+ All Categories
Home > Documents > Documentación de las manifestaciones rupestres de El Hierro (2008-2009); precedentes,...

Documentación de las manifestaciones rupestres de El Hierro (2008-2009); precedentes,...

Date post: 04-Dec-2023
Category:
Upload: independent
View: 0 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
24
La Restinga El Hierro 27 al 29 de Marzo de 2011 SEMINARIO [ Azores - Madeira - Canarias ] de Gestión del Patrimonio Arqueológico Actas del
Transcript

La RestingaEl Hierro

27 al 29 deMarzo de 2011

SEMINARIO

[ Azores - Madeira - Canarias ]

de Gestión delPatrimonio Arqueológico

Actas del

Actas del

Seminario sobre Gestióndel Patrimonio Arqueológico

La Restinga, El Hierro28 y 29 de marzo de 2011

Azores - Canarias - Madeira

Depósito Legal: TF 1265-2011

ISBN: 978-84-7947-611-3

Aurelio González GonzálezDirector General de Cooperación y Patrimonio Cultural

BLOQUE I: ARQUEOLOGÍA SUBACUÁTICA

Inventario del Patrimonio Arqueológico Subacuático

de Gran Canaria

Sergio Olmo Canales. Director de la Carta Arqueológica

Subacuática

Arqueología subacuática en Azores

Brígida Baptista. Arqueóloga. ADCA

Prospecciones arqueológicas subacuáticas en el Bien de

Interés Cultural de el Río (Lanzarote - La Graciosa, Islas

Canarias)

José Juan Guillén Medina y Rita Marrero Romero. Tibicena

Gabinete de Estudios Patrimoniales

BLOQUE II: METODOLOGÍA EN LOS TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS

La investigación arqueológica en La Gomera:

Ciencia y Comunidad

Juan Carlos Hernández Marrero. Museo Arqueológico

de La Gomera y Unidad de Patrimonio (Cabildo Insular

de La Gomera). Juan Francisco Navarro Mederos.

Dpto. de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua,

Universidad de La Laguna. José Miguel Trujillo Mora.

Museo Arqueológico de La Gomera (Cabildo Insular de La

Gomera). Sandra Jeannine Cancel. Servicios Integrales de

Patrimonio Histórico

11

35

49

67

Índice

EXPERIENCIAS – Resultado de las actuaciones en los

conjuntos de Buracas y del Barranco de las Ovejas [La

Palma]

Jorge Pais Pais. Jefe de Sección de Patrimonio Histórico y

Arqueológico del Cabildo de La Palma

BLOQUE III: DOCUMENTACIÓN DE LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES

Documentación de las manifestaciones rupestres de

El Hierro (2008-2009); precedentes, procedimientos y

resultados

Renata A. Springer Bunk. Filóloga

Sixto Sánchez Perera. Arqueólogo

Yacimientos arqueológicos rupestres con escritura líbico–

bereber y/o líbico–canario de Lanzarote. Características y

su correlación con Fuerteventura

María Antonia Perera Betancort. Arqueóloga. Jefa del

Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote

EXPERIENCIAS – Arqueología y Conservación.

Un proyecto común

Cristina Ojeda Oliva. Tibicena Gabinete de Estudios

Patrimoniales

ANEXO: ARQUEOLOGÍA Y LEGISLACIÓN

Marco legal de la gestión del Patrimonio Arqueológico

Pilar Gómez Cortés. Técnica jurídica del Servicio de

Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote

María Antonia Perera Betancort. Arqueóloga. Jefa del

Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote

89

109

125

141

155

109

BLO

QU

E 3

. DO

CU

MEN

TAC

IÓN

DE

LAS

MA

NIF

ESTA

CIO

NES

RU

PEST

RES

DOCUMENTACIÓN DE LAS MANIFESTACIONES RUPESTRES DE EL HIERRO (2008-2009); PRECEDENTES, PROCEDIMIENTOS Y RESULTADOS

Renata Ana Springer BunkFilóloga

[email protected]

Sixto Sánchez PereraArqueólogo

RESUMEN

En el año 2008 comenzó la realización del “Inventario de Inscripciones alfabéticas

en el ámbito rupestre Canario”, cuya primera y segunda fase estuvieron

consagradas a los grabados de El Hierro. El presente artículo pretende dar cuenta

de las difi cultades inherentes a dicho proyecto, los procedimientos empleados, así

como informar de los resultados obtenidos en la actualización del conocimiento

de los grabados rupestres.

PALABRAS CLAVE: Yacimientos rupestres, El Hierro,

documentación, grabados, inscripciones líbico-bereberes,

iconografía, ámbito cultural bereber.

1.- PRECEDENTES DEL PROYECTO “INVENTARIO DE INSCRIPCIONES ALFABÉTICAS EN EL ÁMBITO RUPESTRE CANARIO”: ISLA DE EL HIERRO

Razones para emprender una docu-

mentación exhaustiva de los grabados

de la isla de El Hierro no pueden ser

otras que la falta de trabajos sistemá-

ticos en su conjunto y el consiguiente

desconocimiento en relación a este

tema. Ello no implica de forma auto-

mática que la isla haya estado exen-

ta de estudios pues, por el contrario,

éstos son sorprendentemente abun-

dantes. No obstante, tienen el incon-

veniente de haber surgido a lo largo

de casi un siglo y medio, en diferentes

países y, en consecuencia, tienden a

mostrar enfoques y aspectos meto-

dológicos vigentes en los momentos

de su producción, a lo que hay que

sumar el que venían lastrados en gran

medida por ciertas hipótesis acerca de

su autoría, por lo que frecuentemen-

te fueron seleccionados los motivos

que mejor se ajustaban a estos efec-

tos, mientras que otros ni siquiera se

mencionaban. De ahí surgió el interés

y también la necesidad de un registro

de gran alcance, con la ambición de

110

que fuera lo más completo posible;

la reproducción de todos los motivos

existentes en los yacimientos, señali-

zando su ubicación exacta, junto a la

mayor cantidad de información que es

posible sustraer.

