompañado de un juicio profundamente negativo de la democracia.Ella se asocia a la generación de una creciente inseguridad jurídica einestabilidad institucional, favorable a la acción revolucionaria y a loscambios rápidos.

55La respuesta que se plantea como una solución a tales inconvenientestendencias es la de constituir un régimen político mixto en donde se combinenequilibradamente los elementos monárquicos, aristocráticos y democráticos. Alo democrático le corresponde elegir a las autoridades; a lo monárquico-aristocrático, supervisar que las leyes formales se encuentren en concordanciacon los principios naturales.

56En conclusión. La justicia  no depende las mayorías o de la soberaníapopular, pero por esta vía de reconocer mas libertades y mayor diversidad deracionalidades, puede haber mas justicia que si dejamos que se impongan loscriterios de intereses individuales o de grupos.

57En síntesis, esquemáticamente, tanto el positivismo como iusnaturalismo,coinciden en un punto: en rechazar, por recorridos distintos, la tensión entrelegitimidad y legalidad. El  primero  porque  considera que todo lo legalmenteestablecido -mas aún en democracia- es legítimo; el segundo, porque lolegítimo ya se encuentra establecido, y que no queda mas tarea que traducirloen ley.

58Los reforzamientos a que hacíamos referencia mas arriba operan, el primero,en el sentido de desconocer o rechazar las diferencias y a pensar la sociedadbajo un esquema de buenos y malos donde los buenos obedecen la ley y los otrosla desobedecen; en este sentido, todo y cualquier intento de desobedienciaserá considerado como negativo; el segundo, porque tanto desde el positivismocomo desde el iusnaturalismo, no se puede aceptar ninguna “cuña” que tensionelas relaciones entre legitimidad y legalidad: si todo lo legal es legítimo,todo comportamiento no-legal es a priori ilegítimo.

Sobre el concepto de desobediencia civil59Debemos aquí retomar lo manifestado en este segundo punto antes deintroducirnos en el análisis teórico de la desobediencia civil. Y en estesentido, me parece importante secar algunas conclusiones provisorias:

a) ya no es posible -si es que lo fue en alguna época- apostar a que el funcionamiento de las instituciones democráticas garantiza de por sí la vigencia deun estado de derecho

b) que como producto de las características que ha adquirido el sistema político -especialmente el sistema de partidos- es posible esperar en el futuro una mayor tensión entre la legalidad de las normas y su legitimidad; es decir, una crisis de legitimidad.

c) que los esquemas predominantes tanto en el campo político, como en el de las ciencias sociales y jurídicas, fundamentalmente binarios y que remiten a una noción

preconstituída de lo bueno, lo justo y lo deseable, dificultan una valoración distinta de las actos de desobediencia, y en definitiva de la democracia.

60Entre quienes abordan el análisis de la desobediencia civil se encuentraHannah Arendt quien ubica el problema en el plano de la “relación moral delciudadano con la ley en una sociedad de asentimiento” (Arendt 1988: 59),definiéndola como la manifestación de “minorías organizadas unidas por unaopinión común mas que por un interés común y por la decisión de adoptar unapostura contra la política de gobierno, aunque tengan razón para suponer quesemejante política goza del apoyo de la mayoría; su acción concertada provienede un acuerdo entre ellos, y es este acuerdo lo que presta crédito yconvicción a su opinión, sea cual fuere la forma en que la hayan alcanzado”(Ibid: 64).

61Por ello descarta un abordaje del fenómeno desde el plano de la concienciaindividual (de los actos individuales), porque, ya sea que estos se definancomo imperativos morales o como recurso a una ley más alta de caráctertrascendente o secular, es necesario que ella cumpla un requisito que cambiaradicalmente su calidad: debe transformarse en opinión pública. Vemos aquí unaprimera diferencia con la acción de Thoreau que era individual.

62El hecho que la desobediencia se haya convertido en un fenómeno generalizadode alcance mundial cada vez mas frecuente es una muestra de lo que podría serconsiderado una creciente pérdida de legitimidad de la ley. Arendt afirma quela ello surge “cuando un significativo número de ciudadanos ha llegado aconvencerse o bien que ya no funcionan los canales normales de cambio y de quesus quejas no serán oídas o no darán lugar a acciones ulteriores, o bien, porel contrario, de que el gobierno está a punto de cambiar y se ha embarcado ypersiste en modos acción cuya legalidad  y  constitucionalidad quedan abiertasa grandes dudas” (Ibid: 82).

63A fin de aportar mayor claridad al concepto de desobediencia, Arendt precisasus diferencias con otras dos nociones con las cuales a veces se la confunde:la delincuencia y la acción revolucionaria. Mientras la desobediencia es undesafío abierto a la ley que se desarrolla en el ámbito público con elobjetivo de hacer conocer un disentimiento básico representativo delsentimiento de un grupo, la delincuencia es el resultado de la erosión delpoder, sumada a la incompetencia de la policía. Además, y esto es lofundamental, la delincuencia se realiza de manera “oculta” persiguiendo unbeneficio personal.

64¿Cual es la diferencia con la acción revolucionaria?  Se distinguen en quela desobediencia no es violenta y reconoce el Estado de derecho y laconstitucionalidad vigente en sus rasgos fundamentales mientras que la acciónrevolucionaria recurre a la violencia como una manera de expresar su rechazoal conjunto del ordenamiento vigente. Arendt reconoce, sin embargo, que ambascoinciden en sus deseos de cambiar el mundo.

65La pregunta que surge es como compatibilizar desobediencia con ley o, comose pregunta la autora, qué concepto de ley necesitamos tener para hacercompatible la desobediencia. Y la compatibilidad es posible porque ladesobediencia es una acción extralegal que se orienta hacia la constitución deuna nueva legalidad. En la perspectiva contractualista de Arendt, ladesobediencia es una forma de actualizar efectivamente los contenidos delcontrato “originario” que define desde la soberanía popular el contenidoespecífico de la relación de mando y obediencia.

2  Habermas reconoce tres sistemas fundamentales: el económico, el administrativo y elde legitimidad (...)

66Desde otra perspectiva Habermas (1988) descarta la confusión un tantoextendida entre desobediencia y delincuencia y terrorismo. En el marco delanálisis que Habermas elabora respecto a los regimenes democráticos ysociedades capitalistas modernas, sostiene que la desobediencia civil sepresenta como una salida frente a la crisis de legitimidad de los sistemaspolíticos y a la obstrucción de los canales legales de participación.2

67Salida aun más valiosa cuando la profundidad de la crisis nos hace sospecharque el accionar de los nuevos movimientos sociales apunta a un cuestionamientode fondo: no se trata de “maquillar” el proceso de desarrollo, sino de cambiarsu estilo.

68Sin embargo, estas demandas son interpretadas como simple delincuencia, locual a su vez refuerza las exigencias de mano dura (y en ocasiones, de“gatillo fácil”) y descarta la posibilidad de considerarlas como componentes“normales” de una cultura política madura, de ciudadanos que respetan laconstitución y de un Estado de derecho fortalecido.

69Justifica en algo las sospechas frente a este tipo de manifestaciones ya queen el pasado los movimientos de protesta estaban inspirados en falsos tópicosrevolucionarios descartando la adhesión a los principios constitucionalesdemocráticos. Pero olvida que la desobediencia es “una protesta moralmentefundada en cuyo origen no tienen porque encontrarse tan solo conviccionessobre creencias privadas o ni intereses propios; se trata de un acto público,que por regla general, es anunciado de antemano y cuya ejecución es conocida ycalculada por la policía; incluye un propósito de violación de normasjurídicas concretas, sin poner en cuestión la obediencia frente alordenamiento jurídico en su conjunto; requiere la disposición de admitir lasconsecuencias que acarrea la violación de la norma jurídica; la violación dela norma que es una manifestación de la desobediencia civil, tieneexclusivamente un carácter simbólico: aquí es donde reside el límite de losmétodos no violentos de protesta” (Habermas 1988: 56).

70Los nuevos movimientos sociales tienen el “convencimiento de que los actosde protestas, aun cuando suponen golpes calculados, no pueden tener mas que uncarácter simbólico y solo deben poder llevarse a cabo con la intención deapelar a la capacidad de comprensión y al sentido del derecho de lacorrespondiente mayoría.” (Ibid: 54)

71Pero, ¿desde donde apelar? Evidentemente, la apelación no puede recurrir alderecho positivo y por lo tanto, la justificación de la desobediencia a lasleyes debe apoyarse en el reconocimiento de que existen otros principios delegitimación más allá de la mera legalidad. Este principio, según Habermas,está ligado a un procedimiento de configuración razonada de las voluntades quefundamenten la obediencia en un reconocimiento juicioso y voluntario quesupone una construcción comunicativa e intersubjetiva del orden social.

72Dworkin (1992) aborda el tratamiento de la desobediencia civil a partir delanálisis de aquellos que desobedecen las leyes de reclutamiento para realizarel servicio militar. Sostiene que los motivos que habitualmente se esgrimenpara rechazar la desobediencia son menos fuertes de lo que se piensa; se diceque si se tolera la desobediencia, esto generaría caos y anarquía. Al respectohace tres precisiones: primero, que no se trata de una desobedienciageneralizada al conjunto de leyes, y que por lo tanto no ve cómo la

desobediencia a alguna de sus normas puede desmoronar toda andamiaje legal;segundo, al menos en el caso de los Estados Unidos, un fiscal tiene facultadespara no presentar cargos cuando encuentra razones de peso que así lojustifiquen; tercero, los motivos del desobediente son mas altruistas que eldel simple delincuente o del ciudadano que se mueve por sus propios intereses;cuarto, enjuiciando a los desobedientes, la sociedad margina a algunos de susmejores ciudadanos incrementando el grado de su alienación.

73Solo es posible desechar la desobediencia si encontramos buenas razones paradejar de considerar los argumentos anteriormente enumerados.

74Aquí se presenta un punto decisivo: se sabe que una ley puede no ser válidapor ser inconstitucional. Lo que se deduce es que si una ley esinconstitucional, ella es inválida; si es constitucional, es válida; en elprimer caso no es delito violarla y por lo tanto no hay castigo, mientras queen el segundo procede lo contrario. Lo que este razonamiento elude, y queDworkin señala como bastante frecuente, es que la validez de una norma puedeser dudosa, existiendo argumento en los dos sentidos.

75Esto es decisivo, porque abre la posibilidad que una norma no siendoclaramente inconstitucional, presente serias dudas de ello a un conjunto deciudadanos que mientras más grande, mas razón podrá tener. La pregunta es quedeben hacer esos ciudadanos ente estas situaciones.

76En este sentido, frente a una ley dudosa, Dworkin describe tres posiblessituaciones: a) que suponga que la ley se lo prohíbe; b) que persista en sududa hasta que la situación sea decidida por un tribunal competente; c) queincluso frente a la decisión de un tribunal en contrario que falle en sucontra, el ciudadano persista en su actitud, claro que teniendo en cuenta losargumentos de los precedentes.

77De entrada descarta un tipo de comportamiento como el primero, no soloporque no ve razones para no hacer aquello que la ley no prohíbe sino porqueademás se perdería la ventaja de útiles pruebas que revelan que sucedeefectivamente cuando ello sucede. Respecto al segundo proceder, señala que notiene en cuenta que cualquier tribunal puede desestimar sus propiasdecisiones, y que por lo tanto, si un ciudadano puede seguir pensandoconscientemente que el derecho está de su parte y obrar coherentemente conella; incluso si tiene una expectativa razonable para pensar que el tribunalpuede cambiar su posición en un futuro cercano.

78Queda claro que para Dworkin la tercera alternativa es la correcta, ya quecuando una ley es de dudosa validez, no comete una injusticia el ciudadano quedefiende sus posiciones incluso luego de un fallo de un tribunal superior. Amenos que insistamos tozudamente en identificar al ciudadano que actúa segúnsu propio juicio respecto a una ley dudosa con el delincuente, no existenrazones para no moderar la firmeza de la sentencia que la ley es la ley:“cuando las razones prácticas para enjuiciar son relativamente débiles en uncaso determinado, o se las puede cumplir de otras maneras, la senda de laequidad pasa por la tolerancia.” (Dworkin 1992: 316)

79Rawls (1985) sostiene que el deber de fomentar las instituciones justastiene un doble aspecto: por una parte, nos obliga a obedecer las institucionesque son justas, y por otra parte, nos obliga a fomentar el establecimiento deinstituciones justas. De ello se deriva el deber natural de obedecer lo que laley exige, el cual a su vez deriva de un principio que Rawls considera comofundamental: el de imparcialidad.

80Este principio expresa que “una persona está obligada a cumplir su parte,como lo establecen las normas de la institución, cuando ha aceptadovoluntariamente los beneficios del esquema institucional, o se ha beneficiadode las oportunidades que ofrece para fomentar sus intereses, supuesto que estainstitución sea justa o imparcial, es decir, satisfaga los dos principios dela justicia.” (Rawls 1985: 383) Es decir, todo lo justa o imparcial que esrazonable de acuerdo a las circunstancias.

81Se presenta como casi una obviedad el deber de obedecer leyes consideradosjustas. Las preguntas surgen cuando sucede lo contrario: ¿por qué debemosobedecer leyes injustas? y ¿por qué podemos desobedecerlas? La respuestaafirmativa al primero de ellos se  justifica  en  la  existencia de  unaestructura político-social razonablemente justa. Es decir, ante la duda ysiempre y cuando no se superen ciertos límites de injusticia, el ciudadanodebe obedecer la ley. Existen razones para pensar que, en un caso como este endonde las normas son el resultado de la aplicación de la regla de mayorías,éste es el método más eficaz para constituir normas justas al menosconsiderándolo en su balance general.

82En lo que respecta a la segunda, Rawls acepta la desobediencia según sea laextensión de la injusticia (normas e instituciones y programas políticos).Señala dos caminos por medio de los cuales puede producirse la injusticia:“los acuerdos existentes pueden diferir en varios grados de las normaspúblicamente aceptadas, que son mas o menos justas; o puede que estos acuerdosse adecuen a la concepción de justicia que tenga una sociedad, o al punto devista de la clase dominante, pero esta concepción puede ser irracional por símisma, y en muchos caso claramente injusta.” (Ibid: 392)

83Define la desobediencia civil como “un acto público, no violento, conscientey político, contrario a la ley, cometido con el propósito de ocasionar uncambio en la ley o en los programas de gobierno” (Ibid: 405) apelando alsentido de justicia de la sociedad, todo ello cuando consideramos que no serespetan los principios de justicia.

3  Rawls considera en una categoría aparte a la objeción de conciencia, la que define como el no cons (...)

84Mas adelante precisa: la desobediencia es un acto político no solo porque sedirige a la mayoría poderosa, sino porque se fundamenta en razones políticas;es también un acto público en un dobles sentido: se dirige a principiospúblicos y se comete en público; es también un acto no-violento, ya sea porquerechaza ese medio, ya sea porque se expresa dentro de los límites de lafidelidad a la ley.3

85Las condiciones para el ejercicio de la desobediencia civil sonfundamentalmente tres: a) debe limitarse a casos claramente injustosoriginados en la violación de la libertad igual y de la igualdad deoportunidades; b) debe ser considerada como un último recurso, y en estesentido, es preferible (aunque no siempre) que sean agotados todos losrecursos legales; c) debe tenerse en cuenta las restricciones que se derivande un ejercicio abusivo de este camino, ya que si bien el orden puede soportaralgunas desobediencias, su exagerada multiplicación puede realmente desembocaren el caos y en un rendimiento decreciente: “si todos ejercitamos estederecho, sobrevendrán consecuencias nocivas para todos” (Ibid: 417).

86Pero tal vez lo más importante sea el análisis del sentido de ladesobediencia civil en el contexto de un régimen democrático-constitucional.

En él, ella opera como un recurso ilegal estabilizador de un sistema decooperación (la sociedad) cuando éste se ha visto sometido a fuertesdesequilibrios expresados en injusticias graves; “es un medio moral correctopara mantener el régimen constitucional (...), es una parte de la teoría dellibre gobierno (...), es un medio normalmente razonable y eficaz de protestarregulada de algún modo por un sentido de la justicia” (Ibid: 422).

87Singer (1985) establece que la desobediencia civil es un desafío a la ley,con fundamento moral, cuyos argumentos deben ser analizados en el contextoconcreto de las razones para obedecer que presenta un régimen democrático.

88En este sentido, analiza cuatro formas de desobediencia:

a) derechos en contra de la mayoría: si la democracia supone el respeto de los derechos de las minorías, es lógico suponer que las acciones de las mayorías deben estar sujetas a ciertos límites. Cuando ello no sucede, y las mayorías atropellan los derechos individuales o de grupos minoritarios, nos encontramos frente a normasque carecen de autoridad moral para ser obedecidas; la desobediencia es válida cuando el procedimiento de toma de decisiones considerado como un compromiso justo se rompe.

b) desobediencia por publicidad: se trata de hacer públicas las razones del disentimiento con el objetivo de buscar audiencia justa para dar a conocer los motivos de la desobediencia. Es un medio de persuasión. El interrogante que surge es como asegurar una audiencia justa para el grupo desobediente.

c) desobediencia como alegato de reconsideración: busca instar a la mayoría a que reconsidere una decisión que se ha tomado. Por lo general, se recurre al mecanismo de referéndum, pero en caso de que este no prospere se justifica la desobediencia.

d) objeción de conciencia: es una modalidad de desobediencia no coercitiva y coherente con los principios democráticos. Se propone evitar los efectos que generauna norma que se objeta, pero no conseguir que esta cambie. Singer reconoce que respecto de la pregunta qué es la conciencia, no existe mucha claridad. Sin embargo, señala que es posible distinguir dos tipos de conciencia, una tradicional y otra crítica, y sólo la desobediencia es válida en el caso de la segunda. ¿Por qué? Porque solo allí el individuo actúa como agente racional.

A modo de conclusión89¿Cuál puede ser la relevancia de abordar el análisis de la desobedienciacivil en el contexto de la sociedad chilena actual? Desde un primer punto devista, rescato el aporte que desde la teoría de la desobediencia civil se hacede la capacidad de los ciudadanos para cuestionar la legalidad vigenteapelando a un sentido de la justicia que debe ser validado en el espaciopúblico. Considero que ello representa el significado más profundo de lademocracia en el sentido de que ella es, en una de sus interpretaciones, unaforma de autogobierno en donde el poder solo se delega (siempre precariamente)a los representantes.

90Es, al mismo tiempo, una posibilidad de ejercer reflexivamente ese poderincluso en contra de los definidos legalmente en el derecho positivo. Ello nosrecuerda, de paso, que el derecho no es algo natural sino el resultado deconflictos de poder en donde triunfan aquellas interpretaciones que cuentancon mayores recursos políticos para transformarse en norma positiva.

91Finalmente, si es cierto que existe una crisis de representación de lospartidos políticos, prácticas de desobediencia civil significan una manera deautorrepresentación en sociedades cada vez más complejas.

92Desde la perspectiva de nuestra realidad chilena y latinoamericana consideroque el aporte es significativo por tres razones adicionales. En primer lugar,vivimos en sociedades atravesadas por  un profundo déficit democrático. Losniveles de inequidad social y político permiten incluso cuestionar, en algunoscasos, la real vigencia de un régimen político democrático.