A diferencia de los grabados rupestres

no alfabéticos, las inscripciones líbico-

bereberes sí habían recibido una de-

dicación mucho más intensiva. Como

escritura, se había supuesto que podría

suministrar gran abundancia de datos,

al ser producto de un ámbito cultural

específi co y con la esperanza de com-

prender y traducir estos textos. Dicho

trato diferenciado de las manifestacio-

nes rupestres resulta fácil de entender

si tenemos en cuenta la característica

inherente de los grabados herreños

que, en su gran mayoría, son de tipo

geométrico, donde resulta difícil reco-

nocer ideas o símbolos representados,

suponiendo que dichas manifestacio-

nes tengan algún signifi cado y que no

se corresponden con simples fi gura-

ciones ornamentales, como también

se ha dicho en más de una ocasión. No

es de extrañar entonces que los textos

escriturarios hayan sido recopilados en

mucha mayor medida; de ellos existen

múltiples copias realizadas en todos

los momentos de la historia de la in-

vestigación, desde el último tercio del

siglo XIX hasta la actualidad. Sobra de-

cir que no todas ellas reproducen con

exactitud las inscripciones tal como

están en la roca, lo que se ve fácilmen-

te contrastando ciertas copias de las

mismas líneas escriturarias, observan-

do que con gran frecuencia existen

enormes divergencias entre ellas. La

localización de estas inscripciones, la

comparación de las copias con los ori-

ginales, a la vez de situar con exactitud

su emplazamiento después de verifi car

si efectivamente siguen estando en el

terreno, constituía una preocupación

razonable después de que se había

constatado la desaparición de algunos

de los textos.

Punto de partida para el presente tra-

bajo fue de este modo una revisión

bibliográfi ca en base a la cual se ha

ido analizando la calidad de las copias

existentes, independientemente de la

fecha en la que había surgido. La pre-

tensión de lograr una documentación

conjunta de todas las manifestaciones

Foto 1. Diferentes copias de las mismas dos líneas escriturarias de La Candia, realizadas por J.

Álvarez Delgado (1964), S. Berthelot (s. XIX) y M. C. Jiménez Gómez (1996).

111

BLO

QU

E 3

. DO

CU

MEN

TAC

IÓN

DE

LAS

MA

NIF

ESTA

CIO

NES

RU

PEST

RES

rupestres debía, en última instan-

cia, tener un carácter administrativo,

destinado a su declaración como BIC

y la consiguiente protección por par-

te de las autoridades competentes.

Por el contrario, estimamos que no

puede justifi carse la divulgación de

la ubicación de yacimientos para un

público amplio si a la vez no se pue-

de garantizar que éstos sean debida-

mente protegidos y que estén a salvo

de actos vandálicos, como en tantas

ocasiones se ha tenido que lamentar.

En este contexto conviene denunciar

intervenciones por parte de perso-

nas, por lo general sin formación en

esta especialidad que, al margen de

todas las normativas legales en mate-

ria de patrimonio, han llevado a cabo

recopilaciones con la fi nalidad de su

divulgación en Internet. Ello no ayuda

precisamente a proteger nuestros ya-

cimientos, ya que incita directamente

a la visita incontrolada, lo que demues-

tra una irresponsabilidad indefendible

y poca sensibilidad con nuestro pasa-

do histórico (W. Pichler, en la primera

edición de una página de Internet su-

ministró la ubicación exacta mediante

coordenadas geográfi cas para cada

uno de los lugares con inscripciones

rupestres, 2008).

El proyecto de documentación llevado

a cabo entre los años 2008 y 2009 pre-

tendía la recopilación de las inscrip-

ciones líbico-bereberes junto con las

demás manifestaciones rupestres. Con

el conocimiento que se tiene actual-

mente de la iconografía bereber, las

manifestaciones de El Hierro han sido

identifi cadas hace ya bastante tiempo

como pertenecientes a este grupo,

no habiéndose registrado otra tipo-

logía distinta y que tuviera su origen

en fechas anteriores a la conquista. La

recopilación sistemática de los moti-

vos que conforman los paneles junto

a la escritura líbico-bereber no había

sido además acometida hasta ahora, a

pesar de que constituyen unos mate-

riales de enorme importancia para la

investigación de la expresión gráfi ca

bereber en el ámbito rupestre.

Dicho proyecto tuvo el apoyo de la

Dirección General de Cooperación y

Patrimonio Cultural del Gobierno de

Canario, y fue autorizado mediante re-

solución 128/2008, así como 146/2008

la primera fase y 23/2009, la segunda.

2.- PROSPECCIÓN Y LOCALIZACIÓN DE LOS GRABADOS

Aunque la revisión bibliográfi ca signi-

fi ca un valioso punto de partida, este

tipo de información exige ser com-

plementada con la prospección en el

terreno. Los modelos de selección del

soporte y unidad geográfi ca de acogi-

da para la realización de los grabados

(que se habían visto tras los hallazgos

de los primeros yacimientos) se co-

rrespondían con la ubicación en las

márgenes de barrancos en el noreste

de la isla, así como sobre coladas de

lava en el sur. No obstante, los últimos

lugares descubiertos habían mostrado

que este patrón de ubicación no era

exclusivo y que debía de ser ampliado

por la existencia ya comprobada de

importantes variantes. Entre ellas, se

había observado la presencia de pane-

les en el interior de cuevas (Cueva del

Agua, Cueva de Don Gabino); la mar-

gen norte en los barrancos tampoco

era la única posible como lo demostró

el emplazamiento en el borde contra-

112

rio (Camino Ancho, El Barranquillo).

Algunos paneles solitarios que con-

forman por sí solos algún yacimiento

(Porchena, Baranco de San Juan, El

Barranquillo) contrastan con los más

llamativos de la isla, con abundantes

manifestaciones rupestres. Otros ha-

llazgos relativamente recientes (Ruiz

González, Sánchez Perera, Springer

Bunk, 2000: 25-57) de inscripciones lí-

bico-bereberes incisas, contradecían

un argumento largamente empleado,

por el que se relacionaba esta técnica

con la procedencia del grabado en

fechas posteriores a la conquista, ya

que por lo general ésta se correspon-

día con barcos, cruces y nombres re-

dactados con nuestra escritura actual,

incluso con algunas fechas compren-

didas en esta época. Dichos hallazgos

tuvieron un efecto inmediato en la

prospección, ya que obligaron a am-

Foto 2. Grupo de paneles en el yacimiento de Los Letreros (El Julan)

pliar el radio a zonas más amplias y a

incluir yacimientos con grabados inci-

sos que, como se vio después, dieron

su fruto con la localización de algunas

líneas alfabéticas líbico-bereberes en

este contexto.

Desgraciadamente y por la limitación

de tiempo disponible para los trabajos

de campo, nos vimos obligados a dejar

de lado algunas regiones que hubiéra-

mos deseado estudiar igualmente de

forma intensiva, como eran las colin-

dantes a El Julan o también algunas

de El Golfo, donde hasta ahora no hay

constancia de manifestaciones rupes-

tres. Quedan pues, zonas pendientes

para futuras investigaciones donde, si

se confi rman nuestras sospechas, pue-

den aparecer grandes sorpresas en el

tema de los grabados herreños.

113

BLO

QU

E 3

. DO

CU

MEN

TAC

IÓN

DE

LAS

MA

NIF

ESTA

CIO

NES

RU

PEST

RES

3.- REPRODUCCIÓN DE LAS INSCRIPCIONES LÍBICO-BEREBERES Y DE LOS GRABADOS

La recopilación de los grabados en-

traña ciertas difi cultades, sobre todo,

cuando se trata de intervenciones en

los que los surcos apenas se distin-

guen sobre la superfi cie que, por aña-

didura, a veces está muy deteriorada.

Para paliar al máximo este tipo de obs-

táculos, la única vía posible es la de

proceder a la recogida de datos me-

diante distintos procesos; una triangu-

lación necesaria para las inscripciones

líbico-bereberes, donde un mínimo

trazo –dudoso– puede implicar un

rasgo distintivo, una oposición, por

la que se diferencian dos caracteres

distintos. De este modo, el trabajo de

reproducción se inicia con un análisis

visual, incluyendo un primer dibujo a

mano alzada, fotografía del conjunto,

así como de los detalles, con múltiples

macrofotografías con iluminación na-

tural y artifi cial. Éstas fueron sometidas

posteriormente a aumento y contraste

mediante PhotoShop, con la fi nalidad

de poder reconocer mejor los golpes

de percusión y reproducirlos en capas

distintas. La comprobación de los da-

tos así disponibles exigía en bastantes

ocasiones una nueva estancia en el

yacimiento pero, fi nalmente, se ha

podido reproducir buena parte de los

signos, esperando haber eliminado al

máximo los errores posibles, así como

el haber procedido a la corrección de

trabajos anteriores. En los casos en los

que, a pesar de los procedimientos

mencionados y varias verifi caciones

posteriores, la identifi cación de los

caracteres seguía siendo incierta, és-

tos fueron reseñados con un signo de

interrogación, excluyéndolas del estu-

dio de frecuencia de su empleo. Dicho

tratamiento es de gran importancia

en vista a las enormes divergencias

Foto 3. Inscripción líbico-bereber incisa. La Caleta (El Hierro)

114

en relación a los componentes de él o

de los alfabetos empleados en las Islas

Canarias, cuyo conocimiento se basa

obviamente en la recopilación de los

signos presentes en las inscripciones.

De hecho, desde prácticamente los

orígenes del descubrimiento de los ca-

racteres alfabéticos de El Hierro, éstos

habían sido adscritos a la escritura líbi-

co-bereber (Faidherbe, 1876) aunque,

en cuanto a su origen exacto, su pro-

cedencia desde una región geográfi ca

y en una época en concreto, no hay

consenso entre los investigadores, al

apuntar éstos diferentes posibilidades.