93En segundo lugar, nuestras sociedades experimentan un proceso de crecientecomplejización con un sistema político que no logra un grado de innovacióninstitucional que permita una expresión “ordenada” de intereses cada vez másdiversos y contradictorios. Esto explica en parte las dificultades de lospartidos políticos para representar adecuadamente a la sociedad.

94La combinación de una institucionalidad simple y precaria (podemos tomarcomo ejemplo el lento e irritante proceso de innovación en materia departicipación ciudadana o de democratización de los gobiernos regionalesincluso en un aspecto bastante poco “radical” como lo es la elección popularde los consejeros regionales) con una sociedad cada vez más diversa y complejagenera tensiones (en una sociedad en donde, además, la justificación del ordenpolítico tiene una fuerte carga autoritaria) que transgreden los límites de delos legalmente permitido.

95En un escenario así, conductas como estas tienden a ser interpretadas comosimples desafíos a la institucionalidad homologables a conductasdelincuenciales. De esta manera, el estado democrático de derecho se pierde laoportunidad de revisar el significado más profundo de esas prácticas y de susrespuestas a ellas que siguen respondiendo al esquema habitual de represiónpolicial de todo acto ilegal.

Inicio de página

Bibliografía

Arendt, H. (1988), La crisis de la república, Taurus, Madrid.

Bobbio, N. (1988), El futuro de la democracia, FCE, México.

-Idem (2006), Estado, gobierno y sociedad, FCE, México.

Del Aguila, R. (1997), Manual de ciencia política, Trotta, Madrid.

Dworkin, R. (1992), Los derechos en serio, Ariel, Barcelona.

Flisfish, A. (1988), La democracia como compromiso democrático, FLACSO, Santiago.

Foucault, M. (1978), Microfísica del poder, Ediciones de la Piqueta, Madrid.

Habermas, J. (1988), Ensayos políticos, Península, Barcelona.

-Idem (1987), Crisis de legitimación en el capitalismo tardío, Amorrortu, Buenos Aires.

Lechner, N. (1984), ¿Qué significa hacer política?, FLACSO, Santiago.

-Idem (1988), Los desafíos de la ciencias sociales en América Latina, FLACSO, Santiago,Documento de Trabajo, Nro. 372.

Loewenstein, K.(1983), Teoría de la constitución, Ariel, Barcelona.

Muñoz, O. (1993), Hacia el estado regulador, CIEPLAN, Santiago.

Rawls, J. (1985), Teoría de la justicia, FCE, México.

Singer, P. (1985), Democracia y desobediencia, Ariel, Barcelona.

Tenzer, N. (1991), La sociedad despolitizada, Paidós, Buenos Aires.

Thoreau, H. (2006), Desobediencia civil, Leviatán, Buenos Aires.

Weber, M. (1988), Economía y sociedad, FCE, México.

Inicio de página

Notas

1  En este punto seguimos la reflexión que Norbert Lechner realiza en Los desafíosde la ciencias sociales en América Latina, FLACSO, Santiago, Documento de Trabajo,Nro. 372, 1988.

2  Habermas reconoce tres sistemas fundamentales: el económico, el administrativo yel de legitimidad. El primer sistema está constituido por un sector privado (sectorcompetitivo + sector oligopólico) y otro público. Se vincula con el segundo, ya quees el sistema administrativo el que interviene en la economía regulándola yestableciendo condiciones para la valorización del capital. Pero el más importantede los tres es el sistema de legitimación. Producto de la “repolitización” de lasrelaciones de producción, las intervenciones del Estado en la economía deben serlegitimadas por medio de los mecanismos de la democracia formal. Pero estosmecanismos permiten, por una parte, una participación política limitada, y por otraparte, una gran libertad de acción al sistema administrativo de tal modo que éstese vincula con el sistema económico autónomamente de la voluntad ciudadana. En elcontexto de un espacio público estructuralmente despolitizado, los ciudadanos“adquieren el status de ciudadanos pasivos con derecho a aprobación o rechazo enbloque de los hechos consumados.” 2 De la situación antes descrita se derivantendencias a la crisis en diversos ámbitos; tendencia a la crisis económica, a lacrisis política, a la crisis socio-cultural. Específicamente, la crisis político-administrativa es una crisis que se manifiesta como crisis de racionalidad (crisisde los outputs que ya no logran conciliar los imperativos de autogobierno que seoriginan en el sistema económico), y como crisis de legitimidad (de los inputs, esdecir, que el sistema ya no logra generar lealtades al “arreglo” el sistemaeconómico y administrativo). El origen de la crisis de legitimidad (de la lealtadde masas) es una crisis de identidad generada en el cuestionamiento que aquel“arreglo” coloca sobre un espacio público despolitizado y en la democracia comorégimen de control del sistema económico. Habermas, Jurgen, Crisis de legitimaciónen el capitalismo tardío, Amorrortu, Buenos Aires, 1987, pags. 19 y 54.

3  Rawls considera en una categoría aparte a la objeción de conciencia, la quedefine como el no consentimiento de un mandato legislativo mas o menos directo, ode una orden administrativa; no apela al sentimiento de justicia de la sociedad, nose basa únicamente en principios políticos (pueden ser religiosos).Inicio de página

Para citar este artículo

Referencia electrónicaCarlos Fabián Pressacco, « Estado de Derecho y Desobediencia civil », Polis [En línea], 27 | 2010, Publicado el 18 abril 2012, consultado el 17 agosto 2015. URL : http://polis.revues.org/1022Inicio de página

Autor

Carlos   Fabián   Pressacco Universidad Alberto Hurtado, Santiago, Chile. Email: [email protected]

Inicio de página

Derechos de autor

© Polis

B12.2.1. LA RESISTENCIA EN SENTIDO ESTRICTO

DEFINICION

La resistencia, en su significado actual, entendida en sentido estricto, puede ser entendida como aquella garantía, por virtud de la cual los ciudadanos pueden tomarmedidas, de presión, en sí mismas no violentas, que tiendana restaurar la plenitud del ejercicio de los Derechos Humanos, cuando las garantías institucionales resultan insuficientes o inaplicadas.

CARACTERES

Es una garantía que está reconocida incluso de forma explícita en algunos ordenamientos jurídicos como derecho fundamental, como el artículo 20.4. de laLey Fundamental de Bonn o como el artículo 45 de la Constitución de la República de Guatemala, que entró en vigor el 31 de Mayo de 1985(3).

Existen una serie de elementos diferenciadores de la resistencia -entendida en sentido estricto- respecto de la rebelión. Esos elementos diferenciadores son lossiguientes:

1. La rebelión supone la existencia previa de una generalizada y radical negación de los Derechos Humanos. Se trata de dar salida a una situación límite: tiranía u opresión evidente y prolongada.En la resistencia, por el contrario, se trata de ir subsanando concretas situaciones -sin duda muchas veces graves- de negación de los Derechos Humanos. La resistencia tiene también sentido, como es obvio, en situaciones límites de negaciónde los Derechos Humanos.

2. La rebelión tiene lógica explicación y legitimidad en un sistema totalitario. La resistencia tiene lógica explicación y legitimidad en un sistema formalmente democrático. Aunque también tiene sentido la resistencia en un sistema totalitario.

3. La rebelión tiene carácter reparador y último, límite. Por el contrario, la resistencia tiene, además del carácter reparador, un carácter preventivo: trata de impedir que el sistema democrático degenere en un sistematotalitario y que, en consecuencia, no haya otro recurso que acudir a la rebelión. "La experiencia de que las dictaduras son difíciles de combatir o de destruir una vez establecidas, debe constituir una obligación del ciudadano, de oponerse inclusoa las tendencias hacia formas autoritarias del Estado y de Gobierno, en el caso de que otros órganos estatales no puedan hacerlo"(4).

Este carácter preventivo parece estar presente, ajuicio de algunos autores en el derecho de resistencia reconocido en el artículo 20 párrafo 4º de la Ley Fundamental de Bonn. Osborg Skart loopone así el derechode resistencia tradicional (al que aquí denominamos derecho de rebelión)(5).

4. En virtud de lo afirmado en el apartado anterior se puede afirmar que existe una complementariedadentre la resistencia y la rebelión. La primero actuaría como garantía que facilitaría el no tener que acudir a la segunda. La rebelión sería el recurso último que serviría de garantía cuandola resistencia o no se ha ejercitado o no ha dadoresultado positivo.

5. La rebelión va dirigida ante todo contra los órganos que ostentan el poder máximo del Estado. El derecho de resistencia se opone además a otrasformas de poder social, en manos de particulares y de grupos sociales. Como señala Osborg Skart, refiriéndose al artículo 20 párrafo 4º de la Ley Fundamental de Bonn, se trata de un" derecho de resistencia de ciudadanos contra ciudadanos"(6).

6. La rebelión -aunque es típicamente violenta- puede tomar formas violentas o no violentas en suejercicio. Por el contrario, la resistencia, en cuanto forma de lo que genéricamente podemos denominar resistencia pasiva, es esencialmente noviolenta.

7. Ejemplos actuales de rebelión los podemos encontrar en algunos fenómenos revolucionarios deAmérica Latina. Un ejemplo muy importante actual de la resistencia lo podemos encontrar en la desobediencia civil.

LA DESOBEDIENCIA CIVIL

DEFINICION

La desobediencia civil puede definirse como aquel acto público, no violento, consciente y político, contrario a laley cometido con el propósito de ocasionar un cambio en la ley o en los programas de gobierno(7).

CARACTERES

Las características fundamentales de la desobediencia civilson las siguientes:

1. Se trata de un acto de protesta contra una ley, una política o una acción del cuerpo político por ser atentatorios del sistema de los Derechos Humanos.

2. Se trata, pues, de una protesta fundamentada tanto moral como jurídicamente. Aquí radica una de las diferencias con el acto delictivo.

3. Es un acto de protesta no violento. Se entiende como no violento aquel acto que no utiliza una fuerza incontrolada, brutal y destructiva. Los actos de desobediencia civil son justamente lo contrario a un acto violento, aunque el hecho mismo de presionar sobre el poder del Estado suponga aceptar una cierta acepción de "violencia".

4. Se trata de un acto público. Aquí radica una de las diferencias con la objeción de conciencia. Esta, ante todo, no persigue ninguna finalidad concreta y por tanto, no es por definición, susceptible de organización. Su esencia se encuentra en el enfrentamiento de la existencia individual consigo misma(8).

5. Ese acto debe venir legitimado colectivamente, en cuanto que debe responder a objetivos que colectivamente son asumidos. Es la pretensión de universalidad de la desobediencia civil. Nunca puede ser un acto fundado en criterios puramente subjetivos.

6. La desobediencia se denomina civil porque quien la cumple considera que no comete un acto de transgresiónde su propio deber de ciudadano, sino que en todo casoconsidera comportarse como buen ciudadano en esa circunstancia particular más bien desobedeciendo que obedeciendo.

7. La desobediencia se denomina también civil porque no pretende cambiar, en bloque, las normas jurídicas, sino actuar como medio de reforma del sistema legal vigente, dándole mayor grado de racionalidad, a través precisamente de un mejor reconocimiento de los Derechos Humanos.

8. Con la desobediencia civil se trata, ante todo, de cumplir tres objetivos fundamentales:

o Tratar de ajustar las normas jurídicas y los actos de gobierno a la normatividad de los Derechos Humanos.

o Hacer que la población tome conciencia, y se plantee un debate público, sobre cuestiones fundamentales que atañen a la común vida en sociedad. Como señala Wellmann:

El público puede no querer escuchar razones a veces. La gente puede no ser consciente deun mal social atroz. Puede que no presten atención a los profetas morales que protestan contra tales males. Si atienden brevemente a una protesta racional, puede ser que estén demasiados cegados por los prejuicios para tomar los argumentos en serio. Sin embargo, la desobediencia civil es una forma de protesta difícil de ignorar y de dejar a un lado como simple retórica. Porque viola la ley, exige la atención de la sociedad. Porque es un valiente compromiso con la acción, no puede ser descalificada como pura palabrería. Y laplenitud de conciencia y la autodisciplina del desobediente civil pueden crear un respeto para su persona que lleve implícita una simpatía hacia su mensaje. La desobediencia civil sólo es un paso preliminar para un proceso enteramente legal de discusión pública y de reforma política, pero puede ser un primer paso en una línea de conducta total que alcance ganancias sociales reales"(9).

o Promover una mejora ética de la sociedad a travésde la llamada a la conciencia de sus miembros, encuanto que ciudadanos y portadores de unos deberes y del principio

de responsabilidad personal en la marcha común dela sociedad. A partir de la mejora moral se pretende una consecuente mejora jurídica y política de la misma.

9. El fundamento último de la desobediencia civil está enla protección de la dignidad de la persona humana. La dignidad de la persona humana constituye directamente el fundamento último de los Derechos Humanos e indirectamente el fundamento último de las garantías de los mismos.

10. El fundamento inmediato o justificación de la desobediencia civil puede encontrarse en cuatro focos fundamentales de criterios de racionalidad:

o La fundamentación ético-religioso. La existencia de una ley moral fundada en criterios religiosos,superior a toda norma humana y que en consecuencia obliga a amoldar o someter las acciones humanas a ese precepto superior. Como señala BOBBIO todavía hoya los grandes movimientos de desobediencia civil, desde Gandhi hasta Luther King, han tenido una fuerte huella religiosa(10).

o La fundamentación ético- jurídica.Es la garantía de los Derechos Humanos. Si, como defiende el iusnaturalismo, en sus más diversas vertientes, el Estado es una asociación creada por los miembros de la comunidad según común consenso, con la finalidad de proteger los Derechos Humanos, la desobediencia civil sería una forma de proteger esos derechos, reforzando el orden constitucional de los Derechos Humanos como derechos fundamentales.

o Fundamentación jurídico positiva. Si como señala Bertrand Russell, para justificar la desobediencia civil, los sistemas democráticosno son inmunes al abuso de poder, y por otra parte los sistemas de garantías establecidos por el estado resultan insuficientes, parece que la desobediencia civil puede actuar como un medio

de defensa de los derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente. Ladesobediencia civil se convierte así en un medio de defensa de la constitucionalidad de las leyes y decisiones gubernativas. Especialmente eficaz resulta la desobediencia civil como garantía de los derechos económicos, sociales y culturales, así como de los denominados derechos de la tercera generación, que son aquellos que especialmente carecen de una protección institucional eficaz en los sistemas de estado de derecho y tienden a reivindicarse por la vía de los movimientos alternativos.

o La fundamentación ético- política. Viene constituida por la idea libertaria de la maldad estatal. La desobediencia civil sería así una forma de luchar contra el poder del Estado que impide instaurar un régimen delibertad e instaurar los Derechos Humanos. Es la posición deNoam Chomsky, entre otros(11).

CLASIFICACION

Según la acción de desobediencia en que consiste la desobediencia civil, ésta puede ser (BOBBIO):

o Directa. Se realizan actos que impiden el cumplimiento de la norma o decisión de gobierno impugnada.

o Indirecta. Se realizan actos contrarios a lo prescrito en una norma o acto de gobierno de índole distinta al acto impugnado. V.Gr.: cortar el tráfico mediante sentadas en las calles, para pedir sean abolidas determinadas disposiciones legales que implican discriminación racial.

o Omisiva. Consiste en un no hacer lo que se ordena: V.Gr.: el servicio militar obligatorio enel caso de la objeción de conciencia solidaria que a la vez sea un acto de desobediencia civil.

o Comisiva: hacer lo que está prohibido. V.Gr.: el negro que se sienta en un local prohibido para él.

o Dirigida al cambio de una norma o de un grupo de normas.Es la denominada desobediencia civil en sentido estricto. (Defendida por J. Rawls y otrosautores, como Habermas, Rodríguez Paniagua, Estevez Araujo, etc...)

o Dirigida al cambio de todo el ordenamiento jurídico. Es la que está presente en el pensamiento y la acción de Gandhi. Para él la desobediencia civil asumía el papel tradicional de la revolución pero de forma no violenta. Es la denominada desobediencia civil ensentido amplio.

o Pasiva: la que está dirigida a la parte preceptiva de la ley.

o Activa: la que está dirigida, al mismo tiempo, a la parte preceptiva y a la parte punitiva de la ley, de manera que quien la efectúa no se limita a violar la norma sino que trata por todos los medios de librarse de lapena.

Según la finalidad que se persigue con la desobediencia civil, ésta puede ser (REX MARTIN):

o Realizada con una finalidad política

o Realizada por motivos éticos.

o Realizada bajo inspiración revolucionaria.

10/05/2012DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES / UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

Biblioteca básica sobre desobediencia civil UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANAEnllaç Podéis descargar los artículos pinchando en los enlaces o en la

página de la Universidad Autónoma Metropolitana   01.-Norberto Bobbio. Definición de desobediencia civil

02.-Platón. Apología de Sócrates 03.-John Locke. Ensayo sobre el gobierno civil 04.-Óscar Godoy Arcaya. Absolutismo, tiranía y resistencia civil

en el pensamiento político de John Locke 05.- Henry David Thoureau. Del deber de la desobediencia civil 06.- León Tolstoy. A los hombres políticos 07.-Giuseppe Mazzini. Los deberes del hombre 08.-Pietro Ameglio Patella. Gandhi y la desobediencia civil 09.-Nelson Mandela. La resistencia secreta 10.-Martin Luther King. Carta desde la cárcel de Birmingham 11.-Bertrand Russell. La desobediencia civil y la amenaza de

guerra nuclear 12.-Noam Chomsky. Sobre la resistencia 13.-Erich Fromm. La desobediencia como problema psicológico y

moral 14.-Hannah Arendt. Crisis de la república 15.-John Rawls. El deber y la obligación 16.-Ronald Dworkin. Los derechos en serio. Desobediencia civil 17.-Jürgen Habermas. Otoño de 1983 o la neutralización moral del

derecho. 18.-Ariel H. Colombo. Desobediencia civil y democracia directa 19.-Arato y Cohen. Desobediencia civil y sociedad civil 20.-Michael Randle. Dinámica de la acción no violenta   Introducción    Este volumen II es una compilación de textos que lleva el título

Desobediencia Civil, reúne textos de autores clásicos que consideramos indispensables para una comprensión de la resistencia civil contra políticas y regímenes injustos y opresivos. El volumen I se titula Desobediencia civil, contiene textos sobre teoría contemporánea, manuales técnicos y ejemplos de resistencia civil.  

  Durante muchos siglos la reflexión sobre la oposición civil a la

autoridad política no diferenció las distintas formas y sus alcances, pero en la actualidad los debates sobre el tema permiten clasificar la disidencia política en tres vertientes principales: la objeción de conciencia, la desobediencia civil yla resistencia civil. Estas tres formas se separan claramente deotras manifestaciones contrarias a la legalidad y al poder; de un lado se encuentra una forma no política que es la evasión o trasgresión de la ley por la delincuencia, en el otro extremo aparece un conjunto de actividades políticas, principalmente la actividad revolucionaria, pero también el terrorismo que no

necesariamente se propone transformar el sistema social y político. 