Ello se puede ver en las propuestas para

su parentesco, que van en desde el al-

fabeto sahariano, al asignar como au-

tores unos supuestos forasteros mau-

ritanos (Álvarez Delgado, 1964: 393); el

Alto Atlas en Marruecos (Farrujia de la

Rosa, Pichler, Rodriguez, 2009: 83-100);

así como señalar grandes similitudes

con el grupo masilio, en Túnez y con

alguna zona de la antigua Tripolitania

(Belmonte Avilés, Perera Betancort,

González García, 2010). Mientras que

los dos primeros trabajos lamenta-

blemente no incluyen argumentación

científi camente defendible para su hi-

pótesis (Springer Bunk, 2010), los datos

del último resultan de un estudio es-

tadístico en base a la comparación de

los signos en distintos alfabetos, por lo

que, en nuestra opinión, es el que ma-

yor probabilidad tiene de acercarnos a

los parientes más próximos de las ins-

cripciones herreñas.

La falta de acuerdo para establecer un

alfabeto del que procediera el nuestro

incide de forma directa sobre la tras-

literación de los caracteres, realizada

(en numerosas ocasiones) en razón al

valor que los signos tienen en los alfa-

betos supuestamente más vinculados

con el herreño. Debemos recordar en

relación a ello el problema subyacen-

te a dicho procedimiento, ya que en

la escritura líbico-bereber, muchos

signos representan fonemas distintos

dependiendo del alfabeto, su lugar y

época de empleo, como resulta fácil

comprobar con el hecho de que solo

coinciden seis signos en cuanto a la

misma forma y valor entre los líbico-

orientales y las formas tifi nagh (Agha-

li-Zakara, M. Drouin, J. 1997:98-111).

4.- SIGNIFICADO DE LOS GRABADOS GEOMÉTRICOS Y SIGNOS ALFABÉTICOS: UNA COMPRENSIÓN DEL CONJUNTO

Las inscripciones alfabéticas com-

parten con el lenguaje (al que repre-

sentan) el carácter lineal y arbitrario.

Dicho de otro modo, el mensaje que

los autores han deseado transmitir en

los textos solo puede ser comprendido

teniendo en cuenta la secuencia de los

signos, tal como fi gura sobre la roca;

como en toda escritura alfabética, es

ésta la que proporciona el signifi cado

del enunciado. Por otra parte, el rasgo

arbitrario de los signos se debe a que

no existe relación evidente o “recono-

cible” entre la forma y el concepto o la

idea representada (la representación

del fonema, teniendo en cuenta la do-

ble articulación del lenguaje), ya que

la forma es el producto de una con-

vención social, no siendo deducible

de manera intuitiva, si no se conoce el

código empleado (y para la traducción

del texto, la lengua).

En relación a los motivos geométricos

y, en comparación con los alfabéticos,

115

BLO

QU

E 3

. DO

CU

MEN

TAC

IÓN

DE

LAS

MA

NIF

ESTA

CIO

NES

RU

PEST

RES

ignoramos aún si cada uno de ellos

es portador por sí solo de alguna in-

formación en particular, como lo es

el caso de ciertas representaciones

simbólicas, o si es el conjunto o in-

cluso el orden de las manifestaciones

lo que transmite dicho signifi cado.

Podemos deducir del empleo recu-

rrente de idénticos motivos geomé-

tricos en el mismo ámbito cultural y

en lugares muy distantes entre sí que,

efectivamente, éstos deben haberse

producido conforme a un código. Por

el contrario, demostrar que dichas for-

mas hayan surgido espontáneamente

y con tanta frecuencia en la expresión

de una cultura concreta, además re-

pitiendo ciertas combinaciones, ten-

dría poca viabilidad. Pero una cosa es

defender su más que posible carácter

convencional, y otra es identifi car las

categorías signifi cativas de entre los

motivos rupestres. Con excepción de

algunos símbolos conocidos como los

podomorfos, poco sabemos actual-

mente sobre este tema. Aún se echan

en falta estudios dedicados a analizar

si el conjunto de formas que se pre-

sentan sobre la roca pueda tener un

carácter signifi cativo por la ubicación

específi ca de los elementos. Esta últi-

ma eventualidad debe ser investigada

igualmente, aunque el correspondien-

te análisis solo es posible tras la recopi-

lación exhaustiva de todos los elemen-

tos existentes en los yacimientos y el

orden que ellos ocupan en él.

5.- YACIMIENTOS, SECTORES Y PANELES

Como consecuencia de las considera-

ciones anteriores, es necesario realizar

la recopilación de los textos alfabéti-

cos y los motivos geométricos con-

juntamente, a partir de la unidad de

soporte más reducida, el panel, que

Foto 4. Detalle del yacimiento de El Julan III

116 constituye una superfi cie continua

que puede ser considerada como “es-

criturable”. Se trata, por tanto, de un

concepto que se corresponde con el

soporte dado por la naturaleza pero

que, al desconocerse la organización

que hicieron en su día los autores en

relación al espacio disponible para

los grabados, constituye fundamen-

talmente una unidad de trabajo y de

análisis para nosotros.