  Por nuestra parte nos ocupamos sólo de las formas no violentas

de disidencia política que se proponen modificar situaciones de injusticia y hasta un régimen político. Los textos seleccionadospara esta compilación tratan sobre actividades dotadas de significación política puesto que actúan sobre el poder constituido y sobre la sociedad política, cuando se vulneran derechos fundamentales de una sociedad, de una comunidad y de las personas.  Las teorías elaboradas a lo largo de los siglos pueden ser clasificadas en tres categorías argumentales: la objeción de conciencia o principio ético, la desobediencia civilcontra la ilegitimidad o ilegalidad de la ley o de la decisión política y, la resistencia civil contra la ilegitimidad de un poder político que actúa contra los fundamentos del orden socialy político aceptado o querido por una sociedad.

  En cada una de esas líneas de pensamiento se pueden reconocer

orientaciones que derivan de concepciones religiosas (como el cristianismo y el hinduismo), de los derechos humanos, de disciplinas formales como la filosofía jurídica, la filosofía política y la sociología política. Los enfoques sobre la disidencia política frecuentemente combinan las tres formas de oposición. 

  Estas tres concepciones no se dirigen cada una contra un

adversario que le sea propio, sino que convergen, se mezclan según el alcance que los disidentes quieran dar a su actividad. Una misma situación puede ser enfrentada mediante la objeción (orechazo) de conciencia, la desobediencia y la resistencia civiles. No obstante, pueden configurar situaciones típicas paracada una de ellas.  

  Lo que se impugna, rechaza e incumple cubre una gama de

posibilidades, en primer lugar actos específicos que pueden ser decisiones políticas, leyes o normas que obligan a los ciudadanos contra su voluntad en el contexto de un régimen democrático, pero también pueden dirigirse contra un régimen político tiránico o dictatorial. La frontera entre situaciones particulares injustas o condiciones sistémicas opresivas no siempre es tajante ni definitiva, ya que la impugnación a una injusticia particular puede ser el comienzo de un rechazo al conjunto de un régimen; también sucede que un amplio estallido social no se dirija mas que a un aspecto particular de un régimen que en lo general se reconoce como legítimo. Así pues elgrado de drasticidad de la forma de lucha no define por sí mismael carácter de la disidencia. 

   El rechazo al reclutamiento militar para hacer la guerra y

asesinar a seres humanos se justifica por razones morales, pero también por razones de legalidad y legitimidad ausentes en la determinación de hacer la guerra. La discriminación racial o la negación de los derechos de una minoría social, puede ser respondida mediante la desobediencia civil con argumentos éticos, jurídicos y políticos. Y todos esos argumentos se unifican para obligar a rectificar o incluso a deshacerse de unaminoría poderosa que impone sus intereses particulares contra los intereses generales de una sociedad, lo que incluye el dominio colonial de una potencia extranjera.

  Son exponentes destacados de la objeción de conciencia Sócrates,

según la descripción que hace Platón, lo mismo que Thoreau, Manzzini, Tolstoy, Gandhi y Mandela, King y Fromm, pero en ellostambién encontramos argumentos a favor de la desobediencia y delderecho a la rebelión contra la dictadura, como en Mazzini, Tolstoy y Gandhi. En todos ellos el elemento común es la conciencia moral, ley moral o estado moral que alcanzan los individuos y la sociedad, que antepone la justicia a la ley, es decir el bienestar general sobre el poder basado en la fuerza. El poder político de una minoría apoyada en la fuerza, obtiene la obediencia por el miedo, frente al cual existe el deber de rechazarlo; la sociedad libre surge de la responsabilidad de laspersonas ante una sociedad de iguales. 

  Así pues la conciencia moral es un concepto social, no mera

subjetividad individual, de modo que se despega de la objeción de conciencia como acto individual, pero fundamenta el rechazo ala injusticia en un principio humano superior a la ley, tanto laque es dictada por el egoísmo de una minoría poderosa, como la que es aceptada por una mayoría pasiva que sólo ve por la conveniencia individualista.

  La desobediencia civil supone la transformación del súbdito

pasivo, que obedece mecánicamente al poder por miedo a los distintos tipos de violencia (física, moral, económica) y por costumbre ciega. Transformación que se alcanza por la autoconciencia, la reeducación dentro de un nuevo sistema de valores y un modelo alternativo de sociedad, capaces de crear unciudadano activo, participante en la vida de la comunidad, personalmente responsable de que impere el bien común, el interés general. 

  Por otra parte incluimos varios textos que justifican la

desobediencia a un orden o ley injustos en razón de principios morales que pertenecen a derechos humanos fundamentales tales

como la libertad y la igualdad. Varios autores comparten la noción de desobediencia civil aplicable a sistemas democráticos legítimos; en ellos la desobediencia supone el respeto al orden democrático y su constitución legítima, pero se propone corregiruna injusticia o una política que va en contra de los principioséticos de las personas o los derechos fundamentales de un grupo.Reconocen la desobediencia civil como un acto colectivo y público dirigido a perfeccionar el sistema justo, de ahí que sealegítimo el derecho a disentir tanto como el de consentir libremente.

   En esta vertiente encontramos las definiciones modernas de la

desobediencia y la resistencia a la opresión, claramente diferenciadas de la objeción de conciencia por razones morales ytambién de las formas de violencia colectiva. Entre los autores más representativos seleccionamos a los teóricos de la política ampliamente conocidos como Hannah Arendt y Jürgen Habermas, así como a los teóricos del derecho John Rawls y Ronald Workin, Colombo y Arato y Cohen, así como también a pensadores como Russel y líderes políticos como Gandhi, Mandela y King. 

  La resistencia civil impugna a un poder dictatorial (o tiránico

en su acepción antigua) por parte de una persona, una elite o una clase social, que dominan mediante la violencia contra los ciudadanos, vulnerando sus libertades, su seguridad y sus bienes, de manera que los ciudadanos se resisten al poder con elfin de revocarlo o destruirlo para restaurar o crear un orden social conforme a la voluntad general y el bien común. 

  Los medios de la desobediencia civil y la resistencia civil que

los distintos autores exponen también difieren. La opinión más generalizada concuerda en la que la restauración de los derechoshumanos y sociales debe ser congruente con los principios éticosy políticos, es decir, por medios no violentos que revisten de legitimidad los fines y los instrumentos utilizados. Sin embargo, en situaciones extremas, aparecen argumentos a favor dela legítima defensa y el derecho último a la rebelión, que incluyen la fuerza graduada del pueblo contra la violencia del régimen.

  En la resistencia el sujeto social es la sociedad civil, aquella

parte de la sociedad cuya conciencia y responsabilidad la impelen a rechazar activamente la opresión. Al igual que la desobediencia civil, la resistencia es una acción colectiva, pública y política en el sentido que busca el cambio de régimen político. La resistencia civil es característica de los regímenes que están en vías de dejar de ser democráticos o que son autoritarios y dictatoriales, pero también se distingue por una acción drástica que asume los riesgos que conlleva la

represión, pero que defiende la legitimidad de los medios de lucha pacífica hasta sus bordes. Se apoya asimismo en una conciencia moral que la distingue de una degeneración individualista que destruya el espíritu de comunidad y la dominación de intereses particulares, porque se orienta por el contenido esencial de una república de ciudadanos.

   En conjunto, las ideas en torno a la desobediencia y la

resistencia civil tienen como denominador común la necesidad de la sociedad civil de defender un orden social donde la convivencia humana se desarrolle dentro de un estado ético, en el que impere la libertad, la justicia, la igualdad, la fraternidad y la democracia. La necesidad social de un orden social justo siempre se abre paso para crear o restaurar la ley natural, social y política que garantice los derechos humanos individuales y colectivos. Por eso se considera la desobedienciacivil como fuente generadora de derechos, como una energía regeneradora del Estado social de derecho y de una cultura democrática capaz de impedir las tendencias al abuso del poder.

  Encontramos elementos teóricos de esta vía de la disidencia

política en pensadores como John Locke, Tolstoy; es admitida en caso extremo por Rawls, Dworkin, en el enfoque sociopsicológico de Erich Fromm, en el politilógico de Arendnt y el sociológico de Arato y Cohen y Randle.

  En la compilación de textos que aquí presentamos se despliega el

pensamiento libertario que recorre la humanidad desde el siglo III antes de nuestra era, hasta el siglo XX, con el fin de inspirar a los mexicanos que al inicio del siglo XXI buscan el camino de la libertad y la justicia para la nación sumida en la desigualdad y la depredación por parte de una clase dominante dispuesta siempre a negar la democracia real por ser ajena del todo a la moral pública.  

 

La desobediencia civil, teoría y práctica sobre la reivindicación lingüística

Francisco Fernández BueyInstitut Universitari de Cultura. Universitat Pompeu Fabra (Barcelona)

En: Glayíu. 09/09/2008

Atrás      PDF

Uno de los instrumentos muy poco usados hasta a fecha enAsturies como medio de reclamar los derechos lingüísticos es la

desobediencia civil de la población, la ressitencia al poder queniega tales derechos cívicos como la oficialidad de la lenguaasturiana. Hasta la década de los sesenta del siglo XX laexpresión "desobediencia civil" se empleó poco y bastanteesporádicamente en el ámbito cultural europeo. Antes de esafecha las personas que se consideraban desobedientes,resistentes o insumisas frente a las leyes y los estadospreferían definirse como revolucionarias, como rebeldes o conotras palabras afines. La recepción de las obras de Thoreau,Tolstoi y Gandhi, en las que aparece el concepto dedesobediencia civil, fue hasta entonces muy limitada encomparación con la difusión de los escritos de otros autores quepropugnaban el derecho a la resistencia frente a las tiranías,la legitimidad de la liberación nacional de los puebloscoloniales por la vía armada, la revolución social o incluso laabolición de los estados.

La desobediencia civil es uno de los medios utilizados para lareclamación de los derechos lingüísticos y también para la luchade emancipación de los pueblos oprimidos política, económica oculturalmente. Entre los autores que han teorizado sobre ladesobediencia civil hay un acuerdo en que ésta puede definirse,grosso modo, como un acto que, motivado por convicciones deconciencia o principios de justicia, implica a) elincumplimiento de un mandato del soberano por parte del agente(carácter desobediente) y b) la aceptación responsable de lasconsecuencias de dicho acto (carácter civil). El carácter civilde la desobediencia se hace depender directamente de laaceptación voluntaria del castigo derivado de la legislaciónexistente por la conculcación de la ley. Esta definición mínimade la desobediencia civil presupone varias cosas: que existe unsoberano que emite mandatos; que el agente está obligado aobedecerlos por su condición de ciudadano; que existe un ordenjurídico que establece consecuencias previsibles alincumplimiento de los mandatos; que este orden incluye unosprincipios de justicia a los que el ciudadano puede apelar; que,en virtud de esos principios, el agente puede juzgar quedesobedecer civilmente es el tipo de acción más razonable antelas circunstancias. Lo que permite concluir que todo acto dedesobediencia civil es un acto de desobediencia a la ley, peroque no todo acto de desobediencia a la ley es un acto dedesobediencia civil.

La mayoría de los autores que han defendido la justificación dela desobediencia civil por razones morales, políticas ojurídicas suele coincidir, pues, en que para que ladesobediencia a la ley pueda ser considerada civil en un estadodemocrático hay que establecer algunas condiciones o requisitos.A partir de ahí se suele establecer un corte radical entre lapráctica de la desobediencia civil en sociedades predemocráticaso protodemocráticas (sociedades en las que escribieronpersonalidades como Thoreau, Tolstoi, Gandhi y Einstein) y la

práctica de la desobediencia civil en sociedades cuyaconstitución garantiza la democracia representativa y, portanto, la resistencia legal de los ciudadanos.

Para empezar se exige que la persona o colectivo que practica ladesobediencia civil tiene que ser consciente de sus actos yestar comprometida con la sociedad en que la ejerce. Civilequivale ahí a espíritu cívico. Y en este sentido, elcomportamiento del desobediente no estará movido por el egoísmopersonal o corporativo, sino por el deseo de universalizarpropuestas que objetivamente mejorarán la vida en sociedad. Elejercicio de la desobediencia civil habrá de ser público, enconsonancia con la pretensión de quienes la practican deconvencer al resto de los ciudadanos de la justicia de susdemandas. El ejercicio de la desobediencia no vulnerará aquellosderechos que pertenecen al mismo bloque legal sobre los que sesostiene aquello que se demanda. De donde se deduce que ladesobediencia habrá de ejercerse pacíficamente. Ésta es lasegunda acepción de civil: pacífico, no violento. Se exigiráademás al desobediente un compromiso de fondo, moral, con losprincipios político-jurídicos que inspiran el estadodemocrático, de modo que el desobediente no pretenderátransformar enteramente el orden político democrático ni socavarsus cimientos, sino sólo promover la modificación de aquellosaspectos de la legislación que entorpecen el desarrollo degrupos sociales marginados o lesionados o, en su caso, de todala sociedad. Civil se equipara aquí a aceptación de las reglasdel juego de la democracia.

Condiciones o requisitos tales como el carácter público, no-violento, de último recurso, comprometido y con aceptaciónvoluntaria de la sanción dejan fuera de la práctica de ladesobediencia civil no sólo la desobediencia a la leyhabitualmente considerada como criminal por el código penal,sino también aquellos actos o actitudes de desobediencia a laley que en un estado democrático tengan que ver con laconspiración y el sectarismo (por el secretismo de éstos frenteal carácter público), con el golpe de estado (que socava elprincipio de alternancia en el poder por vía electoral, a travésdel sufragio), con el terrorismo o la revolución (que van contrael carácter pacífico, no violento en principio, de ladesobediencia civil).

Algunos de estos requisitos suponen en el agente (individual ocolectivo) de la desobediencia civil no sólo la aceptación delprincipio de obligación política, que se predica para todos losciudadanos, sino también un concepto de la moralidad (y de lacoherencia moral) que está por encima de lo que se suele exigiral conjunto de la población (incluidos algunos de los acádemicosque teorizan en tales términos sobre la desobediencia civil).Esto se explica, en parte, porque, incluso cuando se defiende lajustificación ético-política, no sólo moral, de la práctica dela desobediencia civil se suele tener in mente, a posteriori, lasuperior moralidad de personalidades como Thoreau, Tolstoi,

Gandhi, Einstein o Martin Luther King, en el sentido deconsiderar que, para ellos, la desobediencia a la ley fuesiempre lucha contra la injusticia y que ésta residió siempre enel recurso a principios morales superiores, prejurídicos ometajurídicos, que son casi intituitivamente identificables porla conciencia de los humanos.

En Thoreau, Tolstoi, Einstein y Martin Luther King hay pocateoría sobre la justificación de la desobediencia civil. Ladefendieron como una actitud práctica suficientementejustificada, desde el punto el punto de vista moral, frente asituaciones de injusticia que denunciaban. En el caso de Thoreaula desobediencia civil aparece como una actitud de últimorecurso frente a la guerra de EE.UU contra México en 1848 yfrente a la persistencia de la esclavitud en la sociedadestadounidense. En tal contexto Thoreau ha escrito la primerapalabra de la desobediencia civil, siempre recordada: "Existenleyes injustas. ¿Nos contentaremos con obedecerlas? ¿Nosesforzaremos en enmendarlas, obedeciéndolas mientras tanto? ¿Olas transgredimos de una vez? Si la injusticia requiere de tucolaboración, rompe la ley. Sé una contrafricción para detenerla máquina [...] Bajo un estado que encarcela injustamente, ellugar del hombre justo es también la cárcel. Hoy el único lugarque el gobierno ha provisto para sus espíritus más libres estáen sus prisiones, para encerrarlos y separarlos del estado, taly como ellos mismos ya se han separado de él por principio. Allíse encontrarán el esclavo fugitivo, el prisionero mexicano y elindio. Es la única casa en la que se puede permanecer conhonor".Algunas décadas más tarde, y al otro lado del mundo, en la obradel viejo Tolstoi la desobediencia civil aparece también como laúnica actitud moral posible contra la guerra, la educaciónmilitarista, el absolutismo y la violencia de un régimen, elzarista, que de hecho seguía manteniendo en la servidumbre a lapoblación campesina rusa. La desobediencia civil tiene en elviejo Tolstoi una dimensión inequívocamente religiosa: se basaen la denuncia radical de las incoherencias y contradicciones deun imperio que se presenta confesionalmente como cristiano y queconculca en la práctica el primer mandamiento de la Ley de Dios.Por eso Tolstoi, al predicar la desobediencia civil, puedellegar a decir que, desde el punto de vista moral, el estado espeor que cualquier banda organizada de delincuentes.

En el caso de Einstein, que fue un científico con concienciacívica, la desobediencia civil es presentada en los años deentreguerras como recurso moral contra el militarismo prusiano ycontra el racismo que inspiraron el ascenso del nacional-socialismo en Alemania y, más tarde, en los primeros años de laguerra fría, como protesta contra lo que él mismo llamó "elpoder desnudo" en la época del macartismo en EE.UU. Todavía enel caso de Luther King, que ha sido el símbolo de ladesobediencia civil para amplios sectores del pacifismocontemporáneo, ésta aparece principalmente como una forma de

llamar la atención de las autoridades y de la opinión públicaante la discriminación realmente existente entonces para con laminoría negra en Estados Unidos.

Gandhi, en cambio, ha teorizado la desobediencia civil, primeroen Sudáfrica (1893-1914) dialogando con el viejo Tolstoi, yluego, independientemente, desde una dimensión ético-política,esto es, discutiendo la compatibilidad medios-fines de laviolencia revolucionaria en la lucha por la liberación nacionaly aduciendo, alternativamente, algunas de las tradicionesmorales orientales que preconizan la no-resistencia al mal y lano-violencia frente a la agresión. Para Gandhi la desobedienciacivil no es sólo un deber moral en tales o cualescircunstancias, sino un derecho intrínseco del ciudadano. Ésteno puede renunciar a tal derecho sin dejar de ser hombre. Ypuesto que, a diferencia de la desobediencia criminal, ladesobediencia civil no comporta anarquía sino crecimientosocial, siempre que el estado reprime la desobediencia civil loque en realidad está haciendo es tratar de aprisionar laconsciencia.

La propuesta gandhiana de la no-violencia, la insistencia en lasatyagraha, en la fuerza de la verdad, e incluso la práctica delhartal (suspensión de toda actividad productiva), en la largalucha por la liberación del yugo colonial, tienen, además de unaevidente dimensión político-social, una punta religiosa de fondoque sólo se puede entender como resultado benéfico del cruce devarias tradiciones pacifistas. Muy posiblemente lo mejor de laenseñanza no-violenta de Gandhi haya de verse en la convicción yen la veracidad con que juntó --en un pensamiento configurado alhilo del propio testimonio-- inspiraciones procedentes de lascorrientes liberadoras de varias religiones: desde el jain(corriente marginal del hinduísmo en la que estaba presente yala propuesta de abstenerse de realizar cualquier acto que puedaponer en peligro la vida de los otros) hasta el espiritualismoradical y heterodoxo de Tolstoi o la protesta individualista ynaturalista de Thoreau, pasando por una particular lecturajuvenil del Sermón de la Montaña hecha en Inglaterra.

La satyagraha gandhiana empezó siendo protesta contra laimposición de las autoridades que obligaban a censarse a loshindúes, cosa que suponía siempre vejaciones. Para Gandhi, laafirmación de "la fuerza de la verdad" suponía negar elconsentimiento a leyes injustas, esto es, desobedecer las leyes,pero sin reaccionar de forma violenta, con independencia delgrado de violencia al que fuera sometido el individuo; suponíatambién aceptar la pena que la autoridad impone o puede imponerpor no obedecer la ley (un principio que Einstein rescataría enlos tiempos sombríos de la caza de brujas en la Norteamérica dela primera guerra fría). El acento de la desobediencia civilgandhiana no recae en la negativa a aceptar la autoridad, sinoen la discusión sobre la justicia o injusticia de la leyconcreta promulgada por la autoridad. Y el criterio para juzgarsobre la injusticia de una ley es el reconocimiento de la

incoherencia de ésta con los principios explícitamenteproclamados por la autoridad, de manera que será injusta todaaquella ley que considerada particularmente viole el principiodel bien público en que se supone que se inspira la legislación.

La teorización de la existencia de un vínculo íntimo entre ladesobediencia y la no-violencia era para Gandhi una forma dereconocer la autolimitación de la acción: "El desobediente debesaber que puede equivocarse. Pero, al acudir a la no-violencia,garantiza que las consecuencias penosas de su equivocación, siésta se produce, caigan sobre sí mismo, no sobre los otros".

Con tales antecedentes no es difícil concluir que lajustificación moral de la desobediencia civil va de suyo: eldeber (que no el derecho) de la desobediencia civil proclamadopor Thoraeu puede admitir una justificación ética también en lassociedades democráticas. Cabe objetar al respecto la obedienciadebida al derecho en tal sociedad. Pero, incluso en ésta, sonmuchos los autores que justifican la desobediencia civil porrazones morales. Así lo ha hecho, por ejemplo, Felipe GonzálezVicen: "Mientras no hay fundamento ético para la obediencia alderecho sí hay un fundamento ético absoluto para sudesobediencia" (1). Y, aunque en términos no tan drásticos,también Javier Muguerza: "Cualquier individuo está legitimado adesobedecer cualquier acuerdo o decisión colectiva que, según eldictado de su conciencia, atente contra la condición humana"(2).

Esta justificación moral (absoluta o en términos personalistas)se basaría en la superioridad del foro de la conciencia delindividuo, capaz de captar intuitivamente qué es lo bueno y quées lo malo, sobre las leyes concretas de tal o cual estado a lasque el desobediente se opone. Y la desobediencia será civilsiempre que la conciencia nos diga que están siendo violados losderechos humanos o la condición humana. Thoreau afirmaba que "nohabrá una nación realmente libre hasta que el estado reconozcaal individuo como ente superior del que deriva toda su autoridady le trate en consecuencia". Y, con matices, está afirmación sehalla presente en la mayoría de los defensores de ladesobediencia civil. Esto equivale a decir que la desobedienciacivil estará moralmente justificada en estados antidemocráticos,predemocráticos o democráticos representativos mientras elestado siga tratando a los individuos como súbditos y no comociudadanos en sentido pleno.Ni siquiera cabe, desde este punto de vista moral, larestricción de que, en un estado democrático de derecho, esobligado respetar la opinión de la mayoría expresada en elParlamento y recogida en las leyes. Pues es obvio que sólo unateoría estrechamente procedimentalista estaría dispuesta adefender que las democracias realmente existentes sondemocracias en sentido estricto (gobierno del pueblo). En lapráctica de nuestras democracias hay todavía mucho que decir(críticamente) sobre quién es realmente el soberano, cómo searticulan realmente las mayorías y qué representan realmente los

partidos políticos que proponen una determinada ley alparlamento (sobre el servicio militar, el presupuesto dedefensa, el status de los inmigrantes, lo que hay considerarcomo familia, la ilegalización de tal o cual formación política,etc.).

Hay, por tanto, condiciones que, incluso en un estadodemocrático, obligan a considerar hasta dónde es moralmenteadmisible el principio moral de obligación política y que siguenjustificando la práctica de la desobediencia civil. Ocurre queel mero principio de las mayorías no garantiza sin más, apriori, el respeto de los derechos humanos, pues las mayoríaspueden decidir actuaciones que contradigan derechos dedeterminadas minorías. Ocurre también que el principio de ladivisión de poderes, característico de un estado democrático dederecho, no siempre se cumple, de manera que hay circunstanciasen que pueden quedar bloqueadas las posibilidades de expresión yactuación de determinadas minorías. Ocurre, además, que enestados democráticos plurinacionales y multilingüísticos, queson los más, hay conflicto entre el principio de igualdad de losciudadanos ante la ley y el reconocimiento efectivo del derechoa la diferencia. Y ocurre a veces que, incluso en estadosdemocráticos, y por reacción de la mayoría frente a actuacionesque no han tenido que ver con la desobediencia civil, se produceun recorte grave de los derechos humanos de determinadossectores de la población. Tales circunstancias no son supuestoshipotéticos sino situaciones de hecho que se han dado y se danen los países democráticos actuales.

Así, pues, en un estado democrático la admisión formal de ladesobediencia civil será un síntoma de autocontención, unreconocimiento de los límites del propio estado y del carácterprocesual de las constituciones vigentes. Por eso algunasconstituciones la admiten formalmente; y por eso se ha podidodecir, con razón, que la desobediencia civil es precisamente lapiedra de toque de la democracia o el más evidente de losindicadores de la madurez de las políticas democráticas.Teniendo en cuenta la imperfección y los déficits de lasdemocracias representativas realmente existentes, algogeneralmente admitido, la desobediencia civil puede considerarsehoy en día no como un síntoma de deslealtad frente a lademocracia, sino como una forma excepcional de participaciónpolítica en la construcción de la democracia. Y no es casual enabsoluto el que la afirmación de la desobediencia civil en elmarco de ese movimiento de movimientos que es el movimientoantiglobalización vaya generalmente acompañada no sólo de ladefensa de la universalización de los derechos humanos que lademocracia proclama, sino también de la afirmación de lanecesidad de una ampliación de la democracia representativa endemocracia participativa.

De ahí que la justificación de la desobediencia civil en losestados democráticos representativos tienda a ser no sólo moralsino ético-política. Cuando en nuestros días los individuos o

colectivos propugnan la desobediencia civil (por ejemplo, frenteal reclutamiento en caso de guerra, frente a las leyes sobre losinmigrantes o frente a la ilegalización de formaciones políticasque, siendo minoría, alcanzan porcentajes por encima del diez oquince por ciento de los votos emitidos) no están tratandosimplemente de salvar su alma (o su conciencia) frente a lo queconsideran una ley injusta, sino que su actuación apunta aconvencer a la mayoría parlamentaria (o al pueblo soberano) desu error en el ámbito de la esfera pública. Aun aceptando elprincipio moral de la obligación política, el desobedientetiende a buscar, por tanto, una justificación no sólo moral sinoético-política para su actuación, dado que ésta se produce en elámbito de la ética de la responsabilidad pública, no sólo en elámbito de la ética de las convicciones morales.

Al llegar aquí se puede discutir si tal o cual actividad ocampaña concreta de desobediencia civil ante una determinada leyaprobada por el parlamento (sea ésta la LOU, la ley deextranjería, la ley de ilegalización de partidos políticos o lasleyes por las que se rige actualmente el comercio internacional)es apropiada, correcta o la más adecuada para alcanzar el finque los desobedientes dicen proponerse. Pero ésta es unadiscusión sobre medios y fines, sobre las consecuencias públicasde nuestras acciones colectivas, y tiene que hacerse con losmismos argumentos con los que se discuten las consecuencias,hipotéticas o previsibles, de cualquier otra acción ético-política (incluidas las acciones del partido o coalición quehayan resultado mayoritarios en las elecciones o las acciones delos jueces de los más altos tribunales en nombre del estado).

Es una actitud típicamente falaz de quienes se consideranrepresentantes de la mayoría o del soberano en un momentohistórico dado el descalificar la desobediencia civil ante tal ocual ley aduciendo que el comportamiento de los desobedientespone en peligro el conjunto de las instituciones democráticas,el estado de derecho o el sistema democrático establecido. Lademocracia, las constituciones (y, por extensión, las leyessubordinadas, incluida la ley penal) son siempre consecuencia deprocesos históricos concretos, y procesuales ellas mismas. Dedonde se sigue que el peligro potencial para la democracia puedevenir tanto de una consecuencia perversa de la crítica (justa)de sus déficits actuales como de la autocomplacencia de lamayoría (por representativa que sea) o del soberano mismorespecto de la democracia realmente existente. Hay ejemploshistóricos de ambas cosas. Y el más reciente (el recorte de laslibertades al que se asiste en el mundo a partir de losatentados del 11 de septiembre del 2001, denunciado por variasasociaciones de juristas demócratas) apunta precisamente a estoúltimo, a la autocomplacencia o la prepotencia, no al riesgo dela crítica (por global que sea) que los desobedientes hacen dela democracia realmente existente, que, como he mantenido enotro lugar, era y, antes del 11 de septiembre, una democracia"demediada".

Aunque, como decía al final de la entrega anterior, la mediaciónjurídica (reconociendo la razón o razones de los desobedientes)suele ser decisiva para la autocontención de la desobedienciacivil dentro de los límites de la no-violencia, no hay soluciónexclusivamente jurídica al problema concreto de la violencia queenfrenta, también concretamente, al estado con un colectivoamplio de desobedientes.

Y no la hay, no sólo porque, en general, como decía Leopardi, elabuso y la desobediencia de la ley no pueden ser impedidos porninguna ley, sino también porque en la esfera pública, cuando seoponen derecho y derecho, derechos considerados iguales poropciones ético-politicas distintas, caben siempre variasopciones legislativas para mediar en los conflictos específicos.

La confianza y la lealtad de los desobedientes, incluso lainteriorización del principio de obligación en un estadodemocrático, depende precisamente de cómo se oriente estamediación. La ley ad hoc, criminalizando o ilegalizando laopción que representan los desobedientes (aquella opción de lacual ya no se puede hablar ni siquiera en el estado democráticode derecho), es siempre parte de la dinámica generadora de másviolencia y es lo que, en última instancia, hace que eldesobediente no-violento, al percibir tal ley como una violenciasobreañadida, acabe contemplando la posibilidad de lalegitimidad de la violencia defensiva como una necesidad, comoun estado de necesidad.

Cuando esto ocurre es inútil aducir la neutralidad del estadoy/o de los servidores de la ley, pues cuanto más se aduzca estaneutralidad tanto más será percibido el acto legislativo ad hoccomo una ampliación de la polaridad y de la tensión: eldesobediente tenderá a convertir su disidencia o su objeciónprevia a tal o cual ley anterior, a tal o cual artículo de laconstitución, en desobediencia global al estado. Eso ocurriótambién en los Estados Unidos de Norteamérica desde mediada ladécada de los sesenta y ocurre frecuentemente hoy.

Por tanto, la solución a los problemas concretos del ejerciciode la violencia menor derivados de la desobediencia civil tendráque ser jurídico-política o político-jurídica. Lo que quieredecir: habrá que tener en cuenta el origen y los motivos de ladesobediencia, el proceso que ha seguido la misma y lasconsecuencias previsibles de la legislación propuesta para hacerfrente a ambas cosas.

También en esto la radicalidad consiste en ir a la raíz de lacosa. La responsabilidad jurídico-política ante lasconsecuencias plausibles de los actos legislativos obliga areconsiderar y evitar aquellos que previsiblemente van afomentar "la réplica infinita", la espiral perversa por la cual

hasta el desobediente civil no-violento empieza a contemplarcomo una necesidad la posibilidad de una violencia igual contrael estado. Pues la percepción de que se está viviendo en unestado de excepción (declarado o no), en una situación deexcepcionalidad en la polis, ha sido siempre, desde los orígenesde la modernidad, desde Savonarola y Maquiavelo, motivo centralpara la justificación moral y/o política de la violencia (tantode los de abajo, de los "republicanos", como de las oligarquíasy del Príncipe).

Pondré algunos ejemplos que pueden contribuir a aclarar esto.Una solución jurídico-política atenta a los orígenes y alproceso del movimiento de desobediencia civil frente al serviciomilitar, el armamentismo y la guerra, como el que cuajó en losaños ochenta y noventa, ha sido, a pesar de su lentitud y de susimperfecciones, el reconocimiento, por parte del estado, de laobjeción de conciencia primero, de la posibilidad de un serviciosocial sustitutorio del servicio militar obligatorio después y,finalmente, de la obsolescencia del reclutamiento obligatoriopara ejércitos permanentes. El reconocimiento, en este caso, dela razón de fondo de la desobediencia civil frente a lalegislación anteriormente vigente es lo que ha hecho "discretos"a los insumisos y ha atemperado la "réplica infinita" al aceptarque la mayoría de los desobedientes estaban prestando unservicio a la democracia en construcción y al quitar argumentosa quienes, en la misma órbita de la insumisión y ladesobediencia, propugnaban aquello de "el servicio militar enETA militar".

No se puede decir lo mismo, en cambio, en el caso de las leyessobre la emigración: la protesta contra la forma en que elestado trata a los inmigrantes ha pasado de una fase deoposición a la ley de Extranjería a la propuesta explícita dedesobediencia civil precisamente porque la legislación no ha idoa la raíz del asunto (el status de los inmigrantes comociudadanos de pleno derecho en nuestras sociedades), sino que hainterpolado "inmigración" y "extranjería" para mantener unadiscriminación inaceptable atribuyendo a "los otros" (enabstracto) un plus de violencia que, en última instancia, sirvepara justificar ante la opinión pública acciones violentas delestado que chocan contra el principio de la libre circulación delas personas. El estado hace así aún más patente lacontradicción existente en el sistema entre la afirmación de lalibre circulación de mercancías y la prohibición de la librecirculación de las personas. Independientemente de que estaprohibición choque de manera explícita con la letra de laconstitución, es evidente que choca con uno de los principiosético-políticos básicos que la inspiran, la percepción de locual dará fuerza moral en este caso a quien desobedece a la ley.

De acuerdo con este mismo criterio, tampoco es aceptable la

legislación reciente sobre la ilegalización de partidospolíticos, que es de hecho una legislación ad hoc parailegalizar Batasuna y, por derivación, para hacer frente a ladesobediencia civil contra el estado español en Euskadi. Laidentificación, en este caso, del "soberano" con el conjunto delos representantes del parlamento español obvia el hecho de quela gran mayoría de la población en el territorio afectado ydonde la ley tiene que ser aplicada (el País Vasco) se hamanifestado en contra de la ley. Por otra parte, la tendencia aidentificar (en la presentación y aplicación de la ley) laviolencia terrorista de ETA con la finalidad de la desobedienciacivil allí existente (lo sea, con la reivindicación de laautodeterminación o de la independencia) ningunea la opinión detodos aquellos que, compartiendo tal finalidad (esto es, laindependencia u otras formas de autodeterminación) no aceptanque el medio para alcanzarla sea tal violencia.

Aun sin entrar en el asunto de la corrección jurídica de la ley,que está en discusión, y haciendo abstracción de la intenciónúltima del legislador (cosa que también se discute), peroteniendo en cuenta que en este caso una parte sustancial de lospartidarios de la desobediencia civil (incluido un porcentajeimportante de votantes de Batasuna) se han declarado al menoscontrarios a esa violencia, a la violencia de ETA, se puedeconcluir que la solución propuesta ad hoc es un error político.Pues también en este caso el legislador, considerando probado elvínculo entre ETA y Batasuna, pasa por alto el origen de ladesobediencia al estado y las diferentes fases por las que eseproceso ha pasado. Se sabe desde hace tiempo que el infiernoestá empedrado de buenas intenciones. Pero no se suele decir quetambién lo está de leyes formalmente correctas (o que fueronconsideradas correctas en el momento de su promulgación).

Como han aducido una minoría de juristas y políticos en Españapero la mayoría de ellos en el País Vasco, la consecuenciaprevisible del error político y de la acción penal consiguienteno sólo dará alas a la desobediencia civil sino queprobablemente potenciará, en este caso, "la réplica infinita".Tanto más cuanto que lo que está en juego en esta polaridad noes sólo la erradicación del terrorismo (punto en el que lamayoría de los que se declaran desobedientes están de acuerdo)sino también el uso "legítimo" de la otra violencia, de laviolencia de la nación titular del estado (que se supone fundadaen derecho) y de una nación que aspira a serlo, a ser estado,aunque sea asociado (y, por tanto, a integrar, como los otrosestados, la violencia en derecho).

Ante una situación así el desobediente puede argumentarcoherentemente contra la pretensión del estado en general, detodo estado, a integrar la violencia en derecho, pero cae enincoherencias al negar a la nación pequeña que pretende ser

estado (aunque sea asociado) el derecho que se predicanormalmente para cualquier estado ya constituido. Esto es lo queobliga, si se quiere actuar en consecuencia, a retrotraer elproblema jurídico a su dimensión política. Y por eso digo que nohay solución exclusivamente jurídica al problema específico dela violencia que enfrenta, también concretamente, al estado conun colectivo amplio de desobedientes.

Si se quiere restablecer la simetría en el debate sobreviolencia y estado democrático de derecho, y aspirar así a laecuanimidad sobre la desobediencia civil realmente existente,entonces hay que abordar también, en concreto y con espíritucrítico, la actuación de la otra parte, de la que se declaradesobediente. Pues si en el estado existe una concepciónmeramente instrumental de la relación entre derecho y violenciaesa relación se da también, invertida, en algunas de lasactuaciones que se están presentando como desobediencia civil.La aspiración, por ejemplo, a la colectivización de los mediosde producción, a la autogestión en la producción, a laindependencia de tales o cuales comunidades, a la confederación,a la ocupación de viviendas deshabitadas, a cambiar la forma deestado o a reformar la constitución (los tabúes actuales denuestro estado democrático representativo) y la crítica de laviolencia estructural o institucional no pueden moralmentehacerse, en este marco, justificando por activa o por pasiva eluso de una violencia igual o mayor que la que ejerce el propioestado al que se desobedece. Esta, creo, es una buena razón paradiferenciar en la práctica entre distintos tipos dedesobediencia civil y decidir acerca de ellas.

Thoreau, Tolstoi y Einstein fueron desobedientes respecto de suestado: preconizaron la desobediencia civil del individuo frenteal estado teniendo como referentes el estado que formalmente lesdaba su nacionalidad (EE.UU, Rusia, Alemania) pero tambiénfueron críticos del estado en general (de la forma deorganización social que llamamos estado moderno). Gandhipreconizó la desobediencia civil en la India frente a un estadocolonizador ocupante (Inglaterra) y ese ha sido el modelo,aunque minoritario, de otras luchas a favor de ladescolonización. Aduciendo estos ejemplos la desobediencia civilclásica, además de estar vinculada a lo no-violencia, se haentendido siempre hasta ahora vinculada a un proyectoemancipador libertario. Así fueron leídas las obras de losautores mentados tanto por sus seguidores como por susdetractores. Thoreau ha sido considerado uno de los padres dellibertarismo moderno. Y sintomáticamente a Tolstoi se le negó elpremio Nobel de la Paz, según argumentaba la comisión académicacorrespondiente, por su "anarquismo", por su crítica feroz delestado.