La siguiente unidad en orden ascen-

dente está constituida por agrupa-

ciones de paneles que se presentan

en los yacimientos, separadas de las

siguientes por cierta distancia “esteril”

entre sí, y que vienen referidos por di-

ferentes términos, como puede ser el

de “grupo” o “sector”, habiendo sido

empleado este último por nosotros

en el trabajo de documentación de

los grabados herreños. El examen de

un yacimiento nos debe de informar

acerca de su conformación y estruc-

tura para poder separar posibles mo-

mentos o “manos” de ella, pues no es

raro observar que un sector muestre

cierto carácter homogéneo, diferente

a su vez del siguiente. La idea de que

pueden existir momentos diversos en

la producción de los grabados en un

yacimiento viene respaldado por el

hecho de que las manifestaciones ru-

pestres más antiguas herreñas pueden

haberse producido en los primeros

momentos de la presencia humana

en la isla, en torno al cambio de la

era, mientras que la datación de una

inscripción líbico-bereber del siglo X

procedente de un chajasco de Gua-

razoca (Diego Cuscoy, Galand, 1975:

27) demuestra una distancia temporal

muy amplia para ellas, en la que ne-

cesariamente han debido producirse

importantes variaciones, bien por la

propia evolución de la grafía y de las

representaciones geométricas, bien

por la llegada de grupos humanos en

diferentes épocas. Queda por compro-

Foto 5. Detalle de inscripción líbico-bereber. Porchena (El Hierro)

117

BLO

QU

E 3

. DO

CU

MEN

TAC

IÓN

DE

LAS

MA

NIF

ESTA

CIO

NES

RU

PEST

RES

bar si éstas han tenido en ocasiones

emplazamientos distintos a las ma-

nifestaciones anteriores, o si mayori-

tariamente han ocupado los mismos

paneles.

El término de “yacimiento” que se

emplea comúnmente para abarcar a

la totalidad de paneles y grupos/sec-

tores, se defi ne por lo general como

“conjunto de manifestaciones rupes-

tres en un espacio próximo”, sin preci-

sar homogeneidad o heterogeneidad

de los componentes allí presentes.

Hallar criterios para el empleo de un

léxico que vaya más allá de este con-

cepto y que incluyera características

como la acumulación de paneles den-

tro de un sector, delimitados entre sí

por espacios sin grabados, nos lleva a

comprobar que la terminología utiliza-

da por los investigadores corresponde

generalmente a sus propios criterios,

sin que hasta la fecha se pueda consta-

tar homogeneidad en relación a ella.

Como ya lo ha criticado R. Heckendorf

(2008: 73), ciertos intentos de delimi-

tación de un yacimiento frente a otro

y a partir de distancias concretas en-

tre ellos (Anati), han resultado ser a la

postre poco útil, sobre todo, cuando el

emplazamiento en determinado acci-

dente geográfi co puede aportar infor-

mación de mayor importancia que las

medidas existentes entre ellos.

Veremos que en El Hierro, a la hora de

asignarles nombres a los yacimientos

un gran peso ha recaído sobre los ac-

cidentes geográfi cos, como el curso

de un barranco o una cueva, siendo

el criterio de distancia entre los pane-

les con manifestaciones rupestres un

aspecto secundario, como se puede

comprobar en más de un caso. Desde

los primeros momentos de la inves-

tigación se ha considerado –con el

nombre del barranco donde se ubi-

caban– los yacimientos de El Cuervo

y Tejeleita como dos estaciones dife-

rentes, cuando en realidad hay me-

nor distancia entre ellas (en distintos

puntos) que entre los paneles que se

hallan en el principio y el fi nal de di-

chas depresiones geomorfológicas.

Además, ninguno de ellos se ha libra-

do de la intervención humana acon-

tecida en diferentes momentos de la

historia, como se reconoce por el em-

pleo de distintas técnicas de ejecución

y por la representación de gran varie-

dad de temas, por lo que no respon-

den a un solo momento cronológico,

ya que se combinan algunos nombres

con fechas más o menos recientes en

la proximidad de inscripciones líbico-

bereberes.

En todo caso y como justifi cación de

la terminología empleada, gran parte

de los yacimientos herreños son cono-

cidos desde el siglo XIX, y fueron bau-

tizados con el nombre de su enclave

geográfi co que nosotros continuamos

empleando, a fi n de evitar confusión

con la introducción de nuevos nom-

bres para los mismos lugares.

6.- RESULTADOS DEL PROYECTO DE DOCUMENTACIÓN DE INSCRIPCIONES ALFABÉTICAS EN EL CONTEXTO DE GRABADOS RUPESTRES

6.1.- Documentación de los grabados

El resultado de mayor interés, a nues-

tra forma de entender, lo constituye la

118

recopilación sistemática de la totalidad

de motivos conocidos en los múltiples

yacimientos, pudiéndose reseñar los

diferentes tipos de grabados que se

presentan en ellos, dónde se encuen-

tran, a qué distancia unos de otros, la

estructura del yacimiento, las técnicas

empleadas, etc. Esta es la primera vez

que estamos en posesión de un regis-

tro sistemático en el que se ha tratado

de reproducir mediante fotografía to-

dos los grabados, y no solamente una

selección de los mismos, aportando

además la mayor información en tor-

no a ellos. Albergamos la esperanza de

que a partir de ahora será posible re-

conocer inmediatamente un hallazgo

nuevo, añadirlo al corpus o, en caso

contrario, si vuelve a producirse el la-

mentable hecho de la desaparición de

alguno de ellos, como mínimo, estare-

mos en posesión de saber cuál y cómo

ha sido. A efectos de su protección, se

ha dado así un importante paso con

el registro del conjunto de manifesta-

ciones del que se tiene noticia actual-

mente.

6.2.- Incremento del número de ins-cripciones líbico-bereberes conoci-das

Durante las citadas prospecciones se

ha producido un importante incre-

mento de paneles con inscripciones

líbico-bereberes, que se cifra en torno

a un 30 % más de los que se tenía co-

nocimiento hasta la fecha, pero tam-

bién ha sido posible la relocalización

de algunos textos reseñados hace ya

mucho tiempo, para los que se igno-

raba actualmente su ubicación exacta.

Tras la fi nalización de dicho proyecto,

el número de estaciones rupestres con

inscripciones líbico-bereberes en El

Hierro se cifra en diecinueve, mientras

que el de los paneles sobrepasa el cen-

tenar.

Para los paneles con grabados nos

resulta sin embargo prácticamente

imposible señalar el aumento de los

conocidos, ya que no existía con an-

terioridad una recopilación exhausti-

va y sistemática de ellos. No obstante

podemos dar cuenta del hallazgo de

algunos yacimientos nuevos no docu-

mentados hasta la fecha en vista a la

bibliografía existente. Ello se corres-

ponde con tres en El Julan, donde hay

que sumar a Los Números y Los Letre-

ros, los denominados como El Julan III,

Julan IV y Julan V , así como también

dos estaciones rupestres con textos lí-

bico-bereberes al norte de la isla, las

de Porchena y Lomo Zapatero.

6.3.- Selección del espacio

Un hecho de gran interés ha sido la

comprobación de que los diferentes

tipos de grabados se relacionan en

buena parte con el lugar donde han

sido emplazados, la selección de las

unidades geomorfológicas de acogi-

da, presentando dos zonas netamente

distintas. En cuanto a la zona norte el

soporte mayoritario es el de las pare-

des de barrancos; en el sur, las coladas

de lava que se encuentran en el suelo.

En algunos casos aislados aparecen

otros soportes, como el interior de

una cueva (El Letime, Cueva de Don

Gabino), o sobre un chajasco, como

en Guarazoca, que es hasta la fecha

la única inscripción que ha aparecido

en un contexto funerario. Pero quizás

el hecho más sorprendente sea el del

porcentaje de los motivos representa-

dos que varían en cuanto a las zonas

119

BLO

QU

E 3

. DO

CU

MEN

TAC

IÓN

DE

LAS

MA

NIF

ESTA

CIO

NES

RU

PEST

RES

geográfi cas de la isla, fundamental-

mente en relación a la distribución

numérica entre los dos tipos de mani-

festaciones: las inscripciones alfabéti-

cas y los motivos geométricos. Existe

un predominio absoluto de la escritu-

ra sobre los motivos geométricos en

los barrancos del noreste, donde estos

últimos tienen un carácter casi excep-

cional, mientras que dicha relación se

invierte en los diferentes yacimientos

del sur (Los Números, Los Letreros, Ju-

lan III, Julan IV, Julan V y Los Saltos). El

norte constituye además la zona que

muestra mayor penetración de dis-

tinta tipología, al aportar un número

de grabados y técnicas mucho más

variado que la otra zona. Tal vez este

conservadurismo que existe en el sur

en materia de grabados rupestres, co-

incida con la escasa introducción de

poblaciones llegadas en fechas pos-

teriores a la conquista, como es fácil

deducir por la casi nula presencia hu-

mana en esta parte de la isla.

6.4.- Yacimientos y motivos

Frente a los primeros yacimientos ha-

llados, que destacan por su magnitud

espacial y cantidad de manifestacio-

nes representadas (El Julan, Barranco

de Tejeleita, La Candia y La Caleta); se

ha incorporado en los últimos tiempos

un número considerable de estaciones

de pequeña dimensión, de uno o dos

paneles. Esta tendencia tiene un peso

importante para obligar a revisar cier-

tas ideas que se habían defendido des-

de los momentos iniciales de la inves-

tigación, aduciendo que los grabados

se presentaban en lugares de “culto”

y que tuvieran un “signifi cado religio-

so”. Sin que deje de ser una hipótesis

defendible, ahora sabemos que no se

trata de las únicas unidades morfoló-

Foto 5. Detalle inscripción líbico-bereber realizada mediante la técnica de la incisión. Barran-

co de El Cuervo (El Hierro).

120

gicas de acogida posible, y la realiza-

ción de inscripciones debe haber obe-

decido a diversas causas, algunas de

índole mucho más cotidiana, ya que

resultaría difícil defender el concepto

de lugar religioso para una sucesión

de cuatro caracteres epigráfi cos sin

más aportaciones en un espacio más

o menos amplio.

Se ha podido comprobar, en El Julan,

que algunos grupos de grabados co-

rresponden a criterios de selección

distintos que los de la mayoría, intro-

duciendo al mismo tiempo una tipolo-

gía diferente a la de aquéllas, además

realizada mediante una técnica en la

que predomina el picado disconti-

nuo frente al continuo, de profundos

puntos de percusión. Ello nos induce

a suponer un momento distinto a su

factura y, por tanto, la viabilidad de

detectar una sucesión cronológica

para las manifestaciones rupestres.

Asimismo, llama la atención el uso re-

currente de un motivo determinado

para iniciar o concluir un sector del

yacimiento, lo cual sí puede ser indi-

cativo de una organización previa de

las manifestaciones y del signifi cado

de ese motivo en relación a su ubica-

ción concreta.