Pero ¿qué pasa cuando hemos de tratar de desobediencia civil en

aquellos casos en los cuales no hay colonización ni ocupaciónpropiamente dicha y, por otra parte, la desobediencia no sedirige contra el estado en general ni aduce la superioridad delforo de la conciencia individual frente al estado, sino que sepresenta como parte de un programa cuyo objetivo es la creaciónde un estado propio? ¿No implica esto la potencial aceptación,en los límites territoriales propuestos alternativamente, delmismo tipo de violencia (ejército, policía, cárceles, leyes) quese critica en el estado mayor realmente existente? ¿Puede elseguidor de Thoreau, Tolstoi, Gandhi, Einstein y Luther Kingseguir utilizando los argumentos de éstos en defensa de unadesobediencia civil que repite en lo sustancial los argumentosjurídico-políticos con que fueron creados los estados modernos?

De la misma manera que es incoherente negar a los desobedientesde la nación pequeña o menor el derecho colectivo que se admite(o se da por supuesto) para la nación mayor ya constituida,también lo es, es incoherente, vincular la desobediencia civil aun tipo de violencia igual o mayor que la ejercida por el estadoal que se critica. Y es sintomático el que, al intentarlo, quiense declara desobediente se vea frecuentemente obligado a seguiruna estrategia argumental simétrica a la del estado que critica:trata de instrumentalizar a la opinión pública proponiendo aésta que identifique directamente con el fascismo los errorespolíticos del ejecutivo o las iniciativas judiciales de unademocracia imperfecta o demediada, de la misma manera que elestado pretende identificar con el fascismo o con el nacional-socialismo al conjunto de los desobedientes de la nación menor.Al reflexionar sobre tal estrategia hay que decir que FernandoSavater lleva razón en un punto: hay al menos un intento dejustificación concreta de la desobediencia que es incivil. Puesno puede haber reivindicación social o nacional, nidiscriminación positiva posible a favor de las minorías (o delas mayorías en un determinado territorio), que pueda justificarmoralmente los asesinatos, los atentados, los secuestros, lasagresiones físicas y los acosos sistemáticos de personas quedejan así de ser tratadas como personas. Esa conducta quedesprecia los derechos humanos fundamentales rebasa con mucho ellímite de la desobediencia civil. Intentar vincular talesactuaciones a la desobediencia civil y traer a colación, en esecontexto, a Gandhi y a Thoreau o a Luther King es un sarcasmo.Se puede añadir más: dejar que se vincule el objetivo de laautodeterminación (y de la independencia), en nombre de ladesobediencia civil al estado, con el uso de una violencia ya nosimbólica o psicológica sino física, y superior a la del propioestado, es una deshonestidad ético-política. En esas situacionesel desobediente realmente civil tiene que decir: "No, miscomandantes". Y subrayar el plural. La desobediencia civil es unmedio para alcanzar alguna finalidad ético-político: impedir unaguerra o ponerla fin, abolir leyes militaristas, denunciarlegislaciones que crean injusticias, actuar directamente contra

la segregación de tales o cuales minorías o a favor de laautodeterminación, etc; pero, por lo que lo que sabemos de lahistoria del siglo XX, deshonrar el medio, como deshonrar laspalabras, es un camino (por oblicuo que sea, y por espejismosque produzca en el plazo corto) para pervertir el fin. Elargumento de Savater decae, sin embargo, cuando se amplía lacondena ética a todo grupo o persona que, habiendo denunciadoexplícitamente ese tipo de violencia, se muestra dispuesto, detodas formas, a hablar o a dialogar sobre la finalidad de ladesobediencia civil proclamada con quien o quienes no la hancondenado específicamente. Es el caso, por ejemplo, de lassegundas jornadas sobre desobediencia civil celebradas durantelos días 12 y 13 de octubre pasado en la localidad de Ezpeleta,en las que participaron, junto a Batasuna, cinco o seisorganizaciones sociopolíticas que previamente habían manifestadosu discrepancia con la actividades de ETA. En el anuncio delencuentro se dijo que los participantes analizarían «cómo EuskalHerria, utilizando la desobediencia civil, puede hacer efectivala autodeterminación». Los representantes de estos colectivosdenunciaron que «los Estados español y francés nos niegan esederecho» y aseguraron que «por medio de la desobediencia civil,es posible el ejercicio de la autodeterminación». Comoconclusión, los organizadores señalaron que «hacemos de lasacciones directas no violentas que realizamos una muestra deldesarrollo de la desobediencia civil».

Parece obvio que en este caso hay que distinguir entre el juiciosobre el acierto político de tal diálogo (que dependerá, a suvez, de lo que se opine acerca del derecho a laautodeterminación de Euskadi) y el juicio moral sobre la"civilidad" de la desobediencia, de la misma manera que hay quedistinguir entre la corrección jurídica de la ilegalización detal o cual partido y su oportunidad política. Pues, obviamente,se puede estar a favor del fin (la autodeterminación), del medioempleado (las acciones directas no violentas vinculadas a ladesobediencia civil) y del diálogo en general, y no estar, encambio, a favor del diálogo en la circunstancia concreta conquienes aceptan la violencia de la ETA. Desmond Tutu, en ocasiónde su visita a España hace unos años, dijo cosas muy sensatassobre esto basadas en su propia experiencia surafricana. Yconvendría tenerlas en cuenta precisamente para evitar laespiral de la "réplica infinita".

Así planteadas las cosas la desobediencia auténticamente civilque cabe en la circunstancia mencionada (o sea, en un estadomultinacional y plurilingüístico que se declara democrático peroen el que hay conflictos serios sobre el nivel de autogobiernode algunas de las nacionalidades) es precisamente aquella quesuele denostarse ahora bajo el rótulo peyorativo de"equidistancia". Puesto que la desobediencia civil ha nacidonegando justamente el recurso a la forma más alta de violencia,

la guerra, tiene que negar también la lógica eminentementemilitarista que divide el mundo entre amigos y enemigos. Cuantomayor sea la conciencia de los individuos o de los colectivosrespecto de la justicia de la finalidad o reivindicaciónprincipal de los desobedientes frente al estado, mayor serátambién el distanciamiento respecto del propio estado (o de lanación titular del estado) cuando éste reprime o dice ejercer laviolencia legal contra esa reivindicación o finalidad. Pero, almismo tiempo, cuanto mayor sea la conciencia de la civilidad dela desobediencia, mayor será también el distanciamiento respectode los medios violentos alternativos utilizados para alcanzar lafinalidad que el individuo o la colectividad comparte oconsidera justa. En esa dialéctica suele ocurrir que si se primauna de las conciencias, sin atender a la otra, la justicia sepervierte. Y se pervierte tanto en la búsqueda dejustificaciones de la violencia legal contra la violenciaexcesiva de los otros como en la insistencia exclusivista en lafinalidad para justificar un medio a todas luces excesivo. Laequidistancia respecto de lo uno y de lo otro no equivale, nitiene por qué equivaler, como se dice a veces, a pasividad, adesentendimiento o a no saber distinguir entre víctimas yverdugos. Equivale, más bien, a un distanciamiento ético-politico respecto de dos formas de violencia simétricas, ambasexcesivas.

Concluyo ya. La existencia de estados democráticos puede ser unacondición apreciable, y que debe apreciarse, para laautolimitación de los desobedientes, para atemperar lainsumisión y hacerla discreta, esto es, funcional al ideal de lademocracia y a la coherencia de los medios respecto de los finespropuestos. Y, en efecto, es esta autolimitación lo que noslleva a considerar indecentes aquellas acciones que, basándoseen la crítica (justa) de los déficits del estado democráticorepresentativo, producen voluntariamente la muerte de inocentes,degradan la condición humana y se equiparan (o superan) a laviolencia ejercida por los estados, como ocurre de hecho enciertos casos de terrorismo.

A veces se objeta que la palabra "terrorismo" ha sido siempremanipulada por el poder y por los medios de comunicacióndominantes (y aún más desde el 11 de septiembre de 2001) y queesta manipulación tiende a exculpar el terrorismo de los estadosy a diluir bajo un mismo término la violencia menor ejercida ennombre del derecho de los pueblos a la resistencia (o de lalucha por la liberación de naciones sometidas) con el terrorpropiamente dicho. Lo cual es cierto. No obstante, una vez hechala denuncia de tal manipulación, y aún desde la compresiónsimpatética de la finalidad que persiguen los desobedientes quese sienten ninguneados por el imperio o por el estado, siemprecabe la posibilidad de llegar a una definición analítica de"terrorismo" o a una descripción del mismo superadora de la

vieja lógica que opera en función de la igualmente viejapolaridad entre amigo y enemigo (2). Esta definición ocaracterización descriptiva del terrorismo incluye actos deviolencia contra el derecho a la vida y otros derechos de laspersonas (asesinatos, atentados, extorsiones, secuestros), actosestratégicamente concebidos, que repugnan a la conciencia moralen general, y a la conciencia política en particular, conindependencia de la finalidad declarada. Tanto más en sociedadesque, aun con déficits importantes, garantizan en principio, osea, formalmente, la libertad de expresión de tal finalidad.

Pero, aún así, la existencia de los estados democráticos no escondición suficiente para cerrar la discusión sobre toda formade violencia defensiva. Pues de la misma manera que la violenciadefensiva es considerada moralmente admisible en el ámbito delas relaciones privadas, ésta, la violencia defensiva, puedepresentarse aún, en la esfera pública, como un deber moral enaquellos casos en que, declarándose democrático el estado, haydudas serias y fundadas sobre la legitimidad del consenso que haproducido la constitución, sobre la ocupación de territorios enlitigio, sobre el establecimiento de bases militares, sobre lausurpación de tierras comunales o sobre la imposición forzada deleyes internacionales que enajenan derechos no escritos dedeterminadas poblaciones o minorías. En todos esos casos ladesobediencia no dejará de ser civil si, en última instancia,inducida o provocada por la violencia de los estados (o delImperio), se ve obligada a recurrir a determinadas formas deviolencia defensiva. Desde el punto de vista moral, eldesobediente tiene que saber, en estos casos, que cuandotraspasa ciertos límites, puede convertirse en lo contrario delo que quiere ser, como decía Camus del revolucionario que dejade ser rebelde para convertirse en policía. Y desde el punto devista ético-político, el colectivo desobediente tiene que saberque el recurso a una violencia de grado equivalente o superior ala de los estados hará de su desobediencia una actuación tanincivil como la de la mayoría de los "soberanos" que en el mundohan sido.

Como citar

Formatos BibliográficosGestores Bibliográficos

Exportar a BibTex Exportar a Reference Manager Exportar a Pro Cite Exportar a End Note Exportar a Refworks

Formato Documento Electrónico (ISO)

CHACIN FUENMAYOR, Ronald de Jesús. Algunos aspectos teóricos de la desobediencia civil: Análisis sobre su consagración en la Constitución venezolana.Frónesis [online]. 2003, vol.10, n.2 [citado  2015-08-17], pp. 49-72 . Disponible en: <http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sc

Formato Documento Electrónico (ISO)

CHACIN FUENMAYOR, Ronald de Jesús. Algunos aspectos teóricos de la desobediencia civil: Análisis sobre su consagración en la Constitución venezolana.Frónesis [online]. 2003, vol.10, n.2 [citado  2015-08-17], pp. 49-72 . Disponible en: <http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-62682003000200004&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1315-6268. Formato Documento Electrónico (ABNT)

CHACIN FUENMAYOR, Ronald de Jesús. Algunos aspectos teóricos de la desobediencia civil: Análisis sobre su consagración en la Constitución venezolana.Frónesis,  Caracas,  v. 10,  n. 2, agosto  2003 .   Disponible en <http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-62682003000200004&lng=es&nrm=iso>. accedidoen  17  agosto  2015.

 

    

Servicios Personalizados

Articulo

Articulo en XML

Referencias del artículo

Como citar este artículo

Traducción automática

Enviar articulo por email

Indicadores

Links relacionados

Bookmark

Share on delicious Share on google Share on twitter Share on digg Share on citeulike|More Sharing Services Otros

Frónesisversión impresa ISSN 1315-6268

Frónesis v.10 n.2 Caracas ago. 2003

 

Algunos aspectos teóricos de la desobediencia civil: 

Análisis sobre su consagración en la Constitución venezolana

Ronald de Jesús Chacín Fuenmayor Sección de Axiología Jurídica. 

Instituto de Filosofía del Derecho “Dr. José Manuel DelgadoOcando”. 

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Universidad del Zulia. rjchf_9 @hotmail.com. 0414-6388590

Resumen

Se hace un análisis de la definición y principales aspectosde la desobediencia civil como una de las instituciones de excepción al principio de obligación política y jurídica que tienen los ciudadanos de cumplir las leyes. Se aclaran varios aspectos sobre su conceptualización, modo de operar,justificación, elementos definitorios, entre otros. Para ellogro del objetivo principal de esta investigación, que es precisamente el de dilucidar la verdadera confusión que existe en el discurso político venezolano actual sobre estainstitución, lo cual implica analizar su previsión en nuestra Constitución, determinando el sentido y alcance delartículo 350, conforme a las pautas teóricas señaladas. Se concluye luego de un análisis interpretativo sistemático, político, pragmático, teleológico y de razonabilidad de la Constitución, que el prenombrado artículo 350 no consagra la desobediencia civil en Venezuela, sino el derecho a la resistencia a la tiranía cuando ésta, a diferencia de la prevista en el artículo 333, es sobrevenida, es decir, cuando ocurren reformas y cambios constitucionales de acuerdo a procedimientos previstos en nuestra carta fundamental, pero cuyos resultados manifestados en el

régimen, legislación y autoridades surgidas, violentan los principios democráticos y los derechos humanos.

Palabras clave: Desobediencia Civil, Constitución, Democracia, orden jurídico y político.

Some Thoretical Aspects of Civil Disobedience: AnAnalysis of its Consecration in the Constitution

Abstract

An analysis is made of the definition and principal aspectsrelated to civil disobedience as one of the institutions that rebels against the principal of political and judicialobligation of citizens to abide by the law. Various aspectsare clarified in its conceptualization, application, justification and definition among other aspects. To reach this objective, the principal motive behind this paper, it is necessary to explain the confusion that exists in Venezuelan political discourse in reference to this theme, which implies an analysis of its provisions in the Venezuelan Constitution, in order to determine the application of Article 350 according to the theoretical elements pointed out. The conclusion is, after an interpretive, systematic, political, pragmatic, teleological, rational analysis of the constitution, that Article 350 does not guarantee the right to civil disobedience in Venezuela, but only the right to resist tyranny when it occurs, contrary to Article 333, that is when reforms or consrtitutional changes occur according to constitutional procedures but the results violate democratic principles and human rights.

Key words: Civil disobedience, constitution, democracy, judicial and political order.

Recibido: 11-11-2002 · Aceptado: 14-07-2003

Introducción

La Desobediencia Civil es una de las instituciones de carácter jusfilosófico surgida al igual que otras (resistencia a la tiranía, disidencia, revolución, etc)

como excepciones a la obligación moral, política y jurídicade obedecer a la ley.

Desde los contractualistas como Hobbes, se establece la obligación de los ciudadanos de obedecer a la ley, lo que algunos autores como Lyons (1998), denominan “el fundamentomoral de obedecer la ley”, a los fines de lograr una estabilidad social y política y preservar la seguridad jurídica en una sociedad. Pero así mismo, existen múltiplesjustificaciones que por vía excepcional se esgrimen contra la obediencia a la ley, por múltiples razones y entre ellasse encuentra la que fundamenta la desobediencia civil.

Consiste esta figura en un mecanismo accionado por los ciudadanos para oponerse al cumplimiento de una ley o decisión gubernamental injusta, por eso la desobediencia civil se fundamenta en diversos argumentos que se oponen a otros comúnmente conocidos sobre el deber de obediencia a la ley.

Ridall (1999) sintetiza estos argumentos, tantos los que fundamentan el acato y el desacato a la ley de esta manera:

a) La gratitud Vs. la ingratitud: debemos obedecer la ley como una manera de agradecerle al Estado los servicios que hemos recibido de él. El desobediente afirma que esta gratitud se pierde cuando el Estado realiza algo dañino, como una ley o decisión injusta.

b) El argumento contractualista: que fundamenta la obediencia o pérdida de la libertad de los ciudadanos en la seguridad que otorga el Estado, el cual es contradicho por el desobediente quien afirma que el contrato es una ficción y que el mismo no puede exigírsele a las generaciones actuales ni futuras.

c) La oportunidad de participación: fundamenta la obediencia en la participación política que hay en la democracia y en la decisión de la mayoría, a la cual hay que atenerse. El desobediente ataca este argumentoafirmando que son muy pocas las áreas de participacióny que entre elecciones y elecciones las democracias funcionan como “dictaduras elegidas”.

d) Para evitar la debilidad del sistema y la anarquía:la obediencia debe cumplirse porque se debilita el sistema democrático dándole la oportunidad a la anarquía y como consecuencia de esto, a un sistema menos ventajoso. El desobediente ante esto replica afirmando que la desobediencia no va a ser tan peligrosa para traer otro sistema peor.

e) El uso de medios existentes para conseguir el cambio: Existentes en la democracia, por lo cual se puede cambiar la ley siguiendo los procedimientos establecidos formalmente. El desobediente ante esto alega que estos medios de cambios jurídicos son un mito, que son demasiado lentos y los mismos están influenciados solamente por las élites políticas.

Dalla Via (1998) por su parte plantea el debate desde el punto de vista jusfilosófico, señalando los argumentos del positivismo en contra de la desobediencia civil y los del jusnaturalismo en su favor.

El positivismo basado en las ideas de Bodin y Hobbes, justifica la obediencia jurídica no por la justicia del Derecho, sino por su capacidad para asegurar el orden y la certeza en las relaciones humanas.

El derecho emanado del soberano es absoluto, por lo cual seelimina la idea de justicia como criterio para la obediencia al Derecho.

Para ellos es absurdo el concepto de ley injusta porque el valor del orden se impone de tal manera a cualquier otro valor; que la obediencia al Derecho es siempre debida y la sedición siempre ilícita, aun cuando el soberano haya usurpado el poder.

Las leyes del soberano son en sí mismas el criterio de distinción entre lo justo y lo injusto, entre el bien y el mal.

Para el jusnaturalismo en cambio, bien sea de raíz divina oracionalista, la desobediencia es posible y hasta

imperativa en algunos casos, en tanto se reconoce la existencia de valores superiores al derecho positivo.

Para los jusnaturalistas, sólo las leyes justas pueden y deben ser obedecidas.

Dalla Via (1998) señala la clásica posición de Santo Tomás de Aquino, para quien la ley injusta no era ley, que la fuerza de ley dependía de su justicia y dicha justicia debía estar en conformidad con la razón y la ley natural, sino sería corrupción de ley. Como consecuencia de esto, para Santo Tomás la obediencia a la ley dependía de su justicia, sino era justa conforme a la razón y a la ley natural debía ser desobedecida, caso también del poder ilegítimo; sólo justificaba la obediencia al derecho injusto para evitar males mayores.