6.5.- Técnica empleada

Si bien la técnica empleada había in-

ducido a pensar que los grabados abo-

rígenes de El Hierro se correspondían

con el picado y que las incisiones ha-

bían sido utilizadas para la realización

de barcos u otros temas posteriores a

la conquista, ya en el año 2000 (Ruiz

González, Sánchez Perera, Springer

Bunk, 2000) se había podido dar cuen-

ta del empleo de la incisión para la

realización de inscripciones líbico-be-

reberes. Con ello ya no resulta posible

dicha división establecida en el pasa-

do, que asignaba todo grabado inciso

a fechas posteriores a la conquista. Si

bien es verdad que entre los motivos

incisos se encuentra la mayor parte de

los barcos reseñados, también ha sido

documentado un posible barco rea-

lizado con la técnica de picado en El

Julan, en un sector que sigue el patrón

de los restantes grabados. No se puede

olvidar que los aborígenes, de haber

sido traídos a la isla, el único medio

posible en la época había sido precisa-

mente el barco, por lo que este medio

forzosamente les era conocido desde

los primeros días de su presencia en

este nuevo hábitat. Con el incremen-

to de inscripciones líbico-bereberes,

el número de paneles incisos asciende

a unos diez, lo que da cuenta de que

los antiguos habitantes empleaban

las dos técnicas para la realización de

los motivos rupestres. Se trata de un

importante dato que exige la revisión

de algunas ideas del pasado; la de que

posiblemente más de un grabado atri-

buido a fechas posteriores de la con-

quista, bien puede tener una autoría

aborigen.

En relación a este hecho conviene des-

tacar también que la mayor parte de

inscripciones incisas han sido localiza-

das en el norte de la isla, siendo abso-

lutamente minoritarias las dos líneas

halladas en El Julan. En este sentido

parece demostrarse, como ya se apun-

tó con anterioridad, que la zona norte

ha sido más abierta a innovaciones

en la expresión gráfi ca y escrituraria,

posiblemente junto a la mayor pene-

121

BLO

QU

E 3

. DO

CU

MEN

TAC

IÓN

DE

LAS

MA

NIF

ESTA

CIO

NES

RU

PEST

RES

tración de poblaciones nuevas en esta

comarca.

La técnica de picado también muestra

diferencias en cuanto a la distinción

del picado continuo y discontinuo. Al-

gunos golpes han sido realizados con

mayor fuerza y, en su consecuencia,

son mucho más profundos que los sur-

cos del picado continuo, aparentando

haber necesitado el empleo de un

percutor para conseguir dicho efecto.

Estos puntos de picado en ocasiones

se sobreponen a los surcos de algu-

nos grabados pero, en otras, forman

motivos por sí solos. En ambos casos,

las formas representadas reproducen

motivos conocidos entre los geométri-

cos herreños.

6.6.- Líneas de investigación abiertas

El objetivo principal de la documenta-

ción, al margen de la obtención de un

registro pormenorizado de las mani-

festaciones existentes, permite iniciar

una importante serie de investigacio-

nes, de la que nosotros deseamos des-

tacar las siguientes:

- Conocimiento de la confi guración y

estructura de los yacimientos, a fi n

de posibilitar un análisis de éstos en

relación a su entorno inmediato, y

puesta en comparación con los mo-

delos de ocupación del territorio.

- A partir del conocimiento de los

yacimientos, establecer una crono-

logía relativa del empleo de deter-

minados motivos que en ocasiones

se deduce del empleo del espacio,

del tipo de grabados empleados, así

como de la técnica empleada.

- Los motivos geométricos en el con-

texto de las inscripciones líbico-

bereberes permiten avanzar en el

conocimiento de la iconografía de

estos pueblos, al haberse compro-

bado su presencia en múltiples lu-

gares del norte de África y forman-

do igualmente conjuntos con dicha

escritura.

- Las inscripciones líbico-bereberes

necesitan una revisión en relación a

los hábitos escriturarios después del

aumento cuantitativo y cualitativo

producido durante los trabajos de

campo en esta isla.

Agradecimientos: Deseamos agra-

decer el apoyo y ayuda que nos brin-

daron durante nuestros trabajos en

El Hierro Maite Ruiz González, Pedro

Ángel Chinea Padrón, Ariel Fernández

Morales, Fernando Días Fleitas y Elvira

Fleitas Sánchez.

BIBLIOGRAFÍA

AGHALI ZAKARA, M. ; DROUIN,

M. (1997): “Écritures libyco-ber-

bères. Vingt-cinq siècles d´histoire”,

L´aventure des écritures. Naissances.

París: pp. 98-111.

ÁLVAREZ DELGADO, J. (1964): Inscrip-

ciones líbicas de Canarias. La Laguna,

Tenerife.

BALBIN BEHRMANN, R. de; TEJERA

GASPAR, A. (1983): “Los grabados ru-

pestres de la Cueva del Agua. El Hie-

rro, Islas Canarias”, Zephyrus, XXXVI:

pp. 105-112.

122

BELMONTE AVILÉS, J. A.; PERERA BE-

TANCORT, M. A.; GONZÁLEZ GARCÍA,

C. (2010): “Análisis estadístico y estu-

dio genético de la escritura líbico-be-

reber de Canarias y Norte de África”,

VII Congreso de Patrimonio Histórico.