La desobediencia civil nace entonces de ese pensamiento jusnaturalista, que justifica plenamente el desacato de normas injustas, normas que contrarían principios morales de justicia superiores al derecho positivo.

Centrado el análisis del presente trabajo, surgen diversas inquietudes sobre los aspectos principales de la desobediencia civil: su definición, elementos o caracteres,justificación política, justificación jurídica y el análisis de su consagración en la Constitución venezolana; los cuales constituyen los puntos resaltantes del contenidode esta investigación, para el logro de un único objetivo: el de contribuir a aclarar la confusión existente en el discurso político venezolano actual sobre esta institución,tan importante en el desarrollo teórico iusfilosófico contemporáneo.

1. Definición de Desobediencia Civil

Para Ridall (1999). Es la justificación por parte de un grupo de ciudadanos de la desobediencia a una ley o a un grupo de leyes, sin negar que otras leyes puedan ser obedecidas, caracterizada principalmente por una protesta contra las leyes rechazadas.

Para Malem (1990), existe una creencia sobre una amplitud del concepto de desobediencia civil para designar a todos aquellos actos de resistencia pasiva contra la autoridad del Estado por motivos morales, políticos o religiosos; como huelgas de hambre, boicots, disidencia pacífica, protestas, etc.

El mismo Malem resalta que es necesario restringir este concepto dentro de las otras formas de resistencia pasiva yhasta no pasiva frente al Estado y lo define siguiendo a Bedau (Citado por Malem, 1990: 60): Desobediencia civil alude a los actos ilegales, públicos, no violentos, conscientes, realizados con la intención de frustrar leyes (al menos una), programas o decisiones gubernamentales.

Gascón (1990) coincide en este concepto restringido con Malem y Bedau y la define como una insumisión política al Derecho dirigida a presionar sobre la mayoría de la comunidad a fin de que se establezca una cierta decisión legislativa o gubernativa, invocando los principios de justicia de la comunidad y será pública y colectiva y con mucha frecuencia se dirigirá contra normas establecidas.

Malem (1990) siguiendo este concepto restrictivo de desobediencia civil como incumplimiento de leyes o decisiones gubernamentales, diferencia muy claramente esta institución de los otros tipos de desobediencia política y jurídica:

a) No es desobediencia revolucionaria, por no ir en contra del ordenamiento jurídico o el régimen políticoestablecido. Como el Derecho a la insurrección planteado por Locke (Citado por Chevalier, 1997:92-93), según el cual el pueblo ante el exceso de absolutismo, puede perfectamente incumplir el deber deobediencia al soberano, para lo cual ni la paz, ni el orden, sirven como argumentos para justificar las injusticias del régimen contra el cual se revela el pueblo.

b) No es desobediencia criminal: por perseguir un fin superior de cambio de ley o programa de gobierno y porque sus realizadores aceptan pacíficamente el

cumplimiento de alguna pena por violación o incumplimiento a la ley.

c) No es mero derecho de resistencia frente a la tiranía: el cual es contenido en varias Constitucionescomo en la nuestra (artículo 333), porque este derechova en cambio contra un régimen político de facto, pudiendo ejercerse incluso de manera violenta. La desobediencia civil en cambio, es pacífica, y no cuestiona el régimen político.

d) No implica disidencia extrema: como ocurre en algunas democracias con gran déficit de rendimiento gubernamental, donde existen grupos disidentes con la finalidad de dar al traste con el régimen o sistema político imperante.

e) No es objeción de conciencia: porque ésta puede constituir un acto privado de desobediencia a una orden o ley por profundos motivos religiosos, morales,humanitario, etc; atinente a los símbolos del Estado, la seguridad del Estado, el servicio militar, etc.

Se coincide plenamente con Malem, en un concepto restringido de la Desobediencia civil, que evita la posibilidad de confundir esta institución con otras formas de excepciones a las obligaciones de obedecer a la ley y permite aclarar este concepto restringido que la resistencia es contra una ley en específico y no contra un gobierno o régimen político, siempre que sea por razones deinjusticia y no por motivos religiosos o de moralidad individual.

2. Elementos o caracteres de la Desobediencia Civil

De la definición de Bedau señalada arriba, se desprenden los elementos o caracteres de la desobediencia civil, explicados por Malem (1990):

a) Son actos ilegales, es decir, que violan una ley vigente o una decisión gubernamental obligatoria, susceptible de ser sancionado con una pena, incluso deprisión.

b) Son actos públicos y abiertos, porque sus razones son morales y políticas, ya que los desobedientes tratan de convencer a los más amplios sectores de la sociedad para presionar moral y políticamente para la eliminación de una ley o decisión gubernamental.

c) Son actos Voluntarios y conscientes: Nadie obliga al desobediente, este desobedece a la ley por ir en contra de sus convicciones político-morales.

d) Son actos no violentos: Los desobedientes no tratande lograr su objetivo amenazando con violencia, incitando a la violencia, ni ejecutando la violencia; tampoco responden con violencia o resistencia violentaa las provocaciones que pudieran existir en el curso de los actos o protestas de su desobediencia. El desobediente está preparado para sufrir, sin defensa, las indignidades y brutalidades que se le pudieran infligir como consecuencia de sus actos.

e) Se esgrimen en algunos casos motivos jurídicos como: que las leyes dictadas violan disposiciones constitucionales; se verifica una falta de vigencia real de alguna garantía constitucional; verificación también de violaciones de leyes vigentes; existe estado de necesidad, es decir, se requiere la no aplicación de la ley, porque esta produce un mal mayor, etc.

f) Son actos organizados por grupos: no son actos individuales, de esta manera se garantiza la no violencia, la planificación en la difusión de los actos, etc.

g) Por último, explicado por Ridall (1999), el adjetivo civil alude a que los desobedientes no son militares. Los desobedientes no justifican una revolución con metralletas ni tanques, el asedio a palacio presidenciales, ni la caída de gobiernos, por vía militar.

3. Justificación Política de la Desobediencia Civil

En este punto toca analizar si la desobediencia civil puedejustificarse políticamente, concretamente si puede defenderse su aplicación en los regímenes democráticos:

a) Argumentos en contra de la aceptación de la desobediencia civil en los gobiernos democráticos:

En virtud del principio de la mayoría que impera en las democracias y que muchas veces ha favorecido al desobediente civil, de esta manera el desobediente rechazaría este principio a conveniencia y no por principios de justicia (Ridall, 1999).

En las democracias de acuerdo al mismo Ridall (1999) existen los medios existentes para conseguir el cambiode las leyes y decisiones gubernamentales injustas, previstos en la Constitución y las leyes, los cuales pueden ser accionados por los mismos desobedientes. En este sentido Dalla Via (1998), afirma que en la democracia no se justifica la desobediencia civil, porque este régimen presenta el recto camino a la transformación del Derecho, la democracia institucionaliza la resistencia o la oposición, porquepermite combatir un derecho que no se ajusta a nuestropersonal deseo de justicia, pero utilizando reglas pacíficas y formales que racionalizan el cambio político.

El riesgo de que la desobediencia se generalice (argumento de la generalización), en contra de cualquier ley y contra el régimen mismo, con el peligro de caer en una anarquía, un régimen de facto, no democrático, que no respete verdaderamente los derechos humanos (Ridall, 1999).

No es necesaria la desobediencia civil en las democracias, porque es precisamente en estos regímenesdonde más se permite el desarrollo de los derechos fundamentales, al garantizar el ámbito de libertad quehace posible la crítica al Derecho vigente y al permitir llevar al ánimo de los demás, las propias opiniones acerca de una situación injusta (Dalla Via, 1998).

Singer (1986) también rechaza la desobediencia civil en los gobiernos democráticos en virtud de su tesis del “compromiso justo”, que alude al procedimiento de toma de decisiones del modelo democrático, en el cual todos los miembros tienen igual participación en las decisiones, por lo cual aceptan el resultado, por ser el paradigma de un compromiso justo. Es la idea del método democrático para resolver cualquier conflicto yasí evitar que el mismo sea resuelto por la superioridad de fuerzas.

b) Argumentos a favor de la aceptación de la desobediencia civil en los gobiernos democráticos:

Es justificable una desobediencia civil que respetan la Constitución de un Estado democrático y los principios de justicia que la sustentan (Ugartemendia,1999). Según el mismo autor, en estos casos, aun los desobedientes incumpliendo una obligación jurídica, suacción no es incompatible con el requerimiento ético-político de respetar la Constitución democrática y/o los señalados principios de justicia que la informan, porque las obligaciones jurídicas que violan no están acordes o congruentes con los principios y valores quefundamentan la legitimidad del sistema jurídico constitucional democrático, es decir, con los principios y valores que hacen posible el proyecto y proceso de juridificación democrática de la relación política de poder/sujeción.

La desobediencia civil es una desobediencia que se lleva a cabo apelando a los mismos principios y valores de legitimación del sistema jurídico-político,es una desobediencia que no incumple la obligación política ciudadana de respetar dichos principios, es decir, se remite a principios fundamentales que son los mismos que legitiman la misma Constitución democrática (derechos fundamentales, legitimidad democrática, etc.), cumpliendo un papel corrector de las grietas que entre legalidad y legitimidad puedan darse en el sistema jurídico (Ugartemendia, 1999).

La desobediencia civil en las democracias, se constituye en un medio para reafirmar el vínculo entre

la sociedad civil y la sociedad política, cuando los intentos legales para ejercer la influencia de la primera sobre la segunda han fallado y se han agotado otras vías (Ugartemendia, 1999).

La desobediencia civil es una forma de participar democráticamente, porque los desobedientes participan apelando a los principios que informan la legitimidad constitucional, en la construcción, apertura y defensaconstitucional (Ugartemendia, 1999).

La desobediencia puede concebirse como uno de los instrumentos activos de perfeccionamiento democrático,como instrumento civil, si se parte de la base de no conformarse con una democracia procedimental, sino conuna democracia ideal, como norte de las acciones de incumplimiento de las leyes y decisiones gubernamentales (Ugartemendia, 1999).

Se justifica la desobediencia según el mismo Ugartemendia (1999), cuando el desobediente tiene una doble actitud de compromiso democrático: una de aceptación y defensa de las bases y principios del sistema y otra de disconformidad activa dirigida a corregir las insuficiencias del mismo.

También resultará según el mismo autor, la compatibilidad entre el respeto al núcleo constitucional y la desobediencia civil, la constatación de que en un contexto caben diferentes interpretaciones de la Constitución y la desobedienciano será más que el resultado de un desacuerdo con respecto a una concreta interpretación realizada por el poder público en relación a una específica materia;de esta forma, la desobediencia civil provoca un debate democrático entre la interpretación estatal y otra lectura alternativa de la Constitución.

La desobediencia civil puede justificarse cuando el principio de la mayoría viola derechos fundamentales de las minorías, en estos supuestos, se podrá apelar al sentido de justicia de la comunidad, fundamento común de los desobedientes (Malem, 1990). 

Según el mismo autor, la desobediencia civil podría convertirse en un instrumento idóneo para poner en evidencia una falla del sistema, rechazando una decisión tiránica y para urgir en consecuencia, su pronta eliminación; de este modo, se transformaría en un elemento corrector del procedimiento de la mayoría,colaborando en la moralización de la vida política.

La desobediencia civil constituye uno de los recursos estabilizadores del sistema constitucional, al contribuir a la erradicación de injusticias existentes; por ello introduce un factor de estabilidad adicional en una sociedad casi justa, eliminando aquellos focos de tensión que resultan evidentes para todos (Malem, 1990).

También para el mismo autor (Malem, 1990), la desobediencia civil, se puede constituir en un impulsopara la comprensión adecuada de las bases morales de la democracia.

Contribuye a conformar una cultura democrática madura de los ciudadanos, que estarán más atentos a la violación de los principios que fundamentan su constitución democrática (Malem, 1990).

Ponderando los argumentos a favor y en contra de la justificación política de la desobediencia civil, el análisis se inclina a favor de dicha justificación pero bajo ciertos parámetros.

Se coincide efectivamente con Malem y Ugartemendia que la desobediencia civil contribuye a la madurez del sistema político, al tratar de disminuir la apatía de los ciudadanos ante las leyes y las decisiones gubernamentales.De esta manera se contribuye a la perfección del sistema jurídico y político, porque fomenta por un lado una mayor justicia de las leyes, eliminando la exclusión y por otro lado, contribuye a la reforma en aras de un aligeramiento de los mecanismos de participación ciudadana.

Claro está, surgen algunos inconvenientes, que los supuestos desobedientes civiles, sean grupos de personas

que actúan para sustraerse del cumplimiento de ley a su pura conveniencia, con un mero pretexto de justicia, paralizando la efectividad de las leyes y fomentando la ingobernabilidad. Así mismo, los desobedientes pueden ser una minoría descontenta, cuando la gran mayoría acepta las virtudes de las leyes o decisiones, en estos casos, la comunidad debe estar alerta a que las leyes y decisiones cuestionadas, realmente perjudiquen de una forma evidente alas minorías o que involucre solamente a las minoría que protesta, en este caso, se debe admitir la desobediencia, siempre y cuando no vaya en desmedro de los valores y finesque quiere implementar la ley o la decisión gubernamental debatida.

4. Justificación jurídica de la desobediencia civil

En esta parte toca analizar el tema sobre si los desobedientes civiles, a pesar de violar una ley, pueden estar eximidos de la aplicación de una pena.

El mismo Malem (1990) reconoce que es problemático justificar jurídicamente la desobediencia civil, porque parece implicar la existencia de un caso legalmente permitido de violación a la ley; es como si la ley permitiese violar la ley y lógicamente la ley no puede permitir violar la ley; en consecuencia, no puede admitirseque en el curso de una protesta de desobedientes civiles laviolación de una ley válida no traiga como consecuencia sanción alguna.

Para el mismo autor dentro de un sistema jurídico, la ley no puede justificar la violación de la ley, por ello no hayninguna posibilidad de justificar jurídicamente la acción de los desobedientes civiles.

Ugartemendia (1999) por su parte, excluye cualquier justificación de una desobediencia civil que se dirija contra el orden constitucional democrático, porque dicho orden está basado en la juridificación democrática de las ideas y principios de justicia, derechos humanos y derechospolíticos. Por eso, no sería justificable jurídicamente unaactitud de desobediencia que irrespete el núcleo constitucional básico de una sociedad dada.

Pero el mismo autor, afirma que en un Estado democrático puede intentarse en algunos casos, la justificación de la desobediencia civil apelando al Derecho positivo, como los derechos fundamentales y los principios constitucionales, de esta manera el problema de justificación moral se transforma en un problema de justificación jurídica (Ugartemendia, 1999).

Es posible entonces la justificación jurídica según Ugartemendia (1999), en virtud de que en un Estado constitucional democrático incumbe la garantía de los derechos fundamentales y su protección jurídica a través detribunales independientes, la resistencia civil en ese Estado y no contra ese Estado, podrá justificarse jurídicamente invocando estos derechos.

Ugartemendia (1999) también señala como un caso de justificación jurídica de la desobediencia civil, cuando elTribunal Constitucional fundamentado en un derecho fundamental le da la razón al desobediente civil, su acto no fue entonces una violación a la ley o al derecho positivo o a la Constitución, porque lo que dice el legislador ya no es inapelable, ni concluyente, ni definitivo.

Pero el mismo autor aclara, que la justificación jurídica de un acto de desobediencia civil será excepcional; para él, la gran mayoría de las conductas de los desobedientes civiles resultarán ser conductas jurídicamente injustificadas, por cuanto la apelación a alguna norma jurídica en justificación de ellas, resultará tras la oportuna labor jurisdiccional, lo cual es insuficiente parasuperar la inicial valoración negativa de las mismas.

Por último, Ugartemendia (1999) destaca tres tipos de normas constitucionales que pueden darle eficacia jurídica protectora, es decir, justificación jurídica, a una conducta de desobediencia civil:

Las normas de derechos fundamentales, en conexión con las normas jurídicas que regulan las causas legales dejustificación de las conductas infractoras (legítima

defensa, estado de necesidad o ejercicio legítimo de un derecho).

La norma de validez, es decir, la Constitución misma, que actúa cuando se constata jurisdiccionalmente la invalidez de la norma desobedecida, en virtud de su incompatibilidad con una norma superior, especialmentela Constitución. Esto puede suceder cuando se desobedece una norma por considerarse injusta o inconstitucional y el enjuiciamiento de la conducta infractora provoca un control jurisdiccional de constitucionalidad o legalidad sobre la validez de la norma desobedecida que concluye con la declaración de su invalidez.

Las normas de discrecionalidad, aquellas que reconocena la autoridad pública cierta autonomía para la no persecución de determinadas infracciones jurídicas, o para la no sanción de las mismas. Aclara el autor que se tiene que constatar el reconocimiento normativo de esta discrecionalidad, de gran excepcionalidad en la gran mayoría de los ordenamientos jurídicos.

Se coincide con Malem (1990), en afirmar que es ilógico justificar jurídicamente la desobediencia civil y que la apelación a los principios constitucionales y derechos fundamentales a pesar de ser loable, no es suficiente para justificar tales actos jurídicamente, porque tal como lo afirma Ugartemendia (1999), tal justificación es a posteriori, luego de la decisión jurisdiccional, mientras tanto el acto es ilegal y el desobediente civil tiene que ajustarse a las sanciones como consecuencia de su incumplimiento a la ley, en lo cual coinciden Petzold (2002) y Delgado Rosales (2002).

Es necesario tener presente los principios constitucionalesde Presunción de Constitucionalidad y legalidad de los actos del poder público, incluyendo leyes y decisiones gubernamentales por razones de gobernabilidad y no interferencia con las labores políticas y administrativas; claro está, presunción juris tantum, dejando salvo que el Tribunal Constitucional correspondiente establezca lo contrario en aras de la misma legalidad, constitucionalidady salvaguarda de los derechos fundamentales.

De todas maneras, esta falta de fundamento jurídico es la desobediencia no va en detrimento alguno del fin que persigue, el efecto moralizador, de producir la convicción en la comunidad de un cambio legislativo o de política gubernamental, el cual puede venir como producto de los medios utilizados por los desobedientes, como protestas, elefecto de un sometimiento mayoritario a las sanciones, etc.

5. La Desobediencia civil en la constitución     venezolana

a) Consideraciones preliminares

La Constitución establece claramente en su artículo 131 el deber de todos los ciudadanos de obedecer la Constitución, las leyes, y todo acto dictado por los órganos del poder público; es decir, se consagra el deber de obediencia jurídica, de obediencia al Derecho.

En los artículos 59 y 61 a pesar de consagrarse la libertadde culto y la libertad moral, en congruencia con el artículo 131 se establecen al final de cada uno de dichos artículos, el que no puede alegarse una creencia religiosa y moral para eludir el cumplimiento de la ley.

El artículo 333 prevé por su lado el derecho de resistenciaa la tiranía, cuando garantiza la prevalencia de la vigencia de esta Constitución, si dejare de observarse por acto de fuerza o fuere derogada por un medio inconstitucional, lo cual consagra el cabal cumplimiento dela Constitución; lo cual no puede confundirse en ningún modo con desobediencia civil, ya que como hemos visto, la desobediencia civil lo que busca es oponerse a una legislación o decisión gubernamental injusta.

El artículo 25 consagra de una manera muy novedosa la posibilidad del funcionario público de desobedecer cualquier orden superior que viole la Constitución y la ley; con la finalidad de garantizar la efectividad de la misma Constitución y las leyes correspondientes. Tal disposición no puede confundirse tampoco con desobediencia civil, porque se refiere a funcionarios públicos y es para garantizar el mismo sistema constitucional y legal, cuando

la desobediencia civil se refiere a la desobediencia de ciudadanos comunes contra alguna norma o decisión del sistema u ordenamiento jurídico.

b) Análisis del artículo 350 de la Constitución

El artículo 350 consagra el derecho de los ciudadanos de desconocer varias figuras o instituciones políticas y jurídicas: régimen, legislación, autoridad; cuando contraríen los valores, principios y garantías democráticaso lesionen los derechos humanos; con base a varios valores y principios nombrados al comienzo del artículo: nuestra tradición republicana, nuestra independencia, los valores de paz y libertad.

Este artículo ha servido de fundamento para que el sectoresopositores al gobierno actual, afirmen que en nuestra Constitución se consagra la el derecho de los ciudadanos a la desobediencia civil y con ello la facultad de oponerse jurídicamente al cumplimiento de una ley y también a la sujeción a un régimen o autoridad, sin temor a sanción alguna, en virtud del referido Derecho.

Delgado Rosales (2002) contraría esa tesis, afirma que dicho artículo por su ubicación en el Capítulo III, Título IX sobre la reforma Constitucional realizada a través de una Asamblea Constituyente, significa un límite al poder constituyente; quiere esto decir según el mismo autor, que el régimen constitucional resultante de la Asamblea Constituyente en cuestión, así como la normativa legal o las autoridades públicas que se funden o deriven de dicho régimen, deben respetar la tradición republicana, la independencia, la paz, la libertad, la democracia y los derechos humanos.

La opinión de Delgado Rosales es interesante, si consideramos como lógico que de consagrarse la desobediencia civil, la misma Constitución estaría estableciendo la posibilidad de derogar algunos de sus artículos o algunas de sus leyes surgidas de ella; como decía Malem (1990) la posibilidad que la misma ley autoricesu desobediencia.

Si bien el artículo 350 contempla uno de los aspectos que pudiere coincidir con la desobediencia civil, la autorización al desacatamiento de alguna legislación que contraríe los derechos humanos y la democracia; de la interpretación del artículo en su conjunto se desprende quesu sentido no es el propio de la desobediencia civil, en virtud de que pretende desconocer no sólo la legislación, sino todo un régimen político; lo cual no está en el espíritu de los desobedientes, que no pretenden dar al traste con el régimen político imperante.

Por otro lado hay varios enfoques y pautas de interpretación constitucional que rechazan la previsión de la desobediencia civil en el prenombrado artículo 350 de nuestra Constitución, a saber:

Una interpretación sistemática como la señalada por Vigo (1993), quien plantea que la Constitución debe interpretarse en conjunto con todas sus normas como untodo coherente, ya que la misma no es el fruto del azar o de incoherencias, sino del resultado de la razón del Constituyente. Por ello al concordar el artículo 350 con otros artículos de la Constitución yaseñalados como el 131, 59, 61; se destaca la obligación de los ciudadanos de cumplir la ley.

Una interpretación pragmática como la planteada por Linares Quintana (1998), quien afirma que la Constitución debe ser interpretada con un criterio práctico, de manera que haya una aplicación efectiva de sus disposiciones. De acuerdo a esto, una interpretación del artículo 350 donde se consagre la desobediencia civil, haría inefectiva la aplicación del orden legal que la Constitución quiere establecer,cuando por esta interpretación se corra el peligro de autorizar la desobediencia a cualquier ley que pensemos subjetivamente o a conveniencia (como pretexto), vaya en contra de la democracia y los derechos humanos.

Una interpretación teleológica de la Constitución planteada por el mismo Linares Quintana (1998), cuandoseñala que el intérprete debe siempre orientarse siempre hacia aquellas metas o fines supremos que

iluminan cada una de las cláusulas constitucionales; como el principio de la legalidad y el Estado de Derecho, contenido en los principios fundamentales de nuestra Constitución, el cual sería violado si interpretamos el artículo 350 como una autorización a la desobediencia legal.

El elemento político de la Constitución siempre debe considerarse, en consecuencia, nunca podría aplicarse una interpretación que de al traste con valores y principios políticos expresados en la Constitución, como los de democracia representativa y participativa,la fuerza normativa de la Constitución y el Estado de Derecho, entre otros valores políticos constitucionales (Chacín, 2002). Es pertienente preguntarse: ¿cómo quedan estos valores políticos con una interpretación del artículo 350 que pueda avalar el arrase de una legislación realizada por las autoridades legítimamente electas?

La regla de la razonabilidad que según Linares Quintana (1998) es que la interpretación de la Constitución debe ser razonable, es decir, no arbitraria, conforme a la razón, justa, moderada, prudente, con arreglo al sentido común. Lo que Casal (2000) denomina “La máxima de la prudencia”, que reclama del intérprete constitucional un análisis detenido de las consecuencias sociopolíticas de sus decisiones, fiel a los requerimientos del bien y del sentido común. Conforme a estas consideraciones, no sería sensato interpretar el artículo 350 de modo que cualquier persona pueda sustraerse al cumplimiento de la legalidad. Hasta en las democracias más perfectas, pueden haber problemas de regímenes, legislaciones, autoridades, etc; que lesionen algún derecho humano o un principio democrático, entonces si admitimos el sentido afirmativo del artículo 350, cualquier persona podrá desconocer a algún régimen, autoridad o legislación, que en algún momento lesione un principio democrático o derecho constitucional, lo cual puede ser factible, pero en las democracias existen los canales democráticos para remediarlos. 

Considerando además la gran diversidad y amplitud de los derechos humanos: individuales, sociales, civiles,políticos, ambientales, tecnológicos, etc, cuyas violaciones aisladas y hasta no aisladas, pueden ocurrir hasta en las democracias más avanzadas. De esta manera, cualquiera autoridad incluso electa, podría ser desconocida si su comportamiento viola un derecho humano, como por ejemplo, el derecho social que tienen los trabajadores de recibir su salario puntualmente; de ser así, no hubiese ni autoridad, régimen o legislación sostenida bajo este principio; por lo tanto, no sería razonable el desconocimiento como algunos plantean que implica el sentido del artículo 350. Si es un desconocimiento, pero bajo ciertos parámetros que veremos más adelante.

Muchos alegan que el artículo 350 en concordancia con el artículo 2 que establece el Estado de Derecho y de Justicia en nuestra Constitución, autoriza que en arasde la misma justicia, se permita la actuación de los desobedientes civiles en contra de leyes injustas. Frente a este argumento se aclara que el referido Estado de Derecho y de Justicia no autoriza la anarquía, se refiere a que la justicia debe orientar la ley y el Derecho venezolano (Combellas, 2001) pero sin caer en arbitrariedades, como dice la exposición de motivos de nuestra Constitución, el Estado Social de Justicia queda sometido al imperio de la ley y la Constitución.

Por lo tanto, la desobediencia civil no está justificada jurídicamente en nuestra Constitución, no está prevista en el artículo 350, es decir, que el que viole, incumpla o desobedezca alguna ley, está sometido a las consecuencias sancionatorias que impone nuestro ordenamiento jurídico.

El desobediente civil podrá alegar que incumple la ley porque esta es violatoria de la Constitución, pudiendo activar el control difuso o concentrado de nuestra Constitución que deben realizar todo tribunal de la República y la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia conforme a los artículos 335 y 336 de nuestra Constitución, pero mientras no se dictamine por dichos

órganos jurisdiccionales que la ley que se desobedece es inconstitucional, la actuación del desobediente es ilegal, para lo cual no puede alegar lo previsto en el artículo 350de la Constitución.

De todas maneras queda a salvo el efecto moral y socializador de las protestas de los desobedientes, que a pesar de no estar justificadas jurídicamente, pudieran causar una grado alto de convicción social en favor de una reforma de una ley o decisión gubernamental injusta.

Conclusión

Se concluye que el artículo 350 de nuestra Constitución no autoriza jurídicamente la desobediencia civil, pero su establecimiento no es superfluo, está destinado a regular algunas situaciones de desconocimiento.

Se coincide en gran parte con Delgado Rosales (2002), en virtud de que dicho artículo se refiere a un desconocimiento que tiene que ser distinto al planteado porel artículo 333 que establece el derecho de resistencia frente a una tiranía, es decir, de un régimen de facto que se instala en el poder, sin ninguna legitimidad legal ni constitucional.

El artículo 350 en cambio, se refiere a regímenes surgidos de una reforma permitida en la Constitución, mediante una Asamblea Nacional Constituyente, es decir, un régimen constitucional y político con expectativas favorables sobresu legitimidad, pero que a pesar de eso nace ilegítimo al surgir de esa reforma constituyente una Constitución y legislación que viola los derechos humanos y los principiosdemocráticos básicos; por lo cual las autoridades surgidas de ese régimen serían así mismo ilegítimas, tanto por su origen, como por su ejercicio, en el caso de que realicen acciones en contra de los derechos humanos y los principiosdemocráticos.

Por lo tanto, no puede invocarse el artículo 350 para fundamentar el acceso de un régimen de facto, que acceda alpoder violando los procedimientos democráticos previstos ennuestra Constitución, ni para justificar la falta de

sanción a una conducta que viole una ley legítimamente establecida.

Finalmente, si bien es cierto que la investigación coincideen un rechazo a la justificación jurídica de la desobediencia civil, a los fines de evitar la anarquía y lainseguridad jurídica, también coincide en varios aspectos de su justificación moral y política; tal como lo señalabanMalem y Ugartemendia, como un mecanismo de perfeccionamiento del sistema jurídico y político en aras de una mayor justicia, siempre que no vaya en fomento de una generalización de la anarquía, por lo cual destacamos su efecto moralizador en una comunidad muchas veces apática, ante leyes, políticas y decisiones gubernamentalesinequitativas y antidemocráticas.

Lista de Referencias

1. CASAL, Jesús María. Constitución y Justicia Constitucional. Caracas, UCAB. 130p. 2000.         [ Links ]

2. COMBELLAS, Ricardo. Derecho Constitucional: Una introducción al estudio de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Caracas. Mc Graw Hill. 265p. 2001.         [ Links ]

3. CONSTITUCION DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. Gaceta Oficial N° 5.453 del 24 de marzo del 2000.         [ Links ]

4. CHACÍN, Ronald de Jesús. La doctrina contemporánea sobreel elemento político de la interpretación constitucional: referencias a la Constitución venezolana vigente de 1999. En: Revista Cuestiones Políticas N° 28. IEPDP-LUZ. 2002.         [ Links ]

5. CHEVALIER, Jean Jackes. Las Grandes obras políticas: desde Maquiavelo hasta nuestros días. Bogotá, Editorial Temis. 1997.         [ Links ]

6. DALLA VIA, Alberto. La Conciencia y el Derecho. Buenos Aires. Editorial Belgrano. 330p. 1998.         [ Links ]

7. Delgado Rosales, Arcadio. Análisis del artículo 350 de la Constitución. Maracaibo, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de LUZ. Trabajo inédito. En: Foro contradictorio sobre la desobediencia civil en la Constitución Nacional, realizado el 25 de junio del 2002.         [ Links ]

8. GASCÓN, Marina. Obediencia al Derecho y Objeción de Conciencia. Madrid. Centro de Estudios Constitucionales. 345p. 1990.         [ Links ]

9. LINARES QUINTANA, Segundo. Tratado de Interpretación Constitucional. Buenos AIRES, Abeledo Perrot. 876p. 1998.         [ Links ]

10. LYONS, David. Aspectos morales de la teoría jurídica. Barcelona, Gedisa. 286p.1998.         [ Links ]

11. MALEM, Jorge. Concepto y Justificación de la Desobediencia Civil. Barcelona, Ariel. 238p. 1990.        [ Links ]

12. PETZOLD, Hermann. Análisis del artículo 350 de la Constitución. Maracaibo, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de LUZ. Trabajo inédito. En: Foro contradictorio sobre la desobediencia civil en la Constitución nacional, realizado el 25 de junio del 2002.         [ Links ]

13. RIDALL, J.G. Teoría del Derecho. Barcelona, Gedisa. 282p. 1999.         [ Links ]

14. SINGER, Peter. Democracia y Desobediencia. Barcelona, 1985.         [ Links ]

15. UGARTEMENDIA, Juan Ignacio. La desobediencia civil en el Estado Constitucional Democrático. Barcelona. Marcialpons. 458p. 1999         [ Links ]

16. VIGO, Rodolfo. Interpretación Constitucional. Buenos Aires. Abeledo-Perrot. 237p. 1993.         [ Links ]

http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S1315-62682003000200004&script=sci_arttext

 ©  2015  Universidad del Zulia

Instituto de Filosofía del Derecho "Dr. José M. Delgado Ocando" Avda. Guajira,Ciudad Universitaria "Dr. Antonio Borjas Romero", Facultad de CienciasJurídicas y Políticas, Universidad del Zulia. Maracibo-Venezuela. 

DESOBEDIENCIA CIVIL Y ESTADO DEDERECHO.

LA CULTURA DE LA PROTESTAHumberto Schettino ®

 

Una característica importante de la transición a la democracia en México, no muy atendida por los analistas, ha sido el aumento de una cultura contestataria que considera que toda violación de la ley es justificada y que quienes la cometen no merecen castigo alguno si lo hacen por "motivos políticos". Quienes esto sostienen defienden lo que en teoría política se llama, desde que Henry David Thoreau inventó la frase en 1849, "desobediencia civil". La desobediencia civil consiste, básicamente, en acciones de protesta frente a leyes y decisiones de la autoridad consideradas ilegales oilegítimas. ¿Bajo qué condiciones es aceptable la desobediencia civil? La mayoría de los teóricos de la desobediencia civil coinciden[1] en que ésta es aceptable bajo la existencia de un Estado y/o régimen de gobierno en el que no se respetan los derecho individuales, no se respetan los procedimientos democráticos y la ley o la decisión

objeto de la desobediencia civil es claramente injusta, ilegítima o inválida o, por otro lado, atenta contra el interés común o contra el interés legítimo de una minoría. Igualmente, se considera que los criterios que definen una acción de protesta como "desobediencia civil" y que permiten distinguir a este tipo específico de protesta de la "rebelión", "contestación" o "revolución" (que son más radicales), son los siguientes: se trata de acciones en grupo, tienen por objetivo modificar una ley o una decisión de alguna autoridad formalmente establecida y se trata de acciones pacíficas. La noción de desobediencia civil parte de un par de consideraciones básicas: por un lado, la distinción entre legalidad y legitimidad de la ley y, por el otro, de la idea de que hay deberes y derechos morales que obligan al ciudadano a aceptar sólo aquellas leyes y decisiones que concuerdan con ciertos principios. Estos varían según el caso, pero ejemplos claros son los principios religiosos, la defensa de la vida, la defensa de derechos civiles o sociales y, hoy en día, la defensa de identidades particulares. Es por ello que hace falta insistir en las tres características básicas; si la protesta es individual, deviene "objeción de conciencia" y, si es violenta,[2] se convierte en "contestación" y, encasos extremos, en "rebelión" o "revolución".

Todo este argumento resulta relevante en función de hechos recientes, como el paro en la UNAM, los conflictos en las normales rurales y sus secuelas violentas, así como la protesta de policías que paralizó durante gran parte de un viernes a la Ciudad de México. En los tres casos tenemos actos ilegales, desde el punto de vista estrictamente jurídico, como el cierre de instalaciones universitarias, la destrucción y el ataque a

propiedad de la universidad, el secuestro de agentesde policía por todo un pueblo, la expulsión de un grupo de alumnos decidida por otro grupo de alumnos, o elcierre de calles importantes.

En todos estos casos y, con claridad, en el más importante de ellos, el paro en la UNAM, aquellos que llevan a cabo estas acciones sostienen que les asiste el derecho moral (no jurídico) de oponerse a leyes y decisiones que, sin bien son legales (resultado de procesos legalmente válidos), no son legítimas, pues violan o derechos sociales o derechos "constitucionales". Además, paristas de la UNAM universitarios y normalistas del Mexe, consideran que tales decisiones responden a intereses particulares o extranjeros, y esto hace que sean, de origen, ilegítimas.

Para los actores, como para muchos intelectuales y observadores, todas estas acciones, si bien ilegales, no son ilegítimas, dado el origen de la protesta —que consideran político (defensa de derechos)— y, por eso, aquellos que las han perpetrado no merecen castigo alguno. Dicho en breve, la resistencia contra la opresión justifica este tipo de actos y hace indispensable que la autoridad no actúe o que si lo hace perdone inmediatamente a los infractores de la ley. Esto es lo que quieren decir todos aquellos que insisten en que los jóvenes presos por los acontecimientos de la UNAM y las normales rurales son "presos políticos"; pareciera que el sólo hecho de tener intenciones justas y de violar la ley por "motivos políticos" cancela la vigencia de todo el Estado de derecho o del imperio de la ley.

A todo aquel que, como la mayoría de los mexicanos, haya vivido bajo un régimen autoritario (nuestro

caso hasta hace pocos años), no debe escapársele la importancia de incluir, de algún modo, a la desobediencia civil dentro de la cultura política nacional. Incluso aquellos que defienden la legalidad y el orden sobre cualquier otra consideración deben entender que es importante aceptar el derecho, de grupos que se sienten agraviados, de enfrentarse a la autoridad aun por medios ilegales. De hecho, la transición a la democracia en este país está claramente influida poractos de desobediencia civil, tales como el movimiento estudiantil de 68, las huelgas de médicoso las huelgas de hambre de líderes panistas de Chihuahua en los ochenta, por ejemplo. Y, sin embargo, es necesario reconocer que la propia historia del país muestra, también, el peligro de que actos de desobediencia civil se transformen en actos de contestación o en abierta rebelión frente al Estado. Ejemplos claros son el movimiento cristero, que inició con actos de desobediencia civil frente a una ley considerada injusta, o la guerrilla urbana de los años setenta que fue resultado, en gran parte, del movimiento estudiantildel 68. En estos casos se puede argumentar que la radicalización de ambos procesos fue resultado de larepresión e incompetencia del gobierno. Esta consideración, sin embargo, hace mucho más difícil decidir acerca de la pertinencia de la desobedienciacivil en México.