Inscripciones rupestres y poblamiento

del Archipiélago Canario. Lanzarote.

BERTHELOT, S. (1874): “Notice sur les

caractères hieroglyphiques gravés sur

les roches volcaniques aux Iles Cana-

ries”, Bulletin de la Société de Géogra-

phie, IX, París : pp. 1-16 (177-192).

CUSCOY, L.; GALAND, L. (1973): “Nou-

veaux documents des Îles Canaries”,

L´anthropologie, t. 79, París: pp. 5-37.

FAIDHERBE, G. (1876): “Jeroglífi cos de

la isla de Hierro”, Boletín de la Socie-

dad Geográfi ca de Madrid, I, Madrid:

pp. 561-562.

FARRUJIA DE LA ROSA, A. J.; PICHLER,

W.; RODRÍGUEZ, A. (2009): “The colo-

nization of the Canary Islands and the

Libyco-Berber and Latino-Canarian

scripts”, Sahara 20, Segrate: pp. 83-100.

GALAND, L. (1973): „Die afrikanischen

und kanarischen Inschriften des libys-

ch-berberischen Typus. Probleme ihrer

Entzifferung“, Almogaren, IV, Graz: pp.

65-79.

HECKENDORF, R. (2008): „Bubalin“ y

„Bovidien“ en Südmarokko. Forschun-

gen zur Archäologie aussereuropäis-

cher Kulturen. Band 6, Wiesbaden.

HERNÁNDEZ BAUTISTA, R.; SPRINGER,

R. (1983): „Hallazgo de nuevas inscrip-

ciones en la isla de El Hierro”, Almoga-

ren, XI-XII, Hallein: pp. 15-25.

HERNÁNDEZ PÉREZ, M. S. (2002): El Ju-

lan. Madrid.

JIMÉNEZ GÓMEZ, M. C. (2001): “Los gra-

bados rupestres del Barranco de Tejelei-

ta. Valverde. El Hierro. Islas Canarias”,

SPAL 10: pp. 343-362.

JIMÉNEZ GÓMEZ, M. C. (2002): “Mani-

festaciones rupestres del barranco de El

Cuervo (Valverde, El Hierro) “, Estudios

Canarios, XLVI: pp. 383-418.

NOWAK, H. (1982-1983): „Die alphabe-

tiformen Inschriften der Kanareninsel

El Hierro“, Almogaren, XIII-XIV, Ha-

llein: pp. 69-90.

NOWAK, H. (1993-1994): „Die Tejeleita-

Felsinschrift von El Hierro“, Almoga-

ren, XXIV-XXV, Hallein: pp. 113-116.

PADRÓN, A. (1940): „Relación de unos

letreros antiguos encontrados en la

isla del Hierro”, Revista de Arqueolo-

gía, Madrid.

PICHLER, W. (2008): Libyco-berber ins-

criptions online database. (Parte co-

rrespondiente a El Hierro), disponible

en http://lbi-project.org/

RUIZ, M. T.; SÁNCHEZ PERERA, S.;

SPRINGER BUNK, R. (2000): „Nuevas

inscripciones líbico-bereberes en el NE

de la isla de El Hierro”, El Museo Ca-

nario, LV, Las Palmas de Gran Canaria:

pp. 25-58.

SPRINGER BUNK, R. (2001a): Origen y

uso de la escritura líbico-bereber en Ca-

narias. La Laguna, Tenerife.

SPRINGER BUNK, R. (2001b): “Aportacio-

nes de un fi lólogo austríaco a la lengua

123

BLO

QU

E 3

. DO

CU

MEN

TAC

IÓN

DE

LAS

MA

NIF

ESTA

CIO

NES

RU

PEST

RES

y escritura aborigen canaria: D. J. Wölfel

y las culturas del Mediterráneo”, en BRI-

TO, M.; OLIVA, J.: Polifonías Textuales:

Ensayos in Honorem Maria del Carmen

Fernández Leal. La Laguna, Tenerife:

pp. 13-23.

SPRINGER BUNK, R. (2008): “Grabados e

inscripciones rupestres del ámbito líbi-

co-bereber en las Islas Canarias, norte

de África y Sáhara”, Tabona, 17, La La-

guna, Tenerife: pp. 93-110.

SPRINGER BUNK, R. (2010): “Los orígenes

de la escritura líbico-bereber”, Anuario

del Instituto de Estudios Canarios, LIV,

La Laguna, Tenerife: pp. 141-163.

SPRINGER BUNK, R.; JIMÉNEZ GÓMEZ,

M. C. (1996): “La estación rupestre de

La Candia, El Hierro (Islas Canarias)”,

Complutum Extra, 6 (1), Madrid: pp.

263-277.

STEINER, H. R. (1998): “«Los Signos»

über der Punta de los Saltos. Neue Fels-

bildstätte bei La Restinga auf El Hierro“,

Almogaren, XXIX : pp. 133-172.

TEJERA GASPAR, A. (1993): “Les inscrip-

tions libyques-berbères des Îles Cana-

ries”, en L´arte e l´ambiente del Saha-

ra preistorico: dati e interpretazioni,

vol. XXVI, fasc. 1.

VERNEAU, R. (1882): “Les inscriptions

lapidaires de l´Archipel Canarien”, Re-

vue D´Ethnographie, I, París: pp. 273-

287.


Recommended