Como señalé al principio, los actos de desobedienciacivil se justifican sólo si hay violaciones claras de derechos, libertades, garantías, o si no hay un procedimiento legal para enfrentarse, con posibilidades de éxito (de cambiar la ley o la decisión), a la autoridad. Ambos casos eran claramente apropiados en el México dominado por un régimen de partido hegemónico (por llamarlo de

alguna manera). Por el contrario, hoy en día es difícil mantener que México sigue teniendo un régimen autoritario, o que el origen de las autoridades es ilegítimo. Por lo menos a partir de la elección de1994, y claramente a partir de la de 1997, los votos "cuentan y se cuentan", hay libertadde prensa y las violaciones a derechos fundamentalesson resultado más de actividades policiacas que de persecución política. Estos son hechos que cualquiera puede confirmar. Así, resulta por lo menos difícil aceptar que, en todos los casos antes señalados, la desobediencia civil era el único camino a seguir para defender derechos. Si bien es cierto que para muchos de los miembros del CGH y de las normales, así como para miembros y simpatizantesdel EZLN que han establecido "municipios autónomos",sus acciones están plenamente justificadas debido a la ilegitimidad o injusticia de las leyes a las que se oponen, esta calificación de ilegitimidad es discutible. Es decir, no es claro que el gobierno del presidente Zedillo tenga un proyecto secreto para acabar con los pueblos indígenas, o para privatizar a la UNAM, o para excluir de la educaciónsuperior a estudiantes de escasos recursos. Tampoco es claro que la educación universitaria gratuita seaun derecho constitucional, que el pase automático sea un derecho "natural" de cualquier estudiante de preparatoria universitaria, o que el régimen de gobierno de la UNAM sea ilegítimo por no ser "democrático". Todos estos puntos están sujetos a discusión y muchos tenemos opiniones contrarias a las del CGH, el EZLN o los normalistas del Mexe. Y, sin embargo, basados en lo que consideran la absoluta legitimidad de sus aspiraciones, todos estos grupos decidieron violentar la ley, y exigen que no se les castigue por ello.

La pregunta es si podemos establecer un Estado de derecho eficaz, que asegure orden y estabilidad y, al mismo tiempo, mantener esta cultura de protesta, que se considera moralmente autorizada a enfrentar las leyes y decisiones de la autoridad. Es decir, tenemos que preguntarnos si la cultura oposicionistade la desobediencia a la ley por motivos políticos puede seguir siendo justificada, en la extensión conla que se le usa, en una situación en la que ya no hay un régimen autoritario, ha mejorado mucho la defensa de derechos y garantías fundamentales, hay una extensa libertad de prensa y una exigencia compartida por gobernados y gobernantes acerca de lanecesidad, ya impostergable, de establecer un Estadode derecho eficaz y de hacer que impere la ley y no la voluntad de una minoría. No hay que olvidar que el concepto que, en teoría política, se opone al derecho de rebelión es el de "obligación política", que establece como obligación fundamental de todo ciudadano obeceder a gobiernos legítimos y a sus leyes. Hoy en día es cada vez más difícil sostener que el régimen que nos gobierna no es legítimo. Además, los elevados índices de participación electoral de los últimos años muestran que la mayoría de los ciudadanos considera que sí es legítimo. Es probable que resulte muy difícil establecer el Estado de derecho y el imperio de la ley si cualquier grupo de ciudadanos decide que todaley que no se ajuste a su particular y peculiar visión del mundo es ilegítima y, por lo tanto, tienederecho moral a infringirla, sin importar las consecuencias y sin recibir castigo alguno. Es quizás oportuno revisar (particularmente de parte delas oposiciones) una cultura contestataria que, ejercida sin límites, es un factor más del socavamiento de nuestro ya de por sí endeble Estado de derecho.

 

Humberto Schettino. Doctor en Filosofía.

Notas

[1] Sólo como ejemplos, dentro de la numerosa bibliografía acerca de la desobediencia civil, señalo a Norberto Bobbio: "La desobediencia civil", en El tercero ausente, Cátedra, Madrid, 1989;y Hugo Bedau: "On Civil Disobidience", en The Journal of Philosophy. Vol. LVIII, No. 21,1961.

[2] Es cierto que, durante los años sesenta, para algunos autores la desobediencia civil violenta resultaba justificable, y para ellos elargumento estaba basado en la opresión de que eran víctimas obreros no sólo por el Estado, sino también por corporaciones (empresas). Es decir, el uso de la violencia (entendida aquí como el ataque físico a otras personas y cosas con la intención deliberada de producir algún daño y/o de evitar algún tipo de violencia del Estado o corporaciones) estaba justificado por la opresión. Y, sin embargo, hay que situar estadefensa de la violencia civil como parte de la desobediencia civil, en su justa dimensión. Todoel argumento depende de la"opresión" o, puesto en términos tradicionales, de la "tiranía". Comoya John Locke señalaba a principios del siglo XVII, los ciudadanos tienen el derecho de rebelarse cuando se enfrentan a gobiernos tiránicos, que no respetan "vida, libertad o propiedades". La violencia como método de desobediencia civil se justifica, entonces, sóloen casos de vida o muerte. Ver, por ejemplo, Michael Walzer: Obligations, Harvard University

Press, Boston, 1970; y Carl Cohen, Civil Disobedience, Columbia University Press, New York,1971.

Tomado de la Revista Nexos

o El presidente pide presentarse en el procedimiento abierto para la suspensión cautelar de la consulta ciudadana por la independencia

Artur Mas se opone a la postura del Tribunal Constitucional catalán que entiende el referéndum como un desacato claro al Alto Tribunal español

BARCELONA, ESPAÑA (01/OCT/2014).- El presidente del Gobierno regional de Cataluña (noreste), Artur Mas, afirmó que "en este momento" no estáen el "escenario" de la "desobediencia civil", sino en el de pedir al Tribunal Constitucional que levante la suspensión de la consulta.

En una sesión en el Parlamento de Cataluña, Mas subrayó que el objetivo de su gobierno es que el máximo intérprete de la Constituciónespañola levante la suspensión cautelar sobre la consulta soberanista antes del 9 de noviembre para poder celebrarla.

El Gobierno catalán registró ante el Constitucional su petición y presentó un escrito para presentarse personalmente en el procedimientoabierto por el alto tribunal contra la ley de consultas, aprobada por el Parlamento de Cataluña el pasado día 19, en la que se ampararía la cita del 9 de noviembre.

El Ejecutivo catalán decidió ayer suspender la campaña institucional para la consulta de carácter soberanista después de que el día antes el Tribunal Constitucional admitiera a trámite el recurso presentado por el Gobierno de España contra esta iniciativa, lo que se traduce enla suspensión cautelar de la consulta.

La convocatoria de la consulta fue una promesa de CiU, la coalición nacionalista de centroderecha que gobierna en Cataluña (noreste), durante las elecciones regionales de 2012, y apoyada por otros partidos independentistas y organizaciones sociales.

El objetivo era que los ciudadanos de esa comunidad autónoma española (7,5 millones de habitantes) se pronunciaran acerca de la soberanía desu territorio y, eventualmente, de su independencia.

Mas dijo ante los diputados regionales catalanes que históricamente, "no siempre la desobediencia ha llevado a la victoria".

Pero a continuación afirmó que "en lo que depende de mi, este proceso se acaba votando y votando con la pregunta pactada" y se comprometió areunir y hablar con los partidos pro consulta para tomar las decisiones "definitivas", porque las actuales que ha tomado el

gobierno catalán son "cautelares".

"No rectificaré en la voluntad de que el pueblo catalán vote su futuro" mientras en el proceso haya "movilización social", "pulcritud democrática", "actitud pacífica" y unidad política, afirmó Mas.

Después de que el ejecutivo catalán suspendiera la campaña institucional para la citada consulta, miles de ciudadanos se manifestaron frente a los ayuntamientos de esa región para protestar contra la decisión del Tribunal Constitucional.

Por otro lado, hoy el Parlamento catalán aprobó la creación de la Comisión de control de las consultas populares -el organismo llamado asupervisar la del 9 de noviembre-, en un tenso debate entre los partidos favorables a la consulta y los contrarios, que se negaron a votar.

Estos grupos advirtieron que este organismo desarrolla una ley que ha sido suspendida por el Tribunal Constitucional, lo que supone traspasar una "línea roja" y una "desobediencia clara" al Alto Tribunal español.

Legitimidad y legalidad en Cataluña

Resulta difícil estar de acuerdo con la idea de que presenciamos un "choque de legitimidades" entre dos presuntas legitimidades, la española y la catalanaManuel Arias Maldonado  

43   comentarios 27/09/2014 - 20:35h

La promulgación del decreto que convoca la llamada consultasobre la independencia catalana, que el gobierno español seapresurará a recurrir ante el Tribunal Constitucional por razón de su falta de encaje en nuestro sistema constitucional, resume a las claras el conflicto que plantea la vocación separatista de una parte de la sociedad

catalana: una recusación de la legalidad (española) en nombre de una presunta legitimidad diferenciada (catalana),que es también, simultáneamente, una denegación de legitimidad (la del Estado español) que aspira a constituiruna legalidad propia (la de un hipotético Estado catalán). Este conflicto había quedado asimismo explicitado en el llamamiento de Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana, a la desobediencia civil, así como en la afirmación de que el Tribunal Constitucional carecía de legitimidad para decidir sobre el Estatuto de Autonomía unavez que el 'pueblo' catalán lo había sancionado en referéndum.

Lo mismo sucede con los dirigentes de Podemos y una buena parte de sus bases cuando descalifican el régimen político salido de la Transición a la democracia en virtud de su falta de legitimidad -de origen y de ejercicio- y la consiguiente necesidad de fundar una nueva legitimidad.

De modo que, acaso inadvertidamente, la sociedad española se encuentra últimamente embebida en un debate permanente sobre asuntos fundamentales de la filosofía y la teoría políticas. Sólo así cabe calificar el problema de la legitimidad del poder, la relación entre legitimidad y legalidad, la definición de qué sea justo o la licitud de la desobediencia civil en un contexto democrático. Eso no quiere decir que el secesionismo catalán plantee solamente esos problemas, ni que sea éste el único ángulo desde el que deba contemplárselo. Pero sí parece útil detenerse un momento a pensar en esos términos, pertrechados con algunas de las herramientas conceptuales que proporciona la teoría política.

Individuo y autoridad¿Cuándo es legítimo un régimen político, cuándo lo son sus mandatos? ¿Cuándo está obligado el ciudadano a obedecerlos y cuándo es permisible la desobediencia? ¿Basta la legalidad como criterio para la legitimidad? ¿Y cuál es el contenido de la legitimidad, de qué depende ésta?

En última instancia, subyace aquí un problema sencillamenteinsoluble, que es la conciliación de los órdenes individualy colectivo. La legitimidad se convierte en un tema

sustantivo en la filosofía política a partir del siglo XVII, una vez afirmados los derechos naturales de los súbditos, que, andando el tiempo, se convertirían en los modernos derechos civiles y políticos de los ciudadanos de los regímenes democráticos.   Richard Flathman  ha escrito que, en este nuevo contexto, "la única autoridad no problemática es la que ejerce cada persona sobre sí misma. Los gobiernos de cualquier clase, y desde luego los gobiernos con una autoridad que no depende del contenido [particular de sus leyes], demandan justificación".

Nada sorprendente si pensamos en la dificultad de conciliarel principio de autonomía individual con el sometimiento deese mismo individuo auto-normado a un orden colectivo. Y así, basta con que un individuo recuse su organización política, no importa cuán democrática sea, para que el consentimiento del que depende la legitimidad plena del Estado -y con ello la obligación política de obedecer sus mandatos- se vea resquebrajado. Se objetará a esto que los Estados democráticos sobreviven a las disidencias individuales. Y así es. De hecho, la obligación política funciona en la práctica mejor que en la teoría. Pero eso noempece el hecho de que ninguna teoría del consentimiento sea, en sentido estricto, impecable.

Legitimidad, legalidad, consensoHay varias formas de abordar el problema de la legitimidad. Max Weber, clásico del pensamiento político, lo redujo a su esencia cuando constató que es legítimo aquello que las personas creen legítimo. Pero en los regímenes democráticos ni la legitimidad tradicional ni la carismática que el autor alemán identificaba constituyen unfundamento válido para la legitimación del poder: las sociedades son pluralistas y contienen distintas concepciones del bien, que hacen imposible la sola apelación a las tradiciones, mientras que el sometimiento de los ciudadanos al líder carismático es incompatible con la esencia misma de la democracia (aún cuando el carisma siga jugando su papel en la contienda electoral o sirva para generar consensos alrededor de determinadas leyes: atañe más al gobierno que alEstado en nuestros días). En una democracia, la legitimidad legal-racional, donde es el

respeto a los procedimientos racionales que dan luz a las leyes lo que viene a legitimarlas, parecería ser la única posible. Y desde luego, la legalidad es un elemento esencial de la democracia constitucional y el Estado de Derecho. Sin embargo, se plantea aquí un problema evidente,que es la potencial reducción de la legitimidad a la legalidad: sería legítimo aquello que es legal con independenciade su contenido.

Hace falta, pues, algo más. De acuerdo con la teoría del consentimiento -que va deHobbes a   Kelsen  y Oakeshott- el gobierno debe basarse en el consentimiento de los gobernados. Se trata de un consenso tácito, renovado a diario en la normal aceptación del marco legal estatal. Pero el gobierno, investido de autoridad, no esla autoridad:el ciudadano conserva el derecho de resistirse a ella en caso de grave violación de sus derechos. La desobediencia civil que responde a una tal violación, por ejemplo la auspiciada por el movimiento en favor de los derechos civiles en la Norteamérica de los 50 y 60, encaja en esa descripción. Más dudoso es que lo haga la reclamada por el líder de ERC, porque no se ve bien cuál sea esa violación.

Sucede que la combinación de procedimentalismo legal y consenso tácito puede ser también insuficiente. Para autores como Rawls o Dworkin, la legitimidad del gobierno no puede desligarse de la justicia o bondad de la sociedad en su conjunto. Si la sociedad se encuentra desfigurada pordesigualdades injustificables u otras formas de injusticia y el gobierno no las combate, su legitimidad entra en cuestión. Naturalmente, se abre aquí una segunda puerta para el disenso: ¿quién decide cuál es el programa de justicia para una sociedad? Dicho de otra manera, si las leyes no se obedecen porque posean autoridad (nos gusten o no: ahí está la ley antitabaco para un fumador empedernido,la ley del aborto para una persona religiosa, etc.), sino según si sean apropiadas o no para cumplir un programa sustantivo, la autoridad corre el riesgo de desaparecer como tal. Así, la legalidad española podría ser conculcada por aquellos ciudadanos catalanes que entendiesen que la independencia es un fin que esa legalidad obstaculiza, sin entrar en mayores consideraciones.

Dicho de otro modo, desligar la legitimidad de la legalidad también plantea problemas: En el fondo, son los problemas contenidos en la afirmación weberiana de que la legitimidad depende de la creencia en la legitimidad. Si ungran número de ciudadanos catalanes percibe la legalidad española como ilegítima, con independencia de (i) las razones que explican la generalización de esa percepción y (ii) de la legitimidad de origen de esa legalidad, se plantea un problema aparentemente insoluble. O quizá no.

La legitimidad democrática en el Estado de DerechoDos son, llegados a este punto, las soluciones disponibles,que a su vez pueden resumirse en una: la combinación de elementos democráticos y liberales en el proceso político de creación de las leyes.

Cabe así apelar por un lado, como hacía el malogrado Rafaeldel Águila, a la concepción deliberativa del poder propia de autores como Hannah Arendt yJürgen Habermas. De modo queuna acción, norma o institución será legítima si ha sido justificada como tal en un procedimiento de deliberación pública que se rija por reglas tales como la libertad e igualdad de las partes, la ausencia de coacción y el principio del mejor argumento. Se trata, obviamente, de un ideal cuya consecución práctica no resulta sencilla, pero que subraya las virtudes del marco liberal-democrático comoespacio para una conversación pública de la que emana la legitimidad de las normas.

No obstante, la configuración democrática de la legitimidadno es suficiente por sí sola. ¿Qué sucede si los ciudadanosacuerdan, mediante un procedimiento democrático impecable, limitar o vulnerar los derechos de las minorías? ¿Está la voluntad de los ciudadanos catalanes expresada en referéndum (dejemos al margen el porcentaje de participación) por encima del Tribunal Constitucional?Sartori es contundente al respecto: "Quien dice regla de la mayoría olvidándose de los derechos de las minorías no promueve la democracia, la sepulta". Y cita a Kelsen, quien sugería que la veracidad de esta afirmación la comprobaba

inmediatamente quien, habiendo votado con la mayoría, cambia de opinión.

Es aquí donde entran en juego los contrapesos liberales presentes en autores comoKant, Rawls o Raz. Desde este punto de vista, un componente de la legitimidad es la neutralidad del gobierno en relación a las concepciones sustantivas del bien en sociedades posmetafísicas y por ello plurales. De hecho, esta pluralidad de concepciones del bien explica en gran medida la necesidad de autoridad ygobierno: defensores y críticos del derecho al aborto nuncase pondrán de acuerdo. De ahí también la necesidad de un conjunto de limitaciones institucionalizadas a la autoridad: la primacía de la Constitución, los derechos fundamentales, el imperio de la ley, la democracia representativa.

Así pues, la legitimidad democrática depende del respeto a un conjunto de principios, normas y procedimientos que garantizan las condiciones en que se desarrolla el proceso político y regulan su desarrollo. Naturalmente, hay un elemento tautológico en esta conclusión, porque esa legitimidad democrática no deja de depender de la creencia de la mayoría en la mayor razonabilidad o justicia de la misma por encima de otras concepciones -tradicional, carismática, legal- de la legitimidad. Y esto, a su vez, debe llevarnos a pensar en algo que, en el caso catalán, parece tener su importancia: el hecho de que la creencia enla legitimidad o ilegitimidad no es independiente de las condiciones de surgimiento de esa misma creencia; porque los contextos sociales cuentan. Es aquí donde se ve reforzada la importancia de los contrapesos descritos, porque difícilmente podría considerarse legítima una "voluntad popular" que emane de un marco social cuyas instituciones no respeten el principio de neutralidad, incluida la necesaria pluralidad de la esfera pública.

Y de hecho, es interesante constatar que -salvo que tuvieselugar una proclamación unilateral de la independencia que fundase ex novo una legitimidad específicamente catalana, difícilmente democrática a la vista de la pluralidad que todavía exhibe esa sociedad- una concepción democrática de la legitimidad abre la posibilidad de que los

ciudadanos crean legítimo aquello que no lo es, contraviniendo así la intuición weberiana sobre el origen de la legitimidad.

ConclusiónEn definitiva, si empleamos estas herramientas conceptualespara interpretar el caso catalán, resulta difícil estar de acuerdo con la idea de que presenciamos un "choque de legitimidades" entre dos presuntas legitimidades, la española y la catalana, que la legalidad española posea un déficit de legitimidad, o que la desobediencia civil de losciudadanos catalanes pueda estar justificada. Hay procedimientos a la vez legales y democráticos para la modificación de las normas legítimas que los españoles -catalanes incluidos- se han dado a sí mismos. Más aún, el debate al respecto debería llevarse a cabo en un marco que garantizase la neutralidad institucional y el respeto a lasvoces de las minorías. Siempre y cuando sigamos prefiriendola legitimación democrática de nuestra organización política a la ficción rousseaniana de una unánime voluntad general legitimada en el propio acto de su enunciación mística.


Recommended